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AUXILIAR DE ENFERERÍA El Auxiliar de Enfermería está formado para colaborar en el cuidado de enfermos, la promoción de la salud y también para la prevención de enfermedades bajo la supervisión de profesionales en enfermería o médicos ERGONOMÍA 2 C O N T E N I D O ERGONOMÍA Necesidades de movimiento y ejercicio: beneficios del movimiento, tipos de movimientos, las articulaciones, habilidades motoras y valoración en enfermería. Mecánica corporal. Manejo del paciente incapacitado o semiincapacitado. Movilización. Necesidades de higiene: el lavado de manos, intervenciones de enfermería. Baño en cama. Fuentes de infección. Necesidades de seguridad: factores que afectan la capacidad de una persona para protegerse, intervenciones especiales de enfermería, programas de seguridad. Necesidades del enfermo terminal: etapas de la agonía, necesidades físicas, la muerte. 3 ERGONOMÍA NECESIDADES DE MOVIMIENTO Y EJERCICIO El movimiento es un componente esencial de la vida de un ser humano, tal es así que la pérdida permanente de la capacidad para mover alguna parte del cuerpo es una de las peores tragedias que pueden ocurrirle a una persona. La pérdida de movilidad: • Afecta la autoestima. • Hace peligrar la independencia de una persona. • Afecta la oportunidad de comunicarse con los demás. • La pérdida sensorial dificulta la interacción con el entorno. • Causa rápidamente la pérdida de la función del miembro (se estima que la fuerza y el tono de músculos inmovilizados puede disminuir hasta un 5% cada día cuando no hay contracción alguna). Efectos adversos del reposo en cama Todos los sistemas del cuerpo funcionan con mayor eficiencia cuando están activos, por lo que el restablecimiento de la fuerza y el tono muscular después de una enfermedad o intervención quirúrgica es un proceso lento que puede tardar meses o incluso años. Las enfermeras/os que cuidan pacientes durante la etapa aguda de enfermedades (que requieren más de unos días en cama) deben hacer todo lo posible por evitar la degeneración de los músculos inactivos y el desarrollo de complicaciones que limitarán la movilidad de la persona o retardarán su recuperación y el restablecimiento completo de la salud. El reposo prolongado en cama en pacientes operados, después del parto y de enfermedades agudas, conlleva un importante riesgo de complicaciones: retraso del índice metabólico basal y disminución de la fuerza, el tono y el tamaño 4 muscular, cambios posturales, estreñimiento, mayor vulnerabilidad a infecciones pulmonares y de vías urinarias, y problemas circulatorios, como trombosis y embolias. El proceso degenerativo también puede afectar los huesos y la piel. Cuando el individuo está acostado aumenta la frecuencia del pulso a medida que el corazón trabaja más para hacer frente a la cantidad adicional de sangre que regresa de las piernas a la circulación general. La excreción de calcio, nitrógeno y fósforo es mayor y puede haber depleción de estos elementos. El paciente suele desarrollar sensaciones de angustia y con frecuencia experimenta hostilidad, a causa de la alteración del funcionamiento de las actividades físicas y mentales y de sus patrones del sueño. Beneficios del ejercicio Los beneficios fisiológico, psicológico y social del ejercicio han recibido atención creciente en los últimos años. La vida predominantemente sedentaria de tantos individuos se ha considerado como un factor importante en la génesis de muchas enfermedades que los aquejan, como coronariopatías, hipertensión, diabetes y obesidad. Entre los cambios fisiológicos que resultan del ejercicio regular, numerosos estudios han demostrado que son, entre otros: el incremento de la fuerza, el tono y el tamaño muscular, una mayor eficiencia del corazón, aumento de la tolerancia al trabajo, mejor eficiencia pulmonar, de la digestión y la agudeza mental, mejores patrones de sueño, incremento de los valores de hemoglobina en sangre; disminución de la presión arterial, reducción de los depósitos de tejido adiposo y disminución de los valores de colesterol en sangre. Se ha comprobado que también mejoran sus posibilidades de supervivencia después de un ataque cardiaco. Suelen recuperarse de infartos con mayor rapidez que quienes no son aptos físicamente. A menos que se considere necesario someterse a un programa deportivo enérgico para obtener estos beneficios, se ha comprobado que con tres sesiones semanales de media hora durante seis semanas de actividades como natación, trote corto, ciclismo o 5 calistenia, seguidas de un plan de conservación una o dos veces a la semana, mejorará en forma importante la aptitud en todos los aspectos de la función fisiológica comentados anteriormente. El reposo forzoso Para la recuperación de muchas enfermedades se necesita el reposo e inmovilidad forzosa para que la región lesionada del cuerpo no sufra mayores daños. • Después de un ataque cardíaco es importante evitar al corazón el mayor trabajo posible, sobre todo las primeras 24 a 48 horas, de tal forma que el proceso de reparación tisular se lleve a cabo sin un esfuerzo mayor que el absolutamente necesario. • Es necesario inmovilizar huesos rotos y ligamentos desgarrados, a fin de que los tejidos óseos o las fibras de aquéllos se unan lo suficiente para soportar su deterioro natural durante las actividades diarias. • Algunos trastornos causan pérdida parcial o total de la movilidad; por ejemplo, artritis (inflamación de las articulaciones que con frecuencia limita la movilidad) y parálisis, que puede ocasionar inmovilidad de la mitad o más del cuerpo. En la mayor parte de las enfermedades los pacientes inician el ejercicio casi inmediatamente después de la etapa de crisis. Incluso algunos pacientes sometidos a cirugía se levantan y caminan (con ayuda) por el pasillo unas horas después de la operación. Las personas que no pueden dejar la cama deben hacer sus ejercicios en ella en forma de movimientos activos o pasivos en todos sus arcos de movimiento, según los toleren. TIPOS DE MOVIMIENTO El cuerpo tiene seis grandes partes que son móviles: cabeza, tronco, los dos brazos y las dos piernas. También se mueven otras más pequeñas, como manos, pies y dedos, que forman parte de una porción mayor, pero pueden moverse independientemente. 6 Los diferentes tipos de movimientos son: Abducción: movimiento que separa el eje central (línea media) del cuerpo. 7 • Aducción: movimiento hacia el eje central (línea media) del cuerpo. • Flexión: acto de doblarse; disminuye el ángulo entre las dos partes que se mueven. • Extensión: consiste en estirar; aumenta el ángulo entre las dos partes que se mueven. • Hiperextensión: extensión más allá del arco de movilidad; por ejemplo, echar la cabeza para atrás, hacia el raquis. • Deslizamiento: movimiento en un plano, como resbalar. • Rotación: movimiento circular alrededor de un eje fijo. • Circunducción: movimiento circular de un miembro o una región cuando forma parte de un cono, como al dar al brazo un movimiento circular. • Pronación: voltear para abajo, hacia el suelo. • Supinación: voltear para arriba (opuesto a pronación). • Inversión: girar para adentro, hacia el cuerpo. • Eversión: girar hacia fuera, separándose del cuerpo. LAS ARTICULACIONES Son la unión entre las partes blandas y duras de dos o más huesos. 8 Tipos de articulaciones • Inmóviles, suturas o fibrosas Por ejemplo: frontoparietal, biparietal, occipitoparietal, temporoparietal, etc. • Semimóviles,cartilaginosas Por ejemplo: sínfisis pubis, sacro ilíaca. • Móviles o sinoviales Por ejemplo: enartrosis: escapulohumeral (hombro), coxofemoral (cadera) Cómo funcionan las articulaciones Los diversos movimientos son posibles gracias a las articulaciones, cuyo principal propósito es hacer de “bisagras”. Cada articulación móvil se “proyecta” para hacer posible cierto tipo de movimiento y tiene un límite definido. 9 Planos del cuerpo Los movimientos del cuerpo suelen describirse en relación con planos, un término tomado de la física. Según esto, cuando el cuerpo está en posición vertical, se divide en tres secciones: • Plano sagital: derecha e izquierda. • Plano frontal: dorsal y ventral. • Plano transverso: superior e inferior. El centro del peso (centro de masa o gravedad) del cuerpo se localiza en la pelvis a nivel de la segunda vértebra sacra. La línea de gravedad es una recta imaginaria que pasa desde la parte superior de un objeto a través de su centro de gravedad, para formar un ángulo recto con el suelo. Cuando el cuerpo está erecto, en buena posición anatómica, la línea de gravedad cae en el plano frontal hacia abajo, adelante de la oreja, a través del centro de gravedad en la pelvis y ligeramente enfrente de las articulaciones de la rodilla y el tobillo, hasta la parte media de la base de apoyo del cuerpo, de tal forma que es perpendicular al piso. El cuerpo es más estable en esta posición porque su eje de gravedad se encuentra en línea directa con la fuerza gravitacional de la Tierra. HABILIDADES MOTORAS Y LA VALORACIÓN EN ENFERMERÍA La habilidad para mover las partes del cuerpo y controlar estos movimientos permite que el individuo desarrolle las capacidades motoras necesarias para las actividades de la vida diaria. Las habilidades motoras básicas necesarias para las actividades de la vida diaria son las que se aprenden desde el inicio de la vida. 10 1. Levantar la cabeza estando acostado de espalda. 2. Asir un objeto en la mano. 3. Llevarse un objeto a la boca. 4. Girar hacia un lado o el otro estando boca arriba. 5. Voltearse boca arriba y boca abajo. 6. Sentarse desde la posición de espalda. 7. Ponerse de pie y sentarse. 8. Trasladar de un sitio a otro. 9. Caminar. Al valorar el estado motor de un paciente cuando se prepara un plan de asistencia, la enfermera/o necesita información sobre sus habilidades motoras ordinarias y su estado actual al respecto. También debe conocer cualquier problema de salud reciente que haya padecido, además de los actuales. Si la persona tiene un problema de salud reciente, o lo ha tenido, la enfermera/o debe enterarse de los planes diagnósticos y terapéuticos del médico. Por ejemplo, necesita saber si en la atención del enfermo también participan otros miembros del personal de salud, como el fisioterapeuta o el terapeuta ocupacional. Debe enterarse si hay algunas restricciones de movilidad, como reposo en cama o que no haga ejercicio. Asimismo, debe conocer el posible pronóstico del enfermo. Sin embargo, cabe señalar que suele ser difícil pronosticar si recuperará la función motora que se ha deteriorado por enfermedades como apoplejía o lesión raquídea. Con frecuencia la recuperación es lenta, y en algunos casos quizá necesite años en lograrse. No hay que renunciar tan solo porque un pronóstico tentativo no dé esperanzas. 11 Gran parte de la información necesaria se encuentra en el expediente del enfermo, la historia de enfermería, la valoración clínica inicial, las notas del médico en el expediente y los informes de valoraciones hechas por otros miembros del personal de salud. Si se ha llamado a un fisioterapeuta, suele hacer una valoración completa de las capacidades funcionales motoras. Cuando un paciente tiene trastornos de este tipo, el médico a cargo consulta con frecuencia a médicos especialistas, como el neurólogo o el fisiatra, cuyos informes también deben encontrarse en el expediente del enfermo. Además, los familiares suelen ofrecer información muy útil sobre sus capacidades funcionales motoras. La función sensorial y la motora suelen estar muy relacionadas, y con frecuencia el primer signo de recuperación de la capacidad funcional en un miembro es la sensación de presión. Es posible que el paciente, el personal de enfermería o un familiar sean quienes lo observen por primera vez. La enfermera/o debe estar pendiente de los signos de aumento de la tensión muscular, o del movimiento de músculos fláccidos cuando haga los ejercicios pasivos en el límite de la movilidad, y anotarlo en el expediente. El cuidado de pacientes con problemas de la función motora Los principios importantes en el cuidado de pacientes con problemas de la función motora pueden dividirse en dos categorías: • Los relacionados con las necesidades de ejercicio para evitar degeneración muscular o mejorar la fuerza y el tono. • Los que se refieren a ayudar a las personas incapacitadas a moverse solas. Las intervenciones específicas que toma en cuenta la enfermera/o cuando elabora un plan de asistencia para sujetos con estos problemas también pueden dividirse en dos grupos de actividades. En consecuencia, se considerará cada grupo de principios en cuanto se relacionan con las intervenciones específicas de enfermería. Los objetivos de la acción de enfermería en pacientes con problemas reales o posibles de la función motora son: 1. Conservar la fuerza y el tono de los músculos que no se utilizan y cuyo movimiento no está contraindicado por la naturaleza del problema de salud que puedan tener. 12 2. Prevenir la degeneración de estos músculos. 3. Evitar contracturas que pudieran impedir la movilidad de las articulaciones. 4. Restablecer, cuanto sea posible, la fuerza y el tono de los músculos dañados. 5. Promover la fuerza y el tono óptimos de los músculos. 6. Prevenir el deterioro de otras capacidades funcionales del enfermo, por la limitación de la movilidad. 7. Conservar o recuperar la independencia de las actividades de la vida diaria en cuanto sea posible. TIPOS DE EJERCICIO Básicamente hay tres tipos de ejercicio: • Pasivos. En estos ejercicios la región del cuerpo es movida por otras personas; los músculos no se contraen activamente. Este tipo de ejercicio ayuda a evitar contracturas, pero no aumentan la fuerza ni el tono muscular. • Isométricos. Son una forma de ejercicios activos en que el paciente aumenta conscientemente la tensión de los músculos, pero sin mover la articulación ni cambiar la longitud del músculo. Este tipo de ejercicio, en ocasiones llamado de “calistenia muscular”, puede ayudar considerablemente a conservar o mejorar la fuerza y el tono muscular. • Isotónicos. También son una forma de ejercicio activo. En ésta el paciente suministra la energía para ejercitar activamente los músculos y mover el miembro u otra parte del cuerpo. En los ejercicios isotónicos el músculo se contrae o acorta activamente, haciendo que el miembro se mueva. Aumentan la fuerza y el tono muscular y mejora la movilidad articular. Los ejercicios se planean como parte regular de las actividades de enfermería. Se estimula al paciente a que ejercite en forma activa los músculos que puede utilizar, y la enfermera/o ejercita pasivamente los que el individuo no puede mover. Los pacientes pueden aprender a hacer ejercicios isométricos sin ayuda cuando 13 están inactivos en cama, y en esta forma pueden completar los programas de ejercicios isotónicos. Los ejercicios pueden ser individuales o grupales. Estos últimos son útiles desde el punto de vista social (aumentan la estimulación sensorial), y también tienen beneficiosfisioterapéuticos. Es común que se hagan en algunas unidades de obstetricia para que las pacientes recuperen el tono muscular perdido por el embarazo y el parto. Con frecuencia se utiliza terapéutica ocupacional para complementar la fisioterapia, a fin de ayudar a que los pacientes recuperen o conserven la fuerza muscular y eviten la pérdida de la movilidad articular. El grado de tolerancia al ejercicio varía mucho según la persona. Se debe evitar la fatiga y el dolor cuando se hace ejercicio. Y si bien es necesario que las articulaciones se ejerciten en todos sus arcos, pero la enfermera/o no debe forzar el movimiento cuando cause dolor o haya resistencia. Los ejercicios se planean según las necesidades y capacidades motoras de cada persona, considerando edad, sexo, grado de movilidad y limitaciones impuestas por problemas de salud actuales o crónicos (en la cama, o con la ayuda de un andador o muletas), y sus intereses. Principios básicos de la mecánica corporal La aplicación de esos principios facilitará su interacción física con el paciente y reducirá la posibilidad de que se lesione. 1) Los músculos grandes se fatigan con menor rapidez que los pequeños. 2) Los músculos siempre ·están en ligera contracción. 3) La estabilidad de un objeto siempre es mayor cuando tiene una base amplia de apoyo, un centro de gravedad bajo, y la línea de gravedad es perpendicular al suelo y cae dentro de la base de apoyo. 4) El grado de esfuerzo necesario para mover un cuerpo depende de su resistencia y de la fuerza de gravedad. 5) La fuerza necesaria para conservar el equilibrio del cuerpo es máxima cuando la línea de gravedad está más alejada del centro de la base de apoyo. 6) Los cambios de actividad y posición ayudan a conservar el tono muscular y evitan la fatiga. 14 7) La fricción entre un objeto y la superficie en que se mueve influye en la cantidad de trabajo necesaria para moverlo. 8) Tirar o deslizar un objeto requiere menor esfuerzo que levantarlo, porque para ello es necesario moverlo contra la fuerza de gravedad. 9) Utilizando el peso propio para contrarrestar el de un paciente se requiere menos energía en el movimiento. 10) Se debe estar consciente de las propias limitaciones y capacidades, y las del paciente, antes de moverlo. 1) Los músculos grandes se fatigan con menor rapidez que los pequeños. Si se utiliza un grupo de músculos grandes, se hace menos tensión en el cuerpo que cuando se emplean grupos musculares más pequeños o uno aislado. Por ejemplo, se hace menos esfuerzo cuando se levanta un objeto pesado flexionando las rodillas en vez de doblar la cintura. En el primer movimiento se utilizan los músculos glúteos y femorales grandes, en tanto que en el último se aplican músculos más pequeños, como los sacroespinales de la espalda. 2) Los músculos siempre están en ligera contracción. Este estado se llama “tono muscular”. Si la enfermera/o los prepara antes, protegerá sus ligamentos y músculos de distensiones y lesiones. Por ejemplo, podrá levantar mejor un objeto pesado si contrae primero los músculos del abdomen, la pelvis y los glúteos. 3) La estabilidad de un objeto siempre es mayor cuando tiene una base amplia de apoyo, un centro de gravedad bajo y la línea de gravedad es perpendicular al suelo y cae dentro de la base de apoyo. En los movimientos es preferible separar más los pies y doblar las rodillas, en lugar de la cintura. De esta forma se conserva la línea vertical del centro de gravedad dentro de su base de apoyo, obteniendo mayor estabilidad. Por ejemplo, al ayudar a un paciente a moverse, la posición de la enfermera/o es más estable, y en consecuencia puede conservar mejor su equilibrio si se para con los pies separados y dobla las rodillas en vez de la cintura. 4) El grado de esfuerzo necesario para mover un cuerpo depende de su resistencia y de la fuerza de gravedad. Si se utiliza la gravedad, en vez 15 de actuar contra ella, la enfermera/o puede reducir el esfuerzo necesario en el movimiento. Por ejemplo, es más fácil levantar un paciente en la cama cuando está acostado plano y su centro de gravedad ha pasado hacia los pies de la cama que cuando se encuentra sentado y la resistencia de su cuerpo al movimiento es mucho mayor. 5) La fuerza necesaria para conservar el equilibrio del cuerpo es máxima cuando la línea de gravedad está más alejada del centro de la base de apoyo. En consecuencia, la persona que sostiene un peso cerca de su cuerpo hace menos esfuerzo que si lo soporta con los brazos extendidos. Por ejemplo, cuando se pasa a un paciente de la cama a una camilla, es más fácil para quien lo levanta si conserva el cuerpo del enfermo cerca del suyo. 6) Los cambios de actividad y posición ayudan a conservar el tono muscular y evitan la fatiga. Si una persona cambia de posición, así sea ligeramente, cuando lleva a cabo alguna tarea y varía su actividad de cuando en cuando, conservará un mejor tono muscular y evitará la fatiga indebida. 7) La fricción entre un objeto y la superficie en que se mueve influye en la cantidad de trabajo necesaria para moverlo. La fricción es una fuerza que se opone al movimiento. Las superficies muy lisas producen el mínimo de fricción; en consecuencia, se necesita menos energía para mover objetos en estas superficies. La enfermera/o puede aplicar este principio cuando cambia la posición de un paciente en la cama asegurando una base lisa en que pueda moverlo. 8) Tirar o deslizar un objeto requiere menor esfuerzo que levantar/o, porque para ello es necesario moverlo contra la fuerza de gravedad. Por ejemplo, si la enfermera/o baja la cabecera antes de ayudar al paciente a moverse, necesita menos esfuerzo que cuando está levantada. 9) Al usar el propio peso para contrarrestar el del paciente se requiere menos energía para moverlo. Si una enfermera/o utiliza su peso para tirar o empujar a un paciente, aumenta la fuerza que se aplica al movimiento. 16 Métodos para movilizar a los pacientes Levantar al paciente y ayudarlo a moverse a un lado de la cama 1. La enfermera/o se coloca de pie frente al paciente, del lado de la cama hacia el que desea moverlo. 2. Separa los pies, una pierna adelante de la otra y las rodillas y caderas flexionadas, para colocar sus brazos al nivel de la cama. 3. La enfermera/o pone una mano en cada una de las caderas del paciente a la altura de los trocánteres. 4. Desplaza su peso sobre el pie delantero y pasa su peso corporal del pie delantero al trasero a medida que se inclina hacia atrás (como balanceándose), llevando al paciente hacia ella hasta el lado de la cama. A medida que se inclina hacia atrás desciende sus caderas. En este procedimiento hay que tirar del paciente en vez de levantarlo, por lo que, en caso de que el enfermo no pueda doblar las piernas, es importante que por lo menos las tenga cruzadas para disminuir al máximo la resistencia al movimiento. 5. Después de desplazar las caderas, solo hay que acompañar los hombros, la columna y las piernas al extremo de la cama. Levantar los hombros de un paciente incapacitado 1. Se pone de pie a un lado de la cama, de frente hacia la cabeza del enfermo. Se coloca en una posición amplia con el pie cercano a la cama 10) Debe estarse consciente de las propias limitaciones y capacidades, y las del paciente, antes de moverlo. Si la enfermera/o no se considera capaz de hacerlo sola/o, debe solicitar siempre apoyo o utilizar ayuda mecánica, como elevadores hidráulicos (grúas). 17 atrás del otro y con las piernas flexionadas, de tal forma que sus brazos queden a nivel de la cama. 2. Invita al paciente a cruzar sus brazos sobre su tórax. 3. Pasa su brazo más próximo al paciente bajo su cuello,hasta que la fosa cubital quede a la altura de la nuca, y apoya la otra mano en la cama, a la altura de la cintura del paciente. 4. Para levantarlo, la enfermera/o se desplaza hacia adelante, pasando su peso del pie delantero al trasero, elevándose y apoyándose en la mano que tenía a la altura de la cintura del enfermo para equilibrarse. Una vez más, el peso de la enfermera/o debe contrarrestar el del paciente. Levantar los hombros de un paciente semiincapacitado 1. La enfermera/o se coloca cerca de la cabecera, en el lado derecho de la cama. Su pie cercano a la cama está atrás y el otro adelante. Esta posición le proporciona una base de apoyo amplia. 2. La enfermera/o realiza esta movilización de manera uniforme. Toma la mano izquierda del paciente en su mano izquierda y le invita con la voz de “vamos”. 3. Al mismo tiempo que lo invita, la enfermera/o se balancea hacia su lado derecho utilizando como punto de apoyo la mano derecha que tenía libre y desplazando su peso del pie izquierdo al derecho, hasta que el paciente quede sentado en la cama. Mover a un paciente hacia arriba de la cama 1. Se coloca una enfermera/o a cada lado de la cama mirando hacia el enfermo, y una le invita a flexionar las piernas si le es posible. 2. Las enfermeras/os colocan un almohadón en la cabecera, para evitar en todo lo posible el riesgo de lesión, y pasan la mano que tienen más próxima al enfermo bajo su omóplato, en tanto que con la otra se sujetan al cabezal de la cama. 18 3. Flexionan la rodilla más próxima a la cama y la apoyan en el borde de esta. Ambas tiran hacia adelante con la mano que sujeta el cabezal y descargan su peso sobre la rodilla que tienen sobre la cama. Método para mover hacia arriba de la cama a un paciente incapacitado 1. El paciente flexiona las rodillas, llevando sus talones hacia los glúteos. 2. La enfermera/o se coloca de pie a un lado de la cama, volteada ligeramente hacia la cabeza del paciente. Un pie está un paso adelante del otro, quedando atrás el que está pegado a la cama; sus pies apuntan hacia la cabecera. 3. La enfermera/o coloca un brazo debajo de los hombros del paciente y otro bajo sus glúteos. También puede ser cómodo para la enfermera/o apoyar sobre la cama la rodilla que tiene más próxima a ella y sujetarse con la mano del cabezal de la cama, en vez de pasar la mano bajo los hombros. 4. El paciente coloca su barbilla sobre el pecho y se empuja con los pies mientras la enfermera/o pasa su peso del pie posterior al anterior. El paciente puede ayudar a tirar hacia arriba su peso sujetándose de los barrotes de la cabecera o de un trapecio si lo hay colocado. Método para ayudar al paciente a voltearse de lado 1. La enfermera/o se coloca de pie del lado de la cama hacia el que se volteará al paciente. El enfermo coloca su brazo más alejado sobre el pecho y la pierna de este mismo lado sobre la que está más cerca. La enfermera revisa que el brazo más cercano del paciente esté a un costado y separado del cuerpo, de tal forma que no gire sobre él. 2. La enfermera/o se coloca de pie frente a la cintura del paciente, mirando hacia el lado de la cama, con un pie un paso adelante del otro. 3. Coloca una mano bajo el pliegue de la rodilla y con la otra invita al paciente a que le dé la mano. 4. A medida que la enfermera/o pasa su peso de la pierna delantera a la trasera, gira al paciente hacia sí y baja las caderas. 19 Método para ayudar a un paciente semiincapacitado a levantar los glúteos 1. El paciente flexiona las rodillas y lleva sus talones hacia los glúteos. De esta manera queda listo para ayudar a empujar cuando la enfermera le pida que lo haga. 2. La enfermera/o va hacia el lado de la cama y se coloca de pie frente a los glúteos del paciente, con los pies separados. 3. Con sus rodillas flexionadas para llevar los brazos hasta el nivel de la cama, la enfermera/o coloca su brazo más próximo sobre las rodillas del paciente, para ayudarlo a levantar los glúteos haciendo palanca. 4. Pide al enfermo que levante las caderas. 5. Cuando lo hace, el brazo de la enfermera/o actúa como palanca y, entre tanto, puede usar su mano libre para colocar un cómodo debajo del paciente o dar masaje al área sacra. Ayudar al paciente a sentarse a un lado de la cama 1. El enfermo gira sobre su costado hacia el borde de la cama en que desea sentarse. 2. Una vez que comprueba que el paciente no caerá de la cama, la enfermera/o levanta la cabecera. 3. Mirando hacia la esquina inferior más alejada de la cama, la enfermera/o apoya los hombros del paciente con un brazo, en tanto que con el otro lo ayuda a extender las piernas sobre el lado de la cama. Se coloca con los pies separados; el que se encuentra hacia los pies de la cama atrás del otro. 4. El paciente queda sentado en posición natural en el borde de la cama cuando la enfermera/o, apoyando aún sus hombros y piernas, gira en tal forma que lleva hacia abajo las piernas del enfermo. El peso de la enfermera/o pasa de la pierna delantera a la trasera. 20 Ayudar al paciente a levantarse de la cama y sentarse en una silla 1. El paciente se sienta en el borde de la cama y se coloca los zapatos y la bata. 2. Se coloca una silla a un lado de la cama con el respaldo hacia los pies. 3. La enfermera/o se coloca de frente al paciente; pone su pie cercano a la silla un paso adelante del otro, para tener una base de apoyo amplia. 4. El paciente coloca sus manos en los hombros del personal de enfermería y este lo toma de las muñecas. 5. El paciente se pone de pie en el piso y la enfermera/o flexiona las rodillas de tal forma que la de adelante quede contra la rodilla del enfermo. Así evita que el paciente la doble en forma involuntaria. 6. La enfermera/o gira con el paciente, conservando su base de apoyo amplia. Dobla sus rodillas a medida que el enfermo se sienta en la silla. Método para pasar al paciente de la cama a una camilla 1. Las tres personas que moverán al paciente se colocan dando frente a un lado de la cama. Todos se paran con una base amplia, con el pie que da a la camilla adelante. 2. Al contar “uno”, los tres doblan sus rodillas y colocan sus brazos debajo del paciente. La primera persona pone un brazo debajo del cuello y los hombros, y la otra en la parte inferior de la espalda. La persona del medio coloca un brazo en el mismo sitio y el otro debajo de las caderas. La que se encuentra en los pies de la cama pone un brazo debajo de las caderas y el otro debajo de las piernas. 3. Al contar “dos” el paciente se gira hacia quienes lo levantan. Ello se logra rodándolo hacia los tres. Los brazos del enfermo no deben colgar. Las tres personas que lo levantan lo sostienen cerca de su cuerpo para evitar esfuerzo en la espalda. 4. Al contar “tres” se levanta, dan un paso hacia atrás (con el pie delantero) y caminan todos juntos hasta la camilla. 5. Al contar “cuatro” doblan sus rodillas y apoyan los codos en la camilla. 6. Al contar “cinco” cada uno extiende sus brazos de tal forma que el paciente gire hacia su espalda en el centro de la camilla. Es necesario proteger el lado alejado de la camilla para evitar que el paciente caiga. 21 7. Al contar “seis”, las tres personas sacan los brazos. Úlceras por decúbito Un problema muy común que requiere la atención de enfermería es la aparición de úlceras por decúbito. Las úlceras son lesiones que producen una necrosis isquémica de los tejidos que revisten las prominencias óseas y han estado sometidos a presión prolongada contra un objeto externo (cama, silla de ruedas, etc.). Este tipo de úlceras se producen principalmente en pacientes con alteraciones sensitivas, debilitados, paralizados (en sillade ruedas), o postrados por mucho tiempo. Factores de riesgo de úlceras por decúbito: inmovilidad, trastornos de sensibilidad, diabetes, déficit nutricional, alteraciones circulatorias, disminución de la conciencia, incontinencia de esfínteres, edad avanzada. Proceso de formación de úlcera: 1. Presión prolongada 2. Dificultad circulatoria 3. Isquemia 4. Enrojecimiento de piel 5. Ruptura de la piel 6. Formación de la úlcera 7. Destrucción de tejidos 8. Infección 22 Cuidados especiales Es muy importante como enfermeros identificar algunos factores de riesgo que pueden predisponer la formación de úlceras: • Vigilar puntos de presión con prominencias óseas. • Identificar zonas húmedas (por transpiración, áreas húmedas por presencia de pañal, etc.). • Cuidar y curar cualquier alteración de la piel, para prevenir el progreso a úlcera. Cuidados para prevenir úlceras por decúbito • Mantener la piel del paciente limpia y seca. • Realizar cambios posturales frecuentes. • En pacientes con reposo prolongado: - Rotación cada dos horas. - Protección local de zonas de presión. - Realizar masajes para favorecer la circulación. Complicaciones de las úlceras Los signos iniciales de una úlcera por decúbito son enrojecimiento e hipersensibilidad de una región (el paciente suele quejarse de sensación de ardor) y la presencia de un edema. A menos que se tomen medidas especiales en ese momento para aliviar la presión y aumentar la nutrición tisular local, suele formarse una grieta en la piel. Las úlceras por decúbito son difíciles de curar, si no se tratan, aumentan rápidamente de tamaño, causan dolor y pueden llegar a infectarse con bacterias, 23 en ocasiones, se necesita aplicar un injerto cutáneo, por ello, el mejor cuidado de enfermería es su prevención. Clasificación de las úlceras Tratamiento de las úlceras según sus características: Grado 1: • Aliviar la presión en la zona • Realizar masajes • Utilizar ácidos grasos hiperoxigenados Grado 2, 3, 4: • Debridamiento del tejido necrótico (tratamiento médico-quirúrgico) • Limpieza y curación frecuente de la herida • Tratamiento antibacteriano si existe infección 24 Indicadores de infección • Mal olor en la herida. • Presencia de pus espeso, amarillo o verde. • Enrojecimiento y calor alrededor de la úlcera. • Dolor alrededor de la herida. • Si la infección se encuentra avanzada se puede observar fiebre o escalofríos, confusión mental, taquicardia. Cuando la úlcera presenta signos de infección se debe consultar al médico para recibir indicación de antibiótico local o sistémico, si fuera necesario. TRATAR UNA ÚLCERA POR PRESIÓN ES MUCHO MÁS DIFÍCIL QUE PREVENIRLA. NECESIDADES DE HIGIENE Higiene es la ciencia de la salud y su conservación. El término también se refiere a las prácticas que conducen a una buena salud. Las costumbres higiénicas varían mucho en los individuos. Estas diferencias se explican por patrones culturales, educación familiar e idiosincrasias individuales. Son las medidas que toma una persona para conservar su piel y apéndices, pelo, uñas, dientes y la boca, limpios y en buen estado. La piel sana, sin alteraciones, es la primera línea de defensa del cuerpo contra infecciones y lesiones de los tejidos subyacentes. También es importante para la regulación de la temperatura del organismo; además, es un medio para la excreción de sus desechos. La buena salud de dientes y encías resulta esencial para una buena nutrición. Las caries dentales y el mal estado de la cavidad bucal son fuentes posibles de infección, molestias y dolor para el individuo. 25 Cuidar la higiene personal es realmente importante, sin embargo, cuando una persona está enferma suele necesitar la ayuda de otras para realizar las labores de higiene que ya no puede llevar a cabo por sí sola, algo que a la mayoría le resulta molesto. Con frecuencia, los pacientes vacilan en pedir ayuda, y su angustia mental al tener que hacerlo agrava su incomodidad física. En personas enfermas está disminuida la resistencia a las infecciones. En consecuencia, la presencia de bacterias patógenas en el ambiente implica una amenaza constante de infección. Hay que ayudarlos a conservarse limpios eliminando sus excreciones, la suciedad y las secreciones se suprimen muchas sustancias en que proliferan estos gérmenes. Además, las medidas de higiene ayudan a que los pacientes se sientan más cómodos y relajados. La mayoría de las personas se encuentran mejor cuando están frescas y limpias, y aquellas que tienen dificultades para descansar duermen mejor después de un baño relajante. Otra razón por la que es aconsejable una buena higiene personal en los enfermos consiste en que sentirse limpios y frescos les levanta el ánimo. En general, un buen aspecto indica buena salud mental. De igual forma, una paciente que ha comenzado a mejorar tal vez solicite sus cosméticos. Estas peticiones por lo general indican que el individuo ya se siente mejor y es consciente de su ambiente inmediato. Algunos pacientes quizá necesiten ayuda para adquirir buenos hábitos de higiene. A este respecto, la enfermera/o hace de modelo y maestra/o. Si se lava con cuidado las manos antes y después de atender al paciente, conserva buenas costumbres personales sobre su propio aseo, evita infecciones y es un ejemplo excelente para el paciente. Los enfermos observan todos estos aspectos, y sus opiniones de los cuidados que reciben con frecuencia se basan en estos criterios. INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA Las metas de la acción de enfermería en cuanto a la higiene del paciente son, básicamente, las siguientes: 1) Conservar una buena higiene en lo que respecta al baño y al aseo de la boca, las uñas y el pelo. 2) Conservar la integridad de la piel. 3) Conservar bien los tejidos cutáneos. 26 4) Conservar en buen estado los dientes y los tejidos de la cavidad bucal. En la mayor parte de las unidades de enfermería de los hospitales se establece un programa regular de medidas básicas de higiene para todos los enfermos. Suelen incluir cuidados por la mañana y por la tarde, así como el baño diario. En pacientes que requieren atención adicional a piel y boca se planean en forma individual, como parte del plan global de asistencia. CUIDADOS DE ENFERMERÍA Higiene del paciente Conjunto de actividades dirigidas a proporcionar el aseo corporal y comodidad del paciente. Incluye los procedimientos de higiene y limpieza de la superficie corporal y mucosas externas. Principios: • Respetar la individualidad del paciente. • Mantener las funciones fisiológicas en equilibrio • Proteger al paciente de causas externas a su enfermedad • Ayudar al paciente al retorno a su vida útil fuera del hospital. Objetivos: • Satisfacer las necesidades de higiene y confort del paciente. • Reducir la colonización bacteriana y prevenir lesiones de piel y mucosas. • Determinar capacidad de autocuidado. • Fomentar la comunicación del paciente y mejorar su autoimagen. Normas para el aseo del paciente • Conocer la anatomía y fisiología de la piel. • Conservar la piel y mucosa sanas e integras. 27 • Evitar la acumulación de secreciones y desarrollo de gérmenes. • Estimular la circulación sanguínea. • Orientar sobre hábitos higiénicos relativos a la limpieza. • Suministrar alimentos, agua y oxígeno en cantidad y calidad suficiente. • Proteger la piel contra lesiones producidas por sequedad, humedad excesiva, calor, frío, sustancias químicas, microorganismos y traumatismo. • Prevenir ulceras por presión. • Mejorar el confort y bienestar del paciente. Procedimientos• Lavado de manos y de cara Son las maniobras mediante las cuales se hacen la limpieza de la cara y de las manos. Objetivo: Mantener limpio al paciente y rodearlo de un ambiente agradable, para su bienestar y salud. • Aseo bucal Asear con técnicas correctas la zona de manera que no se propaguen enfermedades periodontales. Objetivos: Eliminar las partículas de alimentos, eliminar la placa dental, fomentar la sensación de bienestar del paciente, evitar las llagas y la infección del tejido bucal. • Aseo nasal Asear con técnicas correctas la zona nasal para eliminar las secreciones. Objetivos: Mantener la integridad de la piel y mucosa de la nariz, evitar la infección en boca y estoma, lograr la autonomía del paciente en la limpieza y colocación de la cánula, aceptar el cambio en su imagen corporal. 28 • Aseo ótico Asear correctamente el área auricular con técnicas correctas para evitar la acumulación de cerumen en pacientes. Objetivos: Evitar infecciones auditivas Mantener el buen funcionamiento de la prótesis auditiva (sea el caso). Baño del paciente El baño tiene varios fines: asear, promover la comodidad, estimular la circulación sanguínea y dar oportunidad para el ejercicio. Cuando el personal de enfermería ayuda al paciente a bañarse tiene la oportunidad de enseñarle las medidas higiénicas aconsejables, así como otras prácticas necesarias para la salud. Además, puede valorar la piel y sus apéndices, el estado motor y nutricional, y el circulatorio y respiratorio. Asimismo, le es posible observar al enfermo en relación con su comodidad, reposo y sueño. • Baño en cama Esta técnica es utilizada en pacientes postrados, incapacitados o semiincapacitados que no pueden ser trasladados al baño para su aseo corporal. Procedimiento: 1. Llena dos recipientes con agua caliente. Uno de ellos servirá para el lavado y el otro para el enjuague. La temperatura del agua debe estar a 46 °C (115 °F) o menos. Deberá sentirse agradable al tacto, pero no demasiado caliente. 2. Elegir un jabón que sea fácil de enjuagar. La mayoría de los jabones en barra son adecuados. Los jabones líquidos también son aceptables siempre y cuando no dejen ningún residuo. Podrías agregar jabón a uno de los recipientes para crear agua jabonosa y caliente o dejarlo aparte y aplicarlo directamente sobre la piel del paciente. Los jabones sin enjuague están disponibles en las farmacias. Son una solución práctica para una limpieza más rápida, pero dejan un residuo, por lo que aún necesitas enjuagar el cuerpo del paciente de vez en cuando. 29 3. Preparar el champú. Si planeas aplicar champú en el cabello del paciente, necesitarás uno que sea fácil de enjuagar (como los de bebé) y un recipiente especial diseñado para lavar el cabello en la cama. Si no tienes este tipo de elementos, puedes hacer uno al colocar una o dos toallas extras debajo de la cabeza del paciente para impedir que la cama se moje. 4. Prepara un equipo de toallas y paños limpios. Por lo menos necesitarás tres toallas grandes y dos paños, pero se aconseja tener más en caso de que se derrame agua o los materiales se ensucien. Procurar tener todo el equipo necesario a mano. 5. Coloca dos toallas debajo del paciente. Esto evitará que la cama se moje y mantendrá al paciente cómodo durante el baño. Para colocar las toallas debajo del paciente, debes levantarlo y ponerlo de lado y deslizar la toalla por debajo, luego bájalo y haz lo mismo por el otro lado. 6. Cubre al paciente con una sábana o una toalla limpia. Hacerlo ayudará a que permanezca caliente durante el baño y además le brindará un poco de privacidad. La sábana o la toalla deberán permanecer sobre el cuerpo del paciente en todo momento. 7. Quítale la ropa al paciente. Dobla la sábana o la toalla hacia abajo descubriendo la parte superior del cuerpo y quítale su camisa. Vuelve a colocar la sábana a su posición original para luego doblarla nuevamente en la zona de sus piernas y quitarle el pantalón junto con la ropa interior. Finalmente, vuelve a cubrirlo. Trata de mantener cubierta la mayor área del cuerpo posible mientras le quitas la ropa al paciente. Ten en cuenta que este proceso puede ser vergonzoso para algunas personas, así que hazlo rápidamente y con una actitud decidida. Lavar la cabeza, el pecho y las piernas Utiliza el mismo método de limpieza y enjuague para todo el cuerpo. Primero aplica jabón o agua jabonosa sobre la piel del paciente. Con la ayuda de un paño, frótalo con suavidad para eliminar la suciedad y las bacterias, y luego coloca el paño en el agua jabonosa. Remoja un segundo paño en el recipiente del enjuague y úsalo para enjuagar el jabón del cuerpo. Seca el área aplicando toques suaves con una toalla. 30 No olvides rotar ambos paños: usa uno para frotar la solución jabonosa y el otro para enjuagar. Si ambos se ensucian, cámbialos por otros nuevos. Reemplaza el agua del recipiente según sea necesario. 1. Comienza con el rostro del paciente. Lava suavemente el rostro, las orejas y el cuello del paciente utilizando agua jabonosa. Enjuaga el jabón con otro paño. Seca el área con una toalla. 2. Lava el cabello del paciente. Levanta su cabeza con suavidad y colócala en el cuenco para aplicarle el champú. Moja el cabello vertiendo agua sobre la cabeza y teniendo cuidado de que no caiga en los ojos. Aplica el champú y luego enjuágalo. Utiliza una toalla para secarle el cabello con toques suaves. 3. Lava el brazo y el hombro izquierdo del paciente. Dobla la sábana por el lado izquierdo del cuerpo hasta la cadera. Coloca una toalla debajo del brazo expuesto. Lava y enjuaga el hombro, la axila, el brazo y la mano del paciente. Seca toda el área con una toalla. Seca muy bien las zonas que lavaste, sobre todo la zona de la axila, para evitar que se irrite y que crezcan bacterias. Vuelve a cubrir el cuerpo del paciente con la sábana para mantenerlo caliente. 4. Lava el brazo y el hombro derecho del paciente. Dobla la sábana para exponer el lado derecho. Coloca la toalla debajo del otro brazo y repite el proceso de lavado, enjuague y secado del hombro, la axila, el brazo y la mano del lado derecho. Seca completamente las zonas que lavaste, sobre todo la zona de la axila, para evitar que se irrite y que crezcan bacterias. Vuelve a cubrir el cuerpo del paciente con la sábana para mantenerlo caliente. 5. Lava el torso del paciente. Dobla la sábana hasta la altura de la cintura, lava con cuidado y enjuaga el pecho, el estómago y los costados. Asegúrate de lavar con cuidado entre los pliegues de la piel, ya que las bacterias tienden a quedarse atrapadas ahí. Seca la zona con cuidado, sobre todo entre los pliegues. Vuelve a cubrir el cuerpo del paciente con la sábana para mantenerlo caliente. 31 6. Lava las piernas del paciente. Descubre la pierna derecha del paciente hasta la altura de la cintura y lava, enjuaga y seca tanto la pierna como el pie. Vuelve a cubrirla y luego descubre la pierna izquierda, repitiendo el mismo proceso de lavado, enjuague y secado. Vuelve a cubrir la mitad inferior el cuerpo. Lavar la espalda y las partes privadas Vacía los recipientes de agua y vuelve a llenarlos con agua limpia. Ahora que casi la mitad del cuerpo del paciente está limpia, es un buen momento para cambiar el agua. 1. Pídele al paciente que gire hacia un lado en caso de que pueda hacerlo. Es posible que tengas que ayudarlo. Asegúrate de que no quede demasiado cerca del borde de la cama. 2. Lava la espalda y las nalgas del paciente. Dobla la sábana para exponer todo el lado posterior del paciente. Lava, enjuaga y seca la espalda, el cuello, las nalgas así como la parte posterior de las piernas que quizás te falte. 3. Lava la zonade los genitales y el ano. Colócate unos guantes de látex si lo deseas. Levanta la pierna del paciente y lava desde adelante hacia atrás. Utiliza un paño limpio para enjuagar el área. Asegúrate de limpiar bien entre los pliegues y de secar completamente el área. En el caso de los hombres, debes lavar bien detrás de los testículos. En el caso de las mujeres, lava los labios de la vulva, aunque no es necesario limpiar la vagina. Debes lavar esta parte a diario, aun cuando no bañes todo el cuerpo. 4. Vuelve a vestir al paciente. Al terminar, viste al paciente con ropa limpia o con una bata. Primero vuélvele a colocar la camisa, manteniendo la sábana sobre sus piernas. Luego quita esta última y vuelve a colocarle la ropa interior y el pantalón. La piel de las personas ancianas tiende a resecarse, así que es posible que debas aplicar una loción en los brazos y las piernas antes de volver a ponerle la ropa al paciente. 5. Peina el cabello del paciente y aplica algún cosmético u otros productos corporales de acuerdo a sus preferencias. 32 LAVADO DE MANOS Normas para el lavado de manos La higiene de las manos, las técnicas de barrera y los agentes de desinfección son herramientas fundamentales para la prevención y un control de infecciones. El objetivo es evitar y/o disminuir la transmisión de microorganismos a través de las manos del personal, pacientes y familiares. La Organización Mundial de la Salud, enuncia seis momentos en los que el profesional debe realizarse el lavado de manos: • Antes del contacto con el paciente. • Antes de realizar una tarea aséptica. • Después del riesgo de exposición a fluidos corporales. • Después del riesgo de exposición a fluidos corporales. • Después del contacto con el paciente. • Después del contacto con el entorno de paciente. El lavado de manos puede ser: • Lavado de manos social. • Lavado de manos quirúrgico. • Lavado de manos seco. Para realizar un lavado de manos correcto con cualquiera de estas técnicas las manos deben estar libres de anillos, pulseras y relojes, y las uñas deben estar cortas y sin esmaltar. Alcance: Todo el personal de salud, personal administrativo, personal de mantenimiento, gerencia, pacientes y familiares. 33 FUENTES DE INFECCIÓN El reservorio más importante de microorganismos en una institución de salud tal vez sean los pacientes mismos. Por lo general, en todo enfermo que llega a un centro de salud se buscan signos de infección; se informa si hay furúnculos, fiebre, heridas sépticas y similares, para realizar estudios adicionales y procedimientos de prevención. Además, el personal que trabajan en instituciones de salud también puede ser reservorio de infecciones. Quienes padecen fiebre, diarrea, náusea y, con mayor seguridad, un resfrío, pueden estar diseminando microorganismos infectantes. Este hecho es de particular importancia en quirófanos, salas de recién nacidos, y unidades de terapia intensiva y coronaria, donde las infecciones representan una amenaza grave para la seguridad de los pacientes y la frecuencia de transmisión es elevada. Los visitantes también pueden transmitir infecciones, aunque normalmente el periodo de contacto es mínimo en comparación con el del personal. Asimismo, los alimentos, las alimañas y la basura transmiten enfermedades, pero no son fuentes probables en una institución moderna. El polvo del hospital puede 34 estar muy cargado de microorganismos patógenos. Sin embargo, la sequedad inhibe su multiplicación y en la mayor parte de los hospitales se siguen normas domésticas para eliminar la humedad innecesaria y conservar un estándar alto de limpieza. Ciclo de la infección Entre los focos comunes de infección se encuentran: 1) Las secreciones nasales y de la garganta, y el aire espirado de personas con infecciones respiratorias. 2) El vómito y las heces. 3) La orina de enfermos con infecciones genitourinarias. 4) Eliminaciones de orificios corporales. 5) Exudados de heridas infectadas o lesiones de la piel. 6) Equipo utilizado en la atención de pacientes con infecciones. 7) Ropas de cama y personales usadas por pacientes con infecciones. Objetivos de la acción de enfermería Los objetivos básicos de la acción de enfermería en el tratamiento de infecciones: • Prevenirlas. • Controlarlas. • Procurar comodidad, seguridad y bienestar psicológico al paciente cuando se le aísla como medida de precaución. 35 Normas básicas de prevención de infecciones Por último, además del lavado de manos antes descripto, es fundamental aplicar otras normas básicas de cuidado: • El uso la mascarilla, guantes, bata y demás elementos de barrera que ayudan a evitar la transmisión de infecciones. • La utilización de material desechable. • La desinfección, esterilización y cuidado del equipo y los suministros médicos (tijeras, pinzas, • El tratamiento correcto de la ropa de cama. • El tratamiento rápido y efectivo del material desechable. Vehículos comunes de la transmisión Los medios más comunes por los que se diseminan las infecciones en instituciones de salud son: • Contacto personal. Por ejemplo, un niño con sarampión puede contagiar a toda una sala de cuna o al personal de enfermería. • Vías aéreas. El taphylococcus aureus, que ha sido la causa de tantas infecciones en el hospital, es transmitido por el aire. Los microorganismos con frecuencia son llevados por gotitas infecciosas de la nariz y la garganta de portadores; también pueden viajar rápidamente de un sitio a otro fijándose a partículas de polvo en el aire. Estos microorganismos se han encontrado en la ropa de cama de los pacientes, en consecuencia, el personal debe tener particular cuidado y no sacudir las sábanas y los cobertores cuando los cambie. Las sábanas usadas deben colocarse en un cesto (de preferencia cerrado) tan pronto como sea posible después de quitadas de la cama. 36 • Animales e insectos. Ratas y ratones pueden ser un problema en algunas instituciones; diseminan salmonella y shigella, entre otros microorganismos. Las pulgas también son portadoras bien conocidas de microorganismos. Las ventanas de los hospitales siempre deben estar protegidas. En las instalaciones actuales no suele ser un problema, pero sí en los centros de salud del vecindario o en puestos de enfermería remotos. • Fómites. Los objetos inanimados, como agujas y jeringas, son fuentes posibles de infección en las instituciones de salud. Por ejemplo, la hepatitis infecciosa puede transmitirse por agujas o equipo intravenoso contaminado que no se ha esterilizado adecuadamente. El uso de equipo desechable ha reducido este peligro, pero en instituciones en las que se emplean varias veces agujas, jeringas, o equipos para venoclisis o drenaje es necesario vigilar escrupulosamente los métodos de aseo y esterilización. • Alimentos y bebidas. Se sabe que el agua impura y los alimentos contaminados causan brotes de enfermedades como cólera, fiebre tifoidea y hepatitis infecciosa. La contaminación de alimentos por portadores de enfermedades es otro problema en instituciones, hoteles, restaurantes y otros sitios en que se preparan comidas. • Diseminación endógena. También es común la diseminación de microorganismos de una región del cuerpo a otra, como de la piel a una herida abierta. Es importante seguir una técnica aséptica rígida para evitar la diseminación endógena de microorganismos. NECESIDADES DE SEGURIDAD La Asociación Internacional de Enfermería ha impulsado firmemente a sus agremiados para que participen en acciones destinadas a salvaguardar el ambiente humano. El Council of National Representatives of the International Council of Nurses,que se reunió en agosto de 1975, adoptó una política que indica el papel que 37 pueden tener las enfermeras/os para proteger y mejorar el ambiente y contribuir así a incrementar la salud de todas las personas. La siguiente declaración es importante para todo el personal de enfermería: “La conservación y mejoría del entorno se ha constituido en una meta principal de las acciones del ser humano para su supervivencia y bienestar. La vastedad y urgencia de la labor impone en cada individuo, y en todo grupo profesional, la responsabilidad de participar en los esfuerzos para salvaguardar el ambiente del ser humano, conservar los recursos del mundo, estudiar cómo le afecta su uso y cómo es posible evitar los efectos adversos. La función de las enfermeras consiste en: • Ayudar a descubrir los efectos perjudiciales del entorno en la salud del ser humano, y viceversa. • Informarse y aplicar su conocimiento en el trabajo diario con individuos, familias, grupos de la comunidad, o todos ellos, sobre los datos disponibles de productos químicos potencialmente peligrosos, problemas de desechos radiactivos, los últimos peligros para la salud y los medios de prevenirlos o reducirlos. • Informarse y enseñar las medidas preventivas sobre peligros para la salud ocasionados por factores ambientales, y la conservación de los recursos ambientales para el individuo, la familia y los grupos de la comunidad. • Trabajar con las autoridades sanitarias señalando los aspectos del cuidado de la salud y los peligros para la misma en los asentamientos humanos que existen y en la planeación de los nuevos. • Ayudar a las comunidades en su acción sobre los problemas de salud ambientales. • Participar en la investigación, proporcionando datos para advertir y prevenir en etapa temprana los efectos perjudiciales de diversos agentes ambientales a los que se expone el ser humano cada vez más, y en la investigación que conduzca al descubrimiento de formas y medios para mejorar las condiciones de vida y trabajo”. 38 FACTORES QUE AFECTAN LA CAPACIDAD DE UNA PERSONA PARA PROTEGERSE Los receptores sensoriales proporcionan al ser humano información sobre el ambiente externo. Por su capacidad para ver, escuchar, oler, gustar y sentir a través del tacto, el ser humano advierte los peligros del entorno. El deterioro de cualquiera de los receptores sensoriales, de las vías nerviosas que transportan esos impulsos al sistema nervioso central o que provienen de este, o de la capacidad para interpretar estos impulsos, disminuye la aptitud para sentir los factores perjudiciales o potencialmente peligrosos del entorno. Veamos cuáles pueden ser esos factores que hacen a un paciente más propenso a accidentes y lesiones y requieren la vigilancia adicional del personal de enfermería: • Si las facultades mentales están alteradas o deterioradas por cualquier razón, disminuye su percepción sensorial y su capacidad para interpretar estímulos. • Las personas con una visión limitada corren el riego de tropezarse o caerse. • Las personas con problemas auditivos probablemente no escuchen las advertencias e indicaciones de alerta. • Las personas aturdidas, desorientadas o con estados alterados de conciencia pueden ponerse en peligro. • Las personas de edad avanzada o movilidad restringida. • La ansiedad y otros estados emocionales pueden afectar la percepción de los estímulos • El paciente paralizado y con lesiones cerebrales o problemas mentales. • Un individuo preocupado, inquieto o angustiado es menos capaz de hacer juicios en interés de su salud física o mental. Valoración La valoración del personal de enfermería sobre los problemas para proteger a los pacientes, los visitantes y el personal de los peligros ambientales incluye dos grupos de actividades: 39 1) Estudio de los factores que alteran la capacidad del enfermo para tomar las precauciones adecuadas a fin de protegerse. 2) Análisis de los posibles peligros del entorno que pudieran ser perjudiciales para los enfermos, los visitantes o el personal. En su valoración, la enfermera/o debe conocer la edad del enfermo y la integridad de sus facultades sensoriales. Asimismo, debe informarse del estado general, la naturaleza de cualquier problema de salud que tenga y el plan de cuidados, diagnóstico y terapéutica indicada por el médico. Debe saber si el paciente está incapacitado, semiincapacitado o si la naturaleza de su enfermedad puede causar pérdida de la fuerza, deterioro de las funciones sensoriales o motoras, o periodos cortos o prolongados de alteración del estado de la conciencia. Es posible que gran parte de la información que se necesita respecto a las facultades sensoriales y motoras, estado de comodidad, reposo, sueño, y situación emocional y mental del paciente se obtenga de la historia clínica y de la valoración sobre el estado ordinario y actual del paciente al momento de ingresar. Sin embargo, el estado de los pacientes cambia constantemente y es necesario que la enfermera confíe en sus observaciones y su criterio sobre las precauciones de seguridad que deben tomarse. INTERVENCIONES ESPECIALES DE ENFERMERÍA El objetivo de la acción de enfermería respecto a la seguridad del paciente es la prevención de lesiones accidentales al enfermo. Los principales causantes de accidentes en las instituciones de salud son: 1) Accidentes de naturaleza mecánica. 2) Accidentes causados por sustancias químicas. 3) Accidentes térmicos. 40 1) Accidentes de naturaleza mecánicos Las enfermeras pueden evitar muchos accidentes de este tipo si están pendientes de las posibles situaciones peligrosas y las evitan. Estos accidentes causan mayormente caídas (al caminar, subir o bajar de la cama, al sentarse en la silla de ruedas, al ingresar o salir de la ducha, inclinarse de la cama para alcanzar algo de la mesa de luz, pisos resbalosos, sustancias derramadas, el desorden, los elementos en las áreas de tránsito, etc.). Para la seguridad de los pacientes, la enfermera/o puede utilizar dispositivos específicos. Sin embargo, el uso de algunos de ellos implica ciertos peligros. Por ejemplo, los sujetos desorientados pueden enredarse peligrosamente en sus medios de sujeción o quizás un dispositivo de seguridad les impida desplazarse en caso de incendio. Por ejemplo, las barandillas de la cama, los chalecos y cinturones de seguridad para que los pacientes no se caigan de la cama, mitones para evitar que el paciente se retire vendas, apósitos o sondas, etc. 2) Accidentes causados por sustancias químicas Los accidentes con sustancias químicas suelen deberse al uso incorrecto de preparados farmacéuticos. La mayor parte de las farmacias de los hospitales tratan de proporcionar a las enfermeras la dosis exacta ordenada por el médico, a fin de evitar cálculos matemáticos y la división de medicamentos preparados. Hoy en día, en muchos hospitales los medicamentos se aplican en dosis individuales. Esta costumbre permite que su administración sea más sencilla y segura, y hay menos posibilidades de error. 3) Accidentes térmicos Los accidentes térmicos se deben a grados peligrosos de calor o frío. Las causas más comunes de lesiones térmicas son incendios, dispositivos para calor. En los hospitales es normal revisar con regularidad todos los dispositivos eléctricos y 41 conservarlos en forma adecuada a fin de evitar lesiones. Para que se inicie un incendio debe haber tres elementos: un material combustible, calor y oxígeno. El material combustible es cualquiera elemento que se queme. Entre los más comunes en incendios en hospitales están: papel, en los cestos para basura o los ductos para desperdicios;telas, como las ropas de cama o los trapos aceitosos; líquidos inflamables, como éter, otros gases líquidos (por ejemplo, los que se emplean como anestésicos), y equipo eléctrico. El calor suficiente para inflamar el material combustible puede provenir de fuentes como un fósforo o un cigarrillo, una chispa o fricción. Algunas medidas: • Regulaciones respecto a fumar. • Aseo escrupuloso. • Almacenamiento y distribución adecuada de líquidos volátiles y gases. • Prevención y extinción de incendios. PROGRAMAS DE SEGURIDAD Los programas de seguridad pretenden controlar el ambiente físico en forma tal que sea factible prevenir accidentes. Para que sea eficaz, debe incluir a todo el personal que labora en la institución. Muchos hospitales tienen comités cuya función es planear un programa de seguridad para la institución. Con frecuencia, las enfermeras forman parte de ellos. Es importante valorar en forma constante las actividades del hospital y educar de manera permanente a los empleados. Otra parte del programa de seguridad es la inspección regular de las instalaciones; por ejemplo, los extinguidores se revisan con la frecuencia recomendada por el fabricante. Para que sea eficaz, un programa de seguridad debe motivar a todos los empleados a cumplir su propósito, ya que solo a través de la cooperación activa de todo el personal de la institución pueden prevenirse los accidentes. 42 NECESIDADES DEL ENFERMO TERMINAL La conservación de la vida, el alivio del sufrimiento y el restablecimiento de la salud están íntimamente relacionados con la enfermería. La sociedad occidental exalta la salud, la vida y la juventud. La muerte es un tema que suele evitarse; incluso cuando es inminente, suele negarse. El cuidado de pacientes con enfermedades terminales, y el comportamiento y el consuelo de sus familiares, sea por muerte repentina o después de una enfermedad prolongada, constituyen una de las situaciones más difíciles en la práctica de la enfermería. Por lo tanto, es útil comprender la naturaleza del proceso de aflicción, a fin de estar mejor capacitados para manejar las reacciones comunes y ayudar a los pacientes y sus familiares a satisfacer sus necesidades. ETAPAS DE LA AGONÍA Las cinco etapas de la agonía son típicas del ajuste individual o de grupo a cualquier contratiempo: 1) NEGACIÓN: Con frecuencia, el paciente busca que el personal de enfermería le restituya la confianza y hace preguntas sobre lo que ha dicho el médico. Si bien la decisión de lo que debe decirse al enfermo corresponde al médico, y la enfermera/o acepta su guía en este aspecto, debe saber lo que se ha dicho al paciente y sus familiares para que pueda proporcionarles apoyo. Durante toda la etapa de negación, el personal de enfermería debe aceptar que el paciente aún no está preparado para reconocer lo grave de su enfermedad. Algunos conservan esta negación hasta el momento de la muerte inminente y continúan hablando en forma optimista de planes futuros y de lo que harán cuando mejoren. Para estos enfermos suele ser un alivio dejar esa actitud ante alguien que comprende por lo que están pasando. Sin embargo, cabe notar que 43 al parecer la mayoría prefiere conservar cierta esperanza, que pueda encontrarse una cura o que suceda un milagro, aunque racionalmente no lo esperan. 2) ENOJO Y HOSTILIDAD: Una vez que la persona ha pasado la etapa de negación, suele presentarse un periodo comprensible de enojo y hostilidad. “¿Por qué me sucede esto?” “¿Qué hice para merecer este castigo?” En este punto, es frecuente que quiera vengarse con quienes tenga más cerca: médicos, enfermeras/os, hospital, familiares. Los familiares también suelen atravesar esta etapa de enojo y hostilidad, y quizá manifiesten sentimientos con el personal. Es útil recordar que es una reacción normal y los enfermeros no deben afrontarla con una actitud defensiva u hostil. 3) REGATEO: Es posible que al paciente se le escuche decir que haría cualquier cosa, como arrepentirse de sus pecados, rectificar errores anteriores, si pudiera vivir un poco más, o quizá pasar un día sin dolor. 4) DEPRESIÓN: Cuando el paciente se da cuenta de que sus esfuerzos de arrepentimiento son inútiles, suele entrar en una fase de depresión, que también es una reacción normal, ya que el individuo contempla todo lo que ha amado en la vida y lamenta perderlo. Durante esta etapa, es posible que esté muy preocupado sobre la forma en que sus familiares vivirán cuando él se haya ido, y quizá sienta la ansiedad de “poner en orden sus asuntos”. Durante esta etapa de depresión, quizás el paciente no desee hablar mucho. Tal vez solo quiera ver a los más cercanos y queridos para él. 5) AGONÍA: La etapa final del proceso de la agonía se presenta cuando el paciente ha aceptado que pronto va a morir y se prepara para ello. Para entonces, suele estar cansando pero tranquilo. En esta etapa, los familiares requieren el mayor apoyo. Reaccionan a la muerte y al moribundo en diversas formas. Pasan las mismas etapas del paciente, pero no siempre al mismo tiempo. 44 Cuando los familiares se encuentran con un moribundo, a menudo no saben qué decir ni cómo actuar. El personal de enfermería puede ayudarlos procurándoles intimidad, permitiéndoles el acceso al paciente y mostrándoles un poco de amabilidad al consolarlos, igual que al paciente. Ayudarlo a morir con dignidad y paz es quizá una de las contribuciones más valiosas que puede hacer la enfermera a la tranquilidad del paciente y sus familiares. Los derechos de las personas moribundas La Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, menciona a los moribundos dentro del Artículo 25. Tengo derecho a ser tratado como ser humano hasta que muera. Tengo derecho a conservar un sentido de esperanza, cualquiera que sea el enfoque que pueda dársele. Tengo derecho a ser atendido por quienes pueden conservar una esperanza, cualquiera que sea el cambio que pueda haber. Tengo derecho a expresar a mi modo mis sentimientos y emociones sobre la proximidad de mi muerte. Tengo derecho a no ser engañado. Tengo derecho a recibir ayuda de mi familia y para ella, en lo referente a aceptar mi muerte. Tengo derecho a morir en paz y con dignidad. Tengo derecho a conservar mi individualidad y a que no se juzguen mis decisiones que pudieran ir contra las creencias de otros. Tengo derecho a participar en las decisiones sobre mis cuidados. Tengo derecho a esperar atención médica y de enfermería continua, 45 aunque las metas de “curación” deban cambiarse a las de “consuelo”. Tengo derecho a no morir solo. Tengo derecho a no padecer dolor. Tengo derecho a que mis preguntas se respondan honestamente. Tengo derecho a comentar y aumentar mis experiencias religiosas, espirituales, o ambas, sin importar lo que ello signifique a otros. Tengo derecho a esperar que se respete la santidad del cuerpo humano después de la muerte. Tengo derecho de ser atendido por personas atentas, sensibles, capaces, que intenten comprender mis necesidades y puedan obtener cierta satisfacción de ayudarme a afrontar mi muerte. NECESIDADES FÍSICAS Las necesidades físicas del moribundo son similares a las de cualquier paciente muy grave. A menos que la muerte sea repentina, suele haber una falla progresiva de los mecanismos de homeostasia del cuerpo, a medida que el individuo se torna más débil. Se producen los siguientes cambios: • Pérdida de tono muscular: Falta de control de defecación y micción, dificultad para conservar la posición en la cama, incapacidad para deglutir, acumulación de secreciones en la garganta. • Cese progresivo del peristaltismo: Disminución del apetito,deshidratación, febrícula, distención de abdomen, náuseas. • Lentitud de la circulación sanguínea: Extremidades frías y moteadas, disminución de la eficacia de los analgésicos. • Deterioro respiratorio: Necesidad de aspiración y administración de oxígeno. • Pérdida de los sentidos: Visión borrosa. Se considera que la audición es el último sentido que desaparece; en consecuencia, aunque el paciente no pueda responder, suele comprender lo que dicen las 46 personas. Cuando se habla a un moribundo, debe hacerse con claridad y en tono normal. LA MUERTE Históricamente, los intentos por definir el momento preciso de la muerte han sido problemáticos. Antiguamente se definía la muerte como el momento en que cesan los latidos del corazón y la respiración, pero el desarrollo de la ciencia ha permitido establecer que realmente la muerte es un proceso, el cual en un determinado momento, se torna irreversible. Hoy en día, cuando se precisa una definición del momento de la muerte, se considera que este corresponde al momento en que se produce la irreversibilidad de este proceso. Existen en medicina protocolos clínicos que permiten establecer con certeza el momento de la muerte, es decir, que se ha cumplido una condición suficiente y necesaria para la irreversibilidad del proceso de muerte. La muerte va precedida de diversos grados de conciencia: la somnolencia es un estado de sueño, el estupor es una inconciencia de la cual es posible despertar, y el coma es una inconsciencia de la que no se despierta. Es posible que el paciente siga consciente y racional hasta el momento de su muerte, o quizá pierda el conocimiento y tenga confusión varios días y hasta semanas antes de morir. Algunos pacientes presentar un intenso dolor cuando están muy enfermos. En estos casos el médico suele prescribir analgésicos para evitar la molestia. Por lo general, se considera que son más eficaces si se administran con regularidad cada 3 o 4 horas, en vez de solo cuando el dolor se torne intolerable y el paciente los solicite. Algunos analgésicos tienen el inconveniente de nublar la conciencia. En consecuencia, es posible que el paciente pida que se le suspendan poco antes de la muerte para poder pensar y hablar con claridad. 47 El personal de enfermería debe guiarse por las órdenes del médico, pero en la mayor parte de los casos ambos siguen los deseos del paciente a este respecto. Se considera que la muerte ha ocurrido cuando las respiraciones y la función cardíaca cesan por varios minutos. Por lo general, primero se detiene la respiración y el corazón deja de latir unos minutos después. El personal debe anotar en el expediente la hora exacta en que cesan las respiraciones y deja de latir el corazón, y luego el médico debe certificar la muerte del paciente. La muerte cerebral Gracias al avance tecnológico de la medicina, hoy es posible mantener la actividad cardíaca y ventiladora artificial en cuidados intensivos, en una persona cuyo corazón ha dejado de latir y no es capaz de respirar por sí mismo, por lo cual, esto demuestra que no es está muerto. El protocolo utilizado para el diagnóstico de la muerte, en este caso, es diferente y debe ser aplicado por especialistas en ciencias neurológicas, hablándose entonces de “muerte cerebral” o “muerte encefálica”. En el pasado, algunos consideraban que era suficiente con el cese de actividad eléctrica en la corteza cerebral (lo que implica el fin de la consciencia) para determinar la muerte encefálica, porque el cese definitivo de la conciencia equivaldría a estar muerto. Pero hoy se considera, en casi todo el mundo, que una persona muere (aun si permanece con actividad cardíaca y ventiladora gracias al soporte artificial en una unidad de cuidados intensivos), tras el cese irreversible de la actividad vital de todo el cerebro, incluido el tallo cerebral (estructura más baja del encéfalo encargada de la gran mayoría de las funciones vitales), comprobada mediante protocolos clínicos neurológicos bien definidos y por pruebas especializadas. En algunos casos, la determinación de la muerte puede ser dificultosa. Un electroencefalograma, que es la prueba más utilizada para determinar la actividad eléctrica cerebral, puede no detectar algunas señales eléctricas cerebrales muy débiles o pueden aparecer en él señales producidas fuera del cerebro y ser interpretadas erróneamente como cerebrales. Debido a esto, se han desarrollado otras pruebas más confiables y específicas para evaluar la vitalidad cerebral como la Tomografía por Emisión de Fotón Único (SPECT cerebral), la Panangiografía cerebral y el Ultrasonido transcraneal. https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte_cerebral https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte_encef%C3%A1lica https://es.wikipedia.org/wiki/Consciencia https://es.wikipedia.org/wiki/Tronco_del_enc%C3%A9falo https://es.wikipedia.org/wiki/Electroencefalograma 48 Asistencia después de la muerte Cualquiera que sea el procedimiento que se utilice para atender el cuerpo del paciente después de su muerte, debe llevarse a cabo con dignidad y respeto. Es posible que el médico pida a los familiares que firmen una autorización para necropsia (examen post mortem). En algunas circunstancias se necesita por ley, por ejemplo, cuando un paciente muere en el transcurso de 24 horas de su ingreso a un hospital o por lesiones en un accidente; en algunos países y estados se exige la necropsia. No suele ser responsabilidad de la enfermera obtener esta autorización. Sin embargo, quizá se le llame para que explique a los familiares la razón del procedimiento. El certificado de muerte debe estar firmado por el médico y ser enviado después a la autoridad local de salubridad. Si la persona que murió tenía una enfermedad contagiosa, se observan reglas especiales sobre los cuidados y disposición del cuerpo. Cuidados postmortem Son aquellas atenciones que se le dan al cuerpo del paciente una vez producido y certificado el fallecimiento. Deben basarse, ante todo, en el respeto hacia la persona fallecida y los familiares. La utilización de medidas protectoras de barrera es fundamental (guantes, bata y mascarilla). Los pasos son: 1) Retirar y desconectar todos los dispositivos. En algunos casos, dependiendo de las normas del establecimiento, las sondas y catéteres se cortan y se dejan fijados al cuerpo. 2) Alinear el cuerpo (decúbito supino), con los brazos alrededor del cuerpo y las palmas hacia abajo o cruzadas sobre el abdomen. 3) Se elevarán levemente cabeza y hombros para evitar que la sangre se acumule en la cabeza y produzca decoloración. 4) Cerrar los párpados presionando levemente o colocando algodón húmedo sobre los párpados durante unos minutos. 5) Mantener la mandíbula cerrada, si es necesario fijándola con una toalla debajo de la mandíbula. 49 6) En el caso de utilizar dentadura postiza, cerciorarse de que esté colocada para que el rostro conserve una apariencia natural. 7) Higienizar el cuerpo y se taparán con gaza y algodón todos los orificios naturales. Colocar apósitos nuevos en heridas sangrantes o sucias. 8) Colocar un pañal absorbente porque luego del fallecimiento suelen relajarse los esfínteres. Colocar ropa limpia, pijama ocamisón. 9) Cepillar el cabello. 10) Retirar objetos y adornos personales y se los anotarlos en la hoja de registro de enfermería. 11) Identificar el cuerpo con una o dos etiquetas (muñeca y tobillo, por ejemplo). Una vez que los familiares hayan tenido un tiempo a solas con el difunto, si así lo desean, se procede a cubrirlo con una sábana y se pasa a una camilla para que sea trasladado de la manera más discreta posible. Otros aspectos relacionados con la defunción Otras implicancias relativas a la
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