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Síndrome inguinoescrotal agudo UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Síndrome Inguinoescrotal Agudo en Niños Definición: Ocurre cuando alguna patología inguinoescrotal se manifiesta con signos inflamatorios agudos. Etiología: Sus causas más frecuentes son: Torsión de hidátide 50 -- 55% Torsión testicular 25 – 30% Orquitis / Epididimitis 15 – 18% Hernia inguinal encarcelada 3–5% Diagnóstico: Clínico: El diagnóstico del síndrome es clínico, sin embargo la diferenciación clínica de las diferentes etiologías es pocas veces posible aún en manos experimentadas, por esta razón, la mayoría de los pacientes deben ser llevados a cirugía sólo con el diagnóstico sindromático en los casos de consulta temprana. Aunque la torsión testicular no es la etiología más frecuente, por el riesgo de necrosis y pérdida del testículo secundaria a la falta de flujo sanguíneo, sí es la más importante y siempre debe sospecharse inicialmente como causa del mismo. El pilar fundamental para el diagnóstico es el dolor inguinal o escrotal unilateral, se encuentra en todos los casos y en algunas ocasiones, dolor abdominal (en los lactantes se puede manifestar como “irritabilidad”). A veces pueden haber asociadas náusea y vómito, especialmente cuando la etiología del sindrome es torsión testicular o hernia encarcelada. Cuando ha avanzado más el proceso, pueden aparecer edema, eritema y calor en la zona afectada. Debe tratar de precisarse al máximo el momento del inicio de los síntomas, pues el tiempo de evolución tiene implicaciones en el manejo. Muchas veces los padres asocian el inicio del cuadro con un episodio de trauma, la mayoría de las veces no muy claro: hay que recordar que los niños se golpean casi todos los días en mayor o menor grado y a menos que haya una equímosis evidente, no debe asumirse el trauma como causa del síndrome, pues podría causar un retraso en el manejo si se trata de una torsión testicular, con implicaciones graves. Los cuadros de sindrome inguino escrotal agudo generalmente son unilaterales, a excepción de las orquitis secundaria al virus de la parotiditis que pueden ser bilaterales, si este es el caso, es posible hacer su diagnóstico etiológico con un alto grado de certeza. En el examen físico debe buscarse patologías asociadas como parotiditis (en este caso el diagnóstico etiológico sería orquiepididimitis viral), debe verificarse el compromiso del canal inguinal (dolor en casos de epididimitis, dolor y masa en la hernia encarcelada y en la torsión de testículo criptorquídico). Debe examinarse el abdomen pues en algunos casos, los niños refieren el dolor de una patología intrabdominal al escroto (y viceversa). En los casos de compromiso escrotal únicamente, debe buscarse la presencia del “punto azul”, diagnóstico de una hidátide torcida. Juan Valero Síndrome inguinoescrotal agudo Paraclínico: Sólo en caso de consulta tardía (mayor de 24 horas) o de disponibilidad inmediata del examen y ante la imposibilidad de realizar un diagnóstico etiológico acertado por clínica, se pueden realizar los siguientes exámenes en los casos de compromiso sólo escrotal: Cuadro hemático y parcial de orina si por clínica se sospecha orquiepididimitis. ECO doppler testicular, ayuda a diferenciar la torsión testicular de las otras etiologías. Ningún examen es 100% sensible ni específico. Tratamiento: Médico: Si logra establecerse por clínica o ECO el diagnóstico etiológico de torsión de hidátide testicular, puede manejarse de manera ambulatoria con AINES, hielo local y reposo relativo. La decisión de operar o no un paciente con este diagnóstico debe ser tomada por el cirujano pediatra y no por el médico general. Si el paciente presenta trauma escrotal y al examen hay equimosis evidente, puede manejarse inicialmente con AINES, hielo local y reposo relativo. Si el paciente tiene parotiditis, posiblemente se trata de orquitis viral y el manejo es similar a los casos de trauma evidente. Si logra establecerse por clínica o paraclínicos el diagnóstico etiológico de epididimitis, (es muy difícil por clínica o ECO doppler) se maneja ambulatorio con AINES (Ibuprofeno 5-10mg/Kg) y con antibióticos que cubran gram negativos aerobios (cefalexina 50mg /Kg, Gentamicina 5mg /Kg, Amikacina 15mg /Kg o TMP-SMT 8mg/Kg de trimetropín) y luego debe estudiarse por consulta externa una posible malformación de vías urinarias como etiología. Si hay asociada secreción purulenta por el pene en un adolescente, debe tratarse con medicamentos que cubran C.gonorrae, Clamidia y Trichomonas. Deben estudiarse otras posibles enfermedades de transmisión sexual. Si logra establecerse como etiología una hernia inguinal encarcelada, debe tratar de hacerse una reducción manual bajo sedación o analgesia (si es necesario, en salas de cirugía), si se logra, el paciente debe hospitalizarse para realizar la herniorrafia 24 – 48 horas después, cuando disminuya la inflamación y la probabilidad de lesionar durante el acto quirúrgico algunas de las estructuras del cordón espermático. Cuando el paciente tiene menos de 6 horas de evolución y no logra establecerse el diagnóstico etiológico, debe llevarse inmediatamente a exploración quirúrgica puesto que éste es el tiempo en el cual se logra salvar casi el 100% de los testículos comprometidos en una torsión o en una hernia encarcelada (si lleva entre 6 y 24 horas de evolución, el 50% aproximadamente). Si el paciente tiene más de 24 horas de evolución y hay disponibilidad de realizar los paraclínicos anotados, se realizan. Si no es posible realizarlos, se lleva a cirugía. Los demás pacientes se manejan con cirugía urgente pero no tiene que ser una emergencia quirúrgica. A todos los pacientes que son llevados a cirugía y tienen más de 6 horas de evolución, se les debe realizar previamente autorización de orquidectomía firmada por alguno de los padres o su representante legal. Cirugía: En caso de compromiso sólo escrotal, el abordaje es por vía escrotal, se realiza incisión transversa hasta la túnica vaginal: Si se encuentra hidátide torcida se reseca, si se encuentra orquiepididimitis se realiza toma de muestra del líquido para cultivo y lavado con solución salina. En ambos casos se cierra nuevamente el lado afectado. Se continúa Juan Valero Síndrome inguinoescrotal agudo el manejo médico anotado previamente para cada una de estas patologías. Si se encuentra testículo torcido, isquémico o necrótico, se realiza destorsión y se recoloca en su túnica vaginal. Mientras se espera si se recupera de la isquemia se realiza abordaje escrotal contralateral y se fija el otro testículo. Se extrae nuevamente el testículo afectado, si mejoró la isquemia, se fija y se cierra la incisión. Si el testículo está necrótico, se realiza orquidectomía y se cierra la incisión. Estos procedimientos son ambulatorios a menos que haya alguna enfermedad concurrente que lo impida. Si el diagnóstico clínico es de testículo criptorquídico torcido, el abordaje es inguinal: el testículo criptorquídico se destuerce y se fija el contralateral mientras se espera la recuperación de la isquemia asociada, si no se recupera se realiza orquidectomía, en caso contrario, se realiza orquidopexia. En la hernia inguinal encarcelada siempre se intenta una reducción manual del contenido. Si se logra, puede diferirse la herniorrafia inguinal 24 a 48 horas esperando disminución del edema de los tejidos, pero siempre debe realizarse en la misma hospitalización. El abordaje preferido en la hernia inguinal encarcelada, es el laparoscópico. Al realizar la herniorrafia, se verifica si hay isquemia del contenido del saco, En los niños siempre debe verificarse la viabilidad del testículo pues es el órgano que sufre con mayor frecuencia las lesiones de la isquemia. Postoperatorio: En caso de operar un recién nacido a término con menos de 44 semanas postconceptuales (el lapso de tiempoes mayor en prematuros) existe el riesgo de apnea en el postoperatorio y debe dejarse hospitalizado para su monitorización. En el postoperatorio se requieren analgésicos (según el caso puede ser acetaminofén o AINES) y control por consulta externa. Los niños con orquiepididimitis sin etiología clara deben estudiarse por consulta externa para una posible malformación de la vía urinaria. En casos de hernia inguinal estrangulada y resección intestinal, se hospitaliza el paciente sin vía oral, con líquidos endovenosos, analgesia y antibióticos (contra aerobios y anaerobios gram negativos). El paciente puede darse de alta cuando tolere vía oral; su inicio depende del órgano estrangulado y de la resolución del íleo postoperatorio. Complicaciones: Infección de la herida (ISO superficial): Ocurre en menos del 2% de los pacientes. Es más frecuente en los niños que aún no controlan esfínteres y en las cirugías realizadas por cuadros infecciosos no isquémicos. El porcentaje es mayor si fue necesario realizar resección intestinal. Si no hay celulitis asociada ni compromiso aponeurótico, se manejan con curaciones ambulatorias. Reproducción de la hernia: En niños operados por hernia encarcelada puede ser hasta del 20%, es más frecuente cuando la cirugía se realiza en niños que nacieron prematuros. Puede repararse por vía inguinal o por laparoscopia. Atrofia testicular: Ocurre en el 2% de los casos en caso de herniorrafia. Es más frecuente en las cirugías de urgencia. Por esta razón, en los casos de hernia encarcelada, siempre debe verificarse el estado del testículo al momento de la cirugía. Este porcentaje es mayor en caso de testículos torcidos con isquemia (no necrosis) a los que se le realizó destorsión y fijación, especialemente si llevaban más de 24 horas de evolución. Juan Valero Síndrome inguinoescrotal agudo En los casos de resección intestinal, existe el riesgo de íleo, obstrucción intestinal y dehiscencia de la anastomosis que no se discutirán en la presente guía. Manejo en casa En los pacientes que no presentan complicaciones, se envía a casa con dieta normal, lavado diario de las heridas con agua y jabón, incapacidad escolar por 7 días e incapacidad para realizar ejercicio físico intenso por 2 a 3 semanas. Se le indica que debe venir por urgencias si presenta fiebre, vómito, dolor abdominal, enrojecimiento o secreción por la(s) herida(s). Se da cita de control postoperatorio para revisar al niño luego de 1 a 2 semanas, en esa cita se buscan síntomas y signos de alguna complicación y se retiran los puntos en caso de ser relevante. En caso de haber realizado orquidectomía por necrosis, se revisa el resultado de patología. En caso de haber realizado herniorrafia inguinal o destorsión y fijación testicular, si todo está bien, se da de cita de control en los próximos 3 meses cuando ya ha cedido completamente el edema y puede realizarse una comparación del tamaño testicular con el contralateral. A los niños a los que se les realizó orquidopexia por testículo criptorquídico torcido, se les deben realizar controles anuales posteriores para verificar el crecimiento del testículo y enseñar a la madre que desde la etapa de la preadolescencia, realice ella o el niño, un examen testicular periódico buscando masas o aumentos importantes de tamaño, por el riesgo de cáncer. Bibliografía (pendiente) Juan Javier Valero H. Cirujano Pediatra Juan Valero
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