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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
PROGRAMA DE POSGRADO EN LETRAS 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS 
 
Correlación entre la obra de Pedro de Corral, Crónica del 
rey don Rodrigo, rey de los godos y el Ciclo de romances del 
rey Rodrigo a la luz de las prefiguraciones bíblicas. 
 
TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRO EN 
LETRAS ESPAÑOLAS 
 
PRESENTA 
Gerardo Ramírez Monroy 
 
 
Asesora 
Graciela Cándano Fierro 
 
México. Junio del año 2011. 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Agradecimientos: 
A la Dra. Graciela Cándano Fierro por su confianza en que esta singular investigación llegaría a 
buen fin. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Que un romance hay que dice que metieron al rey Rodrigo, vivo, vivo, en una tumba llena de sapos, 
culebras y lagartos, y que de allí a dos días dijo el Rey desde dentro de la tumba, con voz doliente y baja: 
Ya me comen, ya me comen 
por do más pecado había1. 
 
 
 
 
 
 
 
 
―¡Viva en buena hora!―dijo a esta sazón con voz enfermiza maese Pedro―, y muera yo, pues soy tan 
desdichado, que puedo decir con el rey Don Rodrigo: 
 
 
Ayer fui señor de España, 
y hoy no tengo una almena 
que pueda decir que es mía2! 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
                                                            
1 Capítulo XXXIII. Don Quijote de la Mancha. Segunda Parte. Cap. 33. Pág.  
2 Capítulo XXVI. Don Quijote de la Mancha. Segunda Parte. Cap. Pág. 
Índice 
 
Presentación…………………………………………………………………..…………..1 
 Introducción…………………………………………………….……….…………...…. 3 
 
Los Romances del Ciclo del rey Rodrigo………………………………………………..10 
Desarrollo...............…………………………………...………………………….………20 
De cómo el Rey don Rodrigo ordenó de hazer un grand torneo para honrar su fiesta 
de la corona que tomó………………………………………….…………………………32 
Romance del rey don Rodrigo cómo entró en Toledo en la casa de Hércules.…….……. 47 
Romance de la Cava ………………………………………………………………….….53 
Romance de cómo el conde don Julián, padre de la Cava, vendió a España………………68 
Romance de cómo se perdió España por causa del rey don Rodrigo ………………..… 78 
Romance del rey Rodrigo cómo se fugo de la batalla ………………………………….. 85 
Romance de la penitencia del rey don Rodrigo…………………………………………. 89 
Conclusión ………………………………………………………………………………110 
Bibliografía …………………………………………………………………………….. 113 
 
Anexos 
Capítulos tanto de la primera como de la segunda parte de la novela de Pedro de Corral 
Crónica del rey don Rodrigo. Postrímero rey de los godos. (Crónica sarracina) que se 
vinculan íntimamente con el Ciclo de romances del Rey Rodrigo. 
 
 
 
Presentación 
El ciclo de romances1 del rey Rodrigo y la pérdida de España es el más tardío si pensamos que su 
origen se encuentra en la novela de Pedro de Corral2 (1430) y no, como es el caso de otros 
romances donde su fuente procede de los Cantares de Gesta3. El ciclo de romances del rey 
Rodrigo que conocemos ahora tuvo su origen en la lengua escrita, para luego salir de las páginas 
de la novela de Corral y echarse a caminar en la tradición oral propiamente. El ciclo de romances 
que nos ocupa es el más antiguo de tema no castellano. Los hechos que relata datan del año 711 
d.C., y trasciende porque su referente, la invasión de los árabes a España, es uno de los 
acontecimientos que habrán de marcar la historia española4. En este grupo de romances se 
entrelazan leyendas cristianas, musulmanas y germánicas5; el tópico de la penitencia del rey don 
Rodrigo6 es cristiano y los de “la Casa o Cueva” encantada de Toledo y los amores de la Cava son 
de influencia árabe, veremos entonces cómo todos ellos aparecen en una sólida unidad poética y 
narrativa. 
La idea directriz que habrá de permear este ciclo está basada en el hecho de que el rey Rodrigo ha 
pecado, y éste habrá de padecer el dolor que impone el castigo cristiano. Por otro lado, tanto la 
novela como los romances de este ciclo se construyen sobre el prototipo del dolor que padeció 
Cristo, se trata de un grupo de textos donde prefiguran las escenas biblicas de la pasión de Cristo. 
Veremos en la presente tesis cómo, a partir de estas vicisitudes culturales los romances 
relacionados con el rey Rodrigo que llegan a nosotros como unidad formal y temática soportan un 
calco ideológico presente en todas sus variantes romancísticas y juglarescas. En este supuesto, ya 
 
1 “... el Romancero del Rey Rodrigo es una de las porciones más tardías del Romancero general; basta decir que 
todos los romances más antiguos del rey Rodrigo derivan no de las gestas que existían en los siglos XIII y XIV, 
como derivan algunos romances del Cid, de los Infantes de Lara y de Fernán González, sino de la novela de 
Corral...”, en Ramón Menéndez Pidal Floresta de leyendas heroicas españolas. Tomo II. Pág. IX. 
2 La novela de Pedro del Corral es también conocida como Coronica Sarracina, nombre que le dio Fernán Pérez de 
Guzmán: “poca vergüenza…liuiano e presuntooso onbre llamado Pedro de Corral… autor de una Corónica Sarrazina o 
del Rey Rodrigo…”, en Generaciones y semblanzas. Pág. 9. 
La novela de Corral fue difundida en el siglo XV (editada en 1499 en Sevilla). El manuscrito más antiguo está fechado 
en 1443. 
3 No hay documentos que prueben que antes de la novela de Pedro de Corral existieran los Romances del ciclo del Rey 
Rodrigo. 
4 Tan es así que hasta nuestra época ha llegado la presencia de este legado en las obras de Juan Goytisolo Don Julián y 
Reivindicación del Conde don Julián. 
5 “…en su relato trabajaron multitud de narradores musulmanes, tanto de Andalucía como del Oriente; multitud de 
historiógrafos cristianos; multitud de poetas, novelistas y dramaturgos de España, Inglaterra, Francia Alemania e Italia”, 
en Floresta de leyendas heroicas españolas. La Edad Media. Tomo I. Pág. XI. 
6 Para el presente estudio me remitiré al ciclo de romances del rey Rodrigo: Silva de 1550, t. I, fol. 47.―Canc. de Rom. 
s. a., fol. 129. Canc. de Rom., 1550, fol. 129. ―Timoneda, Rosa esp., publicados en la Antología de poetas líricos 
castellanos. Volumen VI. , de Marcelino Menéndez Pelayo. 
1 
 
teorizado por Alan Deyermond, veremos cómo se representa la mentalidad medieval en la Crónica 
del Moro Rasis, en las versiones de los romances de este ciclo, en la Crónica General de España 
de 13447 de Pedro Alfonso y en la Crónica Sarracina de Pedro de Corral. 
 
Para la presente investigación consideraré cuatro fuentes bibliográficas directas: el Ciclo de 
romances del rey Rodrigo, en la edición de Marcelino Menéndez Pelayo (que es la misma de 
Wolf. F. J. y Hofmann, C., Primavera y flor de romances), la Crónica del moro Rasis y la Crónica 
general de Espanha de 1344, de Pedro Alfonso, estas últimas en la edición de Diego Catalán y 
María Soledad de Andrés, y la Crónica del rey don Rodrigo, postrimero rey de los godos (Crónica 
sarracina), de Pedro de Corral en la Edición de James D. Folgelquist. La novela de Pedro de 
Corral es una novela histórica, y en ella vemos inmerso lo ficticio como parte sustancial del 
género, veremos también aspectos propios de la cultura medieval, sin embargo y particularmente 
para los fines de la presenteinvestigación, nos interesa separarlos en la medida de lo posible para 
comprender los tópicos que conforman la estructura de algunos de los capítulos de la obra de 
Pedro de Corral y la estructura de los romances de este particular ciclo8. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 De esta Crónica sólo existe una copia en castellano y se sabe que fue ordenada por el Conde de Barcelos don Pedro 
Alfonso, hijo político del rey Dinis. 
8 Curiosamente en la numeración romana con que están secuenciados los capítulos del a novela de Pedro de Corral el 
número IV aparece así: IIII. (I, III, III, IIII, V…). 
 
 
2 
 
I 
 
Introducción 
La novela de Pedro de Corral que lleva por título Crónica del rey don Rodrigo, postrímero rey de 
los godos está basada en La Crónica do Mouro Rasis9, 889-955; ésta romanzada “cumpliendo un 
mandato del rey Dinis (1279-1325) de Portugal”. Se trata pues de una traducción del árabe al 
portugués de Gil Pérez, capellán de Pero Anes de Portel, fechada hacia el año 1318 y después 
traducida al castellano por “Mahomat, natural de Cordoua año de 134210”. No existe ningún 
manuscrito en portugués y lo que se sabe es por las noticias de André de Resende11. “Ramón 
Menéndez Pidal, demostró que toda la armazón de la novela histórica de Corral del último rey 
godo divulgada por la Crónica general de Espanha de 134412está basada en la Crónica de Rasis 
de Gil Pérez y procede efectivamente de Al-Razi13”. 
Por otro lado, existen tres manuscritos del siglo XV, clasificados como (Ca, Es, y Mo); el de Santa 
Catalina de la Catedral de Toledo, el del Escorial y el de la biblioteca de María Brey Moriño. Los 
tres contienen la geografía del Al-Andaluz, la historia pre-islámica y omiten el reinado del rey 
Rodrigo, no obstante en Es, leemos: “Aquí comienza la coronica del Rey rrodrigo postrimero rey 
de los godos que fue en castilla en el tiempo del qual fue toda España perdida e destruyda… e 
después del se recuentan en esta coronica todos los otros Reyes que ouo en castilla desde el Rey 
don pelayo fasta el Rey don enrrique el tercero fijo del Rey don iohan que murió en alcala la Real 
(… ) ansi como Reynaron vnos en pos de otros. En el nonbre de dios todo poderoso padre e fijo e 
espíritu santo que son tres personas e vn dios verdadero… ”14. 
 
9Se sabe que “…el moro Rasis (Ahmed ben Mohámed, al Razí) fue literato, orador elocuente y poeta, llamado el 
Cronista. De su obra histórica sólo ha llegado a nuestro tiempo la descripción de España, en la traducción castellana, 
llamada Crónica del moro Rasis completada por Ramón Menéndez Pidal y publicada 1850 en el Catálogo de Crónicas 
de la Real Biblioteca”, en González Palencia, Ángel Historia de la literatura arábigo-española. Pág. 144. 
10 Ahmad ibn Muhammad ibn Musa al-Razi, Crónica del Moro Rasis. Edición de Diego Catalán y Ma. Soledad de 
Andrés. Pág. XIII. Sin embargo, Diego Catalán piensa que fue el propio Corral quien contribuyó en la traducción al 
castellano para la elaboración de su novela. 
11 El manuscrito que existía desapareció en el terremoto en Lisboa de 1775. André de Resende fue el primer 
investigador que menciona en sus escritos al Mouro Rasis. 
12 La Crónica geral de Espanhade 1344 fue ordenada por el Conde de Barcelos don Pedro Alfonso, hijo bastardo del 
rey Dinis. 
13 Diego Catalán y Ma. Soledad de Andrés, Crónica del Moro Rasis. Pág. XII. 
14 Idem. Pág. XIV. 
3 
 
Es indudable, comenta Diego Catalán, la íntima relación que existe entre La Crónica do Mouro 
Rasis, la Crónica general de Espanha de 1344 y los tres manuscritos Ca, Es y Mo15, los cuales a 
su vez alimentan la novela de Corral la cual sí incluye el reinado de Rodrigo, la invasión 
musulmana y la presencia de Pelayo en Asturias. La Crónica de Al-Razis se tradujo al castellano y 
debió ser antes de 1430, ya que Pedro de Corral se basó en la edición castellana para escribir su 
novela. No obstante, y debido a los diferentes datos que se tienen, todos imprecisos, existe una 
fecha muy posible de la traducción, en el manuscrito de Ca, o de Santa Catalina de Toledo el 
formador escribió: “… traducida en latín y en portugués por mando del Rey Don Dionis de 
Portugal y en castellano por el Maestro Mahomat, natural de Córdoua año de 134216”. Datos hasta 
ahora imposibles de comprobar por las múltiples contradicciones que hay entre los manuscritos. 
Diego Catalán, por su parte, piensa que fue el propio Corral quien pudo traducir parte de la 
Crónica de Razi como parte de su proyecto de escritura de la novela. 
 
Las fuentes históricas17 constatan que a partir del año 589 España había sufrido una serie de 
transformaciones de tipo político religioso que habrían de marcar profundamente la estructura 
social, política y cultural, cambios que facilitarían la entrada de los árabes a España: el rey 
Recaredo había logrado unir a España a través de la Iglesia, esto es, convirtiéndose al cristianismo, 
los arrianos habían sido expulsados del credo católico, la clase eclesiástica y los visigodos en el 
poder se unieron para dirigir al Estado, los Concilios eran simples consejos de la Corona, es decir, 
casi habían sido rebajados a asambleas sectarias o a juntas de poderosos y religiosos. En el año de 
633 se instituye la elección por votación y este logro democrático es transgredido por quienes 
están en el poder político haciendo que sus hijos o familiares sean los herederos de los puestos 
públicos, la corrupción hizo, por ejemplo, que el rey Recesvinto se mantuviera en el poder por 
diez y nueve años y que el rey Egica en el año 693 cediera el reinado a su hijo Vitiza y éste a su 
hijo Akhila18. 
 
15 Los tres manuscritos; Ca, o de Santa Catalina de Toledo, Es, de la Biblioteca del Escorial y Mo, el manuscrito de la 
Biblioteca particular de María Brey Mariño, viuda de A. Rodríguez Moñino. 
16 Claudio Sánchez Albornoz, citado por Diego Catalán expresa: “…por la forma que se hizo la versión−Gil Pérez no 
sabía árabe y Mohámed no dominaba el portugués −. 
17 Roger Collins, La conquista árabe 710-797 y La España visigoda 409-711. A. González Palencia, Historia de 
España musulmana. Ramón Menéndez Pidal, Historia de españa musulmana, 711-1031. J. A. García de Cortázar, 
Historia de España. La época medieval. 
18 “No es fácil determinar −aclara Roger Collins− la secuencia de acontecimientos y tampoco ha ayudado a ello la 
tendencia de los historiadores a tomar toda la información relativa a este período de todas las fuentes disponibles y 
combinarlas para realizar a modo de síntesis el relato de lo que sucedió”, en La España visigoda 409-711. Pág. 133. 
4 
 
La primera fuente directa de la caída de España a manos de los musulmanes se encuentra en la 
Crónica mozárabe de 754, llamada también Crónica Pacense, ésta se encuentra traducida en 
varias lenguas romances y a las alteraciones consabidas propias de las traducciones hay que 
sumar, como es de suponerse, los intereses políticos e ideológicos19 de los escribanos de las 
Crónicas de los reinos vencedores primero, y después, en el Ciclo de romances, de los juglares en 
turno, intereses que marcarán grandes diferencias respecto al relato de la historia de dicha hazaña. 
Roger Collins piensa que una de las fuentes históricas que podrían contribuir a comprender los 
años del reinado de Rodrigo y su caída es el hallazgo de algunas monedas de la época. Sin 
embargo, la acuñación de éstas revela reinados simultáneos. No lo sabemos, existen monedas, 
añade Collins, que tienen en sus caras a los dos reyes (Rodrigo y Witiza). Los datos de carácter 
estrictamente históricos no se saben, así que las diferencias entres los historiadores varían de 
manera considerable. Algunos manuscritos afirman que “ “Agila fue sucesor de Witiza…” y en 
otro documento se lee que “al reinado de Witiza le siguió el de Ruderigus”20.Según la 
información que proporciona la Crónica mozárabe de 75421, podemos saber que en el año de 711, 
d.C., procedentes del norte de África, los musulmanes llegaron a la península española, Rodrigo, 
rey godo gobernaba a un pueblo descontento, sin embargo, la nobleza visigoda, después de un 
levantamiento social había apoyó a Rodrigo. “Rodrigo “invadió tumultuosamente el reino con el 
respaldo del senado”. (Anteriormente, en el año 693 Egica había cedido el trono a su hijo Vitiza. 
Vitiza murió en el año 709 ó 710. Vitiza había asociado el trono a su hijo Akhila aún cuando éste 
era gobernador del Norte: Narbona y Tarragona). El partido de oposición a Akhila se reveló y 
nombró como rey a Rodrigo que residía en Córdoba y era gobernador en ese momento de la 
Bética. Rodrigo asumió el reinado a finales del año 710. El Aula Regia, órgano político del reino 
visigodo legitimó a Rodrigo como rey de España. El grupo de Vitiza al no quedar en el poder 
propone subdividir el reino español en sub-estados pero el bando del rey Rodrigo no aceptó. 
Según Collins, aún podríanse resumirse más las razones de la “pérdida de España”; los problemas 
de la sucesión al trono; el descontento del pueblo hispanorromano; la persecución de los judíos, y 
dada la situación de los dos reyes que gobernaban simultaneamente, Rodrigo y Akila, habría cierta 
infidelidad del ejercito vitizano. 
 
19 En la Crónica de Alfonso III de Asturias, por ejemplo, escrita a finales del siglo IX, se atribuye la conquista a la 
traición de los hijos de Vitiza. 
20 Roger Collins, La España visigoda 409-711. Pág. 135. 
21 Roger Collins, La conquista árabe 710-797. Pág: 95. 
5 
 
Los vitizanos, contrarios al reinado del rey impuesto pactaron con los árabes para que penetraran a 
la península y derrotaran al rey. Musa Nusayr gobernaba África del Norte y mandó a Tarik Abu 
Zara con un gran ejército para conquistar España. Anteriormente los árabes habían realizado una 
serie de incursiones a las costas españolas. Luego, los vitizanos organizaron un golpe de estado en 
el que participaron los musulmanes. Musa devastó no sólo Toledo sino la España “ulterior y 
citerior”. Según el cronista de la Crónica pacense, la caída de la ciudad de Toledo fue antes de la 
batalla donde muere Rodrigo. Hay otros dos documentos que según Roger Collins derivan de la 
obra de Ibn Abd al-Hakam, la Crónica de Albedela (nombre del monasterio donde fue encontrado 
dicho documento) y la Crónica de Alfonso III (866-910), rey de Asturias, ambos textos datan del 
siglo X, y refieren que Witiza tenía muchas esposas y amantes y que Rodrigo continuó con esta 
costumbre, hecho que produjo “la ruina de Hispania”. Las contradicciones y algunos de los 
eventos que narran todos estos textos son imprecisos cuando no contradictorios. Cuando España 
fue invadida por los árabes, los godos de muchas de las ciudades españolas se vieron obligados a 
pedir la paz la cual les fue concedida, otros huyeron a las montañas. Las consecuencias fueron que 
España fue vencida por la invasión de los árabes y por la violencia interna. La batalla donde se 
perdió España y en la cual murió el rey Rodrigo se llama la Batalla de Guadalete o de la laguna de 
Janda22. 
Al respecto Emilio García Gómez habría de expresar: “No hay, con efecto, en toda la accidentada 
historia de española, cambiante más brusco ni mayor virazón en redondo que la invasión árabe”23 
La tercera fuente histórica de estos trascendentales sucesos es La Chronica gotorum Pseudo 
Isidoriana escrita por un mozárabe, nacido en Murcia. La Chronica fue escrita en Toledo y 
fechada hacia el siglo XI. El relato abarca el período del rey Vitiza, a quien se llama Getico o 
Getiza24. La Crónica gotorum Pseudo-Isidoriana es el primer documento que revela que Oliva25, 
(la Cava en muchos manuscritos) es hecha venir al reino del rey Vitiza, mientras don Julián es 
distraído por un duque de la corte vitizana, “Manda llamar a Julián que venga, −expresó Vitiza a 
 
22 “…los textos árabes que hablan sobre la conquista de Hispania, se puede decir con bastante seguridad que los más 
antiguos de estos textos datan de fechas que no son anteriores al siglo IX y fueron escritos en Egipto”, en Roger Collins 
La España visigoda. Pág. 138. 
23 Emilio García Gómez, “Introducción a la Historia de España musulmana, 711-1031 ”, en Historia de España, 
Ramón Menéndez Pidal . Pág. IX. 
24 La Crónica Pseudo-Isidoriana deforma los nombres de los reyes, vr. gr.: “Aica por Egica, Getiço por Geticus, 
Geticus por Vitiza”. 
25 El nombre de la hija del Conde Julián es Oliba, Oliva, o la Cava. 
6 
 
su enviado− y entrégate con él, durante algún tiempo, a los festines y a la embriaguez, en alegres 
orgías”26. Como se observa, es a Vitiza a quien se le atribuye la historia pasional con Oliva. 
Don Julián fue un conde cristiano que tenía a su mando Ceuta. Historiadores modernos creen que 
era un dignatario del reino visigodo y como tal tenía relación comercial y política con los árabes, 
de esta suposición se deduce también que, al radicar en Ceuta era jefe de los Bereberes que 
profesaban la religión cristiana y si esto es así, entonces Julián pertenecía a la tribu de Gumara o 
Gomara. Hay varias razones para creer que el conde Don Julián poseía una cierta jerarquía de 
negociante, en la Crónica de Razi leemos: “Y escribió Ruderiq a Ilian para que le proporcionase 
halcones, aves y otras cosas”. Posiblemente Julián se llamaba Urbano, Ulban, Yllán, Ulyan, Olián. 
Nos cuenta Collins, que Ibn Abd al-Hakam (803-871), en su texto Futuh Misrwa-Maghrib 
(Conquista de Egipto y Magreb), afirma que: “Tariq ibn Ziyad, jefe de la guarnición árabe y 
beréber de Tanger estableció contacto con Ilyan, señor de Ceuta, que era súbdito de Rodrigo, el 
gobernante de Hispania… que él –Ilyan– estaba resentido con Rodrigo, porque éste había tenido 
una relación amorosa con su hija mientras la muchacha se encontraba en la corte de Toledo”27. 
Tenemos pues la obra de Al-Rasis, del siglo X, la Crónica general de Espanha de 134428, 
atribuida a Don Pedro Alfonso, Conde de Barcelos basada a su vez en el Liber Regum y en La 
Crónica do Mouro Rasis, esta Crónica incorpora la historia del rey Rodrigo, atribuye también a 
Vitiza y (no a Rodrigo) la violación de la hija del conde don Julián. La Crónica es de vital 
relevancia para la divulgación de la historia del rey Rodrigo, la Cava u Oliva y el conde Don 
Julián. 
Otra fuente que contribuye a la leyenda de la hija del conde Julián es el texto del obispo San Pedro 
Pascual (1227-1300), de Valencia, en el Levante de España y que perduró en el siglo XIII donde la 
refiere así: “Y sucedió que habiendo enviado a cobrar dichas parias al conde don Yllán, durante la 
ausencia de éste su hija fue forzada por el rey…”29. Años después el historiador árabe Ben Jaldún 
(1332-1406) escribió: “Muerto Egica, vino a reinar Gaitixia catorce años y, le pasó lo que le pasó 
con la hija de Yulián”30. 
 
26 Ramón Menéndez Pidal, Floresta de leyendas heroicas españolas. Tomo I. Pág. XXVIII. 
27 Roger Collins, La España visigoda 409-711. Pág. 138. 
28 De esta Crónica hay dos versiones, la de 1344 y la de 1400, afirmóLuis F. Lindley Cintra fue uno de los estudiosos 
más importantes de esta Crónica. 
29 Ramón Menéndez Pidal, Floresta de leyendas heroicas españolas. Tomo I. Pág. XXXI. 
30 Idem. Pág. XXXV. 
7 
 
Lévi Provençal piensa que la violación de la Cava y la traición de don Julián son eventos 
puramente novelescos. Por otro lado, se sabe que el hecho de enviar a Toledo a las hijas de los 
magnates y gobernadores de las provincias españolas es un hecho real y que Julián pudo tener una 
hija que se acogió a esta misma tradición. 
Marcelino Menéndez Pelayo nos refiere que Miguel de Luna “fingió haber descubierto en la 
bibliotecadel Escorial un texto que llamó Historia verdadera del rey D. Rodrigo y de la pérdida 
de España… <compuesta por el sabio alcayde Abulcacim Tarif Abentarique, natural de Almedina 
en la Arabia Petrea>”31, de este autor procede el nombre de Florinda para la Cava, nombre que 
tomó, expresa Menéndez Pelayo, de textos italianos. 
Es importante señalar que la Crónica general de Espanha de 1344 refiere los siguientes hechos: 
1). Rodrigo sube al trono en perjuicio de los hijos del rey Vitiza, una vez en el trono, decide abrir 
la Casa de los cerrojos y no sólo añadir un candado más como era la tradición de esa época. 2). La 
hija del conde Julián es enviada a Toledo para su educación, una vez ahí el rey la deshonra. 3). 
Don Julián se entera por una carta que le envía la propia hija, don Julián pretexta tener a su esposa 
enferma así que manda traer a su hija de regreso a Ceuta. 4). Don Julián se entrevista con Muza, el 
califa Tarif invade España. Estos hechos hacen suponer la conjura del conde para vengarse de 
Rodrigo y aunque no hay una fecha precisa, la invasión se inicia poco tiempo después de la 
deshonra que sufre la hija del conde ya que las fuentes documentales que existen hablan 
inmediatamente de la primera batalla la cual duró ocho días. 
Vemos pues cómo, independientemente de los giros que dan a la historia los cronistas, la historia 
particularmente de Julián y su hija, es un tópico que habría de continuar por muchos años en las 
versiones romancísticas que trataremos más adelante. Con relación a la violación a la hija del 
conde don Julián existen también otras fuentes documentales, posiblemente originarias, hay una 
leyenda noruega que cuenta las aventuras del rey Sigurd Sleva forzador de Olava o del rey 
ostrogodo Ermanrico forzador de Odila, o la historia de la reina Nitocris violada por Dario. 
Corren paralelamente otras variantes de estas leyendas, ya tergiversadas, alteradas, combinadas, 
contrahechas, en fin, todas ellas fuentes finalmente de la explicación “verás” de la pérdida de 
España. A manera de lista sólo las mencionaremos porque se encuentran a la par de la tradición 
romancística que nos ocupa. Los protagonistas de estas variantes históricas se alteran según 
quiénes sean los protagonistas que les dan vida, así los cristianos del norte de España habrían de 
 
31Marcelino Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. Vol. VII. Pág. 151. 
8 
 
señalar como culpable de dicha tragedia a Vitiza, a sus hijos y al conde Julián, esto cuentan las 
Crónica Albeldense y la Crónica de Alfonso III. La Crónica Silense, escrita hacia 1115, por su 
parte, dice: “Rodrigo desterró a los dos hijos de Vitiza y con gran deshonor los arrojó del reino 
paterno y éstos apoyados por Julián decidieron traer a los moros a España…”. El Tudense, en el 
año 1236, se basa en la Crónica Silense y añadirá otros elementos a la leyenda: que la hija del 
conde Julián era la prometida del rey Rodrigo. El Tudense es el primer autor que menciona el 
desarme de las ciudades de España, León y Astorga, con excepción de Toledo, y que el sepulcro 
de Rodrigo se encuentra en Viseo, Lusitania, afirmación por demás anacrónica. 
La versión que mayormente trascenderá respecto a la violación de la hija del conde don Julián por 
Rodrigo se debe al Toledano. Y así lo referirá más adelante el Poema de Fernán González, 
también lo hacen ciertos textos como la Legenda Beati Nicolai de Letesma, De Praeconiis 
Hispaniae, en el Fuero de Navarra, siglo XIV. La Crónica general de España del rey Alfonso el 
Sabio, por ejemplo, sólo matiza y traduce caprichosamente −expresa Ramón Menéndez Pidal− 
algunas partes del texto del Toledano. Recordemosque la Crónica de Alfonso X, el sabio está 
basada casi en su totalidad en la Crónica general de España de 1344. En todos estos escritos, 
como es de suponerse hay muchas variantes que mantienen, de una u otra forma la misma base de 
la leyenda del rey Rodrigo y la Cava, de don Julián y de la invasión musulmana a España por 
culpa de éste. 
La historia de la literatura árabe nos cuenta que había un género histórico literario nacido a partir 
de las conquistas y que referían de manera episódica “las tradiciones relativas a los países ganados 
por el Islam, las cuales, contaban predicciones, sueños proféticos o talismanes referentes a las 
conquistas, casos extraordinarios de las guerras y maravillas de las ganancias habidas…” 32. 
 
La novela de Pedro de Corral narra que Rodrigo al estar en el trono fue invitado al Palacio de 
Hércules, esta invitación respondía a una antigua tradición que consistía en que todos los reyes 
añadieran un candado a la puerta de este Palacio. Rodrigo aceptó pero obligó a los guardias a 
quitar los candados que allí estaban, el rey no encontró ningún tesoro como él esperaba pero en 
cambio vio, entre otros objetos, un arcón cubierto con un lienzo en el que estaban pintados unos 
hombres vestidos y armados como los árabes. Al margen del lienzo había una inscripción que 
 
32 Idem. Pág. XLIV. 
9 
 
decía: “Cuando este paño fuere extendido, hombres como los que aquí aparecen tomarán España” 
33. 
Menéndez Pidal escribe que el egipcio Ben Abdelhákem, muerto en el año 871 menciona la 
existencia de la “Casa encerrojada”, y Menéndez Pelayo afirma que fue Aben Habib el primer 
escritor que narró lo siguiente, el texto dice así: “ Contónos Abdala ben Uahab por haberlo oído a 
Alaits ben Caad, y éste a Hixem ben Ishac, que Muza ben Nosair, cuando conquistó el Andalus, 
fue en su excursión apoderándose de las ciudades a izquierda y derecha, hasta que llegó a Toledo, 
que era la Corte. Vió allí una casa llamada de los Reyes, la abrió y encontró en ella venticinco 
coronas adornadas con perlas y jacintos, tantas como habían sido los reyes del Andalus; pues 
siempre que moría de entre ellos un rey, se ponía su corona en esta casa y se escribía en ella el 
nombre del rey y la edad que tenía cuando murió, y cuánto había permanecido en el reino…”34. 
La Casa con cerrojos es una de las variantes que se leen en Oriente: “Jerges, violador del sepulcro 
de Belo, según refiere Emiliano, Dario violador del sepulcro de Nitocris o de Semíramis, según 
cuentan Herodoto y Plutarco” 35. Casa encerrojada de acuerdo a la Crónica del Moro Razis, cada 
rey en turno añadía un nuevo candado a dicha casa. Menéndez Pidal cree que éste es un motivo 
árabe. 
 
Los romances del Ciclo del rey Rodrigo 
Con esta información la leyenda del rey Rodrigo se dispersa y entreteje dando como resultado un 
grupo de romances todos interesantes que rehacen y recrean algunos hechos históricos. Por otro 
lado he dejado parcialmente el aspecto de la ficción36 que se encuentra presente en toda la novela 
de Corral así como en las Crónicas que he citado. La ficción como veremos forma parte intrínseca 
de la cultura del medievo y Pedro de Corral, creemos, la continuó recogiendo y rehaciendo los 
hilos de la leyenda para escribir un relato histórico novelado. En el grupo de romances que 
conforman el ciclo del rey Rodrigo aparece la historia de la invasión árabe, la leyenda de la hija 
del conde Julián, el palacio cuyas puertas estaban fuertemente encerrojadas y las premoniciones 
 
33 Ben Al-kutiya, mejor conocido como el hijo de la Goda (977) relata que estos hechos se encuentran en un poema 
popular llamado Arjuza, escrito en metro rejez. 
34 Marcelino Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. Vol. VII. Pág. 122. 
35 Ramón Menéndez Pidal, Floresta de leyendas heroicas españolas. Tomo I. Pág. XXXI. 
36 Empleo ficción en este sentido: Ficticio (Del lat. Ficticius). Adj. Fingido, falso, convencional. (DRAE). 
10 
 
sobre la destrucción de España, la penitencia del rey así como su destino final37. Al respecto hay 
una referencia proveniente del sigloXII en la que Ajbar Machmuâ expresa: “En la gran derrota de 
los cristianos, Rodrigo desapareció, sin que se sepa de él lo que pudo haberle sucedido, pues los 
muslimes sólo encontraron su caballo con la silla de oro guarnecida de rubíes y esmeraldas y el 
manto de brocado de oro, bordado con perlas y rubíes; y el caballo se había hundido en el lodazal, 
y el rey, que con él había caído, al sacar el pie se había dejado una bota en el lodo. Sólo Alah sabe 
lo que pasó, pues no se tuvo noticia de él ni se le encontró vivo ni muerto”38. 
 
A continuación cito los romances39 del Ciclo del Rey Rodrigo en una sola serie, esto es, sin sus 
variantes juglarescas, para tener clara la historia que narra este particular ciclo. 
 
Romance del rey don Rodrigo cómo entró en Toledo en la casa de Hércules40 
Don Rodrigo, rey de España, −por la su corona honrar, 
un torneo en Toledo −ha mandado pregonar: 
sesenta mil caballeros −en él se han ido a juntar. 
Bastecido el gran torneo, −queriéndole comenzar, 
vino gente de Toledo −por le haber de suplicar 
que a la antigua casa de Hércules −quisiese un candado echar 
como sus antepasados −lo solian acostumbrar. 
El rey no puso el candado – más todos los fué a quebrar, 
pensando que gran tesoro −Hércules fuera a dejar. 
Entrando dentro en la casa −no fuera otro hallar 
sino letras que decían: −Rey has sido por tu mal; 
que el rey que esta casa abriere −a España tiene quemar.― 
Un cofre de gran riqueza− hallaron dentro un pilar, 
dentro dél nuevas banderas −con figuras de espantar, 
alárabes de caballo −sin poderse menear, 
con espadas a los cuellos, − ballestas de buen echar. 
 
37 “… los problemas que existen con respecto a las fuentes árabes, la mayoría de las cuales son incluso posteriores en el 
tiempo, pero no son en conjunto más que elaboraciones de un núcleo de materiales legendarios presentados 
colectivamente o inventados al mediados del siglo IX”, en Roger Collins La España visigoda 409-711. Pág. 142. 
38 Ramón Menéndez Pidal Floresta de leyendas heroicas españolas. Pág. X. 
39 “El más antiguo documento en que aparece el nombre de romances usado en el sentido actual es la carta del Marqués 
de Santillana, donde dice: Infimos son aquellos que syn ningund orden, regla nin cuento facen romances e cantares, de 
que las gentes de baxa e servil condición se alegran”, en Marcelino Menéndez Pelayo Antología de poetas líricos 
castellanos. Vol. VII. Pág. 9. 
Transcribí los romances tal y como aparecen en los textos de la Antología… de Menéndez Pelayo. Sabemos que la 
lengua española está en constante transformación y es por ello que en varios romances aparecen aparentes faltas de 
ortografía. Esto es, una misma palabra puede estar escrita con o sin acento, por ejemplo: Despues/Después, 
Habia/Había, Mia/Mía, etcétera. 
40 Silva de 1550, t. I, fol.43; Canc. de Rom. s.a.fol. 126; Canc. De Rom. 1550, fol. 124; Tomoneda, Rosa española. La 
selección de todos los romances que cito a continuación se encuentran en la Antología de poetas líricos castellanos 
Volumen VI, Marcelino Menéndez Pelayo. 
11 
 
Don Rodrigo pavoroso −no curó de más mirar. 
Vino un águila del cielo, −la casa fuera quemar. 
Luego envía mucha gente −para África conquistar; 
veinte y cinto mil caballeros −dió al conde don Julián, 
y pasándolos el conde −corría fortuna en la mar: 
perdió doscientos navíos, −cien galeras de remar, 
y toda la gente suya, −sino cuatro mil no más. 
 
 
 
Romance de la Cava41 
Amores trata Rodrigo: −descubierto ha su cuidado; 
a la Cava lo decía, −de quien era enamorado: 
miraba su lindo rostro, −miraba su rostro alindado, 
sus lindas y blancas manos −él se las está loando. 
Querría que me entendieses −por la vía que te hablo: 
darte hia mi corazón, −y estaría al tu mandado−. 
La Cava, como es discreta −a burlas lo habia echado. 
El rey le hace juramento −que de veras se lo ha hablado. 
Todavia lo disimula, −y burlando se ha excusado. 
El rey va a tener la siesta, −y en un retrete se ha entrado; 
con un paje de los suyos −por la Cava ha enviado. 
La Cava, muy descuidada, −cumplió luego su mandado. 
El rey, luego que la vido, −hale de recio apretado, 
haciéndole mil ofertas, −si ella hacía su rogado. 
Ella nunca hacerlo quiso, −por cuanto él le ha mandado: 
y así el rey lo hizo por fuerza −con ella, y contra su grado. 
La Cava se fué enojada, −y en su cámara se ha entrado. 
No sabe, si lo decir, −o si lo tener callado. 
Cada día gime y llora, −su hermosura va gastando. 
Una doncella, su amiga, −mucho en ello habia mirado, 
y hablóle de esta manera, −de esta suerte le ha hablado: 
−Agora siento, la Cava, −mi corazón engañado, 
en no me decir lo que sientes −de tu tristeza y tu llanto−. 
La Cava no se lo dice; −mas al fin se lo ha otorgado: 
dice como el rey Rodrigo −la ha por fuerza deshonrado, 
y porque más bien lo crea, −háselo luego mostrado. 
La doncella que lo vido, −tal consejo le ha dado: 
−Escríbeselo a tu padre, −tu deshonra demostrando. 
La Cava lo hizo luego, −como se lo ha aconsejado, 
y le da la carta a un doncel −que de la Cava es criado. 
Embárcarase en Tarifa, −y en Ceuta la hubo levado, 
donde era su padre, el conde, −y en sus manos la hubo dado. 
Su madre, como lo supo, −grande llanto ha comenzado. 
El conde la consolaba −con que la haria bien vengado 
 
41 Silva de var. rom., 2 ed., Barcelona, 1557. 
12 
 
de la deshonra tan grande −que el rey les habia causado. 
 
 
Romance de cómo el conde don Julián, padre de la Cava vendió España42 
En Ceupta está Julián, −en Ceupta la bien nombrada: 
para las partes de aliende −quiere enviar su embajada; 
moro viejo le escrebia, y− el conde se la notaba: 
después de haberla escripto, −al moro luego matara. 
Embjada es de dolor, −dolor para toda España: 
las cartas van a rey moro −en las cuales le juraba 
que si le daba aparejo −le dará por suya España. 
Madre España, ¡ay de ti! −En el mundo tan nombrada, 
de las partidas la mejor, − la mejor y más ufana, 
donde nace el fino oro, −y la plata no faltaba, 
dotada de hermosura, −y en proezas extremada; 
por un perverso traidor −toda eres abrasada, 
todas tus ricas ciudades −con su gente tan galana 
las domeñan hoy los moros− por nuestra culpa malvada, 
si no fueran las Asturias, −por ser la tierra tan brava. 
El triste rey don Rodrigo, −el que entonces te mandaba, 
viendo sus reinos perdidos− sale a la campal batalla, 
el cual en grave dolor −enseña su fuerza brava; 
mas tantos eran los moros, −que han vencido la batalla. 
No paresce el rey Rodrigo, −ni nadie sabe do estaba. 
Maldito de ti, don Orpas, −obispo de mala andanza: 
en esta negra conseja –uno a otro se ayudaba. 
¡Oh dolor sobre manera! −¡oh cosa nunca cuidada! 
que por sola una doncella, − la cual Cava se llamaba, 
causen estos dos traidores −que España sea domeñada, 
y perdido el rey señor, −sin nunca dél saber nada. 
 
 
Romance del rey Rodrigo cómo perdió a España43 
Las huestes de don Rodrigo −desmayaban y huian 
cuando en la octava batalla −sus enemigos vencian. 
Rodrigo deja sus tiendas −y del real se salia: 
solo va el desventurado, −que no lleva compañía. 
El caballo de cansado −ya mudar no se podía: 
camina por donque quiere, −que no le estorba la via. 
El rey va tan desmayado, −que sentido no tenia: 
muerto va de sed y hambre, −que de velle era mancilla; 
iba tan tinto de sangre, −que una braza parecia. 
Las armas lleva abolladas, −que eran de gran pedreria; 
 
42 Canc. De Rom. 1550, f.125―Timoneda. Rosa esp. Pliego suelto s. a. n. I del siglo XVI. 
43 Silva de 1550, t. I, fol.44.−Canc. de Rom. s. a., fol. 127. Canc. de Rom., 1550, fol. 126. –Timoneda, Rosa esp. 
Floresta de var. Rom. 
13 
 
la espada lleva hecha sierra −de los golpes que tenía; 
el almete abollado −en la cabeza se le hundia; 
la cara lleva hinchada −del trabajo que sufria. 
Subióse encima de un cerro −el más alto que veia: 
dende allí mira su gente. −cómo ibade vencida. 
De allí mira sus banderas, −y estandartes que tenia, 
cómo están todos pisados −que la tierra los cubria. 
Mira por los capitanes −que ninguno parescia; 
mira el campo tinto en sangre, −la cual arroyos corria. 
El triste de ver aquesto −gran mancilla en sí tenia: 
llorando de los sus ojos −de esta manera decia: 
―Ayer era rey de España, −hoy no lo soy de una villa 
ayer villas y castillos, −hoy ninguno poseia; 
ayer tenia criados, −hoy ninguno me servia, 
hoy no tengo una almena −que pueda decir que es mia. 
¡Desdichada fué la hora, −desdichado fué aquel dia 
en que nací y heredé −la tan grande señoria, 
pues lo había de perder −todo junto y en un dia! 
¡Oh muerte! ¿por qué no vienes −y llevas esta alma mia 
de aqueste cuerpo mezquino, − pues te se agradeceria? 
 
 
Romance del rey don Rodrigo cómo fugó de la batalla44 
Ya se sale de la priesa −el rey Rodrigo cansado; 
pusiérase hacia una parte −por de allí mirar su campo: 
ve que su gente se apoca, −y cómo va desmayando. 
Desque esto vido Rodrigo, −no curó de mas mirallo, 
porque bien ve que los suyos −ya no pueden soportallo. 
Volvió las riendas apriesa, −da de espuelas al caballo; 
huyendo va a más andar. −por un tremendal abajo 
viólo huir Aliastras, −un su capitán honrado; 
acordó seguir tras él, − mas nunca pudo hallarlo. 
Desque vió que no le halla, − a Toledo hubo llegado, 
donde quedara la corte, −y la reina habia quedado. 
Pesábale por llevar −de su rey tan mal recaudo; 
en entrando por la puerta −comenzó a decir llorando: 
―Ya, señora, no sois reina, −ya no teneis ningún mando, 
porque en ocho batallas −perdiste todo el estado. 
Perdistes al rey Rodrigo −el vuestro marido honrado, 
porque le vi ir huyendo, −muy malamente llagado, 
y que la hora de agora −será muerto o cautivado―. 
La reina, sin oir más, −cayó tendida en su estrado: 
después de grandes cuatro horas −en su sentido ha tornado: 
manda a Aliastras que cuente −todo como había pasado. 
Aliastras se lo cuenta, −que nada no había dejado. 
 
44 Silva de 1550, t. I, fol. 145. –Canc. De Rom. s. a., fol. 128. Canc. De Rom. de 1550, fol.127. 
14 
 
La reina con gran congoja –dijo:―Ya lo he yo tragado, 
porque la noche pasada −un mal sueño habia soñado, 
y es que via el rey Rodrigo −con el gesto muy airado, 
los ojos vueltos en sa−ngre, −que iba muy apresurado 
para ir a vengar la muerte −del desdichado don Sancho, 
y que volvia sangriento, −y su cuerpo mal llagado, 
y que se llegaba a mí −y me tiraba el brazo, 
y decía que estas palabras −muy fuertemente llorando: 
―Quédate adios, reina triste, −quédate adios, que me parto: 
los moros me han ya vencido, −los moros me han sojuzgado. 
No cures llorar mi muerte, −no cures llorar tu estado, 
procúrate de esconder −allá en lo más apartado, 
vete luego a las montañas −de aquel reino Asturiano, 
porque no hay otro remedio− si quieres quedar en salvo, 
porque España y lo demás− todo está ya sujetado. 
 
 
 
Romance de la penitencia del rey don Rodrigo45 
Despues que el rey don Rodrigo −a España perdido habia, 
íbase desesperado −por donde mas le placia. 
Métese por las montañas −las mas espesas que habia. 
porque no le hallen moros −que en su seguimiento iban. 
Topado ha con un pastor −que su ganado traia, 
díjole:―¿Dime, buen hombre, − lo que preguntar queria, 
si hay por aquí poblado o −alguna caseria 
donde pueda descansar, −que gran fatiga traia? 
El pastor respondió luego −que en balde la buscaria, 
porque en todo aquel desierto −sola una ermita habia, 
adonde estaba un ermitaño −que hacia muy santa vida. 
El rey fué alegre de esto, −por allí acabar su vida. 
Pidió al hombre que le diese −de comer, si algo tenia: 
el pastor sacó un zurron, −que siempre en él pan traia; 
dióle dél, y de un tasajo −que acaso allí echado habia. 
El pan era muy moreno, −al rey muy mal le sabia; 
las lágrimas se le salen, −detener no las podia 
acordándose en su tiempo −los manjares que comia. 
Despues que hubo descansado −por la ermita le pedia, 
el pastor le enseñó luego −por donde no erraria. 
El rey le dió una cadena, −y un anillo que traia: 
joyas son de gran valer −que el rey en mucho tenia. 
Comenzando a caminar, −ya cerca el sol se ponía; 
llegado es a la ermita −que el pastor dicho le habia. 
El dando gracias a Dios− luego a rezar se metia; 
despues que hubo rezado −para el ermitaño se iba: 
 
45 Silva de 1550, t. I, fol. 47. –Canc. de Rom. s a., fol. 129. Canc. de Rom., 1550, fol. 129.−Timoneda. Rosas esp. 
15 
 
hombre es de autoridad, −que bien se le parecia. 
Preguntóle el ermitaño −cómo allí fué su venida; 
el rey, los ojos llorosos, −aquesto le respondia: 
―El desdichado Rodrigo −yo soy, que rey ser solia: 
vengo a hacer penitencia −contigo en tu compañía; 
no recibas pesadumbre −por Dios y Santa María.― 
El ermitaño se espanta; −por consolallo decia: 
―Vos cierto habeis elegido −camino cual convenia, 
para vuestra salvación, −que Dios os perdonaria.― 
El ermitaño ruega a Dios −por si le revelaria 
la penitencia que diese −al rey que le convenia, 
Fuéle luego revelado, −de parte de Dios, un dia 
que le meta en una tumba −con una culebra viva, 
y esto tome en penitencia −por el mal que hecho habia. 
El ermitaño al rey −muy alegre se volvia: 
contóselo todo al rey −cómo pasado lo habia. 
El rey de esto muy gozoso, −luego en obra lo ponia. 
Métese como Dios manda −para allí acabar su vida; 
el ermitaño, muy santo, −mírale el tercero dia. 
Dice: ¿Cómo os va, buen rey?―¿vaos bien con la compañía? 
―Hasta ahora no me ha tocado −porque Dios no lo queria: 
ruega por mí, el ermitaño, −porque acaba bien mi vida.― 
El ermitaño lloraba, −gran compasión le tenia: 
comenzóle a consolar −y esforzar cuanto podia. 
Despues vuelva el ermitaño −a ver si ya muerto había: 
halla que estaba rezando −y que gemía y plañía. 
Preguntóle cómo estaba:―Dios es en la ayuda mía, 
respondió el buen rey Rodrigo:−la culebra me comia; 
cómeme ya por la arte −que todo lo merecia, 
por donde fué el principio −de la mi muy gran desdicha.― 
El ermitaño lo esfuerza, −el buen rey allí moria: 
aquí acabó el rey Rodrigo, −al cielo derecho iba. 
 
Un breve apunte con respecto a los romances. Los romances son poemas breves de carácter épico-
lírico que nacieron en la Baja Edad Media, a mediados del siglo XIV y durante el siglo XV. La 
referencia épica más antigua se remonta a la historia del Rey Rodrigo (siglo VII) y luego a las 
hazañas del Cid, en el siglo XII. La vena heroica medieval es lo que caracteriza al Romancero y 
los más antiguos, según Menéndez Pidal “no son otra cosa que un fragmento de poema, 
conservado en la memoria popular”46 Cuando la memoria popular aisló los fragmentos que le 
parecieron más significativos, los romances a través del tiempo adquirieron un tono subjetivo y es 
por ello que su naturaleza original heroica pasó a ser lírica. Los romances se conservaron por 
 
46 Ramón Menéndez Pidal, Flor nueva de romances viejos. Pág. 11. 
16 
 
medio de la tradición oral y por ello pasaron de generación en generación, inclusive algunos han 
llegado hasta nuestros días47. Los romances sufrieron transformaciones ya sea en manos de los 
escribanos, de los juglares o de los trovadores. Se sabe que las variantes que sufren los romances 
se dan a través de muchos años, y que la evolución de los mismos se construyó uniendo partes 
introductorias de unos en otros, ya modificando detalles anecdóticos que la comunidad consideró 
relevantes, ya confundiéndose entre sí. Ahora sabemos que el pueblo seleccionó las partes más 
atractivas de varios romances y las alteró pegando unas partes a otras y todo ello llevó a que los 
romances tengan variantes de una misma escena48. Recordemos que muchos romances cumplían 
además la función de ser portadores de noticias e inclusive su permanencia en la tradición oral de 
un pueblo era debido a que era la única forma de saber qué pasaba en otras provinciascastellanas 
o en las tierras lejanas. “Así es que los romances, conservados hasta entonces tan sólo en boca del 
pueblo, y transmitidos de generación en generación por medio de la tradición oral, pero fiel, 
corroborada y sostenida por sentimientos e intereses análogos a los que los crearon, han llegado a 
nosotros, si no alterados en su carácter esencial, al menos algún tanto retocados en su estilo y 
lenguaje, con rastros visibles de haberse mudado más de una vez sus formas primitivas y 
meramente populares, de haberse tentado perfeccionarlas, ajustándolas siempre más con el arte, y 
habiendo pasado por manos de los juglares, de los trovadores y de los poetas artísticos de los 
siglos XV, XVI y XVII” 49; pues bien, este mismo accidente le sucedió al romance del rey 
Rodrigo. 
La primera edición de los romances del Rey Rodrigo aparece en la Silva de Zaragoza en 1551,50 
posteriormente habrá muchas ediciones. Se piensa que hubo romances primitivos que versaron 
sobre la historia del rey Rodrigo, los romances que conocemos del último rey godo datan del siglo 
XVI, recordemos que la novela de Corral es del año 1430 y que los romances sobre el rey Rodrigo 
se escribieron a partir del texto de Pedro de Corral. Los primeros romances del postrímero rey godo 
fueron impresos en pliegos sueltos y estos aparecieron el 1550. 
 
47El romance que tiene por título La adúltera, La esposas infiel o De blanca niña ha llegado hasta nosotros –en 
México−, trasformado en una canción de corte popular con el nombre de La Martina, que guarda la esencia temática de 
sus antecesores, modificado claro está al lenguaje actual. 
48 “Vemos, empero, a principios del siglo XVI algunos romances contrahechos y glosados por los trovadores del siglo 
XV, ya acogidos en los Cancioneros…”, en Menéndez Pidal, Ramón Flor nueva de romances viejos. Pág. 11. 
49 Marcelino Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. Vol. VII. Pág. 12. 
50 Ramón Menéndez Pidal, Floresta de leyendas heroicas españolas. Tomo II. Pág. XVII. 
17 
 
La secuencia de los romances presenta algunos problemas que trataron Wolf, Milá y Fontanals, 
Marcelino Menéndez Pelayo y Ramón Mendez Pidal. El orden de los romances tal y como los 
conocemos ahora se nutren en una secuencia de hechos “históricos”, sin embargo, según Menéndez 
Pidal el orden no ha sido siempre el mismo. La clasificación para este ciclo de romances va de los 
tradicionales viejos (1450-1510) a los juglarescos o semijuglarescos (1480-1550), e inclusive del 
romancero nuevo (1530-1640). Para este investigador el romance más viejo que versa sobre la 
historia que nos interesa es el que inicia con: /Los vientos eran contrarios/, es decir, el romance 
número cuatro que nosotros hemos citado51 Romance del rey Rodrigo cómo perdió España. Lo 
mismo sucede con los romances Amores trata Rodrigo y con Después que el rey Rodrigo (que es el 
que narra la penitenciadel rey), o bien, En Toledo está Rodrigo (se trata del romance que habla sobre 
la Casa encerrojada) y con este criterio “…dados los conocimientos bibliográficos que hoy 
poseemos, muy superiores a los del tiempo de Milá…” apunta Menéndez Pidal, se puede, en con 
cierta certeza, precisar la fecha de circulación de cada romance. 
El ciclo de romances del rey Rodrigo está compuesto por las siguientes partes-escenas; la 
coronación del rey, la historia del palacio con cerrojos, la historia de la Cava, las premoniciones de 
la destrucción del reino español, la invasión de los árabes a España, la penitencia del rey Rodrigo 
así como el destino final del rey Rodrigo, sin embargo, para Marcelino Menéndez Pelayo son 
algunos los “…puntos capitales que abarca la leyenda de Don Rodrigo, uno sólo, el de su 
penitencia, es seguramente de origen cristiano. Los otros dos (casa o cueva encantada de Toledo, 
amores de la Cava) pasaron de las crónicas árabes a las nuestras, lo cual no quiere decir que 
carezcan de fundamento histórico…”52. 
 
El ciclo de romances del rey Rodrigo se compuso oralmente como los otros romances, a imitación 
de los que en esa época se escribían. Menéndez Pidal piensa que como caso único en la 
conformación de los romances castellanos, los romances que nos ocupan particularmente tienen 
una marcada influencia árabe, es el caso de los tópicos de la Casa encantada y los amores de la 
Cava con el rey Rodrigo que, como ya mencioné, se trata de temas muy antiguos, pero el asunto 
de la penitencia del rey es cristiano. Así lo cree también Menéndez Pelayo que sigue al estudioso 
 
51 Los romances que cito y que aparecen secuenciados en esta tesis pertenencen a la selección de Marcelino 
Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. VI. 
52 Marcelino Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. Vol. VIII. Pág. 120. 
18 
 
alemán Dozy Reinhart. Árabe es la ficción53; “los sueños proféticos, la existencia de la Casa 
encantada, las disposiciones del destino del protagonista, la violación a la hija del conde Julián, y 
española es la visión realista de la caída del reino español. Menéndez Pelayo expresa: “… las 
tradiciones recogidas entre los musulmanes de España son mucho más sobrias y de carácter más 
histórico”54. Recordemos que fue Aben Habib −citado anteriormente− el primer historiador y 
cronista árabe, quien se había educado en Egipto y que mencionó estos hechos y que les refería a 
sus discípulos haber visto “estatuas que disparaban flechas, que había visto fortalezas defendidas 
por genios y diablos encerrados en cofres mágicos por las artes del sabio rey Salomón”. Es por 
ello que el estudioso Ramón Menéndez Pidal ha afirmado que en la leyenda “trabajaron multitud 
de narradores musulmanes, tanto en Andalucía como en Oriente; multitud de historiógrafos 
cristianos; multitud de poetas, novelistas, dramaturgos de España, Inglaterra, Francia, Alemania e 
Italia”55. 
El ciclo de romances del rey Rodrigo data de la segunda parte del siglo XV, sin embargo, por el 
estilo –expresa Menéndez Pelayo− pertenecen todos, populares, juglarescos y trovadorescos al 
siglo XVI; ya que “muy rara vez añaden circunstancias poéticas al texto en prosa que van 
siguiendo…”. 56. En España, la imprenta desde la primera mitad del siglo XV y todo el siglo XVI 
reprodujo los pliegos sueltos, y los romances del rey Rodrigo empezaron a circular entre la 
sociedad de esa época. Se tienen noticias de los seis primeros romances publicados sobre el tema 
que nos ocupa: Aquí comiencan quatro romances del rey Rodrigo, con una obra de Gómez 
Manrique, s/f.; otro se titula así: Aquí se contienen cinco romances: el primero, de cómo fue 
vencido el rey Rodrigo; el segundo, de la penitencia que hizo; el tercero, del conde don Julián. 
Otro pliego suelto publicó los otros dos romances: … el primero Amores trata Rodrigo, y el 
segundo que dize: Llanto hazía la Cava. Seis romances primitivos del rey Rodrigo de donde 
derivó el ciclo temático que conocemos. Después de este breve inicio se encuentran las 
publicaciones de los Cancioneros y los Romanceros que contienen la historia de estudiamos. 
 
 
53 Empleo ficción en este sentido: Ficticio (Del lat. Ficticius). Adj. Fingido, falso, convencional. (DRAE). 
54 Marcelino Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. Vol. VIII. Pág. 120. 
55 Me parece que cuando Menéndez Pidal dice: “…novelistas, dramaturgos de España, Inglaterra, Francia, Alemania e 
Italia” se refiere a Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Saavedra Fajardo, Duque de Rivas, a Walter 
Scoot, a W. Irving entre los autores más conocidos, esto es, autores modernos. Otros autores que escribieron sus obras 
basadas en esta leyenda están: Andrés de Silva (1617), Manuel Rodríguez (1631), Pedro de Montengón (1793), 
Trueba y Cosío (1830), y Alejandro Herculano ((1843). 
56 MarcelinoMenéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos. Vol. VIII. Pág. 148. 
19 
 
Desarrollo 
La novela de Pedro de Corral se divide en dos partes, 252 y 256 capítulos respectivamente; la 
primera parte comprende la caída del rey Acosta o Witiza, el reinado de Rodrigo hasta la derrota 
de los visigodos a orillas del río Guadalete. Los capítulos 165 al 187 de la primera parte son los 
que refiereren los amores de Rey y la Cava; del capítulo 188 al 252 se encuentra el inicio de la 
conquista árabe. La segunda parte de la novela relata la penitencia del rey Rodrigo, unos breves 
episodios del inicio de la Reconquista, y el descubrimiento de la tumba de rey en Viseo. En ambas 
partes hay una serie de secuencias narrativas secundarias de los personajes Saracus y la reina 
Loreina57, y otras de carácter amoroso entre Favila y Luz las cuales no afectan la médula narrativa 
de la Crónica sarracina. Existe, indudablemente una apretada interrelación temática de las dos 
partes, sin embargo, es con el capítulo XXVI, La coronación del rey Rodrigo de la primera parte 
concretamente donde inciaré la correlación con el grupo de romances del ciclo del rey Rodrigo. 
Por su parte, los romances que narran la historia del rey Rodrigo omiten, como he mencionado 
arriba muchísimos detalles de vital importancia que narra la novela, detalles que retoma a su vez 
Corral de las crónicas de Rasis y de Don Pedro, necesarios para hacernos una idea más completa 
de la obra de Corral como creador de la primera novela histórica española58. A través de la 
narración de ésta y del grupo de romances del rey Rodrigo veremos cómo se representa la 
mentalidad medieval; esto es, cómo se construye el hombre del Medievo desde la perspectiva de 
su autor, el rey Rodrigo peca al ir en contra de lo establecido por las leyes de Dios y por las leyes 
terrenales, peca al revocar las tradiciones y ciertos preceptos religiosos. Peca al deshonrar a la 
Cava. Veremos cómo Rodrigo va añadiendo peso a la culpa que provoca una serie de 
atrevimientos de mayores consecuencias. El rey Rodrigo atenta pues contra la ley moral de Dios. 
Me parece que no se trata de una imprensión personal subjetiva pensar que toda la historia de 
España se encuentra sumergida en las más controvertidas creencias religiosas. Para contextualizar 
la obra de Corral y el ciclo de romances que me ocupan creo necesario mencionar algunas 
características determinantes de la cultura medieval. En la Crónica general de Espaha de 1344 la 
cual tiene su principal fuente en la Crónica del moro Razis se conservan muchas referencias 
religiosas. Ramón Menéndez Pidal fue el primer estudioso que demostró que la novela de Corral 
estaba basada en la Crónica general de Espaha de 1344 y que ésta, a su vez, se escribió siguiendo 
 
57 Se justifican estos capítulos ya que los hechos que narran suceden en el norte de África que era una de las colonias 
del trono Español. 
58 Esta es una afirmación de Ramón Menéndez Pidal, se trata, expresa “de la primer novela esuropea”. 
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básicamente la Crónica del moro Razis, pues bien, seguiré estas dos Crónicas59 para rastrear las 
referencias religiosas que van a permear el grupo de romances del Rey Rodrigo y a la obra de 
Corral; existe entonces una íntima relación entre las Crónicas mencinadas y la novela de Pedro de 
Corral. 
Sabemos que la etapa histórica denominada como Edad Media ha sido señalada como teocéntrica 
y que en ella se sucedieron una serie de contradicciones, así por un lado, en la Edad Media 
existieron personajes como de San Agustín, San Jerónimo, Prudencio, Orosio, Marciano Capella, 
Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Ramón Llull, Duns Scoto entre otros, y batallas violentas 
en nombre de la religión. La relación que estableció el hombre del medievo con Dios abarcó todos 
los ámbitos de la vida. No hay pues espacio, por lo menos en los documentos (Crónicas) que he 
revisado donde la mención de Dios no se encuentre presente. El temor a Dios es un hecho dado, 
real y los clérigos y los escribanos lo dejaron profundamente marcado en sus escritos. De esta 
manera se habla de una sociedad fija, inmóvil, donde lo que se hace o existe ha sido establecido 
por un orden mayor, Dios y sus reprentantes en la tierra, la iglesia, el Papa y los clérigos como 
figuras concretas que guardaban ese orden. Si esta era la concepción en las altas esferas de la 
sociedad (iglesia, papado y clerigos), ¿cómo eran las creencias del hombre común? La relación 
con Dios establece una estructura fija, esto es, las Leyes vienen de Dios, de las “Santas escrituras”, 
de las interpretaciones que hacen los hombres que están en el poder. Se trata de la concepción 
entre el macrocosmos y microcósmos. La idea del hombre medieval sobre la existencia de la 
creación estaba basada principalmente en los preceptos que se encuentran en la Bíblia. La 
alteración al orden era considerda un abuso, una falta a Dios. “La sociedad aparece así rígidamente 
dividida. Cada cual pertenece por nacimiento, es decir, por predestinación, a un estamento social 
cuyas fronteras no pueden traspasarse sino con carácter excepcional y en los contados casos en 
que ese salto se produce, la mentalidad medieval tendrá que justificarlo como manifestación de la 
Providencia o como la restauración de un buen uso antiguo, alterado por la perversidad del 
hombre”60. 
Toda la sociedad medieval estaba atenta a los designios que imponían los altos personajes e 
históricamente Pedro de Corral era un hombre que había recibido la influencia de la iglesia. Para 
 
59 No he considerado como base la información de la Crónica general de España del rey Alfonso el Sabio debido a 
que éste refunde la información de las Crónicas de Al-Razi y de Pedro Alfonso. Sin embargo, retomaré algunos 
datos de ella para reafirmar mi tesis. 
60Pedraza Jiménez, Felipe y Milagros Rodríguez Cáceres, Manual de literatura española. Pág. 24. 
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Alan Deyermond “la conquista musulmana se proyectó dentro de este esquema 
providencialista”61. Al través de la novela que me ocupa observaremos cómo el urdimbre que 
soporta los hilos temáticos están todos concentrados en la creencia en Dios. La historia de 
España62, se matiza con una peculiar característica ficticia aunque muy creible para sus hacedores. 
Sabemos ahora, por ejemplo, que la historia española como la de cualquier otra nación está 
determinada por intereses económicos y políticos, y que estos aspectos son determinantes para la 
muerte o supervivencia de un estado. Sin embargo, para Corral existen otros designios miteriosos 
(Dios y todas las leyes que de él emanan) que determinan la movilidad de la historia. Y si un 
enfoque político hay en la Crónica sarracina, este enfonque está determinado por la estructura 
novelesca. Corral, sabemos, era un hombre instruido y culto que se encontraba en la élite social de 
su época. Otro aspecto que revela la naturaleza de la novela de Corral y que debemos sopesar 
antes de emitir cualquier juicio, sobre todo negativo, es el hecho de que cuando se escribe la 
novela (1430) han transcurrido más de setecientos años de la invasión árabe a España, tiempo 
suficiente para que cada cultura entreteja y se explique el pasado con la intervención seguramente 
de la imaginación. Separar lo “verdadero” de lo inventado era un acto insospechado en esa época. 
A continuación cito una serie fragmentos que tienen como unidad alusiones a Adán, a Hércules y a 
a Cristo, a Santa Maria y, por supuesto a Dios, citas que empleo como primeros indícios de la 
naturaleza del pensamiento religioso. 
Al-Razi, inicia su Crónica con la Descripción geográfica de Al-Andalus, escribe: “España es 
trinangular” y en la parte dedicada a Córdoba, escribió: “E los que las fizieron fundaronla por el 
firmamento de las estrellas, asy commo Ercoles vio que era mejor, basteçidade todas las 
bondades…” 63. Con la variante Hercoles, el Valiente más adelante en el manuscrito Mo, y en esta 
misma sección, se lee: “Omar, fijo de Balaatysis, Dios aya merçed de su alma, fizo sobre este rrio 
unas açenas…” 64. Siguen las secciones dedicadas a Jaén, Tarragona, Lérida, Tudela, Baruxa, y 
en la parte dedicada a Toledo que también aparecen en los tres manuscritos Ca, Mo y Es, leemos: 
“ E quando entraron los moros a Toledo, tomaron la mesa de Salomon, fijo del rrey Dauid e 
 
61 Alan Deyermond “The death and rebirth of visigothic spain in the Estoria de España”. Pág. 347. 
62 Crónica mozárabe de 754, llamada Continuatio Hispana por Mommsen, en Diego Catalán y Ma. Soledad de 
Andrés Crónica del moro Razi. Pág. XXXV. Crónicas latinas de la Reconquista, en Mayans y Siscar, Defensa del 
rey Vitiza, 1778. Menéndez Pidal Floresta de leyendas heroicas españolas. Rodrigo, el último godo. 1942. 
63 Diego Catalán y Ma. Soledad de Andrés, Crónica del Moro Rasis.Pág. 19. La referencia aparece en los tres 
manuscritos, Ca. Mo y Es. 
64 Idem. Pag. 21. 
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tenianla los christianos…”65. Sigue Mérida, aquí leemos: “ ¡Señor Ihesu Christo, de piadat lleno! 
¿Do estavas tu aquel dia que la çibdat de Merida salió de la santa fe?”66. Sigue Badajoz, Sevilla, 
aquí leemos: “ E nos fallamos en los libros de Ercoles que Ercoles dexara dos postes e muy altos, 
e dellos so tierra ençima de tierra e quando aquellos postes sacaren, luego la villa sera destruyda. 
E dexo el libro de las Andanças que uvn saldria fuego del Algarafe e quemaría lo mas de la 
villa”67. En Algeciras se lee: “E en Caliz fizo Ercoles vn conçilio qual otro non ha en el mundo. E 
quando Ercoles partió a España, fizo este e el de Galicia….”68. Sigue Raya: Archidona, Écija, 
Guadiana, Los diez hijos de Noe, aquí leemos: “Non fallamos que gente de ningund lugar viniesen 
a morar a España ante Dios enviase el deluuio de las aguas. Mas fallamos que después del 
deluuvio finco Noe con su conpaña que Dios touo por bien en su barca”69. Y en el manuscrito Ca 
continua: “después que Dios fue convenible a las gentes, el e los que con el adndauan salieron por 
las tierras, e fizieron / fijos e fijas cada vno commo Dios touo por bien e poblaron la tierra muy 
bien. E Noe ovo diez fijos de que salieron las generaciones. De los quales fue el vno Sem, e el otro 
Tam, e el otro Jafed, e el otro Lamar, e el otro Marti, e el otro Cabel, e el otro Mariac, e el otro 
Vitac, e el otro Juven, e el otro Juc”70. En los Hispanos, señores de España, (Hispán), leemos: 
“… después que Noe anduuo por la tierra e vio que todo el mundo fuera estragado por el agua, 
Dios diole señal por que fuese cierto quel mundo non se perdiera otra vez por agua”71. En el 
tópico del Diluvio hay varias referencias a Noe y a Dios. Siguen otras secciones, Los reyes de 
Roma, Servius, Disposición de Trquino, Aníbal somete a España, Aníbal cruza los Alpes, 
Escipion, Escipion sobre Cartago, España yerma durante cien años, Los emigrados de África, e 
inclusive en la parte de Hércules, el Valiente, leemos:“De como Hercoles tomo por fuerça a toda 
España e fizo en ella muchas buenas villas e ciudades, e donde yaze enterrado…”72. 
 
“En el nombre de Dios. Este libro que fue compuesto començo primeramente de las tierras e de 
las villlas e de los lugares sabidos e conocido de España”73 y el Manuscrito O inicia así: “En el 
nombre de Dios e de nuestra señora santa Maria a la qual muy umylmente le encomiendo e al 
 
65 Idem. Pág. 65. No es Dios, pero sí Salomón y David. 
66 Idem. Pág. 75. Aquí aparecel a referencia a Cristo. 
67 Idem. Pág. 95. En Ca, Mo, y Es. 
68 Idem. Pág.102. 
69 Idem. Pág. 118. 
70 Idem. Pág. 119. 
71 Idem. 121. 
72 Idem. Pág. 127. 
73“fragmento E”. Pág. LXXIV. 
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bien aventurado San Pedro se encominça la historia…”74. Los otros Manuscritos, el v, y el P con 
algunas variantes en la ortografía siguen con la encomienda de la obra de los escribanos a Dios, a 
Santa María y a otros santos. El punto es señalar la persistencia de los escribanos en mencionar 
siempre a Dios y a sus allegadas vírgenes y santos. 
 
Por su parte, en una de las secciones de la Crónica general de Espanha de 1344, El Liber Regum 
continene, entre otras genealogías “una historia genealógica universal sagrada (genealogía de 
Adán a Cristo) y profana…”75. Dicha Crónica empieza con las “genealogías bíblicas (de las 
cinco edades del mundo), seguidas de las genealogías de los imperios de Persia, Macedonia, 
Roma …”76. Leemos en el Capítulo IV: Quarta hedad, de la Crónica: “Aquí se acaban las tres 
hedades e comiençan las cuatro hedades en el rrey Davit, que fue buen e mucho honrrado. E 
començo a reynar este rrey David en la hera de la naçençcia de Abrahan de noveçientos e 
quarenta e vn años. E después de la muerte del rrey Dauid rreyno su hijo Ssalomon quarenta 
años, e murió en la era de mil e veynte e vn años. E después de la muerte del rrey Rroboan diez y 
siete años, e murió en la hera de mil e trynta e ocho años”. 
 
En el Capítulo V Quinta hedad. Del ynperio de Persia, leemos: “ la quinta hedad sse comiença de 
Jeconias fasta la Encarnaçion de Nuestro Señor Jhesu Christo, fijo de Dios, e de la gloriosa 
virgen Ssanta Maria ante el parto e despuesdel parto.Sabet que este tienpo rreyno el enperador 
Çiro de Persia e obedesçianlo todo el mundo.E començo a rreynar en la era de Abrahan…”77 
En el Capítulo VII: del ynperio de los rromanos se lee: “E rreyno Octaviano cincuenta e seys años 
e murió en la era de Çesar cincuenta y dos años. E en los treinta e ocho andados desde era de 
Çesar naçio Nuestro Señor Jhesu Christo, hijo de Dios Padre e de la gloriosa virgen Santa Maria, 
en Belen, que vino al mundo a esparcir la su sangre para librar los pecadores de las penas de 
infierno”78. 
Como hemos visto, sólo por citar unos ejemplos tanto en la obra de Rasis, en los manuscritos 
como en las Crónicas general de 1344 que he venido mencionando encontramos la mención de 
Dios, de Santa María, de Cristo, de Noe y de Hércules, miembros todos de una dinastía de seres 
metafísicos. Debemos suponer entonces que Pedro de Corral es un verdadero continuador de esta 
 
74 Idem. LXXX. 
75 Crónica general de España de 1344. Pág. LIII. 
76 Idem. Pág. LII. 
77 Idem. Pág. 1. 
78 Idem. Pág. 5. 
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tradición y que al escribir su novela incluye las referencias a Dios tal y como sus fuentes lo 
refieren. También podemos afirmar que en el cuerpo de la obra de Razi todos los hechos narrados 
dependen de Dios, son hechos realizados por la “gracia” de Dios. Esto me mueve a pensar que la 
historia de España está influida por esta constante, actitud que los juglares, escribanos, reyes y 
gobernantes continuaron, mencionando siempre a Dios como el actor principal. Pedro de Corral 
como autor de su tiempo y heredero de una tradición religiosa continuará esta misma posición y la 
dejará impresa en su obra. 
Por ejemplo, recordemos que Alfonso X el Sabio deseaba “… pretendía dejar escrito “todos los 
fechos que fallar se pudieron della desde el tiempo de Noe fasta este nuestro tiempo…”79. 
En las Partidas (del rey Alfonso X) leemos: “et otrosi porque los entendimientos de los omnes, 
que son departidos en muchas maneras, los podiesemos acordar en uno con razón verdadera et 
derecha para conocer primeramente á Dios…”. Expresiones todas no carentes de significado que 
dejan entrever cómo la mentalidad medieval acepta como real la presencia de Dios, de Hércules, 
del Espíritu Santo, de la Virgen “Sancta Maríe” y de muchos otros santos, ángeles y arcángeles 
como “San Gabriel” como parte de la realidad, de la cotidianidad, entes todos que conviven con 
los hombres. En fin, expresiones todas referidas a Dios. 
El auge de las Crónicas en la época en que vive Corral hace que la aparición de sunovela se 
ponga a la cabeza de la interpretación histórica, esto es, su novela unifica más que sintetiza toda la 
historia española. Ahora conocemos que subyacen en su texto ideas derectrices religiosas y que su 
recreación novelística altera la idea de la historia, así pues Corral re-escribe la historia de España. 
La ficción histórica que escribe Corral propicia que se reinterprete el pasado histórico, se trata 
pues de un pasado que aunque doloroso, como es concretamente el relato de la invasión árabe, sea 
en sí mismo glorioso, porque siempre habrá un orden antiguo bíblico y universal. 
Nosotros, lectores modernos coincidiríamos en llamar a la obra de Corral novela testimonial, no 
así para su contemporáneo Fernán Pérez de Guzmán quien, refiriéndose a algunos historiadores en 
general y a la Crónica sarracina de Corral en particular se expresó de esos autores como: “… 
onbres de poca vergueña e mas les plaze relatar cosas estrañas e marauillosas que verdaderas e 
ciertas…”80, opinión que en cierta parte, desde la concepción de Pérez de Guzmán era verdad. 
 
79 Diego Catalán y Ma. Soledad de Andrés, Crónica general de España de 1344. Pag. XXXIV. 
80 Fernán Pérez de Guzmán Generaciones y semblanzas. Pág. 9. Y Marcelino Menéndez Pelayo expresó al respecto: 
“… sobre todo con la Crónica de Pedro del Corral, que no es más que una amplificación monstruosa y dilatadísima 
del libro de Rasis…”, en Antología de poetas líricos castellanos. VIII. Pág. 129. 
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Ahora, si volvemos al ciclo de romances del rey Rodrigo comprenderemos por qué están 
construidos sobre una sóla idea: el castigo al rey pecador, el castigo a quien ha alterado el orden 
preestablecido por Dios. En estos romances, escritos cuando los juglares ya no recomponían 
romances convergen todos a la idea del castigo a quien ha pecado, es una manera de dejar lo 
ficticio e ir al grano del asunto, quienes reescriben una de las partes medulares de la historia 
española saben bien que el castigo divino que sufre España tiene su medida en su circunstancia 
religiosa y cristiana. Es necesario comprender los romances de este ciclo en relación con la 
divinidad, con Dios, con los Santos y en su relación con los hombres del Medievo, esto es, con el 
pecado y con la penitencia, con las flagelaciones públicas. Vemos pues cómo la idea de los 
hombres del Medievo alteran y alternan la historia a un antes y un despúes de Cristo sin ninguna 
noción de la línea del tiempo histórico. Vr. gr.: “En año 292 de Adan llega Hèrcoles el valiente, 
rey de los griegos y señor de la mayor parte de la tierra…”. Es claro por otra parte que los 
escribanos, entre ellos seguramente clérigos y hombres de letras no veían esta delicada línea entre 
la realidad “real”, la del aquí y ahora y la concepción que poseían, solo en su mente, de Dios y su 
parte celestial. Como observamos las prefiguraciones bíblicas están presentes en su concepción de 
vida, y entre el no saber cómo es el mundo, cómo funciona biológicamente el cuerpo humano, 
cómo funciona la mente, cómo es el sistema solar, el hombre medieval se explica el mundo a 
través de la creación e intromisión de Dios, y de paso, de un Adán y una Eva tal como aparecen en 
la Biblia, esto es, descontextuados no únicamente en la línea del tiempo sino como seres divinos. 
En el Capítulo LXXXV, de la Crónica general de 1344 se lee: Como llego allí Rrodrigo e fue 
hecho señor d’España; leo: “Quando don Rrodrigo llego allí do estaban juntados todos aquellos 
omes buenos, dixeronle: −Don Rrodrigo, a voz fizo Dios grand merçed que nunca fizo a ome que 
nos fallasemos. E vedes que vos hizo Dios que fuesedes señor d’España…”. Como vemos, Dios 
está presente en todos los actos de los hombres, en todas las grandes decisiones. Porque como 
expresa Le Goff: “… la Biblia es en la época medieval, si no la fuente de todo, por lo menos la 
referencia para todo”81. 
Y en el capítulo LXXVI, de la Crónica general de 1344, seguimos leyendo: “Porque era ome 
muy sesudo fizo traer los Santos Evangelios delante del. E dixeron al rrei Rodrigo: “−Vos 
 
81 Jaques Le Goff, Lo maravilloso y lo cotindiano en el Occidente medieval. Pág. 14. 
26 
 
jurades a Dios sobre estos santos Evangelios que bien a derecho guardades los derechos de 
España a que los fagades guardar…” 82. 
Y en las obras fundamentales del rey Alfonso el Sabio, leemos expresiones como: “Cristi (Jhesu 
Cristo), Dios,…la Ley de Dios,… e entendiendo por los fechos de Dios,… et escribieron los 
fechos tan bien de los locos ancianos, et otrossí que fueron fieles en la Ley de Dios et de los que 
no…, et después cuomo le ayunto Dios”. 
En la misma Crónica General de España de 1344 leemos: “De cuemo Hércules poblo a Caliz et 
de las cosas quel fizo”, y “aquell año vino ell ángel Gabriel, ocho días por andar de marzo, a la 
Virgen Sacta Marie, e traxol las nuevas del su concebimiento, et concibió de Spirito Santo. E a 
nueve meses después dequesto, e a seis derechamientre después de la nascencia de San Johan, 
nasció della el Nuestro Señor Jhesu Cristo, ocho días por andar del mes de diciembre fincandi 
ella virgen bien cuemo lo ante era”83. 
 Y en las Partidas (del rey Alfonso X el Sabio) leemos: “…et otrosi porque los entendimientos de 
los omnes, que son departidos en muchas maneras, los podiesemos acordar en uno con razón 
verdadera et derecha para conocer primeramente a Dios…”84. Lo que he mencionado arriba no 
es nuevo, se sabe que lo que caracterizó a la Edad Media fue su íntima relación con Dios, la 
creencia es Dios es una de las razones que explican el comportamiento moral del hombre 
medieval, comportamiento ambivalente que confunde lo religioso con lo profano. Por ejemplo el 
hecho de las penitencias, de las flagelaciones en público que se imponen para curar las acciones 
pecaminosas. El teocentrismo que caracteriza a la Edad Media implica una forma de vida 
permeada por la voluntad de Dios sobre cualquier acción de los hombres, éstos sufren el destino 
de Dios y sus designios misteriosos. 
Vemos, pues, como la Cronica general de España, escrita en el año 1344, respira toda la ideología 
religiosa que la precede, y es más, su influencia llega hasta nosotros, como lo vamos a ver en las 
declaraciones de un teórico contemporáneo representante de la cultura moderna española. 
En pleno siglo XIX, en las dos secciones preliminares de la Historia de los heterodoxos 
españoles85, leemos: 
 
82 Diego Catalán y Ma. Soledad de Andrés, Crónica general de España de 1344.Pág.92. 
83 “El Nacimiento de Cristo y la predicación apostólica”, edición de José Filgueira Valverde Crónica general de 
España. Pág. 36. 
84 Idem. Pag. 49 
85 Marcelino Menéndez Pelayo, “Advertencias preliminares” y “Discurso preliminar”, en Historia de los 
heterodoxos españoles. Págs. VIII-XI. (Los subrayados son míos). 
27 
 
“Los cinco primeros siglos de la Iglesia han sido estudiados con una profundidad que asombra. 
La predicación apostólica, la historia de los dogmas, los orígenes de la liturgia cristiana, la 
literartura patrística, las persecuciones, los conciclios, las herejías, la constitución y disciplina de 
la primitiva Iglesia parecen materia nueva cuando se leen en los historiadores más recientes”. 
“Las acciones humanas, cuando son rectas y ajustadas a la ley de Dios, no necesitan apología; 
cuando no lo son, sería temerario e inmoral empeño en defenderlas”. 
“La apología, o más bien el reconocimiento de la misión alta y divina de la Iglesia, en los destinos 
del género humano, brota de las entrañas de la historia misma; que cuanto más a fondo se 
conozca, más claro nos dejará columbrar el fin providencial. Flaca será la fe de quien la sienta 
vacilar leyendo el relato de las tribulaciones con que Dios ha querido probar a la comunidad 
cristiana en el curso de las

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