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Las-condiciones-economico-polticas-que-propiciaron-el-surgimiento-del-realismo-durante-el-Segundo-Imperio-de-Francia-1852-1870--estudio-de-caso--Germinal-de-Emile-Zola

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1 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE ECONOMÍA 
 
 
LAS CONDICIONES ECONÓMICO-POLÍTICAS QUE PROPICIARON EL 
SURGIMIENTO DEL REALISMO DURANTE EL SEGUNDO IMPERIO DE 
FRANCIA (1852 – 1870). ESTUDIO DE CASO: 
GERMINAL DE ÉMILE ZOLA 
 
 
 
TESIS 
PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIATURA 0045N ECONOMÍA 
PRESENTA: 
MURILLO LOEZA MICHE CECILIA 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
MTRA. LOURDES CAROLINA HERNÁNDEZ CALVARIO 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX. MAYO 2018 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 2 
CONTENIDO 
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………..3 
CAPÍTULO I…………………………………………………………………………10 
1.1 La historia del hombre…………………………………………………11 
1.2 Arte…………………………………………………………………………..19 
1.3 Realismo……………………………………………………………………29 
1.4 Vanguardismo……………………………………………………………34 
CAPÍTULO II………………………………………………………………………..39 
2.1 Prontuario de la historia de la Revolución Francesa……….41 
2.2 Los Termidorianos……………………………………………………..59 
2.3 Napoleón Bonaparte………………………………………………….67 
2.4 caída del Imperio Napoleónico…………………………………...73 
2.5 La Restauración de los Borbones……………………….……….80 
2.6 La monarquía de julio……………………………………….………84 
2.7 La Revolución de 1848……………………………………….…….87 
2.8 Napoleón III……………………………………………………..…….92 
CAPÍTULO III…………………………………………………………………97 
3.1 Émile Zola. Esbozo Biográfico………………………………...99 
3.2 Influencia Económica en Germinal……………………..…105 
3.3 Huelga Real de los mineros ingleses en 1893………..148 
3.4 La huelga de Cananea, México, 1906………………….…156 
3.5 Pasta de Conchos 2006………………………………………..159 
CONCLUSIONES………………………………………………………………163 
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………..169 
RECURSOS ELECTRÓNICOS……………………………………………….170 
 3 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
Nuestra investigación, las “condiciones económico-políticas que propiciaron el 
surgimiento del realismo durante el Segundo Imperio de Francia (1852 - 1870). 
Estudio de caso: Germinal de Émile Zola”, parte de la pregunta sobre qué es el 
arte, especialmente la literatura, al responderla se evidenció que toda producción 
artística se encuentra influenciada de ciertos aspectos económicos que permiten su 
existencia. Para nosotros, entonces, el contexto, en este caso el económico, influye 
directamente en la vida del artista y en la obra misma, además que otorga la 
posibilidad de leer las grandes obras no sólo como un relato ameno y ajeno, sino 
como lecturas adicionales a las económicas que, por sus propias características, 
permiten tener una visión más amplia sobre los fenómenos. 
Entender un tema como el Segundo Imperio es posible a través de los 
personajes de Zola, los cuales reflejan las consecuencias de la crisis social y 
económica durante la caída del imperio de Napoleón III, crisis que se manifiesta 
en los hogares de los mineros que sufren las relaciones económicas y sus múltiples 
efectos en la sociedad. Y aunque el factor económico, desde luego, no es el único 
que influye en la creación de los artistas y de las grandes obras (pues existen 
 4 
muchos más como el político, social, cultural, psicológico, etcétera), para los fines 
de nuestra investigación éste, el económico, se presenta como el de mayor 
relevancia. 
 Ahora bien, para entender aquello que se trabajó durante ésta 
investigación, es necesario partir desde un punto ideológico en el que se considera 
que todo está influenciado por su contexto histórico. Es decir, para nosotros, el 
hecho de que Zola haya tenido carencias económicas, experiencias vitales dentro 
de las minas y huelgas, así como su lectura de autores como Karl Marx y Bakunin, 
además del hecho de encontrarse en Francia durante enfrentamientos políticos y 
económicos (muy comunes debido a la crisis industrial que se vivía y el despilfarro 
del Gobierno), permitió que él fuera capaz de construir juicios a partir de valores 
específicos que le permitieron crear sus grandes obras literarias. Claro es que esto 
no significa, en ningún momento de nuestro estudio, que nosotros busquemos 
negar la indudable genialidad y elocuencia del escritor, por el contrario, lo único 
que deseamos es comprender al artista y sus obras desde un punto más real y 
completo. 
Es fundamental entender mejor los problemas económicos de la historia, 
estudiarlos como problemas sociales y no como meros números e índices, una 
lectura economicista limita al lector y le impide poder entender la realidad y, en 
consecuencia, le impide también eludir los errores del pasado. Desde los límites del 
economicismo, no se considera a la historia como parte de las personas, sino que 
se trata sólo de relatos lejanos e indiferentes. En este mismo sentido, y de forma 
complementaria, esta investigación surgió de la necesidad de descartar aquellas 
corrientes que plantean al artista desde la perspectiva absoluta del genio nato 
pues si consideramos que además del genio los artistas se ven influidos por su 
época, cada obra resultará más maravillosa y se comprenderá de mejor manera. 
 5 
El interés profesional de esta tesis, para decirlo de otro modo, se encuentra 
en intentar hacer economía de una forma distinta, pues la experiencia nos indica 
que no funciona lo que hemos venimos desarrollando: las complicaciones que 
surgieron desde hace 200 años, las seguimos padeciendo hoy en día. Esto se 
debe, según nosotros, al hecho de que algunas teorías se separan tanto de la 
realidad y aíslan la economía de las demás ciencias y de las personas, que 
terminan por ser inaplicables a lo real y, en el peor de los casos, crean las peores 
crisis económicas, sociales y políticas. Necesitamos, entonces, hacer ciencia para 
las personas y el bienestar de todos, lo cual sólo se puede lograr entendiendo cada 
momento en su totalidad, y las obras literarias, precisamente, pueden 
aproximarnos a este objetivo. 
Ahora bien, para el presente estudio se eligió Germinal de Émile Zola, 
porque en esta obra se plasma de manera evidente la influencia de la economía, 
ya que después de la industrialización francesa, el abandono de la madera como 
fuente energética principal, las condiciones laborales lamentables y la crisis 
económica en toda Europa, se crearon la condiciones de levantamientos obreros y, 
a la postre, la creación misma de la Primera Internacional. Todos estos son puntos 
que se tocan de forma profunda en Germinal, y sus personajes introducen al lector 
en el año de 1869, dejando ver con ello su forma de vida y los principales 
problemas sociales y económicos que padecen, logrando con ello, de forma más 
cruda, entender las consecuencias prácticas del capitalismo en la vida de las 
personas. 
 En este sentido, los objetivos principales de nuestro trabajo consisten en: a) 
demostrar la interacción recíproca y permanente de las esferas económica y del 
arte en la creación artística del hombre, esto con el fin de abandonar la idea de la 
genialidad como factor determinante del arte; b) esclarecer el surgimiento del 
 6 
realismo como creación humana bajo ciertas condiciones económicas y artísticas, 
pues creemos que el realismo, a su vez, es producto de su contexto histórico-
económico; por último, c) queremos develar la influencia de los aspectos 
económicos en la obra Germinal de Zolá, esto por medio de la investigaciónde las 
principales variables económicas de Francia durante el Segundo Imperio y su 
relación con la obra. 
 Dentro del capítulo I de nuestra tesis es posible entender mejor el marco 
teórico y la metodología de nuestro trabajo, ya que se expone en un primer 
momento cómo debemos considerar la historia y cómo entenderla, y después se 
intenta que el lector comprenda la importancia de la historia como parte de la vida 
de cada persona y de la humanidad. Además, se expone con mayor claridad la 
influencia de las distintas esferas de la vida (económica, política, cultural, social, 
etcétera), las cuales se co-determinan constantemente para la creación de la 
realidad, se ve como la relación permanente de diversos factores. Por otro lado, el 
siguiente subtema de nuestro primer capítulo, busca explicar qué es el arte, el 
cual, según nuestra interpretación, se define como: 
Aquel trabajo libre que tiene la capacidad de organizar estéticamente una 
 multiforme presencia de factores extra estéticos, en donde podemos observar no 
 sólo las relaciones humanas generales sino a su vez representaciones singulares de 
 su realidad, sus aspectos esenciales y aparenciales. 
Ahora bien, con las explicaciones que se dan en los subtemas uno y dos del 
capítulo primero, es posible entender mejor el siguiente apartado (el subtema 
tres), en el cual se explica qué es el Realismo y cómo es que hay que entender 
este movimiento artístico. Esto lo logramos gracias a una serie de ejemplos con los 
que buscamos esclarecer el hecho de que el realismo es el resultado directo de los 
factores económicos, sociales y políticos, principalmente, y que este movimiento, 
 7 
dadas sus características, sólo pudo surgir en Francia en la primera mitad del siglo 
XIX. Por último, en el subtema cuatro, se otorgan ejemplos de lo que no es el 
Realismo (El Vanguardismo, Naturalismo y otras mal interpretaciones modernas 
del Realismo que desde su centro se contradicen), esto con el objetivo de que el 
error esclarezca el acierto. 
 En el Capítulo II se presenta el contexto histórico político de Francia, desde 
la Revolución Francesa hasta el Segundo Imperio. En esta parte del trabajo 
comenzamos a explicar los problemas por los que se enfrentaba Francia desde la 
Revolución de 1789, momento que desató, con mayor fuerza, los acontecimientos 
venideros, pues es aquí cuando el pueblo comienza a participar de manera más 
activa en la política, en las calles y en el enfrentamiento físico, con tal de obtener 
libertad, igualdad y fraternidad. Lo que provocó el surgimiento de un movimiento 
artístico que plasma toda aquella desilusión, tragedia de la época y esperanza por 
algo mejor. Todas las complicaciones y los distintos enfrentamientos físicos, el 
arrebato del triunfo de las masas por la burguesía, la implementación de políticas 
que permitieron hacer de Francia todo un Imperio, la toma del poder de un 
estratega militar que conquistó casi toda Europa, entre muchas cosas, facilitaron la 
industrialización francesa, la creación de una masa proletaria significativa y la 
explotación de la misma. Con lo anterior en mente, no resulta para nada extraño 
que Germinal, una obra realista, trate el tema de la huelga minera, la sofocación 
del movimiento y el atropellamiento de los derechos de los mineros y sus familias, 
terminando con el derramamiento de sangre y la germinación del odio de clase y el 
deseo de venganza en toda la población. 
Por último, el capítulo III comienza con una pequeña biografía de Émile 
Zola, de su infancia, sus carencias, su preparación escolar, de la influencia de su 
íntimo amigo Giard, de sus experiencias dentro de las minas y siendo parte de 
 8 
huelgas. Se intentan explicar sus experiencias vitales para entender cómo y por 
qué simpatiza con la clase obrera y su continuo interés por contar sus historias. En 
el segundo subtema, se hace una relación de Germinal y de la economía en 
Francia en el Segundo Imperio, para lo cual se intentó relacionar los relatos de la 
obra con algunas variables económicas con el fin de sustentar nuestra hipótesis: 
las condiciones económicas mantienen gran influencia en el surgimiento 
del realismo en la literatura francesa, reflejándose de manera puntual en 
la obra de Emilio Zolá, Germinal. Nuestro objetivo fue, entonces, ofrecer una 
interpretación “más real”, pues las experiencias relatadas en la obra coinciden 
plenamente con la realidad de Francia y de Europa, así que lo que aparentemente 
era un relato ficticio aparece fundamentado en la realidad misma, así que, si bien, 
es cierto que dichos personajes propiamente no existieron, queda claro que la 
novela relata situaciones similares a las que efectivamente vivieron muchos 
franceses en esa época, es una denuncia de las condiciones inhumanas que se 
sufren bajo un sistema económico voraz. 
En el siguiente subtema de nuestro último capítulo, se ofrece el ejemplo de 
una huelga de mineros ingleses que, no por coincidencia, es muy similar a la relata 
en Germinal: ambas huelgas estallan por la baja del salario y las malas condiciones 
laborales; pero mientras que en Germinal la huelga duró dos meses y medio, la de 
los ingleses se prolongó hasta cuatro meses. En este sentido, fue gracias a La 
Huelga de los mineros ingleses de 1893, texto de Rosa Luxemburgo1, que fue 
posible aproximarnos a la realidad de las huelgas de la época y entender, así, de 
forma más amplia, por qué las huelgas francesas fracasaron, lo que nos permitió 
entender por qué la de Germinal también fracasó. Además, también ofreceremos 
el ejemplo de una huelga mexicana, la huelga de Cananea, la cual, si bien 
 
1 Rosa Luxemburgo. La Huelga de los mineros ingleses. Sprawa Robotnicza, París, nov-dic. 1893. 
 9 
responde a otro momento histórico y a otro espacio, la problemática y el trato a 
los mineros es el mismo. Se expone este ejemplo, por lo demás, con la finalidad de 
hacer entender que la explotación de los mineros y el trato hacia éstos, es el 
mismo a través del tiempo y el espacio, lo que evidencia uno de los principales 
problemas del sistema capitalista. Por último, ofrecemos el ejemplo de la mina 8 
de Pasta de Conchos, con el objetivo de entender las complicaciones y malas 
condiciones de las minas en la época contemporánea. No sabemos, claro está, si 
una huelga hubiera evitado la tragedia y si, en consecuencia, esos 63 hombres no 
estarían ahora sepultados en las entrañas de la mina, pero es claro que no puede 
continuar de este modo el trato hacia la clase trabajadora. 
A casi dos siglos de los levantamientos obreros en busca de una mejor vida, 
y después de tanta muerte por las lamentables condiciones laborales, nuestras 
sociedades siguen permitiendo estos atropellos. El valor de la vida no ha cambiado 
en ese sentido, incluso los logros obtenidos por el levantamiento de algunos 
hombres se han perdido paulatinamente. Parece, pues, que no ha habido un 
progreso real en ese sentido. Y nuestro trabajo, de alguna forma, pretende ser 
también una denuncia ante este hecho. 
 
 
 
 
 
 
 
 10 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO I 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 11 
 
 
 
 
 
1.1 LA HISTORIA DEL HOMBRE 
 
 
Para poder comprender la siguiente investigación es necesario partir de una 
concepción muy específica de la historia que posibilite un conocimiento amplio y 
sencillo. Dicha concepción, para nuestro entendimiento, es que la historia es 
aquella ciencia que permite develar la vida humana en el tiempo, entendiendo al 
hombre como ser social influenciado por muchos y diversos factores. Es decir, la 
historia permite entender la vida del hombre, con todo lo compleja que ésta es, y 
los factores que intervienen en ella, tales como: la economía, política, cultura, 
entre otros, todos los cuales determinan de alguna manera ciertas conductas, 
acontecimientoso posibilidades presentes en un momento específico. La 
importancia de esta forma de ver la historia, para nosotros, radica en entender el 
pasado como mecanismo para entender el presente, pero no sólo como 
acontecimientos que nos han traído hasta donde nos encontramos, sino también 
como los acontecimientos que debemos dejar atrás para emprender una nueva 
vida, una nueva etapa o momento de la historia, sin olvidar lo que un día fuimos y 
viendo hacia lo que queremos ser. 
 12 
Un ejemplo para esclarecer lo anterior nos lo otorga Herbert Marcuse 2 
cuando nos explica cómo la Ciudad-Estado griega aparece como lo universal y da 
su significación a los acontecimientos o a los individuos, que son lo particular, pues 
las cualidades de una persona son identificadas, en parte, por su universalidad, es 
decir, una persona puede empezar a ser comprendida en tanto se le comprende 
como un ciudadano griego (o romano, mexicano, estadounidense, etc.)3. Esto no 
quiere decir que la vida de un individuo está condicionada sólo por el mero hecho 
de ser ciudadano griego, pero el ser griego, por lo menos, marca de algún modo 
su tipo de vida, su entendimiento y su forma de reproducción social. Para decirlo 
en otros términos, la vida completa del individuo está definida, por lo menos en 
parte, por la sociedad a la que pertenece, sociedad que, a su vez, se halla definida 
por un contexto político, económico, cultural e ideológico que corresponde a un 
tiempo y a un lugar específico. Un individuo, pues, al pertenecer a una sociedad en 
un momento específico está condicionado por el contexto (tanto espacial como 
temporal) en el que le ha tocado existir. 
Ahora bien, lo universal de un momento histórico no puede establecer una 
relación totalmente directa con el sujeto, es decir, lo universal no determina de 
manera absoluta al sujeto, principalmente porque éste entiende y absorbe siempre 
de manera diferente el elemento universal. Continuando con el caso de la ciudad-
estado griega dado por Marcuse, podemos decir que la relación del elemento 
universal (ser ciudadano griego, es decir, haber nacido en un lugar denominado 
 
2 Herbert Marcuse. Razón y revolución, España, Alianza, 2003, pp. 75. 
3 Con este ejemplo se intenta describir un tipo de sociedad con ciertas características: ciudadanos libres con 
derechos, esclavos sin derechos, la prioridad a las artes y a la enseñanza, independencia económica, 
independencia política, participación política de los ciudadanos, entre otras. Si entendemos lo que 
significaba ser un ciudadano griego podremos entender que surgieran los grandes filósofos como Pitágoras, 
Sócrates, Platón, Aristóteles, entre muchos más, pues sin querer quitarles el mérito propio o su genialidad 
(sin la cual no hubieran logrado sus grandes obras), es claro que sólo pudieron desenvolverse de ese modo 
gracias a su contexto histórico. 
 13 
Grecia, que posee ciertas características políticas, económicas, culturales, etc.) con 
el individuo es, más bien, una relación de pensamiento, pues la persona se asume 
como ciudadano griego (tal vez con cierta libertad) y no la ciudad lo dota de 
aquella característica. Las personas se hacen parte de una idea abstracta que 
hacen efectiva y concreta en su forma de reproducción (son griegos según su 
propia forma de entender y asumir lo que es ser ciudadano griego). La relación 
con los factores específicos universales (la economía, política, etc.) y la influencia 
de éstos en las cualidades generales de un momento o individuo no es inmediata. 
Lo que queremos indicar es que la relación de las cosas, del mundo, no es directa 
y absoluta con el hombre; aquellas no determinan totalmente a éste; sino más 
bien éste las absorbe y las manifiesta de manera diferente según cada ser 
humano. Esto es importante tenerlo claro, pues ayudará a comprender el porqué 
de este trabajo, en la medida en que nos ayuda a entender por qué no hay dos 
Gustave Flaubert, dos Aristóteles o dos Émile Zolá, muy a pesar de existir muchos 
sujetos que, al igual que éstos y en el mismo tiempo y lugar, fueron sometidos a 
las mismas condiciones, a los mismos estímulos y a las mismas circunstancias. 
Es así, a nuestro juicio, como debemos entender la historia y la realidad de 
una época. Valga un ejemplo: Sabemos que el Holocausto4 fue un momento de 
auténtica crisis humana en el que aproximadamente seis millones de judíos 
murieron bajo el régimen nazi (entre muchos otros acontecimientos), éste no debe 
considerarse como un momento histórico espontáneo y, en definitiva, no podemos 
atribuírselo sólo a una persona y a sus patologías. Las acciones y mandatos de 
Adolfo Hitler, aparente responsable directo de todas las muertes, son más bien el 
resultado del desarrollo de complicadas condiciones históricas. Así, por ejemplo, el 
 
4 Únicamente consideramos la persecución y genocidio de miles de judíos, planteando sólo una pequeña 
parte de todo el fenómeno con el fin de facilitar el entendimiento de nuestra concepción sobre la historia y 
la vida del hombre. 
 14 
asesinar masivamente judíos responde a un cierto tipo de ideología en la que se 
deshumaniza a las personas que practican el judaísmo5. Semejante concepción es 
milenaria y halla su sentido en condiciones históricas particulares que, a su vez, 
tampoco son fruto de la casualidad. Recurrentemente encontramos una 
identificación del judío con prácticas injustas o deshonestas vinculadas a la 
actividad del comercio, sin embargo; habría que considerar que en las zonas 
desérticas (aquellas en las que mayoritariamente se asentaron los judíos y los 
pueblos semitas, en general) la posibilidad de realizar actividades como la siembra 
o la ganadería es prácticamente inexistente, así que los pueblos semitas pronto 
aceptaron el comercio como su actividad fundamental, apareciendo así ante el 
resto de las personas como aquellos que viven del trabajo de otro. El “odio” que 
los nazis y el pueblo alemán sentían por ellos, no es más que una construcción 
histórico-cultural que se fue desarrollando a través del tiempo y el espacio. Se 
decía que ellos eran los culpables de la derrota durante la Primera Guerra Mundial 
o que eran los causantes del desempleo y otro tipo de cosas. Todo eso preparaba 
el terreno a la violencia y el exterminio. En este sentido, es claro que el genocidio 
ocurrido en “La Gran Catástrofe (Shoá)”, fue sin duda una decisión que se tomó 
por Hitler y sus colaboradores a partir de una construcción ideológica específica, 
pero debemos reconocer que fueron las condiciones de esa época (alimentadas 
durante siglos) las que permitieron que semejante ideología permeada de violencia 
fuera seguida por muchos, en el discurso y en la práctica. Una concepción 
 
5 En El mercader de Venecia, obra de William Shakespeare escrita entre 1596 y 1598, se observa la 
concepción de la época en torno a los judíos. Bassanio, al haber hecho que su amigo Antonio se endeudara 
con el judío Shylock y perdiera toda su fortuna por el hundimiento de sus navíos, lo compromete a pagar 
una libra de carne más próxima a su corazón. Porcia, disfrazada de abogado, trata de disuadir al usurero de 
reclamar su pago pero el judío se rehúsa. Cuando Shylock gana el juicio y es momento de recobrar su 
premio, no debe ser derramada ni una gota de sangre, pues el contrato sólo establece una libra de carne 
pero ninguna gota de sangre. En fin, esta historia recalca la precepción que la civilización europea tiene del 
pueblo judío, por lo menos 340 años antes del exterminio nazi contra los judíos. 
 15 
diferente a la nuestra, como la determinista, partiría de una idea lineal en la que 
únicamente se enmarcan los hechos cronológicamente, partiendo del ascenso de 
Hitler en 1933 hasta llegar al asesinatode judíos; en esta concepción unilateral los 
acontecimientos aparecen como ajenos y aislados, fuera de nuestra realidad, 
hechos meramente pasados. Las otras relaciones, en cambio, aparecen 
insignificantes, se les despoja al momento de su realidad y como consecuencia el 
estudio de la historia como mecanismo para entender nuestro presente es 
imposible, casi inexistente. “Leemos [la historia] con ojos distintos a nuestro propio 
tiempo; esto es, indirecta y desinteresadamente, totalmente conscientes de su 
carácter ficticio y de nuestra propia ilusión.”6 
Ahora bien, es importante destacar que en la realización de cualquier 
fenómeno existen convergencias de partes contrarias7, tendencias generales que 
dan lugar a variaciones, transiciones, cambios, inclinaciones u orientaciones. En 
este sentido, como son convergencias de opuestos, cualquier problema a tratar, 
cualquier fenómeno a analizar, no está del todo en una posición, sino que se ve 
influenciado en muchos sentidos por ambas tendencias, lo que le da un carácter 
más bien dinámico. Sin embargo, estas partes contrarias nunca se presentan como 
puras en su totalidad, sino que también se construyen a partir de condiciones 
contextuales, pues es imposible que de pronto exista un factor o un individuo sin 
relación con algo. Por el contrario: los factores de la realidad son siempre la 
consecuencia directa de relaciones anteriores y, al mismo tiempo, parte de otras 
relaciones, son parte de la unidad, jamás son aisladas o espontáneas. En el arte, 
por ejemplo, en ningún momento un artista podrá pertenecer a un sólo 
 
6 Arnold Hauser, Historia social de la literatura y el arte. Desde el Rococó hasta la época del cine, Madrid, 
Debate, 1998, pp. 247. 
7 Dichas divergencias se presentan como situaciones antagónicas, tales como el socialismo y el capitalismo, 
realismo y vanguardismo, burgués y proletario, campo y ciudad, etc. En ellas, si bien hay matices, 
claramente existe inclinación hacia una. 
 16 
movimiento: Picasso pasó del surrealismo a ser el genio del cubismo, incluso 
Guernica, una de sus obras más importantes, es considerada por algunos como 
parte del surrealismo más que del cubismo, pues es una obra que, por sus 
cualidades, pertenece a los dos movimientos. 
Como vemos, todas y cada una de las posibilidades que sirvan para la 
comprensión de un fenómeno son de gran importancia para una verdadera 
comprensión de la historia y de la vida del hombre. Ahora podemos ver hacia 
atrás, saber qué decisión se tomó, sentir sus consecuencias y obtener más 
información de ella. Por el contrario, un estudio que no contemple las anteriores 
posibilidades llevará a determinismos y despojará de su carácter dinámico a la 
historia, “para conocer realmente a un objeto hay que captar e investigar todos 
sus aspectos, todas las conexiones y mediaciones. Nunca lo conseguiremos del 
todo, pero la exigencia de omnilateralidad nos preservará de errores y 
cristalizaciones dogmáticas”8. 
De esta manera, después de entender que el hombre está sujeto a su 
tiempo y su tiempo está sujeto al hombre, debemos comenzar a concebir a todos y 
cada uno de los hombres como parte de un todo atemporal que es la humanidad. 
Con esto se nos presenta una forma de pensar que da la facultad para entender 
nuestra vida y la historia como parte constitutiva de ella. Así, gracias a que el 
individuo se asume como parte de un todo, la historia, además de explicar la 
actualidad, será reconocida por el presente absorbiéndola y dándole un sentido 
más amplio: la historia ayudará a explicar a la humanidad, no sólo a individuos. 
Para nosotros, en este sentido, no existe contradicción alguna entre la 
comprensión del ser humano bajo su contexto histórico y la del ser humano como 
 
8Geörgy Lukács, Materiales sobre Realismo,Barcelona, Grijalbo, pp. 14. 
 17 
parte de la humanidad, pues lo que nos interesa señalar es que si bien cada sujeto 
tuvo especificas situaciones que otro individuo de otro tiempo no entendería, el 
hecho de que ambos formen parte de un todo que es la humanidad, hace posible 
reconocer el pasado y, a través de él, reconocerse a sí mismo y a su vez reconocer 
a los que están por venir. 
En resumen, a nosotros nos motiva la idea de que “el presente esclarece el 
pasado. Sólo ahí podemos ver que los acontecimientos actuales son culminación 
de fuerzas que obraron largo tiempo.”9 Siguiendo a Lukács, creemos entonces que 
para tener un pensamiento crítico se debe partir de la creencia aristotélica que 
afirma que un aspecto esencial del hombre es su ser social, es decir, su carácter 
de zoon politikón, lo que nos permite partir de la certeza de que el ser humano no 
es ni podrá ser nunca aislado, sino que se encuentra en continua interacción con 
su entorno y, por ello mismo, en permanente relación con otro seres humanos y 
con la naturaleza exterior. Con esta idea, como punto de partida, la presente 
investigación entiende al ser humano del siglo XVI como determinante para el ser 
humano del siglo XXI, y a los seres humanos del siglo XVIII como determinados 
por una serie de condiciones (pasadas y presentes) que los moldean y los 
determinan, sin que ello signifique que dichos seres humanos carezcan totalmente 
de voluntad y, con ella, de cierta dosis de libertad que les permitan conducir, guiar 
o modificar lo que la vida misma, la historia y la sociedad, en la que viven ya de 
por sí, les ha dado. El ser humano se halla determinado por su época (lo que 
significa, a su vez, estar condicionado por una serie de factores desarrollados a lo 
largo de un prolongado pasado), pero a su vez, se encuentra siempre en 
posibilidad de reaccionar ante su propia condición, de modificarla o guiarla según 
sus propias ideas, aspiraciones u objetivos. Las relaciones del hombre y su realidad 
 
9GeörgyLukács, Significación actual del realismo crítico, México, Era, pp. 17. 
 18 
(su época, su sociedad, su pasado), para decirlo de algún modo, se co-determinan 
permanentemente, y es así como hay que entenderlo para alcanzar una 
comprensión amplia de la vida y la historia de los pueblos y los individuos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 19 
 
 
 
 
 
1.2. ARTE 
 
 
Era necesario exponer nuestra concepción de la historia para, de esta manera, 
construir un concepto del arte que corresponda a esos términos. Sin embargo, no 
es de interés para la investigación dar una gran explicación del problema del arte y 
su concepto, así que sólo intentaremos una breve introducción con el fin de 
esclarecer conceptualmente la problemática: 
El arte es aquel trabajo libre que tiene la capacidad de organizar estéticamente una 
multiforme presencia de factores extra estéticos, en donde podemos observar no sólo las 
relaciones humanas generales sino, a su vez, representaciones singulares de su realidad, 
sus aspectos esenciales y aparenciales. 10 
 
 El concepto anterior entiende cuatro momentos, el trabajo libre, la estética, 
los factores extra estéticos y, por último, la realidad humana. Explicaremos sólo 
brevemente cada uno de ellos, pues la explicación del arte que aquí buscamos nos 
 
10 El arte resulta un tanto complejo de entender –es de conocimiento general, que aún hoy existe un gran 
debate en torno a él- y por ello se definió en dichos términos. 
 20 
será de ayuda cuando intentemos mostrar la relación entre éste y la situación 
económica. 
a) El hombre es un ser que trabaja por naturaleza y el trabajo en su origen es 
una actividad libre, pues desde el momento en que el sujeto tiene 
necesidades como el alimento, vestido, vivienda, entre otras, éste se halla 
ante la necesidad de modificar su entorno. Es entonces medianteel trabajo 
que se cubre dicha necesidad y al, satisfacerla, el ser humano se afirma así 
mismo asegurando su supervivencia, imponiéndose a la naturaleza. Sin 
embargo; en la sociedad que se estudia en esta investigación -la de Francia 
durante la primera mitad del siglo XIX-, el trabajo aparece como algo ajeno 
al hombre, es trabajo que no le pertenece al trabajador mismo sino a otro 
hombre, en este caso el empleador, el cual directamente no abastece su 
necesidad originaria (como pudiera ser el hambre, la vivienda, etc.), sino 
más bien satisface la necesidad de obtener el medio a través del cual poder 
cubrirla, es decir, dinero. Ahora el hombre no se afirma en el mundo 
exterior sino que se niega a sí mismo al hacer un trabajo forzado que no lo 
afirma, el hombre necesita alimento y produce tornillos, por consiguiente 
niega su vida y atenta realmente contra ella, pues no hay seguridad de 
encontrar alimento aún con el dinero obtenido, ya que pueden suscitarse 
miles de escenarios que lo impidan. 
La importancia de la obra de arte en este contexto histórico radica 
justamente en que es un trabajo libre que lo afirma y que le permite 
plasmar su esencia en el objeto artístico. Es un trabajo que se realiza por el 
simple hecho de ser hombres. Ahora, en este caso, el objeto pasa a ser el 
resultado de una exigencia interior, es humanizado. Pero el arte, sin 
embargo, no es sólo un proceso de trabajo creador, ya que nuestra 
 21 
comprensión de él (es decir, la comprensión de aquel que lo admira o 
contempla) abarca también el reconocimiento de la dimensión ideológica y 
cognoscitiva del arte (hablando en términos de obra artística finalizada). Así, 
pues, tenemos entonces que el arte cumple una satisfacción doble: para el 
creador es una forma de expresar lo que él piensa y desea, y para el 
espectador es la posibilidad de admirar, comprender e identificarse con el 
sentimiento, las ideas o las esperanzas de otro, a partir de formas estéticas 
y bellas. 
 
b) La dimensión estética, consideramos, es un asunto un tanto más complejo, 
por principio, por el hecho de ser un concepto en continua construcción, 
dependiendo siempre de la óptica ideológica desde la cual se le reflexione. 
Nosotros creemos, sin embargo, que dicho concepto sólo se puede explicar 
partiendo de la idea del trabajo, pero no del trabajo como lo conocemos (es 
decir, trabajo enajenado o trabajo para alguien más), sino del trabajo por y 
para el mismo hombre, el cual, como dijimos, es a su vez un trabajo 
superior que puede satisfacer las necesidades espirituales. En otras 
palabras: lo estético es para nosotros la forma de trabajo libre en la que se 
plasma el fenómeno artístico de forma bella, sensible y que, por tanto, es 
capaz de mostrar al objeto, tanto esencialmente como aparencialmente, 
según se presenta en la realidad. 
 
c) Una vez entendida la vida del hombre y su historia podemos entender el 
tercer momento con mayor facilidad, pues el arte, al igual que la historia y 
la vida del hombre, está influenciado por distintos factores que no son 
estéticos, tales como la política, la economía, la psicología, etcétera. En este 
contexto, vemos entonces que el arte no puede escapar a ciertos 
 22 
determinantes que afectan su postura, forma y esencia, ya que la vida del 
hombre y, en consecuencia, la del artista, no se puede escindir de ellos. Lo 
estético es, en este sentido, un medio a través del cual el ser humano es 
capaz de expresar su comprensión del mundo y, con ello, exponer el 
contexto histórico en el que éste se desenvuelve, lo que implica siempre 
una particular forma de sentir y percibir la realidad; es por esto que el 
auténtico artista tiene la obligación de develar el sentido de su época según 
su comprensión, determinada siempre por sus condicionamientos socio-
históricos. El arte pasa a representar, entonces, el sentir de una época, la 
crítica a un tiempo:“Todo un mundo se presenta ante nuestros ojos al 
contemplar la más simple obra de arte de un artista genial.11” Es por esto 
que el arte puede ser considerado como una capacidad organizadora de la 
realidad y de los factores o determinaciones que, sin ser elementos 
propiamente estéticos, se expresan estéticamente a través de los diversos 
mecanismos de expresión artística. 
 
d) El cuarto y último momento de nuestro concepto de arte hace referencia, 
precisamente, al objeto del arte: la realidad. En todas y cada una de las 
obras de arte, el objetivo fundamental es plasmar al ser humano, su 
entorno y la interacción existente entre ambos. Así, por ejemplo, en una 
pintura de naturaleza muerta, como el cuadro de Vincent Van Gogh, Los 
girasoles, aunque en la imagen no se represente propiamente a una 
persona, se expresa a través de las flores secas lo que éstas significan para 
el hombre, es decir, se han humanizado; son portadoras de un significado 
social, de un mundo humano plasmado en el arte. Por ejemplo, se dice que 
 
11 Dussel, Enrique, Historia de la filosofía latinoamericana y filosofía de la liberación, Bogotá, Nueva América, 
1994, pp. 293. 
 23 
Van Gogh padecía depresión, es por ello que los girasoles representan 
(según algunas interpretaciones) su necesidad por seguir el sol o la luz; 
además, hay que considerar que realizó siete versiones del mismo cuadro 
con una variación en el número de girasoles y con un proceso que muestra 
la manera en que se van marchitando, lo que evidencia claramente la 
relación de los elementos de la naturaleza con el hombre y el carácter 
dinámico, cambiante, de la realidad. Así, pues, tal como afirma Adolfo 
Sánchez Vázquez: 
El hombre es el objeto específico del arte aunque no siempre sea el objeto de la 
representación artística. Los objetos no humanos representados artísticamente no 
son pura y simplemente objetos representados, sino que aparecen en cierta 
relación con el hombre.12 
 
Para Geörgy Lukács, por su parte, el arte inicia como un conocimiento sensible del 
mundo que complementa al conocimiento científico, filosófico, etcétera. Dichas 
formas del conocimiento están co-determinadas permanentemente y, de esa 
manera, reflejan una misma realidad: 
El fundamento de todo conocimiento justo de la realidad es el reconocimiento de la 
objetividad del mundo exterior… toda concepción del exterior no es más que un 
reflejo en la conciencia humana del mundo que existe independientemente de 
ella.13 
Ahora bien, en lo que respecta a la teoría del reflejo, Lukács nos dice que 
ésta es el fundamento común de todas las formas del conocimiento, pues es el 
reflejo en donde por medio del pensamiento se descubre la realidad, alejándola de 
 
12Adolfo Sánchez Vázquez, Las ideas estéticas de Marx. Ensayos de estética marxista, México, Era, 1977, pp. 
34. 
13 Álvaro Quesada, “Arte y “Realismo” en el pensamiento de Geörgy Lukács”, en Revista de Filosofía de la 
Universidad de Costa Rica, XIX (49-50), Costa Rica, 1981. Pp. 89 
 24 
su mera apariencia cotidiana e incomprensible. De esta manera es posible 
profundizar en la esencia, con lo cual pareciera que el análisis se separa cada vez 
más de la realidad, sin embargo, si se entiende bien cuál es la esencia del 
fenómeno, dicha profundidad realmente nos permite acercarnos más a ella. Aquí 
es importante mencionar que no dentro de todo producto artístico existe un reflejo 
fiel de la realidad, pues en muchas obras no se plasma de forma correcta la 
realidad porque, por principio, no se comprende la época de manera adecuada: las 
limitaciones del autor son resultado de su ideología, de su comprensión, adecuada 
o no, del mundo. En este sentido, para poder ver la vida y la historia se tiene que 
partir de una visión amplia en la que todos los factores se relacionan entre sí, de lo 
contrario se fraccionará la realidad de tal maneraque será imposible plasmar o 
criticar la realidad de manera adecuada. Flaubert en su carta a George Sand dice 
algo que nos ayuda a comprender lo anterior: 
Una frase suya me sublevó en otro tiempo: la de que una obra no tenía 
importancia más que como documento histórico. Me parece que aquí, al contrario, 
da usted mucha importancia al arte en sí, y tiene usted razón, yo así lo creo. En 
efecto, una obra no tiene importancia más que en virtud de su eternidad, es decir, 
que mientras más capaz sea de representar a la humanidad de todos los tiempos, 
más bella será.14 
E arte no sólo es una representación individual del artista sino también una 
representación de una época, a lo largo de la historia nos encontramos con 
diferentes movimientos artísticos que caracterizan un cierto momento. Un ejemplo 
de lo anterior es el arte barroco, pues con la decadencia de la religión católica, el 
desinterés de la gente hacia la religión y el desarrollo del protestantismo durante el 
siglo XVI, la religión se vio en la necesidad de llamar de nuevo a la fe por medio 
 
14Gustave Flaubert, La Educación Sentimental, Madrid, Alianza, 1981, pp. 15 
 25 
de lo visual; fue así que surgieron iglesias en Europa que se caracterizarían por 
estar atestadas de imágenes religiosas. De esta manera, no fue casualidad que el 
barroco naciera en Italia justo a finales del siglo XVI, es decir, justo cuando el 
protestantismo comenzaba a quitarle terreno. Un ejemplo adicional podemos 
encontrarlo en el surrealismo, que es un movimiento caracterizado por una 
supuesta unión del hombre con el todo a través de los sueños, unión del 
inconsciente y el consiente, fusión, lo que genera imágenes que únicamente se 
presentan como posibles en la mente humana. Dicho movimiento aparece como 
reflejo de la época bélica de la primera mitad del siglo XX y todo lo que ésta trajo 
consigo, aunado esto al trabajo teórico de Sigmund Freud. No hay que olvidar, así, 
que André Bretón, fundador del movimiento surrealista, vivió las dos guerras 
mundiales y realizó lecturas rigurosas de las obras del psicoanalista austriaco. Es 
evidente, pues, que ambos movimientos son producto de su época y no son sólo 
fruto de la idea espontánea de un hombre a través de la cual saltan o aparecen en 
la realidad: son resultado, más bien, de un ser humano en circunstancias sociales, 
vitales, ideológicas y biológicas precisas, circunstancias con las que él, al 
asumirlas, se relaciona de manera crítica. 
Es importante destacar también que así como existe nuestra forma de 
entender la vida del hombre, también existen muchas y variadas formas de 
entender la historia del arte, algunas de las cuales caen en el error de ser una 
visión restringida que prioriza solamente a las relaciones externas o únicamente al 
ser humano, errores que, precisamente, nosotros deseamos evitar aquí. 
Expliquemos más al respecto. 
El primer error basa su teoría en la priorización de las relaciones externas 
sobre el hombre. Heinrich Wölfflin, famoso historiador y crítico de arte, creó una 
doctrina que llamó historia del arte sin nombres. En ella se asegura que el 
 26 
tiempo histórico determina directamente la visión y representación de las obras 
artísticas, parámetros de los cuales el artista no puede escapar. Con esta 
interpretación coincidimos en el hecho de que el momento histórico en el que se 
desarrolla tanto la obra como el artista son claros factores influyentes, sin 
embargo; para nosotros, como ya hemos dicho, no es lo único, por lo que pensarlo 
así es errado. Por el contrario, para poder entender las obras es primordial 
entender el contexto en el que se desarrollan, pero también la apreciación de la 
realidad, la comprensión de la esencia, ideología y, desde luego, las habilidades 
natas y adquiridas del artista. El ser humano, como artista, tiene entonces la 
obligación de entender el contexto exterior (política, economía, cultura, 
tradiciones, etc.) e interior (tendencias patológicas, experiencias vitales, etc.), pero 
siempre desde lo más profundo del fenómeno. En este sentido, la genialidad del 
artista se basa en la relación del ser y su entorno, y ante todo en su capacidad de 
comprender que ésta es una relación dinámica que está en continua construcción. 
Así, si analizamos la concepción de Wölfflin, vemos que éste tiene una forma de 
apreciar el arte muy similar al de Platón, pues para el griego “el arte era entonces 
imitación de la idea primigenia 15 ”, es decir, mera imitación de la realidad sin 
ningún elemento crítico; cuestión ésta que contrasta con nuestra idea de que el 
arte tiene la obligación de ser crítico y, por ello mismo, transformar la realidad: es 
un “esfuerzo por construir un mundo más de acuerdo con nuestras aspiraciones y 
necesidades”16 
Ahora bien, en lo que podríamos llamar como el psicoanálisis de la obra 
artística se prioriza el sujeto, es decir, se intenta dar una explicación del arte como 
mero resultado del consiente e inconsciente del hombre. Con esto se asegura que 
 
15 Dussel, op. cit., pp. 290. 
16 Quesada, op. cit., pp. 90. 
 27 
el artista, como en la realidad se ve imposibilitado para satisfacer sus necesidades 
instintivas de carácter sexual, por ejemplo, recurre entonces a la ficción como 
forma o vía para satisfacerlas. Dichas necesidades se manifiestan de dos formas: 
subliminal y simbológicamente. “En la vida anímica no hay más que una 
continuidad del inconsciente”17. Al respecto Arnold Hauser nos ofrece el ejemplo 
de Ernest Jones, quien realizó un estudio psicoanalítico de la obra de Shakespeare, 
Hamlet, en el que éste asegura que el problema central de la obra es el complejo 
de Edipo. Sin embargo, si bien esta tesis ha sido aceptada por muchos críticos, 
también ha sido muy debatida por aquellos que reclaman que una obra tan 
importante se convierta en mera sublimación de la vinculación sexual de 
Shakespeare con su madre. Para Lukács18, nuevamente, la metodología freudiana 
(que nosotros encontramos en el análisis de Jones) plantea de forma aparencial el 
fenómeno, pues para el húngaro se parte de la patología para explicar la realidad, 
de la enfermedad para explicar al hombre sano; se trata, según él, de una 
tendencia abstracta y vacía para escapar del hecho ineludible: la realidad. Esta 
concepción (tanto para Lukács como para nosotros), limita al lector y al mismo 
escritor e impide apreciar las relaciones de la vida cotidiana; se trata de una 
metodología estática, espontanea e inexplicable, y en ella aparece el sujeto como 
predestinado a estar enfermo y a vivir especificas situaciones negándole las 
posibilidades existentes en la vida cotidiana, mismas que para el realismo (sobre 
todo para el realismo del que nos habla Lukács) son de vital importancia. 
 Pues bien, podemos decir ahora que en definitiva el arte es el trabajo libre, 
que nace de una exigencia interior, que afirma al ser humano como tal y, al 
 
17Arnold Hauser, Historia social de la literatura y el arte. Desde el Rococó hasta la época del cine, Madrid, 
Debate, 1998, pp.120. 
18 Lukács en el texto Materiales sobre realismo, Barcelona, Grijalbo, 1977, deja clara su postura 
sobre la metodología de Freud y su interpretación del hombre. 
 28 
hacerlo, satisface una necesidad propia de los humanos. En este proceso de 
satisfacción que es el arte, sin embargo; intervienen factores externos 
(aparentemente ajenos al arte) que co-determinan el proceso creativo explicando 
así las relaciones humanas en representaciones particulares de la realidad: el 
objeto arte, humanizado, explica la realidad del ser humano que lo produce, lo que 
no significa que todo arte pueda reproducir fielmente su época, ya que la 
decadencia ideológica del ser humano como creador de arte,genera en el artista 
ciertas restricciones que imposibilitan ver la esencia de los objetos y, únicamente, 
son una forma de imitación del fenómeno a tratar. Son sólo las obras que tienen 
éxito en esta empresa, es decir, las obras que parten de una concepción amplia de 
la realidad, las que logran trascender incluso su misma época, pues explican su 
momento específico y, al hacerlo, explican también una parte de la historia de la 
humanidad que, como todas, está en estrecha relación con todas las demás. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 29 
 
 
 
 
 
1.3. REALISMO 
 
 
El realismo, en el pensamiento de Lukács, es la representación esencial del hombre 
y la naturaleza, de la realidad19. Las relaciones existentes entre dichos elementos 
son dialécticas y se plasman por la necesidad imperante del creador por expresar 
su disgusto hacia su realidad, no sólo como protesta de la forma como aparece 
sino, más bien, como comprensión de la situación que le tocó vivir y su deseo por 
el cambio hacia un mundo mejor. No se trata, como para otro concepto de 
“realismo”, de entender el trabajo creativo como fiel retrato de la apariencia de las 
cosas, inmediata y sin censura. Es, realmente, algo mucho más complejo. 
 Dentro de la contribución de Lukács se encuentra, como ya lo habíamos 
indicado anteriormente, la llamada teoría del reflejo, con la cual se plasma la visión 
de completitud de la vida y, con ella, la comprensión del fenómeno y de la crítica. 
Existen casos, sin embargo; en los que se plasma parcialmente la realidad y por 
ello se distorsiona y es incomprensible. Cabe mencionar, también, que todas las 
 
19 Lukács, op. cit., pp. 62. 
 30 
obras de alguna manera se permean de otros aspectos de la realidad debido a la 
relación con la totalidad de un momento, es decir, el artista y su obra se empapan 
siempre de diversos factores que posibilitan su existencia como tal, es por eso que 
el verdadero problema radica en que al no existir una crítica (y en consecuencia, al 
no existir una concepción realmente completa de la realidad) no trasciende en el 
tiempo y no pasa entonces a ser una “gran obra” ni lo que podríamos denominar 
como “arte genial”. Es por esto que nuestro interés va hacia las obras que, 
consideramos, sí lo logran, pues sólo éstas muestran las variaciones de las 
estructuras históricas respecto al hombre y la naturaleza. Son sólo aquellas obras 
que mantienen una estrecha relación con la evolución de la humanidad, que 
comprenden la esencia y que se plantean como críticas, o por lo menos se acercan 
mucho a ello, las que perduraran y exhiben su época a los ojos de la humanidad. 
Con esto, lo que queremos indicar es que, en la teoría del reflejo auténtico, se 
plantean los problemas de un momento y de la vida dentro de un proceso 
complejo de exposición y superación. Es en este momento cuando el arte se 
constituye como un elemento vital para entender el pasado. 
Ahora bien, podemos decir que el realismo es un producto directo del 
desarrollo de las fuerzas productivas20, es por esta razón que se origina en Francia 
durante el siglo XVIII. Es un movimiento emergido de un contexto en donde las 
relaciones hostiles del sujeto y su entorno son más evidentes y se resalta la 
necesidad de plasmarlo en las obras artísticas. Así, por ejemplo, sentimientos de 
rabia y desolación en una época de decadencia y re acomodo social, abrieron 
camino a un nuevo tipo de literatura en donde el objetivo de escribir había dejado 
de ser la venta y la complacencia a un cierto tipo de público, cabe aclarar que 
 
20 José Valenzuela, Producto, Excedente y Crecimiento, México, Trillas, 2005. 
 
 31 
unicamente en Francia surgió debido la Revolución francesa, los derechos 
adquiridos y la esperanza de algo mejor, el derrocamiento de la monarquía, la 
conciencia de clase y de la fuerza que tenían las masas y la importancia de las 
artes en Francia. Es ahora cuando los lectores se tendrían que adaptar a un estilo 
de literatura y no el escritor adaptarse a su público. 
Todos los rasgos característicos del siglo son identificados ya hacia 1830. La 
burguesía está en plena posesión de su poder, y tiene conciencia de ello. La 
aristocracia ha desaparecido de la escena de los acontecimientos históricos y lleva 
una existencia meramente privada. El triunfo de la clase media es indudable e 
indiscutible21 
 No es sino hasta que las contradicciones claras se afirman, producto de la 
ascensión al poder de la burguesía, que se generaron las condiciones en las que 
los escritores tomaron conciencia y se plantearon una posición de crítica y de 
verdadero arte. Con lo anterior no pretendemos decir que sólo en Francia del siglo 
XIX o que sólo en el realismo como movimiento artístico existe crítica y, en 
consecuencia, realidad, pero debemos mantenernos en los límites de nuestra 
investigación. En este sentido, si bien existe a través del tiempo una crítica de la 
realidad, no es sino hasta este momento en donde esta dinámica aparece como un 
movimiento vivo y crítico: “hasta el siglo XVIII los autores no eran otra cosa que 
portavoces de su público. Ellos aceptaban y sancionaban los principios morales y 
los criterios estéticos reconocidos por todos; no los inventaban ni 
modificaban.”22Además, importante es mencionar en este mismo sentido, que: 
Nada refleja tan agudamente la relación tensa y discordante entre la parte 
productora y la parte receptora de la generación de 1830, como el nuevo tipo de 
 
21 Hauser,op. cit., pp. 249. 
22Arnold Hauser. Ibidem, pp. 250. 
 32 
héroe de novela que aparece con Stendhal y Balzac. Todo rasgo trágico-heroico, 
toda voluntad de autoafirmación y toda fe en la perfectibilidad de la propia 
naturaleza, ceden el lugar a una disposición al compromiso, a la tendencia a vivir 
sin objetivos y morir oscuramente.23 
 De esta manera, podemos inferir que para algunos autores aquí expuestos, 
el realismo se entiende no como un movimiento que se caracteriza por 
determinada forma de escribir o un conjunto de ciertas técnicas, sino, más bien, 
como comprensión esencial de una época y, por lo tanto, una crítica fuerte hacia 
su realidad y una propuesta para un mundo mejor. “El realismo se caracteriza por 
una intención o una actitud hacia el hombre y el mundo referida a la esencia 
real.”24 
Sin embargo, importante es mencionar que aquello que para ciertos 
autores, como Lukács, es característico del realismo, también lo encontramos en 
otras corrientes; tal es el caso del romanticismo revolucionario. Para esclarecer lo 
anterior, es necesario explicar que el romanticismo, como afirma Michael Löwy, es 
una crítica al ascenso del capitalismo desde los valores y principios del pasado, 
crítica sensible de la inconformidad, de aquello que aparece como indignante. Lo 
cual, desde luego, no debe impulsar a entender al romanticismo como una visión 
retrograda25, pues más bien se trata de una crítica revolucionaria en pos de una 
vida mejor, sin dejar de mirar nostálgicamente aquel pasado en el que la vida se 
presentaba de alguna forma como algo mejor. No se trata, pues, de “una crítica 
cultural de la civilización moderna en nombre de valores pre modernos”26. 
 
23Ibidem, pp. 252. 
24 Álvaro Quesada, op. cit., pp. 96. 
25 No es retrograda en los términos románticos no revolucionarios, los cuales sólo buscan regresar a un 
momento de la historia pasada. 
26 Michael Löwy, op. cit., pp. 18. 
 33 
De esta manera, entonces, caemos en cuenta en el hecho de que el 
romanticismo cumple también las condiciones que para Lukács corresponden al 
realismo, pues dentro de este movimiento se comprende la esencia del problema 
(el nuevo modo de producción) y se plasma el disgustoy aberración hacia él en 
este su momento histórico. Además, se intenta cambiar la vida retomando ciertas 
cosas del pasado, pero su implementación evidentemente no significa un 
retroceder (como en el “romanticismo retrógrada”), sino más bien un avanzar 
retomando lo adecuado, aquello que sea útil, del pasado. Empero, es importante 
recordar que en esta investigación únicamente nos ocupamos del realismo y sus 
características específicas, pues nuestro interés es mostrar cómo las condiciones 
histórico-económicas (como uno de los factores determinantes del movimiento) 
crearon las posibilidades para el surgimiento de este movimiento literario, con la 
fuerza e impacto que, a nuestro juicio, ningún otro caso histórico logró. 
 
 34 
 
 
 
 
 
1.4. VANGUARDISMO 
 
 
Al existir varias formas de concebir el realismo, nosotros nos vemos en la 
necesidad de insistir en ejemplificar los errores principales a los que, en este 
contexto, fácilmente se puede caer. En este sentido, el vanguardismo aparece 
como un intento equivocado o defectivo de realismo, pues realmente no es más 
que una tendencia antirealista que se expresa en las obras y con la cual se busca 
plasmar sólo la forma superficial de las cosas, pues con el vanguardismo se 
oscurecen los problemas, que son lo que debería interesar. Además de esto, el 
vanguardismo desecha las posibilidades dentro de la obra para implementar 
acontecimientos forzados que nos venden como infortunios y, con ello, se 
establece un claro posicionamiento a favor de la apariencia de los hechos. 
El vanguardismo, además, se equivoca en creer que logra mostrar la 
realidad sin tener que evidenciar también las diversas posibilidades o variantes de 
un hecho, pues éstas son fundamentales si lo que se quiere es explicar las 
relaciones del hombre con el exterior. La realidad del hombre está marcada 
 35 
siempre por múltiples posibilidades, por lo que la vida de un personaje no tendría 
por qué ser distinta, sobre todo si lo que se intenta es plasmar al hombre como un 
todo, lo que implica, en la medida de lo posible, no olvidar ni un instante su 
esencia ni todas sus determinaciones. Sin mostrar las posibilidades dentro de las 
obras, pues, se cae en un individuo (personaje) solitario y desprendido de la 
realidad, soledad y desprendimiento totalmente injustificados. El vanguardismo 
aparece, en este sentido, como una apropiación del realismo por parte de 
creadores burguesas, justamente para fines diferentes a los que se persigue en el 
realismo de Balzac, Gorki, Flaubert, Mann, etcétera. Lukács, que ve esta 
apropiación en aquellos que tratan de explicar problemas complejos a partir de 
elementos meramente individuales (como la enfermedad, por ejemplo), lo dice de 
este modo: 
La protesta que se expresa con la huida a lo patológico es completamente 
abstracta y vacía: juzga en términos sumarios y generales la realidad de la que hay 
que huir, y no expresa nada crítico concreto acerca de ella: la huida a lo patológico 
es eso necesariamente, una huida orientada igualmente al vacío.27 
En este sentido, en la búsqueda de protagonismo del hombre como hombre 
enfermo, solo, deprimido, ansioso, etcétera, se cae en una obra vacía y forzada 
que no contribuye a nada y se reduce a un mero entretenimiento, pues no es 
crítica ni plantea la posibilidad de algo mejor; no es revolucionaria. Refugiarse en 
un recurso como la enfermedad para que la historia se sustente o sea interesante 
es, para Lukács, decadente e insostenible, ya que se desecha la posibilidad del 
hombre sano y de la comprensión de su existencia a través de los múltiples 
factores que la determinan; es una mera reducción simple a una patología. Y 
aunque la misma vida, es cierto, puede contener las más grandes tragedias y los 
 
27 Lukács, Significación…, pp. 35. 
 36 
más grandes amores y pasiones (mismos que pueden sustentarse y desenvolverse 
en la obra), una obra realista, como asegura André Gide, en la que no es forzada 
una situación “interesante”, es únicamente “una epopeya de la mediocridad, una 
novela anti novelesca, porque en ella se anunciaban cosas que luego no ocurrían, 
porque ahí no ocurría nada, nada más que la vida28. 
Ahora bien, dentro de la literatura decadente o vanguardista se sobrepone, 
también, una visión que coloca al hombre como el todo, principio que se presenta 
como inmutable y del cual es característico el naturalismo. En este sentido, es 
pertinente aclarar que el naturalismo no es igual que el realismo y que por obvias 
razones no puede surgir el naturalismo de él: a Gustave Flaubert se le declaró 
como padre del naturalismo, pero, ¿cómo es posible que de un pensamiento 
omnilateral pueda resultar algo unilateral? 
El naturalismo, por la idea del hombre aislado, es propiamente vanguardista 
y vacío, pues aísla lo exterior, la apariencia, de lo ideológico; es por eso que 
entendemos que el vanguardismo es el fruto de mal entendimiento del realismo, 
es su contrario. Para Lukács la línea vanguardista comienza con el naturalismo 
seguido del naturalismo tardío, impresionismo, simbolismo, neorrealismo, 
surrealismo, etc., considerando de esta manera a todas las anteriores como 
naturalistas, pues parten de él y, en consecuencia, de una visión estática que para 
nada es una tendencia o moda, sino más bien que refleja la decadencia del 
pensamiento desde el siglo XIX, es decir, la decadencia del pensamiento burgués 
en boga. Como afirma Hauser: 
La novela realista, que es la creación más original de esta época y la conquista 
artística más importante del siglo, a pesar del romanticismo de sus fundadores, a 
 
28 Flaubert ,op. cit., pp. 10. 
 37 
pesar del rousseaunianismo de Stendhal y del melodramatismo de Balzac, es ante 
todo la expresión del espíritu nada romántico de la nueva generación. Tanto el 
racionalismo económico como la ideología política expresada en los términos de la 
lucha de clases incitan a la novela al estudio de la realidad social y de los 
mecanismos psicológicos sociales.29 
 En síntesis, el vanguardismo es el intento de realismo que cayó en el 
equívoco de priorizar el aislamiento del hombre y el mundo, enfatizando las 
enfermedades del hombre y otros elementos presuntamente individuales, para 
hacer más interesante la obra y establecer como premisa que el hombre, solo y 
aislado, está enfermo, lo que en consecuencia imposibilitaría la construcción de la 
idea de un hombre sano que está en búsqueda de un mundo mejor. 
Sin embargo, es preciso recordar una vez más, semejante visión vacía y 
decadente no es más que el resultado necesario del espíritu de su época, de su 
momento histórico, pues al igual que el realismo surgió de las contradicciones de 
la realidad que iban abriéndose camino como crítica de su tiempo, el vanguardismo 
es el resultado de la visión restringida que se originó, casi en la misma época, por 
el fortalecimiento del modo de producción y por la resignación del hombre a las 
condiciones de vida originadas por éste. Ante esto, resulta entonces evidente que 
en una época de desinterés y explotación (como en la Francia del siglo XIX, en 
donde las jornadas laborales eran incluso de 18 horas diarias y continuas, y había 
prohibiciones para reunirse y organizarse con el objetivo de impedir la defensa de 
los propios derechos laborales, entro otros casos), muy difícilmente podríamos 
encontrar las herramientas necesarias para poder expresarse artísticamente sobre 
la realidad. Sin embargo, pareciera que es en los momentos más difíciles cuando 
surge la necesidad de hacer un esfuerzo por cambiar lo que se vive, y qué mejor 
 
29Arnold Hauser. op. cit., pp. 250. 
 38 
que con trabajo libre y creador que satisfaga las necesidades espirituales 
personales.39 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO II 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 40 
Marie-Antoinette, reine de France et sesenfants 
 Louise Elisabeth Vigée-Lebrun, 1787 
 41 
 
 
 
 
 
2.1 PRONTUARIO DE LA HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA 
 
 
Como ya se explicó en el capítulo anterior, es necesario conocer las condiciones 
históricas (para nuestra investigación en su aspecto económico) de la Francia del 
siglo XIX, con el fin de entender cómo es que surgió el realismo, cómo surgieron 
grandes escritores, qué condiciones posibilitaron la existencia de dichas obras y 
qué realidad es la que se está reflejando. Sin embargo; también es necesario 
explicar lo que le precedió, si lo que queremos es tener un panorama amplio de la 
sucesión de acontecimientos, es por esta razón que consideramos relevante 
situarnos a finales del siglo XVIII y explicar, a partir de ahí, lo que sucedió en 
Francia desde entonces. Para fines prácticos, únicamente describiremos lo más 
relevante entre los sucesos ocurridos desde el inicio de la Revolución francesa y 
hasta la primera mitad del siglo XIX. 
En la Francia del silgo XVIII el sistema feudal era predominante, pues salvo 
algunas industrias, principalmente artesanales, la mayor parte de la población vivía 
de aquello que el sector agrario brindaba, ya sea como fruto directo de su trabajo, 
 42 
como tributo o como diezmo. La economía francesa, entonces, se sostenía por la 
agricultura, y justo a esto se debe que éste sea uno de los factores que resulte de 
la mayor importancia revisar nuevamente, pues a nuestro juicio, es en la 
agricultura en donde se exacerban las contradicciones sociales y, en consecuencia, 
se manifesta con mayor fuerza el malestar de los pueblos. 
Tomando en cuenta lo anterior, al llegar Luis XVI al poder, este optó por 
una serie de decisiones, que indudablemente, marcaron su reinado como el último 
que se había adquirido bajo las mismas normas y tradiciones que las que se 
seguían desde hace siglos y también fue el último que se pudo adquirir si derramar 
sangre. El primer gran error fue nombrar a Turgot a cargo del control General de 
Hacienda, Turgot al tomar posesión, de tan importante cargo, instituyó una política 
de “Pan Caro”, el principal interés de dicha ley consistía en fortalecer al campo y 
dar mayor autonomía a los productores agrarios, es decir, permitir a los 
agricultores vender al precio que les parecía correcto, creyendo que con esto se 
impulsaría su mayor producción y se fortalecería el campo; sin embargo, dichas 
medidas resultaron contraproducentes, pues la población no tenía la oportunidad 
de adquirir el pan a tan altos precios, además el Rey francés había perdido 
injerencia en el control de los precios. Es por esta razón que la cosecha ridícula de 
1774 mantuvo los precios altos hasta 1775, lo que trajo como consecuencia el 
aumento de la mendicidad, Considérese, por ejemplo, que casi la tercera parte de 
la población eran vagabundos o mendigos para 1788. 
 
 
 
 43 
Porcentaje de 
mendicidad 
en Francia del 
siglo XVIII
0%Indigentes y 
Mendigos
33%Población en 
general
67%
Gráfica 1. Mendicidad en Francia en 1788 
Población en situación de mendicidad (Porcentaje) 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente: Elaboración propia con datos de Manfred, A. Z. y Sminov, N. A., La revolución francesa y el imperio de 
napoleón, México, Grijalbo, 1969. 
 
Los diversos ataques contra los agricultores, malestar de las clases 
populares y múltiples hurtos en los mercados, como resultado directo de la ley, se 
intentaron abatir por medio del castigo ejemplar, Turgot intentó mandar un 
mensaje a todos aquellos que violaran la ley de pan caro, es así como mandó a 
ahorcar a los primeros presos, intentando con esto calmar a la población y dar 
terminó a la llamada “Guerra de las Harinas”. Pese a sus tiranos esfuerzos, no 
logró mejorar la situación nacional, lo cual era muy evidente si pensamos que el 
pan era el principal alimento que conformaba la canasta básica, es claro que un 
aumentó en su precio, según la teoría económica, se re direccionaría una mayor 
cantidad del ingreso a este bien o se sustituiría el consumo del pan por otro 
alimento menos costoso. En la realidad, las cosas no eran tan simples, en la 
mayoría de los casos, no fue posible comprar más pan ni comprar otra cosa para 
sustituirlo, lo que realmente pasó fue que las personas ahora obtenían menos pan 
 44 
para toda la familia y este se dividía entre todos los integrantes de la familia, 
priorizando en los que trabajaban, esto para que tuvieran más fuerza. El disgusto 
comenzó a manifestarse en la población, sobretodo en la que residía en las 
ciudades, principalmente en parís, para darnos una idea, según datos de Pierre 
Goubert30 , en 1789 residían en París 650,000 personas aproximadamente. Los 
motines populares no se hicieron esperar, para 1788 se habían extendido por toda 
Francia, lo que obligó a los comerciantes a vender el trigo a un precio razonable, a 
un precio “honesto” 
Aunado a la crisis agrícola, la crisis financiera y la quiebra del tesoro 
acentuaron la necesidad de convocar a los Estados Generales31, 175 años después 
de haber sido reunidos por última vez. La crisis financiera se puede explicar por la 
cuestionable decisión de Luis XVI, al mandar recursos a Estados Unidos para su 
independencia de los ingleses, era cuestionada ya que, mientras la población se 
mal alimentaba, los recursos de Francia se llevaban a un país extranjero, los 
franceses comenzaron a sentir que su Rey no podía seguir gobernando, lo que 
acentuó el disgusto fueron las fiestas y mascaradas atiborradas de alimento 
exótico y costoso, mientas la población se moría de hambre, la nobleza 
despilfarraba. Los Estados Generales, al contrario de lo planeado, sólo provocaron 
mayor actividad política entre las masas, en 1789 la agitación social había 
alcanzado toda Francia, con levantamientos en Marsella, Tolón, Orleans, Genoble, 
Rennes y Besanzon, entre los cuales el más significativo se originaría en Saint-
 
30 Pierre Goubert. Historia de Francia, Barcelona, Grijalbo, 1987. Pp 67 
31 Los Estados Generales, en el antiguo régimen, eran asambleas extraordinarias que concentraban al Rey, 
representantes del Clero (Segundo Estado), Nobleza (Primer Estado) y de ciudadanos que disponían de 
consistorio (Tercer Estado). En dichas asambleas, principalmente, se discutían temas financieros respecto a 
las crisis; el objetivo de las asambleas era conocer la opinión o punto de vista de los tres Estados convocados 
por el Rey para poder llegar, así, a una solución fundamentada en un conocimiento profundo del tema o 
fenómeno a tratar. Estas formas organizacionales fueron creadas en 1302 por Felipe IV de Francia y disueltas 
por Luis XIII, por lo menos hasta 1789, año en el que los representantes fueron nuevamente convocados por 
Luis XVI. 
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Antoine, levantamiento que sería aplastado por la autoridad y que, al hacerlo, 
dejaría a su paso cientos de muertos y heridos. Ante estos hechos, los 
sobrevivientes de aquel acontecimiento convocaron a una manifestación de duelo 
con rumbo al cementerio, misma que demostraría la altura y el poder que había 
alcanzado el movimiento social para entonces. 
Ahora bien, en este contexto el tercer Estado, al tener intereses distintos a 
los del Rey, se constituyó el 17 de junio de 1789 como una “Asamblea Nacional” 
cuya principal petición consistía en exigir la creación de una constitución. Dicha 
Asamblea juró no disolverse hasta lograr su objetivo, mismo que comenzaba a 
delinearse de forma cada más clara hacia el 9 de julio de ese mismo año, fecha en 
la que, fortalecida la Asamblea con la adhesión de diversos aliados (algunos de 
ellos incluso diputados), se declararía y convertiría en una Asamblea Constituyente. 
El Rey manifestó siempre su abierto rechazo, lo que provocaría el aumentode la 
agitación social y, de esta manera, el gran asalto de “La Bastilla”, por aquel 
entonces la prisión más temida de Francia y una construcción compuesta, entre 
otras cosas, por ocho torres y rodeada de dos fosas profundas. Este símbolo de la 
Francia del Rey fue tomado por el pueblo, y a pesar de todas las víctimas, los 
comerciantes, obreros, funcionarios, estudiantes o carpinteros, atacaron unidos. 
Para este momento, el 14 de Julio de 1789, La Bastilla era ya del pueblo y la 
Revolución Francesa había comenzado. 
Este acontecimiento, la toma de la Bastilla, provocaría que el Rey aceptara 
otorgar concesiones a las masas y respaldará ciertas decisiones de la Asamblea. 
Poco tiempo después de esto, por ejemplo, se formaría un órgano de 
administración de la ciudad integrado por representantes de la gran burguesía, 
mismo que se conocería como la Guardia Nacional Burguesa, la cual tenía como su 
 46 
jefe a Lafayette 32 . Aunado a esto, la popularidad del movimiento traspasó 
fronteras y llegó a Rusia, Inglaterra y a los Estados Alemanes e italianos, lugares 
en donde los hombres progresistas e idealistas acogieron el movimiento como una 
luz que los iluminaba y les abría paso a un mundo mejor. En lo que respecta al 
ámbito nacional, la Revolución se extendió por todo el país, así que el 18 de julio 
de 1789 el pueblo comenzó un levantamiento en Troyes (el pueblo se apoderó de 
las armas y tomó el ayuntamiento), el 19 en Estrasburgo (en donde el pueblo fue 
dueño absoluto por dos días), el 21 en Cherburgo, el 24 en Ruan (el pueblo salió a 
gritos pidiendo “pan o muerte a los acaparadores”). De esta manera, por temor 
hacia lo que podían hacer las masas, el Rey optó por dejar que los nuevos 
municipios burgueses se encargaran de dar solución a los problemas. Sin embargo, 
el movimiento pronto se les salió de las manos, pues los campesinos tomaron tres 
de los cinco castillos del Limousine impusieron una norma que aseguraba que a 
cualquiera que se le sorprendiera pagando la renta al terrateniente (así como al 
mismo terrateniente reclamarla) se le ahorcaría de manera inmediata. 
Como en el caso anterior, la inseguridad de los nobles en los pueblos se 
agudizó en muchos otros sitios, provocando con ello su huida hacia las grandes 
ciudades, lo que impulsó a la Asamblea a proponer, en su declaración de agosto 
de 1789, la abolición del régimen feudal, logrando con ello anular las cargas 
personales y los diezmos de la iglesia, las demás cargas al pertenecer a una 
actividad relacionada con la propiedad feudal, se rescataron y se defendieron. 
Ahora, con esta serie de cambios el poder parecía concentrarse cada vez más en 
las manos de los burgueses, siendo sus principales actores los miembros de la 
Supremacía del municipio de París y otras ciudades, la Guardia Nacional y La 
 
32 El Marques de Lafayette obtuvo su popularidad gracias a su participación en la guerra de independencia 
de las colonias Norteamericanas de Inglaterra. 
 47 
Asamblea Constituyente. Podemos ver cómo la burguesía supo aprovechar las 
condiciones en las que se encontraba y en cuestión de meses lograron eliminar el 
feudalismo e instaurar el inicio del capitalismo. 
 Para el 26 de agosto de 1789, tendría lugar la aprobación de la Declaración 
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la cual, entre otras cosas, afirma 
que “los hombres nacen libres y son libres e iguales en derechos”. Este documento 
emblemático, no sólo para los franceses sino también para el mundo en su 
totalidad, había dejado una gran impresión por su procedencia, ya que provenía de 
un contexto servil y ejemplificaba precisamente la lucha y el proceso por su 
liberación. Pero dicho documento, hay que recordar, no sólo mantenía como 
sagrada la libertad, sino también a la propiedad privada, estableciendo así las 
condiciones necesarias para el florecimiento de la burguesía. Con elementos como 
éstos, evidentemente, la burguesía asentó y antepuso sus intereses y las bases 
sólidas, todo esto sobre las necesidades del pueblo, pues en realidad, la Asamblea 
únicamente buscaba colocar una monarquía constitucional no defender los 
derechos de la población ni acabar con la monarquía. Además, digno también de 
consideración es que, ante estos hechos, otro de los principios más importantes de 
la Revolución, es decir, la igualdad, parecía estar ahora condicionado a la posición 
social, no sólo para votar sino también para ser elegido como representante 
político. 
El Rey, por su parte, lejos estaría de aceptar todos estos eventos que venían 
aconteciendo, así que, por esa misma razón, planeó un contraataque 
revolucionario que, sin embargo, al llegar a oído del pueblo y los revolucionarios a 
través de rumores, hizo enviar al Rey y a su familia a París, en donde sería 
vigilado, lo que facilitaría que la Asamblea continuara con sus labores sin obstáculo 
alguno. 
 48 
Ahora bien, con el objetivo ya trazado previamente por la Asamblea de 
impulsar el debilitamiento del régimen feudal, ésta comenzaría por poner a la 
venta tierras pertenecientes al clero con el objetivo de que fueran los campesinos 
quienes las adquirieran. De esta manera con ésta y otras medidas tomadas por la 
Asamblea, en poco tiempo aumentó la industria y, con ello, el número de 
asalariados en Francia; pero lo que parecía un logró, más bien terminó con el 
establecimiento de jornadas laborales excesivas (de 14 a 18 horas diarias), 
caracterizadas por una paga ciertamente miserable, todo lo cual produjo que 
rápidamente se crearan distintas asociaciones en contra de los patrones, las más 
representativas la Asociación Tipográfica y la Hermandad de Carpinteros. Ante este 
nuevo intento de organización por parte de los trabajadores, la Asamblea 
respondería con la creación de la ley Chapelier, que desde el 14 de junio de 1791 
prohibiría a los obreros el derecho a reunión en asociaciones y, por si fuera poco, 
también la posibilidad de la huelga. En ese mismo año, Francia sería declarada 
monarquía constitucional. 
Una vez declarada la monarquía constitucional, Luis XVI asumiría el poder 
del Ejecutivo y la Asamblea el Legislativo. Los ciudadanos votantes eran los activos 
(ciudadanos que representaban el 20 por ciento del total de la población), pero el 
descontento acumulado hasta el momento originaría clubes y sociedades populares 
que, pese a la oposición de la Asamblea, se fortalecían cada vez más. Entre estos 
el de mayor influencia era el club de los Jacobinos y el de los Cordeleros, 
organismos que habían adquirido sus nombres por el nombre del convento en el 
que se reunían; el verdadero nombre de los Jacobinos, sin embargo, era Sociedad 
de los amigos de la constitución, mientras que la de los Cordeleros era Sociedad 
de los amigos de los derechos del hombre y del ciudadano. El club de los 
Jacobinos, por su parte, reunía a figuras como Mirabeau y Robespierre, mientras 
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que el de los Cordeleros reunía a hombres sin voto y mujeres, en su mayoría. 
Estas sociedades, claramente, estaban en clara oposición con las disposiciones de 
la Asamblea, y asunto similar ocurriría con la creación de diversos periódicos entre 
los cuales, los más importantes, eran Boca de hierro y El amigo del pueblo, este 
último editado por Marat, conocido por ser un defensor inquebrantable de las 
masas. 
Pero Luis XVI no podía sólo contemplar los acontecimientos que destruían la 
Francia que él conocía, así que elaboró un golpe contrarrevolucionario que 
provocaría que el 21 de julio de 1791 todo el pueblo de París se despertara con la 
noticia de que habían huido el Rey y la Reina. Su objetivo era llegar a la fortaleza 
de Montmedy, en donde los esperaban tropas del marqués de Boniller que 
servirían para que el Rey, a la cabeza de un ejército contrarrevolucionario, 
disolvería la Asamblea y, con ella, todas las medidas anti-monárquicas

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