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CAPÍTULO 1 Literatura IV CAPÍTULO 1 Literatura IV Marisa Iglesias Estela Marta Roca Literatura IV Estela Marta Roca, Marisa Iglesias 1º edición, febrero de 2011. ISBN: 978-987-9493-64-9 Tapa: Río de pájaros, pintura de Armando Damián Dilon Diseño de tapa: Disegnobrass Diagramación: Paihuen Estela Marta Roca Literatura : 4º año Secundaria, cosmovisión mítica, épica y trágica / Estela Marta Roca y María Luisa Iglesias. - 1a ed. - Ituzaingó : Maipue, 2011. 128 p. ; 27x19 cm. ISBN 978-987-9493-64-9 1. Literatura . 2. Enseñanza Secundaria. I. Iglesias, María Luisa. II. Título. CDD 407.12 Fecha de catalogación: 26/01/2011 © 2011 Editorial Maipue Zufriategui 1153 (1714) Ituzaingó, provincia de Buenos Aires Tel./Fax 54-011-4458-0259 Contacto: promocion@maipue.com.ar / ventas@maipue.com.ar www.maipue.com.ar Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723. Libro de edición argentina. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por otro cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el consentimiento previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446. mailto: promocion@maipue.com.ar mailto: ventas@maipue.com.ar www.maipue.com.ar INDICE A nuestros lectores .............................................................................................................9 CAPÍTULO 1: ¿QUÉ ES LITERATURA? ¿Qué es literatura? ............................................................................................................11 El lenguaje literario ...........................................................................................................12 Funciones de la literatura ................................................................................................14 CAPÍTULO 2: COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN ¿Qué se entiende por cosmovisión? ...............................................................................19 ¿Qué es la mitología? ........................................................................................................19 ¿Qué es un mito? ...............................................................................................................19 El mito de la creación según los griegos… .....................................................................20 La casa de Asterión. Jorge Luis Borges ..............................................................................22 El laberinto. Relación con otros lenguajes artísticos ....................................................25 La Biblia, el Génesis, la creación ......................................................................................26 Intertextualidad: La teoría del amor de E. Fromm ..........................................................32 El universo como libro de Dios. Las ruinas circulares. Jorge Luis Borges .....................34 Abel Sánchez. Miguel de Unamuno ................................................................................38 El ensayo. Estructura .........................................................................................................41 La literatura y su relación con otros lenguajes artísticos: La música .........................42 El libro sagrado de los mayas. Popol Vuh ........................................................................43 La literatura y su relación con otros lenguajes artísticos: El cine. ..............................50 Fundación mítica de Buenos Aires. Jorge Luis Borges .......................................................54 ¡Cómo nace Buenos Aires? ...............................................................................................55 ¿Por qué Buenos Aires tuvo dos fundaciones? ..............................................................55 Transformaciones de la ciudad .......................................................................................56 La Fundacion mítica de Buenos Aires ...................................................................................57 Lugares donde vivió Borges .............................................................................................57 Análisis de La fundación mítica de Buenos Aires desde la perspectiva mítica ...............59 Cuando me muera quiero que me toquen cumbia. Cristian Alarcón .................................61 Intertextualidad: Mitos y leyendas urbanas ..................................................................62 CAPÍTULO 3: COSMOVISIÓN ÉPICA. DEL MITO A LA HISTORIA José Hernández. La poesía gauchesca ............................................................................67 Martín Fierro. La ida y la vuelta ........................................................................................69 Intertextualidad: El fin. Jorge Luis Borges .......................................................................73 Intertextualidad: Biografía de Tadeo Isidoro Cruz. Jorge Luis Borges ..............................78 La literatura y su relación con otros lenguajes artísticos: El cine ...............................80 La literatura y su relación con otros lenguajes artísticos: La música .........................81 El Eternauta. Hector Oesterheld y José Solano López ....................................................81 Contexto histórico y social de El Eternauta .....................................................................88 ¡Ni un paso atrás! Fernando Ariel García .........................................................................93 Intertextualidad: Poema del Mio Cid .................................................................................95 CAPÍTULO 4: COSMOVISIÓN TRÁGICA. LA CONSTRUCCIÓN DEL HEROÍSMO TRÁGICO Federico García Lorca: El “duende” español .................................................................103 Bodas de Sangre .................................................................................................................105 Intertextualidad: Antígona. Sófocles ..............................................................................106 La generación del 27 .......................................................................................................107 Miguel Hernández ...........................................................................................................108 La literatura y su relación con otros lenguajes artísticos: la plástica .......................115 Intertextualidad: Los cachorros. Mario Vargas Llosa .....................................................116 Intertextualidad: La casa de los conejos. Laura Alcoba ..................................................118 Contrato didáctico ..........................................................................................................121 Planificación ....................................................................................................................122 Bibliografía .......................................................................................................................125 PRÓLOGO 9 A nuestros lectores La literatura, con su cultura lingüística acompaña nuestra historia. El uso del lenguaje pone en juego no sólo una actividad comunicativa, sino también cognitiva y reflexiva. Por medio de él todos participamos de la vida social y, a su vez, construimos nuestra individualidad: expresamos ideas, defendemos nuestros derechos, discutimos con los demás, establecemos relaciones afectivas, trabajamos, influimos sobre los otros, nos informamos, organizamos nuestro pensamiento. Hablar una lengua implica estar inmerso en una manera de organizar y entender el mundo. Explorar esta lengua y ser conciente del hecho social que se protagoniza al hablar, escribir y leer constituye una apasionantetarea en el camino de la comprensión de nuestra identidad individual y su correlato como miembro de una sociedad y una cultura particular. Este libro de literatura enfoca distintas cosmovisiones: mítica-fabulosa, épica y trágica, que no son sino concepciones distintas del mundo y del hombre. Su estudio y discusión servirá para enriquecer nuestra interacción social. El texto se ajusta al Diseño Curricular del Ciclo Superior de la Escuela Secundaria Orientada. Focaliza su atención en el ámbito de la Literatura. Propicia la lectura de los textos literarios españoles, hispanoamericanos y argentinos y se los analiza a partir del concepto de “cosmovisión”. Favorece la “intertextualidad”, por lo tanto, en cada unidad aparecen variedad de ejemplos para que el lector pueda establecer vinculaciones. Cada eje temático es abordado a partir de un corpus de libros que se relacionan con otros lenguajes artísticos: el cine, la plástica y la música. Los temas de estudio se relacionan con Formación Ciudadana y las Actividades promue- ven un trabajo cada vez, más autónomo, para que el alumno pueda ir construyendo un recorrido personal de lectura, de acuerdo a sus gustos e intereses personales. El análisis de los textos reúne una amplia gama de ejercicios. Cada docente elegirá los que considere que más se adaptan a su grupo escolar. Al final de las cuatro unidades se encuentra un modelo de contrato didáctico y planifi- cación. Está previsto también el tiempo didáctico. Para el primer trimestre, la cosmovi- sión mítica- fabulosa con un recorrido por lecturas de mitos de los diferentes pueblos. Para el segundo trimestre, la cosmovisión épica con un trayecto de lecturas de autores argentinos, en diálogo con la épica tradicional, con especial atención a la dimensión comunitaria del héroe épico. Y para el tercer trimestre, la cosmovisión trágica con una incursión por el teatro y la poesía, haciendo foco en las circunstancias que construyen el heroísmo trágico. Esperamos que este libro le facilite la tarea al docente y le sirva al alumno para acer- carse a los textos literarios y sus contextos de producción. Cada corpus fue seleccionado con un propósito bien definido: que el alumno por Las Luchas anticOLOniaLes y La GueRRa FRía 10 medio de la literatura logre una mejor comprensión del mundo y de los problemas humanos. Como sugerencia proponemos como instrumentos de evaluación el cuaderno de bitácora y el portfolio. Esta nueva terminología les servirá a los estudiantes para dar cuenta del proceso de apropiación de las lecturas literarias. Las actividades permanentes y ocasionales, en el aula y domiciliarias se irán registrando en el cuaderno de bitácora. Allí el alumno organizará sus impresiones, sus dudas, sus hipótesis, sus resúmenes, sus reseñas, su material de investigación, etc. El portfolio propiciará el desarrollo de proyectos para socializar las producciones literarias. Hay variedad de prácticas para seleccionar. Al- gunas pueden ser: antologías, cafés literarios, concursos, debates, foros, etc. También recomendamos el uso de las nuevas tecnologías, como por ejemplo el ar- mado de producciones en Power Point. Desde esta perspectiva, Internet no sólo será una biblioteca amplia donde buscar datos sino también el lugar para encontrarse con revistas literarias virtuales, con catálogos, para leer reseñas, entrevistas a escritores, etc. Además hay foros literarios que propician la socialización. Como en este libro se aborda la literatura y su relación con otros lenguajes artísticos, será una buena oportunidad para realizar videos, historietas o comics, como documen- tales sobre un autor, radioteatros y todo aquello que imaginen. Para terminar les dejamos este poema para disfrutar: Cuando poses tus ojos sobre un libro Escrito expresamente por saciar tu ansiedad Notarás que un par de alas van creciendo en tu mente Y han de saber tus labios el gusto a libertad. Él te ha de enseñar todo, según tú se lo pidas Y te ha de decir ama, que la vida es amar. Sigue el curso sonriente con el alma encendida. Conjugar la sapiencia y el amor es triunfar. Te pedirá: sé humilde, y ya no habrá barreras Que detengan u obstruyan tu entusiasta carrera; Y aún creciendo en tu talla, que en simples moldes quepas Cultivando verdades que por dentro te inflamen Al sentir que más hombre, serás cuanto más ames Y notar que más libre, serás cuanto más sepas. Muy buenos augurios para este ciclo lectivo. Las autoras caPítuLO 1 11 ¿Qué es literAturA? Cuando abordamos esta simple pregunta para entender el objeto de nuestro estudio, nos encontramos con la dificultad de esclarecer su definición. Comencemos por su etimología y la evolución semántica que ha sufrido la palabra literatura para com- prender la complejidad de la problemática: A) El vocablo “literatura” es un derivado del término latino litteratura que a su vez deriva del griego gramatiqué. Significa en latín instrucción, saber relacionado con el arte de escribir o leer y también gramática, alfabeto, erudición. B) Del latín derivó a las lenguas europeas con formas muy parecidas (español: literatura, francés: littérature, italiano: letteratura, inglés: literature). C) Este concepto se extiende hasta el siglo XVIII, con todos sus matices e interpretaciones. D) Pero en la segunda mitad del siglo XVIII, se produce una profunda evolución semán- tica de la palabra literatura, ya que en vez de definir el saber o la cultura del hombre de letras, la palabra pasa a designar una actividad específica y la producción resultante. O sea, que ya estamos hablando de la obra literaria. Pero esta evolución continúa hasta llegar a designar con el término literatura, al conjunto de obras literarias de un país (por eso se le agrega el adjetivo “española”, “francesa”, etc.) A finales del siglo, la constante evolución termina por designar con el término lite- ratura el fenómeno literario en sí y no como de un país en particular. Por lo tanto, podemos hablar ya de literatura como creación estética. Esta nueva alternativa, separa para siempre la literatura de los escritos científicos, que en la antigua acepción se incluían, ya que el término generalizado, abarcaba todo aquello que estuviera escrito. ¿qué es LiteRatuRa? 12 E) En los siglos siguientes las acepciones fueron variando rápidamente, mostrando distintos enfoques del problema. Trataremos de resumirlo brevemente: 1) Producción literaria de una época (literatura del siglo XVI, XVII, etc.). 2) obras que se generalizan por algunos de sus aspectos (literatura femenina, de terror, de ciencia ficción, etc.). 3) Bibliografía existente sobre algún tema específico (Literatura sobre el Renacimiento...). 4) sentido peyorativo del término (Utilizado como despreciativo, por ejemplo al que habla mucho sin decir nada, se le suele expresar “ése está haciendo literatura...”) 5) se habla de literatura para definir historia de la literatura o manual de literatura. Esta recorrida por la evolución de la palabra literatura nos revela lo difícil que resulta definirla. Pero como nosotros vamos a trabajar con ella, sólo nos propondremos abor- darla como actividad estética, y en consecuencia, también abarcar su producción, las obras literarias. La definición propuesta por Fidelino de Figueiredo concreta la síntesis: Literatura es creación por medio de la palabra sugestiva, de una suprarrealidad (o realidad aparencial), construida con los datos profundos y singulares prove- nientes de la intuición y de las vivencias del creador, elaborados por medio de una técnica, exteriorizados con fuerza expresiva. (Últimas aventuras, pág. 208-214 Río de Janeiro, 1941) el lenGuAJe literArio El lenguaje es el material de la literatura, pero como no está hecho de material inerte, sino que es una creación humana, debemos distinguir y establecer criterios que dife- rencien el lenguajecotidiano y científico del lenguaje literario. El problema se presenta porque la literatura utiliza como medio expresivo la palabra... Entonces, deberemos analizar qué cambios se producen en “esas palabras” para con- vertirse en poéticas. En principio, la función poética del lenguaje, según Román Jakobson, crea su propio universo de ficción, o sea que no está determinada por referentes reales (aunque siempre existen vínculos con ese mundo real). La literatura necesita ser verosímil, (creíble) y no verdadera, como le sucede a la historia. El lenguaje literario es semánticamente autónomo, porque tiene poder suficiente para organizar y crear mundos expresivos enteros. caPítuLO 1 13 Otra característica del lenguaje literario es que éste es connotativo (lleva implícito otros mensajes que se agregan a la comunicación básica); a diferencia del lenguaje de la ciencia, del derecho, etc. que es denotativo (neutro y despersonalizado). Pero este fenó- meno de la connotación no sólo es exclusivo de la literatura, por eso podemos agregar otro término más abarcativo, y decir que el lenguaje literario es plurisignificante, ya que el signo lingüístico posee múltiples dimensiones semánticas y trasciende la literalidad de la palabra. La plurisignificación del lenguaje se manifiesta en dos planos: un plano vertical o dia- crónico y un plano horizontal o sincrónico. En el primer plano la palabra toma todos los significados que le otorga la vida histórica de la palabra, que la determina en una tradición. En el plano sincrónico la palabra cobra plurisignificación debido a las relaciones (con- ceptuales, rítmicas, etc.) que esa palabra mantiene con el resto de las palabras dentro del contexto (en un aquí, ahora). Ejemplifiquemos con el conocido poema de la rosa que Federico García Lorca escribió para su obra teatral Doña Rosita la soltera: aquí la rosa simboliza a la mujer que evolu- ciona en la vida igual que la flor, desde un pequeño pimpollo hasta que se marchita y se deshoja (Plano sincrónico). Sin embargo, no podemos obviar toda la tradición que el concepto de rosa encierra: flor que se distingue por su belleza, su suavidad, fragancia y color. (Plano diacrónico). Alude a todos los atributos femeninos y ambos aspectos contribuyen a la plurisignificación de la palabra. Otra diferencia entre el lenguaje cotidiano y literario, es que el primero en previsible, rutinario, en cambio la palabra poética trata de explorar la palabra, liberarla de sus acepciones cotidianas, volverla original e imprevisible, para ello, se vale de figuras esti- lísticas (como la metáfora, el símbolo, las imágenes, las repeticiones, los paralelismos etc.) para enriquecer las condiciones del lenguaje. Y al referirnos a la palabra debemos recordar la definición de signo lingüístico, (que ya apareció más arriba), según Ferdinand de Saussure, las oraciones y los discursos se construyen combinando signos lingüísticos. Una palabra, o un grupo de palabras constituyen un signo lingüístico. Éste está constituido por un significado (apunta a lo que representa) y por un significante (realidad física, sonora de la palabra) que apuntan a un referente. En el lenguaje cotidiano o científico, el significante tiene poca o ninguna importan- cia, y el énfasis se pone en el significado. En cambio, en el lenguaje literario los signos lingüísticos se nutren de ambos, ya que los significantes enriquecen el texto desde lo sonoro, desde lo rítmico, es lo que permite acercar a la literatura a la música. Y es aquí donde se plantea una nueva discusión que tiene que ver con la arbitrariedad (o no) del signo lingüístico. Saussure manifiesta el carácter arbitrario del signo (entre el significado y el significante no existe ninguna relación intrínseca), por lo tanto el signo es convencional. Por ejemplo, si nombramos “mano”, no hay una razón aparente que una estos sonidos a su significado, y la prueba de esto sería que traducido al inglés decimos “hand” y no cambia su significado. ¿qué es LiteRatuRa? 14 Sin embargo, Dámaso Alonso, estando de acuerdo con estos conceptos, aclara que en el lenguaje poético,”existe siempre una vinculación entre significante y significado” que puede estar presente por el valor expresivo de una sílaba, una palabra etc. ResuMienDO: las obras literarias, utilizan el lenguaje en su función poética. este lenguaje se caracteriza por ser connotativo, plurisignificante, creativo, imprevisible, adopta su propio universo de ficción, es verosímil. Posee intencio- nes y cualidades estéticas. quedan excluidas de la literatura, obras científicas, jurídicas, históricas, filosóficas, etc. Funciones De lA literAturA Una vez investigada la naturaleza de la literatura, conviene preguntarse por las fun- ciones o finalidades que ella posee. Esta cuestión ha recibido en las distintas épocas y culturas muchas y distintas respues- tas que toman en cuenta distintos aspectos del fenómeno literario. Resumamos e interpretemos las más significativas: A) literatura como sinfronismo: Sinfronismo: coincidencia espiritual, entre el hombre de una época y los de todas las épocas, de los próximos y de los dispersos en el tiempo y en el espacio. Esta teoría intenta sustraer a la obra literaria de su espacio y su tiempo para enfrentarla a los lectores de cualquier época y lugar. Sobre este aspecto, Fernán Pérez de Oliva, en su obra Diálogo de la dignidad del hombre, explica: “El gran misterio de las Letras nos da facultad de hablar con los ausentes y de escuchar ahora a los sabios antepasados las cosas que dijeron. Las Letras nos mantienen la memoria, nos guardan las ciencias y, lo que es más admirable, nos extienden la vida largos siglos, pues por ellos conocemos todos los tiempos pasados, los cuales vivir no es sino sentirlos” B) literatura como compromiso: Si bien Jean-Paul Sartre no niega la función sinfrónica de la literatura, agrega al concepto anterior la idea “todo autor está sumergido en su época y sólo puede es- cribir para ella”. “El escritor habla a sus contemporáneos, a sus compatriotas, a sus hermanos de raza o clase”. Esta coincidencia temporal (autor-lector), es lo que lo hace diferir de lo sinfrónico, que es atemporal. La idea de literatura comprometida opera sobre el mensaje y el segundo concepto apunta más a un goce desinteresado y puro. Este autor francés, se plantea tres interrogantes en su libro ¿Qué es literatura?: ¿Qué es escribir?, ¿por qué escribir?, ¿para qué escribir? Sobre la primera pregunta dirá que “escribir es una opción para revelar al mundo y a los demás hombres, para que éstos ante el objeto puesto así al desnudo, asuman todas sus responsabilidades. caPítuLO 1 15 Al segundo interrogante responderá “hay en el hombre conciencia de ser el reve- lador del mundo” (no su creador), O sea, que el hombre tiene conciencia de “poder ver”, de “entender” y “enfatizar” el mundo en que vivimos. Además se escribe para ser leído, por lo tanto, después del acto creador, se supone que corresponde otro momento para el lector, que será también “revelador” frente a la obra. El escritor tiene el compromiso, según Sartre de “revelar”, pero también de indagar “para quién escribe”. Y esto nos lleva a la tercera cuestión: escribe para sus contemporáneos, sus herma- nos de “raza” o clase. C) literatura como evasión: Casi como teoría antagónica a la anterior, donde el escritor sentía un profundo compromiso con su época, la literatura como evasión nos propone el fenómeno literario como refugio, fuga de la realidad circundante. Las causas que lleven a un escritor a evadirse, pueden ser múltiples: personales, sociales, políticas, para huir de la vulgaridad, etc. Ejemplifiquemos distintos modos de evasión: a) Transformando a la literatura en actividad tiránica, absorbente, culto fanático del arte donde el escritor olvida el mundo y la vida real. b) Evasión en el tiempo: El poeta busca momentos, épocas remotas, bellas y gran- diosas donde olvidar los desencantosque le plantea el presente. c) Evasión en el espacio: El poeta busca lugares exóticos, alejados de sus costumbres cotidianas. En este tipo de evasión, un tema repitente es el viaje, que de una u otra manera es una búsqueda y un alejamiento. d) La infancia es otro lugar figurado de evasión. El tiempo pasado y ahora revivido por medio del recuerdo, se plantea como un momento dulce, bueno, donde no debíamos afrontar las desilusiones y preocupaciones adultas. e) La creación del personaje es otro procedimiento de evasión, ya que el escritor, va perfilando a su personaje con los deseos y características que él hubiese deseado poseer, o lo hace vivir experiencias o aventuras que él desearía para sí. ¿qué es LiteRatuRa? 16 Recordemos también que el lector puede acudir a la literatura como evasión, ya que las frustraciones personales, o el aburrimiento, o la falta de proyectos propios puede hacerlo ilusionar con la vida de los héroes y vivir estas historias como si él mismo fuera el protagonista. D) literatura como juego: Si nos preguntamos para qué sirve el juego, podemos pensar en múltiples funciones, por ejemplo: 1) Para liberar el exceso de energía vital 2) Como imitación 3) Para distenderse y relajarse 4) Como desviación inocente de instintos peligrosos 5) Para satisfacer deseos irrealizables mediante una ficción 6) Como autoconfirmación de la personalidad. Notarán que todos estos conceptos son válidos también para la literatura. Cuando nos referimos a la función lúdica de la literatura tenemos que tener claro dos en- foques de esta cuestión: a) El arte ha sido interpretado como “juego del espíritu” aunque en realidad es una actividad más compleja que el juego. Es verdad que en ambos casos se experi- menta la alegría de crear, pero la creación del juego es momentánea, mientras que la del arte aspira a permanecer. b) La literatura que se considera en sí misma un juego: Es un juego espiritual, en él las cosas tienen otro aspecto que “en la vida real”. El poeta juega en la misma forma que lo hace el niño. Uno y otro utilizan los símbolos. Cuando el niño juega con una escoba y se trepa a ella como si fuera un caballo, discrimina la realidad de la fantasía y si le preguntamos no dudará en decirnos que eso que tiene entre sus manos es una escoba, pero se convierte en caballo dentro de su universo de ficción. De igual manera, el poeta juega con las palabras, utilizándolas en su ca- pacidad de símbolos y formando con ellas su universo poético. Ambos cumplen con las reglas del juego y con profunda seriedad; el poeta crea un arte y el niño, un juego. E) literatura como catarsis: Este concepto aparece con Aristóteles; en su obra Poética explica que la función propia de la literatura es el placer puro y elevado. En la definición aristotélica de tragedia se lee: “La tragedia es una imitación de una acción elevada y completa, dotada de extensión, con un lenguaje templado, con formas diferentes en cada parte, que se vale de la acción y no de la narración, y que, por medio de la compasión y el terror, produce la purificación de tales pasiones”. Aristóteles toma el término catarsis del lenguaje médico, que designa un proceso purificador que limpia el cuerpo de elementos nocivos, pero lo utiliza en el sentido amplio de “purificador de naturaleza psico-intelectual”. Asistir al dolor ficticio de caPítuLO 1 17 otro, nos lleva a liberar pasiones a través de dos sentimientos: la compasión y el terror. Si recordamos el argumento de la tragedia Edipo Rey de Sófocles, donde Edipo, por huir de su destino, justamente se acerca más peligrosamente a su cumplimiento (asesina a su padre y se casa con su madre), advertiremos fácilmente los sentimien- tos de compasión y terror que surgen en el espectador: compasión, porque Edipo no es culpable de su drama y terror1, porque, así como él lucha contra su destino inútilmente, de la misma forma podemos estar nosotros luchando contra la fatalidad de un destino adverso, sin saberlo. Con el correr del tiempo, el sentido de catarsis se extendió a toda expresión lite- raria, interpretando a la literatura como una forma de liberación y purificación de sentimientos dolorosos y negativos, como una búsqueda de paz y armonía, tanto para el escritor, como para el lector. Es importante, por último no confundir la catarsis con la evasión (que es fuga y olvido, tentativa de eludir problemas); la catarsis no se desliga de la profunda res- ponsabilidad que tiene el hombre ante su destino. F) la literatura: el arte por el arte: Esta teoría propugna el desinterés absoluto del arte, niega toda utilidad a la obra literaria y sólo persigue como fin la belleza. O sea que, el arte literario tiene como única finalidad, el arte, la obra en sí, a la que hay que cuidar, embellecer como si ella fuera una joya. Teófilo Gautier, es uno de los poetas que más defendieron esta postura. De todas estas interpretaciones, aparentemente dispares, podemos inferir puntos de contacto: todas hablan del dinamismo del lenguaje, de la literatura como inherente al hombre y como trascendencia, como alternativa vital. Es parte del espíritu del hombre; y busca la comunicación con los otros. Tantas con- cepciones nos alejan de una respuesta definitiva, única y universal... Cada uno de nosotros tiene una parte de la respuesta. La literatura expresa al hombre en cuanto es hombre, y nos involucra a todos sin más calificación. (1) Es culpable pero subjetivamente inocente ¿qué es LiteRatuRa? 18 1) Escribe en grupo su propia definición de Literatura. 2) ¿Por qué crees que Plutarco llamó a la literatura “pintura parlante” y a la pintura “poesía muda”? 3) ¿Qué reflexión te produce sobre el hecho literario este comentario sobre el libro: “El libro es el receptáculo de la obra, no es el hecho literario. El fenómeno literario ha existido antes, en el acto creador. El receptáculo en sí, es indiferente. No obstante en él subyace un alma dormida. El libro, organización de los signos fijados por la imprenta, es cosa muerta hasta que una mirada restablezca la comunicación entre los signos y el alma dormida. Entonces el fenómeno literario se repetirá tantas veces como lectores lleguen a él. El libro que no se lee, ha dicho Marcel Prevost, es una lámpara apagada. La mirada comprensiva del lector que posee los diversos códigos, despierta el alma dormida al recorrer los signos y recomponer su interrelación estructural” 4) Lee atentamente los siguientes comentarios y concluye a qué funciones de la literatura pertenecen los siguientes pensamientos: A) Según Charles Du Bos “literatura es el lugar de encuentro de dos almas” B) Dijo Schiller: “...De todos los estados del hombre, es precisamente el juego y sólo el juego el que realiza íntegramente lo humano y descubre a un tiempo mismo su doble naturaleza...En lo agradable, en lo perfecto, en lo útil, el hombre encuentra tan sólo seriedad; pero en la belleza halla juego. El hombre con la belleza no debe hacer más que jugar y el hombre no debe jugar nada más que con la belleza...” C) Gustavo Flaubert manifestaba “...Para no vivir me sumerjo desesperadamente en el arte; me embriago con tinta como otros con vino...” D) Piensa Sartre: “Escribir es apelar al lector para que haga pasar a la existencia objetiva el desvelamiento que emprendí por medio del lenguaje” E) Escribe T. Gautier: “Sólo es verdaderamente bello lo que no puede servir para nada” F) Pensamiento de Plotino sobre la Belleza:”Es preciso que el vidente se haya hecho afín y semejante a lo visto para que pueda darse a la contemplación, porque jamás ojo vio el sol sin haberse hecho semejante al sol, ni alma alguna vería lo Bello sin haberse hecho bella”. Actividades de análisis y reflexión CAPÍTULO 2 19 COSMOVISIÓN MÍTICA Ciclos de creación y destrucción ¿QUÉ SE ENTIENDE POR COSMOVISIÓN? Una cosmovisión es una explicación y una interpretación del mundo y una aplicación de esta visión a la vida.Cuando nos proponemos estudiar una cosmovisión, surgen las preguntas propias acerca de qué es el mundo para mí y para los demás, qué lugar ocupo en este mundo, en qué cosas creo y cómo las manifiesto. Comprender una cosmovisión es reflexionar sobre ella, interpelarla, interpretarla. La literatura es uno de los modos en que se expresaron las concepciones del mundo, que, según la forma en que se desarrollan y relacionan nos muestran cosmovisiones míticas, fabulosas, épicas, trágicas y muchas más. Pero éstas son las que trataremos en este libro. ¿QUÉ ES LA MITOLOGÍA? La mitología es un conjunto de mitos relativamente cohesionado de relatos que forman parte de una determinada religión o cultura. Con la palabra mitología se designan dos conceptos: el conjunto de mitos y leyendas que un pueblo imaginó y el estudio de los mismos. La palabra viene del griego mythos que significa fábula y logos, tratado. Para la conciencia mítica todo debe haber tenido un origen que quedó cubierto por las tinieblas del tiempo y del misterio, pero puede ser recuperado por la imaginación. Los mitos repiten los ciclos de la vida, son “perennes”, se repiten. Así el hombre siente que participa de la eternidad mítica y se libera de su “transi- toriedad”. Dentro de la mentalidad mítica, la propia muerte puede tener sentido. El hombre se reconcilia con la vida y con la muerte y abrevia la distancia que lo separa del universo irracional. ¿QUÉ ES UN MITO? Un mito es un relato tradicional de acontecimientos prodigiosos protagonizado por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, etc. COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 20 La creación según los griegos Los griegos poblaron el cielo y la tierra, los mares y el mundo subterráneo de divinidades principales y secundarias. Observaron la vida, el mundo, el hombre, para preguntarse sobre el origen de los seres. La respuesta la obtuvieron de un espacio abier- to que llamaron Caos, materia informe a la espera de ser organizada. Si esto era posible, se produce y se perpetúa la vida. Su orden no es obra de un dios exterior al mundo. Al contrario, los propios dioses nacen, de alguna manera, de esa materia. Pues es la Tierra (condensación de la materia) que, en amoroso abrazo con el Cielo, da origen a las divinidades primordiales. El hombre también nació así. El poeta Píndaro (518-446 a.C.) canta: “Igual es el género de los hombres al de los dioses, pues todos recibimos la vida de la misma madre; sólo una fuerza completamente diferente distingue a los dioses”. La fuerza que ordenó el Caos dejó en las entrañas de la tierra muchos poderes genera- dores, que engendraron todas las formas existentes en la superficie terrestre: seres ve- getales, animales, trayendo cada cual dentro de sí su propio dáimon (espíritu, fuerza). En el caos está el origen de todas las cosas «En el principio, era el Caos», cuenta el poeta Hesíodo. Era el espacio abierto, la pura ex- tensión ilimitada, el abismo. Súbitamente, del Caos surgió la primera realidad sólida: Gaia o Gea, la Tierra. Fue ella quien dio un sentido y un orden al Caos, al limitarlo, e instaló en él el suelo, escenario de la vida. Después vino la Noche, la tiniebla profun da. Y debajo de la Tierra se constituyó el Erebo o Erebos (el crepúsculo), morada de las sombras. Quedaba todavía, sobre Gaia, un espacio vacío. Para llenarlo, ella «creó un ser igual a sí misma, capaz de cubrirla por entero». Por sí misma creó a Urano, el Cielo estrellado. En soledad originó también a las Montañas y a Ponto, el Mar inquieto y profundo. Como la Tierra —es decir, sin unirse a fuerza alguna—, la Noche engendró el Éter —luz que iluminaría a los dioses en las más altas regiones de la atmósfera— y el Día, claridad de los mortales que, en el espacio, se alterna con su madre para no cansarla. Por ese entonces rondaba en el Caos el poderoso Eros, el Amor Universal. A partir de entonces ninguna fuerza podría engendrar nada sola. Movida por Eros, Gaia se unió a Urano, su primogénito, engendrando con él muchos y muchos hijos. Una raza violenta pobló la Tierra y la animó con nuevas formas de vida. (El escenario del mundo está listo. Los personajes se preparan para vivir su drama) Traducción libre sobre La Teogonía de Hesíodo CAPÍTULO 2 21 1) Investiga quién fue el poeta Hesíodo y en qué obra cuenta los sucesos míticos griegos de la creación. 2) En esta misma obra Hesíodo desarrolla como línea principal la sucesión de las tres deidades que han gobernado el mundo: Urano, Cronos y Zeus. Investiga sobre estos dioses y sobre el modo violento en que se produce el cambio de poder. 3) Relee el mito y explica con tus palabras: • ¿Cuál fue para los antiguos el principio de todo? • La mujer que engendra se convierte en símbolo universal de “madre que da vida”, ¿Quién es esta divinidad? ¿Recuerdas alguna otra civilización que mantenga esta misma idea? • ¿Quién toma el papel del padre? • ¿Qué papel juega Eros en este mito? 4) Investiga un mito griego y escríbelo en tu carpeta. Prepáralo para exponerlo oralmente. 5) Escribe una lista con los títulos de los mitos que narraron tus compañeros. Reescribe con tus palabras el mito que más te haya gustado Sobre ese mito responde: • ¿Qué características tiene ese personaje para considerarlo héroe mítico? • ¿Qué relación tiene con los dioses? • ¿Conoces algún otro personaje que esté emparentado con el mito elegido? 6) Estas obras de arte recuerdan mitos griegos. ¿Qué historias cuentan? Actividades de análisis y reflexión Saturno Devorando a sus Hijos. Francisco Goya,1821. Museo El Prado, Madrid Plutón y Prosérpina. Gianlorenzo Bernini. Roma. Galería Borghese. Mármol COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 22 7- Busca otras obras de arte que recreen mitos griegos y compártelas con tus compañeros 8- Organiza con el profesor una salida paseo al Museo de Bellas Artes o al Museo de Arte Decorativo para conocer más obras de arte y estilos pictóricos y escultóricos. Actividades de análisis y reflexión Fondo de copa griega con ilustración de Atenea, Teseo y el Minotauro. Museo Arqueológico Nacional. Madrid La casa de Asterión Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión. Apolodoro, Biblioteca, III, I Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusa- ciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la Tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el Sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera. El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; El nacimiento de Venus. Botticelli,1486 Galería de los Uffizi, Florencia CAPÍTULO 2 23 como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y trivialesminucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro porque las noches y los días son largos. Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o ahora desembocamos en otro patio o bien decía yo que te gustaría la canaleta o ahora verás una cisterna que se llenó de arena o ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos. No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce (son infinitos) los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce (son infinitos) los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado Sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el Sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo. Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que, alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo? El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre. -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió. Jorge Luis Borges Mosaico Teseo y el Minotauro en el laberinto COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 24 ¿Y QUÉ NOS CUENTA EL MITO? El mito cuenta que el rey Minos había enojado severamente al dios Poseidón por haber faltado al cumplimiento de una promesa. En venganza, el dios salió de las aguas con- vertido en un gran toro blanco que engendró un hijo en el vientre de su mujer, la reina Pasifae. Ese hijo fue Asterión, conocido vulgarmente como el Minotauro. Ese ser, con cuerpo de hombre y cabeza de toro, violento y cruel, le recordaba a Minos su vergüenza. El rey le pidió entonces al arquitecto Dédalo que construyera un laberinto para ocultar a Asterión, y también para que éste, perdido entre galerías y sótanos, no lograra en- contrar la salida y viviera allí confinado. Cada nueve años entraban en el laberinto siete doncellas y siete mancebos elegidos entre los jóvenes atenienses como tributo a la bestia. Era un castigo de Minos a los ate- nienses por haber asesinado en una competición olímpica a su hijo Androgeo. Teseo, hijo de Egeo, en una ocasión se ofreció para entrar al laberinto y dar, finalmente, muerte al minotauro. Ayudado por Ariadna, hija de Minos, logró su fin, ya que la princesa le cedió un ovillo de hilo que le sirvió a Teseo para desandar el camino y salir del laberinto una vez que hubiera matado al Minotauro. Actividades de análisis y reflexión En este cuento Borges con mucho ingenio nos relata una historia que esconde hasta el desenlace la identidad del protagonista: Asterión es el Minotauro. Su historia trasciende el mito, mostrándonos la verdadera tragedia del minotauro: su soledad, saberse único e incomprendido. Acepta su destino, sabe que llegará su redentor y lo salvará de su terrible prisión. Pero ¿qué propósito persigue Borges al reelaborar el mito? Contesta estas preguntas para analizar este cuento: 1) ¿Qué significa el título del cuento? Relaciónalo con el epígrafe 2) ¿Qué similitudes y diferencias encuentras entre el mito y el cuento de Borges? 3) Describe el laberinto como lo imagines. 4) ¿Por qué dice Asterión «que el laberinto (su casa) es el mundo»? 5) ¿Qué asociación puedes realizar con nuestro propio mundo? 6) El tema de la soledad, de la persona que se siente distinta y no comprendida, aparece con fuerza en este cuento. Escribe ejemplos textuales que lo justifiquen. 7) ¿Qué indicios (pistas) nos da el autor para descubrir «quién es Asterión»? 8) ¿Por qué en el desenlace el Minotauro no se defiende? 9) Advierte que en este cuento Borges utiliza dos tipos de narradores, en primera y tercera persona. ¿Por qué lo hace? 10) ¿A quién representa simbólicamente Asterión? 11) Busca los datos biográficos del autor. En esta unidad, encontrarás más información sobre Jorge Luis Borges 12) TRABAJO DE CREACIÓN: En este cuento hemos conocido una nueva versión sobre el mito. Asterión nos cuenta su historia. Elige entre estos tres personajes: Pasifae, Minos, Teseo. Luego cuenta la historia mítica como monólogo de uno de estos personajes, en primera persona. Epígrafe Cita o sentencia que suele ponerse a la cabeza de una obra literaria. CAPÍTULO 2 25 EL LABERINTO: RELACIÓN CON OTROS LEN- GUAJES ARTÍSTICOS Un laberinto (del latín labyrinthus, y éste del griego labrinzos labýrinzos) es un lugar formado por calles y encrucijadas, construido con intencional complejidad con el objetivo de confundir a quienes se adentre en él. El palacio de Knossos: ¿origen del mito del laberinto? Los cretenses, con su legendario rey Minos, fueron un pueblo navegante. Sus actividades comerciales los rela- cionaron con Siria, Fenicia y Egipto, regiones con las que no sólo intercambiaban objetos sino conceptos de arte. Por esta razón, no sorprende que aparezcan representa- ciones de laberintos en los sellos de algunas tumbas del antiguo Egipto o en la Italia etrusca. Creta fue una civilización cuya forma de gobierno era la monarquía. El famoso palacio emplazado en su capital (Knossos) dejó las huellas arquitectónicas más puras de su estilo. Los arqueólogos que han rastreado sus capas sucesivas, desde sus modestos comienzos hasta las complicadas estructuras de su etapa final, nos ilustran sobre el pro- greso que había conseguido esta región y el lujoso modo de vivir de su corte. Llama la atención que el Palacio de Knossos no guarde un criterio de reparto simétrico de sus dependencias. Era un gran edificio monumental desprovisto de murallas, sin ningún tipo de defensa. Construido con piedras cuadra- das, muestra en sus sillares representaciones del símbolo de la doble hacha. Por esta razón se supone que el nombre de laberinto fue un derivado de labrix (hacha). Su estructura constituye un verdadero laberinto de espa- cios cerrados y corredores y es difícil orientarse respecto al destino y la correlación de sus numerosas cámaras y habitaciones. Todo el complejo se aglutina en torno a un patio central de unos cincuentametros de longitud y se divide en dos grandes conjuntos, oriental y occidental, separados por sendos accesos al norte y al sur. Por un largo corredor se llega a la sala del trono con un majestuoso sitial de piedra colocado en lugar destacado y bancos adosados a las paredes, destinados a dar comodi- dad a los más altos dignatarios de la corte o consejo real. Posee también una pintura mural deslumbrante. Busca otros laberintos y compártelos con tus com- pañeros Actividades Restos del ala sur del Palacio de Knossos La casa del gran sacerdote en el Palacio de Knossos Plano parcial del palacio de Knossos COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 26 Antes de llegar a la sala del trono, en su antecámara, un gran cuenco de roca compac- ta y dura nos hace rememorar las purificaciones rituales que en sus aguas debieron realizar los cortesanos. Esta sala está situada en un sector privilegiado, dotado de excelente iluminación, que posiblemente simbolice la concentración de poder que dio razón de ser a tan esplén- dida construcción. En el lado opuesto, a través de un verdadero vericueto de otros pasadizos, se llega a lo que se supone fue el dormitorio de la reina, adornado por el maravilloso fresco de los delfines. También posee una sala de baño con una especie de bañera de arcilla, y la cámara de aseo con las letrinas. Hay también, en la planta inferior, otro gran corredor donde se hallaron dispuestas en filas grandes tinajas. Debió ser un almacén de víveres. Este complicado edificio, atrae la atención de muchos arqueólogos y arquitectos que aún hoy intentan descifrar el uso de muchas de sus habitaciones. Significados culturales de los laberintos En la historia de la humanidad, los laberintos siempre han aparecido rodeados de múltiples simbolismos. Ya en la prehistoria, los laberintos dibujados en el suelo permiten interpretar posibles juegos o danzas llevadas a cabo por los hombres como manifestaciones rituales. También se los asocia a ritos de iniciación, ya que el paso de una etapa a otra implica, para quien la va a transitar, un largo peregrinaje de enigmas y equivocaciones que, en sentido figurado, es el recorrido de la vida. En la Edad Media, el laberinto se asoció a la búsqueda de Dios; representaba el arduo y difícil camino del hombre desde su nacimiento hasta que lograba el ansiado encuentro con la divinidad. Luego del vuelco de ideas que tiene lugar durante el Renacimiento, el hombre se convierte en el centro del sistema. La idea de laberinto entonces comienza a asociarse con la propia persona, y el centro será el autoconocimiento. En la actualidad, el laberinto aparece en las actividades lúdicas, tanto en escenarios rea- les como ficcionales. Un buen ejemplo de esto es la serie de juegos de Tomb Raider. LA BIBLIA, EL GÉNESIS Y LA CREACIÓN Según el Diccionario de la Real Academia, La Biblia (del griego τa biblia, ta biblía, “los libros”) es la Sagrada Escri- tura, los libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento. Los textos que la componen (que fueron traducidos a 2303 idiomas), tanto para el judaísmo como para el cristianis- mo, transmiten la palabra de Dios. La Biblia es un libro que trata sobre la historia de la crea- ción del mundo y la humanidad, el pecado, la salvación. Símbolo Cosa que se toma convencio- nalmente como representación de un concepto. Sillar Cada una de las piedras la- bradas que forman parte de una construcción CAPÍTULO 2 27 Contiene un mensaje espiritual, trascendente, ya que relaciona al hombre con la divi- nidad. Está dividido en dos partes: El Antiguo Testamento, que narra principalmente la historia de los hebreos, y el Nuevo Testamento, que relata vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos. Los textos fueron compilados, ya que en un principio se trataba de documentos separa- dos (llamados “libros”), escritos primero en hebreo, arameo y griego, reunidos para for- mar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Génesis, 1 1. En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, 2. todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. 3. Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz. 4. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. 5. Dios llamó a la luz “Día” y a las tinieblas “Noche”. Atardeció y amaneció: fue el día Primero. 6. Dijo Dios: “Haya una bóveda en medio de las aguas, para que separe unas aguas de las otras.” 7. Hizo Dios entonces como una bóveda y separó unas aguas de las otras: las que estaban por encima del firmamento, de las que estaban por debajo de él. Y así sucedió. 8. Dios llamó a esta bóveda “Cielo”. Y atardeció y amaneció: fue el día Segundo. 9. Dijo Dios: “Júntense las aguas de debajo de los cielos en un solo depósito, y aparezca el suelo seco.” Y así fue. 10. Dios llamó al suelo seco “Tierra” y al depósito de las aguas “Mares”. Y vio Dios que esto era bueno. 11. Dijo Dios: “Produzca la tierra hortalizas, plantas que den semilla, y árboles frutales que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie.” Y así fue. 12. La tierra produjo hortalizas, plantas que dan semillas y árboles frutales que dan fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie. Dios vio que esto era bueno. 13. Y atardeció y amaneció: fue el día Tercero. 14. Dijo Dios: “Haya lámparas en el cielo que separen el día de la noche, que sirvan para señalar las fiestas, los días y los años”. 15. “Y que brillen en el firmamento para iluminar la tierra.” Y así sucedió. 16. Hizo, pues, Dios dos grandes lámparas: la más grande para presidir el día y la más chica para presidir la noche, e hizo también las estrellas. 17. Dios las colocó en lo alto de los cielos para iluminar la tierra, 18. para presidir el día y la noche y separar la luz de las tinieblas; y vio Dios que esto era bueno. 19. Y atardeció y amaneció: fue el día Cuarto. COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 28 20. Dijo Dios: “Llénense las aguas de seres vivientes y revoloteen aves sobre la tierra y bajo el firmamento.” 21. Dios creó entonces los grandes monstruos marinos y todos los seres que viven en el agua según su especie, y todas las aves, según su especie. Y vio Dios que todo ello era bueno. 22. Los bendijo Dios, diciendo: “Crezcan, multiplíquense y llenen las aguas del mar, y multiplíquense asimismo las aves sobre la tierra.” 23. Y atardeció y amaneció: fue el día Quinto. 24. Dijo Dios: “Produzca la tierra animales vivientes de diferentes especies, animales del campo, reptiles y animales salvajes.” Y así fue. 25. Dios hizo las distintas clases de animales salvajes según su especie, los animales del campo según su especie, y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que todo esto era bueno. 26. Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo.” 27. Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó. 28. Dios los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.” 29. Dijo Dios: “Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales. 30. A los animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman.” Y así fue. 31. Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto. Génesis, 2 1. Así estuvieronterminados el cielo, la tierra y todo lo que hay en ellos. 2. El Séptimo día Dios tuvo terminado su trabajo, y descansó en ese día de todo lo que había hecho. 3. Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descansó de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho. 4. Este es el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados. El día en que Yavé Dios hizo la tierra y los cielos, 5. no había sobre la tierra arbusto alguno, ni había brotado aún ninguna planta silves- tre, pues Yavé Dios no había hecho llover todavía sobre la tierra, y tampoco había hombre que cultivara el suelo 6. e hiciera subir el agua para regar toda la superficie del suelo. CAPÍTULO 2 29 7. Entonces Yavé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus na- rices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida. 8. Yahvé Dios plantó un jardín en un lugar del Oriente llamado Edén, y colocó allí al hombre que había formado. 9. Yavé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, agradables a la vista y bue- nos para comer. El árbol de la Vida estaba en el jardín, como también el árbol de la Ciencia del bien y del mal. 10. Del Edén salía un río que regaba el jardín y se dividía en cuatro brazos. 11. El primero se llama Pisón, y corre rodeando toda la tierra de Evila donde hay oro, 12. oro muy fino. Allí se encuentran también aromas y piedras preciosas. 13. El segundo río se llamaba Guijón y rodea la tierra de Cus. 14. El tercer río se llama Tigris, y fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. 15. Yavé Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. 16. Y Yahvé Dios le dio al hombre un mandamiento; le dijo: “Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, 17. pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.” 18. Dijo Yavé Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Le daré, pues, un ser seme- jante a él para que lo ayude.” 19. Entonces Yavé Dios formó de la tierra a todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el hombre para que les pusiera nombre. Y el nombre de todo ser viviente había de ser el que el hombre le había dado. 20. El hombre puso nombre a todos los animales, a las aves del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró a ninguno que fuera a su altura y lo ayudara. 21. Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne. 22. De la costilla que Yavé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el hombre exclamó: 23. “Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada varona porque del varón ha sido tomada.” 24. Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne. 25. Los dos estaban desnudos, hombre y mujer, pero no sentían vergüenza. Reinterpretación de Adán y Eva de Fernanda Ortega Dueñas COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 30 Génesis, 3 1. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yavé Dios había hecho. Dijo a la mujer: “ ¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?” 2. La mujer respondió a la serpiente: “Podemos comer de los frutos de los árboles del jardín, 3. pero no de ese árbol que está en medio del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman de él ni lo prueban siquiera, porque si lo hacen morirán.” 4. La serpiente dijo a la mujer: “No es cierto que morirán. 5. Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.” 6. A la mujer le gustó ese árbol que atraía la vista y que era tan excelente para alcanzar el conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió y le dio también a su marido que andaba con ella, quien también lo comió. 7. Entonces se les abrieron los ojos y ambos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, unas hojas de higuera, y se hicieron unos taparrabos. 8. Oyeron después la voz de Yavé Dios que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron entre los árboles del jardín para que Yavé Dios no los viera. 9. Yavé Dios llamó al hombre y le dijo: “ ¿Dónde estás?” 10. Este contestó: “He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí.” Yavé Dios replicó: 11. ¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?” 12. El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio del árbol y comí.” 13. Yavé dijo a la mujer: “ ¿Qué has hecho?” La mujer respondió: “La serpiente me en- gañó y he comido.” 14. Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás tierra por todos los días de tu vida. 15. Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.” 16. A la mujer le dijo: “Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará.” 17. Al hombre le dijo: “Por haber escuchado a tu mujer y haber comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa. Con fatiga sacarás de ella el alimento por todos los días de tu vida. 18. Espinas y cardos te dará, mientras le pides las hortalizas que comes. 19. Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado. Sepas que eres polvo y al polvo volverás.” CAPÍTULO 2 31 20. El hombre dio a su mujer el nombre de “Eva”, por ser la madre de todo viviente. 21. En seguida Yavé Dios hizo para el hombre y su mujer unos vestidos de piel y con ellos los vistió. 22. Entonces Yavé Dios dijo: “Ahora el hombre es como uno de nosotros, pues se ha hecho juez de lo bueno y de lo malo. Que no vaya también a extender su mano y tomar del Árbol de la Vida, pues viviría para siempre.” 23. Y así fue como Dios lo expulsó del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la que había sido formado. 24. Habiendo expulsado al hombre, puso querubines al oriente del jardín del Edén, y también un remolino que disparaba rayos, para guardar el camino hacia el Árbol de la Vida. Génesis, 4 1. Adán se unió a Eva, su mujer, la cual quedó embarazada y dio a luz a Caín. En esta oportunidad dijo: “Gracias a Yavé me conseguí un hijo.” 2. Después dio a luz a Abel, el hermano de Caín. Abel fue pastor de ovejas, mientras que Caín labraba la tierra. 3. Pasado algún tiempo, Caín presentó a Yavé una ofrenda de los frutos de la tierra. 4. También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa. 5. A Yavé le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso. 6. Yavé le dijo: “ ¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista. 7. Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. Él te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.” 8. Caín dijo después a su hermano Abel: “Vamos al campo.” Y como estaban en el campo, Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató. 9. Yavé preguntó a Caín: “ ¿Dónde está tu hermano?” Respondió: “No lo sé. ¿Soy acaso el guardián de mi hermano?” 10. Entonces Yavé le dijo: “ ¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra. 11. En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano,que tu mano ha derramado. 12. Cuando cultives la tierra, no te dará frutos; andarás errante y fugitivo sobre la tierra.” 13. Caín dijo a Yavé: “Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar. 14. Tú me arrojas hoy de esta tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un erran- te y de andar vagando sobre la tierra, cualquiera que me encuentre me matará.” 15. Yavé le dijo: “No será así: me vengaré siete veces de quien mate a Caín.” Y Yavé puso una marca a Caín para que no lo matara el que lo encontrara. COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 32 1) ¿Cómo se desarrollan los seis días de la creación? 2) ¿Qué estructura mantiene este texto para ser tan comprensible? 3) ¿Por qué el domingo Dios descansó? 4) ¿Cómo crea Dios a la mujer para que acompañe al hombre? 5) ¿Por qué a pesar de estar desnudos no sienten vergüenza? 6) ¿Qué simboliza la serpiente que aparece en el Génesis? 7) ¿Qué prohibición había puesto Dios a la pareja para vivir en el Edén? 8) En génesis 3, verso 7 dice: “ambos se dieron cuenta que estaban desnudos”. Explica por qué sucede esto. 9) ¿Qué castigo le da Dios a la serpiente por haber instigado a la pareja a pecar? y ¿qué castigo le da al hombre y a la mujer? 10) ¿Qué hace la pareja cuando es expulsada del paraíso? 11) En el Génesis 4, Adán y Eva tienen dos hijos, Caín y Abel. Relata la historia de ambos hermanos. 12) ¿Conocés otros textos en que se narren génesis? Actividades de análisis y reflexión INTERTEXTUALIDAD La teoría del amor - Erick Fromm El amor, la respuesta al problema de la existencia humana Cualquier teoría del amor debe comenzar con una teoría del hombre, de la existencia hu- mana. Si bien encontramos amor, o más bien, el equivalente del amor, en los animales, sus afectos constituyen fundamentalmente una parte de su equipo instintivo, del que sólo algunos restos operan en el hombre. Lo esencial en la existencia del hombre es el hecho de que ha emergido del reino animal, de la adaptación instintiva, de que ha trascendido la naturaleza —si bien jamás la abandona y siempre forma parte de ella— y, sin embargo, una vez que se ha arrancado de la naturaleza, ya no puede retornar a ella, una vez arrojado del paraíso —un estado de unidad original con la naturaleza— querubines con espadas flameantes le impiden el paso si trata de regresar. El hombre sólo puede ir hacia adelante desarrollando su razón, encontrando una nueva armonía humana en reemplazo de la prehumana que está irremediablemente perdida. Cuando el hombre nace, tanto la raza humana como el individuo, se ve arrojado de una situación definida, tan definida como los instintos, hacia una situación indefinida, incierta, abierta. Sólo existe certeza con respecto al pasado, y con respecto al futuro, la certeza de la muerte. El hombre está dotado de razón, tiene conciencia de sí mismo, de sus semejantes, de su pasado y de las posibilidades de su futuro. Esa conciencia de sí mismo como una entidad separada, la conciencia de su breve lapso de vida, del hecho de que nace sin que intervenga su voluntad y ha de morir contra su voluntad, de que morirá antes que los que ama, o éstos antes que él, la conciencia de su soledad y su “separatidad”, de su desvalidez frente a las CAPÍTULO 2 33 fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, todo ello hace de su existencia separada y desunida una insoportable prisión. Se volvería loco si no pudiera liberarse de su prisión y extender la mano para unirse en una u otra forma con los demás hombres, con el mundo exterior. La vivencia de la separatidad provoca angustia; es, por cierto, la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, sin posibilidad alguna para utilizar mis poderes humanos. De ahí que estar separado signifique estar desvalido, ser incapaz de aferrar el mundo —las cosas y las personas— activamente; significa que el mundo puede invadirme sin que yo pueda reaccionar. Así, pues, la separa tidad es la fuente de una intensa angustia. Por otra parte, produce ver- güenza y un sentimiento de culpa. El relato bíblico de Adán y Eva expresa esa experien- cia de culpa y vergüenza en la separatidad. Después de haber comido Adán y Eva del fruto del “árbol del conocimiento del bien y del mal”, después de haber desobedecido (el bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer), después de haberse vuelto humanos al emanciparse de la originaria armonía animal con la naturaleza, es decir, después de su nacimiento como seres humanos, vieron “que estaban desnudos y tuvieron vergüenza”. ¿Debemos suponer que un mito tan antiguo y ele mental como ése comparte la mojigatería del enfoque moralista del siglo XIX, y que el punto importante que el relato quiere transmi- tirnos es la turbación de Adán y Eva porque sus genitales eran visibles? Es muy difícil que así sea, y si interpretamos el relato con un espíritu victoriano, pasamos por alto el punto principal, que parece ser el siguiente: después que hombre y mujer se hicieron conscien- tes de sí mismos y del otro, tuvieron concien cia de su separatidad, y de la diferencia entre ambos, en la medida en que pertenecían a sexos distintos. Pero, al reconocer su separatidad, siguen siendo desconocidos el uno para el otro, porque aún no han aprendido a amarse (como lo demuestra el hecho de que Adán se defiende, acusando a Eva, en lugar de tratar de defenderla). La concien cia de la separación humana —sin la reunión por el amor—- es la fuente de la vergüenza. Es, al mismo tiempo, la fuente de la culpa y la angustia. La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separa- tidad, de abandonar la prisión de su soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad significa la locura, porque el pánico del aislamiento total sólo puede vencerse por medio de un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de separación se desvanece —porque el mundo exterior, del cual se está separado, ha desaparecido. Actividades de análisis y relexión Observa que el autor, para entender el amor, se retrotrae al texto bíblico de Adán y Eva. 1) ¿Tiene otro aspecto de análisis el mito según lo encara Erick Fromm? 2) Relee tu respuesta N° 8 del trabajo anterior. ¿Existe una nueva interpretación des- pués de haber leído este párrafo? 3) ¿Qué entiendes por “separatidad” o “estar separados”? 4) Discute oralmente estas reflexiones con tus compañeros. COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 34 El universo como sueño de Dios Un hombre llega a un templo con el propósito de crear un hombre. Borges imagina la creación de un hijo a través del sueño. Las ruinas circulares Jorge Luis Borges “And if he left off dreaming about you…” Through the Looking-Glass de Lewis Carroll Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur y que su patria era una de las infinitas aldeas que están aguas arriba, en el flanco violento de la montaña, donde el idioma zend no está contaminado de griego y donde es infrecuente la lepra. Lo cierto es que el hombre gris besó el fango, repechó la ribera sin apartar (probablemente, sin sentir) las cortaderas que le dilaceraban las carnes y se arrastró, mareado y ensangrentado, hasta el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza. Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres. El forastero se tendió bajo el pedestal. Lo despertó el sol alto. Comprobó sin asombro que las heridas habían cicatrizado; cerró los ojos pálidos y durmió, no por flaqueza de la carne sino por determinación de la voluntad. Sabía que ese templo era el lugar que requería su invencible propósito; sabía que los árboles incesantes no habían logradoestrangular, río abajo, las ruinas de otro templo propicio, también de dioses incendiados y muertos; sabía que su inmediata obligación era el sueño. Hacia la medianoche lo despertó el grito inconsolable de un pájaro. Rastros de pies descalzos, unos higos y un cántaro le advirtieron que los hombres de la región habían espiado con respeto su sueño y solicitaban su amparo o temían su magia. Sintió el frío del miedo y buscó en la muralla dilapidada un nicho sepulcral y se tapó con hojas desconocidas. El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Ese proyecto mágico había agotado el espacio entero de su alma; si alguien le hubiera preguntado su propio nombre o CAPÍTULO 2 35 cualquier rasgo de su vida anterior, no habría acertado a responder. Le convenía el templo inhabitado y despedazado, porque era un mínimo de mundo visible; la cercanía de los leña- dores también, porque éstos se encargaban de subvenir a sus necesidades frugales. El arroz y las frutas de su tributo eran pábulo suficiente para su cuerpo, consagrado a la única tarea de dormir y soñar. Al principio, los sueños eran caóticos; poco después, fueron de naturaleza dialéctica. El foraste- ro se soñaba en el centro de un anfiteatro circular que era de algún modo el templo incendiado: nubes de alumnos taciturnos fatigaban las gradas; las caras de los últimos pendían a muchos siglos de distancia y a una altura estelar, pero eran del todo precisas. El hombre les dictaba lecciones de anatomía, de cosmografía, de magia: los rostros escuchaban con ansiedad y procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y lo interpolaría en el mundo real. El hombre, en el sueño y en la vigilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas, no se dejaba embaucar por los impostores, adivinaba en ciertas perplejidades una inteligencia creciente. Buscaba un alma que mereciera participar en el universo. A las nueve o diez noches comprendió con alguna amargura que nada podía esperar de aquellos alumnos que aceptaban con pasividad su doctrina y sí de aquellos que arriesgaban, a veces, una contradicción razonable. Los primeros, aunque dignos de amor y de buen afec- to, no podían ascender a individuos; los últimos preexistían un poco más. Una tarde (ahora también las tardes eran tributarias del sueño, ahora no velaba sino un par de horas en el amanecer) licenció para siempre el vasto colegio ilusorio y se quedó con un solo alumno. Era un muchacho taciturno, cetrino, díscolo a veces, de rasgos afilados que repetían los de su soñador. No lo desconcertó por mucho tiempo la brusca eliminación de los condiscípulos; su progreso, al cabo de unas pocas lecciones particulares, pudo maravillar al maestro. Sin embargo, la catástrofe sobrevino. El hombre, un día, emergió del sueño como de un desierto viscoso, miró la vana luz de la tarde que al pronto confundió con la aurora y comprendió que no había soñado. Toda esa noche y todo el día, la intolerable lucidez del insomnio se abatió contra él. Quiso explorar la selva, extenuarse; apenas alcanzó entre la cicuta unas rachas de sueño débil, veteadas fugazmente de visiones de tipo rudimental: inservibles. Quiso congregar el colegio y apenas hubo articulado unas breves palabras de exhortación, éste se deformó, se borró. En la casi perpetua vigilia, lágrimas de ira le quemaban los viejos ojos. Comprendió que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se com- ponen los sueños es el más arduo que puede acometer un varón, aunque penetre todos los enigmas del orden superior y del inferior: mucho más arduo que tejer una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara. Comprendió que un fracaso inicial era inevitable. Juró olvi- dar la enorme alucinación que lo había desviado al principio y buscó otro método de trabajo. Antes de ejercitarlo, dedicó un mes a la reposición de las fuerzas que había malgastado el delirio. Abandonó toda premeditación de soñar y casi acto continuo logró dormir un trecho razonable del día. Las raras veces que soñó durante ese período, no reparó en los sueños. Para reanudar la tarea, esperó que el disco de la luna fuera perfecto. Luego, en la tarde, se purificó en las aguas del río, adoró los dioses planetarios, pronunció las sílabas lícitas de un nombre poderoso y durmió. Casi inmediatamente, soñó con un corazón que latía. Lo soñó activo, caluroso, secreto, del grandor de un puño cerrado, color granate en la penumbra de un cuerpo humano aun sin cara ni sexo; con minucioso amor lo soñó, durante catorce lúcidas noches. Cada noche, lo percibía con mayor evidencia. No lo tocaba: se limitaba a atestiguarlo, a observarlo, tal vez a corregirlo con la mirada. Lo percibía, lo vivía, desde muchas distancias y muchos ángulos. La noche catorcena rozó la arteria pulmonar con el índice y luego todo el corazón, desde afuera y adentro. El examen lo satisfizo. Deliberadamente no soñó durante COSMOVISIÓN MÍTICA. CICLOS DE CREACIÓN Y DESTRUCCIÓN 36 una noche: luego retomó el corazón, invocó el nombre de un planeta y emprendió la visión de otro de los órganos principales. Antes de un año llegó al esqueleto, a los párpados. El pelo innumerable fue tal vez la tarea más difícil. Soñó un hombre íntegro, un mancebo, pero éste no se incorporaba ni hablaba ni podía abrir los ojos. Noche tras noche, el hombre lo soñaba dormido. En las cosmogonías gnósticas, los demiurgos amasan un rojo Adán que no logra ponerse de pie; tan inhábil y rudo y elemental como ese Adán de polvo era el Adán de sueño que las noches del mago habían fabricado. Una tarde, el hombre casi destruyó toda su obra, pero se arrepintió. (Más le hubiera valido destruirla.) Agotados los votos a los númenes de la tierra y del río, se arrojó a los pies de la efigie que tal vez era un tigre y tal vez un potro, e imploró su desconocido socorro. Ese crepúsculo, soñó con la estatua. La soñó viva, trémula: no era un atroz bastardo de tigre y potro, sino a la vez esas dos criaturas vehementes y también un toro, una rosa, una tempestad. Ese múltiple dios le reveló que su nombre terrenal era Fuego, que en ese templo circular (y en otros iguales) le habían rendido sacrificios y culto y que mágicamente animaría al fantasma soñado, de suerte que todas las criaturas, excepto el Fuego mismo y el soñador, lo pensaran un hombre de carne y hueso. Le ordenó que una vez instruido en los ritos, lo enviaría al otro templo despedazado cuyas pirámides persisten aguas abajo, para que alguna voz lo glorificara en aquel edificio desierto. En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó. El mago ejecutó esas órdenes. Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a des- cubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego. Íntimamente, le dolía apartarse de él. Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño. También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente. A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido... En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo. O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy. Gradualmente, lo fue acostumbrando a la realidad. Una vez le ordenó que embanderara una cumbre lejana. Al otro día, flameaba la bandera en la cumbre. Ensayó otros experimentos análogos, cada vez más audaces. Comprendió con cierta amargura que su hijo estaba listo para nacer -y tal vez impaciente. Esa noche lo besó por primera vez y lo envió al otro templo cuyos despojos blanqueaban río abajo, a muchas leguas de inextricable selva y de ciénaga. Antes (para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros) le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje. Su victoria y su paz quedaron empañadas
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