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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS LOS BUITRES DE MEDICINA. UNA TRADICIÓN DE FÚTBOL AMERICANO UNIVERSITARIO Y SANGRE GALENA. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE HISTORIA P R E S E N T A XAVIER AROCHI ARENAS DIRECTOR DE TESIS LIC. RICARDO GAMBOA RAMÍREZ CIUDAD UNIVERSITARIA, CD.MX., 2016. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 Para Tania y Amaru, luces que todos los días iluminan mi vida. Y en memoria de aquellos Buitres que ya no están… 2 AGRADECIMIENTOS La presente tesis es sin duda la combinación de dos pasiones en mi vida, el fútbol americano y la historia. Claro está que ambas cosas han forjado mi camino, pero sobre todo me han dotado de experiencias y grandes satisfacciones, es mí historia y mi sueño. Quisiera agradecer por esto a mi esposa Tania, porque ella logró con su empeño, con su fuerza, con su paciencia, pero sobre todo con su amor, a que yo pudiera cerrar este ciclo y que estas dos pasiones resultaran en LA TESIS. Gracias corazón por tu ejemplo y decirme, siempre siempre, las palabras correctas; pero sobre todo por recordarme que la zona final: el touchdown se logra a partir del trabajo constante, el esfuerzo y la dedicación. Por ello estoy infinitamente agradecido. A mis papás, les agradezco por el amor que me han brindado toda la vida, por alentarme a ser mejor cada día y por mostrarme que todo es posible disfrutando y haciendo las cosas con pasión y alegría. De ti papá tengo la pasión y de ti mamá la alegría. De ambos el amor. Muchas gracias. Para mis hermanas, Cesy, Anna y MariFer, quisiera agradecerles que, a la distancia, sus palabras, pensamientos, consejos y amor siempre llegaron y están en mí muy presentes y por ello cercanos. De ti Cesy agradezco el entusiasmo y la reflexión, el saber que el éxito está en uno y que es fácil conseguirlo; de ti Anna agradezco tu entereza y la valentía para enfrentar la adversidad: existe el éxito si superamos los obstáculos; y de ti MariFer, ya me toca decirte colega, agradezco el consejo, la guía, el ejemplo para adaptarse al cambio y continuar triunfando, además agradezco infinitamente la pasión compartida por el fútbol y la historia. A las tres todo mi cariño y muchas gracias. También quiero agradecer a Herácleo por compartir ya tantos años en la familia y siempre contar con su apoyo, la plática reflexiva sobre cómo cambiar el mundo y lograr la meta de los 42.195 km juntos. Para mis adorados sobrinos: Jerónimo, Renata, Luciano, Valentina y Leonardo, para ustedes un infinito cariño y todo mi amor. Son inspiración, renovación y vida. 3 Gracias familia por apoyarme y recordarme lo importante que es cerrar ciclos, terminar cosas para abrir nuevas puertas y vivir grandes experiencias. Los amo mucho. Quiero agradecer a mi asesor Ricardo por su interés, por el apoyo incondicional y la comprensión durante todo este trayecto. Gracias por recibirme, guiarme en el trabajo y recordarme que lo mío estaba en escudriñar la historia del fútbol americano, así tenía que terminar. Te estoy muy agradecido y ahora a seguir adelante. A mis sinodales, Dr. Álvaro Matute y Juan Manuel Romero muchas gracias por leerme, y conocerme a la distancia. Agradezco sus comentarios y el interés por motivarme a trabajar. Al Dr. Moisés Álvarez le agradezco que haya aceptado leer y compartir esta tesis, sabiendo que es el principio de un trabajo mucho más grande para todos los Buitres de Medicina y por lo que seguiremos juntos compartiendo nuestro amor por el equipo. Dr. Moisés le agradezco por creer en mí y lograr junto conmigo un triunfo más, así como los que logramos en el campo de juego. Por último, de los sinodales, agradezco a Gerardo Orellana por ser parte de este proceso y que a pesar del tiempo estuvo atento y comprometido conmigo y este trabajo. Además, reconozco su esfuerzo, mi admiración a su trabajo y la gran amistad y cercanía de ya muchos años. Un agradecimiento especial, por el apoyo brindado, las facilidades y la ayuda para obtener gran parte del material documental del periódico Esto, para la Mtra. María Vázquez Torres Vicepresidente y Subdirectora General de Fundación M.V.R.O.E.M.A.C. (Mario Vázquez Raña Organización Editorial Mexicana, A.C.). Por supuesto no puedo dejar de mencionar a Jorge Carenzo, Juan Carlos “Piraña”, Ricardo “Conejo” y Alejandro “Chiva” por su compañía y tantos años de vivir la experiencia del fútbol americano en la U.N.A.M. Agradezco que todo esto que compartimos y vivimos nos hay hecho hermanos. También son una inspiración para mí y el recuerdo de que nada tiene límites, pues con el trabajo en equipo y dando el segundo esfuerzo todo es posible. Los quiero mucho. 4 Para Adalberto Loyola Sánchez un profundo agradecimiento porque fue quien me hizo partícipe del equipo de Medicina en el 2002, y que gracias a su confianza, amistad y hermandad logró que esto pudiera ser una realidad. Y por supuesto, esta tesis está dedicada a todos los Buitres de Medicina. A cada uno de los jugadores, coaches y aficionados que desde 1943 y luego en la década de los setentas con el Coach Alfonso Lozada (QPD) resurgieron para engrandecer al equipo, así como mi más profundo agradecimiento a los que, más recientemente a partir del año 2002, conformaron el equipo y con su entrega y compromiso recuperaron la esencia y crearon una tradición y mística más como los grandes equipos de la Universidad. A todos y cada uno de ustedes, que son muchos, mi verdadero reconocimiento por que fueron y son los protagonistas de esta historia. Agradezco infinitamente a la Universidad Nacional Autónoma de México, mi segunda casa y el lugar que no solo académicamente me ha formado, sino también el lugar donde viví, aprendí y sentí la tradición y la inmensidad del deporte más grande y apasionante: el fútbol americano. 5 INDICE AGRADECIMIENTOS .......................................................................................................... 2 INDICE ................................................................................................................................... 5 CAPÍTULO 1. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN ............................................................ 6 1.1 Antecedentes. ........................................................................................................... 6 1.2 Planteamiento del Problema. ................................................................................... 8 1.3 Objetivos. ............................................................................................................... 10 1.4 Justificación. .......................................................................................................... 10 1.5 Métodos y materiales. ............................................................................................ 12 CAPÍTULO 2. EL FÚTBOL AMERICANO EN MÉXICO Y LA PRENSA DEPORTIVA ..............................................................................................................................................15 2.1. El fútbol americano. ................................................................................................... 15 2.1.1 Características: el juego y las reglas. ......................................................................... 15 2.1.2 Origen. ....................................................................................................................... 22 2.1.3 El fútbol americano en México ................................................................................. 26 2.2. La prensa deportiva. ................................................................................................... 37 2.2.1 Características. .......................................................................................................... 37 2.2.2 Fuente de información histórica. Ventajas y desventajas. ....................................... 40 CAPÍTULO 3. BREVE HISTORIA DEL FÚTBOL AMERICANO EN LA FACULTAD DE MEDICINA. ......................................................................................................................... 44 Introducción. ..................................................................................................................... 44 3.1 Los orígenes: 1943. ........................................................................................... 44 3.2 Tradición y fuerza galena. 1944-1957 ................................................................... 48 3.3 Fin de una época. ................................................................................................. 117 CONCLUSIONES .............................................................................................................. 119 FUENTES DE CONSULTA. ............................................................................................. 121 ANEXOS ............................................................................................................................ 134 ANEXO 1. HISTORIA GRÁFICA DEL FÚTBOL AMERICANO EN LA FACULTAD DE MEDICINA (1943-1958). ........................................................................................ 134 ANEXO 2. TABLAS DE RESULTADOS ..................................................................... 178 6 CAPÍTULO 1. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN No caigas en la trampa de las excusas. Esfuérzate en realizar las correcciones necesarias y en formar en ti los hábitos que te permitan alcanzar tu meta. VINCE LOMBARDI 1.1 Antecedentes. El fútbol americano en México tiene muchos aficionados y otros tantos más lo practican a lo largo y ancho del territorio. Constituye uno de los deportes a nivel amateur que más aficionados tiene y que asisten a los estadios a ver los juegos, sin mencionar la enorme tradición e identidad que genera este deporte dentro de varias instituciones educativas del país. Esto último destacaría en función de su origen y su desarrollo, en particular la representada por la Universidad Nacional Autónoma de México quien juega un papel fundamental en el arraigo y proyección del deporte, sin dejar, por supuesto, de mencionar otras instituciones educativas y no educativas que resultaron ser muy importantes para la práctica del fútbol americano en nuestro país, como por ejemplo el Colegio Militar, las Escuelas Técnicas que dieron origen al representativo equipo del Instituto Politécnico Nacional, y por su parte los clubes como el CAM, siglas del Centro Atlético Mexicano, Piccolino y la Asociación de Jóvenes Cristianos, mejor conocido como el YMCA. Enfatizando la enorme afición que tiene el fútbol americano en nuestro país, en alguna ocasión Delmiro Bernal, destacado jugador de la Universidad y brillante entrenador de la Facultad de Química en los años sesenta y setentas, describió a este deporte como un -deporte de brutos, en donde los brutos no pueden jugar-, considerando no la brutalidad del deporte ni de quien lo practica, sino por la complejidad y esfuerzo que se requiere para jugarlo. Esto es que, aún bajo dicha complejidad, esfuerzo e inconvenientes, hoy en día México es un referente mundial después de los Estados Unidos en la práctica y en la afición, dejando con ello un legado enorme y profundo conforme transcurren los años. Pero ¿de dónde se origina esta creciente afición y la abundante práctica del fútbol americano? El papel que la prensa deportiva y las crónicas que de ella se derivan serán fundamentales y al mismo tiempo la tradición e identidad que se empieza a generar entre los jóvenes estudiantes. Dadas estas circunstancias de arraigo, historia y tradición, el fútbol americano en México, con más de 100 años de historia, representa una fuente inagotable de anécdotas, 7 mismas que podrían dar origen a muchos trabajos de investigación desde diferentes perspectivas y hacia sus distintas épocas, ligas y categorías. Sin embargo, esto se queda muy corto de ser una realidad hoy en día, pues dentro del ámbito académico el tema y el interés por desarrollarlo ha sido ignorado. De esta manera, la presente tesis manifiesta un recorrido, una interpretación y un compendio de lo que fuera la primera época del equipo de fútbol americano representativo de la Escuela de Medicina de la U.N.A.M., entre los años de 1943 y 1957, siendo este nuestro objeto de estudio. Por tanto, es el resultado de un esfuerzo, hasta ahora inédito, por dar una visión de las características, condiciones, desarrollo y resultados de quienes fueran los primeros representantes del emparrillado para los médicos universitarios y compitieran defendiendo el color blanco, oro y negro, forjando así la tradición de sangre galena convirtiéndose en sujetos de nuestra historia. A partir de esto, la presente tesis contempla tres capítulos y los anexos, estos últimos se caracterizan por presentar una visión gráfica de la historia del equipo de la Facultad de Medicina, recopila distintos momentos, acciones y lugares en los que se desarrolló la historia de los Galenos de Medicina entre los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. El primer capítulo plantea el marco teórico y los fundamentos de la presente investigación. Me permitió plantear los objetivos y justificar el trabajo, dejando claro los motivos y la importancia para futuros trabajos. Continúo con un segundo capítulo que ayudará a entender y ampliar la visión sobre la importancia del fútbol americano estudiantil en México, dando cuenta de sus características, reglas, orígenes y su desarrollo en México hasta la década de los años cincuenta; punto álgido y de esplendor, época de oro para este deporte considerándose y consolidándose como un deporte muy popular y de grandes masas entre la sociedad mexicana de aquellos tiempos. Destaco en este segundo capítulo la importancia de la prensa deportiva como principal fuente de investigación de este trabajo, asumiendo las ventajas y desventajas para el quehacer histórico y, fundamentalmente, para el objetivo de la presente tesis. Pues fue a partir de la crónica de los juegos en los diarios deportivos de la época y en especial del diario ESTO, que se logró reunir y conocer esta primera época del equipo representativo de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M. Es por ello y como último capítulo, se muestra una parte de la historia del fútbol americano de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Liga Intermedia, a través de uno de sus equipos, los llamados Galenos de la Facultad de Medicina. 8 En este tercer capítulo se detalla, a modo de crónica, las características y el desarrollo del equipo de la Facultad, en un contexto de la liga de Segunda Fuerza, la antesala para la Liga Mayor. Se describe la trayectoria del equipo tomando en consideración que los medios impresos de la época le dedicaban un espacio importante dentro de sus planas a seguir la temporada de la Liga Intermedia de fútbol americano y con elloel paso de la historia de los jóvenes protagonistas que defendieron los colores de Medicina. Como complemento, la expresión fotográfica plasmada en los diarios muestra un material y un recurso importante para la expresión histórica, pues al margen de ellas confirmamos y destacamos las acciones de los protagonistas. De esta forma, sin restarle importancia, como Anexo se recopiló el material que en el diario el Esto apareció mostrando al equipo representativo de la Facultad de Medicina, así como también de los medios electrónicos e impresos se pudieron obtener imágenes de los estadios y lugares donde se practicó el fútbol americano y con ello dar cuenta de manera visual la historia de éste deporte y los Galenos. 1.2 Planteamiento del Problema. Cabe destacar que lo que hoy en día se conoce sobre la historia del fútbol americano en nuestro país, publicado en medios impresos y electrónicos, hace referencia solamente a la categoría Mayor, la última dentro de la práctica de este deporte en nuestro país y la que compete a la rivalidad entre instituciones universitarias y a las hazañas de sus equipos, pero como ya anteriormente lo habíamos mencionado, sin una investigación académica formal y abundante. Siendo este el panorama del máximo circuito, ni se diga lo que representa definitivamente el estudio y la publicación de investigaciones sobre las categorías y equipos inferiores, pues prácticamente ha sido ignorado por quienes se han atrevido a publicar la historia de este deporte o se han quedado, tan solo, en expresiones vagas de anécdotas y referencias sin un seguimiento mayor y profundo que pueda dar cuenta de las condiciones, características y resultados de los que propiamente se convierten en los semilleros de grandes jugadores en los equipos de Liga Mayor. De este modo las condiciones actuales sobre la investigación y el estudio de la historia del fútbol americano en México carece de profundidad, pero sobre todo de un gran vacío con respecto a estas categorías inferiores, particularmente la Intermedia o Segunda Fuerza como se solía nombrar y conocer en aquellos años de la década de los cuarenta y cincuenta. 9 Es precisamente por ello que encontré una buena oportunidad para investigar y observar las condiciones, características y la forma de desarrollarse de dicha categoría, a partir del seguimiento puntual de uno de los equipos participantes durante aquellas décadas, y que, de paso cabría mencionar, resultará en un trabajo pionero en cuanto a la investigación de la categoría Intermedia y el primer paso para elaborar la historia del equipo Galeno de fútbol americano de manera formal. Probablemente la causa por la que no exista, formalmente, una historia de la categoría Intermedia y de sus equipos participantes sea, en primer lugar, por la gran cantidad de equipos que participaban; en segundo lugar, la representatividad de los equipos de Liga Mayor en las Instituciones Educativas y los clubes sobresale por ser la máxima categoría y dar a estas grandes logros y satisfacciones deportivas; y por último quizá pues solamente signifique, para quienes pasaron por ella, en un trampolín para la Liga Mayor y en simples anécdotas y experiencias que marcarían su trayectoria como jugadores de fútbol americano, y en donde no se ha tomado el tiempo necesario para escudriñar, para recopilar, ordenar y trabajar en formar la historia de cualquier equipo de la Liga Intermedia en México. Quizá sea Luis Amador Gama y su Historia Gráfica del fútbol americano en México, el que, de manera breve aluda a los orígenes y ciertas características de la Segunda Fuerza después convertida en Liga Intermedia; además de enfatizar sobre la importancia de las crónicas deportivas de los periódicos nacionales que tuvieron para la difusión y los pormenores de la práctica de este deporte, una vez formalizándose su práctica entre la juventud mexicana. De modo que se convierte en un referente destacado para el presente trabajo y aporta la idea de examinar en la prensa escrita lo relativo a esta categoría, y con ello tener información que nos permita describir las condiciones y las características de la liga intermedia, así como la participación y los resultados del equipo representativo de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M. Derivado de lo anterior el planteamiento principal del presente trabajo estaría manifestado por la siguiente pregunta: Desde la perspectiva de la prensa escrita, particularmente la crónica deportiva ¿Cómo se describía a la Liga Intermedia y su desarrolló entre los años de 1943 a 1957? Del mismo modo ¿cómo fue el desempeño del representativo de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M en dichos torneos? Sin dejar de lado que del presente planteamiento se deriva el interés por saber ¿cómo y en dónde se jugaba? y ¿quiénes lo practicaban y bajo qué condiciones? 10 1.3 Objetivos. Objetivo General. - Elaborar, basado en la crónica deportiva, una breve historia de las características y el desarrollo de la categoría intermedia del fútbol americano en México entre los periodos de 1943 y 1957, así como la participación en esta categoría del equipo representativo de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M. Objetivos específicos. a) Buscar y recopilar en la prensa deportiva nacional de los años 1943 a 1958, los artículos referentes a la Liga intermedia y en particular los referentes al equipo de Medicina. b) Elaborar un catálogo de los artículos encontrados en la prensa nacional que hagan referencia de la Liga Intermedia y en particular del equipo representativo de Medicina de la U.N.A.M. c) Recopilar del diario El Esto, las imágenes que hagan referencia del equipo representativo de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M. y que sirvan de apoyo gráfico para la tesis 1.4 Justificación. Dar cuenta de la historia de algo o de alguien significa agregarle un sentido práctico y real al presente, por ello la importancia de la historia y la razón por la que los seres humanos mantenemos una conciencia histórica, pues nuestro pasado trasciende en nuestro presente. Es por ello que recuperar, indagar y construir la historia del equipo de fútbol americano representativo de la Facultad de Medicina, los Galenos en su primera etapa, representa un valioso aporte. Agregarle ese sentido práctico que nos da la historia a los que hoy en día representan y conforman el equipo se convierte en un relevante objetivo para seguir trascendiendo e inspirando al éxito; y para aquellos quienes contribuyeron a construirla significa un agradecimiento y la razón de ser de un equipo representativo. Por ello y como algo inédito en el ámbito de la historia y de las actividades deportivas de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional y del fútbol americano en México, 11 la presente tesis servirá como referente y un compendio de historias, crónicas e imágenes, del equipo representativo de la Facultad en su primera época que va de 1943 a 1957, así como material de difusión del fútbol americano entre la comunidad médica y deportiva, además de exponer un fragmento, tan solo uno, de la larga e importante historia del fútbol americano dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los Buitres de Medicina. Una tradición de fútbol americano universitario y sangre galena como se titula el presente trabajo, tiene como finalidad el de incursionar en la historia de un equipo de fútbol americano de la Universidad, y en particular, el de la Facultad de Medicina, pues hasta ahora no existe una recopilación histórica del equipo o estudio que implique a la categoría Intermedia del fútbol americano en México, ya que lo que existe se enfoca específicamente a la categoría mayor. Bajo esta particular circunstancia y partiendo del hecho de abrir nuevas líneas de investigación para entender el desarrollo del fútbol americanoen nuestro país desde las categorías inferiores, el eje central del presente trabajo se basa en la recopilación e interpretación de la crónica deportiva que existente sobre el equipo de la Facultad de aquellos años, principalmente y como única fuente la del periódico El Esto y algunas más del diario La Afición que complementan el material, y con ello se elaborará una interpretación histórica del equipo, que da cuenta de sus protagonistas, su participación, experiencias e impacto en la afición y comunidad del fútbol americano, en particular dentro de la Liga Intermedia del Distrito Federal, en esta su primera etapa como equipo representativo de los universitarios. Añadido a esto y como complemento, también se destaca la recopilación de elementos gráficos, como la fotografía, que expresan por sí solos el contexto y momentos del equipo y la Liga Intermedia temporada tras temporada, con lo que de alguna forma se pueden tener presente las características, condiciones, equipos, resultados y demás elementos que hagan de esto una historia del equipo de la Facultad de Medicina entre 1943 a 1957 y la categoría Intermedia de fútbol americano en México. Cabe destacar que el presente trabajo representa un interés particular en función de haber sido partícipe del equipo como entrenador durante los años de 2002 al 2013, y como 12 historiador hacer hincapié a quienes forman parte del equipo hoy en día en conocer nuestros orígenes y vincularnos a ellos para fortalecer la identidad y la unión. Del mismo modo abordar y estudiar el tema del fútbol americano en México, un rubro muy poco estudiado y difundido de manera rigurosa en nuestro país, me abre la posibilidad de divulgar, dentro de la comunidad de la Facultad de Medicina y en el ámbito deportivo de la Universidad Nacional, la tradición e importancia de este gran equipo representativo pues, lo que hoy es una realidad como Buitres de Medicina, representa un equipo con mucha tradición e historias de esfuerzos, trabajo y convicción en cuyas filas han participado importantes jugadores y verdaderos médicos profesionistas universitarios que orgullosamente defendieron el color blanco, oro y negro. 1.5 Métodos y materiales. Me parece importante empezar aquí con lo que Enrique Florescano escribe en su libro La función social de la Historia respecto a la memoria e historia, pues define claramente el trabajo y el quehacer del historiador, al tiempo que incluye al cronista como elemento fundamental para el conocimiento de nuestro pasado. En la división del trabajo que se establece en cualquier sociedad organizada, corresponde al cronista y al historiador rescatar, recordar y transmitir el pasado […] el historiador participa en modelar la memoria colectiva de su tiempo, y al empeñarse en esa tarea se vuelve el almácigo memorioso de su comunidad, el conservador y difusor de la memoria del pueblo, el grupo o la nación.1 La presente tesis fue concebida, en primer lugar, a partir de haber podido conocer y entrevistar a quien fuera el primer entrenador en jefe del equipo de Medicina en 1943, el Dr. Hugo Ruiz de Chávez. Todo ello por el interés de conocer más sobre los orígenes del equipo representativo de la Facultad y podérselos transmitir, en aquel entonces, a los muchachos 1 Florescano, Enrique. La función social de la Historia. Fondo de Cultura Económica: México. 2012. (Breviarios, 576)., p. 237. 13 que participaban en el equipo y jugarían la temporada del Torneo Interfacultades del año 2006. Por circunstancias, entre ellas el fallecimiento del Doctor, ya no se pudo lograr un seguimiento recopilando información de primera mano entrevistando a los protagonistas de aquellos Galenos fundadores del equipo; pasando 6 años para volver a retomar aquella primera idea e interés de rescatar, transmitir y conservar aquellas anécdotas e historias de los primeros años del equipo de Medicina. La tarea, ya formalizándola, se centró en recabar toda aquella noticia que hablara sobre el equipo de Medicina en los diarios deportivos de la época estudiada, 1943-1957 como La Afición y el Esto, dos de los diarios deportivos más importantes y de gran circulación en la Ciudad de México y finalmente elaborando un fichero del diario el Esto. Las notas y crónicas que hablaran sobre la temporada de la Liga Intermedia y la participación del Medicina en los torneos, se ubicaron principalmente entre los meses de marzo a julio, siendo los días martes, viernes, sábados y domingos cuando más notas se encontraron. Fueron alrededor de 400 notas y crónicas las que se obtuvieron y se consultaron, en su mayoría del periódico el Esto, del Año II-1943 al Año XVII-1958. Del diario La Afición se consultaron los mismos meses de marzo a julio, Año XIII-1943 y Año XXVII-1957; mismas que se encontraron en los acervos de la Hemeroteca Nacional, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y una colección realmente completa, de donde además se obtuvo la mayor parte de las imágenes gráficas, que fue la Hemeroteca y Biblioteca Mario Vázquez Raña de la Organización Editorial Mexicana. Esta revisión y consulta de las crónicas y notas me permitió conocer el contexto y el desarrollo del equipo representativo de Medicina y con ello organizar una especie de cuadro cronológico, reconstruyendo temporada tras temporada. Sin duda mi labor, y en vista de mi objetivo, ya se guiaba por un criterio selectivo y exclusivo a mirar las notas y crónicas del Esto, puesto que una labor titánica, aunque reconozco que muy útil, hubiera sido la consulta en su totalidad de ambos diarios referidos 14 al ámbito deportivo y para el resultado de la presente investigación. Así, pues, no se desvió del esfuerzo interpretativo y la recopilación del material que refiere el presente trabajo, aunque si la idea inicial de tener distintas perspectivas, se modificarían. Una vez resuelta la situación de las fuentes, tomando el criterio y seleccionando lo que incluiría mis notas y ficheros, apoyado en otros estudios sobre el fútbol americano en México y la prensa como fuente de información histórica, redacté el resultado de mis indagaciones y cada uno de los capítulos que responderían a mis preguntas formuladas. Con ello, la forma de exposición del trabajo es expresamente narrativa, tal vez inclinado a una crónica muy repetitiva de la experiencia del equipo, sin embargo, esta se ve complementada y sustentada con el rigor crítico hacia la principal fuente utilizada, la prensa deportiva y su valor informativo a la vez que sus limitaciones para la narración histórica, tal vez consideradas y señaladas por el doctor Álvaro Matute como narraciones literarias2. Circunstancias de las cuales estoy consciente y que, de ser posible, se solucionaran en un futuro próximo con la entrevista oral a los protagonistas, la imagen fotográfica como fuente y una narración histórica mucho más apegada a la estilística historiográfica y el rigor disciplinario. Pero me parece importante destacar, que el rastreo sistemático de la información periodística, me permitió dar con materiales relevantes para el conocimiento del equipo, como ejemplo, todos los resultados, una que otra estrategia de juego, el entusiasmo y la preparación para cada encuentro, los jugadores destacados o los incidentes de un partido fuera de la cancha, entre otros tantos datos que reviven el momento. Por lo tanto, podemos considerar que la prensa, ofrece al historiador un recurso y un registro de la vida cotidiana y, “son pocos los trabajos que intentan vincular los periódicos con su momento y explicar sus devenires en relación con los acontecimientos sociales, políticos o culturales”3. Para finalizar este apartado, retomo la importancia de lo escrito por Florescano resaltando la labor del cronistay el historiador, considerando ambas partes como principal l 2 Matute Aguirre, Álvaro. “Crónica: Historia o Literatura”, en Historia Mexicana, núm. 184, El Colegio de México, México, abril-junio de 1997, pp. 711-722. 3 Palacio Montiel, Celia del; "La prensa como objeto de estudio. Panorama actual de las formas de hacer historia de la prensa en México". Comunicación y Sociedad (2006): 11-34. 15 trabajo expresado en la presente tesis; al tiempo que reflexiono en lo considerado por el doctor Álvaro Matute, que será el resultado mismo de este trabajo: “una fuente para la historia” que habrá la posibilidad de incursionar más en la investigación del fútbol americano en sus diferentes categorías y equipos representativos. CAPÍTULO 2. EL FÚTBOL AMERICANO EN MÉXICO Y LA PRENSA DEPORTIVA Préstame tu casco, voy a entrar… …y con aquel extraño artefacto de cuero y lana trotamos por el campo –irregular, salpicado de piedras- en busca de la gloria deportiva… El “Goya”, el “Huelum”, el “alabio”, son el eco –aún latente- de una época inolvidable, romántica. Luis Amador Gama. Historia Gráfica del futbol americano en México 2.1. El fútbol americano. 2.1.1 Características: el juego y las reglas. El fútbol americano es un deporte que surgió hace más de cien años en los Estados Unidos derivado del balompié y el rugby británico y que, hacia las últimas décadas del siglo XIX, fue adquiriendo una fisonomía propia bajo reglas y estrategias que lo hicieran un deporte más interesante y atractivo para los aficionados estadounidenses. Su propagación y asimilación dentro de las instituciones educativas de los Estados Unidos y la conformación de Asociaciones Intercolegiales, fueron dándole uniformidad al juego que desde 1880 en adelante se establecieron modificaciones considerables y reglas que lo diferenciarían en su totalidad del rugby. Estas modificaciones las podemos ver desde el número de participantes por equipo que de 25 a 15, se redujo a 11 jugadores dentro del terreno de juego, como también la modificación de las medidas del campo que disminuyera su extensión de 140 yardas a tan solo 110 yardas de largo, así como permitir los pases adelantados, e incluso también, se reglamentaría, lo que caracterizaría al revolucionario juego 16 que fue el bloqueo y el tackleo, sin dejar de mencionar la puntuación de las anotaciones, siendo en 1912 que se estableciera la escala de anotaciones que rige hasta la fecha. Otro cambio sustantivo derivado de esta evolución del rugby al fútbol americano dentro de la década de los años ochenta fue la de los jugadores y sus posiciones dentro del campo. Si bien una de las principales reglas fue establecer una línea neutral donde se colocaba el balón y desde la cual se iniciaría el juego (línea de scimmige), esta permitió que surgiera la figura del quarterback u orquestador y los corredores en la parte de atrás de los siete jugadores de línea, que se encontraban justamente alineados en aquella zona neutral frente a la línea de jugadores rivales haciendo un flanco opuesto que estarían defendiendo su zona. Con ello, entonces, se configuraría un procedimiento ofensivo y otro defensivo que tendría un lapso de tiempo para la planificación de la acción o estrategia, mejor conocida como la jugada, un distintivo más del naciente deporte americano. Sí bien 1912 sería el año aproximado en el cual se definen las reglas y las características del juego tal y como lo que conocemos hoy en día, estas se han ido modificando y adaptando según las necesidades y condiciones de los tiempos, como por ejemplo la seguridad de los jugadores y los sistemas de competición, pero siempre manteniendo la idea de espectacularidad, siendo para los tiempos modernos la NCAA (National Collegiate Athletic Asociation) la encargada de mantener y preservar las condiciones reglamentarias a nivel universitario. Una vez puestos en el contexto del desarrollo del juego y sus características reglamentarias, de manera muy amplia, y quizás respondiendo a inquietudes específicas para aquellos no tan aficionados al fútbol americano, pues el juego es para muchos algo complicado y con muchas reglas que dificultan su entendimiento, es preciso a continuación, describir las reglas básicas de este deporte y con ello poder ayudar a un mejor entendimiento del juego y, en particular, poder complementar e introducir al tema que nos compete en el presente trabajo: la historia del equipo representativo de la Facultad de Medicina en cuyas descripciones y crónicas periodísticas que se hacían de los encuentros, se aluden a las reglas posiciones y formaciones. El campo de juego. Las características y dimensiones que el campo de juego o el emparrillado deben tener, las encontramos descritas en el reglamento NCAA 2016 4, REGLA 1 “el juego, campo, jugadores y equipo”, SECCION 2, ARTÍCULO No. 1 y que a la letra dice: 4 Reyes Ruiz, Francisco J. 2016 NCAA Football. Reglas e Interpretaciones. National Collegiate Athetic Associatio: Indianapolis. p. 15. 17 Dimensiones del campo. El campo debe ser un área rectangular con dimensiones, líneas, zonas y pilones como se indica en el diagrama del campo […] Imagen 1. Dimensiones del campo de fútbol americano según las reglas NCAA. Tomado de http://masqueunsaquedebanda.blogspot.mx/2013/01/futbol-americano-para-todos-13.html Tiempo de juego. En cuanto a el tiempo de juego la REGLA 3, SECCIÓN 2, ARTÍCULO No. 1 indicado como Duración de los cuartos e intermedios dice lo siguiente: -El tiempo total de un juego colegial, debe ser 60 min divididos en cuatro cuartos de 15 min cada uno, con un intermedio de un minuto entre el primero y segundo cuarto (primer 18 medio) y entre el tercero y el cuarto cuarto (segundo medio). El intermedio entre medios será de 20 minutos.5 Conceptos generales. El fútbol americano tiene diferentes términos que destacan y definen su desarrollo. Estos términos, básicos, son los que constantemente escuchamos y refieren a momentos y situaciones particulares del juego. Kickoff: Regla 2, Sección 16, Artículo No. 6. Una patada de salida, es una patada con la que se inicia cada medio, o sigue después de cada touchdown, intento de punto extra o gol de campo. Línea de gol o zona de anotación: Regla 1, Sección 1, Artículo No. 2. Las líneas de gol; una para cada Equipo, se establecerán en los extremos opuestos al final del campo y cada Equipo debe tener su oportunidad de avanzar la bola, a través de la línea de gol del Equipo oponente, ya sea corriéndola, pasándola o pateándola. Línea de scimmage: Regla 2, Sección 21, Artículo 2. La línea de srimmage para cada equipo se establece cuando la bola se declara lista para ponerse en juego, es una línea imaginaria y su plano vertical que pasa por la punta de la bola más cercana a su propia línea de gol extendida hasta las líneas laterales. Series. Regla 2, Sección 24, Artículo No. 2. Una serie comprende cuatro downs consecutivos, que cada uno empieza con un centro. Down: Regla 2, Sección 7, Artículo No. 1. Un down, es una unidad de juego que se inicia con un centro legal o una patada, después de que la bola está lista para jugarse y termina cuando la bola se convierte en muerta. Primero y diez: Regla 5, Sección 1, Artículo No. 1, incisos a, b, c, d, e, f. Cuando se concede una nueva serie de downs. Offside: Regla 2, Sección 18, Artículo No. 2. Después de que la pelota está lista para la jugada, el fuera de lugar ocurre cuando un jugador defensivo: 5 Ibídem. p. 47. 19 a. Esta en o delante de la zona neutral o de scrimmage cuando la bola es legalmente centrada; b. Contacta a un oponente delante de la zona neutral antes de quela bola sea centrada; c. Contacta la bola antes de que sea centrada; d. Amenaza a un hombre de línea ofensivo, causando una reacción inmediata, antes de que la pelota sea centrada Touchdown: Regla 8, Sección 2, Artículo No. 1. Anotación, ya sea por pase, carrera o recuperación de fumble, con un valor 6 puntos en la línea de gol de su oponente. Gol de campo: Regla 2, Sección 16, Artículo No. 9. Un intento de gol de campo es una patada de scrimmage. Podrá ser realizada por una patada de lugar. Valor de la anotación de 3 puntos Punto extra: Regla 8, Sección 3, Artículo No. 1 y 2. El punto o puntos extra deben ser anotados de acuerdo con su valor en la Regla 8-1-1, si el punto extra resulta en lo que pudiera ser un Touchdown, un Safety, o un gol de campo […] El intento de anotación extra es una oportunidad para que cualquier Equipo anote uno o dos puntos adicionales. Safety: Regla 8, Sección 5, Artículo 1, inciso a. Es un safety cuando: se convierte en bola muerta en posesión de un jugador en, sobre o detrás de su propia línea de gol […] y el Equipo que defiende esa línea de gol es el responsable que la bola entre allí. Tiene un valor de 2 puntos. Fumble: Regla 2, Sección 11, Artículo No. 1. El “fomblear” un balón, es perder posesión. Bloqueo: Regla 2, Sección 3, Artículo No. 1, inciso a. Bloquear es obstruir a un oponente, por un intencional contacto con cualquier parte del cuerpo del bloqueador. Tackear: Regla 2, Sección 26. Tacklear es agarrar o abrazar a un oponente con la (s) mano (s) o brazo (s). Intercepción: Regla 2, Sección 4, Artículo 3, inciso e. Una intercepción o recuperación es una cachada de un oponente de un pase o fomble. 20 Faul: Regla 2, Sección 10, Artículo No. 1. Es una infracción a las reglas para la que hay una sanción prescrita. Castigo: Regla 2, Sección 20. Un castigo es un resultado impuesto por las Reglas contra un Equipo que ha cometido un faul y puede incluir uno o más de las siguientes acciones: Pérdida de yardaje, pérdida del down, un primero y diez automáticos, una expulsión, substracción en el reloj de juego. Tiempo fuera: Regla 3, Sección 3, Artículo No. 1 y 4 (inciso a). Un oficial señalará tiempo fuera cuando las reglas ordenen que se detenga el reloj o cuando un tiempo fuera se le cargue a un Equipo o al Réferi. a) Cada Equipo tiene derecho a tres tiempos fuera cargados durante cada medio. Gol de campo: Regla 8, Sección 4, Artículo No. , inciso a. Un gol de campo es anotado por el Equipo pateador, sí una patada de bote o de lugar, pasa sobre la barra y entre los postes de gol (H) del Equipo receptor, antes de tocar a un jugador del Equipo pateador o el suelo. La patada debe ser de scrimmage, pero no podrá ser mediante una patada libre. Posiciones de los jugadores. Para la designación de equipo y de jugadores, el Reglamento de la NCAA contempla dentro de la Regla 2, Sección 27 varios artículos que expresan y detallas las posiciones y características de los equipos y las posiciones dentro del terreno de juego. Artículo No. 2. Equipo ofensivo y defensivo. El Equipo ofensivo es el Equipo en posesión o al Equipo al que le pertenece la bola. El Equipo defensivo es su oponente. Artículo No. 3. Pateador. El pateador es cualquier jugador que patea la bola, ya sea de despeje, bote pronto o de lugar, de acuerdo con la Reglas. Artículo No. 4. Hombre de línea y back. a. Liniero. 1. Un liniero es cualquier jugador legalmente en su línea de scrimmage. 21 2. Un jugador está en su línea de scrimmage cuando enfrenta (da la cara) a la línea de gol de su oponente con la línea de sus hombros aproximadamente paralelos correspondientes a dicha línea. Imagen 2. Linieros en formación ofensiva y defensiva d. Back. 1. Un Back es cualquier jugador que no es un liniero y si su cabeza o hombros no rompe el plano dela línea trazada a través de la cintura del liniero más cercano. 2. Un Back es también el jugador, que no sea liniero, en posición de recibir el centro de mano a mano. Imagen 3. Formación con backs Ofensivos y Defensivos 22 Imagen 4. El Quarterback, el corredor y el receptor como jugadores ofensivos. Autor Edgar J. Reyes en http://wwwinfonor.com.mx/index.php/noticias/deportes/40-las-de-ayer/58241 2.1.2 Origen. El origen del fútbol americano lo ubicamos en los Estados Unidos de Norteamérica particularmente como una combinación entre el rugby y el fútbol soccer inglés, arraigados entre los jóvenes estudiantes de las principales universidades de la nación americana hacia la segunda mitad del siglo XIX. Son contadas las investigaciones serias y profundas en nuestro país que den cuenta sobre el origen de este deporte, de las cuales podríamos mencionar como la más completa, y nuestra fuente principal para este apartado, la que hizo Salvador Larios Pérez con el título El juego que el CAM jugaba…, Orígenes del Fútbol Americano en EE.UU. y México (1869- 1932). Esta obra hace un puntual recuento de cómo se produce la separación del fútbol o balompié, convertido en deporte popular entre los ingleses, y el rugby6o fútbol asociación, 6 La anécdota que marca esta separación alude a que un estudiante del Colegio de Rugby, condado de Warwick Inglaterra, llamado William Webb Ellis, aprovechando una rígida regla de la escuela que al sonido de la 23 y a su vez de estos dos deportes al fútbol americano, ya en los campus universitarios más prestigiados y legendarios de los Estados Unidos, de ahí el nombre de esta nueva disciplina. Los antecedentes a dicho origen se encuentran en la rivalidad existente entre las universidades y colegios estadounidenses cuya fundación data de la época de la ocupación británica, y que para el siglo XIX se ubicaban entre las más prestigiadas instituciones de educación privada de la imperiosa nación Americana , como por ejemplo Harvard, Yale, Princeton, Columbia, la Estatal de New Jersey o Rutgers, entre otras, y que además se preocuparon por desarrollar sus propias modalidades de fútbol distinguiéndose de las versiones de los colegios británicos, siendo que también el juego fue utilizado como un ritual de novatada entre los alumnos de segundo año y los de nuevo ingreso entre 1827 y 1860, hasta que las autoridades de las instituciones prohibieron la práctica del tan particular práctica del fútbol, más parecido a un campo de batalla que a un juego.7 Pero sin duda la rivalidad más intensa, y que daría pie al fútbol americano o según los historiadores del deporte el primer encuentro, la protagonizarían las dos principales universidades de New Jersey, Princeton y Rutgers en las postrimerías de la década de los años sesentas.8 La rivalidad, inicialmente en el plano geográfico y por un preciado cañón y objeto histórico revolucionario, derivó en el ámbito deportivo con un encuentro de béisbol en el año de 1869, cuyo resultado fue penosamente apabullante para los de Rutgers quienes demandaban una oportunidad de nivelar las cosas. Fue uno de los catedráticos de Rutgers, el Dr. Chester D. Hartranft en compañía del capitán del equipo William Leggette quienes en conjunto propondrían a sus rivales de campana a las 5 en punto de la tarde, todos debían detenerse por entero. En pleno desarrollo del juego de fútbol, en una tarde de 1823, y tras el seguimiento de la estricta norma el joven William tal vez sin motivo alguno o quizá por romper la regla del juego, tomó el balón y corrió hasta la línea de gol, ante la mirada horrorizada de todos. Originando con ello la acción distintiva del rugby de tomar el balón con las manos. Véase Larios Pérez, Salvador Larios, El juego que el CAM jugaba…, Orígenes del Fútbol Americano. Estados Unidos: EditorialPalibro, 2011. p.28. 7 Una de estas variantes y particulares formas de practicar el fútbol la desarrolló la Universidad de Yale, en Connecticut, en la que los alumnos de primer año se aglutinaban en torno a un balón que los de segundo año trataban de alcanzar entre patadas, empujones, golpes y cualquier otro tipo de método que permitiera llevar el balón hasta una meta establecida. Véase Capítulo II “1869: La vertiente Rutgers”, p. 31. 8 La rivalidad entre ambas instituciones radicaba en que ambos colegios estaban a tan solo 32 kilómetros de distancia. Añadido a esto y por varios años cada una de ellas habían luchado por la posesión de un viejo cañón revolucionario que finalmente quedo en suelo princetoniano. Ibídem, pp. 32-33 24 Princeton un encuentro de fútbol asociación9 con algunas variaciones en las reglas. El diseño de las reglas de aquel primer encuentro “permitía atrapar la pelota con las manos, batearla con el puño o la mano abierta, y hacer interferencia para el jugador en posesión del esférico por parte de sus compañeros”10; desafío que el mismo Laggett llevaría personalmente al capitán de Princeton, William Gummere, quedando pactado aquel duelo para el día 6 de noviembre de 1869 y la oportunidad de los de Rutgers de sobreponerse de la humillación anterior. De esta manera aquel enfrentamiento quedaría registrado en la historia como el primer enfrentamiento y antesala de lo que sería el fútbol americano. El juego se llevó a cabo en el College Field de la Universidad de Rutgers, en “un campo de 120 por 75 yardas, con postes separados a 24 pies de distancia entre sí, y equidistantes a los extremos de la línea final. Se acordó que los equipos se conformarían de 25 integrantes, y que el juego terminaría cuando se alcanzara la cuenta de 10 goles (a los que llamaron games)”.11 A partir de entonces y a lo largo de este último tercio del siglo XIX el juego se propaga hacia otras instituciones como Yale y Harvard, se hacen intentos, fallidos, de conformar una liga intercolegial y se adoptan nuevas reglas que irían distinguiendo al juego, aunque aún muy alejado de lo que conocemos hoy como el fútbol americano; por lo que se puede decir que estos años de la década de los setentas serían los formativos. Pero si nos referimos propiamente al origen del fútbol americano, es el nombre de Walter Camp quien aparece en los anales de la historia como el “padre” de este deporte. Walter Chauncey Camp ingresó a las filas de la Universidad de Yale con apenas 17 años para la temporada de 1876 y dos años después fue designado capitán del equipo, cursando su penúltimo año de estudios. Se caracterizó por ser mucho mejor negociador de encuentros que su antecesor y accedió a pactar juegos ante las Universidades de Harvard y Princeton jugando con 15 elementos, según la modalidad del Boston Game; modalidad del fútbol 9 Una de las dos modalidades del rugby que para 1863 quedarían definitivamente establecidas y conocidas como: Fútbol Rugby, por aquella anécdota en el Colegio de Rugby; y el Fútbol Asociación modalidad acordada y practicada por los jóvenes de la Universidad de Cambridge. Véase el Capítulo I “Los orígenes de los dos Futboles”, Ibídem, p. 29. 10 Ibídem, p. 32 11 Salvador Larios al respecto de este duelo, cita al historiador Parke H. Davis y su obra titulada Football: The American Intercollagiate Game.(1911), y la descripción de la estrategia utilizada en aquel partido por ambos equipos. Ibídem, p. 33. 25 asociación que fuera establecida por la Universidad de Harvard, pero incluyendo tres modificaciones entre las cuales se encontraba la de jugar con no más de 10 ni menos de 15 jugadores por equipo.12 El liderazgo de Camp y estupenda visión para hacer más atractivo el juego, hizo que en 1879 la Universidad se afiliara a la IFA (Asociación Intercolegial de Fútbol), lo que le daría la oportunidad al equipo de Yale de disputar el título de ese mismo año contra la Universidad de Princeton; y finalizada la temporada aquel entusiasmo de Camp lo llevó a tener algunas propuestas para el siguiente congreso de la IFA. “Estas serían, finalmente, las que darían al juego americano un camino totalmente propio”13 y la década de los años ochenta como los años del nacimiento del nuevo deporte del fútbol americano. Así “durante el congreso de la IFA del 12 de octubre de 1880, Walter Camp presentó lo que las generaciones posteriores consignaron como una revolucionaria propuesta la cual cambiaba la regla de juego” estableciendo la idea de lo que hoy conocemos como la línea de golpeo (scrimmage), esta línea imaginaria que separa a ambos equipos, de donde el poseedor del balón lo pondría en juego pateándolo con el pie hacia atrás, dejando con esto el forcejeo inicial del rugby, para pasar de inmediato al juego de pases. Estas iniciativas y reformas de 1880 fueron el inicio de otras tantas que definirían el planteamiento del fútbol americano en los años subsecuentes, se establecería el sistema de downs u oportunidades y yardas por avanzar, por lo tanto, aparecería el emparrillado que marcaría el campo con líneas paralelas separadas a cinco yardas de distancia entre sí, haciendo del terreno de juego un campo con medidas de 110 yardas de largo por 53 1/3 de ancho. Otras de las reformas relevantes y significativas fue el sistema de puntuación para ponderar cada tipo de anotación, adoptado por la IFA en 1883 y ajustándolo un año después asignando los siguientes valores: gol desde campo, 5 puntos; gol después de touchdown (conversión), 2 puntos; touchdown, 4 puntos; y safety, 2 punto en contra. También se implementaría la utilización de las señales para mandar las diferentes jugadas y formaciones de bloqueo en el campo, desarrolladas por Camp de manera rudimentaria empleando frases muy sencillas.14 12 Para una mayor explicación de las características de esta modalidad de fútbol conocida como el Boston Game, véase el Capítulo IV. “1874: La vertiente Harvard”, Ibídem, pp. 40-42. 13 Ibídem, p. 50. 14 Ibídem, pp. 56-58. 26 Al tiempo que entre 1880 y 1885 se fueron implementando las reformas al reglamento de mayor consideración para definir el juego del emparrillado y las tackleadas, más instituciones a lo largo y ancho del ya extenso territorio norteamericano se fueron integrando a la IFA y efectuando encuentros intercolegiales, iniciándose con ello diversas rivalidades entre las Universidades convertidas en verdaderos clásicos, lo que hizo que hubiera más adeptos entre los jóvenes estudiantes y una rápida expansión del juego, incluso más allá de sus fronteras llegando a México hacia las postrimerías del siglo XIX. 2.1.3 El fútbol americano en México La historia del fútbol americano en México tiene por obvias circunstancias geográficas la influencia directa de los Estados Unidos, y ya una larga trayectoria. Este deporte llegó a nuestro país hacia finales del siglo XIX en el contexto de la dictadura porfiriana. La apertura económica, política y cultural que el régimen mantuvo particularmente hacia Francia y el fuerte expansionismo de los Estados Unidos se presentan como los modelos idóneos para el fortalecimiento de una burguesía citadina y de élites sociales con fuerte apego a la cultura extranjera, la cual, como era de esperarse, encontró en la práctica deportiva y la cultura física el sentido de la “ola modernizadora” y un estilo de vida privilegiado “moderno y civilizado”15. Concretamente fue hacia finales del siglo XIX y principios del XX cuando el juego de las tackleadas se introduce a México, siendo la ciudad de Jalapa, Veracruz el lugar del primer encuentro hacia el año de 1896 a través de “un grupo de muchachos acomodados del Porfiriato que supieron de la llegada de un barco a Veracruz donde viajaban unos marinos quehabían jugado futbol americano en Estados Unidos […] el joven Raúl Dehesa los desafió 15 Orellana Suárez, Gerardo. La construcción social del campo: un estudio de caso el deporte dentro de las instituciones de educación superior. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2004. p. 46. 27 para la realización de un partido” 16, de esta manera lo relatan, según sus fuentes, los distintos autores que han indagado en el tema. Sin embargo hay que destacar que otra fuente, escrita por Jaime Mendoza en receptor.com¸ hace referencia de que el primer partido de fútbol americano en nuestro territorio se realizó en el Club Atlético de Monterrey, el día 25 de diciembre de 1896, en donde los contendientes a aquel concurrido encuentro fueron dos equipos colegiales norteamericanos: los Tigres de Missouri frente a los Rangers de Texas.17 Del mismo modo en dicha artículo, el autor hace mención de un segundo encuentro en la Ciudad de México el 27 de diciembre entre los mismos equipos de Missouri y Texas con un resultado en empate a cero puntos. De esta manera y a decir de los pocos estudios que hay sobre el origen del fútbol americano en México, que es en estos últimos suspiros del siglo XIX y también de la dictadura porfiriana que comenzaría la historia del fútbol americano en México. Hay que recalcar que la práctica de éste deporte no tendría continuidad puesto que las dos primeras décadas del siglo XX se ocuparía el tiempo en la lucha de la primera revolución social y poco tiempo para pensar en practicar este deporte. Una vez llegada la paz en el país, hacia mediados de los años veinte, y el retorno de aquellos jóvenes de la incipiente burguesía citadina a México, la idea del fútbol americano que en sus cabezas traían, para entonces bastante desarrollado en los Estados Unidos, se convertía en una realidad para su práctica en la ciudad de México. De esta manera se explica la introducción de ovoides en los colegios Francés Morelos y Franco Inglés de la Ciudad de México. En el primero, los hermanos Leopoldo y Roberto 16 Son pocas las referencias bibliográficas y los estudios serios sobre los orígenes y el desarrollo del fútbol americano en México. Estos son los autores y títulos más referenciados acerca del tema: Amador Gama, Luis. Historia gráfica del fútbol americano en México., 3vols. México: Olmeca, 1982; Larios Pérez, Salvador. El juego que el CAM jugaba...Orígenes del fútbol americano en EE.UU. y México 1869-1932. Estados Unidos: Palibrio, 2011. ; Morales Troncoso, Alejandro. Cien años de futbol americano en México. México D.F., México: Juveniles, 1996. 17 Mendoza, Jaime. (18 de noviembre de 2009). www.receptor.com. Recuperado el 12 de marzo de 2013, de http://www.receptor.com.mx/historia/?contenido=3575 28 Noriega presentaron el flamante juego a sus amigos, aunque éstos no lo vieron con mucha pasión18. “El Gordo” y “Chivo” Noriega llegaron un día a las aulas de la Universidad Nacional y allí sembraron la semilla de un deporte que hoy es ícono a la máxima casa de estudios del país e identificación institucional para otras universidades del país. En el decenio de los años 20 apareció el primer conjunto de la Universidad de México y una historia de mucha tradición y orgullo para el fútbol americano. Los jóvenes de la secular institución habían escuchado las hazañas de los Irlandeses Peleadores de Notre Dame. No sólo eso, desde 1927 asumieron para su alma mater los colores azul y oro de la escuela estadounidense. En aquellos días, los partidos ocurrían en llanos, los campos se pintaban con yeso, los jugadores no contaban con protectores. Aun así, el presidente de la República, Emilio Portes Gil, abrió un espacio en su agenda para asistir a un encuentro entre Universidad y el Mississippi College que inauguró el Parque Venustiano Carranza.19 Gonzalo “Chalo” Cordero, fundador del equipo de la Asociación de Jóvenes Cristianos (YMCA), describió los años del despegue del fútbol americano en las páginas de un cuaderno editado por la Compañía Manufacturera de Cigarros “El Águila” en los años 40. Bautizó a los años 20 como la “edad heroica” del fútbol americano nacional20. Una vez superada la inestabilidad política y social, provocada por la Revolución, la vida en México comenzó a florecer y con ella la práctica deportiva. Como bien mencionamos anteriormente, la paz y estabilidad hizo que aquellos jóvenes de la incipiente burguesía citadina retornaran al país, muchos de ellos procedentes de los Estados Unidos con la idea y experiencia de aquel juego, ya bien desarrollado en aquel país. 18 Véase la bibliografía citada en este trabajo. Los autores coinciden en la forma en que el fútbol americano se introduce y se difunde en México. 19 En los años veinte se construyó el Deportivo Venustiano Carranza. Todavía subsiste, a un lado de la Cámara de Diputados en la Av. Congreso de la Unión. Se construyeron dos naves similares, una se utilizó como gimnasio y cancha de basquet (con todo y duela) y la otra el cine-teatro. En su tiempo era muy peligroso el rumbo pues estaba frente a la Candelaria de los Patos. Véase http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=816988&page=27. Recuperado el 2 de marzo de 2015. 20 Amador Gama, Luis. Op. Cit. http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=816988&page=27 29 El surgimiento durante la década de los años veinte de equipos como el de Universidad, los obreros ferrocarrileros llamados “5-A” el Club Deportivo Internacional (CDI); el Colegio México (1927); la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) (1928); el Centro Atlético de México (CAM) (1929) entre otros en las improvisadas canchas del Estadio Nacional, y los deportivos Hacienda y Venustiano Carranza, por ejemplo, significarían la introducción formal del deporte del ovoide en México. Sin embargo, habría que recalcar que la formalidad de un campeonato o torneo no se daría sino hasta los años de 1930, con el encuentro entre el Centro Atlético de México (CAM) y el Club Deportivo Internacional (CDI) cuyo resultado favoreció a los primeros con un marcador de 7-0. Este hecho marca, el inicio de lo que en su momento se conocería como la “Primera Fuerza” del fútbol americano en México y lo que la mayoría de los expertos coinciden en señalar a este partido como el que definió el primer campeonato nacional de la historia, aunque no hay un consenso unánime al respecto, pues hay quienes afirman que fue hasta 1932 cuando el Universidad finalmente empezó a competir regularmente contra los equipos mexicanos, y otros más, llegan a ubicar el nacimiento de la “Primera Fuerza” hasta 1936, con el surgimiento del equipo del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y con ello el Clásico Nacional.21 Lo que sí queda claro es que para el primer año de la década de los años treinta se llevó a cabo el primer torneo correctamente organizado, nombrado “campeonato nacional” compitiendo cuatro equipos todos ellos del Distrito Federal: el Venustiano Carranza (anteriormente en sus orígenes “5-A”), los Indios del Club Deportivo Internacional (CDI), el Centro Atlético Mexicano (CAM) y el Heroico Colegio Militar que se presentaba por primera vez en su historia con un equipo de fútbol americano. Serían las escuadras del CAM y el Venustiano Carranza quienes en dos juegos definirían al primer campeón nacional de fútbol americano. Para este año, de 1931, el equipo de Universidad continuaba jugando de manera intermitente con los equipos nacionales, pues gracias al apoyo de Arthur Constantine, que había conseguido los subsidios y apoyos de petroleras y empresas estadounidenses, el equipo 21 Quezada Fernández de Lara, Alberto.Un siglo de futbol americano en México (1896-1996): relevancia del juego desde la perspectiva social. Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., 1997. 30 de la Universidad permanecía enfrentándose a escuadras norteamericanas. No obstante, sostuvo en este año un juego amistoso con el Primer Campeón Nacional el CAM, ganando los auriazules por marcador de 26-6, pero sin disminuir la hegemonía del centro Atlético Mexicano quien para el campeonato de 1932 consolidaba su fuerza coronándose una vez más, ahora sí ante la Universidad. Así, a cuatro décadas que se cumplieran el ingreso del fútbol americano a México Amador de Gama escribe en su Historia Gráfica que: “[…] aquellos primeros juegos entusiasmaron a la juventud de los treintas. Muchos jóvenes dedicaron su tiempo y sus esfuerzos a formar equipos que fueron denominados de <<Segunda Fuerza>>. La década de 1936 a 1946 sirvió para fortalecer el fútbol americano en México”22. Efectivamente, 1936 y los años subsecuentes fueron de vital importancia en la expansión y consolidación del fútbol americano, pues en particular, en 1936 surgiría el equipo representativo del Instituto Politécnico Nacional, mismo año en el que se jugaría el primer clásico Politécnico vs Universidad, de igual manera surgirían equipos como el Club Atlético Suizo (CAS); en 1937 fue creado el equipo de la Universidad Obrera; y en 1938 el de la Universidad de Chapingo.23 La vigorosidad con la que el fútbol se extiende en México se refleja no solo por la aparición de nuevos equipos y rivalidades institucionales en la Primera y Segunda Fuerza, sino también por una afición cada vez más conocedora y abundante que participaba y animaba los encuentros, en escenarios como los viejos llanos del “Rayo”, el campo militar Williams, o las duras canchas del Estadio Nacional y del parque España.24 Así mismo el fútbol americano se empezó a jugar bajo técnicas definidas y desaparecían las improvisaciones. Los entrenadores comenzaron a adquirir y plantear estrategias de juego preocupándose por aprender de los sistemas norteamericanos. 22 Amador Gama, Luis. Op.cit., p. 25. Es aquí donde habría que dejar muy en claro que para los años previos a 1936, no había mucha diferencia entre los equipos de “Primera Fuerza” y “Segunda”, ya que los jugadores pasaban de una categoría a otra sin restricción alguna de acuerdo a sus habilidades, gustos o convivencia. Fue entre 1936 y 1938 que comenzaron a establecerse algunas reglas al respecto de la elegibilidad o permanencia en las distintas categorías, formalizándose y tomando consistencia el proceso de los jugadores entre las respectivas categorías: juveniles, intermedia y mayor. 23 Justamente cuando se cumplían las cuatro décadas de la introducción del fútbol americano en México, surgió la rivalidad más importante hasta la fecha, Politécnico vs Universidad. Fue el 17 de octubre de 1936 el primer clásico, siendo favorable el marcador para el IPN por 6 a 0. Véase a Morales Troncoso, Alejandro. 100 años del futbol americano en México. México: Editoriales Juveniles, S.A. de C.V. 1996. 24 Morales Troncoso, Alejandro. Op.cit., pág. 48. 31 Por otro lado, un factor más que representaría la consolidación y el desarrollo del fútbol americano en México sería la difusión de los juegos a través de la radio y la prensa. Destacaría las plumas de Fray Nano y de Fray Kempis, en forma esporádica, y la más constante de Héctor Hernández Tirado, dieron a conocer al público, por medio de publicaciones periodísticas, las virtudes de este deporte de multitudes. Junto con Héctor Hernández Tirado, “Touch-down”, desde las columnas del diario El Nacional, surgieron a la crónica deportiva otros aficionados esforzados como el Profesor Francisco Laguardia, -que firmaba sus artículos como Efaga- y Armando Domao, los cuales cubrieron las brillantes etapas iniciales del deporte del emparrillado. A estos pioneros de la crónica escrita del fútbol americano, les siguieron redactores como Miguel Tomasini Salcedo, Luis Pérez Rubio, Reynaldo Hijar, Teodoro Arriaga, Francisco Córdova y el propio Luis Amador de Gama y su Historia Gráfica del Futbol Americano en México, y considerando a nuestras fuentes de este trabajo, en el diario ESTO encontramos a Javier Zea Salas, Wilfrido Cruz y Héctor Trejo. Así pues, la década de los años treinta terminaría con el flamante dominio de la escuadra universitaria, los Pumas mantuvieron una amplia superioridad y lograron un séptimo cetro al hilo y, fuera del equipo del Politécnico, no se vislumbraría en el corto plazo rival que les quitara la supremacía. Con ello, a la puerta de los años cuarenta el fútbol americano en México iría mostrando una mayor calidad, pues ya contaba oficialmente con la primera liga infantil, integrada por equipos como el Wacha-chara, Piccolino, Miravalle, entre otros. Esto completaría el proceso de elegibilidad, es decir, las distintas categorías en las que se podía jugar hasta llegar a la Primera Fuerza o Liga Mayor, el más alto nivel en el país. Los años cuarenta significarían al juego de las tackleadas en nuestro país, enormes transformaciones y un claro encarrilamiento hacia su época de oro y esplendor. El juego en sí mostraría modificaciones estratégicas, producto de las modificaciones y avances en Estados Unidos con respecto a formaciones y reglas, lo que terminaría de darle al deporte su fisonomía básica de la actualidad. Los primeros cinco años de esta década siguieron bajo el dominio de la Universidad, que para el año de 1942 adoptarían el mote de Pumas, sugerido por el debutante coach Roberto “Tapatío” Méndez. Tanto los Burros Blancos del Politécnico como el YMCA se acercaban a quedarse con el campeonato, pero los Pumas lograban los resultados que le daban de nueva cuenta los títulos y la hegemonía. 32 Así que la temporada de 1945 significó la caída del rey y el título tan esperado por el otro grande del fútbol americano en México, los Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), decidido en un tercer clásico y con un dramático marcador de 13-12 a favor de los del Politécnico, que, por fin, “[…] en su décima temporada participando habían logrado la ansiada conquista. ¡Eran los campeones nacionales!, y el público Politécnico festejó quemando periódicos y cartones a modo de antorchas”.25 Este acontecimiento, dio al fútbol americano en México el despunte para consolidarlo como un deporte que atraía poderosamente a los aficionados. La gente abarrotaba los campos y el interés por una competencia más abierta propició la participación en la máxima categoría de nuevos equipos como el Heroico Colegio Militar y el Piccolino, también manifestándose una mayor demanda de jugadores de las categorías inferiores. De esta forma, derivado del júbilo y el crecimiento por el fútbol americano, el Estadio Nacional y otros campos se volvían insuficientes para la afición que los abarrotaba, especialmente en los encuentros entre la Universidad y el Politécnico; razón por la que se dio paso a consolidar el ambicioso proyecto de la “Ciudad de los Deportes” que contemplaba un espectacular escenario para el este deporte. En 1946 representó para muchos equipos, que competían en la categoría intermedia, la oportunidad del ascenso a la categoría mayor. Se buscó una apertura para cinco equipos que pusieron todo su empeño para aumentar sus recursos económicos y así poder hacer frente a los Grandes que en ese entonces eran Politécnico, el Universidad, Educación y la YMCA. De esta manera la temporada de este año se jugaría por Conferencias, a sugerencia del Padre Lambert, destacado coach del equipo campeón del Politécnico, en donde los cuatro equipos Grandes “aparecieron en una supuesta siembra, aceptando como rivales a los cuatro nuevos, pues laescuadra que representaría a la Facultad de Medicina declinó finalmente su participación en la categoría mayor”26. Así ascendieron los clubes Piccolino, CAS (Centro Atlético y Social) el tercer conjunto del H. Colegio Militar y una vez más los Leones del Wacha-chara. La inauguración del Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes fue la gran novedad y un coloso estupendo y de enorme altura para la práctica de este espectacular 25 Ibídem, p. 64. 26 Amador Gama, Luis. Op.cit. p. 11. 33 deporte. La promoción en los periódicos, la radio y los carteles (tipo corridas de toros) aparecieron por toda la capital. Y el público realizó una estupenda entrada, con un lleno total, para ver el juego inaugural el día 4 de octubre disputado entre los Pumas de Universidad y el recién equipo del H. Colegio Militar; con marcador favorable a los universitarios por 45-0.27 En esta avanzada y consagrada época de oro del fútbol americano en México, el interés y la práctica del deporte por parte de las instituciones de educación fue dejando poco a poco fuera de la competencia en la máxima categoría a los clubes, quienes se afianzarían en las categorías inferiores de juvenil e infantil como semilleros de grandes jugadores. Es también de reconocer que a partir de 1947 se integraría la Primera Selección Mexicana de Fútbol Americano y se jugaría el Tazón de Plata frente a la escuadra norteamericana de los Ramblers de Randolph Field y sus cuatro flamantes All American.28 La década de los años cuarenta terminaba dejando a la Universidad y al Politécnico sin título, y para sorpresa de propios y extraños los Aztecas del México City College ganarían el campeonato. Con la apertura de la década de 1950 se destaca la regla de elegibilidad, es decir, el límite de edad en los jugadores que participarían en la categoría mayor, haciendo de este deporte propiamente una disciplina estudiantil. Sin duda también el avance técnico y táctico significó mucho para el crecimiento del fútbol americano en México. Propiamente los poderosos equipos del Politécnico y Universidad buscaban recuperar el campeonato a través de sus giras internacionales y los encuentros con equipos del norte del país, particularmente con el Tecnológico de Monterrey. Así mismo los entrenadores en jefe, se preparaban asistiendo a las universidades norteamericanas para extraer de ahí las novedosas formaciones ofensivas y defensivas, que los hacían grandes equipos29. Y no podemos dejar de mencionar, que esta década vería como parte del progreso económico de México la construcción de la Ciudad Universitaria al sur de la ciudad en el 27 Aquella tarde de otoño, el coliseo contiguo a la Plaza de Toros México registró un lleno completo. Cerca de 45 mil espectadores presenciaron un desfile y el encuentro en que los Pumas de la UNAM superaron al Colegio Militar. 28 Esta designación de All-Americans, es equivalente a integrar la selección ideal del fútbol americano colegial. Y el equipo de los Rambles de Randolph Field resultaba incluir a jugadores del equipo del Ejército de los Estados Unidos (Army), entre ellos estos cuatro elementos. Morales Troncoso, Alejandro, Op. Cit.,, p. 71. 29 El Padre Lambert (Politécnico) empieza a tomar cursos de capacitación en la poderosa Universidad de Notre Dame, mientras que Roberto Méndez (Universidad)…recurre a un ex asistente del creador de la formación “T” en la Universidad de Oklahoma., Ibídem, p.81. 34 Pedregal de San Ángel y el Estadio Olímpico Universitario como flamante escenario de los Pumas de Universidad. El 29 de noviembre de 1952, en que para variar se definía el campeonato nacional, se registró un lleno impresionante en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria…En tribunas, el nuevo escenario tenía una capacidad ligeramente superior a los 73 mil espectadores. Pese a las incomodidades, se estima que más de 100 mil espectadores lograron entrar al nuevo inmueble…No obstante, Pumas y Burros Blancos darían un espectáculo todavía más memorable30 Con una entrada impresionante y un dramático triunfo de 20-19 ante el Politécnico, los Pumas estrenaron su casa. El panorama de la Liga Mayor, para esta década, estaría simbolizado por la desaparición en el máximo circuito de algunos equipos y la aparición de otros: Universidad, IPN, YMCA (abandonan su participación en Liga Mayor en 1953), México City College (deja de participar bajo ese nombre en 1957), Heroico Colegio Militar (retiran su participación de la Liga Mayor en 1953), Osos Grises del Pentatlón última participación en Liga Mayor 1956), la Normal y el CUM (debutan en la Liga Mayor en 1952), Tigres de la Academia Militarizada México (debutan en Liga Mayor en 1957) y, ya al norte del país de igual manera el auge del futbol americano se hacía presente, se encontraban las potencias universitarias del Tecnológico de Monterrey y los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. La organización del campeonato se simplificó con las giras internacionales y los encuentros con los equipos del norte, lo que daba paso a disputar el título a quienes más partidos ganados obtuvieran, y sin más las escuadras dominantes o de “elite” fijaban los partidos a disputar y, como el caso de los Pumas incluso, a no participar en el torneo nacional. Inexorablemente, el entusiasmo por el juego fuera de las dos grandes instituciones se iba deteriorando, al estar cada vez más cerradas las posibilidades de competencia. 30 Ibídem, p. 91. 35 Cerca del final de la década de 1950, para algunos ya terminada la época de oro del fútbol americano en nuestro país, propiamente en el año de 1958 y bajo “la presión de todos los jóvenes de las Intermedias, que querían tener su oportunidad en el máximo nivel, tenía que desbordarse…Esta presión motivó la renuncia del Ingeniero Uriel Gonzáles, entrenador del equipo Politécnico, iniciándose la pugna entre sus asistentes Manuel Rodero y Jacinto Licea, motivo por el cual las autoridades del Instituto Politécnico Nacional deciden participar en aquella temporada de 1958 con dos equipos: ESIME-Comercio (Poli Blanco) dirigido por Manuel Rodero y Medicina-ESIA (Poli Guinda) y Jacinto Licea al frente.31 Bien a mal, la década de los años 50’s terminaba con el octavo campeonato de la brillantísima carrera de Roberto “Tapatío” Méndez al frente de los Pumas de Universidad y, para el Politécnico, el comienzo de una nueva época de campeonatos, con el Guinda y el blanco y la batuta de Jacinto Licea. La falta de equipos, o mejor dicho el duopolio ejecutado por los “grandes”, llevó al fútbol americano nacional y a sus equipos a organizar giras por los Estados Unidos y medir el nivel de las escuadras mexicanas frente a universidades y equipos norteamericanos. De igual forma, el avance en el norte del país, sobre todo de los Borregos del Tecnológico de Monterrey y los Tigres de la Autónoma de Nuevo León, significarían el inicio de las rivalidades. Si bien la historia del fútbol americano en México se concentra, por obvias razones, en la máxima categoría estudiantil, no podemos dejar de mencionar que a la par de esta también se fueron desarrollando las categorías inferiores las cuales significarían la cantera o semilleros de los equipos mayores. Estas categorías irían también estructurándose y acondicionándose a medida de los intereses de las instituciones, organizándose en asociaciones o ligas las cuales convocaban a los equipos a participar y contratar sus encuentros. También al igual que en el máximo circuito se podía diferenciar a los equipos en clubes y escuelas, siendo esto un constante conflicto de intereses y egocentrismos que impedirían la unidad y en ocasiones el buen nivel que los aficionados y el deporte merecían. El calendario
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