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FISIOLOGÍA RESPIRATORIA EN VENTILACIÓN ESPONTÁNEA Dr. José Alberto Suárez del Arco* Dr. Carlos Ágreda García* Dr. Javier García Fernández** *Médico Adjunto. Serv. Anestesiología, Cuidados Críticos y Dolor H. Univ. Puerta de Hierro. Madrid **Jefe de Servicio. Serv. Anestesiología, Cuidados Críticos y Dolor H. Univ. Puerta de Hierro. Madrid VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 2 de 28 OBJETIVOS DOCENTES ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO 1. Conocer la anatomía funcional del sistema respiratorio. 2. Conocer qué mecanismos regulan la ventilación. 3. Conocer los principios de la mecánica pulmonar en ventilación espontánea para poder diferenciarla de la ventilación mecánica. 4. Conocer los conceptos clave de perfusión y difusión pulmonar. 5. Entender la relación ventilación - perfusión en ventilación espontánea para comprender sus diferencias en ventilación mecánica. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 3 de 28 CONTENIDOS I. Introducción. II. Anatomía funcional del sistema respiratorio. a. Vía aérea superior y laringe. b. Vía aérea de conducción. c. Vía aérea respiratoria. d. Los pulmones. e. Musculatura implicada en la respiración. III. Control de la ventilación. a. Control nervioso central. b. Receptores. c. Otros receptores. IV. Mecánica ventilatoria en ventilación espontánea. a. ¿Por qué se produce el flujo de aire? b. Propiedades elásticas del aparato respiratorio. c. Resistencias del aparato respiratorio. d. Trabajo respiratorio. V. Perfusión pulmonar. VI. Relación ventilación – perfusión en ventilación espontánea. VII. Difusión de gases a nivel pulmonar. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 4 de 28 I. Introducción En este capítulo haremos una revisión sobre los agentes anatómicos que participan en la ventilación espontánea, los mecanismos que controlan dicho proceso, y cuáles son los fundamentos físicos que rigen la mecánica ventilatoria. Un estudio de todos los principios que rigen la ventilación espontánea, nos facilitará la comprensión de los cambios que observamos durante la ventilación mecánica artificial. II. Anatomía del sistema respiratorio La función principal del sistema respiratorio es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, entre el cuerpo y el medio ambiente. Podemos dividir académicamente al sistema respiratorio en varias partes: a. Vía aérea superior y laringe: Suponen el acceso a la vía aérea de conducción, y sirven además para calentar, humidificar y filtrar los gases. Además dado que la faringe es un tubo muscular, cambios en el tono pueden provocar una gran reducción del diámetro y un incremento de la resistencia al flujo, este es el caso de los pacientes con Síndrome de Apnea Obstructiva o en los pacientes obesos mórbidos. b. Vía aérea de conducción: A partir de la laringe comienza una serie de tubos ramificados que se vuelven cada vez más estrechos, cortos y numerosos (tabla 1.1), hasta alcanzar los bronquiolos terminales. Dado que no contienen alveolos, el aire contenido aquí no participa en el intercambio gaseoso, y por ello se denomina espacio muerto anatómico, cuyo volumen es de 100-150 mL en un individuo de tamaño estándar. Si hiciésemos cortes transversales y sumásemos la superficie a nivel de cada generación observaríamos que cada vez la superficie transversal es mayor, y este fenómeno facilita que disminuya la resistencia al flujo y con ello la disminución de la velocidad de este. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 5 de 28 Generación Estructura Detalles Área de sección acumulada (cm2) 1 Tráquea Epitelio columnar ciliado, con células mucosas y quimio y mecanorreceptores 2,54 2 Bronquios principales 2,33 3-5 Bronquios secundarios 2 6-11 Bronquiolos 3,11 12-16 Bronquiolos terminales Diámetro inferior a 1 mm. Sin cartílago, con gran proporción de musculo liso en sus paredes. 3,11 – 180 17-19 Bronquiolos respiratorios De algunos parten alveolos de sus paredes. 103 20-23 Conductos alveolares Terminan en los sacos alveolares. 104 Tabla 1.1 c. Vía aérea respiratoria: Está formada por el conjunto de sacos alveolares. Hay 300 millones de alveolos, formados por epitelio alveolar, en contacto directo con endotelio capilar que les rodea, entre las cuales se encuentra tan solo un tejido intersticial fruto de la fusión de las membranas basales de ambos epitelios. El conjunto forma la membrana alveolocapilar o barrera hemato-gaseosa, la cuál tiene dos funciones contrapuestas: por un lado permitir el intercambio gaseoso, y por otro permitir el intercambio de fluido entre el tejido intersticial y la luz del capilar. Para ello los capilares se distribuyen asimétricamente en la pared alveolar, engrosándose en regiones para el intercambio de fluido, y adelgazándose en otras para el intercambio gaseoso. Asimismo, los alveolos presentan agujeros en sus paredes llamados poros de Kohn, que permiten la ventilación lateral entre alveolos vecinos. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 6 de 28 d. Los pulmones: Son estructuras elásticas colapsables como un globo, que expulsan el aire a través de la tráquea. No se encuentran unidos a las paredes de la caja torácica, y tan solo están sostenidos al mediastino por los hilios, que los mantienen suspendidos en la cavidad torácica, “flotando” en ella y rodeados por la capa delgada de líquido pleural que lubrica su movimiento en el interior de dicha cavidad pleural. Anatómicamente cada pulmón en el hilio, recibe una arteria pulmonar y dos venas pulmonares. A su vez, el pulmón derecho está dividido por dos cisuras (horizontal y oblicua) en tres partes o lóbulos (superior, medio e inferior) cada uno con su propia arteria, vena y bronquio. El pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior) separados por una cisura (oblicua). Los bronquios presentan irrigación propia procedente de las arterias bronquiales, ramas directas de la aorta. Junto a los vasos sanguíneos viajan los vasos linfáticos, que confluyen en el hilio y drenan la linfa del pulmón derecho y la porción inferior del pulmón izquierdo en el conducto linfático derecho. La linfa de la zona superior y media del pulmón izquierdo drena en el conducto torácico. El efecto de aspiración continua del líquido pleural hacia los conductos linfáticos mantiene una ligera presión negativa, entre la superficie visceral del pulmón y la superficie pleural de la pared torácica, que permite que se mantengan “pegados” y a su vez se puedan deslizar libremente con los movimientos de expansión y contracción del tórax. Esta pequeña presión negativa de aspiración del líquido pleural se conoce como “presión pleural”, y al comienzo de la inspiración es de -5 cm de H2O, que es la magnitud de aspiración necesaria para mantener los pulmones expandidos hasta su nivel de reposo. Durante la inspiración normal, la tracción que ejerce la caja torácica genera una presión pleural más negativa que suele llegar hasta unos -7,5 cm de H2O de promedio. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 7 de 28 e. Musculatura implicada en la respiración. La expansión de los pulmones se lleva a cabo por modificaciones en el tamaño de la cavidad torácica, por el cambio en dos diámetros: 1. Cambio en el diámetro vertical (desplazamiento hacia el abdomen): por medio del diafragma, cuyo movimiento hacia los pies y hacia la cabeza, alarga oacorta la cavidad torácica, modificando dicho diámetro, en ventilación espontánea y en bipedestación. En la respiración espontánea normal habitual, basta con la contracción del diafragma para generarla. En la inspiración se produce la contracción de la cúpula del diafragma, que empuja hacia los pies las estructuras viscerales y las superficies inferiores de los pulmones. Cuando el diafragma es disfuncional, está parético o se realiza una inspiración forzada, entra en acción la musculatura respiratoria accesoria (intercostales externos, esternocleidomastoideo, serratos anteriores y escalenos), que aumenta el diámetro anteroposterior del tórax mediante la elevación de las costillas. Cuando la inspiración cesa, es el retroceso elástico de los pulmones, pared torácica y estructuras abdominales, la que comprime los pulmones y se expulsa el aire. En la espiración forzada, sin embargo, las fuerzas elásticas no son suficientemente potentes para producir la espiración rápida necesaria, por lo que se consigue una fuerza adicional gracias a la contracción de la musculatura abdominal, que empuja el contenido abdominal hacia craneal contra la parte inferior del diafragma, comprimiendo los pulmones, y así vaciando los pulmones, en menos tiempo. 2. Cambio en el diámetro anteroposterior: por medio de la elevación de las costillas. Este mecanismo se activa en circunstancias que requieren un incremento adicional de la ventilación. En condiciones de reposo, las costillas están dirigidas hacia abajo. Ante situaciones en las que se requiere un incremento del volumen corriente, se activa la musculatura inspiratoria accesoria, que en conjunto produce una elevación de la caja VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 8 de 28 costal, horizontalizando las costillas, y alejando el esternón de la columna vertebral, incrementando así el diámetro anteroposterior del tórax hasta un 20%. Los músculos inspiratorios accesorios más importantes son los intercostales externos; le siguen los músculos esternocleidomastoideos (que elevan el esternón), los serratos anteriores (que elevan gran parte de las costillas) y los escalenos (que elevan las dos primeras costillas). Del mismo modo que existen músculos inspiratorios, también hay músculos espiratorios, que de forma opuesta a los primeros, provocan descenso de las costillas durante la espiración activa forzada, y son principalmente los rectos del abdomen (que empujan hacia abajo las costillas inferiores) y los intercostales internos (producen una palanca opuesta a los intercostales externos descendiendo las costillas). Mientras que el diafragma es inervado por ambos nervios frénicos, procedentes de las raíces cervicales C3, C4 y C5, los músculos respiratorios accesorios están inervados por los nervios intercostales de T1 a T12. III. Control de la ventilación Podemos dividir el sistema de control respiratorio en tres elementos básicos: a. Control nervioso central: representado por el troncoencéfalo y la corteza motora. En el troncoencéfalo se localizan los centros respiratorios, responsables del proceso automático normal de la ventilación, los cuáles se pueden dividir en tres tipos: centro respiratorio bulbar, centro neumotáxico y centro apnéustico. Nos centraremos fundamentalmente en los dos primeros, ya que son los más importantes en la regulación de la ventilación espontánea normal habitual. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 9 de 28 El centro respiratorio bulbar se localiza en la formación reticular del bulbo, bajo el suelo del cuarto ventrículo, y consta de una región dorsal, implicada en la inspiración, y una región ventral, relacionada con la espiración. Se postula que las neuronas del área inspiratoria son capaces de producir descargas periódicas de forma intrínseca en forma de trenes de potenciales de acción, que dan lugar a los impulsos nerviosos que se dirigen hacia los músculos efectores. Siguen una cadencia en la que tras un periodo de latencia de varios segundos sin actividad comienzan a desencadenar potenciales de acción crecientes, provocando una actividad creciente en los músculos inspiratorios, patrón que se conoce como “rampa inspiratoria”. Mientras el área inspiratoria se mantiene activa durante la ventilación tranquila, el área espiratoria sólo se activa ante situaciones que requieran la espiración forzada. El centro neumotáxico se localiza en la protuberancia superior, y transmite señales al centro respiratorio bulbar para “desconectar” la rampa inspiratoria. La reducción en el tiempo de rampa inspiratorio implica acortamiento del ciclo pulmonar, y por tanto incremento de la frecuencia de la respiración (porque al limitar la inspiración también se acorta la espiración y con ello todo el periodo de la respiración). Una señal neumotáxica intensa es capaz de provocar un incremento de la frecuencia respiratoria hasta 30-40 respiraciones por minuto. La función de centro apnéustico es aumentar el tiempo para la fase de inspiración, originada por el grupo neuronal dorsal del bulbo raquídeo, de modo que, al generar inspiraciones más profundas, disminuye la frecuencia respiratoria. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 10 de 28 Respecto a la corteza cerebral, permite el control voluntario de la ventilación, aunque con limitaciones, porque si bien se puede lograr una hiperventilación que provoque alcalosis, la hipoventilación voluntaria es más dificultosa. b. Receptores: Podemos distinguir receptores sensibles a distintos estímulos. Los más importantes son los quimiorreceptores, que los podemos encontrar tanto a nivel central como en la periferia. Los quimiorreceptores centrales se localizan cerca de la superficie ventro-lateral del bulbo, cerca de la salida de los pares craneales IX y X. Una delgada capa endotelial forma la barrera hemato-encefálica, encargada de separar el líquido cefalorraquídeo de la sangre, que es impermeable a moléculas cargadas como iones hidrógeno (H+) y bicarbonato (HCO3-), pero permeable a CO2, el cuál puede cruzar fácilmente la barrera. El pH del líquido cefalorraquídeo, por tanto, está determinado por la pCO2 arterial y la cantidad de bicarbonato, y no se afecta directamente por cambios en el pH de la sangre. Además contiene pocas proteínas por lo que presenta una capacidad de taponamiento baja. Esto justifica que pequeños cambios en la presión parcial de CO2 produzcan un gran cambio en el pH del LCR. Las neuronas de los quimiorreceptores centrales son muy sensibles a CO2, por lo que, incrementos en la pCO2 en el LCR producirá incrementos lineales de la ventilación con un tiempo de respuesta muy rápidos, de tan sólo 20 segundos. Sin embargo, no son sensibles ni a los cambios en los hidrogeniones ni a la hipoxia leve. Por ello se produce poco incremento de la ventilación hasta que la pO2 no cae por debajo de 60 mmHg, y suele ir asociado de la activación, por la elevación acompañante, de la pCO2. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 11 de 28 Los quimiorreceptores periféricos se localizan en el interior de los cuerpos carotideos (a nivel de la bifurcación de las carótidas comunes), y en los cuerpos aórticos (por encima y debajo del cayado aórtico). En el hombre los más importantes son los carotideos. Ambos reciben una gran cantidad de flujo en comparacióncon su pequeño tamaño, y responden en cuestión de segundos, a pequeños cambios en la pCO2, pH y pO2 produciendo incremento de la frecuencia de disparo, que resulta en un incremento en la ventilación, especialmente cuando la pO2 cae por debajo de 60 mmHg. - El cuerpo carotideo está inervado por el nervio sinusal carotideo, rama del nervio glosofaríngeo, y que responde a un incremento en la pCO2 o de los hidrogeniones y a un descenso de la pO2, incrementando la ventilación. - Los cuerpos aórticos están inervados por el nervio vago, y también responden a incrementos de la pCO2 y de hidrogeniones, y caídas en la pO2. Ante una insuficiencia respiratoria crónica o al vivir a grandes altitudes, se produce adaptación de los quimiorreceptores. En pacientes con insuficiencia respiratoria crónica, que presentan hipercapnia prolongada, el pH del LCR gradualmente regresa a la normalidad gracias al incremento compensatorio del bicarbonato, el cuál se transporta a través de la barrera hematoencefálica. Por este motivo, el umbral de PCO2 para activar la respiración se incrementa, haciéndose menos sensible a los niveles de la pCO2, por lo que en dichos pacientes la ventilación es principalmente controlada por el nivel de pO2, lo que se conoce como “estímulo hipóxico”. Si el estímulo hipóxico se suprime al aportar oxígeno extra al paciente, este disminuye la ventilación, y tiene riesgo de hipoventilación. A altitudes elevadas, la ventilación es estimulada por la baja presión atmosférica de pO2, lo que resulta en hipocapnia, alcalosis respiratoria y disminución de la ventilación. Tras unos días de aclimatación, el pH del LCR retorna a valores normales gracias al transporte de bicarbonato fuera del LCR, incrementándose consecuentemente la ventilación, VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 12 de 28 produciendo alcalosis respiratoria. Si se mantiene en el tiempo, el pH de la sangre se normaliza por compensación renal. c. Otros receptores: 1. Receptores de estiramiento pulmonar: se cree que se encuentran en el interior del músculo liso de la vía aérea, y generan impulsos ante distensión del pulmón, cuyas aferencias se conducen por el nervio vago, produciendo prolongación del tiempo espiratorio y retardo de la frecuencia respiratoria. Este fenómeno se conoce como “reflejo de insuflación de Hering-Breuer”, y en el ser humano podrían tener relevancia en neonatos, ya que en el adulto se ha demostrado que están inactivos a menos que se supere un volumen corriente superior a un litro o 1,5 litros de volumen corriente. En el neonato, el reflejo de Hering-Breuer, junto al reflejo de cierre glótico, son los dos grandes reflejos que permiten que se forme una auto-PEEP fisiológica de 2-3 cmH2O, que mantiene a los pulmones sin atelectasias durante los primeros años de vida, hasta que las condiciones de la caja torácica maduren y estabilicen los pulmones durante la espiración 2. Receptores pulmonares de irritación: localizados entre las células epiteliales de las vías aéreas, se activan ante gases nocivos, humo del cigarrillo, polvo inhalado y aire frío, y por aferencias dirigidas por el nervio vago. Inducen tos y estornudo en condiciones normales, y pueden inducir broncoconstricción e hiperventilación en pacientes con asma o enfisema. 3. Receptores J: conocidos así por localizarse en las paredes alveolares próximos a los capilares (“yuxtacapilares”). Se trata de terminaciones de fibras C amielínicas del nervio vago que se activan por la ingurgitación de los capilares pulmonares e incrementos del volumen del intersticio de la pared alveolar, capaces de inducir ventilación rápida y superficial (típica de la disnea ante insuficiencia cardiaca y enfermedades pulmonares intersticiales). 4. Fibras C bronquiales: es la versión de los receptores J en la circulación bronquial. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 13 de 28 5. Receptores nasales y de las vías aéreas superiores: hay tanto quimiorreceptores como mecanorreceptores, y se les atribuye los reflejos de estornudo, tos, broncoconstricción y laringoespasmo. 6. Receptores articulares y musculares: se les implica en la estimulación de la ventilación al inicio del ejercicio. 7. Husos musculares gamma: localizados en muchos músculos, entre los que están los intercostales y el diafragma, forman parte del sistema de propiocepción para establecer el control reflejo de la fuerza de contracción. 8. Barorreceptores arteriales: localizados en el seno aórtico y carotideo, se desconoce las vías de dichos reflejos pero inducen hipoventilación refleja o apnea, ante incrementos de la presión arterial y viceversa. 9. Dolor y temperatura: por estímulo de nervios aferentes, que inducen cambio en la ventilación. De este modo el dolor puede provocar periodos de apnea seguidos de hiperventilación; o el calentamiento de la piel puede ocasionar hiperventilación. IV. Mecánica ventilatoria en respiración espontánea. El objetivo principal de la respiración es el aporte de oxígeno a los tejidos y la retirada del dióxido de carbono de los mismos. Este proceso se divide en tres pasos: la ventilación, la difusión y el transporte. En este apartado nos centraremos sólo en la ventilación. a. ¿Por qué se produce el flujo de aire? Para que se produzca un flujo de aire de entrada o salida del pulmón es necesario que haya una diferencia de presión entre el exterior y el interior (en este caso entre la nariz y los alveolos) suficiente, como para vencer las fuerzas resistivas del pulmón y la caja torácica. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 14 de 28 Presión pleural: La presión pleural es la presión que hay en la cavidad pleural, que separa las pleuras visceral y parietal. Al inicio de la inspiración, la presión pleural normal es aproximadamente de -5 cmH2O, manteniendo los pulmones expandidos hasta su nivel de reposo. La contracción de la musculatura inspiratoria, principalmente el diafragma, genera una presión aun más negativa, disminuyendo la presión pleural hasta -7,5 cmH2O de promedio en una inspiración normal. Presión alveolar: La presión alveolar es la presión que hay en el interior de los alveolos pulmonares. Cuando la glotis está abierta y no hay flujo de aire de entrada ni de salida de los pulmones, la presión alveolar es igual a la presión atmosférica, y se la considera como 0 cmH2O (ya que se utiliza como referencia para el resto). Para que se produzca un flujo de aire durante la inspiración, es necesario que la presión alveolar disminuya por debajo de la presión atmosférica. Durante la espiración, la presión alveolar aumenta por encima de la presión atmosférica, por lo que hay un flujo de aire desde los pulmones hacia la glotis (Fig. 1.1). Fig.1.1. Cambios de volumen y presiones en la respiración espontánea. (Versionado de Guyton y Hall. "Tratado de Fisiología médica", 12ª Edición. Elsevier, 2011, p 466) VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 15 de 28 Presión transpulmonar: La presión transpulmonar es la diferencia entre la presión que hay en el interior de los alveolos (Presión alveolar) y la presión que hay en la superficie del pulmón (Presión pleural). La presión transpulmonar o gradiente de presión transmural alveolar, nos da información de la presión de distensión que sufren las paredes de los alveolos en cada ventilación. Presión transtorácica: La presión transtorácica es la diferencia entre la presión que hayen la superficie del pulmón (Presión pleural) y la presión atmosférica. La presión transtorácica nos da información de la capacidad de expansión de la caja torácica. b. Propiedades elásticas del aparato respiratorio La distensibilidad pulmonar (o compliancia ) es el volumen de pulmón expandido con la presión impulsora o driving pressure durante una ventilación corriente, es decir, la capacidad o facilidad para expandir el pulmón. La elastancia es la inversa de la compliancia, es decir, cuánto ha variado la presión con el cambio de volumen producido. Representa la capacidad del pulmón de retraerse de nuevo y volver a su volumen inicial, después de la distensión provocada por la inspiración. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 16 de 28 Aunque se suelen definir en los libros como conceptos similares pero inversamente proporcionales, no es así, son conceptos totalmente independientes. Así por ejemplo, los pacientes enfisematosos son pacientes con una compliancia o distensibilidad con valores normales o altos, y sin embargo, su elastancia es prácticamente nula. Propiedades elásticas del pulmón, histéresis pulmonar: En la figura 1.2 se representan los cambios del volumen pulmonar en función de los cambios de presión transpulmonar. Como puede observarse, a una presión determinada, el volumen pulmonar es diferente en la curva inspiratoria y espiratoria. A este fenómeno se le conoce como histéresis pulmonar. El factor principal responsable de la histéresis pulmonar es la existencia del surfactante pulmonar, que se comentará más tarde. Fig.1.2. Diagrama de distensibilidad pulmonar. (Versionado de Guyton y Hall. "Tratado de Fisiología médica", 12ª Edición. Elsevier, 2011, p 466) VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 17 de 28 La posición de la curva presión-volumen (curva P-V) se modifica en función de la región pulmonar estudiada y de la posición del sujeto, debido a la gravedad y al peso de los propios pulmones y órganos adyacentes. En bipedestación, las regiones superiores o apicales, serán menos compliantes ya que se encuentran más dilatadas o sobredistendidas en comparación a las basales, en situación de reposo, por ser más negativa la presión pleural en dichas zonas, y por tanto, mayor (más positiva) la presión transpulmonar (zona casi horizontal de la curva P-V). Por el contrario, las regiones inferiores serán más compliantes, ya que se encuentran en la zona de pendiente vertical de la curva P-V, ya que su volumen basal es menor y no están sobredistendidas. (Ver las dos figuras siguientes). Figura 19-2. A. B. - C. - CPT, capacidad pulmonar total; VRE, (Tomado de Hedenstierna G: Respiratory measurement. London, 1998, BMJ Books, 1998, p. 184; v. también revisión del libro de 53:1096, 1998.) Figura 19-3. AW – PPL CPT, capacidad pulmonar total. þÿ D e s c a r g a d o p a r a C A R L O S A G R E D A ( a g r e . p u b @ g m a i l . c o m ) e n C o n s e j e r í a d e S a n i d a d d e M a d r i d B i b l i o t e c a V i r t u a l d e C l i n i c a l K e y . e s p o r E l s e v i e r e n o c t u b r e 1 6 , 2 0 1 9 . Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2019. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 18 de 28 En estado de reposo, la distensibilidad pulmonar está determinada por las fuerzas elásticas de los pulmones. Estas se pueden dividir en dos: las fuerzas elásticas del tejido pulmonar, y las fuerzas elásticas producidas por la tensión superficial. Fuerzas elásticas del tejido pulmonar: Las fuerzas elásticas del tejido pulmonar están determinadas principalmente por las fibras de elastina, que están entrelazadas con las fibras de colágeno, en el parénquima pulmonar. Cuando los pulmones se expanden las fibras se distienden y tienden a recuperar su forma inicial, ejerciendo las fuerzas de retracción elástica pulmonar, también conocido como el “elastic recoil”. Fuerzas elásticas producidas por la tensión superficial: En los alveolos hay una superficie de contacto entre el líquido alveolar y el aire de los alveolos. Cuando el agua forma una superficie con el aire, las moléculas de agua de la superficie tienen una atracción especialmente intensa entre sí. En consecuencia, la superficie del agua siempre está intentando contraerse, dando lugar a un intento de expulsar el aire de los alvéolos a través de los bronquios y a que los alvéolos se colapsen. El surfactante es un agente secretado por las células epiteliales alveolares de tipo II que reduce la tensión superficial del agua. Está constituido por una mezcla compleja de fosfolípidos, proteínas e iones. La dipalmitoil-fosfatidil-colina es el principal responsable de la reducción de la tensión superficial. Al no disolverse de manera uniforme en el líquido que tapiza la superficie alveolar, disminuye las fuerzas de atracción entre las moléculas de agua. La existencia del surfactante tiene como última consecuencia el fenómeno de histéresis pulmonar, que es la diferencia en la tensión superficial para un área determinada cuando se expande el pulmón respecto a cuando se comprime. Es decir, para un VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 19 de 28 volumen pulmonar dado, la presión generada para insuflar el pulmón será mayor que la presión producida en fase espiratoria para ese mismo volumen pulmonar (Fig 1.2. de la Página 16). Propiedades mecánicas de la caja torácica: La caja torácica tiene sus propias características elásticas y de distensibilidad. En situación de reposo, la caja torácica tiende a expandirse, por lo que la presión que genera tiene sentido contrario a la generada por el pulmón al contraerse. De ahí, la suma de las fuerzas generadas por ambos en situación de reposo dará como resultado una presión negativa respecto a la atmosférica que evita que el pulmón se colapse. Del mismo modo, la distensibilidad de todo el aparato respiratorio puede expresarse como la suma de las inversas de las distensibilidades del pulmón y la caja torácica por separado: c. Resistencias del aparato respiratorio Las resistencias al flujo pueden dividirse en tres grupos: Retracción elástica: En primer lugar, la resistencia al flujo producida por superación de las fuerzas de retracción elástica del aparato respiratorio (elastancia), ya mencionadas en el apartado anterior. Resistencia de la vía aérea: En segundo lugar estarían las resistencias al flujo producidas por la vía aérea, definidas como el cociente entre el gradiente de presiones generado entre la nariz y el alveolo, y el flujo de gas. Está determinada por la ley de Poiseuille (Fig. 1.3). VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 20 de 28 Fig 1.3. Ley de Poiseuille Cuando el flujo es laminar (ordenado y suave), la resistencia es directamente proporcional a la longitud de la vía aérea e inversamente proporcional a la cuarta potencia del radio de la misma. En cambio, cuando las vías son de gran calibre, irregulares o muy ramificadas, el flujo es turbulento, aumentando la resistencia de forma exponencial. Otro factor que influye en la resistencia de las vías respiratorias es el flujo de aire: Tal y como puede observarse en la Fig. 1.4, los flujos de aire mayoresse asocian a resistencias más altas. Fig.1.4. Resistencia de la vía aérea en función del volumen pulmonar a diferentes velocidades de Flujo (Versionado de Miller, R.D. y Afton-Bird, G. "Miller Anestesia", 8ª Edición. Elsevier, 2016, p 449) VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 21 de 28 Inertancia: En tercer lugar tendríamos la fuerza que suponen una resistencia a la deformidad del tejido pulmonar y de la pared torácica, conocida como fuerza de inertancia. La presión necesaria para vencer estas fuerzas aumenta progresivamente con el aumento de frecuencia, pero es despreciable en la respiración espontánea. Estas fuerzas sólo son clínicamente relevantes en ventilación mecánica y a frecuencias respiratorias superiores a 70 rpm. d. Trabajo respiratorio. Como ya hemos comentado, durante la respiración espontánea habitual, la inspiración es un proceso activo por contracción de los músculos respiratorios, mientras que la espiración es un proceso pasivo producido por el retroceso elástico de los pulmones y de la caja torácica. Así, podríamos decir que los músculos respiratorios generan una energía para realizar un “trabajo” para producir la inspiración, pero no para producir la espiración. El trabajo inspiratorio es aquel necesario para vencer las resistencias al flujo y se puede dividir en tres partes: el trabajo necesario para expandir los pulmones contra las fuerzas elásticas del pulmón y del tórax (trabajo elástico), el trabajo necesario para superar la viscosidad de las estructuras del pulmón y de la pared torácica (trabajo de resistencia tisular) (inertancia), y el trabajo necesario para superar la resistencia friccional al paso del flujo a través de las vías aéreas (trabajo de resistencia de las vías aéreas). Durante la espiración, en condiciones normales, el trabajo de resistencia de las vías aéreas y de resistencia tisular puede superarse con la energía almacenada durante la inspiración, de forma que es una espiración pasiva. La energía restante representa el trabajo que se disipa en forma de calor. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 22 de 28 V. Perfusión pulmonar. La irrigación de los pulmones depende de dos circulaciones: En primer lugar, una circulación bronquial de bajo flujo y alta presión que aporta sangre arterial sistémica procedente de la aorta torácica a la tráquea, el árbol bronquial, los tejidos de sostén del pulmón y las adventicias de las arterias y venas pulmonares. Esta sangre drena hacia las venas pulmonares y entra en la aurícula izquierda, en lugar de regresar hacia la aurícula derecha (shunt fisiológico). En segundo lugar, una circulación pulmonar de alto flujo y baja presión que suministra la sangre parcialmente desoxigenada y con alto contenido en CO2 procedente del ventrículo derecho a los capilares alveolares. En los capilares alveolares se produce el intercambio gaseoso y las venas pulmonares devuelven la sangre oxigenada y pobre en CO2 a la aurícula izquierda para su bombeo por el ventrículo izquierdo a través de la circulación sistémica. Las ramas de la arteria pulmonar son delgadas y distensibles, dando al árbol arterial pulmonar una gran distensibilidad que permite que se acomode al gasto del ventrículo derecho. Además, los vasos pulmonares varían su calibre según el gradiente de presión transmural, pudiendo distinguir tres tipos de vaso pulmonar según su comportamiento: • Vasos yuxtaalveolares: Tienen relevancia en ventilación mecánica, como ya se comentará en el próximo capítulo. • Vasos extraalveolares: a mayor volumen pulmonar más se distiende el vaso por la tracción del parénquima pulmonar, reduciendo las RVP. • Vasos hiliares y parahiliares: están sometidos a presiones pleurales. En la siguiente figura (1.5) se muestra un capilar pulmonar, un alveolo y un capilar linfático que drena el espacio intersticial. En ella se aprecian las fuerzas que tienden a producir la salida de líquido desde el capilar hacia el espacio intersticial y las fuerzas que VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 23 de 28 tienden a absorber líquido hacia el capilar. De la suma de estas fuerzas se observa que el balance genera un flujo ligero de líquido desde los capilares pulmonares hacia el intersticio. Este exceso de líquido en el intersticio es recogido por el capilar linfático, que gracias a la presión “negativa” que ejerce en el intersticio, lo bombea hacia la circulación sistémica a través del sistema linfático pulmonar. Este mismo mecanismo es el que, en condiciones normales, mantiene al alveolo “seco”. Fig 1.5. Fuerzas hidrostáticas (PH) y oncóticas (π) en la membrana alveolo-capilar pulmonar. (Versionado de Guyton y Hall. "Tratado de Fisiología médica", 12ª Edición. Elsevier, 2011, p 482) En el individuo en bipedestación, la perfusión en las bases es 5-10 veces mayor que en los vértices, debido a la mayor vascularización de los lóbulos inferiores, al gradiente hidrostático que hace que los vasos de las bases tengan un mayor volumen de sangre, y la forma de arquitectura fractal del pulmón. En decúbito supino ocurre lo mismo con las zonas posteriores, ya que la perfusión es gravedad-dependiente, y además, porque anatómicamente, hay una mayor distribución anatómica de vasos pulmonares en la región más dorsal, mientras que en decúbito prono se distribuye de manera más uniforme. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 24 de 28 VI. Relación ventilación-perfusión en ventilación espontánea. Cuando hay una ventilación alveolar normal y un flujo sanguíneo capilar alveolar normal (perfusión alveolar normal), el intercambio de O2 y CO2 a través de la membrana respiratoria es casi óptimo y la relación ventilación-perfusión (V/Q) estará próxima a 1. Aunque esta situación sería la ideal, en una persona sana y en reposo este cociente está alrededor de 0,8. La pO2 alveolar será aproximadamente 104 mmHg (entre la del aire inspirado y la de la sangre venosa) y la pCO2 alveolar estará en torno a 40mmHg. Sin embargo, el pulmón es una estructura heterogénea en la que coexisten zonas con diferentes grados de ventilación y perfusión, pudiendo haber múltiples combinaciones en cuanto a ventilación-perfusión se refiere. En una persona normal en posición erguida, tanto el flujo sanguíneo capilar pulmonar como la ventilación alveolar son mucho menores en la parte superior del pulmón que en la parte inferior; sin embargo, hay una disminución mucho mayor del flujo sanguíneo que de la ventilación. Por tanto, en la parte superior del pulmón el cociente V/Q es hasta 2,5 veces mayor del valor ideal, lo que da lugar a un grado moderado de espacio muerto fisiológico en esta zona del pulmón. En la figura 1.6 se representa la relación V/Q según la zona pulmonar. Fig 1.6. Relación V/Q según la zona pulmonar. (Versionado de Raff y Levitzki. Fisiología médica. Un enfoque por aparatos y sistemas. Lange. 2013) VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 25 de 28 En el otro extremo, en la parte inferior del pulmón, también hay una ligera disminución de la ventilación en relación con el flujo sanguíneo, de modo que el cociente V/Q es aproximadamente 0,6 veces el valor ideal. En esta zona una pequeña fracción de la sangre no se oxigena normalmente y esto representa un shunt fisiológico. A las zonas en las que predomina la perfusión sobre la ventilación (V/Q < 1)se les conoce como zonas de shunt, mientras que cuando la ventilación predomina sobre la perfusión (V/Q > 1) existe espacio muerto. VII. Difusión pulmonar. Una vez que el aire ha llegado a los alveolos, la siguiente fase de la respiración es la difusión del oxígeno desde los alveolos hacia el capilar pulmonar y del dióxido de carbono en sentido opuesto. Este proceso se produce por un gradiente de concentración. La velocidad de difusión (D) de cada uno de estos gases es directamente proporcional al gradiente de presión parcial (P), es decir, a la concentración de moléculas de dicho gas. Además, cuando un gas está disuelto en un líquido, la velocidad de difusión (D) del gas está determinada no sólo por su concentración, sino también por el coeficiente de solubilidad del gas (S), el área transversal del líquido (A), la distancia a través de la cual debe difundir el gas (d), el peso molecular del gas (PM) y la temperatura del líquido (que permanece constante en condiciones normales y no se tiene en cuenta). La relación de los diferentes determinantes se puede expresar en la siguiente fórmula: Algunos tipos de moléculas, especialmente el CO2, son atraídas física o químicamente por las moléculas de agua, mientras que otras son repelidas. Cuando las moléculas son atraídas se pueden disolver mucho más sin generar un exceso de presión parcial en el VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 26 de 28 interior de la solución, al contrario de lo que ocurre con las que son repelidas. El dióxido de carbono es más de 20 veces más soluble que el oxígeno. La solubilidad (S) y el peso molecular (PM), características particulares de cada gas, determinan el coeficiente de difusión del gas. A los mismos niveles de presión parcial, las velocidades de difusión de diferentes gases serán directamente proporcionales a los coeficientes de difusión de cada gas. Considerando que el coeficiente de difusión del O2 es 1, el coeficiente de difusión del CO2 es 20,3. El grosor medio de la membrana respiratoria es 0,6 μm y el área de superficie total de membrana respiratoria es aproximadamente 70 m2 en el adulto normal. Teniendo en cuenta lo comentado en la velocidad de difusión de los gases en un líquido, a la hora de atravesar la membrana respiratoria los factores determinantes serán: la diferencia de presión parcial, el grosor de la membrana, el área superficial de la misma y el coeficiente de difusión del gas. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 27 de 28 RESUMEN: PUNTOS CLAVES A RECORDAR DE ESTE CAPÍTULO. 1. La región pulmonar en la que la resistencia al flujo es mayor se encuentra entre las 3ª y 6ª división bronquial. 2. La espiración normal es un proceso pasivo que se produce por el retroceso elástico de los pulmones, pared torácica y estructuras abdominales. 3. Los centros respiratorios responsables del proceso automático normal de la ventilación se encuentran en el tronco del encéfalo: centro respiratorio bulbar, centro neumotáxico y centro apnéustico. 4. La presión transpulmonar da información de la presión de distensión que sufren las paredes de los alveolos en cada ventilación. 5. La compliancia y la elastancia, aunque se definen como conceptos similares e inversamente proporcionales, son conceptos independientes. 6. El radio de la vía aérea es el principal condicionante de las resistencias al flujo. 7. La circulación pulmonar, de alto flujo y baja presión, está formada por vasos cuyo calibre se ve modificado por los cambios en el parénquima pulmonar. 8. El sistema linfático es el encargado de mantener “seco” el pulmón. 9. El pulmón es una estructura heterogénea en la que coexisten zonas con diferentes grados de ventilación y perfusión. 10. El gradiente de presiones parciales, el grosor de la membrana alveolo-capilar, el área superficial de la misma y el coeficiente de difusión del gas son los determinantes de la difusión pulmonar. VENTIMEC- ESCUELA DE VENTILACIÓN. H. Univ. PtH. Página 28 de 28 REFERENCIAS Y MATERIAL PARA AMPLIAR LECTURA: 1. West J. Fisiología respiratoria. 10ª edición. Wolters Kluwer. 2016. 2. Guyton y Hall. Tratado de fisiología médica. 13ª edición. Elsevier. 2016. 3. Levitzky. Pulmonary Physiology. 9ª edición. Lange. 2018. 4. Miller, R.D. y Afton-Bird, G. Miller Anestesia, 8ª Edición. Elsevier, 2015. 5. Morgan And Mikhail's. Clinical Anesthesiology. 6ª Edición. Lange. 2018. 6. Raff y Levitzki. Fisiología médica. Un enfoque por aparatos y sistemas. Lange. 2013. 7. Uflacker. Atlas de anatomía vascular. Un abordaje angiográfico. 2ª Edición. Editorial Amolca. 2009. 8. Ramos Gómez, L.A. Benito Vales, S. Fundamentos de la ventilación mecánica. 1ª Edición. Marge Médica Books. 2012. 9. Update in Anaesthesia. December 2008. Vol 24. Num 2. WEB RECOMENDADAS: www.ventilacionanestesia.com https://www.um.es/web/fisiologia/contenido/docencia/recursos- formativos/fisiologia/respiracion
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