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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN 
DEPARTAMENTO DE MEDICINA FAMILIAR 
 
INSTITUTO DE SEGURIDAD SOCIAL DEL ESTADO DE 
MEXICO Y MUNICIPIOS 
 
UNIDAD ACADÉMICA 
CENTRO MÉDICO ISSEMYM ECATEPEC 
ESTADO DE MÉXICO 
 
 
 
 
“EL ESTRÉS EN CORRELACIÓN CON LA RELACIÓN MÉDICO- 
ENFERMERA-PACIENTE DURANTE LA ATENCIÓN EN EL ÁREA DE 
URGENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL ISSEMYM NEZAHUALCÓYOTL” 
 
 
 
 
TRABAJO QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMILIAR 
 
PRESENTA: 
 
 
MONDRAGÓN ÁLVAREZ HILDA IVETTE 
 
 
DR. OSCAR BARRERA TENAHUA 
ASESOR DEL TEMA Y METODOLÓGIA DE TESIS 
PROFESOR ADJUNTO DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN 
EN MEDICINA FAMILIAR HG ISSEMYM NEZAHUALCÓYOTL 
 
 
ECATEPEC, ESTADO DE MÉXICO DICIEMBRE 2012 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
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“EL ESTRÉS EN CORRELACIÓN CON LA RELACIÓN MÉDICO- 
ENFERMERA-PACIENTE DURANTE LA ATENCIÓN EN EL ÁREA DE 
URGENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL ISSEMYM NEZAHUALCÓYOTL” 
 
 
 
TRABAJO QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMILIAR 
 
PRESENTA: 
 
 
MONDRAGÓN ÁLVAREZ HILDA IVETTE 
 
 
A U T O R I Z A C I O N E S: 
 
 
 
DR. RICARDO LOZANO MARTÍNEZ 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN 
EN MEDICINA FAMILIAR CENTRO MÉDICO ISSEMYM ECATEPEC 
 
 
 
 
DR. OSCAR BARRERA TENAHUA 
ASESOR DEL TEMA Y METODOLÓGIA DE TESIS 
PROFESOR ADJUNTO DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN 
EN MEDICINA FAMILIAR HG ISSEMYM NEZAHUALCÓYOTL 
 
 
 
 
LIC. ANA LUISA SERVÍN CÁRDENAS 
Directora de Educación e Investigación en Salud del ISSEMYM 
 
 
 
 
ECATEPEC, ESTADO DE MÉXICO DICIEMBRE 2012 
 
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“EL ESTRÉS EN CORRELACION CON LA RELACION MÉDICO- 
ENFERMERA-PACIENTE DURANTE LA ATENCIÓN EN EL ÁREA DE 
URGENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL ISSEMYM NEZAHUALCÓYOTL” 
 
TRABAJO QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMILIAR 
 
PRESENTA: 
 
 
MONDRAGÓN ÁLVAREZ HILDA IVETTE 
 
 
 
A U T O R I Z A C I O N E S 
 
 
 
 
DR. FRANCISCO JAVIER FULVIO GÓMEZ CLAVELINA 
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE MEDICINA FAMILIAR 
FACULTAD DE MEDICINA 
U.N.A.M. 
 
 
 
DR. FELIPE DE JESÚS GARCÍA PEDROZA 
COORDINADOR DE INVESTIGACIÓN 
DEL DEPARTAMENTO DE MEDICINA FAMILIAR 
FACULTAD DE MEDICINA 
 U.N.A.M. 
 
 
 
DR. ISAÍAS HERNÁNDEZ TORRES 
COORDINADOR DE DOCENCIA 
DEPARTAMENTO DE MEDICINA FAMILIAR 
FACULTAD DE MEDICINA 
U.N.A.M. 
 
4 
 
INDICE 
 
1. MARCO TEÓRICO 
 
1.1 Definición del estrés …………………………………………………………………………… 5 
1.1.2 Respuesta fisiológica…….………………………………….………………………………..6 
1. 1. 3 Fases del estrés ………………………………………………………………………….. 8 
1.1.4 Respuesta celular al estrés……………………………………………….………….…….…9 
1.1.5 Consecuencias biológicas del estrés en el organismo …………………..….…………13 
1.1.6 Causas de estrés …………………………………………………………………....……... 14 
1.1.7 Síntomas de estrés …………………………………………………………………..…… 15 
1.1.8 Tratamiento……………………………………………………………………………………15 
1.2 Impacto del estrés en la salud ………………………………………………………………. 19 
1.3 Factores desencadenantes de estrés en los servicios de urgencias ……………… …..21 
1.3.1 El hacinamiento y sus efectos en la atención de los servicios de urgencias… ……26 
1.3.2 Las jornadas de trabajo: una fuente de estrés………………………………………….. .28 
1.3.3 Efectos nocivos de las jornadas nocturnas ……………………………………………..30 
 1.3.4 Estrategias para minimizar los efectos de la jornada laboral ………………………..33 
1.4. Comunicación y relaciones interpersonales………………………………………….....… 36 
1.4.1 La comunicación y la Relación Médico-paciente………………………………….…….. 40 
1.4.2 Comunicación: su importancia en la Relación Enfermera- Paciente ………………….42 
1.4.3 La comunicación y la Relación Médico- Enfermera ………………………………….…..45 
1.4.4 La comunicación y la Relación Médico- Enfermera- Paciente ………………………...50 
1.5 Barreras de la Comunicación ……………………………………………………………. 60 
1.5.1 Aspectos individuales del médico……….………………………………………………… 62 
1.5.2 Aspectos individuales del paciente……………………..…………………………………..63 
 1.6 Atención y cuidado en los servicios de urgencias: afectación de la comunicación y la 
relación con el paciente … ………………………………………………………………..….. 64 
1.7 El modelo biopsicosocial…………………………………………………………………..…..73 
1.8 La proclividad a la biociencia............................................................................................74 
1.9 Práctica médica y humanismo: bases científicas …………………………………………. 76 
1.10 Desarrollo del profesionalismo…… ………………………………………………………. 78 
1.11 Consecuencias de la mala comunicación con el paciente..…………………………….. 79 
2. Planteamiento del problema… …………………………………………………….. …….88 
3. Justificación ..……………………………………………………………………………….. 89 
4. Objetivos ……………..……………………………………………………………………… 91 
5. Metodología ……………………..……………………………………………………….…. 92 
6. Consideraciones éticas, Ley General de Salud y Declaración de Helsinki (VI) . 96 
7. Resultados.......................................................................................................................99 
8. Discusión …………………………………………………………………………….. … 105 
9. Conclusiones.............................................................................................................. 106 
10. Bibliografía ……………………………………………………………………………….... 108 
11. Anexos ......................................................................................................................... 111 
5 
 
“EL ESTRÉS EN CORRELACIÓN CON LA RELACIÓN MÉDICO- ENFERMERA-
PACIENTE DURANTE LA ATENCIÓN EN EL ÁREA DE URGENCIAS DEL HOSPITAL 
GENERAL ISSEMYM NEZAHUALCÓYOTL” 
 
 
1. MARCO TEÓRICO 
 
1.1 Definición del estrés 
 
 Estrés deriva del inglés Stress y significa “fatiga”. El estrés es el resultado de la interacción 
entre las características de la persona y las demandas del medio. Es una respuesta 
automática del organismo a cualquier cambio, externo o interno, que le permite prepararse 
para enfrentar a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva 
situación, hace que las personas actúen de manera rápida y vigorosa, motiva que las 
personas sean más productivas, y favorece la percepción de las situaciones que se 
presentan. 
 
 Es una respuesta de adaptación general del organismo ante las diferentes demandas del 
medio cuando éstas se perciben como excesivas o amenazantes para el bienestar e 
integridad del individuo. Ante el estímulo de eustrés (“buen estrés”) o distrés (“mal estrés”), el 
cuerpo experimenta un desequilibrio importante entre la demanda y la capacidad de 
respuesta del individuo. Bajo estas condiciones de fracaso a la capacidad de respuesta a las 
demandas, se adquieren importantes consecuencias negativas en la salud.1 
 
 El estrés es entonces, un mecanismo necesario para la supervivencia y permite la 
adaptación del organismo al medio. El organismo siempre se encuentra en un estado de 
estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un 
efecto beneficioso en relación a la reacción del organismo para cubrir una demanda o bien, 
negativo si ésta supera a la persona. Este equilibrio dependerá delos factores individuales 
biológicos y psicológicos, así como de las distintas situaciones y experiencias de cada 
individuo.2 
 
 El modelo de ajuste entre el individuo y el ambiente laboral, formulado por Harrison1 en 
1978, propone que lo que produce el estrés es un desajuste entre las demandas del entorno 
y los recursos de las personas para afrontarlas, es decir, que es generado por una falta de 
ajuste entre las habilidades y/o capacidades, las exigencias y demandas del trabajo y, 
también por el desajuste entre las necesidades de los individuos y los recursos disponibles 
del ambiente para satisfacerlas.1 
 
 El estrés puede ser físico, mental o emocional. Aparece cuando se rompe el equilibrio entre 
la carga que recibe el organismo y su resistencia, ya sea por un aumento de la carga o bien, 
por un deterioro de la resistencia o de la tolerancia.3 Esta falta de ajuste entre la persona y su 
entorno, conduce a diversos tipos de respuestas en los sujetos: a nivel psicológico, puede 
suponer insatisfacción laboral, ansiedad, quejas o insomnio; a nivel fisiológico puede implicar 
elevación de los niveles de presión arterial sanguínea o incremento de los niveles del 
colesterol; a nivel del comportamiento puede implicar incremento en las conductas 
vinculadas con fumar, comer, ingerir bebidas alcohólicas y, finalmente, mayor número de las 
visitas al médico.1 
6 
 
 
 El estrés es entonces, una fuerza que condiciona el umbral de tolerancia de las personas, 
de tal forma que cierto grado de estrés estimula al organismo y permite que éste alcance su 
objetivo, volviendo a su estado normal cuando el estímulo ha desaparecido. Niveles muy 
bajos de estrés están relacionados con la desmotivación, conformismo y el desinterés; toda 
persona requiere de niveles moderados de estrés para responder satisfactoriamente no sólo 
ante sus propias necesidades o expectativas, sino de igual forma a las exigencias del 
entorno.1 
 
 Durante el estrés se activan una gran cantidad de recursos del organismo, que 
dependiendo de su intensidad o de la repetición excesiva y frecuente del estresor, pueden 
generar un desgaste importante de éste, con posibles alteraciones funcionales y/u orgánicas 
que se verán reflejadas mediante la aparición de enfermedades o patologías llamadas 
“enfermedades de adaptación”. Estos síntomas, son percibidos por las personas como 
negativos, generando en ellas preocupación, lo cual a su vez, agrava los síntomas. De éste 
modo se crea un círculo vicioso que impide el desarrollo y funcionamiento adecuado de las 
personas.2 
 
 Se pueden distinguir dos clases de estrés: estrés agudo y estrés crónico. 
 
o Estrés agudo: Reacción fisiológica momentánea y necesaria frente a situaciones de 
peligro. Produce un aumento de los niveles de cortisol y, como consecuencia, un 
aumento de la adrenalina responsable de la respuesta rápida del organismo frente al 
peligro. 
 
o Estrés crónico: Este tipo de estrés, es el más destructor de todos y es patológico, ya 
que paraliza todos los procesos de regeneración del organismo. Éste, es generado 
como consecuencia de una situación de estrés sostenido durante un tiempo 
prolongado.3 Es un proceso dinámico y acumulativo, que genera la activación frecuente 
y contínua del ciclo del estrés, desgastando de manera paulatina y permanentemente 
los sistemas biológicos. Cuando el estrés se torna excesivo y supera la tolerancia del 
organismo, puede tener efectos como el desgaste en la salud, actuación profesional 
deficiente, alteración en la vida familiar y, por consecuencia, repercusión en la 
seguridad del paciente.4 
 
1.1.2 Respuesta fisiológica 
 
 Reacción que se produce en el organismo ante estímulos estresores; incluye reacciones 
fisiológicas como la activación del eje hipófisis suprarrenal y del sistema nervioso vegetativo. 
El eje hipófisis-suprarrenal, está compuesto por el hipotálamo. Actúa de enlace entre el 
sistema endocrino y el sistema nervioso, hipófisis y glándulas suprarrenales.2 
 
 El sistema nervioso vegetativo, es el conjunto de estructuras nerviosas que se encarga de 
regular el funcionamiento de los órganos internos y controlar algunas de sus funciones de 
manera involuntaria e inconsciente. Ambos sistemas, producen la liberación de hormonas 
elaboradas en las glándulas, posteriormente son trasportadas a través de la circulación 
sanguínea y, finalmente llevan a cabo su función; excitar, inhibir o regular la actividad de los 
órganos 2 
7 
 
 
 Eje hipófisis-suprarrenal 
 
 Se activa con las agresiones físicas y psíquicas. Al activarse, el hipotálamo segrega CRF 
(factor liberador de corticotropina), el cual, actúa sobre la hipófisis y provoca la secreción de 
la hormona adenocorticotropa (ACTH). Esta secreción incide sobre la corteza de las 
glándulas suprarrenales, dando lugar a la producción de corticoides. Los corticoides que se 
liberan debido a la ACTH son: 
 
 Los glucocorticoides: el más importante es el cortisol, que facilita la excreción de agua 
y el mantenimiento de la presión arterial sanguínea. Produce además, degración de 
las proteínas intracelulares, influye en el sistema inmunológico, eleva los niveles de 
glucosa, aumenta los niveles de triglicéridos, de calcio y de fosfatos liberados por 
ambos riñones. 
 
 Los andrógenos: hormonas que estimulan el desarrollo de las características 
secundarias masculinas y estimulan el aumento de la fuerza muscular. 
 
Sistema nervioso vegetativo 
 
 El sistema nervioso vegetativo mantiene la homeostasis del organismo mediante la 
activación simpática y producción de las siguientes catecolaminas: 
 
 Adrenalina: segregada por una parte de la médula suprarrenal. Generalmente se libera 
en casos de estrés psíquico y de ansiedad. 
 
 Noradrenalina: segregada por las terminaciones nerviosas simpáticas. Su 
concentración, aumenta principalmente, durante el estrés de tipo físico y, en 
situaciones de alto riesgo o de agresividad. 
 
 Ambas hormonas son las responsables de activar el estado de alerta del organismo 
ante situaciones de peligro, preparándolo para la actitud de pelear o huir. Permiten 
enlazar el fenómeno del estrés con los fenómenos psicofisiológicos de la emoción, e 
intervienen en los siguientes procesos:2 
 
 Midriasis pupilar 
 Vasodilatación del tracto bronquial 
 Incremento de los ácidos grasos (por consecuente, riesgo de arterioesclerosis) 
 Alteraciones en la coagulación 
 Incremento del gasto cardiaco 
 Vasodilatación muscular y vasoconstricción cutánea 
 Reducción de los niveles de estrógenos y testosterona 
 Inhibición de la secreción de prolactina 
 Incremento de la producción de tiroxina 
 
 
 
8 
 
1. 1. 3 Fases del estrés 
 
Fase de síndrome general de adaptación 
 
 El origen histórico del concepto de estrés, parte de las investigaciones que realizó Hans 
Selye2 en el año 1936, dando lugar al llamado síndrome general de adaptación. Ante una 
situación de amenaza para el equilibrio, el organismo emite una respuesta con el fin de 
intentar adaptarse. Selye2, define a este fenómeno como el conjunto de reacciones 
fisiológicas desencadenadas por cualquier exigencia ejercida de algún agente estresor 
sobre el organismo. Es la respuesta física y específica del organismo ante cualquier 
demanda o agresión, ante agresores que pueden ser tanto físicos como psicológicos. En 
este proceso de adaptación, se distinguen las fases de alarma, adaptación y agotamiento. 
 
 
 
 
 NIVEL DE RESISTENCIA NORMAL 
 
 REACCION DE ALARMA ESTADO DE RESISTENCIA ESTADO DE AGOTAMIENTO 
 
Síndrome general de adaptación (Hane Selye, 1936) Fase de alarma 
 
 
 
 Cualquier estresor, produce disminución de la resistencia del organismo. Por 
consecuencia, diversas reacciones preparan al organismo para afrontar algún esfuerzo. Esta 
primera fase suponela activación del eje hipófisis-suprarrenal. 
 
 Una vez activado el eje hipófisis-suprarrenal, existe una reacción inmediata de cambios 
siempre presentes, ya sea en mayor o menor intensidad, que se describen a continuación: 
 
 Activación del sistema inmunológico 
 Aumento en la frecuencia cardiaca 
 Vasoconstricción del bazo y por consecuencia, liberación de eritrocitos 
 Redistribución de la circulación sanguínea hacia músculos, cerebro y corazón, 
generando disminución de la irrigación de la piel e intestino 
 Aumento de la capacidad respiratoria 
 Vasodilatación pupilar 
 Hipercoagulabilidad 
 Incremento en el número de linfocitos 
 
Fase de resistencia o adaptación 
 
 En esta fase, el organismo intenta adaptarse y afrontar los factores que percibe como una 
amenaza. Durante este periodo se produce normalización de los niveles de corticoesteroides 
y desaparición de la sintomatología. 
 
Fase de agotamiento 
 
 Ocurre cuando el estimulo agresor se repite con frecuencia o bien, cuando es de larga 
duración y los sistemas del organismo no son suficientes para alcanzar los niveles de 
9 
 
adaptación. El organismo entra entonces, a la fase de agotamiento caracterizada por 
alteración tisular y la aparición del trastorno psicosomático en el individuo.2 
 
1.1.4 Respuesta celular al estrés 
 
 Las implicaciones de la respuesta celular a la fisiología humana y las enfermedades son 
múltiples. Las células responden ante el estrés en una gran variedad de formas, desde la 
activación de las vías que promueven la supervivencia, hasta la aparición de la muerte 
celular programada que elimina las células dañadas. Cuando existe estrés, las células del 
organismo presentan una respuesta protectora o de destructuccion. 
 
El mecanismo por el cual una célula muere (apoptosis, necrosis, o muerte celular por 
autofagia) depende de varios factores exógenos, la naturaleza y duración del estrés, así 
como del tipo de célula y la capacidad de ésta para adaptarse al estrés al que está 
expuesto. Además, a menudo existe interacción entre estas respuestas que determinan en 
última instancia el destino de la célula.5 
 
 Muerte celular inducida por estrés: La respuesta inicial de la célula a un estímulo 
estresante se orienta a ayudar a las células para defenderse y recuperarse de la lesión. Sin 
embargo, si el estímulo nocivo no se ha resuelto, a continuación, se activan las células de las 
vías de señalización de muerte. El hecho de que la supervivencia de la célula depende 
fundamentalmente de la capacidad de adquirir una respuesta adecuada a los estímulos de 
estrés ambiental o intracelular puede explicar por qué esta reacción es altamente conservada 
en la evolución. Por ejemplo, los mecanismos de defensa antioxidante contra el daño 
oxidativo y proteínas de estrés, tales como proteínas de choque térmico se producen en los 
organismos inferiores, así como los mamíferos.5 
 
 Existen diferentes tipos de estrés, por lo que la respuesta de la célula para hacer frente a 
éste, dependerá del tipo y nivel de la lesión. Por ejemplo, la respuesta de protección, tal 
como la respuesta de choque térmico o la respuesta de la proteína desplegada, es mediar un 
aumento de la actividad de la proteína, lo que mejora la capacidad de plegado de proteínas 
de la célula, contrarresta el estrés y, se promueve la supervivencia celular. Es decir, la 
capacidad de adaptación de una célula es la que finalmente determina su destino.5 
 
 En otras palabras, dependiendo del grado y el modo de estrés, se activan los diferentes 
mecanismos de defensa y estrategias de supervivencia. Si éstos no tienen éxito, entonces 
los programas de muerte celular se activan para eliminar a estas células dañadas del 
organismo.5 
 
 Se han demostrado varios tipos de estímulos de estrés celular para activar la apoptosis, 
incluidos los agentes quimiotácticos, las radiaciones, el estrés oxidativo y el estrés como tal. 
10 
 
Las caspasas, una familia de proteasas de cisteína, actúan como moléculas efectoras 
comunes de muerte en diversas formas de la apoptosis. Las caspasas se sintetizan como 
proenzimas inactivas, que tras la activación unirá varios sustratos en el citoplasma o el 
núcleo. Esto, lleva a muchas de las características morfológicas de muerte celular por 
apoptosis, por ejemplo, la fragmentación del ADN polynucleosomal, pérdida de la forma 
general de la célula y la reducción nuclear.5 
 
 Durante la homeostasis del tejido, hay un equilibrio entre la tasa de crecimiento y la tasa de 
muerte celular; cuando hay exposición celular al estrés, esta homeostasis fisiológica está en 
riesgo. Dependiendo del tipo de estrés celular y su gravedad, la respuesta de la célula puede 
ser múltiple. En esencia, si el estímulo del estrés, no va más allá de un cierto umbral, la 
célula puede hacerle frente montando una adecuada respuesta protectora, lo que asegura su 
supervivencia. Por el contrario, el fracaso para activar o mantener una respuesta de 
protección, da lugar a la activación de cascadas de señalización del estrés, que con el tiempo 
serán sin duda, el combustible en las vías de la muerte celular, como en los casos en que el 
agente estresante es demasiado fuerte para el organismo.5 
 
 Las proteínas HSP, son un conjunto de proteínas que se conservan de manera evolutiva 
agrupadas en subfamilias, tienen un peso molecular de aproximadamente 110, 90, 70, 60, 
40, y 15-30 kDa. En particular las proteínas Hsp27 y Hsp70, generalmente se expresan si 
existe un nivel basal bajo que genere aumento de la respuesta fisiológica al estrés y el medio 
ambiente. Como tales, se denominan HSPs inducibles y forman parte de la respuesta de 
choque térmico. La proteína Hsp27, pertenece a una subfamilia de proteínas de estrés, el 
HSP pequeños, que son detectables en casi todos los organismos. La Hsp27, también está 
regulada por la fosforilación y dinámica asociación/disociación de multímeros que van desde 
los dímeros de oligómeros grandes. La proteína Hsp70 inducible, es el miembro de los 
70 kDa de la familia de las HSP. Se ha demostrado que ambas, Hsp27 y Hsp70 protegen a 
las células contra la inducción de muerte celular de una variedad de tensiones y de los 
diferentes modos de muerte celular, incluyendo la apoptosis y necrosis. Logran estos efectos 
directamente, a través de la inhibición de las vías de la muerte celular, e indirectamente, a 
través de actividades de supervivencia general. Por ejemplo: en su calidad de chaperonas 
moleculares, las HSPs se unen con la ayuda y el replegamiento de las proteínas 
desplegadas, lo que impide la agregación de proteínas. La proteína Hsp27, puede interactuar 
con la actina y por lo tanto, es importante para mantener la integridad del citoesqueleto, 
jugando un papel importante en la promoción de la supervivencia celular.5 
 
 Además de estos mecanismos indirectos, las Hsp27 y Hsp70, pueden inhibir directamente 
la apoptosis mediante la modulación de la vía intrínseca y extrínseca de la apoptosis. 
Además, pueden interferir con la activación de las caspasas en diferentes niveles. Se han 
reportado que ambas, bloquean directamente la liberación de factores pro-apoptóticos, como 
11 
 
el citocromo c de la mitocondria. En el 
citosol, estas HSPs puede bloquear la 
formación apoptosómica y la 
activación de las caspasas ligeras, a 
través de su capacidad para unirse al 
citocromo c, la procaspasa-3 (en el 
caso de Hsp27) y, las procaspasas -
3, -7 y Apaf-1 (en el caso de Hsp70). 
Las Hsp70, también pueden 
interactuar e inhibir la apoptosis 
inducida (FIA) inhibiendo los cambios nucleares de la apoptosis. Las HSPs, también pueden 
modular la vía del receptor de la muerte celular. La Hsp27, es la encargada de inhibir a la 
DAXX, una proteína adaptadora que une el receptor de muerte Fas y el estrés ER sensor 
IRE1 de ASK-1 y JNK ligeras y, a los pro-apoptóticos deseñalización. La Hsp70, inhibe la 
actividad de JNK, aunque esto no se observa en todos los sistemas. Las Hsp27 y 70, pueden 
interactuar con otras proteínas reguladoras de la supervivencia celular. Por ejemplo, la 
Hsp27 puede interactuar con el prosurvival Ser / Thr quinasa Ak, lo que se sugiere que es 
importante para la sostenida actividad de Akt. La Hsp70, puede existir en el complejo con 
cochaperones, incluyendo DnaJ/Hsp40, el cual afecta su capacidad para modular la 
apoptosis. 
 
 En general, las HSPs pueden ser activadas o inducidas por una serie de tensiones y, 
actúan para proteger a la célula al influir en una variedad de procesos celulares que 
determinan el destino celular. Las HSP son también, progeneradoras de las moléculas anti-
apoptóticas.5 
 
 La respuesta a proteínas desplegadas (EPU): La secreción de las proteínas de 
membrana, después de someterse al tratamiento convencional, incluyen a la glicosilación, 
la formación de enlaces de disulfuro, el plegamiento y oligomerización en el retículo 
endoplasmico. Para que se produzcan eficazmente y se segreguen proteínas maduras, son 
esenciales los mecanismos celulares de autocuidado que se generan dentro del retículo 
endoplasmico. La exposición de células a condiciones tales como el hambre de glucosa, la 
inhibición de la glicosilación de proteínas, alteración de la homeostasis del Ca2 + y la falta de 
oxígeno, provoca la acumulación de proteínas, comúnmente generadas en el retículo 
endoplásmico, como resultado de la activación de un conjunto de vías bien organizadas, 
durante el fenómeno conocido como respuesta revelada de la proteína (UPR)). El EPU, es 
generalmente transmitido a través de la activación de las proteínas residentes del retículo 
endoplásmico, sobre todo del inositol que requiere de la proteína-1 (IRE1), la proteína 
quinasa RNA (PKR), el ER quinasa (PERK), y el factor de activación de la transcripción 6 
(ATF6). Los genes diana UPR, son chaperones moleculares en el retículo endoplásmico, 
catalizadores de plegado, subunidades de la maquinaria de translocación (Sec61 complejo), 
y se asocian a la degradación de ER (ERAD) de las moléculas y los genes anti-oxidantes.5 
 
12 
 
 Entre los transmisores de la UPR hasta ahora identificados, se encuentran el IRE1 y el 
PERK, los cuales son proteínas quinasas de tipo transmembranal, que se dimerizan para 
promover la autofosforilación y activación en respuesta al estrés del retículo endoplásmico. El 
IRE1 (endonucleolytico ARNm), codifica un factor de transcripción llamado ATF/CREB1 
(Hac1) en la levadura y al X-caja de unión de la proteína-1 (XBP1) en otras especies. Las 
formas de corte y empalme del Hac1 y / o XBP1, a su vez activan la transcripción de los 
genes diana del EPU. Por el contrario, cuando se activa PERK, se fosforila la subunidad α-
de la traducción eucariótica del factor de iniciación-2 (eIF2 α), que conduce a tener niveles 
más bajos de eIF2 y supresión de la traslación. El PERK-α eIF2, es la vía de señalización 
que también activa la transcripción de los genes diana a través de la regulación 
independiente de la UPR. El PERK, también puede fosforilar y activar directamente el factor 
de transcripción, los E2-están relacionados con el factor NF-2 (Nrf2), lo que contribuye a la 
homeostasis y regulación celular mediante la inducción de la expresión de genes anti-
oxidantes. La ATF6, es un tipo de proteína transmembranal II, que se localiza en el aparato 
de Golgi, sitio residente de las proteasas-1 proteasa (SP1) y-2 del sitio de la proteasa (SP-2) 
en respuesta al estrés del retículo endoplasmico.5 
 
 La señalización general del UPR, promueve la supervivencia celular, mejorando el 
equilibrio entre la carga de proteínas y la capacidad de plegado en el retículo endoplásmico, 
mediante la secreción de factores tróficos y factores de crecimiento. Sin embargo, si la carga 
de proteínas en el retículo endoplásmico excede su capacidad de plegado, o existen algunos 
defectos en el EPU, las células tienden a presentar apoptosis. Aunque los mecanismos 
moleculares exactos que regulan este tipo de muerte celular aún no se han aclarado, por lo 
menos tres vías han sido identificadas y se han propuesto como caspasas iniciadoras del 
estrés en el retículo endoplásmico y la muerte celular inducida: la vía caspasa-12/caspasa-4 
y CHOP, la vía IRE1-JNK. Caspasa-12 en ratones y, la vía caspasa-4 en humanos. En 
resumen, existe una amplia relación del estrés y génesis de situaciones patológicas que 
llevan a la muerte celular en el retículo endoplásmico.5 
 
Cambio de señalización de supervivencia a señalización de la muerte de celular 
 
 Si bien, las condiciones de estrés estimulan a las células para adquirir respuestas 
protectoras y contrarrestar el efecto del estrés; cuando el estrés continúa y no se resuelve, la 
muerte sobreviene al final de la célula. 
 
 Actualmente, se entiende que una respuesta de estrés patológico es un sello de muchas 
enfermedades humanas comunes. Debido en primer lugar, a que el estímulo de estrés 
celular puede ser demasiado fuerte y prolongado, tanto que evite que exista suficiente tiempo 
para su recuperación. En segundo lugar, está la capacidad de una célula para manejar los 
diversos niveles de estrés, pudiendo o no alterar la célula y producir enfermedades.5 
 
 Las diversas respuestas al estrés celular, son parte integral de la fisiología normal para 
garantizar la supervivencia y son una alternativa para eliminar el daño no deseado de las 
13 
 
células. Se distinguen varias respuestas al estrés, entre ellas; los golpes de calor, la proteína 
desplegada, los daños en el ADN y, las respuestas de estrés oxidativo. A pesar de los 
componentes individuales de señalización, estas respuestas al estrés, pueden 
eventualmente ser el combustible en común de los diferentes mecanismos efectores de la 
muerte celular si la célula es incapaz de hacer frente al estrés. La activación del estrés y 
muerte celular, así como de los mecanismos de supervivencia de la célula, están 
determinados por diferentes factores, que incluyen el tipo de estímulo, el tipo de célula y, los 
factores ambientales.5 
 
1.1.5 Consecuencias biológicas del estrés en el organismo 
 
 La respuesta del organismo es variable y, depende de la fase de estrés en que se 
encuentre. En la fase inicial hay una activación general del organismo que produce 
alteraciones fácilmente reversibles si se suprime o mejora la causa. En la fase de tensión 
crónica o estrés prolongado los síntomas se convierten en permanentes y desencadenan la 
enfermedad.2 
 
 El estrés crónico crea un círculo vicioso dado que las reservas de dopamina se consumen. 
Existe una continua producción de adrenalina, que provoca que de manera paulatina, exista 
falta de respuesta del organismo ante cualquier conflicto. Lo anterior, producirá depresión, 
desmotivación y agotamiento del individuo.3 
 
 Por naturaleza, el estrés es una función ergotrófica que paraliza todas las demás 
funciones del organismo para poder responder a las demandas de alerta. Esto, se produce 
gracias a la elevación de los niveles de cortisol, hormona que facilita la conversión de 
dopamina en noradrenalina y gracias a la enzima dopamina-beta-hidroxilasa, que aumenta 
las provisiones de adrenalina necesarias para responder ante una situación estresante.3 
 
 
 Cadena metabólica de la adrenalina 
 
 
 
 Este proceso fisiológico es necesario en situaciones de estrés. El problema surge en 
circunstancias de estrés crónico, cuando la demanda de adrenalina se alarga en exceso y la 
dopamina se agota. Es entonces cuando el cortisol, siendo ergotrófico, comienza a 
manifestar sus efectos más destructores, ya que al no desviarse para la metabolización de 
adrenalina debido a la falta de dopamina, se acumulaen exceso y paraliza todos los 
procesos de regeneración celular del organismo, incluyendo la mucosa del tubo digestivo y 
las células del sistema inmunológico.3 
 
14 
 
 Por lo tanto, cuando el estrés hace su aparición, surgen síntomas de diversa índole, 
relacionados todos ellos, con un trastorno en los síntomas de regeneración del organismo 
que se pueden manifestar en trastornos digestivos, dermatológicos, trastornos del sueño y, 
en una disminución general de las defensas, que predispone al individuo a presentar 
infecciones y/o procesos alergicos.3 
 
 Además, los cuadros depresivos y alteraciones del sueño observados en el estrés crónico, 
se deben a la disminución de los niveles de serotonina y/o dopamina. En el caso de las 
mujeres el estrés provoca también aumento de la prolactina.3 
 
 
 
 
Competencia entre las hormonas de estrés y las hormonas regenerativas 
 
 
 La competencia entre el cortisol y las hormonas regenerativas, se debe a que ambas tienen 
un origen común: el colesterol. Cuando aparece el estrés, el colesterol es metabolizado en 
forma masiva, sin dejar suficiente para la producción de hormonas trofotróficas (regulación). 
Por lo tanto, el aumento del cortisol, reduce los niveles de hormonas sexuales y provoca una 
disminución de la líbido y la capacidad reproductiva y regenerativa tanto en hombres como 
en mujeres. 
 
Biomarcadores del envejecimiento y el estrés 
 
 Los radicales libres de oxígeno juegan un importante papel en algunas enfermedades 
degenerativas y en el envejecimiento. Algunas sustancias como el tocoferol o vitamina E y 
determinadas enzimas, como la superóxidodismutasa (SOD) y la catalasa (CAT) están 
reconocidas por su implicación en la defensa antioxidante de las células.6 
 
 La peroxidación lipídica, ha sido propuesta como una consecuencia biológica del daño 
oxidativo celular y como un mecanismo de toxicidad de los radicales libres del oxígeno. Los 
ácidos grasos insaturados, son especialmente susceptibles para atacar a estos radicales. 
Las modificaciones oxidativas generan cambios en las propiedades físico-químicas de la 
membrana celular, alterando su permeabilidad e incrementando el riesgo de ruptura. 
 
 El malondialdehído (MDA), es uno de los productos finales de la lipidoperoxidación. En 
enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurológicas y en personas de avanzada 
edad, se ha encontrado en niveles elevados, por lo que se asocia al incremento del estrés 
sistémico oxidativo.6 
 
1.1.6 Causas de estrés 
 
 Se les puede llamar “estresores” o “factores estresantes”, éstos pueden ser cualquier tipo 
de estímulo externo o interno, ya sea positivo o negativo, que de manera directa o indirecta 
15 
 
propicie el desequilibrio o desestabilización del organismo. Ejemplo de ello, es una 
mudanza, el nacimiento de un hijo, muerte de un ser querido, el matrimonio, el divorcio, la 
pérdida de empleo o, las dificultades económicas. 
 
 Existen 8 categorías de situaciones desencadenantes: 
 
1. Situaciones que fuerzan a procesar información 
rápidamente 
2. Estímulos ambientales dañinos, por ejemplo: 
ambientes ruidosos, poco seguros 
3. Percepción de amenaza 
4. Alteración de las funciones fisiológicas como 
enfermedad o alguna adicción 
5. Aislamiento 
6. Bloqueo en nuestros intereses 
7. Presión grupal 
8. Frustración 
 
1.1.7 Síntomas de estrés 
 
 A mediano plazo, si el estrés persiste durante meses o años, producirá desgaste de las 
reservas del organismo, dando lugar a diversas patologías de carácter permanente y de 
mayor importancia y gravedad.3 
 
 Dentro de los síntomas frecuentes, se encuentran la cefalea, el insomnio, aumento de la 
frecuencia cardiaca, elevación de la presión arterial sanguínea, problemas digestivos, 
pérdida o aumento del apetito, diarrea o constipación, dolores musculares y/o contracturas, 
alteraciones de la piel, fatiga, disfunción sexual, ansiedad, depresión, trastornos de la 
atención, visión borrosa.3 
 
 El impacto de las diversas situaciones estresantes sobre el bienestar físico y mental del 
individuo, puede ser substancial o extremo como es el caso del suicidio o las arritmias 
cardiacas. Los cambios conductuales que pueden presentarse por el aumento de los niveles 
de estrés, abarcan los estados de nerviosismo, la fatiga corporal, la tensión física, los dolores 
lumbares y, los problemas cardiacos.7 
 
 Dentro de los cambios emocionales y de comportamiento del individuo, están el deseo de 
llorar constantemente, el mal carácter en el trabajo y la casa, la baja productividad, la 
desmotivación y pérdida del sentido de compromiso, sentirse inseguros, insatisfacción 
consigo mismo, falta de apetito y las malas relaciones interpersonales con los compañeros o 
pacientes. 
 
1.1.8 Tratamiento 
 
 El tratamiento del estrés consiste básicamente, en reducir las hormonas del estrés, como el 
cortisol y, en facilitar la producción de antagonistas, las hormonas regenerativas que “nos 
hacen sentir bien”. 
 
16 
 
 Se debe reducir el cortisol en las primeras fases del estrés, cuando hay hiperactividad, 
aumentando a la B-endorfina y sus antagonistas. Esto impedirá la conversión de dopamina 
en la adrenalina y evitará que ésta última exista en exceso.3 
 
 Para lograr lo anterior, se debe realizar deporte aeróbico 45 minutos diarios, tomar terapia 
de motivación (proyectar en la primera hora del día algo agradable para hacer, no 
dependiente), realizar actividades sociales, fomentar la risa, el placer, el sexo, la relajación, 
la meditación, el yoga, el masaje sensitivo, tomar psicoterapia y, dormir ocho horas diarias.3 
 
 Es posible aumentar las reservas de serotonina administrando a su precursor: el L-
triptófano. Se recomienda tomar L-triptófano tanto en casos de estrés agudo y estrés crónico. 
Debe tomarse en la segunda fase del día y antes de dormir, dado que produce relajación del 
paciente e induce con ello el sueño.3 
 
 El ejercicio aeróbico antes de dormir mejora la oxigenación. Dormir en completa oscuridad 
permite la activación de la glándula pineal, la cual regula el ciclo día-noche mediante la 
percepción de la luz, desbloquea el paso L - triptófano serotonina melatonina.3 
 
 La L- tirosina es un aminoácido precursor de la dopamina, que incrementa el estado de 
ánimo. Si la dopamina aumenta, se libera el cortisol acumulado y se acentúa la producción 
de adrenalina. La L- tirosina, sólo se da en los casos de estrés crónico en los que, debido al 
agotamiento de las reservas de dopamina, no se produce adrenalina suficiente y existe 
riesgo de agotamiento y depresión. También está recomendada en los periodos en los que el 
individuo debe hacer frente a cargas ineludibles de estrés y, en los casos en el que el 
individuo soporta el estrés de la semana, pero que durante los días de reposo presenta una 
repercusión significativa. La L-tirosina se toma en ayuno. 
 
 La vitamina B6, vitamina C, vitamina B3, el magnesio y oxigeno son los sinergistas que 
colaboran en el metabolismo de la serotonina y la dopamina.3 
 
 La dieta debe incluir frutas, verduras, carbohidratos de cadena larga, legumbres, pescado, 
frutas secas, higos secos, aceite de oliva, lecitina de soya. No se debe ingerir carne de cerdo 
ni derivados, grasas animales ni aceites refinados, conservas y alimentos precocinados, 
azúcar, leche, alcohol y cafeína.3 
 
 El modelo biopsicosocial, relaciona la vivencia de una situación determinada con las 
diversas consecuencias fisiológicas expuestas previamente. Proporciona al médico, una 
estrategia para identificar los factores ambientales estresantes y analizar sus consecuencias 
en el aspecto individual y familiar.2 
 
 Hemos visto que cualquier situación que reconocemos (proceso cognitivo), emitirá señales 
de la corteza cerebral al hipotálamo, al sistema nervioso vegetativo, la médula y glándulas 
suprarrenales, las cuales responderán liberandoa las llamadas hormonas del estrés: la 
adrenalina y la noradrenalina. Estas hormonas son las responsables de movilizar al cuerpo 
humano y hacer que éste se resista o escape de alguna situación.2 
 
 Cuando una situación produce sentimientos de distrés o desamparo, el cerebro envía 
también mensajes al córtex de los suprarrenales, segregándose otra hormona del estrés: el 
17 
 
cortisol, que también juega un papel importante en el sistema inmunológico. Esto es más 
complejo e incluye la liberación de ACTH de la glándula pituitaria.2 
 
 Según la percepción que se tenga de las demandas de trabajo, la respuesta del organismo 
será diferente. Es decir, las reacciones fisiológicas serán diferentes en cada caso, por 
ejemplo, las tareas exigentes pero controlables inducirán al esfuerzo sin distrés. 
Fisiológicamente, esto se traduce en aumento de las catecolaminas y supresión activa de la 
liberación del cortisol. 
 
 Los estudios actuales, se centran en dos dimensiones; por un lado, el nivel de actividad o 
pasividad que implica la labor, y por otro, la dimensión afectiva según el estado de humor, ya 
sea positivo o negativo; en cada caso se producen una serie de reacciones cuyo resultado es 
el afrontar la situación no deseada o bien perder ante la misma.2 Los estudios experimentales 
basados en esta teoría, han permitido identificar dos características específicas de los 
procesos del trabajo, en función de la percepción que se tenga del trabajo o de la actitud ante 
el mismo: positiva (eutrés) o negativa (distrés) y en relación al contenido de la tarea: 
actividad o pasividad. 
 
 La combinación de ambas variables, conduce a la identificación de algunas características 
específicas de este proceso, las cuales promueven determinadas aptitudes y directamente se 
relacionan con las respuestas neuroendrócrinas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Esfuerzo y eutrés: En este grupo se puede incluir a las personas que desarrollan un tipo 
de trabajo de gran control personal, creatividad y, que son muy dedicados a su trabajo. En 
estos casos, se produce un aumento de secreción de catecolaminas, el cortisol se encuentra 
en niveles muy bajos o inclusive puede estar inexistente. Generalmente, en este grupo se 
encuentran los empresarios, los artistas, los artesanos, etc. Lo anterior, debido a que en este 
tipo de profesiones se suelen realizar trabajos que requieren un alto grado de autocontrol y 
de autonomía. Al parecer, el hecho de que el cortisol esté en niveles bajos, disminuye el 
riesgo de sufrir un ataque cardiaco. 
 
 No esfuerzo y eutrés: En este caso, la no actividad se acepta como algo positivo, 
dándose un descanso de cuerpo y mente. Los niveles de las hormonas se encuentran 
disminuídos. 
 
ACTIVIDAD ESFUERZO 
Adrenalina ++ Adrenalina ++ 
Cortisol-- Cortisol + 
Euforia Malestar 
Eutres Distres 
Adrenalina - Adrenalina+ 
Cortisol- Cortisol ++ 
Relajación 
Ocio 
Pasividad 
18 
 
 Esfuerzo y distrés: Se presenta en aquellos individuos, cuyos trabajos implican elevadas 
exigencias de producción, pero en los que la persona tiene un bajo control de la situación. Se 
observa comúnmente, en los trabajos repetitivos y en cadena. El esfuerzo va acompañado 
de un aumento de secreción de las catecolaminas y cortisol, que a su vez, provocan efectos 
negativos y perjudiciales en el organismo. 
 
 Poco esfuerzo y distrés: Se da en personas sin empleo o con trabajos muy coercitivos, 
en los que se tiene muy poca o ninguna autonomía. Se acompaña de liberación de las 
hormonas del estrés, pero particularmente del cortisol. 
 
Técnicas de carácter fisiológico preventivas 
 
 Así como la reacción del organismo frente al estrés tiene un componente fisiológico, 
también la fisiología puede ayudar a las personas a afrontar una situación de estrés, de 
manera que se reduzcan sus efectos negativos sobre la salud. Desde el punto de vista de 
las condiciones de trabajo, es evidente que la prevención debe ir encaminada a evitar que 
se den situaciones que puedan provocar estrés; sin embargo, algunas veces, ocurre que 
estas circunstancias no pueden cambiarse, o bien, que una situación no estresante, desde el 
punto de vista objetivo, es vivida por alguna persona como una agresión. Cuando se dan 
esta clase de circunstancias, está especialmente indicado el uso de éste tipo de técnicas. 
 
 Mediante la realizacion de determinados ejercicios físicos, estas técnicas enseñan a 
controlar los efectos fisiológicos del estrés, a fin de disminuir la sintomatología que se percibe 
como negativa y desagradable y que finalmente, crea ansiedad en el individuo. Algunas, son 
de aprendizaje complejo y requieren de un especialista al menos durante la fase inicial. Las 
más conocidas y practicadas hoy en dia son: las técnicas de relajación, las técnicas de 
respiración y meditación y, la relajación mental. 
 
 Las técnicas de relajación, son actualmente las más utilizadas en el mundo occidental. 
Parten del principio de que es imposible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente. 
Se basan en la relajación muscular, la cual supone a su vez, la relajación del sistema 
nervioso central. 
 
 Es importante señalar, que estas técnicas no sirven para evitar o anular el problema , si no 
mas bien, enseñan a controlar los efectos fisiológicos del estrés y a contrarrestar la 
sintomatología orgánica desagradable que crea la ansiedad. Esto se logra mediante 
detreminados ejercicios, que seran realizados en forma conciente, concentrados en las 
reacciones que producen. 
 
 Los recientes avances en los conocimientos acerca de cómo el cerebro regula las 
funciones endocrinas, han desembocado en una reorientación en la investigación 
psicobiológica del estrés humano y del procerso de afrontamiento ante las situaciones 
estresantes. Hasta hace poco, el cerebro y el sistema endocrino, se consideraban entidades 
separadas; se veía al cerebro como mediador entre el organismo y el entorno exterior. Por 
otro lado, se consideraba que el sistema endocrino estaba orientado hacia el entorno interno 
del cuerpo, la regulación del crecimiento, el metabolismo, y la reproducción. Hoy en dia, se 
sabe que entre el sistema endocrino y el cerebro, existe una interrelación constante, que 
puede seguirse de forma continua mediante el empleo de técnicas de monitorización 
19 
 
ambulatoria, que permiten conocer de manera instantánea que es lo que hace aumentar la 
presión arterial sanguínea, aumentar la frecuencia cardiaca o contraer los músculos. 
 
 Estas técnicas, permiten monitorizar las respuestas del cuerpo bajo condiciones reales, 
inclusive en el puesto de trabajo, sin que interfieran con la actividad normal y cotidiana de las 
personas. 
 
 De esta manera se pueden identificar aspectos aspectos negativos o adversos del 
entormo psicosocial, así como de los factores de protección y amortiguadores que protegen a 
las personas contra influencias potencialmente nocivas para la salud. 
 
 Uno de los métodos que se utiliza actualmente para el estudio de las respuestas 
fisiologicas del estrés, es el analisis de las alteraciones hormonales que seproducen en el 
organismo. Las hormonas del estrés, pueden ser determinadas en sangre, orina y saliva y, 
las técnicas que se utilizan principalmente son la fluorometría, la cromatografía líquida y el 
inmunoensayo. Al hacer una determinación analítica hay que tener en cuenta las variaciones 
que sufren estas sustancias a lo largo del ciclo circadiano; a grandes rasgos, puede decirse 
que alcanzan el punto máximo por la mañana y van decreciendo a lo largo del día. 
 
 
 
1.2 IMPACTO DEL ESTRÉS EN LA SALUD 
 
 El estrés laboral afecta a toda la población del mundo. Se estima que uno de cada cuatro 
individuos sufre de algún problema grave de estrés y, que en las ciudades el 50 por ciento de 
las personas lo presenta. En Europa, las cifras más altas se reportan en Suiza (68%), 
Noruega y Suecia (31%), Alemania (28%),y, Holanda el menor porcentaje. En América 
Latina también los porcentajes crecen año a año, siendo Argentina uno de los países más 
afectados (65%).8 
 
 En México, afecta actualmente al 20 por ciento de la población trabajadora, y, aunque 
todos los trabajadores son propensos a padecer estrés laboral, son las personas con 
obesidad, sobrepeso y diabetes, quienes son más propensas a desarrollar este 
padecimiento, por lo que corren mayor riesgo en sus centros laborales (de acuerdo a 
estadísticas del IMMS, en México 70 de cada 100 trabajadores padece sobrepeso u 
obesidad). Además, debido a que los cambios que se viven a nivel político y social, y el 
elevado índice de pobreza que registra México, la gente vive en constante tensión y 
depresión. Según las estadísticas de la Asociación Mexicana de Estrés, Trauma y Desastre, 
52 millones de personas presentan estrés. 
 
 El estrés produce un desgaste paulatino y permanente de los sistemas biológicos pudiendo 
provocar, entre otras enfermedades físicas, deterioro psicoemocional, trastornos de la 
conducta y alteraciones intelectuales.4 
 
 Entre las enfermedades físicas destacamos a la fatiga crónica, gastritis, úlcera 
gastroduodenal, hipertensión arterial, arritmias, angina, afecciones musculoesqueléticas, 
afecciones neurológicas, disminución de la inmunidad, alteraciones reproductivas y, cierta 
contribución de aborto espontáneo.4 
20 
 
 
 En Latinoamérica predomina la incidencia de los efectos a nivel del tubo digestivo, 
destacándose la gastritis en un 45% y la úlcera gastroduodenal en el 11%; a nivel 
cardiovascular destacan la hipertensión arterial en el 23% y las arritmias en el 13%, seguidas 
de la angina en un 5% y, finalmente, el infarto agudo al miocardio en un 3%.4 
 
 Dentro de los trastornos psíquicos, se encuentran: el deterioro psíquico emocional, tal 
como la ansiedad en un 19%; la angustia en el 43% y, la depresión en 31%. Esto, puede 
llegar en algunos casos a ser el campo propicio para el suicidio del individuo.4 
 
 En el nivel psicosomático, el estrés, se manifiestan por un grupo de síntomas tales como: 
fatiga, cefaleas frecuentes, trastornos de sueño, desórdenes gastrointestinales, pérdida de 
peso y, dolores musculares entre otros.9 
 
 En el ámbito familiar, ocasiona dificultades para balancear la vida familiar, produce 
aislamiento, fracaso de vínculo con los hijos, dificultades en la relación de pareja, falta de 
soporte afectivo, divorcios y destrucción familiar.4 
 
 Destacamos también, a los trastornos en la conducta como la agresión, el alcoholismo, el 
consumo de psicofármacos y el abuso de drogas. 
 
 En la esfera conductual, son frecuentes los trastornos intelectuales. Entre ellos se 
encuentra; la dificultad de concentración, la disminución del estado de alerta, desempeño 
laboral bajo y de mala calidad, alteraciones de la performance clínica4, incapacidad para vivir 
de forma relajada, superficialidad al contacto con los demás y, los comportamientos de alto 
riesgo.9 
 
 Actualmente, son bien conocidos los procesos biológicos a través de los cuales el estrés 
profesional puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El excesivo 
desequilibrio de esfuerzo / recompensa, está relacionado como uno de los principales 
factores de riesgo cardiovascular, aunque no de una manera consistente. En un investigación 
sueca, el esfuerzo / recompensa generado no en exceso, se asoció con la presencia de 
hipertensión arterial en hombres, mientras que el exceso del esfuerzo/recompensa se 
relacionó con una mayor proporción de los niveles de colesterol total y de altos niveles de 
lipoproteínas de alta densidad.10 
 
 Existe una conexión entre los marcadores inflamatorios como el cortisol, el estrés crónico y 
las patologías cardiovasculares. El continuo estrés profesional, ya sea agudo o crónico, 
podría ser una vía para el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, ya que éste, puede 
inducir a los procesos inflamatorios que finalmente conducirán a la aterosclerosis.10 
 
 Los marcadores inflamatorios implicados en la patogenia de la enfermedad cardiovascular 
son: las moléculas de adhesión, las citoquinas, las proteínas de fase aguda, el fibrinógeno, 
las proteína C reactiva (PCR), la velocidad de eritro-sedimentación y así sucesivamente. 
 
 La PCR demostró tener un pro-efecto inflamatorio, y la persistencia de niveles elevados en 
las enfermedades crónicas podría generar amiloidosis secundaria. Además, también existen 
datos experimentales que han demostrado el papel protrombótico de la PCR.10 
21 
 
 
 Los estudios demuestran que existen diferentes respuestas al estrés por género: en los 
hombres se activa el sistema nervioso central y se produce aumento de los niveles de 
cortisol, lo que reduce la respuesta inmune y disminuye la inflamación. Las mujeres en 
cambio, reaccionan con la activación de la producción de endorfinas y la oxitocina.10 
 
 En situaciones de alto estrés laboral, se liberan las hormonas corticotropina y 
adrenocorticotrópica, las cuales se acompañan de un aumento posterior de los niveles de 
cortisol.10 
 
 Los hombres están más propensos a morir por enfermedades cardiovasculares y, las 
mujeres con mayor frecuencia sufren de enfermedades funcionales como el síndrome de 
intestino irritable. Eller NH10, demostró que en las mujeres con alto grado de estrés por 
tiempo apremiado, el desequilibrio entre el esfuerzo y la recompensa se asociaron 
significativamente con mayores niveles de cortisol. Mientras que en los hombres, con alto 
grado de responsabilidad, el desequilibrio entre el esfuerzo-recompensa, se asocio de 
manera significativa con mayores niveles de cortisol. Así, observamos que los factores 
psicosociales están relacionados con los niveles de cortisol. 
 
 Además, se destacan la falta de interés laboral, el ausentismo laboral, la insatisfacción 
laboral, el trabajo de baja calidad, los errores médicos, en algunos casos la mala praxis y, por 
último, los problemas legales. Estas situaciones, dañan la imagen del profesional y, en 
algunas ocasiones, generan el abandono, cambio de la especialidad y/o el retiro prematuro 
de la especialidad, juicios civiles y/o penales y, en casos extremos el suicidio.4 
 
 Los recientes cambios en la sociedad podrían aumentar el estrés en los médicos: Los 
pacientes tienen una mayor participación en la toma de decisiones médicas; están mejor 
informados y están mejor protegidos por la ley. También hay un constante cambio en la 
percepción de la vida familiar un factor que afecta a las especialidades médicas.10 
 
1.3 FACTORES DESENCADENANTES DE ESTRÉS EN LOS SERVICIOS DE URGENCIAS 
 
 El estrés es considerado un problema de gran magnitud y trascendencia mundial, dado 
que, produce nocivas reacciones físicas y emocionales. Estas reacciones, se generan 
cuando las exigencias del trabajo no igualan a las capacidades, los recursos o las 
necesidades. Por lo tanto, afectaran al trabajador y a su productividad. En el caso del 
personal del área de salud, llámese médico o personal de enfermería, presentan también, 
afectación en su relación con el paciente. 
 
 El ciclo del estrés, es activado frecuentemente por numerosos factores estresantes en la 
vida del profesional, dentro de ellos destacamos: el tipo de especialidad, el escenario laboral 
complejo, el hábitat laboral intenso, la falta de control del tiempo, la interferencia con la vida 
familiar, los posibles problemas médico-legales, y el progresivo desajuste de las expectativas 
profesionales. Cuando los factores estresantes se acumulan y superan la tolerancia del 
organismo surge el estrés excesivo y nocivo, aquel que puede tener un impacto importante 
sobre la salud, la vida familiar y la vida laboral, afectándose más la relación médico-
paciente.4 
 
22 
 
 Del mismo modo, la prestación de los servicios de salud, está relacionada directamente 
con la atención del usuario en las diferentes especialidades,y tienen como objetivo 
garantizar una atención adecuada y oportuna con eficiencia y eficacia. En el caso de los 
servicios de emergencia, estos constituyen espacios en donde se requiere personal médico y 
de enfermería eficiente para el manejo de pacientes críticos, debido a la gran responsabilidad 
que asumen en salvar el mayor número de vidas. Además, el servicio de urgencias es un 
área en donde la población espera y confía encontrar una respuesta a sus necesidades de 
salud. Los servicios de emergencia son entonces, los articuladores de la respuesta 
inmediata, cumplen un rol importante en la denominada hora de oro, dado que, la actuación 
del equipo multidisciplinario ha demostrado disminuir el número de lesiones invalidantes, así 
como de los fallecimientos.7 
 
 Desde los grados preescolares hasta la educación universitaria, cuando un individuo está 
inmerso en un periodo de aprendizaje de postgrado, experimenta tensión, ansiedad y estrés. 
En los cursos de especialización médica es frecuente observar un incremento en la carga de 
trabajo asistencial, largas jornadas de trabajo y un ambiente laboral degradado. En la 
actualidad han cobrado auge las teorías interaccionistas, que plantean que la respuesta de 
estrés es el resultado de la interacción entre las características de los individuos y las 
demandas del medio en que se desarrolla. Los médicos residentes, en el transcurso de sus 
estudios, frecuentemente manifiestan la existencia de situaciones como ansiedad, temor y 
depresión. Esta situación, indica la presencia de estrés académico y/o laboral.1 
 
 Las áreas de urgencias se caracterizan por prestar atención y vigilancia médica a pacientes 
con procesos que pueden provocar grandes discapacidades o pérdida de la vida, por lo 
tanto, brindar atención a los pacientes que ingresan a la sala de urgencias (considerando que 
en cada caso nuevo se debe enfrentar y estabilizar al paciente en estado crítico), genera en 
los profesionales de salud, un alto grado de estrés, aunado a una ansiedad constante. El 
personal que labora prestando cuidados a pacientes críticos, está sometido a un gran 
número de estresores en su trabajo, mismos que son originados por la gran responsabilidad 
que asumen en horas laborales y, la sobrecarga de trabajo, por ello es especialmente 
vulnerable a presentar alteraciones de salud psicológicos, que a su vez, lo vuelvan más 
vulnerable a presentar cuadros de diversas enfermedades tales como; los cuadros de la 
lumbalgia, las actitudes de agresividad y las inadecuadas relaciones interpersonales en el 
ámbito laboral y familiar. Estos factores influyen además, en la génesis del bajo rendimiento 
laboral.7, 9 
 
 Otros estudios, señalan que las fuentes de estrés más frecuentemente identificadas por 
orden de importancia son; la necesidad de actualización de la información para mantener la 
competencia profesional, conflictos con los superiores, sentir máxima responsabilidad en los 
resultados de la atención a los pacientes, bajo reconocimiento por parte de la población 
asistida, incertidumbre en el manejo de información con el paciente o sus familiares y, cuidar 
de las necesidades emocionales de los pacientes. Los resultados reportados por Harling7, 
sugieren que el estrés generado en el trabajo, predispone a la utilización de alcohol y drogas 
psicoactivas con la intención de disminuirlo. 
 
 Aunado a esto, el personal de los servicios de urgencias, está expuesto a la interrupción 
frecuente en la realización de sus actividades, y de manera constante recibe críticas de otras 
personas, como médicos, supervisoras, pacientes y familiares del paciente. Se observa 
23 
 
además, que existe falta de comunicación con los compañeros de trabajo acerca de los 
problemas del servicio y que no comparten las experiencias y sentimientos positivos o 
negativos hacia los pacientes. La asistencia del personal médico en situaciones de urgencia 
como en el paro cardiorespiratorio o agravamiento de alguna situación clínica del paciente, 
suele manifestarse através de una respuesta emocional en forma de llanto, risa, irritabilidad, 
ansiedad, culpabilidad, depresión, fatiga o agotamiento.7La frecuencia del estrés en el 
personal de enfermería, varía en las diferentes instituciones de salud. Esto debido a las 
diferencias que existen entre la estructura y el funcionamiento de los diferentes sistemas de 
salud. 
 
 Los factores psicosociales existentes en el trabajo, pueden ser definidos como elementos 
externos que afectan la relación de la persona con su grupo y, cuya presencia o ausencia 
puede producir daño en el equilibrio psicológico del individuo. Como ejemplos de estos 
factores psicosociales se encuentran: la carga laboral, las jornadas exhaustivas, los hábitos 
de trabajo, utilización de habilidades, reconocimiento al trabajo, el apoyo social y la 
supervisión, entre muchos otros. Cuando estos factores exceden las capacidades del 
trabajador, se convierten en eventuales causantes de estrés que afectan la salud mental y 
física de quien las padece, ocasionando daño y cuya magnitud dependerá de la 
vulnerabilidad de las personas.11 
 
 Existe entonces, un gran número de factores de riesgo que pueden causar estrés en el 
personal de salud; los relacionados con el contenido de trabajo, el grado de responsabilidad, 
los contactos sociales y el clima de la organización, el contacto con pacientes, la sobrecarga 
de trabajo, la presión del tiempo, el contacto con la muerte, el sufrimiento, el conflicto y la 
ambigüedad de roles, el clima organizacional, los horarios irregulares, no tener oportunidad 
de exponer quejas, inestabilidad laboral, falta de apoyo por parte de los compañeros, los 
problemas de interrelación con el equipo multidisciplinario, la necesidad de mantenimiento y 
desarrollo de una calificación profesional, la violencia hacia el profesional, el ambiente físico 
en el que se realiza el trabajo y la inseguridad en el trabajo. Dichos factores, están 
relacionados y afectan la calidad de vida del profesional de salud y de su entorno más 
próximo, así como también afectan el desempeño laboral y disminuyen la calidad de los 
cuidados que se brindan y la productividad del personal de salud.7 
 
 De manera más específica, Escriba9, propone que los principales estresores identificados 
en el personal de enfermería son: la permanencia continua con el sufrimiento, el sufrimiento 
de pacientes en estado crítico, la falta de apoyo por parte de los compañeros, la sobrecarga 
de trabajo, la presión de tiempo, los problemas de interrelación con el resto del equipo de 
enfermería, conflictos con los médicos y, la falta de apoyo social en el trabajo.9 
 
 Por otro lado, Calíbrese9, argumenta que los factores personales, profesionales, 
institucionales y ambientales, también pueden influir en la generación del estrés; considera 
que la alta responsabilidad del médico al manejar pacientes críticos y tomar rápidas 
decisiones, repercuten en el cuidado y la seguridad del paciente.7 
 
 En el estudio de Garza y colaboradores7, el objetivo fue identificar los factores que influyen 
en la ansiedad del personal de enfermería; determinaron que éstos, corresponden a la 
jornada laboral sumado al tiempo invertido para el traslado a su centro laboral, lo que 
significa, que la mayor parte del día es ocupado en actividades relacionadas con el trabajo, 
24 
 
pudiéndose convertir éste en un factor más para el desarrollo del estrés. Entre otros 
factores, señalan también, los motivos familiares y económicos, así como el tipo de 
responsabilidad en el trabajo y, por supuesto, la falta de descanso durante el desempeño del 
mismo. Así mismo, los autores señalan que el estrés induce a la ansiedad y es considerada 
como un factor nocivo para la salud.7 
 
 Para Walker9, existen múltiples causas, las cuales varían de un servicio a otro y 
finalmente, determinaran que quienes trabajan en unidades críticas sufran de estrés. Las que 
se reconocen con más frecuenciason: las largas jornadas, ambientes que requieren de un 
intenso esfuerzo, necesidad de adquirir y mantener destrezas técnicas y complejas, 
exposición constante a intensas reacciones emocionales propias, de pacientes y/o de los 
familiares y, el cuidado de los pacientes críticos cuyas condiciones demandan decisiones 
correctas, inmediatas y de rápida atención.7 
 
 En 1999, Arcilia, Cervantes y Contreras7, en el estudio “estrés laboral de las enfermeras del 
área de emergencia del Centro Médico Dr. Rafael Méndez”, demostraron que las 
profesionales de enfermería que laboran en el área de emergencia, presentaban niveles altos 
de estrés en cuanto a las manifestaciones físicas (42-86 %) y, sólo un nivel bajo de estrés en 
cuanto a las manifestaciones psicológicas (50 %).7 
 
 Kawano9, diseñó una investigación para evaluar el estrés laboral en las enfermeras de 4 
hospitales japoneses y concluyó; que los más afectados son aquellas que laboran en las 
unidades de cuidados intensivos y sala de operaciones y, que su estado físico y mental 
puede afectar la calidad de su atención y por consecuencia, la satisfacción de los pacientes.9 
 
 Sotillo7, menciona que el estrés es causa directa e indirecta en la producción de accidentes 
de trabajo, así como de otros efectos negativos para la salud de los trabajadores, sin olvidar 
por supuesto, su efecto en la organización laboral o en el contexto social y familiar del sujeto 
sometido a estrés. En este sentido, se encuentran tres diferentes niveles de afectación; 
dentro de los efectos subjetivos, destaca la ansiedad, agresión, apatía, aburrimiento, 
depresión, fatiga, frustración, sentimientos de culpa, irritabilidad, tristeza, baja autoestima, 
tensión, nerviosismo y soledad; los efectos cognitivos, influyen en la incapacidad de tomar 
decisiones, de concentrarse, predispone a olvidos y a las actitudes de resistencia a las 
críticas, finalmente; los efectos conductuales, producen efectos fisiológicos sobre la salud y 
en la organización, destacándose el ausentismo laboral, las pobres relaciones laborales, la 
escasa productividad, las altas tasas de accidentes, altas tasas de cambio de trabajo, el mal 
clima en la organización, antagonismo con el trabajo y la insatisfacción con el desempeño de 
tareas.7 
 
 Existen otros factores externos del lugar de trabajo, estrechamente relacionados con las 
preocupaciones del trabajador. Estos, derivan de circunstancias familiares o de su vida 
privada, confluyendo sus elementos culturales, las facilidades de trasporte, las características 
de la vivienda, la salud y la seguridad en el empleo; aportes que coinciden con la OMS y la 
Comisión Europea.7 
 
 Por otra parte, el trabajo del ambiente hospitalario, tiene características peculiares que lo 
vinculan necesariamente con experiencias laborales estresantes. Ejemplo de ello, es la 
necesidad de la atención urgente de la población, a consecuencia de alteraciones 
25 
 
imprevistas consideradas como graves. Las actividades de trabajo, varían constantemente y 
la demora de atención puede significar la pérdida de una vida. Esta situación, muestra la 
escasa influencia que tiene el trabajador sobre la planificación y control de su trabajo, 
situación íntimamente vinculada con el estrés.7 
 
 El manejo de pacientes críticos en los servicios de emergencia, está rodeado de forma 
permanentemente a altos riesgos, tanto para el paciente como para el equipo de salud que lo 
acompaña. Por lo tanto, la decisión rápida que se tome debe basarse en una evaluación de 
los beneficios potenciales para el usuario contra los posibles riesgos. 
 
 Martínez7, sostiene que el riesgo del manejo de pacientes críticos, se puede minimizar 
mediante una planeación cuidadosa, uso de personal calificado y, una selección de equipo 
apropiado. Por ello, los profesionales que laboran en áreas de emergencia, deben estar 
preparados para enfrentar los peores escenarios y desarrollar un método para la resolución 
de cada problema.7 
 
 En otro estudio de los estados emocionales de los enfermeros y su desempeño profesional 
en las unidades críticas; se afirma que su perfil emocional, sufre alteraciones en trascurso 
del turno, lo que puede deberse al desgaste y al estrés propio de la actividad de prestar 
asistencia, sobre todo en las unidades de urgencias en donde se exige un nivel alto de 
habilidades y en donde existe la necesidad de dar respuestas inmediatas. El cansancio al 
final del turno, es considerado como una variable fuerte en todas las unidades de atención 
crítica.7 
 
 No obstante lo anterior, hay autores que señalan que existe una escasez de conocimientos 
acerca del cómo se relacionan las condiciones de trabajo con los trastornos específicamente 
psicológicos en el grupo ocupacional de enfermería. Este colectivo en los hospitales de tercer 
nivel de atención, se enfrenta a las demandas de su trabajo y a riesgos, que percibidos con 
bajo control, resultan estresantes. También esta relación se ha encontrado en el trabajo de 
médicos generales, teniendo como punto en común, la percepción de alta demanda y bajo 
control en el trabajo. El estrés laboral tiene efectos negativos en la calidad de vida de las 
enfermeras y a su vez, estos son reflejados en la calidad de servicios a los usuarios.11 
 
 Quick y Quick7, establece dos tipos de consecuencias de estrés: la directa e indirecta. En la 
primera, se encuentra ausentismo laboral, retraso en el trabajo, rotación del personal y la 
escasa participación; en la segunda, se relaciona la participación del trabajo y los aspectos 
organizacionales como la cantidad y calidad de la productividad y los accidentes. Los 
episodios de estrés que duran poco o son infrecuentes representan poco riesgo, pero cuando 
las situaciones estresantes continúan y no son resueltas; se queda el organismo en un 
estado constante de activación, lo que aumenta la tasa del desgaste a los sistemas 
biológicos. En última instancia, el resultado es la fatiga, daño y/o la debilidad del cuerpo de 
recuperarse y defenderse.7 
 
 Un instrumento global para medir el estrés laboral, es el “cuestionario de estrés laboral” 
elaborado por Prieto T., Teresita, Trucco B., Marcelo, utilizado en la tesis para optar al grado 
de licenciado en Psicología. Mediante 16 preguntas del cuestionario (estresores), se miden 
las fuentes de tensión y los problemas en el trabajo. Las preguntas se responden en escalas 
de 4 puntos: nunca, a veces, a menudo y siempre y; están referidos a un periodo definido 
26 
 
(“último mes”). Se dicotomizaron las respuestas, asignándose el puntaje mayor a aquellas 
dos respuestas que indican, en general, lo más “negativo”. De este modo, los mayores 
puntajes indican mayores problemas, malestar, tensión o deficiencias, traducido en: bajo, 
moderado y alto nivel de estrés. 
 
1.3.1 El hacinamiento y sus efectos en la atención de los servicios de urgencias 
 
 La Academia Americana de Médicos de Urgencias, define al hacinamiento como una 
situación en la que la necesidad identificada por los servicios de urgencias supera a los 
recursos disponibles.12 
 
 El departamento de urgencias es considerado a menudo, como un sitio de salud y un 
último recurso para las personas que carecen de servicios de salud, o bien, que tienen 
servicio de salud, pero no tienen un acceso fácil o rápido a la atención primaria. Por 
consecuencia, los pacientes confían en los servicios de urgencias, los ven como lugares 
seguros para recibir atención.12 
 
 Cuando se envían pacientes a los servicios de urgencias, éstos fácilmente tienden a 
sentirse ansiosos por las diversas condiciones de malestar o enfermedad, por lo que esperan 
que el personal médico atienda sus problemas tan pronto como sea posible.13 
 
 Sin embargo, el hacinamiento y la escasez de recursos, se han convertido en una barrera 
significativa para la atención oportuna de las personas en las áreas de urgencias y, han 
impedido que los servicios de emergencialogren cumplir con las expectativas de los 
pacientes, lo que provoca que cada vez con mayor frecuencia, los pacientes busquen la 
atención de problemas no urgentes en el servicio de urgencias. De hecho, el 60% - 80% de 
los pacientes que acuden al servicio de urgencias lo hacen por problemas que no son 
urgentes e incluyen problemas de salud menores.14, 12 
 Aunado a lo anterior, el hacinamiento de los servicios de urgencia, reduce la calidad de 
atención de los médicos y las enfermeras, aumenta el riesgo de errores, e incluso puede 
agravar el estado del paciente o generar su muerte. Si la atención proporcionada por el 
personal de enfermería, es menor que la demanda en el tiempo, esto puede representar una 
amenaza para la salud de los pacientes. 13 
 El problema más importante del hacinamiento, es la falta de disponibilidad de camas en las 
áreas de hospitalización y los servicios de urgencias. Cuando un hospital se encuentra 
saturado, los pacientes son atendidos incluso en los pasillos, a veces por varios días hasta 
que una cama hospitalaria se encuentre disponible. Situación, que pone en peligro a los 
pacientes debido a que demora la atención.12 
 Una consecuencia importante, derivada de los largos tiempos de espera en urgencias es, 
que algunos pacientes salen sin ser vistos. Además, cuando los servicios de urgencias 
presentan niveles altos de hacinamiento, el personal de guardia puede optar por desviar la 
entrada de ambulancias, y trasladar a los pacientes que se encuentran ingresados, a otro 
hospital que cuente con personal y camas disponibles.12 
 
27 
 
 Por otro lado, las actividades del personal de enfermería deben cumplirse en un tiempo 
estándar. Por desgracia, la situación real en los servicios de urgencias es que; cuando el 
número de pacientes aumenta en los servicios de urgencias, o cuando los pacientes con 
condiciones más severas son ingresados , las demandas individuales de la atención de 
enfermería se incrementa, por lo que sus necesidades a menudo no pueden ser satisfechas 
por los servicios fijos estandarizados de enfermería. Por lo tanto, el personal de enfermería 
puede verse obligado a reducir los cuidados, o el tiempo previsto para cada paciente.13 
 
 Los servicios de urgencias, necesitan entonces, de recursos adicionales para ampliar su 
atención y mejorar el acceso de todos a los servicios de salud; las enfermeras representan 
una fuerza laboral que puede ayudar a mitigar la actual crisis del servicio médico de 
urgencias. El papel que las enfermeras de urgencias pueden desempeñar en estas 
situaciones es evidente; dos de las características de la profesión de enfermería son el 
dominio de la competencia trans-cultural y la competencia en el cuidado de pacientes con 
problemas no urgentes de carácter agudo o crónico.12 
 La enfermera es un valioso complemento de los equipos interdisciplinarios en los servicios 
de urgencias; y deben estar bien preparadas para atender una variedad de quejas y 
problemas no urgentes, con énfasis en la promoción de la salud y prevención de 
enfermedades que puedan resolverse en pacientes con problemas de salud menor y no 
urgente. Tal vez, proporcionar consejos para evitar problemas futuros y futuras visitas al 
servicio de urgencias, disminuiría el número de pacientes que salen sin ser vistos, y de ese 
modo, mejoraría el acceso al nivel adecuado de atención para todos los pacientes.12 
 
 Aunque inicialmente la saturación de servicios era un problema común de los grandes 
hospitales urbanos, en los últimos años el fenómeno se ha extendido a instituciones de salud 
suburbana y rural. La gran demanda de atención y la saturación de los servicios de 
urgencias, ha dado lugar a una serie de problemas que incluyen, a los servicios de 
ambulancia, los tiempos prolongados de espera en los pacientes, el aumento del tiempo de 
sufrimiento de los pacientes que se encuentran en espera de atención, la precipitación de 
ambientes desagradables y, tratamientos con resultados potencialmente pobres en los 
pacientes. En otras palabras cuando los recursos institucionales son escasos, la eficacia y 
satisfacción personal y profesional de los médicos es significativamente menor. El 
hacinamiento, los largos tiempos de espera, la falta de personal y la falta de recursos 
materiales, ponen en peligro la integridad del servicio médico de urgencias y, hacen que 
cada vez sea más difícil para el médico y la enfermera de urgencias mantener su eficacia 
laboral.14 
 La falta de autonomía y control, es el factor principal de insatisfacción en el trabajo del 
médico de urgencias, ya que dedican más tiempo en la realización de actividades que 
tradicionalmente se consideraban "fuera del ámbito de aplicación." Actividades fuera de la 
atención médico-paciente, que incluyen la programación, la negociación de recursos, la 
entrega del alta del paciente. El éxito en estas actividades, frecuentemente está en función 
de la adecuación o limitaciones del sistema de salud. 14 
 
28 
 
 En los últimos años, debido al aumento de la burocratización en la práctica médica, se han 
reportado altos índices de insatisfacción en el trabajo. De forma característica la práctica 
médica en los servicios de urgencias, demuestra que los médicos en algún momento 
experimentan un estrés y desgaste significativos. Doan-Wiggins25 y sus colegas, sugieren 
que cerca de una cuarta parte de los médicos de urgencias, están quemados (síndrome de 
Burnot) o presentan problemas de estrés, y uno de cada cinco planea abandonar la práctica 
de la medicina de urgencias en los próximos cinco años. 14 
 
 Por lo tanto, ha habido un creciente número de estudios centrados en reducir el exceso de 
hacinamiento y el tiempo de espera en los servicios de urgencias, con el objeto de aumentar 
la eficiencia de las intervenciones de urgencia. Los métodos empleados, incluyen la 
planificación de recursos humanos. En estos términos, los investigadores sugieren una 
necesidad de integrar las necesidades de los pacientes con los recursos de atención e 
inspeccionar si diariamente los recursos humanos en cada turno son suficientes y realizar 
ajustes según sea necesario, haciendo uso de los recursos humanos existentes a fin de no 
afectar la calidad de la atención médica.13 
 
1.3.2 Las jornadas de trabajo: una fuente de estrés 
 
 Ivonne Hernández Marchán, responsable del área de Fomento a la Salud del Instituto 
Mexicano del Seguro Social (IMSS), señala que el estrés del trabajo aparece cuando como 
consecuencia del contenido o la intensidad de las demandas laborales, o por problemas de 
índole organizacional, el trabajador comienza a experimentar vivencias negativas asociadas 
al contexto laboral. A su vez, la interrelación del médico, se verá determinada por las 
diversas influencias del paciente, el propio profesional de la salud y el entorno laboral, 
pudiendo surgir una relación distorsionada que ocasione malestar al profesional sanitario y/o 
al paciente, generando bajo rendimiento laboral, errores médicos, quejas y/o demandas en 
contra del personal de salud. 
 
 Los médicos de urgencias son los únicos especialistas que de manera habitual 
proporcionan una atención continua las 24 horas del día. La medicina de urgencias, es una 
especialidad única cuya atención se centra en proporcionar un amplio e intenso cuidado 
siempre que sea necesario. Debido a que las situaciones de emergencia ocurren en 
cualquier momento del día o de noche y, que requieren de atención médica especializada 
inmediata; las jornadas de trabajo constituyen un componente esencial en la práctica diaria 
de urgencias. Desafortunadamente, las jornadas de trabajo generan numerosos efectos 
negativos en las personas. Aunque los médicos de urgencias están muy familiarizados con 
las exigencias de las jornadas de trabajo, éstas constituyen un factor de estrés importante. El 
estrés a su vez es un factor de riesgo para muchas enfermedades,

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