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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL DE FOTOGRAFÍAS SOBRE EL CANAL DE PANAMÁ EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS P R E S E N T A: KENNY DEYANIRA MOLINA MATEO NÚMERO DE CUENTA: 9300356-0 ASESOR: DR. FERNANDO AGUAYO HERNÁNDEZ MARZO DE 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos Con cariño para Ede y Martín. Para los tíos, Dolores y Pedro. Con respeto y cariño, agradezco a mi asesor el Dr. Fernando Aguayo, a mis sinodales, el Dr. Alberto Betancourt, el Dr. Miguel Ángel Esquivel, la Lic. Araceli Leal, la Dra. Renata López y al Mtro. Samuel Hernández, por tomarse su tiempo en asesorarme y guiarme para que este trabajo de investigación fuera posible. Un agradecimiento especial a la Dra. Lourdes Roca y al Dr. Fernando Aguayo, Investigadores del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, por el apoyo académico que me brindaron durante el Servicio Social y posteriormente como becaria en el proyecto “Red Abierta de Bibliotecas Digitales o RABiD”, y en el proyecto Instituto Mora/CONACyT “Rescate de la memoria latinoamericana: preservación de imágenes y sistemas de información, acceso e investigación”. Agradezco a la familia Romo Michaud, por la preservación y su interés invaluable para que se documentarán las reproducciones fotográficas de Centro América que se encuentran en su colección particular. Agradezco a mis amigos y compañeros del Instituto Mora, ya que sin el conocimiento compartido no hubiera sido posible imaginar esta tesis. A Fernando Aguayo, Lourdes Roca, Araceli Leal, Andrew Green, Felipe Morales, Alejandra Padilla, Tzutzumatzin Soto, Carlos Hernández, Gabriela Melo, Itzia Fernandez, Graciela y Yolanda Martínez. A mis compañeras en este viaje de documentación y conservación fotográfica, Alejandra Padilla, Sonia Arlette Pérez, Elizabeth Mendizábal, Claudia Damian y Mariana Planck. Agradezco a Roberto Machuca por su orientación para realizar los trámites de esta tesis. Como Ayudante de la Coordinación de la Licenciatura en Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, agradezco a esta casa de estudios el apoyo económico que presta a sus trabajadores para la impresión de tesis. ÍNDICE INTRODUCCIÓN 3 CAPÍTULO I. LAS DISTINTAS DISCIPLINAS COMO APOYO A LA OBSERVACIÓN DE LOS OBJETOS DE ESTUDIO 6 CAPÍTULO II. UNA BREVE HISTORIA SOBRE EL CANAL DE PANAMÁ A FINALES DEL SIGLO XIX 16 2.1. Panamá a finales del siglo XIX 16 2.2. La Compagnie Universelle du Canal Interoceanique en Panamá 26 CAPÍTULO III. LA DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA DE LA SERIE, “EL CANAL DE PANAMÁ EN SU ETAPA FRANCESA, 1881-1886, JULIO MICHAUD” 35 3.1. La fotografía decimonónica 35 3.2. Serie Fotográfica “El Canal de Panamá en su etapa francesa, 1881-1886, Julio Michaud” 50 3.3. El análisis pre-iconográfico en la documentación fotográfica 64 3.3.1. El estilo francés y norteamericano en la arquitectura civil 67 3.3.2. La arquitectura religiosa 68 3.3.3. Los registros de las obras del canal, proyecto francés 69 3.3.4. Registros del ferrocarril, embarcaciones y puertos 70 3.3.5. Conmemoración de la toma de la Bastilla 73 3.3.6. Las personas en los registros fotográficos, el retrato de las niñas 74 3.4. La firma Julio Michaud a finales del siglo XIX 75 3.5. Una propuesta digital de preservación, acceso e investigación del patrimonio fotográfico de América Latina 82 CONCLUSIONES 84 ANEXOS 90 FUENTES CONSULTADAS 169 2 INTRODUCCIÓN “La camara se empequenece cada vez mas,́ ̃ ́ cada vez esta mas dispuesta a fijar imageneś ́ ́ fugaces y secretas cuyo shock suspende en quien las contempla el mecanismo de asociacion.”́ Benjamín, “Pequeña”, 2007 En América Latina existen diversos tipos de vestigios1, hemerográficos, bibliográficos, fotográficos, etc., sobre la construcción del Canal de Panamá. El presente trabajo de investigación trata sobre el proceso de documentación iconográfica realizado a una serie de vestigios fotográficos. La serie se titula “El Canal de Panamá en su etapa francesa, 1881-1886, Julio Michaud” y consta de 32 imágenes digitales, reproducciones de albúminas referentes al álbum Canal de Panamá et d'Antilles. El propósito de este trabajo es exponer la posibilidad de utilizar fuentes fotográficas, a través de la documentación, como herramientas para la investigación social. En este sentido consideramos que, por sí misma, una serie fotográfica no puede ser la referencia a un suceso histórico sin ser previamente documentada. Se puede afirmar que las imágenes no son sólo objetos bellos o ilustraciones ajenas a los textos que acompañan, ya que pueden ser una fuente de investigación en distintas disciplinas de las ciencias sociales y humanidades. La posibilidad de que la fotografía sea una fuente es valioso por la información documental que puede aportar a diferentes disciplinas, como la arquitectura, la antropología, la etnología, la arqueología, y la historia social: “Se trata de la fotografía como instrumento de investigación, prestándose al descubrimiento, al análisis y a la interpretación de la vida histórica”2. Así mismo, como fuente iconográfica puede transmitir, conservar y visualizar las actividades culturales, económicas, políticas y sociales. En cuanto al desarrollo de esta tesis me apoye en el análisis historiográfico, la 1 El término `vestigios´ designaría los manuscritos, libros impresos, edificios, mobiliario, paisaje (según las modificaciones introducidas por la explotación del hombre), y diversos tipos de imágenes: pinturas, estatuas, grabados, o fotografías, Burke, Visto, 2001, p. 16. 2 Kossoy, Fotografía, 2001, p. 45. 3 documentación archivística y, el análisis iconográfico. Sobre la fotografía exponemos sus características desde su sentido epistémico; a través de lo cual, podemos hacer el vínculo de la fotografía como fuente histórica. El trabajo se compone de tres capítulos y anexos. En el primer capítulo titulado Las distintas disciplinas como apoyo a la observación de los objetos de estudio se expone como a través de la integración de distintos tipos de conocimientos es posible poner en práctica proyectos de investigación social que funcionen para documentar diversos contextos y dimensiones presentes en América Latina; en este apartado, me apoye principalmente en la postura teórica de Immanuel Wallerstein. El segundo capítulo, “Una breve historia sobre el Canal de Panamá a finales del siglo XIX”, como lo señala el mismo título, contiene el marco historiográfico de nuestro objeto de estudio. De forma que, consideramos necesario referirnos brevemente a la historia de Panamá, de la fundación de la república al proyecto del Canal Francés a cargo de la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique dirigida por el empresario Ferninand de Lesseps. El último capítulo, “La documentación fotográfica de la serie “El Canal de Panamá en su etapa francesa, 1881-1886, Julio Michaud”, trata sobre la fotografía decimonónica, incluyendo las reflexiones de carácter teórico e histórico sobre la imagen; para referirnos a la producción fotográfica de finalesdel siglo XIX consultamos principalmente la publicación de Cesar Del Vasto, Historia de la fotografía en Panamá 1870-2005 y para el análisis teórico sobre la imagen retomamos la postura de Philippe Dubois, quien considera que la fotografía es ante todo un índex y, sólo después, se le puede atribuir el sentido de icono, y posiblemente, dependiendo de las circunstancias, llegué a ser un símbolo. Este capítulo también contiene la documentación icnográfica de nuestra serie; para ello, se utilizó la Norma Internacional General de Descripción Archivística, ISAD (G), y la propuesta de análisis iconográfico de Erwin Panofsky. Finalmente, y como una experiencia de trabajo interdisciplinario, se expone el trabajo colectivo de documentación fotográfica de La Fototeca Digital, Fotógrafos y Editores Franceses en México. Siglo XIX del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social del Instituto Mora, México. 4 En suma, el propósito de esta tesis, es generar reflexiones sobre la relevancia de las fuentes iconográficas. En este sentido, es posible incorporar a la fotografía como una fuente de investigación social, y no únicamente como ilustración o al servicio de textos que nada tienen que ver con lo que éstas contienen. Pensar que la fotografía puede ser más que un objeto bello, es una tarea en construcción que puede realizarse a través de distintas disciplinas de las ciencias sociales y humanidades. 5 CAPÍTULO I. LAS DISTINTAS DISCIPLINAS COMO APOYO A LA OBSERVACIÓN DE LOS OBJETOS DE ESTUDIO En el desarrollo de este trabajo de investigación he utilizado distintas disciplinas como una forma de abordar el estudio de objetos de gran complejidad, ya que, es a través de la integración de distintos tipos de conocimientos como podemos poner en práctica proyectos que nos funcionen para resolver cuestiones complejas de diversos contextos y dimensiones presentes en Latinoamérica. Para conocer la sociedad y la cultura de América Latina en nuestra Licenciatura de Estudios Latinoamericanos se considera relevante el enfoque interdisciplinario: como integración del saber, y como un enfoque que nos permite abordar nuestros objetos de estudio desde distintas disciplinas. En nuestra formación académica, en el Colegio de Estudios Latinoamericanos, no sólo reflexionamos acerca de la integración latinoamericana como un objeto de estudio, la crítica que aprendemos gira en torno al conocimiento de nuestra sociedad, nuestro contexto y nuestra historia, lo que nos permite construir un pensamiento social crítico. Este trabajo de tesis es una investigación de enfoque interdisciplinario y es por ello que incluye un enfoque historiográfico y de análisis visual. En este sentido, consideramos necesario abordar en una breve síntesis lo que se entiende por ciencias sociales e historia; categorías abordadas en este apartado, en el cual también se describirá la importancia del hombre en la construcción de conocimiento, como sujeto histórico. En el sistema capitalista la división del trabajo requirió de la especialización en las ciencias y las tecnologías, lo que condujo a la apropiación de estos conocimientos especializados en beneficio de unos cuantos. resultado de esta especialización fue la crisis de las disciplinas clásicas de las ciencias sociales y las humanidades como ramas exclusivas, aisladas y cerradas del conocimiento social. El abuso de la razón aplicado para el estudio de los fenómenos sociales 6 desarrolló una idea de objetividad que llevó a la especialización, división o fragmentación del conocimiento. La racionalización utilizada desde finales del siglo XVIII para comprender los sucesos en el mundo, la profundización en el conocimiento de las ciencias, debió de haber funcionado en beneficio de la sociedad. Sin embargo, ésta se tornó problemática al ligarse al sistema capitalista y adquirir en él una función específica; así, la división del conocimiento sólo ha funcionado para una élite que mantiene el poder de decisión para aplicar el conocimiento únicamente en beneficio de ellos. Como consecuencia de la especialización del conocimiento, simultáneamente se ha dado una especializado del hombre y sus actividades en distintas áreas, interrumpiendo con ello una integración social. Por ello, la cooperación de varias disciplinas no puede ser entendida de manera superficial, ésta implica una reflexión crítica a las disciplinas que han constituido a distintos objetos de estudio; objetos en los que son afines diferentes ciencias y metodologías3; frente a la profunda crisis de la cultura contemporánea surge la necesidad de integración de diferentes disciplinas. La generación de conocimiento forma parte de un proceso, en el que el hombre realiza abstracciones de su ambiente y de sus hechos a partir de observaciones, generando representaciones de distintos referentes. Este proceso del conocimiento como aventura humana se desarrolló sistemáticamente hasta lo que ahora conocemos como ciencia. Entendida como un “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”.4 Como métodos de conocimiento, los principios y leyes generales sirven para distinguir la validez de una ciencia. Actualmente se han distinguido tres tipos de ciencias: las formales que estudian las cuestiones lógicas y matemáticas, las ciencias naturales que 3 Durante nuestra formación académica, en el CELA, no sólo reflexionamos acerca de la integración latinoamericana como un objeto de estudio, la crítica que aprendemos gira en torno al conocimiento de nuestra sociedad, nuestro contexto y nuestra historia, procurando en todo momento un pensamiento social crítico. 4 RAE, “Ciencia”, 2001, p. 372. 7 estudian la naturaleza y, las ciencias sociales que se ocupan de los aspectos del ser humano de la cultura y la sociedad. En el caso de las ciencias sociales, señala Wallerstein, estas son una empresa del mundo moderno: [...] sus raíces se encuentran en el intento, plenamente desarrollado desde el siglo XVI y que es parte inseparable de la construcción de nuestro mundo moderno, por desarrollar un conocimiento secular sistemático sobre la realidad que tenga algún tipo de validación empírica. Esto fue lo que adoptó el nombre de scientia, que significaba simplemente conocimiento.5 Enmarcadas en un campo del conocimiento, como ahora las conocemos, las ciencias sociales reciben dicha categoría entre 1850 y 1945, en una primera instancia en las principales universidades, cátedras y, luego en departamentos que ofrecían cursos y títulos en esas disciplinas, menciona Wallerstein: La institucionalización de la enseñanza fue acompañada por la institucionalización de la investigación -la creación de publicaciones especializadas en cada una de las disciplinas; la construcción de asociaciones de estudiosos según líneas disciplinarias (primero nacionales después internacionales); la creación de colecciones y bibliotecas catalogadas por disciplinas.6 Estas instituciones como autoridades prestigiosas le atribuyen a la ciencia muchas veces un sentido cientificista7 cargado de valores y propósitos. Con lo que se deja de lado el sentido de la ciencia como una forma de conocer el mundo a través de métodos empíricos, lo cual no nos garantiza conocerlo íntegramente, lo que se busca en todo caso es una interpretación más acabada de la realidad, considerando que ésta tiene un cambio continuo. La historia como disciplina inicia en el siglo XIX con la creación del sistema universitario moderno en Europa occidental y Estados Unidos. Desde entonces se le 5 Wallerstein, Abrir, 2006, p. 4. 6 Ibid., p. 34. 7 El término `cientificismo´,se refiere a la idea de que la ciencia es desinteresada y extrasocial, que sus enunciados de verdad se sostienen por sí mismos sin apoyarse en afirmaciones filosóficas más generales y que la ciencia representa la única forma legítima del saber, Wallerstein, Incertidumbres, 2005, p. 19. 8 ha tratado de clasificar dentro de los ámbitos de la ciencias o las humanidades. Actualmente en la academia es considerada fuera del área de las ciencias sociales e identificada en el área de las humanidades, producto del divorcio entre ciencia y filosofía (donde la ciencia se presenta como el único camino a la “verdad”). Frente a estas consideraciones, cabe decir que, la historia hace inteligible fenómenos sociales dentro de una dimensión temporal, y para analizar esos fenómenos utiliza técnicas y métodos de otras disciplinas. Situarla dentro de las ciencias o las humanidades depende de los criterios autorizados para definir a una u otra. Académicamente se cuenta con varias definiciones de historia, una de las cuales ha adquirido un carácter institucional, es la que define a la historia como el estudio del pasado de los sucesos humanos, postura característica de una visión conservadora. Si bien, el acto de investigar sujetos y objetos de estudio aplica las coordenadas espacio y tiempo, el énfasis en el elemento tiempo no tendría porque caracterizar a la historia como sinónimo de “pasado”; si esta postura persiste, se pierde su carácter esencial, esto es su “historicidad”, como señala Kosik8. En todo caso, el tiempo es entendido como “duración de las cosas sujetas a mudanza”9, por lo que, éste no equivale únicamente a la categoría de pasado, por tiempo se entiende “ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro”10. Incluyendo estas tres dimensiones en la categoría de tiempo nos permite decir, que la historia es el estudio de todos los fenómenos sociales en su devenir. En la actualidad, las distintas disciplinas no integran en sus objetos de estudio estas tres dimensiones, por ello, es que en la sociología los objetos de estudio son abordados desde un tiempo en su dimensión de presente, mientras que en la historia, se pretende, que sea desde su dimensión de pasado. En esta concepción de la historia, una consecuencia del manejo de las distintas dimensiones del tiempo a saber, es la “supremacía del pasado sobre el presente, de la historia escrita sobre la historia 8 Kosik, Individuo, 1968, p. 22. 9 RAE, “Tiempo”, 2001, p. 1474. 10 Ibid. 9 real” es la “absorción de los individuos por la historia.”11. Desde este punto de vista es que retomamos el enfoque interdisciplinario, que considera la integración del tiempo presente (supuestamente aplicado para la sociología) y el pasado de la historia, con la idea de ir generando hacia adelante opciones históricas, alternas a la historia y la realidad oficial. La relación del hombre con el tiempo es una constante para el trabajo del historiador; y, en cuanto que el hombre es temporal, el tiempo no es estático. En esta relación, para el historiador el tiempo en la historia es la abstracción de los acontecimientos ocurridos en la humanidad; lo cual, no significa únicamente que sean fragmentos de tiempo o duración de las cosas sujetas al cambio: La atmósfera en que respira la historia es en categoría de la duración para muchas ciencias que, por convención, dividen el tiempo en fragmentos artificialmente homogéneos, éste apenas representa algo más que una medida. Por el contrario el tiempo de la historia, realidad concreta y viva abandonada a su impulso irrevertible, es el plasma mismo en que se bañan los fenómenos y algo así como el lugar de su inteligibilidad.12 Que el tiempo en la historia no sea estático significa que es una procesión de acontecimientos, acerca de lo cual, casi lo único que puede afirmarse es que se mueve continuamente sin retornar jamás al mismo lugar13. Pensando así, el tiempo en la historia, se puede decir como describió Pierre Vilar citando a Lucien Febvre frente a la especialización de los distintas disciplinas, el conocimiento que tenía un historiador antes de la división del conocimiento era: Su visión de la historia como ciencia (“síntesis-histórica”, historia-inteligencia”) implicaba que el historiador fuese, a la vez, un tanto geógrafo, un tanto demógrafo, un tanto economista, un tanto jurista, un poco sociólogo, un poco psicólogo, un poco lingüista... La lista podría extenderse aún. Sé muy bien que los términos “un tanto...”, “un poco...” pueden molestar, y sin duda molestan, ya que una “ciencia”, un “saber”, 11 Kosik, op. cit., p. 22. 12 Bloch, Introducción, 2000, p. 31. 13 Carr, Nueva, 1967, p. 12. 10 exigen conocimientos profundos.14 Tener conocimientos profundos es indispensable, pero, la cuestión es que no se trata sólo de acumular y aplicar información, por que faltaría a uno de los principios en la investigación el de la síntesis, “Saber mucho es necesario para el especialista, comprender suficientemente los diversos aspectos de lo real resulta indispensable para aquel que se entrega a un esfuerzo de síntesis y es justamente este esfuerzo el que se le pide al historiador”15; el grado de comprensión que realiza el historiador va ligado a su contexto, y de ello depende en gran medida la forma de analizar y representar un hecho. Así, la construcción de conocimiento en todas las ciencias tiene una estrecha relación con el contexto y los valores del investigador. Si se logran distinguir estas características nos servirán para identificar y confirmar que el investigador como sujeto cognoscente no es neutral; no es un espejo, ni un aparato que registre pasivamente las sensaciones de un ambiente. Que el origen de la ciencia no sea una cuestión natural, sino parte de una construcción social también tiene que ver con que el investigador no sea un hombre neutral; ya que se encuentra conformado por una sociedad. Durante el proceso de investigación, en el momento en que el historiador adquiere responsabilidades se convierte en sujeto histórico. Al institucionalizarse la ciencia predominó y se generalizo el enfoque “objetivo” para conocer la realidad. Para el estudio de los fenómenos sociales se aplicaron las ciencias sociales, excluyendo a las humanidades de ellas. Esta forma “objetiva” de interpretar la realidad social a través de las ciencias sociales corresponde a una forma de ver y comprender el mundo; utilizando métodos y técnicas para organizar y sistematizar información que permiten la comprensión de los conocimientos generados; dicha comprensión no implica precisamente poder entender para quien son generados. La división que se ha generado a partir de la ciencia clásica, entre las ciencias sociales y las humanidades responde a relaciones de poder. Por ello, es que independientemente de esa distinción, la historia depositada en el área de las 14 Vilar, Pensar, 2001, p. 30. 15 Ibid. 11 humanidades comparte elementos aplicados por las ciencias sociales. Pensando la historia desde una postura del devenir, lo que si puede compartir con las ciencias sociales es el enfoque de una ciencia como la menciona Wallerstein “una nueva forma de racionalidad basada en la complejidad”; esto es, que la aplicación de la ciencia para comprender los fenómenos sociales integre las tres dimensiones del tiempo: [...] una racionalidad que va más allá de la racionalidad del determinismo y por lo tanto de un futuro que ya está decidido. Y el hecho de que el futuro no esté determinado es una fuente de esperanza básica. [...] la repetición, la estabilidad y el equilibrio, que era la visión de laciencia clásica, la ciencia de la complejidad ve por todas partes inestabilidad, evolución y fluctuaciones, no sólo en la escena social sino en los procesos más fundamentales de la escena natural.16. Lo que propone Wallerstein, es que en lugar de la ciencia clásica, consideremos las ciencias de la complejidad, buscando el “pasaje estrecho” entre lo determinado y lo arbitrario. Tomando en cuenta la complejidad de la ciencia, no se puede excluir a la historia de las ciencias sociales. Si bien el conocimiento nos permite reconocer, por medio del razonamiento, “verdades” éstas no son universales, sino complejas, contradictorias y plurales; y en todo caso, las que nos interesan son las de “las causas eficientes [...] como marcadores en el camino hacia la comprensión de las causas finales.”, además se tiene que pensar que la racionalidad aplicada por la ciencia incluye la elección de una política moral por parte de los investigadores, y su compromiso para mostrarnos las “opciones históricas que todos colectivamente tenemos.”17. Sabemos que para la construcción de un marco teórico en la historia es necesario la recopilación de datos, reunir cantidad y calidad de información, así como la interpretación de ellos. Si esa interpretación es comprensible servirá para identificar la responsabilidad y los objetivos del historiador ante la historia. En la investigación la selección del objeto o tema de estudio, por parte del historiador, es un momento importante considerando los juicios de valor que supone dicha selección; las 16 Wallerstein, Conocer, 2002, p. 188. 17 Ibid., pp. 177-178. 12 responsabilidades y los objetivos del historiador pueden generar que el tipo de conocimiento representé sólo la dimensión de pasado y futuro de un fenómeno social. El punto de vista que infiere en el momento de hacer una interpretación contiene juicios de valor del contexto en el que se ha desarrollado. Ese punto de vista, dependiendo del contexto, puede ser una posibilidad para que el porvenir transforme de alguna forma su presente, y no sea sólo una solución final, pensar en futuro evocando el pasado18. Dejando de lado en este caso, la consideración del porvenir de forma negativa en la historia, como parte de un plan podemos considerarlo sorpresa, espera y esperanza; es decir, en tanto que inacabamiento de la historia19. Una vez abordadas las categorías de historia y ciencias sociales puedo mencionar que para mi trabajo de investigación documental sobre la construcción del canal de Panamá en su etapa francesa he incluido como aparato crítico el análisis historiográfico. En nuestra cultura occidental sabemos que las fuentes escritas son las que han predominado para conocer la historia, lo cual, no significa que sea el único tipo de fuente. Existen diferentes tipos de vestigios que funcionan como fuentes para la investigación social; de hecho, se puede hacer la relación de la escritura con una huella al ser dos formas de conocimiento que funcionan como referentes de algo. Bloch lo describe citando a François Simiand de la siguiente manera: “La primera característica del conocimiento de los hechos humanos del pasado y de la mayor parte de los del presente consiste en ser un conocimiento por huellas”. [Bloch, Introducción, 2000, p. 58]. Se puede decir que las fuentes escritas utilizadas para la historia no ha sido una elección sino, en cierta medida, una imposición de la cultura occidental. En su mayoría los registros y documentos resguardados en diferentes instituciones públicas o 18 “El pasado y el futuro son las dos dimensiones esenciales del tiempo; el presente es un pequeño punto infinitesimal movible en la línea continua entre el pasado y el futuro. El punto de vista del historiador es más resultado de las perspectivas futuras que de la realidad presente que lo moldea.”, Carr, Nueva, 1967, p. 20. 19 Kosik, Individuo, 1968, p. 22. 13 privadas son fuentes escritas; su elección entre distintos tipos de vestigios es la manera en como se legítima una sola forma de fuente, dicha elección no demerita su contenido, pero si excluye a otras fuentes que son también valiosas. Además, el sentido funcional de resguardar registros y documentos históricos no sólo responde a medidas de conservación, es poder imponer y controlar el conocimiento de una sociedad. Una de las características de la historia escrita, es que desde sus orígenes ha sido utilizada por grupos reducidos de personas para justificar su poder, su origen sagrado y para distinguirlos de la gente común y humilde de una población: Los más antiguos textos históricos conocidos son las listas de los reyes, como las que los sacerdotes sumerios guardaban en los templos, donde se contaba cómo la realeza descendió de los cielos al comienzo de una etapa de reyes divinos, seguida por otra de monarcas sobrehumanos -como ese Gilgamesh, quinto rey de la dinastía Uruk, cuyas hazañas perpetuaron los poetas- hasta enlazar con los soberanos coetáneos.20 Cabe mencionar, que en los discursos, las justificaciones para imponer un tipo de conocimiento generalmente no son claras, por lo que cuesta mucho trabajo poder identificar los objetivos de quien los impone. El trabajo de investigación y documentación histórica sirve para entender los procesos de producción de distintos vestigios y, con ello, las relaciones sociales en su momento de producción; en la investigación histórica, como en las ciencias sociales, es sumamente útil un método, como herramienta, para sistematizar la información que nos ayude a entender el proceso de producción de los vestigios. Como parte del trabajo de investigación, hemos considerado que la historiografía es una opción para realizar un estudio bibliográfico y crítico de las fuentes de manera comparativa. El análisis historiográfico nos ayudará para poder distinguir procesos que van conformando de manera general a la sociedad. Tal distinción es posible, si el historiador no sólo rehace el pasado, realizando un análisis de los distintos elementos que componen a su objeto de estudio, “analizar lo que encuentre de significativo en él 20 Fontana, Historia, 1999, p. 16. 14 para aislar o iluminar los cambios fundamentales que operan en la sociedad donde vivimos”21. Como parte del marco teórico, integrar las disciplinas de historiografía y documentación fue fundamental para realizar las descripciones sobre el contenido de las imágenes de nuestra serie, y con ello la contextualización de El Canal de Panamá en su etapa francesa, 1881-1886. La relación de estas dichas disciplinas fue sumamente importante para poder abordar el periodo de producción de nuestras imágenes, y lograr con ello, una documentación histórica con más información. Conocer el periodo de producción de nuestro objeto de estudio, desde un enfoque historiográfico, es una tarea primordial para el análisis de contenido de nuestras imágenes. Así, la comprensión de la fotografía, como fuente de investigación, se complementa historiográficamente con otras fuentes, entre ellas las escritas; es con ayuda de éstas como realizamos la documentación de nuestras imágenes. Así, para iniciar el análisis de las fuentes fotográficas, no podemos desconocer su periodo de producción y, los elementos que componen el contenido de estas fuentes deben ser situados dentro de un discurso historiográfico; su carácter de fuente será inteligible cuando se reconozca su relación con acontecimientos sociales. 21 Carr, Nueva, 1967, p. 26. 15 CAPÍTULO II. UNA BREVE HISTORIA SOBRE EL CANAL DE PANAMÁ A FINALES DEL SIGLO XIX 2.1. Panamá a finales del siglo XIX La situación geográfica delistmo de Panamá entre el océano Pacífico y el Atlántico, y la necesidad de pasar de un océano a otro, generó diversos intereses económicos. Antes del surgimiento de las naciones, ya existían intereses extranjeros por poseer el dominio del Istmo, pero fue hasta la separación de Panamá de la Gran Colombia que la naciente oligarquía panameña solicitó para afianzar su poder apoyo extranjero. La política de la oligarquía istmeña en conjunto con la de otros países capitalistas se integró para sostener la economía del istmo. Así, explotando el recurso geográfico del istmo esos intereses nacionales y extranjeros se propusieron llevar a cabo la construcción de un canal que mantuviera económicamente un intercambio a nivel internacional; el librecambio fue una forma de comunicación entre los intereses nacionales y extranjeros. El istmo de Panamá es la franja más estrecha entre los oceános Atlántico y Pacífico, además de que continentalmente une a Centroamérica con Suramérica: Su forma de “S” abierta e inclinada hacia la izquierda presenta amplios frentes marinos: uno 1420 kilómetros de costas, con más de 1000 islas, en el Pacífico; 790 kilómetros. Con más de 600 islas, en el Atlántico. [...] su parte más ancha, de costa a costa, mide unos 190 kilómetros, mientras que la más angosta, menos de 80 kilómetros. Aproximadamente, tiene una superficie de 75500 km², incluyéndose como es natural, el área de la Zona del Canal (1432 km²).22 En el período colonial, el istmo de Panamá recibió distintos nombres “Castilla del Oro, Darién, Tierra Firme y finalmente: Panamá.”23. El Istmo desde el siglo XVI se 22 Turner, “Geografía”, 1988, p. 33. 23 Espino, Panamá, 1988, p. 21. 16 caracterizó por generar una economía de tránsito; era un camino entre los dos océanos que llevaba, mediante la utilización de mulas y canoas, de la ciudad de Panamá, en el Pacífico, a la de Portobelo en el Atlántico. Además, de estas características, desde 1543 la agricultura y la ganadería fueron elementos importantes para el desarrollo de su economía; las condiciones de vida más favorables, desde ese período, se dieron en el centro y en la frontera con Costa Rica. Por sus características geográficas, sabemos que Panamá desarrolló su economía nacional impulsada por su naciente oligarquía, y que los intereses políticos y económicos de Europa y Norteamérica sobre Panamá se conjugaron para beneficiarse de la ubicación geográfica del Istmo, e impulsar también para su beneficio la construcción de un canal. En el marco de intereses geoestratégicos, durante el siglo XIX, Panamá logra su independencia de la Gran Colombia; suceso forjaría a la nación panameña. América Latina se caracteriza en el siglo XIX por sus luchas de Independencia, lo cual, nos lleva necesariamente a analizarla desde el proceso de sustitución del sistema colonial al neocolonial. Para que esos sistemas se modificaran contribuyeron diversos factores en el sistema económico y social; entre ellos, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. Los valores de razón, igualdad y libertad repercutieron en los nacientes Estados latinoamericanos para que reaccionaran frente al colonialismo europeo; sentando con ello las bases de la burguesía. Los procesos de Independencia en la Hispanoamérica colonial confirmaron las divisiones internas sostenidas por las metrópolis, pero también, las limitaciones que tuvo la naciente oligarquía al buscar un equilibrio entre los aportes revolucionarios y los del viejo orden. Este proceso de Independencia continuó de la disolución de las Provincias Unidas de Centroamérica en 1841 a la separación de Panamá de Colombia en 1903; de este proceso surgió una naciente clase social comercial de carácter conservador o liberal. 17 En este período decimonónico, cuando las colonias españolas iniciaron las luchas independentistas, Panamá no participó, por el contrario, la Corona española continuó utilizando el paso transístmico para el comercio con las colonias que aún no eran independientes. Por ello, como señala Espino, “entre 1810 y 1821 Panamá se beneficia con el lugar que se le asigna en la lucha contra los independentistas: lugar de paso del comercio español y base estratégica, lo cual implicaba un auge comercial y gran concentración de tropas.”24. En este proceso independentista, además de identificar un sector comercial de carácter conservador o liberal, también se puede identificar reducidos sectores dirigentes que mantenían su poder en oposición a los sectores marginales de las élites urbanas: En casi todas partes, a mediados del siglo XIX, un orden sustancialmente conservador, más o menos firmemente arraigado, está amenazado por el crecimiento de una oposición que se nutre sobre todo de las ciudades en crecimiento; está oposición no expresa sólo el descontento siempre disponible de la plebe urbana, sino sobre todo el de muchos jóvenes de las clases instruidas pero no necesariamente ricas, a los que la sociedad hispanoamericana no es más capaz en 1850 que en 1800 de dar el lugar que juzgan suyo en derecho, y a quienes el conservadurismo intelectual dominante resulta particularmente insoportable[...].25 En este contexto social a principios del siglo XIX la representación panameña en las Cortes de Cádiz solicitó el libre comercio a través del Istmo; con ello, la postura negativa de España en torno al libre comercio fue uno de los motivos para la independencia. Aún cuando en el contexto de la Península Ibérica existían ciertas “libertades que el gobierno español había adoptado con el constitucionalismo republicano en 1820, y que influían en la vida de la Nueva España, en ese contexto, y una vez proclamada la República de Colombia, como lo menciona Rodrigo Espino y Raúl Martínez, Panamá se encontraba en la siguiente situación: 24 Espino, Panamá, 1988, p. 26. 25 Halperin, Historia, 2008, pp. 234-235. 18 […] el virrey de Nueva Granada se ve obligado a huir, y así llega a Panamá, donde establece un gobierno totalitario y despótico, por lo que los independentistas istmeños ven detenida su campaña liberal-constitucional de emancipación. El virrey muere el 3 de agosto de 1821, y entonces la Corona ofrece a Juan de la Cruz Murgeón el título de virrey, a condición de que reconquiste dos tercios de Nueva Granada. Así, llega al Istmo y se hace cargo del gobierno, dándole un carácter constitucionalista y permitiendo a los istmeños llegar a puestos públicos, como los de administración de rentas públicas, aduanas, correos, etc..26 En el contexto del surgimiento de las repúblicas en América Latina, se fortaleció la postura independentista de los istmeños, principalmente de los criollos capitalinos; sector que propuso realizar un movimiento de independentista a fines de 1822, pero un acontecimiento imprevisto hace que sus planes se adelanten, así “: el 10 de noviembre de 1821 la Villa de los Santos se proclama independiente de España, pronunciamiento al que se adhieren otros poblados y villas cercanos.”27. El 28 de noviembre de 1821 es la fecha en la que popularmente se reconoce la independencia de Panamá; adquiriendo, con ello, la élite comerciante su autonomía económica de España: […] el pueblo se reúne en la plaza de la catedral de Panamá y se pide la reunión del cabildo, de las autoridades representantes del poder español y de los empleados públicos de categoría. Reunidos éstos más los jefes militares, se propone y se aprueba declarar independiente del gobierno español al Istmo de Panamá [...] En febrero de 1822 se jura la Constitución de la República y el Istmo queda incorporado a la Gran Colombiacomo su octavo departamento, dividido en dos provincias: Panamá y Veraguas.28. Por las características de la colonia y de la élite comerciante, el panameño Mariano Arosemena, historiador y principal pensador liberal del proceso independentista, afirmaba que la Independencia respondía al “deseo de los istmeños de implantar una política librecambista que promoviera eficazmente el desarrollo 26 Espino, Panamá, 1988, p. 27. 27 Ibid., p. 28. 28 Ibid., p. 29. 19 económico, el bienestar y la riqueza.”29; por ello, se puede decir que en 1821 se gestó la Independencia en nombre de la libertad de comercio. De esa forma, la élite panameña no conforme con la Independencia de España, inició durante el siglo XIX su separación de la Gran Colombia. En 1826 llegó a Panamá un enviado del venezolano Simón Bolívar con el propósito de lograr la adhesión de la opinión popular a la Carta Constitucional de Bolivia; como respuesta a la adhesión, la élite panameña hizo su primera reivindicación de autonomía económica, expresado en un “Acta de los notables de la ciudad que declaraba, en particular, que la especial condición de Panamá la obligaba a estructurarse económicamente según los modos propios de un país hanseático30, es decir, de un país que debía ser la conjunción, por el Atlántico y el Pacífico, de las corrientes del comercio mundial. Es evidente, pues, que la primera respuesta de Panamá al proyecto de Bolívar fue negativa.”31. Constituida la confederación de la Gran Colombia en 1855 Panamá se convierte en Estado Federal producto de una acción parlamentaria y de un pensamiento nacionalista, donde el principal teórico y primer presidente fue Arosemena; él fue de los primeros panameños en manifestar la importancia que tenía la construcción de una vía interoceánica para el crecimiento económico del país.32 Desde el período colonial Panamá fue políticamente gobernado por España y administrado desde principios del siglo XVIII por el Virreinato de Nueva Granada. Pero 29 Soler, Formas, 1980, p. 27. 30 Relativo a la Hansa, antigua confederación de ciudades alemanas para seguridad y fomento de su comercio. Hansa. s. f. Com y Nav. Confederación famosa, conocida bajo el nombre de Hansa Teutónica, y a la cual en el año de 1252 dieron principio los habitantes de Lubeck, Brunswick, Danzick, Colonia y otras ciudades del Rhin, que vivían en libertad según sus leyes, formando y jurando entre sí una liga ofensiva y defensiva, y comunicándose mutuamente sus privilegios y derechos de vecindad, con la libertad y seguridad del comercio. Esta buena inteligencia se practicó y mantuvo con tanta lealtad y tanto provecho entre aquellas cuatro ciudades matrices, que todas las restantes marítimas, o que estaban situadas sobre los ríos navegables de Alemania, desearon con ansia entrar y ser comprendidas en esta alianza, y llamarse hijas de dichas cuatro ciudades principales, O’Scanlan, Diccionario, 1831, p. 313. 31 Soler, Formas, 1980, p. 68. 32 En 1868 participó como miembro de la comisión colombiana que negoció el Tratado con los Estados Unidos para sentar las bases para la construcción del Canal de Panamá. 20 una vez declarada su independencia, Panamá se incorpora voluntariamente a la ya constituida Gran Colombia y es reconocido como Departamento de Panamá. Sin embargo, por la guerra que sufría la Gran Colombia fue muy difícil que ésta mantuviera el dominio sobre el Departamento de Panamá. En ese contexto beligerante, uno de los personajes en el istmo que propugnaron por una separación de la Gran Colombia y que buscaron la protección de potencias europeas o de Estados Unidos fue Mariano Arosemena quien “[...] siendo Ministro de Relaciones Exteriores del `Estado del Istmo´ […], hizo gestiones con las mencionadas potencias para asegurar la independencia permanente del Istmo, sin resultado alguno.”33. Fue durante esta década de los sesenta que se recrudeció la guerra y se establecieron los Estados Unidos de Colombia; tras una larga y sangrienta guerra colombiana Panamá resiste con firmeza las facciones beligerantes. Es en ese momento, que una capital de provincia propone al jefe de Estado Federal declarar a Panamá país hanseático con la protección de Inglaterra, Francia y los Estados Unidos, pues se pensaba que con el apoyo internacional sería posible una autonomía real34. Como se mencionó anteriormente, una de las características que funcionaron para llevar a cabo la independencia panameña de España fue el pensamiento liberal criollo, que rechazó toda justificación del orden colonial impuesto. El liberalismo, como parte de la conciencia social y política del istmeño, le sirvió para configurar en su proceso histórico el sentido de nacionalidad; aún cuando, el criollo istmeño adquirió una conciencia de burgués comerciante. De manera que, el liberalismo panameño decimonónico expresaba: […] en lo político el ser social de aquella burguesía comercial obsesionada por el librecambismo y por el afán de convertir el Istmo en una gran “feria” o en un inmenso 33 Cogley, Dinámico, 1990, p. 39. 34 En ese contexto y con esa idea de proteccionismo, es importante tomar en cuenta la categoría de hanseático como lo señala Nils Castro: “El 'hanseatismo' pretendía una independencia 'garantizada' por un triple compromiso de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos -las potencias más interesadas en el acceso al Pacífico-, que según el supuesto, quedarían con ello mutuamente neutralizadas, permitiendo al Istmo lucrar en el monocultivo de la venta de servicios de tránsito y reexportación.”, Castro, “Panamá”, 1988, p. 178. 21 “emporio”. Desde este punto de vista precisa reconocer que la conciencia social, la conciencia liberal y la conciencia nacional de esta burguesía forman un todo indiviso.35 Por ello, es que ideológicamente el librecambismo36 panameño se opuso al mercantilismo de España; una vez establecido el librecambismo, se propiciaron nuevas relaciones económicas, a través de créditos externos e inversiones, lo cual, significó prestamos a gobiernos por parte de las potencias económicas colocados por banqueros en las bolsas europeas, en particular la de Londres, según los cuales, la expansión constante de la economía resolvería el problema del endeudamiento; pero resultó una falacia, ya que además, estas potencias económicas impusieron una dependencia económica a las naciones Latinoamericanas. Lo que permitió, a su vez, la intromisión de intereses extranjeros en la comercialización, el transporte interoceánico y la red ferroviaria controlados sólo en beneficio de sectores extranjeros. La adopción de políticas librecambistas, aceleraron el progreso tecnológico en América Latina, por lo que, se generaron nuevos hábitos de consumo por parte de los sectores urbanos en expansión; de ello resulta que, las élites urbanas, se convirtieron en la clientela de los nuevos bancos nacionales, a causa de esto, el comercio de explotación europeo hacia América Latina se dirigió a compradores a crédito que usaban los distintos circulantes internos. De esta forma, la “libertad” por parte de las élites del istmo giraba en torno a la economía, y ante esto, promovieron una conciencia nacional panameña que se opuso a las estructuras del Estado liberal colombiano. La unión a la Gran Colombia y la libertad de comercio en el istmo hicieron que Panamá recobrará importancia; por lo que, los colombianos con el fin de mantener el control del istmo, convencieron al embajador estadounidense Benjamín Bidlack para que firmara, sin la aprobación de sus superiores en Washington, el tratado Mallarino-Bidlack: Fue el propio Presidente granadino, el general Tomás C. de Mosquera, quien llamó a su Despacho al Sr. Bidlack y le comunicóel deseo de celebrar dicho tratado y de las 35 Soler, Formas, 1980, p. 31. 36 Perteneciente al Librecambio: Política económica que suprime las trabas al comercio internacional, RAE, “Librecambio”, p. 931. 22 ventajas económicas que recibiría Estados Unidos por parte de la Nueva Granada si se llegaba al arreglo.37. Sin embargo, durante ese tiempo el istmo de Panamá no representaba una ventaja económica para los norteamericanos, puesto que, tenían sus intereses puestos en el istmo de Nicaragua; pero es de considerar la importancia de la diplomacia colombiana en este tratado para motivar el expansionismo norteamericano en territorio panameño. El interés de Estados Unidos en Panamá surgió a partir de que terminaron el ferrocarril interoceánico en 1855, fue entonces cuando inició su labor de guardián del orden en territorio panameño. La primera intervención armada estadounidense, esgrimiendo el argumento de que tenían que proteger el ferrocarril, fue el 9 de septiembre de 1856: Al tener propiedades de valía en Panamá, especialmente el ferrocarril, los norteamericanos comenzaron a tomar interés por la zona de tránsito en el Istmo, por lo que de 1856 en adelante sus intervenciones militares fueron frecuentes. Y siempre contra los panameños, nunca contra potencias extranjeras: la primera intervención la sucedió en 1856 [...].38 En 1886 entro en vigencia en Colombia, con el presidente Rafael Nuñez, una constitución centralista de carácter conservador; poniendo fin a la experiencia federalista colombiana. Las distintas regiones colombianas ya no se dividieron en Estados Federales, y se convirtieron en departamentos y éstos en provincias, que a su vez se dividían en distritos municipales.39 La constitución centralista de Colombia de 1886 significó, una vez más, la dependencia de Panamá con aquel país, por lo que no se lograba aún la autonomía económica y política que había reivindicado desde 1821 en la independencia con España; la tan anhelada independencia ahora de Colombia implicó entonces una serie de cambios sociales generados por la actividad de los distintos sectores rectores de la 37 Cogley, Dinámico, 1990, p. 40. 38 Ibid., p. 41. 39 A excepción, del departamento de Panamá que estaba sometido a un régimen jurídico especial, por el “Art. 201 de la Constitución Nacional, quedó sometido a las disposiciones generales de los departamentos (Ley 41 del 6 de noviembre de 1894).”, Herrera, “Papel”, 1992, p. 74. 23 vida istmeña. Desde 1885 la reforma conservadora aplicó privar a los comerciantes istmeños de la posibilidad de manejar el recurso geográfico, con un margen de libertad adecuado a sus actividades, por lo que, el liberalismo panameño se opuso a la nueva estructura política. “Sociedades literarias, cívicas y patrióticas proliferaron entonces a través de todo el país.”40; políticamente los liberales fueron excluidos de los puestos públicos. La élite del Istmo, las mencionadas sociedades de postura liberal41, las intervenciones militares colombianas y norteamericanas en el Istmo propiciaron en los panameños un espíritu separatista. El movimiento de separación, que surgió a raíz de esos acontecimientos, también respondía a los intereses de una naciente clase social comercial que se aprovechaba políticamente de los argumentos para construir la nación panameña. Se puede distinguir que la sociedad panameña se dividía entre grupos oligárquicos liberales y los sectores de los barrios desposeídos de la ciudad capital. Las contradicciones se presentan de distintas formas, mientras los liberales autonomistas luchaban contra la unión con Colombia, el barrio popular de Santa Ana recibía a las fuerzas colombianas con ánimo por el resentimiento contra la oligarquía liberal dominante. Esto no sólo dejó ver las oposiciones que existían, también dejó ver que, no existía una postura ideológica por parte de los arrabaleños; lo que buscaban era salir de una situación políticamente impuesta. Entre la lucha de liberales y conservadores se constituyó la nación panameña, y fue durante este proceso de independencia que se llevaron acabo las obras del canal francés. La política centralista de Panamá, ocasionó una inestabilidad social que se vio reflejada en los 106 gobernantes que tuvo entre 1821 y 1903, y por la cantidad de guerras que la población sufrió; uno de los sucesos más significativos (desgraciadamente) en la historia de Panamá fue la Guerra de los Mil Días (1899- 40 Soler, Formas, 1980, p. 70. 41 La sociedad de tendencia liberal proliferó principalmente en el “Municipio, Ciudad o Común, es decir, en la más inmediata asociación de los intereses individuales libres y aislados”, Ibid., pp. 29-30. 24 1902), donde los intentos separatistas y el fusilamiento del caudillo liberal Victoriano Lorenzo42 fueron hechos históricos en la sociedad panameña. Esta guerra incluyó tanto a la República de Colombia como a Panamá y tuvo como resultado la victoria conservadora y la posterior separación de Panamá en 1903. Una de las batallas más fuertes fue la batalla del Puente de Calidonia, donde perdieron la vida cerca de mil combatientes siendo las bajas mayoritariamente del bando liberal; esta batalla fue dirigida por el “Cholo Guerrillero” Victoriano Lorenzo. La Guerra de los Mil Días costo cerca de cien mil muertos, lo cual generó un desánimo en la población panameña que permitió la intervención de Estados Unidos a través del Tratado Wisconsin. En esa época los norteamericanos manifestaban poco interés por la construcción del canal en el istmo; pero mientras se daba el enfrentamiento entre liberales y conservadores no dudaron en patrocinar la firma del Tratado en el buque llamado Wisconsin anclado en el puerto de la Ciudad de Panamá; con ello, apoyaron a los conservadores quienes propugnaban el Panamá colombiano en nombre de un tratado de “paz”; la guerra en Panamá sólo concluyó al intervenir los Estados Unidos. La independencia panameña de España, su integración a la Gran Colombia, los conflictos sociales por el expansionismo norteamericano, la Guerra de los Mil Días con los fusilamientos de los caudillos liberales y, el rechazo del senado colombiano al tratado Herrán-Hay para la construcción del canal interoceánico, fueron sucesos históricos que detonaron un nuevo movimiento separatista, liderado por José Agustín Arango, Manuel Amador Guerrero, Carlos Constantino Arosemena, general Nicanor A. De Obarrio, Ricardo Arias, Federico Boyd, Tomás Arias y Manuel Espinoza; con el levantamiento de este movimiento, la tarde del 3 de noviembre de 1903, el Consejo Municipal de la Ciudad de Panamá declaró a la República de Panamá como un gobierno propio, independiente, y soberano, sin la subordinación de Colombia. 42 Victoriano Lorenzo (Penonomé, Panamá, 1867 - Ciudad de Panamá, 1903). Líder indígena y general revolucionario panameño que se alzó contra el poder central de Colombia cuando el territorio panameño no era aún independiente. Victoriano Lorenzo es ahora héroe nacional de Panamá. El 30 de enero de 1966, la Asamblea Nacional de Panamá declaró injusta la ejecución del general Victoriano Lorenzo y lo presentó como lo que fue, un auténtico dirigente popular. Colaboradores, "Victoriano Lorenzo", Wikipedia, 2012. 25 2.2. La Compagnie Universelle du Canal Interoceanique en Panamá Durante la independencia panameña de Colombia, no sólo se gestaron las luchas de carácter liberal, la élite panameña se consolido en el poder y, las grandes potencias económicas extendieron su poder económico, tanto en Panamá como en América Latina. En este contexto, se promueve y fracasa el proyecto de establecer un canal interoceánico por parte de Francia. El interés por elistmo surgió desde la colonia por las potencias económicas europeas. España consideró la construcción de un canal con el primer proyecto atribuido al español Alvaro de Saavedra y Cerón (1529); seguido de otros proyectos, en 1534 por Pascual de Andagoya y en 1616 Diego Fernando de Velasco ordena una exploración por las montañas del Darién con el propósito de unir el río Atrato y el Golfo de San Miguel. Es relevante mencionar, que desde principios del siglo XIX, la idea de construir un canal a través de Centroamérica fue sugerida por el alemán, Alexander von Humboldt, pero tendrían que transcurrir 169 años para que alguien se interesara por la construcción de un canal en el Istmo: […] hasta que en 1785, esto es, cuatro años antes de la Revolución Francesa, el ingeniero francés M. De Fer de la Naueree, presenta a la Academia Francesa de Ciencias un proyecto dominio britpara un canal por Panamá. Desde entonces los franceses comenzaron a interesarse por la construcción del canal panameño.43 Francia no fue considerada una amenaza para Gran Bretaña quien mantenía en esa época el dominio del comercio marítimo en América Latina44, por el contrario, los franceses complementaban su economía, ya que estaba orientado a la importación de productos de consumo de lujo y semi lujo, y secundariamente hacia los de alimentación de origen mediterráneo, en los que Francia tendía a reemplazar a España, además, el tránsito de mercancías en los puertos se había intensificado a mediados del siglo XIX, siguiendo la ruta de mercancías destinadas a las tierras 43 Cogley, Dinámico, 1990, p. 17. 44 El comercio británico dominó el mar en América Latina, lo cual contribuyó, como se mencionó anteriormente, a que se desplazara el mercantilismo español por el librecambismo. 26 españolas del mar del Sur se reemplazo por la ruta de los inmigrantes que querían llegar a California. El ferrocarril fue un factor muy importante para esta sustitución de rutas en el nuevo mapa económico norteamericano. La geografía de Panamá, como se mencionó anteriormente, es la característica más importante del istmo, y forma parte de su realidad histórica, de aquí, que los intereses extranjeros consideraran desde el siglo XIX la construcción de vías de comunicación interoceánicas, primero la concesión del ferrocarril por parte de los norteamericanos, y posteriormente la del canal interoceánico, por franceses y norteamericanos. Geográficamente la situación del Istmo, también fue reconocida por el panameño Arosemena que recurrió a criterios geográficos para la lucha independentista: La geografía, observa, determina que el territorio istmeño constituye una totalidad singular, única incomparable. Desde el punto de vista geográfico nada señala en el Istmo una vinculación con Colombia: `La naturaleza dice que allí comienza otro país, otro pueblo, otra entidad, y la política no debe contrariar sus poderosas e inescrutables manifestaciones´.45 Los primeros estudios de campo en Panamá realizados durante las exploraciones del siglo XIX, no fueron precisamente para la construcción de un canal, sino, para la construcción del ferrocarril estadounidense. Por ello, en 1846 se firma el Tratado Mallarino-Bidlack, mediante el cual, a cambio de unas concesiones y privilegios comerciales, los norteamericanos garantizaban la soberanía colombiana en el Istmo. En la década de 1850 se inició la concesión que más perduró en el Istmo, la de la Panamá Railroad Company, era un consorcio norteamericano fundado por el empresario William Aspinwall, el abogado, viajero y escritor John Lloyd Stephens y, el ingeniero James Baldwing. La construcción del ferrocarril en el istmo funcionó para el tráfico de California producido por la Fiebre del Oro de 1849. Su construcción fue complicada, particularmente por la presencia de mosquitos transmisores de enfermedades como el paludismo, que cobraron la vida de aproximadamente 12,000 45 Soler, Formas, 1980, pp. 30-31. 27 personas que provenían de Africa, Estados Unidos, Europa, China, y las Antillas; el clima del istmo favorecía la reproducción de los mosquitos. Sin embargo, las condiciones laborales no fueron un obstáculo para la empresa, por lo que, el primer tren de pasajeros salió el 28 de enero de 1855. En la última mitad del siglo XIX los estadounidenses habían establecido el ferrocarril en Panamá, pero no tenían interés en la construcción de un canal, ya que mantenían el proyecto del canal en Nicaragua. Está situación fue mal aprovechada por los franceses que después del prestigio adquirido con la construcción del canal de Suez no lograron concluir las obras del canal en Panamá. En 1876 los franceses interesados en el canal, enviaron a Panamá un grupo de más de 15 técnicos encabezados por Lucien Napoleón Bonaparte Wyse y Armand Reclus. Ya en el istmo se unieron los ingenieros Pedro Sosa y A. Balfour, nombrados por el gobierno colombiano “El 7 de noviembre comenzaron sus exploraciones, remontando los ríos Tuira y Paya, cruzaron la vertiente del Golfo de Urabá y examinaron algunos tributarios del Chucunaque.”46. En abril de 1877 regresaron a París con un informe negativo por no haber encontrado una abertura lo suficientemente baja que permitiera la construcción de un canal; a finales de ese año regresaron a Panamá y exploraron la serranía de San Blas y las cabeceras del río Bayano, pero después de tres semanas se convencieron de la imposibilidad de construir un canal regresando con la información recogida nuevamente a París. Aún con la imposibilidad de dicha construcción, el 20 de marzo de 1878, Lucién Wyse y el general Salgar Ministro de Relaciones Exteriores, firmaron una concesión para construir un canal, “[…] estipulaba 2 años para organizar la compañía, 3 años para investigaciones y 12 años para construir el canal, prorrogables por 6 años más si era necesario.”47. Dicha concesión, funcionó para que se iniciaran los trabajos de la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique el 1 de enero de 1880 a cargo del Conde Ferdinand de Lesseps.48 46 Cogley, Dinámico, 1990, p. 20. 47 Cogley, Dinámico, 1990, p. 20. 48 En 1872 Ferdinand había intentado obtener una concesión para un canal de esclusas en el istmo 28 El 15 de mayo de 1879 se inauguró en París el Congreso Internacional de Estudios del Canal Interoceánico organizado por Lesseps, con una asistencia de 136 delegados de 22 países: “La delegación más numerosa era, por supuesto, la francesa, y de todas las extranjeras la que más delegados llevó fue la norteamericana, con once, entre ellos el Almirante Ammen, el Comandante Selfridge y el Ing. Aniceto García Menocal.”49. Además, la delegación que más conocimiento tenía sobre el canal, en el Congreso, era la de Estados Unidos, ya que habían recopilado en siete investigaciones una gran cantidad de información que nadie más conocía. Como acuerdo del Congreso, se aprobó una comisión técnica compuesta por 52 delegados; más de la mitad la conformaron franceses, entre ellos, Lesseps, Ammen y Menocal. Después del Congreso de 1879, Lesseps inició una campaña propagandística para recoger los fondos necesarios para comenzar las obras del canal. Viajó por toda Francia, tratando de atraer el interés de accionistas, “Tenía planeado vender 800,000 acciones a 500 francos c/u., que arrojarían un total de 400,000.000 de francos, equivalentes a 80,000.00 dólares.”50, de las cuales, sólo vendió 60 mil51. Los cálculos hechos por Lesseps correspondía a la experiencia de la construcción del canal de Suez, pero no tomó en cuenta que, durante esa construcción,Francia vivía una prosperidad económica con el Segundo Imperio Francés de Napoleón III, a diferencia de la construcción del canal de Panamá, donde la política exterior francesa tenía una serie de fracasos como la Segunda Intervención Francesa en México y la derrota de la Guerra Franco-prusiana de 1870; derrota durante la cual Napoleón fue vencido y su régimen fue sustituido por la tercera república francesa. En ese contexto, el 1 de enero de 1880, una hija de Ferdinand Lesseps con una piqueta inició los trabajos del Canal de Panamá de manera simbólica. Lesseps; pero no fue hasta febrero de 1881, cuando “el ingeniero Armand Reclus le envió a de Lesseps este mensaje: “«Travial Commende» (comenzó el trabajo). Aunque los nicaragüense, pero por la presencia estadounidense tuvo que mirar hacia Panamá. 49 Ibid., p. 57. 50 Ibid., p. 58. 51 Aunque habían invertido en la construcción del canal algunos banqueros, la mayoría eran personas de bajos y medianos recursos. 29 verdaderos trabajos de excavación de la «Gran Zanja» se iniciaron en la localidad de «Emperador», el viernes 20 de enero de 1882.”52. Una vez iniciadas la construcción del canal en 1881, no fueron suficientes los primeros obstáculos financieros, ya que la empresa tuvo que enfrentar otros problemas, como el de la salud de los trabajadores y la población, además de los inconvenientes técnicos. Los problemas técnicos que enfrentó la Compañía francesa se debieron al relieve del territorio panameño, ya que inicialmente se tenía la opción de un canal a nivel como el de Suez; frente a estas circunstancias la compañía tomó la propuesta de Gustave Eiffel53 de que el canal debía incluir esclusas para adaptarse a la región. Los trabajos del canal técnicamente se dividieron en tres secciones: la Atlántica, Central y Pacífica; en la sección Pacífica, la cual comprendía el Cerro Culebra, se habían presentado los peores problemas de la excavación en todo el canal: El Cerro Culebra no sólo constituía un escollo por la mucha altura y la dura roca, sino que frecuentemente se presentaban unos derrumbes desastrosos, anulando todo el trabajo realizado y sepultado el equipo ferroviario y mecánico que se usaba para la excavación; y hasta muchos hombres perdieron la vida como consecuencia de esos deslizamientos de tierra y rocas.54 Un problema más se produjo en septiembre de 1882, cuando un terremoto sacudió el Istmo y se tuvo que interrumpir el trabajo y el tráfico de los ferrocarriles durante algún tiempo. Este acontecimiento contribuyó a la baja de las acciones de la compañía en París. Al inicio de la obra los trabajadores estuvieron a cargo del ingeniero Armand Reclus55, el cual renunció en junio de 1882 por la desorganización del proyecto; ante 52 Cogley, Dinámico, 1990, p. 60. 53 Alexandre Gustave Eiffel (1832, Dijon - 1923, París) fue un ingeniero francés, especialista en estructuras metálicas. Su construcción más famosa es la Torre Eiffel. Construida entre los años 1887 y 1889 para la Exposición Universal de 1889 en París, Francia. 54 Cogley, op. cit., p. 64. 55 Armando Reclus (Orthez, Francia, 1843 – Sainte-Foy-la-Grande, Francia, 1927). Ingeniero naval y Oficial de la Marina francesa, explorador de la zona del Darién y uno de los padres del proyecto del Canal de Panamá, Colaboradores, "Armand Reclus", Wikipedia, 2012. 30 su renuncia, el 1 de marzo de 1883 se posesionó de la dirección el ingeniero francés Jules Isidore Dingler: “Este señor fue muy dedicado a su trabajo y competente en su dirección, a pesar de ello, fue arduamente, criticado por una lujosa villa que se mandó a construir en la colina del Cerro Ancón, sufragada por la compañía y que se conoció como la folie Dingler, (la locura de Danglé).”56 No obstante, los problemas técnicos continuaron, y las crecientes del Río Chagres y los derrumbes del cerro Culebra se convirtieron en problemas imposibles de resolver; los técnicos y operadores se negaban a trabajar ahí, y las compañías no querían hacer contratos en esa área, por que sus máquinas no rendían lo mismo que en otros lugares. En septiembre de 1886, Felipe Juan Bunau-Varilla se encargó de dirigir los trabajos en el Corte de Culebra. Las dragas57 de la compañía funcionaban a vapor, pero tuvieron un mejor rendimiento cuando Bunau cambio el sistema de vapor a uno eléctrico: Esta nueva draga eléctrica inventada por Bunau-Varilla, revolucionó el trabajo, aumentando el rendimiento de las dragas y como el contrato estaba calculado considerando las dragas a vapor, las ganancias de la compañía aumentaron tanto que algunos las consideraron `ultrajosamente ventajosas´.58 El historiador panameño Plinio Cogley menciona que entre los beneficios que realizo Bunau, fue una técnica con la cual, se podía dinamitar una roca y fragmentarla en pedazos para que las dragas las sacaran con mayor facilidad, lo que, generaba ganancias para la compañía, “En el Corte de Culebra se hizo unas represas de tierra donde trabaja las dragas, al entrar el agua y conformarse unos pequeños lagos 56 Es interesante la descripción que hace Plinio Cogley del ingeniero Dingler, en el sentido de que podemos darnos una idea de la actitud que mantenían los extranjeros frente a los problemas de salud durante los trabajos del canal; describe como antes de embarcarse en Francia para Panamá, Dingler dijó que únicamente los borrachos y los de vida disoluta mueren allá de fiebre amarilla, por lo que, en octubre de 1883 trajo al Istmo a toda su familia, desgraciadamente “La fiebre amarilla en enero de 1884 se encargó de la hija, en febrero le tocó el turno al hijo, al siguiente mes, el prometido de la hija y finalizando el año fue sepultada Madame Dingler, el último miembro de la familia [...].”, Cogley, op. cit., pp. 60-61. 57 La draga es una máquina que se emplea para ahondar y limpiar los puertos, ríos, canales, etc., extrayendo de ellos fango, piedras, arena, etc., RAE, “Draga”, 2001, pp. 575-576. 58 Cogley, op. cit., p. 67. 31 artificiales, las dragas eléctricas flotaban en el agua y podían trabajar en la excavación con mayor facilidad y efectividad.”59. Para la construcción del canal en Panamá, Ferdinand de Lesseps ya tenía la experiencia de haber dirigido la exitosa obra de ingeniería del canal de Suez culminada en 1869, y después de esa experiencia adquirida consideró que para la construcción del canal en continente americano sólo requeriría de capital humano; desgraciadamente, por las condiciones de las obras, falleció la mayoría del capital humano con el que contaban. Los problemas para la construcción del canal en Panamá iniciaron desde que se tuvo la idea equivocada de que las condiciones físicas del espacio eran las mismas que en Egipto: En Suez encontraron un desierto plano y la excavación había tenido lugar fundamentalmente en arena; en Panamá encontraron una selva tropical escarpada e impenetrable, y tuvieron que hacer frente bien a roca dura bien a un terreno demasiado blando.60 Otro de los inconvenientes durante las obras del canal fue que los trabajos estuvieron expuestos a condiciones ambientales adversas. El clima tropical del istmo61 propició la reproducción de moscos, los cuales fueron una fuente mortal de epidemias; malaria y fiebre amarilla. La falta de atención a la salud, que surgió por las epidemias, se debió a que para la compañía francesa no era una prioridad higienizar la zona de las obras del canal, además, se desconocía que una de las causas para que se extendiera una epidemia era la conexión entre los mosquitos y las principales enfermedades de la zona.62 La Compagnie Universelle du Canal Interoceanique sólo asumió los problemas técnicos de las obras, por lo cual, no asumió el compromiso de una asistencia a la 59 Ibid. 60Canal, http://www.oei.es/divulgacioncientifica/reportajes016.htm, fecha de consulta: febrero de 2012. 61 Panamá se localiza en la zona intertropical o ecuatorial (7º 11' a 9º 37' de latitud norte). 62 Dicho desconocimiento se dio a pesar de que, el médico Carlos Juan Finlay de La Habana había anunciado en 1881 que la transmisión de la fiebre amarilla se debía al mosquito Aëdes aegypti, pero la falta de pruebas concluyentes y lo aparentemente del descubrimiento, hizo que muchos médicos despreciaran su deducción. 32 http://www.oei.es/divulgacioncientifica/reportajes016.htm salud adecuada para los trabajadores. La compañía no se responsabilizó del daño a la salud, tanto de sus trabajadores como de la población en general, a pesar de haber construido en Colón su zona de hospitales. Las enfermedades fueron incontrolablemente transmisibles, por lo que, “fueron miles y miles las personas muertas sin distingos de nacionalidad ni clase social. La cantidad de muertes fue asombrosa. [...] Las dos enfermedades, como aseverara antes, que más estragos causaron fueron la malaria y la fiebre amarilla.”63, aunque, también hubo otro tipo de enfermedades como la fiebre tifoidea, viruela, neumonía, beriberi o mordeduras de serpientes. A las enfermedades se sumaban el calor, lluvias torrenciales, pantanos pestilentes, y una selva impenetrable. La falta de asistencia a la salud durante las epidemias se atribuye en gran parte a la falta de jurisdicción en las zonas donde se concentraban las obras de la compañía francesa; por ello, no existió control sobre la higiene y la salubridad ni en Colón ni en Panamá. Este tipo de mortalidad se había superado en la colonia, debido a los progresos sanitarios que introdujeron cambios en la población mejorando las condiciones generales de vida. El caso de Panamá, es un ejemplo de que ese tipo de enfermedades no se erradicaron totalmente, sino que, existía solamente un control sanitario que no podía ser descuidado. Se calcula que hubo entre 20 y 22 mil muertos, en su mayoría trabajadores afroantillanos; dicha cifra es una una aproximación, si se piensa en aquellos trabajadores que no tenían un registro como trabajadores de la compañía. La guerra franco-prusiana y el pago de la enorme indemnización a Alemania habían empobrecido a Francia, por lo que, no hubo manera de que aumentarán el número de accionistas en la Compañía, tomando en cuenta que, la cantidad de accionistas que inicialmente habían invertido sus ahorros había sido muy alta: Sumaban 104,345 los accionistas; de éstos 80,839 tenían de 1 a 5 acciones y 19,143 poseían de 6 a 20. De ese gran total casi 16,000 eran mujeres. Además que agregarle las 800,000 personas que habían comprado bonos de la lotería, los cuales también 63 Cogley, Dinámico, 1990, p. 61. 33 invirtieron dinero en la gran obra canalera.64 El propio Lesseps había admitido que era mucho más difícil la construcción del canal de Panamá que el de Suez, pero la mala administración de la compañía generó que los ánimos en la construcción del canal francés disminuyeran. La historia de la Compañía no terminó ahí, pues las intrigas dentro de la empresa se hicieron públicas, los informes de los ingenieros Armand Rousseau, León Boyer y, el Director General Jacquet, suscitaron que el público desconfiara de la administración de la compañía. Estos acontecimientos, llevaron a que se realizara un juicio público, donde se dieron a conocer los nombres de los directivos y las grandes cantidades que habían saqueado de los ahorros invertidos en la compañía; el juicio fue muy dramático por la gran cantidad robada. Al final del juicio, algunos administrativos de la empresa quedaron presos, y otros huyeron. Para 1888 las arcas de la Compañía estaban vacías, por lo que, Lesseps paró todos los trabajos y abandonó el proyecto. De esa forma llegó a su fin, el proyecto del canal francés por la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique. Oficialmente, caída en quiebra el 4 de febrero de 1889 la compañía francesa, Lesseps fue sustituido por el ingeniero Bunau-Varilla. El nuevo jefe de la construcción inició trabajando sin apoyo financiero, por lo que, recurrió al gobierno de los Estados Unidos al que finalmente cedió los derechos de explotación y construcción del Canal de Panamá y el control de la zona en torno al mismo. El Tratado Hay-Bunau-Varilla validó esta concesión, firmándose el 18 de noviembre de 1903, después de la separación de Colombia. Los trabajos del canal norteamericano concluyeron en 1914 utilizando tecnología avanzada para la época como motores eléctricos con sistemas de reducción para mover las compuertas de las esclusas, sistemas de vías de ferrocarril para movilizar las toneladas de material excavado y la construcción del lago Gatún, el lago artificial más grande en esa época. 64 Ibid., p. 68. 34 CAPÍTULO III. LA DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA DE LA SERIE, “EL CANAL DE PANAMÁ EN SU ETAPA FRANCESA, 1881-1886, JULIO MICHAUD” 3.1. La fotografía decimonónica Las fuentes utilizadas para conocer el proceso de construcción del canal de Panamá, durante su etapa francesa, son en su mayoría fuentes escritas, sin embargo, existen distintas fuentes aún por documentar e investigar que ayudarían a comprender mejor los procesos sociales que conforman nuestros espacios e identidades. En este sentido, la documentación de objetos fotográficos nos proporciona herramientas para complementar los conocimientos construidos a través de fuentes orales y escritas. En el presente trabajo de investigación, he considerado la documentación del álbum fotográfico Canal de Panamá et d'Antilles del que se ha recuperado información que puede ser útil para otras investigaciones sobre la historia del canal de Panamá. Por lo anterior, y porque las fuentes iconográficas han sido constantemente utilizadas para comprender diversos procesos sociales, considero que es relevante describir, de manera breve, parte del desarrollo de los procesos y posturas en torno a la fotografía El conocimiento que tenemos sobre el desarrollo de la fotografía, ha predominado desde su origen la historia de la técnica. A finales del siglo XIX, las primeras referencias que se hacen la fotografía, se realizan a través de notas en periódicos y revistas, así como manuales; todos ellos, inclusive los juicios que se generaron en textos literarios, también hacían alusión a su técnica. Más tarde, en el siglo XX en la década de los años treinta se formaliza la historia de sus procesos técnicos y, a su vez, se inician las interpretaciones sobre la imagen o teorías de la percepción. En los años sesenta se comienza abordar desde la visión de las llamadas historias generales de la fotografía. Y ya desde la década de los años setenta hasta la actualidad, se publican textos con sentido de divulgación (ligados a las historias generales), así como, reflexiones de carácter teórico e histórico. 35 El siglo XIX fue importante por los cambios sociales que se generaron, y que prevalecen actualmente: la consolidación del sistema capitalista, las modificaciones en los espacios y formas de pensar el mundo. Este siglo se caracteriza por el desarrollo de la ciencia, de la tecnología; es en esta etapa a inicios de siglo, donde se ubica el origen de la fotografía65. Desde entonces la evolución de la técnica fotográfica ha estado relacionada con las formas de ver y representar una realidad. En la tercera década decimonónica se ubica el surgimiento de la fotografía, entendiéndola como procedimiento para fijar una imagen, en un soporte fotosensible bidimensional. 66 También es la época en la que los pintores con poca experiencia en el oficio y con escaso talento recurren al uso de instrumentos mecánicos, como las “máquinas de dibujar”
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