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Síndrome Meníngeo Es un cuadro clínico desarrollado a partir de la existencia de un trastorno irritativo de las meninges y del tejido nervioso adyacente a ellas. Este síndrome puede concebirse como integrado por 3 elementos: 1. Hipertensión endocraneal de intensidad variable 2. Alteración de líquido cefalorraquídeo 3. Manifestaciones dependientes de la irritación de las estructuras del sistema nervioso o de su comprensión por la presencia de exudado El sistema nervioso central está envuelto por tres membranas que son: duramadre, aracnoides y la piamadre. La duramadre es una membrana fibrosa, dura, resistente, que se encuentra tapizada por dentro por la hoja parietal de la aracnoides, que adhiere íntimamente a ella. Se la denomina también paquimeninge y los procesos localizados en ella se designan paquimeningitis. La piamadre es la membrana nutricia que recubre directamente el neuroeje, llegando a todas las anfractuosidades que presenta su superficie. Por fuera de ella se dispone la hoja visceral de la aracnoides, quedando entre ambas un espacio, denominado espacio subaracnoideo, por el que circula el líquido cefalorraquídeo. La piamadre y la hoja visceral de la aracnoides constituyen las meninges blandas o leptomeninges y su inflamación se conoce con el nombre de leptomeningitis o simplemente meningitis. Las leptomeningitis son las que originan la serie de síntomas y signos que integran el síndrome meníngeo. El síndrome meníngeo es el resultado de la asociación de: ● Los signos y síntomas de hipertensión endocraneana ● Los signos humorales del líquido cefalorraquídeo ● Las manifestaciones de irritación que determina la inflamación meníngea, o la compresión por sus exudados sobre determinadas estructuras. Semiología. El síndrome meníngeo está por lo tanto constituido por los siguientes síntomas y signos: ● Fiebre, alta en general. ● Cefalea: puede ser sorda y gravativa o muy intensa, continua, holocraneana o frontooccipital, y se intensifica con la luz (fotofobia) y los movimientos de la cabeza, la tos y el esfuerzo abdominal. ● Vómitos. ● Fotofobia: el paciente prefiere la oscuridad. ● Hiperestesia cutánea y muscular: se soporta mal, con dolor o ardor, el contacto cutáneo, o la compresión de las masas musculares, en particular en miembros inferiores. Las contracturas constituyen uno de los elementos capitales del síndrome. Afectan, por lo general, a ciertos grupos musculares, dando lugar a los diversos signos siguientes: ○ Rigidez de nuca: es de gran importancia y aparición precoz en las meningitis agudas. Se debe a la contractura de los músculos de la nuca. Al intentar flexionar, rotar o extender la cabeza se percibe resistencia que impide la flexión pasiva y despierta dolor. ○ La rigidez de nuca puede ser tan acentuada como para que el enfermo esté en actitud de hiperextensión espontánea de cabeza y tronco (opistótonos. En ciertos casos, si se solicita al paciente que flexione su cabeza de modo que el mentón toque el esternón, el enfermo logra hacerlo abriendo ampliamente su boca (signo de Lewinson). ○ Rigidez del raquis, por contractura de los músculos parávertebrales: el enfermo no puede doblar el tronco, por lo que cuando se le ssolicita que se siente en la cama lo hace con gran dificultad por la contractura, apoyándose en los miembros superiores colocados por detrás (signo del Trípode). ○ Contractura de los músculos de los miembros inferiores. La contractura de los músculos flexores de muslo y pierna determina flexión de los miembros inferiores y decúbito lateral (actitud en gatillo de escopeta o de fusil). Se la ha considerado una actitud antálgica por hiperestesia de las regiones pubianas e isquiáticas. De esta forma se relajarían las meninges y las raíces, evitando el dolor. Alternativamente se ha propuesto que se trata de reflejos de flexión de origen medular, del mismo tipo que las respuestas reflejas del animal espinal. Esta contractura de los flexores está a menudo latente. Se la revela entonces buscando los signos capitales de Kernig y Brudzinski: ■ Signo de Kernig. Hay dos maneras corrientes de explorarlo: -Con el enfermo en decúbito dorsal, se pasa un brazo por detrás de su espalda y se lo intenta sentar pasivamente, mientras que la mano del brazo que ha quedado libre se apoya sobre sus rodillas, tratando de oponerse a su flexión. El signo está presente si las rodillas se flexionan pese a la oposición del observador. Una vez flexionadas, al intentarse extender las piernas empujando las rodillas contra el lecho, se podrá notar que existe una gran resistencia, apareciendo intenso dolor. En el mismo decúbito se levanta uno de los miembros inferiores del paciente, sosteniéndolo por el talón y extendido ( en igual forma que para buscar el signo de Laségue). El signo es positivo si al llegar a cierta altura el miembro se flexiona forzosa mente en la rodilla ● Signo de Brudzinski. Al enfermo en decúbito dorsal, sin almohada, se le flexiona con una mano rápidamente la cabeza, mientras con la otra se le sujeta el pecho. El signo está presente si las piernas se flexionan en las rodillas. Al explorarse el signo de Brudzinski la pupila puede dilatarse (signo de Flatau). Si al efectuar la maniobra se impide la flexión de las rodillas, presionándolas con la otra mano contra el plano de la cama, se produce la extensión del dedo gordo y la flexión de los demás dedos del pie (signo de la nuca-plantar de Marañón). ○ Signo de la pierna o contralateral de Brudzinski. Si estando el enfermo acostado se le flexiona pasivamente la pierna sobre el muslo y éste sobre la pelvis, el miembro inferior del lado opueslo imita el mismo movimiento. Haciendo presión con un dedo sobre las mejillas, debajo de los malares, el enfermo levanta los brazos (signo de Brudzinski de la mejilla). En el lactante la contractura puede ponerse de manifiesto a través del signo de Lesage: levantándolo por las axilas, los miembros inferiores se inmovilizan en flexión y la cabeza se coloca en hiperextensión, cuando lo normal es que las piernas se extiendan alternativamente realizando un movimiento de pedaleo. ● Contractura de los músculos de la pared abdominal anterior. A consecuencia de esta contractura, el abdomen está retraído y deprimido, originando el denominado vientre en batea. ● Contractura de los músculos de los miembros superiores. Signo de Bikele. El observador flexiona el antebrazo sobre el brazo del paciente que estará sentado. Partiendo de esta posición, eleva horizontalmente el brazo en abducción, tratando de extender pasivamente el antebrazo. Se encuentra resistencia. El mencionado signo es un equivalente del signo de Kernig para el miembro superior. Existen otras contracturas menos frecuentes, por ejemplo, de los músculos masticadores originando el trismus, o de los músculos de la cara dando la facies de risa sardónica. ● Raya meningítica (de Trousseau). Es un fenómeno vasomotor. Consiste en la persistencia de la huella que deja el dedo o un objeto romo, pasando rápidamente por la superficie cutánea, en forma de una raya congestiva. Otras manifestaciones: ● Motoras: signos de déficit motor focal, generalmente sutiles o fugaces; crisis convulsivas. ● Oculares: oftalmoplejías (ptosis, estrabismo, diplopía); midriasis, anisocoria; hippus pupilar respiratorio (la pupila se dilata en la inspiración y se contrae en la espiración); nistagmo; cat lepsia ocular (fijeza de la mirada). ● Psíquicas: síndrome confusional, alucinaciones, cambios de carácter. Vegetativas: hipertermia, constipación pertinaz, respiración irregular (Cheyne-Stokes), bradicardia, fenómenos vasomotores. ● Signos que suministra el examen del líquido cefalorraquídeo: se altera en su cantidad, tensión, aspecto, composición química y citología, a lo que puede añadirse la presencia de gérmenes. Estas alteraciones dependen de su causa. Su examen es imprescindible: posibilita identificar el tipo de infección, el germen y la terapéutica apropiada. ○ Hipoglucorraquia —- Disminución de la cantidad de glucosa contenida en el LCR.○ Clorurorraquia —- cuyo valor normal es de 700 a 750 mg/dl (114-118 mEq/l). ○ Hiperproteinorraquia — Aumento de la cantidad de proteínas en el líquido cefalorraquídeo. ○ Hipoclorurorraquia —- se encuentra en la meningitis bacteriana, la neumonía y el tifus exantemático. ○ Pleocitosis —- Aumento del número de células blancas en un fluido corporal. El aumento de las proteínas en el LCR acompañado un aumento muy discreto de las células se denomina disociación albúmino citológica. Se puede observar en tumores u otros procesos que bloquean la circulación del LCR. En relación con el recuento celular por milímetros cúbicos, la pleocitosis puede ser: -Leve:hasta 100 células -Moderada:hasta 500 células-Intensa:más de 1000 células Las Infecciones son la causa más común de pleocitosis en el LCR(61.3%) ,seguida de causas diversas(12.7%),vasculares(9.7%),neurodegenerativas(7%),neoplásicas(5%) e inflamatorias autoinmunes (4.2%). Causas del síndrome. ● Meningitis infecciosas: ○ Meningitis cerebroespinal aguda epidémica: producida por el meningococo (Neisseria meningitidis). Sus principales características son: comienzo brusco con cefalea intensa y fiebre alta; gran rigidez de nuca con signos de Kernig y Brudzinski ;exantema generalizado morbiliforme o escarlatiniforme; petequias, erupción purpúrica, herpes labial; alta mortalidad; líquido cefalorraquídeo turbio, hipoglucorraquia y clorurorraquia, hiperproteinorraquia, intensa pleocitosis polinuclear. ○ Meningitis agudas o subagudas bacterianas: Haemophylus influenzae, Streptococcus pneumoniae (neumococo o diplococo), Staphylococcus aureus, Streptococcus, Mycobacterium tuberculosis, bacilos gramnegativos. Estas meningitis pueden ser: primarias, es decir, sin que haya una infección previa debida al mismo germen, proveniente de otro órgano y secundarias: ■ a) a infecciones de órganos próximos como afecciones del oído, de los senos paranasales, o traumatismos craneanos, haciéndose la infección meníngea por contigüidad o por vía linfática; ■ b) a infecciones de órganos alejados (infección a distancia), como neumonía, endocarditis, infección urinaria, infección puerperal, sepsis. El cuadro de las meningitis bacterianas, salvo el de la meningitis tuberculosa, muestra: -síndrome meníngeo agudo; líquido cefalorraquídeo turbio, hipoglucorraquia, hiperproteinorraquia, hipoclorurorraquia, pleocitosis polinuclear (neutrófilos). -El cuadro de la meningitis tuberculosa muestra: síndrome meníngeo subagudo, de iniciación solapada, atenuado; -son frecuentes las parálisis oculares; -líquido cefalorraquídeo claro, a veces con retículo fibrinoso (velo de novia), norma o hipoglucorraquia, hiperproteinorraquia, hipoclorurorra quia, pleocitosis mononuclear (linfocitos). -Meningitis agudas virales. Debidas a diversos agentes virales: enterovirus (Polio, Coxsackie, Echo), arbo y adenovirus, sarampión (Paramixovirus). Se caracterizan por: -slndrome meníngeo atenuado; -líquido cefalorraquídeo claro, normoglucorraquía, hiperproteinorraquia y pleocitosis mononuclear (linfocitos). A este grupo pertenece la meningitis linfocitaria benigna, que puede confundirse con la meningitis tuberculosa -Meningitis fúngicas: Cryptococcus neoformans, Gandida. La meningitis criptocócica suele observarse hoy día en pacientes con SIDA, en los que se manifiesta por: -cefalea y fiebre, sin o con escasos signos meníngeos; -líquido cefalorraquídeo de aspecto variable, con hi poglucorraquia, hiperproteinorraquia y pleocitosis mononuclear. Los gérmenes causales pueden identificarse por observación en el líquido (tínción de Gram), cultivo o reacciones inmunológicas en el caso de virus y criptococo. -Causas de las meningitis bacterianas según la edad. En los adultos, el germen causal más frecuente es el Streptococcus pneumoniae (neumococo). En jó venes, el neumococo y los virus, y deberá tenerse siempre presente al Mycobacterium tuberculosis y al Cryptococcus neoformans en caso de SIDA. En los niños, el Haemophylus influenzae, y luego el neumococo. En los neonatos la causa más frecuente la constituyen los bacilos gramnegativos, y luego los estreptococos del grupo B. La meningitis por Neisseria meningitidis (meningococo) es en la actualidad excepcional. -Síndromes meníngeos no infecciosos. Hemorragia subaracnoidea o meníngea: véase Síndromes vasculares. Siembras meníngeas o "meningitis" carcinoma/o sas: por compromiso neoplásico de las meninges (leucosis, linfomas). Meningismos y reacciones meníngeas. Con estos nombres se conocen manifestaciones clínicas larva das de síndrome meníngeo, acompañadas de ligera reacción en el líquido cefalorraquídeo, que aparecen en el curso de distintos procedimientos: después de una punción lumbar o por inyección intratecal de sustancias de contraste y medicamentosas. El pronóstico suele ser benigno. -Síndromes meníngeos en enfermedades generales. En múltiples enfermedades generales puede observarse un síndrome meníngeo dependiente, unas veces, de una simple reacción meníngea, otras veces, de una verdadera meningitis. Entre otras pueden mencionarse: fiebre urliana, sarampión, varicela, gripe, lupus eritematoso diseminado, angeítis granulo matosas, granulomatosis linfomatoide, toxoplasmosis, brucelosis, enfermedades de Mallaret, Behcet y Vogt Koyanagi-Harada, SIDA, sarcoidosis, fiebre tifoidea, poliomielitis aguda.
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