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P ri m er a ed ic ió n , J u lio 2 0 19 Salvavidas Obstétrico Juan Carlos Álvarez Coordinador de postgrado de Ginecología y Obstetricia. Hospital Luis Razetti. Barce- lona. Venezuela. Profesor titular cátedra de Ginecología y Obstetricia. Escuela de ciencias de la salud. Universidad de Orien- te. Director fundador de Profértil. Clínica de fertilidad Salva una vida y te sentirás un héroe… salva dos en el mismo acto, y lo que experimentarás será tan sublime que nunca podrás describirlo con palabras. Juan Carlos Álvarez Índice de Autores Prológo Editor Álvarez Sánchez, Juan Carlos Médico cirujano graduado en el Hospital universitario Luis Razetti de Barcelona. Universidad de Oriente, núcleo Anzoátegui. Venezuela. Especialista en ginecología y obstetricia, graduado en el Hospital uni- versitario Manuel Núñez Tovar de Maturín. Universidad de Oriente, nú- cleo Monagas. Venezuela. Especialista en medicina reproductiva e infertilidad, graduado en la Universidad de Valencia, España, y Visiting Research Fellow durante 2 años en el Instituto Valenciano de Infertilidad de Valencia, España. Residentes 3er año Arismendi, Nathali. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Colmenares, Marielys. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Jiménez, Launic. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Marín, Freddy. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Martínez, Eddith. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Núñez, Deymi. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Rodríguez. Nelson. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Ron, Alejandra. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Rondón, Doriannys. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Zerpa, Juan. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Residentes 2do año Cedeño, Gabriela. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Laya, Viviana. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Rivera, Freddy. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Residentes 1er año Achiques, María. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Pérez, Lorena. Médico cirujano, UDO Anzoátegui. Estudiantes pregrado Abile, Benedetto. Estudiante semestre XII, Escuela de ciencias de la salud, UDO Anzoátegui. Indriago, Nazareth. Estudiante semestre XII, Escuela de ciencias de la salud, UDO Anzoátegui. Luego de publicar dos libros de fertilidad, decidí hacer una pau- sa en la redacción de temas relacionados a la medicina reproduc- tiva y dedicar el contenido de este nuevo manuscrito a patologías obstétricas que han incrementado las tasas de mortalidad mater- na y neonatal en m i país, y ofrecerlo de forma gratuita como herra- mienta didáctica a quienes tienen la gran responsabilidad de ser la primera línea de asistencia sanitaria de una gestante. Fue así como un buen día me reuní con un grupo de médicos residentes del post- grado de Ginecología y Obstetricia del hospital Luis Razetti de Bar- celona, el cual dirijo, y les propuse la realización de este proyecto. Escribir junto a estos jóvenes e introducirlos por primera vez en el mundo de las publicaciones ha resultado ser una experiencia mara- villosa, aparte de que también ha sido mi primera vez como editor. Hemos procurado redactar cada tema con escritura sencilla y de fá- cil comprensión, e incluimos las conclusiones más resaltantes de re- levantes autores o consensos internacionales. Su título, Salvavidas obstétrico, resulta explícito al objetivo que persigue: que sirva de guía tanto para residentes de postgrado en esta especialidad, como para médicos, enfermeras, paramédicos y estudiantes de medicina. Su ín- dice quedó organizado en orden alfabético según el síntoma o signo que presenta la paciente, a fin de que facilite una consulta rápida y acceso directo a la posible patología que la ocasione. Cada capítulo contiene ideas que quisimos destacar con el subtítulo de El dato. Se incluye otro apartado de interés profiláctico titulado Prevención sal- vavidas. Finalmente, y para rendir homenaje a los pioneros, incorpo- ramos un capítulo que narra la historia de nuestro postgrado. Espe- ramos, pues, que lo aquí escrito ilumine el camino de muchos en la toma de decisiones, y los convierta en verdaderos héroes salvavidas. Juan Carlos Álvarez Índice por temas Capítulo 1 Historia del postgrado………………………………………........................ 8-12 Capítulo 2 Control prenatal………….………………………………………………................. 13-19 Capítulo 3 Amenaza de parto pretérmino…………………………………........ 20-25 Capítulo 4 Atención del parto…………………………………………………………............ 26-33 Capítulo 5 Convulsiones durante el embarazo…………………………....... 34-36 Capítulo 6 Sufrimiento fetal agudo…………………………………………………........ 37-42 Capítulo 7 Infecciones respiratorias durante el embarazo........ 43-46 Capítulo 8 Infección urinaria durante el embarazo………………........ 47-52 Capítulo 9 Endometritis puerperal……………………………………………………...... 53-55 Capítulo 10 Sepsis y embarazo…………………………………………………………............. 56-62 Capítulo 11 Paludismo y embarazo………………………………………………….......... 63-65 Capítulo 12 Infecciones vulvovaginales durante el embarazo... 66-70 Capítulo 13 Diabetes gestacional……………………………………………………............. 71-77 Capítulo 14 Trastornos hipertensivos del embarazo……………………… 78-85 Capítulo 15 Anemia durante el embarazo…………………………………………... 86-90 Capítulo 16 Vómitos durante el embarazo………………………………………..... 91-92 Capítulo 17 Ruptura prematura de membranas………………………........ 93-100 Capítulo 18 Procidencia de cordón…………………………………………………........... 101-104 Capítulo 19 Aborto…………………………………………………………………………........................ 105-109 Capítulo 20 Embarazo ectópico………………………………………………………............. 110-114 Capítulo 21 Placenta previa. DPP……………………………………………………............. 115-120 Capítulo 22 Hemorragia postparto…………………………………………………............ 121-129 Capítulo 23 Traumatismo en el embarazo…………………………………………... 130-131 Amenorrea 2 13-19 Contracciones uterinas 3-4 20-33 Convulsiones 5 34-36 Disminución de movimientos fetales 6 37-42 Disnea y tos 7 43-46 Disuria 8 47-52 Expulsión de loquios fétidos 9 53-55 Fiebre 9-10-11 53-65 Flujo vaginal 12 66-70 Hiperglicemia 13 71-77 Hipertensión 14 78-85 Mareos 15 86-90 Náuseas y vómitos 16 91-92 Salida de líquido por genitales 17 93-100 Salida del cordon umbilical por genitales 18 101-104 Sangrado vaginal al principio del embarazo 19-20 105-114 Sangrado vaginal al final del embarazo 21-22 115-129 Traumatismos 23 130-131 Índice según signos y síntomas Pag. Pag.Signos y síntomas Capítulo 98 Hace algún tiempo escribí un artículo original sobre los pione- ros de la ginecología en el esta- do Monagas1. En aquel entonces afirmé que investigar esa cróni- ca y entrevistar a sus personajes me había resultado apasionante. Años más tarde, comprendí que vivir y protagonizar una parte de la historia ginecológica en mi propia tierra natal me generaría mucha más pasión y satisfacciones. He aquí mi relato en primera perso- na extraído de mis recuerdos y del aporte verbal de algunos com- pañeros con quienes compartí la aventura de fundar el postgrado en Ginecología y Obstetricia del hospital Luis Razetti de Barcelona. El actual hospital Luis Razetti fue fundado el 25 de julio de 1963 por el presidente Rómulo Betan- court. Desde su inicio se creó el departamento de Ginecología y Obstetricia, cuyo primer jefe fue el Dr. José Antonio Pérez Gómez. Entre los galenos que formaron parte de ese comienzo se cuen- tan Jesús Salazar Figueroa, Celes- tino Aray, Jorge Yibirín y Josefina González, quien sería la prime- ra mujer ginecóloga del estado. Desde entonces han ocupado la jefatura del departamento los gi- necólogos Jesús Salazar Figueroa, Rafael Fernández, Iris Rosales, Dulce Dávila, Leonel Goitia, More- no Vila, Hernán Salazar, Doméni- co Orechio, Cipriano Grego, Nelly Ruiz, Jesús Bello y Alfonso Orta. Nuestro hospital se localiza en la avenida Argimiro Gabaldón, cono- cida también como la “vía alterna”, y tiene sus orígenes y su nombre en el antiguo hospital Razetti que funcionaba desde el año 1940 en el casco antiguo de la ciudad de Barcelona, en una edificación que luego sería derrumbada para darpaso a la plaza Tricentenaria2. Las evidencias que he encontrado me hacen suponer que las ini- ciativas encaminadas a ejercer la docencia siempre estuvieron presentes en el ánimo de los pri- meros jefes del departamento. Así tenemos, por ejemplo, la es- critura de las primeras pautas de procedimientos ginecológicos redactadas en el año 1969 por el Dr. Jesús Salazar y sus colabora- dores, las cuales tuve el privilegio de leer y tener en mis manos; o el inicio de la docencia en pregra- do para estudiantes de medicina que comenzaron en el año 1978, cuando la Universidad de Oriente ofreció su aval para que el hospital fuera una extensión de la escuela de medicina de Ciudad Bolívar. Sin embargo, el postgrado en Gi- necología tuvo un comienzo más tardío. Fue en el año 2001 cuan- do dimos los primeros pasos de un movimiento propostgrado con firmeza. Un año antes me había incorporado al cuerpo docente de la Universidad de Oriente en la cátedra de Ginecología II que era dictada en el hospital. Car- go que gané por concurso de oposición al retornar de España donde había cursado estudios en Reproducción Humana e In- fertilidad. Al integrarme al servi- cio en aquel entonces e indagar sobre las razones de por qué aún no existía un postgrado de Gine- cología en el hospital, descubrí que existían opiniones divididas entre quienes apoyaban una ini- ciativa de esa índole y los que no. Era muy notorio que aún no exis- tiese este posgrado en el hospital Razetti de Barcelona, el cual tenía tradición en la formación de es- pecialistas desde el inicio de su primer postgrado de medicina in- terna en 19912. Corría el año 2001 cuando solicité al entonces jefe de departamento, Dr. Leonel Goitía, ofrecer una charla a los médicos especialistas y residentes que for- maban parte del servicio, titulada: “Proyecto de un plan para el inicio de un postgrado en Ginecología y Obstetricia en nuestro servicio”. Lamentablemente, allí no gana- mos tantos adeptos como hubié- semos querido, pero la semilla del prólogo de nuestro postgrado ha- bía sido sembrada, y con el pasar del tiempo el apoyo fue creciendo, incluyendo el del propio jefe del departamento de esa época, el Dr. Leonel Goitía, quien en un princi- pio se opuso a esta iniciativa por considerar que no estaban dadas las condiciones. Posteriormente, el 26 de noviembre del 2003 un grupo de especialistas nos reuni- mos en casa del Dr. Juan Trías, y allí sentamos las bases para dar inicio a la escritura del antepro- yecto del programa de postgrado en Ginecología y Obstetricia del hospital Luis Razetti de Barce- lona. En esa reunión precursora participaron seis personas: Esther Badwill, Leonel Goitía, Víctor Ávila, José Pompa, Juan Trías y Juan Car- los Álvarez. En el año 2006, siendo director del hospital el Dr. José Historia del postgrado de Ginecología y Obstetricia del hospital Dr. Luis Razetti de Barcelona Juan Carlos Álvarez Capítulo 1 Surbarán, presentamos el proyec- to completo que fue escrito por la denominada comisión fundadora del postgrado que fue integrada por: Juan Trías, José Pompa, Leo- nel Goitía, Esther Badwill, Juan Carlos Álvarez y Carlos Gómez. Cabe destacar que en esta lista de pioneros figura el nombre de un traumatólogo, el Dr. Carlos Gómez, quien con su vasta experiencia académica nos ofreció importan- tes orientaciones en la elaboración de dicho manuscrito. A finales del 2006 dimos apertura a nues- tro primer concurso de postgra- do, en el que elegimos a seis re- sidentes entre diez aspirantes. El 8 de enero del 2007 pasa a ser la fecha más emblemática del postgrado de Ginecología y Obs- tetricia del hospital Luis Razet- ti de Barcelona, porque fue ese día cuando dimos inicio oficial al postgrado en su etapa asistencial no universitaria. Tuvimos un mo- desto acto protocolar en la maña- na de ese día con la presencia de las autoridades en el antiguo au- ditorio del piso 6 del hospital, en el que tuve el honor de ofrecer las primeras palabras de salutación y ser el maestro de ceremonia. Allí le dimos la bienvenida a los primeros residentes de postgrado, quienes fueron: Angélica Castañe- da, Joane Peña, Arcadio Aguilera, Damellys Millán, Daniel Rodríguez y Eladia Vásquez. En esta etapa, como postgrado asistencial, la di- rección del hospital designó como primer coordinador al Dr. Leonel Goitia, quien también continua- ba ejerciendo para ese enton- ces la jefatura del departamen- to de Ginecología y Obstetricia. 1110 A su vez, fueron designados los pri- meros coordinadores por cada año de postgrado que lo ayudarían en la tarea de dirigirlo, estos fueron: Jonel Dimuro (primer año), Esther Badwill (segundo año) y Juan Car- los Álvarez (tercer año). Los espe- cialistas que formaron parte del cuerpo docente inicial junto a los coordinadores fueron: Orlando Guilarte (llamado afectuosamen- te por los residentes como “papá Guilarte”), Alfonso Orta, Julio Vi- llamediana, Hernán Salazar, José Pompa, José Font, Manuel Ñañez, Francis Malaver, Cipriano Grego, Víctor Ávila, Neptalí Alfaro, Marbe- lia Martínez, Víctor Chópite y Nelly Ruiz. El Dr. Goitía estuvo al frente del postgrado durante tres años (2007-2009). Luego pasarían a ocupar el cargo de coordinadores en esa etapa asistencial los doctores: Cipriano Grego (2009), José Pompa (2010), Luis Bracamonte (2011), y Luis Car- dozo (2011). Durante esas distin- tas coordinaciones me mantuve como coordinador del tercer año de postgrado, y me tocó, además, elaborar el programa definitivo de la especialidad según las norma- tivas vigentes para lograr el aval universitario. En el 2011 logramos introducir ante el Consejo Univer- sitario de la Universidad de Orien- te dicho programa, en conjunto con la solicitud de autorización para la creación y funcionamiento del programa de especialización en Ginecología y Obstetricia del hospital Luis Razetti de Barcelona. El 12 de mayo del 2011, el Consejo Universitario, presidido por la rec- tora Dra. Milena Bravo, aprueba de forma unánime el prospecto en su resolución No. 017-2011, y nombra como coordinador gene- ral del postgrado al Dr. Juan Car- los Álvarez, quien fue elegido por concurso entre una terna de seis docentes aspirantes. Se convirtió así en el primer coordinador aca- démico de la etapa universitaria y se mantiene en ese cargo hasta el momento de publicar esta reseña. El inicio del aval universitario en el 2011 significó también que los integrantes de la tercera cohor- te del postgrado pasaran a ser la primera promoción universi- taria por la UDO; obtuvieron su título de especialistas en acto protocolar en febrero del 2013. Esta promoción estuvo integra- da por: Carlos Castrillo, Iris Flores, Visaida García, Rangel Jiménez, Ana Millán, Yulimar Mattey, Zuliar Martínez, Angelina Noriega, Yu- raiddy Rojas, Sandra Rodríguez y Luis Samuel. Años más tarde, lue- go de largos trámites académicos y nivelación con el actual pensum universitario, logramos que los in- tegrantes de las dos primeras co- hortes también recibieran el reco- nocimiento universitario y su título a partir del año 2018. El pénsum de estudios quedó conformado con treinta materias obligatorias, equivalentes a 57 créditos acadé- micos que deberían ser cursadas en seis semestres presenciales a tiempo completo por doce re- sidentes de postgrado por año. El primer reto que afrontamos en la coordinación fue dar inicio a los trámites para alcanzar el re- conocimiento oficial del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), y darle proyección nacional e in- ternacional a nuestro postgrado. Luego de elevar la solicitud a es- tos entes gubernamentales, en mayo del 2013 recibimos la visi- ta de la comisión evaluadora del CNU, integrada por los doctores Carlos Cabrera, en representación de la Universidad Central de Ve- nezuela, y Rafael Velásquez por la Universidad del Zulia, quienes luegode examinar nuestras acti- vidades, programas académicos, espacios físicos como biblioteca, salones y quirófanos, decidieron aprobar y dar aval para nuestro funcionamiento académico na- cional. Otro aporte histórico que vale la pena destacar fue nuestra sugerencia personal, manifestada por escrito, en una reunión gene- ral de coordinadores de postgrado de todos los núcleos realizada en Ciudad Bolívar en el 2014 con la presencia del vicerrector académi- co, en la que propusimos incorpo- rar una nueva materia al pensum de estudios de todos los postgra- dos en Obstetricia y Ginecología de la UDO, ésta fue “Endoscopia Ginecológica”, cuya propuesta y programa fue posteriormente aprobado en consejo universitario. Tres secretarias nos han acompa- ñado con esmerada colaboración en las actividades administrativas del postgrado a largo de su histo- ria: Rusbelis Pérez, Rosa Márquez y Yuraima Rengel, siendo esta úl- tima la secretaria de más larga duración en estas funciones. Has- ta diciembre del 2018 en nuestro postgrado han obtenido su título diez cohortes de especialistas, con un total de 88 graduandos. Cabe destacar que hemos teni- do la participación de médicos procedentes del extranjero que han concursado en nuestro post- grado, siendo el Dr. Luis Rosas, de nacionalidad colombiana, el primer extranjero que obtuvo su título de especialista ginecoobste- tra en nuestro hospital en el año 2017. También hemos tenido la tradición académica de organizar, desde nuestra fundación, simpo- sios científicos regionales. Hasta el 2018 se han llevado a cabo diez jornadas de postgrado de forma consecutiva, las cuales son organi- zadas por los residentes del tercer año, y en las que hemos contado con reconocidos conferencistas nacionales e internacionales. La primera jornada de postgrado en la que invitamos a conferencistas internacionales fue en el 2010, en la que estuvieron los doctores Paulino Vigil de Gracia de Pana- má, Rodrigo Cifuentes de Colom- bia y Manuel Gallo de España. Los epónimos de cada una de es- tas jornadas fueron escogidos por los propios residentes de postgra- do. Recayó este honor en el año 2009 sobre Doménico Orechio, Leonel Goitia en el 2010, Cipriano Grego y José Font en el 2011, Juan Carlos Álvarez en el 2012, Julio Vi- llamediana en el 2014, Orlando Guilarte en el 2015, Luis Bracamon- te en el 2016, Manuel Ñañez en el 2017, Rafael Arreaza en el 2018 y Eladia Vásquez en el 2019. Quien se convertiría en la primera mujer egresada de nuestro postgrado en ser nominada a esta distinción. En las jornadas del 2013 fue nom- brado un epónimo que se retiró en último momento por razones personales y no aceptó esta dis- tinción, es por este motivo que en el afiche promocional no aparece ningún nombre como epónimo. Finalmente, me enorgullece reco- nocer, que muchos de los especia- listas que hemos formado a lo lar- go de estos años ya han asumido 12 13 dos y formados cabalmente que ofrecen sus servicios en distintas partes de Venezuela y del mundo. Ellos son el reflejo de lo mejor de nosotros, de sus docentes, de sus tutores, de sus maestros, y de to- dos aquellos quienes fundamos este postgrado, y aunque atra- vesamos una época turbulenta en la que el futuro pareciera ser incierto, no tengo duda en afir- mar que nuestro postgrado so- brevivirá los avatares del tiempo, y continuará su labor de seguir formando especialistas en gine- cología y obstetricia, haciendo honor a su linaje. Así nació este programa de postgrado, ense- ñándome que la motivación de los que quieren siempre será más fuerte que las excusas de los que pueden. Solo es cuestión de atreverse a dar el primer paso. Bibliografía 1. Álvarez Juan Carlos. La obstetricia y la ginecología en el esta- do Monagas. Apuntes para su historia. Revista de obstetricia y ginecología de Venezuela. Vol 57(2). Abril 1997. Págs. 141-142. 2. Salazar Cordero, Jesús. El arte de curar en la ciudad de los cuma- nagotos. Publicación del Colegio de Médicos del estado Anzoáte- gui. Barcelona, 1994. su rol como generación de relevo dentro de las actividades asisten- ciales y docentes del postgrado, colaborando como asesores de seminarios, asesores de tesis de postgrado, instructores quirúrgi- cos, jurados en evaluaciones, o in- cluso formando parte en la direc- tiva de la comisión de postgrado. No sé si decir que ha sido largo o breve el camino que hemos reco- rrido en estos primeros doce años de funcionamiento del postgrado de Ginecología y Obstetricia del hospital Luis Razetti de la ciudad de Barcelona, pero de lo que sí es- toy convencido es que hasta esta fecha hemos cambiado el desti- no para bien a 88 almas, y nues- tra mejor recompensa ha sido ser testigos de su logro. También es indudable el beneficio directo que ha recibido la comunidad al contar con especialistas actualiza- Capítulo 2 Control Prenatal No toda amenorrea (ausencia de la menstruación) es sinónimo de embarazo, pero por tratarse de su causa más frecuente se sospecha- rá de una gestación hasta que no se demuestre lo contrario. Por ello, resulta crucial iniciar cuanto antes el control prenatal al comprobarse de su existencia, y quizás con ello se evite cualquiera de las compli- caciones de la gestación que están descritas a lo largo de este manual. Juan Carlos Álvarez • Presunción de embarazo • Certeza de embarazo Diagnóstico de embarazo según síntomas o signos: • Probabilidad de embarazo Amenorrea. Náuseas, vómitos. Molestias mamarias. Aumento de frecuencia urinaria. Latido cardíaco fetal audible. Palpación de movimientos fe- tales por parte del explorador. Visualización fetal por Prueba de embarazo βhCG positiva. Crecimiento abdominal a ex- pensas del útero. Signos de embarazo (Hegar, Goodell, Chadwick). A M E N O R R E A ecografía. Edad gestacional Se calcula a partir de la fecha de la última regla (FUR). El embarazo tendrá una duración aproximada de 280 días, lo que equivale a nue- ves meses del calendario solar o a diez meses lunares. Se considera- rá un embarazo a término entre las 37 a 42 semanas. El embarazo se inicia con la fecundación en- tre los gametos, que no es más que la fusión de los cromosomas que son aportados por el esper- matozoide y el óvulo, dando ori- gen al cigoto. Desde esta etapa y hasta la semana 8 el producto de la gestación será considerado un embrión, y a partir de la se- mana 9 en adelante será un feto. Períodos del embarazo Primer trimestre: desde la fecun- dación hasta la semana 12. Segundo trimestre: desde la semana 13 hasta la 27. Tercer trimestre: desde la semana 28 hasta la 40. Fecha probable del parto (FPP) Regla de Naegele: Para estimar la fecha probable de parto (FPP), se restan tres meses y se suman siete días a la FUR. Ejemplo: FUR: 7 mayo. FPP: 14 de febrero. Una herramienta básica para el cálculo de la edad gestacional y la FPP es el gestograma. Con- siste en un dispositivo en forma de disco de papel o cartón que gira sobre otro y que contienen información sobre el calenda- rio obstétrico y otros parámetros que permiten calcular la edad gestacional al hacer coincidir la flecha roja con el primer día de la fecha de la última regla que informe la paciente. Luego, se ob- serva la fecha correspondiente al día en el que se está haciendo el cálculo, lo que ofrecerá la edad gestacional en semanas cumpli- das hasta ese momento. Tam- bién existen aplicaciones des- cargables para teléfonos móviles que facilitan obtener esa fecha. EL DATO 1514 Crecimiento uterino esperado Semana 12: Útero palpable por arriba de la sínfisis pubis. Semana 16: Útero palpable entre la sínfisis del pubis y el ombligo. Semana 20: Útero palpable a la al- tura del ombligo. Semana 21 a 35: La altura del útero medida en centímetros es similar a la semana de gestación. Desde la semana 36 en adelante habrá un descenso en dicha medida por encajamiento del feto en la pelvis. La altura uterina es útil para confirmarel normal crecimien- to fetal, y se obtiene midiendo con una cinta métrica flexible la distancia que existe entre el borde superior de la sínfisis del pubis hasta el fondo ute- rino. Se estima que cada mes esta altura se incremente 4 cm. Generalmente a partir de la semana 20 y hasta la sema- na 35, la medida de la altura en centímetros suele coincidir con la semana de embarazo. Una paciente primigesta pue- de percibir los movimientos fe- tales a partir de la semana 18 de embarazo, mientras que una paciente multípara desde la se- mana 164. Si se sospecha de la existencia de compromiso en la salud fetal se debe advertir a la madre que registre los movi- mientos fetales; debe empezar a contar dichos movimientos a partir de una hora determi- nada. Si detecta cuatro movi- mientos en la primera hora se considera normal. En caso de no detectar diez movimientos fetales en doce horas se debe acudir de inmediato al médico. Para auscultar el foco fetal de forma clásica se emplea el es- tetoscopio obstétrico de Pi- nard. La técnica consiste en colocar el estetoscopio perpen- dicular sobre el abdomen ma- terno que se corresponda con el hombro fetal anterior, zona que se ha debido localizar pre- viamente mediante las manio- bras de Leopold. El explorador apoyará su cabeza ejerciendo una presión suave sobre el es- tetoscopio contra el abdomen materno, mientras que con su mano libre toma el pulso de la madre para diferenciar los latidos maternos del fetal. El explorador contará el núme- ro de latidos que perciba en un minuto, recordando retirar su mano que sujetaba el este- toscopio para no interferir con la transmisión de los latidos. EL DATO Control prenatal Es la atención médica sistemática y multidisciplinaria de la embara- zada con la finalidad de obtener el máximo grado de salud física y mental de la madre y el hijo, y reducir al mínimo la morbimorta- lidad de ambos1. Frecuencia ideal de la consulta prenatal Una vez al mes hasta la semana 28. Cada dos semanas desde semana 29 a 36. Una vez por semana desde la semana 37 hasta el nacimiento. Durante un embarazo no com- plicado, el número sugerido de consultas alcanzan un promedio de diez citas, pero puede con- siderarse que el embarazo ha sido controlado de forma satis- factoria en aquella paciente que haya sido evaluada cabalmen- te en, al menos, seis consultas. Abordaje durante la realización de la historia clínica de primera2 * Interrogatorio. Antecedentes personales, obstétricos, gineco- lógicos, familiares. Se debe inves- tigar estilo de vida tóxico para el embarazo como tabaquismo, dro- gas, alcohol y violencia doméstica. Determinación de la edad gesta- cional según FUR y cálculo de la FPP. Si la paciente ignora su FUR se debe realizar un ecosonogra- ma para conocer la edad gesta- cional. Mientras más precoz sea la ecografía mayor precisión tendrá el cálculo de la edad gestacional real. * Examen físico por órganos y sis- temas. Peso, talla, signos vitales, tensión arterial. * Cálculo del índice de masa cor- poral (IMC): Peso/talla al cuadrado. * Examen obstétrico: Inspección abdominal, dependiendo de edad gestacional, medición de la altura uterina, auscultación o visualiza- ción de la frecuencia cardíaca em- brionaria o fetal. * Examen ginecológico: Inspec- ción genital, toma de citología, tacto vaginal (si lo amerita). * Exámenes de laboratorio a soli- citar: Hematología completa, gli- cemia, urea y creatinina. Grupo sanguíneo y factor Rh. Vdrl. Hiv. Análisis de toxoplasmosis. Orina. Urocultivo. Heces. * Ecosonograma obstétrico. * Identificación de algún diagnós- tico de embarazo de alto riesgo obstétrico (ARO). * Indicación de tratamiento profi- láctico: Sales de hierro, ácido fóli- co, calcio, polivitamínicos, proges- terona (si lo amerita). * En embarazadas no anémicas al inicio de su control prenatal se indica como dosis de suplemento dietético: 100 mg/día de sulfato ferroso + 5 mg/día de ácido fólico en embarazo simple. 200-300 mg/día de sulfato fe- rroso + 10 mg/día de ácido fóli- co en embarazo múltiple o en caso de gestante vegetariana. Latido cardíaco fetal o foco fetal El foco fetal normal oscila entre 120 a 160 latidos por minuto. Es au- dible y visible en el embrión des- de la semana 6 de embarazo con ayuda del ecosonograma por vía vaginal. Audible desde la semana 12 con un equipo Doppler, y desde la semana 22 con el estetoscopio de Pinard. Cuando el foco fetal esté alterado podría ser una señal de compromiso en la salud fetal. Si es mayor a 160 lpm estamos en presencia de una taquicardia fetal, y cuando sea menor a 120 será una bradicardia fetal. Esta última es la de peor pronóstico para el feto. Abordaje durante cada control prenatal sucesivo * Edad gestacional al momento de la cita. * Signos vitales: Frecuencia car- díaca materna, frecuencia respira- toria y tensión arterial. * Peso: Esencial para evaluar el estado nutricional de la paciente o que nos advierta de la asociación con alguna patología que lo incre- mente o lo disminuya. Se estima que exista un aumento de 1 kg de peso por cada mes en condiciones normales, sin exceder una ganan- cia total de 12 kg durante todo el embarazo. * Determinación de altura uterina. EL DATO EL DATO * Determinación de la frecuencia cardíaca fetal. * Determinación de la presenta- ción fetal mediante las maniobras de Leopold a partir del séptimo mes. * Revisión de exámenes de labo- ratorio. Durante la semana 32 de embarazo debe solicitarse una nueva hematología completa y examen de orina. Valores normales esperados en pruebas de laboratorio durante el embarazo Prueba Resultado normal Hemoglobina. Mayor o igual a 11.0 mg/dl. Hematocrito. Mayor o igual a 33 %. Plaquetas. 150.000 a 400.000 mm3. Glóbulos blancos. 5.000 a 12.000 mm3. Tipo de sangre. A, B, AB, O. Factor Rh. Negativo o positivo. Toxotest (prueba para detección de an- ticuerpos contra el Toxoplasma Gondii). IgM negativo. VIH. Negativo. VDRL. No reactivo. Orina. Color amarillo claro. Olor sui géneris. Leucocitos y glóbu- los rojos inferior a 5 por campo. Pruebas diagnósticas especiales perinatales: * Muestreo de vellosidades co- riales: Análisis genético precoz entre semanas 9 a 12 de emba- razo que facilita el diagnóstico de patologías cromosómicas. * Translucencia nucal o pliegue nucal: Medición por ecografía del diámetro de la nuca fetal para evaluar el riesgo de presencia de anormalidad cromosómica o como pesquisa de aneuploi- días. Se lleva a cabo entre la se- mana 11 a 14 de gestación. Dicho diámetro debe ser menor a 2.5 mm para considerarlo normal. Cualquier medida superior a 3 mm está asociada con sospe- cha de alteración genética, que deberá ser descartada median- te realización de amniocentesis. * Triple prueba o screening bio- químico de pesquisa de aneuploi- días como defectos congénitos del tubo neural o el síndrome de Down. Es una prueba explorato- ria sanguínea materna que mide marcadores séricos producidos por el feto o placenta y que pa- san a la circulación materna. Estos son entre semana 11 a 14: alfafeto- proteína, fracción beta libre de la gonadotropina coriónica humana (beta hCG) y la PAPP-A (proteína A plasmática asociada al emba- razo). O entre semana 14 a 19: al- fafetoproteína, fracion beta libre de la gonadotropina coriónica humana (beta hCG) y el estriol. * Amniocentesis. Aspiración de líquido amniótico por punción abdominal para su análisis ge- nético y diagnóstico de trastor- nos congénitos. Se lleva a cabo entre las semanas 15 a 18 de embarazo. Se recomienda en toda paciente mayor de 35 años. * Eco morfológico: Se realiza al- rededor de la semana 20 de gestación. Sirve para observar la estructura morfológica del feto y sus distintas biometrías para descartar malformaciones. * Eco Doppler: Es una ecografía a color que analiza el flujo de sangre en cualquier arteria o vena que irri- gan los distintos órganosdel feto. Mide flujos a través del cordón umbilical, circulación cardíaca y cerebral fetal. Es útil para conocer el pronóstico fetal en pacientes con diabetes, hipertensión, retar- do en el crecimiento fetal o su- frimiento fetal. Se puede realizar desde la semana 20 en adelante. Vacunación Se pueden administrar vacunas de forma segura durante el emba- razo a partir del segundo o tercer trimestre3. La vacuna de tétanos y difteria es de colocación rutinaria si existe riesgo de infección o cuan- do se habita en el medio rural. En casos de alto riesgo de in- fección de enfermedades da- ñinas para la madre o el feto se pueden administrar de forma segura las siguientes vacunas: hepatitis A, hepatitis B, fiebre amarilla (en caso de viajar a algu- na zona endémica donde exista la enfermedad) y meningococo. Las vacunas que están contra- indicadas durante el embara- zo son: triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis), varice- la-zoster, polio, ántrax, rabia, encefalitis y fiebre tifoidea. Embarazo de alto riesgo obstétrico (ARO) Es aquel que tiene riesgo de com- plicarse dado sus antecedentes, edad materna o presencia de patologías que afectan al em- barazo actual, razón por la que requiere de control estricto, eva- luaciones especiales y, en muchos casos, de hospitalización precoz. Cualquier factor o anteceden- te que lleve a considerar a un embarazo como de alto ries- go es razón suficiente para po- ner en alerta al personal que ejerza su control prenatal. Existen diversas publicaciones que clasifican al embarazo de alto riesgo según su riesgo de morbili- dad o mortalidad materna y/o per- inatal. Sin embargo, hay que estar siempre atentos, porque en nues- tra opinión cualquier paciente con un diagnóstico de ARO sobreaña- dido puede presentar alguna difi- cultad, estando incluso clasificada dentro de las prioridades de más remota ocurrencia o aparente baja posibilidad de complicación. EL DATO 1918 Alto riesgo tipo I Pacientes en buen estado de sa- lud, pero con uno o más factores de riesgo social o epidemiológico. Pobreza crítica. Domicilio lejano. Analfabetismo. Desempleo. Unión conyugal inestable. Tabaquismo. Alcohol. Adicción a drogas. Estrés laboral o trabajo con es- fuerzo físico. Embarazo no planificado. Fecha de última regla incierta. Multípara con más de cuatro gestas. Embarazo no controlado o con- trol prenatal tardío. Obesidad. Período intergenésico inferior a dos años o superior a cinco años. Obesidad (IMC superior a 30). Adolescente embarazada (edad inferior a 18 años). Primigesta tardía (superior a 35 años). Estatura inferior a 1.50 metros. Peso inferior a 45 kg. Violación o incesto. Alto riesgo tipo II Pacientes en buen estado de sa- lud, pero con antecedentes de una o más patologías ginecoobs- tétricas, o general. Feto con bajo peso al nacer (infe- rior a 2.500 gr). Peso materno inadecuado para su edad gestacional. Feto macrosómico (peso supe- rior a 3.500 gr). Malformación congénita. Trauma o infección fetal. Retardo mental o parálisis cere- bral en hijo anterior. Rh negativo no sensibilizada. Incompatibilidad de grupo (ABO). Parto pretérmino. Preeclampsia/ eclampsia. Cesárea anterior o cirugía uterina previa. Paridad superior a cuatro. Ruptura prematura de membra- nas. Distocias del parto. Hemorragias obstétricas. Mola hidatiforme. Aborto. Alto riesgo tipo III Paciente quien cursa su embarazo con patología ginecoobstétrica y/o fetal, o con patología general que afecta la salud materna o fetal, y que requiere de atención por per- sonal especializado o por el servi- cio de perinatología. Incompetencia cervical. Isoinmunización (Coombs in- directo positivo en paciente Rh negativo). Síndrome de TORCHS (infección fetal por toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes simple y VIH). Retraso crecimiento fetal. Malformación uterina. Pérdida fetal recurrente. Antecedente de infertilidad, o haber recibido tratamiento de infertilidad para lograr el emba- razo actual. Miomatosis uterina. Cáncer u otra patología médica asociada. HTA/ preeclampsia/ eclampsia. Desproporción fetopélvica. Placenta previa. Embarazo cronológico prolonga- do. Amenaza de parto pretérmino. Embarazo múltiple. Anemia. Desnutrición severa. Diabetes gestacional. Hipo/hipertiroidismo. Cardiopatías. Nefropatías. VIH/Sida. Paludismo. Enfermedades mentales. No se debe fumar durante el embarazo. La nicotina del taba- co atraviesa la barrera placenta- ria e interfiere con el adecuado suministro de oxígeno al feto. El tabaquismo causa retraso en el crecimiento fetal, abortos, bajo peso al nacer y muerte fetal. Todo miembro del equipo de sa- lud debe promover y mantener un adecuado programa de control prenatal en su centro. La comuni- cación será la herramienta más útil para lograr este objetivo, mediante charlas a la comunidad y disemi- nación de información por redes sociales, radio, prensa y televisión. PREVENCIÓN SALVAVIDAS Bibliografía 1. Obregón L. Maneiro P. Zighelboim I. Control prenatal. En Zighel- boim y Guariglia editores. Clínica Obstétrica. Tercera edición. Cara- cas. Ed. Disinlimed C.A. 2005, 175-184. 2. Álvarez JC. Consulta prenatal. En Álvarez JC. Cioffi R. Prieto E. Rojas Y. Propuesta de un modelo para pautas en Obstetricia. Maturín. Pu- blicación del Hospital Manuel Núñez Tovar. 1997, 8-10. 3. Toro Merlo J. Pérez R. González F. Vacunación durante el embarazo y puerperio. En Toro Merlo J. Fernández Bravo M, editoras. Consenso venezolano de vacunación en la mujer. Caracas. Editorial Ateproca. 2012, 57-68. 4. Fescina R. De Mucio B. Diaz J. Salud sexual y reproductiva. OPS edi- tor. Montevideo. 2010. 116. EL DATO 2120 Amenaza de Parto Pretérmino Launic Jiménez. Freddy Marín. Juan Carlos Álvarez Capítulo 3 C O N TR A C C IO N E S U TE R IN A S La amenaza de parto pretérmino se manifiesta con contracciones uterinas que surgen de forma anticipada y que producen dolor tipo cólico en el abdomen bajo. Pueden surgir como respues- ta a algún proceso infeccioso, de estrés, de esfuerzo físico exa- gerado, traumatismo, o incluso debido a causas desconocidas que pudieran ocasionar el naci- miento de un bebé prematuro. Cuando una gestante tenga cua- tro o más contracciones dolorosas y palpables, de al menos 20 segun- dos de duración en un período de 20 minutos, y que además su em- barazo sea mayor a 20 semanas (5 meses) y menor a 36 semanas + 6 días (nueve meses), presenta una amenaza de parto pretérmino. Este cuadro también se puede acompañar de sangrado geni- tal y modificaciones del cuello uterino (acortamiento y/o dila- tación), los cuales pueden con- ducir a un parto pretérmino. Las infecciones son las principa- les causas que dan origen a esta patología, en especial las que se producen por bacterias respon- sables de infecciones urinarias como la Escherichia coli, o por gérmenes que ascienden desde la vagina que ocasionan vagino- sis bacteriana2 como Gardnerella vaginalis, Mycoplasma hominis, Ureoplasma urealyticum y Pepto- cocos productores de fosfolipasa A. Todas estas bacterias estimulan la producción de citoquinas y me- diadores inflamatorios bioquími- cos (factor activador de plaquetas o PAF, prostaglandinas E2 y F, leu- cotrienos y especies reactivas de oxígeno), y pueden desencadenar una respuesta inflamatoria que genera cambios en el útero, y con ello dar inicio a una amenaza de parto pretérmino, y llegar incluso a causar infección fetal3. Clasificación del PP a) Prematuro general: < 37 semanas. b) Prematuro tardío: de la sema- na 34 + 6 días a la semana 36 + 6 días. c) Muy prematuro: antes de las 32 semanas. d) Extremadamente prematuro: inferior a 28 semanas. Las consecuencias a las que se enfrenta un feto prematuro que se exponga a un trabajo de par- to radica en su vulnerabilidad cerebral ante la hipoxia, lo que puede conducir a lesión cere- bral, además de atascamiento de cabeza última en caso de presentación podálica pordis- minución de la relación cuer- po-cabeza; mayor grado de al- teraciones cardiovasculares por compresión del cordón umbili- cal; riesgos de infecciones lue- go del nacimiento, y finalmen- te, no ser viable por inmadurez fetal. Es por ello que resulta de alta prioridad detectarlo e inhi- bir su curso a tiempo, o tomar las medidas adecuadas de pro- tección cefálica en estos casos, como el empleo de fórceps profiláctico durante el parto. Factores de riesgo * Antecedente de trabajo de parto pretérmino o nacimiento prema- turo, particularmente en el emba- razo más reciente o en más de un embarazo anterior. * Situaciones que causen sobredis- tensión uterina: embarazo múlti- ple; doble o triple. Polihidramnios (excesiva cantidad de líquido amniótico). * Situaciones que causen un cérvix corto: congénitas, incompetencia cervical, antecedente de haberse realizado una conización. * Deficiencia de progesterona. * Malformaciones uterinas. * Miomatosis uterina. * Fumar cigarrillos o consumo de drogas ilícitas. * Infecciones del líquido amnióti- co y del tracto genital inferior. * Hipertensión arterial crónica y diabetes. * Estrés. Nivel laboral elevado. * Sangrado vaginal durante el embarazo. * Presencia de un defecto de naci- miento fetal. * Intervalo reducido entre emba- razos, inferior a seis meses. * Infección de tejidos que rodean y soportan sus dientes (enferme- dad periodontal). * Desnutrición materna. * Adolescencia. Manifestaciones clínicas de la APP * Sensación de tensión o dolor ab- dominal que va y viene (contrac- ciones), presión pélvica o abdomi- nal inferior, y/o dolor de espalda. * Expulsión de manchado vaginal o sangrado leve. * Rotura prematura de membra- nas, expresada como un chorro continuo de líquido transparente que sale a través de genitales des- pués que la membrana amniótica se rompe. * Modificación en el tipo de secre- ción vaginal: acuosa, mucosa o sanguinolenta. Diagnóstico * Valorar los signos vitales maternos. * Evidenciar vitalidad fetal: fre- cuencia cardíaca fetal, movimien- tos fetales. * Valorar dinámica uterina (palpar contracción uterina), medir altura uterina, estática fetal. * Especuloscopia para observar las características del cuello uterino, y descartar la presencia o no de al- gún tipo de secreciones. * Valorar características del cuello por tacto: posición (anterior, cen- tral o posterior), si está blando o duro y la permeabilidad de este. * Medición longitud cervical (cer- vicometría) por ecografía vaginal. * Otras pruebas útiles en el diag- nóstico: determinación de la fi- bronectina fetal; es una proteína producida por las membranas fe- tales que permite que estas se ad- hieran a la pared uterina. Para la medición de esta proteína se rea- liza un frotis vaginal. Si la prueba La incompetencia cervical es la dilatación y borramiento pro- gresivo del cuello uterino sin clí- nica de dolor o en ausencia de contracciones uterinas. Es causa de abortos o partos pretérmino, y acontece durante el segundo y tercer trimestre de gestación. EL DATO EL DATO 2322 detecta que la cantidad de fibro- nectina fetal es normal, probable- mente el parto no se produzca en las dos semanas siguientes. Si, por el contrario, la concentración de fibronectina es elevada (>50 ng/ ml) entre las semanas 24 a 34 de gestación, habrá riesgo de parto prematuro. * Medición del estriol salival ma- terno. Su incremento superior a 2 ng/ml puede advertir sobre la pro- babilidad de sufrir una APP. Abordaje inicial En paciente con amenaza de par- to pretérmino con dinámica uteri- na y sin modificaciones cervicales: * Reposo en cama del lado iz- quierdo en el área de observa- ción para mejorar la perfusión uteroplacentaria. * Administrar en un lapso de dos horas hidratación parente- ral aproximadamente de 1.500 a 2.000 cc de solución 0,9 % alter- nada con solución Ringer. * Administrar algún antiespas- módico, como la butilescopo- lamina por vía endovenosa, en dosis única. * Si no cede la dinámica uterina y no existen modificaciones cer- vicales, valorar ingreso hospitala- rio en observación durante 12-24 h, pudiéndose administrar una dosis única de nifedipina: 10 mg vía oral cada 20 minutos por tres dosis, previa toma de tensión ar- terial ya que el mismo tiene efec- to hipotensor. * En el caso de haber mejoría, se dará alta médica con recomen- daciones básicas como reposo por siete días en cama y de sus actividades laborales, aminorar el estrés y el tiempo de bipedes- tación durante las primeras 24 h, además de suspender relaciones sexuales y actividades físicas ri- gurosas del hogar. * Se indicará como profilaxis progesterona en cualquiera de las presentaciones que se dis- pongan: 90 mg en gel vaginal, o 100-200 mg en cápsulas blan- das. Dosis recomendada: 200 mg/día vía vaginal hasta la sema- na 36 + 6 días. * Antiespasmódico vía oral cada seis horas durante siete días. * Verificación lo antes posible de que pruebas de laboratorio y examen de orina sean normales, para decidir si tiene indicación de antibioticoterapia. Abordaje durante la hospitaliza- ción Aquellas pacientes que presenten dinámica uterina y modificacio- nes cervicales deben ser hospita- lizadas en un área que cuente con los medios para realizar un mane- jo multidisciplinario. * Evaluación maternofetal con valoración del bienestar fetal. El cuello uterino es un pequeño ca- nal con forma de cilindro que co- necta la cavidad uterina con la va- gina. A medida que el embarazo se desarrolla se va acortando, pasando de medir una media de 25 mm (2.5 cm) hasta llegar a reducir esta lon- gitud y borrarse, o desaparecer en los momentos previos al parto. Una medición de la longitud cervical, o cervicometría, menor a 25 mm rea- lizada durante el primer trimestre de embarazo entre las semanas 9 a 12 por ecografía vaginal debe ser una alerta ante la inminencia de una amenaza de parto pretérmi- no por incompetencia del cérvix. Los glucocorticoides, como la beta- metasona y dexametasona, tienen efecto antinflamatorio e inmuno- modulador, y activan la síntesis del ácido ribonucleico que codifica al- gunas proteínas que participan en la biosíntesis de los fosfolípidos o en la degradación del glucógeno5, además de estimular la reabsor- ción del líquido pulmonar, lo que contribuye al aumento de la pro- ducción del surfactante pulmonar en los alveolos, y con ello disminu- ye la incidencia del síndrome del distrés respiratorio en los recién nacidos pretérmino. Su efecto se observa a las 24 hs de haber sido administrado el fármaco, y se man- tiene hasta 14 días. También se sugiere su administración en caso de RCIU y embarazos múltiples. * Realizar exámenes de laborato- rio: hematología completa, quí- mica básica, PCR. * Cultivo de secreción vaginal, sobre todo en pacientes con cer- claje uterino o sospechas de va- ginosis bacteriana. * Examen general de orina, y en lo posible realizar urocultivo. * En caso de riesgo inminente de parto pretérmino se debe- rá administrar glucocorticoides para maduración pulmonar fetal entre la semana 24 hasta las 34, incluso, en recientes protocolos se planteó la posibilidad de pro- longar su uso hasta las 36 sema- nas + 6 días. De preferencia con betametasona a dosis de 12 mg vía intramuscular cada 24 horas por dos dosis. Se puede emplear también dexametasona; 6 mg cada 12 hs durante 48 horas. * Tocólisis: El objetivo de los toco- líticos o uteroinhibidores es la in- hibición de la dinámica uterina4 para completar la maduración pulmonar fetal y la neuroprofi- laxis. * Progesterona: 200 mg/día vía vaginal. Fármacos uteroinhibidores: 1.-Agonistas beta-adrenérgicos: Fenoterol: 2 ampollas diluidas en 500 cc solución dextrosa al 5 %, pasar a 10 gotas por minuto. Ajustar goteo dependiendo de la respuesta y los efectos adversos del mismo (taquicardia mater- na), durante un lapso de 24 ho- ras. Isoxsuprina: 100-400µcg/vev por minuto diluidos en solución glu- cosada al 5 %. 2.-Bloqueadores de los canales de calcio: Nifedipina: 10 mg vía oral cada 20 min con una dosis máxima de 40 mg como dosis de ataque, y 10 mg cada 8 horas por un lapso de 48 a 72 horas como dosis de mantenimiento. 3.-Antiinflamatorio no esteroideo (AINE): Naproxeno: 250-500 mg cada 6 horas por un lapso de 48 a 72 h. Es importante destacar que se recomienda no usar ningún AINE al final del tercer trimestre por el riesgo de producir cierre precoz del ductus arterioso fetal. Puede emplearse hasta las 31 semanas. 4.-Sulfato de magnesio: Dosis de 4-6 gr en bolo vía endo- venosa, a pasar en 20 minutos y un mantenimiento de 1-2 g/hora. EL DATO EL DATO 2524 Contraindicaciones para inhibir un trabajo de parto pretérmino Muerte fetal intrauterina. Anomalía fetal incompatible con la vida. Evidencia de compromiso fetal. Restricción severa del crecimien- to intrauterino. Corioamnionitis. Preeclampsia con signos de se- veridad, o eclampsia. Hemorragia severa materna/des- prendimiento prematuro de pla- centa. Trabajo de parto en curso. Contraindicaciones maternas a la tocólisis. El cerclaje cervical es una técnica quirúrgica que consiste en colocar una sutura en el cuello uterino con la finalidad de evitar su dilatación y lograr que el embarazo alcan- ce una edad gestacional que sea compatible con la viabilidad fetal. Puede ser de dos tipos: profiláctico, aplicado entre las semanas 13 a 16, y terapéutico, por debajo de las 26 semanas. Esta indicado en pacien- tes con acortamiento progresivo del cuello uterino menor a 25 mm o con incompetencia cervical, o en casos de emergencia en pacientes con dilatación cervical y membra- nas ovulares visibles o protruidas a través del canal cervical. La técnica quirúrgica puede ser la de McDo- nald o la de Shirodkar. Todo cerclaje deberá ser retirado de forma electi- va en la semana 37, o en casos de inicio del trabajo de parto pretérmi- no, o en casos de corioamnionitis. La complicación de peor pronósti- co que acompaña a una amenaza de parto pretérmino es la corioam- nionitis, la cual se manifiesta por: Taquicardia materna > 100 lpm. Taquicardia fetal > 160 lpm. Hipertermia materna > 37.8 ℃. Leucocitosis materna > 15.000 / mm3. Proteína C reactiva (PCR) > 0.8 ng/ ml. En caso de fisura o RPM líquido amniótico fétido. Flacidez uterina. La mejor estrategia siempre será la educación de la paciente ges- tante con charlas en la consulta prenatal que aborden el tema de APP y sus señales precoces de ini- cio, haciendo hincapié en aque- llas pacientes con factores de ries- go. Por otro lado, se recomienda llevar a cabo un cerclaje cervical profiláctico en pacientes con an- tecedentes de dos o más pérdidas fetales en el segundo trimestre de embarazo y que tuvieron sos- pecha clínica de incompetencia cervical. También resulta impor- tante estar atento durante el con- trol prenatal ante el surgimiento de aquellas causas frecuentes que producen una APP, como la bac- teriuria asintomática, razón por la que se deben hacer exámenes de orina rutinarios que la detec- ten a tiempo. Finalmente, algu- nos autores recomiendan el uso profiláctico de uteroinhibidores6 y antibióticos por vía vaginal, y aun- que son conductas controversia- les, recomendamos su aplicación en aquellos casos que presen- ten alto riesgo de sufrir una APP. PREVENCIÓN SALVAVIDAS Bibliografía 1. Goodwin JW. Dunne JT. Thomas BW. Antepartum identification of the fetus at risk. Can Med Assoc J 101:458,1969. 2. Carey JC. Blackwelder WC. Nugent RP. Antepartum cultures for ureaplasma urealyticum are not useful in predicting pregnancy outcome. The vaginal infection and prematurity study group. Am J Obstet Gynecol 164:728, 1991. 3. Gomez R. Romero R. Edwin S. Pathogenesis of preterm labor and preterm premature rupture of membranes associated with in- tra-amniotic infection. Infect Dis Clin North Am 11(1):135, 1997. 4. Daftary A. Rauk P. A pharmacokinetic approach to preterm labor inhibition. J Mat Fetal Med 1:104,1992. 5. Ballard P. Scientific basis and therapeutic regimens for use of ante- natal glucocorticoids. Am J Obstet Gynecol 1995; 173: 254-62. 6. Caritis S. Toig G. Heddinger I. A double-blind study comparing ri- todrine and terbutaline in the treatment of preterm labor. Am J Obstet Gynecol 150: 7, 1984. EL DATOEL DATO 2726 Atención del parto Juan Carlos Álvarez Capítulo 4 C O N TR A C C IO N E S U TE R IN A S El parto es el proceso que pone fin al embarazo, en el que el útero, mediante sus contracciones do- lorosas y modificaciones, expulsa al feto y a la placenta al exterior dando origen al nacimiento de un nuevo ser humano. Consta de tres etapas: 1. Dilatación: comprende desde el comienzo de las contrac- ciones uterinas hasta lograr la dilatación completa (10 cm). Puede durar seis horas en multíparas y ocho horas en primíparas. Es la etapa más larga del parto y tiene una fase latente en la que se inicia el borramiento y dilatación del cuello de forma gradual, y una fase activa en la que la dilata- ción es progresiva y constante; parte de los 3 cm, hasta llegar a los 10 cm de dilatación. 2. Expulsión: desde la dilatación completa hasta la expulsión del feto a través del canal del parto. Dura de 15 a 30 min en multíparas y 30 a 50 min en primíparas. 3. Alumbramiento: desde el nacimiento del feto hasta la expulsión completa de la pla- centa y sus membranas. Dura entre 5 a 10 min. Conceptos básicos * Presentación: Parte del feto que se presenta al estrecho superior de la pelvis materna y es capaz de desencadenar el trabajo de parto. Puede ser cefálica o podálica. A su vez la presentación cefálica pue- de ser: cefálica de vértice, cefálica bregmática, cefálica de frente y cefálica de cara. * Situación: Relación entre el eje longitudinal del feto y el eje mayor de la madre. Puede ser longitudi- nal, transversa y oblicua. * Posición: Relación entre el dorso del feto y el flanco materno. Pue- de ser derecha o izquierda. * Variedad de posición: Relación entre el punto de reparo de la pre- sentación con los extremos de los diámetros del estrecho superior de la pelvis materna. Pródromos del parto Síntomas subjetivos: inicio de con- tracciones irregulares, sensación de descenso abdominal y expul- sión del tapón mucoso. Síntomas objetivos: contracciones uterinas efectivas y palpables, des- censo fondo uterino, cuello madu- ro y encajamiento de la presentación. Sabremos que estamos en pre- sencia del inicio verdadero del tra- bajo de parto cuando se inicien los dolores o contracciones uterinas efectivas, las cuales deben ser rít- micas, progresivas e intensas. De- ben presentarse entre dos y tres contracciones cada diez minutos, y el cuello uterino comenzar sus modificaciones de borramiento y dilatación. Se desconoce qué es lo que marca el inicio del trabajo de parto. Se piensa que el alcance de la máxima disten- sión uterina, junto al incremento de hormonas como estrógeno, prosta- glandinas placentarias, oxitocina y cortisol fetal participan activamente en este proceso Los movimientos cardinales que el feto realiza en presentación cefálica de vértice a través del canal de parto son: acomodación al estrecho supe- rior, flexión, descenso y encajamien- to, rotación interna, extensión, ro- tación externa y expulsión. El canal del parto presenta una parte ósea conformada por la pelvis con sus dos huesos ilíacos: el sacro y el coxis, y una parte blanda compuesta por el segmento inferior, cuello, vagina, vulva y músculos del piso pelviano. Según edad gestacional Pretérmino (superior a 20 semanas e inferior a 36 se- manas + 6 días). A término (de 37 semanas en adelante e inferior a 42 se- manas). Postérmino (superior a 42 semanas). Según inicio Espontáneo ó Inducido. Según la presentación Cefálico ó Podálico. Según número de fetos Simple ó Múltiple. Según su evoluciónEutócico (no complicado) ó Distócico (complicado). Según su terminación Vaginal ó Abdominal (cesárea). Clasificación del parto1 Abordaje en admisión Llenado de historia clínica perina- tal. Recopilar antecedentes pato- lógicos y ginecoobstétricos. Examen físico inicial Signos vitales maternos. Exploración cardiopulmonar básica. Exploración abdominal: Determi- nación de posición y presentación fetal (maniobras de Leopold), altu- ra uterina, evaluación efectividad de contracciones uterinas y aus- cultación de frecuencia cardíaca fetal (patrón normal de 110 a 160 lpm). Exploración vaginal: Mediante el tacto se debe precisar tempera- tura y consistencia vaginal; modi- ficaciones del cuello uterino (po- sición, borramiento y dilatación); presentación y posición fetal; descenso fetal (planos de Hodge); integridad de membranas ovula- res, y evaluación de la pelvis para descartar una desproporción feto- pélvica. Exámenes de laboratorio Hematología completa. Tipiaje, tipo de sangre y Rh. Recopilación de exámenes ante- riores de VDRL, HIV, TORCH, antí- genos de superficie de hepatitis B, orina. Diagnóstico de desproporción fe- topélvica (DFP) Es la imposibilidad de parto vagi- nal cuando el canal del parto es insuficiente para permitir el paso del feto, ya sea por alteraciones propias del tipo de pelvis con dis- minución de sus diámetros, o por tratarse de un feto macrosómico. Su diagnóstico inicial se realiza por pelvimetría o por tacto vaginal. EL DATO EL DATO 2928 El tacto permite evaluar los si- guientes elementos de la pelvis: ángulo subpúbico hacia arriba, ex- cavación sacra con palpación del promontorio hacia abajo, espinas ciáticas y paredes laterales a cada lado. La presencia de asinclitismo nos hace sospechar de una DFP, esta se caracteriza porque la sutu- ra sagital no se sitúa en el plano medio de la distancia entre el pro- montorio y el pubis (sinclitismo), sino que se inclina sobre uno de los parietales. Si la sutura sagital se encuentra más cerca del pubis se llama asinclitismo posterior, y si está más cerca del promontorio será un asinclitismo anterior2. Abordaje del parto normal en área de preparto Toda paciente con tres centíme- tros o más de dilatación puede ser ingresada a preparto, en don- de deberá llevarse el avance del partograma o un registro de eva- luación de signos vitales; dinámi- ca uterina; auscultación de foco fetal (cada 30 min); chequeo de líquidos eliminados por genitales y tacto (cada dos horas), para co- nocer el progreso del plano de Ho- dge de la presentación fetal. Abordaje durante el parto3. Al alcanzar la dilatación completa se debe trasladar a la parturienta a la mesa ginecológica, llevar a cabo aseo con agua y jabón de la región vulvoperineal, vaciamiento de vejiga, colocación de campos estériles. Uso de gorra y botas des- echables para la paciente y gorro, botas, mascarilla y mono desecha- bles para el médico. Al descender la presentación al cuarto plano de Hodge se debe pedir la colabora- ción de la paciente para que lleve a cabo pujos fuertes y sostenidos. -Realizar una episiotomía oblicua derecha al momento de la coro- nación cefálica (abombamiento del periné) en primigestas o mul- típaras que lo requieran, previa anestesia local infiltrativa con ci- farcaína al 1 %. * Al momento de la aproxima- ción de la cabeza fetal se deberá proteger el periné y evitar una de- flexión brusca de la cabeza. Con una mano se protege al periné mientras que con la otra se va re- gulando el desprendimiento de la cabeza fetal (maniobra de Ritgen), para evitar desgarros. * Luego que ha salido la cabeza, se debe pedir a la madre que deje de pujar, y se procede a la limpie- za y aspiración de gleras de nariz y boca del bebé para evitar bron- coaspiración. Generalmente, la cara fetal se encuentra en direc- ción al ano de la madre. Rápida- mente se debe palpar el cuello del bebé para descartar la presencia de una circular de cordón umbi- lical. En caso de observarse una circular de cordón se intentará re- ducirlo de forma manual, y de no ser posible se procederá a su corte. Los planos de Hodge son líneas ima- ginarias que dividen la pelvis mater- na desde el estrecho superior hasta el estrecho inferior, y sirven para conocer el progreso del parto me- diante el grado de descenso y en- cajamiento de la presentación fetal. Primer plano: línea imaginaria que pasa por el borde superior del pubis y el promontorio. Segundo plano: línea que pasa por el borde inferior del pubis, paralelo al primer plano. Tercer plano: línea que pasa por las espinas ciáticas, paralelo a los ante- riores. Cuarto plano: línea que pasa por el vértice del coxis, paralelo a los anteriores. La episiotomía es el corte quirúr- gico que se lleva a cabo en vagina con una tijera llamada episiotomo para evitar desgarros y facilitar la ex- pulsión del feto. Puede ser oblicua derecha o izquierda, y mediana. La incisión incluye piel, mucosa vaginal, tejido celular subcutáneo y múscu- los (bulbocavernoso y transverso su- perficial del periné). * A continuación, sigue el des- prendimiento de hombros en el que el bebé realiza un movimien- to de rotación externa. El operador puede ayudar en esta etapa colo- cando ambas manos alrededor del cuello del bebé y traccionan- do con suavidad hacia abajo hasta que aparezca el hombro anterior por debajo del pubis. Luego se debe levantar la cabeza para per- mitir la salida del hombro poste- rior. A continuación, se debe ex- traer el resto del cuerpo gradual y suavemente, deslizando su dorso contra la mano del operador hasta tomarlo por los tobillos y suspen- derlo a un nivel por debajo de la horquilla vulvar. * A los treinta segundos se proce- de al pinzamiento del cordón um- bilical, mientras no exista ninguna indicación de ligadura inmediata. * El recién nacido puede colo- carse sobre el abdomen materno para luego ser entregado al pedia- tra o enfermera asistente. Se de- ben secar y aspirar gleras en nariz y boca, y finalmente abrigar con una manta para que no pierda ca- lor. Anotar su Apgar a los minutos 1 y 5. * Alumbramiento: Esperar que su- ceda de forma espontánea el des- prendimiento placentario durante diez minutos, en caso contrario proceder a su extracción manual sosteniendo el cordón con una mano y colocando la otra sobre el pubis para ejercer presión. La placenta se deslizará por la vagina hasta exteriorizarse. Se debe tirar del cordón hacia arriba y afuera de forma sostenida hasta lograr alcanzar el polo placentario en mano para luego ejercer un movi- miento de rotación final sobre su eje para evitar retención de membranas. * Si no hay contraindicación, como los casos en que exista una hiper- tensión, se puede administrar una ampolla de metilergonovina, o una ampolla de oxitocina (10 UI por ml), simultáneamente a la ex- pulsión de la placenta para ayudar en la contracción uterina. * En casos de duda ante la sospe- cha que hayan quedado restos placentarios luego del alumbra- miento, sugerimos llevar a cabo revisión del canal de parto y cavi- dad uterina final. * Episiorrafia: iniciar con la toma del ángulo y llevar a cabo sutura continua con material absorbible como el catgut crómico 00 en mucosa vaginal. Síntesis de plano muscular y piel con puntos sepa- rados con catgut crómico 0 o 00. Finalizar con un tacto rectal para descartar lesión comunicante. Inducción del trabajo de parto La inducción del trabajo de parto consiste en la utilización de proce- dimientos o medicamentos que provocan la aparición de contrac- ciones uterinas antes de su inicio espontáneo4 y que conllevan a la maduración y modificaciones del cuello uterino, mientras que la conducción del trabajo de parto es la utilización de medicamen- tos empleados para acelerarlo EL DATO EL DATO 3130 cuando ya se ha iniciado espon- táneamente. Los medicamentos más utilizados para inducción o conducción son la oxitocina (2.5 a 5 UI diluidosen 500 cc sol dextro- sa 5 % vía endovenosa), o el miso- prostol, que es un análogo semi- sintético de la prostaglandina E1 (25 µg vía vaginal a nivel de fondo de saco posterior o del orificio cer- vical cada tres horas, o 50 µg vía oral5), o prostaglandinas E2 como la dinoprostona (0.5 mg en gel vía vaginal). Cabe destacar que el em- pleo de misoprostol está reserva- do para casos complejos, o inclu- so en caso de muerte fetal. No se recomienda el uso combinado de oxitocina con misoprostol. Otros métodos no farmacológi- cos para la inducción son la am- niotomía o ruptura artificial de las membranas ovulares (RAM); la realización de la maniobra de Parto en presentación podálica o pelviana Sugerimos que todo embarazo en presentación podálica finalice por cesárea dado el riesgo que existe de complicaciones. Sin embargo, resulta importante saber cómo actuar en caso de parto vaginal podálico que acuda en período expulsivo. El punto de referencia es el sacro, y la presentación po- drá ser modo nalga o modo pie. La presentación de nalgas puede Hamilton, que consiste en la sepa- ración digital por tacto vaginal de las membranas corioamnióticas a través del orificio cervical, o la esti- mulación del pezón. Existe una herramienta muy útil llamada índice de Bishop6, que nos ayuda a predecir si están dadas las condiciones para dar inicio a una inducción del trabajo de parto. Es un sistema de puntuación que incluye las variables de dilatación, borramiento, posición, consisten- cia cervical y encajamiento fetal. La máxima puntuación alcanzada es de 13. Con una puntuación de 8 o más existe buen pronóstico para el inicio espontáneo del trabajo de parto con finalización en parto va- ginal, mientras que por debajo de 6 resulta desfavorable pudiendo requerir de maduración cervical previa, o quizás finalice en cesárea. ser completa (nalga y dos pies), incompleta (nalga y un pie) y fran- ca (nalgas solas); esta última es la variedad más frecuente. Los tiem- pos del parto en presentación podálica son: acomodación del polo pelviano al estrecho superior; descenso y encajamiento de la pelvis fetal; acomodación del polo pelviano al estrecho inferior; rota- ción interna; desprendimiento de nalgas; rotación externa; descenso y encajamiento de los hombros; desprendimiento de los hombros; acomodación de la cabeza al es- trecho inferior, y finalmente des- prendimiento de la cabeza. Atención del parto en podálico * Cuando la presentación esté en el canal del parto se procede a realizar una episiotomía amplia. * Se debe evitar estimular al feto, razón por la que no se debe tocar o manipular hasta que hayan sa- lido los pies y las nalgas con cada pujo de la paciente durante la contracción. Se debe permitir la salida espontánea hasta que la presentación esté a nivel del om- bligo, lo que permitirá halar sua- vemente el cordón para hacer un asa y evitar su compresión. * A continuación, se coloca un campo estéril sobre el tronco del bebé que permita sujetarlo sin resbalar. El feto debe tener su cara hacia abajo y el operador puede apoyar el cuerpo fetal sobre su antebrazo para permitirle realizar las maniobras de extracción de los brazos, o que estos sean expulsa- dos por el propio bebé. Luego de la salida del primer brazo, el ope- rador debe alzar las nalgas del bebé levantándolo desde sus pies hacia el abdomen materno para permitir la salida del segundo brazo. * En caso de que los brazos estén extendidos o no salgan de forma espontánea, se puede realizar una maniobra de rotación descen- dente del torso suave y constante hasta que nacen las mitades infe- riores de las escápulas a través de la vulva, sin forzar la extracción de los hombros y brazos hasta que se observe una de las axilas. En ese instante, el operador utiliza una de sus manos para extraer cuidado- samente el hombro posterior fetal y su brazo por debajo del arco del pubis. Luego se rota el tronco 180° en dirección opuesta para extraer el hombro y brazo anterior. * La extracción de la cabeza últi- ma se puede lograr mediante la maniobra de Burns-Marshall, que consiste en el levantamiento del bebé por sus tobillos y en direc- ción al abdomen materno cur- Puntos Dilatación (cm) Borramiento (%) Encaja- miento Consisten- cia cuello Posición cuello 0 0 0-30 Libre Duro Posterior 1 1-2 40-50 Insinuado Intermedio Media 2 3-4 60-70 Primer plano Blando Anterior 3 >5 >80 Segundo pla- no - - Índice de Bishop Los mecanismos clásicos por los que se lleva a cabo el desprendimiento fisiológico de la placenta son dos. 1) Mecanismo de Schultze: sucede en el 75 % de los casos y consiste en el desprendimiento de la placenta por su parte media central, en la que se forma un hematoma retroplacenta- rio que la va despegando hasta que es expulsada por su cara fetal. 2) Me- canismo de Duncan: sucede en el 25 % de los casos. El desprendimiento sucede por la parte lateral o borde placentario, generalmente por el borde inferior de forma progresiva hasta aflorar al exterior por su cara materna. Existen además signos uterinos y de cordón que advierten sobre el desprendimiento. Entre los uterinos destaca el signo del útero globoso, en el cual este asciende unos 5 cm por encima del ombligo y se lateraliza hacia la derecha. Entre los del cordón tenemos al signo de Ahlfeld, el cual consiste en el des- censo del cordón observable por el desplazamiento de una pinza aco- plada al mismo. Signo de Küstner, en el que se comprime con la mano por encima del pubis. Si la placenta está adherida, el cordón asciende por la vagina, y si ya se desprendió, el cordón queda en la misma posición. Signo de Klein, en el que se pide a la paciente que puje, y si el cordón desciende la placenta ya está des- prendida, pero si al terminar el pujo el cordón vuelve a su posición origi- nal, significa que permanece adherida. EL DATO 3332 vando su cuerpo sobre el dorso en un movimiento de hiperextensión máxima hasta que la cabeza sal- ga. Si falla, se puede emplear la maniobra de Mauriceau, en la que el obstetra usa a modo de palan- ca uno de sus dedos introducido dentro de la boca del bebé, mien- tras que con su otra mano lo hala a través de sus hombros. Nacimiento por cesárea También es aceptada la expresión de “parto por cesárea”. Es una in- tervención quirúrgica obstétrica en la que se realiza la extracción del feto por vía abdominal a través de una incisión en el útero (histe- rotomía). Es imprescindible cuan- do se considera que el parto vagi- nal es riesgoso para la madre o el feto7. De forma absoluta estaría in- dicada en casos de desproporción feto pélvica, situación transversa y placenta previa centro oclusiva. Sus indicaciones son: Indicaciones maternas Por distocia de partes óseas (des- proporción feto pélvica): Estrechez pélvica. Pelvis asimétrica. Tumores óseos pelvis. * También existe la opción de apli- car el fórceps de Piper para la ex- tracción de cabeza última en pre- sentación podálica. * Al momento del nacimiento ca- lificar el Apgar del bebé a los mi- nutos 1 y 5, y ofrecer reanimación si es necesaria (Apgar de buen pronóstico será mayor a 8). Por distocia de partes blandas: Malformaciones congénitas. Tumores benignos uterinos. Cáncer cervicouterino. Cirugías previas de cuerpo uteri- no (cesárea anterior, miomecto- mía). Por distocia de la contracción: Fracaso de inducción del trabajo de parto. Hemorragias, placenta previa, DPP, ruptura uterina. Indicaciones fetales Feto macrosómico. Presentación podálica. Alteraciones de situación, situa- ción transversa u oblicua. Sufrimiento fetal. Procidencia de cordón. Malformaciones fetales incompa- tibles con el parto. Feto pretérmino. Puntaje 0 1 2 Frecuencia cardíaca Nula. Baja <100 Normal >100 Esfuerzo respiratorio Nulo. Lento, irregular. Bueno con llanto. Tono muscular Flácido. Cierta flexión en miembros. Movimiento activo. Reflejos Sin respuesta. Gestos. Llantovigoroso. Color Azul o pálido. Cuerpo rosa, extremidades azules. Todo color rosa. Criterios puntuación del Apgar Indicaciones mixtas Embarazo múltiple. Preeclampsia/Eclampsia. Infecciones maternas. Cesárea postmorten. VIH positivo. Infertilidad. Técnica operatoria de cesárea La apertura de la pared abdomi- nal se realiza por incisión de Pfan- nenstiel, la cual consiste en un corte suprapúbico transverso de concavidad superior, a dos dedos por encima de la sínfisis púbica. Ofrece menor dolor postoperato- rio, menor posibilidad de dehis- cencias o hernias de pared y buen resultado estético. La histerotomía es transversal o arciforme por la técnica de Kerr. En casos de cesá- rea urgente con riesgo vital para la madre o el feto se realizará una laparotomía media infraumbilical, la cual facilitará la extracción rápi- da del feto permitiendo, además, la exploración cómoda del abdo- men superior. Luego del alum- bramiento manual se procederá a controlar cualquier sangrado que exista y a la síntesis final de pared por planos. La mejor prevención que pode- mos hacer en la atención del tra- bajo de parto es instruir y preparar a la paciente para el momento del inicio del mismo median- te charlas previas en la consulta prenatal. Enseñar a reconocer los signos y síntomas de un inicio verdadero del trabajo de parto, además de explicar el modo de respirar y pujar durante el parto. PREVENCIÓN SALVAVIDAS Bibliografía 1. Usandizaga J. El parto normal. En Tratado de Obstetricia y Gineco- logía de JA Usandizaga y P. de la Fuente editores. Ed McGraw-Hill Madrid 1997;181-223. 2. Bravo, Raúl. Mecanismo de parto en presentación de vértice y tra- bajo de parto espontáneo en ginecología y obstetricia. IMSS edito- res. México. 3a edición. 1993; pp. 133 - 153. 3. Cioffi R. Asistencia del parto normal. En Álvarez JC. Cioffi R. Prieto E. Rojas Y. Propuesta de un modelo para pautas en Obstetricia. Matu- rín. Publicación del Hospital Manuel Núñez Tovar. 1997; 8-10. 4. Murthy K, Grobman WA, Lee TA, Holl JL. Trends in induction of la- bor at early-term gestation. Am J Obstet Gynecol 2011; 204:435. 5. Goldberg AB, Mara B, Greenderg BS, Darney PD. Misoprostol and Pregnancy. N Engl J Med 2001; 344: 38-47. 6. Bishop EH. Pelvic scoring for elective induction. Obstet Gynecol 1964;24;266-268. 7. Alvarez JC. Operación cesárea. En Álvarez JC. Cioffi R. Prieto E. Ro- jas Y. Propuesta de un modelo para pautas en Obstetricia. Maturín. Publicación del Hospital Manuel Núñez Tovar. 1997; 8-10. 3534 Convulsiones durante el embarazo Juan Carlos Álvarez Capítulo 5 C O N V U LS IO N E S Las convulsiones durante el em- barazo pueden producirse duran- te el desarrollo de varias patolo- gías como: eclampsia, epilepsia, hemorragia intracerebral, trom- boembolismo arterial, lesión ocu- pante de espacio (tumor cerebral), fiebre por meningitis, consumo de drogas o trastornos metabólicos (hipoglicemia, uremia, desequili- brio hidroelectrolítico). A continuación, desarrollaremos el abordaje de las más frecuentes durante el embarazo que son la eclampsia y la epilepsia. Eclampsia Tema desarrollado en el capítulo sobre THE. Es la aparición de una o más convulsiones tónicoclóni- cas autolimitadas seguidas de un coma que no guarda relación con otras afecciones cerebrales1. Suele comenzar con rigidez corporal y aparición de movimientos faciales distorsionados repetidos con mo- vimientos giratorios y hacia arriba de los ojos, seguido de contraccio- nes generalizadas con rostro cia- nótico y relajación muscular que puede durar entre 60 segundos a 4 minutos con posterior pérdida del conocimiento (coma). Su ori- gen está asociado a la elevación de la tensión arterial durante la preeclampsia, y puede acompa- ñarse en la mitad de los casos con signos premonitorios como: Hipertensión. Cefalea intensa. Alteraciones visuales: visión borro- sa, amaurosis (ceguera transitoria), escotomas centellantes. Tinnitus o acúfenos (zumbido en los oídos). Dolor en hipocondrio derecho o epigastrio (signo de Chaussier). Náuseas y vómitos. La eclampsia puede presentarse en el último trimestre del em- barazo, antes o durante el parto, o durante el puerperio. A su vez puede causar un desprendimien- to prematuro de placenta, parto pretérmino, muerte fetal, muerte materna, o dar paso a otras com- plicaciones graves como el síndro- me de Hellp2 (hemólisis, elevación de enzimas hepáticas, plaqueto- penia), coagulación intravascular diseminada (CID), insuficiencia re- nal aguda (IRA) y edema pulmonar. Abordaje3 * Medidas inmediatas durante la convulsión: sostener a la pacien- te y ponerla en decúbito lateral izquierdo. Mantener vías aéreas permeables. Colocar protector lingual o almohadilla para evitar lesiones por mordeduras. Impedir broncoaspiración y aspirar boca y faringe. * Al detenerse la convulsión se debe tomar una vía venosa perifé- rica segura. * Administrar fármacos anticon- vulsivantes: sulfato de magnesio (SO4Mg) a dosis ataque, 6 g dilui- dos en 10 cc de solución dextrosa al 5 % VEV en 10 min, y continuar con mantenimiento de 4 gr en 1 hora, o 20 gr en 500 cc de solución dextrosa al 5 % a goteo lento de 7 gotas por minuto. * Tratamiento alternativo anti- convulsivante: Diazepam, 10 a 20 mg VEV en bolo a dosis respues- ta (cada ampolla contiene 10 mg en 2 ml), con mantenimiento de 20 mg en 500 cc de solución dex- trosa al 5 % VEV a goteo lento. El diazepam causa depresión fetal, razón por la que su uso está justifi- cado si no se cuenta con el sulfato de magnesio, además de disponer de quirófano para resolución qui- rúrgica de urgencia. * Colocación de oxígeno y sonda de Foley con bolsa recolectora. * Tomar muestras de sangre y ori- na para exámenes de laboratorio (hematología completa para de- tectar hemoconcentración, re- cuento plaquetario, creatinina y ácido úrico, transaminasas y pro- teinuria). El tratamiento definitivo de la eclampsia es la interrupción del embarazo. Sin embargo, depen- diendo de la edad gestacional y condiciones de la paciente se considerará esperar hasta la esta- bilización de la paciente (entre 6 a 8 horas), o para prolongar la gesta- ción hasta alcanzar madurez fetal, dando oportunidad para laadmi- nistración de fármacos de madu- ración pulmonar fetal sin poner en riesgo la vida de la madre. Epilepsia Es una patología del sistema ner- vioso que se caracteriza por una actividad eléctrica anormal de las neuronas en la corteza cerebral que provoca crisis repentinas con convulsiones recurrentes y pérdida del conocimiento. Después de la migraña, es el trastorno neurológi- co más frecuente en el embarazo. Puede ocasionar complicaciones como sufrimiento fetal, hipoxia/ acidosis fetal y materna, hemorra- gias anteparto, abortos o restric- ción del crecimiento intrauterino4. Las epilepsias se clasifican en par- ciales y generalizadas, siendo es- tas últimas las que se manifiestan con convulsiones. El tratamiento clásico incluye áci- do valproico, fenobarbital, carba- mazepina, fenotoina y clorazepam. Todos estos fármacos son teratogé- nicos pudiendo llegar a causar es- pina bífida, paladar hendido, labio leporino, hipospadias, polidactilia, malformación cardíaca o autismo. A pesar de esto, se recomienda su uso durante el embarazo uti- lizando la monoterapia de mejor tolerancia para la paciente a dosis mínima necesaria que evite el sur- gimiento de la crisis convulsiva. La carbamazepina se ha considerado relativamente segura durante el embarazo a dosis menores de 400 mg por día con una incidencia de malformaciones que no llegan al 2 %5. En caso de que la gestante llegue en estado convulsivo se su- giere tratar con benzodiacepinas como el diazepam en bolo VEV de 10 mg para luego continuar con sulfato de magnesio. Para evitar una intoxicación por sul- fato de magnesio se debe monito- rear en la paciente durante cada hora la frecuencia respiratoria y car- díaca, reflejo patelar y diuresis. Tam-
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