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Incidencia-de-complicaciones-por-el-uso-de-morfina-intradural

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN 
HOSPITAL GENERAL DEL ESTADO DE SONORA 
DR ERNESTO RAMOS BOURS 
 
 
 
T E S I S 
 
 
 
INCIDENCIA DE COMPLICACIONES POR 
EL USO DE MORFINA INTRADURAL 
 
 
QUE PARA OBTENER LA ESPECIALIDAD DE ANESTESIOLOGÍA 
 
 
PRESENTA: 
Iveth Patricia Rendón Domínguez 
Residente de tercer año de Anestesiología 
 
 
 
Director de tesis: Carmina Urías García 
Co-director de tesis: Salvador Terán Rivera 
Miembro del comité tutorial: Eleazar Valle Armenta 
 
 
Hermosillo, Sonora. Julio del 2016 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
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Gobierno del I Secretaria de 
Estado de Sonora Salud Pública 
Hospital General del Estado 
"Dr. Ernesto Ramos Bours" 
División de Enseñanza e Investigación 
No. de Oficio: SSSj HGEj EMj 663j 16 
Hermósillo, Sonora a 29 de julio de 2016 
2016:" Año del Diálogo y la Reconstrucción" 
OFICIO DE LIBERACiÓN DE TESIS 
La división de enseñanza e Investigación del Hospital General del Estado de Sonora hace 
constar que realizó la revisión del trabajo de tesis del médico residente: Rendón Domínguez 
Iveth Patricia; cuyo título es: 
INCIDENCIA DE COMPLICACIONES POR 
EL USO DE MORFINA INTRADURAL 
Se considera que la tesis reúne los requisitos solicitados por la Universidad Nacional Autónoma 
de México y se acepta para ser presentada en el examen de grado. 
ATENTAMENTE 
SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCiÓN. 
EL SUBJEFE DE LA DIVISiÓN DE ENSEÑANZA E 
INVESTIGACiÓN 
C.¿ hiVO 
NGPH 
"""", •• Hospital General 
~,lIf' del Estado 
Dr. Ernesto Ramos Bours 
Unidos logramos más 
Blvd. Luis Encinas Johnson SIN Colonia Centro 
Tels. (662) 2592501, 2592505 
Hermosillo, Sonora I www.saludsonora.gob.mx 
 
4 
 
AGRADECIMIENTOS
 
Mis agradecimientos a la Universidad Autónoma de México por apoyarnos como institución 
educativa para la realización de esta subespecialidad. 
 
Mi gratitud a la Secretaria de Salud del Estado de Sonora por apoyarme profesionalmente y 
permitirme desenvolver en la Anestesiología. 
 
Quisiera agradecer al Hospital General del Estado de Sonora por ser mi segunda casa, es el lugar 
donde realizamos nuestra labor como médicos a diario y nos ha permitido aplicar todos nuestros 
conocimientos y experimentar así mismo la distinta gama de emociones al interactuar en el 
proceso de salud enfermedad. 
 
Es un honor haber trabajado con la doctora Carmina Urías, al doctor Salvador Terán y al doctor 
Eleazar Valle Armenta por su apoyo en la elaboración de esta tesis y en lo general, además de su 
sincera amistad y entrega a su profesión. 
 
Mis más profundo reconocimiento a toda mi familia, amigos, maestros y compañeros por su 
cariño y comprensión, ya que gracias a ellos puedo ser mejor persona. 
 
 
5 
 
DEDICATORIA 
 
 
A Dios por ser mi guía 
 
A mis cariñosos padres Francisco y Patricia por su paciencia 
 
A Javier por su amor incondicional 
 
A mi familia y amigos por su comprensión y apoyo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 9 
CAPÍTULO I 
MARCO TEÓRICO ............................................................................................................. 11 
1.1 Recuento histórico ................................................................................................. 11 
1.2 Generalidades ......................................................................................................... 12 
1.2.1 Bloqueo neuroaxial ......................................................................................... 12 
1.2.2 Receptores opioides ........................................................................................ 14 
1.2.3 Opioides .......................................................................................................... 17 
1.2.4 Morfina ........................................................................................................... 19 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ............................................................................. 27 
1.1 Pregunta de investigación ........................................................................................... 27 
JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................. 28 
OBJETIVO GENERAL ....................................................................................................... 29 
1.1 Objetivos particulares ............................................................................................ 29 
CAPÍTULO II 
MATERIALES Y MÉTODO ............................................................................................... 30 
2.1 Metodología ................................................................................................................ 30 
2.2 Criterios de selección .................................................................................................. 31 
2.3 Recursos empleados .................................................................................................... 31 
2.4 Descripción general del estudio .................................................................................. 32 
2.5 Análisis estadístico ...................................................................................................... 32 
RESULTADOS .................................................................................................................... 33 
DISCUSIÓN ......................................................................................................................... 37 
CONCLUSIONES ................................................................................................................ 40 
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 41 
ANEXO I .............................................................................................................................. 45 
 
 
 
 
 
7 
 
RESUMEN 
 
En este trabajo se presenta un estudio retrospectivo de la incidencia de complicaciones 
por el uso de morfina intradural. Dosis dentro del rango de 60 a 200 µg fueron utilizadas en 282 
pacientes sometidos a cirugía electiva ginecológica o no ginecológica en el Hospital General de 
Navojoa. 
En la muestra analizada se obtuvo como principal complicación el prurito con una 
incidencia del 36%, seguido de náuseas con 24%, vómito con 16%, retención urinaria con 5% y 
depresión respiratoria con 2%. Se registró una incidencia de presentar al menos una 
complicación por paciente de un 39%. Los resultados indican que existe un mayor riesgo de 
presentar complicaciones si se satisface alguna de las siguientes condiciones: la dosis de morfina 
utilizada es mayor a 150 µg, el paciente es del sexo femenino o el paciente tiene una edad menor 
de 40 años. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
 
ABSTRACT 
 
In this thesis a retrospective study of the incidence of complications by the use of 
intrathecal morphine, is presented. Doses within the range from60 to 200 µg were used in 282 
patients subjected to either gynecological or non-gynecological elective surgery at the General 
Hospital of Navojoa. 
In the analyzed sample pruritus was the main complication with an incidence of 36%, 
followed by nausea with 24%, vomit with 16 %, urinary retention with 5% and respiratory 
depression with 2 %. An incidence of 39% was obtained of experiencing at least one 
complication per patient. The results indicate that there is a higher risk of presenting any of the 
complications if any of the following conditions is satisfied: the dose of morphine is over 150 
µg, the patient gender is feminine or the patient age is less than 40 years. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El dolor agudo postoperatorio (DAP) se define como un dolor de inicio reciente, duración 
limitada y que aparece como consecuencia de la estimulación nociceptiva sobre los distintos 
tejidos y órganos, resultantes de la intervención quirúrgica. Su característica más destacada es 
que presenta una intensidad máxima en las primeras 24 horas y disminuye progresivamente 
(López S, 2012). 
De los fármacos más utilizados para el control del dolor agudo intenso se encuentran los 
de tipo opioide, de los cuales la morfina constituye al opiáceo por excelencia, establece el punto 
obligado de referencia para todos los demás. Se utiliza para tratar el dolor severo, por ello se 
ubica en el tercer escalón de la escalera analgésica de la OMS (Colleau, 2006). 
Se trata de un agonista puro para los receptores µ, δ y k, aunque su actividad 
fundamentalmente se centra en la interacción con los receptores µ. Los efectos clínicos de la 
morfina conforman el clásico síndrome opiáceo que incluye: analgesia, euforia, sedación, 
depresión respiratoria, miosis, depresión del reflejo tusígeno, náuseas y vómitos, rigidez 
muscular, bradicardia e hipotensión, disminución del peristaltismo gastrointestinal, aumento de 
la presión intrabiliar y retención urinaria. (Río, 2005). 
Entre las vías utilizadas para el uso de la morfina se encuentran: la intravenosa, la 
subcutánea, la oral, la rectal y las que se aplican directamente en la médula espinal incluyendo la 
vía epidural y la vía intratecal o intradural, éstas son utilizadas únicamente por el anestesiólogo 
durante la técnica del bloqueo neuroaxial para el tratamiento del dolor intra y postoperatorio 
(ALCP, 2011). 
 
10 
 
La analgesia opioide epidural e intradural se ha utilizado en humanos de manera exitosa 
en procedimientos quirúrgicos desde el año 1979 (Wang JK N. L., 1979). Resulta atractiva por 
su rápido inicio de acción y proporcionar una satisfactoria analgesia, sin ocupar de un sistema 
para infusión continua como en el caso de la vía epidural. 
Sin embargo, secundario a las inconvenientes por la técnica intradural como toxicidad, 
riesgo de infección, imposibilidad de extender la analgesia y también debido a las 
complicaciones por el uso de morfina intradural como purito, náusea, vómito y la más temida, la 
depresión respiratoria, se desalentaba su uso rutinario. Durante las dos últimas décadas se ha 
demostrado que dosis pequeñas de morfina intradural nos proporcionan una analgesia 
satisfactoria con efectos secundarios relativamente poco frecuentes y fáciles de tratar. (Gwirtz 
KH, 1999) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11 
 
CAPÍTULO I 
MARCO TEÓRICO 
1.1 Recuento histórico 
Bier y su asistente hicieron historia utilizando cocaína intratecal, en el Royal Chirurgical 
Clinic de Kiel en 1898. La primera reseña publicada de uso de opioides en una anestesia 
raquídea se debe a un cirujano rumano, Racoviceanu-Pitesti que presentó su experiencia, con una 
mezcla de cocaína y morfina, en París en 1901 (Brill S, 2004). 
Esta carrera ha estado plagada de adversidades que se vieron superadas en la década de los 
70 al descubrirse los receptores opioides medulares, y evidenciar que la aplicación directa de 
morfina espinal producía analgesia (Yaks TL, 1976). 
Esta realidad fue tangible tras la utilización con éxito por Wang y cols. de bolos de morfina 
intratecal en humanos (Wang JK, 1979) y ser publicado por Behar y cols. en "The Lancet" el 10 
de marzo del 1979, el primer artículo de uso de morfina epidural a dosis de 2 mg, en 10 pacientes 
para tratamiento del dolor tanto agudo como crónico, con una duración del alivio entre 6-24 h, 
sugiriendo sus autores un efecto espinal directo sobre los receptores específicos de la sustancia 
gelatinosa del asta posterior medular (Behar M, 1979). 
Sin embargo, otros investigadores que utilizaron dosis más elevadas (2-15 mg) de morfina, 
aplicada por la misma vía, reportaron una frecuencia muy alta de depresión respiratoria retardada 
(Pattinson, 2008) 
 La administración de morfina vía intradural en anteriores décadas tuvo una reputación 
negativa en comparación de su aplicación epidural. Esto como resultado en gran medida de la 
incapacidad inherente para reforzar la dosis y extender la duración de la analgesia por vía 
intradural al ser una sola dosis, contrariamente a la epidural que es continua. También se tenía 
una percepción generalizada de que la ruta intradural es potencialmente más peligrosa, sobre 
 
12 
 
todo debido a que algunos estudios reportaron una alta incidencia de depresión respiratoria y 
somnolencia (Gustafsson LL, 1982) (Abboud TK, 1988) 
 Durante la década de los 90´s se demostró que dosis pequeñas de morfina intradural nos 
proporcionan una analgesia satisfactoria con efectos secundarios relativamente poco frecuentes y 
fáciles de tratar. Posteriormente, se informó que dosis pequeñas o "mini-dosis" de morfina (<1.0 
mg) eran eficaces para controlar el dolor postoperatorio agudo después de una variedad de 
cirugías y sin ninguna evidencia de depresión respiratoria, lo que implica que las complicaciones 
que se habían informado con anterioridad eran probablemente relacionadas al uso de grandes 
dosis más que a la vía de administración (Eichler F, 2004) 
En 1989, Stoelting discutió algunas de las ventajas específicas de la morfina intradural y 
alentó a la comunidad de anestesiólogos a considerar este enfoque como la ruta "preferible" de la 
administración neuroaxial de opioides. (Abouleish E R. N.-R., 1993) 
Por lo tanto, ha transcurrido más de un siglo hasta conseguir la utilización rutinaria de 
opioides vía espinal como tratamiento analgésico intra y postoperatorio, del trabajo del parto así 
como del dolor crónico especialmente de origen oncológico. (Mugabure Bujedo B., 2012) 
1.2 Generalidades 
1.2.1 Bloqueo neuroaxial 
La analgesia regional de tipo neuroaxial puede ser epidural, intradural o una combinación 
de ambas. La columna vertebral es la principal estructura de soporte del organismo y está 
compuesta de 24 vértebras (7 cervicales, 12 torácicas, 5 lumbares) y el sacro. Las vértebras están 
unidas por ligamentos, articulaciones y disco intervertebral. Las vértebras y el sacro en conjunto 
crean un tubo en su interior (canal raquídeo), por el cual baja la médula espinal y de ésta nacen 
las raíces que dan origen a los nervios. 
 
13 
 
La médula espinal está bañada por el líquido céfalo-raquídeo (LCR) y está envuelta por 
las meninges (aracnoides y duramadre) y por fuera de esta última se encuentra el espacio 
epidural, el cual contiene vasos sanguíneos y las raíces que van saliendo para distribuirse por el 
organismo. (Peralta-Zamora, 2007) 
La anestesia espinal (intratecal, raquídea o subaracnoidea) consiste en la administración 
de una solución anestésica en el espacio subaracnoideo, para lo cual se introduce una aguja que 
tiene que atravesar múltiples estructuras: piel, tejido subcutáneo, ligamentos (supraespinoso, 
intervertebral, amarillo), espacio epidural, duramadre y aracnoides, para finalmente llegar al 
líquido céfalo-raquídeo, donde se inyecta el anestésico que se distribuye por el mismo y 
finalmentepenetra estructuras neurales (raíces y médula espinal) produciendo el bloqueo 
sensitivo y motor. 
La anestesia espinal puede ser simple o continua, y se realiza sólo a nivel lumbar (desde 
L2-L3 a caudal), para evitar la punción de la médula espinal que termina a nivel de L2. La 
anestesia espinal simple se realiza con agujas espinales que pueden ser biseladas o punta de lápiz 
y en general, la tendencia es utilizar de agujas de diámetro pequeño (25G o 27G). El bloqueo 
subaracnoideo se caracteriza por: menor latencia (tiempo de inicio de acción) y bloqueo más 
predecible en altura. 
La anestesia epidural consiste en la administración de solución anestésica en el espacio 
epidural, para lo cual la aguja debe atravesar todas las estructuras antes mencionadas salvo las 
meninges, lugar en el cual se inyecta el anestésico y se distribuye tanto en las raíces que pasan 
por el espacio epidural como también difunde a través de las meninges hacia el líquido céfalo-
raquídeo donde actúa sobre las raíces y médula espinal. 
La anestesia epidural puede ser simple y continua, desde la región cervical hasta la región 
lumbar; ambas se realizan con la aguja de Tuohy, que puede ser de 16G a 18G. En la técnica 
 
14 
 
continua se instala un catéter flexible, que debe avanzarse al menos 3-4 cm en el espacio 
epidural; se utilizan volúmenes mayores de solución anestésica, dependiendo de la extensión que 
se desee bloquear (hasta 20-30 ml), y el bloqueo sensitivo/motor se caracteriza por: mayor 
latencia, bloqueo menos predecible en altura y mayor probabilidad de bloqueo diferencial 
(bloqueo sensitivo sin bloqueo motor). 
La anestesia combinada (raquidural) es la realización simultánea de una anestesia 
epidural y espinal, donde la anestesia espinal es utilizada para la cirugía y la anestesia epidural 
para dosis adicionales durante la cirugía y analgesia postoperatoria. (Spencer SL, 2001) 
1.2.2 Receptores opioides 
Los receptores opioides son proteínas G acopladas a segundos mensajeros, cuyos 
ligandos naturales son los opioides endógenos: dinorfinas, encefalinas, endorfinas, endomorfinas 
y nociceptina, entre otros (Pattinson, 2008). Los opioides exógenos también tienen como blanco 
a estos receptores. Se encuentran tanto en el SNC, como a nivel periférico. Cada receptor posee 
un extremo N-terminal localizado a nivel extracelular, 7 hélices transmembranales, 3 asas 
intracelulares, 3 asas extracelulares y un extremo C-terminal de ubicación intracelular (Trescot 
AM, 2008) 
Diferentes genes controlan la expresión de los tres principales tipos de receptores: µ, δ y 
κ (Chahl, 1996). Algunos autores consideran la existencia de un cuarto tipo de receptor opioide, 
conocido con el nombre de Orfanina FQ (OFQ, ORL1) (Henriksen G, 2008). Este receptor 
comparte al menos 60% de homología con los otros receptores opioides, pero no resulta 
antagonizado por la administración de naloxona (Calo’G, 2000 ) 
La Unión Internacional de Farmacología propuso la nomenclatura OP (Opioids Peptides), 
con un subíndice que indica el orden cronológico de su clonación (OP1, OP2, OP3 y OP4) para 
 
15 
 
δ, κ µ y OFQ, respectivamente (Tabla 1); sin embargo, esta nomenclatura ha sido ignorada 
(Dhawan BN, 1996 ). 
Cuando un receptor opioide resulta activado por su ligando, se inicia la cascada de pasos 
relacionados con su proteína G. Inicialmente, el receptor cambia de forma e interactúa con la 
proteína G en el lado intracelular. Seguidamente, la subunidad “a” de la proteína G intercambia 
una molécula de GDP por una de GTP, lo cual provoca su separación de la subunidades “b” y 
“g”. 
 Luego, la subunidad “a” se difunde a través de la membrana hasta encontrar su blanco. 
Esto puede conllevar a la unión con la enzima adenilato-ciclasa, con la consecuente inhibición de 
la producción del segundo mensajero AMPc y la afectación de una serie de cascadas de 
señalización que promueven la excitabilidad neuronal, que regulan la actividad de genes y la 
actividad de fosfatasas y quinasas. De igual manera, la subunidad “a” de la proteína G puede 
cambiar la función de un canal iónico, por ejemplo incrementando la conductancia del canal de 
potasio (generando hiperpolarización y disminución de la duración del potencial de acción) o 
disminuyendo la entrada de calcio a través de canales voltaje-dependientes, reduciendo así la 
liberación de neurotransmisores (Figura 1). 
Vistas en conjunto, todas estas acciones conllevan a una reducción de la excitabilidad 
neuronal, con la consecuente disminución del tráfico de información nociceptiva en la vía del 
dolor y el respectivo logro de analgesia (DS, 2004). 
Con base a las características de afinidad (fortaleza de la interacción) por su receptor y de 
su eficacia (efecto como consecuencia de la interacción) un opioide puede ser clasificado como: 
a. Agonista: cuando posee ambas características 
b. Antagonista: si tiene afinidad, pero no eficacia 
 
16 
 
c. Agonista parcial: si tiene afinidad, pero su eficacia es limitada 
Un opioide también puede ser clasificado como agonista-antagonista dependiendo de las 
propiedades que experimente frente a más de un tipo de receptor (Ananthan, 2006). 
 
Figura 1. Transducción de señales del receptor de opioides. En general, los cuatro subtipos de receptores opioides 
comparten estas vías comunes. Las flechas se refieren a las etapas de activación; Líneas T se refieren al bloqueo o 
inhibición de la función. βγ = Proteína G. β-γ subunidad; cAMP Monofosfato de Adenosina Cíclico =; ERK = 
Quinasa extracelular regulada por señal; JNK = c-Jun N-terminal quinasa; MAPK = Proteína quinasas activadas por 
mitógenos; P = fosforilación. (Ream Al-Hasani, 2011) 
 
Luego de la unión del receptor con su opioide respectivo se produce una internalización 
de ese complejo que resulta ser agonista-dependiente (Zuo, 2005). Para algunos, dicha 
internalización puede ser responsable de la aparición de fenómenos de tolerancia analgésica o de 
fenómenos paradójicos como la hiperalgesia y la alodinia asociada al uso de opioides. Sin 
embargo, no existe un acuerdo común en torno a este punto, particularmente si se considera que 
la morfina, el opioide de referencia, no es una droga que produce desensibilización (pérdida de la 
capacidad de activar al sistema efector) e internalización de sus receptores. 
Además, el tráfico de algunos tipos de receptores opioides hacia la membrana neuronal 
también puede incrementarse en situaciones de estimulación crónica, tales como dolor crónico o 
exposición sostenida a opioides (Bie B, 2007). 
 
17 
 
Tabla 1. Tipos y subtipos de receptores opioides (Corbett AD, 2006) 
1.2.3 Opioides 
La adormidera es uno de los agentes farmacológicos más antiguos extraídos de las 
cápsulas de la amapola, con propiedades sedantes, analgésicas y euforizantes. Su jugo es el 
Receptor Subtipos Localización Función 
Delta (δ) 
DOR 
OP 1 
δ 1 , δ 2 
-Cerebro: 
Núcleos pontinos 
Amígdala 
Bulbos olfatorios 
Corteza profunda 
-Neuronas periféricas 
sensoriales 
Analgesia 
Efectos antidepresivos 
Efectos convulsivos 
Dependencia física 
Pueden modular la depresión respiratoria mediada 
por el receptor μ 
Kappa (κ) 
KOR 
OP 2 
κ 1 , kappa 2, 
κ 3 
-Cerebro: 
Hipotálamo 
Gris Periacueductal 
Claustrum 
Médula espinal 
Sustancia gelatinosa 
-Neuronas periféricas 
sensoriales 
Analgesia 
Efectos anticonvulsivos 
Depresión 
Efectos disociativos / alucinógenos 
Diuresis 
Disforia 
Miosis 
Neuroprotección 
Sedación 
Estrés 
Mu (μ) 
MOR 
OP 3 (I) 
μ 1 , mu 2 , 
mu 3 
-Cerebro 
Corteza (láminas III y IV) 
Tálamo 
Estriosomas 
Gris periacueductal 
Médula rostral 
ventromedial 
Médula espinal 
Sustancia gelatinosa 
-Neuronas periféricas 
sensoriales 
-Tracto intestinal 
μ 1 : 
Analgesia 
Dependencia física 
μ 2 : 
Depresión respiratoria 
Miosis 
Euforia 
Reducida GI motilidad 
Dependencia física 
μ 3 : 
Posible vasodilatación 
Receptor denociceptina 
NOR 
OP 4 
ORL 1 
-Cerebro 
Corteza 
Amígdala 
Hipocampo 
Núcleos septales 
Habénula 
Hipotálamo 
-Médula espinal 
Ansiedad 
Depresión 
Apetito 
Desarrollo de tolerancia agonistas opioides mu 
Zetta ( δ ) 
Zor 
Corazón 
Hígado 
Músculo esquelético 
Riñón 
Cerebro 
Páncreas 
Tejido fetal 
Hígado 
Riñón 
Crecimiento de tejido 
Desarrollo embriónico 
Regulación de la proliferación celular del cáncer 
 
18 
 
denominado opio (Albarracín, 1973), del cual se han aislado más de 20 alcaloides y el más 
activo es la morfina (Hill J, 2006). 
La morfina y otros alcaloides naturales del opio han dado lugar a una gran cantidad de 
compuestos que comparten total o parcialmente sus propiedades analgésicas. 
Los opioides endógenos ejercen un efecto parecido al opio (Hughes, 1975) y son 
responsables de diversas funciones del Sistema Nervioso Central (SNC) y periférico. Hasta ahora 
se han aislado tres tipos: endorfinas, encefalinas y dinorfinas. 
Tanto los opioides endógenos como los exógenos se acoplan a receptores específicos 
localizados en el SNC y periférico, ejerciendo una clara modulación de la respuesta al dolor. 
Los opioides se pueden clasificar de varias formas: 
A. Según su composición química en: 
- Fenantrenos (codeína, morfina, hidrocodona, oxicodona y oximorfona) 
- Fenilheptilaminas (metadona y propoxifeno) 
- Fenilpiperidinas (alfentanil, fentanil, meperidina, sufentanil) 
- Morfinas (levorfanol) 
Normalmente si una persona es hipersensible a un opioide, lo será para un fármaco del 
mismo grupo. Adicionalmente, los opioides excepto el fentanil y sus derivados, tienen la 
propiedad de degranular el mastocito, generando liberación de histamina y otros mediadores 
pudiendo producir enrojecimiento, hipotensión y broncoespasmo. 
Los opioides que liberan histamina deben evitarse en paciente con historia de 
enfermedades reactivas de las vías aéreas (Gutstein H, 2006). 
 
 
19 
 
B. Según su potencia analgésica 
- Opioides débiles: (codeína, dextropropoxifeno, tramadol, nalbufina) 
- Opioides potentes: (morfina, fentanil, buprenorfina, oxicodona, metadona) 
Los opioides son el pilar fundamental para el tratamiento del dolor moderado a severo, 
sus ventajas analgésicas superan a otros medicamentos, sin embargo es necesario el 
conocimiento de la farmacología de cada uno de ellos, para el adecuado manejo terapéutico en 
cada caso particular. 
Como grupo, los opioides serán capaces de generar – de forma característica – un efecto 
analgésico que cubre toda la gama de intensidades del dolor propuesta por la escalera analgésica 
del dolor. Por otro lado, las características individuales de cada opioide permiten un mejor 
control del dolor, por la posibilidad de rotar de un opioide a otro o de una vía de administración a 
otra. (Hug, 2001) 
1.2.4 Morfina 
Es el prototipo de los analgésicos opioides. Su efecto se caracteriza por carecer de “techo 
analgésico”, ya que el aumento de la dosis produce aumento del efecto de forma ilimitada. 
Propiedades físico-químicas 
El sulfato de morfina es un agonista opioide. Es un polvo blanco fino que cuando se 
expone al aire pierde gradualmente la hidratación, y se oscurece con la exposición prolongada a 
la luz. Es soluble en agua y etanol a temperatura ambiente. Tiene peso molecular de 758,83. Se 
designa químicamente como 7,8-didehidro-4,5-epoxi-17-metil- (5α, 6α) -morphinan-3,6diol 
sulfato (2:1) (sal), pentahidrato, con la siguiente fórmula estructural: (C17H19 NO3) 2 • H2SO4 • 
5H2O. (Lacy Ch, 2005) 
 
20 
 
 
Figura 2. Estructura química de la morfina 
Mecanismo de acción 
La morfina administrada por vía intradural ejecuta su acción analgésica reduciendo la 
secreción de neurotransmisores a nivel presináptico, hiperpolarizando las membranas 
postsinápticas del asta dorsal de la médula espinal y estimulando la acción de neuronas 
inhibitorias (encargadas de la modulación del dolor), las que actúan por medio de la liberación 
de sustancias como opioides endógenos, acetilcolina, norepinefrina y adenosina. 
Farmacocinética 
-Absorción 
La morfina por vía oral realiza un primer paso hepático, por lo que su disponibilidad es 
del 20-30%. La variación inter-individual de su biodisponibilidad es de 4 a 6 veces. Se absorbe 
en el intestino delgado, lo cual permite su administración en forma de tabletas y soluciones. Las 
vías subcutánea, intravenosa, intratecal, epidural, intra-articular y rectal, constituyen otras 
opciones para la administración de este medicamento. 
Dada su naturaleza hidrofílica, la morfina no puede ser administrada por las vías nasal, 
sublingual ni transdérmica, como sucede con los opioides con características lipofílicas (Gutstein 
H, 2006) 
 
21 
 
-Distribución 
El volumen de distribución de este medicamento es de 3.3 +/- 0.9 lt/kg, lo cual implica 
que se distribuye ampliamente en los diferentes tejidos corporales. Debido al metabolismo de la 
morfina y a su vida media de 2-4 horas, luego de una dosis única, a las 24 horas no se observan 
concentraciones plasmáticas significativas, pero debido a su volumen de distribución accede al 
SNC y Sistema Nervioso Periférico (Thummel K, 2006). 
Biotransformación 
La morfina se biotransforma por reacciones de glucuronización al glucurónido 6 de 
morfina (G-6-M) en un 50%, metabolito con la actividad analgésica y el 15% al glucurónido 3 de 
morfina (G-3-M); ambos logran atravesar la barrera hematoencefálica. 
El G-3-M posee muy poca o ninguna actividad analgésica; sin embargo, se señala como 
el metabolito responsable de los efectos de toxicidad en el SNC que incluyen excitación, 
alucinaciones y fenómenos de hiperalgesia (Vascello L, 2006). 
-Excreción 
La vía renal es la principal ruta de eliminación de morfina y de sus metabolitos, por lo 
cual no debe administrarse en pacientes con falla renal. Los metabolitos conjugados están 
expuestos a recirculación enterohepática, por lo cual una pequeña fracción del fármaco puede 
aparecer en heces (Gutstein H, 2006) 
De los receptores identificados para opioides, morfina es capaz de interaccionar con los 
receptores µ y κ, ambos están acoplados a proteínas G y presentan una extensa distribución no 
solo a nivel central sino periférico. 
 
 
 
22 
 
Farmacodinamia 
La interacción de morfina con los receptores µ genera una cadena de señalización que 
incluye más de un tipo de proteínas G y más de un efector, en el asta dorsal y la sustancia gris 
periacueductal a partir de la cual, la interacción de morfina con este receptor activa vías 
descendentes que impactan en el asta dorsal en el sitio mencionado. 
La interacción con receptores µ disminuye la motilidad del intestino e incrementa el tono 
de los esfínteres. Este efecto constituye un efecto adverso asociado a constipación que se 
produce con todos los opioides que son agonistas µ. 
De la interacción con estos receptores se produce un efecto analgésico en el dolor agudo 
y crónico, en especial en dolor nociceptivo, y se considera menos eficaz en el manejo del dolor 
neuropático. 
La morfina alivia el componente afectivo del dolor, probablemente por acciones a nivel 
del sistema límbico, donde también se encuentran estos receptores (Gutstein H, 2006) 
Dosificación 
La dosis inicial para adultos es de 5 mg vía oral cada 4 horas. Si el paciente es mayor de 
60 años o presenta comorbilidades, se debe administrar cada 6 horas. 
La morfina de liberación inmediata inicia su acción a los 20 minutos luego de 
administrada y alcanza niveles pico a los 60 minutos; la vida media de eliminación en pacientes 
con función renal normal es de 2 horas y la acción dura entre 3 y 6 horas. La presentación de 
liberación prolongada debe administrarse dos veces al día, tiene un inicio de acción de 1 a 2 
horas, la vida media de eliminación es de 3 a 6 horas y las concentraciones plasmáticas se 
mantienen en forma sostenida por 12 horas (Nicholson, 2003) 
 
23 
 
Ladosis intravenosa de titulación de morfina es de 0,1 mg/kg en pacientes adultos y se 
reduce a 0,05 mg/kg en mayores de 60 años o en presencia de comorbilidades. La dosificación 
de rescate es el 10% de la dosis total diaria (Geppeti P, 2009) 
La potencia relativa de morfina intravenosa a morfina oral es 1:3 y la subcutánea 1:2. Por 
lo tanto, si se desea pasar de administración parenteral a oral, la dosis debe multiplicarse por tres. 
La administración de morfina por vía intravenosa produce un efecto analgésico inmediato 
y la dosis debe ser la tercera parte de la administrada por vía oral. 
Interacciones Farmacológicas 
Los fenotiacínicos como clorpromazina pueden antagonizar la analgesia inducida por 
morfina. Este fármaco puede potenciar los efectos de los antidepresivos tricíclicos y de los 
inhibidores de la MAO como procarbazina, por lo tanto se recomienda realizar una prueba de 
sensibilidad, con pequeños incrementos de morfina y estricta supervisión. Los inhibidores 
enzimáticos tipo ketoconazol o los inductores enzimáticos como rifampicina pueden alterar los 
niveles plasmáticos de morfina (Lacy Ch, 2005) 
Efectos adversos 
La reacción adversa más significativa asociada a los tratamientos con agonistas opiáceos 
es la depresión respiratoria que se debe a una reducción de la sensibilidad al dióxido de carbono 
en el tronco cerebral. La depresión respiratoria es más frecuente en los ancianos o pacientes 
debilitados, cuando se administran inicialmente grandes dosis o cuando se administran agonistas 
opiáceos con otros fármacos que deprimen el sistema nervioso central. También se observa más 
frecuentemente después de dosis intravenosas, volviendo el centro de la respiración a la 
normalidad en 2 o 3 horas. Sin embargo, cuando la morfina se administra correctamente, 
ajustando las dosis a las características del paciente, la depresión respiratoria es limitada y 
rápidamente se desarrolla tolerancia a este efecto. Deben tomarse precauciones adicionales si la 
 
24 
 
morfina se administra a pacientes con enfermedades obstructivas respiratorias, enfermedades 
cardiovasculares o en pacientes que se encuentren bajo tratamiento con fármacos que deprimen 
el SNC (Knill, 1988). La depresión respiratoria puede también desarrollarse como consecuencia 
de una sedación excesiva que reduce la frecuencia respiratoria. Son raros los casos en los que se 
ha desarrollado depresión respiratoria después de la administración de la morfina epidural o 
intratecal debido a la migración del fármaco al centro de la respiración. En todo caso, es más 
frecuente después de la administración intratecal y, ocasionalmente puede ser de efecto 
retardado. La depresión respiratoria sintomática se debe tratar con un antagonista opioide como 
la naloxona. (Cole PJ, 2000) 
Los efectos de la morfina sobre los receptores opiáceos del sistema reticular y estriado 
producen sedación. Los pacientes deben ser advertidos que su actividad mental puede verse 
afectada y que pueden producirse somnolencia, confusión y mareos. Generalmente estos efectos 
depresores sobre el sistema nervioso central desaparecen en unos días. Si se mantuviera una 
sedación excesiva, esta puede ser tratada con estimulantes del sistema nervioso central como el 
metilfenidato. (Abboud TK, 1988) 
Otras reacciones adversas que han sido observadas con la morfina son las cefaleas, 
nerviosismo, insomnio, disforia, alteraciones del comportamiento y del humor, ansiedad y falta 
de descanso. En pacientes tratados con altas dosis de opiáceos, se han observado alucinaciones y 
convulsiones. Estas alucinaciones se han observado sobre todo cuando las dosis han sido 
aumentadas rápidamente. 
La morfina puede ocasionar varias reacciones adversas sobre el tracto digestivo, siendo 
los más comunes las náuseas y vómitos que son más frecuentes al iniciar un tratamiento o 
cambiar de fármaco. Los agonistas opioides afectan el sistema vestibular y, por este motivo, 
afectan más a los pacientes ambulatorios que a los hospitalizados. El tratamiento con 
antieméticos durante uno de dos días usualmente controla estos síntomas hasta que se desarrolla 
tolerancia. Si los pacientes mantienen nauseas asociadas al movimiento puede ser útil la 
 
25 
 
administración de un fármaco antivertiginoso como la meclizina. La metoclopramida es útil para 
controlar la sensación de saciedad que aparece en los primeros días de tratamiento con morfina. 
(Gutstein H, 2006) 
Uno de los efectos secundarios que pueden limitar el tratamiento con agonistas opiáceos 
es la constipación debida a la reducción de las secreciones y de la motilidad gastrointestinal. 
Además, para esta reacción adversa no se produce tolerancia. Por lo tanto, los pacientes 
requieren un tratamiento que reblandezca las heces y estimule el intestino durante todo el 
tratamiento de opiáceos. Si un paciente no moviera el vientre durante tres días, debe 
administrarse un enema o un supositorio para prevenir la impacción. (Hélio Moreira, 2014 ) 
Los agonistas opiáceos ocasionan un espasmo del esfínter de Oddi, que puede ocasionar 
hiperamilasemia, aumentando igualmente los niveles plasmáticos de lipasa, mientras que al 
mismo tiempo puede haber una obstrucción biliar. Sin embargo, es muy raro que se desarrolle 
una pancreatitis. También son muy poco frecuentes la gastritis o la hepatotoxicidad. (ALCP, 
2011) 
La morfina y otros fármacos parecidos pueden ocasionar reacciones adversas a nivel 
cardiovascular. Estas reacciones pueden ser taquicardia, palpitaciones, hipertensión, hipotensión, 
diaforesis y síncope. La hipotensión ortostática puede ser un efecto secundario a una 
vasodilatación periférica. En el caso de una grave depresión respiratoria o/y circulatoria podría 
tener lugar un paro cardíaco. (Gustafsson LL, 1982) 
La morfina, igual que otros agonistas opiáceos, puede causar prurito, que se cree es 
debido a una estimulación de los receptores opiáceos centrales. En efecto, el prurito de 
naturaleza opioide, es aliviado por la administración de naloxona o nalmefeno, ambos 
antagonistas opiáceos. Los antihistamínicos H1 o cambiar de opioide pueden reducir el prurito. 
(Chinachoti T, 2013) 
Aunque los efectos anticolinérgicos son bastante infrecuentes algunos pacientes pueden 
mostrar sequedad de boca (xerostomía), visión borrosa o retención urinaria. Después de la 
 
26 
 
administración de morfina epidural o intratecal, la incidencia de retenciones urinarias asciende al 
40-100%, lo cual puede suponer un grave problema para los pacientes ambulatorios. (Gabriele 
Baldini, 2009) 
La morfina y los antagonistas opiáceos pueden ocasionar miosis, así como un aumento de 
la acomodación y de la sensibilidad a la luz, disminuyendo la presión intraocular tanto en el 
glaucoma como en el ojo normal. Se ha descrito mioclonía en algunos pacientes tratados con 
altas dosis de opioides con espasmos mioclónicos. Estos espasmos pueden tratarse con 
clonazepam, aunque se requiere gran precaución dado que el clonazepam es una benzodiazepina 
cuyos efectos depresores sobre el SNC pueden potenciar los de la morfina (Bailey PL, 1993). 
 Los opiáceos ocasionan efectos adversos sobre el sistema endocrino. La líbido disminuye 
como consecuencia de una reducción de la hormona luteinizante y de la testosterona. Las 
mujeres pueden experimentar amenorrea e infertilidad y los hombres pueden ser incapaces de 
alcanzar o mantener una erección. La morfina reduce la secreción de tirotropina con la 
correspondiente reducción de la hormona tiroidea. 
Se ha descrito hiperalgesia en pacientes tratados con altas dosis de morfina o en pacientes 
con disfunción renal (Chahl, 1996). 
Aunque es posible que los agonistas opiáceos presenten adicción, el riesgo real de que 
esto ocurra en las condiciones terapéuticas de uso es muy escaso, incluso durante un tratamiento 
crónico. Sin embargo, puede producirse una dependencia fisiológica que se hace evidente por elsíndrome de abstinencia que tiene lugar si se discontinua abruptamente un tratamiento. Este 
síndrome de abstinencia se caracteriza por náuseas y vómitos, diarrea, tos, lagrimación, rinorrea, 
calambres musculares y abdominales, sofocos y piloerección. También pueden producirse 
elevación de la temperatura corporal y de la frecuencia respiratoria, taquicardia y aumento de la 
presión arterial. Sin tratamiento, la mayor parte de estos síntomas desaparecen en 5 a 14 días, 
aunque un síndrome de abstinencia secundario con irritabilidad, insomnio y dolores musculares 
puede mantenerse durante varios meses. (Nicholson, 2003). 
 
27 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
 Al utilizar morfina como aditivo del anestésico local en el bloqueo neuroaxial para 
obtener una adecuada analgesia trans y posoperatoria se presentan complicaciones derivadas de 
su acción opioide sobre los receptores µ centrales como nausea, vómito, prurito, retención 
urinaria, somnolencia y depresión respiratoria. 
 
1.1 Pregunta de investigación 
 
¿Cuál es la incidencia de las complicaciones derivadas del uso de morfina intradural en el 
Hospital de Navojoa de marzo del 2015 a marzo del 2016? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
 
JUSTIFICACIÓN 
 
 La morfina es utilizada como medicamento aditivo del anestésico local intradural debido a 
que permite analgesia por un tiempo de hasta 24 horas (Kalso, 1983) y con un costo asequible 
(Gwirtz KH, 1999), brindando una excelente analgesia posoperatoria (Abboud TK, 1988), 
(Slappendel R, 1999) y (Amanor-Boadu, 1992). Debido al amplio uso de dicho medicamento en 
varios hospitales, es necesario utilizar estrategias para disminuir la incidencia de complicaciones 
derivadas de su uso. En el presente trabajo se medirá la incidencia de las complicaciones 
derivadas del uso de morfina intradural. De dicho trabajo se puede obtener información necesaria 
para adecuar las dosis de morfina intradural. Se pueden realizar protocolos para dosis de morfina 
para una apropiada analgesia posoperatoria y reducir la incidencia de complicaciones del 
fármaco, así como disminuir los costos hospitalarios derivados de éstas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
 
OBJETIVO GENERAL 
 
Conocer la incidencia de las complicaciones derivadas por el uso de morfina intratecal en 
el Hospital General de Navojoa de marzo del 2015 a marzo del 2016. 
 
1.1 Objetivos particulares 
 
- Describir el porcentaje de cada complicación tras el uso de morfina intradural por grupo 
de edad. 
- Describir el porcentaje de cada complicación tras el uso de morfina intradural por sexo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
30 
 
CAPÍTULO II 
MATERIALES Y MÉTODO 
 
2.1 Metodología 
2.1.1 Diseño del estudio 
 Estudio exploratorio, descriptivo y retrospectivo. 
2.1.2 Población 
1046 pacientes de sexo indistinto entre 18 y 75 años de edad que fueron sometidos a 
bloqueo neuroaxial administrándose anestésico local y morfina intradural para la realización de 
cirugía con riesgo quirúrgico ASA I y ASA II (ASA, 2016) del Hospital General de Navojoa 
(Anexo I). Incluye a 580 de ginecología y 466 pacientes de cirugía general, ortopedia y urología. 
2.1.3 Periodo de estudio 
 1 de marzo del 2015 al 1 de marzo del 2016. 
2.1.4 Tamaño de la muestra 
Calculamos una muestra de 282 pacientes con la siguiente fórmula: 
 
Donde n es el tamaño de la muestra, N es la población de 1046 pacientes, Z es el nivel de 
confianza con un valor de 95% (1.96), p es la variabilidad positiva con un valor del 50% (0.5), e2 
es la precisión o error con un valor del 5% (0.05) La muestra incluye a 157 de ginecología y 125 
del resto de especialidades en proporción a la población. (Sampieri, 2010) 
 
31 
 
2.2 Criterios de selección 
2.2.1 Criterios de inclusión 
-Pacientes que se sometan a bloqueo neuroaxial con administración de morfina intradural 
con ASA I y II. 
-Cuenten con expediente completo 
2.2.2 Criterios de exclusión 
-Contraindicación para el uso de morfina: hipersensibilidad, íleo paralítico, asma agudo o 
EPOC, hiperplasia prostática o elevación de la presión intracraneal. 
-Contraindicación para la técnica intradural: infección espinal o bacteremia, 
trombocitopenia con < 100,000/mm3, tratamientos anticoagulantes, coagulopatía no controlada o 
presencia de un tumor en el lugar de la inyección. 
-Cambio en la técnica anestésica a Anestesia General 
2.2.3 Criterios de eliminación 
- Datos insuficientes en el expediente u hoja de registro anestésico 
2.3 Recursos empleados 
Recursos humanos 
-Dos anestesiólogos 
- Personal de archivo clínico 
Recursos físicos 
Instalaciones proporcionadas por el Hospital General de Navojoa, 1 impresora, 1 
computadora y acceso a internet. 
Recursos financieros 
Presupuesto total de $ 7906 pesos 
 
32 
 
Costo de insumos: $200 hojas blancas, $6 plumas, $700 impresora, $6000 computadora, $1000 
acceso a internet. 
2.4 Descripción general del estudio 
El presente estudio se realizará en el Hospital General de Navojoa: 
1. Se tomará de las bitácoras de los quirófanos el registro de las cirugías realizadas entre 
marzo del 2015 y marzo del 2016 en pacientes ASA I y ASA II sometidos a bloqueo 
neuroaxial con uso de morfina intratecal realizándose un listado. 
2. Se obtendrá una muestra de 282 pacientes del listado anterior utilizando número 
aleatorios con el software de Random.org (Harhr, 1998-2016). 
3. Se pedirán los expedientes en físico a archivo clínico para su análisis. 
4. Se capturarán los efectos adversos de la hoja de registro anestésico, nota 
postanestésica, notas de evolución u hojas de enfermería, en caso de haberse 
presentado alguno durante su estancia postoperatoria. 
5. Los datos obtenidos de los pacientes se depositan en una hoja de cálculo para su 
posterior análisis descriptivo y estadístico. 
2.5 Análisis estadístico 
Todas las variables se depositan en una hoja de cálculo de Excel donde se establecieron 
valores de código a las variables y se ordenaron los datos. 
Se obtienen el número de casos presentados de cada complicación, se realiza el análisis 
de las complicaciones por grupo de edad y sexo. Posteriormente, se elaboran tablas de 
distribución de frecuencias entre las variables y se muestran de manera gráfica. 
 
 
 
 
 
33 
 
 
RESULTADOS 
El presente estudio presenta una población total de 282 pacientes (Tabla 2) compuesta de 
80 hombres (28.4%) y 202 mujeres (71.6%) con edad media de 34 ±14 años, peso medio de 70.9 
±20, talla media de 1.59 ±7, conformado con 95 pacientes ASA I y 187 pacientes ASA II, se 
distribuyeron en cirugías no ginecológicas con 123 pacientes (44%) y ginecológicas con 159 
pacientes (56%) , siendo la cirugía más frecuente la cesárea con 133 casos, seguida de 29 casos 
de osteosíntesis de extremidades y apendicectomías con 17 casos como los principales 
procedimientos. 
Tabla 2. Descripción de las variables demográficas 
 
 
 
 
 
En el estudio los pacientes que al menos presentaron una complicación (111 casos o 
39.3%) es mayor en comparación a los que no presentaron complicaciones (108 casos o 38.2%) 
mientras que 58 pacientes presentaron 2 complicaciones acumulativamente (20.5%) y 5 
pacientes presentaron 3 complicaciones de forma simultánea (1.7%). 
Variable Valor 
Sexo M:H 202:80 
Edad (años) 34 ± 14 
Peso (kg) 70.9 ±13 
Talla (m) 1.59 ±7 
ASA I/II 95/187 
 
34 
 
Gráfica 1. Número de incidencias por paciente
 
La frecuencia de presentación de las complicaciones es la siguiente: en primer lugar el 
prurito con 101 casos (36%) seguido de 68 casos de náuseas (24%), el vómito se presentó en 44 
casos (16%), la retención urinaria en 2 casos (5%) y por último la depresión respiratoria con 5 
casos (2%). La tabla 3 presenta la frecuencia y porcentaje de las complicaciones de acuerdo a la 
dosis de morfina utilizada, en el rango de 50 a 150 µg se observa un comportamientoestable sin 
variaciones significativas (dentro de un ±10%). En la gráfica 2 se ilustra que a partir de 150 µg 
las complicaciones prurito, náusea y vómito presentan claramente tendencia de aumento en su 
incidencia, por ejemplo para el prurito hay un aumento en 20% de la incidencia hasta la máxima 
dosis utilizada de 200 µg. 
Tabla 3. Frecuencia de presentación y porcentajes 
de las distintas complicaciones según la dosis de morfina 
 
0
20
40
60
80
100
120
0 1 2 3 4
N
ú
m
er
o
 d
e 
ca
so
s 
Número de complicaciones por paciente 
Complicación 
 
Morfina (µg) 
 
Prurito 
 
Náuseas 
 
Vómito Depresión 
respiratoria 
Retención 
urinaria 
 
Total 
60-80 10 (25%) 7 (17.5%) 5 (12.5%) 0 (0%) 1 (2.5%) 40 
81-100 16 (40%) 10 (25%) 5 (12.5%) 0 (0%) 1 (2.5%) 40 
101-120 14 (35%) 10 (25%) 4 (10%) 0 (0%) 2 (5%) 40 
121-140 14 (35%) 10 (25%) 7 (17.5%) 1 (2.5%) 1 (2.5%) 40 
141-160 11 (27.5%) 10 (25%) 6 (15%) 0 (0%) 2 (5%) 40 
161-180 15 (37.5%) 10 (25%) 7 (17.5%) 2 (5%) 2 (5%) 40 
181-200 21 (50%) 11 (26%) 10 (24%) 2 (5%) 2 (5%) 42 
Total 101 (36%) 68 (24%) 44 (16%) 5 (2%) 11 (4%) 282 
 
35 
 
Gráfico 2. Porcentajes de las distintas complicaciones 
 según la dosis de morfina intradural utilizada en microgramos. 
 
En la tabla 4 se muestra la incidencia de complicaciones de acuerdo a la edad de los 
pacientes. El rango de edad de 18 a 24 años tiene 101 incidencias, siendo el grupo más 
numeroso, presentando al prurito como principal complicación (38%). Conforme aumenta la 
edad disminuye la incidencia: el rango de 68 a 74 años presenta solo 10 casos de complicaciones, 
siendo también el prurito la principal. 
En la Gráfica 3 se observa como desciende el porcentaje de complicaciones excepto en el 
caso de la depresión respiratoria donde se comporta de manera lineal, con un pico en el grupo de 
los 53 a 59 años. 
Tabla 4. Frecuencia de presentación y porcentajes 
de las distintas complicaciones según la edad 
 
Gráfico 3. Porcentajes de las distintas complicaciones de acuerdo a la edad 
0
10
20
30
40
50
60
0 50 100 150 200
P
o
rc
en
ta
je
 d
e 
co
m
p
li
ca
ci
o
n
es
 
Morfina (µg) 
Prurito
Náuseas
Vómito
Depresión respiratoria
Retención urinaria
Complicación 
Edad Prurito Nauseas Vómito 
Depresión 
respiratoria 
Retención 
urinaria 
 
Total 
18 a 24 años 39 (38%) 18 (18%) 14 (32%) 1 (20%) 3 (27%) 101 
25 a 31 años 16 (16%) 15 (30%) 5 (11%) 0 (0%) 2 (18%) 50 
32 a 38 años 15 (15%) 12 (26%) 10 (23%) 1 (20%) 0 (0%) 47 
39 a 45 años 10 (10%) 6 (3%) 3 (7%) 0 (0%) 1 (9.1%) 17 
46 a 52 años 7 (7%) 5 (25%) 5 (11%) 0 (0%) 1 (9.1%) 20 
53 a 59 años 1 (1%) 3 (23%) 3 (7%) 2 (40%) 3 (27%) 13 
60 a 67 años 9 (9%) 6 (9%) 3 (7%) 1 (20%) 1 (9%) 24 
68 a 74 años 5 (5%) 7 (70%) 1 (2%) 0 (0%) 0 (0%) 10 
TOTAL 101 (36%) 68 (24%) 44 (16%) 5 (2%) 11 (4%) 282 
 
36 
 
 
 
En la tabla 5 se muestra la incidencia de complicaciones según el sexo, donde se observa 
que el sexo femenino presenta mayor porcentaje de complicaciones siendo la retención urinaria 
(82%) la que se encuentra en mayor porcentaje, seguida del vómito (73%), las náuseas (72%) y 
el prurito (69%), mientras que los hombres presentan en mayor proporción depresión respiratoria 
(60%). 
Tabla 5. Frecuencia de presentación y porcentajes 
de las distintas complicaciones según el sexo 
 
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
45%
0 20 40 60 80
P
o
rc
en
ta
je
s 
d
e 
co
m
p
li
ca
ci
o
n
es
 
Edad (años) 
Prurito
Náuseas
Vómito
Depresión respiratoria
Retención urinaria
Sexo Prurito Náusea Vómito 
Depresión 
respiratoria 
Retención 
urinaria 
Total 
Hombre 31 (31%) 19 (28%) 12 (27%) 3 (60%) 2 (18%) 80 
Mujer 70 (69%) 49 (72%) 72 (73%) 2 (40%) 9 (82%) 202 
 
37 
 
 
 
Gráfica 4. Porcentajes de las distintas complicaciones según el sexo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DISCUSIÓN 
 
Los opioides siguen siendo los fármacos más empleados, entre los cuales la morfina es el 
referente para el tratamiento del dolor agudo o crónico de intensidades moderadas a severas con 
efectividad mayor del 85% en el control del dolor agudo durante las primeras 24 horas después 
de la cirugía, pero lamentablemente su acción analgésica puede verse opacada por la aparición de 
efectos secundarios no deseados. 
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Prurito Náusea Vómito Depresión
respiratoria
Retención
urinaria
P
o
rc
en
ta
je
 %
 
Complicación 
Hombre
Mujer
TOTAL 101 (36%) 68 (24%) 44 (16%) 5 (2%) 11 (4%) 282 
 
38 
 
La anestesia espinal con una dosis baja de morfina ha demostrado ser segura y efectiva 
para una hemorroidectomía (Kim, 2014) (Hélio Moreira, 2014 ), cesárea (Palmer CM, 1999), 
ligadura de trompas (Campbell DC, 2001), prostatectomía transuretral (Cunningham AJ, 1983) y 
cirugía ortopédica (Cole PJ, 2000). 
En el presente estudio se describen casi en la misma proporción los pacientes que 
presentaron alguna complicación y los que no presentaron tras el uso de morfina intradural en 
cirugía electiva, siendo el prurito el principal efecto adverso en un 36%, seguido de náuseas, 
vómito, retención urinaria y por último pero podría considerarse como la más importante, la 
depresión respiratoria. 
El prurito se considera el efecto adverso postoperatorio más frecuente tras la 
administración intratecal de morfina (Chinachoti T, 2013), (Rathmell JP, 2003). Bucklin y col. 
publicaron una incidencia de prurito de 28.3% de las pacientes obstétricas tratadas con morfina 
intradural durante el trabajo de parto (Bucklin BA, 2002) mientras que Slappendel reporta un 
51.5% (Slappendel R, 1999). En el presente estudio se obtuvo un 36% de incidencia lo cual 
concuerda con lo encontrado por Gwirtz y Gehling quienes reportan 37% de incidencia de 
prurito. (Gehling M, 2003). 
Se observa que dentro de una dosis menor a 150 µg de morfina no existe un aumento 
significativo de complicaciones, mientras que dosis altas pueden aumentar la incidencia de purito 
y menos significativamente de vómito como en estudios previamente publicados, donde se 
obtiene un aumento significativo de complicaciones como náusea, prurito y vómito directamente 
proporcional a la dosis. (Chinachoti T, 2013). 
La depresión respiratoria se presenta en este estudio en un 3%, porcentaje que ha sido 
reportada en estudios previos (Gwirtz KH, 1999) (Cunningham AJ, 1983), además no se observa 
un aumento significativo de la misma en relación a la dosis utilizada, siendo la edad un factor 
 
39 
 
para el aumento de la incidencia. Todos los casos fueron detectados fácilmente por la 
observación de rutina de enfermería, y los pacientes respondieron a la terapia con oxígeno. 
En cuanto a la edad como factor para presentar complicaciones se observa que a menor 
edad se presentan mayor número de complicaciones, siendo el grupo joven el más numeroso y 
presenta como principal complicación al prurito. 
 Todas las complicaciones tienen una tendencia a disminuir conforme la edad excepto en 
el caso de la depresión respiratoria, donde se incrementa en el rango de 53 a 59 años. Se tiene el 
antecedente que se habría registrado un aumento de la presión parcial de dióxido de carbono 
capilar en pacientes de mayor edad comparativamente mayor a los pacientes de mediana edad 
relacionándolo con el riesgo de presentar depresión respiratoria a mayor edad. (Kalso, 1983). 
El género femenino podría ser un factor para presentar complicaciones, este estudio 
indica que las mujeres son más propensas a presentar las complicaciones bajo estudio: retención 
urinaria, vómito, náuseas y prurito; mientras que el género masculino presentó ligeramente 
mayor frecuencia de presentar depresión respiratoria que el femenino. 
El uso de morfina intradural a pesar de la incidencia de complicaciones que se pueden 
presentar tiene como ventajas la facilidad de la técnica de administración, la sencillez de manejo 
postoperatorio, y la rápida aparición de la acción relacionada conla disponibilidad inmediata de 
los opioides en el líquido cefalorraquídeo para la unión a los receptores del asta dorsal. Además 
que permite reducir los costos al no requerir gastos adicionales asociados con la infusión (costos 
de los medicamentos, bombas de infusión, honorarios profesionales y la atención de 
seguimiento). (Abouleish E R. N.-R., 1993) 
Por lo general la incidencia y gravedad de los efectos secundarios son aceptables y fáciles 
de controlar, y en este estudio afortunadamente no hubo complicaciones graves o potencialmente 
mortales. Demostrando que dosis bajas de morfina intratecal pueden ser una modalidad 
 
40 
 
analgésica segura, eficaz y relativamente barata para el manejo rutinario del dolor agudo 
postoperatorio después de una variedad de procedimientos quirúrgicos mayores. (Gwirtz KH, 
1999) 
Actualmente en nuestro país existen regulaciones estrictas que en muchos casos impiden 
su uso y fomentan un recelo innecesario hacia estos fármacos. Ese nivel de desconfianza puede 
obedecer al desconocimiento de los mecanismos que subyacen en cada patología y que deberían 
regir la selección de las mejores alternativas terapéuticas disponibles. Debemos sumar esfuerzos 
para promover nuevos desarrollos y políticas de aplicación que resulten más efectivas y 
accesibles, para favorecer el uso de estos excelentes recursos terapéuticos y garantizar el alivio 
del sufrimiento de los pacientes. 
 
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIONES 
 
1. Se presenta predominio del sexo femenino en la población estudiada 
2. La cirugía ginecológica es la más frecuente, siendo la operación cesárea la más 
común 
 
41 
 
3. La principal complicación presentada es el prurito con 36%, seguido de náuseas con 
24%, vómito con 16%, retención urinaria con 5% y depresión respiratoria con 2%. 
4. Dosis de morfina mayor a 150 µg aumentaron la incidencia de prurito, náusea y 
vómito. 
5. El grupo de edad de 18 a 24 años presentó mayor porcentaje de complicaciones, 
disminuyendo la incidencia conforme aumentaba la edad, excepto en el caso de la 
depresión respiratoria. 
6. El sexo femenino en este trabajo presenta un mayor número de complicaciones 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ANEXO I 
SISTEMA DE CLASIFICACIÓN DEL ESTADO FÍSICO DE LA ASA 
Último aprobado por la Cámara de Delegados del ASA el 15 de octubre de 2014 
Clasificación ASA de 
estado físico 
Definición Incluyendo algunos ejemplos 
 
46 
 
Definiciones actuales (sin cambios) y ejemplos (nuevo) 
ASA I 
Un paciente normal y 
saludable 
Sanos, no fumadores, sin o con un mínimo uso de alcohol. 
ASA II 
Un paciente con 
enfermedad sistémica 
leve 
Enfermedad leve única sin limitaciones funcionales sustanciales: 
Fumador actual, bebedor social de alcohol, el embarazo, la 
obesidad (30 <IMC <40), bien controlado DM / HTA, enfermedad 
pulmonar leve. 
ASA III 
Un paciente con 
enfermedad sistémica 
grave 
Limitaciones funcionales sustantivas; Uno o más de moderada a 
enfermedad grave: DM mal controlada o HTA, EPOC, obesidad 
mórbida (IMC ≥40), hepatitis activa, la dependencia del alcohol o 
abuso, marcapasos implantado, la reducción moderada de la 
fracción de eyección, nefropatía terminal sometidos a diálisis 
regular, bebé prematuro PCA <60 semanas, antecedente (> 3 
meses) de infarto de miocardio, ACV, AIT, o stents CAD 
ASA IV 
Un paciente con 
enfermedad sistémica 
grave que es una 
amenaza constante 
para la vida 
IAM reciente (<3 meses), CVA, TIA, o CAD / stents, isquemia 
cardíaca en curso o disfunción de la válvula grave, reducción 
severa de la fracción de eyección, sepsis, CID, IRA o IRC no 
sometidos regularmente a diálisis programada 
ASA V 
Un paciente 
moribundo que no se 
espera que sobreviva 
sin la operación 
Ruptura de aneurisma abdominal / torácico, trauma masivo, 
hemorragia intracraneal con efecto de masa, intestino isquémico 
en la cara de la patología cardiaca significativa o disfunción 
múltiple de órganos o sistemas 
ASA VI 
Un paciente con 
muerte cerebral 
declarada cuyos 
órganos se están 
eliminando con fines 
donantes 
 
* La adición de "E" se refiere a una cirugía de emergencia: (Una emergencia se define como existente cuando la 
demora en el tratamiento del paciente daría lugar a un aumento significativo en el riesgo para la vida o parte del 
cuerpo) 
 
 
	Portada
	Índice
	Resumen
	Introducción
	Capítulo I. Marco Teórico
	Capítulo II. Materiales y Método
	Conclusiones
	Bibliografía 
	Anexos

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