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· " FAUNA IBERICA 11. IIIIl Vol. 20 MALLO P HAGA Amblycera Mª paz Martín Mateo Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC Museo.Nacional de Ciencias Naturales Consejo Superior de Investigaciones Científicas Madrid 2002 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del .. Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución. A efectos bibliográficos esta obra debe citarse como sigue: MARTIN MATEO, M.P., 2002. Mallophaga, Amblycera. En: Fauna Ibérica, vol. 20. RAMos, M.A. et al. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales. CSIC. Madrid. 187 pp . • CSIC © MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Investigación (Proyectos Ref. nº PB87-0397, PB89-0081, PB92-0121, PB95-0235, PB98-0532, REN2000-1602/GLO) y edición (REN2001-4236-E) subvencionadas por la Dirección General de Investigación, de la Secretaria de Estado de Políti~a Científica y Tecnología del Ministerio de éiencia y Tecnología. Diseño: M. Antonia Miserachs Producción: CLOSAS-ORCOYEN, S.L. NIPO: 403-02-114-3 .. ISBN: 84-00-07010-0 (obra completa) ISBN: 84-00-08102-1 (volumen 20) Dep. Legal: M. 6.896-2003 (volumen 20) Fecha de publicación: 25 de febrero de 2003 Impreso en España - Printed in Spain COORDINACIÓN EDITORIAL Mª Ángeles Ramos Sánchez Museo Nacional de Ciencias Naturales, csre. Madrid CONSEJO EDITORIAL Javier Alba Tercedor Universidad de Granada Xavier Bellés iRos Centro de Investigación y Desarrollo, CSIC. Barcelona Joaquim Gosálbez i Noguera Universidad de Barcelona Ángel Guerra Sierra Instituto de Investigaciones Marinas, CSIC. Vigo Enrique Macpherson Mayol Centro de Estudios Avanzados, CSIC. Blanes Fermín Martín Piera (t) Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC. Madrid José Serrano Marino Universidad de Murcia José Templado González Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC. Madrid Miguel A. Alonso-Zarazaga, Asesor de Nomenclatura Rosa Mª Gómez Prieto y Mª Victoria Remón, Secretarias de Coordinación José Fernández, Secretaría Editorial Iñaki Díez Cortaberría, Ilustrador Científico de este volumen Ricardo Luis Palma, Mª Desamparados Soler Cruz y Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva, Evaluadores Científicos de este volumen ÍNDICE Pág. lntroducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Posición sistemática y distribución geográfica de los Mallophaga . . . . . . . . . . 14 Morfología y anatomía del adulto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 Características de las fases no adultas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Historia natural de los Mallophaga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Recolección, conservación y técnicas de estudio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Los Amblycera ibéricos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 Clave de superfamilias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Superfamilia Menoponoidea . ............................................ - . 33 Familia Trinotonidae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Familia Pseudomenoponidae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Familia Somaphantidae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 Familia Ancistronidae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 Familia Colpocephalidae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Familia Menoponidae. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 98 Superfamilia Ricinoidea. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 Familia Ricinidae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 Familia Laemobothriidae. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132 Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141 Apéndice 1. Nomenclatura: Lista de sinónimos y combinaciones. . . . . . . . . . . 153 Apéndice 2. Lista de aves hospedadoras en la Península Ibérica y Baleares . . 175 Índice alfabético de nombres taxonómicos de Amblycera íbero-baleares. . . . 179 · -, MALLOPHAGA Amblycera ~'. INTRODUCCIÓN Los Malófagos (del griego «mallos» -lana- y phagos» -comer-) son insectos que se caracterizan por desarrollar la totalidad de su ciclo biológico sobre un hospedador hOlneotermo; la mayoría de las especies infestan a aves y un menor número de ellas a mamíferos. El primer autor que hizo un estudio de estos insectos fue Redi (1668) que publicó un libro de 230 páginas con ilustraciones coloreadas. Sin embargo no fue ésta la primera mención a miembros del grupo, Herakleitos (-500), Aris- tóteles (-350), Diophanes (-100) y Plinio (70) ya hicieron referencia en sus obras a los piojos de animales. Galeno (170) y Avicena (1000) mencionan a un pedieulus vulturis» gigantesco y muy venenoso, que probablemente sería un Faleolipeurus Bedford, 1931 o un Craspedorrhynehus Keler, 1938. Linnaeus (1758) en la 10ª edición de su Systema Naturae aplicó nombres binomiales a 27 especies de Phthiraptera, todas incluidas en el género Pedieulus Linnaeus, 1758, con datos descriptivos sobre e1las. Numerosos autores posteriores, zoólogos o entomólogos generales, inclu- yen descripciones de especies de Malófagos en sus obras: Geoffroy, Pontop- pidan, Scopoli, Fabricius, DeGeer, Schrank, Fourcroy, Olfers, etc. constituyen una generación de hombres interesados en las ciencias naturales que consi- deran en sus estudios las especies de Malófagos. Pero es en el siglo XIX cuando aparecen los primeros autores que publican trabajos dedicados en especial a Malófagos. Nitzsch hizo su contribución más importante en 1818 al describir cuatro géneros: Philopterus, Triehodeetes, Lio- theum y Gyropus y 10 subgéneros: Doeophorus, Nirmus, Lipeurus, Goniodes, Colpoeephalum, Menopon, Trinoton, Eureum, Laemobothrion y physostomun. Burmeister publicó su obra más relevante en 1838, la 8ª edición del Hand- bueh der Entomologie, con descripciones de nuevas especies. Denny en su Monographie Anoplurorum Britaniae (1842) reunió numerosas descripciones de Malófagos citados en Gran Bretaña. Giebel recogió en ¡nseeta Epizoa (1874) parte de las descripciones de Nitzsch además de sus propios estudios. Piaget publicó en 1880 un gran ensayo monográfico, Les Pédieulines, en el que además de las especies conocidas se describen otras nuevas. Ya en la primera mitad del siglo :xx aumenta el número de autores dedi- cados al estudio de este grupo de insectos, profundizando en su co!).oci- miento: -Kellogg, Neumann, Waterston, Mj6berg, Ewing, Werneck,' Keler, Con- ci, encabezan una larga li~a de más de 30 autores con trabajos importantes sobre el tema. Se describen nuevas especies, se indican nuevas citas y nue- vos hospedadores, se perfeccionan los caracteres taxonómicos, lo que con- duce a la· aparición· de conceptosnuevos en las clasificaciones y surgen las . sinonimias. Harrison (1916) es el primer autor que aplica el Principio de Prio- ridad en la denominación de estos insectos. En su obra da una relación de más de 2.000 especies de malófagos encuadradas en 56 géneros, asignando a cada nombre el registro de la primera descripción considerada técnicamente válida. MALLOPHAGA, AMBLYCERA ,-, 11 12 En la segunda mitad de este siglo se publica A cbeck list ol tbe genera and species 01 Jv1allopbaga (Hopkins y Clay, 1952), obra que constituye un gran paso en la estabilización de la nomenclatura. Una serie de trabajos posterio- res -The early literature on iVIallOphaga de Clay y Hopkins (1950, 1951, 1954, 1960)- contribuyeron a dar una correcta interpretación de algunos de los antiguos nombres de especies que no siempre se adaptaron a las Reglas Inter- nacionales de Nomenclatura Zoológica. Todos los trabajos publicados por estos autores muestran una clara y concisa exposición del tratamiento taxo- nómico. Así, ellos fueron parte de la principal escuela de taxónomos de maló- fagos, que compartían similares puntos de vista con respecto a los géneros y especies, en la que se incluyen: Bedford, CIay, Dalgleish, Dhanda, Edwards, Elbel, Emerson, Hopkins, Keler, Klockenhoff, Nelson, Price, Tandan, Tendei- ro, Tirnmermann, Tuff y Werneck. También en la segunda mitad del siglo xx aparecen los trabajos de Eichler y Zlotorzycka los cuales modifican los conceptos taxonómicos anteriores y crean nuevas categorías que dan lugar a numerosas divisiones y subdivisio- nes, no siempre aclaratorias del complejo entramado sistemático del grupo. Sus obras: Klassen und ordnungen des tierreich. Arthropoda. Insecta. Phthi- raptera. Mallophaga (Eichler, 1963) y Klucze do oznaczania owadow Polski. Mallophaga (Zlotorzycka, 1972a, 1972b, 1976, 1977, 1978, 1986), constituyen una muestra de sus conceptos taxonómicos. En la Península Ibérica el estudio de los Malófagos ha sido muy escaso. Los primeros trabajos sobre sistemática del grupo se deben a García Fresca (1923a, 1923b, 1924a, 1924b, 1925). Ninguna otra cita hasta 1960 en que apa- rece la obra de Gil Collado Insectos y Ácaros de los animales domésticos. La autora de esta monografía ha publicado desde 1967 una serie de trabajos sobre taxonomía de Mallophaga que sirven de base a la misma. Algunos otros trabajos con datos sobre especies nuevas y otras ya descritas han sido publi- cados por otros·· autores: Gállego Berenguer, Rodríguez Caabeiro, Soler Cruz, y algún otro. Además de estas notas puntuales, hay que mencionar el Índice Catálogo de Zooparásitos Ibéricos (1978, con dos reediciones en 1980 y 1994) coordinado y editado por Cordero del Campillo. En él se reúnen todas las citas conocidas hasta el momento de su publicación y constituye un extraor- dinario documento imprescindible para el conocimiento taxonómico del gru- po. La autora de esta monografía ha publicado una serie de datos sobre malófagos parásitos de aves domésticas en varios capítulos de Parasitología Veterinaria (Cordero del Campillo y Rojo Vázquez, 1999), editada por McGraw-Hill-Interámericana de España. El presente volumen constituye la primera parte de la monografía que pre- tende ser una herramienta de trabajo que permita mejorar el conocimiento de la fauna íbero-balear. En él se incluye un apartado con las generalidades del grupo, Mallophaga, referidas a los dos subórdenes, Amblycera e Ischnocera, que comprenden especies encontradas en el área íbero-balear. Sin embargo, como la fauna ibérica de malófagos comprende un mayor número de especies que las citadas hasta ahora, debido a la dificultad de los FAUNA IBÉRICA muestreos sobre aves migratorias y de difícil manejo, algunas especies de Maló- fagos de las fatnilias tratadas en la monografía no aparecerán en ella, por tanto el estudio de la fauna ibérica de Malófagos no es un estudio cerrado sino que está en permanente revisión. Las claves que se presentan están destinadas a identificar los táxones citados en la Península Ibérica y han sido redactadas con la mayor sencillez y claridad posibles. Asimismo, las descripciones que acom- pañan a las claves, para completar las identificaciones, tratan de ser claras y con- cisas. En el epígrafe correspondiente a cada especie se incluye la descripción de la misma, datos taxonómicos y un apartado de distribución en el que se expresa la distribuc::ión «zoolÓgica» en los hospedadores, ya que son éstos los que constituyen los hábitats de cada especie, y la distribución geográfica de tales hospedadores que es muy amplia en la mayoría de los 'casos, además de poco significativa; no obstante, se añade una referencia a la distribución geográfica global de dichos hospedadores, porque, en defmitiva, es la misma para sus pará- sitos. Se ha omitido el apartado de Biología por entender que las características biológicas de las especies de Malófagos son comunes a todas ellas; sólo se cono- cen datos concretos de unas pocas especies que viven sobre animales domés- ticos, pero éstas caen dentro de las generalidades dadas para todo el grupo. La estructuración sistemática se basa en la fase de adulto. No hay datos ~uficientes para establecer una clasificación de las fases juveniles, cuyo cono- cimiento es aún escaso e incompleto, por lo cual sólo en algunos casos se podrán aportar datos en este sentido. Para el estudio de los Malófagos se ha contado con material colectado por la autora del trabajo y aportaciones hechas por algunos ornitólogos, así como ejemplares de la colección del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN, Dras: Izquierdo y Manm) de las colecciones de la Cátedra de Parasitología de la Facultad de Farmacia de Granada (Dra. Soler), de la Cáte- dra de Parasitología de la Facultad de Farmacia de Barcelona (Dr. Gállego), ejemplares tipos y de comparación prestados por el Natural History Museum de Londres (Dr. Lyal) y el Muséum National d'Histoire Naturelle de París (Dra. Matile-Ferrero). A todos ellos mi agradecimiento no sólo por el préstamo del material SlnO también por sus valiosas sugerencias y comentarios, que han contribuido al desarrollo del trabajo objeto de esta monografía. También quiero expresar mi. agradecimiento a una serie de personas que de una u otra forma me han ayudado a la ejecución del trabajo: a Marian Ramos por su ayuda económica a través de los sucesivos Proyeétos de Investigación Fauna Ibérica concedidos .-por la DGICYT, a Miguel Ángel Alonso Zarazaga, por su constante ayuda en la resolución de problemas nomenclaturales, a Manuel Sánchez Ruiz por su ayuda técnica en la preparación del manuscrito, a mis compañeros de Entomología y Colecciones siempre dIspuestos a com- ·partir y resolver mis dudas y proporcionarme ilusión y aliento en mi trabajo. No quiero dejar de mencionar a mi hermana, María Luisa, que con su apoyo y paciencia ha contribuido en gran medida a la finalización de este estudio. Mi agradecimiento, también a los evaluadores-correctores del volumen' y a los miembros de los diversos comités y equipos editoriales de Fauna Ibérica. MAUOPHAGA, AMBLYCERA 13 ! I I 1, 11\ " 14 POSICIÓN SISTEMÁTICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS MALLOPHAGA Los }lIfallophaga (piojos masticadores) son insectos Pterigotas, con meta- morfosis simple e incompleta (hemimetábolos) que, junto con los Anoplura o Siphllnculata (piojos chupadores), constituyen el orden Phthiraptera de Haeckel (1896). Ambos se incluyen en el grupo de órdenes hemipteroideos de la sección exopterigotas (Richard y Davies, 1977). No existen Malófagos fósiles y las opiniones sobre afinidades y filogenia de los piojos masticadores, se derivan, fundamentalmente, de estudios mor- fológicos y taxonómicos. El hecho de que tanto Malófagos como Psocópte- ros cOlnpartan especializaciones talescomo el esclerito sitóforo, los filamen- tos esclerotizados de la hipofaringe y las ovariolas politróficas, indica que los piojos masticadores surgieron del tronco psocopterano (Richard y Davies, 1977). Por otra parte comparten muchos rasgos especializados con los piojos chupadores, como las antenas pequeñas, las distribuciones oculares y espi- raculares, el sistema nervioso muy concentrado, los huevos operculados. con estigma y aparato micropilar y el reducido número de mudas interninfales, por lo que Kanigsmann (960) sobre la base de caracteres morfológicos, embriológicos y de distribución en grupos de hospedadores, coloca Psocop- tera y Phtbiraptera como órdenes de un superorden Psocodea con cuatro subórdenes en Phthiraptera: Amblycera, Ischnocera, Rhynchophthirina y Anoplura. Él considera con detalle la evidencia, admitida por otros autores, de que los Anoplura están más relacionados con los Ischnocera que éstos con los Amblycera. De acuerdo con este punto de vista Kanigsmann admite que los Phthiraptera pueden dividirse en dos grupos principales: los Ambly- cera en un lado y otro grupo (A) en otro. Esta teoría se confirma por la simi- litud de los órganos sensoriales de las antenas en las especies incluidas en el grupo A y sus diferencias con las especies de Amblycera y el diferente ori- gen de las gonapófisis de ambos grupos. Psocodea .~ Psocoptera Phthiraptera Amblycera Grupo A Anoplura Rhynchopthirina Ischnocera FAUNA IBÉRICA En la actualidad continúa la controversia en cuanto a la posición taxonó- mica del orden Mallophaga. Kim y Ludwig (1978) llevaron a cabo un estudio sobre las relaciones filogenéticas de los psocodeos parásitos. Evaluaron diver- sos complejos de caracteres: cabeza, tentorio, ojos compuestos y ocelos, ante- nas y sensilas antenales, piezas bucales, tórax, patas, espiráculos, abdomen, sistema nervioso central, túbulos de Malpighi y simbiontes, órganos repro- ductores internos, huevos y ninfas. De estos cOlI!plejos seleccionaron 21 caracteres en base a los cuales llevaron a cabo un análisis cladístico. Dichos autores diferencian dentro del superorden Psocodea los órdenes Psocoptera y Phthiraptera, en el que se incluirían Anoplura y Mallophaga, este último for- mado por los subórdenes Amblycera, Ischnocera y Rhynchophthirina. Ambos autores corroboran esta teoría en un trabajo posterior (Kim y Ludwig, 1982). Psocodea ~ Psocoptera Phthiraptera Anoplura Mallophaga . Amblycera Rhynchopthirina Ischnocera Según estos autores las similitudes mostradas por los Anopluros y los Maló- fagos serían consecuencia del modo de vida parasitario y resultado de una evolución paralela, pero muestran diferencias que los hacen separables en órdenes distintos. Esta clasificación es seguida por autores como Séguy (1944) y Richard y Davies (1977). Por otra parte, autores como Clay (1970) y Haub (1980), de acuerdo con las teorías de K6nigsmann, consideran que tanto Malófagos como Anopluros derivan de un Psocodeo ancestral común; asumiendo el origen monofilético de estos parásitos, opinan que las relaciones filogenéticas de estos grúpos estarían mejor expresadas con una clasificación en la cual un solo orden, Phthiraptera Haecker, 1896, gnlpo hermano de Psocoptera del mismo rango taxonómico, se dividiera en cuatro grupos: Amblycera, Ischnocera, Rhyn- chopthirina y Anoplura. Un trabajo posterior de Kim y Ludwig (1982) analiza de nuevo las relacio- nes filogenéticas de los grupos señalados, mediante un análisis cladístico con las siguientes conclusiones: Psocodea constituye un grupo monofilético, carácter asumido por todos los autores citados; Anoplura es un taxon de más alto nivel, distinto del resto de parásitos psocodeos y se ha desarrollado inde- MALLOPHAGA, AMBLYCERA 15 16 penclientemente desde una línea principal; 1I4allophaga, que incluye Ambly- cera, Ischnocera y Rhynchopthirina, representa un grupo diverso, quizá para- filético, pero distinto de Psocodea y Anoplura. Las especies tratadas en esta monografía corresponden a este grupo con el nombre ordinal de Phthiraptera según algunos autores (K6nigsmann, 1960; Clay, 1970; Ledger, 1980) o Mallophaga, nombre más arraigado en la literatu- ra y que, al margen de las consideraciones filogenéticas expuestas, seguiremos utilizando. El estudio taxonómico está referido al suborden Amblycera. La distribución geográfica de estos insectos está condicionada a la de sus hos- pedadores, Aves o MamIferos. Puede decirse que son cosmopolitas, se encuen- tran en todas las regiones biogeográficas en las que viven sus hospedadores. La gran diversidad de datos bibliográficos, incluso la falta de ellos en muchos paí- . ses, hace imposible precisar el número de especies presentes en el mundo. La avifauna íbero-balear consta de unas 150 especies de aves sedentarias. Además, cada año nos visitan unas 200 especies, tanto invernantes como estivales. Por otra parte, contamos con casi un centenar de especies de mamíferos. Si bien no son conocidas todas las posibles especies de Malófa- gos parásitas de las aves y mamíferos peninsulares, debido en muchos casos a la dificultad de su captura, podemos asegurar que el número de especies de Malófagos posibles en nuestra fauna es mayor de las citadas hasta ahora y recogidas en esta monografía. Esto hace que el estudio de la fauna ibérica de Malófagos no sea un estudio cerrado, sino que está en constante revisión. MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA DEL ADULTO Los Malófagos son insectos ápteros, ectoparásitos y con el cuerpo aplana- do dorsoventralmente. Poseen los ojos pequeños y carecen de ocelos; las ante- nas constan de tres a cinco segmentos y las piezas bucales son de tipo mas- ticador modificado. El protórax es evidente y libre; el mesotórax y el metató- - rax se encuentran a menudo separados de manera imperfecta; los tarsos están formados por uno o dos segmentos y terminados en una o dos uñas. El tegumento presenta una pigmentación variable, de amarillenta a pardo oscura, como respuesta a las diferentes condiciones del medio. En él se apre- cian distintas formaciones esculturales en algunas especies y también en él se implantan las sedas o quetas, de diferente tamaño y grosor. Cabeza.- Claramente prognata, con un clípeo bien desarrollado. De mor- fología subtri~ngular por lo general, se halla ensanchada en la región tempo- ral y redondeada o truncada en la zona anterior; su posición es siempre hori- zontal con respecto al cuerpo y está unida a él por medio de un cuello qcul- to que permite cierta movilidad (fig. 1). Las antenas son cortas y claviformes y se alojan en una depresión en el suborden Amblycera, o son relativamente largas, baciliformes, libres, muy aparentes y no están alojadas en una depre- FAUNA IBÉRICA a pronoto meso- metanoto (pteronoto) . primer segmento abdomi'1al terguito este rn ito Fig. 1. Esquema general de un Malófago (modificado de Gil Collado, 1960). MALLOPHAGA, AMBLYCERA clípeo ± ¡ '* antena temporales coxa trocánter fémur tibia tarso uña estigma respi rato rio pleurito 17 Fig. 2. Aparato genital del macho (según Clay, 1956). Abreviaturas: apb: placa o apodema basal,e: endómeros, ee: escleritos endomerales, apb ee e pm hm ti p hm: hipómero, p: pene, pm: parámeros, tI: telómeros. sión, sino que se insertan en un, seno más o menos profundo cuyo borde ante- rior está provisto de una pieza, «cono o trabécula», a veces móvil, en el subor- den Ischnocera. Detrás de la inserción de las antenas están los órganos visua- les, reducidos a simples ocelos (¿omatidios?), atrofiados en muchas especies. El aparato bucal es de tipo masticador y está integrado por: grandes y fuertes mandíbulas, quitinizadas y dentadas; maxilas, que en losAmblycera disponen de palpos maxilares de cuatro artejos; labio inferior cuadrangular, con palpos papiliformes en Amblycera y sin palpos en Ischnocera; labio superior o labro, que es un esclerito antera-ventral que recubre por delante a las mandíbulas; esclerito esofágico, típico de estos insectos; y la hipofaringe. Tórax.- Caracterizado por el gran desarrollo del protórax, siempre libre. El mesotórax y metatórax, están por lo general unidos, formando el pterotó- rax, o bien separados por una sutura muy fina. Las patas, cortas y robustas, cuentan con fémures fuertes, tibias más o menos mazudas y tarsos de uno o 18 FAUNA IBÉRICA dos artejos, terminados en dos uñas que en algunas especies parásitas de mamíferos se reducen a una sola (fig. 1). Abdomen.- Presenta una metamerización nítida. El número de segmentos abdominales visibles del adulto oscila entre 8 y 10 cuyos escleritos tergales, pleu- rales y esternales están separados por áreas membranosas. Los estigmas respi- ratorios son visibles en la mayoría de los segmentos (II-VII o III-VIII) (fig. 1). En las primeras etapas del desarrollo embrionario consta de 11 segmentos (I-XI) La reducción a nueve segmentos procede de la fusión del I y II en el transcurso del desarrollo embrionario y del IX y el X en el crecimiento postembrionario. El aparato genital del macho (fig. 2) es complejo y varía según las especies; consta de una placa o apodema basal; articulados o unidos a ella aparecen dos parámeros, que son estructuras esclerotizadas más o menos alargadas; un saco genital dividido en dos partes: la distal formada por el pene, un par de teló- meros y el hipómero .y la proximal, constituida por los escleritos endomerales. Estas estructuras generales presentan variaciones específicas importantes (Clay, 1956) y constituyen caracteres morfológicos de gran valor taxonómico. El ovi- positor puede faltar o estar representado por una o dos pequeñas gonapófisis. La anatomía interna de estos ectoparásitos no difiere sustancialmente de la de otros representantes de la clase lnsecta. El tubo digestivo (fig. 3A) comienza en la cavidad oral que se continúa por un esófago que se expande en un simple divertículo; existen dos pares de órganos salivares a cada lado del esófago. El intestino medio es recto y pue- den existir dos ciegos intestinales, por lo común poco desarrollados; a este nivel se encuentran cuatro tubos de Malpighi. El intestino posterior es estre- cho en su extremo proximal, aunque en la región distal se expande en un recto con seis papilas rectales que desemboca en el ano. El aparato respiratorio (fig. 3B) está formado por dos troncos traqueales ramificados, que se abren al exterior mediante siete pares de espiráculos, uno protorácico y seis abdominales situados por lo general en los segmentos III- VIII o, con menor frecuencia, del 11 al VII. El corazón se localiza en los seg- mentos VII y VIII del abdomen o sólo en el VIII. Es una cámara provista de dos o tres pares de ostiolos que se prolongan hacia delante como aorta. El sistema nervioso (fig. 3C) consta de un cerebro, un ganglio supraesofá- gico y tres ganglios torácicos. No existen ganglios abdominales. En el aparato reproductor masculino (fig. 3D) los testículos están formados por dos CIschnocera) o tres (Amblycera) folículos ovoides o piriformes, total- mente separados entre sí. 'tos vasos deferentes desembocan en una vesícula seminal compacta que se prolonga distalmente en un conducto eyaculador. Los órganos reproductores femeninos consisten en un par de ovarios com- puestos por varias ovariolas politróficas. Los Amblycera tienen tendencia a reducir el número de ovario las , que en algunas especies quedan reducidas a tres. El oviducto común conduce a la vagina que se abre detrás del esterni- to abdominal VIII. Un par de glándulas accesorias segregan la sustancia empleada para adherir los huevos al sustrato. MALLOPHAGA, AMBLYCERA 19 20 A e Fig. 3. Anatomía interna de Mallophaga: tubo digestivo (A), aparato respiratorio (B), sistema nervioso (C) y aparato reproductor b eso gs ci im est tm ip pr a masculino (D) (según Seguy, 1944, y Marshall, 1981) Abreviaturas: a: ano, b: boca, ci: ciegos intestinales, eso: esófago, est: estómago, gs: glándula salivar, im: intestino medio, ip: intestino posterior, pr: papilas rectales, tm: túbulos de Malpigio. FAUNA IBÉRICA Fíg. 4. Huevos de Incidifrons fulicae (A), . Lipeurus caponis (B) y de Arnyrsidea perdicis (C) (según Eíchler, 1963). B CARACTERÍSTICAS DE lAS FASES NO ADULTAS Los malófagos presentan un ciclo de vida monoxeno. La hembra produce generalmente alrededor de 100 huevos que fija a los pelos o plumas del hos- pedador. En condiciones óptimas el desarrollo embrionario de un malófago dura de seis a nueve días. Tras la eclosión sufre tres mudas en 20-25 días, sin desprenderse del hospedador, hasta alcanzar el estado adulto. Los huevos Cfig. 4) son pequeños, ovoides y alargados, están provistos en el polo anterior de una cofia, cerca de cuyo margen hay numerosos micro- MALLOPHAGA, AMBLYCERA 21 1, /1 i 22 I A B· 111 Fig. 5. Estados ninfales de Menacanthus phasíani (A) y de Goniodes colchici (B) (según Modrzejewska y Zlotorzycka, 1987). 11 pilos. En la región posterior existe el denominado estigma del huevo, for- mado por un grupo de canales que atraviesan parcial o totalmente el corion, que constituye una ayuda en la adherencia del huevo. La eclosión se reali- za mediante la presión interna que levanta la cofia y rompe la cutícula embrionaria. FAUNA IBÉRICA ~, Como insectos hemimetábolos presentan metamorfosis simple, descrita a menudo como directa o incompleta. Hay tres estados ninfales, cuya morfo- logía es similar a la de los adultos, de los que se diferencian por su menor tamaño, su pigmentación más ligera y por una quetotaxia distinta. Las dife- rencias entre los distintos estados ninfales se presentan, asimismo, en el tama- ño, grado de pigmentación e intensidad de la quetotaxia. Modrzejewska y Zlotorzycka (1987) han realizado un interesante trabajo sobre el establecimien- to de la edad en las ninfas de los Malófagos. Tras d estudio de un abundante número de ejemplares de ninfas y adultos de seis esp€Cies de Malófagos lle- garon a establecer algunos caracteres básicos, tales como los grupos de sedas laterales cortas de los esternitos III -V Y las sedas de la placa guIar en las espe- cies de Amblycera, y el número de sedas del margen posterior del protórax en lschnocera, para diferenciar los distintos estadios ninfales (fig. 5). mSTORIA NATURAL DE LOS MALLOPHAGA Los Malófagos desarrollan todo su ciclo vital, de huevo a adulto, sobre el cuer- po del hospedador. Son capaces de moverse ágilmente entre las plumas o los pelos. La vida de estos insectos se desarrolla a una temperatura prácticamente constante de unos 35°C en los mamíferos y algo más elevada en las aves. Los desplazamientos hacia las zonas profundas del pelaje o hacia la parte externa les garantizan la temperatura adecuada, contrarrestando los posibles cambios de la misma en el ambiente libre o los accesos febriles de los hospedadores. La temperatura elevada ocasiona la muerte de los malófagos en muy breve plazo. A temperaturas superiores a 50°C, no resisten más de una hora y a 45°C mue- reri en unas cuatro o cinco horas. En cambio resisten mejor las bajas tempera- turas; los malófagos sometidos a ellas permanecen vivos varios días. La humedad más conveniente es la de 70-80%, la que existe en su espe- cial ambiente. Una de las adaptaciones fisiológicas primordiales para este gru- po de insectos en cuanto a su éxito en la invasión de ambientes extremos, en relación a su disponibilidad de agua, es su capacidadpara tolerar hume- dades relativas muy bajas. De hecho las humedades críticas de equilibrio registradas en algunas especies de Malófagos son las más bajas conocidas dentro de los Artrópodos (Knulle y Spadafora, 1970). Además, muchas espe- cies son capaces de obtener agua de la humedad ambiental; el vapor de agua se. condensa en la superficie de los escleritos linguales (proyectados hacia el exteri~r de la cavidad oral durante el proceso) y es succionado mediante la acción del músculo clípeo-epifaríngeo (Rudolph, 1983). La dieta básica de los Malófagos está constituida por plumas, pelos y/o des- ·camaciones dérmicas del hospedador, aunque existen algunas especies (Ambly- cera) en las que se ha detectado un comportamiento hematófago, como Tri- notan querquedulae (Linnaeus, 1758) (Saxena et al., 1985) o Menacanthus eurysternus (Burmeister, 1838) que en condiciones naturales se alimenta exclu- sivamente de sangre (Agarwal et al., 1983) que obtiene de la pulpa central de MALLOPHAGA, AMBLYCERA 23 24 las plumas en crecimiento o llegando a hacer heridas en la piel del hospeda- dor. Algunas especies, entre las que se incluye Myrsídea cornícís CDeGeer, 1778), llegan a ingerir fluidos oculares de sus hospedadores (Mey, 1978). Como ectoparásitos permanentes tienden a alimentarse a menudo, ingiriendo peque- ñas cantidades de comida. La dieta basada sólo en plumas, sangre o suero es nutricionalmente inadecuada, por lo que estos parásitos albergan microorga- nismos simbióticos los cuajes probablemente sintetizan vitl minas. Se ha com- probado la existencia de endosimbiontes en, al menos, 1 i especies de Maló- fagos (Preer y Preer, 1984). Dichos simbiontes se encuentran en micetocitos individuales dispersos en el cuerpo graso del insecto. Los autores citados sugie- ren que el papel de tales microorganismos podría ser el de aportar niveles ópti- mos de distintas vitaminas a sus hospedadores, cuya dieta es poco variada. La localización de los Malófagos en el cuerpo de sus hospedadores es muy diversa y está aparentemente influenciada por varios factores: resguardo de predación por el hospedador, bien sea como defensa de éste contra la acti- vidad del parásito o bien accidentalmente por los ritos de limpieza del hos- pedador; adecuación a la estructura de la piel, pelo o plumas, en relación con la alimentación o el micro clima adecuado. De las seis especies de piojos que viven sobre Gallus domestícus, Menacanthus stramíneus (Nitzsch, 1818) se localiza principalmente sobre la espalda y alrededor del ano; Menopon galli- nae (Linnaeus, 1758) se encuentra, sobre todo, en los muslos y el pecho; Cuclotogaster heterographus (Nitzsch, 1866) vive sólo en la cabeza; Goníoco- tes gallínae (DeGeer, 1778) se localiza de modo especial en el cuerpo y Lípeu- rus caponís (Linnaeus, 1758) se encuentra solamente en las alas. El paso de un hospedador a otro se produce a través del contacto corpo- ral entre ellos, en los grupos sociales, en la cópula o en el cuidado de los jóvenes. Las crías se infestan generalmente en los nidos; también son lugares de transmisión las áreas de alimentación de las aves hospedadoras, así como las zonas de descanso. Se han detectado casos de foresia en la transmisión de los Malófagos (fundamentalmente por medio de Dípteros Hipobósddos y especies de otros órdenes como Sifonápteros, o donatos , Himenópteros y Lepidópteros) (Keirans 1975; Richard y Davies, 1977). Por lo general los Malófagos muestran una clara especificidad hacia sus hos- pedadores (Turner, 1977; Derylo, 1978). Según Turner, la invasión de un hos- pedador no habitual por parte de una determinada especie de Malófago esta- ría dificultada por la estructura física de las plumas, composición química de éstas y de la sangre, diferencias en cuanto a microhábitats aportados por el nuevo hospedador y por la competencia que se establecería con las pobla- ciones de Malófagos ya establecidas. Derylo, no obstante, no excluye la posi- bilidad de la propagación de Malófagos hacia nuevos hospedadores, sobre los que muestren nuevas pautas de adaptación. Se produce lo que este autor denomina infestación secundaria. Según Zlotorzycka (1982) en el caso de los Malófagos, los límites de la especificidad no siempre se muestran como un esquema simple, sino que están marcados por condicionantes filogenéticos, morfológicos y espaciales de las estructuras involucradas directamente en la FAUNA IBÉRICA relación parásito-hospedador. Por otra parte, en determinadas relaciones inte- respecíficas, como la depredación, los Malófagos de la presa pueden· pasar al predador, lo que constituiría un caso de parasitación accidental. Esto mismo puede ocurrir en los casos de transmisión mediante foresia. Por lo general la gravedad de la infestación está relacionada con la intensidad de la misn1a. Según Klockenhoff et al. (1973) las altas intensidades en la parasitación por Malófagos se deberían a cambios o alteraciones en' el comportamiento y esta- do fisiológico de los hospedadores. Enfermedades y traumas de los mismos, así como su eaad, sexo y estado inmunológico, entre otros factores, ejercen una considerable influencia ·sobre la intensidad de la malofagosis. Las Aves disponen de varios mecanismos para atenuar la carga de Malófa- gos: acicalamiento de las plumas utilizando el pico, baños de polvo, o también mediante el empleo de ácido fórmico que el ave se procura acostándose sobre un hormiguero y dejándose cubrir por las hormigas (Baer, 1971). Otras espe- cies llegan a utilizar un control biológico contra los ectoparásitos nidícolas al incorporar al nido, de forma selectiva, determinadas especies vegetales que desprenden monoterpenos y sesquiterpenos, sustancias que actúan como repe- lentes naturales para dichos Artrópodos (Clark y Russell, 1985; Bucker, 1988). El comportamiento de los Malófagos al morir los animales en los que viven es variable según los grupos. Algunos (Ischnocera) se muestran inquietos y se desplazan hasta la cabeza de los hospedadores para abandonarlos después al enfriarse sus cadáveres; otros (Amblycera) permanecen entre las plumas has- ta que al cabo de unos días mueren sin pretender buscar otros hospedadores. Los Malófagos son un grupo de ectoparásitos con importancia económica ya que no sólo afectan a la vitalidad y productividad de sus hospedadores, sino que además juegan un papel como reservorios y transmisores de enfer- medades infecciosas. Con respecto a la primera de las características apuntadas, aun cuando la patogeneidad de la mayoría de estos parásitos es escasa, pueden producir un notable efecto debilitante en sus hospedadores, sobre todo en el caso de infestaciones masivas, tanto si se trata de especies hematófagas como si su nutrición se realiza a expensas de escamas dérmicas, pelos o plumas de los hospedadores. En el caso de los animales domésticos, la actividad masticato- ria de los Malófagos dirigida fundamentalmente sobre las plumas en desa- rrollo o sobre la capa escamosa de la dermis, puede ocasionar un prurito muy intenso en los animales parasitados, lo que les obliga a un rascado continuo que interfiere en la regularidad y normalidad de su nutrición y descanso. La irritación producida da lugar a la aparición de dermatitis, pérdida de pelo y destrucción del plumaje y estados alérgicos generales, además de influir en el rendimiento en la producción de carne, huevos y leche. La capacidad hematófaga de Menacanthus stramineus sobre la gallina- y el pavo común y su influencia en el estado· sanitario de las aves hospedadoras ha sido estu- diada por Derylo (1974), quien demuestra que un 40% de los especímenes recogidos tenían el tubo digestivo repleto de sangre; utilizando CrS1 como marcador, pudo calcular que las formas juveniles del malófago absorbían MAILOPHAG~ AMBLYCERA 25 0,79 pI de sangre y los adultos llegaban a 1,00-1,52pi, cantidades ínfimas si se refieren a la capacidad expoliadora de un único ejemplar, pero que pue- den representar pérdidas considerables para las aves que soportan infesta- ciones por millares de estos Malófagos. En cuanto a la transmisión de enfermedades, Derylo (1969) demostró la capacidad de transmisión de Pasteurella multocida (agente causante de la peste aviar) por parte de Menacanthus stramineus y Menopon gallinae pará- sitos de Gallus domestícus. Estos Malófagos transmiten dicha bacteria con sus heces a través de las heridas producidas en la piel de sus hospedadores. Se han observado casos en que los Malófagos pueden actuar como transmisores de hongos (Kamyszek, 1978) e incluso de otros parásitos. Heterodoxus sPini- ger (Enderlein, 1909), parásito del perro, puede ser transmisor de Dípetalo- nema reconditum, filaria común en varias especies de Cánidos (Nelson, 1962). Trinoton anserinum (Fabricius, 1805) (parásito de determinadas aves acuáti- cas) actúa como hospedador intermediario de la filaria Sarconema eurycerca; la capacidad de transmisión de las filarias por parte de este malófago radica en su comportamiento hematófago (Seegar et al., 1976). Del mismo modo Pseudomenopon pilosum (Scopoli, 1763) (especie habitual en fochas) puede albergar y transmitir una filaria ampliamente distribuida entre Aves y Mamí- feros: Pelecitus fulicaeatrae (Bartlett y Anderson, 1987). Trichodectes canis (DeGeer, 1778) (frecuente en Cánidos) puede ser hospedador intermediario de Dípylidiun canínum (Moore, 1962; Dement, 1965). Los Malófagos no son especies sinantrópicas, no son susceptibles de infes- tar al hombre (Mustafajeva et al., 1982). RECOLECCIÓN, CONSERVACIÓN Y TÉCNICAS DE ESTUDIO Las poblaciones naturales de Malófagos pueden ser recolectadas mediante diversos métodos que dependen del propósito de la colecta, de la biQlogía del parásito y de si el hospedador puede o no ser sacrificado. En base a estas circunstancias existen diversas pautas para la recolección de los parásitos: 1. a Sobre hospedadores vivos, bien directamente inmovilizando al animal o utilizando anestésicos para ambos, parásito y hospedador, o también anes- tesiando sólo al parásito con cloroformo usando el "Fa ir Isle Apparatus» des- crito por Williamson (1954). 2.a Sobre hospesladores muertos la recolección de los Malófagos se simplifi- ca. Lo más sencillo es recoger los piojos aprovechando la huida del parásito del cuerpo del hospedador cuando éste muere. Por tanto, recogiendo el pájaro inmediatamente después de su muerte, o a lo sumo unas pocas horas después de la misma, en una bolsa de cierre hermético, al cabo de dos o tres días la mayoría de los malófagos Ischnocera habrán abandonado el cadáver del hos- pedador y se encontrarán muertos en la bolsa; para las especies de Amblycera, que mueren agarradas a las plumas, es preciso examinar el ave y mediante una pinza o un pincel, extraer los parásitos. Conviene hacer el examen bajo lupa FAUNA IBÉRICA binocular elnpezando por las regiones de cabeza y cuello, prosiguiendo por las del plumón y grandes plumas de las zonas dorsal y ventral y examinando para terminar la cola, las bases alares y las grandes plUlnas coberteras del ala. Hopkins (1949) describe dos métodos para la recolección de Malófagos parásitos de Mamíferos: la «técnica de disolución», mediante la disolución de la piel del animal en sosa al 5%, y la «técnica de cepillado», aplicable a pie- les secas o animales recién muertos. Los ejemplares se recogen y conservan en frascos con alcohol al 70% debida- mente etiquetados con el nombre del hospedador, sexo, edad y condición (adul- to o forma joven), zona del cuerpo donde se recogieron los piojos, localidad don- de fue colectado el hospedador, fecha de recolecta y nombre del colector. Para el estudio de los Malófagos es necesario el montaje en preparaciones microscópicas. Éstas pueden ser telnporales, para un estudio inmediato, trans- firiendo los especímenes desde el alcohol a un portaobjetos con el medio ele- gido (fenal líquido, alcohol polivinil lactofenol, medio de Faure) o perma- nentes, que permiten conservar los especímenes para formar una colección. Estas preparaciones se hacen en medios acuosos (líquido de Hoyer, líquido de Berlese, dimetil hidantoína formaldehído) o en medios anhidros (bálsamo del Canadá, Euparal). Todas estas técnicas de recolección, conservación y montaje para el estu- dio de los Malófagos se describen con detalle en Martín Mateo (1994b). El estudio de la morfología externa de los Malófagos es, en general, sufi- ciente para la identificación de las especies. Tal estudio debe hacerse median- te un microscopio óptico de alta resolución que permita distinguir estructuras tales como la quetotaxia de gran valor taxonómico y sobre todo el aparato genital de los machos que proporciona datos fundamentales para la separa- ción de especies. LOS AMBLYCERA mÉRICOS El marco sistemático para el tratamiento de los Amblycera íbero-baleares es el descrito en páginas precedentes al comentar la posición sistemática del grupo. Hasta ahora se han citado en la Península Ibérica 79 especies de Amblyce- ra, cuya adscripción taxonómica dependerá del sistema de clasificaciónutili- zado. Existen varias opiniones sobre el número y distribución de los diferen- tes táxones. Séguy 0944r, Hopkins y Clay (1952), Clay (970), Richard y Davies (1977) y Ledger (1980) agrupan las especies de Amblycera en seis fami- lias: Menoponidae, Boopidae, Laemobothriidae, Ricinidae, Trimenoponidae y Gyropidae. ·Keler (969) considera dos superfamilias: Gyropoidea, con dos familias y dos subfamilias, y Menoponoidea, formada por tres familias y cua- tro subfamilias. Eichler (963) y Zlotorzycka (1976) establecen un sistema de clasificación complicado con numerosas divisiones y subdivisiones en niveles taxonómicos de superfamilias (3), familias (16 ó 12, respectivamente) y sub- familias (6), incluso el primero de los autores citados considera niveles inter- 1l1ALLOPHAGA, AMBLYCERA 27 " 28 medios (interfamilias). Este complejo entramado clasificatorio no siempre sir- ve para aclarar o facilitar la situación taxonómica de las especies. En el presente trabajo, y teniendo en cuenta el número de especies cita- das, helllos adoptado unos criterios de clasificación intermedios entre las dos tendencias sei'íaladas, prescindiendo de algunas divisiones y eligiendo los táxones más convenientes para la adscripción de cada especie y para hacer más fácil y comprensible el manejo de las claves. En general y con algunas modificaciones tendentes a simplificar el sistema de clasificación, seguimos la clasificación de Eichler (963). Por otra parte, las claves de superfamilias, familias, géneros y especies que se incluyen en este volumen son aplicables únicamente a los géneros y especies registrados en la Península Ibérica. Suborden AMBLYCERA Kellogg, 1896 Superfamilia MENOPONOIDEA Mj6berg, 1910 Familia TRlNOTONIDAE Eichler, 1941 Género Trinoton Nitzsch, 1818 Trinoton anserinum (Fabricius, 1805) Trinoton femoratum Piaget, 1880 Trinoton lituratum Burmeister, 1838 Trinoton querquedulae (Linnaeus, 1758) Familia PSEUDOMENOPONIDAE Mj6berg, 1910 Género Pseudomenopon Mj6berg, 1910 Pseudomenopon pilosum (Scopoli, 1763) Familia SOMAPHANIlDAE Eichler, 1941 Género Amyrsidea Ewing, 1927 Amyrsidea phaeostoma (Nitzsch, 1866) Género Bonomiella Conci, 1942 Bonomiella columbae Emerson, 1957 Familia ANCIS1RONIDAE Harrison, 1915 Género Meromenopon Clay y Meinertzhagen, 1941 Meromenopon meropis Clay y Meinertzhagen, 1941 Género Eucolpocephalum Bedford, 1930 Eucolpocephalum femorale (Piaget, 1880) Género Eidmanníella Keler, 1938 Eidmanniella pustulosa (Nitzsch, 1866) Género Holomenopon Eichler, 1941 Holomenopon leucoxanthum (Burmeister, 1838) Holomenopon setígerum(Blagoveshtchensky, 1948) Género Austromenopon Bedford, 1939 . Austromenopon echínatum Edwards, 1960 Austromenopon hímantopi Tirnmermann, 1954 Austromenopon lutescens (Burmeister, 1838) Austromenopon paululum (Kellogg y Chapman, 1899) FAUNA IBÉRICA Austromenopon pelagicum Timmermann, 1963 Austromenopon transversum (Denny, 1842) Austromenopon vanelli Zlotorzycka, 1968 Género Actornithophilus Ferris, 1916 Actornithophilus bicolor (Piaget, 1880) Actornithophilus gracilis (Piaget, 1880) Actornithophilus himantopi BIagoveshtchensky, 1951 Actornithophilus nodularis Martínho Guimaraes, 1988 Actornithophilus piceus (Denny, 1842) Actornithophilus pustulosus (Piaget, 1880) Género Heleonomus Ferris, 1916 Heleonomus macilentus (Nitzsch, 1866) Género Gruimenopon CIay y Meinertzhagen, 1941 Gruimenopon longum (GiebeI, 1874) Familia COLPOCEPHALIDAE EichIer, 1937 Género Anseriphilus EichIer, 1943 Anseriphilus pectiniventris (Harrison, 1916) Género Kurodaia Uchida, 1926 Kurodaia cryptostigmatia (Nitzsch, 1861) Kurodaia fulvofasciata (Piaget, 1880) Kurodaia longipes (Giebel, 1874) Kurodaia subpachygaster (Piaget, 1880) Género Ciconiphilus Bedford, 1939 Ciconiphilus decimfasciatus (BoisduvaI y Lacordaire, 1835) Género Colpocephalum Nitzsch, 1818 Colpocephalum heterosoma Piaget, 1880 Colpocephalum plataleae Price y Beer, 1965 Colpocephalum zebra Burmeister, 1838 Género Neocolpocephalum Ewing, 1933 Neocolpocephalum milvi (Tendeiro, Miranda Restivo y Mocci Demartis, 1979) Neocolpocephalum nanum (Piaget, 1890) Neocolpocephalum percnopteri (Price y Beer, 1963) Neocolpocephalum turbinatum (Denny, 1842) Neocolpocephalum zerafae (Ansari, 1955) Género Aquilogogus EichIer y ZIotorzycka, 1971 Aquilogogus barbati (price y Beer, 1963) Aquilogogus ímperialis (Martín-Mateo, 1981) Aquilogogus impressus (Rudow, 1866) Aquilogogus trachelioti (Price y Beer, 1963) Familia MENOPONIDAE Mjoberg, 1910 Género Nosopon Hopkins, 1950 Nosopon casteli Tendeiro, 1969 Nosopon lucidum (Rudow, 1869) MALLOPHAGA, AMBLYCERA !' 29 30 Género J11enopon Nitzsch, 1818 JHenopon gallinae (Linnaeus, 1758) ll!fenopon pallens CIay, 1949 Género Hoborstiella EichIer, 1940 Hoborstiella lata (Piaget, 1880) Género JHenacanthus Neumann, 1912 Menacanthus alaudae (Schrank, 1776) Menacanthus agilis (Nitzsch, 1866) Menacanthus camelinus (Nitzsch, 1874) Menacanthus eurysternus (Burmeister, 1838) l\IIenacantbus fertilis (Nitzsch, 1866) Menacanthus gonophaeus (Burmeister, 1838) Menacanthus lyali Rodríguez-Caabeiro, ]iménez-González y Criado-Fornelio, 1983 Menacanthus numidae (Giebel, 1874) Menacanthus pallidulus (Neumann, 1912) Menacantbus pici (Denny, 1842) Menacanthus pusillus (Nitzsch, 1866) Menacanthus stramineus (Nitzsch, 1818) Género Dennyus Neumann, 1906 Dennyus hirundinis (Linnaeus, 1761) Género Myrsidea Waterston, 1915 Myrsidea anathorax (Nitzsch, 1866) Myrsidea cornicis (DeGeer, 1778) Myrs.idea iliaci Eichler, 1951 Myrsidea picae (Linnaeus, 1758) Myrsidea rustica (Giebe1, 1874) Myrsidea thoracica (Giebe1, 1874) Superfamilia RlCINOIDEA Neumann, 1890 Familia RlCINIDAE Neumann, 1890 Género Ricinus DeGeer, 1778 Ricinus elongatus (Olfers, 1816) Rícinus frenatus (Burmeister, 1838) Rícínus fringíllae DeGeer, 1778 Rícínus rubeculae (Schrank, 1776) Familia LAEMOB011lRlIDAE Mj6berg, 1910 Género Laemobothrion Nitzsch, 1818 Subgénero Eulaemobothríon Ewing, 1929 Laemobothrion (Eulaemobothrion) atrum (Nitzsch, 1818) Subgénero Laemobothríon Nitzsch, 1818 Laemobothrion (Laemobothrion) maximum (Scopoli, 1763) Laemobothrion (Laemobothrion) tinnunculi (Linnaeus, 1758) Laemobothrion (Laemobothrion) vulturis (Fabricius, 1775) FAUNA IBÉRICA Suborden AMBLYCERA Kellogg 1896 Amblycera Kellogg, 1896. Psyche (Camb. Mass.), 7: 375 Las especies de este grupo se pueden identificar esencialmente por los siguientes caracteres: antenas de cuatro o cinco segmentos, el tercero de ellos pedunculado, cortas y alojadas en surcos o fosas antenales a los lados de la cabeza; mandíbulas con articulación dorsal y ventral; presencia de palpos maxilares filiformes formados por dos a cinco segmentos; y seda postespira- cular de al menos la longitud de un segmento abdominal y provista de dos sedas adyacentes diminutas.· Clay (1970) agrupa los Amblycera en seis familias: Menoponidae, Boopidae, Laemobotbriidae, Ricinidae,· Trimenoponidae y Gyropidae. De éstas, las espe- cies de Boopidae viven casi exclusivamente sobre marsupiales de Australia y Papúa Nueva Guinea; las de Trimenoponidae viven sobre roedores y marsu- piales de Sudamérica; las de Gyropidae sobre roedores de Centro y Sudamé- rica; las restantes familias contienen especies representadas en la fauna ibé- rica. Eichler (1963) reúne las familias Laemobothriidae y Ricinidae en la superfamilia Laemobotbrioidea, y otorga rango de superfamilia a la gran fami- lia Menoponidae de Mjoberg. Sin embargo, la clasificación de Eichler no se ajusta exactamente a las Reglas Internacionales de Nomenclatura, por lo que consideramos que Rici- nidae Neumann, 1890, taxón más antiguo que Laenobothriidae Mjoberg, 1910, tiene prioridad para constituir la superfamilia Ricinoidea, que agrupe a las dos familias señaladas. .J Martín (1975) ha registrado en España dos especies: Gyropus ova lis Bur- meister, 1838 y Gliricola percelli CSchrank, 1781), ambas parásitas de Cavia cobaya pertenecientes a las familias Gyropidae y Gliricolidae (Gyropoidea), respectivamente, según la clasificación de Eichler (1963) y que Clay (1970) incluiría en la familia Gyropidae; aunque los hospedadores como ya se ha indicado no son especies de la fauna ibérica, dado que el cobaya es un ani- mal utilizado en experiencias de ~aboratorio y como tal puede encontrarse en la Península ibérica, hacemos referencia a estas especies en un apartado final de «otras especies". Clave de superfamilias 1. Cabeza subtriangular, énsanchada a nivel de los temporales. Presencia de pal- pos labiales bien desarrollados, de 4-5 segmentos. Quetotaxia cefálica según un mode- lo típico (fig. 6) Pronoto, mesonoto y metanoto separados. Presencia de postnoto oblongo típico. Hembras con una corona anal de sedas .... Menoponoidea (p. 33) • Cabeza alargada. Palpos labiales ausentes o apenas desarrollados, con sólo un segmento. Quetotaxia de la cabeza atípica, sin seguir un modelo general. Mesonoto y metanoto unidos. Ausencia de postnoto. Hembras sin corona anal de sedas ....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ricinoidea (p. 124) MALLOPHAGA, AMBLYCERA 31 DORSAL VENTRAL 32 FAUNA IBÉRICA Superfamilia MENOPONOIDEA Mjoberg, 1910 Menoponidae Mjóberg, 1910. Ark. Zool., 6(13): 26 Antenas formadas por escapo, pedicelo y flagelo, que por lo general se divi- de en dos segmentos, el último de los cuales puede estar dividido en dos, es decir que las antenas de los Menopónidos tienen siempre 4-5 segmentos C esca- po, pedicelo y 2-3 segmentos) alojados, al menos parcialmente, en una cavi- dad o fosa antenal situada en los lados de la cabeza. Palpos labiales presentes provistos de cinco sedas distales; palpos maxilares de cuatro segmentos. Que- totaxia de la cabeza característica con tendencia a formar modelos constantes, en especial las sedas y sensilas dorsales~ Clay (1969) numera estas sedas y esa numeración se sigue aquí para la mayoría de las especies Cfigs. 6A-D). Tórax formado por tres segmentos: protórax, mesotoráx y metatórax, separados por suturas bien patentes. Patas II y III con dos uñas tarsales. Tergo I separado del metanoto. Abdomen oval, por lo general, de nueve segmentos perfectamente diferenciados; seis pares de espiráculos abdominales en los segmentos I11-VIII.Complejo de sedas postespiraculares en cada lado de los terguitos. Además de estos caracteres básicos, la mayoría de los Menoponoidea, aunque no todos los géneros, presentan los siguientes caracteres: una hilera de sedas suboculares en forma de peine; carena pronotal transversa; y postnoto oblon- go y muy esclerotizado. Hembras con una típica corona anal de sedas en el último esternito abdominal. La superfamilia Menoponoidea incluye siete familias, de las cuales seis com- prenden especies citadas en el área íbero-balear y son tratadas en la clave siguiente. La familia Piagetiellidae formada por un solo género, Piagetiella Neumann, 1906, incluye especies parásitas de Pelecaniformes que no se conocen en el área estudiada y, por tanto, no se tratan en esta monografía. Clave de familias 1. Superficie del cuerpo cubierta de sedas normales, sin estructuras o sedas dife- rentes ................................................................... 2 o Superficie del cuerpo cubierta no sólo por las sedas normales, sino también por otras estructuras como placas o agrupaciones de sedas gruesas (ctenidios) ........ 5 2. Especies grandes, de longitud mayor de 4 mm, muy pigmentadas, de color par- do oscuro .............................................. Trinotonidae (p. 34) e Especies pequeñas o de tamaño medio, longitud menor de 4 mm, pocopig- mentadas, de color amarillento ............................................. 3 <1 Fíg. 6. Cabeza y pronoto, en vista dorsal, de un Menopónido (A); parte posterior de la cabeza y pronoto de Menacanthus stramineus (B) y de Colpocephalum sp. (C); cabeza en vista dorsal MALLOPHAGA, AMBLYCERA y ventral de Myrsidea sp. (D) (según Clay, 1969). Sensilas dorsales de la' cabeza (a-e), sedas dorsales de la cabeza (8-31), sedas pronotales centrales (J -2), earina pronotal transversa (O, tres sedas postmentales (m), dos sedas suboeulares anteriores (a), seda suboeular (s), peine de sedas subouclar (e), margen dorsolateral de la cabeza (d). 33 34 3. Placa guIar de la zona ventral de la cabeza formada por 3 partes muy pig- mentadas ....................................... Pseudomenoponidae (p. 40) • Placa guIar de la zona ventral de la cabeza formada por una única pieza mode- radamente pigmentada .................................................... 4 4. Cuerpo desprovisto de manchas o placas de pigmentación visibles; quetotaxia abdominal de distribución regular. ...................... Somapbantidae (p. 43) .. Cuerpo por lo común con manchas o placas de pigmentación bien patente; quetotaxia abdominal de distribución irregular ............ . Ancistronidae (p. 45) 5. Peines de sedas gruesas (ctenidios) en el 3er fémur y en los lados de algunos esternitos abdominales ............................... Colpocepbalidae (p. 77) .. Pseudoctenidios ausentes, pero con otras estructuras superficiales que se dis- tribuyen en diferentes partes del cuerpo ................... Menoponidae (p. 98) Familia TRINOTONIDAE Eichler, 1941 Trinotonidae Eichler, 1841. Arch. Naturgesch. N.F, 10: 382 Los caracteres morfológicos básicos que permiten identificar las especies de Trinotonidae se han reunido en la clave de familias. Además, presentan dos grandes placas esternales en el tórax provistas de abundantes y, por lo general, fuertes sedas. Asimismo, la quetotaxia corporal es muy abundante y está integrada por sedas robustas. La familia está representada por un solo género, Trinoton, con varias espe- cies en la fauna íbero-balear. Género Trinoton Nitzsch, 1818 Trinoton Nitzsch, 1818. Mag. Entomol. (Germar), 3: 300 ESPECIE TIPO: Liotbeum (Trinoton) conspurcatum Nitzsch, 1818 = Trinoton anserinum (Fabricius, 1805) Especies grandes, longitud mayor de 4 mm, muy esclerotizadas y provistas de numerosas quetas. Cabeza casi triangular, con los márgenes laterales ligera- mente hinchados a la altura de los ojos; fosa antenal de profundidad variable con áreas de pigmentación· de distinta intensidad. Escapo y pedicelo de las antenas con prolongaciones distales acusadas de forma peculiar (fig. 7B). Labro con una fila mediana de sedas cortas y unas pocas sedas marginales más finas y largas. Mandíbulas simples o dentadas, palpos maxilares pequeños de cuatro segmentos. Entramádo mandibular quitinizado. Placa guIar más o menos defi- nida con numerosas sedas de tamaño y forma variable (figs. 7C, 7G,7J). Protórax grande con expansiones laterales angulares agudas en forma de alas; prosternón de forma triangular, provisto de sedas. Mesotórax también grande con la placa ventral de quitinización variable y provista de un núme- ro también variable de sedas Cfigs. 7D, 7H, 7K). Metatórax muy grande con numerosas sedas, así como la placa metasternal ventral cuya quitinización y número de sedas varía según las especies. Patas peculiares debido a que las FAUNA IBÉRICA A , , , \ i i ' ,t , \ , , , '1 : ,.\, " ,', I \ , I I " \ , \' P,' \ " ,1 I \ \ e \ " J I ~\ '1 1/ E Fig. 7. Detalles morfológicos de Trinoton anserinum (A-E), T. querquedulae (F-I), MALLOPHAGA, AMBLYCERA B :f¡ v I , I ~~~PV '\ I " f \ \ I , '¡ 1, ~ Q \ \ ! 1 1 , V , '\ l' I \ \~~I ~\\ \\ 1 \f \ Il ¡ ~ I G'~ J ,\ / J ~ T. lituratum (J-K). Cabeza y tórax (A), antena (E), sedas guIares (c, G, j), placas prosternales (D, H, K), segmentos abdominales IV y V (E, I), aparato genital masculino (F). 35 coxas son pequeñas; fémures elel tercer par ele patas con parches o grupos ele sedas en su cara ventral. Abdomen con placas tergales en apariencia continuas, esclerotizadas; las pleu- rales poseen una quitinización característica formada por contrafuertes escleró- ticas que parecen surgir desde las paredes laterales del cuerpo. Espiráculos pre- sentes generalmente en los segmentos III-VIII. Esternitos de los segmentos IV y V con parches o grupos de sedas del mismo tamaño y densidad que los del ter- cer fémur (figs. 7E, 71). El aparato genital de los machos de las especies de este género presenta características muy peculiares: placa o ,apodema basal muy lar- ga y estrecha, con su porción distal prolongada en los parámeros sin articulación entre las dos estructuras; el parámero derecho se prolonga distalmente hasta la base del aparato genital y se ensancha levemente en el extremo; el parámero izquierdo presenta una terminación muy irregular en el extremo proximal de la placa endomeral, donde se une a un esclerito lateral de esta placa. La placa endomeral es asimétrica y normalmente se dobla hacia atrás sobre sí misma. El saco genital contiene un complejo grupo de escleritos (fig. 7F). La quetotaxia corporal se ajusta a un modelo básico general con algunas variaciones específicas. En la región dorsal de la cabeza se disponen: 9+9 sedas marginales anteriores, las dos últimas muy largas; 2+2 submarginales, una de ellas larga; 1 + 1 anteriores largas; 1+1 oculares de mediana longitud; 9+9 tem- porales de las que 5+5 son extremadamente largas; 1+1 cortas y robustas en la zona media inferior de la cabeza; y 2+2 occipitales muy largas. En la región ventral cefálica sólo hay unas pocas sedas de mediana longitud a ambos lados de las mandíbulas; en el área guIar existe un número variable de sedas de tama- ño y disposición también variable. El protórax presenta en la región dorsal 3+3 sedas de mediana longitud en los ángulos anteriores; 6+6 marginales laterales, de ellas 3+3 son largas; 2+2 sedas cortas espiniformes en la zona media; y 4+4 marginales inferiores; en la porción ventral posee numerosas sedas en la placa prosternal. En el mesotórax aparecen grupos laterales de sedas dorsales grue- sas y cortas y una fila submarginal inferior de sedas más finas; hay además numerosas sedas ventrales espiniformes. El metatóraxcuenta con filas de sedas dorsales finas dispuestas longitudinalmente en la zona central y dos grupos de sedas espiniformes en los lados; así como sedas marginales largas que alternan con sedas espiniformes. Abdomen con una fila de sedas tergales marginales de gran longitud; sedas tergopleurales cortas y espiniformes; numerosas sedas esternales cortas; y varias sedas esternopleurales, cortas y espiniformes. El género Trinoton está formado por 16 especies que parasitan aves Anseri- formes y algunas Ciconíiformes, de éstas, cuatro pertenecen a la fauna ibérica. Clave de especies 1. Superficie dorsal de la mitad posterior de la cabeza y del pronoto con algunas s.edas fuertes espiniformes (fig. 7 A) .......................................... 2 • Superficie dorsal de la mitad posterior de la cabeza y del pronoto sin sedas fuertes espiniformes .................................... T. femoratum (p. 37) FAUNA IBÉRICA ~\ 2. Especies grandes, longitud mayor de 6 mm. Grupos de sedas de la cara ven- tral del 3cr fémur y del esternito IV formados por numerosas sedas muy diminutas (fig. 7E) ............................................... T. anserinum (p. 37) ... Especies más pequeñas, longitud menor de 6 mm. Grupos de sedas de la cara ventral del 3er fémur y del esternito IV formados por sedas más grandes y en menor número (fig. 7I) .......................................................... 3 3. Quetotaxia guIar formada por filas de sedas fuertes, cortas y espiniformes y sedas más finas de mediana longitud (fig. 7G) ........... T. querque4ulae (p. 39) G Quetotaxia gular formada por filas de sedas finas y sólo algunas sedas espini- formes diminutas (fig. 7]) .... ; ............................ T. lituratum (p. 39) Trinoton femoratum Piaget, 1880 Trinoton femoratum Piaget, 1880. Pédiculines: 593 HOSPEDADOR TIPO: Pboenicopterus antiquorum Temminck Longitud: machos, 4,7 mm; hembras, 5,5 mm. Los caracteres más significa- tivos para la identificación de esta especie son: ausencia de sedas cortas, grue- sas y espiniformes en la mitad posterior de la cabeza y en la zona media del pronoto, ya señaladas en la clave; mancha ocular pequeña y estrecha; man- díbulas relativamente pequeñas, provistas de un diente apical agudo muy esclerotizado; placa guIar elíptica con una sola fila de sedas medianas en cada lado; placa prosternal poco quitinizada y con pocas sedas; placa mesosternal estrecha con un área central poco quitinizada; y espiráculos abdominales III- VIII ubicados en áreas muy quitinizadas. Distribución geográfica.- Se ha citado sobre Phoenicopterus ruber y P. antiquorum en diversas localidades de la región paleártica y América del Nor- te (Hafez y Madbouly, 1968; Emerson, 1972). En España se ha encontrado sobre P. ruber en Cádiz y Córdoba (Martínez Gómez et al., 1981a). Trinoton 'anserinum (Fabricius, 1805) (figs. 7A-E) Pediculus anserinus Fabricius, 1805. Syst. Antliator.: 345 HOSPEDADOR TIPO: Anser anser (Linnaeus) Longitud: machos, 6,17 mm; hembras, 6,07-6,28 mm. Dos sedas cortas y robustas, espiniformes en la mitad posterior de la cabeza y 2+2 en la zona media del pronoto (fig. 7A'f, mancha ocular mediana, muy esclerotizada; man- díbulas simples; región guIar sin placa bien definida provista de unas pocas sedas espiniformes dispuestas en fila y dos filas internas de sedas medianas en cada lado. (fig. 7C). Antenas de forma característica (fig. 7B). Placa pros- ternal triangular, bien quitinizada, con los bordes laterales oscuros, el vértice romo y provista de numerosas sedas de poca longitud, que se alargan en la zona posterior (fig. 7D). Abdomen asimismo bien quitinizado, con las placas tergales y esternales unidas a los reforzamientos quitinosos de las pleuras de modo que cubren casi en su totalidad cada segmento. Espiráculos abdomi- MALLOPHAGA, AMBLYCERA 37 38 A Fig. 8. Hábitus de Triroton querquedulae hembra, en vista dorsal (A) y ventral (B). B nales muy pequeños; parches o grupos de sedas de los esternitos IV y V, así como los de la cata ventral del tercer fémur, formados por numerosas (más de 60) sedas muy pequeñas y finas (fig. 7E). Distribución geográfica.- Esta especie parasita en esencia aves Anserifor- mes, habitualmente Anser anser aunque se ha citado en ocasiones sobre Anser albifrons, Branta ruficollis, B. canadensis, Chen hyperborea y C. cae- rulescens en Europa, África y América septentrional (Eichler, 1943; Emerson, 1972). En la Península se ha encontrado sobre Anser anseren Huelva y Tole- do (colección del MNCN) (Castresana et al., 1999). FAUNA IBÉRICA Trinoton querquedulae (Linnaeus, 1758) (figs. 7F-I, 8) Pediculus querquedulae Linnaeus, 1758. Syst. Nat., ed. 10, 1: 602 HOSPEDADOR TIPO: Anas crecca Linnaeus Longitud: machos, 4,69-5,88 mm; hembras, 4,79-5,93 mm. Los caracteres más significativos para diferenciar esta especie se refieren a la quetotaxia de la cabeza, pronoto y gnlpos de sedas del tercer fémur y de los esternitos abdominales IV y V, recogidos en la clave. Dos sedas espiniformes en la cara dorsal de la mitad inferior de la cabeza y 2+2 en el pronoto (fig. 7A). Placa guIar elíptica bien quitinizada y provista de 7-11 sedas espiniformes dispuestas en dos filas antero-externas y 2+2 filas de sedas (16-17) más finas, postero- externas (fig. 7G). Placa prosternal triangular con los lados laterales muy escle- rotizados y el vértice posterior romo, provisto de sedas cortas espiniformes y bordeado posteriormente por sedas más largas y finas (fig. 7H). Abdomen bien quitinizado. Parches o grupos de sedas del tercer fémur y de los esternitos IV y V formados por sedas pequeñas en número inferior a 60 Cfig. 7I). Distribución geográfica.- Es una especie cosmopolita, citada sobre la mayoría de las especies de Anátidas (Eichler, 1943; Zlotorzycka, 1961; Ten- deiro, 1967). En el área íbero-balear se ha citado sobre varias especies de Anátidas: Anas pla tyrhynch os, A. acuta, A. crecca, A. penelope, A. clypeata, A. strepera, Aythya fuligula y Netta rufina, en localidades de Sevilla, Toledo, Valencia y Zaragoza (Martín Mateo y Jiménez Millán, 1967; Martín, 1973, 1974; Martín Mateo et al., 1980, 1981; Notario et al., 1994; Castresana et al., 1999). Trinoton lituratum Burmeister, 1838 (figs. 7J, 7K) Trinoton lituratum Burmeister, 1838. Handb. Entomol., 2: 441 HOSPEDADOR TIPO: Mergus albellus (Linnaeus) Longitud: machos, 4,20 mm; hembras, 2,66-4,40 mm. La primera característi- ca que llama la atención en esta especie es su menOl; tamaño con respecto a las restantes especies del género; apenas sobrepasa los 4 mm. Además, desta- ca la desproporción entre la longitud del abdomen y el resto del cuerpo. Tam- bién es reseñable un menor grado de quitinización y un número inferior de sedas. Estas características son analizadas por Zlotorzycka (1961), quien sugie- re que pudiera tratarse de una forma joven de T querquedulae, pero Hopkins y Clay (1952) y la misma ZJotorzycka (1976) admiten la validez de la especie. Cabeza subtriangular, mandíbulas grandes, bidentadas; placa guIar no defi- nida, provista de sedas finas y casi total ausencia de sedas espiniformes, sólo algunas aisladas y diminutas Cfig. 7]). Placa prosternal triangular, con el vér- tice posterior agudo y menor número de sedas que las restantes especies del género (fig. 7K). Abdomen pequeño con respecto al resto del cuerpo. Par- ches o grupos de sedas del tercer fémur y de los esternitos abdominales IV y V formados por menor número de sedas y de inferior tamaño que las de T querquedulae. MALLfTl!llAGA, AMBLYCERA 39 Distribución geográfica.- Además de sobre el hospedador tipo se ha encontrado sobre Anas platyrhynchos, A. penelope, A. querquedula, A. stre- pera y Mergus serrator, en Europa y América septentrional eZlotorzycka, 1961, 1976). En España se ha citado procedentede Anas acuta, A. penelope y A. clypeata en Zaragoza (Martín Mateo et al., 1981). Familia PSEUDOMENOPONIDAE Mjoberg, 1910 Pseudomenoponidae Mjóberg, 1910. Ark. Zool., 6(13): 50 Los caracteres fundamentales que permiten identificar las especies de esta familia e$tán expresados en la clave de familias. La forma de la placa guIar, trilobulada, es un carácter morfológico exclusivo de la misma. Está representada por un solo género, Pseudomenopon, cosmopolita. Género Pseudomenopon Mjóberg, 1910 Pseudomenopon Mjoberg, 1910. Ark. Zool., 6(13): 50 ESPECIE TIPO: Menopon tridens Burmeister, 1838 = Pseudomenopon pilosum CScopoli, 1763) Cabeza con hendidura preocular; nódulos preocular y occipital bien desa- rrollados y asociados a carenas moderadamente esclerotizadas. Sedas preo- culares 10 y 11 cortas, la 9 muy larga con una seda (8) adyacente mucho más corta y fina; seda dorsal 16 anterior a las sedas 14 y 15 Y unida a éstas; seda medio dorsal 17 más larga que la 18 la cual es muy diminuta; alveolos tem- porales marginales de las sedas 26 y 27 unidos, la seda 26 es más fina y cor- ta que la 27; sedas occipitales 21 y 22 tan largas que sobrepasan la carena pronotal transversa; seda 23 también larga ubicada en línea recta con las occi- pitales; sedas temporales 24, 29 Y 31 muy largas. Antenas con el pedicelo grande y el último segmento pequeño y no ~ividido. Placa guIar trilobulada con 4+4 sedas (numeración de las sedas según Clay, 1956). Tórax provisto de 16 sedas pronotales marginales de las cuales la primera y tercera de cada lado son mucho más cortas que las restantes; seda pronotal central exterior corta, la interior diminuta. Placa prosternal sin más sedas que las dos anteriores, din1inutas. Postnoto normal, oblongo. Mesotórax provisto de cuatro sedas medioanteriores; pJaca mesosternal con dos sedas cortas anteriores y tres lar- gas. Metanoto con dos sedas cortas medioanteriores y generalmente 12 mar- ginales; placa metasternal provista de ocho sedas largas. Abdomen con los terguitos I-VIII de igual longitud provistos de sedas marginales y sin sedas anteriores; último terguito del macho con dos sedas muy largas en cada lado, una más corta, anterior a ésta y dos sedas posteriores internas; el último ter- guito de la hembra presenta una seda muy larga en cada lado, una seda cor- ta anterior a ésta y una fila de sedas posteriores de longitud variable; sedas postespiraculares muy largas en los segmentos U-N y VI-VIII, cortas las del 1 FAUNA IBÉRICA Fig. 9. Hábitus de Pseudomenopon pilosum hembra, en vista dorsal (A) y ventral (B). segmento y variables las del V. Pleuritos con prolongaciones ventroposterio- res muy agudas en los segmentos II -VI Y con engrosamientos internos esde- rotizados, desprovistos dé sedas anteriores. Esternito 1 presente con cuatro sedas; el resto con una fila de sedas marginales y sedas anteriores; presencia de parches laterales de sedas en los esternitoslV y V, en ocasiones en el VI, .. también presentes en la cara ventral del tercer fémur, aunque formados por escaso número de sedas. Aparato genital del macho con la placa basal muy larga, parámeros simétricos y placa endomeral, saco genital espiculado con varios escleritos asociados (fig. lOA). Cámara genital de la hembra provista de microtricos (fig. 10B). MALLOPHAGA, AMBLYCERA 41 42 .:':',;: A Fig. 10. Aparato genital del macho (A) y terminalia de la hembra (E) de Pseudomenopon pilosum. B Se conocen 17 especies de Pseudomenopon, que viven sobre aves de las familias Rallidae (Gruiformes) y Podicipedidae (Podicipediformes), pero sólo una se ha citado en la fauna íbero-balear. Pseudomenopon pilosum (Scopoli, 1763) (figs. 9, 10) Pediculus pilosus Scopoli, 1763. Entomol. Carniol.: 384 HOSPEDADOR TIPO: Fulica atra Linnaeus Longitud: machos, 1,30-1,57 mm; hembras, 1,54-1,95 mm. Porción central de la placa guIar ancha y con el borde inferior redondeado, tercera seda mar- ginal pronotal de cada extremo del pronoto, dos veces más larga que la pri- mera; sedas marginales tergales en número variable menor en los machos que en las hembras; sedas postespiraculares del segmento V mucho más cortas que las de los segmentos IV y VI. Aparato genital del macho según la figura lOA, variable con el esclerito principal largo, a veces flexionado. Placa sub- genital de la hembra con 9-27 sedas marginales. Terminalia de la hembra de forma y quetotaxia características (fig. 10B). FAUNA IBÉRICA Distribución geográfica.- El rango de hospedadores de esta especie es amplio; se ha encontrado sobre seis especies de Fulica) así conlO sobre otros géneros de Rallidae; también sobre especies de Podiceps. Su distribución geo- gráfica se extiende por la regiones holártica y neotropical) así como en loca- lidades de la etiópica (Price) 1974; Ledger) 1980). En el área íbero-balear se ha citado sobre Fulica atra y Gallinula chloropus en Cuenca Qiménez Gon- zález et al.) 1985). Martín Mateo et al. (1980) la citan sobre Gallus domesticus en Zaragoza) tratándose sin duda de una transgresión parasitaria. Familia SOMAPHANTIDAE Eichler, 1941 Somaphantidae Eichler) 1941. Arch. Naturgesch. N.F) 10: 381 Los caracteres más aparentes para identificar las especies de esta familia han sido reunidos en la clave de separación de familias. A estos caracteres básicos se pueden añadir otros relativos al último segmento antenal -sin seña- les claras de división; prosternón provisto de dos sedas medianas y metas- ternón con más de dos sedas; quetotaxia abdominal más o menos intensa pero distribuida de modo regular; bordes de los segmentos abdominales siempre rectos; aparato genital del macho provisto de parámeros finos. La familia Somaphantidae incluye dos géneros en el área íbero-balear) Amyrsidea y Bonomiella) distribuidos por todo el mundo) cada uno con una especie conocida en dicha área Clave de géneros 1. Último segmento antenal de forma oval, alargado y cilíndrico; todas las sedas de las patas finas; grupos de sedas femorales generalmente presentes ............ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Amyrsidea (p. 43) • Último segmento antenal redondeado; los fémures del 2° Y 3er par de patas pre- sentan sedas gruesas en sus extremos; grupos de sedas femorales ausentes ....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bonomiella (p. 44) Género Amyrsidea Ewing, 1927 Amyrsidea Ewing, 1927.]. Wash. Acad. Sci., 17: 90 ESPECIE TIPO: Menopon ventrale Nitzsch, 1866 Los caracteres que definen esencialmente el género son: ausencia de ojos, presencia de «espolones» tibiales en las tibias segunda y tercera) presencia de una fila de sedas espiniformes en el último segmento abdominal de la hem- .bra y aparato genital del macho compacto y complejo formado por una pla- ca basal profundamente cortada en su parte posterior,· para recibir a los endómeros y con unas prolongaciones espinosas procedentes de los márge- nes interiores de los lóbulos que limitan el espacio cortado de la placa basal; parámeros largos) finos y libres, como apéndices móviles. Además de estos MALLOPHAGA, AMBLYCERA 43 44 caracteres diferenciales, presenta la palte anterior ele la cabeza redondeada, la fosa antenal cubierta transversahnente por una expansión de la cabeza, el protórax grande con las placas coxales del prinler par de patas que cubren casi toda la parte esternal, cada segmento abdominal provisto de "pinceles» laterales de sedas de menor tamaño que las sedas corporales, un parche o grupo de sedas en los félnures del tercer par de patas y uñas tarsales bien desarrolladas en todas las patas. Se han citado 45 especies de este género que parasitan aves de las fami- lias Tetraonidae
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