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Teoría de la literatura de los formalistas rusos por Jakobson,Tinianov, Eichenbaum, Brik, Shklovski, Vinogradov, Tomashevski,Propp Antología preparaday presentada por TzvetanTodorov MEXICO ESPAÑA ARGENTINA COLOMBIA SOBRE EL REALISMO ARTISTICO R. JAKOSSON Hasta no hacemucho tiempo, la historia del arte, y en particular la historia de la literatura, era una causetie* y seguía todas las leyes de ésta.Se pasabaalegrementede un tema a otro; el flujo lírico de palabrassobre la elegancia de laforma dejabasu lugar a las anécdotastomadasde la vida del artista; los truismos psicológicos alternabancon problemasrelativos al fondo filosófico de la obra y a los del medio social en cuestión. i Es un trabajo tan fácil y remunerativohablar de la vida, de la época apartir de las obras literarias! Es más fácil y remunerativocopiar un yeso quedibujar el cuerpo. La causetieno conoce terminología precisa. Por el con- trario: la variedad de términos, los vocablosequívocosque sirven de pretexto para el juego de palabras,son las cualidadesque dan encantoa la conversación.Esasí como lahistoria del arte noconocía la terminología científica y utilizaba las palabrasdel lenguajeco- rriente, sin pasarlaspor el matiz de la crítica, sin limitarlas con precisión, sin tener encuentasu polisemia.Por ejemplo, los histo- riadoresde la literaturaconfundíanimpúdicamenteel idealismocomo designaciónde una concepciónfilosófica del mundo,con el idealismo tomado en el sentido de desinteréso no sumisión a motivos pura- mente materiales. La confusión concernienteal término "forma" que hasido reveladabrillantementeen lasobrasde gramáticagene- ral de Anton Marty, es aún más desesperante.Peroel término "rea- lismo" fue el que tuvo especialmala suerte. El empleo desordenado de estapalabra de contenido extremadamentevago ha acarreado consecuenciasfatales. ¿Quéesrealismoparael teórico del arte?Esuna corrienteartística que se ha propuestocomo finalidad reproducir la realidad 10 más fielmente posible y que aspira al máximo de verosimilitud. Decla- .. En {rancts enf1 original. (T. T.). "Charla" (N. dfl T.). 71 ramos realistas lasobras que nos parecenverosímiles, fieles a la realidad. Desde ya, laambigüedades evidente: 1. Se trata de una aspiración,de una tendencia,es decir que se llama realista laobra propuestacomo verosímil por el autor. (Sig- nificación A). 2. Se llama realista la obra que espercibidacomo verosímil por quien la juzga. (Significación B). En el primer caso, estamosobligados a juzgar en forma inma- nente;en el segundomi impresiónesel criterio decisivo. La historia del arte confundeen forma desesperante estas dossignificacionesdel término "realismo". Se atribuye al punto de vista individual un valor objetivo y absolutamenteauténtico.Se reducesubrepticiamente el problema de mi relación con ella.Se sustituye imperceptible- mente la significación A por la significación B. Los clásicos, lossentimentalistas.en parte los románticos, aún los realistasdel siglo XIX, en gran medida los decadentes, yfinal- mente los futuristas. los expresionistas,etc., afirmaron con insis- tencia que lafidelidad a la realidad. el máximo de verosimilitud, en una palabra: el realismo. era el principio fundamental de su programaestético. Enel siglo XIX. esta afirmación dio su nombre una corrienteartística. Los epígonosde estacorrienteson los que han creado esencialmentela historia actual del arte y sobretodo de la literatura. Por estemotivo se presentaun casoparticular. una determinadacorriente artística, como la realización perfecta de la tendencia en cuestión; para estimar el grado de realismo de las escuelasanterioresy posterioresse las comparacon el realismo del siglo XIX. Deestamanerase logra subrepticiamenteuna nueva iden- tificación: se introduce una tercerasignificación de la palabra "rea- lismo" (significación C) que consiste en lasuma de los rasgos característicosde una escuelaartística del siglo XIX. En otras pala- bras, el historiador de la literatura consideraque las obras más verosímilesson lasobras realistas del siglopasado. Analicemosla noción de verosimilitud artística. Si en la pintura, en artefigurativo. se puede llegar a tener lailusión de una fidelidad objetiva y absoluta a la realidad.. la cuestión de laverosimilitud "natural" (siguiendola terminologíade Platón) de una expresión verbal, de una descripción literaria, está evidentementedesprovista de sentido. ¿Acaso podemospreguntarnossobre el grado de vero- similitud de talo cual tropo poético?¿Se puede decir que talmetá- fora o metonimia es objetivamentemás realista queotra? Aún en pintura el realismo es convencional.o seafigurativo. Los métodos de proyección del espacio de tresdimesionessobre la superficie. el 72 color. la abstracción. la simplificación del objeto reproducido. la elección de losrasgos representados.todo eso esconvencional.Es necesario aprender el lenguaje pictórico convencional para ver el cuadro. de la misma maneraque no puedencomprenderselas pala- brassin conocerla lengua.El carácterconvencional.tradicional de la presentaciónpictórica determina en gran medida el acto mismo de la percepciónvisual. A medida que seacumulan las tradiciones. la imagen pictórica se convierte en un ideograma.en una fórmula que vinculamos inmediatamenteal objeto siguiendo una asociación por contigüidad. El reconocimiento se produce instantáneamente. El ideograma debe serdeformado. El pintor innovador debe ver en el objeto aquello que ayer no se veía. debeimponer a la percep- ción una nuevaforma. Sepresentaal objetocon un sesgoinhabitual. Así escomo Kramskoi, uno de los fundadoresde la escuelallamada realista en la pintura rusa. cuenta en sus memoriascómo trató de deformar al máximo la composición académica.y este "desorden" está motivado por un acercamientoa la realidad. Es una motivacióñ característicadel Sturm und Drang de las nuevasescuelasartísticas. es decir. una motivación para la deformaciónde los ideogramas. La lengua cotidiana conoce gran número de eufemismos. de fórmulas de cortesía.de palabrasencubiertas.de alusiones.de giros convencionales.Cuandoqueremosque un discursosea franco. natu- ral. expresivo. rechazamoslos accesoriosde salón, llamamos a los objetospor su propio nombre y estas formas tienen una resonancia nueva; en ese casodecimos: c'est le mot *. Desde el momentoen que hacemosun uso habitual de esenombrepara designarel objeto. estamosobligados. por el contrario. a recurrir a la metáfora. a la alusión. a la alegoría. si deseamosobtener una forma expresiva. Los tropos vuelven el objeto mássensibley nos ayudana verlo. En otras palabras.cuando buscamosla palabra justa que nos permite ver el objeto. elegimosuna palabraque no eshabitual. por lo menos en esecontexto, una palabraviolada. Esta palabrainesperadapuede ser tanto la denominaciónfigurada como la denominaciónpropia: es necesriosabercuál de lasdos se usa.Existen mil ejemplos• sobre todo en la historia del vocabularioobsceno.Llamar el hecho por su nombre es mordaz, pero en un medio habituado a las palabra.s groseras,el tropo, el eufemismo,actuaránde una maneramás fuerte y másconvincente.Este es el caso de lapalabrade los húsaresrusos: "utilizar" (utilizirovat'). Por eso los términosextranjerosson más insultantesy se los utiliza voluntariamentepara esos fines.Por eso un epítetoinverosímil, holandéso morsa, relacionadopor un hablan- • En francés enel original. (T. T.). "Es la palabra" (N. del T.). 73 o sea, toda eleccion que se puede llegar a hacer sobre una obra artistica depende de lo que se sabe sobre el arte, es necesario saber lo convencional del arte para producir el arte. te ruso delenguajevulgar con el nombrede un objeto que no tiene ninguna vinculación ni con las morsas, ni conHolanda, redobla la fuerza del término. Por eso el mujik, en vez demencionarel acoplamientocon la madre (en las famosasfórmulas groseras) pre- fiere la imagenfantásticadel acoplamientocon el alma.reforzándola ademáspor un paralelismonegativo (tvoyu dushu ne mat'Y: Así ocurre también con el realismorevolucionario enliteratura. Las palabrasque ayerempleábamosen un relato hoy ya no nos dicen nada.Secaracterizaentonces alobjeto por los rasgos que ayer considerábamoscomo los menos característicos. los menos dignos de figurar en literatura; por los rasgos que no setenían en cuenta. "Le gusta detenerse en loinesencial": es el juicio clásico de la crítica conservadorade todos los tiempos ante elinnovadorcontem- poráneo. Quienquierapuede elegirpor sí mismo las citas conve- nientes en los críticoscontemporáneosde Pushkin, Gogol, Tolstoi, A. Bieli, etc. Los adeptos de la nueva escuelaconsideranlos rasgos inesenciales como una característicamás realista que la queutilizaba una tradición estereotipada.Otros, los más conservadores, siguen modelandosiempre su percepción según los viejos cánones; sienten la deformación realizada por la nueva escuela como un rechazo de la verosimilitud, como una desviación del realismo.Continúan cuidandolos viejos cánones como sifueran los únicos realistas. La definición A del término realismo. o sea la tendencia a la verosimiltudartísticade la cual hemoshabladomás arriba, da lugar a una ambigüedad: Al: la tendencia adeformarlos cánonesartísticosvigentes, inter- pretadacomo un acercamiento a la realidad. A 2 : la tendenciaconservadoralimitada al interior de unatradición artísticae interpretadacomo fidelidad a la realidad. La significación B presuponemi estimaciónobjetiva del fenóme- no artístico en cuestión como fiel a la realidad.Sustituyendolos resultadosobtenidos,encontramos: Significación BI , es decir: Yo soyrevolucionarioen relación con las hábitos artísticos vigentes y percibo sudeformación como un acercamiento a la realidad. Significación B2• es decir : Yo soyconservadory percibo ladefor- mación de loshábitosartísticosvigentes como unaalteraciónde la realidad. En esteúltimo caso, se puedellamar realistas únicamente los hechosartísticosque. para mí. no contradicenlos hábitos vigentes; teniendoen cuenta que desde mipunto de vista mispropios hábitos son los más realistas (latradición a la que pertenezco),y puesto que estosúltimos sólo se realizanparcialmenteen el marco deotras tradiciones.aunqueno los contradigan.veré en éstassolamenteun 74 realismolimitado, embrionario,no desarrolladoo decadentey decla- raré como único realismo auténticoa aquél en cuyo espíritu me he formado. Por el contrario el caso BI se podría formular así: mi actitud es la misma tanto frente a las fórmulas que contradicenlos hábitos artísticos vigentes, como frente a aquellos que.en el caso de B:!. no contradicen dichos hábitos. En ese caso puedo atribuir fácilmente una tendenciarealista (en el sentido Al de la palabra) a las formas que no son proyectadasen modo alguno como tales. Es así como se interpretaa menudoa los primitivos desde elpunto de vista B I ; 'se ha observadosólo su oposición a los cánonessin tener en cuenta su tradicionalismo y fidelidad a su propio canon (se interpreta A';! como Al). De la misma manera se percibían e interpretabancomo poéticosalgunos escritos que no estabandesti- nados a serlo. Prueba de esto esel juicio de Gogol que atribuía cualidadespoéticasal inventario de los objetos preciososque habían pertenecidoa los príncipes de Moscú. la nota de Novalis sobre el carácterpoético del alfabeto. la declaracióndel futurista Kruchenvj sobre la impresión poética producida por una cuentade lavandería, o la del poetaJlebnikovque ve a menudoun sentidoartístico en la alteraciónde una palabrapor un error tipográfico. El contenidode Al. A 2• BI Y B2 es totalmentenegativo.El exper- to contemporáneodescubrirá realismo en Delacroix y no en Dela- rache. en el Greco y Andrés Roublev y no en Guido Reni, en la imagen de la mujer escita y no en la del Leocoonte,Un discípulo del academismodel siglo pasadohubiera juzgado exactamentede manera contraria. El que percibe verosimilitud en Racine no la encuentraen Shakespeare,y viceversa. Segundamitad del siglo XIX. En Rusia. un grupo de pintores lucha por el realismo (primera fase delC.. un casoparticularde A2) • Uno de ellos, Repin, pinta un cuadro: loan el Terrible matandoa 8U hijo. Los compañerosde lucha de Repin apruebanla tela consi- derándolarealista (C, caso particular de Bl ) . Por el contrario, el maestrode Repin en la Academiaseindigna contra el irrealismo del cuadro; describeen detalle todas las deformacionesde la verosimi- litud, confrontándolascon el canon académicoque para él es el único válido (o sea desdeel punto de vista B';!). Pero una vez que la tradición académicamuere, el canon "realista" de los Ambulan- tes* se impone y llega a ser un hecho social. Nuevas tendencias surgen en pintura y un nuevo Sturm und Drang se desencadena: para decirlo con el lenguajede los manifiestos: sebusca una nueva • "Los Ambulantes" fue el nombre de ona sociedad de pintorea exísteare ru Rusia en los siglosXIX y xx (T. T.). 75 verdad. En consecuencia,es natural que para el pintor contempo- ráneo el cuadro de Repin sea antinatural. inverosímil (desde el punto de vista de B¡) y que sólo el conservadorque honra los "preceptos realistas" se esfuerce enmirar con los ojos de Repin (segundafase de C. un casoparticular de B2 ) . Por su parte. Repin ve en lasobras de Degasy Cézannenada más que gesticulacionesy falta de naturalidad (desdeel punto de vista B2 ) . Estos ejemplos ponen en evidencia toda la relatividad de la noción de "realismo"; sin embargo. los historiadoresdel aire. quienes. como ya se dijo. pertenecenen la mayoría de los casos a losepígonosdel "realismo" (a la segundafase deC). tratan arbitrariamentede la misma ma- nera C y B2• aunqueen realidadC no esmásque un caso particular de B. Como ya sabemos,se sustituye imperceptiblementela signi- ficación B por la significación A y no se percibe la diferencia entre Al y A 2 ; se toma conciencia de la destrucciónde ideogramassólo como medio paracrearotros nuevos.Como es natural el conservador no percibe el valor estético autónomode la deformación.Así bajo la aparienciade A (más precisamentede A2) los historiadoresdel arte se refieren en realidad a C. Por este motivo. cuando el histo- riador de la literatura declarapor ejemplo que "el realismoes propio de la literatura rusa" ese juicio equivale al aforismo: "la edad de veinte años es propio del hombre". Como existe una tradición que dice que el realismo es C. los nuevos artistas realistas (en el sen- tido Al del término) están obligados a declararse neo-realistas. realistasen el sentido superior de esapalabra. naturalistas,a esta- blecer una distinción entre el realismo aproximativo. ilusorio (C) y aquél que según ellos es auténtico (o sea el deellos). "Yo soy realista. pero en el sentido superior de esapalabra", declarabaya Dostoievski, A su vez, los simbolistas. los futuristas italianos. los. expresionistasalemanes.etc., han repetido casi la misma frase. Los neo-realistasidentifican a veces suplataformaestéticacon el realismo general; por esto se ven obligadosa excluir del realismo a los repre- sentantesde C. Con este criterio la crítica reciente nos ha hecho dudar del realismo de Gogol, Dostoievski, Tolstoi, Turgueniev, Ostrovski. Además, los historiadoresdel arte (en particular de la literatura) caracterizanC de una maneravaga y aproximada:no hay que olvi- darse queellos son epígonos.Un análisis más atento sustituirá sin duda C por una serie de valores de contenido más preciso. descu- briría que una serie de procedimientosque relacionamosgratuita- mente con C están lejos de caracterizara todos los representantes de la escuelallamada realista y que. por el contrario, se pueden igualmentedescubrir estos procedimientosfuera deella. Hemos ya indicado que la caracterizaciónque se opera según 76 rasgos inesenciales espropia del realismo progresivo. Hay un pro- cedimientode caracterizaciónque muchosrepresentantesde la escue- la e (en Rusia, la llamadaescuela deGogol) han cultivado y que por esta razón se identifica incorrectamentecon e en general; se trata de la condensacióndel relato con la ayuda de imágenes elegidas sobre un eje decontigüidad.es decir, siguiendo el limite entre el término propio y la metonimia o la sinécdoque.Esta "condensa- ción" se realiza fuera de laintriga o bien eliminándola. Tomemos el simple ejemplo de dos suicidios descriptos en la literatura: el de la pobreLiza y el de Ana Karenina.Tolstoi, describiendoel sui- cidio de Ana, se detiene másparticularmentesobre sucartera. Ese rasgo inesencial notendría ningún sentido en Karamzin, aunque su relato se apoya sobre una serie de rasgos inesenciales si se lo comparacon la novela de aventurasdel siglo XVIII. En estanovela. si el héroe tiene unencuentroes siempre con lapersonanecesaria, o por lo menos con aquél que laintriga exige, mientras que en Gogol, en Dostoievski, en Tolstoi. el héroe encontrará primero alguien completamenteinútil para la trama, y su conversaciónno aportará nada a esta última. Puesto que se declara amenudo que este procedimientoes propio del realismo. vamos a designarlo D. repitiendo que encontramoscon frecuencia D enC. Se le presentaun problemaa un niño: "El pájaro se ha volado de la jaula. Dada la distancia entre la jaula y el bosque. ¿cuánto tiempo ha empleadopara llegar al bosquesi recorre tantos metros por minuto?". El niño pregunta: "rDe qué color era la jaula". Ese niño es un realistaen el sentidoD de la palabra. Veamos una anécdota del tipo "adivinanza armenia": "¿Qué es eso verdecolgadoen la sala?-Bueno.es un arenque-¿Por qué en la sala?-Porqueno había lugar en la cocina.-¿Porqué ver- de? -Lo han pintado. -Pero, ¿por qué? -Para que sea más difícil adivinar". Este deseo de hacer más difícilla adivinanza.de demorarel reconocimiento,tiene por consecuenciaacentuarel nuevo rasgo, el epíteto original. Dostoievski escribía que en arte,para mostrar el objeto es necesarioprocederpor exageración.deformar su aparienciaprecedente,colorearlo como se colorean las prepara- ciones para observarlaen el microscopio. Usted colorea el objeto en forma diferente y piensa: se havuelto más sensible. más visible. más real (A). El cubistaha multiplicado el objeto sobre elcuadro, lo ha mostrado desdemuchos puntos de vista. lo ha vuelto más palpable. Se trata de un procedimientopictórico. Pero existe tam- bién la posibilidad de motivar. de justificar este procedimiento en el mismo cuadro: por ejemplo, el objeto está repetido porque se refleja en un espejo.Exactamentelo mismo ocurre en literatura. El arenquees verde porque lo han pintado: el epíteto sorprendente 77 está vinculado a la realidad, el tropo llega a sermotivo épico. El autor encontrarásiempre una respuesta a lapregunta: "1Por qué lo han pintado?". Pero no hay más que una respuestajusta: "Para que sea más difíciladivinar". Así, se puedeinjertar un tér- mino extraño sobre elobjeto, o bien se lo puedepresentarcomo un aspectoparticularde eseobjeto. En nombredel término propio, el paralelismo negativo rechaza lametáfora. "No soy un árbol, soy una mujer" dice la muchacha en un poema del poeta checo Srarnek. Sepuede justificar esta construcción literaria, se puede transformareste rasgo del relato directo en detalle delsujeto. "Algu- nos decían: éstas son pisadas dearmiño; otros objetaban:no, no son pisadas dearmiño, es Churila Plenkovich que ha pasado por aquí". El paralelismonegativo inverso rechaza eltérmino propio para afirmar la metáfora. (En el poemacitado de Sramek, lamu- chacha dice:"No soy una mujer, soy un árbol". En la pieza de otro checo, Capek, leemos:"¿Qué es?-Un pañuelo. Eso no es un pañuelo,es una hermosamujer apoyadaen la ventana.Lleva un vestido blanco y sueña con elamor..."). En los cuentos eróticos rusos, suele presentarse la imagen del acoplamientoen términosde paralelismoinverso. Lo mismo ocurre en las canciones de bodas, con la diferencia de que en este caso la construcción metafórica no está casijustificada, mientras que en los cuentos, estasmetáforasson motivadas:es un recursoempleado por el héroeastutopara seducir a la muchacha.Tambiénseexplican las metáforasreferidas al acoplamiento,como interpretacióndada por animales a un actohumanoque les esincomprensible.A veces se llama realismo ala motivación consecuente, a lajustificación de las construcciones poéticas.Por este motivo el novelista checo Capek-Hod,con un dejo de malicia, llama"capítulo realista" al primer apartadode su libro El esclavo másoccidentaldonde motiva una fantasía"romántica"por medio del delirioprovocadopor el tifus. LlamamosE a este realismo, es decir, ala exigencia de unamoti- vación consecuente, ala justificación de los procedimientospoéticos. Se confundea menudoeste E con C, B, etc. En la medida enque los teóricos del arte (y sobretodo de la literatura) no distinguen las diferentes nocionesdisimuladasen el término "realismo", 10 tratan como unapalabracomodínsin limitar su extensión:pueden servirse de él encualquierparte. Se nos puede replicar que no encualquier parte porque nadie calificará de "realistas" los cuentos fantásticos deHoffmann. La palabra realismo tiene pues una ciertasignificación; puede encon- trarse un factor común. Yo respondo:nadie designará unaventanamediantela palabra puerta, pero eso no significa que lapalabra puerta tenga un solo 78 sentido. No se puedenidentificar impunementelas diferentes signi- ficaciones de lapalabra "realismo" del mismo modo no es posible confundir la acción de portee con la porte* de la casa. sinpasar por un insensato. Laprimeraconfusiónes en verdad más fácilpuesto que. por ejemplo. las diferentes nociones queencontramosdetrás de la palabra "punto" están netamentedelimitadas. mientras que se puedenimaginar los hechos de los que se dirásimultáneamente que son "realistas" en el sentido C. B. Al. de la palabra. Sin embargono se puedepensar enconfundir e con A o con B1• Sin duda habrá hombrespacíficos. cuyonombre sea Pacífico. Eso no nos permite calificar a cada Pacíficodie' pacífico. Esta reglafunda- mentales evidente aun para losniños; sin embargoquienes se refieren al realismo enel arte contravienenconstantementeeste principio. 1921 • Juegode palabras en francés.Porter (llevar); port« (puerta). 79
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