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Apresentação Janeiro 2018

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Separación: El extraño enigma del nudo entre Amor, Angustia y Luto
(En la perspectiva del Seminario X de Jaques Lacan)
Christianne Marie Nahuz de Miranda
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 Presentación 
Se trata, en esa tesis abordar la temática sobre la separación para desvelarnos el enigma del nudo entre la angustia, el amor y el luto. Resaltamos, el trabajo del luto, consecuente a la angustia por la pérdida del amor, o del ideal, como vía posible del encaminamiento a un proceso de análisis. Ese trabajo busca realzar como se procesa la tarea y cuál es el objeto ella recae. Veremos como la solución melancólica estampa la dificultad del sujeto delante de ese objeto y nos valoraremos de las contribuciones de Lacan, sobre todo en lo que habla en respecto de sus formulaciones de este tema.
Luto según Lacan
 
4.1 La versión de Jacques Lacan acerca del luto
4.1.1 El furo en el real
4.2 Objeto en cena y afuera de cena
4.3 El luto entre la angustia y el deseo
4.3.1. El sentido enigmático de la pérdida del objeto en la melancolia
4.4 Amor y Luto
4.5 Análisis y el Luto
 Referencias Bibliográficas
El Luto en Lacan
 Son pocos y cruciales los comentarios de Lacan en respecto del luto. Para una comprensión más detallada compartimos Harari (2001) y Allouch (2004) acerca de la afirmación de que existe una versión lacaniana del luto.
 Nuestro recorrido nos lleva a articular, en particular, sus comentarios en los seminarios: el deseo y su interpretación (1958-1959), La transferencia (1960-1961) y La angustia (1962-1963). 
Lacan, sin embargo no critique el término “trabajo” ni tampoco desestime la elaboración: ofrece una análisis del concepto del luto articulando al ternario: real, simbólico e imaginario. Sin embargo el seminario de 1958-1959, dedicado no solamente al deseo y su interpretación, sino también al luto. 
À la luz del comentario acerca de Hamlet, Lacan trae su posición acerca del luto y su vinculación con el deseo. a década de 30.
La versión de Jacques Lacan acerca del luto
El furo en el real
Cuáles, la definición lacaniana del luto? Efectivamente, esa definición tráenos la cuestión de la realidad y del real. 
De manera curiosa, se contrapone a la psicosis y el luto, hablando que si en la primera se trata de un furo simbólico, en el segundo se trata del furo en el real.
Para Freud el objeto siempre estuvo perdido. En realidad él nunca existió. Así, preguntamos: que objeto, entonces, el trabajo del luto se hace, si el que se pierde, o ya está perdido o nunca habrá existido?
Como para Lacan, el trabajo del luto está íntimamente conectado a la manutención de los vínculos con los detalles imaginarios y simbólicos del objeto que recubren el objeto a, así él explica esa tarea:
El término de la tarea del luto coincide justo con un para además de la angustia: el relanzamiento del objeto en la función de la causa del deseo.
Objeto en cena y afuera de cena 
Lacan cuándo se refiere al trabajo del luto y apunta la respuesta melancólica, nos hace reflejar en lo que él hace referencia del adentro y afuera de la cena en el mundo. Para afirmar que, si las cosas del mundo vengan en cena según las leyes del significante, ellas de ninguna manera, son homogéneas al mundo.
En el seminario 10 – La Angustia, Lacan vuelve a Shakespeare, en la figura del Hamlet trabajado en el seminario 6 – el deseo y su interpretación. Lacan volverá por creer que la historia tiene siempre un carácter de escenificación, y se está hablando del palco.
En este seminario, Lacan pone en evidencia la dubitación de Hamlet, para resaltar otra vez el drama del deseo. En cena, Hamlet está aprisionado por las mallas de la inhibición y se siente impedido de practicar el ato apuntado por el fantasma del padre para matar el tío que lo asesinara, para casarse con Gertrudes, su madre. 
Objeto en cena y afuera de cena 
El objeto que Lacan aún designa como de deseo, para un poco más adelante, en ese mismo Seminario, se distingue con el objeto causa del deseo. 
Lo que faltó a Hamlet, concluyó Lacan, fue el luto que Gertrudes, su madre, no cumplió por el rey, su esposo. El padre de Hamlet, según Lacan, no tenía el respecto de su mujer a quién él súper valoraba, la colocando en el lugar de Dama.
 Cuándo el Ideal es contradictorio, sabemos que el deseo se desmancha y surge la angustia que, en el caso de Hamlet, es tratada por la vía de la inhibición. 
El deseo en Hamlet es, entonces, instaurado por el trabajo del luto por el objeto perdido, empezado a partir de Laertes, su i(a). Lacan nos hace recordar las palabras de Freud, según el cual el luto es un trabajo que implica en consumar la pérdida del objeto una segunda vez, provocada por un accidente del destino
 
El luto entre la angustia y el deseo
“Freud nos muestra en el texto de Pulsiones y Destinos de la Pulsión de 1915, la existencia de dos tipos de objetos, el primero es definido como el objeto pulsional, aquél en que la pulsión atinge su meta, especificadamente la satisfacción: el objeto de la pulsión es aquél en que, o por medio de que, la pulsión puede alcanzar su meta. Él es el elemento más variable en la pulsión” 
Embazándose en las concepciones de objeto desarrolladas arriba, podemos considerar que la noción utilizada en la concepción de la melancolía es la de objeto de amor, una vez que Freud nos muestra que la relación que el sujeto melancólico establece con el objeto es marcada por la ambivalencia, esto es, la escoja del objeto se hace por el amor, pero a partir de su pérdida, el odio es el que se hará en esta relación. Con esa comprensión, podemos partir para la concepción freudiana de la melancolía.
El sentido enigmático de la pérdida del objeto en la melancolia
Para Freud (1917), la importancia de la analogía de la melancolía con el luto es que se revelará la noción del objeto, relacionando, primordialmente, con su pérdida, que será fundamental para definir los procesos del luto y de la melancolía. Esa comparación lanzaría las bases del entendimiento de la melancolía y del suicidio. Comprendemos así que el fundamental no será la pérdida del objeto, y sí del tipo de vínculo objetual infantil establecido y, principalmente, el significado que el niño atribuye a esta pérdida. Las reviviscencias en la vida adulta de ese registro infantil se caracterizarán en los investimentos libidinales objetuales, por eso Freud (1917) apunta que: “(…) cuando el objeto no tener un significado – reforzado por millares de elos – que lo haga tan fundamental para el Yo, su eventual pérdida no será suficientes para causar ni luto, ni melancolía” (p.114)
Amor y Luto
Es ese objeto de la falta que adentra en juego en el amor. El amor transforma de inmediato aquello que era objeto amado en sujeto amante, o, dicho de otra manera, el amor transforma aquel que se ama en alguien que direcciona su falta al otro, eso es, el amante proyecta, sobre el otro (amado), su falta. A partir de eso, la relación amorosa transmite una no completitud que es colmatada por la promesa de unión que el propio amor ofrece. Amar es ofrecer en exposición la falta que lo marca, es donar ausencia que pide, o mejor, demanda…demanda que es siempre, por definición, demanda de amor. Al se preguntar si el objeto a es el objeto del amor.
El luto es, por lo tanto, un proceso que hace de la pérdida de alguien amado una fuente de elaboración de la falta esencial de la estructura. La pérdida del luto es, principalmente, una pérdida del imagen que funcionaba como sobre imaginario para la falta de objeto (el objeto a). El objeto perdido en el luto pone en relevo la falta primordial de un objeto específico de la pulsión. Es en ese confronto derecho con la falta que se hace posible que, en el futuro, el enlutado direccione su amor, una vez más, a un nuevo objeto. Al fin de ese proceso doloroso, el sujeto en luto será capaz de reconocer que el otro objeto puede aún ocupar el lugar vacío dejado por aquél que fue perdido, recomponiendo nuevamente una imagen para velar esa falta sin imagen,
no especular.
Análisis y el Luto
Como en el nivel del objeto a, ninguna torza es posible, Lacan trata la melancolía de forma diferente. Afirma que todo se pasa de modo que el sujeto no se comprenda como objeto. La distinción del luto, en la melancolía en relación al sujeto como objeto es absolutamente desconocida y alienada en el nivel del narcisismo, lo que torna radical la relación con el objeto. A parte de eso, las relaciones con el superyó mortífero obligan el sujeto a disfrutar de la identificación con el objeto a, paralizando todo y cualquier movimiento de reordenación entre simbólico, real e imaginario.
Entonces, aún que literalmente, el trabajo del luto nos abre la finitud y la variabilidad del objeto, en su cara simbólica e imaginaria. Nos tornamos más disponibles de las formas y papeles que podemos tener es el imagen que obteníamos bajo el velo del falo. De esta manera, el trabajo del luto necesita, para que su conclusión sea posible para el sujeto, se abrir a la contingencia, tanto del falo cuanto del imagen.
La lectura de la tarea del luto nos lleva a decir que gran parte de la experiencia de un análisis a él se asemeja. El proceso de análisis implica en reducir el campo de los significantes evacuando tanto el nivel del ideal cuanto del objeto, sea abordado no más que por la contingencia del falo.
Conclusión
En el capítulo tres vamos a levantar la hipótesis de que, paradoxalmente su lectura sobre el luto es, a uno tiempo solo, idéntica y contradictoria al prisma freudiano, Lacan nos dice que el luto es imagen. Bajo su punto de vista, se trata de mantener los lazos simbólicos e imaginarios con el objeto a, para hacer algo nuevo y distinto. Para Freud, como parece tratar de un objeto real, los lazos libidinales deberán ser desinvertidos.
Además de “Luto y Melancolía” (1917) visitamos otros textos como, “Sobre el Narcisismo” (1914), “El ego y el Id” (1923), donde se encuentran algunos fundamentos de la noción del objeto, del ego y de la relación entre ellos.
Conclusión
Para concluir, comprendemos que el amor, de su inclinación para hacer uno, podrá abrirse a una infinitud. A pesar de Lacan abordar el amor por las vertientes del imaginario y del simbólico, es la vertiente real del amor que prevalece. El encuentro amoroso es un encuentro contingente que puede pasar cuando el falo funciona escribiendo, de manera fugaz. Resta continuar a amar advertidos de que el régimen del encuentro no implica en la permanencia platónica. 
Referencias Bibliograficas
Harari, R.(1997). O Seminário, livro 10: A Angústia em Lacan: uma introdução. Porto Alegre: Artes e Ofícios.
Lacan, J. (1961-1962). Seminário, Livro 8: A Identificação. Inédito.
 
Lacan, J. (1985). O Seminario, Livro 11: Os quatro conceitos fundamentais da psicoanálise. (trad. M.D. Magno) Río de Janeiro: Jorge Zahar ed. (Obra original publicada en 1963-1964).
Lacan. J. (1992a) O seminário, livro 8: A transferência. (trad. Dulce Duque Estrada). Rio de Janeiro: Jorge Zahar Ed. (Obra original publicada en 1960-1961).
Lacan, J. (1995). O seminário, livro 4: A relação de objeto (trad. Dulce Duque Estrada). Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor. (Obra original publicada en 1956-1957).
Laplanche. J. & Pontalis, J. B.(1995). Vocabulário de Psicanálise. Río de Janeiro: Jorge Zahar Ed.
Roudinesco, E.; Plon, M. (1998) (Orgs.) Dicionário de psicanálise. (trad. Vera Ribeiro). Rio de Janeiro: Jorge Zahar Ed.
 
Vieira, M. A.(2001). A ética da paixão: Uma teoria psicanalítica do afeto. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor.
"Toda palabra tiene siempre un más allá, sostiene muchas funciones, envuelve muchos sentidos. Detrás de lo que dice un discurso, hay lo que quiere decir y, detrás de lo que quiere decir, hay otro querer decir, y nada será nunca agotado ".
Jaques Lacan

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