Logo Studenta

Tratamiento de heridas utilizando Presion Negativa Topica

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

122
Resumen
La terapia con presión negativa tópica (PNT) es una manera 
de actuar positivamente en el ambiente de la herida aplicando 
presión subatmosférica, acelerando el proceso de curación de 
la misma. Se realiza una presentación actualizada del trata-
miento con PNT, su desarrollo, fundamentos teórico-prácti-
cos y aplicaciones clínicas. A pesar que aun faltan estudios 
rigurosos que permitan evaluar la superioridad de la PNT 
versus otros métodos terapéuticos, la experiencia internacio-
nal ganada con su aplicación es vasta y positiva. Se presenta 
la experiencia con el uso de la terapia con PNT en Uruguay, 
ilustrándola con un caso clínico.
Palabras clave: heridas, presión negativa tópica.
summaRy
Topical negative pressure (TNP) is considered a means to po-
sitively impact on wound’s environment applying subatmos-
pheric pressure, accelerating its healing process. We present 
an update about TNP treatment, its theoretical and practical 
bases and clinical uses. Even though methodologically well-
designed trials are lacking to evaluate its superiority over 
other treatment modalities, international empirical experien-
ce with its application is large and positive. We present our 
experience with TNP therapy in Uruguay and illustrate it 
with a case report.
Key words: wounds, topical negative pressure.
InTRODuCCIÓn
A pesar del conocimiento de la biología de las heridas y los 
nuevos tipos de curaciones disponibles en la actualidad, un 
gran número de heridas aun falla en curar evolucionando a 
la cronicidad.
La terapia con presión negativa tópica (PNT) desarrollada por 
los Dres. L. Argenta y M. Morykwas en 19931 es una manera 
de actuar positivamente en el ambiente de la herida aplicando 
presión subatmosférica. La terapia reconoce diferentes no-
menclaturas incluyendo: curación o terapia subatmosférica 
(subatmospheric dressing, subatmospheric therapy), técnica 
de sellado al vacío (vacuum sealing technique), cierre de he-
ridas mediado por vacío (vacuum assisted closure), mechado 
al vacío (vacuum packing), entre otros.
Básicamente su mecanismo de acción es a tres niveles del 
proceso de curación de heridas: 
- remoción del excedente de líquido intersticial,
- trasmisión de fuerzas mecánicas que estimulan la proli-
feración tisular y 
- mantenimiento de un ambiente adecuado en la herida en 
cuanto a humedad y temperatura.
Las primeras referencias con respecto a los métodos de cura-
ción de heridas se remontan a los “sanadores” egipcios (asu) 
que al aplicar una curación compuesta por grasa animal, miel 
y lino, probablemente no sabían que estaban utilizando una 
curación no adherente, osmótica y antibacteriana y con ca-
pacidad de absorción de exudados, respectivamente.2 Antes 
de 1960 el manejo de las heridas estaba dirigido a prevenir 
la infección por lo cual luego de lavarlas con antisépticos, 
las mismas se cubrían con una curación seca que evitaría el 
desarrollo bacteriano. En 1962 Winter comprobó que las he-
ridas que se mantenían húmedas curaban mas rápidamente 
que las expuestas al aire.2,3 Desde entonces los beneficios de 
la curación húmeda han sido probados y son utilizados dia-
riamente en el manejo de heridas. A medida que la biología 
de las heridas se ha hecho mas conocida, se han definido tam-
bién las características de la curación ideal. La misma seria 
aquella que:
1. extraiga el exudado y componentes tóxicos,
2. mantenga humedad en la interfase herida-curación,
3. permita el intercambio gaseoso,
4. mantenga la temperatura,
5. proteja de la infección,
6. permita su remoción sin lesión secundaria.
No existe aun hoy una curación que incluya todas estas ca-
Tratamiento de heridas utilizando Presión negativa Tópica
Dra. Florencia Barreira Macedo. Especialista en Cirugía Plástica.
Dr. Carlos E. Carriquiry. Profesor titular de la Cátedra de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética y Centro 
Nacional de Quemados.
Correspondencia:
florebarreira@yahoo.com
Cátedra de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, Hospital 
de Clínicas. Avda. Italia s/n, Montevideo, Uruguay.
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
123
racterísticas.2 Con el objetivo de encontrar esta curación ideal 
se han probado varias técnicas y materiales como: alginatos, 
hidrogeles, colágeno y productos de reemplazo de la piel que 
han demostrado su utilidad en ciertos tipos de heridas. Por 
otro lado existen varios en etapa de experimentación y apli-
cación aún no generalizada como: factores de crecimiento, 
agentes farmacológicos, láser, oxigenoterapia hiperbárica y 
estimulación eléctrica. La mayoría de éstas se consideran 
como técnicas avanzadas en el cuidado de heridas (advan-
ced wound care technologies). Las mismas se definen como 
aquellas que inciden en el proceso de curación de heridas en 
forma activa y positiva por contrarrestar, eliminar o dismi-
nuir significativamente por los menos dos factores que pue-
dan comprometer este proceso. La PNT utilizada en forma 
aislada o asociada a otras técnicas similares aumenta las tasas 
de curación de heridas que presentarían en forma aislada.4 
Dado el aumento en el número y expectativa de vida de la po-
blación añosa con heridas crónicas, en aquellos que requie-
ren cuidados locales adicionales para llegar a la indicación 
y oportunidad quirúrgica, o en los que los procedimientos 
quirúrgicos han fallado, las técnicas avanzadas del cuidado 
de heridas y entre ellas la PNT se convierten en la modalidad 
terapéutica primordial y no raramente la única. 
OBJeTIVOs
Hacer una presentación actualizada de la PNT, de sus funda-
mentos biológicos, su desarrollo en poco más de una década 
y de las aplicaciones clínicas actuales más frecuentes.
meTODOLOGÍa
Se tomó en cuenta la literatura internacional mediante una 
revisión del tema en PUBMED, medline, cochrane y revistas 
disponibles en nuestro medio. (Bibliotecas del Centro Nacio-
nal de Quemados CENAQUE, Banco de Seguros del Estado 
y Facultad de Medicina) La misma fue confrontada con la 
experiencia clínica observada por uno de los autores en un 
hospital dedicado al cuidado del trauma laboral en la regióna 
y la incipiente experiencia clínica nacional en el área de la 
cirugía plástica reparadora.
DIsCusIÓn
antecedentes y desarrollo histórico
La aplicación de presión negativa con fines terapéuticos se re-
monta al año 1841 en que Junod aplicaba campanas de vidrio 
que provocaban succión, sobre la piel sana generando lo que 
él denominaba “hiperemia terapéutica”.5 En 1952 A. Raffel 
describió la aplicación de drenajes utilizando presión negati-
va bajo los colgajos dermograsos luego de una mastectomía 
con el fin de evitar complicaciones postoperatorias como se-
roma, hematoma e infección.6 Luego de varios refinamientos 
es una técnica que aun hoy en día continua siendo utilizada. 
En 1966 varios autores rusos como Davydov, Iankov, Inoia-
tov y Kochev aplicaron este concepto de colocación de dre-
naje aspirativo en heridas cerradas. En 1989 en los Estados 
Unidos, Zamierowski, un cirujano plástico, patenta un dis-
positivo que permite la irrigación – evacuación continua de 
heridas cubierto por una membrana impermeable.5
A pesar que el uso de presión negativa en el tratamiento de 
heridas tiene raíces antiguas, el concepto de PNT es nuevo. 
El mismo fue descrito por Fleischmann y cols. en 1993 en 
Alemania aplicando presión subatmosférica en 15 pacientes 
con fracturas expuestas. Los autores reportaron que los resul-
tados del tratamiento fueron una “eficaz limpieza y acondi-
cionamiento de las heridas, con una marcada proliferación de 
tejido de granulación” sin infecciones óseas. Posteriormente 
los mismos autores, lo utilizaron en la terapéutica del síndro-
me compartimental en miembros inferiores y en infecciones 
agudas y crónicas con buenos resultados.7 En la misma fecha 
pero en la Universidad de Wake Forest en Estados Unidos, 
los Dres. Louis Argenta y Michael Morykwas tienenuna ex-
periencia similar con el uso de presión negativa por lo cual 
patentan un dispositivo para su aplicación clínica; es aproba-
do para su uso clínico por la Food and Drug Administration 
(FDA) en 1993. La licencia para su comercialización mundial 
es de Kinetic Concepts Inc., San Antonio, Texas y la marca 
registrada es V.A.C.™. La misma es la sigla de “vacuum as-
sisted closure” o cierre de heridas mediado por vacío.1
Ha habido una amplia gama de nomenclaturas para este 
dispositivo dentro de los cuales se destacan por frecuencia: 
“vacuum packing” o mechado con vacío, “vacuum sealing” 
o sellado con vacío, “subatmospheric pressure dressing” o 
curación mediante presión subatmosférica.
maTeRIaLes y aPLICaCIÓn
La terapéutica de PNT, tal como es descrito por Argenta y 
Morykwas, para heridas incluye los siguientes materiales:
- esponja de poliuretano o polivinilo alcohol, reticulada, 
estéril, aprobado por la Food and Drug Administration 
para contacto directo con la herida. Los poros de la mis-a. Hospital del Trabajador de Santiago, Chile.
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
124
ma deben ser de 400-600 micrómetros de diámetro para 
asegurar el crecimiento tisular.1,3
- tubo multifenestrado, no colapsable,
- apósito adhesivo transparente no aclarándose otras ca-
racterísticas. 
El dispositivo comercial denominado V.A.C.™ (ver foto 1) 
se presenta con esponjas estériles de diferentes tamaños (pe-
queño, mediano y grande), el tubo, el adhesivo plástico, una 
bomba de succión y un reservorio. El corazón del sistema es 
un microprocesador capaz de proveer niveles controlados de 
presión subatmosferica continua o intermitente, de entre - 25 
a 200 mm de mercurio. Están disponibles en el mercado dos 
tipos de unidades: una que presenta un reservorio con capa-
cidad para 300 ml utilizado en pacientes con movilidad limi-
tada y heridas muy exudativas; el sistema consta de alarmas 
visuales y auditivas para indicar si el reservorio está lleno 
o existe una fuga de vacío. El otro tipo de unidad funciona 
a batería con un reservorio de 50 ml que se prefiere para el 
paciente ambulatorio con heridas mínimamente exudativas. 
La vida útil de la batería es de 17 horas.7 La ventaja de esta 
unidad es que permite la deambulación del paciente con el 
dispositivo funcionando. 
Previo a la colocación del dispositivo de PNT es fundamental 
resecar todo tejido no viable de la herida, dado que favorece 
la proliferación bacteriana actuando en forma deletérea sobre 
el proceso de curación de la misma. La limpieza quirúrgica 
deberá realizarse en sala de operaciones o en la cama del en-
fermo dependiendo de la extensión de tejido no viable que 
presente y deberá repetirse intentando asegurar la ausencia 
necrosis. Ante una superficie cortical ósea expuesta, es fun-
damental resecar la misma hasta llegar al plano vascular de 
la esponjosa 1, 8.
Dado que la herida no se considera estéril los cambios de 
curación no requieren ser realizados en condiciones de este-
rilidad (por ejemplo en el quirófano); es suficiente con rea-
lizarlo utilizando guantes y materiales limpios.12 La esponja 
de poliuretano estéril se recorta de tamaño y forma apropia-
dos de acuerdo a la geografía de la herida considerada, co-
locándola directamente en contacto con la misma, teniendo 
especial cuidado que la esponja entre en contacto incluso con 
las zonas mas profundas de la herida. (Ver fotos 2 y 3). En 
el espesor de la esponja, o entre dos capas superpuestas de 
la misma, se coloca el tubo multifenestrado de manera que 
salga de la curación en forma paralela a la superficie cutánea. 
También puede extraerse en forma subcutánea, cuando se 
prevé la colocación del dispositivo en sala de operaciones.9 
La esponja se cubre mediante el apósito adhesivo extendién-
dose a 5 cm de piel sana adyacente a la herida de manera de 
crear un sistema hermético (ver foto 4). De esta forma la he-
rida abierta se convierte en una herida cerrada controlada. El 
cabo proximal tubo de evacuación se conecta a un reservorio, 
en donde se depositará el exudado aspirado de la herida. A su 
vez el reservorio se conecta a una bomba generadora de vacío 
que permita regular la presión del mismo.
La presión de vacío puede ser utilizada en forma continua 
o intermitente y es regulable a través de un manómetro con 
rango de -50 a -125 mm de mercurio. En estudios experi-
mentales en animales se demostró que se obtendría mayor 
cantidad de tejido de granulación utilizando presión negativa 
intermitente, en ciclos de cinco minutos conectado/ dos mi-
nutos desconectado, que mediante presión negativa continua. 
Por lo mismo algunos autores sugieren que la terapia con 
PNT se realice en forma cíclica, precedida de un período de 
48 horas de vacío continuo inicial, para asegurar un acondi-
cionamiento adecuado de la herida.7
Dichos estudios experimentales demostraron además que los 
valores de presión menores de -125 mm de mercurio no se 
correlacionaban con mayor aumento del flujo sanguíneo lo-
cal y que valores de menos de -400 mm de mercurio provo-
caban efectos deletéreos en la herida.8 Aunque aun no hay un 
consenso en cuanto a la magnitud y el régimen de presión a 
utilizar, en la mayoría de los trabajos consultados se utiliza 
una presión continua de -125 mm de mercurio 1, 9, 10. La aspi-
ración central es una fuente generadora de presión negativa 
continua eficaz, económica y confiable. Tiene la desventaja 
que no puede proveer de presiones intermitentes que como 
vimos es la que ha dado mejores resultados experimenta-
les y clínicos 1,8. Por otra parte L. Argenta y M. Moriykwas 
recomiendan no utilizarla dado que la presión negativa no 
controlada acompañada de pequeñas fugas de vacío pueden 
producir la desecación de la herida.1
Una vez conectado el dispositivo a la bomba de presión y 
generado el vacío en el sistema, la esponja de poliuretano 
se colapsará ejerciéndose igual presión en toda la superficie 
de la herida. Este hecho es asegurado por la naturaleza reti-
culada de la esponja. En heridas extensas se pueden colocan 
múltiples esponjas en contacto unas con otras, de manera que 
el vacío se trasmita en forma homogénea a las esponjas con-
tiguas.7 
Los cambios de curación pueden realizarse en sala de opera-
ciones, el consultorio o en la cama del enfermo, en condicio-
nes de limpieza adecuadas. Niños y adultos con heridas dolo-
rosas pueden requerir sedación o anestesia para el cambio de 
curación; la mayoría de los pacientes lo toleran sin necesidad 
BLUE CROSS
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
126
del uso de analgésicos mayores. El dolor, cuando se presenta, 
por lo general se manifiesta en los primeros 20 minutos de 
conexión al vacío y luego cede. En los pacientes que no lo to-
leran se comienza con presiones negativas bajas de -50 mm. 
de mercurio y luego se va descendiendo gradualmente 1,8. La 
frecuencia del cambio de curación oscila entre 24 horas para 
los pacientes más jóvenes, dada la rapidez en que granulan 
sus heridas, hasta una semana dependiendo principalmente 
de la herida considerada.
meCanIsmO De aCCIÓn
Desde su descripción inicial, varios autores han sugerido que 
el mecanismo de acción de la PNT en heridas es multifacto-
rial radicando en:
1. la reducción de edema tisular, 
2. aumento en la formación de tejido de granulación,
3. estimulación de la proliferación de tejidos adyacentes a 
la herida y
4. disminución de los niveles bacterianos locales. 
1. Reducción del edema tisular
Las heridas crónicas y en menor grado las agudas y subagu-
das se caracterizan por presentar una acumulación de fluido 
intersticial en su periferia traducido como edema tisular. El 
mismo genera una compresión extrínseca de la red micro-
vascular, alterando por un lado el aporte arterial de la heri-
da y unadisminución de la presión de oxígeno tisular; por 
otro lado altera el drenaje venoso y linfático, perpetuando el 
edema.10 Tanto clínica como experimentalmente se demostró 
que la aplicación de presión hipobárica en las heridas esti-
mula el egreso de fluidos y disminuye el edema tisular en 
la periferia de las mismas. Esto promueve un aumento pro-
gresivo de la circulación microvascular constatada mediante 
estudios con Doppler color.1 Concomitantemente se ha veri-
ficado en los exudados de las heridas crónicas la presencia de 
enzimas que degradan la matriz (colagenasas, elastasas) y un 
déficit de factores inhibidores de las mismas y de factores de 
crecimiento celular como el factor transformante β y factor 
derivado de las plaquetas.10 Estos actúan en detrimento de la 
curación de las heridas por lo cual la aplicación de PNT al 
extraer los fluidos, retira de la herida el exceso de proteasas, 
de sus productos de degradación y de factores inhibidores 
del crecimiento celular, mejorando el microambiente de la 
misma.1
2. aumento en la formación de tejido de granulación
En estudios en animales se constató un incremento del 63.3% 
en la tasa de formación de tejido de granulación en las heri-
das tratadas con PNT en forma continua. Este resultado es 
significativo si se lo compara con la tasa de granulación obte-
nida utilizando factores de crecimiento como el derivado de 
las plaquetas (PDGF) y el fibroblástico básico (FGF). En las 
tratadas con PDGF se comprobó una aceleración en la dismi-
nución de tamaño de 19.6% y en las segundas de 10%.11 
3. estimulación de los tejidos adyacentes
Es conocida la capacidad de los tejidos vivos a responder 
ante la aplicación de una fuerza controlada desde la publi-
cación de Thoma en 1911 que demostró el crecimiento de 
tejido y angiogénesis. Más recientemente, estudios clínicos 
de expansión tisular12, de distracción ósea1 y estudios in vi-
tro13 han demostrado que la aplicación de fuerzas mecánicas 
tisulares controladas, inducen un aumento en la tasa de mi-
tosis celular y en la formación de nuevos vasos sanguíneos 
conllevando a un reclutamiento de tejidos vecinos hacia el 
defecto. Basándose en estos estudios es claro el hecho de que 
las células pueden percibir la acción de fuerzas mecánicas, 
probablemente a través de cambios conformacionales de su 
citoesqueleto, y responder mediante la regulación de ciertos 
genes y la inducción de programas celulares que tienen como 
vía final común la proliferación celular y angiogénesis. La 
tensión tisular que genera la PNT provee a las células de este 
contexto físico, siendo ésta la base biológica predominante 
de su acción.
4. Disminución de los niveles bacterianos locales
La colonización bacteriana es un reconocido factor deleté-
reo en el proceso de curación de heridas. Se ha comprobado 
en estudios experimentales y clínicos una disminución en 
los conteos bacterianos de las heridas tratadas con PNT; las 
mismas permanecen contaminadas con conteos de entre 102 
-103 unidades formadoras de colonias bacterianas por gra-
mo de tejido analizado (UFC/g). Clásicamente se define el 
limite entre contaminación e infección en 105 UFC/g; valores 
iguales o por encima de este implican infección y obligan a 
instaurar una terapéutica acorde. La angiogénesis conlleva a 
un aumento del flujo sanguíneo y el consecuente aumento en 
la oxigenación tisular local, lo cual genera un mayor recluta-
miento de células del sistema inmune (neutrófilos, macrófa-
gos) y una reducción en potencial para la infección por orga-
nismos anaerobios. Por lo tanto mejora la resistencia tisular a 
la infección, lo que acelera la curación de heridas 1, 11. 
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
127
InDICaCIOnes y COnTRaInDICaCIOnes
La terapia con PNT puede utilizarse para el manejo de diver-
sos tipos de heridas agudas, subagudas y crónicas en las que 
se necesite estimular los procesos de reparación tisular, en 
especial granulación y epitelización. Entre sus indicaciones 
están: heridas infectadas14,15,16,17, áreas cruentas con exposi-
ción de elementos nobles (hueso, tendones, nervios)18,19,20, 
áreas injertadas6,21,22, áreas dadoras de injerto23, úlceras de 
miembros inferiores de cualquier etiología9,24, úlceras por 
presión3,25, quemaduras26,27, pie diabético28. 
Las contraindicaciones son escasas, limitándose a heridas 
que presentan restos necróticos, los tumores, la osteomielitis 
no tratada y las fístulas a órganos y cavidades.
COmPLICaCIOnes
Las complicaciones con el uso de la PNT son escasas y de 
menor entidad. Se han reportado casos de: hemorragia al re-
tirar la esponja, que por lo general cede con presión local sin 
necesidad de electrocoagulación, erosión del tejido sano ad-
yacente por el apoyo del tubo de evacuación, situación que es 
fácilmente prevenible colocando adecuadamente el dispositi-
vo9 y adhiriendo de fragmentos de poliuretano a la herida29.
COnCLusIOnes
Es fundamental destacar que no hay publicados hasta el día 
de hoy estudios metodológicamente bien estructurados que 
permitan evaluar la superioridad de la terapia con PNT en 
la curación de heridas versus otras modalidades terapéuticas 
clásicas. En la revisión sistemática realizada por Evans y 
Land publicada en el año 2000 y revisada en el 20053, so-
lamente 2 ensayos clínicos fueron considerados aceptables 
desde el punto de vista metodológico, aun con muestras pe-
queñas y fallas metodológicas. Las autoras concluyen que 
estos estudios no aclaran varios puntos de la terapia como 
por ejemplo: tasas y tiempos de curación, confort del pacien-
te, dolor, régimen y rango óptimo de presiones y resultados 
a largo plazo. Además son insuficientes para establecer los 
beneficios terapéuticos y económicos de la PNT, costos en 
salud y resultados a largo plazo. A pesar de esto la impresión 
clínica internacional es positiva y la experiencia ganada con 
el uso de la PNT es vasta, con un desarrollo constante de nue-
vas publicaciones y aplicaciones de la misma. Esto ha con-
vertido a la PNT en una opción terapéutica muy valiosa en el 
manejo de una población de pacientes que esta en aumento y 
que genera enormes costos sanitarios. 
El uso de PNT para el tratamiento de heridas tanto agudas 
como crónicas debe formar parte del arsenal terapéutico del 
cirujano plástico. El mismo permite el manejo de heridas 
complejas con menor morbilidad para el paciente dado que 
acorta los tiempos de internación y permite resolver defini-
tivamente al paciente con métodos reconstructivos de menor 
complejidad.
El costo del cambio de curación en un equipo comercial al-
quilado en Estados Unidos, que aun no ha ingresado a nues-
tro mercado, es de U$S 100 (dólares estadounidenses). La 
compra del dispositivo asciende a los U$S 10.000; en Esta-
dos Unidos está comprendido dentro del seguro de salud de 
Medicare A.5 Estas cifras evidencian que el dispositivo seria 
prohibitivo para la realidad nacional. Por lo mismo en la Cá-
tedra de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Hospital 
de Clínicas aplicamos una modificación del mismo, respe-
tando los principios básicos del dispositivo pero utilizando 
materiales más económicos y disponibles en el Hospital. Los 
materiales que utilizamos son: una esponja de poliuretano, 
un tubo multifenestrado de silicona no colapsable y lo cubri-
mos dependiendo de la topografía y el tamaño de la herida 
con un apósito adhesivo tipo Tegaderm® o el papel film de 
nylon que se utiliza habitualmente para la conservación de 
alimentos; este último es especialmente útil en heridas de 
miembros. Al tubo de silicona le damos una longitud tal que 
permita la libre deambulación del paciente en su habitación; 
al mismo lo conectamos a un reservorio transparente que nos 
permita evaluar la cantidad y calidad de los fluidos extraídos 
de la herida. A su vez conectamos el reservorio, a través de 
otro tubo, al pico de aspiración centralde la habitación del 
paciente. La presión es controlada mediante un manómetro 
utilizando presiones continuas de -100 mm de mercurio. En 
nuestro servicio la implementación de la terapia con PNT ha 
supuesto un ahorro de materiales (apósitos, gasas, vendas, 
etc.) y de tiempo para el personal de enfermería con pacien-
tes que pasaron de curarse una o dos veces al día a curarse 
cada cuatro o cinco días. Nuestra experiencia es acotada pero 
muy alentadora y acorde a los resultados internacionales. 
A continuación presentamos un caso clínico tratado en el 
servicio de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética del 
Hospital de Clínicas en donde se ilustra la modificación del 
dispositivo que utilizamos y su eficacia terapéutica. 
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
128
CasO CLÍnICO
M.Z. Paciente de 65 años, sexo femenino, procedente de 
Montevideo.
Fecha de ingreso: 2/2/06.
Antecedentes patológicos personales: cardiópata, anticoa-
gulada por fibrilación auricular crónica, hipertensa tratada.
Enfermedad actual: portadora de úlcera de pierna izquierda 
luego de una celulitis de la misma.
Examen Físico: se destacaba un área cruenta de cara ante-
roexterna de pierna izquierda que ocupaba el tercio medio e 
inferior de la misma, con eje mayor longitudinal de 15 cm 
y 6 cm en sentido transversal. El fondo del área cruenta se 
encontraba limpio, granulante, destacándose exposición ten-
dinosa de aproximadamente 3 cm en el sector superior. (Ver 
fotos 5 y 6) Los cultivos bacteriológicos del área fueron po-
sitivos para Proteus.
Tratamiento: dado la presencia de contaminación residual 
con un germen agresivo como el Proteus y la presencia de 
exposición tendinosa en una paciente con un mal terreno ge-
neral se optó por una terapia conservadora. El objetivo de la 
misma era lograr una asepsia del área y una cobertura gradual 
de los elementos nobles expuestos, en este caso tendinosos. 
Se realizó una limpieza quirúrgica y se aplicó la modificación 
del dispositivo de PNT que utilizamos en nuestro servicio. 
(Ver foto 7) Se realizaron cambios de curación cada cinco 
días promedio, notando clínicamente la formación progresiva 
de un tejido de granulación de buena calidad, que cubrió en 
forma completa el tendón expuesto. Con respecto a la bacte-
riología al segundo cambio de curación se tomó muestra para 
cultivo, informándose como negativa (ver fotos 8, 9 y 10).
Los objetivos de nuestra terapéutica con PNT fueron cum-
Foto 1: disposi-
tivo comercial 
V.A.C.™
Foto 2: la es-
ponja de poli-
uretano se re-
corta de forma 
que se adapte a 
la geografía de 
la herida.
Foto 3: la es-
ponja se coloca 
en íntimo con-
tacto con todos 
los sectores de 
la herida, espe-
cialmente con las 
anfractuosidades 
de su lecho.
Foto 4: luego de co-
locado el tubo de eva-
cuación en el espesor 
de la esponja, se sella 
la curación mediante 
un apósito adhesivo 
transparente cubrien-
do un radio de 5 cm, 
aproximadamente de 
piel sana de manera de 
evitar fugas de vacío.
Foto 5: aspecto pretratamiento del área cruenta secuelar a celu-
litis infecciosa en cara anteroexterna de pierna izquierda.
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
129
Foto 11: resultado postoperatorio con un injerto 100% adherido 
al lecho, sin evidencia de infección, al mes del ingreso de la 
paciente.
Foto 10: área a los 15 días de iniciado el tratamiento. La zona 
de tendón expuesto ha sido cubierta por tejido de granulación 
adecuado, el tamaño de la herida francamente disminuido, en-
contrándose la zona apta para recibir un injerto de piel.
Foto 9: aspecto del área cruenta a los 9 días de iniciado el trata-
miento conde ya es clara la reducción del tamaño de la misma y 
del área tendinosa expuesta y la presencia de un tejido de granu-
lación adecuado. (2do.cambio de curación)
Foto 8: aspecto de la herida luego de 4 días de iniciado el trata-
miento con PNT.(1er. cambio de curación)
Foto 7: modificación del dispositivo utilizada en el Hospital de 
Clínicas. El sellado del área se obtiene con el papel film de con-
servación de alimentos.
Foto 6: con acercamiento se evidencia la presencia de tendón 
expuesto.
Tratamiento de heridas utilizando Presión Negativa Tópica
 Florencia Barreira, Carlos Carriquiry
BIOMEDICINA, 2006, 2 (2) - 122-130
ISSN: 1510-9747
130
plidos en un plazo de dos semanas; lo habitual en pacien-
tes como la nuestra (añosas, con un mal terreno general y 
exposición tendinosa en lo local) es la presencia de compli-
caciones que retardan la curación de sus heridas, las cuales 
muchas veces llevan meses en cicatrizar o se cronifican inde-
finidamente. Con la terapia con PNT la paciente fue injertada 
presentando un 100% de adherencia del injerto al lecho sin 
complicaciones postoperatorias (ver foto 11). Fue dada de 
alta completamente rehabilitada el 3/3/06. 
BIBLIOGRaFÍa
1. Argenta L, Morykwas M. Vaccum-Assisted Closure: a new meth-
od for wound control and treatment: clinical experience. Annals 
of Plastic Surgery 1997; 38(6): 563-576.
2. Ladin DA. Understanding dressings. Clinics in Plastic Surgery 
1998; 25(3): 433-441.
3. Evans D, Land L. Topical negative pressure for treating chronic 
wounds (Cochrane Review). En: The Cochrane Library, Issue 2, 
2005. 
4. Niezgoda JA. Combining negative pressure wound therapy with 
other wound management modalities. Ostomy Wound Manage-
ment 2005; 51(2A): 35S-38S. 
5. Greer S. Whither subatmospheric pressure dressing? Annals of 
Plastic Surgery 2000; 45(3): 332-334. 
6. Blackburn II J. Negative pressure dressings as a bolster for skin 
grafts. Annals of Plastic Surgery 1998; 40(3): 453-457. 
7. Thoma S. An introduction to the use of vacuum assisted clo-
sure [consultado 15/05/06] En:http://www.worldwidewounds.
com/2001/may/Thomas/Vacuum-Assisted-Closure.html 
8. De Franzo AJ, Argenta L. The use of vaccum-assisted closure 
therapy for the treatment of lower extremitiy wounds with ex-
posed bone. Plastic and Reconstructive Surgery 2001; 108(5): 
1184-1191.
9. Müllner T, Mrkonjic L, Kwasny O, et al. The use of negative pres-
sure to promote healing of tissue defects: a clinical trial using the 
vaccum sealing technique. Br. Journal of Plastic Surgery 1997; 
50(3): 194-199.
10. Nwomeh BC, Yager DR, Cohen IK. Physiology of the chronic 
wound. Clinics in Plastic Surgery 1998; 25(3): 341-356.
11. Morykwas M, Argenta L, Shelton E, et al. Vacuum-Assisted Clo-
sure: a new method for wound control and treatment: animal stud-
ies and basic foundations. Annals of Plastic Surgery 1997; 38(6): 
553-562.
12. Olenius M, Dalsgaard C. Mitotic activity in expanded human 
skin. Plastic and Reconstructive Surgery 1993; 91(2): 213-216.
13. Saxena V, Hwang Ch, Huang S, et al. Vaccum-Assisted Closure: 
Microdeformations of wounds and cell proliferation. Plastic and 
Reconstructive Surgery 2004; 114(5): 1086-1096. 
14. Wongworawat M, Schnall S, Holtom P, et al. Negative pressure 
dressings as an alternative technique for the treatment of infected 
wounds. Clinical Orthopaedics and Related Research 2003; 414: 
45-48.
15. Weed T, Ratliff C, Drake D. Quantifying bacterial bioburden dur-
ing negative pressure wound therapy: does the wound VAC en-
hance bacterial clearance? Annals of Plastic Surgery 2004; 52(3): 
276-279.
16. Quantifying bacterial bioburden during negative pressure wound 
therapy: does the wound VAC enhance bacterial clearence? Open 
Discussion. Annals of Plastic Surgery 2004; 52(3): 279.
17. Obedijn M, DeLange M, Lichtenddahl D, et al. Vaccum-assisted 
closure in the treatment of postesternotomy mediastinits. Annals 
of Thoracic Surgery 1999; 68: 2358-2360.
18. Molnar J, DeFranzo A, Marks M. Single-stage approach to skin 
grafting the exposed skull. Plastic and Reconstructive Surgery 
2000; 105(1): 174-177.
19. Greer S, Longaker M, MarigottaM, y cols. The use of subatmo-
spheric pressure dressing for the coverage of radial forearm free 
flap donor-site exposed tendon complications. Annals of Plastic 
Surgery 1999; 43(5): 551-554.
20. Heugel J, Parks K, Christie S, et al. Treatment of the exposed 
Achilles tendon using negative pressure wound therapy: a case 
report. Journal of Burn Care and Rehabilitation 2002; 23(3): 167-
171. 
21. Schneider A, Morykwas M, Argenta L. A new and reliable meth-
od of securing skin grafts to the difficult recipient bed. Plastic and 
Reconstructive Surgery 1998; 102(4): 1195-1198.
22. Moisidis E, Heath T, Boorer C, et al. A prospective, blinded, ran-
domized, controlled clinical trial of topical negative pressure use 
in skin grafting. Plastic and Reconstructive Surgery 2004; 114(4): 
917-922.
23. Genecov D, Schneider A, Morykwas M, et al. A controlled subat-
mospheric pressure dressing increases the rate of skin graft donor 
site reepithelization. Annals of Plastic Surgery 1998; 40(3): 219-
225. 
24. Scheufler O, Peek A, Kania N, et al. Problem-adapted application 
of vaccum occlusion dressings: a case report and clinical experi-
ence. European Journal of Plastic Surgery 2000; 23: 386-390. 
25. Ford C, Reinhard E, Yeh D, et al. Interim analysis of a prospec-
tive, randomized trial of vacuum-assisted closure versus the 
healthpoint system in the management of pressure ulcers. Annals 
of Plastic Surgery 2002; 49(1): 55-61.
26. Barillo DJ, Paulsen SM. Management of burns to the hand. 
Wounds 2003; 15(1): 4-9.
27. Kamolz LP, Andel H, Haslik W, et al. Use of subatmospheric 
pressure therapy to prevent wound progression in human: first 
experience. Burns 2004; 30(3): 253-258. 
28. Eginton M, Brown K, Seabrook G, et al. A prospective random-
ized evaluation of negative- pressure wound dressings for diabetic 
foot wounds. Annals of Vascular Surgery 2003; 17(6): 645-649.
29. Fox A, Tadros A, Perks A. An unusual complication of vaccum-
assisted closure in the treatment of a pressure ulcer. Journal of 
Wound Care 2004; 413(8): 344-345.

Continuar navegando

Otros materiales