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Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM División de Educación Continua Departamento de Medicina Cirugía y Zootecnia para Equinos DIPLOMADO EN MEDICINA Y CIRUGIA DE EQUINOS Módulo III Gastroenterología MEMORIAS DIRECTORIO UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO Dr. Juan Ramón de la Fuente RECTOR Lic. Enrique del Val Blanco SECRETARIO GENERAL Mtro. Daniel Barrera Pérez SECRETARIO ADMINISTRATIVO Dr. Jaime Martuscelli Quintana SECRETARIO DE SERVICIOS A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA Dra. Arcelia Quintana Adriano ABOGADA GENERAL Dr. José Narro Robles COORDINADOR GENERAL DE REFORMA UNIVERSITARIA Lic. Néstor Martínez Cristo DIRECTOR GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA Dr. Luis Alberto Zarco Quintero DIRECTOR MVZ. MSP. Jorge Cárdenas Lara SECRETARIO GENERAL MC. Germán Valero Elizondo JEFE DE LA DIVISION DE EDUCACION CONTINUA MVZ MSC Alejandro Rodríguez Monterde DEPARTAMENTO DE MEDICINA Y ZOOTECNIA PARA EQUINOS COORDINACIÓN ACADÉMICA DEL DIPLOMADO MVZ . MSC Cert. ACVIM María Masri Daba MVZ. MSC Alejandro Rivera Salgado MVZ. MSC Alejandro Rodríguez Monterde COORDINACIÓN ACADÉMICA DEL MODULO III MVZ . MC José Luis Velázquez Ramírez MVZ. Ricardo Zamudio Valdéz COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA DIVISION DE EDUCACION CONTINUA MVZ. Patricia Mejia Gutiérrez MVZ. Graciela Hernández Olvera Lic. Marcela Chapou Videgaray VERSIÓN ELECTRÓNICA MVZ. Patricia Mejia Gutiérrez MVZ. Patricia Díaz Güemez Lic. Mariana Figueroa Gómez La reproducción parcial o total de los trabajos no podrá efectuarse sin la previa autorización por escrito del autor y citando estas memorias como referencia. La información contenida, así como estilo y ortografía en cada uno de los escritos es responsabilidad de los autores. EVALUACIÓN Y ASPECTOS CLÍNICOS DE LA CAVIDAD ORAL EN EL EQUINO. JOSÉ LUIS VELÁSQUEZ RAMÍREZ Departamento de Medicina y Zootecnia para Equinos de la FMVZ de la UNAM jlvr@servidor.unam.mx Introducción En un estudio realizado en 500 cabezas de caballos enviados al rastro, de edades entre 6 meses hasta 30 años, se reportó un 80 % de incidencia de afecciones de la cavidad oral, sin embargo, en este estudio no se menciona si existían manifestaciones clínicas por lo que hay que considerarlo también. En la clínica para equinos que realizamos, encontramos diversas alteraciones en la cavidad oral, otras tantas no las diagnosticamos por desconocimiento o falta de atención al evaluar la cavidad oral de nuestros pacientes, pero actualmente existe la tendencia de ya no ser “Médico Veterinario Generalista” y de tener especialistas en las diferentes áreas del conocimiento, se han venido impulsando y creando nuevas áreas tanto en la investigación como en la creación de equipo muy específico para evaluación, diagnóstico y tratamiento en las diferentes especialidades. Además se está buscando educar al Médico Veterinario para que recomiende la atención especializada de algunas afecciones de la cavidad oral que en el pasado creíamos estar resolviendo con un simple “limado de odontofitos”, por otro lado la educación al cliente, entrenador o dueño para que sepa que en la actualidad hay Médicos Veterinarios con un mayor conocimiento de cómo evaluar, diagnosticar y tratar algún padecimiento de la cavidad oral, así como sugerir el mejor tratamiento en beneficio y para un mejor desempeño de nuestro gran amigo “EL CABALLO”. Examen de la cavidad oral La evaluación de la porción caudal de la cavidad oral del equino, generalmente no se puede llevar a cabo en un caballo consciente. Se recomienda al realizar este procedimiento, tranquilizar al caballo; si se abusa del tranquilizante se logrará una sedación profunda, la cual puede dificultar la evaluación, ya que la cabeza del paciente va a estar muy abajo y ésto dificultará nuestro trabajo. Aunado a lo anterior, se debe de considerar como parte de la evaluación, la historia clínica, edad, y signos clínicos. En ocasiones la simple evaluación de la cavidad oral causará dolor o molestia, y ésto puede estar asociado a la enfermedad o afección de la misma cavidad oral o simplemente a problemas de comportamiento del paciente, por lo que será necesaria la anestesia general para realizar este procedimiento y/o para la realización de placas radiográficas. Evaluación externa Esta será enfocada a detectar áreas de inflamación, asimetría, fístulas, escurrimiento nasal, halitosis, etc.; en los belfos, tratar de detectar la presencia de úlceras, traumatismos, cicatrices, etc. Examinar la cabeza y cavidad oral buscando posibles neoplasias, parálisis facial u en otros probables problemas neurológicos. Al abrir la boca de animal podemos detectar si hay excesivo desgaste de los dientes incisivos (aerofagia), fracturas, problemas de oclusión, presencia de coronas (“caps”), dientes que estén móviles o más sueltos que los demás, ausencia de piezas dentales, presencia del primer premolar (diente de lobo), odontofitos, etc. Palpación Para una mejor evaluación en esta etapa, se recomienda la tranquilización moderada, un asistente con experiencia en el manejo de estos pacientes, abrebocas, lámpara, jeringa para lavar con agua tibia la cavidad oral antes de la evaluación. Son opcionales el soporte para la cabeza, la cámara intraoral y los instrumentos dentales. El adecuado manejo del abrebocas y la lengua, nos permitirá evaluar la cavidad en su porción caudal; cabe mencionar que la lengua no se debe utilizar como método de contención al jalarla excesivamente ya que podemos lastimar al paciente. Por otro lado, el mantener la boca abierta con el abrebocas por períodos muy prolongados sin que haya períodos de descanso(cerrando el abrebocas por períodos de 5 a 10 minutos) puede ocasionar problemas en la articulación temporo-mandibular, que en ocasiones durarán por varios días después de los procedimientos realizados, además de que si no se maneja adecuadamente el abrebocas, por la presión tal elevada que ejercen las mandíbulas del caballo sobre el abrebocas, se podrían ocasionar fracturas de las ramas de la mandíbula. Si no se cuenta con abrebocas para la evaluación de la cavidad, se recomienda sujetar la lengua con una mano por un lado de la boca del caballo y con el dedo pulgar de la otra mano empujar hacia arriba en el paladar duro para mantenerla abierta durante la evaluación. Es recomendable realizar la evaluación en forma sistemática, son de gran utilidad las hojas para evaluación de la cavidad oral, ya que ahí se van marcando las anormalidades encontradas, teniendo así un registro de lo que se va a realizar para presentárselo al cliente, también puede servir como hoja de presupuesto. Un procedimiento muy útil, es el de percutir con algún instrumento de metal para detectar dolor en áreas específicas afectadas. La palpación es un procedimiento que puede ser riesgozo, ya que se tiene que meter la mano y a veces hasta el antebrazo en la boca del caballo y si no se tiene experiencia y precaución, o un abrebocas “hechizo” o en malas condiciones, puede cerrarse súbitamente y provocar un accidente, el manejo inadecuado de la lengua puede ocasionarnos también mordidas o lesiones de consideración. Radiología La radiología es una excelente herramienta para confirmar el diagnóstico de las afecciones en la cavidad oral, sepuede realizar con algunos equipos portátiles y es de gran ayuda diagnóstica, se recomienda tranquilizar al paciente durante el procedimiento. Si se tiene alguna fístula, se recomienda colocar un “balín” sobre ésta, o si es posible introducir una cánula (rígida o maleable) o un catéter radio opaco para ayudarnos a ubicar y determinar la extensión de la misma, también se pueden inyectar medios de contraste y son de gran utilidad. Algunos aparatos portátiles nos proporcionan radiografías de buena calidad, las tomas radiográficas dependerán del área afectada. Se recomiendan las tomas: latero-lateral (de derecha a izquierda o de izquierda a derecha), tomas oblicuas, tomas dorso-ventrales y las oclusales. Se requiere de experiencia y conocimiento de la anatomía de la región para la interpretación de placas radiográficas de cráneo. Se recomienda la toma latero lateral en afecciones que involucran las raíces de dientes comunicados con senos paranasales, sobre todo cuando hay la presencia de fluído; en ésta toma se observa fácilmente la línea de fluídos, así como masas que obstruyan los senos paranasales. Las tomas oblicuas permiten evaluar las raíces de los dientes, ya que separan la arcada dental contraleral y las oclusales se recomiendan en el caso de fracturas de dientes incisivos y/o fracturas en esta área. Existen otras herramientas de diagnóstico que pueden también ser utilizadas en la evaluación de pacientes con afecciones en la cavidad oral como son: Tomografía axial computarizada, gamagrafía, resonancia magnética y termografía. Cámara intraoral Se reporta el uso de una cámara intraoral, utilizada por dentistas en humanos. Para la evaluación de problemas en la cavidad oral por ejemplo: Enfermedad periodontal, puntos en el esmalte, úlceras linguales y bucales, la presencia de dientes temporales (coronas o “caps”), rampas, ganchos, caries, infundíbulo patente, dientes fracturados, patrones anormales de masticación, olas, valles, crestas, evaluación de implantes de acrílicos post extracción de piezas dentales, así como complicaciones de los mismos, etc. Permite la evaluación de fístulas más claramente ya que se puede inyectar medio de contraste en éstas y evaluar en la cavidad oral si están comunicadas, así como su localización más exacta, por otro lado, permite realizar el seguimiento de tratamientos y la evaluación de los mismos sobre todo en áreas muy caudales en una forma más clara mediante las fotografías o videos que pueden ser realizados simultáneamente durante la evaluación o tratamiento del paciente. Fracturas Las fracturas en la porción rostral de la mandíbula son comunes, especialmente en potros, corrales con sobrepoblación de caballos, ya que se propicia más el liderazgo y la competencia por el alimento, predisponiendo a estas fracturas por patadas. También hay predisposición en los sementales durante la monta sobre todo cuando las yeguas no están en celo o las de difícil manejo aún en celo y que patean al semental. Las fracturas frecuentemente van a involucrar una o las dos ramas ya sea rostral o caudal a los incisivos, puede fracturarse una o las dos mandíbulas, pudiendo resultar también uno o varios de estos dientes fracturados. El diagnóstico se confirma mediante radiografías de la región afectada. El tratamiento de éstas fracturas generalmente es quirúrgico y se logra retirando los fragmentos sueltos y estabilizando las fracturas mediante la fijación interna. El pronóstico es favorable en la mayoría de los casos. Quiste dentígeno (Diente ectópico) Es el crecimiento de tejido germinal dental fuera de lugar, de forma y tamaño variable que puede ser encontrado en diferentes posiciones; generalmente tiene apariencia radiopaca compuesta por tejido dental. Se puede localizar a nivel de la base de la oreja involucrando la porción petrosa del temporal. Clínicamente se va a detectar cuando existe una masa o aumento de tamaño y que en ocasiones presenta una fístula alrededor o cerca de la oreja y que se ha dificultado su resolución. El diagnóstico es mediante placas radiográficas y el uso de una cánula y/o medio de contraste para determinar la profundidad y localización del diente. El tratamiento en la mayoría de los casos es quirúrgico, la dificultad de la cirugía dependerá de la localización del quiste y el pronóstico es favorable. Mala oclusión Braquignacta (boca de perico) es el problema de oclusión más común encontrado en caballos, se cree que es un problema heredable, ya que se ha observado consistentemente en algunas líneas de sangre de caballos Cuarto de Milla y Pura Sangre Inglés, sin embargo, no se ha demostrado la heredabilidad. En este problema, a primera vista se piensa que el maxilar superior creció demasiado, pero el problema real es que la mandíbula inferior presenta un acortamiento. El principal problema reportado inicialmente es el contacto irregular de los incisivos, pero más adelante se reportarán alteraciones también en los molares y premolares. El contacto irregular de los dientes ocasiona problemas de masticación, así como lesiones a tejidos blandos, sobre todo a nivel de los molares superiores e inferiores (rampas). Braquicefalia (boca de mono) también es un problema de oclusión en el cual hay un acortamiento de la mandíbula superior, es menos común que el bracnatismo, se ve más comúnmente en Ponies y razas miniatura. Es recomendable cuando se realicen exámenes de compra, si se observan éstas anormalidades, mencionarlas al comprador, sobre todo si los caballos pretenden adquirirse con fines reproductivos. El tratamiento en estos caballos, es tratar de corregir la “mordida” mediante corte y limado de las piezas afectadas. Aunque desgraciadamente es difícil de lograr ésto en casos avanzados. El tratamiento va encaminado a mejorar la masticación y reducir el daño a tejidos blandos. Dientes supernumerarios (Polidontilia) La polidontilia es la presencia de más dientes a los de la fórmula dental del equino. Se observa más comúnmente en dientes temporales, principalmente en los incisivos, pueden ser algunos o la fila completa en la superficie lingual o labial causando ocasionalmente problemas como laceración de la encía o labios, cuando se presentan en los premolares, el problema es mayor ya que ahí se requiere de un mayor espacio, por lo que hay un desplazamiento o rotación de piezas cercanas, afectando con ésto el patrón de masticación. El diagnóstico es mediante el examen de la cavidad oral y no son necesarias las radiografías, lo importante es realizar la diferenciación entre dientes temporales y permanentes. El tratamiento recomendado es retirarlos sólo si hay molestia, aunque algunos clientes lo van a solicitar únicamente con fines estéticos. Coronas (CAPS) Es la presencia de dientes temporales, después de que salen los dientes permanentes, pueden ser incisivos o premolares, y se pueden localizar en la superficie lingual o labial. El tratamiento consiste en retirarlos con una pinza dental o desarmador, generalmente el diente permanente crece en posición y alineamiento normal, desplazando a las coronas. En los premolares se recomienda usar una pinza larga o el extractor de molares para retirarlas. Premolar impactado El cuarto premolar es el último diente que sale en la boca del caballo, éste premolar en ocasiones va a quedar en medio del tercer premolar y el primer molar, pudiendo ocasionar una inflamación mandibular o maxilar. Este problema generalmente se resuelve espontáneamente en cuanto se va acomodando, sin embargo puede complicarse y desarrollar fístulas. Presencia del primer premolar (Diente de lobo) El primer premolar existe en aproximadamente el 20% de los caballos, puede causar laceraciones locales e interferir con el bocado o freno. La presencia de estediente se debe evaluar si existe alguna queja del jinete o entrenador; en ocasiones puede causar dolor cuando no ha salido y se podrá palpar una protuberancia anterior al segundo premolar. El diagnóstico se lleva acabo mediante el examen de la cavidad oral. El tratamiento es retirarlo; este procedimiento se realiza con el caballo de pie y tranquilizado. Si se cuenta con una pinza especial para retirar este diente, solamente se sujeta firmemente y se jala hacia abajo, si no, se recomienda anestesia local alrededor del diente y con un elevador de periostio, teniendo precaución de no dañar la arteria palatina, se va separando la encía de alrededor para posteriormente sujetarlo firmemente y haciendo movimientos rotatorios y suaves, desprenderlo desde su raíz, tratando de no dejar pedazos de ésta, si se deja un pedazo pequeño de raíz, no presenta mayor problema. Abscesos en la raíz La etiología de los abscesos es multifactorial, por ejemplo, una enfermedad periodontal severa puede complicarse y dar una osteítis alveolar que a su vez se puede extender e involucrar la pulpa dental; un infundíbulo patente, puede provocar infección de la raíz; la fractura de un diente que involucra la pulpa dental es causa frecuente de absceso en la raíz de un diente. También existe reportada la infección vía hematógena. Los abscesos en los dientes incisivos son muy raros, el primer molar superior es el que más presenta infecciones de la raíz, aunque también el segundo molar superior y cuarto premolar superior pueden ocasionalmente estar involucrados. El diagnóstico se lleva a cabo mediante la historia clínica y el examen de la cavidad oral. La signología varía, puede haber perdida de peso, letargia, cólico, pobre desempeño, los signos están relacionados dependiendo de las piezas dentales afectadas, puede haber inflamación madibular o maxilar, fístulas drenando, halitosis, reportes de que se les cae la comida de la boca, exudado nasal, etc. Los pacientes son evaluados por presentar comportamiento anormal, ya que sacuden la cabeza o no toma agua fría. Con la evaluación radiográfica se determina si están involucradas las raíces con algún seno nasal o paranasal. Se puede realizar endoscopía para tratar de determinar la procedencia de la secreción nasal. En casos de sinusitis, se debe descartar una raíz infectada o infundíbulo patente. Si se cuenta con un artroscopio, se puede utilizar para evaluar la cavidad oral y será de ayuda para determinar la afección. Otro procedimiento es la sinuscopía, ésta permite evaluar enfermedad dental en estados iniciales. El tratamiento generalmente es quirúrgico, aunque en casos detectados oportunamente el uso de antibióticos por períodos prolongados (2 a 4 semanas) y lavados con soluciones (salina o Hartman) de iodo povidona o clorhexidina, pueden dar buenos resultados. El objetivo de realizar primero el tratamiento médico, es tratar de salvar la pieza afectada, sin embargo, si no se observa mejoría, se debe reevaluar radiográficamente y considerar la cirugía antes de que se desarrolle osteomielitis. Neoplasias Son raras las afecciones de este tipo. El carcinoma de células escamosas es la neoplasia más común observada en el equino; éste puede involucrar paladar duro, lengua y mucosa oral y también puede haber metástasis a pulmones y nódulos linfáticos regionales. Cuerpos extraños Aunque no son muy frecuentes, van existir cuerpos extraños como alambres, astillas de madera, u objetos punzo cortantes, que se van a alojar o incrustar en tejidos blandos de la cavidad oral y que van a ocasionar molestias o dificultad para comer al caballo. El diagnóstico se lleva a cabo mediante la historia clínica, una buena evaluación de la cavidad oral y en ocasiones placas radiográficas. El tratamiento dependerá del cuerpo extraño encontrado y será encaminado a retirarlo y a sanr la herida ocacionada. Bibliografía Auer, J.A.: Equine Surgery. WB SAUNDERS, USA; 1992. Butler, J.A., Colles, C.M., Dyson, S.J., Kold, S.E., Poulos, P.W.: Clinical Radiology of the Horse. BLACKWELL SCIENCE, USA; 1998. Collier, M.A., Balch, O.K., Alberts, M.K., Reiners, S.: Use of an intraoral camera for identifying and documenting equine oral diseases. 44 th Anual AAEP Convention Proceedings, Baltimore, Maryland; 1998. Dale, J.: Horse Dentistry. WORL WIDE EQUINE, Idaho, USA; 1996. Glahan, P.T., Mayhew, I.G., Merrit, A.M., Moore, J.N.: Equine Medicine and Surgery. AMERICAN VETERINARY PUBLICATIONS, California, USA; 1991. Kirkland, K.D., Marretta, S.M., Inove, O.J., Baker, G.J.: Survey of Equine Dental Disease and Associated Oral Pathology. 40 th Annual AAEP Convention Proceedings, Vancouver, Canada; 1994. Stashak, T.S.: Adams’ Lameness in Horses. LEA AND FEBIGER, Philadelphia, USA; 1987. CAVIDAD ORAL JORGE NIETO ESTRADA Universidad de California, Davis, EUA En el caballo adulto las arcadas dentales contienen 3 premolares y 3 molares. Los premolares están presentes como piezas permanentes y caducas, y los molares solamente como piezas permanentes. Aunque el diente de lobo es el primer premolar, no esta presente en todos los caballos y es muy raro encontrarlo en la arcada inferior. Las raíces de los premolares segundo y tercero se encuentran rostralmente al seno maxilar rostral, la porción rostral del cuarto premolar también se localiza rostral al seno maxilar rostral y la porción caudal se localiza dentro del seno maxilar rostral. Las raíces del primer molar se localizan dentro del seno maxilar rostral y las del segundo molar se encuentran debajo del septo maxilar. Las raíces del tercer premolar se localizan completamente en el seno maxilar caudal. Los molares y premolares consisten de un cuerpo o corona y la raíz. La parte de la corona que se encuentra expuesta es la parte funcional y el resto es la reserva. La corona de un molar en un caballo joven puede medir 8 cm y la parte expuesta alrededor de 2 cm. La fricción al masticar produce un desgaste de la corona de aproximadamente 2.2 mm/año, pero como la parte de reserva de la corona continua creciendo la parte expuesta siempre mide aprox. 2 cm.. La corona de reserva continua creciendo hasta que el caballo cumple los 6 u 8 anos, y entonces las raíces comienzan a desarrollarse. Las raíces terminan de crecer alrededor de los 12 o 14 anos. Las piezas maxilares tienen 2 raíces laterales y una medial. Las primeras 5 piezas mandibulares tienen 2 raíces y la sexta generalmente 3. Los dientes están compuestos de 4 tipos de tejido: pulpa, esmalte, dentina y cemento. La pulpa se encuentra muy vascularizada e inervada dentro de la cavidad de la pulpa. La función de la pulpa es mantener a los odontoblastos, que mantienen a la dentina. Los vasos sanguíneos y los nervios entran a la pulpa en el vértice del diente. Los dientes inmaduros tienen forámenes apicales muy abiertos y los canales de sus raíces se comunican entre ellos. El esmalte es un tejido blanco azuloso, producido por los amieloblastos y es la substancia mas dura del cuerpo. El esmalte consiste de cristales de carbonato de apatita y fosfato cálcico. El esmalte forma 2 invaginaciones en las piezas maxilares rellenas de cemento, estas se denominan infundíbulo. Las piezas mandibulares no forman infundíbulo. La mayoría de las piezas dentales esta formada de dentina, que es un tejido óseo blanco amarillento producido por odontoblastos. La dentina completamente rodea la cavidad donde se localiza la pulpa y entre el esmalte externo y el infundíbulo. El cemento es una substancia blanca amarillenta producida por los cementoblastos que rodea al esmalte y se encuentra dentro del infundíbulo. El cemento de las raíces y de la corona de reserva se encuentra adherida al alveolo dental por una capa de tejido conectivo vascularizado, conocidocomo el ligamento periodontal. El hueso alveolar es una capa delgada de hueso compacto que recubre al alveolo. En radiografías, el hueso alveolar se observa como una línea radioopaca y se denomina lámina dura. Periodontitis Periodontitis, enfermedad periodontal, u osteoitis alveolar es una inflamación de las estructuras que le dan apoyo a la pieza dental y que involucra al periostio. Esta afección afecta primordialmente caballos maduros o viejos y se presenta generalmente en la superficie bucal de las piezas maxilares y en la superficie lingual de las piezas mandibulares. Esta enfermedad esta asociada con una masticación anormal producida por un desgaste excesivo de las piezas dentales, como boca ondulada, ganchos o piezas dentales faltantes. La enfermedad es progresiva y se inicia con una inflamación localizada de la encía. El margen de la encía forma una concavidad donde se acumula alimento que se empaca firmemente al masticar, separando el diente del ligamento periodontal. El hueso alveolar se destruye y finalmente la pulpa se infecta cuando organismos penetran a la cavidad de la pulpa a través de los canales de las raíces. Debido a que la pulpa esta rodeada de dentina, que es una estructura dura, la inflamación de la pulpa produce una necrosis por presión. Aproximadamente 60% de los caballos mayores de 15 años presentan algún grado de periodontitis. El tratamiento de periodontitis es difícil, pero se puede prevenir con un programa dental de rutina. Caries del infundíbulo Se presenta en el cemento dentro del espacio formado por el esmalte interno y se le conoce como infundíbulo patente. El alimento que se acumula en el infundíbulo se fermenta y destruye el cemento. El esmalte y la dentina también se pueden ver afectados. Aunque la caries no invada directamente la cavidad de la pulpa, bacterias y toxinas se pueden introducir a través de pequeños canales en la dentina. Cuando la pulpa se infecta, se produce necrosis rápidamente y el diente pierde sensibilidad. La infección de la pulpa produce infección del tejido periapical, incluyendo el hueso. El primer molar maxilar es la pieza dental mas comúnmente afectada. Signos clínicos de enfermedad dental Los caballos con infecciones dentales generalmente no muestran signos claros de dolor, pero pueden masticar despacio, tirar la comida, inclinar la cabeza o mostrarse incomodo con el freno. Debido a que estos caballos no mastican bien el alimento, pueden estar bajos de peso y se puede observar grano entero en las heces y frecuentemente mal aliento. El signo mas común en casos de infecciones periapicales van a ser deformidades de la cara y fístulas. Si la pieza dentaria se encuentra craneal al seno maxilar se observara inflamación de la cara, y si la raíz de la pieza dentaria afectada se encuentra en alguno de los senos maxilares se observara descarga nasal purulenta. Los signos en lesiones del cuarto premaxilar dependerán de la raíz afectada. Las fístulas ocasionadas por enfermedades dentales se presentan mas comúnmente como consecuencia de lesiones en las piezas mandibulares y se localizan en el borde ventromedial o ventrolateral de la mandíbula. Las infecciones de los molares generalmente involucran un solo molar, siendo el primer molar o cuarto premolar maxilar los mas comúnmente afectados, seguidos por el tercer premolar superior. En la mandíbula la pieza dental mas comúnmente afectada son el tercer y cuarto premolares. Las sinusitis primarias son frecuentemente producidas por Streptococcus sp y no presentan olor necrótico en la descarga nasal. El examen citológico y cultivo de una muestra tomada directamente del seno afectado, ayuda a diferenciar un problema primario de un problema asociado a enfermedad dental. La punción del seno frontoconchal se puede hacer muy fácilmente de pie con analgesia local utilizando un clavo de Steinmann, para tomar la muestra se inserta un catéter urinario de perro en el seno afectado. Examen radiológico Debido a que la cabeza consiste de cavidades con aire o tejido blando de baja densidad, el examen radiológico de la misma se puede realizar con aparatos portátiles si se utilizan pantallas intensificadoras de tierras raras y película de alta velocidad. Generalmente no se necesitan rejillas con este tipo de combinación. Debido a diferencias en la densidad de los senos paranasales y las piezas dentarias, se requieren diferentes tomas radiográficas con diferentes factores de exposición para poder observar con mejor detalle las estructuras. También se requieren tomas oblicuas por que la superimposición de la arcada contraria en las tomas laterales o dorsoventrales interfiere con el diagnostico. Sin embargo la toma lateral es importante porque en esta es fácil evaluar la presencia de fluido en los senos paranasales. La presencia de liquido se observará como líneas horizontales debido a la gravedad. Las arcadas contralaterales se pueden observar con las tomas oblicuas y las raíces y las coronas de reserva se observaran mejor que la corona expuesta, por que estas se van a sobreponer con las raíces de la arcada contraria. Para examinar las raíces de las piezas maxilares la placa radiográfica se coloca en el lado afectado. El aparato de rayos X se coloca en la parte dorsal formando un ángulo de 30° y el rayo se centra en la parte terminal rostral de la cresta facial. Para examinar las raíces de las piezas mandibulares, la placa radiográfica se coloca en el lado afectado y el aparato de rayos X se coloca del otro lado formando un Angulo de 45° de ventral a dorsal. Si existe una fístula se debe colocar una cánula o medio de contraste en una de las tomas oblicuas para facilitar la identificación de la pieza afectada. Debido a que los almartigones interfieren y aparecen en las placas radiográficas estos deben ser removidos al tomar las radiografías. La lamina dura, se observa como una línea blanca muy delgada rodeando la pieza dentaria y esta separada de esta por el ligamento periodontal, que se observa como una estructura radiolúcida. Los signos radiológicos de infecciones apicales varían, pero generalmente incluye perdida de definición de la lamina dura, perdida del contorno del ápice de la raíz afectada y lisis de hueso alrededor de la misma, rodeada por esclerosis. Aunque no es una regla, las infecciones de las raíces de las piezas maxilares se observan radiológicamente como lesiones escleróticas y la de las piezas mandibulares como lesiones quísticas. Las infecciones periapicales de las piezas maxilares rostrales a las cavidades de los senos se identifican fácilmente por medio de radiografías, pero si las raíces están en los senos la identificación se dificulta y solamente 50% de los casos se identifican. Cambios en la densidad de los senos paranasales por exudado o por osteítis del maxilar reduce la claridad de las estructuras. Una alternativa es el uso de scintigrafía o tomografía computarizada. Cirugía Extracción Las piezas dentarias son mas fácilmente extraídas en caballos viejos, por que la corona de reserva es mas pequeña. La extracción se puede realizar con el caballo de pie o bajo anestesia general.. La boca se abre con un especulo y la pieza dentaria se sujeta con pinzas para extraer molares para separarla de las uniones peridentales. Con movimientos laterales la pieza dentaria se va aflojando, generalmente se requiere de paciencia. Cuando la pieza dentaria esta floja se puede extraer con la mano o se puede poner una cuna de madera debajo de las pinzas para elevar la pieza. Repulsión Para remover una pieza dentaria de esta manera, se requiere acceso a las raíces de las muelas por medio de una ventana ósea o creando un orificio en el maxilar o la mandíbula con un trepano. La ventaja de una ventana ósea es que se puede evaluar mejor el seno y las raíces de laspiezas dentarias. Si se utiliza una trepanación el orifico debe estar centrado sobre las raíces afectadas. Para remover el segundo y tercer premolar del maxilar el centro del orificio debe centrarse a la altura de la corona expuesta. Para el cuarto premolar y el primer y segundo molar del maxilar en caballos hasta 8 o 9 anos, el orificio se debe centrar en el borde caudal de la corona expuesta ya que la corona de reserva y las raíces de estas piezas hacen una curva caudalmente hasta los 8 anos de edad. Después de los 8 años, el orificio se centra al nivel de la corona expuesta. El trayecto del conducto nasolagrimal se localiza trazando una línea del canto medial del ojo a un punto ligeramente dorsal y rostral del foramen infraorbitario. Para evita lesionar este conducto la ventana o la trepanación se debe crean ventral a esta línea. El tercer molar maxilar se repele a través de un orificio o ventana en el seno frontoconchal. Para extraer las piezas dentales de la mandíbula el orificio se debe realizar en el borde ventrolateral de la mandíbula. Se debe tener precaución de no dañar la vena y arteria facial y el ducto de la glándula parótida, que cruzan la mandíbula a lo largo del borde rostral del músculo masetero. Para realizar la ventana ósea se cortan 3 lados (ventral, rostral y caudal) con una sierra, o cincel y martillo y se fractura el cuarto lado para elevar la ventana. Los limites de los senos maxilares son: una línea del canto medial del ojo al foramen infraorbitario, una línea del foramen infraorbitario al borde rostral de la cresta facial, la cresta facial y una línea de la parte media del ojo a la cresta facial. Una vez que se identifica el ápice del diente afectado, un botador de acero inoxidable y un martillo se utilizan para empujar la pieza afectada. El botador debe estar bien centrado sobre el diente afectado para evitar dañar la pieza adyacente, el paladar óseo o la mandíbula. Una vez que se extrae la pieza afectada, se deben tomar radiografías para revisar que no se estén dejando fragmentos de hueso o muela dentro del alveolo. Para evitar contaminación de los senos, el orificio donde la pieza dentaria se encontraba debe sellarse con algún material como acrílico o metilmetacrilato. Este tapón debe sellar el alveolo pero solamente debe ingresar pocos milímetros en el alveolo, porque si no interferirá con la formación de tejido de granulación. Aproximadamente 2 semanas después de la cirugía el tapón oral se puede remover por vía oral. Generalmente después de la extracción se recomienda hacer una pequeña trepanación en el seno frontal para poder lavar los senos, esto se hace generalmente 2 veces al día por varios días. Tratamiento endodóntico Algunas veces se puede preservar la pieza dentaria afectada con tratamiento endodontico, este no puede hacerse en todos los casos y requiere que la pieza este estable, la encía sana y el ligamento periodontal presente. El tratamiento incluye el remover la pulpa afectada, debridar el canal del diente afectado y el sellado de la cavidad y el canal del diente. A diferencia del humano el tratamiento endodontico en el caballo se realiza con un abordaje en las raíces de los dientes. DISFAGIA Y REGURGITACIÓN María Masri Daba Departamento de Medicina y Zootecnia para Equinos de la FMVZ de la UNAM Disfagia se define como dificultad al tragar y regurgitación es el flujo retrógrado de alimento sin digerir que frecuentemente se observa en boca o por ollares en el caballo (Dorland's 1982). La disfagia se asocia a problemas con la deglución desde la boca hasta el estómago. Indicaciones de que el problema pudiera estar en la faringe es que los caballos no pueden tragar y expulsan la comida después de masticarla. Si el caballo esta ansioso, casi con signos de cólico, sugiere que el problema posiblemente se encuentre en esófago. Las causas neurológicas de disfunción faringea requieren apoyo terapéutico y tratamientos muy específicos. Quinesiología de la deglución: aprehensión del alimento con los labios y con los dientes. El caballo usa sus miembros anteriores para separar alimento en el piso. El agua y otros líquidos los ingieren por succión al generar presión negativa intraoral por la interacción de la lengua, el paladar y los labios con la inspiración, el belfo se sumerge para que esto pueda ocurrir (Anderson 1992). El proceso de deglutir tiene varias fases: a) la primera fase es mezclar sólidos y líquidos en la oro faringe por la interacción de músculos y está bajo control voluntario. El caballo mastica el forraje por mucho tiempo antes de deglutir. Si hay algún estimulo doloroso o mal sabor, esta fase se interrumpe. b) Cuando está presente un bolo lo suficientemente grande en la oro faringe, los receptores localizados en la boca inician unas contracciones simétricas y regulares que crea una onda peristáltica que hace que el bolo llegue a la faringe involuntariamente. En la fase faringea cesa la respiración y se cierran las aperturas de la faringe. El esfínter craneal esofágico tiene dos funciones, la prevención de reflujo esófago-faringeo para proteger las vías respiratorias y minimizar la aerofagia (Baker 1982). Este esfínter está formado por el músculo cricofaríngeo que se relaja para permitir el paso del bolo al esófago. Después de la deglución la laringe retorna a su posición y la respiración continua. c) En la fase esofágica se describe un mecanismo por ondas peristálticas, la primera es originada en oro faringe y otras son originadas en el esófago. Si esta fase se altera tendrá regurgitación de alimento. La fase final de la deglución es cuando se pasa el esfínter esofágico caudal hacia el estómago (Anderson 1992). Cuando hay dificultades durante estas fases se reduce la ingestión de alimento. Evaluación clínica La disfagia en el caballo se observa cuando tiene alimento con saliva alrededor de la boca o de ollares, algunas veces tosen violentamente y el problema deberá descifrarse si está en la boca, faringe hacia esófago o esófago a estómago. La observación cuidadosa del paciente al comer o tomar agua es invaluable para deducir en que fase de la deglución podría estar el problema (Baker 1982). Cuando se regresa el alimento en boca generalmente el problema se encuentra craneal a la oro faringe y cuando se expele por nariz generalmente el problema podría estar en la fase faringea o esofágica de la deglución (Lane 2002). Cuando se sospecha de una obstrucción se pasa la sonda nasoesofágica para poder localizar el sitio. Es importante denotar si hay dolor o alivio ante el paso de la sonda, si tiene contenido que pueda ser observado por la sonda y que tipo de material es el que se está obteniendo. La historia clínica es de gran importancia para un diagnóstico adecuado (Mair 2002) La disfagia neurogénica resulta de una disfunción de las fases oral y faringea de la deglución. Los signos incluyen ptialismo, dificultad para tragar, regurgitación nasal, impactación esofágica (choque) y episodios de tos cuando come. Si no se reconoce y se trata rápidamente puede conducir a deshidratación, malnutrición y neumonía por aspiración. Disminuye el reflejo tusígeno. La oro faringe tiene una disfunción que se podría observar por endoscopía. Entre las causas que producen disfagia neurogénica está golpe de calor, embolismos, trauma craneal, enfermedades de las neuronas motoras y miopatías. A veces se requiere electromiografía, estudios de conducción nerviosa, biopsias musculares u obtención de líquido cefalorraquídeo. El tratamiento se enfoca hacia al agente causal y terapia de apoyo (Buchholz 1994). La evaluación neurológica del caballo se debe enfatizar en la cabeza, evaluando el comportamiento, el estado mental y los nervios craneales. Las causas de disfagia deben dividirse en dolorosas, neurogénicas yobstructivas (Cohen 1993). Palpación faringe Desplazamiento rostral Exostosis basiesfenoides Arco palatofaríngeo Tabla 1 : Diagnósticos Diferenciales de disfagia en caballos Dolor Neurológicos Obstrucción Absceso dental o parodontal o molar roto o molar impactado Encefalomalacia nigropalida (Yellow Star) Congénita o adquirida Hipertrofia muscular Cuerpo extraño en boca, faringe o nariz Micosis de bolsa gutural, timpanismo, daño a NC Choque esofágico Papera equina Rabia Papera Vesículas, úlceras o laceraciones en boca Botulismo Toxicidad por plomo Desplazamiento rostral arco palatofaríngeo Absceso faringeo, celulitis, trauma, fístula o neoplasia Tétanos Parálisis por garrapata Desplazamiento dorsal del paladar blando Choque esofágico, trauma, megaesófago o divertículo Encefalopatías virales, bacterianas o micóticas Quiste sub-epiglótico Fractura del hioides Electrocución Granuloma nasal Ruptura del músculo recto capitus ventralis Miotonía, miastenia gravis, posanestésica Linfosarcoma Mordedura de serpiente Tetania de lactación Púrpura hemorrágica Fracturas de mandíbula o máxima Enfermedad mieloproliferativa Paladar hendido Enfermedad de músculo blanco Enfermedad pontomedular, nervios craneales Reflujo gástrico crónico Quistes epiglóticos o inflamación Toxicidad por herbicida, trementol, astragalus, oxytropis, etc Abscesos, fístulas, etc Traumatismo o tracción de lengua Leucoencefalomalacia Acalasia Granuloma nasal Enfermedad de los pastos • Adaptación a tabla de Disfagia; Bradford P. Smith, Large Animal Internal Medicine, 2nd Edition, 1996. • • Empiema Fx Estilohiodeo Tabla 2 : Vesículas, erosiones y úlceras orales en el caballo Causas comunes Menos comunes Estomatitis vesícular Estomatitis química Intoxicación por fenilbutazona Gingivitis Úlceras por setarias Intoxicación por cantaridina Otras plantas con espinas Uremia Cuerpo extraño oral * Adaptación a tabla de vesículas orales, erosiones, úlceras y crecimientos en el caballo ; Bradford P. Smith, Large Animal Internal Medicine, 2nd Edition, 1996. Tabla 3 : Regurgitación/vómito en el caballo Causas Comunes Menos comunes Toxinas Choque esofágico Mordedura de serpiente Fósforo Divertículo o mega Tétanos ANTU Paresis faringea Parálisis por garrapata Cianidas Dilatación gástrica Enteritis anterior Herbicidas Ruptura gástrica Ulceras o estenosis pilórica Arsénico Cuerpo extraño Meningo-encefalitis Plomo Enfermedades de bolsas guturales Polineuritis Ericácea (Heath) Peritonitis Organoclorados Arco aórtico Oleander, algas Enfermedad de los pastos Zingandenus spp * Adaptación a tabla de regurgitación y vómito en el caballo; BP. Smith, Large Animal Internal Medicine, 2nd Edition, 1996. Entre las condiciones que afectan la fase oral de la deglución están todas aquellas que lesionan labios y boca como problemas dentales o de la articulación temporomandibular o el hiodes, cuerpos extraños en lengua (Engelbert and Tate 1993) o en el área subepiglótica o tumores de la región. Radiografías diagnósticas, endoscopía y el examen exhaustivo de boca son de utilidad (Lane 2002). El pronóstico varía dependiendo de la condición. Cuando el problema está en la fase faríngea de la deglución los defectos palatinos iatrogénicos o congénitos podrían causar regurgitación o disfagia así como condiciones en la epiglotis como atrapamiento, hipoplasia, o quistes tanto epiglóticos como faríngeos, cicatriz faringea, parálisis faringea causada por múltiples condiciones neurológicas o inflamatorias asociadas a bolsas guturales donde nervios craneales podrían afectarse. Abscesos y neoplasia retrofarígea que deben incluirse en el diagnóstico diferencial. Endoscopía, radiografías y biopsias o cultivos serían necesarios para un diagnóstico acertado. En caso de lesión en nervios craneales afectados, electromiografía, análisis de líquido cefalo-raquideo y serología, serían pruebas adicionales para una evaluación completa de las diferentes condiciones. El botulismo en caballos es frecuentemente diagnosticado. La presencia de debilidad muscular y disfagia que progresa de 1 a 4 días en ausencia de datos que incriminen a otros órganos o sistemas. Pupilas lentas con midriasis y debilidad generalizada, así como pobre tono muscular en la cola y lentitud para comer son característicos. El diagnóstico definitivo es la obtención de toxina de botulismo en plasma, suero o contenido estomacal. Tratamiento temprano con antitoxina mejora el pronóstico. La vacunación protege (Whitlock and Buckley 1997). La intoxicación con plomo también afecta las neuronas motoras inferiores y podría causar lesiones en nervios craneales que causan disfagia (Sojka et al. 1996). Quisiera agregar que hay condiciones reportadas en humanos que difícilmente se pueden diagnosticar en caballos pero que cabe la posibilidad de que existan como Globus pharyngis que es la sensación de dolor o de una masa en la garganta pero no interfiere con la deglución y al tragar se alivia la sensación (Walther 1998) o acalasia cricofaríngea, posterior a cirugía laringea que provoca aspiración crónica (Buchholz 1994) Papera equina Choque esofágico Paladar Hendido La fase esofágica de la deglución incluye algunas condiciones antes mencionadas, además de defectos del cuarto arco aórtico o causas extraesofágicas como abscesos o neoplasias como una compresión en el mediastino o megaesófago que podría ser transicional en el potro con úlceras gástricas (Anderson 1992).Las clásicas y comunes impactaciones de esófago donde manifiestan salivación excesiva y molestia, cuando se encuentran en el esófago cervical se pueden palpar, tranquilización uso de acepromazina, oxitocina y cuidado con el manejo de substancias que pudieran pasar a pulmón ya que la aspiración es común (evitar aceite o sulfato de bario) a menos de que se deposite directamente en esófago bajo control. Radiografías de contraste están indicadas donde el aire es buen medio y poco riesgoso. Endoscopía para informar el tipo de daño que pudiera tener en la región y determinar cual es la causa de la obstrucción. La ruptura de esófago es desastrosa, la celulitis del cuello es un signo fácil de detectar, se puede asociar a la historia de varios intentos de disolver la impactación con la sonda nasogástrica sin mejoría. Se han reportado tumores de células escamosas del estómago en esófago donde el principal problema fué disfagia (Tennant et al. 1982).Finalmente, la enfermedad de los pastos no se ha diagnosticado en nuestro país. Pero se ha utilizado el grado de disfagia, apetito, cólico y disminución de sonidos gastrointestinales para determinar supervivencia en estos caballos afectados (Milne et al. 1994). Referencias Anderson, N.V. (1992) Veterinary Gastroenterology, 2nd edn., Lea & Febiger, Philadelphia. p 873. Baker, G.J. (1982) Fluoroscopic investigations of swallowing in the horse. Vet Radiol 23, 84. Buchholz, D.W. (1994) Dysphagia associated with neurological disorders. Acta Otorhinolaryngol Belg 48, 143-155. Cohen, N.D. (1993) Neurologic evaluation of the equine head and neurogenic dysphagia. Vet Clin North Am Equine Pract 9, 199-212. Dorland's (1982) Medical Diccionary, 23rd edn., Philadelphia, PA. Engelbert, T.A. and Tate, L.P., Jr. (1993) Penetrating lingual foreign bodies in three horses. Cornell Vet 83, 31-38. Lane, J. (2002) Differential Diagnosis and Evaluation of Dysphagia. In: Manual of Equine Gastroenterology, 1st edn., Ed: T.M.T.D.N. Ducharme, WN Saunders, UK. pp 63-67.Mair, T.D.N.D.T. (2002) Manual of Equine Gastroenterology, First edn., WB Saunders, UK. p 540. Milne, E.M., Woodman, M.P. and Doxey, D.L. (1994) Use of clinical measurements to predict the outcome in chronic cases of grass sickness (equine dysautonomia). Vet Rec 134, 438-440. Sojka, J.E., Hope, W. and Pearson, D. (1996) Lead toxicosis in 2 horses: similarity to equine degenerative lower motor neuron disease. J Vet Intern Med 10, 420-423. Tennant, B., Keirn, D.R., White, K.K., Bentinck-Smith, J. and King, J.M. (1982) Six cases of squamous cell carcinoma of the stomach of the horse. Equine Vet J 14, 238-243. Walther, E.K. (1998) [Deglutition disorders]. Hno 46, 712-728. Whitlock, R.H. and Buckley, C. (1997) Botulism. Vet Clin North Am Equine Pract 13, 107-128. ULCERAS GÁSTRICAS EN EL EQUINO JORGE NIETO ESTRADA Universidad de California, Davis, EUA El estómago del caballo, es pequeño comparado con el de otras especies. Su volumen varía de 8 a 15 litros, se localiza en la parte dorsal de la cavidad abdominal, ligeramente a la izquierda de la línea media y presenta 2 curvaturas: mayor y menor. La mucosa del estómago se divide en 2 regiones claramente definidas. La parte proximal es similar al esófago y es conocida como región escamosa, no presenta glándulas y es de color blanco. La región escamosa finaliza en un borde irregular, el margo plicatus. Caudal al margo plicatus, la mucosa contiene glándulas y se denomina región glandular. Su apariencia en contraste con el epitelio escamoso es suave, roja y esta cubierta de moco. La región glandular presenta varios tipos de células con funciones específicas: células parietales, que son las responsables de la secreción de ácido clorhídrico, células que producen pepsinógeno, que es activado por el ácido clorhídrico para producir pepsina y células secretoras de moco. Técnica de endoscopia Para endoscopiar el estómago de un caballo adulto se requiere un endoscopio de 2 a 3 metros de largo. Aunque endoscopios de 2 metros llegan al estómago, generalmente no es posible visualizar la curvatura menor y el orificio del cardias. En el estómago del caballo adulto el alimento tiende a adherirse a la pared, por lo que se recomienda usar agua a presión por medio de una bomba o jeringas de 60 ml, para limpiar el alimento ya que frecuentemente las úlceras gástricas se encuentran por debajo de éste, especialmente alrededor del margo plicatus. Para realizar la endoscopia del estómago, generalmente se requiere sedar al animal con xilazina o detomidina. El estómago se encuentra generalmente colapsado, por lo que después de introducir el endoscopio se recomienda introducir aire a través del mismo para distender el estómago y facilitar el examen. Después de distender el estómago la curvatura mayor se verá enfrente del orificio del cardias. Para visualizar el fondo del estómago el endoscopio deberá dirigirse hacia arriba y para visualizar la región glandular deberá dirigirse hacia abajo. Para observar la curvatura menor, el endoscopio debe avanzarse con la punta dirigida hacia la derecha del endoscopista. Es importante evaluar esta región ya que las ulceraciones más severas se presentan en esta región. Una técnica común antes de endoscopiar caballos es el no dar alimento de 6 y 12 horas antes de la endoscopia, para poder evaluar la mayor parte del estómago. Epidemiología La prevalencia reportada en la literatura de úlceras gástricas va de 80% a 90% en caballos Pura Sangre de carreras y de 60% en caballo de competencia. En diferentes estudios la presencia de úlceras gástricas se ha mencionado como causa de dolor abdominal y pobre rendimiento. La severidad de las úlceras gástricas es mayor en caballos con signos clínicos de dolor abdominal agudo o crónico, mal apetito y condición física pobre. En algunos caballos con cólico el dolor se ha atribuido a las úlceras gástricas, debido a que no se han encontrado lesiones durante la cirugía abdominal y a que el dolor desaparece al administrar medicamentos anti- úlcera. Prevalencia 0% 20% 40% 60% 80% 100% PS carreras Johnson et al. 01 90% Concurso McClure et al. 99 58% Resistencia Nieto et al. 02 66.6% Patogénesis En potros la mayoría de las úlceras gástricas se presentan en la región glandular del estómago al igual que en caballos que desarrollan úlceras como consecuencia de la administración de antiinflamatorios no esteroidales. En caballos adultos la mayoría de las úlceras (90%) se ven en la región escamosa, cercana al margo plicatus. A diferencia de las úlceras en humanos, no se han podido relacionar las úlceras de los equinos con la presencia de Helicobacter pylori. Las lesiones en la región escamosa resultan por una acidez excesiva, en la región glandular las úlceras son el resultado de una deficiente protección de la mucosa. La región escamosa no tiene un mecanismo de moco/bicarbonato para protegerse, por lo que su resistencia a los efectos del ácido clorhídrico es mínima. Los equinos secretan ácido clorhídrico aun cuando no están comiendo y el pH del estómago puede ser menor a 2 poco tiempo después de comer. El pH en el estómago de los caballo que tienen paja ad libitum es considerablemente menor comparado con los que tienen acceso limitado al alimento. Los alimentos concentrados pueden contribuir al desarrollo de úlceras gástricas al incrementar los niveles de gastrina y la secreción de ácido, al reducir el consumo de forraje y al disminuir el tiempo que el caballo pasa comiendo. Los caballos en pastoreo presentan una incidencia mucho menor de úlceras gástricas. Tratamiento El objetivo primordial en el tratamiento de úlceras gástricas es neutralizar o reducir las secreciones, para darle tiempo al epitelio de la mucosa gástrica a que sane. Al disminuir la acidez en el estómago se crean las condiciones necesarias para que las úlceras cicatricen. Medidas adicionales que ayudan en la resolución del problema son: limitar el consumo de grano, disminuir el trabajo y dejar que el caballo paste. El tratamiento debe continuarse por 2 a 3 semanas para permitir que las úlceras cicatricen. Antagonistas de los receptores tipo 2 de la histamina La secreción de ácido clorhídrico se puede disminuir considerablemente con el empleo de antagonistas de los receptores tipo 2 de la histamina. El uso de antagonistas H2 ha sido efectivo para resolver las úlceras gástricas. Cimetidina y ranitidina son los medicamentos de este grupo más comúnmente empleados en equinos. Existe una marcada variación en la absorción de antagonistas H2 por lo que pueden existir variaciones en la respuesta de cada individuo. Cimetidina: 15 a 20 mg/kg. c/8 h oral; 6.6 mg/kg. c/4 a 6 h IV Ranitidina: 6.6 mg/kg. c/8 h oral; 1.5 mg/kg. c/8 h IV Famotidina: 3.3 mg/kg. c/ 8 h oral; 1 mg/kg. c/8h IV Existen presentaciones para uso endovenoso de ranitidina y cimetidina, pero debido a su alto costo son utilizadas casi exclusivamente en potros. Existen otros antagonistas H2 que son utilizados en humanos, famotidina y nizatidina, pero no son utilizados frecuentemente en equinos. Un estudio reciente mostró que el uso de cimetidina (20 mg/kg PO, TID) no fue muy efectivo para tratar ulceras gástricas en caballos pura sangre en entrenamiento. Antiácidos El uso de antiácidos reduce efectivamente la acidez gástrica, pero solo momentáneamente (30 a 60 min.) a no ser que se utilicen volúmenes mayores a 240 ml y frecuentemente (4 a 6 veces al día), por lo que si se usan deben ir acompañados de algún otro medicamento. Milanta II: 240 ml c/4h Melox: 380 ml c/4h Omeprasole El omeprasole es un medicamento que bloquea completamente la secreción de ácido gástrico al inhibir la bomba de hidrógeno en las células parietales, inhibiendo la acidezgástrica. La dosis recomendada en el caballo es de 4 mg/kg como tratamiento, por 4 semanas y 2 mg/kg como preventivo. La presentación aprobada para uso en caballos consiste en una pasta, que le confiere algo de protección contra la degradación del producto por el pH del estómago. Sucralfato El sucrafalto es una substancia utilizada en el tratamiento de úlceras gástricas en humanos. Actúa al adherirse a la mucosa ulcerada, estimulando la secreción de moco y la síntesis de prostaglandina E. En humanos el uso de sucrafalto ha probado ser efectivo en el tratamiento de úlceras gástricas, pero en equinos cuando se ha utilizado como terapia única para el tratamiento de úlceras en la región escamosa del estómago no ha producido los resultados deseados, posiblemente por que el estómago del caballo es diferente al del humano. El sucrafalto en el caballo está más indicado en el tratamiento de úlceras en la región glandular. Si se decide usar sucrafalto en el caballo se recomienda utilizar antagonistas H2 u omeprazole simultáneamente. Sucralfato: 2 g c/8 h en potros 4 a 6 g c/8 h en adultos Bibliografia Murray MJ., Gastroduodenal ulceration In: Robinson E., ed Current Therapy in Equine Medicine; Saunders, 1997. Vatistas NJ, Snyder JR, Carlson G, et al. Cross-sectional study of gastric ulcers of the squamous mucosa in thoroughbred racehorses. Equine Vet J Suppl 1999:34-9. Vatistas NJ, Snyder JR, Nieto J, et al. Acceptability of a paste formulation and efficacy of high dose omeprazole in healing gastric ulcers in horses maintained in race training. Equine Vet J Suppl 1999:71-6. Murray MJ. Gastric ulceration in horses: 91 cases (1987-1990). J Am Vet Med Assoc 1992;201:117-20. Murray MJ, Grodinsky C, Anderson CW, et al. Gastric ulcers in horses: a comparison of endoscopic findings in horses with and without clinical signs. Equine Vet J Suppl 1989:68-72. Nieto EJ, Spier SJ, Van Hoogmoed L, et al. Comparison of Omeprazole and Cimetidine in healing of gastric ulcers and prevention of recurrence in horses. Equine Vet Edu 2001. McClure SR, Glickman LT, Glickman NW. Prevalence of gastric ulcers in show horses. J Am Vet Med Assoc 1999;215:1130-3. Andrews FM, Sifferman RL, Bernard W, et al. Efficacy of omeprazole paste in the treatment and prevention of gastric ulcers in horses. Equine Vet J Suppl 1999:81-6. TRATAMIENTO DEL ÍLEO POST-QUIRÚRGICO EN EL EQUINO JORGE NIETO ESTRADA Universidad de California, Davis, EUA El íleo post-quirúrgico en el equino se caracteriza por una pérdida en la coordinación gastroduodenal y una falla en la propulsión de ingesta del intestino, produciendo reflujo gástrico y distensión intestinal con líquido, gas e ingesta. El íleo post-quirúrgico es una complicación frecuente en caballos después de cirugías de cólico, especialmente si el intestino delgado se encuentra afectado. La incidencia de íleo post-quirúrgico reportada en la literatura va del 16% al 43% con una mortalidad del 40% al 86%. La etiología del ileo paralítico es multifactorial pero factores involucrados incluyen: anestesia, endotoxemia, peritonitis, distensión e inflamación abdominal, manejo traumático del intestino, resección y anastomosis y desbalance de electrolitos. La distensión gástrica se presenta generalmente de 12 a 36 horas después de la cirugía, cuando el líquido acumulado en el intestino pasa al estómago. Cuando la distensión aumenta, el animal se muestra mas deprimido y con mas dolor. La distensión del intestino delgado generalmente se siente durante el examen rectal y la motilidad intestinal se disminuye o inhibe completamente. Se presenta además deterioro cardiovascular, incremento en la frecuencia cardiaca y tiempo de llenado capilar, hemoconcentración y desbalance de electrolitos principalmente de Cl- y K+. La descompresión gástrica produce una mejoría temporal del dolor y una disminución de la frecuencia cardiaca, generalmente de obtienen de 2 a 10 litros de reflujo con un pH alcalino, el color del reflujo varia de amarillo a café rojizo. La motilidad intestinal esta controlada extrínsecamente por los sistemas nervioso simpático (inhibitorio) y parasimpático (exitatorio) e intrínsecamente por medio de oxido nítrico y neuropéptidos. Anteriormente las investigaciones se enfocaban a substancias que inhiben el sistema simpático o estimulan el sistema parasimpático; agonistas ∝-adrenérgicos para disminuir motilidad y antagonistas ∝- adrenérgicos o colinomiméticos para estimularla. Estos estudios mostraron medicamentos que pueden ser útiles en el tratamiento de desordenes de la motilidad, pero los resultados en casos clínicos son inconsistentes, debido probablemente a que la etiología del problema es multifactorial. La importancia del sistema intrínseco del intestino se demostró al observar que el aislamiento del tracto gastrointestinal del sistema nervioso extrínseco produce muy pocos efectos en la motilidad intestinal. Por lo tanto además de una estimulación simpática y una inhibición parasimpática factores que afectan el sistema intrínseco del intestino están involucrados, como la producción de substancias inhibitorias (oxido nítrico, VIP y ATP) o neuropéptidos que producen excitación. El tratamiento del íleo paralítico es controversial e incluye la corrección de los desbalances de fluidos y electrolitos, descompresión gástrica, evitar el consumo de comida y agua, el uso de antiinflamatorios no esteroidales, proquinéticos, substancias que actúen contra la endotoxemia y varios procedimientos quirúrgicos. Medicamentos que se han utilizado para estimular la motilidad intestinal en el caballo incluyen: acepromazina, neostigmina, yombina, propanolol, fenoxibenzamina, betanecol, naloxona, cisaprida, eritromicina, lidocaína y metoclopramida. Proquinéticos: Betanecol: El betanecol es un agonista que estimula los receptores de la acetilcolina, produciendo contracción del músculo liso. Al aumentar el tono parasimpático, esta relacionado con efectos secundarios, como dolor abdominal, diarrea, salivación y secreción gástrica. La dosis utilizada es 0.025-0.1 mg/kg. cada 6 a 8 horas por vía subcutánea. El betanecol no es utilizado frecuentemente debido a sus efectos secundarios y a que en modelos experimentales de íleo paralítico no se mejoró el vaciado gástrico. Neostigmina: La neostigmina es un inhibidor de la colinesterasa, por lo tanto prolonga la acción de la acetilcolina. La neostigmina retarda el vaciado gástrico y disminuye la actividad propulsiva del intestino delgado, pero aumenta la del colon y ciego. El uso de neostigmina puede producir dolor abdominal. La dosis utilizada es 0.0044 mg/kg. SC cada 30 a 60 minutos. Si no se presentan efectos secundarios la dosis puede incrementarse. La impresión clínica es que la neostigmina puede ser útil en casos de íleo paralítico en los que el problema primario se encuentra en el colon. Antagonistas α-adrenérgicos: La acepromacina y la yombina están incluidas en este grupo. Su uso se basa en la hipótesis de que una hiperestimulación adrenérgica está relacionada con la presencia de íleo paralítico. Debido a que la acepromacina es un bloqueador no selectivo de los receptores α-2 produce hipotensión, por lo que en casos de deshidratación debe utilizarse con cuidado. La dosis empleada es 0.01 mg/kg. IM cada 4 horas. La yombina actúa selectivamente en receptores α-2, por lo que no produce hipotensión. La yombina, a una dosis de 0.15 mg/kg. IV, redujo la severidad del íleo paralítico en un modelo experimental en combinación con betanecol. Metoclopramida: La metoclopramida pertenece al grupo de las benzamidas substituidas y es un medicamento utilizado frecuentemente en pequeñas especies y humanos. Su mecanismo de acción incluye 1) antagonismo de la dopamina; 2) aumento de la liberaciónde acetilcolina por las neuronas colinérgicas intrínsecas; 3) bloqueo de la actividad adrenérgica. La metoclopramida ha demostrado ser efectiva en la mayoría de los trabajos experimentales y en casos clínicos. Desafortunadamente debido a sus efectos antidopaminérgicos y a que penetra la barrera hematoencefálica, esta relacionada con efectos nerviosos secundarios como nerviosismo, excitación y sudoración especialmente a dosis altas, lo que a limitado su uso. Un estudio reciente mostró que la administración de metoclopramida, a una dosis de 0.04 mg/kg./hora como infusión continua, disminuye el volumen y la duración del íleo postquirúrgico en casos clínicos sin presentar efectos nerviosos secundarios. Cisaprida: La cisaprida es un medicamento del mismo grupo que la metoclopramida, pero que no actúa en los receptores de la dopamina, por lo que no causa efectos nerviosos secundarios. Otra diferencia con la metoclopramida es que actúa a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, estimulando la motilidad en el ciego y el colon. Su mecanismo de acción es en los receptores de serotonina. En casos clínicos la cisaprida ha sido efectiva en disminuir la incidencia y severidad del íleo postquirúrgico utilizada IM a una dosis de 0.1 mg/kg. cada 8 horas. Desafortunadamente no existe una presentación para uso parenteral, existiendo solamente la preparación oral. La cisaprida se ha utilizado rectalmente diluido en agua, ácido tartárico y domoso a una dosis de 1 mg/kg pero su absorción es casi nula, por lo que no se recomienda su uso de esta forma. Algunas personas utilizan cisaprida oral inmediatamente después de vaciar el reflujo del estomago. La cisaprida a sido descontinuada reciente en los EUA debido a que se ha comprobado que puede ocasionar arritmias cardiacas que pueden ser fatales. Eritromicina: La eritromicina es un antibiótico del grupo de los macrólidos, que a dosis altas se relaciona con diarrea y dolor abdominal, pero a dosis bajas estimula el vaciado gástrico, la coordinación antroduodenal y la actividad del duodeno. La eritromicina actúa en los receptores de motilin (hormona que estimula la actividad del estomago y del intestino delgado) en el músculo liso. La dosis utilizada en caballos en 2.2 mg/kg. de eritromicina lactobionato en 1 l de sol. salina cada 6 horas. Dosis por arriba de 10 mg/kg. afectan la actividad propulsiva. Se cree además que el uso prolongado de eritromicina disminuye la capacidad de los receptores de motilín de responder a esta. Lidocaína: En humanos el uso de lidocaína epidural o como infusión continua se ha reportado que aumenta la motilidad y disminuye el íleo después de cirugía abdominal. En el caballo se ha utilizado en casos clínicos a una dosis inicial de 1.3 mg/kg. IV, seguido de 0.05 mg/kg./min. en solución salina como infusión continua. Algunos caballos desarrollan fasciculaciones musculares que progresan a ataxia, estos signos desaparecen al disminuir la velocidad de administración. Su mecanismo de acción es bloqueando los efectos simpáticos inhibitorios, reduciendo la cantidad de catecolaminas circulantes y disminuyendo la inflamación al disminuir la síntesis de prostaglandinas, disminuir la migración de granulocitos y evitar la producción de radicales libres. Antiinflamatorios no-esteroidales: La distensión intestinal, la isquemia, el manejo del intestino durante la cirugía y la endotoxemia producen inflamación del intestino. La fenilbutazona y el flunixin meglumine previenen los efectos en la motilidad causados por la administración experimental de endotoxina. La fenilbutazona es mas efectiva disminuyendo los efectos adversos en la motilidad y el flunixin meglumine disminuyendo los cambios cardiovasculares. La administración de estos antiinflamatorios disminuye la producción de mediadores de la inflamación que afectan directamente la motilidad y además reducen el dolor disminuyendo los reflejos inhibitorios indirectamente. El uso de otros analgésicos como la xilazina, la detomidina y el butorfanol disminuyen la motilidad por lo que deben usarse con cuidado en casos de íleo paralítico. El mejoramiento en las técnicas quirúrgicas y del tratamiento médico a incrementado la sobrevivencia de los caballos después de cirugías de cólico. En la mayoría de los casos el problema se resuelve de 2 a 6 días y muchas veces el factor limitante es el económico. Es importante mencionar que el uso de una segunda laparotomía en casos selectos es indicada y que la descompresión manual del intestino puede ayudar considerablemente. Como ya se mencionó la etiología del íleo postquirúrgico es multifactorial por lo tanto su tratamiento no debe basarse en el uso de un medicamento. El tratamiento quirúrgico a tiempo, una buena técnica quirúrgica y el remover todo el intestino necrosado, seguido de una terapia medica agresiva como restaurar el desbalance de fluidos y electrolitos, el uso de antiinflamatorios no esteroidales, antibióticos, agentes antiendotóxicos y proquinéticos son necesarios para disminuir las posibilidades de que el caballo desarrolle íleo paralítico. Bibliografía McDonald MH Pascoe JR, Stover SM, et al. Survival after small intestine resection and anastomosis in horses.Vet Surg 1989;18:415-423. Hunt MJ, Edward GB, Clarke KW. Incidence, diagnosis and treatment of postoperative complications in colic cases. Equine Vet J 1986;18:264-270. King JN, Gerring EL. Antagonism of endotoxin-induce disruption of equine bowel motility by flunixin and phenylbutazone, Equine Vet J 1989;Suppl.7:38-42. King JN, Gerring EL. The action of low dose endotoxin on equine bowel motility. Equine Vet J 1991;23:11-17. Malone E, Turner T, Wilson J. Intravenous lidocaine for the treatment of ileus in the horse. In Proceedings . 5th Eq Colic Res Symp. 1994;39 Dart AJ, Hodgson DR. Role of prokinetic drugs for treatment of postoperative ileus in the horse. Aust Vet J 1998;76:25-31. Tonini M. Recent advances in the pharmacology of gastrointestinal prokinetics. Pharmacol Res 1996;33:217-226. Nieto JE, Snyder JR, Kollias-Baker C, et al. In vitro effects of 5-hydroxytryptamine and cisapride on the circular smooth muscle of the jejunum of horses. Am J Vet Res 2000;61:1561–1565. Nieto JE, Rakestraw PC, Snyder JR, et al. In vitro effects of erythromycin, lidocaine, and metoclopramide on smooth muscle from the pyloric antrum, proximal portion of the duodenum, and middle portion of the jejunum of horses. Am J Vet Res 2000;61. Nieto JE, Van H, Spier SJ, et al. Use of an extracorporeal circuit to evaluate effects of intraluminal distention and decompression on the equine jejunum. Am J Vet Res 2002;63:267-75. DESGARRES RECTALES JORGE NIETO ESTRADA Universidad de California, Davis, EUA Los desgarres del recto son problemas que puede causar la muerte del animal afectado y desencadenar problemas serios entre el dueño y el veterinario, llegando frecuentemente a ser casos legales. La identificación temprana y el tratamiento inmediato son los factores que más influyen en un resultado satisfactorio. El factor más importante para obtener un resultado favorable es el manejo adecuado del paciente del momento en que la lesión se identificó al momento de ingreso al hospital. El recto se extiende del ano al colon menor, mide 25 a 30 cm de largo y se divide en 2 segmentos craneal (peritoneal) y caudal (retroperitoneal). La reflexión peritoneal llega hasta 15 o 20 cm del ano y la mayoría de los desgarres del recto ocurren entre las 10:00 y las 2:00 de la posición de las manecillas del reloj y cranealmente a la reflexión peritoneal. La mayoría de las lesiones se presentan pasando la pelvis, donde existe una disminución anatómica del recto y el recto desciende del techo de la cavidad abdominal. Los desgarres del recto se clasifican de acuerdo al numerode capas del recto o colon menor que se ven afectadas en 4 tipos y a su localización en relación a la reflexión peritoneal. Tipo I solamente la mucosa y submucosa se encuentran afectadas. Tipo II se caracteriza por una lesión en la capa muscular sin lesión en mucosa y submucosa, generalmente es una complicación de alguna lesión Tipo III. Tipo III las capas afectadas incluyen la mucosa, submucosa y muscular, dejando la serosa intacta. Las lesiones tipo III se subclasifican en IIIa en el que forma un divertículo en la serosa y IIIb que involucra el mesorecto o mesocolon. Tipo IV afecta la mucosa, submucosa, muscular y serosa. Al hacer una palpación rectal se debe sospechar de un desgarre del recto cuando se siente una pérdida súbita de resistencia del recto y cuando se observa sangre fresca en el guante para palpación, sin embargo los desgarres ventrales no están asociados con sangrado profuso. Por lo que aunque solo se observe una pequeña cantidad de sangre en el guante, se recomienda hacer un examen minucioso del recto. Para evaluar el desgarre el animal debe estar bajo control y tranquilizado, también se puede usar analgesia epidural si el animal puja, bromuro de Butilescopolamina (20 mg IV), o la aplicación local de lidocaína líquida o gel. El no usar guante de palpación aumenta la sensibilidad de los dedos y esto ayudará a tener una mejor percepción de la mucosa rectal, si se palpa el intestino directamente con los dedos esto indica un desgarre Tipo IV. Los desgarres se pueden confirmar con el uso de un endoscopio guiado con la mano. Para evaluar el grado de peritonitis de debe realizar una abdominocentesis. Los animales con desgarre del recto Tipo III o IV o los que debido a al tipo de lesión puedan acumular heces deben ser referidos a algún hospital. Si el animal no se refiere a tiempo la lesión se puede llenar de heces y esto puede hacer que una lesión Tipo I o III se convierta en Tipo IV. Es muy importante el tratar de minimizar la contaminación de la lesión con heces ya que una vez contaminada es muy difícil de eliminar todo el material, aún con un lavado exhaustivo. Es importante preparar al animal antes de referirlo a alguna clínica, es preferible tomar un poco de tiempo y tomar medidas que ayuden a disminuir la contaminación ya que esto aumentará las posibilidades de sobrevivencia y disminuirá las complicaciones. Antes de ser referido el animal debe tranquilizarse, se debe realizar una analgesia epidural, que se puede hacer con una combinación de xylazina y lidocaína ya que tiene mayor tiempo de duración y disminuye la ataxia, comparada con lidocaína. Para prevenir mayor contaminación es recomendable el hacer un tapón en el recto, este se puede construir fácilmente con un calcetín quirúrgico. El calcetín se inserta en el recto y posteriormente se va llenando con algodón hasta que pase craneal a la lesión y posteriormente se cierra el recto con pinzas de campo o sutura. Es importante el iniciar tratamiento con antibióticos de amplio espectro y analgésicos lo más pronto posible. Tratamiento médico Las lesiones pequeñas del Tipo I, se pueden tratar con antibióticos de amplio espectro, analgésicos, laxantes (aceite mineral, DSS, o sulfato de magnesia) y forraje verde (alfalfa fresca o pasto). Se recomienda el realizar evaluaciones periódicas sobre todo las primeras 36 horas posteriores a la lesión para estar seguro que no se están empacando heces en la lesión. Si esto ocurre se debe hacer una limpieza manual del defecto cada 2 a 3 horas hasta que este no almacene más heces. Este tipo de lesiones sanan generalmente en una semana. Las lesiones del Tipo I que abarcan una superficie extensa tienden a formar abscesos perirectales. Se debe sospechar de estos si existe mucho esfuerzo y dolor al defecar. Es muy importante el reconocer y tratar estos abscesos, por que tienden a drenar por el lado de menor resistencia, y este generalmente es la cavidad abdominal, pudiendo resultar en una peritonitis severa y fatal. Estos abscesos se pueden drenar hacia el recto si se localizan caudalmente o hacia la vagina en yeguas. Aunque la mayoría de desgarres Tipo III requieren tratamiento médico y quirúrgico, en casos selectos, se puede dejar que cicatricen por segunda intención, especialmente si la lesión está muy contaminada, se produjo hace algún tiempo, es del Tipo IIIb, o para evitar la formación de un absceso. Tratamiento quirúrgico Las lesiones Tipo III, IV y muchas Tipo I requieren tratamiento médico y quirúrgico al mismo tiempo. Existen tratamientos quirúrgicos que se pueden realizar con el animal de pie y otros que requieren el uso de anestesia general. Procedimientos que se pueden realizar con el animal de pie incluyen el suturar directamente la lesión por el recto, con el uso de instrumentos largos y un espéculo o con la mano a ciegas. Otros procedimientos que se pueden hacer con el animal de pie son colostomias, en las que un segmento de colon menor craneal a la lesión se exterioriza por el flanco izquierdo y se sutura a la piel para que el animal defeque por este orificio creado artificialmente. Este procedimiento requiere de 2 cirugías, una para crear la colostomia y otra para removerla por medio de una anastomosis termino terminal con los segmentos proximal y distal que se hace con el animal bajo anestesia general. Si hay contaminación de la cavidad abdominal también se pueden insertar drenes con el animal de pie para realizar lavados de la cavidad abdominal. Procedimientos que se pueden hacer con el animal bajo anestesia general incluyen la colostomía, el uso de cubiertas rectales temporales y el suturar la lesión a través de una enterotomía antimesentérica. Una ventaja de realizar una celiotomía ventral es que adicionalmente a reparar la lesión se puede evacuar el colon y esto representa algunas veces una gran ayuda para evitar complicaciones. Dependiendo del tipo de lesión y la habilidad del cirujano se puede usar el laparoscopio para evaluar la lesión e intentar repararla. Pronóstico Las complicaciones de un desgarre del recto tipo III incluyen: celulitis, formación de abscesos, endotoxemia severa, peritonitis, laminitis, adherencias y obstrucción intestinal. El tiempo requerido para que un desgarre sane es al menos 2 semanas. El pronóstico para desgarres Tipo I es alrededor de 80% y para desgarres Tipo III es 60%. El pronóstico para desgarres Tipo IV es reservado debido a la gran contaminación abdmominal que generalmente se presenta. Referencias: 1. Brugmans F, Deegen E. Laparoscopic surgical technique for repair of rectal and colonic tears in horses: an experimental study. Vet Surg 2001;30:409-16. 2. Mair TS. 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EUA Historia Examen físico Ayudas diagnósticas: Sondeo nasogástrico El sondeo nasogástrico generalmente es utilizado como tratamiento y como arma diagnóstica en caballos con cólico. Como diagnóstico
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