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Canis et Felis - Nutrición Clínica Paliativa Canina y Felina

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DIRECTOR:
Dr. Juan José Tabar Barrios
Centro Policlínico Veterinario “Raspeig“
San Vicente. Alicante
REDACTOR JEFE:
Elena Malmierca
DIRECTORES DE LA MONOGRAFIA:
Dr. Jaume Camps i Rabadá
Pg. de la Bonanova N.° 92 1-1
08017 Barcelona
HISTOVET.
Montserrat, 9 
08192 St. Quirze del Vallès (Barcelona)
PRODUCCION EDITORIAL:
Fernando Latorre Margolles
INFOGRAFIA Y TRATAMIENTO DE IMAGEN:
Isabel Velasco Granados
MAQUETACION:
Beatriz García Martín
Isabel Velasco Granados
COORDINACION EDITORIAL:
MIGUEL ANGEL GARCIA FERNANDEZ
CANIS ET FELIS N.° 31
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
PROGRAMA 1998
N.o 31 (Febrero)
NUTRICION CLINICA O
PALIATIVA CANINA Y FELINA
Dr. Jaume Camps
N.o 32 (Abril)
ONCOLOGIA CUTANEA
Dres. Jaume Altimira y 
Miquel Vilafranca
N.o 33 (Junio)
OFTALMOLOGIA
Dr. Manuel Villagrasa
N.o 34 (Agosto)
DERMATOLOGIA: 
ALOPECIAS CANINAS
Dra. M .a Teresa Verde
N.o 35 (Octubre)
PATOLOGIA Y CIRUGIA 
DE LA RODILLA
Dr. Juan J. Martínez Galdames
N.o 36 (Diciembre)
COMPLICACIONES EN
OSTEOSINTESIS
Dr. Juan P. Zaera Polo
Publicación bimestral. Reservados todos los derechos de edición.
Se prohíbe la reproducción o transmisión total o parcial del contenido de este número, ya sea por medio electrónico o mecánico, de fotocopia,
grabación u otro sistema de reproducción, sin autorización expresa del editor.
Tarifa de suscripción anual: Mediante cheque bancario adjunto de 6.015 ptas. Mediante contra reembolso de 6.666 ptas. 
Ejemplar suelto: 1.560 ptas. (IVAincluido).
Empresa periodística núm. 3.725. Depósito legal: M. 1137-1993 ISSN: 1133-2751 Imprime: EGRAF, S.A.
Pasaje Virgen de la Alegría, 14
Teléfono 405 15 95. Fax 403 49 07
e-mail: luzan@luzan5.es
http://www.luzan5.es
28027 Madrid
i
CANIS ET FELIS N.° 31
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS
DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES 
NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES 
STAFF 
ÍNDICE DE COLABORADORES 
EDITORIAL 
GENERALIDADES SOBRE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN 
CUADRO RESUMEN DE ALIMENTOS CLÍNICOS Y
PALIATIVOS ADAPTADOS A CADA ESPECIE
ndice
CANIS ET FELIS N.° 31
L p ropósito de esta monografía sobre “Nutrición Clínica o
Paliativa Canina y Felina” no es otro que el de intentar agru p a r
las alteraciones de diversa índole que pueden y suelen padecer
los perros y los gatos, con posibilidad de ser mejoradas o re t r a-
sadas por medio de una dietética especial. La exposición, sin embarg o ,
la adecúo más a situaciones prácticas, sobre la alimentación por vía
oral, y difiere, de forma significativa, de las publicadas en libros o de las
comunicaciones médicas muy específicas.
La base del escrito consiste en comentarios que van dirigidos a los
veterinarios clínicos, más que un resumen de “libro” de texto, o que una
recopilación de opiniones o bibliografía, por lo que daré sólo unas pin-
celadas sobre la parte clínica, que mis compañeros conocen perf e c t a-
mente, sólo las necesarias o las más relacionadas con la nutrición y la
a l i m e n t a c i ó n .
Debido a las dudas que he notado en muchas conversaciones con clíni-
cos, ante las diferencias que existen entre las recomendaciones de los ya
muchos fabricantes de alimentos clínicos presentes en el mercado español, sí
daré unas bases generales sobre dietética, fáciles de recordar y de calcular,
y que se adaptan a todo tipo de necesidades y productos.
Divido el texto en cinco capítulos de muy diversa extensión.
En el primero, unas generalidades sobre Nutrición y alimentación, argu-
mentando de la importancia de la segunda, especialmente en lo que se
refiere a su puesta en práctica por el cliente. Algo fundamental y básico, y
que, con demasiada frecuencia, muchas veces escapa del seguimiento por
el clínico, a no ser que los clientes sean muy adictos y muy fieles.
Destacaría, insistiendo sobre lo anterior, la gran diferencia del posible
“seguimiento” hasta finalizar un tratamiento. No podemos confiar, ni asegu-
rarnos, que los clientes vayan a seguir las recomendaciones y prescripciones
tal cual se las recomendamos, si ellos tienen en cuenta el coste, la importan-
cia y la duración del tratamiento dietético (que suele ser de varias semanas),
con sus creencias o suposiciones ancestrales, y además las de sus vecinos,
NUTRICION CLINICA O PALIATIVA Y FELINA
ditorial
i
CANIS ET FELIS N.° 31
la lentitud de la mejoría, etc., que dan pie a que los clientes tengan muchas
oportunidades de abandonar la dieta, o hacer cambios en la misma.
El seguimiento de los pacientes es mucho más regular, y aceptado al cien
por cien por el cliente, cuando es de un proceso con prescripción medica-
mentosa, o en una situación post-quirúrgica.
En el segundo capítulo entro en las necesidades nutricionales, con unas tablas
originales y fáciles de re c o rd a r, que pueden facilitar los cálculos a los veterina-
rios, y con ellos las convenientes prescripciones. Asimismo describo y comento
la tabla del NRC sobre requerimientos nutricionales mínimos, que es la comple-
ta, tanto para perros como para gatos, ya que suele ser difícil de hallar en
l i b ros, o en escritos, al menos de forma comparativa entre las dos especies.
También, lo contrario, señalo los máximos que deben re c i b i r, citando a la vita-
mina A y los ratios y niveles de calcio y fósforo, únicos aspectos que enfatizan
los ténicos nutricionistas de la FEDIAF, que es la Federación Europea que englo-
ba a los fabricantes de alimentos para animales de compañía.
El terc e ro es para proponer una base, a decidir en cada caso, de los
cambios de necesidades según los factores que influyen sobre requerimientos
calóricos, tanto en animales sanos como en los que sufren alguna alteración,
o están en algún estado anormal. Con muchos datos, resumen de varios
autores especialistas, pero presentado en una forma gráfica para su recorda-
torio y fácil consulta.
El más importante y extenso es el capítulo que da título al número mono-
gráfico, con una lista, aunque puede ser otra, de las alteraciones que pue-
den modificarse o prevenirse mediante dietas clínicas o paliativas. La pro-
puesta de once temas puede parecer exagerada, pero cubre muchas más
necesidades, y hay varias interrelacionadas o con parecida solución.
ONCOLOGIA CUTANEA
Dr. Jaume Camps y Rabadà
Veterinario
Nutrólogo
i
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
L autor resalta en este capítulo la diferenciación entre Nutrición y Alimentación,
recomendando al clínico que asesore a sus clientes para que sigan unas normas
correctas de manejo alimentario y que incremente sus conocimientos sobre
Nutrición. Una norma básica que se debe seguir a la hora de elegir la alimenta-
ción a prescribir es que es más importante que el animal consuma el alimento en
la cantidad y el tiempo deseado que la “calidad” y la “formulación” del mismo.
En Alimentación deben tenerse en cuenta las relaciones alométricas, que son muy exage-
radas en perros, presentando gran diversidad en las curvas de crecimiento.
Los gatos, por su diferente evolución y comportamiento, deben considerarse de forma muy
diferente a los per ros.
Los tres primeros capítulos sirven también de introducción al cuarto (base de la monogra-
fía). El último es un cuadro resumen.
DR. JAUME CAMPS Y RABADÀ
GENERALIDADES 
SOBRE 
NUTRICIÓN Y 
ALIMENTACIÓN
CAPITULO I GENERALIDADES SOBRE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN
ES NECESARIO DIFERENCIAR
ENTRE NUTRICIÓN Y 
ALIMENTACIÓN
N gaditano uni-
versal, menos
conocido de lo
que se mere c e
por su aport a c i ó n
a la Agricultura,
Ganadería y tam-
bién a la
Veterinaria, fue el primero en la Historia
que trató sobre la nutriciónde los
p e rros. (No todo procede del mundo
a n g l o s a j ó n ) .
La re f e rencia es para Lucio Junio
Moderato Columela, que en su “De Re
Rustica” del año 42 de nuestra Era, y
en la traducción que se hizo en 1824,
como “Los diez libros de Agricultura”,
cita textualmente, y mantengo la acen-
tuación original del facsímil, que a los
dos únicos tipos de perros que trata
(que describe como molosos o masti-
nes), los de guardar la hacienda y los
de guardar los re b a ñ o s :
“...se ha de dar á corta diferencia el
mismo alimento: porque si las here d a-
des son de tanta extensión que sosten-
gan rebaños de ganados, todos sin dis-
tinción se mantienen cómodamente con
harina de cebada y suero: pero si la
hacienda está plantada de árboles y
sin pasto, se han de hartar de pan de
escaña ó de trigo, mezclándole sin
e m b a rgo caldo de habas cocidas,
p e ro tibio”.
Es asombroso que estas “fórmulas”
fueran pensadas y escritas en uno de
los extremos del Imperio Romano, en los mismos ins-
tantes que en el otro extremo estaba predicando Jesús
de Nazaret.
Más asombrosa aún es la técnica de nutrición de
estas dos recomendaciones, al representar un aumento
del aporte proteico, tanto por el añadido de suero que
sería procedente de la elaboración de queso con
leche de ovejas y cabras, como por la mezcla del
caldo de habas.
Con pocas excepciones, estas “recetas” no fuero n
mejoradas masivamente hasta bien entrado nuestro siglo.
Muchos perros de caza, y rurales, de la actualidad, re c i-
ben unos alimentos que no superan a los de Columela...
La frase del insigne hispano-romano hace referencia
principalmente a “Nutrición”: al describir las composi-
ciones de los alimentos, con una base de cereales y
una proteica.
Se corresponde con la “Alimentación” o manejo,
cuando escribe “se han de hartar”, que es casi lo mismo
que cuando decimos hoy “ad lib” o “a discreción” y tam-
bién cuando especifica que se suministre “tibio”.
Con este recordatorio, aparte romper una lanza
hacia “los nuestro”, ya será muy fácil diferenciar bien
los términos Nutrición y Alimentación. Tienen diverso
significado, pues distinguen cosas prácticamente com-
plementarias, a pesar de que no son claras las defini-
ciones que podemos hallar en diccionarios, y mucho
menos las entendidas en conversaciones, donde sue-
len confundirse y/o mal interpretarse.
Aunque la diferenciación estricta no tenga una base
demasiado científica, intentaré separarlas en la prácti-
ca, para resaltar mejor la responsabilidad del
Veterinario Clínico, en este importante quehacer diario
de todos los seres vivos, que es la alimentación, donde
quedan, por supuesto, incluidos los perros y los gatos.
La nutrición está relacionada con los requeri-
mientos del animal, con su fisiologismo y metabolismo,
y con las características bioquímicas de los varios
nutrientes, por citar algunos, y que conforman los capí-
tulos básicos de lo que aprendimos en la Facultad, de
lo leído en libros y comunicaciones.
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO I GENERALIDADES SOBRE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN
Como nutrición podemos incluir ade-
más el estudio de la composición de
los ingredientes, la tecnología del pro-
ceso de elaboración y, también, los
c o n t roles de calidad, los tests de diges-
tibilidad y los de palatabilidad, etc.
La alimentación se correspon-
de más a una acción hacia un indivi-
duo, y trata de la cantidad de un ali-
mento a darle, cómo dárselo, cuán-
do, etc., incluso la temperatura, de
requerirse. Aunque la alimentación se
relaciona más con funciones en apa-
riencia menos científicas que las que
tratan sobre nutrición, son, sin embar-
go, las ÚNICAS al alcance de los
propietarios de perros o de gatos, y,
consecuentemente, la recomendación
de los veterinarios clínicos debe ir en
esta dirección, mucho más realista
que la otra.
A d rede pondré énfasis en
“Alimentación”, ya que es lo que
debe atenderse a diario y de forma
práctica, y donde se hallan los prin-
cipales escollos en cualquier alimen-
tación, que se presentan, de forma
exagerada, cuando se trata de la ali -
mentación clínica o paliativa.
“Mejor, y más efectivo, que la
“calidad” y que la “formulación” de
un alimento clínico, es que el perro o
el gato lo consuma, en la cantidad y
durante el tiempo necesario”:
Miraré, por tanto, de evitar los
“rollos” sobre aspectos de nutrición,
que ya damos por conocidos, y por-
que sólo su resumen ya significaría la
totalidad de páginas de esta mono-
grafía. Además, aparte los conoci-
mientos proverbiales de los que se
hacen los alimentos caseros tradicionales (casi peores
que los de Columela), los estudios de nutrición, y las
recomendaciones, dependen totalmente de los investi-
gadores y nutrólogos.
Entran, además, otros factores en la nutrición, como
la propia evolución socio-política de la actualidad,
que tiende hacia un contexto totalmente legislativo y de
normalización, con el que llegamos a la unificación de
la tecnología, con idénticas normativas, mismos con-
troles, y garantías, etc., en todo el mundo occidental,
y muy particularmente en la Unión Europea.
(Como muestra, un botón: participé en reuniones de
técnicos, algunas veces en Bruselas, y en otros lugare s ,
para adaptar las normativas de la CE de entonces a
n u e s t ro país. Duraron los papeleos cinco o más años
para su resolución. Un tema, que fue muy discutido, casi
batalla campal, sólo para cambiar la palabra “celulosa”
del texto original, para las garantías en las etiquetas, por
la palabra “fibra” ..., clara muestra de lo exigentes que
son los técnicos de cada país miembro ) .
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN-
ALOMORFISMO EN PERROS
En cuanto a manejo de la alimentación, hay muchos
pareceres, suposiciones y contradicciones entre los
clientes de cualquier clínica. Entiendo perfectamente
las dificultades que representa para el profesional vete-
rinario lograr que sus clientes cambien las opiniones en
aspectos tan tradicionales como es la rutina diaria de
la alimentación. Los cambios tradicionales son siempre
muy lentos, mucho más en los propietarios de perro o
de gato, pero hay que intentarlo.
Llevamos mucho tiempo juntos los humanos con los
perros. El tener que alimentar a perros es algo que las
personas venimos haciendo desde hace 100.000
años o más. Muchos más de los que la paleontología
había confirmado hasta el presente.
Los primeros restos de “homo”, idénticos a nosotros y
con capacidad de raciocionio, hallados, tienen asimismo
cien mil años de antigüedad, y serán más, ya que no
a p a recerían de golpe.
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO I GENERALIDADES SOBRE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN
Por análisis de ADN realizados en
n u m e rosas razas de perro y en cánidos
s i l v e s t res, muy recientemente (junio-
1997) un equipo internacional, dirigi-
do por la Universidad de California, ha
c o n f i rmado que los perros sólo tienen
como ascendientes a variedades de
lobos, y que la “separación”: hacia
p e rro ocurrió hará entre 100.000 y
135.000 años... Coincide plenamen-
te con nuestros directos ancestro s .
Es lógico que existan tradiciones y
creencias folk en la alimentación,
como en cualquier otra relación, des-
pués de tantos miles de años. La
adaptación del perro a una dieta tan
omnívora como la de las personas
debió iniciarse con los primero s
lobeznos escogidos.
A pesar de esto, debemos desterr a r
el gran antro p o m o rfismo que mantene-
mos en las pautas de alimentación
canina, el mismo que seguimos en la
relación y adiestramiento de los perro s ,
que choca con las reacciones etológi-
cas de especies distintas. A pesar del
tiempo de re l a c i o n a rnos las dos espe-
cies, continuamos siendo “muy” distin-
tos... La “educación” de los cachorro s
no debe tener las pautas que la re c i b i-
da por niños, lo mismo que a los perro s
no lessatisface, ni es adecuada, la
comida normal de las personas. Algo
a p a rentemente tan obvio, y sin embar-
go, es una verdadera pared difícil de
d e rr i b a r. . .
Los perros constituyen la especie ani-
mal con mayor polimorfismo de todas
las conocidas, silvestres y domésticas.
Diversidad que es debida a la influen-
cia humana, recogida por la curiosi-
dad, que ha seleccionado a perros, no
sólo formas y utilidades divergentes, sino con unas dife-
renciaciones en su peso o masa, que va desde pesos de
adulto de menos de 1 Kg hasta los de más de 80 Kg.
Este alomorfismo incide en numerosos aspectos del
d e s a rrollo de los perros, especialmente en su etapa
de crecimiento, y es curioso el compro b a r, por ejem-
plo, la relación inversa entre la duración del periodo
de crecimiento con la duración esperada de vida.
Hay diferencias de 6 a 1, algo increíble y ni sospe-
chado en ninguna otra especie animal, comparando
p e rros de raza pequeña con perros de raza grande
o gigante. (Hagamos números: los de raza pequeña
viven de promedio 12 años y tienen medio año de
c recimiento, relación 24:1; en cambio los gigantes
con vida esperada de 8 años, como promedio, tie-
nen un crecimiento adulto que dura 2 años, re l a c i ó n
4:1) (24:4 = 6).
Hay docenas de ejemplos de alometría sobre las
que no solemos establecer ninguna prevención o modi-
ficación de cuidados o tratamientos. Incluso en cam-
bios fisiológicos, aparte anatómicos y de faneros. Por
ejemplo, algo que descubrí casualmente hace años, y
que está publicado. En la relación entre la superficie
gástrica y el peso de los perros existe asimismo una
relación de 4 a 1 comparando los pequeños con los
gigantes... Es una proporción muy diferenciada, lo que
forzosamente debe, o debiera, tener incidencia en el
manejo de la alimentación.
Relaciones alométricas que el clínico debe tener en
cuenta y que suelen minimizarse en la práctica, espe-
cialmente cuando se trata de la alimentación.
CURVAS DE CRECIMIENTO
Las curvas de crecimiento de las cerca de cuatro-
cientas razas aceptadas en FCI (F é d é r a t i o n
Cynologique Intern a t i o n a l e), desde Yorkies hasta
San Bern a rdos, siguen unas normas, con ligeras
excepciones, más debidas a manejo que a su pro-
grama genético de crecimiento. Por ser imposible
re c o rdar cada una de las curvas de crecimiento de
todas las razas, propongo un sistema algo más fácil
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO I GENERALIDADES SOBRE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN
de re t e n e r, mucho mejor que los
extensos cuadros de dosificaciones
que suelen ilustrar tanto libros como
e t i q u e t a s .
El periodo de crecimiento de cual-
quier ser vivo es el que va desde su
nacimiento hasta alcanzar su peso de
adulto. Crecimiento que puede mos-
trarse gráficamente en su “Curva de
Crecimiento”.
Como inicio, podemos compro-
bar las diversas curvas de cre c i-
miento de dos razas típicas, ni exa-
geradamente grande una, ni muy
pequeña la otra: el Cocker Inglés y
el perro de Pastor Alemán. Uno
llega a sus 13 Kg de peso adulto a
los 8 meses y el otro a sus 37 Kg a
los 16 meses. Queda un tercio de pesos de perro s
por debajo, un tercio en medio y uno por encima.
El manejo de la alimentación debe seguir las nece-
sidades de cada raza, pues no es lo mismo hacer
algún cambio o tratamiento a los seis meses en ambos,
cuando en el Cocker le falta sólo un 25% de su tiem-
po de crecimiento, y un 15% en peso, cuando a los
mismos seis meses en el Pastor Alemán aún le falta más
del 60% en tiempo y del 25% en peso...
En la gráfica original de mi PC he añadido además
la línea de llegada a adulto, que con bastante exacti-
tud todos los cachorros siguen, de acorde con su peso
de adulto (fig. 1).
MÍNIMOS CAMBIOS EN GATOS
También tenemos al gato como animal de compa-
ñía, pero éste no ha cambiado tanto como el perro. 
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 1.— Curva crecimiento promedio perro pastor alemán/cocker inglés.
CAPITULO I GENERALIDADES SOBRE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN
Estas mínimas modificaciones son debidas en primer
lugar a que el gato es un cazador solitario, que no
forma “clanes”, y en segundo, por el hecho de ser
mucho más reciente su adaptación a la convivencia
con familias humanas.
Hace sólo unos 6.000 años que los gatos fueron
aceptados por los agricultores del Neolítico, cuando
se inició el sedentarismo, con la sociedad ya agrupa-
da en poblaciones, y con el almacenamiento de grano
de cereales (presencia de roedores...)
Representa que hemos tenido dieciséis veces menos
tiempo de “contacto” con los gatos que con los perros.
Por esto no hemos cambiado demasiado a los gatos,
ni en su forma, ni en sus costumbres etológicas, tan dis-
tinta a los lobos-perros, ni en sus hábitos alimentarios.
Atendiendo a lo anterior, y con el más lógico senti-
do común, el manejo de la alimentación de los gatos
NO tiene nada que ver con el de los perros. El gato
normal, con el tipo y el peso del silvestre, precisa entre
350 y 400 Kcal ME. ¡Cada día!
Los gatos silvestres precisan cazar de 12 a 15 “pie-
zas” entre ratones y pajarillos, ya que cada uno con-
tiene 25 a 30 Kcal, para cubrir sus necesidades. Es un
excelente cazador solitario, ya que la caza no es tan
fácil. Precisan al día y la noche para conseguirlo, aun-
que los supongamos “dormilones”.
En gatos domésticos, observados por vídeo para estu-
dios etológicos y de conducta alimentaria, se compro b ó
que, efectivamente, se acercan a comer y a beber entre
12 y 15 veces a lo largo del día y de la noche.
Esto nos indica las pautas de alimentación a
s e g u i r, que debe ser “ad lib” o presentándoles el ali-
mento en numerosas veces, procurando que no se
queden sin comida, ni bebida, durante la noche
(figs. 2 y 3).
Aquí podríamos entrar a hablar de la basificación
de la orina, de alargarse el periodo postprandial,
como primera causa de cristalización de ciertos solutos
de orina...
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 2.
Fig. 3.
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES 
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
L valor nutricional de un alimento depende del nivel de nutrientes y de la disponi-
bilidad de los mismos. Sin entrar en descripciones pormenorizadas, en este capí-
tulo se trata de resaltar los niveles y acciones de la fibra que, sin ser un verdade-
ro nutriente, tiene una gran importancia en numerosas dietas paliativas, aunque
suele exagerarse su valoración en la práctica.
Se presentan, en una sola página, para facilitar la consulta y comparaciones, las dos tablas
de requerimientos mínimos de todos los nutrientes para perros y gatos, según el National
Research Council. Asimismo son citados los límites máximos que no conviene sobrepasar.
Al ser la energía el principal requerimiento nutricional de los alimentos, y al existir contro-
versias sobre su valoración, se explica un método sencillo para calcularla y, a la vez, se reco-
mienda compararla siempre usando las mismas unidades (Kcal de EM).
DR. JAUME CAMPS Y RABADÀ
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
VALOR NUTRICIONAL DEL
ALIMENTO
L valor nutricional
de todo alimento,
sea de uso normal
o sea paliativo
para ciertas altera-
ciones, se refiere a
dos factore s ,
s o b re los que
basaré este capítulo, y es muy nece-
sario que los veterinarios clínicos los
tengan en cuenta antes de prescribir
unos u otros:
* Nivel de nutrientes del alimento.
Siempre calculando según el nivel
energético, y en unidades compara-
bles.
* D i s p o n i b i l i d a d de dichos nutrien-
tes para los animales, que puede re d u-
cirse en el estudio de la digestibilidad
de cada uno, y la del conjunto.
Nivel de nutrientes
El equilibrio nutricional de cual-
quier animal depende de si recibe las
cantidades, y las pro p o rc i o n e s
correctas,de nutrientes de los seis
grupos necesarios; productores de
energía: grasa, proteína e hidratos
de carbono, y los no productores:
agua, minerales y vitaminas.
La descripción de cada uno de
estos nutrientes, y su composición, ya
es conocida, y por obvio, sólo se
citarán cuando sea necesario en los
siguientes apartados.
TAMBIÉN LA FIBRA AUNQUE NO SEA UN
NUTRIENTE
La fibra, tan importante en nutrición, no es un ver-
dadero nutriente aunque se valore siempre, y por sepa-
rado, sino que, químicamente, forma parte de los H.
de C. La fibra (que se llamó celulosa, aunque quími-
camente la celulosa es sólo parte de la fibra) se ha
paralizado en demasía, incluso en las dietas humanas.
No es, sin embargo, un alimento, ni se digiere (al
menos los perros y gatos), ni hay requerimientos míni-
mos oficiales, ni hay siempre la misma respuesta (varía
según cada situación, según la composición de la
fibra, e incluso según su estructura), ni se deben extra-
polar datos y conocimientos sobre los humanos hacia
perros o gatos. Por ejemplo, los canes no disponen en
el colon el tipo de microflora que sí disponemos las
personas, y por esto no pueden llegar a transformar
parte de la fibra en ácidos grasos volátiles, que noso-
tros podemos “quemar” y usar.
Existen datos publicados, para formulación clínica
tanto canina como felina, adaptándola según los datos
humanos, lo que parece aumentarle el valor (aunque
de forma irreal) a la fibra.
Las principales funciones de la fibra son:
— Aumenta la retención de agua en el lumen g.i.
— Da “lastre” a la masa, que produce cierta sen-
sación de saciedad y activa la motilidad del
intestino.
— Interviene en el grado de absorción y adsorción
de los demás nutrientes. Negativamente.
— Ayuda en la integridad estructural de la mucosa
intestinal.
Falta aún mucha investigación clínica para llegar a
controlar el tipo y la cantidad de fibra necesarias.
Debieron evitarse las citas publicitarias de algún pro-
ducto clínico acabado el interés de ser “el mejor, por
contener el más alto porcentaje de fibra “dietaria”.
Publicidad que puede dar lugar a confusión, al clínico,
y especialmente al cliente con un animal con proble-
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
mas, para quien quiere “lo mejor”.
(Sólo es un ejemplo hipotético).
El clínico debe tener en cuenta los
efectos positivos que tienen alimentos
con medianamente alto contenido de
fibra. Pueden servir:
—Como saciante.
—Disminuye la ingesta calórica en 
una dieta de adelgazamiento.
—De utilidad en casos de estreñi
miento.
—En casos de ciertas diarreas.
––En colitis.
—Conveniente en hiperlipidemias.
Pero sin olvidar que, en relación
directa, y sin conocer realmente su
composición y textura, un muy alto
contenido de fibra:
—Reduce significativamente la
digestibilidad de la proteína,
de la grasa, de la energía y del
total de la sustancia seca.
—Reduce la absorción de minera-
les, de forma selectiva.
—Hace más lenta la digestión y
la absorción de los carbohidra-
tos.
—Aumenta el volumen fecal y la
frecuencia de las deposiciones.
Estos son hechos comprobados, y
por tanto no es prudente confiar en
que vamos a tener resultados mejores
aumentando “en exceso” el contenido
de fibra, o el recomendarlo como
“norma”. Incluso es más importante la
composición, con % de soluble, o la
textura.
Además el cliente suele dejar muy
p ronto de dar estos alimentos “paliati-
vos” de muy alta fibra a su perro (que es el paciente) ante
los resultados en las deposiciones. Hecho muy “visible” ...
NECESIDADES DE NUTRIENTES 
Los datos señalados como mínimos por el NRC
(National Research Council) significan que por debajo de
los mismos hay deficiencias nutricionales. Además son
estudios realizados en cachorros jóvenes tanto de perro s
como de gatos, lo que expresa que cubren las necesi-
dades de todos, incluidas las perras y gatas lactando, y
basados en dietas purificadas para la más alta digestibi-
lidad y disponibilidad, para cachorros. Han sido sensi-
blemente mejoradas de las tablas anteriore s .
Son los datos que internacionalmente siguen todos
los investigadores, y en Europa, además, aprovecha-
mos los comentarios, o añadidos, de los técnicos de la
FEDIAF (Federación Europea de Fabricantes de
Alimentos para Animales de Compañía).
“Los alimentos normales del mercado cubren en dos
veces los mínimos, y en algunos nutrientes inclusive en
tres, cuatro y hasta en seis veces. Por tanto, es excep-
cional, por no decir imposible, que ocurran deficien-
cias, en animales sanos”.
Los alimentos clínicos o paliativos tienen una com-
posición diferente para atender la especificación de
cada uno, pero en la gran mayoría no deberían que-
dar por debajo de los mínimos del NRC, especial-
mente si se prescriben para un uso de varias semanas.
TABLA REQUERIMIENTOS MÍNIMOS EN
PERROS Y EN GA TOS SEGUN “NRC” (tabla I)
Los datos se re f i e ren al contenido de los diversos
nutrientes mínimos que debe contener 1 Kg de ali-
mento seco típico, de unas 3.700 Kcal. EM para
p e rros, y para uno de 5.000 para gatos. Es la mejor
f o rma de comparar, ya que la dosificación por Kg
de peso del animal, como es la norma en medica-
mentos, no sería práctica en alimentación al entrar
tantos nutrientes.
De cambiar el nivel energético del alimento, y más
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CACHORROS PERRO
5,0
1,0
-
-
10,51
0,5
0,18
0,36
0,58
0,51
0,39
-
0,72
-
0,47
0,15
0,39
-
0,59
0,44
0,04
0,44
0,06
0,09
32,0
3,0
0,6
35,6
5,1
0,1
3.710
404
22
1.250
-
1
2,5
1,1
11
10
0,2
-
0,026
TABLA I
NUTRIENTES
Grasa %
Ácido linoléico %
Ác. araquidónico mg/kg
Proteína (N x 6,25)%
Aminoac. disp. + indispensables %
Arginina %
Histidina %
Isoleucina %
Leucina %
Lisina %
MET + Cistina %
Metionina %
Fnilal. + Tirosina %
Fenilanina %
Treonina %
Triptófano %
Valina %
Taurina mg/kg
Calcio %
Fósforo %
Magnesio %
Potasio %
Sodio %
Cloruro %
Hierro mg/kg
Cobre mg/kg
Yodo mg/kg
Cinc mg/Kg.
Manganeso 50 mg/kg
Selenio mg/kg
Vitamina A (retinol)UI/kg
Vit. D (calciferol)UI/kg
Vit. E ( -Tocoferol)UI/kg
Colina mg/kg
Vit. K (filoquinona) mg/kg
Tiamina mg/kg
Riboflavina mg/kg
B6 (piridoxina) mg/kg
Niacina mg/kg
Ác. pantoténico mg/kg
Ác. fólico mg/kg
Biotina mg/kg
Vit. B12mg/kg
GATITOS
-
0,5
200,0
24,0
-
1,0
0,3
0,5
1,2
0,8
0,75
0,4
0,85
0,4
0,7
0,15
0,6
500,0
0,8
0,6
0,04
0,4
0,05
0,19
80,0
5,0
0,35
50,0
5,0
0,1
3.333
500
30
2.400
0,1
5
4
4
40
5
0,8
0,07
0,02
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
si es en forma húmeda, la necesida-
des cambian en la misma proporción.
Por las muchas funciones de la tauri-
na, FEDIAF recomienda se eleven a
1.000 mg/Kg de alimento seco sobre
SS, y a 2.500 mg/Kg sobre SS si es
p roducto en lata (sci). Si los ácidos gra-
sos esenciales poliinsaturados superan
el 4% sobre sustancia seca, los niveles
de vitamina E deben aumentarse “sus-
tancialmente”. Los mínimos de hierro en
c a c h o rros deberían aumentarse a 80
mg/Kg de SS. Además, el NRC re c o-
mienda 6.000 UI de vitamina A por
Kg de alimento cuando vaya destinado
a gatas gestantes y lactantes.
Estas cantidades mínimas suelen
duplicarse, o más, en la práctica, por
seguridad. Los alimentos del merca-
do, de calidad, quedan muy aleja-
dos de poder ocasionar cualquier
deficiencia, y tampoco hay ningún
riesgo de sobredosificación.
Así por ejemplo, el 10,51% indica-
do en proteína en perros es la suma de
los aminoácidos dispensables y los
indispensables, por lo tanto el doble de
p roteína (21%) es suficiente con seguri-
dad. La grasa, que citan un mínimo del
5% en perros y ni siquiera la citan en
gatos,no sólo se duplica, sino que se
llega a multiplicar por seis, en ciert o s
casos, al aumentar apetencia y al re d u-
cir el volumen de la ingesta, ambos de
interés para los momentos de altísimas
n e c e s i d a d e s .
MÁXIMOS SEGUN FEDIAF 
(tabla II)
Aparte la revisión de los mínimos
estudiados por el NRC, la Federación
Europea ha publicado asimismo los máximos a consi-
derar en la alimentación, datos a partir de los cuales
ya pueden, y suelen, existir problemas.
Datos que al no estar dirigidos a los clínicos, no han
sido demasiado divulgados.
Máximos que no debieran jamás ocurrir en la prác-
tica, so pena de gravísimo error, en los alimentos están-
dar, pero sí que pueden acercarse cuando son usadas
dietas clínicas, con los “añadidos” que se prescriben
los mismos clientes, especialmente en calcio/fósforo
(huesos) y en vitamina A...
Aparte existen, por supuesto, las intoxicaciones por
productos que no son tenidos como nutrientes, o com-
ponentes normales de los alimentos.
(Cuando muchos creen todo lo contrario. Los cacho-
rros precisan una menor cantidad, pero una mayor
exactitud, de calcio en su alimento, y en su relación
con el fósforo, que los adultos, y es sumamente fre-
cuente el sobrepasar estas cantidades máximas con el
simple añadido de un solo hueso).
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
TABLA II
Vitamina“A” 350.000 UI/kg de alimento seco 
(que es 100 veces la cantidad mínima).
Ratio: Máximo de calcio/fósforo:
— Cachorros y perras lactando 1,5/1
— Perros adultos 2/1
(Más importante la relación que la cantidad).
Cantidad máxima de calcio, sobre sustancia seca:
— Cachorros y perras lactando 2%.
— Perros adultos mantenimiento 3%.
MÁXIMOS A NO SOBREPASAR
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
LA NECESIDAD BÁSICA ES EN
ENERGÍA
La energía, asimismo, no es ningún
nutriente, pero es el primordial re q u e r i-
miento, junto al oxígeno y el agua. 
Los animales tienen un re q u e r i-
miento energético que cubren al
quemar los carbohidratos, pro t e í n a s
y grasas ingeridas a diario, en
p a rte, o en su totalidad, o la grasa
a l m a c e n a d a .
La energía se mide en calorías, y
aunque es algo muy conocido, exis-
ten algunos malentendidos sobre el
tema, especialmente en la forma de
comparar productos.
Por definición, una caloría es la can-
tidad de energía calorífica necesaria
para aumentar la temperatura de 1
gramo de agua, desde los 26,5 a los
27,5°C. Cantidad que es muy peque-
ña, y, en nutrición, normalmente se usa
e x p resado en Kilocalorías, para descri-
bir requerimientos energéticos de los
animales o cuando se especifica en la
composición de un alimento.
Los animales no son capaces de
extraer la totalidad de la energía del
alimento, que se denomina bruta.
Debido a esto, el contenido energéti-
co de un producto puede medirse de
varias formas:
E B E n e rgía Bruta = Contenido
energético de un alimento medido en
bomba calorimétrica.
ED Energía Digestible = La “EB”
menos la energía fecal.
E M E n e rgía Metabolizable = La “ED”
menos la energía contenida en orina.
Existe sólo una forma de facilitar el
cálculo, y debiéramos exigirlo, para poder comparar
mejor, y sobre todo al ser lo que en realidad aprove-
cha el animal. Me refiero a la: EM o Energía
Metabolizable (Kcal EM).
Deberíamos reclamar que todas las necesidades y
composiciones se refirieran a la energía metabolizable.
Al aparentar una mayor energía si un producto se expre-
sa en los otros términos, existe la tentación comercial de
señalar sólo Kilocalorías, sin especificiar, ya que es una
cifra mayor, incluso más del 10% que la verdadera EM.
P e ro ésta es la que, realmente, el animal utiliza.
Las “Kcal EM” (o “ME” cuando se expresan en
inglés) se deben determinar mediante ensayos de labo-
ratorio, de varios días y repetitivos, en los cuales se
miden la EB del alimento que ingiere al animal, luego
la EB contenida en las heces, y también la EB conteni-
da en la orina, para lo cual son necesarias numerosas
jaulas con perros o gatos, y un laboratorio muy espe-
cializado. La diferencia entre la EB ingerida, menos la
excretada en heces y orina, representada la cantidad
de energía que el animal puede disponer.
Cuando se indica en un envase el contenido ener-
gético de un alimento para animales domésticos, dicho
contenido debe ser expresado en kilocalorías de ener-
gía metabolizable (Kcal EM).
FORMA FÁCIL DE CALCULAR LA ENERGÍA 
Los clínicos, e incluso los propietarios de perro o
gato, que no disponen de los complejos y sofisticados
sistemas analíticos, pueden calcular de forma bastante
aproximada el valor energético en EM, de cualquier
producto, sea un alimento completo del mercado e,
igualmente, de algún ingrediente casero, si conocemos
su composición.
Es una “fórmula” de creación propia, pero es la más
sencilla y la más rápida de las conocidas, y en años
de controles he podido comprobar que es bastante
fiable, al menos para confirmar u orientar las Kcal EM
de algún producto sobre el que tengamos alguna duda
sobre su valor energético.
Podemos estimar cinco niveles de valor calórico
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
(BAREMO) según grado de digestibi-
lidad, sobre cualquier producto.
Muy alto
Con grasa por encima del 25%
s o b re sustancia seca, con fibra por
debajo del 2% sobre SS, y si es pro-
ducto natural (p.e. carne) o si son de
lata o extrusionado tipo superpre i m u m ,
con ingredientes de alta digestibilidad
(valor 10).
Alto
Con grasa entre 15 y 25% sobre
SS, fibra alrededor del 2% y produc-
tos de alta calidad (valor 9,7).
Medio
Con grasa entre 10 y 15% y fibra
no superior al 3% sobre SS, o los que
consideramos son alimentos o ingre-
dientes “normales” (valor 9, 4).
Bajo
Con grasa menor al 9% y fibra en
más del 4%, o alimento clínico de
baja energía, o los alimentos granu-
lados, o los sólo recomendados para
mantenimiento, etc. (valor 9,2).
Muy bajo
Alimentos, o los muy bastos, con
menos del 6% de grasa y alto conte-
nido de fibra, más del 10% sobre SS
(sustancia seca), o los adrede clínicos
para una reducción calórica ya impor-
tante bajo control clínico) (valor 9) .
FÓRMULA PARA CONOCER LAS “Kcal EM”
POR Kg DE 
PRODUCTO
Sirve para todos los productos independientemente
de su contenido en humedad.
Valor máximo de un gramo de GRASA = 9 Kcal EM
Valor máximo de 1 g de proteína, o de 1 g de
hidratos de carbono sin fibra) = 4 Kcal EM
El porcentaje de grasa del producto se multiplica
por 9, y la suma de los porcentajes de proteína y de
hidrocarbonados lo multiplicamos por 4.
El resultado de la suma de ambas cifras multiplica-
do por el baremo A, B, C, D, o el E, ya nos da las
Kcal EM por Kg del producto.
La explicación puede resultar compleja en aparien-
cia, pero con un ejemplo sobre un producto hipotético
quedará claro y fácil de recordar:
“Las garantías señalan, en una etiqueta de unos pre-
mios, o snacks, lo siguiente:
— Proteína 28%.
— Grasa 12%.
— Minerales 8%.
— Fibra 2%.
— Humedad 10%.
No nos indica los hidrocarbonados, pero siempre,
y está aceptado, es la diferencia de estos nutrientes, a
cien. Los datos anteriores suman 60%, por tanto son
40% de hidratos de carbono.
12 grasa x 9 = 108
28 proteína + 40 H. de C = 68 x
4 = 272
Total 380
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
Es de tipo medio, parece comple-
to, y sólo el 28% de las calorías pro-
viene de la grasa.
Clasificado como MEDIO, del que
recordamos su baremo, que es de 9,
4 nos da:
“Otro ejemplo, ahora sobre una
c a rne, que por análisis (no por
tablas, normalmente obsoletas), sabe-
mos contiene:
— Humedad 50%.
380 x 9,4 = 3.57 Kcal
EM por Kg del producto
— Grasa 20%.
— Proteína27%.
— Minerales 2%.
ya estimamos 1% de hidrocarbo
nados (glucógeno).
Por el baremo A, de valor 10, nos da 2.920 Kcal
EM/Kg, por lo que descontando humedad es un pro-
ducto más energético que los “premios” anteriores, pero
contiene una mayor pro p o rción de calorías que pro v i e-
nen de la grasa, el 62%, excesivo”.
20 grasa x 9 = 180
27 proteína + 1 H. de C. =
28 x 4 = 112
Total = 292
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 1.— Necesidades base de los perros ya adultos.
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
NECESIDADES BASE DE
PERROS Y GA TOS ADULTOS
EN ESTADO NORMAL
Mediante los dos gráficos adjuntos
pueden advertirse las diferencias de
requerimientos en energía según el
tamaño de los perros. Por cada kilo-
gramo de peso, los muy pequeños
casi precisan el doble de energía (ali-
mento) que los muy grandes.
La diferencia en gatos es mucho
menor, por la mayor similitud de
pesos, y las disparidades existentes
se deben mayormente a las diferen-
cias conocidas entre la actividad
entre los más ligeros (tipo orientales) y
los de mayor peso (tipo Persas) (figs.
1 y 2).
Estas son las cantidades estándar
en casos promedio. Los veterinarios
tienen en los gráficos un punto de par-
tida de fácil recordatorio, y se pueden evitar los posi-
bles errores de bulto de intentar memorizar grandes
cantidades de cifras.
REQUERIMIENTOS DE AGUA
Al ser el agua el nutriente que se precisa en mayo-
res cantidades, siempre debería estar al alcance de los
animales, o enfermos, a excepción de cuando sea
contraindicado, por ejemplo, en el manejo inicial de
una prevención al vómito.
Como regla, muy precisa, y ya que tenemos los grá-
ficos de necesidades de Kcal EM por Kg de peso,
tanto en perros como en gatos, puede anunciar la
siguiente regla.
NECESIDADES DE AGUA POR KG DE PESO
Los perros y los gatos sanos precisan tanto mililitros
(cc) de agua por Kg de peso como número de Kcal
EM (figs. 1 y 2).
Recordemos aquí que, de reducirse la ingesta de
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 2.— Necesidades base de los gatos ya adultos.
CAPITULO II NECESIDADES NUTRICIONALES NORMALES
agua por la razón que sea (normal-
mente por descuido o por desconoci-
miento), se produce un incremento de
la reabsorción renal, y consecuente-
mente existe una concentración de
solutos en la orina. Los gatos tienen
mayor facilidad para esta concentra-
ción que los perros.
DISPONIBILIDAD DE LOS
NUTRIENTES
Hemos visto la importancia de cal-
cular la energía en su valor metabóli-
co, preámbulo de todo el apartado
de comparaciones energéticas, tan
necesarias para hacer una correcta
prescripción.
El grado de disponibilidad de los
diversos nutrientes es la segunda base
para conocer el valor nutricional de
un alimento.
Este grado de disponibilidad de
nutrientes por parte del animal, de un
alimento dado, es lo que llamamos
digestibilidad. El NRC ha dictado un
valor mínimo de digestibilidad, que
es del 75%, que ha de satisfacer cual-
quier alimento para poder garantizar
una nutrición completa y equilibrada
durante toda la vida de los animales.
Va l o res, sin embargo, que han de
demostrarse. Sólo las empresas muy
i m p o rtantes son quienes realizan ver-
d a d e ros tests de digestibilidad a ingre-
dientes y productos acabados. Por ello,
la garantía y la confianza que cada
una debe re p resentar y avalar.
Los estudios de digestibilidad
duran 14 días, cuatro en control.
Cada día en control se recoge infro-
mación sobre:
— Cantidad total de alimento (g) consumido por
animal.
— Análisis químico completo del producto: hume-
dad, grasa, proteína, fibra, minerales, calcio,
fósforo y otros en casos especiales.
— Cantidad total de heces producidas y recogidas (g).
— Análisis químico de la materia fecal: a los mis-
mos nutrientes que en el producto)
— Cálculos matemáticos para relacionar las cantida-
des de cada nutriente ingerido y el excretado en
heces, para ver el porcentaje de digestibilidad de
cada uno, del total y de la sustancia seca.
Como puede comprobarse, son necesarias varias
docenas de análisis, por cada producto, y perro o
gato, y para confirmación entran en el test varios ani-
males y se realizan varias repeticiones. Como ejem-
plo, unos datos obtenidos en la Fac. de Zaragoza,
sobre diversos productos de la “gama alta”, en los
principales nutrientes, dieron de promedio:
P o rcentajes que cito por dos motivos: el primero, para
a l e rtar de aquellos datos de productos nombrados como
de “super alta digestibilidad” comparándolos con ali-
mentos estándar, cuando en la práctica son cifras muy
c o n c retas, muy altas y sin “enormes” difere n c i a s .
En segundo lugar, para hacer la observación sobre
la digestibilidad de los hidratos de carbono, a veces
denostados o subvalorados, ya que cuando reciben
los modernos procesados térmicos y de alta presión,
que ya hoy día son norma en los alimentos de calidad,
tienen una excelente digestibilidad, tan alta como las
grasas, y superando incluso a las proteínas.
Porcentaje digestibilidad
Proteína entre 82 y 89%.
Grasa entre 87 y 94%.
H. de C. entre 87 y 94%
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
E presentan en este capítulo en forma de cuadros gráficos las necesidades de
perros y gatos sanos en sus diversas situaciones, actividades o entorno.
Una situación que crea frecuentes problemas a criadores profesionales, o a parti-
culares, es el seguir un buen manejo de la alimentación durante la fase de repro-
ducción. Con parecido grafismo se exponen las disminuciones e incrementos que
existen en situaciones anormales, con un baremo para multiplicar cada situación sobre los
datos base normales.
DR. J AUME CAMPS Y RABADÀ
Raza Peso Kcal EM/Kg Necesidades por perro
a) Cocker I. 13 x 73 = 949 Kcal EM
b) P. Alemán 37 x 60 = 2.220 Kcal EM
GRAMOS POR DÍA SEGÚN TIPO DE ALIMENTOS*:
Alimentos: Bajo Estándar Super Premium Lata
Necesidades Kcal 3.300 3.900 4.400 1.100
a) 949 Kcal = 287 g 243 g 216 g 863 g
b) 2.220 Kcal = 672 g 570 g 505 g 2.020 g
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
FA C TORES QUE INFLUYEN
SOBRE LOS REQUERIMIENTOS
— IFERENCIAS sobre
tamaño razas.
— Según entorno y
actividad.
— Estado fisiológi-
co-reproductivo.
— Situaciones anor-
males.
Diferencias sobre tamaños 
de las razas
En el capítulo anterior señalaba las
diferencias de las necesidades calóri-
cas según las diferencias de tamaño
de las razas. Datos muy significati-
vos. Pasar de las necesidades BASE, señaladas en
Kcal EM por Kg de peso del animal, sea perro o gato,
a necesidad, o cantidad de alimento a suministrar, ya
es una simple regla de tres, según las Kcal EM que
tenga el producto.
Como ejemplo de consumos escojo a las dos razas
anteriormente citadas, el Pastor Alemán y el Cocker
Inglés, para comparar sus necesidades calóricas Base,
en gramos de alimentos del mercado (tabla I).
Según entorno y actividad
La gran mayoría de perros, al no habitar “siempre”
al exterior, y no sufrir las inclemencias del tiempo, ni los
cambios de temperatura estival-invernal, los consumos
por el entorno no suelen considerarse. No es, por
tanto, interesante el proponer a los clientes de clínicas
que “aumenten” la ingesta de sus perros durante el
invierno, ya que, por ser mucho más común el hallar a
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
TABLA I
*En la práctica las cifras se redondean, y llegan a darse según volumen, pero es conveniente pesar las
cantidades de tarde en tarde, para asegurar una ingesta justa
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
perros con sobrepeso, sería mejor
proponerlesque “disminuyan” la can-
tidad a ingerir durante la época de
calor.
Las excepciones son los perros nór-
dicos, u otros, usados en el deporte
de trineo en la nieve, o mushing, con
hábitat en zona de alta montaña y
frecuentes entrenamientos y asistencia
a competiciones, a 20°C bajo cero,
que les exige un consumo de Kcal
para mantener la temperatura corpo-
ral. Puede alcanzar un incremento del
10%, o algo más, comparando con
las necesidades base. Pero al ser
mucho mayor el gasto por el gran
esfuerzo físico (300%), el total ingeri-
do es lo que cuenta.
No existen perros, ni gatos, sanos que estén en
absoluto reposo, por lo que las necesidades Base ya
se entiende que son para perros y gatos que tienen
una actividad normal. A partir de que les vayamos
aumentando el ejercicio, en forma gradual irán aumen-
tando las necesidades. Aquí entra el “ojo clínico” del
profesional y especialmente la báscula.
Es imprescindible, para asegurarnos que les cubri-
mos las necesidades, el comprobar que no existen
cambios en el peso corporal. Pesadas que debemos
recomendar a todos los poseedores de perros con
altas actividades, como deportes varios, entre n a-
mientos de guarda, con ataque-defensa, pastore s ,
p e rros cazadores, de carreras, hasta llegar a los de
mushing. Los aumentos de peso, o la disminución,
deben alert a rn o s .
Las diferencias de consumos van desde multiplicar
las cantidades Base por 1,25 y hasta 1,75 en perros
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
con ya cierta actividad, para alcan-
zar un máximo de multiplicar por tres
el consumo Base, en los perros de tri-
neo (fig. 1).
Las mayores necesidades en pro t e í-
na, en calcio, en vit. D y en micro n u-
trientes (que son necesarios para evi-
tar a estos atletas la acidosis láctica
i n t r a m u s c u l a r, y la osteofibrosis típica
de los perros deportivos) ya vienen
c u b i e rtas, con alimentos completos de
calidad, al ir aumentando la ingesta
de los mismos.
Por ejemplo, un perro Pointer, de
27 Kg, según las necesidades base
estimamos que precisa 4 g diarios de
calcio, y nos dicen, o leemos, que
son “vitales” los 6 g de calcio cuan-
do está en periodo de caza. Ello no
implica que le debamos aumentar la
“proporción” de calcio, al incremen-
tar la ingesta del mismo alimento, en
una relación de 1,5 veces, que es
idéntica a la recomendada de calcio.
Lo mismo puede decirse de todos los
demás nutrientes.
De añadirle el Ca, en realidad lo
que conseguiríamos sería reducir la
proporción de los demás nutrientes.
Los mismos argumentos sirven para
las distintas necesidades según
momentos fisiológicos, como perras o
gatas gestantes y lactantes, cachorros
en crecimiento, etc.
Estado fisiológico-reproductivo
Las necesidades durante la fase de
crecimiento de los cachorros seguirí-
an una misma pro p o rc i o n a l i d a d
según tamaño de la raza y momento
de su crecimiento, y recordemos las
grandes variaciones alomórficas, lo que obligaría a
unos cuadros complejísimos, por las muchas variables.
En el crecimiento, siguiendo la base de lo que pre-
cisa de energía por Kg de peso una vez adulto (fig. 1
del Cap. II), en gatos no es tan necesario, nos referi-
remos al momento de alcanzar determinados porcen-
tajes de su peso adulto, así sirve lo mismo para un
Yorky que pesa 2 Kg de adulto y su curva de creci-
miento es de sólo cinco meses, que para un Mastín del
Pirineo, que pesa 70 Kg de adulto y tarda 24 meses
en alcanzar su peso de adulto.
En el gráfico adjunto señalo las normativas de la
F E D I A F, con pequeñas modificaciones o comple-
mentos citados por el Prof. R. Wolter (fig. 1).
Un programa propio que vengo recomendado, y
están siguiendo muchos criadores, fácil de recordar y
más acorde con las necesidades, es el siguiente:
“Programa perros en 
c r e c i m i e n t o ”
Dar el alimento a discreción a los cachorros de
perro hasta que alcancen el 60% del peso adulto.
Después darles la misma cantidad que les pertocaría
calculando su peso de adulto” (fig. 2).
Las señales verticales indican cuándo alcanzan el
60% del peso adulto y cuándo llegan al mismo. 
En las perras durante la reproducción las necesida-
des son también muy variables, mucho más de lo que
criadores y aún más los aficionados sospechan.
He leído frecuentemente, en libros y en comunica-
ciones, la recomendación de que a las perras lactan-
do hay que darles doble o triple cantidad de proteína,
o de algún aminoácido en concreto, o de calcio, o de
hierro, etc., que cuando están vacías.
Estas recomendaciones, así expuestas, producen
confusión a los profesionales, y pueden convencerles a
que introduzcan cambios o hagan sugerencias de
suplementación, totalmente erróneas, e incluso peligro-
sas.
La energía es necesaria en todos los procesos del
organismo. En realidad tanto perros como gatos sanos
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
comen, con buen manejo de la ali-
mentación, para cubrir las necesida-
des de energía. Consecuentemente la
ingesta de los diversos nutrientes está
relacionada con la cantidad de ali-
mento consumido. Si necesitan
“doble” de algún nutriente, o de
todos, la naturaleza ya ha previsto
que consuma el “doble” de todo, por
la necesidad en energía, aun usando
el mismo alimento.
En la figura 3 puede observarse la
diferente ingesta según la época de
gestante o de lactante.
Sólo dos comentarios complemen-
tarios: el beneficio de hacer un flus -
hing para aumentar el número de óvu-
los de posible fecundación, que consiste en aumentar
en un 25% la ración normal justo al inicio del celo, y
hasta el día de la monta o siguientes. Con dos sema-
nas del pequeño aumento en la cantidad de alimento
ya es suficiente, y compensa sobradamente por la
mayor producción de cachorros.
El otro comentario es advertir de la gran cantidad
de alimento que va a precisar una perra amamantan-
do a una gran camada. Llega a ser tres veces y media
superior, e incluso más, a su consumo habitual. Por
desconocimiento de este aumento, son muchos los cria-
dores y aficionados que, si bien dan una mayor canti-
dad, pero sin cubrir lo necesario, o hasta, en algunos
casos, es frecuente el dejarles el alimento o discreción.
En una gran mayoría de lactaciones, más con las de
camadas grandes, la perra no recibe suficiente canti-
dad. Incluso los que reciben el alimento a discreción.
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 1.— Coeficiente según necesidades múltiples de mínimo a máximo
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
En muchas se deben forzar las inges-
tas con distintos “trucos”: mediante
alimentos más energéticos; humede-
ciéndoles el alimento con agua tibia;
distribuyendo el alimento en mayor
número de veces a lo largo del día;
y, en último extremo, aderezándolo
con algo sabroso y apetente, como
carne grasa pasada por sartén, en
cantidades que no afecten al equili-
brio de la ración, p.e. un máximo del
10%.
No se consiguen beneficios inten-
tando suplementar con aquellos
nutrientes consideradas “especiales”
como lisina, o metionina, o calcio, o
vitaminas. O pastillas “milagrosas”. Suele ser un fre-
cuente error en la práctica, que les perjudica en vez de
significarles una mejora.
Si no logramos que la perra consuma lo suficiente,
significa que gasta más energía y nutrientes en la pro-
ducción láctea de la que ingiere, y, consecuentemen-
te, hay pérdida de peso, retrasándose mucho la recu-
peración. Hecho que para aquellos criadores que
desean presentar a la perra en alguna exposición cani-
na les puede representar la pérdida de importantes
puntos para hacerla campeona...
En la figura 3 “Evolución de los requerimientos en
perras gestantes y lactantes”, puede observarse lo
anteriormente citado en forma de una curva, advirtien-do que el punto de máxima lactación puede ser inclu-
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 2.— Curvas consumos (g/día) alimento AD LIB hasta 60% peso adulto.
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
so superior a 350, considerando
como 100 el consumo normal.
Situaciones anormales
Llegamos a necesidades en casos
especiales, que por el objetivo de
esta monografía merecen un nuevo
subcapítulo.
Necesidades energéticas en 
hipo y en hipermetabolismo
Las necesidades reales de energ í a ,
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 3.
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
en animales que sufren situaciones que
les llevan a incrementos o re d u c c i o n e s
del metabolismo, no son muy conoci-
das, a pesar de que Hipócrates ya
a d v i rtiera sobre los cuidados nutriciona-
les que re q u i e ren los animales enfer-
mos. Los estudios actuales se basan en
comparaciones con datos complejos
realizados en personas, y mucho en la
práctica clínica y de hospitalización,
así como en comparaciones con las
necesidades de los animales sanos.
Los animales en coma, en parálisis,
con caquexia aguda, inactivos sin trau-
ma, hipotiroides, moribundos, etc. están en fase de hipo-
m e t a b o l i s m o .
Por el contrario, y sólo es una pincelada, los ani-
males bajo fuerte estrés, especialmente si hay trau-
ma, mucho más si hay sepsis, y en muchas enferm e-
dades, en oncología, están en fase de hiperm e t a b o-
l i s m o .
Exclusivamente, y en forma de un gráfico para
hacer una comparación visual, presento un re s u m e n
de varios autores, para que sirva para cotejar con
las necesidades base de los perros y gatos sanos,
e x p resado en parecidos grafismos. Cada caso, sin
e m b a rgo, será debidamente contrastado y decidi-
do por el veterinario clínico responsable (fig. 4).
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 3.— Evolución de los requerimientos perras gestantes y lactantes.
CAPITULO III NECESIDADES SEGÚN GASTO Y SEGÚN ALTERACIONES
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 4.— Necesidades incrementadas o disminuidas en situaciones anorm a l e s .
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
DR. JAUME CAMPS Y RABADÀ
S el capítulo que da lugar al título de la monografía. Evitando descripciones clíni-
cas en las que los especialistas son mucho más técnicos, se presentan once sub-
capítulos que pueden englobar a los once o doce alimentos paliativos o clínicos
del mercado, aunque pueden ser más o menos en el futuro. Cada grupo de alte-
raciones, o problema individual, tiene una introducción etiológica para, acto
seguido, recomendar el tratamiento dietético paliativo. El primer subcapítulo, sobre
“Suplementación de Calcio y Fósforo”, es el que mayor libertad de orden tiene, reconocien-
do que es el tema donde suelen existir más dudas y posiciones encontradas. El resto de temas,
ya de manera más concreta, son tratados de forma práctica incluyendo unas generalidades
de las características de los alimentos paliativos.
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
Sitúo un breve capítulo sobre el
Calcio y Fósforo en el primer lugar de
la lista, debido a la importancia del
c o rrecto ratio entre ambos minerales,
de las cantidades mínimas y máximas,
y de las relaciones con otros nutrientes
y según diversas situaciones.
Lo titulo “suplementación” del
Calcio y Fósforo, para comentar e
intentar contrarrestar las cre e n c i a s
erróneas, y las suposiciones, sobre la
complementación, más que intentar
resumir datos de las interrelaciones
hormonales, y con otros micronutrien-
tes, o sobre las alteraciones patológicas, por exceso o
por defecto, ya muy conocidas por todos los clínicos.
Podríamos clasificar la alimentación de los perros en
tres posibles situaciones, en relación con la ingesta de
Calcio y Fósforo, y su ratio. Las tres muy frecuentes en
la práctica:
a) Deficientes en calcio
Perros que se alimentan exclusivamente, o en gran
parte, con sobras de mesa, o con dietas caseras (de
libro...) a base de productos y subproductos cárnicos,
junto con una base de arroz o de pasta, o restos de
pan y bollería, con un aporte de ciertos vegetales,
como guisantes, zanahoria, etc. Sin más que un
“corrector” con vitaminas, o un par de pastillas de Ca,
o nada. Censo bastante alto.
b) Buena relación Ca/P y en cantidad
Perros que son alimentados exclusivamente con ali-
mentos preparados completos y equilibrados. Con un
máximo del 10% de restos de mesa, o “snacks”, de
darse. El porcentaje de este grupo es más reducido de
lo que se supone, aunque en incremento.
c) Con gran exceso
Perros alimentados con alimentos varios, incluso
equilibrados, pero con añadidos de carcasas de
pollo, o de frecuentes huesos naturales, con la excusa
de que con “su” alimento preferido, que les ayuda a
crecer, y, además, les limpia los dientes, y les aumen-
ta el poder de la mordida... Son la gran mayoría.
Esta es la situación real, y en las :”anamnesis” de
los clínicos, para conocer lo consumido por los pacien-
tes, hay que insistir mucho para conocer los datos de
forma objetiva, especialmente cuando el cliente no da
importancia a estos añadidos y complementos, por
conocidos y por ser aceptados ancestralmente.
(He vivido casos muy curiosos, y comento uno por
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 1.— Raquitismo con deform a c i o-
nes nodosas y plantigradismo
(A. Prats). 
1. SUPLEMENTACIÓN DE 
CALCIO Y FÓSFORO
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
sermuy explícito. Un cliente, con un
cachorro de cinco meses, de raza
Mastino Napolitano de gran valor,
me indicó que tenía problemas de
osificación, y sospechaba era debido
a falta de Ca en el alimento que le
daba, incluso solicitaba a su veteri-
nario análisis de calcemia mensuales,
que dijo estaban algunos por debajo
de lo esperado.
Al final me comentó, creyendo era
lo más lógico, que a su gran cacho-
rro le daba, además, un “hueso de
rodilla” cada día (unos 300 g). El
problema era por exceso de Ca y no
por defecto, y además reducía el
aporte de albúminas.
En los casos graves de ingesta
excesiva de Ca, con reducción pro-
teica, en cachorros, hay alteraciones
hormonales y el nivel de calcemia
puede estar por debajo de la
norma...).
Alimentación deficiente en Ca/P
Estos perros son los únicos con
déficit en Calcio y Fósforo, e incluso
con ratio anormal, inverso, lo que aún
es peor.
Haciendo una mezcla, en cual-
quier pro p o rción imaginable, con los
i n g redientes indicados en la form u l a-
ción, con carne o subproductos, sin
huesos, con cualquiera de los hidro-
carbonados, incluso con vegetales
c a ros, por su composición natural,
sólo se llega al 0,1% de Ca sobre SS,
y al 0,6% de P. Relación 0; 17/1.
El resultado es siempre un ratio
de Ca/P invertido, gravísimo y es
e n o rmemente insuficiente en Calcio.
Además aún puede agravarse por el aporte de
F ó s f o ro en forma fítica de los cereales, o por el
ácido oxálico frecuente en los vegetales verd e s . . .
H i p e rfosfatemia que se traduce en un hiperparatiro i-
dismo de consecuencias conocidas, graves y fre-
cuentes (tabla I).
R e c o rdemos los mínimos (mínimos), de Ca y P,
que se indican en las tablas del NRC, que son del
0,6 y dl 0,45% respectivamente. El doble como
seguridad nos da:
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 2.— Alteraciones óseas graves en gato viejo por la osteo-
p o rosis sufrida en su estado juvenil (A. Prats).
Fig. 3.— Osteoporosis con incurvación de las diáfisis y cort i c a-
les finas (A. Prats).
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOSALIMENTOS PALIATIVOS
Complementación con pastillas
Ejemplo: un perro o un cachorro ,
que consuma 600 g de alimento, si es
equilibrado, asegurando las necesida-
des, recibiría diariamente las cifras
s u p e r i o res de la resta que detallo segui-
damente. El restando señalado debajo
son las que recibiría de consumir la fór-
mula casera, a cualquier mezcla. La
d i f e rencia entre las necesidades y lo
ingerido es muy grande:
Para suplementar esta deficiencia
mediante pastillas de 100 mg de Ca
y 30 mg de P serían precisas nada
menos que:
P recisa 7,2 g de Ca y 5,4 g de P
Casera 0,6 g de Ca y 3,6 g de P
Falta: 6,6 g de Ca y 1,8 g de P
Necesidades = 1,2% Ca y 0,9% P
¡Sesenta y seis pastillas, diariamente!
Queda claro e la imposibilidad de tal dosificación,
que debería recibir un perro del tamaño de un Pastor
Alemán, o un cachorro joven de unos 20 Kg de cual-
quier raza. ¡Cada día!
El hecho de comentar esta cantidad de pastillas, y
la crítica que representa, causó estupor en la comuni-
cación que presenté en el 13 Congreso Mundial de
WSAVA, en 1988, pero nada hay tan exacto e indis-
cutible como los datos matemáticos, que no son fruto
de opiniones subjetivas o de estimaciones.
Son frecuentes aún las prescripciones de pastillas de
Calcio, pero, en los casos de tal desequilibrio, hay
que decidir otra forma de suplementación. Con huesos
a dosis adecuadas, por esto he señalado una compo-
sición media, o, con fosfato tricálcico, o, lo que es
mejor, recomendado el uso exclusivo de un alimento
completo equilibrado.
Para quien desee seguir con la norma de calcular
las necesidades por Kg de peso del animal, recorda-
mos la regla de Meyer, que es:
“100 mg de Ca y 85 mg de P por Kg
de peso y día”
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
TABLA I Ejemplo de composición (datos del NRC)
Porcentaje sobre sustancia seca
Arroz en grano
Trigo (pan/pasta)
Carne fresca
Hígado fresco cerdo
Tripa de vacuno
Guisantes
Huesos
Ca
0,07
0,03
0,07
0,04
0,44
0,17
25,0
P
0,32
0,20
1,06
1,22
0,40
0,33
11,0
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
Cantidades que dan un resultado
final muy parecido a las cantidades
relacionadas por Kg de alimento
seco, de un contenido calórico están-
dar. La relación sobre alimento, creo,
es más fácil de calcular (se cita en las
etiquetas) y de asegurar.
El hecho de que hoy día sean tan
poco frecuentes las alteraciones que
tendrían que ocurrir por el desequili-
brio de las raciones, con ratio inverti-
do y con gran falta de Calcio, como
el raquitismo y la osteomalacia, sólo
tienen la explicación en el consumo
de huesos o espinas que los canes
hallan en aceras y parques, o buscan
en cubos de la basura... o lo que les
da cada miembro de la familia a
escondidas...
Alimentos con buena relación
Las raciones equilibradas no tienen
ninguna contraindicación, pues cum-
plen con el doble de las necesidades
mínimas en Ca y en P, aparte el supe-
rior equilibrio en los aminoácidos
indispensable para formar la osteína,
las muy relacionadas vitaminas, espe-
cialmente la D, y también en los otros
minerales y microminerales que asi-
mismo influyen en que los perros y
gatos normales tengan un sano creci-
miento, y buen mantenimiento, de sus
estructuras óseas.
“Los alimentos bien equilibrados
no deberían contener más del 1,6%
de Calcio para perros, ni más del
1,8% para gatos, sobre sustancia
seca, y es obligado que el Ca man-
tenga una buena relación con el P
(1,5 a 1,2/1). No hay necesidad
de hacer diferencias entre razas o tamaños, y no hay
ventajas en cambios”. (Dr. Robert K. Mohrm a n ) .
Alimentos con gran exceso de Ca/P
Considero que las raciones con sobredosificación
son las más comunes, y, por ello, los riesgos de pade-
cer ciertas osteopatías hipertrofiantes, per se, sino que,
además, este exceso altera las relaciones hormonales,
con hipotiroidismo y con hipercalcitonismo, con pro-
blemas iniciales que los poseedores de perros suelen
confundir, precisamente, como “falta de calcio...”.
La alta sobredosificación de Ca y P, aun pudiendo
estar más o menos con su ratio aceptable, influye
muchísimo en casos de sobredosificaciones, que se tra-
ducen en malos aplomos, y en un menor crecimiento al
esperado. Muy frecuente en los perros de gran talla.
La alta dosificación de estos minerales, y de otro s
nutrientes, tiene una relación directa con los efectos de
las displasias, y pueden empeorarlas significativamente
en aquellos individuos genéticamente predispuestos. El
exceso de Ca suele ocasionar deficiencias de cinc. No
digamos del riesgo de mineralización de las válvulas
c a rdiacas, o de la aorta, en la pelvis renal, etc. Incluso
puede ser el origen de ataxias por estenosis (Wobler S.)
que comprimen la médula o un haz de nerv i o s .
Es muy frecuente, y mucho más en perros gigantes,
la creencia de que “al crecer más rápido” necesitan
estos suplementos ad lib.
En realidad, y causa sorpresa cuando se cita a cria-
dores y poseedores de perros de más de 75 cm de
altura a la cruz y de peso superior a los 60 Kg, debe-
mos insistir advirtiéndoles que los molosos crecen len-
tamente, si lo relacionamos con el tiempo que tardan
en alcanzar el peso de adultos. Cuatro veces más len-
tamente que los perros muy pequeños. La “rapidez”
está enlazada con el factor tiempo y no con el factor
cantidad.
Veamos lo que normalmente consumen, sólo de Ca,
con estas raciones con gran exceso.Hhago los cálcu-
los para 1 Kg de S.S. (tabla II).
F ó rmula real y frecuente, pues 200 g de hueso en rela-
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
ción a un total de 1,6 Kg de mezcla
es considerado normal por criadores
y poseedores de perros, e incluso es
sobrepasado con frecuencia, y más
aún si les dan carcasas de pollo
como ingrediente base.
Significa que les dan tres veces más
de la cantidad óptima, aunque man-
tenga un ratio con el P bastante norm a l .
El máximo de Ca que FEDIAF re c o-
mienda no sobrepasar son los 20 g
por Kg de SS en alimentos para cacho-
rros, perras gestantes y lactantes, o los
30 para adultos en mantenimiento.
La solución única, pues no hay
otra, es reducir la cantidad de huesos
en la ración. Si los exigen como jue-
gos y como fortalecimiento de la den-
tadura, pueden recomendarse huesos
de cuero o sintéticos.
Existe una gran necesidad educacional hacia los
criadores y poseedores de perros, menos en los de
gatos, por parte de los veterinarios clínicos, explicán-
doles las necesidades y forma de suplementar, y ade-
más todo el proceso metabólico de los minerales, y su
importancia en el crecimiento de todos los huesos,
incluyendo el rol de las principales hormonas (HPT, cal-
citonina y la vitamina D).
Por la “imagen” positiva del calcio, incluso para
las personas, se suele abusar en las publicidades,
p a reciendo que cuanto más calcio, mejor, especial-
mente en cachorros. En realidad el añadido de más
calcio re p resenta reducir el coste del alimento. Es el
i n g rediente más barato... ¡Sólo debe formularse la
mejor cantidad y su óptimo ratio con los demás
n u t r i e n t e s !
En las recomendaciones de FEDIAF de máximos no
citan a la vitamina D, aunque suele ir, más o menos
en cantidades de UI del 10% comparando con la vita-
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
TABLA II
Ingredientes Frescos
Carne
Tripa
Pan seco
Guisantes
Hueso
TOTAL
Gramos
400
300
500
200
200
1.600
Gramos SS
200
130
450
70
150
1.000
X
X
X
X
X
=
=
=
=
=
Calcio %
0,07
0,44
0,03
0,17
25,00
g Total
0,14
0,57
0,14
0,12
37,50
38,47
Necesidades óptimas en 1.000 g (1,2% – 12,00
Sobran 26,47 g
CAPITULOIV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
mina A. El máximo de vitamina A es
de 300.000 UI por Kg de alimento
seco (de 3.700 Kcal EM).
Existe asimismo una relación con
la osificación por parte de la vit D,
cuyo exceso aumenta la absorc i ó n
de Ca, con las consecuencias ya
c i t a d a s .
El exceso de vitamina A produce
una toxicidad, muy frecuente en gatos
alimentados exclusivamente, y duran-
te largo tiempo, con hígado crudo.
Les inicia el problema con hipereste-
sia en cuello, y con cojeras, hasta lle-
gar a producirles la típica “espondi-
losis deformante cervical” debido a
exóstosis de las vértebras cervicales y
de las principales articulaciones, que
llega hasta anquilosamiento y muerte
(figs. 4 y 5, de neoformaciones óseas
en gatos por exceso de vit. A. Fotos
de las clínicas “Canis” de Girona y
“Rocaberti” de Barcelona).
En los últimos años los animales de compañía viven
más tiempo, debido a la mejora apreciable de los cui-
dados en general, y especialmente por la mayor sensibi-
lidad de los propietarios evitando precoces eutanasias.
El porcentaje de animales, perros y gatos, que con-
forman el colectivo geriátrico va aumentando, y por el
número y complejidad ya puede aceptarse el concep-
tuarlo como verdadera especialidad.
ETIOLOGÍA
El envejecimiento es un proceso normal dentro de la
iología de todo ser vivo, que se inicia en el mismo
momento de la fecundación. Al no ser un proceso pato-
lógico per se no existe una “medicación” ni alimentación
paliativa generalizada, sino que es todo un conjunto de
medidas dirigidas hacia la particular pro b l e m á t i c a .
A partir de un momento determinado, en cada indi-
viduo hay un inicio de alguna alteración, debido a la
disminución de las defensas (inmunodeficiencia), de la
capacidad de recuperación y de compensación, que
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 4.
F i g . 5 .
2. G E R I ATRÍA EN PERROS Y GATOS 
(OBESOS O NO)
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
da lugar a otras alteraciones. Por ello
la etiología deberá corresponderse
con cada enfermedad, que debe tra-
tarse acorde, y la mejora posible a
través de la dieta debe ir hacia los
más comunes problemas de los
perros y gatos geriátricos.
En los animales de compañía, y
como estimación, podemos considerar
se inician como “viejos” a partir del
momento en que alcanzan su último
c u a rto de vida esperada, aunque con
grandes variables. Recordemos la cita
del capítulo A, sobre el gran alomorf i s-
mo en las razas de perros. Además
todos los factores constitucionales del
individuo (distinto incluso en herm a n o s
de la misma camada), como todos los
f a c t o res ambientales en que ha vivido
(de aquí la intervención del buen mane-
jo y confort en que los tengamos), influ-
yen en avanzar o retrasar el inicio de
considerarlos geriátricos.
Ejemplo de inicio geriátrico en
años (tabla III).
Ver la figura 6 donde he añadido,
además de la duración de la fase
geriátrica, la pro p o rción tan diversa de
la duración de la fase de cachorro .
No es real la cita de que un año
en los perros significa siete en las per-
sonas. Cada caso es diferente y hay
mucha relación con los pesos. A
mayor tamaño de la raza, como
norma, la esperaza de vida es más
corta. En el dibujo, tipo cómic, de un
perro de raza mediana, puede ade-
cuarse la proporcionalidad con la
vida esperada de las personas.
Los primeros signos de envejeci-
miento son:
— Cambios en el peso corporal, aumento de la
grasa y disminución de la masa muscular.
— Dificultades de locomoción.
— Cambios en la capacidad auditiva o visual.
— Modificaciones en piel y pelo.
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
TABLA III Ejemplo de inicio geriátrico
en años
Perros gigantes
Perros grandes
Perros medianos
Perros pequeños
Gatos
Inicio/años
6
8
9
10
11
Esperanza
de vida
8
10
12
14
15
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
— Cambios en los hábitos urina-
rios o intestinales.
— Halitosis, con trastornos denta-
les o gingivales.
— Disminución de la función hepá-
tica y reproductora.
— Les cuesta conciliar el sueño.
— Se vuelven irritables.
Los cambios, so pena de patolo-
gías concretas, son graduales, ya
que la mayoría de afecciones son
c r ó n i c a s .
Las enfermedades geriátricas más
comunes, según J. D. Hoskins
(1995), en perros y gatos son las
s i g u i e n t e s :
Perros:
— Diabetes mellitus.
— Enfermedades prostáticas.
— Obesidad.
— Enf. cardiovasculares.
— Enf. degenerativas.
— Cataratas.
— Neoplasias.
— Enf. dentales.
— Queratoconjuntivitis seca.
— Hipotiroidismo.
— Urolitiasis.
— Hiperadrenocorticalismo.
— Anemia.
— Incontinencia urinaria.
— Hepatopatías.
— Insuficiencia renal crónica.
NUTRICIÓN CLÍNICA O PALIATIVA CANINA Y FELINA
i
Fig. 6.— Fase geriátrica perros y gatos
CAPITULO IV LISTA DE ALTERACIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS ALIMENTOS PALIATIVOS
Gatos:
— P rocesos inflamatorios intestinales.
— Diabetes mellitus.
— Lipidosis hepática.
— Insuficiencia renal crónica.
— Obesidad.
— Neoplasias.
— Enfermedades dentales.
— Hipertiroidismo.
— Urolitiasis.
— Anemia.
— Hepatopatías.
— Enf. cardiovasculares.
TRATAMIENTO DIETÉTICO
Teniendo en cuenta que las perros
y gatos más sanos, ya desde cacho-
rros, son los que han recibido una ali-
mentación equilibrada, es lógico pre-
ver los efectos geriátricos desde la
más temprana edad.
En segundo lugar, en el tratamien-
to por alimentación clínica o paliativa
se debe tener en cuenta el principal
proceso, ver lista, para adecuarla al
mismo.
En general los perros y gatos de
edad, pero sanos, utilizan las proteí-
nas de una forma similar a como lo
hacen los perros y gatos adultos jóve-
nes sanos. En estudios sobre perros
geriátricos se precisó que los requeri-
mientos en proteína eran un 50% más
altos que en los perros adultos más
jóvenes. Sin embargo, las necesida-
des mínimas de los perros, lo mismo
que las de los gatos, son duplicadas
en la práctica, y, por esto, no parece
que los animales “viejos” precisen ali-
mentos especialmente altos en proteí-
na, a no ser que tengan una patología especial que
recomendase lo contrario.
Al reducirse la actividad, y por lógica, las aporta-
ciones en energía deberán ser menores. Como norma
son un 20% inferiores, por Kg de peso. Aquí entramos
en uno de los riesgos más frecuentes, como el de man-
tenerles la ingesta de los mismos alimentos de alta
energía, que les produce obesidad, al no tener el
mismo “gasto” que antes.
Para evitar en parte el riesgo de un excesivo aumento
de peso, los animales geriátricos a menudo necesitan un
menor aporte calórico, que se consigue reduciendo en
p a rte la cantidad de grasa del alimento, ya que no sería
p rudente aumentar algo el aporte de la fibra, para bajar
e n e rgía y digestibilidad, antes al contrario. Sólo re c o-
mendable en casos de obesos declarados.
Existe el problema de que esta ración, al ser menos caló-
rica, sea de difícil consumo por aquellos animales que han
reducido su apetito y su sentido del olfato, por esto ha de
estar muy especialmente diseñada con alta digestibilidad,
con grasa rica en ácidos grasos esenciales (el contenido
1% de ácido linoleico en 5% de grasa es más difícil que
en una formulación con el 20% de grasa...) y, muy nece-
sario, debe ser de gran palatabilidad.
De no estar el animal claramente con sobrepeso, el
aporte de fibra debe mantenerse bajo, dentro de una
normalidad, para no afectar la digestibilidad. Mejor
prever dos soluciones distintas.
A p a rte la mejora en formulación, podemos re c o m e n d a r
a nuestros clientes con animales geriátricos “sanos” que
aumenten la apetencia de alimento seco humedeciéndolo
con agua tibia, sin llegar a papilla,

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