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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Programa de Posgrado en Antropología Facultad de Filosofía y Letras-Instituto de Investigaciones Antropológicas Especialidad en Arqueología. Presencia de cazadores recolectores en el Estado de Veracruz. Un acercamiento al área de Aquila y Maltrata. Tesis que para optar por el grado de Maestría en Antropología Presenta: Paris Alejandro Ferrand Alcaraz Comité tutoral: Dr. Guillermo Acosta Ochoa. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Dra. Ellizabeth Solleiro Rebolledo. Instituto de Geología, UNAM. Dra. Annick Daneels. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Dr. Carlos Serrano Sánchez. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Mtro. Jaime Díaz. Instituto de Geología, UNAM: México D.F. Febrero 2013 1 A mamá por su cariño y paciencia en este viaje. A Memo Acosta por saber trazar el camino y echarme a andar. A Liz Solleiro porque sin ella este trabajo no se hubiera logrado. Agradecimientos Se agradece particularmente en este trabajo el apoyo de CONACyT por la beca otorgada para el desarrollo del posgrado en antropología de 2010 a 2012. Le agradezco especialmente a familia y amigos que apoyaron con buenos tiempos, consejos, sonrisas, cervezas y discusiones sobre el tema, pero en particular aquellas conversaciones que no se referían al mismo y daban tiempo a descansar mente y cuerpo. Un agradecimiento especial al grupo de paleosuelos quienes semestre con semestre estuvieron al tanto de los avances del trabajo y con sus opiniones y sugerencias hicieron de este trabajo mejor día con día. 2 Índice Capítulo 1. Introducción. ............................................................................................. 5 1.1. Planteamiento del problema ............................................................................. 6 1.2. Hipótesis. ......................................................................................................... 7 1.3. Justificación ...................................................................................................... 8 1.4. Objetivos. ......................................................................................................... 8 1.5. Ubicación y delimitación geográfica. ............................................................... 10 Capítulo 2. Los que llegaron hace miles de años. .................................................... 16 2.1 Organización social. ........................................................................................ 18 2.1.1 Modo de reproducción .............................................................................. 18 2.1.2 Estructura organizacional. ......................................................................... 20 2.1.3 Modo de apropiación del medio. ................................................................... 21 2.2. Hipótesis de poblamiento continental ............................................................ 27 2.2.1. Pacífico Sur ............................................................................................. 27 2.1.3. Atlántico Norte ......................................................................................... 28 2.1.4. Corredor libre de hielo .............................................................................. 31 2.1.5. Ruta costera del Pacífico ......................................................................... 34 2.1.6 El poblamiento en territorio veracruzano ................................................... 43 Capítulo 3. Desde la Montaña. Excavación en el sitio El Tebernal, Aquila Veracruz. ................................................................................................................................. 46 3 3.1 Las bases teóricas........................................................................................... 46 3.2 Metodología general. ....................................................................................... 49 3.2.1 Topografía del sitio ................................................................................... 52 3.2.2 Técnica de excavación .............................................................................. 53 3.2.3 Recolección de material ............................................................................ 54 3.2.4. Embolsado y etiquetado. .......................................................................... 54 3.2.5 Procesamiento de datos. .......................................................................... 55 3.3 Descripción de las unidades de excavación .................................................... 56 3.3.1 Pozo 1 ...................................................................................................... 56 3.3.3. Pozo 3 ..................................................................................................... 67 4.4. Resultados generales ..................................................................................... 73 Capítulo 4. La búsqueda desde la tierra. Geoarqueología y paleoambiente ............. 75 4.1. Recolección de muestras. .............................................................................. 79 4.1.1 Embolsado y etiquetado ............................................................................ 80 4.1.2 Secado y preparación de muestras ........................................................... 81 4.2. Análisis físicos ................................................................................................ 81 4.2.1 Cuantificación de las fracciones arena, limo y arcilla (Textura). ................ 81 4.2.2. Susceptibilidad magnética. ...................................................................... 82 4.2.3 Micromorfología. ....................................................................................... 83 3.3. Análisis químicos. ........................................................................................... 85 4 4.3.1. Carbono orgánico total. ............................................................................ 85 4.3.3. Isótopos estables. .................................................................................... 85 Capitulo 5. Desde el laboratorio. Los análisis a los artefactos y los suelos. ......... 88 5.1 Artefactos ........................................................................................................ 88 5.1.1 materiales arqueológicos .......................................................................... 88 5.1.2 Análisis de cadena operativa .................................................................... 96 5.2. Análisis geoarqueológicos ............................................................................ 101 5.2.1 Análisis físicos ........................................................................................ 102 5.2.2 Análisis químicos .................................................................................... 113 Capítulo 6. El precerámico en El Tebernal ................................................. 116 6.1 Tecnología precerámica ................................................................................ 116 6.1.2 Tecnología expeditiva de los cazadores del trópico americano ............... 116 6.2 Tipos de sitio de cazadores-recolectores ....................................................... 119 6.3 Un acercamiento al paleoambiente en la región. ........................................... 130 6.3.1 Luvisoles ................................................................................................. 131 6.3.2. En México .............................................................................................. 134 6.3.3. El Tebernal ............................................................................................136 6.4 Conclusiones ................................................................................................ 141 Bibliografía. ............................................................................................................. 147 5 Capítulo 1. Introducción. El presente trabajo de investigación es la continuación del proyecto iniciado en 2009 “Presencia de Sociedades Cazadoras Recolectoras en el Estado de Veracruz. Un acercamiento al territorio actual veracruzano, perspectiva desde la zona Orizaba Córdoba Maltrata”, dirigido por el Dr. Guillermo Acosta Ochoa y el Arqlgo. Paris A Ferrand Alcaraz, el cual tuvo como objetivo identificar sitios acerámicos asociados al poblamiento temprano del área. Dentro de los resultados de la primer temporada de recorrido se identificaron i) un yacimiento de pedernal con artefactos líticos, ii) dos concentraciones de artefactos en cauces de río que podrían estar asociados a megafauna, iii) cuatro abrigos rocosos con posible ocupación precerámica, así como, algunos sitios cerámicos, todos éstos fueron dados de alta en la Dirección General de Registro de zonas Arqueológicos y Monumentos Históricos. Debido a la presencia de sitios con posible ocupación precerámica se propuso realizar un estudio más detallado con la finalidad de obtener información cronométrica, cultural y de paleoambiente asociado a los primeros pobladores de la región (Ferrand, 2010). Para poder acercarnos al ambiente que pudo haber existido en la región y de esta manera tener un panorama más amplio del área que aprovecharon las sociedades precerámicas a finales del Pleistoceno e inicios del Holoceno, se realizaron estudios de paleosuelos. Como parte del estudio arqueológico se realizaron 3 pozos de sondeo en el sitio de El Tebernal y se tomaron muestras pedológicas en un perfil natural del mismo sitio. La temporada de campo se realizó en enero-febrero de 2011 con la aprobación del consejo de arqueología INAH.1 1 El trabajo de campo fue apoyado tanto por los proyectos PAPIIT IN401910: "Proyecto Análisis de granos de almidón en arqueología: aplicaciones en el estudio de la agricultura temprana" y Conacyt 99275: "Primeros pobladores y horticultura temprana en la depresión central de Chiapas” los cuales son dirigidos por el Dr. Guillermo Acosta Ochoa. 6 1.1. Planteamiento del problema En años recientes se han realizado trabajos de investigación referentes a sociedades precerámicas en el Estado de Veracruz (Véase los proyectos de Acosta y Ferrand 2009a o Cassiano 20092), aun así el trabajo sistemático de la temática al respecto es escaso, es por ello que en esta investigación se planteó continuar con los trabajos iniciados en 2009 con la finalidad de complementar la información arqueológica disponible para las sociedades tempranas de la región. Para poder llevar a cabo esta investigación se plantearon dos interrogantes a responder dentro del proyecto, las cuales son: ¿Qué papel desempeñó el área de las Grandes Montañas Veracruzanas en el poblamiento temprano de la región? y ¿Cuál fue el ambiente que predominó en la región al momento del poblamiento continental? La presencia de especies de megafauna pleistocénica, todas ellas herbívoras (Peña 2005), tanto en Maltrata como en sus cercanías (el valle Puebla-Tlaxcala, Acultzingo, Nogales, Orizaba (Peña 2005), entre otros), nos dan una idea del ambiente, la fauna y la flora que pudo existir en la parte baja del área. Sin embargo estudios detallados de paleoambiente, a través de técnicas propias de la pedología, las cuales se basan en los atributos que componen la memoria del suelo (Targulian y Goriachkin, 2004), nos ayudan a inferir las condiciones ambientales en el momento de la ocupación antrópica del sitio. En el sitio El Tebernal, ubicado en la parte alta de la región veracruzana, no se tenían análisis ni registros paleoambientales. Dichos estudios se realizaron con muestras recuperadas de la excavación arqueológica controlada mediante la diferenciación de los horizontes de suelos localizados en el sitio. A partir de estos análisis se pretendía hipótesis sobre como las sociedades de cazadores recolectores de la región se apropiaron y modificaron el sitio. 2 Comunicación personal Cassiano marzo 2009 7 El análisis de los materiales culturales obtenidos a partir de la excavación nos ayuda a inferir cuáles eran las características económico-culturales de estos primeros pobladores y saber cómo utilizaron al área, al evaluar las siguientes alternativas si fue como un campamento de extracción y preparación de artefactos; si fue un campamento base; o un área de producción de alimentos u otro tipo de sitio de los que se tienen identificados. Los registros de sociedades precerámicas en Tehuacán (MacNeish et al. 1967), Valsequillo, Puebla (González, 2006; Huddart y González 2006); en la cuenca de México; en sitios como Tlapacoya (Lorenzo y Mirambell 1986; Jimenez et al, 2006 y Lorenzo 1947), en Oaxaca (Flannery 1969; 1988) y Veracruz (Wilkerson 1973; 1987; Daneels y Pastrana 1988 y Navarrete 1987) son los referentes más próximos que tenemos a nuestra área de trabajo. La mayor parte de estos estudios se han quedado en una descripción morfológica de los artefactos y algunos estudios detallados sobre osamentas halladas ocasionalmente. Gracias a estos trabajos se ha establecido un marco cronológico entre 10.000 AP a los 5.000 AP que nos dan una idea de sobre cuando fue el poblamiento del altiplano central mexicano, mientras que para el Estado de Veracruz, los trabajos de Wilkerson; 1973, 1987 y Daneels y Pastrana; 1988) han propuesto fechamientos van desde los 5.500 AP hasta los 2.500 AP (sin calibrar). 1.2. Hipótesis. A finales del Pleistoceno e inicios del Holoceno el ser humano fue ocupando el continente americano, éste tenía un clima muy diferente al actual, probablemente más seco y frío o seco y cálido dependiendo de la latitud (Cfr. Acosta 2007). En la región de Aquila y Maltrata el clima debió ser más frio, predominando los bosques de pinos y coníferas, con algunos cuerpos de agua permanentes o semipermanentes. Las sociedades precerámicas que habitaron la región debieron de haber mantenido un sistema de apropiación del medio, pero aún no sabemos si estuvo ligada a industrias expeditivas como la que se ha definido para otras regiones como Chiapas (Acosta 2008) o ligada a los cazadores de puntas acanaladas del tipo Clovis-cola de 8 Pescado. En base a los escasos materiales líticos de superficie, no se han identificado materiales del tipo Clovis, por lo que se considera la posibilidad de que los primeros pobladores estuvieran más bien ligados a una industria expeditiva de amplio espectro de subsistencia, sin embargo el reconocimiento de los artefactos y su interpretación nos pueden acercar a las formas de apropiación y tecnología usada en la región. Por otra parte si el cambio climático al momento de la transición Pleistoceno- Holoceno alteró gran parte de la superficie continental, principalmente con la presencia de glaciares de mayor tamaño entonces, siendo que la región se localiza en las inmediaciones del Pico de Orizaba, el clima tuvo que haber cambiado por lo que a partir de las técnicas empleadas desde los paleosuelos podremos inferir qué tipo de clima predominó en la región y si este favorecía o no el aprovechamiento de la región por los primeros pobladores en el área. 1.3. Justificación La ausencia de trabajos de precerámico en el Estado de Veracruz hace que este trabajo resulte de suma importancia para comprender de una forma más clara cómo pudo haber sido utilizada la región de las grandes montañas veracruzanas a finales del Pleistoceno e inicios del Holoceno, así poder ampliar la visión del poblamiento tantode la región como del país. Mientras que el poder conocer el ambiente al momento del poblamiento continental en esta región nos ayudará a complementar el panorama de este tipo de estudios a nivel nacional. 1.4. Objetivos. Poder reconocer si los artefactos líticos del área corresponden a sociedades precerámicas y de qué manera estos nos pueden indicar el modo de apropiación y transformación de medio, así como poder formular planteamientos iniciales sobre: i) el clima que debió predominar el área a finales del Pleistoceno e inicios del Holoceno; y, ii) el modo de vida que estas sociedades mantenían. 9 10 1.5. Ubicación y delimitación geográfica. El sitio se encuentra en el municipio de Aquila, siendo parte de lo que se considera como las grandes montañas veracruzanas (Figura.1). El Tebernal es una pequeña comunidad, en sus inmediaciones se localiza un pequeño valle con un yacimiento de pedernal, tanto la comunidad como el sitio se ubican en la parte alta de las cumbres de Aquila, justo donde termina el Altiplano Central Méxicano, sobre la Franja Volcánica Transmexicana. Figura. 1 Región de las grandes montañas veracruzanas 11 El Tebernal, se localiza en el municipio de Aquila (Figura 2), en la zona montañosa de Veracruz, sobre la Sierra Madre Oriental, el municipio se ubica entre las coordenadas 18º 46’ y 18º 49’ de latitud norte y los meridianos 97º 17’ y 97º 22’ de longitud oeste, a una altura promedio de 1,800msnm y 2,700msnm, El Tebernal se ubica a una altitud media de 2412; limita al norte y al oeste con el Estado de Puebla, al este con el municipio de Maltrata y al sur con el de Acultzingo. En cuanto al Figura. 2 Localización de El Tebernal dentro del municipio de Aquila. 12 aspecto geológico, en este sitio se encuentra un yacimiento de pedernal, intercalado con un gran número de materiales sedimentarios como las calizas-lutitas y calizas, principalmente. La temperatura del lugar hoy en día oscila entre los 12º y los 16ºC con un rango de precipitación de 400 a 700mm con un clima templado subhúmedo con lluvias en verano (Figura 3). En el Tebernal solo existe un corriente de agua intermitente que cruza el sitio arqueológico. El sitio hoy en día presenta un suelo tipo Phaeozem (Figura 4). (Inegi 2009) Figura. 3 Clima en Aquila. 13 El lugar hoy en día es una pequeña cuenca en la cual se forma un lago en temporada de lluvias, por esta razón los lugareños solo utilizan el espacio como un lugar de paso y pastoreo de ganado vacuno. A los alrededores se siembran maíz, calabaza, frijoles, entre otras plantas y en las partes altas aún se conserva el bosque. Los dueños de los terrenos son: Zackarias Huerta y José González, ambos nacidos en la misma comunidad, el primero de ellos reside en el sitio mismo, mientras que el segundo reside en la comunidad de Cumbres de Aquila. al) Figura. 4 Suelos actuales en Aquila (Rhaeozem en El Tebernal) 14 El estudio arqueológico se enfocó al sitio denominado El Tebernal, el cual se caracterizó, de primera instancia, como un yacimiento-taller a cielo abierto. Allí se realizaron 3 pozos de sondeo, con la recuperación de secuencias pedológicas y sedimentarias y el fechamiento de los suelos y sedimentos. También se realizó una somera revisión de los cortes estratigráficos naturales en la barranca fluvial del río Apiaxco, en el municipio de Maltrata, con la finalidad de poder entender los procesos pedogenéticos del valle y cuál pudo haber sido el clima que predominó en la transición Pleistoceno-Holoceno, por ser una cuenca aluvial que presenta poca estabilidad en sus suelos, lo que origina la poca formación de suelos no se realizó un análisis de fondo pero se señalaron algunos procesos de formación sedimentaria. 15 Figura. 5 El Valle de Maltrata y el sitio de El Tebernal. 16 Capítulo 2. Los que llegaron hace miles de años. Se asume que fueron sociedades nómadas las que poblaron el continente, a éstas se les ha denominado cazadoras-recolectoras, debido al uso de las fuerzas productivas con las cuales se apropian del medio. Luis Felipe Bate menciona que se deben considerar, en todo tipo de sociedad, dos aspectos: las formas de interacción entre la fuerza de trabajo y los medios de producción, y la evaluación cuantitativa de las fuerzas productivas como grado de desarrollo social (Bate 1986). Tomando en cuenta lo anterior la denominación de cazadores recolectores, se debe a que la característica tecnoeconómica principal de esta formación económico-social está basada en los modos de apropiación de la caza y la recolección. Son estos los que determinan el desarrollo de la vida material y condicionan todo el proceso de la vida social y política (Bate 1986; Gnecco 2000; Rodríguez, 2002; Service 1973). Aunque en general concuerdo con lo que varios autores han considerado al opinar que el término no es completamente correcto, ya que muchas de estas sociedades no solo se dedicaban a la caza y a la recolección, sino que algunas de estas sociedades también se podían dedicar a la pesca o en algunos casos al cultivo incipiente. (Gnecco 2000, González 2000) Por otra parte, dentro de la producción cualitativa3, se deben considerar algunos rasgos relevantes de las fuerzas productivas para distinguir cuáles son las principales clases de bienes hacia las que estas sociedades están orientadas en su proceso de apropiación/producción como son: a) alimento, b) instrumentos de consumo y c) bienes de consumo no alimenticio (Bate 1986). Básicamente lo que distingue a las sociedades cazadoras recolectoras, sin ser la única característica de estas sociedades pero sí aquella que nos interesa estudiar dentro del registro arqueológico, es la que está relacionada con la forma de organización para obtener sus alimentos, es decir, el modo de vida de éstas (Bate y Terrazas 2002). Dentro de 3 Producción cualitativa, entendida como la calidad de los caracteres adquiridos que distinguen al modo de producción. 17 éste podemos mencionar la ausencia de sobreproducción, la ausencia de un gasto desmedido de los medios y la ausencia de almacenamiento de bienes. Los más obvio y probablemente más crucial por su efecto en las formas de relaciones sociales y su relación con el medio ambiente es el nomadismo, ya que esto les permitía llevar a cabo una economía de recolectores. Este tipo de sociedades, tradicionalmente se dedicaría a dos tipos de actividades tales como: caza (terrestre o marina) y recolección (de igual manera podemos mencionar recolección terrestre como plantas, vegetales o tubérculos, y marina como algunos moluscos que no son propiamente cazados). Estas actividades se realizaban con diferentes modalidades técnicas dependiendo de la región, con lo cual también se habrían desarrollado modos de apropiación y trabajo especializados. Algunas sociedades de cazadores recolectores realizaron un tipo de cultivo incipiente, este modo de producción se ha podido registrar en sociedades que habitaron regiones tropicales (Gnecco 2000; González 1993; Service 1973). Para este tipo de producción alimenticia no se puede utilizar el término de agricultura, ya que ésta se entiende como el proceso de sembrar, cuidar y cosechar algún tipo de planta, para lo cual se requiere la inversión de tiempo y principalmente de gente especializada en esta actividad, que se dedique de manera primordial a mantener esta producción y asegurar la sobrevivencia de la cosecha. Sin embargo lo que se ha podido evidenciar en sociedades tempranas precerámicas, al menos en Colombia, es la creación de claros donde se realizaba el proceso de producción mediante la siembra(Gnecco 1990, 2000) estos claros se producían y mantenían a propósito lo que nos da una idea de, por lo menos, un cultivo incipiente 4 , el cual era realizado a propósito. Así pues, las sociedades cazadoras-recolectoras se caracterizan por la obtención de sus alimentos a través de la apropiación, por lo que el proceso productivo característico reside en que la sociedad no interviene masivamente en el control de la reproducción biológica de las especies animales o vegetales. También se destacan por no utilizar exhaustivamente los recursos que les proporciona su 4 Un cultivo incipiente se puede definir como la actividad de mantener las condiciones para la producción de plantas, sin que conlleve una actividad de tiempo completo, es decir, solo se propicia el crecimiento adecuado de la planta. 18 medio, y de esta forma no agotar innecesariamente los recursos. (Bate 1986, González 2000). 2.1 Organización social. Este apartado se refiere a cómo se organizan las sociedades cazadoras recolectoras, para esta investigación se retoman algunas de las principales características que han descrito y estudiado varios investigadores (Service 1973, Bate 1986 y 1992, Bate y Terrazas 2002, González 1993 y 2000, Polítis et al. 2009, entre otros) como son: la demografía (modo de reproducción) y la estructura organizacional (la reciprocidad). Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas (2002) mencionan que todas las sociedades de cazadores recolectores se basan en una economía apropiadora de captura y recolección, por lo tanto la contradicción fundamental del modo de vida cazador recolector se establecería entre las relaciones sociales de producción, que en este tipo de sociedades sería de apropiación, y las relaciones sociales de reproducción y serán principalmente estas dos las que se describirán adelante. El término y significado de modo de producción para las sociedades cazadoras- recolectores lo retomo de la definición que da Bate en su libro “El modo de producción cazador recolector o la economía del salvajismo” (1986) y que más adelante se detalla. Basta decir que aun cuando se dan las bases para determinar un modo de producción en este tipo de sociedades, éste incluye tanto a la elaboración de artefactos como a la apropiación de alimentos. 2.1.1 Modo de reproducción Aunque no nos adentraremos mucho en los modos de reproducción, retomo algunas ideas de lo que se ha planteado para estas sociedades, principalmente por Bate y Terrazas (2002). Considero de suma importancia el aspecto de la reproducción en este tipo de economía sin embargo por tratarse de un trabajo de análisis con materiales arqueológicos y paleobotánicos no extenderé mucho este apartado. 19 En lo referente a cómo una sociedad nómada, cazadora recolectora, puede subsistir y mantenerse bajo este régimen, se han estudiado varios aspectos. Uno de ellos es la forma de mantener un número adecuado de individuos tanto para su subsistencia como para su reproducción. Esto debido a que las sociedades cazadoras recolectoras, generalmente nómadas, requieren de pocos individuos que conformen su grupo para que mantengan su movilidad, por lo que debe tener un mínimo de instrumentos de trabajo (González 2000) los cuales puedan transportar con su movimiento, es por esto mismo que el modo de reproducción5 está ligado al modo de producción de cada sociedad y por lo tanto tendrán controlada la natalidad en su grupo, con el propósito de no poner en riesgo la subsistencia del mismo. La reproducción biológica de la especie humana se encuentra mediada por relaciones sociales objetivas. Desde una visión antropológica, se ha supuesto que los sistemas de parentesco conformarían las relaciones que organizan la reproducción biológica. Estas relaciones, menciona Meillassoux (1977), son impuestas por el nacimiento y son de por vida, estatutarias e intangibles, es a partir de ellas que se define la posición del individuo en las relaciones de producción y reproducción. Los modos de reproducción son fundamentales para la conservación de la vida humana, están encaminados hacia ello. Lo cual implica diversas actividades que permiten el mantenimiento de ésta, como son la alimentación, higiene, protección ante el clima, adorno personal, manejo de los afectos, diversión y uso del tiempo libre (Bate y Terrazas 2002). Una de las condicionantes del modo de reproducción es el modo de producción de cada sociedad. El nomadismo y la apropiación de alimentos a corto plazo (debido a que no se producen excedentes), mantienen a este tipo de sociedades en una condición de precariedad respecto a los insumos personales. Esta precariedad y las relaciones sociales que conlleva hacen que las sociedades de cazadores recolectores tengan un modo de reproducción simple (es decir, no amplio) 5 Se refiere al sistema de relaciones sociales y actividades que median la reproducción biológica de la especie y la reposición cotidiana de la vida humana. 20 de la población (Bate y Terrazas 2002), por lo tanto tenderán a desarrollar técnicas que permitan limitar el crecimiento de la población. Aunque este tipo de sociedades no mantienen necesariamente un sistema de relaciones cerrado respecto a otros grupos humanos, al contrario, se mantienen diversas esferas de relaciones en las que no necesariamente participan todos los individuos. 2.1.2 Estructura organizacional. La estructura organizacional se basa, en la conformación de un sistema de cooperación y filiación endogámica (Bate 1986, 1992; Wobst 1976) en donde se originan alianzas. También hay quien propone (Gamble 1990) que estas alianzas revelarían un intercambio de información y conocimientos sociales en donde se involucraría la negociación y éste se puede dar dentro del mismo grupo social o con otros grupos. Esencialmente las sociedades cazadoras recolectoras se pueden dividir en diferentes unidades organizacionales, las principales serían las sociedades tribales y las comunidades primitivas de cazadores-recolectores, estas pueden ser distinguidas por sus diferentes modos de apropiación, ya que las primeras cuentan con almacenamiento de alimentos, mientras que las segundas no (Bate 1986, 1992; Bate y Terrazas 2002). En este trabajo me referiré homogéneamente a las sociedades cazadoras-recolectoras a partir de la tecno-economía que forma parte del modo de vida6, por lo que no se profundiza en la temática de las categorías que se han dado para este tipo de sociedades y se mencionarán únicamente aquellas características que pueden ser compartidas por todas las unidades organizacionales asociadas a este modo de vida. La organización técnica del trabajo se puede dar de dos maneras dependiendo las condiciones del medio geográfico, los recursos utilizados y las técnicas que se emplean. El primero es aquél en cuyos procesos de trabajo se 6 El modo de vida depende de la organización para la producción y de la orientación de la fuerza del trabajo para coordinar los medios de producción y el objeto mismo de la producción. Dentro de este están presentes los elementos que conforman la base del modo de producción. 21 requiere únicamente la labor de los miembros de la unidad doméstica7, como pueden ser actividades domésticas de preparación de artefactos simples, preparación final de alimentos entre otros. El segundo es aquel en cuyo proceso se requiere de la participación de miembros de varias unidades domésticas en una relación de colaboración simple (Bate 1986), como la caza especializada de megafauna, el desollamiento de grandes presas, la preparación de rituales entre otros. Sobre la división del trabajo en sociedades cazadoras recolectoras varios autores, como Elman Service (1973), han manifestado una división degénero y edad. Al contrario Felipe Bate (1986) menciona que no existe la especialización en la producción material y la división del trabajo en cuanto a estas características. En vista de que no existen trabajos que una mujer no pueda realizar, mientras que la única actividad que los hombres no pueden realizar es amamantar a los lactantes. Aunque esto no implica que dentro de la colaboración simple de los procesos de trabajo exista una especie de distribución diferencial de tareas, esta podría depender de las habilidades de cada individuo para realizar tal o cual actividad. 2.1.3 Modo de apropiación del medio. El modo de apropiación del medio refiere a varias actividades que ayudan a la sociedad a poder consumir, transformar o producir diferente bienes, es por ello que para poder entender las relaciones sociales, de apropiación y producción que se llevan a cabo dentro de las sociedades cazadoras recolectoras, y en general de todo tipo de sociedad, es necesario poder reconocer cuales son los modos de producción/apropiación, modos de trabajo y los procesos de trabajo, y desde qué punto de vista se abordarán en este escrito. Será a partir de estos conceptos ontológicos que podremos inferir cuál fue el posible modo de vida de las sociedades 7 Se refiere a la unidad básica de producción de los cazadores-recolectores. 22 precerámicas8 presentes en la región. Adelante se da una breve definición de los términos que manejare a lo largo del texto. El modo de producción/apropiación se refiere a la unidad de procesos económicos básicos de la sociedad: producción, distribución, cambio y consumo. Siendo estos esenciales en la determinación de la estructura social (Bate 1998). En las sociedades precerámicas se pueden entender como modos de apropiación, manteniendo características similares entre modo de producción y de apropiación, por lo que se deben entender los mismo procesos económicos que en adelante se explican. Producción, es el sistema orgánico de los diversos procesos de trabajo concretos, a través de los cuales se generan las diferentes clases de bienes que requiere la sociedad. Dentro del proceso productivo se encuentran dos elementos (Bate 1998): 1) La fuerza de trabajo, que a su vez la integran varios elementos. 1.1) La composición cualitativa que se compone por: a) La fuerza de trabajo. b) Los objetos de trabajo. c) Los medios o instrumentos de trabajo. d) Los productos. e) Los desechos. 1.2) El grado de desarrollo de las fuerzas productivas. 1.3) La organización técnica. 8 Por sociedades precerámicas nos referimos a sociedades que no desarrollaron, dentro de sus modos de producción, la alfarería. Generalmente están asociadas a sociedades de cazadores recolectores ya que la ausencia de cerámica le ayudaba a mantener una mejor movilidad. 23 1.4) La división social del trabajo. 1.5) La organización social de la producción. 2) Las relaciones sociales de producción. Dentro de los modos de producción se pueden también incluir la recolección y la caza dentro de las sociedades cazadoras recolectoras, ya que si bien no se tiene un control sobre la producción de los alimentos dentro de este tipo de economía, para poder apropiarse de los mismos se cumple con los elementos propuestos por Felipe Bate dentro de lo que se considera la producción. Mientras que, el modo de trabajo: integra la organización de los procesos de trabajo necesarios para la relación del individuo con su objeto de trabajo. Refiere a las diversas maneras en que se cumple el proceso productivo de una sociedad dada y supone la relación específica entre un conjunto de instrumentos de producción, una determinada organización del trabajo y una ideología que los cohesione y justifique. Este se puede conocer mediante el ciclo de actividades definido y se puede inferir, en un contexto arqueológico, a partir de los conjuntos artefactuales que establecen entre sí una relación necesaria (Acosta 2000). Los procesos de trabajo son la instancia mediadora entre modo de trabajo y cultura. Están integrados por las actividades humanas singulares, expresadas como manifestaciones parciales de la multiplicidad de actividades, que de manera simultánea y sucesiva, constituyen la existencia concreta de la totalidad social. Estos se objetivan en cada uno de los materiales que integran un contexto arqueológico (Acosta 2000). Son las actividades humanas que manifiestan las actividades totales o parciales de una sociedad concreta. Es decir el despliegue de la fuerza pura y simple que posee por término medio todo hombre y por consiguiente todo grupo social, es inherente a su fuerza de producción y transformación del medio y en el individuo se encuentra en su organismo físico sin necesidad de un desarrollo especial. 24 Son estos procesos de trabajo los que se intentan identificar en esta investigación, por ello debemos de tener en cuenta que la obtención de los alimentos es la empresa más importante dentro de las sociedades cazadoras recolectoras por lo que ésta consumirá la mayor parte del tiempo de producción. Por lo tanto sus procesos de trabajo, parte de su modo de producción y el modo de vida de las sociedades en cuestión, estarán íntimamente ligados a la subsistencia. Otra actividad que le sigue en importancia es la producción de instrumentos de trabajo, desde la obtención de la materia prima hasta la terminación de artefactos útiles a una actividad. El sitio El Tebernal, al ser un sitio taller-cantera, se enmarca dentro de este tipo de actividades productivas, y los procesos de trabajo implicados en la cadena de producción de los mismos. Por lo mismo, debo hacer mención de cómo se entienden los diferentes procesos de producción de las sociedades cazadoras recolectoras, y desde donde se retoma esta propuesta. Anteriormente Bate (1986) realizó una propuesta bastante amplia del modo de producción cazador recolector, en donde menciona que la estructura social de las comunidades cazadoras recolectoras está básicamente relacionada con las formas de organización que permiten asegurar la obtención de alimentos, como: La tecnología. Este tipo de sociedades obtienen sus alimentos a través de la apropiación, es decir, no hay una intervención directa en la producción de los mismos, es en ésta en donde se ven reflejados los procesos de trabajo de apropiación de los bienes (Bate 1977; Service 1973) La relación sociedad naturaleza. Dentro de ésta podemos conocer el medio ambiente en que se desenvuelve la sociedad humana y por lo tanto conocer el repertorio de posibles alternativas de desarrollo social, aunque los límites que pueda presentar la naturaleza siempre van a ser relativos. Estas sociedades son las que menor grado de transformación social en la naturaleza representan, sin embargo estos grupos humanos no se limitaron a adaptarse a las condiciones naturales, si no que las fueron transformando (Bate 1977). Es decir si la naturaleza y el entorno fueran las únicas variables a considerar para estas sociedades, las descripciones 25 etnográficas no entrañarían tanta dificultad, ni serían tan variadas y a la vez sorprendentes. Y aunque esta relación es de gran importancia no debe considerársele por encima de otras (Rodríguez 2002). Ciclos de producción y consumo. Nos dan una idea de con qué frecuencia son apropiados los bienes alimenticios. Estos ciclos, menciona Bate, generalmente serán breves, ya que la necesidad de alimentación en una sociedad es ininterrumpible. Entre los procesos de apropiación y consumo pueden mediar algunas formas simples de distribución y cambio, no obstante entre estos procesos no existe la acumulación, con excepción de algunas situaciones especiales como celebraciones de fiestas y ceremonias (Bate 1977). Elnomadismo hace que el conjunto de bienes materiales que posee la sociedad sea lo más reducido posible para de esa manera facilitar su transporte. Producción subsistencial. La producción de este tipo de sociedades está orientada exclusivamente a la sobrevivencia, ya que no tienen un sistema de almacenamiento de excedentes, aunque algunas sociedades de cazadores recolectores realizan cierto almacenamiento, principalmente para las temporadas de escasez de productos vegetales en ningún caso existen excedentes. Desarrollo de las fuerzas productivas. Este se encuentra sujeto a variaciones debido a la productividad natural, la cual inhibe la conservación o acumulación de los alimentos y tiende a mantener una economía que limita la explotación del medio y la inventiva tecnológica. Sin embargo esto no significa que no hubiera avances tecnológicos tanto en la recolección como en la caza, pero este desarrollo está relacionado con el detallado conocimiento del entorno. Tendríamos que considerar dos principios los cuales permiten la racionalización de la organización social de los procesos económicos, en donde se pueden ver claramente el desarrollo de las fuerzas productivas (Bate 1977): A. El uso de la fuerza de trabajo. El cual implica la consideración de las técnicas a través de las cuales se explotan los recursos naturales. B. La diversificación de los recursos explotados. Orientado a mantener la disponibilidad de los recursos existentes. 26 Esto no es más que el controlar9 indirectamente la productividad de los recursos, para así poder mantener abiertas las posibilidades de organización de procesos productivos, o de apropiación en este caso. Ello implica una confrontación directa del hombre con el medio y como ya se ha mencionado, debe solventarse día a día. Por ello Meggit (Cfr. Service 1973) considera que muchas veces un vegetarianismo forzoso era una de las principales características de este tipo de sociedades (Bate 1977; Service 1973), aun así la dieta casi siempre contenía carne, aunque no en grandes cantidades debido a la caza de fauna menor y solo ocasionalmente la caza de megafauna, que en algún momento debió transformarse a caza de fauna menor. Tomando en cuenta estas relaciones sociales y realizando un análisis de la composición y desarrollo de las fuerzas de producción de las sociedades cazadoras recolectoras, reconocemos una economía estructuralmente precaria. Esto no quiere decir de ninguna manera que estas sociedades carecían de bienes alimentarios, simplemente carecían de excedentes. Este tipo de economía obedece a la conjunción de diversos factores, como la ausencia de control directo de la disponibilidad de recursos naturales, la brevedad de los ciclos de producción-consumo de alimentos y la inexistencia de la preservación de alimentos; estos deben ser breves e ininterrumpidos. La precariedad no sólo se expresa en el riesgo de la carencia alimentaria, sino en la permanente movilidad necesaria, lo cual hace que el número de bienes materiales sea reducido. Todos estas circunstancias eran resueltas mediante un sistema de reciprocidad, el cual es una especie de contrato social libremente consentido; el cual más bien parece ser un tipo de obligación el participar en él, ya que así se corresponde con la posibilidad de tener que recurrir a los demás en una situación de urgencia vital. Es decir, en el momento en el que a alguien le falte algo será socorrido y en el momento en el que éste tenga que ayudar lo hará, no importando si es a la misma persona que le ayudó con anterioridad u otra (Bate 1986). Por lo anterior, 9 Más adelante se explica el cultivo incipiente que era practicado en algunas ocasiones por las sociedades pretribales en las regiones tropicales. 27 podríamos asumir que las sociedades tempranas de América, como sociedades cazadoras recolectoras, mantuvieron este tipo de sistema de reciprocidad. Tales relaciones de reciprocidad se regulan mediante las relaciones de producción basadas en la propiedad colectiva, es esta particularidad la que hace este modo de producción distintivo de otros, pues esta está dada por la correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, así como por la ausencia de clases sociales. Es también este sistema de reciprocidad el que mantiene los procesos de distribución, cambio y consumo de los bienes (Bate 1986). Las sociedades que habitaron El Tebernal, al asumirse como sociedades cazadoras-recolectores, debieron de presentar todo este tipo de complejidades en su organización social y por lo tanto se deberán poder interpretar algunas de ellas mediante el registro arqueológico. 2.2. Hipótesis de poblamiento continental 2.2.1. Pacífico Sur Esta hipótesis fue sugerida por primera ocasión por el portugués Mendes Correa en 1925 y retomada posteriormente por el antropólogo Paul Rivet en 1943. Rivet había trabajado en lingüística y etnología comparada y nota semejanzas entre las lenguas americanas de los ona, en Tierra de Fuego; con los del área polinesia. Menciona en su publicación, titulada los orígenes del hombre americano, que los primeros pobladores del continente pudieron haber cruzado vía marítima por el Pacifico Sur, hipótesis sustentada tanto por algunos rasgos genéticos como por algunos usos y costumbres similares en ambas regiones. Aunque Rivet aceptaba lo difícil de un contacto menciona que era posible en un óptimo posglacial cuando las tierras habrían emergido, gracias a que los niveles del mar descenderían dejando claros de tierra habitables (Rivet 1960). Actualmente esta postura es poco reconocida, muy pocos investigadores la siguen proponiendo como viable. 28 2.1.3. Atlántico Norte El poblamiento por el Atlántico Norte fue propuesto originalmente por Hibbens (1941) y Greenman (1963), basándose en la similitud entre las puntas sandía y las puntas solutrenses. Esta teoría sostiene que el poblamiento pudo haberse realizado por medio de embarcaciones pequeñas debido a que en la última glaciación la distancia entre los continentes se vio disminuida en gran medida, realizando algunas escalas en las islas para cazar recolectar y pescar. Estas actividades habrían permitido que el hombre llegara a América desde la península ibérica hace aproximadamente unos 25.000-18.000AP (Cfr. Acosta, 2008a) Actualmente este enfoque ha sido retomado por algunos investigadores (Bradley y Stanford 2004), particularmente por las supuestas similitudes entre la tecnología solutrense y la tecnología Clovis. Otros elementos que sugerirían este movimiento sería el empleo de raspadores con espuelas para el trabajo en hueso, el uso de rocas exóticas o el empleo de depósitos cubiertos con ocre (Stanford y Bradley 2002). Muchas de las características mencionadas como comunes entre Clovis y los solutrenses, en realidad no lo son tanto, como el empleo de una gran cantidad de artefactos en hueso, las similitudes tecnológicas o el empleo de pintura rupestre. Esto hace que algunos investigadores (Cfr. Acosta 2008) consideren esta ruta como inviable, sin mencionar la distancia que hay entre ellos y la temporalidad entre los sitios, con una diferencia de al menos 5.000 años (Acosta 2008). Esta postura no se puede dar por descartada todavía y puede que sigan las investigaciones al respecto, mientras que las diferencias tecnológicas y temporales bien podrían ser explicadas por los cambios culturales que pudieron haber sufrido estos grupos en la larga travesía transoceánica. Para las siguientes dos posturas es necesario hablar un poco más sobre lo que se conoce como Beringia (Figura. 6), ya que ambas utilizan este paso como clave en su explicación del poblamiento continental. De este paso transcontinental ya hemos mencionado un poco en la parte medioambiental. Fue Dawson en 1894quien por primera vez nota que los mares de Bering y de Chuckchi estaban relativamente cerca 29 y que la placa continental estaba próxima de lo que hoy es tierra firme, por lo que esta debió quedar expuesta varias veces en el Pleistoceno. Cuando se revisan los niveles históricos del mar de Bering se sugiere que la última inundación ocurrió hace unos 14,000 años AP, según Hopkins (1973, 1979 y 1982) La emergencia de un cuerpo de tierra entre Alaska y Asia también se comprobó con la aparición de restos animales recuperados en el piso del océano, la localización de antiguos canales formados por ríos. Por las cicatrices del nivel del mar se puede interpretar que la última interconexión continental fue para el 10,000 AP (Dixon 1999). Este corredor estuvo presente intermitentemente desde hace 75,000 AP algunas veces con mayor extensión de tierra que otras. El clima en este espacio debió ser, al menos entre el 15,000 y 10,000 AP, más seco que lo actualmente es para Alaska (dependiendo de la altura de cada zona). En las partes bajas una tundra dominaba la región mientras que en las partes altas se encontraban bosques. (Hopkins 1982) 30 Figura. 6 Beringia hace unos 20,000 años AP (tomado de Dixon 1999) Actualmente la discusión se centra principalmente en dos posibles rutas de poblamiento, una está relacionada íntimamente con la distribución de las puntas de proyectil conocidas como Clovis, Esta ruta aboga por un paso rápido a través de un “Corredor libre de hielo” intercontinental entre los glaciares Laureano y Cordillerano, mientras que la otra hipótesis considera un poblamiento lento y paulatino por algunos claros e islas de la costa del Pacífico. En adelante discutiremos brevemente sobre lo que se ha planteado dentro de las dos posturas y cuáles han sido las repercusiones y aportes que han tenido para la arqueología precerámica en México. En la actualidad hay dos trabajos que se pueden considerar convenientes para entender un poco la discusión, y que han mostrado las características principales de 31 las dos hipótesis, estos son los trabajos de Fladmark (1979) y de Dixon (1999). Para la presente investigación también se toman en cuenta algunos trabajos de Acosta (2008), Politis et al. (2009), Mirambell, (1993) y Lorenzo (1990), entre otros. 2.1.4. Corredor libre de hielo Se piensa que el corredor libre de hielo fue una formación incompleta en la coalescencia de los glaciares Laurentino y Cordillerano. Estos glaciares ocupaban la mayor parte de Canadá (Fladmark 1979). El glaciar Laurentino iría de la costa Este al Oeste casi hasta juntarse con las Montañas Rocallosas, mientras que en el lado Oeste de Canadá, el Cordillerano iría de las Montañas Rocallosas hasta la costa del Pacifico. Estos glaciares se expandieron hasta juntarse, con una área aproximada de 800km². De haber estado unidos los glaciares impedirían el paso del hombre al continente. Sin embargo, hay investigadores que creen que la formación incompleta del mismo originó un paso por el cual pudo existir una gran migración y comunicación de especies vegetales y animales incluyendo al humano (Figura. 7). Este corredor permitiría el ingreso humano hace aproximadamente 11,500 años AP. Las opiniones al respecto de este corredor desde su inicio han sido variadas. Mientras algunos investigadores opinan que el corredor estuvo bloqueado hasta al menos hace unos 9.000AP, otros apuntan que estuvo abierto intermitente por lo menos desde hace 55.000AP. Lo más sorprendente de esto es que ocupan la misma información para asegurar una u otra (Fladmark 1979). Algunos investigadores han planteado que el puente intercontinental Beringia existió abiertamente permitiendo el paso de 63000 a 45.000AP. Después entre el 45.000 y el 35.000AP estuvo cerrado. Aun cuando los niveles del mar y los glaciares habían crecido era posible la existencia del puente del 35.000 al 10.000 AP, aunque el corredor libre de hielo estuvo cerrado. Algunos investigadores que apoyan la hipótesis de corredor libre de hielo, aseveran que es posible que por unos milenos en su inicio y otros al final haya existido tal paso (Lorenzo 1990, Mirambell 1993a). 32 Este corredor fue propuesto por primera vez por Ernst Antevs en 1973, quien menciona que funcionó como una gran avenida que permitía el paso del noroeste de Canadá hacia el suroeste de los Estados Unidos. La viabilidad de éste empezó a derrumbarse en 1987 cuando el paleoecólogo Glen MacDonald (Cfr, Dixon 1999) demostró que las fechas radiocarbónicas usadas para soportar la teoría eran incorrectas. Este corredor parece haber existido sólo durante periodo de tiempo relativamente corto a finales del pleistoceno (11.000-10.000AP) (Dixon 1999). No sólo las evidencias dadas a conocer por MacDonald prueban lo poco sostenible de un corredor libre de hielo abierto en un remoto y largo periodo de tiempo, sino que, la reconstrucción climática de dicho corredor muestra que las condiciones para la subsistencia no eran buenas. Las secuencias palinológicas, por otro lado, indican que el clima debió haber sido mucho más frío por haber estado entre dos grandes masas de hielo, las cuales impedían que las actuales corrientes de aire templado circularan hacia el interior del corredor, el frío era imperante, por si no bastara con esto, fisiográficamente la zona es demasiado compleja para ser transitable. (Dixon 1999; Fladmark 1979) Estos datos sugieren que un corredor en el interior del continente no sólo no era viable para una ocupación humana, sino que, este era básicamente inhabitable o transitable, tampoco hay evidencia de comunidades bióticas en la parte central del corredor. De haber sido un paso cultural, se esperaría que, algunos de los sitios más antiguos para Norteamérica se localizaran cerca del corredor, pero hasta la fecha no hay evidencia de ello. 33 Figura. 7 Corredor libre de hielo (tomado de Dixon 1999). Los grupos humanos habrían recorrido el continente y acabado con la megafauna existente en él mismo en aproximadamente 1000 años (Martin 1967) ya que traían consigo una industria de caza especializada de puntas de proyectil que 34 hoy se conocen como Clovis (Haynes 2009; Martin 1967, 1984). Esto es insostenible si aceptamos que algunos de los fechamientos, no tan controversiales que se han dado en Norteamérica y Sudamérica presentan antigüedades de unos 13.000- 12.000AP al menos (Figura. 8). Figura. 8 Oleada migratoria de la teoría Clovis First (tomado de Martin 1967) Aun con todos estos datos en contra, esta teoría sigue siendo de las más socorridas y la que más seguidores tiene tanto en Norteamérica como en Sudamérica, algunos arguyendo que los sitios fechados más antiguos se deben al poco cuidado en los análisis realizados. Otros investigadores no dan crédito a sitios o posturas por el temor de ser considerados como poco científicos al no tener los datos totalmente correctos y certeros, o bien que no cuadran con lo establecido por una hegemonía científica, por lo tanto no se atreven a ir en contra de ésta. 2.1.5. Ruta costera del Pacífico Recientes investigaciones han aportado datos para poder sustentar la hipótesis de un poblamiento por la costa norte del Pacifico. En un inicio ésta fue fuertemente 35 criticada e incluso desechada por algunos investigadores, esto porque se consideraba que durante la era glacial toda la costa del Pacífico Norte habría sido cubierta por espesas masas de hielo. Dentro de estos detractores encontramos a algunos investigadores mexicanos quienes no solo han estudiado esta temporalidad en el país, sino que sus investigaciones son las más conocidas y difundidas, por lo que en ocasiones su palabra se toma de facto como una realidad. Mencionan de esta hipótesis que: “esto (el paso por la costa pacífica) desde luego no es posible pues hay un tipo de glaciarcaracterístico de esa zona que se origina en las Rocallosas y sale por los valles formado lenguas y glaciares que terminan en el mar, por lo que el paso resulta imposible” (Mirambell 1993a: 26) La propuesta de la ruta costera fue planteada originalmente por Knut Fladmark en 1979 y 1986. Él es también su máximo exponente, sugiere el uso del corredor Beringia pero sin internarse en el continente americano, sino que gradualmente iría colonizando siempre por la costa el Oeste de los Estados Unidos (Acosta 2008a), en algunas ocasiones por vía marítima utilizando pequeñas embarcaciones hechas de piel, con lo cual se pudo ir poblando áreas bajas donde los glaciares no habrían llegado (Fladmark 1979). Fladmark en 1979 explica que durante el Pleistoceno tardío existieron varios cambios en el nivel del mar, los cuales controlaban directamente la cantidad y calidad de la tierra habitable a lo largo de la costa norte del Pacífico americano. Aunque hayan existido lenguas glaciares, también quedaban claros abiertos con condiciones de habitabilidad, ya que el mar descendió aproximadamente 130 metros de su nivel actual (Fig. 9). Los datos paleoambientales que él menciona dicen que Heusser (1973) y Terasmae y Fyles (1973) tenían evidencias de bosques de coníferas y bosques de pino con antigüedades que van de 12.000 y hasta 16.000AP para la península olímpica de Washington y el este de Vancouver (Cfr. Fladmark 1979). 36 Figura. 9 Ruta costera del pacífico (tomado de Dixon 1999). Esta teoría se ha ido fortaleciendo con otros estudios geológicos, arqueológicos, paleontológicos y lingüísticos, como el de Ruth Grhun (1998) y R.A 37 Rogers (1985) quienes señalaron que la mayor diversidad lingüística de lenguas nativas americanas se encontraba en la costa norte del Pacifico. Se ha documentado la existencia de áreas libres de hielo en la mayor parte de la costa pacífica para el 13.000AP, exceptuando un área de 400km de la costa entre la Columbia Británica y el estado de Washington (Blaise 1990; Dixon 1999). También se han dado nuevos aportes arqueológicos que demuestran la ocupación temprana de la costa del Pacifico y sus islas, algunas de ellas nunca estuvieron unidas al continente por lo que atestiguan una navegación temprana. En 1997 Josenhans et al. basándose en las cicatrices marinas mencionan que el nivel del mar descendió al menos 153 m. de su nivel actual hace unos 14.000 AP, esto en las inmediaciones de las Islas Carlota en Canadá. En estas islas se han localizado artefactos líticos que indican una ocupación hace al menos 10.200AP (Figura. 10) Figura. 10 Glaciar de las Islas Carlota. 38 Muestras de restos humanos en una cueva de la isla Príncipe de Gales, al Norte de las Islas Carlota, es un importante antecedente para la ocupación de la región (Josenhans et al 1997). Posteriormente en 2005 Rick et al. publican un estudio en el canal de las islas de California. En la costa californiana, mencionan estos autores, se ha encontrado un buen registro arqueológico que incluye algunos de los sitios costeros (concheros y talleres líticos) más tempranos de América, con una rica muestra de fauna y artefactos. Sin embargo, la población ha crecido desmesuradamente, por lo que la mayor parte de estos registros se han perdido. Pero en el canal de las islas californianas se tiene un largo y continuo registro arqueológico, lo que las ha convertido en un foco de estudio por más de un siglo (Rick et al. 2005). Estas islas nunca estuvieron conectadas con tierra firme, al menos desde el Cuaternario. En ellas podemos encontrar una gran variedad de mamíferos endémicos de las islas, como también ocurre con la flora de la región. Si tomamos esto en cuenta y lo sumamos con que en los últimos 20.000 años el clima ha cambiado dramáticamente haciendo que el mar variara en su altitud podemos ver un panorama totalmente diferente a lo que conocemos actualmente. Por ejemplo, alrededor de hace 18.000 años las islas del norte estuvieron unidas formando una única y gran isla. En general podemos decir que cinco de las ocho islas han producido registros arqueológicos datados en aproximadamente con 8.000AP, mientras que otros 44 sitios de las islas dan fechas de 7.000 y hasta 12.000AP. La mayor parte de estos sitios se localizan en la parte Norte (Rick et al. 2005). La tecnología utilizada por estas sociedades no es parecida a la Clovis y concuerda más con lo que Luis Felipe Bate (1992) ha denominado como “tecnología expedita”, ya que no se necesitaba una tecnología más sofisticada, pero si con cierta especialización ecológica, basada en la pesca y recolección de moluscos. Los artefactos líticos son lascas con retoque unifacial y punzones, estos últimos también se encuentran hechos en hueso. La mayor parte de los artefactos líticos se manufacturaban con materia prima local, aunque también hay algunos que fueron confeccionados con chert (pedernal) proveniente de la Isla de Santa Rosa, por lo que 39 se puede comprobar un intercambio con las otras islas y presumiblemente con tierra firme (Rick et al. 2005). Siguiendo al sur, en Baja California, México, Bryan y Gruhn (2006) identifican artefactos bifaciales asociados a pequeños huesos de pescado, los cuales fueron datados con una temporalidad entre 6.000 y 8.000AP aunque el trabajo no abunda en detalles (Bryan y Gruhn 2006). Por el momento esta ruta parece resolver cuestiones que habían permanecido insolubles en modelos de poblamiento al interior del continente, ya que esta involucra mejores ecosistemas para la supervivencia de estas bandas. Por otra parte las evidencias atestiguan un poblamiento temprano por la costa norte del Pacífico, sin embargo esta teoría sigue siendo puesta en duda por los seguidores de modelo Clovis First. Con este modelo migratorio, el acceso hasta Sudamérica sería más fácil y rápido lo cual nos ayudaría a comprender por qué se encuentran vestigios arqueológicos anteriores a los Clovis en regiones como Argentina o Brasil (Acosta 2007b, 2008a; Dixon 1999). Por lo anterior para esta investigación se apoya el modelo migratorio de la costa del Pacifico, ya que como hemos visto, representa un camino con bastantes recursos, tanto orgánicos como inorgánicos, aprovechables por el ser humano. Esta teoría aun no explica cómo fueron poblando el interior del continente, sin embargo nuevos aportes y estudios tanto en el interior del continente como en la costa del Atlantico nos podrán ayudar a entender como fue la colonización de estas áreas.. En 1999 James Dixon formula un planteamiento hipotético de colonización de los distintos sub-ambientes del continente, el cual explicaremos adelante. En la actualidad este modelo aún no es bien difundido y por lo tanto tampoco bien conocido. 40 El modelo de Dixon está basado en estudios etnográficos de sociedades cazadoras recolectoras y es caracterizado por la siguiente serie de etapas o procesos: (Acosta 2008a, Dixon 1999) a) Exploración: Esta debió haber sido realizada por individuos adultos y jóvenes que viajarían largas distancias hacia lugares que no han sido habitados, lo cual proveería el conocimiento de la geografía del lugar y de los recursos que esta mantiene. (Ibídem). b) Fisión: Es la separación de una población reproductivamente viable de otra originaria, este proceso podría darse bajo circunstancias donde las escasez de recursos ponga en riesgo la capacidad de carga del ambiente explotado o bajo circunstancias sociales, como por ejemplo, conflictos internos, estrategias reproductivas, entre otros (Ibídem). c) Migración: El proceso en el que el grupo en conjunto se mueve del asentamiento inicial hacia nuevas tierras desocupadas, susceptibles de ser colonizadas y con los recursos necesarios para la reproducción del sistema social. d) Colonización: El establecimiento de la residenciaen donde se obtendrán los recursos para que el grupo social tenga posibilidades, no solo, de subsistir sino de reproducirse eficazmente (Ibídem). e) Asentamiento u ocupación: Es cuando elijen un lugar, a partir de éste comienzan a establecerse y explotar de forma óptima el nuevo entorno del territorio (Dixon 1999). Las comunidades colonizadoras pueden explorar nuevas formas de explotar eficientemente el entorno. Ocasionalmente realizaran innovaciones tecnológicas y se observaran, en el contexto arqueológico, como un cambio en las formas culturales o conjuntos líticos. En otras ocasiones el sistema productivo y tecnológico precedentes pueden ser eficientes para la explotación del nuevo medio, por lo que se produciría 41 una ampliación geográfica de lo que se ha llamado un “sistema sociocultural” o “tradición tecnológica” (Acosta 2008a) (Fig. 11). Dentro de este tipo de movilidad es difícil estimar cuánto tiempo pudo haber llevado esta colonización, ya que en algunos lugares pudo haber sido más rápida que en otros. Seguramente hubo incentivos para aquellos quienes fueron los primeros en colonizar ciertas regiones, mientras que en ocasiones este tipo de movimientos también pudieron haber sido producidos por conflictos sociales o eventos naturales como erupciones volcánicas, sismos o inundaciones. 42 Figura. 11. Modelo de colonización por zonas ambientales. (Tomado de Acosta 2008, modificado de Dixon 2001). De esta forma la colonización es vista como un proceso constante de diversas etapas, con lo que es posible asumir que los sitios arqueológicos resulten diferentes en sus características morfológicas y tecnológicas, aún con temporalidades bastante similares, lo cual es de primera importancia que los arqueólogos debamos poder reconocer y no seguir formulando u ocupando modelos que ya no son viables, de corte evolucionista o difusionista, como el que se sigue utilizando para la mayor parte 43 de los trabajos en México, realizado por José Luis Lorenzo (1967) y el cual no considera la variabilidad funcional dentro de la periodificación de los sitios, sino que únicamente se basa en la diferenciación morfológica de los artefactos líticos. Debemos de tomar en cuenta que el proceso de poblamiento de la región media de América es mucho más complejo de lo que se ha venido considerando, puesto que las variables climáticas y tecnológicas reportadas para sitios tempranos aún no han sido bien definidas. 2.1.6 El poblamiento en territorio veracruzano Los sitios que pudieron haber sido ocupados por este tipo de sociedades (cazadores-recolectores) en la región de las grandes montañas veracruzana al momento del poblamiento se deben estudiar con cuidado y detalle para no caer en errores que se han venido reproduciendo. Para poder comprender de mejor manera el sitio a estudiar en este trabajo y en general en todos los sitios que se puedan encontrar en la región es importante conocer cuáles son los trabajos previos que se han realizado en el Estado. Sin duda alguna el mejor trabajo y el más sistemático es el realizado por Jeffrey Wilkerson, quien hizo exploraciones en la zona norte del estado, muy cerca del Tajin, reconociendo ocupaciones precerámicas a cielo abierto en el sitio Santa Luisa, en la fase que denomina Palo Hueco, con dataciones hechas con C14 fechadas en 4880 y de 4591. (Wilkerson 1973; 59) Fueron estas fechas con las cuales se abre la posibilidad de presencia de sociedades cazadoras-recolectores precerámicas en la región norte de Veracruz, al menos en el sitio de Santa Luisa en las trincheras 2 y 5 de la exploración realizada por Wilkerson (1973; 61) , así como, sus al rededores. Jeffrey Wilkerson realiza una propuesta de cómo pudo haber sido el sitio en la fase Palo Hueco, ésta la describe de la siguiente manera: 44 The river bank were probably very low, compared to today´s terraces and subject to constant flooding, especially from September from February the area of the present Gutierrez Zamora, as well as the entire extent of Santa Luisa was quite survey with small, very low, rises of ground. This is not unlike edges of the cienega today, especially near the Lagartos ester. The artifacts recupered (sic.) from this phase probably represent the of a habitual point for the oyster consumption (in front of a village on higher ground?) or a second encampment. It would be unlikely that the nearness to the water level would permit. However a settlement might be possible along the flocks of the hills back from the present cause of the river. A limited survey in that area produced ceramics of the Arroyo Grande phases, but no depth trench was placed there. There is a strong possibility that the Río Tecolutla was not precisely in its present course of that time but rather …into the cienega. In such an event the two positive of the Palo Hueco Phase (trench 5/zone E and trench 2/zone E) would probably be an a low elongated sand bar near the north back of the river flood, if not at the seasoned high water … Such constant deposition would probably account for the… If occupations for phases between Palo Hueco Phase and Ojite these were not eroded away, it is possible that they could be located along the slightly higher ground south of trench 1 or along the of the sandstone hills, that they would still, no doubt have to be considered later depositions. (Wilkerson 1973- 61). En esta ocupación se localizaron artefactos líticos, además de dos fragmentos de cerámica, que según el investigador, muy probablemente fueron intrusiones. Wilkerson realiza una descripción significativa y una organización del material lítico que localiza, los clasifica mediante la propuesta de MacNeish para Tehuacán (Wilkerson 1973; 644-670). Los artefactos localizados para esta fase son lascas y láminas con retoque, Wilkerson realiza la clasificación de estos artefactos mediante la propuesta de Mac Neish y menciona que estos artefactos son similares a las fases Ajuereado o Lerma. 45 En general la lítica tallada localizada en Santa Luisa corresponde con las fases tempranas propuestas para el Valle de Tehuacan. (Wilkerson 1973; 644-670) Para Wilkerson, el haber encontrado este tipo de vestigio arqueológico, en su investigación denominada “Ethnogenesis of the huastecs and totonacs: early cultures of north-central Veracruz at Santa Luisa, Mexico” lo marcó de una forma trascendental, después de este hallazgo se ha dedicado a estudiar esta temporalidad, siendo uno de los primeros arqueólogos en trabajar, como uno de sus objetivos principales, el precerámico en Veracruz. Él mismo hace notar que muy probablemente los vestigios de esta temporalidad se han de localizar a lo largo de toda la costa del Estado (Wilkerson 1987), y que es de interés el estudio de estas áreas pues, aunque estas han sido cambiantes desde la última gran glaciación, se pudieron localizar vestigios culturales que nos indican el uso de estas desde épocas muy tempranas. El Mtro. Mario Navarrete (1987) también hace mención de algunos artefactos precerámicos cerca de El Viejón y la Dra. Annick Daneels (Daneels 1984, Daneels y Pastrana 1988) registra y analiza materiales líticos manufacturados en obsidiana en niveles precerámicos en el sitio de El ejidal con fechas de 2660 AC sin calibrar 3969 AP cal. (INAH 467). Los artefactos de colonia ejidal se asumen como parte de una industria de nódulos que se diferencia de la lítica tallada mesoamericana en sus procesos tecnológicos. Los artefactos líticos de colonia Ejidal fueron manufacturados a partir de cantos rodados localizados a lo largo del río Jamapa, estos cantos erosionados son pequeños de no más de 7cm, esto son trabajados como núcleos poliédricos, sumamente desgastados y fragmentados y no presentan un patrón definido de desprendimiento de lascas. Las lascas son curvas y gruesas, de formatriangular, presenta retoque marginal simple y huellas de uso en algunos filos vivos (Daneels y Pastrana 1988; 105-106) 46 Capítulo 3. Desde la Montaña. Excavación en el sitio El Tebernal, Aquila Veracruz. El presente apartado trata de los trabajos realizados en campo, los cuales se llevaron a cabo del 17 al 27 de enero de 2010. Éste se enfocó en dos objetivos específicos: 1) evaluar mediante pozos de sondeo la posible ocupación precerámica del sitio el Tebernal, y 2) obtener muestras para el estudio paleoambiental con base en la caracterización de los suelos y sedimentos detectados en la secuencia estratigráfica. Para esto se realizaron 3 pozos de sondeo, los cuales fueron ubicados a lo largo y ancho del sitio para tener una mejor visión de la posible ocupación del mismo, para ello se siguieron ciertos fundamentos teórico-metodológicos, tanto en el proceso de planeación como en el proceso de realización de la excavación. 3.1 Las bases teóricas. La arqueología no puede ver las relaciones sociales en vivo, por lo que muchas veces se ayuda de los reportes etnográficos tanto contemporáneos como pasados, y en base a ello intenta interpretar el dato empírico. Sin embargo algunas posiciones teóricas abusan de esta herramienta y terminan interpretando un sitio o una sociedad sin un verdadero análisis del dato. La arqueología social latinoamericana (ASL) se ha dado a la tarea de formular una postura teórica que mantenga una verdadera relación entre el método y la teoría. La arqueología social, a grandes rasgos se puede decir que, busca comprender la vida cotidiana de las sociedades a partir del modelo materialista histórico, lo cual implica conocer el modo de producción, es decir la forma de apropiación y transformación de las materias primas por una sociedad, lo cual nos llevará a conocer sus relaciones económico-sociales que llevaban a cabo en su vida diaria. También es de suma importancia conocer su modo de reproducción, aunque este último es casi imposible de conocer mediante el registro arqueológico. 47 Conociendo estos dos puntos mínimos podremos conocer su modo de vida10, el cual nos explicará de manera concreta la vida cotidiana de cualquier sociedad; otro punto que también es importante poder conocer de las sociedades pretéritas es la superestructura de la misma, la cual ayuda a cohesionar y mantener una sociedad. La ASL ha generado algunos conceptos para poder inferir y conocer las sociedades pretéritas, estos los ha formulados sus planteamiento metodológicos, en adelante se detalla estos conceptos con la finalidad de que el lector no los confunda con otros similares propuestos desde otras posturas teóricas. Dichos conceptos nos ayudaran a conocer desde lo más general de una sociedad hasta formaciones relativamente particulares que tengan que ver con una sola actividad. Formación social: Se refiere al sistema de relaciones generales y fundamentales de la estructura y causalidad social, entendido como una totalidad. La categoría de formación económica-social refleja el hecho de que la base material y las superestructuras integran la indisoluble unidad real de la sociedad (Bate, 1998) Ser social: Se refiere a la totalidad de las relaciones materiales y objetivas establecidas entre los seres humanos, directamente o mediadas por su relación con los objetos naturales o socialmente producidos. La reproducción de la sociedad requiere de dos condiciones básicas: la producción económica de las condiciones materiales de vida y la reproducción biológica de la especie humana. Modo de producción: Se refiere a la unidad de procesos económicos básicos de la sociedad: producción, distribución, cambio y consumo siendo esenciales en la determinación de la estructura social. La producción: Es el sistema orgánico de los diversos procesos de trabajo concretos a través de los cuales se generan las diversas clases de bienes que requiere la sociedad. Dentro del proceso productivo se encuentran dos 10 Entendiendo el modo de vida como la categoría que expresa las mediaciones objetivas entre las regularidades formalizadas a través de las categorías de formación económico social y cultura. Se refiere a las particularidades de la formación social y su manifestación fenoménica en la cultura (Bate, 1998; 65) 48 elementos que son 1) la fuerza de trabajo que a su vez la integran varios elementos como, I) la composición cualitativa que se compone por; a) la fuerza de trabajo, b)los objetos de trabajo c) los medios o instrumentos de trabajo d) los productos y e) los desechos. II) el grado de desarrollo de las fuerzas productivas. III) la organización técnica IV) la división social del trabajo y V) la organización social de la producción y 2) las relaciones sociales de producción. La distribución. Es la forma de apropiación de los productos por los agentes de la producción. El intercambio: Es un proceso de redistribución que permite a los miembros de la sociedad la obtención de bienes con valores de uso específicos requeridos para el consumo. (Ibíd.) Consumo: La negación de la producción debida a la realización de sus valores de uso, con lo cual se genera la necesidad de una nueva producción (Ibíd.) Procesos de trabajo: Son la instancia mediadora entre modo de trabajo y cultura. Están integrados por las actividades humanas singulares, expresadas como manifestaciones parciales de la multiplicidad de actividades, que de manera simultánea y sucesiva, constituyen la existencia concreta de la totalidad social. Estos se objetivan en cada uno de los materiales que integran un contexto arqueológico y se pueden considerar dos calidades en su inferencia (Acosta 2000): Aquellos procesos de trabajo inferidos con calidad necesaria; es decir, los procedimientos técnicos y condiciones auxiliares imprescindibles para la trasformación de la materia prima en un artefacto o medio que sirva a un fin determinado. Aquellos procesos de trabajo inferidos con calidad posible. Establecidos mediante la calidad funcional del artefacto y su inserción a procesos subsecuentes o paralelos probables en los que se relaciona en el sistema de actividades de una sociedad concreta. 49 Es decir, son las actividades humanas que manifiestan las actividades totales o parciales de una sociedad concreta. Karl Marx en El Capital (1946) define a los procesos de trabajo como: “el despliegue de la fuerza pura y simple que posee por término medio todo hombre común y corriente, es inherente a su organismo físico sin necesidad de un desarrollo especial”. Son estos procesos de trabajo los que la investigación pretende identificar para ello se debe de tener en cuenta que la obtención de los alimentos es la empresa más importante y la cual consumirá la mayor parte del tiempo de producción de las sociedades cazadoras recolectoras que poblaron el continente. Por lo tanto sus procesos de trabajo, parte de su modo de producción y el modo de vida de las sociedades en cuestión, estarán íntimamente ligados a la subsistencia. Aunque este listado no abarca todas las categorías que se pueden inferir o conocer a partir del dato arqueológico si son aquellos que nos pueden ayudar a comprender de mejor manera la investigación actual. Es necesario tomar en cuenta cuales son los procedimientos técnicos-metodológicos que nos ayudarán a poder conocer los procesos sociales antes mencionados, la importancia de estas categorías para este proyecto en especial radica en que es de primordial interés reconocer y evaluar la cadena operativa presenta en la sistematicidad de talla de los artefactos localizados en el sitio. 3.2 Metodología general. Para realizar el trabajo de excavación y la recuperación de los materiales arqueológicos se buscó la metodología y las técnicas adecuadas que nos pudieran
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