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202 © 2018. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Principios de cirugía preoperatoria y operatoria Leigh Neumayer, Nasrin Ghalyaie Í N D I C E Preparación preoperatoria del paciente Principios y preparación para la cirugía Valoración preoperatoria óptima de pacientes quirúrgicos geriátricos Enfoque por sistemas de la evaluación preoperatoria Otras consideraciones preoperatorias Lista de comprobación preoperatoria Posibles causas de inestabilidad intraoperatoria Quirófano Dispositivos quirúrgicos y fuentes de energía Cirugía ambulatoria PREPARACIÓN PREOPERATORIA DEL PACIENTE La preparación moderna de un paciente para cirugía es un epítome de la convergencia del arte y la ciencia de la disciplina quirúrgica. El contexto en el que se lleva a cabo la preparación preoperatoria varía de un consultorio a una consulta durante la hospitalización, a una eva- luación en el departamento de urgencias de un paciente. Los enfoques de la evaluación preoperatoria difieren de manera considerable según el carácter del síntoma de presentación y la intervención quirúrgica propuesta, la salud general del paciente y la valoración de los factores de riesgo, y los resultados de la investigación y las intervenciones diri- gidas a optimizar el estado general del paciente y la preparación para la cirugía. Este capítulo considera los componentes de la valoración del riesgo aplicables a la evaluación de cualquier paciente quirúrgico y presenta algoritmos básicos que ayudan a preparar a los pacientes para la cirugía. PRINCIPIOS Y PREPARACIÓN PARA LA CIRUGÍA La técnica quirúrgica apropiada es de primordial importancia para optimizar el resultado y mejorar el proceso de cicatrización de las heridas. Una operación bien planificada y llevada a cabo es irreem- plazable para obtener el mejor resultado quirúrgico posible. Uno de los medios más fiables de garantizar que los cirujanos presten asistencia de calidad en el quirófano es la participación en programas de capacitación quirúrgica de alta calidad que ofrecen oportunidades de observación y práctica repetitivas de procedimientos quirúrgicos en un ambiente bien estructurado. Gracias a su participación, los cirujanos jóvenes en formación pueden desarrollar de manera progresiva las competencias técnicas necesarias para realizar los procedimientos quirúrgicos más exigentes y complejos. Determinación de la necesidad de cirugía A menudo, se deriva a los pacientes a un cirujano con un presunto diagnóstico quirúrgico y los resultados de los estudios que lo respaldan. En este contexto, el encuentro inicial del cirujano con el paciente está orientado, en gran medida, a la confirmación de hallazgos físicos relevantes, y al repaso de la historia clínica y las pruebas de laboratorio e investigación que avalan el diagnóstico. El cirujano puede efectuar una recomendación con respecto a la necesidad de la intervención quirúrgica y analizarla con el paciente y sus familiares. La decisión de solicitar más pruebas de investigación o de considerar opciones terapéuticas alternativas puede posponer la decisión de la interven- ción quirúrgica de este encuentro inicial a un momento ulterior. Es importante que el cirujano explique el contexto de la enfermedad y el beneficio de diferentes intervenciones quirúrgicas, la investigación adicional, las posibles alternativas conservadoras cuando sea apropiado y qué sucedería si no se llevara a cabo la intervención. El acercamiento del cirujano al paciente y la familia durante el encuentro inicial debe alentar un vínculo de confianza y abrir una línea de comunicación entre todos los participantes. Se impone un enfoque profesional y sin prisas, con tiempo para escuchar las preocupaciones y responder las preguntas planteadas por el paciente y los familiares. El encuentro inicial del cirujano con un paciente debe dar por resultado que este pueda expresar un conocimiento básico del proceso patológico y la necesidad de investigación adicional y posible tratamiento quirúr- gico. Es esencial un plan de seguimiento bien articulado. Toma de decisiones perioperatorias Durante el proceso de toma de decisiones se deben encarar numerosas consideraciones con respecto al momento y el sitio de la cirugía, el tipo de anestesia y la preparación perioperatoria necesaria para conocer el riesgo del paciente y optimizar el resultado. Estos componentes de la valoración del riesgo tienen en cuenta el período perioperatorio (perío- do intraoperatorio hasta las 48 h de postoperatorio) y postoperatorio más tardío (hasta los 30 días), y buscan identificar factores que puedan contribuir a la morbilidad del paciente durante estos períodos. Evaluación preoperatoria El objetivo de la evaluación preoperatoria no es una detección sis- temática amplia de enfermedades no diagnosticadas, sino identificar y cuantificar cualquier enfermedad concomitante capaz de incidir en el resultado de la cirugía. Esta evaluación es dirigida por resultados de la anamnesis y la exploración física sugestivos de disfunción de órganos y sistemas o por datos epidemiológicos que indiquen el beneficio de la evaluación en función de la edad, el sexo o los patrones de progresión de la enfermedad. El objetivo es revelar áreas problemáticas que puedan requerir investigación adicional o que sean susceptibles de optimización preoperatoria (tabla 10-1).1 Los estudios preoperatorios sistemáticos Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 10 Principios de cirugía preoperatoria y operatoria 203 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. no son rentables y, aun en adultos mayores, son menos predictivos de morbilidad que el estadio de la American Society of Anesthesiologists (ASA) o las directrices de la American Heart Association (AHA)/ American College of Cardiology (ACC) para riesgo quirúrgico. La evaluación preoperatoria depende del riesgo del procedimiento planificado (bajo, medio, alto), la técnica anestésica planificada y la disposición postoperatoria del paciente (ambulatorio u hospitalizado, cama en sala, cuidados intensivos). Además, se utiliza para identificar factores de riesgo del paciente de morbimortalidad postoperatoria. El National Surgical Quality Improvement Program (NSQIP) del American College of Surgeons (ACS), además de ser un programa generalmente aceptado de ajuste del riesgo para controlar y mejorar los resultados quirúrgicos, se ha empleado para desarrollar modelos predictivos de morbimortalidad postoperatoria, y se ha observado que varios factores son, de manera uniforme, factores predictivos independientes de episodios postoperatorios. El NSQIP del ACS se ha validado como una excelente herramienta de mejoría de la calidad al tener en cuenta la influencia del riesgo del paciente sobre los resultados de la cirugía y permitir que los hospitales comparen sus resultados con los de sus pares. Conocer los riesgos de la cirugía es importante para los pacientes y los cirujanos en el proceso de toma de decisiones compartidas. El consentimiento informado exige que los pacientes cuenten con un conocimiento completo de los posibles riesgos de la cirugía. Sin embargo, la predicción de los riesgos postoperatorios y la identificación de pacientes con riesgo más altos de acontecimientos adversos se han basado, tradicionalmente, en la experiencia individual del cirujano, aumentada por las tasas publicadas en la bibliografía de estudios de una sola institución o de estudios clínicos. El NSQIP del ACS reúne datos clínicos estandarizados, de alta calidad, sobre factores de riesgo preoperatorios y complicaciones postoperatorias de más de 500 hospitales de EE. UU. Estos datos seutilizan para ofrecer a los hospitales comparaciones de resultados a 30 días ajustados por riesgo. El uso previsto es asesorar a los pacientes y facilitar la toma de decisiones con respecto a cirugías programadas en contexto ambulatorio o analizar los riesgos de cirugía más urgente o urgente en contexto de hospitalización. TABLA 10-1 Sugerencias para la evaluación preoperatoria en adultos Adaptado de Halaszynski TM, Juda R, Silverman DG: Optimizing postoperative outcomes with efficient preoperative assessment and management. Crit Care Med 32:S76–S86, 2004. NOTA: 1) Las veces y los listados de pruebas son sugerencias; no son absolutos y no deben descartarse otras pruebas en determinadas circunstancias, ni debe impedirse la intervención si el anestesiólogo y el cirujano consideran que es la apropiada. 2) Las pruebas para un determinado trastorno dependen de la gravedad de este en el contexto de la intervención prevista; es decir, ¿es probable que las pruebas aporten información clínicamente significativa e información que sería un elemento importante de la anamnesis y la exploración física? La zona sombreada indica que el momento en el que se realice la prueba no suele tener importancia clínica; pueden ser aceptables los resultados obtenidos hace 90 días (y posiblemente hace 180 días). La zona no sombreada indica que generalmente conviene realizar la prueba en los 30 días anteriores a la intervención. ACV, accidente cerebrovascular; Ant., antecedentes; AO, análisis de orina; BUN, nitrógeno ureico en sangre; HC, hemograma completo; M, habitualmente indicado para paciente de sexo masculino; MSBOS, formulario de orden de sangre quirúrgica máxima; PES, pérdida estimada de sangre; PFH, pruebas funcionales hepáticas; RT, radiografía torácica; RTUP, resección transuretral de la próstata; S, puede ser solicitada (y revisada) por el cirujano como parte del plan de estudios quirúrgico; TP/TTP, tiempo de protrombina/tiempo de tromboplastina parcial; Y, habitualmente indicado; ±, si la situación es aguda o grave. *Como mínimo, se debe realizar una prueba de embarazo la mañana de la cirugía en cualquier mujer en edad fértil, a menos que se hayan resecado quirúrgicamente los ovarios o el útero. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org II Tratamiento perioperatorio204 Calculadora universal del riesgo quirúrgico La calculadora del riesgo quirúrgico del NSQIP del ACS es una herra- mienta de respaldo de la decisión basada en datos clínicos multiinstitucio- nales fiables, que se puede emplear para estimar los riesgos de la mayoría de las operaciones.2 Su objetivo es suministrar información exacta, específica del paciente, del riesgo para guiar la toma de decisiones quirúrgicas y el consentimiento informado. La calculadora de riesgo utiliza 21 factores predictivos del paciente (p. ej., edad, clase de la ASA, índice de masa corporal [IMC], hipertensión) y el procedimiento planificado (código de la terminología procedimental actual) para predecir la probabilidad de que los pacientes presenten alguno de nueve desenlaces diferentes en los 30 días siguientes a la cirugía (tabla 10-2). Los resultados son los siguientes: • Muerte. • Cualquier complicación: infección del sitio quirúrgico (ISQ) de la incisión superficial, ISQ de la incisión profunda, ISQ del espacio orgánico, dehiscencia de la herida, neumonía, intubación no pla- nificada, embolia pulmonar (EP), uso de respirador durante más de 48 h, insuficiencia renal progresiva, insuficiencia renal aguda, infección urinaria, accidente cerebrovascular, paro cardíaco, infarto de miocardio (IM), trombosis venosa profunda (TVP) proximal, septicemia sistémica. • Complicaciones graves: muerte, paro cardíaco, IM, neumonía, insuficiencia renal progresiva, insuficiencia renal aguda, EP, TVP, regreso al quirófano, ISQ de la incisión profunda, ISQ del espacio orgánico, septicemia sistémica, intubación no planificada, infección urinaria, dehiscencia de la herida. • Neumonía. • Episodio cardíaco (paro cardíaco o IM). • ISQ. • Infección urinaria. • Tromboembolia venosa (TEV). • Insuficiencia renal (insuficiencia renal progresiva o insuficiencia renal aguda). La calculadora de riesgo se construyó utilizando datos reunidos de más de 1,4 millones de operaciones de 393 hospitales que participaron en el NSQIP del ACS durante el período 2002-2012. El ingreso de los datos más completos y exactos del paciente aporta la información más precisa sobre el riesgo. De todos modos, aún es posible calcular las estimaciones si se desconocen algunos datos del paciente. Si la evaluación preoperatoria revela comorbilidad significativa o evidencia de mal control de un proceso patológico de base, puede ser necesaria la consulta con un internista o especialista médico para facilitar el plan de estudios y dirigir el tratamiento. En este proceso, es esencial la comunicación entre el cirujano y los consultores para definir objetivos realistas de este proceso de optimización y agilizar el tratamiento quirúrgico. TABLA 10-2 Variables del NSQIP del ACS usadas en la antigua calculadora de riesgo específico de colon y en la nueva calculadora de riesgo quirúrgico universal VARIABLE CATEGORÍAS ESPECÍFICO DE COLON UNIVERSAL Grupo etario, años < 65/65-74/75-85/≥ 85 X X Sexo Masculino/femenino X X Estado funcional Independiente/parcialmente dependiente/totalmente dependiente X X Caso de emergencia Sí/no X X Clase de la ASA I o II/III/IV/V X X Uso de esteroides por enfermedades crónicas Sí/no X X Ascitis en los 30 días previos a la operación Sí/no X X Septicemia sistémica en las 48 h previas a la operación Ninguna/SRIS/septicemia/shock séptico X X Dependiente del respirador Sí/no X X Cáncer diseminado Sí/no X X Diabetes No/oral/insulina X X Hipertensión que requiere medicación Sí/no X X Episodio cardíaco previo Sí/no X X Insuficiencia cardíaca congestiva en los 30 días previos a la operación Sí/no X X Disnea Sí/no X X Fumador actual el último año Sí/no X X Antecedentes de EPOC Sí/no X X Diálisis Sí/no X X Insuficiencia renal aguda Sí/no X X Clase de IMC Bajo peso/normal/sobrepeso/obeso 1/obeso 2/obeso 3 X X Grupo de cirugía de colon (colectomía) Laparoscópica parcial con anastomosis/laparoscópica parcial con ostomía/abierta parcial con anastomosis/abierta parcial con ostomía/ laparoscópica total con ostomía/abierta total con ostomía X Indicación de cirugía de colon Diverticulitis/enteritis o colitis/hemorragia/neoplasia/obstrucción o perforación/insuficiencia vascular/vólvulo/otra X Riesgo lineal específico de CPT 2.805 valores X Tomado de Bilimoria KY, Liu Y, Paruch JL, et al: Development and evaluation of the universal ACS NSQIP surgical risk calculator: A decision aid and informed consent tool for patients and surgeons. J Am Coll Surg 217:833–842.e1–e3, 2013. ACS, American College of Surgeons; ASA, American Society of Anesthesiologists; CPT, terminología procedimental actual; EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica; IMC, índice de masa corporal; NSQIP, National Surgical Quality Improvement Program; SRIS, síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 10 Principios de cirugía preoperatoria y operatoria 205 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. En todos los pacientes se debe clasificar su riesgo general según la clasificación de la ASA, que es uno de los primeros sistemas decategorización del riesgo. Tiene seis estratificaciones: I. Paciente normal sano. II. Paciente con enfermedad sistémica leve. III. Paciente con enfermedad sistémica grave que limita la actividad, pero no es incapacitante. IV. Paciente con enfermedad incapacitante expuesto a una amenaza constante para la vida. V. Paciente moribundo que no se prevé que sobreviva 24 h, con cirugía o sin ella. VI. Paciente con muerte cerebral declarada cuyos órganos van a ser resecados para ser donados. Se agrega la letra «E» a cualquiera de las estratificaciones anteriores en caso de una operación de emergencia. Si bien el sistema parece subjetivo, continúa siendo un factor predictivo independiente signifi- cativo de mortalidad. Se debe determinar la clase de la ASA para cada paciente, pero está indicada una valoración más profunda del riesgo en caso de procedimientos más comprometidos que una biopsia de piel. Factor predictivo de mortalidad perioperatoria La estimación exacta del riesgo de muerte puede ayudar a los pacientes y a los médicos a tomar decisiones y a manejar las expectativas.3 En la bibliografía, se comunicaron diversos sistemas de puntuación para valo- rar la mortalidad perioperatoria, como la Physiologic and Operative Severity Score para el recuento de mortalidad y morbilidad, la Surgical Risk Score, los Biochemistry and Haematology Outcome Models,4 la Acute Physiology and Chronic Health Evaluation (APACHE II, cuya puntuación no predice fallo multiorgánico ni mortalidad en los pacientes quirúrgicos postoperatorios), el Cleveland Clinic Founda- tion Colorectal Cancer Model,5 y la escala colorrectal de la Sociedad Francesa de Cirugía.6,7 Sin embargo, no es fácil calcular estas puntua- ciones junto a la cabecera del paciente. Ninguno de estos sistemas de puntuación tiene la capacidad de predecir con exactitud la muerte o la supervivencia únicamente sobre la base de variables preoperatorias, y no tienen en cuenta la variabilidad de las variables perioperatorias. El Institute of Medicine describió la base de datos del NSQIP del ACS como la mejor de EE. UU. para medir e informar de la calidad y los resultados de la cirugía. El NSQIP del ACS valora la calidad quirúr- gica en más de 500 hospitales de EE. UU. reuniendo datos detallados de los factores de riesgo preoperatorios y la morbimortalidad post- operatoria. Procedimientos computarizados exhaustivos y auditoría en el lugar garantizan la integridad de los datos. Asimismo, el NSQIP tiene un predictor de mortalidad postalta (PMP) fiable. El predictor es una herramienta exacta, simple, eficaz y clínicamente significativa para calcular el riesgo de muerte perioperatoria utilizando solo varia- bles preoperatorias. Se puede calcular con facilidad el riesgo junto a la cabecera del paciente sin ningún valor de laboratorio. La utilización del PMP proporciona a los médicos la capacidad de comunicar el ries- go de muerte de manera fiable para un amplio espectro de pacientes sometidos a procedimientos habituales de cirugía general programados y de urgencia. Resulta útil para aportar información precisa acerca del riesgo de muerte y para obtener el consentimiento informado. Además de ser una herramienta de asesoramiento útil, el PMP podría aportar datos sobre el rendimiento de cirujanos y hospitales. El estado del paciente hospitalizado fue lo que más contribuyó a la puntuación del PMP (tablas 10-3 y 10-4). En EE. UU. está aumen- tando cada vez más la práctica de cirugía ambulatoria, pero todavía se requiere hospitalización para pacientes más comprometidos y ope- raciones más complejas. El estado de paciente hospitalizado expone a infecciones intrahospitalarias, que contribuyen de manera indirecta a la mortalidad. La edad avanzada predijo de manera independiente la muerte o la supervivencia. El deficiente estado funcional y las direc- tivas de no reanimar fueron factores predictivos independientes de mortalidad. La cirrosis y la insuficiencia renal fueron factores de riesgo independientes de muerte. Las enfermedades médicas concomitantes, como problemas cardíacos, disfunción pulmonar y trastornos hemo- TABLA 10-3 Características asociadas con mortalidad a 30 días en 202.741 pacientes CARACTERÍSTICA P OR IC AL 95% Paciente hospitalizado < 0,001 4,943 3,909-6,249 Edad ≥ 80 años < 0,001 3,884 3,49-4,322 Morbilidad hepática < 0,001 3,181 2,792-3,626 Estado funcional < 0,001 3,138 2,869-3,433 Cáncer diseminado < 0,001 3,08 2,706-3,507 Morbilidad renal < 0,001 2,879 2,523-3,287 Septicemia < 0,001 2,824 2,584-3,086 Morbilidad pulmonar < 0,001 2,517 2,301-2,752 NR < 0,001 2,335 1,966-2,772 Edad 70-79 años < 0,001 2,189 1,973-2,429 Esteroides < 0,001 1,729 1,534-1,949 Edad 65-69 años < 0,001 1,649 1,446-1,88 Morbilidad cardíaca < 0,001 1,622 1,465-1,796 Pérdida de peso* < 0,001 1,572 1,387-1,782 Trastorno hemorrágico < 0,001 1,465 1,321-1,625 Cirugía pancreática abierta < 0,001 1,396 1,206-1,617 Obesidad 0,159 0,931 0,842-1,029 Tomado de Vaid S, Bell T, Grim R, et al: Predicting risk of death in general surgery patients on the basis of preoperative variables using American College of Surgeons National Surgical Quality Improvement Program data. Perm J 16:10–17, 2012. IC, intervalo de confianza; NR, no reanimar; OR, cociente de probabilidades. *> 10% del peso corporal en los últimos 6 meses. TABLA 10-4 Sistema de puntuación preoperatoria de 30 puntos predictivo de mortalidad junto a la cabecera del paciente VARIABLE DEL PACIENTE PUNTUACIÓN Paciente hospitalizado 6 Septicemia 4 Mal estado funcional* 3 Cáncer diseminado 1 Edad, años ≥ 80 2 70-79 1 65-69 0,5 Enfermedades concomitantes Cardíacas 5 Pulmonares 3 Renales 1 Hepáticas 1 Esteroides por enfermedad crónica 1 Pérdida de peso† 1 Trastorno hemorrágico 1 NR 1 Obesidad –1 Máxima puntuación posible 30 Tomado de Vaid S, Bell T, Grim R, et al: Predicting risk of death in general surgery patients on the basis of preoperative variables using American College of Surgeons National Surgical Quality Improvement Program data. Perm J 16:10–17, 2012. NR, no reanimar. *Asistencia total requerida para todas las actividades de la vida diaria. † > 10% del peso corporal en los últimos 6 meses. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org II Tratamiento perioperatorio206 rrágicos, también predijeron de manera independiente la muerte. La optimización preoperatoria de estos cuadros puede ser una vía para la reducción del riesgo. La septicemia fue un factor predictivo indepen- diente de muerte. La tasa de mortalidad asociada con laparotomías de urgencia es mayor que la mortalidad de las operaciones programa- das. La administración de esteroides en la fase preoperatoria fue un factor predictivo independiente de muerte. Asimismo, la presencia de cáncer diseminado predijo de manera independiente la muerte. La complejidad quirúrgica solo fue mínimamente predictiva y solo en procedimientos muy complejos, por ejemplo pancreatectomía (v. tablas 10-3 y 10-4). VALORACIÓN PREOPERATORIA ÓPTIMA DE PACIENTES QUIRÚRGICOS GERIÁTRICOS En 2007, el porcentaje de pacientes de 65 años de edad y mayores tuvo un modesto aumento del 13%, pero el uso de hospitales entre individuos mayores aumentó de manera drástica al 37% de las altas hospitalarias y al 43% de los días de atención.8 Las proporciones de individuos mayores son significativamente más altas por población de pacientes hospitalizados y procedimientos quirúrgicos y no quirúrgi- cos ambulatorios, que las de otros grupos etarios. Es imperativo que se desarrollen estrategias para satisfacer estas demandas crecientes y para garantizar asistencia de mayor calidad a los pacientes quirúrgicos geriátricos. El NSQIP del ACS y las directrices depráctica óptima de la American Geriatrics Society se centran en la valoración preoperatoria óptima del paciente quirúrgico geriátrico. Estas directrices son una compilación de las recomendaciones basadas en la evidencia más recientes para mejorar la asistencia perioperatoria de esta población vulnerable (cuadro 10-1). Deterioro cognitivo y demencia En cualquier paciente con antecedentes conocidos de deterioro cog- nitivo o demencia se recomienda con firmeza obtener una anamnesis detallada y practicar una valoración cognitiva, por ejemplo Mini-Cog9 (cuadro 10-2 y tabla 10-5). Si hay informantes conocedores (p. ej., cón- yuge o familiares), se recomienda entrevistarlos acerca de la evolución de cualquier empeoramiento cognitivo o funcional del paciente. Si el paciente ha presentado un empeoramiento, corresponde considerar la derivación a un médico de atención primaria, un geriatra o un especialista en salud mental para evaluación adicional. Se recomienda documentar de manera cuidadosa el nivel cognitivo preoperatorio del paciente, porque la disfunción cognitiva postoperatoria es frecuente, pero difícil de cuantificar sin un registro del nivel cognitivo inicial. La valoración de la capacidad de la toma de decisiones de un paciente es crucial para determinar si puede brindar consentimiento quirúrgico informado. Los cuatro criterios legalmente pertinentes para la capacidad de toma de decisiones son los siguientes: 1) el paciente puede indicar con claridad su elección del tratamiento; 2) el pacien- te comprende la información relevante comunicada por el médico; 3) el paciente reconoce su afección médica, sus opciones de tratamiento y los probables desenlaces, y 4) el paciente puede participar en una discusión racional acerca de las opciones de tratamiento. Depresión Se recomienda con firmeza la detección sistemática de depresión en los pacientes. El médico debe emplear herramientas simples, como el Patient Health Questionnaire-2 (cuadro 10-3). Si el paciente da una respuesta afirmativa a cualquiera de las preguntas, se recomienda una evaluación adicional por un médico de atención primaria, un geriatra o un especialista en salud mental. La depresión preoperatoria se ha asociado con mayor mortalidad después del injerto de derivación arterial coronaria (IDAC),10,11 y hospitalización postoperatoria más prolongada después de IDAC y operaciones valvulares.12 Asimismo, la depresión se ha asociado con percepción más alta del dolor y mayor uso postoperatorio de analgésicos. Delirio postoperatorio El delirio postoperatorio es una complicación frecuente en ancianos. En un estudio prospectivo de pacientes sometidos a operaciones progra- madas y operaciones no cardíacas, el 9% de los pacientes presentaron delirio postoperatorio.13 En otro estudio de pacientes sometidos a cirugía y que debieron permanecer en una unidad de cuidados inten- sivos (UCI) después de la cirugía, el 44% de los pacientes presentaron delirio postoperatorio.14 El cuadro 10-4 enumera los factores de riesgo CUADRO 10-1 Lista de comprobación para la valoración preoperatoria óptima de pacientes quirúrgicos geriátricos Además de realizar una anamnesis y una exploración física completas del paciente, se recomiendan con firmeza las siguientes evaluaciones: h Valoración de la capacidad cognitiva y la capacidad del paciente para comprender la cirugía prevista. h Investigación sistemática de depresión en el paciente. h Identificación de los factores de riesgo del paciente de presentar delirio postoperatorio. h Investigación sistemática de abuso/dependencia de alcohol y otras sustancias. h Evaluación cardíaca preoperatoria según el algoritmo del American College of Cardiology/American Heart Association para pacientes sometidos a cirugía no cardíaca. h Identificación de los factores de riesgo de complicaciones pulmonares postoperatorias en el paciente e implementación de estrategias adecuadas de prevención. h Documentación del estado funcional y los antecedentes de caídas. h Determinación de la puntuación de fragilidad inicial. h Valoración del estado nutricional del paciente y consideración de inter- venciones preoperatorias en caso de riesgo nutricional importante. h Obtención de antecedentes personales exactos y detallados, y conside- ración de ajustes perioperatorios adecuados. Control de la polifarmacia. h Determinación de los objetivos terapéuticos y las expectativas del paciente en el contexto de los posibles resultados del tratamiento. h Determinación del sistema de apoyo familiar y social del paciente. h Solicitud de pruebas diagnósticas preoperatorias adecuadas centradas en pacientes ancianos. CUADRO 10-2 Valoración cognitiva con el Mini-Cog™: recuerdo de 3 ítems y dibujo del reloj 1. Llamar la atención del paciente, luego decirle: «Voy a decir tres palabras que deseo que recuerde ahora y más tarde. Las palabras son plátano, amanecer, silla. Por favor, repítalas ahora». Otorgar al paciente tres intentos para repetir las palabras. Si no puede hacerlo después de tres intentos, pasar al siguiente ítem. 2. Decir las siguientes frases en el orden indicado: «Por favor, dibuje un reloj en un círculo en este papel. Coloque todos los números en el círculo y las manecillas para mostrar las 11:10». Si el sujeto no ha finalizado el dibujo del reloj en 3 min, suspender la tarea y preguntar las palabras que debía recordar. 3. Decir: «¿Cuáles eran las tres palabras que le pedí que recordara?». Adaptado de Borson S, Scanlan J, Brush M, et al: The Mini-Cog: a cognitive «vital signs» measure for dementia screening in multi-lingual elderly. J Geriatr Psychiatry 15(11):1021–1027, 2000. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 10 Principios de cirugía preoperatoria y operatoria 207 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. de delirio postoperatorio; el factor predisponente más importante es el deterioro cognitivo y la demencia preexistentes.14 El cirujano debe identificar los factores de riesgo de delirio post- operatorio del paciente (v. cuadro 10-4). En los pacientes con riesgo de delirio postoperatorio se debe evitar la administración de benzodia- cepinas y antihistamínicos (p. ej., difenhidramina), excepto en ciertas circunstancias. El delirio postoperatorio se asocia con complicaciones y mortalidad más alta. Abuso de alcohol y de sustancias El abuso y la dependencia de alcohol se asocian con mayores tasas de mortalidad y complicaciones postoperatorias, como neumonía, septicemia, infección y dehiscencia de la herida, y hospitalización prolongada.15 Se puede realizar una detección sistemática del abuso y la dependencia de alcohol en los pacientes mediante el cuestionario CAGE (cut-down, annoyed, guilty, and eye-opener [impresión de que debe beber menos, molesto por los comentarios de la gente, sensación de culpa por su hábito de bebida, necesidad de beber al despertarse]) modificado. En los pacientes que responden de manera afirmativa a cualquier de estas preguntas, se debe considerar profilaxis perioperatoria para síndromes de abstinencia. Si se puede diferir la cirugía, se puede derivar a los pacientes a un especialista en abuso de sustancias para abs- tinencia preoperatoria o desintoxicación médica. Se recomienda que los pacientes con trastorno por consumo de alcohol reciban multivitaminas (con ácido fólico) diarias en el período perioperatorio y tiamina oral o parenteral en dosis altas (100 mg). Evaluación cardíaca En todos los pacientes se debe evaluar el riesgo cardíaco perioperatorio según el algoritmo del ACC/AHA para cirugía no cardíaca (fig. 10-1).16 El IM postoperatorio se asocia con tasas de mortalidad hospitalaria del15 al 25%; estos pacientes también presentan mayor riesgo de muerte de origen cardiovascular e IM no fatal durante los 6 meses posteriores a la cirugía.17 Los pacientes mayores son más vulnerables a los acontecimientos adversos cardíacos perioperatorios, y es imperativo identificar a los pacientes ancianos con riesgo más alto de complicaciones cardíacas y comunicar de manera eficaz el riesgo quirúrgico. Un método fácil y económico de determinar el estado funcional cardiopulmonar para la cirugía no cardíaca es la capacidad o la incapacidad del paciente de subir dos pisos por la escalera. Son necesarios dos pisos de escaleras, porque esto demanda más de 4 equivalentes metabólicos (MET). En una revisión de todos los estudios de valoración preoperatoria mediante el método de subir escaleras, los estudios prospectivos mos- traron que es un buen factor predictivo de mortalidad asociado con cirugía torácica.1 En la cirugía mayor no cardíaca, la incapacidad de subir dos pisos de escaleras es un factor predictivo independiente de morbilidad perioperatoria, pero no de mortalidad. Evaluación pulmonar Las complicaciones pulmonares postoperatorias son frecuentes y contri- buyen de manera considerable a la morbimortalidad global. Las direc- trices Best Practices Guidelines: Prevention of Postoperative Pulmonary Complications del NSQIP del ACS identifican los factores de riesgo perioperatorios de complicaciones pulmonares postoperatorias y las estrategias de prevención (cuadro 10-5).18 El cirujano debe considerar la implementación de estrategias preoperatorias adecuadas para reducir TABLA 10-5 Interpretación del Mini-Cog™ Puntuación: Recuerdo de 3 ítems (0-3 puntos) 1 punto por cada palabra correcta Dibujo de un reloj (0 o 2 puntos) 0 puntos por reloj anormal 2 puntos por reloj normal Un reloj normal tiene todos los elementos siguientes: Todos los números 1-12, cada uno solo una vez, están presentes en el orden y la dirección (horaria) correctos en el interior del círculo. Dos manecillas están presentes, una señalando las 11 y otra señalando las 2. La longitud de las manecillas no es diferente. Cualquier reloj al que le falte cualquiera de estos elementos se califica como anormal La negativa a dibujar un reloj se califica como anormal: Una puntuación total de 0, 1 o 2 sugiere posible deterioro. Una puntuación total de 3, 4 o 5 reduce la probabilidad de demencia. Adaptado de Borson S, Scanlan J, Brush M, et al: The Mini-Cog: a cognitive “vital signs” measure for dementia screening in multi-lingual elderly. J Geriatr Psychiatry 15(11):1021–1027, 2000. CUADRO 10-4 Factores de riesgo de delirio postoperatorio Trastornos cognitivos y conductuales Deterioro cognitivo y demencia Dolor no tratado o inadecuadamente controlado Depresión Consumo de alcohol Privación de sueño Enfermedad o factores relacionados con la enfermedad Enfermedad grave o enfermedades concomitantes Insuficiencia renal Anemia Hipoxia Factores metabólicos Nutrición deficiente Deshidratación Alteraciones electrolíticas Deterioro funcional Deficiente estado funcional Inmovilización Deterioro auditivo o visual Otros Edad avanzada (≥ 70 años) Polifarmacia y uso de medicaciones psicótropas (benzodiacepinas, anticolinér- gicos y antihistamínicos) Riesgo de retención urinaria o estreñimiento, presencia de sonda urinaria CUADRO 10-3 Detección sistemática de depresión con el Patient Health Questionnaire-2 1. En los últimos 12 meses, ¿se ha sentido alguna vez triste, deprimido o decaído durante la mayor parte del tiempo a lo largo de por lo menos 2 semanas? 2. En los últimos 12 meses, ¿ha transcurrido algún período, de por lo menos 2 semanas, en el que usted no se interesó por cosas que habitualmente le interesan o en el que no disfrutó de las cosas de las que suele disfrutar? Interpretación Si el paciente responde de manera afirmativa a cualquiera de las dos preguntas, se recomienda evaluación adicional por un médico, un geriatra o un especialista en salud mental. NOTA: Esta prueba de detección sistemática no se ha validado en pacientes ancianos extremadamente frágiles, pacientes con enfermedades médicas graves concurrentes, pacientes que presentan efectos colaterales de la medicación o pacientes con alteración de la capacidad de comunicación. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org II Tratamiento perioperatorio208 Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 10 Principios de cirugía preoperatoria y operatoria 209 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. el riesgo de complicaciones postoperatorias, como optimización preo- peratoria de la función pulmonar en pacientes con enfermedad pul- monar obstructiva crónica no controlada y asma, abandono del hábito de fumar, entrenamiento intensivo preoperatorio de los músculos inspiratorios, y radiografía de tórax y pruebas funcionales pulmonares selectivas. Estado funcional, movilidad y riesgo de caídas Se debe determinar la capacidad de todos los pacientes de realizar las actividades de la vida diaria (estado funcional). El cuadro 10-6 presenta una prueba de detección sistemática breve y simple para valorar el estado funcional basal y actual en pacientes ambulatorios. Si el paciente da una respuesta negativa a cualquier de estas preguntas, se debe considerar una evaluación más profunda, incluida investigación completa de las actividades de la vida diaria y de las actividades ins- trumentales de la vida diaria. Se debe documentar cualquier limitación funcional, que puede instar a intervenciones perioperatorias (es decir, derivación a un terapeuta ocupacional o a un fisioterapeuta) y planifi- cación proactiva del alta. Cualquier deficiencia comunicada de visión, audición o deglución debe ser documentada. Se debe interrogar a todos los pacientes acerca de antecedentes de caídas, y se deben evaluar las CUADRO 10-5 Factores de riesgo de complicaciones pulmonares postoperatorias Factores relacionados con el paciente Edad > 60 años EPOC Clase II o mayor de la ASA Dependencia funcional Insuficiencia cardíaca congestiva Apnea obstructiva del sueño Hipertensión arterial Fumador actual Alteración del sensorio Septicemia preoperatoria Pérdida de peso > 10% en 6 meses Albúmina sérica < 3,5 mg/dl BUN ≥ 7,5 mmol/l (≥ 21 mg/dl) Creatinina sérica > 133 µmol/l (> 1,5 mg/dl) Factores relacionados con la cirugía Operación prolongada > 3 h Sitio quirúrgico Operación de emergencia Anestesia general Transfusión perioperatoria Bloqueo neuromuscular residual tras una operación No son factores de riesgo Obesidad Asma bien controlada Diabetes FIGURA 10-1 Enfoque escalonado de la valoración cardíaca perioperatoria para arteriopatía coronaria (AC). Paso 1: en pacientes programados para cirugía, con factores de riesgo o diagnóstico de AC, determine la urgencia de la cirugía. Si es una emergencia, determine los factores de riesgo clínicos que pueden influir en el tratamiento perioperatorio y proceda a la cirugía con estrategias adecuadas de monitorización y tratamiento basadas en la valoración clínica. *Véanse las recomendaciones para pacientes con IC sintomática, VP o arritmias en la publicación completa. Paso 2: si la cirugía es urgente o programada, determine si el paciente presenta un síndrome coronario agudo (SCA). De ser así, derive al paciente para evaluación y tratamiento por cardiología según el tratamiento médico dirigido por directrices (GDMT, guideline-directedmedical therapy), de acuerdo con las directrices de práctica clínica para angina inestable/infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (AI/IMSEST) e infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IMEST). †Véanse las recomendaciones de las directrices de práctica clínica para pacientes con AI/IMSEST e IMEST en la publicación completa. Paso 3: si el paciente tiene factores de riesgo de AC estable, estime el riesgo perioperatorio de un acontecimiento adverso cardíaco mayor (MACE, major adverse cardiac event) sobre la base del riesgo clínico/quirúrgico combinado. Esta estimación puede utilizar la calculadora de riesgo del National Surgical Quality Improvement Program del American College of Surgeons o incorporar el Revised Cardiac Risk Index, con una estimación del riesgo quirúrgico. Por ejemplo, un paciente sometido a una cirugía de muy bajo riesgo (p. ej., cirugía oftalmológica), aun con múltiples factores de riesgo, tendría un riesgo muy bajo de MACE, mientras que un paciente sometido a cirugía mayor vascular con pocos factores de riesgo tendría un alto riesgo de MACE. Paso 4: si el paciente tiene bajo riesgo de MACE (< 1%), no se requieren más estudios, y se puede proceder a la cirugía. Paso 5: si el paciente presenta riesgo elevado de MACE, determine la capacidad funcional mediante una medida o una escala objetiva, como el índice de estado de actividad de Duke. Si el paciente tiene capacidad funcional moderada, buena o excelente (≥ 4 MET), proceda a la cirugía sin evaluación adicional. Paso 6: si el paciente tiene escasa capacidad funcional (< 4 MET) o esta se desconoce, el médico debe consultar con el paciente y el equipo perioperatorio para determinar si estudios adicionales incidirían en la toma de decisiones del paciente (p. ej., decisión de someterse a la cirugía original o disposición a someterse a una cirugía de revascularización coronaria o una intervención coronaria percutánea según los resultados de los estudios) o en la asistencia perioperatoria. Si la respuesta es afirmativa, es apropiada una prueba de esfuerzo farmacológico. En pacientes con capacidad funcional desconocida, puede ser razonable efectuar una prueba de esfuerzo con ejercicio. Si la prueba de esfuerzo es anormal, considere una angiografía coronaria y revascularización según el grado la prueba anormal. El paciente puede proceder a la cirugía según el GDMT o considerar estrategias alternativas, como tratamiento no invasivo de la indicación quirúrgica (p. ej., radioterapia en caso de cáncer) o tratamiento paliativo. Si la prueba es normal, proceda a la cirugía según el GDMT. Paso 7: si los estudios no incidieran en la toma de decisiones ni en la asistencia, proceda a la cirugía de acuerdo con el GDMT o considere estrategias alternativas, como tratamiento no invasivo de la indicación quirúrgica (p. ej., radioterapia en caso de cáncer) o tratamiento paliativo. IC, insuficiencia cardíaca; VP, valvulopatía. (Tomado de Fleisher LA, Fleischmann KE, Auerbach AD, et al: 2014 ACC/AHA guideline on perioperative cardiovascular evaluation and management of patients undergoing noncardiac surgery: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol 64:e77–e137, 2014.) CUADRO 10-6 Prueba de detección sistemática breve y simple para la valoración del estado funcional Formular al paciente las siguientes preguntas: 1. «¿Puede salir de la cama o levantarse de una silla sin ayuda?» 2. «¿Puede vestirse y bañarse?» 3. «¿Puede preparar sus propias comidas?» 4. «¿Puede hacer sus compras?» Si la respuesta a cualquier de estas preguntas es no, se debe realizar una evaluación más profunda, incluida una investigación completa de las activi- dades de la vida diaria y de las actividades instrumentales de la vida diaria. Se deben documentar las deficiencias, que pueden instar a intervenciones perioperatorias (p. ej., derivación a terapia ocupacional o fisioterapia) y planificación proactiva del alta. Tomado de Woolger JM: Preoperative testing and medication management. Clin Geriatr Med 24:573–583, vii, 2008; y Lachs MS, Feinstein AR, Cooney LM Jr, et al: A simple procedure for general screening for functional disability in elderly patients. Ann Intern Med 112:699–706, 1990. ASA, American Society of Anesthesiologists; BUN, nitrógeno ureico en sangre; EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org II Tratamiento perioperatorio210 limitaciones de la marcha y la movilidad mediante la prueba cronome- trada de levantarse y caminar (cuadro 10-7). Fragilidad La fragilidad es un síndrome de menor reserva fisiológica y resistencia a los factores de estrés, que deja a los pacientes más vulnerables a malos desenlaces de salud, como caídas, empeoramiento de la movilidad y dis- capacidad en actividades de la vida diaria, hospitalización y muerte. En los pacientes quirúrgicos geriátricos, la fragilidad ha mostrado predecir de manera independiente tasas más altas de acontecimientos adversos postoperatorios, mayor duración de la hospitalización y probabilidad más alta para ingresar en una institución de enfermería especializada o de residencia asistida. Además, los pacientes con fragilidad intermedia tienen un riesgo elevado de complicaciones postoperatorias y un riesgo de más del doble de presentar fragilidad en 3 años con respecto a los pacientes no frágiles (tabla 10-6). Estado nutricional El deficiente estado nutricional se asocia con mayor riesgo de aconte- cimientos adversos postoperatorios, en su mayor parte complicaciones infecciosas (p. ej., ISQ, neumonía, infecciones urinarias) y complica- ciones de la herida (p. ej., dehiscencia y filtraciones anastomóticas), y hospitalización más prolongada en los pacientes sometidos a cirugía digestiva programada. Se debe evaluar el estado nutricional de todos los pacientes mediante la documentación del peso y la talla, el cálculo del IMC, la determinación de las concentraciones iniciales de albúmina y prealbúmina, y el interrogatorio sobre pérdida no deliberada de peso en el último año. Los factores de riesgo nutricional importante son IMC menor de 18,5 kg/m2, albúmina sérica menor de 3 g/dl (sin evidencia de disfunción hepática o renal) y pérdida no deliberada de peso mayor del 10-15% en 6 meses. Los pacientes con riesgo nutri- cional importante deben ser sometidos, si es factible, a una valoración nutricional completa por un dietista para elaborar un plan nutricional perioperatorio que contemple las deficiencias, y se debe considerar el soporte nutricional preoperatorio.19 Manejo de la medicación Se debe revisar y documentar la lista completa de medicación del paciente, que incluye los agentes de venta sin receta (antiinflamatorios no esteroideos [AINE], vitaminas, gotas oftálmicas, agentes tópicos, de venta libre) y productos a base de hierbas. Es posible minimizar el riesgo de reacciones adversas del paciente identificando las medicaciones que se deben suspender o evitar antes de la cirugía y reduciendo la dosi- ficación o reemplazando medicaciones potencialmente inapropiadas. Asimismo, el médico debe considerar qué medicaciones se deben iniciar o continuar en el período preoperatorio para reducir los riesgos perioperatorios de efectos adversos. Se debe continuar con β-bloqueantes en pacientes sometidos a cirugía no cardíaca que reciben esta medicación por angina, arritmias sintomáticas, hipertensión u otras indicaciones cardíacas. El β-bloqueo perioperatorio iniciado el mismo día u horas antes de la cirugía no car- díaca previene el IM no fatal, pero aumenta los riesgos de accidente cere- brovascular, muerte, hipotensión y bradicardia,y no se recomienda.20 Asesoramiento del paciente Es muy importante que tenga lugar una conversación entre el médico y el paciente para determinar de manera explícita las preferencias y expectativas del paciente con respecto al tratamiento. Se recomienda con firmeza que el cirujano se asegure de que el paciente tenga una directiva anticipada y un apoderado designado para atención médica o un sustituto para tomar decisiones. Estos documentos se deben colocar en la historia clínica. En ausencia de preferencias documentadas, los médicos se suelen basar en poderes de atención médica para tomar decisiones con respecto al final de la vida de los pacientes. Estudios preoperatorios No se recomiendan series de rutina de pruebas de detección sistemática preoperatorias. Hay tres excepciones, que son la hemoglobina, las pruebas funcionales renales y la albúmina, que están indicadas en todos los pacientes quirúrgicos geriátricos. Las pruebas diagnósticas preoperatorias, como estudios de coagulación, electrólitos séricos, análisis de orina, radiografía de tórax y electrocardiograma (ECG), se deben practicar de manera selectiva y se deben limitar a los pacientes con riesgo más alto que se pueden identificar por la anamnesis y la exploración física, las enfermedades concomitantes diagnosticadas y el tipo de procedimiento por practicar.13 ENFOQUE POR SISTEMAS DE LA EVALUACIÓN PREOPERATORIA Aparato cardiovascular La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo industrializado, y su contribución a la mortalidad periopera- toria durante la cirugía no cardíaca es considerable. De los 27 millones de pacientes sometidos a cirugía en EE. UU. todos los años, 8 millo- nes, o casi el 30%, tienen arteriopatía coronaria significativa u otras enfermedades cardíacas concomitantes. Las complicaciones cardíacas perioperatorias afectan a 1 millón de estos pacientes, con morbilidad, CUADRO 10-7 Valoración de las limitaciones de la marcha y la movilidad con la prueba cronometrada de levantarse y caminar Los pacientes se deben sentar en un sillón convencional con una línea de 3 m de longitud frente a la silla. Deben utilizar calzado estándar y dispositivos de ayuda para caminar, y no deben recibir ninguna asistencia. Pedir al paciente que cumpla las siguientes órdenes: 1. Levantarse de la silla (si es posible, sin utilizar los apoyabrazos) 2. Caminar por la línea del suelo (3 m) 3. Girar 4. Regresar a la silla 5. Volver a sentarse Tomado de Panel on Prevention of Falls in Older Persons, American Geriatrics Society and British Geriatrics Society: Summary of the Updated American Geriatrics Society/British Geriatrics Society clinical practice guideline for prevention of falls in older persons. J Am Geriatr Soc 59:148–157, 2011. TABLA 10-6 Puntuación de fragilidad (definición operacional) CRITERIOS DEFINICIÓN Consunción Pérdida de peso no deliberada ≥ 10 en el último año Debilidad Menor fuerza de prensión Agotamiento Escasa energía y resistencia informada por el propio sujeto Escasa actividad física Bajo gasto energético semanal Lentitud Marcha lenta Tomado de Bergman H, Ferrucci L, Guralnik J, et al: Frailty: An emerging research and clinical paradigm—issues and controversies. J Gerontol A Biol Sci Med Sci 62:731–737, 2007; y Makary MA, Segev DL, Pronovost PJ, et al: Frailty as a predictor of surgical outcomes in older patients. J Am Coll Surg 210:901–908, 2010. NOTA: El paciente recibe 1 punto por cada criterio cumplido: 0-1, no frágil; 2-3, fragilidad intermedia (prefrágil); 4-5, frágil. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 10 Principios de cirugía preoperatoria y operatoria 211 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. mortalidad y coste sustanciales. En consecuencia, gran parte de la valoración del riesgo preoperatorio y la preparación del paciente se centran en el aparato cardiovascular. Desde hace algún tiempo se dispone de herramientas de valoración de la parte cardiovascular del riesgo anestésico. El primer ejemplo son los criterios de Goldman de riesgo cardíaco en la cirugía no cardíaca (tabla 10-7).1 Esta estrategia, diseñada hace décadas mediante análisis multivariado, asigna puntos a características reproducibles con facili- dad. Los puntos se suman para obtener un total, que se ha correlaciona- do con el riesgo cardíaco perioperatorio. Una contribución importante de este trabajo fue la inclusión de la capacidad funcional, los signos y síntomas clínicos, y la valoración del riesgo quirúrgico para estimar el riesgo global del paciente y planificar intervenciones preoperatorias. Este concepto se ha refinado aún más en el Revised Cardiac Risk Index (RCRI), que emplea seis factores predictivos de complicaciones para estimar el riesgo cardíaco en los pacientes sometidos a cirugía no cardíaca y que se presenta en la tabla 10-7.21 Además, algunos otros investigadores propusieron índices de riesgo cardíaco; sin embargo, muchos resultaron ser costosos e insumían mucho tiempo. En un intento de valorar y optimizar el estado cardíaco de los pacien- tes sometidos a cirugía no cardíaca, un comité conjunto del ACC y la AHA desarrollaron una herramienta fácil de usar (v. fig. 10-1).16 Esta TABLA 10-7 Índices de riesgo cardíaco ÍNDICE DE RIESGO CARDÍACO CON VARIABLES PUNTOS OBSERVACIONES Índice de riesgo cardíaco de Goldman, 1977 Tasa de complicaciones cardíacas 1. Tercer ruido cardíaco o ingurgitación yugular 11 0-5 puntos = 1% 2. Infarto de miocardio reciente 10 6-12 puntos = 7% 3. Ritmo no sinusal o EA en el ECG 7 13-25 puntos = 14% 4. > 5 extrasístoles ventriculares 7 > 26 puntos = 78% 5. Edad > 70 años 5 6. Operaciones de emergencia 4 7. Mal estado médico general 3 8. Cirugía intratorácica, intraperitoneal o aórtica 3 9. Estenosis valvular aórtica importante 3 Índice multifactorial de Detsky modificado, 1986 Tasa del complicaciones cardíacas 1. Angina de clase 4 20 > 15 = alto riesgo 2. Presunta estenosis aórtica crítica 20 3. IM en los 6 meses anteriores 10 4. Edema pulmonar alveolar en la semana previa 10 5. Angina inestable en los 3 meses anteriores 10 6. Angina de clase 3 10 7. Cirugía de emergencia 10 8. IM > 6 meses atrás 5 9. Edema pulmonar alveolar resuelto > 1 semana atrás 5 10. Ritmo distinto del sinusal o EA en el ECG 5 11. > 5 EV en cualquier momento antes de la cirugía 5 12. Mal estado médico general 5 13. Edad > 70 años 5 Criterios de Eagle para la valoración del riesgo cardíaco, 1989 1. Edad > 70 años 1 < 1, ningún estudio 2. Diabetes 1 1-2, envíe para estudio no invasivo 3. Angina 1 ≥ 3, envíe para angiografía 4. Ondas Q en el ECG 1 5. Arritmias ventriculares 1 Revised Cardiac Risk Index 1. Antecedentes de cardiopatía isquémica 1 Riesgo de muerte de origen cardíaco, infarto de miocardio no fatal y paro cardíaco no fatal: 2. Antecedentes de insuficiencia cardíaca congestiva 1 0 factores predictivos = 0,4% 3. Antecedentes de enfermedad cerebrovascular (accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio) 1 1 factor predictivo = 0,9% 4. Antecedentes de diabetes que exige uso preoperatorio de insulina 1 2 factores predictivos = 6,6% 5. Nefropatía crónica (creatinina > 2 mg/dl) 1 ≥ 3 factores predictivos = > 11% 6. Realización de cirugía vascular suprainguinal, intraperitoneal o intratorácica 1 Tomado de Akhtar S, Silverman DG: Assessment and management of patients with ischemic heart disease. Crit Care Med 32:S126–136, 2004; y Fleisher LA, Beckman JA, Brown KA, et al: ACC/AHA 2007 Guidelines on perioperative cardiovascular evaluation and care for noncardiac surgery: Executive summary: A report of the American College of Cardiology/American Heart AssociationTask Force on Practice Guidelines (Writing Committee to Revise the 2002 Guidelines on Perioperative Cardiovascular Evaluation for Noncardiac Surgery) developed in collaboration with the American Society of Echocardiography, American Society of Nuclear Cardiology, Heart Rhythm Society, Society of Cardiovascular Anesthesiologists, Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, Society for Vascular Medicine and Biology, and Society for Vascular Surgery. J Am Coll Cardiol 50:1707–1732, 2007. EA, extrasístole auricular; ECG, electrocardiograma; EV, extrasístole ventricular; IM, infarto de miocardio. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org II Tratamiento perioperatorio212 metodología toma en cuenta la revascularización coronaria previa, y la evaluación y determinación del riesgo clínico divididas en factores pre- dictivos clínicos mayores, intermedios y menores. El siguiente factor que toma en cuenta es la capacidad funcional, que se estima mediante un inte- rrogatorio de las actividades de la vida diaria del paciente. Las variables previas mencionadas y el tipo de cirugía se utilizan para determinar si la probabilidad preprueba puede ser modificada por estudios no invasivos. La prueba de esfuerzo por ejercicio convencional, con gammagrafía de perfusión con talio o sin esta, puede verse limitada por la capacidad funcional del paciente. Los pacientes que no pueden practicar ejercicio hasta alcanzar un nivel de esfuerzo aceptable pueden requerir prueba de esfuerzo farmacológica con dipiridamol; después, se pueden valorar los defectos de perfusión con talio o con una prueba de esfuerzo inducido por dobutamina, seguida de evaluación funcional mediante ecocardio- grafía. Se puede recurrir a la angiografía para definir las anomalías anatómicas precisas que contribuyen a la isquemia. Una vez obtenidos estos datos, el cirujano y los consultores deben ponderar los beneficios de la cirugía con respecto a los riesgos y determi- nar si alguna intervención preoperatoria reduciría la probabilidad de un episodio cardíaco. Por lo general, la intervención se centra en la revas- cularización coronaria por IDAC o intervención coronaria percutánea (ICP). La ICP antes de cirugía no cardíaca se debe limitar a: 1) pacientes con patología de la coronaria izquierda cuyas enfermedades concomi- tantes impiden la cirugía de revascularización sin un riesgo indebido, y 2) pacientes con arteriopatía coronaria inestable que serían candidatos apropiados para revascularización de emergencia o de urgencia.22,23 Los pacientes con IM con elevación del segmento ST o con síndro- me coronario agudo sin elevación del segmento ST se benefician con el tratamiento invasivo temprano, y corresponde considerar angioplastia con balón o implante de endoprótesis de metal desnudo (EMD). Se debe diferir la cirugía no cardíaca programada hasta 14 días después de la angioplastia con balón y 30 días después del implante de una EMD. No se debe practicar cirugía no cardíaca programada en los 12 meses posteriores al implante de una endoprótesis liberadora de fármaco (ELF), debido al riesgo de suspender el tratamiento antiplaquetario dual para muchos procedimientos. Sobre la base de las directrices del ACC/AHA 2014, la oportunidad de la cirugía no cardíaca programada en pacientes con ICP previa es la siguiente: • Se debe diferir la cirugía no cardíaca programada 14 días después de la angioplastia con balón y 30 días después del implante de una EMD.22,24 • Lo óptimo es diferir la cirugía no cardíaca programada 365 días después del implante de una ELF.25 • Cabe considerar cirugía no cardíaca programada tras el implante de una ELF después de 180 días si el riesgo de una mayor demora es mayor que los riesgos previstos de isquemia y trombosis de la endoprótesis.25,26 No se debe practicar cirugía no cardíaca programada durante los 30 días siguientes al implante de una EMD o en los 12 meses siguientes al implante de una ELF en pacientes en quienes será necesario suspender el tratamiento antiplaquetario dual durante el período perioperatorio. No se debe practicar cirugía no cardíaca programada en los 14 días posteriores a la angioplastia con balón en pacientes en quienes se deberá suspender el ácido acetilsalicílico en el período perioperatorio. El momento óptimo de un procedimiento quirúrgico después de un IM depende del tiempo transcurrido desde el episodio y la valoración del riesgo de isquemia del paciente por síntomas clínicos o estudios no invasivos. Cualquier paciente puede ser evaluado como candidato quirúrgico después de un IM agudo (durante los 7 días de la evaluación) o un IM reciente (durante 7-30 días de la evaluación). El infarto se con- sidera un factor predictivo clínico importante en el contexto del riesgo concurrente de isquemia. Las recomendaciones generales son aguardar de 4 a 6 semanas después del IM para llevar a cabo cirugías programadas.1 Recomendación de tratamiento β-bloqueante perioperatorio El texto «A Systematic Review for the 2014 ACC/AHA Guideline on Perioperative Cardiovascular Evaluation and Management of Patients Undergoing Noncardiac Surgery» (Revisión sistemática de las directri- ces 2014 del ACC/AHA sobre evaluación cardiovascular perioperatoria y tratamiento de los pacientes sometidos a cirugía no cardíaca) esclarece en cierta medida el tema controvertido del tratamiento β-bloqueante.20 La revisión sistemática sugiere que la administración preoperatoria de β-bloqueantes se asoció con una reducción de los episodios cardíacos, pero escasos datos avalan la eficacia de la administración preoperatoria de β-bloqueantes para reducir el riesgo de muerte quirúrgica. Hay una asociación uniforme y clara entre administración de β-bloqueantes y resultados adversos, como bradicardia y accidente cerebrovascular. Estos resultados fueron concordantes cuando se excluyeron el estudio DECREASE o el Perioperative Ischemic Evaluation Study (POISE).27-30 La exclusión de estos estudios no incidió de manera sustancial en las estimaciones de riesgo o beneficio. Según nuevas recomendaciones, se debe continuar con β-bloquean- tes en pacientes sometidos a cirugía que han estado recibiendo esta medicación por períodos prolongados. El manejo de los β-bloqueantes después de la cirugía dependerá de las circunstancias clínicas, indepen- dientemente de cuándo se inició el agente. En pacientes con riesgo intermedio o alto riesgo de isquemia miocárdica observado en las pruebas preoperatorias de estratificación del riesgo, puede ser razonable iniciar β-bloqueantes en el período perioperatorio.31 En paciente con tres o más factores de riesgo del RCRI (p. ej., diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca, arteriopatía coronaria, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular), puede ser razonable iniciar β-bloqueantes antes de la cirugía.32 En cambio, en pacientes con una indicación a largo plazo de β-bloqueantes, pero sin otros factores de riesgo del RCRI, el beneficio de iniciar β-bloqueantes en el contexto perioperatorio es incierto. No se debe iniciar el tratamiento β-bloqueante el día de la cirugía. En los pacientes en los que se indica tratamiento β-bloqueante puede ser razonable iniciar los β-bloqueantes perioperatorios con bastante antelación para evaluar la seguridad y la tolerabilidad, preferiblemente de 2 a 7 días antes de la cirugía.29 Las evaluaciones clínicas de tolerabilidad son un elemento clave de las estrategias perioperatorias. Otras contraindicaciones relativas del paciente (p. ej., insuficiencia cardíaca descompensada) o riesgo de accidente cerebrovascular deben influir en la decisión de iniciar β-bloqueantes.33 Aparato respiratorio La evaluación preoperatoriade la función pulmonar puede ser necesaria para los procedimientos quirúrgicos torácicos o generales. Si bien los procedimientos quirúrgicos en las extremidades, neurológicos y abdominales bajos ejercen escaso efecto sobre la función pulmonar y no requieren estudios sistemáticos de la función pulmonar, las inter- venciones torácicas y abdominales altas pueden reducir la función pulmonar y predisponer a complicaciones pulmonares. Es prudente considerar la valoración de la función pulmonar en todos los casos de resección pulmonar, en procedimientos quirúrgicos que requieren ventilación unipulmonar, y en casos de cirugía mayor abdominal y torácica en pacientes mayores de 60 años, con enfermedades médicas de base significativas, fumadores o con síntomas pulmonares fran- cos. Las pruebas necesarias son volumen espiratorio forzado en 1 s (FEV1), capacidad vital forzada y capacidad de difusión de monóxido de carbono. Los adultos con un FEV1 menor de 0,8 l/s o del 30% del previsto tienen alto riesgo de insuficiencia y complicaciones pulmonares postoperatorias; se buscan soluciones no quirúrgicas. Las resecciones pulmonares se deben planificar de manera que el FEV1 postoperatorio sea mayor de 0,8 l/s o del 30% del previsto. Esta planificación se puede llevar a cabo con la ayuda de gammagrafías pulmonares cuantitativas, que pueden indicar qué segmentos del pulmón son funcionales. Las complicaciones pulmonares postoperatorias conllevan gran coste —estimado en más de 50.000 dólares— y mayor mortalidad a corto y largo plazo.1 Los factores de riesgo para la aparición de com- plicaciones pulmonares postoperatorias se identificaron en una gran población de pacientes de los centros del Department of Veterans Affairs (tablas 10-8 y 10-9) y, de forma más reciente, se confirmaron en Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. TABLA 10-8 Factores de riesgo de neumonía e insuficiencia respiratoria postoperatorias FACTOR DE RIESGO ÍNDICE DE RIESGO DE NEUMONÍA POSTOPERATORIA, OR (IC AL 95%) VALOR NOMINAL ÍNDICE DE RIESGO DE INSUFICIENCIA RESPIRATORIA, OR (IC AL 95%) VALOR NOMINAL Tipo de cirugía Reparación de AAA 4,29 (3,34-5,5) 15 14,3 (12-16,9) 27 Torácica 3,92 (3,36-4,57) 14 8,14 (7,17-9,25) 21 Abdominal superior 2,68 (2,38-3,03) 10 4,21 (3,8-4,67) 14 Cuello 2,3 (1,73-3,05) 8 3,10 (2,4-4,01) 11 Neuroquirúrgica 2,14 (1,66-2,75) 8 4,21 (3,8-4,67) 14 Vascular 1,29 (1,1-1,52) 3 4,21 (3,8-4,67) 14 Cirugía de emergencia 1,33 (1,16-1,54) 3 3,12 (2,83-3,43) 11 Anestesia general 1,56 (1,36-1,8) 4 1,91 (1,64-2,21) — Edad, años > 80 5,63 (4,62-6,84) 17 — — 70-79 3,58 (2,97-4,33) 13 — — 60-69 2,38 (1,98-2,87) 9 — — 50-59 1,49 (1,23-1,81) 4 — — < 50 1,00 (referente) — — — 60-69 — — 1,51 (1,36-1,69) 4 < 60 — — 1 (referente) — ≥ 70 — — 1,91 (1,71-2,13) 6 Estado funcional Totalmente dependiente 3,83 (2,33-3,43) 10 1,92 (1,74-2,11) 7 Parcialmente dependiente 1,83 (1,63-2,06) 6 1,92 (1,74-2,11) 7 Independiente 1,00 (referente) — 1 (referente) — Concentración de albúmina < 3 g/dl — — 2,53 (2,28-2,8) 9 > 3 g/dl — — 1 (referente) — Pérdida de peso > 10% (en los 6 meses previos) 1,92 (1,68-2,18) 7 1,37 (1,19-1,57)* — Uso prolongado de esteroides 1,33 (1,12-1,58) 3 — — Alcohol, > 2 copas/día (en las 2 semanas previas) 1,24 (1,08-1,42) 2 1,19 (1,07-1,33)* — Diabetes, tratada con insulina — — 1,15 (1-1,33)* — Antecedentes de EPOC 1,72 (1,55-1,91) 5 1,81 (1,66-1,98) 6 Fumador actual El último año 1,28 (1,17-1,42) 3 — — Las últimas 2 semanas — — 1,24 (1,14-1,36)* — Neumonía preoperatoria — — 1,70 (1,24-2,13)* — Disnea En reposo — — 1,69 (1,36-2,09)* — Con esfuerzo mínimo — — 1,21 (1,09-1,34)* — — — 1 (referente) — Sin disnea Alteración del sensorio 1,51 (1,26-1,82) 4 1,22 (1,04-1,43)* — Antecedentes de ACV 1,47 (1,28-168) 4 1,20 (1,05-1,38)* — Antecedentes de ICC — — 1,25 (1,07-1,47)* — Concentración de BUN < 8 mg/dl 1,47 (1,26-1,72) 4 1 (referente) — 8-21 mg/dl 1 (referente) — 1 (referente) — 22-30 mg/dl 1,24 (1,11-1,39) 2 1 (referente) — > 30 mg/dl 1,41 (1,22-1,64) 3 2,29 (2,04-2,56) 8 Insuficiencia renal preoperatoria — — 1,67 (1,23-2,27)* — Transfusión preoperatoria (> 4 unidades) 1,35 (1,07-1,72) 3 1,56 (1,28-1,91)* — Tomado de Arozullah AM, Khuri SF, Henderson WG, et al: Development and validation of a multifactorial risk index for predicting postoperative pneumonia after major noncardiac surgery. Ann Intern Med 135:847–857, 2001; y Arozullah AM, Daley J, Henderson WG, et al: Multifactorial risk index for predicting postoperative respiratory failure in men after major noncardiac surgery. The National Veterans Administration Surgical Quality Improvement Program. Ann Surg 232:242–253, 2000. AAA, aneurisma de aorta abdominal; ACV, accidente cerebrovascular; BUN, nitrógeno ureico en sangre; EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica; IC, intervalo de confianza; ICC, insuficiencia cardíaca congestiva; OR, cociente de posibilidades. *El factor de riesgo fue estadísticamente significativo en el análisis multivariado, pero no fue incluido en el índice de riesgo de insuficiencia respiratoria. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org II Tratamiento perioperatorio214 una población mixta. Si bien la población del Department of Veterans Affairs era bastante homogénea, el estudio Patient Safety in Surgery1 incluyó un grupo más diverso. Aun con la diversidad, las tasas de complicaciones pulmonares no fueron muy diferentes, y los factores de riesgo fueron muy similares. La valoración pulmonar preoperatoria determina no solo los factores que confieren mayor riesgo, sino también posibles dianas para reducir el riesgo de complicaciones pulmonares. Los factores generales que aumentan el riesgo de complicaciones pulmonares postoperatorias son avance de la edad, menor concen- tración de albúmina, estado funcional dependiente, pérdida de peso y, quizá, obesidad. Las enfermedades comórbidas concurrentes, como alteración del sensorio, accidente cerebrovascular previo, insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia renal aguda, uso de esteroides a largo plazo y transfusión de sangre también se asocian con mayor riesgo de complicaciones pulmonares postoperatorias. Los factores de riesgo pulmonar específicos son enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tabaquismo, expectoración preoperatoria, neumonía, disnea y apnea obstructiva del sueño. Las intervenciones preoperatorias que pueden disminuir las com- plicaciones pulmonares postoperatorias son el abandono del hábito de fumar (en los 2 meses previos al procedimiento planificado), tratamien- to con broncodilatadores, antibioterapia por infección preexistente y pretratamiento de pacientes asmáticos con esteroides. Además, la recomendación de ejercicio durante el preoperatorio puede mejorar la recuperación de un paciente en el postoperatorio. Una recomendación razonable sería que los pacientes caminaran 5 km en menos de 1 h varias veces por semana. Las estrategias perioperatorias incluyen el uso de anestesia epidural, la expectoración y rehabilitación pulmonares vigorosas, y el tratamiento broncodilatador continuado. Sistema renal Alrededor del 5% de la población adulta presenta cierto grado de dis- función renal que puede afectar la fisiología de múltiples órganos y sistemas, y causar morbilidad adicional en el período perioperatorio. Una concentración de creatinina preoperatoriade 2 mg/dl o más alta es un factor de riesgo independiente de complicaciones cardíacas. En estos pacientes, el objetivo de la evaluación preoperatoria es identificar alteraciones cardiovasculares, circulatorias, hematológicas y metabólicas coexistentes secundarias a disfunción renal. Un paciente con diagnóstico de insuficiencia renal es sometido a anamnesis y exploración física completas, con interrogatorio par- ticular acerca de IM previo y síntomas compatibles con cardiopatía isquémica. El examen cardiovascular busca documentar signos de sobrecarga de líquidos. Se investiga de manera cuidadosa el estado funcional del paciente y su tolerancia al ejercicio. Los estudios diagnós- ticos de un paciente con disfunción renal comprenden ECG, pruebas de química sérica y hemograma completo. Si los resultados de la explo- ración física son sugestivos de insuficiencia cardíaca, puede ser útil una radiografía de tórax. El análisis de orina y los estudios de electrólitos en orina a menudo no son de utilidad en el contexto de insuficiencia renal establecida, aunque pueden ser diagnósticos en pacientes con disfunción renal de comienzo reciente. En un paciente con insuficiencia renal avanzada suele haber alte- raciones de laboratorio. Algunas alteraciones metabólicas pueden ser leves y asintomáticas, y se detectan por análisis de electrólitos o gases en sangre. En estos pacientes, cuando hay anemia, esta puede ser ligera y asintomática o asociarse con cansancio, baja tolerancia al ejercicio y disnea de esfuerzo. Esta anemia se puede tratar con eritro- poyetina o darbepoetina preoperatoria o perioperatoria. Como la dis- función plaquetaria asociada con la anemia a menudo es cualitativa, los recuentos de plaquetas suelen ser normales. Un curso seguro consiste en comunicar al anestesiólogo acerca de la posible necesidad de contar en quirófano con agentes para ayudar a mejorar la función plaquetaria. Con frecuencia, un paciente con nefropatía terminal requiere aten- ción adicional en el período perioperatorio. A menudo, se requiere manipulación farmacológica de la hiperpotasemia, reemplazo de calcio por hipocalcemia sintomática y administración de antiácidos fijadores de fosfato por hiperfosfatemia. Se utiliza bicarbonato de sodio en caso de acidosis metabólica no causada por hipoperfusión cuando las concentraciones séricas de bicarbonato son inferiores a 15 mEq/l. Se lo puede administrar en el líquido intravenoso como una o dos ampollas en 1 l de solución de glucosa al 5%. La hiponatremia se trata mediante restricción de volumen, aunque en general se necesita diálisis durante el período perioperatorio para el control de volumen y las alteraciones electrolíticas. Los pacientes con nefropatía crónica terminal son sometidos a diáli- sis antes de la cirugía para optimizar su estado de volumen y controlar el nivel de potasio. Puede sobrevenir hiperpotasemia intraoperatoria por manipulación quirúrgica de tejido o transfusión de sangre. A menudo, también se realiza diálisis en estos pacientes el día posterior a la cirugía. En el contexto agudo, los pacientes con un estado de volumen estable pueden ser sometidos a cirugía sin diálisis preoperatoria, siempre que no haya ninguna otra indicación de diálisis de emergencia.1 La pre- vención de lesiones renales secundarias en el período perioperatorio comprende la evitación de agentes nefrotóxicos y el mantenimiento de una volemia adecuada durante todo este período. En el período postoperatorio, la farmacocinética de numerosos fármacos puede ser impredecible y se deben realizar ajustes de la dosificación según la recomendación de farmacia. Los narcóticos empleados contra el dolor postoperatorio pueden tener efectos prolongados, pese a la depuración hepática, y en los pacientes con insuficiencia renal se evitan los agentes no esteroides. Sistema hepatobiliar La disfunción hepática puede reflejar la vía común de numerosas agresiones hepáticas, como las mediadas por virus, por fármacos y por tóxicos. Un paciente con disfunción hepática requiere una valoración cuidadosa del grado de deterioro funcional, así como un esfuerzo TABLA 10-9 Asignación de la clase de riesgo pulmonar CLASE DE RIESGO ÍNDICE DE RIESGO DE NEUMONÍA POSTOPERATORIA (PUNTOS TOTALES) PROBABILIDAD PREVISTA DE NEUMONÍA (%) ÍNDICE DE RIESGO DE INSUFICIENCIA RESPIRATORIA (PUNTOS TOTALES) PROBABILIDAD PREVISTA DE INSUFICIENCIA RESPIRATORIA (%) 1 0-15 0,2 0-10 0,5 2 16-15 1,2 11-19 2,2 3 26-40 4 20-27 5 4 41-55 9,4 28-40 11,6 5 > 55 15,3 > 40 30,5 Tomado de Arozullah AM, Khuri SF, Henderson WG, et al: Development and validation of a multifactorial risk index for predicting postoperative pneumonia after major noncardiac surgery. Ann Intern Med 135:847–857, 2001; y Arozullah AM, Daley J, Henderson WG, et al: Multifactorial risk index for predicting postoperative respiratory failure in men after major noncardiac surgery. The National Veterans Administration Surgical Quality Improvement Program. Ann Surg 232:242–253, 2000. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 10 Principios de cirugía preoperatoria y operatoria 215 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. coordinado para evitar daño adicional en el período perioperatorio (fig. 10-2).1 Se investigan antecedentes de cualquier exposición a sangre y hemoderivados o exposición a agentes hepatotóxicos. Con frecuen- cia, los pacientes saben si se les diagnosticó hepatitis, y se los debe interrogar acerca de cuándo se realizó el diagnóstico y qué actividad llevó a la infección. Si bien estos antecedentes pueden no incidir en la evaluación adicional del paciente, es importante obtenerlos en caso de que un miembro del equipo quirúrgico se lesione durante la operación planificada. Una revisión por sistemas indaga específicamente acerca de síntomas como prurito, fatigabilidad, hemorragia excesiva, distensión abdominal y aumento de peso. Se puede observar evidencia de dis- función hepática en la exploración física. Cuando las concentraciones séricas de bilirrubina son mayores de 3 mg/dl, puede ser evidente la ictericia y las escleróticas ictéricas. Los cambios cutáneos son angio- mas aracniformes, cabeza de medusa, eritema palmar e hipocratismo digital. El examen abdominal puede revelar distensión, evidencia de desplazamiento de líquido y hepatomegalia. Pueden ser evidentes la encefalopatía o la asterixis. Puede haber consunción muscular o caquexia notorias. En un paciente con disfunción hepática se deben realizar pruebas funcionales hepáticas convencionales. Los aumentos de las concen- traciones de enzimas hepatocelulares pueden sugerir un diagnóstico de hepatitis aguda o crónica, que se puede investigar mediante pruebas serológicas para hepatitis A, B y C. La disminución de las concentracio- nes de transaminasas y un cociente aspartato aminotransferasa:alanina aminotransferasa mayor de 2 sugiere hepatitis alcohólica. La evidencia de laboratorio de hepatitis crónica o los hallazgos clínicos compatibles con cirrosis se investigan con pruebas que valoran la función sintética del hígado, a saber: concentraciones de albúmina sérica, protrombina y fibrinógeno. También se solicita hemograma y análisis de electróli- tos séricos en los pacientes con evidencia de deterioro de la función sintética del hígado. En cualquier procedimiento en el que la pérdida de sangre pudiera ser más que mínima, se solicita tipo de sangre e investigación de anticuerpos. En caso de una situación de urgencia que exige cirugía, este tipo de investigación puede resultar imposible. Un paciente con hepatitis aguda y aumento de las concentraciones de transaminasas se trata de manera
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