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Evaluación del acompañamiento 
psicosocial de las Unidades Móviles 
de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
 
 
 
 
 
 
 
 
DENNYS NATALIA ROJAS SÁNCHEZ 
 
 
 
 
 
 
 
Universidad Nacional de Colombia 
Facultad de Ciencias Humanas 
Bogotá, Colombia 
2015
 
 
Evaluación del acompañamiento 
psicosocial de las Unidades Móviles 
de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
 
 
 
 
 
 
DENNYS NATALIA ROJAS SÁNCHEZ 
 
 
 
Trabajo de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de: 
ESPECIALISTA EN ACCIÓN SIN DAÑO Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ 
 
 
 
 
Coordinadora de la Especialización 
Ph.D. Olga del Pilar Vásquez Cruz 
 
 
 
Línea de Investigación: 
Acción sin daño 
 
 
 
Universidad Nacional de Colombia 
Facultad de Ciencias Humanas 
Bogotá, Colombia 
2015 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
3 
 
Resumen 
El presente trabajo apunta a evaluar el acompañamiento psicosocial de las Unidades 
Móviles de la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la 
Reconciliación, a partir del enfoque de Acción Sin Daño (ASD). Para tal objetivo se contó 
con la participación activa de los integrantes de las Unidades Móviles y se empleo una 
metodología, basada en la evaluación formativa, que permitió la reflexión y 
retroalimentación frente a las acciones emprendidas en el marco del acompañamiento 
psicosocial. Para el cumplimiento de este objetivo, se exploraron los principios de la ASD 
y el Acompañamiento Psicosocial, el funcionamiento de las Unidades Móviles y el marco 
normativo al cual obedecen. La ejecución de los talleres reflexivos logró despertar el 
interés de los participantes de ahondar en el enfoque de ASD y de incorporarlo a su 
labor. 
Palabras clave: Acción Sin Daño, Acompañamiento Psicosocial, Unidades Móviles, 
Ayuda Humanitaria Inmediata, Evaluación. 
 
 
Abstract 
This research evaluates the work of "the Mobile Units of the High Council for the Rights of 
Victims, Peace and Reconciliation" in From an approach named Do No Harm (ASD for its 
acronym in Spanish: "Acción Sin Daño") To this purpose we had an active participation of 
members from “Mobile Units” and a methodology based on formative evaluation, these 
two factors enabled reflection and feedback of actions undertaken in the context of 
psychosocial support. To fulfill our main objective, we explore the principles of ASD and 
Psychosocial Support, the operation of Mobile Units and its regulatory framework. The 
Operative reflective workshops succeeded in arousing interest of the participants to 
explore into the ASD approach and incorporate it in their future work. 
 
Keywords: Do No Harm, Psychosocial Support, the Mobile Units, evaluation, 
Humanitarian Immediate Help 
 
 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
4 
 
 
 
 
 
 
Contenido 
 
Pág. 
Resumen………………………………………………………………………………………… 3 
Introducción…………………………………………………………………………………….. 5 
1. Acción Sin Daño y Acompañamiento Psicosocial ................................................. 8 
1.1 Acción Sin Daño .................................................................................................. 8 
1.2 Acompañamiento Psicosocial ............................................................................ 11 
2. Ley de Víctimas y Ayuda Humanitaria .................................................................. 16 
2.1 La atención a víctimas en Bogotá...................................................................... 17 
2.1.1 Unidades móviles Alta Consejería para los derechos de las Víctimas, la Paz 
y la Reconciliación .................................................................................................... 19 
3. Evaluación del componente de acompañamiento psicosocial de las unidades 
móviles ........................................................................................................................... 23 
3.1 Evaluación formativa ......................................................................................... 23 
3.1.1 Matriz de Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas DOFA ...... 24 
3.1.2 Grupos Focales .......................................................................................... 25 
3.1.3 Juego de roles............................................................................................ 26 
4. Resultados .............................................................................................................. 27 
5. Conclusiones y recomendaciones ........................................................................ 34 
Anexo A: Matriz DOFA………………………………………………....................................39 
Bibliografía……………………………………………………………………………………….45 
 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
5 
 
 
Introducción 
El conflicto armado interno en el que estamos inmersos en Colombia desde hace 
varias décadas, ha generado menoscabos en las personas que han sufrido violaciones 
relacionadas con las normas internacionales de Derechos Humanos (DDHH), así como 
infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), lo cual afecta de manera directa 
la dignidad, la autonomía, el desarrollo y el goce efectivo de los derechos de estas 
personas. Las acciones de los grupos armados han forjado situaciones de alta 
vulneración como el desplazamiento forzado, principal hecho victimizante reportado por la 
población víctima del conflicto armado (PVCA), además de los otros hechos victimizantes 
reconocidos por la Ley 1448 de 2011 a saber: homicidio, secuestro, desaparición forzada, 
tortura, delitos contra la libertad y la integridad sexual, amenazas, minas antipersonales, 
vinculación de niñas, niños y adolescentes, actos terroristas y abandono o despojo 
forzado de tierras. 
El contexto colombiano, en el cual aún se mantienen graves violaciones a los 
DDHH y al DIH, la ausencia de reconocimiento del daño causado, la estigmatización de 
las víctimas, la ineficiencia del sistema de salud, entre otras, obstaculizan el proceso de 
reparación tanto en la recuperación de las personas que han sido víctimas como en los 
procesos de reconstrucción social. 
Asimismo, las instituciones, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y las 
agencias de cooperación internacional, pueden llegar a revictimizar o generar más daño a 
dicha población, en contravía del enfoque de Acción Sin Daño (ASD), el cual tiene por 
objetivo principal generar reflexión y capacidades para brindar un acompañamiento 
psicosocial responsable, mitigando los posibles efectos negativos en la intervención, con 
unos mínimos éticos (Dignidad, Autonomía, Libertad), que permitan la garantía de los 
derechos de los sujetos y la reconstrucción de su proyecto de vida. De acuerdo con lo 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
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anterior, se vuelve pertinente revisar cómo y en qué medida los diferentes actores 
humanitarios están dando respuesta a las obligaciones otorgadas por la Ley de víctimas, 
y las necesidades de la PVCA. 
Ahora bien, Bogotá, como ente territorial que debe dar cumplimiento a las 
medidas de asistencia y atención de la Ley 1448 de 2011, creó la Alta Consejería para 
los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación (ACDVPR), para coordinar dicha 
atención a las personas que llegan al distrito capital a causa de hechos victimizantes, en 
el marco del conflicto armado. Dentro de la atención que brinda la ACDVPR, se 
encuentra el otorgamiento de Ayuda Humanitaria Inmediata (AHI) conformada por 
alojamiento temporal, alimentación y/o acompañamiento psicosocial. De acuerdoal grado 
de vulnerabilidad de las víctimas y el hecho victimizante declarado, se decide qué tipo de 
ayuda humanitaria pueden recibir. En los casos de vulnerabilidad acentuada se les brinda 
alojamiento temporal en albergue y reciben acompañamiento psicosocial por parte de las 
unidades móviles de ACDVPR. 
Las Unidades Móviles tienen por objetivo brindar acompañamiento psicosocial a 
las personas víctimas en fase de AHI, que son ubicadas en los albergues debido a su 
vulnerabilidad acentuada; y por lo tanto, con sus acciones buscan potenciar los recursos 
propios de cada familia y generar una articulación de servicios que permitan una 
disminución de riesgos en el proceso de inclusión social en Bogotá. 
 En este orden de ideas, el presente trabajo apunta a evaluar el acompañamiento 
psicosocial de las unidades móviles de la ACDVPR a partir del enfoque de ASD, 
utilizando una metodología que permita la reflexión y retroalimentación frente a las 
acciones emprendidas en el marco del acompañamiento psicosocial. Para el 
cumplimiento de este objetivo, se exploran los principios de la ASD y el acompañamiento 
psicosocial, el funcionamiento de las unidades móviles y el marco normativo al cual 
obedecen. 
Se trabajan cuatro secciones. 1) Comienza el documento con el abordaje de los 
conceptos de Acción Sin Daño y Acompañamiento Psicosocial, donde se establecen sus 
principales elementos, objetivos y pautas para minimizar y/o prevenir el daño que se 
pudiesen causar con las intervenciones humanitarias. 2) Luego se exponen las acciones 
de la Unidad Móvil de ACDVPR, enmarcadas dentro de la Ayuda Humanitaria Inmediata 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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(AHI) determinada por la Ley 1448. Aquí se explica la conformación de la Unidad móvil, 
sus funciones y objetivos por perfil profesional. 3) A continuación se explica la propuesta 
metodológica usada en este trabajo, la cual está basada en la evaluación formativa, a 
través de la implementación de talleres reflexivos para reconocer, desde las prácticas y 
sus mismos integrantes, las concepciones que dirigen la acción de los profesionales de la 
Unidad Móvil, las acciones de acompañamiento y los aspectos que llegan a intervenir con 
ellas1. 4) Posteriormente se presenta la información obtenida de los espacios de reflexión 
y se establecen relaciones entre las acciones de la Unidad Móvil, las posibles fuentes de 
daño en el acompañamiento, los puntos de vista de los profesionales y las acepciones de 
acompañamiento psicosocial y la ASD. Así el ejercicio de evaluación y reflexión sobre las 
acciones, fortalece, en sí mismo, el enfoque psicosocial con la incorporación de la mirada 
desde la ASD aplicada a la atención de las víctimas. 
Durante el proceso se evidencia que a pesar de la existencia de propuestas 
conceptuales y lineamientos que orientan el desarrollo de los proyectos de 
acompañamiento psicosocial (para el caso de la ACDVPR: enfoques de derechos, 
diferencial, psicosocial y transformador)2, el nivel de apropiación por parte de las 
organizaciones y sus funcionarios suele ser bastante diverso. Asimismo los resultados de 
sus intervenciones se miden de manera cuantitativa, y obedecen a intereses 
institucionales y presupuestales antes que a las necesidades de las víctimas, lo que 
incide en la mecanización de la atención por parte de los profesionales y acompañantes 
humanitarios. 
Así, desde este proceso de evaluación se pretendió generar procesos de reflexión 
constantes entre los profesionales de la Unidad Móvil a partir de la comprensión desde el 
contexto de los sujetos en el marco de los Derechos Humanos, y del continuo monitoreo 
de sus acciones para la prevención o disminución del daño, máxime cuando atienden 
víctimas que hace muy poco tiempo sufrieron los hechos victimizantes, y requieren 
reconstruir la confianza en el otro, en el Estado y sus instituciones, y por supuesto, en sí 
mismas. 
 
1
 Estos talleres buscaron hacer evidentes los mensajes implícitos en la atención de la unidad móvil, a través 
de la reflexión de sus acciones a partir de una matriz DOFA que muestra las generalidades de la Unidad 
Móvil, y que se llegan a precisar con el uso de las técnicas de grupos focales y juego de roles, que permiten 
reflexionar en temas y prácticas puntuales desde el enfoque de ASD. 
2
 ACDVPR (2014) La Atención Psicosocial en el “Modelo Dignificar de Asistencia y Atención a Víctimas” en 
los Centros Dignificar. Documento en construcción 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
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1. Acción Sin Daño y Acompañamiento 
Psicosocial 
1.1 Acción Sin Daño 
El enfoque de Acción Sin Daño (ASD) “es una serie de elementos a nivel 
metodológico, que surgen de responder a la pregunta ¿Cómo realizar ayuda humanitaria 
o cooperación al desarrollo en contextos de conflicto, para que en lugar de nutrir y 
exacerbar el conflicto, ayude a los actores locales a retirarse y establecer sistemas 
alternativos de resolución de los problemas que causaron el conflicto?” (Anderson, 2009). 
El Enfoque de ASD surge de una preocupación ética ante la revisión de experiencias de 
ayuda humanitaria y de cooperación, donde se busca reconocer y analizar los daños que 
ocasionan las situaciones de conflictos, y prevenir que las acciones humanitarias 
incrementen esos efectos, además de tratar de reducirlos. 
Los postulados de la ASD parten del principio hipocrático de la medicina de “no 
hacer daño”, así se plantean las siguientes obligaciones éticas: a) No producir daño o 
mal, b) Prevenir el daño o el mal, c) Remover o retirar lo que esté haciendo un daño o un 
mal, y d) Promover lo que hace bien (Rodríguez, 2011, p.127). En consecuencia, el 
enfoque de ASD implica mantener una actitud consciente y responsable para trabajar en 
y sobre los conflictos, y orientar las decisiones y las acciones hacia el logro de resultados 
positivos dirigidos a construir condiciones para reforzar los conectores que afianzan los 
procesos de paz (Rodríguez, 2008; p 11). 
De acuerdo con lo anterior, la ASD parte de la premisa que ninguna intervención 
externa realizada por diferentes actores humanitarios o de desarrollo (internacional, 
nacional, público o privado) está exenta de hacer daño a través de sus acciones 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
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(Anderson, 2009) por lo que muchas de las acciones realizadas en el marco de la ayuda 
humanitaria pueden exacerbar conflictos en las personas y la comunidad y/o generar 
divisiones, alejándose de su objetivo de socorrer, ayudar o promover el desarrollo y el 
bienestar. En consonancia con esta línea de pensamiento, Rodríguez (2010) plantea 
algunos principios o pautas de acción para prevenir o reducir los posibles daños3: 
 Participación y transparencia: Claridad en que se trabaja con las personas y no para 
ellas, por lo cual se debe promover la participación; el apoyo brindado debe ser 
concertado con las comunidades, estableciendo comunicación transparente y directa 
con ellas para apoyarlas en la búsqueda de soluciones consideradas adecuadas y 
valiosas por ellas mismos. 
 Sensibilidad Cultural: Basarse en los principios éticos ante situaciones complejas 
para la toma de decisiones, y evitar el despilfarro, el exceso y la ostentación. 
 Flexibilidad e innovación: Mantener y fomentar actitudes flexibles, discernimiento 
claro, y creatividad para responder a los cambios en las situaciones y condiciones. 
 Contextualización: Conocer y analizar constantemente el contexto de las personas y 
dónde se realiza la atención. 
 Procesos y procedimientos sensibles: Los procesos y procedimientos de las 
organizacionese instituciones deben contar con el presupuesto suficiente, responder 
de forma adecuada a los requerimientos importantes y urgentes, contar con la 
sistematización de las experiencias e involucrar a organizaciones con propósitos 
similares. Además debe contar con una cultura organizacional que promueva el 
reconocimiento de errores y daños causados, constante monitoreo para prevenir e 
identificar riesgos y daños, y sobre todo, la reflexión constante de las acciones 
emprendidas. 
La Unidad de Atención y Reparación Integral a Víctimas (UARIV) y la Organización 
Internacional para las Migraciones (OIM), desde un enfoque de ASD, plantean que los 
daños y el sufrimiento pueden provenir de 3 fuentes: 
 
3 Rodríguez, A. (2010) Modulo 2: El enfoque ético de la Acción Sin Daño. Universidad Nacional de Colombia. Programa de 
Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC), Bogotá. 
 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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Aquel ocasionado por el conflicto armado; el ocasionado por la revictimización en el proceso de 
restauración o la exigibilidad de sus derechos, que se puede generar desde el funcionario como 
representante del Estado o cuando las medidas de asistencia se convierten únicamente en 
medidas asistencialistas, y aquel que se atribuye a la vulnerabilidad general producida por las 
características demográficas individuales (edad, salud, ciclo de vida, género, etnia); la 
composición del hogar y el contexto (condiciones higiénicas y ambientales, procesos políticos, 
económicos y sociales, y la educación), sin desconocer que estas tres formas de sufrimiento 
pueden presentarse simultáneamente en la experiencia de la persona, por lo cual no son 
excluyentes entre sí (UARIV, 2014, p. 14). 
De lo anterior se infiere que la mirada autorreflexiva acerca de las actuaciones se 
establece como una premisa para el trabajo psicosocial en contextos de conflicto, donde 
además se identifiquen las dinámicas que responden a causas estructurales y las 
derivadas del conflicto. Así, en un contexto tan particular como el colombiano que ha sido 
atravesado por un conflicto de larga duración propiciando la naturalización del mismo y 
de las dinámicas violentas, anudado a reiteradas emergencias agravadas y causadas por 
inequidades sociales; se podría llegar a pensar que cualquier acción que se realice con 
intención de ayudar, acompañar, asesorar y ofrecer apoyo a comunidades, familias y 
personas, víctimas de los conflictos políticos y sociales, traerá siempre beneficios. Sin 
embargo, la realidad es que se puede llegar a causar daños, como generar dependencia 
institucional, desempoderar a los sujetos, validar los actos violentos, revictimizar a las 
personas, entre otros. 
Como se puede ver, la responsabilidad ética que se tiene en la ayuda humanitaria 
es bastante alta, pues las consecuencias de las acciones de los diversos agentes pueden 
ser generadoras de exacerbación del conflicto y de los daños, o pueden brindar un 
espacio dignificador y reparador. En consecuencia, se requiere de gran compromiso 
ético, lo cual implica ser competente (preparación inicial y continua), ser eficiente (hacer 
bien el trabajo sin desperdicio de recursos), ser diligente (hacer el trabajo con cuidado, 
oportunidad y exactitud), y ser responsable (responder ante sí mismo, la 
institución/organización y los destinatarios del servicio) (Rodríguez, 2011, p. 129). 
La ASD busca hacer explícitos los presupuestos conceptuales, políticos y 
metodológicos de los diferentes agentes de ayuda humanitaria y de desarrollo, a fin de 
revisar su coherencia ética y las consecuencias de las mismas, dada la necesidad de 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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prestar atención y realizar una reflexión profunda acerca de las acciones de las 
instituciones y de los mensajes que se trasmiten a las personas. 
1.2 Acompañamiento Psicosocial 
El Enfoque psicosocial es una forma de entender los comportamientos y las 
necesidades de las personas partiendo de sus características particulares en lo 
relacionado a su individualidad, a su relación con los demás y a su entorno social, 
político, económico y cultural. “El desglose del concepto no implica una división sino la 
complementariedad e interdependencia de significados: lo psico que “alude a la 
indagación y comprensión de la experiencia humana desde su subjetividad” y lo social 
que se refiere a “la dinámica vinculante del sujeto con otros con quienes está en 
permanente relación” (Bello, Chaparro, 2011, p. 13). 
Este enfoque es relacional pues permite entender a los individuos y colectivos, en 
el marco de los múltiples contextos en los que se construyen y reconstruyen las 
identidades individuales y colectivas (cultural, político, social, personal y familiar), 
enfatizando en su carácter dinámico y transformador, además de reconocer la diversidad 
étnica, las diferencias de género y generación, las particularidades culturales/regionales, 
y la complejidad de las relaciones que se establecen entre el sujeto y el contexto. 
Asimismo, lo psicosocial resalta los aspectos históricos, tanto por el legado de los padres 
y la comunidad, como por el recorrido propio del sujeto. Por lo cual, el enfoque 
psicosocial se considera integrador, y hace evidente que es necesario abordar al sujeto y 
su contexto de desde una visión interdisciplinar, lo cual le inscribe un carácter holístico, 
sistémico y dinámico. 
En ese orden de ideas, el enfoque psicosocial es la manera como se interpreta la 
producción del daño, que se relaciona con la forma como el sujeto es desprovisto de sus 
referentes, sus vínculos y sus afectos, debido a que su entorno cotidiano es alterado de 
manera abrupta. Esta interpretación, que se distancia de una concepción de limitación o 
incapacidad mental de los individuos, compromete el acompañamiento psicosocial con el 
reconocimiento de los derechos de las víctimas y promoción de transformaciones 
sociales estructurales desde una mayor presencia y responsabilidad del Estado 
(Chaparro, 2009). 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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En este contexto, cabe aclarar que “las acciones de atención psicosocial deben ser 
pensadas como acompañamiento psicosocial, en el cual el profesional interpreta el 
escenario en el que trabaja con el fin de facilitar las condiciones para que los sujetos y 
sus colectivos sean protagonistas y agentes activos de su propio proceso de cambio; a 
diferencia del término de intervención psicosocial que atribuye al agente profesional el 
saber válido para modificar aquello que desde su diagnóstico, no corresponde con sus 
concepciones de lo que está bien, en un contexto en el cual apenas está de paso durante 
el tiempo de su intervención” (Bello, Chaparro, 2011, p. 60). 
El acompañamiento psicosocial, entonces, parte del reconocimiento de lo que 
representan para el sujeto las relaciones que establece como garantía de supervivencia, 
la inserción en el mundo culturalmente regulado e interpretado por el mismo y la 
capacidad para desenvolverse en ese mundo, manteniendo o transformando los 
preceptos culturales. En este sentido, permite analizar cómo la interacción entre los 
diferentes sistemas influye en la experiencia individual, colectiva y en la propia identidad. 
De igual forma, reconoce los cambios que se adelantan en pro de la afirmación del 
sujeto, contribuyendo a la realización de su dignidad humana. Por lo tanto, el 
acompañamiento psicosocial se realiza en situaciones de vulneración de derechos, y 
atentados contra la identidad, la dignidad y la autonomía. Este conjunto de acciones 
“asume que todas las personas,a raíz de los hechos de violencia política, padecen algún 
grado de sufrimiento emocional y reaccionan de manera distinta. Igualmente se considera 
que es necesario actuar sobre los grupos sociales para reducir el impacto, y estimularlos 
para que ellos participen en acciones de reconstrucción social y reparación integral” 
(Millán, Osorio, 2011, p. 26). 
Las afectaciones que se desencadenan a partir de la violencia política y el conflicto 
armado, se pueden agrupar en cuatro ámbitos: 
…”el ámbito de afectación individual, en el que se reconocen la manera como los 
hechos violentos dejan importantes huellas “en las formas como se ven a sí mismos y 
a los otros” y, dada esta “nueva realidad” resulta difícil identificarse a sí mismo con lo 
que era antes, se configuran unas nuevas narrativas y escenarios emocionales para 
moverse en el mundo social. El ámbito de afectación relacional se refiere a los 
efectos sociales que producen los hechos violentos tales como detrimento en la 
confianza en los otros, pérdida de la previsibilidad del mundo, rompimiento de los 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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proyectos colectivos, fractura de los procesos organizativos y quiebres devastadores 
en las familias (tanto en su estructura como en su forma de interacción: duelos, 
miedo, incertidumbre). El ámbito de derechos, especialmente cuando ha habido 
vinculación de agentes del Estado en las violaciones de derechos humanos, se 
refiere a la vulneración de la dignidad humana y, con ello, la identidad como sujeto de 
derechos (incluye la vulneración de derechos civiles y políticos; y económicos, 
sociales y culturales). Finalmente, el ámbito de afectación en las condiciones físicas 
hace referencia a que las víctimas del conflicto armado encarnan –desde una 
perspectiva eco-social (Krieger, 2001) – las realidades sociopolíticas que les 
correspondió vivir, desarrollando formas diferenciales de enfermedad y muerte” 
(Arévalo, 2011, p 33). 
En consecuencia, puede afirmarse que el acompañamiento psicosocial parte de la 
existencia de daño material físico y moral, tangible e intangible, reparable e irreparable, 
que debe ser atendido. En respuesta a esto, Bello y Chaparro consideran que los 
proyectos de acompañamiento psicosocial y de acción humanitaria deben orientarse por 
los siguientes fines (Bello, Chaparro, 2011; p. 48 y 60): 
 Contribuir a reconstruir la identidad y la dignidad, a partir del reconocimiento de las 
personas, de su estatus jurídico, social y subjetivo de víctimas. Asumiendo que esta 
es una identidad, entre otras identidades, que puede ser transitoria. 
 Aportar en el proceso de ganar autonomía, generando condiciones que permitan 
asumir el control del presente, tomando decisiones, realizando acciones para incidir 
en el curso de sus vidas, y fortaleciendo su capacidad de agencia. 
 Aportar condiciones que permitan garantizar la seguridad vital, donde se construya 
estabilidad a partir de la realización de las acciones de protección del Estado y el 
despliegue creativo de los recursos propios (individuales, relacionales, familiares y 
comunitarios), así como la activación de los vínculos y soportes sociales e 
institucionales. 
 Identificar y comprender las interpretaciones que los individuos, familias y colectivos 
dan a los hechos, las particulares maneras de enfrentarlos y en este sentido, el 
significado que ellos tienen para sus vidas. 
 Favorecer una elaboración de las experiencias (dotarlas de sentido) y potenciar los 
recursos internos (individuales, familiares y colectivos) con que disponen quienes han 
sido víctimas de este fenómeno. 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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 Reconstruir los tejidos fragmentados por los efectos de la violencia construyendo 
confianza y nuevos vínculos e identidades que logren asumir e incorporar una 
memoria histórica de las destrucciones y las pérdidas irremediables, y desde allí, 
desarrollar nuevas perspectivas de futuro. 
 Aportar a la dignificación y el empoderamiento de las víctimas para que a su vez, 
éstas presionen e incidan en reivindicaciones y transformaciones políticas, 
económicas y sociales. 
Teniendo en cuenta los planteamientos de la atención psicosocial y la ASD, Chaparro 
(2011, p. 200) hace una reflexión frente a los daños que se pueden profundizar o generar 
a partir de las acciones de acompañamiento psicosocial: 
 La sobredimensión o subestimación del dolor y el sufrimiento: Hace referencia a la 
creencia que todo evento violento desencadena en enfermedad mental o estrés 
postraumático o también puede referirse a la negación de las capacidades de 
afrontamiento, personales y comunitarias, para el manejo de la situación. 
 La victimización: cuando el sufrimiento resulta útil como fuente de reconocimiento y 
retribución, las personas se quedan con la autovalidación del sufrimiento, creando 
relaciones de dependencia y asistencialistas. 
 Invasión de los espacios privados y los ámbitos íntimos: Algunas preguntas intrusivas 
pueden desencadenar crisis emocionales que pueden conducir a más daño 
emocional y generar desconfianza en el equipo y en el acompañamiento. 
 Las generalizaciones y estandarizaciones: Se desconoce el contexto y la historia 
personal de los sujetos. Se puede imponer la atención por técnica, o por generalizar 
frente al grupo poblacional. 
 Romanticismo cultural: se refiere a la utilización arbitraria de los rituales, los símbolos 
y los aspectos significativos de orden espiritual y cultural, aunque algunos puedan 
reproducir relaciones de dominación y desigualdad. 
 La exacerbación y el uso del dolor frente a donantes y financiadores: hace referencia 
a mostrar el sufrimiento como herramienta publicitaria para el recaudo de fondos por 
parte de las instituciones y reproduciendo esta idea en las víctimas. 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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 Agotamiento del equipo de acompañamiento: Entiéndase como la necesidad del 
cuidado al cuidador, ya que se genera agotamiento físico y emocional en el equipo de 
acompañantes. 
En síntesis, el acompañamiento psicosocial es un proceso, no una acción puntual, 
cuyo objetivo es la comprensión, prevención, atenuación, manejo y gestión de los 
impactos y daños emocionales y psicosociales y en general del sufrimiento individual, 
familiar y colectivo generado por la violencia política y por violaciones de los derechos 
humanos (Millán, Osorio, 2011, 28). Por lo tanto, el acompañamiento psicosocial debe 
aportar para romper el ciclo de dependencia e indefensión que se ha creado de manera 
intencional por los grupos armados, apoyando el fortalecimiento de recursos individuales, 
familiares y comunitarios. En suma, el acompañamiento psicosocial en la Atención 
Humanitaria, se consolida en el trabajo de construcción de condiciones personales, 
grupales, organizativas, institucionales y políticas favorables para que los propios 
afectados puedan transitar de la emergencia a la rehabilitación y al desarrollo, lo cual 
resulta indispensable para evitar la postergación de la emergencia y contribuir 
negativamente a perpetuar su complejidad (AVRE, 2005: 16). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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2. Ley de Víctimas y Ayuda Humanitaria 
La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras se estableció a mediados del año 2011 
como parte del reconocimiento a la existencia del conflicto armado interno colombiano y 
de las víctimas de las violaciones de lesa humanidad. En su artículo 1° establece que “La 
presente ley tiene por objeto establecer un conjunto de medidasjudiciales, 
administrativas, sociales y económicas, individuales y colectivas, en beneficio de las 
víctimas de las violaciones contempladas en el artículo 3º de la presente ley, dentro de un 
marco de justicia transicional, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos a la 
verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición, de modo que se 
reconozca su condición de víctimas y se dignifique a través de la materialización de sus 
derechos constitucionales” 4 
En este reconocimiento que se realiza del conflicto armado interno y de las 
violaciones al DIH y a los DDHH, se considera es responsabilidad del Estado construir un 
escenario de reparación de las víctimas que les permita mejorar la situación y enfrentar 
las consecuencias de la violencia, además de reconocer su responsabilidad y la de los 
perpetradores en las violaciones (Martín-Beristain, 2010, p. 40). Por lo cual “se dictan 
medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado 
interno y se dictan otras disposiciones”5, donde se instaura que las víctimas tienen 
derecho a ser reparadas de manera adecuada, diferenciada, transformadora y efectiva 
por el daño que han sufrido producto del conflicto armado interno, lo que incluye medidas 
de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición, en 
sus dimensiones individual, colectiva, material, moral y simbólica. 
En esta norma, las medidas de asistencia y atención (artículo 49) que se 
establecen “se entienden por el conjunto integrado de medidas, programas y recursos de 
orden político, económico, social, fiscal, entre otros, a cargo del Estado, orientado a 
restablecer la vigencia efectiva de los derechos de las víctimas, brindarles condiciones 
para llevar una vida digna y garantizar su incorporación a la vida social, económica y 
política; y por la acción de dar información, orientación y acompañamiento jurídico y 
 
4
 Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Ley 1448 de 2011. Diario Oficial 48096 de junio 10 de 
2011. 
5
 Ibídem 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
17 
 
psicosocial a la víctima, con miras a facilitar el acceso y cualificar el ejercicio de los 
derechos a la verdad, justicia y reparación”6 
En este marco se instaura la Ayuda Humanitaria que plantea mecanismos para 
socorrer, asistir, proteger y atender las necesidades básicas en condiciones dignas y con 
enfoque diferencial en el momento del acontecimiento o cuando se conozca el delito; 
aclarando que no todas las víctimas reciben el mismo tipo de ayuda, pues ésta debe 
adecuarse según la complejidad de los hechos victimizantes. Continuamente se 
evidencia en las declaraciones de la PVCA, la presencia de uno o más hechos 
victimizantes, siendo recurrente el desplazamiento forzado, por lo cual se establecen 
unas fases de ayuda humanitaria especiales para este flagelo. A saber: 
 Ayuda Humanitaria Inmediata (AHI): Entregada a aquellas personas que se 
encuentran en situación de vulnerabilidad acentuada y requieren de albergue 
temporal y asistencia alimentaria. Esta ayuda será proporcionada por la entidad 
territorial de nivel municipal receptora y se dará hasta el momento en el cual se 
realiza la inscripción en el Registro Único de Víctimas (RUV) (Art 63 – Ley 1448 de 
2011). 
 Ayuda Humanitaria de Emergencia: Entregada por la Unidad Administrativa para la 
Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) de acuerdo con el grado de 
necesidad y urgencia respecto de su subsistencia mínima a las personas que ya se 
encuentran incluidas en el RUV (Art. 64 – Ley 1448 de 2011) 
 Ayuda Humanitaria de Transición: Es la ayuda humanitaria que entrega la UARIV y el 
ICBF, a la población en situación de desplazamiento forzado incluida en el Registro 
Único de Víctimas que aún no cuenta con los elementos necesarios para su 
subsistencia mínima, pero cuya situación se considera no presenta las 
características de gravedad y urgencia (Art. 65 – Ley 1448 de 2011). 
2.1 La atención a víctimas en Bogotá 
Para el caso del Distrito Capital, con la promulgación de la Ley 1448 de 2011, se 
creó la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación 
 
6
 ibídem 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
18 
 
(ACDVPR), donde se plantea un modelo de atención dignificador de las víctimas 
nombrado Modelo Dignificar. Éste parte del hecho de que las graves violaciones a los 
DDHH e infracciones al DIH que han sufrido las víctimas, afectan su salud física, mental y 
psicosocial, por lo que las atenciones desde las diferentes áreas de la ACDVPR 
(Asistencia y Atención, Participación, Reparación, Memoria Histórica, Comunicación y 
Política pública) o desde los programas de las entidades del Sistema Nacional de 
Atención y Reparación Integral a Víctimas (SNARIV), deben tener un sentido reparador, 
debe buscar mitigar y superar la afectación a la dignidad de las víctimas y no solamente a 
crear condiciones de bienestar mediante la garantía de sus derechos. 
El área de Asistencia y Atención de la ACDVPR, cuenta con 7 Centros Dignificar, 
ubicados en zonas de fácil acceso y donde se identifica existencia de Población Víctima 
del Conflicto Armado (PVCA): Suba, Chapinero, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar, 
Bosa, Sevillana y Kennedy; más dos puntos de atención ubicados en Terminal de 
Transportes y Mártires. Estos centros reúnen las instituciones competentes en la 
asistencia y atención a las víctimas, siendo la ACDVPR el ente articulador y coordinador 
de la política pública de atención y reparación a las víctimas en el Distrito Capital. Esta 
área tiene por objetivo contribuir al restablecimiento de los derechos fundamentales de 
las personas víctimas del conflicto armado, identificando sus necesidades (económicas, 
sociales, psicológicas, de seguridad, etc.) y articulando con las entidades distritales y 
nacionales competentes en la atención o presentes en los territorios, para la satisfacción 
de las mismas. Para dicho proceso, se establecieron 3 procedimientos: Orientación en 
oferta social y rutas de derechos o atención, Otorgamiento de AHI y Acompañamiento 
psicosocial y jurídico (ACDVPR, 2014). 
En consecuencia, la atención psicosocial realizada por equipos interdisciplinares de 
la ACVDPR está ligada al proceso reparador, el cual puede iniciar o materializarse en 
ayudas humanitarias: atención en salud, rehabilitación física y mental, atención jurídica, 
entrega de restos, etc. Por ello, sus acciones contemplan la atención individual, familiar y 
grupal (modelo sistémico), extendiéndose a todas las fases de atención humanitaria 
(inmediata, emergencia o transitoria), como en los procesos reparadores a cargo de las 
diferentes entidades del SNARIV (ACDVPR, 2014, p. 4). 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
19 
 
Como se relacionaba al comienzo del capítulo, la entrega de la Ayuda Humanitaria 
Inmediata (sobre la cual tiene la competencia el ente territorial receptor de las víctimas) 
apunta a solventar “las necesidades de riesgo o grado de vulnerabilidad de los afectados 
con el fin de brindar soporte humanitario, trato respetuoso e imparcial, asegurando 
condiciones de dignidad e integridad física, psicológica y moral de la familia”7, y es 
otorgada en los Centros Dignificar o por la Unidad Móvil de ACVDPR, a las personas que 
recientemente han sufrido los hechos victimizantes y se encuentran en estado de 
vulnerabilidad acentuada, siendo efectiva en asistencia alimentaria, alojamiento temporal 
y/o acompañamiento psicosocial. 
2.1.1 Unidades móvilesAlta Consejería para los derechos de las 
Víctimas, la Paz y la Reconciliación 
Dentro del área de Asistencia y Atención de la ACDVPR, se cuenta con una 
estrategia creada en 2014, llamada Unidades Móviles, que busca brindar 
acompañamiento psicosocial a las personas que se encuentran en fase de Ayuda 
Humanitaria Inmediata (AHI) y que debido a su vulnerabilidad acentuada son albergadas 
en los alojamientos temporales de la ACDVPR. Aunque las Unidades Móviles realizan los 
3 procedimientos establecidos por la ACDVPR, la estrategia de éstas apunta a realizar un 
acompañamiento psicosocial más cercano y eficiente con las personas en alojamiento 
temporal, realizando acciones en las dimensiones individual, familiar y comunitaria. 
Igualmente el acompañamiento psicosocial incluye acciones clínico terapéuticas, de 
trabajo comunitario y de sensibilización y apoyo social (Bello, Chaparro, 2010; p. 61). 
Aunque el protocolo de atención para las Unidades Móviles aún se encuentra en 
construcción, se establece que éstas deben facilitar herramientas para el afrontamiento, 
la estabilización emocional, y la afirmación de derechos; además de activación de redes 
sociales de apoyo, y de sensibilización a población no víctima frente a la responsabilidad 
social y los procesos de inclusión de las personas víctimas8. 
 
7
 Ley de víctimas y restitución de tierras, Ministerio del Interior y de Justicia (2011). Decreto reglamentario 
4800 de 2011, “por el cual se reglamenta la ley 1448 de 2011 y se dictan otras disposiciones”, Articulo II 
enfoque humanitario 
8
 ACDVPR (2014) Protocolo para la actuación psicosocial. Orientaciones Unidades Móviles de la ACDVPR 
(2014 (Documento en construcción) 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
20 
 
Las Unidades Móviles (UM) son dos equipos conformados por promotores 
psicosociales y profesionales en Psicología, Trabajo Social y Derecho, con experiencia 
en el acompañamiento psicosocial y trabajo comunitario, quienes a través de sus 
acciones, extienden la orientación y el acompañamiento de los Centros Dignificar a las 
localidades y alojamientos temporales. 
El área de Psicología tiene por objetivo la mitigación del sufrimiento, la 
estabilización emocional y el fortalecimiento de recursos individuales y relaciones 
familiares; el área de Trabajo Social propende por la activación y fortalecimiento de redes 
en sus diversos niveles (primario, secundario, terciario); el área de Derecho realiza 
promoción de derechos y orientación y apoyo a acciones de restitución de derechos 
principalmente en lo referente a niños, niñas y adolescentes; y los Promotores 
Psicosociales se destacan en la sensibilización a la población receptora y la 
georeferenciación en Bogotá. 
Las Unidades Móviles tienen cuatro (4) campos de acción: 
 Otorgamiento de AHI: 
El procedimiento comienza con una entrevista al declarante de los hechos 
victimizantes con la cual se realiza la caracterización familiar y la valoración para el 
otorgamiento de la AHI, previa declaración de los hechos victimizantes ante el Ministerio 
Público. En la valoración para el otorgamiento de la AHI se tiene en cuenta la relación de 
tiempo, modo y lugar de los hechos victimizantes y el grado de vulnerabilidad del sistema 
familiar. Si se determina la existencia de condiciones de vulnerabilidad acentuada, se 
otorga alojamiento temporal y alimentación (Albergue), o alguno de los componentes por 
separado. Si se determina que la familia no se encuentra en vulnerabilidad acentuada o 
no cumple con los criterios, se realizará articulación y/o remisión a otras instituciones 
como Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS) u Organizaciones No 
Gubernamentales (ONG). 
 Acompañamiento Psicosocial: 
Durante la estadía en alguno de los siete (7) alojamientos temporales de la 
ACDVPR, las familias tienen varios encuentros con los profesionales de la UM, los cuales 
pueden ser individuales, familiares o grupales. 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
21 
 
Para dar inicio al acompañamiento, se explica de manera detallada la competencia 
de la ACDVPR en la entrega de la AHI y la ruta de atención por parte de ACDVPR y 
UARIV, y se realiza una entrevista semiestructurada para la identificación de las 
necesidades psicosociales de la familia. Una vez realizada la entrevista, el profesional de 
la UM, retroalimenta a la familia, sensibiliza frente a sus necesidades identificadas y el 
contexto bogotano, y se establece de manera conjunta el Plan Integral de Atención (PIA) 
para los primeros pasos en la estabilización en Bogotá y la reconstrucción del proyecto 
de vida. En la herramienta del PIA se establecen objetivos a corto plazo en diferentes 
áreas de derechos (salud, educación, vivienda, trabajo, seguridad) propendiendo por la 
inclusión social, la capacidad de agencia y la autonomía familiar. Este acompañamiento 
psicosocial puede durar entre uno (1) y cuatro (4) meses dependiendo del caso. 
 Dentro del acompañamiento psicosocial, las unidades móviles también realizan 
talleres relacionados con pedagogía en derechos, rutas de atención por hecho 
victimizante y contextualización de Ley 1448, pautas de crianza, expresión y manejo 
emocional, mecanismos de afrontamiento, reconocimiento de potencialidades y 
capacidades, convivencia y respuesta no violenta, entre otros. 
 Este acompañamiento psicosocial se finaliza teniendo en cuenta los siguientes 
criterios: cumplimiento de metas del PIA, pérdida de contacto con las víctimas, 
incumplimiento de compromisos al PIA por parte de las víctimas, cambio de municipio de 
residencia de las víctimas, decisión voluntaria de las víctimas, o por No Inclusión en el 
Registro Único de Victimas (RUV), según valoración de la UARIV. 
 Componente Comunitario: 
Hace relación a las actividades que se realizan en torno a la sensibilización de población 
no víctima con respecto al conflicto armado. Esta sensibilización se realiza con 
instituciones dando a conocer la ruta de atención de la ACDVPR, y con la comunidad 
receptora en las localidades de Bogotá, donde llegan a asentarse las victimas 
beneficiarias de la AHI. 
 
 Contingencias y Otros Eventos: 
Las UM también brindan apoyo psicosocial en los eventos considerados como 
emergencias entre los que se encuentran la recepción de desplazamientos masivos, 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
22 
 
acciones de vías de hecho por parte de víctimas, atención a casos considerados 
prioritarios por problemas de seguridad por pertenencia a organizaciones de víctimas, y 
demás que requieran un equipo psicosocial para la atención de víctimas en horas no 
laborales de los Centros Dignificar. Igualmente las UM apoyan procesos desarrollados 
por las otras áreas de la ACDVPR que requieran de apoyo psicosocial, en procesos de 
reparación y participación, como jornadas de oferta laboral y actividades de preparación a 
declarantes de violencia sexual en el marco del conflicto armado y sus procesos 
ancestrales de sanación. 
De esta manera se busca restablecer la integridad emocional de las personas y de sus 
redes sociales, a través de un proceso de atención interdisciplinaria e intersectorial que 
aporte herramientas a los individuos para la recuperación de su capacidad de 
afrontamiento de situaciones adversas y reconstrucción de proyecto de vida.9 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 Atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno Proyecto de 
Presupuesto 2013. Alcaldía Mayor de Bogotá Secretaría Distrital de Hacienda Dirección Distrital de 
Presupuesto.Bogotá 
 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
23 
 
 
3. Evaluación del componente de 
acompañamiento psicosocial de las 
unidades móviles 
Para la evaluación del acompañamiento psicosocial realizado por las Unidades 
Móviles, se construyó una evaluación formativa a partir de técnicas de recolección y 
análisis de información como matriz DOFA, grupos focales y juegos de roles. Con esta 
evaluación se buscó identificar y reconocer prácticas que podrían o no, llegar a generar 
daño en las víctimas. 
3.1 Evaluación formativa 
La evaluación formativa permite “realizar mediciones de los efectos en diversos 
momentos del desarrollo del programa, bien sea durante el diagnóstico, la formulación, la 
implementación o la ejecución, permitiendo que los resultados o experiencias logradas 
hasta entonces sean utilizados en modificaciones o reorientaciones del mismo” (Correa, 
2002, p. 321). Usualmente, es aplicada durante la fase de ejecución de un programa o 
proyecto, dado que da lugar a retroalimentación y a una modificación simultánea de la 
ejecución, generando mejoramiento continuo del programa. 
Para el presente trabajo, se realizó la evaluación en fase de ejecución de la 
estrategia de Unidades Móviles. Es importante resaltar que este tipo de evaluación 
propende por la participación de los diferentes actores del programa que se va a evaluar, 
lo cual es un eje fundamental para la Acción Sin Daño, y que su carácter de reciprocidad, 
permite establecer un proceso educativo en el que aprenden tanto los evaluadores 
(técnicos) como los evaluados (actores sociales) (Correa, 2002, p.323). 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
24 
 
Las características que señala el Ministerio de Salud de Colombia (1978, p.77), 
acerca de la evaluación formativa, consignadas a continuación, permiten comprender el 
por qué de su pertinencia metodológica: 
“Es un componente esencial de la planificación; mide y controla los desempeños y 
alcances logrados con la programación, dirección y ejecución de los servicios; es 
continua e integral; permite estudiar la eficiencia y eficacia de un servicio; implica una 
autoevaluación; cumple una función retroalimentadora dentro del desarrollo de un 
programa; brinda una información general del universo evaluado; ofrece registros 
sistemáticos durante su ejecución; minimiza el desfase entre identificación de 
problemas y toma de decisiones; no representa costos adicionales mayores”. 
Para la evaluación de las UM se partió del reconocimiento detallado de sus 
acciones, realizado por sus mismos integrantes, a través de una matriz DOFA para que 
luego de examinar las debilidades y amenazas en su labor. Luego las acciones se 
contrastaron con las pautas para prevención del daño propuestas por Rodríguez (2011) 
desde el enfoque de ASD. Posteriormente, se realizó un taller de reflexión frente a las 
actitudes en la atención, con la técnica de juego de roles. 
Durante las actividades planteadas se contó con la participación de los diez (10) 
integrantes de las UM: dos (2) abogados, dos (2) psicólogas, dos (2) trabajadoras 
sociales, tres (3) promotores psicosociales y una (1) coordinadora de la UM. 
3.1.1 Matriz de Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y 
Amenazas DOFA 
Como herramienta introductoria se recurre a la matriz DOFA, que en palabras de 
Pineda (2009) se describe como: 
“un instrumento metodológico que sirve para identificar acciones viables 
mediante el cruce de variables, en el supuesto de que las acciones estratégicas 
deben ser ante todo acciones posibles y que la factibilidad se debe encontrar en la 
realidad misma del sistema. En otras palabras, por ejemplo la posibilidad de superar 
una debilidad que impide el logro del propósito, solo se la dará la existencia de 
fortalezas y oportunidades que lo permitan. El instrumento también permite la 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
25 
 
identificación de acciones que potencien entre sí a los factores positivos” (Pineda, 
2009). 
En este caso, se les planteó a los integrantes de cada UM realizar la 
identificación de las debilidades y fortalezas dentro del acompañamiento 
psicosocial, y luego establecer las oportunidades y amenazas que pueden llegar a 
afectar o potenciar su accionar. A partir de dicha identificación se generó un 
espacio para la socialización y la reflexión del acompañamiento psicosocial 
realizado, obteniendo conclusiones y relaciones entre los diversos aspectos 
mencionados. 
3.1.2 Grupos Focales 
Por medio de los grupos focales se puede “obtener información rápida que posibilita 
dar respuesta a corto plazo a las urgentes necesidades sociales que se investigan y, al 
mismo tiempo responder de manera rigurosa a las exigencias del método científico” 
(Bonilla y Rodríguez, 1997; p.102) 
El grupo focal no busca una representatividad estadística, sino que intenta delimitar 
los espacios de la interacción social que se organizan más o menos homogéneamente, 
en torno a una experiencia compartida y valorada por las personas que hacen parte de 
ella (Bonilla, Rodríguez, 1997; p.105), tal como ocurre en la actividad planteada con las 
UM. 
Para el desarrollo del grupo focal de las UM se construyeron una serie de 
preguntas orientadoras a partir de las pautas para la prevención del daño desde el 
enfoque de ASD: participación, contextualización, procesos y procedimientos sensibles, 
sensibilidad cultural y flexibilidad e innovación, estableciendo subniveles para cada pauta. 
Dichas preguntas permitieron generar el debate y evidenciar las diferentes posturas de 
los participantes respecto a cada ítem a analizar. Igualmente, esta técnica se utilizó para 
establecer la relación de las acciones emprendidas por los profesionales con los objetivos 
planteados desde la labor de las UM. 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
26 
 
3.1.3 Juego de roles 
La técnica Juego de roles hacen parte de las técnicas de investigación cualitativa, 
donde se representa una situación o problema real, proporcionado elementos concretos 
para el análisis o discusión de un tema. En estos juegos cada participante asume un 
papel o un rol tratando de desempeñarlo como sería en la vida real. Tienen como 
finalidad el aprendizaje desde la experiencia, la reflexión desde la observación, la 
expresión de problemas o percepciones con el ingrediente de lo lúdico, hecho que facilita 
el análisis más allá de lo personal (Tropenbos, 2009), logrando que se involucren, 
comprometan y reflexionen sobre los roles que adoptan y la historia que representan. 
Para el desarrollo de la actividad se escoge un escenario donde cada perfil 
profesional representa el modo en que realiza la atención a víctimas del conflicto armado 
en fase de AHI. El ejercicio pretendía exponer a los participantes a situaciones que tienen 
posibilidad de ocurrir en cualquiera de las etapas del acompañamiento psicosocial. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
27 
 
 
4. Resultados 
Para la presentación de los resultados se propone hacer un análisis que tenga en 
cuenta el accionar de las UM a partir de la ASD y el acompañamiento psicosocial, donde 
no solamente se presentan las respuestas a los instrumentos utilizados sino también 
parte de las reflexiones realizadas en cada sesión. 
La aplicación de los diferentes instrumentos permitió ir de la identificación de los 
aspectos más generales del acompañamiento psicosocial, a través de la aplicación de la 
matriz DOFA, pasar al cuestionamientode conceptos y procedimientos relevantes en 
cuanto a generación del daño (por medio del grupo focal), y finalizar con el análisis de la 
operacionalización de las acciones en el juego de roles. Cada uno de ellos aportó 
diferentes elementos para el análisis del accionar de las UM frente a la ASD. 
 DOFA 
 De la aplicación del DOFA (Anexo 1) se lograron identificar como debilidades el 
proceso de gestión documental por falta de capacitación y personal destinado al mismo, 
lo que generó gasto de tiempos adicionales que pudieron ser destinados a espacios de 
acompañamiento a las víctimas. Al igual que con la gestión documental, el otorgamiento 
de AHI limitó el tiempo de dedicación al acompañamiento psicosocial. También se 
encontró como debilidad la falta de análisis de los procesos emocionales implicados en 
la relación con la víctima, por parte del profesional que hace el acompañamiento. 
Como oportunidad se reconocen los espacios de autocuidado y de capacitación 
constantes. Sin embargo consideran que las actividades de autocuidado no han sido 
efectivas. Autocríticamente refirieron que, en lo relacionado a las capacitaciones, muchas 
eran adecuadas y pertinentes, pero el equipo no se apropió de las temáticas trabajadas. 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
28 
 
También manifestaron la necesidad de fortalecer las capacitaciones en la Ley 1448 y sus 
decretos reglamentarios, de ahondar en los procedimientos del área de asistencia y 
atención, y de fortalecer la articulación en lo local y con la institucionalidad. 
Es notoria la dedicación y vocación con la que cuenta el equipo de las UM, por lo 
que realizan su labor con agrado y disposición. Sin embargo, la falta para establecer 
límites a su disponibilidad es una amenaza y una debilidad en la medida que genera 
agotamiento físico y psicológico, y en el ámbito interpersonal ha significado perjuicios en 
su vida personal, familiar y profesional, ya que no cuentan con la energía ni el tiempo 
suficiente para las otras áreas de su vida: “ya mi esposo está que me echa porque 
cuando llego a la casa estoy muy cansada y no quiero que ni me miré”, “el niño se me 
está saliendo de las manos, pero con tanta emergencia no puedo estar pendiente”, “ya no 
tengo amigos”10. Igualmente resaltan las pocas posibilidades para hacer carrera en la 
institución, entorpeciendo su realización profesional: “se nos acabará el contrato sin que 
nos den el ‘chance’ de pasar a planta temporal”. 
El equipo reconoce como elemento importante para el acompañamiento psicosocial, el 
trabajo en equipo, pues éste posibilita un trabajo interdisciplinar que permite ampliar las 
perspectivas de análisis de los casos que acompañan. No obstante, se enfatiza en la 
necesidad de contar con un espacio permanente de estudio interdisciplinario para el 
análisis y seguimientos de casos: “es importante que todos sepamos del caso, yo a veces 
no sé qué decirles”. Las UM se asumen como una familia, percibiendo lazos fuertes y 
fraternos entre sus integrantes y que no sólo se reflejan en la camaradería de equipo de 
trabajo sino que se complementan desde el ámbito personal 
Por otra parte, existe una fortaleza manifiesta por el equipo, en cuanto al 
reconocimiento que obtienen por parte las familias que han acompañado, las cuales 
resaltan la amabilidad y calidez en el trato: “todos nos dicen que nosotros sí los 
escuchamos, y que prefieren que los atendamos nosotros y no los de los centros”, en 
contraposición con la ACDVPR quién en ocasiones ha llegado a demeritar el accionar de 
las UM. Al respecto ellos manifiestan: “Me sentí muy mal cuando en la reunión la 
coordinadora nos dijo que no estábamos haciendo nada, que nuestro trabajo no se veía, 
y uno acá, matándose todos los días”, “A mí me molesta que en los centros estén 
 
10
 Respuestas de profesionales de la Unidad Móvil. 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
29 
 
diciendo que no hacemos nada, como ellos están detrás del escritorio no se dan cuenta”. 
De manera reflexiva, el equipo de las UM reconoció que algunas veces no pueden 
brindar un acompañamiento psicosocial oportuno, adecuado y sin daño, debido a 
directrices de los altos mandos en los que ordenan atención preferencial a casos 
diferentes a los que se tiene por objetivo: “no me parece justo que tengamos que correr a 
atender los que remiten desde la oficina de la alta consejera, les dediquemos casi una 
semana, y dejemos abandonados a los del albergue”. 
De igual modo, manifiestan que es muy importante para la coherencia de las 
actividades del equipo que exista la figura de coordinación, pues ésta orienta de forma 
clara al equipo, organizando las acciones y procedimientos de la Atención Humanitaria 
Inmediata, y se presta como apoyo técnico para el acompañamiento psicosocial: 
“definitivamente desde que llego esta coordinadora, hemos cambiado mucho, ya 
sabemos qué se debe y no se debe hacer, y nos sentimos respaldados”. Pese a ello se 
menciona un déficit de autonomía para las decisiones que se deben tomar in situ, lo cual 
es contradictorio: “a veces no confían en el criterio de uno”, “¿pero yo como no iba a 
tomar decisiones sola si era la 1 am?”, “con tanto cambio, toca es preguntar todo”. 
Como amenaza se identificó que a los promotores se les asignaron tareas que no 
correspondían a sus obligaciones contractuales y que, poco a poco, fueron tomando el 
lugar de actividades de su pertinencia, igual o más importantes dentro del ejercicio del 
acompañamiento psicosocial: “nos dedicamos a ser agentes inmobiliarios”, “como voy a 
hacer el mapeo si me la paso es haciendo visitas domiciliarias”. 
 Grupos focales 
Para el análisis desde la ASD, se tomaron los aspectos de las pautas para 
disminuir el riesgo de daño propuestos por Rodríguez (2011): participación, procesos y 
procedimientos sensibles, contextualización, sensibilidad cultural e innovación y 
flexibilidad. Los resultados presentados están ejemplificados con expresiones de los 
participantes de los grupos focales. 
Para el eje de participación se indagó acerca de la promoción de la participación y 
los espacios para la misma. El equipo consideró relevante la participación de las víctimas 
en la formulación de los programas de atención, mas no en su ejecución, dado que las 
victimas al ser facilitadores o acompañantes en la atención terminan comprometiéndose 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
30 
 
emocionalmente de manera profunda, pues les genera una actualización de los hechos 
victimizantes padecidos en su vida “las compañeras víctimas que tuvimos se ‘tocaban’ 
mucho con las historias”, “ellas se sentían muy mal por tener que decirles que no iba más 
la ayuda” . Con referencia a los espacios se resaltó la participación en los organismos 
establecidos por la Ley de Víctimas, como las mesas de participación; sin embargo 
destacan que estos espacios, al ser considerados de representatividad, son acaparados 
por los líderes y la información no suele fluir a las bases de las organizaciones. Algunos 
de los participantes sugirieron que más allá de los espacios establecidos para las 
víctimas, éstas deberían ser sujetos activos de cualquier espacio de participación 
ciudadana “todos los ciudadanos tenemos derecho a la participación”. Al cuestionar sobre 
la forma cómo se promueve la participación, se evidenció que no hay promoción de ésta, 
porque se desconoce el proceso de vinculación a las mesas y de espacios alternos a 
esta: “la verdad más allá de las mesas no sé a dónde orientarlos”. Adicionalmente, 
sugirieron que no se realiza la promoción de los espacios de participación, ya que dadala 
situación de urgencia, se busca satisfacer las necesidades básicas vitales: “para eso está 
el área de participación de la ACDVPR, ellos son los que dan las rutas después de la 
inclusión”. 
Frente a la transparencia en la información se manifestó que se trata de brindar 
una información veraz, pero se llegan a generar falsas expectativas relacionadas con el 
acceso a servicios o el tiempo para su vinculación, dada la falta de capacidad de 
respuesta de la oferta social: “se le crean falsas expectativas: por ejemplo, se les indica 
que se garantizan cupos en todas las instituciones, pero la oferta institucional no cubre 
todo y los profesionales de la móvil lo sabemos”. En contraste, se reconoció que la 
información relacionada con la AHI es totalmente transparente toda vez que las acciones 
de las móviles están enmarcadas en ésta. 
Con relación al conocimiento sobre el contexto de procedencia de las víctimas, el 
equipo advirtió que su principal fuente de información son las mismas víctimas en el 
momento de la atención, o los medios masivos de comunicación que brindan 
generalidades o estereotipos de algunos de estos lugares expulsores. Adicionalmente 
reconocieron que les falta información acerca de los contextos de las zonas de mayor 
influencia de los grupos armados y sus prácticas de violencia. Por otra parte, el contexto 
receptor es presentado a las víctimas desde la importancia de la adaptación a las 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
31 
 
dinámicas de la metrópoli bogotana, marcada por estilos de relación basados en la 
desconfianza, inseguridad y posibles fuentes de nuevos daños por presencia de grupos 
armados. Además el equipo manifestó que brindaba información relacionada con la 
cotidianidad de la ciudad, tendiendo a recaer en el estereotipo de señalar a los bogotanos 
como “fríos y desconfiados” o que “todo queda lejos”. Se resaltó que las orientaciones 
apuntan a generalidades obviando aspectos de relevancia como el funcionamiento del 
transporte público y la ubicación de las instituciones culturales y deportivas. 
Manteniendo la relación de los contextos, tanto expulsor como receptor, se les 
preguntó si adaptaban su atención basados en este aspecto, ante lo cual indicaron que 
se privilegiaba el tipo de hecho victimizante o características referentes a condición de 
discapacidad y ciclo vital: “yo adapto mi atención según la historia de vida, no si 
pertenece a alguna etnia”, “hacerlo así es un poco injusto porque ¿quién protege a los 
campesinos?”. La discusión llevó a pensar que el enfoque diferencial hace parte de una 
atención preferencial: “acá lo que hay es una fila preferencial”, “se siente el resentimiento 
de los afros, pero no se les atiende diferente”. 
En el tercer eje relacionado con los procesos y procedimientos sensibles, se apuntó 
a identificar los daños que pueden causar con sus acciones (por acción u omisión) 
durante el acompañamiento. El equipo manifestó que debido a contingencias 
presupuestales de la ACDVPR, se ha ubicado a las víctimas en la medida de alojamiento 
temporal, en modalidad de arriendo, en zonas de riesgo psicosocial “¿con $150.000 
dónde se consigue una pieza?, pues arriba en Ciudad Bolívar”. También se afirmó que el 
presupuesto no es adecuado reflejándose en la falta de vehículos para realizar 
acompañamiento y seguimiento, tanto en las localidades como en los albergues; tampoco 
se cuenta con suficientes profesionales para garantizar la cobertura, dada la falla en la 
proyección de víctimas que serían acogidas por el distrito “somos la móvil sin móvil, por 
eso no se puede casi hacer trabajo en localidades”, “una sola camioneta no alcanzaba 
para todo, y ahora que no la tenemos, peor”. 
Otro daño que reconocen es el que se genera al crear falsas expectativas y posible 
dependencia institucional al manifestarles a las víctimas la continuidad del 
acompañamiento por un periodo prolongado de tiempo cuando egresen de los albergues, 
aún cuando se sabe que la sobrecarga laboral no lo permite. En cuanto a los 
Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
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seguimientos en los albergues, refirieron que se procura realizar con cada sistema 
familiar por lo menos un encuentro semanal. 
Con referencia a la supervisión y monitoreo de las acciones de las UM, el equipo 
manifestó la incoherencia respecto a la medición de resultados del acompañamiento 
psicosocial a través de reuniones de equipo, el cronograma de actividades y el número 
de registros ingresados en el sistema de atención, aún cuando el propósito de las UM 
apunta a la calidad de la atención: “qué miedo el año pasado cuando nos dijeron que iban 
a cerrar la móvil porque no atendíamos como un centro (número de personas)”. 
Dentro de los principios éticos en sus acciones, el equipo hizo referencia a unos 
mínimos de buen trato, como la disposición, calidez humana y empatía con la que 
cuentan todos los integrantes del equipo en sus atenciones: “es sorprendente como nos 
felicitan porque nosotros les hablamos bien”. 
En lo concerniente a la flexibilidad e innovación, señalaron que en el año que lleva 
la estrategia de las UM, han tenido que adaptarse a múltiples cambios en procedimientos, 
coordinaciones y rotación de personal, sin modificar la calidad de la atención, y 
relacionaron la creatividad con ir más allá en el apoyo a los procesos de atención en 
salud: “¿adaptarse a 6 coordinadores en 6 meses? somos unos duros”, “somos los 
únicos que los acompañamos hasta a las citas médicas”. Agregaron que la necesidad de 
atención a gran variedad de eventos les ha permitido ganar en capacidad de respuesta 
con eficiencia y eficacia: “con tantas cosas que han pasado, ya sabemos qué hacer hasta 
en tomas de los albergues o de la Plaza de Bolívar”. 
 Juego de Roles 
El juego de roles permitió la identificación de factores causantes de daño 
adicionales a los planteados anteriormente, relacionados con la manera de abordar a las 
víctimas y generar el proceso de empatía, entre los que se encuentran: 
 Uso inadecuado de tono de voz: Aunque la mayoría maneja un tono de voz adecuado 
en las atenciones, se realizó la observación sobre todo a los abogados. 
 No adecuación del lenguaje al contexto en que se realiza la atención y al de la 
víctima, cayendo en el excesivo uso de términos técnicos: Se resaltó el acierto de 
hablar de manera coloquial, sin embargo se enfatiza que se debe usar ciertos 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
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términos como derecho de petición, acompañamiento psicosocial, sustitución de 
medida, notificación de inclusión, etc., para que las víctimas introyecten los conceptos 
relacionados con las funciones de la unidad móvil y con los trámites que van a tener 
que realizar con otras instituciones. 
 Uso de contacto físico como herramienta de empatía desconociendo el leguaje no 
verbal de la víctima: Se enfatizó en los juegos de roles en la lectura de las posturas 
como de protección, inhibición, apertura, donde la persona se sienta acogida mas no 
invadida. 
 Falta de encuadre desde los perfiles profesionales haciendo énfasis en que su 
atención hace parte del acompañamiento psicosocial que brinda la ACDVPR, para 
lograr que la víctima la reconozca como parte de su proceso de reparación: Se 
identificó que muchas víctimas no relacionan los encuentros de la unidad móvil como 
un componente de la ayuda humanitaria, por lo que llegan a manifestar que la 
Alcaldía solo les ha dado hospedaje. 
 Caer en el asesoramiento en campos que no son de su experticia: Debido a 
dinámicas en la atención, la psicóloga a veces debe dar orientaciones jurídicas, o el 
promotor psicosocial realizar visitasdomiciliarias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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visión desde la ASD 
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5. Conclusiones y recomendaciones 
Teniendo en cuenta que los resultados obtenidos apuntan a establecer una relación 
comprensiva del accionar de las UM con respecto a la ASD, se puede concluir que: 
Primero, no se debería hablar de un acompañamiento psicosocial desvinculado de la 
ASD ya que son éstos elementos metodológicos los que permiten que el 
acompañamiento sea efectivo, adecuado y pertinente para lograr generar un 
restablecimiento de la dignidad de las personas víctimas del conflicto armado. Segundo, 
la reflexión sobre el acompañamiento psicosocial, debe permitir hacer conciencia del 
efecto, que por acción u omisión, tiene la intervención de los profesionales en la 
generación del daño. Ésta debe darse de manera constante durante el tiempo que se 
mantenga el contacto con las víctimas. Dadas las obligaciones éticas planteadas en los 
principios de la ASD se hace necesario el reconocimiento y la eliminación de posibles 
fuentes de daño como las identificadas en los resultados presentados en el capítulo 
anterior. 
El análisis en el que profundizaron los entrevistados, se centró en las atenciones 
individuales, por lo que queda en duda si las atenciones colectivas no generan daño o si 
están asociadas a las reportadas en la atención individual. Al respecto, se evidencia que 
las acciones colectivas no son reconocidas como vitales en la atención, aunque éstas 
faciliten desde el acompañamiento psicosocial el reconocimiento de experiencias 
similares en otras personas, aportando a la confianza y desculpabilización. 
Aunque en el ejercicio de recolección de información y análisis de las acciones se 
lograron identificar varias fuentes de daños de diferentes naturalezas, dándose la 
respectiva reflexión y discusión, falta ahondar en los mensajes implícitos en las 
respuestas dadas por los equipos de las UM. 
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
visión desde la ASD 
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Es así que la falta de comprensión y de conocimiento del fenómeno del conflicto 
armado puede generar que las acciones de las UM sean inocuas frente al proceso de 
reparación de las víctimas. Por tanto, si las UM pertenecen al Estado, es su obligación 
que las atenciones generen garantía de derechos y no sean vistas como un simple apoyo 
a personas víctimas de violencia. El reconocimiento del conflicto armado y de las 
violaciones a los DDHH y al DIH, no sólo fue una gran conquista en lo referente a la 
garantía de derechos, sino que también tiene unas implicaciones en la psique de las 
personas, pues les permite encontrar un responsable de las afectaciones y daños 
sufridos. En esta lectura del conflicto armado y de la Ley 1448, se debe precisar que el 
acompañamiento psicosocial debe apuntar a promover en las personas víctimas, un 
papel activo como sujetos políticos y sociales en la exigencia de sus derechos, en la 
reconstrucción y reivindicación de la memoria histórica y en su recuperación emocional 
(AVRE, 2010). 
En este mismo sentido, también es importante el reconocimiento de las razones a 
partir de las cuales surge el enfoque diferencial, con el cual se busca visibilizar la 
acentuación sistemática de la violencia y violaciones de los DDHH a grupos considerados 
histórica y culturalmente discriminados y sometidos. Así, el enfoque diferencial no puede 
limitarse a brindar un trato preferencial dada la subvaloración por supuestas 
incapacidades con respecto a ciclo vital o condición de discapacidad, sino que debe 
incluir una comprensión de “las relaciones entre pobreza y discriminación, las 
concepciones más amplias de territorio, el continuum de violencias contra las mujeres, 
entre muchas otras concepciones y categorías de carácter político y metodológico, que 
representan aportes clave para los análisis de contexto y problemáticas a intervenir en el 
desarrollo, la construcción de paz y la asistencia humanitaria, capaces de prevenir 
mayores daños” (Montealegre, Urrego, 2010). 
Hay algunas actividades que realizan los integrantes de la Unidad Móvil sin tener 
claro cuál es el objetivo reparador de la misma, ni a qué área del derecho apunta a 
restituir, como cuando no se reconoce que la construcción conjunta del PIA se constituye 
como un espacio de afirmación del derecho a la participación de las víctimas, lo que 
puede llevar a dudar que se estén propendiendo por procesos efectivos en la generación 
de autonomía y capacidad de agencia. Al respecto Sen resalta “una persona es libre de 
hacer y alcanzar en la búsqueda de la realización de las metas o los valores que esa 
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persona considere como importantes”11 , y desde este punto de vista actuar libremente y 
ejercer la capacidad de elegir son elementos que tienden a garantizar bienestar. 
En el mismo sentido, al no promoverse la participación de las víctimas, se limita 
que reconozcan la misma como herramienta para la garantía y restitución de sus 
derechos, siendo necesario su establecimiento desde el primer contacto con la víctima. 
Por ejemplo, en los espacios de reflexión después de la realización de los talleres, se 
propuso la participación de las víctimas como veedores de la atención apropiándose de 
los procesos de las instituciones, las obligaciones planteadas por la ley y las demandas 
de las víctimas. 
Se evidenció un conflicto ético en los integrantes de las UM, porque consideran que 
el objetivo del acompañamiento psicosocial, en ocasiones entra en tensión con los 
intereses de la institución y con algunos de sus procedimientos, dado que algunos de los 
requerimientos que se hacen a los profesionales en cuanto a la atención, apuntan más al 
beneficio de la institución que a la satisfacción de las necesidades de las víctimas: 
“¿cómo mandar a las personas a arriendo, si Cruz Roja no está entregando kit 
habitacional? ¿Qué duerman en el piso?”. Aunque la ACDVPR trata de responder a los 
diferentes componentes de la AHI expuestos en la Ley 1448, prioriza los procedimientos 
por falta de una adecuada planeación presupuestal, que genera daño a las víctimas, 
quienes perciben como agentes del mismo a los profesionales de las UM, lo cual a su vez 
genera desconfianza frente a las intervenciones que éstas puedan ofrecer. Ahora bien, si 
no se logra subsanar esta situación, las UM no podrán hacer que la víctima establezca 
nuevos vínculos de confianza con el Estado, con las instituciones y con otras personas. 
Igualmente la ayuda humanitaria está estandarizada en medida de alojamientos 
temporales, que no cuentan con enfoque diferencial, ni en las dinámicas internas ni en lo 
relacionado con la alimentación. Es por esto que dentro del acompañamiento psicosocial 
se refuerza el egreso de los albergues a medidas de arriendo, donde las familias sean 
más autónomas en cuando a prácticas familiares y culturales, y pueda ser más efectiva la 
activación de redes de apoyo con otras instituciones, iglesias y ONG’s. 
 
11
 Sen, Amartya. Citado en el artículo revista latinoamericana de desarrollo humano – PNUD. 
“Agencia y empoderamiento en la medición de la pobreza”. En: http://www.ophi.org.uk/wp-
content/uploads/Agencia.pdf?79d835 
http://www.ophi.org.uk/wp-content/uploads/Agencia.pdf?79d835
http://www.ophi.org.uk/wp-content/uploads/Agencia.pdf?79d835
 Evaluación del acompañamiento psicosocial de las Unidades Móviles de atención a Víctimas en AHI – Una 
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El equipo de la unidad móvil también planteó que entre sus funciones está la 
extensión del acompañamiento psicosocial a las familias una vez egresan de

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