Logo Studenta

CAMACHO PROPEDEUTICA_LEONES POR LA SALUD - Benito Juarez

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

AUTOR 
 
Dr. Eduardo Camacho Contreras FACS 
• Posgraduado del Hospital Henry Ford en Cirugía General 
• Master en Cirugía de la Universidad de Michigan y PHD de la 
Universidad de Madison en Missisipi. 
• Cirujano Emérito Academia Mexicana de Cirugía. 
• Profesor invitado cursos del sistema ABP Universidad de 
Mastricht, Netherlands y Montpellier, Francia. 
• Profesor investigador de tiempo completo y de la cátedra de 
propedéutica, semiología y metodología diagnóstica, 
• Coordinador del Laboratorio de Habilidades Clínicas de la 
Facultad de Medicina de la Universidad de Colima. 
• E-mail: dr_enamorado@hotmail.com.mx. 
• Av. Universidad 333 Colonia Las Víboras Zip C.P. 28040 
Colima, Colima, México. 
 
COLABORADORES 
 
Dr. Eduardo Caballero Naranjo. 
• Cirujano Ortopedista y Traumatólogo pos-graduado del Hospital 
Militar de México. 
• Maestría en investigación médica. 
• Profesor y coordinador de la cátedra de Semiología, 
Propedéutica y Diagnóstico Físico de la Facultad de Medicina 
de la Universidad de Guadalajara. 
 
Dr. Eduardo Caballero Quirarte. 
• Cirujano Ortopedista escuela de graduados Universidad de 
Guadalajara. 
• Profesor de la cátedra de Semiología, Propedéutica y 
Diagnóstico Físico de la Facultad de Medicina Universidad de 
Guadalajara. 
Dr. Francisco Javier Fuentes Moreno. 
• Cirujano del departamento de Ortopedia Hospital General de 
Zona Instituto Mexicano del Seguro Social Delegación Colima 
• Profesor de la cátedra de Semiología, Propedéutica y 
Metodología diagnóstica de la Facultad de Medicina 
Universidad de Colima. 
• Maestría en Educación. 
 
Dr. Enrique Pineda Larios 
• Médico Internista Posgraduado del Hospital de New York. 
• Profesor del Laboratorio de Habilidades Clínicas de la Facultad 
de Medicina de la Universidad de Colima. 
• Profesor de Semiología e Historia de la Medicina. 
 
Dra. Mónica Loreli Ramos Anguiano 
• Médico General y Cirujano de la Facultad de Medicina 
Universidad de Colima. 
• Preceptor del Laboratorio de Habilidades Clínicas Facultad de 
Medicina Universidad de Colima. 
 
Dra. Alejandra Reyes Ochoa. 
• Médico General y Cirujano de la Facultad de Medicina 
Universidad de Colima. 
• Médico General de la Cruz Roja Mexicana Delegación Colima. 
• Técnico en Urgencias Médicas Nivel III de Cruz Roja Mexicana 
Delegación Colima. 
• Co-Tutor del Laboratorio de Habilidades Clínicas y Tutor de la 
cátedra Medicina de la Comunidad Facultad de Medicina 
Universidad de Colima. 
 
Dr. César Felipe Ploneda Valencia 
• Instructor Laboratorio de Habilidades Clínicas Facultad 
de Medicina Universidad de Colima. 
 
Profundo reconocimiento a los médicos por su valiosa ayuda en la 
revisión del manuscrito. 
• Silvestre III Tapia Serrano. 
• Roberto Carlos Morales Salazar. 
 
 
 
Dedicamos el esfuerzo de este trabajo a todos los jóvenes 
estudiantes de Medicina. 
 
PREFACIO 
 
 
Las cátedras han enseñado la Semiología mediante clases teóricas 
(sobre los síntomas, los signos o los síndromes) y actividades 
prácticas junto a un enfermo (ejercitando el arte de la anamnesis y 
las maniobras semiológicas). 
 
Ahora bien, dichos conocimientos son imprescindibles para la 
actividad médica pero no solo deberán ser suficientes, sino que 
además estimulan el desarrollo del saber más valioso: El 
Razonamiento Clínico. 
 
Lo explicamos de la manera siguiente: 
1. La enseñanza, se imparte con un enfoque Personalizado y 
Centrado en el Enfermo; en la práctica el médico ve los 
tipos de pacientes que consultan por diferentes problemas. 
 
2. Es incuestionable la necesidad de enseñar el método de 
estudio de los signos, síntomas y técnicas exploratorias, 
jerarquizarlos, por lo tanto, los alumnos aprenden y guardan 
por igual la información fundamental para ser utilizada en 
el futuro. 
 
3. Este bagaje, meta-cognitivo, constituye la piedra angular de 
la formación del pensamiento reflexivo esencial en el 
desarrollo del razonamiento clínico y por ende fortalece la 
confianza en sí mismos para el abordaje de la entrevista 
médica 
 
La Semiología ciencia que estudia los signos y síntomas de las 
enfermedades, es fundamental dentro de la carrera de medicina y 
está agrupada como: 
- Semiotecnia: técnica de la búsqueda del signo. 
- Clínica Propedéutica: enseñanza destinada a reunir, ordenar y 
explicar los signos y síntomas para llegar al Diagnóstico. 
 
 Entonces, podemos definirla como “La Ciencia y el Arte del 
Diagnóstico”. 
 
La semiología no es la “semántica” de la medicina, no es aprender 
un sin número de términos que constituyen la base del lenguaje 
médico; la Semiología es la Lógica de la Medicina. 
 
Como resultado de este enfoque los alumnos aprenden la 
metodología y sistemática de la propedéutica médica, las 
habilidades para la exploración física de los órganos, funcionalidad 
y su interpretación semiológica, para englobarla progresivamente 
en la clínica diagnóstica iniciando el proceso reflexivo del 
razonamiento crítico, del pensamiento científico aplicado al 
análisis del sufrimiento integral del paciente para llegar a la 
síntesis terapéutica que conduce al restablecimiento de la salud. 
 
“La salud del pueblo es la 
suprema ley”, fray Antonio 
Alcalde, llamado el fraile de la 
calavera, fundó el hospital de 
Belén en la ciudad de 
Guadalajara, Jalisco, actualmente 
llamado Hospital Civil, lugar de 
aprendizaje de la medicina de la 
Universidad de Guadalajara. 
 
PRÓLOGO 
 
El presente esfuerzo, representado en las líneas que aparecen en 
este denominado así pocket-book, por su autor y colaboradores, 
pretende llenar un hueco en el aprendizaje del diagnóstico clínico 
en nuestro medio, al presentar de manera sencilla y metódica, 
aspectos fundamentales de la historia clínica, representada en los 
diversos capítulos del mismo, que el estudiante de medicina 
enfrentará al adentrarse en el estudio de su paciente. 
 
Mención explícita se hace de los aspectos de la anamnesis 
vinculados directamente con la relación médico-paciente, tan 
importante, como en ocasiones minusvaluada en el proceso de la 
comunicación humana, esta piedra angular para el desarrollo de la 
confianza mutua del binomio médico-paciente, es enfatizada en los 
capítulos correspondientes, en un mensaje para el estudiante, 
recalcando el valor intrínseco que tiene en su carrera y desarrollo 
profesional. 
 
Estamos seguros que su estudio, así como la enumeración y 
análisis de las brechas o factores ya conocidos que interfieren en la 
construcción de esta relación o rapport, serán de gran ayuda para 
evitarlas en la práctica moderna de la medicina, corregirlas y en 
muchos casos superarlas en beneficio del ejercicio diagnóstico. 
 
Especial papel juegan en este aspecto las diferentes personalidades 
tanto del médico como del paciente, mismas que al conocerlas y 
reconocer los efectos que causan, deben ser corregidas; primordial 
es el medio en que se desarrollan cuando este es modificado por 
substratos de gran peso específico, como son las adicciones de 
diversa naturaleza; Vg., el tabaquismo, alcoholismo y otro tipo de 
adicciones las cuales son descritas de manera somera, pero 
creemos suficiente, que serán de utilidad en esta relación médico-
paciente así como en el proceso de reflexión diagnóstica de manera 
especial en nuestra idiosincrasia mexicana tan versátil como 
arraigada en gran parte de la población. 
 
La historia clínica es desglosada ordenadamente, puntualizando 
sus partes esenciales y recalcando la importancia de desarrollarla 
ordenadamente para su interpretación y estudio diagnóstico, no sin 
antes mencionar el significado científico, humano, histórico, de 
investigación y normativa de la práctica legal y administrativa de 
la misma, tocando de manera breve pero concisa, aspectos 
espirituales y religiosos que pueden ser de importancia básica en el 
proceso de su elaboración adecuada. 
 
En la entrevista clínica se manifiesta el papel básico que juega el 
orden y metodología en su realización conel uso de los sistemas 
internacionales ya estandarizados como es el de Calgary-
Cambridge y la aplicación de El esquema de Lizansky, para la 
obtención del capital semiológico que nos lleva hacia el 
conocimiento de la estructura psicológica y manifestaciones 
íntimas del sufrimiento del enfermo y la realización del contrato 
terapéutico. 
 
Énfasis especial lleva el estudio de los signos y síntomas 
principales tales como la fiebre, el dolor y el tumor; cuya 
nemotecnia es claramente establecida en beneficio del estudiante, 
así como del médico, al facilitar la creación del principio y 
evolución del padecimiento, llave de la puerta de entrada al 
diagnóstico clínico. 
 
Después del análisis semiotécnico, se incide en las bases 
fundamentales del diagnóstico físico, terrenos básicos para un 
examen completo y cuidadoso del paciente, haciendo hincapié de 
las reglas básicas para salvaguardar la integridad física y moral 
tanto del enfermo como del médico. 
 
La exploración física de las diferentes regiones y órganos son 
descritas ordenada y metodológicamente así como todas las 
maniobras encaminadas a descubrir la normalidad o alteraciones 
orgánicas y funcionales de los mismos, dejando las bases claras y 
precisas de dichas maniobras que consideramos básicas y que 
serán el punto de partida para el desarrollo y superación de las 
mismas a través de los años de práctica que el estudiante dedique a 
ganar la dexteridad y dominio de ellas, hasta llegar al grado de su 
desarrollo magistralmente en el transcurso de los años, aquí 
dejamos asentado claramente que el conocimiento de la 
exploración física se basa sin lugar a duda, en un estudio 
concienzudo de la anatomía y fisiología de los órganos y sistemas 
objeto de la exploración, y punto de partida para su diagnóstico 
físico que aunado al proceso de la anamnesis minuciosa establece 
el diagnóstico clínico. 
 
Finalmente se hace una relación de los exámenes paraclínicos que 
van de la mano con la historia clínica, su aplicación y filosofía de 
los mismos al formar parte complementaria importante de la 
historia clínica, pero siempre será la clínica aquella que marque el 
derrotero a seguir de estos paraclínicos de la índole que sean. 
 
Esperamos con este modesto pero sincero esfuerzo, llenar un 
hueco en la preparación de nuestro estudiante mexicano, y hacer 
un recuerdo para nuestros médicos generales, compañeros de la 
vida, mostrando el camino sencillo pero eficiente (comprobado 
con la práctica diaria) de establecer el camino hacia el cuidado y 
diagnóstico integral del enfermo de esta nuestra patria mexicana. 
 
 
 CAPÍTULO 1 
 
GENERALIDADES DEL 
DIAGNÓSTICO CLÍNICO 
 
Conceptos Generales y Terminología del Diagnóstico . 
 
Diagnóstico: Palabra derivada del 
griego diagnosis que significa 
conocimiento; es la clasificación 
exacta de una enfermedad en 
relación directa con el agente 
casual y su fisiopatología, el 
diagnóstico, para ser completo, 
deberá ser causal, fisiopatológico e 
integral. 
 
Figura 1 Sir William Osler, de la Universidad Johns Hopkins en 
Baltimore reconocido como Padre de la Medicina Clínica en la 
Unión Americana. 
 
Diagnóstico Físico: Entendemos por diagnóstico físico, el estudio 
y la práctica de aquel conjunto de reglas y maniobras del 
interrogatorio clínico y exploración física del que se vale el médico 
ante el enfermo para valorar la integridad orgánica y funcional de 
los distintos órganos, aparatos y sistemas. 
 
Diagnóstico Causal: Es aquel en el que se encuentra la etiología 
del padecimiento, vg. Neumonía por neumococo, tétanos por 
Clostridium Tetani. 
Diagnóstico Fisiopatológico: Es aquel en el que se precisan las 
alteraciones fisiológicas ocasionadas por el proceso patológico, vg. 
Insuficiencia cardiaca congestiva. 
 
Clínica: Del griego kline, significa cama, e - ica, significa relativo 
o relativa; es el conjunto de métodos escogidos para estudiar a un 
enfermo, esté o no encamado, basados especialmente en los datos 
recogidos por nuestros sentidos, así pues, es el conjunto de datos 
obtenidos por medio de un interrogatorio y exploración física, la 
cual por medio de nuestra vista realizamos la inspección, con el 
tacto recogeremos los datos de la palpación, por medio de nuestras 
manos y oídos realizamos la percusión y, nos valemos del oído 
para realizar la auscultación. 
 
Este conjunto de interrogatorio y exploración física se le conoce 
con el nombre de Historia Clínica . 
 
Propedéutica: Del griego propos que quiere decir antes y deuteros 
que significa enseñanza; es un conjunto de reglas y maniobras por 
medio de las cuales se llegan a establecer métodos y 
procedimientos para el estudio de un enfermo. 
 
Semiología: Del griego semeon que significa signo y logos que 
significa tratado o estudio; es un apartado de la patología general 
que analiza los signos de las enfermedades con el objeto de 
establecer un diagnóstico. 
 
Signo: Palabra derivada del latín signun, que significa señal, es 
todo dato objetivo que presenta el enfermo y que el médico es 
capaz de constatar por los sentidos, vg., una tumoración, la cual 
palpamos, una tos la cual oímos, es decir el signo va ligado a la 
objetividad, como el humo es signo de fuego. 
 
Síntoma: Palabra derivada del griego simptoma cuyo significado 
quiere decir lesión o indicio, es todo dato subjetivo acusado por el 
enfermo, vg., cefalea, mareos o náuseas; lesiones que el enfermo 
sufre y siente pero que no hay manera de que el clínico lo pueda 
constatar objetivamente. El síntoma en su concepción concreta es 
una manifestación subjetiva esencialmente, mientras que el signo 
es objetivo, sin embargo, hay ocasiones en las cuales la frontera 
entre signo y síntoma desaparecen, se funden uno con otro y 
constituyen un substratum único, vg., la fiebre en la que el 
enfermo siente calor, manifiesta estar caliente y el médico lo 
constata al tocarlo, el dolor que el enfermo acusa y que el médico 
puede despertarlo y agravarlo con ciertas maniobras. Esto es 
importante, ya que, frecuentemente hablaremos indistintamente de 
signos y síntomas. 
 
Síndrome: Palabra derivada del griego syndrome que significa 
concurso o afluencia; es el conjunto de signos y síntomas, que 
orientan al clínico hacia un diagnóstico, pero que por sí solos son 
insuficientes para establecer un diagnóstico exacto en cuanto a su 
etiología, por ejemplo, el síndrome de Bud Chiari, síndrome de 
mal absorción. 
 
Salud: De acuerdo a la OMS en su Constitución de 1946, se define 
como el estado de completo bienestar físico, mental, espiritual, 
emocional y social, y no solamente la ausencia de afecciones o 
enfermedades. La salud implica que todas las necesidades 
fundamentales de las personas estén cubiertas. 
 
Enfermedad: Derivada del latín infirmitas que significa alteración 
de la salud; es el conjunto de fenómenos que se desarrollan en un 
organismo, originados por una causa morbosa y la constituyen 
esencialmente tres requisitos; una alteración anatómica, otra 
funcional y un agente causal. 
Secuela: Es toda alteración de la salud debida a una enfermedad en 
donde falta la presencia del agente causal y existe solamente una 
alteración anatómica y fisiológica; es aquél trastorno o lesión que 
queda después de una enfermedad o traumatismo, y que es 
consecuencia de ellos 
 
Etiología: Del griego aetia que significa causa y logos estudio; es 
la causa o motivo de una enfermedad, existen tres grupos de 
causas para dar origen a una enfermedad: 
• Adyuvantes: aquellas que pasajeramente ocasionan un déficit 
de las defensas orgánicas. 
• Predisponentes: las cuales en forma permanente ocasionan 
una debilidad funcional u orgánica. 
• Determinantes: éstas directamente motivan una enfermedad. 
- Mecánicas: Traumatismos. 
- Físicas: Calor, electricidad, frío. 
- Biológicas: Microbios, hongos, virus, parásitos. 
- Químicas: Quemaduras por ácidos, álcalis, diversas 
intoxicaciones 
- Psicológicas: Sensaciones emotivas, miedo, angustia,ansiedad, etc. 
 
Pronóstico: Del griego prognostycon, que significa yo conozco; es 
el juicio probable del curso que seguirá una enfermedad basados 
en el conocimiento del enfermo, el tipo de enfermedad, su agresión 
patógena y la experiencia del médico al respecto en este sentido. 
 
El Diagnóstico Físico . 
 
Una vez que a manera de preámbulo hemos señalado aquella serie 
de conceptos y definiciones importantes de la terminología que 
emplearemos en el desarrollo de este capítulo, se impone llevar a 
cabo las siguientes consideraciones que son de índole general, pero 
no por eso de menor importancia para el desarrollo y conocimiento 
del diagnóstico físico, y por ende de su práctica adecuada. Nuestro 
objetivo en mente se divide en dos aspectos fundamentales: 
• La importancia del Método Propedéutico. 
• El papel del Médico en su relación con el Paciente. 
 
El Método Propedéutico 
Lógicamente se concibe que el fin de la serie de maniobras y 
reglas que nos llevan al diagnóstico exacto de una enfermedad 
debe tener un orden razonable y práctico a la vez, de esta manera 
el objetivo inicial es el de obtener una historia clínica completa 
que sea de valor absoluto para poder llegar a un diagnóstico. Las 
dos partes fundamentales de una historia clínica es por una parte el 
interrogatorio completo y bien dirigido del enfermo y por la otra, 
una exploración física realizada de una manera perfecta, de 
acuerdo a las normas que más adelante vamos a establecer. 
 
El binomio interrogatorio y exploración física constituyen así la 
historia clínica, que es la serie de datos obtenidos clínicamente del 
enfermo, coloca al médico en la posición adecuada para realizar un 
diagnóstico clínico basado en los datos de la misma. 
 
El diagnostico clínico puede ser único o múltiple, siendo la base 
fundamental para solicitar aquella serie de recursos llamados 
paraclínicos, a los que el médico recurre frecuentemente, con el fin 
de llegar al diagnóstico etiológico o causal de la enfermedad. 
Los paraclínicos son aquellos que como su nombre lo indica 
ayudan a la clínica y son proporcionados en primer lugar por 
estudios de laboratorio, como son los exámenes de la sangre, de la 
orina, del líquido cefalorraquídeo y muchos más; enseguida la 
información proporcionada por los exámenes de gabinete, como 
son los de radiología y algunos más especializados como el 
electrocardiograma, el electroencefalograma, la TAC y la RMN; 
también encontramos dentro de este capítulo las aportaciones 
hechas por cierto tipo de exámenes que nos dan una visión directa 
de ciertas cavidades como son las endoscopias. 
 
Tomando una vista panorámica de lo anteriormente dicho, vemos 
como el Médico hace uso inicialmente de la exploración indirecta 
del enfermo, como es el interrogatorio en el que obtiene una idea 
exacta del principio y evolución de los signos y síntomas de la 
enfermedad, posteriormente hace uso de todos sus sentidos, la 
vista, el olfato, el tacto, el oído, métodos directos, para enseguida 
prolongar estos sentidos al análisis por medio de instrumentos y 
aparatos de cada uno de los órganos, aparatos o sistemas. 
 
Es precisamente el ejercicio mental del análisis concienzudo, lo 
que lleva a la deducción del diagnóstico causal, fisiopatológico y 
finalmente integral de la enfermedad que padece el enfermo. Una 
vez conocida esta enfermedad servirá de base para llegar a dos 
fines: primero el pronóstico adecuado del enfermo y segundo 
implementar el tratamiento adecuado para restablecer la salud. 
 
La medicina es una ciencia, pero a la vez un arte que persigue un 
fin, el de conocer a la enfermedad que afecta a una persona para 
poder establecer un tratamiento, realizar un pronóstico o evaluar 
una incapacidad orgánica o funcional, ya sea pasajera o definitiva. 
 
Para alcanzar estas metas necesitamos llegar a una capacitación 
técnica adecuada para encontrar la diferencia entre lo normal y lo 
patológico; el conocimiento de la anatomía y fisiología normal es 
indispensable para conocer la localización de los órganos, la 
función y las relaciones que existen entre unos y otros, para que al 
encontrar una manifestación diferente de lo normal, poder y saber 
interpretarlo, buscar el mecanismo de origen y el daño causado en 
los órganos, aparatos y sistemas. 
 
Tomando como punto de partida estos enunciados, debemos 
comprender que para lograr nuestro aprendizaje en el difícil arte y 
ciencia del diagnóstico físico e interpretar en una forma perfecta a 
nuestros enfermos, contamos con una serie de procedimientos 
básicos pero fundamentales, a la vez prácticos, sencillos, 
accesibles e inteligentes para llegar a dichos conocimientos. 
 
El aprendizaje de estas reglas de una forma metódica y 
disciplinada es la única manera de llegar al conocimiento y 
dominio del diagnóstico físico, el Médico deberá tener un espíritu 
observador, organizado y disciplinado para realizar de una manera 
perfecta estas reglas y normas fundamentales. 
 
El papel del Médico en su relación con el Paciente 
 
Hemos definido la salud como el equilibrio físico y mental del 
organismo, la enfermedad es la pérdida del uno o del otro, es deber 
ineludible del médico cuidar este equilibrio y también 
restablecerlo. 
 
En suma el postulado conditio sine qua non del ejercicio de la 
medicina, debe ser el respeto a la integridad física y espiritual del 
hombre. 
 
 
El médico es un hombre que se asoma a la vida de otro hombre 
con el afán de ayudarlo y ofrecerle todo lo que tiene, ciencia, 
comprensión, simpatía y espíritu de servicio, es nuestra profunda 
obligación no dejar perder nunca este aspecto fundamental del 
médico humanista, que arranca ya no de nosotros, sino de raíces 
profundas en nuestra cultura, y nos marca un deber que responde 
al impulso del alma para realizar el bien ampliamente. 
 
El médico debe actuar profundamente convencido de estas 
cualidades humanas, más aún en los tiempos actuales, en el que 
parece existir una pérdida de los valores fundamentales del 
hombre, debe tener conciencia plena de la responsabilidad que se 
adquiere al aceptar un paciente, responsabilidad por una parte 
humana para comprenderlo y respetarlo como a un hermano y por 
otra parte como médico, la responsabilidad ineludible de tener la 
preparación científica 
fundamental para poder 
atender a dicho enfermo y 
consecuentemente dedicar 
todo el tiempo necesario y 
capacidad técnica y 
científica para resolver su 
caso, si estos dos postulados 
fundamentales se cumplen 
estaremos proyectando nuestra personalidad única, amalgama de lo 
humano y lo científico al sitio que le corresponde, una proyección 
espiritual que nos acerca a la consecución de los más altos ideales, 
a la paz espiritual y a la satisfacción personal plena y fecunda que 
se originan de servir no únicamente a un semejante y sino a la 
comunidad en que vivimos, a nuestra patria y en el mundo sin 
fronteras de la medicina a una proyección universal. 
CAPÍTULO 2 
 
RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE 
 
Aspectos de la Relación Médico-Paciente . 
 
“El secreto para el cuidado del paciente es interesarse por el 
paciente”, según la feliz expresión de Francis W. Peabody, la 
denominación “cuadro clínico” 
no es sólo la fotografía 
instantánea de un enfermo, 
sino que es un panorama que 
incluye al paciente con su 
hogar, su trabajo, sus 
relaciones, sus amigos, sus 
hábitos, sus penas y alegrías, 
sus esperanzas. 
 
Un buen diagnóstico y un tratamiento eficaz dependen en buena 
parte de una adecuada comunicación entre el médico y el paciente. 
Esta relación médico-paciente parece ser la piedra angular del 
ejercicio práctico de la medicina, cualquiera que sea el sistema de 
organización de la atención médica. Es posible que el arte de la 
medicina esté centrado alrededor de esta relación. 
 
A causa de la complejidad de la medicina moderna, en esta 
relación interviene no solamente el médico, si no loscomponentes 
del equipo de salud que tienen que hacer algo con el paciente. Esta 
situación complica la relación haciéndola menos individual, menos 
íntima. 
 
Uno de los aspectos más difíciles en la enseñanza de la medicina 
en el hospital es el de tratar de establecer una relación personal en 
una institución que es impersonal. El problema surge porque, tanto 
la silla del hospital como el consultorio externo son sitios bastantes 
distintos del ambiente que rodea al paciente en su hogar o en su 
trabajo. 
Cuando un paciente va al consultorio privado de un médico, 
generalmente lo hace porque de 
antemano confía en él. Cuando el 
derechohabiente va a la institución lo 
hace usando un beneficio al que tiene 
derecho y esperando ponerse en 
contacto con alguien que tome interés 
humano en él. 
Es evidente entonces que el estudiante de medicina se encuentra en 
una posición ideal para abordar los problemas que el paciente 
planteará. Si el estudiante aprovecha esta oportunidad, el paciente 
confiará en él y lo considerará como su medico de cabecera aún a 
sabiendas de que es estudiante. Establecida esta relación, el 
estudiante deberá interesarse acerca de su medio extra-hospitalario, 
de su familia, amigos, trabajo, hábitos, etc. y de las características 
de su personalidad (extrovertido, descuidado, meticuloso, agudo, 
etc.). 
Revisemos brevemente cuál debe ser la disposición anímica del 
alumno de medicina en sus primeros contactos con el enfermo; 
debe mostrar interés por la persona total como ya se ha dicho, esto 
significa que debe tener, como cualidad personal anterior a todo 
aprendizaje, un auténtico deseo de conocer y ayudar a la persona 
enferma, conocerla en su dimensión psicológica y social, pensar en 
ella cada vez que ésta le plantee sus dudas y problemas, pero no 
pensar como ella, sino objetiva y científicamente. 
Ayudar a la persona enferma significa no sólo diagnosticar y tratar 
la enfermedad, sino sustantivamente ofrecerle la oportunidad de 
adquirir seguridad y tranquilidad en el curso del diálogo alumno-
paciente. 
 
Todo enfermo vive una situación problemática en el curso de su 
vida, vive una existencia amenazada y su primera defensa está 
constituida por la apertura al diálogo. Facilitar la catarsis del 
enfermo, es decir, el alivio de las tensiones y temores por la 
expresión verbal, debe ser actitud constante del alumno. 
 
Saber escuchar es una técnica que enseña a veces mucho más que 
imponer un interrogatorio dirigido rígido. 
 
Debe considerarse también el hecho que ciertos estados afectivos 
del estudiante pueden influir en la relación con el paciente, 
haciéndola difícil cuando no imposible: la premura, la ansiedad 
averiguadora por obtener pronto los datos, la excesiva pasividad o 
la compasión extrema. Tales sentimientos destruyen la buena 
relación médico-paciente. 
 
Es normal que en los primeros contactos el alumno pueda sentirse 
inseguro. Eso les sucede a todos, pero a medida que progresa su 
técnica, mejoran los resultados, tanto que el propio estudiante se 
sorprende. 
 
El estudiante debe aprender a preocuparse de muchos pequeños 
detalles que hacen más agradable la vida del enfermo y a través de 
los cuales ejercerá la actitud psicosomática de la medicina. De aquí 
que los cuidados del paciente y las sencillas técnicas de 
enfermería, deben aplicarla los estudiantes de medicina porque es a 
través de estas prácticas, que se va produciendo la integración 
entre el conocimiento del caso clínico y de la persona. 
El conocimiento del carácter único de la psiquis del paciente y el 
continuo respeto de su dignidad como individuo, deben inculcarse 
desde el comienzo en el estudio de la medicina. 
 
Un ejemplo puede ilustrar mejor lo que estamos diciendo. 
Supongamos que estamos estudiando un enfermo el cual hemos 
hecho un diagnóstico de úlcera gástrica. Tan pronto como nos 
enfrentamos a la prescripción del régimen alimenticio adecuado se 
observará que una cosa es escribir el tratamiento de la úlcera 
gástrica y otra muy diferente es tratar al señor Fulano de Tal por 
úlcera gástrica. Si debemos indicar algunas semanas de reposo en 
cama, una dieta especial, algunos medicamentos, surgen 
inmediatamente algunas preguntas que el médico debe formular: 
¿Podrá el paciente hacer un reposo efectivo en la casa?, ¿Cuáles 
son las condiciones de vida en el hogar de este grupo familiar?, 
¿Qué le sucederá al enfermo con su trabajo y que desde el punto de 
vista económico durante el período de reposo?, ¿Acaso no sería 
preferible acortar el período de reposo porque esté va a traer 
intranquilidad al enfermo debido a los problemas derivados de él? 
 
Estos antecedentes y otros más permiten al médico formarse una 
idea más real del ambiente y de los problemas que el enfermo está 
viviendo. Además la investigación detallada de estos, permite 
destacar la importancia de los factores psicodinámicos en la 
explicación de enfermedades no orgánicas y en su influencia en 
muchas orgánicas. Los primeros constituyen un grupo importante 
de la patología corriente. Médicamente hablando no son casos 
serios, por lo que se refiere a vida o muerte, pero sus vidas 
transcurren en forma miserable asediado por la sintomatología 
funcional. El médico que logra entender a estos enfermos puede 
hacer mucho por su curación ayudándolos a que sean más felices. 
 
No olvidemos que cada paciente se encuentra afectado, en una u 
otra forma, por las influencias emocionales y por las condiciones 
materiales que rodean su vida. En el enfermo clínico tales fuerzas 
pueden actuar como poderosos estimulantes o depresores. 
 
Cuando el médico tiene la oportunidad de visitar al paciente en su 
hogar, puede conocer directamente el ambiente que lo rodea y las 
circunstancias que influencian su vida y la actual enfermedad. Este 
conocimiento es más difícil de obtener en la sala de hospital y en 
el consultorio externo. En estos servicios el enfermo pierde su 
identificación personal y se transforma en un caso clínico. La 
dificultad está en que el consultante es tratado como un caso de tal 
o cual enfermedad y no como una persona enferma. 
 
Por lo tanto, el médico debe tratar la enfermedad e interesarse por 
la persona enferma. La enfermedad produce siempre un estado 
sensitivo emocional, y éste repercute en la enfermedad orgánica. 
 
Desde un punto de vista sociológico, la relación médico-paciente 
se interpreta como un sistema social en que se enfrentan dos roles: 
el médico y el paciente guiados por un conjunto de normas propias 
a la estructura social donde esta relación tiene lugar. La relación 
significa para cada uno de ellos un sistema de expectativas 
recíprocas. El paciente espera que el médico lo devuelva al estado 
de salud y el médico espera que el paciente entregue toda la 
información necesaria para su diagnóstico exacto y que luego 
cumpla las indicaciones. 
 
Es claro que esta relación será interpretada por cada una de las 
partes en forma diferente, ya que, tanto el paciente como el médico 
concurren a ella impregnados de los valores, actitudes, hábitos, 
prejuicios y opiniones que prevalecen en sus respectivos grupos y 
pertenencias. 
En la medida que este sistema provea orientaciones comunes, la 
relación médico-paciente será expedita; en la medida que sean 
divergentes, la relación se resentirá. 
 
Dos son los grupos de referencia inmediata de mayor importancia 
en esta relación: para el paciente es la familia; para el médico, es la 
profesión médica entendida como la Escuela de Medicina y la 
organización de la práctica profesional (gremio médico). En estos 
grupos de referencia en los que tanto el médico como el paciente 
aprenden, hacen suyos, los componentes de sus respectivos roles 
sociales, el médico y la persona enferma. 
 
La Escuela de Medicina es la agencia formal encargada por la 
sociedad de transmitir las habilidades y técnicas, así como los 
valores, actitudes y conducta que definen específicamente el rol 
social del médico en nuestra sociedad.El gremio médico 
organizado y la forma como está estructurada la profesión médica 
influencia también esta situación. 
 
¿Cuáles son los componentes del rol médico?, ¿Cuáles son los 
elementos que la sociedad considera importantes en el ejercicio de 
este rol médico? 
 
Sociológicamente el rol es un sistema de expectativas o de 
patrones de conducta esperados, asociados con un status que se 
define en términos de deberes y derechos. Los componentes del rol 
médico podrían enunciarse así: 
1. El rol del médico es funcionalmente específico, es decir, se 
espera de él la aplicación de un alto grado de habilidad y 
destreza técnica, adquiridos a través de la Escuela de 
Medicina, para solucionar los problemas de salud y 
enfermedad de la gente. Es, por lo tanto, un status adquirido, 
no adscrito. 
2. Como componente de este último atributo, el rol del médico 
tiene algunos privilegios establecidos socialmente como 
derechos inherentes al rol. Por ejemplo, puede entrar a la casa 
de la gente, y obtener información íntima del cuerpo humano 
y de la vida de la gente. Este privilegio se le otorga al médico, 
no porque sea considerado una persona más honorable que 
otras, sino porque él requiere tal información, para el 
tratamiento de los pacientes. 
 
3. Se espera que el médico sea, en esta relación neutral 
afectivamente. Es decir, que sea objetivo y emocionalmente 
ecléctico. Sin embargo, es necesario que el médico se interese 
por su paciente, que sea comprensivo y simpático con él. El 
médico como individuo tiene también valores personales 
propios y de su grupo, cuando su sistema de valores choque 
con el del paciente producirán situaciones conflictivas. 
 
4. El médico debe someterse a las reglas universales o aceptadas 
de su profesión y no a los requerimientos de principios o 
relaciones particulares. Este atributo del rol, protege al médico 
de la tremenda tensión, derivada de la responsabilidad de 
producir decisiones personales cuando se trata de problemas 
relacionados con la vida o con la muerte de las personas. 
 
Estos son los elementos que definen el rol del médico en la 
sociedad y que deben de ser enseñados por la agencia formal 
creada por la estructura social para formar (producir) médicos: la 
Escuela de Medicina. Parece evidente que ésta cumple actualmente 
en buena forma la transmisión de los valores, actitudes, conductas 
propias a la definición científica del rol y que son la base de la 
cultura médica. Gran parte de este proceso de formación se cumple 
durante la práctica profesional y a través del gremio médico. 
 
¿Cuál es el rol social del enfermo y cómo se cumple? 
 
El estar enfermo constituye una situación social muy importante 
para la sociedad, tanto que se ha definido la situación “de estar 
enfermo” como un rol social y como un modo particular de 
conducta. Es decir, cuando una persona enferma, esta jugando un 
rol social definido por la estructura social, el buen cumplimiento 
del nuevo rol es exigencia de la misma estructura. Por lo tanto, la 
estructura social debe señalar claramente las pautas o patrones así 
como las capacidades necesarias para el correcto desempeño de 
este rol. 
 
El hecho de que la enfermedad sea un tipo de desviación social o 
de conducta desviada no implica que el enfermo sea considerado 
responsable por su estado y por tanto castigado como en otros 
tipos de conducta desviada. La sociedad admite este estado y se 
responsabiliza ella de haberlo causado, pero fija explícitamente los 
deberes y derechos de quien enferma. 
 
Pero el rol del enfermo no es tan simple 
porque los individuos reaccionan en forma 
diferente frente a la enfermedad. Las 
reacciones son distintas, además, de una 
cultura a otra y de un grupo social a otro. 
 
De tal modo que el fenómeno social de 
“conducta enferma” se entiende como la 
forma en que los síntomas son percibidos, 
evaluados y modificados por los individuos que reconocen tener 
algún signo de alteración orgánica o funcional. Dos personas con 
los mismos síntomas clínicos pueden comportarse de manera 
distinta: por ejemplo uno puede consultar un médico y el otro no. 
 
En esto influye la subcultura, el grupo étnico, la religión, la 
educación, el nivel económico, entre otros, este tipo de variables 
psicosociales y sociológicas pueden esclarecer una serie de 
problemas que modifican las formas que puede adoptar la relación 
médico-paciente. 
 
Considerada la enfermedad como un tipo social establecido, se 
caracteriza por cuatro rasgos específicos: 
 
1. El enfermo es incapaz de cumplir sus otros roles sociales y 
éste hecho no es de su responsabilidad 
 
2. Esta incapacidad definida como enfermedad permite al 
individuo liberarse de sus otros roles y tareas en varios grados 
y formas y por cierto período. 
 
3. El estado del enfermo es así un estado social legitimado cuya 
condición esencial es el reconocer de que ese estado es 
indeseable y que existe la obligación social de tratar de 
remediarlo. 
 
4. La persona enferma y sus familiares o su grupo tienen la 
obligación de buscar ayuda competente para remediar la 
situación. 
 
Es el médico o la agencia médica la que legaliza el estado de 
enfermedad. Cuando esto ocurre, estar enfermo es más importante 
que cumplir con las obligaciones usuales. A la persona enferma se 
le releva de sus obligaciones diarias, pero se espera de ella que 
busque la ayuda competente y siga las indicaciones para retornar a 
la normalidad. 
 
El rol social de la persona enferma es un patrón para acomodar la 
conducta de otros a la del enfermo así como para prevenir a éste 
del aislamiento social y para conectarlo con las agencias médicas. 
 
Consideradas así las cosas, la relación médico-paciente es una 
forma de interacción social en que se encuentran dos roles 
sociales, el del paciente y el del médico, definidos explícitamente y 
legitimados por la estructura de la sociedad. 
 
La relación social que se establece entre el médico y el paciente 
puede ser definida como un sistema de expectativas recíprocas en 
que hay por ambos lados deberes y derechos inherentes a los roles 
que los individuos están desempeñando. El fenómeno de la 
percepción social determina y condiciona, en gran parte, la 
relación médico-paciente. 
 
Cada individuo enfrenta una situación con un bagaje distinto de 
experiencias y con una perspectiva diferente, lo cual conduce a 
definiciones también diferentes de las situaciones. La consecuencia 
más importante es que los individuos expresan estas diferencias en 
conductas distintas. 
 
Los factores que intervienen en la definición de la situación, en la 
percepción y en su interpretación, son múltiples y actúan 
conjuntamente. Con fines didácticos pueden clasificarse en: 
 
Determinantes fisiológicos como hambre, sed, impulso sexual, 
fatiga, constitución individual e inteligencia. 
 
Determinantes psicológicos como la necesidad de logro, de 
pertenencia a grupos, necesidad de autonomía o dominio, 
necesidad de realización, frustraciones y mecanismos defensivos, 
actitudes y valores. 
 
Determinantes socioculturales que existen en el medio ambiente 
social, roles sociales, grupos sociales, status sociales, clases 
sociales. 
 
Todos estos elementos actúan de alguna manera en la relación 
médico-paciente y con aportes distintos de parte del médico y del 
enfermo. Por esto es importante que el estudiante de medicina 
comprenda los determinantes de la conducta social, así como los 
determinantes de las creencias y actitudes de la población. Este 
conocimiento contribuirá a hacer más armónica e íntima la 
relación entre el médico y el paciente, para la conquista de la meta 
común de ambos: la salud del paciente. 
 
Enfermedad y Padecer en la Práctica Actual . 
 
 
“El hecho de que el médico solamente 
actúe como científico despersonalizando 
al paciente y convirtiéndolo en un objeto 
biológico de conocimiento, mina la base 
de la consulta médica, deforma su 
desarrollo y limita sus frutos.”La práctica médica no es un arte novedoso, ya desde el 1600 A.C. 
se distinguen por primera vez los elementos religiosos, mágicos y 
empíricos, dejando así a sacerdotes, magos y médicos, como 
personajes diferentes a quienes el enfermo podría acudir para 
aliviar el sufrimiento; de esta manera surge la profesión del médico 
y la relación entre éste y su paciente. 
 
Junto con la profesión médica surge el enfermo, diferenciándose 
por primera vez la enfermedad del padecer. Es importante entender 
que la enfermedad no necesariamente ocasiona sufrimiento en el 
paciente, que su verdadero malestar se puede encontrar en su 
entorno social, o que lo aquejen aspectos psicológicos. 
 
En la actualidad, la relación entre el médico y su paciente se ve 
alterada, a causa de que el médico, incapaz de diferenciar entre 
enfermedad y padecer, ve al paciente (del latín pati, sufrir) como 
un ente biológico, obviando las esferas psicológica y social, lo cual 
genera que el objetivo final del médico sea sólo el bienestar físico 
del enfermo. 
 
Para ilustrar de manera más clara la diferencia que existe entre 
enfermar y padecer, citando al Doctor Horacio Jinich; presentando 
el siguiente caso extraído de una clínica del IMSS: 
 
La señora Altagracia Sánchez, mujer de 39 años de edad, tiene 
hipertensión arterial (HAS), vive en la periferia de ciudad 
Nezahualcóyotl, en un tugurio en compañía de cuatro de sus hijos, 
dos nietos y su madre, trabaja de mesera en una lonchería. Ha 
estado casada dos veces, pero en ambos casos fue abandonada por 
el esposo; más recientemente estuvo viviendo en amasiato con 
Eduardo P., a quien mataron a puñaladas en una riña de cantina 
hace exactamente un año. Sostiene a toda su familia; la madre de 
60 años es hipertensa y sufrió un accidente vascular cerebral que la 
dejó con hemiplejía y afasia. La hija mayor es madre soltera de dos 
niños, está embarazada y no trabaja, anduvo metida en drogas; otra 
hija, de quince, también está embarazada; un hijo de 17 está en la 
cárcel y otro más chico ya anda en “malas compañías”; sólo 
Amalia, la hija menor, “es un ángel”. Acudió Altagracia a una 
consulta en una clínica del IMSS y se grabó la entrevista que se 
transcribe a continuación: 
 
A - No me estoy sintiendo bien, doctorcito. ¡Ay, no sé! Puede que 
sea la presión. Me está doliendo rete harto la cabeza, no he 
podido dormir bien. 
D - ¿Ha estado tomando sus medicinas? 
A - A veces, pero cuando no siento la presión las dejo de tomar. 
D - Vaya doña Alta, pero si ya le he dicho que si no las toma 
puntualmente le va a pasar lo que le pasó a su mamá; las tiene que 
tomar todos los días sin falta; ¿y la dieta con poca sal? 
A - Doctorcito, cómo quiere, no puedo andar cocinando sin sal 
para la familia, ni modo que cocine para mí, no me da tiempo y en 
la lonchería todo tiene rete harta sal. 
D - Bueno, éste si que es un problema, a ver cómo le hace, pero la 
dieta con poca sal es muy importante. 
A - ¡Ya lo sé, doc!, quisiera hacer todo lo que me manda pero a 
veces se me olvida, tengo tantísimos problemas encima y todo me 
afecta la presión; tengo dos hijas enfermas de niño y mi madre 
está cada día peor y luego la preocupación por Alfonso, que lo 
metieron al bote y yo… 
D - ¿Siente falta de aire? 
A - Seguido me despierto en las noches. 
D - ¿Dolores de pecho? 
A - No, doc 
D - ¿Alguna otra molestia? 
A - No he podido dormir bien, doctorcito creo que es porque… 
D - ¿Le cuesta trabajo quedarse dormida? 
A - Sí, doctor, y me despierto muy temprano. He soñado mucho 
con Eduardo, me dejó muy solita, no sé si… 
D - ¿Algún otro problema? 
A - No, doc. Sólo cansancio, pero no es novedad, doctorcito. ¿Le 
puede dar a uno dolor de cabeza por las preocupaciones y por 
extrañar a alguien? 
D - Si son dolores puramente musculares, puede que sí. ¿Ha 
notado otros síntomas, como mareos, debilidad, fatiga? 
A - No le digo, siempre estoy cansada y la presión empeora. Yo le 
quería preguntar de mis preocupaciones, tengo hartísimas, me 
siento toda decaída y como que ya no puedo. 
D - Bueno, la voy a mandar con la trabajadora social. Ahora 
déjeme que la examine, a ver cómo la encuentro. 
A - Pues, ¡cómo me va encontrar!, pues mal, yo se lo puedo decir, 
doctor, tengo demasiada presión y eso me sube la presión. 
D - Bueno, bueno; ya veremos, anímese y tome sus medicinas 
 
Una vez terminada la consulta el doctor Flores escribió la siguiente 
nota de evolución: 
 
Paciente femenina de 39 años, con hipertensión arterial esencial, 
tratada con hidroclorotiazida 100 miligramos y alfa-metil dopa 2 
gramos al día. Presión arterial 160/105. La paciente no toma sus 
medicinas regularmente, a pesar de las indicaciones médicas; hay 
signos de leve insuficiencia cardiaca, resto negativo. 
Diagnóstico: 1. Hipertensión esencial mal controlada, 
 2. Insuficiencia cardiaca grado II. 
Tratamiento: Insistir en dieta hiposódica. 
Cambio de alfa-metil dopa por captopril. 
Nueva consulta en un mes. 
 
Casos como éste, existen muchos, y como nos podremos dar 
cuenta, el médico atiende la enfermedad, olvidándose por 
completo del paciente, de su vida y sus fuertes presiones 
psicosociales con las que debe de coexistir. 
 
Pero no se le puede culpar al médico por esto, ya que, él emplea el 
método con que el que se le instruyo durante su preparación. Por 
esto es importante recalcar que las bases con las que se forma el 
médico son fundamentales para el trato ulterior a su paciente, que, 
debe aprender a tratarlo tomando en cuenta no sólo el aspecto 
biológico, sino también sus facetas psicológicas y su entorno 
social; lo que permitirá al galeno tener una visión integral del 
enfermo, facilitándole un mejor diagnóstico y más certero 
tratamiento. 
 
Pero, ¿Cómo podemos descubrir cuál es el padecer del enfermo?, 
la respuesta es más sencilla de lo que parece, cierto es que son 
necesarios y esenciales los conocimientos sobre anatomía, 
fisiología y las demás materias básicas de la profesión, pero, para 
poder integrar estos 
conocimientos con el 
padecimiento del enfermo, 
es necesario escucharlo y 
observarlo, dedicarle el 
tiempo suficiente para 
conocer su carácter, hábitos, 
actividades laborales y 
recreativas, tensiones y 
conflictos Inter e Intra 
personales, generando de 
esta manera empatía con el enfermo; en palabras del Dr. Carlos 
Tena Tamayo “la empatía es ponerse en los zapatos del otro”. 
 
Es importante señalar que el contexto general de la relación 
médico-paciente no suele ser azaroso. En algunas ocasiones la 
persona buscará ayuda profesional para encontrar la cura a su 
enfermedad, alivio a sus molestias, e inclusive, consuelo de sus 
males; otras veces, el individuo espera obtener del médico algún 
tipo de certificado de incapacidad laboral o simplemente busca 
llamar la atención del médico. 
 
Es necesario pues, que el médico identifique tempranamente las 
intenciones del individuo, para conocer cuales son los objetivos 
que éste espera de la consulta, y así, poder identificar de manera 
certera su padecer, obtener un diagnóstico y establecer un 
tratamiento adecuado para que recobre su estado de salud. 
 
De esta manera, hemos logrado que la persona acepte su nuevo rol 
dentro de la sociedad, el de enfermo, junto con él, la familia del 
individuo se ve envuelta en su padecer, claro esta, que la 
importancia que le den a la enfermedad y al padecer de su familiar, 
dependerá de la interpretación y sentido que estos le den. En todo 
caso, resulta evidente que el médico no sólo debe prestar atención 
al padecer del enfermo, sino al padecer de la familia entera. 
 
Es conocido que una enfermedad puede destruir o salvar a una 
familia; para ejemplificar esto, se expone un caso del Dr. Kleiman: 
 
La señora Heyst es ama de casa de 63 años de edad cuyo esposo, 
Samuel, tiene un linfoma maligno desde hace 12 años. Jenny 
Heyst, que tiene dos hijos y cuatro nietos, piensa que el tumor de 
su esposo ha “salvado el matrimonio, y quizás a la familia”. Dijo 
lo que sigue: 
 
Estábamosa punto de separarnos antes del diagnóstico. Él tenía 
sus intereses, yo los míos. Luego se le encontró el tumor. Fue un 
choque tremendo. Nos sentimos anestesiados. Lloramos y 
lloramos, y empezamos a conversar como no lo habíamos hecho 
desde los primeros días de nuestro matrimonio. Lo empecé a ver 
con otros ojos, y creo que a él le paso lo mismo con respecto a mí. 
Teníamos antes los ojos medio cerrados. Él no estará de acuerdo 
conmigo, pero en verdad creo que Dios hizo esto para unirnos de 
nuevo. Bueno, si él lo hizo o no lo hizo, el hecho es que nos 
volvimos a encontrar. 
 
Y no sólo Sam y yo sino también los muchachos. Tenían su vida 
propia. Usted sabe cómo es cuando alcanzan cierta edad. Se 
empiezan a aflojar los lazos familiares. Empiezas a pensar menos 
y menos en tu origen, y más y más hacia el futuro, hacia adonde te 
diriges. Estaban metidos en sus carreras y en sus nuevas familias 
en formación. Bueno, lo asombroso es que este tumor obró en 
ellos como en nosotros. Empezaron a llamarnos, a visitarnos más 
seguido. De repente empezaron a haber grandes reuniones 
familiares. ¡Y que atentos! ¡Que atentos! Bromeamos sobre eso, 
Sam y yo. Quizás los muchachos no estaban preparados para un 
tumor, quiero decir un cáncer que dura tanto tiempo. 
 
Estaban pensando que quizás sería un año o dos. Pero ya 
llevamos doce, casi trece años, y Sam va bien, está fuerte. Pero lo 
mejor, lo mejor, es que NOSOTROS VAMOS BIEN, TODOS 
NOSOTROS ESTAMOS EN ESTO, JUNTOS. 
 
Se puede observar que este caso en particular sirvió para unir a la 
familia y darle ánimo al enfermo, logrando que su condición se 
postergara por varios años, y lo más notable de todo, que el 
enfermo este contento con su nuevo estilo de vida. 
 
En el transcurso del caminar de la relación médico-paciente 
encontramos brechas de diferente índole, unas debido a la 
personalidad del Médico y otras más, quizá a la estructura 
psicológica del paciente y el impacto que recoge de su entorno; 
llevaremos a cabo una somera semblanza de este factor a sortear 
en la relación médico-paciente. 
 
CAPÍTULO 3 
 
INFLUENCIA DE LOS DIFERENTES TIPOS 
DE PERSONALIDAD EN LA RELACIÓN 
MÉDICO PACIENTE 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La personalidad no tiene una definición concreta, más bien es un 
repertorio habitual de conductas psicosociales que expresan en 
cada individuo la integración singular de sus características 
cognoscitivas, afectivas y conativas, y que son reconocidas por el 
mismo y por los demás como una individualidad autónoma y 
constante. 
 
Existen tipos de personalidad que por la forma en la que éstas se 
desenvuelven, hacen más difícil la labor del médico para la 
obtención de la información, y por lo tanto, minan la relación 
médico-paciente; las más frecuentes se presentan a continuación 
 
Personalidad Agresiva: Conducta 
observable o encubierta (fantaseada) que 
persigue causar daño a uno mismo o a otros, 
por lo general como resultado de emociones y 
actitudes hostiles. El clásico ejemplo 
lo tenemos con el famoso “mocha orejas” en 
sus agresiones a las personas secuestradas. 
 
De acuerdo al DSM IV la agresividad es un estado emocional que 
consiste en sentimientos de odio y deseos de dañar a otra persona, 
animal u objeto, es cualquier forma de conducta que pretende herir 
física y/o psicológicamente a alguien, es un factor del 
comportamiento normal puesto en acción ante determinados 
estados para responder a necesidades vitales, que protegen la 
supervivencia de la persona y de la especie, sin que sea necesaria 
la destrucción del adversario. Sus características son: 
 
• Conductas impulsivas. 
• Escasa tolerancia a la frustración. 
• Tendencia a ser violentos. 
• Ausencia de sentimientos de culpa. 
• Incapacidad de aprender de la experiencia. 
• Incapacidad para mantener relaciones estables. 
• Desconsideración hacia los sentimientos de los demás. 
• Son motivo de gran irritación para los médicos. 
• Reconocen al mínimo la ayuda real que están recibiendo. 
• Exageran sus molestias continuas. 
• Obtienen logros secundarios al conservarse enfermos. 
• Tienen un medio para castigar a las figuras autoritarias. 
• Cargan la responsabilidad de su buena salud sobre los 
hombros del médico. 
• Evitan colaborar con los procedimientos terapéuticos. 
¿Qué es lo que debemos de hacer con estos pacientes?, debe 
tomarse tiempo para reconocer y comprender el sufrimiento de 
estos pacientes, proporcionar información al paciente en forma de 
preguntas más que en afirmaciones. 
 
Por ejemplo: ¿sabe qué le pasaría sí no toma el medicamento?, 
debe estar al tanto de las formas sutiles de falta de adaptabilidad, 
no debe sentirse culpable sí el paciente no evoluciona de la forma 
deseada. 
 
Personalidad Impulsiva: La que manifiestan individuos 
clasificados como sociópatas, psicópatas, 
alcohólicos y víctimas de toda clase de 
adicciones mórbidas, debido a que tienen 
como común denominador la incapacidad de 
resistir impulsos súbitos y violentos y de 
ejecutar acciones sostenidas, fundadas en 
pensamientos racionales. 
 
En la sociedad actual existen diversos 
ejemplos de personajes impulsivos. 
 
Se caracterizan por sacrificar logros positivos, suelen sufrir 
remordimientos o sentimientos de culpa, tienen frecuentes triunfos 
y fracasos. 
 
De acuerdo al DSM IV presentan: 
• Ánimo inestable. 
• Incapacidad de planificación. 
• Respuesta agresiva o autoagresiva a la frustración. 
• Alteración de la imagen de sí mismo y sus deseos. 
• Relaciones tan intensas como inestables. 
Como médicos no debemos de asombrarnos frente a las 
interrupciones y frustraciones repetidas que aparecen en el curso 
de la entrevista, ni reaccionar con ira y hostilidad cada vez que 
seamos interrumpidos, ni prescribir medicamentos con potencial 
adictivo, ni aceptar con facilidad el relato de los antecedentes 
patológicos e involucrarnos emocionalmente en el caso. 
 
Personalidad Cínica: El término 
cinismo proviene del griego 
Kynosarge, que significa mauseo 
de perro, y es una referencia de la 
ubicación de la escuela cínica 
fundada por Antístenes, la cual 
estaba ubicada en el gimnasio de 
Cynosarges; y del latín cynicus, que 
significa perro. 
 
Oscar Wilde (1854-1900), el 
cinismo consiste en ver las cosas 
como realmente son, y no como se 
quiere que sean. Cínico: un hombre 
que sabe el precio de todo y el valor de nada. 
 
Henry-Louis Mencken (1880-1956), un cínico es un hombre que, 
cuando huele flores, busca un ataúd alrededor. 
 
El adjetivo cínico se utilizan para señalar a una persona que 
muestra alguna forma de indiferencia por el esquema de valores 
aceptados socialmente, y también se define como desvergüenza en 
practicar o defender acciones censurables, que se identifique con 
cierto rasgo de impudicia. 
 
 
Sus características son 
• Menosprecian los bienes materiales. 
• Desprecian los placeres y las pasiones. 
• Se burlan de las normas sociales y los lazos nacionales. 
• No da valor a las costumbres, creencias religiosas y leyes. 
• Carecen de ética, y pueden ser egocéntricos. 
 
Vg., Cuando estos pacientes se sienten incómodos por alguna 
pregunta del doctor, fingen desmayarse, pero curiosamente caen en 
un lugar acolchonado; generalmente estos pacientes llegan tarde a 
sus consultas, y cuando en alguna ocasión llegan primero que el 
doctor, se lo restriegan en su cara; son pacientes frecuentes, ya que 
no siguen al pie de la letra el tratamiento, y cuando el médico les 
pregunta ¿por qué?, se burlan y se mofan de él, mencionan que no 
se tomaron lo medicamentos por flojera, o que el dinero lo usaron 
para ir a la cantina; suelen no pagar las consultas, y abogan que fue 
un descuido; por sus propios problemas sociales, suelen refugiarse 
en adicciones como alcoholismo y drogadicción. 
 
De acuerdo al filósofo francés Michael Onfray el cinismo se 
clasifica: 
1. Religioso, como cuando se dicen ser muy religioso ante un 
cierto grupo de gente, y ante otro es todo lo contrario. 
 
2. Político, como cuando los candidatoselectorales hacen 
promesas en sus campañas y cuando están en el poder, 
mencionan nunca haber prometido nada. 
 
3. Ético, como cuando profesionistas llegan a la cumbre de su 
carrera y, mencionan haberlo logrado solos, pensando que lo 
lograron ya que estaban destinados a ello, y menosprecian a 
los que alguna vez les brindaron la mano. 
Personalidad Perfeccionista: ¿Cómo entrevistar a un paciente 
Perfeccionista?, buena parte de las personas inmaduras e inseguras 
que tienen verdadero pánico al fracaso, aunque suelen aparecer 
como personas de éxito y que jamás se sienten satisfechas por 
nada, son perfeccionistas. 
 
 
 
Se observa la actitud del muchacho ante la cámara 
 
Para decirlo de manera más clara, el perfeccionista no soporta la 
idea de cometer errores, cree que todo debe hacer1o a la perfección 
y si un trabajo no le sale perfecto, queda sumido en un estado de 
tensión y de nerviosismo que le lleva a considerarse un fracasado o 
un inútil. 
 
La distorsión que da origen al perfeccionista tiene su origen en la 
falta de humildad y en interpretar los errores como un fracaso y no 
como una extraordinaria posibilidad para aprender y mejorar. 
Comprenderá el lector que cualquiera que pretenda alcanzar 
siempre el absoluto, necesariamente se sentirá insatisfecho y 
desilusionado porque nunca considera suficientes los éxitos 
obtenidos. Los mayores logros tienen a1gún fallo o deficiencia y 
difícilmente la realidad de cada día se acerca a lo que espera o 
imagina el perfeccionista. 
 Es una excesiva autoexigencia que produce frustración cuando las 
cosas no salen con la perfección esperada; lo cual suele suceder 
casi siempre ya que las expectativas muchas veces incluso superan 
a las posibilidades reales. 
 
Los médicos necesitamos poder identificar a una persona con esta 
característica, pues en la medida que lo podamos hacer con la 
mayor rapidez posible nos va a permitir manejar la situación con 
mayor confianza y lograr hacer que el paciente colabore con 
nosotros, con el fin de que nuestro interrogatorio sea llevado con 
éxito y nuestra información recolectada sea de calidad. 
 
Primeramente, lo que es apropiado hacer, ante todo, es tener la 
capacidad de identificar a un paciente perfeccionista. Como primer 
punto, el cual podemos observar, es la preocupación por los 
detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los 
horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la 
consulta. 
 
Por esto hay que establecer rapport lo más rápido posible, para que 
el paciente nos escuche, y sienta que está en confianza, para 
entonces iniciar con las preguntas de nuestra entrevista; 
posteriormente, durante el llenado de la ficha clínica es importante 
indagar sobre sus actividades y/o proyectos, y en base a lo que nos 
diga, interpretar la información obtenida, es decir, si el 
perfeccionismo le interfiere con la finalización de las tareas. En 
caso que el paciente trabaje, es importante preguntarle sutilmente 
respecto a su dedicación al trabajo, que en este paciente pudiera ser 
excesiva, y que a la familia y a las amistades no les atribuya las 
necesidades de tiempo que merecen, evidentemente sin darse 
cuenta el mismo. 
 
Por otro lado, durante la entrevista pudiera notarse en él su 
excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de 
moral, ética o valores, y que no se le puede atribuir a la 
identificación con la cultura o la religión que pudieran ser 
determinantes en dado caso. 
 
Pudiéramos obtener una respuesta negativa a nuestras preguntas, 
por lo que hay que ser muy intuitivos y hacerlo con la mayor 
sutileza posible, a fin de no tener algún conflicto con él. Cuando 
un paciente llega a obsesionarse por hacerlo todo perfecto, se 
encuentra ante un problema que hay que tratar de corregir. No 
podemos confundir el perfeccionismo con el deseo de mejorar y de 
hacer bien las cosas. 
 
Sin embargo, pudiera darse el caso que en nuestro paciente el 
perfeccionismo pudiera ser ventajoso en algunos aspectos, ya que 
promueve el esfuerzo y el trabajo bien hecho. Pero, en la mayoría 
de las ocasiones puede llegar a ser una obsesión y provocar 
ansiedad, depresión y otros trastornos, además de inseguridad, 
insatisfacción y frustración. 
 
En el caso de que el paciente fuese un niño, se observa que la 
simple idea de equivocarse produce en ellos temor y angustia. No 
aceptan que cometer errores es algo natural, que forma parte del 
proceso de aprendizaje, sino que por el contrario lo viven como un 
error personal que no tiene porqué ocurrir. 
 
Por ello, conviene tener un trato cercano con ellos, bien sea de 
consulta o de convivencia, ya que sus exigencias no tienen límite. 
Los niños pueden exigirse perfección por distintas razones y es 
importante saber qué motiva ese perfeccionismo para poder 
ayudarlos de verdad. 
 
Estos niños se fijan estándares excepcionalmente altos a pesar de 
la opinión de sus maestros, padres o amigos. Los niños y 
adolescentes perfeccionistas suelen decirse para sí que algo terrible 
va a sucederles si su rendimiento no alcanza un determinado 
estándar elevado. 
 
Pueden pensar que están condenados al "fracaso", que no podrán 
ingresar en la universidad o que usted o sus maestros no estarán 
orgullosos de ellos. Es importante recomendar que los padres le 
pregunten a su hijo qué piensa que puede suceder y objetar con 
delicadeza sus ideas mediante interpretaciones más racionales. Es 
difícil para los padres comprender las presiones que su hijo se 
impone. Es importante ponerse en el lugar del niño para poder 
entender la angustia que siente ante al "fracaso". 
 
En su búsqueda de lo perfecto, rechaza ver las cosas por lo que 
son, pero preferiblemente insiste en vivir para alguna ilusión que 
no existe. Por lo que es importante hacer un plan de acción acorde 
con esta personalidad perfeccionista y con el modo de ser del 
paciente, haciendo un equilibrio que nos permita avanzar en su 
consulta y evitar obstáculos que nos impidan llegar a establecer un 
buen diagnóstico. 
 
Personalidad Histérica: 
Se caracteriza por: 
• Siente intensamente. 
• Es vago y contradictorio. 
• No omite nunca adjetivos y 
superlativos. 
• Tiende a somatizar. 
• Se visten de manera llamativa. 
• Predomina el sexo femenino. 
Los pacientes que tienen este tipo de personalidad se les debe de 
hacer un interrogatorio con preguntas abiertas para evitar que el 
enfermo, intuyendo lo que el médico desea oír, conteste a las 
preguntas cerradas de manera afirmativa o negativa según sea el 
caso; el paciente con personalidad histérica intenta convertir la 
relación medico-paciente en una relación de amistad, esto lo logra 
empleando múltiples métodos, entre ellos, los elementos sexuales. 
 
Elemento sexual igual a 
peligro. 
 
Es importante recordar 
que estos pacientes 
alimentan el ego del 
médico, calificándolo 
como “lo máximo”, “el 
mejor del mundo”, “lo 
más maravilloso”. Sus manifestaciones de admiración y afecto 
pueden transformarse rápidamente en sentimientos encontrados, 
interpretando erróneamente que el médico siente atracción hacia 
éste, dando pie a todo tipo de complicación. 
 
Personalidad Narcisista: El narcisismo 
surge con el mito griego de narciso el 
cual se define como un individuo 
arrogante y fanfarrón que rechaza el 
amor a los demás por el amor a si 
mismo deseando ser siempre el centro 
de atención. Una cierta medida de amor 
propio es normal y conveniente, pero 
hay un límite en que el narcisismo ya no 
es saludable. 
 
posibilidad de 
interpretar
reconoce
al 
px.histerico
medico
adecuadamente 
los datos de la 
historia clinica
manejar con 
madurez 
los 
elementos de 
la relacion 
med-px
 
 
Existen varios criterios para pensar que un paciente es narcisista: 
 
• Grandioso sentido de auto importancia, espera ser reconocido 
como superior. 
• Preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, 
belleza o amor imaginarios. 
• Se cree especial y único,cree que solo puede relacionarse con 
otras personas que él considera de su mismo status. 
• Es muy pretencioso. 
• Es interpersonalmente explotador. 
• Carece de empatía, no reconoce los sentimientos de los demás. 
• Envidia a los demás o cree que los demás lo envidian. 
• Presenta comportamientos arrogantes o soberbios. 
• Exige admiración excesiva. 
 
El paciente narcisista trata de adoptar una imagen de 
invencibilidad personal ante si mismo y los demás, la enfermedad 
pone en peligro esta ilusión. 
 
Este tipo de pacientes “exigen” ser atendidos por el mejor de los 
médicos, cuya visión para ellos es el que tiene el consultorio más 
grande, que cobra más caro, que viste mejor, etc., aun así el 
paciente puede tratar de denigrar al médico como mecanismo de 
defensa para conservar su sentido de superioridad, ya sea 
comparándolo con otro o tratando de buscar alguna grieta en el 
comportamiento del médico o del ambiente laboral. 
 
Con estos pacientes se debe generar una sensación de respeto y 
reconocimiento al sentido de auto-importancia para establecer una 
percepción coherente de si misma, evitando reforzar su 
grandiosidad y tratando de aumentar la confianza del paciente 
hacia si mismo. 
 
Podemos concluir que para tratar a un paciente narcisista se debe 
de utilizar un criterio inicial de apoyo, seguido por confrontación 
paso a paso por los puntos vulnerables del individuo lo cual le 
ayudará a afrontar su enfermedad. 
Personalidad Paranoica: Es 
un conjunto de trastornos 
delirantes que se caracterizan 
por delirios notables bien 
organizados y por ausencia 
relativa de alucinaciones, 
pensamiento y conducta 
desorganizada y vida afectiva 
normal. 
 
Este trastorno se identifica por irrupción insidiosa de ideas 
delirantes que se convierten en el centro de la vida del paciente. 
 
Existen múltiples subclasificaciones para este tipo de personalidad, 
las que se presentan con mayor frecuencia en la práctica de la 
profesión médica son: 
 
• Erotomanía: Ideas delirantes de que una persona, por lo 
general de posición más elevada, esta enamorada del sujeto. 
• Grandeza: Ideas delirantes de valor exagerado, poder, 
conocimiento, identidad especial, o relación singular con una 
deidad o persona famosa. 
• Infidelidad: Ideas delirantes de que el compañero sexual es 
infiel. 
• Persecución: Ideas delirantes de que la persona (o alguien 
cercano a ella) esta siendo tratada malévolamente de alguna 
manera. 
• Somático: Ideas delirantes de que la persona tiene algún 
defecto o enfermedad física. 
• Mixto: Ideas delirantes que se caracterizan por más de alguno 
de los tipos mencionados, pero ninguno predomina. 
• No especificado: Presentan delirios claros que no encajan en 
otras categorías. 
 
Para lograr llegar al diagnóstico de que el enfermo tenga una 
personalidad paranoica se requiere la presencia de delirios 
superficialmente admisibles y no extravagantes con un mes como 
mínimo de duración y la ausencia de antecedentes de síntomas 
psicóticos más penetrantes, recalcamos que debe distinguirse entre 
el trastorno psicótico relacionado con un padecimiento medico 
general con el trastorno psicótico inducido por sustancias. 
 
Krapelin y Kretschmer, postularon que el trastorno era resultado 
de estrés psicológico abrumador en una personalidad premorbida 
caracterizada por desconfianza e hipersensibilidad al rechazo; 
Freud, atribuyó el pensamiento paranoide a la proyección, 
mecanismo psicológico en el que se repudian las ideas 
inaceptables para la consciencia y se atribuyen a otros; Cameron y 
Salzmann, propusieron que los síntomas delirantes se desarrollan a 
partir de sentimientos subyacentes. 
 
Los pacientes paranoides se sienten decepcionados, por tanto se 
aproximan a las nuevas relaciones con reservas. Al mismo tiempo 
tienen deseos de establecer contacto humano y es posible que 
deseen encontrar a alguien en quien confiar y que pueda ayudarlos. 
Para aprovecharse de esto el médico debe adoptar una actitud 
profesional y respetuosa, la actitud paternalista es considerada 
como ofensa; una manera informal podría implicar que el médico 
no toma en serio las complicaciones del caso. 
 
Los clínicos deberán aclarar que no aceptan como cierto lo que el 
paciente afirma, pero que el desacuerdo no implica falta de 
respeto, es inútil y contraproducente utilizar argumentos lógicos o 
intentar convencer al paciente de que sus delirios son equivocados. 
 
De acuerdo a lo mencionado, damos una serie de recomendaciones 
al momento de atender al paciente paranoico, basadas en nuestra 
experiencia y en la investigación bibliográfica: 
 
• Es preferible el abordaje en un hospital y no en un consultorio 
privado, si es el caso, no cerrar la puerta del consultorio. 
• El paciente debe estar acompañado por alguien de confianza 
para él. 
• El médico debe de tener apoyo del personal de seguridad o 
docencia del hospital en caso de que el paciente se altere. 
• La entrevista deberá ser dirigida preferentemente al 
acompañante del enfermo. 
• Deberá ser un interrogatorio lo mas breve posible con 
preguntas claras y no inquisitivas. 
• Cuidar nuestro lenguaje no verbal (no mirar insistentemente, 
no señalar). 
• No confrontar al paciente. 
 
En caso de que el paciente se comporte agresivo: 
• Se debe tratar de tranquilizarlo. 
• Los movimientos del médico deberán ser lentos y a la vista del 
paciente. Siempre se deben mostrar las manos. 
• Tratar de ser complaciente, e incluso hacer ofrecimientos de 
cualquier tipo aunque sean irracionales. 
• Bajar la vista cuando se hable con él. 
• Pedir disculpas y pedir ayuda. 
 
El Paciente que sufre Agresión Sexual: El estudio del paciente 
que ha sufrido agresión sexual debe de ser cauteloso, siempre 
hablando de la manera más clara 
para evitar cualquier mal 
entendido que pudiera haber por 
parte del enfermo, teniendo 
siempre en cuenta que este tipo 
de enfermos tienden a ser muy 
introvertidos y temerosos, 
tomando cualquier acto de 
acercamiento físico por parte del 
médico como un posible acto de 
agresión. 
 
 
Existen ciertas características que tienen en común estos enfermos, 
tienden a buscar tranquilidad en distintas sustancias o acciones 
como fumar, abuso de diversas sustancias, actividad sexual 
temprana, promiscuidad, no toman anticonceptivos, evitan 
exámenes ginecológicos, sufren depresión y culpabilidad, y en el 
peor de los casos llegan al suicidio. 
 
El paciente se caracteriza por tener temor al acto sexual, y cuando 
lo realiza tiende a ser frígido, anorgásmico y dispareunia, ya que, 
no se permite sentir placer. Después del acto queda una sensación 
de desprecio hacia sí mismo y entran en un estado de estrés 
postraumático. 
 
El abordaje del paciente en su esfera 
sexual es muy delicado, se tiene que 
establecer una buena comunicación 
antes de empezar el interrogatorio y no 
se puede bromear en ningún momento 
porque el enfermo podría interpretarlo 
como burla y perder toda la confianza 
que se había ganado. 
 
Nosotros recalcamos que es importante iniciar el interrogatorio 
como comúnmente se hace, recordando la importancia de los 
antecedentes ginecoobstétricos en la mujer y en los hombres los 
síntomas relacionados con el aparato genito-urinario; recordemos 
que las prácticas sexuales pueden relacionarse en forma directa 
con los síntomas del paciente y formar parte integral del 
diagnóstico y tratamiento. Es trascendente preguntar por 
comportamientos sexuales específicos y la satisfacción de la 
función sexual. 
 
El interrogatorio de la esfera sexual debe de ser serio y claro, 
existen algunas frases orientadoras recomendadas para dar entrada 
al interrogatorio: “ahora quisiera hacerle algunas preguntas sobre 
su salud y prácticas sexuales”, “yo siempre pregunto a mis 
pacientes sobre su función sexual”, “para averiguar porque tiene 
esta secreción y que debemos hacer al respecto, necesito hacerle 
algunas preguntas acerca de su actividad sexual”. ¿Tiene alguna 
preocupación acercade la enfermedad por VIH o SIDA?; estas son 
algunas preguntas que se tomarán como base en el interrogatorio, 
sin que esto quiera decir que son las únicas o que siempre deben de 
preguntarse en este orden. 
 
La entrevista debe centrarse en las siguientes áreas: 
• Identificación del problema: es necesario obtener una 
descripción detallada del problema(s) resaltando los 
componentes de cada conducta problema, el contexto 
ambiental y situaciones en que ocurre. 
• Análisis evolutivo del problema: especificar desde su 
comienzo hasta la actualidad, cuando ocurrió por primera vez, 
circunstancias bajo las que apareció y consecuencias de la 
conducta problema para el paciente. 
 
Es importante determinar la historia sexual en cuanto a 
experiencias sexuales y al desarrollo de la sexualidad. En relación 
a ésta se puede investigar: ¿Qué tipo de juego realizaba de niño 
que tenían algún contenido sexual?, ¿Cómo fue la primera 
masturbación y la primera vez que tubo relaciones sexuales, fueron 
agradables ese tipo de experiencias?, ¿Has tenido con anterioridad 
otro tipo de problemas sexuales? 
 
Si logramos que el enfermo conteste verazmente las preguntas 
tendremos una muy buena idea de cuales son las conductas, 
miedos, satisfacciones y placeres de él, integrando esta 
información con el padecimiento actual se podrá dar un 
diagnóstico certero y un tratamiento eficaz, además de poder 
orientar al paciente en sus dudas y temores o canalizarlo con el 
experto en el tema. 
 
Como en toda enfermedad existen factores de riesgo o 
predisponentes para padecer trastornos sexuales, en nuestro caso 
dividiremos los factores de riesgo en determinantes biológicos y 
determinantes psicosociales. 
 
• Determinantes biológicos de los problemas sexuales: las 
respuestas de erección, eyaculación y lubricación responden a 
mecanismos reflejos desencadenados por la estimulación 
física de los genitales. La fase de excitación está bajo control 
del sistema nervioso parasimpático y la fase orgásmica por el 
sistema simpático. Así como en el caso de un hombre la 
ocurrencia selectiva u ocasional de una erección o un orgasmo 
se puede explicar si tiene un origen psicológico, mientras la 
ausencia total es una causa biológica. 
 
FACTORES BIOLOGICOS QUE ALTERAN LA 
RESPUESTA SEXUAL 
FACTORES 
NEUROLÓGICOS 
Lesiones del hipocampo y sistema 
límbico, daño de la médula, tumores, 
inflamaciones, esclerosis múltiple, 
espina bífida. 
ENFERMEDADES 
VASCULARES 
Trombosis locales, DM 
DESORDENES 
HORMONALES Y/O 
ENDÓCRINOS 
Hipopitituarismo, Síndrome de Cushing, 
tumores en los testículos u ovarios, 
castración, cirrosis hepática. 
CONSUMO DE 
DROGAS Y/O 
MEDICAMENTOS 
Alcohol, opiáceos y cocaína, 
antidepresivos, antipsicóticos. 
 
• Determinantes psicosociales: en esta área hay que determinar 
el funcionamiento psicológico, las actitudes sexuales (¿Qué 
tipo de pensamiento tiene el sujeto en relación con situaciones 
de carácter sexual?), relaciones afectivas (¿Le gustaría tener 
relación con otra persona distinta?), capacidad para dar, 
desarrollar y utilizar fantasías durante la masturbación y/o 
relación sexual, preferencias sexuales, habilidades y 
conocimientos sexuales, factores ambientales. . 
 
El clínico tiene que ser muy cuidadoso, debe hacer estas preguntas 
de manera que den tranquilidad al paciente, durante la entrevista el 
médico debe además de hacer sondeo sobre salud física, además de 
averiguar si hay trastornos psicológicos adicionales. Recordar la 
gran importancia de esto para la relación médico-paciente. 
CAPÍTULO 4 
 
RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE: 
ADICCIONES Y FARMACODEPENDENCIAS 
 
Brechas Poderosas . 
En el siguiente capítulo estamos obligados a enfatizar la 
importancia que tiene el conocer la definición y la semiología que 
acompaña los diversos tipos de adicciones, que además de influir 
en la personalidad de el enfermo y alterar la relación medico-
paciente influye de manera notoria en la obtención y veracidad de 
los antecedentes patológicos de nuestro enfermo que son de vital 
importancia clínica, de los cuales veremos exclusivamente cuatro 
tipos: alcoholismo, tabaquismo, fármaco dependencia y 
drogadicción, las cuales consideramos son las más importantes y 
que el clínico debe de saber investigar de una manera adecuada 
siguiendo las normas 
establecidas de la 
relación médico-
paciente, ya que estas 
condiciones tienen una 
mayor prevalencia en el 
mundo; y a este respecto 
se analizarán algunas 
características. 
 
 Las adicciones son un síndrome constituido por un conjunto de 
signos y síntomas característicos. El origen de las mismas es 
multifactorial, podemos mencionar los factores biológicos, 
genéticos, psicológicos y sociales. 
 
Algunos síntomas característicos de las adicciones son: 
• Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la 
persona, debido a las consecuencias negativas de la práctica 
de la conducta adictiva. 
• Pérdida de control caracterizada por la respuesta impulsiva de 
los enfermos. 
• Negación o autoengaño que se presenta como una dificultad 
para percibir la relación entre la conducta adictiva y el 
deterioro personal. 
• Uso a pesar del daño, lo cual se manifiesta como la práctica 
continua de la conducta adictiva. Este daño es tanto para la 
persona como para los familiares. 
 
Estudios demuestran que existen cambios neuroquímicos 
involucrados en las personas con desordenes adictivos y que 
además es posible que exista predisposición biogenética a 
desarrollar estas enfermedades. Puede desarrollarse adicciones 
tanto a sustancias psicotrópicas como a actividades y hasta 
relaciones. Algunas adicciones que podemos mencionar son: 
• Sustancias psicotrópicas, como el alcohol, la nicotina y 
diferentes tipos de drogas. 
• Juegos de azar. 
• Comidas o componentes comestibles. 
• Sexo. 
• Trabajo. 
• Relaciones interpersonales, por ejemplo una pareja. 
 
Nos ocuparemos de tratar ciertas adicciones y no todas, dada la 
complejidad del tema. Las dependencias a tratar serán la 
drogadicción, los diferentes tipos de drogas y los efectos y 
consecuencias de las mismas; el alcoholismo, el tabaquismo y la 
fármacodependencia. 
Drogadicción . 
La drogadicción es una enfermedad biopsicosocial, caracterizada 
por el abuso y la dependencia de sustancias químicas. Produce 
graves problemas físicos, familiares, laborales y sociales. 
 
Drogas 
 La palabra droga se define como un preparado o mezcla de 
sustancias que generan un efecto estimulante, deprimente, 
narcótico o alucinógeno; en un contexto mucho más común la 
droga es una mezcla de sustancias, distintas a las necesarias para el 
mantenimiento de la vida (alimento, agua u oxígeno), que al 
introducirse en un organismo vivo, modifica alguna de sus 
funciones y a veces la propia estructura de los tejidos. Estos 
cambios también incluyen alteraciones en el comportamiento, las 
emociones, las sensaciones y los pensamientos de las personas, el 
cual variará de acuerdo a la droga ingerida. 
 
Se piensa comúnmente que el alcohol y el 
tabaco, sustancias muy consumidas en 
nuestra cultura, no son drogas; sin 
embargo estas cumplen con todos y cada 
uno de los puntos de la definición 
anteriormente citada para ser consideradas 
drogas, aunque su consumo les este 
legalmente permitido a los adultos. 
 
El consumo de alcohol y el tabaco suelen afectar severamente a la 
salud, e incidir negativamente en las relaciones y la comunicación 
de las personas, de la misma forma que las llamadas drogas 
ilegales o prohibidas, como la marihuana, cocaína, heroína, ice, 
crack entre otras. 
 
Por sus efectos las drogas se clasifican en: 
 
• Estimulantes: cocaína, anfetaminas, éxtasis y tabaco. 
• Depresoras: marihuana, alcohol, hipnóticos y sedantes 
inhalables. 
• Opiáceos o narcóticos: morfina, heroína, metadona y demás 
derivados del opio. 
• Alucinógenos: LSD, PCP, mezcalina y peyote. 
•

Continuar navegando