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Manual Salvavidas Obstetrico

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Salvavidas Obstétrico
Juan Carlos Álvarez
Coordinador de postgrado de Ginecología 
y Obstetricia. Hospital Luis Razetti. Barce-
lona. Venezuela. Profesor titular cátedra 
de Ginecología y Obstetricia. Escuela de 
ciencias de la salud. Universidad de Orien-
te. Director fundador de Profértil. Clínica 
de fertilidad
Salva una vida y te sentirás un héroe… 
salva dos en el mismo acto, y lo que 
experimentarás será tan sublime que 
nunca podrás describirlo con palabras.
 
Juan Carlos Álvarez 
Índice de Autores Prológo
Editor
Álvarez Sánchez, Juan Carlos 
Médico cirujano graduado en el Hospital universitario Luis Razetti de 
Barcelona. Universidad de Oriente, núcleo Anzoátegui. Venezuela.
Especialista en ginecología y obstetricia, graduado en el Hospital uni-
versitario Manuel Núñez Tovar de Maturín. Universidad de Oriente, nú-
cleo Monagas. Venezuela.
Especialista en medicina reproductiva e infertilidad, graduado en la 
Universidad de Valencia, España, y Visiting Research Fellow durante 2 
años en el Instituto Valenciano de Infertilidad de Valencia, España. 
Residentes 3er año
Arismendi, Nathali. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Colmenares, Marielys. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Jiménez, Launic. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Marín, Freddy. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Martínez, Eddith. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Núñez, Deymi. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Rodríguez. Nelson. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Ron, Alejandra. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Rondón, Doriannys. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Zerpa, Juan. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Residentes 2do año
Cedeño, Gabriela. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Laya, Viviana. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Rivera, Freddy. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Residentes 1er año
Achiques, María. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Pérez, Lorena. Médico cirujano, UDO Anzoátegui.
Estudiantes pregrado
Abile, Benedetto. Estudiante semestre XII, 
Escuela de ciencias de la salud, UDO Anzoátegui. 
Indriago, Nazareth. Estudiante semestre XII, 
Escuela de ciencias de la salud, UDO Anzoátegui. 
Luego de publicar dos libros de fertilidad, decidí hacer una pau-
sa en la redacción de temas relacionados a la medicina reproduc-
tiva y dedicar el contenido de este nuevo manuscrito a patologías 
obstétricas que han incrementado las tasas de mortalidad mater-
na y neonatal en m i país, y ofrecerlo de forma gratuita como herra-
mienta didáctica a quienes tienen la gran responsabilidad de ser la 
primera línea de asistencia sanitaria de una gestante. Fue así como 
un buen día me reuní con un grupo de médicos residentes del post-
grado de Ginecología y Obstetricia del hospital Luis Razetti de Bar-
celona, el cual dirijo, y les propuse la realización de este proyecto. 
Escribir junto a estos jóvenes e introducirlos por primera vez en el 
mundo de las publicaciones ha resultado ser una experiencia mara-
villosa, aparte de que también ha sido mi primera vez como editor. 
Hemos procurado redactar cada tema con escritura sencilla y de fá-
cil comprensión, e incluimos las conclusiones más resaltantes de re-
levantes autores o consensos internacionales. Su título, Salvavidas 
obstétrico, resulta explícito al objetivo que persigue: que sirva de guía 
tanto para residentes de postgrado en esta especialidad, como para 
médicos, enfermeras, paramédicos y estudiantes de medicina. Su ín-
dice quedó organizado en orden alfabético según el síntoma o signo 
que presenta la paciente, a fin de que facilite una consulta rápida y 
acceso directo a la posible patología que la ocasione. Cada capítulo 
contiene ideas que quisimos destacar con el subtítulo de El dato. Se 
incluye otro apartado de interés profiláctico titulado Prevención sal-
vavidas. Finalmente, y para rendir homenaje a los pioneros, incorpo-
ramos un capítulo que narra la historia de nuestro postgrado. Espe-
ramos, pues, que lo aquí escrito ilumine el camino de muchos en la 
toma de decisiones, y los convierta en verdaderos héroes salvavidas.
 
Juan Carlos Álvarez 
Índice por temas
Capítulo 1 Historia del postgrado………………………………………........................ 8-12
Capítulo 2 Control prenatal………….………………………………………………................. 13-19
Capítulo 3 Amenaza de parto pretérmino…………………………………........ 20-25
Capítulo 4 Atención del parto…………………………………………………………............ 26-33
Capítulo 5 Convulsiones durante el embarazo…………………………....... 34-36
Capítulo 6 Sufrimiento fetal agudo…………………………………………………........ 37-42
Capítulo 7 Infecciones respiratorias durante el embarazo........ 43-46
Capítulo 8 Infección urinaria durante el embarazo………………........ 47-52
Capítulo 9 Endometritis puerperal……………………………………………………...... 53-55
Capítulo 10 Sepsis y embarazo…………………………………………………………............. 56-62
Capítulo 11 Paludismo y embarazo………………………………………………….......... 63-65
Capítulo 12 Infecciones vulvovaginales durante el embarazo... 66-70
Capítulo 13 Diabetes gestacional……………………………………………………............. 71-77
Capítulo 14 Trastornos hipertensivos del embarazo……………………… 78-85
Capítulo 15 Anemia durante el embarazo…………………………………………... 86-90
Capítulo 16 Vómitos durante el embarazo………………………………………..... 91-92
Capítulo 17 Ruptura prematura de membranas………………………........ 93-100
Capítulo 18 Procidencia de cordón…………………………………………………........... 101-104
Capítulo 19 Aborto…………………………………………………………………………........................ 105-109
Capítulo 20 Embarazo ectópico………………………………………………………............. 110-114
Capítulo 21 Placenta previa. DPP……………………………………………………............. 115-120
Capítulo 22 Hemorragia postparto…………………………………………………............ 121-129
Capítulo 23 Traumatismo en el embarazo…………………………………………... 130-131
Amenorrea 2 13-19
Contracciones uterinas 3-4 20-33
Convulsiones 5 34-36
Disminución de movimientos fetales 6 37-42
Disnea y tos 7 43-46
Disuria 8 47-52
Expulsión de loquios fétidos 9 53-55
Fiebre 9-10-11 53-65
Flujo vaginal 12 66-70
Hiperglicemia 13 71-77
Hipertensión 14 78-85
Mareos 15 86-90
Náuseas y vómitos 16 91-92
Salida de líquido por genitales 17 93-100
Salida del cordon umbilical por genitales 18 101-104
Sangrado vaginal al principio del embarazo 19-20 105-114
Sangrado vaginal al final del embarazo 21-22 115-129
Traumatismos 23 130-131
Índice según signos y síntomas
Pag.
Pag.Signos y síntomas Capítulo
98
Hace algún tiempo escribí un 
artículo original sobre los pione-
ros de la ginecología en el esta-
do Monagas1. En aquel entonces 
afirmé que investigar esa cróni-
ca y entrevistar a sus personajes 
me había resultado apasionante.
 Años más tarde, comprendí que 
vivir y protagonizar una parte de la 
historia ginecológica en mi propia 
tierra natal me generaría mucha 
más pasión y satisfacciones. He 
aquí mi relato en primera perso-
na extraído de mis recuerdos y 
del aporte verbal de algunos com-
pañeros con quienes compartí la 
aventura de fundar el postgrado 
en Ginecología y Obstetricia del 
hospital Luis Razetti de Barcelona.
El actual hospital Luis Razetti fue 
fundado el 25 de julio de 1963 
por el presidente Rómulo Betan-
court. Desde su inicio se creó el 
departamento de Ginecología y 
Obstetricia, cuyo primer jefe fue 
el Dr. José Antonio Pérez Gómez. 
Entre los galenos que formaron 
parte de ese comienzo se cuen-
tan Jesús Salazar Figueroa, Celes-
tino Aray, Jorge Yibirín y Josefina 
González, quien sería la prime-
ra mujer ginecóloga del estado. 
Desde entonces han ocupado la 
jefatura del departamento los gi-
necólogos Jesús Salazar Figueroa, 
Rafael Fernández, Iris Rosales, 
Dulce Dávila, Leonel Goitia, More-
no Vila, Hernán Salazar, Doméni-
co Orechio, Cipriano Grego, Nelly 
Ruiz, Jesús Bello y Alfonso Orta. 
Nuestro hospital se localiza en la 
avenida Argimiro Gabaldón, cono-
cida también como la “vía alterna”, 
y tiene sus orígenes y su nombre 
en el antiguo hospital Razetti que 
funcionaba desde el año 1940 en 
el casco antiguo de la ciudad de 
Barcelona, en una edificación que 
luego sería derrumbada para darpaso a la plaza Tricentenaria2. Las 
evidencias que he encontrado 
me hacen suponer que las ini-
ciativas encaminadas a ejercer 
la docencia siempre estuvieron 
presentes en el ánimo de los pri-
meros jefes del departamento. 
Así tenemos, por ejemplo, la es-
critura de las primeras pautas de 
procedimientos ginecológicos 
redactadas en el año 1969 por el 
Dr. Jesús Salazar y sus colabora-
dores, las cuales tuve el privilegio 
de leer y tener en mis manos; o el 
inicio de la docencia en pregra-
do para estudiantes de medicina 
que comenzaron en el año 1978, 
cuando la Universidad de Oriente 
ofreció su aval para que el hospital 
fuera una extensión de la escuela 
de medicina de Ciudad Bolívar. 
Sin embargo, el postgrado en Gi-
necología tuvo un comienzo más 
tardío. Fue en el año 2001 cuan-
do dimos los primeros pasos de 
un movimiento propostgrado con 
firmeza. Un año antes me había 
incorporado al cuerpo docente 
de la Universidad de Oriente en 
la cátedra de Ginecología II que 
era dictada en el hospital. Car-
go que gané por concurso de 
oposición al retornar de España 
donde había cursado estudios 
en Reproducción Humana e In-
fertilidad. Al integrarme al servi-
cio en aquel entonces e indagar 
sobre las razones de por qué aún 
no existía un postgrado de Gine-
cología en el hospital, descubrí 
que existían opiniones divididas 
entre quienes apoyaban una ini-
ciativa de esa índole y los que no. 
Era muy notorio que aún no exis-
tiese este posgrado en el hospital 
Razetti de Barcelona, el cual tenía 
tradición en la formación de es-
pecialistas desde el inicio de su 
primer postgrado de medicina in-
terna en 19912. Corría el año 2001 
cuando solicité al entonces jefe de 
departamento, Dr. Leonel Goitía, 
ofrecer una charla a los médicos 
especialistas y residentes que for-
maban parte del servicio, titulada: 
“Proyecto de un plan para el inicio 
de un postgrado en Ginecología 
y Obstetricia en nuestro servicio”. 
Lamentablemente, allí no gana-
mos tantos adeptos como hubié-
semos querido, pero la semilla del 
prólogo de nuestro postgrado ha-
bía sido sembrada, y con el pasar 
del tiempo el apoyo fue creciendo, 
incluyendo el del propio jefe del 
departamento de esa época, el Dr. 
Leonel Goitía, quien en un princi-
pio se opuso a esta iniciativa por 
considerar que no estaban dadas 
las condiciones. Posteriormente, 
el 26 de noviembre del 2003 un 
grupo de especialistas nos reuni-
mos en casa del Dr. Juan Trías, y 
allí sentamos las bases para dar 
inicio a la escritura del antepro-
yecto del programa de postgrado 
en Ginecología y Obstetricia del 
hospital Luis Razetti de Barce-
lona. En esa reunión precursora 
participaron seis personas: Esther 
Badwill, Leonel Goitía, Víctor Ávila, 
José Pompa, Juan Trías y Juan Car-
los Álvarez. En el año 2006, siendo 
director del hospital el Dr. José 
Historia del postgrado de Ginecología
 y Obstetricia del hospital 
Dr. Luis Razetti de Barcelona 
Juan Carlos Álvarez
Capítulo 1
Surbarán, presentamos el proyec-
to completo que fue escrito por la 
denominada comisión fundadora 
del postgrado que fue integrada 
por: Juan Trías, José Pompa, Leo-
nel Goitía, Esther Badwill, Juan 
Carlos Álvarez y Carlos Gómez. 
Cabe destacar que en esta lista de 
pioneros figura el nombre de un 
traumatólogo, el Dr. Carlos Gómez, 
quien con su vasta experiencia 
académica nos ofreció importan-
tes orientaciones en la elaboración 
de dicho manuscrito. A finales
del 2006 dimos apertura a nues-
tro primer concurso de postgra-
do, en el que elegimos a seis re-
sidentes entre diez aspirantes. 
El 8 de enero del 2007 pasa a ser 
la fecha más emblemática del 
postgrado de Ginecología y Obs-
tetricia del hospital Luis Razet-
ti de Barcelona, porque fue ese 
día cuando dimos inicio oficial al 
postgrado en su etapa asistencial 
no universitaria. Tuvimos un mo-
desto acto protocolar en la maña-
na de ese día con la presencia de 
las autoridades en el antiguo au-
ditorio del piso 6 del hospital, en 
el que tuve el honor de ofrecer las 
primeras palabras de salutación 
y ser el maestro de ceremonia.
 Allí le dimos la bienvenida a los 
primeros residentes de postgrado, 
quienes fueron: Angélica Castañe-
da, Joane Peña, Arcadio Aguilera, 
Damellys Millán, Daniel Rodríguez 
y Eladia Vásquez. En esta etapa, 
como postgrado asistencial, la di-
rección del hospital designó como 
primer coordinador al Dr. Leonel 
Goitia, quien también continua-
ba ejerciendo para ese enton-
ces la jefatura del departamen-
to de Ginecología y Obstetricia. 
1110
A su vez, fueron designados los pri-
meros coordinadores por cada año 
de postgrado que lo ayudarían en 
la tarea de dirigirlo, estos fueron: 
Jonel Dimuro (primer año), Esther 
Badwill (segundo año) y Juan Car-
los Álvarez (tercer año). Los espe-
cialistas que formaron parte del 
cuerpo docente inicial junto a los 
coordinadores fueron: Orlando 
Guilarte (llamado afectuosamen-
te por los residentes como “papá 
Guilarte”), Alfonso Orta, Julio Vi-
llamediana, Hernán Salazar, José 
Pompa, José Font, Manuel Ñañez, 
Francis Malaver, Cipriano Grego, 
Víctor Ávila, Neptalí Alfaro, Marbe-
lia Martínez, Víctor Chópite y Nelly 
Ruiz. El Dr. Goitía estuvo al frente 
del postgrado durante tres años
(2007-2009). 
Luego pasarían a ocupar el cargo 
de coordinadores en esa etapa 
asistencial los doctores: Cipriano 
Grego (2009), José Pompa (2010), 
Luis Bracamonte (2011), y Luis Car-
dozo (2011). Durante esas distin-
tas coordinaciones me mantuve 
como coordinador del tercer año 
de postgrado, y me tocó, además, 
elaborar el programa definitivo de 
la especialidad según las norma-
tivas vigentes para lograr el aval 
universitario. En el 2011 logramos 
introducir ante el Consejo Univer-
sitario de la Universidad de Orien-
te dicho programa, en conjunto 
con la solicitud de autorización 
para la creación y funcionamiento 
del programa de especialización 
en Ginecología y Obstetricia del 
hospital Luis Razetti de Barcelona. 
El 12 de mayo del 2011, el Consejo 
Universitario, presidido por la rec-
tora Dra. Milena Bravo, aprueba 
de forma unánime el prospecto 
en su resolución No. 017-2011, y 
nombra como coordinador gene-
ral del postgrado al Dr. Juan Car-
los Álvarez, quien fue elegido por 
concurso entre una terna de seis 
docentes aspirantes. Se convirtió 
así en el primer coordinador aca-
démico de la etapa universitaria y 
se mantiene en ese cargo hasta el 
momento de publicar esta reseña. 
El inicio del aval universitario en 
el 2011 significó también que los 
integrantes de la tercera cohor-
te del postgrado pasaran a ser 
la primera promoción universi-
taria por la UDO; obtuvieron su 
título de especialistas en acto 
protocolar en febrero del 2013. 
Esta promoción estuvo integra-
da por: Carlos Castrillo, Iris Flores, 
Visaida García, Rangel Jiménez, 
Ana Millán, Yulimar Mattey, Zuliar 
Martínez, Angelina Noriega, Yu-
raiddy Rojas, Sandra Rodríguez y 
Luis Samuel. Años más tarde, lue-
go de largos trámites académicos 
y nivelación con el actual pensum
universitario, logramos que los in-
tegrantes de las dos primeras co-
hortes también recibieran el reco-
nocimiento universitario y su título 
a partir del año 2018. El pénsum 
de estudios quedó conformado 
con treinta materias obligatorias, 
equivalentes a 57 créditos acadé-
micos que deberían ser cursadas 
en seis semestres presenciales a 
tiempo completo por doce re-
sidentes de postgrado por año.
El primer reto que afrontamos 
en la coordinación fue dar inicio 
a los trámites para alcanzar el re-
conocimiento oficial del Consejo 
Nacional de Universidades (CNU) 
y de la Oficina de Planificación 
del Sector Universitario (OPSU), 
y darle proyección nacional e in-
ternacional a nuestro postgrado.
 Luego de elevar la solicitud a es-
tos entes gubernamentales, en 
mayo del 2013 recibimos la visi-
ta de la comisión evaluadora del 
CNU, integrada por los doctores 
Carlos Cabrera, en representación 
de la Universidad Central de Ve-
nezuela, y Rafael Velásquez por 
la Universidad del Zulia, quienes 
luegode examinar nuestras acti-
vidades, programas académicos, 
espacios físicos como biblioteca, 
salones y quirófanos, decidieron 
aprobar y dar aval para nuestro 
funcionamiento académico na-
cional. Otro aporte histórico que 
vale la pena destacar fue nuestra 
sugerencia personal, manifestada 
por escrito, en una reunión gene-
ral de coordinadores de postgrado 
de todos los núcleos realizada en 
Ciudad Bolívar en el 2014 con la 
presencia del vicerrector académi-
co, en la que propusimos incorpo-
rar una nueva materia al pensum 
de estudios de todos los postgra-
dos en Obstetricia y Ginecología 
de la UDO, ésta fue “Endoscopia
Ginecológica”, cuya propuesta 
y programa fue posteriormente 
aprobado en consejo universitario.
Tres secretarias nos han acompa-
ñado con esmerada colaboración 
en las actividades administrativas 
del postgrado a largo de su histo-
ria: Rusbelis Pérez, Rosa Márquez 
y Yuraima Rengel, siendo esta úl-
tima la secretaria de más larga 
duración en estas funciones. Has-
ta diciembre del 2018 en nuestro 
postgrado han obtenido su título 
diez cohortes de especialistas, con 
un total de 88 graduandos. 
Cabe destacar que hemos teni-
do la participación de médicos 
procedentes del extranjero que 
han concursado en nuestro post-
grado, siendo el Dr. Luis Rosas, 
de nacionalidad colombiana, el 
primer extranjero que obtuvo su 
título de especialista ginecoobste-
tra en nuestro hospital en el año 
2017. También hemos tenido la 
tradición académica de organizar, 
desde nuestra fundación, simpo-
sios científicos regionales. Hasta 
el 2018 se han llevado a cabo diez 
jornadas de postgrado de forma 
consecutiva, las cuales son organi-
zadas por los residentes del tercer 
año, y en las que hemos contado 
con reconocidos conferencistas 
nacionales e internacionales. La 
primera jornada de postgrado en 
la que invitamos a conferencistas 
internacionales fue en el 2010, 
en la que estuvieron los doctores 
Paulino Vigil de Gracia de Pana-
má, Rodrigo Cifuentes de Colom-
bia y Manuel Gallo de España. 
Los epónimos de cada una de es-
tas jornadas fueron escogidos por 
los propios residentes de postgra-
do. Recayó este honor en el año 
2009 sobre Doménico Orechio, 
Leonel Goitia en el 2010, Cipriano 
Grego y José Font en el 2011, Juan 
Carlos Álvarez en el 2012, Julio Vi-
llamediana en el 2014, Orlando 
Guilarte en el 2015, Luis Bracamon-
te en el 2016, Manuel Ñañez en el 
2017, Rafael Arreaza en el 2018 y 
Eladia Vásquez en el 2019. Quien 
se convertiría en la primera mujer 
egresada de nuestro postgrado en 
ser nominada a esta distinción.
En las jornadas del 2013 fue nom-
brado un epónimo que se retiró 
en último momento por razones 
personales y no aceptó esta dis-
tinción, es por este motivo que en 
el afiche promocional no aparece 
ningún nombre como epónimo. 
Finalmente, me enorgullece reco-
nocer, que muchos de los especia-
listas que hemos formado a lo lar-
go de estos años ya han asumido 
12 13
dos y formados cabalmente que 
ofrecen sus servicios en distintas 
partes de Venezuela y del mundo. 
Ellos son el reflejo de lo mejor de 
nosotros, de sus docentes, de sus 
tutores, de sus maestros, y de to-
dos aquellos quienes fundamos 
este postgrado, y aunque atra-
vesamos una época turbulenta 
en la que el futuro pareciera ser 
incierto, no tengo duda en afir-
mar que nuestro postgrado so-
brevivirá los avatares del tiempo, 
y continuará su labor de seguir
formando especialistas en gine-
cología y obstetricia, haciendo 
honor a su linaje. Así nació este 
programa de postgrado, ense-
ñándome que la motivación de 
los que quieren siempre será 
más fuerte que las excusas de 
los que pueden. Solo es cuestión 
de atreverse a dar el primer paso.
Bibliografía
1. Álvarez Juan Carlos. La obstetricia y la ginecología en el esta-
do Monagas. Apuntes para su historia. Revista de obstetricia 
y ginecología de Venezuela. Vol 57(2). Abril 1997. Págs. 141-142.
2. Salazar Cordero, Jesús. El arte de curar en la ciudad de los cuma-
nagotos. Publicación del Colegio de Médicos del estado Anzoáte-
gui. Barcelona, 1994.
su rol como generación de relevo 
dentro de las actividades asisten-
ciales y docentes del postgrado, 
colaborando como asesores de 
seminarios, asesores de tesis de 
postgrado, instructores quirúrgi-
cos, jurados en evaluaciones, o in-
cluso formando parte en la direc-
tiva de la comisión de postgrado.
No sé si decir que ha sido largo o 
breve el camino que hemos reco-
rrido en estos primeros doce años 
de funcionamiento del postgrado 
de Ginecología y Obstetricia del 
hospital Luis Razetti de la ciudad 
de Barcelona, pero de lo que sí es-
toy convencido es que hasta esta 
fecha hemos cambiado el desti-
no para bien a 88 almas, y nues-
tra mejor recompensa ha sido 
ser testigos de su logro. También 
es indudable el beneficio directo 
que ha recibido la comunidad al 
contar con especialistas actualiza-
Capítulo 2
Control Prenatal
No toda amenorrea (ausencia de 
la menstruación) es sinónimo de 
embarazo, pero por tratarse de su 
causa más frecuente se sospecha-
rá de una gestación hasta que no 
se demuestre lo contrario. Por ello, 
resulta crucial iniciar cuanto antes 
el control prenatal al comprobarse 
de su existencia, y quizás con ello 
se evite cualquiera de las compli-
caciones de la gestación que están 
descritas a lo largo de este manual.
Juan Carlos Álvarez
• Presunción de embarazo
• Certeza de embarazo
Diagnóstico de embarazo según 
síntomas o signos:
• Probabilidad de embarazo
Amenorrea.
Náuseas, vómitos.
Molestias mamarias.
Aumento de frecuencia 
urinaria.
Latido cardíaco fetal audible. 
Palpación de movimientos fe-
tales por parte del explorador.
Visualización fetal por 
Prueba de embarazo βhCG 
positiva.
Crecimiento abdominal a ex-
pensas del útero.
Signos de embarazo (Hegar, 
Goodell, Chadwick).
 A
M
E
N
O
R
R
E
A
ecografía.
Edad gestacional 
Se calcula a partir de la fecha de 
la última regla (FUR). El embarazo 
tendrá una duración aproximada 
de 280 días, lo que equivale a nue-
ves meses del calendario solar o a 
diez meses lunares. Se considera-
rá un embarazo a término entre 
las 37 a 42 semanas. El embarazo 
se inicia con la fecundación en-
tre los gametos, que no es más 
que la fusión de los cromosomas 
que son aportados por el esper-
matozoide y el óvulo, dando ori-
gen al cigoto. Desde esta etapa 
y hasta la semana 8 el producto 
de la gestación será considerado 
un embrión, y a partir de la se-
mana 9 en adelante será un feto.
Períodos del embarazo
Primer trimestre: desde la fecun-
dación hasta la semana 12.
Segundo trimestre: desde la 
semana 13 hasta la 27.
Tercer trimestre: desde la semana 
28 hasta la 40.
Fecha probable del parto (FPP)
Regla de Naegele: Para estimar la 
fecha probable de parto (FPP), se 
restan tres meses y se suman siete 
días a la FUR. 
Ejemplo: FUR: 7 mayo. FPP: 14 de 
febrero.
Una herramienta básica para el 
cálculo de la edad gestacional 
y la FPP es el gestograma. Con-
siste en un dispositivo en forma 
de disco de papel o cartón que 
gira sobre otro y que contienen 
información sobre el calenda-
rio obstétrico y otros parámetros 
que permiten calcular la edad 
gestacional al hacer coincidir la 
flecha roja con el primer día de 
la fecha de la última regla que 
informe la paciente. Luego, se ob-
serva la fecha correspondiente al 
día en el que se está haciendo el 
cálculo, lo que ofrecerá la edad 
gestacional en semanas cumpli-
das hasta ese momento. Tam-
bién existen aplicaciones des-
cargables para teléfonos móviles 
que facilitan obtener esa fecha.
EL DATO
1514
Crecimiento uterino esperado
Semana 12: Útero palpable por 
arriba de la sínfisis pubis.
Semana 16: Útero palpable entre 
la sínfisis del pubis y el ombligo.
Semana 20: Útero palpable a la al-
tura del ombligo.
Semana 21 a 35: La altura del útero 
medida en centímetros es similar 
a la semana de gestación. Desde 
la semana 36 en adelante habrá 
un descenso en dicha medida por 
encajamiento del feto en la pelvis.
La altura uterina es útil para 
confirmarel normal crecimien-
to fetal, y se obtiene midiendo 
con una cinta métrica flexible 
la distancia que existe entre 
el borde superior de la sínfisis 
del pubis hasta el fondo ute-
rino. Se estima que cada mes 
esta altura se incremente 4 
cm. Generalmente a partir de 
la semana 20 y hasta la sema-
na 35, la medida de la altura 
en centímetros suele coincidir 
con la semana de embarazo.
Una paciente primigesta pue-
de percibir los movimientos fe-
tales a partir de la semana 18 de 
embarazo, mientras que una 
paciente multípara desde la se-
mana 164. Si se sospecha de la 
existencia de compromiso en 
la salud fetal se debe advertir a 
la madre que registre los movi-
mientos fetales; debe empezar 
a contar dichos movimientos 
a partir de una hora determi-
nada. Si detecta cuatro movi-
mientos en la primera hora se 
considera normal. En caso de 
no detectar diez movimientos 
fetales en doce horas se debe 
acudir de inmediato al médico.
Para auscultar el foco fetal de 
forma clásica se emplea el es-
tetoscopio obstétrico de Pi-
nard. La técnica consiste en 
colocar el estetoscopio perpen-
dicular sobre el abdomen ma-
terno que se corresponda con 
el hombro fetal anterior, zona 
que se ha debido localizar pre-
viamente mediante las manio-
bras de Leopold. El explorador 
apoyará su cabeza ejerciendo 
una presión suave sobre el es-
tetoscopio contra el abdomen 
materno, mientras que con su 
mano libre toma el pulso de 
la madre para diferenciar los 
latidos maternos del fetal. El 
explorador contará el núme-
ro de latidos que perciba en 
un minuto, recordando retirar 
su mano que sujetaba el este-
toscopio para no interferir con 
la transmisión de los latidos. 
EL DATO
Control prenatal
Es la atención médica sistemática 
y multidisciplinaria de la embara-
zada con la finalidad de obtener 
el máximo grado de salud física 
y mental de la madre y el hijo, y 
reducir al mínimo la morbimorta-
lidad de ambos1.
Frecuencia ideal de la consulta 
prenatal
Una vez al mes hasta la semana 
28.
Cada dos semanas desde semana 
29 a 36.
Una vez por semana desde la 
semana 37 hasta el nacimiento.
Durante un embarazo no com-
plicado, el número sugerido de 
consultas alcanzan un promedio 
de diez citas, pero puede con-
siderarse que el embarazo ha 
sido controlado de forma satis-
factoria en aquella paciente que 
haya sido evaluada cabalmen-
te en, al menos, seis consultas.
Abordaje durante la realización 
de la historia clínica de primera2
* Interrogatorio. Antecedentes 
personales, obstétricos, gineco-
lógicos, familiares. Se debe inves-
tigar estilo de vida tóxico para el 
embarazo como tabaquismo, dro-
gas, alcohol y violencia doméstica. 
Determinación de la edad gesta-
cional según FUR y cálculo de la 
FPP. Si la paciente ignora su FUR 
se debe realizar un ecosonogra-
ma para conocer la edad gesta-
cional. Mientras más precoz sea la 
ecografía mayor precisión tendrá 
el cálculo de la edad gestacional 
real.
* Examen físico por órganos y sis-
temas. Peso, talla, signos vitales, 
tensión arterial.
* Cálculo del índice de masa cor-
poral (IMC): Peso/talla al cuadrado.
* Examen obstétrico: Inspección 
abdominal, dependiendo de edad 
gestacional, medición de la altura 
uterina, auscultación o visualiza-
ción de la frecuencia cardíaca em-
brionaria o fetal.
* Examen ginecológico: Inspec-
ción genital, toma de citología, 
tacto vaginal (si lo amerita).
* Exámenes de laboratorio a soli-
citar: Hematología completa, gli-
cemia, urea y creatinina. Grupo 
sanguíneo y factor Rh. Vdrl. Hiv. 
Análisis de toxoplasmosis. Orina. 
Urocultivo. Heces.
* Ecosonograma obstétrico.
* Identificación de algún diagnós-
tico de embarazo de alto riesgo 
obstétrico (ARO).
* Indicación de tratamiento profi-
láctico: Sales de hierro, ácido fóli-
co, calcio, polivitamínicos, proges-
terona (si lo amerita).
* En embarazadas no anémicas 
al inicio de su control prenatal se 
indica como dosis de suplemento 
dietético:
100 mg/día de sulfato ferroso 
+ 5 mg/día de ácido fólico en 
embarazo simple.
200-300 mg/día de sulfato fe-
rroso + 10 mg/día de ácido fóli-
co en embarazo múltiple o en 
caso de gestante vegetariana.
Latido cardíaco fetal o foco fetal
El foco fetal normal oscila entre 
120 a 160 latidos por minuto. Es au-
dible y visible en el embrión des-
de la semana 6 de embarazo con 
ayuda del ecosonograma por vía 
vaginal. Audible desde la semana 
12 con un equipo Doppler, y desde 
la semana 22 con el estetoscopio 
de Pinard. Cuando el foco fetal 
esté alterado podría ser una señal 
de compromiso en la salud fetal. 
Si es mayor a 160 lpm estamos en 
presencia de una taquicardia fetal, 
y cuando sea menor a 120 será una 
bradicardia fetal. Esta última es la 
de peor pronóstico para el feto.
Abordaje durante cada control 
prenatal sucesivo
* Edad gestacional al momento 
de la cita.
* Signos vitales: Frecuencia car-
díaca materna, frecuencia respira-
toria y tensión arterial.
* Peso: Esencial para evaluar el 
estado nutricional de la paciente o 
que nos advierta de la asociación 
con alguna patología que lo incre-
mente o lo disminuya. Se estima 
que exista un aumento de 1 kg de 
peso por cada mes en condiciones 
normales, sin exceder una ganan-
cia total de 12 kg durante todo el 
embarazo.
* Determinación de altura 
uterina. 
EL DATO
EL DATO
* Determinación de la frecuencia 
cardíaca fetal.
* Determinación de la presenta-
ción fetal mediante las maniobras 
de Leopold a partir del séptimo 
mes. 
* Revisión de exámenes de labo-
ratorio. Durante la semana 32 de 
embarazo debe solicitarse una 
nueva hematología completa y 
examen de orina. 
Valores normales esperados en pruebas de laboratorio 
durante el embarazo
Prueba Resultado normal
Hemoglobina. Mayor o igual a 11.0 mg/dl.
Hematocrito. Mayor o igual a 33 %.
Plaquetas. 150.000 a 400.000 mm3.
Glóbulos blancos. 5.000 a 12.000 mm3.
Tipo de sangre. A, B, AB, O.
Factor Rh. Negativo o positivo.
Toxotest (prueba para detección de an-
ticuerpos contra el Toxoplasma Gondii).
IgM negativo.
VIH. Negativo.
VDRL. No reactivo.
Orina. Color amarillo claro. Olor sui 
géneris. Leucocitos y glóbu-
los rojos inferior a 5 por campo.
Pruebas diagnósticas especiales 
perinatales:
* Muestreo de vellosidades co-
riales: Análisis genético precoz 
entre semanas 9 a 12 de emba-
razo que facilita el diagnóstico 
de patologías cromosómicas.
* Translucencia nucal o pliegue 
nucal: Medición por ecografía del 
diámetro de la nuca fetal para 
evaluar el riesgo de presencia 
de anormalidad cromosómica 
o como pesquisa de aneuploi-
días. Se lleva a cabo entre la se-
mana 11 a 14 de gestación. Dicho 
diámetro debe ser menor a 2.5 
mm para considerarlo normal. 
Cualquier medida superior a 3 
mm está asociada con sospe-
cha de alteración genética, que 
deberá ser descartada median-
te realización de amniocentesis.
* Triple prueba o screening bio-
químico de pesquisa de aneuploi-
días como defectos congénitos 
del tubo neural o el síndrome de 
Down. Es una prueba explorato-
ria sanguínea materna que mide 
marcadores séricos producidos 
por el feto o placenta y que pa-
san a la circulación materna. Estos 
son entre semana 11 a 14: alfafeto-
proteína, fracción beta libre de la 
gonadotropina coriónica humana 
(beta hCG) y la PAPP-A (proteína 
A plasmática asociada al emba-
razo). O entre semana 14 a 19: al-
fafetoproteína, fracion beta libre 
de la gonadotropina coriónica 
humana (beta hCG) y el estriol.
* Amniocentesis. Aspiración de 
líquido amniótico por punción 
abdominal para su análisis ge-
nético y diagnóstico de trastor-
nos congénitos. Se lleva a cabo 
entre las semanas 15 a 18 de 
embarazo. Se recomienda en 
toda paciente mayor de 35 años.
* Eco morfológico: Se realiza al-
rededor de la semana 20 de 
gestación. Sirve para observar 
la estructura morfológica del 
feto y sus distintas biometrías 
para descartar malformaciones. 
* Eco Doppler: Es una ecografía a 
color que analiza el flujo de sangre 
en cualquier arteria o vena que irri-
gan los distintos órganosdel feto. 
Mide flujos a través del cordón 
umbilical, circulación cardíaca y 
cerebral fetal. Es útil para conocer 
el pronóstico fetal en pacientes 
con diabetes, hipertensión, retar-
do en el crecimiento fetal o su-
frimiento fetal. Se puede realizar 
desde la semana 20 en adelante.
Vacunación 
Se pueden administrar vacunas 
de forma segura durante el emba-
razo a partir del segundo o tercer 
trimestre3. La vacuna de tétanos y 
difteria es de colocación rutinaria 
si existe riesgo de infección o cuan-
do se habita en el medio rural.
En casos de alto riesgo de in-
fección de enfermedades da-
ñinas para la madre o el feto se 
pueden administrar de forma 
segura las siguientes vacunas: 
hepatitis A, hepatitis B, fiebre 
amarilla (en caso de viajar a algu-
na zona endémica donde exista 
la enfermedad) y meningococo.
Las vacunas que están contra-
indicadas durante el embara-
zo son: triple vírica (sarampión, 
rubeola y parotiditis), varice-
la-zoster, polio, ántrax, rabia, 
encefalitis y fiebre tifoidea.
Embarazo de alto riesgo 
obstétrico (ARO)
Es aquel que tiene riesgo de com-
plicarse dado sus antecedentes, 
edad materna o presencia de 
patologías que afectan al em-
barazo actual, razón por la que 
requiere de control estricto, eva-
luaciones especiales y, en muchos 
casos, de hospitalización precoz. 
Cualquier factor o anteceden-
te que lleve a considerar a un 
embarazo como de alto ries-
go es razón suficiente para po-
ner en alerta al personal que 
ejerza su control prenatal. 
Existen diversas publicaciones 
que clasifican al embarazo de alto 
riesgo según su riesgo de morbili-
dad o mortalidad materna y/o per-
inatal. Sin embargo, hay que estar 
siempre atentos, porque en nues-
tra opinión cualquier paciente con 
un diagnóstico de ARO sobreaña-
dido puede presentar alguna difi-
cultad, estando incluso clasificada 
dentro de las prioridades de más 
remota ocurrencia o aparente 
baja posibilidad de complicación.
EL DATO
1918
Alto riesgo tipo I
Pacientes en buen estado de sa-
lud, pero con uno o más factores 
de riesgo social o epidemiológico.
Pobreza crítica.
Domicilio lejano. 
Analfabetismo. 
Desempleo. 
Unión conyugal inestable. 
Tabaquismo. 
Alcohol.
Adicción a drogas. 
Estrés laboral o trabajo con es-
fuerzo físico. 
Embarazo no planificado.
Fecha de última regla incierta.
Multípara con más de cuatro 
gestas.
Embarazo no controlado o con-
trol prenatal tardío. 
Obesidad. 
Período intergenésico inferior a 
dos años o superior a cinco años. 
Obesidad (IMC superior a 30). 
Adolescente embarazada (edad 
inferior a 18 años). 
Primigesta tardía (superior a 35 
años). 
Estatura inferior a 1.50 metros.
Peso inferior a 45 kg.
Violación o incesto.
Alto riesgo tipo II
Pacientes en buen estado de sa-
lud, pero con antecedentes de 
una o más patologías ginecoobs-
tétricas, o general. 
Feto con bajo peso al nacer (infe-
rior a 2.500 gr).
Peso materno inadecuado para 
su edad gestacional.
Feto macrosómico (peso supe-
rior a 3.500 gr).
Malformación congénita.
Trauma o infección fetal.
Retardo mental o parálisis cere-
bral en hijo anterior.
Rh negativo no sensibilizada.
Incompatibilidad de grupo 
(ABO).
Parto pretérmino.
Preeclampsia/ eclampsia.
Cesárea anterior o cirugía uterina 
previa.
Paridad superior a cuatro. 
Ruptura prematura de membra-
nas.
Distocias del parto.
Hemorragias obstétricas.
Mola hidatiforme.
Aborto.
Alto riesgo tipo III
Paciente quien cursa su embarazo 
con patología ginecoobstétrica y/o 
fetal, o con patología general que 
afecta la salud materna o fetal, y 
que requiere de atención por per-
sonal especializado o por el servi-
cio de perinatología. 
Incompetencia cervical. 
Isoinmunización (Coombs in-
directo positivo en paciente Rh 
negativo).
Síndrome de TORCHS (infección 
fetal por toxoplasmosis, rubéola, 
citomegalovirus, herpes simple y 
VIH).
Retraso crecimiento fetal.
Malformación uterina.
Pérdida fetal recurrente.
Antecedente de infertilidad, o 
haber recibido tratamiento de 
infertilidad para lograr el emba-
razo actual.
Miomatosis uterina.
Cáncer u otra patología médica 
asociada.
HTA/ preeclampsia/ eclampsia.
Desproporción fetopélvica.
Placenta previa.
Embarazo cronológico prolonga-
do.
Amenaza de parto pretérmino.
Embarazo múltiple.
Anemia.
Desnutrición severa.
Diabetes gestacional.
Hipo/hipertiroidismo.
Cardiopatías.
Nefropatías.
VIH/Sida.
Paludismo.
Enfermedades mentales.
No se debe fumar durante el 
embarazo. La nicotina del taba-
co atraviesa la barrera placenta-
ria e interfiere con el adecuado 
suministro de oxígeno al feto. El 
tabaquismo causa retraso en el 
crecimiento fetal, abortos, bajo 
peso al nacer y muerte fetal.
Todo miembro del equipo de sa-
lud debe promover y mantener un 
adecuado programa de control 
prenatal en su centro. La comuni-
cación será la herramienta más útil 
para lograr este objetivo, mediante 
charlas a la comunidad y disemi-
nación de información por redes 
sociales, radio, prensa y televisión.
PREVENCIÓN 
SALVAVIDAS
Bibliografía
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boim y Guariglia editores. Clínica Obstétrica. Tercera edición. Cara-
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tor. Montevideo. 2010. 116.
EL DATO
2120
Amenaza de Parto Pretérmino
Launic Jiménez. Freddy Marín. Juan Carlos Álvarez
Capítulo 3
C
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TR
A
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IO
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R
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A
S
La amenaza de parto pretérmino 
se manifiesta con contracciones 
uterinas que surgen de forma 
anticipada y que producen dolor 
tipo cólico en el abdomen bajo. 
Pueden surgir como respues-
ta a algún proceso infeccioso, 
de estrés, de esfuerzo físico exa-
gerado, traumatismo, o incluso 
debido a causas desconocidas 
que pudieran ocasionar el naci-
miento de un bebé prematuro. 
Cuando una gestante tenga cua-
tro o más contracciones dolorosas 
y palpables, de al menos 20 segun-
dos de duración en un período de 
20 minutos, y que además su em-
barazo sea mayor a 20 semanas (5 
meses) y menor a 36 semanas + 6 
días (nueve meses), presenta una 
amenaza de parto pretérmino. 
Este cuadro también se puede 
acompañar de sangrado geni-
tal y modificaciones del cuello 
uterino (acortamiento y/o dila-
tación), los cuales pueden con-
ducir a un parto pretérmino. 
Las infecciones son las principa-
les causas que dan origen a esta 
patología, en especial las que se 
producen por bacterias respon-
sables de infecciones urinarias 
como la Escherichia coli, o por 
gérmenes que ascienden desde 
la vagina que ocasionan vagino-
sis bacteriana2 como Gardnerella 
vaginalis, Mycoplasma hominis, 
Ureoplasma urealyticum y Pepto-
cocos productores de fosfolipasa A. 
Todas estas bacterias estimulan la 
producción de citoquinas y me-
diadores inflamatorios bioquími-
cos (factor activador de plaquetas 
o PAF, prostaglandinas E2 y F, leu-
cotrienos y especies reactivas de 
oxígeno), y pueden desencadenar 
una respuesta inflamatoria que 
genera cambios en el útero, y con 
ello dar inicio a una amenaza de 
parto pretérmino, y llegar incluso 
a causar infección fetal3.
Clasificación del PP 
a) Prematuro general: < 37 
semanas.
b) Prematuro tardío: de la sema-
na 34 + 6 días a la semana 36 + 6 
días.
c) Muy prematuro: antes de las 
32 semanas. 
d) Extremadamente prematuro: 
inferior a 28 semanas.
Las consecuencias a las que se 
enfrenta un feto prematuro que 
se exponga a un trabajo de par-
to radica en su vulnerabilidad 
cerebral ante la hipoxia, lo que 
puede conducir a lesión cere-
bral, además de atascamiento 
de cabeza última en caso de 
presentación podálica pordis-
minución de la relación cuer-
po-cabeza; mayor grado de al-
teraciones cardiovasculares por 
compresión del cordón umbili-
cal; riesgos de infecciones lue-
go del nacimiento, y finalmen-
te, no ser viable por inmadurez 
fetal. Es por ello que resulta de 
alta prioridad detectarlo e inhi-
bir su curso a tiempo, o tomar 
las medidas adecuadas de pro-
tección cefálica en estos casos, 
como el empleo de fórceps 
profiláctico durante el parto. 
Factores de riesgo
* Antecedente de trabajo de parto 
pretérmino o nacimiento prema-
turo, particularmente en el emba-
razo más reciente o en más de un 
embarazo anterior.
* Situaciones que causen sobredis-
tensión uterina: embarazo múlti-
ple; doble o triple. Polihidramnios 
(excesiva cantidad de líquido 
amniótico). 
* Situaciones que causen un cérvix 
corto: congénitas, incompetencia 
cervical, antecedente de haberse 
realizado una conización.
* Deficiencia de progesterona.
* Malformaciones uterinas.
* Miomatosis uterina.
* Fumar cigarrillos o consumo de 
drogas ilícitas.
* Infecciones del líquido amnióti-
co y del tracto genital inferior.
* Hipertensión arterial crónica y 
diabetes.
* Estrés. Nivel laboral elevado.
* Sangrado vaginal durante el 
embarazo.
* Presencia de un defecto de naci-
miento fetal.
* Intervalo reducido entre emba-
razos, inferior a seis meses.
* Infección de tejidos que rodean 
y soportan sus dientes (enferme-
dad periodontal).
* Desnutrición materna. 
* Adolescencia.
Manifestaciones clínicas de la 
APP 
* Sensación de tensión o dolor ab-
dominal que va y viene (contrac-
ciones), presión pélvica o abdomi-
nal inferior, y/o dolor de espalda.
* Expulsión de manchado vaginal 
o sangrado leve.
* Rotura prematura de membra-
nas, expresada como un chorro 
continuo de líquido transparente 
que sale a través de genitales des-
pués que la membrana amniótica 
se rompe.
* Modificación en el tipo de secre-
ción vaginal: acuosa, mucosa o 
sanguinolenta.
Diagnóstico 
* Valorar los signos vitales 
maternos.
* Evidenciar vitalidad fetal: fre-
cuencia cardíaca fetal, movimien-
tos fetales.
* Valorar dinámica uterina (palpar 
contracción uterina), medir altura 
uterina, estática fetal.
* Especuloscopia para observar las 
características del cuello uterino, y 
descartar la presencia o no de al-
gún tipo de secreciones.
* Valorar características del cuello 
por tacto: posición (anterior, cen-
tral o posterior), si está blando o 
duro y la permeabilidad de este.
* Medición longitud cervical (cer-
vicometría) por ecografía vaginal.
* Otras pruebas útiles en el diag-
nóstico: determinación de la fi-
bronectina fetal; es una proteína 
producida por las membranas fe-
tales que permite que estas se ad-
hieran a la pared uterina. Para la 
medición de esta proteína se rea-
liza un frotis vaginal. Si la prueba 
La incompetencia cervical es la 
dilatación y borramiento pro-
gresivo del cuello uterino sin clí-
nica de dolor o en ausencia de 
contracciones uterinas. Es causa 
de abortos o partos pretérmino, 
y acontece durante el segundo 
y tercer trimestre de gestación.
EL DATO
EL DATO
2322
detecta que la cantidad de fibro-
nectina fetal es normal, probable-
mente el parto no se produzca en 
las dos semanas siguientes. Si, por 
el contrario, la concentración de 
fibronectina es elevada (>50 ng/
ml) entre las semanas 24 a 34 de 
gestación, habrá riesgo de parto 
prematuro. 
* Medición del estriol salival ma-
terno. Su incremento superior a 2 
ng/ml puede advertir sobre la pro-
babilidad de sufrir una APP.
Abordaje inicial
En paciente con amenaza de par-
to pretérmino con dinámica uteri-
na y sin modificaciones cervicales:
* Reposo en cama del lado iz-
quierdo en el área de observa-
ción para mejorar la perfusión 
uteroplacentaria.
* Administrar en un lapso de 
dos horas hidratación parente-
ral aproximadamente de 1.500 a 
2.000 cc de solución 0,9 % alter-
nada con solución Ringer.
* Administrar algún antiespas-
módico, como la butilescopo-
lamina por vía endovenosa, en 
dosis única.
* Si no cede la dinámica uterina 
y no existen modificaciones cer-
vicales, valorar ingreso hospitala-
rio en observación durante 12-24 
h, pudiéndose administrar una 
dosis única de nifedipina: 10 mg 
vía oral cada 20 minutos por tres 
dosis, previa toma de tensión ar-
terial ya que el mismo tiene efec-
to hipotensor. 
* En el caso de haber mejoría, se 
dará alta médica con recomen-
daciones básicas como reposo 
por siete días en cama y de sus 
actividades laborales, aminorar 
el estrés y el tiempo de bipedes-
tación durante las primeras 24 h, 
además de suspender relaciones 
sexuales y actividades físicas ri-
gurosas del hogar. 
* Se indicará como profilaxis 
progesterona en cualquiera de 
las presentaciones que se dis-
pongan: 90 mg en gel vaginal, 
o 100-200 mg en cápsulas blan-
das. Dosis recomendada: 200 
mg/día vía vaginal hasta la sema-
na 36 + 6 días.
* Antiespasmódico vía oral cada 
seis horas durante siete días.
* Verificación lo antes posible 
de que pruebas de laboratorio y 
examen de orina sean normales, 
para decidir si tiene indicación 
de antibioticoterapia.
Abordaje durante la hospitaliza-
ción 
Aquellas pacientes que presenten 
dinámica uterina y modificacio-
nes cervicales deben ser hospita-
lizadas en un área que cuente con 
los medios para realizar un mane-
jo multidisciplinario.
* Evaluación maternofetal con 
valoración del bienestar fetal.
El cuello uterino es un pequeño ca-
nal con forma de cilindro que co-
necta la cavidad uterina con la va-
gina. A medida que el embarazo se 
desarrolla se va acortando, pasando 
de medir una media de 25 mm (2.5 
cm) hasta llegar a reducir esta lon-
gitud y borrarse, o desaparecer en 
los momentos previos al parto. Una 
medición de la longitud cervical, o 
cervicometría, menor a 25 mm rea-
lizada durante el primer trimestre 
de embarazo entre las semanas 9 
a 12 por ecografía vaginal debe ser 
una alerta ante la inminencia de 
una amenaza de parto pretérmi-
no por incompetencia del cérvix.
Los glucocorticoides, como la beta-
metasona y dexametasona, tienen 
efecto antinflamatorio e inmuno-
modulador, y activan la síntesis del 
ácido ribonucleico que codifica al-
gunas proteínas que participan en 
la biosíntesis de los fosfolípidos o 
en la degradación del glucógeno5, 
además de estimular la reabsor-
ción del líquido pulmonar, lo que 
contribuye al aumento de la pro-
ducción del surfactante pulmonar 
en los alveolos, y con ello disminu-
ye la incidencia del síndrome del 
distrés respiratorio en los recién 
nacidos pretérmino. Su efecto se 
observa a las 24 hs de haber sido 
administrado el fármaco, y se man-
tiene hasta 14 días. También se 
sugiere su administración en caso 
de RCIU y embarazos múltiples. 
* Realizar exámenes de laborato-
rio: hematología completa, quí-
mica básica, PCR. 
* Cultivo de secreción vaginal, 
sobre todo en pacientes con cer-
claje uterino o sospechas de va-
ginosis bacteriana.
* Examen general de orina, y en 
lo posible realizar urocultivo.
* En caso de riesgo inminente 
de parto pretérmino se debe-
rá administrar glucocorticoides 
para maduración pulmonar fetal 
entre la semana 24 hasta las 34, 
incluso, en recientes protocolos 
se planteó la posibilidad de pro-
longar su uso hasta las 36 sema-
nas + 6 días. De preferencia con 
betametasona a dosis de 12 mg 
vía intramuscular cada 24 horas 
por dos dosis. Se puede emplear 
también dexametasona; 6 mg 
cada 12 hs durante 48 horas.
* Tocólisis: El objetivo de los toco-
líticos o uteroinhibidores es la in-
hibición de la dinámica uterina4 
para completar la maduración 
pulmonar fetal y la neuroprofi-
laxis.
* Progesterona: 200 mg/día vía 
vaginal.
Fármacos uteroinhibidores:
1.-Agonistas beta-adrenérgicos:
Fenoterol: 2 ampollas diluidas 
en 500 cc solución dextrosa al 5 
%, pasar a 10 gotas por minuto. 
Ajustar goteo dependiendo de la 
respuesta y los efectos adversos 
del mismo (taquicardia mater-
na), durante un lapso de 24 ho-
ras.
Isoxsuprina: 100-400µcg/vev por 
minuto diluidos en solución glu-
cosada al 5 %.
2.-Bloqueadores de los canales 
de calcio:
Nifedipina: 10 mg vía oral cada 
20 min con una dosis máxima de 
40 mg como dosis de ataque, y 
10 mg cada 8 horas por un lapso 
de 48 a 72 horas como dosis de 
mantenimiento.
3.-Antiinflamatorio no esteroideo 
(AINE):
Naproxeno: 250-500 mg cada 6 
horas por un lapso de 48 a 72 h. 
Es importante destacar que se 
recomienda no usar ningún AINE 
al final del tercer trimestre por el 
riesgo de producir cierre precoz 
del ductus arterioso fetal. Puede 
emplearse hasta las 31 semanas.
4.-Sulfato de magnesio:
Dosis de 4-6 gr en bolo vía endo-
venosa, a pasar en 20 minutos y 
un mantenimiento de 1-2 g/hora.
EL DATO
EL DATO
2524
Contraindicaciones para inhibir 
un trabajo de parto pretérmino
Muerte fetal intrauterina.
Anomalía fetal incompatible con 
la vida. 
Evidencia de compromiso fetal.
Restricción severa del crecimien-
to intrauterino. 
Corioamnionitis. 
Preeclampsia con signos de se-
veridad, o eclampsia. 
Hemorragia severa materna/des-
prendimiento prematuro de pla-
centa.
Trabajo de parto en curso. 
Contraindicaciones maternas a 
la tocólisis. 
El cerclaje cervical es una técnica 
quirúrgica que consiste en colocar 
una sutura en el cuello uterino con 
la finalidad de evitar su dilatación 
y lograr que el embarazo alcan-
ce una edad gestacional que sea 
compatible con la viabilidad fetal. 
Puede ser de dos tipos: profiláctico, 
aplicado entre las semanas 13 a 16, 
y terapéutico, por debajo de las 26 
semanas. Esta indicado en pacien-
tes con acortamiento progresivo 
del cuello uterino menor a 25 mm 
o con incompetencia cervical, o en 
casos de emergencia en pacientes 
con dilatación cervical y membra-
nas ovulares visibles o protruidas a 
través del canal cervical. La técnica 
quirúrgica puede ser la de McDo-
nald o la de Shirodkar. Todo cerclaje 
deberá ser retirado de forma electi-
va en la semana 37, o en casos de 
inicio del trabajo de parto pretérmi-
no, o en casos de corioamnionitis. 
La complicación de peor pronósti-
co que acompaña a una amenaza 
de parto pretérmino es la corioam-
nionitis, la cual se manifiesta por:
Taquicardia materna > 100 lpm.
Taquicardia fetal > 160 lpm.
Hipertermia materna > 37.8 ℃. 
Leucocitosis materna > 15.000 /
mm3. 
Proteína C reactiva (PCR) > 0.8 ng/
ml.
En caso de fisura o RPM líquido 
amniótico fétido.
Flacidez uterina.
La mejor estrategia siempre será 
la educación de la paciente ges-
tante con charlas en la consulta 
prenatal que aborden el tema de 
APP y sus señales precoces de ini-
cio, haciendo hincapié en aque-
llas pacientes con factores de ries-
go. Por otro lado, se recomienda 
llevar a cabo un cerclaje cervical 
profiláctico en pacientes con an-
tecedentes de dos o más pérdidas 
fetales en el segundo trimestre 
de embarazo y que tuvieron sos-
pecha clínica de incompetencia 
cervical. También resulta impor-
tante estar atento durante el con-
trol prenatal ante el surgimiento 
de aquellas causas frecuentes que 
producen una APP, como la bac-
teriuria asintomática, razón por 
la que se deben hacer exámenes 
de orina rutinarios que la detec-
ten a tiempo. Finalmente, algu-
nos autores recomiendan el uso 
profiláctico de uteroinhibidores6 y 
antibióticos por vía vaginal, y aun-
que son conductas controversia-
les, recomendamos su aplicación 
en aquellos casos que presen-
ten alto riesgo de sufrir una APP.
PREVENCIÓN 
SALVAVIDAS
Bibliografía
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EL DATOEL DATO
2726
Atención del parto
Juan Carlos Álvarez
Capítulo 4
C
O
N
TR
A
C
C
IO
N
E
S
 U
TE
R
IN
A
S
El parto es el proceso que pone 
fin al embarazo, en el que el útero, 
mediante sus contracciones do-
lorosas y modificaciones, expulsa 
al feto y a la placenta al exterior 
dando origen al nacimiento de un 
nuevo ser humano. Consta de tres 
etapas: 
1. Dilatación: comprende desde 
el comienzo de las contrac-
ciones uterinas hasta lograr 
la dilatación completa (10 
cm). Puede durar seis horas 
en multíparas y ocho horas en 
primíparas. Es la etapa más 
larga del parto y tiene una fase 
latente en la que se inicia el 
borramiento y dilatación del 
cuello de forma gradual, y una 
fase activa en la que la dilata-
ción es progresiva y constante; 
parte de los 3 cm, hasta llegar 
a los 10 cm de dilatación. 
2. Expulsión: desde la dilatación 
completa hasta la expulsión 
del feto a través del canal del 
parto. Dura de 15 a 30 min en 
multíparas y 30 a 50 min en 
primíparas. 
3. Alumbramiento: desde el 
nacimiento del feto hasta la 
expulsión completa de la pla-
centa y sus membranas. Dura 
entre 5 a 10 min.
Conceptos básicos
* Presentación: Parte del feto que 
se presenta al estrecho superior 
de la pelvis materna y es capaz de 
desencadenar el trabajo de parto. 
Puede ser cefálica o podálica. A su 
vez la presentación cefálica pue-
de ser: cefálica de vértice, cefálica 
bregmática, cefálica de frente y 
cefálica de cara. 
* Situación: Relación entre el eje 
longitudinal del feto y el eje mayor 
de la madre. Puede ser longitudi-
nal, transversa y oblicua. 
* Posición: Relación entre el dorso 
del feto y el flanco materno. Pue-
de ser derecha o izquierda. 
* Variedad de posición: Relación 
entre el punto de reparo de la pre-
sentación con los extremos de los 
diámetros del estrecho superior 
de la pelvis materna.
Pródromos del parto
Síntomas subjetivos: inicio de con-
tracciones irregulares, sensación 
de descenso abdominal y expul-
sión del tapón mucoso. 
Síntomas objetivos: contracciones 
uterinas efectivas y palpables, des-
censo fondo uterino, cuello madu-
ro y encajamiento de la 
presentación. 
Sabremos que estamos en pre-
sencia del inicio verdadero del tra-
bajo de parto cuando se inicien los 
dolores o contracciones uterinas 
efectivas, las cuales deben ser rít-
micas, progresivas e intensas. De-
ben presentarse entre dos y tres 
contracciones cada diez minutos, 
y el cuello uterino comenzar sus 
modificaciones de borramiento y 
dilatación. 
Se desconoce qué es lo que marca el 
inicio del trabajo de parto. Se piensa 
que el alcance de la máxima disten-
sión uterina, junto al incremento de 
hormonas como estrógeno, prosta-
glandinas placentarias, oxitocina y 
cortisol fetal participan activamente 
en este proceso
Los movimientos cardinales que el 
feto realiza en presentación cefálica 
de vértice a través del canal de parto 
son: acomodación al estrecho supe-
rior, flexión, descenso y encajamien-
to, rotación interna, extensión, ro-
tación externa y expulsión. El canal 
del parto presenta una parte ósea 
conformada por la pelvis con sus 
dos huesos ilíacos: el sacro y el coxis, 
y una parte blanda compuesta por 
el segmento inferior, cuello, vagina, 
vulva y músculos del piso pelviano. 
Según edad 
gestacional
Pretérmino (superior a 20 semanas e inferior a 36 se-
manas 
+ 6 días). 
A término (de 37 semanas en adelante e inferior a 42 se-
manas).
Postérmino (superior a 42 semanas). 
Según inicio Espontáneo ó Inducido.
Según la presentación Cefálico ó Podálico.
Según número de 
fetos
Simple ó Múltiple. 
Según su evoluciónEutócico (no complicado) ó Distócico (complicado). 
Según su terminación Vaginal ó Abdominal (cesárea).
Clasificación del parto1
Abordaje en admisión
Llenado de historia clínica perina-
tal. Recopilar antecedentes pato-
lógicos y ginecoobstétricos.
Examen físico inicial
Signos vitales maternos.
Exploración cardiopulmonar
básica. 
Exploración abdominal: Determi-
nación de posición y presentación 
fetal (maniobras de Leopold), altu-
ra uterina, evaluación efectividad 
de contracciones uterinas y aus-
cultación de frecuencia cardíaca 
fetal (patrón normal de 110 a 160 
lpm). 
Exploración vaginal: Mediante el 
tacto se debe precisar tempera-
tura y consistencia vaginal; modi-
ficaciones del cuello uterino (po-
sición, borramiento y dilatación); 
presentación y posición fetal; 
descenso fetal (planos de Hodge); 
integridad de membranas ovula-
res, y evaluación de la pelvis para 
descartar una desproporción feto-
pélvica.
Exámenes de laboratorio
Hematología completa.
Tipiaje, tipo de sangre y Rh.
Recopilación de exámenes ante-
riores de VDRL, HIV, TORCH, antí-
genos de superficie de hepatitis 
B, orina. 
Diagnóstico de desproporción fe-
topélvica (DFP)
Es la imposibilidad de parto vagi-
nal cuando el canal del parto es 
insuficiente para permitir el paso 
del feto, ya sea por alteraciones 
propias del tipo de pelvis con dis-
minución de sus diámetros, o por 
tratarse de un feto macrosómico. 
Su diagnóstico inicial se realiza 
por pelvimetría o por tacto 
vaginal.
EL DATO
EL DATO
2928
El tacto permite evaluar los si-
guientes elementos de la pelvis: 
ángulo subpúbico hacia arriba, ex-
cavación sacra con palpación del 
promontorio hacia abajo, espinas 
ciáticas y paredes laterales a cada 
lado. La presencia de asinclitismo 
nos hace sospechar de una DFP, 
esta se caracteriza porque la sutu-
ra sagital no se sitúa en el plano 
medio de la distancia entre el pro-
montorio y el pubis (sinclitismo), 
sino que se inclina sobre uno de 
los parietales. Si la sutura sagital 
se encuentra más cerca del pubis 
se llama asinclitismo posterior, y 
si está más cerca del promontorio 
será un asinclitismo anterior2.
Abordaje del parto normal en 
área de preparto
Toda paciente con tres centíme-
tros o más de dilatación puede 
ser ingresada a preparto, en don-
de deberá llevarse el avance del 
partograma o un registro de eva-
luación de signos vitales; dinámi-
ca uterina; auscultación de foco 
fetal (cada 30 min); chequeo de 
líquidos eliminados por genitales 
y tacto (cada dos horas), para co-
nocer el progreso del plano de Ho-
dge de la presentación fetal. 
Abordaje durante el parto3.
Al alcanzar la dilatación completa 
se debe trasladar a la parturienta 
a la mesa ginecológica, llevar a 
cabo aseo con agua y jabón de la 
región vulvoperineal, vaciamiento 
de vejiga, colocación de campos 
estériles. Uso de gorra y botas des-
echables para la paciente y gorro, 
botas, mascarilla y mono desecha-
bles para el médico. Al descender 
la presentación al cuarto plano de 
Hodge se debe pedir la colabora-
ción de la paciente para que lleve 
a cabo pujos fuertes y sostenidos.
-Realizar una episiotomía oblicua 
derecha al momento de la coro-
nación cefálica (abombamiento 
del periné) en primigestas o mul-
típaras que lo requieran, previa 
anestesia local infiltrativa con ci-
farcaína al 1 %. 
* Al momento de la aproxima-
ción de la cabeza fetal se deberá 
proteger el periné y evitar una de-
flexión brusca de la cabeza. Con 
una mano se protege al periné 
mientras que con la otra se va re-
gulando el desprendimiento de la 
cabeza fetal (maniobra de Ritgen), 
para evitar desgarros.
* Luego que ha salido la cabeza, 
se debe pedir a la madre que deje 
de pujar, y se procede a la limpie-
za y aspiración de gleras de nariz 
y boca del bebé para evitar bron-
coaspiración. Generalmente, la 
cara fetal se encuentra en direc-
ción al ano de la madre. Rápida-
mente se debe palpar el cuello del 
bebé para descartar la presencia 
de una circular de cordón umbi-
lical. En caso de observarse una 
circular de cordón se intentará re-
ducirlo de forma manual, y de no 
ser posible se procederá a su corte. 
Los planos de Hodge son líneas ima-
ginarias que dividen la pelvis mater-
na desde el estrecho superior hasta 
el estrecho inferior, y sirven para 
conocer el progreso del parto me-
diante el grado de descenso y en-
cajamiento de la presentación fetal. 
Primer plano: línea imaginaria que 
pasa por el borde superior del pubis 
y el promontorio. Segundo plano: 
línea que pasa por el borde inferior 
del pubis, paralelo al primer plano. 
Tercer plano: línea que pasa por las 
espinas ciáticas, paralelo a los ante-
riores. Cuarto plano: línea que pasa 
por el vértice del coxis, paralelo a los 
anteriores.
La episiotomía es el corte quirúr-
gico que se lleva a cabo en vagina 
con una tijera llamada episiotomo 
para evitar desgarros y facilitar la ex-
pulsión del feto. Puede ser oblicua 
derecha o izquierda, y mediana. La 
incisión incluye piel, mucosa vaginal, 
tejido celular subcutáneo y múscu-
los (bulbocavernoso y transverso su-
perficial del periné). 
* A continuación, sigue el des-
prendimiento de hombros en el 
que el bebé realiza un movimien-
to de rotación externa. El operador 
puede ayudar en esta etapa colo-
cando ambas manos alrededor 
del cuello del bebé y traccionan-
do con suavidad hacia abajo hasta 
que aparezca el hombro anterior 
por debajo del pubis. Luego se 
debe levantar la cabeza para per-
mitir la salida del hombro poste-
rior. A continuación, se debe ex-
traer el resto del cuerpo gradual y 
suavemente, deslizando su dorso 
contra la mano del operador hasta 
tomarlo por los tobillos y suspen-
derlo a un nivel por debajo de la 
horquilla vulvar. 
* A los treinta segundos se proce-
de al pinzamiento del cordón um-
bilical, mientras no exista ninguna 
indicación de ligadura inmediata. 
* El recién nacido puede colo-
carse sobre el abdomen materno 
para luego ser entregado al pedia-
tra o enfermera asistente. Se de-
ben secar y aspirar gleras en nariz 
y boca, y finalmente abrigar con 
una manta para que no pierda ca-
lor. Anotar su Apgar a los minutos 
1 y 5.
* Alumbramiento: Esperar que su-
ceda de forma espontánea el des-
prendimiento placentario durante 
diez minutos, en caso contrario 
proceder a su extracción manual 
sosteniendo el cordón con una 
mano y colocando la otra sobre 
el pubis para ejercer presión. La 
placenta se deslizará por la vagina 
hasta exteriorizarse. Se debe tirar 
del cordón hacia arriba y afuera 
de forma sostenida hasta lograr 
alcanzar el polo placentario en 
mano para luego ejercer un movi-
miento de rotación final sobre su 
eje para evitar retención de 
membranas. 
* Si no hay contraindicación, como 
los casos en que exista una hiper-
tensión, se puede administrar una 
ampolla de metilergonovina, o 
una ampolla de oxitocina (10 UI 
por ml), simultáneamente a la ex-
pulsión de la placenta para ayudar 
en la contracción uterina. 
* En casos de duda ante la sospe-
cha que hayan quedado restos 
placentarios luego del alumbra-
miento, sugerimos llevar a cabo 
revisión del canal de parto y cavi-
dad uterina final.
* Episiorrafia: iniciar con la toma 
del ángulo y llevar a cabo sutura 
continua con material absorbible 
como el catgut crómico 00 en 
mucosa vaginal. Síntesis de plano 
muscular y piel con puntos sepa-
rados con catgut crómico 0 o 00. 
Finalizar con un tacto rectal para 
descartar lesión comunicante. 
Inducción del trabajo de parto
La inducción del trabajo de parto 
consiste en la utilización de proce-
dimientos o medicamentos que 
provocan la aparición de contrac-
ciones uterinas antes de su inicio 
espontáneo4 y que conllevan a la 
maduración y modificaciones del 
cuello uterino, mientras que la 
conducción del trabajo de parto 
es la utilización de medicamen-
tos empleados para acelerarlo 
EL DATO
EL DATO
3130
cuando ya se ha iniciado espon-
táneamente. Los medicamentos 
más utilizados para inducción o 
conducción son la oxitocina (2.5 a 
5 UI diluidosen 500 cc sol dextro-
sa 5 % vía endovenosa), o el miso-
prostol, que es un análogo semi-
sintético de la prostaglandina E1 
(25 µg vía vaginal a nivel de fondo 
de saco posterior o del orificio cer-
vical cada tres horas, o 50 µg vía 
oral5), o prostaglandinas E2 como 
la dinoprostona (0.5 mg en gel vía 
vaginal). Cabe destacar que el em-
pleo de misoprostol está reserva-
do para casos complejos, o inclu-
so en caso de muerte fetal. No se 
recomienda el uso combinado de 
oxitocina con misoprostol. 
Otros métodos no farmacológi-
cos para la inducción son la am-
niotomía o ruptura artificial de 
las membranas ovulares (RAM); 
la realización de la maniobra de 
Parto en presentación podálica o 
pelviana
Sugerimos que todo embarazo en 
presentación podálica finalice por 
cesárea dado el riesgo que existe 
de complicaciones. Sin embargo, 
resulta importante saber cómo 
actuar en caso de parto vaginal 
podálico que acuda en período 
expulsivo. El punto de referencia 
es el sacro, y la presentación po-
drá ser modo nalga o modo pie. 
La presentación de nalgas puede 
Hamilton, que consiste en la sepa-
ración digital por tacto vaginal de 
las membranas corioamnióticas a 
través del orificio cervical, o la esti-
mulación del pezón. 
Existe una herramienta muy útil 
llamada índice de Bishop6, que nos 
ayuda a predecir si están dadas las 
condiciones para dar inicio a una 
inducción del trabajo de parto. 
Es un sistema de puntuación que 
incluye las variables de dilatación, 
borramiento, posición, consisten-
cia cervical y encajamiento fetal. 
La máxima puntuación alcanzada 
es de 13. Con una puntuación de 8 
o más existe buen pronóstico para 
el inicio espontáneo del trabajo de 
parto con finalización en parto va-
ginal, mientras que por debajo de 
6 resulta desfavorable pudiendo 
requerir de maduración cervical 
previa, o quizás finalice en cesárea. 
ser completa (nalga y dos pies), 
incompleta (nalga y un pie) y fran-
ca (nalgas solas); esta última es la 
variedad más frecuente. Los tiem-
pos del parto en presentación 
podálica son: acomodación del 
polo pelviano al estrecho superior; 
descenso y encajamiento de la 
pelvis fetal; acomodación del polo 
pelviano al estrecho inferior; rota-
ción interna; desprendimiento de 
nalgas; rotación externa; descenso 
y encajamiento de los hombros; 
desprendimiento de los hombros; 
acomodación de la cabeza al es-
trecho inferior, y finalmente des-
prendimiento de la cabeza. 
Atención del parto en podálico 
* Cuando la presentación esté en 
el canal del parto se procede a 
realizar una episiotomía amplia.
* Se debe evitar estimular al feto, 
razón por la que no se debe tocar 
o manipular hasta que hayan sa-
lido los pies y las nalgas con cada 
pujo de la paciente durante la 
contracción. Se debe permitir la 
salida espontánea hasta que la 
presentación esté a nivel del om-
bligo, lo que permitirá halar sua-
vemente el cordón para hacer un 
asa y evitar su compresión. 
* A continuación, se coloca un 
campo estéril sobre el tronco del 
bebé que permita sujetarlo sin 
resbalar. El feto debe tener su cara 
hacia abajo y el operador puede 
apoyar el cuerpo fetal sobre su 
antebrazo para permitirle realizar 
las maniobras de extracción de los 
brazos, o que estos sean expulsa-
dos por el propio bebé. Luego de 
la salida del primer brazo, el ope-
rador debe alzar las nalgas del 
bebé levantándolo desde sus pies 
hacia el abdomen materno para 
permitir la salida del segundo 
brazo.
* En caso de que los brazos estén 
extendidos o no salgan de forma 
espontánea, se puede realizar una 
maniobra de rotación descen-
dente del torso suave y constante 
hasta que nacen las mitades infe-
riores de las escápulas a través de 
la vulva, sin forzar la extracción de 
los hombros y brazos hasta que se 
observe una de las axilas. En ese 
instante, el operador utiliza una de 
sus manos para extraer cuidado-
samente el hombro posterior fetal 
y su brazo por debajo del arco del 
pubis. Luego se rota el tronco 180° 
en dirección opuesta para extraer 
el hombro y brazo anterior.
* La extracción de la cabeza últi-
ma se puede lograr mediante la 
maniobra de Burns-Marshall, que 
consiste en el levantamiento del 
bebé por sus tobillos y en direc-
ción al abdomen materno cur-
Puntos Dilatación 
(cm)
Borramiento 
(%)
Encaja-
miento
Consisten-
cia cuello
Posición 
cuello
0 0 0-30 Libre Duro Posterior
1 1-2 40-50 Insinuado Intermedio Media
2 3-4 60-70 Primer plano Blando Anterior
3 >5 >80 Segundo pla-
no
- -
Índice de Bishop
Los mecanismos clásicos por los que 
se lleva a cabo el desprendimiento 
fisiológico de la placenta son dos. 1) 
Mecanismo de Schultze: sucede en 
el 75 % de los casos y consiste en el 
desprendimiento de la placenta por 
su parte media central, en la que se 
forma un hematoma retroplacenta-
rio que la va despegando hasta que 
es expulsada por su cara fetal. 2) Me-
canismo de Duncan: sucede en el 25 
% de los casos. El desprendimiento 
sucede por la parte lateral o borde 
placentario, generalmente por el 
borde inferior de forma progresiva 
hasta aflorar al exterior por su cara 
materna. Existen además signos 
uterinos y de cordón que advierten 
sobre el desprendimiento. Entre los 
uterinos destaca el signo del útero 
globoso, en el cual este asciende 
unos 5 cm por encima del ombligo 
y se lateraliza hacia la derecha. Entre 
los del cordón tenemos al signo de 
Ahlfeld, el cual consiste en el des-
censo del cordón observable por el 
desplazamiento de una pinza aco-
plada al mismo. Signo de Küstner, 
en el que se comprime con la mano 
por encima del pubis. Si la placenta 
está adherida, el cordón asciende 
por la vagina, y si ya se desprendió, el 
cordón queda en la misma posición. 
Signo de Klein, en el que se pide a 
la paciente que puje, y si el cordón 
desciende la placenta ya está des-
prendida, pero si al terminar el pujo 
el cordón vuelve a su posición origi-
nal, significa que permanece 
adherida.
EL DATO
3332
vando su cuerpo sobre el dorso en 
un movimiento de hiperextensión 
máxima hasta que la cabeza sal-
ga. Si falla, se puede emplear la 
maniobra de Mauriceau, en la que 
el obstetra usa a modo de palan-
ca uno de sus dedos introducido 
dentro de la boca del bebé, mien-
tras que con su otra mano lo hala 
a través de sus hombros.
Nacimiento por cesárea
También es aceptada la expresión 
de “parto por cesárea”. Es una in-
tervención quirúrgica obstétrica 
en la que se realiza la extracción 
del feto por vía abdominal a través 
de una incisión en el útero (histe-
rotomía). Es imprescindible cuan-
do se considera que el parto vagi-
nal es riesgoso para la madre o el 
feto7. De forma absoluta estaría in-
dicada en casos de desproporción 
feto pélvica, situación transversa 
y placenta previa centro oclusiva. 
Sus indicaciones son: 
Indicaciones maternas 
Por distocia de partes óseas (des-
proporción feto pélvica): 
Estrechez pélvica.
Pelvis asimétrica.
Tumores óseos pelvis.
* También existe la opción de apli-
car el fórceps de Piper para la ex-
tracción de cabeza última en pre-
sentación podálica. 
* Al momento del nacimiento ca-
lificar el Apgar del bebé a los mi-
nutos 1 y 5, y ofrecer reanimación 
si es necesaria (Apgar de buen 
pronóstico será mayor a 8). 
Por distocia de partes blandas:
Malformaciones congénitas.
Tumores benignos uterinos. 
Cáncer cervicouterino.
Cirugías previas de cuerpo uteri-
no (cesárea anterior, miomecto-
mía).
Por distocia de la contracción: 
Fracaso de inducción del trabajo 
de parto.
Hemorragias, placenta previa, 
DPP, ruptura uterina.
Indicaciones fetales
Feto macrosómico.
Presentación podálica. 
Alteraciones de situación, situa-
ción transversa u oblicua.
Sufrimiento fetal.
Procidencia de cordón.
Malformaciones fetales incompa-
tibles con el parto.
Feto pretérmino.
Puntaje 0 1 2
Frecuencia cardíaca Nula. Baja <100 Normal >100
Esfuerzo respiratorio Nulo. Lento, irregular. Bueno con llanto.
Tono muscular Flácido. Cierta flexión en 
miembros.
Movimiento activo.
Reflejos Sin respuesta. Gestos. Llantovigoroso.
Color Azul o pálido. Cuerpo rosa, 
extremidades 
azules.
Todo color rosa.
Criterios puntuación del Apgar
Indicaciones mixtas
Embarazo múltiple.
Preeclampsia/Eclampsia.
Infecciones maternas.
Cesárea postmorten.
VIH positivo.
Infertilidad.
Técnica operatoria de cesárea
La apertura de la pared abdomi-
nal se realiza por incisión de Pfan-
nenstiel, la cual consiste en un 
corte suprapúbico transverso de 
concavidad superior, a dos dedos 
por encima de la sínfisis púbica. 
Ofrece menor dolor postoperato-
rio, menor posibilidad de dehis-
cencias o hernias de pared y buen 
resultado estético. La histerotomía 
es transversal o arciforme por la 
técnica de Kerr. En casos de cesá-
rea urgente con riesgo vital para 
la madre o el feto se realizará una 
laparotomía media infraumbilical, 
la cual facilitará la extracción rápi-
da del feto permitiendo, además, 
la exploración cómoda del abdo-
men superior. Luego del alum-
bramiento manual se procederá a 
controlar cualquier sangrado que 
exista y a la síntesis final de pared 
por planos.
La mejor prevención que pode-
mos hacer en la atención del tra-
bajo de parto es instruir y preparar 
a la paciente para el momento 
del inicio del mismo median-
te charlas previas en la consulta 
prenatal. Enseñar a reconocer los 
signos y síntomas de un inicio 
verdadero del trabajo de parto, 
además de explicar el modo de 
respirar y pujar durante el parto.
PREVENCIÓN 
SALVAVIDAS
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Publicación del Hospital Manuel Núñez Tovar. 1997; 8-10.
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Convulsiones durante el embarazo
Juan Carlos Álvarez
Capítulo 5
C
O
N
V
U
LS
IO
N
E
S
Las convulsiones durante el em-
barazo pueden producirse duran-
te el desarrollo de varias patolo-
gías como: eclampsia, epilepsia, 
hemorragia intracerebral, trom-
boembolismo arterial, lesión ocu-
pante de espacio (tumor cerebral), 
fiebre por meningitis, consumo de 
drogas o trastornos metabólicos 
(hipoglicemia, uremia, desequili-
brio hidroelectrolítico).
 
A continuación, desarrollaremos 
el abordaje de las más frecuentes 
durante el embarazo que son la 
eclampsia y la epilepsia.
 
Eclampsia
Tema desarrollado en el capítulo 
sobre THE. Es la aparición de una 
o más convulsiones tónicoclóni-
cas autolimitadas seguidas de un 
coma que no guarda relación con 
otras afecciones cerebrales1. Suele 
comenzar con rigidez corporal y 
aparición de movimientos faciales 
distorsionados repetidos con mo-
vimientos giratorios y hacia arriba 
de los ojos, seguido de contraccio-
nes generalizadas con rostro cia-
nótico y relajación muscular que 
puede durar entre 60 segundos a 
4 minutos con posterior pérdida 
del conocimiento (coma). Su ori-
gen está asociado a la elevación 
de la tensión arterial durante la 
preeclampsia, y puede acompa-
ñarse en la mitad de los casos con 
signos premonitorios como:
Hipertensión.
Cefalea intensa.
Alteraciones visuales: visión borro-
sa, amaurosis (ceguera transitoria), 
escotomas centellantes.
Tinnitus o acúfenos (zumbido en 
los oídos).
Dolor en hipocondrio derecho o 
epigastrio (signo de Chaussier).
Náuseas y vómitos.
La eclampsia puede presentarse 
en el último trimestre del em-
barazo, antes o durante el parto, 
o durante el puerperio. A su vez 
puede causar un desprendimien-
to prematuro de placenta, parto 
pretérmino, muerte fetal, muerte 
materna, o dar paso a otras com-
plicaciones graves como el síndro-
me de Hellp2 (hemólisis, elevación 
de enzimas hepáticas, plaqueto-
penia), coagulación intravascular 
diseminada (CID), insuficiencia re-
nal aguda (IRA) y edema 
pulmonar.
Abordaje3
* Medidas inmediatas durante la 
convulsión: sostener a la pacien-
te y ponerla en decúbito lateral 
izquierdo. Mantener vías aéreas 
permeables. Colocar protector 
lingual o almohadilla para evitar 
lesiones por mordeduras. Impedir 
broncoaspiración y aspirar boca y 
faringe.
* Al detenerse la convulsión se 
debe tomar una vía venosa perifé-
rica segura. 
* Administrar fármacos anticon-
vulsivantes: sulfato de magnesio 
(SO4Mg) a dosis ataque, 6 g dilui-
dos en 10 cc de solución dextrosa 
al 5 % VEV en 10 min, y continuar 
con mantenimiento de 4 gr en 1 
hora, o 20 gr en 500 cc de solución 
dextrosa al 5 % a goteo lento de 7 
gotas por minuto.
* Tratamiento alternativo anti-
convulsivante: Diazepam, 10 a 20 
mg VEV en bolo a dosis respues-
ta (cada ampolla contiene 10 mg 
en 2 ml), con mantenimiento de 
20 mg en 500 cc de solución dex-
trosa al 5 % VEV a goteo lento. El 
diazepam causa depresión fetal, 
razón por la que su uso está justifi-
cado si no se cuenta con el sulfato 
de magnesio, además de disponer 
de quirófano para resolución qui-
rúrgica de urgencia.
* Colocación de oxígeno y sonda 
de Foley con bolsa recolectora.
* Tomar muestras de sangre y ori-
na para exámenes de laboratorio 
(hematología completa para de-
tectar hemoconcentración, re-
cuento plaquetario, creatinina y 
ácido úrico, transaminasas y pro-
teinuria).
El tratamiento definitivo de la 
eclampsia es la interrupción del 
embarazo. Sin embargo, depen-
diendo de la edad gestacional 
y condiciones de la paciente se 
considerará esperar hasta la esta-
bilización de la paciente (entre 6 a 
8 horas), o para prolongar la gesta-
ción hasta alcanzar madurez fetal, 
dando oportunidad para laadmi-
nistración de fármacos de madu-
ración pulmonar fetal sin poner en 
riesgo la vida de la madre.
Epilepsia
Es una patología del sistema ner-
vioso que se caracteriza por una 
actividad eléctrica anormal de las 
neuronas en la corteza cerebral 
que provoca crisis repentinas con 
convulsiones recurrentes y pérdida 
del conocimiento. Después de la 
migraña, es el trastorno neurológi-
co más frecuente en el embarazo. 
Puede ocasionar complicaciones 
como sufrimiento fetal, hipoxia/
acidosis fetal y materna, hemorra-
gias anteparto, abortos o restric-
ción del crecimiento intrauterino4.
 
Las epilepsias se clasifican en par-
ciales y generalizadas, siendo es-
tas últimas las que se manifiestan 
con convulsiones. 
El tratamiento clásico incluye áci-
do valproico, fenobarbital, carba-
mazepina, fenotoina y clorazepam. 
Todos estos fármacos son teratogé-
nicos pudiendo llegar a causar es-
pina bífida, paladar hendido, labio 
leporino, hipospadias, polidactilia, 
malformación cardíaca o autismo. 
A pesar de esto, se recomienda 
su uso durante el embarazo uti-
lizando la monoterapia de mejor 
tolerancia para la paciente a dosis 
mínima necesaria que evite el sur-
gimiento de la crisis convulsiva. La 
carbamazepina se ha considerado 
relativamente segura durante el 
embarazo a dosis menores de 400 
mg por día con una incidencia de 
malformaciones que no llegan al 
2 %5. En caso de que la gestante 
llegue en estado convulsivo se su-
giere tratar con benzodiacepinas 
como el diazepam en bolo VEV de 
10 mg para luego continuar con 
sulfato de magnesio. 
Para evitar una intoxicación por sul-
fato de magnesio se debe monito-
rear en la paciente durante cada 
hora la frecuencia respiratoria y car-
díaca, reflejo patelar y diuresis. Tam-

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