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Canis & Felis Oncologia cutanea

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DIRECTOR:
Dr. Juan José Tabar Barrios
Centro Policlínico Veterinario “Raspeig“
San Vicente. Alicante
REDACTOR JEFE:
Elena Malmierca
DIRECTORES DE LA MONOGRAFIA:
Dr. Miquel Vilafranca Compte
Dr. Jaume Altimira Palau
HISTOVET.
Montserrat, 9 
08192 St. Quirze del Vallès (Barcelona)
PRODUCCION EDITORIAL:
Fernando Latorre Margolles
TRATAMIENTO DE IMAGEN:
Isabel Velasco Granados
INFOGRAFIA:
Enrique Leiva Hidalgo
MAQUETACION:
Beatriz García Martín
Isabel Velasco Granados
COORDINACION EDITORIAL:
MIGUEL ANGEL GARCIA FERNANDEZ
CANIS ET FELIS N.° 32
ONCOLOGIA CUTANEA
PROGRAMA 1998
N.o 31 (Febrero)
NUTRICION CLINICA O
PALIATIVA CANINA Y FELINA
Dr. Jaume Camps
N.o 32 (Abril)
ONCOLOGIA CUTANEA
Drs. Jaume Altimira y 
Miquel Vilafranca
N.o 33 (Junio)
OFTALMOLOGIA
Dr. Manuel Villagrasa
N.o 34 (Agosto)
DERMATOLOGIA: 
ALOPECIAS CANINAS
Dra. M .a Teresa Verde
N.o 35 (Octubre)
PATOLOGIA Y CIRUGIA 
DE LA RODILLA
Dr. Juan J. Martínez Galdames
N.o 36 (Diciembre)
COMPLICACIONES EN
OSTEOSINTESIS
Dr. Juan P. Zaera Polo
Publicación bimestral. Reservados todos los derechos de edición.
Se prohíbe la reproducción o transmisión total o parcial del contenido de este número, ya sea por medio electrónico o mecánico, de fotocopia,
grabación u otro sistema de reproducción, sin autorización expresa del editor.
Tarifa de suscripción anual: Mediante cheque bancario adjunto de 6.015 ptas. Mediante contra reembolso de 6.666 ptas. 
Ejemplar suelto: 1.560 ptas. (IVAincluido).
Empresa periodística núm. 3.725. Depósito legal: M. 1137-1993 ISSN: 1133-2751 Imprime: EGRAF, S.A.
Pasaje Virgen de la Alegría, 14
Teléfono 405 15 95. Fax 403 49 07
e-mail: luzan@luzan5.es
http://www.luzan5.es
28027 Madrid
i
CANIS ET FELIS N.° 32
SINDROMES PARANEOPLASICOS CUTANEOS Y NEOPLASIAS 
CUTANEAS SECUNDARIAS: MARCADORES DE CANCER
CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS 
EN EL PERRO Y EL GATO
EDITORIAL
ÍNDICE DE COLABORADORES
STAFF
ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTA N E A S
ESTUDIO RETROSPECTIVO DE TUMORES CUTANEOS 
EN EL PERRO Y EL GATO (1997)
ndice
ONCOLOGIA CUTANEA
CANIS ET FELIS N.° 32
N el día a día de la consulta veterinaria, donde se exigen soluciones a todos los
problemas que se plantean, hablar de cáncer es hablar de diagnóstico, pronósti-
co y tratamiento. Y así se refleja en la mayoría de publicaciones sobre neoplasias
en animales domésticos, donde estos tres pilares básicos de la oncología se tra-
tan ampliamente. En cambio, para el patólogo que está al otro lado de la barrera
sin enfrentarse al cliente el problema del cáncer ya no se plantea de forma tan rigurosa. El
hecho de tratar con tejidos y no con mascotas acabe por inducir probablemente una visión
del cáncer diferente a la que pueda tener un veterinario clínico. De hecho, las preguntas
que muchas veces nos formulamos los patólogos sobre el cáncer tienen un enfoque distinto
al que se ofrece en las publicaciones sobre oncología clínica.
Estamos convencidos, sin embargo, que a pesar de esta discrepancia profesional, tanto la
práctica de la medicina clínica como la patología se exigen entre ambas una estrecha cola-
boración; extirpar un nódulo sin saber que se extirpa tiene el mismo sinsabor que diagnosti-
car una neoplasia sin conocer el cuadro clínico y su evolución. Desde esta perspectiva,
nuestra intención a la hora de elegir los temas de este monográfico sobre el cáncer cutáneo
ha sido la de ofrecer una serie de aspectos ligados a la patología tumoral, pero que espe-
ramos resulten de interés para el veterinario que afronta directamente el problema.
Los temas elegidos hacen referencia a aspectos prácticos y teóricos sobre las neoplasias
cutáneas en perros y gatos. En primer lugar, se ofrece una descripción sobre ejemplos prác-
ticos para interpretar citologías, una técnica diagnóstica muy práctica y sencilla cuyos pro-
blemas empiezan a la hora de interpretarla. En segundo lugar, se expone de forma muy
breve el principio de la carcinogénesis, con el fin de mostrar una explicación al motivo por
el cual aparece y cómo se desarrolla un cáncer cutáneo. Como sucede en todos los cam-
pos de la medicina, la oncología también es un área viva que se nutre continuamente de
información y nuevos datos, algunos de los cuales recogemos a modo de noticias breves en
el tercer capítulo. Aunque sin tratarse de tumores cutáneos, hacemos una revisión sobre
todos los síntomas que se manifiestan en la piel como consecuencia de neoplasias internas
(síndromes paraneoplásicos), un aspecto de la dermatología veterinaria del cual todavía no
se obtiene el partido del que disfruta en el caso de la dermatología humana para diagnosti-
car precozmente el cáncer. Finalmente, hemos creído interesante ofrecer información esta-
dística actual sobre la incidencia de las neoplasias cutáneas en España, información que
creemos puede contribuir a ampliar el grado de conocimiento sobre la epidemiología, inci-
dencia e incluso, en algunos casos, sobre la etiopatogenia de los tumores de piel en nues-
tros animales de compañía.
ONCOLOGIA CUTANEA
Dr. Miquel Vilafranca Compte
Dr. Jaume Altimira Palau
Histovet. Barcelona
i
ditorial
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
L estudio citológico de aspirados o improntas de lesiones nodulares cutáneas supo-
ne un método rápido, práctico y económico de investigar la naturaleza de estas
lesiones. Este estudio va a aportar siempre información valiosa y en muchos casos
nos permitirá establecer un diagnóstico definitivo o, cuando menos, suficiente
como para conducirnos a la toma de decisiones para realizar estudios comple-
mentarios (cultivos, toma de biopsias) o procedimientos terapéuticos (quimioterapia, antibiote-
rapia, cirugía limitada o radical).
DRS. JAUME ALTIMIRA y MIQUEL VILAFRANCA
Servicio de Diagnóstico Histopatológico Veterinario, Histovet
Montserrat, 9. 08192 Sant Quirze del Vallès (Barcelona)
INTRODUCCION
pesar de que son
evidentes las venta-
jas del uso de este
método diagnósti-
co, debemos ser
p rudentes a la
hora de interpre t a r
y establecer diag-
nósticos definitivos basándonos única-
mente en los criterios citológicos. A
menudo se espera demasiado de la
i n f o rmación que puede pro p o rc i o n a r-
nos un examen citológico. En este art í-
culo se pretende hacer una revisión crí-
tica al uso e interpretación de la cito-
logía aplicada al estudio de masas
cutáneas en el perro y el gato. A con-
tinuación mencionamos algunas de las
características intrínsecas al estudio
citológico y que pueden resultar como
limitantes en su aplicación y fiabilidad.
Examen parcial
En una aspiración mediante aguja
fina o en una impronta, la zona estu-
diada es extremadamente limitada y,
por lo tanto, puede no ser representa-
tiva del proceso primario que ha lle-
vado a la aparición de la masa. Es
frecuente que en procesos neoplási-
cos se produzcan áreas de necrosis
por su rápido crecimiento y falta de
vascularización, o que el crecimiento
tumoral induzca inflamación u otras
alteraciones tisulares en el tejido que
invade (ver más adelante). A menu-
do, estas alteraciones secundarias de
los tejidos suponen una gran propor-
ción de la masa y puede ser el único
material presente en nuestra extensión o encontrarse
mezclado con las células tumorales. 
Con el fin de evitar este problema cuando se utiliza
la técnica de aspiración con aguja fina, es recomen-
dable evitar la aspiración del centro de la masa
(donde generalmente se produce la necrosis) y de las
zonas más marginales (áreas que a menudo se encuen-
tran inflamadas). Además, y con el fin de conseguir
una mejor colección celular y aumentar la probabili-
dad de aspirar células tumorales, seráconveniente reo-
rientar varias veces la aguja dentro de la masa reali-
zando sucesivas aspiraciones.
Criterios de malignidad/Displasia celular
El estudio del grado de malignidad de la población
celular no inflamatoria que predomina en la prepara-
ción citológica se realiza mediante la identificación de
alteraciones celulares y nucleares que se producen en
células que han sufrido una transformación maligna
(ver más adelante). En general, se considera que la
presencia de tres de los criterios nucleares de maligni-
dad en una población celular es indicativa de neopla-
sia maligna, aunque son frecuentes las situaciones que
pueden llevar a establecer falsos diagnósticos de
malignidad por la aplicación de esta norma. Por ejem-
plo, la presencia de inflamación u otra irritación en un
tejido induce alteraciones reversibles en la morfología
normal de la población celular de éste (displasia celu-
lar); estos cambios morfológicos en muchas ocasiones
coinciden con algunos de los criterios de malignidad,
pudiendo llevar al establecimiento de un falso diag-
nóstico, especialmente en procesos inflamatorios cróni-
cos. Se aconseja tener en cuenta este fenómeno cuan-
do la población celular sospechosa vaya acompaña-
da de un número significativo de células inflamatorias.
Metaplasia y Tejido de Granulación
Se trata de proliferaciones tisulares no neoplásicas que
con frecuencia acompañan procesos neoplásicos e infla-
matorios, y que pueden llevarnos a falsos diagnósticos. 
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
organización tisular original (indicativo de benignidad)
o si por lo contrario han perdido esta capacidad (indi-
cando malignidad).
También la presencia de linfangiosis carc i n o m a t o s a
(invasión de vasos linfáticos) es un indicador import a n t e
del potencial metastático de la neoplasia y que no
puede ser evaluado mediante estudio citológico (fig. 2).
Metaplasia consiste en la transfor-
mación de un tipo celular maduro,
bien diferenciado, a otro tipo celular
también maduro. Es una situación
reversible y que a menudo se asocia
a estímulos externos, algunos conoci-
dos: metaplasia escamosa en células
g l a n d u l a res (glándulas ceru m i n o s a s
en otitis crónicas), metaplasia ósea o
cartilaginosa a partir de mioepitelio
glandular (mamario, glándulas apo-
crinas en general).
Tejido de Granulación: Consiste en
f i b roblastos activos y vasos sanguí-
neos de nueva formación que constitu-
yen el tejido cicatricial, frecuente tanto
en procesos inflamatorios como neo-
plásicos. La inmadurez y actividad
nuclear de estas células fibro b l á s t i c a s
pueden ser similares a las de pro c e s o s
neoplásicos mesenquimatosos.
Otros criterios de malignidad
Es obvio que algunos de los criterios
más importantes de malignidad en un
proceso neoplásico no pueden ser
evaluados mediante estudio citológi-
co y requieren un examen histológico
de la masa. Uno de los más impor-
tantes es la presencia de comporta -
miento infiltrativo de las células tumo-
rales, que resulta esencial en el diag-
nóstico de algunos tipos tumorales
(p.ej., carcinoma de células escamo-
sas) y va a ser indicativo de la capa-
cidad de recidivar localmente (p.ej.,
mastocitoma) (fig. 1).
Tampoco va a ser posible determi-
nar mediante citología si las células
tumorales conservan la capacidad de
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 1.— C o m p o rtamiento altamente infiltrativo en un masto-
citoma canino citológicamente bien difere n c i a d o .
Fig. 2.— Linfangiosis carcinomatosa. Migración de células
neoplásicas epiteliales malignas a través de un
vaso linfático de la dermis.
mejora la definición celular y permite conservar la
muestra durante largo tiempo.
ESTUDIO MICROSCOPICO DE LA CITOLOGIA
Una vez se ha conseguido una tinción óptima, pro-
cedemos a su examen. En muestras de grosor elevado,
puede que tan sólo los márgenes sean adecuados
para el examen. A menudo esto es suficiente y preferi-
ble a una tinción excesiva, en la que se pierde defini-
ción celular y las células se encuentran amontonadas.
El examen debe ser:
Completo 
Todas las extensiones preparadas deben ser exami-
nadas y en su totalidad (no centrarnos en un hallazgo
puntual en una de las muestras).
Sistemático
Debemos empezar siempre examinando la pre p a-
ración a pocos aumentos (2-4x) para evaluar su celu-
laridad y localizar las zonas mejor extendidas y teñi-
das. A estos aumentos nos será posible determ i n a r
Datos clínicos
La edad del animal, la localiza-
ción de la masa, sus características
m a c roscópicas y su comport a m i e n t o
biológico van a ser criterios impor-
tantes a tener en cuenta para emitir
un diagnóstico final del proceso. En
el caso de existir incongru e n c i a s
e n t re la información pro p o rc i o n a d a
por estos datos y las características
citológicas observadas es siempre
recomendable repetir la toma de
muestras o proceder a realizar un
estudio histológico mediante biop-
sia antes de establecer un diagnós-
tico definitivo. 
PREPARACION DE LA
MUESTRA
La aspiración con aguja fina es una
técnica válida en la gran mayoría de
situaciones. Las agujas de 20-22 g y
jeringas de 10 cc son adecuadas
para la obtención de material de una
masa cutánea. Una vez aspirado el
material se deposita sobre un porta-
objetos y se extiende con el canto de
otro en un ángulo de 45° C (fig. 3).
Se deja secar al aire y para su tinción
rutinaria se recomienda el uso de
colorantes tipo Romanowsky como el
Diff-Quick®. Un minuto en el primer
líquido (metanol) es suficiente para su
fijación. El fabricante especifica el
tiempo óptimo para los colorantes
eosinófilo y basófilo, pero se sitúa en
general entre 30 segundos y 3 minu-
tos. Es recomendable cubrir el espé-
cimen mediante un cubreobjetos y uti-
lizando cola del tipo Eukitt®, ya que
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 3.— Técnica de preparación de un frotis. 
también otras características que
pueden ser útiles posteriormente (tin-
ción de fondo, material mucoide,
material extraño, elementos infeccio-
sos, agregados celulare s / c é l u l a s
sueltas). A 10-20x, es posible exa-
minar la composición celular de la
extensión (inflamación, neoplasia, o
combinación de ambos), así como el
tipo celular predominante. A mayo-
res aumentos (40-100x), examinare-
mos las características celulares de
la población sospechosa de neopla-
sia, centrándonos en la morf o l o g í a
citoplasmática y nuclear con el fin de
aplicar los criterios nucleares y celu-
l a res de malignidad. Raramente es
necesario utilizar el aceite de inmer-
sión; tan sólo ocasionalmente para
la detección de cuerpos de inclusión
o micro o rg n i s m o s .
Ordenado
Debemos aplicar en cada caso el
p rotocolo adecuado, metodológicamente, según la
localización de la masa o del líquido extraído. El
uso de un atlas de citología es esencial para pro-
g resar en la interpretación citológica1 , 2.
OBJETIVOS DEL EXAMEN CITOLOGICO
La primera pregunta a responder es: “¿se trata de infla-
mación o neoplasia?” Aunque parezca una pre g u n t a
básica, a menudo resulta de difícil resolución, ya que
ambos fenómenos se encuentran presentes o por la pre-
sencia de cambios displásicos o metaplásicos en lesio-
nes inflamatorias. Una vez identificada la presencia de
una población celular no-inflamatoria, los principales
objetivos son identificar el tipo celular predominante y
estudiar el grado de malignidad de estas células
mediante la identificación de criterios de malignidad.
Tipo celular 
Se aplican criterios de morfología celular para deter-
minar el origen tisular del proceso neoplásico. Se
habla, en general, de tumores de células epiteliales,
de células fusiformes y de células redondaso de tipos
tumorales específicos (tabla I).
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
TABLA I
EPITELIALES FUSIFORMES REDONDAS
Celularidad alta media-baja alta
Morfología redonda/poliédrica fusiforme/estrellada redonda
Tamaño celular medio-grande medio-pequeño medio-pequeño
Disposición agrupadas sueltas/agrupadas sueltas
Asi veremos las siguientes imágenes:
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 4.— Tumor de células epiteliales.
P redominan las células polié-
dricas discretamente pleomór-
ficas, con citoplasma abun-
dante y núcleo redondo u
ovoide (adenoma de glándulas
hepatoides). 
Fig. 5.— Tumor de células fusiform e s
(mesenquimatosas). Pre d o m i -
nan las células alargadas con
evidentes “colas” citoplasmáti-
cas (“fusiformes”) y una de
ellas muestra morfología estre-
llada (hemangiopericitoma). 
Fig. 6.— Tumor de células redondas. Las
células se encuentran sueltas y
p resentan núcleo y citoplasma de
m o rfología redonda (Tumor vené-
reo transmisible). En esta imagen
puede también observarse gran
cantidad de eritrocitos y dos linfo-
citos –células de núcleo densa-
mente pigmentado–.
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 7.— Tumor de células re d o n d a s .
Células redondas sueltas, con
núcleo picnótico, muy escaso
citoplasma y marcado pleomor-
fismo celular (Linfoma).
Fig. 8.— Tumor de células re d o n d a s .
Células redondas de gran tama-
ño, abundante citoplasma y
granulación azurófila variable
del citoplasma (Mastocitoma).
Fig. 9.— Tumor de células re d o n d a s .
Células redondas monomórfi-
cas de tamaño medio, abun-
dante citoplasma claro y cro-
matina laxa (Histiocitoma).
Como excepción a las caracte-
rísticas de los tumores de célu-
las redondas, es característico
de los histiocitomas observar
algunos grupos celulares.
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 10.— Carcinoma Indiferenciado
Fig. 11.— Carcinoma Indiferenciado
Grado de malignidad
La presencia de un mínimo de 3 de
las siguientes alteraciones nucleares
es altamente indicativa de malignidad
(estos criterios son también aplicables
a tumores no-cutáneos)
M a c r o c a r i o s i s
I n c remento en el tamaño nuclear (>
10 µm; como re f e rencia, un eritro c i t o
mide aproximadamente 5 µm). En fig.
10, comparar el tamaño nuclear con el
de un linfocito en contacto con su cito-
p l a s m a .
Incremento en el índice N:C
(Núcleo: Citoplasma)
Normalmente es de 1:3 a 1:8
según el tipo celular). Si se sitúa sobre
1:2 es sugestivo de malignidad (ver
fig. 11).
A n i s o c a r i o s i s
Variación en el tamaño nuclear.
Especialmente si se observa en célu-
las multinucleadas (figs. 11, 12
y 13).
Lobulación núclear
Presencia de núcleos deformados en
una misma célula o en células adya-
centes (fig. 11).
Granulación de 
cromatina nuclear 
Presencia de cromatina con aspecto
rugoso (figs. 12 y 13). Fig. 12.— Fibrosarcoma.
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Multinucleación
Presencia de múltiples núcleos en
una misma célula. Especialmente si se
observa variación en el tamaño de
dichos núcleos (figs. 12 y 14).
Mitosis
En un tejido no neoplásico las mito-
sis son infrecuentes. La presencia de
numerosas mitosis, especialmente si
presentan forma de “estrella”, es indi-
cativa de malignidad (fig. 13).
Anisonucleolosis
Variación en la forma y tamaño de
los nucléolos (también presente en
(figs. 11, 13 y 14).
Macronucleolosis
Nucléolos de gran tamaño. En gene-
ral, un tamaño superior a 5 µm es
indicativo de malignidad. Comparar
los nucléolos de la célula multinuclea-
da en la fig. 14 con los neutrófilos
presentes al lado de la misma (tam-
bién se observa macronucleolosis en
las figs. 10 y 11). 
También algunos cambios en la mor -
fología celular general pueden ser
indicativos de malignidad:
Anisocitosis
Variación en el tamaño celular (pre-
sente en las figs. 11, 12 y 13).
Fig. 13.— Linfoma.
Fig. 14.— Carcinoma indiferenciado.
Fig. 15.— Linfoma.
CAPITULO I ESTUDIO CITOLOGICO DE NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 16.—Fibrosarcoma
1. CO W E L L, R.L. y TY L E R, R.D.: «Diagnostic cytology of the dog
and cat». American Ve t e r i n a ry Publications, Inc., 1989.
2. PERMAN, V.; ALSAKER, R.D. y RIIS, R.C.: «Cytology of the dog and
cat». AAHA, 1979.
BIBLIOGRAFIA
Macrocitosis
Presencia de células de gran tama-
ño (figs. 10, 11 y 14).
Hipercelularidad
Incremento en la exfoliación debido
a la alta densidad celular en el tejido
afectado (fig. 15).
Pleomorfismo
Variación en la morfología celular
(presente en figs. 11, 12 y 16).
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS 
ONCOLOGIA CUTANEA
i
N el día a día de la clínica veterinaria, el cáncer representa un problema diag-
nóstico, pronóstico y terapéutico. Ya sea porque no resulta relevante desde el
punto de vista clínico, o porque todavía se ve al cáncer como un problema sin solu-
ción, es raro que nos preocupe el origen y la forma como se ha desarrollado la
enfermedad. Ahora bien, podría parecer poco ortodoxo desconocer el mecanis-
mo por el cual se ha producido la neoplasia que se está diagnósticando o tratando, en unos
tiempos en que la ciencia médica se ha popularizado hasta el extremo de divulgar sus cono-
cimientos incluso entre los que no tienen su dedicación profesional en la medicina. Conocer
el mecanismo de la carcinogénesis no sólo puede resultar enriquecedor para el que debe
afrontar el reto de tratar con tumores, sino que también puede ayudar a comprender la res-
puesta y el efecto que produce el tratamiento. En este artículo se revisa de forma muy breve
la etiopatogenia del cáncer, con especial atención a los tumores cutáneos. 
DRS. MIQUEL VILAFRANCA y JAUME ALTIMIRA
Servicio de Diagnóstico Histopatológico Veterinario, Histovet
Montserrat, 9. 080192 Sant Quirze del Vallés (Barcelona)
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
INTRODUCCION
A i n c o m p re n s i ó n
que genera el cán-
cer se refleja en el
ánimo del propieta-
rio de un animal de
compañía cuando
se le comunica que
su perro o su gato
sufren un tumor maligno. La noticia
suscita cuestiones difíciles, a veces,
de responder explícitamente: "¿existe
tratamiento?", "¿qué pro n ó s t i c o
tiene?" Ahora bien, si la pregunta
fuera "¿por qué y cómo se ha desa-
rrollado la enfermedad?", quizás no
sólo resultaría difícil de comprender
para el lego, sino incluso de explicar
para el propio veterinario con cono-
cimientos biomédicos. 
Tratar de asimilar parte de la infor-
mación que se publica acerca de la
etiopatogenia del cáncer (carcinóge-
nos, oncovirus, oncogenes, trastornos
genéticos, nuevos tumores, etc.)
puede acabar por transmitir una ima-
gen abstracta de la enfermedad; en
lugar de simplificar, el sinnúmero de
publicaciones que aparecen diaria-
mente poco ayuda a re f l e x i o n a r
sobre el cáncer en sentido genérico.
Ahora bien, ¿es realmente el cáncer
un concepto tan heterogéneo y diver-
sificado, una malgama de neoplasias
sin relación? O, ¿existe por el contra-
rio un vínculo común en la forma de
desarrollarse de todas las enfermeda-
des que se engloban bajo este con-
cepto? 
La búsqueda de este vínculo que
permita comprender la patogenia de
la enfermedad y establecer un tratamiento común para
todos los tipos de neoplasia ha sido desde siempre un
objetivo primordial de la oncología. A partir de los
años noventa, y gracias a estudios realizados en la
biología molecular y genética del cáncer, se ha llega-
do a definir un patomecanismo para entender la etio-
patogenia del cáncer, el cual es compartido de la
forma másmayoritaria por los diferentes tipos de neo-
plasia (hasta el 60% de todas las neoplasias en el
hombre)8,13. En este "mecanismo universal" juega un
papel fundamental el gen supresor del crecimiento
tumoral p53. Para comprender la importancia de este
gen es esencial conocer primero dos aspectos relacio-
nados: la teoría secuencial de la carcinogénesis y el
concepto de apoptosis.
¿COMO SE PRODUCE LA CARCINOGENESIS? 
La teoría sobre el desarrollo del cáncer está funda-
mentada, exceptuando algunas neoplasias induci-
das por Retro v i rus, en un modelo secuencial.2 5 E s t e
modelo se ha desarrollado a partir de las observ a-
ciones registradas en estudios experimentales sobre
el cáncer cutáneo. Por ejemplo, la aplicación de un
h i d ro c a r b u ro aromático como el DMBA (7,12-dime-
tilbencenoantraceno) en la piel de un ratón re s u l t a
prácticamente inocua. Lo mismo sucede si se aplica
T PA (12-tetradecanoilforbolacetato). Ahora bien, si
después de aplicar DMBA se administra de form a
repetida TPA, se desarrollan papilomas cutáneos
múltiples. Observaciones como ésta han dado pie a
la teoría según la cual para que aparezca el cáncer
debe tener lugar más de una alteración en las célu-
las de un tejido, y esta alteración debe acontecer en
un orden determinado (fig. 1). 
En una primera fase de esta secuencia (i n i c i a c i ó n), un
c a rcinógeno ("inductor"; p.e., defecto genético here d a-
do, agentes biológicos, químicos o físicos) provoca una
mutación en un determinado gen. Esta mutación, aunque
es irreversible, sólo re p resenta una lesión molecular en el
genoma sin reflejo fisológico ni expresión morfológica (no
c o n f i e re malignidad). La mayoría de estás "células inicia-
ONCOLOGIA CUTANEA
i
das" pasan imperceptibles durante toda
la vida. Unas pocas, sin embargo, sufri-
rán una expansión clonal (fig. 2A).
En esta segunda fase (p ro m o-
c i ó n), una sustancia denominada
" p romotor" (p.e., aditivos, alcaloides,
pesticidas, radiación, etc.) induce
durante un período prolongado de
tiempo la expansión clonal de esta
célula mutada (iniciada), alteración
que se manifiesta morf o l ó g i c a m e n t e
en forma de una hiperplasia o una dis-
plasia en el tejido. Esta lesión es pre-
neoplásica (pre c a n c e rosa), pero toda-
vía carece de malignidad (p.e., las
d e rmatosis actínicas). No necesaria-
mente evolucionará hacia un cáncer,
e incluso puede involucionar si el estí-
mulo promotor desaparece (fig. 2B). 
Finalmente, en una tercera fase deno-
minada p ro g re s i ó n, el genoma vuel-
ve a ser agredido al igual que en la
primera fase de iniciación, de manera
que la célula expandida no sólo pro l i-
fera (sin poder ahora hacer marc h a
atrás), sino que adquiere mayor veloci-
dad de crecimiento, capacidad de
invasión y capacidad de pro d u c i r
metástasis. Esta segunda agresión del
genoma ha transformado el fenotipo de
la célula expandida hacia una form a
maligna. La pro g resión es un pro c e s o
i rreversible (fig. 2C).
Es decir, para que se forme un tumor,
el genoma tiene que ser dañado dos
veces ("multiple hit phenomenon"). La
" s u p e rvivencia" de estas mutaciones
genéticas producidas durante la fase
de iniciación es un aspecto fundamen-
tal para entender la génesis del cáncer.
Es importante porque, si se ha pro d u c i-
do un daño en el genoma, el org a n i s-
mo podría evitar que esta mutación diese pie a una even-
tual neoplasia. ¿Cómo puede evitarlo? Es en este punto
donde adquiere relevancia el concepto de apoptosis.
APOPTOSIS 
Para mantener la vida de un organismo se han desa-
rrollado una serie de mecanismos que permiten elimi-
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 1.— Teoría de la carcinogénesis. Para que las células
normales evolucionen hasta células neoplásicas, el
genoma debe resultar agredido dos veces. 
nar aquellas células que ya no son necesarias para el
mantenimiento de las funciones vitales o aquellas que
pueden representar algun peligro. Uno de estos meca-
nismos es la apoptosis33.
La apoptosis es una forma de muerte celular análo-
ga a la necrosis. Ahora bien, la necrosis hace re f e-
rencia a una muerte celular patológica; por ejemplo,
aquella que es inducida por una isquemia o algun
daño físico-químico. La necrosis es una forma de
m u e rte accidental, involuntaria y, por este motivo,
induce una reacción inflamatoria para poderla re p a-
r a r. Por el contrario, la apoptosis re p resenta una
f o rma de muerte más sutil. Se ha denominado tam-
bién a la apoptosis como una "muerte celular pro-
gramada" o un "suicidio celular", si bien esta inter-
p retación puede resultar errónea y es mejor separar
el concepto morfológico del escatológico (a veces,
en los organismos vertebrados, la muerte de las célu-
las puede ser aceptable e incluso deseable, pero no
s i e m p re hasta el extremo de estar pro g r a m a d a ) .
Resulta más apropiado interpretar la apoptosis como
una forma de muerte celular "motivada por razones
fisiológicas". Un ejemplo de apoptosis re a l m e n t e
p rogramada es la autodestrucción de células como
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 2.A.— Piel normal. 
Fig. 2.B.— Displasia epidérmica (queratosis actínica). Pro l i f e r a -
ción irregular benigna de los queratinocitos. 
Fig. 2.C.— C a rcinoma de células escamo-
sas. Proliferación maligna e
i n c o n t rolada de queratinocitos.
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
los polimorfonucleados neutrófilos
(el neutrófilo tiene un período de
vida limitado, ocurra lo que ocurr a ) .
Sin embargo, en la mayoría de oca-
siones, la apoptosis sólo se activa a
través de una señal externa (no está
p rogramada) como, por ejemplo,
durante la involución del tejido
mamario tras la lactación, o en la
d e s t rucción de aquellas células T
tímicas autorreactivas que han desa-
rrollado actividad frente a antígenos
p ropios para los cuales no existe
tolerancia inmunológica. Estas célu-
las sólo activarán su muerte (apop-
tosis) si termina la fase de lactación,
o si aparecen autoantígenos hasta
el momento celosamente escondi-
dos ("crípticos"), pero nunca en
ausencia de estos estímulos. Así
pues, la apoptosis es un "suicidio"
p remeditado con el fin de re p a r a r,
regularizar y prolongar la vida. 
¿COMO INFLUYE LA
APOPTOSIS EN EL
DESARROLLO DEL CANCER?
Una de las situaciones donde la
apoptosis juega un papel más decisi-
vo es cuando una célula sufre, por
cualquier mecanismo (defecto heredi-
tario, sustancia carcinógena, infec-
ción, radiación, etc.), un daño en su
ADN3. El organismo utiliza la apop-
tosis para eliminar estas células inde-
seables ("iniciadas"), ya que, como
hemos visto anteriormente, a través
de estas mutaciones podrían evadir
las medidas de control de su creci-
miento y diferenciación, progresando
hacia un cáncer.
¿Cómo se regula la apoptosis?
En el caso del cáncer, el mecanismo de la apoptosis
viene regulado a nivel genético de forma directa o
indirecta, entre otros mecanismos a través de oncoge-
nes y antioncogenes, que a la vez pueden interactuar
entre sí. 
Antes de seguir adelante, es preciso definir ahora el
concepto de oncogen y antioncogen. Los oncogenes
(p.e., verb, ras, myc, src, jun, fos, etc.) son aquellas
secuencias normales del ADN (protooncogen), las cua-
les participan en la transmisión de señales que regulan
el crecimiento celular1. Algunos oncogenes también
pueden formar parte del genoma de un virus (oncoge-
nes víricos). La mayoría de protooncogenes codifican
para desarrollar funciones análogas a las de algunas
hormonas, factores de crecimiento o moléculas de
adhesión. Ahora bien, si se activan de forma aberran-
te (por ejemplo, a través de una mutación), hacen que
la célula pierda el control de su diferenciación porque
imitan el efectode los factores de crecimiento, o bien
porque inhiben mecanismos reguladores. Es decir, los
oncogenes no aumentan el grado de división celular,
sino la capacidad de proliferar de aquella célula. 
En el otro lado de la balanza, los antioncogenes o
genes supresores del crecimiento tumoral (p.e., p53,
RB-1, APC, DCC, NF-1...) limitan el grado de prolife-
ración celular18. Los antioncogenes controlan el exce-
so en la capacidad de crecimiento, regulando la trans-
cripción del ADN, el ciclo celular, la activación de pro-
teínas, etc. 
Volviendo a la regulación de la apoptosis en el cán-
cer, en ocasiones, es la ausencia de un oncogen lo
que permite que aquellas células con mutaciones en su
genoma se "suiciden". Este el caso por ejemplo del
oncogen bcl-2, un gen anti-apoptosis que se expresa
de forma muy intensa en linfomas y diversos tipos de
carcinoma32. Si este protooncogen no se activa, las
células "iniciadas" podrán "suicidarse", con lo cual el
organismo habrá resuelto el problema. En la mayoría
de casos, sin embargo, la apoptosis de una célula
mutada se produce gracias a la activación de un gen,
ONCOLOGIA CUTANEA
i
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
y es la ausencia de este gen lo que
puede fomentar el cáncer. Esto suce-
de por ejemplo en el caso de los
genes RP-2, RP-8, TRPM-2, SGP-2,
Fas/APO-1 y p53. De entre todos
ellos, p53 es el antioncogen del cual
conocemos mejor su mecanismo de
acción.
p53
Ya en la edad adulta, las células
presentes en todos los tejidos pueden
distinguirse en tres grupos: 
— Aquellas que se dividen conti-
nuamente.
— Aquellas que no se dividen
p e ro retienen la capacidad de vol-
verlo a hacer (frente a un daño o
e s t í m u l o ) .
— Aquellas que están completa-
mente diferenciadas y nunca más
podrán volver a entrar en mitosis.
La secuencia de acontecimientos que
tienen lugar durante esta división celu-
lar, incluyendo la mitosis, se conoce
como ciclo celular (fig. 3).
El ciclo celular está formado por
c u a t ro fases: G1, S, G2 y M. Las
células que están en reposo entran
en el ciclo de división a través de la
fase G1, la más larga y que deter-
minará el grado de pro l i f e r a c i ó n
c e l u l a r. En la siguiente fase (S), se
sintetiza el ADN. Posteriormente, y
tras una fase de transición (G2), la
mitosis se desarrolla durante la fase
M. Los mecanismos moleculares que
regulan este ciclo ejercen su acción
principalmente durante la fase G1
(fig. 4A).
¿Cómo actúa el antioncogen p53?
Cuando se produce un daño celular, la expresión del
gen p53 aumenta intensamente, uniéndose su produc-
to (una fosfoproteína de 53kD) al ADN de la célula
dañada de forma específica, provocando así el blo-
queo de la célula en G1 (fig. 4B)12.
A esta célula, que ha detenido su proliferación, se le
presentan ahora dos opciones. La primera opción con-
siste en reparar el error en su ADN y proseguir nueva-
mente con el ciclo celular. En este caso, p53 no sólo
habrá actuado deteniendo la célula para que pueda
reparar este error, sino que intervendrá de forma direc-
ta en el proceso de reparación del ADN (escisión de
nucleótidos). Por el contrario, si el daño producido en
el genoma es demasiado grave, la célula tiene la alter-
nativa de entrar en apoptosis y "suicidarse" ("better
dead than wrong phenomenon"). Así pues, el gen p53
obliga y ayuda a las células del organismo que han
sufrido alteraciones del genoma (células iniciadas), y
que "gracias" a estas mutaciones podrían llegar a pro-
mover la aparición del cáncer (ver arriba "fase de ini-
ciación" en la carcinogénesis), a repararse o, en el
peor de los casos, a suicidarse6.
Como hemos visto anteriormente, algunos tipos de
cáncer progresan gracias a que determinados onco-
genes como bcl-2 inactivan la apoptosis (bcl-2 es un
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 3.— Ciclo de división celular.
oncogen antiapoptosis). En estos
casos, p53 también puede promover
la apoptosis contrarrestando (repri-
miendo la expresión) la acción de
bcl-220.
Gracias a esta actividad por mante-
ner un control estricto del ciclo celular
contribuyendo a preservar el material
genético, el gen p53 se ha bautiza-
do como "guardián" o "policía" del
genoma. Pues bien, los problemas
empiezan cuando p53 deja de ejer-
cer su actividad de "guardián". 
¿Cómo se inactiva el gen p53? 
El bloqueo de la actividad del gen
supresor p53 es un fenómeno consi-
derado casi universal en el desarrollo
del cáncer. Su inactivación se produ-
ce como consecuencia de un blo-
queo que afecta justamente a aquella
fracción del gen la cual le permite
unirse al ADN de la célula que ha
sufrido una alteración en el genoma,
para poderla así detener en G12. La
inutilización de esta fracción del gen
consiste en una mutación puntual, es
decir, una sustitución de aminoácidos
aislados (C T o CC TT), que pue-
den afectar un alelo del gen (p53+/-)
o bien a ambos (p53-/-). La importan-
cia de que la mutación sea heteroci-
gótica la veremos más adelante.
La inactivación del gen puede pro d u-
cirse a través de dos mecanismos:
mediante la unión de esta fracción con
moléculas derivadas de oncopro t e í n a s
víricas (Papilomavirus, Adenoviru s ) ,
oncogenes (MDM2) u otros carc i n ó g e-
nos exógenos (aflatoxinas, pro d u c t o s
físico-químicos), o bien mediante la pro-
pia mutación de esta fracción (causas endógenas). Por
ejemplo, en el caso de los Papilomavirus, estos agentes
sintetizan oncoproteínas víricas (E6 y E7) capaces de
activar un sistema proteolítico, el cual no sólo puede inac-
tivar el gen p53 sino incluso degradarlo3 4. Con ello, los
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 4.— p53 controla la división celular.
(A) Las células sin alteraciones en su genoma se dividen
correctamente.
(B) Si el genoma es agredido, p53 detiene la división en
G1, de manera que si la mutación es reparada la célula
se divide correctamente, o en caso contrario entra en
apoptosis.
(C) Si no actúa p53 deteniendo la división, la mutación
promueve el cáncer o la necrosis de la célula.
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
P a p i l o m a v i rus se aseguran su re p l i c a-
ción en los queratinocitos indefinida-
mente, sin que éstos puedan evitarlo
mediante su "suicidio". En el caso de la
radiación UV, son los fotopro d u c t o s
acumulados durante la misma los que
f a v o recen la mutación durante la re p l i-
cación del ADN3 5 .
El riesgo que conlleva esta mutación
es obvio; la célula con defectos pro-
ducidos en su genoma no se deten-
drá a repararlos ni tomará la altruísti-
ca opción de suicidarse. Conservará
su mutación con el consiguiente ries-
go de carcinogenésis (riesgo de ser
“promovida”). Por otro lado, aquellas
células que hayan sufrido una muta-
ción parcial (p53+/-), si bien no esta-
rán preparadas del todo ("iniciadas")
para ser "promovidas" hacia un cán-
cer, verán reducida igualmente su
capacidad para poder autodestruir-
se, así como su capacidad para
reparar el ADN (la sola mutación de
un alelo ya altera la capacidad de
reparación por escisión de nucleóti-
dos) (fig. 4C).
Una situación límite que refleja la
gravedad de la inactivación de p53
se manifiesta en personas que sufren
el Síndrome Li-Fraumeni. Estos indivi-
duos heredan una forma mutada del
gen, de manera que, ya a edades
juveniles, desarrollan un número ele-
vado y variado de cánceres (rabdo-
miosarcomas, fibrosarcomas, carcino-
mas mamarios, tumores cerebrales,
o s t e o s a rcomas, leucemia, carc i n o-
mas adre n o c o rticales, carc i n o m a s
pulmonares y melanomas). 
Resulta pues que las alteraciones
que sufre el gen p53 podrían y, de
hecho, llegan a influir en un número muy elevado de
formas de cáncer, por lo que se ha llegado a consi-
derar estas mutaciones como la lesión genética más
importante del cáncer6,8,13.
¿Por qué es tan mutagénico el gen p53?P a rece ser que las mutaciones de p53 son co-
dominantes para el desarrollo de la apoptosis, es
d e c i r, la mutación de un solo alelo favorece la super-
vivencia del heterocigoto (células con un alelo muta-
do y un alelo normal, -p53+ /-) sobre el gen norm a l ,
ya que estas células heterocigóticas tienen un capa-
cidad intermedia para "suicidarse" entre la células
homocigóticas (p53- / -) y las células con un gen p53
n o rmal (p53+ / +)9. Las células con un mutación com-
pleta del gen (p53- / -) constituyen un grupo re d u c i d o
de células iniciadas que podrían evolucionar hasta
d e s a rrollar un cáncer, pero son fácilmente detecta-
das y destruidas. Sin embargo, el grupo de células
que re p resenta mayor riesgo son aquellas células
con la mutación en un solo alelo del gen (p53+ /-) ,
ya que no se "suicidarán" y, lo que es peor, transmi-
tiran el defecto en su división. Esta codominancia
f a v o rece la expansión clonal de las mutaciones par-
ciales, aumentando así el número de células que
potencialmente pueden volver a ser agredidas y dar
lugar a un tumor (se aumenta el número de células
que son más susceptibles a sufrir los efectos pro m o-
t o res (fig. 5).
En un principio se suponía que esta alteración del
gen p53 sólo era determinante en las fases finales
del desarrollo de un cáncer. Parece ser ahora, por el
contrario, que p53 también puede jugar un papel
fundamental en las fases iniciales. Todo depende del
tipo concreto de neoplasia. Además, la mutación
suele ser incluso distinta, dependiendo de cada
f o rma de cáncer (intestino, pulmón, mama, hígado,
sistema nervioso, tejidos reticuloendoteliales, etc.).
En general, el pronóstico de un tumor será peor
cuantas más mutaciones del gen presenten las célu-
las que lo componen.
ONCOLOGIA CUTANEA
i
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
NEOPLASIAS CUTANEAS 
Dentro de los diferentes tipos de
neoplasias, el cáncer de piel en sen-
tido estricto (no incluidas las neopla-
sias de tejidos blandos) es el grupo
de tumores en los cuales la importan-
cia de las mutaciones del gen p53 se
ha demostrado de forma más contun-
dente (hasta el 90% de los tumores
cutáneos en el hombre)21.
En general, el desarrollo del cáncer
en el tejido cutáneo se basa en la
suma de las alteraciones que producen 4 patomeca-
nismos independientes (fig. 6)11. En primer lugar, el
desarrollo de la neoplasia depende en gran medida
de la capacidad intrínseca del individuo para llevar a
cabo la reparación de las mutaciones en el ADN. Por
ejemplo, el hombre puede sufrir una trastorno heredita-
rio (Xeroderma Pigmentosum), caracterizado por una
incapacidad en estos individuos en poder reparar el
ADN dañado. El resultado es que la posibilidad de
desarrollar cáncer cutáneo en estas personas se multi-
plica por 1.000. 
Como segundo factor involucrado en el cáncer cutá-
neo aparecen los eicosanoides (derivados del ácido
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 5.— La mutación parcial del gen p53 favorece la expansión clonal de estas células y aumenta con
ello las posibilidades de desarrollar el cáncer.
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
araquidónico y sus metabolitos) y pro -
teinasas. Tanto la radiación como
diversos agentes físico-químicos incre-
mentan la producción de prostaglan-
dinas, leucotrienos y enzimas cutáne-
os que favorecen la extensión e infil-
tración de las células neoplásicas.
En tercer lugar se encuentra la inmu -
nosupresión. Las alteraciones del sis-
tema inmunológico, fundamentalmen-
te celular, afectan la actividad de las
células presentadoras de antígenos y
la producción local de citoquinas
inmunomoduladoras. De hecho, el
desarrollo de las neoplasias epitelia-
les en perros se ha observado aso-
ciado a tratamientos inmunosupreso-
res, así como a disfunciones de linfo -
citos T y a una producción deficiente
de inmunoglobulinas en el marco de
trastornos tiroideos19,28.
Finalmente, el cuarto factor viene
re p resentado por la mutación e inacti -
vación del antioncogen p53 (fig. 7A y
B). Como ya se ha mencionado ante-
r i o rmente, los oncogenes víricos y la
radiación UV re p resentan las causas
más frecuentes de mutación en este
gen. A este respecto, cabe mencionar
la relación observada en perros y en
gatos entre la exposición a la radiación
UV solar, el desarrollo de derm a t o s i s
s o l a res (keratosis actínica) y la apari-
ción de neoplasias cutáneas5 , 7 , 2 2. En
la especie canina, la radiación UV
i n c rementa en un 36,6% el desarro l l o
de queratosis actínicas, derm a t o p a t í a s
que a su vez aumentan hasta un 26%
las posibilidades de desarrollar un car-
cinoma de células escamosas o un
h e m a n g i o s a rcoma dérm i c o2 2. Estas
queratosis actínicas contienen un núme-
ro muy elevado de mutaciones del gen p53 (fig. 2B)2 6.
P a rece pues evidente que, al igual que sucede en la
especie humana, la radiación solar también juega un
papel importante en el desarrollo de tumores cutáneos en
p e rro s5 , 1 4. En este sentido, resultaría interesante compa-
rar los resultados estadísticos actuales sobre la incidencia
y tipos de tumores cutáneos en perros y gatos con aque-
llos resultados que se puedan obtener en los próximos
diez o quince años.
P53 EN ANIMALES DE COMPAÑIA
P resentado el antioncogen p53 y una vez mostrado su
papel en el desarrollo del cáncer en seres humanos, la
p regunta de rigor ahora es: ¿qué relevancia tiene este
gen en las neoplasias que sufren los perros y los gatos?
En primer lugar, hay que destacar que el gen p53 ya
ha sido secuenciado tanto en perros como en gatos,
pudiéndose determinar una homología con el gen
humano cercana al 100% en el caso del perro10 y pró-
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 6.— El desarrollo del cáncer cutáneo depende de la interac-
ción de 4 patomecanismos básicos. De los cuatro, las
d i f e rentes mutaciones del gen p53 y sus distintas con-
secuencias re p resentan el elemento más determinante. 
el desarrollo de numerosos tipos de cáncer en animales
de compañía, de forma análoga a la especie humana:
1. El ADN de una célula resulta dañado (radia-
ción, infección vírica, agente físico-químico, defecto
h e re d i t a r i o ) .
2. Aumenta la expresión de p53.
3.p53 detiene la replicación de esta célula para
darle tiempo y ayudarla a reparar el error.
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
xima al 83% en el caso del gato23.
Entre el perro y el gato se ha deter-
minado un 87% de homología en la
secuencia del gen10. Conociendo
pues la existencia en perros y gatos
de un gen p53 análogo al humano,
¿es posible que las alteraciones de
este antioncogen influyan en las neo-
plasias que sufren los animales de
compañía de la misma forma que lo
hacen en la especie humana? 
La respuesta es muy pro b a b l e m e n t e
sí. Utilizando técnicas inmunocitoquími-
cas y de hibridación, no sólo se han
podido demostrar mutaciones del gen
p53 en múltiples neoplasias caninas
( c a rcinomas mamarios, osteosarc o m a s ,
c a rcinomas de células escamosas,
papilomas y carcinomas de tiro i-
d e s )4 , 1 5 , 2 9 , 3 0 , 3 1 y felinas (carc i n o m a s
de células escamosas, fibro s a rc o m a s ,
c a rcinomas mamarios y linfo-
m a s )1 6 , 1 7 , 2 4 , 2 9, sino que incluso se ha
o b s e rvado una relación directa entre el
nivel de mutación del gen y la agre s i v i-
dad de la neoplasia. Por ejemplo, a
pesar de que la inactivación del antion-
cogen se produce en la mayoría de
neoplasias óseas del perro, ésta es
mucho más intensa en osteosarc o m a s
del esqueleto apendicular (84%) que
en osteosarcomas del esqueleto axial
(56%) o tumores multilobulares del crá-
neo (20%)2 7. El mismo fenómeno se ha
o b s e rvado en carcinomas mamarios
de mayor o menor agre s i v i d a d3 0. 
Dejando aparte la posibilidad, toda-
vía no detectada, de que los animales
domésticos tambiénpuedan desarro l l a r
neoplasias asociadas a una mutación
h e reditaria del gen p53, podría form u-
larse la siguiente hipótesis para explicar
ONCOLOGIA CUTANEA
i
Fig. 7.— Mutaciones de p53 en un carcinoma de células
escamosas en un perro. Cada núcleo coloreado en
marrón contiene numerosas mutaciones del gen
inactivo, permitiendo la proliferación neoplásica
de las células. 
CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
4. Si el daño es demasiado grave y
no se puede reparar, p53 activa la
apoptosis y reprime los oncogenes
antiapoptosis.
5. Ahora bien, si p53 se ha inactiva-
do a través de una mutación o a través
de su unión con proteínas propias o víri-
cas, la célula acumula el error en su
genoma y, además, no se suicida, ya
que puede activar oncogenes (bcl-2)
que la protegen de la apoptosis.
6. La célula mutada se replica acumu-
lando mutaciones hasta seleccionar clo-
nes celulares marcadamente malignos.
RADIOTERAPIA,
QUIMIOTERAPIA Y p53
La disfunción del gen p53 no sólo es
relevante desde el punto de vista de
f a v o recer la "inducción" de la carc i n o-
génesis. p53 interviene también, como
se ha visto, de forma fundamental para
que se desarrolle la “apoptosis fisioló-
gica" tras una alteración del ADN. Si
se tiene en cuenta que el objetivo de la
quimioterapia y la radioterapia en algu-
nas neoplasias se basa en la capaci-
dad de inducir apoptosis en las células
tumorales dañando su ADN, re s u l t a
obvio pensar que aquellas neoplasias
que no tengan alteraciones del gen
serán las que muestren una re s p u e s t a
más favorable a este tipo de tratamien-
tos (linfomas, tumores testiculares, etc.).
Por el contrario, las neoplasias con una
intensa disfunción (por mutación o inac-
tivación) del gen p53 (carc i n o m a s ,
melanomas...) no responderán a estas
f o rmas de tratamiento, porque, aunque
se consiga dañar su ADN, esta altera-
ción de su genoma no re p resentará un
estímulo suficiente para "suicidarse". Es posible incluso
que algunas neoplasias, que responden al principio a
estos tratamientos y posteriormente se vuelvan re s i s t e n t e s ,
consigan esta resistencia a través de la adquisición a pos -
teriori de la inactivación de p53 (que no estaba pre s e n-
te en un inicio de la terapia). Finalmente, y quizás el
hecho más importante, es que la aplicación de trata-
mientos dirigidos a alterar el genoma de las células can-
c e rosas en neoplasias con un determinado grado de dis-
función de p53 (p53+ / -) podría suponer un riesgo, ya
que acabaría por inducir mutaciones y con ello conferiría
una mayor capacidad de "pro g resión" al tumor1 2. 
CONCLUSION
Al conocer el mecanismo de acción del gen p53, se
está ahora en la posición de poder averiguar el funcio-
namiento de numerosos oncogenes, quizás de otros que
todavía están por descubrir, y determinar nuevos vínculos
que puedan homogeneizar y aclarar este concepto toda-
vía tan áspero que significa el cáncer. También es posi-
ble que ello obligue a replantear los tratamientos utiliza-
dos hasta ahora, teniendo en cuenta los posibles efectos
c o n t r a p roducentes que pueden ejercer la quimioterapia y
la radioterapia sobre las células con alteraciones en el
gen p53. Por ejemplo, se ha propuesto un tratamiento
a l t e rnativo basado en inducir la expresión correcta del
gen p53 mediante un fármaco no-citotóxico para detener
las células normales en G1, tratando posteriormente las
células neoplásicas con un fármaco convencional a dosis
altas, lo cual incrementaría de forma drástica la efectivi-
dad del tratamiento1 2. 
Quizás algún día no muy lejano la terapia génica
podrá emplearse para tratar el cáncer en nuestros ani-
males de compañía. Hasta que llegue ese momento,
tendremos que estar atentos a los avances que se con -
sigan en medicina humana. Mientras tanto, los ensa-
yos terapéuticos más recientes y esperanzadore s
empleados en seres humanos se están basando en la
modulación de la actividad de determinados oncoge-
nes (p.e., ras) encargados de transmitir señales de cre-
cimiento entre algunas citoquinas y el núcleo celular.
ONCOLOGIA CUTANEA
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CAPITULO II CARCINOGENESIS, p53 Y NEOPLASIAS CUTANEAS
ONCOLOGIA CUTANEA
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BIBLIOGRAFIA
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
ONCOLOGIA CUTANEA
i
L término tumor cutáneo incluye aquellos crecimientos no necesariamente neoplási-
cos que derivan de la epidermis o de los anejos cutáneos, de células mesenqui-
matosas de soporte o de otros tipos celulares constituyentes del tejido cutáneo8.
Este artículo contiene una revisión de los procesos tumorales cutáneos más comu-
nes en el perro y el gato y en él se hace especial hincapié en las novedades más
destacables tanto a nivel de investigación como en los cambios epidemiológicos aparecidos
en los últimos años. 
DRS. JAUME ALTIMIRA y MIQUEL VILAFRANCA
Servicio de Diagnóstico Histopatológico Veterinario, Histovet
Montserrat, 9. 08192 Sant Quirze del Vallès (Barcelona)
INTRODUCCION
N cada uno de los
tipos tumorales se
incluye información
práctica sobre la
p resentación clíni-
ca, etiología, com-
p o rtamiento del
tumor y pronóstico.
No es el objetivo de esta revisión la
inclusión de las pautas terapéuticas.
Para obtener información más deta-
llada sobre las posibles terapias en
cada caso recomendamos remitirse a
la bibliografía reseñada. 
Las características macroscópicas,
la localización de la masa y los
hallazgos citológicos pueden ser
orientativos en lo que refiere a la cla-
sificación del tumor, pero es siempre
en última instancia el estudio histoló-
gico del tejido el que nos permitirá
clasificar la neoplasia de forma más
acurada y establecer un pronóstico
individualizado. 
CLASIFICACION HISTOLOGICA
La primera publicación que nor-
malizó y clasificó los procesos neo-
plásicos en las especies domésticas
fue, en 1974, la editada por la
O rganización Mundial de la
S a l u d1 8 , 1 9. Basada en criterios his-
t o m o rfológicos, algunas de las
nomenclaturas establecidas en
aquella publicación han sido modi-
ficadas posteriormente gracias a la
i n f o rmación pro p o rcionada por estu-
dios prospectivos y re t ro s p e c t i v o s
amplios así como por la aplicación
de técnicas que permiten determinar de forma más
p recisa la histogénesis y el grado de malignidad de
cada neoplasia (inmunohistoquímica, citometría de
flujo, etc.).
Actualmente se acepta que, en conjunto, son pocos
los procesos neoplásicos cutáneos con comportamien-
to clínico maligno y muchas de las neoplasias histoló-
gicamente malignas tienen un pronóstico favorable si
son tratadas a tiempo y de forma adecuada6,17. Esta
evidencia ha hecho cuestionarse a numerosos grupos
de investigación la utilidad y validez de una clasifica-
ción histolomorfológica a menudo extremadamente
compleja y detallada22. Este tipo de clasificaciones
permiten compilar información prospectiva y pueden
ser por lo tanto útiles desde el punto de vista acadé-
mico o de investigación. Sin embargo, se sabe que
muchas de las divisiones y nomenclaturas utilizadas
corresponden a menudo a distintos patrones morfoló-
gicos de un mismo tipo tumoral que tienen en realidad
comportamientos biológicos idénticos. En este repaso
queremos reflejar esta situación agrupando bajo un
mismo apartado distintos tipos tumorales con caracte-
rísticas muy similares desde el punto de vista clínico y
de su pronóstico.
NODULOS NO NEOPLASICOS
(especies canina y felina)
En este apartado agrupamos algunas formaciones no
neoplásicas derivadas de componentes cutáneos que
clínicamente muestran en muchas ocasiones caracterís-
ticas macroscópicas idénticas a crecimientos neoplási-
cos7,8,17,22.
Quistes. Pueden ser de origen epitelial epidérmico o
folicular. Son formaciones aisladas en la mayoría de
casos y pueden aparecer asociadas a irritaciones cró-
nicas. La extirpación quirúrgica es curativa. Los quistes
de origen glandular apocrino pueden originar de una
sola o de múltiples glándulas. Los quistes dermoides
son formaciones congénitas consecuencia de un desa-
rrollo anómalo de la epidermis y anejos.
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
ONCOLOGIA CUTANEA
i
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
N e v o s. Se consideran formaciones no-
neoplásicas de aparición espontánea
que consisten en la proliferación de uno
o más elementos cutáneos maduro s .
Existen, por lo tanto nevos adnexales,
f o l i c u l a res, colagenosos, epidérmicos y
apocrinos. Ocasionalmente son múlti-
ples pero no recidivan y son de pro-
nóstico muy favorable.
Especie canina
En esta especie se considera que la piel es el órga-
no más frecuentemente afectado por procesos neoplá-
sicos (un 30% del total de neoplasias)3,15. Algunas
razas predispuestas a desarrollar tumores cutáneos son
el boxer, el scottish terrier, el bull mastiff, el basset
hound, el weimaraner, el kerry blue terrier y el norwe -
gian elkhound17. Las neoplasias cutáneas con mayor
ONCOLOGIA CUTANEA
i
TABLA I Resumen-esquema de las características biológicas de algunos de
los procesos frecuentes en la especie canina (-, nula; +, baja; ++,
media; +++, alta)
Tipo tumoral Infiltración Presentación Recidivas Potencial
múltiple metastático
Histiocitoma –/+ –/+ –/+ –
Mastocitoma +/+++ +/++ +/+++ +/+++
Adenoma hepatoides + ++/+++ +/++ –
Schwann., Hemangiopericit. +/++ –/+ +/++ –/+
Lipoma –/++ –/+ –/++ –
Queratoacantoma/Epitelioma + +/++ + –
Adenoma sebáceo –/+ +/++ –/+ –/+
Melanoma benigno + –/+ – –
(melanocitoma)
Melanoma maligno ++/+++ –/+ ++/+++ +++
Tumores foliculares –/+ +/++ –/+ –
Papiloma – ++/+++ – –
Basalioma +/++ + –/+ –
Hemangioma – –/+ – –
Sarcomas de Tejidos Blandos ++/+++ –/+ ++/+++ –/+
(Fibrosarcoma, Mixosarcoma)
Carcinoma cél. Escamosas ++/+++ +/++ ++/+++ ++/+++
Hemangiosarcoma ++/+++ –/+ +++ ++/+++
Adenocarcinoma Hepatoides ++/+++ ++ ++/+++ ++/+++
Fibroma –/+ –/+ – –
Plasmacitoma –/+ +/++ –/+ –
Linfoma +/++ ++/+++ ++/+++ ++/+++
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
incidencia en esta especie son el his-
tiocitoma, el mastocitoma, el lipoma,
los tumores de glándulas sebáceas y el
s c h w a n n o m a. Tan sólo un tercio de los
p rocesos neoplásicos en el perro mues-
tran características histológicas de
malignidad y la pro p o rción de neo-
plasias con comportamiento localmen-
te agresivo y elevado potencial metas-
tático es aún menor (ver tablas I)7 , 1 7.
Tumores epiteliales
Tumores benignos de 
células escamosas 
Papilomatosis Oral Canina es la
única neoplasia cutánea canina de la
que se conoce una etiología vírica. Es
transmisible por contacto y se mani-
fiesta por la aparición de múltiples
f o rmaciones verrucoides afectando
mucosas (principalmente la oral). Elpronóstico para estas neoplasias es favorable, ya que
en la mayoría de casos desaparecen espontáneamen-
te. Estudios recientes demuestran que los animales
inmunosuprimidos pueden estar predispuestos a sufrir
una infección por Papillomavirus10.
Otras presentaciones menos frecuentes son los
papilomas cutáneos y los papilomas invert i d o s.
Estos se presentan de forma aislada y, aunque exis-
ten descripciones puntuales en la bibliografía de
t r a n s f o rmación maligna, la extirpación quirúrgica es
por lo general curativa. Clásicamente se han apli-
cado autovacunas para acelerar el proceso de cura-
ción. Sin embargo, debe hacerse mención de que
se han descrito casos de desarrollo de carc i n o m a
de células escamosas en puntos de aplicación de la
v a c u n a7.
Epitelioma intracutáneo cornificante/queratoacanto -
ma. Este tumor benigno puede presentarse aislado,
aunque frecuentemente lo hace de forma múltiple y
afecta predominantemente las zonas dorsales del cue-
llo y tronco. La apariencia clínica es a menudo la de
ONCOLOGIA CUTANEA
i
TABLA II Resumen-esquema de las características biológicas de algunos
de los procesos neoplásicos más frecuentes en la especie felina
(-, nula; +, baja; ++, media; +++, alta)
Tipo tumoral Infiltración Presentación Recidivas Potencial
múltiple metastático
Sarcomas de Tejidos Blandos ++/+++ +/++ +++ –/+
(Fibrosarcoma, HFM, etc.)
Carcinoma cél. escamosas ++/+++ +/++ ++/+++ ++
Basalioma +/++ –/+ –/+ –/+
Mastocitoma –/+ + –/+ –/+
Tumor gl. Ceruminosas +/++ –/+ ––/+++ +/+++
Linfoma ++/+++ ++/+++ ++/+++ +++
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
una masa con un poro central por el
que sale material pastoso (queratina
degenerada)7,8.
Carcinoma de células 
escamosas
Crece a partir de células epiteliales
escamosas que producen queratina,
ya sea a nivel cutáneo, o en mucosas
(especialmente oral). Mediante técni-
cas de hibridación in situ, estudios
recientes han demostrado la presen-
cia de ADN de Papillomavirus, y se
están realizando investigaciones para
determinar el papel de este virus en la
aparición de estas neoplasias. La
exposición a la luz ultravioleta es un
factor causante de la aparición de
estas neoplasias, por lo que los ani-
males de capa de color clara o blan -
ca se encuentran predispuestos7.
Pueden aparecer en cualquier área
cutánea, pero son especialmente fre-
cuentes los derivados del epitelio
subungueal, pudiendo afectar múlti-
ples dígitos. Son tumores localmente
infiltrativos y agresivos, aunque la
extirpación quirúrgica amplia, espe-
cialmente en estadios iniciales de
desarrollo, puede ser curativa, ya que
las metástasis tienden a ocurrir en
aquellos casos menos diferenciados y
en estadios tardíos de crecimiento8.
Tumor de células basales
Se presentan como nódulos delimi-
tados o exofíticos, solitarios, típica-
mente en la zona de la cabeza o cue-
llo. A pesar de que existen distintos
patrones histológicos, todos tienen
muy buen pronóstico, ya que muy raramente recidivan
tras la extirpación quirúrgica y no poseen potencial
metastático7.
Tumores de glándulas sebáceas
Son tumores derivados de células epiteliales especia-
lizadas. Acostumbran a presentarse de forma solitaria
p re f e rentemente en la zona de la cabeza, aunque en
razas predispuestas como el Caniche Miniatura, el
Cocker Spaniel, el Husky Siberiano y el S a m o y e d o n o
es infrecuente la presentación múltiple. La gran mayoría
de los tumores sebáceos se comportan de forma benig-
na y no recidivan tras la extirpación quirúrgica. Las for-
mas malignas son muy infrecuentes y, cuando apare-
cen, se comportan de forma infiltrativa, y se han des-
crito también casos aislados de metástasis7 , 2 2.
Adenoma de glándulas hepatoides: estas neoplasias
se derivan de glándulas sebáceas especializadas y a
pesar de que son más frecuentes en la región perianal
(de ahí el misnoma "tumores de glándulas perianales"),
pueden en realidad aparecer en cualquier localiza-
ción. Se sabe que la exposición de estas glándulas a
los andrógenos lleva a la aparición de hiperplasias y
posteriormente adenomas. La extirpación quirúrgica es
curativa en la mayoría de casos, excepto en aquellos
en los que, en estadios avanzados, se ha producido
infiltración en tejidos vecinos. Es frecuente que apa-
rezcan nuevos crecimientos tras una primera extirpa-
ción quirúrgica, por lo que es muy recomendable la
castración. Ocasionalmente se detectan en machos
castrados y en hembras, animales que pueden estar
expuestos a hormonas endógenas (posiblemente de
origen adrenal)22.
La forma maligna (adenocarcinoma de glándulas
hepatoides) de esta neoplasia se considera infrecuen-
te. Se comportan de forma altamente infiltrativa y pue-
den metastatizar a los ganglios linfáticos sacros y
sublumbares. La castración no tiene efecto sobre el pro-
nóstico de estas neoplasias22.
ONCOLOGIA CUTANEA
i
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
Tumores de glándulas apocrinas
Los tumores derivados de las glán-
dulas sudoríparas de los anejos cutá-
neos aparecen de forma delimitada y
son de comportamiento benigno en la
mayoría de casos. Existen sin embar-
go formas benignas de presentación
múltiple, especialmente afectando la
zona del cuello y escápula, donde
puede afectar amplias áreas de teji-
do (cistomatosis apocrina)8. Las for-
mas neoplásicas malignas (adenocar -
cinoma) evolucionan formando pla-
cas cutáneas duras e inflamadas que
a menudo ulceran y poseen un eleva-
do potencial metastático a los gan-
glios regionales y a los pulmones en
estadios iniciales del proceso7.
Tumores de glándulas ceruminosas:
derivan de las glándulas apocrinas
especializadas del canal auditivo.
Aproximadamente 2/3 de estas neo-
plasias son de carácter benigno (ade-
nomas) y aparecen como crecimien-
tos exofíticos que provocan una sinto-
matología clínica similar a la de las
otitis externas crónicas. Se cree que
la irritación crónica que provocan
estas otitis puede tener un papel
importante en su aparición. Los carci-
nomas de glándulas ceruminosas se
comportan de forma agresiva local-
mente y poseen un elevado potencial
metastático7,8.
Adenocarcinomas apocrinos de los
sacos anales: se derivan de glándu-
las apocrinas asociadas a los sacos
anales, se sitúan en la región ventro-
lateral de éstos y conectan directa-
mente con su luz. Debido a su locali-
zación profunda, estas neoplasias acostumbran a
detectarse en estadios avanzados de su desarrollo,
cuando el tumor ha infiltrado profundamente. A menu-
do ha metastatizado ya a ganglios regionales (sublum-
bares, sacros) en el momento del diagnóstico, ya que
tienden a hacerlo en estadios tempranos. Pueden pro-
vocar sintomatología local por infiltración en el recto o
general al ser causantes de hipercalcemia como sín-
drome paraneoplásico22.
Tumores foliculares
A pesar de que existen clasificaciones histopatológi-
cas detalladas de estos tumores según sus patrones
microscópicos ( tricoepitelioma, tricolemmoma, piloma -
trixoma, etc.), en nuestra opinión es preferible agru-
parlos por motivos prácticos, puesto que sus compor-
tamientos clínicos y pronósticos son muy similares. Se
presentan como masas aisladas, bien delimitadas y
muestran preferencia por la cabeza, cuello y rabo.
Ocasionalmente pueden comportarse de forma infiltra-
tiva a nivel local y, muy raramente, se han descrito
metástasis a ganglios regionales o pulmones22.
Tumores melanocíticos
Son neoplasias derivadas de las crestas neurales y
que se comportan en el perro de forma muy distinta a
la especie humana, en la que tienen un grave pronós-
tico. Los criterios de clasificación de estos tumores en
el perro se basan en la localización anatómica y las
características citológicas del tumor. En general es
correcto decir que los tumores melanocíticos queapa-
recen en las áreas cutáneas con pelo son de carácter
benigno (algunos autores los denominan "melanocito -
mas"). Se presentan como nódulos aislados, con forma
y pigmentación variable, y no recidivan tras la extirpa-
ción quirúrgica7.
Los tumores melanocíticos malignos ("melanoma malig -
n o") presentan características citológicas de atipia, un
elevado índice mitótico, tienen comportamiento local-
mente infiltrativo y agresivo y poseen un elevado poten-
ONCOLOGIA CUTANEA
i
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
cial metastático. Son frecuentes en la
mucosa oral, uniones mucocutáneas y
a nivel subungueal. Apro x i m a d a m e n t e
un 10% de estas neoplasias afectan
á reas cutáneas con pelo, y en esta-
dios iniciales pueden presentar carac-
terísticas macroscópicas idénticas a
las formas benignas7. 
Tumores mesenquimatosos
Tumores de células fusiformes
Existe en la bibliografía una detalla -
da clasifición de estas neoplasias
según su histomorfología y el tipo de
matriz extracelular que producen. La
mayoría de estas neoplasias son de
origen fibroblástico y pueden por lo
tanto aparecer a nivel de dermis o
tejido subcutáneo. 
Fibroma molle, fibroma durum y
mixoma: tumores de fibroblastos con
comportamiento benigno y muestran
delimitación y consistencia variable
según las proporciones de colágeno
y mucina que producen. Muy rara-
mente recidivan tras la extirpación
quirúrgica8.
S a rcomas de tejidos blandos: neo-
plasias derivadas de células mesenqui-
matosas con características malignas.
Son tumores con comportamiento infil-
trativo local, aunque su ritmo de cre c i-
miento y potencial metastático son muy
variables. En general, son tumores que
c recen de forma mal definida, infiltran-
do o formando capas concéntricas, las
más externas de las cuales a menudo
no son extirpadas quirúrgicamente y
dan pie a recidivas locales. Este constituye el pro b l e m a
clínico principal, ya que las metástasis (pulmonares) se
d e s a rrollan en un bajo número de casos, y tienden a
p roducirse solamente en los casos de crecimiento rápido
y características histológicas atípicas. Mientras que algu-
nos de estos tipos tumorales presentan por lo general un
c o m p o rtamiento local moderadamente infiltrativo y no
poseen practicamente potencial metastático (h e m a n g i o -
p e r i c i t o m a, neoplasias de vainas nerv i o s a s -células de
S c h w a n n- como el n e u ro l e m m o m a, n e u ro f i b ro m a y el
s c h w a n n o m a), otros pueden comportarse de forma más
a g resiva localmente, recidivan de forma rápida y pose-
en un potencial metastático discretamente superior (f i b ro -
s a rc o m a, m i x o s a rc o m a, histiocitoma fibroso maligno) .
Este último grupo de neoplasias se originan a partir de
f i b roblastos y se cree que los distintos patrones histológi-
cos podrían en realidad re p resentar manifestaciones de
un mismo tipo tumoral7 , 2 0.
Tumores de adipocitos
La mayoría se comportan de forma benigna (lipoma),
y sólo un bajo porcentaje de éstos se presentan de
forma múltiple. Algunos casos infiltran tejidos adyacen-
tes como las fascias o la musculatura estriada (lipoma
infiltrativo), produciéndose recidivas locales de progre-
sión lenta y sin potencial metastático. Las formas malig-
nas de los tumores de adipocitos (liposarcoma) crecen
de forma rápida e invasiva hacia los tejidos vecinos,
aunque las recidivas locales tras una extirpación
amplia y las metástasis son infrecuentes7,8.
Tumores vasculares
Son neoplasias derivadas de las células endoteliales
de los vasos. Se sabe que la exposición solar juega un
papel importante en la aparición y transform a c i ó n
maligna de estos tumores, produciéndose especialmen-
te en animales de capa de color claro, de pelo corto y
en la piel expuesta más directamente a la luz solar. En
la forma benigna (h e m a n g i o m a), estos tumores cre c e n
de forma aislada y delimitada y, gracias a su conteni-
ONCOLOGIA CUTANEA
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CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
do en sangre, son fáciles de delimitar
y extirpar quirúrgicamente de form a
completa. Ocasionalmente se pre s e n-
tan de forma múltiple, en cuyo caso la
tendencia a la recidiva y a la transfor-
mación a la forma maligna (h e m a n -
g i o s a rc o m a) es mayor. Los hemangio-
s a rcomas son tumores que crecen de
f o rma mal definida, rápida e infiltrati-
va hacia los tejidos profundos, por lo
que son difíciles de delimitar quirúrg i-
camente y frecuentemente re c i d i v a n .
Su potencial metastático se considera
inferior al de sus equivalentes en órg a-
nos internos (bazo, hígado, miocar-
dio), aunque esto puede deberse a
que su detección clínica se realiza en
estadios tempranos de desarrollo. Es
i m p o rtante siempre en hemangiosar-
comas cutáneos considerar la posibili-
dad de que se trate de un foco de
metástasis en la piel de un tumor pri-
mario en un órgano intern o7.
Procesos histiocíticos
Son derivados de las células cutá-
neas dendríticas presentadoras de
antígeno –de morfología histiocítica–,
poco estudiadas aún en la especie
canina. En la patogénesis de estos
procesos juegan un papel importante
los factores genéticos, las alteracio-
nes en la respuesta inmunitaria y la
expansión clonal de estas células. En
la especie humana, aunque la mayo-
ría de casos pueden ser clasificados
como fenómenos reactivos, la clonici-
dad de algunos de ellos es claramen-
te indicativa de un proceso neoplási-
co. A pesar de que estos estudios no
se han realizado aún en el perro, las
características clínicas y el comportamiento de estos
procesos han permitido reconocer cuatro síndromes y
se ha establecido una clasificación preliminar de los
mismos1:
Histiocitoma cutáneo. Es la neoplasia cutánea más
frecuente en la especie canina. Se presenta en la gran
mayoría de casos en forma de placa o nódulo erite-
matoso, aislado y afecta principalmente animales de
edad inferior a 4 años. El crecimiento de estos tumores
se autolimita y regresan de forma espontánea. Muy
raramente recidivan tras la extirpación quirúrgica.
Histiocitosis. Se considera actualmente un proceso
inflamatorio reactivo que puede ser cutáneo o sistémi -
co. Aunque inicialmente se describió asociado al
Boyero de Berna, puede también aparecer en otras
razas. Se desconoce el origen de este tipo de reac-
ciones, aunque se sospecha que las infecciones bac-
terianas o fúngicas pueden actuar como agentes induc-
tores. Se cree que existe en estos animales una altera-
ción en la inmunorregulación, ya que el control de la
progresión de estos síndromes requiere la administra-
ción de fármacos inmunomoduladores.
S a rcoma histiocítico. Se trata de un proceso neoplási-
co localmente agresivo con pre f e rencia por las extre m i-
dades y puede infiltrar tejido art i c u l a r. Se describen oca-
sionalmente crecimientos metastáticos de estas neopla-
sias en los ganglios regionales o en órganos intern o s .
Histiocitosis maligna. También inicialmente descrita
en el Boyero de Berna, se sabe actualmente que
puede aparecer en otras razas. Se trata de un proce-
so neoplásico maligno, agresivo y de pronóstico grave
a corto plazo. Su localización es multicéntrica y rara-
mente afecta el tejido cutáneo y subcutáneo. 
Tumores de mastocitos
Son neoplasias extremadamente heterogéneas en su
presentación y comportamiento; la mayoría se presen-
ONCOLOGIA CUTANEA
i
CAPITULO III REVISION ACTUALIZADA DE TUMORES CUTANEOS EN EL PERRO Y EL GATO
tan como nódulos o placas aisladas,
pero no es infrecuente la aparición de
múltiples crecimientos en un mismo
animal. Aunque pueden aparecer a
cualquier edad, son más frecuentes a
partir de los 4 años. En cachorros se
observan a menudo múltiples focos
de proliferación de mastocitos, aun-
que este fenómeno podría representar

Otros materiales