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FACULTAD DE DERECHO 
Seminario de Derecho Electoral 
 
“LAS CANDIDATURAS INDEPENDIENTES COMO 
PARTIDOS POLÍTICOS UNIPERSONALES” 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE 
LICENCIADO EN DERECHO 
 
P R E S E N T A: 
 
ARTURO JACQUES RENDÓN 
 
con la asesoría de 
DR. JOSÉ FERNANDO OJESTO MARTÍNEZ PORCAYO 
 
 
Ciudad Universitaria, CD. MX. 2016 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
VmVEIy,DAD NAc:,IONAL 
AvToN'MA DE 
MEZIc:,O 
LIC. IVONNE RAMíREZ WENCE 
DIRECTORA GENERAL DE ADMINISTRACiÓN ESCOLAR 
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
A quien corresponda: 
SEMINARIO DE D ERECHO 
ElI:CfOOAL 
Oficio: FD/SDE/091/2016 
18 de octubre de 2016 
Me permito informar que la tesis para optar por el título de Licenciado en Derecho 
elaborada en este Seminario por el pasante en Derecho ARTURO JACQUES RENDÓN, 
con número de cuenta 410053579, bajo la dirección del Dr. José Fernando Ojesto 
Martínez Porcayo, registrada ante este Seminario como "LAS CANDIDATURAS 
INDEPENDIENTES COMO PARTIDOS POLÍTICOS UNIPERSONALES", satisface los 
requisitos reglamentarios respectivos , por lo que con fundamento en el articulo 10, punto 
número 8, del Reglamento para el funcionamiento de los Seminarios de la Facultad de 
Derecho, otorgo mi aprobación de la tesis y autorizo su presentación al jurado 
recepcional en los términos del Reglamento de Exámenes Profesionales y de Grado de 
esta Universidad. 
Cabe señalar que el contenido de las ideas expuestas en la investigación, asi 
como su defensa en el examen oral, son de la absoluta responsabilidad del autor, esto 
con fundamento en el articulo 21 del Reglamento General de Exámenes y la fracción 11 
del articulo 2 de la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México. 
De acuerdo con lo anterior y con fundamento en los artículos 18, 19, 20 Y 28 del 
Reglamento General de Exámenes Profesionales, solicito a usted ordene la realización 
de los trámites tendientes a la celebración del examen profesional del alumno 
mencionado. 
El interesado deberá iniciar el trámite para su titulación dentro de los seis meses 
siguientes, contados de dia a dia , a partir de aquél en que le sea entregado el presente 
oficio, en el entendido de que, transcurrido dicho plazo sin haber llevado a efecto el 
examen, caducará la autorización que ahora se le concede para someter su tesis a 
examen profesional, misma autorización que sólo podrá otorgarse nuevamente si el 
trabajo recepcional conserva su actualidad y, en caso contrario, hasta que haya sido 
actualizado, todo lo cual será calificado por la Secretaria General de esta Facultad . 
Sin otro particular, reciba un afectuoso saludo. 
A 
DR. JOSÉ 
"/lCULTAD DE !lERECHO 
I R· . ¡~. . . . ~::z 
~ 
-SEMINARIo DE 
OER€CHO ElECTOR.6.L 
Director del Seminario de Electoral de la Facultad de Derecho 
Universidad Nacional Autónoma de México 
 
 
“LAS CANDIDATURAS INDEPENDIENTES COMO PARTIDOS POLÍTICOS 
UNIPERSONALES” 
 
ÍNDICE 
 
CAPÍTULO I. CONCEPTOS PRELIMINARES ....................................................... 1 
 
1.1. Origen de la democracia. .............................................................................. 1 
1.1.1. Grecia .................................................................................................... 2 
1.1.2. Roma ..................................................................................................... 4 
1.1.3. Edad Media ............................................................................................ 7 
1.1.4. Renacimiento ....................................................................................... 12 
1.1.5. Revolución Francesa ........................................................................... 17 
 
1.2. El pueblo y el poder. ................................................................................... 21 
1.2.1. El individuo en la democracia. ............................................................. 27 
 
1.3. Formas de democracia. .............................................................................. 30 
1.3.1. Democracia directa. ............................................................................. 31 
1.3.2. Democracia representativa. ................................................................. 32 
1.3.3. Democracia participativa o semidirecta................................................ 38 
 
1.4. La democracia mexicana. ........................................................................... 40 
 
CAPÍTULO II. DEL DERECHO ELECTORAL MEXICANO .................................. 47 
 
2.1. Marco constitucional del Derecho Electoral Mexicano................................ 47 
 
2.2. Derechos político-electorales de los ciudadanos. ....................................... 53 
 
2.3. Los partidos políticos. ................................................................................. 58 
 
 
2.3.1. Sistemas de partidos políticos. ............................................................ 63 
2.3.2. Antecedentes del sistema partidista en México. .................................. 69 
2.3.3. Los partidos políticos en el México actual. ........................................... 81 
 
CAPÍTULO III. PRECEDENTES DE LAS CANDIDATURAS INDEPENDIENTES 
EN MÉXICO .......................................................................................................... 85 
 
3.1. Los conceptos de orden público e interés público en el derecho mexicano.
 .......................................................................................................................... 85 
 
3.2. El caudillismo revolucionario y las pugnas por el poder. ............................ 89 
 
3.3. Los partidos políticos como agrupaciones de poder político. ..................... 95 
 
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE LA REFORMAS ELECTORALES DE 2012 Y 2014
 ............................................................................................................................ 101 
 
4.1. Las candidaturas independientes. ............................................................ 101 
4.1.1. Concepto. ........................................................................................... 103 
4.1.2. Antecedentes en México. ................................................................... 107 
4.1.3. Antecedentes a nivel mundial. ........................................................... 115 
4.1.4. La reforma político-electoral y las candidaturas independientes. ....... 120 
 
4.2. Partidos políticos vs. candidaturas independientes. ................................. 125 
 
4.3. Panorama actual....................................................................................... 129 
 
CONCLUSIONES ............................................................................................... 139 
 
PROPUESTAS ................................................................................................... 144 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA ................................................................ 149 
 
LEGISLACIONES Y OTROS DOCUMENTOS LEGALES ................................. 156 
 
TESIS Y JURISPRUDENCIAS ........................................................................... 157 
 
1 
 
CAPÍTULO I.CONCEPTOS PRELIMINARES 
 
1.1. Origen de la democracia. 
 
El término democracia surge a partir de la unión de los vocablos griegos demos y 
kratos, cuyas traducciones al español son “pueblo” y “poder”, respectivamente. La 
democracia tiene su origen en la antigua polis griega alrededor del siglo V a.C., 
siendo la ciudad-estado de Atenas generalmente señalada como la cuna de la 
democracia debido a que fue ahí donde se contempló a la democracia como una 
manera de dar mejores soluciones a las problemáticas políticas y sociales de la 
ciudad. 
 
No obstante que la etimología de la palabra democracia, en su traducción al 
español, alude al “gobierno del pueblo”, la palabra democracia en la antigua 
Grecia definía un sistema político y una forma de gobierno en donde las 
decisiones políticas y de gobierno eran tomadas por la mayoría del pueblo en las 
ciudades-estado griegas.1 En términos generales la democracia es una doctrina 
política y una forma de gobierno, no de Estado, en la que la soberanía reside 
pertenece a los ciudadanos, por lo que el pueblo es el origen, el sostén, la 
justificación y el ejercicio del poder público. 
 
Al analizar la concepción de la palabra democracia es necesario explorar su origen 
desde un plano enfocado a lo filosófico y lo social, ya que la democracia no 
presupone un sistema de elecciones ni de representación y tampoco refiere 
únicamente al poder de un pueblo para tomar decisiones, sino que representa un 
sistema tanto político como social donde le es otorgado a la ciudadanía el poder 
de resolver cómo se atenderán aquellos temas que conciernen a la población en 
general. 
 
 
1 FERNÁNDEZ SANTILLÁN, José F., La democracia como forma de gobierno, 4ª ed., México, 
Instituto Federal Electoral, 2001, colección Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, 
núm. 3, p. 11. 
2 
 
1.1.1. Grecia 
 
Según la tradición de los autores clásicos de la literatura griega, la democracia es 
una de las tres posibles formas de gobierno según el diverso número de 
gobernantes que caracteriza a cada una de ellas; en particular, es aquella forma 
de gobierno en la cual el poder es ejercido por todo el pueblo o, como fue 
señalado en los párrafos anteriores, por la mayoría, y como tal se diferencia de la 
monarquía y de la aristocracia en las cuales el poder es ejercido, respectivamente, 
por uno solo o por pocos. 
 
Aristóteles clasificaba a las formas de gobierno no solo por el número de los 
gobernantes, sino también con respecto a los distintos modos de gobernar; 
consideraba que había formas de gobierno adecuadas cuyo propósito era lograr el 
bien común y formas de gobierno descaminadas cuyo fin era el beneficio de quien 
gobernaba. Según la clasificación aristotélica, la democracia era considerada 
como la manera errónea de gobernar, mientras que la politéia era la adecuada. 
Tras un análisis de la postura aristotélica sobre la democracia, Giovanni Sartori 
señala que “la democracia es la forma corrompida del gobierno de muchos: y ello 
porque en la democracia, los pobres gobiernan en su propio interés (en lugar de 
gobernar en el interés general)”.2 
 
Algunos historiadores han señalado que la toma de decisiones mediante la 
democracia era de la exclusiva competencia de la asamblea de ciudadanos, 
conformada principalmente por artesanos y campesinos y encontrándose 
excluidos de dichas asambleas de ciudadanos la mayoría de los nobles y la 
totalidad de los niños, mujeres, esclavos y extranjeros que residiesen en dicha 
ciudad-estado, por lo que la democracia antigua surgió como una forma de 
oposición a la dominancia de la nobleza y no como una forma de gobierno 
completamente incluyente. Es por lo anterior que la antigua nobleza ateniense 
argumentaba respecto de la democracia que si bien se estaba actuando para el 
 
2 SARTORI, Giovanni, Elementos de teoría política, Madrid, Alianza Editorial, p. 35. 
3 
 
beneficio de la mayoría de la población, no se actuaba para el beneficio de la 
totalidad, por lo que la politéia suponía una mejor alternativa para la toma colectiva 
de decisiones, pues ésta última sí era incluyente con todos los estratos sociales.3 
 
No obstante lo anterior, el término democracia comenzó paulatinamente a ser 
considerado como un buen régimen de gobierno a raíz del uso del término 
isonomía, el cual supone ser un equivalente de la politéia, para hacer referencia a 
la igualdad de la población ante la ley y la igualdad de derechos de la población, lo 
cual fue dando un efecto positivo a la participación colectiva en la forma de 
gobierno y por ende al término democracia. Tal fue el efecto de la palabra 
isonomía que el término democracia fue adoptado como la manera indicada de 
gobernar mientras que los términos oclocracia y demagogia sustituyeron aquél 
significado negativo que se le daba a la democracia, pero resultando aun como 
una ficción de igualdad de derechos para la población pues la mayoría de la 
población neta de Grecia estaba conformada por esclavos, quienes eran 
estrictamente marginados de cualquier actividad política. 
 
Por lo anterior resulta incompatible que dentro de la antigua democracia griega 
como sistema político que otorgaba igualdad de oportunidades y derechos a la 
población se dieran fenómenos como la esclavitud, vocablo opuesto a la libertad e 
igualdad que hoy en día son requisitos indispensables de la democracia. Es tan 
solo sensato comprender que, al igual que muchos otros sistemas de gobierno, la 
democracia requirió de mucho tiempo y dedicación por parte de la sociedad para 
poder ser concebida de la manera en que hoy en día es contemplada. 
 
En línea con lo anterior, Robert Dahl considera erróneo presuponer que la 
democracia fue repentinamente instituida con plena efectividad y que desde ese 
momento ya era enteramente funcional tal como ocurrió con otras invenciones del 
hombre, pues es tan sólo irrebatible que como todo tipo de experimento social los 
 
3 FERNÁNDEZ SANTILLÁN, José F., La democracia como forma de gobierno, 4ª ed., México, 
Instituto Federal Electoral, 2001, colección Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, 
núm. 3, p. 12. 
4 
 
resultados serían diversos y lentos, especialmente considerando que la 
democracia involucra de una manera constante la interacción de la sociedad.4 
 
Si bien la democracia griega sufrió diversos periodos de crisis y adoptó numerosas 
figuras y denominaciones, ésta coadyuvó a reforzar la realidad de que los 
gobernantes y el Estado tenían como principal fin contribuir a la libertad, igualdad 
y justicia para el adecuado desarrollo de sus ciudadanos. Lo anterior en el 
entendido que, aunque lo primordial para el Estado debía ser siempre el bienestar 
de la ciudadanía y la población en general, la justicia y la ley debían prevalecer en 
todo momento para lograr un equilibrio perfecto entre el gobierno y la sociedad. 
 
De igual forma Dahl agrega que es posible que la democracia haya aparecido de 
manera simultánea o previa en algún o varios otros lugares del mundo con alguna 
denominación distinta o sin que hubiese quedado registro de ello, tal como ocurrió 
con el fuego, la pintura o la escritura.5 Es importante considerar que las 
sociedades tienden a adoptar conductas similares, aún sin tener una relación 
directa entre una y otra, por lo que no es irrazonable especular que la democracia 
pudo haber surgido simultáneamente en alguna otra nación o localidad. 
 
1.1.2. Roma 
 
Al igual que en Grecia, Roma tuvo una evolución democrática semejante a la de 
las ciudades-estado griegas, pero con ciertas variantes en las instituciones 
políticas debido a las diferentes circunstancias en las que se desarrollaron los 
romanos. Es en el periodo de la República en Roma, fuera de las etapas de 
autocraciay dominación cesarista, en donde surge una democracia restringida y 
con un corte aristocrático, pues al igual que en Grecia hubo una transición política 
e ideológica de la monarquía a la aristocracia y posteriormente a la democracia. 
 
4 DAHL, Robert A., La Democracia: Una guía para los ciudadanos, Madrid, Editorial Taurus, 1999, 
p.15. 
5 DAHL, Robert A., La Democracia: Una guía para los ciudadanos, Madrid, Editorial Taurus, 1999, 
p.15. 
5 
 
 
Para poder analizar la evolución de la democracia en Roma, es importante 
estudiar las instituciones políticas y de gobierno romanas desde su creación, 
comenzando por el establecimiento de la monarquía por el rey Rómulo, quien tras 
haber dado muerte a su hermano Remo, reúne un cúmulo de seguidores y 
comienza a organizar las tierras para eventualmente fundar Roma, atrayendo 
grupos de hombres mediante el ofrecimiento de un derecho de asilo, y a mujeres 
mediante el rapto.6 
 
La designación de los monarcas romanos, cuyo cargo era vitalicio, no fue 
siguiendo un sistema de orden hereditario, sino que fue por medio de los comicios, 
asambleas de ciudadanos en los cuales se hacía valer la representación popular; 
posteriormente devino el nombramiento de los sucesores de los monarcas 
romanos mediante la nominación directa del monarca en turno. Sin embargo en 
ambos casos era necesario contar con la aprobación del senado, lo cual permite 
ver un esbozo del uso de la democracia en Roma previo al establecimiento del 
sistema republicano que más adelante será detallado. 
 
Posteriormente en el año 510 a.C. se dio inicio a la fase republicana de Roma 
mediante la expulsión del rey Tarquino el Soberbio, lo cual provocó una serie de 
pugnas por el poder entre los patricios y los plebeyos, quienes eran los dos 
grandes grupos que integraban la población romana. Así pues, la figura del rey fue 
reemplazada por dos cónsules, quienes eran elegidos anualmente y que poseían 
la facultad de vetar las decisiones de su homólogo en caso de un desacuerdo.7 
 
A medida que la República romana se consolidaba las facultades de los dos 
cónsules se fueron limitando para acotar su esfera de competencia y se crearon 
nuevas figuras cuyas atribuciones eran distintas y que atendían distintas 
 
6 FLORIS MARGADANT S., Guillermo, El Derecho Privado Romano como introducción a la cultura 
jurídica contemporánea, 26ª ed., México, Editorial Esfinge, 2009, p. 19. 
7 SIRVENT GUTIÉRREZ, Consuelo, Sistemas jurídicos contemporáneos, 12ª ed., México, Editorial 
Porrúa, 2010, p. 13. 
6 
 
cuestiones entre los ciudadanos romanos, tal como lo eran los pretores, los 
cuestores, los censores y los ediles. Adicionalmente, encontramos los tribunos de 
la plebe, de cuyas asambleas emanaban los plebiscitos que eran decisiones 
votadas por los mismos y que tenían la capacidad suficiente para vetar las 
decisiones tomadas por los cónsules que pudieran afectar a los plebeyos. 
 
A diferencia de Grecia, en Roma se buscó mantener un poder centralizado a 
efecto de mantener control sobre las provincias romanas. Con motivo del aumento 
en la población romana surge la necesidad de adoptar una democracia 
representativa para el mejor desarrollo cultural, económico y político de los 
pueblos romanos, pues de esa manera el pueblo expresa su voluntad mediante la 
designación de mandatarios que velaban por los intereses de sus respectivas 
localidades. 
 
A pesar de ser un sistema relativamente más controlado que el ateniense, la 
democracia romana logró subsistir mediante ciertas instituciones políticas que 
brindaban un mayor acercamiento del pueblo al poder. Floris Margadant 
adecuadamente señala que la democracia romana era fundamentalmente 
encontrada en los comicios, particularmente en los comicios por curias, ya que en 
ellos los “clientes” tenían la obligación de votar con sus patronos para la elección 
del patresfamilias que mejor representaría sus intereses; por ello generalmente 
prevalecían aquellos patresfamilias que hubieren atraído un mayor número de 
“clientes” y quienes casualmente resultaban ser aquellos patresfamilias con mayor 
poder económico y por lo tanto con mayor influencia política.8 
 
A pesar de que en términos generales el concepto de democracia es considerado 
el mismo alrededor del mundo, el concepto de democracia ha cambiado 
drásticamente a través de la historia de la humanidad y la evolución de los 
sistemas políticos, especialmente si dicho concepto es comparado con la noción 
 
8 FLORIS MARGADANT S., Guillermo, El Derecho Privado Romano como introducción a la cultura 
jurídica contemporánea, 26ª ed., México, Editorial Esfinge, 2009, p. 30. 
7 
 
en la que la democracia era entendida por los antiguos filósofos y políticos. Tanto 
en la democracia antigua como en la moderna el principio de legitimidad de 
decisión del pueblo sobre el gobierno es el mismo, sin embargo las circunstancias 
geopolíticas y socioeconómicas de los Estados en la actualidad han logrado, en 
beneficio de la población, un control determinante que limita el poder de los 
gobernantes y del Estado mismo tomando como base la transmisión de una 
representación del pueblo en el poder. 
 
La democracia es entonces la doctrina política según la cual la soberanía 
pertenece al conjunto de los ciudadanos y se protege el concepto de la soberanía 
popular, es decir, el derecho del pueblo a gobernarse por sí mismo o mediante la 
elección de un representante según las circunstancias que de tiempo en tiempo 
puedan generarse, con finalidades que representan el interés de todo gobernado. 
Con esto se puede llegar a la conclusión de que el término Estado se vuelve 
realmente importante cuando se llega a una estructura precisa del poder político y 
se obtiene un control verdaderamente efectivo sobre todo el territorio y sobre la 
población que se encuentra bajo la custodia del gobierno, es decir, de su 
jurisdicción. 
 
1.1.3. Edad Media 
 
La caída y desaparición del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C. y la 
creciente influencia del cristianismo en las instituciones de gobierno europeas 
imprimieron un nuevo concepto de igualdad en las distintas regiones geopolíticas 
europeas, las cuales basándose fundamentalmente en la semejanza e identidad 
de los hombres ante Dios, contribuyeron indirectamente al desarrollo de la 
democracia. Sin embargo aquella efímera evolución democrática a través de la 
religión cristiana se vio rápidamente avasallada por la subsecuente dominación de 
los señores feudales, quienes sesgaron todo vínculo entre el pueblo y el Estado al 
volver a la población en siervos de las personas detentando el poder. La 
monarquía, ya fuera hereditaria o electiva, fue restaurada al imponerse los pueblos 
8 
 
bárbaros como aristocracia gobernante en el continente europeo; sin embargo, 
poco a poco se impuso la teoría de que la soberanía política derivaba de Dios y se 
adquiría por herencia, lo mismo que la propiedad de la tierra y el dominio sobre los 
vasallos. 
 
Lo anterior resulta coherente con una visión teocrática de la sociedad durante la 
Edad Media, pues la designación del primer hijo varón del gobernante en turno 
como siguiente heredero al trono evitaba conflictos respecto de la sucesión del 
poder. No obstante ello, surgió un contexto de poder absolutamente relevante en 
el que la herencia del poder no resultaba aplicable, la Iglesia; esto debido a que el 
sucesor de la máxima figura dentro de la Iglesia, el Papa, no podía heredar el 
cargo a la persona que éste desease pese a que sí tenía facultades para designar 
directamente a muchos de los altos mandos de la Iglesia. Sin embargo, el Papa 
mismo debía ser nombrado de otra manera, y esto era mediante el voto favorable 
de la mayoría de los integrantes del cónclave celebrado porel Colegio cardenalicio 
de la Iglesia. Dicha elección mediante la reunión del conclave de ninguna manera 
infiere que el Colegio cardenalicio tuviere la soberanía para la designación del 
Papa, sino que cumplían con la función orgánica dentro de la Iglesia para la 
designación del nuevo dirigente, sin embargo dicha elección era realizada 
mediante el voto, lo cual deja ver un esbozo de un proceso democrático, aunque 
una vez realizada la elección del nuevo Papa, dicho colegio cardenalicio volvía a 
sus funciones rutinarias bajo el mando e instrucción del Papa. 
 
La aparición del cristianismo y particularmente de la Iglesia cristiana como 
institución equivalente al Estado para gobernar las cuestiones espirituales de la 
humanidad fue sin duda alguna el cambio más revolucionario de la sociedad 
europea en lo que respecta a la política misma, pues el cristianismo marcó la 
tendencia de un gobierno justo e igual para todos los hombres ante los ojos de 
Dios. San Ambrosio incluso llegó a afirmar que la Iglesia tenía jurisdicción y 
autoridad en materia espiritual sobre todos los cristianos, incluyendo al propio 
9 
 
emperador, ya que él también era considerado hijo de la Iglesia por el simple 
hecho de que no había nadie sobre Dios y su Iglesia.9 
 
San Agustín expuso una teoría similar a la de San Ambrosio en cuanto a que 
todos los hombres eran hijos de Dios y que la Iglesia era la única institución con la 
competencia suficiente para juzgar los actos de los cristianos, sin embargo 
admitía, aunque no directamente, que la religión cristiana necesitaba del apoyo de 
un Estado y sus leyes para imponer su autoridad. De igual forma, San Agustín 
señaló que ningún Estado podía jactarse de tener un gobierno justo a menos que 
éste predicase los valores del cristianismo y de su Iglesia. 
 
En síntesis, tanto San Ambrosio como San Agustín coincidían en que la población 
debía cumplir con dos tipos de normas, las civiles impuestas por el Estado y las 
religiosas impuestas por la Iglesia en representación de Dios, pero sobre las 
normas civiles siempre prevalecerían las religiosas pues no había nadie con 
mayor autoridad que Dios. Esta ideología sugería que para el mantenimiento de la 
paz, el orden y la justicia debía existir cierta correspondencia entre el clero y el 
gobierno civil con un espíritu de ayuda mutua. 
 
Dicho concepto de ayuda mutua recibió el nombre de “doctrina de las dos 
espadas”, que no era más que un intento de conciliar la rivalidad que pudiese 
llegar a existir entre los papas y los emperadores para beneficio de la población y 
de un Estado cristiano; así pues, dicha doctrina fue aceptada y se convirtió en una 
tradición durante la primera parte de la Edad Media.10 Aun cuando surgió la 
rivalidad entre ambos dirigentes y la relación entre Iglesia y Estado se deterioró y 
se volvió tensa, la doctrina de las dos espadas permaneció como la mejor solución 
posible a una cuestión de choque político que era simplemente inevitable, pero 
siempre con un desenlace desafortunado para la población en general, pues 
 
9 SABINE, George H., Historia de la teoría política, 3ª. ed. 7ª. reimp., México, Fondo de Cultura 
Económica, 2006, p. 162. 
10 SABINE, George H., Historia de la teoría política, 3ª. ed. 7ª. reimp., México, Fondo de Cultura 
Económica, 2006, p. 167. 
10 
 
debían rendir tributo a dos autoridades distintas sin posibilidad alguna para hacer 
valer los derechos políticos de representación que en alguna ocasión llegaron a 
tener durante el periodo de la República romana. 
 
La relación entre la Iglesia cristiana y el Estado romano a través de la doctrina de 
las dos espadas no perduró pues, a partir del siglo VI y hasta el siglo XI, Europa 
se vio inmersa en una serie de conflictos e invasiones que ocasionaron el 
surgimiento de nuevas naciones comandadas principalmente por pueblos 
bárbaros que, a pesar de buscar orden y mantener como base el respeto a la 
religión cristiana, únicamente lograron cortos destellos de estabilidad política que 
eventualmente se volvieron largos periodos de anarquismo, lo cual por supuesto 
no contribuyó en mayor medida al desarrollo de la democracia en Europa. Ante 
esta problemática Santo Tomás de Aquino intenta conciliar ambas posturas 
mediante una postura más racional y social, por lo que en palabras de Remedio 
Sánchez Ferriz: 
Santo Tomás representa la transición de la filosofía teológica medieval a la 
filosofía política posterior porque, al construir todo un sistema de pensamiento, 
utiliza y reordena los elementos medievales pero lo hace con el concurso de la 
razón. Es la ley eterna la que preside todo el orden de la creación y, 
consiguientemente, la ley natural no es sino reflejo de aquélla en las cosas 
creadas pero ello no es óbice para la existencia de la ley humana que ha de regir 
la vida del hombre en sociedad. Más aún, la ley humana es necesaria para 
adaptar la ley divina a las características naturales de sus destinatarios de donde 
se derivan dos consecuencias importantes: 
1.ª Que si lo que distingue al hombre es la racionalidad, y ésta implica 
sociabilidad, la ley no es simple y caprichosa voluntad del dirigente 
sino que deriva su legitimidad de la comunidad y del objeto que ha de 
perseguir: el logro del bien común. 
2.ª Que si la razón es el distintivo de todo ser humano, la ordenación 
social y política no se fundamenta en la Cristiandad por lo que cabe 
igualmente entre los paganos la existencia de la autoridad y el deber 
11 
 
de obediencia (incluso para los cristianos respecto de un rey 
pagano).11 
 
Ante tal situación, la doctrina de Santo Tomás busca enfatizar que los dirigentes 
deben limitar su actuar ante lo teleológico y ante la ley pues de esa manera se 
logra un balance entre lo divino y lo natural para con ello lograr la consecución del 
bien común. Inclusive indica que todo ser humano, independientemente de la 
religión que profese, debe atender al orden social y al bienestar común y de ese 
mismo modo respetar la ley y la autoridad con el mismo fervor que respetan su 
propia religión. 
 
A pesar de lo anterior, la situación política europea llegó a concebir cierta 
estabilidad hacia el siglo VIII. En oriente, el Imperio Romano de Oriente, también 
llamado Bizantino, era fuerte otra vez gracias a una serie de emperadores 
competentes. En occidente, algunos reinos aseguraban relativa estabilidad a 
varias regiones, como Inglaterra, España, Italia, y la Galia, éste último de vital 
importancia para el desarrollo político y económico de Europa Occidental debido a 
los esfuerzos de Carlomagno para reconstruir y armonizar el antiguo Imperio 
Romano de Occidente a través de la centralización del poder de los distintos 
feudos que comenzaron a surgir para mantener control sobre los territorios de los 
distintos reinos occidentales. No obstante ello, dicha estabilidad fue efímera pues 
las constantes pugnas por el poder europeo segregaron a los territorios 
occidentales, acabando con aquella estabilidad temporal y ocasionando cada vez 
más conflictos entre los señores feudales para extender su dominio. 
 
No obstante lo anterior, el feudalismo ofrece una amplia gama de estudio y 
discusión pues del feudalismo se desprende una gran variedad de instituciones 
que fueron manifestándose en diversas épocas y territorios, incluso se comienza a 
vaticinar una especie de relación contractual en la sociedad misma bajo el cual los 
señores feudales ofrecían protección a los vasallos en el feudo mismo a cambio 
 
11 SÁNCHEZ FERRIZ, Remedio, El Estado Constitucional, Valencia, Tirant Lo Blanch, 2009, p. 53. 
12 
 
del trabajo de estos últimos, lo cual a su vez propiciaba el crecimiento político, 
económico, social y militar de los feudos. No obstante que dicha relación comenzó 
a establecer bases sociales para laorganización política, resultaba difícil para los 
reyes el ejercer su poder de mando frente a señores feudales con incluso mayores 
riquezas y población a su disposición, lo cual generaba una falta de legitimidad a 
la autoridad del rey. 
 
A diferencia de la situación en el resto del continente europeo, en Inglaterra las 
circunstancias fueron considerablemente distintas, pues allí el rey, quien sí 
contaba con un poder legítimo y concentrado, se vio obligado a consentir una 
Carta Magna en la cual se reconocía que sus facultades como rey no eran 
absolutas y que éstas se encontrarían limitadas por los derechos tradicionales. La 
causa del otorgamiento de dicha Carta Magna fue que los señores feudales 
opositores y la Iglesia se enfrentaron al rey reclamando el reconocimiento de 
algunos derechos que posteriormente fueron contenidos en dicha Carta Magna, 
constituyendo así la institución del Parlamento inglés que con el tiempo iría 
obteniendo mayores concesiones de poder frente al rey. Posteriormente, los 
excesos ocasionados por el reinado de la familia Tudor eventualmente llevarían a 
una revolución en el siglo XVII, con la cual el Parlamento inglés obtuvo aún mayor 
poder frente a la monarquía inglesa y de esa manera dejó claro el predominio del 
Parlamento y la victoria definitiva del régimen parlamentario sobre la monarquía. 
 
1.1.4. Renacimiento 
 
La democracia moderna comienza a gestarse con la aparición de los Estados 
Modernos, los cuales mantenían estructuras institucionalizadas más eficientes 
para el control del poder y el establecimiento de una relación con la sociedad 
basada en el bienestar común. El concepto de Estado Moderno durante el 
Renacimiento se crea gracias a la centralización del poder político, social, 
económico y militar en un solo gobierno y ya no en distintas instituciones como la 
Iglesia y la familia. Para efectos de lo anterior es importante no confundir la noción 
13 
 
de “Estado Moderno” concebida durante el Renacimiento con el concepto de los 
Estados actuales, pues las características de los mismos han cambiado a la fecha. 
 
El Renacimiento representa la culminación del cambio y renovación de todos los 
aspectos políticos, sociales, culturales, económicos y militares que pudieron ser 
apreciados durante toda la Edad Media. La aparición de la burocracia consolida el 
concepto de Estado Moderno pues con ello se comienza a centralizar la 
administración de las actividades concernientes a la población y al gobierno, 
características que los feudos en la Edad Media carecían. Esta organización 
estructural centralizada del gobierno fortalece el orden jurídico del Estado y 
permite acentuar su soberanía sobre la población. Asimismo, el factor económico 
resulta fundamental para el Estado Moderno pues con la centralización de la 
administración se logra una mejor captación de recursos y una mejor distribución 
en el gasto público, lo cual repercute directamente en el beneficio social. 
 
Lo anterior, sin embargo, no se traduce en que otras instituciones dejen de tener 
relevancia o importancia social, cultural o política, pues la Iglesia, por ejemplo, 
permanece como un factor fundamental en el desenvolvimiento de la política 
estatal y la opinión de la población. A pesar de ello, la Iglesia incluso sufre un 
proceso de modernización, lo cual le permite renovarse para evitar continuar con 
los excesos que tanto aquejaban a la población y a los gobernantes mismos y de 
esa manera si disminuyen los conflictos con los distintos soberanos europeos. 
 
La ciencia y la tecnología también fueron factores fundamentales sin los cuales no 
se habría propagado tal revolución ideológica, pues la imprenta fue una de las 
herramientas de mayor importancia y utilidad que ayudaron a esparcir una 
ideología de renovación y culturización a las masas. Asimismo, la renovación de 
las políticas económicas impuestas por la Iglesia como barreras ideológicas 
permite el nacimiento del capitalismo, lo cual a su vez fomentaba el comercio entre 
naciones y, por ende, un incremento en el intercambio cultural, político y social de 
dichas naciones. 
14 
 
 
Si bien el Renacimiento y el surgimiento del Estado Moderno fue un denominador 
común en toda Europa, la máxima expresión en todos los ámbitos de dicha 
transformación fue Italia, particularmente Florencia y Venecia. Prueba de lo 
anterior es Maquiavelo, nacido precisamente en Florencia y quien acuña por 
primera ocasión el término “Estado” separando la moral de la política en su más 
grande e importante obra: “El Príncipe”. A través de su obra “El Príncipe”, 
Maquiavelo expone las características que considera hacen grande a un 
gobernante que quiera consolidar el poderío de su reino, las cuales distan en gran 
medida de los valores y la ética pero que efectivamente aportan a la consolidación 
y mantenimiento de un Estado como una entidad suprema de poder político. 
 
Si bien las ideas de Maquiavelo sentaron las bases del Estado Moderno, la 
secularización del Estado tardó en implementarse pues la religión aún tenía una 
gran influencia en la política y no fue hasta que Europa se vio inmersa en una 
serie de conflictos religiosos que dichas ideas comenzaron a madurar para dar pie 
a un Estado soberano. Lo anterior mediante la expansión y fortalecimiento de la 
monarquía, la cual comienza a consolidar los elementos básicos que constituyen 
la esencia del Estado, los cuales son la población, el territorio y el gobierno o 
poder soberano.12 
 
Al respecto, Jean Bodin expone que el elemento fundamental del Estado es la 
soberanía, pues el poder soberano del Estado es capaz de dirimir conflictos entre 
su población e imponer la paz mediante el empleo de la autoridad que, a su vez, 
asiste con la preservación de la propiedad; de esa manera el Estado asume el 
ejercicio de los más altos poderes dentro de su territorio y asume la soberanía 
como el elemento más importante de su propia existencia como Estado pues la 
soberanía y la calidad de ser de un Estado son características intrínsecamente 
vinculadas que le otorgan superioridad sobre los demás desde un punto de vista 
jerárquico y de supra a subordinación. La soberanía es entonces aquella fuerza de 
 
12 SÁNCHEZ FERRIZ, Remedio, El Estado Constitucional, Valencia, Tirant Lo Blanch, 2009, p. 74. 
15 
 
enlace de la comunidad política sin la cual ésta se desarticularía y que refleja el 
poder de mando del gobierno como Estado sobre su población para su protección 
y permanencia.13 
 
A pesar de que la soberanía debe residir en el Estado como una institución política 
y de gobierno, durante el Renacimiento, ésta residía principalmente sobre los 
monarcas, quienes se consideraban investidos con dicho elemento fundamental 
de la existencia del Estado por el simple hecho de haber nacido con el privilegio 
de heredar su trono. Sin embargo, el concepto de soberanía es completamente 
independiente a la forma de gobierno de un Estado, pues la soberanía es 
perpetua, inalienable y aplicable para todo tipo de gobierno. La soberanía puede 
residir en democracias, aristocracias y monarquías pero siempre debe residir en 
una institución para que sea ésta la que funja como cabeza e imagen del gobierno 
del Estado, no en un individuo o en un grupo de personas, pues tales individuos o 
grupos de personas gobiernan en calidad de representantes del bien público, no 
en lo personal. 
 
La situación política, social y económica de Europa occidental contribuyó a la 
consolidación de los tres elementos básicos del Estado y a la consecuente 
aparición del Estado Moderno, con el cual se logra la congregación del poder y la 
soberanía en una institución o individuo para ejercitar las facultades de mando y 
de gobierno con las que todo Estado debería contar. Si bien tanto Maquiavelo 
como Bodin exponen una definición de lo que representa el EstadoModerno, éste 
se configura por primera vez a través del absolutismo y no a través de un régimen 
democrático; sin embargo es preciso enfatizar que debe haber una clara distinción 
en que la titularidad de la soberanía corresponde al Estado y su gobierno como 
instituciones, no al titular de su gobierno en lo individual, pues es menester 
formular la idea del Estado conceptualmente desprendido de las personas que 
ejercen sus poderes. 
 
 
13 SÁNCHEZ FERRIZ, Remedio, El Estado Constitucional, Valencia, Tirant Lo Blanch, 2009, p. 76. 
16 
 
Respecto de la soberanía como elemento básico y fundamental del Estado y su 
representación frente a la población, bien indica Jean Dabin que “cuando se habla 
de la soberanía del Estado, se quiere significar, no que exista, en el seno del 
Estado, un órgano supremo de la autoridad, sino que todo órgano, supremo o no, 
que esté facultado para hablar en nombre del Estado, es soberano con relación a 
los órganos incluso supremos de los demás grupos, privados o públicos, 
englobados en el Estado”.14 
 
Lo anterior tan sólo reafirma que el órgano supremo de gobierno en un Estado es 
el responsable de hacer valer la soberanía del Estado frente a la población, pero 
únicamente en cuanto a cuestiones internas del Estado mismo pues la soberanía 
de un Estado como elemento fundamental de su existencia únicamente puede ser 
relacionado de manera interna como una relación de supra a subordinación. Esto 
debido a que cuando se analiza la soberanía de un Estado en un plano externo 
ésta adquiere una interpretación distinta relacionada al reconocimiento de la 
calidad de un Estado frente a los demás Estados en un plano de igualdad. 
 
Como bien se ha señalado en párrafos anteriores, la soberanía es la característica 
fundamental del nacimiento del Estado Moderno, la cual es única, suprema, 
indivisible, inalienable e independiente. Para efectos de lo anterior, al componerse 
el Estado Moderno es inevitable relacionar las distintas formas de gobierno y la 
manera en la que la soberanía se ejerce en éstas; para algunos autores como 
Thomas Hobbes y Jean Bodin, el modelo de gobierno perfecto para hacer valer la 
soberanía del Estado es la monarquía, pues de esa manera la soberanía se 
representa en una sola persona con lo cual se vuelve invariable el cumplimiento 
de las características de unidad e indivisibilidad de la misma. 
 
Es a través de los cambios políticos, religiosos, económicos y sociales que fueron 
mencionados anteriormente que el Estado Moderno comienza a gestarse durante 
 
14 DABIN, Jean, Doctrina general del Estado: Elementos de filosofía política, trad. de Héctor 
González Uribe y Jesús Toral Moreno, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2003, 
p. 116. 
17 
 
el periodo conocido como Renacimiento, sin embargo la evolución del Estado 
Moderno fue un proceso cuyo progreso se dio mucho tiempo después a través de 
las distintas revueltas sociales que fueron ocurriendo en distintas naciones 
europeas. A pesar de que el concepto de Estado evolucionó en cuanto a su 
formación y consolidación como una entidad de poder, no había aún un esquema 
de libertad e igualdad para la ciudadanía y es precisamente por ello que las 
mencionadas revueltas sociales fueron ocasionadas principalmente debido al 
constante hostigamiento y explotación de la monarquía hacia la clase popular, lo 
que generó un hartazgo general de la población hacia la monarquía, la cual, 
además de continuar con los abusos políticos y económicos, derrochaba aquello 
que era recaudado de la población como parte de la tributación del Estado en lujos 
desmedidos. 
 
1.1.5. Revolución Francesa 
 
La filosofía política durante el Renacimiento tuvo dos grandes corrientes: aquella 
que destaca que el eje de todo buen gobierno reside y se encuentra representado 
por un minoría generalmente representada en la monarquía, y aquella que predica 
que el hombre común y corriente es capaz de determinar su propio gobierno a 
través de la democracia y el bienestar de la mayoría. La segunda corriente 
comenzó a florecer gracias a la aparición del constitucionalismo durante el 
Renacimiento, el cual impuso límites al ejercicio del poder de los gobernantes y 
comenzó a cimentar las bases para el liberalismo y la aparición de los derechos 
sociales. 
 
Así pues, los derechos civiles y políticos, llamados de primera generación, son 
aquellos que primero fueron esbozándose en la realidad política durante los siglos 
XVII y XVIII, los cuales quedaron plasmados en los pensamientos de Hobbes, 
Locke, Montesquieu y Rousseau, concretándose dichos ideales con el triunfo 
social de la Revolución Francesa, la cual estalló como resultado de diversos 
factores de carácter económico y social, entre ellos la Revolución Gloriosa de 
18 
 
1688 que consolida el régimen de partidos y establece de manera definitiva el 
gobierno parlamentario en Inglaterra y la Revolución o Independencia Americana 
de 1776 que independiza a las colonias inglesas establecidas en Nueva Inglaterra 
del yugo de la corona británica. 
 
El pacto social que proponen Locke, Montesquieu y Rousseau, este último de 
manera más concreta y optimista a través de su más conocida obra, El Contrato 
Social, es el núcleo que permite a la ciudadanía determinar cuál es la estructura 
política y social más conveniente para el desarrollo y progreso de una nación. 
Para Rousseau, ese pacto consiste en el reconocimiento de la soberanía del 
pueblo, en el que el hombre no se encuentra sujeto a las decisiones de otra 
persona sino a la voluntad general de la población. 
 
La ideología de ese proceso fue resumida en la Declaración Universal de los 
Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, mediante la cual se afirmaba que 
los hombres nacían y permanecían libres e iguales en derechos. De esa manera, 
los grandes pilares de la democracia moderna serían los principios de libertad e 
igualdad, los cuales marcaron la pauta para establecer el sistema representativo 
como base de la legitimación política. 
 
La publicación de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del 
Ciudadano marcó un cambio radical en la postura de los gobiernos hacia los 
ciudadanos pues se otorgaron distintas garantías a la ciudadanía, tales como la 
libertad de expresión, la prohibición de torturas, el derecho a la vida, el acceso a la 
justicia, entre otras prerrogativas que eventualmente dieron paso al derecho de la 
participación política. 
 
La evolución de la democracia a través de los siglos XVII al XIX ha estado 
condicionada por la necesidad de adaptarse a las nuevas circunstancias y retos 
que implica el gobierno de lo que hoy es conocido como Estado-nación. 
 
19 
 
Las obras de Montesquieu aportan una estructura plausible al constitucionalismo 
moderno al proponer una teoría de la división de los poderes del Estado en la cual 
establecía que el poder debía ser dividido para poder lograr el mayor beneficio a la 
libertad individual. Dicha división de poderes propuesta por Montesquieu debe ser 
realizada de dos maneras: primero, estableciendo intermediarios entre el poder y 
los ciudadanos para que estos intermediarios sean los depositarios de ciertos 
segmentos de ese poder y de esa manera se controle el ejercicio del poder de 
supra a subordinación; y segundo, dividiendo el poder público mismo en tres 
segmentos que tengan a su cargo distintas funciones, sirvan de contrapeso entre 
uno y otro y, a su vez, no puedan existir y ejercer la totalidad de sus facultades de 
manera independiente y sin la existencia de los otros, siendo estos tres poderes 
los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. 
 
Si bien Montesquieu abunda principalmente en la naturaleza, atribuciones y 
actuación de los poderes ejecutivo y legislativo por su constante interacción en lapolítica de una nación y en el funcionamiento de un Estado Constitucional, es 
importante hacer énfasis en que aunque Montesquieu no deja en claro cuál es el 
carácter del poder judicial, éste es igualmente importante que los otros dos 
poderes pues es el encargado de mantener la independencia entre todos los 
poderes y dirimir objetivamente las controversias que puedan llegar a suscitarse 
para que cada uno de los poderes actúe conforme a su respectivo ámbito de 
desarrollo y consecuentemente se respete el orden constitucional. 
 
La teoría de Montesquieu ha sido tomada como un principio fundamental en la 
estructura del constitucionalismo y la democracia moderna que incluso sigue 
vigente a la fecha en la amplia mayoría de las naciones constitucionalistas en 
mayor o menor medida. Esta teoría de la división del poder aborda un esquema de 
moderación del poder para limitar y equilibrar su ejercicio y de esa manera evitar 
excesos por parte de un individuo o grupo en particular y garantizar la libertad de 
los derechos políticos y de igualdad de la ciudadanía. Por ello, Montesquieu 
aborda en su pensamiento la necesidad de hacer una fórmula política para la 
20 
 
relación entre estos poderes, por lo que indica cuáles deben ser las atribuciones 
de cada uno de ellos y cómo es que deben quedar integrados para que cada uno 
de ellos actúe como contrapeso del otro. De esta manera la división de poderes, 
en conjunto con la defensa de la libertad, formaron los pilares esenciales del 
Estado Liberal. 
 
Rousseau indicaba que el gobierno es en menor escala, lo que el Estado es en 
mayor escala; es decir, el gobierno es una persona moral dotada de ciertas 
facultades y a cuya cabeza se encuentra una persona física en particular que 
ejerce esas facultades en representación del gobierno. Para Rousseau, el 
gobierno representaba un intermediario entre el pueblo y un soberano, quien era el 
elegido para actuar en representación del gobierno, el cual podía subdividirse y 
coexistir con distintas formas de gobierno, entre ellas la monarquía, la aristocracia 
y, finalmente, la democracia.15 
 
No obstante lo anterior, Rousseau indicaba que cada forma de gobierno era 
indicada según la situación de cada Estado, siendo la democracia la forma de 
gobierno ideal para Estados pequeños, la aristocracia para Estados medianos y la 
monarquía para los grandes. Sin embargo, él mismo señalaba que era imposible 
indicar este principio como regla, pues hay un sinnúmero de circunstancias que 
pueden producir excepciones. 
 
En línea con lo anterior no ha existido ni existirá jamás un verdadero gobierno 
democrático si nos apegamos al verdadero concepto filosófico de la palabra, pues 
es contrario al orden que la mayoría gobierne a la minoría, pues es absurdo que el 
pueblo permanezca constantemente reunido en asamblea y es llano que al 
delegar su autoridad varía la forma de la administración. Es por ello que incluso 
Rousseau indicaba que la democracia es únicamente ideal para el gobierno de un 
Estado pequeño, en donde convergen diversas circunstancias que facilitan la 
 
15 ROUSSEAU, Juan Jacobo, El pacto social o los principios de derecho político, trad. de Antonio 
Redondo Orriols, Madrid, Editorial Dirección y Administración, 1884, pp. 86-94. 
21 
 
reunión constante de una población pequeña para tomar las decisiones de 
gobierno. 
 
A manera de conclusión de la ideología expuesta por Rousseau, la democracia, a 
diferencia de la aristocracia y la monarquía, es un sistema complicado de sostener 
pues es el que conlleva la mayor cantidad de complicaciones y es el más expuesto 
a conflictos civiles, por lo que requiere de una mayor vigilancia para mantenerse 
como un sistema de gobierno eficaz y adecuado. El punto crucial de la democracia 
es que la riqueza y la propiedad privada no se sobrepongan al poder, pues para 
Rousseau la base principal de la democracia es que la igualdad sea el pilar de la 
misma y que la igualdad siempre se coloque sobre la voluntad de los ciudadanos 
al momento de tomar decisiones. 
 
1.2. El pueblo y el poder. 
 
Para continuar con una extensa definición de la importancia de la democracia es 
fundamental desglosar el significado de sus dos principales elementos, pueblo y 
poder, mismos que otorgan a la ciudadanía la capacidad y el derecho de participar 
e influir activamente en la vida política de la nación. 
 
Atendiendo al significado de la palabra “pueblo” según el Diccionario de la Lengua 
Española, específicamente en el contexto de la democracia, se puede hacer 
referencia principalmente a dos conceptos: (i) al conjunto de personas de un lugar, 
región o país; y (ii) al país con un gobierno independiente.16 
 
Haciendo un análisis conjunto a las dos acepciones de la palabra pueblo 
anteriormente referidas, podemos concluir que el pueblo es el conjunto de 
habitantes de una región independiente y libre que constituyen una comunidad 
gracias a que comparten una cultura, un territorio y una soberanía, 
considerándose entonces al pueblo como una asociación basada en el 
 
16 Diccionario de la Lengua Española, 21ª. ed., Madrid, Real Academia Española, 1992, p. 1197. 
22 
 
consentimiento del derecho y en la comunidad de intereses generales donde el 
Estado se enriquece con la intervención de la ciudadanía y que se perfecciona en 
el proceso de su ejercicio. 
 
En términos políticos, el concepto “pueblo” hace referencia a quienes tienen 
derecho a participar en asambleas o en elecciones, aunque alguna parte de ese 
pueblo se encuentre marginado de algunos de esos derechos. Si en algún llegó a 
hablar propiamente de soberanía popular, fue cuando se logró instituir el sufragio 
universal.17 
 
El pueblo es entonces el elemento humano del Estado y la base de toda 
organización política, siendo el beneficiario de todos los derechos civiles, políticos 
y demás derivados de la relación con el Estado, a quien otorgan su soberanía. Al 
respecto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 
41, indica que: 
 “Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la 
Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados, en lo 
que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos 
por la presente Constitución Federal y las particulares de los Estados, las que en 
ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal. 
La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante 
elecciones libres, auténticas y periódicas…”.18 
 
Si bien la palabra “poder” tiene numerosas definiciones, las que más se apegan a 
lo que la democracia procura son las siguientes: (i) dominio, imperio, facultad y 
jurisdicción que uno tiene para mandar o ejecutar una cosa; (ii) gobierno de un 
 
17 FERNÁNDEZ SANTILLÁN, José F., La democracia como forma de gobierno, 4ª. ed., México, 
Instituto Federal Electoral, 2001, colección Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, 
núm. 3, p. 41. 
18 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 41. 
23 
 
país; y (iii) acto o instrumento en que consta la facultad que uno da a otro para 
que en lugar suyo y representándole pueda ejecutar una cosa.19 
 
En el caso de la palabra poder, y con miras a la mejor definición en el ámbito 
democrático, es posible indicar que el poder es aquella facultad que tienen los 
ciudadanos para otorgar al gobierno la representación del pueblo mediante un 
mandato provisional para que el gobierno atienda las necesidades de la población 
según sea necesario con aquella capacidad que le fue conferida. 
 
El poder es aquel elemento que otorga a una persona la facultad de ejercer su 
voluntad sobre otra persona y dentro de cualquier relación social,aun contra toda 
resistencia. El poder es una relación entre hombres que nace en función de dos 
conductas humanas, una conducta determinante y otra determinada en torno a 
una acción o acciones concretas. Eduardo Andrade señala que el poder es la 
capacidad de una persona o un grupo para determinar, condicionar, dirigir o 
inducir la conducta de otros. 20 
 
En el caso de la democracia es justamente lo que se pretende, que el pueblo 
ejerza su poder para que el gobierno sea desenvuelto de la manera que el pueblo 
ha elegido y que el gobierno ejerza la voluntad del pueblo en todo momento y en 
todo su actuar. El poder se traduce en una relación bilateral donde un sujeto 
ocasiona una conducta determinada sobre otro sujeto y en una energía de la 
voluntad manifestada en aquellos que asumen el gobierno de un grupo social y 
que permite su imposición gracias al convencimiento. 
 
El poder público es aquella naturaleza de mando e imperio ilimitado del que goza 
el Estado para demostrar su autoridad y ejercer su voluntad en la población 
mediante el uso de las leyes, teniendo como castigo el uso coercitivo de las 
mismas para aquellos que no cumplan las normas sociales establecidas por la 
 
19 Diccionario de la Lengua Española, 21ª. ed., Madrid, Real Academia Española, 1992, p. 1155. 
20 ANDRADE SÁNCHEZ, Eduardo, Introducción a la Ciencia Política, 2ª. ed., México, HARLA, 
1990, p. 63. 
24 
 
sociedad y por el Estado mismo. Héctor González Uribe infiere que el poder 
público es una exteriorización del problema de la autoridad en la vida social donde 
la autoridad exige a sus inferiores jerárquicos obediencia y compromiso.21 
 
En el esquema democrático es el pueblo quien tiene el poder sobre los demás, no 
obstante, sería algo repetitivo decir que el pueblo tiene el poder sobre el pueblo y 
por lo tanto hay un movimiento ascendente de transmisión del poder que tiene el 
pueblo hacia el gobierno y de esa misma manera hay un movimiento descendente 
del poder del gobierno sobre el pueblo. Por ello se considera que el pueblo es el 
gobernante y es también a su vez el gobernado, pero a través de uno o varios 
representantes en común para que éstos ejerciten dichas acciones de gobierno y 
por ende, ejerciten el poder del pueblo. 
 
El poder es una noción de fuerza, pero también se puede relacionar con la acción 
social colectiva. El poder es aquella facultad que tiene una persona, o en este 
caso, el pueblo en su colectividad, de decidir el rumbo de acciones que se 
tomarán para dirigir a su nación, es decir, la facultad de mandar y ser obedecido. 
Elias Canetti hace una distinción acertada entre lo que implican la fuerza y el 
poder: 
 Con fuerza se asocia la idea de algo que está próximo y presente. Es más 
coercitiva e inmediata que el poder. Se habla, con mayor énfasis, de fuerza física. 
A niveles inferiores y más animales, es mejor hablar de fuerza que de poder. Una 
presa es agarrada por la fuerza y llevada a la boca con fuerza. Cuando la fuerza 
dura más tiempo se convierte en poder. Pero en el instante crítico, que llega de 
pronto, en el instante de la decisión y de lo irrevocable es otra vez fuerza pura. El 
poder es más general y más vasto que la fuerza, contiene mucho más, y no es tan 
dinámico. Es más complicado e implica incluso una cierta medida de paciencia.22 
 
 
21 GONZÁLEZ URIBE, Héctor, Teoría Política, 13ª. ed., México, Editorial Porrúa, 2001, p.305. 
22 CANETTI, Elias, Masa y Poder, 1ª. ed. 6ª. reimp., Madrid, Alianza Editorial/Muchnik Editores, 
2010, p. 331. 
25 
 
Habiendo señalado lo anterior, lo que el poder realmente significa es aquella 
capacidad que tiene el Estado para obligar a alguien más, ya sea un individuo o 
una entidad, a realizar un acto determinado a través de normas que se apeguen a 
la base democrática de que el pueblo tiene el poder sobre su propio destino. En el 
caso mexicano, la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 
en su artículo 39, marca lo siguiente: 
 Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el 
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de 
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la 
forma de su gobierno.23 
 
El poder del Estado viene acompañado de varias subespecies o formas 
fundamentales que sustentan su facultad de hacer valer determinada conducta 
sobre la colectividad, que son el mando y la autoridad, siendo que a pesar de ser 
palabras semejantes ambas cuentan con ciertas disimilitudes. El mando es una 
forma de poder sustentada esencialmente en la normatividad y que recurre a la 
amenaza de la imposición de distintas sanciones por quienes se encuentran 
legitimados para hacerlo a efecto de producir diversos efectos en la conducta de la 
colectividad, estando dichas sanciones normativamente reguladas por el Derecho 
como elemento fundamental del poder. Similarmente, la autoridad es la capacidad 
potencial por virtud de la cual un grupo de hombres asume una conducta 
determinada a causa de la conducta de una persona u órgano con mayor poder 
que les sirve de modelo ejemplar. 
 
En línea con lo anterior, el 19 de noviembre de 1863 en Gettysburg, Pennsylvania, 
Estados Unidos de América, durante la Guerra de Secesión, el expresidente 
estadounidense Abraham Lincoln expresó la importancia del pueblo y su poder 
para el establecimiento de un gobierno libre, incluyente y democrático, en el cual 
pronunció lo siguiente: 
 
23 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 39. 
26 
 
“It is rather for us to be here dedicated to the great task remaining 
before us (…) that this nation, under God, shall have a new birth of 
freedom—and that government of the people, by the people, for the 
people, shall not perish from the earth.”24 
 
Dicho fragmento del discurso de Lincoln, se traduce de la siguiente manera: 
“Es para nosotros que estemos aquí dedicados a la gran tarea 
inconclusa ante nosotros (…) que esta nación, Dios mediante, tendrá 
un nuevo nacimiento de libertad-y que el gobierno de la gente, por la 
gente, para la gente, no perecerá de la tierra.”25 
 
Es gracias al poder otorgado al pueblo que se puede considerar que es éste quien 
controla el actuar de una nación, sin embargo la relación entre pueblo y Estado o 
gobierno no siempre ha sido fácilmente asociada, razón por la cual la democracia 
permite ese acercamiento entre el pueblo y su gobierno. Víctor Manuel Durand 
indica sobre la relación entre la sociedad y la democracia que: 
La sociedad siempre ha tenido una relación compleja y complicada con la 
democracia. La complicación radica en el hecho de que la sociedad está 
conformada por las más diferentes desigualdades y distinciones, muchas de ellas 
conflictivas entre sí; en cambio la democracia presupone la igualdad de los que 
conforman la comunidad política en cuanto ciudadanos y de los ciudadanos ante 
el Estado y la ley; es decir, presupone el Estado de derecho.26 
 
Lo anterior tan solo refuerza la idea de que una sociedad democrática requiere de 
un gobierno establecido por el poder de la ciudadanía, en el cual se imprima en 
todo momento la visión de un gobierno para el pueblo como institución política. 
 
24 LINCOLN, Abraham. Discurso de Gettysburg. Cementerio Nacional de Soldados, Gettysburg, 
Pennsylvania. 18 de noviembre de 1863. 
25 Traducción propia. 
26 DURAND PONTE, Víctor Manuel, “Sociedad y democracia: una relación conflictiva”, en CASAS 
GUERRERO, Alba y CARTON DE GRAMMONT, Hubert (comp.), Democracia, conocimiento y 
cultura, México, Bonilla Artigas Editores-UNAM, Instituto de Investigaciones Sociales, 2012, p. 43. 
27 
 
Ese interés a que el gobierno debe servir al pueblose satisface garantizando el 
ejercicio de la libertad basada en el respeto y la igualdad. 
 
Las democracias, al ser sistemas de participación política abierta, están expuestas 
a vicisitudes imponentes. Por las propias características de la democracia, ésta 
permite conductas que resultan desfavorables a la democracia misma. Ninguna 
Constitución, ni siquiera la mexicana, establece un punto de equilibrio respecto de 
la libertad y la tolerancia hacia la población, pues esto corresponde 
indudablemente al arte de la política como ejercicio práctico del derecho. 
 
1.2.1. El individuo en la democracia. 
 
Una democracia es un régimen de libertad, pero ¿qué quiere decir libertad?, y una 
vez definida ésta, ¿quién es libre? En la Grecia Clásica y en Roma los ciudadanos 
eran libres, ya que éstos tenían derechos políticos como lo son el votar, el poder 
ser electo como candidato para ocupar puestos de elección popular, y por 
supuesto, el poder ser votado para dichos puestos de elección popular; para estas 
antiguas sociedades aquello era considerado libertad, sin embargo esto no 
significaba que la ciudadanía y la población en general no estaban sometidas al 
poder del Estado. 
 
El Estado está integrado por gobernantes y gobernados, lo cual marca una notable 
diferencia en la relación entre uno y otro, pues los gobernantes son aquellos que 
detentan el poder y autoridad del Estado durante cierto tiempo a efecto de hacer 
valer su voluntad sobre los gobernados, quienes han tenido la oportunidad de 
elegir a los primeros para que realicen la voluntad de los gobernados. Si bien la 
relación entre ambos ha ido cambiando a lo largo de la historia, los constantes 
cambios de la sociedad han obligado al Estado y a los gobernantes a adaptarse a 
la situación que en cierto momento se encuentre atravesando la sociedad. El 
poder individualizado es una fase de transición, un poder de hecho que no ha 
28 
 
logrado institucionalizarse para desprender de sí aquellos elementos religiosos, 
económicos o inclusive morales que suelen acompañar al poder mismo. 
 
La imagen de la democracia, si es observada en lo general, es aquella de la 
reunión de un pueblo en masa, una reunión multitudinaria en la que la 
muchedumbre hace valer sus decisiones de la mejor manera posible; sin embargo, 
si la democracia es analizada detenidamente se puede observar que aquella 
multitud se compone de individuos ejerciendo su derecho político singularmente, 
uno por uno. El pueblo es aquel agregado humano que goza de un orden 
inmanente impuesto desde su propio interior y que tiene capacidad de decidir 
sobre su propia organización. Por consiguiente, así como en otras formas de 
gobierno, la democracia se encuentra formada también por sujetos determinados. 
En otras palabras, no es el pueblo quien toma las decisiones, sino que son los 
individuos que componen esa masa. 
 
El Estado, siendo una ficción jurídica y siendo sujeto y titular de la soberanía, debe 
ejercer sus facultades a través de determinadas personas físicas que representen 
los intereses del Estado mismo. En otras palabras, la soberanía del Estado sobre 
la población debe ser ejercida por un titular que actuará como gobernante. 
 
No obstante lo anterior, en la época contemporánea es el individuo quien 
realmente se impone ante el Estado y no viceversa, como lo era para algunas de 
las más antiguas sociedades. Aristóteles mismo señalaba que el hombre era 
hombre mientras viviera en la polis y mientras la polis viviera en el hombre, es 
decir, declaraba que era el hombre quien estaba al servicio del Estado y no al 
contrario como se concibe hoy en día. 
 
Es posible afirmar que cuando una sociedad democrática no cuenta con un Estado 
que reprima las actuaciones fuera de la ley de sus ciudadanos, la libertad de éstos 
claramente se incrementa, sin embargo es necesario mantener cierta cautela y 
que esa falta de imperio del Estado no se convierta en libertinaje. La función del 
29 
 
Estado como gobierno para poder poner fin a los excesos de libertad desmedida 
de los ciudadanos es necesaria y el Estado debe mantener un orden en cuanto a 
la libertad otorgada a los ciudadanos, sin que éstos se encuentren oprimidos por el 
gobierno mismo en el entendido que la capacidad de imperio del Estado es su 
capacidad de imperio, es decir, su capacidad de mando y de dirección de las 
actividades y de la manera en que los individuos deberían desarrollarse. 
 
Como se ha mencionado a lo largo del presente documento, la democracia debe 
contar con varios elementos esenciales para su existencia, independientemente 
de la existencia de un sistema electoral eficiente y adecuado para la elección de 
representantes, debiendo tener instituciones jurídicas que propicien la libertad, la 
justicia, el respeto pleno a los derechos sociales y humanos de cada individuo, y 
más importante, que propicien la igualdad entre los gobernados y los gobernantes; 
siendo la principal finalidad de la igualdad entre gobernados y gobernantes el 
imposibilitar que el poder público de los gobernantes sea excesivamente superior 
al de los gobernados. 
 
En línea con lo anterior, el Diagnóstico de Derechos Humanos del Distrito Federal 
elaborado por el Comité Coordinador para la elaboración del Diagnóstico y 
Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal indica que: 
 La Democracia debe resguardar los derechos no únicamente en la esfera 
de lo político, sino también en los ámbitos de lo civil y de lo social, donde están en 
juego derechos como el de la igualdad ante la ley, la no discriminación, la vida 
libre de violencia, y el derecho a la paz. Asimismo, una democracia auténtica y 
estable necesita construir mecanismos formales e informales para impulsar la 
libertad de asociación y ampliar la libertad de expresión responsablemente.27 
 
La democracia moderna es una democracia de ciudadanos, tanto de manera 
individual como en conjunto, porque son los ciudadanos los verdaderos 
 
27 Comité Coordinador para la elaboración del Diagnóstico y Programa de Derechos Humanos del 
Distrito Federal, Diagnóstico de derechos humanos del Distrito Federal, México, Solar Servicios 
Editoriales, 2008, p. 315. 
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depositarios de los principales derechos políticos, que son el de seleccionar a las 
personas que los representarán y gobernarán, así como el postularse para ser 
aquellos representantes. La democracia moderna surge de una concepción 
individualista de la sociedad y los derechos que a ella atañen. 
 
El hecho de que la democracia moderna se base principalmente en la 
individualidad de su población, no implica que los individuos no se puedan 
organizar en asociaciones, partidos y agrupaciones para hacerse presentes en la 
vida pública de sus naciones. En línea con ello, las palabras pueblo y nación se 
vuelven sinónimos al referirse ambas a un Estado formado por individuos con 
derechos políticos que persiguen el bienestar común a través de la agrupación de 
sus intereses ideológicos. 
 
La democracia es entonces la manera que tiene la ciudadanía para hacer valer su 
interés, entendiéndose por interés aquel conjunto de pretensiones relacionadas 
con las necesidades colectivas de los individuos en una sociedad; es por lo 
anterior que el individuo en sociedad debe ser considerado como el centro de toda 
democracia, haciendo valer su opinión para que el interés colectivo de su familia y 
su comunidad sea respetado y apoyado por el Estado. 
 
1.3. Formas de democracia. 
 
Como bien se ha señalado con anterioridad, la democracia se desenvuelve y se 
ejercita de distintas maneras alrededor del mundo, dependiendo principalmente 
del contexto histórico e ideológico de cada nación o sociedad en particular. El 
concepto de democracia no tiene condiciones de aplicación específicas, sino sólo 
ciertas condiciones formales que son comunes a las distintasconcepciones de la 
democracia, ya que ésta puede ser construida de diferentes maneras. La principal 
y más eficiente manera de clasificar a la democracia es según la forma en la que 
la sociedad toma una decisión, siendo las siguientes formas las más importantes: 
 Democracia directa o pura; 
31 
 
 Democracia indirecta o representativa; y 
 Democracia participativa, semidirecta o mixta. 
 
La principal diferencia entre las clasificaciones previamente mencionadas radica 
en la manera en que se toma la opinión de la sociedad y la manera en que ésta se 
hace valer, pues es importante recalcar que no solo es de óptima importancia la 
expresión de la opinión de la ciudadanía, sino también su implementación por los 
gobernantes o los órganos e instituciones de gobierno enfocadas a ello. 
 
1.3.1. Democracia directa. 
 
La democracia directa, también denominada democracia pura, supone aquel 
sistema de gobierno a través del cual el pueblo o la sociedad se gobierna 
directamente; es decir, sin intermediario o representante alguno. Es por lo tanto, la 
negación o rechazo a la representación per se, pues toda decisión es consultada a 
través de la celebración de asambleas populares sin la necesidad de recurrir a 
mandatarios o representantes. La democracia directa tuvo sus orígenes en Grecia 
y fue extendiéndose por el resto del mundo y adaptándose a las circunstancias 
particulares de cada país. 
 
Como es claro, el sistema de democracia directa no resulta del todo efectivo en 
sociedades modernas ya que para la implementación de este sistema se requiere 
de poblaciones reducidas, lo cual no ocurre en los tiempos modernos frente a las 
concentraciones masivas de población. Si bien la aplicación de este sistema 
podría darse únicamente respecto de ciertas políticas o decisiones básicas que 
sólo involucren a un pequeño sector de la población, el mecanismo de gobierno 
sería lento e incluso deficiente. 
 
No obstante lo anterior, la democracia directa sí fue utilizada en cierta medida en 
las antiguas ciudades-estado, aunque aún en dichas poblaciones la democracia 
directa fue sustituida por un sistema de gobierno indirecto o representativo. El 
32 
 
éxito que en algún momento llegó a tener la democracia directa se debió 
principalmente al uso de excelentes oradores que convencían a las poblaciones 
de adoptar determinadas decisiones que resultaban convenientes para ciertos 
grupos de poder. 
 
A pesar de resultar como el sistema de democracia más sencillo y ágil, el modelo 
de la democracia directa fue cayendo en desuso desde que las sociedades 
comenzaron a crecer desmedidamente, pues resultaba imposible tomar en cuenta 
la opinión de toda una población al momento de tomar decisiones y por ende, la 
representación se volvió crucial para poder evolucionar el sistema político. A pesar 
de las dificultades para implementar un sistema democrático directo en la mayoría 
de las sociedades modernas, la democracia directa aún es utilizada en lugares 
con densidad demográfica reducida pues resulta mucho más eficiente para una 
sociedad con escasa población el tomar decisiones a través de dicho sistema. 
 
1.3.2. Democracia representativa. 
 
El Estado se encuentra integrado por gobernantes y gobernados, con lo cual 
existe una única pero primordial diferencia, los primeros son elegidos por los 
gobernados para detentar el poder mediante el uso de las facultades de una 
autoridad, con la característica de que el Estado mismo puede tener una sucesión 
de gobiernos distintos sin que la esencia del Estado sea modificada. 
 
La subsistencia de la democracia sólo ha sido posible mediante el mecanismo de 
la representación, a través de la transición de la democracia directa a la 
democracia indirecta. El régimen representativo, en su momento, no estuvo exento 
de debates respecto al carácter democrático del mismo, sin embargo dicha etapa 
fue eventualmente superada. 
 
El sistema de democracia indirecta o representativa es ejercido a través de la 
representación. La ciudadanía le otorga su confianza a un representante para que 
33 
 
éste tome las decisiones dentro del ámbito de su competencia y bajo su 
discreción, en el entendido que debe representar adecuadamente las peticiones 
de sus representados. A través de la democracia indirecta, la ciudadanía faculta al 
representante para llevar a cabo la voluntad general y éste, a su vez, tiene el 
deber de rendir cuentas a la ciudadanía que lo eligió sobre las decisiones tomadas 
durante su mandato. 
 
Por democracia representativa se ha logrado entender un régimen político creado 
por un conjunto de instituciones y procedimientos que han hecho posible que los 
ciudadanos elijan a sus representantes, estando facultados para decidir en temas 
concernientes a su gobierno. La representación política se basa en aquel poder 
que se le otorga al representante para realizar actos de gobierno en beneficio de 
toda la sociedad, de esa manera se resuelve el problema de la toma de decisiones 
mediante votaciones de grandes masas.28 
 
Es fundamental la existencia de un régimen democrático en el cual la ciudadanía 
participe activamente en los procesos electorales, pues la democracia es, como ha 
sido vertido en este documento, el régimen a través del cual la ciudadanía hace 
notar su opinión y hace valer su decisión. 
 
Existen profundas diferencias entre la democracia antigua y la moderna, la primera 
con la intervención directa del pueblo y la última mediante un sistema 
representativo. El Estado democrático moderno se basa en principios políticos de 
un Estado liberal. Hoy en día la democracia social es un concepto elevado y noble; 
es un régimen que no excluye a nadie y por consiguiente entrega a la sociedad la 
responsabilidad de conducir su propio destino, reconociendo los valores de otros 
grupos minoritarios como bien refiere Remedio Sánchez: 
 
28 NÚÑEZ JIMÉNEZ, Arturo, “Democracia y representación”, en Tendencias contemporáneas del 
derecho electoral en el mundo: Memoria del II Congreso Internacional de Derecho Electoral, 
LÓPEZ RUIZ, Miguel y MÁRQUEZ ROMERO, Raúl (comp.), México, UNAM, Instituto de 
Investigaciones Jurídicas, 1993, pp. 123-124. 
34 
 
El Estado Liberal es un Estado Constitucional en un doble sentido: porque 
se somete a normas y se estructura en torno a la división de poderes. Pero 
también, porque formalmente surge contemporáneamente al constitucionalismo 
escrito de suerte que inicialmente constituyen una misma realidad. El Estado 
Liberal surge (tanto en América como en Europa) con una idea de estructuración 
de los órganos y las funciones estatales formalizada en un texto escrito que 
contiene el compromiso social.29 
 
Actualmente, nadie discute que los sistemas democráticos requieren mecanismos 
de representación. Los sistemas electorales y la influencia de los medios en los 
procesos electorales, entre otros, son factores que influyen en el funcionamiento 
de los sistemas representativos. Los sistemas representativos se desarrollan 
buscando un equilibrio entre los diferentes poderes públicos, creados para 
elaborar normas jurídicas que la comunidad requiere para su organización y 
evolución, para administrar los asuntos públicos y para juzgar los actos del pueblo. 
 
Un gobierno representativo es aquel en el que, bajo diversas formas y métodos, 
concurre una nación por medio de sus representantes a la formación de las leyes 
y a su posterior aplicación y ejecución. En otras palabras, un gobierno 
representativo es aquel en que el titular del poder político no lo ejerce por sí 
mismo, sino por medio de representantes, quienes a su vez, elaboran los 
ordenamientos jurídicos, los hacen cumplir y solucionan los problemas públicos. 
En consecuencia, cuando el pueblo siendo titular del poder político, designa 
representes para la integración de los órganos que ejercen los

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