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PUBLIO PAPINIO ESTACIO SILVAS INTRODUCCIÓN GENERAL DE GABRIEL LAGUNA MARISCAL TRADUCCIÓN Y NOTAS DE FRANCISCO TORRENT RODRÍGUEZ f i BIBLIOTECA BÁSICA GREDOS BIBLIOTECA BÁSICA GREDOS © ED ITO RIA L GREDOS, S. A. Sánchez Pacheco, 85» M adrid, 2002 Q uedan rigurosam ente prohibidas, bajo las sanciones establecidas p o r la ley , la re p ro d u c c ió n to ta l o p a rc ia l d e e s ta o b ra p o r c u a lq u ie r m ed io o p ro ce d im ie n to , a s i co m o su d istr ib u c ió n m ediante alquiler o préstam o público sin la autorización escrita de los titulares del copyright. Diseño: Bnjgalla ISBN 84-249-2647-1. D epósito Legal: B. 13812-2002. Im presión y encuadem ación: CAYFOSA-QUEBECOR, Industria Gráfica Santa Perpétua de la M ogoda (Barcelona). Im preso en España - Printed in Spain. INTRODUCCIÓN GENERAL C o n t e x t o h i s t ó r i c o y c u l t u r a l Hacia el año 62 de nuestra era llegaba a Roma un joven- císimo poeta llamado Estacio. Venía ligero de equipaje y cargado de ilusiones. Procedía de Nápoles, su ciudad natal. Lo acompañaba su padre, maestro de escuela y poeta profe sional, que había instruido a su hijo en el oñcio de las letras. El padre planeaba continuar en la capital su labor de ense ñante y de poeta a sueldo. El hijo soñaba con labrarse en la Ciudad un porvenir como poeta, protegido por nobles pa tronos o por el mismísimo emperador —reinaba por enton ces Nerón en Roma—. Como después diría, «perseguía los goces livianos de la fama» (Silvas IV 4, 50-51). Llegaría a realizar sus aspiraciones, al menos en parte. AI objeto de contextualizar la vida y obra de Estacio en su marco histórico, conviene precisar que su trayectoria vi tal se extiende por la segunda mitad del siglo i d. C. Su for mación y llegada a Roma coincidieron con el reinado de Nerón (54-68). Sus años de madurez transcunieron en pa ralelo con el reinado de la dinastía Flavia (69-96). Y escri bió la mayor parte de su producción literaria en tiempos de Domiciano (81-96), el tercer y último emperador de dicha dinastía Flavia. X ESTACIO El emperador Nerón puso fin con su suicidio (68 d. C.) a la dinastia Julio*Claudia. Nerón, poeta él mismo, favoreció la literatura e instituyó el certamen literario de los Neronia, Durante su reinado hubo una gran ebullición cultural y lite raria: las letras cdnocieron un florecimiento desconocido des de tiempos de Augusto, La tendencia estética predominante durante su época es de carácter barroco y anticlasicista. La figura cimera de la época fue Séneca. Por su parte, reaccio naron contra la corrupción neroniana Persio, con su sátira estoica, y Lucano, con el «republicanismo» detectable en su Farsalia. En cambio, Petronio se nutrió de esa misma co rrupción como materia argumental para su novela Satiricón. Después de Nerón, Roma cayó en un período de inesta bilidad y guerra civil. Durante un año (68-69) se sucedieron los efímeros reinados de basta tres caudillos: Galba, Otón y Vitelio. Tras ellos se hizo sólidamente con el poder Vespa siano, fundador de la dinastia Flavia, constituida, tras el pro pio Vespasiano (69-79), por sus hijos Tito (79-81) y Domi- ciano (81-96). Políticamente, lo que más llama la atención en la dinas tía Flavia es la consolidación del régimen del Principado y el incremento del poder imperial. Desde el poder se dirige la cultura y la literatura interesadamente. En literatura prima una tendencia clasicista, en marcado contraste con el mo dernismo de época de Nerón. Vespasiano, un emperador de linaje modesto, destacado militar, de carácter pragmático y socarrón, llegó al poder ya maduro, y desanolló una administración parca y diligente. Para consolidar y legitimar su poder hizo promulgar al Se nado una Lex de imperio. Desde una sólida base de poder autocràtico, su propósito fue restaurar el esplendor de la Roma de Augusto. Como exponente de este objetivo, en las monedas acuñadas por él se lee el lema roma resuroens INTRODUCCIÓN GENERAL XI («Roma está renaciendo»). Con tal fin, saneó las finanzas del fisco, en bancarrota; fortaleció y amplió el Imperio Ro mano, en Galia, Germania, Bretaña, Judea; y ejecutó un im portante programa de obras públicas en Roma, con restaura ción de los edificios dañados por los disturbios del 69 (así, ordenó construir el Coliseo o anfiteatro flavio, que luego inauguró su hijo Tito). Como consecuencia de todo ello, a su muerte el 23 de junio del 79 Vespasiano había resuelto todos los problemas que había encontrado a su subida al po der. Gn literatura, el decenio de su reinado constituye un pe ríodo de espera y transición, pues no es posible señalar nin gún escritor importante que escribiera entonces y cuya obra haya llegado a nosotros. No obstante, en relación con su pragmatismo y con su objetivo de consolidación del poder, Vespasiano practicó conscientemente una política cultural, dirigida por el estado y al servicio del régimen autocràtico: fundó una Biblioteca (como antes habían hecho Julio César y Augusto), anexa al Templo de la Paz (nótese la asociación entre cultura y orden sociopolítico); expulsó de Roma a filó sofos estoicos disidentes (entre el 71 y el 74); y estableció la primera escuela pública en la historia de Roma, cuya cáte dra encomendó al rétor hispano Quintiliano. Tito sucedió a su padre. Su gobierno fue muy breve: sólo duró dos años. Resultó un emperador muy popular y queri do: el pueblo lo consideró «amor y delicias del género hu mano». Adoptó una política continuista de la paterna y, du rante su breve reinado, tuvo ocasión de demostrar su gene rosidad y diligencia en el alivio de tres graves desgracias que acontecieron: la erupción del Vesubio (79), un nuevo incendio en Roma y una virulenta epidemia. Le sucedió su hermano Domiciano, cuyo reinado tiene una importancia especial para la literatura latina por dos ra zones: dirigió los destinos de Roma durante un período de XII ESTACIO tiempo (quince años) más extenso que los otros dos empe radores flavios juntos; y auspició la literatura, al servicio del poder imperial y de la ideología dominante. Como conse cuencia» durante su reinado floreció la literatura, con un mar cado carácter clasicista y áulico. En general Domiciano fue un dirigente eficiente y ca bal, especialmente en la primera mitad de su reinado. Fue un excelente administrador y un afortunado general. Desde un principio, continuando la tendencia de su padre, su régi men se destacó por el absolutismo, con desprecio del Senado. Quizá podríamos caracterizar su actitud de despotismo ilus trado. Llevó a cabo un ingente programa de reconstrucción de Roma, sin paralelo desde Augusto. Fue muy escrupuloso en la administración de justicia y reprimió la corrupción. Fue asimismo'implacable en el mantenimiento del orden pú blico y de la moralidad. Pero su reinado estuvo marcado por las conspiraciones, la más peligrosa de las cuales fue la de Saturnino, gobernador de la Germania Superior, del año 89. Después su régimen autocràtico degeneró, especialmente desde el año 92, hacia un sistema despótico en el que auspi ció las delaciones y los juicios de lesa majestad. Se hacía llamar «señor y dios nuestro». Acabó asesinado en una con jura palaciega, con implicación de su propia esposa. El Se nado decretó la condena de su memoria y la destrucción de sus imágenes. En el ámbito cultural Domiciano desarrolló todo un pro grama dirigido desde el poder. Fundó no menos de dos cer támenes: el Certamen Capitolino, que se celebraba desde el 86 cada cuatro años, con secciones ecuestre, atlética y litera ria (esta última, dividida en griega y latina); y los Juegos Albanos, que se celebraban cada año en la villa que poseía el emperador en Alba, con ocasión de la festividad de Mi nerva. Por otro lado, el emperador persiguió a los filósofos INTRODUCCIÓN GENERAL XIII disidentes, como había hecho Vespasiano. En general, favo reció una literatura que, en la forma,siguiera una tendencia clasicista y, en el fondo, propagara la ideología imperial, di fundiera los logros del orden imperante (la Pax Flavia) y encomiara la propia figura del emperador y de destacados nobles, pertenecientes a la corte imperial o afectos al régi men. Estacio y Marcial cultivaron la poesía de ocasión, al servicio del emperador o de patronos poderosos. Silio Itáli co, Valerio Flaco y el mismo Estacio cultivaron el género épico, en la estela clasicista de un Virgilio. Y Quintiliano sis tematizó, con miras a la enseñanza y a la formación del gusto, los principios de una retórica clásica, con aprecio de Cicerón. V id a d e E s t a c io A la hora de recabar datos sobre la biografía de Estacio no contamos con referencias en contemporáneos, ni dispo nemos de una Vita o biografía antigua. Con todo, conoce mos relativamente bien su vida, en gran medida por los datos que él mismo nos proporciona en su poesía, especialmente en dos pasajes autobiográficos de las Silvas: III 5, 22-42 y V 3, 209-45. Juvenal, por su parte, menciona brevemente a Estacio en unos versos (VII 82-87) en los que recuerda al poeta con apuros económicos y organizando recitaciones de su Tebaida. Había nacido Publio Papinio Estacio en Nápoles, hacia el 45 d. C., hijo de un maestro y poeta profesional. Tanto la condición socioprofesional de su padre como su entorno de origen son factores determinantes del tipo de poesía que es cribió. El padre (15*80 d. C.), oriundo de Velia (en Luca- XIV ESTACIO nía), era de modesta fortuna. Se ganaba la vida como mer cenario de las letras, con la enseñanza y la participación en certámenes poéticos. Ganó premios importantes en certá menes itálicos como los Augustales, celebrados en Nápoles, asi como en los certámenes del circuito griego (Píticos, Ñemeos e ístmicos). Enseñó como «gramático» (profesor de enseñanza secundaria) primero eo Ñápeles, luego en Roma. Enseñaba y comentaba autores griegos. Ya en Roma com puso un poema sobre la guerra entre Vitelio y Vespasiano del año 69, alineándose con la causa de este último. Es de cir, en la trayectoria de Estado padre cabe destacar dos no tas: su condición de poeta profesional, con amplias raíces helénicas; y su conexión con la dinastía Flavia. Por su parte» la patria chica de Estacio, Nápoles, era un municipio culto y refinado, de ambiente helénico, ubicado en una región de re creo para romanos pudientes y sede de los Juegos Augusta les, como se ha apuntado. Transcurrió la juventud de Estacio en este ambiente he lénico de Nápoles, donde aprendió de su mismo padre el arte de componer poesía. La familia se trasladó a Roma en época de Nerón (quizá hacia el 62) y allí Estacio recitó su poesía frente a nobles oyentes y en presencia de su padre. En Roma desarrolló su labor poética e intentó ganarse la vi da como poeta profesional. Posiblemente Estacio es el autor (aunque no sea doctrina comúnmente aceptada por la crítica especializada) de un poema generalmente considerado anó nimo, la Laus Pisonis («Encomio de Pisón»), mediante el cual el joven poeta intentó granjearse el favor y patronazgo del noble Calpumio Pisón, quien a su vez habria de prota gonizar la Conjura de los Pisones (65) contra Nerón. Se ca só con una mujer llamada Claudia, viuda de un poeta, que aportó una hija de su anterior matrimonio (no tuvieron hijos propios). Todavía en vida del padre (antes, pues, del 80) se INTRODUCCIÓN GENERAL XV alzó con el triunfo en los Juegos Augustales. También ganó en los Juegos Albanos (90), si bien conoció la derrota en el Certamen Capitolino (probablemente en el mismo 90). Por razones de salud o por desengaño por esa derrota se retiró a Nápoles en la última etapa de su vida, hacia el 95. No se sa be si regresó a Roma. Murió en el 96, en el mismo año pero posiblemente antes que Domiciano. Se ha apuntado ya que Estacio, de nivel socio-económi- co modesto, se ganó la vida en Roma como poeta profesio nal. Pero ¿de qué vivía un escritor en la Roma de la época? Pues, aunque existía una industria editorial, lo cierto es que los autores no percibían derechos por la venta de libros. Al gunos, económicamente pudientes, podían vivir de las ren tas: los dos Séneca, Lucano y Petronio. Quintiliano, por su parte, cobraba como director de escuela un sueldo a cargo del fisco. Otros poetas, como Estacio y Marcial, debían re currir por su endeble condición al patronazgo literario. Entre los patronos de Estacio se cuentan los nobles Arruncio Es tela, Atedio Melior, Claudio Etrusco, Pola Argentaría (la viuda de Lucano), además del mismo emperador Domicia no. En honor de estos y otros patronos compone Estacio su poesía de ocasión, las Silvas. También empujado por la ne cesidad compuso el libreto de un mimo, Agave, para el pan tomimo París. En la misma línea de poesía áulica compuso un poema épico de tema histórico, Sobre ¡a guerra germá nica, para conmemorar la victoria de Domiciano sobre el pueblo germánico de los catos del 82-83. A su vez, para ob tener patronazgo era imprescindible granjearse previamente una reputación, lo que Estacio buscó conseguir por dos me dios; organizando recitaciones públicas de su Tebaida (una de las cuales es mencionada por Juvenal) y participando en certámenes poéticos, como ya se ha comentado. Como fruto de estos trabajos y desvelos, parece que Estacio alcanzó en XVI ESTACIO Roma nna posición desahogada: poseía una finca en Alba (quizá heredada del padre, que a su vez pudo haberla recibi do como regalo del emperador Vespasiano); recibía invita ciones a comer o a alojarse en las villas de sus nobles mece nas; el propio emperador le concedió una conducción de agua para la villa de Alba; no es de descartar, en fin, aunque no tengamos constancia, que también recibiera ocasional mente gratificaciones pecuniarias. P r o d u c c ió n p o é t ic a d e E s t a c io Las obras escritas por Estacio se dividen en dos grupos: poesía de ocasión y epopeya. Dentro del apartado de poesía ocasional se incluiría el poemita Laus Pisonis (si se acepta la autoría estaciana), compuesto hacia el 62-65; y las Silvas, colección de 32 poemas distribuidos en cinco libros, escritas entre el 89 y el 96. Al género épico pertenecen la Tebaida, en doce libros, compuesta entre el 80 y el 92; y la Aquileida, obra inacabada, escrita entre el 94 y el 96, y de (a que Esta cio tuvo tiempo de completar libro y medio. De la epopeya Sobre la guerra germánica sólo se ha preservado un frag mento. Nada se ha preservado del libreto para el mimo Agave. L a « T e b a id a » Esta epopeya, la obra principal de Estacio, consta de do ce libros y está dedicada a Domiciano. Narra la conocida historia de los «Siete contra Tebas»: la lucha entre los her manos Eteocles y Polinices, hijos de Edipo, por el poder en INTRODUCCIÓN GLNURAL XVII el reino de Tebas. En contra del acuerdo de ambos, consis tente en alternarse en el reino por tumos de un año, Polini ces se ve defraudado de su tumo y ataca Tebas con la ayuda de Adrasto, rey de Argos (cuya hija Argia había desposado), y otros cinco caudillos argivos (Tideo, Anfiarao, Capaneo, Partenopeo e Hipomedonte). La guerra concluye con la vic toria del ejército argivo y la muerte mutua de ambos herma nos en duelo singular. El nuevo soberano de Tebas, Creon te, se niega a conceder sepultura a los caídos argivos. Ello provoca la intervención del rey ateniense Teseo, que acaba rá matándolo. Se trata de uno de los episodios míticos más tratados por la literatura clásica (basta pensar en los Siete contra Tebas de Esquilo, las Fenicias de Eurípides, la Te baida de Antímaco de Colofón, del s. rv a. C., hoy perdida, y las Fenicias "út Séneca). Estacio se vale de material mítico tradicional, pero la forma literaria, en los aspectos de es tructura, técnica y episodios, acusa una importante influen cia de la Eneida de Virgilio. Desde el punto de vista ideológico se ha querido ver en la Tebaida una reflexión sobreel poder absoluto y sobre la guerra civil, entendida como medio ilegítimo para obtener dicho poder. La visión de Estacio, esencialmente pesimista, puede interpretarse como un reflejo de su época y del régi men autocràtico del Principado. De aceptar esto, el tono ne gativo y sombrío de la Tebaida contrastaría nítidamente con la visión amable de las Silvas. L a «A q u il e id a » La Aquileida, segunda epopeya de Estacio, fue comen zada tras la Tebaida. Quizá el plan era narrar toda la tra- XVHl ESTACIO yectoria de Aquiles desde su infancia hasta su muerte, in cluyendo un tratamiento completo de su participación en la Guerra de Troya. Pero la muerte del propio autor hizo que sólo completara el primer libro, más 167 versos del según* do. Se narra la infancia y juventud de Aquiles, especial mente el episodio de su ocuitamiento» disfrazado de doñee* Ha, en la isla de Esciros, en un intento de escabullirse de la Guerra de Troya. En la isla, Aquiles se enamora de Deida* mía y la deja embarazada. Pero Ulises revela el engaño y Aquiles, descubierto, debe partir hacia la guerra. En conte nido y tono la Aquileida contrasta con la Tebaida: la histo ria es más amable y el estilo más conciso y sencillo. L a s « S i l v a s » , p o e s í a d e o c a s i ó n Las Silvas constituyen una colección de 32 poemas dis tribuidos en cinco libros. Parece que Estacio compuso los libros í, II y IIÍ entre los años 89-93, y debió de publicar conjuntamente los tres en el 93 ó 94. El libro IV fue publi cado en el 95. Finalmente quedaron sin publicar a la muerte del poeta un conjunto de poemas, demasiado recientes o personales, que un editor anónimo reunió y publicó póstuma- mente como libro V. Ha de tenerse en cuenta, no obstante, que, previamente a la publicación conjunta de los libros, mu chos poemas individuales habían circulado independiente mente. El metro de la mayoría de los poemas (26) es el hexá metro dactilico, pero seis composiciones están escritas en versos líricos (IV 5 y 7) o endecasílabos (16, I I 7, IV 3 y 9). Cada libro va precedido de un prefacio en prosa, escrito en forma epistolar y dirigido a un patrono, abordando usual INTRODUCCIÓN OHNERAL XIX mente treá motivos: una captatio benevolentiae (atracción de un ánimo propicio en el lector), en la que Estado se dis culpa por la imperfección de los poemas, con la excusa de la prisa con que fueron escritos; el encomio del patrono destina tario del prefacio; y una tabla de contenidos, con presenta ción temática de los poemas que forman el libro correspon diente. Como excepción, el prefacio del libro V no presenta todo el libro, sino sólo la primera composición del mismo (VI) . Al objeto de caracterizar la naturaleza de la colección es oportuno comenzar por el significado dei título. Silva puede significar en latín «bosque» y «monte bajo, matorral». Co mo metáfora literaria, el término puede connotar dos nocio nes distintas. Por un lado, al igual que su equivalente griego Míe, sugiere «materia prima, bosquejo». En este sentido, el título aludiría al supuesto carácter de borrador de los poe mas. En realidad, las Silvas de Estacio son poemas acabados, pero con el titulo quizá el poeta pretendía sugerir con falsa modestia la imperfección del resultado o, más probable mente, alardear de la celeridad con que habían sido escritos. Por otra parte, silva, como derivación de su significado li teral de «monte bajo», puede sugerir metafóricamente una miscelánea o colección de elementos variados, evocando la profusión y variedad de los matorrales. En este segundo sentido el término implicaría la variedad de temas aborda dos. Es posible que Estacio pretenda sugerir ambas nocio nes cuando decidió titular así la colección (aparentemente siguiendo la estela de Lucano» que había compuesto igual mente unas Silvas, que no se han preservado), si bien parece que prima la primera noción. El rasgo literario primordial de las Silvas es su naturale za de poemas de ocasión. Y son poemas de ocasión en un doble sentido: porque fueron compuestos improvisadamente XX ESTACIO o, al menos, con bastante rapidez; y porque están escritos para una ocasión social concreta que les confiere tema prin cipal y contexto de ejecución. Lo primero está claro. Estacio declara, en el prefacio al libro I, que escribió todos los poemas de dicho libro en uno o dos días, surgidos como «frutos de un ardor repentino y de un cierto placer por la improvisación». Y precisa que usó un estilo menos elaborado que en su obra épica, aduciendo los precedentes de Homero y Virgilio, por lo que las Silvas tie nen, como único atractivo, la frescura e inmediatez con que fueron escritas. Respecto al segundo punto (las Silvas como poemas es critos para una ocasión), en efecto la mayoría de las Silvas tiene como objeto conmemorar, celebrar, describir, elogiar o comentar una ocasión social o institucional determinada, pro tagonizada por patronos de Estacio o por el mismo empera dor. En este rasgo los poemas contrastan plenamente con el concepto moderno de poesía lírica, entendida como efusión subjetiva de sentimientos y vivencias íntimas del poeta. Por el contrario, la intención poética de Estacio en las Silvas no es subjetiva (expresar el propio sentimiento), sino objetiva: describir un acontecimiento u ocasión relativo a una tercera persona (el patrono), con un tenor encomiástico y áulico. Funcionan entonces los poemas como poesía de interrela- ción social, lo que llamaríamos hoy de «clientelismo litera rio». Ejemplos de tales actos sociales son un funeral, una boda, un nacimiento, un viaje, un cumpleaños, la inaugura ción de un templo o de una estatua ecuestre. Estacio escribió algunas Silvas por encargo previo, para ser recitadas en la ocasión; o bien por iniciativa propia, en la esperanza de po der recitarlas; o bien con posterioridad a la ocasión, en conmemoración de la misma. INTRODUCCIÓN GENERAL XXI L a s « S il v a s» , c o l e c c ió n d e po e sía s d ií g é n e r o Cada una de las ocasiones sociales exigía un subgénero literario distinto. Así, para lamentar una muerte, en el con texto del funeral, se usaba el género del epicedio o lamento fúnebre. A la ocasión de la boda corresponde el epitalamio. A la celebración de un nacimiento o cumpleaños está dedi cado el natalicio o genethliakón. El subgénero que sirve pa ra despedir a un viajero, con ocasión de su partida, es el llamado propemptikón. A la inauguración de una obra se apli ca el género del anathematikón o poema de dedicatoria. Pa ra describir las villas de los patronos es pertinente el género de la ékfrasis o poema descriptivo. Todos esos subgéneros literarios, o más propiamente ti pos de composiciones genéricas, pertenecen a la rama epi- díctica o encomiástica de la retórica. Recuérdese que la re tórica clásica constaba de tres grandes géneros: deliberativo, judicial y demostrativo (o epidíctico). Nos interesa ahora el tercero. El objetivo básico de la rama epidíctica era el elo gio. Ahora bien, según la ocasión social concreta sobre la que versara ese elogio cabían una serie de subgéneros con cretos, como acabamos de señalar. Éstos fueron desarro llándose en la literatura grecolatina, tanto en prosa como en verso, durante muchos siglos. Así, acabaron por incluir un repertorio de tópicos o motivos propios. Algunos rétores de la Antigüedad tardía sintieron incluso 18 necesidad de escri bir tratados prescriptivos sobre dichos subgéneros, propor cionando recetarios y listas de tópicos para cada uno: Me- nandro el Rétor, en De los géneros epldicticos, y pseudo- Dionisio de Halicamaso, en Arte poética, ambos de los ss. XXII ESTACIO iii-iv d. C. Cuando un autor se aprestaba a escribir en una de estas modalidades epidicticas debía incluir los motivos apli cables al subgénero, imitando a escritores previos o atenién dose a las normas de los rétores. Pues bien, muchas de las Silvas pertenecen a alguno de estos subgénerosy, de hecho, las Silvas constituyen en la literatura grecolatina el primer ejemplo de colección dedicada casi exclusivamente a la poesía epidfctica. El tipo de subgénero que domina nítidamente en la colección es el epicedio o lamento poético (hoy hablaría mos de elegía), con ocho ejemplos (II 1 ,4 , 5 ,6 ; III 3; V 1, 3 y 5), lo que constituye justamente un cuarto del total. Frecuentemente Estado dirige este tipo de composiciones a un noble patrono que ha perdido a un allegado o fami liar. Hablamos en este caso de epicedio «social». En II 1, «Glaucias, el favorito de Atedio Melior», se lamenta la muerte de un joven esclavo, favorito del patrono. La mis ma situación es la que encontramos en II 4, «Consuelo a Flavio Urso por la pérdida de su joven esclavo favorito». En la III 3, «Consuelo para Claudio Etrusco», Estacio se dirige a su patrono Etrusco para lamentar la muerte del padre de éste. En la Silva V 1» «Poema fúnebre, homenaje a Pnscila», consuela al noble Abascanto por la pérdida de su esposa. Las secciones temáticas más importantes del epicedio son tres: lamento por el fallecimiento, elogio (del difunto y del deudo) y consuelo (dirigido a aliviar el dolor del deudo). A veces se incluyen también secciones de des cripción de la enfermedad y muerte del finado, así como del funeral. Para Estacio es crucial encomiar al fallecido y al deudo, ensalzando por ejemplo la trayectoria vital de ambos, la actitud inconsolable del superviviente (indicio de devoción familiar) y su magnificencia en organizar el funeral. INTRODUCCIÓN GlsNERAl. XXIII Dos epicedios de la colección tienen un carácter perso nal, esto es, son ajenos at clientelismo literario, pues lamen tan la muerte de allegados del propio poeta: su padre (V 3, «Poema fúnebre a su padre») y un niño esclavo (V 5, «Epi cedio dedicado a su niño»). El primero da pie al poeta para trazar una semblanza biográfica de su progenitor, en la que inserta igualmente datos sobre su propia vida. La V 5 es una desgarrada efusión sentimental, en la que domina el lamen to, por la pérdida de un niño esclavo. Finalmente, un par de epicedios son paródicos o joco sos, pues versan sobre muertes de animales: la II 4, «El pa pagayo de Atedio Melion>, y la II 5, «El león amaestrado». Estacio está continuando una tradición poética, de epicedios sobre animales, que tuvo auge en la poesía griega de época helenística (popularizada por la poetisa Anite de Tegea) y en la poesía romana (recuérdese el poema III de Catulo, a la muerte del pajarito de Lesbia, y un poema de Ovidio, Amo res II 6, también sobre un papagayo). Los epicedios zooló gicos de Estacio, en contraste con los demás, se caracterizan por su brevedad. El segundo género más representado es el de la ékfrasis o descripción, si bien hay que precisar que caben bastantes va riedades heterogéneas dentro de esa categoría general. Dentro de la variedad de la descripción de lugares (descriptio loci, ékfrasis tópou) están los poemas consagrados a describir vi llas campestres de recreo pertenecientes a nobles patronos: 13 («La villa de Manilio Vopisco en Tívoli»), II 2 («La villa de Polio Félix en Sorrento»). En estos poemas se destaca la amenidad de la villa y se ensalza la obra constructora del pa trono sobre la naturaleza, la transformación del paisaje por la mano humana. En la composición 1 5, «Los baños de Claudio Etrusco», se describen los baños privados que el rico Etrusco poseía en Roma. Otros poemas descriptivos combinan ele- XXIV ESTACIO mentos de dedicación (subgénero anathematikón) de una obra o monumento. En la Silva I 1 se describe la estatua ecuestre de Domiciano con ocasión de su inauguración. En la m 1 se conmemora la restauración por parte de Polio Félix de un templete consagrado a Hércules y ubicado en la villa que el patrono poseía en Sorrento, ya descrita en la I I 2. Al hilo de la reinauguración de la ermita se organizan unos Juegos Atléti cos. Y la IV 3 celebra la construcción e inauguración de una calzada» la Vía Domiciana, que conectaba Roma con Nápoles. También cabe la descripción de un objeto artístico, como la de una estatuilla de sobremesa de Hércules, propiedad de No vio Víndice (IV 6), y hasta la descripción de un árbol, como en la 13, «El árbol de Atedio Melíor». El tercer género más representado es el encomio — sin perjuicio de lo apuntado antes: que todas las Silvas tienen en mayor o menor grado un componente encomiástico—» en diferentes variedades. Tenemos la modalidad del encomio imperial (basilikós lógos) en el poema IV 1, «El decimo séptimo consulado del emperador Augusto Germánico», compuesto a mayor gloría de Domiciano, con ocasión de su obtención del consulado por decimoséptima vez en enero del 95. También se documentan elogios de patronos priva dos, la IV 4, «Epístola a Vitorio Marcelo», la IV 5, «Oda lí rica a Septimio Severo», y la V 2, «Elogio de Crispino, hijo de Vecio Bolano». La colección incluye igualmente otros subgéneros me nos representados. Está el poema de agradecimiento o eu- charistikón, como 1 6, «Las calendas de Diciembre», en que Estacio describe un espectáculo organizado por el empera dor, durante la fiestas Saturnales» y agradece la generosidad del príncipe. El agradecimiento conforma también, y más cla ramente, la IV 2, «Acción de gracias al emperador Augusto Germánico Domiciano», y responde a un banquete organi INTRODUCCIÓN GENERAL XXV zado por Domiciano y al que Estacio asistió como invitado. Tienen cierto carácter de agradecimiento algunas Silvas, antes comentadas (I 3, II 2), en que Estacio describe villas de sus patronos, pues el poeta escribió tales descripciones como agradecimiento y recuerdo de estancias pasadas allí, por invitación de los dueños. Por su parte, en el natalicio se da la enhorabuena a un patrono por haber tenido un hijo (IV 8, «Felicitación a Julio Menécrates»), o se conmemora el aniversario de un falleci do, como en la II 7, «A Pola, en el aniversario del naci- miento de Lucano», dirigida a la viuda del poeta Lucano. Estacio escribió sólo un epitalamio, la 12 («Epitalamio en honor de Estela y Violentila»), para celebrar y describir el matrimonio de su patrono Arruncio Estela con una viuda. Motivos obligados del epitalamio, y que Estacio aborda aquí, son el elogio de los novios, el encomio del amor y del matri monio (pronunciado, en este caso, por la propia diosa Venus), la descripción de la boda y el deseo de prole. Tiene el poeta igualmente un propemptikón, la III 2, «Poema de despedida a Meció Célet», con ocasión de la marcha de éste a Siria al mando de tina legión. Secciones habituales de la composición de despedida son el elogio del viajero, la descripción del viaje (con votos por una feliz travesía) y el deseo de feliz y pronto regreso; Estacio añade una sección de maldición de la nave gación. En la poesía III4, «La cabellera de Flavio Earino», se conmemora el primer corte de pelo de Earino, un eunuco adolescente, favorito de Domiciano, así como el envío del ca bello como ofrenda al templo de Asclepio en Pérgamo. La composición, por tanto, pertenece en principio al género del poema de dedicación (anathematikón), si bien incorpora al gunos rasgos propios del poema de despedida (propempti kón). Por último, Estacio compuso un único poema pertene ciente al género sotérion, en que se expresa la satisfacción por XXVI E5TACIO la salvación de alguien: la 14, «Acción de gracias por la cura ción de Rutilio Gálico», cuyo título lo dice lodo y cuyo re ceptor es el prefecto del pretorio. Por otro lado, como excepción, un pequeño grupo de poemas no es encasiUable claramente en ningún subgénero epidíctico, especialmente algunos de temática privada. Este es el caso de la alocución de Estado a su esposa (III 5), que el poeta define como «conversación» (sermo), y en que la insta a que lo acompañe a su retiro a Nápoles; o del poema «El Sueño» (V 4), en que el sujeto lírico se dirige al dios Sueño en formade himno y lo conmina a que lo ayude a superar un estado de prolongada y angustiosa vigilia. Este poema, el más breve y más famoso de la colección, es quizá la composición más inspirada de la Urica latina de época imperial y ha dado pie a numerosas recreaciones en la tradición clásica. La causa del insomnio no se revela explícitamente, pero algunos indi cios literarios —el poeta en su desesperación se identifica con Orfeo; el dios Sueño se asimila en cierta medida a Mercu rio— sugieren que el poeta está desvelado porque lamenta la muerte de su esposa. Si se acepta dicha interpretación, el su jeto estarla pidiendo del dios Sueño-Mercurio que le infunda, no sueño, sino la muerte. El tema de ambas composiciones (III 5 y V 4) es precisamente íntimo. Es decir, se mueven en la órbita personal (con un carácter, pues, más cercano a lo que modernamente entendemos por poesía lírica), sin ser vehículo de clientelismo literario. L a s « S i l v a s » , t e s t i m o n i o a m a b l e d e u n a é p o c a En la medida en que los poemas de la colección con memoran variadas ocasiones sociales, se han tomado como INTRODUCCIÓN GENERAL XXVII un documento importante de la vida social de la época. Co mo bien comenta Michaei von Albrecht» el objeto de las Sil vas es «poetizar lo real» y su fuente básica «la realidad de la vida de entonces». Estacio nos habla de ambientes elegantes y del refinado gusto artístico de sus patronos —apenas hay cabida en las Silvas para personajes de humilde extracción ni para los ambientes sórdidos de Roma— , nos presenta im portantes personajes de la época en contextos alegres o luc tuosos (el mismo emperador Domiciano, el prefecto del pre torio, prohombres del rango ecuestre y senatorial). Las Silvas constituyen preciosos documentos sobre los rituales funera rios en Roma (en los epicedios, citados antes), la técnica de construcción de las calzadas romanas (IV 3), la celebración de las fiestas Saturnales (I 6), las villas de recreo de nobles ricos (I 3, II 2), el coleccionismo de arte (IV 6) o los juegos en el anfiteatro (II 5). Estacio poetiza la realidad, sin que ello implique que proporcione una visión «realista», esto es, objetiva. Al con trario, en apoyo de la ideología auspiciada por el régimen imperial, el poeta transmite una visión amable, conseguida mediante el énfasis retórico y el componente mitológico. En la celebración de fiestas, parajes, objetos y sentimientos, Es tacio acostumbra a compararlos con situaciones célebres del mito, con ejemplos de perfección de la naturaleza, llegando a la conclusión de que el objeto celebrado sobrepuja al co rrelato aducido. Así, los juegos atléticos organizados por Félix son más brillantes que los del circuito griego (III 1, 139-143), el afecto de un padre adoptivo es mayor que el de progenitores auténticos (V 5, 10-23), la labor constructora del hombre supera los atractivos de la naturaleza (II 2, 50- 62; III 1, 167-170), el dolor por el óbito de un padre anciano vence al dolor por un hijo joven (III 3, 10-12; V 3,64-79) y XXV11I ESTACIO Lucano es superior a Virgilio y a otros poetas clásicos (II 7, 75-80). En ese contexto de idealización de la realidad se inserí* be la exaltación de la figura de) emperador. En las Silvas es posible documentar una actitud sistemática de culto impe rial. Domiciano siempre se pinta como caudillo ideal: en su poderío militar es equiparado con Marte (I 1, 15-21), pero a la vez es piadoso con los enemigos vencidos (I 1, 26-28; III 3, 167-171); gestiona diligentemente todos los asuntos del Imperio (V 1, 76-82); en su modestia, rechaza halagos y triunfos (III 1, 170-171; IV 3» 33-35; 6, 83-84); vela rígida mente por la moralidad de sus súbditos (1 1, 36; I I I3,73-77; V 2, 91-94); por todo ello Estacio formula frecuentemente — ad nauseam, se diría— votos por su larga vida (I I, 106- 7; III 4, 99-106; IV 1, 46-47; 2, 57-59; 3, 145-152; V 1, 260-262) y le confiere entidad de un dios en la tierra (III 3, 183-184; V pref. 10). Por otro lado, y en la misma línea de ensalzar la banal realidad, el mundo de las Silvas está lleno de alusiones mi tológicas. Estacio tiene, como diría Jaime Gil de Biedma, «una imposible propensión al mito». Esta querencia por lo mítico se manifiesta mediante dos técnicas diferentes. Una posibilidad, más puntual, es el recurso a las comparaciones con personajes y hechos mitológicos. Los ejemplos son muy numerosos: en la Silva III 4, el eunuco de Domiciano es comparado con jovencitos legendarios, reputados por su be lleza (III 4,39-44); en III 3 (w . 48-58), el padre de Claudio Etrusco, en su labor de servicio al emperador, es equiparado con Hércules y Apolo. La segunda posibilidad, de mayor calado, consiste en la intervención divina en la anécdota del poema. Es común que Estacio introduzca hacia la mitad de una Silva un epilio (relato épico en miniatura) fantástico de carácter etiológico INTRODUCCIÓN GENERAL XXIX (relativo a las causas y antecedentes del hecho narrado), con intervención estelar de un ser divino. En el epitalamio (I 2) Venus interviene para convencer a Violentila, la futura no via, sobre la conveniencia de su matrimonio. En el poema que conmemora la recuperación del prefecto Gálico (I 4) Asclepio y Apolo aseguran que el protagonista se cure. En la Silva III 1 el dios Hércules se aparece a Claudio Etrusco, instándolo a reconstruir su templete en ruinas, y el dios mismo colabora en los trabajos de restauración. En II 3 se explica el origen del árbol de Melior como consecuencia de la metamorfosis de una ninfa. En la composición III 4 es Asciepio el dios cirujano que realiza la operación de castra ción de Earino, con la ayuda de Venus como enfermera. En algunas ocasiones se documenta la intervención di vina en fomja de prosopopeya: Estacio imagina a un dios tomando la palabra para pronunciar un elogio de un patrono o del emperador. Asi, el héroe divinizado Curcio encomia a Domiciano (I 1, 74-83) y la musa Calíope a Lucano (II 7, 41-104); Jano, en un discurso que ocupa el grueso del poe ma, celebra el consulado del emperador y le vaticina todo tipo de venturas (IV 1, 17-42); y el dios-río Voltumo agra dece a Domiciano haber construido un puente sobre él, co mo parte de la Vía Domiciana (IV 3, 72-94). Esta técnica de la prosopopeya divina permite a Estacio dar rienda suelta al •logio hiperbólico y a la adulación. P e r v iv e n c ia d e l a s « S il v a s» El caso del poeta Estacio demuestra con ejemplar clari dad hasta qué punto dista el gusto moderno de la tradición Antigua, medieval y renacentista. Su nombre es hoy bastante XXX e s t a c i o desconocido. Sin embargo» fue muy apreciado hasta el s. xviu, especialmente por su producción épica, si bien aquí restringiremos el examen a la pervivencia de las Silvas. Encuentra reconocimiento ya entre sus contemporáneos. Luego sufrió un declive en los ss. u y m , motivado por el gusto arcaizante de la época y quizá porque se le asociaba con Domiciano, un emperador de ingrata memoria. Durante los ss. rv a vn se tuvo en gran aprecio a las Silvas, que con tribuyeron sustancialmente a configurar la poética y retórica de la poesía tardoantigua latina. Acusan la influencia de las Silvas poetas como Ausonio, Claudiano, Ennodio, Sidonio Apolinar, el anónimo autor de la Alcestis Barcinonensis, Draconcio y Paulino de Ñola. Estos escritores ven en el poemario un modelo de subgéneros epidícticos como pane gíricos, epitalamios, epicedios, descripciones y prefacios en prosa. Frente a la épica estaciana, que conoció una fértil trans misión manuscrita, las Silvas son poco conocidas durante la Edad Media, aunque algunos poemas como la I I7 y la V 4 cir cularon separadamente en florilegios. Parece que la colección fue conocida en la corte de Carlomagno. Dante (H1321), que probablemente no leyó las Silvas (aunque sí la Tebai da), manifestó su clara devoción por el poeta incorporán dolo como personajeen la sección Purgatorio (cantos 21- 22) de la Divina Comedia, imaginando una supuesta con versión de Estacio al cristianismo. Por su parte, Boccaccio ( f 1375) imita la Silva V 4 («Al Sueño») en el capítulo V de su Elegia di Madonna Fiammetta. Las Silvas fueron desempolvadas de su letargo medieval por el humanista italiano Poggio Bracciolini, que en 1417 descubrió en Suiza un manuscrito que las incluía. Encargó una copia, que hoy es el manuscrito M, conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid. La edición príncipe, de edi INTRODUCCIÓN GENERAL XXXI tor anónimo, es de 1472. El humanista italiano Policiano (1454-1494) impartió clases sobre las Silvas, redactó un comentario que se nos ha conservado y dio el título de Syl- vae a cuatro poemas propios. En la Italia de los ss. xv y xvi la colección proporcionó un socorrido modelo de poesía ce remonial de ocasión, muy demandada en las cortes princi pescas de la época. En España, Juan de Aijona (1570-1603) recabó datos de las Si/vas para componer una «Vida de Estadio Papinio», con la que prologó su traducción de la Tebaida. Igualmente en España las Silvas sirvieron durante los ss. xvi y xvn como modelo de poesía ocasional y como acervo de motivos. Su presencia es detectable en Garcilaso, Juan Boscán, Francis co de Aldana, Fray Luis de León, Luis de Góngora, Fran cisco de Trillo y Figueroa, y Quevedo. De entre los subgé neros epidícticos, cultivaron el epitalamio Góngora (Sole dad 1 767-844) y Trillo y Figueroa. Escriben natalicios Fray Luis de León (Oda IV) y el mismo Trillo. Garcilaso toca el epicedio (Égloga I 239-405 y Elegía primera). Algunos tó picos concretos procedentes de Estacio son: el tema de las minas, tan frecuente (como en la «Canción a las ruinas de Itálica» de Rodrigo Caro), procedente de Silvas IV 4,79-86; el denuesto de la navegación (Fray Luis, Oda I 61-70, y Estacio, Silvas I I I2, 61-77); los tópicos prológales que se do cumentan en la dedicatoria a Portocarrero de Fray Luis, ins pirados en los prefacios de las Silvas; y el tema del insom nio, presente en la Silva V 4 e imitado por Quevedo en su silva «Al Sueño». Sería necesaria una monografía entera para analizar las imitaciones de esa Silva V 4 de Estacio en diferentes épocas y literaturas nacionales: baste recordar las imitaciones de Boccaccio (ya aducida), Petrarca (Rime 164), Sir Philip Sid- ney (Astrophil and Stella 39), Henry Howard («A complaint XXXII ESTACIO by night o f the lover not beloved»), la silva ya citada de Quevedo, J. Dryden, J. Balde (Lyrica II 36, en latfn) y Höl derlin («Abendphantasie»). Además, el título de las Silvas tiene la importancia cul tural de haber dado nombre técnico en España a dos nocio nes literarias. Por un lado, una Silva es una antología o compilación. Por otro, la silva métrica (o silva a secas) es la estrofa consistente en la combinación libre de versos hepta- sílabos y endecasílabos. En el s. xviu las Silvas todavía encontraron aprecio en Goethe. Hay una cierta semejanza entre el ambiente neoclá sico y aquel en que desarrolló Estacio su labor: en ambos entornos, dominados por el dirigismo cultural, se cultiva una poesía de corte y salón. En ese contexto, en la poesía neo clásica cobraron auge subgéneros epidícticos cultivados por Estacio, como el encomio del príncipe («Canción heroica» de J. A. Porcel), el epicedio social («A Silvio en la muerte de su hija» de A. Lista), el epicedio íntimo («A la muerte de Filis» de J. Cadalso), el propemptikón («A la expedición es pañola para propagar la vacuna en América» de J. Quintana; «Un amante al partir su amada» de Jovellanos) o la descrip ción de parajes campestres («Epístola de Jovino a Anfriso, escrita desde el Paular» de Jovellanos). Cabe incluso recor dar epitafios zoológicos, en la línea de las Silvas I I 4 y II 5, como el «Epitafio a una perrita llamada Aimelinda», de A. Porcel, y el «Epitafio» al perrito Jazmín, de J. P. Fomer. El aprecio de Estacio y de sus Silvas decae desde finales del s. xvui hasta hoy. Modernamente, y desde el Romanti cismo, el lector de poesía tiene un concepto más subjetivo del género lírico. Por ello, las Silvas tienden a repeler a la sensibilidad actual: no se aprecia la poesía de encargo y ocasión, desagrada la adulación dirigida a un emperador despótico. Pero las Silvas son valoradas por la crítica mo- INTRODUCCIÓN GENERAL XXXIII dema como documento de época y también como refinado exponente de la poética y retórica de las letras latinas en época imperial. El gran estudioso alemán de la filología clá sica Ulrich von Wilamowitz-Moellendorff elogió así a Esta cio en 1893: Et inveniendi sollertia et dicendi audacia quid- quid post Ovidium Camenae tulerunt facile superat poeta semigraecus, «Tanlo por su dominio de la materia como por ni audacia en el estilo este poeta medio griego destaca con creces sobre toda la literatura que las Musas romanas han producido tras Ovidio». G a b r ie l L a g u n a M a r is c a l SILVAS LIBRO I DEDICATORIA Estacio saluda a su amigo Estela. He vacilado larga y seriamente, Estela, joven excelente y eminentísimo en esa parcela que has escogido1 dentro de nuestro quehacer poético, antes de coleccionar y editar estas obritas que, frutos de un ardor repentino y de un cierto placer por la improvisación, < bro taron> una a una de mi seno. En efecto, ¿qué <necesidad había de> cargarme asi- s mismo con la responsabilidad de la publicación, si aún temo por la Tebaida, que sigue siendo mía a pesar de haberme 1 Se tra ta de la parcela de la elegía. Lucio A m in cio Estela era un poeta elegiaco, com o puede verse en su epitalam io, com puesto po r Estacio (Silvas 1 2) y en los epigram as de M arcial, 1 7 y V I I 14. G ozó de notoriedad entre tu s coetáneos, pero su o b ra nos es desconocida. H om bre público, realizó su ca rre ra política bajo D om iciano y fue elegido cónsul en 101 ó 102, com o atestigua la inscripción recogida en C IL VI, 1492 (cf. M a r c i a l , X I I 2 ,9 y 4 s i l v a s dejado? Sin embargo, también leemos el Cúiex3, e incluso admitimos la Batracomaquia \ y no hay ningún poeta ilustre que no haya hecho preceder sus obras por algún escrito de 10 estilo más relajado. Por otra parte, era tarde para retener mis poemas, puesto que, de hecho, ya los teníais en vuestro poder aquellos en cuyo honor han sido escritos. Para los demás lectores, sin embargo, es inevitable que pierdan mucho de su justificación, ya que no conservan eJ único encanto que tenían, el de la frescura, porque en ninguno de ellos he )5 trabajado más de dos días, y algunos nacieron en uno solo. ¡Cuánto temo que mis versos muestren por sí mismos la verdad de mi aserto! El primer poema tiene un testigo sagrado, ya que era de rigor comenzar por Júpiter4. Esos cien versos, compuestos a propósito de su colosal estatua ecuestre, se me encargó que 20 los entregara al más indulgente de los emperadores al día siguiente de la dedicación del monumento. «Quizá lo viste antes», podrá decirme alguien. Tú le contestarás, queridísimo Estela, porque sabes que tu epitalamio, por encargo tuyo, lo escribí en dos días; es un atrevimiento, desde luego, si bien 25 consta de trescientos hexámetrosJ. Ahora bien, alguien puede suponer que tú vas a decir una mentira para dejar en buen * O bra m enor atribuida a Virgilio. Su títu lo significa «el mosquito». > Poem a ¿pico-cóm ico atribuido a Hom ero. Suele denom inarse «Batra- com iom aquia* (esto es, «com bate de ratones y ranas»), pero Estacio le da el nom bre de «Batracom aquia» (com bate de las ranas), que aparece en diversas biografías de H om ero, quizá com o resultado de una haplología. 4 N om bre o torgado al em perador D om iciano, identificándote con el padre de los dioses. ’ Hay aquí un pequeño juego de conceptos: en apariencia, el au to r resta im portancia a la rapidez de su im provisación, ya que el poem a está com puesto en hexám etros y noen o tro m etro m ás com plicado y difícil. Sin em bargo, está claro el orgullo que sentía por su fecunda facilidad creativa. LIBRO 1 5 lugar a un colega tuyo; pero lo que no admite eludas es que Manilio Vopisco6, hombre lleno de erudición y que, por encima de todo, defiende del olvido las letras, ya en peligro de abandono, suele también gloriarse en mi nombre por la descripción que en un solo día hice de su villa de Tívoli. Viene a continuación una composición dedicada a la conva lecencia de Rutilio Gálico’; de ella no digo nada, para que 30 no parezca que aprovecho para mentir la circunstancia de que mi testigo haya muerto. Si poseo el testimonio de Claudio Etrusco1, que está vivo, y recibió de mí el poemita que dediqué a sus baños mientras esperábamos la cena Figuran, por último, las calendas de diciembre, que hallarán crédito sin lugar a dudas, porque canté aquella noche venturosa, sin a precedentes en las celebraciones populares, < a medida que se iban desarrollando los fcstcjos>*#* * Publio M anilio Vopisco, poeta y erud ito , cuyo hijo fue cónsul en el aAo 114. ’ Gayo R utilio Gálico, personaje procedente de Turin (G aiia Cisalpina), que realizó su carre ra política bajo los em peradores que se sucedieron desde C laudio a D om iciano. F ue prefecto de R om a en el año 89. M urió , lo m is ta rde , en el 92, fecha en que fue elegido quien debía ¿ucederle en el colegio d e los S o d a tts Augusiales Claudiales (v. C1L VI, 1984). 1 Hijo de un liberto de T iberio, personaje inm ensam ente rico, que construyó unos baños espléndidos, probablem ente en el C am po de M arte. M a r c i a l (VI 42) ensalza tam bién aquellas fastuosas termas, * Esto es, que el poem a fue com puesto en un breve lapso de tiempo: después de d isfru tar del baño y antes de com enzar la cena. * F a lla el resto. 1 LA COLOSAL ESTATUA ECUESTRE DEL EM PERADOR DOMICIANO ¿Qué mole es ésta, agigantada por el coloso que se alza lobre ella y que domina todo el Foro Latino? ¿Ha llovido del cielo esta obra acabada? ¿O, forjada en las fraguas sicilianas, ha salido esta efigie de las manos cansadas de Estéropes y Bromes ■*? ¿O fueron, Germánico las manos de Palas14 las que para nosotros te plasmaron asiendo las 5 i— 11 P ro b a b le m e n te se t r a t a de la m ism a e s ta tu a tr iu n fa l d e q u e n o s h a b la Í S u e to n to (Vida de Domiciano 15). £1 m o n u m e n to n o se h a c o n se rv a d o , p e ro si se h a h a l la d o , m e d ia n te e x c a v a c ió n , p a r te d e su d e sm e su ra d o b a s a m e n to , d e c a s i 12 p o r 6 m e tro s . L o s s o p o r te s m e tá lic o s q u e se rv ía n de i p o y a tu r a a las p a ta s d e l c a b a llo p e rm ite n c a lc u la r q u e ¿ s te te n ia u n ta m a ñ o seis veces s u p e r io r a l n a tu ra l . L a e s ta tu a se n o s d e sc r ib e ta m b ié n e n M a r c i a l , V I 13, y IX 4 3 y 44 , a s i c o m o e n el p ro p io E s t a c i o , Silvas IV 6. 11 N o m b re s d e d o s c íc lo p es. S u s m a n o s c a n s a d a s , p o rq u e la o b ra , S u p e rio r a u n a e m p re sa c ic ló p e a , p o d r ía h a b e r fa t ig a d o a los p ro p io s c ic lo p es , d e h a b e r s id o e llo s su s a rtíf ices . ° S o b re n o m b re q u e a s u m ió D o m ic ia n o d e sp u é s d e su t r iu n fo d e l a ñ o 13 s o b re lo s c a to s , p u e b lo d e G e rm a n ia . 14 P a la s (M in e rv a ) n o s ó lo p re s id ia la fa b r ic a c ió n d e la s « ;m a s , s in o ta m b ié n la in d u s tr ia y la s a r te s d e l b ro n c e . 8 SILVAS riendas, tal como te han contemplado hace poco el Rin y la mansión fragosa del asombrado dacio '5? Sea que una tradición más venerable se pasme ante el renombre, famoso por los siglos, del caballo de Troya, para el que se amenguaron, con Ja tala de sus bosques, Jas sacro- io santas cumbres del DIndimo y del Id a 16. Pero a éste no habría podido darle acogida Uión en sus rotas murallas, ni serían capaces de impulsarlo mancebos y doncellas17 en confusa bandada, ni el propio Eneas, ni el poderoso H éctorll. Aquél, por otra parte, era dañino y ocultaba en su seno a los fieros aqueos; a éste lo recomienda la benignidad de su 15 jinete: da gozo contemplar su rostro, que presenta las huellas de la guerra unidas a una plácida expresión de paz. Y nadie crea que exagero: su belleza y su prestancia corren parejas con su dignidad. No es mayor la altivez con que, tras el combate, lleva a Marte su corcel tracio ”, que se 20 enorguellece de su pesada carga y, lanzado al galope, humea a lo largo del río Estrimón que acelera su curso, a impulso de su aliento poderoso. El emplazamiento es digno de la obra. De un lado, frente a ella, abre sus puertas el templo de aquel que, cansado de contiendas, por la ofrenda de su hijo adoptivo, fue el primero >* Alude a las cam padas de D om iciano en el año 89 con tra los calos y los dacios, que le valieron u n doble tr iu n fo . >* D os m ontes situados en Frigia (donde se asentaba Troya), en los cuales se rendia cu lto a Cibele, m adre de los dioses. 11 Alusión a V i r g i l i o , Eneida II 238. ’* Héctor habla sucum bido con anterioridad al episodio del caballo de Troya. El culto de Ares (dios de los griegos asim ilado por los rom anos a M arte) comenzó entre los tractos, pueblo eminentemente belicoso, y Hom ero consideraba a T racia la pa tria de) dios. 50 Rio de Tracia. LIBRO 1 9 en mostrar a nuestros dioses el camino de las alturas31, y ahora comprende por tu semblante cuánto más clemente en las batallas eres tú, que, no proclive a ensañarte frente a la a furia bárbara, concedes un tratado a los calos y a los dacios. Si tú hubieras acaudillado sus huestesu, su yerno ” se habría sometido a tus leyes y C atón” habría abandonado la con tienda. Contemplan tu andadura, a los costados, de un flanco la obra de Ju lio25 y del otro la elevada basílica del belicoso Paulo16; miran tu espalda tu p a d r e y la Concordia con 30 rostro cariñoso. Y tú, sumida tu cabeza excelsa en los puros cielos, res plandeces por encima de los templos y pareces vigilar si el nuevo Palacio se alza más hermoso desdeñando las llamas” 21 E) tem plo dedicado a Ju lio O s a r , que fue divinizado p o r iniciativa de A ugusto, su h y o adoptivo; «nuestros dioses» son los em peradores deifi cados que le siguieron. u Se tra ta de las huestes de César en la guerra civil con tra Pom peyo. u Pom peyo, yerno de C¿sar. 24 C atón Uticense, ferviente partidario de Pom peyo. u L a basílica Ju lia , cuya construcción fue com enzada por C ésar y concluida por Augusto. * La basílica Em ilia, restaurada en 78 a. C. po r M arco Em ilio L íp ido y en 35 a. C. po r Lucio Em itió Paulo Impido. Su nom bre prim itivo fue el de basílica Fulvia, porque había sido constru ida en 179 po r M arco Fulvio N obilior. El belicoso Paulo a quien aquí se refiere el poeta es Lucio Em ilio Pau lo el M acedónico, vencedor de Perseo, rey de M acedonia, en 168. El •nacronism o es, sin duda , deliberado, dado que aquel personaje fue el m is Ilustre de la fam ilia Em ilia y padre de Publío C om elto Escipión Em iliano Africano N um antino, adop tado p o r el hijo del prim er A fricano y vencedor de C artago (en la tercera guerra Púnica) y de Num ancia. r Vespasiano, cuyo tem plo, com o el de la C oncordia, se hallaba detrás de la estatua. * El palacio sun tuoso que elevó A ugusto en el m onte P alatino habfa •ido afectado po r el incendio provocado por N erón en 64 d. C. V espasiano 10 SILVAS 35 y si el fuego troyano v e l a calladamente con su antorcha y si Vesta ya aprueba, tras su juicio, a sus sacerdotisas” . Tu diestra se opone a las contiendas; no doblega tu siniestra el peso de la virgen Tritonia * que ostenta la cabeza cortada de Medusa la diosa parece espolear a tucaballo; en parte alguna podría escoger sede más grata: ni siquiera si 40 fueras tú , oh padre de los dioses, quien la sustentara. em prendió su restauración, que con tinuó T ito y concluiría D om iciano. Por cito cam bió su nom bre anterior de D om us Augustiana por el de D om us Ftovia o Palatina o bien, sim plem ente, Patatium (ver III 4, 47, y IV 2, 18; M a r c ia l . VII 5ó, I; VII 99, 3; VIH 36, 3; VIH 39; IX II , 8; X II 15, 1; S u e to n io , D om iciano 15). * El fuego troyano , esto es, el fuego inextinguible de Vesta, diosa pro tec to ra de) hogar fam iliar y tam bién de la ciudad , hogar com ún de los ciudadanos, había sido tra ído de T roya por Eneas, fundador de la nueva T roya, es decir, de R om a (con las etapas interm edias de Lavinio y A lba Longa). D om iciano, com o sum o pontífice, era el responsable de que las vestales m antuvieran el fuego sagrado y guardaran su voto de castidad. Por no cum plir su vo to , D om iciano condenó a m uerte a tres de ellas (v. SUETONíO, D om iciano 8; D ión C asio , LX VII 3; P u m o , Epístolas IV 1 D - » M inerva (entre los griegos, A tena o Palas) nació de la cabeza de Júp ite r con la mediación de V ulcano, que , a requerim iento de su padre, le asestó en ella un vigoroso m artillazo. El episodio tuvo lugar a orillas de) m ar, y de ahi esta advocación m arítim a de la d iosa doncella, puesto que T ritón era una deidad m arina. La diestra de la efigie de D om iciano se elevaba en actitud pacificadora. En el antebrazo siniestro em brazaba un escudo que osten taba en relieve la imagen de M inerva, quien, según el poeta, a pesar de su condición de diosa de la guerra, no infundía belicismo al em perador. Nótese, en todo el poem a, la habilidad servil con que E stad o disfraza de pacifism o los fracasos bélicos de Dom iciano. ” En la égida de M inerva solia representarse la cabeza de la G órgona M edusa, porque Perseo, después de decapitar a aquel horrible ser, ofrendó a la diosa su trofeo, capaz de petrificar a quien afron tara su m irada. L IB R O ) 11 Tu pecho, que podría acabar con todos los cuidados del mundo, ha agotado por entero las minas de TémeseM. De tus hombros pende la clámide. Tu costado se encuentra guarnecido con tu espada envainada; envainada, aunque su punta es tan temible como la del gigantesco O rión” , que amenaza a las noches de invierno y espanta a las estrellas. 43 Y tu corcel, que copia el porte y el nervio de un caballo viviente, alza con altivez su testa y muestra el deseo de galopar; en su cuello gallardo se yerguen las crines; se trasluce en sus miembros el ímpetu vivaz y sus amplios ijares se muestran dignos de tus espuelas. Hn vez del césped de una tierra inane, su pezuña de bronce huella las ondas del Rin 50 sometido. Su presencia habría espantado a Arión, el caballo de A drastoM y al contemplarlo desde su templo cercano se atemoriza Cílaro, el palafrén del hijo de Leda” . Fiel a tu freno, nunca obedecerá a las riendas de oteo amo: siempre estará sujeto a un mismo astro. ss El suelo apenas puede sostenerte y jadea a tus plantas la tierra al ser hollada por tal mole. No es el hierro ni el bronce: es tu genio el que fatiga el suelo, y lo fatigaría aun 12 C iudad del sur de Italia, en cuyas ccrcanias se explo taban unos im portantes yacim ientos de cobre. M Gigante cazador, m etam orfoseado po r D iana en constelación (v. O vid io , Fastos V 493). M U no de los siete caudillos de A rgos que dirigieron su a taque contra T tbas. E n cuanto al nom bre de su caballo, A rión, es el mismo que ostentaba el que N eptuno h i20 surgir de la tierra, golpeándola con su tridente, com o ofrenda al Á tica, y que fue preterido a l olivo, el dog de M inerva. M Los hijos de Leda fueron los D ioscuros (C ástor y Pólux); su tem plo se erguía en el F o ro , m uy cerca de la esta tua ecuestre de D om iciano, y estaba coronado p o r una representación del caballo C ílaro, que servía de m ontura alternativam ente a los dos gemelos (Gemini), cuyos astros respec tivos se tu rnan en el cielo. 12 SILVAS cuando fuera un pedestal eterno el que te .sustentara, sopor tando las cumbres de una montaña alzada sobre él, o resis tiendo la fuerza abrumadora de las rodillas de Atlante, 60 portador del ciclo. Y no ha sido largo el empeño. El propio dios* presente en su hermosura, ha dado impulso a la obra y los jóvenes, consagrados al trabajo, se sorprendían al ver cómo se mul tiplicaban sus manos. A su impulso, resonaba la grúa gigan tesca; el estrépito se extendía sin cesar por las siete colinas de M arte17 dominando los rumores confusos de la populosa 65 Roma. El propio guardián de aquel paraje, cuyo nombre inmor ta l58 perpetúan el sagrado abismo y el lago famoso, al oír el infinito resonar del bronce y el mugido del Foro ai goípe vigoroso, vuelve su rostro, áspero por la pátina sacra, y ?o ceñidas sus sienes venerables de follaje de encina bien ganado. Al pronto, se espantó ante la planta gigantesca y el refulgente brillo de tu caballo, más corpulento que el suyo, y, estreme cido, sumergió en el lago por tres veces su cuello altivo; * Esto es, Dom iciano. w M arte, padre de R óm uío y Rem o, es considerado com o el fundador de la urbe. u El nom bre de Curcio. Se cruzan aquí dos leyendas: la de Meció Curcio, héroe sabino del siglo vui a. C., que dio nom bre a una ciénaga que ocupaba el em plazam iento de) fu turo Foro R om ano, y la de M arco Curcio, que, en el siglo vi a. C ., se inm oló voluntariam ente por sus conciudadanos, arro jándose a una profunda sim a abierta en el F o ro , que sólo podía cerrarse m ediante el sacrificio de lo más valioso que tuviera el pueblo rom ano. M arco C urcio , cuya esta tua ecuestre se elevaba en el F o ro , era objeto de culto (v. O v id io , Fastos V I 403), com o salvador de los ciudadanos rom anos. El au to r se inspira en (a Eneida V IH 31 y s$., y pasa po r alto la circunstancia de que ta charca había sido desecada m ucho tiem po atrás; por este procedim iento, al m argen del tiem po, vincula su adulación a D om iciano con (as más antiguas y heroicas tradiciones. LIBRO l 13 luego, dichoso ante la visión del jinete, proclamó: «salud, hijo y padte de poderosos dioses” . Desde hace tiempo tenia noticia de tu divinidad: ahora es bienaventurado mi lago, 75 ahora es venerable, pues me ha sido dado conocerte de cerca y contemplar, desde mi sede próxima, tu inmortal resplandor. Yo procuré y hallé por una sola vez la salvación de los hijos de Rómulo. Tú dominas las gestas de Júpiter, tú las guerras renanas, tú los impíos conflictos civiles, tú, en prolongada lucha, dominas la montaña reacia a los tratados40. Si tú so hubieras vivido en nuestros tiempos, mientras yo vacilaba, habrías intentado sumergirte en la profunda charca, pero la propia Roma habria retenido tu montura». Atrás el corcel que yergue su estampa en su emplaza miento del Foro Juliano, frente al templo de Dione latina41; el caballo que, dicen, Lisipo, te atreviste a esculpir para honra $5 del héroe de Pela, y que luego sostuvo con testa orgullosa la efigie de César. Sin esforzar los ojos resalta la altura de w D om iciano era hijo del divino Vcspasiano y padre de un divino César que murió. * *1.85 gestas de Júpiter» (cf. in/ra, I. V, n. 174); )a guerra co n tra Vitelio (año 69), en que se incendió el tem plo de Júp ite r en el Capitolio (S l’ETONlO, Domiciano 1; TACITO, Historias \ \ \ 74; E v tacio , Tebaida \ 71). «Las guerra* renanas»: la cam paña contra los catos en el año 83 y posteriorm ente en 88 • 89. «Los impíos conflictos civiles»: sublevación de A ntonio Saturnino (88 *89). «La m ontaña...«: sum isión del territo rio agreste e indóm ito de la Dacia (85-89). 41 D ione era una ninfa, am ada de Júp ite r, que fue m adre de Venus. Por m etonim ia, varios poetas griegos y latinos (T cócriio . Virgilio, Ovidio, E ttacio y otros) aplican su nombre a la diosa Venus. Aqui se tra ta de) tem plo de Venus G éneirix, situado frente a la esta tua ecuestre de César. Dicha efigie parece que fue obra de Lisipio, artü tcí helenístico que representó a A lejandro M agno (nacido en la ciudad m acedónica de Pela) sobre su célebre caballo Bucéfalo. La cabeza del caudillo m acedón se habia sustituido, al parecer, po r la de Julio César. 14 s i l v a s donde un caballo al otro contempla. ¿Quién sería tan torpe que no confesara al mirarlos que, cuanto difieren los brutos, 90 difieren quienes los gobiernan? Tal obra no teme al invierno pluvioso, ni al triple ha?, de rayos de Júpiter, ni a las legiones de vientos que Éolo retiene, ni a la injuria durable del tiempo: seguirá enhiesta mientras duren la tierra y el cielo y la gloria de Roma. Y aquí, al amparo de la noche silente, cuando los dioses de lo alto se complacen en las cosas de la tierra, la turba de los 95 tuyos42, abandonando el cielo, descenderá a abrazarse en torno a ti; y acudirán con ellos a ese abrazo tu hijo y tu hermano y tu padre y tu hermana: tu cuello acogerá a todos los astros4’. Goza por siempre de esta ofrenda que te brindan el pueblo y el egregio senado. Los colores de Apeles habrían too deseado retratarte; el anciano ateniense44 habría aspirado a levantar tu efigie, a ésta semejante, en un nuevo templo de Júpiter Eleo; la plácida Tarento habría preferido tu sem blante45 y la indomable Rodas, menospreciando a Febo46, habría preferido tu mirada que imita el fulgor de los astros. Así ame,s, fiel, la tierra, y habites en los templos que te ios hemos consagrado; no te dejes ganar por la estancia celeste y contempla, dichoso, cómo ofrendan tus nietos el incienso ante este monumento. 4i Esto es, de los dioses. ° Es decir, a todos los dioses, entre los que se encuentran los parientes de D om iciano divinizados y m etam orfosi ados en astros. “ D enom inación de Fidias. 4* Se entiende *al sem blante de Zeus», cuya inm ensa efigie, esculpida po r Lisipo, se alzaba en el ágora de Tarento. 46 El célebre Coloso de R odas, una de las siete m aravillas, estaba dedicado a Febo. L IB R O I 15 2 EPITALAMIO EN HONOR DE ESTELA Y VIOLENTILA*’ ¿Por qué han resonado los montes del Lacio con un canto sacro? ¿Para quién, Peán4*, pulsas un plectro nuevo y el marfil armonioso suspendes de tu hombro, en que tu cabellera se derrama? He aquí que las Musas abandonan el Helicón canoro** y agitan en sus nueve antorchas la llama ritual del himeneo, trayendo de sus fuentes de Pieria * la linfa 5 rumorosa. Entre ellas, la Elegíau se aproxima, impulsiva, con mayor altivez que de costumbre, dando prisa a las Musas, marchando de una a otra para afianzar sus pasos, e intenta aparecer como la décima, y confundida entre las nueve hermanas, las engaña. La madre de Eneas ” , en persona, 10 ha traído de la mano a la desposada, que abate sus pupilas y enrojece con dulce candidez. Y es ella quien prepara el tálamo y las sagradas ceremonias y, ocultando su divinidad 47 P a ra la personalidad de Estela, vet n . I. En cu an to & tu « p o o i Violentila, sólo nos es conocida por este epitalam io y p o r m edia docena de epigram as de M arcial. ** Uno de los nom bres de A polo, tañedor del plectro de m arfil com o homenaje en las bodas de Estela y Violeniila. 49 El m onte Helicón, en Beocia, estaba consagrado a A polo y a las nueve Musas. M Región de M acedonia donde residían las M usas. Personificación de la poesía elegiaca, ya Que Estela cultivaba dicho género. ” Venus. I 16 SILVAS en medio del cortejo de mortales del Lacio, atenúa el esplen dor de su cabello, de su faz, de sus mejillas, en su deseo de 15 mostrarse menos bella que la recién casada. Ya sé qué día es éste y cuál es el motivo de tal celebración: es a ti —abre las puertas—, es a ti, Estela, a quien canta ese coro; es a ti a quien aportan sus guirnaldas Febo y Euhan“ y la deidad alada de la Arcadia, que llega de las sombras del monte Ménalo*. El tierno Amor y la Gracia no cesan de derramar sobre 20 ti flores sin número y una nube de aromas cuando abrazas los niveos miembros de tu esposa ansiada. Tú en tu frente recibes las rosas o los lirios que se entretejen con las violetas y proteges la faz como la nieve de tu dueña. Llegaba, pues, el día, señalado por e) blanco vellón de las 25 Parcas, en que debía proclamarse el canto de himeneo en favor de Estela y Violentila. Queden atrás cuidados y temores; que callen las malicias insidiosas de un poema mendaz, y tú, murmuración, guarda silencio55. Se ha sometido a la ley, admitió el freno la licencia amorosa. Se ha terminado ya el rumor del vulgo: ios besos tanto tiempo criticados han 30 salido a la luz. Sin embargo, ofuscado, aunque se te ha brindado la ventura de una noche tan bella, aún vacilas entre el deseo y el temor ante una recompensa que se te ha íJ Euhan e ra uno de los gritos que proferían las bacantes en sus celebra* ciones. D e ahi, po r una m etonim ia debida a la in terpretación del alarido com o un vocativo, se aplica ese nom bre al dios Baco. que poseía a las bacantes y a quien éstas invocaban con su grito. M M onte de A rcadia donde existia un tem plo consagrado a Hermes; ésta es la divinidad alada a que se alude. ” H abía circulado un poem a que tra taba acerca de unas aventuras am orosas de Estela, poem a que había dado pábulo a los rum ores públicos (v. M arcial, VI 21, 3 y ss.). LIBRO t 17 concedido por el favor divino. Depón, dulce poeta, tus suspiros. Olvídalos: es tuya. Puedes ir y venir por su puerta, expuesto a las miradas, con paso no furtivo: ya no habrá portero, ni ley, ni pudor que te lo impida. Sáciate al fin del as del ansiado abrazo —¡es tuyal— al tiempo que recuerdas tus noches de tormento. Sería, sin duda, digna recompensa, aunque Juno te im pusiera los trabajos de Hércules, aunque el destino te obligara a competir con los monstruos estigios, aunque te vieras (arrastrado en medio de las mareas entre las islas Ciáneas56. 40 Por ella valdría la pena correr, tembloroso* bajo las condi- | ciones dictadas en Pisa, escuchando a la espalda los aullidos de Enómao5\ Ni siquiera obtendrías dádiva semejante aun Cuando, pastor temerario, asentaras tu sede en el Ida darda- , n io5*, ni si la bienhechora T itonia” hubiera deseado arreba- ; larte, para llevarte por los aires en su biga. 45 Pero ¿cuál es la causa que ha traído esta unión, inesperado gozo del poeta? Dímelo aquí conmigo, dulce Érato mientras las puertas y el atrio hierven de gentío y mientras tantos 54 O tro nom bre J e las legendarias Simplégadcs, dos supuestos islotes movedizos que, en el acceso al Ponto Euxino, se separaban y se aproxim aban ; de nuevo para a trap ar y destrozar las naves. *’ Enóm ao, rey de Pisa (ciudad de la Élide próxim a a O lim pia), e ra el padre de H ipodam la, a cuyos pretendientes som etía a la prueba de una | carrera de carros. Si en ella resultaban vencidos, lo pagaban con su cabeza. ) M Paris, hijo de Priam o, rey de T roya, pasto reaba los g tn ad o s de su padre en e] m onte Ida. Fue elegido com o juez en la d isputa po r la m anzana de la Discordia, prem io a la belleza, entre Juno , M inerva y Venus. Concedió •I galardón a esta últim a, quien, en recom pensa, le o to rgó e) am or de Helena, la m is bella de las m ortales. Tal fue el origen legendario de la |u e r ra de Troya. * L a A urora, esposa de T itono. ! M M usa de la poeesia erótica. 18 SILVAS fasces“ golpean el umbral. Estoy dispuesto a suscitar tan $o oportuna charla, y esta docta morada sabe escuchar. U n a v ez , d o n d e s e e x t i e n d e n la s r e g io n e s l á c t e a s d e l s e r e n o c ie lo , l a b i e n h e c h o r a V e n u s , c u a n d o l a n o c h e a c a b a b a d e h u i r , r e p o s a b a e n s u l e c h o , l i b e r a d a d e l a b r a z o r u d o d e su a m a n t e gético**. U n a mu l t i t u d d e A m o r e s s e a g o l p a b a e n t o r n o a la s c o l u m n a s y a lo s c o l c h o n e s d e l l e c h o d e la d io s a , p i d i é n d o le i n s t r u c c io n e s : ¿ q u é a n t o r c h a s d e b í a n l le v a r? ¿ q u é 55 p e c h o s t e n í a n q u e t r a s p a s a r ? ¿ q u e r í a q u e s e e n s a ñ a r a n e n la t i e r r a o e n la s a g u a s ? ¿ q u e i m p l i c a r a n a lo s d io s e s ? ¿ q u e se a t r e v i e r a n a a t o r m e n t a r a l d iv i n o T o n a n t e ? L a d i o s a t o d a v í a n o h a b í a r e s u e l t o n a d a ; n o a b r i g a b a e n s u c o r a z ó n u n d e s e o c o n c r e t o . Y a c ía , f a t i g a d a , s o b r e e! l e c h o e n q u e a n t a ñ o , c u l p a b l e , se d e j ó s o r p r e n d e r e n el l a z o 60 d e l a m a n t e d e L em n o s* * . Entonces, uno de los niños de su corte de seres alados, aquel en cuyo rostro resplandecía la luz más viva y cuya presta mano nunca había fallado el blanco de su flecha, la interpeló dulcemente desde la fila con su tierna voz, en tanto sus hermanos, la aljaba al hombro, guardaban silencio: «Sabes, madre —le dijo — cómo mi diestra no cede ante 65 ninguna empresa: todo mortal, toda deidad que me enco mendaste, se abrasa. Pero por una ve*, permite, oh madre, que nos conmovamos ante las lágrimas, las manos suplicantes, los votos y los ruegos de los hombres, porque no hemos sido forjados de duro acero, sino que somos tu prole. w Los fasces de los Helores que precedían, abriéndoles paso, a los num erosos m agistrados que en esta ocasión acudían a d a r t í parab ién a Estela. ** M arte (gético, es decir, tracio). M Vulcano, que creció en aquella isla del Egeo. L IB R O ! 19 Hay un joven, nacido de una ilustre familia latina, hijo ?o de antepasados patricios, a quien la Nobleza alzó, jubilosa, y, como un presagio de su donosura, se apresuró a brindarle un sobrenombre lomado de nuestro cielo*. Yo, malicioso, porque a ti te era grato, lo traspasé un día con una lluvia de saetas, dejando vacia mi aljaba. Y aunque muchas matronas ?$ de Ausonia*5 lo ansiaban con fervor como yerno, lo sujeté, después de vencido, y lo obligué a esperar por luengos años hasta que sucumbiera al yugo de una dueña irresistible. En cuanto a ella, apenas la he tocado —indulgente, porque asi lo querías— con el extremo de mi antorcha y con un tiro de arco poco tenso. Soy testigo asombrado, desde entonces, so de la llama indomable que reprime el angustiado joven y de la intensidad de mis embates, que soporta noches y días. A nadie, madre, he atormentado nunca con más crudeza; a nadie he traspasado con heridas más incesantes. He visto a Hipómenes* correr, ansioso, en liza despiadada, y no era 85 tal su palidez al llegar a la méta; he visto también los bra¿os del joven de Abidos6T cuando rivalizaban con los remos, he aplaudido a sus manos y a menudo le he mostrado mi luz mientras nadaba: era menor su ardor, aunque entibiaba el mar embravecido: tú, joven, has sobrepasado los amores célebres. Yo mismo me he admirado de que hayas resistido 90 en medio de un fuego tan intenso y he afianzado tu constancia y con mis suaves plumas he enjugado el llanto de tus ojos. M Juego de palabras con el sobrenom bre de Estela. w N om bre poético de Italia. w E nam orado de A talanta, com pitió con ella en la carrera. S i no la •ventajaba» m oriría. Al salir victorioso, obtuvo su amor. w Leandro , am ante de H ero, que, para reunirse con ella, atravesaba a nado todas las noches e l estrecho de los D ardanelos desde Abidos, en Asia, basta Sestos, en Tracia, donde Hero era sacerdotisa de Venus. 20 SILVAS jCuántas veces se me ha quejado Apolo de que su poeta penara hasta ese extremo! Concédele ya, madre, el tálamo 9i que ansia. Él es nuestro aliado y nuestro fiel portaestandarte; habría podido cantar las hazañas guerreras y las claras acciones de los héroes y los campos surcados por ríos de sangre; pero es a ti a quien consagró su plectro: prefirió señalarse como vate pacífico y entretejer su lauro con nuestro mirto. Así ha cantado las debilidades de los jóvenes y las ioo heridas propias y ajenas. ¡Ah! ¡qué profunda es, madre, su devoción por la diosa de PafosM! Él ha llorado el funesto destino de nuestra palom aw. Así dijo y , mimoso, se colgó del suave cuello de su madre y acercando sus alas dio calor a su pecho. Ella, prestando oidos a sus fervientes súplicas, ios respondió: «Es sublime, en verdad, y poco usual entre los hombres —incluso entre los que gozan de mi favor— el afán de este joven amado de las Piéridesw. En cuanto a ella, yo, prendada del esplendor sin par de su belleza, pareja con la gloria de sus antepasados y la prez de su estirpe, cuando 110 descendió al mundo la acogí, la protegí en mi seno, y mi mano, hijo mío, no cesó de embellecer su cuello y sus mejillas ni de ungir sus cabellos con aceite de amomo. Ha salido a mi imagen su dulzura. Contempla, aun de lejos, la prestancia de su frente y ei tocado de su cabello. Juzga en cuánto aventaja a todas las madres del Lacio, cómo eclipsa 115 a las Ninfas la virginal progenie de Latona71 y cómo yo supero a las Nereidas. Habría sido digna de nacer a mi lado u P atas, ciudad chiprio ta, célebre po r su culto a Venus. ** Estela lloraba en uno de su t poem as la m uerte de la palom a de Violentila, a la m anera de C a t u l o , 3, llorando la del pajarito de Lesbia. " Las M usas. Una de las varias tradiciones acerca de su origen las hace hijas d e Fiero. ” D iana, hija de Latona. L IB R O I 21 de las azules aguas y de ocupar mi concha’2, y si hubiera podido ascender hasta las moradas pobladas de estrellas y penetrar en nuestras estancias, vosotros mismos. Amores, la confundiríais conmigo. Aunque le he concedido con largueza 120 bienes copiosos, en su pecho domina las riquezas. Lamento que los chinos, en su avaricia, exploten solamente unos bosques estrechosT>; lamento que escaseen los retoños de Clímene74, que las verdes hermanas no prodiguen sus lágri m asTJ y que sean ya pocos los vellones que se tiñen de rojo con el tinte sidonio7*, y escasos los cristales que se hielan 12$ entre nieves perpetuasn. Para ella he dispuesto que discurran el Hermo y el T ajo* sobre dorada arena, que hún para su ornato no es bastante; para ella di orden a Glauco y a Proteo y a todas las Nereidas de buscar los collares de la India” . Si tú la hubieras visto, Febo, por los campos tesalios, n Venus, nacida de ia espum a del m ar, tuvo com o prim era cuna una |r* n co rc h a m arina. ?1 Se creía que los chinos hilaban la seda extrayéndola de los árboles (v. V irg il io . Geórgicos II 121; E s t rabón, XV 69J; P u n ió , H istoria Natural VI 54). u Cllmene, m adre de F aetón , lloró largam ente la m uerte de su hijo, que había robado el carro del So) y cayó envuelto en llamas. Sus lágrim as d ieron nacim iento al ám bar. ’* Según una variante de la an terior leyenda, fueron las lágrimas de las hijas de Clim ene y del Sol (Helios, Febo), m etam orfoseadas en álam os (las verdes herm anas), las que se to m aro n gotas de ám bar (v. O vid io , M eta morfosis H 232 y ss.). n Es decir, con la púrpura. n Tal se creía que era el origen del cristal de roca. Todo ello (seda, ám bar, p ú rpu ra y cristal) es dem asiado poco para ofrendarlo a Violentüa. n El H erm o (río de L idia) y el T a jo tenían arenas auríferas. * G lauco, P ro teo y las Nereidas (hijas de Nereo) eran divinidades m arinas a quienes Venus había encom endado la búsqueda de perlas para Violentila. 22 SILVAS 130 Dafne10 habría vagado sin peligro. Si se hubiera mostrado en la costa de Naxos junto al lecho de Teseo, incluso Euhan11 habría huido, dejando abandonada a la beldad de Cnosos” . Y si Juno no me hubiera reprimido con sus constantes quejas, Júpiter,señor infiel de las alturas, por ella habría ijs asumido plumas y cuernos y sobre ella se habría derramado en lluvia de oro puro” , Pero será entregada al joven por quien tú abogas, hijo, mi potestad suprema: por mucho que ella niegue, en su tristeza, su voluntad de entrega a un nuevo yugoM, ya he notado que cede y corresponde a la pasión del 140 joven». Tras estas palabras, la diosa alzó sus celestiales miembros, traspuso la magnífica puerta de su alcoba y reclamó sus cisnes del Eurotas*5 para embridarlos. Amor los sometió a las riendas y se sentó al timón, ornado de piedras preciosas, conduciendo, a través de las nubes, a su madre dithosa. Ya se muestra el alcázar troyano del T íberw: su recinto excelso *° N infa cuya ex traord inaria herm osura cautivó a Febo, y que fue convertida en laurel po r su padre, el dios del río Penco, en Tesalia. Tal m etam orfosis la libró de la pasión del dios (v. O v i d i o , M etam orfosis 1452 y ss.). 11 C(. supra, n. 53. A riadna, hija de M inos, rey de Cnosos, después de facilitar a Teseo la salida del Laberin to , huyó con ¿1 a Grecia. En la isla de N axos, m ientras dorm ía , Teseo la abandonó. Venus la com pensó dándole po r esposo a Baco (Euhan). *> Esto es: Venus habría infundido el am or po r Violentóla en el pecho de Júp ite r, que, p a ra conquistarla, habría repelido sus tres m etam orfosis: en cisne, p a ís cautivar a Leda; en to ro , para rap ta r a Europa; en lluvia d e oro, para fecundar a Dánae. M Violentila habla estado casada anteriorm ente. u El valle del Eurotas, en Laconia, era fam oso po r su cria de cisnes. Estas aves servían de tiro a l carro de Venus. w R om a, la nueva Troya. LIBRO I 23 deja ver sus fulgentes moradas y los cisnes, gozosos, tributan 145 el aplauso de sus alas a la mansión ilustre. Es una sede digna de una diosa y que no desmerece de los astros radiantes: allí el mármol de Libia y el de Frigia, allí verdean las duras piedras de Lacedemonia, allí refulgen el ónice variante y la piedra color del mar profundo y la que envidiar suelen la iso púrpura de Esparta y e) tintorero experto con los calderos tirios. Se yerguen las techumbres, sustentadas por columnas sin número, y las vigas de roble resplandecen con sus tachones del metal dalmàtico *T. Las sombras que proyectan los árboles añosos detienen los ardores del sol; fontanas transparentes viven entre los mármoles. Y la naturaleza no observa sus iss contrastes: siente aquí frío Sirio ” , el invierno se entibia y las moradas templan los cambios de estaciones. La bienhechora Venus se regocijó a la vista de la residencia de su poderosa protegida tal como si arribase desde alta mar a Pafos o a su mansión de Idalia o a su templo de Éricc90. Al punto dirigió i60 estas palabras a la joven, que descansaba en su alcoba solitaria: «¿Hasta cuándo ese sueño y ese recato de tu lecho vacío, oh joven predilecta entre las de Laurento91? ¿Qué límite pondrás a tu castidad y a tu recuerdo fiel? ¿Nunca vas & plegarle al yugo de un varón? Pronto vendrán los años 17 Desde la ¿poca de A ugusto se hallaban en explotación las m inas de oro de D alm acia, propiedad del fisco, es decir, del tesoro del em perador (v. C I L 111,1997; F l o r o , II 25; P u n ió , Historia Natural XXXU1 67). M El nom bre de Sirio (una de las estrellas de la canicula) se utiliza com o sinónim o del verano. ” Esto es, la residencia de Violentila. w En Paíos e idalia (ciudades de Chipre), com o en el Érice (m onte de Sicilia) existían tem plos de Venus muy devotos. *' C iudad del Lacio. A quí, po r m etonim ia, significa Rom a. En cuanto al conten ido del pasaje, está claram ente inspirado en el can to IV de la Eneida. 24 SILVAS I6S más sombríos. Aprovecha tu lozanía y goza de tus efímeros encantos. No te he concedido tal hermosura y ese rostro sin par y mi propio don para que vivas años solitarios como si yo te odiara. Fue mucho —demasiado— desdeñar a tus otros pretendientes, pero éste está entregado a ti con toda su i?o sangre, sólo a ti admira y ama entre todas y no carece ni de prestancia ni de nobleza. Porque en la ciudad entera, ¿qué hombre, qué mujer en edad juvenil no sabe de memoria sus doctos versos? Y le verás alzar los doce fasces —¡así dure la 175 gracia de quien gobierna Ausonia*1!— antes de tiempo93; lo cierto es que ya ha abierto las puertas del templo de Cíbele y lee las profecías de la Sibila de Eubea94. Pronto el padre del Lacio*1, cuyos designios puedo yo adivinar, concederá a este joven la vestidura púrpura y el marfil curul* y aun le otorgará una gloria mayor: la de exaltar los trofeos logrados i8o en la Dacia y los recientes lauros. Vamos pues: únete a su lecho y renuncia a ese retiro en plena juventud. ¿A qué naciones, a qué pechos no he alcanzado con la antorcha nupcial? El pueblo de las aves, el del ganado, el de las fieras, n Cí. supra, n, 65. 11 La edad reglam entaria para alcanzar el consulado —esto es, para ostentar doce lictorcs— era la de cuarenta y tres años. S in em bargo, son muy num eroso» los procedentes de acceso al consulado en edad m is tem prana. Estela to consiguió en el 102 d. C. * Se refiere a la Sibila de Cum as, acogiendo una tradición según la cual Cuma* fue una colonia de Eubea, En cuanto a) significado del párrafo , indica que Estela habla sido elegido com o quindecénviro sacris /a d u n á is . es decir, com o uno de los quince sacerdotes que tenían bajo su custod ia los libros sibilinos y podían acceder al tem plo de Cibele. *5 D o m ic ia n o . 46 Esto es, las insignias propias de las m agistraturas superiores: la toga p retex ta (con banda de púrpura) y la silla curul, que presentaba ricas incrustaciones de marfil. L IB R O I 25 cruel, no han sido tan insensibles como para negarse; el propio cielo, cuando las nubes se deshacen en lluvia, lo derrito para que se maride con la tierra. Así se renuevan los ciclos y la vida de! mundo. ¿De dónde habría surgido la gloria renaciente de Troya y el que salvó a los dioses de entre las llamas, si yo no me hubiera unido a un esposo frigio”? ¿De dónde habría multiplicado a mis Julios el lidio Tíber” ? ¿Quién habría levantado las murallas en torno a las siete colinas de Roma, la capital latina del imperio, si una vestal troyana” no hubiera cautivado a Marte furtivamente, pero con mi venia?». Con estas palabras hechizó a la joven, que guardaba silencio, y la persuadió de la honrosa condición del matri monio. Vuelven a su pensamiento los presentes, los ruegos, las lágrimas del joven y sus quejas insomnes a su puerta, y la Astéride100 que el vate ha cantado por la ciudad entera: Astéride antes de la cena, de noche Astéride, Astéride al alba, como nunca resonó el nombre de H ilas101. Y ya, de grado, comienza a doblegar su corazón altivo y a admitir su dureza. ¡Dicha a tu tálamo, el más tierno de los vates latinos, pues has andado un áspero camino y has arribado a puerto ♦T Anquises, padre de Eneas, fundador de la nueva Troya. * El nom bre d e L idia, región de Asia M enor, se aplicaba asim ism o a E truria y , por extensión, al Lacio. V i r g i l i o (Eneida I I 781) em plea tam bién el giro «el lidio Tiber» (cf. IV 4, 6). w Rea Silvia, m adre de R óm ulo y R em o, considerada com o troyana (cf. infra, n. 11S a este lib ro y n. 26 al lib ro 11). |W Es el nom bre poético que aplicaba Estela a Violentila, conjugándolo Semánticamente con el suyo propio. G ran amigo de Hércules, rap tado po r las ninfas, y a quien éste buscó incansablem ente, repitiendo su nom bre sin cesar (v. PROPÍ.RCIO, I 20, 6 y ss.; V i r o i l i o , Églogas V i 43 y s.). Cf. infra, n. 224. 26 SILVAS e n la e m p r e s a p r o p u e s ta ! T a l e l r ío f u g i t iv o d e la lu s t r o s a P is a Wí, in f l a m a d o d e le jo s p o r l e ja n o s a m o re s , a r r a s t r a p o r 205 s u c a u c e s u b m a r i n o s u im p o lu ta c o r r ie n te , h a s ta l le g a r a l f in a l m a n a n t ia l s ic a n io y b c b e r lo c o n la b io s a n h e la n te s ; e x ta s ia d a la N á y a d e a n t e t a n d u lc e s b e s o s , n o p ie n s a q u e s u e s p o s o s e a l l e g a d o d e l m a r ,0J. iQ u é d ía , E s te la , p a r a t u a le g r ía , s u m id o e n ta l p r e s e n te r a d ia n te d e lo s d io s e s ! |Q u é v o to t a n f e r v ie n te h iz o s a l t a r tu 210 p e c h o c u a n d o e l r o s t r o p r o p ic io d e t u d u e ñ a a s in t ió a l d u lc e y u g o ! C re is te s u b i r a l c ie lo y f lo t a r p o r la b ó v e d a e s t r e l la d a . N o fu e ta n v iv o e l g o z o d e l p a s t o r IW e n la p la y a d e A m i d a s 105 c u a n d o H e le n a l l e g a b a p a r a e m b a r c a r e n la n a v e t r o y a n a ; n i 215 la té s a la T e m p e 104 v io a s í a P e le o c u a n d o Q u i r ó n , e n c a b r i - t a n d o s u f ig u r a e q u in a , d iv is ó la l l e g a d a d e T e t i s 107 a la s t i e r r a s h e m o n i a s IM. ¡Q u é le n to e s e l d e c u r s o d e lo s a s tro s ! jq u é p e r e z o s a A u r o r a p a r a c a l m a r la s a n s ia s d e l e s p o s o ! P e r o c u a n d o a lo le jo s v ie ro n q u e s e a p r e s ta b a e l le c h o p a r a E s te la , e l h i jo d e L a t o n a w , p r o t e c to r d e lo s v a te s , y el 195 F.l Alfeo, rio de la Élide, que pasa po r Olimpia, cerca de Pisa. Aquí y en otros pasajes poéticos, se aplica a O lim pia el nom bre de Pisa. **’ Son ios desposorios del rio Alfco con la fuente A rctusa. Estacio com para la constancia de Estela para lograr a Violeniila con la de Alfeo en su recorrido desde Élide a Sicilia hasta alcanzar a su am ada A retusa <v. O vid io , M etam orfosis [ 5 ,487 y ss.; V irg il io , Églogas X 1 y y Eneida III 694 y $$.). ,w París (cf. supra. n. 58). C iudad p róx im a a Esparta. IJ* Valle de Tesalia. 197 Peleo y la nereida Tciis fueron los padres de Aquiles. El centauro Quirón (con variantes en las dife/entes leyendas) fue preceptor de Peleo y, m ás tarde, de Aquiles. ,w H em onia es el nom bre antiguo de Tesalia. |W Apolo. L IB R O I 27 retoño de Sámele, Euhan uc* pusieron en marcha sus rápidos 220 cortejos, el uno desde O rtigia1", el otro desde N isallí. A Apolo le responden con sus ecos los montes licios y las frescas umbrías de Timbra y el Parnaso, su gloria115; a Euhan. el Pangeo y el fsmaro y las costas de Naxos, que fueron antaño su tálam o"4. Ya llegan a las puertas de la morada que aman, y a su amigo cantor le traen éste una 225 lira, aquél una dorada piel de ciervo con el lomo manchado; aquél un tirso, éste un plectro; éste ciñc sus inspiradas sienes con el lauro; aquél orna sus cabellos con minoica corona ní. Apenas nacido el día, ya se han tomado los auspicios de vuestra unión dichosa, ya hierven las dos casas con los preparativos de la fiesta. Verdean de fronda las jambas, 230 relucen las esquinas de nupciales antorchas y disfrutan los barrios más poblados de la inmensa Roma. Acuden a vuestros umbrales todos los que sirven las magistraturas y todos los fasces; todas las pretextas se ajan en medio de la barahúnda plebeya: aquí un caballero, allá una partida de jóvenes pro fieren sus quejas, y en tal apretura peligran las galas femíneas. Todos felicitan a la una y al otro, pero es a él a quien envidia 2J5 la mayoría de la concurrencia. Ya hace tiempo, apoyado en '*• Cf. supra , n . 53. 1.1 O tro nom bre de Délos, la isla donde Latona d io a lur a A polo y a Diana. 1.2 M ontaña de la India, donde Baco fue criado por las ninfas. ,w Lugares célebres p o r su culto a Apolo: Licia, al sur de Asia M enor; T im bra, en la Tróade; el m onte Parnaso , en la Fócide. ,M El m onte Pangeo, en tre Tracia y M acedonia, y el fsm aro, en Tracia, Citaban consagrados a Baco, cuyo culto procedia de aquellas regiones. En cuanto a la isla de Naxos, fue el lugar de su unión con A riadna (cf. supra, n. 82). m H ay aquí una asociación de ideas entre las guirnaldas de hiedra, • tríb u lo de Baco, y su am or po r A riadna, hija de M inos. 28 SILVAS e l q u ic io , H i m e n " 6 t r a t a d e e n t o n a r u n c a n t o n u e v o a e s ta u n ió n p a r a a g a s a ja r a l p o e ta . J u n o t r a e lo s s a g r a d o s la z o s " 7, 24o q u e C o n c o r d i a r e f u e r z a c o n s u h a c h ó n lu m in o s o . T a l fu e a q u e l d ía : l a n o c h e , q u e la c a n t e e l p r o p io d e s p o s a d o e n a q u e l lo q u e p u e d e c o n o c e r s e . A s í , v e n c id a p o r u n s u e ñ o e n g a ñ o s o , r e p o s ó l l i a " * s u s m ie m b r o s a la o r i l la d e l r ío c u a n d o la to m ó M a r te ; n o e r a t a l la b e l le z a d e L a v in ia c u a n d o e l r u b o r t iñ ó s u n iv e o r o s t r o a la v is ta d e T u r n o U9; 24$ n i l a d e C la u d ia c u a n d o , d e s p u é s d e a lz a r s e la n a v e , v o lv ió s u r o s t r o v i rg in a l a l p u e b lo ■*. A h o r a , a m ig o s d e la s d io s a s d e A o n i a iV y s ie rv o s d e lo s t r í p o d e s 121, h a y q u e c o m p e t i r e n lo s d iv e r s o s m e tro s : q u e a v a n c e la in s p i r a d a c o h o r te , c o r o n a d a d e c in ta s y d e h ie d r a , 1,4 El nom bre de Him en o Him eneo se aplicaba tan to al dios del m atrim onio com o al can to nupcial. 111 Juno , la diosa protectora del m atrim onio, tenia el epíteto de prónuba, nom bre que se aplicaba en la cerem onia nupcial a la m atrona que asistía y acom pañaba a la novia y que unía las m anos de los contrayentes. Aquí parece ser Ju n o la que ejerce este com etido, m ientras que en los versos I 1 y siguientes era Venus quien lo asumía. 111 A ntiguo nom bre de Rea Silvia (cf. supra, n. 99, e infra, n. 26 al L ibro II), cuando , de acuerdo con la tradición m ás rem ota, se consideraba que era hija de Eneas y Lavinia. u* Lavinia, que habla de ser la esposa de Eneas, se ruboriza ante su antiguo prom etido T u m o , en una escena del can to X lf de la Eneida (versos 65 a 69). ,M Según la leyenda, C laudia Q uin ta probó ante los ciudadanos su castidad cuando, po r sus oraciones, se puso a flote la nave de la Gran M adre de los dioses, encallada en el T iber (v. T i to Livio, XXIX 14. 10 y ss.). 111 N om bre poético y m itológico de Beocia, donde se a lta el m onte Helicón, m orada de las M usas y de A polo. I^as diosas de A onia son, pues, las M usas, y sus amigos son los poetas. 122 Los poetas, inspirados p o r A polo, son intérpretes de sus oráculos, com o las pitonisas que los transm itían sentadas sobre trípodes. LIBRO I 29 cada ano según sus alientos, con lira triunfal. Vosotros ante todo, los que priváis de su último pie al verso heroico,w, cantad poemas dignos de esta fiesta nupcial. El propio Filitas, con el aplauso de su isla de Cos, y el viejo Calimaco y Propercio desde su gruta de U m bría124 habrían rivalizado para ensalzar este día, y Nasón, aunque en Tomos U5, habría depuesto su tristeza, y Tibulo, ante su hogar encendido, se habría sentido rico1“ . En cuanto a mí, no es sólo el cariño el que me lleva a iss cantarte; no es un solo motivo el que me impulsa: tú y yo, Estela, tenemos unas Musas parecidas, hermanas; nos posee el transporte divino ante aras semejantes y de un mismo docto manantial apuramos las aguas que nos unen. A ti, Violentila, fue mi cara Parténope117 quien te acogió al nacer en su regazo, y antes de echar el paso ya fuiste dulce gloria 2«o para nuestro solar. Que aquella tierra euboica12* se exalte hasta los cielos deslumbrantes y el Sebeto '* se engría de haber dado sustento a talbeldad; que no se enorgullezcan Ia Los que priváis de un pie al hexám etro, com binando hexám etros y pentám etros en disticos elegiacos, esto es, los que cultiváis el m ismo género que Estela. '* A lusión a un verso de P r o p e r c i o (MI 1, 5), 1,1 Ciudad situada en la desem bocadura del D anubio, lugar del destierro de Ovidio. m Alusión a un pasaje de T i b u l o ( I I, 5 - 6 ) . N om bre prim itivo de Nápoles, patria de Estela. Según la leyenda, P&rténope fue una de las sirenas que, al no conseguir a traer a Ulises, se a rro jaron al m ar; su cuerpo, depositado en la costa, dio nom bre a la fu tura ciudad. Irt Nápoles, com o Cum as (cf. supra, n. 94), es fundación de Calcis, ciudad principal de Eubea. El río Sebeto (actualm ente, de la M agdalena) desem boca próxim o a Nápoles. 30 SILVAS la s N á y a d e s d e ! L u c r in o e n s u s a n t r o s s u l f u r o s o s n i t a m p o c o e l r e t i r o d e l S a m o p o m p e y a n o ,J#. 265 [Á n im o ! A p r e s ta o s a d a r a l L a c io i lu s t r e s d e s c e n d ie n te s q u e a p r u e b e n le y e s , q u e in s ta le n c a m p a m e n to s , q u e c o m p o n g a n p o e m a s . R u e g o a la b u e n a C i n t i a m q u e a p r e s u r e e l m e s d é c im o p a r a e l a l u m b r a m i e n to , y a L u c i n a 1” q u e s e m u e s t r e p r o p ic ia ; y tú , r e to ñ o , c u id a d e tu m a d re : n o m a l- 270 t r a t e s s u v ie n t r e d e l ic a d o n i s u s p e c h o s e n h ie s to s ; y c u a n d o la n a tu r a le z a , e n e i s i le n c io d e t u c o b i jo , d é f o r m a a tu r o s t r o , te n m u c h o d e l a p r e s ta n c ia d e t u p a d r e , p e r o m á s d e t u m a d r e . E n c u a n t o a t i , l a m á s h e r m o s a d e la s i t a l i a n a s , l o g r a d a a l f in p o r u n e s p o s o q u e te m e re c e , c u l t iv a e s o s la z o s 275 t a n t o t i e m p o b u s c a d o s : q u e n in g ú n m e n o s c a b o m a n c il le tu b e l le z a ; q u e t u r o s t r o p e r d u r e m u c h o t i e m p o e n l a f lo r d e u n a v e rd e j u v e n tu d y q u e t u lo z a n ía s e m a r c h i te m u y ta rd e . 3 LA VILLA D E M A N ILIO VOPISCO EN TÍVOl.1 S i a lg u ie n h a p o d id o c o n te m p la r la f r e s c a m a n s ió n d e l e lo c u e n te V o p is c o e n T ív o l i — a q u e l la m o r a d a q u e e l A n io p a r t e e n d o s — y c o n o c e r la u n ió n e s t r e c h a e n t r e la s d o s ■# Es decir: los encantos del lago Lucrino y del rio Sarno son inferiores a los de Nápoles. D iana, venerada en el m onte Cim o, de Délos, presidia, com o diosa lunar, el ciclo de la gestación (diez meses lunares). 1,1 Ju n o , bajo la advocación de Lucina, protegía el ac to de dar a luz. I,J Cf. supra, n. 6). LIBRO I 31 orillas —las dos villas que rivalizan por retener a su amo—, ese tal no ha sufrido los ladridos de S i r i o b a j o el ar diente sol hi la mirada de la cría feroz de los bosques de s N e m e a t a l es la frescura de aquella mansión; tal frescor constante quebranta los rayos del sol, que la estancia no es cálida ni aun en el tiempo de las Olimpíadas La Delicia en persona137, con su voluptuosa mano, <parece> haber diseñado contigo*** Entonces Venus ungió tu techumbre con perfumes de IdaliaIM, la acarició con sus cabellos, dejó en la morada su 10 delicioso encanto y ordenó a sus hijos alados que no se :tparten de ella. ¡Oh, día memorable para siempre! ¡qué placeres conservo en mi memoria! (qué cansancio en mis ojos por tantas maravillas! (qué natural dulzura la del suelo, qué belleza en )$ Aquellos parajes afortunados aun antes de que intervinieran la mano y el arte del hombre! En ningún paraje se ha prodigado más generosa la Naturaleza. Los altos bosques han tendido sus ramas sobre las aguas presurosas; una en gañosa imagen reproduce las frondas, cuya sombra inmóvil te desliza a lo largo de la corriente. El propio Anio, rocoso 20 Aguas abajo y aguas arriba, amansa allí, en mirifica prueba de concordia, su encrespada violencia y su estruendo espu moso, como temiendo perturbar los dias que, plácido, Vo- IM Sirio es una estrella que form a parte de la constelación del Can ¡Mayor; de ahi los ladridos y de ahi tam bién el nom bre de la canícula. La ja lid a y la puesta de Sirio coinciden con las del sol en tre julio y agosto (cf. Supro, n. 8$). IJ> A lusión al león de Nem ea, estrangulado p o r Hércules. El sol en tra in la constelación del León a finales de julio. '* L as O lim píadas se celebraban en pleno verano. 131 En latín , Voluptas, d iosa del placer. m Cf. supra, n. 90. 32 SILVAS p isco a las P iérides '* co n sag ra , y sus su eñ o s p re ñ a d o s d e poem as. 25 E s tá n a m b a s o r i l la s e n t u c a s a , p e r o e l r ío , a p a c ib le , n o le h ie n d e . T u s r e a le s p r e s id e n u n a y o t r a r ib e r a y n o se q u e ja n d e la b a r r e r a e x t r a ñ a q u e e s e l r í o l*°. P r e g o n e la F a m a la e n s e n a d a d e S e s to s y e l m a r q u e c r u z ó a n a d o y lo s d e l f in e s a lo s q u e d e jó a t r á s u n m a n c e b o a r r i s c a d o Ml. A q u í r e in a u n a p a z in a l te r a b le , a q u í n o t i e n e n p a s o la s g a le r n a s n i e l b u l l i r » d e la s a g u a s . A q u í p u e d e n c r u z a r s e la s m i r a d a s , la s v o c e s y h a s t a la s m a n o s c a s i . A s í es c o m o la s a g u a s d e u n e s t r e c h o s e p a r a n C a lc is , y a s i e s c o m o la c o s ta d e C a la b r ia , z a n j a d a p o r e l m a r , c o n te m p la e l p r o m o n t o r i o d e P e lo r o e n S ic i l ia . ¿ Q u é c a n ta r é p r im e ro ? ¿ q u é d e sp u é s ? ¿ d ó n d e m e d e te n d ré ? ¿ M e a s o m b r a r é a n t e la s d o r a d a s v ig a s , a n te lo s q u ic io s d e 35 m a d e r a s d e Á f r ic a , a n te e l b r i l la n te m á r m o l d e p o l í c r o m a v e n a , a n t e la s a g u a s q u e se d e r r a m a n p o r t o d a s la s a lc o b a s ? A u n l a d o m e a r r a s t r a n m is o jo s ; a o t r o , m i p e n s a m ie n to . ¿ C a n ta r é la v e n e r a b le v e tu s te z d e la a r b o le d a ? ¿ C e le b r a r é c ó m o c o n te m p la e l p a la c io a s u s p ie s e l p a s o d e l r ío , o c ó m o 40 v e a s u e s p a ld a lo s b o s q u e s s i le n c io s o s e n q u e s ó lo h a l l a p a z , d o n d e c a l la la n o c h e , q u e n in g ú n r u id o a l t e r a , si n o s o n lo s m u r m u l lo s q u e im i ta n la o s c u r id a d d e l s u e ñ o ? ¿ E n s a lz a r é lo s b a ñ o s q u e h u m e a n s o b r e u n b a s a m e n to d e c é s p e d , y el fu e g o q u e s e e n c ie n d e e n a q u e l la s r ib e r a s h e la d a s , y e l lu g a r 45 e n q u e e l r ío , m a r i d a d o a lo s h o r n o s v a p o r í f e r o s , se r íe d e la s a g u a s q u e j a d e a n e n e l c a u c e in m e d ia to ? Cf. supra, n. 70. Hay aquí una alusión a H o ra c io , Sátiras II 3 ,53: ««1 fuego se queja de la barrera que representan las rocas y los ríos en el llano». 141 Leandro (cf. supra. n. 67). h&s dos m ansiones se hallan menos separadas p o r el A nio de lo que lo estaban A bidos y Sestos por el estrecho de los Dardanelos. 1.1BR0 t 33 Allí he vislo obras de arte de antiguos artesanos y yaci mientos vivos componiendo su múltiple armonía. El recuerdo tería fatigoso de las preseas de oro, los marfiles, las gemas dignas de adornar los dedos, y cuanto ha sido un juegodel artista —primero con la plata o con el bronce, menos va- lioso— , como un ensayo para plasmar colosos gigantescos. 5o Mientras deambulaba contemplativo, recorriéndolo todo con mis ojos, pisaba, inadvertido, otro tesoro: la luz que se derrama de la altura y el reflejo en las tejas142 del aire luminoso me mostraron el suelo, donde se alegra el pavi mento, que, decorado con artística fantasía, supera a todos 5$ los mosaicos por sus figuras nunca vistas: mis pasos se asombraron. ¿Debo admirarme ahora ante ia construcción que sirve de puente? ¿ante las dos que se alzan separadas, cada una con sus tres ábsides? ¿ante ti, árbol que has sido respetado en medio del hogar y te asomas a las límpidas auras por una abertura de la techumbre? Bajo otro amo, habrías sido 60 víctima del hacha cruel. Y ahora, sin que él lo sepa, quizá una lúbrica Náyade o una Hamadríade corte la vida que él no ha segado w\ ¿Debo entonar mi canto a los triclinios que alternan sus férvidos en una y otra orilla? ¿a los lagos de plata y a las esbeltas fuentes que brotan de lo hondo de su seno? ¿a ti, 65 Agua M arcia1*4, que en lo profundo fluyes atravesando el 142 Tejas vitrificadas en to rn o a la lucerna central, que reflejaban y M ultiplicaban la luz (v. I 5 ,42 ). 143 Según la leyenda, el árbol m oría al m orir la N áyade o la H am adríade que habitaba en ¿I (v. O v i d i o , M etam orfosis VIII 771 y ss.). 144 N om bre de un acueducto que com enzó a constru ir el p reto r Q uinto M arcio R ex en 144 a. C . y que cruzaba el Anco por un conducto inferior (v. ^U N io, X X X I 41). 34 SILVAS río y cruzas su corriente por un conducto audaz? ¿Acaso el río de Elide145 es el único que, a través de un sendero de agua dulce, puede Uegar, bajo las olas jónicas, a las costas de] 7o Etna? Allí, en su gruta, el Anio, al abandonar sus fuentes, en medio del misterio de la noche, se despoja de su glauca vestidura y, al pasar por tal o cual paraje, tiende su pecho sobre frágil musgo o cae, grandioso, a un lago, batiendo con sus brazos las cristalinas aguas. En aquella sombra se recuesta T iburnol4<; allá quisiera Á lbula147 sumegir sus cabellos suU ?5 furosos; esta morada podría separar de Egeria a Febe nemo rosa Ml y privar de sus coros de Dríades al frío Taigeto y hacer venir a Pan de sus florestas del Liceolw. Y si el templo del héroe de T irin to150 cesara de dar sus oráculos, también las hermanas prenestinas151 habrían podido acudir allí, so ¿Para qué ensalzar sus vergeles, dignos de Alcínoo'” , que dan dos cosechas al año, con sus ramas que nunca se extienden en los aires sin carga de frutos? Atrás las campiñas de Telégono’” , airás las de T urno154 en Laurento y las '« El Alfeo (cf. supra, n. 102). 144 El legendario fundador de T lbur (la actual Tívoli). 141 D iosa de los m anan tia les sulfurosos que b ro taban cerca de Tivo)i, 141 Febe (herm ana de Febo) es o tro nom bre de D iana, cuyo culto , en un bosque próxim o a A ricia, estaba unido al de la ninfa Egeria. w M onte de A rcadia, consagrado al dios Pan. Hércules (criado en T irin to) tenía en T ívoli un tem plo donde se em itían oráculos. 111 Las Fortunas, com o intérpretes de la verdad en la predicción del porvenir. 1,1 Rey de los feacios (en C orcira, donde a rribó Ulises), cuyos huertos eran ex traord inariam ente feraces y amenos. m Hijo de Ulises y de Circe, fundador de Túscuío, ciudad próxim a a R om a, en cuyos alrededores proliferaron las residencias de recreo (u n a de ellas, de Cicerón). 154 Rey de los rú tulos, prom etido de Lavinia (cf. supra. n. 119); el padre de ésta, el rey Latino, se estableció en L aurento, cerca de Árdea. L IB R O 1 35 residencias del lago Lucrino y la costa del feroz Antífates atrás las engañosas colinas de la hechicera Circe, donde 83 aúllan los lobos, compañeros del héroe de Dutiquio y los alcázares de la altiva Á nxur1” , y la morada que ia dulce A n c ia n a debe al héroe frigio criado a sus pechos1” ; atrás todas las costas que pronto, en los días breves de) invierno, te l l a m a r á n al abrigo de los brumosos fríosIM. Es aquí, sin duda, donde tu proverbial prudencia se entrega a serias reflexiones, aquí donde se cobija tu retiro ! fecundo, tu virtud firme y equilibrada, tu buen gusto y tu ■refinamiento sin excesos: el propio señor de Gargeto1“ , dejando sus jardines atenienses, habría preferido esta delicia. ¡ Cuando ruge la tempestad en el Egeo, en la estación nivosa de las Pléyades, cuando está en lo alto la constelación de 95 Olenia merecería la pena acudir a esta morada, aun cuando la nave debiera arriesgarse en el cabo de M alea143 y surcar las vorágines sicilianas: ¿por qué desmerece a nuestros ojos el placer que está a nuestro alcance? Aquí tu citara deleita a IM Rey de los lest figones, pueblo antropófago que habitaba en Sicilia, ocrea del Etna. IM Isla del m ar Jón ico que form aba parte del reino de Ulises. Los | com pañeros de éste fueron conven idos en lobos p o r Circe (en cerdos, según la tradición hom érica). A quí el poeta hace referencia a la ciudad costera de | Circeyos, que tom ó su nom bre del de la hechicera y que constitu ía tam bién una zona residencial, célebre po r sus ostras. 157 A ntiguo nom bre de T erracina, ciudad costera del Lacio. ,M Cayeta, nodriza de Eneas, en cuyo honor fundó el héroe piadoso la ¡ ciudad de! m ism o nom bte, hoy G aeta (v. V i r g i l i o , Eneida V I I 1 y $$.). IW Es probable que Vopisco poseyera, en todos los lugares que se M encionan, villas de recrero donde veranear o invernar. 1W Aldea del Á tica, patria de Epicuro. 1,1 La cabra A m altea, que am am antó a Júp ite r en Oleno (Acaya). ,u P rom onto rio del Peloponeso. 36 SILVAS lo s F a u n o s d e T ív o li y a l p r o p io A lc i d e s l6J y a C a t i l o IM, 100 c a n t a d o p o r m á s a l t a l i r a M, y a d e s e e s c o m p e t i r c o n e l p le c t r o d e P ín d a r o o e le v e s t u e s t i lo p a r a c a n t a r la s é p ic a s h a z a ñ a s , y a t i ñ a s d e m o r d a z n e g r u r a la l ív id a s á t i r a o , s in o t r o c u id a d o , m u e s t r e s e l e s p le n d o r d e tu s e p ís to la s . T ú , q u e m e re c e r ía s la s r iq u e z a s d e M id a s y d e C r e s o y 10$ lo s t e s o r o s d e lo s r e y e s p e r s a s ; t ú , c u y o s r e g a d io s d e b ie r a n b a ñ a r e l H e r m o d e d o r a d a s r ib e r a s y e l T a jo d e b r i l la n te s a r e n a s '64, sé fe l iz c o n la r iq u e z a d e tu a lm a . Q u e g o c e s m u c h o t i e m p o d e tu s d o c to s r e t i r o s . Q u e — t a l e s m i p le g a r i a —*, c o n e l c o r a z ó n l ib r e d e t o d a n u b e , s u p e r e s lo s d ia s d e l n o lo n g e v o N é s to r . 4 ACCIÓN DE G RA CIA S POR LA CU RACIÓN D E RU TILIO C A LIC O “ T ¡A le lu y a ! ¡E x is t ís , d io s e s d e l c ic lo y n o e s in e x o r a b le la l a b o r q u e h i la C l o t o ,4Í! L a b i e n h e c h o r a A s t r e a w , q u e m ir a IM Hércules, descendiente de Alceo, que fue el padre de A nfitrión y, por consiguiente, presunto ascendiente de Hércules, ya que ¿ste era hijo de Alcm ena, la esposa de A nfitrión, a (a que fecundó Jú p ite r bajo la apariencia de su m arido. i» p undador de T ibur (la actual Tivoii) según una versión de la leyenda; según o tra , lo fue T iburno (cf. supra. n . 146). Itó Alude probablem ente a la lira de Virgilio, que en la Eneida (V il 670) se refiere a él, igual que Estacio, con el nom bre de Catilo (esto es, con la penúltim a silaba larga), y no a la de H oracio, que en su Oda I 16, 2, lo denom ina C átilo , con la penúltim a silaba breve. 164 C í. supra, n. 78. l*? Cf. supra, n. 7. ,H U na de las tres Parcas. '** Diosa de la Justicia , que im peraba en el m undo duran te la legendaria LIBRO1 37 por los hombros piadosos, vuelve, reconciliada con Júpiter, y Gálico contempla los astros que desconfiaba de volver a ver. Eres grato a los cielos, eres grato a los dioses, Germá nico I7°. ¿Quién podría negarlo?: la diosa Fortuna ha sentido reparo en privar a tu imperio de tan valiosa ayuda. Se s yergue su cabeza» tan próxima a la tuya en tus inmensas cargasl7>; se ha liberado de ias gravosas redes de la decrepitud y reverdece, más pujante, para años venideros. Compitan, pues, en gozo, exultantes, las cohortes que velan por los urbanos lábaros, y las leyes que acuden tantas veces a tu regazo para apelar de entuertos judiciales, y por doquiera 10 las togadas urbes, cuyas remotas quejas imploran tus sen tencias. Que prorrumpan en vítores nuestras colinas, una tras otra, y se acalle el murmullo de pernicioso agüero: que vive y vivirá por mucho tiempo, con vida renovada, aquel en »5 cuyas manos descansa la benévola custodia del sosiego de Roma. Ni el nuevo siglo m habría impuesto al Hado un cri- Edad de O ro , bajo el reinado de Saturno . C uando éste fue expulsado por Jú p ite r y advino (a Edad de Bronce con su im piedad y su injusticia, Astrea abandonó la (ierra y se refugió en el cielo. La curación de R utilio Gálico dem uestra la protección de A strea sobre (os justos, su reconciliación con Júp ite r y, en definitiva, el regreso de la Edad de O ro bajo el reinado de ! Dom iciano. | Sobrenom bre de D om iciano (cf. supra, n . 13). 111 R utiiio G álico era , a la sazón, pratfeaus urbi (prefecto <3e Rom a), Se alude, a continuación , a ias funciones m ás im portantes d e su cargo: el B ando de las cohortes urbanas, la adm inistración de justicia com o instancia 4e apelación d en tro de R o m a y tam bién p a ra las ciudades «togadas» (esto M, con derecho d e ciudadanía), ya que la jurisdicción crim inal de) prefecto •rb an o se extendía a Italia entera. m D om iciano había celebrado en el año 88 los Juegos Seculares (v. 14, » 6 y » . ; I V 1 . 3 7 ) . 38 SILVAS men tan grave, ni el altar de T árenlo171 habría consentido en tal afrenta tras ser desenterrado. No he de invocar a Febo, aunque sin él mi plectro queda mudo, ni a las nueve deidades de la A onia17* con la décima, 20 Palas, ni el favor de la prole de Tegeam o de Dirce”4: ven en persona tú, a quien se dirige mi canto, para infundirme nueva fuerza y aliento, porque sin un soplo de sabiduría divina no habrías mostrado tanta grandeza al prestar tal prestigio a la toga de Ausonia,n y tal cordura de juicio a los 25 cenlúviros,7>. El manantial inspirador de Pipía puede negar sus aguas a mi sed de poeta; el de Pirene '*°, cómplice, puede in A ltar dedicado a D ite y Prosérpina en el C am po de M arte. Según la leyenda, lo descubrió, a veinte pies bajo tierra, M ario Valesio Tarenlino, que ofreció sobre él sacrificios a am bas divinidades infernales. Según o tra versión, fue su descubridor Publio Valerio Poplicola, qu ien instituyó los Juegos T arentinos, llam ados Juegos Seculares porque se celebraron una vez cada siglo desde entonces hasta el principado de A ugusto. C on motivo de dicha celebración, se desenterraba el a lta r, y, finalizados los juegos, se en terraba de nuevo. 114 Las M usas (cf. supra, n. I2I). 1,1 C iudad de A rcadia y , p o r sinécdoque, la A rcadia en tera. El hijo de Tegea (esto es, M ercurio, cuyo culto procede de A rcadia) tenia, entre sus num erosas advocaciones, la de pro tector de las artes en general y de los poetas en particular. 116 Esposa de Líco, rey de Tebas, m etam orfoseada en fuente. Por m etonim ia, Tebas, patria de Píndaro, padre de la linca griega. Ver H o ra c io , Odas IV 2, 25, donde se denom ina a P lndaro «el cisne dirceo». >n C on tus brillantes discursos, se entiende. E n cuanto at nom bre de Ausonia, cf. supta, n. 65. ” * M iem bros de los tribunales que auxiliaban a los pretores u rbanos en la adm inistración de justicia, especialm ente en cuestiones referentes a he rencias. El pasaje alude, po r consiguiente, a la labor de R utilio Gálico durante su pretura. m Lugar de la Pieria, en M acedonia, donde b ro taba un m anantial consagrado a tas M usas. Fuente consagrada a las M usas en Corinto. LIBRO I 39 cerrárseme: yo prefiero tomar en largos sorbos el agua que se bebe de tu fuente, ya construyas tus límpidos discursos según el ritmo libre de la prosa, ya se fragmente tu facundia amena acomodada al arte de los poetas y cuidadosa de las leyes nuestras. Vamos, pues: si ofrendamos a Ceres sus pro- 30 pios dones y a Lieo m su vino; si Diana, sobrada de sus presas, acepta, sin embargo, nuestra caza en todos sus san tuarios ; si el señor de la guerra acoge los trofeos conquistados, tú, Gálico, aunque sea más alta tu elocuencia; aunque abun das, sublime, en riqueza oratoria, no desdeñes tampoco el « homenaje de una lira más baja. La luna errante se rodea de estrellas y ios humildes arroyos van a dar al Océano. ¡Qué tributo a tus méritos te ha rendido la Urbe con su afecto solícito! jQué miradas he visto en los senadores, en los caballeros y también en la plebe, que no sabe llorar a los poderosos! No fue tal la inquietud de la curia opulenta <q cuando Numa expiraba, ni tal el sentimiento de los orgullosos caballeros por Pompeyo, ni el de las mujeres por Bruto. Es porque no deseas oír el ruido cruel de las cadenas, porque ahorras los azotes y no sigues los pasos a que invita tu po der encumbrado, sino que restas mucho de tu potestad arma- 45 da, atiendes a las humildes manos y a los ruegos de quienes te suplican, administras justicia en el foro sin perturbar )a acción de los magistrados curules1,3 y mitigas el hierro con la toga ,S). Asi se llega al fondo de los corazones; así e! respeto confía en el amor que le acompaña. A todos aterró el rigor inclemente del destino y el abismo arriscado so > 1 1 U no de los nom bres de Baco. ,u El prefecto d e la c iudad , en el ejercicio de su jurisdicción crim inal, interfería fácilm ente en la actuación de los pretores. 1(1 Es decir: prefieres actuar com o juez ju sto y clem ente que com o jefe m ilitar de las cohortes urbanas. 40 SILVAS d e l s ú b i to p e l ig ro , c u a n d o e l m a l n o c e d ía . Y a q u e l lo n o e r a f r u to d e la e d a d , q u e a p e n a s h a b í a c o m e n z a d o a e x c e d e r d e lo s d o c e lu s t r o s , s in o d e l t r a b a j o in t e n s o , d e l im p e r io d e su a lm a v ig o r o s a s o b r e s u c u e r p o , d e s u s te n s o s d e s v e lo s 55 p o r s u C é s a r : d u lc e ta r e a . P o r e l lo se in f i l t r ó h a s ta lo m á s h o n d o d e s u s m ie m b r o s c a n s a d o s u n a a le v e p a r á l is is , u n in d o le n te o lv id o d e l a v id a . E n to n c e s , e l d io s q u e j u n t o a la s c u m b r e s d e la c a d e n a a lp in a , m a r c a c o n s u s a g r a d o n o m b r e lo s b o s q u e s a p o l í n e o s " 4, o lv id a d o , a y , p o r la rg o t i e m p o 60 d e t a n e g re g io h i jo m , t o m ó h a c ia é l s u s o jo s y , p a r a g a n a r el t i e m p o p e r d id o , d ijo : « V e n a l p u n t o a m i l a d o , h i jo m ío d e E p id a u r o ; v e n g o z o s o : se t e b r in d a la o c a s ió n , y d e b e s a p r o v e c h a r la , d e d e v o lv e r la s a lu d a u n h o m b r e e x t r a o r d i* n a r io . A d e la n te : d e te n g a m o s lo s h u s o s m : y a p o d é is e s t i r a r v u e s t r o s h ilo s . N o te n g a s m ie d o d e l t e r r i b le r a y o 187: J ú - 65 p i t e r a p r o b a r á d e g r a d o n u e s t r a e m p re s a , p o r q u e n o e s la v id a d e u n p le b e y o n i la d e u n h o m b r e q u e s e h a y a e n c u m b r a d o s in e l f a v o r d iv in o )a q ue in t e n t o s a lv a r . M á s a ú n : te p o n d r é a l c o r r i e n te e n p o c a s p a la b r a s m ie n t r a s v a m o s a su c a s a : e s é l q u ie n p r e s ta lu s t r e a s u p r o g e n ie y q u ie n p r e s t ig ia a s u s a n te p a s a d o s ; y n o e s q u e s u l in a je s e a o s c u r o , p e r o se v e o f u s c a d o p o r e l d e s te l lo d e s u d e s c e n d ie n te y s e c o m p la c e ?o a l v e rse s u p e r a d o p o r r e to ñ o t a n a l to . T a m b ié n é l ia c o m e n z ó N ada sabem os del culto a A polo en A ugusta Taurinorum, la actual T urín , en los Alpes C otianos, de donde era orig inaria la fam ilia de Rutilio. ,,J Esculapio, dios de )a medicina, h ijo de A polo, hab ía nacido en Epidauro, donde tenía un san tuario fam oso. '** l.os husos de las Parcas, a quienes se dirige la frase siguiente. 117 Júp iter había fulm inado a Esculapio por haber resucitado a Hipólito, a G lauco, hijo de éste, o a C apaneo, o bien po r haber devuelto la vista a ios hijos de Fineo o la razón a las hijas de P reto , a quienes Ju n o había privado de ella, las versiones del m ko, com o se ve, son variadas. IM A dem ás de su padre, que ya había ejercido la abogacía, asi com o, posiblem ente, alguno más de sus antepasados. LIBRO I 41 por mostrar su valía con la toga: su elocuencia brillaba y desbordaba. Luego su diestra, fiel a su juramento, se ejercitó en campañas incontables y sirvió por las tierras de occidente y levante bajo todos los soles sin consentir que su alma se embotara, sin deponer el hierro en imbele reposo. Galacia 75 vigorosa osó moverle guerra, como a mí me movieralw, y le temió Panfilia durante nueve meses, y le temieron el feroz panonio y la Armenia, terrible cuando huyen sus arqueros y el Araxes, al cabo sometido bajo un puente latino m. ¿Para qué recordar sus fasces renovados en sus dos legaciones so sobre la inmensa Asia? Asia habría querido retenerlo por tres o cuatro años, pero le reclamaba un destilo más alto: una silla curul más encumbrada, dos veces ofrecida,M. ¿Para qué pregonar la maravilla del tributo de Libia y el tesoro triunfal que aportó a Roma en medio de la paz? Ni siquiera b$ quien le había encomendado su m isiónlM se hubiera atrevido IW Parece ser que los ¿¿ la tas , capitaneados po r Brcno, invadieron en el año 279 a .C . el san tuario de A polo en D elíos. N o confundirlo con el caudillo gálata de) mismo nom bre que se apoderó de R om a <v. T . Ltvto, V 38, 3). IW Los arqueros arm enios eran expertos en sim ular la hu ida y g irar sobre sus caballos para d isparar sus flechas co n tra sus desprevenidos perseguidores. 1,1 C audaloso río d e A rm enia, que recibe la m ayor parte de las aguas de •u m eseta y desem boca en el Caspio. Jerjes y A lejandro habían constru ido »obre ¿I sendos puentes que fueron destruidos po r las crecidas del deshielo. Hay aquí una rem iniscencia de ViRGtUO (Eneida V Ill 72$): «el A raxes que *e rebela co n tra su puente». |W Se tra ta de su segunda designación com o cónsul. La prim era había tenido lugar en el año 71 ó 72, a su regreso de Asia. La segunda debe Situarse a finales del 89, cuando cayó enferm o (fecha en que E stad o le dedica este poema). La misión había sido encom endada po r D om iciano en 73 ó 74 a Rutilio G álico y a Sencio Ceciliano com o iegati Augusii pro prattore ad 42 SILVAS a e s p e r a r r iq u e z a s t a n c u a n t io s a s : ¿ p a r a q u é e n a l te c e r la s c o n m i c a n to ? E l T r a s im e n o , lo s A lp e s y lo s m u e r to s d e C a n n a s se r e g o c i ja n m , y e l p r o p io R é g u lo m , s o m b r a s a t i s f e c h a , e r a e l p r im e r o e n r e c la m a r a g r i to s t a l t r i b u t o s e ñ e r o . N o es t i e m p o d e e x te n d e r s e h a b l a n d o d e lo s e jé rc i to s d e l n o r t e , d e l 90 R in r e b e ld e , d e lo s r u e g o s d e V é le d a c a u t iv a m n i d e la m á s a l ta g lo r ia q u e h a p o c o h a s c o n q u i s t a d o la c iu d a d te h a s id o c o n f ia d a m ie n tr a s s u c u m b ía n lo s d a c io s ; c u a n d o e le g id o , G á lic o , h a s r e c ib id o la s r ie n d a s d e m a n o s d e t a n a l to r e c to r s in q u e s e a s o m b r e F o r t u n a . T a l es e l h o m b r e , h i jo m ío , a q u ie n , s i lo s m é r i to s q u e a le g o s o n s u f ic ie n te s , v a m o s a w a r r e b a t a r a l p o d e r d e l J ú p i t e r m a l i g n o In . E s lo q u e r u e g a y h a m e re c id o e l p a d r e ín c l i to d e la u r b e l a t i n a ,w : n o e n v a n o , n iñ o s , h a b é is a l z a d o h a c e p o c o e n m i h o n o r vu estro s c a n to s , census accipiendos, «sto es, com o propretore« delegados de A ugusto (de D om iciano en este caso) para percibir ios tributos. IH Esta victoria pacifica —y extraordinariam ente rentable— sobre Africa es, a ju ic io del poeta , una réplica a las victorias bélicas de Aníbal en Italia duran te la segunda guerra púnica. 1,5 Tam bién la gesta y el sacrificio heroico de M arco AtiUo Régulo en Ja prim era guerra púnica reclam aban una satisfacción com o ésta. '* U n diplom a hallado en M aguncia atestigua que en los años 77 y 76 estuvo R utilio al m ando de un ejército en la baja G erm ania y que en abril del 78 habla som etido ai «Rin rebelde*, esto es, a los brúcteros. Véleda, profetisa del pueblo brúctero, que había alentado la rebelión del baiavo Civil con tra el dom inio rom ano, fue divinizada en vida po r brúcteros y batavos (v. T a c ito , Germania V III, e Historias IV 61 y 65 y V 22). La rebelión, dom inada po r Cerial en el año 71, se renovó en el 77. R utilio la sofocó y llevó a R om a com o prisionera a aquella m ujer singular. 191 Se tra ta de su nom bram iento com o prefecto de R om a, es decir, com o representante en la Urbe del em perador, m ientras éste realizaba su cam paña con tra los dacios en el año 89. m PlutÓn o Dito, rector de (as m oradas infernales, herm ano de Júp iter y de Neptuno. m D om iciano. L IB R O 1 43 revestidos con la púrpura patricia xo. A todas las hierbas que guarda la caverna salutífera del biforme Quirón; a todo lo que reserva para ti bajo su bóveda la troyana Pérgamo201 y lo que la bendita Epidauro cría en sus arenas saludables; al too remedio que ofrece Creta con su dictam no20*, que florece a la sombra del Ida, y a la baba que destila la serpiente uniré yo mis manos bienhechoras y todos los jugos que conocí en los campos olorosos de los árabes y que extraje de las hierbas mientras pastoreaba a orillas del AnfrisoWJ». Así habló. Encuentran un cuerpo que yace ya inerte y un tos alma en agonía; ambos se recogen sus vestiduras a la manera de Peón”* y, llenos de buena voluntad, se aconsejan y obedecen el uno al otro hasta romper con sus medicinas diversas el morbo letífero y la nube amenazadora del sueño funesto. Secunda él a los dioses y, más fuerte que todos sus no males, se anticipa al remedio. No fue más pronta la curación de Télefo por obra del héroe de Hemonia Mi ni la de la herida w En los juegos de) año 88, un coro de 27 niños y 27 niñas había en tonado el Catmen Saecuiare (el can to secular), v istiendo los niños la toga p retex ta ritual, esto es, la toga con fran ja purpúrea. C iudadela de Troya y, po r sinécdoque, la ciudad entera. La bóveda hace referencia al tem plo de Esculapio en Troya. 302 P lan ta medicinal que fue uno de los ingredientes de que se valió Venus para cu rar la herida de Eneas (v. V i r g i l i o , Eneida X II 412). Río de Tesalia, donde A polo apacentó los rebaños de su amigo, el i rey Admeto. ' w Peón c$ el médico de los dioses en los poem as hom éricos (v.itiada j V 401 y 899; Odisea IV 232). En cuanto al m odo com o se aprestan a la | curación, es una rem iniscencia de V irg il io , Eneida XII 400 y ss. Télefo, hijo de Hércules, rey de M isia y a liado de su suegro Priam o, , rey de T roya, com batió con tra Aquiles, rey de los m irm idones (pueblo de ! Tesalia, cuyo antiguo nom bre fue Hem onia). H erido po r la lan ía de | Aquiles, fue curado po r esa m ism a lanza, de acuerdo con un oráculo. Sin em bargo, la lanza no se la aplicó el p rop io Aquiles (el héroe de Hem onia), L 44 SILVAS c r u e l d e l t e m e r o s o A t r id a , q u e c e r r ó g r a c ia s a l u n g ü e n t o d e M a c a ó n 204. E n m e d io d e t a n t a s a s a m b le a s d e l p u e b lo y d e l s e n a d o , l i s ¿ q u é lu g a r p u e d e h a b e r p a r a m i a n g u s t i a y p a r a m is d e s e o s ? Y , s in e m b a r g o , p o n g o p o r te s t ig o s a la s in a c c e s ib le s lu m i- n a r i a s y a t i , d e id a d d e T im b r a p a d r e d e lo s p o e ta s : ¿ c u á l e r a m i in q u ie tu d t o d o s lo s d ía s y c u á l t o d a s la s n o c h e s , m ie n t r a s , f i jo a s u p u e r t a s in d e s m a y o , c o n e l o íd o a t e n to , 120 a t e n t o c o n lo s o jo s , a d i v in a b a to d a s la s s e ñ a le s ? T a l u n m o d e s to e s q u ife a r e m o lq u e d e n a v e p o d e r o s a , p o r p e q u e ñ o q u e s e a , s u f r e s u p a r t e e n la i n j u r i a d e l m a r e m b ra v e c id o c u a n d o e l t u r b ó n a r r e c i a y v i r a a lo s e m b a te s d e l m is m o A u s t r o . A h o r a , h e r m a n a s 201, h i la d , h i la d , a le g re s , v u e s tro s b la n c o s h ilo s . Q u e n a d ie c u e n te e l la p s o d e l t i e m p o t r a n s c u r r id o : e s te 125 d í a v a a s e r e l d e s u n a c im ie n to . T ú e re s d ig n o d e s o b r e p a s a r l a e d a d d e lo s t r o y a n o s y lo s a ñ o s d e l p o lv o d e E u b e a y sino que se la facilitó el astu to Ulises para atraérselo a l bando griego y c o n ta r entre los sayos s un descendiente de Hércules, condición que, según o tro oráculo, y a im prescindible para la conquista de Troya. ** A gam enón y M enelao son denom inados los A tridas, es decir, los descendientes de A treo, rey de M icenas. Aqui se tra ta de M enelao, que sufrió una herida en el can to IV de la ¡liada y fue curado p o r M acaón, hijo de Esculapio, héroe y m édico de las huestes griegas. m C iudad de la T róade, donde se alzaba un tem plo de A polo. P o r tan to , es éste el dios a quien Estacio invoca. ** invocación a las Parcas, que han estado a pun to de co rta r el hilo de la vida de Rutilio. m Esto es, la de T itono y la de Príam o, casos de notoria longevidad. ll* Según una de las versiones sobre el origen de C um as, esta ciudad fue fundada p o r gentes de Eubea. La tradición com ún confiere a la Sibila de Cum as una edad ex traord inariam ente avanzada, que se prolongó hasta que sólo quedó de ella la voz, con el cuerpo reducido a polvo (cf. supra, n. 94, t ¡n/ra, l. V, n. 163). LIBRO 1 45 la lo n g e v id a d q u e a lc a n z ó N é s to r . A h o r a , p o b r e d e m i, ¿ c o n q u é in c ie n s o p o d r é h a c e r u n s a c r i f ic io d ig n o d e ti? Y a u n q u e M e v a n i a 211 v a c i a r a s u s v a l le s , a u n q u e lo s p a s t iz a le s d e l C li- t u m n o 212 m e b r in d a r a n s u s to r o s d e n ie v e , y o n o p o d r ía o f r e c e r te la in m o la c ió n q u e m e re c e s ; p e r o ¡ c u á n ta s v e c e s , 130 m á s q u e e s to s s a c r if ic io s , h a s id o g r a t a a lo s d io s e s la o f r e n d a d e u n a t o r t a c o n u n p o c o d e s a l s o b r e e l a l t a r d e u n t e r r ó n h e r b o s o ! 5 LOS BAÑOS DE CLAUDIO ETRU SCO 20 Hoy mi lira no implora con plectro solemne la inspiración divina del Helicón214, y no invoco a las Musas, diosas a quienes tantas veces he cansado; también a tí, Febo, te libero, y a ti, Buhan*15, te dejo libre con tus coros; y tú, deidad alada de Tegea21*, ten callada la concha de la bestia 211 Ciudad de U m bría, fam osa p o r la cría de reses con ios cuernos blancos, que eran los m ás buscados p a ra los sacrificios rituales. 212 R io de la U m bría, en cuya vega se criaban to ro s blancos, preferidos oomo víctimas. 111 Cf. supra, n . 8. El em plazam iento de estos baños suntuosos nos es desconocido, pero si recibían el caudal del Anio, del A q u a Virgo y del Aqua M arcia (versos 25 y ss.), tenían que estar situados en el C am po de M arte, donde m uchos personajes ricos levantaron lujosas construcciones. 1,4 Cf. supra, n. 49. m Cf. supra, n. 53. Cf. supra. n. 175. 46 SILVAS s o n o r a 217: s o n o t r a s c o m p a ñ ía s la s q u e p id e n m is c a n to s . 5 B a s ta c o n in v o c a r a la s N á y a d e s , r e in a s d e la s a g u a s , y a l rey d e l fu e g o c e n te l le a n te , to d a v ía c a n s a d o y e n r o je c id o d e g o l p e a r e l y u n q u e s i c i l i a n o 218. P o r a lg ú n t i e m p o , T e b a s , d e p ó n tu s a r m a s f r a t r i c i d a s 3’9, q u e q u ie r o d iv e r t i r m e p a r a h o n r a r a u n q u e r id o c o m p a ñ e r o . E s c á n d a m e , m u c h a c h o ” 0, c o p a t r a s 10 c o p a y n o te m o le s te s e n c o n ta r la s : in f l a m a a s í m i l i r a v a c i la n te ; a lé ja te , T r a b a j o , a lé ja te , I n q u ie t u d , m ie n t r a s c a n t o a e s to s b a ñ o s re s p la n d e c ie n te s d e m á rm o le s p u r ís im o s ; m ie n tr a s m i C U o , d e s p o ja d a d e s u f r o n d a p u d o r o s a , d e s c a r a d a c o n s u s c in ta s y s u s h o ja s d e h ie d r a , s e t o r n a j u g u e to n a e n h o m e n a je a E t r u s c o ” 1. V e n id , o h d io s a s g la u c a s , m o s t r a d m e v u e s t r o s r o s t r o s 15 t r a n s p a r e n te s , o r n a d v u e s t r o s c a b e l lo s c r i s ta l in o s c o n t ie r n o s r a c im o s d e h ie d r a ; v e n id s in v e s te a lg u n a , c u a l e m e rg é is d e la s p r o f u n d a s f u e n te s y c o n v u e s t r a p r e s e n c ia a to r m e n tá i s a lo s a m a n te s S á t i r o s . N o p r e te n d o a t r a e r o s a v o s o t r a s , la s 2o q u e c o n v u e s t r a c u lp a e n tu r b i a s te i s e l b r i l lo d e - la s a g u a s : le jo s d e a q u í S a l m á c i d e *22 c o n s u f u e n te e n g a ñ o s a ; le jo s la s 2I> Rsto es, el caparazón de la to rtuga , que servia de ca ja de resonancia a la ch a ra y el salterio. 2>* V u k an o , dios del fuego, hab itaba bajo el E tna, donde forjaba los rayos de Júp iter, su padre. 114 El poeta in terrum pe su com posición de la T ebaida para can tar a los baños de su am igo C laudio Etrusco. m El poeta se dirige al copero , un esclavo jovencíto , com o debían ser los escanciadores. N o olvidem os (v. dedicatoria, n. 9) que este poem a fue com puesto en la m ansión de C laudio durante el ra to de esparcim iento que m edió entre el baño y la cena. Estacio pide vino abundan te para encender su inspiración festiva. 221 La severa M usa de la h istoria que, ceñida con el laurel de A polo, le inspira su Tebaida, po r obra del vino trueca sus atribu tos por los de Baco para inspirarle este can to festivo. Dí N om bre de una fuente próxim a a H alicam aso, cuyas aguas deb ilita ' LIBRO I 47 lin fas» s e c a s p o r e l l l a n to , d e l a b i j a d e C e b r e n e a b a n d o n a d a 225;a t r á s la q u e r a p t ó a l a lu m n o d e H é r c u le s 2i*. V e n id v o s o t r a s , la s n in f a s q u e p o b lá is e l L a c io y la s s ie te c o l in a s , la s q u e a l T í b e r n u t r í s c o n c a u d a l n u e v o , y a la s q u e r e g o c i ' j a n la s c a s c a d a s d e l A n io y e l A g u a V irg e n , q u e a c o g e r á a lo s n a d a d o r e s 125, y e l A g u a M a r c ia , q u e n o s t r a e l a f r e s c u r a d e 25 la s n ie v e s m a r s a s 22*, c u y o c a u d a l e r r a n t e s e a c r e c ie n ta e n u n a l to r e c in to y c i r c u la , s o s te n id o s o b r e in n ú m e r o s a r c o s “ 7: v u e s t r a e s la o b r a q u e m e p r o p o n g o c a n t a r y v u e s t r a la m o r a d a c u y a s p u e r ta s a b r o c o n m is v e r s o s f e s t iv o s . N u n c a h a b i ta s te i s e n o t r a s m a n s io n e s t a n s u n tu o s a s . C i t e r e a 221 e n 30 p e r s o n a h a g u ia d o la s m a n o s d e s u e s p o s o y le h a e n s e ñ a d o ban, y de la ninfa que m oraba en ella. A rdientem ente enam orada de H erm afrodito , unió su cuerpo a l de él, q u e desde entonces participó de tos atribu tos m asculinos y fem eninos (v. O v i d i o , M etam orfosis IV 285 y ss.). a i Enone, hija del río Cebrene, en la T róade. y ninfa del m onte Ida, fue la esposa de Paris, cuando éste pastoreaba los rebaños de Prfam o, su padre, en el m onte Ida. Paris la abandonó para desposarse con Helena. C uando el troyano fue herido po r Fíloctetes, acudió a Rnone en dem anda de los rem edios que sólo ella conocía, pero la ninfa se negó a proporcionárselos; ¿1 m urió y ella se d io m uerte (v. O v i d i o , Heroidas 5). “ H ilas, am igo y protegido de Hércules, fue arrastrado al fondo de las aguas po r las ninfas, enam oradas de su belleza (v. V irg il io , Bucólicas VI 4 ) y ss.). Cf. supro, n. 101. 223 El acueducto llam ado Agua Virgen su rtía especialm ente a las insta laciones de baños (v. O v id io , Tristes III 12, 21 y ss.; P u n ió , Historia Satura! X X X I 42). ** C f. supra, n . 144. 3X7 El «alto recinto» es la construcción que servía de colector a los caudales de diversas procedencias a fin de encauzar sobre un solo acueducto las aguas reunidas. *** Venus, asi llam ada po r el culto que se le rendía en Citera, isla del m ar Egeo. Según el poeta , es ella m ism a, la diosa de la belleza, la que ha guiado a V ulcano, su esposo, en la realización de aquella ob ra de arte y en la construcción de los hornos. 48 SILVAS s u o f ic io ; y p a r a e v i t a r q u e s e q u e m a r a n io s h o r n o s c o n u n a l l a m a o r d in a r i a , h a e n c e n d id o e l la la s a n to r c h a s d e lo s a la d o s A m o r e s . A q u í n o h a te n id o c a b i d a e l m á r m o l d e T a s o s n i e l d e C a r i s to , q u e im i ta e l o l e a j e 229; e l ó n ic e la n g u id e c e e n la 3] le ja n ía y la s e r p e n t i n a s e l a m e n ta d e h a b e r s id o e x c lu id a : s ó lo b r i l la n lo s m á r m o le s c o r t a d o s e n la s r u b i a s c a n te r a s d e lo s n ú m id a s ; s ó lo lo s q u e e n (a g r u t a p r o f u n d a d e la f r ig ia S í n a d a 2* s a lp i c ó e l p r o p io A t is c o n m a n c h a s r e lu c ie n te s d e s u s a n g r e y la s p ie d r a s n iv e a s q u e e n g a l a n a la p ú r p u r a d e 40 T i r o y d e S id ó n . A p e n a s h a y lu g a r p a r a e l m á r m o l d e l E u r o t a s “ 1, q u e e n p r o lo n g a d o z ó c a lo o r n a m e n ta e l d e S ín a d a c o n s u v e r d o s o t r a z o . N o s o n lo s p ó r t i c o s m e n o s s u n tu o s o s , fu lg e n la s b ó v e d a s , b r i l la n la s te c h u m b r e s c o n s u s m o s a ic o s v i t r e o s q u e r e p r o d u c e n f o r m a s a n im a d a s . E l f u e g o m i s m o ” 2, a t ó n i t o a l a b a r c a r e n t o r n o p o m p a t a n o p u le n ta , a t e m p e r a s u im p e r io . P o r d o q u ie r e s p le n o d í a c u a n d o e) s o l a t r a v ie s a 4$ l a t e c h u m b r e c o n t o d o s s u s d e s te l lo s y , a p e s a r d e s u f u e g o , o t r o fu e g o le a b r a s a . A q u í n a d a e s p le b e y o : e n p a r t e a lg u n a s e e c h a n d e v e r lo s c o b r e s q u e T é m e s e 2“ p r o d u c e ; e s p l a t a lo q u e e n c a u z a la s a g u a s a b u n d a n t e s y s o b r e p l a t a c a e n y se a s o m a n a u n b o r d e r e fu lg e n te y e n e l a s o m b r o d e su p r o p io $o g o c e se n ie g a n a a le ja r s e . Y f u e r a , s in e m b a r g o , l a c o r r ie n te ** Los m árm oles de Tasos y de C aristo eran de uso muy com en te y de poco precio. ** C iudad de Frigia, célebre po r el esplendor de sus m árm oles. En una g ru ta próxim a es donde la leyenda sitúa la m utilación de A tis, un pasto r am ado de Cibele que se convirtió en sacerdote de la diosa y que, en su entusiasm o religioso, se castró (v. C a tu lo , 63, y O vid io , Fojios V 227). 1,1 En el valle del río E urotas (Laconia) se ex tra ían m árm oles de veta verde. }5} El fuego de los hornos subterráneos (hifcocausto) que servían para calen tar las aguas. ,M Cf. supra, n. 32. LIBRO i 4 9 a z u l a d a q u e fu lg e v iv a e n t r e m á rg e n e s b la n c a s c o m o la n ie v e , y e s t r a n s p a r e n t e t o d a d e lo h o n d o a l o s o m e r o , ¿ a q u ié n n o in v i t a r í a a s u m ir s e e n s u s a g u a s , l ib r e d e l e m b a r a z o d e l v e s t id o ? E s e n e s ta s h o n d u r a s e n d o n d e C i t e r e a h a b r í a p r e f e r id o n a c e r íí4; a q u í , N a r c i s o 2M, te h a b r ía s c o n te m p la d o c o n m a y o r t r a n s p a r e n c ia ; a q u í h a b r í a q u e r id o s u m e rg i r s e , 55 a u n a r ie s g o d e v e r s e s o r p r e n d id a , la c é le re H é c a t e íM. ¿ P a r a q u é m e n c io n a r la s m a d e r a s q u e , d e s t i n a d a s a o í r e l r e b o ta r d e la s p e lo ta s , r e c u b r e n lo s s u e lo s e n la s e s ta n c ia s d o n d e f lo t a u n a s u a v e t ib ie z a , e n v u e l ta e n e l te n u e v a p o r d e l h ip o - c a u s to ? N i r e c ié n l l e g a d o d e lo s b a ñ o s d e B a y a s 1” — s i se m e 60 p e r m i te e! p a r a n g ó n e n t r e lo m o d e s to y lo g r a n d io s o — d e s d e ñ a r í a n a d ie t a n t a m a g n if tc e n c ia , n i n a d ie r e h u s a r ía s u d a r a q u í d e n u e v o 1,1 a u n d e s p u é s d e b a ñ a r s e e n la s t e r m a s Cf. supra, n. 228; Venus nació d e la espum a del m ar. 235 Hijo de Cefiso (río de B eoda) y d e la n infa Liríope. La ninfa Eco se prendó de su belleza, pero ¿1 no cedió' a sus requerim ientos. Néraesis, diosa de la venganza, le im puso su castigo: un d ía en que se inclinó para beber en una fuente cristalina, al ver reflejada su im agen quedó enam orado d e su propia belleza y se dejó m orir de am or. A un en los infiernos, siguió contem plando su reflejo en la laguna Estigta; sobre la tierra, sus cenizas fueron m etam orfoseadas en narciso (v. O v i d i o , M etam orfosis 111339 y ss.). m D ivinidad confundida con D iana. El cazador Acteón la sorprendió bañándose entre la$ ninfas y la casta d iosa lo m etam orfoseó en un ciervo, que fue devorado p o r sus propios perros (v. O v id io , M etam orfosis III 138 y«.). m Puerto de C am pania, próxim o a Cum as, rico en aguas term ales, residencia favoritad e los rom anos ricos y de los em peradores, que constru yeron allí villas suntuosas con fastuosos baños. Son célebres los de Nerón, y sin d u d a tam bién D om iciano tuvo allí una villa con baños, com o lo indica el inciso siguiente, que es una rem iniscencia virgiliana (v. Geórgicas IV 176), recogida asim ism o por O v i d i o en Tristes 1 3, 25. *** Se entiende, sudar en los baños de vapor (com o en los llam ados «baños turcos» y « aú n as» ) que existían en la villa de C laudio Etrusco. 50 SILVAS de Nerón. Adelante, joven de ingenio luminoso y brillantes iniciativas. Que tus obras envejezcan contigo y pueda pronto 65 renacer más radiante tu fortuna 6 LAS CALENDAS DE DICIEM BRE 240 Marchad de vacaciones, padre Febo y recatada Palas y vosotras, las Musas, que ya os invocaremos de nuevo en las calendas de Jan o 341. Vengan a mí Saturno, libre de sus 5 grilletesl4í, y Diciembre, cargado de abundante bebida, y el hilarante Juego y las Bromas audaces para que cante el día 1H Estos buenos deseos que cierran el poem a hacen discreta referencia ai regreso del destierro del padre de C laudio E lrusco (v. III 3, 154, y M a r c ia l , VI 83). 144 Los com entaristas e h istoriadores no coinciden a l fijar el afto en que se sitúa este prim ero de diciem bre: pudo ser el 83. quizá y para o íros fue el 93, con m otivo de la celebración, po r parte de D om iciano. de i u expedición con tra los suevos y los sárm atas. Lo único cierto es que los espectáculos correspondientes a esta fiesta ofrecida po r D om iciano tuvieron lugar en el A nfiteatro Flavio. Esto es, en enero, después de las Saturnales que se celebraban en diciem bre, fiestas licenciosas en honor de Satu rno , duran te las cuales se olvidaba la severidad de todas las norm as habituales. 243 Libre de las ligaduras de lana que cubrían el pedestal de su estatua duran te el resto del año y que sim bolizaban la sum isión a que le redujo Jú p ite r (v. C icerO n , Sobre la naturaleza de los dioses I I 64). En las fiestas Saturnales se conm em oraba e) tiem po en que Satu rno , destronado por Júp ite r, se refugió en el Lacio, donde hizo reinar una feliz edad de o ro (v. M a c r o b io , Saturnales I 8 ). LIBRO I 51 a f o r t u n a d o y la e m b r i a g a d a n o c h e q u e , m a g n á n im o , C é s a r n o s o f re c e . A p e n a s a p u n t a b a l a A u r o r a s u n u e v o d e s p e r t a r , c u a n d o y a l lo v ía n d e la c u e r d a 20 la s g o lo s in a s . S e a lz ó e l E u r o 2" jo p a r a r e p a r t i r a q u e l r o c ío : t o d o s lo s f r u to s s e le c to s q u e c a e n d e lo s f e c u n d o s n o g a le s d e l P o n to y d e la s c im a s d e I d u m e a Ui, lo s q u e h a c e b r o t a r e n s u s r a m a s la p ia d o s a D a m a s c o y lo s q u e m a d u r a la c á l id a C a u n o 247, se d e r r a m a b a n c o m o u n a ts o f r e n d a d e c o p io s a c o s e c h a . Y c a ía n b o l lo s t i e r n o s y p a s ta s y g a l le ta s d e A m e n a 241, c o n s u m a s a p o c o c o c id a , y p a s te le s d e v in o y d á t i le s r e d o n d o s d e in v is ib le s p a lm e r a s . N u n c a la s H ía d e s b o r r a s c o s a s n i la s P lé y a d e s d e s b o r d a d a s 2ti h a n c u - 20 b ie r to la t i e r r a c o n llu v ia s ta n c o p io s a s c o m o a q u e l la to r m e n ta q u e c o n s u b o n a n c ib le g r a n iz a d a c a y ó s o b r e la p le b e c o n g r e g a d a e n la s g r a d a s la t in a s ua. Q u e J ú p i t e r e s p a r z a s u s n u b la d o s p o r t o d o e l o r b e y q u e a m e n a c e c o n s u s te m p o r a le s lo s 2$ c a m p o s d i l t a d o s , c o n t a l q u e n u e s t r o J ú p i t e r 2” a n o s o t r o s n o s t r a i g a t a l e s l lu v ia s . 241 Se (ra ta de una cuerda en que estaban sujetos obsequios variados que se desprendían y ca lan para que e] pueblo los recogiera (v. M a r c ia l , V IH 7 8 , ? ) . 144 Viento de levante. Región de Palestina cuyos dátiles eran m uy apreciados (v . V i r g i l i o , G eórg icas III 12). 244 Piadosa, com o centro de diversas religiones. Sus fn ito s más fam osos eran las ciruelas. * T C iudad de C aria , en Asia M enor, cuyos higos e ran tan fam osos y [•preciados, que el térm ino cáuneo se convirtió en sinónim o de higo. M C iudad de U m bría, actual Amelia, ** Hlades y Pléyades, ninfas convertidas en constelaciones, después de iu m etam orfosis anuncian con su aparición la llegada de la estación to r m entosa y lluviosa. ** Los graderíos del anfiteatro F lavio (cf. supra, n, 240). 151 Esto es, Dom iciano. 52 SILVAS M a s , d e p r o n t o , o t r a m u c h e d u m b r e , n o m e n o s n u t r i d a q u e la d e lo s c ú n e o s , s e in f i l t r a e n t r e t o d a s la s g r a d a s : d e 30 b e l la a p a r i e n c ia y a t u e n d o s h e r m o s o s , t r a e n é s to s c e s t i l lo s c o n p a n e s y b la n c o s m a n te le s y r ic o s m a n ja r e s ; a q u é l lo s e s c a n c ia n s in l ím i te v in o s g e n e r o s o s : p o d r í a c re e rs e q u e s o n o t r o s t a n to s c o p e r o s d e l I d a MJ. P o r ig u a l a l im e n ta s a lo s m á s 35 d i s t in g u id o s y g r a v e s d e l a n f i t e a t r o 2” y a la s m u l t i tu d e s t o g a d a s y a u n q u e , g e n e r o s a , b r in d a s e l s u s t e n to a ta l m u c h e d u m b r e d e g e n te s , ig n o r a s , A n o n a W5, e n e s ta j o r n a d a , t u m u n if ic e n c ia . V e n a h o r a , A n t ig ü e d a d : c o m p a r a lo s s ig lo s «o d e l p r í s t i n o J ú p i t e r 3)6 y s u e d a d d e o r o : e n a q u e l la é p o c a n o f lu ía e l v in o l ib r e d e e s ta s u e r te n i s e p r o lo n g a b a la s ie g a h a s t a e l f in d e l a n o . E n l a m is m a m e s a c o m e n t o d a s la s c la se s : n iñ o s , m u je r e s , p le b e , c a b a l le r o s , s e n a d o r e s : la l ib e r - 45 t a d h a r e la ja d o lo s m ir a m ie n to s . E s m á s : t ú m is m o w — ¿ c u á l d e lo s d io s e s p o d r í a d e ja r s e i n v i t a r n i a c e p ta r t a l c o m p r o m is o ? — h a s a c u d id o c o n n o s o t r o s a p a r t i c ip a r e n e l f e s tín : y a q u ie n q u ie r a q u e s e a , p o b r e u o p u le n to , p u e d e g lo r i a r s e d e s e r c o m e n s a l d e s u p r ín c ip e . 50 E n t r e a q u e l lo s c l a m o r e s y a q u e l lu jo i n a u d i to , s e d ilu y e , l ig e ro , e l g o c e d e lo s ju e g o s : ¡a h í e s t á e l s e x o d é b i l , q u e d e s c o n o c e e l h ie r r o ! ¡ C o n q u é d e n u e d o a r r o s t r a lo s v ir i le s Es decir, o tros lau tos Ganimedcs. Esto es, a los senadores y a los caballeros que ocupaban la parte an terior de ]& cávea. D om icíano hab ía im puesto el uso de la loga a todos los asistentes a tos «peclácu los. 251 El granero público (annona, aquí personificado) puede desentenderse de los gastos de este d ía, bien po r la abundancia de sus recursos, bien p o r que aquel derroche se realizara a costa del fisco privado d e D om tciano y no del erario público. Es decir, de S a tu rno (cf. supra, n. 242). w Dom icíano. I.IBKO I 53 c o m b a te s ! S e d i r í a q u e a o r i l l a s d e l T a n a i s “ * y e l F a s i s w e n c r e s p a d o s e a p r e s ta r a n la s h u e s te s e c u e s t r e s d e l T e r m o - 55 d o n t e IM. E n t r a lu e g o u n a g u e r r id o b a t a l l ó n d e e n a n o s , a q u ie n e s s u c o m p le x ió n b rev e , q u e p r o n t o se a c a b a , e n z a r z a a l m o m e n to e n u n a m a s i jo n u d o s o . S e h ie r e n y t r a b a n s u s d ie s t r a s y , ¡ c o n q u é f ie re z a ! , s e a m e n a z a n d e m u e r te . R íe e l 60 p a d r e M a r te y e l V a lo r c r u e n to ; y la s g ru l la s , q u e c a e r á n p r o n t o p a r a s e r v ir d e p r e s a s f u g i t iv a s , s e a s o m b r a n a n te e s to s p ú g ile s m á s b r a v o s q u e e lla s . C u a n d o y a se a c e r c a n la s s o m b r a s n o c t u r n a s , ¡ q u é tu - 6$ m u l to s p r o m u e v e o t r o r ie g o c o p io s o ! A la s a z ó n a c c e d e n 'm u c h a c h a s q u e s e v e n d e n f á c i lm e n te . A llí se r e c o n o c e to d o lo q u e e n lo s t e a t r o s c o m p la c e p o r s u b e l le z a o s e a d m i r a p o r s u a r te . A q u í u n g r u p o d e l id ia s a m p u lo s a s b a te a c o m p á s la s p a lm a s ; a l l á s u e n a n lo s c ím b a lo s d e la c a n o r a C á d iz y 70 m á s a l l á lo s c o r o s d e lo s s i r io s ; y u n a t u r b a d e c ó m ic o s h u m ild e s y d e v e n d e d o r e s q u e c a m b ia n a z u f r e c o r r ie n te p o r c a c h a r r o s v ie jo s íM. 2)1 E) rio denom inado actualm ente D on. 1 M R ío de la Cólquide. ,w Rio de C apadocia, en cuyas cercanías m oraban las Am azonas. 1 *■ Cf. infra, vv. 75 y ss. ** Este pasaje $c presta a diversas interpretaciones: para unos com en taristas, el segundo «riego copioso» se refiere a una rociada de perfum es; para o tros, es una segunda lluvia de m anjares. Entre estos últim os, hay quienes piensan que , term inada la prim era sesión, ha cam biado el público y ha en trado , para asistir a la representación noctu rna, una m asa de gentes de m enor categoría, que recibe tam bién su granizada de viandas. N o faltan, por últim o, quienes in terpretan que al atardecer en tran en la arena y se mezclan tam bién en las gradas estos nuevos actores de Índole diversa y, con tilo s, proveedores de cerillas para alum brarse («azufre corriente») que recogen a cam bio frascos y tarros usados para venderlos después (v. M a r c ia l , I 41, 3 y ss.; X 3, i y ss.). 54 s h .v a s E n t r e t a n t o , c a e n d e lo a l to , e n m e d io d e u n r e p e n t in o ?5 r e v o lo te o , b a n d a d a s in n ú m e r a s d e la s a v e s q u e e l s a g r a d o N i lo y e l F a s is f u r io s o y la s n ú m id a s t i e r r a s a c o g e n b a j o el s o p lo d e l h ú m e d o A u s t r o “ *. N o h a y g e n te b a s t a n t e p a r a a t r a p a r t a n ta s : e s t á n y a s a c ia d a s la s to g a s r e p l e t a s m í e n - so t r a s s e p r e p a r a n n u e v o s a g u in a ld o s . T o d o s a lz a n a l c ie lo su s v o c e s s in n ú m e ro p a r a g lo r ia d e la s S a tu r n a le s q u e e l p r ín c ip e o f re c e , y le a c la m a n p o r d u e ñ o y p o r a m o c o n a d h e s ió n c á l id a , a u n q u e e s to es lo ú n ic o q u e h a v e ta d o e l C é s a r 85 A p e n a s la n o c h e s o m b r ía in v a d ía e l a n i l lo : r a d i a n t e , d e s c ie n d e e n t r e s o m b r a s e s p e s a s e n m e d io d e l c í r c u lo o t r o a n i l lo d e l l a m a s q u e o f u s c a e l f u lg o r d e la á u r e a c o r o n a d e C n o s o s * * . S e a l u m b r a d e fu e g o s e l c ie lo y n o a d m i te li- 9o c e n c ia n in g u n a d e l a n o c h e o s c u r a . S e a le ja e l in e r t e R e p o s o , y e l S u e ñ o in a c t iv o , a l a v is ta d e ta l lu m in a r i a , h u y e a o t r a s c iu d a d e s . ¿Quién p o d r ía c a n t a r e s p e c tá c u lo s ta le s , d iv e rs io n e s c o m o é s ta s s in f r e n o , q u ié n a q u e l b a n q u e t e , q u ié n s u s g ra - 95 t u i t o s m a n ja r e s y s u s r ío s d e L i e o M7 a b u n d a n t e ? Ya d e s f a - Es decir, aves m igratorias (v. II 4 , 27; Tebaida V II y X li 515; P u n i ó , H isto ria N a tu ra l X 58). 264 Juego d¿ palabras: están ya saciados los ciudadanos (los logados) y repletos los senos, esto es, los repliegues que form aban las togas sobre el pecho y que servia» de bolsa. ** N o parece cierto que D om iciano rehusara el titu lo de «dueño y señor» (dom inus): S u e t o n io (D om iciano X III 2 ) nos dice que d ic tó u n a carta denom inándose a si m ismo dom inus e t deus, tra tam ientos que se tornaron habituales en los docum entos oficiales. M arcial le tribu ta los mismos títulos en num erosos pasajes, y el de dom inus aparece en dos inscripciones (C IL . VI, 23454 y X , 444). ** Se tra ta de una lám para de enorm es dim ensiones en form a d e anillo, pendiente de u n m ástil central. En cuan to a la co rona de Cnosos (v. V I), es la diadem a de o ro que Baco ofrendó a A riadna com o obsequio nupcial (cf. supro, n. B2). w N om bre de Baco, utilizado com o personificación del vino. LIBRO I 55 H ezco , y a , y p o r t u l a rg u e z a d e B a c o 544 m e d e jo a r r a s t r a r , e b r io , a u n t a r d í o s o p o r . ¡ P o r c u á n t o s a ñ o s p e r d u r a r á la m e m o r ia d e e s te d ía t S u c a r á c te r s a g r a d o n o q u e d a r á o b s o le to p o r io s s ig lo s , m ie n tr a s s u b s i s ta n lo s m o n te s d e l L a c io y e l p a d r e T íb e r , m ie n t r a s tu R o m a p e r m a n e z c a e n h ie s ta y a l t iv o e l C a p i to l i o q u e a l o r b e ¡ r e s t i tu y e s *•. t-------- M Nueva m etonim ia para designar el vino. M Esta restitución hace referencia a )a reconstrucción po r D om iciano de! cuarto tem plo del Capitolio , incendiado en el año 80 d. C. y consagrado a la tríada capitolina: Júp ite r, Ju n o y M inerva. LIBRO II DEDICATORIA E s ta c io s a lu d a a s u a m ig o M c l i o r 1. N o e s s ó lo n u e s t r a ín t im a a m is ta d — m o t iv o d e a le g r ía p a r a m í, M e l io r , h o m b r e e x c e le n te y e x q u i s i to , n o m e n o s e n e l g u s to l i t e r a r io q u e e n la s d e m á s b e l le z a s q u e l a v id a O frece t a m b ié n la p r o p ia ín d o le d e la s o b r i t a s q u e te o f r e z c o se h a c o n c e b id o d e t a l s u e r te q u e e s te l ib r o m ío , a u n l i n d e d i c a to r i a , e s t a r í a d e d ic a d o a t i p o r e n t e r o . E n e f e c to , s t r a t a e n p r im e r lu g a r d e n u e s t r o b u e n G la u c ia s J, c u y a in fa n c ia d e lic io s a , y c u a l l a s u e r te s u e le d e p a r á r s e la a lo s d e s d ic h a d o s 1 — y o d i s f r u t a b a e n t u c a s a c u a n d o o s a b r a z a b a i s — , te h a l i d o y a a r r e b a t a d a . T r a s la h e r id a r e c ie n te d e s u p é r d id a , m e a p r e s u r é a e s c r ib i r , c o m o y a s a b e s , u n f ú n e b r e p o e m a , c o n 1 Atedio M elior sólo nos es conocido p o r Estacio y po r M a r c ia l , I I 69, 7; IV 54, 8; VI 28; VI 29; V III 38. > Véase II I. * Esto es, llena de dones, pero efím era. 58 SILVAS ta l p r e s te z a , q u e h u b e d e r e c u r r i r a tu s s e n t im ie n to s p a r a 10 p e d i r t e d is c u lp a s p o r m i p r e m u r a . A h o r a n o la a le g o a n te t i , q u e y a la c o n o c e s , p e r o s í la a d u z c o a n t e lo s d e m á s , e n p r e v is ió n d e q u e a lg u n o c r i t iq u e c o n d e m a s ia d o r ig o r u n p o e m a c o m p u e s to e nm e d io d e la a f l ic c ió n y d e d ic a d o a u n h o m b r e d o l ie n te , p o r m u y v a n o s q u e s u e la n s e r lo s c o n s u e lo s ta rd ío s . L a v i l la e n S o r r e n to d e m i q u e r id o P o l i o 4, q u e v ie n e a c o n t in u a c ió n , s iq u ie r a e n h o n o r d e la e lo c u e n c ia d e s u d u e ñ o , d e b ie r a h a b e r s id o c a n t a d a c o n m á s e s m e r o , p e r o m i b u e n 15 a m ig o m e h a p e r d o n a d o . B ie n s a b e s , M e lio r , q u e m is p o e m a s l ig e ro s a tu á r b o l* y a tu p a p a g a y o * lo s h e e s c r i to a m o d o d e e p ig r a m a s . L a m is m a l ig e re z a d e p lu m a e x ig ía e l le ó n a m a e s t r a d o q u e se p r o s te r n ó e n e l a n f i t e a t r o 7: si n o h u b ie r a o fre c id o c o n p r e s te z a e s e p o e m a a n u e s t r o s a c r a t í s im o E m p e r a d o r , 2o h a b r í a r e s u l t a d o f r ió . L a c o n s o la c ió n q u e t a m b ié n h e e s c r i to p a r a n u e s t r o a m ig o U rs o * — e s e jo v e n in ta c h a b le y l le n o d e s a b e r , n o o b s t a n t e s u v id a r e g a l a d a — , p o r h a b e r p e r d id o a s u p e q u e ñ o e s c la v o , la h e in c lu id o c o n g u s to e n e s te l ib r o , n o s ó lo p o r )a d e u d a q u e te n g o c o n é l , s in o t a m b ié n p o r q u e e l h o m e n a je q u e le r i n d o se te t r a n s f e r i r á a ti . C ie r r a e l v o lu m e n 2$ u n p o e m a a l n a ta l ic io d e L u c a n o q u e P o l a A r g e n ta r í a , la m á s e x t r a o r d i n a r i a d e la s e s p o s a s ’ , e n u n m o m e n to e n q u e h a c ía m o s p r o y e c to s r e s p e c to a e s a f e c h a , q u is o q u e f ig u ra s e c o m o u n o b s e q u io s u y o . Yo n o p u d e r e n d i r m á s h u m ild e h o m e n a je a p o e t a t a n a l to , q u e g u a r d a r m e d e e x p r e s a r e n < Polio Félix: v. [ | 2. * Véase II 3. * Véase 11 4. ’ Véa*e II 5. » Véase II 6. 9 Esposa de Lucano (viuda desde el aílo 65). LIBRO 11 59 h e x á m e t r o s la s a l a b a n z a s q u e d e b ia t r i b u t a r l e l0. S e c u a l s e a s u c a l id a d , q u e r id í s im o M e l io r , s i m is p o e m a s n o te d e s a g r a d a n , d á s e lo s a l p ú b l ic o ; s i n o es a s i , d e v u é lv e m e lo s 11. 30 10 A Lucano, au to r de La Farsalia y m aestro del m etro ¿pico (el hexám etro), habría resultado una tem eridad felicitarlo m ediante un poem a en hexám etros. E s tad o , hum ildem ente, renuncia al em pleo de ese m etro y ie decide po r los endecasílabos falecios. Sin em bargo (cf. supra, 1 .1, n. 5), ;n la dedicatoria del lib ro prim ero resta im portancia a la com posición de ex ám etro s . 11 El personaje a qu ien &e dedicaba una o b ra se obligaba a publicarla. i 1 GLAUCIAS, EL FAVORITO DE ATEDIO MELIOR C u a n d o te h a s id o a r r e b a t a d a tu c r i a t u r a M e l i o r , ¿ q u é c la se d e c o n s u e lo p u e d o b r in d a r te , e n m i a t re v im ie n to , d e la n te d e s u p i r a , m ie n t r a s e s t á n a ú n v iv a s s u s c e n iz a s ? R o t a s la s v e n a s , t o d a v ía e s t£ a b i e r t a tu d o lo r o s a h e r id a y s e m u e s t r a l a t r a z a p a l p i t a n t e d e t u l la g a p r o f u n d a , c u a n d o y o , d e s p ia d a d o , te o f r e z c o e l le n i t iv o v e r b a l d e m i p o e m a , y t ú p re f ie re s $ d a r l e a tu s s o l lo z o s y a tu s l a m e n to s h o n d o s , y a b o r r e c e s m i l i r a , y le v u e lv e s la e s p a ld a c o n lo s o íd o s s o r d o s . M is c a n t o s s o n in te m p e s t iv o s : a n te s q u is ie r a n e s c u c h a r m e la t ig r e s a p r iv a d a d e s u s c r ia s y lo s le o n e s d e s p o ja d o s d e la s s u y a s . A u n q u e h a s t a t i l l e g a r a e l t r i p le c a n t o d e la s d o n c e l la s s íc u la s n o e l s o n a r d e la l i r a q u e e n t e n d ía n lo s b o s q u e s y la s io 12 Glaucias, según M a r c i a l (VI 28 y 29), e ra un liberto de M elior, e hijo de dos esclavos suyos a quienes M elior había em ancipado a poco de nacer el niño. Los pequeños esclavos nacidos en la casa (en latín , utrnae, de donde nuestro adjetivo «vernáculo») solían ser objeto de especial cariño por parte de los am os, que con alguna frecuencia, com o en este caso, los criaban y educaban con todo esmero para hacer de ellos sus favoritos. k w Las sirenas, cuyo m ito se sitúa ya en Sicilia, ya en la península de Sorren to (v. Estrabón , i 22). I( i 62 SILVAS f ie ra s* 4, n o a p a c ig u a r a n tu s g e m id o s lo c o s . E s t á f i j a e n tu p e c h o u n a p e n a f u r io s a y lu s e n t r a ñ a s l a d r a n s i s e i n t e n t a to c a r la s . N a d ie lo im p id e : s á c ia te d e tu s m a le s y d o m a tu d o l o r a c e r b o d á n d o le r i e n d a s u e l ta . ¿ Y a se h a c o lm a d o tu p la c e r 15 d e l lo r a r ? Y, e n t u c a n s a n c io , ¿ y a n o r e c h a z a s lo s ru e g o s d e tu a m ig o ? ¿ P u e d o c a n ta r te ? Y a ves: t a m b ié n m i r o s t r o e s tá a n e g a d o e n l l a n to a l c a n t a r t e y c a e e n m is p a l a b r a s e l b o r r ó n d e la s lá g r im a s . P o r q u e ta m b ié n a c o m p a ñ é c o n t ig o !a s o le m n id a d d e s u c o r t e jo fú n e b re : e l f é r e t r o d e l n iñ o , e s a 20 a b o m in a c ió n q u e v io n u e s t r a c iu d a d . Y h e c o n t e m p la d o lo s d o lo r o s o s c ú m u lo s d e in c ie n s o c o n s a g r a d o a l d i f u n t o y s u a lm a l l o r o s a s o b r e v o la n d o s u p r o p io f u n e r a l ” , y a t i , q u e s u p e r a b a s lo s g r i to s d e lo s p a d r e s y e l p la ñ i r d e la s m a d re s c u a n d o , a s id o a s u p i r a , te p r o p o n ía s a s p i r a r s u s l l a m a s : a d u r a s p e n a s p u d e r e te n e r te y , r e te n ié n d o te , p a r t íc ip e ig u a la d o 2s c o n tu d u e lo , te la s t im é . Y a h o r a , ¡a y ! , d e p u e s ta s d e m i f r e n te g u i r n a ld a s y c o r o n a s '* , v a te in f a u s to , c o n m i l i r a m u d a d a , h ie r o m i p e c h o e n h e r m a n d a d c o n t ig o y te s u p l ic o q u e , p o r f in h u m a n o , m e p e r m i ta s q u e s ig a a c o m p a ñ a n d o y c o m p a r t i e n d o t u d o lo r , s i e s q u e lo h e m e re c id o y m e h e 3o s e n t id o u n id o a t u a f lic c ió n . A m i m e h a n e s c u c h a d o m u c h o s p a d r e s e n e l m is m o m o m e n to e n q u e e r a n f u lm in a d o s ; y o h e e n t o n a d o p o e m a s d e c o n s u e lo a m a d r e s p r o s t e r n a d a s a n t e u n a p i r a f ú n e b r e , y a r e to ñ o s p ia d o s o s , y t a m b ié n a m í m is m o c u a n d o , j u n t o a la s l l a m a s , g e m ia p o r la p é r d id a d e w L a lira de O rfeo (v. O v id io , M etam orfosis X I a 105). '* Existía una antiquísim a creencia, según la cual, m ientras no hablan finalizado las ceremonia* fúnebres, seguía presente el alm a del d ifunto (v. V 5, 4 |) . 14 D epuesta la corona d e laurel, p ropia de A polo, para asum ir la de ciprés com o «vate infausto* (v. V i , B y V S, 29 y ss.). LIBRO II 63 a lg u ie n m u y a l le g a d o : ¡o h , N a tu r a le z a ! ¡Qu é p a d r e ! 17. N o p r e te n d o , s e v e r o , im p e d i r t e q u e l lo r e s , p e r o u n e tu s g e m id o s a lo s m ío s y s o l lo c e m o s j u n t o s . Y a h a c e t i e m p o , n iñ o q u e r id o p o r tu s m e re c im ie n to s , j j q u e a l b u s c a r u n c o m ie n z o d ig n o p o r d o n d e in ic ia r t u e lo g io , m e s ie n to c o n f u n d id o . D e u n a p a r te , m e l l a m a n tu s a ñ o s , t r u n c a d o s e n e l u m b r a l d e la v id a ; d e o t r a , tu b e lle z a ; m e l l a m a n d e o t r o l a d o tu p r u d e n c ia p r e c o z , tu r e c a to y t u h o n e s t id a d p r e m a tu r a p a r a u n a e d a d t a n t ie rn a . ¡A y! ¿ D ó n d e 40 e s tá a q u e l la b la n c u r a q u e d e ja b a t r a n s p a r e n t a r e l r u b o r d e tu s a n g r e , y tu s p u p i l a s c o m o lu c e ro s , y t u m i r a r e n q u e b r i l l a b a e l c ie lo , y la r e s e rv a r e c o le ta d e lu f r e n te b re v e , c o r o n a d a p o r tu s r iz o s n a tu r a le s y e l d u lc e m a rc o d e tu g e n t i l m e le n a ? ¿ D ó n d e tu b o c a , r ic a e n t i e r n a s q u e ja s , y tu s 45 b e s o s , q u e a l a b r a z a r t e o l í a n a f lo re s d e la p r im a v e r a , y a q u e l la s l á g r im a s e n t r e v e r a d a s d e r i s a s , y a q u e l la v o z , q u e C u a n d o h a b la b a s , d e s t i l a b a d e lo h o n d o la m ie l d e l m o n te H ib la u? A l o í r l a , u n a s e rp ie n te h a b r í a s i le n c ia d o s u s s i lb id o s y u n a c r u e l m a d r a s t r a h a b r ía d e s e a d o s e r t u e s c la v a . N o I ñ a d o n a d a a s u s r e a le s d o n e s . ]A y , a q u e l c u e l lo b la n c o , s u s so b r a z o s c o m o le c h e , c u y o p e s o s ie m p r e p e n d ía d e l c u e l lo d e l u a m o ! ¿ D ó n d e e s tá la e s p e r a n z a t a n e f ím e r a d e su m o c e d a d p r ó x im a y e l o r n a t o q u e s u s m e ji l la s a n h e l a b a n , e s a b a r b a p o r la q u e t a n t a s v e c e s h a s j u r a d o l9? T o d o lo h a r e d u c id o a b e n iz a s la h o r a f u n e s ta d e u n d í a n e f a s to : s ó lo la n o s ta lg ia s e n o s h a d e ja d o . ¿ Q u ié n p o d r á r e m i t i r t u s p e s a r e s y lo s s e n t i - ss 11 Véase III 3, 39 y V 3. 11 M onte de Sicilia, rico en tom illo y fam oso po r la exquisita miel de lus abejas (v. V irg il io , Bucólicas VII 37). '* El padre solía ju ra r po r la barba o po r la cabeza de su hijo (v. ^ lltG iuo , Eneida IX 300); M elior (vv. 78 • 81) se habla com portado com o un padre con el pequeño G laucias desde su nacim iento. 64 SILVAS m ie n to s a r c a n o s q u e a lb e rg a t u a lm a ? ¿ Q u ié n p o d r á a p a c ig u a r tu s e n t r a ñ a s , in f la m a d a s d e c ó le r a f ie r a q u e se e n s a ñ a c o n tu s s e r v id o r e s , y a t r a e r t e h a c i a é l , d o b le g a n d o t u f u r ia e n c e n d i d a ? ¿ Q u ié n h u r t a r á a tu b o c a la s v ia n d a s a m e d io c o m e r « y lo s v in o s a p e n a s p r o b a d o s , t r a s t r o c á n d o lo t o d o c o n s u s in o c e n te s r a p iñ a s ? ¿ Q u ié n in t e r r u m p i r á c o n s u s m u r m u l lo s tu s s u e ñ o s m a t in a le s s u b ié n d o s e a t u le c h o , y r e t r a s a r á tu s a l id a c o n s u a p r e t a d o a b r a z o y, y a j u n t o a la p u e r ta , te o b l ig a r á a v o lv e r p a r a b e s a r te ? Y , c u a n d o e s té s d e v u e l ta , 65 ¿ q u ié n s e a b a l a n z a r á a t u r o s t r o , a tu s m a n o s , y r o d e a r á tu s h o m b r o s c o n s u s b r a z o s p e q u e ñ o s ? L o r e c o n o z c o : t u c a s a e s tá e n s ile n c io y tu h o g a r , s o l i t a r io ; tu le c h o , a b a n d o n a d o , y tu m e s a , s u m id a e n u n m u t is m o t r i s te . N o es d e e x t r a ñ a r q u e a q u e l q u e te h a c r i a d o , h e n c h id o 70 d e p ie d a d , o f r e z c a e n h o n o r t u y o t a n s o le m n e s e x e q u ia s . T ú e r a s e l r e p o s o d e t u a m o , e l p u e r to q u e a g u a r d a b a a s u v e jez ; t ú e r a s y a s u d e l ic ia , y a la d u lc e in q u ie tu d p a r a s u p e c h o . A t i n o te d io v u e l ta s e l g i r a t o r io e s t r a d o , c o m o a lo s s ie rv o s b á r b a r o s 20, n i , e n t r e la s m e rc a n c ía s p r o c e d e n te s d e F a r o s , c o m o n iñ o v e n a l , o f r e c is te tu s g r a c ia s e s tu d i a d a s , tu s d ic h o s a p r e n d id o s , a la b ú s q u e d a lú b r i c a d e u n a m o , p a r a e n c o n - ?5 t r a r l o d e m a s i a d o ta rd e . A q u í e s tu v o tu h o g a r , a q u í t u c u n a ; tu s p a d r e s d i s f r u ta r o n , y a d e a n t ig u o , d e l a m o r d e la c a s a d e tu d u e ñ o y p o r t u b ie n se v ie ro n l ib e r a d o s , p a r a q u e n o p u d ie r a s l a m e n ta r t e d e tu p ro g e n ie : a l t o m a r t e d e l v ie n t r e d e t u m a d r e , t u d u e ñ o , a l b o r o z a d o , t e le v a n tó e n s u s b r a z o s , y c u a n d o s a lu d a b a s c o n t u p r im e r v a g id o e l b r i l lo d e lo s so a s t r o s , te a c o g ió c o m o s u y o e n s u s e n t r a ñ a s , te a b r a z ó e n su a El estrado g ira torio (catasta, en latin) servia para exponer en el m ercado a los esclavos en venta, capturados po r lo general en países bárbaros (v. TlBULO, I I 3 ,60 ), y no para ofrecer ante los com pradores a los pequeños esclavos nacidos en casa (cf, supra, n. 12). LIBRO II 65 re g a z o y c r e y ó s e r tu p a d r e J‘. S é a m e c o n s e n t id o a f i r m a r lo c o n ia v e n ia d e lo s p a d r e s v e n e r a n d o s , y tú , N a tu r a l e z a , a q u ie n s e h a c o n c e d id o e n to d o e l o r b e d i c t a r a lo s m o r ta le s la s p r im e r a s le y e s , p e r m í te m e lo , te lo r u e g o : n o to d o s lo s la z o s d e p e n d e n d e l a s a n g r e a l le g a d a n i d e l a d e s c e n d e n c ia d e la c a r n e q u e se p e r p e t ú a e n c a d e n a : m u c h a s v e c e s s e ss in f i l t r a n m á s a d e n t r o , v in c u la n d o a lo s s e re s , o t r a s p r e n d a s n u e v a s , a c o g id a s p o r v o lu n ta d p r o p ia . E n g e n d r a r h i jo s es le y n a t u r a l ; e le g ir lo s e s u n a d ic h a . D e e s t a s u e r te , el s o l íc i to : Q u i r ó n , s ó lo s e m ih u m a n o , a v e n t a ja b a a l h e m o n io P e le o e n ! e l t i e r n o c o r a z ó n d e A q u i l e s 12. Y t a m p o c o fu e P e le o , y a ! a n c i a n o , q u ie n a c o m p a ñ ó a s u h ijo a la g u e r r a d e T r o y a : f u e 90 F é n ix e l q u e n o s e a p a r t a b a d e s u ín c l i to p u p i lo . A n h e la b a d e s d e le jo s E v a n d r o l a v u e l t a d e P a l a n t e v ic to r io s o , p e i o c í a e l fiel A c e te s q u ie n e s ta b a p re s e n te e n su s c o m b a te s “ . C u a n d o e n la le ja n ía p r o lo n g a b a s u p a d r e s u e s ta n c ia e n t r e lo s a s t r o s r e fu lg e n te s , a P e r s e o , j i n e te d e lo s a i r e s , le p e in a b a e l f lu c t í - v a g o D i c t i s u . ¿ P a r a q u é r e f e r i rm ea la s m a d r e s c u y a t e r n u r a « 21 Cí. supra. n. 19. 22 Cí. supra. L. I, n. 107. u De la m ism a m anera que en la ¡Uada es Fénix, el viejo escudero de Peleo, quien acom paña a Aquiles en la guerra de T roya, en la Eneida (VIII y X) es Acetes, el escudero de Evandro, su padre, quien m archa con Palante cuando éste va a com batir ju n to a Eneas. ** Júp ite r, m etam orfoseado en lluvia de o ro , habla fecundado a Dánae, la hija de Acrisio, rey de Argos. De aquella unión nació Perseo. Un oráculo predecía que un hijo de D ánae daría m uerte a Acrisio; por ello, el rey \ encerró a D ánae y Perseo en un arca que arrojó al m ar. El arca a rribó a la isla de Serifos, donde el pequeño Perseo fue acogido por Dictis, que era pescador: de ahí el epíteto de «fluctívago». En cuan to al de «jinete de los aires» (anacrónico), hace referencia al vuelo que realizaría Perseo a lom os de Pegaso, después de co rta r la cabeza de la G órgona M edusa. Por últim o, el em pleo del verbo «peinar» tiene el valor de una sinécdoque: significa «cuidar» en general, com etido que cum plía Dictis en lugar de Júp ite r, •sum iendo el papel de padre. 66 SILVAS h a n s u p e r a d o c o n la s u y a la s n o d r iz a s ? ¿ P a r a q u é a ti» B a c o , q u e , t r a s la m u e r te a le v o s a d e t u m a d r e y s u r e d u c c ió n a c e n iz a s , te e n c a r a m a b a s , l le n o d e c o n f ia n z a , a (o s p e c h o s d e I n o JJ? R e in a b a I l i a s o b r e la s a g u a s d e E t r u r i a , s in q u e y a la i n q u i e t a r a e l p a d r e d e s u s h ijo s , c u a n d o R ó m u lo f a t i g a b a a ioo A c á c o n s u p e s o 24. Y o h e v is to c ó m o r e to ñ o s in je r t a d o s e n u n t r o n c o e x t r a ñ o c r e c ía n m á s a l to s q u e lo s d e s u p r o p ia e s tirp e . Y y a lo s s e n tim ie n to s d e s u p e c h o te h a b ía n c o n v e r t id o e n p a d r e s u y o a n te s q u e su c a r á c t e r n i s u b e l le z a : tú , a p e s a r d e t o d o , a m a b a s y a la s p a l a b r a s d e a q u e l n iñ o , o c u l ta s e n u n b a lb u c e o , y s u t i e r n o v a g id o y s u s lá g r im a s , ios É l, c u a l e n lo s t i e r n o s p r a d o s se y e rg u e a la s a l t u r a s u n a f l o r t e m e r a r i a , c o n d e n a d a a m o r i r c o n la s p r im e r a s r á f a g a s d e l A u s t ro , ta l , d e sd e s u n iñ e z , h a b ía a v e n ta ja d o p r o n ta m e n te a s u s ig u a le s p o r la n o b le z a d e s u r o s t r o y d e s u p o r te y , c o n w Baco, hijo de Júp iter y de Sím ele (una de las hijas de C adm o y H arm onía), no llegó a nacer de su m adre, porque, a causa de los celos y de la astucia de Juno, Júpiter, ju rando por la Estigia —juram ento inexcusable— se com prom etió a fulm inarla. Al ser reducida a cenizas Sémelc antes del parto , Júp iter tom ó a la c ria tu ra y la injertó en uno de sus muslos hasta que cum pliera los nueve meses de gestación. C uando ¿st& llegó a su térm ino, nació el pequeño Baco y fue am am antado po r Ino, hija tam bién de Cadm o y H arm onía (v. A p o l o n io d e R o d a s , 1 636; O v id io , M etam orfosis I I I 278 y IV 416; C ic e r ó n , Tusculanas I 28). * Llia es o tro nom bre de Rea Silvia, la hija de N úm itor, rey de Alba Longa, destronado por su herm ano Amulio. Según una vieja tradición que se rem onta a Ennio y que recogen H o r a c io (Odas I 2, 13 y ss.) y O v id io (Fastos II 598. V e r tam bién V i r o i u o , Eneida I 267 y ss.), después de d a r a luz a R óm ulo y R em o fue arro jada po r Am ulio al rio T íber, esto es, el río de E truria , com o se le denom ina aqui y en IV 5 ,39 , o bien el río lidio, com o en 1 2 ,1 9 0 (ver las no tas correspondientes). El dios del T iber la acogió y se desposó con ella, olvidada ya de M arte, el padre de los gemelos, m ientras que éstos fueron criados po r A cá Larentia. la esposa de Fáustulo, el pastor que los habia salvado de las aguas. LIBRO II 67 m u c h o , h a b í a s u p e r a d o s u s a ñ o s . C u a n d o , f l e x io n a n d o su s m ie m b r o s , s e m a n te n ía f irm e e n la s p r e s a s d e la p a l e s t r a , s e uo d i r í a n a c id o d e u n a m a d r e e s p a r ta n a ; A p o lo io h a b r í a a n te - p u e s to s in d u d a a l E b á l i d a 17 y A lc id e s lo h a b r í a e s c o g id o a c a m b io d e H i l a s 31. Y s i, c o n v e s te g r ie g a , d e c ía lo s v e r s o s ¿ t ic o s d e l e lo c u e n te M e n a n d r o , T a l ía , g o z o s a , h a b r í a e l o g ia d o s u a c e n to y d e s p e in a d o , a m o r o s a , s u s h e r m o s o s c a b e - j j s l ío s , c o r o n á n d o lo s d e r o s a s . Y c u a n d o r e c i ta b a a l v ie jo M e o n io n — la s d e s d ic h a s d e T r o y a o la s a v e n tu r a s d e U lise s e n s u t a r d o r e g r e s o — s u m is m o p a d r e , s u s m a e s t r o s m is m o s v iv ie r o n c o n a s o m b r o su s s e n t im ie n to s . S in d u d a to c ó L á - q u e s is s u c u n a c o n s u m a n o f u n e s ta y E n v id ia a b r a z ó a l n iñ o 120 p a r a m im a r lo e n s u re g a z o : fu e e l la q u ie n o r n a b a s u s m e jil la s y s u a b u n d a n t e c a b e l le r a , q u ie n le m o s t r a b a la s g r a c ia s y le in s p i r a b a la s p a la b r a s q u e a h o r a l lo r a m o s . S u s a ñ o s , a l c r e c e r , c o m e n z a b a n a s e r t a n to s c o m o lo s t r a b a jo s d e H é r c u le s , p e r o a ú n e s t a b a p r ó x im a s u in f a n c ia ; s in e m b a r g o , s u 12$ p a s o e r a f i rm e ; s u d e s a r r o l lo , s u p e r io r a l d e su s v e s t id o s , q u e p a r e c ía n m e n g u a r s o b r e é l , a u n q u e ¿ q u é p r e n d a s , q u é a ta v ío s n o s e a p r e s u r a b a a p r o p o r c io n a r te tu c a r iñ o s o d u e ñ o ? C u b r ía tu p e c h o c o n v e s te s c o r ta s d e la n a ; c o n a q u e l a b r ig o a ju s ta d o c e ñ ía tu tú n ic a : s in e s c o g e r p l ie g u e s a n c h u r o s o s , p r e f i r i e n d o 130 s ie m p r e v e s t id u r a s a d e c u a d a s a tu e d a d , o r a te c u b r í a c o n te j id o s c a rm e s í , o r a c o n te la s q u e im i t a b a n la to n a l id a d d e M El nom bre de Ebálida (literalm ente, «natural de Ebalia», es decir, de T arento , que era una colonia de Lacedem onia) designa a Jacin to , e) adoles cente lacedem onio am ado de A poto, que lo m etaroorfoseó en flor (v, OvtDto, ¡bis 5S8). » C f . supra, L . I , n . 101. 29 H om ero, que, según una de las diversas hipótesis, e ra na tu ra l de M eonia, esto es, de Lidia, en Asia M enor. Eran m uchos, sin em bargo, los lugares que se d isputaban el honor de haber sido la pa tria de Hom ero. Ver, al respecto, C ic e r ó n , Defensa del p o e ta A rgüías V il 19. 6 8 SILVAS la s h ie rb a s , y a c o n e l r o jo s u a v e d e la p ú r p u r a , y g 0 2 a b a e n c e n d ie n d o tu s d e d o s c o n g e m a s fu lg e n te s . N u n c a te f a l t a b a 13$ u n n u t r i d o c o r t e jo n i la o f r e n d a d e o b s e q u io s ; s ó lo d e la p r e te x ta w s e v e ía p r iv a d a t u m o d e s ta h e r m o s u r a . T a l e r a la d ic h a d e v u e s t r a c a s a . D e p r o n t o a lz ó su s m a n o s la P a r c a m a l ig n a . ¿ P o r q u é , d io s a c ru e l , d e s c u b re s tu s g a r r a s d e f ie r a ? ¿ N o te c o n m u e v e la be l le z a ? ¿ N o l a e d a d ju v e n i l q u e m u e v e a l l la n to ? L a d e s p ia d a d a P r o e n e n o h a b r ía s id o c a p a z d e d e s c u a r t i z a r lo p a r a o f re c é r s e lo a s u e s p o s o 5I, 140 n i la c ru e l p r in c e s a d e la C ó lq u id e h a b r i a p e r s i s t id o e n s u s e v ic ia , a u n c u a n d o h u b ie r a s id o h i jo d e l a e o l ia C r e ú s a }}; A ta m a n te , a p e s a r d e s u lo c u r a , h a b r i a a p a r t a d o d e é l su a r c o m a l ig n o w y , a u n q u e a r d ie n d o e n o d io c o n t r a la s c e n iz a s d e H é c to r y c o n t r a T r o y a , h a b r í a l l o r a d o U lise s a n te s d e a r r o j a r l o d e la s t o r r e s f r ig ia s M. J45 Ya es el séptimo día; ya se enfrían sus ojds y pierden su viveza: ya la Juno infernal había asido y retenía en la mano M La toga p retex ta era a tribu to de los hijos de ciudadanos de origen Ubre. A partir de la segunda guerra púnica, se perm itió que la ostentaran tam bién los hijos de m adre Ubre, aunque e) padre fuera liberto. 51 Procnc, esposa de Tereo, rey de T racia, y herm ana de Filomela, castigó (a violación de que Tereo hizo victima a su herm ana, dando m uerte a su hijo Ilis y sirviendo tus miembros com o m anjar al padre, en m onstruosa venganza semejante a la de M edea (v. O v id io , M etam orfosis V I 4 2 4 y ss.). M M edea, hija de Eetes, rey de Cólquide, se vengó de Jasón , po r los am ores de éste con Creúsa, dando m uerte a sus hijos (v. P r o p e r c i o , I I 16, 30 y II 21, 12; O v id io , H troidas XII 53 y Ars A m atoria I 335; S é n e c a . M edea 4 9 8 ). ,J A tam ante. perseguido, jun tam ente con su esposa )no, p o r la cólera de Ju n o (cf. supra, n. 2 5 ), en un arrebato de locura d io m uerte a su hijo Learco confundiéndolo con un ciervo. M Según una versión tard ía, Ulises dio m uerte a Astiánacie, h ijo de H éctor y A ndróm aca, precipitándolo desde las m urallas croyanas cuando fue tom ada la ciudad. LIBRO II 69 s u c a b e l lo w. E l n iñ o , s in e m b a r g o , m ie n t r a s la s P a r c a s a p r e m ia n s u s f r á g i le s a ñ o s , te m i r a c o n e x p r e s ió n m o r t e c in a y m u r m u r a c o n le n g u a c a s i in m ó v il : h a c ia ti e x h a la t o d o c u a n t o r e s ta d e s u p e c h o y a v a c io ; a ti s ó lo r e c u e r d a y a t i iso s ó lo e s c u c h a c u a n d o le l l a m a s ; p a r a ti m u e v e s u s la b io s y a t i d i r ig e s u s ú l t im a s p a l a b r a s in t e n t a n d o a c a l l a r tu s g e m id o s y c o n s o la r t e e n tu d u e lo . Y a p e s a r d e t o d o , e s d e a g r a d e c e r a lo s H a d o s q u e n o h a y a c o n s u m id o e n e l le c h o s u b e l le z a in f a n t i l u n a m u e r t e l e n ta y q u e h a y a a c c e d id o a l r e in o d e lo s is í M a n e s ta l c u a l e r a , s in q u e n in g u n a a f r e n t a a f e a r a s u c u e r p o . ¿ P a r a q u é h a b l a r d e tu s e x e q u ia s , d e la s o f r e n d a s g e n e ro s a s r e n d id a s a la s l l a m a s , d e la f u n e s ta h o g u e r a c o n s u e s p le n d o r lu c tu o s o ? ¿ D e c ó m o se a c r e c ió t u p i r a f ú n e b r e c o n u n c o lm o d e p ú r p u r a , d e f lo r e s d e C il ic ia , d e f r u to s d e la I n d ia , y c ó m o , a n te s q u e a r d ie r a n , u n g ie r o n tu s c a b e l lo s lo s 160 p e r f u m e s d e A r a b ia , d e F a r o s y d e P a le s t in a ? M e l io r , e n s u d e s p r e n d im ie n to , d e s e a a p o r t a r l o t o d o y q u e m a r p o r e n te r o s u f o r t u n a , a b o r r e c i e n d o s u s in a n e s b ie n e s ; p e r o e l f u e g o , e n e m ig o , n o lo s a c o g e , y la s l la m a s , m e z q u in a s , s o n in c a p a c e s d e c o n s u m i r ta le s o f r e n d a s . iós E l h o r r o r s e a p o d e r a d e m i p e c h o : j q u é te m o r m e in s p i r a s te , M e l io r , s ie m p r e t a n p lá c id o , e n e l m o m e n to s u p r e m o d e lo s f u n e r a le s , a l l a d o d e la p ir a ! ¿ E ra s t ú a q u e l s e r r i s u e ñ o y a m a b le ? ¿ D e d ó n d e a q u e l la f u r ia , a q u e l la s m a n o s c r is p a d a s , a q u e l b á r b a r o e s t r e m e c im ie n to , c u a n d o , t e n d id o e n e l s u e lo , v o lv ía s la e s p a ld a a la lu z o d io s a , o , e n f u r e c id o , r a s g a b a s a ito l a p a r tu s v e s t id u r a s y t u p e c h o y o p r im ía s lo s o jo s a m a d o s )J El nom bre de Ju n o infernal ( v . V i r g i l i o , Eneida V I 138) designa a P rosérpina, la tercera personalidad de H écate T riform e, esposa de Hades, que co rtaba el cabello fatal de los m oribundos. En el canto I V de la Eneida es Iris quien, po r orden de Ju n o , co rta el cabello de Dido m oribunda. 70 SILVAS y besabas los helados labios? Allí estaban, afligidos, el padre y ia madre del niño yacente, pero era a ti a quien miraban 175 atónitos sus padres. Y ¿qué tiene de extraño? El pueblo entero, la muchedumbre que te precedía por la via Flaminia, atravesando el puente Milvio *, lloró aquel sacrilegio, mien tras el niño inocente era entregado a las funestas llamas. Y por su belleza y por su edad merece el llanto: tal, traído del mar al puerto del Istmo, yacia Palemón tras su naufragio i&o bajo el abrazo de su m adre” ; así también, cuando jugaba sobre la hierba de Lerna, rica en serpientes, un reptil sediento desgarró con sus escamas a Ofeltes* para beber su sangre. Depón tus temores, cesa de recelar las amenazas de la muerte: ni Cérbero le ladrará con sus tres fauces, ni ninguna de las tres hermanas * le aterrará con su antorcha ni con sus ibs hidras enhiestas; por el contrario, el propio barquero temible del ávido esquife40 se adentrará más en las riberas estériles de la costa abrasada para que al niño no le sea difícil em barcar. Pero ¿qué noticia me trae por mi gozo el hijo del monte Cilene", caduceo en mano? ¿Puede haber una nueva gozosa 190 en momentos tan duros? El niño conocía la efigie del ilustre Bleso con sus nobles rasgos, por haberte visto tantas veces M M a r c i a l (VI 28, 5) no$ dice que la tum ba estaba ju n to a la via F lam inia (a la orilla derecha del Tíber, pasado el puente Milvio). Su m adre, In o , se a rro jó al mar con e) niño en sus brazos. Am bos fueron transform ados en deidades m arinas y form aron parte del cortejo de Nepiuno. u H ijo de Licurgo, rey de Nemea. Realm ente, las tres m uertes (de Palem ón, Ofeltes y Glaucias) sólo tienen en com ún la niñez y la belleza de las víctima«. » Las Furias: A lecto, M egera y Tisifone. * Caronte. 41 M ercurio, que nació en aquella m ontaña de Arcadia. LIBRO II 71 c u a n d o e n c a s a t r e n z a b a s g u i r n a ld a s n u e v a s m ie n t r a s e s t r e c h a b a s e n tu p e c h o s u f ie l im a g e n C u a n d o lo r e c o n o c ió a l v e r le r e c o r r e r la s o r i l la s d e l r ío L e te o e n t r e lo s p r ó c e r e s d e A u s o n ia , d e s c e n d ie n te s d e Q u i r in o , e n u n p r im e r m o m e n lo I9S s ig u ió t ím id a m e n te s u s p a s o s , a c e r c á n d o s e s in d e c i r n a d a y t i r a n d o d e l b o r d e d e s u s v e s t id u r a s ; lu e g o s e a p r o x im ó m á s , y B le so c e s ó e n s u in d i f e r e n c ia h a c i a q u ie n t i r a b a d e é l , to m á n d o lo p o r u n m ie m b r o d e s c o n o c id o d e s u d e s c e n d e n c ia . D e s p ué s , c u a n d o r e c o n o c ió a tu f a v o r i t o , la p r e n d a a m a d a d e s u a m ig o ú n ic o , e l n iñ o q u e e r a tu c o n s u e lo p o r h a b e r l e 200 p e r d id o a é l , lo a lz ó d e l s u e lo , lo a b r a z ó a s u c u e l lo r o b u s to , lo c o n d u jo , a l b o r o z a d o , d e s u m a n o d u r a n t e m u c h o t i e m p o y le o f r e c ió lo s d o n e s q u e b r in d a e l a m a b le E lís e o : r a m a s e s té r i le s , a v e s s i le n c io s a s y p á l id a s f lo r e s q u e n o g e r m in a n . Y 205 n o le im p id e q u e s e a c u e r d e d e t i , s in o q u e c o m p a r te c o n c a r iñ o tu s s e n t im ie n to s y c o r r e s p o n d e a la t e r n u r a d e l p e q u e ñ o . T a l h a s id o e l d e s t i n o d e q u ie n te h a s id o a r r e b a t a d o . ¿ P o r q u é n o c u r a s y a tu s h e r id a s y a lz a s e s a c a b e z a , h u n d id a e n e l d o lo r ? V e s q u e t o d o e s tá m u e r to o l l a m a d o a m o r i r : d e s f a l le c e n la s n o c h e s , lo s d ía s y lo s a s t r o s , y a la t i e r r a 210 m a c iz a e n n a d a le a p r o v e c h a s u e s t r u c tu r a . L a h u m a n id a d e s u n a r a z a p e r e c e d e ra : ¿ q u ié n l l o r a r á l a m u e r te d e u n a e s p e c ie c a d u c a ? A é s to s lo s r e c la m a la g u e r r a ; a a q u é l lo s , lo s m a re s ; a u n o s c o n s u m e s u a m o r , a o t r o s s u lo c u r a o s u a n s ia e x a c e r b a d a , s in h a b la r d e la s d o le n c ia s ; a é s to s lo s d e v o r a n 215 la s g é l id a s f a u c e s d e l I n v ie rn o ; a a q u é l lo s , e l S i r io m o r t a l c o n s u fu e g o a g o b ia n te ; a o t r o s lo s a g u a r d a e l p á l id o O to ñ o d e p lu v io s o b o s te z o . T o d o lo q u e l le g a a n a c e r te m e e l f in a l : 0 M e lio r tenia en s u c a s a eJ re tra to en c e r a d e $u a m ig o B le so (ver I I 3 , 7 7 ; M a r c i a l V I I I 3 8 ) , c u y a m e m o r ia h o n r a b a te j ie n d o p a r a ¿I g u i r n a ld a s s ie m p r e f re sc a s . 72 SILVAS i r e m o s , i r e m o s to d o s . É a c o 4í a g i ta s u u r n a p a r a s o m b r a s 220 s in n ú m e ro . P e r o é s te a q u ie n l lo r a m o s , fe l iz , l ib r e d e las a s e c h a n z a s d e l d e s t i n o , e s c a p a a lo s h o m b r e s y a lo s d io s e s y a l a z a r d e la s d e s d ic h a s y a lo s p e l ig ro s d e n u e s t r a v id a in c ie r ta . N i p id ió , n i te m ió , n i r e c h a z ó la m u e r te : s o m o s n o s o tro s q u ie n e s fo rm a m o s la m u c h e d u m b re a n g u s t ia d a ; n o s o t r o s s o m o s lo s m is e ro s : n o s o t r o s , p a r a q u ie n e s p e r m a n e c e in c ie r to d e d ó n d e n o s v e n d r á e l d í a s u p r e m o , c u á l s e r á el 22$ té r m in o d e n u e s t r a s v id a s , d e q u é s ig n o n o s a m e n a z a el r a y o , q u é to r m e n ta h a r á r e s o n a r n u e s t r a h o r a f a ta l . E s o ¿ n o le c o n m u e v e ? Y , s in e m b a r g o , v a s a c o n m o v e r te d e c o r a z ó n . V e n a q u í , G la u c ia s , f r a n q u e a n d o e l u m b r a l o s c u r o ; tú , el ú n ic o q u e t ie n e la p o te s t a d d e c o n s e g u ir lo t o d o , p u e s to q u e a la s a lm a s in o c e n te s n o les c i e r r a n e l p a s o n i e l b a r q u e r o 44, 2 jo n i e l c o m p a ñ e r o in s ig n e d e la f i e r a m o n s t r u o s a 45; s o s ie g a tú s u p e c h o , n o p e r m i ta s q u e r ie g u e s u s m e ji l la s e l l l a n to , c o lm a d e b ie n s u s n o c h e s c o n t u s d u lc e s p a l a b r a s y tu s r a s g o s v iv ie n te s ; m u é s t r a le q u e n o h a s m u e r to y tú , q u e p u e d e s , in s is te e n c o m e n d a n d o a s u c u id a d o a t u h e r m a n a a f l ig id a y a tu s m ís e ro s p a d re s . ° R e y de Egina, padre de Peleo (y, por consiguiente, abuelo de Aquiles), que después de su m uerte era juez en los infiernos juntam ente con M inos y R adam anto (v. O v i d i o , M etam orfosis X III 25 y ss,). u Caronte. 41 La fiera es, sin duda , Cèrbero; su acom pañante es, para algunos. Éaeo. M ás verosímil parece que se Hate de P lu tón , dios de los infiernos, a quien C èrbero obedecía. LIBRO II 73 2 LA VILLA DE POLIO FÉLIX EN SORRENTO46 H a y , e n t r e la s m u r a l la s c o n o c id a s p o r e l n o m b r e d e la s S i r e n a s y lo s a c a n t i l a d o s d o n d e se a s ie n ta e l te m p lo d e M in e r v a T i r r e n a ^ , u n a v i l la e n c u m b r a d a q u e c o n te m p la la s a g u a s d e D ic e a r q u ía '* y d o n d e se e x t ie n d e n u n o s c a m p o s d i le c to s d e B r o m i o ” , p o r c u y a s a l ta s c o l in a s m a d u r a n u n a s u v a s q u e n o e n v id ia n a la s q u e s e p r e n s a n e n F a le m o . F u e s a l lá — d e s p u é s d e lo s f e s te jo s q u in q u e n a le s q u e s e ñ a la n lo s lu s t r o s e n m i p a t r i a c u a n d o y a e n e l e s t a d io s e a s e n ta b a u n a p a z p e re z o sa , c u a n d o se h a b ía p o s a d o la b la n c a p o lv a re d a ** Acerca de Polio Ffciix, aparte de este poem a, tenem os la dedicatoria del libro tercero y el prim er poem a del m ism o, asi com o el poem a IV 8, dedicado a su yerno Julio Menécrates. Su nom bre aparece en una inscripción de Pozzuoli y en un grafito del m onte Posílípo que hace referencia a su villa de L im ón (cf. II 2, 82 y III 1, 149). En cuanto a la villa, parece que estaba situada entre Sorren to y M asa, donde existen num erosas ruinas rom anas y hay un lugar denom inado M arina d i Puolo {esto es, de Polio). 4T t a tradición situaba a las Sirenas en los islotes próxim os a la península de Sorren to , en la que se alzaba un tem plo consagrado a ellas; la etim ología popular relacionaba el nom bre de SorTento con ei de las Sirenas. En cuanto al nom bre de M inerva T irrena (ver III 2 , 24 y V 3, 165), obedece a la existencia de un santuario de la diosa en lo alto de los farallones, dom inando el m ar T irreno. ** A ntiguo nom bre de Puteoli, la actual Pozzuoli, población m arítim a sobre el golfo de Ñ ipóles. " Sobrenom bre d t Baco. M Se tra ta de los juegos en honor de Augusto (A ugustalia), que vinieron a sustitu ir a los juegos anuales de Pariónope (esto es, de Nápolcs) y de los que nos habla E s t r a b ó n (5, 246). Ver III 5, 92. En ellos había obtenido Estacio una victoria (ver V 3, 225), 74 SILVAS c o n la m a r c h a d e lo s a t l e ta s e n b u s c a d e la s c o r o n a s d e A m b r a c i a 31— f u e a l lá d o n d e , g o z o s o , m e l l e v a r o n , p o r m is a g u a s n a ta le s ” , l a e lo c u e n c ia d e l a p a c ib le P o l io y la ju v e n i l 10 g r a c ia d e la r ie n te P o la ; g o z o s o , e im p a c ie n te p o r d i r ig i r m is p a s o s a d o n d e , s ig u ie n d o s u f a m o s a ru ta » s e p i s a la v ia A p ia , la r e in a d e la s la r g a s c a lz a d a s . P e r o a q u e l la d e m o r a fu e u n a d ic h a : la s a g u a s , e n f o r m a d e m e d ia tu n a , a l r e t i r a r s e , p lá c id a s , m u e r d e n a q u i y a l lá lo s c u r v a d o s c a n t i le s . L a n a tu r a le z a o f re c e e l e s c e n a r io : h a y u n a iss o la p la y a q u e in t e r r u m p e e l r o q u e d o y d a e n t r a d a a lo s c a m p o s a l p ie d e la s e s c a r p a s . U n p r im e r a t r a c t i v o d e l p a r a je : h u m e a n u n o s b a ñ o s c o n d o s b ó v e d a s ” y e l a g u a d u lc e f lu y e d e s d e l a ( ie r r a a l e n c u e n t r o d e la m a r a m a r g a . E s a l l í d o n d e p re f ie re b a ñ a r s e e l á g i l c o r o d e F o r c o * y C im o - 2o d o c e a 35, la d e lo s h ú m e d o s c a b e l lo s , y la g la u c a G a l a t e a * . A n te la m o r a d a , m o n t a l a g u a r d i a e l c e r ú le o s e ñ o r 57 d e la s o la s e n c r e s p a d a s , c u s to d io d e a q u e l h o g a r in o c e n te ; s u s a n t u a r i o ” s e c u b r e d e e s p u m a c o n e l b e n ig n o o le a je . A lc id e s p r o te g e lo s c a m p o s u b é r r im o s y e l p u e r to s o n r íe a lo s p ie s d e a m b a s d e id a d e s : la u n a v e la p o r la c a m p iñ a ; l a o t r a d e t ie n e 25 la f u r ia d e la s o la s . L a b o n a n z a d e l p ié la g o es u n a m a ra v i l la : Es decir, que todos ios atletas que habían participado en los juegos Augustales se habían dirigido a A m bracia (en Hpiro), donde se celebraban los juegos A ctíacos en m em oria de la batalla de Accio. ” Las de] golfo de Ñ ipóles. ” Se tra ta , probablem ente, de las cubiertas de los caldaria (bafios calientes), uno de agua dulce y o tro de agua de m ar. M Hijo de N eptuno, padre de las G órgonas, m etam orfoseado en dios marino. JJ N infa m arina. * U na de las Nereidas. JT N eptuno. E l m a r . LIBRO II 75 a llí la s a g u a s , f a t i g a d a s , d e p o n e n s u c ó l e r a y e l A u s t r o v io le n to s o p la c o n m á s d u lz u r a ; a llí e l r ig o r d e la b o r r a s c a se to c n a m á s s u m is o , y la a p a c ib le r a d a d e s c a n s a s in p r o c e la s , im i t a n d o e l t a l a n t e d e s u d u e ñ o . D e s d e a l l í t r e p a u n p ó r t i c o p o r la s p in a s a l tu r a s , o b r a ¿o c o m p a r a b le a t o d a u n a c iu d a d , q u e c o n s u e x t e n s o d o r s o d o m i n a la s r o q u e ñ a s a s p e re z a s . P o r a l l í , d o n d e a n t a ñ o , e n m e d io d e u n a o s c u r a p o lv a r e d a y la f ie r e z a a d v e r s a d e l c a m in o t o d o e r a s o l , e s a h o r a u n p la c e r a d e n t r a r s e ; a s i , c u a n d o s e a s c ie n d e a la e le v a d a c im a d e É f i r a , l a c iu d a d d e B a q u i s ” , c o n d u c e a l v ia je r o la r u t a s o m b r e a d a d e s d e e l t e m p lo d e L ie o , e l h i jo n u t r i c io d e I n o * . 35 A u n c u a n d o e l H e l i c ó n m e o f r e c ie r a t o d o s s u s t í o s 61 y e l m a n a n t i a l d e P i p í a *2 a p a g a r a m i s e d o la p e z u ñ a d e l c a b a l lo a l a d o la s a c ia r a c o n l a r g u e z a 61; a u n q u e la a r c a n a F e m ó n o e " m e b r i n d a r a s u s f u e n te s in t a c ta s o la s q u e m i a m ig o P o l io , b a jo lo s a u s p ic io s d e F e b o , h a e n t u r b i a d o a l s u m e r g i r su á n f o r a a lo h o n d o , y o n o a l c a n z a r í a a ig u a la r , u s a n d o d e lo s 40 r i tm o s d e la s P ié r id e s , la s b e lle z a s in n ú m e r a s y lo s e n c a n to s ** Éfira es el antiguo nom bre de C orinto (ver O v i d i o , M etam orfosis I I 240; V i r g i l i o , Geórgicas I I 464; E s t a c i o , Tebaida V I 652), tom ado del de la ninfa del m ism o nom bre (ver V i r g i l i o , Geórgicas IV 343). E n cuan to a Baquis, es uno de los antiguos reyes de Corinto. w Lieo, esto es, Baco, fue am am antado po r Ino (cf. supra, n. 25). 41 Cf. supra, L. I, n. 49. « Cf. supra, L. I, n. 179. 41 P e g a s o , e l c a b a l l o a l a d o , h i z o b r o t a r c o n s u s c a s c o s l a f u e n t e H ip o * c r e n e , c o n s a g r a d a a la s M u s a s ( v e r H o r a c i o , Odas IV I I , 27; O v i d i o , M etam orfosis IV 785 y V 262). 44 Hija de A polo, a la que se atribuye la invención de hexám etro , y que, según la tradición, fue la prim era pitonisa de D eltas (ver P u n i ó , Hist. Nat. X 7; L u c a n o , V 126; P a u s a n i a s , X 5, 7; E s t r a &ó N, ¡X 419). Ella podría ab rir a Eslacio la fuente in tacta de C astalia, consagrada a las M usas (ver V i r g i l i o , Geórgicas III 293) y la que Febo ha o torgado a Polio. 76 SILVAS d e p a r a je s ta le s . R e c o r r i é n d o lo s u n o p o r u n o e n s u s e r ie in m e n s a , a p e n a s b a s t a r o n m is o jos» a p e n a s m is p a s o s . ¡Q u é in f in id a d d e jo y a s ! ¿ Q u é p o d r í a a d m i r a r e n p r im e r té rm in o ? , 45 ¿ la ín d o le d e ) p a r a j e o d e s u d u e ñ o ? E s ta e s ta n c ia c o n te m p la e l n a c im ie n to , e l t i e r n o f u lg o r d e F e b o ; a q u é l la lo r e t ie n e e n s u d e c liv e y se n ie g a a d e s p e d i r su lu z p o s t r e r a c u a n d o y a d e s fa l le c e e l d ía , c u a n d o y a c a e la s o m b r a d e (a m o n ta ñ a o s c u r a s o b r e la s a g u a s , y la m a n s ió n s e m i r a e n e l c r i s t a l d e l m a r . E s to s a p o s e n to s r e s u e n a n c o n e l c l a m o r d e l p ié la g o ; 50 a q u é l lo s d e s c o n o c e n e l s o n o r o o le a je y p r e f ie r e n la t i e r r a s i le n c io s a . A q u í N a tu r a l e z a s e h a m o s t r a d o p r ó d ig a ; a l lá , v e n c id a , s e h a d o b le g a d o a n te q u ie n la h a b i t a y , d ó c i l , se h a s o m e t id o a u s o s ig n o r a d o s : d o n d e h u b o u n m o n te , ves a h o r a u n l la n o ; f u e r o n c u b i le s la s e s ta n c ia s e n q u e h o y te a d e n t r a s ; 55 d o n d e v e s h o y e s c a r p a s d e a r b o le d a s , n i s iq u ie r a h u ,b o t i e r r a . E l d u e ñ o s e h a h e c h o d u e ñ o : e l s u e lo , d o m e ñ a d o , se g o z a c o n a q u e l q u e d a f o r m a y s o m e te a lo s r o q u e d o s . C o n te m p la a h o r a lo s r is c o s o b e d ie n te s a l y u g o y c ó m o la m o n t a ñ a p e n e t r a e n l a m o r a d a y s e r e t i r a , s o m e t id a a l m a n d a to . 60 C e d a n y a a n te t i e l t a l e n to d e l v a te d e M e t i m n a My la l i r a s in p a r d e T e b a s 66 y la g lo r i a d e l p le c t r o g é t ic o t ú ta m b ié n m u e v e s la s p ie d ra s ; t a m b ié n a ti t e s ig u e n la s s e lv a s e n c u m b r a d a s . ¿ Q u é d e c i r d e la s v ie ja s o b r a s d e a r te , la s p in t u r a s y b ro n c e s , t o d a s la s q u e s e g o z a n d e h a b e r v iv i f ic a d o lo s w Ciudad de Lesbos, patria de A nón, poeta cuya obra apenas conocemos {ver C i c e r ó n , Tusculanas II 67) y que, según la leyenda, dom inaba a ios delfines. w Hace referencia a Anfión, rey de Tebas, que construyó las m urallas de su ciudad al son de su lira (cf. infra, L. III, nn. 15 y 45). *’ El plectro de Orfeo. que podía m over y conm over a las piedras, los árboles, las fieras y los seres infernales (cf. infra. L. III, n. 13). LIBRO II 77 c o lo re s d e A p e le s , t o d a s la s q u e , a d m ir a b le s , e s c u lp ie r o n la s m a n o s d e F id ia s , a u n c u a n d o e s t a b a P i s a d e s p o b l a d a y 65 la s q u e c o b r a r o n v id a o b e d e c ie n d o a l a r t e d eM i r ó n o al c in c e l d e P o l ic le to , y lo s b r o n c e s , d e m á s v a lo r q u e e l o r o , s a l id o s d e la s fu n d ic io n e s d e ! I s tm o **, lo s b u s to s d e c a u d i l lo s , d e p o e t a s y s a b io s d e a n t a ñ o a q u ie n e s p r o c u r a s im i ta r , a q u ie n e s a m a s d e to d o c o r a z ó n , e x e n to d e in q u ie tu d e s , l le n o 70 tu e s p í r i tu d e s e r e n a v i r tu d y d u e ñ o s ie m p r e d e t i m is m o ? ¿A q u é r e m e m o r a r la s m il c u m b re s c o n s u s v a r ia d o s p a n o r a m a s ? C a d a d o r m i to r io t ie n e s u e n c a n to y s u m a r e x c lu s iv o , y m á s a l lá d e l d o m in io d e N e r e o q u e s e t i e n d e a s u s p ie s , c a d a v e n ta n a es d u e ñ a d e s u v is ta p r iv a d a s o b r e la t i e r r a : é s t a ?s c o n te m p la I n á r i m a ” ; d e s d e a q u é l la se m u e s t r a la e s c a r p a d a P r ó q u i t a ’ 1; d e s d e a l l í se d iv is a a l e s c u d e r o d e H é c to r , e l m a g n á n i m o ” ; d e s d e a l lá , r o d e a d a p o r e l p ié la g o , e m a n a N e s i s TJ s u m a l ig n o a l ie n to ; d e l o t r o l a d o s e l e v a n ta E u p l e a T4, fe liz a u g u r io p a r a la s n a v e s q u e p a s a n , y M e g a l i a ” , q u e 44 A Olim pia se le d a con frecuencia en poesía el nom bre de Pisa (cf. supra, L. 1, n. 102), en virtud de su cercanía. La genialidad de Fidifu, antes de haber esculpido su ob ra n u e s tra del Zeus O lím pico, ya hab ía b rillado en sus em presas m enores, a m odo de ensayos (ver I 3, 30). * Los bronces de C orinto gozaban de alto aprecio (ver P U N IO , H isto ria N atu ra l 34, I . * L a actual lsctaia (ver V i r g i l i o , Ene id a IX 716). ” La Prócida actual (ver V i r g i l i o , Ene id a IX 715). n El cabo M iseno (cf, in/ra, I. III, n. 18), nom bre procedente de un com pañero de Uüscs, pero a quien en la leyenda de Eneas vemos convertido en troyano (ver V i r g i l i o , Ene id a VI 162 y 232 y ss.). n Islote form ado p o r un cráter que em anaba gases mefíticos. 74 Ver I I I 1,149. AHI se encontraba un san tuario dedicado a Venus bajo la advocación de «protectora de la navegación», que es lo que en griego significa el nom bre de Euplea. M égaris po r o tro nom bre. 7S SILVAS ao y e rg u e s u s r o m p ie n te s f r e n te a la s c u r v a s o la s , y t u p r e d io d e L i m ó n q u e s e d u e le d e q u e s u a m o d e s c a n s e f r e n te a é l, y c o n te m p la a lo le jo s t u m a n s ió n d e S o r r e n to . P e r o h a y , s in e m b a r g o , u n a e s ta n c ia , u n a q u e s o b r e p a s a c o n m u c h o a to d a s la s d e m á s y q u e , e n l ín e a r e c ta s o b r e e l m a r , te t r a e la v is ta d e P a r t é n o p e 77; e n e l la , lo s m á rm o le s e s c o g id o s d e lo M h o n d o d e la s c a n t e r a s g r ie g a s , la p ie d r a q u e a l u m b r a n lo s f i lo n e s d e la o r ie n t a l S i e n e 71, la q u e lo s p ic o s f r ig io s h a n a r r a n c a d o d e la a f l ig id a S tn á d a e n lo s c a m p o s d e C íb e le d o l i e n t e ” , m á r m o l c o lo r e a d o e n q u e b r i l la n lo s c í rc u lo s p u r p ú r e o s s o b r e s u f o n d o c á n d id o ; a q u í t a m b ié n e l q u e h a 9o s id o c o r t a d o d e la m o n t a ñ a d e l a m ic le o L i c u r g o 10, q u e v e rd e a im i ta n d o la s h ie r b a s q u e s e d o b la n s o b r e la s r o c a s ; y a q u í b r i l la n lo s a m a r i l lo s m á rm o le s d e N u m id ia c o n lo s d e T a s o s , Q u ío s y C a r i s to , q u e a l c o n te m p la r la s o la s se re c re a n ; to d o s e l lo s , v u e l to s h a c ia la s to r r e s d e C a lc iS 11, e n v ía n su s a lu d o . T e f e l ic i to p o r t u a m o r a lo g r ie g o y p o r f r e c u e n ta r 9$ la s t i e r r a s g r ie g a s . N o lo to m e n a m a l la s m u r a l la s d e D i- c a r c o *2 q u e te d ie r o n e l s e r : n o s o t r o s “ a d o p t a r e m o s d e b u e n g r a d o a ta n d o c t o d is c íp u lo . H Situado, al parecer, e n e) m onte Posilipo, al sudoeste de Nápoles, cerca del lugar donde se encuentra el presunto sepulcro de Virgilio. n C f . supra, 1 .1 , n . 12?. n Ciudad del a lto Egipto, actual Assuán, célebre po r su granito rojo (cf. IV 2, 27, y P u n ió , H isto r ia N a tu ra l XXXVI, 63). * Cf. n. 230 ai I. I. w Amicleo, esto es, espartano (cf. supra. n. 105 a! L . !, c infra, I.. V, n. 147). Cf. n, 128 al I. I. ,J P resunto fundador de D iccarquia. esto es, de Pozzuoli (cf. supra. n. 48), ciudad natal de Polio Félix. M N osotros, los napolitanos, puesto que Nápoles, la patria de Estacio, fundación de los griegos calcidicos, era una ciudad helénica. LIBRO II 79 ¿ Q u é d e c i r a h o r a d e lo s r ic o s f r u to s d e la t i e r r a , d e la s c a m p iñ a s q u e s e a d e n t r a n e n e l m a r y d e la s r o c a s p r e ñ a d a s d e l n é c t a r d e B a c o ? M u c h a s v e c e s , e n o to ñ o , c u a n d o L i e o M e s t á y a e n s a z ó n , t r e p a u n a N e r e id a p o r lo s a c a n t i l a d o s y, o c u l ta e n t r e la s s o m b r a s d e la n o c h e , e n ju g a c o n u n p á m p a n o m a d u r o e l r o c ío d e s u s o jo s y r o b a d e lo s m o n te s d u lc e s u v a s . M u c h a s v e c e s t a m b ié n h a s id o s a lp i c a d a la v e n d im ia p o r la s o la s v e c in a s , h a n c a íd o lo s S á t i r o s e n lo s b a j ío s y a D ó n d e 1-, d e s n u d a e n t r e la s o n d a s , h a n a n s ia d o a p r e s a r l a lo s m o n ta r a c e s P a n e s u . S é f e r a z , t i e r r a , p a r a c o n tu s a m o s , h a s ta q u e a m b o s a lc a n c e n la e d a d d e lo s a n c ia n o s d e M ig d o n ia y d e P i l o s 17; n o c a m b ie s tu n o b le e s c la v i tu d ; q u e n o te a v e n ta je n e n le a l ta d n i e l p a la c io t i r i n t i o M n i la e n s e n a d a d e D i c a r c o w y q u e n o p r o p o r c io n e n d e s c a n s o a tu s d u e ñ o s c o n m a y o r f r e c u e n c ia lo s d u lc e s v iñ e d o s d e l t e r a p n e o G a le s o * . C u a n d o P o l io s e e n t r e g a a q u í a la s a r te s d e la s P ié r id e s — y a p r e f ie r a la s le c c io n e s q u e b r in d a el f i ló s o fo d e G a r g e to * 1, y a t a ñ a ** M etonim ia: la¿ uvas (cf. supra, n. 181 a l 1 .1). M H ija de O céano y de Tetis, esposa de N ereo y m adre de las Nereidas (ver O v i d i o , M e tam orfo sis 11 11 y 269). M El nom bre del dios Pan se aplica tam bién, po r analogía, a otras deidades de los cam pos y m ontes (faunos y silvanos). *’ Son, respectivam ente, T itono (h ijo de Laom edonte y esposo de la A"Urora, natural de la M igdonia frigia, esto es, troyano, y no de la M igdonia m acedónica) y N éstor, cuya patria era Pilos, en M csenia. u Propiedad de Polio Félix en T íbur (la actual Tivoli), ciudad vinculada al culto de Hércules, el héroe de T irin lo (cf. supra, n. 150 al 1 .1). M Esto es, de Pozzuoli (cf. supra, nn. 4? y 82). M Río próxim o a T áren lo , ciudad fundada po r T aras , hijo de Neptuno, pero conquistada posteriorm ente po r lacedem onios que le dieron lustre e im portancia; de ahi el adjetivo terapneo, aplicado al rio , y que deriva de la ciudad de T erapna, en el Peloponeso, no lejos de Esparta. M Cf. supra, 1. I, n. 160. 80SILVAS nuestra lira’2, ya componga poemas discordantes” , o ya, lis amenazador, desenvaine los ofensivos yambosw—, ia alada Sirena” acude del cantil a unos cantos más bellos que los de ella, mientras Tritonia escucha, moviendo con asenso su cimera96. En esos instantes, cae la violencia de los vientos, los mares mismos refrenan su rugido, emergen de las aguas los delfines, se sienten atraídos hacia tu docta lira y nadan dulcemente al ras de los escollos. 120 A s í v iv a s , m á s a f o r tu n a d o q u e lo s t e s o r o s d e M id a s y q u e e l o r o d e L id ia , d ic h o s o p o r e n c im a d e lo s re y e s d e T r o y a y d e l É u f r a te s , p u e s n o te a f e c ta r á n n i lo s fa s c e s a m b ig u o s , n i e l v u lg o t o r n a d i z o , n i la s le y e s , n i M a r t e , a ti q u e c o n p e c h o m a g n á n im o d o m in a s e s p e r a n z a s y te m o r e s , 125 p o r e n c im a d e to d a s la s p a s io n e s , l ib re d e in c e r t id u m b r e s y e s q u iv a n d o e l r e n c o r d e la F o r tu n a ; a q u ie n n o s o r p r e n d e r á e l d í a s u p r e m o h u n d id o e n ia v o rá g in e a z a r o s a d e lo s n e g o c io s , s in o p r e s to a p a r t i r y s a c ia d o d e v id a . N o s o t r o s , m u c h e d u m b r e s in re lie v e , d is p u e s to s a s e r s ie rv o s d e lo s b ie n e s 130 c a d u c o s y a d e s e a r lo s s ie m p re , n o s d a m o s a l a c a s o ; tú , d e s d e e l e x c e ls o a lc á z a r d e tu e s p ír i tu , c o n te m p la s a tu s p ie s n u e s t r o e x t r a v ío y r íe s d e l a f á n d e lo s m o r ta le s . H u b o u n t i e m p o e n q u e s e te d i s p u ta b a n lo s a p la u s o s d e d o s p a t r i a s g e m e la s ” , y , a l t iv o , a d m i t í a s q u e t e c o n d u je r a n e n l i t e r a p o r la s d o s n La de los versos épicos, esto es, los hexám etros, w Poem as elegiacos, preferentem ente en disticos que com binan hexá m etro y pentám etro. u M etro especialmente ap to para la invectiva. w Parténopc (cí. supra. 1.1, n. 127). M M inerva (cf. sup ra , 1.1, n . 30), diosa de la sabiduría, oye con com pla cencia los versos de Polio desde su tem plo (ver II 2, 2). ,T Su ciudad natal, Pozzuoli, y aquella a la que estaba adscrito por su derecho de ciudadanía: Nápoles. LIBRO II 81 c i u d a d e s n , r e s p e ta d o h a s ta e l c o lm o , d e u n a p a r te , p o r lo s c o lo n o s d ic e a r q u e o s * 9, y d e o t r a , r e c l a m a d o p o r m is c o n - 135 c i u d a d a n o s 190, e ig u a lm e n te g e n e r o s o c o n lo s u n o s y lo s o t r o s , a r d ie n te c o m o jo v e n y o r g u l lo s o d e tu p le c t r o b i- f r o n te A h o r a , p o r e l c o n t r a r io , d i s ip a d a la n ie b la , c o n te m p la s la v e r d a d e r a c a r a d e la s c o s a s : o t r o s se d e ja n a r r o j a r a q u í y a l lá s o b r e e l p r o f u n d o p ié la g o , m ie n t r a s tu n a v e , in d e m n e , h a a r r i b a d o a l p lá c id o s o s ie g o d e u n p u e r to s e g u ro . S ig u e as í: n u n c a e x p o n g a s a n u e s t r a s t e m p e s ta d e s t u e s q u if e , i*o q u e h a a l c a n z a d o y a e l d e s c a n s o . Y t ú , c o n m u c h o , e n t r e lo s jó v e n e s * * * ,M lo s c u id a d o s n o h a n a l t e r a d o t u c o r a z ó n , n i lo s p e l ig ro s (u f r e n te : e n tu r o s t r o s ie m p r e h a b r i l la d o , c á n d id a , la a le g r ía , y la s e r e n id a d , q u e n o s a b e d e a n g u s t ia s ; tu s b ie n e s n o se a h o g a n , s e p u l t a d o s e n u n a r c a in f e c u n d a , n i 150 a t o r m e n ta n t u e s p í r i tu lo s c o s to s d e la u s u r a a v a r i e n ta : tu f o r t u n a s e v e a la lu z d e l d ía , y t a m b ié n t u p r u d e n c ia a l s a b e r d i s f r u ta r l a . N o e x is te n c o r a z o n e s q u e h a y a u n id o n in g ú n d io s m á s b e n ig n o , n i o t r a s a lm a s q u e h a y a a s i a l im e n ta d o la C o n c o r d ia . S e d , l ib re s d e c u id a d o s , s u s s e g u id o r e s v o s o t r o s , u s c u y o s p e c h o s h a n u n id o s u s fu e g o s p a r a s ie m p r e y c u y o s a n to a m o r g u a r d a la s le y e s d e u n a c a s ta t e r n u r a . M a r c h a d a ñ o p o r a ñ o , s ig lo a s ig lo , y a v e n ta ja d la s g lo r ia s d e la p r í s t i n a f a m a . * Esto es, que te tribu taran en am bas los honores de ordenanza. w Los de Pozzuoli (cf. supra, n. 82). 1(0 Los napolitanos. 161 Es decir, de tu lira que can taba a am bos pueblos. ,M Existe una laguna en el tex to de este párra fo , que está dirigido a P o la A rgentaría, 8 2 SILVAS 3 E L Á R B O L D E A T E D IO M E L IO R m P a r a d a r s o m b r a a la s a g u a s t r a n s p a r e n te s d e l e x q u i s i to M e l io r , se y e rg u e u n á r b o l q u e c u b r e e l la g o e n te r o ; ¿ p o r q u é d e s d e la b a s e d e s u t r o n c o s e e n c o r v a h a c ia la s a g u a s p a r a a lz a r s e d e s p u é s a la s a l tu r a s c o n s u c im a d e r e c h a , t a l c o m o s i n a c i e r a u n a v e z m á s d e l c e n t r o d e la s o n d a s y r e s id ie r a n 5 s u s a r c a n a s r a le e s e n e l c r is ta l d e ) la g o ? ¿ P a r a q u é c o n s u l t a r a F e b o e n a s u n to t a n n im io ? V o s o t r a s , N á y a d e s , r e v e la d m e la s c a u s a s , y v o s o t r o s , lo s F a u n o s , p u e s to q u e e s s u f ic ie n te , in s p i r a d m e , p r o p ic io s , m i p o e m a . L o s d e l ic a d o s c o r o s d e la s N in fa s h u ía n a n te P a n ; é l c o r r í a c o m o s i la s p e r s ig u ie r a a to d a s , p e r o t a n s ó lo a F ó lo e io p e r s e g u ía . M a s e l la , p o r b o s q u e s y p o r r ío s e s q u iv a b a y a la s p a t a s p e lu d a s y a lo s a u d a c e s c u e r n o s d e s u p e r s e g u id o r . E n s u h u id a p o r la m a r c ia l f lo r e s ta d e J a n o y la s o s c u r a s m o r a d a s d e C a c o y lo s c a m p o s d e Q u i r in o , l le g ó , s u s p e n s a , a la in h ó s p i t a t i e r r a d e l C e l i o lw; a llí , v e n c id a a l f in p o r la f a t ig a , 15 r e n d id a d e t e m o r , d o n d e a h o r a se le v a n ta , a c o g e d o r a , s in d o b le z , la m a n s ió n d e l p a c íf ic o M e l io r , a j u s tó , m á s c e ñ id a , s u v e s te a z a f r a n a d a , y se t e n d ió a l a o r i l l a d e u n a n iv e a m a rg e n . L a s ig u e , r a u d o , e l d io s d e lo s g a n a d o s ; l a t ie n e y a p o r s u y a ; d e s u p e c h o in f l a m a d o e x h a la y a s u s p i r o s ; y a se 2o c ie rn e , l ig e ro , s o b r e s u p re s a . P e r o h e a q u í q u e D ia n a , ,M Cf. sttpra, r . J. )W El poeta, com o se ve, presenta a la ninfa corriendo acá y allá po r los m ontes donde se alzarla la fu tu ra Rom a: el Janículo; e! em plazam iento de la gru ta de C aco (en el Avenlino o-el Palatino); el Q uirinal y , po r últim o, el Celio. LIBRO II 83 r e c o r r i e n d o la s s ie te c o l in a s m ie n t r a s s ig u e la s h u e l la s d e u n a c ie r v a d e l A v e n t in o *w , d ir ig e a l lá s u s p a s o s p r e s u r o s o s . T a l v is ió n c o n t r a r ió a la d io s a , q u e , v o lvié n d o s e a s u s fie le s c o m p a ñ e r a s , d i jo a s i: « ¿E s q u e n o v o y a im p e d ir n u n c a su s l ib id in o s a s r a p iñ a s a e s ta s b e s tia s e n g re íd a s c in n o b le s ? ¿ S ie m - 25 p r e d e c r e c e r á la m u c h e d u m b r e d e m i v irg in a l s é q u ito ? » . T r a s e s ta s p a l a b r a s , e x t r a jo d e s u a l j a b a u n a f le c h a c o r t a y la a r r o j ó s in t e n s a r e l a r c o , s in e m i t i r e l z u m b id o d e c o s tu m b re : s e l im i tó a l a n z a r l a c o n s u m a n o y a r o z a r — ta l se d ic e — c o n e l e x t r e m o d e la s a e ta e l s o p o r im p o r tu n o d e la N á y a d e , q u e , a l in c o r p o r a r s e , v io a l m is m o t i e m p o l a lu z d e l » d í a y a s u a u d a z e n e m ig o : p a r a n o d e s c u b r i r s u c u e r p o d e n ie v e , s e p r e c ip i tó a la f u e n te c o n t o d a s s u s v e s t id u r a s y , e n lo p r o f u n d o d e la s a g u a s , c re y e n d o q u e P a n la s e g u ia , r e c u b r ió s u s m ie m b r o s c o n la s a lg a s d e l f o n d o . ¿ Q u é p o d ía h a c e r el r a p t o r a n te la f r u s t r a c ió n in e s p e r a d a ? N o s e a tre v e a c o n f ia r 35 s u c u e r p o a la s p r o f u n d a s a g u a s , c o n s c ie n te d e q u e s u p ie l e s t á e r i z a d a d e p e lo , y s in s a b e r n a d a r d e s d e s u in f a n c ia . D e s p u é s d e p r o f e r i r m i l q u e ja s c o n t r a e l d e s p ia d a d o B ro m io , c o n t r a la s h o s t i l e s a g u a s y la f le c h a h o s t i l , a l v e r u n t i e r n o p l á t a n o d e e s b e l to t a l lo e in n u m e r a b le s r a m a s , c u y a c im a se a l z a b a h a s t a lo s c ie lo s , lo p l a n tó j u n t o a la f u e n te , le a ñ a d ió 40 e n t o r n o b ie n h e c h o r a t i e r r a , lo r e g ó c o n la s a g u a s d e s e a b le s y le c o n f ió e s to s ru e g o s : « V iv e p o r la r g o t i e m p o , á r b o l , p r e n d a d u r a b l e d e m i a n h e lo : g u a r d a tú a l m e n o s e l a m o r p o r e s te le c h o o p a c o d e u n a N in f a e n e m ig a , in c l ín a te s o b r e e l la y p r o te g e s u l in f a c o n tu f r o n d a . H ila lo h a m e re c id o , 45 p e ro n o p e rm ita s , te ru e g o , q u e la a g o b ie e l c a lo r d e l m e d io d ía n i l a h i e r a e l g r a n iz o d e s p ia d a d o ; a c u é r d a te t a n s ó lo d e IM El A ventino era el m onte consagrado especialm ente al culto de Diana. 84 SILVAS r o c i a r s u s a g u a s c o n t u s h o ja s p a r a e n t u r b i a r l a s . A s i o s r e c o r d a r é p o r la rg o t i e m p o a t i y a la d u e ñ a d e t a n g r a ta e s ta n c ia y o s g u a r d a r é a e l la y a t i c o n t r a lo s a g r a v io s d e la 50 v e je z , p a r a q u e la s f r o n d a s d e J ú p i t e r 106 y la s d e F e b o l0í, p a r a q u e e l c h o p o d e s o m b r a c a m b ia n te y t a m b ié n n u e s t r o s p in o s s e a s o m b r e n a n t e t u fo l la je » . A s í h a b ló . E l á r b o l , e n c e n d id o e n e l f u e g o q u e a n te s h a b ia in f l a m a d o a l d io s , se in c l in a c o n s u t r o n c o p e n d ie n te , c e rn ié n d o s e s o b r e la fu e n te g e n e r o s a y c o n te m p la la s a g u a s c o n s u s o m b r a e n a m o r a d a . 55 Y a n s ia a b r a z a r l a s , p e r o lo im p id e e l s o p lo d e la s l i n f a s lw, y n o c o n s ie n te e l b e s o . P o r ú l t im o , a l z á n d o s e a lo s a i re s c o n d e n u e d o , se y e r g u e d e lo h o n d o , y , o b e d ie n te a la s le y e s n a tu r a le s , e le v a d e n u e v o s u c o p a f le x ib le , c o m o si a lc a n z a r a 60 e l f o n d o d e l e s ta n q u e c o n o t r a ra íz . Y y a l a N á y a d e g r a t a a F e b o n o s ie n te o d io e in v i ta a p e n e t r a r e n s u s a g u a s a la s r a m a s a n te s r e c h a z a d a s . E s te e s e l o b s e q u io q u e te d e p a r o e n tu d i a n a ta l , m o d e s to , s i , p e r o q u iz á l l a m a d o a v iv ir s ig lo s s in c u e n to . T ú , e n c u y o p e c h o a p a c ib le p u s ie r o n s u s e d e u n a d ig n id a d b e n é v o la y 65 u n a v i r tu d g o z o s a , m a s p o n d e r a d a ; tú , p a r a q u ie n e l d e s c a n s o n o e s in d o le n c ia n i e l p o d e r in ju s t ic ia n i e l d e s e o d e s d o r o , q u e s ig u e s e l c a m in o e q u id i s ta n te d e lo h o n r o s o y lo d u lc e ; t ú , in c o r r u p to e n t u le a l ta d , a j e n o a t o d a in t r ig a , r e c a ta d o e n lo p ú b l i c o IW, y a q u e g o b ie rn a s tu v id a d e n t r o d e la m o d e r a - ?o c ió n ; t a n d i s p u e s to a d e s d e ñ a r e l o r o c o m o h á b i l p a r a a d m i n i s t r a r tu h a c ie n d a y p r o y e c t a r la lu z s o b r e tu s b ie n e s : f lo re c ie n te p o r s ie m p r e e n e s ta m o c e d a d d e e s p í r i tu y t a la n te , in s is te e n ig u a la r a lo s a n c ia n o s d e I l ió n y e n s o b r e p a s a r lo s IM Las encinas. 1,1 Los laureles. ** Obsérvese la com unicación de aires y aguas. lW Nótese la asociación de térm inos contradictorios (oxím oron). LIBRO 11 85 a ñ o s q u e t u p a d r e y t u m a d r e h a n c u m p l id o e n e l E lís e o : ta l es lo q u e e llo s h a n im p e tr a d o d e la s d e s p ia d a d a s h e r m a n a s ,w; e l lo s y l a g lo r i a e x c e ls a d e l m a g n á n im o B le so , q u e r e v e rd e c e , 75 p o r tu t e s t im o n io , p a r a e lu d i r la h e r r u m b r e d e l s i l e n c i o 1" . 4 E L P A P A G A Y O D E A T E D IO M E L IO R ,IJ P a p a g a y o , r e y d e lo s p á j a r o s , f a c u n d o p la c e r d e lu a m o , p a p a g a y o h á b i l im i t a d o r d e la le n g u a h u m a n a : ¿ q u ié n h a a c a l l a d o t u s v o c e s c o n m u e r te t a n s ú b i ta ? A y e r m is m o , t r i s te d e t i , t a n p r ó x im o a la m u e r te , a s is t i s te a n u e s t r a c o m id a y te v im o s c u a n d o p ic o te a b a s lo s m a n ja r e s d e n u e s t r a m e s a e n t r a ñ a b le y r e v o lo te a b a s s o b r e n u e s t r o s le c h o s m á s a l lá d e $ la m e d ia n o c h e ; y h a s t a n o s h a b la s t e y r e p e t is te la s p a l a b r a s q u e h a b ía s a p r e n d i d o . A h o r a , e n c a m b io , a y e r c a n o r o , e re s h u é s p e d d e l e t e r n o s i le n c io d e l L e te o . C e d a a n te t i l a p o p u la r le y e n d a d e F a e tó n ; lo s c isn e s n o s o n lo s ú n ic o s e n c e le b r a r s u s f u n e r a l e s IU. 119 E s t o e s , d e la s P a r c a s . 111 C f . I I 1 , 191 y s s . c o n la n o t a 4 2 . P o r M a r c i a l , V I H 3 8 , s a b e m o s q u e M e l i o r h a b l a i n s t i t u i d o u n a f u n d a c i ó n p a c a q u e s e c e l e b r a r a a p e r p e t u i d a d e l a n iv e r s a r i o d e ) n a c i m i e n t o d e s u a m i g o B le s o . IU L o s e p ic e d io s d e d i c a d o s a a n im a le s s o n r e l a t i v a m e n t e f r e c u e n te s e n t r e l o s g r i e g o s y lo s l a t i n o s . E n t r e e s to s ú l t i m o s s o n c e l e b é r r i m o s lo s d e C a t u l o , 3 , y O v i d i o , Amores I I 6 , q u e i n s p i r a n e s t e p o e m i t a d e E s t a c i o . Cyenus, r e y d e L ig u r ia , e m p a r e n t a d o c o n F a e t ó n , f u e m e ta m o r f o s e a d o e n c i s n e . A q u í e l p o e t a j u e g a c o n a m b a s f i g u r a s m i to l ó g ic a s y c o n la l e y e n d a s e g ú n l a c u a l lo s c i s n e s , c u a n d o v a n a m o r i r , p r o f i e r e n u n b e l lo 86 SILVAS lo ] Q u é e s p lé n d id a e r a tu m a n s ió n , r e f u lg e n te d e c o n c h a r u t i l a n t e , c o n u n a s u c e s ió n d e v a r i l la s d e p l a t a c o m b in a d a c o n m a r f i l y u n a p u e r t a q u e r e s o n a b a c o n e lo c u e n c ia e n r e s p u e s ta a t u p ic o , y q u e a h o r a g im e p o r s í s o l a ' A q u e l la fe liz j a u l a e s tá v a c ía ; n o se o y e e n p a r t e a lg u n a e l v o c e r ío d e a q u e l la m a n s ió n re g ia , is Q u e c o n c u r r a n a q u í la s d o c t a s a v e s a la s q u e d io N a t u r a le z a e l n o b le d o n d e h a b la r : q u e s e la m e n te e l p á j a r o d e F e b o 1,4 y e l e s to rn in o , c a p a z d e g r a b a r a f o n d o e n s u m e m o r ia la s p a l a b r a s q u e h a o íd o , y la s p ic a z a s , c o n v e r t id a s e n ta le s t r a s s u c o m p e t ic ió n e n A o n i a " 5, y l a p e r d iz , q u e r e p i te la s 20 p a la b r a s u n ié n d o la s u n a y o t r a v e z " * , y l a h e r m a n a q u e g im e a b a n a d o n a d a e n s u le c h o d e B i s t o n i a l>7: a u n a d v u e s tro s la m e n to s , c o n d u c id a la s l la m a s e l c o r te jo f r a te r n o y a p re n d e d to d a s e s te f ú n e b r e c a n to : « H a m u e r to la g lo r i a u n iv e r s a l d e l p u e b lo a l a d o , e l p a p a - 25 g a y o , e l v e r d e s o b e r a n o d e lo s d o m in io s d e l a A u r o r a , a l q u e n o p o d r ía s u p e r a r e n b e l le z a e l a v e d e J u n o 111 c o n s u c o la p o b la d a d e g e m a s , n i e l a v e d e l g é l id o F a s i s 11*, n i la s q u e can to , de la m ism a m anera que el papagayo ha em itido su parlam ento. Ver O v jd iO , M e tam orfo sis I I 3 6 ? . •h L a corneja. 115 Las Piérides com pitieron con las M usas y, tras su derro ta , se vieron metamorfoseadas en picazas (también llamadas pegas o urracas). Ver O v id io , M e tam orfo sis V 2 9 4 . ’ •'* El sonido reiterado que em ite la perdiz se asem eja al tartam udeo. ,l’ S« refiere a Proene, herm ana de Filom ela e hija de Pandión , rey de A tenas. Tereo, rey de B istonia (nom bre antiguo de T racia) y esposo de Procne, se enam oró de Filomela, a fa que violó. Después de una sucesión de trágicos sucesos, Procne fue m etam orfoseadaen golondrina y Filom ela en ruiseñor. Ver O v id io , M e tam orfo sis VI 4 1 2 y $$. " i El pavo real. 119 Río de la Cólquide, célebre po r los faisanes de sus riberas. LIBRO 11 87 h a s ta e l h ú m e d o A u s t r o l le v a r o n lo s n ú m i d a s e l q u e s a b ía s a lu d a r a lo s r e y e s y p r o n u n c ia r e l n o m b r e d e l C é s a r IJI; e l q u e u n a s v e c e s r e p r e s e n ta b a e l p a p e l d e u n a m ig o q u e ju m b r o s o , y o t r a s , c o m e n s a l b ie n h u m o r a d o , e r a t a n c o m p la c ie n te 50 p a r a r e p e t i r la s p a l a b r a s q u e se le e n s e ñ a b a n ; c u a n d o é l e s t a b a l ib r e , a m ig o M e l io r , t ú n u n c a e s ta b a s s o lo . M a s n o s in h o n r a m a r c h a h a c ia la s s o m b r a s : s u s c e n iz a s r e c ib e n e l a r o m a d e l a m o m o d e A s i r ía ; s u s te n u e s p lu m a s e x h a l a n e l in c ie n s o d e lo s á r a b e s y e l a z a f r á n s ic a n io : n i e l F é n ix , u a b r u m a d o p o r e l p e s o d e l t i e m p o , a s c e n d e r á c o n m á s m a g n if ic e n c ia a s u p i r a f r a g a n te » . 5 EL LEÓN A M AESTRADO113 ¿ D e q u é te h a s e r v id o a m a n s a r t e d o m i n a n d o t u fu r ia ? ¿ D e q u é b o r r a r d e t u á n im o la m u e r te , e l a t e n t a d o c o n t r a e l h o m b r e , p a r a s o m e te r te a s u im p e r io y o b e d e c e r a u n a m o m e n o s fu e r te ? ¿ D e q u é h a b e r t e a c o s tu m b r a d o a s a l i r d e l c u b i l p a r a v o lv e r d e n u e v o a tu e n c i e r r o , y a a b a n d o n a r d e g r a d o la p r e s a y a c o b r a d a , y a d e j a r s a l i r d e t u s f a u c e s J a b i e r t a s la s m a n o s q u e e n e l la s e n t r a r a n ? M u e re s , d ie s t r o ,w Las pintadas. Ver I 6, 78 y ss. (» . 263), donde aparece la misma asociación de aves. U l V e r P u n i ó , Historia Natural X 117 y M a r c i a l , X I V 7 3 . Ver M a r c i a l , 1 104. Nótese cóm o este epicedio dedicado a un león de las reservas im periales, m uerto en el anfiteatro , es, al mismo tiem po, un elogio de D om iciano. 88 SILVAS d e p r e d a d o r d e g r a n d e s f ie r a s , n o r o d e a d o p o r u n a h u e s te d e m a s i l o s IJi c o n s u c e r c o d e redes» n o a l a r r o j a r t e , e n tu te m ib le s a l t o , s o b r e la s a r m a s d e lo s c a z a d o r e s , n i a t r a p a d o 10 e n la a b e r t u r a c ie g a d e u n a t r a m p a , s in o v e n c id o p o r u n a f ie r a e n fu g a . T u j a u l a m a lh a d a d a q u e d a c o n la s p u e r ta s a b ie r ta s , y e n t o r n o , t r a s s u s p u e r t a s c e r r a d a s , lo s le o n e s a m ig o s se h a n e n c r e s p a d o p o r q u e h a y a s id o p o s ib le ta l s a c r i le g io . L a s m e le n a s d e to d o s e s tá n la c ia s , h a n s e n t id o v e r g ü e n z a a l v e r l le v a r t u c u e r p o , y h a n f r u n c id o s u s f r e n te s s o b r e s u s o jo s . 15 P e r o t ú n o te d e j a s t e v e n c e r , a b r u m a d o p o r la d e s h o n r a d e s c o n o c id a d e a q u e l p r im e r a t a q u e : t u o r g u l lo s e m a n tu v o e n p ie ; e n tu c a íd a , d e l f o n d o m is m o d e la m u e r te r e n a c ió tu v a l o r y n o h u y e r o n a l p u n to t o d a s tu s a m e n a z a s : c o m o u n s o ld a d o q u e , s a b e d o r d e s u p r o f u n d a h e r id a , a v a n z a m o r i - 20 b u n d o f r e n te a l e n e m ig o y le v a n ta s u d ie s t r a y a m a g a c o n el h ie r ro d e s m a y a d o , a s i e l le ó n , t a r d o e n s u s p a s o s y d e s p o ja d o d e s u g lo r i a s ó l i t a , a f i r m a s u m i r a d a , a b r e s u s f a u c e s y b u s c a l a v id a d e s u e n e m ig o . C o n t o d o , a u n q u e v e n c id o , t e n d r á s u n g r a n c o n s u e lo e n 25 t u c a íd a s ú b i ta : e l p u e b lo y e l s e n a d o , e n t r i s te c id o s , h a n l l o r a d o t u m u e r te c o m o s i f u e r a s u n g la d ia d o r c é le b re q u e h u b ie r a s u c u m b id o s o b r e l a c r u e l a r e n a ; y e n t r e t a n t a s f ie ra s d e E s c i t ia y d e L ib ia o t r a íd a s d e la s r ib e r a s d e l R in o d e l jo p u e b lo d e F a r o s lw, y c u y a m u e r te n o t ie n e im p o r ta n c i a , la p é r d id a d e u n s o lo l e ó n h a c o n m o v id o e l r o s t r o d el g r a n C é s a r . Pueblo africano, próxim o a Num idia. Esto es, de Egipto. LIBRO )l 89 6 CONSUELO A FLAVJO L’RSO POR LA PÉRDIDA DE SU JOVEN ESCLAVO FAVORITO m C r u e l e n d e m a s ía , q u ie n q u ie r a q u e s e a s , t ú q u e p o n e s d i s t in g o s a la s lá g r im a s , y a l l l a n to l im ite . E s d u r o p a r a u n p a d r e d a r fu e g o — ¡ s a c r i le g io !— a s u s s e re s q u e r id o s e n la p r im e r a e d a d ; a s u s r e to ñ o s e n la a d o le s c e n c ia ; es ta m b ié n d o lo r o s o , c u a n d o es a r r e b a t a d a n u e s t r a e s p o s a , d a r e l ú l t im o a d ió s a la q u e c o m p a r t í a n u e s t r o le c h o , y a s o l i t a r io ; y lo s o n lo s l a m e n to s a f l ig id o s p o r la s h e r m a n a s , c o m o p o r lo s h e r - 5 m a n o s lo s g e m id o s . M á s d e n t r o , s in e m b a r g o , y m u c h o m á s a d e n t r o s e a d e n t r a e n n u e s t r a s a lm a s , m á s p e n o s a q u e la s l la g a s m á s g r a v e s , u n a h e r id a m á s le v e . E s a u n f á m u lo , U r s o — y a q u e c o n m a n o c ie g a c o n f u n d e a s í F o r t u n a lo s n o m b r e s d e la s c o s a s s in p a r a r m ie n te s e n lo s s e n t im ie n to s — , e s a u n f á m u lo a q u ie n l lo r a s ; p e r o a u n f á m u lo p ío q u e p o r s u a m o r y s u f id e l id a d h a m e re c id o tu s lá g r im a s , y q u e d e 10 c o r a z ó n fu e m á s lib re q u e s i h u b ie r a o s t e n t a d o u n i lu s t r e a b o le n g o . N o c o n te n g a s tu l l a n to , n o te a v e rg ü e n c e s : q u e tu d o lo r s u p e r e la s b a r r e r a s y lo s d ía s , si te c o n s u e la n m u e s t r a s t a n p e n o s a s : l lo r a s a u n h o m b r e — a ñ a d o le ñ a a l f u e g o , p o b r e d e m i— , a u n h o m b r e q u e e r a t u y o , q u e a c e p ta b a d e is g r a d o s u g r a t a e s c la v i tu d s in n in g u n a a f l ic c ió n y q u e se la im p o n ía g u s to s o . ¿ Q u ié n p o d r á r e p r o c h a r t e ia s lá g r im a s q u e v ie r te s a n t e p é r d id a ta l? E n m e d io d e la g u e r r a g im e e l p a r l o a s u c a b a l lo m u e r to ; l l o r a n lo s m o lo s o s a s u s le a le s c a n e s m ; 125 Flavio U rso fue un ilustre abogado y rico terrateniente. Bajo Dom i- ciano hubo un U rso - probablem ente éste — que fue designado cónsul. m Que sucum bieron en defensa de sus amos. 90 SILVAS h a n te n id o la s a v e s s u p i r a f u n e r a r i a 127 y u n c ie rv o e n c o n t r ó 20 s u M a r ó n ,IS. ¿Y si, d e s p u é s d e t o d o , n o h u b ie r a s id o e s c la v o ,w? Y o h e v is to y c o m p r o b a d o s u ta l a n te : o t r o a m o q u e t ú n o d e s e a b a s ; p e r o s e t r a s l u c ía e n s u s e m b la n te u n a lm a m á s s e le c ta y u n a ín d o le m á s a l ta e n s u s a n g r e p u e r i l . L a s m a d re s g r ie g a s y l a t in a s h a b r í a n d e s e a d o v iv a m e n te h a b e r le 25 d a d o a lu z . N o le fu e c o m p a r a b le el a l t iv o T e s e o , a q u ie n la h á b i l c r e te n s e e n s u in q u ie tu d , a s e g u r ó e l r e g re s o c o n u n h ilo ; n i P a r i s , p a s to r r ú s t ic o , q u e p a r a c o n t e m p la r s u a m o r e b a l i o '31, b o tó s o b r e la s a g u a s , a s u p e s a r , s u s n a v e s . N o m ie n to n i a l i e n ta m is v e r s o s la l ic e n c ia u s u a l : lo h e v is to , y 30 a ú n lo v e o , n o c o m p a r a b le a A q u ile s c u a n d o , t e m e r o s o d e la g u e r r a , lo o c u l tó T e t i s e n l a c o s ta d e la s d o n c e l l a s ,3J, n i a Troilo, f u g i t iv o e n t o m o a la s m u r a l la s d e l im p la c a b le F e b o , y a lc a n z a d o p o r la la n z a q u e a r r o jó la d ie s tra h e m o n ia m. ¡Qué 35 h e r m o s o e ra s ! M u c h o m á s b e l lo q u e to d o s lo s a d o le s c e n te s 1,1 Vcr Pi.iNio, H isto r ia S a iu r a l X 122. i a V i r g i l i o M a r O n (E n t id a VII 475) i n m o r ta l i z a at ciervo de Silvia. V e r ta m b ié n M a r c i a l , XIII 9 6 . El favorito de M elior (ver II 1) era un verna, es decir, un esclavo, hijo de esclavos de la casa y nacido den tro de la fam ilia; no así el de Flavio Urso, que, com o sucede en las com edias de P lauto P o e n u lu s y Curculio. podría haber sido un ciudadano libre rap tado po r los p ira tas (ver tam bién P e t r o n 10, LV II 4). La hija del rey M inos, A riadna, que, po r m edio de un hilo, facilitó a le s e o la salida del Laberinto después que el héroe diera m uerte al M inotauro. 111 Ebalio, esto es, Ucedam onio; se refiere a Helena. ,Jl En Escíros, isla del m ar Egeo. IM Troilo , uno de los num erosos hijos de Príam o, sucum bió a m anos de Aquiles, rey de los m irm idones, pueblo de Tesalia cuyo antiguo nom bre fue H em onia. Según la leyenda, la resistencia de T roya dependía de la vida del joven Troilo: a) m orir éste, las m urallas troyanas, constru idas por Febo, debían caer in d udab lem en te por ob ra del propio dios. LIBRO II 91 y q u e t o d o s lo s h o m b r e s , y s ó lo in f e r io r a t u a m o : s ó lo s u b r i l lo a v e n t a ja b a a l tu y o , c u a l la L u n a s u p e r a a lo s a s t r o s m e n o re s y c o m o o f u s c a H é s p e r o a la s d e m á s e s tr e l la s . N o se h a l l a b a e n tu r o s t r o la g r a c i a f e m e n in a n i e n tu e x p r e s ió n la b l a n d a d o n o s u r a , c o m o e n a q u e l lo s a q u ie n e s in c i ta n s u s r a s g o s d u d o s o s a r e n e g a r d e l s e x o c o m e t ie n d o u n d e l i to E ra s e n é rg ic o ; v a r o n i l t u e n c a n to , m a s n o d e s a f ia n te tu 40 m ir a d a : tu s o jo s se m o s t r a b a n c a r iñ o s o s , p e r o c o n u n d e s te l lo d e f i rm e z a ; t a l f u e P a r t e n o p e o 1M, a t r a c t iv o a la v is ta , a u n p r o te g id o b a j o s u c im e ra . T u s c a b e l lo s , n a tu r a le s , c o n su s r iz o s p r im o r o s o s ; tu s m e ji l la s , s e d o s a s , e x e n ta s t o d a v ía d e l p r im e r b o z o : ta le s m a n c e b o s c r ia e l E u r o t a s e n s u s g a r g a n ta s 45 q u e f r e c u e n tó L e d a l>T; a s í , e n la f lo r d e s u t i e r n a e d a d , se d ir ig e a la É l id e e l m a n c e b o y a J ú p i t e r s o m e te s u s a ñ o s j u v e n i l e s P o r q u e ¿ d e d ó n d e s u p u d o r a n t e u n a in f a m ia , la s e r e n a te m p la z a d e s u e s p í r i tu y d e s u p r o c e d e r y s u a lm a ta n m a d u r a p a r a t a n t i e r n o s a ñ o s ? ¿ C o n q u é v e r s o s p o d r í a y o e x p r e s a r lo ? M u c h a s v ece s d i r ig ía r e p r o c h e s a s u a m o , q u e 50 lo s o í a d e b u e n g r a d o , y lo a y u d a b a c o n s u s c o n s e jo s le a le s y p r u d e n te s ; c o m p a r t í a c o n t ig o t r i s te z a s y a le g r ía s ; n u n c a ,M H ijo de la A urora y de A tlas, m etaraorfoseado en la estrella de Poniente (H éspero o Véspero, el lucero vespertino), cuyo nom bre actual es Venus. Ver O vid io , M e tam orfo sis V 441. 05 E xistía.un edicto que prohibía la castración (ver III 4, 73; IV 3, 13 y « ) . IM H ijo de M eleagro y de A talanta, rey de A rcadia, que fue uno de loslíete caudillo» que asediaron T ebas y sucum bieron en su em peño. Ver V 2, 123; E s ta c io , Tebaida IV 248 y IX 683 y ss.; V irg il io , Ene id a VI 430. Leda, m adre de C ásto r y Pólux , de Helena y de C litem nestra, fue la esposa de T indaro , hijo del rey de E sparta; el E uro tas es, po r consiguiente, el río frecuentado por Leda. El au to r com para al m uchacho m uerto con ios jóvenes espartanos en general y, en particular, con C is to r y Pólux. ,M Júp ite r era el juez suprem o en los juegos olímpicos. 92 SILVAS era suyo: de tu rostro asumía su expresión. Digno de aventajar en nombradla al Pilades de Hemonia1* y a la lealtad ce- cropia ,4°; pero ponga fin a su elogio el elogio que permite su 55 suerte: no fue más fiel Humeo Ml cuando, con corazón dolo rido, esperaba el regreso del tardío Ulises. ¿Qué dios o qué destino nos depara unas llagas tan crueles? Y ¿por qué es tan certera la mano de los Hados cuando hiere? ¡Cuánto más entero te habrías mostrado, Urso, «o privado de tus bienes y de tu copiosa fortuna! Si la próspera Locros1*1 hubiera vomitado llamaradas, como el Vesubio, entre ruinas humeantes, o si las avenidas hubieran anegado tus campos de Pollenza; si el Ácire, en Lucania, o el Tíber desbordado hubieran derramado sus caudales profundos en su margen derecha, tú aceptarías con la frente serena el de- 65 signio divino; y asimismo, si la ubérrima Creta y Cirene te hubieran negado su lealtad y sus mieses, como también las demás regiones por donde la Fortuna generosa te ofrenda su regazo fecundo. Pero la Envidia, despiadada, ha vislumbrado lo más vulnerable de tu corazón y el camino para herirlo. |W Pilades es célebre po r l a leal am istad que le unió a Orestes; d e ahí e) tópico de llam ar Pilades a un am igo fiel. E l Pilades de H em onia (esio es, de Tesalia) es Patroclo , que fue e) g ran a m i g o de AquiJcs desde los a ñ o s de su aprendizaje en Tesalia bajo las enseñanzas del cen tauro Quirón. 140 Nótese, en prim er lugar, la disim etría en la construcción de los dos com plem entos del verbo aventajar. En segundo lugar, el hecho de que Cécrope —fundador y prim er rey de A tenas— d a nom bre a la ciudad y tam bién a l Ática. P o r últim o, que Teseo, décim o rey de A tenas, gozó de la en trañable am istad de P irlioo , rey de los lápitasi asi pues, la lealtad cecropia es la que caracterizó a estos dos amigos. 111 Esclavo de Ulisses, 141 Urso poseía ricas propiedades en la región de Locros (C alabria), en la de Pollenza (Liguria), en L ucan ia 'y a orillas del T iber. Era tam bién propietario de latifundios en C reta y Cirene y. al parecer, en o tras regiones LIBRO H 93 Brote tan sólo de una vida adulta, a punto estaba aquél, ?o el más hermoso de los adolescentes, de engarzar con tres lustros de la Élide un trienio m ásUJ. La tétrica Ramnusia144 aguardó con expresión sombría: robusteció sus músculos primero, infundió resplandor a su mirada, alzó su rostro más de lo frecuente, concediendo al cuitado, ¡ay!, un don 75 letal: se atormentó al mirarle por envidia y, dándole el abrazo de la muerte, cuando yacía le arrojó sus redes y asió, inmisericorde, con su mano engarfiada, aquella amable faz. Era apenas el quinto amanecer en que Fósforo m ensillaba su caballo cubierto de rocio, cuando ya contemplabas, Fileto, so las crueles orillas del despiadado anciano146 y el siniestro Aqueronte: ¡con qué voz te llamaba tu dueño! Con no mayor fiereza habrían marcado en negro sus miembros, a fuerza de azotarlos, ni tu madre, si hubiera estado viva, ni tampoco tu padre; y tu hermano, que vio tus funerales, se sonrojó sin duda por verse aventajado. La hoguera que «5 consumió tus restos cuando nos fuiste arrebatado no fue la 145 Los lustros de la Élidc (de Grecia) corresponden a o tras tantas olim piadas. Este cóm puto de cinco años en lugar de cuatro (frecuente en los poetas latinos a partir de Ovidio) parece ser el resultado de un cruce entre lo que es propiam ente un lustro —lapso de cinco años— y la m anera de contar las fechas incluyendo en el cóm puto los dos extrem os (cf., entre nosotros, «ocho días» = una semana; «quince días* = dos semanas; «resucitó al tercer día« = al segundo: del viernes al dom ingo). En efecto, parece probable que Fileto, el efebo m uerto, con tara casi quince años y no dieciocho. 144 Némesis, deidad de la vengaba, venerada en Ram m im e (Á tica), se confunde aquí con la Envidia. ,4J El lucero de la m añana. 144 Del barquero C aronte (ver S é n e c a , E d ip o 167 y s.). El epíteto durus, que utiliza aquí el poeta, parece, según el contex to , más de acuerdo con el concepto de fiereza aním ica que ofrecem os, que con el de robustez que se le aplica en V i r g i l i o , E n e id a V i 304. 94 s i l v a s p r o p ia d e u n e sc la v o : la s l l a m a s a b r a s a r o n p e r f u m e s d e S a b a , e sp e c ia s d e C il ic ia , c a n e la h u r t a d a a l p á ja r o d e F a ro s y io s ju g o s q u e m a n a n d e Jas p la n ta s a s i r ía s y la s l á g r im a s d e t u d u e ñ o : s ó lo a q u e l la s lá g r im a s b e b ie r o n tu s c e n iz a s 90 y c o n s u m ió t u p i r a h a s ta a g o ta r la s ; n i e l v in o d e S e c ia q u e e x t in g u ió t u s b la n c a s c e n i z a s n i e l ó n ic e b r u ñ id o q u e e n c e r r ó tu s h u e s o s e n s u s e n o f u e r o n m á s g r a to s a t u p o b r e s o m b r a q u e a q u e l la s lá g r im a s . P e r o s i t a m b ié n ¿1 e s u n e s t ím u lo , ¿ p o r q u é , U r s o , n o s d e ja m o s v e n c e r p o r e l d o lo r ? ¿ P o r q u é a l im e n ta s tu p e s a r y , c o n c o r a z ó n p e r v e r s o , a m a s t u l la g a ? ¿ D ó n d e e s tá tu e lo c u e n c ia , b ie n c o n o c id a d e 95 lo s a c u s a d o s a n t e lo s t r ib u n a le s ? ¿ P o r q u é a t o r m e n ta s a u n a s o m b r a q u e r id a c o n d u e lo t a n c ru e l? C ie r to q u e fu e u n a lm a e x t r a o r d i n a r i a y m e re c ió tu l l a n to , p e r o y a le h a s r e n d id o tu t r i b u to : é l y a se h a r e u n id o c o n lo s a v e n tu r a d o s , y a g o z a d e la p a z d e l E l is e o y se h a e n c o n t r a d o e n e l la c o n s u s a n te p a s a - ioo d o s , ta l v e z i lu s t r e s ; o , e n m e d io d e l s i le n c io p la c e n te r o d e l L e te o , q u iz á lo r o d e a n d e a c á y d e a l lá , c o n s u s ju e g o s , la s N á y a d e s d e l A v e r n o e n t r o p e l , m ie n t r a s lo c o n te m p la P r o - s é r p in a c o n s u m i r a d a t o r v a Mf. D e p ó n y a , te lo r u e g o , tu s la m e n to s ; t a l v e z te d e p a r e n Jo s H a d o s u n s e g u n d o F i le to , o t a l v e z é l m is m o te lo o f r e n d e , y le e n s e ñ e , g o z o s o , s u s ios m is m a s a c t i tu d e s y c o s tu m b r e s t a n d ig n a s , y u n s e n t im ie n to p a r e c id o a l s u y o . 141 Esto es, po r sinécdoque, a l ave egipcia: al ave Fénix que, procedente de A rabia, com o la canela, sigue ia ru ta del sol hasta HeliÓpolis. '♦* Ver V irg il io , Ene id a V I 226. T orva, porque siente envidia de las Náyades, LIBRO II 95 7 A P O L A lS* EN E L A N IV E R S A R IO D E L N A C IM IE N T O D E L U C A N O A c u d a n a c e l e b r a r la f e c h a q u e s e r á s ie m p r e e l d í a d e L u c a n o to d o s a q u e l lo s q u e s o b r e lo s c o l la d o s d e D io n e í s t m i c a 131, p o s e íd o s s u s p e c h o s d e d o c t a in s p i r a c ió n , b e b e n e l a g u a q u e b r o t ó p o r o b r a d e lo s c a s c o s a l a d o s v o s o t r o s , q u ie n e s p o s e é is e l p riv i le g io d e l c a n t o , y e l in v e n to r a r c a d io 5 d e la c a n o r a c í t a r a IM y tú , E u h a n , q u e h a c e s c o n to r s io n a r s e a la s B a c a n te s , y tú , P e á n y v o s o t r o s , la s h e r m a n a s h ia n - t e s ' ” , r e n o v a d g o z o s a s v u e s t r a s ín f u la s p u r p u r e a s , o r n a d v u e s tro s c a b e llo s ; q u e c u b r a n v u e s tr a s a lb a s v e s t id u ra s h ie d ra s 10 r e c ié n c o r t a d a s . Q u e la s d o c t a s c o r r ie n te s e n s a n c h e n s u s c a u d a le s ; b o s q u e s d e A o n i a r e v e r d e c e d m á s: q u e , si v u e s tr a u m b r í a se a b r e e n a lg ú n p u n to o d a p a s o aJ d ía , s e c ie r r e c o n t i e r n a s g u i r n a ld a s . Q u e s e a lc e n e n la s f lo r e s ta s d e T e s p i a s 15715 c ie n a l ta r e s p e r f u m a d o s c o n c ie n o f r e n d a s d e la s q u e b a ñ a 134 Pola A rgentaría, viuda de Lucano (cf. supra, n. 9). El aniversario de Lucano es cantado por M a r c i a l en VII 2 ] , 22 y 23. 151 La acrópolis de Corínto, ciudad del Istmo, donde se alzaba un pequeño tem plo consagrado a Venus, hija de la ninfa D ione (cf. n. 41 al l.1 ). 1,2 La referencia a) tem plo de Venus que precede es irretevante: sólo sirve p a ra situar la fuente Pirene, consagrada a las M usas, que Pegaso, el caballo alado, hizo b ro tar con sus cascos en la acrópolis de C orinto cuando Belerofonte lo dom aba. Hermes, cuyo culto procede de A rcadia (en el Peioponeso). De 61 recibió A polo la citara. a . supra, 1.1, n. 48. IM Arcaísmo por beodas: las Musas. En Beocia, cerca del m onte Helicón, fue donde se desarrolló su culto. O . supra, 1 I, n. 121. 117 C iudad de Beocia, donde se veneraba a las Musas. 96 SILVAS D i r c e IM o e l C i t e r ó n s u s t e n t a ; c a n ta m o s a L u c a n o : g u a r d a d 20 s i le n c io ; v u e s t r a e s la e f e m é r id e : s i le n c io , M u s a s , m ie n t r a s a q u e l q u e o s e n s a lz ó e n a m b a s p a r t e s — la s d e l a e lo c u c ió n s u je ta a p ie s y d e la e x e n ta m — e s v e n e r a d o c o m o s a c e r d o te d e l c o t o r o m a n o . 25 F e l iz t ú e n g r a d o s u m o y b ie n a v e n tu r a d a , o h t i e r r a q u e c o n te m p la s , j u n t o a la s o n d a s s o m e r a s d e l O c é a n o , e l c u r s o d e c l in a n te d e H i p e r i ó n 16’, y e s c u c h a s e l e s t r u e n d o d e su c a r r o a l o c a s o : B é t ic a , q u e c o n tu s p r e n s a s r e z u m a n te s d e a c e i te d e s a f ia s a A te n a s , f é r t i l e n e l p r e s e n te d e M in e rv a T r i t ó n i d e 1W: tú p u e d e s o s t e n t a r a n te e l m u n d o e l n o m b r e d e jo L u c a n o ; e s m á s g lo r io s o q u e h a b e r le d a d o u n S é n e c a o q u e h a b e r e n g e n d r a d o a l d u lc e G a l ió n ,w. Q u e e l B e t is , m á s i lu s t r e ; q u e e l h e le n o M e l e t e IM, a lc e h a s ta la s e s t r e l la s s u s fu e n te s e n r e f lu jo ; n o te p r o p o n g a s , M a n tu a ISV d e s a f ia r a l 35 B e tis . A p o c o d e n a c e r , c u a n d o a ú n g a t e a b a p o r la t i e r r a , ' » C f . supra, L . I , ti. 1 7 6 . '** M onte de B eoda, célebre po r sus rebaños y po r las orgias que allí celebraban las bacantes (ver V i r g i l i o , G eórg ica s I I I 43; O v id io , M e tam o r fo s is 111702). Obsérvese cóm o se entrelazan motivos apolíneos y diomiíacos. lM Los poem as se enum eran en las líneas 54 y ss.; las obras en prosa, en 6 0 y $ s . Hiperión es T itán , hijo de U rano y Gea, padre del Sol, cuyo nom bre se aplica aquí a l hijo, com o tam bién en o tros pasajes (cf. OviDlO, M e ta m o r fo s is VIII 565). IU El presente que M inerva donó al A tica fue el olivo. En cuanto al cp ltíJo de la diosa, cf. sup ra , L. I, n. 30. 143 Hijo m ayar de Séneca el rétor, que al ser adop tado por Junio C alión, tom ó el nom bre de Lucio Jun io A nneo Galión. Fue procónsul de Acaya en el año 52 y a él están dedicados los tra tados D t ira y D t vita beata. Q uizá ejerciera co m o poeta, y de ah í «I adjetivo dulce. 144 Rio de Jon ja , a cuyas orillas se suponía que había nacido Hom ero. Ciudad a orillas del Po , patria de Virgilio. LIBRO II 97 con el primer murmullo de su dulce vagido, lo recogió Calíope en su regazo amante. Entonces, ya aliviada, depuesta su congoja, olvidó el largo llanto que le causara Orfeo>M y 40 así dijo: «Oh, niño consagrado a las Musas, destinado a aventajar en breve a los viejos poetas: tú no moverás los ríos con tu plectro, ni las manadas de fieras, ni los géticos olmos: tú arrastrarás, con tu elocuente canto, a las siete colinas y a) Tíber, consagrado a Marte, y a los équites doctos y al se- 45 nado, revestido de púrpura. Canten otros la caída nocturna de los frigiosl#T, y los viajes del regreso tardío de Ulises, y la nave arriscada de M inerva14*, camino trillado de tamos 50 poetas: tú, bienquisto del Lacio y amante de tu raza, com pondrás, más heroico, un poema romano. En un primer momento, todavía en tus años juveniles, te adiestrarás con Héctor, con la biga tesalia y el oro suplicante del poderoso 55 Príam o,M, y abrirás las moradas infernalesIW, y presentarás ante el hechizo del teatro al ingrato N erón1,1 y a mi Orfeo. i* Calíope, m usa de la elocuencia y de la poesía heroica {y, por extensión, de la poesía en general), es, según una de las num erosas variantes de la leyenda, la m adre del legendario Orfeo. ,M Esto es, la ú ltim a noche de Troya. ,u La nave de los argonautas, construida po r Argos bajo )a dirección de M inerva. IM Se refiere al rescate po r Prlam o del cadáver de Héctor, que había sido arras trado p o r el carro de Aquiles. C antó Lucano este episodio en un poem a épico titu lado Iliacon. i» En una ob ra llam ada C a ia ch íh on io n , en la que narraba un viaje al más allá; q u ité se tra te del m ism o poem a en que cantó a Orfeo, com o viajero al m undo infernal. De estas obras perdidas sólo han llegado a nosotros, en citas dispersas, algunos versos aislados. 1,1 Dedicó a N erón un poem a laudatorio leído en el tea tro de Pom peyo en el año 60, po r el que fue coronado, y o tro difam atorio; quizá el que se cita a continuación, relativo al incendio de Rom a. 98 SILVAS 60 C a n ta r á s la s l l a m a s c r im in a le s q u e s e e x t e n d e r á n p o r la s te c h u m b r e s d e R e m o in p o r o b r a d e u n t i r a n o d a ñ in o . D e s p u é s o f r e c e rá s a la p ia d o s a P o la u n g a l a r d ó n h o n r o s o c o n u n a d e le i to s a a l o c u c i ó n 173. M á s t a r d e , m á s m a g n á n im o , e n 65 tu p r im e r a m o c e d a d , h a r á s q u e t r u e n e F i l i p o s IU, b la n c a d e h u e s o s i tá l ic o s , y q u e t r u e n e la g u e r r a d e F a r s a l i a , a d o n d e e n t r e la s h u e s te s lle g ó e l r a y o d e l c a u d i l lo d iv in o y q u e t r u e n e e l s e v e ro C a t ó n c o n s u s a n t a l ib e r t a d , y e l M a g n o l76, 70 e l b ie n q u is to d e l p u e b lo . T ú l l o r a r á s , p ia d o s o , e l c r im e n d e C a n o p o p e l u s í a c o 1” y d a r á s a P o m p e y o u n p a n t e ó n m á s a l to q u e la c r u e n t a F a r o s 171. T a le s p o e m a s c a n t a r á s e n t u p r im e r a ju v e n tu d , a n te s d e la e d a d e n q u e V irg il io c o m p u s o s u C ú lex . C e d e r á n a n te t i l a M u s a p r im i t i v a d e l a r r o g a n t e 75 E n n io y e l s u b lim e e n tu s i a s m o d e ! s a p ie n te L u c re c io y q u ie n p o r m a r l le v ó a lo s A r g o n a u t a s 179 y a q u e l q u e . t r a n s f ig u r a la s f ig u r a s p r i m e r a s 1“ . Y d ir é a lg o m á s g ra v e : la E n e id a m is m a 1,2 Rem o (y no R óm ulo ni Rom a) po r necesidad m étrica. C f . C a T U I .o , 58, 5. 1,5 Poem a a m odo de misiva dedicado a su esposa. |H La epopeya de Lucano (que se llam ó «G uerra civil» y no «Farsalia») no alcanza hasta la batalla de Filipos, aunque es probable que ese fuera el proyecto. m César. A unque para Lucano el protagonista es Pom peyo, aqu( se respeta el orden jerárquico. ■* Pom peyo M agno. El asesinato de Pom peyo, perpetrado en la desem bocadura del Nilo. C anopo (la actual A bukir) se encuentra cerca de la ram a occidental del deJia, y PeJusio (la actual D am ieta), frenie a la cual tuvo lugar a) atentado, en la ram a oriental. Esta doble denom inación se encuentra en L u c a n o , V II! 543. in Aquí Faros significa la isla próxim a al lugar del suceso y el faro que en ella se elevaba. i» Valerio F laco, au to r de las A rgonáu iica s. Ovidio con sus M etam orfosis. LIBRO II 99 te m o s t r a r á r e s p e to c u a n d o c a n te s a l p u e b lo la t in o . Y n o so s ó lo te o b s e q u ia r é c o n e l e s p le n d o r p o é t ic o : t a m b ié n te o f r e c e ré , c o n la s te a s n u p c ia le s , u n a e s p o s a e s c o g id a , d ig n a d e tu t a l e n to , c o m o t e la o f r e n d a r á n la d u lc e V e n u s y J u n o , c o n s u b e l le z a , s u in g e n u id a d , s u e n c a n to , s u f o r tu n a , s u 85 n o b le z a , s u g r a c ia , s u f in u ra ; y y o m is m a a lz a ré a n te v u e s tr a s p u e r t a s e l h im n o d e h im e n e o c o n m is c a n t o s fe s tiv o s . ¡O h P a r c a s , t a n c ru e le s y t a n d u r a s ! ¡O h lo n g e v o d e s t in o , n u n c a d a d o a lo s s e re s e g re g io s ! ¿ P o r q u é e s tá i s m á s e x p u e s to s a la w r u in a lo s s e re s e n c u m b r a d o s ? ¿ P o r q u é s u e r te s a ñ u d a n o e n v e je c e n lo s s e re s e s c o g id o s ? P o r e s o a l h i jo d e la d e id a d t o n a n te n a s a m o n i a 1*1, t r a s s u o r to y s u ó b i t o fu lm ín e o s , lo e n c ie r r a B a b i lo n ia e n a n g o s to s e p u lc r o ; p o r e so T e t is s e « e s t r e m e c ió c u a n d o c a y ó e l P e l id a IW, t r a s p a s a d o p o r m a n o d e l t e m b lo r o s o P a r í s ; p o r e s o y o s e g u ía , p o r la s r ib e r a s d e l H e b r o s o n o r o l,J, la c a b e z a d e O r fe o n o e n m u d e c id a ; p o r e s o t a m b ié n 16 — ¡o h c r im e n d e u n t i r a n o e n f u r e c id o ! — , c o n d e - 100 n a d o a a f r o n t a r la r á p i d a c o r r ie n te d e l L e te o , c u a n d o c a n te s la s p u g n a s y , c o n t u v o z e x c e ls a , b r in d e s c o n s u e lo a lo s p r o h o m b r e s m u e r to s — ¡o h f u n e s ta m a ld a d ! ¡O h m a ld a d ! — q u e d a r á s s i le n c io s o » . A s í h a b ló , y c o n s u p le c t r o r e fu lg e n te ios e n ju g ó c o n d u l z u r a e l l l a n to q u e c a í a d e s u s o jo s . 111 Del dios correspondiente a Júp iter en el pueblo africano de los nasam ones, identificados a veces con los núm idas. Aquí parece que hace referencia a los egipcios y que el hijo de Zeus es A lejandro M agno —un ser ex traord inario de efím era existencia— m uerto en Babilonia, pero enterrado en A lejandría (cf. 111 2 ,117). IU Aquilea, hijo de Peleo y Tetis. 'u Rio de T racia (el actual M aritza). Según una de las num erosas variantes acerca de Orfeo y de su muerte, fue descuartizado po r las Bacantes, celosas de su lealtad al recuerdo de Eurídice; su cabeza, arro jada a) Hebro, no cesaba de llam arla, m ientras su m adre, Callope, la seguia río abajo. Ver svpra. n . 16$ (cf, V irg il io , G eó rg ica s IV 515 y ss.). 1 0 0 SILVAS T ú l8\ y a s e a q u e , m o n t a d o s o b r e e l e x c e ls o c a r r o d e la F a m a , p o r la r á p i d a b ó v e d a d e l c ie lo , d o n d e s e a l z a n la s a lm a s m á s e g re g ia s , m ire s l a t i e r r a d e s d e la s a l tu r a s y d e s d e ñ e s n o l a m u e r te ; y a s e a q u e , d ic h o s o , e n la r e g ió n a t i f r a n q u e a d a d e l E lís e o h a b i te s , c o m o e s j u s to , e l v e rg e l d e la p a z , e n e l q u e s e c o n g r e g a n la s h u e s te s d e F a r s a l i a , y m ie n t r a s t ú r e c i ta s tu i i 5 p o e m a p r e c la r o te a c o m p a ñ a n P o m p e y o s y C a to n e s — p u e s que» s a g r a d o , a l t iv o , c o n t u s o m b r a g r a n d io s a d e s c o n o c e s e l T á r t a r o y s ó lo d e s d e le jo s e s c u c h a s lo s a z o te s d e lo s r é p r o b o s y v e s c ó m o N e r ó n p a l id e c e a l c o n t e m p la r la a n t o r c h a d e su 120 m a d r e — , h a z te p r e s e n te y , a la v o z d e P o la , c o n s ig u e , p o r f a v o r , u n s o lo d í a d e lo s d io s e s d e l m u n d o d e l s i le n c io : e s a f r o n t e r a s u e le e s t a r a b i e r t a a lo s e s p o s o s p a r a q u e to r n e n a n te s u s e s p o s a s . E l la n o te r e v is te , e n e l d e s e n f r e n o q u e d e s p ie r t a n la s e n g a ñ o s a s d a n z a s b á q u ic a s , d e la a p a r i e n c ia d e u n a f a ls a 125 d e i d a d ll5; p o r e l c o n t r a r io , e s a t i a q u ie n v e n e r a y a q u ie n a c o m p a ñ a : a t i , q u e p e rv iv e s e n lo m á s p r o f u n d o d e s u c o r a z ó n ; e so sí: le t r a e u n v a n o c o n s u e lo u n r o s t r o q u e , r e p r o d u c id o e n o r o , te r e p r e s e n ta a t i , y q u e b r i l la d e l a n te d e s u le c h o y i » q u e v e la s o b r e l a p a z d e s u s u e ñ o . (L e jo s d e a q u í , d e id a d e s d e u l t r a tu m b a ! É s te e s e l n a c im ie n to d e u n a v id a n u p c ia l . ¡A tr á s , d o lo r in f a u s to ! C o r r a n y a d u lc e s lá g r im a s p o r su s m e ji l la s : q u e s u p e n a s e a p lá c id a y q u e v e n e re a h o r a lo q u e a n t a ñ o l lo ró . m Aquí, com o en V 3 (epicedio a su padre), el poeta plantea una doble posibilidad: o las alm as residen en el é ter y desde alU contem plan el universo (doctrina platónica que asum en, po r ejem plo, Cicerón e a el Sueño de Escipión y S6neca en su Consolación a M areta), o bien m oran en el Elíseo, donde se agrupan po r afinidades, com o en el can to VI de la Eneida. ,M Hace referencia a la leyenda de Protesilao, que , al d(a siguiente a sus nupcias con Laodam ía, m archó a la guerra de T roya y, m uerto al desembarcar, alcanzó de los dioses su regreso po r un d ia (ver V 3, 273). L aodam ía —a diferencia de Pola— hizo una imagen de Protesilao a la que tribu taba un culto dionisíaco, com o si se tra ta ra del dios Baco (ver III S, 49). LIBRO III D E D IC A T O R IA Estado saluda a su amigo Polio Sin duda, queridísimo Polio, digno en grado sumo de este descanso al que te entregas con tal fidelidad2, no tengo que justificar prolijamente ante ti la audacia de esos escritos» puesto que sabes que muchos de ellos han surgido de pronto en tu compañía, y con frecuencia te ha asustado la osadía de mi pluma cuando, seducido, en el santuario de tu elocuencia egregia, me adentro más a fondo en las letras y me dejo s llevar por ti a todos los ámbitosde la erudición. Por ello te dedico sin'temor este tercer libro de mis Silvas. Es cierto que el segundo te tuvo también por testigo, pero éste te tiene como fiador. En efecto, abre sus puertas el Hércules de Sorrento, consagrado en tu cantil, y al que, en el momento io en que lo vi, rendí culto con mis versos. A continuación 1 Cf. supra, 1. II, n. 46. * Cí. II 2, 140. 102 SILVAS f ig u r a u n p o e m i ta c o n q u e h e a c o m p a ñ a d o , y a q u e n o p o d ia m a r c h a r c o n é l , a u n jo v e n b r i l l a n t í s im o y m u y q u e r id o , M e c ió C é l e r \ e n v ia d o a S i r ia p o r n u e s t r o s a c r a t í s im o e m p e - is r a d o r a l f r e n te d e u n a le g ió n . T a m b ié n la p ie d a d d e m i a m ig o C la u d io E t r u s c o 4 m e re c ía d e m i p lu m a a lg ú n c o n s u e lo c u a n d o l l o r a b a c o n lá g r im a s s in c e r a s — c o s a q u e e s y a m u y r a r a — a s u a n c ia n o p a d r e . Y a s im is m o E a r i n o 5, l i b e r to d e n u e s t r o a m a d o G e r m á n i c o 6: y a s a b e s d u r a n t e c u á n to t ie m p o h e d e m o r a d o e l c u m p l im ie n to d e s u d e s e o d e s d e q u e m e p id ió q u e c o n u n o s v e r s o s d e d ic a r a a i A s c le p io 1 d e P é r g a m o 20 s u s c a b e llo s , q u e le e n v ia b a c o n u n c o f re a d o r n a d o d e p ie d ra s p r e c io s a s y c o n u n e s p e jo . E n ú l t im o té r m in o f ig u r a u n a é g lo g a e n q u e e x h o r t o a C la u d ia , m i e s p o s a 1, a r e t i r a r s e a N á p o le s c o n m ig o . É s ta , a d e c ir v e r d a d , e s u n a c h a r l a y , d e s d e lu e g o , s in a r t i f ic io , c o m o es n o r m a l m a n te n e r l a c o n la 25 e s p o s a , in t e n ta n d o p e r s u a d i r y n o d e le i ta r . D a r á s t u a p r o b a c ió n a e s te p o e m a , s a b ie n d o , s o b r e t o d o , q u e m i in te n c ió n d e d e s c a n s a r te t ie n e a t i p o r p r im o r d ia l o b je to y q u e m e d i r i jo n o t a n t o a m i p a t r i a c o m o a r e u n i r m e c o n t ig o . S a lu d . J Cf. infra, n. 65. * Cf. supra, 1.1, n. 8. 5 T ilo F lavio E arino , eunuco favorito y copero de D om iciano. Ver M a r c i a l , I X I I , 1 2 . 13 , 1 6 , 1 7 , 36 . 4 D om iciano (cf. supra, 1, l , n, 13). 7 A sckpio (Esculapio), hijo de Febo y de Corónide, tenía un san tuàrio en Purgam o (cf. supra, I. 1, n. 2 0 1 ) . 1 V iuda de un m úsico, del que tenía una hija; se casó con Estacio, de quien no tuvo descendencia. Ver III 5; V I, dedicatoria. I E L H É R C U L E S D E P O L IO F É L IX E N S O R R E N T O * P o l io r e s ta b le c e tu c u i to in t e r r u m p id o , o h d e id a d d e T i r i n t o 10, y d e c l a r a e l m o t iv o d e u n a ñ o d e a b a n d o n o 11: a h o r a s e te v e n e r a b a jo u n a c ú p u la m á s h e r m o s a ; y a n o te a s ie n ta s , c o m o u n in d ig e n te , s o b r e u n a c o s ta d e s n u d a , e n u n a b r ig o a p t o p a r a n a u t a s e r r a n te s : a h o r a p o s e e s u n a s p u e r ta s r e s p la n d e c ie n te s y u n a t e c h u m b r e q u e d e s c a n s a s o b r e m á r m o le s g r ie g o s , c o m o s i , p u r i f i c a d o d e n u e v o p o r la s l la m a s 5 d e u n a h o g u e r a g lo r io s a , h u b ie r a s a s c e n d id o a lo s c ie lo s d e s d e e l f u e g o d e l m o n te E t a l2. E s d i f íc i l d a r c r é d i to a lo s o jo s y a l p e n s a m ie n to : ¿ E re s t ú a q u e l g u a r d i á n s in g lo r i a d e u n a m a n s ió n s in p u e r ta s y d e u n m o d e s to a l ta r ? ¿ D e d ó n d e * Cf. n. 46 al I. 11. En cuan to a) « ra p io de Hércules —m encionado en H 2, 23, bajo el nom bre de A kides—, vem os en este poem a III 1 cóm o Polio Félix restableció su culto , en el que figuraban unos juegos atléticos anuales. Cf. supra, 1. I, n. 150. ¡ n L a in terrupción del culto tuvo lugar desde el verano del año 90 hasta el del año 91 (ver la referencia ai viejo tem plo en II 2) y ios m otivos se explican m is adelante (w . 49 y ss.). 12 M onte situado al su r de Tesalia, donde se quem ó Hércules. 104 SILVAS e s te n u e v o p a la c io y e s te f u lg o r im p r e v is to p a r a u n A lc id e s 10 rú s t ic o ? L o s d io s e s t i e n e n s u d e s t in o ; lo s p a r a je s t i e n e n su d e s t in o . ¡ C u á n d i l ig e n te p ie d a d ! A q u í , h a s t a h a c e p o c o , s ó lo p o d ía n v e r s e y e r m a s a r e n a s , u n f la n c o m o n t a r a z s a lp ic a d o p o r e l p ié la g o , p e ñ a s c o s e r iz a d o s d e m a le z a y p a r a je s n o fá c i le s d e h o l la r . ¿ Q u é f o r tu n a , d e p r o n to , h a e n r iq u e c id o 15 lo s á s p e r o s e s c o llo s ? ¿ S e h a n a l z a d o e s to s m u r o s a l c o n ju r o d e l p le c t r o t i r io o d e l a l i r a g é t i c a l í ! E l a ñ o m is m o se a s o m b r a d e a q u e l lo s t r a b a jo s y lo s b re v e s m e se s , e n s u s d o c e l in d e s , a d m i r a n ta l o b r a lo n g e v a l\ E s e l d io s q u ie n h a t r a íd o y a l z a d o s u a l c á z a r , q u ie n h a r e m o v id o c o n s u e s f u e r z o )a 20 r e s is te n c ia d e la s r o c a s y , c o n s u p e c h o p o d e r o s o , h a h e c h o r e t r o c e d e r e l m o n te : se d i r í a q u e e r a s u c r u e l m a d r a s t r a 13 q u ie n se lo h a b í a o r d e n a d o . Ea pues: ya sea que mores en tu tierra de Argos, libre al fm de mandatos, y asientes tus pies sobre Euristeo, que yace en el sepulcro u, ya frecuentes el solio de Júpiter, tu padre, 23 y los reinos astrales que ha alcanzado tu mérito, mientras Hebe te brinda, con su veste ceñida, antepuesta ai troyano derrocado, una copa de néctar, privilegio de los afortunados ”, ven y trae tu Genio a tu templo naciente. No te llama la l} El plectro de Anfión, que levantó las m urallas de Teba$ (cuyos habitan tes, según la tradición, procedían de Fenicia), o la lira de O ríeo , que m ovía a los anim ales, a los árboles y la m b a n a (as piedras. 14 A lusión a los doce trabajos de Hércules. Juno , celosa de A km ena, la m adre de Hércules, y de Júp ite r, su padre. 14 Sin em bargo, según PausakiaS, 14 4 ,4 , Euristeo estaba en terrado en M egéride y, según E s tra b O n , V III 377, en el Atica. ,T Hebe, diosa de la juventud y esposa de Hércules, e ra la copera de los dioses hasta que fue suplantada por el príncipe troyano Ganimedes, favorito de Júp iter. Aquí Estacio invierte los térm inos y hace que Hebe suceda a Ganimedes. LIBRO in 105 L e m a p e r n ic io s a l*> n i lo s c a m p o s d e l r ú s t ic o M o lo r c o n i la s te r r ib le s t i e r r a s d e N e m e a , n i la s g r u t a s d e T r a c ia * , n i la s JO a r a s im p u r a s d e l m o n a r c a d e F a r o s 21, s in o u n h o g a r fe liz , s e n c i l lo , u n a m o r a d a q u e n o s a b e d e m a l ig n o s e n g a ñ o s y es d ig n a d e a c o g e r a h u é s p e d e s d e lo a l to . D e ja tu a r c o s a ñ u d o y la t u r b a e n c o n a d a d e tu a l j a b a y tu c la v a im p r e g n a d a d e s a n g r e in n u m e r a b le d e m o n a r c a s 22 y d e p ó n d e tu s h o m b r o s 35 a g o b ia d o s a l e n e m ig o tu y o q u e lo s c u b r e 25: a q u í se te je p a r a t i u n a m u l l id a a l m o h a d a c o n a c a n to b o r d ad o s o b r e p ú r p u r a y s e a lz a u n le c h o c u a ja d o d e re lie v e s d e m a rf i l . V e n a p a c ib le , a f a b le , s in la tu r b u le n c ia d e la i r a y s in e l m ie d o p r o p io d e u n e sc la v o ; v e n c o m o te re tu v o la m e n á lid e A u g e u , e x te n u a d o ¿o p o r la s d a n z a s b á q u ic a s y e m p a p a d o p o r e l d o n a b u n d o s o d e tu h e r m a n o ” , y c o m o te m i r ó c o n a s o m b r o T e s p io , c o n v e r t id o t a n t a s v e c e s e n s u e g r o t r a s tu s e x c e s o s d e u n a n o c h e e r ó t i c a 24. A q u í s e te t r i b u t a n ju e g o s a t lé t ic o s , y la " Paraje pantanoso , donde Hércules d io m uerte a la hidra. 19 P asto r de C leonas, ciudad de la A rgólida próxim a a Nemea, que ofreció hospitalidad a Hércules cuando llegó para d a r m uerte al león de Nemea. * D iom edes, rey de Tracia, alim entaba sus yeguas con carne hum ana; Hércules lo d trro ió y entregó su cuerpo a sus propias yeguas, que lo devoraron. 21 Busiris, rey de Egipto (ver la m ism a sinécdoque en 1. II, nn. 124 y 147), sacrificaba en el a lta r de Júp ite r a los extranjeros que tocaban sus tierras; Hércules dio m uerte al rey y a su hijo A nfídam ante (ver O v id io , Ars amatoria 1 64? y s$.). 55 Se respeta aqui )a enálage del original latino: sangre innumerable de monarcas por sangre de innumerables monarcas. u La piel del león de Nemea. 14 Hija de Aleo, a la que Hércules, al pa ja r por el m onte M énalo, consagrado a Pan (en la Arcadia), dejó grávida del que sería Télefo, rey de T eutrania (en Misia). J1 Esto es, de Baco. * Tespio, rey de Tespias en Beocia (cf. supra, I. II, n. 157), padre de 106 SILVAS f u e r z a in o c e n te d e jó v e n e s d e s p r o v is to s d e c e s ta s v e je c u ta 45 c e r tá m e n e s a n u a le s e n r á p id o r e to r n o . A q u í , in s c r i to e n tu te m p lo c o n g o z o d e s u a b u e lo , t i e n e s u n s a c e r d o te a ú n p e q u e ñ o 2* y s e m e ja n te a t i c u a n d o a h o g a b a s c o n t u m a n o lo s m o n s t r u o s p r im e r o s q u e e n v ió tu m a d r a s t r a w y te a f lig ía s v ié n d o lo s e x á n im e s . P e r o d íc ta n o s y a , C a l ío p e v e n e r a n d a , c u á l fu e e l n a c i- 50 m ie n to d e e s te t e m p lo s ú b i to : A lc id e s h a r á r e s o n a r c o n t ig o s u v o z p o d e r o s a y c o n s u a r c o te n s o m a r c a r á lo s t ie m p o s . E r a e l m o m e n to e n q u e la b ó v e d a c e le s te se c ie r n e s o b r e la t i e r r a , m á s t ó r r i d a q u e n u n c a ; c u a n d o S i r io w, im p la c a b le , h e r id o p o r lo s r a y o s in te n s o s d e H i p e r i ó n , l> in f l a m a la s 5) l l a n u r a s j a d e a n te s . Y a e r a e l d ía e n q u e h u m e a e l b o s c a je d e A r ic ia c o n s a g r a d o a T r iv ia , p r o p ic io a lo s re y e s p ró f u g o s , y , c ó m p lic e d e H ip ó l i to , b r i l la e l la g o c o n e l f u e g ó d e a n t o r c h a s s in n ú m e r o ; D i a n a e n p e r s o n a c o r o n a d e f lo re s s u s m e jo r e s c a n e s y p u le s u s f le c h a s y c o n s ie n te q u e m a r c h e n s in d a ñ o la s f ie r a s ; y t o d a l a t i e r r a d e I ta l ia , e n s u s c a s to s 60 h o g a re s , c e le b r a la s id u s d e H é c a t e ” . Y o , a u n q u e b a s ta b a n cincuenta hijas (las Tespiades) a las que Hércules hizo m adres de otros u n to s hijos (tos tespiades), no en una sola noche, sino en cincuenta sucesivas, ya que Tespio, deseoso de que todas ellas concibieran hijos de Hércules, las hizo sucedene en el lecho del héroe, que creia yacer siem pre con la misma. n En estos com bates, los púgiles no utilizaban cestas, sino guantes de entrenam iento. Ver IV, dedicatoria, 34. ” Se tra ta del hijo m ayor de Ju lio M enécrates (ver IV 8). 29 Cf. supra, n. 1S. Juno envió dos serpientes a la cuna de Hércules niño, que, do tado ya de fuerza prodigiosa, las ahogó entre sus brazos. M Cf. supra, nn. 88 y 134 al 1. I. >' Cf. supra, n. 161 ai I. II. >2 H écale, d iosa de la hechicería, cuyas imágenes, con trip le cuerpo o cabera, solian situarse en las encrucijadas en evitación dé asechanzas (y de ahí procede el nom bre de Trivia), fue confundida con D iana, virgen de tres LIBRO III 107 p a r a a l iv ia r m is c u i d a d o s y a t e n u a r m is c a lo r e s e l c a m p o d e m i p r o p ie d a d a l p ie d e la s c o l in a s d e la d a r d á n i d a A l b a 13 y e l a g u a q u e f lu y e p o r m i p r o p ia c a s a g r a c ia s a la g e n e r o s id a d d e n u e s t r o m a g n o c a u d i l lo M, r e s id ía , n o c o m o u n e x t r a ñ o , s o b r e la s r o c a s c o n o c id a s c o n e l n o m b r e d e la s S i r e n a s 11, e n la m o r a d a d e l e lo c u e n te P o l io , d e d ic á n d o m e a s id u a m e n te a 65 c o n o c e r e l c a r á c t e r a p a c ib le d e a q u e l h o m b r e y s u s p o e m a s in é d i to s , f lo re s r e c ie n te s d e l j a r d í n d e la s P i é r i d e s 16. U n d ía e n q u e , a g o b ia d o s p o r la e s t r e c h e z d e la s p u e r ta s e n la m a n s ió n d e s ie m p r e , n o s g u a r d á b a m o s d e l s o l b a jo e l fo l la je d e u n á r b o l f r o n d o s o e n la h ú m e d a r ib e r a , m ie n t r a s c e le b r á b a m o s la f e s t iv id a d d e T r iv ia ” , s e c u b r ió e l c ie lo , h u y ó la lu z 70 r a d ia n te , o f u s c a d a p o r la s n u b e s r e p e n t in a s , y e l c é f i r o te n u e s e t o r n ó e n a u s t r o c a r g a d o d e l lu v ia ; fu e c o m o la t o r m e n ta q u e t r a j o s o b r e L ib ia la h i ja d e S a tu r n o * c u a n d o la o p u le n ta nom bres y (res advocaciones. Las idus de agosto (e! 13 de dicho mes) era el d ía de la gran celebración, cuando en el bosque de A rid a hum eaban las an to rchas (ver w . 56 y $7). Aricia (hoy Ariccia) es una ciudad situada a unos 20 Km. al sur de R om a, cuya fundación se atribuye a H ipólito, que le d io el nom bre d e su esposa. H ipólito , victim a de la licenciosa calum nia de Fedra, su m adrastra, m urió por ob ra de N eptuno y fue resucitado por Esculapio gracias a la m ediación de D iana, la casta deidad pro tectora del héroe casto . En cuan to a los «reyes prófugos», tal expresión hace referencia al hecho de que el rey de los ritos (el sacerdote oficiante) tenía que ser un fugitivo que hubiera dado m uerte a su predecesor, po r !o que siempre debía em puñar una espada a fin de prevenir su p rop ia muerte. M D ardán ida p o r ser, supuestam ente, fundación de Lavinio, y ésta, de Eneas, esto es, de la estirpe de DArdano, el legendario fundador de T roya (cf. supra, 1. I, n. 29). M D om iciano había obsequiado a E stad o con una tra ida de agua a su posesión de Alba. Ver IV 5. ” Se refiere a la costa de Sorren to (cf. supra. I. II, n. 47). * Las hijas de P íero (cf. supra. I. I, n. 70). 37 Cf. supra, n. 32. M Ju n o (ver Eneida IV, 160 y ss.). 108 s i l v a s E lis a se e n t r e g ó a s u e s p o s o t r o y a n o y la s N in f a s , te s t ig o s , ?5 c l a m a b a n p o r a q u e l lo s p a r a je s a p a r t a d o s . H u im o s , m ie n t r a s lo s s i r v ie n te s r e t i r a b a n lo s m a n ja r e s d e la f ie s ta y lo s v in o s o r n a d o s c o n g u ir n a ld a s , p e r o n o te n ía m o s d ó n d e g u a r e c e m o s lo s in v i ta d os , a u n q u e s o b r e lo s c a m p o s g o z o s o s se a s ie n ta n m a n s io n e s s in n ú m e r o y b r i l la la m o n t a ñ a o p u le n t a p o b la d a so d e te c h u m b r e s a b u n d a n t e s ; m a s la s n u b e s a m e n a z a d o r a s y ta m b ié n la e s p e r a n z a d e q u e v o lv ie r a e l b u e n t i e m p o , q u e se h a b í a t o r n a d o t u r b u l e n to , n o s m o v ía n e n b u s c a d e l r e fu g io m á s p r ó x im o . H a b í a a l l í u n a h u m i ld e c a b a ñ a , c a l i f ic a d a c o n e l n o m b r e d e t e m p lo c o n s a g r a d o , q u e , e n s u p e q u e ñ e z , a g o b i a b a b a jo s u r u in t e c h u m b r e a l p o d e r o s o A l c i d e s " y a p e n a s e r a c a p a z d e 1 a l b e r g a r a lo s m a r in e r o s q u e s u r c a n la s ss o la s y e s c r u ta n s u s a b is m o s . A l lá a c u d im o s to d o s ; a l l í s e a c u m u la r o n lo s m a n ja r e s , lo s le c h o s s u n tu o s o s , la m u l t i tu d d e s ie rv o s y e l a t r a c t i v o s é q u i to d e la e x q u i s i t a P o l a 40. L a s p u e r ta s n o n o s p e r m i t i e r o n e n t r a r ; n o c a b ía m o s e n a q u e l te m p lo a n g o s to : e l d io s se r u b o r iz ó , p e r o a v a n z ó , s o n r i e n te , h a s t a e l p e c h o q u e r id o d e P o l io , y e s t r e c h ó a s u a m ig o 9o c o n b r a z o s f r a te r n o s , d ic ie n d o : « ¿E re s t ú q u ie n , r e b o s a n te d e d á d iv a s , h a c o lm a d o , c o n p e c h o g e n e r o s o , la s m o r a d a s d e D i c e a r q u í a 41 a la p a r q u e la jo v e n P a r té n o p e * 2? ¿ T ú q u ie n h a d o n a d o a n u e s t r o m o n te t a n t a s m a n s io n e s , t a n ta s flo resta s v erdes, ta n to s m á rm o le s y b ro n c e s q u e im ita n facc iones, 95 t a n to s c u a d r o s q u e v iv if ic a la lu z p la s m a d a e n e l lo s ? P o r q u e ¿ q u é e r a e s a r e g ió n , q u é e s a t i e r r a a n te s d e h a l l a r e n t i su g o z o ? T ú h a s c u b ie r to la s r o c a s d e s n u d a s c o n u n la rg o * Cf. supra. 1. I, n. 163. 44 Sus dos nietos (ver IV 8) y las dam as de su séquito. 41 Cf. supra, I. II, n. 48. 42 Cf. supra, 1. 1, n . 127. El epíteto jo ven debe relacionarse con e) nom bre de Seapolis (Nápoles), es decir, ciudad nueva, LIBRO 111 109 c a m in o , y d o n d e s ó lo h a b ía u n a s e n d a , a h o r a , g r a c ia s a t i , se l e v a n ta u n p ó r t i c o e n c u m b r a d o s o b r e c o lu m n a s v a r io p in ta s , q u e e v i ta la in m u n d ic i a d e l c a m in o . T ú , a l b o r d e d e la c o s ta 100 a r q u e a d a , h a s e n c e r r a d o la s c á l id a s a g u a s c o n d o b le c u b i e r t a 41. Y o a p e n a s p o d r í a r e f e r i r tu s o b r a s ; y P o l io ¿ p o d r ía m o s t r a r s e p o b r e y m is e r a b le s ó lo p a r a m í? P o r e l c o n t r a r io , p e n e t r o g o z o s o e n ta l s e d e y a m o la r ib e r a q u e h a c e s accesib le . S in e m b a r g o , J u n o , q u e e s tá p r ó x im a , m i r a c o n d e s d é n m i tos m o r a d a y s e b u r la e n s i le n c io d e m is d o m in io s . D a m e u n t e m p lo y u n a l t a r d ig n o s d e tu s e m p e ñ o s , q u e , a u n c o n v ie n to f a v o r a b le , n o d e s e e n i g n o r a r la s n a v e s , y a d o n d e a c u d a n e l p a d r e d e lo a l to y la m u l t i t u d d e lo s d io s e s , in v i ta d a a m i m e s a , y m i h e r m a n a , a c u d ie n d o a l c o n v i te d e s d e s u e x c e ls o t e m p l o 44. Y n o te a r r e d r e e l h e c h o d e q u e no a n te t i s e c ie r r e e l f i rm e e s c u d o d e u n a m o n t a ñ a h o s t i l q u e n u n c a p u d ie r o n c o r r o e r la s e d a d e s s in c u e n to : y o e s ta r é a t u l a d o y s e c u n d a r é tu s in g e n te s in t e n to s y q u e b r a n t a r é la s d u r a s e n t r a ñ a s d e la t i e r r a r e b e ld e . I n té n t a lo y te n v a lo r , c o n f ia d o e n e l a l ie n to d e H é rc u le s . N o s e h a b r á a lz a d o c o n m á s p r e s te z a la a c r ó p o l is d e A n f i ó n 45 n i la f o r ta l e z a d e lis t P é r g a m o 4*». A s i h a b l ó y a b a n d o n ó su m e n te . N o c a b e d e m o r a c u a n d o e l l ie n z o se a d a p t a a u n d is e ñ o m a r c a d o . A c u d ie r o n b r a z o s in n u m e r a b le s : a é s to s les to c a c o r t a r t r o n c o s y c e p i l la r v ig a s ; a a q u é l lo s , a s e n ta r lo s c i m ie n to s e n e l s u e lo . S e c u e c e n la s p o r c io n e s h ú m e d a s d e la 120 Cí. L. II, n. 53, y, en general, el poema II 2. ** Se tra ta de M inerva —hija, asim ism o, de Jú p ite r— que, al parecer, tenía un san tuario próxim o a Sorrem o (ver infra. V 137). 4i A nfión construyó Tebas m oviendo las piedras a los acordes de su lira. 44 Las m urallas de Pérgam o —eslo es, de T roya— fueron edificadas, según la leyenda, po r A polo y Neptuno. 110 SILVAS t i e r r a c o m o p r o te c c ió n c o n t r a e l m a l t i e m p o y d e f e n s a f r e n te a la s h e la d a s , m ie n t r a s la r o c a in d ó m i ta s e f u n d e e n e l h o r n o c u r v o . P e r o — ¿ c ó m o n o ? — la t a r e a m á s im p o r ta n t e es r o m p e r p o r f u e r z a la s r o c a s q u e c i e r r a n e l p a s o y la s p ie d ra s q u e re s is te n a l h ie r ro . E n to n c e s , e n p e r s o n a e l p r o p io p a t r o n o 125 d e l lu g a r , e l h é ro e d e T i r i n t o 4’, s u d a , d e p u e s ta s s u s a r m a s , y c o n s u d o b le h a c h a r o b u s t a c a v a e l s u e lo d e f o r m e , m ie n t r a s e l c ie lo p lo m iz o se c u b r e c o n la s s o m b r a s d e l a n o c h e : d e v u e lv e e l e c o la o p u le n ta C a p r i c o n s u s v e rd e s T a u r ú b u l a s 44 y r e t o r n a a la t i e r r a la in g e n te r e s o n a n c ia d e lo s m a re s . N o 130 t r u e n a c o n ta l f u e r z a e l E tn a c o n s u s y u n q u e s b a t id o s c u a n d o B r o n te s y E s t é r o p e s 4* lo s h ie re n , n i es m á s r u d o e l f r a g o r q u e e s c a p a d e lo s a n t r o s d e L c m n o s c u a n d o M ú lc ib e r c in c e la e n t r e l l a m a s l a é g id a y o f r e n d a s u s c a s to s p r e s e n te s a Palas. Decrecen la s r o c a s y , c u a n d o r e g r e s a n lo s o b r e r o s , a la lu z im r o s a d a , se a d m ir a n a n t e s u o b r a . Apenas j a d e a e l v e r a n o d e l a ñ o s ig u ie n te , y y a la t i r i n t i a d e id a d , e n r iq u e c id a , c o n te m p la la s o la s d e s d e s u g r a n d io s a a l t u r a , d e s a f ía a l te m p lo c e r c a n o d e s u m a d r a s t r a e in v i t a a Palas a u n s a n tu a r i o d ig n o d e e l la . Ya d a n su s s e ñ a le s la s tu r b a s p a c íf ic a s ; y a h u m e a la a r e n a 140 a r d ie n te c o n lo s s a g r a d o s ju e g o s a t lé t ic o s . Tales h o n o r e s n o lo s d e s d e ñ a r ía n i e l J ú p i t e r d e Pisa10 n i la d iv in id a d d e la f r o n d o s a C i r r a M. N a d a es t r i s t e e n e s to s p a ra je s : a t r á s e l p lo r a n t e Istmo; a t r á s l a f e ro z Nemea” : a q u í es u nn iñ o m á s 4T C{. supra, I. I, n. 150. ** D os elevaciones existentes en la isla de C apri, que aún en la actualidad se denom inan T uo ro G rande y T uo ro Piccolo. H Cf. supra, 1 ,1, n, 12. * Cf. supra, l. I, nn. 57 y 102. ’■ C iudad de la Fócide, consagrada al culto de Apolo. ” En los juegos ístm icos (ver II I y n. 37) se rem em oraba la m uerte de Ino y de su hijo Palem ón; en los de Nem ea, la de su pequeño M elictrtes. Las leyendas al respecto son muy diversas, pero am bos certámenes coinciden LIBRO III 111 afortunado el que ofrece el sacrificio. Las mismas verdes Nereidas salen raudas, por propia voluntad, de sus grutas rocosas, se aferran a los húmedos escollos y no se avegüenzan 145 de admirar, sin ser vistas» los combates de los atletas desnu dos. Los contemplan también el monte Gauro, umbroso por los pámpanos de Icario y el bosque que corona la isla de Nesis, anclada sobre el piélago, y el apacible LimónM, y Euplea, buen presagio para las naves55, y la Venus del lago Lucrino; y tú, Miseno*, que desde lo alto de tu promontorio 150 frigio, aprenderás los toques de las trompetas griegas, mien tras Parténope” , benévola, sonríe ante un culto que le es allegado, y ante las competiciones de los atletas desnudos y las modestas imitaciones de sus coronas Ven, pues, y honra, propicio, con tu mano invicta, las hazañas de un certamen que es tuyo, ya te satisfaga rasgar las nubes con el iss disco o aventajar con la jabalina al raudo céfiro o anudar tus brazos en la lucha Ubica *: sé favorable a estos juegos sagrados en proceder de juegos fúnebres en recuerdo d e episodios luctuosos y crueles; p o r el con tra rio , en los juegos del Hércules S orren tino todo era festivo y alegre. (Cf. supro, III 1 .4 4 y $$., y nn. 27, 28 y 29.) ” El m onte G auro (hoy B árbaro) era célebre po r sus viñas y sus vinos. E n cuanto a Icario (padre de F.rígone), aprendió del prop io Baco el cultivo de las vides (ver Tebaida IV 655). Cf. infra, I. V, n. 119. M C f . supra, 1 .1 1 , ti. 7 6 . « Cf. supra, 1. 11, n. 74. * C om batiente y trom peta de las huestes troyanas —esto es, frigias— que acom pañaban a Eneas; m uerto a m anos de T ritón , d io su nom bre al cabo y a la ciudad que, situados entre Cum as y Pozzuoli, se asom an a las aguas de la M agna Grecia (ver V ir g i l i o , Eneida IV 162 y *$.; cf., tam bién, supra, U , n. 72). Cf. supra, 1, 1, n. 127. H Cf. supra, ]. 11, n. 50, relativa a los juegos AugustaJes que se celebraban en Nápoles. ** A lusión al com bate victorioso que sostuvo Hércules c o n e l gigante A nteo, rey de Libia, hijo de N eptuno y de la T ien a . 112 SILVAS y , s i c o n s e r v a s la s m a n z a n a s d e la s H e s p é r id e s , p o n ía s e n e l r e g a z o d e la v e n e r a b le P o la , p o r q u e e s d ig n a d e e l la s y n o ico d e s h o n r a r á t a n a l to h o n o r* * ; y s i r e c o b r a r a e l d u lc e e n c a n to d e s u s v e rd e s a ñ o s ( c o n tu v e n ia , A lc id e s ) , t a m b ié n a q u í , ta l v e z , te h a b r ía s s o m e t id o a h i l a r la l a n a 61. T a l es la o f r e n d a q u e h e t r a í d o , g o z o s o e in s p i r a d o , h a s ta e s te a l t a r n a c ie n te . A h o r a c o n te m p lo a l d io s q u e , e n el I65 u m b r a l , r o m p e a h a b l a r y d ic e a s í : « F e liz e n tu s d e s e o s y e n tu s b ie n e s , tú , q u e t o m a n d o e je m p lo e n m is t r a b a jo s , d o m a s la s d u r a s r o c a s y lo s t r i s te s d e s ie r to s d e u n a t i e r r a in f e c u n d a , t o r n a n d o p r o v e c h o s o s lo s c u b i le s , m o r a d a d e la s f ie r a s , y p r e s ta n d o e s p le n d o r a la s d e id a d e s q u e v e r g o n z o s a m e n te y a c ía n e n la s o m b r a . ¿ C o n q u é r e c o m p e n s a s v o y a p a g a r n o a h o r a tu s m e re c im ie n to s ? ¿ C ó m o o f r e c e r te m i g r a t i tu d ? R e t r a s a r é lo s h i lo s d e la s P a r c a s e n s a n c h a n d o s u s h u s o s , p u e s s é v e n c e r a la in f le x ib le M u e r t e “ ; a le ja ré d e ti lo s in fo r tu n io s , te l i b r a r é d e t o d a t r i s t e p é r d id a ; s in q u e n a d a (e d a ñ e , r e n o v a r é t u v e rd e s e n e c tu d y te d a r é q u e v e a s la r g o s a ñ o s a 175 t u s jó v e n e s n ie to s , h a s t a q u e , a d u l to s — a q u é l , p a r a u n a e s p o s a ; e l la , p a r a u n m a r i d o — la n u e v a d e s c e n d e n c ia d e e l lo s n a c id a , g r e y l l e n a d e o s a d ía , o r a t r e p e d e n u e v o s o b r e w L as tr e s m a n z a n a s de o r o q u e o b tu v o H é rc u le s (ra s d a r m u e r te a l d r a g ó n q u e las g u a rd a b a e n el j a r d ín d e la s H esp é rid es fu e ro n re c h a z a d a s p o r E u ris te o y p o r M in e rv a c o m o d o n e s p ro h ib id o s (v e r A p o l o d o r o , II S, ] i , 13). P e ro P o la p u e d e a c e p ta r la s s in in c u r r i r en im p ie d a d , p o rq u e p o see las tr e s v ir tu d e s q u e , e n la ¿ tic a e s to ic a , s im b o liz a n las tre s m an zan as : a u se n c ia d e c ó le ra , d e a m o r a l d in e ro y d e a m o r a l p lace r. 41 C o m o lo h ic ie ra a lo s p ies d e ó n fa le , la h e rm o s a re in a d e L id ia , c u a n d o h u b o d e v e n d e rse a e lla c o m o e sc la v o p a ra e x p ia r e l a se s in a to d e íf ito . M L o h iz o e n d o s o cas io n es : c u a n d o e n c a d e n ó a C é rb e ro p a r a s a c a r a T eseo d e los in f ie rn o s y c u a n d o sa lv ó a A lcestis . a r ra n c á n d o la d e las g a rra s d e la m u erte . LIBRO III 113 lo s h o m b r o s d e s u a b u e lo » o r a , c u a l t i e r n o e n ja m b r e , c o r r a a p o r f í a a d i s p u ta r lo s b e s o s d e la a p a c ib le P o la . P u e s n u n c a se im p o n d r á u n té r m in o a m i t e m p lo m ie n t r a s e n s í m e lle v e iso la m á q u in a d e l c ie lo c e n te l le a n te , y n u n c a h a b i t a r é c o n m á s a g r a d o n i e n N e m e a , n i e n la a n t ig u a A rg o s , n i e n m i m a n s ió n d e T ív o l i , n i e n C á d iz , d o n d e e l s o l t ie n e s u le c h o " » . A s í h a b ló y , t o c a n d o e l fu e g o q u e se a l z a b a e n s u a l ta r , m o v ie n d o s u f r e n te , q u e b la n q u e a b a , c e ñ id a p o r u n a g u i r n a l d a d e c h o p o * 4, j u r ó p o r l a E s t ig ia y p o r e l r a y o d e s u 1&5 p a d r e c e le s te . 2 POEMA DE DESPEDIDA A MECIO CÉLER*’ « D io s e s q u e g u s tá i s d e p r o te g e r la s a u d a c e s n a v e s y d e s u a v iz a r lo s r ie s g o s c r u e le s d e l p o n t o e m b r a v e c id o p o r lo s v ie n to s : te n d e d e l p ié la g o e n c a lm a , t o r n a d v u e s t r a a s a m b le a p r o p ic i a a m is v o to s y q u e la s o la s , a m a n s a d a s , n o a c a l le n c o n s u f r a g o r m is ru e g o s . G r a n d e y e x t r a o r d i n a r i o e s , N e p - t u n o , e l d e p ó s i t o q u e c o n f ia m o s a tu s p r o f u n d id a d e s : a l 5 a z a r o s o a b i s m o se a r r ie s g a e l jo v e n M e c ió , y s e d i s p o n e a l le v a r s o b r e tu s p la n ic ie s m á s d e la m i ta d d e m i a lm a . 45 Lugares célebres, vinculados a Hércules p o r el culto o po r la leyenda. ** P u n jo , en su Historia N atural X \ l I 3, nos inform a de cóm o el chopo estaba consagradoal culto de Hércules. M M arco Meció Céler (ver C IL IV 2074), personaje de rango senatorial, m archaba a Siria a) m ando de una legión. El 26 de abril del afio 101 sería cónsul electo ju n to a su colega Q uinto Serveo Inocente. 114 SILVAS M o s t r a d v u e s t r o s a s t r o s b e n ig n o s , h e r m a n o s E b a l i o s M, y 10 v e n id a s e n ta r o s s o b r e u n o y o t r o e x t r e m o d e la e n t e n a ; q u e p o r v o s o t r o s b r i l le n m a r y c ie lo ; a h u y e n ta d , o s r u e g o , el f u lg o r to r m e n to s o d e v u e s t r a h e r m a n a d e I l ió n y a l e ja d lo d e l f i rm a m e n to t o d o é\ T a m b ié n v o s o tr a s , N e re id a s , t u r b a ce le s te d e l m a r , a q u ie n e s h a c a b id o la g lo r i a y la f o r t u n a d e l s e g u n d o r e in o w — s é a m e p e r m i t id o l l a m a r o s a s t r o s d e l in - is m e n s o p ié la g o — , s a l id d e la s c a v e r n a s c r i s t a l in a s d e la e s p u m o s a D ò r i d e 49 y , n a d a n d o , a p a c ib le s , r o d e a d a p o r f í a la e n s e n a d a d e B a y a s c o n su s c o s ta s p r e ñ a d a s d e a g u a s c á l id a s 70, e n b u s c a d e la n a v e a l t iv a a q u e se g o z a e n s u b i r e l n o b le 20 C é le r , r e to ñ o d e la A u s o n ia a r m ip o te n te . Y n o h a b r é i s d e b u s c a r la la rg o t i e m p o , p o r q u e h a p o c o , c a r g a d a , a t r a v é s d e lo s m a re s , h a s id o la p r im e r a e n t r a e r a la s c o s ta s d ic e a r - q u e a s ” la c o s e c h a d e F a r o s 72, y la p r im e r a e n s a lu d a r a C a p r i y e n v e r te r p o r la b a n d a d e e s t r i b o r s u l ib a c ió n d e v in o s m a re ó t ic o s n e n h o n o r d e M in e rv a T i r r e n a C irc u n d a d 25 su s d o s b o rd a s e n v u e s t ro d u lc e c e rc o ” y , r e p a r t ie n d o v u e s tro s 46 L o s Ebalios o Ebálidcs (d e sc e n d ie n tes d e É b a lo , rey d e E sp a r ta ) so n Jos g e m e lo s C á s to r y P ó lu x y , p o r c o n s ig u ie n te , su c o n s te la c ió n , G é m in i, q u e l ib r a d e l p e lig ro a lo s n av eg an tes . L a h e rm a n a d e I lió n ( tro y a n a ) e j H e le n a , p e rso n if ic a c ió n d e los fu eg o s fa tu o s o d e S a n te lm o , q u e a tra ía n a los m a r in e ro s h a c ia su p e rd ic ió n . M E s d e c ir , d e l re in o d e lo s m a re s . " C f. supra, I. I I , n . 85. » C f. supra, 1 .1 , n . 237 y I I I 5, 96 y V 3 , 169, ’• C f. supra, 1. I I , n n . 50 y 82. 72 L a lle g a d a a P o z iu o l i d e la p r im e ra d e las n a v e s q u e t r a ía n su c a rg a m e n to d e tr ig o e g ip c io s e c e le b ra b a c o m o a q u í se v e , y s o b re to d o e n S é n e c a , Epístolas a LuciUo 77, I. ,J E s to es, eg ip c io s . M C f. supra, 1. H , n . 47. w L a im a g e n d e las N e re id a s n a d a n d o , b e n é v o la s , e n to r n o a la n a v e , es u n tó p ic o m u y e x te n d id o . V e r, p o r e jem p lo , C a t u l o , 64, 12 y ss. LIBRO IU 115 cometidos, tensad vosotras los cordajes del mástil, amarrad vosotras las gavias en lo más alto de los masteleros y desple gad vosotras las lonas a los céfiros; que unas ordenen de nuevo los bancos de los remeros y que otras, a la panzuda popa, sumerjan en las aguas el timón; que haya quienes se ocupen de que la pesada grúa de proa abra paso entre las barcas fondeadas avante y quienes amarren a popa la chalupa auxiliar y se sumerjan para arrancar del fondo el áncora encorvada; que otra atempere las mareas y torne el mar propicio hacia levante: que ninguna de las glaucas hermanas quede sin cometido. Que de un lado Proteo, de cuerpo multivario, y del otro Tritón, de doble cuerpo, le precedan nadando, como también aquel que, por un prodigio inespe rado, perdió sus ingles —Glauco— y que aún, cuantas veces se desliza cabe las costas patrias, golpea con su cola cariñosa la Antedón ribereña16. Pero tú más que nadie, Palem ón", con tu divina madre, séle propicio, si es que ardo yo en deseos de ensalzar vuestra Tebas y si no canto a Anfión, discípulo de Febo, con plectro indigno Y el padre que quiebra los vientos en su prisión de Eolia, a quien obedecen los soplos diversos, las ráfagas todas por los anchos mares * C iudad del litoral de B eoda, sobre e) estrecho de E uripo, patria del mítico pescador que se a rro jó a las aguas y vio la parte inferior de su cuerpo m etam orfoseada en pez. En A ntedón se le dedicó un tem plo, donde gozaba de la devoción de m arineros y pescadores. Ver O v id io , M etam orfosis XIII 904 y ss.; E s t a CíO, Tebaida VII 334. 17 Cf. supra, J. II, n. 37. Ino, hija del lebano C adm o y esposa de A fam ante, rey de Tebas, al huir de la furia de éste con su hijo Melicertes, te a rro jó al m ar. M adre e hijo, m tiam orfoseados en divinidades, tom aron los nom bres de Leucoiea y Palem ón. * Cf. supra, n . 45. Discípulo de Febo, p o r su perfección taflendo la tira. El a u to r se refiere, una vez m ás, a la com posición de la Tebaida, que, com o vemos al final del presente poema, no estaba concluida. 116 SILVAS d e l m u n d o y la s t e m p e s ta d e s y la s n u b e s c a r g a d a s d e lluv ia» r e p r im a e n p r i s ió n m á s a n g o s ta b a jo s u m o n t a ñ a a l B ó re a s , 45 e) E u r o y e l N o to ; p a r a e l s o lo C é f i ro s e a e l d o m in io d e l c ie lo ; q u e é l s o lo im p u ls e la s n a v e s y s u r q u e l a f a z d e la s a g u a s , a s id u o d e l p ié la g o , h a s t a q u e , s in n in g u n a b o r r a s c a , c o n f íe tu s v e la s fe lic e s a la s p a r e t o n i a s 7* r ib e r a s .» M i r u e g o es e s c u c h a d o . E l p r o p io C é f i ro l l a m a a la n a v e e in c r e p a a lo s 50 m a r in e r o s d e s id io s o s . H e a q u í q u e m i p e c h o d e s fa lle c e , p re so d e u n f r ío m e d r o s o , y a p e s a r d e l h o r r o r q u e m e in f u n d e ta l p r e s a g io , n o p u e d o c o n te n e r la s lá g r im a s q u e p e n d e n a l b o - r d e d e m is o jo s . Y a e l m a r in e r o , s o l t a n d o a m a r r a s , h a s e p a r a d o l a n a v e d e la t i e r r a y h a d e ja d o c a e r a la s a g u a s la ss e s t r e c h a p a s a r e la . In s e n s ib le , e l p a t r ó n , d e s d e la p o p a , c o n p r o lo n g a d o g r i t o , d e s u n e lo s a b r a z o s y s e p a r a lo s b e s o s le a les: n o es p o s ib le a s i r p o r m á s t i e m p o e l c u e l lo q u e r id o . S in e m b a r g o , e n t r e t o d a la t u r b a , s e ré e l ú l t im o e n s a l t a r a t i e r r a y n o a b a n d o n a r é la n a v e e n t a n t o q u e n o h a y a « a r p a d o . 60 ¿ Q u ié n la l l a n u r a in h ó s p i t a , e x t r a ñ a a lo s v iv ie n te s d e s d ic h a d o s , c o n v i r t ió e n u n c a m in o y , c o n t a l a n t e a u d a z , a lo s h i jo s p ia d o s o s d e la s ó l id a t i e r r a a r r o jó e n t r e la s o la s y la n z ó a l v o r a z p ié la g o * ? N o f u e m á s te m e r a r i a la o s a d ía q u e u n ió 65 e l g é l id o P e l io c o n la c im a d e l O s a y a p la s tó p o r d o s v ece s a l ja d e a n te O lim p o b a jo su s c u m b re s* 1. ¿ N o e r a b a s ta n te c ru z a r " T a m b ié n e n la Tebaida V 12, asi c o m o L u c a n o e n X 9 , d es ig n a E g ip to co n « t e a d je tiv o , d e r iv a d od e ta c iu d a d d e P a re to n io , p ró x im a a A le ja n d ría . M L a q u e ja c o n tr a la a u d a c ia d e q u ie n in v e n tó la n a v e g a c ió n c o n s titu y e u n tó p ic o a m p lia m e n te e x p lo ta d o . V er, p o r e je m p lo , H o r a c i o , Odas I 3 ,9 y $$.; O v id io , Am ores I I 1 1 , 1 y ss .; T ib u lo , 1 3 ,3 5 ; P r o p e r c i o , I 17, 13 y I I I 7 , 29 ; S é n e c a , M td ta 301 y 607 ; E s t a c i o , Aquiltida I 61. S e re fie re a) in te n to d e e s c a la r e l c ie lo p o r p a r te d e lo s g ig an te s , a fin d e a p la s ta r a lo s d io se s . P a r a e llo , a lz a ro n el m o n te P e lio s o b re el O sa , y é s te s o b re el O lim p o (la s tre s m o n ta ñ a s e s tá n p ró x im a s e n tre si, e n la LIBRO IH 117 los lagos plácidos y los estanques ni someter los ríos, redu cidos bajo ios puentes? Marchamos al abismo, y por doquiera huimos de las tierras, nuestra cuna, encerrados en un ma dero exiguo bajo el cielo desnudo. De ahí la furia del viento, 70 las terribles borrascas, los rugidos del cielo y los rayos sin tregua del Tonante” . Antes de que las naves existieran, los mares reposaban en un sueño indolente: no osaba Tetis levantar espumas, ni las nubes osaban encrespar las olas. Fue 75 al ver las naves cuando las aguas se encolerizaron y se alzó la borrasca contra el hombre. Entonces se nublaron las Pléyades y el rebaño de Olenia” y Orión se enfureció más que solia. Es justo que me queje: he aquí que huye la nave, llevada entre las olas vacilantes, poco a poco más breve, y se hurta a las miradas que de lejos la siguen, encerrando en su grácil madero tantos temores y, sobre todos ellos, presta a llevarte so a ti, Céler, prenda de mi cariño. ¿Con qué sentimientos podré soportar ahora el curso de mi sueño y de mis días? En mi temor a todo ¿quién me hará conocer si las costas furiosas del mar de Lucania te han dado paso con ondas bonancibles, si está encrespada la turbulenta Caribdis o la ss doncella que arrasa los abismos del mar de Sicilia14, qué semblante te ofrece en tu carrera el proceloso Adriático, si se Tesa lia ). Son diversas las variantes, tan to relativas a su em presa com o a su fracaso. En V ir g i l i o , Geórgicas 1 281 y ss., son tres los intentos de los gigantes. Ver tam bién Eneida VI 580 y ss. M O tro lugar com ún: la insaciable am bición del hom bre, que le im pulsa a cruzar los mares en pos de las riquezas, es lo que ha suscitado todos estos castigos de su im piedad, castigos que no existían en la edad de o ro , cuando los seres hum anos eran puros y piadosos. n Cí, supra, 1. I, n, 161. 84 Escila, hija de Forco, m etam orfoseada en m onstruo m arino, y escollo del estrecho de Sicilia, frente a Caribdis, que lleva su nom bre. 118 SILVAS muestra calmado el mar de C árpato15 y con qué brisa te transporta Dòride84, que fue indulgente con la astucia del 90 toro de Agenor? Mas tengo merecidas mis zozobras: ¿por qué cuando te dirigías al campamento no marché como compañero diligente, ya fuera a la India ignota, ya al caos de Cimeria*7? Ahora estaría firme junto a las bélicas enseñas de mi capitán, ya asieras en tu mano las armas o las riendas, ya actuaras como juez entre tus huestes; y aunque no tomara parte en tus acciones, las presenciaría, al menos, admirado. 95 Si en otro tiempo Fénix” , reverenciado por el gran Aquilcs, acudió a la costa de Ilión, a la timbrea Pérgamo” , no para hacer la guerra y sin haber prestado juramento al orgulloso Atrida, ¿por qué mi devoción queda inactiva? Sin embargo, en mi firme corazón nunca desertaré y, aunque distantes, mis votos marcharán junto a tus velas, loo Tú, Isis, que tuviste tu establo en las cavernas de Foroneo y hoy eres reina de Faros y deidad del oriente jadeantew, M C árpato , isla del m ar Egeo, da nom bre a la extensión m arina com prendida entre C re ta y el Asia M enor. M Juego de palabras: D òride, po r su unión con N ereo, es la m adre de las cincuenta Nereidas. D ó n d e es tam bién uno de los m uchos nom bres poéticos que recibe el m ar (ver V irg ilio , Bucólicas X 5). Y es, asim ism o, la región de Asia m enor {además de la m ás conocida de Grecia) que da nom bre tam bién al m ar de C árpalo . D òride, com o deidad m arina y com o m ar, favoreció el rap to de Europa, hija de A genor, po r Júp ite r metamor* foseado en to ro (cf. supra, ). II, n. 8$). *’ Región fabulosa, envuelta en una oscuridad im penetrable (ver C i c e r ó n , Cuestiones Académicas I I 6 1 ). ** Ayo de Aquile» (ver II I, 91; CICERON, Del Orador III 57; O v id io . M etamorfosis V III 307). " T im brea, porque sus m urallas fueron construidas por el dios venerado en T im bra, esto es, po r A polo (cf. supra, 1.1, n. 207). 90 Las semejanzas em e lo e Isis dieron lugar a la identificación de una y o tra . lo , m etam orfoseada en vaca po r Júp ite r a fin de sustraerla a la cólera de Ju n o (ver O v id io , Metamorfosis I 583 y ss.), perm aneció en los L IB R O III 119 recibe con ei múltiple son de tu sistro a la nave que marcha rumbo a Egipto; y al joven egregio, a quien el caudillo del Lacio ha confiado las enseñas de Oriente con el mando de las cohortes palestinas*1, condúcelo tú con mano benigna 105 por tus santuarios en fiesta y por los puertos y ciudades que te están consagrados. Que sepa, bajo tu protección, de dónde viene los fecundos excesos del Nilo pantanoso; por qué decrece su caudal y retiene sus aguas la ribera, inundada de limo cecropio*2; por qué profiere reproches Menfis” y retoza no la ribera de la terapnea C anope44; por qué guarda los altares de Faros el portero del Leteo*5; por qué se igualan a los establos de su herm ano Foroneo , rey de Argos. C onfundida con Isis, es reina de la isla de F aros y divinidad egipcia. 41 El m ando de una legión en S iria (cf. supra, n. 65.). 42 Este adjetivo suele em plearse com o sinónim o de ateniense, ya que C écrope fue el prim er rey de A tenas. Se h a supuesto que en este pasaje hace referencia a las golondrinas, basándose en el hecho de que la hija del ateniense Pandión fue conven ida en una de esas aves y, po r o tra parte , en el testim onio de P u m o , H isto ria N a tu ra l X 94, según el cual eran tan num erosos los nidos de golondrinas en varios parajes de las orillas del N ilo, que servian de dique a las aguas. T al in terpretación parece excesivamente rebuscada. Teniendo en cuen ta que Cécrope, según la leyenda, era oriundo de Egipto, es m ás verosímil que aquí cectop io signifique simplemente egipcio. w Juego de palabras en tre el nom bre de esta ciudad egipcia y el verbo griego m é m p h ó , que significa reprochar. ** Cf. supra,, I. II, nn. 90 y 177. La ciudad de C anopo, según una antigua tradición griega, debía su nom bre a C anopo, piloto de M enelao, que fue en te rrado allí: a eso se debe el epíteto terapnea ( = ¡acedem onia). En cuan to al verbo retozar, responde al carácter placentero y lascivo de aquella ciudad, a la que solían acudir, p ara solazarse, los habitantes de Alejandría. w Juego de conceptos mitológicos: el portero del Lctco, Cérbero, es un perro , com o lo es tam bién el egipcio A nubis, un dios con cabeza de chacal (y posteriorm ente con cabeza de perro), guardián de los altares. Ver V ir g il io , E n e id a VIII 698. 1 2 0 SILVAS e x c e lso s d io se s la s b e s t ia s d e s p re c ia b le s ; q u é a l ta r e s se re s e rv a lis e l F é n ix r e n a c ie n te , q u é c a m p o s a c e p ta A p is , a d o r a d o p o r lo s m e d ro s o s p a s to re s , y e n q u é h o n d u r a s d e l N ilo s e su m e rg e . C o n d ú c e le t a m b ié n a l lu g a r e n q u e y a c e n lo s M a n e s d e l h é r o e d e E m a t i a * , d o n d e e l f u n d a d o r d e la u r b e , s e m b r a d o rd e g u e r r a s , p e r m a n e c e u n g id o e n e l n é c t a r d e l H i b l a ” , y a la m a n s ió n p la g a d a d e s e r p ie n te s , d o n d e , a n e g a d a e n p ia d o s o v e n e n o , re h u y ó C le o p a tr a , t r a s la d e r r o ta d e A cc io , las c a d e n a s 120 a u s o n i a s * . Y s ig u e , d io s a , a l jo v e n , h a s t a e l c a m p a m e n to q u e e n t i e r r a s a s i r ía s le e s tá e n c o m e n d a d o , p a r a c o n f iá r s e lo a l M a r te l a t in o . Y n o s e rá a l l á u n v is i t a n te e x t r a ñ o : s ie n d o a ú n a d o le s c e n te s u d ó y a e n a q u e l la s t i e r r a s , c u a n d o s ó lo se d e s ta c a b a to d a v ía p o r e l b r i l lo d e u n a f r a n j a d e p ú r p u r a m á s a n c h a * , a u n q u e y a s e m o s t r a b a a g u e r r id o c u a n d o se a n t ic i - 125 p a b a a lo s e s c u a d r o n e s c o n s u s á g ile s q u ie b r o s , y h u m i l la b a c o n s u l a n z a a la s s a e ta s d e O r ie n te . L le g a r á , p u e s , e l d í a e n q u e e l C é s a r te o r d e n a r á e l r e g re s o , d e s p u é s d e q u e c u lm in e s t u c a m p a ñ a , p a r a c o n c e d e r te m á s a l to s h o n o r e s IC0, y y o , f i r m e d e n u e v o e n e s ta o r i l l a , e s c r u ta r é la s o la s in f in i ta s y 130 p e d i r é a lo s d io s e s v ie n to s o p u e s to s . ¡ C ó m o m e e s p o n ja r é ! * E) nom bre de Em atia (región de M acedonia) se aplica, po r extensión, a M acedonia entera. ” Del m onte H ibla (cf. supra, 1. II, n. IB). El cuerpo de A lejandro habla sido em balsam ado según las prácticas orientales, ungiéndolo con miel (ver Quinto Ci'RCio, X JO, 3 y H e r ó d o to , I J98). * Esto es, itálicas (cf. supra, I. I, n. 65). 99 M archó allá, siendo ca9i un adolescente, com o tribuno m ilitar, esto es, para d a r los prim eros pasos en el aprendizaje de la carre ra de las arm as (casi com o un simple soldado, com o nos dice C ic e ró n en el Sueño de Escipión III). El hecho de que la fran ja de pú rpura fuera ancha se debe a su rango senatorial, no ecuestre (ver M. M a r ín PeRa, Instituciones Militares Rom anos, pág. 120). 100 Probablem ente, el consulado. L IB RO III 121 ¡Con qué inspirada lira haré sonar mis cárnicos votivos cuando, abrazado a tu robusto cuello, me levantes, pendiente de tus hombros y, recién salido de tu nave, reposes, lo primero, sobre mi pecho! Y me confiarás las palabras que me tenías reservadas y nos contaremos los años pasados: tú me hablarás del Éufrates violento, de Bactros, morada de reyes, de los tesoros sagrados de la antigua Babilonia y de Zeugma, ruta de la paz latina, y me dirás por dónde se extiende el dulce bosque de Idum ea'0’, dónde enrojece la preciosa púrpura de Tiro y dónde con su jugo tiñe y tiñe de nuevo en las tintorerías de Sidón, y cuándo comienzan a destilar de sus brotes el cándido bálsamo las ramas feracesIM. Y yo te diré qué exequias habré ofrecido a los pelasgos derrotados o qué página pone fin a mi laboriosa Tebaida,M. 3 CONSUELO PARA C LA U D IO ETR U SC O 104 Tú, Piedad, la más alta de las divinidadesIM, cuyo numen, bienquisto de los cielos, contempla pocas veces esta tierra ■»i Dulce po r tu producción de dátiles (cf. supra, 1 .1, o. 245). Bactros (Bacira) era U capital de la Bactriana, a] N. del actual Afganistán. Zeugm a estaba en Siria» sobre t i Súfrales, entonces confín oriental de) Im perio. w Se refiere probablem ente, entre los diversos productos balsám icos de O riente, a l opobálsatno o bálsam o de Judea, que fluye de un árbol orig inario de Siria. 103 E n la Tebaida llam a el au to r pelasgos a los argivos; en la Aquileida, a los griegos en general. Esta referencia indica que la Tebaida estaba próxim a a su fin. '« Cf. supra, 1. 1, n. 8. iw L a d iosa P iedad se identificó con A strea, deidad de la-Justicia (cf. supra, 1. I, n . 169). 122 SILVAS s a c r i le g a : v e n c o n t u c a b e l le r a c e ñ id a p o r la s Ín fu la s y d e s lu m b r a n te c o n tu v e s te n iv e a , t a l c o m o , a ú n p r e s e n te , a n te s d e q u e te a h u y e n ta r a m a ld a d a lg u n a d e lo s h o m b re s c u lp a b le s , h a b i t a b a s e n m e d io d e u n o s p u e b lo s in g e n u o s , e n t u r e in o s d o r a d o : a c u d e a e s ta s e x e q u ia s e n t r a ñ a b le s , m i r a e l l l a n to p ia d o s o d e l l a c r im o s o E t r u s c o y e n ju g a la s p u p i l a s d e t a l p e r s o n a e g re g ia . A l c o n t e m p la r c ó m o q u ie b r a s u p e c h o e n m e d io d e g e m id o s e n t r e c o r t a d o s , c ó m o a b r a z a la p i r a y se t i e n d e s o b r e la s c e n iz a s ¿ q u ié n n o p e n s a r ía q u e l l o r a la )o m u e r te d e u n a t i e r n a e s p o s a o q u e e s a s l l a m a s c o n s u m e n el r o s t r o d e u n h i jo a p e n a s a d o le s c e n te ? P e r o e s a s u p a d r e a q u ie n l lo r a . A c u d id , d io s e s y m o r ta le s , a e s te r i tu a l . L e jo s d e a q u í , m a r c h a d le jo s d e a q u i lo s im p ío s q u e h a b é is a lb e r g a d o e n v u e s t r o p e c h o e l c r im e n o c u l to d e l h a s t ío a n te la d i l a t a d a s e n e c tu d d e v u e s tro p a d re , o q u e , c u lp a b le s d e h a b e r g o lp e a d o 15 a l g u n a v e z a v u e s t r a m a d r e , te m é is a l in f le x ib le É a c o c o n s u u r n a i n f e r n a l s ó l o a lo s in o c e n te s y a lo s p u r o s c o n v o c o . V e d c ó m o r ie g a c o n su s lá g r im a s , e s t r e c h á n d o lo c o n t e r n u r a , e l r o s t r o s e n i l y la s a n t a c a n ic ie d e s u p a d r e , y t r i b u t a s u 20 a m o r a l f r ío p o s t r e r o d e s u á n im a . E s te h i jo — f id e l id a d a d m ir a b le — v e d e m a s i a d o r a u d o s lo s a ñ o s d e s u p a d r e y la p r e m u r a d e la s n e g r a s h e r m a n a s " ” . Q u e a o r i l la s d e l L e te o e x u l t e n , c o m p la c id o s , lo s M a n e s ; a l e g r a o s , m o r a d a s d e l E lí s e o ; a d o r n a d c o n g u i r n a ld a s lo s a l ta r e s ; q u e la s a r a s fe s tiv a s p o n g a n e l r e g o c i jo e n v u e s t r o s b o s q u e s p á l id o s : d ic h o s a , o h , d ic h o s a e n d e m a s ía , l l o r a d a p o r s u h i jo , e s l a s o m b r a q u e o s 25 lle g a . L e jo s lo s a u l l id o s d e la s F u r ia s , le jo s e l t r i p le C é r b e r o : q u e se a b r a a f o n d o e l p a s o d i l a t a d o p a r a a c o g e r a t a n e g re g ia s o m b r a . V a y a a d e la n te : q u e a v a n c e h a s ta e l te m ib le 164 Cf. supra, l. II, n. 43. lW Las Parcas, que, por el contrario , son blancas en IV 3 ,146 (cf. infra. I. IV, n. 58). L IB RO 1(1 123 s o l io d e l s e ñ o r d e l s i le n c io y le p r e s e n te e l s u p r e m o h o m e n a je d e s u a g ra d e c im ie n to » y , s o l íc i to , p id a p a r a s u h ijo la m is m a s u m a d e a ñ o s . H o n o r a t i p o r t u p ia d o s o ru e g o : y o b r in d a r é , 30 E t r u s c o , a tu s j u s to s s o l lo z o s e l d e b id o c o n s u e lo , y o f r e n d a r é d e g r a d o a t u lo n g e v o p a d r e p o é t ic a s e x e q u ia s . T ú e x p a n d e , g e n e ro s o , e n la p i r a la s s e m illa s d e O r ie n te y la s r ic a s c o s e c h a s d e c i l ic io s y á ra b e s : llev e e l fu e g o c o n s ig o la s r iq u e z a s d e l 35 h ijo : q u e c r e z c a n la s c e n iz a s e n e le v a d o c ú m u lo y d e n a l c ie lo n í t i d o s u s p ia d o s a s n u b e s . Y o a p o r t a r é p r e s e n te s q u e i n o c o n s u m a e l fu e g o : tu d o lo r , c o n m i c a n t o , p e rv iv i r á e n e l t i e m p o . Y y o t a m p o c o ig n o r o lo q u e e s l l o r a r a u n p a d re : i c o m o tú , h e s o l lo z a d o p r o s t e r n a d o a n t e e l f u e g o l0*. A q u e l 40 d ía m e in v i t a a c o n s o la r tu d u e lo c o n m i c a n to : y o t a m b ié n h e s u f r id o lo s l a m e n to s q u e e s te d í a t e o f r e z c o . C ie r to , a p a c ib le a n c i a n o , q u e n o tu v is te u n a a s c e n d e n c ia i lu s t r e , n i t u s a n t e p a s a d o s g o z a r o n d e r a íc e s m u y p r o f u n d a s , p e r o s u p l ió a t u c u n a u n a f o r t u n a in m e n s a q u e o c u l tó la m o d e s t ia d e tu s m a y o re s . P o r q u e n o o b e d e c is te a s e ñ o re s 45 [ v u lg a re s , s in o a a q u e l lo s a q u ie n e s p o r ig u a l s e s o m e te n O c c id e n te y O r ie n te . Y e s a lg o q u e n o d e b e a v e r g o n z a r te , p u e s ¿ q u é c o s a s u b s i s te e n la t i e r r a n i e l c ie lo s in p r e s ta r s u m is ió n a la o b e d ie n c ia ? T o d o e s t á g o b e r n a d o y g o b ie r n a a s u v e z . L a t i e r r a e n t e r a s e h a l la b a j o s u s p r o p io s re y e s , m a s so R o m a , a f o r tu n a d a , a p l a s t a la s c o r o n a s d e lo s re y e s y e l g o b ie r n o d e R o m a h a s id o c o n f ia d o a s u s c a u d i l lo s , y a su v e z , s o b r e e l lo s s e y e rg u e e l p o d e r ío d e lo s d io s e s . P e r o t a m b ié n lo s d io s e s t ie n e n s u s ley es: s e s o m e te e l c o r o a p r e s u r a d o d e lo s a s t r o s y la i n c o n s t a n te lu n a s e s o m e te y n o s in s o m e te r s e v u e lv e u n a y o t r a v ez la lu m in o s a ó r b i t a y — si s e » « Véase II 1 ,3 3 ss. y V J . 124 SILVAS me permite parangonar lo humilde con lo excelso,w— tam bién sobrellevó las duras condiciones de un monarca inhu mano el héroe de Tirinto y no sufrió deshonra la fístula de Febo, que se prestó a servir111. Por otra parte, no arribaste al Lacio desde tierras barbáricas: fue Esmirna tu suelo natal; bebiste del venero venerable del M eletena y del vado del H erm ollí, donde se baña el lidio Baco y renueva sus cuernos con el légamo aurífero. Luego fue venturosa tu carrera; tus cometidos varios, paso a paso, acrecieron tu honra: siempre te ha sido dado marchar cerca de las divinidades, siempre encontrarte al lado de los Césares y unido al culto arcano de los dioses. Se abrió primero a ti la corte de Tiberio, cuando apenas cambiaba tu semblante la pubertad temprana (en tonces se te dio la libertad, ya que tus condiciones naturales superaban la cuenta de tus años) y no te rechazó, aunque era despiadado y estaba poseído por la Furias, su primer here* d e ro " \ Por ello, juvenil acompañante, a aquel tirano que imponía miedo por sus palabras y por su presencia y que fue despiadado con los suyos hubiste de seguir hasta los hielos árticos1,5 como quienes dominan la temible fiereza de las R e m i n i s c e n c i a d e V i r g i l i o (Geórgicas IV 176), r e c o g i d a t a m b i é n p o r O v i d i o , Tristes I 3 , 2 5 . 110 Hércules, obligado po r Euristco a sobrellevar trabajos du ros y hu millantes. 1,1 Febo sirvió voluntariam ente com o pastor, apacentando y acrecen tando lo» rebaños de A dm eto, rey de Feras (Tesalia), a . supra. 1. l i , n. 164. '«> Cf. supra, l, I, n. 78. m El em perador Callgula. I,s Se tra ta de la expedición m ilitar de Calígula al territo rio de los m órinos, en la G&lia Belga ( n o e n el Ártico, com o, hiperbólicam ente dice Estacio), que tuvo lugar en el a f to 4 0 (ver D io n C a s i o , 5 9 , 21 y S u e t o n i o , Calígula 4 3 y ss.). L IB R O Ul 125 b e s t ia s y la s o b lig a n » d e s p u é s d e h a b e r g u s ta d o y a la s a n g r e , a l i b r a r d e s u s f a u c e s la s m a n o s y a c a u t iv a s y a v iv ir a b s te n ié n d o s e d e p r e s a s . P o r tu s m e re c im ie n to s , C la u d io , s ie n d o 75 y a a ñ o s o , a n te s d e s u v ia je a la e s t r e l la d a b ó v e d a , te a lz ó a c u m p l i r f u n c io n e s e le v a d a s y te le g ó a s u s m u c h o s s u c e s o re s ¿ Q u é m o r ta l te m e ro s o d e lo s d io se s h a lo g ra d o a lc a n z a r c o n s u s s e rv ic io s t a l n ú m e r o d e te m p lo s y d e a l ta r e s ? E ! $0 a l íg e ro a r c a d i o 117 e s m e n s a je r o d e l s u p r e m o J ú p i t e r ; J u n o es s e ñ o r a d e l a im b r í f e r a h i ja d e T a u m a n t e 1" ; T r i t ó n , e n s u o b e d ie n c ia , e s t á p r e s to a l m a n d a t o d e N e p tu n o : tú , e n tu e n te r e z a , h a s s o p o r t a d o r e l ig io s a m e n te lo s y u g o s t a n t a s v eces a l t e r a d o s , y t u n a v e h a s u r c a d o fe l iz m e n te t o d o s lo s m a re s . Y y a la lu z d e lo a l to c o n la e x c e ls a F o r t u n a e n t r ó d e l le n o e n tu p ia d o s a c a s a “ ’ i d e s d e e n to n c e s te fu e c o n f ia d a a t i s o lo ss la g e s t ió n d e l t e s o r o s a c r o s a n to lo s b ie n e s a p o r t a d o s p o r to d a s la s n a c io n e s y la s f in a n z a s d e l in m e n s o m u n d o . C u a n to v o m i ta I b e r i a d e s u s m in a s a u r í f e r a s , lo q u e b r i l la e n lo s a l to s d e D a lm a c ia , lo q u e se r e c o le c ta d e la s m ie s e s d e Á f r ic a , lo q u e t r i l l a n la s e r a s d e l N ilo c a lu r o s o , lo q u e 90 N o sabem os cuáles fueron las altas funciones que desem peñó. En cuanto ai concepto de legado, parece atestiguar el arraigo que adquirió la idea de la herencia imperial: nótese cóm o esta herencia, aun después de la m anum isión p o r parte de T iberio, se prolongó en CalJgula, C laudio, NeTÓn, G alba, O tón , Vitelio, V espasiano, T ilo y D om iciano. 1,7 M e rc u r io . u t Taum ente, hijo de O céano, es el padre de Iris, m ensajera de los dioses y, en particular, de Ju n o , y po rtadora de Jas lluvias, esto es, imbrífera. 119 Palante, un liberto del em perador C laudio, había sido nom brado por éste procurator a rationibus, esto es, algo parecido a u a m inistro de finanzas, jefe de los procuradores del fisco (ver S i e t o n i o , Claudio 28), cargo que ostentó hasta el año 55, en que N erón lo sustituyó po r e) padre de C laudio Etrusco. Ver T A cito , A nales X III 14. Del fisco imperial. 126 SILVAS recoge, al fondo, el nadador que explora el mar de Oriente, los ganados selectos de la Galacia griega, los cristales traslú cidos, las maderas masilias y el arte de los Indicos marfiles. « A un solo funcionario están encomendados y sujetos los productos que nos aporta el Bóreas y el Euro desatado y el Austro nubiloso: antes se contarían las lluvias invernales y las frondas del bosque. Con igual diligencia, con igual agu deza, calcula qué precisan los soldados romanos bajo todos io o los cielos m, cuánto piden las tribus '**, cuánto los santuarios, cuánto los cursos altos de las aguas n\ cuánto los diques frente a las crecidas124 y la red de calzadas tendidas a lo lejos; el oro que debe brillar en los altos artesonados del principe, qué cantidad de mineral debefundirse para esculpir a fuego los rostros de los dioses y qué acuñación ha de resonar merced ai fuego de la M onedal2s de Ausonia. ios Apenas, desde entonces, conociste el reposo; el placer se alejó de tu memoria, fue sobrio tu sustento y nunca pertur bados tus deberes por la efusión del vino; pero, eso sí, tu pecho anheló las nupciales ligaduras, la prisión de la mente 121 Bajo D om iciano s t increm entaron los haberes de los soldados. Ver S u e t o n i o , D o m ic ia n o 7 . ,M Los repartos al pueblo de trigo, y tam bién de aceite, vino y oíros productos, se realizaban p o r tribus. Ver S c e t o n j o , D o m ic ia n o 4 (cí. M a r c i a l , VIII 15 , 4 ). 111 Esto es, los acueductos. 114 El poeta emplea un térm ino latino (aequorX que norm alm ente designa la llanura del m ar, pero que aquí se refiere al río T íbcr. T odos los cuidados a que se alude en este pasaje están atestiguados rom o funciones de) procur& ior a ra t ion ibus (cf. supra. n. 119). Las m onedas recibieron su nom bre porque se acuñaban en el tem plo de Ju n o M oneta, advocación que recibió la diosa por haber avisado a tos rom anos (m enere — avisar, advertir) de un terrem oto que se avecinaba (ver C i c e r ó n , D e D lv in a t ion e I 1 0 1 ; T i t o L i v i o , V I I 2 8 , 5 ; O v i d i o , F a sto s I 6 3 8 ) . L IB R O III 127 p o r e l t á l a m o , la f u s ió n d e u n g o z o s o m a t r im o n io y e l n a c i m ie n to d e le a le s s ú b d i to s p a r a t u a m o . ¿ Q u ié n p o d r ía ig n o r a r 110 la e x c e ls a c u n a y la b e l le z a d e la i lu s t r e E t r u s c a ? A u n q u e m is o jo s n o la h a n v is to n u n c a , r e v e la s u r e t r a t o u n a h e r m o s u r a e x im ia , p a r d e s u f a m a : la g r a c ia d e s u s h i jo s , s e m e ja n te a la s u y a , la p r e g o n a . Y n o e s v u lg a r s u e s t i r p e : s u h e r m a n o its o s t e n t ó f a s c e s y l a s i l l a c u r u l m á s e le v a d a ; m a n d ó ñ e lm e n te la s a u s o n ia s a r m a s y la s e n s e ñ a s q u e le f u e r o n c o n f ia d a s c u a n d o u n p r im e r a r r a n q u e d e lo c u ra a lz ó a lo s f ie ro s d a c io s , y s u p u e b lo se v io r e d u c id o a o f re c e m o s u n t r iu n f o g lo r io so A s í , a p o r t ó l a m a d r e lo q u e p u d o f a l t a r a la p a t e r n a s a n g r e , y l a c a s a , g o z o s a , v io c ó m o s e t o r n a b a lu m in o s o , p o r a q u e l m a t r im o n io , s u la d o o s c u r o . Y n o se h ic ie r o n e s p e r a r la s 120 p r e n d a s : d o s v ece s a c u d ió L u c in a a s u s r e t o ñ o s ,v y , f e c u n d a , c o n s u in g r á v id a m a n o to c ó s u s t r a n c e s g r á v id o s . F e l iz t ú si tu s d ía s se h u b ie r a n p r o lo n g a d o , s i, j u s t a , la h i l a tu r a d e las P a r c a s te h u b ie r a p e r m i t id o c o n te m p la r la s f a c c io n e s d e tu s h i jo s y s u s r o s t r o s e n f lo r . P e r o lo s g o z o s s u c u m b ie r o n , 125 r o to s e n p le n a ju v e n tu d : A t r o p o 121 c o n s u m a n o q u e b r a n t ó a q u e l lo s a ñ o s f lo re c ie n te s : a s í in c l in a n lo s l i r io s s u s ta l lo s p á l id o s ; a s í la s r o s a s f re s c a s d e s fa lle c e n a la s p r im e ra s r á f a g a s d e l A u s t r o y e x p i r a la a m a p o la e n p r im a v e r a s o b re lo s p r a d o s n u e v o s . V o s o t r o s , lo s A m o r e s , a r m a d o s d e s a e ta s , h a b é is 130 v o la d o e n t o r n o d e a q u e l c o r t e jo f ú n e b r e y h a b é is u n g id o e l tú m u lo c o n m a te r n a l a m o m o * ” ; a p o r f ía , c o n p lu m a s y '* El herm ano de E trusca desem peñó el consulado, y posteriorm ente, com o consular, tuvo un papel im portante en la guerra contra los dacios, que concluyó en el año 89 con el triunfo al que aqu( se hace referencia (cf. supra, 1.1, n . 40). >« C í. supra. 1 .1, n. 132. ,a N om bre de una de las Parcas. M aternal (p rop ia de Venus), porque el am om o, p lan ta de semillas arom áticas y estim ulantes, se consideraba afrodisíaco. 128 SILVAS cabellos arrancados, atizasteis el fuego, y elevaron la pira las aljabas que todos aportasteis l3°. Y ¡qué ofrendas, Eirusco, i3s qué lamentos habrías allegado al túmulo materno, si crees permatura la muerte de tu padre y como hijo piadoso lloras su senectud ,M! Y aquel que con su gesto gobierna los alcázares supremos después de repartir su clara descendencia entre la tierra y los astros,M se gozó honrándolo en su triunfo sobre Idum ea,w y, por juzgarlo digno, no le rehusó un puesto en 140 la formación del desfile victorioso, sin que la humildad de sus mayores restara nada a su honor. Y el mismo emperador lo apartó de) vulgo para instalarlo en los cúneos ecuestres elevó su condición y quitó de su siniestra el plebeyo anillo de hierro para igualar su posición a la alta dignidad de sus 143 hijosIM. Sus años de prosperidad se deslizaron durante el doble de ocho lustrosm y el curso de su vida fluyó sin Figura denom inada hysteron próteron, consistente en la inversión del o rden cronológico d e (os hechos: naturalm ente, la construcción de ta p ira es previa a la com bustión. Nótese, p o r o tra parte , que esta intervención de los Amores sim boliza, simplemente, la piedad filial y no el erotism o. 1,1 Braquiologia: lloras su muerte, aun cuando su edad era muy avanzada. Vespasiano, desde lo alto , ríge el universo com o un dios (ver Tebaida I 24 y ss.; M arcial, X III 4) y h a confiado el gobierno de los astros a su h ijo , el divino T ito , y e l de la tie ira a su o u o hijo, aún vivo, el divino D om kiano . Región de Palestina som etida a R om a por T ito ; Vespasiano honró a) padre de C laudio Etrusco, un simple liberto, asignándole un puesto en el desfile triunfal del año 71. lM En los espectáculos del tea tro y del anfiteatro. 1)1 Esto es, p a ra elevarlo a la categoría de caballero, con ei derecho a ostentar el anillo de oro. ,H El cóm puto de d ías o de años m ediante la m ultiplicación de núm eros perfectos (según las doctrinas pitagóricas) es un recurso m 'ágico-poético que utilizan eficazm ente autores muy diversos (ver C ic e ró n , D e república VI 4; V irg il io , Eneida I 381; II 126; XI 9). Ei núm ero dos es perfecto por LIBRO III 129 te m p e s ta d e s . C u á n g e n e r o s o f u is te e n f a v o r d e tu s h i jo s , q u e r ie n d o e x c e d e r s ie m p r e tu s p o s ib i l id a d e s , lo a te s t ig u a a ú n h o y la e s p le n d id e z d e l l ib e r a l E t r u s c o , q u e d e t i lo a p r e n d ió , p o r q u e t u c o m p la c e n c ia le in f u n d ió s u c a r á c te r p re c la ro , si b ie n lo re te n ía s c o n te r n u r a e n t u a b ra z o b e n é v o lo , i$o c o m o p a d r e a m o r o s o , s in n u n c a e je r c i t a r t u a u t o r i d a d , y q u e s u p r o p i o h e r m a n o , h e n c h id o d e r e s p e to , s e g o z a b a e n c e d e r a n t e s u g lo r ia . ¡Q u é g r a t i tu d te r in d e n , o h c a u d i l lo s u p r e m o , y q u é p ia d o s o s v o to s lo s jó v e n e s q u e a t i s e h a n c o n s a g r a d o , p o r q u e r e s t i tu i s te a s u p a d r e l a v i d a 157! T ú ( s e a q u e l a 155 c a n s in a s e n e c tu d , e x h a u s ta p o r la s p e n a s , e q u iv o c ó e l c a m in o , s e a q u e la F o r tu n a , t a n t o t i e m p o p r o p ic ia , c a m b ió e l r u m b o ) , c u a n d o e l a n c ia n o se h a l l a b a at u r d i d o , e s p a n ta d o a n te el g o lp e d e l r a y o in m in e n te , te l im i ta s te a a v is a r le c o n s ó lo u n t r u e n o y u n a le v e to r m e n ta : m ie n t r a s e l a y u d a n te e n s u s >60 fu n c io n e s s o b re e l m a r e n c re s p a d o s e a u s e n ta b a d e lo s c a m p o s d e I ta l i a , é l r e c ib ió la o r d e n d e r e t i r a r s e c o m o h u é s p e d , n o c o m o d e s te r r a d o , a la s d u lc e s r e g io n e s d e la c o s ta c a m p a n a o a l a l c á z a r f u n d a d o p o r D io m e d e s m . Y n o t a r d a s t e m u c h o , G e r m á n ic o m , e n a b r i r l e d e n u e v o la s p u e r t a s d e R ó m u l o l*°, 165 ser el pritner nlim ero par, el ocho po r ser el prim er cubo y el cinco por ser sum a de par (hem bra) e im par (n ach o ). Este procedim iento se repite en los poem as V 2; V 3 y V 5. 1,7 Este hábil circunloquio hace referencia a la peripecia de C laudio, el padre de C laudio E trusco, que, condenado por D om iciano al exilio (paran g o n a b a a la m uerte), fue devuelto a R om a (esto es, a la vida) po r el propio déspota (cf. supro, I. I, n. 239). '** Se tra ta de la relegación de los culpables m ás allá de la centésim a milla (ver TA crro , A n d e s X III 26). En cuan to a la ciudad que, según la tradición, fue fundada po r Diom edes, es A r p i, en Apulia, más lejos tam bién de la centésim a m illa (ver V ir g i l i o , Eneida IX 239 y 243 ss.). ** Cf. supra, 1 .1, n. 13. ,*° Es decir, d e R om a. La tardanza fue considerable. E n efecto, m urió a los 90 aftos (ver M arcial, V I I40), después de ochenta aflos de prosperidad 130 SILVAS en consolar $u duelo y en levantar sus penates caldos. Y no es extraño, apacible caudillo, si tai es la clemencia que con* cede a los catos derrotados un tratado indulgente, que otor ga su monte a Los dacios y que recientemente, después de una guerra terrible, no ha considerado merecedores de un triunfo latino a ios marcómanos ni a los nómadas sármatas. i?o Y ya sus días llegan a su término y se detiene el huso inexorable. Ahora la piedad del desolado Etrusco me exige tales cantos cuales no modulan ni los cantiles de Sicilia141 ni el cisne, seguro ya de su destino, ni la esposa del cruel i? j Tereo u>. ¡Ay! ¡Con qué golpes de pecho vi cómo fatigaba sus brazos y cómo abatia el rostro sobre su padre deshaciéndose en besos! A duras penas le contienen los siervos y los amigos; a duras penas le apartan las llamas que se elevan. No de otro modo lloró Teseo por las costas de Sunio tras haber engañado iso a Egeo con sus velas mentidas M\ Luego, entre atroces gemi dos, con la faz desgarrada, habló así a las tibias cenizas: ♦(¿Por qué, padre fidísimo, nos dejas cuando vuelve la Fortuna? Ha poco que aplacamos a la divinidad de nuestro caudillo poderoso y la cólera efímera de los dioses de lo alto: ¿y tú no lo disfrutas, y privado del goce de tan excelso don, IM huyes, ingrato, al reino de los manes? ¿Y no se nos concede ablandar a las Parcas ni mover a las ásperas deidades del (ver supra); si ob tuvo el regreso poco am es de la m uerte (ver infra), es evidente que la relegación fue larga. M> Se refiere a las sirenas (cf. supra, ). II, n. 13). 10 Proene (cf. supra, 1. II, n. 31), que fue m etam orfoseada en ruiseñor. 10 Teseo, hijo de Egeo, rey de A tenas, en su euforia p o r haber dado m uerte al M inotauro , a su regreso se olvidó de arriar las velas negras e izar las blancas, señal convenida con su padre si volvía victorioso. Egeo, deses* perado, se arrojó al m ar, que tom ó su nom bre. De la m ism a m anera, C laudio Etrusco perdió a su padre, aunque no cuando iban a reencontrarse, sino a poco del reencuentro. LIBRO in 131 m a ld i to L e te o ? F e l iz a q u e l a q u ie n , l l e v a n d o s o b r e su s fu e r te s h o m b r o s a s u p a d r e , se a b r ió e l s a c ro r e s p e to d e la s l la m a s m ic é n ic a s '**, y fe liz E s c ip ió n , q u e , a ú n m u y jo v e n , l ib r ó a s u p a d r e d e lo s f ie r o s p ú n ic o s M\ y fe l iz la p ie d a d te m e r a r i a d e l iw l id io L a u s o l44. ¿Y p u d o l a e s p o s a d e l r e y d e T e s a l ia w d a r su v id a p o r l a d e s u e s p o s o , y p u d o e l t r a c io “ 8 a b l a n d a r c o n su s r u e g o s e l r i g o r d e la E s t ig ia ? ¡ C u á n t o m á s j u s t o f u e r a p o r e l a m o r d e u n p a d r e ! P e r o n o m e s e rá s a r r e b a t a d o p o r e n te r o n i e n v ia r é a lo le jo s tu s c e n iz a s ; r e te n d r é a q u i tu s m a n e s , 193 a q u í , e n c a s a tú s e r á s e l c u s to d i o y e l d u e ñ o d e l h o g a r y te e s t a r á n s u m is o s to d o s lo s tu y o s ; y o , c o m o es j u s t o , te e s ta r é s o m e t id o y , s ie m p r e e n p o s d e t i , o f r e c e r é c o n s ta n te s m a n ja r e s y b e b id a s a tu s s a g r a d o s m a n e s , y h o n r a r é tu s im á g e n e s : lo s m á r m o le s b r i l la n te s y e l t r a z o d e lo s c u a d r o s 200 m a g is t r a le s m e t r a e r á n t u s e m b la n z a ; e l m a r f i l y e l o r o a m a r i l l e n to im i t a r á n tu s r a s g o s d e s d e a h o r a . B u s c a ré a h í la s e n d a d e la h o n r a d e z y la e x p e r ie n c ia d e tu l a r g a v id a y tu s p ío s c o n s e jo s y lo s s u e ñ o s a le c c io n a d o re s » . Su padre, con gozosa dulcedumbre, oía estas palabras y 205 descendió despacio a las ásperas sombras para comunicárselas a su querida Etrusca. 144 Esto es: las llam as de tos incendios provocados en T roya p o r los friegos invasores abrieron paso con respeto al piadoso Eneas, cuando huia, cam ino de su m isión sagrada, llevando a Anquises sobre su i hom bros. '« En la batalla del rio Tesino (ver T. Livio. X X I 46. 7). Lauso, hijo de M eoencio, fue m uerto po r Eneas (V irg ilio , Eneida X 783 y ss.), po r tra ta r de socorrer a su padre. En cuanto al cdjetivo lidio, aquí y en o tros m uchos pasajes de autores latinos, no hace referencia a la provincia de A lia M enor, fino a Etroria. w A kestis, esposa de A dm eto (cf. la tragedia Alcesiis de Eurípides). I4* Orfeo, que bajó a los infiernos en busca de Euridice. 149 Com o m ás arriba y com o en V 3 ,37 , a propósito del padre del poeta, lunque la conservación de los restos m ortales en casa estaba prohibida desde la Ley de las D oce Tablas (cf. infra, 1. V, n . 111). 132 SILVAS M i s a lu d o p o s t r e r o , a n c ia n o . E l m á s t i e r n o d e lo s p a d re s : m i ú l t im o a d ió s . N u n c a , m ie n t r a s v iv a t u h i jo , p a d e c e r á s la s 210 h o r r ib le s t in ie b la s n i la tr i s te z a d e u n s e p u lc ro a b a n d o n a d o lso. T u s a l ta r e s p o r s ie m p r e e x h a l a r á n e l a r o m a d e la s f lo re s ; t u u r n a , v e n tu r o s a , b e b e r á s ie m p r e lo s p e r fu m e s a s i r io s y u n t r i b u t o m á s a l to , q u e es e l l l a n to . T u h i jo o f r e c e r á s a c r if ic io s a tu s m a n e s y te e r ig i r á u n tú m u lo s o b r e t u p r o p ia t i e r r a . Y t a m b ié n te c o n s a g r a e s te p o e m a q u e c o n s u e je m p lo s h a a s m e re c id o , fe liz d e h a b e r h o n r a d o tu s c e n iz a s c o n t a l s e p u lc ro . 4 LA CABELLERA DE FLAVIO EAR1NO 1,1 M a r c h a d , c a b e l lo s , y s u r c a d , lo s u p l ic o , u n a m a r b o n a n c ib le ; m a r c h a d , m u e l le m e n te a c o s ta d o s s o b r e e l o r o q u e c o r o n a n las g e m a s m a r c h a d , q u e C i t e r e a ,M o s b r in d a r á , p r o p ic i a , u n a t r a v e s ía fe l iz y a p l a c a r á lo s v ie n to s y t a l v e z o s t r a s l a d e d e u n a n a v e in s e g u r a y e n s u c o n c h a o s c o n d u z c a 5 s o b r e e l l l a n o d e l m a r . A c e p ta , h i jo d e F e b o lo s c a b e l lo s q u e e lo g io y q u e te o f re c e e l e fe b o d e l C é s a r : a c é p ta lo s d e i» En el original, el abandono de un sepulcro triste (posible enálage). 111 Cf. supra, n. S. La antigua costum bre griega de ofrendar los buclcs o )a barba incipiente a alguna divinidad se in trodujo en R om a en el siglo i d. C. (cf. J u v e n a l , III 186; P b t a o n io , X X IX 8). Esto es, en un cofre o relicario de oro y pedrería. '» Cf. supra. 1.1, n. 228. Asclepio o Esculapio (cf. supra, 1. I, n. 201; I. III, n. 7), LIBRO III 133 g r a d o y m u é s t r a lo s a t u in to n s o p a d r e . P e r m i te q u e c o n t r a s te s u d u lc e b r i l lo y q u e , d u r a n t e u n t i e m p o , p ie n s e q u e p e r t e n e c e n a s u h e r m a n o L i e o '” . Q u iz á r e c o r t e é l ta m b ié n u n a o f r e n d a d e s u s c a b e l lo s j a m á s c o r t a d o s , y t e la p r e s e n te e n c e r r a d a e n o t r o c o f r e d e o r o . T ú , P é r g a m o 1* , m á s d ic h o s a , c o n m u c h o , q u e e l I d a f é r t i l e n p in o s — a u n q u e e l I d a s e c o m p la c e c o n l a n u b e q u e p r o p ic ió e l r a p t o s a g r a d o p o r h a b e r d a d o a lo s d io s e s a a q u e l a q u ie n J u n o v e s ie m p r e c o n i r a , y e v i ta s u m a n o y r e c h a z a s u n é c t a r IJ*— tú , P é r g a m o , b ie n q u is ta d e lo s d io s e s e in s ig n e p o r t u h e r m o s o h i jo * * , e n v ia s te a l L a c io a u n m a n c e b o a q u ie n c o n te m p la n p o r ig u a l c o n p lá c id a f r e n te e l J ú p i t e r a u s o n io y la r o m a n a J u n o y a q u ie n a m a n e l u n o y la o t r a ,éc. T a l p la c e r n o le h a s id o d e p a r a d o a l p o d e r o s o s e ñ o r d e l m u n d o s i n o es p o r d e s ig n io d e lo s d io s e s . D ic e s e q u e V e n u s , c u a n d o m a r c h a b a , t o d a d e o r o , d e s d e lo a l t o d e l m o n te ¿ r i c e a lo s b o s q u e s s a g r a d o s d e I d a l i a ’“ a l z a n d o e l d u lc e v u e lo d e lo s c is n e s , p e n e t r ó e n e l te m p lo d e ,M Am bos son hijos de Júp ite r (cf. supra, I. I, n. 181; 1 .11, n. 25). ,st Cf. supra. 1, I, n. 201. 151 Se refiere al rap to de Ganim edes, hijo de T ros, rey de T roya, llevado desde el m onte Ida al O lim po por el águila de Júp ite r (o po r Júp ite r en form a de águila) para ser el favorito y copero del pad re d e los dioses, com o Flavio E arino lo era de D om iciano. Ver V irg il io , Eneida V 252 y ss.; P r o p e rc io , JI 30, 30; O vid io , A m ores I 10, 7 y $s.; M etam orfosis X 15? y as. Este pasaje de Estacio es el único tex to en que figura una nube en lugar del águila. ,J* Ju n o se ofendía y se encolerizaba siempre po r las num erosas infide lidades de Jú p ite r y, naturalm ente, tam bién po r esta deslealtad hom osexual. '** Aquí el herm oso hijo de T roya es Ganim edes, no Paris com o en U ntos pasajes literarios. i*4 Esto es, D om iciano y su esposa. 1,1 Cf. supra, J. J, n. 90. 134 SILVAS P é r g a m o ,M, d o n d e m o r a e l m á s a l to p a t r o n o d e lo s e n fe rm o s , e l q u e d e t ie n e a lo s H a d o s p r e s u r o s o s , la d e id a d b ie n h e c h o r a 2$ q u e se a s ie n ta s o b r e u n a s e r p ie n te s a lu t í f e r a . A llí e n c o n t r ó a u n e f e b o e x t r a o r d i n a r i o p o r e l b r i l lo d e s u e x c e p c io n a l b e ld a d , q u e j u g a b a a n t e e l a r a d e l d io s m is m o . E n u n p r im e r m o m e n to , e n g a ñ a d a u n in s ta n te p o r la a p a r i c ió n s ú b i ta , c r e y ó q u e s e t r a t a b a d e a lg u n o d e s u s h ijo s ; m a s n o l le v a b a 30 a r c o n i d e s u s b e llo s h o m b r o s b r o t a b a s o m b r a a lg u n a . Q u e d ó a d m i r a d a d e la h e r m o s u r a d e l n iñ o y , c o n te m p la n d o s u r o s t r o y s u s c a b e l lo s , h a b l ó a s i: « ¿ I rá s a lo s a lc á z a r e s d e A u s o n ia s in la a y u d a d e V e n u s? ¿ V a s a s o p o r t a r t ú u n a m ís e r a c h o z a y e l y u g o q u e e s c o m ú n a lo s e s c la v o s ? D e n in g u n a m a n e r a : y o d a r é a t u b e l le z a e l s e ñ o r q u e m e re c e . 35 V a m o s , v e n te c o n m ig o , v a r a o s , h i jo : y o te t r a n s p o r t a r é e n m i c a r r o a l a d o p o r m e d io d e lo s a s t r o s c o m o u n d o n s in ig u a l p a r a u n c a u d i l lo ; y n o c o n s e r v a r á s t u e s ta d o d e p le b e y o : te d e b e s , c o m o s ie rv o , a l a m o r p a la t in o . N a d a , lo r e c o n o z c o , n a d a t a n d e l ic io s o h e v is to n i h e e n g e n d r a d o b a j o e l m a n to 4o d e l c ie lo . A n te t i c e d e r á e l h i jo d e l L a t m o ,w y e l d e l S a n g a - r i o 164 y a q u e l a q u ie n p e r d ió la v a n a im a g e n d e u n a f u e n te y s u e s té r i l a m o r IW. L a N á y a d e a z u l a d a t e h a b r í a p r e f e r id o •« Cf. supra, 1 .1. o. 201; 1.111, n . 7. ,w M onte de C aria , a donde acudían la casta D iana para poder contem - piar y besar al bello Hndimión, nieto de Éolo, que había obtenido de Zeus la e terna juventud y el sueflo eterno. 144 R ío de Frigia, a cuyas m árgenes nació y vivió A iis, pasto r de extraordinaria belleza consagrado a] culto de Cibeles y que, en su entusiasmo orgiástico, se castró voluntariam ente (ver C a t u l o , 63). Narciso. IM Te habría antepuesto a Hilas, el bello efebo, hijo de T eodam ante y am ado de Hércules, a quien, cuando se aprovisionaba de agua en M isia, du ran te la expedición de los A rgonautas, rap ta ron las Náyades, cautivadas p o r su belleza (ver V i r g i l i o , Bucólicas V I 43 y ss.). LIBRO IH 135 y a s ié n d o s e a tu u r n a te h a b r í a r e t e n id o c o n m á s fu e r z a . T ú , h i jo m ío , a n t e to d o s ; t a n s ó lo e s m á s h e r m o s o a q u e l a q u ie n s e r á s o f r e n d a d o .» T r a s e s ta s p a l a b r a s , lo a l z ó c o n s ig o p o r la s a u r a s l ig e r a s y le o r d e n ó s e n ta r s e e n s u b ig a d e c isn e s . N o 45 h a y p a u s a : y a s e a lc a n z a n lo s m o n te s d e l L a c io y lo s p e n a te s d e l a ñ o s o E v a n d r o q u e G e r m á n i c o 1W, e l I n c l i to p a d r e d e l o r b e , o r n a c o n n u e v a s o b r a s e ig u a la c o n lo s a s t r o s m á s s u b l im e s '**. Y a es m á s p r e s e n te e l c u id a d o d e l a d io s a : ¿ c u á l s e rá e l m e jo r p e in a d o p a r a s u s c a b e llo s , c u á l la v e s te a d e c u a d a 50 p a r a a n i m a r s u r o s t r o r o s a d o , q u é j o y a d e o r o r e s u l t a r á m á s d ig n a e n s u s d e d o s y c u á l e n s u c u e l lo ? C o n o c ía e l g u s to c e le s te d e l c a u d i l lo ; e l la h a b ía u n id o s u s a n t o r c h a s n u p c ia le s y h a b í a p r o p ic i a d o a m a n o s l le n a s s u m a t r im o n io : a s í o r n a lo s c a b e l lo s d el e f e b o , a s í lo e n v u e lv e e n v e s t id u r a s t i r i a s 170 ss y le in fu n d e s u lu z y s u a t ra c t iv o . A trá s lo s f a v o r i to s a n te r io re s y l a g re y d e lo s f á m u lo s : es é l q u ie n t r a e a l c a u d i l lo m a g n o la s c o p a s p r im e r a s y lo s v a s o s c a r g a d o s d e m i r r a y la s c r i s ta le r ía s c o n m a n o m á s c á n d id a : u n a g r a c ia n u e v a c re c e p a r a B a c o . N iñ o q u e r id o d e lo s d io s e s , q u e h a s s id o e le g id o 60 p a r a p r o b a r e l n é c t a r s o s p e c h o s o 171 y t o c a r t a n t a s v e c e s la d i e s t r a p o d e r o s a q u e d e s e a n c o n o c e r lo s g e ta s y p r e te n d e n r o z a r lo s p e r s a s , lo s a r m e n io s y lo s in d io s : n a c id o b a jo e s t r e l la f a v o r a b le , te h a e x a l t a d o l a b o n d a d g e n e r o s a d e lo s d io s e s . Esto es, la patria, la m orada en que se establecieron los dioses penates de Evandro (ver V irg il io , Eneida VIH y ss.). '« Cf. supra, 1.1, n. 13. ■" V e r i I. '* Es decir, teñidas de púrpura. 171 Una de las obligaciones del copero era la de p robar las bebidas, en previsión de u n posible veneno. 136 SILVAS E n o t r o t i e m p o , p a r a e v i t a r q u e e l in c ip ie n te v e l lo a f e a r a 65 t u s fú lg id a s m e ji l la s y q u e o s c u r e c ie r a e l b r i l lo d e t u b e l la p r e s e n c ia , e l d io s d e tu p a t r i a e n p e r s o n a m a b a n d o n ó la a l t iv a P é r g a m o c r u z a n d o la s a g u a s . A n in g ú n o t r o s e h a o to r g a d o l a p o te s t a d d e a f e m in a r a u n n if ío , p e r o e l h i jo d e F e b o m , c o n s u a r t e m is te r io s a , h a c e c a m b ia r s u s e x o d u lc e - 70 m e n te , s in q u e b r a n t a r e l c u e r p o c o n l la g a a l g u n a l7\ C i te r e a , a n g u s t i a d a , se a t o r m e n ta , c o n to d o , s u m id a e n e l c u id a d o y te m e e l s u f r im ie n to d e l e f e b o . L a c le m e n c ia p r e c l a r a d e l c a u d i l lo n o h a b ía c o m e n z a d o to d a v ía a c o n s e r v a r in t a c to s a lo s n iñ o s c o m o h a b ía n n a c id o ; a h o r a e s tá v e d a d o q u e b r a r 75 e l s e x o m u d a n d o a l s e r h u m a n o , y N a tu r a l e z a s e g o z a v ie n d o s ó lo a lo s s e re s q u e e l la e n g e n d r ó , y la s m a d r e s e s c la v a s y a n o te m e n , p o r u n a le y s in ie s t r a , l le v a r la g r a v id e z d e su s r e t o ñ o s 175. T a m b ié n t ú , s i h u b ie r a s s id o e n g e n d r a d o m á s ta r d e , s e r ía s a h o r a u n jo v e n d e m e ji l la s s o m b r e a d a s , m á s r o b u s to c o n e l d e s a r r o l lo d e tu s m ie m b ro s . Y , fe liz , n o h a b r ía s e n v ia d o u n a o f r e n d a ú n ic a a l t e m p lo d e l h i jo d e M F e b o *M: s e a n a h o r a s o la m e n te tu s b u c le s lo s q u e n a v e g u e n h a c ia t u t i e r r a p a t r i a . L a d e id a d d e P a f o s 177 lo s im p r e g n a b a d e a b u n d a n t e a m o m o y lu e g o la s t r e s G r a c ia s lo s p e in a b a n c o n s u s d ie s t r a s . N o e n v id ia r á n a lo s d e s f a l le c ie n te s c a b e l lo s m Asclcpio o Esculapio (cf. supra. n. 7), |J> Asclepio o Esculapio (cf. supra, n . 154). 1,4 D om iciano prohibió todo tipo de castración, pero n o sin antes haber hecho castrar a su favorito. i” N o existía tal ley, pero sí una costum bre siniestra que D om iciano había practicado, com o o tros m uchos personajes, an tes de proclam ar hipó critam ente la prohibición. H abríais enviado dos: la del cabello y la de la barba {cf. supra, n. Cf. supra, l. I, n. 68. 151). LIBRO III 137 d e l p u r p ú r e o N is o m n i a lo s q u e e l a l t iv o A q u ile s c o n s e r v a b a p a r a e l E s p e r q u io m . A p e n a s s e to m ó la d e c i s ió n d e d e s p o ja r 85 s u f r e n te n iv e a y d e s c u b r i r su s h e r m o s o s h o m b r o s , a c u d ie r o n c o n s u m a d r e , la d io s a d e P a f o s IW, lo s d u lc e s s e re s a l a d o s ll1, q u e a l is a r o n s u s b u c le s y p u s ie ro n s o b re s u p e c h o u n p e in a d o r d e s e d a . L u e g o , c o n s u s f le c h a s u n id a s , c o r t a r o n s u c a b e l le r a 90 p a r a a lo ja r la e n t r e o r o y g e m a s p r e c io s a s , m ie n t r a s s u m a d re , la d io s a C i t e r e a 1,2 e n p e r s o n a , la u n g e d e n u e v o e n s u c a íd a > c o n s u s a r c a n o s p e r fu m e s . E n a q u e l m o m e n to , u n o d e lo s n u m e r o s o s a m o rc i l lo s , a q u ie n h a b í a to c a d o s o s te n e r c o n s u s m a n o s e n a l to u n v a l io s o e s p e jo d e o r o in c r u s t a d o d e p ie d r a s p r e c io s a s , d i jo e s ta s p a la b r a s : « H a g a m o s ta m b ié n e s ta o f r e n d a : n in g ú n p re s e n te s e r á m á s g r a to a l te m p lo d e s u 93 p a t r i a n i t e n d r á m á s v a l o r q u e e l o r o m is m o . T ú s ó lo d e b e s f i j a r a q u í t u m i r a d a y d e j a r p a r a s ie m p r e t u im a g e n .» A s í h a b l ó , y c e r r ó e l e s p e jo c o n s u im a g e n p re s a . E l n iñ o s in p a r , t e n d ie n d o s u s p a lm a s h a c ia la s e s tr e l la s , d i jo : « P o r e s to s p r e s e n te s , e l m á s d u lc e g u a r d iá n d e lo s h o m b r e s , c o n c é d e m e , s i lo h e m e re c id o , la m e rc e d d e m a n - 100 te n e r a n u e s t r o a m o e n u n a j u v e n tu d p e r p e t u a y c o n s e r v a r lo p a r a b ie n d e l m u n d o . C o n m ig o lo r u e g a n lo s a s tro s , c o n m ig o lo s m a re s y t i e r r a s . Q u e v iv a , te lo r u e g o , p o r t a n to s a ñ o s 171 Los adjetivos aplicados a Niso y a sus cabellos evocan la m uerte del joven (royano cuando expiró sobre el cadáver de su tierno amigo Euríalo (ver Virgilio , Eneida IX 176 a 449). m Los cabellos de su querido Patroclo , que reservaba Aquiles para ofrendarlos al Esperquio, río principal de Tesalia, cuya deidad e ra e l dios tu te lar de la región y de sus habitantes, los m irm idones. Ver H o m ero , ¡liada X X III 130 y ss. 1W Cf. supra, I. I, n. 68. 1,1 Los Amores. '» Cf. supra , 1. I, n. 228. 138 SILVAS c o m o e l a n c i a n o d e I l ió n j u n t o c o n e l d e P i l o s ,M; q u e g o c e v ie n d o c ó m o e n v e je c e n c o n é l s u s p r o p io s p e n a te s y e l ios te m p lo T a r p e y o 1M.» A s i h a b ló , y P é r g a m o v io c o n a s o m b r o c ó m o s e e s t r e m e c ía n s u s a l ta r e s . s m D im e , e s p o s a m ía : ¿ p o r q u é d e d í a te e n t r i s te c e s y p o r q u é , p o r la s n o c h e s , q u e c o m p a r t im o s , s u s p i r a s a g o b i a d a e n t u s c u i t a s in s o m n e s ? N o t e m o q u e t u f id e l id a d se h a y a q u e b r a d o n i q u e e n t u p e c h o s e a lb e r g u e o t r o a m o r ; n in g u n a f le c h a p o d r í a a l c a n z a r t e : a u n q u e R a m n u s i a e s c u c h a r a m is 3 p a l a b r a s c o n r o s t r o a v ie s o , n o s e r ia p o s ib le . Y a u n c u a n d o , a r r e b a t a d o d e la s o r i l l a s p a t r i a s , e r r a r a y o d u r an t e c u a t r o lu s t r o s s i r v ie n d o e n la s b a t a l l a s y n a v e g a n d o m a r e s , r e c h a z a r í a s t ú a m il p r e te n d ie n te s s in d e j a r te to c a r , s in id e a r te je r v e c e s y v e c e s u n te j id o in t e r r u p to , s in o q u e , s in e n g a ñ o s , a b i e r t a y f i r m e m e n te , le s h a b r ía s n e g a d o e l a c c e s o a t u ío t á l a m o . D i: ¿ p o r q u é , s in e m b a r g o , t u r o s t r o se m e o f re c e c o n l a f r e n te e n c r e s p a d a y c u b ie r ta d e n u b e s ? ¿ Q u iz á p o r q u e , c a n s a d o , a s p i r o a r e g r e s a r a m i h o g a r d e E u b e a 1,1 y a a c o g e r !M Es decir, tanto» com o T itonio y N éstor jun tos (cf. supra, I. II, n, 87). IM C f. supra, nn. 167 y 169; en cuanto a] tem plo Tarpeyo, es el de Júp ite r Capitotino (cf. supra, 1.1, n . 269). 1,1 El títu lo d e este poem a no existe, porque el propio au to r, según m anifiesta en la dedicatoria de) lib ro III, lo considera com o una sim ple charla con su esposa. En cuan to a la personalidad de Claudia,, ver, adem ás, la n. 8 a este I. III, »« Cf. supra, I. II, n. 144. Cf. supra, 1.1, n. 128. LIBRO III 139 m i v e je z s o b r e m i t i e r r a p a t r i a ? ¿ P o r q u é e s to te e n t r i s te c e ? L a d iv e r s ió n , s in d u d a , n o te p la c e , n i te a t r a e n la s c a r r e r a s d e l c i r c o v io le n ta s , n i c a u t iv a tu s g u s to s la t u r b a d e ) t e a t r o is v o c in g le r o , s in o la le a l ta d y la p a z r e c o le ta y lo s g o z o s e x e n to s d e t o r p e z a . M a s ¿ c u á le s s o n lo s m a re s p o r lo s q u e in t e n t o N e v a r te c o m o m i c o m p a ñ e r a ? P e r o , a u n q u e m e m a r c h a r a h a c ia la O s a g la c ia l p a r a h a b i t a r a l l í , o a la s a g u a s b r u m o s a s d e T u le m , a l O c c id e n te , o h a s ta e l in a c c e s ib le n a c im ie n to 20 d e l N ilo , q u e a f lu y e e n s ie te b o c a s , s e r ía s m i a l ic ie n te p a r a p a r t i r c o n t ig o . Y e s q u e t u f r e n o — p o r q u e V e n u s , b e n ig n a , te h a u n id o a m i d e s t i n o e n m i e d a d f lo r e c ie n te y te c o n s e r v a a ú n p a r a m i s e n e c tu d — t u f r e n o , q u e p u s i s te e n m í , c o m o l la g a p r im e r a , c u a n d o , i n t a c to p a r a e l t á l a m o , a ú n e s t a b a in d e c is o c o m o u n a d o le s c e n te , t u f r e n o lo a c o g í d e g r a d o y 25 o b e d ie n te y s ig o p a r a s ie m p r e t a s c a n d o a q u e l la s r ie n d a s q u e m e im p u s is te , s in p e n s a r e n c a m b ia r l a s . C u a n d o e n m i c a b e l le r a r e lu c ie n te p o r t a b a lo s a l b a n o s g a l a r d o n e s '**, c e ñ id o d e l s a g r a d o o r o d e l C é s a r , f u is te tú q u ie n m e e s t r e c h ó e n su p e c h o y p u s o e n m is g u i r n a ld a s s u s b e s o s a n h e la n te s ; y 30 c u a n d o e l C a p i to l i o r e c h a z ó n u e s t r a l i r a tú , v e n c id a c o n - ’** Isla im precisa en el lim ite septentrional del m undo conocido. Itt A propósito d e los juegos quinquenales de A lba y de sus galardones, ver IV 2, 62 y as.; IV 5. 22 y ss.; V 3, 225 y ss.; M arcial , IV 1, 5; IX 23; XXIV; XXV 9; D ión , LX VII 1, 2; S u e to n io , D om iciano 4. D om iciano había instituido los Quinquatria M inervae anuales, juegos en honor de M inerva, que tenían lugar del 19 al 23 de m arzo y que consistían en «acerías, representaciones teatrales y juegos florales de o ra to ria y poesía. D om iciano galardonaba a los vencedores con una co rona de o ro en form a de ram as de olivo. 190 Los juegos Capitoünos en honor de Júpiter, instituidos por Domiciano en el año 86, se celebraban en agosto cada cuatro años, con competiciones de música, danza, equitación, lucha, elocuencia y poesía, tan to en latín com o en griego. Ver IV 2, 62; V 3, 231; asim ism o J uvenal, VI 387; 140 SILVAS m ig o , l lo r a b a s e l r ig o r y la in g r a t i t u d d e J ú p i t e r 1*’; t ú , c o n o íd o a t e n to , c a p t a s n o c h e s e n te r a s , e n m is m u r m u l lo s , d e s d e s u s p r im e r o s s o n e s , lo s p o e m a s q u e a c u d e n a m i e n c u e n t r o ; a t ú s o la e re s te s t ig o d e m i la r g o t r a b a j o , y m i T e b a id a h a c r e c id o c o n tu s a ñ o s . ¡ C ó m o t e h e c o n te m p la d o h a c e p o c o , c u a n d o , a r r a s t a d o c a s i a la s s o m b r a s e s t ig ia s , o y e n d o y a d e c e r c a la s a g u a s d e l L e te o , tu v e a b i e r to s m is o jo s q u e la m u e r te c e r r a b a ! F u e s in d u d a ta n s ó lo p o r c o m p a s ió n h a c ia 46 t i p o r lo q u e m e d io L á q u e s is ía d e m o r a d e m i d e s t in o e x h a u s to , y lo s d io s e s d e lo a l to , c o n t o d o s u p o d e r , te m ie r o n tu d e s v ío . D e s p u é s d e t o d o e s o , ¿ e re s r e m is a a a c o m p a ñ a r m e a h o r a e n u n c o r t o v ia je a u n a g r a t a b a h ía ? ¿ D ó n d e q u e d a , a y d e m í, t u le a l ta d s a b id a y d e m o s t r a d a e n t a n t a s o c a s io n e s , 45 p o r l a q u e ig u a la s a la s a n t ig u a s h e r o ín a s l a t in a s y g r ie g a s? C o n g u s to h a b r í a id o P e n é lo p e a la s m a n s io n e s d e I l ió n — ¿ q u é p u e d e d e te n e r a q u ie n e s a m a n ? — si U lis e s se lo h u b ie r a p e r m i t id o ; E g i a l e a ‘M s e l a m e n tó p o r v e rs e a b a n d o n a d a , y . t a m b i é n M e l i b e a 1” y a q u e l la a q u ie n s u s m u e s t r a s d e d o l o r — ¡ c u á n c r u e le s ! — c o n v i r t i e r o n e n m é n a d e T ú M a r c i a l , IV 1 6; IX 40, 1, etc., y S u e t o n j o , D o m ic ia n o 4. Estacio fue derro tado en el certam en orato rio de estos juegos. ,w El tem a del discurso de Estacio fue el elogio de Júp iter Capiiolino. N aturalm ente, fue el o tro Júp ite r (D om iciano) quien le negó la corona de hojas d e roble que constitu ía el trofeo, pero el poeta no puede reprochar nada a este tem ible Júp iter visible. m Esposa de D iom edes (ver H o m e ro , ¡liada V 412). ,w Puede tratarse: 1) de la Oce&nide am ada po r Pelasgo, hijo de Zeus y N iobe, de cuyos am ores nació Licaón, rey de A rcadia m etam orfoseado en lobo; 2) de la esposa de Filoctetes, confundida con la capital del reino de dicho héroe, que tenia el m ismo nom bre de M elibea (ver H o m e r o , ¡liada I I 717); 3) de la heroína a que se refiere Servio, que, separada de Alexis por sus padres, se arrojó de lo alto de su m orada y, sin sufrir dado , se reunió con su am ado. Esta ú ltim a identificación parece ser la m ás probable. L a o d a m la (c f. I. I I , n . 185). LIBRO III 141 n o e re s m e n o r q u e e l la s e n s a b e r c o n s a g r a r a tu s m a r id o s tu le a l ta d y t u v id a . A s i , b u s c a s s in d u d a to d a v ía la c e n iz a y l a 5o s o m b r a d e l p r im e r o ; a s í , a s id a a l r e c u e r d o d e a q u e l c a n o r o e s p o s o , r e n o v a s te e n t u p e c h o tu s v iv o s s e n t im ie n to s , a u n s ie n d o m ía . Y n o es m e n o r e n t i t u p ie d a d y t e r n u r a p o r tu h ija : a s í e s t u a m o r d e m a d r e y a s í t a m b ié n tu h i ja n o s e h a b o r r a do n u n c a d e t u p e c h o y la t ie n e s c l a v a d a n o c h e y d í a e n 55 e l h o n d ó n d e l a lm a m á s p r o f u n d o . N o c o n ig u a l c a r iñ o la t r a q u i n i a A l c i o n e 1” v u e la e n t o r n o a s u n id o , n i r o d e a F i lo m e la m e l s u y o e n p r im a v e r a , t r a n s f o r m a n d o s u s v id a s e n d á d iv a s d e a m o r . Y e s e l la q u ie n te r e t ie n e a h o r a , p o r q u e , s o l i t a r ia e n s u le c h o s in p a r e ja , c o n s u m e lo s o c io s in f e c u n d o s 60 d e s u b e l la ju v e n tu d . P e r o v e n d r á , v e n d r á s u m a t r im o n io c o n s u s fé r t i le s t e a s n u p c ia le s : lo m e re c e , s in d u d a , p o r su s p r e n d a s d e l c u e r p o y d e l e s p í r i tu ; y a c o n m u e v a a b r a z a n d o s u l i r a , y a e n to n e c o n s u v o z , h e r e n c ia d e s u p a d r e , u n h im n o im i ta b le p o r la s M u s a s y a d a p t e m is p o e m a s a s u c a n t o , y a 65 a lc e s u s b la n c o s b r a z o s e n a r m o n io s a d a n z a , s u in o c e n c ia s u p e r a a s u t a l e n t o , y s u p u d o r a s u a r te . ¿ E s q u e n o s e n t i r é is , n iñ o s a l a d o s , n i tú t a m p o c o , d io s a C i t e r e a iw, q u e t a n t a g a l a n u r a la n g u id e z c a ? P e r o n o e s s ó lo R o m a c a p a z d e ,w Alcione, h ija de Eolo y esposa de Ceix, rey de Traquis, en Tesalia, fue transform ada en el ave alción (esto es, el m artln pescador). Según la form a más antigua de la leyenda, la vanidad indujo a los esposos a tom ar respectivam ente los nom bres de Júp ite r y Ju n o , po r lo que los dioses, airados, los m etam orfoscaron en pájaros. O vidio (M etam orfosis X I 410 y U.) m odifica el m ito: tras el naufragio de Ceix, A lcione se a rro jó al m ar y Telis los m udó a am bos en alciones. ■* Filom ela, hija de Pandión (ver O vidio , M etam orfosis VI 424) fue convertida en golondrina, y su herm ana Proene en ruiseñor (cf. supra. I. II, n. 31). T an to el alción com o la golondrina son sím bolos del am or m aternal (cf. Tebaida IX 360 y « .) . m Venus (cf. supra, 1.1, n. 228). 142 SILVAS c o n c e r t a r le c h o s n u p c ia le s y d e e n c e n d e r a n to r c h a s q u e lo s ?o c e le b re n : t a m b ié n e n n u e s t r a t i e r r a s e o f r e c e r á n lo s y e rn o s . E l c r á t e r d e l V e s u b io y la l lu v ia d e f u e g o d e a q u e l m o n te d a ñ in o n o p r iv a r o n d e h o m b r e s h a s ta t a l p u n t o la s u r b e s t e m b lo r o s a s , q u e s u b s i s te n y f lo r e c e n e n g e n te s : d e u n la d o , la s m a n s io n e s f u n d a d a s b a j o lo s a u s p ic io s d e F e b o , lo s p u e r to s d e D i c a r c o ” * y s u s c o s ta s q u e a c o g e n a l m u n d o 73 e n te r o ; d e l o t r o , la s m u r a l la s q u e im i ta n e l t r a z a d o d e la g r a n d io s a R o m a y q u e C a p i s c o lm ó d e n a v e g a n te s p r o c e d e n te s d e T r o y a T a m b ié n n u e s t r a P a r t é n o p e p a r a s u s h a b i t a n te s , r e d u c id a , y , c o n t o d o , p o b la d a p o r m u c h o s f o r a s te r o s — , a l a q u e , a r r i b a d a d e m á s a l lá d e l m a r , m o s t r ó A p o lo e n p e r s o n a e s t a t i e r r a a p a c ib le m e d ia n te la p a l o m a d e so D i o n e 20'. E s a a q u e l lo s p a r a je s ( p o r q u e n o e s m i t i e r r a n a t a l n i la b á r b a r a T r a c ia n i l a L ib ia ) d o n d e in t e n t o l le v a r te , p a r a je s q u e t e m p la n u n in v ie r n o s u a v e y u n v e r a n o f r e s c o y q u e b a ñ a u n m a r m a n s o c o n s u s o la s e n c a lm a . R e in a u n a p a z s$ s e r e n a e n e s a s t i e r r a s y e l d e s c a n s o d e u n a v id a r e l a j a d a , u n r e p o s o j a m á s p e r tu r b a d o y u n s u e ñ o q u e n a d a in te r r u m p e . N o r e in a la i r a e n e l f o r o n i se a c u d e a la s le y e s p a r a q u e re l la r s e : s ó lo a c e p ta n lo s h o m b r e s la ley d e la s c o s tu m b re s y la e q u id a d s in fa s c e s . ¿ Q u é d e c i r d e la s v is ta s m a g n if ic a s , '« Cf. supra, I. II, a. 82. ■" El nom bre de C apua se atribuye, en ciertas variantes de la leyenda, a su fundación p o r Capis. Estacio sigue a Virgilio , que incluye a Capis en tre los com pañeros de Eneas. Ver Eneida I 183 y X 145. 300 Es decir, Ñ ipó les (cf. supra. 1.1, n. 127). Nótese que, en este pasaje, Parténope designa al p rop io tiem po a Ñ ipóles y a la sirena que le dio nom bre. M L a ninfa D ione (cf. supra, 1.1, n . 41) es la m adre de Venus, cuya ave es la palom a, que, según la leyenda, sirvió de gula a la sirena P artínope para indicarle el lugar donde habla de fundar la ciudad de Ñ ipóles. LIBRO III 143 d e l o r n a t o d e a q u e l lo s lu g a re s , d e s u s t e m p lo s y d e s u s e s p a c io s q u e p u e b la n c o lu m n a s in n ú m e r a s y la d o b le m o le d e lo s 90 d o s t e a t r o s , u n o a la in te m p e r ie y c u b i e r to e l o t r o * 2, y d e lo s c o n c u r s o s q u in q u e n a le s , q u e n o e n v id ia n a lo s lu s t r o s c a p i t o l i n o s i ? ¿ P a r a q u é e n s a lz a r s u c o s ta y la l ib e r ta d , p r o p ia d e M e n a n d r o , q u e e n g e n d r a n , u n id a s , l a g r a n d e z a r o m a n a y l a l ic e n c ia g r ie g a **? Y n o f a l t a n e n t o r n o a l ic ie n te s p a r a l i b r a r la v id a d e m o n o t o n ía : s i te c o m p la c e v i s i t a r la s 9$ c o s ta s d e le i to s a s d e B a y a s c o n s u s m a n a n t ia le s v a p o r í f e r o s o la s m o r a d a s s a g r a d a s d e la S ib i l a p r o f è t i c a o la c u m b r e q u e r e c u e r d a lo s r e m o s d e I l ió n * * o lo s v iñ e d o s q u e r e z u m a n el g a u r o **, d i l e c to d e B a c o , la s m o r a d a s d e lo s te lé b o a s , d o n d e e l f a r o l e v a n ta s u s lu c e s , d u lc e s a lo s t r é p i d o s n a u t a s , é m u la s d e l a l u n a n o c t i v a g a y la s c im a s d e S o r r e n to , a m a d a s d e 100 u n L ie o n o b e n é v o lo y q u e m i a m ig o P o l io , m á s q u e n a d ie , h o n r a c o n s u p r e s e n c i a 309, o la s s a lu b r e s a g u a s d e D im id ia o E s ta b ia s r e n a c id a . ¿ T e n d r é q u e e n u m e r a r t e o t r o s m il a t r a c t i v o s d e m i t i e r r a ? P e r o e s y a s u f ic ie n te , e s p o s a m ia , io$ * 3 Q uedan restos del prim ero, pero no del segundo. Los juegos A ugusta !« (cf. supra, I. II, o. 50). w Men&ndr o gozaba d e un a h o prestigio en tre lo s rom anos cultos (ver I I 1 , 114). En Pom peya se ha conservado una «Casa de M enandro», donde la efigie del poeta griego ocupaba un puesto de honor. El cabo M iseno. Cf. supra, 1. I I , a . 72; 1. I II , n , 56. M V ino m uy apreciado, que se p ro d u d a en el m onte G auro, en Cam- pania. m V irg il io , Eneida V I I 733 (ver S e rv io , 735 y TACito, A nales IV 67) recoge una tradición, según la cual los tetebo&s, procedentes de la costa de A cam aj, en Á tica (tierra m uy rica, com o puede com probarse en Los Aearnlenses de Aristófanes), llegaron a C apri, en cuya pun ta oriental quedan vestigios del faro a que se refiere E stado. m Es d e d r, de un Baco no dulce (un vino seco). m Polio Félix. Ver II y III, especialm ente en sus dedicatorias. 144 SILVAS y a e s s u f ic ie n te c o n lo q u e te d ig o : m e c r e ó p a r a t i y a t i m e h a u n id o c o m o tu c o m p a ñ e r o p o r l a r g o s a ñ o s . E s to ¿ n o la h a c e d ig n a d e s e r c o n s id e r a d a l a m a d re y ia n o d r i z a d e lo s d o s ? P e r o m e m u e s t r o in g r a to s i a ñ a d o m á s r a z o n e s y d u d o n o d e t u s p r e n d a s : v e n d r á s , e s p o s a a m a d a , y h a s ta i r á s p o r d e la n te : s i y o n o e s to y , e l T íb e r , p r ín c ip e d e lo s r ío s , y la m o r a d a d e Q u i r in o a r m íf e r o s e r á n p o c o a tu s o jo s . LIBRO IV DEDICATORIA E s ta c io s a lu d a a s u a m ig o M a r c e l o 1. H e e n c o n t r a d o , q u e r id ís im o M a rc e lo , u n l ib ro q u e d e d ic a r a t u a m is ta d . M e d o y c u e n t a d e q u e n o h e in ic ia d o n in g ú n p o e m a s in o d e s p u é s d e in v o c a r la d iv in id a d d e n u e s t r o a l t í s im o e m p e r a d o r ; p e r o e s te l i b r o c o m p r e n d e t r e s p o e m a s e n s u h o n o r ; s ig u e n lo s q u e e s tá n d e d ic a d o s a lo s a m ig o s : v e s , p u e s , q u e n o h e p o d id o h a c e r e n h o n o r tu y o s in o d e d ic a r te e l c u a r t o . E n e l p r im e r o h e h o n r a d o e l d e c im o s é p - 5 t im o c o n s u la d o d e n u e s t r o G e r m á n i c o 2; e n e l s e g u n d o le h e d a d o la s g r a c ia s p o r h a b e r m e h o n r a d o a] in v i ta r m e a s u m e s a s a c r a t ís im a ; e n e l te r c e r o h e a d m ir a d o la v ía D o m ic ia n a c o n q u e h a s u p r im id o l a p e n o s ís im a d e m o r a d e l c a m in o p o r 1 Vitorio M arcelo, ciudadano de origen ecuestre (ver IV 4 ,75 ), con tra jo m atrim onio co a Ift hija del excónsul Gneo H oiid io Geta. De aquella unión nació Gayo Viiorío H oiid io Geta, a quien Q uintiliano dedicó su IrulUutio Oratoria. 7 Cf. supra, I. I , n . 13. 146 SILVAS la a r e n a 5: g r a c ia s a e l la , t a m b ié n t ú r e c ib i r á s m á s p r o n t o la 10 e p ís to la q u e en e s te l ib ro te e s c r ib o d e sd e N á p o le s . E l s ig u ie n te e s u n p o e m a U rico d e d ic a d o a S e p t im io S e v e r o 4, u n jo v e n , c o m o s a b e s , q u e f ig u ra e n t r e lo s m á s d is t in g u id o s d e l s e g u n d o o r d e n * , q u e , p o r a ñ a d i d u r a , e s c o n d is c íp u lo tu y o , p e r o q u e , a u n p o r e n c im a d e e s te t í tu lo , m e es p r o f u n d a m e n te q u e r id o . P o r lo q u e s e r e f ie r e a l H é rc u le s e p i t r a p e c i o 4 d e n u e s t r o is a m ig o V fn d ic e , d e a c u e r d o c o n lo s m é r i to s q u e h a c o n t r a íd o c o n m ig o y c o n lo s p r o p io s e s tu d io s l i te r a r io s , p u e d o ta m b ié n a s ig n a r t e a t i s u p o e m a . E n c u a n to a V ib io M á x i m o ’, e l a f e c to q u e le t e n g o , t a n t o p o r su d ig n id a d c o m o p o r su e lo c u e n c ia , q u e d a b a s u f ic ie n te m e n te a t e s t ig u a d o p o r l a e p ís to la q u e le d ir ig í c o n m o t iv o d e la p u b lic a c ió n d e m i T ebaida *; 20 ta m b ié n a h o r a le r u e g o q u e s e a p r e s u r e a r e g r e s a r d e D a lm a - c ia . S ig u e u n a é g lo g a d e d ic a d a a m i p a is a n o J u l io M e n é c ra te s , jo v e n b r i l l a n te , y e r n o d e m i a m ig o P o l io , a q u ie n f e l ic i to p o r q u e h a h o n r a d o a n u e s t r a c iu d a d d e N á p o le s p o r e l n ú m e r o d e s u s h i jo s . A P lo c io G r i p o ’ , u n j o v e n d e r a n g o 15 m á s a l to , le d e d ic a r é u n p o e m a m á s d ig n o d e é l , p e r o e n t r e t a n t o h e in c lu id o e n e s te v o lu m e n u n o s e n d e c a s í la b o s q u e n o s h ic ie r o n r e í r a u n a e n la s S a tu r n a le s . * Ver el poem a en cuestión (IV 3). 4 Ver el correspondiente poem a (IV 5). * Esto es, de) orden ecuestre. 4 Es decir, una estatuilla de Hercules, ap ta para situarla sobre una mesa. Ver el poem a IV 6, a propósito , tam bién, de Víndice. 1 Ver el poem a IV 7. * No puede ser sino una epísto la poética, que no se incluye en las Silvas, en la cual Estacio agradece su interés a Vibio M áxim o (cí. IV 7, 25 y ss.). * Joven de rango senatorial (ver IV 9) que ejercía la abogacía y estaba encargado del avituallam iento de la ru la de D om iciano. Se desconoce cuál era su parentesco con Lucio Piocio G ripo, que había hecho su carrera política bajo V espasiano y Tito. LIBRO IV 147 ¿ P o r q u é , p u e s , h a y m á s p o e m a s e n e l c u a r t o l ib r o d e la s Silvas q u e e n lo s a n te r io r e s ? P a r a q u e n o c r e a n q u e h a n c o n s e g u id o n a d a q u ie n e s , s e g ú n o ig o d e c i r , m e h a n r e p r o c h a d o q u e h a y a p u b l i c a d o u n a o b r a d e e s te g é n e r o w. E n 30 p r im e r lu g a r , e s s u p e r f lu o i n t e n t a r d i s u a d i r d e a lg o q u e y a e s tá h e c h o ; e n s e g u n d o té r m in o , y a h a b ía d e d ic a d o m u c h a s d e e s ta s c o m p o s ic io n e s a n u e s t r o s e ñ o r e l C é s a r , y ¿ c u á n to m á s e s h a b é r s e la s d e d ic a d o q u e p u b l ic a r la s ? P o r o t r a p a r te , ¿ n o e s l ic i to p r a c t i c a r u n e je rc ic io lú d ic o ? « E n p r iv a d o » , d ic e . P e r o t a m b ié n p r e s e n c ia m o s la s e s í e r o m a q u i a s " y se a d m ite n e s p e c ta d o re s e n lo s c o m b a te s f re n te a u n p o s te H. P o r ú l t im o : q u ie n q u ie r a q u e le a c o n d e s a g r a d o a lg u n a d e m is 35 o b r a s , s e d e c l a r a ipso facto m i e n e m ig o ; p o r t a n to ¿ a q u é p r e o c u p a r s e p o r s u o p in ió n ? E n r e s u m e n , s o y y o , p o r s u p u e s to , q u ie n se o f re c e c o m o e s p e c tá c u lo : q u e se c a l le y d is f r u te . P e r o te r u e g o , M a r c e lo , q u e d e f ie n d a s tú e s te l ib ro y , si a c c e d e s , y a es b a s ta n te ; e n c a s o c o n t r a r io , m e c e n s u ra rá n . S a lu d . 40 N Sin duda se hace referencia a Q u in tiiia n o , X 3 ,17 , donde se censura el g in e to de las llam adas silvas. 11 Sesiones de entrenam iento de los púgiles y ios gladiadores, que com batían y esquivaban los golpes frente a unas esferas giratorias. ” Esto es, com bates de entrenam iento que practicaban soldados y gladiadores con un poste que representaba al adversario. EL DECIMOSÉPTIMO CONSULADO DEL EMPERADOR AUGUSTO GERMANICO 1 L a p ú r p u r a s e a s o c ia g o z o s a a lo s d ie c is é is f a s to s d e C é s a r ; G e r m á n ic o a b r e u n a ñ o d e g lo r i a y n a c e c o n e l n u e v o s o l , c o n lo s a s t r o s g r a n d io s o s , s u p e r á n d o lo s e n e s p le n d o r y m á s r a d i a n t e q u e e l a m a n e c e r . Q u e e x u l t e n la s le y e s d e l L a c io ; a le g r á o s , a s ie n to s c u r u le s , y q u e R o m a g o lp e e lo s 5 c ie lo s , m á s a l t iv a c o n s u s s ie te m o n te s , y q u e l a c o l in a d e E v a n d r o 11 s e a lc e má s g lo r io s a q u e la s o t r a s c im a s : n u e v o s f a s c e s h a n s u b id o a l P a l a t i n o y se s ie n te n fe lic e s lo s d o c e s ím b o lo s d e h a b e r s u p e r a d o s u r e p o s o , c o m o ta m b ié n la c u n a d e q u e s u s r u e g o s h a y a n s id o e s c u c h a d o s y d e h a b e r v e n c id o la m o d e s t ia d e C é s a r . E l p r o p i o d io s a l t í s im o q u e 10 r e s t a u r a lo s t i e m p o s in f in i to s , J a n o , a l z a s u d o b le r o s t r o y d e s d e a m b o s c o n f ín e s d a la s g ra c ia s ; é l , a q u ie n t ú o r d e n a s te , l i g a d o c o m o e s t a b a a la P a z , s u v e c in a , a p a g a r t o d a g u e r r a y p r e s t a r j u r a m e n t o a la s le y e s d e l n u e v o F o r o w. H e a q u í u '* El m onte Palatino , sobre el que el buen rey Evandro, según la leyenda, habla establecido su reino. Ver V irg il io , Eneida V I I I 52 y s$. 14 E stad o funde en uno sólo los dos tem plos de Jano : el del antiguo Ja n o bifronte, que tom a la pa lab ra en el poem a, situado en el viejo Foro, 150 SILVAS q u e le v a n ta a lo a l t o s u s m a n o s a u n la d o y a o t r o , y c o n su d o b le v o z p r o f ie r e e s ta s p a la b r a s : « S a lv e , p a d r e p o d e r o s o d e l m u n d o , q u e t e a p r e s ta s c o n m ig o a r e s t a u r a r lo s s ig lo s : t a l d e s e a v e r te p o r s ie m p r e tu R o m a e n m i m es? a s í e s c o m o d e b e n r e n a c e r lo s t i e m p o s y 20 e m p e z a r lo s a ñ o s . D a a lo s f a s to s m o t iv o in c e s a n te d e g o z o ; q u e c u b r a n tu s h o m b r o s m il v e c e s lo s p l ie g u e s d e p ú r p u r a : la p r e t e x t a q u e la s m a n o s p r e s u r o s a s d e tu M in e r v a te t ie n e n d i s p u e s t a ls. V es c ó m o r e lu m b r a n lo s t e m p lo s c o n n u e v o f u lg o r y e l f u e g o s e e le v a m á s a l to s o b r e to s a l ta r e s y lo s a s t r o s m is m o s d e m i m e s d e in v ie r n o p a r a t i s e e n t ib ia n . Y 25 p o r t u t a l a n te se g o z a n lo s ¿ q u i te s y la s t r i b u s y lo s s e n a d o r e s v e s t id o s d e p ú r p u r a y t o d o s lo s ó r d e n e s r e c ib e n d e l c ó n s u l s u lu s t r e . ¿ Q u é b r i l lo p a r e jo , d e c id m e , m o s t r a b a e l e n e r o p a s a d o ? D im e , R o m a p o d e r o s a , y tú , A n t ig ü e d a d r e m o ta , e n u m e r a c o n m ig o lo s f a s to s s in t e n e r e n c u e n ta lo s e je m p lo s c a r e n te s d e e n t id a d » s in o s ó lo a q u e l lo s a lo s q u e s e d ig n e s u - ao p e r a r m i C é s a r . T r e c e v e c e s , e n e l c u r s o d e lo s a ñ o s , lle v ó A u g u s to lo s fa s c e s , a u n q u e c o m e n z ó a m e re c e r lo s t a r d í a - m e n te : tü „ d e s d e t u j u v e n t u d , a v e n ta ja s t e a tu s m a y o re s . Y jc u á n a l to s h o n o r e s r e c h a z a s ! jc u á n a l to s g a la r d o n e s im p id e s q u e s e te o f re z c a n ! T e a b l a n d a r á s , c o n to d o , y a n t e lo s r u e g o s d e l s e n a d o p r o m e te r á s m á s v e c e s u n a j o r n a d a c o m o 35 é s ta . T e e s p e r a t o d a v ía u n a s e r ie m á s la rg a : R o m a , d ic h o s a , te o f re c e rá o t r a s t a n ta s s illa s c u ru le s u n a y m il veces. C o n m ig o in s t a u r a r á s u n n u e v o s ig lo y r e n o v a r á s e l a r a d e l lo n g e v o p a d re d e lo s d io se s ; o b te n d rá s m il t ro fe o s ; c o n s ie n te s o la m e n te entre I» C u ria y la Baiílica Emilia, y el de Ja n o cuadrifronte que levantó D om iciano, p róxim o al tem plo de la Paz, en el F o ro de Vespw iano. V er IV 317 y M a r c i a l , VIH 2, 3. i* M inerva era teo ida po r la divinidad fam iliar de Dom iciano. LIBRO IV 151 e n c e le b r a r tu s t r i u n f o s a ú n h a s d e s o m e te r a B a c t r ia y B a b i lo n ia b a jo n u e v o s t r i b u to s ; a ú n n o se h a r e c ib id o e n e l 40 s e n o d e J ú p i t e r e l la u re l o b t e n id o d e lo s in d io s ; a ú n n o te s u p l ic a n lo s á r a b e s y c h i n o s ” y e l a ñ o e n t e r o t o d a v ía n o g o z a d e l h o n o r d e t u n o m b r e , a u n q u e r e s ta n d ie z m e se s q u e lo a n s ia n A s í h a b l ó J a n o y , t r a s c e r r a r s u s p u e r ta s , se r e t i r ó d e g r a d o . A l m o m e n to s e a b r i e r o n lo s te m p lo s d e t o d o s lo s d io s e s y m o s t r a r o n s u s s ig n o s f a v o r a b le s e n u n c ie lo p r o p i c i o '9; J ú p i t e r te o f r e n d ó , g r a n s o b e r a n o , u n a j u v e n tu d la r g a , 45 y p r o m e t ió o to r g a r t e t a n to s a ñ o s c o m o lo s q u e é l o s te n ta . 2 ACCION DE CRACIAS AL EMPERADOR AUGUSTO GERMANICO DOMICIANO E n s a lz a e l r e a l c o n v i te d e la s i d o n ia E l is a a q u e l q u e a l g r a n E n e a s c o n d u j o h a s t a lo s c a m p o s d e L a u r e n t o * ; e l b a n q u e te d e A lc ín o o c a n t a e n v e r s o s e t e r n o s e l q u e f a t ig ó a U lis e s , d e r e g re s o p o r p ié la g o i n f i n i t o 11. P e r o y o , a q u ie n '* N o lo habla celebrado en enero del 93 (cf. III 3, 171 y IV 3, 159). ” Los chinos fueron rechazados en el año 94 hasta el m ar de Aral. " Ver M a r c i a l , IX I , I. Según S u e to n jo , D om iciano 13, d io a sep tiem bre el nom bre de G erm ánico, po r haber asum ido el im perium en ese mes, y a octubre el de D om iciano, porque habla nacido en él. ■* Ver V irg il io , Eneida III 92, cóm o se abre e) san tuario de A polo en Delfos com o signo propicio. » Ver V irg il io , Eneida I 699. *' Ver H o m ero , Odisea V III 59. 152 SILVAS 5 C é s a r h a d a d o e l p la c e r n u e v o d e u n a c e n a s a g r a d a y el p o d e r l e v a n ta r m e d e la m e s a d e l a m o p o r v e z p r im e r a , ¿ c o n q u é l i r a p o d r í a e n t o n a r m is v o to s y c o n c u á l lo g r a r í a c a n t a r m i g r a t i tu d ? A u n c u a n d o E s m i r n a y M a n t u a ” te j ie r a n a la p a r e n m i f r e n te d ic h o s a s u s o lo r o s o s la u r o s , n o p o d r ía e x p r e s a r p a l a b r a s d ig n a s . M e im a g in o a m í m is m o r e c l in a d o 10 e n m e d io d e lo s a s t r o s , a la m e s a d e J ú p i t e r , y d e g u s t a n d o e) v in o d e lo s d io s e s s e rv id o p o r la d ie s t r a d e l c o p e r o t r o y a n o H e d e ja d o a m i e s p a ld a a ñ o s e s té r i le s : é s te e s e l p r im e r d ía d e m i v id a , e l u m b r a l d e m is a ñ o s . ¿ A t i , r e y d e la s t i e r r a s , p a d r e in g e n te d e l o r b e q u e (e e s tá s o m e t id o , a (i, e s p e r a n z a 15 d e lo s m o r ta le s y o b je to d e l c u id a d o d e lo s d io s e s , e s a q u ie n c o n te m p lo e n s u le c h o ? ¿ S e m e c o n c e d e c o n t e m p la r t e a m i la d o , c o n t e m p la r t u s e m b la n te e n m e d io d e lo s v in o s y m a n ja r e s y m e e s d a d o n o a lz a rm e ? U n m o n u m e n to a u g u s to , in g e n te , n o m a r c a d o p o r c ie n c o lu m n a s , s in o p o r t a n t a s c u a n ta s p o d r í a n s