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Cuadernillo-No10-El-Cultivo-Del-Platano-en-La-Finca-Campesina

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1Cuadernillo Agroecológico Nº 10
El cultivo del plátano en la finca campesina
Corporación Ecológica y Cultural 
Penca de Sábila
Cra. 50 N.° 59-27
corpenca@une.net.co
www.corpenca.org
ISBN: 978-958-57774-9-1
Textos:
César Augusto Quintero Ramírez
Corrección de textos:
Ángela Rodríguez Rodríguez
Dibujos portada e interior: 
Gustavo Alberto Taborda Sánchez 
Diseño y diagramación:
Carolina Jiménez Franco
cjfrancois@gmail.com
Con el apoyo de:
SETEM - Hego Haizea
Gobierno Vasco
Ginebra Tercer Mundo 
Impresión:
Periódico La Patria 
Medellín, 2014
Introducción 
Origen
Botánica
 Partes de la planta
 La raíz
 El tallo
 Pseudotallo o tronco
 Las hojas
 Inflorescencia o escapo floral
 Los frutos
 Clasificación botánica del plátano
 Plantas comestibles de la familia Musaceae
 Variedades de plátano cultivadas en Colombia
Ecología
 Clima
 Altitud
 Temperatura
 Lluvias o precipitación
 Luminosidad
 Vientos
 Humedad relativa
 Suelos
 Suelos sueltos
 Suelos profundos
 Suelos drenados
 Suelos fértiles
Sistemas de producción de plátano
 Plátano asociado o intercalado con café
 Sistema de fajas o hileras
 Sistema de lotes independientes
 Sistema mateado
 Plátano asociado con cacao
 Sistemas agroforestales
 Monocultivo
6
8
8
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9
9
9
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11
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12 
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13
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16
17
17
18
19
20
21
21
22
1
2
2.1
2.2
3.1
3.2
3
4
ÍNDICE
4.1
4.2
4.3
4.4
23
23
23
24
24
25
25
26
26 
26 
26 
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29
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34
34
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36
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37
37
38
38
Establecimiento de plátano en la finca
 Selección del lote
 Trazado y distancias de siembra
 Semilla
 Colino, cormo o aguja
 Rebrote inducido
 Cabeza de toro
 Ahoyado
 Siembra
Prácticas culturales con enfoque agroecológico
 Deshije o descoline
 Deshoje
 Descalcetamiento o desguasque
 Destronque
 Desbellote
 Apuntalamiento y amarre
 Manejo de arvenses
 Abonamiento
Manejo agroecológico de enfermedades e insectos dañinos
 Enfermedades limitantes
 Sigatoka negra y sigatoka amarilla
 Moko
 Bacteriosis
 Mal de Panamá
 Insectos dañinos limitantes
 Picudo negro
 Gusano tornillo
Prácticas de cosecha y poscosecha
 Cosecha
 Desgajada
 Lavada
 Selección y clasificación
 Empacada y pesada
 Bibliografía
5.1
5.2
5.3
5.4
5.5
6.1
6.2
6.3
6.4
6.5
6.6
6.7
6.8
8.1
8.2
8.3
8.4
8.5
7.1
7.2
5
6
7
8
6
El cultivo del plátano tiene gran impor-
tancia para la economía campesina y 
el sistema agroalimentario nacional. 
Este alimento es fundamental en la 
dieta básica de la población, una fuen-
te importante de carbohidratos, fibra y 
minerales, y junto con la papa, el arroz, 
el fríjol y el maíz es de primer orden 
en el contexto nutricional del pueblo 
colombiano. La producción de plátano 
para el consumo nacional la han sos-
tenido las familias campesinas de di-
versas regiones: la zona cafetera, los 
Llanos Orientales, la región Caribe y 
los valles interandinos, especialmente 
en las cuencas de los ríos Magdalena 
y Cauca. El plátano ha sido un cultivo 
colonizador, infaltable en la parcela 
de la familia que expande la frontera 
agrícola de un territorio, y junto con el 
maíz y el fríjol ha garantizado la segu-
ridad alimentaria familiar y la sobera-
nía alimentaria colombiana.
Sólo a partir de los años setenta se em-
pieza a valorar en términos económicos 
la producción de plátano en el país y en 
consecuencia se inicia lo que se pue-
de llamar la configuración del paque-
te tecnológico del cultivo. Se siembran 
grandes extensiones de monocultivos 
de plátano en tierras planas y cálidas, 
especialmente en los Llanos Orienta-
les. En la zona cafetera el plátano se 
convierte en un cultivo muy importante 
cuando se genera la llamada revolución 
verde en el café, con los cambios de pa-
radigma de la caficultura a plena exposi-
ción del sol, se tala el bosque andino del 
cinturón cafetero, es decir, el territorio 
montañoso situado entre 1.200 y 1.700 
msnm (metros sobre el nivel del mar). 
En este paisaje sin árboles, el plátano se 
consolida como el principal cultivo aso-
ciado al café, ya que proporciona som-
brío temporal en las fincas cafeteras 
empresariales y sombrío permanente 
en las fincas cafeteras campesinas.
En la zona rural del municipio de 
Medellín, el plátano se cultiva en los 
corregimientos Altavista, San An-
tonio de Prado, San Cristóbal y San 
Sebastián de Palmitas. En este úl-
timo corregimiento se considera un 
renglón importante de la economía 
local, junto con la caña panelera, el 
café, el banano y la ganadería doble 
propósito, todos ellos configuran las 
principales opciones productivas de 
la población campesina.
Desde hace varios años la Corporación 
Ecológica y Cultural Penca de Sábila 
desarrolla en San Sebastián de Pal-
mitas, junto con campesinos y cam-
pesinas, una propuesta agroecológica 
para los sistemas de producción que 
existen en el corregimiento. En este 
caminar se establecieron sistemas 
INTRODUCCIÓN
7
agroforestales en tres fincas campesi-
nas donde el plátano se considera un 
componente fundamental, también se 
han realizado seminarios con varios 
grupos de campesinos y campesinas 
sobre el mejoramiento del cultivo de 
plátano y esto ha contribuido a que las 
familias de la Asociación Campo Vivo 
del corregimiento San Sebastián de 
Palmitas sean las principales provee-
doras de plátano para la tienda de co-
mercio justo Colyflor. 
La Corporación Ecológica y Cultural 
Penca de Sábila presenta esta cartilla 
como un aporte al proceso de produc-
ción agroecológica, reconversión predial 
y mejoramiento de los sistemas de pro-
ducción de zonas cafeteras existentes 
en las fincas de familias campesinas 
del corregimiento San Sebastián de Pal-
mitas. La cartilla aborda los principales 
aspectos técnicos y ambientales que se 
deben tener en cuenta para la produc-
ción de plátano, de manera que contri-
buya a mejorar los sistemas productivos 
actuales y en consecuencia a fortalecer 
la economía de las familias que le han 
apostado a la producción agroecológica 
y a la organización campesina como los 
caminos a seguir en la lucha por su per-
manencia en los territorios de la rurali-
dad de Medellín.
8
1. ORIGEN
La agricultura moderna no conside-
ra importante saber en qué centros 
se originaron las plantas cultivadas y 
este olvido conduce a sistemas agrí-
colas menos sostenibles, a una mayor 
destrucción de la naturaleza. Conocer 
el centro de origen de una planta que 
se va a cultivar en otro lugar enseña 
el ambiente natural donde se ha desa-
rrollado, las plantas que la acompaña-
ron en su proceso evolutivo y el grupo 
de insectos y microrganismos benéfi-
cos o dañinos asociados a la planta de 
interés. 
Para la mayoría de los botánicos el 
plátano es oriundo de las húmedas re-
giones tropicales del sur de Asia, que 
incluyen el noroeste de la India, Cam-
boya, el sur de China, Sumatra, Java, 
Borneo, Filipinas, Taiwán y el sureste 
de Nueva Guinea. Es de resaltar que 
su centro de origen está en territorios 
de selva húmeda tropical, siendo com-
ponente de sistemas de bosque y sel-
vas muy complejas en flora y fauna.
En Europa, el plátano lo distribuye-
ron por la cuenca del mar Mediterrá-
neo pueblos invasores que llevaron la 
planta desde Asia, aproximadamente 
en el año 650 d.C. A las Islas Canarias, 
situadas en el océano Atlántico cerca 
del continente europeo, lo llevaron los 
portugueses en 1402. En 1506 llegó a la 
isla caribeña La Española, donde en la 
actualidad están la República de Haití 
y la República Dominicana, traído por 
Fray Tomás de Berlanga según lo cuen-
ta Gonzalo Fernández de Oviedo en la 
Historia general y natural de las Indias. 
El naturalista Alexander von Humboldt 
puso en duda esta procedencia y opinó 
que el plátano tiene como centro de ori-
gen las selvas húmedas tropicales de 
América y Asia. En sus escritossobre 
la Nueva España, Humboldt menciona 
algunos autores según los cuales las 
musáceas (familia de los plátanos) se 
cultivaban en América tropical antes de 
la conquista. 
2. BOTÁNICA
Para cultivar adecuadamente una 
planta es necesario conocer sus par-
tes, tener definidos los nombres de las 
mismas y saber los principios básicos 
del funcionamiento o fisiología de la 
planta en relación con el medio am-
biente donde se desarrolla. La clasi-
ficación botánica es el ordenamiento, 
agrupamiento y nomenclatura (saber 
los nombres) de las plantas y dado que 
el plátano pertenece a un grupo o fa-
milia muy numerosa, es importante 
abordar este tema.
9
El plátano es una planta herbácea, es 
decir no leñosa, con falsos tallos aéreos 
formados por las calcetas o vainas de 
las hojas y con verdaderos tallos sub-
terráneos constituidos por bulbos o 
cepas sólidas. Las hojas, grandes lá-
minas foliares que hacen la fotosíntesis 
(convierten la luz del sol en nutrientes), 
están distribuidas en forma de espiral 
en la planta, son variables en cuanto a 
tamaño (más grandes cada vez que la 
planta crece) y se forman durante todo 
el periodo vegetativo de la planta, el 
cual termina cuando aparece la inflo-
rescencia o conjunto de flores.
2.1 Partes de la planta
Dibujo 1. El plátano y sus partes
La raíz 
El plátano carece de una raíz princi-
pal o pivotante, su sistema radicular 
se desarrolla en forma de manojos 
de raíces fibrosas, casi siempre 3 o 
4 manojos. Las raíces pueden alcan-
zar un grosor entre 5 y 8 milímetros 
(un metro tiene mil milímetros), una 
longitud de más de 3 metros y hasta 
1.50 metros de profundidad, pero el 
80% de ellas se encuentran en los 
primeros 15 centímetros de profun-
didad (un metro tiene 100 centíme-
tros). Las raíces están cubiertas por 
unos pelos absorbentes o raicillas 
alimentadoras y es poca su capaci-
dad para romper capas endurecidas 
del suelo, en particular cuando éste 
tiene altos contenidos de arcilla. 
El tallo
También conocido como cepa o cor-
mo, el tallo del plátano es subte-
rráneo, corto, grueso y carnoso o 
suculento, es el sostén o anclaje de 
la planta. En el tallo nacen los co-
linos o retoños que originan nuevas 
plantas (hijas), en su parte superior 
se insertan las hojas y éstas con 
sus calcetas forman un falso tallo 
que se conoce como el tronco de la 
planta.
Pseudotallo o tronco
El tronco de la planta de plátano lo 
10
forman las vainas o calcetas de las 
hojas superpuestas, las cuales se 
envuelven unas a otras.
Las hojas 
El plátano tiene hojas de gran tamaño 
y esto les confiere una gran eficiencia 
en la captura de la luz solar, están con-
formadas por la vaina o calceta, el pe-
ciolo, la nervadura central y la lámina 
foliar o limbo, la cara o lado de la hoja 
que recibe la energía del sol se llama 
haz y la opuesta se denomina envés. 
Las vainas o calcetas pueden alcan-
zar hasta 3 metros de altura y están 
formadas por un tejido fibroso y blan-
do que contiene una gran cantidad de 
agua. El peciolo es grueso y apto para 
soportar el peso de la lámina foliar, la 
nervadura central es la prolongación 
del peciolo que se va adelgazando pro-
gresivamente hacia el ápice de la hoja.
El limbo o lámina foliar es una super-
ficie ovalada, surcada por nervaduras 
secundarias paralelas. La vida de una 
hoja es en promedio de 150 días y su 
máxima duración alcanza 200 días.
El número de hojas de una planta de-
pende del tipo o variedad de plátano, 
las variedades altas tienen más de 
40 hojas, las medianas entre 32 y 38 
hojas, y las bajas menos de 30 hojas. 
Es importante que los campesinos/
as conozcan cuántas hojas tienen las 
plantas de la variedad que cultivan en 
la finca, este conteo se hace tan pronto 
la planta emite el racimo porque luego 
no hay más emisión de hojas. Se cuen-
tan las hojas existentes o funcionales y 
las cicatrices en el tronco que dejaron 
las calcetas o vainas de cada hoja que 
tuvo la planta.
Determinar el tiempo de aparición de 
cada hoja es un dato muy útil para el 
manejo de la plantación, este tiempo 
se mide marcando en la planta una 
hoja recién emitida y anotando la fe-
cha, luego se debe estar atento a la 
emisión de la siguiente hoja para saber 
cada cuántos días aparece una hoja 
nueva en el cultivo. Este valor cambia 
de una región a otra y de una variedad 
de plátano a otra, un ejemplo es la va-
riedad dominico hartón, que emite una 
hoja cada 6 días en fincas ubicadas a 
una altura de 1.500 msnm.
Dibujo 2. La hoja de plátano
11
Dibujo 3. Secuencia del desarrollo del plátano entre 0 y 15 meses después de la siembra
Inflorescencia o escapo floral
El escapo floral sale por el centro 
de las vainas o calcetas y posterior-
mente se transforma en racimo, se 
genera en el tallo o cormo subte-
rráneo y asciende por todo el falso 
tallo o tronco. 
La planta inicia este ascenso cuando 
ha emitido entre 18 y 20 hojas, esto 
ocurre entre 6 y 7 meses después de la 
siembra. Cuando la planta ha emitido 
la inflorescencia termina su proceso 
de producción de hojas, por eso es im-
portante conservar la mayor cantidad 
posible de hojas en estado funcional 
durante el desarrollo de los frutos. 
El escapo floral está conformado por brác-
teas, éstas son pequeñas hojas modifica-
das de color morado que se desprenden 
paulatinamente, dejando salir grupos de 
flores que posteriormente serán las ma-
nos o gajos del racimo. En su parte inferior 
la inflorescencia termina en la bellota, la 
cual tiene forma de cono invertido y es de 
color morado o púrpura.
Los frutos 
Los frutos se producen en un racimo 
compuesto por varios grupos llama-
dos manos o gajas que se desarrollan 
en el vástago del racimo, cada mano 
tiene entre 10 y 20 frutos o dedos. Las 
manos se distribuyen en espiral, alre-
dedor del vástago. 
12
2.2 Clasificación botánica del 
plátano
Todas las plantas, cultivadas o silves-
tres, se pueden llamar de dos mane-
ras, la común y la científica. El nombre 
común de una planta es el que usan 
con frecuencia todas las personas y en 
este caso es plátano, aunque sucede 
que dicho nombre puede cambiar de 
una región a otra. Por eso los botáni-
cos, es decir los expertos que se dedi-
can a estudiar las plantas, utilizan un 
nombre científico que en el caso del 
plátano es Musa paradisiaca.
Es importante este punto de referen-
cia porque el plátano es parte de una 
familia de plantas llamada Musaceae, 
que tiene una gran cantidad de plantas 
muy parecidas entre sí y no todas son 
del grupo de los plátanos. De hecho las 
heliconias, cultivadas por sus flores de 
gran valor ornamental, pertenecen a la 
familia Musaceae. 
Esta familia posee diversos grupos de 
plantas que producen frutas y a cada 
grupo se le ubica o denomina con su 
respectivo nombre científico, pero a la 
vez cada grupo está conformado por 
variedades que también se llaman ti-
pos o cultivares.
Plantas comestibles de la fa-
milia Musaceae
Los principales grupos de plantas co-
mestibles de la familia Musaceae son 
los siguientes:
Grupo Paradisiaca: los plátanos. 
Nombre científico: Musa paradisiaca. 
Variedades: maqueño, negro, truncho, 
madre del platanar, liberal, hartón, do-
minico hartón, dominico.
Grupo Balbisiana: “otros” pláta-
nos. Nombre científico: Musa balbi-
siana. Variedades: cachaco (popocho o 
cuatro filos), espermo, miritú (resplan-
dor), saba, pelipita.
Grupo Acuminata: los murrapos. 
Nombre científico: Musa acuminata. 
Variedades: anam, calcuta, selangor, 
bocadillo (dátil, papelillo, murrapo, ba-
nano de seda, primitivo).
Grupo Sapientum: los bananos. 
Nombre científico: Musa sapientum. 
Variedades: banano, habano, guineo 
(colicero), guayabo, tafetán, tafetán 
morado, manzano, pigmeo.
Los dos grupos básicos de la familia 
Musaceae son los plátanos y los ba-
nanos. Los plátanos generalmente se 
consumen cocidos (picados o troza-
dos) o fritos (patacón) poco antes de 
iniciarse el periodo de maduración, en 
un estado que se denomina “gecho”, y 
cuando están maduros se consumen 
13
fritos (tajadas)o asados, pero no son 
aptos para comerlos crudos antes de 
su madurez. Los bananos se consu-
men como fruta cuando alcanzan su 
completa madurez, excepto la variedad 
guineo o colicero que se utiliza como 
plátano debido a su bajo contenido de 
azúcares.
Variedades de plátano cultiva-
das en Colombia: Las principales 
variedades de plátano que se cultivan 
en Colombia son el hartón, el domini-
co y el dominico hartón. Las siguientes 
son las principales características de 
estas variedades:
Plátano hartón: se consume bá-
sicamente verde o pintón, es el más 
utilizado para producir harina. El raci-
mo tiene pocas manos o gajas pero da 
frutos muy desarrollados, la bellota se 
desprende rápidamente.
Plátano dominico: se encuentra 
en un amplio rango de climas, desde 
los cálidos hasta los moderadamente 
fríos. El racimo tiene entre 6 y 10 gajas 
y cada una de ellas contiene de 12 a 24 
dedos o frutos, este racimo conserva 
la bellota hasta su maduración.
Plátano dominico hartón: es el 
más común en la zona cafetera, se 
cultiva en terrenos que alcanzan una 
altura hasta de 1.500 msnm. Produce 
racimos que tienen en promedio 7 ma-
nos o gajas, las cuales contienen entre 
10 y 12 frutos o dedos cada una. El ra-
cimo conserva sólo parte de su bellota 
durante la maduración.
En el corregimiento San Sebastián de 
Palmitas, las variedades que cultivan 
y conservan las familias campesinas 
son: dominico, plátano hartón, domi-
nico hartón, dominico mocho, comino, 
sapo, morado, africano, maritú, bana-
no criollo, banano murrapo, banano 
murrapillo, banano coco, banano mo-
cho, banano trescientos, guineo, man-
zano, sabaneteño y popocho.
3. ECOLOGÍA
Para cultivar adecuadamente el pláta-
no se debe conocer su ecología, es de-
cir las relaciones que tiene con el me-
dio ambiente. Las relaciones son las 
formas como una planta, en este caso 
el plátano, responde o se comporta de 
acuerdo con lugares y momentos de-
terminados. El análisis del clima, los 
suelos, la ubicación geográfica, la flo-
ra acompañante, las exigencias nutri-
cionales y de agua, y la capacidad de 
adaptación, son factores ecológicos 
que se deben conocer para cultivar 
plátano de manera sostenible. 
14
3.1 Clima
Las regiones tropicales se caracteri-
zan por ser húmedas y cálidas y son 
las más adecuadas para cultivar plá-
tano, Colombia está ubicada en la zona 
tropical que es la franja (o cinturón) 
media del planeta. Las regiones tro-
picales, a diferencia de las regiones 
templadas, tanto al Norte como al Sur 
de la línea del Ecuador (la mitad de la 
Tierra), no tienen estaciones o perio-
dos climáticos definidos sino una al-
ternancia de periodos secos y lluviosos 
denominados verano e invierno. Dada 
su ubicación geográfica, en casi todas 
las regiones de Colombia se puede 
cultivar plátano, aquí se describen las 
condiciones climáticas que se requie-
ren para este cultivo.
Altitud
La altura sobre el nivel del mar influ-
ye en la duración del periodo vegetati-
vo del plátano. En Colombia se cultiva 
plátano en lugares situados entre el 
nivel del mar y los 2.000 msnm, consi-
derando las adaptaciones específicas 
de las variedades. El periodo vegetati-
vo del plátano se prolonga durante 10 
días en promedio por cada 100 metros 
de altura sobre el nivel del mar.
Temperatura 
Se cultiva plátano en zonas con tem-
peraturas entre 18 y 35 ºC (grados 
centígrados), pero la temperatura óp-
tima son los 26 ºC. Este factor climá-
tico es el que más afecta la frecuencia 
de emisión de hojas.
Lluvias o precipitación 
El cultivo del plátano requiere entre 
120 y 150 mm (milímetros) de lluvia 
mensual, lo que equivale a precipita-
ciones promedio de 1.800 mm anuales 
bien distribuidas. Como referencia, en 
Medellín la precipitación promedio es 
de 1.700 mm al año. 
El sistema radicular del plátano es 
muy superficial y esto lo hace muy 
susceptible a veranos prolongados. 
En periodos con exceso de lluvias, se 
debe evitar la presencia de charcos en 
el cultivo porque las raíces se pudren 
con facilidad.
Luminosidad 
Las plantas que conforman la familia 
Musaceae, entre ellas el plátano, se 
desarrollan bien en condiciones de 
semisombrío, similares a su hábitat 
natural. Este aspecto permite integrar 
la producción de plátano a sistemas 
agroforestales donde comparte espa-
cio con especies forestales de mayor 
altura. 
Es importante considerar la lumino-
sidad en el momento de diseñar las 
distancias de siembra en los cultivos 
de plátano. Las distancias cortas afec-
15
tan el desarrollo de las yemas o brotes 
laterales, fundamentales en los ciclos 
productivos de la plantación.
Vientos 
Regiones con huracanes frecuentes o 
ventarrones demasiado fuertes no son 
aptas para cultivar plátano, pues debi-
do al sistema radicular poco profundo 
que tiene la planta en relación con su 
altura, se cae con facilidad. En estos 
casos las labores de amarre y/o apun-
talamiento son insuficientes. Incluir 
el plátano en sistemas agroforestales 
con un diseño de siembra de árboles 
que tengan la función de cortinas rom-
pevientos, mitiga el impacto negativo 
de los vientos fuertes. 
Humedad relativa 
En zonas con humedad relativa muy 
alta, por encima del 85%, se incremen-
tan las enfermedades ocasionadas por 
hongos en el cultivo del plátano. En 
regiones con humedad relativa baja, 
por debajo del 60%, el plátano se des-
hidrata rápidamente en los meses de 
verano y en consecuencia se requiere 
disponer de sistemas de riego.
3.2 Suelos
El sistema de raíces del plátano, su-
perficiales, blandas y sin raíz principal, 
determina cuáles son los terrenos o 
lotes adecuados para lograr un buen 
desarrollo de los cultivos. Dichos lotes 
tienen suelos con las características 
que se describen a continuación.
Suelos sueltos
Este tipo de suelos se encuentra en los 
lotes considerados fáciles de trabajar 
en labores como el ahoyado o la cons-
trucción de drenajes. Los agricultores/
as tienen identificados los lotes de la 
finca, diferenciando los terrenos más 
duros o compactos, aquellos donde 
rinde menos la ahoyada y el agua es-
curre más lentamente. Para sembrar 
plátano se deben seleccionar los lotes 
fáciles de trabajar, los que se consi-
deran los suelos sueltos de la finca, 
esta clase de suelos se llaman francos 
porque tienen contenidos similares de 
arena, limo y arcilla. En los lotes du-
ros, compactos, con alto contenido de 
arcilla, donde el agua se empoza en 
los hoyos durante varios días, es difícil 
cultivar plátano, la producción es baja 
y los racimos son de baja calidad.
Suelos profundos 
El suelo agrícola o cultivable es la capa 
superficial de la corteza terrestre, está 
conformado por materia orgánica, mi-
nerales, agua y aire. Cuando se obser-
va el talud o pared de un barranco o de 
un hueco profundo, se identifican ca-
pas de suelo con diferentes colores y 
espesor variable. En general la prime-
16
ra capa de suelo (Horizonte A) tiene un 
color oscuro, casi negro, que se debe 
a la materia orgánica y corresponde a 
la parte de mayor fertilidad. La capa 
que sigue (Horizonte B) tiene un color 
café claro, amarillo o rojizo tenue, se-
gún las características específicas de 
cada suelo. La tercera capa (Horizonte 
C) tiene un color amarillo o rojo inten-
so y es usual que contenga piedras de 
tamaño variable.
Un suelo se considera profundo cuan-
do la primera capa, denominada Ho-
rizonte A, tiene más de un metro de 
profundidad. El sistema de raíces del 
plátano es superficial en un 80%, pero 
el 20% restante de las raíces se profun-
dizan como mínimo un metro si las ca-
racterísticas del suelo lo permiten, es 
decir, si es profundo. Cuando se siem-
bra plátano en suelos poco profundos, 
donde la primera capa que se puede 
observar tiene menos de un metro, se 
corre el riesgo de que las plataneras 
se caigan con facilidad al no tener el 
anclaje necesario para sostenerse.
Suelos drenados 
El sistema de raíces del plátano es 
blando, carnoso, y se descompone o 
pudre fácilmente por el exceso de hu-
medad. Un terrenotiene exceso de hu-
medad cuando se le observan charcos 
y sobre todo cuando éstos duran varias 
horas e incluso días para drenar o es-
currir. Un suelo bien drenado es aquel 
que escurre el agua con facilidad, en 
poco tiempo. 
Un terreno puede tener dos tipos o for-
mas de drenaje: el externo o superfi-
cial y el interno. El drenaje externo o 
superficial es cuando el agua escurre 
por encima del suelo favorecida por 
la pendiente del terreno, en este caso 
se encharcan más los lotes planos. El 
drenaje interno, llamado capacidad de 
infiltración, es cuando el terreno ab-
sorbe o resume el agua. Ambos tipos 
de drenaje son necesarios en un lote 
destinado a cultivar plátano, cuando 
éste se siembra en un terreno mal 
drenado, que se encharca con facili-
dad, las plantas son de aspecto débil, 
enfermizo, amarillentas, y producen 
racimos pequeños y livianos.
Suelos fértiles 
La fertilidad natural de un suelo es la 
capacidad que tiene de proporcionar 
los nutrientes, el agua y el aire necesa-
rios para el desarrollo de las plantas. 
Los nutrientes son proporcionados por 
la materia orgánica y los minerales 
que el suelo contiene, este aspecto 
se llama fertilidad mineral y orgáni-
ca. Las condiciones de un suelo que 
permite que haya agua y aire en justas 
proporciones, se llaman fertilidad físi-
ca. La presencia de microorganismos 
benéficos en el suelo, esenciales para 
17
el desarrollo de las plantas, se deno-
mina fertilidad biológica.
El cultivo de plátano demanda los tres 
tipos de fertilidad, ya que por su alta 
producción de biomasa, debido a su 
tamaño, extrae un alto contenido de 
nutrientes, consume considerables vo-
lúmenes de agua y requiere que haya 
microrganismos benéficos en el sue-
lo. El cultivo de plátano en terrenos de 
baja fertilidad necesita aplicaciones de 
grandes volúmenes de abonos com-
postados, abonos líquidos, quelatos, 
harina de rocas y humus enriquecido 
con microrganismos para compensar 
lo que el suelo no le proporciona, de-
bido a ello se incrementan en forma 
considerable los costos de producción.
En la finca se diferencian los terrenos 
más fértiles de los menos fértiles ob-
servando el comportamiento de las 
plantas, tanto cultivadas como arven-
ses. Aspectos como el color, el vigor 
y el crecimiento de las plantas mues-
tran el tipo de suelo que las sostiene. 
La fisiografía de los lotes o la forma y 
ubicación de los terrenos puede servir 
como indicador de fertilidad natural, 
generalmente los filos o cuchillas son 
menos fértiles que las vegas, hondo-
nadas y planes. 
La selección adecuada del lote para 
sembrar plátano, considerando las ca-
racterísticas del suelo, es determinan-
te para el buen desarrollo del cultivo, 
para cosechar racimos de buena cali-
dad producidos a bajo costo y para que 
la platanera dure mínimo cinco años 
que es el periodo estimado de un ciclo 
de cultivo. 
4. SISTEMAS DE 
PRODUCCIÓN DE 
PLÁTANO
Existen diversas formas de cultivar 
plátano, todos los sistemas de pro-
ducción existentes en el país recogen 
las experiencias y aprendizajes de las 
poblaciones de cada región. No hay un 
sistema mejor u óptimo, son diferen-
tes y cada uno integra razones válidas 
para tenerlas en cuenta si se trata de 
mejorar la producción en la finca cam-
pesina.
4.1 Plátano asociado o intercalado 
con café
El sistema de producción de pláta-
no asociado o intercalado con café es 
una constante en los departamentos 
cafeteros de Colombia, en algunas 
regiones ha alcanzado considerables 
desarrollos tecnológicos que permi-
ten obtener del sistema café-plátano 
18
unos rendimientos muy importantes 
para las economías regionales. La ca-
ficultura campesina se relaciona total-
mente con la producción de plátano y 
en general se considera que éste es 
el cultivo complementario, por eso las 
prácticas de cultivo son relegadas a 
un segundo plano. En la zona cafetera 
existen diversos sistemas productivos 
de la asociación café-plátano.
Sistema de fajas o hileras 
El sistema de fajas o hileras consis-
te en establecer surcos de plátano en 
sentido oriente-occidente, sembrados 
a distancias constantes, paralelos entre 
sí, dejando un espacio intermedio lo su-
ficientemente amplio para establecer 
un número determinado de surcos de 
café. La asociación café-plátano es la 
que recomiendan los centros de inves-
tigación agrícola y tiene estas ventajas:
•	 Un mejor aprovechamiento del sol.
•	 La posibilidad de establecer 
cultivos múltiples de plantas 
compatibles.
•	 Se ahorra tiempo y movimiento 
en las labores del cultivo.
•	 Cada componente del sistema 
café-plátano se maneja en forma 
independiente al estar plenamente 
diferenciados por surcos.
•	 Los costos por unidad de produc-
ción disminuyen.
•	 Se puede emplear el surco sem-
brado con plátano durante el pri-
mer año para un cultivo transitorio 
asociado, éste puede ser de tomate, 
habichuela, fríjol o maíz.
Dibujo 4. Asociación de plátano con café mediante el sistema de fajas o hileras
19
El sistema de hileras ofrece muchas 
posibilidades, ya que la variación en 
las distancias entre los surcos de 
plátano permite cambiar las densi-
dades de plátano y café con cierta 
facilidad. En los periodos de precios 
altos de café, los productores elimi-
nan surcos de plátano para sembrar 
café y en periodos de precios bajos 
del grano eliminan uno o dos surcos 
de café para sembrar plátano.
Sistema de lotes independientes
En la finca cafetera se selecciona el lote 
que tenga los suelos adecuados para 
cultivar plátano y se siembra la planta 
en forma independiente, las distancias 
de siembra entre plantas y entre surcos 
varían según la topografía, la variedad 
de plátano sembrada y la fertilidad del 
suelo. Las distancias de siembra entre 
surcos se amplían con el aumento de 
la pendiente y lo mismo sucede cuan-
do se siembran variedades de plátano 
de porte alto, en suelos muy fértiles las 
distancias de siembra se pueden acor-
tar. En este sistema es usual encon-
trar lotes sembrados a 3 metros entre 
plantas y 3 metros entre surcos, con un 
trazo o distribución de plantas en forma 
de triángulo, el tamaño de los lotes es 
variable y depende del área total de la 
finca. Los agricultores/as que prefieren 
el sistema de lotes independientes ano-
tan estas ventajas:
•	 Los cultivos de plátano y los de 
café no compiten entre ellos por 
agua, luz y nutrientes.
•	 Cada lote o parcela se administra 
en forma independiente y esto fa-
cilita anotar en detalle los costos 
de producción de cada cultivo.
•	 Se obtienen altas producciones 
de café y de plátano en la misma 
finca, diversificando la economía. 
•	 El sistema adquiere sostenibi-
lidad porque no depende de un 
solo cultivo.
•	 Permite ser estratégico en la se-
lección de los lotes y sembrar el 
cultivo que mejor se adapte a las 
condiciones específicas de cada 
lote de la finca.
•	 En cada parcela o lote, de pláta-
no o de café, se puede hacer un 
manejo ecológico de los cultivos, 
asociarlos con cultivos transito-
rios en el primer año de desarro-
llo y establecer especies foresta-
les permanentes para obtener un 
sombrío regulado.
En el sistema de lotes independien-
tes, como en el de fajas o hileras, 
la primera producción se da en for-
ma concentrada porque las plantas 
se siembran en la misma época, la 
producción se va escalonando con el 
transcurrir del tiempo. En sistemas 
productivos con más de dos años de 
sembrado, el corte de los racimos en 
la finca se programa semanalmente 
o cada 2 semanas. 
20
Dibujo 5. Sistema de lotes independientes
Sistema mateado 
En las fincas cafeteras de economía 
campesina el sistema mateado es el 
predominante, es una asociación de 
plátano, café y en ocasiones árboles 
frutales, caña panelera y cultivos de 
pancoger, dispersos y sin un orden 
aparente de distribución en la finca. 
En este sistema el plátano se encuen-
tra agrupado en bloques o islas, con 
un número variable de plantas en las 
cuales generalmente se observan to-
dos los estados posibles de desarrollo.Casi siempre estos sistemas produc-
tivos tienen muchos años en la finca, 
décadas inclusive, lo que muestra su 
sostenibilidad y capacidad de resistir a 
condiciones adversas.
A diferencia de los anteriores, el siste-
ma mateado no se desarrolla a partir 
de un lote vacío sino que se va configu-
rando con el tiempo, es un proceso de 
permanente relacionamiento de la fa-
milia campesina con la finca. La gran 
ventaja es que hay una producción 
continua, pues el alto número de plan-
tas de plátano por cada grupo o bloque 
asegura la existencia de racimos cada 
vez que se requieran, sea para el con-
sumo o para venderlos. Este sistema 
productivo ha sido fundamental para 
el sostenimiento de la familia campe-
sina, la producción casi permanente 
de plátano para el autoconsumo ga-
rantiza la seguridad alimentaria fami-
liar y los excedentes se venden a bajos 
precios debido a la baja calidad del 
21
plátano que se produce. El sistema 
mateado es el que mayor alimento 
aporta en muchas regiones del país, 
es biodiverso, altamente protector del 
suelo y con gran equilibrio económico 
porque necesita muy poca inversión. 
Los técnicos agrícolas y los centros 
de investigación lo consideran un 
sistema obsoleto, poco rentable, con 
baja productividad y donde es difícil 
llevar el registro de los costos de 
producción. 
Dibujo 6. Sistema de producción mateado
4.2 Plátano asociado con cacao
En las fincas cacaoteras de economía 
campesina, ubicadas en regiones con 
una altura inferior a 1.200 msnm, las 
familias siembran cacao asociado con 
plátano, frutales y cultivos de pancoger. 
El plátano proporciona el sombrío ne-
cesario durante los primeros años de 
desarrollo del cacao y cuando éste cre-
ce, se consolida un sistema productivo 
biodiverso que aporta alimentos para 
el autoconsumo de la familia y genera 
ingresos con la venta de los productos. 
La asociación del plátano con el cacao 
le aporta gran cantidad de hojarasca 
y residuos de cosecha al suelo. Esto 
contribuye a la conservación y el me-
joramiento de los suelos y en conse-
cuencia a la sostenibilidad ambiental y 
económica de las regiones cacaoteras.
4.3 Sistemas agroforestales 
La asociación de cultivos de especies 
agrícolas y forestales se denomina 
sistema agroforestal, se trata de sem-
brar comida junto con árboles. Las es-
22
pecies vegetales seleccionadas para 
establecer un sistema agroforestal 
deben ser compatibles y complemen-
tarias, es decir, que la asociación favo-
rezca el desarrollo de los cultivos que 
lo integran. A este sistema productivo 
también se le llama cultivo multiestra-
to, porque se establecen varios niveles 
según la altura de las plantas.
 
El plátano es una especie fundamen-
tal en sistemas agroforestales de di-
ferentes zonas por su facilidad de 
adaptación a la semisombra y porque 
se produce en altitudes desde el ni-
vel del mar hasta 2.000 msnm. En la 
finca campesina de zona cafetera se 
establecen sistemas agroforestales 
con árboles de la familia legumino-
sa, como carbonero, guamo mache-
to, guamo santafereño, cañofístulo, 
chachafruto y otros, las leguminosas 
son especies que aportan nitrógeno al 
suelo, leña para el consumo doméstico 
y alimento para la familia y los anima-
les. Intercalados con estos árboles se 
establecen surcos de plátano, café y 
diversos frutales, según el diseño del 
sistema agroforestal que haga la fami-
lia campesina.
 
4.4 Monocultivo 
El monocultivo es un sistema donde 
se establece un solo cultivo en toda la 
finca. Los monocultivos de plátano se 
ubican en zonas de exportación como 
Urabá y Santa Marta, también son ca-
racterísticos de regiones que abaste-
cen el mercado interno colombiano 
y específicamente el de las grandes 
ciudades, se encuentran en regiones 
como el Ariari y el piedemonte llane-
ro en el Meta, algunos municipios de 
la zona cafetera, especialmente en los 
departamentos de Caldas y Quindío, y 
en plantaciones ubicadas en el depar-
tamento del Caquetá.
La tecnología del monocultivo de plá-
tano se basa en el proceso productivo 
del banano para la exportación y ha in-
troducido en el país prácticas agríco-
las altamente contaminantes, manejo 
agresivo de suelos donde se han ace-
lerado procesos de erosión y cambios 
en los parámetros de calidad del mer-
cado interno, afectando drásticamen-
te la comercialización del plátano que 
proviene de la economía campesina. 
Por eso muchas familias campesinas 
se han visto obligadas a incorporar 
prácticas agrícolas costosas, como el 
embolsado, el desmane y el desflore, 
sólo para no quedarse por fuera de 
los canales de comercialización que 
exigen un plátano con cáscara limpia, 
como lo demandan los mercados in-
ternacionales. 
23
5. ESTABLECIMIENTO 
DE PLÁTANO EN LA 
FINCA
Las prácticas y los criterios para esta-
blecer nuevos cultivos de plátano en la 
finca campesina son válidos también 
para mejorar los sistemas productivos 
ya existentes. A continuación se des-
criben las prácticas básicas para esta-
blecer los nuevos cultivos.
5.1 Selección del lote 
Para sembrar plátano se debe selec-
cionar un lote de la finca siguiendo las 
consideraciones acerca de los suelos 
tratadas en esta cartilla (ver numeral 
3.2). Además de las características del 
suelo, la pendiente del lote es un factor 
muy importante pues a mayor pendien-
te del terreno corresponde una mayor 
dificultad para manejar el cultivo, los 
lotes cercanos a la casa se prefieren 
a los más alejados porque los racimos 
cosechados se llevan hasta la casa. 
En relación con la orientación del sol, 
muchos campesinos prefieren sem-
brar en los lotes que reciben el na-
ciente. El cultivo del plátano en la finca 
campesina se establece para que dure 
como mínimo cinco años y en muchos 
casos es un cultivo permanente, por 
lo tanto la selección del lote para la 
siembra es definitiva para lograr dicho 
propósito. 
5.2 Trazado y distancias de 
siembra 
En terrenos con pendientes suaves el 
trazo se hace en cuadro o en rectángu-
lo, mientras en terrenos con pendien-
tes de medianas a fuertes se traza en 
triángulo para evitar procesos erosivos. 
Las distancias de siembra dependen 
del sistema de producción del plátano, 
la topografía del lote (a mayor pendien-
te las distancias son más amplias) y la 
fertilidad del suelo (a mayor fertilidad 
las distancias son más cortas). 
Hay distancias de siembra que se im-
plementan con frecuencia en fincas 
campesinas, aquí se refieren a modo 
de ejemplo para que sirvan de pará-
metro. En lotes independientes es 
común la distancia de 3 x 3 metros 
(distancia entre plantas por distancia 
entre surcos), sea de trazo en cuadro 
o en triángulo. En el sistema asociado 
con café en hileras o franjas, se siem-
bra dejando 3 metros entre plantas por 
12 metros entre surcos, con 6 surcos 
de café entre los surcos de plátano, 
la distancia entre surcos de plátano 
se amplía en 2 metros por cada sur-
co de café que se quiera sembrar. En 
sistemas agroforestales, en asocio con 
24
árboles, café y frutales, el plátano se 
siembra a distancias de 6 x 8 metros.
 
5.3 Semilla 
La selección de la semilla es la base 
para obtener racimos de buena calidad. 
La propagación o forma de reproduc-
ción del plátano es vegetativa, ya que 
se utilizan los rebrotes basales de la 
planta madre que provienen de las ye-
mas del tallo o cepa, a diferencia de la 
propagación sexual que es por medio 
de semillas provenientes de flores. La 
propagación vegetativa reproduce las 
mismas características de la planta 
madre, por tal razón la semilla se se-
lecciona de plantas que tengan o hayan 
producido un racimo de buena calidad y 
estén libres de enfermedades e insec-
tos dañinos. Como se verá, hay varios 
tipos de semilla de plátano.
Colino, cormo o aguja 
El colino, cormo o aguja es el tipo de 
semilla que con mayor frecuencia 
usan las familias campesinas. Son los 
rebrotes basales o hijos de la planta, 
deben tener una altura mínima de un 
metro, un tronco grueso en la base y 
delgado en la parte superior, y no te-ner las hojas abiertas o desarrolladas, 
pues cuando esto sucede se llaman 
colinos orejones o bandera y no sirven 
para semilla. 
Un colino con las características des-
critas tiene entre 2 y 3 meses de edad. 
Una vez extraído el colino de la planta 
madre, se le eliminan las raíces procu-
rando no dañarle las yemas laterales y 
además se elimina el tronco haciendo 
un corte a los 4 centímetros (4 dedos) 
por encima de la última yema lateral, la 
cepa o semilla no se debe pelar porque 
se dañan las yemas. Una cepa obteni-
da de un colino aguja de un metro de 
alto pesa en promedio un kilo y con este 
promedio de peso la semilla tiene altas 
reservas nutricionales. Se debe cortar 
primero el racimo y luego extraer los 
colinos porque esta práctica debilita 
el anclaje de la planta, extraer los co-
linos antes de cortar el racimo puede 
provocar un volcamiento.
Dibujo 7. Semilla lista para la siembra
25
Dibujo 8. Colino tipo aguja
Rebrote inducido 
El rebrote inducido es una opción para 
producir semilla de plátano y reproducir 
plantas madre de buena calidad. Se iden-
tifican las plantas que tengan un racimo 
de calidad sobresaliente y que además 
estén sanas y vigorosas, lo mejor es mar-
carlas clavando una estaca pintada de 
color fuerte al lado de la planta. Una vez 
cosechado el racimo de la planta selec-
cionada, se elimina el tronco con un corte 
en bisel a 5 centímetros por encima del 
suelo y se le aplican 2 kilos de materia 
orgánica, de tal modo que tape el corte 
del tallo y los rebrotes que en el momento 
tenga la planta (3 o 4 en promedio).
A los 30 días se extraen los rebrotes 
que tengan entre 200 y 400 gramos de 
peso, se separan de la cepa usando un 
palín bien afilado y con un corte preci-
so para no dañarlos. Los rebrotes se 
trasplantan a bolsas con 2 kilos de ca-
pacidad, las cuales se llenan con una 
mezcla de 3 partes de tierra, una de 
arena y una de materia orgánica. Estos 
rebrotes se dejan en el almácigo du-
rante dos meses o hasta que la planta 
tenga entre 3 y 5 hojas, en ese momen-
to se siembran en el sitio definitivo.
El potencial de producir rebrotes o ye-
mas de una cepa madre es de uno por 
cada hoja que la planta haya tenido, 
por lo tanto con el rebrote inducido 
se pueden obtener hasta 30 plantas 
hijas. Es una muy buena opción para 
propagar plantas de buena calidad, 
con la ventaja adicional de sembrar 
un material sano pues en el almácigo 
las yemas se protegen del ataque de 
insectos y enfermedades. 
Cabeza de toro 
Este sistema de propagación es útil 
para resiembras en plataneras esta-
blecidas y que ya estén en producción. 
Se extrae la cepa de una planta cose-
chada dejándole un metro de tallo y se 
siembra en un hoyo según el tamaño 
de la cepa, en promedio 60 x 60 x 60 
centímetros (ancho x largo x profundi-
dad). Una cepa de este tamaño puede 
pesar 20 kilos y por eso se extrae de 
sitios cercanos al de la siembra. Una 
26
vez sembrada la cepa, que conserva 
un metro de tronco, se tapa el corte 
usando calcetas de la misma planta 
para evitarle la pudrición acelerada.
5.4 Ahoyado
 
El tamaño de los hoyos depende del sue-
lo y del tipo de semilla a sembrar. Suelos 
arcillosos y compactos requieren hoyos 
más grandes para se pueda adicionar la 
cantidad suficiente de materia orgánica 
que supla las deficiencias del suelo. En 
las fincas campesinas el tamaño pro-
medio de los hoyos es de 40 x 40 x 40 
centímetros.
El hoyo se puede ubicar en una terra-
za individual previamente establecida, 
el terraceo es una práctica que faci-
lita las labores de cultivo y ayuda a 
conservar el suelo.
5.5 Siembra
Para sembrar plátano es importante 
echar mínimo 2 kilos de materia or-
gánica en el fondo del hoyo, luego se 
coloca la semilla y se termina de tapar 
con la tierra más negra que se haya 
sacado al ahoyar. Al poner la semilla 
se debe apisonar el sitio sembrado 
para evitar posteriores pudriciones por 
encharcamiento. La cepas o semillas 
deben quedar en posición vertical, con 
las yemas laterales orientadas hacia el 
mismo lado en el surco, los campesi-
nos/as se refieren a esta práctica como 
“poner a caminar la platanera para el 
mismo lado”. El corte efectuado en el 
tronco del colino debe quedar 5 centí-
metros por debajo de la superficie del 
suelo. La época adecuada para sem-
brar plátano es en los últimos días del 
verano y los primeros días de lluvias.
6. PRÁCTICAS CULTU-
RALES CON ENFOQUE 
AGROECOLÓGICO
 
En este apartado se describen las 
prácticas o labores culturales indis-
pensables para cultivar plátano.
6.1 Deshije o descoline
El deshije o descoline es la selección 
de colinos o rebrotes hermanos (que 
provienen de la misma cepa o plan-
ta madre) en sus primeros estados 
de desarrollo, antes que empiecen a 
competir por espacio, agua, luz y nu-
trientes. Se dejan los colinos mejor 
formados, llamados tipo aguja, los 
más vigorosos, los mejor ubicados 
en relación con la planta madre (cer-
canía) y en relación con el cultivo, se 
eliminan los colinos que desordenen 
la orientación que se le haya dado a 
la platanera. El corte de los colinos 
se hace a ras del suelo y luego se les 
27
presencia de plagas como el picudo. El 
descoline o deshije es una labor funda-
mental porque con ella se orienta el de-
sarrollo del cultivo y se programan los 
ciclos productivos sucesivos, aspectos 
básicos en la sostenibilidad económica 
de la familia campesina. Esta práctica 
se realiza cada 3 meses.
6.2 Deshoje
 
Consiste en eliminar o cortar las hojas 
amarillas, dobladas, secas o infectadas 
por sigatoka. La hoja se corta dejando 
un trozo de peciolo (ver numeral 2.1: 
las hojas) y no a ras del pseudotallo, 
no se deben cortar las hojas verdes. El 
deshoje mejora la aireación del culti-
vo y la entrada de luz a la base de las 
plantas, lo que estimula el desarrollo 
de los hijos. Cuando una hoja está par-
cialmente atacada por sigatoka, sea 
en la punta o en un lado, sólo se elimi-
na la parte afectada pues el resto de la 
hoja continúa siendo funcional.
La frecuencia del deshoje está rela-
cionada con el ataque de sigatoka a la 
hoja, el cual se incrementa en invier-
no. En periodos lluviosos el deshoje 
es cada 2 semanas, en periodos secos 
se hace cada 3 o 4 semanas. Cuidar y 
alargar la vida de las hojas del pláta-
no es básico para cosechar racimos de 
buena calidad, una planta debe tener 
entre 6 y 8 hojas verdes (funcionales) 
hace una herida profunda en la cepa, 
en forma de cruz, para que el colino 
no rebrote, así no se desestabiliza el 
anclaje de la planta.
Con el deshije se busca establecer y 
sostener la unidad productiva en cada 
sitio del cultivo, que la secuencia de 
producción sea madre, hija y nieta. La 
planta madre es la que ya tiene el ra-
cimo o está próxima a emitirlo, la plan-
ta hija es un rebrote que proviene de la 
cepa de la anterior y será la siguiente en 
producir, la nieta proviene de la cepa de 
la hija y es un colino pequeño. No exis-
te un número ideal de colinos a dejar 
por planta, esto depende del sistema 
de producción de la finca, la distancia 
de siembra del cultivo, la calidad del ra-
cimo que demandan los mercados y la 
Dibujo 9. Unidad productiva compuesta por plantas 
madre, hija y nieta
28
en el momento de emitir o parir el es-
capo floral o racimo, esto garantiza 
racimos pesados (de 15 kilos o más) y 
plátanos con buen sabor.
Dibujo 10. Corte y despunte de las hojas secas y 
enfermas
Dibujo 11. Corte de la parte alta de 
la planta una vez cosechada Dibujo 12. Destronque gradual Dibujo 13. Destronque total
6.3 Descalcetamiento o 
desguasque 
Se refiere a quitar las calcetas o vai-
nas secas (guascas) que cubren el 
tronco de la planta. Esta labor se hace 
con la mano en el momento del des-
hoje, las guascas se arrancan de aba-
jo hacia arriba porque en sentido con-
trario se le causan heridas al tronco 
de la planta. El desguasque ayuda a 
controlar el ataque de enfermedades 
e insectos dañinos.
6.4 Destronque 
Tan pronto se cosecha el racimo, se cor-
ta el tronco pordebajo del doblamiento 
o codo, de manera que una parte del 
mismo tronco quede en pie. Esta labor 
se puede hacer de forma gradual o total. 
29
El destronque gradual es el que se 
practica en las fincas campesinas 
y se hace cortando cada 15 días la 
parte del tronco que se va secando o 
descomponiendo, los nutrientes y el 
agua contenidos en el trozo de tronco 
restante se los aporta la planta al de-
sarrollo de los colinos. El destronque 
total se hace en regiones muy afecta-
das por el picudo negro, consiste en 
eliminar la totalidad del tronco 8 días 
después de haber cortado el racimo, 
se corta en bisel (corte inclinado) al 
nivel de la cepa.
6.5 Desbellote 
Esta práctica consiste en quitar con 
la mano la bellota del racimo, 2 se-
manas después de haber aparecido. 
Este procedimiento ayuda a prevenir 
el ataque de plagas y enfermedades, 
además de favorecer el llenado de los 
frutos y en consecuencia el peso del 
racimo. La bellota sirve para preparar 
dulces con muy buen sabor. 
6.6 Apuntalamiento y amarre
 
La labor de apuntalamiento se hace 
para prevenir el volcamiento o caída de 
las plantas. El mal anclaje se refiere 
la falta de capacidad de la planta para 
mantenerse parada cuando tiene el ra-
cimo, está relacionado con el deficiente 
desarrollo de las raíces. Este desarrollo 
se puede ver afectado por la presencia 
de nematodos, los cuales son microrga-
nismos parásitos que debilitan el siste-
ma de raíces del plátano. La práctica del 
deshije mal realizada también afecta la 
capacidad de anclaje del cultivo.
El apuntalamiento se hace con los re-
cursos disponibles en cada región, sea 
cañabrava, bambú o guadua. Se corta 
un trozo lo suficientemente largo de 
uno de estos materiales, dejándole una 
horqueta en el extremo más delgado 
para apuntalar o apoyar en el suelo, 
a manera de un largo bastón, la par-
te más alta de la planta. En terrenos 
pendientes el apuntalamiento no es 
Dibujo 14. Cortada de la bellota
30
suficiente para sostener el plátano, en 
estos casos las plantas se sujetan con 
fibra de grueso calibre, la parte alta de 
la planta se amarra a la parte baja del 
tronco de la planta vecina.
 
6.7 Manejo de arvenses
 
Las arvenses o plantas acompañantes 
son fundamentales en el sistema de pro-
ducción de plátano en la finca campesi-
na, estas plantas hospedan a insectos 
benéficos, como polinizadores y contro-
ladores biológicos, y además proveen de 
alimento a los insectos comedores de 
plantas. La platanera se debe mantener 
con la cobertura vegetal, fundamental en 
un suelo vivo, es decir, con una abundante 
vida microbiológica que proporcionan las 
raíces de las arvenses.
El manejo agroecológico consiste en 
mantener el plato de la planta libre de 
arvenses, el plato es la zona inmediata 
a la cepa y donde se emiten los colinos, 
60 centímetros alrededor de la planta. 
El plateo se hace manualmente para no 
dañar los colinos y no herir las raíces 
superficiales, luego se cubre el suelo 
del plato con las mismas hierbas que se 
cortaron. Esta labor se repite cada mes 
durante los primeros 6 meses del cultivo 
y a partir de esa edad el plateo se hace 
cada 3 meses.
En las calles de la platanera las arvenses 
se manejan con machete, conservando 
la cobertura del suelo. El uso del azadón 
daña las raíces del cultivo, acaba con la 
cobertura vegetal y acelera los procesos 
erosivos en la finca. En plataneras en 
producción, el manejo de las arvenses se 
facilita cubriendo el suelo con los troncos 
repicados, hojas secas trozadas y guas-
cas secas, esto genera unas condiciones 
favorables para conservar la vida del suelo. 
6.8 Abonamiento 
La producción de plátano en la finca 
campesina con enfoque agroecológico 
requiere que la familia prepare periódi-
camente los abonos orgánicos sólidos, 
los biopreparados líquidos, los quelatos 
y los compostajes en cantidades sufi-
cientes para cubrir las altas demandas 
nutricionales del cultivo. El plátano es 
muy exigente en lo que se refiere a mi-
Dibujo 15. Plato de la planta libre de arvenses
31
nerales, materia orgánica y agua. Los 
minerales que requiere en mayor canti-
dad son, en orden de exigencia, potasio, 
nitrógeno, fósforo, calcio y magnesio, 
por eso los abonos que se preparan en 
la finca deben estar enriquecidos con 
las fuentes de estos minerales: sulfa-
tos, harina de rocas y roca fosfórica.
El potasio es un mineral clave para la nu-
trición del plátano, abunda en los tron-
cos y vástagos de los racimos y por eso 
repicar y esparcir los troncos en el suelo 
es una buena práctica de abonamiento 
del cultivo. Los vástagos se repican y se 
utilizan para enriquecer los bioprepara-
dos. La pulpa de café, adecuadamente 
compostada, es también una rica fuente 
de potasio para el plátano.
Los abonos sólidos y líquidos se aplican 
en el plato de la planta después de reali-
zar el manejo de las arvenses y con igual 
periodicidad. Cada mes, durante los pri-
meros 6 meses de edad de la planta, se 
aplica mínimo un kilo de abono orgánico 
y luego cada 3 meses se aplican 2 kilos 
de abono orgánico, aumentando la can-
tidad en terrenos con suelos arcillosos. 
La aplicación de los abonos se hace en 
forma circular en terrenos poco pen-
dientes y en forma semicircular, por el 
lado más alto, en terrenos pendientes. 
A los 6 meses de edad de la planta, 
cuando ésta tiene entre 18 y 20 hojas, 
se inicia la diferenciación floral, es de-
cir la formación del racimo, a partir de 
ese momento los abonos se aplican a 
los hijos o colinos. Una adecuada nu-
trición del cultivo de plátano asegura 
plantas sanas, con buen anclaje y raci-
mos de buena calidad.
7. MANEJO 
AGROECOLÓGICO DE 
ENFERMEDADES E 
INSECTOS DAÑINOS
En las fincas campesinas la produc-
ción de plátano se afecta, en volumen 
y en calidad, por la presencia de en-
fermedades e insectos dañinos. Como 
todas las plantas tropicales, el plátano 
interactúa con una gran diversidad de 
organismos, cuando es imposible ver-
los a simple vista se llaman microrga-
nismos y si se pueden ver se llaman 
macrorganismos, a este segundo tipo 
pertenecen los insectos. Existen mi-
crorganismos e insectos benéficos 
para las plantas, por ejemplo los mi-
crorganismos del suelo y los insectos 
polinizadores, pero también hay otros 
que les causan enfermedades y daños 
y en ocasiones pueden acabar con los 
cultivos.
Las enfermedades y los daños causa-
dos por insectos, considerados graves 
o limitantes o denominados también 
32
de importancia económica por las pérdi-
das que pueden ocasionar, generalmen-
te aparecen o se potencian en cultivos 
de plátano donde los ecosistemas han 
sido afectados por sistemas de produc-
ción que alteran los equilibrios natura-
les. Las prácticas agroecológicas en el 
cultivo del plátano, más que exterminar 
los microrganismos e insectos dañinos, 
pretenden disminuir sus poblaciones y 
recuperar la capacidad de las plantas de 
plátano para resistirlos.
 
7.1 Enfermedades limitantes
En la zona cafetera colombiana, las en-
fermedades más dañinas para los culti-
vos de plátano y que en consecuencia les 
ocasionan más pérdidas económicas a 
las familias campesinas, son la sigatoka 
negra y la amarilla, el moko, la bacterio-
sis y el mal de Panamá. 
Sigatoka negra y sigatoka 
amarilla: Son enfermedades de las 
hojas del plátano y el banano causadas 
por hongos. La sigatoka negra produce 
daños más severos que la amarilla, se 
identifica por el gran número de man-
chas negras con borde amarillento que 
se juntan rápidamente y ocasionan la 
muerte de la hoja. La sigatoka ama-
rilla afecta a todas las variedades de 
plátano y banano, se caracteriza por la 
presencia de estrías de color amarillo 
en la hoja, las cuales tornan luego a 
un color café oscuro y están rodeadas 
de un borde amarillo bien definido, 
esta enfermedad también provoca la 
muerte de la hoja. La sigatoka, sea ne-
gra o amarilla, reduce la cantidad de 
hojas de la planta y en consecuencia 
disminuyen la calidad y el peso de los 
racimos. El hongo causante de la en-fermedad se disemina con el viento.
Manejo agroecológico de la sigatoka 
negra y la amarilla:
•	 Eliminar las hojas enfermas me-
diante el deshoje y el despunte, 
cada 15 días en invierno y cada 
30 días en verano, con esta labor 
disminuye el foco de infección. 
Las hojas cortadas se repican y 
se dejan como cobertura del sue-
lo.
•	 Abonar el cultivo porque así se 
fortalece la planta y mejora su 
capacidad para resistir y recupe-
rarse. 
•	 Seleccionar los lotes de la finca 
que tengan suelos sueltos, pro-
fundos y bien drenados para es-
tablecer en ellos los cultivos de 
plátano y banano.
Moko 
La enfermedad es causada por una 
bacteria, en algunas regiones se le lla-
ma “madura biche”. El primer síntoma 
es un amarillamiento de las hojas del 
centro de la planta y con el avance de 
33
la enfermedad las hojas se van mu-
riendo desde el centro hacia afuera, 
quedan totalmente secas y dobladas. 
Los racimos de las plantas afectadas 
son pequeños y mal formados, los 
plátanos se maduran antes de tiem-
po y los colinos no se desarrollan y se 
quedan raquíticos. La enfermedad se 
propaga por medio de la semilla y con 
el agua lluvia que corre sobre el suelo, 
también al cortar una planta enferma 
y luego una sana sin desinfectar la he-
rramienta. Algunos insectos transmi-
ten la enfermedad, principalmente los 
que son atraídos por la bellota.
Manejo agroecológico del moko:
•	 Sembrar semilla proveniente de 
cultivos sanos, no utilizar la se-
milla de cultivos que carecen de 
una revisión previa.
•	 Desinfectar las herramientas 
después de cosechar, deshijar, 
deshojar y destroncar. Para la 
desinfección se usa hipoclorito 
de sodio, el mismo blanqueador 
de ropa, con una concentración 
del 1% (una parte de hipoclorito 
en 100 partes de agua), en esta 
solución se deja sumergida la 
herramienta durante 3 minutos. 
No se usa formol para desinfec-
tar porque es demasiado tóxico 
para las personas.
•	 Desbellotar 15 días después de 
emitida la inflorescencia.
•	 Erradicar la planta o plantas 
afectadas cuando se detecte la 
enfermedad en la finca. Se cor-
ta la planta y se arranca la cepa, 
se repican en el mismo sitio, se 
cubren con abundante cal viva 
(oxido de calcio) y posteriormen-
te con tierra. Se hacen zanjas o 
drenajes alrededor del sitio afec-
tado para impedir que el agua di-
semine la bacteria causante de la 
enfermedad. 
En lotes infectados por la bacteria 
se puede sembrar yuca, maíz, fríjol o 
ahuyama.
Para recuperar los lotes afectados por 
la enfermedad se siembran tagetes 
patula (rosa amarilla) y las legumi-
nosas crotalaria y mucuna. La aplica-
ción al suelo de lixiviados de vástago 
de plátano, abono orgánico y Calfos, 
ha permitido recuperar para el cultivo 
del plátano lotes que se vieron fuerte-
mente afectados por la presencia de la 
bacteria causante del moko (Ralstonia 
solanacearum). 
Bacteriosis
La enfermedad es producida por la 
bacteria Erwinia y también se le llama 
“pudrición acuosa del pseudotallo”, 
su primer síntoma es una pudrición 
acuosa con olor fétido en las calcetas 
34
del tronco y posteriormente las calce-
tas se tornan negras, la enfermedad 
avanza hacia las calcetas interiores 
y hacia abajo. El tronco se pudre y se 
dobla con el peso del racimo, éste no 
alcanza a desarrollarse y se pierde. La 
bacteriosis se incrementa en el verano 
y es común en suelos con deficiencias 
de potasio, se transmite de una planta 
enferma a una planta sana por medio 
de las herramientas. 
Manejo agroecológico de la bacteriosis:
•	 Realizar el descalcetamiento o 
desguasque en forma oportuna 
y sin hacerle heridas al pseudo-
tallo. En plantas con bacteriosis 
en su estado inicial de infección 
se cortan las calcetas afectadas, 
siempre de abajo hacia arriba.
•	 En el deshoje no cortar el peciolo 
a ras del tronco porque se pue-
den causar heridas y por éstas 
penetra la bacteria.
•	 Se ha encontrado una asociación 
entre el picudo amarillo y la bac-
teriosis, por eso se considera que 
este insecto es un diseminador 
de la enfermedad. El desguasque 
oportuno ayuda a controlar al pi-
cudo amarillo.
•	 Desinfectar las herramientas 
después de las labores que im-
pliquen hacer cortes en las plan-
tas (ver numeral 7.1: manejo del 
moko).
•	 Utilizar abono orgánico y aplicar-
le al suelo bioles enriquecidos 
con potasio.
 
Mal de Panamá 
La enfermedad es causada por un 
hongo, el primer síntoma es el amari-
llamiento de las hojas más externas y 
bajas de la planta, que luego se doblan 
por el peciolo y se secan. A las 6 se-
manas de haber aparecido los prime-
ros síntomas, sólo queda el tronco con 
las hojas secas que cuelgan a su alre-
dedor. Al cortar el tronco al nivel de la 
cepa, se notan rayas rojizas o de co-
lor café oscuro en la parte interna del 
corte. El manejo agroecológico de esta 
enfermedad se hace con las mismas 
prácticas relacionadas para el manejo 
del moko (ver numeral 7.1: manejo del 
moko).
7.2 Insectos dañinos limitantes
En las fincas campesinas productoras 
de plátano y banano, los insectos que 
mayor daño les causan a estos culti-
vos son el picudo negro y el gusano 
tornillo. Ambos se consideran de im-
portancia económica porque afectan 
directamente el ingreso de las familias 
campesinas.
Picudo negro
Este insecto que se encuentra disemi-
nado por Colombia es el que más daño 
35
les hace a los cultivos de plátano y ba-
nano, en su estado adulto el picudo es 
un cucarrón negro que mide entre uno 
y 2 centímetros de longitud, con un pico 
largo y curvo en la cabeza. La hembra 
coloca más de 60 huevos en la base de 
la planta, especialmente en las heri-
das, y cuando las larvas emergen del 
huevo empiezan a perforar la cepa ha-
ciendo galerías o troneras. Las plan-
tas afectadas por el picudo presentan 
amarillamiento de las hojas, debilidad, 
pérdida de anclaje y disminución del 
peso de los racimos. El principal me-
dio de diseminación del picudo es la 
semilla. 
Manejo agroecológico del picudo:
•	 Sembrar semilla sana proveniente 
de cultivos donde no haya picudo 
negro. 
•	 En fincas afectadas se debe realizar 
el destronque total, no el gradual, 
máximo 8 días después de cosecha-
do el racimo. El repique del tronco 
se debe hacer en trozos muy finos 
para que no se hospede el picudo.
•	 El desguasque es fundamental por-
que en las guascas secas se hospe-
dan los adultos del picudo durante el 
día, ya que este insecto tiene hábitos 
nocturnos.
•	 El abono orgánico le confiere a la 
planta capacidad para recuperar-
se de los daños causados por el 
insecto.
•	 Las trampas para atrapar a los picu-
dos adultos dan muy buenos resul-
tados, las más fáciles de hacer son 
la tipo sánduche y la tipo canoa.
•	 Para hacer la trampa tipo sándu-
che se cortan 2 rodajas de tronco de 
plátano de 15 centímetros de longi-
tud cada una y se colocan una en-
cima de la otra, separadas por un 
pedazo de hoja que facilite la entra-
da del picudo. La trampa se coloca 
al lado de una planta en desarrollo 
y se revisa cada 2 días levantando 
el trozo superior, luego se eliminan 
los picudos que se encuentren ahí. 
Las trampas se cambian cada mes 
porque sólo funcionan con trozos 
de tronco fresco.
•	 Para elaborar la trampa tipo canoa 
se coge un trozo de guadua que ten-
ga dos entrenudos y se parte en dos a 
lo largo, luego una de las mitades del 
trozo se llena con pedazos de tronco 
de plátano finamente picados, cásca-
ra de piña o caña panelera macerada, 
y se le amarra la otra mitad del trozo 
a manera de tapa, pero dejándole a 
los picudos una ranura en el borde 
de la canoa para que puedan entrar. 
Esta trampa es muy efectiva para 
capturar picudo negro y picudo ama-
rillo, se revisa cada 48 horas y luego 
se cuentan y eliminan los picudos. El 
material atrayente, sea cáscara de 
piña o caña, se cambia cada 15 días. 
36
Gusano tornillo 
El adulto del gusano tornillo es una ma-
riposa de color café, la hembra coloca 
los huevos en la base de las calcetas y 
los colinos, y de los huevos emergen las 
larvas que tienen el aspectode un torni-
llo. Las larvas o gusanos hacen perfora-
ciones en forma de galerías en la cepa 
y en el tronco del plátano, las plantas 
afectadas por este insecto presentan 
la hoja del centro seca, hojas externas 
amarillas, plantas débiles, troncos do-
blados, pérdida de anclaje y caída de 
plantas, racimos de mala calidad y bajo 
peso, corta duración del cultivo y prolife-
ración de colinos de mala calidad (ore-
jones). La presencia de este insecto se 
detecta por las excreciones de las larvas 
en los agujeros o galerías.
Manejo agroecológico del gusano tornillo:
•	 Usar semilla sana, no semillas 
que presenten galerías y perfo-
raciones. 
•	 En plantaciones afectadas hacer 
el destronque total, repicando fi-
namente el tronco.
•	 El repique de todos los residuos 
de la cosecha ayuda a disminuir 
la reproducción del insecto. 
•	 Realizar en el cultivo prácticas 
culturales con enfoque agroeco-
lógico permite disminuir los da-
ños producidos por el insecto, ya 
que se le crea un ambiente des-
favorable.
•	 Evitar que se produzcan heridas 
en la base de la planta porque 
ahí pone los huevos la mariposa.
8. PRÁCTICAS 
DE COSECHA Y 
POSCOSECHA
Las familias campesinas productoras 
de plátano, banano y guineo, reciben 
muy pocos ingresos por la venta de es-
tos productos. Los racimos cosechados 
en la mayoría de las fincas de economía 
campesina, no cumplen con las exigen-
cias de calidad que imponen los cana-
les de comercialización que pagan a un 
mejor precio estos alimentos, por eso 
los racimos se les venden a interme-
diarios que pagan muy por debajo de lo 
que sería un precio justo.
 
Con el fin de mejorar la calidad de la 
producción de plátano, banano y gui-
neo, las familias campesinas deben 
evaluar los sistemas de producción es-
tablecidos en los predios para definir en 
qué aspectos del cultivo se deben hacer 
ajustes o correcciones, implementar 
las prácticas que consideren conve-
nientes y registrar los logros alcanza-
dos en el mejoramiento de la calidad y 
la cantidad de la producción. Con raci-
mos de mejor calidad en cuanto a ta-
37
maño, sabor y aspecto, cosechados sin 
que sufran golpes, desgajados, lavados, 
seleccionados y empacados adecuada-
mente, las familias campesinas y en su 
conjunto la asociación campesina po-
drán acceder a mercados que paguen 
mejor por los productos y establecer 
formas de comercialización más esta-
bles y equitativas. Varias son las prác-
ticas de cosecha y poscosecha que se 
recomiendan para mejorar la calidad 
del plátano, el banano y el guineo.
8.1 Cosecha
La cosecha es la actividad dirigida a 
cortar los racimos que han alcanzado 
la madurez fisiológica o racimos “ge-
chos”. El racimo de plátano se desa-
rrolla totalmente entre las semanas 11 
y 14 después de aparecer la flor y se 
corta aún verde, pero sazonado, cuan-
do los dedos o plátanos ya no presen-
ten filos o aristas.
En la cosecha se puya el tronco por 
la mitad para que la planta se doble 
lentamente y el racimo no se golpee 
contra el suelo. Se recomienda hacer 
el procedimiento entre dos personas, 
para que una puye y separe el racimo 
de la planta, y la otra reciba el racimo 
y lo lleve al sitio donde se harán las 
prácticas de poscosecha. Para recibir 
y transportar el racimo se recomienda 
usar una espuma de 50 centímetros de 
ancho por un metro de largo y 5 cen-
tímetros de espesor, es fundamental 
que el racimo no reciba golpes ni ta-
lladuras. En el sitio de la poscosecha 
el racimo se cuelga de un travesaño de 
madera.
 
8.2 Desgajada 
Esta labor consiste en separar las 
gajas o manos del vástago y se hace 
mediante un corte fino utilizando un 
cuchillo curvo o una gurbia, se deben 
conservar en la parte superior (coro-
na) unos 3 o 4 mm de vástago para que 
los plátanos no se separen de la gaja 
fácilmente. La desgajada se hace con 
el racimo colgado, desde las gajas de 
abajo hacia arriba para que el plátano 
no se manche con el látex que brota 
cuando se hace el corte.
8.3 Lavada
Para lavar las gajas de plátano re-
cién cortadas se utilizan agua y piedra 
alumbre, la piedra alumbre tiene la 
función de remover la mancha o látex 
y darle una buena presentación a la 
fruta. A 10 litros de agua se le agre-
gan 100 gramos de piedra alumbre y 
ahí se sumergen las gajas durante 5 
minutos, luego se colocan en un lugar 
limpio y ventilado para que se sequen, 
pero nunca al sol.
38
8.4 Selección y clasificación
 
Se separan o seleccionan las gajas 
para el mercado y para el consumo en 
la finca, ya que las gajas muy pequeñas 
o con plátanos deteriorados, abiertos, 
cortados o partidos no se comerciali-
zan. Las gajas seleccionadas para la 
comercialización se agrupan según 
su tamaño y calidad, generalmente se 
clasifican como extra, primera y se-
gunda porque cada grupo tiene unos 
parámetros de calidad y un mercado 
determinado.
8.5 Empacada y pesada 
El plátano, el banano y el guineo son 
frutas a las cuales ante el más míni-
mo contacto les quedan marcados los 
tallones en la cáscara, con el conse-
cuente deterioro de su calidad y pre-
cio. La empacada se hace en canastas 
plásticas tipo Fruver, donde caben en-
tre 17 y 20 kilos de plátano. La parte 
superior de la gaja va en contacto con 
la canasta y se empaca por debajo de 
la pestaña o borde para que sea posi-
ble el arrume en el carro transporta-
dor. Se recomienda dejar registrado en 
el cuaderno de cuentas de la finca el 
peso de los productos despachados al 
mercado y elaborar facturas de venta.
 
Las familias campesinas del corre-
gimiento San Sebastián de Palmitas 
tienen la experiencia de la comercia-
lización tradicional que les compra los 
racimos de plátano a 3.000 y 4.000 pe-
sos en promedio y la pueden comparar 
con la comercialización que hacen en 
la tienda de comercio justo Colyflor, 
donde por un racimo similar al que le 
venden al intermediario reciben 10.000 
o 12.000 pesos en promedio, con la di-
ferencia de que este racimo ha tenido 
las prácticas de cosecha y poscosecha 
necesarias para mejorar la calidad. 
Pero además de implementar estas 
prácticas, las familias campesinas de 
San Sebastián de Palmitas adelantan 
un proceso de organización campesina 
que consolida cambios en los sistemas 
de producción, comercialización y ges-
tión del territorio, un proceso organi-
zativo dinamizado y representado por 
la Asociación Campesina Campo Vivo. 
Bibliografía
•	 Castrillón Arias, Consuelo, Plagas del cultivo del plátano, La Dorada 
(Caldas), Instituto Colombiano Agropecuario, 1989.
•	 CORPOICA, Manejo sostenible del cultivo del plátano, Bucaramanga, 2006.
 
•	 Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, Guía de identificación y 
manejo agroecológico de enfermedades e insectos, Medellín, 2013.
•	 Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Cultive bien el plátano, 
Bogotá, 1974. 
•	 ______________, Manual sobre el cultivo del plátano, Bogotá, 1989. 
•	 Fundación Manuel Mejía, Centro de Educación Agropecuaria, El cultivo del 
plátano, Chinchiná (Caldas), Módulo 1, 1985.
 
•	 Rodríguez Acosta, Antonio, El banano se desarrolló en Colombia, Santa 
Marta, Universidad del Magdalena, 2001.
40
Realizado Por: La Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila
Con el apoyo de:

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