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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN HISTORIA DEL ARTE FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS LA CURADURÍA PEDAGÓGICA Y EL CONCEPTO DE MUSEO PARTICIPATIVO ENSAYO DE INVESTIGACIÓN QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRA EN HISTORIA DEL ARTE PRESENTA: NURIA SADURNI RODRÍGUEZ DRA. DEBORAH DOROTINSKY ALPERSTEIN FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS, UNAM MTRA. MARÍA ESTELA EGUIARTE SAKAR POSGRADO EN HISTORIA DEL ARTE MTRA. CLAUDIA DEL PILAR ORTEGA GONZÁLEZ POSGRADO EN HISTORIA DEL ARTE MÉXICO, D. F., JUNIO DE 2013 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 3 Agradecimientos En primer lugar quiero agradecer el apoyo de la Coordinación de Posgrado de Historia del Arte de la UNAM por haberme otorgado la beca que me permitió estudiar esta maestría, así como al PAEP por hacer posible el viaje a la ciudad de Nueva York para realizar una parte importante de mi investigación. Un agradecimiento especial a Susana Pliego, si no hubiera sido por ella no habría formado parte de la primera generación de la maestría en Estudios Curatoriales. También quiero agradecer profundamente a Deborah Dorotinsky quien no solo fue mi tutora y una guía paciente sin dejar de ser estricta durante todo el proceso, si no que fue una revisora implacable del aparto crítico de éste ensayo académico, muchas gracias por todo su apoyo y enseñanza. A Mireida Velazquez le agradezco sus atinadas observaciones para aterrizar mi anteproyecto y el acompañamiento que nos dio a mis compañeros y a mi a lo largo de toda la maestría. Gracias infinitas por la lectura y correcciones precisas de mi trabajo, a Estela Eguiarte y a Pilar Ortega, quienes siempre han sido punto de referencia en mi quehacer museístico y comparten conmigo la pasión por el arte y los procesos de aprendizaje. Sin la generosidad de Luis Camnitzer y María del Carmen González, este ensayo no hubiera sido posible. Compartieron conmigo archivos, documentos y sobretodo su enorme experiencia y gran visión sobre los retos e implicaciones de trabajar con verdadero compromiso el tema del arte y la educación. No puedo dejar de agradecer de manera muy especial a Graciela de la Torre, siempre comprometida con la educación y los públicos, precursora de los servicios educativos en este país, y siempre dispuesta a compartir su conocimiento. A lo largo de toda mi vida laboral, ha sido un ejemplo a seguir. Si no hubiera sido por la paciencia sin límites y amabilidad eterna de Héctor, Brígida y Tere en la Coordinación del Posgrado, me hubiera perdido irremediablemente en los trámites académicos y laberintos administrativos, agradezco su invaluable ayuda. Por último quiero agradecer el apoyo incondicional de Gabriel Padilla de la Torre, Natalia y Pablo Padilla Sadurni, sin ellos hubiera sido imposible dar este gran paso en mi vida académica. 4 5 Índice Introducción 7 1. Antecedentes: Primeros planteamientos de educación en museos, casos paradigmáticos 11 1.1. Victor d’Amico y los servicios educativos en el MoMA. 1.2. Servicios educativos en los museos mexicanos. 1.3. Introducción de metodologías norteamericanas a la praxis en México en la década de los 90’s. 2. Posturas teóricas y pedagógicas retomadas en los museos 29 2.1. John Dewey: el concepto de experiencia significativa. 2.2. George Hein : el concepto de museo constructivista. 2.3. Elliot Eisner: Teorías y prácticas de educación artística. 2.4. John Faulk y Lynn Dierking: el modelo conceptual de aprendizaje. 2.5. Rika Burnham y Elliot Kai-kee: el concepto de interpretación como experiencia en el museo. 3.Reflexiones sobre la curaduría pedagógica: Análisis de caso 41 3.1. Luis Camnitzer y su postura pedagógica en la Sexta bienal de Mercosur (2007). 3.2. Colección Patricia Phelps de Cisneros: Problematización a partir del arte. 3.3. Centro de Arte Dos de Mayo en Madrid: el concepto de curaduría y educación que plantea el grupo Las Lindes. 3.4. Nina Simon y sus teorías sobre el museo participativo aplicadas en el Museo de Santa Cruz en California. 4. Conclusiones 69 5. Anexos 77 6. Bibliografía 97 6 7 Introducción Después de trabajar por más de 18 años en el área educativa de distintos museos en la ciudad de México y en otros países, he visto que en estos espacios, las experiencias que se generan a través del arte, impactan de una manera distinta las esferas cognitivas, perceptuales, emocionales y sociales de los visitantes, propiciando nuevas formas de pensamiento que generan como consecuencia públicos más críticos y participativos . Uno de los objetivos principales de este ensayo es hacer una reflexión acerca del desarrollo que ha tenido la educación en los museos de arte hasta llegar a la figura del Curador Pedagógico, así mismo, hacer un análisis crítico de cómo la incorporación de teorías educativas en el ámbito museístico ha derivado en nuevas propuestas pedagógicas que buscan generar plataformas de participación cada vez más activa por parte de los públicos. La mayoría de los curadores, sobretodo los que trabajan en espacios de arte contemporáneo, piensan que arte y educación son conceptos antagónicos, y que el énfasis sobre uno necesariamente limita la posibilidad del otro, de hecho he escuchado una y otra vez a los curadores decir que no es necesaria la mediación en los museos. Yo difiero de esta postura, me parece que tal y como lo expresó Luis Camnitzer al hablar sobre su proyecto de curaduría pedagógica para la Sexta Bienal de Mercosur, si se piensa en el arte como un ejercicio de comunicación entre un artista y su público, y no como una expresión unidireccional de verdades esenciales, entonces el énfasis sobre esa comunicación se convierte en una responsabilidad compartida entre el artista, el curador, 8 el museo, y el público. Esta responsabilidad compartida es la que intento problematizar a lo largo de este ensayo, al hacer una revisión acotada de la historia de la educación en museos de arte en la que se puede observar el desarrollo de los marcos de acción de las áreas a cargo de trabajar con los públicos, a través de la forma en que conceptualizan y designan sus funciones. En el capítulo uno, hago un breve recorrido histórico para ver la transformación de la idea enciclopédica con fines didácticos de los primeros Departamentos de Educación en los museos decimonónicos, pasando posteriormente a los Servicios Educativos de principios y mediados del siglo XX, para culminar con el desarrollo y profesionalización, a partir de la década de los setenta del siglo pasado, cuyo resultado son nuevas formas de Comunicación Educativa y Programas Públicos 1 . En el segundo capítulo, describo algunas de las posturas teóricas y pedagógicas que fueron tomadas como punto de partida en varios museos de arte en la ciudad de México para dar sustento asus programas educativos y replantear sus objetivos. En el capítulo tres, planteo una serie de reflexiones en torno al papel que desempeña el curador pedagógico mediante cuatro estudios de caso en los que se muestra desde dónde se puede trabajar para vincular a los públicos con los acervos culturales y generar nuevas audiencias, que lejos de ser receptoras pasivas de información, se conviertan en co-creadoras de significado. 1 Me parece interesante enfatizar cómo van cambiando los nombres para designar a la parte educativa del museo a través del tiempo. En un principio era un departamento cuyo objetivo era transmitir el conocimiento de un discurso lineal e historiográfico. Posteriormente se concibe como un servicio que trataba de satisfacer las nuevas necesidades de los diversos públicos (por edad, por discapacidad, por clase social, por nivel de estudio etc. ) Más adelante se deja de pensar en términos de ―servicio‖ y se da paso al concepto ―comunicación‖, con este término el museo se asume como una voz horizontal que establece diálogos con los visitantes. Por último el concepto de ―programas públicos‖ trata de democratizar el espacio del museo y convertirlo en un lugar de interacción social. 9 Para concluir, en el capítulo cuatro intento problematizar el término de ―curador pedagógico‖ a través de una reflexión acerca del cambio de perspectiva que se ha dado en los últimos años en la curaduría y en la producción artística, hacia una búsqueda de conceptos de educación que sean acordes con las necesidades actuales tanto de las instituciones museísticas como por parte de los públicos que las visitan. 10 11 1. Antecedentes: primeros planteamientos de educación en museos, casos paradigmáticos. 1.1. Victor d’Amico y los Servicios educativos en el MoMa. En su libro To Have and to Hold. An intimate History of Collectors and Collecting 2 , Philipp Blom hace un recuento de la historia del coleccionismo y el origen de los primeros museos, habla sobre los cambios que hubo cuando las colecciones se vieron influenciadas por el pensamiento ilustrado del siglo XVIII y positivista del XIX, surgiendo así la necesidad de catalogar, describir y preservar, dando pie a un coleccionismo más especializado con nuevos sistemas de clasificación bajo la lupa del método científico. El siglo XIX vio la llegada de los primeros museos públicos con fines educativos, Blom ubica al Museo del Louvre como ejemplo del cambio en el que se empieza a establecer una relación entre exhibición y esfera pública; el museo se convierte en una especie de catálogo de intereses políticos que valida a la nueva clase dirigente. La transición entre lo íntimo y privado del coleccionismo aristócrata del siglo XVIII a lo público posterior a la Revolución Francesa, se dio acompañado de un reordenamiento en la forma de coleccionar y de exhibir. En el Louvre las obras se organizaban con una metodología precisa, por géneros, temas y posteriormente de forma cronológica. Los nuevos Estados necesitaban historia y validación oficial, buscaban establecer su propia 2 Philipp Blom, To Have and to Hold. An intimate History of Collectors and Collecting, The Overlook Press, Woodstock-New York, 2002. 12 genealogía, como los coleccionistas que donaban sus colecciones o abrían sus propios museos. Personajes como Dominique Vivan Denon, nombrado por Napoleón Bonaparte director general de los museos de Francia, son el vivo ejemplo de esta nueva mentalidad. Durante un corto período el Museo del Louvre se convirtió en el gran proyecto de museo ideal hasta que la Batalla de Waterloo se encargó de dispersar sus colecciones. Poco a poco durante el siglo XIX, los museos se volvieron un asunto de Estado, jugaban un papel importante en la formación de una nación y los coleccionistas adquirieron un nuevo tipo de poder. A principios del siglo XX, norteamericanos millonarios como J.P. Morgan, William Randolph Hearst, Henry Clay Frick y los Rockefeller, que buscaban adquirir un lugar de reconocido prestigio social y cultural reconocido en el viejo continente, comienzan a formar importantes colecciones, que posteriormente dieron origen a algunos de los museos más importantes de Norte América, como el Museo de Arte Moderno (MoMA) en Nueva York. Alrededor de 1906, algunos museos vieron la necesidad de ofrecer algún tipo de guía en las salas, en un boletín del Museum of Fine Arts (MFA, Museo de Bellas Artes) de Boston, apareció el artículo en el que se enfatiza esta necesidad de crear vínculos con los visitantes: Se ha propuesto a los miembros del Consejo considerar el nombramiento permanente de una o más personas de inteligencia y educación que puedan actuar como intermediarios entre los curadores y las muchas personas que con gusto recibirían instrucción entrenada en nuestras salas. A través de estos ―docentes‖, como se ha propuesto llamarles, los jefes de los departamentos podrían instruir a un número mucho mayor de personas de las que sería posible acompañar por las salas 3 . 3 Walter Muir Whitehill, Museum of Fine Arts Boston: A Centennial History, Cambridge, The Belknap Press of Harvard University Press, 1970, p.293. 13 Con el paso del tiempo, el papel educativo del museo se fue transformando y especializando. Un caso paradigmático por la inclusión de teorías pedagógicas para fundamentar sus programas públicos fue el del Museum of Modern Art (MoMA, Museo de Arte Moderno de Nueva York) en la década de los treinta. El MoMA abrió sus puertas en 1929. Para 1932, al percibir la importancia de vincular a los visitantes con el acervo, empezó a desarrollar programas educativos y en 1937, se formó el primer departamento de servicios educativos nombrando a Victor d’Amico (1904-1987) como su director. Este hombre fue un gran visionario que concebía al museo como un laboratorio, fue de los primeros en usar teorías de pedagogos como Jean Piaget y John Dewey para aplicarlas en el ámbito museístico. D’Amico seguía la línea ideológica del director fundador del museo, Alfred H. Barr Jr., quien estableció la misión educativa del MoMA en 1944: ―Ayudar a los visitantes a disfrutar, entender y utilizar las artes visuales de nuestro tiempo‖ 4 . Bajo la óptica de Barr, la misión del museo era ―educativa‖ en un sentido mucho más amplio y menos académico. D’Amico basaba su pensamiento pedagógico en la premisa de que arte y educación debían ser sensibles a la vida moderna y tener un impacto en ella. En el volumen 19 del boletín del Museo de Arte Moderno 5 , escribió que el rol educativo del museo era apoyar a las escuelas ofreciendo un espacio para la experimentación, para explorar nuevas formas y técnicas de enseñanza y aprendizaje y que una vez que las escuelas u organizaciones adoptaran ésta práctica, el museo debía terminar con esa actividad. Para él, utilizar como recurso las obras originales del museo, y la experiencia 4 Susan P. Hudson, Robert Ryman: Used Paint, MIT Press, Cambridge, MA, 2009. p.42. Barr concebía al museo como un laboratorio en cuyos experimentos se invitaba al público a participar. 5, ―Creative Art for children, Young people, adults, schools‖, The Bulletin of The Museum of Modern Art, Vol 19, No.1 The Department of Education, Museum of Modern Art, New York, 1951, p.p.2-20. 14 del personal, generaban un espacio experimental para el desarrollo de prácticas de enseñanza creativas. En este sentido,todos sus programas eran experimentales. Entre 1937 y 1951, se creó el People’s Art Center, que ofrecía más de 77 clases opcionales de arte para estudiantes de primaria, secundaria y adultos. El objetivo de este Centro era desarrollar la creatividad individual y una sensibilización hacia el trabajo artesanal y de diseño. Victor d’Amico con Nelson Rockefeller en 1951. El museo recibía alrededor de 500 niños y 300 adultos por semana. Así mismo se creó un espacio llamado Young People’s Gallery cuyo objetivo era proveer un espacio para niños en un museo para adultos. En este espacio se buscaba comunicar las ideas y actividades del departamento de educación y crear el ambiente adecuado para que maestros, padres de familia y público en general experimentara con nuevas formas de educación a través del arte bajo ciertas premisas basadas en teorías pedagógicas y psicológicas de la época que afirmaban que para que existiera un desarrollo creativo, era necesario preparar un ambiente adecuado y visualmente atractivo para exponer a los niños al arte moderno. Otro factor muy importante era la concepción del juego como 15 fuente de orientación para el aprendizaje creativo del niño porque estimulaba su imaginación y le brindaba la oportunidad de asumir roles de adulto que por lo general le eran negados en la vida real. Este espacio operaba ofreciendo distintas experiencias a los visitantes: En primera instancia, había un área de exhibición con juguetes, pinturas y esculturas realizadas por artistas modernos, como esculturas que los niños podían tocar y trepar o una máquina que proyectaba diapositivas a color de la colección de pintura del museo cuando los niños presionaban un botón. Un aparato especialmente ingenioso y popular entre los visitantes, funcionaba como una especie de piano: cuando los niños tocaban el teclado y presionaban los pedales, aparecían patrones abstractos de distintos colores en una pantalla, esto ayudaba a los niños a inventar y a entender diseños abstractos y a entender las obras del museo desde su parte procesual y no solo como un producto terminado en el que hay que encontrar un sentido o significación unívocos. Posteriormente había otro espacio en donde el visitante encontraba caballetes, pinturas y materiales de todo tipo para hacer su propia creación. Al centro había una mesa en donde se podía hacer collage o esculturas. La idea era que después de pasar por un espacio de sensibilización, el proceso creativo iba a estar impregnado del aprendizaje recién adquirido. 16 Disposición espacial de mesas de trabajo en los talleres en la Young People’s Gallery y panfleto publicitario de los programas que se ofrecían en el MoMa. The Museum of Modern Art Archives, PA, INS # 247-16 En 1952, d’Amico fue más allá de las puertas del Museo y presentó un proyecto para la televisión que se llamaba Through the enchanted gate (A través de la puerta encantada), este proyecto consistió en una serie de programas dirigidos a niños de 3 a 10 años, que buscaba involucrar a las familias para conocer obras del MoMA, y de esta manera tener no solamente una experiencia estética, sino de expresión creativa. El set para el programa era un ambiente preparado muy al estilo Montessori, con mesas redondas y material al centro. Los niños pasaban al espacio a través de una ―puerta encantada‖ en forma de silueta humana, se sentaban alrededor de las mesas y observaban una obra de arte que era presentada por d’Amico o por algún facilitador. Luego los niños hablaban sobre la obra de arte y posteriormente, con los materiales que estaban en las mesas, hacían su propia obra, al final hablaban sobre lo que habían creado. D’Amico entendía la importancia de los padres en el desarrollo del proceso creativo de los niños, por lo cual se dirigía a ellos varias veces durante el programa. Rara vez mencionaba a los 17 autores de las obras de arte que presentaba, para él lo más importante era la experiencia del público frente a la obra, le gustaba más hablar de la obra en sí y del proceso y tipo de experiencia que se había llevado a cabo. Para ayudar a las familias a participara de una forma más directa, d’Amico ideó una serie de cuadernillos de trabajo con fotografías de las obras de arte que habían visto en el programa, y actividades que las familias podían hacer en su casa, estas publicaciones se repartían al terminar el programa o se mandaban por correo a las familias interesadas. Niños trabajando en los talleres organizados por Victor d’Amico y portada de una de las publicaciones que hablaban de cómo vincular a los niños con las obras de arte. The Museum of Modern Art Archives, PA, "MoMA Activities, Young People’s Gallery‖, 1940. The Museum of Modern Art Archives, Early Museum History, III.8.b Durante los treinta años que Victor d’Amico dirigió el departamento de educación, del Museo de Arte Moderno, hubo grandes proyectos como llevar el arte a escuelas y a espacios marginados, y además se generaron publicaciones y materiales didácticos. D’Amico siempre tomó en cuenta a los públicos y procuró que tuvieran experiencias que les fueran significativas y que ayudaran a desarrollar una mente creativa. 18 Ejemplo de materiales que d’Amico diseñaba para llevar el arte del MoMa a escuelas, constaba de diapositivas, discos y fichas de trabajo. The Museum of Modern Art Archives, PA, Teaching Materials for N.Y.C. Public High Schools [MoMA Exh. #412, June 7-July 20, 1949] II.A.24. Para concluir, las décadas de los treinta, cuarenta y cincuenta, fueron de gran importancia en el desarrollo de la educación en museos ya que estos comenzaron a reflejar ideas progresistas 6 que derivaron en una mejor práctica para el desarrollo creativo y la participación de los visitantes. 6 En la pedagogía progresista había una tensión permanente entre la teoría y la praxis (los planteamientos abstractos de naturaleza utópica y la "aplicabilidad"), de modo que ninguna de las experiencias educativas se consideraba definitiva, sino perpetuamente inacabada, siempre en desarrollo, vital, participativa, democrática, colaborativa, activa y motivadora. http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa http://es.wikipedia.org/wiki/Praxis http://es.wikipedia.org/wiki/Ut%C3%B3pica http://es.wikipedia.org/wiki/Motivaci%C3%B3n 19 1.2. Servicios educativos en los museos mexicanos. Del mismo modo en que en Norteamérica se fue gestando un proyecto educativo al interior de los museos, en México también hubo un importante desarrollo en la forma de concebir las colecciones como herramientas didácticas. El Museo Nacional inaugurado en 1825 por Guadalupe Victoria fue el primero en México en tener como uno de sus objetivos principales la función educativa. Ésta se fue consolidando conforme se afianzaba un programa educativo en el ámbito nacional durante el siglo XIX con una visión enciclopédica, en la que se veía al museo como un apoyo idóneo para educación que se impartía en las escuelas. Cabe destacar que los cambios en la forma de concebir la función de los contenidos del museo comenzó a darse de forma sistemática hacia la primera mitad del siglo XIX cuando la paz del país permitió que se cimentara un sistema educativo nacional que abarcaba todos los niveles de enseñanza. Es importante mencionar que justo en este período histórico, hay una enorme influencia de pedagogos que abogaban por un sistema educativo basado en el aprendizaje a través de la estimulación de los sentidos. En 1875 apareció uno de los principales libros pedagógicos de la época: La instrucción pública en México, de José Díaz Covarrubias 7 , ministro de instrucción durante el gobierno deSebastián Lerdo de Tejada, en el que el autor dice que solo a través del método objetivo se puede asegurar una buena enseñanza, ya que el conocimiento del mundo material se adquiere por los sentidos, y por tanto, la percepción es el primer paso de la inteligencia. 7 José Díaz Covarrubias, La instrucción pública en México: Estado que guardan las instrucción primaria, la secundaria y la profesional en la república. Imp. Del Gob. en Palacio, a cargo de José M. Sandoval, México,1875, 218 p. 20 Estas nuevas ideas pedagógicas se ven claramente reflejadas a nivel nacional y gracias a iniciativas como las promulgadas en el Congreso Higiénico Pedagógico de 1882 8 , en el que se recomienda ampliamente la utilización de objetos originales dentro de las aulas, con la idea de que verlos y palparlos, facilitaba la comprensión de las cosas. Con el tiempo estas ideas derivaron en la creación de museos escolares. Ignacio Ramírez ―El Nigromante‖, aconsejaba en su Libros Rudimental y Progresivo para la Enseñanza Primaria a los preceptores : ―…en cuanto al método de enseñanza práctica, que procedan consagrando un tiempo prolongado a cada lección; que sobre cada una de las proposiciones prodiguen los ejemplos y los experimentos; y que se rodeen de toda clase de objetos, así naturales, como artísticos y científicos: en nuestro concepto, una escuela debe ser un pequeño museo‖ 9 . Debido al desmedido crecimiento de sus colecciones, en 1909, el Museo Nacional dividió sus acervos dando pie a la creación del Museo Nacional de Historia Natural para las colecciones científicas y el Museo Nacional de Historia, Arqueología y Etnografía 8 Ernesto Aréchiga Córdoba, ―Educación, propaganda o ―dictadura sanitaria‖, estrategias discursivas de higiene y salubridad públicas en el México Posrevolucionario, 1917-1945‖, En revista electrónica Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, no.33, enero-junio, 2007, p.59. http://www.ejournal.unam.mx/ehm33/index.html, consultado el 18 de febrero de 2013.Como resultado de la labor emprendida por los ministros Díaz Covarrubias y Pérez de Tagle en materia educativa, el consejo superior de salubridad convocó en enero de 1882 a un congreso higiénico pedagógico para estudiar y revisar los problemas teóricos y prácticos de la educación. En éste congreso se abordaron cuestiones como las condiciones higiénicas indispensables que debía poseer una casa destinada a operar como escuela, el modelo de mobiliario escolar idóneo, las características que tendrían los libros o los útiles, a fin de que no se altere la salud de los niños, el método de enseñanza que daría mejores resultados sin comprometer la salud de los niños, la distribución de los trabajadores escolares, en atención a las edades de los educandos, los ejercicios que deberían practicarse para favorecer el desarrollo corporal de estos y las precauciones que deberían tenerse en cuenta para evitar la transmisión de enfermedades en las primarias. 9 Ignacio Ramírez, Libros rudimental y progresivo para la enseñanza primaria, publicado por la Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, México, 1884, p.67. Esta era una obra destinada a los niños que estudiaban en escuelas municipales. El objetivo fue introducir, las reformas educativas que reclamaba la educación elemental para responder a las necesidades de la época. Se incluyeron temas elementales de física, biología (los cinco sentidos, las sensaciones), aritmética, lenguaje (entre ellos los alfabetos italiano, francés, inglés, alemán, signos de puntuación, las palabras). El método propuesto se basarían en observaciones experimentales, planteamiento de preguntas y resolución de problemas. http://www.ejournal.unam.mx/ehm33/index.html 21 para las colecciones históricas. Por otra parte, durante el período postrevolucionario en el siglo XX, el museo comenzó a verse no solo como espacio informativo si no como agente de comunicación y enseñanza, por tal motivo, poco a poco comenzaron a generarse programas que tomando los acervos del museo bajo la óptica de colección didáctica, se enfocaron a públicos cada vez más amplios. La forma en la que se fueron desenvolviendo los programas de enseñanza a todos los niveles, dio como resultado que en las instituciones educativas los objetos formaran parte sustancial de sus procesos de aprendizaje, mientras que en los museos de historia, ciencia y arte, las piezas desempeñaban un papel complementario a los contenidos curriculares. Ya en el siglo XX, Lázaro Cárdenas en la década de los treinta, descentraliza los museos, fue así como se fundó el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec donde se generaron los primeros Servicios Educativos bajo la dirección de la maestra Luz María Frutos. Fue ella quien formó un grupo con cincuenta maestros comisionados de la Secretaría de Educación Pública para organizar visitas guiadas en los diferentes museos de la ciudad 10 . Durante la gestión del presidente Adolfo López Mateos, se construyó el primer edificio ex profeso para museo: El Museo Nacional de Antropología. Inaugurado en 1964, éste fue el primero en disponer de un espacio destinado especialmente para los Servicios Educativos. Este departamento se dio a la tarea de elaborar diversos programas para atender a niños y jóvenes, que consistían principalmente en visitas guiadas para grupos escolares, talleres y materiales didácticos relacionados con su acervo como 10 Marcia Larios y Nuria Sadurni, Servicios Educativos en el Museo de San Carlos, 1992-1994. Tesis para obtener el título de licenciadas en Historia del Arte, México, Universidad Iberoamericana 1996. 22 audiovisuales, juegos, reproducciones de obras para ser tocadas por invidentes y público en general. Otra innovación de este Museo fue una sala subterránea conocida como ―Sala de orientación‖, donde los visitantes podían observar maquetas con luz y sonido que mostraban la fisonomía original de las construcciones y monumentos arqueológicos. En cuanto a museos de arte, el nacimiento del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en 1946, respondió al proyecto alemanista para reorganizar a fondo la rama de Bellas Artes que, con diversos nombres, venía funcionando adscrita a la Secretaría de Educación Pública. Iniciadas las actividades del INBA se consideró prioritaria la creación de un Museo Nacional de Artes Plásticas, éste fue finalmente inaugurado el 18 de septiembre de 1947 con sede en el Palacio de Bellas Artes, su acervo estuvo conformado principalmente con las colecciones de las Galerías de la Antigua Academia de San Carlos. En 1968 se funda el Museo Nacional de San Carlos en el antiguo Palacio del Conde de Buenavista, es en este museo en donde se gestan los primeros servicios educativos. El arquitecto Felipe Lacouture 11 , entonces Jefe de Artes Plásticas del INBA y director del museo, incorpora a sus políticas los postulados de la Nueva Museología 12 . Esta corriente, hacía del usuario el centro del acontecer museal y propiciaba su 11 Graciela De la Torre. ―La Educación en los Museos de Arte: Recuento de experiencias y perspectivas actuales‖ en Gaceta de Museos, no.26, 2002. México, INHA, p.27 12 La nueva museología mundial tuvo su origen en dos importantes reuniones del ICOM, la de1971 cuando se llevó a cabo la IX Conferencia Internacional en Greinoble, Francia, donde se conceptuó lo que hoy conocemos como Ecomuseo. La otra importante reunión se realizó en 1972 en Santiago de Chile, en donde se acordó desarrollar experiencias guiadas por el concepto de "Museo Integral". Dos importantes museólogos participaron en ambas reuniones, Huguesde Varine -Bohan, francés y, Mario Vázquez Ruvalcaba, mexicano. En la Mesa Redonda de Santiago de Chile se puso de manifiesto que, "la función básica de los museos es ubicar al público dentro de su mundo para que tome conciencia de su problemática como hombre-individuo y hombre-social, de tal manera que la recuperación del patrimonio deberá, ante todo,cumplirunafunciónsocial." En México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia inicia varios proyectos experimentales en los años setenta, con el objetivo fundamental cumplir con los compromisos acordados en Santiago de Chile. Vease Felipe. Lacouture, "Resoluciones de la Mesa Redonda sobre el Papel y el Desarrollo de los Museos en el Mundo Contemporáneo" en Gaceta de Museos, México, no. 11, 1998, INAH, p. 71 23 participación en la construcción de la institución. Enfatizaba que el público no sólo debía ser recibido, sino que el museo tenia responsabilidad de educarlo, conocerlo, hacerlo ―hablar‖ y tomarle parecer; que las exhibiciones no debían ser fruto del interés personal o conocimiento de un solo museógrafo, sino estar sustentadas en guiones ―científicos‖ producto del trabajo de investigación; y finalmente, que el personal a cargo de la institución museística debería ser un profesional, de preferencia historiador del arte. Bajo los preceptos de esta Nueva Museología , se gestan los primeros Servicios Educativos en el Museo Nacional de San Carlos con Graciela de la Torre a su cargo. Esta época fue muy importante ya que marcó la pauta para otros museos del país. En palabras de la propia Graciela de la Torre: Se generaron métodos y estrategias para la educación , apreciación y expresión artísticas, particularmente infantil, se formularon programas para atender a públicos con capacidades diferentes (niños de la calle, síndrome de Down, ciegos…) y se iniciaron estudios de publico que iban mas allá de la demografía. Hacia finales de los ochenta Lacouture comenzó sistematizar teóricamente las funciones que abarcaban sus distintas iniciativas y comenzó diseñar sus famosos ―binomios‖ , que habrían de reflejarse en estructuras organizacionales mas acordes a los nuevos tiempos y proyectos que los profesionales debían generar: Coleccionar y conservar, Estudiar y documentar, Exhibir y educar, Difundir y evaluar 13 . Para la década de los ochenta, ya con Graciela de la Torre como directora del Museo Nacional de San Carlos, se empezaron a desarrollar distintos programas y se comenzó a capacitar al personal del departamento de servicios educativos. Para llevar esta profesionalización a cabo, de la Torre se asesoró con pedagogos y especialistas como el maestro José Gordillo quien había propuesto diversas teorías y realizado importantes 13 Expresado en una conferencia que se llevó a cabo en septiembre de 2010 en el auditorio del Museo Universitario de Arte Contemporáneo en Ciudad Universitaria México D.F. 24 proyectos sobre la evolución de la personalidad creadora y el desarrollo de la inteligencia infantil a través de juegos, dibujos, pintura, teatro, etc. Tanto el Museo Nacional de San Carlos, como el Museo Nacional de Arte que posteriormente estuvo también bajo la dirección de Graciela de la Torre, fueron pioneros en desarrollar actividades para diversos públicos como talleres, exposiciones, publicaciones especializadas, cedularios con distintos niveles de interpretación, y salas didácticas. Uno de los programas más exitosos del Museo Nacional de San Carlos era el ―Taller de Arte en Vacaciones‖ en el que se revisaba un período de la historia del arte abarcando todas las manifestaciones artísticas y vida cotidiana. Al terminar, se montaba una exposición en las salas temporales del museo. Foto: Nuria Sadurni. Otro proyecto muy importante en el ámbito educativo de los museos de arte fue el que desarrolló en los años ochenta Graciela Schmilchuck en el Museo de Arte Moderno con motivo de la exposición del escultor inglés Henry Moore, donde a través de visitas 25 guiadas y espectáculos de carácter participativo, se motivaba a los visitantes (niños y adultos) a tocar, sentir e involucrarse con las piezas. Las visitas guiadas trataron de favorecer la comprensión y el disfrute de las obras por medio de la percepción sensorial. Una vez lograda, se integraba la información del papel de Henry Moore en el campo escultórico y su ubicación dentro de la historia del arte 14 . El Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de San Carlos, el Museo Nacional de Arte y el Museo de Arte Moderno fueron los primeros en preocuparse por desarrollar programas educativos con un sustento teórico, pedagógico y por profesionalizar a su personal. En la década de los noventa hubo un cambio importante en la forma de concebir la educación en museos y el papel de los visitantes debido a la influencia de varias metodologías que se estaban aplicando en museos norteamericanos. Estas metodologías fueron un parte aguas sobretodo en los museos de arte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ya que varios directores de los departamentos de educación comenzaron a vincularse con los encargados de Servicios Educativos de algunos de los principales museos de Estados Unidos, y a aplicar en sus programas las nuevas estrategias. 14 Néstor García Canclini et.al, ―Henry Moore o las barreras del Arte Contemporáneo‖ en El público como propuesta, Centro Nacional de Investigación y Documentación de Artes Plásticas, Instituto Nacional de Bellas Artes. México,1987, pp.103-113. 26 1.3. Introducción de metodologías norteamericanas a la praxis en México en la década de los noventa del siglo XX. A principios de los años noventa los museos mexicanos entraron en contacto con varios modelos norteamericanos que se estaban utilizando principalmente en museos de arte 15 . Hubo una notable influencia sobretodo de la teoría que había revolucionado la forma de vincular a los públicos con los contenidos de las exhibiciones: Visual Thinking Curriculum 16 . Estas estrategias de pensamiento visual proponen un método para la enseñanza basado en la observación, que mejora el pensamiento crítico y las habilidades del lenguaje a través de discusiones frente a obras de arte. Durante muchos años, este método que utiliza preguntas para lograr la participación activa del público se utilizó en prácticamente todos los museos del Instituto Nacional de Bellas Artes en la ciudad de México y en algunos museos de provincia, como receta de cocina. Los creadores de este método: Abigail Housen y Phillip Yenawine, plantean que cualquier persona puede ver y hablar sobre lo que observa en una obra de arte, pero que dependiendo de su cultura visual y experiencias cotidianas, se relaciona con las imágenes de manera distinta. En base a esto, elaboraron una serie de categorías, cada una con preguntas específicas para trabajar con el observador frente a la imagen. Este método, se utilizó por más de una década, lo cual tuvo como beneficio visitas menos tradicionales, ejercicios sensoriales, juegos de imaginación frente a las obras, preguntas de final abierto en las que se estimulaba a los visitantes a buscar una variedad 15 Vease Anexo 1. 16 El VTC está basado en el trabajo de más de 20 años de la psicóloga cognitiva Abigail Housen en colaboración con Phillip Yenawine, quien dirigió los departamentos de educación del MoMA, el Metropolitan y el Art Institute de Chicago. 27 de respuestas con base a sus propias experiencias e información. Por otro lado, todas las metodologías que surgieron en años posteriores, entre ellas, Abriendo Puertas (siguiendo los postulados de las inteligencias múltiplesde Howard Gardner 17 ) y Enseñanza para la Comprensión (siguiendo los postulados de David Perkins 18 ) desarrolladas por Project Zero 19 ; que contaban con investigaciones muy serias y una sólida base teórica, no han hecho sino sofisticar cada vez más el sistema de preguntas que ya había planteado en su momento el VTS. En la última década, se ha empezado a cuestionar si las estrategias con preguntas pre-diseñadas, son válidas y si no sería mejor permitir que las preguntas salgan de los propios visitantes. Investigadores y educadores de arte en museos como Rika Burnham y Elliot Kai-kee han desarrollado, más que una metodología, una filosofía en la que plantean que el aprendizaje se da a través de una experiencia profunda frente a la obra de arte y consideran que las buenas preguntas son las que surgen de la exploración, del descubrimiento personal, de la interpretación que surge cuando existe un discurso dialéctico compartido en un ambiente de tolerancia y respeto que al final genera una construcción colectiva de conocimiento 20 . En este sentido el tipo de experiencia que 17 En este postulado, Gardner plantea un modelo en el que la inteligencia no es vista como algo unitario que agrupa diferentes capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. Gardner define la inteligencia como la "capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas". 18 Perkins ha desarrollado su labor en terrenos como el razonamiento, la resolución de problemas y la enseñanza de habilidades del pensamiento. 19 Project Zero es un proyecto de investigación sobre educación que tiene como base la Universidad de Harvard cuya misión es comprender y promover el aprendizaje y pensamiento creativo. El proyecto comenzó en 1967 y se ha enfocado en el estudio de los procesos cognitivos. Como características podemos señalar que siempre ponen al individuo en el centro del proceso educativo y respetan sus procesos. El proyecto fue fundado por el filósofo Nelson Goodman. David Perkins y Howard Gardner han sido co- directores e investigadores de planta de Proyect Zero. 20 Rika Burnham trabajó durante 25 años en el departamento de educación del Metropolitan Museum en N.Y. desarrollando estrategias para generar experiencias con los visitantes durante su estancia en el museo, su trabajo está más enfocado a la observación cualitativa y reflexión personal frente a las obras, para esto ha retomado muchos de los conceptos de John Dewey sobre la experiencia estética así como varias de las 28 buscan fomentar en el visitante podría compararse a lo que el psicólogo Mihalyi Csikzentmihalyi 21 define como flow o flujo, un estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa. Todo el ser está envuelto en esta actividad, y la persona utiliza sus destrezas y habilidades llevándolas hasta el extremo. La persona está en flujo cuando se encuentra completamente absorta en una actividad durante la cual pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción. Casi cualquier clase de actividad puede producir un estado de fluidez con tal de que se den los elementos relevantes. Para Csikzentmihalyi, es posible mejorar la calidad de la visita al museo si nos aseguramos de que haya objetivos claros y a la altura de las oportunidades de acción que se plantean como parte de la experiencia de los públicos. A raíz del conocimiento de estas metodologías y de las nuevas formas de plantear la educación en museos, se vio la necesidad de profesionalizar ésta área mediante el estudio de teorías pedagógicas que ayudaran a entender de qué forma se aprende a aprender para así generar programas que tuvieran un sólido sustento teórico que pudiera ser evaluado para dar seguimiento y permanencia a las experiencias exitosas. Es así como los departamentos de Servicios Educativos, empiezan a integrar a especialistas en educación en sus equipos de trabajo. Algunas de las teorías que tuvieron más impacto en programas públicos en el ámbito museístico mexicano, se describen en el siguiente capítulo. ideas de la filósofa Maxine Green. Actualmente dirige los proyectos de educación de la Frick Collection en Nueva York. Elliot Kai-Kee ha colaborado con ella durante la última década, actualmente trabaja en el departamento de educación del Museo Getty en Los Ángeles, California. 21 M. Csikzentmihalyi, Flow: The psychology of optimal experience, Harper Collins, New York, 1990. 29 2. Posturas teóricas y pedagógicas retomadas en los museos. Pensando en los objetivos y tipo de experiencias participativas que se buscaba generar en los visitantes de los museos de arte, los postulados teóricos que se tomaron como punto de partida tenían que ver con pedagogías de tipo progresista y constructivista. En este capítulo haré mención de algunas de las teorías que influyeron en mi trabajo al diseñar exposiciones, experiencias y textos para distintos museos de arte y que en general son las posturas que han aplicado en gran parte de los museos 22 en la ciudad de México y en Estados Unidos desde los ochenta hasta la fecha. Uno de los teóricos más retomado para la praxis educativa desde la década de los noventa del siglo pasado ha sido John Dewey debido al énfasis que hace en varios de sus escritos sobre la importancia de la experiencia estética. 2.1. John Dewey y el concepto de experiencia significativa. El filósofo norteamericano John Dewey (1859-1952) fue uno de los fundadores de la filosofía del pragmatismo en la primera mitad del siglo XX, que sostenía que sólo en el debate entre organismos dotados de inteligencia con el ambiente que los rodeaba, las teorías y datos adquirían significado. Rechazaba la existencia de verdades absolutas, las ideas para él, eran provisionales y estaban sujetas al cambio constante. 22 Desde 1992 y hasta el 2008, participé casi de forma ininterrumpida en congresos de Arte y Educación en México y Estados Unidos, sobretodo en NAEA (National Art Education Association) Todas estas teorías eran revisadas y se generaban continuos debates acerca de su aplicación en la praxis al interior de los museos. 30 La filosofía del pragmatismo fue un antecedente importante para las teorías que él desarrolló posteriormente en el campo de la Pedagogía Progresista 23 . En su libro El arte como experiencia, plantea que el museo es un espacio importante de aprendizaje e interpretación 24 . Este texto en especial adquirió gran importancia en la década de los noventa del siglo pasado en museos de arte norteamericanos y mexicanos, ya que a pesar de haber sido escrito en 1934, plantea la necesidad de una teoría de la experiencia y analiza cómo las experiencias con el arte se diferencian de las experiencias ordinarias: en las primeras hay una sensación de unidad e integración acompañada de sentimientos de gozo y satisfacción. Para él, ―la experiencia‖ es aquella que posee una integración, que incluye un momento de anticipación (un aspecto inmediato) y otro de culminación (que sin embargo no termina, si no que pervive en experiencias posteriores. Es necesario promover experiencias en el presente que vivan fructífera y creativamente en las experiencias subsiguientes. Dewey propone varios criterios para definir la experiencia, dice que un requisito fundamental es que debe tener continuidad: Todaexperiencia recoge algo de lo que ha pasado antes y modifica en algún modo la cualidad de lo que viene después. Cada experiencia es una fuerza en movimiento que no entra simplemente en una persona, penetra en ella, la permea. Toda experiencia es un juego recíproco entre dos condiciones: Las condiciones objetivas (lo externo, lo regulable, la estructuración social), y las condiciones internas del individuo. Esto da como consecuencia una 23 Este movimiento criticaba la educación tradicional a la que acusaba de formalismo, autoritarismo, de fomentar la competitividad y de constituir una mera transmisión de conocimientos mediante la memorización, pasiva para el alumno y ajena a sus intereses. Proponían en cambio, una educación práctica, vital, participativa, democrática, colaborativa, activa, y motivadora. 24 John Dewey, El arte como experiencia, Fondo de Cultura Económica, México1949, pags. 34-51. 31 interacción en la que un individuo pasa de una situación a otra, su mundo, su ambiente, se amplía o se contrae 25 . La continuidad y la interacción en su unión activa, recíproca, dan la medida de la significación y valor a una experiencia. Dewey pensaba que las obras de arte brindaban esta oportunidad. Lo fundamental era generar experiencias que prepararan a una persona para experiencias posteriores de una calidad más profunda y expansiva. En base a estas teorías de Dewey, en los museos se empezó a trabajar modificando los guiones de visitas guiadas tradicionales para propiciar en cambio visitas en las que se privilegiara la observación detallada y detenida de las obras para posteriormente invitar a los visitantes a compartir sus observaciones y hablar de sus experiencias, la idea era que al tener una experiencia tan significativa, los públicos saldrían motivados para volver al museo una y otra vez. Con el tiempo en los museos se vio que no era suficiente generar experiencias, si no que estas pudieran socializarse para generar comunidades de aprendizaje durante los recorridos. En este sentido, las propuestas de Museo Constructivista de George Hein, resultaban un complemento ideal para desarrollar aún más el potencial de interacción y apropiación de contenidos. 2.2. George Hein y el concepto de museo constructivista. El profesor George Hein es investigador y autor de varios libros y artículos sobre educación en museos y estudios de públicos, para él, el concepto del museo como institución educativa importante se remonta a la idea del museo público, de hecho ambas nociones están ligadas, ya que la educación está estrechamente relacionada con el cambio 25 Ibid pags.80-89. 32 social y las responsabilidades sociales. Hein se cuestiona si dicha responsabilidad es otra de las muchas tareas de los museos o si es una parte integral de la función educativa del museo : ―¿Abordar las cuestiones sociales es un aspecto necesario de la razón de ser de un museo o es una responsabilidad que algunos museos pueden optar por incluir o simplemente ignorar?‖ 26 . Para él, los museos son instituciones educativas necesarias y la educación progresiva es el modo educativo que les corresponde. No son instituciones que siguen un programa lineal, ni son parte de un sistema formal que conduce a grados y certificaciones. En cambio, los museos son lugares en los que (con la excepción de algunos programas específicos) los visitantes son libres de producir sus propios significados y de elegir lo que desean aprender. Además, los museos se especializan en el aprendizaje a través de los objetos, a diferencia del aprendizaje centrado en el lenguaje. Estos atributos se asocian a la educación progresiva, un enfoque que valora al aprendiz y su capacidad de producir significado por encima de los programas didácticos que intentan llevar un contenido específico. Por tanto, si se reconoce que la educación es una responsabilidad fundamental de los museos y si los museos reconocen sus orígenes progresistas, entonces también deben aceptar su responsabilidad de trabajar para construir y fomentar una sociedad democrática y participativa. Para Hein, el constructivismo 27 es una pedagogía apropiada para los museos porque 26 George Hein, ―La responsabilidad social de los museos‖ en Ana Margarita Hernández (ed.) La aportación educativa de los museos a la sociedad, Memorias del Simposio Internacional de Educación en Museos, 13-14 de mayo de 2009 Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Museo de Arte de Ponce, Fundación Luis A. Ferré, Ponce,2010. Pags. 26-39 27 El constructivismo es una corriente pedagógica que postula la necesidad de entregar al alumno herramientas (generar andamiajes) que le permitan crear sus propios procedimientos para resolver una situación problemática, lo cual implica que sus ideas se modifiquen y siga aprendiendo. Los principales http://es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa http://es.wikipedia.org/wiki/Alumno 33 reconoce la inevitabilidad de que las personas produzcan sus propios significados. Sus partidarios proveen entornos ricos y abiertos, apoyan la interacción con materiales y contextos sociales y hacen que los estudiantes interactúen con elementos que les resultan familiares. Estas prácticas también son compatibles al interior del museo. La propuesta de un museo constructivista va en el sentido de diseñar espacios y exhibiciones que ofrezcan múltiples lecturas en donde los visitantes construyen su propio significado, el proceso de adquirir nuevos conocimientos es en sí un acto constructivo. Los visitantes hacen sus propias conexiones y aprenden de diversas formas. La idea de un museo con éstas características es hacerlo más accesible a la comunidad y concebirlo como un espacio único y diferente para el aprendizaje 28 . Con las teorías sobre la experiencia de Dewey, y el énfasis en la interacción y construcción de conocimiento colectivo de Hein, los departamentos de educación de los museos adquirieron nuevas y mejores herramientas para implementar en sus programas, pero aún quedaba un punto importante en el que los museos debían poner mayor atención: el vínculo con las escuelas y los maestros. Para esto se tomaron como punto de partida las teorías del especialista en educación artística Elliot Eisner. 2.3. Elliot Eisner: Teorías y prácticas de educación artística. representantes de esta corriente fueron Jean Piaget y Lev Vigotsky. Piaget se centra en cómo se construye el conocimiento partiendo desde la interacción con el medio. Por el contrario, Vygotski se centra en cómo el medio social permite una reconstrucción interna. 28 George Hein en su conferencia ―El Museo Constructivista‖, en el Tercer Encuentro Nacional de Interpretación. Octubre 2007, Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey N.L. 34 Eisner ha dedicado gran parte de su vida a defender la enseñanza de las artes en las escuelas y a proponerlas como modelo para enseñar las materias que suelen considerarse académicas. Afirma que una lección que enseñan las artes es que puede haber más de una respuesta a una pregunta y más de una solución a un problema. En las artes, la diversidad y la variabilidad ocupan un lugar central, y esto ayuda a desarrollar habilidades de pensamiento no lineales basadas en la sensibilidad, la percepción y la creatividad. Para Eisner la interpretación del arte ayuda a integrar, a ordenar lo que no tiene reglas, a formar un tipo de inteligencia cualitativa, esto es opuesto a la racionalidad de los sistemas de educación tradicionales que tienen la necesidad de controlar, predeciry medir. Eisner propone cinco formas cualitativas de inteligencia fundadas en el arte: 1.Integración de pensamiento y sentimiento, es decir, observar los procesos más que los resultados. 2.Propósitos flexibles, un replanteamiento constante de metas en base a la experiencia. 3.El contenido y la forma son inseparables, los valores que se transmiten y la forma en que se enseñan van de la mano. 4.Las fronteras de nuestro conocimiento no están definidas por los límites del lenguaje, sabemos más de lo que podemos decir. 5.La relación entre el pensamiento y el material. Cada material impone sus demandas, para usarlo correctamente, tenemos que aprender a pensar en sus propios términos, es decir, en el proceso desarrollamos formas distintas de pensamiento29. Eisner aboga por una cultura escolar (aplicable en museos) que de mayor importancia a: La exploración versus la información, a la sorpresa versus el control, a lo distintivo versus lo estandarizado, a lo metafórico versus lo literal, a la interpretación versus la medición, a lo imaginativo versus lo ficticio o fáctico y a la calidad versus la velocidad de llegar a una meta. 29 Elliot Eisner, ―Qué puede aprender la educación de las artes‖ en Miradas del arte desde la educación, Cuadernos, biblioteca para la actualización del maestro, SEP, México, 2003, pags. 15-36. 35 Segun Eisner las experiencias ayudan a desarrollar destrezas y por lo tanto no debemos permitir que la categorización reemplace a la exploración, ni el reconocimiento a la percepción. Tenemos que usar todo, porque la experiencia antecede al concepto. Todas estas ideas fueron muy útiles para reestructurar el orden en el que se organizaban los recorridos y visitas guiadas en museos, por ejemplo, en el Museo Nacional de Arte (MUNAL), el Museo Nacional de San Carlos y el Museo Tamayo, entre otros, se impartieron cursos de capacitación al personal de Servicios Educativos para que se promoviera entre los visitantes, el que primero observaran detenidamente las obras y posteriormente se leyera la información. Los públicos no solo empezaron a ser tomados en cuenta en un sentido mucho más participativo, si no que las instituciones se dieron cuenta de que era necesario empezar a realizar evaluaciones serias de quiénes eran sus audiencias. Textos de algunos autores especializados en estudios de público, empezaron a ser consultados, uno de los escritos más retomado en museos de arte mexicanos fue ―El modelo contextual de aprendizaje‖ que se describe ampliamente en el siguiente apartado. 2.4. John Falk y Lynn Dierking: el modelo conceptual de aprendizaje. De 1992 al 2000, John Falk y Lynn Dierking realizaron estudios de público en museos y a partir de sus observaciones crearon el Modelo Contextual de Aprendizaje, Contextual Model of Learning (CML) 30 , llegando a las siguientes conclusiones: El aprendizaje es un diálogo, una unión de realidades internas y externas, el museo es un espacio único y diferente a todos los demás a donde el público va porque quiere y por lo tanto el 30 John H Falk, Lynn D. Dierking, The Museum Experience, Whalesback Books, Washington DC 1992, pags.1-7. 36 aprendizaje es auto motivado, por selección libre (Free learning). Este tipo de aprendizaje tiende a no ser lineal e incluye ciertas preferencias respecto a qué es lo que el visitante quiere aprender y cómo lo hace. En este sentido, todo aprendizaje es un diálogo entre el individuo y el ambiente. No es una experiencia abstracta que puede ser aislada, es una experiencia orgánica que se construye con el tiempo en tres contextos: Personal, físico y sociocultural. En el Contexto Personal, el aprendizaje se construye en base a motivaciones e intereses personales, el nuevo conocimiento se construye sobre una base de experiencias y conocimientos previos, y el aprendizaje es auto motivado. Pensando en este contexto, los puntos que el museo tendría que tomar en cuenta son si el público tiene el control y la decisión de su visita, cuáles son las motivaciones y expectativas del público y cómo podemos tomarlas en cuenta para construir nuevas experiencias. En cuanto al Contexto Físico, el aprendizaje no ocurre aislado del objeto, se relaciona con el espacio, incluye sonidos, olores, imágenes etc... que impactan en forma directa la experiencia vivida. El aprendizaje se construye a través del tiempo adentro de cada uno de los contextos, en este espectro temporal, el significado es construido y reconstruido. Para lograr esto en el museo, se tendría que tomar en cuenta la orientación y organización de las exhibiciones, tener recorridos claros, espacios de descanso, no saturar al público de estímulos. La gente por lo general entiende al museo como un todo, es decir, casi nunca distingue exposiciones temporales de las exposiciones permanentes. Por otra parte, en el Contexto Sociocultural, el aprendizaje está ligado al contexto histórico y cultural en el cual ocurre, por lo tanto es una experiencia tanto individual 37 como grupal. En este sentido, es importante pensar si las exhibiciones del museo requieren mediación profesional. Los planteamientos de Falk y Dierking han generado nuevas líneas de trabajo en museos provocando que los departamentos de educación se replanteen objetivos y se pregunten por qué una persona decide ir a un museo y cuáles son los factores que tienen un efecto en el aprendizaje una vez que esa persona se encuentra ahí. Al presentar exhibiciones y programas innovadores, los museos y otras instituciones culturales tratan de satisfacer los crecientes intereses y necesidades de los adultos, niños y familias que prefieren el aprendizaje por selección libre, brindando apoyo a estas comunidades dentro y fuera de sus instalaciones. También buscan establecer relaciones con nuevos públicos, comunidades y familias que por tradición no han utilizado sus instituciones para satisfacer sus necesidades de aprendizaje 31 . Dentro de esta nueva visión de conocer mejor a los públicos y su forma de apropiarse de los espacios mediante la experiencia, hubo dos educadores de museos norteamericanos, Rika Burnham y Elliot Kai-kee, que cuestionaron en la década del 2000, si las metodologías por medio de preguntas que se habían venido utilizando en los museos de arte, y los resultados que arrojaban tantos estudios de públicos, estaban realmente generando experiencias significativas en los visitantes. La influencia de los postulados de orden mas bien filosófico de estos educadores, hicieron que muchos, (incluida la que escribe) se replantearan su práctica educativa. 31 John H. Falk, capítulo 11 ―Institutional Value and Accountability‖ en Identity and the Museum visitor experience, Left Coast Press, Inc, California, 2009, pags.244-245. 38 2.5. Rika Burnham y Elliot Kai-kee: el concepto de interpretación como experiencia en el museo. En el 2007, Rika Burnham y Elliot Kai-kee vinieron a México para trabajar durante una semana con los encargados de departamentos de Servicios Educativos de 10 museos de arte, ciencia e historia, entre ellos: el Museo Nacional de San Carlos, El Museo Estudio Diego Rivera, El Museo de Arte Moderno, El Museo Nacional de Arte, el Museo Universitario de Ciencias y Artes, El Museo de la luz, y el Museo Nacional de Historia. Este proyecto fue una iniciativa del Instituto Nacional de Bellas Artes, de la mano de una empresa privada que se llamaba Cubo Negro y fue financiado en su mayoría por la Embajada de Estados Unidos. El planteamiento era generar una serie de reflexiones en torno a la enseñanza dentro de los museos de arte para definir en qué consistíauna buena práctica docente proponiendo la experiencia estética como punto de partida para generar diálogos interpretativos compartidos en los grupos de visitantes. Burnham y Kai.Kee están convencidos de que los visitantes a los museos pueden tener experiencias profundas y particulares con las obras de arte si se les brinda la oportunidad, el tiempo, y la guía que precisan. Una buena enseñanza ayuda a los públicos a establecer puntos de encuentro para involucrarse con las obras y entenderlas, crea las condiciones para mirar, ver, pensar y discurrir de forma compartida. En palabras de Rika Burnham: Nuestro enfoque se basa en la premisa de que nuestros visitantes, como dice Maxine Greene, siempre acuden con sus ―vidas vividas‖ al estudio de las obras de arte, y que las preguntas que formulan son justo aquellas cuyas respuestas necesitan con mayor urgencia. Les extendemos una invitación abierta a conversar frente a las obras, con la esperanza de 39 que nuestros diálogos den pie a reflexiones de valor duradero, ricas y de carácter personal, sobre aquello que han visto 32 . Para Kai-Kee, la enseñanza en el museo de arte comparte con la hermenéutica de Gadamer 33 la premisa básica de que la conversación y el diálogo son el fundamento de la comprensión y la interpretación. Por tanto, en las galerías del museo, invita a las personas a participar en un diálogo abierto con él, entre sí, y sobretodo con la obra como parte de una indagación cuya meta es encontrar los términos adecuados para expresar lo que sienten, observan y quieren saber sobre la obra de arte. En el juego del diálogo, la obra se revela. Para Burnham y Kai-kee, cuando expresamos en palabras lo que vemos y entendemos, en un proceso interminable de preguntas y respuestas, creamos un lenguaje común para explorar una obra que jamás se agota, jamás llega a vaciarse, ninguna obra de arte se dirige siempre a nosotros de la misma forma, cada diálogo requiere abrirse a la posibilidad de nuevos significados y nuevas interpretaciones. 32 Rika Burnham y Elliot Kai-Kee, La Enseñanza en el museo de arte, la interpretación como experiencia, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura/ Museo Nacional de San Carlos, México 2002, p.2. 33 En palabras de Gadamer ―El encuentro con una gran obra de arte, siempre ha sido como una conversación fructífera‖ Hans George Gadamer, ―Philosophy and literature‖ en Man and World: An international Philosophic Review 18, 1985, p.250, citado en David Vessey, ―Gadamer and the Body Across Dialogical Contexts‖ Philosophy Today 44, suplemento 2000, pags.70-77. 40 41 3. Reflexiones sobre la curaduría pedagógica : Análisis de casos. En este capítulo me interesa hacer una reflexión acerca de lo que sucede actualmente en la práctica educativa en museos y el momento en el que la figura de ―curador pedagógico‖ o ―curador educativo‖ se inserta en el contexto de los museos de arte. También hago una revisión de cuatro casos, uno en Europa, dos en Latinoamérica y uno en Estados Unidos, con la intensión de analizar cómo se va transformando el concepto de educación y de qué manera se va sustentando la idea de que los museos deben ser espacios más democráticos y donde los públicos puedan tener más participación. 3.1. Luis Camnitzer y su postura pedagógica en la Sexta bienal de Mercosur. En la sexta Bienal de Mercosur llevada a cabo en 2007 en Brasil, el artista Luis Camnitzer introdujo por primera vez el término ―Curaduría Pedagógica‖ 34 , en éste ámbito. Sus propuestas educativas tuvieron un fuerte impacto y generaron cambios significativos en la forma de concebir la relación de los públicos con el arte. A raíz de esta transformación, se empezaron a gestar varios proyectos, entre ellos el de curaduría ―Colección Vecinal‖ aplicado en la 7ª Bienal de Mercosur en comunidades que hasta ese momento habían estado fuera de los circuitos del arte. Me parece interesante hacer un análisis de cómo ocurre esta transformación, ya que es bien sabido que el formato ―bienal‖ funciona como un marco referencial en el que se compite nacional e individualmente, y en donde se estimulan las posiciones relativas de los artistas en el 34 Luis Camnitzer, ―Introducción‖ en Educación para el Arte/Arte para la Educación, Fundación Bienal de Artes Visuales de Mercosur, Porto Alegre, 2009, p.177. 42 mercado. Es paradójico entonces, que la Bienal de Mercosur, saliera de esa configuración y decidiera concentrarse en la función educativa del arte por encima de la idea de una competencia mercantil. Por primera vez, una bienal de arte internacional trató de trascender su propia vocación expositiva para transformarse en un instrumento dedicado a la transformación cultural, que subrayaba la relación entre el artista y el público, para captar al visitante en el proceso creativo y rescatar al arte como una metodología del conocimiento. La Bienal de Mercosur es joven comparada con otras más establecidas, empezó en 1996, y surge como resultado de varias iniciativas desarrolladas principalmente en Porto Alegre, capital del estado brasileño de Rio Grande do Sul, destinadas a dar visibilidad al arte Latinoamericano. Cuenta con la participación de varias Instituciones públicas y privadas que ofrecen sus espacios para albergar las muestras. El modelo de las primeras cinco Bienales de Mercosur fue el mismo de todas las bienales tradicionales. Se contrataba a un curador que con un equipo de colaboradores seleccionaba gran parte de las obras, generaba el discurso curatorial y se ocupaba de la distribución de las piezas en el espacio. Posteriormente se adjuntaba un programa de extensión cultural con la intención de ―educar‖ al público lo más posible en términos de la apreciación del arte (había que convencer a los visitantes de que las obras elegidas y expuestas habían sido una buena decisión curatorial). Para la Sexta Bienal, el curador Gabriel Pérez-Barreiro decidió proponer un cambio de premisas; más que enfocarse en la obra misma, se propuso comenzar un proceso que permitiera una mayor interactividad con el público, en este contexto, Luis Camnitzer se convirtió en el primer curador pedagógico en una bienal de arte y aclaró: 43 ―El curador pedagógico es alguien que no influye en la selección de artistas. Es alguien que actúa como un embajador del público y observa el evento con los ojos del visitante. (…) Es quien facilita que el espectador pueda ejercer la crítica de arte en lugar del consumo pasivo‖ 35 . En este contexto, la Fundación Bienal de Mercosur, decidió en el 2007 que una de sus metas debía ser que el contenido de la muestra fuera un instrumento para estimular el diálogo entre las propuestas artísticas contemporáneas y la ciudadanía, generando un proyecto de acción educativa continua, con acciones a largo plazo y de carácter permanente. Así fue como la Bienal de Mercosur empezó a aparecer en el mapa como ―bienal pedagógica‖ 36 . Las primeras preguntas que se planteó Camnitzer junto con su equipo de colaboradores fueron: ¿Qué pasaría si se invierten algunas premisas? ¿Qué beneficios, si es que existen, le trae al público la información anecdótica sobre las obras y los artistas? ¿Cómo se puede crear una distancia crítica en un público que no tiene experiencia con obras de arte? ¿Cómo se puede atravesar la barrera del gusto en la apreciación del arte? ¿Cómo se puede compartir el proceso de creación que precede a la obra de arte con el espectador? ¿Cómo se puede trabajar con una multiplicidad de públicos simultáneamente, cuando el artista generalmente se dirige solamente a uno de ellos?36 Ibid, p.178 44 ―Queremos que el acento de la muestra no esté en exhibir la inteligencia del artista sino en estimular la inteligencia del visitante. Esta tarea, a su vez, estimula mucho más nuestra inteligencia como artistas de lo que podría lograrlo el narcisismo tradicional‖37. Tras varias sesiones de discusión y de investigación sobre cuáles habían sido las críticas que se habían hecho respecto a bienales anteriores, y qué críticas existían con respecto a las nuevas propuestas, se tomaron varias decisiones: En primera instancia se trabajó con el personal que iba a estar en contacto con los visitantes con la intención de que más que ser los típicos mediadores, se prepararan para pensar con el público. Además, se enfatizó la importancia de la especulación artística por encima de los datos, proponiendo la obra de arte como una solución a un problema, para lograr esto, se crearon estaciones pedagógicas: lugares de intercambio de información relacionada a los artistas participantes y sus obras. La idea era que el visitante tratara de entender el problema planteado por el artista y pudiera dejar comentarios con propuestas útiles tanto para el artista como para el siguiente visitante. Se diseñaron espacios para descansar y fomentar 37 Ibid p.177 45 la conversación a lo largo de los recorridos de la Bienal. Es importante resaltar que La Bienal le dedicó prácticamente un 10% de su superficie a la actividad educativa, creó un centro educacional con talleres, salones y biblioteca. Se diseñó un sitio en Internet de información e intercambio y se organizaron salones de chateo con los curadores y los artistas para que los visitantes pudieran discutir con ellos en tiempo real. Se mandaron equipos de preparación a las escuelas aledañas para presentar la Bienal en sesiones de un día entero para que los estudiantes tuvieran un contexto de historia del arte contemporáneo y para discutir metodologías referentes a los procesos de creación presentes en la Bienal. Tanto los visitantes como profesores, artistas y estudiantes, podían discutir y trabajar en relación a lo que acababan de ver, y exponer los resultados en los talleres. Con varios meses de antelación, se enviaron a las escuelas ejercicios problematizando obras de arte que se iban a exponer en la Bienal, con la intensión de que los estudiantes 46 pudieran ejercer la crítica de arte en lugar del consumo pasivo, y que al visitar la muestra pudieran ver el arte ―con otros ojos‖ 38 . De todo este proceso me parece muy interesante que Camnitzer y su equipo, realmente se ocuparon de crear y ajustar los procesos de retroalimentación para vincular al visitante con el contenido de la Bienal, porque en palabras del propio Camnitzer: ―Dar por sentado que los códigos del arte contemporáneo son obvios y compartidos, sería un acto clasista y arrogante‖ 39 . Lo importante aquí es que esta situación creó, al mismo tiempo, posiciones y oportunidades nuevas, tuvo una repercusión concreta en el público y sirvió como plataforma para nuevos proyectos como los que mencionaré más adelante. A raíz de las reflexiones generadas por toda esta experiencia, la Fundación Bienal de Mercosur, organizó un simposio paralelo a la muestra con los temas: Arte para educación/Educación para arte; Público para el arte; y Educación comunitaria. Entre los ponentes invitados había varios curadores como Bruce Ferguson quien tiene una tradición de curaduría de exposiciones que han tratado de ser ―interrogativas‖ en lugar de ―expositivas‖ y artistas como Anton Vidokle 40 , curador del proyecto Manifesta 6. Éste último hizo énfasis en la importancia de tomar en cuenta al espectador, comentó que su compromiso, así como el de la mayor parte de sus colegas, y probablemente, de todo el circuito artístico contemporáneo en el que operan, es con un tipo de práctica artística que tiene que ver con la idea con la idea de que una obra de arte tiene representación y puede 38 Ibid, p.178-181 39 Toda la información acerca del proyecto curatorial de Camnitzer en Mercosur, fue tomada de documentos consultados en la Fundación Patricia Phelps de Cisneros que dirige actualmente Gabriel Pérez Barrerio, así como de conversaciones que tuve con Camnitzer en octubre del 2010 y en Octubre de 2012. 40 Anton Vidokle, ―Art without artists?‖ en la revista e-flux #16, de Mayo del 2010, el artista hace una interesante reflexión acerca del papel del espectador y del curador como agente de transformación social. 47 transformar la sociedad, así mismo menciona que en el amplio proyecto de las bienales, algo se ha perdido, y esto tiene que ver con la desaparición del público. Vidokle habló de la importancia de ofrecer al espectador la posibilidad de apropiarse de una situación, y de generar un compromiso productivo al problematizar los papeles tradicionales de institución, curador, artista y público, para abrir la posibilidad de que el público comprometido sea reavivado y que la modalidad de la práctica crítica de arte pueda ser preservada 41 . En su libro El Arte como experiencia, John Dewey describe lo que considero que debería suceder en las instituciones que exponen obras de arte: lograr que el público que las visita tenga una experiencia enriquecedora, motivadora de curiosidad, que genere diálogos que puedan ser compartidos, que promuevan el descubrimiento, en pocas palabras: una experiencia significativa y distinta a la que se puede tener en otro tipo de espacio 42 . Desde mi punto de vista, una de las aportaciones más importantes de la Bienal de Mercosur y de las discusiones que se generaron en el simposio fue la eliminación de la idea de que arte y educación son conceptos totalmente independientes, y que el énfasis sobre uno necesariamente limita la posibilidad del otro. Si se piensa en el arte como un ejercicio de comunicación entre un artista y su público, y no como una expresión unidireccional de verdades esenciales, entonces el énfasis sobre esa comunicación se convierte en una responsabilidad compartida entre el artista, el curador, el educador, y el público. Con el arte se hacen conexiones, se formulan y solucionan problemas, el 41 Anton Vidokle, ―De la exposición a la escuela: anotaciones de la Unitednationsplaza ‖ en Educación para el Arte/Arte para la Educación, Fundación Bienal de Artes Visuales de Mercosur, Porto Alegre, 2009, pags.196-198. 42 John Dewey, Art as an experience, New Haven and London, Yale University Press: 1998. 48 aprendizaje se da a través de una experiencia profunda frente a la obra y las buenas preguntas son las que surgen de la exploración, del descubrimiento personal, de la interpretación que emerge cuando existe un discurso dialéctico compartido en un ambiente de tolerancia y respeto que al final genera una construcción colectiva de conocimiento. Esto fue precisamente lo que Camnitzer buscó generar. Visitantes recorriendo la Bienal frente a un muro en el que se explica el Proyecto Pedagógico. Otra aportación importante de la Sexta emisión de la Bienal de Mercosur fue la documentación y elaboración de materiales 43 para visitantes, y para el proyecto de las escuelas arriba mencionado, ya que no sólo sirvieron para desarrollar proyectos paralelos en ese momento, sino que repercutieron en proyectos posteriores como el de curaduría colectiva ―Colección Vecinal‖ que surgió durante la 7ª Bienal 44 en el 2009. 43 Todo el material del proyecto educativo se puede descargar en la siguiente dirección: http://www.bienalmercosul.org.br/novo/arquivos/material_pedagogico/1186001360.pdf 44 La
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