Logo Studenta

PATOLOGÍA ÓSEA 1

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

PATOLOGÍA ÓSEA 
Defectos genéticos 
Osteogénesis imperfecta. Trastorno con diversidad fenotípica causado por deficiencias en la síntesis del colágeno tipo I. Es el trastorno hereditario del TC más frecuente. 
Habitualmente está causada por mutaciones autosómicas dominantes en los genes que codifican para las cadenas α1 y α2 del colágeno tipo I, e implican un ensamblado 
defectuoso de los polipéptidos del colágeno de orden superior. La anomalía fundamental será la escasez de hueso, que provoca una fragilidad ósea extrema, así como: 
• Escleróticas azules, el déficit de colágeno hace que sean traslúcidas y se vea parcialmente la coroides subyacente. 
• Pérdida auditiva debida anomalías en los huesos del oído medio e interno 
• Alteraciones dentales (dientes pequeños, deformados y de color azul-amarillo) por la deficiencia de dentina. 
Puede dividirse en 4 tipos clínicos de diversa gravedad, que dependerá básicamente de la localización de la mutación → mutaciones que disminuyen la síntesis de colágeno 
cualitativamente normal se asocian a anomalías mas leves, mientras que aquellas que impiden la organización de fibras de triple hélice son las más graves (es el caso del 
tipo 2). En este ultimo caso, la fragilidad ósea es extrema y el paciente presenta múltiples fracturas en la etapa prenatal. 
Osteopetrosis. También denominada enfermedad del hueso de mármol y enfermedad de Albers-Schönberg, es un grupo de trastornos genéticos infrecuentes 
caracterizadas por una disminución en la resorción y esclerosis óseas simétrica difusa por alteración de la formación o de la función de los osteoclastos. La falta de 
remodelación ósea se traduce en un aumento de la fragilidad, por más que sean más densos. 
– Patogenia. Las mutaciones interfieren en el proceso de acidificación de la cavidad de resorción osteoclástica, necesaria para la disolución de la hidroxiapatita cálcica 
en el interior de la matriz. Un ejemplo podría ser una mutación con pérdida de función la bomba de protones o de la anhidrasa carbónica (CA2), que recordemos 
era capaz de liberar CO2 y H+ a partir de H2CO3; la ausencia de una CA2 funcional impide a los osteoclastos acidificar la cavidad de resorción y solubilizar la 
hidroxiapatita (también impide la acidificación de la orina). 
– Morfología. Los huesos carecen de cavidad medular y los extremos de los huesos largos son bulbosos (deformidad en matraz de Erlenmeyer). Los agujeros 
intervertebrales son pequeños y comprimen la raíces nerviosas. El hueso depositado no se remodela y suele tener una estructura reticular. El número de 
osteoclastos puede ser normal, alto o bajo, según el defecto genético subyacente. 
– Clínica. La osteoporosis infantil grave es autosómica recesiva y generalmente es evidente en la etapa prenatal o poco después de nacer, son frecuentes las 
fracturas, anemia e hidrocefalia que producen una elevada mortalidad posparto. Aquellos que sobreviven a la etapa de lactancia tienen defectos en los pares 
craneales e infecciones a repetición → leucopenia por aplasia de la MO, por más que la hematopoyesis extramedular sea extensa. La forma autosómica dominante 
leve podría no dx hasta la adolescencia, donde se descubre en las rx por fracturas repetidas. 
– Tto. Trasplante de células madres hematopoyéticas → recordar que los osteoclastos proceden de precursores hematopoyéticos, por lo que los osteoclastos 
donantes podrán corregir muchas de las anomalías óseas. 
Trastornos asociados con el déficit de vitamina D/PTH 
La principal función de la vitamina D liposoluble es el mantenimiento de las concentraciones plasmáticas de calcio y fósforo normales. La principal fuente de vitamina D es 
su síntesis endógena en la piel mediante la conversión fotoquímica por la radiación UV solar/artificial del precursor 7-deshidrocolesterol en colecalciferol (vit D3) o a partir 
de su ingesta en pescados, verduras, cereales. El colecalciferol se une a una α-globulina plasmática, 
y alcanza el hígado, donde la 25-hidroxilasa la convierte a 25-OH-D. A su vez, la 1α hidroxilasa 
presente en el riñón convierte la 25-OH-D circulante en 1,25(OH)2D → esta última es la forma 
metabólicamente más activa. A lo largo de esta ruta metabólica, hay 3 mecanismos regulatorios: 
a. La hipocalcemia estimula la secreción de PTH, que a su vez activa a la 1α hidroxilasa 
b. La hipofosfatemia activa directamente la 1α hidroxilasa renal, y por lo tanto aumenta la 
producción de 1,25(OH)2D 
c. Los niveles aumentados de 1,25(OH)2D disminuyen retroactivamente la síntesis de este 
metabolito al inhibir la acción de la 1α hidroxilasa. 
La vitamina D actúa uniéndose a un receptor nuclear de alta afinidad, que a su vez se une a 
secuencias reguladoras de ADN e induce la transcripción de genes diana específicos. Esto se 
traducirá en la estimulación de la absorción intestinal de calcio, un aumento en la reabsorción renal 
de calcio a nivel de los túbulos distales colabora con la PTH en la regulación del calcio sanguíneo, 
pues estimula la presentación de RANKL en la superficie osteoblástica que a su vez favorece la 
activación osteoclástica y resorción ósea subsiguiente → aumenta los niveles de Ca2+. Estados de 
deficiencia tienden a causar hipocalcemia, lo que aumenta la secreción de PTH que (1) promueve la 
síntesis de 1,25(OH)2D, (2) moviliza calcio del hueso, (3) disminuye la excreción renal de calcio y (4) 
aumenta la excreción renal de fosfato. 
Raquitismo y osteomalacia. Ambas son manifestaciones de una deficiencia o de una alteración en 
el metabolismo de la vitamina D. El defecto fundamental es una deficiencia de mineralización y la 
consiguiente acumulación de matriz sin mineralizar (vs osteoporosis, donde el contenido mineral 
del hueso es normal, pero la masa ósea total es escasa). Raquitismo → el trastorno ocurre en la 
infancia, e interfiere con el depósito de hueso en los cartílagos de crecimiento. Esto dará lugar a: 
– Crecimiento excesivo del cartílago epifisario 
– Persistencia de masas de cartílago distorsionadas 
– Depósito de matriz osteoide sobre restos cartilaginosos mal mineralizados 
– Desestructuración del reemplazamiento ordenado de cartílago por matriz osteoide. 
– Deformación esquelética debida al crecimiento desordenado del hueso endocondral. Los cambios esqueléticos dependen de la intensidad del proceso raquítico y de 
su duración: en lactantes se produce un abombamiento frontal y turricefalia, el crecimiento cartilaginoso excesivo en la unión costocondral produce el rosario 
raquítico + tórax en quilla, debido al esternón que sobresale; en niños deambulantes, la enfermedad afecta a los huesos largos, columna vertebral y pelvis, 
causando una curvatura de las piernas y lordosis lumbar. 
 Osteomalacia → equivalente en el adulto, produce un exceso de osteoide y debilitamiento del hueso, lo que hace más susceptible, lo que lo hace más susceptible a la 
fractura. Una insuficiencia persistente de la mineralización en adultos lleva a una pérdida de la masa esquelética (osteopenia), difícil de diferenciar de la osteoporosis. 
Hiperparatiroidismo. El resultado neto de las acciones de la PTH es un aumento del calcio sérico, que en condiciones normales inhibiría la secreción 
de PTH. Sin embargo, en condiciones anómalas la concentración de PTH puede ser excesiva o inapropiada por secreción paratiroidea autónoma 
(hiperparatiroidismo primario) o por una nefropatía subyacente (hiperparatiroidismo secundario). De todas formas, el hiperparatiroidismo produce 
cambios óseos sustanciales relacionados con una actividad osteoclástica incesante. Debe tenerse en cuenta, que en los casos del hiperparatiroidismo 
secundario, las alteraciones renales también contribuyen a la aparición de la enfermedad ósea. Tal es el caso de la insuficiencia renal crónica, donde 
el déficit de 1α hidroxilasa determina una síntesis inadecuada de 1,25(OH)2D, que a la larga altera la absorción intestinal de calcio + condiciona una 
hiperfosfatemia, una acidosis metabólicay el depósito de aluminio en el hueso. 
– Morfología. Son 3 las anomalías óseas vistas en el hiperparatiroidismo primario sin tto: 
o Osteoporosis: si bien es generalizada, es más intensa en las falanges, vértebras y fémur proximal. La actividad osteoclástica 
aumentada se ve de manera más prominente en el hueso cortical, pero también afecta al hueso medular, pudiendo crear túneles y 
disecar centralmente al hueso = osteítis disecante. Los espacios de la médula ósea alrededor de las superficies afectadas se 
sustituyen por tejido fibrovascular. En la Rx se observa como una disminución en la densidad ósea u osteoporosis. 
o Tumor pardo: se denomina así a la masa de tejido reactivo formada tras el ingreso de macrófagos y la penetración de tejido fibroso 
de reparación a las múltiples microfracturas con hemorragias subsiguientes. El color pardo es consecuencia de las vascularización, 
hemorragia y depósito de hemosiderina; es relativamente frecuente que estas lesiones presenten degeneración quística. 
o Osteítis fibrosa quística generalizada: signo de hiperparatiroidismo grave, está dado por la combinación de aumento de actividad de 
las células óseas, fibrosis peritrabecular y tumores pardos quísticos. También se la conoce como enfermedad de von Recklinghausen 
del hueso. Es poco frecuente topares con este signo, dado que el hiperparatiroidismo suele detectarse y tratarse en estadios 
tempranos. 
La corrección del hiperparatiroidismo permite la remisión o la desaparición total de los cambios óseos. 
 
 
Ejemplo de osteítis fibrosa 
quística. Se observa deformidad 
ósea con numerosos quistes y 
tumores partos 
→Tumor parto del HPT. El aumento de la 
actividad osteoclástica produce una resorción 
ósea irregular con microfracturas y 
hemorragias. El centro del tumor pardo 
contiene osteoclastos y células 
mononucleares, fibroblastos y hemorragia 
focal. La hemosiderina da el color marrón-ocre 
a la macroscopía. Actualmente son lesiones 
infrecuentes dado que el hiperparatiroidismo 
se trata antes de que logren desarrollarse. 
Tumores óseos 
La escasa frecuencia de los tumores óseos primarios y la necesidad de realizar un tratamiento quirúrgico en este tipo de cánceres hacen a este grupo de trastornos 
especialmente problemáticos. Aunque no sean muy frecuentes, los sarcomas óseos son mortales en el 50% de los pacientes. La mayoría de las neoplasias óseas aparecen 
durante las primeras décadas de vida, principalmente en los huesos largos de las extremidades. → La aparición en ciertos grupos de edad y en localizaciones anatómicas 
concretas proporcionan indicios diagnósticos importantes sobre los tipos específicos de tumores. Pueden manifestarse de múltiples maneras: producen dolor, aparecen 
masas de crecimiento lento, fracturas patológicas y en el caso de las lesiones benignas, es más frecuente que su diagnóstico sea resultado de un descubrimiento fortuito 
asintomático. Las radiografías resultan muy útiles para reducir las posibilidades diagnósticas de este tipo de lesiones, pues no sólo muestran una anomalía ósea sino que 
también permiten determinar su localización extensión. De todas formas, en casi todos los casos es necesaria una biopsia para establecer un diagnóstico definitivo. 
Cuando es posible, los tumores se clasifican según la célula normal o la matriz que producen; aquellas que no tienen un equivalente de tejido normal se agrupan según sus 
características clínico-patológicas. Los tumores benignos son mucho más frecuentes que los malignos, y aparecen con mayor frecuencia en las tres primeras décadas de la 
vida, mientras que en adultos mayores es más probable que sea un tumor malignos. Con excepción de las neoplasias originadas en las células hematopoyéticas (mieloma, 
linfoma, leucemia), el osteosarcoma es el cáncer primario más frecuente del hueso, seguido por el condrosarcoma y el sarcoma de Ewing. Las agresiones que producen 
inflamación y una lesión crónica (infartos óseos, osteomielitis crónica, la enfermedad de Paget, la radioterapia y las prótesis metálicas) aumentan el riesgo de neoplasia 
ósea, probablemente porque la proliferación asociada a la reparación y a la inflamación crean un entorno más que favorable para el desarrollo de transformaciones 
malignas. 
TUMORES FORMADORES DE HUESO 
Todos los tumores de este tipo producen osteoide sin mineralizar o hueso reticular mineralizado. 
Osteoma osteoide y osteoblastoma. Son tumores benignos productores de hueso con características histológicas idénticas, pero que difieren en tamaño, lugar de origen y 
síntomas. Es infrecuente su transformación maligna 
Osteoma osteoide Osteoblastoma 
– Son por definición menores de 2cm de diámetro. 
– Suelen afectar a hombres jóvenes en la adolescencia o de 30 años aprox 
– Suelen localizarse en huesos de extremidades: el 50% se encuentran en el fémur o la 
tibia; normalmente en la cortical y menos frecuentemente en la cavidad medular. 
– Produce dolor nocturno intenso que mejora con la administración de AAS y otros AINES 
→ el dolor podría deberse a la producción de PGE2 por los osteoblastos proliferantes. 
– Una cubierta gruesa de hueso cortical reactivo podría ser el único hallazgo radiológico. 
– TTO: ablación por radiofrecuencia 
– Mide más de 2cm de diámetro. 
– Afecta con más frecuencia la región posterior de las vértebras 
(láminas y pedículos). 
– El dolor no mejora con la administración de AAS 
– No suele producir una reacción ósea considerable 
– TTO: legrado o extirpación en bloque 
– DX diferencial osteosarcoma: es de tamaño relativamente 
pequeño, tiene límites bien definidos y osteoblastos con 
características benignas. 
Son masas redondas/ovaladas de tejido pardo granular. Están bien delimitados y contienen trabéculas de hueso reticular interconectadas de manera aleatoria con un 
revestimiento prominente de una sola capa de osteoblastos. El estroma que rodea la neoplasia está formado por TC Laxo que contiene numerosos capilares dilatados y 
congestivos. El osteoma osteoide provoca la formación de abundante cantidad de hueso reactivo que rodea la lesión, dejando al tumor (denominado nido) dentro de él; 
se observa en la rx como una radiotransparencia redonda pequeña que puede estar mineralizada en el centro. 
 
 
Osteosarcoma. Es un tumor maligno donde las células cancerosas producen matriz osteoide o hueso mineralizado. Es el tumor 
primario más frecuente del hueso (salvo por el mieloma y linfoma), representando el 20% de los cánceres óseos primarios. A veces 
el primer síntoma es una fractura aguda del hueso. En las Rx suelen presentarse como una masa mixta lítica y blástica, grande y 
destructiva con bordes infiltrantes; con frecuencia el tumor rompe la cortical y los extremos levantados del periostio = triangulo de 
Codman, indicio de un tumor agresivo y característico de esta patología, pero no patognomónico. 
– Epidemiología. Tiene una distribución bimodal por edad → el 75% de los casos afectan a personas menores de 20 años y el 
segundo pico de incidencia afecta a adultos mayores (que presentan condiciones predisponentes, como una Enfermedad de 
Paget, infartos óseos y radioterapia previa). Afecta más a los hombres y por lo general aparecen en la región metafisaria de 
los huesos largos de las extremidades y casi el 50% se localiza en la rodilla (fémur distal/tibia proximal). 
– Patogenia. Aproximadamente el 70% de los osteosarcomas tienen anomalías genéticas adquiridas, alteraciones 
cromosómicas numéricas y estructurales. Por lo general presentan mutaciones en genes supresores tumorales (RB, TP53, 
INK4a) y en oncogenes conocidos (MDM2 y CDK4). Dado que los osteosarcomas tienen incidencia máxima alrededor del 
brote de crecimiento de la adolescencia y se suelen ubicar en la región del cartílago de crecimiento donde los huesos crecen 
más rápido, se cree que la intensa proliferación puede predisponer a la aparición de mutaciones que lleven al desarrollo de 
un osteosarcoma. 
– Morfología. Existenvarios tipos de osteosarcomas que se agrupan según: 
→Osteoma osteoide. En la 1ra imagen se observan 
trabéculas de hueso reticular interconectadas de 
manera aleatoria revestidas por osteoblastos 
prominentes; los espacios intertrabeculares contienen 
TC laxo vascularizado. En la segunda imagen se ve la 
radiografía de una pieza de resección con un osteoma 
osteoide intracortical; la radiotrasparencia redonda con 
mineralización central representa la lesión y está 
rodeada de abundante hueso reactivo que ha 
provocado un engrosamiento cortical. 
Osteosarcoma femoral distal con abundante formación de hueso que se extiende 
a las partes blandas. El periostio está levantado del hueso, deposita una cubierta 
triangular proximal de hueso reactivo denominada triángulo de Codman. 
a. Lugar de origen: intramedular, intracortical o superficial 
b. Grado histológico: bajo o alto. 
c. Primario (el hueso subyacente es normal) o secundario a 
trastornos preexistentes (tumores benignos, enfermedad de 
Paget, infartos óseos, radioterapia previa). 
d. Características histológicas: osteoblástico, condroblástico, 
fibroblástico, telangiectásico, células gigantes y células pequeñas. 
El tipo más frecuente aparece en la metáfisis de huesos largos y es primario, intramedular, osteoblástico y de alto grado. MACRO: son tumores voluminosos 
granulares, de color gris-blanco que a menudo contienen zonas de hemorragia y degeneración quística. Destruyen con frecuencia las corticales circundantes, así 
como la cavidad medular a tal punto que infiltran y sustituyen la médula ósea. Es infrecuente que atraviesen la lámina epifisaria o ingresen a la articulación. 
MICRO: el tamaño y forma de las células del tumor son muy diversos, pero suelen tener núcleos hipercromáticos grandes; es frecuente encontrar células 
gigantes tumorales y mitosis anómalas. La invasión vascular es llamativa y en algunos casos la necrosis puede ser extensa. La formación de hueso por las células 
tumorales es diagnóstica; además de hueso, las células neoplásicas pueden producir cartílago o tejido fibroso. Cuando abunda el cartílago neoplásico maligno el 
tumor se denomina osteosarcoma condroblástico. 
– Evolución clínica. El enfoque de tto es multimodal, por lo que comprende quimioterapia de inducción (se presupone que todos lo pacientes tienen metástasis a la 
hora del diagnóstico) seguida de tratamiento quirúrgico. En pacientes sin metástasis patentes la tasa de supervivencia a los 5 años es del 60-70%; en aquellos con 
metástasis, recidiva o un osteosarcoma secundario, el pronóstico sigue siendo muy malo (< 20% de supervivencia a los 5 años). Estas neoplasias suelen diseminar a 
los pulmones por vía hematógena → al momento del dx, 10-20% de los pacientes tienen metástasis pulmonares detectables. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TUMORES FORMADORES DE CARTÍLAGO 
Se caracterizan por la formación de cartílago hialino o mixoide. Al igual que la mayoría de los tumores óseos, los tumores benignos son mucho más frecuentes que los 
malignos. 
Osteocondroma. Tumor benigno con una cubierta de cartílago que está unido al hueso subyacente por un pedículo óseo. Es el tumor óseo benigno más frecuente, y 
alrededor del 85% son solitarios (vs síndrome de exostosis hereditaria múltiple, entidad autosómica dominante). Son masas de crecimiento lento, que pueden producir 
dolor si comprimen un nervio o si se fractura el pedículo. En la exostosis hereditaria múltiple, los huesos subyacentes pueden estar arqueados y acortados como reflejo de 
un trastorno asociado del crecimiento epifisario. 
– Epidemiología. Se diagnostican normalmente al final de la etapa adulta de manera fortuita, afecta tres veces más a los hombres que las mujeres. Aparecen sólo en 
huesos de origen endocondral y se localizan en la metáfisis, próximo al cartílago de crecimiento de los huesos tubulares largos, más que nada en la rodilla. 
Ocasionalmente se ubican en la pelvis, escápula y costillas. 
– Patogenia. En el caso hereditario, se detectaron mutaciones en la línea germinal con pérdida de función de los genes EXT1 y EXT2, mientras que en los casos 
esporádicos también suele haber un knock down de estos genes. EXT1/2 codifican para enzimas involucradas en la síntesis de GAGs → su disminución/alteración 
puede impedir la difusión normal del factor Ihh, un regulador local del crecimiento del cartílago, alterándose así la diferenciación de los condrocitos y la formación 
ósea local. 
Osteosarcoma del extremo proximal de la tibia. El tumor de 
color pardo-blanco ocupa la mayor parte de la cavidad medular 
de la metáfisis y diáfisis proximal. Ha infiltrado a través de la 
cortical, levantado el periostio y formado masas de partes 
blandas a ambos lados del hueso. 
→En la primera imagen histológica es posible ver un marcado 
pleomorfismo celular con elementos fusiformes, en el centro 
una célula con mayor tamaño con agrandamiento nuclear. 
Presencia de islotes de hueso reactivo. 
En la segunda imagen se aprecian elementos fusocelulares 
(flecha naranja) de un osteosarcoma, con producción de 
osteoide (flecha negra) eosinófilo. La producción de osteoide 
por un sarcoma es diagnóstica de osteosarcoma 
– Morfología. Son sésiles o pediculados y su tamaño oscila entre 1-20 cm. La cubierta está formada por cartílago hialino benigno de grosor variable. El cartílago 
muestra un crecimiento desorganizado y sufre osificación endocondral → la cortical del pedículo se fusiona con la del hueso en el que se asienta, por lo que la 
cavidad medular del osteocondroma está en continuidad con el hueso subyacente. 
– Evolución clínica. Los osteocondromas dejan de crecer en el momento del cierre del cartílago de crecimiento. Los tumores sintomáticos se curan mediante 
extirpación simple. Pocas veces evoluciona la forma adquirida a un condrosarcoma; sería más frecuente (5-20%) en el caso de la exostosis hereditaria múltiple. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Condromas. Son tumores benignos que surgen en huesos de origen endocondral. Pueden surgir en el interior de la cavidad medular (encondromas) 
o en la superficie del hueso (condromas yuxtacorticales). Los encondromas son los tumores de cartílago intraóseos más frecuentes y se suelen 
diagnosticar en personas de 20-50 años. La gran mayoría son asintomáticos, por los que se descubren de manera accidental; ocasionalmente 
pueden ser dolorosos y producir y una fractura patológica. En las Rx se observan como lesiones radiotransparentes circunscritas con calcificaciones 
centrales irregulares, un borde esclerótico y una cortical intacta. La enfermedad de Ollier y el síndrome de Maffuci son trastornos no hereditarios 
caracterizados por numerosos encondromas. 
– Patogenia. Se observa que los tumores (tanto en las formas heredadas como adquiridas) son mosaicos para mutaciones de los genes IDH1 e 
IDH2 en los condrocitos → esto podría explicarse gracias a las consecuencias funcionales de dichas mutaciones: estas harían que las 
proteínas codificadas, son isoformas de la enzima isotrato DH, adquieran una actividad enzimática nueva que conduce a la síntesis de 2-
hidroxiglutarato, un “oncometabolito” que interfiere con la regulación de la metilación del ADN. De esta forma, el 2-hidroxiglutarato 
producido por un subgrupo de células con mutaciones en la IDH en los encondromas, difunde a las células adyacentes con alelos de IDH 
WT, causando así cambios epigenéticos que inducen a la transformación. 
– Morfología. Suelen ser menores de 3 cm, de color gris azul y translúcidos. Están formados por nódulos bien delimitados de cartílago hialino 
que contienen condrocitos de características citológicas/morfológicas benignas. La porción periférica de los nódulos puede presentar una 
osificación endocondral y el centro puede calcificarse e infartarse. 
Encondroma en la falange proximal. El nódulo de 
cartílago radiotrasparente con calcificación central 
adelgaza, pero no penetra en la cortical 
– Evolución clínica.Su potencial de crecimiento es limitado. El tratamiento suele consistir en observación o legrado. Es infrecuente que un condroma solitario sufra 
una transformación sarcomatosa, pero aquellos asociados a una encondromatosis lo hacen con más frecuencia (si es un sme de Maffuci, también hay mayor riesgo 
de carcinomas ováricos y gliomas cerebrales). 
Condrosarcoma. Tumores malignos que producen cartílago. Se clasifican histológicamente en: 
a. Convencional (produce cartílago hialino). A su vez se subclasifican en 
centrales (intramedular) y periféricos (yuxtacortical). Los tumores 
centrales convencionales suponen alrededor del 90% de los 
condrosarcomas. MACRO: son tumores voluminosos formados por 
nódulos de cartílago traslúcido gris-blanco brillante con una matriz 
mixoide. Es habitual la presencia de calcificaciones punteadas, y la 
necrosis central puede formar espacios quísticos. El tumor se disemina a 
través de la cortical al músculo o grasa circundante. MICRO: el cartílago 
infiltra la cavidad medular y rodea las trabéculas óseas preexistentes. 
Presentan diversos grados de celularidad, atipia citológica y actividad 
mitótica, en base a los cuales se les asigna el grado 1 a 3 → tumores de 
grado 1 tienen una celularidad relativamente baja y los condrocitos 
presentan núcleos redondos con nucléolos pequeños VS tumores de 
grado 3 con una alta celularidad, polimorfismo extremo, células gigantes 
tumorales anómalas y mitosis. 
b. De células claras, contiene capas de condrocitos neoplásicos malignos 
grandes con abundante citoplasma claro, numerosas células de tipo 
osteoclasto y formación de hueso reactivo en el interior, que a menudo 
puede confundir con un osteosarcoma. 
c. Desdiferenciado, condrosarcoma de grado bajo con un segundo 
componente de grado alto que no produce cartílago. 
d. Mesenquimatoso, formado por islotes de cartílago hialino bien 
diferenciado rodeados de capas de células redondas pequeñas (imita un 
sarcoma de Ewing). 
– Epidemiología. Las personas con condrosarcomas tienen habitualmente 40 años o más, aunque la variante de celulas claras y la mesenquimatosa afecta a personas 
más jóvenes de 20 o 30 años. La incidencia en hombres es el doble respecto a las mujeres. Suelen localizarse en el esqueleto axial, especialmente en la pelvis, el 
hombro y costillas (VS encondroma benigno que suele afectar la región distal de las extremidades)→ la variante de células claras es una excepción, dado que se 
originan en las epífisis de los huesos largos. “En general, los tumores cartilaginosos periféricos (en dedos) son benignos y los que se asientan en el esqueleto axial 
son malignos” 
– Etiopatogenia. Aproximadamente el 15% de los condrosarcomas convencionales son secundarios a un encondroma u osteocondroma preexistente. Tanto en los 
condrosarcomas que aparecen en el síndrome de ostecondromatosis múltiple como los esporádicos suelen presentar mutaciones en IDH1 e IDH2. 
– Evolución clínica. Son masas dolorosas que aumentan de tamaño progresivamente. Hay una correlación directa entre el grado y la conducta biológica del tumor → 
los condrosarcomas de grado 1 no suelen producir metástasis, mientras que un 70% de los tumores de grado 3 se diseminan por vía hematógena, principalmente a 
los pulmones. TTO: extirpación quirúrgica amplia + quimioterapia en los condrosarcomas desdiferenciados y mesenquimatosos dado que su evolución clínica es 
más agresiva. La mayoría de los condrosarcomas convencionales son tumores de grado 1 con tasas de supervivencia del 80-90% a los 5 años, frente al 43% en el 
caso del grado 3. 
 
 
 
 
 
TUMORES DE ORIGEN DESCONOCIDO 
Tumores de la familia del sarcoma de Ewing. El tumor de Ewing es un tumor óseo maligno caracterizado por 
células redondas primitivas sin una diferenciación clara; se lo agrupa junto con el tumor neuroectodérmico 
primitivo (PNET) bajo la categoría de tumores de la familia del sarcoma de Ewing (TFSE), basándose en 
características clínicas, morfológicas, bioquímicas y moleculares compartidas. Son masas dolorosas que 
aumentan de tamaño y la región afectada suele presentar dolor a la palpación, aumento de temperatura y 
tumefacción + ocasionalmente signos sistémicos que imitan una infección: fiebre, anemia, leucocitosis. En 
las Rx se presentan como un tumor lítico destructivo con bordes infiltrantes y extensión a partes blandas 
adyacentes; la reacción perióstica característica produce capas de hueso reactivo depositado en formas de 
capas de cebolla. 
– Epidemiología. Los tumores de la TFSE representan el 6-10% de los tumores óseos malignos 
primarios y siguen al osteosarcoma como segundo grupo más frecuente de sarcomas óseos en la infancia. De 
todos los sarcomas, los TFSE son los que tiene una media de edad más baja en su presentación → el 80% de 
los pacientes son menores de 20. La incidencia es ligeramente más alta en niños que en niñas, sobre todo 
caucásicos. Estos tumores suelen ubicarse en la diáfisis de huesos largos, como el fémur y en los huesos 
planos de la pelvis. 
Condrosarcoma. A. Nódulos de cartílago hialino y mixoide que penetran en la cavidad medular crecen a través 
de la cortical y forman una masa de parte blande relativamente bien delimitada. B. Condrocitos anaplásicos en 
una matriz de cartílago hialino, organizados irregularmente, al azar. 
El tejido tumoral es reconocible como cartílago; se observan 
condrocitos en espacios claros, pero no hay un patrón 
ordenado. Abajo se observa invasión y destrucción ósea 
En el preparado se aprecia una masa tumoral irregular, 
amarronada-rojiza que atraviesa la cortical de la diáfisis de 
un hueso largo. 
– Patogenia. En este tipo de tumores es frecuente encontrar translocaciones que alteran el marco de 
lectura del gen EWS, pero aún se desconoce cómo contribuye a la transformación las proteínas 
resultantes. Del mismo modo, todavía no se han identificado la célula origen, pero se piensa que 
podrían ser las células madre mesenquimatosas (muy específico por suerte, muchas gracias) y las 
células neuroectodérmicas primitivas. 
– Morfología. Surgen en la cavidad medular, pero invaden la cortical, el periostio y partes blandas. 
MACRO: es blando, de color pardo-blanco y a menudo contiene zonas de hemorragia y necrosis. 
MICRO: está formado por capas de células redondas pequeñas uniformes ligeramente más grandes y 
cohesionadas que los linfocitos; tienen escaso citoplasma que podría verse más claro debido a su 
alto contenido de glucógeno. La presencia de rosetas de Homer-Weight (grupos redondos de células 
con un espacio fibrilar central) indica mayor grado de diferenciación neuroectodérmica. Puede 
aparecer una llamativa necrosis geográfica y, para la densa celularidad que contiene, este tumor 
suele tener relativamente pocas mitosis. 
– Evolución clínica. Los TFSE son neoplasias malignas agresivas que se tratan mediante quimioterapia 
de inducción seguida de extirpación quirúrgica con o sin radioterapia. Un factor pronóstico 
importante es el grado de necrosis causado por la quimioterapia. 
Tumor de células gigantes. Denominado así porque en la histología predominan las células gigantes multinucleadas de tipo osteoclasto, por lo que también son 
reconocidos como osteoclastoma. Es una neoplasia benigna infrecuente, pero localmente agresiva. Por lo general afecta a personas de 20-50 años. Se originan en la epífisis, 
pero pueden extenderse a la metáfisis; suelen ubicarse en la rodilla (fémur distal o tibia proximal), pero bien podrían afectar cualquier hueso. Los síntomas presentados 
pueden ser similares a los de una artritis dada su cercanía a las articulaciones, pero también pueden originar 
fracturas patológicas. 
– Patogenia. Las células neoplásicas de este tumor son precursoras primitivas del osteoblasto, pero 
representan una minoría dentro del tumor, pues la mayoría de las células presentes son osteoclastos no 
neoplásicos y sus precursores → las células neoplásicas expresanuna concentración elevada y desregulada 
de RANKL, por lo que el resultado será una resorción de matriz ósea localizada, pero muy destructiva por 
osteoclastos reactivos. 
– Morfología. MACRO: son masas grandes, de color pardo-rojizo que a menudo presentan 
degeneración quística. MICRO: el tumor está formado por capas de células mononucleares ovales uniformes 
y numerosas células gigantes de tipo osteoclasto con 100 núcleos o más. La necrosis y actividad mitótica 
pueden ser prominentes. Por más que haya hueso reactivo sobre la periferia del tumor, las células tumorales 
no sintetizan hueso ni cartílago. 
– Evolución clínica. Se tratan con legrado, pero la tasa de recidiva local es del 40-60%. Hasta el 
4%metastatizan a los pulmones, pero a veces sufren remisión espontánea y casi nunca son mortales. El 
denosumab (como inhibidor de RANKL) es un fármaco a tener en cuenta dentro del tto. 
 
Sarcoma de Ewing formado por capas de células redondas 
pequeñas con un citoplasma claro escaso. 
METÁSTASIS 
Son la forma más frecuente de cáncer óseo. Las vías de diseminación son: (1) extensión directa, (2) diseminación linfática o hematógena, y (3) siembra intervertebral (a 
través del plexo venoso de Batson). En adultos, más del 75% de las metástasis óseas tienen su origen en un cáncer de próstata, mama, riñón y pulmón; mientras tanto, en 
los niños las metástasis óseas se originan a partir de un neuroblastoma, tumor de Wilms, osteosarcoma, sarcoma de Ewing y rabdomiosarcoma. 
– Presentación. Son generalmente multifocales y afecan al esqueleto de la cabeza y el tronco (columna vertebral, pelvis, costillas, cráneo y esternón) → la médula 
roja en estas regiones (abunda en capilares y la circulación es muy lenta) facilita la implantación y crecimiento de las células tumorales. La imagen radiográfica de 
las metástasis puede ser lítica (destrucción de hueso), blástica (formación de hueso) o mixta (lítica y blástica) → las interacciones entre las células tumorales y las 
células del hueso nativo son las responsables de los cambios observados en la matriz ósea. Por ejemplo, en el caso de las lesiones líticas, la resorción ósea es 
producto de la secreción de prostaglandinas, citoquinas y PTHrP por las células tumorales, que aumentan la expresión de RANKL en los osteoblastos y en las células 
estromales, estimulando así la actividad osteoclástica. Al mismo tiempo, la proliferación de las células tumorales se verá favorecido por la liberación de factores de 
crecimiento unidos a la matriz durante la resorción. En el caso de las metástasis escleróticas, las células tumorales secretan factores que promueven la actividad 
osteoblástica. Los carcinomas renales tienden a ser osteolíticos, mientras que los adenocarcinomas prostáticos tienden a ser osteoblásticos. 
– Evolución clínica. La presencia de metástasis óseas implica un mal pronóstico, pues manifiesta una diseminación extensa del cáncer. Las medidas terapéuticas se 
orientan a mejorar los síntomas y evitar una diseminación original; para ello se opta por una quimioterapia sistémica, radioterapia localizada y bifosfonatos. 
 
 
 
 
 
 
 
Rx de columna 
vertebral con 
metástasis 
osteoblásticas de 
adenocarcinoma de 
próstata. 
Rx de tórax donde se aprecia una metástasis osteolítica en un paciente con carcinoma mamario. En el corte 
histológico se observa una metástasis con foco de origen en un carcinoma ductal infiltrante, que se 
encuentra ocupando la cavidad medular ósea; hay presencia de neohueso reactivo con osteoide rosado 
pálido. 
Tumores hematopoyéticos 
Mieloma múltiple. Neoplasia de células plasmáticas caracterizada por el compromiso esquelético multifocal. La células de origen es menos diferenciada que la célula 
plasmática y expresa antígenos asociados con mielomonocitos (CD33), megacariocitos (Gp IIb/IIIa) y células eritroides (glicoforina). Constituye un 10-15% de las neoplasias 
hematopoyéticas y causan un 1% de la mortalidad por cáncer. Es más frecuente en pacientes varones de edad media/avanzada. 
– Patogenia. La proliferación de las células plasmáticas en la médula ósea tiene 3 consecuencias principales: 
o Infiltración del hueso → producen destrucción ósea, que se puede manifestar en fracturas patológicas, dolor crónico, hipercalcemia. 
o Producción excesiva de inmunoglobulinas → responsable de la proteinuria de Bence Jones, riñón de mieloma, amiloidosis, y sme de hiperviscosidad. 
o Supresión de la inmunidad humoral → infecciones recurrentes: neumonía y pielonefritis recurrentes. 
– Diagnóstico. 
 
CRITERIOS 
DURIE-SALMON 
CRITERIOS MAYORES CRITERIOS MENORES 
• Plasmocitoma de biopsia tisular 
• Celularidad plasmática en médula ósea > 30% 
• Pico monoclonal sérico superior a 3,5g/dl si es IgG, 2 gl/dl su es 
IgA o una proteinuria de cadenas ligeras superior a 1 g/día 
• Celularidad plasmática en médula ósea de 10-30% 
• Pico monoclonal inferior al considerado como criterio 
mayor 
• Lesiones osteolíticas radiológicas 
• Disminución de inmunoglobulinas normales 
Se considera diagnóstico de mieloma cuando: se reúnen los dos primeros criterios mayores con dos menores, sólo se presenta el último 
criterio mayor, hay varios criterios menores 
CRITERIOS DE 
KYLE 
• Se exige la presencia de más de 10% de células plasmáticas en médula ósea o más de uno de los siguientes hallazgos: 
– Componente M en suero IgG > 3g/dl, IgA > 2g/dl 
– Cadenas ligeras en orina > 1g/día 
– Lesiones osteolíticas. 
 
Linfoma. 
Enfermedad de Hodgkin. Comprende un grupo de neoplasias linfoides que difieren de los No Hodgkin en su localización, diseminación y frecuencia de presentación 
extraganglionar. El LH surge en un único ganglio o cadena ganglionar y se disemina primero hacia los tejidos linfoides contiguos anatómicamente. Se caracteriza por la 
presencia de unas células gigantes neoplásicas denominadas células de Reed-Sternberg→ liberan factores que inducen la acumulación de linfocitos, macrófagos y 
granulocitos reactivos que suponen más del 90% de la celularidad tumoral. La media de edad en el momento diagnóstico es de 32; constituye uno de los cánceres más 
frecuentes de los adultos jóvenes y adolescentes, pero también aparece en ancianos. 
Lesiones óseas seudotumorales 
Quiste óseo aneurismático (QOA). Es un tumor caracterizado por espacios quísticos compartimentados que contienen sangre. En las radiografías el QOA aparece como una 
lesión excéntrica expansiva con límites nítidos que suelen ser completamente líticas y estar rodeadas por hueso reactivo en la periferia. 
a. El QOA primario afecta a todos los grupos de edad, pero normalmente 
aparece durante las dos primeras décadas de vida y en ambos sexos; se 
localiza con mayor frecuencia en la metáfisis de los huesos largos y en los 
elementos posteriores de la columna vertebral. Los signos y síntomas más 
frecuentes son dolor y tumefacción, y en el caso de una lesión establecida 
en la columna vertebral, la compresión de los nervios podría llevar a daño 
neurológico. Las fracturas patológicas son infrecuentes. 
b. El QOA secundario puede asociarse a distintas neoplasias primarias, 
principalmente el tumor de células gigantes y condroblastoma. 
– Patogenia. En los casos de QOA primario se cree que se debe a una mutación con ganancia de función de 
USP6, una proteasa que regula la actividad del factor de transcripción NF-kB y que consecuentemente 
también aumenta su actividad → mayor expresión de genes de metaloproteasas de MEC que producen 
una resorción quística del hueso. En el QOA secundario no hay afectación del gen USP6, sino que se piensa 
que deben haberse alterado mecanismos epigenéticos. 
– Morfología. La lesión está formada por varios espacios quísticos que contienen sangre, separados por 
tabiques delgados de color pardo-blanquecino; los tabiques están compuestos por fibroblastos uniformes 
redondos, células gigantes multinucleadas de tipo osteoclasto y hueso reticular reactivo. En la histología 
se veun hueso tapizado por osteoblastos, y por lo general el osteoide se deposita siguiendo los contornos 
fibrosos. Aproximadamente de estos tumores presentan una matriz densamente calcificada inusual, 
denominada “hueso azul”. La necrosis es infrecuente. 
– Evolución clínica. El tto es quirúrgico mediante legrado y en determinadas circunstancias se aplica la 
resección en bloque. La tasa de recidivas es baja. Puede darse una remisión espontánea tras una remoción 
incompleta. 
 
 
 
 
↑En la radiografía se aprecia una lesión que semeja 
una dilatación aneurismática del hueso afectado, 
usualmente en la metáfisis de un hueso largo o en el 
cuerpo vertebral. 
En el preparado macro, una lesión quística 
aneurismática del cúbito. 
Quiste óseo aneurismático 
con un espacio quístico que 
contiene sangre rodeado por 
una pared fibrosa con 
fibroblastos proliferantes, hueso 
reticular reactivo y células 
gigantes de tipo osteoclasto 
Defecto fibroso metafisario. Son muy frecuentes y están 
presentes en el 30-50% de los niños menores de 2 años. 
Suelen ser de localización excéntrica en la metáfisis distal 
del fémur y proximal de la tibia, y casi la mitad son 
bilaterales o múltiples. Suelen ser pequeños, de 0,5 cm de 
diámetro (aquellos que alcanzan los 5-6 cm de diámetro se 
denominan fibromas no osificantes, que se detectan en la 
adolescencia o adultez). 
– Morfología. Produce lesiones radiotrasparentes de 
contornos nítidos y con eje mayor paralelo a la cortical 
y un reborde fino de esclerosis. Son lesiones celulares 
de color gris a pardo-amarillento, que contienen 
fibroblastos y macrófagos. Los fibroblastos 
citológicamente uniformes están dispuestos con un 
patrón estoriforme=arremolinado, y los macrófagos 
pueden adoptar la forma de células gigantes 
multinucleadas o de células espumosas. Es frecuente la presencia de hemosiderina. 
– Evolución clínica. Por lo general son asintomáticos, por lo que su hallazgo suele ser fortuito y no se suele requerir de 
una biopsia para un dx. La mayoría de estas lesiones tiene un potencial de crecimiento limitado, y desaparecen de 
modo espontáneo en varios años, siendo remplazados por hueso cortical normal; aquellas pocas que aumentan de 
tamaño progresivo pueden generar fracturas patológicas o hacer necesaria una biopsia para descartar otro tipo de 
tumores. 
Displasia fibrosa. Tumor benigno que se ha relacionado con una detención localizada del desarrollo 
→ están presentes todos los componentes del hueso normal, pero no se diferencian en estructuras 
maduras. Las lesiones tienen varios patrones clínicos: 
a. Monostótica: afecta un solo hueso. 
b. Poliostótica: afecta varios huesos. 
c. Síndrome de Mazabraud: displasia fibrosa (habitualmente poliostótica) y mixomas de partes 
blandas. 
d. Síndrome de McCune-Albright: enfermedad poliostótica asociada a manchas cutáneas color 
café con leche y anomalías endócrinas, sobre todo pubertad precoz. 
 
Patrón estoriforme creado por células fusiformes benignas con 
células gigantes de tipo osteoclasto dispersas, característico de 
un defecto fibroso cortical/fibroma no osificante. 
Fibroma no osificante en la metáfisis tibial 
distal que produce una radiotrasparencia 
lobulada rodeada por un borde 
esclerótico. 
Displasia fibrosa de una costilla, le lesión consiste 
en una masa expansiva fusiforme de color gris-blanco. 
– Patogenia. Se debe a una mutación somática de ganancia de función durante el desarrollo en el gen GNAS1 
→ una proteína G2 activa de manera constitutiva que estimula la proliferación. La extensión del fenotipo 
dependerá de: (1) la fase embrionaria en la que se adquiere la mutación y (2) el destino evolutivo de las 
célula portadora de la mutación. 
 
 
 
 
 
 
Granuloma eosinófilo. También conocida como “histiocitosis de Langerhans unifocal y mutifocal unisistémica”, y se 
caracteriza por proliferaciones de células de Langerhans mezcladas con números variables de eosinófilos, linfocitos, células 
plasmáticas y LPMN. Normalmente surgen dentro de las cavidades medulares del hueso, principalmente en la bóveda craneal, 
costillas y fémur; con menor frecuencia, surgen lesiones unisistémicas con una histología idéntica en piel, pulmones o 
estómago. Las lesiones unifocales afectan al sistema óseo en niños mayores o en adultos; pueden ser lesiones asintomáticas o 
causar dolor, sensibilidad al tacto, y en algunos casos, fracturas patológicas. La enfermedad multifocal unisistémica suele 
afectar a niños pequeños, que acuden con múltiples masas óseas erosivas que ocasionalmente se extienden hacia el tejido 
blando adyacente. 
 
 
 
 
→Displasia fibrosa con trabéculas curvas de 
hueso reticular sin un revestimiento 
osteoblástico visible sobre un fondo de tejido 
fibroso. 
Histiocitosis de células de Langerhans. A. células de Langerhans 
con núcleos plegados o con surcos y citoplasma moderadamente 
abundante y pálido, mezclados con algunos eosinófilos. B. MET que 
muestra gránulos de Birbeck a modo de bastones con periodicidad 
característica y un extremo terminal dilatado.

Continuar navegando