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Conferencias en EEUU segunda parte Universidad de Yale 1975

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Conferencias en E.E.U.U. (segunda parte) 
 
Jacques Lacan 
 
Universidad de Yale 
 
24 de Noviembre de 1975 - CHARLA CON ESTUDIANTES 
 RESPUESTAS A SUS PREGUNTAS 
 
 
¿Freud y sus errores? 
 
Lo que Freud llamaba el inconciente: un saber expresado en palabras. Pero ese saber no está sólo 
expresado en palabras, de las cuales el sujeto que las pronuncia no tiene ninguna clase de 
idea; esas palabras es Freud quien las reencuentra en sus análisis. 
 
 
¿La elección de mis pacientes y su articulación con mi teoría? 
 
Se trata de hacerlos entrar por la puerta, que el análisis sea un umbral, que haya para ellos una 
verdadera demanda. Esta demanda: ¿qué es eso de lo cual ellos quieren ser desembarazados? Un 
síntoma. 
Un síntoma es curable. 
La religión es un síntoma. Todo el mundo es religioso hasta los ateos. Ellos creen suficientemente en dios 
para creer que dios no está para nada allí cuando están enfermos . 
El ateísmo es la enfermedad de la creencia en dios, creencia de que dios no interviene en el mundo. 
Dios interviene todo el tiempo, por ejemplo,bajo la forma de una mujer. Los curas saben que una mujer y 
dios son el mismo género de veneno. Ellos están en guardia, se deslizan sin cesar. Quizás el análisis es 
capaz de hacer un ateo viable, es decir alguien que no se contradiga a todo lo largo del campo. Tanto que 
esta demanda los fuerce (a los analizantes) a hacer un esfuerzo, esfuerzo que será hecho por ellos . 
Ser desembarazado de un síntoma, yo no les prometo nada. Porque aún para un síntoma obsesivo, por 
más molestos que sean, no es seguro que hagan el esfuerzo de regularidad para salir de él. En ese filtrado 
hay una apuesta, una parte de chance. 
Pongo el acento sobre la demanda. Es necesario, en efecto, que algo puje. Y quizás no es lo mejor 
conocerse; cuando alguien me demanda eso yo lo despido. 
 
 
¿Qué es un error ? 
 
Yo llamo a eso erra-ar (erre-eur), conforme el errar de un navío, los no incautos yerran . Los no-incautos, 
eso puede enclavarse y el síntoma es eso cuando, de no ser incautos, al menos se enclava. 
El síntoma no estaba en el pensamiento corriente antes de una cierta época . Sinthome: la palabra existe 
en los incunables; encontré esta antigua ortografía en el Bloch et von Wartburg , esta ortografía no es 
etimología, está siempre en vías de reflexión. 
 
Yo ignoraba que Rabelais en el siglo siguiente escribía: symptomate. Voy a tratar de colmar mi 
ignorancia a partir de un cierto número de citas. 
 
 
¿ La importancia de la literatura en mis Escritos? 
 
Yo diría más bien de la letra. La literatura aún no se muy bien lo que es; al fin de cuentas es eso que 
está en los manuales, de literatura entre otros. He tratado de aproximarme a ello un poco ; esta es una 
producción, pero dudosa, acerca de la cual Freud era delicado porque le sirvió para hacer practicable la vía 
del inconciente. Cuando imputó a Jensen el haber tenido no se que hilo derecho en la función enteramente 
fantasiosa que él, Freud, imputaba a la mujer, Jensen le respondió que él jamás había visto nada de tal 
cosa y que no había hecho mas que garabatear, escupir eso de su pluma. 
 
Hay una inflexión de la literatura; ella ya no quiere decir en nuestros días lo que quería decir en tiempos 
de Jensen. Todo es literatura. Yo también la he hecho, en tanto se vende: mis Escritos, ésta es la 
literatura a la cual he tratado de dar un pequeño estatuto, que no es el que Freud imaginaba. Freud 
estaba convencido que él hacía ciencia; él distingue soma - germen, toma prestado términos que 
tienen su valor en la ciencia. Pero lo que él hizo es una suerte de construcción genial, una práctica y una 
práctica que funciona. 
 
Yo no imagino hacer ciencia cuando hago literatura. Por otra parte es literatura, en tanto que es 
escrito y que se vende; y es literatura porque tiene efectos, y efectos sobre la literatura. Esto es difícil de 
captar. ¿Por qué no me captaría a mi mismo como un efecto? 
Cuando un río corre existen pequeñas corrientes particulares. La corriente central tiene el aspecto de 
aspirar a las otras, pero esto es simplemente porque las otras confluyen. 
 
 
¿Cuáles son los teóricos del psicoanálisis con los cuales estoy en relación de simpatía? 
 
Los médicos toman los síntomas por signos. El síntoma en el sentido psicoanalítico es de otra naturaleza 
que el síntoma orgánico; los analistas no son idiotas en ese punto. 
 
El primero que tuvo la idea del síntoma fue Marx. El capitalismo se marca por un cierto número de 
efectos que son sintomas; es un síntoma en la medida en que Marx imputa a la humanidad el tener una 
norma y él elige la norma proletaria (cuando el hombre está limpio todo desnudo, entonces es Adán). 
Si existe una ley cardinal del psicoanálisis es la de no hablar sin razón, aún en nombre de las 
categorías analíticas. 
No al psicoanálisis salvaje; no aplicar palabras que no tienen sentido mas que para el analista mismo. 
Es de mis analizantes que yo aprendo todo, que yo aprendo lo que es el psicoanálisis. Yo les tomo 
prestadas mis intervenciones, y no a mi enseñanza, salvo si se que saben perfectamente lo que eso quiere 
decir. 
 
Al término palabra lo he sustituido por el término "significante"; y eso significa que él se presta 
a equívocos, es decir, tiene siempre múltiples significaciones posibles. Y en la medida en que 
ustedes eligen bien sus términos, que van a importunar al analizante, encontrarán el significante 
elidido, aquél del cual se tratará. 
 
En ningún caso una intervención psicoanalítica debe ser teórica, sugestiva, es decir imperativa; ella 
debe ser equivoca. La interpretación analítica no está hecha para ser comprendida; está hecha 
para producir oleaje. Pues no es necesario ir allí con gruesos zuecos y a menudo vale mas callarse; sólo es 
necesario elegir. 
Es necesario haber sido formado como analista. Esto no es que en tanto que él esté formado, de tiempo 
en tiempo, ello se le escape; formado, es decir haber visto como el síntoma se completa. 
 
En el análisis no hay escena más que en tanto existe pasaje al acto. 
No hay pasaje al acto más que como una caída en el agujero del apuntador, siendo el apuntador 
seguramente el inconciente del sujeto. 
No es más que a propósito del pasaje al acto que yo he hablado de escénico. 
 
 
¿Los modelos de los cuales me sirvo son simbólicos? 
 
Yo me esfuerzo en ello y hasta me inmolo por ello. Eso me consume, porque el inconciente no se presta a 
ello. 
Esos nudos borromeos no son fáciles ni de mostrar ni de demostrar, porque uno no se los representa 
enteramente En lo que se refiere a esas historias de nudos tenemos aún que inventar todo pues no hay 
nada menos intuitivo que un nudo. Traten de representarse el más pequeño que sea después el siguiente 
y el siguiente, de ver la relación que hay entre ellos: uno se rompe la cabeza. Todo está por construir. No 
es porque tengan un carácter no verbal que yo los utilizo. Trato por el contrario de verbalizarlos. 
 
 
¿La verdad? 
 
Ella tiene una estructura de ficción en tanto pasa por el lenguaje y el lenguaje tiene una 
estructura de ficción. Ella no puede decirse mas que a medias (mi-dire). Juren decir la verdad, 
nada más que la verdad, toda la verdad: esto es justamente lo que no será dicho. Si el sujeto tiene una 
pequeña idea es justamente lo que él no dirá. Existen verdades que son del orden de lo real. Si yo 
distingo real, simbólico e imaginario, es precisamente porque hay verdades reales simbólicas e 
imaginarias. Si hay verdades sobre lo real es porque hay verdades que no se confiesan. 
 
 
¿La consistencia de la lengua inglesa? 
 
Jones ha dicho que los ingleses gracias a la bifidez de su lengua (de raíz germánica y de raíz latina) 
podían pasando de un registro a otro, taponar las cosas: eso sirve para que ello no vaya demasiado lejos. 
Este es el equívoco, la pluralidad de sentidos que favoreceel pasaje del inconciente en el discurso. 
 
 
¿El autoanálisis? 
 
El autoanálisis de Freud era una writingt-cure y creo que es por ello que falló. Escribir es 
diferente de hablar. Leer es diferente de oír (entender; -entendre-). 
La writing-cure no creo en ella. ¿Qué es lo que quiere decir tener que escribir? Literatura, 
seguramente ... una chifladura. 
 
 
¿Falo y literatura? 
 
El falo es una falta de nada del todo, un estorbo. Nadie sabe que hacer con él. El texto literario 
pese a sus apariencias, no tiene ningún efecto. No tiene efecto mas que sobre los universitarios: eso les 
pica en el traste. Cuando yo me intereso en Joyce, es porque Joyce trataba de pasar mas allá; él dijo 
que los universitarios hablarían de él durante trescientos años. 
 
La literatura ha tratado de llegar a ser algo mas razonable, algo que descubra su razón. Entre las 
razones las hay muy malas por ejemplo la de Joyce de llegar a ser un hombre importante. Llegó a ser, en 
efecto, un hombre muy importante. ¿Cómo se deja uno engullir por ese oficio de escritor? Explicar el arte 
por el inconciente me parece muy sospechoso, es sin embargo lo que hacen los analistas. Explicar el 
arte por el síntoma me parece mas serio. 
 
 
¿Verwerfung -Verleugnung? 
 
Verwerfung, el juicio que elige y rechaza. Verleugnung se emparenta a la desmentida, en alguna parte, yo 
lo había traducido por "retractación" eso me parece una imprudencia. La desmentida tiene, creo, una 
relación con lo real. Existen toda clase de desmentidas que vienen de lo real. 
 
 
¿Las implicaciones políticas de se búsqueda psicoanalitica? 
 
En todo caso, que no hay progreso. Lo que se gana de un lado se lo pierde del otro. Como uno 
no sabe lo que se ha perdido, cree que se ha ganado. Mis "retorcimientos" suponen que eso está acotado. 
 
 
* 
 
UNIVERSIDAD DE YALE 
 
Law School Auditorium 
 
(25 de Noviembre de 1975) 
 
 
La histérica produce saber. La histérica es un efecto; como todo sujeto es un efecto. La 
histérica fuerza a la "materia significante" a confesar y de ese hecho constituye un discurso. 
Sócrates es quien ha comenzado. El no era histérico sino algo peor: un maestro sutil. Ello no impide que 
él tuviera síntomas histéricos le ocurrió permanecer sobre un pie y no poder ya moverse sin ningún medio 
para extraerlo, de lo que nosotros llamamos catatonía. Y ello no impide que él tuviera muchos efectos: 
como la histérica, él daba a luz ante cualquiera su saber, un saber en suma, que él mismo no conocía. 
Eso se asemeja a lo que Freud mas tarde, ha llamado el inconciente; Sócrates de un cierto modo era un 
analista, no demasiado malo. 
 
El esclavo se define porque alguien tiene poder sobre su cuerpo. La geometría es la misma cosa tiene 
mucho que ver con el cuerpo. El cuerpo tiene por propiedad el que se lo vea, y mal. Se cree que es una 
burbuja, una bolsa de piel. Aquí se trata de soporte, de figura, es decir de imaginario, con un material que 
yo planteo como real. 
 
 
 
 
 
¿Cómo reaccionaba el esclavo? El sabía que el amo relacionaba un precio a su cuerpo, era una propiedad 
y ello por si sólo lo protegía. El sabía que su cuerpo, no iba a ser cortado por el amo: poca posibilidad que 
su cuerpo fuera despedazado. Se sabía al mismo tiempo al abrigo de muchas cosas. 
 
 
 
 
 
R, I y S son estrictamente independientes. Si se lleva S hacia el fondo totalmente detrás, entonces, el 
nudo se encuentra sobre R, traído por cuatro puntos (que sin duda podrían acercarse), pero eso necesita 
que I tire sobre S; entonces se tiene esto: 
 
 
 
 
 
Eso que se dice miente (ce qu'on dit ment): condimento (condiment). El cuarto redondel es el 
síntoma. Entre el cuerpo, en tanto que él se imagina y eso que lo liga (a saber el hecho de hablar) el 
hombre se imagina que piensa. El piensa en tanto que habla. Esta palabra tiene efecto sobre su 
cuerpo. Gracias esta palabra él es casi tan astuto como un animal. Un animal se desenvuelve muy bien 
sin hablar. 
 
Lo real: nada mas que el introducir ese término, uno se pregunta lo que dice. Lo real no es el mundo 
exterior; es en fin la anatomía, eso tiene que ver con todo el cuerpo. Se trata de saber como se anuda 
todo eso. El mínimo exigible era que de esos tres términos imaginario,simbólico (a saber, el lugar en que 
se habla), real, cada uno, fuera estrictamente igual a los otros dos, anudado de modo tal que la parte 
fuera igual. Busco hacer otra geometría que accedería a lo que se refiere a la cadena. Ello no ha sido 
hecho jamás, jamás. Esta geometría no es imaginaria como la de los triángulos, es de lo real, de los 
redondeles de hilo. 
 
Supongan que el cuerpo, el lugar donde se habla y lo real, fueran cada uno por su lado perdiéndose... El 
ello de Freud, eso era lo real. Lo simbólico del cual surge el superyó eso tiene que ver con el agujero. Si 
es necesario un cuarto elemento eso es lo que el síntoma realiza, en tanto, que él hace círculo con el 
inconciente. Si queremos poner lo real y lo imaginario en los extremos tendremos: 
 
 
 
 
 
Si se tira una barra horizontal, o si uno tira hacia la derecha, o la izquierda la línea vertical y se 
encontrarán enclavadas; eso ha hecho nudo. (La derecha es equivalente al redondel de hilo si uno supone 
allí un punto al infinito). 
 
 
 
 
El síntoma es lo que muchas personas tienen de más real; para algunas personas podría 
decirse: lo simbólico lo imaginario y el síntoma. 
 
El goce fálico está en la juntura de lo simbólico y lo real, fuera de lo imaginario del cuerpo, en tanto que 
algo que parasita los órganos sexuales. 
 
* 
 
UNIVERSIDAD DE COLUMBIA (1 de Diciembre de 1975) Auditorium de la Escuela de 
Asuntos Internacionales. 
 
 
El síntoma. 
 
En el análisis hay al menos, es necesario decirlo, ciertos resultados. Esto no es siempre lo que se espera: 
es porque uno se equivoca en esperar; esto es lo que hace la dificultad de ser analista. Los analistas, he 
tratado de especificar de ellos algo, que he denominado el discurso analítico. El discurso analítico existe 
porque es el analizante quien lo sostiene ... felizmente (hereusement). Existe la hora (heur), la hora 
(l'heur) que es algunas veces una buena hora (bon-heur; -felicidad-) de haber encontrado un analista. Eso 
no ocurre siempre. A menudo el analista cree que la piedra filosofal -si pudiera decirlo- de su oficio, 
consiste en callarse. Lo que yo digo sobre eso es bien conocido. Después de todo es un error una 
desviación, el hecho que los analistas hablen poco. Ocurre que yo hago supervisiones. No se porqué se 
ha llamado a eso supervisión. Eso es una superaudición. Quiero decir que es muy sorprendente lo que les 
ha relatado un practicante, -sorprendente que a través de eso que él les dice, se pueda tener una 
representación de aquel que está en análisis-, que es analizante. Esta es una nueva dimensión. Hablaré en 
un momento de ese hecho. La di-mensión , que yo no escribo como se la escribe habitualmente en 
francés. Lo mejor es que haga un esfuerzo y les muestre como la escribo : di-mensión (dit-mensión) . 
Es así como la escribo di-mensión ... (dit-mensión; dicho-mención), mensión es decir -en inglés eso se 
comprende- mención (mention) el lugar donde reposa un dicho. 
 
Entonces el analista al menos, tiene cosas que decir. Hay cosas que decir el analizante, a aquel Que, por 
lo menos no está allí para afrontar el simple silencio del analista. Lo que el analista tiene que decir es 
del orden de la verdad. Yo no se si ustedes tienen a la verdad como algo muy sensible. Quiero decir: si 
tienen una idea de lo que es la verdad. 
 
Lo que yo llamo discurso está en referencia con un lazo social. El análisis es de este orden. Con 
la única excepción que, como es muy nuevo, porque después de todo no data de tanto tiempo, él 
comportaun pacto. Un analizante sabe que el analista lo esperará un cierto número de veces por semana 
y en principio él debe prestarse a ello. Si no el analista -aún si él no ha venido- reclamará honorarios. 
Naturalmente eso implica que el analista también tiene deberes. El debe estar allí. A partir de cuándo 
comienza la verdad? Comienza a partir del momento en que uno emplea frases. 
La frase es un decir. Y ese decir es el decir de la verdad. 
 
En alguna parte yo no sólo he dicho sino que he escrito que hay un matiz... hay mas que un matiz, hay 
una montaña entre el decir y el escrito. La prueba es que la gente se cree mucho mas segura de una 
promesa cuando ellos tienen lo que se llama un papel. Un papel que es por ejemplo, un reconocimiento de 
deuda. Ese papel da soporte a la verdad de la promesa. Se ve mal que alguien diga : "este escrito no es 
mío". En todo caso es a partir de aquel momento que intervienen los expertos, a sabor, grafólogos, que 
dicen: "sí es precisamente esa escritura". Lo que prueba que una escritura también tiene algo de 
individual; pero la escritura no ha existido siempre. 
 
Es sostenible decir que la verdad tiene una estructura de ficción. Esto es lo que normalmente se 
llama el mito -muchas verdades tienen una existencia mítica- es precisamente en eso que no se la puede 
agotar, decirla toda. Es lo que yo he enunciado bajo esta fórmula: de la verdad no hay mas que medio 
decir. A la verdad se la dice como se puede, es decir en parte; sólo ahí donde yace la dificultad, es que 
es necesario hacer sentir a aquél que está en análisis que esta verdad no es toda, que no es verdadera 
para todo el mundo, que ella no es -esta es una vieja idea- que ella no es general, que ella no vale para 
todos. 
 
¿Cómo es posible que haya analistas? La cosa no es posible mas que por el hecho que el analizante 
recibe la condición -si puede decirse- de observar una regla, de no decir más que lo que él puede tener 
que decir, que aquello que él tiene como muy importante (tient a coeur) , como se dice en francés. Lo que 
es hacer eco, pero no porque algo es un eco que está especificado; lo que es hacer eco a una muy vieja 
idea de lo que era el centro del ser llamado humano -aquel que se llamaba anthropos. El centro era el 
corazón -tymos- ¡es así al menos como se lo designaba! ; lo que estaba bajo el corazón era epitymiano. 
Pero esta era una concepción que daba al hombre un privilegio. Había dos especies de hombre: aquel que 
se especificaba por ser de una polis -...lambda, iota,sigma - por ser un ciudadano, sólo aquél era un 
ciudadano de pleno derecho. Seguramente todo esto se ha embrollado. Sin embargo, a través de 
diferentes estructuras la relación llamada política continuó existiendo. Al menos ella existe mas 
sólidamente que cualquier otra. 
 
Yo he franqueado el camino a algo que he llamado el decir de la verdad. El analista ha advertido, antes 
que el postulante entre en análisis, él le ha advertido, que debe decir todo; ¿qué quiere decir todo ? Eso 
no puede tener sentido. No puede querer decir más que decir cualquier cosa. De hecho es lo que ocurre. 
 
Es por allí que uno entra al análisis. Lo extraño es que ocurre algo que es del orden de una inercia, de 
una polarización, de una orientación. El analizante (si el análisis funciona, avanza) llega a hablar de un 
modo cada vez mas centrado sobre algo que después de todo se opone a la polis (en el sentido de ciudad) 
esto es, a saber, sobre su familia particular. La inercia que hace que un sujeto no hable, mas que de 
papá o mamá es, al menos, un asunto curioso. Decir cualquier cosa; es curioso que se siga esta 
pendiente, que eso haga, termine por hacer como el agua, por hacer un río, un río de retorno a aquello 
por lo cual uno se sostiene en su familia, es decir, por la infancia. Se puede decir que allí se explica el 
hecho de que el analista no interviene más que con una verdad particular, porque un niño no es un niño 
abstracto. El ha tenido una historia y una historia que se especifica por esta particularidad: no es la misma 
cosa haber tenido su mamá y no la mamá del vecino; lo mismo para su papá. 
 
Un papá no es totalmente eso que uno cree. No es forzosamente aquel que ha hecho a una mujer aquel 
niño. En muchos casos no hay ninguna garantía, siendo dado que a la mujer después de todo le pueden 
ocurrir muchas cosas sobre todo, si ella tiene un poco de arrastre. Es por eso que papá no es enteramente 
forzosamente aquel que es -es el caso de decirlo- el padre en el sentido real, en el sentido de la 
animalidad el padre es una función que se refiere a lo real. Ello no impide que lo real del padre sea 
absolutamente fundamental en el análisis. El modo de existencia del padre tiende a lo real. Este es 
el único caso en que lo real es más fuerte que lo verdadero. Digamos que lo real también 
puede ser mítico. El no impide que, por la estructura, sea tan importante como todo decir 
verdadero. En esta dirección está lo real. Esto es muy inquietante. Es muy inquietante que haya 
un real que sea mítico y es precisamente por eso que Freud ha mantenido tan fuertemente, en 
su doctrina, la función del padre. 
 
Bueno. Hasta aquí he hablado lentamente para que ustedes al menos entendieran algunas verdades 
fundamentales, pero decirles esto : es que, como yo enseño desde hace excesivo tiempo, no recuerdo ya 
lo que he dicho la primera vez -aquello que encontrarán reproducido en el Seminario I ya aparecido; hace 
casi veinte años, aparecido en reproducción de mi seminario- confío en la estenografía y en la persona que 
ha querido estar segura de poner las cosas en su propio francés, esto es, alguien de mi inmediato 
parentesco que quiere hacer bien ese trabajo. 
 
Lo que he enunciado en primer lugar concerniente al decir, al decir de la verdad, nos lo enseña la práctica. 
Y en lo que acabo de enunciar he apuntado esto: es que un análisis es un por-dicho (par-dit). Una 
partida entre alguien que habla, pero a quien se ha advertido que su parloteo tiene 
importancia. Ustedes saben que hay gente con la que uno tiene que verse en el análisis, con las cuales 
es duro obtener eso; hay algunos para quienes decir algunas palabras no es fácil. Uno llama a eso 
autismo. Esto se dice rápido. No es forzosamente así. Es simplemente gente para quien el peso de las 
palabras es muy serio y quienes no están fácilmente dispuestas a tomar con gusto estas palabras. 
 
Alguna vez he tenido que responder a casos como aquel de esa famosa supervisión de hace un momento 
que por mas simpleza llamamos en francés un control, lo que no quiere decir seguramente que nosotros 
creamos controlar nada. Yo a menudo en mis controles -al menos al comienzo- mas bien aliento al 
analista -o aquel o aquella que se cree tal- le aliento a seguir su movimiento. No pienso que sea sin una 
razón -no que él se ponga en esta posición, esto es muy poco controlado- que alguien venga a contarle 
algo simplemente en nombre de esto: que se le ha dicho que él era un analista. Esto no deja de tener una 
razón porque él espera algo de eso. Ahora, de lo que se trata, es de comprender cómo puede funcionar lo 
que acabo de describirles a gruesos trazos. Funcionar de modo tal que se perpetúa, al menos, cuando el 
lazo social constituído por el análisis rebota. Es allí que yo tomo parte y que digo ... -en algo donde por un 
lado hay alguien que habla sin el menor cuidado de contradecirse y del otro alguien que no habla- en 
tanto que la mayor parte del tiempo es necesario dejar la palabra a aquél que está allí para 
algo; cuando él habla se supone que dice la verdad, pero no importa cual, la verdad que es 
necesario que el analizante oiga. Que es necesario que el analizante entienda: ¿por qué? Por lo 
que él espera a saber: ser liberado del síntoma. 
 
¿Qué es lo que puede suponer que, por decir, alguien sea liberado del síntoma? Esto supone que el 
síntoma y esta suerte de intervencióndel analista -me parece que esto es lo menos que puede uno 
anticipar- son del mismo orden. El síntoma le dice algo. El dice; es otra forma de verdadero decir, y lo 
que en suma hace el analista es tratar de hacer un poco más que el deslizarse por encima. Es 
precisamente por ello que el análisis, la teoría analítica, usa un término como resistencia. 
 
El síntoma, eso, resiste; no es algo que ocurra porque sí, pero presentar un análisis como algo, como 
un duelo, es también enteramente contrario a la verdad, es precisamente por eso que he tratado -con el 
tiempo no ocurrió enseguida- de construir algo que diera cuenta de lo que ocurre en un análisis. Yo no 
tengo la menor "concepción del mundo", como se dice, el mundo es esa encantadora conchilla en cuyo 
centro se pone esa piedra preciosa, ese algo único que sería el hombre. Está probado que él tiene (dado 
ese esquema) cosas que palpitan en él: un mundo exterior. Y además el mundo, sería un mundo 
exterior. No creo para nada que eso baste. No creo para nada que haya un mundo interior, reflejo de un 
mundo exterior y menos lo contrario. He tratado de formular algo que supone incontestablemente una 
organización mas complicada. Si nosotros decimos -nosotros analistas- que hay un inconciente eso está 
fundado sobre la experiencia. La experiencia consiste en que desde el origen, hay una relación con 
lalengua ("lalangue") que merece ser llamada, a justo título, maternal, porque es por la madre que el 
niño -si puedo decirlo- la recibe. El no la aprende. Hay una pendiente. Es sorprendente ver como un niño 
manipula muy temprano cosas tan notablemente gramaticales, como el uso de las palabras "puede ser" o 
"aún no". Seguramente lo ha oído, pero el que no comprenda su sentido es algo que merece toda nuestra 
atención. 
 
Hay en el lenguaje algo que está estructurado. Los lingüístas se encierran allí, al manipular esa 
estructura que se llama gramatical. Y que el niño esté allí tan a gusto, que se familiarice tan temprano con 
el uso de una estructura que -no es por nada que se la ha ubicado allí, pero de un modo elaborado- es lo 
que se llaman figuras de retórica, manifiesta que no se le enseña la gramática. Uno elabora la gramática a 
partir de lo que ya funciona como palabra. Y eso no es lo que hay de más característico. Si yo he 
empleado el término: "el inconciente está estructurado como un lenguaje" es precisamente porque quiero 
mantener el que un lenguaje no es el lenguaje. Hay algo en el lenguaje ya demasiado general, demasiado 
lógico. 
Es todo el sistema el que se presenta como si fuera innato, el que se presenta cuando el niño juega, a 
propósito de una iniciación de su madre, con el enunciado que tanto ha sorprendido a Freud -aquel de uno 
de sus nietos- el enunciado fort-da. Es allí que todo se inserta. Ese fort-da ya es una figura de retórica. 
 
Alguien, de quien estoy mas bien sorprendido que me haya citado, porque ni siquiera sabía que me 
conociera -él me conoce manifiestamente, a través de Paul de Man, Paul de Man que me ha acogido en 
Yale, Paul de Man a quien, con seguridad, no puedo estar mas que reconocido por todo el cuidado que ha 
puesto para facilitar mi llegada a las Américas -pero que al menos me sorprende que tantas personas, 
después de todo, digan ciertas cosas que no están tan lejos de lo que yo digo... Así se produce en 
muchos lugares una especie de pequeño remolino, una manera de decir que es eso que yo llamo el estilo. 
Yo no tengo "concepción de mundo" pero tengo un estilo, un estilo que naturalmente no es del todo fácil, 
pero allí está todo el problema. ¿Qué es un estilo? ¿Qué es una cosa ? ¿Qué es el modo en que un estilo 
se sitúa se caracteriza? En el tiempo en que yo sólo hablaba con camaradas lo mas natural era decir "no 
es del todo así" y si lo que escribí después de haberlo dicho, si eso que he escrito al elaborar lo que dije, 
tiene un sello, es aquel que marca el que yo traté de estrechar desde su mayor proximidad lo que es 
"enteramente así". 
 
Seguramente no es fácil, no es fácil partir como hacen, por ejemplo los estructuralistas, de una división 
naturaleza-cultura. La cultura es lo que he tratado de descuartizar bajo la forma de cuatro 
discursos, pero con seguridad eso no es limitativo. Es el discurso que flota, que sobrenada en la 
superficie de nuestra política, quiero decir, de nuestro modo de concebir un cierto lazo social. Si el lazo 
fuera puramente político le hemos agregado allí otra cosa. Hemos agregado el discurso que se llama 
universitario, el discurso que se llama científico, que no se confunden, contrariamente a lo que se imagina. 
No es por nada que al discurso cientifico se le reserven en el campo universitario facultades especiales 
Se lo tiene aparte, pero esto no ocurre porque sí. He mostrado en alguna parte que hay una relación, que 
no es anodina, entre el discurso científico y el discurso histérico. Eso puede parecer bizarro, en un cierto 
encadenamiento alrededor de ciertas funciones que he definido empleando un cierto S1 y un cierto S2 que 
no tienen la misma función y también una S tachada ($) que yo llamo sujeto, y un cierto objeto (a), en un 
cierto orden que gira acerca de esas cuatro funciones- el discurso científico no se no se distingue del 
discurso histérico más que por el orden en el cual todo ello se reparte. 
 
Todo eso ha culminado en algo que uno puede dibujar empleando varios colores diferentes. He creído 
poder ligar lo simbólico (es aquel, es arbitrario) lo real y lo imaginario. 
 
 
 
¿Qué ocurre después de haber distinguido ese simbólico, este imaginario y este real y haberlos 
especificado, con el hecho que lo simbólico sea nuestro lazo al lenguaje y que es por esta distinción que 
somos seres parlantes? El decir que somos seres parlantes es un circulo vicioso, nosotros somos 
"parletre", palabra que tiene la ventaja de sustituir al inconciente, de provocar equívocos sobre 
el parloteo por una parte y sobre el hecho que es por el lenguaje que nosotros sostenemos esta 
locura de que existe el ser: porque es seguro que creemos en ello, creemos en ello a causa de 
todo lo que parece hacer sustancia; pero, ¿en qué es del ser fuera del hecho que el lenguaje 
usa del verbo ser ? El usa del verbo ser pero moderadamente. El hombre podría decir que él es 
un cuerpo y eso sería muy sensato, pero es evidente que el hecho de que él consista en un 
cuerpo es lo que hay de más seguro. Se han proferido algunas dudas sobre la existencia de un mundo 
exterior en nombre de que, después de todo, no tenemos de él mas que percepciones, pero basta hacerse 
(como yo me he hecho, hace un momento) hacerse un chichón encontrándose con algo duro para que sea 
totalmente manifiesto que hay cosas que resisten, que hay cosas que no se desplazan tan fácilmente; en 
revancha aquello sobre lo cual el hombre insiste, es no en que él sea un cuerpo, sino como él dice (hay 
allí algo de sorprendente) en que él tiene uno. 
 
¿En nombre de que puede decir que tiene un cuerpo? En nombre de que él lo trata a la que te criaste, 
lo trata como un mueble. Lo mete por ejemplo en vagones y se deja transportar. Eso al menos era verdad 
y comenzó a destacarse cuando lo metió en los carricoches; entonces quisiera decir que esta historia del 
parletre no se concilia en esta otra aprehensión del cuerpo y eso no ocurre por si sólo, quiero decir 
que un cuerpo tiene otro modo de consistir que el que he designado bajo una forma hablada, 
bajo la forma del inconciente, en tanto que es de la palabra como tal que él surge. Es por 
marcas que nosotros vemos la traza de lo que en él, es del inconciente. Son marcas dejadas por 
un cierto modo de relacionarse a un saber que constituye la sustancia fundamental de lo que se 
refiere al inconciente. El inconciente; imaginamos que es algo como un instinto, pero eso no es verdad. 
Nosotros carecemos enteramente de instinto y el modo en que reaccionamos estáligado no a un 
instinto sino a un cierto saber vehiculizado no tanto por palabras, como por lo que yo llamo 
significantes. Los significantes; eso que dice, son una retórica seguramente mucho más profunda y 
esto es lo que se presta a equívoco. La interpretación -en el analista- debe tener siempre en cuenta que 
en eso que está dicho existe lo sonoro y eso sonoro debe consonar con lo que es del inconciente. 
 
Hay algo de importante en este modo de representar el lazo: el lazo de lo simbólico, de lo imaginario y 
de lo real, he aquí lo que es. No es necesariamente en forma plana que debemos plantear estos tres 
términos. El cuerpo seguramente también tiene forma, 
 
 
 
 
una forma que nosotros creemos que es esférica pero debemos, también, saber dibujar las cosas de otro 
modo. Como ustedes lo ven es destacable que para un objeto que también me es familiar, ustedes 
también pueden imaginar que me sea propio este modo de dibujar el nudo, que yo esté forzado a guardar 
un papelito. Eso quiere decir que no es tan natural dibujar eso así. 
Entonces esto es un nudo. 
 
 
 
 
 
espero que todos vean que eso hace nudo. ¿Qué es lo que quiere decir ? Esto quiere decir que a la vista 
de esta referencia a la esfera, 1 envuelve a 2. El 1 por relación al 2, se le puede hacer el giro muy 
exactamente, por otra parte como se puede hacerle hacer por el 0 el giro de 2 . Pero ¿qué quiere decir el 
hecho que el 3 se disponga de ese modo? Se dispone de un modo que se hace sensible por esta manera 
de disponer lo que nosotros llamamos, en esta ocasión, la esfera y la cruz, con excepción que esta no es 
una esfera sino un círculo. Un círculo no es exactamente la misma cosa que una esfera. Supongan que yo 
doblo eso por el medio y obtendremos esto, que es una forma más de lo que podemos enunciar como un 
nudo borromeo. 
 
 
 
 
 
Quiero decir que de cualquier modo en que el número 3 aquí envuelva al 1, él es envuelto por el otro, 
pero es envuelto por el otro en una tercera dimensión. Contrariamente a lo que uno imagina -nosotros 
que somos ambiciosos y que pasamos nuestro tiempo soñando en una cuarta- haríamos mejor en pensar 
en el peso que tiene la dimensión tercera (aquella que he descripto hace un momento) sería necesario 
maravillarse con la tercera antes que de hacer una más. No hay nada más fácil que hacer una más. 
 
Cuando ellas están todas separadas, a saber si suponemos tres círculos ... que van todos a la deriva hasta 
hacer una cuarta; es suficiente reunirlas por medio de un círculo de un modo tal que se forme un 
redondel, para que nosotros reencontremos lo que hace la consistencia de esos tres círculos. 
 
 
 
 
 
Después de haber sostenido con estos nudos el dato que culmina en esta noción de que no hay 
espacio, que no existen más que nudos -o más exactamente que es en función de los nudos que 
pensamos el espacio ahora, en tanto no termino demasiado tarde ... estaría feliz de oir vuestras 
preguntas... 
 
 
* 
 
Instituto Tecnológico de Massachusetts 
2 de diciembre 1975 
 
 
La lingüística es aquello por lo cual el psicoanálisis podría suponerse como ciencia. Pero el 
psicoanálisis no es una ciencia es una práctica. 
 
Hablando hace un momento conmigo,el señor Quine me planteaba la cuestión de lo que yo le debía a 
Claude Levy Strauss: yo lo debo mucho,sino todo. Eso no impide que yo tenga otra noción que la suya 
acerca de la estructura. 
 
Yo pienso que la estructura no tiene nada que hacer con la filosofía, que razona acerca del hombre 
como puede, pero que pone en su centro la idea de que el hombre está hecho para la sabiduría. 
No tengo ninguna amistad, conforme al pensamiento de Freud, por la sabiduría. Yo no hago filosofía 
porque ella está muy lejos de ese alguien que se dirige a nosotros para que nosotros le respondamos por 
medio de la sabiduría. 
 
He tratado de densificar, de formular algo concerniente a nuestra práctica, algo que sea coherente. Eso 
me ha llevado a elucubraciones que me atormentan mucho . Me ha conducido a una enseñanza que he 
sostenido con mucha prudencia. Pasé a la enseñanza porque me lo demandaron,Dios sabe por qué. 
Es seguro que la práctica, después de Freud, se vehiculiza de modo tal que uno puede preguntarse si 
Freud creyó que él sobreviviría sólo por ella. Del modo que es tomada uno puede pensar que aquellos 
formados por la práctica misma tenían autoridad, para contar eso que se refería al analista. La pregunta a 
la cual he llegado -¿quién es capaz de ser un analista?- ha conducido a un cierto número de mi 
entorno a abandonarme (eso a continuación de la imposición de una encuesta: ¿cómo alguien, después de 
una experiencia analítica podía ponerse en situación de ser analista? 
 
Eso me llevo bastante lejos como lo dije en mis precedentes conferencias en E.E.U.U.; no osaría llamar 
teoría a los puntos donde eso me ha llevado. ¿Existe una teoría del análisis? Si, ciertamente. No 
estoy seguro que yo tenga la mejor. 
 
Después de haber reflexionado he distinguido dos fundamentos. En primer lugar la referencia al 
cuerpo. Uno puede darse cuenta por el análisis, que el análisis no aprehende del cuerpo más que lo que 
hay de más imaginario. Un cuerpo se reproduce por una forma. Forma que se manifiesta en que ese 
cuerpo se reproduce subsiste y funciona completamente sólo. No tenemos la menor reseña de su 
funcionamiento. Nosotros lo aprehendemos como forma. Lo apreciamos como tal por su apariencia. 
Los hombres adoran este apariencia del cuerpo humano. Ellos adoran en suma una pura y simple imagen. 
Comencé a poner el acento sobre lo que Freud llama narcisismo, id est el nudo fundamental que hace 
que, para darse una imagen de lo que él llama el mundo, el hombre lo conciba como esta unidad de pura 
forma que para él representa el cuerpo. Es de la superficie del cuerpo que el hombre ha tomado la idea de 
una forma privilegiada. Y su primera aprehensión del mundo ha sido la aprehensión de su semejante. 
Después él ha visto ese cuerpo, lo ha abstraído, ha hecho de él una esfera: la buena forma. Ella refleja la 
burbuja, el saco de piel. Mas allá de esta idea del saco envuelto y envolvente (el hombre ha comenzado 
por allí), la idea de la concentricidad de las esferas ha sido su primera relación a la ciencia como tal. En la 
ciencia griega vemos esta armonía de las esferas de la cual ahora uno se sorprende poco y acerca de la 
cual se puede decir con Pascal que ya no existe. 
 
"El centro está en todos lados y la circunferencia en ninguna parte", dice Pascal. Eso no quiere decir que 
él tenga razón: el, centro no está en ningún lado. Eso quiere decir que debemos aprehender algo de otro 
orden que el espacio esférico. 
 
No es seguro que la imagen de la circunferencia sea la mejor representación de una esfera, y es así que 
fui llevado a abrir una vía, a saber que el círculo no es la imagen correcta de una esfera, es la imagen de 
una esfera cuando uno la secciona, es decir cuando se la pone en el plano. 
La hoja de papel sobre la cual garrapateamos es muy sensible; no podemos hacer nada mejor que ponerla 
en el plano. Está puesta en el plano a medida que avanzamos en el mundo, tiende a deshilacharse como si 
esta superficie sobre la cual proyectamos todo lo que nos rodea tuviera agujeros. 
 
Y el círculo se caracteriza por hacer agujero. Contragolpe: la idea matemática de la topologia. En el 
mundo no hay sólo círculos. Pero estos círculos entre ellos pueden hacer nudo. Es por allí que comenzó la 
topología. Es por esos nudos que me fue posible enlazar con aquello que se refiere a nuestra experiencia. 
 
Estos nudos, si hay consistencia cerrada, circular, representable de esos tres términos que he facilitado a 
partir de Freud: 
 
- De la captura a partir de la forma del cuerpo. 
- De este uso de la palabra, sorprendente cualquiera sea la idea queuno pueda hacerse de lo que 
condiciona en el humano el hecho de que él hable (esta es otra consistencia). 
 
Debemos darnos cuenta que lo que llamamos la lógica no tiene otro soporte que el logos. Lo extraño: no 
darnos cuenta tan mal y tan poco que esta lógica es circular. Esta lógica no se sostiene, no se 
sustantifica, más que por hacer círculo. El círculo vicioso, ese es el be-a-ba de la lógica. 
Desde el momento que es desde el lenguaje que partimos es al lenguaje al que volvemos. Como, a partir 
de allí, nos imaginamos tocar un real que sería un tercer círculo si puede decírselo; lo que se nos 
escapa es que su forma sea circular. 
 
De lo real que sea enteramente de lo real, eso ... 
Los primeros lineamientos de la ciencia muestran a lo real para el ojo humano como aquello que volvería 
siempre en el cielo al mismo lugar: las estrellas llamadas fijas (bien errados en tanto ellas giran y, si ellas 
giran, es porque somos nosotros quienes giramos). Eso no es evidente de entrada. 
 
No hay otra definición posible de lo real que: es lo imposible. Cuando algo se encuentra 
caracterizado como lo imposible, está allí sólo lo real cuando uno se tropieza con lo real, este es lo 
imposible de penetrar. 
 
Hemos soñado con que sea elástico. Es por ello que fuí llevado a escribir de otro modo el término 
existencia: ex-istencia. Eso que choca con algo y eso contra lo cual algo choca, son precisamente las 
otras consistencias. 
 
Estos tres términos: 
 
- aquellas que imaginamos como una forma. 
- aquellas que sostenemos como circulares en el lenguaje. 
- y esta ex-istencia tanto en lo imaginario como en el lenguaje, me han llevado a la valorización 
de aquello por lo cual ellos se anudan entre sí. 
 
En todo caso esto es práctico Esta es una cuerda , un hilo traído por mi. Me ha prestado servicio al menos 
en esta práctica. 
 
A estos tres círculos yo los nombro pero su orden no es indiferente. El colorearlos introduce una 
distinción, indica que son diferentes I, R, S, están destacados. Eso se ve por el hecho que están 
superpuestos: 
 
- en primer lugar I, 
- por debajo R, 
- por debajo S. 
 
El S pasa por debajo de los otros dos círculos. Todo ocurre como si los tres círculos fueran independientes. 
Entonces el círculo que los anuda debe: 
 
- atrapar el círculo que está debajo, 
- pasar dos veces por encima de I, 
- volver a aquel que está por debajo para tomarlo pasando por debajo. 
 
 
 
 
 
Figura 1 
 
 
Pasaje por encima del que está encima por debajo el que está debajo, fundamental; esta figura 1 es 
exactamente la misma que la figura 2, para obtenerla basta tirar un poco del redondel S. 
 
 
 
 
 
Figura 2 
 
 
Sobre otro dibujo uno puede de los tres círculos hacer tres rectas. 
 
 
 
 
 
Figura 3 
 
 
La figura tiene cuatro círculos, figura 2, yo la llamo figura de la realidad psíquica y sigma es el síntoma. 
El síntoma es la nota propia de la dimensión humana.Quizás Dios tiene síntomas,pero 
su conocimiento es probablemente de orden paranoico. Un Dios que ha creado el mundo con palabras, 
uno se pregunta cual puede ser su consistencia. 
La especificidad de la figura 2 es que eso hace círculo: Σ (sigma) + S, lo que hace una nueva suerte de S. 
El síntoma hace tanto que forma parte del inconciente. La lingüística es lo que especifica aquello con lo 
cual interpretamos el síntoma. 
Al interpretar hacemos circularidad con el sigma (Σ), damos su pleno ejercicio a lo que puede soportarse 
de lalengua, en tanto que el analizante de lo que da siempre testimonio es de su síntoma. 
 
No hay mejor modo de marcar la pura diferencía que con el color; así en este anudamiento particular, el 
coloreado hace sensible que hay dos especies de nudo borromeo imposibles de confundir. Basta que haya 
un círculo que se rompa para que los otros dos estén libres, diferenciando el nudo de la cadena donde 
sólo la ruptura de un círculo del medio libera las extremidades. Es fácil darse cuenta que este nudo 
borromeo puede tener tantos círculos como se quiera. Me contento con cuatro. 
 
El nudo de tres términos R,S,I, no tiene mas que a él. No nos podemos contentar con él, pues al no ser 
distinguibles estos tres términos podrían pasar por una nueva forma de imaginario, de real, hasta de 
simbólico: sin las matemáticas no nos daríamos cuenta que estos tres son trinitarios. 
La Trinidad la reencontramos todo el tiempo. Especialmente en el dominio sexual. No es solo un individuo 
quien lo fija sino también otro; eso está marcado en la experiencia del análisis por las relaciones clínicas 
(clínicas, el analizante está sobre un diván, se trata de un cierto clinamen, conforme Lucrecio y los 
epicúreos en su nominalismo. 
 
El pretendido misterio de la Trinidad divina refleja lo que está en cada uno de nosotros, y aquello que lo 
ilustra mejor es el conocimiento paranoico. Freud decía que el análisis era una "paranoia razonada" existe 
esta fase en el análisis . 
Por ella sóla el análisis confirma que los mejores representantes de estas tres categorías, R, S, I, son 
locos. Los locos rigidos no dudan un sólo instante de estar en lo real. 
Ello podría prestarse a bromas en lo concerniente a la divina Trinidad, porque la divina Trinidad no es tan 
loca (dingue) si dios-ingles (dieu-ingue). Es precisamente por eso que debe haber un cuarto término. 
 
Síntoma e inconciente: tornillo sin fin ronda. Y no se llega jamás a que todo sea desreprimido, 
Urvendrangung hay un agujero. Esto es porque existe un nudo y algún real que permanece allí en el 
fondo. 
 
* 
 
Preguntas y respuestas: 
 
1. Pregunta a Roman Jakobson. 
De ellos viene de de illis. Dos de duo. El fonema está destinado a atrapar bruscamente al equivoco , ¿o 
esto es azar para la oreja francesa? ¿No es este equívoco (que es aquello sobre lo cual juega la 
interpretación) lo que hace círculo del síntoma con lo simbólico? Pues, interviniendo de un cierto modo 
sobre el síntoma, uno se encuentra equivocándose. Hay una vertiente de la lingüística tratable como tal?. 
Esta sería la vertiente que es siempre aquello a lo cual un analista debe ser sensible: el fun. 
 
Respuesta: Hay numerosos trabajos sobre este asunto, en particular sobre las lenguas indias. Jackson , 
especialista en afasias, ha escrito sobre el retruécano. Sólo las lenguas formalizadas (artificiales) no hacen 
retruécanos. Y la gramática tiende a actualizar el retruécano. 
 
2. Lacan en el pizarrón. 
¿La figura 1 es plana? Para el cuarto circulo es necesario perforar. 
Los nudos; eso se imagina y, más exactamente, eso no se imagina. Los nudos son la cosa ante la cual el 
espíritu es más rebelde. Esto está tan poco conforme al lado envuelto-envolvente de todo eso que mira al 
cuerpo que yo considero que romperse en la práctica de los nudos, es romper la inhibición. La inhibicíón: 
lo imaginario se formaría de inhibición mental. 
 
El significante no es el fonema. El significante es la letra. Sólo la letra hace agujero. 
 
3. Pregunta del Sr. Quine. 
¿La culminación del análisis es deshacer el nudo? 
 
Respuesta: No, eso está firme. 
Se podría anticipar que si Freud demuestra algo es que la sexualidad hace agujero, pero el ser humano no 
tiene la menor idea de qué es eso. 
Una mujer se presentifica para el hombre por un síntoma; una mujer es un síntoma para el hombre. 
 
4. ¿El alma? La única cosa que me parece sustantificar el alma es el síntoma. El hombre 
pensaría con su alma. El alma sería el útil del pensamiento. ¿Qué es lo que haría el alma con ese 
pretendido útil? El alma del síntoma es algo duro como un hueso. Nosotros creemos pensar con nuestro 
cerebro yo, yo pienso con mis pies, es sólo allí que yo encuentro algo duro; a veces yo pienso con los 
músculos de la frente, cuando me golpeo. He visto suficientes electroencefalogramas para saber que no 
hay sombra de un pensamiento. 
 
5. ¿Los nudos tienentres dimensiones? Exactamente. El more geométrico, el pensamiento geométrico 
desanda enteramente la realidad del espacio. Nosotros creemos conocer algo de la tercera dimensión a 
causa de la visión binocular, pero funcionamos siempre en dos dimensiones. 
 
6. Pregunta del Sr. Quine: Los modelos sólidos nos dan una idea de la tercera dimensión. Es sólo la 
visión que le falta. 
 
Respuesta: uno puede representarse la tercera dimensión por la esfera armilar, pero nadie ha pensado 
en esta figura: 
 
 
 
 
 
Los modelos no nos ponen casi nunca en la tercera dimensión. Nosotros vivimos en cubos, pensamos 
estar en esferas. Nada menos seguro que el hecho de que tengamos un interior. 
Los deyectos vienen quizás del interior pero la característica del hombre es que él no sabe que hacer con 
sus deyectos. 
 
La civilización es el deyecto, cloaca máxima. 
Los deyectos son la única cosa que testimonia que tenemos un interior. 
 
* 
 
Improvisación sobre el discurso analítico 
2 de diciembre de 1975 
 
 
a -Æ $ 
S2 S1 
 
S1 es eso por lo cual se representa al sujeto: una palabra, el parletre. Es en tanto que el sujeto dice 
cualquier cosa que eso va al lugar de la verdad. 
 
 
 
El analista está encarnado por un semblante de (a) ; en suma él es producido por el decir de la verdad, 
tal como se hace en la relación S1 -----> S2. El analista es, de algún modo una caída de ese decir y en 
tanto que tal, él hace semblante de "comprender" y es en eso que él interviene al nivel del inconciente. 
 
 
 
 
La verdad está caracterizada por el hecho de ese S2 : el analista no dice mas que palabras; aquel que es 
supuesto saber algo, esto es el analista: pura suposición, seguramente. 
 
 
Este S2,eso que el analista es supuesto saber jamás es completamente dicho, no es dicho más que bajo la 
forma de medio-decir de la verdad. Es por ese discurso analítico que yo hago la distinción entre 
lo que es enunciado y una suerte de medio-decir. 
 
Es en tanto que el analista es ese semblante de deyecto (a) que el interviene al nivel del sujeto es decir 
de lo que él está condicionado: 
 
1. Por eso que él enuncia. 
2. Por eso que él no dice. 
 
 
 
 
 
El silencio corresponde al semblante de deyecto. 
 
 
 
 
 
Texto original en francés publicado en "Scilicet 6/7", Editions Du Seuil 1976, París. 
Traducción: Ana María Gómez. 
Revisión y destacados: Sergio Rocchietti.

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