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repositorio.uptc@uptc.edu.corepositorio.uptc@uptc.edu.co 1 Historia lingüística: de cómo se llega o se retoma el análisis de discursos Grupo de investigación EPISTEME César A. Romero farfán1 Licenciatura en Idiomas Modernos Español/Ingles Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia Colombia Carlos Rodríguez Juan Felipe Burgos Semilleros; expositores orales “De cómo se llega o se retoma el análisis de discursos” pretende mostrar y demostrar que el análisis del discurso no es una disciplina o una metodología de investigación lingüísticas independiente, nueva o autónoma frente a la Lingüística como ciencia y a su historia; por el contrario, el análisis de discursos se vislumbró desde hace varios siglos; se anunció, se elucidó, se ocultó, se lo dejó en el uso que, por distintas razones alcanzó el estatus de objeto de discernimiento epistémico, sólo después de la segunda mitad del siglo XX. Se subsumió, a veces, en la oración o en las estructuras, o recursos finitos y producciones infinitas de una lengua; en otras ocasiones, en la Sociología del Lenguaje o en la Sociolingüística, en la Pragmalingüística y, como consecuencia, en los actos de habla y en la dicotomía de enunciación-enunciado. Así, para varios lingüistas, el análisis del discursos, como metodología lingüística, basada en el análisis del habla, proveniente de la Textolingüística, no es novedoso, si con el término [novedoso] entendemos estudios, cuyo corpus se colija y contextualice del habla o uso de la lengua. Por el contrario, desde la antigüedad, autores como Horacio (citado por Sanabria, 1968, p. 47) apuntaban: “Muchas palabras caídas en desuso, serán de nuevo usadas; otras, hoy en boga, caerán en desuso, si así el uso lo quiere: que es el juez, el árbitro y norma del lenguaje”, y, más adelante, Quintiliano, quien de acuerdo con el texto en latín 1 Coordinador del grupo de investigación institucional EPISTEME. Línea de Investigación: lenguaje y redacción científica. Proyecto activo: COLOQUIO CONTINUADO DE GRAMÁTICA ESPAÑOLA 2 (citado por Sanabria, 1968, p. 58) aceptaba, como criterio de corrección idiomática [y análisis lingüístico], el uso. Además, ya se vislumbraba la necesidad de basarse en el uso, como asidero del encauzamiento pedagógico hacia usuarios competentes comunicativamente (cfr. Lomas, Osoro y Tusón, 1997). Para Patiño (2000, p. 370): “Al estudiar la conversación estamos situados en el terreno del discurso. La incorporación de esta manifestación lingüística en los años setenta – transgrediendo los límites de la gramática basada en la oración- constituye un hecho trascendental […] Después de siglos de estudio lingüístico dominado por la oración, se comprende hoy que es en el discurso en donde el lenguaje y la comunicación tienen su plena realización”. Sin embargo: “Debemos usar la etiqueta análisis del discurso para indicar la investigación de cómo las oraciones se colocan (sic.) en el uso comunicativo al realizar acciones sociales; el discurso de define grosso modo, en consecuencia, como el uso de la oración” (Widdowson, 1979, p. 93; citado por Bernal, 1986a, p. 141). Siguiendo con nuestra pretensión inicial, “si bien la lingüística del texto es de reciente arraigo, sus orígenes se remontan a varias décadas atrás, cuando diversos lingüistas propusieron y estudiaron algunos aspectos del lenguaje que hoy se enmarcan en ella. El holandés Teun A. Van Dijk [en Estructuras y funciones del discurso] señala estas siete etapas previas a la aparición del nuevo enfoque: la gramática estructural americana […], la tagmémica […], la escuela británica […], el estructuralismo checo […], el estructuralismo francés […], la lingüística alemana […], y la lingüística generativa”.(Bernal, 2013, pp. 259-261). Para Lewandowski (2000), el discurso, en especial el oral, tiene como resultado analítico el texto: “discurso fijado por escrito, imagen lingüística escrita o discurso conservado (cfr. p. 353)”. El discurso se representa, como corpus, mediante el texto. Como tarea fundamental de la lingüística del discurso se considera la descripción de la constitución del texto; la de los principios generales de su construcción, que forman parte 3 del terreno de la competencia lingüística; la de la cohesión y de la coherencia, así como la descripción de la función del texto, su intencionalidad, y su intensionalidad o efectos. A más de lo anterior, retomar el análisis de discursos, implicó la ocurrencia, entre varios, de los siguientes hitos: a. La pregunta por el lenguaje, como facultad, como adquisición, como imitación, como adaptación; como producto de la inteligencia, como mito, entre otras. Desde el Antiguo Testamento, en la tradición cristiana, hasta la ciencia del lenguaje en la India, con Panini, uno de los estudiosos más citados en India y en Europa, luego de que se descubrieran sus importantes elucubraciones gramaticales. La gramática de Panini es una obra, considerada como la primera gramática del sánscrito (lengua sagrada de los brahmanes). (Cfr. Corredor y Romero, 2009, p. 206). b. La indagación por la palabra y por el significado. Especialmente, la corriente Anomalista, de acuerdo con la cual el significado de las palabras no está en su esencia, ni en los objetos o entes que nombran; ni en la sociedad, sino en el uso. Uso que, sin duda, podría analogarse y colegirse, hoy, del contexto. c. Yuxtapuesto a lo anterior, el aporte de los griegos a la ciencia del lenguaje; especialmente, en sus lúcidos análisis sobre los planos estético y filosófico. Más allá, en su valoración, extrema a veces, de la lengua materna frente a las extranjeras, denominadas: idiomas bárbaros. d. Los estudios de Aristóteles: Algunos de sus presupuestos, además, constituyen hoy en día temas centrales dentro decualquier teoría lingüística seria. Tales, por ejemplo, las relacionesentre el universo del sonido y el universo del significado,el análisis proposicional y, también, las relaciones entrelenguaje, pensamiento y realidad […] [De otro lado] piénsese,por ejemplo, en el sinnúmero de observaciones que aparecen enLas 4 categorías, la Poética o la Retórica, para no citar sino unaspocas. Una de ellas, y a manera de comentario, tiene que vercon la concepción de la acción, que la pragmalingüística vieneestudiando prolífica y acertadamente. Tal como lo manifestó van Dijk, sin una adecuada teoría de la acción no puedeabocarse ningún estudio pragmático. Pues bien, Aristótelesdesarrolló una sólida e interesante teoría de la acción, continuada después por la tradición grecorromana. (Bernal, 1986b, p. 517). e. Los estudios de Varrón: La carrera política y la obra literaria de Marco Terencio Varrón Reatino (116-27 a. C.) abarcadesde los últimos años de la época arcaica […] hasta los comienzos del esplendor augústeo […] Los libros del De lingua Latina que se han conservadoestudian etimológicamente el léxico latino por grupos temáticos, V-VII, contra la anomalía, elVIII, y sobre la analogía, IX y X; de ahí que en algunas ediciones del siglo XVI aparezcan loslibros divididos por temas, etimología, lengua latina, analogía […] Varrón es lafuente principal para el conocimiento de la controversia sobre la regularización gramatical quepropugnaban los analogistas, entre los que se encontraban Julio César (vid. Fichas 109-110),Cicerón (vid. Fichas 134, 135, 162) y el propio Varrón, y la aceptación del uso lingüístico queadmitía la escuela anomalista. (Solis, 2011, p. 1). f. La Edad Media. La herencia de los gramáticos latinos, con referencias a las categorías gramaticales, a veces, inmersas en el contexto de ciertas realizaciones comunicativas. Así mismo, el importante estudio escolástico y las discusiones sobre los binomios lenguaje-pensamiento ylenguaje-comportamiento, entre otros. Y las reflexiones sobre la inmanencia y la trascendencia del lenguaje, con un centramiento enorme en la inmanencia que, al principio del siglo XX, con las reflexiones sobre la Semiología y la Semiótica, comenzó a cederle paso a la trascendencia. 5 g. El estudio de grupos, familias, troncos y agrupaciones lingüísticas que ya eran de importancia, previa la aparición de obras de tanto calado como “La divina comedia”. Los criterios histórico y geográfico comienzan a abrirse paso en la pregunta por las lenguas madre o por las lenguas que originarían el griego y el latín, como lenguas de conquista, lenguas conquistadoras y lenguas por conquistar. h. De hecho, el Renacimiento y su impulso a las literaturas nacionales, así como las grandes religiones que, en un principio, fueron humildes y que, paulatinamente, alcanzaron sitiales y poder increíbles. Las oraciones de las mismas, como por ejemplo el «Páter Nóster» y la necesidad de traducirlas, poco a poco, a lenguas distintas al Latín o a dilectos provenientes del mismo. i. El acápite de Bühler (1980), intitulado: «Sobre el uso retórico de mímica y gestos, según Quintiliano», que parece ser un importante adelanto a la necesidad de considerar, a más de la lengua articulada, otros hechos paralingüísticos, como elementos significativos y que propician el entendimiento por parte de los receptores, según una teoría matemática de la comunicación, o interlocutores, según una teoría discursiva. De hecho, en tal apartado del libro de Bühler, Quintiliano parece reconocer la importancia de lo no verbal en cualquier proceso de la comunicación. Importancia que hoy está por encima de la misma verbalización. De otro lado, Quintiliano concibe la oración, como “una unidad amplia, es decir, rebasa el nivel oracional. Es así como con este término hace referencia a la totalidad de un discurso público o a una parte de un discurso” (Corredor, 2015, p. 5). j. Precisamente, la lengua muda; la articulada y la de señas; el lenguaje simbólico, y la lengua humana compuesta figuras retóricas, discursivas, y de vocablos polisignificativos, son conceptos que, hoy por hoy, el análisis de discursos tiene en cuenta, como criterios válidos y necesarios de comunicación, y como componentes de cualquier acto comunicativo, si de significado y de estudios que conlleven connotación o simbolización, se trata. 6 k. El conocimiento del sánscrito,con personajes tan descollantes como los Hermanos Schlegel y F. Bopp (siglo XIX) yuxtapuesto al estudio histórico de las lenguas, con estudiosos como el fundador de la Gramática Histórica J. Grimm (siglo XIX). l. Las “Historias de la Lingüística” acendradas en la tradición de la lingüística hispánica, en las que los criterios contextuales y cercanos a la influencia del ambiente sobre la lengua, aunque a veces se mire de soslayo, no deja de considerarse como parte fundante de los estudios sobre la misma. Se destaca la obra de VilhelmThomsen (publicada en la primera década del siglo XX), a la que algunos han denominado como el opúsculo fundacional de la historia de la lingüística. m. Y, finalmente, la aparición del “Curso de Lingüística General”, con el que se funda la Lingüística, ciencia de la lengua, del lenguaje, del habla, en la que dicotomías, tales como lengua/habla, sincronía/diacronía, significante/significado, forma/sustancia, estructura superficial/estructura profunda, competencia/actuación, texto/discurso, lenguaje/pensamiento, lenguaje/comportamiento, lenguaje/mente, lenguaje/cerebro, entre otras, retomadas, a veces, de importantes escuelas como ModistaeSignificandi (siglo XVII), Port Royal (siglo XVII), o de lingüistas trascendentes como Humboldt (siglo XIX), a quien algunos no dudan en llamar: padre de la teoría lingüística. De acuerdo con lo escrito, el análisis de discursos no es una forma de trabajo en Lingüística nueva o novedosa. Por el contrario, se ha llegado a la misma, como consecuencia de innumerables trabajos en los que, a veces tangencialmente, se reconoce conceptos tan relevantes para el dicho análisis, tales como; locutor, interlocutor, contexto, teoría de la acción, teoría de la relevancia, tagmémica, acto de habla, coherencia y cohesión, intención e intensión, análisis pragmático, análisis denotativo, análisis connotativo, texto, discurso, macroestructura, proposición, presuposición, entre decenas que, ojalá, pronto, puedan formularse en dicotomías, constructo teórico que le ha hecho mucho bien, no sólo a la Lingüística General, a la Teórica, sino también a la Aplicada. 7 Finalmente, acorde con Bernárdez (2004, pp. 279-287) en su excelente “Historia brevísima de la Lingüística Contemporánea”, véanse las siguientes diapositivas, diseñadas por el autor de estas líneas, en las que se esboza ciertos antecedentes –del siglo XX- en relación con análisis de discursos. Figura 1. De cómo la última mitad del siglo XX conlleva Subdisciplinas Lingüísticas Figura 2. Alguna diferencia entre el ANÁLISIS DEL DISCURSO y la LINGÜÍSTICA DEL TEXTO Figura 3. De la PRAGMÁTICA como asidero del Uso en Contexto 8 Figura 4. El análisis de discursos hoy Referencias Bibliográficas. Bernal L., J. (1986a). Antología de lingüística textual. Bogotá: Imprenta patriótica del Instituto Caro y Cuervo, Yerbabuena. Bernal L., J. (1986b). Algunas ideas de Aristóteles sobre el lenguaje. Bogotá: THESAVRVS. Boletín del Instituto Caro y Cuervo. Tomo XXXVIII, Número 3, septiembre-diciembre, 1983, p. 493-519. Bernal L., J. (2013). Tres momentos estelares en lingüística. Reimpresión de la edición de 1984. Bogotá: Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo. Series Minor XXV. Bernárdez, E. (2004). ¿Qué son las lenguas? Madrid: Alianza Editorial, 2004. Bühler, K. Teoría de la expresión. Madrid: Alianza Editorial, 1980. Corredor, J & Romero, C. (2009). Seis gramáticos celebérrimos, y sus gramáticas: Panini, Dionicio de Tracia, A. de Nebrija, A. Bello, Rufino J. Cuervo Urisarri y Miguel A. Caro Tobar. 2011. Cuadernos de Lingüística Hispánica, No. 14, 2009, pp. 199-222, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja. Corredor, J & Romero, C. (2009).Quiz de lingüística general: breve relato de una experiencia pedagógica en el aula. Cuadernos de Lingüística Hispánica. No. 13, 2009, pp. 91-112, Uptc, Tunja. Corredor, J. (2015). Marco Fabio Quintiliano e instituciones oratorias. Hacia unos posibles antecedentes del análisis del discurso. Voces & Visos. Año 9, No. 18, Tunja, p. 5. Estrada Duque, S. (1988). Panorama general de la lingüística desde Panini hasta Saussure. Cali: Universidad del Valle. Laborda Gil, X. (2009). La fundación de la historia de la Lingüística por Thomsen en 1902. TONOS. Revista electrónica de estudios filológicos. S. V., No. 18, 2009, corridas. Recuperado en: http://www.um.es/tonosdigital/znum18/secciones/estudio-13-thomsen.htm. 9 Lewandowski, T. (2000). Diccionario de lingüística, 5ª. Edición, Cátedra, Madrid. Lomas, C., Osoro, A & Tusón, A. (1997). Ciencias del lenguaje, competencia comunicativa y enseñanza de la lengua. 1a. Reimpresión. Barcelona, Paidós. Leroy, M. (1982). Las grandes corrientes de la lingüística. México: Fondo de Cultura Económica, 1a. reimpr. 2a. Ed. López et alii. (1999) Lingüística general y aplicada. Valencia: Universidad de Valencia, Véase, especialmente: Capítulo: LAS LENGUAS DEL MUNDO. Martinet, A. (1970). La lingüística sincrónica. Estudios e investigaciones. Madrid: Gredos. Margáin, H. (1998). Racionalidad, lenguaje y filosofía. 2ª. Edición. México: Fondo de Cultura Económica. Patiño Rosselli, C. (2000). Sobre etnolingüística y otros temas. Bogotá: Imprenta patriótica del Instituto Caro y Cuervo. Romero Farfán, C. (2014). Lección de Lingüística. Consideraciones en torno de FerdinandDe Saussure: asidero de la lingüística actual. Cuadernos de Lingüística Hispánica, núm. 24, 2014, pp. 13-24. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Tunja. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=322231458002. Rosenblat, Á., & Sanabria, A. (1968). Rectifique usted sus conocimientos gramaticales. Tunja: La Rana y el Águila, Uptc. Solis, J. (2011). 132. Marco Terencio Varrón (116-27 a. C). [De lingua latina]. La antigüedad en el fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla. 2 p. Recuperado a través de Google en: http://expobus.us.es/tannhauser/ftp/file/132.pdf
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