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CAPITULO IV SINDROMES PARANEOPLASICOS CUTANEOS Y NEOPLASIAS CUTANEAS SECUNDARIAS: MARCADORES DE CANCER INTRODUCCION A s i n t o m a t o l o g í a que provoca un tumor suele re l a- cionarse con la invasión directa o metastática que p roduce en los tejidos sanos. Ahora bien, los tumores también pue- den provocar alteraciones que no están asociadas directamente con el c recimiento del tejido neoplásico. Toda la sintomatología que producen las neoplasias, aunque no de forma directa por la invasión física del tumor, se conoce como síndromes paraneoplásicos (SPs). Si bien el mecanismo por el que se producen estos síndromes no se cono- ce exactamente en la mayoría de casos, es probable que su incidencia sea incluso mayor que la presenta- ción del tumor en sí (secreción hor- monal ectópica, alteraciones neuro- vasculares, disregulaciones del siste- ma inmunológico, etc.). Por este moti- vo, la singularidad que caracteriza estos síndromes les confiere un valor diagnóstico y pronóstico relevantes. En medicina de pequeños animales, los SPs con caracter sistémico están ampliamente descritos y reconocidos (p.e., caquexia, alteraciones hemáti- cas y hemostáticas, alteraciones deri- vadas de la producción ectópica de hormonas, CID, osteopatía hipertrófi- ca, nefropatías, fiebre, alteraciones neurológicas, etc.)15. Ahora bien, en algunos casos, los SPs se manifiestan de forma particularmente intensa a nivel del tejido cutáneo en forma de dermatopatías más o menos específicas. En dermatología humana, algunas de estas dermatopatías llevan años descritas, y son reconocidas como herramientas de diagnóstico valiosas para detectar procesos malignos (enfermedad de Cushing -hiperadrenocorticismo pituitario-, síndrome de Cushing asociado a neoplasia adrenal, síndrome adrenocorticotrópico ectópico con adenocarcinoma pancreático, hypertrichosis lanuginosa acquisita aso- ciada a adenocarcinoma de colon y erythema gyratum repens debido a múltiples tipos de adenocarcino- ma).17,18 En medicina veterinaria, y exceptuando algún clásico como el hiperadrenocorticismo, justo ahora empiezan a describirse SPs cutáneos (SPCs). Además de los SPCs, la piel también se comport a como marcador neoplásico de ciertos tumores que muestran predilección por generar metástasis, de form a más o menos constante, en localizaciones muy concre- tas. Aunque en estos casos no se trata de SPs, estas "neoplasias cutáneas secundarias" pueden dar la señal de alarma sobre la presencia, e incluso el origen, de neoplasias primarias internas todavía subclínicas. En este artículo se revisan de forma sucinta la mayo- ría de dermatopatías paraneoplásicas descritas hasta ahora en el perro y en el gato, así como algunas neo- plasias cutáneas secundarias que actúan a modo de marcador de tumores internos. Salvo alguna excep- ción, la patogenia de estas dermatopatías todavía es desconocida, y su documentación está basada casi siempre en casos esporádicos. SINDROMES PARANEOPLASICOS CUTANEOS EN EL PERRO Dermatofibrosis nodular - Adenocarcinoma renal Los perros afectados por la Derm a t o f i b rosis Nodular (DN) desarrollan nodulaciones dérmicas múltiples y neo- plasias re n a l e s2 4. Las nodulaciones aparecen en la p a rte distal de las extremidades, pueden extenderse a la cabeza y el tronco, tienen un diámetro variable (2-5 ONCOLOGIA CUTANEA i CAPITULO IV SINDROMES PARANEOPLASICOS CUTANEOS Y NEOPLASIAS CUTANEAS SECUNDARIAS: MARCADORES DE CANCER cm), son consistentes y están adheri- das al tejido subcutáneo. En ocasio- nes, aparecen alopécicas y más rara- mente ulceradas. Los animales afecta- dos siempre son Pastores Alemanes o razas relacionadas (p.e., Alsacianos), sin predisposición de sexo. Aunque los nódulos pueden llegar a pro v o c a r c i e rto malestar, el estado general del animal es completamente norm a l . El carácter distintivo del proceso frente a otros diagnósticos diferencia- les es el curso progresivo de la lesión. Los nódulos se inician como forma- ciones solitarias, que progresan hasta formar numerosas tumoraciones. Los análisis laboratoriales suelen ser completamente normales (en algún caso se observa azotemia). La biopsia de estos nódulos revela una pro l i f e r a- ción de colágeno maduro, que se dis- pone de forma nodular en todo el espe- sor dérmico. No tiene carácter infiltrati- vo ni rasgos agresivos (necrosis). Con todos estos datos, cabe consi- derar los siguientes diagnósticos dife- renciales: nevus (hamartoma) colage- noso, fibroma durum, dermatofibro- ma, displasia adnexal, hipert ro f i a cicatricial y dermatofibrosis nodular. El fibroma, el dermatofibroma y la hipertrofia cicatricial suelen ser tumo- raciones únicas, mientras que el der- m a t o f i b roma tiene un componente epidérmico hiperplásico y displásico, ausente en este caso. El nevus cola- genoso y la displasia adnexal pue- den presentarse de forma múltiple, pero afectan cualquier raza de perro y con una distribución aleatoria. Una vez obtenido un diagnóstico presuntivo de DN, todos los estudios deben encaminarse a determinar la presencia de neo- plasias renales. La evaluación de la funcionalidad renal, los exámenes radiológicos o la ecografía pue- den revelar la presencia de estas neoplasias. Sin embargo, ante un diagnóstico precoz del síndrome, es relativamente frecuente que las neoplasias renales todavía no se hayan manifestado morfológicamente. Es por ello que estos animales deben someterse a un exhaustivo seguimiento. En hembras, además de las neoplasias renales, también pueden aparecer de forma adicional leiomiomas uterinos. Hasta ahora se han descrito diferentes tipos de lesión renal asociada a la DN: quistes no neoplásicos, nódu- los hiperplásicos y displásicos, adenomas y cistadeno - carcinomas. Posteriormente se ha demostrado, sin embargo, que todo este espectro de lesiones corres- ponde en realidad a diferentes estadíos del mismo tumor: un carcinoma renal cromofílico-eosinofílico, aná- logo a un oncocitoma25. Esta neoplasia se desarrolla de forma bilateral y puede metastatizar a vísceras abdominales (bazo e intestino)24. La etiopatogenia de la DN, y en concreto la interre l a- ción entre los nódulos cutáneos y la neoplasia renal, es desconocida. Se ha conseguido determinar que el sín- d rome tiene carácter hereditario, y se transmite a la des- cendencia en un patrón autosómico dominante1 2. Es pro- bable que la neoplasia renal se desarrolle de forma pri- maria y estimule, a través de algún mecanismo paracri- no, las lesiones cutáneas, ya que la nefrectomía del riñón más afectado por el tumor produjo en un caso la involu- ción temporal de los nódulos cutáneos1. El papel atribui- do en principio a TGF-b , una citoquina producida por neoplasias renales que estimula la proliferación fibro b l á s- tica e inhibe la expresión de colagenasas, se ha puesto en duda por estudios in vitro que demuestran niveles séri- cos de TGF-b en perros afectados por DN incluso más bajos que en perros norm a l e s2 6. Probablemente, el desa- rrollo de las lesiones cutáneas obedezca bien a otras cito- quinas moduladoras de la matriz extracelular y que tam- bién son secretadas por algunas neoplasias renales (p.e., EGF), o bien a un incremento de los re c e p t o res para estas citoquinas en el tejido dérmico (TGF-b -R, EGF-R)1 4. ONCOLOGIA CUTANEA i Dermatitis necrolítica Superficial-Glucagonoma La Dermatitis Necrolítica Superficial (DNS) afecta a animales adultos y se caracteriza por el desarrollo de pla- cas eritematosas, úlceras y costras distribuidas principalmente en abdo- men ventral y almohadillas, exten- diéndose en ocasiones a codos, nariz, escroto, zona perianal, aspec- to lateral de las extremidades poste- riores y lecho ungueal10. En algunos casos, también se observa un adel- gazamiento del espesor cutáneo,