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VIROLOGIA VETERINARIA

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VIROLOGÍA VETERINARIA 
In: A Concise Review of Veterinary Virology, Carter G.R., Wise D.J. and 
Flores E.F. (Eds.). International Veterinary Information Service, Ithaca NY 
(www.ivis.org), Last updated: 8-Feb-2005; A3404.0205.ES 
Prefacio 
G.R. Carter1, D.J. Wise2 and E. F. Flores3 
1Virginia-Maryland Regional College of Veterinary Medicine, Virginia Tech, 
Blacksburg, Virginia, USA.2Department of Biology, Concord University, Athens, West 
Virginia, USA.3Department of Veterinary Preventive Medicine, Federal University of 
Santa Maria, Santa Maria, RS Brazil. 
Traducido por: I. Revah, International Veterinary Information Service, Ithaca NY, USA 
. (15-Mar-2005). 
El objetivo de este libro es el proporcionar un tratado general y conciso sobre virología 
para los estudiantes veterinarios y los veterinarios. Se ha puesto particular énfasis en las 
características que son relevantes cada día en la clínica del veterinario. Los asistentes y 
técnicos veterinarios también encontrarán el libro accesible y útil. 
El origen de este libro es la sección de virología preparada por A. Wayne Roberts, en la 
quinta edición del libro "Essentials of Veterinary Microbiology". Este libro fue escogido 
por ser conciso y por hacer énfasis en la virología clínica. En este nuevo libro se 
mantiene lo conciso y el énfasis práctico, sin embargo, las enfermedades virales son 
presentadas por familias virales en vez de hacerlo por "huésped/sistema". Este enfoque 
taxonómico tiene la ventaja de incluir juntas a aquellas enfermedades que tienen un 
número de características básicas y patogénicas similares. Un ejemplo es la semejanza 
de las enfermedades causadas por algunos parvovirus. 
La parte introductoria del libro presenta todo el conocimiento significativo clásico, así 
como el más reciente, sobre la virología básica, incluyendo la taxonomía y las técnicas 
biológicas moleculares más recientes. El uso de estas últimas se destaca particularmente 
en la sección de patogenia bajo diagnóstico de laboratorio. 
Se ha intentado incluir información epidemiológica, clínica y patológica suficiente, más 
no excesiva, para proporcionar un recuento integral e interesante de enfermedades 
importantes. Para evitar el posible tedio de la recitación de hechos necesarios, además 
de ejercicios de laboratorio, los instructores pueden incluir casos clínicos para estudio e 
informes reales sobre los brotes de enfermedades virales. 
En el interés de mantener la brevedad hemos omitido todas las referencias. La 
disponibilidad de innumerables referencias en el Internet hace la inclusión de 
referencias en libros de esta clase innecesaria. 
Estamos muy agradecidos con A. Wayne Roberts, de la Universidad de Georgia, que 
generosamente nos permitió usar libremente su material de la 5ta edición del libro 
Essentials of Veterinary Microbiology. Esto nos facilitó mucho la preparación de este 
volumen. 
G.R. Carter 
D.J. Wise 
E. Furtado Flores 
 
Características generales, estructura y taxonomía viral 
D.J. Wise1, G.R. Carter2 and E. F. Flores3 
1Department of Biology, Concord University, Athens, West Virginia, USA.2Virginia-
Maryland Regional College of Veterinary Medicine, Virginia Tech, Blacksburg, 
Virginia, USA.3Department of Veterinary Preventive Medicine, Federal University of 
Santa Maria, Santa Maria, RS Brazil. 
Traducido por: A. T. Pérez Méndez, Biotecnología Veterinaria de Puebla, S.A de C.V., 
Tehuacán, Puebla, Mexico. (15-Mar-2005). 
Indice 
• Generalidades 
• Estructura viral 
• Taxonomía viral 
• Glosario 
Generalidades 
• Los virus son mucho más pequeños que las células procariontes o eucariontes 
• En general, a diferencia de las células, los virus tienen una estructura simple y 
estática 
• No tienen un sistema metabólico propio. 
• Dependen de la maquinaria de la célula hospedera para su replicación (parásitos 
intracelulares estrictos) 
• Tienen genomas de ADN o ARN , pero carecen de ribosomas y otros factores 
necesarios para la traducción de proteínas. Así pues, dependen de la célula 
hospedera para la producción de proteínas virales. 
• Sus genomas codifican información mínima para asegurar lo siguiente: 1) 
replicación del genoma y empaquetamiento; 2) producción de proteínas virales; 
y 3) subvertir funciones celulares para permitir la producción de viriones. 
• Algunos virus (bacteriófagos) infectan células procariontes, mientras que otros 
infectan células eucariontes. 
• Algunos virus destruyen las células, produciendo enfermedad; otros persisten en 
estado latente o persistente en la célula infectada; y otros pueden causar 
transformación maligna de las células a las que infecta. 
Estructura viral 
Los virus se componen, al menos, de un genoma de ácido nucleico ADN o ARN y una 
cubierta de proteínas. Muchos virus tienen además una membrana externa llamada 
envoltura. 
• La cubierta proteica o cápside de un virión (virus completamente ensamblado o 
partícula viral) está compuesta de múltiples copias de uno o más tipos de 
proteínas. Estas proteínas se ensamblan, formando unidades estructurales 
llamadas capsómeros. 
• Al ácido nucleico más la cubierta o cápside de una partícula viral es 
frecuentemente llamada nucleocápside 
• Los virus más simples son aquellos que carecen de envoltura y tienen ADN o 
ARN de cadena sencilla (Fig. 1.1). 
• Los virus envueltos contienen una membrana externa que rodea a la 
nucleocápside (Fig.1.2). La envoltura viral se deriva de membranas de la célula 
hospedera (nuclear, de aparato de Golgi, de retículo endoplásmico o membrana 
plasmática). Tal como estas membranas, la envoltura viral se compone de una 
bicapa lipídica con proteínas insertadas en ella, proteínas que son codificadas 
por el virus. 
• Algunos virus, como los bacteriófagos, tienen colas proteicas complejas que se 
requieren para el anclaje y/o la penetración del ADN viral en la célula hospedera 
susceptible. 
 
Figura 1-1. Virión no envuelto con cápside icosahédrica. El ácido nucleico está en el 
interior de la cápside. Ilustración cortesía de A. Wayne Roberts. Para ver oprima la 
figura 
 
Figura 1-2. Virión envuelto con cápside helicoidal. El ácido nucleico se localiza en el 
interior del virión como indica la línea punteada en forma de espiral. Las líneas en la 
superficie exterior de la envoltura representan espículas glicoprotéicas. Ilustración 
cortesía de A. Wayne Roberts. Para ver oprima la figura 
Genoma viral 
El genoma viral está compuesto por ADN o ARN. Un virus no contienen ADN y ARN 
simultáneamente. El ADN puede ser de una sola cadena (ss por sus siglas en inglés) 
(parvovirus y circovirus), de doble cadena (ds por sus siglas en inglés) (polyomavirus, 
adenovirus, herpesvirus), o parcialmente de doble cadena (hepadnavirus). El genoma de 
ADN puede tener sus extremos covalentemente ligados el uno al otro (circular = 
polyomavirus, circovirus) o no estar unido por sus extremos (lineal = adenovirus, 
herpesvirus, parvovirus). El genoma de los virus de viruela (poxvirus) es ssADN cuyos 
extremos están covalentemente unidos uno al otro. 
Todos los genomas virales de ARN son lineales. La mayoría de estos son cadena 
sencilla y unos pocos son de cadena doble (reovirus, bornavirus). La mayoría de los 
virus de ARN tienes sus genomas en una sola pieza (monopartita) mientras que otros lo 
tienen dividido en 10 segmentos (reovirus), 7 u 8 segmentos (ortomyxovirus), tres 
segmentos (bunyavirus) y dos segmentos (arenavirus). En cuanto a ssARNs, hay dos 
posibilidades importantes de secuencia: 
• Si el ssARN funciona como mensajero para la traducción de proteínas (tiene la 
misma orientación que el mARN), se le llama sentido positivo. 
• En contraste, si el ARN viral es antisense (o complementario) a ese mARN - y 
entonces no puede ser traducido directamente - se dice que es sentido negativo.• En algunos virus (Arenavirus y Bunyavirus) se transcriben porciones del 
genoma de ARN, generando ARNs mensajeros que son entonces traducidos. La 
copia de estos mARNs (complementaria, supuestamente ARNs sentido 
negativo) puede ser también traducida. Este arreglo es único entre los virus, y se 
dice que es ambos sentidos (ambisense). 
Los genes contenidos dentro del genoma pueden codificar desde unos pocos productos 
génicos diferentes (Polyomavirus, 6 - 7 genes, 5000 nucleótidos de longitud) hasta más 
de 70 - 100 productos génicos diferentes (Herpesviridae, 60 a 120 genes, 120,000-
220,000 pares de bases de nucleótidos de longitud). 
En general, los genomas de los virus ARN son más pequeños, con un tamaño máximo 
de 30,000 nucleótidos como se ve en los Coronavirus. Una hipótesis para esto es que las 
polimerasas ARN virales tienden a cometer más errores que las polimerasas ADN. Así, 
la fidelidad de la replicación puede limitar el tamaño. En contraste, los genomas de 
virus de ADN pueden alcanzar un tamaño de hasta 300,000 nucleótidos, como se ve en 
algunas especies de Herpesvirus. 
La cápside 
La función de la cápside es proteger el genoma viral durante su transferencia de célula a 
célula. La cápside puede estar hecha de múltiples copias de una sola proteína o de una 
asociación de varias proteínas diferentes. Las cápsides hechas de múltiples copias de 
una sola proteína representan un buen ejemplo de economía, ya que un solo gene puede 
codificar los productos necesarios para cubrir con la cápside el genoma completo. 
• La cápside de un virus puede tener diferentes formas geométricas que son 
características de varias familias virales. Estas incluyen: 
o icosaédrico desnudo (picornavirus, polyomavirus); o envuelto 
(herpesvirus). Esta figura geométrica tiene varias caras triangulares y 
esquinas (ver Fig. 1.1); el número de caras y esquinas puede variar de 
acuerdo al número y tipo de asociación entre las proteínas estructurales 
(unidades). 
o estructura helicoidal, desnudo (virus del mosaico del tabaco) o envuelto 
(virus de la rabia), (ver Fig. 1.1 y Fig. 1.2). 
o complejos, que tienen una mezcla de arreglos (por ejemplo, 
bacteriófagos, virus de viruela). 
• Los virus varían en tamaño, desde los circovirus con 17 - 22 nm de diámetro, 
hasta los virus de viruela o poxvirus que alcanzan los 300 nm. Estos virus tienen 
forma de ladrillo u ovoide y son suficientemente grandes como para ser vistos 
con microscopio óptico, no como los otros virus para cuya visualización es 
necesario el uso de microscopio electrónico. 
• Se han utilizado varias técnicas para la visualización de los virus. La 
cristalografía de rayos X es un medio para determinar su estructura física, así 
como las dimensiones de las proteínas individuales y componentes virales. La 
información obtenida por esta técnica se usa luego para "construir" (un modelo) 
de la estructura total de la partícula viral. La microscopía electrónica se usa para 
generar información en torno a la forma general de los virus, y se usa también 
con fines diagnósticos a través de la detección de partículas virales en 
especimenes o muestras clínicas. En el capítulo 2 se describen con detalle los 
métodos para la visualización de viriones. 
Cinco formas estructurales básicas 
De acuerdo a su morfología básica, y tal como se mencionó anteriormente, hay cinco 
estructuras virales básicas diferentes. Estas formas, con ejemplos, se enlistan a 
continuación: 
• icosaédrico desnudo - adenovirus y picornavirus. 
• helicoidal desnudo - virus del mosaico del tabaco; no se conocen virus de 
humanos o de animales que tengan esta estructura. 
• icosaédrico envuelto - togavirus y flavivirus. 
• helicoidal envuelto - rhabdovirus y paramyxovirus. 
• complejos - bacteriófagos y virus de viruela. 
Envolturas virales 
La envoltura viral, característica de algunas familias virales, se deriva de membranas de 
la célula hospedera por protrusión de yemas, lo cual ocurre durante la liberación de 
viriones de la célula (infectada). Esta membrana es frecuentemente una porción de la 
membrana plasmática, sin embargo puede ser parte del aparato de Golgi, del retículo 
endoplásmico o de la membrana nuclear, dependiendo del tipo de virus y del 
compartimiento celular donde la replicación se lleva a cabo. Independientemente de su 
origen, la membrana se compone de una bicapa lipídica - de origen celular - con 
proteínas asociadas. Estas proteínas asociadas con la bicapa lipídica son principalmente 
de origen viral (codificadas por el virus) y son en su mayoría glicoproteínas. El número 
de proteínas virales en la envoltura puede variar desde una hasta más de diez, 
dependiendo del virus. Las glicoproteínas de la envoltura viral llevan a cabo varias 
funciones, incluyendo el anclaje inicial del virión a la célula blanco, penetración, fusión 
y diseminación de una célula a otra, entre otros. El anclaje del virión a la superficie 
celular requiere que la envoltura esté intacta y las glicoproteínas tengan su 
conformación nativa. Los fármacos antivirales están dirigidos contra las proteínas de la 
envoltura y pueden disminuir la habilidad del virus para anclarse e iniciar la infección, 
disminuyendo así la infectividad. 
El proceso de protrusión de yemas, y la consecuente adquisición de la envoltura por los 
viriones recién formados, puede o puede no resultar en la muerte de la célula hospedera. 
Si son liberados muchos viriones simultáneamente, la integridad de la membrana celular 
puede estar suficientemente comprometida como para conducir a la muerte celular. De 
manera alternativa, la liberación de los viriones puede ser lenta, resultando en una 
excreción crónica e infecciones persistentes. De hecho, a diferencia de la liberación de 
virus no envueltos, que se lleva a cabo principalmente a través de la lisis y muerte 
celular; el egreso de virus envueltos frecuentemente es compatible con la supervivencia 
de la célula. Por tanto, el fenómeno de protrusión de yemas provee de un medio de 
liberación viral sin conducir a la muerte celular. 
Proteínas Virales 
Hay dos tipos básicos de proteínas codificadas por los virus: estructurales y no 
estructurales. Las proteínas estructurales son aquellas que son parte de la estructura 
física del virión (cápside, envoltura) , mientras que las proteínas no estructurales se 
producen dentro de la célula infectada y juegan diferentes papeles en los pasos de 
replicación viral. El número de proteínas codificadas por los genomas virales varía 
enormemente, desde tan pocas como dos proteínas, hasta cientos de ellas. 
Típicamente las proteínas estructurales son aquellas que componen la cápside y que 
empaquetan el ácido nucleico del genoma viral. En algunos virus envueltos hay una 
capa proteica entre la cápside y la envoltura (el tegumento). Las proteínas que forman el 
tegumento también son proteínas estructurales. Las proteínas de la estructura externa de 
la cápside o envoltura son ligandos, que interactúan con receptores en la superficie de la 
célula blanco. Algunas de estas proteínas (glicoproteínas) se procesan en el lumen del 
retículo endoplásmico rugoso, donde se añaden oligosacáridos a la cadena polipeptídica. 
Estas proteínas son enviadas al aparato de Golgi, a las vesículas secretoras, y finalmente 
se fusionan con la membrana plasmática haciéndose presentes sobre la superficie de la 
célula infectada. Esto es especialmente importante para los virus envueltos. Las 
glicoproteínas de la envoltura juegan papeles en la mediación de la interacción entre los 
viriones y las células (anclaje, penetración, fusión, diseminación de una célula a otra) y 
son los blancos principales de los anticuerpos neutralizantes. 
Las proteínas no estructurales son principalmente, pero no exclusivamente, enzimas 
como aquellas asociadas con el proceso de transcripción del genoma, replicación yprocesamiento de proteínas. Un ejemplo de proteínas no estructurales es la trancriptasa 
reversa de los retrovirus, que hace copias de ADN a partir de un molde de ARN. Este 
paso es una característica importante de los retrovirus cuyo ARN necesita ser convertido 
a ADN para ser incorporado al cromosoma del hospedero. Algunos virus codifican 
varias proteínas no estructurales que juegan diversos papeles accesorios en la regulación 
de la expresión genética celular y viral, regulación de diferentes pasos del ciclo viral, 
neutralización de la defensa del hospedero, transformación celular, etcétera. 
Otros componentes virales 
Lípidos 
Los lípidos de los virus se derivan de las membranas celulares de la célula hospedera. 
Éstos son en su mayoría fosfolípidos (50 - 60%) y el resto es colesterol. Como 
consecuencia de que se derivan de la célula hospedera, su composición lipídica varía. 
La bicapa lipídica de la membrana de la célula hospedera que rodea al virión de los 
virus envueltos, también posee proteínas virales y glicoproteínas, como las espículas 
características de algunos virus envueltos. La composición lipídica global de los virus 
envueltos representa aproximadamente el 25 - 30% de su peso seco. El resto se divide 
entre la porción del ácido nucleico y la porción proteica. 
Carbohidratos 
Los carbohidratos virales están presentes típicamente como los residuos de 
oligosacáridos de las glicoproteínas, glicolípidos y mucopolisacáridos. La composición 
de los carbohidratos corresponde a aquella de la célula hospedera. Sin embargo las 
glicoproteínas frecuentemente tienen un enlace N- u O- glucosídico. Los carbohidratos 
virales se encuentran principalmente en la envoltura. Algunos de los virus más grandes 
y complejos contienen glicoproteínas internas o proteínas glicosiladas en la cápside. 
Taxonomía viral 
Los virus constituyen un grupo numeroso y heterogéneo. Se clasifican en categorías 
taxonómicas jerárquicas basadas en muchas características. La clasificación es dinámica 
ya que continuamente se van descubriendo nuevos virus y se acumula nueva 
información sobre virus ya conocidos. La clasificación y nomenclatura usadas en este 
libro estaba actualizada hasta el momento de ser escrito. Los cambios más recientes 
aparecen en informes del Comité Internacional de Taxonomía Viral (ICTV por sus 
siglas en inglés) , séptima edición (Disponible en amazon.com). 
El esquema básico de clasificación jerárquica es: Orden - Familia - Subfamilia -Género 
- Especie - Cepa / Tipo. Ciertas características virales, referidas más adelante, definen 
cada una de estas categorías taxonómicas. Las Órdenes tienen el sufijo -virales, las 
familias tienen el sufijo -viridae, mientras que los géneros contienen el sufijo -virus. 
Una especie viral está constituida por un linaje replicante que ocupa un nicho ecológico, 
por ejemplo una enfermedad en particular. 
Los virus se clasifican en familias con base en muchas características. Una característica 
básica es el tipo de ácido nucleico (ADN o ARN) y la morfología, esto es, el tamaño y 
forma del virión así como la presencia o ausencia de una envoltura. También se usan el 
rango de hospederos y las propiedades inmunológicas del virus (serotipos). También se 
usan en la clasificación las propiedades físicas y fisicoquímicas como masa molecular, 
densidad de flotación, inactivación térmica, estabilidad al pH y sensibilidad a varios 
solventes. 
Algunos aspectos importantes de la taxonomía actual de los virus son si su material 
genético es ADNA o ARN, si es de cadena sencilla o doble, la organización de su 
genoma y la presencia de ciertos genes. Todo lo anterior se utiliza para ubicar a los 
virus en órdenes o familias particulares. Por ejemplo, el orden Mononegavirales está 
compuesto por aquellos virus que poseen genoma de cadena sencilla de ARN con 
orientación negativa. Finalmente, la clasificación se basa en las macromoléculas 
producidas (proteínas estructurales y enzimas), propiedades antigénicas y propiedades 
biológicas (por ejemplo, acumulación de viriones en las células, infectividad, 
hemoaglutinación). 
Las Familias virales se enlistan en la tabla de contenidos bajo varias categorías de sus 
ácidos nucleicos. Las familias se presentan en el libro usando el mismo orden en el que 
aparecen en esta lista. 
La Tabla 1.1 proporciona información básica acerca de cada una de las principales 
categorías taxonómicas virales. 
Tabla 1.1. Clasificación y algunas características básicas de virus de vertebrados. 
Virus de ADN de cadena sencilla 
Familia Simetría de la cápside y tamaño del virión (nm) Subfamilia Géneros Especies representativas 
Circovirus Virus de la enfermedad del pico y la pluma Circoviridae Icosahédrica; 17-25 
Gyrovirus Anemia infecciosa de los pollos 
Parvovirus Parvovirus canino y felino 
Erythrovirus Virus B19 
Dependovirus Virus 2 Adeno-asociado 
Virus ADMV-
like 
Virus de la enfermedad del 
visón de las Aleutianas 
Parvoviridae Icosahédrica; 18-26 Parvovirinae
Virus BPV-like Parvovirus bovino 
Virus de ADN de cadena doble 
Familia 
Simetría de la 
cápside y 
tamaño del 
virión (nm) 
Subfamilia Géneros Especies representativas 
Orthopoxvirus Virus de la vacuna de la viruela 
Parapoxvirus Orf virus 
Avipoxvirus Virus de la viruela aviar 
Capripoxvirus Virus de la viruela de la oveja 
Leporipoxvirus Virus del myxoma 
Suipoxvirus Virus de la viruela del cerdo 
Molluscipox-virus Virus del molusco contagioso 
Poxviridae 
Compleja; 
140-260 
a 
220-450 
Cordopoxvirinae 
Yatapoxvirus Virus tumoral del mono de Yaba 
Simplexvirus Herpesvirus humano 1 
Varicellovirus Herpesvirus humano 3 
Herpesviridae Icosaédrica; 120-200 Alfaherpes-virinae 
Marek’s disease-like Gallid herpesvirus 2
Virus de ADN de cadena doble 
Familia 
Simetría de la 
cápside y 
tamaño del 
virión (nm) 
Subfamilia Géneros Especies representativas 
viruses 
Infectious laryngo-
tracheitis-like viruses Gallid herpesvirus 1
Cytomegalovirus Herpesvirus humano 5 
Muromegalovirus Cytomegalovirus murino 1 Betaherpesvirinae 
Roseolovirus Herpesvirus humano 6 
Lymphocryptovirus Virus Epstein-Barr 
 
Gammaherpesvirinae
Rhadinovirus Herpesvirus ovino 2
Polyomaviridae Icosaédrica; 40-45 Polyomavirus Virus SV 40 
Papillomaviridae Icosaédrica; 52-55 Papillomavirus 
Papilomavirus 
bovino 1 
Mastadenovirus Adenovirus bovino 
Aviadenovirus Adenovirus aviar A
Atadenovirus Adenovirus ovino D Adenoviridae 
Icosaédrica; 80-
110 
Siadenovirus 
Virus de la enteritis 
hemorrágica del 
pavo 
Asfarviridae Compleja; 175-215 Asfivirus 
Virus de la fiebre 
africana de los 
cerdos 
Ranavirus Virus de las ranas 3
Iridoviridae Icosaédrica; 125-300 Lymphocystisvirus 
Virus de la 
enfermedad 
linfocistica 1 
Virus de ADN y ARN con transcriptasa reversa 
Familia 
Simetría de la cápside 
y tamaño del virión 
(nm) 
Subfamilia Géneros Especies representativas
Orthohepadnavirus Virus de la hepatitis B 
Hepadnaviridae Icosaédrica; 42-47 
Avihepadnavirus Virus de la hepatitis B de los patos 
Alpharetrovirus Virus de la leucosis aviar 
Betaretrovirus Virus del adenocarcinoma pulmonar ovino 
Retroviridae Icosaédrica; 80-100 
Gammaretrovirus Virus de la leucemia 
Virus de ADN y ARN con transcriptasa reversa 
Familia 
Simetría de la cápside 
y tamaño del virión 
(nm) 
Subfamilia Géneros Especies representativas
felina 
Deltaretrovirus Virus de la leucemia bovina 
Epsilonretrovirus Virus del sarcoma dérmico de Walley 
Lentivirus Virus de la inmunodeficiencia felina 
 
Spumavirus Virus espumoso de los bóvidos 
Virus de ARN de cadena doble 
Familia Simetría de la cápside y tamaño del virión (nm) Subfamilia Géneros Especies representativas 
Orthoreovirus Ortoreovirus de los mamíferosObivirus Virus de la (enfermedad de) la lengua azul 
Rotavirus Rotavirus A 
Coltivirus Virus de la fiebre de garrapatas de Colorado 
Reoviridae Icosaédrica; 60-80 
Aquareovirus Aquareovirus A 
Aquabirnavirus Virus de la necrosis pancreática infecciosa Birnaviridae Icosaédrica; 60-70 
Avibirnavirus Virus de la infección de la bolsa de Fabricio 
Virus RNA de cadena sencilla, sentido negativo 
Familia 
Simetría de la 
cápside y tamaño 
del virión (nm) 
Subfamilia Géneros Especies representativas 
Respirovirus Virus de la influenza bovina 3 
Rubulavirus Rubulavirus porcino; Virus de las paperas 
Morbillivirus 
Virus del moquillo 
canino; virus del 
sarampión 
Henipavirus Virus Hendra 
Paramyxovirinae
Avulavirus 
Virus de la 
enfermedad de 
Newcastle 
Paramyxoviridae Helicoidal; 150-200 
a 
1000-10,000 
Pneumovirinae Pneumovirus Virus sincitial respiratorio bovina 
Virus RNA de cadena sencilla, sentido negativo 
Familia 
Simetría de la 
cápside y tamaño 
del virión (nm) 
Subfamilia Géneros Especies representativas 
 Metapneumovirus Pneumovirus aviar 
Vesiculovirus Virus de la estomatitis vesicular de Indiana 
Lyssavirus Virus de la rabia 
Ephemerovirus Virus de la fiebre efímera bovina 
Rhabdoviridae 
Helicoidal; 
45-100 
a 
100-430 
 
Novirhabdovirus 
Virus de la 
hematopoyesis 
necrótica infecciosa 
Influenzavirus A Virus de la influenza tipo A 
Influenzavirus B Virus de la influenza tipo B 
Influenzavirus C Virus de la influenza tipo C 
Thogotovirus Virus Thogoto 
Orthomyxoviridae 
Helicoidal; 
80-129 
hasta 
2000 
 
Isavirus Virus de la anemia infecciosa del salmón 
Orthobunyavirus Virus de Akabane 
Hantavirus Virus Hantaan 
Nairovirus 
Virus de la 
enfermedad de las 
ovejas de Nairobi 
Bunyaviridae Helicoidal; 80-100 
Phlebovirus Virus de la fiebre del valle de Rift 
Bornaviridae Icosaédrica; 100-130 Bornavirus 
Virus de la 
enfermedad de Borna 
Arenavirus 
Virus de la 
coriomeningitis 
linfocítica Arenaviridae Helicoidal; 50-300 
Deltavirus Virus de la hepatitis humana D 
Marburg-like 
viruses Virus de Marburg Filoviridae Helicoidal; 80 a 1400 
Ebola-like viruses Virus del Ébola 
Virus RNA de cadena sencilla, sentido positivo 
Familia Simetría de la cápside y tamaño del virión (nm) Subfamilia Géneros Especies representativas 
Enterovirus Virus de la polio Picornaviridae Icosaédrica; 22-30 
Rhinovirus Rinovirus humano A 
Virus RNA de cadena sencilla, sentido positivo 
Familia Simetría de la cápside y tamaño del virión (nm) Subfamilia Géneros Especies representativas 
Cardiovirus Virus de la encefalomiocarditis 
Aphthovirus Virus de la fiebre aftosa 
Hepatovirus Virus de la hepatitis A 
Parechovirus Parechovirus humano 
Erbovirus Virus de la rinitis equina B 
Kobuvirus Virus Aichi 
 
Teschovirus Teschovirus porcino 
Lagovirus Virus de la enfermedad hemorrágica de los conejos 
Norovirus Virus Norwalk 
Sapovirus Calicivirus porcino 
Calciviridae Icosaédrica; 35-39 
Vesivirus Virus del exantema vesicular porcino 
Mamastrovirus Astrovirus humano Astroviridae Icosaédrica; 27-30 
Avastrovirus Astrovirus del pavo 
Coronavirus Virus de la bronquitis infecciosa Coronaviridae Helicoidal; 60-220 
Torovirus Torovirus equino 
Arteriviridae Icosaédrica; 40-60 Arterivirus Virus de la arteritis equina 
Alphavirus Virus Sindibis Togaviridae Icosaédrica; 70 
Rubivirus Virus de la rubeola 
Flavivirus Virus de la fiebre amarilla 
Pestivirus Virus de la diarrea viral bovina 1 Flaviviridae Icosaédrica; 40-60 
Hepacivirus Virus de la hepatitis C 
Nodaviridae Icosaédrica; 29-32 Betanodavirus Virus nervioso de la necrosis del gato rayado 
Partículas atípicas asociadas con infecciones 
Virus defectuosos 
Los virus defectuosos son aquellos cuyo genoma carece de un gen o genes específicos, 
debido a mutación o deleción. Como resultado de lo anterior, los virus defectuosos no 
son capaces de llevar a cabo un ciclo de vida productivo en las células. Sin embargo, si 
la célula infectada con el virus defectuoso está co-infectada con un "virus ayudante" el 
producto del gen que carece el virus defectuoso es complementado por el virus 
ayudante, y el virus defectuoso puede replicarse. Es interesante que, para algunos virus, 
durante la infección se produce una mayor cantidad de viriones defectuosos que de 
viriones infecciosos (tanto como 100:1). La producción de partículas defectuosas es 
característica de algunas especies virales y se cree que modera la severidad de la 
infección/enfermedad in vivo. Los virusoides, que son ejemplo de virus defectuosos, se 
discutirán más adelante en esta sección. 
Pseudoviriones 
Los pseudoviriones pueden ser producidos durante la replicación viral cuando el 
genoma del hospedero se fragmenta. Como resultado de este proceso algunos 
fragmentos del ADN del hospedero se incorporan en la cápside en lugar del ADN viral. 
Entonces, los pseudoviriones poseen la cápside viral a la cual los anticuerpos pueden 
unirse y facilitar el anclaje y penetración en la célula hospedera, pero no pueden 
replicarse una vez que logran el acceso a la célula, debido a que no tienen ninguno de 
los genes virales esenciales para el proceso de replicación. 
Priones 
Aunque no son virales, los priones son partículas proteicas infecciosas asociadas con 
encefalopatías espongiformes transmisibles (TSE por sus siglas en inglés) de humanos y 
de animales. TSE incluye la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob en humanos, "scrapie" en 
ovejas y encefalopatía espongiforme bovina. Priones y TSEs en animales se discuten 
detalladamente en el capítulo 29. En el análisis a la necropsia, el cerebro presenta 
grandes vacuolas en las regiones de la corteza y del cerebelo, por lo que la enfermedad 
causada por priones se llaman "encefalopatías espongiformes". Una examinación más 
detallada del tejido cerebral revela la acumulación de fibrillas y placas amiloideas 
asociadas con proteínas de priones. Estas enfermedades se caracterizan por la pérdida 
del control motor, demencia, parálisis, desgaste y eventualmente la muerte. Los detalles 
de la patogenia son en su mayoría desconocidos. 
Viroides 
Los viroides son ácidos nucleicos de bajo peso molecular, desnudos, extremadamente 
resistentes al calor, a la radiación ultravioleta y la radiación ionizante. Estas partículas 
se componen exclusivamente de una pieza de ARN circular de cadena sencilla, con 
algunas regiones de cadena doble. Los viroides causan en su mayoría enfermedades de 
plantas, como la enfermedad del tubérculo ahusado de la papa. 
Virusoides 
Los virusoides (también llamados ARN satélites) son similares a los viroides en el 
sentido de que son ácidos nucleicos desnudos, de bajo peso molecular, extremadamente 
resistentes al calor y a las radiaciones ultravioletas y ionizantes. Sin embargo, dependen 
de un virus ayudante para la replicación. Los virusoides se replican en el citoplasma de 
la célula a través de una polimerasa ARN dependiente de ARN. 
Nueva familia viral - Mimiviridae 
Mimiviridae es una familia viral que contiene un miembro, Mimivirus. El nombre de 
Mimivirus se deriva de "microbio imitador". Fue descubierto en 1992 dentro de un 
protozoario y, a la fecha, es el virus conocido de mayor tamaño, alrededor de 400 nm de 
diámetro. La cápside es de forma icosahédrica, el virión carece de envoltura y su 
genoma es de ADN circular de cadena doble (dsADN), de 1.2 Mb de longitud y con 
1,260 genes. La secuencia del genoma de Mimivirus fue publicada en el año 2004. 
Glosario 
Bacteriófago: 
Un virus que infecta células procariontes y tiene muchos de los atributos de los 
virus de plantas y animales. Requiere una bacteria viva para llevar a cabo su 
ciclo reproductivo. 
Protrusión de yemas: 
A través de este procesolos virus envueltos adquieren su envoltura. Es 
precedido por la inserción de glicoproteínas virus-específicas en la membrana 
celular del hospedero. Este proceso ocurre más frecuentemente en la membrana 
plasmática y confiere infectividad. 
Mucopolisacárido: 
Una clase de polisacárido (glucoaminoglicanos) como heparina, ácido 
hialurónico y sulfato de condroitina, que absorben agua para formar un material 
espeso mucoide, gelatinoso. 
Oligosacárido: 
Una azúcar que contiene un número pequeño y conocido de unidades de 
monosacáridos. 
 
Derechos Reservados. Este documento está disponible en www.ivis.org. Documento 
No. A3401.1204.ES 
Cultivo y caracterización de virus 
D.J. Wise1 and G.R. Carter2 
1Department of Biology, Concord University, Athens, West Virginia, USA.2Virginia-
Maryland Regional College of Veterinary Medicine, Virginia Tech, Blacksburg, 
Virginia, USA. 
Traducido por: A. T. Pérez Méndez, Biotecnología Veterinaria de Puebla, S.A de C.V., 
Tehuacán, Puebla, Mexico. (21-Apr-2005). 
Indice 
• Métodos de propagación viral 
• Concentración y purificación de virus 
• Infectividad y almacenamiento 
• Visualización de virus 
• Cuantificación directa de virus 
• Cuantificación indirecta de virus 
• Métodos misceláneos usados para caracterización 
• Glosario 
Se han desarrollado métodos para el almacenamiento, visualización, cuantificación 
(directa e indirecta) y propagación de virus. También hay métodos para el diagnóstico 
de laboratorio de enfermedades virales, muchos de los cuales son métodos serológicos, 
basados en la detección de la respuesta del hospedero a la infección. Estos métodos 
diagnósticos serán discutidos en el capítulo 7. 
A lo largo del tiempo, fue posible observar que el contagio de ciertas enfermedades era 
capaz de pasar a través de filtros que las bacterias no podían pasar. Los filtrados 
obtenidos no eran capaces de crecer en medios de cultivos para bacterias, y 
eventualmente se demostró experimentalmente que eran infectivos y que contenían 
virus. A excepción de los virus de viruela, los virus no pueden ser observados con 
microscopio óptico. Eventualmente los virus fueron observados con microscopio 
electrónico. Algunos de los métodos importantes usados en los estudios básicos de virus 
se describen a continuación. 
Tal como se mencionó en el capítulo anterior, los virus animales presentan una 
considerable diversidad en sus características físicas. La característica que más refleja 
las propiedades del virión es la presencia o ausencia de la envoltura viral. Como se 
señala en la tabla 2.1, los virus no envueltos son, en general, sensibles a la radiación 
ultravioleta, relativamente termoestables y susceptibles al daño por los cristales de 
hielo. 
Debido principalmente a la presencia de la envoltura de membrana, los virus envueltos 
se inactivan con solventes lipídicos (como cloroformo y éter) y detergentes (como el 
desoxicolato), son sensibles a la radiación gama y ultravioleta, relativamente 
termolábiles y el daño que les produce la formación de cristales de hielo es más extenso 
que el que se produce en los virus no envueltos o desnudos. 
Tabla 2.1. Principales propiedades fisicoquímicas y biológicas de viriones 
envueltos y desnudos 
Características Virus desnudos Virus envueltos 
Radiación ultravioleta Sensible Sensible 
Radiación gama Sensible Sensible 
Termoestabilidad Termoestable Termolábil 
Susceptibilidad a daño por cristales de hielo Si Extenso 
Inactivación por solventes lipídicos y 
detergentes No Si 
Métodos de propagación viral 
Para aislar, caracterizar e identificar virus, así como para producir vacunas virales, se 
necesita una cantidad considerable de partículas virales. Esto se logra a través de 
diferentes métodos de propagación, los cuales se enlistan a continuación: 
Hospederos animales 
En el pasado, la propagación de virus en organismos hospederos susceptibles no 
infectados era la única manera de obtener grandes cantidades de virus. Actualmente el 
uso de animales experimentales como hospederos para propagación viral está limitado 
por razones éticas. La propagación viral en animales es más útil para aquellos virus que 
no crecen fácilmente en cultivos celulares. Por ejemplo: cepas vacunales del virus de la 
enteritis hemorrágica de pavo pueden ser propagadas tanto en aves vivas como en 
cultivos celulares. Sin embargo los productos propagados en bazo (de aves vivas) 
parecen ser más usados que los propagados en cultivo. 
Para fines diagnósticos la inoculación de animales es un medio para detectar virus en 
muestras clínicas, como el virus de la rabia en ratones lactantes. 
Huevos embrionados 
Antes del desarrollo de las técnicas de cultivo de células y de tejidos, el uso de huevo 
embrionado para propagación viral fue una de las primeras alternativas al uso de 
organismos animales hospederos. El huevo embrionado es aún el método preferido para 
la propagación de virus de influenza tipo A y para muchos otros virus aviares. El huevo 
embrionado también es útil en la diferenciación de algunos virus que producen lesiones 
similares, como los virus de la viruela de la vaca y los virus de la pseudo viruela de la 
vaca. Aunque el virus de la enfermedad de la lengua azul (BTV) es un virus de 
mamíferos, se replica bien en huevo embrionado, por lo que este sistema se usa para 
propagación viral con fines diagnósticos y de investigación. 
Cuando se usa huevo embrionado, uno debe considerar la posible presencia de 
anticuerpos maternos (IgY) en el saco vitelino del huevo. Por lo tanto, frecuentemente 
es preferible obtener huevo embrionado de parvadas libres de patógenos específicos 
(SPF). El dar pases en embrión de pollos es útil en la atenuación de ciertos virus para 
vacunas de virus vivo modificado. 
Cultivo de células/tejidos 
El cultivo de tejidos se refiere al crecimiento y mantenimiento de células de tejidos 
vivos in vitro. Hay básicamente dos tipos: cultivo de explantes y cultivo de células. Los 
explantes son pequeños fragmentos de tejidos del hospedero que se mantienen en 
cultivo, mientras que el cultivo de células se obtiene mediante de la disgregación de 
diferentes tejidos del hospedero en células individuales. La mayoría de los sistemas 
usados en virología son en realidad cultivos celulares y no cultivos de tejidos, aunque 
ambos términos se usan de manera indistinta. Los cultivos celulares se subdividen a su 
vez en cultivos primarios, cultivos semi-continuos y cultivos continuos. 
 
Figura 2-1. Cultivo celular normal. Cortesía de A. Wayne Roberts. Para ver oprima la 
figura 
Cultivo de explantes 
Estos son cultivos de pequeños fragmentos de tejidos específicos, tomados directamente 
del hospedero animal. Los cultivos de explantes son útiles para el aislamiento viral y se 
requieren para el aislamiento de algunos coronavirus. La demostración de latencia de 
algunos alfa herpesvirus humanos y animales puede requerir explantes de ganglio 
nervioso sensitivo (por ejemplo, trigémino). 
Cultivos celulares primarios 
Estos se derivan de tejidos frescos que han sido digeridos enzimáticamente con tripsina 
u otras proteasas, para liberar células individuales. Como resultado, con frecuencia los 
cultivos primarios están compuestos de muchos tipos celulares diferentes. En 
condiciones in vitro las células de los cultivos primarios raramente pueden dividirse, o 
se dividen a una velocidad muy baja. Es por esto que tienen un tiempo de vida limitado, 
conocido como límite de Hayflick. A pesar del tiempo de vida limitado de los cultivos 
primarios, son ideales para el aislamiento de algunos virus. Los cultivos primarios 
raramente sobreviven más allá del vigésimo pase in vitro. 
Cultivos semi-continuos 
Son también conocidos como líneas celulares diploides, debido a que contienen el 
cromosoma diploide normal característicode la especie de la que ellos se derivan. Los 
cultivos semi-continuos son cultivos primarios que tienen algunas células que pueden 
ser cuidadas para sobrevivir más allá del límite de Hayflick. Los cultivos semi-
continuos tienden a morir entre el 30° y el 50° pase in vitro. A pesar de esta limitante, 
los cultivos semi-continuos son útiles en la propagación de una gran variedad de virus. 
Los cultivos semi-continuos son por lo general de fibroblastos. 
Cultivos celulares continuos 
Se les conoce también como líneas celulares heterodiploides, debido a que poseen un 
número anormal de cromosomas. Estos cultivos se derivan de tejidos normales o 
neoplásicos y se caracterizan por su habilidad para ser propagados in vitro 
indefinidamente. De manera general, las líneas celulares continuas no son tan sensibles 
como las otras para propagación viral. Sin embargo, facilitan la propagación a gran 
escala de algunos virus para vacunas e investigación. Muchas líneas continuas están 
disponibles de proveedores como la Colección Americana de Cultivos Tipo (ATCC por 
sus siglas en inglés). 
La mayoría de los laboratorios de virología almacenan en congelación alícuotas 
iniciales de sus cultivos continuos, debido a que las líneas celulares que están 
continuamente en cultivo pueden sufrir cambios en sus características celulares. Las 
causas de estos cambios pueden ser infección por Micoplasma spp., o virus 
contaminantes (por ejemplo, circovirus porcino y virus de la diarrea viral bovina). 
Concentración y purificación de virus 
Una vez que un virus ha sido propagado adecuadamente, necesita ser recuperado de las 
células hospederas y los restos de éstas, y luego ser purificado. Esto se logra por varios 
procesos que involucran centrifugación diferencial (a diferentes velocidades), diálisis, 
precipitación, cromatografía y gradientes de densidad. El paso inicial de este proceso es 
la centrifugación diferencial; se usa una velocidad baja (~2,000 x g) para quitar restos 
celulares y a para concentrar se usa a continuación, en el caso de volúmenes pequeños, 
una velocidad alta de centrifugación (40K a 80K x g) y en el caso de volúmenes 
mayores, se usa diálisis y precipitación o precipitación con metanol frío (-70°C) o con 
polietilenglicol. La purificación se lleva a cabo mediante cromatografía o centrifugación 
usando gradientes de densidad. Los virus envueltos pueden ser purificados 
aprovechando su velocidad de sedimentación en gradientes de sacarosa. Los virus 
desnudos pueden ser purificados por centrifugación a través de gradientes de cloruro de 
cesio. 
Infectividad y almacenamiento 
Infectividad 
La infectividad es la habilidad de la partícula viral para infectar una célula hospedera. 
La temperatura en el exterior de la célula hospedera afecta fácilmente la capacidad del 
virus para conservar su infectividad, particularmente en el caso de los virus envueltos. 
Debido a que los virus no tienen actividad metabólica propia, la infectividad es el mejor 
medio para evaluar la integridad de la partícula viral después de que se ha expuesto a 
cierta temperatura. Las siguientes son consideraciones importantes al respecto: 
• A 60°C, la infectividad del virus disminuirá rápidamente, en segundos. 
• A 37°C, la infectividad disminuirá dramáticamente, en minutos. 
• A 20°C, la infectividad disminuirá, en cuestión de horas. 
• La infectividad en las temperaturas antes mencionadas influyen en la 
transmisión del virus por contacto directo (a 37°C) y por fomites (a 20°C). 
• A 4°C, la infectividad en tejidos se pierde en cuestión de días. Los clínicos 
deben tener esto en cuenta al considerar los especímenes clínicos. 
Con frecuencia se usan temperaturas abajo del punto de congelación para 
almacenamientos por periodos largos. Lo importante a considerar es mantener al 
mínimo la formación de cristales de hielo. 
Debe mantenerse en mente el hecho de que los virus presentan gran diversidad en su 
resistencia y labilidad Algunos son capaces de sobrevivir por horas, días, o incluso 
meses bajo condiciones ambientales, mientras que otros se inactivan en pocos minutos 
bajo las mismas condiciones. 
Los tres métodos principales para almacenar virus son: 
• Congelación a -70°C, con o sin criopreservante. 
• Para almacenamiento por largos periodos: congelamiento en nitrógeno líquido (-
196°C). 
• Liofilización con almacenamiento en congelación o a temperatura ambiente. 
Visualización de los virus 
Los dos métodos principales usados para visualizar la estructura / morfología de los 
virus son: la microscopía electrónica y la microscopía de fuerza atómica. Otros tipos de 
microscopía se usan para observar cambios inducidos por la replicación viral en las 
células infectadas. Sin un medio para visualizar los virus es difícil obtener información 
acerca de la estructura o las interacciones célula-virus. Más aún, el visualizar las 
partículas virales le permite a uno estimar directamente el número de partículas (virales) 
presentes en una suspensión. Hay otros métodos que le permiten a uno estimar el 
número de virus indirectamente. En cualquier caso, la cuantificación directa o indirecta 
es siempre un estimado. Este estimado numérico es importante al preparar vacunas, al 
determinar el número mínimo de viriones necesarios para producir una enfermedad y en 
procedimientos virales de investigación. 
Microscopía óptica 
Si bien la microscopía óptica no es útil para la examinación directa de los virus (con 
excepción de los virus de la viruela), es útil para observar los efectos de la infección 
viral en la célula hospedera. El daño celular o la destrucción causada por el virus es 
conocida como efecto citopático (CPE por sus siglas en inglés). Los efectos citopáticos 
que pueden observarse incluyen: 
1. Células redondeadas y agregados en forma de racimo de uvas, como se observa 
con adenovirus; 
2. Células redondeadas, encogidas, lisadas, dejando gran cantidad de restos 
celulares, como se observa con los enterovirus; 
3. Células agrandadas y redondeadas en áreas focales, como con herpesvirus; y 
4. Fusión de células que se convierten en células multinucleadas (sinsicios) como 
en el caso de paramyxovirus. 
Además es posible observar cuerpos de inclusión, característicos de algunos virus. 
 
Figura 2-2. Efecto citopático del herpes virus "lento" equino. Cortesía de A. Wayne 
Roberts. Para ver oprima la figura 
Microscopía de fluorescencia 
La microscopía de fluorescencia puede ser usada para visualizar células o tejidos 
infectados por virus, usando anticuerpos antígeno-específicos marcados con 
fluorocromos. El anticuerpo se une específicamente a los antígenos virales presentes 
dentro de las células o tejidos y los marca con la molécula fluorescente (generalmente 
fluoresceína). La marca fluorescente se observa posteriormente con un microscopio de 
luz ultravioleta que excita a la molécula del fluorocromo, lo que uno observa como una 
zona coloreada sobre un fondo relativamente oscuro. De manera alternativa, la 
visualización puede llevarse a cabo de forma indirecta usando anticuerpos sin marca 
(como los de sueros convalecientes) seguidos de la aplicación de anticuerpos marcados 
con fluoresceína que se unen al primer anticuerpo. Los ensayos basados en el uso de 
anticuerpos fluorescentes son usados comúnmente en el diagnóstico viral y la 
investigación. 
Microscopía electrónica 
La microscopía electrónica involucra la aceleración de electrones a un estado de alta 
energía y el enfoque magnético de los mismos hacia la muestra. Los electrones de alta 
energía tienen longitudes de onda muy cortas, proporcionando así una mejor resolución 
de estructuras muy pequeñas. La microscopía electrónica tiene suficiente poder de 
resolución para observar polímeros grandes como ADN y ARN, así como proteínas 
grandes. 
Para facilitar la visualización,las muestras pueden ser cubiertas con metales pesados 
como osmio, antes de la examinación con el microscopio electrónico. Los electrones 
impactan el metal pesado y posteriormente son visualizados en una pantalla 
fluorescente. La microscopía electrónica proporciona imágenes tridimensionales de 
viriones y de su localización (nuclear o citoplasmática) dentro de la célula hospedera en 
un momento dado durante la infección. La observación de viriones en células vivas no 
es posible, debido a que las muestras tienen que ser tratadas con metales pesados. 
Microscopía de fuerza atómica 
La microscopía de fuerza atómica trabaja a través de la medición de una propiedad local 
(tal como altura, absorción óptica, magnetismo, etc.) de una sonda puesta muy cerca de 
la muestra. Esto hace posible tomar mediciones en un área muy pequeña de la muestra. 
Los electrones son capaces de "atravesar por túnel" entre los átomos, provocando una 
fuerza pequeña pero cuantificable. El resultado de estas mediciones es un mapa 
detallado del contorno o la superficie de la estructura. 
La ventaja de la microscopía de fuerza atómica es que la preparación de la muestra es 
mínima y pueden usarse especímenes vivos. Este método ha sido útil para obtener 
imágenes detalladas de estructuras de cápsides y de interacciones virus-célula. 
Microscopía inmunoelectrónica 
Esta técnica permite la visualización de complejos antígeno / anticuerpo que son 
específicos para un virus en particular. En este método se obtienen cortes ultra finos (de 
la muestra) y se incuban con un anticuerpo específico para el virus. Después de un paso 
de lavado, el corte se incuba con Proteína A conjugada con partículas de oro (de un 
rango de 5 a 20 nm). Este conjugado se une a la porción Fc del anticuerpo y se detecta 
por microscopía electrónica. 
Enumeración directa de virus 
Estimar el número de virus tiene una cantidad importante de usos, incluyendo 
producción de vacunas e investigación. La microscopía electrónica se usa para 
cuantificar las partículas virales en una solución libre de células. Se examina un 
volumen conocido de la muestra y se cuenta el número de viriones. Este número se usa 
para calcular el número de virus. Una limitante es que las cápsides vacías, es decir, 
partículas no infectantes, también son contadas. En investigación, se compara el número 
de partículas infectantes y el número total, y se establece una relación de partículas 
totales / partículas infecciosas para un virus dado. 
Enumeración indirecta de virus 
Los métodos indirectos de cuantificación viral son aquellos que usan factores asociados 
con la infectividad (actividad biológica). Los tres métodos principales usados para 
determinar indirectamente concentraciones virales son: ensayos de hemoaglutinación, 
ensayos de formación de placas y el método de la dilución limitante. 
Hemoaglutinación 
Este ensayo se basa en la propiedad que tienen muchos virus envueltos para aglutinar 
glóbulos rojos (RBCs) o (GR). 
El ensayo se lleva a cabo en una microplaca, añadiendo glóbulos rojos a diluciones de la 
muestra que contiene virus, y observando posteriormente la hemoaglutinación. Son 
necesarias muchas partículas virales para cubrir los glóbulos rojos y producir 
hemoaglutinación. Por ejemplo: se necesitan aproximadamente 104 viriones de 
influenza por unidad hemoaglutinante (1 unidad de HA). Una unidad de HA se define 
como la máxima dilución de la muestra viral que causa hemoaglutinación completa. 
La hemoaglutinación es útil en la concentración y purificación de algunos virus, y como 
prueba presuntiva rápida para la presencia de este tipo de virus en fluidos de cultivos 
celulares infectados y de embriones de pollo. Es especialmente útil para probar 
actividad viral en cultivos celulares infectados con virus hemoaglutinantes que producen 
un efecto citopático (CPE) mínimo o no detectable. También pueden ser examinados 
directamente especímenes clínicos como heces, para buscar actividad hemoaglutinante 
de partículas virales (se discutirá posteriormente en el capítulo 7). 
Otros ensayos del mismo tipo, en los que se prueba una actividad enzimática de un virus 
en particular (como aquellos que producen transcriptasa reversa), pueden ser llevados a 
cabo de manera similar. 
Ensayo de formación de placas 
Este ensayo involucra la inoculación de células hospederas susceptibles con un virus, y 
usar su actividad biológica para estimar el número de viriones presentes. 
En este procedimiento se usan diluciones decimales seriadas del virus para inocular 
monocapas de células hospederas. Después de un periodo de incubación en el que se 
permite la adsorción del virus a la superficie de las células hospederas, la monocapa es 
cubierta por una capa de un gel compuesto por medio de cultivo para células hospederas 
y agarosa. La presencia del agar evita la diseminación a gran escala del virus en el 
cultivo celular, pero permite la diseminación localizada de célula a célula. Con los virus 
citopáticos la destrucción de las células lleva a la formación de zonas desocupadas 
llamadas placas, que pueden ser vistas entre las 24 y 72 horas de incubación. Un cálculo 
que involucra el número de placas observadas, el factor de dilución de la muestra y el 
volumen de muestra diluida utilizada, da como resultado las unidades formadoras de 
placa (PFU) por mililitro de muestra. 
El método de dilución limitante 
Este ensayo basado en titulación mide un efecto in vitro sobre las células, como el CPE, 
cuando éstas se expone a varias diluciones de la solución que contiene el virus. Si es 
posible, se usa una concentración conocida de un virus de referencia como control 
positivo. Dependiendo del virus, se hacen diluciones seriadas dobles o diluciones 
seriadas decimales del material viral y se ponen en contacto con las células. El título 
infectivo (el recíproco de la dilución más alta que provoca el 50% de CPE en el cultivo 
infectado) se expresa como TCID50/ml (dosis infectiva 50 cultivo celular). Este ensayo 
puede usarse con células en cultivo, embriones de pollo o incluso con animales de 
laboratorio. 
Métodos misceláneos usados para caracterización 
Hay algunos métodos en virología que son útiles en la identificación y clasificación de 
virus desconocidos. Algunas de esas técnicas serán mencionadas brevemente aquí, pero 
si se usan en el diagnóstico de laboratorio de un virus en particular, se explicarán con 
detalle posteriormente. 
Sensibilidad a solventes lipídicos 
La sensibilidad de los virus a solventes lipídicos como cloroformo y éter es útil en la 
taxonomía de ciertos virus. Cualquier virus que posea envoltura es susceptible a 
solventes lipídicos. Todos los virus envueltos de animales, excepto algunos virus de la 
viruela, son sensibles al éter. 
Identificación del tipo de ácido nucleico 
Esto se lleva a cabo examinando la síntesis de ácido nucleico en la célula, en presencia 
de inhibidores de la síntesis de ADN, como la 5-bromo-2-desoxiuridina (BRU). Si se 
inhibe la síntesis viral como consecuencia disminuirá la multiplicación viral. En el caso 
de que el crecimiento viral no sea inhibido se presume que al virus contiene ARN. 
Análisis con enzimas de restricción 
Las enzimas de restricción (RE) son endonucleasas que cortan el ADN de doble cadena 
en sitios de reconocimiento específicos que son secuencias palindrómicas que van desde 
cuatro hasta ocho pares de bases de longitud. 
El análisis con enzimas de restricción es particularmente útil en la clasificación de 
"subserotipos" virales, en la diferenciación de virus vivos modificados vacunales de 
virus virulentos y en el rastreo epidemiológico de brotes de enfermedades. 
Metodológicamente esta técnica consiste en tratar el ADN viral con una o varias 
enzimas de restricción y luego separar los fragmentos resultantes por medio de 
electroforesis en geles de poliacrilamida.Los virus de ARN pueden ser analizados de una manera similar haciendo primero el 
ADN complementario (ADNc) al ARN viral usando la enzima transcriptasa reversa, y 
luego amplificando este ADNc por el método de PCR descrito en el capítulo 7. 
Hemoadsorción 
Virus envueltos como los ortomixovirus y paramixovirus adquieren su envoltura 
externa por protrusión de yemas a través de la membrana celular. Antes de la protrusión, 
se incorporan a la membrana celular proteínas codificadas por el virus 
(hemoaglutininas). Esas células (aquellas a las se incorporaron hemoaglutininas a su 
membrana) adsorben eritrocitos a su superficie, lo que trae como consecuencia la 
formación de focos de hemoadsorción que pueden ser detectados microscópicamente. 
Métodos inmunológicos 
Los animales infectados con virus responden produciendo anticuerpos específicos. La 
detección y cuantificación de estos anticuerpos, que reflejan el estado de la enfermedad, 
son útiles en la planeación de programas de salud para el hato y estudios 
epidemiológicos de los brotes de enfermedades. 
Si bien la detección de anticuerpos es útil en el diagnóstico de enfermedades también, 
con frecuencia es un proceso tardado que requiere la comparación de los niveles de 
anticuerpos en sueros de la fase aguda de la enfermedad y de la convalecencia, sueros 
que se colectan con 10 a 14 días de diferencia unos de otros. Una estrategia más rápida 
es usar anticuerpos específicos anti-virus para detectar antígenos virales directamente en 
especímenes clínicos. Estos anticuerpos generalmente se obtienen por 
hiperinmunización de conejos o cabras con un virus específico. De manera alternativa 
pueden usarse anticuerpos monoclonales, si hay disponibles. 
Los anticuerpos monoclonales (mAbs) se preparan en ratones primero exponiendo al 
ratón al antígeno viral, que sensibiliza a las células B del bazo. Estas células se colectan 
y se fusionan químicamente con una línea celular de plasmocitoma de ratón que secreta 
IgG. Posteriormente estas células híbridas son clonadas y los hibridomas resultantes, 
que son derivados de una sola célula, se analizan para buscar secreción de la IgG 
antiviral específica. Las células del hibridoma seleccionado son inyectadas de regreso 
por vía intraperitoneal al ratón, donde las células se multiplican rápidamente y causan la 
acumulación de un fluido ascítico que contiene una alta concentración de anticuerpos 
monoclonales. 
La figura 2.1 muestra los pasos involucrados en la preparación de los anticuerpos 
monoclonales. 
Los anticuerpos monoclonales son especialmente útiles en la tipificación y 
subtipificación de virus. Cuando son acoplados a fluorocromos, los mAbs son muy 
usados para la detección de virus en tejidos. También son usados para la identificación 
de virus en muchos estuches diagnósticos comerciales de ELISAs. 
Las pruebas más comúnmente usadas en virología clínica o diagnóstica serán discutidas 
en el capítulo 7. 
 
Figure 2-3. Pasos asociados al desarrollo de anticuerpos monoclonales específicos. Para 
ver oprima la figura 
Glosario 
Virus citopáticos: 
Son aquellos que alteran la apariencia microscópica de células en cultivo. Estos 
cambios pueden incluir redondeo de las células, fusión celular, desprendimiento 
celular, producción de cuerpos de inclusión, etc. 
Gradientes de densidad: 
Procedimiento para separar células o macromoléculas como proteínas y ácidos 
nucleicos, generalmente usando centrifugación a través de un gradiente de 
densidad. Este último consiste en una solución en la que hay un rango de 
densidades del soluto (generalmente sacarosa o cloruro de cesio), menos 
concentrado en la superficie y más concentrado en el fondo. Como resultado de 
la centrifugación las células o macromoléculas se desplazan a través del 
gradiente y forman una banda que se ubica donde su gravedad específica es 
igual a la densidad del medio. 
Palíndromos: 
Secuencias que se leen igual en ambas direcciones. La mayoría de los sitios de 
reconocimiento de las endonucleasas de restricción son palíndromos, por 
ejemplo la secuencia de reconocimiento de EcoR1 (E.coli) es: 
5' GAATTC 3' 
3' CTTAAG 5' 
 
 
 
 
 
Interacciones virus-célula y patogénesis viral 
D.J. Wise1 and G.R. Carter2 
1Department of Biology, Concord University, Athens, West Virginia, USA.2Virginia-
Maryland Regional College of Veterinary Medicine, Virginia Tech, Blacksburg, 
Virginia, USA. 
Traducido por: A. T. Pérez Méndez, Biotecnología Veterinaria de Puebla, S.A. de C.V., 
Tehuacan, Puebla, México. (8-Aug-2005). 
Indice 
• Interacción entre Virus y Células Hospederas 
• Patogénesis de las Infecciones Virales 
• Glosario 
Para el entendimiento de la interacción entre el virus y la célula hospedera es necesario 
tener conocimiento de la replicación y la genética viral. La interacción a nivel celular y 
la progresión de una infección viral particular determinan la patogénesis de la 
enfermedad y sus manifestaciones clínicas. La respuesta inmune del hospedero a la 
presencia de los virus será examinada en el capítulo 5. 
Interacción entre virus y células hospederas 
La interacción entre los virus y sus células hospederas está íntimamente ligada al ciclo 
de replicación viral. Más aún: la interacción del virus con los componentes y las 
estructuras celulares durante el proceso de replicación influye en cómo el virus causa la 
enfermedad. En total hay cuatro posibles efectos primarios de la infección viral a una 
célula hospedera. La mayoría de las infecciones no cusan patología celular o alteración 
morfológica aparente, sin embargo la replicación puede causar citopatología 
(redondeamiento celular, desprendimiento, formación de sinsicios, etc.), transformación 
maligna o lisis celular (muerte). 
Muerte celular 
La muerte celular durante la replicación viral puede ser causada por diversos factores. 
El factor más probable es la inhibición de la síntesis celular basal de biomoléculas tales 
como proteínas. Durante el ciclo de replicación, el virus induce a la maquinaria celular a 
fabricar principalmente productos virales, más que aquellos que la célula fabricaría 
normalmente. Como resultado de esto, la célula sintetiza predominantemente productos 
virales, y los productos celulares necesarios para la supervivencia de la célula no están 
presentes, o lo están pero en cantidades demasiado bajas como para mantener su 
viablildad. Además de la carencia de productos celulares esenciales, este evento resulta 
en la acumulación excesiva de productos virales (ARN, ADN, proteínas), que pueden 
ser tóxicos para las células. 
En la fase de liberación del ciclo de replicación de algunos virus se estimula la 
apoptosis de la célula hospedera. En otras instancias la inhibición de la síntesis de 
macromoléculas celulares causa daños a las membranas de los lisosomas, y por 
consecuencia la liberación de enzimas hidrolíticas, provocando la muerte celular. 
Efectos celulares 
Los efectos citopáticos (CPE por sus siglas en inglés) son todos aquellos cambios 
morfológicos en las células provocados por la infección viral. Las células infectadas 
algunas veces tienen alterada su membrana celular. Como resultado de esto, la 
membrana de la célula infectada es capaz de fusionarse con su célula vecina. Se piensa 
que esta alteración es el resultado de la inserción, durante el ciclo de replicación, de 
proteínas virales. El resultado de la fusión es la generación de una célula multinucleada 
o sinsicios. La formación de sinsicios es una característica de numerosos virus 
envueltos, como los herpesvirus y paramyxovirus. La membrana celular alterada 
también está alterada en lo que se refiere a su permeabilidad, permitiendo la entrada de 
varios iones, toxinas, antibióticos, etc. Estas células multinucleadas son grandes, por lo 
que algunas veces son llamadas "células multinucleadasgigantes". 
Otro aspecto del efecto citopático es la alteración del citoesqueleto, que da lugar al 
aspecto "redondeado" de las células infectadas. En estos casos la célula va a sufrir lisis o 
va a formar sinsicios. La presencia de CPE en especímenes clínicos puede indicar 
infección viral, y el CPE es usado como base para el ensayo de formación de placas 
usado para cuantificación viral (ver Capítulo 2). La infección de células por algunos 
virus (por ejemplo virus de viruela y rabia) se caracteriza por la formación de cuerpos 
de inclusión en el citoplasma. Los cuerpos de inclusión son áreas discretas que 
contienen proteínas o partículas virales. Frecuentemente tiene una apariencia y 
localización características en la célula infectada, dependiendo del tipo de virus. 
Transformación maligna 
En este proceso la infección viral da como resultado células hospederas que se 
caracterizan por tener alteraciones en su morfología, en su control de crecimiento, en 
sus propiedades celulares y/o bioquímicas. La transformación maligna y la neoplasia 
resultante puede ocurrir cuando el genoma viral (o una porción de éste) se incorpora en 
el genoma del hospedero, o cuando los productos virales son, por sí mismos, 
oncogénicos. Los virus que causan transformación maligna se conocen como virus 
tumorales. Se ha demostrado que virus de diferentes familias poseen la habilidad de 
transformar células hospederas. Los virus tumorales no tienen propiedades comunes 
(forma, tamaño, composición química) más que provocar el desarrollo de malignidad en 
las células que infectan. 
La transformación maligna frecuentemente se caracteriza por alterar la morfología 
celular. Esto incluye la pérdida de su forma característica, y la adopción de la apariencia 
redondeada y refráctil descrita para el CPE. Esto es el resultado de la disgregación de 
filamentos de actina y la disminución de la adhesión de la superficie. 
El crecimiento celular alterado, la característica distintiva de la transformación maligna, 
se muestra en células infectadas que han perdido la inhibición por contacto de su 
crecimiento o movimiento, que tienen disminuidos sus requerimientos de factores de 
crecimiento de suero, y/o ya no responden a las señales de ciclo celular asociadas con 
crecimiento y maduración celular (inmortalidad). 
Algunas de las alteraciones en las propiedades celulares que exhiben las células con 
transformación maligna incluyen la inducción continua de la síntesis de ADN, cambios 
cromosomales, aparición de antígenos de superficie nuevos o embrionarios, e 
incremento de aglutinación por lectinas. Las características bioquímicas que 
frecuentemente se ven alteradas en células con transformación maligna incluyen la 
reducción de los niveles de AMP cíclico. El AMP cíclico es una señal química asociada 
con el ciclo celular y al mantener los niveles reducidos, la célula se divide 
continuamente. También está involucrado en el incremento de la secreción del activador 
plasminógeno (formación de coágulo), fermentación para la producción de ácido láctico 
(conocido como efecto Warburg), pérdida de fibronectina, y cambios en los azúcares de 
las glicoproteínas y los glicolípidos. 
Oncogénesis 
Aunque ha sido difícil comprobar la causa-efecto, varios virus de ADN y de ARN se 
han asociado con transformación neoplásica. Los virus implicados en la oncogénesis o 
llevan consigo una copia del gen asociado con el crecimiento y la proliferación celular, 
o alteran la expresión de la copia del gen que tiene la célula hospedera. Los genes 
afectados incluyen aquellos que estimulan y aquellos que inhiben el crecimiento celular. 
Los genes virales que transforman a las células infectadas se conocen como oncogenes 
(genes v-onc), los cuáles estimulan el crecimiento y la proliferación descontrolada de la 
célula. El descubrimiento de los oncogenes llevó a descubrir que todas las células 
poseen genes análogos, llamados proto-oncogenes (genes c-onc), que normalmente 
están quiescentes en las células y se activan en algún momento del desarrollo. Los 
proto-oncogenes incluyen productos celulares como factores de crecimiento, factores de 
transcripción y receptores de factores de crecimiento. 
Los virus de ADN asociados con la oncogénesis incluyen virus de la enfermedad de 
Marek (Herpesviridae) y los papillomavirus bovinos, equinos, y orales caninos 
(Papillomaviridae). Estos virus son típicamente de ácidos nucleicos episómicos 
circulares (independientes de los cromosomas del hospedero, más que integrados). Los 
oncogenes (v-onc) codifican para proteínas asociadas con el ciclo de replicación viral. 
Los virus ARN asociados con oncogénesis incluyen miembros de la familia 
Retroviridae (por ejemplo virus de leucosis aviar y de leucemia felina). Estos virus 
integran sus genomas (o una copia de sus genomas) en el cromosoma del hospedero: se 
conocen como provirus o ADN proviral. La integración viral es mediada por los 
extremos terminales del genoma, conocidos como LTRs (repeticiones terminales largas, 
por sus siglas en inglés). Los LTR’s contienen regiones promotoras/ potenciadoras, 
además de las secuencias involucradas en la integración del provirus en el genoma del 
hospedero. Los Retrovirus pueden causar oncogénesis porque codifican oncogenes por 
sí mismos o por alterar la expresión de los oncogenes celulares o proto-oncogenes a 
través de la inserción de sus genomas en el cromosoma del hospedero, en un sitio 
cercano a estos genes. 
Sin cambios morfológicos o funcionales 
En algunos casos, la infección con producción viral puede ocurrir sin que puedan 
detectarse cambios en la célula hospedera. Esto se conoce como infección 
endosimbiótica. Probablemente depende de las necesidades de replicación del virus. Es 
muy probable que el virus requiera que los procesos celulares estén activos para que la 
replicación viral se lleve a cabo, y por lo tanto no altera las características de la célula. 
Patogénesis de las infecciones virales 
La patogénesis se define como la generación y desarrollo de una enfermedad. Las 
infecciones virales pueden ser agudas, crónicas, latentes o persistentes. El primer paso 
en el proceso de una enfermedad es la exposición. 
Exposición y transmisión 
La exposición pude ocurrir por contacto directo con un animal infectado, por contacto 
indirecto con secreciones / excreciones de un animal infectado, o por vectores 
mecánicos o biológicos. La transmisión del virus desde la madre a la descendencia 
(transplacentaria, perinatal o por el calostro) se conoce como transmisión vertical. La 
transmisión vía cualquier otro mecanismo que no sea de la madre a la descendencia es 
transmisión horizontal. Puede ocurrir activación de un virus latente no replicante dentro 
de un individuo, sin que el agente infeccioso se adquiera de una fuente externa. 
Vía de entrada 
Los virus penetran al hospedero a través del tracto respiratorio (aerosoles), el tracto 
digestivo (contaminación oral-fecal), el tracto genitourinario (reproducción, 
inseminación artificial), la conjuntiva (aerosoles), y a través de aberturas en la piel 
(abrasiones, agujas, picaduras de insectos, etc.). Si después de la entrada del virus 
prosigue o no la infección, depende de la habilidad del virus para enfrentarse e iniciar 
infección en células susceptibles. La susceptibilidad de las células a un virus dado 
depende principalmente de sus receptores de superficie, que permiten el anclaje y la 
posterior penetración del virus. 
Infecciones localizadas y diseminadas 
Siguiendo la infección, el virus se replica en el sitio o cerca del sitio de entrada 
(replicación primaria). Algunos virus permanecen confinados a este sitio inicial de 
replicación, produciendo infecciones localizadas. Un ejemplo de esto es el resfriado 
común y las infecciones similares de animales domésticos causadas por rhinovirus. 
Otros virus causan infeccionesdiseminadas (sistémicas) por su difusión a órganos 
adicionales vía torrente sanguíneo, linfático o quiescente a través de los nervios. La 
propagación inicial del virus a otros órganos por el torrente sanguíneo se conoce como 
viremia primaria. La viremia puede darse ya sea por presencia de virus libres en el 
plasma o por virus asociados con células sanguíneas. Después de la multiplicación viral 
en esos órganos puede darse una viremia secundaria con propagación a (otros) órganos 
blanco. 
Un buen ejemplo de virus que causan infecciones sistémicas es el teschnovirus porcino 
1 (género Teschnovirus). El virus se transmite de forma fecal-oral. Se replica 
inicialmente en las células de las amígdalas, migra a los intestinos y a los nódulos 
linfáticos mesentéricos. De estos nódulos linfáticos, el virus entra al sistema nervioso 
central. Una vez en el sistema nervioso central se observan los signos neurológicos de 
ataxia, temblores, pérdida de coordinación, entumecimiento de los miembros, 
convulsiones, parálisis y coma. La preferencia de un virus particular por un tejido o tipo 
celular específico se conoce como tropismo. 
Mecanismos de infecciones virales 
La replicación viral ocurre en los órganos blanco causando daño celular. El número de 
células infectadas y/o la extensión del daño pueden tener como consecuencia la 
disfunción del órgano o tejido y la manifestación clínica de la enfermedad. El intervalo 
entre la infección inicial y la aparición de signos clínicos es el periodo de incubación. 
Los periodos de incubación son cortos en enfermedades en las que el virus crece 
rápidamente en el sitio de entrada (por ejemplo influenza) y son más largos si las 
infecciones son generalizadas (por ejemplo moquillo canino). Algunos virus infectan 
animales pero no producen manifestación de signos de la enfermedad. Estas infecciones 
se conocen como subclínicas (asintomáticas o inaparentes). 
Hay numerosos factores que pueden influir en el resultado de las infecciones virales. 
Estos incluyen: inmunidad preexistente, genética del animal, edad del animal y factores 
relacionados a estrés como estado nutricional, condiciones ambientales etc. 
Los mecanismos por los que los virus causan enfermedad son complejos. La 
enfermedad puede ser resultado de efectos directos de los virus en las células 
hospederas, como muerte celular, efecto citopático y transformación maligna. De 
manera alternativa, la enfermedad puede ser resultado de efectos indirectos causados 
por la respuesta inmunológica y fisiológica del hospedero. 
Un ejemplo de respuesta fisiológica indirecta es la infección por rotavirus, que causa 
diarrea en animales jóvenes y humanos. La diarrea puede ser causada por los eritrocitos 
infectados por el rotavirus, que están estimulados a producir citocinas, excitando las 
neuronas entéricas e induciendo la secreción de exceso de fluidos y electrolitos en el 
intestino grueso. 
Un ejemplo de patogénesis de la enfermedad mediada por la respuesta inmunológica 
ocurre en la enfermedad de Borna en caballos. El virus se distribuye desde el sistema 
nervioso central a los nervios periféricos a través de los axones. El hospedero responde 
a la presencia de neuronas infectadas por el virus induciendo una respuesta inmune 
mediada por células. Los macrófagos, neutrófilos y linfocitos T citotóxicos específicos 
son activados para destruir a las neuronas infectadas por el bornavirus. El resultado es 
una inflamación crónica del SNC que corresponde a los signos neurológicos asociados 
con la enfermedad. 
Dos términos muy importantes usados para hablar de enfermedades microbianas son 
patogenicidad y virulencia. Patogenicidad es la habilidad del virus u otro agente 
microbiano o parasitario para causar enfermedad. Virulencia es el grado de 
patogenicidad. Un virus avirulento es aquel que no tiene la capacidad para causar 
enfermedad. Un virus atenuado es aquel cuya capacidad para causar enfermedad ha sido 
debilitada, frecuentemente por múltiples pases en cultivo celular, huevos embrionados o 
animales. 
Eliminación (diseminación) viral 
La eliminación viral es el mecanismo de excreción de la progenie viral para su 
diseminación hacia una nueva población de hospederos. Los virus típicamente son 
eliminados vía aperturas en el cuerpo o superficies. En infecciones localizadas, el virus 
es típicamente excretado vía el portal de entrada. En infecciones diseminadas el virus 
puede ser excretado por diferentes rutas. 
No todos los virus son excretados de sus hospederos. Estos incluyen virus que se 
replican en sitios como el sistema nervioso, como en la encefalitis viral, y hospederos 
finales (nota del editor: último hospedero del virus). 
Evasión de las defensas del hospedero 
En un esfuerzo por detener la infección, el hospedero inicia una respuesta inflamatoria. 
Los componentes principales de esta respuesta incluyen interferón, linfocitos T 
citotóxicos, linfocitos B productores de anticuerpos, diversas moléculas efectoras y 
complemento. Estos componentes trabajan en conjunto y se potencian unos a otros en 
un intento de liberar al hospedero de la infección viral. En este esfuerzo por liberarse del 
virus infectante, la respuesta inflamatoria causa muchos de los signos clínicos y lesiones 
asociados con las infecciones virales. La respuesta inmune del hospedero se discute con 
mayor detalle en el Capítulo 5. 
Los interferones (α y β) son producidos por las células infectadas por el virus. Actúan 
para detener replicación viral adicional en la célula infectada y en las células vecinas. 
Los interferones también fomentan la expresión de antígenos en la célula infectada, 
haciéndolas más fáciles de reconocer para las células T citotóxicas. Algunos virus como 
los adenovirus producen ARNs que bloquean la fosforilación de un factor inicial, 
reduciendo así la habilidad del interferón para bloquear la replicación viral. 
Las células T citotóxicas destruyen a las células infectadas mediante la liberación de 
perforinas, que crean poros en las células infectadas por virus. Posteriormente son 
liberadas granzimas dentro de la célula infectada, las que degradan a los componentes 
celulares. Finalmente, las células T citotóxicas estimulan la apoptosis de la célula 
hospedera. 
Algunos virus reducen la expresión, en la superficie de la célula hospedera, de los 
antígenos de superficie del CMH (complejo mayor de histocompatibilidad) clase I (por 
ejemplo citomegalovirus, herpesvirus bovino tipo I y adenovirus). Como las células T 
citotóxicas no pueden detectar antígenos virales que no estén formando complejos con 
los antígenos del CMH clase I, las células infectadas con estos virus no pueden ser 
destruidas de esta manera, permitiendo la "supervivencia" del virus dentro de la célula 
hospedera. Sin embargo, células con insuficientes o ningún antígeno de CMH clase I en 
sus superficies son reconocidas por las células asesinas naturales, que destruyen a la 
célula de manera similar a la descrita para las células T citotóxicas. 
Los linfocitos B productores de anticuerpos secretan anticuerpos específicos para 
neutralizar los viriones infectantes cuando son liberados por las células. Los complejos 
antígeno-anticuerpo a su vez pueden activar el sistema del complemento. 
El complemento ayuda a estimular la inflamación, la neutralización efectiva de virus, y 
la destrucción de células infectadas por virus. 
Las diferentes moléculas efectoras (citocinas) que son producidas por las células del 
sistema inmune, desempeñan muchos papeles, incluyendo la inducción de fiebre y la 
atracción de otras células inflamatorias (por ejemplo neutrófilos y macrófagos) al sitio 
dañado. 
Algunos virus poseen receptores para una variedad de citocinas (por ejemplo, el virus de 
la viruela bovina tiene receptores para la interleucina 1, que estimula la producción de 
fiebre). Cuando las células inmunes liberan la citocina,