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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
 
EL IMPACTO DE LA POLÍTICA DEL AGUA TURCA EN LA MINORÍA 
KURDA: EL CASO DEL PROYECTO DEL SURESTE DE ANATOLIA 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN RELACIONES INTERNACIONALES 
P R E S E N T A 
SUSANA ANGÉLICA GÓMEZ ZÁRATE 
 
ASESORA: 
DRA. INDIRA IASEL SÁNCHEZ BERNAL 
 
MÉXICO D.F., 2014 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
2 
Investigación realizada gracias al Programa de Apoyo a Proyectos de 
Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) de la UNAM, clave IN301611, 
Cohesión social en la globalización y la búsqueda de un nuevo contrato social: 
retos para México. 
Agradezco a la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) y 
a la Universidad Nacional Autónoma de México la beca recibida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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AG RADECIMIENT OS 
En agradecimiento a todos aquéllos que me apoyaron a lo largo del proceso de 
investigación y elaboración de este trabajo que culmina con mi etapa académica 
universitaria: 
A mis padres, María Elena Zárate y Joel Gómez, quienes desde la infancia me han 
apoyado en mis estudios y que me han inculcado valores como la responsabilidad y el 
trabajo, enseñándome a dar todo de mí, a nunca rendirme y a lograr todas las metas 
que me proponga. Los amo. 
A mis hermanas, Martha y Fabiola, gracias por todo su apoyo y comprensión. Ustedes, 
junto con mis padres, son y siempre serán los pilares de mi vida. 
A mi asesora, Dra. Indira Iasel Sánchez Bernal, quien sin duda ha sido una de las 
mejores profesoras que tuve a lo largo de mi carrera universitaria y que me contagió su 
pasión por Medio Oriente. Gracias por confiar en mí, ser mi guía y darme las bases que 
dieron forma a la investigación que hoy culmina con mi etapa universitaria. 
Al Dr. Gilberto Conde Zambada, profesor e investigador del Colegio de México, quien 
me asesoró a lo largo de mi investigación. Gracias por su tiempo y por sus 
conocimientos. 
A aquellas personas con quienes he compartido parte de mi vida en sus diferentes 
etapas y que me han enseñado el valor de la amistad, aun estando a kilómetros de 
distancia. Amigos, colegas, compañeros, confidentes, muchas gracias por su apoyo y 
por sus ánimos para concluir esta investigación: Adriana, Cecilia, Yazmín, Mariana, 
Karen, Eduardo, Alberto, Susana, Juan, Filipe, Nicolás, Harold, Leona, Yeeun Kim, 
Hyoung Do, David, Albiter y Daniel. 
A la Dirección General para África y Medio Oriente de la Secretaría de Relaciones 
Exteriores, en especial a Luis Neri Gómez y a Gabriela Sánchez Carmona, por haberme 
dado la oportunidad de crecer profesionalmente, confiar en mí, brindarme muchos 
conocimientos y contagiarme su pasión por Medio Oriente. 
 
 
4 
A la Universidad de Antioquia de Medellín, Colombia, por acogerme durante mi último 
semestre de la carrera, así como a todos mis compañeros, profesores y amigos que 
hicieron de este intercambio académico una de las mejores e inolvidables etapas de mi 
vida. 
A la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, por ser mi segundo hogar y donde 
adquirí, a través de mis profesores y colegas, los conocimientos necesarios para mi 
formación académica. 
A la Universidad Nacional Autónoma de México, máxima casa de estudios de México y 
mi alma máter. Gracias por abrirme las puertas al conocimiento y por brindarme 
maravillosas experiencias que me han ayudado a crecer personal, académica y 
profesionalmente, a la cual con orgullo representaré hoy y siempre. 
 
POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
ÍND ICE 
Introducción ....................................................................................................................10 
1. La construcción del Estado-Nación turco y sus implicaciones en la minoría kurda ....21 
1.1 Conceptos clave de la política del agua en las relaciones turco-kurdas ................23 
1.2 Los kurdos y el Imperio Otomano ..........................................................................28 
1.2.1 La organización kurda en el Imperio Otomano ............................................32 
1.2.2 La penetración europea y el Imperio Otomano: los kurdos y las reformas 
estatistas .....................................................................................................36 
1.2.3 El debilitamiento del Imperio Otomano y las negociaciones anglo-kurdas ..39 
1.2.4 El fin del Imperio Otomano y el papel de los kurdos ...................................45 
1.3 La construcción del nuevo Estado de Turquía y los kurdos frente al proyecto 
kemalista: identidades subordinadas ..........................................................................50 
1.4 Una nación turca vs una región kurda ...................................................................53 
2. El Proyecto del Sureste de Anatolia (GAP) como motor del desarrollo regional ........67 
2.1 Las regiones de Turquía ........................................................................................69 
2.2 El Proyecto del Sureste de Anatolia (GAP) ...........................................................74 
2.2.1 Antecedentes de proyectos y políticas hídricas antes y durante el Imperio 
Otomano ..................................................................................................................75 
2.2.2 Orígenes del GAP en la República de Turquía ...............................................79 
2.2.3 Desarrollo del GAP .........................................................................................83 
2.3 Los ríos Tigris y Éufrates en el contexto regional ..................................................92 
2.3.1 Siria .................................................................................................................95 
2.3.2 Iraq ..................................................................................................................97 
2.4 Escenarios de cooperación-conflicto .....................................................................99 
 
 
 
6 
3. El impacto del GAP en el Sureste de Anatolia: acciones y resultados ..................... 108 
3.1 Resultados del GAP desde su implementación oficial......................................... 109 
3.1.1 Energía ......................................................................................................... 111 
3.1.2 Agricultura ..................................................................................................... 112 
3.1.3 Industria ........................................................................................................ 114 
3.1.4 Transporte ..................................................................................................... 117 
3.1.5 Desarrollo Social ........................................................................................... 118 
3.1.5.1 Educación .............................................................................................. 119 
3.1.5.2 Empleo ................................................................................................... 122 
3.1.5.3 Salud ......................................................................................................123 
3.1.5.4 Servicios de asistencia social ................................................................. 125 
3.1.5.5 Cultura, Arte y Deportes ......................................................................... 128 
3.2 Otros impactos en la región GAP ........................................................................ 130 
3.3 Los impactos regionales del GAP: Siria e Iraq .................................................... 139 
Conclusiones ................................................................................................................ 146 
Fuentes de Información ................................................................................................ 162 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
 
 
ÍN D IC E D E M AP AS 
Mapa 1. El Imperio Otomano ..........................................................................................28 
Mapa 2. El Kurdistán ......................................................................................................30 
Mapa 3. Turquía .............................................................................................................48 
Mapa 4. Regiones geográficas de Turquía .....................................................................71 
Mapa 5. La Cuenca Tigris-Éufrates ................................................................................73 
Mapa 6. Zonas industriales en la región GAP .............................................................. 115 
Mapa 7. Transportes en la región GAP ........................................................................ 117 
 
 
ÍN D IC E D E CU AD R O S 
Cuadro 1. Organización de la Administración de Desarrollo Regional del GAP .............90 
 
 
ÍN D IC E D E GR Á F IC AS 
Gráfica 1. Proyectos de generación de energía hidroeléctrica ..................................... 111 
Gráfica 2. Exportaciones e importaciones de la región GAP ........................................ 115 
 
 
 
 
 
 
8 
 
 
 
 
 
ÍN D IC E D E T AB L AS 
Tabla 1. Indicadores socioeconómicos de Turquía y de la Región del Sureste de 
Anatolia...........................................................................................................................72 
Tabla 2. Potencial de recursos naturales del GAP .........................................................84 
Tabla 3. Principales componentes del GAP ...................................................................85 
Tabla 4. Sistema Tigris-Éufrates: longitud de los ríos y cuencas ...................................93 
Tabla 5. Ingresos de la producción de energía hidroeléctrica en el marco del GAP .... 112 
Tabla 6. Patrones de cultivo en la región GAP ............................................................. 113 
Tabla 7. Acciones en materia de educación en el contexto del GAP ........................... 119 
Tabla 8. Acciones en materia de salud en el contexto del GAP ................................... 123 
Tabla 9. Acciones en materia de asistencia social en el contexto del GAP .................. 127 
Tabla 10. Acciones en materia de cultura, arte y deportes en el contexto del GAP ..... 129 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A propósito de la abolición del Califato, el cual ya se ha discutido, 
Tewfik Rushdi dijo que el Gobierno turco ha llegado a la conclusión 
de que los kurdos nunca podrán ser asimilados y deben ser 
expulsados. La Turquía moderna fue fundada en desgracias de 
muertes y debe continuar siendo despiadada. Ella se ha librado de 
los griegos y los armenios y su siguiente movimiento debe ser 
librarse de los kurdos. Esto fue necesario no sólo por su mentalidad 
desesperada sino también porque, después de las tierras costeras 
del Mediterráneo y el Mar Muerto, la parte oriental de Anatolia es 
una de las más fértiles y la necesitan para el reasentamiento de 
turcos. Más aún, nunca sería seguro dejar a los kurdos en la 
frontera. Turquía debe tener ahí personas en las que confía. Ellos 
esperan que un gran número de kurdos, cuando sean expulsados, 
vayan a Persia. Algunos no dudan en que vayan hacia Rusia, Iraq y 
Siria. En cualquier caso, Turquía nunca los devolverá. Le pregunté 
si no pensaba que sería difícil llevar a cabo dicho programa y si no 
se mantendrían las fronteras perturbadas. Él dijo que no. Ellos 
consideraban que había solamente 500,000 kurdos en el país y que 
podían lidiar con ellos fácilmente. En cualquier caso, ellos estaban 
determinados en llevar a cabo esta política. (Sus figuras están por 
supuesto gravemente subestimadas. El número de kurdos en 
Turquía debe ser de al menos 1 millón y medio)1. 
 
Notas del Alto Comisionado para Iraq y Comandante en Jefe de Gran Bretaña, 
Henry Hobbs, sobre una conversación sostenida con el Ministro de Asuntos 
Exteriores de Turquía, Tewfik Rushdi Bey, el 29 de noviembre de 1926. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1
 Susan Meiselas, Kurdistan: in the shadow of history, Nueva York, Radom House, 1997. 
 
 
10 
INTRODUCCIÓN 
 
Los kurdos, considerados como la minoría étnica más grande del mundo, son un pueblo 
milenario, con origen indoeuropeo y descendientes de los Medos que demuestran 
mediante vestigios históricos su existencia desde el siglo V a.C. en el territorio que 
comprende el actual Estado de Turquía, sobre todo en la provincia de Hakkari, donde 
aún representan a la mayoría. Sin embargo, no es sino hasta que se encuentran bajo la 
administración del Imperio Otomano que inician un lento proceso de expansión, 
llegando al siglo XIX a comprender los territorios kurdos actuales. 
Con el fin de la I Guerra Mundial, los Aliados (Gran Bretaña, Francia e Italia) 
firman el Tratado de Lausana en 1923, donde se estableció la división del Imperio 
Otomano, dictándose a su vez la autonomía de las comunidades kurdas pero las cuales 
habrían de quedar divididas en los territorios de cinco Estados: Siria, Turquía, Irán, Iraq 
y Azerbaiyán, situación que imposibilitó desde entonces la oportunidad de formar una 
figura estatal propia tal como se había establecido en el Tratado de Sèvres de 1920, 
documento que jamás habría de ser puesto en práctica. 
La lucha kurda por la autodeterminación e independencia ha sido una de las 
historias menos contadas de la región. Cuando el Imperio Otomano fue disuelto en los 
primeros años del siglo XX, los kurdos y sus líderes creyeron que se garantizarían sus 
derechos por la comunidad internacional y por las potencias vencedoras; sin embargo, 
esto no sucedió. Contrario a lo anterior, la historia de los kurdos en Turquía es de 
conflicto y opresión: a pesar de formar cerca del 20% de la población turca total, han 
sido reprimidos desde que Kemal Ataturk, “el Padre de los turcos”, llegó al poder y 
quien llevó a cabo una política de nacionalismo turco, lo que trajo consigo la anulación 
de cualquier esperanza de autonomía kurda o por lo menos de reconocimiento de una 
identidad cultural separada de la turca. 
La política de limpieza étnica resultó en la destrucción de todos los vestigios 
públicos de identidad kurda, incluyendo escuelas, asociaciones y publicaciones; la 
lengua kurda fue declarada ilegal, lo que conllevó a la negación de su identidad étnica; 
se cambiaron los nombres kurdos de pueblos y ciudades al sureste del país, así como 
también se prohibió el registro de menores de edad con nombres kurdos; de igual 
 
 
11 
manera, los que no eran étnicamente turcos fueron clasificados en una segunda clase 
de ciudadanos, además de que se comenzó a referirse a los kurdos como “turcos de las 
montañas” que habían olvidado si verdadero origen. 
No obstante, desde la década de los sesenta ha habido un reavivamiento de la 
identidad kurda, quienes se han agrupado logrando la formación de diversos partidos 
políticos que reflejan sus intereses y que se han convertido en una amenaza para la 
existencia de Estadoscomo Turquía o Iraq, último país en el cual han tenido un papel 
más protagónico en la esfera política y social, sobre todo después de la Guerra del 
Golfo, otorgándoles el gobierno iraquí autonomía y reconocimiento oficial de una 
identidad kurda separada, al contrario de lo que sucede en Turquía, donde son 
reprimidos sistemáticamente por el gobierno turco. 
El proceso de reivindicación kurdo en Turquía comenzó a tener un carácter 
defensivo y militar tras la creación del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), 
fundado en 1978 por Abdullah Ocalan y el cual comenzó su lucha armada contra el 
gobierno central turco en 1984, tanto política como militarmente, por sus derechos 
como pueblo. Su posición es de izquierda revolucionaria e impulsa la organización de 
guerrillas, respetando sus tradiciones culturales y religiosas, y el cual tenía como 
objetivo inicial luchar por la autodeterminación kurda, cambiando en los últimos años 
hacia una búsqueda de un Estado Federal compuesto por kurdos y turcos. 
Además de enfrentarse tanto a cada uno de los gobiernos de los Estados donde 
se encuentran dispersos como a las políticas nacionalistas que éstos implementan con 
el fin de minimizar los derechos (culturales, por ejemplo) y oportunidades hacia las 
poblaciones kurdas, existen motivos que los diferencian y que dificultan el camino hacia 
el logro de una real autodeterminación estatal. Debido a esto, su lucha independentista, 
además de la connotación política que presenta, es vista más como una resistencia 
armada por el Estado turco, argumentando que el movimiento nacional kurdo es 
reaccionario en su naturaleza, que no tiene una bien desarrollada organización política 
y que la lucha interna es más tradicional y conservadora, además de ser percibidos 
como como una amenaza a su unidad nacional, un grupo que puede agitar y amenazar 
la legitimación del Estado. 
 
 
12 
Aunado al problema kurdo anteriormente mencionado presente en el sureste de 
Turquía, se añade el conflicto derivado de la presencia de los ríos Tigris y Éufrates, que 
nacen y corren por las tierras de esta misma región turca y que fluyen hacia los 
territorios de países vecinos, Siria e Iraq. La importancia otorgada a dichos ríos no es 
actual, ya que en siglos atrás fueron protagonistas en el desarrollo de grandes 
civilizaciones como la mesopotámica. Sin embargo, es durante el siglo XX, con el 
establecimiento de las figuras estatales, de un creciente nacionalismo y de la búsqueda 
del desarrollo y modernización, cuando comienzan a adquirir otro significado para los 
tres Estados ribereños. 
Por siglos, los principales usos otorgados a las aguas de estos ríos han sido 
tanto para consumo humano, así como parte esencial para el desarrollo de actividades 
agrícolas o para la producción de energía, añadiendo la necesidad de contener sus 
aguas a través de la construcción de estructuras capaces de contener, almacenar y de 
aprovechar las fuerzas hídricas. Este tipo de construcciones data del siglo VI a.C., pero 
es durante el auge del Imperio Otomano (s. XVI-XVII) cuando existen grandes 
innovaciones a las estructuras ya referidas. Los otomanos adquirieron conocimientos en 
las mejoras de canales ribereños, la construcción de puentes, presas y estructuras de 
control de inundaciones, además de la existencia de algunas estructuras hidráulicas 
construidas hace más de 600 años y que todavía son utilizadas en Turquía, Bulgaria, la 
ex Yugoslavia, Grecia y en la región de Medio Oriente en general. 
Como se mencionó anteriormente, con el nacimiento de la nueva República de 
Turquía, el primer Presidente, Kemal Ataturk, mediante su visión de modernización al 
estilo occidental estableció una serie de reformas y políticas sociales dentro de las 
cuales se planteaba la necesidad de establecer esfuerzos para consolidar proyectos de 
modernización con influencias europeas, siendo uno de éstos el concerniente a la 
investigación, explotación y manejo de los recursos naturales, en particular de las 
tierras y aguas de los ríos Tigris y Éufrates, estableciéndose a su vez instituciones 
gubernamentales que se encargarían de la investigación y desarrollo del potencial de 
dichos recursos. 
El principal objetivo del gobierno turco era llevar sistemas de irrigación a las 
tierras del sureste de Anatolia –las cuales comprenden cerca de la mitad de las tierras 
 
 
13 
fértiles del país–, a través del uso del potencial de los ríos Tigris y Éufrates. En este 
sentido, se implementó el Proyecto del Bajo Éufrates que incluía la construcción de una 
serie de presas localizadas a lo largo de este río con el fin de incrementar la generación 
de energía hidroeléctrica y expandir la agricultura de regadío. 
A finales de la década de los setenta y principio de los ochenta, dicho proyecto 
evolucionó y se expandió a un proyecto de desarrollo multisectorial de una magnitud 
mucho mayor, llamado Proyecto del Sureste de Anatolia (en turco Güneydoğu Anadolu 
Projesi, GAP), siendo declarado oficialmente su establecimiento en el Decreto Ley No. 
388, el 6 de noviembre de 1989. Este Proyecto que incluye 22 grandes presas, 19 
plantas hidroeléctricas y esquemas de irrigación se extiende por 1.7 millones de 
hectáreas adyacentes a ambos ríos, las cuales abarcan los territorios de 9 de las 
provincias menos desarrolladas del país (Adiyaman, Batman, Diyarbakir, Gaziantep, 
Mardin, Siirt, Sanliurfa, Sirnak y Kilis), cubriendo un área de 75,358 km2, cerca del 9.7% 
del área total del país. 
Sus objetivos se recogen en el denominado Master Plan, los cuales se centran 
en la realización de inversiones para mejorar la situación económica de la región; 
establecimiento de proyectos educativos y sanitarios; creación de nuevos empleos; 
dotación y mejoras de las infraestructuras en las ciudades; mejorar las infraestructuras 
rurales; mejorar las relaciones inter-regionales; apoyar a las empresas que quieran 
establecerse en la región; mantener la calidad de las aguas y las tierras y proteger el 
medio ambiente; y promover la participación de la població en la toma de decisiones. 
Dentro de los puntos relevantes otorgados a este proyecto de complejos 
hidroeléctricos es su propia localización, ya que se ubica en un territorio del país en 
donde la mayoría de su población pertenecer a la minoría kurda, carecterizándose por 
la inestabilidad política, económica y social derivada de la problemática existente entre 
el gobierno turco y la lucha nacionalista kurda. 
Los kurdos ocupan cerca del 50% de la región del GAP, proyecto que a pesar de 
haber sido concebido desde la época de Ataturk, fue expandido y establecido casi al 
mismo tiempo en el que las reivindicaciones kurdas se mostraron más activas. Así, el 
GAP fue interpretado por el movimiento kurdo como una variante más en el proceso de 
destrucción y genocidio de su pueblo a manos de Turquía, ya que la construcción de las 
 
 
14 
presas que habrían de conformar el proyecto habría de traer consigo procesos de 
desplazamiento de la población, de destrucción ecológica y de inundaciones de lugares 
históricos, además de la continuación en la negación de derechos políticos y culturales 
kurdos. 
Sumado a lo anterior, cabe destacar algunos factores de la región GAP, como el 
pobre desarrollo socio-económico de la población y el tribalismo predomintante en la 
misma, así como la desigualdad de la distribución de la tierra (debido a que la mayoría 
de la población carece de títulos de propiedad para poder reclamar algún tipo de 
indemnización). Todos los elementos anteriores están considerados e incluidos en las 
reformas que se obtendrían a través del GAP, con esfuerzos particulares en el 
incremento del empleo y de oportunidades económicas, la promoción de educación 
(especialmente para mujeres) y la distribución de la tierra entre pequeños granjeros y 
campesinos. Sin embargo, las características político-culturalesde la región podrían 
explicar la motivación de la intervención estatal a través de dicho proyecto, pudiendo 
destacar que las discusiones de la geografía política y cultural del sureste del país han 
estado ausentes en los estudios del GAP, especialmente en las cuestiones 
relacionadas con la predominante población kurda. 
Asimismo, otro de los puntos a resaltar de dicho proyecto es su importancia 
geoestratégica en Medio Oriente. Este complejo hidroeléctrico controla, mantiene y 
distribuye los recursos hídricos de dos de los ríos más importantes de la región: el río 
Tigris y Eufrates, los cuales se originan en las tierras altas de Anatolia, y como lo 
menciona Ayşegül Kibaroğlu “aproximadamente 90% del caudal medio del Éufrates se 
origina en Turquía, mientras que el otro 10% se origina en Siria; en el caso del Tigris, 
aproximadamente 40% del flujo total anual proviene de Turquía, mientras que Iraq e 
Irán contribuyen en un 50% y 9%, respectivamente”2. Así, esta situación convierte a 
Siria, Iraq, y en menor medida a Irán, en países dependientes de Turquía en cuanto a la 
distribución del agua, colocando al país turco en la posición de un gran comandante del 
las cuencas de los ríos. Es notable la amenaza que conlleva la escasez del recurso 
 
2
 Ayşegül Kibaroğlu, Water for Sustainable Development in the Euphrates-Tigris River Basin, [en línea], 
Middle East Technical University, p. 1, Dirección URL: 
http://www.gap.metu.edu.tr/html/yayinlar/waterforsustainableAKibaroglu.pdf, [consulta: 04 de abril de 
2012]. 
http://www.gap.metu.edu.tr/html/yayinlar/waterforsustainableAKibaroglu.pdf
 
 
15 
hídrico, especialmente debido a la historia de sequía en Siria, a la inestabilidad política 
y la infraestructura devastada por la Guerra del Golfo en Iraq y las consecuentes 
sanciones de las que fue objeto, sin dejar de lado la cuestión kurda que comparten los 
tres países. 
Las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates, en combinación con la creciente 
escasez de agua en el suroeste de Asia y los proyectos ambiciosos de desarrollo en 
ambos ríos, conllevan a que se preste atención en estos dos afluentes que constituyen 
dos de las mayores fuentes de agua, por lo que su manejo adecuado podrían 
determinar el bienestar y la estabilidad política de gran parte de la región de Medio 
Oriente. 
El Proyecto del Sureste de Anatolia posee una importancia geoestratégica por 
dos razones: la primera radica en el conflicto latente entre turcos y kurdos, ya que en la 
zona sureste de Turquía se localiza una mayoría kurda que busca su autonomía desde 
que su pueblo fue dividido en diferentes territorios a partir de la desintegración del 
Imperio Otomano y el gobierno turco, bajo este proyecto, intenta controlar la zona y 
suprimir dicha minoría. Esta represión no es actual, ya que desde el nacimiento del 
Estado de Turquía, el gobierno instauró políticas nacionalistas con las cuales reprimió a 
la población kurda, su cultura e identidad. Además se negó la existencia de un Estado 
del Kurdistán, aunado a la división de este pueblo en diversos territorios estatales y con 
ello, la división de un pueblo que busca desde entonces su reconocimiento y 
reivindicación. 
La segunda razón son las políticas llevadas por Turquía con el objetivo de 
controlar dos de los ríos más importantes de la región, estos son, los ríos Tigris y 
Éufrates, y su mantenimiento y distribución a países como Siria e Iraq. Sin embargo, la 
cuestión del agua en la agenda regional surgió cuando los tres Estados ribereños 
iniciaron grandes proyectos de desarrollo durante la segunda mitad del siglo XX que 
perduran hasta ahora, además de procesos de cooperación bilateral y multilateral entre 
los tres países. Empero, la falta de coordinación de los proyectos ha resultado en 
prácticas ineficientes e inefectivas de gestión de los ríos en un marco de políticas 
nacionales mucho menos convergentes, siendo la principal causa de un desequilibrio 
en el manejo de las aguas del Tigris y Éufrates. Además, Turquía se erige como una 
 
 
16 
potencia regional debido al poder de control de la distribución del recurso hídrico hacia 
aquellos dos países, ya que en caso de conflictos o divergencias, podría traer 
consecuencias negativas en la región. 
La lucha por el control coordinado del agua en la región se conjuga con la 
búsqueda del control y distribución única de dos de los recursos hídricos más 
relevantes tanto para Turquía, Siria e Iraq –los ríos Tigris y Éufrates– pudiendo 
continuar una divergencia de políticas del agua que conlleven a su vez a un conflicto 
interregional, el cual si no se mantienen los canales de cooperación que se han 
establecido desde décadas atrás, puede potenciarse ante la posible y próxima escasez 
del agua en la región. Además, esta situación puede conjugarse con un problema socio-
político de intento de expatriación de los kurdos, los cuales mantienen lazos históricos y 
sociales con los kurdos de Siria e Iraq, y cualquier acción turca que afecte aún más a 
dicha población o que vaya encaminada a una restricción del vital líquido hacia sus 
principales abastecedores, puede ser la causante de que un conflicto interno se 
extienda hasta convertirse en un conflicto regional que podría afectar de forma 
significativa tanto a Medio Oriente como a nivel mundial. 
Dicho lo anterior, en la presente investigación se han establecido una serie de 
objetivos e hipótesis con el interés de analizar la compleja situación del manejo de los 
ríos Tigris y Éufrates a través del GAP y sus impactos tanto en las provincias turcas en 
la que se ha establecido, sobre todo en la población que habitan en éstas, en su 
mayoría kurdos, y donde estas políticas del agua turcas han afectado las relaciones 
dentro de las poblaciones kurdas en la región, situación que se ha conjugado con la 
insurgencia militar kurda bajo el cuerpo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán. 
Los objetivos establecidos son: 
 Estudiar la influencia del Proyecto del Sureste de Anatolia en las poblaciones turco 
kurdas desde su implementación oficial en la década de los noventa. 
 Analizar el desenvolvimiento y reivindicaciones de la población kurda en Turquía. 
 Investigar el desenvolvimiento del conflicto turco-kurdo desde la década de los 
noventa en la región del Sureste de Anatolia. 
 Conocer los antecedentes de proyectos hidráulicos en la región de Medio Oriente, en 
específico dentro del territorio turco. 
 
 
17 
 Indagar en la política del agua implementada por Turquía en el sureste de su 
territorio. 
 Conocer las conexiones históricas, políticas, sociales y culturales entre poblaciones 
kurdas de Turquía, Siria e Iraq. 
Cada uno de estos objetivos se refleja en una hipótesis, es decir, lo que se 
espera obtener de la investigación a desarrollar, de acuerdo con la información 
disponible y analizada. La hipótesis central menciona que: 
 La opresión del pueblo kurdo en el sureste de Turquía se ve incrementada ante la 
presencia del Proyecto del Sureste de Anatolia, ya que el discurso de bienestar y 
desarrollo que se habría de lograr con el establecimiento del mismo, se contrapone 
con la realidad prevaleciente de pobreza, aunado al ambiente inestable, hostil y de 
desigualdad existente, teniendo como objetivo oculto el control de la población kurda 
de la región. 
Asimismo, se han establecido una serie de hipótesis secundarias, las cuales son: 
 Los kurdos, desde la desaparición del Imperio Otomano, han sido colocados como 
una minoría étnica que amenaza a la integridad y seguridad de Estados como 
Turquía, en donde se han llevado a cabo diversas políticas de represión desde la 
creación del Estado turco y en donde los kurdos no tienen cabida; sin embargo, 
desde la década de los setenta sus reivindicaciones han tomado fuerza 
constituyéndose como un grupo étnico con ideas autonomistasy lucha por su 
independencia, materializándose en el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, 
alzando la voz ante el gobierno represor. 
 El conflicto entre turcos y kurdos se ha exacerbado debido a las políticas y proyectos 
implementados relacionados con los recursos hídricos, sobre todo ante el creciente 
reclamo de la población kurda ante las consecuencias negativas que el GAP ha 
traído consigo, añadiéndose al conflicto existente entre el gobierno turco y el pueblo 
kurdo prevaleciente desde la década de los setenta, principalmente. 
 En la región de Medio Oriente, específicamente en la zona que abarcaba el Imperio 
Otomano, desde hace más de seis siglos se han construido diversos tipos de 
infraestructuras con el fin de contener las fuerzas hídricas para el mayor 
aprovechamiento de estos recursos, desarrollando otros tipos de intereses 
 
 
18 
geoestratégicos (control unilateral de los recursos hídricos, por ejemplo) que se 
observa en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates. 
 Debido a la posición geoestratégica de Turquía en cuanto a recursos hídricos como 
la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates, desde la desaparición del Imperio Otomano y 
con la lógica modernizadora de Kemal Ataturk se ha desarrollado el potencial hídrico 
del país, lo que ha llevado al gobierno turco a institucionalizar e implementar una 
política del agua que concierne tanto al interior como al exterior, sobre todo con sus 
vecinos ribereños Siria e Iraq. 
 El conflicto turco-kurdo puede tomar dimensiones mayores debido a la relación que 
mantienen los kurdos de Turquía con los localizados en dos de los países a los 
cuales éste abastece de agua (Siria e Iraq), pudiéndose conjugar tanto la tensión por 
el agua como el conflicto kurdo, resultando una situación adversa mayor en la región. 
Con el fin de plantear los argumentos necesarios para poder demostrar o 
desmentir estas hipótesis, la presente investigación se encuentra dividida en tres 
capítulos. En el Capítulo 1, “La construcción del Estado-Nación turco y sus 
implicaciones en la minoría kurda”, se establecerán primeramente algunos conceptos 
clave para comprender la relevancia de la política del agua en la región de Medio 
Oriente y cómo ésta afecta y se ve afectada por el conflicto entre el gobierno turco y la 
población kurda que habita la región en donde se encuentran el Tigris y Éufrates 
(territorios de Turquía, Siria e Iraq), ríos que son objeto relevante en esta investigación. 
El capítulo continuará con el abordaje de los antecedentes históricos de los kurdos, así 
como las implicaciones que trajo consigo la desintegración del Imperio Otomano en las 
primeras décadas del siglo XX y la instauración de la República de Turquía en esta 
población, acción que trajo una serie de cambios internos en materia política, 
económica y social. A su vez, se retoma el momento en el que se comienza a 
transformar a la nueva Turquía en un país bajo la égida occidental, tiempo en el que 
también dieron inicio una serie de políticas encaminadas a la represión sistemática de 
una de las minorías más importantes del país –los kurdos–, quienes habrían de ver 
amenazada desde entonces su existencia dentro del territorio turco. Debido a esto, 
desde los primeros años de la República comenzaron con una serie de levantamientos 
que fueron respondidos con fuertes represiones y violencia, los cuales son enlistados 
 
 
19 
por orden cronológico junto con sus consecuencias, terminando con el levantamiento 
armado kurdo liderado por Abdullah Ocalan a través del Partido de los Trabajadores del 
Kurdistán (PKK) desde la década de los ochenta y que perdura hasta nuestros días. 
En el Capítulo 2, “El Proyecto del Sureste de Anatolia (GAP) como motor de 
desarrollo regional”, se expone primeramente la división regional de Turquía y la 
importancia de la región del Sureste de Anatolia dentro del país, la cual aun cuando es 
una de las más pobres del país, también es una de las que mayores riquezas naturales 
posee. Seguido de esto, se enlistan los proyectos de control y manejo de los recursos 
hídricos llevados a cabo a lo largo de los siglos dentro de Medio Oriente, el Imperio 
Otomano y la subsecuente República de Turquía, siendo durante la década de los 
sesenta cuando se volteó a ver hacia una región considerada pobre, reprimida y 
distante como la cuna del desarrollo energético y alimentario del país, ya que es en esta 
misma región en donde nacen y corren los ríos Tigris y Éufrates. Los estudios 
realizados en ambos ríos conllevaron a que décadas después se implementara uno de 
los más grandes proyectos de su tipo en el país y en el mundo: el Proyecto del Sureste 
de Anatolia. Dentro de los apartados del capítulo se explica su desarrollo, objetivos, 
organización y su relevancia tanto en Turquía en una región habitada en su mayoría por 
kurdos, así como las relaciones con sus vecinos Siria e Iraq, países que comparten 
ambos ríos y con quienes ha habido periodos de cooperación y conflicto en temas 
concernientes al manejo y control de las aguas del Tigris y Éufrates. 
Finalmente, el Capítulo 3, “El impacto del GAP en la región del Sureste de 
Anatolia: acciones y resultados”, se divide en tres apartados: el primero de ellos se 
centrará en los resultados obtenidos con el establecimiento del GAP en la región en 
materia de agricultura, energía, industria, transporte y en el desarrollo social de la 
región, específicamente en temas de educación, empleo, salud, servicios de asistencia 
social, cultura, arte y deportes. Por su parte, en el segundo apartado se establecen los 
impactos no mencionados de manera oficial por el gobierno turco, viendo que el GAP, 
detrás de ese discurso de la búsqueda de desarrollo y bienestar, presenta en su 
existencia otra serie de objetivos políticos, sociales, culturales y diplomáticos para su 
beneficio y en detrimento de otros, en especial de la población kurda, quienes ven en el 
GAP, junto con otras organizaciones y Estados, una manera más para mantener el 
 
 
20 
control en una región de características complejas, sobre todo en materia de seguridad 
y de garantía de poder sobre dichos recursos naturales vitales. Finalmente, en el tercer 
apartado, se aborda de manera concisa los resultados del proyecto en el ámbito 
regional, considerando a su vez la relación intrínseca con la cuestión kurda. 
La investigación finaliza con una serie de conclusiones en donde se retoma la 
importancia del estudio de la historia de las relaciones turco-kurdas y cómo éstas han 
sido moldeadas dentro de un proyecto de gran magnitud como lo es el GAP, al tiempo 
que se analizan las últimas reformas propuestas por el Primer Ministro turco, Recep 
Tayyip Erdogan, con el fin de establecer ciertas libertades culturales para los kurdos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
21 
1. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO-NACIÓN TURCO Y SUS IMPLICACIONES EN 
LA MINORÍA KURDA 
 
“We live in a country called Turkey, 
the freest country in the world… 
I believe that the Turks must be the only lord, 
the only master of this country. 
Those who are not of pure Turkish stock 
can have one right in this country, 
the right to be servants and slaves.” 
Mahmut Esat Bozhurt, Ministro de Justicia turco (septiembre, 1930) 
 
El presente capítulo tiene como objetivo establecer los orígenes de las reivindicaciones 
de la población kurda en Turquía, la minoría más grande tanto dentro del país como a 
nivel mundial y la cual, desde la desaparición del Imperio Otomano, fueron clasificados 
por el nuevo Gobierno turco como una amenaza a su integridad y seguridad nacional, 
imponiendo y llevando a cabo políticas de represión con el fin de reprimir cualquier 
indicio de reivindicación nacional diferente a la turca. 
Para ello será necesario mencionar primeramente la relevancia de la policía del 
agua y cómo ésta se relaciona con la problemáticaderivada de las relaciones turco-
kurdas, estableciendo algunos conceptos clave y datos con el fin de resaltar la 
importancia de los recursos hídricos en Medio Oriente, particularmente el caso de los 
ríos Tigris y Éufrates, los cuales conforman parte esencial en esta investigación, 
desarrollando en los capítulos subsiguientes dicha importancia en un conflicto regional 
como lo es la cuestión kurda tanto en Turquía, como en Siria e Iraq, que, como se dijo, 
se conjuga con las políticas implementadas por dichos países en torno a los recursos 
hídricos. 
Posteriormente y comenzando con los antecedentes de las relaciones turco-
kurdas, se establecerá de manera general la constitución del Imperio Otomano y el 
papel que desempeñaron los kurdos desde entonces, enfatizando a su vez el proceso 
que conllevó al desmembramiento del imperio y su posterior desaparición, suceso que 
dio paso a la creación del Estado-nación turco y el cual produjo una ruptura en las 
relaciones entre el gobierno central y el pueblo kurdo, así como una modificación en la 
realidad de este último, pasando de la coexistencia a la opresión. 
 
 
22 
En los primeros años del siglo XX se vislumbraron sucesos mundiales de amplia 
relevancia como la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y la desintegración del 
Imperio Otomano, entre otros, los cuales tuvieron considerables consecuencias que 
delimitaron no sólo la historia contemporánea, sino también la vida pueblos enteros y la 
integridad geográfica y política de grandes territorios. Las repercusiones de estos 
acontecimientos afectaron no sólo a los países beligerantes sino también a regiones 
enteras como Medio Oriente, la cual se ha caracterizado por su importancia 
geoestratégica a lo largo de la historia debido a que conecta a los continentes europeo, 
el africano y el asiático, además de poseer importantes reservas de recursos naturales 
como petróleo, gas natural y agua. Por ende, dicha región fue foco de una de las 
consecuencias más significativas del fin de la Primera Guerra Mundial: el 
desmembramiento del entonces débil Imperio Otomano y con ello la creación de nuevos 
Estados y mandatos que posteriormente adquirirían su independencia. 
Entre estos nuevos Estados creados se encuentra Turquía, quien se erigió como 
nación independiente en octubre de 1923, adoptando el régimen de una república, 
tomando como modelo diversas formas de gobierno europeos como el francés y el 
inglés. Tal situación se tradujo en un proyecto nacional turco planificado por Mustafa 
Kemal Ataturk, quien intentó dejar atrás el pasado islámico y otomano para dar paso a 
la creación de una nueva Turquía, moderna, progresista y laica. Asimismo, uno de los 
pilares de la nueva República era la unidad nacional y la exaltación del nacionalismo 
turco. 
No obstante, estos nuevos preceptos de la República turca laica, unida y 
moderna significaron también el comienzo de la opresión, e incluso la negación del 
pueblo kurdo, de su pasado, de su historia y de su cultura. Dicha opresión inició desde 
los primeros años de existencia de Turquía bajo la promulgación de leyes y estatutos 
que prohibían el uso en público del lenguaje kurdo y su enseñanza en escuelas o la 
modificación de la mayoría, si no es que todos, los libros de historia en donde se hiciera 
mención sobre el pueblo kurdo, por mencionar algunos ejemplos. 
Desde entonces, los kurdos han sido objeto de opresión, negación o asimilación 
forzada por parte de cada uno de los gobiernos turcos desde el nacimiento de Turquía 
moderna, siendo un pueblo que a pesar de estar casi más de un siglo bajo esta lógica 
 
 
23 
represiva, ha tenido episodios de sublevación en contra del gobierno central. Sin 
embargo, aun cuando han sido oprimidos una y otra vez, ha sido desde hace algún par 
de décadas que se ha visto un despertar en la existencia de una identidad kurda 
diferenciada de la turca, lo cual si bien ha provocado el incremento de los castigos y la 
represión sistemática en la población del sureste del país, ha sido también un factor 
determinante para que tanto dentro del país como en el exterior se manifieste la 
existencia del problema kurdo y la necesidad de contribuir a su posible solución. 
Finalmente y dando paso a la investigación, la relevancia de analizar estos 
elementos históricos radica en la necesidad de comprender cómo un conflicto político 
como lo es el conflicto turco-kurdo que ha producido repercusiones significativas dentro 
y fuera del país, puede conjugarse con la relevancia dada a recursos naturales como 
son los ríos Tigris y Éufrates, los cuales han desempeñado un papel determinante en el 
manejo de las relaciones turco-kurdas ampliadas a un nivel nacional y regional, lo cual 
se desarrollará en los capítulos subsiguientes. 
 
1.1 Conceptos clave de la política del agua en las relaciones turco-kurdas 
Desde la antigüedad, ha resultado esencial tanto para la humanidad como para otros 
seres vivos, el consumo y utilización de los recursos naturales como medio de 
subsistencia, en donde el agua se erige como recurso vital. El agua cubre más del 70% 
de la superficie total del planeta; sin embargo, de ésta, el 97% es agua salada, en 
donde el restante 3% lo constituyen aguas dulces, de las cuales el 2.1% se encuentran 
almacenadas en hielos y glaciares, dejando un 0.9% disponible para consumo 
humano3. Siendo así, las fuentes disponibles de agua dulce como ríos y lagos se 
convierten en recursos valiosos tanto como los hidrocarburos, sobre todo en regiones 
donde el agua escasea o no se encuentra bien distribuida. 
 El agua, aun cuando es un recurso renovable, también es un recurso limitado. Si 
bien los recursos hídricos han sido aprovechados desde el inicio de la historia de la 
humanidad, es durante el siglo XX cuando comenzó a haber un aumento en su 
 
3
 Eljy El Litani, Geopolítica de las Aguas en el Medio Oriente, [en línea], Universidad Autónoma de 
Madrid, Dirección URL: 
http://www.uam.es/centros/economicas/doctorado/deri/Alumnos/trabajos/GEOPOL%C3%8DTICA%20DE
%20LAS%20AGUAS%20EN%20EL%20MEDIO%20ORIENTE.doc, [consulta: 09 de septiembre de 2014]. 
 
http://www.uam.es/centros/economicas/doctorado/deri/Alumnos/trabajos/GEOPOL%C3%8DTICA%20DE%20LAS%20AGUAS%20EN%20EL%20MEDIO%20ORIENTE.doc
http://www.uam.es/centros/economicas/doctorado/deri/Alumnos/trabajos/GEOPOL%C3%8DTICA%20DE%20LAS%20AGUAS%20EN%20EL%20MEDIO%20ORIENTE.doc
 
 
24 
utilización debido al crecimiento demográfico y por ende su consumo, así como a la 
expansión de la agricultura, del sector industrial y de los servicios para la satisfacción 
de las necesidades de la población. 
 En este sentido, las fuentes hídricas han sido consideradas un recurso valioso 
para cada uno de los Estados en donde se localizan, convirtiéndose en objeto de 
disputas por su aprovechamiento y utilización en beneficio de su población. Así, en la 
región de Medio Oriente, la cual posee características geográficas comunes como son 
tierras fundamentalmente áridas y semi-áridas (generalmente pastizales y desierto), las 
reservas y el suministro de agua constituye uno de los conflictos potenciales en 
diversas zonas, sobre todo ante el aumento de la población y de las características 
geográficas de la región, generando a su vez la necesidad de establecer canales de 
cooperación entre los Estados para mantener estable la región, ante el aumento de la 
demanda de este líquido vital. 
Las principales fuentes de agua en Medio Oriente son los ríos Nilo en Egipto, el 
río Jordán en Israel-Palestina y los ríos Tigris y Éufrates en Turquía, Siria e Iraq, en 
donde adquieren una importancia geoestratégica más compleja debido a que sus 
caudales son compartidos y racionados entre los Estados en donde se encuentran 
localizados. Por ende, la relevancia de los recursos hídricos ha conllevado a que 
conformen una parte integralen la agenda política de la región, ya que debido a sus 
características de recursos transfronterizos, conlleva a su vez la posibilidad de crear un 
ambiente de tensión entre las naciones con abundancia de agua y las naciones con 
escasez, observándose el precepto de que “quien tiene control sobre un recurso 
escaso, como el agua, tiene poder”4. 
De esta manera, los recursos hídricos se encuentran bajo control político e 
incluso militar con el objetivo de protegerlos y mantener un control hegemónico sobre 
ellos, o al menos en las porciones que les corresponden a cada uno de los Estados en 
donde se encuentran distribuidos, además de buscar otros medios diplomáticos y 
políticos para establecer canales de cooperación entre los Estados ribereños, aun 
cuando sus políticas estatales son cambiantes o no convergen unas con otras, dando 
paso al desarrollo de momentos de cooperación-conflicto por el uso, control y 
 
4
Ídem. 
 
 
25 
distribución de dicho recurso vital, tomando en cuenta tanto la calidad como la cantidad 
de las aguas que le corresponden a cada uno de los actores interesados. 
Los párrafos anteriores ejemplifican claramente la situación imperante en los ríos 
Tigris y Éufrates, los cuales son compartidos por tres Estados independientes que 
mantienen un interés geoestratégico sobre sus aguas. En este sentido, Turquía se erige 
como aquel Estado que mantiene una supremacía debido a que ambos ríos nacen 
dentro de su territorio, convirtiéndolo en el actor principal del cual dependerá la cantidad 
y calidad de las aguas que los otros dos actores, Siria e Iraq, recibirán para su 
aprovechamiento en beneficio de su población y de las actividades económicas y 
sociales nacionales que son beneficiarias del uso de las aguas de ambos ríos. 
Para Turquía, la supremacía hídrica no solamente responde a la necesidad de 
controlar un recurso por demás valioso en la región a través de la implementación de un 
proyecto de gran magnitud, el Proyecto del Sureste de Anatolia (GAP), sino que 
también se entrelaza con un conflicto que ha predominado en la parte sureste del país 
desde inicios del siglo XX; es decir, la relación entre el gobierno turco y la minoría 
kurda. 
El pueblo kurdo es considerado la nación más grande del mundo que no posee 
su propio Estado, situación derivada de la caída del Imperio Otomano, que como 
establecerá en los apartados siguientes, fue la consecuencia de la injerencia europea 
en asuntos internos ante la búsqueda de una modernización del imperio, lo cual causó 
un choque cultural que habría de propiciar el surgimiento de movimientos 
subnacionalistas que coadyuvaron al desmembramiento del imperio en el contexto del 
fin de la Primera Guerra Mundial y el nacimiento de un Estado-nación turco bajo un 
modelo democrático europeo. 
En términos prácticos, el concepto de nación es definida como un grupo de 
personas que comparte una identidad común, ya sea similitudes étnicas, de pertenencia 
geográfica, de leguaje, religión, etc., y que constituye la base para formar una figura 
estatal, lo que a su vez legitima su existencia y autodeterminación5. Sin embargo, esta 
definición resulta ambigua al tener en cuenta que existen numerosos grupos que 
 
5
 Joseph S. Nye, Understanding International Conflicts: An Introduction to Theory and History, Pearson 
Logman, 2009, p. 145. 
 
 
26 
comparten características comunes que los diferencian de otros y que coexisten en una 
misma unidad nacional, provocando en ocasiones movimientos que amenazan con la 
integridad geográfica y política de los Estados. 
Esta misma influencia europea, aunado a la realidad imperante de la Primera 
Guerra Mundial, produjo el debilitamiento de un gran imperio, su desmembramiento y el 
surgimiento de figuras estatales y mandatos creados a partir de estas características 
propias e identidad común de la población. No obstante, existieron poblaciones como la 
kurda que, a pesar de pertenecer a un mismo grupo étnico y de compartir 
características comunes –lo que conllevaría a que pudieran considerarse una nación–, 
y aun cuando colaboraron con las potencias europeas para la búsqueda y 
establecimiento de su propio Estado, se conjugaron otros intereses de índole 
económico, geográfico y político tanto internos (Turquía) como externos (potencias 
vencedoras, p.e. Gran Bretaña, Francia, Rusia e Italia), dado que la extensión del 
posible Estado del Kurdistán abarcaría territorios en donde recursos naturales vitales 
como hidrocarburos y el agua se encuentran presentes, por lo que dichos intereses no 
coincidieron con estos ideales nacionalistas kurdos. 
Tan sólo dentro del recién creado Estado turco, con el fin de contrarrestar las 
amenazas de una nueva división territorial, el Padre de los turcos, Mustafa Kemal 
Ataturk, llevó a cabo a través de su gobierno numerosas políticas con influencia 
europea para imponer un nuevo nacionalismo turco, con el fin de dejar atrás su pasado 
otomano y construir una nueva identidad nacional. Por ende, el reconocimiento de una 
nación kurda diferenciada de la turca era imposible y contrario a esto, comenzó un 
proceso de asimilación forzada con el fin de imponer el nacionalismo turco a todas 
aquéllas poblaciones kurdas que se mantenían dentro del territorio nacional. 
Así, la problemática geoestratégica de control y distribución de las aguas de la 
cuenca Tigris-Éufrates adquiere una dificultad mayor al conjugarlo con la situación 
preexistente de un conflicto interno (Estado turco vs minoría kurda). Además, esta 
situación convierte a Siria e Iraq en países dependientes de Turquía en cuanto a la 
distribución del agua, tomando en cuenta la importancia que ambos ríos poseen al ser 
considerados una fuente hídrica importante en cada país, manteniendo su respectivo 
control a través de la construcción de presas y su distribución para uso interno. 
 
 
27 
Es notable la amenaza que conlleva la escasez del recurso hídrico, 
especialmente debido a la historia de sequía y conflictos internos en Siria y a la 
inestabilidad política y la infraestructura devastada por la Guerra del Golfo en Iraq y las 
consecuentes sanciones de las que fue objeto, sin dejar de lado la cuestión kurda que 
comparten los tres países, sobre todo cuando los proyectos hídricos implementados por 
cada uno de los países se localizan en territorios habitados en su mayoría por 
poblaciones kurdas, zonas caracterizadas por la inestabilidad económica, política y 
social. 
Tan sólo en la región GAP, los kurdos ocupan cerca del 50% de la misma, 
resaltando que a pesar de ser un proyecto concebido desde los tiempos de Ataturk, fue 
expandido y establecido casi al mismo tiempo en el que las reivindicaciones kurdas se 
tornaron más activas. Por ende, el GAP fue interpretado por el movimiento kurdo como 
una variante más en el proceso de destrucción y genocidio de su pueblo a manos del 
gobierno turco, ya que la construcción de presas habría de traer consigo procesos de 
desplazamiento de la población, de destrucción ecológica y de inundaciones de lugares 
históricos, además de la negación de derechos políticos y culturales kurdos6. 
Así, tal como se ha mencionado en los párrafos anteriores, este conflicto turco-
kurdo conjugado con la relevancia geoestratégica del agua lo convierten en un tema 
interesante para su estudio y análisis que se verá reflejado en los apartados y capítulos 
subsiguientes, comenzando con las raíces y el desarrollo del conflicto en las relaciones 
turco-kurdas, pasando a la relevancia de los recursos hídricos en la región y en cada 
Estado ribereño, y culminando con las consecuencias derivadas del establecimiento del 
GAP tanto a nivel económico, político y social, especialmente para la población kurda 
de Turquía.6
Leila M. Harris, “Water and Conflict Geographies of the Southeastern Anatolia Project” en Society & 
Natural Resources, Septiembre 2002, Vol. 15 No. 8, p. 749. 
 
 
28 
1.2 Los kurdos y el Imperio Otomano 
El Imperio Otomano fue uno de los más grandes imperios que hayan existido a lo largo 
de la historia. En su periodo más grande extensión (s. XVI-XVII), cubría un espacio muy 
amplio que se extendía desde el oeste del continente euroasiático y el norte del 
continente africano hasta la península arábiga, y donde su espacio marítimo se 
encontraba conformado por el mar Negro, el mar Mediterráneo, el mar Caspio, el golfo 
Pérsico y el mar Rojo7. 
 
Mapa 1. El Imperio Otomano 
 
Fuente: s/a, Ottoman Empire – Turkey, http://www.crystalinks.com/ottomanmap.jpg. 
 
La religión predominante del pueblo otomano fue el Islam. Sin embargo, desde 
su fundación y durante su periodo de expansión, hubo una aceptación de las 
costumbres y religiones de los pueblos conquistados, en su mayoría cristianos y judíos, 
con quienes coexistieron y de los cuales se respetaban sus ritos y modus vivendi, 
teniendo incluso la oportunidad de regirse incluso bajo sus propias costumbres y leyes 
mientras cumplieran con el pago de impuestos y contribuciones al imperio. Asimismo, 
en algunas ocasiones los pobladores conquistados elegían cambiar sus creencias y 
 
7
 Dimitri Kitsikis, El Imperio Otomano, Fondo de Cultura Económica, México, 1989, pp. 13-14. 
http://www.crystalinks.com/ottomanmap.jpg
 
 
29 
profesar el Islam, así como preferían estar bajo dominio otomano que bajo el mandato 
de algún otro imperio (el bizantino, por ejemplo) por las libertades que gozaban. 
Debido a la complejidad que representaba administrar grandes porciones de 
territorios, el sistema administrativo era igualmente complejo pero uniforme en donde la 
disminución del control se daba del centro al exterior. En los territorios centrales, 
existían un orden y control directo del sultanato; en las regiones un poco más alejadas 
existía una administración menos directa, bajo regulaciones especiales, mientras que 
algunas provincias bajo mandato otomano se limitaban a pagar tributos. Por su parte, 
en el margen del Imperio, existía un cinturón neutral o territorio en disputa que tendía a 
estar despoblada por las continuas luchas e invasiones con otros imperios como el 
persa, y fuera de esta zona se encontraba la región de guerra, habitada por pueblos 
cuya religión era considerada inferior o quienes eran propensos a conquistar cuando el 
sultán lo creyera conveniente8 (ver Mapa 1). 
Entre los pueblos ubicados al margen de los Imperios Otomano y Persa se 
encontraban los kurdos, pueblo que es actualmente considerado como la nación más 
grande del mundo que no posee un Estado independiente, y aun cuando constituyen 
una gran mayoría en el territorio comprendido por el Kurdistán (parte de Turquía, Siria, 
Iraq, Irán y Azerbaiyán), son considerados un grupo minoritario dentro de cada uno de 
los Estados en los que se encuentran. El deseo del establecimiento de su propio 
Estado, o al menos el reconocimiento de una autonomía cultural, ha sido uno de los 
factores determinantes en las revueltas kurdas en cada uno de los 5 países en donde 
fueron repartidos tras la caída del Imperio Otomano: Turquía (43%), Irán (31%), Iraq 
(18%), Siria (6%) y la ex URSS, lo que actualmente es Armenia y Azerbaiyán (2%)9 (ver 
Mapa 2). 
 
 
 
 
 
 
8
 Alber Howe Lybyer, La administración pública del Imperio Otomano, Revista de Administración Pública, 
p. 97. 
9
Michael M. Gunter, Historical dictionary of the Kurds, Scarecrow Press, 2011, p. 2. 
 
 
30 
Mapa 2. El Kurdistán 
 
Fuente: University of Texas, Perry-Castañeda Library Map Collection, Kurdistan Lands, 
http://www.lib.utexas.edu/maps/middle_east_and_asia/kurdish_lands_92.jpg 
 
 Si bien no existen cifras exactas debido a la falta de conteos y censos 
nacionales, existen estimados razonables de la población kurda: entre 12 y 15 millones 
de kurdos habitan en Turquía (de 18% a 23% de la población total10); 6.5 millones en 
Irán (11%); de 4 a 4.5 millones en Iraq (17%), y 2 millones en Siria (9%). Entre 200,000 
y 1 millón de kurdos viven entre Armenia y Azerbaiyán y, debido a la diáspora kurda 
que se observó ante las represiones de las que fueron objeto durante el siglo XX, más 
de 1 millón de kurdos viven en Europa, de los cuales poco más de la mitad se 
concentran en Alemania; además, cerca de 25,000 kurdos viven en Estados Unidos. 
Asimismo, existen minorías que habitan en el Kurdistán, entre las que se incluyen 
cristianos (asirios y armenios), turcomanos, turcos, árabes e iraníes, entre otros11. 
 
10
 75,627,384 millones de habitantes para el 2012. Véase Turkish Statistical Institute, “Population 
Statistics” en Population and Demography, [en línea], Dirección URL: 
http://www.turkstat.gov.tr/Gosterge.do?metod=GostergeListe&alt_id=39, [consulta: 21 de junio de 2013]. 
11
 Michael M. Hunter, op. cit., p. 4. 
http://www.lib.utexas.edu/maps/middle_east_and_asia/kurdish_lands_92.jpg
http://www.turkstat.gov.tr/Gosterge.do?metod=GostergeListe&alt_id=39
 
 
31 
 El idioma oficial de Turquía es el turco12. No obstante, el 17% de la población 
hablan alguna de las variables lingüísticas del kurdo, dentro del cual, los dos dialectos 
que perduran hasta nuestros días son el kurmanji, hablado por los kurdos del norte 
(principalmente en Turquía), y el surani, hablado por los kurdos sureños, ambos son 
muy cercanos al persa, lo que a su vez resalta la nula relación étnica con los turcos o 
los árabes. De igual manera, existen otras tres variantes habladas por minorías 
importantes: en el sureste, de ganandaj a kirmanshah, la mayoría de los kurdos habla 
un dialecto cerca al Persia moderno; el gurani, hablado en algunos enclaves del sureste 
kurdistaní; y el zaza, hablado en el noroeste del Kurdistán13. La existencia de 
numerosos dialectos es una de las cuestiones que varios autores delimitan como 
dificultad para la construcción de una identidad nacional, aunado a su división política, 
geográfica y tribal. 
 En cuanto a la religión, la gran mayoría de los kurdos (75%) son seguidores del 
islam sunita –debido a la conquista árabe en el siglo VII–, sobre todo en Turquía e Iraq, 
mientras que en Irán, la mayoría de los kurdos practican el islam chiíta. El porcentaje 
restante está conformado por otras religiones como judíos, cristianos, alevis (del islam 
chií extremista) el grupo religioso Ahl-i Haqq y los yazidis14. 
La principal característica geográfica del denominado Kurdistán son prominentes 
cadenas montañosas, las cuales han definido su historia y cultura, protegiéndolos 
además de conquistas o asimilaciones totales por parte de los gobiernos turco, iraní o 
iraquí, siendo las principales cadenas localizadas en dicho territorio los Montes Zagros 
y porciones de los Montes Taurus, Pontos y Amanus15. 
Otra de las características que hacen del territorio kurdo rico y vasto es el 
nacimiento dentro de éste de la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates, que fluyen hacia 
los territorios de Siria e Iraq, y los cuales revisten de una importancia geoestratégica y 
política. Debido a lo anterior, estas corrientes de agua conforman uno de los ejes 
principales de la presente investigación, ya que la lucha por el control y 
aprovechamiento de las aguas de ambos ríos por parte de cada uno de dichos países, 
 
12
 Hablado por más de 200 millones de personas, ocupando la posición número siete a nivel mundial. 
13
David McDowall, A modern history of the Kurds, St. Martin’s Press, Nueva York, 2004, pp. 9-10. 
14
Ibidem, p. 10. 
15
 Food and Agriculture Organization of the UnitedNations, Geography – Turkey, [en línea], Dirección 
URL: http://www.fao.org/forestry/country/18310/en/tur/, [consulta: 31 de julio de 2012]. 
http://www.fao.org/forestry/country/18310/en/tur/
 
 
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incluida Turquía, ha provocado el desarrollo de grandes proyectos hídricos como es el 
caso del Proyecto del Sureste de Anatolia, al sureste de Turquía. 
Gran parte de la población kurda se dedica a la agricultura y a la ganadería, 
aprovechando las tierras fértiles y las aguas de la cuenca Tigris-Éufrates en los 
territorios tanto de Turquía como de Siria e Iraq, y que conjugado con el clima variable 
entre cálido y frío, da como resultado un ambiente propicio tanto para el cultivo de frutas 
y semillas, así como para la cría de ganado. Tan sólo en Turquía, aproximadamente 
esta región produce el 15% de la producción total de cereales del país16. Entre los 
principales productos agrícolas se encuentran maíz, cebada, arroz, algodón y caña de 
azúcar, así como tabaco en Turquía e Iraq, mientras que dentro de los animales de 
ganado se encuentran cabras, ovejas, vacas y búfalos17. Como dato histórico, se puede 
agregar que en el siglo XIX el Kurdistán proveía gran parte de la carne de consumo en 
Anatolia, Siria y Mesopotamia18. 
En los siguientes subapartados se desarrollará con mayor detalle cómo era la 
organización kurda y el papel de los kurdos dentro del Imperio Otomano, así como la 
penetración de las reformas de corte europeo llevadas a cabo dentro de éste, las cuales 
no tuvieron los resultados deseados y que por el contrario conllevaron al debilitamiento 
de uno de los más grandes imperios conocidos en la historia. El desenlace del Imperio 
Otomano, como se ha mencionado, fue la creación de Turquía, en donde los kurdos, al 
contrario de lo que se maneja en el discurso e historia oficial, tuvieron un rol activo en 
las acciones que conllevaron al nacimiento de esta nueva nación, a través del apoyo 
otorgado a Mustafa Kemal Ataturk, considerado el Padre de los turcos. 
 
1.2.1 La organización kurda en el Imperio Otomano 
El origen de los kurdos es incierto. Sin embargo, varios autores manejan la tesis de que 
este pueblo es descendiente de varias tribus indo-europeas que se asentaron en el 
área hace más de 4,000 años. Los kurdos establecen ser descendientes de los Medos, 
quienes ayudaron a derrocar el Imperio Asirio en el año 612 a.C. y que reinaron en la 
zona hasta el año 550 a.C. Posterior al establecimiento de los medos, en los siglos 
 
16
 David McDowall, op. cit., p. 6. 
17
 Michael M. Hunter, op. cit., p. 4. 
18
 David McDowall, op. cit., p. 6. 
 
 
33 
subsiguientes dichas poblaciones libraron invasiones de diversas tribus nómadas hasta 
el siglo VII en el que tuvo lugar la conquista de los árabes, otorgándoles desde 
entonces el nombre de “kurdos”, refiriéndose a aquéllos pueblos de las montañas que 
islamizaron en la región, periodo en el que vivieron de forma independiente al califato 
de Bagdad19. 
De acuerdo con autores como David McDowall y Wadie Jwaideh, el término 
“kurdo” en el tiempo de las conquistas islámicas significaba “nómada” y desde el siglo 
XI fue usado por historiadores y viajeros –sobre todo europeos– para referirse a 
bandidos, concepto que perduró hasta el siglo XIX, en donde comenzó a afiliarse a 
aquéllas tribus nómadas que tenían al kurdo como su idioma oficial20. 
 No obstante, McDowall resalta puntualmente la esencia y dificultad en la 
denominación de las tribus, en este caso kurdas, denotando dos características 
principales: la pertenencia por parentesco y la pertenencia a un territorio. Así 
La imagen tribal dominante, aun en una era en la que el nomadismo estaba en un 
fuerte descenso, indicaba una sociedad basada en la ideología de [adherencia por] 
parentesco […] la cual tenía como raíces en el mito del ancestro en común. Gran parte 
de los grupos tribales kurdos tienen su propio ancestro real o imaginario, el cual puede 
ser desde un héroe de los primeros años del periodo islámico o incluso un 
descendiente del propio Profeta. 
[Asimismo] La dificultad en discutir acerca de la cultura tribal kurda es que las tribus no 
son fáciles de definir debido a su tamaño, estructura y organización interna, la cual 
puede variar de lugar en lugar y de época a época. […] Actualmente la forma que toma 
un grupo tribal depende de factores internos como la personalidad de sus líderes, las 
relaciones económicas o familiares con sus vecinos (tribales o no), así como por 
factores externos, en donde destaca sobre todo la relación con sus vecinos (Estados). 
[…] Casi la mayor parte de las tribus o alguna parte de ellas también posee un fuerte 
sentido de identidad territorial que se conjuga con la idea del ancestro común. 
Principalmente se refiere a las aldeas asentadas y las tierras de pastoreo reconocidas 
por la tribu. Pero también incluye, en la mente de la tribu, las tierras de los campesinos 
dominados
21
, y en la mente del jefe, cualquier distrito en donde tiene el cargo de 
mantener el buen orden y posiblemente recolectar impuestos.
22
 
 
 El tribalismo ha sido la base social predominante en la población kurda desde 
sus orígenes. No obstante, su configuración y estructura al día de hoy se han visto 
modificadas o han evolucionado desde la aparición de los aparatos estatales en la 
 
19
 Michael M. Hunter, op. cit., p. 5-6 y James Ciment, The Kurds: state and minority in Turkey, Iraq and 
Iran, Facts on File, Nueva York, 1996, p. 37. 
20
 David McDowall, op. cit., p. 13. 
21
 En este sentido, los campesinos son considerados como un grupo no tribal y los cuales se encontraban 
bajo el dominio de las tribus kurdas. Véase James Ciment, op. cit., pp.83-84 y David McDowall, op. cit., 
pp. 13-17. 
22
 David McDowall, op. cit., pp. 13-16. 
 
 
34 
región, la transformación económica y la exaltación de los nacionalismos. Empero, 
James Ciment establece que “la evolución y supervivencia de la unidad tribal puede ser 
vista como una respuesta efectiva a los ciclos de caos político, las maniobras 
geopolíticas y la opresión estatal que han plagado la región desde los primeros años del 
siglo XX. El tribalismo ha coadyuvado a los kurdos a sobrevivir como individuos al 
tiempo que conserva su sentido de identidad como pueblo”23. 
Los kurdos desempeñaron un papel crucial en la política de Asia occidental, 
siendo cuna de líderes importantes entre los que destaca Salah-ed-din (Saladino) que 
defendió al mundo islámico durante las Cruzadas, reconquistó Jerusalén y Tierra Santa 
y peleó contra Ricardo Corazón de León. Asimismo, estableció la dinastía Ayyubid que 
gobernó gran parte de Medio Oriente desde 1169 hasta el final del siglo XV, cuando 
finalmente fue absorbido por el Imperio Otomano24. No obstante Saladino, a pesar de 
sus raíces kurdas, no puede considerarse como un nacionalista kurdo ni tampoco 
aclamó ser un guerrero de éstos, sino que es reconocido como el primer y uno de los 
principales líderes islámicos. 
Tal como se mencionó en párrafos anteriores, la llegada del Islam en el siglo VII 
a tierras kurdas dio paso a un desarrollo significativo de su población, siendo este 
momento conocido como la “era dorada” kurda. Dado que gran parte de los kurdos 
inició su conversión al Islam, el califato de Bagdad abrió sus puertas hacia ellos, por lo 
que muchos llegaron a formar parte de las filas del ejército e incluso a llegar a ser 
generales importantes; otros más accedieron al poder al serles otorgados algunos 
reinos en las planicies y montañas en la región; otros más, como Saladino, influyeron 
en la historia del mundo islámico de manera particular25. 
Empero, los otomanos, alguna vez un grupo nómada de Asia central que adquirió 
un nivel de organización impresionante, iniciaron desde el siglo XIII un proceso 
expansionista queafectó los derechos y concesiones que los kurdos habían adquirido 
bajo el califato de Bagdad. Aunado a esto, la clausura de rutas comerciales europeas 
hacia Oriente a través de Eurasia establecidas por el Imperio Otomano, afectaron gran 
 
23
 James Ciment, op. cit., p. 80. 
24
 Nader Entessar, Kurdish ethnonationalism, L. Rienner,1992, p. 3 y James Ciment, op. cit.,p. 37. 
25
 James Ciment, op. cit.,p. 37. 
 
 
35 
parte de las ciudades y los reinos kurdos, los cuales fueron llevados a la pobreza 
debido a la carencia de bienes26. 
Durante los siglos XVI y XVII esta expansión otomana continuó con mayor 
intensidad, confrontándose de igual manera con el expansionismo del Imperio Safaví de 
Persia. Los enfrentamientos derivados de esta confrontación se llevaron en su mayoría 
dentro de territorio kurdo. Referido a lo anterior cabe destacar la batalla de Chaldyran 
(norte del Kurdistán) en 1514, en donde los jefes kurdos lucharon a lado del sultán 
Selim, contribuyendo directamente a su victoria. Como resultado, el sultán estableció un 
pacto con los jefes kurdos mediante el cual reconoció formalmente 16 principados 
kurdos, cerca de 50 sanjaks kurdos (feudos) y algunos sanjaks otomanos27. Si bien los 
principados y sanjaks kurdos poseían de soberanía absoluta y de la exención de tributo 
al sultán, la condición principal del sultán era que éstos no se debían de levantar nunca 
contra el imperio ni modificar las fronteras de su “Estado”, con el fin de prevenir el 
surgimiento de un Estado centralizado kurdo. 
La lucha entre ambos imperios concluyó en 1639 a través de la firma del Tratado 
de Zuhab, firmado por el Sultán Murad IV (otomano) y el shah Safial-Din (persa), 
mediante el cual se definió la frontera entre ambos imperios, quedando el sureste del 
Cáucaso para Persia y el territorio completo de Mesopotamia, incluida Bagdad, al 
Imperio Otomano28. Aun cuando los efectos negativos de estas batallas se observaron 
en la devastación de las ciudades y tierras en gran parte kurdas, el resultado positivo 
fue el establecimiento de un equilibrio en la región derivada de la fijación de fronteras 
entre persas y otomanos. 
Como se ha mencionado, la parte otomana de la frontera comprendía de una 
cadena de emiratos semi-independientes o principados kurdos, los cuales eran vistos 
por los sultanes como un arma de doble filo, ya que fungían como vigilantes en las 
lejanas zonas del sureste, a la vez que dicha habilidad conjugado con el terreno 
inaccesible en el que se encontraban los hacían potencialmente rebeldes29. Así, 
algunas áreas eran administradas bajo casas locales de gobierno escogidos 
 
26
Ibidem, pp. 37-38. 
27
Gerard Chaliand, A people without a country: the Kurds and Kurdistan, Zed, Londres, 1980, p. 14. 
28
 Wadie Jwaideh, Kurdish National Movement. Its Origins and Development, Nueva York, Syracuse 
University Press, 2006, p. 17. 
29
 James Ciment, op. cit.,p. 38. 
 
 
36 
independientemente, mientras que los vilayets30 netamente otomanos y que se 
encontraban en la región norte del Kurdistán y cerca de los valles del Tigris y Éufrates 
se hallaban bajo la ley otomana, hacían que las relaciones entre kurdos y otomanos 
comenzaran a ser complejas y volátiles desde entonces. 
 
1.2.2 La penetración europea y el Imperio Otomano: los kurdos y las reformas 
estatistas 
Como cualquier proceso histórico, el Imperio Otomano vivió sus etapas de fundación, 
de expansión, de declive y de desaparición. En este sentido, mientras se observaba el 
proceso de expansión territorial, al paso de los siglos también hubo un retraso ante la 
prohibición impuesta por los ulemas (conocedores de la sharia, las leyes musulmanas) 
de ciencias exactas como las matemáticas, la astronomía o la medicina, o las medidas 
sociales interpuestas como la prohibición de bebidas alcohólicas o el tabaco. 
La situación derivada de estas prohibiciones se tradujo en el crecimiento de 
problemas sociales como el pobre desarrollo de espacios públicos, incremento de 
enfermedades por ambientes insalubres o el retraso en técnicas o armamento para la 
guerra, aunado a que el Sultán sólo gobernaba lo que se conocía como 
“Hüdavendigar”, región originaria de los otomanos alrededor de Bursa, incluida 
Constantinopla31, mientras que los demás territorios se encontraban bajo jefes locales 
que no rendían cuentas al Sultán, es decir, se carecía de una administración uniforme, 
lo que provocaría más adelante el inicio de las reivindicaciones locales hacia la 
autonomía o separación del imperio. 
Conjugado a lo anterior, comenzaron a emerger los intereses de potencias 
emergentes como Rusia en territorios bajo administración otomana como el Mar Negro 
y el territorio norte del Cáucaso, situación que derivó en la guerra ruso-otomana en 
1768 y que terminó con el Tratado de Küçuk, Kaynari en 177432, mediante el cual se 
estableció el control ruso en el Kanato de Crimea y se perdió el monopolio otomano del 
 
30
 Se denominan vilayets a la división administrativa de los territorios del Imperio Otomano –también 
llamadas provincias– introducida bajo la promulgación de la Ley de los Vilayet del 21 de enero de 
1867.Cada vilayet se encontraba subdividido en subprovincias (sanjak), los cuales a su vez se 
subdividían en distritos (kaza o liva) y éstos en comunas (nahiye). 
31
 Norman Stoone, Breve historia de Turquía, Barcelona, Editorial Ariel, 2012, pp. 90-92. 
32
Ibidem, p. 90. 
 
 
37 
mar Negro. Años después, en 1783, en una nueva guerra ruso-otomana, se perdería a 
su vez el territorio de Crimea, en donde la participación otomana encabezada por el 
entonces Sultán Abdul Hamid I (1774-1789) se limitaba a ser protector de los 
musulmanes en dicho territorio, en lo que estuvo de acuerdo Catalina la Grande, a 
condición de que ella también se convirtiera en protectora de los cristianos ortodoxos 
del Imperio Otomano33, lo que a largo plazo conllevaría que dicha injerencia de 
potencias extranjeras en asuntos internos y su apoyo a grupos étnicos y religiosos 
provocaran el ya conocido desenlace otomano. Con estas confrontaciones vistas 
durante el siglo XVIII habría de comenzar la fragmentación del gran Imperio Otomano. 
La llegada del siglo XIX vino acompañada de la aparición de los primeros indicios 
del capitalismo, el auge de la colonización europea, diversos cambios derivados de la 
Ilustración y de la Revolución Francesa, momentos que contribuyeron a establecer los 
referentes del estatismo, secularismo, modernización y democracia. Dichos preceptos 
europeos influyeron para que durante las primeras décadas del siglo XIX, bajo el 
reinado del Sultán Mahmud II, se iniciara con algunos cambios superficiales dentro de 
la administración, actos que serían proseguidos por su hijo y sucesor Abdul Mejid 
(1839-1861), el cual estableció el Tanzimat, una serie de reformas liberales de corte 
occidental con el fin de modernizar el gobierno, la administración y el ejército del 
imperio, siendo una de las acciones más significativas la de colocar bajo el mismo 
estatus tanto a los musulmanes como no musulmanes (cristianos y judíos, por ejemplo). 
El Tanzimat fue proseguido por el sultán Abdul Aziz (1861-1876), el cual fue destituido 
por el movimiento llamado Jóvenes Otomanos encabezado por Midhat Pasha34, 
quienes abogaban por el establecimiento de una constitución, en donde se debía 
establecer igualdad de derechos sin distinción de raza, credo o religión, un sistema 
judicial independiente, educación elemental universal y el establecimiento de un 
parlamento bicameral35. 
 
33
Ibidem, p. 91. 
34
 Midhat Pasha es uno de los más importantes representantes otomanos durante la época del Tanzimat, 
conocido

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