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Angelologia

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Angelología: La 
Doctrina de Ángeles y 
Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
Oswaldo Cuadra 
La creencia de ángeles y demonios es fuerte, principalmente entre tres grandes religiones que están 
emparentadas: el Islam, Cristianismo y Judaísmo. Sin embargo, pueden surgir las siguientes dudas: 
¿Conocemos realmente su naturaleza y apariencia? ¿Son seres reales? ¿Es Satanás un ángel caído? ¿Son los 
demonios reales? ¿Son los ángeles agentes protectores? ¿Existe el ángel de la guarda? Las repuestas a estas 
preguntas y otras más están basadas en muchas creencias alejadas del conocimiento bíblico encerrando un 
gran misticismo, de allí la importancia de estudiar esta doctrina a la luz de la palabra de Dios. 
 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
 1 
Introducción 
“Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol…” 
Apocalipsis 19:17 
n el año 2009 en Estado Unidos se pasó una encuesta dirigida a 2303 adultos con la finalidad de reflejar 
en una estadística sus creencias religiosas descubriendo así que el 72% de ellos creían en la existencia de 
ángeles y un 60% creían en el diablo. La creencia de ángeles y demonios es fuerte, principalmente entre 
tres grandes religiones que están emparentadas: el Islam, Cristianismo y Judaísmo. Sin embargo, pueden surgir las 
siguientes dudas: ¿Conocemos realmente su naturaleza y apariencia? ¿Son seres reales? ¿Es Satanás un ángel caído? 
¿Son los demonios reales? ¿Son los ángeles agentes protectores? ¿Existe el ángel de la guarda? Las repuestas a estas 
preguntas y otras más están basadas en muchas creencias alejadas del conocimiento bíblico encerrando un gran 
misticismo, de allí la importancia de estudiar esta doctrina a la luz de la palabra de Dios. 
 
Angelología es una palabra compuesta que proviene de las 
palabras griegas: ángelos (ἄγγελος) que significa ángel y lógos 
(λόγος) que es tratado o estudio. En si la angelología es la parte 
de la teología destinada al estudio de la doctrinas de los ángeles y 
demonios. En la Biblia el tema de los ángeles es algo imposible 
de desmentir, ya que desde Génesis hasta Apocalipsis su 
existencia esta recalcada. Paradójicamente muy poco se habla de 
ellos en los libros de teología y por otro lado su estudio está 
influenciado por la superstición y ficción de escritos, poemas y 
literatura pagana. Sin embargo, pese a todo esto si aceptamos la 
evidencia bíblica podemos estar seguros que los ángeles y 
demonios son seres reales. Los ángeles se presentan como seres 
celestiales los cuales son muy distintos a la raza humana y a la 
propia divinidad. Como seres creados por Dios son superiores en 
cuanto a la actual condición caída del hombre, pero inferiores a 
Dios. Las culturas antiguas han creído en la existencia de seres 
semejantes a los ángeles. Por ejemplo entre las civilizaciones 
mesopotámicas se creía en la existencia de seres espirituales 
llamados karibu, los cuales tenían aspecto de hombre o a veces 
de cuadrúpedos y se les consideraba seres espirituales que 
cuidaban a los hombres. 
También creían en seres malignos parecidos a los demonios los cuales llamaban Namtaru y se les asociaba toda 
clase de mal que ocurría en medio de los hombres. Los antiguos egipcios también creían en la existencia de seres 
espirituales de menor rango a los dioses encargados de custodiar a los espíritus de los difuntos, así como la existencia de 
genios perversos y terribles que aparecían en forma de hombre, animal o hibrido. Los antiguos filósofos griegos como 
Sócrates, Hesíodo, Jenócrates y Plutarco también hablaron acerca de espíritus etéreos inmortales enviados a este mundo 
por los dioses para cuidar y espiar a los hombres a los cuales llamaban demonios. La literatura gnóstica también está 
influenciada por seres parecidos a los ángeles los cuales llaman Eones los cuales son descritos como seres inmateriales, 
completos, infinitos y perfectos capaces de generar emanaciones de sí mismo produciendo seres espirituales de distintas 
magnitudes. Por tanto, podemos ver que la creencia en seres semejantes a los ángeles era propia de las culturas cercanas 
a Israel. En el caso de la tradición judía, sus escritos de la época antes y después del exilio están llenos de ángeles, así 
como en el Islam la creencia de los ángeles es fuertemente aceptado y en el cristianismo esto es un hecho indiscutible. 
Por tanto, nos parece a bien desarrollar un estudio de estos seres a la luz de la palabra de Dios. 
Por tanto, podemos ver como la creencia de ángeles o seres similares era y sigue siendo aceptada en muchas 
culturas por lo que su estudio a la luz de la Palabra de Dios se vuelve sumamente importante. 
 
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Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
 2 
Revelación Bíblica de los Ángeles 
“Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era 
millones de millones”. 
Apocalipsis 5:11 
a existencia de los ángeles está fuertemente sustentada en la Biblia. La palabra ángel tanto en el Antiguo 
como en el Nuevo Testamento significa mensajero y proviene de las palabras malák (ַמְלָאְך), en hebreo y 
ángelos (ἄγγελος) en griego. En ocasiones se utilizan estas palabras para hacer referencia a un mensajero 
humano (1 Reyes 19:2, Hageo 1:13, Lucas 7:24; Santiago 2:25), para referirse a los pastores o líderes de una iglesia 
cristiana (Apocalipsis 1:20; 2:1,8,12,18; 3:1, 7, 14) y en el Antiguo Testamento en ocasiones se usa el termino el Ángel 
de Jehová que no es más que una teofanía o aparición del Cristo antes de su encarnación (Génesis 16:1-13; 21:17-19; 
22:11-16). Aparte de estas menciones, el Antiguo Testamento habla más de 100 veces de ellos, mientras que el Nuevo 
Testamento hace una mención de aproximadamente 165 incluyendo las enseñanzas de Jesús donde los menciona a ellos. 
En cuanto a su naturaleza, la iglesia ha tratado de llegar a un mutuo acuerdo basados en la evidencia bíblica. Su estudio 
en el ámbito cristiano ha estado presente desde mucho tiempo atrás, pero no todo lo que se ha dicho respecto a ellos vale 
la pena que se considere con seriedad. Durante la Edad Media surgieron muchas consideraciones un tanto absurdas 
concernientes a estos seres y sus conclusiones estaban basadas en nada más que su gran imaginación sin mayor respaldo 
bíblico. Por ejemplo, se llegó a especular acerca de cuántos ángeles pudieran pararse sobre la punta de una aguja o si 
sería posible para un ángel estar en dos Jugares a la vez; o cuánto fue el intervalo de tiempo entre la creación de los 
ángeles y su caída o si nuestra atmósfera es el lugar de castigo para los ángeles caídos; o si los ángeles que sirven de 
guardianes tienen a su cargo a los niños desde su bautismo o desde que están en el seno de sus madres. 
 
En cuanto a las conclusiones más sensatas de la iglesia referentes a la existencia de los ángeles, desde el 
principio ha sido considerado un ser inmaterial o incorpóreo, aunque también puede materializarse. En el concilio de 
Niza celebrado el 784 d.C. se llegó a establecer la creencia que estaban creados de luz apoyándose de pasajes como 
Mateo 28:2-3(“porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo… Su aspecto era como un relámpago, y su vestido 
blanco como la nieve”); Lucas 2:9 (“Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de 
resplandor; y tuvieron gran temor”) y otros pasajes en los que se habla de su apariencia luminosa y de la gloria que les 
acompaña. Posteriormente, en el Concilio Laterano del 1215 d.C. se decidió que eran incorpóreos o espirituales y ésta ha 
sido la opinión común en la Iglesia hasta hoy (“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de 
los que serán herederos de la salvación?”, Hebreos 1:14). Son seres superiores a los hombres en cuanto al poder 
limitado que Dios les ha dado: “Digo:¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que 
lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra”, (Salmo 8:4-5). También son 
seres creados por Dios: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, 
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y 
para él”, (Colosenses 1:16), y existen desde antes la fundación del mundo: “¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O 
quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando 
alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?”, (Job 38:5-7). Originalmente todos 
fueron creados santos: “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha 
guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”, (Judas 6). Su apariencia en la Biblia siempre 
es masculina, tal y como los vio Abraham cuando lo invito a reposar en su tienda: “Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres 
varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en 
tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo”, (Génesis 18:2-3); o 
como lo vieron las mujeres que fueron al sepulcro de Jesús: “Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven 
sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron”, (Marcos 16:5). 
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El texto sagrado nos dice que estos son seres que no pueden reproducirse por lo 
que se les considera asexuales: “Porque en la resurrección ni se casarán ni se 
darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”, (Mateo 
22:30), Existe un gran número de ellos, tal y como se declara en Hebreos 12:22: 
“sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, 
Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles”, o en 
Apocalipsis 5:11: “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y 
de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones”. 
De acuerdo a 1 Pedro 1:12 poseen inteligencia: “A éstos se les reveló que no 
para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son 
anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo 
enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”, y Lucas 15:10 
enseña que son seres que expresan sentimientos: “Así os digo que hay gozo 
delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”. Finalmente, la 
Biblia nos dice que la morada principal de los ángeles está en el cielo: “Mirad 
que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles 
en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”, (Mateo 
18:10). 
Jacob en su sueño vio angeles de 
ascendian y descendian sobre una 
escalera 
 
Ministerio de los 
Ángeles 
 
 
“Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos 
en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a 
la voz de su precepto”. 
Salmo 103:20 
 
 Cuando hablamos del ministerio de los ángeles la palabra de Dios nos enseña lo siguiente: 
 
1. Son mensajeros de Dios. 
2. Son seres que ejecutan juicios divinos. 
3. Son seres ministradores que ayudan a los siervos de Dios. 
4. Son protectores de los hijos de Dios. 
 
Primeramente vemos que los ángeles se presentan como mensajeros de Dios. Tenemos el caso del ángel Gabriel 
el cual aparece en Daniel 8:16-17 el cual fue enviado al profeta para revelarle el significado de las visiones apocalípticas 
del carnero y macho cabrío que había tenido (“Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: 
Gabriel, enseña a éste la visión. Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi 
rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin”). También en el capítulo 9 
vemos que fue enviado al mismo profeta para mostrarle el significado de las 70 semanas: “Aún estaba hablando en 
oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a 
la hora del sacrificio de la tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte 
sabiduría y entendimiento”, (Daniel 9:21-22). Este mismo ángel aparece en el Nuevo Testamento anunciándole al 
sacerdote Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista: “Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante 
de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas”, (Lucas 1:19). También notamos la figura del Ángel 
de Jehová fungiendo como mensajero en Génesis 16:7-9 donde le ordena a Agar a volver a su señora Sara y ponerse 
sumisa a ella, o cuando se revelo delante de Balaam para decirle que había salido para resistirle ya que su camino era 
perverso (Números 22:32), o cuando subió de Gilgal a Boquin para hablarle a Israel en nombre (Jueces 2:1). También 
aparece el ángel de Jehová llamando al servicio de Dios a Gedeón (Jueces 6:11) y más tarde se le aparece a la mujer de 
Manoa para anunciarle el nacimiento de Sansón (Jueces 13:3). Vemos al ángel de Jehová hablando al profeta Elías para 
que fuera a amonestar a los mensajeros del rey Ocozías (2 Reyes 1:3). Finalmente, vemos al ángel de Jehová ordenando 
al profeta Gad que detuviera al rey David en su intención de construirle un templo ya que lo haría uno de sus hijos (1 
Crónicas 21:18). 
 
 
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En segundo lugar vemos a estos seres ejecutando terribles juicios divinos. 
Por ejemplo, se encargaron de custodiar la entrada del Huerto del Edén 
cuando Adán y Eva fueron expulsados: “Echó, pues, fuera al hombre, y puso 
al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se 
revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida”; 
(Génesis 3:24). Fue un ángel que extermino al gran ejército asirio que tenía 
sitiado a Jerusalén en tiempos del rey Ezequías: “Y salió el ángel de Jehová y 
mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando 
se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muerto”, 
(Isaías 37:36). Cuando David peco al realizar el censo en Israel, Dios envió 
un ángel a castigar a la nación: “Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la 
mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta 
Beerseba, setenta mil hombres. Y cuando el ángel extendió su mano sobre 
Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel 
que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová 
estaba junto a la era de Arauna jebuseo. David dijo a Jehová, cuando vio al 
ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron 
estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de 
mi padre”, (2 Samuel 24:15-17). Un ángel extermino al ejército asirio 
 
Y en el Nuevo Testamento vemos como un ángel ejecuto un juicio directo sobre Herodes el cual se había 
exaltado a si mismo más que a Dios: “Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les 
arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por 
cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos”, (Hechos 12:21-23). Y en Apocalipsis vemos como los 
ángeles se encargan de ejecutar los terribles juicios sobre la tierra: “Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete 
ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la irade Dios”, (Apocalipsis 15:1). 
 
 En tercer lugar, los ángeles son presentados como seres ministradores 
que ayudan a los siervos de Dios en momentos de dificultad. Por ejemplo uno 
de ellos fortaleció a Elías cuando había caído en una terrible depresión: “Y 
volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y 
come, porque largo camino te resta”, (1 Reyes 19:7). Fortaleció a Pablo 
cuando sufrió el naufragio diciéndole que no temiera ya que compadecería 
delante del César: “Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de 
quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que 
comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que 
navegan contigo”, (Hechos 27:23-24). Fue un ángel que libero a Pedro y Juan 
de la cárcel para que siguieran predicando: “Mas un ángel del Señor, abriendo 
de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo: Id, y puestos en pie en el 
templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida”, (Hechos 5:19-20). 
Fue un ángel que le indico a Felipe que se acercara al etíope para testificarle el 
mensaje del evangelio: “Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: 
Levántate y vé hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, 
el cual es desierto”, (Hechos 8:26). 
 
Pedro es liberado de la cárcel por un 
ángel. 
 
También fue un ángel que direccionó a Cornelio para que buscare a Pedro para que le mostrara el camino de 
salvación: “Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él 
estaba, y le decía: Cornelio”, (Hechos 10:3). Otro ángel fue el que librero a Pedro de la cárcel el cual había sido 
encerrado por Herodes: “Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a 
Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”, (Hechos 12:7). 
En general, la Biblia nos dice que son seres ministradores al servicio de los hijos de Dios: “¿No son todos espíritus 
ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”, (Hebreos 1:14). 
 
 Finalmente, los ángeles son seres protectores. Protegieron a Israel en su travesía por el desierto: “y yo enviaré 
delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo”, (Éxodo 33.2). 
Fueron al auxilio de Eliseo cuando los sirios lo sitiaron: “Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos 
para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a 
caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo”, (2 Reyes 6:13). Fue un ángel de Dios el que cerró la boca de los 
 
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leones para que no dañaran a Daniel cuando este fue arrojado al foso: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de 
los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho 
nada malo”, (Daniel 6:22). En general la Biblia afirma que los ángeles del Señor cuidan la vida de sus hijos: “Pues a sus 
ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos”, (Salmo 91:11), “El ángel de Jehová acampa 
alrededor de los que le temen, y los defiende”, (Salmo 34:7). Además hay un versículo donde la Biblia nos sugiere que 
cuidan a los niños: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos 
ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”, (Mateo 18:10) y hasta están presentes en la muerte de los 
justos para acompañarlos al paraíso: “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de 
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado”, (Lucas 16:22). 
 
Los Ángeles en el ministerio de Jesús 
 
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? 
Mateo 26:53 
 
 
Con relación al ministerio de Jesús, podemos ver como los ángeles jugaron un 
papel muy importante. Vemos su intervención desde antes de su nacimiento. 
Fue el ángel Gabriel quien dio el anuncio de su nacimiento virginal a María 
(Mateo 1:20; Lucas 1:26–28). Fue un ángel del Señor que le revelo a José en 
sueños que no dejase a su mujer María cuando se enteró que estaba embarazada 
ya que concebiría por obra del Espíritu Santo (Mateo 1:18-20). Durante su 
nacimiento, fue uno de ellos que les anuncio a los pastores el lugar donde se 
encontraba el recién nacido y fue una multitud de ellos que le adoraron (Lucas 
2:8–15). También fue un ángel el cual le advirtió en sueños a José que tomara 
al Niño Jesús y su madre y huyeran a Egipto después de la visita de los magos 
ya que Herodes intentaría matar al Niño (Mateo 2:13). Finalmente, José fue 
advertido en sueños por un ángel que regresara a la tierra de Israel tiempo 
después de la muerte de Herodes el Grande (Mateo 2:19-20). Vemos como los 
ángeles ministraron a Jesús después de su tentación (Mateo 4:11) y en su 
angustia en el monte Getsemaní (Lucas 22:43). Durante su captura declaro que 
si quería podía clamar a su Padre y este le mandaría más de doce legiones de 
ángeles para que lo defendieran (Mateo 26:53). 
 
 
En su resurrección fue un ángel el que removió la piedra de la cueva donde fue sepultado (Mateo 28:1–2) y dos 
de ellos les anuncio a las mujeres su resurrección (Lucas 24:5–7). La Biblia declara que en su segunda venida los ángeles 
lo acompañaran (Mateo 25:31; 2 Tesalonicenses 1:7), así como separarán el trigo de la cizaña en su segunda venida 
(Mateo 13:39–40).Por tanto, vemos como los ángeles jugaron un papel muy importante durante el ministerio de nuestro 
Señor Jesucristo, y cómo tendrán un papel muy importante en su segunda venida. 
 
Origen y Naturaleza de los Ángeles 
 
 
“¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican 
más que la arena; despierto, y aún estoy contigo”. 
Salmo 139:17-18 
 
espués de haber considerado a la luz de la palabra de Dios y los antecedentes bíblicos referente a la 
existencia de los ángeles y sus funciones, evaluaremos un poco más en detalle todo lo referente a su 
creación, naturaleza y morada. Los seres humanos vivimos en un universo inmenso el cual todavía 
guarda muchos secretos para los que lo estudian. Basta ver el inmenso universo y contemplar las miles de estrellas para 
darnos cuenta que hay muchas cosas que aun desconocemos, sin embargo, comparado a los misterios que nos guarda el 
mundo espiritual, este quizás representa apenas la punta del iceberg. Nicolás Camille Flammarion, un prominente 
astrónomo francés que realizo grandes descubrimientos que enriquecieron la ciencia de los astros celestes se fascino en 
sus últimos días con la existencia del mundo espiritual diciendo: “Entonces entiendo que todas las estrellas que siempre 
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se han visto en el firmamento, los millones de puntos luminosos que forman parte de la Vía Láctea, los cuerpos 
celestiales innumerables, los soles de toda magnitud y de todo grado de brillantez, los sistemas solares, los planetas y los 
satélites que por millones y millones se extienden en el inmenso vacío que nos rodea; que todo lo que los seres humanos 
han llamado el universo, no representa en lo infinito más que un archipiélago de islas celestiales y nada más que un 
pueblo de menor importancia en la totalidad de una gran población. En esta ciudad del imperio sin límites, en este 
pueblo de una tierra sin fronteras, nuestro sol y su sistema representa un puntito, una casita aislada entre los millones 
de otras habitaciones. ¿Será nuestro sistema un palacio o una chocita en esta gran ciudad? Probablemente una chocita. 
¿Y latierra? La tierra es una cámara en la mansión solar, una habitación miserablemente pequeña”. De alguna manera 
este científico llego a considerar la grandeza de secretos y misterios que envolvía a un mundo que nuestros ojos son 
incapaces de percibir, pero solo por ello no lo hacen irreal, y en este universo espiritual se encuentran los ángeles. 
 
La Creación de los Ángeles 
 
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; 
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”. 
Colosenses 1:16 
 
asados en Colosenses 1:16 se nos permite inferir que todos los ángeles fueron creados al mismo tiempo y 
desde entonces no se ha añadido más al número original. De acuerdo a la evidencia bíblica se estima que 
fueron creados antes de la creación de la tierra tal y como lo declara el libro de Job: “¿Quién ordenó sus 
medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su 
piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?”, (Job 38:5-7). 
La palabra hijos de Dios que aparece en estos versículos provienen del griego ben elojin ( ֱאֹלִהים ן ), donde ben es una 
palabra con un uso amplio de significados y generalmente se usa para referirse a los hijos engendrados, pero en este caso 
se está refiriendo a los seres creados por Dios, que son los ángeles. Esta mismas expresiones ben elojin ( ֱאֹלִהים ן ), 
aparecen en Job 1:6 cuando dice que “Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales 
vino también Satanás”, y obviamente los hijos de Dios se refiere a los ángeles. Estos seres celestiales no tienen una 
existencia limitada como los seres humanos en esta tierra, y no puede aumentar ni disminuir su número tal y como 
nuestro Señor Jesús lo enseño cuando les explicaba a unos saduceos que en la resurrección los humanos no se casaran y 
se darán en casamiento: “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los 
ángeles de Dios en el cielo”, (Mateo 22:30). 
 
En cuanto a su número es incalculable tal y como lo declara Hebreos 12:22: “sino que os habéis acercado al 
monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles”, o en 
Apocalipsis 5:11: “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; 
y su número era millones de millones”. A lo largo de la historia mucho se ha especulado referente a su número real. 
Clemente de Alejandría llego a comparar la cantidad de ángeles con la cantidad de estrellas en el firmamento basados en 
el Salmo 148:1-2: “Alabad a Jehová desde los cielos; alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; 
alabadle, vosotros todos sus ejércitos”. En la Edad Media el teólogo y filósofo Alberto Magno llego a especular en su 
número diciendo que existían 399, 920,004 de ángeles, cifra muy parecida que se manejaba en la comunidad judía. 
Tomas de Aquino no dio un número pero en su obra Suma Teológica llego a decir que existían tantos ángeles como 
humanos han existido en la tierra, hipótesis similar a aquellos que basándose en Mateo 18:10 creen en los ángeles que 
cuidan a los niños, hay tanto ángeles como personas. Respecto a esto, el Dr. Guillermo Cooke dice: “Óigase lo que dice 
Micaías: 'yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su 
izquierda' (1 Reyes 22: 19). Óigase a David en Salmo 68:17, 'Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de 
millares.' Eliseo vio a un destacamento de estos seres celestiales enviados para guardarle y la Escritura dice que 'el 
monte estaba lleno de gente de a caballo y carros de fuego alrededor de él' (2 Reyes 6: 17). Veamos lo que dice Daniel, 
'millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él' (Daniel 6: 10). He aquí lo que los pastores 
de Belén vieron y oyeron la noche del nacimiento del Divino Redentor: 'Una multitud de las huestes celestiales, que 
alababan a Dios, y decían: Gloria a Dios en las alturas' (Lucas 2: 13). Fíjense en lo que Jesús mismo dice en Mateo 
26:53, '¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? 
‘Échese una mirada al magnífico espectáculo que Juan el apóstol vio cuando contemplaba aquel mundo celestial y dijo: 
'Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era 
millones de millones' (Apocalipsis 5: 11). Sí tomamos esta cifra literalmente alcanza a un billón, pero representa sólo 
una parte de las huestes celestiales. Es probable, sin embargo, que este número no debe tomarse en su significado 
preciso, sino que nos es dado para indicar que hay una multitud inmensa superior a lo que generalmente los seres 
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humanos calculan. Por lo tanto leemos en Hebreos 12:22 no de un cierto número limitado de ángeles, sino nos habla de 
la compañía de muchos millares de ángeles”. 
 
Naturaleza de los Ángeles 
 
 Al estudiar la Biblia podemos darnos cuenta de algunos aspectos que nos dice algunas cosas respecto a la 
naturaleza y personalidad de los ángeles. Hebreos 1:14 nos dice que estos seres son espíritus, y otras partes de las 
escrituras nos sugieren que tienen forma masculina los cuales también puede materializarse tal y como los vio Abraham 
en Génesis 18:2-3: “Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió 
corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus 
ojos, te ruego que no pases de tu siervo”. En esta ocasión no solo descansaron en la tienda de Abraham, sino también 
comieron de lo que les sirvió: “Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante 
de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron”, (Génesis 18:8). Después de posar en la tienda de 
Abraham, los ángeles se dirigieron a las ciudades de Sodoma y Gomorra a ejecutar un juicio de parte de Dios por sus 
pecados donde fueron recibidos por Lot y los obligos a reposar en su casa. Su aspecto debió haber sido hermoso para que 
despertara la lascivia de los hombres de Sodoma: “Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la 
ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le 
dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos”, (Génesis 18:4-5). 
Podemos ver también en este pasaje que la forma de estos ángeles era completamente física ya que fueron capaces de 
agarrar a Lot y meterlo en la casa: “Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y 
cerraron la puerta”, (Génesis 18:10). Si consideramos la evidencia bíblica podemos darnos cuenta que los ángeles 
poseen características que definen su personalidad: 
 
1. Poseen inteligencia. Pedro en su primera carta explica los dichosos que los cristianos somos al tener la 
comprensión de las revelaciones del Antiguo Testamento las cuales los profetas inquirieron en comprender pero 
no lo lograron porque estaban reservadas para la iglesia, sin embargo, los ángeles lo comprenden y por eso la 
Escritura dice: “cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”, (1 Pedro 1:12). También en el Antiguo 
Testamento tenemos una referencia a la inteligencia de los ángeles al comparar la sabiduría de David con la de 
uno de ellos: “Tu sierva, pues, dice: Sea ahora de consuelo la respuesta de mi señor el rey, pues que mi señor el 
rey es como un ángel de Dios para discernir entre lo buenoy lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo”, (2 
Samuel 14:17). 
2. Poseen emociones. Por ejemplo ellos se alegraron cuando Dios estaba fundando el mundo: “Cuando alababan 
todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios…”, (Job 38:7). También se regocijan en el 
cielo cuando un pecador se arrepiente (Lucas 15:7). 
3. Poseen Moral. Esto se deja ver en el hecho que los ángeles buenos no permiten adoración para sí mismos: “Yo 
Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del 
ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus 
hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”, (Apocalipsis 22:8-9). 
4. Son capaces de entender la divinidad de Cristo. Los demonios fueron capaces de reconocer el señorío de 
Cristo: “Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! 
¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios” 
(Marcos 1:24). 
 
 
Los ángeles tiene un gran poder respecto a los hombre a tal 
punto que son capaces de ejecutar los juicios de Dios, sin 
embargo son limitados, tal y como lo podemos ver en 
Daniel 10:21-23 donde Gabriel no puede estar en dos 
lugares al mismo tiempo. También lo vemos en el caso de 
Satanás cuando Dios le autorizo que le quitara todo lo que 
tenía y le enfermare con una lepra maligna, pero le prohibió 
que atentara con su vida: 
 
“Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas 
guarda su vida”. 
Job 2:6 
 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
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Morada de los Ángeles 
 
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los 
cielos y en la tierra”. 
Efesios 3:14-15 
 
 En su carta a los Efesios el apóstol Pablo alaba al Padre celestial creador de toda familia, tanto en los cielos 
como en la tierra. Obviamente, la familia de los cielos a la cual se refiere está constituida por ángeles los cuales tienen su 
principal morada en los cielos. Las referencias bíblicas nos indican este hecho. Por ejemplo, cuando Jesús se refiere a 
ellos en Marcos 13:32 los llama “los ángeles que están en el cielo”, afirmando que su habitación es el cielo. También el 
apóstol Pablo escribe “un ángel del cielo”, haciendo referencia a su habitación celestial en Gálatas 1:8, el profeta 
Miqueas dice que vio a Dios sentado en su trono en los cielos y alrededor de El a todo “el ejercito del cielo”, es decir, 
los ángeles, (2 Crónicas 18:18). De igual forma Gabriel afirmo que su morada estaba en el cielo cuando dijo: “Yo soy 
Gabriel, que estoy delante de Dios”, (Lucas 1:19). El Dr. Arno Clemens Gaebelein comento referente a la morada 
de los ángeles: “En los lugares celestiales, según la Epístola a los Efesios, están los principados y potestades, una 
compañía de innumerables ángeles. Sus moradas están en esos lugares celestiales. El Dios que los creó, que los hizo 
espíritus apropiándoles cuerpos conforme a sus naturalezas espirituales, tiene que haberles dado también sus 
habitaciones”. 
 
Organización y Clasificación de los 
Ángeles 
 
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; 
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”. 
Colosenses 1:16 
 
e acuerdo a los textos de Hebreos 12:22 y Apocalipsis 5:11 existen millares de millares de ángeles los 
cuales han sido creados por Dios y estos se encuentran organizados como un poderoso ejército. Puesto 
que orden es la primera ley en el cielo se espera que estos seres celestiales se encuentren organizados de 
acuerdo a su rango y actividad. En Colosenses 1:16 nos sugiere una organización de estos seres al decirnos que están 
agrupados en tronos, dominios, principados y potestades y en Apocalipsis 12:7 se nos dice que Miguel es el que está a la 
cabeza de ellos: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y 
luchaban el dragón y sus ángeles”. Esta organización aplica tanto para ángeles buenos y caídos o demonios donde el 
líder de estos últimos es Satanás. Además al considerar la evidencia bíblica nos podemos dar cuenta que existen 
diferentes clases de seres angelicales los cuales tienen diversidad de funciones delante de Dios y es basado en estas 
actividades que se ha sugerido una clasificación para cada uno de ellos. El estudio de su clasificación nos ayuda un poco 
a comprender su naturaleza y funciones delante de la divinidad. La clasificación aplica tanto para los ángeles santos 
como para los que se revelaron junto con Satanás y que hoy en día se les conoce como demonios. 
 
Arcángel 
 
“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a 
proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda”. 
Judas 9 
 
D 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
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 9 
 
La palabra arcángel proviene del griego arjángelos 
(ἀρχάνγελος). Como arcángel, solamente Miguel es 
designado con ese estatus de tal forma que no 
existen más arcángeles de acuerdo al Canon 
Sagrado. Aparece por primera vez en el Antiguo 
Testamento específicamente en el libro de Daniel 
como uno de los principales ángeles protectores de 
la nación de Israel: “Mas el príncipe del reino de 
Persia se me opuso durante veintiún días; pero he 
aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino 
para ayudarme, y quedé allí con los reyes de 
Persia”, (Daniel 10:13). También el texto de Judas 
9, donde se le llama arcángel, nos muestra a 
Miguel contendiendo con Satanás por el cuerpo de 
Moisés y a pesar de su gran poder no se atrevió a 
proferir maldición sobre él, sino se apoyó en el 
respaldo de Dios al decirle: El Señor te reprenda. 
En tiempos de la gran Tribulación será el protector 
de la nación de Israel: 
 
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de 
angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los 
que se hallen escritos en el libro”, (Daniel 12:1). También lo vemos a la cabeza del ejercito celestial de Dios expulsando 
a Satanás y sus ángeles caídos del cielo, razón por la cual se cree que Miguel es el comandante de los escuadrones 
angelicales: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el 
dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran 
dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y 
sus ángeles fueron arrojados con él”, (Apocalipsis 12:7-9). Finalmente, muchos creen que será el arcángel Miguel el 
cual sonara la final trompeta el día de rapto dando por hecho que la iglesia consideraba desde sus inicios que solo 
existían un solo arcángel: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, 
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”, (1 Tesalonicenses 4:16). 
 
Principados 
 
“Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y 
potestades en los lugares celestiales”. 
Efesios 3:10 
 
La palabra se traduce del griego arjé (ἀρχή) con la cual se distinguían los magistrados o gobernadores 
principales de una aldea o nación. Sus referencias aparecen en Romanos 8:38; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 
2:10-15, y se aplica tanto a los ángeles santos como a los demonios. Por el uso etimológicode esta palabra muchos 
consideran que esta clase de ángeles tienen una incidencia directa sobre los asuntos de naciones o pueblos a tal punto que 
pueden considerarse a la cabeza de ángeles en esas regiones geográficas. En el libro del profeta Daniel se hace una 
referencia a una lucha que ocurrió entre estos principados: Debido a las grandes visiones apocalípticas que Daniel había 
tenido quedo completamente exhausto y sin fuerzo, sin embargo, Dios dispuso que el ángel Gabriel fuera hasta él para 
revelarle el significado de estas visiones, pero en su camino, otro ser al cual se le llama el príncipe de Persia se le opuso, 
y no pudo vencerlo hasta que llego el arcángel Miguel que le ayudo. Obviamente la lucha que vemos aquí es entre 
ángeles y demonios, donde el príncipe de Persia debe ser un Principado de maldad que ejercía la mayor autoridad sobre 
los demonios de esa región: “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí 
Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para 
hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días”, (Daniel 10:13-
14). Más adelante el ángel le dice al profeta que tiene que regresar a luchar con el príncipe de Persia y luego vendría el 
príncipe de Grecia: “Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el 
príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro 
de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe”, (Daniel 10:20-21). 
 
 
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Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
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Poderes y Señoríos 
 
“Sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino 
también en el venidero”. 
Efesios 1:21 
 
 
La palabra poder (en ocasiones traducida como potestad) proviene 
del griego original exousía (ἐξουσία) y era un título que se le daba 
a una persona que tenía la capacidad y potencia de ejecutar su 
autoridad en una región determinada. También la palabra señorío 
se traduce del griego dúnamis (δύναμις) que literalmente describe 
una poderosa fuerza eficaz. En este sentido se cree que esta clase 
ángeles son seres que actúan directamente en los asuntos de los 
seres humanos, ya sea para bien o para mal, de acuerdo a la 
naturaleza buena o mala en el caso de los demonios. Sus 
referencias bíblicas aparecen en Efesios 1:21; 2:2; 3:10; 6:12; 
Colosenses 1:16; 2:10, 15; 1 Pedro 3:22. Podemos ver el caso de 
un ángel malo que influyó en Acab rey de Israel para que este 
fuera a la guerra actuando como una fuerza poderosa y eficaz en 
boca de los falsos profetas para engañarlo y conducirlo a la 
muerte. 
 
“Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos 
estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda. Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot 
de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo 
le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus 
profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; vé, pues, y hazlo así. Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu 
de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti”. 
1 Reyes 22:19-23 
Tronos y Dominios 
 
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; 
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”. 
Colosenses 1:16 
 
La palabra trono se traduce del griego zrónos (θρόνος) y precisamente significa eso, trono, mientras que la 
palabra dominios viene del griego kuriótes (κυριότης), título de autoridad que se le daba a un amo o señor. Esta 
designación enfatiza la dignidad y la autoridad de los gobernadores angélicos en el uso que Dios hace de ellos en su 
gobierno. Las referencias bíblicas las encontramos en Efesios 1:21; Colosenses 1:16; 2 Pedro 2:10 y Judas 8. 
 
Querubines 
 
“Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando 
habla”. 
Ezequiel 10:5 
 
 
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La palabra querubín proviene del hebreo kérub (ְכרּוב) y son 
descritos como seres alados de imponente presencia de acuerdo a Ezequiel 
10:5 o como se muestran en el arca del pacto: “Y los querubines extenderán 
por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el 
uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los 
querubines”, (Éxodo 25:20). Los querubines constituyen una orden de 
ángeles poderosos, evidentemente de alto rango, puesto que Satanás era un 
querubín (Ezequiel 28:14, 16). Aparentemente ellos funcionan como guardas 
de la santidad de Dios, habiendo guardado el camino hacia el árbol de la 
vida en el huerto de Edén: “Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente 
del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por 
todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida”, (Génesis 3:24). 
El uso de querubines decorados en el propiciatorio del arca o en las cortinas del Templo nos sugieren una 
función de protección: “Todos los sabios de corazón de entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez 
cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; las hicieron con querubines de obra primorosa”, (Éxodo 36:8); “Hizo 
también los dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio”, (Éxodo 37:7); “Puso 
estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo, los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba 
una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa” , 
(1 Reyes 6:27). Respecto a estos seres el Dr. Scofield dice: “El tema es algo obscuro, pero tornando en cuenta la 
posición de los querubines en la puerta del Edén, en la cubierta del arca del pacto, y en Apocalipsis 4, se concluye 
claramente que ellos se relacionan con la vindicación de la santidad de Dios contra el orgullo del hombre pecador 
quien, a pesar de su pecado, podría alargar su mano para tomar del árbol de la vida (Génesis 3:22-24). Los querubines 
que estaban sobre el arca del pacto, habían sido hechos de una pieza con el propiciatorio, y contemplaban allí la sangre 
derramada que hablaba, tipológicamente, de la perfecta preservación de la justicia divina por medio del sacrificio de 
Cristo”, (Éxodo 25:17-20; Romanos 3:24-26). 
 
Serafines 
 
“En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. 
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con 
dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena 
de su gloria”. 
Isaías 6:1-3 
 
 
La palabra serafín proviene del hebreo saráf ( ָשָרף) la cual 
literalmente significa “serpiente ardiente”. Este nombre 
aparece en Números 21:6 (“Y Jehová envió entre el 
pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y 
murió mucho pueblo de Israel”) y era dado a unas 
serpientes, no porque tuvieran alas, sino porque eran 
rápidas para moverse y morder a las personas. Esto nos 
sugiere que estos seres eran rápidos para moverse. La 
descripción de seis alas concuerda exactamente con la que 
Juan hace de los seres viviente en Apocalipsis 4. Aparte 
de eso vemos que estos seres entonaban unaespecie de 
adoración a Dios diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de 
los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. De 
igual forma los cuatro seres vivientes que aparecen en 
Apocalipsis 4 no paran de adorar a Dios: 
 
“Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no 
cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de 
venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al 
que vive por los siglos de los siglos”, (Apocalipsis 4:8-9). Pareciera que los serafines de Isaías 6 son los mismos que 
aparecen en Apocalipsis 4, sin embargo, su identidad de los cuatro seres vivientes es otro tema que ha causado mucha 
especulación. En el griego original la palabra ser viviente se traduce del nombre neutro zon (ζῶν), y Juan nos dice que 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
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son cuatro los cuales están llenos de ojos delante y detrás. Estos poseen seis alas y día y noche no cesan de adorar a Dios. 
El apóstol describe a cada uno de ellos, uno semejante a león, otro semejante a becerro, otro semejante a rostro de 
hombre y el otro semejante a un águila volando lo cual también denota que cada ser viviente poseía características que 
los diferenciaba uno de otro. Como los serafines tienen seis alas cada uno. El Dr. Scofield dijo referente a los serafines de 
Isaías 6: “ardientes, esta palabra ocurre solamente aquí... En muchas maneras los serafines se hallan en contraste con 
los querubines, aunque ambos expresan la santidad divina, la cual exige que el pecador tenga acceso a la divina 
presencia solamente por medio de un sacrificio que en verdad vindique la justicia de Dios (Ro. 3: 24·26, notas), y que el 
santo se purifique antes de ofrecer su sacrificio al Señor. Génesis 3:24·26 es una ilustración de la primera de estas 
demandas; Isaías 6:1-8, de la segunda. Puede decirse que los querubines están relacionados con el altar y los serafines 
con el lavacro”. 
 
Los ángeles en la Literatura Apócrifa 
 
La literatura apócrifa también está llena de relatos donde presentan a estos seres. Por ejemplo, en el Proto-
Zacarías aparece el Ángel de Jehová acompañado de otros ángeles najo su órdenes y con la función de interceder por el 
pueblo de Israel. En el libro apocalíptico de 1 Enoc se menciona el relato de como 200 ángeles decidieron abandonar su 
morada celestial y descendieron a la tierra para unirse con las mujeres las cuales al quedar embarazadas dieron a luz a 
gigantes, historia que no es muy aceptada entre la mayoría de teólogos, pero que aparece en este libro. En el capítulo 6 
aparecen los nombre de los ángeles que dirigieron esta rebelión: “Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien 
era el principal y en orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 
'Asa'el, Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y Yehadi'el”, (1 Enoc 6:7). 
Además, en el capítulo 9 aparecen 4 ángeles que el libro menciona por nombre: Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel, y más 
adelante continua haciendo mención de los mismos incluyendo a Uriel, Reul y Remeiel. También en el libro de Tobías 
aparece el ángel Rafael (Tobías 3:17; 12:15) el cual se presenta como “Yo soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que 
presentamos las oraciones de los justos y tienen entrada ante la majestad del Santo”, (Tobías 12:15, NC). En 2 
Macabeos 15:22-23 los judíos piden a Dios que envié un ángel que infunda temor en el ejército enemigo tal y como lo 
hizo en tiempos del rey Ezequías cuando Senaquerib los sitio Jerusalén. Es importante recalcar que todos estos libros no 
son inspirados por Dios y por ende no está incluida en el canon bíblico, sin embargo, nos muestra que aun en la literatura 
inter-testamentaria los judíos escribieron acerca de los ángeles. 
 
El Enemigo de Nuestra Alma 
omo una parte de la Angelología, el estudio de Satanás y sus demonios constituye una parte muy 
importante en la Teología. La realidad de la existencia de Satanás no descansa en historias 
sensacionalistas, producto de la imaginación humana. Por el contrario, la Biblia revela su existencia y 
describe su personalidad: Génesis 3:1, se presenta en forma de Serpiente para engañar a Eva; Job 2, pide permiso a Dios 
para atacar al justo Job; 1 Crónicas 21:2, tentó a David para que censará al pueblo; Zacarías 3:1 acusa delante de Dios al 
sacerdote Josué; Isaías 14:12-17, describe como Satanás, que en el principio se llamaba Lucero, cayó de la posición 
original con que Dios lo había creado; Ezequiel 28:11-19, describe la perfección con la que fue creado y su rebelión. 
Jesús habla de él 25 veces y el resto de los autores del Nuevo Testamento hablan acerca de él o de sus demonios. De 
manera que en todas partes, la Biblia revela que existe un ser espiritual invisible que es identificado por al menos 40 
títulos entre descriptivos de su personalidad y nombres propios. Es de importancia crítica que entendamos que el Satanás 
del que la Biblia nos habla, está vivo y activo en el mundo, tiene un plan estratégico que tiene como objetivo destruirnos. 
El Dr. Dwight Pentecost nos dice respecto a la importancia de conocer a nuestro enemigo: “Nadie puede ser victorioso 
ante el adversario de nuestras almas a menos que conozca a ese adversario; a menos que comprenda su filosofía, su 
modo de obrar, su forma de tentar. Hoy se habla muy poco de Satanás, y en consecuencia muchos que reconocen su 
existencia y saben que él es el enemigo de nuestras almas, no se encuentran en condiciones de hacerle frente. Ignoramos 
la naturaleza de aquel que golpea a la puerta de nuestro corazón. Desconocemos lo que las Escrituras enseñan acerca 
de su persona y de sus métodos, sus planes, su programa y sus artificios. En consecuencia, somos vencidos”. Lo único 
que quiere Satanás es controlar y destruir a las personas para satisfacer su hambre, segándolas para evitar que tengan fe 
en Dios. Su engañoso y tenebroso mundo de maldad opera bajo un sistema de reglas totalmente diferentes a las de 
nuestro misericordioso Dios. Su meta es “robar, matar y destruir” (Juan 10:10 a, NVI). C. S. Lewis nos dice que 
debemos evitar en caer en dos errores comunes en cuanto a este tema: “Con respecto a los demonios, hay dos errores 
comunes y opuestos entre sí en los cuales puede caer el ser humano. Un error es negar su existencia. El otro es creer 
que existen y tener un interés excesivo y enfermizo en ellos. Ambos errores son igualmente ventajosos para los 
C 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
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demonios”. Por tanto, nuestro estudio debe estar basado en la evidencia que la Biblia nos arroja respecto a este ser con el 
objetivo de conocer su forma de operar y resistirlo. Finalmente, podemos citar las palabras de Lewis S. Chafer, otro 
reconocido teólogo respecto a la importancia de estudiar al enemigo de nuestra alma: “El que quiera ser hallado fiel y 
útil como digno expositor de las Escrituras, y guía para la humanidad, después de conocer al Trino Dios y los valores 
positivos de Su gracia redentora, debiera comprender la verdad acerca del enemigo de Dios, el cual "como león 
rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar" (1 P.S: 8). Los conflictos y pruebas del cristiano pueden explicarse 
por tres realidades -el mundo, la carne y el diablo; pero este último enemigo es el dios de este mundo, y la naturaleza 
mala que domina la carne se originó de la mentira de Satanás en el huerto de Edén, y él mismo es el opositor contra el 
creyente no sólo en la esfera de la carne y sangre, sino también en las actividades de la vida espiritual”. 
El Origen de Satanás 
 
“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijode hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho 
Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de 
Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, 
carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu 
creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de 
fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”. 
Ezequiel 28:11-15 
 
¿Es Satanás un ser creado? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Qué nos enseñan sus diferentes nombres? ¿Están todos los 
demonios bajo sus órdenes? Estas y otras preguntas pueden encontrar su correcta respuesta a la luz de la Biblia ya que en 
la actualidad su existencia y naturaleza están contaminadas por una serie de creencias supersticiosas y erradas. De igual 
forma salta la duda del por qué Dios creo un ser como éste su sabía que se iba a revelar. Respecto a ello el Dr. J. Dwight 
Pentecost dice: “Estas preguntas asedian a la persona que tropieza con la existencia de nuestro adversario a la luz de la 
revelación bíblica de la santidad de Dios. La filosofía jamás podrá dar una respuesta satisfactoria a estas preguntas. La 
única respuesta satisfactoria es la que nos proporciona Dios en su Palabra”. Solo estudiando las Sagradas Escrituras y 
con la ayuda del Espíritu Santo podemos encontrar las respuestas a todas nuestras interrogantes. El profeta Ezequiel nos 
ofrece una buena revelación en cuanto al origen de este terrible ser. En Ezequiel 28:11-15 el profeta de parte de Dios 
envía un mensaje de juicio contra el rey de Tiro: “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta 
endechas sobre el rey de Tiro”, de donde la palabra que se traduce en la RV60 como endecha proviene del hebreo quiná 
 la cual sugiere una gran lamentación con golpes de pecho. Es increíble ver como el libro de Ezequiel ocupa los (ִקיָנה)
capítulos 26, 27 y 28 para emitir un juicio contra esta nación enemiga de Dios, mientras que solo dedica pocos versículos 
en el capítulo 25 para emitir el juicio sobre las naciones de Amón, Moab, Edom y los filisteos. Esto nos sugiere que la 
maldad de esta nación había excedido en gran manera a todas las demás que el mismo Dios quiere dejarles muy claro que 
el quebranto a su orgullo y maldad será grande. Lewis S. Chafer nos comenta algo parecido: “Antes de este discurso a un 
"príncipe" y a un "rey" en Tiro, se hace alusión en el capítulo 25 a cuatro naciones que son: Amón, Moab, Edom y 
Filistea; y los mensajes a estos reinos ocupan sólo diecisiete versículos, mientras el mensaje para Tiro requiere ochenta 
y tres versículos. Tal proporción nos parece algo llamativa surgiendo así una importancia simbólica de aquella sola 
ciudad. Como Babilonia anteriormente, Tiro era la ciudad comercial del mundo. Mediante el énfasis ya notado se 
insinúa una elevación del ideal mundano de lo que significa éxito. Como en la actualidad lo que significa éxito es partir 
al mundo de ultratumba dejando todo aquí sin llevar nada consigo; mientras que el dejar nada aquí y llevar todo 
consigo le parece al mundo un verdadero fracaso. Por lo tanto Tiro llega a ser un símbolo del amor a las riquezas del 
mundo”. A lo largo de su profecía Ezequiel va más allá de los acontecimientos presentes y proféticos, y a partir del 
versículo 11 del capítulo 28 retrocede al pasado, posiblemente antes de la misma creación del hombre, para hacer una 
comparación con la caída de otro ser que fue creado con gran perfección: El diablo. No cabe duda que el diablo tenía una 
influencia maligna sobre el rey de Tiro, como lo ha tenido y lo sigue teniendo sobre todos los gobernadores impíos del 
mundo, y en este caso, la caída del rey de Tiro viene a ser un tipo de la caída del diablo y su futuro juicio. El Dr. J. 
Dwight Pentecost comenta al respecto: “Tiro, una parte de la Siria bíblica al norte, ocupada por los fenicios, era uno de 
los principales enemigos de Israel. Pero en los versículos 11 al 17 el profeta va más allá del verdadero «príncipe de 
Tiro», el rey de esa nación, y dirige un mensaje de juicio sobre aquel que controlaba al «príncipe de Tiro», y a quien se 
denomina el rey de Tiro. Debiéramos observar que Satanás obra por intermedio de los hombres. En muchas ocasiones 
obra por medio de los gobernantes. Como Satanás deseaba exterminar a Israel para que el Mesías de Dios no pudiera 
venir a bendecir la tierra por intermedio de esa nación, puso a las naciones gentiles en acción contra Israel. Los gentiles 
al perseguir y tratar de exterminar a Israel estaban ejecutando la filosofía y el programa de Satanás sin reconocerlo ni 
darse cuenta de ello. Y así como el profeta pronuncia el juicio sobre este enemigo de Israel en los versículos 1 al 10, 
prosigue para dar un mensaje de juicio sobre quien controla a estos príncipes gentiles”. Por tanto, estamos en el 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
 14 
entendido que estas palabras cobran un significado que va más allá de cualquier rey o príncipe humano, se dirigen 
directamente al príncipe de los demonios, al mismo Satanás. 
 
 
El profeta nos aclara que Satanás fue un ser creado por el mismo 
Dios: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y 
acabado de hermosura. El Señor creo a este ser y lo doto de toda 
sabiduría y hermosura a tal punto que lo llama el sello de la 
perfección. Esto nos sugiere que no había nada más perfecto en 
poder, hermosura y sabiduría entre toda la creación del 
Todopoderoso que el diablo. Esto contrasta con la idea mitológica 
que se tiene de este ser, tal y como lo declara el teólogo Myer 
Pearlman: “La idea de un diablo de horrible apariencia, con 
cuernos y pezuñas se deriva de la mitología pagana y no de la 
Biblia”. Este ser fue puesto en el Edén, el cual la mayoría de 
eruditos bíblicos diferencian el Huerto del Edén en el cual Adán fue 
puesto. Este Edén era el huerto de Dios y la vestidura de este 
hermoso ser fue de toda clase de piedras preciosas que reflejaban su 
hermosura y se paseaba en medio de piedras de fuego, las cuales 
algunos creen que hace referencia a volcanes: En Edén, en el huerto 
de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de 
cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, 
carbunclo, esmeralda y oro… en medio de las piedras de fuego te 
paseabas. Tan hermosa y perfecta era su creación que Dios permitió 
que en el día de su creación se tocaren instrumentos musicales para 
conmemorar el comienzo de la existencia de este esplendoroso ser: 
los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para 
ti en el día de tu creación. 
Ilustración del Diablo de Gustave Coré en la obra 
poética de John Milton: Lost Paradise. 
 
 Él fue creado como un querubín protector, lo cual nos dice que estuvo a la cabeza de todos los ángeles, como el 
protector principal de la gloria de Dios: Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí 
estuviste. Lamentablemente esta perfección llego hasta el día que en él se encontró maldad: Perfecto eras en todos tus 
caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. Veamos en qué consistió su pecado. 
 
El Pecado de Satanás 
 
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú 
que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del 
testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú 
derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”. 
Isaías 14:12-15Ezequiel nos dice que Dios creo perfecto a este querubín: “… Tú eras el sello de la perfección, lleno de 
sabiduría, y acabado de hermosura”, (Ezequiel 28:12), sin embargo, se encontró maldad en él: “Perfecto eras en todos 
tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”, (Ezequiel 28:15). Es en Isaías 14:12-14 que 
se nos describe bien en que consistió este pecado. El texto hace referencia a él como Lucero, hijo de la mañana y en 
nuestro idioma se le conoce como Lucifer que viene del latín, formado por las palabras lux (luz) y ferre (llevar), y 
literalmente significa el portador de la luz. En el original hebreo el termino Lucero se traduce de la palabra jeilél (ֵהיֵלל) 
que significa brillante, dándonos así la misma idea. Por tanto, Lucifer era un querubín tan hermoso que reflejaba una 
gloria impresionante; pero cual gloria, la suya propia, en ninguna manera, la gloria de Dios. Los diamantes figuran entre 
las piedra más caras alrededor del mundo, pero por si solos no son tan impresionantes que cuando se ponen detrás de una 
fuente de luz la cual provoca que el diamante refleje toda clase de colores llameantes que asombran a cualquier que lo ve. 
Pero su belleza es resultado no de una luz propia. De igual forma, Lucifer brillaba como consecuencia de la gloria de 
Dios, tal y como el Dr. J. Dwight Pentecost dice: “Era belleza reflejada. Dios en su santidad era la luz que hacía que 
Lucifer irradiara y destellara la gloria que era suya. Podría decirse que Lucifer era perfecto en hermosura, porque 
ninguna criatura reflejó tan plenamente la gloria de Dios”. Isaías nos aclara que este ser llamado Lucero, hijo de la 
mañana, cayó del cielo, lo cual nos habla de su expulsión de la misma presencia de Dios. 
 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
 15 
 Como ya vimos anteriormente, el cielo es la morada de los 
ángeles y obviamente el de Dios. Cuando la Biblia habla de los 
cielos se puede distinguir al menos tres de ellos. El primer cielo es el 
que conocemos como la atmosfera terrestre, donde los pájaros y los 
demonios se mueven, y Génesis 1:7-8 nos hablan de ellos: “E hizo 
Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la 
expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y 
llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día 
segundo”. El segundo cielo es donde se encuentran ubicados los 
astros celestes como el sol, la luna y las estrellas y en ocasiones se le 
llama la expansión de los cielos: “Dijo luego Dios: Haya lumbreras 
en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y 
sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por 
lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la 
tierra. Y fue así.”, (Génesis 1:14-15). Muchos consideran el segundo 
cielo como la morada principal de los ángeles. Finalmente, el tercer 
cielo es el lugar donde Dios habita y gobierna soberanamente sobre 
todo el universo: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce 
años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo 
sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”, (2 Corintios 12:2). El 
diablo fue arrojado del segundo cielo por su pecado: ¡Cómo caíste 
del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú 
que debilitabas a las naciones. 
 
Ilustración del Diablo de Gustave Coré en la obra 
poética de John Milton: Lost Paradise. 
 
 Ahora bien, el pecado de Satanás se puede encontrar en cinco declaraciones que están en primera persona las 
cuales describen perfectamente lo que había en su corazón: Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto 
a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las 
alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Veamos en que consiste cada declaración: 
 
1. Subiré al cielo. Su principal interés era subir del segundo al tercer cielo para hacerlo su morada principal. Tal y 
como lo vemos en las Escrituras los ángeles tienen acceso al tercer cielo pero no es su morada principal: 
“Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los 
cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda”, (1 Reyes 22:19), “Un día vinieron a presentarse 
delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás”, (Job 1:6). El tercer cielo es la 
morada principal de Dios y el lugar donde Cristo está sentado a la diestra del Padre sobre todo huésped 
angelical: “La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares 
celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío” (Efesios 1:20-21). De igual forma el tercer 
cielo es la morada de todas las almas de cristianos de todos los tiempos, nuestro Señor Jesús nos prometió que al 
partir nos prepararía un lugar para que habitásemos junto a Él: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra 
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”, (Juan 14:3), y el apóstol Pablo 
lo confirmo en una de sus cartas que estuvo en el paraíso el cual estaba ubicado en el tercer cielo: “Conozco a 
un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo 
sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; 
Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre 
expresar”, (2 Corintios 12:2-4). El pecado de este querubín estuvo en querer hacer el tercer cielo el lugar de su 
morada principal, ahora paradójicamente, Dios nos ha permitido que nosotros los cristianos al morir partamos al 
tercer cielo para vivir junto a Él. Esto debe molestar mucho al diablo. 
2. junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono. Para poder comprender un poco mejor esta declaración muchos 
teólogos afirman que cuando el diablo hacer referencia a las estrellas de Dios se está refiriendo a los ángeles. 
Esta afirmación se basa en algunos textos como Job: “¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas 
las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?”, (Job 38:6-7). En este pasaje encontramos un 
paralelismo sinónimo común en la poesía hebrea donde el texto recalca la adoración de los ángeles y en la 
primera estrofa les llama las estrellas del alba, y en la segunda los hijos de Dios. También en el libro de 
Apocalipsis cuando se habla del dragón el cual es Satanás, se nos dice que en su cola arrastra la tercera parte de 
las estrellas del cielo, los cuales son una figura de los ángeles caídos: “y su cola arrastraba la tercera parte de 
las estrellas del cielo…”, (Apocalipsis 12:4). Por ende, una traducción alternativa de este pasaje podría ser: 
junto a los ángeles de Dios, levantaré mi trono. Aunque Satanás era el líder de todos los ángeles, su corazón se 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
 16 
llenó de tanto orgullo que anhelo llegar a poner su trono en el tercer cielo y desde allí gobernar soberanamente a 
todos los ángeles. 
3. y en el monte del testimonio me sentaré. El concepto “el monte” aparece muchas veces en al Antiguo 
Testamento. Aparece en Ezequiel cuando dice que este querubín fue puesto originalmente en el monte de Dios 
para fungir como protector: “Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí 
estuviste…”, (Ezequiel 28:14). En Isaías se nos dice que este monte representa el asiento del gobierno de Dios 
en esta tierra y su cede estará en Jerusalén: “Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén. 
Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de 
los montes, y será exaltadosobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y 
dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y 
caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”, (Isaías 2:1-3). 
Y el Salmo 48 nos dice que este monte estará ubicado al norte de Jerusalén y será el trono del Mesías: 
“Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sion, a los lados del norte, la ciudad del gran 
Rey”, (Salmo 48:2). Finalmente, el profeta Daniel compara el gobernó mesiánico que pondrá fin a todos los 
reinos de esta tierra con una piedra que destruye la estatua con cabeza de oro, brazos y pecho de plata, vientre y 
muslos de bronce, piernas de hierro y pies de hierro y barro cocido, los cuales desde babilonia representan todos 
los reinos humanos: “Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el 
oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. 
Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra”, (Daniel 2:35). Por lo 
tanto, el deseo del diablo al sentarse en el monte del testimonio no era solo gobernar sobre los ángeles, sino 
sobre todo el universo completo, desafiando el señorío de Dios. 
4. a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré. Para poder comprender esta parte, Lewis S. Chafer 
nos dice: “de las 150 referencias a nubes en la Biblia, unas cien a lo menos tienen que ver con la presencia y 
gloria divina. Jehová apareció en una nube (Éxodo 16:10); éste fue llamada "nube de Jehová" (Éxodo 40: 38); 
cuando Jehová estaba presente la nube llenó la casa (1 Reyes 8: 10); "Jehová pone las nubes por su carroza" 
(Salmos 104:3; Isaías. 19:1). Como el Señor Jesús fue al cielo, así vendrá otra vez en las nubes del cielo 
(Mateo 24:30; Hechos. 1:9; Apocalipsis 1:7); también los distintos pueblos de Dios se comparan a nubes 
(Israel en Isaías 60: 8; y la Iglesia en 1 Tesalonicenses 8: 17). El "hombre de pecado" que es de Satanás, se 
exaltará "sobre todo lo que se llama Dios, o es objeto de culto'" (2 Tesalonicenses 2:4), y en esto parece que 
Satanás busca· para sí algo de la gloria que sólo pertenece a Dios”. En este sentido, el anhelo de Satanás era 
obtener la gloria de Dios, sin saber que si alguna gloria había recibido, esta no le pertenecía, sino que se le había 
otorgado por parte de la divinidad. 
5. y seré semejante al Altísimo. Sus últimas palabras nos revelan su perversa ambición: Querer ser semejante a 
Dios. El Dr. J. Dwight Pentecost nos explica un poco más acercar de esta diabólica ambición: “El deseo de 
Satanás era entrar al trono de Dios y ocuparlo, ejercer una autoridad absolutamente independiente sobre la 
creación angelical, colocar a la tierra y a todo el universo bajo su autoridad, revestirse de la gloria que 
pertenece sólo a Dios, y no ser responsable ante nadie”. 
 
Estas cinco sentencias nos detallan bastante bien el pecado por el cual fue expulsado del cielo: “¡Cómo caíste 
del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones… Mas tú derribado 
eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Tanta era su hermosura, sabiduría y perfección que creyó que lograría ser 
semejante a Dios y gobernar en el mismo trono de divino sobre los ángeles y toda la creación, olvidando que también él 
era un ser creado con limitaciones. Era el ser más sabio de todos los creados; pero no era Omnisapiente. Era el querubín 
más poderoso de todos; pero no era Omnipotente. Podía volar y desplazarse a cualquier parte que él quisiera; pero no era 
Omnipresente. Lamentablemente dejo que su corazón se enfermara y este fue su gran error que lo condujo a su caída: 
“Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por 
tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti”, (Ezequiel 28:17). 
 
El Juicio de Satanás 
 
“… y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. 
Juan 16:11 
 
Nuestro Señor Jesucristo dijo en cierta ocasión que Satanás ya había sido juzgado por lo que el día de su castigo 
ya está determinado. Fue en la cruz del Calvario que nuestro Señor Jesús derroto a Satanás y su imperio poniéndolos por 
estrado de sus pies: “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en 
medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando 
 
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios 
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra 
 17 
sobre ellos en la cruz”, (Colosenses 2:14-15) .En Ezequiel se nos dice que su castigo será por fuego el cual lo consumirá 
y vendrá a ser espanto a todos aquellos que lo vean: “Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus 
contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza 
sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán 
sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser”, (Ezequiel 28:18-19). Y También Isaías nos describe lo terrible 
que será aquel día para Satanás: “Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los 
que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que 
puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel? Todos los reyes de las 
naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada; pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago 
abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto 
hollado”, (Isaías 14:15-19). Aquel día su esplendor y poder le habrán sido quitado, y como Ezequiel dice, su cuerpo será 
como espanto a todos los que le vean y descenderá al lugar del castigo eterno, donde todos los condenados le verán y 
harán burla de él diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el 
mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel? Finalmente, en Apocalipsis 
nos dice que el Lago que arde con fuego y azufre será su morada final: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el 
lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los 
siglos”, (Apocalipsis 20:10). Myer Pearlman nos comenta acerca del trágico final del diablo: “La carrera del diablo ha 
sido ciertamente hacia abajo Que arrojado del cielo al comienzo; durante la tribulación será arrojado del cielo a la 
tierra (Apocalipsis 12:9); durante la tribulación será puesto en el abismo, preso y después de mil años, será arrojado en 
el lago de fuego (Apocalipsis 20:10). De manera entonces que la palabra de Dios nos asegura que el diablo sufrirá una 
derrota final”. 
 
El Maligno despojado de su máscara 
“… para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”. 
2 Corintios 2:11 
n las Sagradas Escrituras aparecen muchos nombres y títulos que se le dan a este querubín llamado 
Lucero, hijo de la mañana, en Isaías y cada uno de ellos describe un aspecto de su terrible carácter. Ya 
vimos como un orgullo enfermizo se apodero de su corazón y trato de hacerse igual que Señor, llegando 
así a odiar y oponerse a todo lo que proviene de la verdadera divinidad. Estudiando el significado etimológico de algunos 
de sus nombres nos podremos dar cuanta lo maligno de su carácter así como sus medios para poner a toda la humanidad 
en contra de Dios y arrastrarlos al infierno. El Dr. Guillermo Cooke lo dice de la siguiente manera: “El ser

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