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Emergencias médicas en pequeños animales

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Carlos Torrente y Lluis Bosch T
O
M
O
 I
MEDICINA
de URGENCIA
en pequeños animales
Medicina de urgencia 
en pequeños animales
Propiedad de:
© 2011 Grupo Asís Biomedia S.L. 
Plaza Antonio Beltrán Martínez, nº 1, planta 8 - letra I 
(Centro empresarial El Trovador) 
50002 Zaragoza - España
Primera impresión: 2011
ISBN: 978-84-92569-71-7
D.L.: NA-3649-2011
Diseño, preimpresión e impresión: 
Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L. 
www.grupoasis.com
info@grupoasis.com
Reservados todos los derechos.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra 
solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Dirí-
jase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún 
fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93 272 04 47).
Advertencia:
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo que la far-
macología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsabilidad ineludible del 
veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la determinación y comprobación de la 
dosis, el método, el periodo de administración y las contraindicaciones de los tratamientos aplica-
dos a cada paciente.
Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los daños o perjuicios que pudieran ge-
nerarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la aplicación correcta o 
incorrecta de los datos que aparecen en esta obra.
A mis padres Felipe y Ana, y a mi hermano Óscar, por su ejemplo, entrega 
y estima incondicional.
A Pol, Alba, Marta y María, por dar sentido cada día a mi vida y trabajo. 
Y especialmente a Eloísa: mi amor, mi reposo y mi esperanza. 
carlos Torrente artero
Dedicado a mis hermanas, Marga y Mari Carmen, y a mi madre Car-
men, por su apoyo y sus sabios consejos. A mi padre, Luis, por su huella 
imborrable y porque allá donde esté una parte de esta obra le pertenece. 
A todos mis amigos que siempre están y han estado apoyándome. A 
todos los estudiantes de veterinaria que día a día nos aportan moti-
vación para esforzarnos y tratar de mejorar diariamente. A todos los 
compañeros del Hospital Clínic Veterinari por su apoyo. A todos nues-
tros animales de compañía, por ellos existe nuestro trabajo y por ellos 
luchamos diariamente.
Lluis Bosch Lozano
AgrADECiMiEntos
Vii AgrADECiMiEntos
nos gustaría agradecer la contribución de todos nuestros compañeros y colegas 
del Hospital Clínic Veterinari, y muy especialmente de nuestros internos, auxilia-
res y estudiantes. El trabajo diario con todos ellos es y sigue siendo un estímulo 
para mejorar y compartir conocimientos. Quisiéramos dejar especial constancia 
de nuestro agradecimiento a las contribuciones desinteresadas de los colegas que 
han participado en la redacción de este libro. su aportación ha permitido pro-
porcionar una visión más completa, actualizada y detallada de los manuscritos. 
sin su colaboración, interés y profesionalidad no hubiera sido posible completar 
esta obra. 
La idea, desarrollo y fi nalización de esta obra no hubiera sido posible tampoco 
sin la confi anza depositada en nosotros por parte de la editorial. Quisiéramos 
agradecer especialmente la paciencia y comprensión de Yolanda Vela, en la revi-
sión y concreción de los diferentes capítulos del libro.
Los autores
AgrADECiMiEntos
MEDiCinA DE UrgEnCiA En PEQUEÑos AniMALEsViii
Carlos torrente Artero LV, Msc
responsable del servicio de Emergencias y Cuidados intensivos de la Fundación 
Hospital Clínic Veterinari UAB.
Profesor Asociado del Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Facultad de 
Veterinaria de la UAB. Universidad Autónoma de Barcelona.
Licenciado en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 
1995. internado en el Hospital Clínic Veterinari de la UAB (1995-1996). Desa-
rrollo de la actividad veterinaria en la clínica privada con especial dedicación a 
la medicina de emergencias y cuidados intensivos hasta 2006, fecha en la que se 
incorpora a la Facultad de Veterinaria de la UAB como profesor asociado del 
Departamento de Medicina y Cirugía Animal y responsable del servicio de Me-
dicina intensiva del Hospital Clínic Veterinari de la UAB. 
Máster en Medicina Veterinaria y sanidad Animal por la UAB en 2009. En la 
actualidad está desarrollando su tesis doctoral centrada en el estudio de las im-
plicaciones de la hipoalbuminemia en la regulación del equilibrio ácido-base y la 
hemostasia en el paciente críticamente enfermo.
Ha realizado estancias y cursos de formación en diferentes universidades y cen-
tros privados de referencia en la especialidad, tanto de Europa como de EE.UU. 
y Canadá. 
En la actualidad es miembro de la VECCs (Veterinary Emergency and Critical 
Care Society), editor asociado de la LAVECCs (Latin American Veterinary Emer-
gency and Critical Care Society) y miembro del Committee for Standards of Prac-
tice de la EVECCs (European Veterinary Emergency and Critical Care Society).
Ha realizado publicaciones, ponencias y comunicaciones en congresos, tanto na-
cionales como internacionales de la especialidad, siendo sus principales áreas de 
interés los desequilibrios ácido-base, la regulación hemodinámica y el manejo 
ventilatorio del paciente crítico.
auTOreSAUtorEs
iX AUtorEs
Lluis Bosch Lozano LV, Msc
servicio de Emergencias y Cuidados intensivos de la Fundación Hospital Clínic 
Veterinari UAB.
Profesor Asociado del Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Facultad de 
Veterinaria de la UAB. Universidad Autónoma de Barcelona.
Licenciado en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2006. 
internado en el Hospital Clínic Veterinari de la UAB (2007-2008). En 2009 se 
incorpora a la Facultad de Veterinaria de la UAB como profesor asociado del 
Departamento de Medicina y Cirugía Animal y como veterinario del servicio de 
Medicina intensiva del Hospital Clínic Veterinari de la UAB. Máster en Medicina 
Veterinaria y sanidad Animal por la UAB (2009-2010). En la actualidad se en-
cuentra desarrollando su tesis doctoral acerca de las implicaciones de la presión 
intraabdominal y el dolor en la perfusión orgánica abdominal en el paciente críti-
camente enfermo con especial interés en la especie felina.
Ha realizado estancias y cursos de formación en diferentes universidades, centra-
dos en la especialidad de medicina intensiva, en EE.UU. y Canadá. 
Actualmente es miembro de la VECCs (Veterinary Emergency and Critical Care 
Society).
Ha realizado comunicaciones en congresos nacionales e internacionales de la es-
pecialidad, siendo sus principales áreas de interés las alteraciones hemodinámicas, 
el manejo del dolor en el paciente crítico, el equilibrio ácido-base y el manejo de 
la fl uidoterapia en el paciente crítico.
AUtorEs
PrEFACio
Xi PrEFACio
La obra “Medicina de urgencia en pequeños animales” tiene como principal obje-
tivo presentar los aspectos básicos y los protocolos de actuación de las urgencias 
más frecuentes en el ámbito de la medicina de pequeños animales. Este libro, 
que está especialmente dirigido a estudiantes de último curso y veterinarios de 
licenciatura reciente, pretende ser un manual de consulta rápido que ofrezca pro-
tocolos de reconocimiento, diagnóstico y tratamiento basados en la priorización 
y sistematización. 
Para facilitar su uso se ha dividido la obra en dos volúmenes. En el primero de 
estos volúmenes se describe y profundiza en algunos de los aspectos fundamenta-
les de la medicina de emergencias, como puede ser el tratamiento con fl uidos o la 
monitorización del paciente de urgencias. se ha realizado una descripción de las 
bases fi siopatológicas y su aplicación práctica en la clínica de urgencias. también 
se incluyen en este volumen, y de forma ilustrada, diferentes procedimientos me-
dicoquirúrgicos de especial utilidad para el clínico de urgencias. 
Enel segundo volumen se plantea el abordaje sistemático de las urgencias por 
sistemas o aparatos. se ha hecho especial hincapié en el protocolo diagnóstico 
y en la aproximación protocolizada a un grupo seleccionado de urgencias. se 
ha pretendido elaborar un manual resumido y de consulta rápida por lo que se 
han seleccionado aquellas urgencias que por su frecuencia o signifi cación son de 
especial relevancia en la clínica diaria. se han incluido también algunos capítulos 
de forma complementaria (p. ej. el diagnóstico por imagen en la clínica de ur-
gencias) con la intención de incrementar la utilidad de la obra y profundizar en 
algunos temas que tradicionalmente no se incluyen en los tratados de urgencias 
de pequeños animales.
En nuestro deseo, y en el de todos los colaboradores, está que este libro resulte 
útil para el veterinario que se inicia en esta apasionante especialidad médica.
PrEFACio
Xi PrEFACio
En el segundo volumen se plantea el abordaje sistemático de las urgencias por 
sistemas o aparatos. se ha hecho especial hincapié en el protocolo diagnóstico 
y en la aproximación protocolizada a un grupo seleccionado de urgencias. se 
ha pretendido elaborar un manual resumido y de consulta rápida por lo que se 
han seleccionado aquellas urgencias que por su frecuencia o signifi cación son de 
especial relevancia en la clínica diaria. se han incluido también algunos capítulos 
de forma complementaria (p. ej. el diagnóstico por imagen en la clínica de ur-
gencias) con la intención de incrementar la utilidad de la obra y profundizar en 
algunos temas que tradicionalmente no se incluyen en los tratados de urgencias 
de pequeños animales.
En nuestro deseo, y en el de todos los colaboradores, está que este libro resulte 
útil para el veterinario que se inicia en esta apasionante especialidad médica.
ÍnDiCE DE ContEniDos
ÍnDiCE DE ContEniDos Xiii
ÍnDiCE DE ContEniDos
EL sErViCio DE EMErgEnCiAs ............................................... 1
introducción ............................................................................................... 1
tipología del paciente de urgencias .................................................. 3
Área de emergencias/hospitalización ................................................. 4
El personal clínico y auxiliar ................................................................ 10
La comunicación con el propietario .................................................. 12
TRIAGE Y EVALUACiÓn iniCiAL 
DE LAs UrgEnCiAs .............................................................................. 15
introducción ............................................................................................... 15
Triage ............................................................................................................ 18
Evaluación primaria ................................................................................ 20
Vía aérea .................................................................................................... 21
respiración ............................................................................................... 22
Circulación ................................................................................................ 23
Défi cit (principalmente del snC) ......................................................... 26
Evaluación secundaria ............................................................................ 28
tratamiento defi nitivo ........................................................................... 30
rEAniMACiÓn CArDioPULMonAr .................................. 31
introducción ............................................................................................... 31
reconocimiento ........................................................................................ 32
soporte vital básico (sVB) ..................................................................... 34
Vía aérea (A: Airway) .............................................................................. 34
respiración (B: Breathing) ..................................................................... 35
Circulación (C: Circulation) ................................................................... 36
soporte vital avanzado (sVA) ............................................................... 41
Acceso venoso .......................................................................................... 42
Fluidoterapia ............................................................................................ 44
Fármacos ................................................................................................... 45
Desfi brilación ........................................................................................... 50
soporte vital prolongado (sVP) ........................................................... 51
Lesiones por reperfusión ......................................................................... 52
1
2
3
MEDiCinA DE UrgEnCiA En PEQUEÑos AniMALEsXiV
Función pulmonar ................................................................................... 53
Función cardiovascular ........................................................................... 55
Función neurológica ................................................................................ 57
ProCEDiMiEntos MEDiCoQUirÚrgiCos ................... 61
introducción ............................................................................................... 61
técnicas de acceso vascular periférico .............................................. 62
Cateterización venosa periférica percutánea ...................................... 62
Cateterización venosa periférica por disección .................................. 63
técnicas de acceso vascular central .................................................... 65
Cateterización venosa central percutánea y por disección ................ 65
técnicas de acceso intraóseo ................................................................ 72
técnicas de drenaje en cavidades (tórax) ......................................... 75
toracocentesis .......................................................................................... 75
tubo de drenaje torácico ........................................................................ 76
técnicas de drenaje en cavidades (abdomen) ..................................... 80
Abdominocentesis .................................................................................... 80
tubo de drenaje abdominal .................................................................. 81
técnicas de drenaje pericárdico ........................................................... 84
Pericardiocentesis ..................................................................................... 84
técnicas de soporte respiratorio y oxigenoterapia ....................... 86
sondas nasales de oxigenoterapia ......................................................... 86
sondas transtraqueales, endotraqueales y tubos de traqueotomía.. .... 88
técnicas de soporte nutricional enteral ............................................ 95
sonda nasoesofágica ................................................................................ 95
sonda de esofagostomía.......................................................................... 96
sonda de gastrotomía .............................................................................. 99
sonda de yeyunostomía .......................................................................... 99
técnicas de monitorización renal y urinaria ................................... 101
sonda uretral ............................................................................................ 101
técnicas de reanimación a tórax abierto ......................................... 104
MonitoriZACiÓn BÁsiCA Y AVAnZADA ...................... 107
introducción ...............................................................................................107
Monitorización respiratoria ................................................................. 109
Frecuencia respiratoria, patrón y sonidos respiratorios ..................... 109
Pulsioximetría ........................................................................................... 112
Análisis de gases sanguíneos .................................................................. 113
Monitorización cardiovascular ............................................................ 123
Frecuencia cardiaca ................................................................................. 123
Presión del pulso ...................................................................................... 124
Membranas mucosas y tiempo de relleno capilar ............................... 125
4
5
ÍnDiCE DE ContEniDos XV
temperatura ............................................................................................. 126
Presión arterial sanguínea ....................................................................... 128
Presión venosa central ............................................................................. 131
otros parámetros ..................................................................................... 133
Monitorización neurológica ................................................................. 135
nivel de consciencia ................................................................................ 136
respuesta a la amenaza .......................................................................... 136
Posición ocular ......................................................................................... 137
tamaño pupilar ........................................................................................ 137
refl ejo pupilar .......................................................................................... 138
refl ejo de Dazzle ...................................................................................... 139
refl ejo oculovestibular (nistagmo fi siológico) .................................... 139
nistagmo patológico (espontáneo o posicional) ................................. 140
refl ejo corneal/amenaza ......................................................................... 140
refl ejo de retracción ocular .................................................................... 141
refl ejo palpebral ...................................................................................... 141
sensación nasal ....................................................................................... 141
Deglución .................................................................................................. 141
Patrones respiratorios irregulares .......................................................... 141
Evaluación ................................................................................................ 142
Monitorización renal .............................................................................. 144
Producción de orina (output urinario) ................................................. 144
Monitorización metabólica ................................................................... 147
glucosa ...................................................................................................... 148
Lactato ....................................................................................................... 148
Hematocrito y proteínas totales ............................................................ 149
Hemoglobina ............................................................................................ 150
Albúmina .................................................................................................. 150
Presión coloidosmótica u oncótica ........................................................ 151
osmolalidad ............................................................................................. 152
FLUiDotErAPiA ....................................................................................... 153
introducción ............................................................................................... 153
Distribución y dinámica de fl uidos ....................................................... 154
osmolaridad ............................................................................................. 155
Volumen del fl uido extracelular ............................................................. 155
regulación ................................................................................................ 156
Consideraciones previas ......................................................................... 158
Historia clínica y examen físico........................................................... 159
Peso vivo ................................................................................................... 161
Pliegue cutáneo ......................................................................................... 161
Membranas mucosas ............................................................................... 162
6
MEDiCinA DE UrgEnCiA En PEQUEÑos AniMALEsXVi
tiempo de relleno capilar ....................................................................... 162
tejido suborbital ...................................................................................... 162
Evaluación de la deshidratación .......................................................... 163
tipos de deshidratación ......................................................................... 164
Deshidratación isotónica ........................................................................ 164
Deshidratación hipotónica ..................................................................... 164
Deshidratación hipertónica .................................................................... 165
rutas de administración ........................................................................ 166
Estimación del volumen de fl uidos a suministrar ......................... 167
Fase de urgencia ....................................................................................... 168
Fase de reemplazo .................................................................................... 169
Fase de mantenimiento ........................................................................... 170
Velocidad de administración ................................................................ 171
tipos de fl uidos ......................................................................................... 171
soluciones cristaloides isotónicas .......................................................... 174
soluciones coloidales ............................................................................... 175
solución salina hipertónica (naCl 7,5%) ............................................ 180
soluciones de dextrosa (glucosado 5% y glucosado 50%) ............... 181
soluciones de mantenimiento (0,45% naCl + 2,5% dextrosa) ....... 182
soluciones de bicarbonato ...................................................................... 182
FLUiDotErAPiA AVAnZADA. SHOCK ................................. 185
introducción ............................................................................................... 185
Presentación clínica .................................................................................. 186
Shock hipovolémico ................................................................................ 186
Shock cardiogénico .................................................................................. 189
Shock distributivo .................................................................................... 191
Shock metabólico ..................................................................................... 194
Shock hipóxico .........................................................................................195
Procedimientos diagnósticos y monitorización.............................. 195
tratamiento ................................................................................................ 199
tratamiento del shock hipovolémico .................................................... 200
tratamiento del shock cardiogénico ..................................................... 205
tratamiento del shock distributivo ....................................................... 208
MEDiCinA DE trAnsFUsiÓn .................................................... 219
introducción ............................................................................................... 219
indicaciones para la terapia de transfusión ..................................... 221
sangre completa fresca o almacenada .................................................. 223
Concentrado de eritrocitos ..................................................................... 224
Plasma fresco congelado o plasma congelado ..................................... 225
7
8
ÍnDiCE DE ContEniDos XVii
otros hemoderivados .............................................................................. 226
grupos sanguíneos y pruebas de compatibilidad cruzada......... 228
tipaje canino ............................................................................................ 228
tipaje felino .............................................................................................. 229
Prueba de compatibilidad sanguínea cruzada ..................................... 230
selección de donantes ............................................................................. 231
Donantes caninos ..................................................................................... 231
Donantes felinos....................................................................................... 231
Procedimiento de extracción sanguínea ........................................... 232
Procesado de la sangre .......................................................................... 233
Administración de hemoderivados ..................................................... 235
reacciones transfusionales .................................................................... 237
ALtErACionEs ELECtroLÍtiCAs
Y DEsEQUiLiBrios ÁCiDo-BAsE ............................................... 239
Alteraciones del sodio ............................................................................. 239
Hiponatremia ........................................................................................... 239
Hipernatremia .......................................................................................... 243
Alteraciones del potasio ......................................................................... 247
Hipopotasemia ......................................................................................... 247
Hiperpotasemia ....................................................................................... 251
Alteraciones del calcio ............................................................................ 255
Hipocalcemia ............................................................................................ 255
Hipercalcemia........................................................................................... 258
Alteraciones del fósforo ......................................................................... 262
Hipofosfatemia ........................................................................................ 263
Hiperfosfatemia ....................................................................................... 266
Desequilibrios ácido-base ...................................................................... 268
obtención de muestras ........................................................................... 271
Análisis ácido-base................................................................................... 272
AnEXos ........................................................................................................... 289
Anexo 1. Parámetros fi siológicos en la especie canina y felina ... 291
Anexo 2. Parámetros hematológicos y bioquímicos 
 en la especie canina y felina ................................................. 293
Anexo 3. Catéteres y sondas ................................................................. 296
Anexo 4. Fármacos utilizados en urgencias .................................... 297
Anexo 5. infusiones a ritmo constante ............................................. 335
gLosArio DE ABrEViAtUrAs ................................................. 339
9
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 1
CAPÍTULO 1
El servicio
de emergencias
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de la clínica de emergencias y cuidados intensivos en el ámbito de 
la medicina veterinaria de pequeños animales ya es un hecho en nuestro país, 
vinculado no solo a instituciones universitarias o centros privados de referencia 
sino también al ámbito de la clínica privada. El incremento de la demanda social 
de este tipo de medicina y el mayor acceso a la información por parte de nues-
tros clientes son responsables del crecimiento de esta especialidad médica. La 
rápida expansión de la medicina está generando nuevas demandas en el sector 
profesional y, actualmente, supone un reto tanto para el personal clínico como 
para el auxiliar. 
El servicio de emergencias, su estructura, funcionamiento y gestión deben estar 
encaminados al manejo e� caz de situaciones de urgencia y a procurar el nivel de 
atención más adecuado a cada paciente en particular. El servicio de emergencias 
es, con frecuencia, un área de intenso movimiento y elevado estrés ambiental, 
tanto para el cliente como para el paciente y el personal auxiliar. Cabe conside-
rar que la tipología del paciente puede conllevar, por de� nición, situaciones de 
riesgo vital por lo que el área de emergencias debe estar diseñada y equipada 
satisfactoriamente para poder atender cualquier tipo de emergencia de forma 
rápida y adecuada. El equipamiento diagnóstico aumenta la precisión de la eva-
luación inicial, la monitorización incrementa la efectividad de la supervisión del 
paciente y su respuesta a la terapia administrada, y el equipamiento terapéutico 
facilita la administración del tratamiento más adecuado en cada momento. Es 
destacable el gran número de fármacos necesarios para el tratamiento de las 
situaciones que habitualmente se presentan en el ámbito de los cuidados in-
tensivos y emergencias. El clínico debe conocer las indicaciones, las principales 
técnicas de administración y las contraindicaciones o particularidades de cada 
fármaco en concreto.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES2
Un minucioso registro escrito sobre las observaciones y tratamientos administra-
dos de cada paciente es un componente indispensable en la práctica de emergen-
cias (cuadro 1). La concreción o indicación de futuros tratamientos en las hojas 
de registro de emergencias puede ser de utilidad no solo desde el punto de vista 
médico sino también legal.
La so� sticación y el desarrollo tecnológico en este ámbito de la medicina veteri-
naria ha sufrido una importante evolución en los últimos tiempos y, por tanto, 
los costes derivados de la aplicación de estos cuidados médicos repercuten de 
modo importante en el cliente. De hecho, el desarrollo y el crecimiento del centro 
veterinario que ofrece este tipo de servicios depende de la e� cacia de aspectos 
como la propia ubicación del mismo, el diseño y distribución del área de emer-
gencias, la gestión de la práctica de referencia, la cuali� cación profesional del 
personal clínico y auxiliar, el equipamiento del centro, incluso del correcto y 
completo registro de los datos y evolución de cada paciente.
CUADRO 1. 
Ficha clínica del paciente de urgencias.
1. Identi� cación del propietario.
2. Datos del paciente.
3. Motivo de consulta.
4. Historia clínica.
5. Examenfísico.
6. Tests de patología clínica realizados y resultados.
7. Procedimientos de diagnóstico por imagen e interpretación.
8. Diagnóstico presuntivo. 
9. Tratamientos realizados incluyendo procedimientos anestésicos y quirúrgicos.
10. Progresión del paciente.
11. Medicaciones administradas.
12. Instrucciones para el cliente u observaciones al respecto.
13. Comunicaciones con el cliente o veterinario referente.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 3
TIPOLOGÍA DEL 
PACIENTE DE URGENCIAS 
Aunque la tipología del paciente que acude al servicio de urgencias es muy varia-
ble, todo paciente debería poder incluirse en alguna de las siguientes categorías:
 • Tipo 1: pacientes no urgentes (emergencias rutinarias). Se trata de pacientes 
con patologías no urgentes que son atendidos más por criterios de conve-
niencia del propietario que por motivos propiamente clínicos. Su hospitaliza-
ción no suele ser necesaria. En cualquier caso no debe atenderse en el área de 
emergencias y no requiere personal altamente cuali� cado para su atención.
 • Tipo 2: pacientes que requieren cuidados auxiliares prolongados. Los cuida-
dos posteriores al tratamiento inicial de cada enfermo pueden ser muy varia-
bles. La distribución del área de admisión y de tratamiento deberá tener en 
cuenta el promedio de pacientes que requiere el servicio, el personal clínico 
y auxiliar disponible y la capacidad del propio servicio. Desde el cálculo de 
� uidos y toma de constantes vitales tres veces al día en pacientes con gas-
troenteritis agudas, a la aplicación de gotas oftálmicas en pacientes con úlce-
ras corneales profundas. Aunque estos últimos pueden ser pacientes estables, 
el nivel de atención, cuidados y dedicación que exigen son muy elevados. 
La localización de estos pacientes en zonas principales de la hospitalización 
permite un adecuado tratamiento y la optimización del personal auxiliar en 
caso de ingreso de otras urgencias. 
 • Tipo 3: pacientes � siológicamente estables pero que necesitan monitoriza-
ción u observación intensivas. Puede requerirse su hospitalización para poder 
controlar las posibles complicaciones de riesgo vital (arritmias, convulsiones, 
hipoglucemia, etc.). La observación, la anticipación y el reconocimiento pre-
coz de complicaciones en todos y cada uno de estos pacientes reducirán las 
tasas de morbilidad y mortalidad.
 • Tipo 4: pacientes � siológicamente inestables y que requieren cuidados in-
tensivos veterinarios. Se trata con frecuencia de pacientes con patologías 
complejas y múltiples que precisan una intervención médica inmediata o 
continua. El examen físico y la monitorización constante de los diferentes 
parámetros son importantes dado que la evolución progresiva e inestable 
puede exigir decisiones médicas o quirúrgicas inmediatas.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES4
ÁREA DE EMERGENCIAS/ 
HOSPITALIZACIÓN
El diseño del área de emergencias y de hospitalización intensiva debe ir encamina-
do a optimizar los recursos humanos y materiales disponibles. Es preferible que 
se ubique en una zona central de la clínica con acceso rápido a todos los servicios 
que pudiera precisar. En este sentido, el acceso directo desde el área de recepción 
es esencial, dado que algunas urgencias son de riesgo vital (� g. 1). Además, un 
buen acceso desde el área de emergencias/cuidados intensivos al área del servicio 
de imagen (radiológico y ecográ� co), al laboratorio o al propio quirófano son 
imprescindibles para minimizar el tiempo de transporte de los pacientes en el po-
soperatorio o aquellos con riesgo vital, y para optimizar los recursos disponibles.
En este sentido, la distribución del área de emergencia (� g. 2) (y especialmente la 
unidad de cuidados intensivos) es preferible que permita la visualización constan-
te de los pacientes desde una zona de trabajo central (� gs. 3 y 4).
Una previsión adecuada de la localización de las tomas de corriente, puntos de 
luz, salidas de oxígeno y vacío es importante en el diseño inicial de ambas unida-
des, tanto del área de emergencias como de la propia UCI (� gs. 5 y 6).
Figura 1. Recepción.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 5
Figura 2. Área de emergencias.
Figura 3. Vista general UCI 1. Figura 4. Vista general UCI 2.
Figura 5. Dispositivo de suministro de oxígeno. Figura 6. Dispensador de solución antiséptica.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES6
El equipamiento del área de emergencias y el carro de parada cardiorrespiratoria 
deben estar disponibles y preparados en todo momento (� g. 7). Conviene que el 
personal auxiliar revise el inventario del material del área y que se compruebe 
en cada turno que está disponible, calibrado, revisado y mantenido en perfecto 
estado de funcionamiento. La inversión en material de calidad es importante, 
aunque la lista de� nitiva dependerá de la idiosincrasia de la clínica, su casuística 
y su nivel de especialización. La lista de equipamientos necesarios recomendados 
en un área de tratamiento de emergencias puede consultarse en los cuadros 2 y 3.
Figura 7. Carro de RCCP.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 7
CUADRO 2. 
Equipamiento básico recomendado en el área de tratamiento de emergencias.
Ambú
Autoclave
Circuito para anestesia gaseosa con vaporizador de iso� urano o sevo� urano
Tijeras de vendajes
Hemoderivados y material para transfusión
Transportines o boxes de aislamiento adecuados para perros, gatos, reptiles y aves
Cubos de acero inoxidable
Mantas de circulación de agua o aire caliente
Agujas de punción espinal
Carro de parada cardiorrespiratoria
Des� brilador (externo e interno)
Peladoras eléctricas
Material de endoscopia: broncoscopio � exible, fuente de luz, pinzas de 
biopsia y retracción, gastroscopio � exible y rígido, bomba de succión
Tubos endotraqueales (diferentes tamaños)
Estetoscopio esofágico
Bomba calefactora de � uidos
Hemostatos
Equipamiento para monitorización indirecta de la presión arterial: 
doppler, es� ngomanómetro, manguitos de diferentes tamaños
Equipamiento laboratorial
Tubos para extracción sanguínea (EDTA, heparina, citrato)
Coagulómetro (TCA, TP, TTPA)
Tubos para cultivo sanguíneo
Analizador de gases sanguíneos
Centrífuga de tubos y de microhematocrito
Analizador de bioquímica clínica
Coulter o hemocitómetro
DTM
Electrolitos
FeLV/FIV test
Contenedores para muestras fecales
Fluoresceína
Medios de cultivo general
Tinciones rápidas (Gram o Diff-quick)
Tubos de microhematocrito
Microscopio
Portaobjetos y cubreobjetos para microscopio
Parvo test
Tiras reactivas de glucosa, urea y urianálisis
Tiras reactivas para test de Schirmer
Catéteres (venosos periféricos y centrales, arteriales)
Manguitos de presión para administración rápida de � uidos
Equipamiento para medición de presión venosa central
Catéteres yugulares
Continúa 
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES8
Manómetro de agua
Válvulas de tres vías
Línea de � uidos
Equipamiento para monitorización directa de la presión arterial
Catéteres arteriales
Monitor electrónico
Transductor de presión
Sistema de succión continua para drenajes torácicos (pleur-evac)
Electrocardiógrafo
Sondas esófago-gástricas
Sondas para enema
Mascarillas para administración de oxígeno
Lámparas de calor (infrarrojos)
Incubadora para neonatos equipada con humidi� cador y oxigenoterapia
Ventilador
Paquete instrumental: oftalmológico, cirugía abdominal mayor, 
cirugía menor, cirugía torácica mayor, traqueotomía
Paquete de administración intravenosa de � uidos: buretrol, gotero 
para administrar hemoderivados, prolongadores de gotero, goteros 
simples, pediátricos y de bomba de infusión, palos de gotero
Ventilador mecánico
Monitor osciloscópico de presión arterial y electrocardiograma
Oftalmoscopio
Luz de exploración
Fórceps de retracción (esponjas de Forrester, etc.)
Estetoscopios para adulto y pediátrico
Tubos para sondaje orogástrico
Unidad de succión (aspirador)
Nebulizador ultrasónico
Aspiradora
Cubos de basura
Lámpara de Wood
Perfusores de jeringaBombas de infusión
Laringoscopios de diferentes tamaños
Abrebocas
Depresores linguales
Otoscopio
Box de oxigenoterapia
Fuente de luz portátil frontal
Refrigerador
Tonómetro de Shiotz
Camillas
Espéculo vaginal
Báscula
Equipamiento de ultrasonidos y radiográ� co con disponibilidad 24 horas
Sondas urinarias rígidas, semirrígidas y Foley con sistemas de recogida estancos
Material fungible: agujas de diferente calibre, jeringas, esparadrapo, 
algodón, vendas, vendas cohesivas, palomillas
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 9
CUADRO 3. 
Productos y fármacos recomendados en el área de tratamiento de emergencias.
Acepromacina Esmolol
Carbón activado Pentobarbital
Analgésicos: buprenor� na, butorfanol, 
fentanilo, mor� na, metadona
Heparina
Antibióticos (de amplio espectro) Peróxido de hidrógeno 3%
Atropina Insulina regular
Bretilio Ketamina
Cloruro o gluconato cálcico Lidocaína
EDTA Metoclopramida
Carprofeno Neostigmina
D-penicilamina Azul de metileno
Dexametasona Nitroglicerina parches
Dimercraprol Fenobarbital
Dobutamina Pralidoxima
Dopamina Prednisolona
Amino� lina Quinidina
Antihistamínicos: difenhidramina, 
clorfeniramina, etc.
Nitroprusiato sódico
Apomor� na Sorbitol
Ácido ascórbico Sulfadimetoxina
Atenolol Diazepam
Subsalicilato de bismuto Fenbendazol
Inhibidores de anhidrasa carbónica Furosemida
Clorpromacina Hidralazina
Desoxicorticosterona Anestésicos inhalatorios
Diltiazem Isoproterenol
Dipirona Lactulosa
Doxapram Sulfato o cloruro magnésico
Enalaprilo Naloxona
Adrenalina Bloqueantes neuromusculares
Etanol Oxitocina
Fluidos: Propanolol
Glucosado 5% Fenilefrina
Esterofundina Procainamida.
Glucosado 50% Bicarbonato sódico
Sangre o concentrado de 
eritrocitos (canino-felino)
Agua estéril para inyección
Hidroxietilalmidón Tiopental sódico
Suero salino hipertónico 7,5% Verapamilo
Solución de Ringer lactato Vitaminas A, D, B y E inyectables
Manitol Xilacina
Plasma fresco congelado
Albúmina humana 20%
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES10
EL PERSONAL CLÍNICO 
Y AUXILIAR
El personal clínico y auxiliar es un aspecto fundamental del éxito de todo servicio 
de emergencias. Su competencia, capacidad para trabajar en equipo, formación 
y dedicación son determinantes. La selección del personal debe basarse en sus 
capacidades individuales, su experiencia y su habilidad para trabajar y comunicar 
en condiciones de estrés. El número mínimo de personas necesarias en un servi-
cio de emergencias depende de la casuística y las expectativas del servicio, pero 
en general se consideran necesarios: al menos un recepcionista, dos auxiliares 
veterinarios con experiencia, un veterinario, un cirujano a demanda y diversos 
auxiliares veterinarios de retén a disposición en picos de trabajo para atender la-
bores relacionadas con el laboratorio o el cuidado de los pacientes hospitalizados.
 • El rol de la recepción es muy importante y con frecuencia infravalorado. 
Constituye el primer y último punto de contacto con la urgencia (presencial 
o telefónica). De su correcta gestión depende la atención e� ciente y priorita-
ria de la urgencia real. Durante el trámite con el propietario en la urgencia 
(independientemente del nivel de urgencia) son importantes: el trato, la em-
patía, la capacidad de negociación y la comunicación del personal a cargo 
de la recepción.
 • La presencia de personal auxiliar veterinario en un servicio de emergencias 
o en una UCI es esencial. Su preparación debe garantizar el cuidado directo 
del paciente, la monitorización de signos vitales, la atención de las necesi-
dades � siológicas y psicológicas del paciente hospitalizado, la administra-
ción de medicamentos, los cuidados básicos (higiene, alimentación, etc.) así 
como el registro escrito de todas y cada una de las incidencias acontecidas. 
La correcta formación del personal auxiliar permite al clínico gestio-
nar un mayor número de urgencias y más e� cazmente. De hecho, en 
muchas ocasiones, es el personal que más contacto tiene con el pacien-
te, por lo que sus observaciones y recomendaciones deben tenerse en 
cuenta. Por tanto, la comunicación con el clínico responsable del pacien-
te es imprescindible, pero también lo es con el resto de personal auxiliar. 
Asimismo, el auxiliar debe tener otras labores asignadas necesarias para el 
funcionamiento diario del servicio, con la idea de implementar el trabajo 
en equipo y la corresponsabilidad. El mantenimiento del equipo, ordenar y 
reponer el inventario del material y atender las visitas de los propietarios son 
algunos ejemplos. 
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 11
La formación continuada de este personal debe ser un derecho y una obliga-
ción, si se pretende mejorar en la calidad de la atención. Ello mejora su percep-
ción del trabajo, su autoestima, favorece la integración del personal en el equi-
po y la estabilidad de la plantilla, disminuyendo así la rotación del personal.
 • El clínico de urgencias debe saber obtener la información justa y necesa-
ria de la historia clínica, el examen físico, los resultados laboratoriales y la 
medición de parámetros � siológicos, así como interpretar todos estos datos 
y adoptar las medidas necesarias para restablecer la normalidad lo antes 
posible. También es importante su capacidad para reconocer patrones de 
enfermedad y desarrollar listados de problemas y posibles causas para cada 
una de las anormalidades que el paciente pudiera presentar. Quizás lo más 
importante en todo este proceso es aplicar el sentido común y la habilidad 
personal para aplicar el conocimiento clínico a una gran variedad de cir-
cunstancias, algunas de las cuales pueden resultar novedosas para el propio 
clínico. Sin embargo, el clínico de emergencias debe estar familiarizado con 
todos y cada uno de los procedimientos diagnósticos, técnicas de monitori-
zación o terapéuticas que pudieran aplicarse en cada situación, permitiendo 
así la obtención de resultados � ables e información de utilidad.
La medicina de emergencias, y especialmente los cuidados intensivos, puede 
prolongarse bastante en el tiempo y en ocasiones supone desafíos para el 
personal clínico o auxiliar, por lo que el equipo debe ser competente tanto 
técnica como intelectualmente. Cada uno de sus miembros debe mostrarse 
activo y diligente con las tareas a su cargo. Tiene que poder trabajar e� cien-
temente de forma individual, mostrarse creativo, con capacidad para seguir 
instrucciones de forma precisa y mostrarse como un miembro en funciones 
del propio equipo.
La responsabilidad del clínico es la de ejercer de líder. Debe tener gran ca-
pacidad de organización, ser e� ciente en la gestión múltiple de urgencias 
(el tratamiento directo del paciente, la coordinación del servicio y el trato 
directo con el propietario) y en la delegación de tareas. Debe ser competente 
y e� ciente en el diagnóstico y tratamiento de las urgencias más frecuentes en 
condiciones de estrés y a la vez tener una excelente capacidad de comunica-
ción. Ello genera con� anza al resto del equipo y optimiza las capacidades 
individuales de cada uno de sus miembros.
 • La necesidad de un cirujano de urgencias es esporádica, sin embargo debe 
estar disponible telefónicamente a demanda en todo momento. No es tarea 
del clínico de emergencias la realización de estas funciones, dado que exigen 
una gran demanda de personal y de tiempo, y colapsan el funcionamiento 
del servicio de emergencias generando de� ciencias en su funcionamiento.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES12
LA COMUNICACIÓN 
CON EL PROPIETARIO
Los pacientes de urgencias o críticamente enfermos con frecuencia requieren 
una dedicación intensiva por lo que también es fundamental informar y prepa-
rar al propietario, de modo que éste sea consciente de los costes derivados de 
la atención de su animal. El propietario debe estar informado de los problemas 
iniciales de su mascota, el pronóstico y los costes de la evaluación y estabiliza-
ción de su animal. 
Aunque gran parte de la atención dela urgencia puede realizarse en presencia del 
propietario, el animal y éste suelen ser separados lo antes posible. Esto permite al 
clínico concentrase en las necesidades médicas del paciente y evitar la agonía del 
propietario ante la frágil condición de su mascota. Sin embargo, conviene que el 
personal auxiliar clínico o de recepción mantengan una comunicación estrecha 
con el dueño respecto al estado de su animal y su progresión en las maniobras de 
emergencias. El propietario puede rellenar las autorizaciones correspondientes 
(ingreso, anestesia, cirugía, presupuesto, etc.) o ser interrogado con más deteni-
miento sobre la condición urgente de su mascota durante ese periodo. Evidente-
mente, es necesaria la comunicación entre el clínico y el propietario tan pronto 
como la situación del paciente se estabilice. El propietario mostrará interés en la 
condición del animal, su pronóstico y los costes, y debe con� rmar su aprobación 
sobre los procedimientos y costes derivados.
El esfuerzo realizado en el correcto diseño de la unidad, la elección del equipa-
miento idóneo, y la selección cuidadosa del personal del servicio ayudarán a 
llevar a cabo una tarea satisfactoria y exitosa.
1. EL SERVICIO DE EMERGENCIAS 13
CUADRO 4. 
Procedimientos mínimos que deben poder llevarse a cabo en un servicio 
de emergencias. 
Diagnóstico y manejo de condiciones de riesgo vital incluyendo 
problemas cardiovasculares, respiratorios o neurológicos
1. Reanimación cardiopulmonar, inclusive des� brilación eléctrica.
2. Colocación y mantenimiento de tubos de toracostomía.
3. Traqueostomía de emergencias y mantenimiento del tubo.
4. Oxigenoterapia.
5. Ventilación asistida.
Técnicas de monitorización
1. Electrocardiograma.
2. Presión arterial sanguínea.
3. Presión venosa central.
4. Pulsioxímetro.
5. Estetoscopio esofágico.
Cirugía de emergencias
1. Hemostasia quirúrgica.
2. Curas y desbridado quirúrgico de heridas.
3. Estabilización de lesiones musculoesqueléticas.
4. Cirugía torácica, abdominal y neurocirugía. En su defecto, con capacidad para 
referir a otra clínica u hospital donde puedan llevarse a cabo de forma urgente.
Tratamiento del shock circulatorio
1. Tratamiento a base de cristaloides, coloides y hemoderivados mediante buretrol, 
o bombas de infusión para asegurar una administración controlada de � uidos.
2. El servicio debe disponer de hemoderivados naturales o arti� ciales y tener la 
capacidad de testar donantes sanguíneos y receptores de hemoderivados.
Tratamiento analgésico y anestésico
1. Incluye la administración de opiáceos, AINE y anestesia inhalatoria. 
El equipamiento de monitorización mínimo intraoperatorio debe incluir 
un electrocardiograma, estetoscopio esofágico, monitor de presión arterial 
y pulsioxímetro.
Diagnostico laboratorial
1. Hemograma completo, urea, proteínas totales por refractometría, 
glucosa en sangre y urianálisis.
2. Pruebas de coagulación: mínimo TCA, aunque es preferible TP y TTPA.
3. Electrolitos (Na, K, Cl).
4. FIV/FeLV.
5. Citología.
6. Filariosis.
7. Examen coprológico (� otación, citología, test antígeno parvovirus).
8. Adicionalmente, una clínica de emergencias debe disponer de material 
para la recogida, procesado y conservación de muestras para análisis 
bioquímico posterior, determinación de gases sanguíneos, per� l de 
coagulación completo, cultivo microbiológico e histopatología.
Imagen 
1. Realizar radiografías de calidad asegurando la seguridad del 
paciente y del personal técnico-clínico. Se recomienda un aparato 
de Rx de al menos 300 mA y una reveladora automática. 
2. Equipo de ultrasonidos.
Endoscopia
1. Disponer del equipo o tener disponibilidad.
Recomendaciones de la VECCS1 y la AVMA2.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES14
1 VECCS: Veterinary Emergency & Critical Care Society.
2 AVMA: American Veterinary Medical Association.
CUADRO 5. 
Procedimientos mínimos que deben poder llevarse a cabo en un servicio de 
emergencias y cuidados intensivos. 
Un hospital con servicio de emergencias y unidad de cuidados intensivos debe 
poder llevar a cabo los procedimientos descritos en el cuadro 4, y además: 
1. Tener un laboratorio disponible durante las 24 horas del día para poder llevar 
a cabo monitorización del hemograma, per� l bioquímico, per� l de coagulación 
y análisis de gases sanguíneos.
2. Monitorizar directamente la presión arterial y el ETCO2.
3. Poder llevar a cabo técnicas de diálisis peritoneal o pleural.
4. Poder llevar a cabo técnicas de nutrición enteral y parenteral.
5. Suministrar ventilación asistida a largo plazo.
Recomendaciones de la VECCS1 y la AVMA2.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 15
INTRODUCCIÓN
El cuidado del paciente en situación de urgencia o críticamente enfermo requiere 
una infraestructura de atención ininterrumpida (24 h) e instalaciones, equipa-
mientos, material y personal adecuados.
El término triage signi� ca “escoger” y describe el proceso por el cual se prioriza la 
atención a un determinado paciente cuando es necesario atender más de uno a la 
vez. En medicina humana y veterinaria, este término se ha aplicado para clasi� car 
a los pacientes en función de la severidad de su cuadro clínico y la necesidad de 
atención urgente. Los pacientes que pueden requerir el triage son aquellos que 
llegan al hospital y necesitan la atención del servicio de emergencias, los hospi-
talizados que son transferidos a la UCI por otros servicios o áreas del hospital 
y los propios pacientes de la UCI que sufran un empeoramiento repentino de su 
condición clínica.
El triage permite diferenciar entre los pacientes 
que requieren una atención o tratamiento 
inmediatos de aquellos que pueden esperar.
El primer contacto entre el propietario de una mascota que precisa atención 
urgente y su veterinario suele ser de tipo telefónico (� g. 1). La información obte-
nida durante la conversación telefónica puede, con frecuencia, ayudar a decidir 
si el paciente precisa una atención urgente e inmediata (y por tanto debe ser 
trasladado al centro veterinario) o bien, si dada la situación del paciente, es 
CAPÍTULO 2
Triage y evaluación 
inicial de las 
urgencias
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES16
La evaluación por sistemas, mediante la conversación telefónica, va a permitir 
decidir si el paciente debe ser trasladado al centro sin demora o bien si puede 
concertar una cita para ser evaluado. Cualquier duda respecto a la estabilidad 
del paciente debe ser considerada de atención prioritaria por el personal veteri-
nario y el paciente deberá ser conducido al centro a la mayor brevedad posible. 
En la evaluación inicial telefónica, deberán ser evaluados los cuatro principales 
sistemas orgánicos (respiratorio, cardiovascular, sistema nervioso central y siste-
ma urogenital) para así poder determinar la estabilidad del paciente en cuestión. 
Algunas de las situaciones más frecuentes que pueden afectar a alguno de estos 
sistemas y que requieren atención urgente son:
 • Di� cultad respiratoria.
 • Traumatismo.
 • Anormalidades neurológicas o depresión mental severa.
 • Vómito o diarrea severos.
 • Sangrado visible.
Figura 1. Triage telefónico.
necesario organizar al personal clínico para la realización de procedimientos 
especiales (cirugía urgente). 
La información básica a obtener telefónicamente debe centrarse en: qué es lo 
que ha ocurrido, cuándo ha pasado, qué se ha realizado hasta el momento y qué 
problemas concurrentes presenta el paciente. Con frecuencia el personal que 
atiende telefónicamente la urgencia no es clínico por lo que debe estar correcta-
mente aleccionado al respecto. 
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 17
 • Palidez de mucosas.
 • Debilidad extrema o incapacidad para moverse.
 • Incapacidad para orinar.
 • Ingestión de toxinas o cuerpos extraños.
 • Dolor severo.
Los propietarios, en ocasiones, pueden parecer muy angustiados y confundidos 
al teléfono cuando se enfrentan al problema de su animalde compañía. Inclu-
so considerando la ausencia de cualquiera de las circunstancias descritas con 
anterioridad, cualquier propietario preocupado o angustiado por la situación 
clínica de su mascota debe ser tenido en consideración y se le debe recomendar 
una visita de su mascota lo antes posible. La información necesaria respecto a 
un trasporte adecuado de la mascota se debe proporcionar en el primer contacto 
telefónico. Básicamente, se debe orientar al propietario para disminuir el grado 
de estrés y procurar su seguridad y la de la propia mascota. En ocasiones, los 
animales pueden presentar conductas agresivas asociadas al dolor o al miedo. El 
propietario debe disponer de bozales o toallas/mantas para envolver al animal 
y transportarlo con seguridad. En el caso de perros politraumatizados o que 
no puedan andar conviene disponer de una super� cie rígida para el transporte. 
Sin embargo, con los gatos el traslado mediante contención pasiva (transportín) 
puede estar más indicado. Cubrir con mantas a ciertos pacientes de urgencias 
puede ayudar a evitar la pérdida del calor corporal, a prevenir la hipotermia y, 
además, a mejorar el grado de confort, facilitando también el manejo del propio 
animal. Todas estas son medidas que el propietario puede adoptar en el mismo 
escenario de la emergencia y que pueden mejorar el estado clínico del paciente 
antes de su llegada a las instalaciones del centro.
En caso de heridas penetrantes puede aconsejarse al propietario aplicar un 
vendaje sobre las heridas abiertas para prevenir el sangrado, su desecación y 
contaminación. En quemaduras la aplicación de compresas húmedas estériles y 
su reposición cada 30 minutos puede disminuir el grado de lesión térmica. La 
inmovilización de fracturas en miembros distales o el con� namiento del paciente 
con múltiples fracturas puede evitar lesiones ulteriores. 
Una vez el paciente ha llegado al centro, debe ser evaluado rápidamente por una 
persona del equipo clínico. Una exploración sistemática y completa es absoluta-
mente necesaria para no obviar ningún problema signi� cativo en el animal. El 
protocolo de rutina debe incluir:
1) Triage.
2) Evaluación primaria.
3) Evaluación secundaria.
4) Tratamiento defi nitivo.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES18
TRIAGE
Un paciente cuya situación sea realmente grave puede fallecer en la sala de espera, 
si no es atendido de urgencia. Por ello, el triage presencial (� gs. 2 y 3) es una parte 
esencial de la evaluación del paciente de urgencias y debe incluir la comunicación 
básica y concisa con el propietario. El trato con el paciente y su propietario debe 
permitir calmar al dueño y hacerle consciente del estado real de su mascota; y 
todo ello en una ambiente de espera lo más relajado posible. Este tipo de triage 
debe realizarse de forma inmediata tras la admisión y debe � nalizarse en unos 
pocos minutos (cuadro 1). Los sistemas respiratorio, cardiovascular y SNC deben 
ser rápidamente evaluados, y los casos se priorizarán en cuanto a la atención que 
requieran. Cuando múltiples pacientes necesitan una atención simultánea: aque-
llos que se encuentren inmóviles y que presenten afectación de sus sistemas vitales 
son considerados de mayor prioridad; aquellos que se muevan o anden y que pre-
senten problemas respiratorios, circulatorios o de otra índole, pero clínicamente 
CUADRO 1. 
Ejemplo de triage y clasi� cación presencial de los pacientes
en función del nivel de urgencia.
Clase 1. Paciente catastró� co o en riesgo vital
Son aquellos pacientes que deben recibir tratamiento inmediato, en segundos. 
Afortunadamente, pocos pacientes se presentan en el servicio de emergencias 
en tal situación. Algunos ejemplos de pacientes de este tipo son aquellos 
que, por ejemplo, se presentan en fallo respiratorio por traumatismo 
torácico, parada cardiorrespiratoria, obstrucción de vías aéreas. Todo 
paciente inconsciente debe ser considerado a priori en esta categoría.
Clase 2. Paciente crítico o muy grave 
Son aquellos pacientes cuya atención debe llevarse a cabo entre unos pocos 
minutos y una hora, tras su admisión. Pacientes con lesiones múltiples, en 
shock, o sangrando pero que presentan a priori una vía aérea permeable 
y una función pulmonar adecuada deben incluirse en esta categoría.
Clase 3. Paciente grave
Son aquellos cuya atención debe realizarse en pocas horas tras su admisión. Pacientes 
con fracturas abiertas, heridas profundas o quemaduras, heridas penetrantes pero sin 
signos de shock ni alteraciones del estado mental se encuentran en esta categoría.
Clase 4. Paciente menos grave
Son aquellos pacientes cuya atención debe realizarse en las primeras 24 h tras su 
admisión. La mayoría de pacientes víctimas de traumatismos no se encuentran 
en esta categoría, pero algunos son evaluados de forma tardía cuando el 
propietario nota problemas ambulatorios, cojeras, anorexia, vómitos, etc.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 19
Los pacientes que requieren un transporte inmediato al área de trata-
miento para llevar a cabo la evaluación primaria se caracterizan por:
 • No consciencia.
 • Traumatismos.
 • Distrés o compromiso respiratorio.
 • Convulsiones.
 • Colapso.
 • DVG.
 • Quemaduras.
 • Ingestión reciente de toxinas.
 • Sangrado excesivo.
 • Distocia.
 • Obstrucción uretral.
Figura 2. Triage presencial.
signi� cativos, tienen un menor grado de prioridad; y los pacientes que puedan 
andar y sin problemas obvios en sistemas vitales son los de menor prioridad, por 
lo que su atención puede posponerse. 
En consecuencia, un ATV bien entrenado o un recepcionista puede ser el primer 
e importante paso en la atención urgente de muchos pacientes. Él/ella debe ser 
capaz de reconocer rápidamente la urgencia de la situación, y decidir si el animal 
debe ser conducido inmediatamente al área de tratamiento.
Con una rápida evaluación del ABC del paciente y una breve historia clínica, la 
condición clínica del animal es tentativamente clasi� cada y pueden así empren-
derse las primeras decisiones terapéuticas.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES20
La obtención de una historia detallada deberá posponerse hasta haber estabili-
zado mínimamente al paciente. En esta fase, solo es necesaria la obtención de 
información esencial, tal como:
 • ¿Cuál es la causa de la lesión o problema?
 • ¿Cuándo se han iniciado los signos clínicos?
 • ¿Qué tratamientos de emergencia ya han sido aplicados al paciente?
En este momento debe obtenerse el permiso y el consentimiento para iniciar la 
terapia, y el propietario también debe ser informado respecto a la realización o 
no de RCP y el grado de tratamiento. 
EVALUACIÓN PRIMARIA
Tras la realización del triage, los animales cuya condición clínica es inestable son 
conducidos al área de tratamiento y sometidos a una evaluación primaria (� g. 4). 
Los objetivos de esta evaluación es ampliar la información obtenida durante el 
triage y a su vez determinar si existe alguna condición de riesgo vital para el ani-
mal; y en caso de ser así, llevar a cabo inmediatamente el tratamiento apropiado.
Figura 3. Examen inicial.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 21
La evaluación primaria no debe durar más de 3 o 5 minutos y su � nalidad es 
evaluar el ABCD del paciente, es decir, los sistemas que determinan si el paciente 
puede fallecer o no en pocos minutos.
El objetivo es evaluar y dar soporte a:
A (Airway): la vía aérea.
B (Breathing): la respiración.
C (Circulation): el sistema cardiovascular.
D (Disability): la presencia de dé� cit (principalmente del SNC).
Basándonos en esta evaluación primaria, el paciente es clasi� cado como inesta-
ble, potencialmente inestable o estable. El paciente inestable requiere una aten-
ción inmediata. El potencialmente inestable debe ser monitorizado tan estrecha-
mente como el inestable, de modo que las posibles complicaciones que puedan 
aparecer sean reconocidas y tratadas con prontitud.
Vía aérea
Asegurar una vía aérea patente es la primera prioridaden el paciente de urgen-
cias. La vía aérea debe ser examinada auscultándose los sonidos respiratorios y 
comprobando si el tórax se expande con normalidad, a la vez que se palpa y ex-
plora visualmente la cavidad oral, tráquea y laringe. Debe comprobarse si existe 
Figura 4. Evaluación primaria.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES22
alguna anomalía en la vía aérea o si se observa sangre, algún cuerpo extraño, etc. 
que pudiera obstruirla, en cuyo caso se procedería a la aspiración y limpieza del 
acceso a la vía aérea. La preoxigenación puede disminuir la incidencia de parada 
cardiorrespiratoria en este tipo de pacientes. 
En cualquier caso, la intubación orotraqueal (con o sin anestesia) está indica-
da si la vía aérea está obstruida o si el paciente no presenta re� ejo de deglu-
ción. En el caso de pacientes inconscientes es preferible la intubación en 
decúbito lateral o dorsal y minimizar la manipulación de la cabeza. Si la in-
tubación no puede practicarse debido a una obstrucción, la realización de 
una cricotiroidotomía o traqueotomía de urgencia puede estar indicada.
Durante el procedimiento de evaluación de la vía aérea debe estar disponible una 
fuente de oxígeno. La administración de este gas mediante � ujo libre, jaula de 
oxígeno o collar isabelino dependerá de cada caso, pero debe estar encaminada a 
proveer e� cientemente de oxígeno suplementario al paciente y disminuir su grado 
de estrés, permitiéndole respirar con mayor e� ciencia. 
Una vez asegurada la funcionalidad de la vía aérea, puede procederse a evaluar el 
siguiente aspecto de la evaluación primaria. 
Respiración
Una vez establecida en el paciente una vía aérea patente, deben ser evaluados los 
siguientes aspectos:
1) Presencia de respiraciones: ¿el animal respira?
Si el paciente no respira, debe asegurarse la patencia de la vía aérea e 
inmediatamente intubar (si no se hizo con anterioridad) y ventilar el animal 
mediante técnicas de presión positiva intermitente (manual o mecánica).
2) Frecuencia.
3) Patrón. 
4) Profundidad. 
5) Esfuerzo.
6) Sonidos.
La evaluación de la función respiratoria debe valorarse en función de la infor-
mación obtenida mediante la observación, palpación y auscultación del tórax. 
La observación y palpación se realiza para detectar cualquier anomalía o lesión, 
como la presencia de fracturas costales, tórax � otante o lesiones penetrantes. La 
detección de sonidos respiratorios audibles sugiere la presencia de una obstruc-
ción en vías altas; mientras que la respiración super� cial y rápida puede indicar 
la presencia de enfermedades del espacio pleural. En este último caso, la ausculta-
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 23
ción del tórax con el fonendoscopio puede detectar la atenuación de sonidos res-
piratorios por la presencia de aire, � uidos, vísceras o masas en el espacio pleural. 
Si se detectan crepitaciones, sibilancias o ronquidos respiratorios puede deberse a 
la presencia de patologías pulmonares.
Una información más objetiva de la función respiratoria puede obtenerse a través 
de la pulsioximetría, la realización de gasometrías y la medición del ETCO2. Aun-
que este tipo de procedimientos suelen formar parte de la evaluación secundaria.
Circulación
El sistema cardiovascular (la perfusión tisular) es evaluado mediante la ob-
servación del nivel de consciencia, la presión de pulso, el color de las mem-
branas mucosas, el tiempo de relleno capilar, la distensión de venas yu-
gulares, la frecuencia cardiaca y la temperatura corporal. La presencia de 
depresión mental severa, palidez de mucosas, prolongación del TRC y dis-
tensión yugular disminuida a la compresión son indicativos de una pobre 
perfusión tisular. Estos parámetros no son especí� cos de la función cardio-
vascular pero tienen la ventaja de ser fácilmente evaluables, no ser proce-
dimientos invasivos y requerir un mínimo tiempo y manejo del paciente.
En ocasiones puede ser necesario obtener mayor información tras el examen 
inicial. Utilizando técnicas más invasivas puede obtenerse valores numéricos de, 
por ejemplo, parámetros como la presión venosa central o la presión arterial.
1) Frecuencia cardiaca y ritmo 
La ausencia de latido cardiaco auscultable y pulso detectable debe activar 
el protocolo de parada cardiorrespiratoria e iniciándose las maniobras de 
reanimación. 
Si se realiza una auscultación detallada junto 
con una palpación simultánea del pulso femoral 
podrán detectarse posibles arritmias y/o soplos.
Además de descartar arritmias, la evaluación de la frecuencia también es 
importante. Se tiene que determinar si la frecuencia cardiaca es muy baja 
(< 50-60 ppm), demasiado rápida (> 200 ppm en perros de razas grandes, 
> 240 ppm en perros de razas pequeñas, > 280 ppm en gatos). Frecuencias 
muy elevadas están relacionadas con un menor gasto cardiaco, un mayor 
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES24
consumo de oxígeno en miocardio y una menor perfusión coronaria; 
mientras que frecuencias demasiado bajas, principalmente, lo están con 
un insufi ciente gasto cardiaco. La ausencia de latido auscultable puede ser 
indicativa de hipovolemia, derrame pericárdico o pleural.
2) Presión de pulso 
La calidad y amplitud del pulso depende de dos factores: el gasto cardiaco y 
el tono vasomotor. Por ello, la presencia de un pulso débil y fi liforme puede 
ser indicativo de hipovolemia, fallo cardiaco, taquicardia o tamponamiento 
cardiaco. Cabe recordar que el paciente debe tener una presión arterial me-
dia de 60-70 mm Hg para poder palpar el pulso femoral, y que la adecuada 
perfusión coronaria y cerebral requiere una PAM (presión arterial media) 
mínima de 50-60 mm Hg.
3) Tono vasomotor 
El tono vasomotor es el principal factor regulador de la presión arterial san-
guínea, la cual, como se ha mencionado con anterioridad, es esencial para 
la adecuada perfusión del cerebro y el corazón. Sin embargo, también es el 
principal factor regulador de la perfusión de otros muchos tejidos. El me-
canismo de la vasoconstricción permite mantener la presión sanguínea en 
condiciones de hipovolemia o gasto cardiaco disminuido, aunque si ésta es 
excesiva, disminuye la perfusión periférica y visceral. La vasoconstricción 
puede evaluarse mediante la detección de membranas mucosas pálidas, pro-
longación del tiempo de relleno capilar (> 2 s), extremidades frías y débil 
calidad del pulso. Sin embargo, cabe destacar que la presencia de vasocons-
tricción no es necesariamente sinónimo de hipotensión o hipovolemia. Por 
otro lado, la vasodilatación mejora la perfusión tisular visceral pero en caso 
de ser excesiva genera hipotensión, lo cual puede que en casos extremos 
disminuya la perfusión cerebral y miocárdica.
4) Temperatura 
La hipertermia de hasta 40 ºC puede ser una respuesta febril adecuada se-
cundaria a una infección y no debe tratarse necesariamente de forma espe-
cífi ca. Sin embargo, temperaturas por encima de 41 ºC pueden derivar en 
hipermetabolismo y en un incremento de la temperatura descontrolado, 
por lo que será necesario aplicar medidas de enfriamiento activo. Tempe-
raturas por encima de 42 ºC generan la activación de la respuesta infl ama-
toria sistémica, causando la desnaturalización de proteínas y el fallo mul-
tiorgánico por lo que las medidas de enfriamiento deberán ser agresivas.
En casos de hipotermia leve (36 ºC) las consecuencias para el paciente 
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 25
son leves con lo que la aplicación de mantas puede disminuir las pér-
didas de calor y recuperar la temperatura corporal. En casos de hipo-
termia severa (34 ºC) se produce una depresión mental severa y es ne-
cesario aplicar medidas de calentamiento tanto pasivo como activo. La 
presencia de extremidades frías puede ser indicativa de perfusión pe-
riférica insufi ciente. La diferencia entre la temperatura central y la pe-
riférica debería ser menor de 4 ºC. Si es mayor de 4 ºC puede indicar 
una pobre perfusión tisular periférica y suele ser consecuenciade fenó-
menos de vasoconstricción. En casos de hipotermia severa, las técnicas 
de calentamiento externo deben ir encaminadas a incrementar la tem-
peratura de forma progresiva (1 ºC/hora) dado que un calentamiento 
excesivamente rápido puede derivar en hipotensión y vasodilatación.
Cabe considerar que en casos de hipotermia extrema (28 ºC) el paciente 
puede presentar arritmias, coagulopatías y parada cardiorrespiratoria.
Cualquier anomalía del sistema cardiovascular del paciente debe co-
rregirse rápidamente dado que la hipoperfusión prolongada puede ge-
nerar cambios en el metabolismo celular, degeneración y muerte celular.
Una evaluación más detallada del estado cardiovascular y de la per-
fusión tisular se puede llevar a cabo mediante la evaluación de la pre-
sión arterial, la PVC, la concentración de lactato, la cateterización de 
la arteria pulmonar y el cálculo del transporte y consumo de oxígeno.
Es de suma importancia para el equilibrio del sistema cardiovascular de-
tectar la presencia de cualquier posible hemorragia. Si se detecta una he-
morragia externa, podrá controlarse inicialmente mediante la aplicación de 
apósitos estériles y vendajes compresivos. El sangrado arterial puede con-
trolarse con esponjas colocadas alrededor de la herida y la aplicación de 
presión digital sobre la citada esponja, mediante la aplicación de vendajes 
compresivos, torniquetes o bien, si la fuga es identifi cable, mediante hemos-
tatos y posterior ligadura. Se debe sospechar de hemorragias internas, por 
ejemplo hemorragia abdominal, en los casos de lesiones traumáticas exten-
sas, presencia concurrente de distrés respiratorio o presencia de distensión 
abdominal. Un posible sangrado progresivo o no controlado debe valorarse 
si el paciente no responde adecuadamente a la fl uidoterapia y los valores del 
hematocrito y las proteínas disminuyen de forma progresiva.
En los casos de sangrado multifocal debe 
sospecharse de la presencia de alteraciones 
hemostáticas o coagulopatías. 
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES26
Dé� cit (principalmente del SNC) 
El clínico debe evaluar el nivel de consciencia y evaluar el estado neurológico 
durante la evaluación primaria. Esta rápida evaluación debe incluir:
1) Estado mental 
En todo paciente debe llevarse a cabo un examen neurológico mínimo que 
permita detectar cualquier posible afectación intracraneal. Debe evaluarse 
la posible presencia de signos sugestivos de traumatismo craneoencefálico o 
bien enfermedad intracraneal. La monitorización del estado mental permite 
al clínico detectar precozmente signos de deterioro neurológico en este tipo 
de pacientes.
2) Refl ejos pupilares, oculocefálicos y de los pares craneales 
La anisocoria sugiere enfermedad intracraneal, espinal cervical u ocular. 
Pupilas ligeramente reactivas a la midriasis suelen presentar un componen-
te simpático-mediado y suelen ser signo de patología extracraneal. Pupilas 
ligeramente reactivas a la miosis o anisocóricas, que presentan nistagmo 
fi siológico, son sugestivas de enfermedad cerebral. La respuesta a la amena-
za testa un gran número de estructuras neurales, tanto intra como extracra-
neales. La afectación del tronco cerebral se caracteriza, con frecuencia, por 
la presencia de inconsciencia, pupilas mióticas bilaterales sin respuesta a la 
luz, ausencia del refl ejo de deglución y refl ejos laríngeos, estrabismo, ausen-
cia de nistagmo fi siológico, presencia de nistagmo espontáneo o posicional, 
patrón respiratorio irregular y rigidez de descerebración. Esta afección con-
lleva un mal pronóstico. 
Cambios extremos en el estado mental del paciente (estupor, coma) o la 
presencia de convulsiones requieren de una rápida evaluación del problema 
causal subyacente y el establecimiento de una terapia inmediata. Las con-
vulsiones prolongadas o disfunciones neurológicas secundarias a hipoglu-
cemia pueden generar lesiones irreversibles, si no son tratadas rápidamente. 
De igual modo, el incremento de la presión intracraneal que causa estupor 
o coma puede progresar, provocando la herniación del cerebro a través del 
foramen magnum. La disminución del nivel de consciencia normalmente es 
indicativo de una perfusión pobre u otras lesiones del SNC y, por sí mismo, 
ya justifi ca tener que descartar la existencia de hipotensión, hipoglucemia, 
hipoxia o problemas que cursen con incrementos en la presión intracraneal. 
Todo paciente inconsciente debe ser intubado para asegurar la patencia de 
la vía aérea. Se debe vigilar la vía aérea para evitar cualquier posible aspi-
ración de vómito o regurgitaciones; y proveer de una vía de aplicación de 
ventilación a presión positiva, si así lo requiere el estado del paciente. Otros 
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 27
aspectos que también es importante evaluar a nivel neurológico hacen refe-
rencia a la presencia de lesiones obvias de la columna vertebral (asimetrías, 
desplazamientos, etc.) y al estado de los nervios periféricos.
En resumen, la evaluación primaria asegura la identi� cación y el tratamiento in-
mediato de aquellas condiciones que comprometen la vida del paciente. Éstas 
son tratadas con inmediatez en concordancia con su nivel de prioridad y antes de 
continuar con el reconocimiento del paciente. La evaluación primaria permite de-
tectar a los pacientes inestables, por lo que se puede anticipar su monitorización 
y la detección de las posibles complicaciones. La terapia básica es realizada en 
función de las necesidades del paciente durante la propia evaluación primaria. Su 
objetivo es normalizar y estabilizar las funciones � siológicas vitales del enfermo 
tan rápido como sea posible, prioritariamente las que conciernen a la respiración 
y a la función cardiovascular, es decir A, B y C.
Tan pronto como sea instaurado el acceso venoso en nuestro paciente, deben 
obtenerse muestras de sangre y orina para las determinaciones analíticas pos-
teriores. La monitorización de los procedimientos de parámetros � siológicos y 
analíticos puede iniciarse al mismo tiempo que se implantan las medidas de tra-
tamiento inicial. Debe hacerse especial hincapié en el registro escrito de los resul-
tados, incidencias y evolución de cada paciente (� g. 5).
Figura 5. Ficha clínica del paciente: realizar el registro escrito de la urgencia.
MEDICINA DE URGENCIA EN PEQUEÑOS ANIMALES28
Para más información ver los capítulos correspondientes a las urgencias de cada sistema (tomo II).
A = Airway
Incluye: narinas, cavidad oral, laringe y gotera yugular.
C = Cardiovascular
Incluye: corazón, mucosas, TRC, Tª, presión del pulso y presión arterial.
R = Respiratory
Incluye: caja torácica y campos pulmonares.
A = Abdomen 
Incluye: diafragma, � ancos y región inguinal.
S = Spine
Incluye: toda la columna espinal.
H = Head
Incluye: ojos, pabellones auditivos, dentadura, boca y lengua.
P = Pelvis
Incluye: recto, perineo, escroto y vulva.
L = Limbs
Incluye: huesos y articulaciones de las cuatro extremidades.
A = Arteries
Incluye: arterias y venas abarcando los vasos super� ciales.
N = Nerves
Incluye: nervios abarcando los nervios craneales y periféricos.
EVALUACIÓN 
SECUNDARIA
La evaluación secundaria se inicia tras el tratamiento inicial y la estabilización del 
paciente. Ésta incluye la realización de un examen físico más completo, la obten-
ción de una historia clínica más detallada y la realización de pruebas diagnósticas: 
estudio radiológico y/o ultrasonográ� co, evaluación analítica completa y especí� -
ca, o bien la realización de otros procedimientos especiales (invasivos y no invasi-
vos). Para prevenir que diferentes áreas del paciente puedan ser obviadas, evitar el 
gasto de recursos humanos o de materiales innecesarios y priorizar una evaluación 
sistemática protocolarizada se ha preconizado la utilización de diferentes reglas 
nemotécnicas. Un ejemplo es el siguiente acrónimo inglés A CRASH PLAN.
2. TRIAGE Y EVALUACIÓN INICIAL DE LAS URGENCIAS 29
Durante la evaluación secundaria, debe establecerse

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