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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN DISEÑO CURRICULAR DEL COMPONENTE DE FORMACIÓN PROFESIONAL DEL BACHILLERATO TECNOLÓGICO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN TECNOLÓGICA INDUSTRIAL TRABAJO PROFESIONAL QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN SOCIOLOGÍA PRESENTA JOSEFINA SALINAS AVILÉS ASESOR: PROFESOR SAID ISRAEL VÁZQUEZ SALINAS Diciembre 2006. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE Pág. Introducción 3 I Contextualización de la práctica profesional 6 1.1 La DGETI y su servicio educativo 6 1.2 La Reforma curricular de la educación media superior tecnológica 12 1.2.1 El comité técnico del componente de formación profesional 15 II Análisis crítico de las funciones desarrolladas 26 2.1 Fundamentación de la carrera 28 2.1.1 Elementos básicos del diseño curricular 29 2.2 Elaboración de los programas de estudio del 2° semestre 37 2.3 Las carreras comunes 40 2.4 Coordinación de la elaboración de los programas de estudio del 3° al 6° semestre 42 2.5 Elaboración de los instrumentos de evaluación 45 III Descripción y evaluación de las actividades realizadas 49 3.1 Curso-taller: El diseño modular de la DGETI 49 3.2 Curso-taller: Elaboración de programas modulares del 2° semestre del bachillerato tecnológico 58 3.3 Reunión extraordinaria para completar la información indispensable para la operación de los programas de estudio del 2° semestre elaborados a nivel interinstitucional 63 3.4 Reunión para la difusión del componente de formación profesional y capacitación docente 64 3.5 Curso-taller : Diseño curricular de las carreras I 65 3.6 Curso-taller: Diseño curricular de las carreras II 69 3.7 Curso-taller: Diseño y programas de estudio para el componente de formación profesional del 3° al 6° semestre 72 3.8 Curso-taller: Difusión de los programas modulares del 3° al 6° semestre 79 3.9 Taller para la elaboración de los instrumentos de evaluación I 82 3.10 Curso-taller: Evaluación de la operación de los módulos del 2° semestre 95 IV Conclusiones 104 Bibliografía 111 Introducción El presente informe de práctica profesional es sobre el diseño curricular del componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), que se desarrolló en el marco de la Reforma Curricular de la Educación Media Superior Tecnológica (RCEMST). El bachillerato tecnológico es la modalidad educativa que mayor población escolar tiene; en el ciclo escolar 2004-2005 superó a los 500 000 estudiantes. En la actualidad la DGETI opera 37 carreras del bachillerato tecnológico a través de sus 429 planteles oficiales, distribuidos a lo largo de la República. El diseño curricular de los planes de estudio del bachillerato tecnológico fue profundamente transformado en el proceso de la RCEMST llevada a cabo por instrucciones de la ahora desaparecida, Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológicas. La Reforma cambió los campos curriculares que lo conformaban; de estar integrado por el tronco común, área propedéutica y área tecnológica, tal como lo había establecido el Acuerdo Secretarial N° 77 por el cual se determinan los fines y la estructura del bachillerato, de 1982, pasó a estar integrado por tres componentes de formación: el básico, el propedéutico y el profesional, según lo establecido en el Acuerdo Secretarial N° 345 por el cual se define la estructura del bachillerato tecnológico, de 2004. La función del componente de formación profesional es la de formar en los estudiantes del bachillerato tecnológico alguna carrera tecnológica del nivel medio superior, y según establece el mismo Acuerdo Secretarial 345, debe estar estructurado en módulos y desarrollar las competencias profesionales. Este trabajo tiene el propósito de presentar la secuencia seguida por la DGETI en su proceso de diseño del componente de formación profesional; es importante señalar que aunque la dinámica de trabajo institucional genera un informe por cada reunión de trabajo realizada (nota informativa, reporte o informe) no se había hecho ninguna recopilación ni ordenamiento del proceso seguido; por lo que para elaborar este informe fue necesario recuperar los informes, organizarlos y analizarlos. Cabe mencionar que hubo una serie de situaciones y decisiones que influyeron en el diseño curricular del componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la DGETI que no quedaron registrados en los informes; tales como las decisiones que tomó respecto al haber permitido postergar al máximo el diseño curricular del componente, así como los criterios considerados para seleccionar a los profesores que fueron convocados durante las primeras reuniones para elaborar los planes y programas de estudio. Una de las circunstancias que más afectó al proceso aquí presentado fue el conflicto interinstitucional generado por la decisión de imponer secuencias de trabajo inadecuadas por parte del responsable del comité técnico del componente de formación profesional, y el Secretario Ejecutivo del Consejo del Sistema Nacional de Educación e Investigación Tecnológicas, M. en C. Serafín Aguado Gutiérrez. Este conflicto provocó que la DGETI iniciara el diseño de este componente sin el tiempo suficiente para concebirlo y planear la estrategia de trabajo más adecuada. Sin embargo, a pesar de las limitaciones logramos diseñar el componente de formación profesional de las 37 carreras del bachillerato tecnológico, habilitamos a docentes en el diseño curricular, se elaboraron: los programas de estudio, instrumentos de evaluación, guías de aprendizaje y se realizó la evaluación de la operación del componente. Otro de los logros importantes fue la conformación de un equipo de trabajo que acompañó e impulsó este proceso en cada una de las entidades federativas. La estructura del presente informe corresponde a la establecida por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán1 para la opción de titulación por trabajo profesional, la cual consta de cinco apartados. El primero es la contextualización de la práctica profesional, que en este caso está constituida por una breve descripción de la Dirección General de Educación Tecnológica 1 Cfr. En www.acatlan.unam.mx/licenciaturas/340 Industrial y de la Reforma Curricular de la Educación Media Superior Tecnológica; el segundo apartado es el análisis crítico de las funciones desarrolladas, en el cual realizamos el análisis del proceso realizado, ordenado por la secuencia en que fuimos avanzado en el diseño del componente de formación profesional; es decir, primero desarrollamos la fundamentación de la carrera, después la elaboración de los programas de estudio del 2° semestre, posteriormente, las carreras comunes, la elaboración de los programas de estudio del 3° al 6° semestre y por último los instrumentos de evaluación. En el tercer capítulo, descripción y evaluación de las actividades realizadas, presentamos la secuenciade los cursos-taller y reuniones de trabajo a través de las cuales fue diseñándose el componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la DGETI; señalando a grandes rasgos los trabajos realizados, el grupo de participantes y los resultados obtenidos. En el cuarto capítulo presentamos las conclusiones generales a las que llegamos con está práctica profesional; el último apartado corresponde a las fuentes consultadas. 1. Contextualización de la práctica profesional La práctica profesional sobre la que se realiza el presente informe, es el diseño curricular del componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial. Para ello presentamos aquí algunas de las características fundamentales de esta Dirección general, como es su estructura operativa, planteles, modalidades educativas, matrícula escolar y carreras que se imparten. Asimismo presentamos una breve semblanza de la RCEMST, que es el marco en el cual se desarrolla el componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la DGETI. 1.1 La DGETI y su servicio educativo La DGETI1 es una institución educativa del tipo medio superior destinada a la formación en el área industrial y de servicios. Surgió en 1971, es una dependencia de la Secretaría de Educación Pública, que forma parte de la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS) desde finales del 2004, aunque en la práctica esta nueva estructura organizativa comenzó a funcionar a finales del primer trimestre del 2005, antes de ser componente de la SEMS formaba parte de la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológica (SEIT). La DGETI cuenta, a través de sus planteles, con un larga experiencia en la formación tecnológica que se remonta a principios del siglo pasado como es el caso del CETIS No 7, que en 1901 se creó como la escuela mercantil para mujeres “Miguel Lerdo de Tejada” y el CETIS No 9 que en 1910 se inauguró como la escuela primaria industrial para mujeres “Corregidora de Querétaro”, y el CETIS No 11, que en 1938 fue fundado como la Escuela nacional de artes gráficas. La DGETI ofrece sus servicios educativos a través de sus 429 planteles (168 CETis y 261 CBTis) ubicados en todas las entidades de la República Mexicana. 1 Cfr. www.dgeti.sep.gob.mx Para desempeñar sus funciones la DGETI cuenta con una estructura, tres niveles de operación: 1. Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (nacional). 2. Coordinación de enlace operativo (entidad federativa). 3. Centros de estudios (local). La Dirección General de Educación Tecnológica Industrial es la responsable2 de planear, programar, coordinar, supervisar y evaluar los servicios educativos que le son propios, cuenta con una dirección general, tres direcciones de área (planeación y evaluación, técnica y de apoyo a la operación estatal) y una coordinación administrativa. Las coordinaciones de enlace operativo3 son las unidades orgánicas que controlan el desarrollo de la educación tecnológica industrial y de servicios, en su ámbito de competencia y a la vez son el vínculo entre los centros de estudio y la dirección general, para lo cual cuenta con una jefatura de la coordinación, y cuatro áreas, (planeación y evaluación, apoyo técnico-operativo, de vinculación con el sector productivo y de apoyo administrativo). A nivel local se ubican los centros de estudios que cuentan con un director como responsable de planear, programar, coordinar, supervisar y controlar las actividades escolares, de acuerdo a las políticas y lineamientos emanados de la coordinación, la dirección general y demás autoridades correspondientes.4 Los servicios educativos que brinda la DGETI son: Bachillerato tecnológico, el cual es de carácter bivalente, es decir, propedéutico y terminal: en esta modalidad el alumno cursa el bachillerato y al mismo tiempo, una carrera técnica. Al término de los seis semestres de que 2 Artículo 23 del Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública, publicado en el Diario oficial de la Federación el 21 de enero de 2005. 3 Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, Esto es la DGETI, México, 1997. 4 SEP, SEIT, DGETI, Esto es la DGETI, México, 1997. Pág. 5. (generalmente) consta, el egresado puede continuar sus estudios en el nivel superior, o bien trabajar como técnico profesional en el área que fue formado, o incluso realizar ambas actividades a la vez. La matrícula escolar5 de esta modalidad en el ciclo escolar 2004-2005 fue de 506,608 alumnos. Técnico profesional, esta modalidad es terminal y permite al alumno cursar una carrera técnica en seis semestres, después de terminar los estudios de secundaria. Los egresados pueden trabajar de inmediato en el sector productivo, o establecerse por su cuenta. La población escolar de esta modalidad6 en el ciclo escolar 2004-2005 fue de 16,803 alumnos. Técnico básico, también es terminal, y permite al egresar incorporarse al mercado laboral, en puestos operativos, al término de dos semestres. La matrícula escolar de esta modalidad7 en el ciclo escolar 1999-2000 fue de 462 alumnos. El Sistema Abierto de Educación Tecnológica Industrial (SAETI) se creó para atender el rezago educativo de adultos que suspendieron sus estudios en el ciclo de secundaria, así como de jóvenes con estudios truncos del nivel medio superior, y que no pueden asistir a los cursos del sistema escolarizado. Se ofrece por medio de asesoramiento periódico a los alumnos, sin que éstos tengan que asistir diariamente a las aulas. La matrícula escolar de esta modalidad8 en el ciclo escolar 2004-2005 fue de 43,005 alumnos. 5 www.dgeti.sep.gob.mx 6 Ibidém 7 Consejo del Sistema Nacional de Educación Tecnológica, Educación e investigación tecnológicas, imagen y realidad 2000, SEP, SEIT, COSNET, México, 2000. 8 www.dgeti.sep.gob.mx Carreras del bachillerato tecnológico N° Carreras N° de planteles con la carrera 1. Administración 182 2. Aire acondicionado y refrigeración 7 3. Análisis y tecnología de alimentos 44 4. Computación 340 5. Computación fiscal contable 11 6. Comunicación 3 7. Construcción 74 8. Contabilidad 264 9. Dietética 2 10. Diseño arquitectónico 5 11. Diseño decorativo 1 12. Diseño industrial 1 13. Diseño industrial de patrones 2 14. Electricidad 109 15. Electromecánica 16 16. Electrónica 99 17. Electrónica automotriz 3 18. Enfermería general 35 19. Gericultura 6 20. Informática administrativa 8 21. Laboratorista clínico 81 22. Laboratorista químico 60 23. Mantenimiento 40 24. Máquinas de combustión interna 90 25. Mecánica 96 26. Mecatrónica 17 27. Producción 8 28. Programador 1 29. Prótesis dental 1 30. Puericultura 15 31. Secretario ejecutivo 25 32. Secretario ejecutivo bilingüe 1 33. Soldadura industrial 1 34. Supervisión en la industria del vestido 2 35. Trabajo social 19 36. Turismo 52 37. Ventas 1 En la modalidad de técnico profesional las carreras que se imparten9 son las siguientes: Área económico-administrativa - Agencia de viajes - Contabilidad - Comunicación - Dibujo publicitario - Diseño decorativo - Diseño gráfico - Ediciones - Fotomecánica - Hotelería - Restaurantes - Secretario bilingüe - Secretario ejecutivo - Trabajo social 9 SEP, SEIT, COSNET, Educación e Investigación Tecnológicas, Imagen y realidad 2000, México 2000, Págs. 35- 37. Área físico-matemática - Aire acondicionado y refrigeración - Analista en sistemas computacionales - Comunicaciones electrónicas - Controlde calidad - Diseño arquitectónico - Diseño industrial - Diseño industrial de patrones - Electricidad - Electromecánica - Electrónica - Electrónica digital - Gerencia y supervisión en la industria del vestido - Instrumentos de control - Máquinas de combustión interna - Máquinas-herramienta - Mecánica - Mecánica automotriz - Moldeo y fundición - Paquetes de cómputo - Producción - Programación - Programación de equipos de cómputo - Sastrería industrial - Servicios a equipo de cómputo - Soldadura industrial - Telecomunicaciones Área químico-biológica - Análisis industrial - Cosmetología esteticista - Enfermería general - Puericultura - Radiología En la modalidad de técnico básico, actualmente se imparten las siguientes ocho carreras - Asistente en la industria del vestido - Asistente en computación - Auxiliar de soldadura - Computación secretarial - Dibujo de planos arquitectónicos - Sistemas de inyección de gasolina - Terapia física - Torno 1.2 La Reforma curricular de la educación media superior tecnológica El desarrollo del componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la DGETI fue generado en el marco de la RCEMST, la cual fue planteada en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 como una tarea a realizar y en el Programa de Desarrollo de la Educación Tecnológica 2001-2006 se planteó como una prioridad, indicando la secuencia de pasos que debían realizarse para su elaboración. En el Programa de Desarrollo de la Educación Tecnológica 2001-200610 se indicaron las siguientes líneas de acción y metas para realizar la RCEMST: Líneas de acción ♦ Participar en los espacios de organización y coordinación de la RCEMST. ♦ Establecer un sistema de seguimiento y evaluación de los avances de la RCEMST 10 Programa de Desarrollo de la Educación Tecnológica 2001-2006, sección de políticas y metas, objetivo estratégico dos, objetivo particular 1, págs. 63s. ♦ Estructurar el currículo con base en los tres componentes comunes a la educación media superior: básico, propedéutico y de formación profesional ♦ Desarrollo curricular centrado en el aprendizaje y fomento de las experiencias de desarrollo de la creatividad e inventiva de los alumnos a través de la generación de prototipos didácticos ♦ Renovar los materiales didácticos e impulsar el uso de las aplicaciones de la tecnología de la información ♦ Renovar y fortalecer la enseñanza de las lenguas extranjeras ♦ Evaluar y adecuar la composición y la distribución regional de las especialidades de formación profesional basada en competencia laboral ♦ Mejorar los programas de servicio social, prácticas escolares, residencias profesionales y de titulación ♦ Prevenir y desarrollar los sistemas de administración escolar que requerirá la RCEMST ♦ Establecer los acuerdos institucionales para facilitar el tránsito de estudiantes Metas - Para el 2002, generar la propuesta de la RCEMST; en el 2003 se desarrollará, para iniciar su aplicación en el 2004. - Para ello se estableció que para el 2002: - aplicar indicadores sobre dinámica productiva para evaluar y adecuar la composición y la distribución de las especialidades de formación profesional. - evaluar la estructura de las especialidades de formación profesional y renovar con base en la educación basada en competencia laboral. - evaluar y adecuar la oferta de capacitación para el sector productivo y de formación continua para la población en general. - iniciar el programa de desarrollo de estrategias centradas en el aprendizaje. - consolidar el proyecto de cómputo y telecomunicaciones. - iniciar el diseño y operación del sistema de seguimiento y evaluación de la RCEMST. - En el 2003: - iniciar el diseño del sistema de registro y control escolar integral que entrará en operación con la RCEMST. - establecer acuerdos sobre los criterios y mecanismos para facilitar la equivalencia entre opciones y modalidades de la educación media superior. - establecer y operar los programas de desarrollo de materiales didácticos y de las aplicaciones de las tecnologías de la información. Como podemos observar el planteamiento de trabajo que se hizo, a través de las metas, consistió en partir de una evaluación de las distintas carreras a partir de la dinámica productiva, lo cual era indispensable para identificar el conjunto de carreras que tuvieran correspondencia con las áreas productivas más dinámicas, evitando continuar con la formación en carreras vinculadas a áreas productivas decrecientes o extintas. De haberse llevado a cabo esta evaluación la formación tecnológica hubiera incrementado su pertinencia. Otro aspecto que es importante resaltar de las metas es la intención de desarrollar al menos el componente de formación profesional de acuerdo a la educación basada en competencias, sobre la cual la DGETI tenía una posición privilegiada al ser pionera de esta forma de educación y contar con una basta experiencia en la misma. Como podemos observar, la RCEMST para la formación tecnológica del bachillerato tecnológico significaba una oportunidad para actualizarse y hacerse pertinente en cuanto a su trascendencia en el mercado laboral. Sin embargo, a partir de estos planteamientos la SEIT responsabilizó al Consejo Nacional del Sistema Nacional de Educación Tecnológica (CoSNET) la tarea de dirigir a dicha Reforma, para ello creo el “Sistema para la reforma curricular” el cual se diseño con una estructura piramidal, encabezada por el comité directivo, integrado por el titular de la SEIT y los Directores Generales se esa Subsecretaría así como el Secretario Ejecutivo del CoSNET y el Coordinador General de Educación Basada en Competencias. En el siguiente nivel estaba el secretariado técnico, integrado por representantes de las instituciones que ofrecían en bachillerato tecnológico así como de la Dirección General de Educación Secundaria (DGEST), de la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo (DGCFT) y de la Dirección General de Institutos Tecnológicos (DGIT). En el nivel inmediato inferior se encontraban los grupos de apoyo para la Reforma y en el mismo nivel estaban los comités técnicos de los componentes de formación básica, propedéutica y profesional integrados por directivos de la SEIT y notables del propio sistema; y en la base de la pirámide se encontraban los subcomités técnicos integrados por expertos notables y técnicos. 1.2.1 El comité técnico del componente de formación profesional El desarrollo de los trabajos de la RCEMST inició en el 2002 con la elaboración del proyecto de trabajo y el diseño del sistema de organización que lo soportaría, generando así el “Sistema para la reforma curricular de la educación media superior tecnológica”, posteriormente se instituyeron el comité directivo y secretariado técnico acordando el programa de trabajo y las orientaciones básicas de la Reforma. Entre los acuerdos fundamentales para el desarrollo de la Reforma se estableció que los trabajos de cada uno de los componentes de formación del bachillerato tecnológico serían conducidos por una dirección general. El componente de formación básico la DGETI, el propedéutico la DGETA y el profesional la DGECyTM En mayo del 2003 el CoSNET convocó a una reunión de trabajo en la que se integraron los comités técnicos contando con la participación de representantes de la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA), Dirección General de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar (DGECyTM), Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, (el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos aunque estuvo convocado en calidad de participante no asistió). A esta reunión también asistieron en calidadde invitados representantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), la DGEST del D. F., DGIT, el Instituto Politécnico Nacional y la DGCFT. Específicamente, para los trabajos del componente de formación profesional la DGETI decidió encomendar a su Coordinación General de Educación Basada en Competencias enviar a dos representantes; para ello se designó a Guadalupe González Ayala y a Josefina Salinas Avilés, que colaboraban en el área pedagógica como representantes de la DGETI en dicho comité. El comité técnico del componente de formación profesional debía ser coordinado por la DGECyTM, pero en lugar de ello delegó su responsabilidad a el Maestro Daffny Rosado Moreno, Coordinador General de Educación Basada en Competencias de la SEIT quien dirigió los trabajos de ese equipo, lo cual significó un obstáculo ya que su conducción rompió la dinámica de colaboración entre iguales y en su lugar se instaló el autoritarismo. Aunque la conformación del comité se había realizado con la expectativa de generar las directrices para el desarrollo de todas las carreras del bachillerato tecnológico esto no sucedió así, tal como lo observaremos más adelante. En junio del 2003 se llevó a cabo una primera reunión de trabajo del comité técnico con el propósito de analizar los indicadores de la producción y el empleo en México y revisar la oferta de carreras vigentes. A esta reunión se convocó únicamente a los integrantes del comité que representaban a la DGETA, DGECyTM, DGETI y a los CECyTES (aunque no acudieron). En esta primera reunión se realizó una breve presentación del contexto económico internacional, los sectores económicos más dinámicos y la situación en la que el país se enfrentaba a ese nuevo escenario, identificando cinco sectores económicos con mayor dinamismo que era necesario impulsar (petróleo, turismo, manufacturas, construcción, comunicaciones), entendidas éstas como las que mayor aportación hacen al producto interno bruto y en función de ellos establecer a éstas como el principal reto para la educación tecnológica. En este aspecto es necesario señalar que planteamos en la reunión que si bien era valioso considerar la situación económica internacional y nacional para identificar las situaciones críticas del sector productivo nacional, no considerábamos correcto limitar la formación tecnológica a las carreras directamente relacionadas con los cinco sectores económicos ya que el que alguna actividad productiva provea de una importante aportación al PIB, no significa que ella se desarrolle en cada una de las 32 Entidades Federativas. Además, durante esta reunión se presentó una metodología para valorar la aportación que la educación tecnológica hace al ámbito de desempeño laboral; al respecto opinamos que era una buena estrategia considerar el índice de empleabilidad, pero que era necesario realizarlo ya que no era suficiente solo presentar la metodología, lo cual no se realizó. El segundo taller se realizó julio 2003, para esa ocasión se convocaron a los integrantes del comité técnico más un grupo de profesores de las carreras de Turismo, Electrónica y Construcción; el propósito del taller era evaluar la estructura y composición de la oferta de carreras del bachillerato tecnológico, para ello se había solicitado de antemano preparar una presentación sobre la metodología de diseño curricular de cada institución así como las normas para autorizar la impartición de una nueva carrera o liquidación de alguna ya existente. Por parte de DGETI participaron las representantes de la DGETI para los trabajos del componente de formación profesional, además tres profesores de carreras solicitadas, Jesús Escandón Clavería y Jorge Tovar Martínez, de EBC-DGETI y el Lic. Renato Rodríguez, Jefe del Departamento de integración normativa de la Dirección de planeación y evaluación. En el taller la DGETI hizo la presentación de las normas y criterios para el diseño de las carreras y para la autorización de impartir las carreras en los diferentes planteles. Es importante señalar que sólo la DGETI tenía sistematizadas esas funciones clave para la operación del sistema educativo, las otras Direcciones generales carecían de una sistematización de esas funciones clave. Durante ese taller comenzaron a crear conjuntos de las carreras según el objeto de trabajo, etiquetándolos como campos de formación profesional. Nuestras objeciones se basaban en la enorme confusión que comenzó a plantearse en las conclusiones de la reunión; respecto a la creación de los campos de formación profesional ya que planteábamos que éstos no tenían ningún sentido, ya que la oferta educativa se presenta por carreras y los estudiantes eligen sus estudios por carrera no por campo de formación profesional, además que el análisis para determinar los campos debería ser precisamente los elementos de la formación como los contenidos de los programas de estudio o sus descripciones más generales como el perfil profesional u objetivo de la carrera, lo cual no se había realizado. Durante esta sesión de trabajo planteábamos que un elemento indispensable con el que debíamos contar para proponer la orientación del componente de formación profesional era una evaluación de la calidad y pertinencia de la formación tecnológica del nivel medio superior que en ese momento se desarrollaba; ya que creíamos necesario primero identificar las principales fortalezas y debilidades antes de plantear los cambios de rumbo. Al finalizar el taller se hizo el compromiso de enviar al coordinador del comité tres paquetes de información. El primer paquete con información relativa a las normas y criterios en los que se basa la oferta del bachillerato tecnológico y “títulos que otorga la institución”; el segundo paquete era sobre las normas y procedimientos para regular el volumen y distribución en los planteles de la matrícula en las especialidades, y el tercer paquete era la base de datos de la matrícula por especialidad de los últimos cinco ciclos escolares y el “concentrado de las especialidades conteniendo el número de asignaturas de la formación tecnológica, las horas de cada curso, el total de horas y el grado de calificación de los cursos”. Como podemos observar por el tipo de información solicitada, el coordinador del comité tenía un desconocimiento de las características básicas del bachillerato tecnológico, porque quizá pensaba que los títulos que otorga cada institución eran determinados de manera arbitraria, cuando existía una reglamentación precisa al respecto, o tal vez no conocía los diseños curriculares de las carreras del bachillerato tecnológico porque pensaba que era posible hacer concentrados de las especialidades señalando a las asignaturas tecnológicas, horas curso y su grado de calificación. En agosto de 2003 se realizó el tercer taller, en el cual se ajustaron los 26 campos de formación profesional. Contó con la participación, por parte de la DGETI, de los representantes y de docentes de algunas de las carreras comunes, que previamente (sin ningún fundamento) el coordinador del comité había identificado. En esta ocasión también se evidenció la deficiencia que significó la falta de análisis de las características básicas de la formación profesional, ya que los profesores de las distintas instituciones indicaron que aún cuando el nombre de las carreras era semejante no tenían el mismo objetivo y por lo tanto tenían contenidos educativos diferentes. Otra debilidad del trabajo realizado consistía en la falta de evaluación de la calidad y pertinencia de la formación tecnológica que se estaba impartiendo en los planteles; es decir, la información que enviamos a petición del coordinador del comité no fue analizada ni tomada en cuenta. Como resultado de los trabajo de ese taller encontramosque los profesores participantes concluyeron que los planes de estudios de carreras que llamaban comunes en realidad no lo eran, pero el coordinador decidió que las conclusiones del trabajo eran las que de antemano el esperaba. Además generó una propuesta de lineamientos para la reforma del componente que partía de “los criterios para la organización de la oferta, la homologación para los tiempos de formación a 1200 horas clase y el grado de calificación 2 ó 3 de la UNESCO factible para las carreras”. Es importante señalar que estos lineamientos no contenían un esbozo que describiera de manera general el procedimiento para el diseño curricular del componente de formación profesional, sino que se limitó a conjuntar algunos aspectos que consideró importantes pero desarticulados e incompletos; en lo que se refiere a la cantidad de horas para la formación no justificó ese criterio, y respecto a los niveles de calificación de competencia que debían desarrollarse en los programas de estudio los refirió a la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE), creada por la UNESCO, pero en realidad dicha Clasificación no menciona nada respecto a los niveles de competencia laboral. Como fase preparatoria al cuarto taller nos pidió el coordinador del comité que los profesores que participarían debían de aportar información sobre: los referentes en los que se basó la carrera, estructura de la carrera y ubicación por semestres, evidencias de los sitios y grados de inserción en el empleo y principales deficiencias en la operación de los programas. Al respecto le aclaramos que los profesores estaban en condiciones de dar respuestas personales a esos planteamientos, pero que esas respuestas no coincidirían necesariamente con la perspectiva de la dirección general; ya que en la DGETI el diseño de los programas de estudio lo realiza el departamento de planes y programas de las oficinas centrales, no en cada plantel, así como del seguimiento de egresados, los profesores informarían a partir de lo que saben que ocurre en su ámbito de interacción, pero carecían de la perspectiva nacional. Esta manera de buscar información manifiesta nuevamente el desconocimiento del funcionamiento del sistema de educación tecnológica del nivel medio superior y al mismo tiempo la concepción distorsionada de la operación de los grandes sistemas educativos queriendo encuadrarlos a procedimientos propios de micro sistemas lo que provocó el uso de procedimientos no adecuados y por lo tanto de resultados no funcionales. En octubre del 2003 se realizó el cuarto taller, denominado Taller de generación de las especialidades prioritarias del componente de formación profesional, y tuvo el propósito de esbozar el componente de formación profesional de las denominadas carreras comunes. La forma de trabajo utilizada estuvo plagada de deficiencias y aunque así lo comentamos en el grupo de trabajo, el coordinador de comité simplemente ignoró las observaciones. Para este taller la dinámica de trabajo instrumentada consistió en integrar cinco equipos de trabajo: 1. Administración, Contabilidad y Comercialización 2. Turismo 3. Informática 4. Electrónica 5. Aire acondicionado y refrigeración El coordinador decidió dejar de lado la participación de los integrantes del comité técnico y representantes del equipo técnico del departamento de planes y programas de la DGETI, y trabajar directamente con los profesores a los cuales les solicitó hacer un análisis de cada carrera a partir de los ejes que previamente había indicado, ignorando la falta de representatividad de las respuestas que de antemano le habíamos indicado. A pesar de las advertencias continuó, y además les solicitó que establecieran los principales atributos que deberían modificarse en cuanto a la denominación de la carrera, tiempo de formación, distribución de las asignaturas en el plan de estudios y proponer el reconocimiento de estudios parciales. Al interior de los equipos los profesores encontraron que las carreras aunque tenían nombres semejantes, no coincidían en sus contenidos ya que pretendían formar diferentes contenidos, derivados de los objetivos diferentes de las carreras, por ejemplo en el caso de Turismo aunque en la DGETI, DGETA y en la DGECyTM existiera una carrera con el mismo nombre; en la DGETA la carrera tenía el propósito de formar personal para operar el turismo ejidal, mientras que en la DGECyTM el propósito era formar a las personas para operar el turismo en pequeñas comunidades ubicadas a la orilla del mar, y en el caso de la DGETI la carrera de Turismo tenía el propósito de formar los recursos humanos que se requieren para operar las empresas turísticas independientemente de su tamaño y de su ubicación. Esta situación se encontró en todos los equipos y los profesores informaron, pero el coordinador nuevamente estableció que el resultado de trabajo de la reunión fue una serie de acuerdos a los que según él los profesores habían llegado. Es importante señalar que durante los cuatro talleres participamos y comentamos las deficiencias que observábamos y pedíamos que se instrumentara otra estrategia de trabajo, en varias ocasiones llegamos a elaborar alternativas de planes de trabajo para el comité, las cuales presentamos al coordinador, pero él simplemente las ignoró. A nivel interno de la DGETI informábamos a las autoridades correspondientes (Coordinador General de EBC, Subdirectora Académica y Director Técnico) de la errada ruta que habían tomado el comité. Sin embargo, no tuvimos respuesta puesto que no hubo mejoraron la dinámica ni contenido del trabajo. Este cuarto taller fue el último en el que participamos nosotras, ya que durante el proceso seguido se incluyó otro representante de la DGETI, quien siempre estaba de acuerdo con el coordinador del comité independientemente de lo que se tratara; de manera que en el 2004 cuando continuaron las actividades el coordinador del comité, asumiendo facultades exclusivas de la DGETI, decidió quién la representaría en su equipo de trabajo, de manera que ya no nos volvieron a invitar. A través de la Memoria de la reforma curricular del bachillerato tecnológico11, ahora sabemos que el Secretario Ejecutivo del CoSNET, responsable de la Reforma curricular y el coordinador del comité técnico del componente de formación profesional tuvieron dificultades derivadas de la manera como se desarrolló el trabajo del comité y que el coordinador optó por saltarse esa instancia y acordar directamente con el Subsecretario, lo que provocó que fuera más difícil la tarea de desarrollar el componente de formación profesional. 11 Consejo Nacional de Educación Tecnológica, Memoria de la reforma curricular del bachillerato tecnológico, reforma de la educación media superior tecnológica, CoSNET, 2005. Durante el 2004 el comité técnico realizó los programas de estudio del primer módulo, los resultados se caracterizaron por ser heterogéneos y dispares, se concluyó que la carrera de Turismo no era común además que Administración y Contabilidad no podían ser una sola carrera. También se reportó la dificultad de los expertos de las carreras para trabajar con las indicaciones que se les dio para desarrollar la carrera y programas de estudio. Entre las problemáticas que ocasionó la forma de trabajo del comité fueron la falta de lineamientos elementales para el diseño del componente de formación profesional de las carreras específicas que cada Dirección General tenía, así como la ausencia de una comunicación clara respecto a qué debía operarse para desarrollar el 2° semestre de la generación 2004-2007 que era la que había comenzado a desarrollar planes de estudio emanados de la RCEMST. Existió una actitud de cerrazón y misteriopor parte de los participantes respecto a qué y cómo se iba a trabajar el semestre en puerta. En DGETI existía angustia por la incertidumbre en los Coordinadores de enlace operativo, directores y docentes por que no tenían idea del trabajo que tenían que realizar para el semestre febrero/julio 2005. Como hemos visto en este capítulo, el contexto en el cual se dio el diseño curricular del componente de formación profesional del bachillerato tecnológico en la DGETI está marcado por haber sido realizado en una institución educativa que opera en 429 planteles oficiales, distribuidos en toda la República, con diversas modalidades educativas; de ellas, en la que se concentra la mayor parte de su población escolar es, precisamente, el bachillerato tecnológico, de la cual existen 37 carreras que se ofertan en un variado número de planteles. Fue el bachillerato tecnológico la única modalidad educativa que fue incluida en el proceso de Reforma curricular de la educación media superior tecnológica. La Reforma curricular de la educación media superior tecnológica es un proceso de transformación indicado en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 y definido en el Programa de Desarrollo de la Educación Tecnológica 2001-2006; para conducir la orientación y los trabajos de la Reforma se asignó al CoSNET la responsabilidad de dirigirla, sin embargo, el rumbo de los trabajos del comité técnico del componente de formación profesional se salieron de su control. Por otro lado, los resultados de los trabajos desarrollados por este comité no lograron plantear una metodología de diseño curricular que permitiese guiar los trabajos de diseño del componente de formación profesional para todas las carreras del bachillerato tecnológico de la SEIT, que respetara el grado de complejidad que corresponde a la formación tecnológica del nivel medio superior; sus “Lineamientos para la estructuración del Componente de Formación Profesional” tienen serias deficiencias (verbigracia ausencia de definiciones conceptuales clave como módulo y competencia profesional, o falta de un señalamiento mínimo de la secuencia procedimental), tampoco establece el mecanismo para utilizar las normas técnicas de competencia laboral, para llevar a cabo su selección y utilizarlas como referentes en el diseño del componente. En el siguiente capítulo desarrollaremos el análisis crítico del proceso del diseño curricular del componente de formación profesional que llevamos a cabo en la DGETI. II Análisis crítico de las funciones desarrolladas En este capítulo presentaremos el análisis crítico del diseño curricular del componente de formación profesional del bachillerato tecnológico de la DGETI que realizamos de noviembre de 2004, hasta el 2005. El diseño curricular que realizamos partió de dos premisas fundamentales, la primera es la facultad y deber que tiene la DGETI para elaborar sus propios planes y programas de estudio, y la segunda es el hecho de entender al componente de formación profesional como parte integrante de un plan de estudios del nivel medio superior, que por su naturaleza debe ser un servicio formativo en oposición a uno de capacitación. En primer lugar es necesario señalar que el Reglamento interior de la SEP1 establece en el inciso I, del artículo 23 que es responsabilidad de la DGETI proponer normas pedagógicas, contenidos, planes y programas de estudio, métodos e instrumentos de evaluación del aprendizaje para la educación media superior tecnológica industrial. Lo que significa que esta Dirección tiene el deber de diseñar los planes y programas de estudio de todas las carreras que imparte, no sólo en los planteles oficiales, sino también a través de las escuelas incorporadas. En este caso, centramos nuestra atención en el bachillerato tecnológico, debido a que, como lo habíamos señalado en al apartado anterior, se encontraba en proceso de transformación debido al proceso de la Reforma curricular emprendida por la SEIT. Mientras que el bachillerato tecnológico2 lo entendemos como una modalidad del tipo medio superior bivalente, el cual está integrado por tres componentes de formación: el básico, el propedéutico y el profesional. La formación básica se articula con el nivel de formación precedente, en el se abordan los conocimientos esenciales de la ciencia y las humanidades, su contenido es el mismo para cualquier carrera. La formación propedéutica vincula al 1 Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 21 de enero de 2005. 2 CoSNET, DGCFT, DGEST, DGETI, CECyTEs, DGECyTM, DGETA, DGIT, Estructura del Bachillerato Tecnológico, México, 2004 bachillerato tecnológico con la educación superior, profundiza los conocimientos que favorezcan el manejo multidisciplinario de manera que se facilite la continuidad en el nivel superior. El Componente de Formación Profesional (CFP) es la parte del plan de estudios del bachillerato tecnológico que tiene la función de proveer formación de las competencias profesionales del área industrial y de servicios, elemento que permite su diferenciación con respecto al bachillerato general. El diseño del CFP de la DGETI lo iniciamos en noviembre de 2004 cuando la Lic. Graciela E. Segura Cabrera, Subdirectora Académica nos pidió el favor de realizarlo, ya que en ese momento era urgente contar con los planes y programas de 32 carreras del bachillerato tecnológico, debido a que el comité técnico del CFP sólo había desarrollado los programas de estudio de cinco carreras que denominó comunes, las cuales eran: Administración, Contabilidad, Refrigeración y Aire Acondicionado, Informática y Electrónica. Otra razón por la cual nos solicitaron realizar este diseño curricular fue que el profesor que representaba a esta institución en el comité técnico dijo que el coordinador del comité dio instrucciones en el sentido de no difundir el procedimiento utilizado, por lo que simplemente entregó el documento de los “lineamientos para estructurar el Componente de Formación Profesional” generado por el comité aunque éstos no podían cumplir con su función porque su contenido era insuficiente, ya que no planteaba la secuencia elemental para realizar un diseño curricular, ni tenía definidos los conceptos básicos, además de presentar falsedades en algunos planteamientos. Para diseñar el CFP era necesario haber evaluado previamente la calidad y pertinencia de los planes y programas de estudio, contar con la detección de las competencias laborales que el mercado laboral demanda de los técnicos profesionistas del nivel medio superior en el área industrial y de servicios, disponer de una orientación normativa suficiente y coherente para el diseño del CFP; o en su lugar del tiempo suficiente para realizar las investigaciones necesarias así como la elaboración de la metodología de diseño curricular que fundamentara los conceptos básicos y planteara los procedimientos pertinentes. Sin embargo, no contamos con ninguno de estos requerimientos, por lo que nos vimos en la necesidad de ir construyendo sobre la marcha y partir de la experiencia que habíamos adquirido en el desarrollo del proyecto de EBC en el bachillerato tecnológico. 2.1 Fundamentación de la carrera Para ello se propuso, debido a la inmediatez con que debía desarrollarse, estudiar la condición en que se encontraba cada carrera, para ello necesitábamos de información elemental como el dato de las Coordinaciones en las que se impartía cada carrera, el número de planteles, la población escolar y el índice de eficiencia terminal; otra fuente importante de información provendría del análisis de coherencia y pertinencia que teníamos que realizar de los planes y programas de estudio vigentes desde el 2000.A pesar de que la información sobre la oferta educativa de cada carrera creíamos que sería fácil obtenerla únicamente con solicitarla al Área de planeación y evaluación de la DGETI, en realidad varias carreras no contaron con ella debido a la falta de tiempo para poder ser obtenida. Lo primero que realizamos con maestros de cada carrera fue el análisis de los planes y programas de estudio vigencia 2000 para identificar su pertinencia con respecto a los avances tecnológicos y organizacionales, lo que nos permitió recuperar los aspectos formativos fundamentales y vigentes de cada carrera; ya que considerábamos que si bien la propuesta formativa de los planes y programas de estudio 2000 necesitaban actualizarse también existía una serie de elementos básicos que formaban parte del currículo 2000 y que continuaban siendo fundamentales en el desempeño profesional de cada carrera. Para recuperar los conocimientos y habilidades fundamentales y los que siguen siendo actuales en el ejercicio profesional de cada carrera se analizó el perfil profesional, identificando la formación tecnológica que cada curso pretendía formar en los alumnos, los contenidos de formación y su secuencia (coherencia interna); y a partir de ello derivaron conclusiones sobre la pertinencia de la propuesta de los planes y programas 2000, así como la necesidad de modificaciones necesarias para poder llegar a brindar una formación pertinente y de calidad. En los casos que fue posible, se identificaron la dimensión del servicio educativo a través de la información de alumnos/ planteles/ coordinaciones, además se revisaron los índices de eficiencia terminal para valorar la eficiencia que el plan de estudios revisado estaba teniendo; y por último, el seguimiento de egresados para precisar el éxito o fracaso de la formación que se estaba realizando. A partir de los resultados del análisis de los planes y programas 2000, de las propuestas de mejoras; y la información sobre dimensión del servicio educativo, la eficiencia del plan de estudios y de la aplicación inmediata de los egresados en el mundo laboral se propuso el nuevo perfil profesional y la estrategia de formación para lograrlo. 2.1.1 Elementos básicos del diseño curricular El perfil profesional debe señalar los conocimientos, habilidades y actitudes que caracterizan al profesionista del tipo medio superior en cada una de las carreras. Consideramos que el perfil profesional debía ser definido con esos elementos porque así lo sugerían los expertos especializados en diseño curricular y además porque esos elementos coincidían con los que conforman a las competencias laborales3 las cuales eran uno de los rasgos característicos del CFP que se generaba con la RCEMST. Al perfil profesional también se le agregaron los puestos de trabajo que podría desempeñar así como el tipo de empresas en donde podría aplicar sus conocimientos. Con estos datos adicionales buscábamos hacer más precisa la referencia a los mismos profesores que desarrollaban estos elementos básicos 3 La competencia para la DGETI se define como la síntesis de conocimientos, habilidades y actitudes que en un comportamiento molar o de bloque permite realizar una función productiva en diferentes contextos. Cfr. Cómo elaborar programas de estudio con el enfoque de la EBNC. del diseño curricular. Al mismo tiempo que nos permitió evitar caer en los errores que cometió el comité técnico en lo relativo a la definición de las características generales que permiten identificar la singularidad de cada carrera, ya que éste inició con la identificación de los sitios de inserción, término que no definió y en algunos casos fue establecido como empresas públicas y privadas. Una vez planteado el perfil profesional, se tomó a éste como la meta a alcanzar y se diseñó la estrategia de formación, la cual, según el Acuerdo Secretarial 3454, consiste en una serie de cursos modulares que iniciaban en el 2do. semestre, disponiendo de 17hrs. clase /semana para el segundo, tercero y cuarto semestre y de 12hrs. clase/semana para el quinto y sexto semestre. Sobre la estructura del CFP es necesario señalar que según el diseño realizado por el comité técnico sólo tenían un módulo por semestre, lo que implicaba asignar a un docente frente a un grupo de 45 ó 50 alumnos 17 horas a la semana lo cual traía como consecuencia, en primer lugar un efecto antipedagógico debido a la excesiva carga de trabajo para el docente, además de una serie de dificultades para operar los cursos de esa dimensión debido al incremento natural que se daría en las necesidades de talleres; ya que esas áreas normalmente eran utilizados en 17hrs por semana varios grupos y no por unos sólo. Ante esta situación decidimos establecer el diseño curricular con una estructura de más de un curso por semestre y diseñamos el siguiente esquema que sirvió de guía en el proceso de diseño de los cursos. Esquema N°1: Estructura modular Semestre Módulos horas 4 Acuerdo Secretarial 345 por el que se determina el plan de estudios del bachillerato tecnológico, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 18 de agosto de 2004. A partir del esquema buscábamos obtener un esbozo de la formación que desarrollaría en el CFP para llegar a alcanzar el perfil profesional ya definido. En ese esquema se colocaría el nombre de los cursos que proponían así como las relaciones de servicio que se daban entre ellos ya que las relaciones de servicio entre distintos módulos es condición necesaria para llegar a brindar una formación de mayor grado de complejidad que la simple capacitación para el trabajo. Sobre el concepto de curso modular, queremos comentar que implicó un buen esfuerzo llegar a una definición medianamente clara y funcional. Primeramente revisamos los textos sobre diseño curricular donde se abordaba el concepto y descubrimos que éste es un término relativamente joven y que las instituciones educativas que lo han utilizado lo han definido, resaltando el atributo con el que buscaban diferenciarlo; así algunos subrayaban su carácter de interdisciplinario para denotar la necesidad de participación de especialistas en distintas disciplinas en la conducción del curso; otros el rasgo de unidad autónoma o de autocontenido como forma de señalar la flexibilidad en el manejo administrativo de los cursos (ya que desde el punto de vista de los contenidos creemos que es imposible la existencia de un curso que realmente contenga en su interior todos los contenidos que le permitan separarse del resto del universo de los saberes). Algunas de las definiciones que encontramos eran las siguientes: 2° ° 3° ° 4° ° 6° 5° ° 17 hrs. 17 hrs. 17 hrs. 12 hrs. 12 hrs. • “Estructura integrativa multidisciplinaria de actividades de aprendizaje, que en un lapso flexible permite alcanzar objetivos educacionales de capacidades, destrezas y actitudes que le permiten al alumno desempeñar funciones profesionales…Cada módulo es autosuficiente para el logro de una o más funciones profesionales”:5 • El módulo consiste en 6la integración del contenido a partir de un problema de la realidad, en su totalidad y como proceso. • Módulo es el conjunto que puede ser recorrido independientemente de cualquier sistema y procura un conocimiento o una habilidad precisa, cuyo grado de adquisición puede ser verificado por el propio beneficiario. • El módulo es una entidad autónoma y con valor en sí misma, tiene una estructura completa y puede combinarse con otros para obtener estructuras más complejas. Se puede componer por una o más unidades de formación y de competencias que pueden ser autorreguladasy que aportan al alumno la formación necesaria para realizar una o más funciones profesionales. Como podemos observar, existen una serie de atributos con los que se definen a los cursos modulares, algunos de ellos se refieren al manejo administrativo de los cursos en cuanto a la flexibilidad en la duración del curso o a la independencia para poder cursarlo respecto de otro curso (antecedente). Otro grupo de atributos, el más recurrente, se refiere a los contenidos y al respecto se señala que éstos son de tipo interdisciplinario, multidisciplinario o transversales; es decir, existe consenso en cuanto a que el curso modular no presenta contenidos de una sola disciplina, sino de diversas los cuales tiene una coherencia interna a partir del objetivo del curso. En las definiciones aquí revisadas también está presente otro elemento, que en nuestro caso nos interesa resaltar, y es el que se refiere a la formación para el trabajo, y al respecto señalan que los cursos modulares se refieren a la formación para el desempeño de funciones profesionales. 5 Pansza González, Margarita, Pedagogía y currículo, Ed. Gernika, México, pág. 47 6 Las siguientes definiciones se presentaron en la propuesta de metodología para la estructuración del CFP elaborado por el departamento de planes y programas y Superación académica en octubre de 2004. A partir de estos recursos conceptuales comenzamos a construir nuestra propia definición de curso modular considerando principalmente que fuera pedagógicamente aceptable, es decir, no asignar cargas excesivas de trabajo a los docentes, ni obligarlos a pretender ser expertos en todas las disciplinas o campos de la formación profesional; al mismo tiempo el curso modular debía de funcionar con las normas de control escolar que operan en los planteles, así como orientar la delimitación de los contenidos de manera que exista un contenido de formación significativo en sí mismo por cada curso y que con el desarrollo de todos los cursos modulares planteados lleven al estudiante al logro del perfil profesional. De esta manera definimos al módulo como unidad didáctica que desarrolla un conjunto definido de competencias que permiten al alumno desempeñar una función profesional. Y como lineamiento de trabajo establecimos que no sería un curso por semestre; sino dos o tres, según el esquema diseñado; además que los contenidos de los módulos debían tener relación entre sí para poder alcanzar niveles de formación más complejos que simples cursos de capacitación aislados. Una vez elaborado el perfil profesional y el esquema de la estrategia de formación se revisó la correspondencia entre ambos elementos así como su pertinencia para la formación tecnológica del nivel medio superior. Posteriormente se desarrollaron los objetivos de cada curso y los conocimientos mínimos que respaldan el logro de las habilidades y actitudes inherentes al buen desempeño laboral. Y se volvió a revisar la coherencia interna. Hasta este punto habíamos logrado primeramente evaluar el área de formación tecnológica del plan de estudios previo de cada carrera, elaborar los elementos básicos de diseño curricular, los cuales ya nos delimitaban la extensión y profundidad de la formación que se realizaría en el nuevo CFP. Otro aspecto medular en este proceso fue la identificación de las Normas Técnicas de Competencia Laboral (NTCL) o unidades de competencia laboral que tenían relación con el propósito o contenido de alguno de los cursos propuestos, ya que el Artículo 7 del acuerdo secretarial establecía que este componente debía desarrollar las competencias correspondientes. Por eso es que era necesario realizar este proceso con sumo cuidado; ya que el criterio que algunas instituciones educativas habían que adoptado en la utilización de las NTCL para desarrollar sus currículum había sido cuestionable, debido a que consistía en sustituir los programas de estudio por la norma misma, sin ningún tipo de análisis reflexivo o pedagógico. Nosotros consideramos que una NTCL no puede reemplazar la función de un programa de estudios; ya que tienen propósitos, componentes, y secuencias diferentes. Por lo que sustituir los programas de estudio con una NTCL dificulta enormemente la planeación y desarrollo del hecho educativo o totalmente lo imposibilita. Situaciones como esa las observamos durante el desarrollo del Programa de Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación (PMETyC) cuando instituciones como la DGCFT o el CONALEP pretendieron proveer una educación basada en competencias simplemente con realizar este desplazamiento. La DGETI es una institución que también participó en el PMETyC desde el inicio del proyecto mismo, primero desarrollando programas piloto de Educación Basada en Competencias (EBC) dirigidos a la capacitación y posteriormente se expandió al bachillerato tecnológico. Durante la segunda fase se obtuvieron importantes aprendizajes en cuanto a las posibilidades y formas de utilizar a las NTCL al interior de los planes de estudio del bachillerato tecnológico. Algunos de ellos fueron: que existe una gran diferencia entre utilizar una NTCL para desarrollar cursos de capacitación (para grupos poco numerosos de adultos) que pretender los mismos resultados con grupos del bachillerato tecnológico; que es necesario privilegiar la propuesta formativa de los planes y programas de estudio del bachillerato tecnológico frente a las posibles ventajas de las NTCL, que para poder utilizar a alguna NTCL como referente de formación era necesario realizar un análisis de la misma ya que su contenido e implicaciones en un proceso formativo no se explica en la norma. Por lo anterior, decidimos que en el proceso de diseño curricular del CFP era necesario contar en primer lugar con el esbozo de la propuesta del componente para entonces estar en posibilidad de seleccionar las NTCL o unidades de competencia que podrían utilizarse como referente para la formación. Y así cumplir con el atributo de desarrollar las competencias profesionales que señala el acuerdo secretarial 345. Es decir, una vez establecido el perfil profesional, y la estrategia de formación se revisó la base de datos de las NTCL (que consta de un repertorio de 601 normas) para hacer una primera selección de las mismas a partir de la propuesta formativa elaborada. El primer acercamiento fue a partir de las áreas y subáreas laborales en las que están clasificadas las NTCL; una vez encontrada algún área relacionada con el campo de ocupación de la carrera, los expertos revisaron el repertorio de normas y seleccionaron en un primer momento aquellas que tuvieran alguna relación con los contenidos planteados en el diseño del componente. Después de realizar la primera selección se procedió al análisis de las NTCL seleccionadas, para ello nos apoyamos en el instructivo elaborado con anterioridad para tal fin, el cual plantea estructurar el contenido de la norma de manera que se visualice la extensión y profundidad de la misma y, estar entonces, en posibilidad de valorar las implicaciones de la misma desde el punto de vista de la intencionalidad educativa y por tanto decidir sobre la posibilidad de ser desarrollada en los cursos del componente. Esta fue una tarea muy complicada, la cual ya habíamos desarrollado en otras condiciones, en la etapa de expansión de la EBC al bachillerato tecnológico, con profesores que habían recibido una inducción al modelo, realizando este ejercicio para un número reducido de carreras (13) y en un contexto donde no existía la terrible presión del tiempo por desarrollar completo los elementos mínimos del diseño curricular. En esta ocasión teníamos el reto de coordinar esta tarea para 32 carreras del bachillerato tecnológico en menos de20 días, con grupos de profesores que en gran parte no tenían ni la menor idea de la EBC, ni de las NTCL, por lo que, debido a la importancia de esta tarea tuvimos que redoblar nuestros esfuerzos para que los docentes lograran entender el propósito y el procedimiento. Es importante señalar que se generó en los maestros una presión por la función que desarrollarían las NTCL, la mayoría pensaba que era obligatorio asumir la mayor cantidad posible para el desarrollo de los cursos o que una vez identificada una NTCL relacionada con la carrera ésta debía desarrollarse en su totalidad, y aunque nosotros les habíamos indicado que no era obligatorio incluirla en su totalidad o muchas de ellas; sino que lo más importante era mantener una propuesta de formación realista y un diseño curricular integral, en vez de la incorporación saturada de NTCL. Las razones de este criterio eran el reconocimiento de la limitación del repertorio de NTCL para poder estructurar un currículum completo basado en las NTCL, otra causa eran las limitaciones de equipamiento e instalaciones en los planteles para poder desarrollar cualquier NTCL y por último el hecho de circunscribir los cursos a una determinada cantidad de horas para desarrollarlos. De esta manera se realizó la identificación de las unidades de competencia que debían desarrollarse, el curso en que debía de llevarse a cabo para cada una de las carreras y su correspondiente justificación. Con todas estas actividades se había construido la fundamentación de cada carrera, que en términos generales se estructuró de la siguiente manera: • Análisis cuantitativo y cualitativo del plan de estudios previo • El perfil profesional • Estructura del CFP • Objetivo de cada curso • Principales conocimientos, habilidades y actitudes de cada curso • La selección de las Unidades de Competencia Laboral que se desarrollarían en el CFP Con estos elementos, que señalaban las características generales de cada carrera, se asignó a los docentes que la presentaran a algunas empresas en las que se desempeñaban los profesionistas de cada carrera, para que ellos validaran la pertinencia de los contenidos de formación, y en caso necesario realizar ajustes. 2.2 Elaboración de los programas de estudio del segundo semestre Para esta actividad se contó con la participación de los docentes que habían desarrollado los elementos básicos del diseño curricular, para ello se revisó previamente las observaciones que pudieran haber hecho los empresarios y se realizaron los ajustes pertinentes. En la elaboración de los programas de estudio sintéticos se retomaron los contenidos propuestos en la etapa anterior y se enfatizó en la utilización de la didáctica centrada en el aprendizaje para elaborar las propuestas formativas porque ella era uno de los pilares de la EBC-DGETI. La propuesta didáctica de la EBC-DGETI plantea que el eje de la transformación educativa es el docente, quien a partir de la reflexión de su práctica es capaz de replantear su ejercicio magisterial. Este enfoque replantea principalmente la concepción de la práctica docente y de la evaluación. En esta concepción se concibe al alumno como un individuo capaz de interrelacionarse en un ambiente de equipo de trabajo y de desarrollar con eficiencia las funciones laborales características de su profesión. El docente es concebido como promotor del aprendizaje, que diseña y aplica diversas situaciones de aprendizaje donde alumnos, que poseen distintos tipos de aprendizaje, tengan la oportunidad de alcanzar la competencia en cuestión mediante distintas actividades que pongan en acción su repertorio cognoscitivo, psicomotriz y actitudinal, y además transparenta la evaluación indicando desde el inicio del curso cuándo será, qué instrumentos se utilizarán y cuáles son los criterios de ejecución correctos. Otra característica distintiva de la didáctica de la EBC-DGETI es la fuente de donde se derivan los contenidos, en la práctica tradicional es el docente quien define los contenidos educativos a partir del desarrollo de las disciplinas científicas, con el falso supuesto de que el alumno posteriormente los integrará a su práctica laboral; mientras que la propuesta didáctica de la EBC-DGETI plantea que los contenidos deben ser identificados a partir de los requerimientos funcionales del sector laboral; de esta manera se pretende proveer a los estudiantes de las competencias laborales que realmente desempeñará en el ámbito laboral. Por lo anteriormente expuesto, los programas de estudio del CFP contenían además de la información básica de identificación y de contenido, las actitudes que ya se habían planteado (las cuales no figuraban en las versiones anteriores de los programas de estudios), la evaluación de los aprendizajes como un elemento ya planeado y presente a lo largo del desarrollo del curso, no únicamente al final, y un anexo con una breve descripción de la didáctica EBC-DGETI, además de sugerencias para elaborar el programa de estudios desarrollado y planear las sesiones del curso, en donde se presenta la secuencia didáctica que inicia con la presentación del curso, sigue con la evaluación diagnóstica, después la contextualización y problematización, luego las situaciones de aprendizaje y finalmente la demostración, primero grupal y luego individual. Para controlar la calidad de los 96 programas de estudio, que se elaboraron en una semana, fue necesario elaborar una tabla de cotejo para verificar que el programa estuviera completo y correctamente elaborado. De esta manera fue como la DGETI estuvo en condiciones de iniciar el segundo semestre de la generación 2004-2007, la que inició el desarrollo del currículum del bachillerato tecnológico producto de la Reforma curricular de la educación media superior tecnológica; ya que para entonces las orientaciones básicas sobre el CFP en cuanto a estructura, contenidos y programas de estudio del segundo semestre ya habían sido diseñados, y a partir de esa información los planteles pudieron realizar su planeación para la operación del segundo semestre. Es necesario comentar que la elaboración de la fundamentación de la carrera y de los programas de estudio fue realizada por equipos de profesores que seleccionó el personal del departamento de planes y programas en función de la referencia que tenían de la persona, el manejo de los contenidos de la carrera y su disposición al trabajo, pero en la mayoría de los casos se trataba de un reducido grupo de profesores a los que siempre convocaban para las tareas relacionadas con su carrera, lo que dejaba fuera de la participación al resto de profesores que también impartían la misma carrera. 2.3 Las carreras comunes Bajo la dirección del comité técnico del CFP se elaboraron los programas de estudio correspondientes al segundo semestre de las carreras denominadas como comunes: Electrónica, Refrigeración y Aire Acondicionado, Informática, Contabilidad y Administración. Estos programas de estudio fueron difundidos a finales del 2004 a través de internet, sin contar con el visto bueno del responsable de la Reforma curricular. Los programas de estudio estaban contenidos en un documento titulado como “Componente de Formación Profesional del Bachillerato Tecnológico, carrera de técnico en…”,7 en dicho documento se presentaban los lineamientos para la estructuración del componente de formación profesional el cual era un aglutinamiento de ideas dispersas, algunas propuestas sin fundamento y hasta declaraciones falsas. Con la información de este apartado no era posible dirigir 7 Componente de Formación Profesional, carrera de técnico en: Administración, Contabilidad, Informática, Electrónica y Refrigeración y aire acondicionado, SEP-SEIT, noviembre2004 la elaboración del CFP por la insuficiencia e incongruencia de los planteamientos. En el apartado correspondiente al contenido en sí de cada carrera, se encontraron deficiencias como la ausencia del perfil profesional, así como el esbozo incompleto de la estrategia de formación, ya que sólo se enunciaba el nombre del único módulo por semestre, pero no se indicaba cuales serían los principales contenidos. Respecto a los programas de estudio del segundo semestre encontramos los correspondientes a un solo curso para el semestre, que tenía asignado una carga de trabajo de 17 horas clase por semana, divididos en tres submódulos que no tenían relación entre sí. El haber diseñado cursos de tal carga horaria implicaba una limitación real para operarlos, desde el punto de vista organizativo debido a que para desarrollarlos así se requería contar con más profesores al menos de medio tiempo para atender a todos los grupos, en esa misma proporción se incrementaría el requerimiento de salones y talleres; atributo que también evidenciaba otra muy importante limitación por lo antipedagógico que resultaría para cualquier profesor asumir una carga de trabajo de este tamaño. Este trabajo manifestaba la exagerada importancia que se le otorgó a las NTCL como columna de la estructuración del currículum, y al mismo tiempo resaltó la carencia de experiencia de este ejercicio, ya que si bien las NTCL son un importante referente para los contenidos de formación profesional, igualmente importante es tomar en cuenta las características de la población a atender y los fines mismos del ciclo educativo; es decir, se requería haber tomado en cuenta que se tenía que desarrollar un currículum del bachillerato tecnológico y no una serie de capacitaciones inconexas. Debido a estas limitaciones, las autoridades de la DGETI, decidieron en enero del 2005, elaborar una versión alterna de diseño curricular para estas carreras a la generada por el comité técnico. En este caso como ya no se disponía de suficiente tiempo para convocar a una reunión de trabajo con un grupo representativo de expertos, además de carecer de los recursos financieros para llevarlo a cabo se optó por convocar a los mismos docentes que habían participado en la elaboración de dicha versión de programas con la intención de desarrollar los elementos básicos de diseño curricular que ya se tenían en las otras carreras, procurando recuperar y aprovechar la propuesta desarrollada por el comité técnico. Cuando los profesores revisaron con detenimiento las tareas que se les habían asignado nos comunicaron que no sería posible desarrollarla totalmente por falta de tiempo y de la participación de otros especialistas para completarlo, por lo que únicamente pudieron desarrollar el perfil profesional y estudiaron la posibilidad de seccionar el curso modular de 17 horas semana clase en tres que iniciaran simultáneamente. Este proceso nos permitió contar con una propuesta de formación más susceptible de desarrollarse, aunque existieron algunas reservas como el que la carrera de Computación que imparte la DGETI no tenía diseñado su CFP debido a que la entendían como sinónimo de Informática, que era la que había diseñado el comité técnico, o que en la carrera de Electrónica no había sido posible dividir en tres cursos que se desarrollaran simultáneamente. Con los productos de esta reunión ya se contó con el perfil profesional de las carreras, y los grandes contenidos de los tres cursos del segundo semestre. Los cuales se enviaron a las Coordinaciones de enlace operativo para su aplicación. Fue en las condiciones hasta aquí descritas como la DGETI inició la operación del CFP desarrollando los cursos del segundo semestre. Posteriormente se llevó a cabo una reunión de trabajo con las academias correspondientes para desarrollar la fundamentación de las carreras. 2.4 Coordinación de la elaboración de los programas de estudio del 3° al 6° semestre Para llevar a cabo esta tarea antes de que iniciara el tercer semestre, que sería en agosto 2005, diseñamos una estrategia de trabajo participativa con la que buscábamos distribuir la carga de trabajo de 370 programas de estudio en una mayor cantidad de profesores que anteriormente no habían sido tomados en cuenta. Para ello fue necesario nombrar a una persona por entidad federativa como Responsable del Componente de Formación Profesional (RCFP) para que recibiera la capacitación para la elaboración de los programas de estudio y coordinar en su Estado el desarrollo de los programas de estudio que le serían asignados además de revisar el trabajo. Ello implicaba desarrollar funciones de gestión administrativa y académicas como el informar a las autoridades de la tarea asignada y solicitar la comisión de los profesores que elaborarían los programas de estudio (dependiendo de la carrera y módulo a desarrollar), así como la capacitación a los docentes, acompañamiento y revisión de los productos. De esta manera, la elaboración de los programas de estudio del CFP correspondientes del tercero al sexto semestre fueron asignados a las distintas coordinaciones de enlace operativo en las que se impartía cada carrera. Aunque parecía tratarse de una correlación elemental entre carrera y Coordinación- plantel, en la práctica nos encontramos con muchas dificultades en este sentido, ya que la información que disponíamos respecto a esta correlación en varios casos no resultó confiable debido a que en nuestros registros existían errores y que los representantes de la Coordinación no estaban enterados de cuáles eran las carreras que se impartían en sus planteles. La asignación de los módulos /carrera a las Coordinaciones nos resultó una tarea de complejidad debido a que nuestro propósito era hacer participar el mayor número posible docentes en cada carrera así como a todas las entidades federativas que impartieran la misma carrera. Sin embargo, nos encontramos con situaciones que dificultaban la concreción de dicha pretensión, tales como el hecho de que las carreras tenían dimensiones de oferta educativa muy variadas, había carreras que sólo se operaban en un solo plantel, otras en una decena de planteles, otras en decenas de planteles y otras más en centenas de planteles, así como que existía una distribución irregular de las carreras con relación al número de planteles que tiene cada Coordinación. La forma como agrupamos las carreras para asignar la elaboración de los programas de estudio del 3° al 6° semestre fue la creación de tres conjuntos, estructurados de la siguiente manera: El primer grupo estuvo constituido por diez carreras, las cinco denominadas “comunes” y el grupo de otras cinco con las que se había vuelto a trabajar para mejorar el diseño curricular: Construcción, Electricidad, Mantenimiento, Electrónica Automotriz y Mecánica. El segundo grupo se integró por 12 carreras las cuales operaban hasta en tres Entidades Federativas. Y el tercer grupo estuvo compuesto por las 15 carreras restantes, las cuales eran comunes a más de cuatro Coordinaciones de enlace. Para el desarrollo de los programas de estudio se instrumentó una estrategia que implicó la colaboración de autoridades y docentes ya que para llevarlos a cabo era necesario contar con el apoyo de las autoridades mediante la instrumentación de las medidas que posibilitara la reunión del equipo colegiado adecuado al módulo(s) –carrera que habían sido asignados para desarrollar, la capacitación de ellos y la provisión de los espacios y tiempos para realizar los programas. Por parte de los docentes se necesitaba su participación responsable y comprometida. El Responsable del componente de formación profesional, como ya habíamos indicado, jugó un papel muy importante; ya que además de ser portavoz
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