Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE DERECHO SEMINARIO DE PATENTES, MARCAS Y DERECHOS DE AUTOR. “INCORPORACIÓN DEL VESTIDO COMERCIAL (TRADE DRESS) COMO UN SIGNO DISTINTIVO DE LA EMPRESA EN LA LEY DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL.” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADO EN DERECHO P R E S E N T A: JORGE IBARRA FLORES. ASESOR DE LA TESIS: LIC. CÉSAR BENEDICTO CALLEJAS HERNÁNDEZ. MÉXICO, D. F., 2006. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Especialmente a Martha Flores Vega: ¡Sí mamá, lo logramos! Allá en donde estás, disfruta de este triunfo porque es tuyo, yo sólo he materializado tu enorme esfuerzo e ilusión. Gracias por todos los principios y valores que me enseñaste sobre la vida; te llevo en mi corazón. A Rafa: Que más que mi hermano eres mi ejemplo, pues tu furor, fe, ahínco y coraje para luchar y triunfar en la vida, ya son parte inherente de mis ideales. Te admiro por ser tan excelente hermano y amigo. A mis sobrinitas: Martha y Claudia. A todas aquellas lindas personas, que en algún momento de su vida me amaron; les agradezco esos bellos instantes, pero sobre todo el haber confiado y creído en mí. También a la tierra de mis orígenes: Chignahuapan, Puebla; y San Felipe, Guanajuato. A ti papá: El hombre más trabajador y leal que he conocido; orgullosamente quiero decirte que para mí eres el Mecánico Automotriz más inteligente del mundo. A Azucena: Quien comparte su vida conmigo. Gracias por tu amor, comprensión y apoyo; tu singular alegría me inspira día a día a ser mejor persona. A mis mejores amigos: Jesús Flores, Fernando Rueda, Marco Carrillo, Enrique Aceves, Octavio Estrella, Alberto Puig y Karina Gutiérrez. A la UNAM: Mi segundo hogar, siempre. 5 “INCORPORACIÓN DEL VESTIDO COMERCIAL ( TRADE DRESS) COMO UN SIGNO DISTINTIVO DE LA EMPRESA EN LA LEY DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL” Í N D I C E PRÓLOGO INTRODUCCIÓN CAPÍTULO PRIMERO 1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LAS MARCAS 1 1.1 Concepto de marca. 2 1.2 Naturaleza Jurídica de las marcas. 4 1.3 Clasificación y tipos de marcas. 6 1.4 Características esenciales de las marcas. 13 1.5 Funciones de las marcas. 19 CAPÍTULO SEGUNDO 2. MARCO JURÍDICO DE LA COMPETENCIA DESLEAL 31 2.1 Concepto de Competencia Desleal. 32 2.2 Elementos de configuración de la competencia desleal. 37 2.3 Límites de la libre competencia. 39 2.4 La competencia desleal en: 50 2.5 Ley de la Propiedad Industrial de 1942. 50 2.6 Ley de Invenciones y Marcas. 53 2.7 Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Industrial. 56 2.8 Ley de la Propiedad Industrial de 1994. 57 CAPÍTULO TERCERO 3. EL TRADE DRESS COMO SINGULAR FORMA DE COMPETENCIA DESLEAL. 59 3.1 Concepto. 60 3.2 Aspecto total de los productos y servicios. 65 3.3 Publicidad falsa como factor de Competencia Desleal. 68 3.4 La protección al consumidor, propiedad industrial y competencia desleal. 77 6 CAPÍTULO CUARTO 4. REGULACIÓN INTERNACIONAL DEL TRADE DRESS. 79 4.1 Francia. 91 4.2 Alemania. 94 4.3 Italia. 95 4.4 España. 97 CAPÍTULO QUINTO 5.1 Infracciones administrativas del artículo 213 de la Legislación vigente. 106 5.2 Redacción de la fracción IV bis del artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial. 120 5.3 Algunos casos prácticos. 122 5.4 El caso de Herramientas Truper, S.A. de C.V. vs Wilson Tools, S.A. de C.V. 122 5.5 Casos actuales. 123 CONCLUSIONES. 125 BIBLIOGRAFÍA. 129 7 PRÓLOGO Parece un abrir y cerrar de ojos pero, el tiempo sin compasión ha transcurrido y se sigue escurriendo… Me pregunto si esto es real, si lo estoy viviendo. Las razones del porqué hasta hoy (la mayoría dolorosas) ahí se quedan y no más las recordaré. Tú, mi Señora Madre que, ya no puedo verte con mis ojos pero sí con el corazón, aquí está tu triunfo y éxito, este es el fruto de tu esfuerzo, lucha y tenacidad, gracias por guiarme en el camino más acertado, lo has hecho, ¡siempre lo hiciste! ¿Te acuerdas de nuestros andares en la Calle de Presidentes, allá en la Colonia Portales, cuando me llevabas a la primaria? ¿Te acuerdas de esas navidades esplendorosas, en las que tu humor y calidad humana las hacían más maravillosas? Ya te fuiste pero, un día nos volveremos a encontrar, ¡por fin! Para la eternidad. Sé que me desvié un poco en el párrafo que precede, sin embargo, son letras llenas de sentimiento que con gran ahínco deseaba ya escribir y plasmar en este trabajo. Lo pretendido en este proyecto, lleva ya algún tiempo procesándose, y surgió al vivirlo (lo cual debo agradecer al IMPI por el trabajo que desempeño), al ver ese hueco en la Ley de la Propiedad Industrial; este trabajo es un intento más por romper esa pared que es un óbice en el desarrollo de nuestra materia. A los lectores les deseo un conocimiento nuevo, y a aquellos que inician en los senderos de la propiedad industrial, los invito a superar las propuestas que aquí se exponen, por que la misma propiedad industrial lo necesita. Jorge Ibarra Flores. Stolzes herz… 8 INTRODUCCIÓN En la actualidad se vuelve más atractivo para los industriales, comerciantes o prestadores de servicios, la obtención, efectiva protección y explotación de los derechos de propiedad industrial, que con el vertiginoso avance y evolución de las comunicaciones y de las formas de hacer negocios, se van modificando y adaptando para comprender las ventajas y avances tecnológicos de nuestros tiempos. Así los industriales mediante su creatividad e ingenio inventan nuevas formas de ganar el mercado y de atraer mayor cantidad de consumidores de sus productos o servicios, para minimizar a la amplia gama de competidores con los cuales se enfrentan. Los comerciantes son cada vez más celosos y perspicaces con sus signos distintivos, y luchan enérgicamente a sus contrarios para defender uno de los activos más valiosos de la empresa, es decir, su signo distintivo. La evolución también ha sido aprovechada, en forma negativa por los infractores, quienes ahora evitan cualquier demanda o propiamente solicitud de declaración administrativa de infracción, no copiando los signos distintivos o las marcas en forma idéntica pero utilizando signos similares o reproduciendo elementos característicos de las marcas registradas para asimilar sus productos y confundir al público consumidor, y me refiero a la imagen comercial de las marcas, esos elementos secundarios que no tienen nada de superfluo en relación al éxito de una marca. En este sentido, la meta de la presente tesis, es plantear qué se entiende por imagen comercial, cómo surge esta figura, justificarsu reconocimiento en nuestro derecho positivo (Ley de la propiedad Industrial), así como proponer nuevas vertientes o contextos de represión, cuando negativamente algún tercero hace uso indebido y sin consentimiento de su titular de una imagen comercial. La primera parte del presente trabajo se inicia estudiando el derecho comparado, que por cierto lleva ya un camino más adelantado respecto al tema propuesto. Se estudia qué implica el aspecto total de los productos y servicios, 9 los alcances que tiene la imagen comercial como elemento no funcional en sí de la marca, pero sí la trascendencia que provoca en la mente del público consumidor, éste ansioso de adquirir las mejores y más atractivas propuestas que le ofrece el mercado. Asimismo, se estudia la ingerencia que tiene la publicidad en su aspecto formal y negativo, es decir, la publicidad falsa o desleal. En la segunda parte de esta tesis, se propone una reforma legislativa para incluir una protección positiva específica de la imagen comercial como signo distintivo de la empresa, y por el otro lado la protección negativa mediante un eficaz dispositivo legal que sancione esas conductas que tienden a obtener lucros indebidos, usando mañosamente imágenes comerciales, que no son suyas. El uso de una imagen comercial se vuelve más frecuente con el paso del tiempo, situación que tanto los litigantes como las autoridades se enfrentan a solucionar controversias que giran en torno a la defensa de derechos mediante acciones de competencia desleal, que inconcusamente provocan riesgos de asociación entre diferentes productos y servicios por el uso de vestidos comerciales similares, o de plano iguales; debemos evitar que los consumidores caigan en las garras y mandíbulas poderosas de la similitud o semejanza en grado de confusión de que son objeto, cuando adquieren productos y servicios, clamo por un alto total a las conductas desleales y por ende infractoras, ya no infractores, ya no!!!! JIF 10 CAPÍTULO PRIMERO 1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LAS MARCAS. 11 1.1 CONCEPTO DE MARCA. Este trabajo lo vamos iniciar desde la estructura, desde el ¿qué y porqué? Del bien jurídico a tutelar, ese ente que personalmente desde la perspectiva “funcionario IMPI” con ahínco se cuida, y que de alguna manera forma parte de mi vida, pues es esa mi labor, la protección de signos distintivos, entre otros derechos de propiedad industrial. ¿Qué es una marca? Para responder este cuestionamiento pienso inmediatamente en la LLeeyy ddee llaa PPrrooppiieeddaadd IInndduussttrriiaall, pues por regla general ahí en ese ordenamiento precipuo, siempre tendremos la respuesta directa o indirecta a los temas propiamente de propiedad industrial; sólo es necesario leerla; alguna vez escuché decir a un amigo: “siempre he dicho que la ley es muy inteligente”.1 En este sentido, el artículo 88 de la Ley de la Propiedad Industrial, textualmente cita que: “Art. 88: Se entiende por marca a todo signo visible que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado.”2 Para empezar a desmembrar el concepto se entiende que la marca es un signo estímulo: porque causa estímulo en el receptor, ingresa en un sistema psicológico de asociaciones de ideas. Por otro lado y en referencia a autores, tenemos que la marca es definida por Baylos Corroza como “signo distintivo destinado a individualizar los productos o servicios de una empresa determinada y hacer que sean reconocidos en el mercado por el público consumidor. No identifica un 1 Roman Iglesias Sánchez. Recuerdo que en el IMPI platicábamos respecto a la controversia de una resolución, y fue cuando dijo eso (aunque esa frase ya la ha dicho en otras ocasiones). 2 Legislación de Derecho de Autor. Contiene la Ley de la Propiedad Industrial vigente. Op.cit., pp.258. 12 producto o servicio considerado en su individualidad; sino en cuanto a ejemplares de una serie”3. Si damos un vistazo a la Enciclopédica Jurídica Omeba, encontraremos definida a la marca como: “señal o distintivo que ponen los comerciantes o industriales, e igualmente los agricultores, a sus productos para identificar la procedencia de los mismos y diferenciarlos de otros”4. Sin embargo, la definición más interesante que hallamos es formulada por un francés, incluso tiene ya bastante tiempo, lo que hace increíble nuestra anacrónica ley de la materia, bien, Yves Saint-Gal menciona que “la marca es un medio material o inmaterial que permite a un apersona física o moral de distinguir sus productos, los objetos de su comercio o sus servicios de los de sus competidores”5. Agustín Ramella a principios del siglo pasado afirmaba correctamente que la marca “es la señal exterior escogida por un industrial o comerciante…”6 lo cual nos sirve de apoyo al presente trabajo mientras que en el common law Thomas McCarthy la define como “cualquier palabra, nombre, símbolo o dispositivo o cualquier combinación de los mismos adoptados o utilizados por un fabricante o comerciante para identificar sus bienes y distinguirlos de los fabricados o vendidos por otros”7. En México, Nava Negrete, resistiéndose a no pronunciarse al respecto debido a la máxima romana omnis definitio in jure periculosam8 expresa que es “todo signo o medio material que permite a cualquier persona física o jurídica distinguir los productos que elabora o expende, así como aquellas 3 BAYLOS CORROZA, Hermenegildo; “Tratado de Derecho Industrial, Propiedad Industrial, Propiedad Intelectual, Derecho de la Competencia Económica, Disciplina de la Competencia Desleal”, Editorial Civitas, S.A., Madrid, 1978, p. 838. 4 ENCICLOPEDIA JURÍDICA OMEBA t.XXIII; bibliográfica Ameba; Argentina, 1971, p.637. 5 SAINT-GAL, Yves; “Protection Valorisation des Marquez de Fabrique de Comerse ou de Service”, Edt. Delmas et Cie; Paris, Francia; 1978, p. C2 y C3. 6 RAMELLA, Agustín; “Tratado de la Propiedad Industrial”, Edt. Hijos de Reus, Madrid, 1913, p. 2. 7 Trad. Cfr. McCARTHY, Thomas; “Trademarks and Unfair Competition”, T. I, Editorial Rockhester, 1973, p. 85. 8 Cfr. Y Trad. Del latín: Toda definición jurídica es peligrosa. 13 actividades consistentes en servicios de otros iguales o similares cuya finalidad inmediata es la de atraer la clientela y después conservarla y aumentarla”9. Rangel Medina, acota al definirla como “el signo de que se valen los industriales, comerciantes y prestadores de servicios para diferenciar sus mercancías o servicios de los de sus competidores”10 mientras que Viña Mata Paschkes la define como “signo exterior generalmente facultativo original, nuevo, independiente, lícito, limitado y exclusivo , que siendo distintivo ce los productos que fabrica o expende una persona física o moral, o de los servicios que presta dicha persona física o moral, constituye una señal de garantía para el empresario y un medio de control para el Estado”11 con lo que analíticamente realiza la inclusión de distintos tipos de marcas , así como su función y alcances, siendo nuestro parecer una atinadísima enunciación. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual la define así: “es un signo distintivo que indica que ciertos bienes y servicios han sido producidos o proporcionados por una persona o empresa determinada”12. Por último, para Ortega Martínez, “los signos distintivos pueden definirse como aquellos elementos aprehensibles por los sentidos que sirven para identificar a los productos y servicios que se ofrecen al público, como por ejemplo combinaciones de colores, sonidos o cualquier signo que pueda ser representado gráficamente.Un ejemplo de signo distintivo es la marca, la cual se define como aquel nombre, término, símbolo o diseño, o una combinación de ellos, que permite identificar los productos o servicios de un vendedor o grupo de vendedores y diferenciarlos de los de la competencia”13. 1.2 NATURALEZA JURÍDICA DE LAS MARCAS. 9 NAVA NEGRETE, Justo; “Derechos de las Marcas”, Editorial Porrúa, México, 1985, p. 147. 10 RANGEL MEDINA, David; “Tratado de Derecho Marcario”, Editorial Libros de México; 1960, p. 52. 11 VIÑAMATA PASCHKES, Carlos; “La Propiedad Intelectual”, Edt. Trillas, Primera Edición, México, 1998, p. 233. 12Consultable en: http://www.wipo.org/about-ip/es/index.html?wipo_content_frame=/about- ip/es/trademarks.html 13 ORTEGA MARTÍNEZ, E. El nuevo Diccionario de Marketing y Disciplinas Afines. Esic Editorial. 1990. 14 De las necesidades del sistema capitalista se desprende la existencia de diferenciar productos de un mismo genero, con idénticas cualidades, de otros ya fabricados, que ingresan a competir en el mercado. La marca contribuye a la finalidad específica de la publicidad que es proponer y promover productos cualificados. Proporciona identidad e individualidad a las cosas y aumenta su valor respecto a los que no tienen marca. Y para eso se debe comprender que es la marca. La marca nos lleva a lo que ella significa funcional y psicológicamente, a su vez a la memoria o a la experiencia que tenemos de ella. La marca es un reflejo, en el límite, de la calidad y el prestigio del producto y de la empresa. Y teniendo en cuenta el signo estímulo, genera un signo de registro debido a las asociaciones que tiene el receptor, que le permite distinguir fácilmente. Y estas asociaciones se producen por diferentes registros concluyentes en el receptor. Ahora bien, su naturaleza jurídica la recoge indudablemente la Ley de la Propiedad Industrial, en disposiciones que ya anteriormente se ha citado. Mundialmente, la marca significa mucho más que el logotipo, la distinción, etc., de determinada empresa o complejo comercial, significa el más amplio activo en su capital, en otras palabras, la marca es el “nervio”, el motor impulsor hacia el éxito de una negociación, por ello, la imperiosa necesidad de plasmarla en legislaciones de países de todo el mundo, principalmente desde la época del Capitalismo hasta los actuales sistemas económicos. En nuestro país, afortunadamente tenemos el mecanismo protector de todos aquellos derechos de propiedad industrial, incluyendo por supuesto las marcas; me refiero al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, el cual día con día perfecciona el servicio de regulación, conservación y protección de las marcas, nombres comerciales, patentes, diseños industriales, modelos de utilidad, denominaciones de origen, secretos industriales. 15 1.3 CLASIFICACIÓN Y TIPOS DE MARCAS Partiremos de conformidad con la ley de la materia de nuestro país, acorde al parágrafo 89 que define el tipo de marcas a registrarse: “Artículo 89. Pueden constituir una marca los siguientes signos: I.- La denominaciones y figuras visibles, suficientemente distintivas, susceptibles de identificar los productos o servicios a que se apliquen o traten de aplicarse, frente a los de su misma especie o clase; II.- Las formas tridimensionales; III.- Los nombres comerciales y denominaciones o razones sociales, siempre que no queden comprendidos en el artículo siguiente, y IV.- El nombre propio de una persona física, siempre que no se confunda con una marca registrada o un nombre comercial publicado.”14 De lo anterior se advierte lo siguiente: a) Nominativas: Se basan en la fracción I del citado numeral, misma que sólo requiere a estas el carácter de visible y distinguible. Este tipo de marcas “consistenten como su nombre lo indica en un término o términos compuestos de dos letras como mínimo”15, a fin de que puedan 14 Ibid. P. 258. 15 Debido a que si bien es cierto que una letra puede en sí constituir un nombre, pero que sería permitir el monopolio de un carácter de uso necesario; asimismo, se alude a la provisión contenida en la fracción V del numeral en cita. 16 leerse en una impresión y pronunciarse para solicitar el producto amparado por ella; este especie de marca protege tanta la escritura de la misma en cualquier tipo de impresión, así como la pronunciación de la misma como consecuencia lógica. Se puede emplear bajo cualquier estilo de tipografía —pero el diseño de éstas no—; ejemplos de dichas marcas nominativas tenemos: LEVI´S, PANASONIC, NINTENDO, GREENPEACE, LYCRA, etc. b) Innominadas o Figurativas: Son aquellas marcas en cualquier dibujo que se plasme en una superficie plana y que no esté acompañado de ninguna letra o digito, y que se impronunciable. Regularmente son marcas secundarias que sufren modificaciones con el tiempo, pero que conceptualizan o se fijan en la mente del consumidor subconscientemente mejor que las nominativas, llegando a obtener fama per se , verbigracia: c) Mixtas: Comprende a las dos especies anteriores, e incluso van más a fondo debido a que no opera la prohibición de registrar una letra o digito aislado, siempre y cuando se acompañen de una estilización o diseño que les otorga originalidad; este tipo de marcas se registran bajo un nombre, seguidas de la leyenda “y diseño”, tal y como se ejemplifica a continuación: 17 En este tipo de registros se observa también una protección global que si bien tampoco es específica y son el más fácil blanco de copias debido a que su registro es asequible debido a que primero se analiza la denominación y después se toma en cuenta el diseño; aunque se perciba en su totalidad en la marca, pero esto ocurre regularmente hasta que se llega a un litigio. d) Tridimensionales: Se extienden en el espacio ocupan volumen, no se quedan plasmadas solamente en una superficie o toman la forma del envoltorio; puesto que son la envoltura misma, es el envase, empaque, forma o presentación del producto16; para su registro es necesario proporcionar a la autoridad las vistas que ilustren el diseño en su generalidad. Ejemplos de formas tridimensionales de este tipo es, en un caso, la empleada en algunos automóviles en la parte delantera del auto, consistente en el emblema de la empresa (como el caso de “MERCEDES BENZ” que emplea su conocida estrella), o en el símbolo del automóvil (como en el caso de la camioneta “RAM CHARGER”, que utiliza precisamente la cabeza de un carnero), y en otro caso, elementos tridimensionales empleados para distinguir los servicios de un establecimiento, como en el caso de los famosos arcos de McDonald´s. 16 De conformidad con el artículo 83 del Reglamento de la Ley de la Propiedad Industrial. 18 A su vez estas marcas pueden llevar una denominación o no, pero lo que se toma en cuenta para efectos de protección es la forma y no la denominación. Verbigracia: Tipologías de Marcas De Marca comercial a nombre genérico: 19 La fuerza determinante del sustantivo en el panorama multicolor de las marcas comerciales tiene una manifestación que ha pasado de ser objetivo a un riesgo: su metamorfosis en nombre genérico. La definición metafórica de que la marca es un nombre propio que se hace común, alcanza valor literal. La marca antonomásica del producto, favorecida no sólo por la repetición del uso o de la demanda, sino por factores naturalmente propicios, como el de ser nombres inaugurales de mercados o consumos nuevos. Ejemplos: MARTINI Y CAMPARI, VERMOUTH, CURITA, MAIZENA, CHICLETS, VASELINA, MENTOLADO, BLUE JEANS, BIKINI,CELULOIDE, CELOFÁN, VIDEO, MARGARITA, GILLETE, NYLON, TEFLÓN. Hay casos de marcas que se convirtieron en genéricos, desapareciendo posteriormente del mercado, como es el caso del insecticida FLIT. Marcas con nombres raros: Así como hay nombres personales raros o estrambóticas: CAMILA, AGOSTO, VILLANO, PATROCINIO, ROGACIANA, TANCREDO, TORTÍCULO, CAMALEÓN, etc., existen nombres de marcas que se caracterizan por su fealdad, negativismo o mal gusto. La diferencia es que mientras los nombres personales de este tipo son vergonzantes o pudorosos, los nombres comerciales de marca son ostensibles o desafiantes. Verbigracia: PUTBILANDIA centro nocturno, en México, VENDETTA, perfume en Italia, PETALO, papel higiénico. APACHE, jabón de tocador. Las Marcas Adjetivas: El apartado de las marcas adjetivas nos lleva a nuevas ejemplificaciones, en su conexión con otro mundo, el de los adjetivos, sin el cual no se concibe, tampoco, el lenguaje publicitario. Es de observar como hay en él adjetivos sustantivados para los nombres de las marcas: SUPERIOR, SUPREMO, MAGNO, PRIMERO, FAMOSO, TOTAL, RÁPIDO, REAL, GIGANTE, IDEAL, BUENO, GRANDE, MARAVILLA... Adjetivos no solo de afirmación positiva, 20 sino de tendencia contraria, que desafían la norma y aspiran a reforzar, por la vía dramática o de la contradicción, la fuerza apelativa del nombre, como hemos visto en ejemplos anteriores. Cuando se busca el misterio, que es uno de los sentimientos más detestables del ser humano, el riesgo lleva a confundir al público, convirtiendo la sorpresa en factor negativo. Marcas identificadas con animales: En número de marcas identificados con animales es abundante. El perro es el símbolo de BAGLEY, el tigre de ESSO, el camello de CAMEL, COCODRILO de Lacoste, el murciélago de BACARDI. Marcas que son también nombres geográficos: Los nombres de marcas abarcan los más diversos sustantivos y orígenes. Sin salirnos del mercado automovilístico tenemos los nombres geograficos: TOLEDO, SEVILLA, CÓRDOBA, PONTIAC, CARIBE, ATLANTIC, RIVIERA, EL DORADO, NEWYORKER, EUROSPORT. La geografía debe nombres famosos a la inventiva comercial y publicitaria que los ha convertido en sinónimos famosos de marcas genéricas de productos: COLONIA, en perfumería, COGNAC y TEQUILA, en bebidas espirituosas, CHAMPAGNE, en el vino blanco espumoso, elevado a la máxima categoría social, JEREZ y OPORTO en vinos generosos. Marcas comerciales con nombres propios: Una sucesión de nombres propios domina el mundo de las marcas, STAR, en electrónica, CATEDRAL en pantalones masculinos, BULL en comunicación, RHODIA, en telas. 21 Marcas con nombres famosos: Las marcas ruedan por el mundo, entre el crédito y la leyenda, En automóviles HENRY FORD y HARVEY FIRESTONE. Con nombre y apellidos: HELENA RUBINSTEIN, CRISTIAN DIOR, RALPH LAUREN, PANCHO VILLA, PACO RABANNE, KIKE SACARNI. Los nombres de las marcas superponen sobre de las gentes, que lucen sus símbolos como si fueran signos de identidad, deslizándose en zapatos, ropa interior en trajes... Hay jóvenes de hoy que los llevan como tatuajes en algunas partes de su cuerpo: seguramente para justificar la advertencia de un hombre de otro siglo. Los nombres parecen desprenderse de las personas para quedar como marcas: NESTLÉ, CHANEL, BACARDI, OSBORNE, MAGGI, OLIVETTI. Hay apellidos que ocultan nombres: PACKARD (JAMES), KELLOG (WILL KEITH), BENNETON (LUCIANO); DUNLOP (JOHN), GILLETE (KING), CINZANO (FRANCESCO), PHILIPS (GERARD) Hay marcas que no corresponden ni a nombres ni apellidos, aunque se desempeñen como tales: CADILLAC, CORONA, ARROW, CARTA BLANCA, SAPOLIO, GENERAL ELECTRIC, GENERAL MOTORS, GENERAL FOODS. Marcas comerciales que incluyen al tres: BRANDY 103, LAS TRES MARIAS, TRES ESTRELLAS Concepto y Función de Branding En nuestros días la importancia estratégica de las marcas es tal que por muchos de sus propietarios ya son consideradas como activos en sí mismas: son sujeto de inversión y evaluación de igual manera que otros bienes de cualquier empresa. 22 Por ello resulta indispensable para toda compañía realizar una inversión en el branding de sus productos, que se define como el proceso de creación y gestión de marcas “El Branding, consiste en desarrollar y mantener el conjunto de atributos y valores de una marca de manera tal que sean coherentes, apropiados, distintivos, susceptibles de ser protegidos legalmente y atractivos para los consumidores”17. En el mercado actual, lanzar una marca es un proyecto de largo plazo que altera el orden existente, los valores y la participación en la categoría del producto. Un desarrollo exitoso de marca se logra con una combinación del talento de especialistas y la visión a largo plazo. Se basa en una estrategia de marca que entiende y refleja los valores funcionales, expresivos y centrales de una empresa y su visión. Crear una marca debe consistir, antes que nada, en definir una plataforma, que es la base invisible para su identidad de largo plazo y es su fuente esencial de energía. 1.4 CARATERÍSTICAS ESENCIALES DE LAS MARCAS Las marcas tienen características que en cierta medida las delimitan y las hacen especiales, a saber: a) Novedad. b) Distintividad. c) Especialidad. d) Territorialidad. e) Licitud. a). NOVEDAD. Esta característica es descrita por la mayoría de los tratadistas sin considerar expresamente su relatividad, y sólo se refieren a ella como el hecho de que no haya sido usada por otra persona para amparar sus 17 www.hipermarketing.com, Cómo funciona el branding?, por Tiendas Urbanas 2000. 23 productos anteriormente; y aunque pudiera parecer absurdo se debe especificar que no es cierto tal situación y lo que tratase de mencionar es que el signo marcario no esté siendo utilizado por otra persona, y no de que sea exactamente una creación novedosa, ad hoc para ser utilizada como signo distintivo en un producto o servicio. Reitero, esta particularidad se denota cuando alguien solicita el registro de un símbolo antiquísimo perteneciente a una cultura milenaria, a fin de aplicarlo a los productos y servicios que desean, pero que ningún otro comerciante ha utilizado dentro de la misma clase, sin embargo el símbolo y denominación ya existían, pero estaban disponibles hasta el momento de la solicitud misma. Incluso en el ordenamiento jurídico mexicano, encontramos como impedimento —y por tanto como requisito a contrario sensu— para la concesión de un registro marcario, el hecho de que exista una marca idéntica o semejante en grado de confusión a la solicitada que se encuentre registrada o en trámite, y que se use para los mismos productos o servicios18. Razón por la cual si el signo marcario se encuentra disponible y aun no siendo “novedoso”, será enteramente registrable si cumple con los otros requisitos mencionados; pero obviamente, si se trata de un signo completamente nuevo, inédito y original absolutamente. b). DISTINTIVIDAD. Requisito-garantía que debe cumplirse al momento de solicitarla marca, ya que en el artículo 88 de la Ley de la Propiedad Industrial señala que será “todo signo visible que distinga… “así como en el subsecuente parágrafo que indica que podrá constituir una marca a las denominaciones y figuras suficientemente distinguibles. La importancia jurídica radica precisamente en la distintividad, al grado que Nava Negrete señala que “existe una cópula indisoluble entre la marca y 18 Art. 90, fracción XVI, aunque también se relacionan las fracciones XV (confusión o igualdad con marcas notorias) y XVII (similitud confundible con nombres comerciales). 24 capacidad distintiva o eficacia distintiva”19 y ya desde el momento de la solicitud, se veda laposibilidad de que se conceda un registro que no sea diferenciador de otros signos e identifique productos, ya que se opone a la genericidad y descriptividad de dos productos o servicios a proteger, características antípodas del requisito en comento, así como al monopolio de letras y dígitos que aislados per se pudieran llegar a carecer de esta característica. Asimismo Nava sigue mencionando que la originalidad es conformante de la distintividad20, reforzando lo citado respecto al monopolio de letras y dígitos, así como colores y figuras geométricas aisladas, los cuales ya “existen”21 y son tan comunes en el uso diario que carecen de originalidad y por lo tanto de distintividad. Por último, apoyándonos en lo mencionado por Nava siempre será deseable que una marca sea “distintiva por sí misma, abstracción hecha de toda otra, es decir, que ella debe revestir un carácter de originalidad suficiente para desempeñar el papel que le es asignado por la Ley”22. c). ESPECIALIDAD. Como consecuencia lógica del desarrollo del comercio y necesidad de bifurcación en las actividades humanas, las actividades mercantiles se fueron haciendo más específicas en el paso del tiempo, desde los oficios, ramas y finalmente clases como hoy en día se hacen. A fin de ser protegible por le derecho, todo signo distintivo debe limitarse a particularizar su área, a fin de tener certeza y seguridad jurídica, puesto que de no circunscribirse a determinados productos se correría el riesgo de otorgar monopolios o de extender ad infinitum una protección que debe concretarse para poderse ejercer y reclamar. 19 Op. Cit, p- 166. 20 Ibidem, p. 168. 21 Al menos como abstracción general dentro del conocimiento medio. 22 Idem. 25 Es muy difícil que hoy en día una marca ampare todas las mercancías y servicios en el comercio, ya que nos atrevemos a mencionar que absolutamente ninguna empresa oferta se dedica a todas las ramas del mismo, y aunque existen excepciones e este principio, una marca desde su nacimiento deberá ser específica y señalar para que productos o servicios se solicita. Nuestro país ha ido modificando su marco legal a fin de que la clasificación de productos o servicios de Niza tenga imperatividad hoy en día, a la fecha se tienen 45 clases divididas en 34 de productos y 10 de servicios. Nava Negrete sostiene que la excepción a la regla de la especialidad se presenta por motivos económicos y jurídicos23, cuando varias formas desearen registrar el mismo signo marcario para distintos productos y servicios, sin embargo, realmente esta circunstancia se presenta en razón de las denominadas marcas “notorias” que rompen con este requisito debido a las actividades comerciales de sus titulares, en el que se combinan fama y volumen de ventas24. Esta excepción consiste en que una marca superará al registro y el aspecto psicológico y económico rebasarán al ámbito jurídico, razón por la cual abarcará “por derecho” y no de hecho (aunque pareciera que sí) toda la clasificación de productos y servicios; este tipo de marcas necesita la declaración por parte de la autoridad; ya que es la sociedad misma que a través del tiempo otorga su reconocimiento a las mismas al sustituir inclusive el nombre real del producto para sustituirlos por el de una marca, casi de manera genérica25 que en algunos casos de descuido por parte del titular incluso pudieran terminar en una cancelación del registro26. 23 Ibid, p. 184. 24 Por reforma a la Ley de la Propiedad Industrial (primero de marzo de 2005), se modificaron y adicionaron artículos tendientes a establecer las bases para que tal característica notoria no sea una mera opinión de la autoridad. 25 Basta citar SUAVITEL para suavizante de telas, KLEENEX para pañuelos desechables de papel, COTTONETES para hisopos de algodón, BIMBO para pan blanco rebanado, RIMEL para mascara de pestañas, MARLBORO para cigarrillos. 26 El mejor de los casos de ello es CORN FLAKES, que dejaron de ser marca para convertirse en genérico. 26 d). TERRITORIALIDAD. Principio de todo sistema jurídico, de todo derecho positivo27. Es el alcance del imperium ejercido por el gobierno como protector de los intereses del Estado; este presupuesto de protección pudiera enmarcarse como el límite espacial donde el signo distintivo puede ser protegible de la competencia desleal. Tendrán las marcas un ámbito competencial estrictamente territorial debido a que no importará para efectos de protección el que un solicitante o titular sea extranjero; aunque pudiéramos señalar algunas restricciones muy sui generis a este principio, está más allá de las discusiones doctrinarias y conflictos de leyes, debido a que sino existe un registro dentro del territorio nacional, difícilmente se podrá proteger un signo distintivo, aunque tenga abolengo, renombre y fama, será “nada” (en el sentido jurídico) al momento de salir del territorio protegido e ingresar a otro en el que no se tenga un registro; a menos que se invoque protección (siempre mediante un litigio) respecto de tratados internacionales, lo cual implica entonces un intento de registro y sometimiento a la las leyes del lugar donde se conceda. Al ser la Ley de la Propiedad Industrial de competencia federal, al obtenerse un registro ante la autoridad, se alcanza una protección erga omnes dentro de toda la República Mexicana (en contraposición de la zona de de “clientela efectiva” del nombre comercial), sin embargo debido a la vastedad del mismo territorio y al hecho de que una gran parte de los registros son usados por pequeños y medianos comerciantes, puede darse el caso de que ambos vendedores ostenten en sus mercancías un signo distintivo similar en grado de confusión sin percatarse siquiera de la existencia de esa situación. Este supuesto quizá vagamente se encuentra reflejado en la hipótesis contemplada en el artículo 92 del ordenamiento vigente, mismo que indica que el registro de una marca no surtirá efectos en contra de terceros, “siempre y cuando el tercero (que de buena fe explotaba en territorio nacional el signo 27 GARCÍA-MAYNEZ, Eduardo; “Introducción al Estudio del Derecho”, Edt. Porrúa, 49a, ed., México, p. 40. 27 distintivo) hubiese empezado a usar la marca de manera ininterrumpida, antes de la fecha de presentación de la solicitud de registro o del primer uso declarado en ésta”. Observamos que resulta ventajoso este principio, porque con el sólo otorgamiento de l registro se tiene una protección por toda la República, evitando un posible conflicto de ordenamientos si fueran regionales; es por ello que ha ocurrido a una mayor velocidad la propagación actual de las marcas, debido a que se requieren pocas exigencias para su concesión y se gana una protección nacional. e) LICITUD. Principio de validez en el acto jurídico conforme los doctos se han expresado en el devenir histórico hasta llegar a nuestros días; sin embargo, y acorde a la teoría francesa que rige nuestro derecho civil, un signo distintivo podría existir, sin ser lícito sin ser protegible por la potestad del Estado a través de un registro. Internacionalmente en el Convenio de Paris se estableció en su artículo 6 quinquies, sección b, se menciona: “Las marcas de fábrica o de comercio reguladas por le presente artículo no podrán ser revisadas para su registro ni invalidadas más que en los casos siguientes: 3. Cuando sean contrarias a la moral, al orden público y, en particular cuando sean capaces de engañar al público. Mismo espíritu que encontramos contemplado en el artículo 4 de la Ley de la Propiedad Industrial: “No se otorgará patente, registro o autorización, ni se dará publicada en laGaceta a ninguna de las figuras o instituciones jurídicas que regula esta Ley, cuando sus contenidos o forma 28 sean contrarios al orden público, a la moral y a las buenas costumbres o contravengan cualquier disposición legal.28” Lo cual pareciere ser en un principio lo suficientemente claro para poder establecer la registrabilidad de una marca, sobre todo si en un mismo territorio las leyes se encuentran armonizadas hasta cierto punto. En el artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial, especifica las situaciones prohibitivas respecto de una marca, estableciendo 17 supuestos que no siempre operan ipso iure y es por ello que se presentan los procedimientos de declaración administrativa de nulidad, siempre y cuando se acredite tener un interés jurídico conforme al criterio del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. 1.5 FUNCIONES DE LAS MARCAS. Función Distintiva.- Esta función consiste en la esencia de las marcas, por cuanto objeto está destinado a diferenciar un producto o servicio de otro del mismo género por lo que ya no es el producto o servicio en sí mismo, a lo que el consumidor dirige normalmente su atención, sino a la marca que le acompaña y que le identifica, resaltándolo ante los sentidos del consumidor, incluyendo por supuesto los elementos adicionales que tiene que ver la marca propiamente, es decir, me refiero al empaque, envoltura y presentación global con que se ostenta la marca, sí, me refiero al vestido comercial del que pronto en páginas ulteriores abordaré como materia matriz del presente trabajo. Prosiguiendo, podríamos decir que la función distintiva es el alma de una marca, es el objeto, finalidad, distinguirse y atraer la atención de los consumidores. En sí, para nuestra posición esta función es la razón misma de las marcas, debido a que sino es capaz de distinguir a un producto o servicio de otro de los de su misma clase en el mercado, entonces no estaremos ante 28 Op cit. P- 236. 29 la presencia de una marca stricto sensu, misma que podría traer implícita una condición: la de ser uniforme o constante, puesto que así como deberá distinguirse de cualquier otro signo existente en el mercado, también deberá ser idéntica, asimismo al momento de aplicarse en otro producto de la misma clase o aun en alguna de otra, yendo ligada estrechamente con la garantía de calidad. Precisamente es la distintividad la característica que permite solicitar a la vez el uso exclusivo de la misma ante la Autoridad, sin esta condición no tendría sentido la existencia de la mismas, ya que es requisito sine qua non para su concesión, a tal grado que observamos en la lectura del artículo 88 del ordenamiento vigente: “Se entenderá por marca a todo signo visible que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado”29, y que en el parágrafo subsecuente es la primera condición para que un signo visible pueda ser considerado como marca, ya que encierra perfectamente la conceptualización del punto que se está estudiando, tal y como se observa en la fracción I, al mencionar que las denominaciones y figuras visibles deben ser suficientemente distintivas, susceptibles de identificar los producto y servicios a que se apliquen o traten de aplicarse, frente a los de su misma especie o clase. Los altos Tribunales se han pronunciado en el siguiente tenor a l emitir un criterio usado con frecuencia para distinguir las marcas en conflicto: “MARCAS . REGLAS PARA DETERMINAR SUS SEMEJANZAS EN GRADO DE CONFUSION, CUANDO LOS PRODUCTOS O SERVICIOS SON DE LA MISMA CLASIFICACION O ESPECIE. La marca es todo signo que se utiliza para distinguir un producto o servicio de otros y su principal función es servir como elemento de identificación de los satisfactores que genera el aparato productivo. En la actualidad, vivimos en una sociedad consumista, en donde las empresas buscan incrementar su clientela, poniendo a disposición de la población una mayor cantidad y variedad de artículos para su consumo, con la única finalidad de aumentar la producción de sus productos y, por ende, sus ganancias 29 Ibid. 30 económicas. El incremento en el número y variedad de bienes que genera el aparato productivo, fortalece la presencia de las marcas en el mercado, porque ellas constituyen el único instrumento que tiene a su disposición el consumidor para identificarlos y poder seleccionar el de su preferencia. Ahora bien, los industriales, comerciantes o prestadores de servicios podrán usar una marca en la industria, en el comercio o en los servicios que presten; empero, el derecho a su uso exclusivo se obtiene mediante su registro ante la autoridad competente, según así lo establece el artículo 87 de la Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Industrial, además en este ordenamiento legal en sus artículos 89 y 90, se indican las hipótesis para poder constituir una marca, así como los supuestos que pueden originar el no registro de la misma. Uno de los objetivos de la invocada ley secundaria, es el de evitar la coexistencia de marcas confundibles que amparen los mismos productos o servicios, y para ello estableció la siguiente disposición que dice: "Artículo 90. No se registrarán como marcas: ... XVI. Una marca que sea idéntica o semejante en grado de confusión a otra ya registrada y vigente, aplicada a los mismos o similares productos o servicios. Sin embargo, sí podrá registrarse una marca que sea idéntica a otra ya registrada, si la solicitud es planteada por el mismo titular, para aplicarla a productos o servicios similares..." Por tanto, cuando se trate de registrar una marca que ampare productos o servicios similares a los que ya existen en el mercado, se debe tener en cuenta que dicha marca debe ser distintiva por sí misma, es decir, que debe revestir un carácter de originalidad suficiente para desempeñar el papel que le es asignado por la ley, debiendo ser objetiva o real, con la finalidad de evitar toda posibilidad de confusión con marcas existentes. Determinar la existencia de la confundibilidad de las marcas o la posibilidad de que ella se dé, no siempre es tarea fácil; no existe una regla matemática, clara y precisa, de cuya aplicación surja indubitable la confundibilidad de un cotejo marcario. La cuestión se hace más difícil ya que lo que para unos es confundible para otros no lo será. Es más, las mismas marcas provocarán confusión en un cierto contexto y en otro no; sin embargo, la confundibilidad existirá cuando por el parecido de los signos el público consumidor pueda ser llevado a engaño. La confusión puede ser de tres tipos: a) fonética; b) gráfica; y, c) conceptual o ideológica. La confusión fonética se da cuando dos palabras vienen a pronunciarse de modo similar. En la práctica este tipo de confusión es frecuente, ya que el público consumidor conserva mejor recuerdo de lo pronunciado que de lo escrito. La confusión gráfica se origina por la identidad o similitud de los signos, sean éstos palabras, frases, dibujos, etiquetas o cualquier otro signo, por su simple observación. Este tipo de confusión obedece a la manera en 31 que se percibe la marca y no como se representa, manifiesta o expresa el signo. Esta clase de confusión puede ser provocada por semejanzas ortográficas o gráficas, por la similitud de dibujos o de envases y de combinaciones de colores, además de que en este tipo de confusión pueden concurrir a su vez la confusión fonética y conceptual. La similitud ortográfica es quizás la más habitual en los casos de confusión. Se da por la coincidencia de letras en los conjuntos en pugna y para ello influyen la misma secuencia de vocales, la misma longitud y cantidad de sílabas o terminaciones comunes. La similitud gráfica también se dará cuando los dibujosde las marcas o los tipos de letras que se usen en marcas denominativas, tengan trazos parecidos o iguales; ello aun cuando las letras o los objetos que los dibujos representan, sean diferentes. Asimismo, existirá confusión derivada de la similitud gráfica cuando las etiquetas sean iguales o parecidas, sea por similitud de la combinación de colores utilizada, sea por la disposición similar de elementos dentro de la misma o por la utilización de dibujos parecidos. La similitud gráfica es común encontrarla en las combinaciones de colores, principalmente en etiquetas y en los envases. La confusión ideológica o conceptual se produce cuando siendo las palabras fonética y gráficamente diversas, expresan el mismo concepto, es decir, es la representación o evocación a una misma cosa, característica o idea, la que impide al consumidor distinguir una de otra. El contenido conceptual es de suma importancia para decidir una inconfundibilidad, cuando es diferente en las marcas en pugna, porque tal contenido facilita enormemente el recuerdo de la marca, por ello cuando el recuerdo es el mismo, por ser el mismo contenido conceptual, la confusión es inevitable, aun cuando también pudieran aparecer similitudes ortográficas o fonéticas. Este tipo de confusión puede originarse por la similitud de dibujos, entre una palabra y un dibujo, entre palabras con significados contrapuestos y por la inclusión en la marca del nombre del producto a distinguir. Dentro de estos supuestos el que cobra mayor relieve es el relativo a las palabras y los dibujos, ya que si el emblema o figura de una marca es la representación gráfica de una idea, indudablemente se confunde con la palabra o palabras que designen la misma idea de la otra marca a cotejo, por eso las denominaciones evocativas de una cosa o de una cualidad, protegen no sólo la expresión que las constituyen, sino también el dibujo o emblema que pueda gráficamente representarlas, lo anterior es así, porque de lo contrario sería factible burlar el derecho de los propietarios de marcas, obteniendo el registro de emblemas o palabras que se refieren a la misma cosa o cualidad aludida por la denominación ya registrada, con la cual el público consumidor resultaría fácilmente inducido a confundir los productos. 32 Diversos criterios sustentados por la Suprema Corte y Tribunales Colegiados, han señalado que para determinar si dos marcas son semejantes en grado de confusión, debe atenderse a las semejanzas y no a las diferencias, por lo que es necesario al momento de resolver un cotejo marcario tener en cuenta las siguientes reglas: 1) La semejanza hay que apreciarla considerando la marca en su conjunto. 2) La comparación debe apreciarse tomando en cuenta las semejanzas y no las diferencias. 3) La imitación debe apreciarse por imposición, es decir, viendo alternativamente las marcas y no comparándolas una a lado de la otra; y, 4) La similitud debe apreciarse suponiendo que la confusión puede sufrirla una persona medianamente inteligente, o sea el comprador medio, y que preste la atención común y ordinaria. Lo anterior, implica en otros términos que la marca debe apreciarse en su totalidad, sin particularizar en las diferencias que pudieran ofrecer sus distintos aspectos o detalles, considerados de manera aislada o separadamente, sino atendiendo a sus semejanzas que resulten de su examen global, para determinar sus elementos primordiales que le dan su carácter distintivo; todo ello deberá efectuarse a la primera impresión normal que proyecta la marca en su conjunto, tal como lo observa el consumidor destinatario de la misma en la realidad, sin que pueda asimilársele a un examinador minucioso y detallista de signos marcarios. Esto es así, porque es el público consumidor quien fundamentalmente merece la protección de la autoridad administrativa quien otorga el registro de un signo marcario, para evitar su desorientación y error respecto a la naturaleza y origen de los distintos productos que concurren en el mercado, por lo que dicha autoridad al momento de otorgar un registro marcario, siempre debe tener en cuenta que la marca a registrar sea lo suficientemente distintiva entre la ya registrada o registradas; de tal manera que el público consumidor no sólo no confunda una con otros, sino que ni siquiera exista la posibilidad de que las confundan, pues sólo de esa manera podrá lograrse una verdadera protección al público consumidor y, obviamente, se podrá garantizar la integridad y buena fama del signo marcario ya registrado, asegurando de esa forma la fácil identificación de los productos en el mercado. Por tanto, cuando se trata de determinar si dos marcas son semejantes en grado de confusión conforme a la fracción XVI del artículo 90 de la Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Industrial, debe atenderse a las reglas que previamente se han citado.” TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. I.3o.A.581 A 33 Amparo en revisión 1773/94. Comercial y Manufacturera, S.A. de C.V. 20 de octubre de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Jacinto Juárez Rosas. Amparo en revisión 1963/94. The Concentrate Manufacturing Company of Ireland. 14 de octubre de 1994. Mayoría de votos. Ponente y disidente: Carlos Alfredo Soto Villaseñor. Secretaria: Silvia Elizabeth Morales Quezada. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Octava Epoca. Tomo XV-I, Febrero. Pág. 207. Tesis Aislada. Por el contrario, se cita a continuación otra tesis de la Corte en las que no se cubren las características distintivas: MARCAS SIN CARACTERISTICAS DISTINTIVAS. El artículo 90, fracción I, de la Ley de la Propiedad Industrial, señala que pueden constituir una marca las denominaciones suficientemente distintivas, susceptibles de identificar los productos o servicios a que se apliquen, frente a los de su misma especie o clase. Luego si la resolución reclamada niega el registro de una marca con ese fundamento legal, y basa su resolución en que la expresión solicitada no es apta para constituir una marca, porque no identifica a los productos a que se aplica frente a los de su misma especie o clase, ya que la denominación propuesta se aplica a todos los productos de su clase sin distinguirlos uno de otro, no puede decirse que formalmente carezca de fundamentación legal, pues está citando el precepto que le sirve de apoyo, ni que haya falta de motivación, pues está expresando las razones por las que estima que el caso encaja en la hipótesis legal examinada. Y puede decirse que, en el caso, la denominación "productos clínicos" (aunque esté en idioma extranjero) no es apta para constituir una marca, porque no sirve para distinguir los productos clínicos de un productor de los de otro, ni unos productos clínicos de otros, por lo que no es apta para ser registrada como marca. Y aún a mayor abundamiento, la conclusión anterior que por sí misma se sostiene, se corrobora con la lectura de la fracción V del artículo 91, que señala que no es registrable como marca una simple denominación descriptiva del producto. Y también, a mayor abundamiento, el artículo 6o. quinquies, apartado B, inciso 2o., del convenio de París revisado en Lisboa en 1958, señala que las marcas pueden ser rechazadas cuando estén desprovistas de todo carácter distintivo, o bien estén formadas 34 exclusivamente por indicaciones que puedan servir, en el comercio, para designar la especie o destino de los productos. Luego resulta correcto decir que la marca "productos clínicos", destinada a amparar precisamente productos clínicos, no es apta para registro porque no identifica los productos a que se aplica frente a los de su misma especie o clase, y es una denominación generalizada aplicable a todos esos productos sin distinción. Y sería injusto e ilegal otorgar el registromarcario a esa denominación, de manera que ningún otro fabricante de productos clínicos pudiera hacer mención de que lo que fabrica y vende son productos clínicos, para no incurrir en imitación de marca. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 4/79. Chesebrough Pond's Inc. 22 de marzo de 1979. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Séptima Epoca. Volumen 121-126 Sexta Parte. Pág. 127. Tesis Aislada. Función de Garantía de origen.- Ligado al derecho de propiedad, es la indicación inmediata del fabricante que realizó el producto o del oferente del servicio en el mercado; quien goza del mérito o culpa de la satisfacción o incomodidad que recibe el consumidor, a quien se pretende inducir a continuar adquiriendo el satisfactor. Podríamos conceptuarla como una pseudo-traslación que hace el titular al ofrecer sus productos o servicios al “desprenderse” de su signo marcario con cada acto de comercio que realiza en el que vaya inmersa la marca, y sin embargo, debido a la naturaleza jurídica de la marca sigue conservando la titularidad de las señal que en ese momento se “aleja” pero que “nunca olvidará de donde viene”. Esta función tiene una bivalencia que protege también y mayoritariamente al consumidor, que si el producto o servicio les son plenamente satisfactorios seguirá adquiriendo el producto, pero en el caso de que infortunadamente le resultaren contraproducentes, la relación con el objeto 35 se trasladará con el productor y le podrá reclamar al vendedor o al mismo fabricante dado el seguimiento que surgió con la marca. En un principio, en los albores del uso de las signa mercatorum durante la Edad Media, se daba gran importancia a esta característica de la marca, ya que “indicaban el origen de la mercancía fabricada o elaborada por determinada persona física o jurídica”30 debido al comercio entre feudos y señoríos. Nava Negrete sostiene que “la realidad misma nos enseña que al consumidor le interesa adquirir el producto de tal marca y no porque haya sido fabricado o puesto en el comercio por determinada empresa; aún cuando esto último pueda suceder, se debe a una relación puramente eventual”31 Función de propaganda.- El titular de la misma podrá explotar la tendencia humana a ser seducida por un “signo agradable”32 , y constituye un reclamo del producto o servicio, es decir, la marca es el único nexo que existe entre el consumidor del producto o servicio y su titular, y es a través de la misma que su titular recibiera los beneficios o no, de su aceptación por parte del público consumidor, de tal manera que la marca es lo que el comprador ha de pedir y es lo que el titular de la misma tratará de que sea lo que l consumidor solicita, y para ello la buen calidad del producto o servicio puede ir acompañada de una publicidad adecuada, o bien de la tradición oral del cliente satisfecho, dado que sería varios los esfuerzos para lograr la mejor calidad si el producto o servicio es desconocido. Quizá una función que pareciere ir desligada del mismo signo distintivo, sin embargo, y en virtud de la actividad comercial de su titular aplicada a la marca, podemos afirmar que es indisoluble a ella. 30 Nava, 151. 31 Nava, 153. 32 MARTÍNEZ MEDRANO, Gabriel, SOUCASSE Gabriela; “Derecho de Marcas”; Edt. La Roca, Buenos Aires, Argentina, 2000, p. 37. 36 Abarca un aspecto meta-jurídico, alude más a un punto de vista económico y social, debido al medio en que se desarrolla la marca, las vías por las que es difundida el conocimiento que tenga la gente de la misma, y es precisamente esta característica la que permitió el establecimiento de las marcas notorias, mismas que rebasan el plano jurídico y que por lo tanto no necesitan siquiera los requisitos exigidos por la Ley de la Propiedad Industrial, como la renovación, uso acreditable de una clase, etcétera. Todo ello debido a la propaganda de la que goza el signo marcario en razón de las actividades comerciales. Función de protección.- Derivado de esta función, el consumidor se siente seguro de comprar un producto con determinado nivel de calidad, que satisfará sus exigencias según lo que haya experimentado con la misma marca o con lo que haya escuchado por diversos medios. No obstante, cabe destacar que este aspecto no es sino derivado del deseo del comerciante que al momento de procurar originalidad y distinción en un mercado mediante la colocación de la marca busca sin duda destacarse y evitar ser copiado por su competidores, por lo cual se está protegiendo en primer lugar a sí mismo, pero por ende extiende esta garantía a su público. Función competitiva.- Este tipo de función nace cuando se ubica dentro del mercado, y el consumidor se fija en ella. Es decir, para que la competencia tenga lugar es necesario que el consumidor la identifique y reconozca sus características o cualidades esenciales o aquellas de sus oferentes o productores en relación con otras. Apartándonos de las funciones que hemos venido relatando, me parece menester citar una disposición legal de la Ley de la Propiedad Industrial, me refiero al artículo 87, que establece: “Art. 87.- Los industriales, comerciantes o prestadores de servicios podrán hacer uso de marcas en la industria, en el 37 comercio o en los servicios que presten. Sin embargo, el derecho a su uso exclusivo se obtiene mediante su registro en el Instituto.”33 Para obtener el registro de una marca ante el IMPI, y de acuerdo al artículo 113 de la Ley de la Propiedad Industrial, cualquier persona física o jurídica debe presentar una solicitud por escrito, en idioma español, en formas oficiales impresas, aprobadas por el Instituto y publicadas tanto en el Diario Oficial de la Federación como en la Gaceta de Propiedad Industrial, el Instituto proporciona gratuitamente a los usuarios o público en general, ejemplares de las mismas, las cuales pueden ser reproducidas, siempre que se ajusten al formato oficial u obtenidas en la página de Internet del IMPI (www.impi.gob.mx), señalando los siguientes datos: - Nombre, nacionalidad y domicilio del solicitante. - El signo distintivo de la marca mencionando si es nominativo, innominado, tridimensional o mixto. - La fecha de primer uso de la marca, la que no podrá ser modificada ulteriormente, o la mención de que no se ha usado. A falta de indicación se presumirá que no se ha usado la marca. - Los demás que prevea el Reglamento de la Ley de la Propiedad Industrial. Así las cosas, es importante señalar que de acuerdocon el artícvulo 93 de la Ley de la Propiedad Industrial, “las marcas deberán registrase en relación con los productos o servicios que aparecen en la lista alfabética de la clasificación del artículo del 59 del Reglamento” (atendiendo por supuesto a las reformas) clasificación que coincide con la internacional de Niza, instituida por el Arreglo de Niza, del 15 de junio de 1957, revisado en Estocolmo el 14 de 33 Ibid. p. 258. 38 julio de 1967, en ginebra el 13 de mayo de 1977 y modificado en Ginebra el 28 de septiembre de 1979. Cabe señalar que México, no es parte del Arreglo de Niza, sin embargo, señala Mauricio Jalife Daré: “nuestro país, aun sin ser miembro del Tratado, adoptó dicha clasificación internacional por primera vez en las reformas que se practicaron a la entonces Ley de Invenciones y Marcas en el mes de Noviembre de 1989, abandonando la observancia de la llamada ”clasificación nacional”. Al renovarse los registros de marca existentes, éstos se reclasificaron, atendiendo a las clases del nuevo listado”34Para finalizar este capitulado, y a manera de recomendación muy personal, la marca, logotipo, nombre, de una empresa, deberá considerar los siguientes aspectos: · Simpleza.- Limpio, fácil de escribir. Algo complicado o profundo es más apropiado para una ejecución de la comunicación más que la identidad de la marca. · Práctico.- Va de la mano con la simplicidad. La vista/logo debe ser apropiado para ser utilizado en todo tipo de medios, TV, impresos, uniformes, etc. · Consistente.- Un buen proceso de creación de marcas debe ser reflejado en cada una de las piezas de comunicación hechas por la compañía, así como cada uno de los elementos en el diseño: logo, copy, fotografía, paleta de colores usada, etc. Nunca verán un color rosa o naranja en una Coca-Cola, un tipo de letra diferente en McDonalds. · Único.- No tiene caso tener una imagen excelente o un nombre sobresaliente, que vaya de acuerdo a los valores que se desean expresar, si se ve muy similar al de alguien más, especialmente si la otra marca tiene más presupuesto de publicidad. 34 JALIFE DAHER, Mauricio. “Comentarios a la Ley de la propiedad Industrial. Edt. Mc Graw-Hill, México, 1998, p. 212. 39 · Memorable.- Si se aplican los puntos anteriores, probablemente la marca sea memorable. La coloración es un elemento importante, por lo general es más fácil dentro de los elementos en una marca, el recordar los colores. Otro tipo de símbolos o códigos pueden ayudar a activar la recordación de marcas, por ejemplo McDonalds que utiliza la combinación rojo/ amarillo, la "M" en forma de arcos, Ronald, etc. · Reflejo.- Refleja las metas, valores y objetivos de la empresa/marca. Si la compañía representa calidad, entonces los colores, estilo y fotografía deben reflejar esto. Si la compañía representa Caridad, pues el logo no es tan complicado, ya que muchos logos que representan esto tienen algún elemento del ser humano. ¿Cuáles son los valores de la marca? ¿Sería usted capaz de adivinarlos al ver los elementos visuales? Un buen proceso de creación de marcas no sólo refleja los valores, los promueve. · Sustentable.- Idealmente contemporáneo, pero algo clásico. Una gran cantidad de marcas actualiza sus logotipos cada 20 años, por tanto es importante tener un concepto que no se vuelva obsoleto pronto. 40 CAPÍTULO SEGUNDO 2. MARCO JURÍDICO DE LA COMPETENCIA DESLEAL. 41 2.1 CONCEPTO DE COMPETENCIA DESLEAL. En términos generales se le llama competencia desleal, al aprovechamiento que hace un competidor, del uso de sus características distintivas, como puede ser las marcas, las patentes, los diseños industriales, o lo que es lo mismo todo lo que comprende la propiedad Industrial , la competencia ilícita implica el ejercicio de una actividad mercantil, de la que hay obligación de abstenerse, sin embargo, dentro de ese concepto general de competencia ilícita, cabe distinguir dos modalidades que la legislación y la doctrina aspiran a diferenciar; a saber la competencia prohibida y la competencia desleal. Ambas son igualmente ilícitas, con diferente caracterización y fundamento. En efecto, llamamos competencia prohibida de un modo estricto y propio a aquella en que lo ilícito resulta ser el ejercicio mismo de la concurrencia. No se puede lícitamente desarrollar un determinado tipo de actividades económica, que se declara vedada jurídicamente para determinados sujetos, sobre los cuales recae una obligación de abstenerse de realizarse competencia. Esta obligación de abstención puede tener su origen, o en un precepto legal, o en un contrato. Por parte de la constitución en su artículo 28 dice a la letra “Tampoco constituyen monopolios los privilegios que por determinado tiempo se concedan a los autores y artistas para la producción de sus obras y los que para el uso exclusivo de sus inventores, se otorguen a los inventores y perfeccionadores de alguna mejora”35, de lo antes dicho se desprende que el estado faculta de maneara temporal, a los particulares para que por medio de su inventiva, realice la explotación comercial de dicho invento u obra artística, entonces tiene su origen en un precepto legal donde se le puede llamar competencia prohibida por la Ley es el caso de los monopolios estatales; de las concesiones otorgadas por la Administración, con cláusula de exclusividad; 35 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Edt. Porrúa, México, 2005. 42 de los derechos de propiedad intelectual y de propiedad industrial: por disposición de la ley, en todos esos casos una determinada actividad de producción o cambio de bienes queda bloqueada a favor de un único titular el monopolista, el concesionario, el sujeto del derecho exclusivo permaneciendo prohibida a todos los demás. En ocasiones, sin embargo, la prohibición legal alcanza sólo a personas determinadas: así se puede hablar que los trabajadores en determinados casos dentro de su contrato laboral, se obligan a guardar confidencialidad, sobre los asuntos de los cuales la empresa tiene ciertos secretos, los cuáles producen ventajas sobre sus competidores, y al darse a la luz crearía un menoscabo económico dentro de su empresa, por lo tanto el contrato laboral se constriñe a realizar cláusulas de confidencialidad, y a crear reservas en caso de que el trabajador este contratado por obra determinada, la empresa será titular de la realización de las mejoras u inventiva que pueda realizar este dentro del trabajo, siempre y cuando así lo estipulen las partes. Para que la competencia sea ilícita como contraria a una prohibición legal, debe existir previamente un precepto expreso que establezca dicha prohibición. En lo no prohibido expresamente, la competencia es lícita y permisible. Pero la obligación de abstenerse de la competencia puede tener también su origen en un convenio entre partes determinadas. Hablamos entonces de competencia prohibida por contrato. Las partes pueden convenir la obligación de abstenerse de la competencia, bien en un contrato principal, bien en un pacto accesorio de otro En el primer caso surgen las variadísimas modalidades de trusts, consorcios, entes o cartels, en que varios empresarios convienen no hacerse la competencia en determinados sectores, actividades o ramos de la industria y del comercio, o en determinadas zonas territoriales. Este tipo de contratos en que se contienen compromisos de abstenerse de competir plantean los 43 problemas de licitud que trata de las normas que persiguen la eliminación de las limitaciones de la competencia. Así, en el contrato de cesión de empresas normalmente se establece la obligación del cedente de abstenerse de ejercicio la misma actividad industrial o mercantil que constituye el objeto de la empresa cedida. Se persigue con ello, como ha indicado Broseta, “de una parte, que el transmitente no detraiga la clientela ya adquirida, cuya cesión directa es imposible; y de otra, que pueda captar. En definitiva, la abstención de la competencia constituye en tales casos el medio adecuado para que tenga efectividad la transmisión de la empresa, en plenitud de sus valores”36; o, como Garrigues señala, “representan el aspecto negativo de la obligación positiva de transmitir la clientela, añeja como elemento económico esencial a la transmisión de una empresa”37. También aquí rige el principio de que, para que exista la obligación de no hacer competencia, ha de haberse convenido así en un pacto expreso. La abstención ha de limitarse precisamente a este tipo de actividad. En todos estos supuestos de competencia prohibida, tanto si la prohibición deriva de una ley como de un contrato, lo prohibido es el desarrollo de la actividadeconómica concurrencial, cualesquiera que sean los medios que se utilicen; aunque se realice la competencia con toda pulcritud y corrección. Queda dicho de ese modo que toda competencia desleal es ilícita; pero que, en cambio, no toda competencia ilícita es desleal: En principio, pues, la terminología que utiliza la legislación Mexicana no es rigurosamente exacta. Entre nosotros, como es sabido, se llama competencia ilícita a lo que en otros sistemas extranjeros se denomina, más propiamente, competencia desleal. La legislación Mexicana estima que la competencia desleal es la competencia 36 BROSETA PONTS, Manuel, Problemática jurídica actual de la Empresa, ed. Colegio de Abogados de Valencia, recogiendo las conferencias pronunciadas por diversos autores, Valencia España, 1965, pág. 43 37 GARRIGUES, Juan, Estudios sobre el Contrato de Compraventa Mercantil, ed. Colegio de Abogados de Valencia, Valencia España, 1967, pág. 50 y 51 44 ilícita por excelencia y de ahí que le dedique tal nombre. De todos modos, la actitud mexicana no es totalmente injustificada. Al calificarla como tal parece como querer subrayarse un tipo especial de antijuridicidad en esta clase de competencia; una antijuridicidad que no deriva directamente de un precepto prohibitivo expreso, sino de estimaciones sociales reprobatorias. En ese sentido, la competencia desleal sería meramente ilícita, la competencia desleal se encuentra también prohibida por el ordenamiento jurídico: sin embargo, conviene diferenciarla de la competencia prohibida por la ley, en efecto, aparte plantear problemas muy diversos en cuanto técnicas legislativas de su represión, la competencia desleal se distingue de la competencia prohibida por la ley en el contenido de la propia prohibición. La competencia prohibida por la ley se caracteriza por que en ella se considera ilícita la prohibida actividad económica que implica competencia, sea cual sea la modalidad que asuma su ejercicio; mientras que en las distintas formas de competencia desleal, la actividad concurrencial en sí misma es lícita y permisible, con tal que se desarrolle correctamente; encontrándose sólo prohibido ejercitarla con determinados medios, que son los que la hacen incurrir en la ilicitud. En resumen, la competencia prohibida pone al sujeto privilegiado o en cuyo favor se establece la prohibición, al abrigo de todo riesgo concurrencial; mientras que en la competencia desleal la licitud de la competencia se presupone, quedando únicamente prohibido practicarla con el empleo de determinados medios reprobables. De ahí se deriva una consecuencia del mayor interés, que es que en la competencia desleal no se sanciona con la ilicitud el haber causado a otro un perjuicio concurrencial; sino el haber causado ese perjuicio indebidamente: Como ya dijimos, la licitud del daño concurrencial es un postulado esencial del régimen de competencia: Siendo ello así, ya se comprende que por lo que es ilícita la competencia: Siendo ello así, ya se comprende que por lo que es ilícita la competencia desleal no es estrictamente porque con ella se cause un 45 daño a otro competidor, desviando hacia sí la clientela ajena, lo que es en definitiva la finalidad de toda actividad concurrencial. El ordenamiento jurídico considera que hacerlo así con medios honestos y honrados es lícito. La concurrencia causa siempre un perjuicio a los empresarios implicados en ella. Es una lucha en que se aspira a que triunfe el mejor, aquel que tiene el favor de los consumidores y, por tanto, el éxito de uno de los empresarios sólo puede conseguirse en detrimento y a costa de los demás, en cuanto que sus compradores dejan de ser compradores de los otros. Si en general no resulta fácil dar una idea clara de lo que encierra en su ámbito esa modalidad de competencia ilícita que se denomina competencia desleal, esa dificultad sube de punto cuando se trata de elaborar un concepto que pueda ser aplicado al derecho positivo mexicano, por las razones que hemos de exponer. Si hubiéramos de atenernos al plano de las significaciones lingüísticas, deberíamos partir de que, según el diccionario de la Real Academia Española, ser leal es ser fidedigno, verídico, legal y fiel en el trato o desempeño de un oficio o cargo, en nuestro caso concreto, en el desarrollo de una actividad determinada: la de ofrecimiento de bienes y servicios en el mercado. La lealtad requiere, esencialmente, sujeción a lo que exigen las leyes de la fidelidad y el honor; debiendo reparase en que esa conformidad de la conducta con la verdad, la honorabilidad y la honradez, cuando se trata de una actuación concurrencial, hace relación a dos términos inseparables, que son, de un lado, los demás oferentes, o competidores y, de otro, la clientela que les compra, es decir los consumidores. Pues bien, ante todo, habrá que recordar que de la institución de que tratamos no puede darse un concepto absoluto. La competencia desleal no ha tenido en todas las épocas históricas, ni la misma importancia y función ni el mismo contenido. Si en general actuar deslealmente en la competencia es desarrollar la actividad concurrencial de un modo contrario a lo que la 46 conciencia social acostumbra a adquirir, dentro de una especie de moral comercial, ya se comprende que ese juicio condenatorio varía, de acuerdo con las concepciones y las circunstancias económico-sociales de cada momento. Lo que en una sociedad resulta admisible y acostumbrado, en otra se considera reprobable. La noción de deslealtad en la competencia, sin embargo sin dejar de tener ese fondo moral común a muchas de sus manifestaciones, sin embargo, es una noción relativa: relativa a la época, al país y al estamento social que consideramos. Así para la moral de la concurrencia de la época gremial, hacer la propaganda de los productos es actuar deslealmente en la atracción de la clientela. En cambio, en la concepción actual la utilización de las más agresivas formas de propaganda y publicidad se estima normal y aceptable. Del mismo modo, por ejemplo. Mientras se considera incorrecto que anuncie sus servicios un abogado, no parece irregular que lo haga un médico. El concepto de competencia desleal es en cierto modo de carácter formal alude a la irregularidad de la conducta del competidor, juzgada a la luz de lo que se acostumbra, de lo usual y permisible, según una concepción social determinada, sin perjuicio de que formen parte de su contenido universalmente reprobado la maniobra fraudulenta, la conducta equívoca que implica engaño, cuyas manifestaciones más salientes asumen modalidades distintas en cada momento, asimismo Cesar Sepúlveda afirma en su obra “El sistema Mexicano de Propiedad Industrial”( México 1955, pag. 162: “ no se ha realizado en este país, hasta la fecha, un solo estudio que permita percibir la real naturaleza de la ilícita competencia mercantil y sus diferencias con las otras instituciones de propiedad industrial”38. 2.2 ELEMENTOS DE CONFIGURACIÓN DE LA COMPETENCIA DE SLEAL. Como idea central, ha de tenerse que, cuando hablamos de actuación desleal en la competencia, no referimos a un tipo concreto y determinado de actividad: la que persigue la atracción y captación de compradores. Todo cuando 38 WALTER FRISH, Philipp. “Las protecciones legales general y especial contra competencia desleal” REVISTA EL FORO Quinta época, No. 33- Enero-Marzo, México, 1974, pág. .31 47 pretende el competidor desleal puede quedar comprendido en esa aspiración. Los medios tortuosos que utiliza tienen también ese único fin. Cuando trata de potenciar la empresa propia, lo mismo que cuando persigue la debilitación de las empresas rivales, el desprestigio
Compartir