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RESUMEN DEL LIBRO ÉTICA PARA AMADOR

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RESUMEN DEL LIBRO ÉTICA PARA AMADOR
1. INTRODUCCIÓN
“Como la mayor parte de lo que voy a decirte tiene mucho que ver precisamente
con la libertad, es más propio para ser leído que para ser escuchado en sermón”.
Cada quien debe mantenerse en su lugar y respetar su rol: padres como padres,
hijos como hijos, adultos como adultos, jóvenes como jóvenes, profesores como
tales y asi sucesivamente, tratando a cada quien como se merece, <<soy de la
opinión, que no se si compartirás, de que cuando se trata a alguien como si fuese
idiota es muy probable que si no lo es llegue pronto a serlo…>>
Por otro lado está la confianza, pero no en alguien o algo más, alguien o algo
externo, sino tener confianza en TI MISMO(A), en la inteligencia que posees que
te permitirá ser mejor de lo que ya eres y en el instinto de tu amor que en el
momento adecuado te dará buena compañía….
…Definitivamente es un intercambio de juventud intacta por parte de los lectores
(jóvenes a quienes está dirigido el libro) por experiencias vividas del autor.
2. PRIMERA LECCIÓN
¿De qué va la ética?
Todo depende de ti, de tu voluntad, puedes decir <<si>> o <<no>>, eres libre para
elegir lo que quieras, sea bueno o malo, es decir, eres libre de elegir el modo en
que quieres vivir, aunque ten presente algo: << hay modos que no dejan vivir>>.
Puedes elegir vivir sabiendo cosas y aprendiéndolas (lo cual te facilitará la
existencia), o si quieres puedes vivir no sabiendo nada como leer y escribir
(aunque la vida así es menos buena), pero definitivamente hay cosas básicas que
se deben saber, cómo que tirarte del último piso de un edificio no terminará en
nada bueno, o que comer todos los fines de semana comida chatarra le hará algún
daño a tu salud. Además debemos cuidarnos de los excesos en nuestra vida como
que el fuego nos calienta, pero en exceso quema; que el agua nos quita la sed,
pero en exceso nos podemos ahogar en ella; que ingerir drogas y/o medicinas nos
ayudan a contrarrestar enfermedades, pero en exceso son adictivas; que al decir
una mentira podemos sacar una ventaja, pero que decir muchas mentiras rompen
la confianza con el otro y dañan las relaciones sociales, y asi sucesivamente.
3. SEGUNDA LECCIÓN
Órdenes, costumbres y caprichos.
Si bien somos libres porque no nos queda otro remedio más que serlo, nuestra
libertad está condicionada al medio que nos rodea, debido a que hay cosas que no
podemos elegir (una tormenta, el día en que nacimos, nuestros padres, etc.)
simplemente se nos imponen a nuestro querer o voluntad.
Pero las cosas que si podemos elegir a veces las elegimos sólo porque no nos
queda otra opción- elegimos aunque quisiéramos no tener que elegir-, o porque
preferimos esto en vez de aquello. Y a veces lo elegido lo termínanos haciendo
por inercia, sin darle tanta atención, por ser rutina, por ser costumbre. Por ejemplo:
<< ¿Me levanto o no? ¿Me baño o no me baño? ¿Desayuno o no lo hago? ¿Voy
al colegio o no voy?>>. A estas cuestiones no te dedicas una o más horas,
simplemente las haces y ya, como si estuvieran programadas en tu cerebro.
(Aunque hay algunos flojos que deciden no hacer nada, pero supongo que tu no lo
eres y que si haces algo). Pero ¿por qué lo haces en realidad? La respuesta es
sencilla: por motivos, o sea, la razón que crees tener para hacer algo o la
explicación más razonable para justificar tu comportamiento. Hay tres tipos de
motivos: Órdenes, costumbres y caprichos.
Las órdenes no son más que lo que nos mandan, que se supone que es para
protegernos, mejorar y por nuestro bien, y en su mayoría terminamos haciendo,
además, casi siempre obtenemos alguna recompensa. Las costumbres como ya
las había mencionado son actos rutinarios que terminamos haciendo, por
comodidad, a veces por inercia. Y finalmente hay otro tipo de cosas que las
hacemos aparentemente por falta de un motivo, es decir, las hacemos porque nos
da ganas, en otras palabras por caprichos.
Las ordenes y costumbres tienen una similitud y es que parecen venir de afuera,
por imposición; en cambio los caprichos parecen venir de dentro,
espontáneamente y por querer propio.
4. TERCERA LECCIÓN
Haz lo que quieras.
En estos momentos y a estas alturas del libro sería bueno empezar a
cuestionarnos no una, sino dos veces por qué hacemos lo que hacemos.
Como ya había dicho antes somos libres para decidir lo que queramos, que en
efecto será lo que nos convenga. Déjame y te explico un poco más a fondo: Si
piensas por primera vez el motivo de tu acción la respuesta podría ser: porque me
lo mandan, porque se me hace costumbre o porque quiero hacerlo y ya. Si te lo
preguntas por segunda vez, la situación cambia: 
A. Si es por una orden, entonces ¿Por qué obedezco a quien me manda? ¿Por
miedo a que me regañen? ¿Por ganar un premio o tener una recompensa?
¿Entonces estoy sometido a quien me manda? ¿Sabrá entonces él más que
yo? ¿Y deberé yo prepararme más para decidir por mí mismo?, pero ¿y si
entonces me ordenan algo que no es conveniente? Hay órdenes que son
malas e inconvenientes, y hay cosas que aunque no me las manden pueden
ser buenas y convenientes.
B. Si es por costumbre, entonces ¿voy a hacer siempre lo que suelo hacer?
¿Por qué los demás lo hagan yo también lo haré, aunque eso no sea bueno?
¿le seguiré haciendo bullying a un compañero “x” porque lo suelo hacer? O
porque mis demás compañeros de curso se lo hacen a él o ella y para no
desentonar ¿entraré en el juego? ¿seguiré pidiendo prestado dinero sin
devolverlo porque llevo años haciendo eso? NO, no se deben seguir con
aquellas costumbres que nos resultan inconvenientes, que son en realidad
inmorales.
C. Si es por capricho, el resultado es parecido en el sentido de que a veces me
dan ganas de hacer cosas, pero estas se vuelven contra mí de inmediato. A
veces los caprichos son admisibles en aspectos sencillas, pero en los
momentos serios definitivamente los caprichos por el hecho de serlo no son
aconsejables, por eso hay que saber decidir cuándo hacer algo por capricho,
si este me resultará conveniente o todo lo contrario. O ¿crees que llegarás a
viejito si te empeñas todos los días en cruzar el semáforo cuando está en
rojo? Puede que los primeros días resulte divertido y emocionante, pero
luego no, será peligroso, arriesgado.
¿Te confundiste un poco? Es que no basta con órdenes, costumbres o caprichos
para orientarnos en la ética, en realidad lo que debes hacer es reflexionar un poco
más a fondo en la situación que te debes desenvolver, debes hacer lo que
quieras. 
5. CUARTA LECCIÓN
Date la buena vida.
“No se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien”. Deja de vivir por medio de
órdenes, costumbres o caprichos, es tiempo de vivir por nuestra propia voluntad y
del modo en que lo consideremos mejor. En vez de preguntarle a alguien más
cómo vivir, pregúntatelo a ti mismo y encuentra por tu cuenta el mejor camino para
ello, así podrás saber cómo emplear mejor esa libertad tan anhelada que todos
tenemos. Debes plantearte las cosas desde ti mismo, desde tu interior.
Si decides hacer esto en vez de aquello, lo harás porque es lo que quieres (no
capricho), sino que lo haces porque eres libre y eso está bien.
Entonces este asunto de <<haz lo que quieras>> no es más que un incentivo a
que te tomes tu libertad en serio (no libertinaje que sería hacer lo primero que se
te viene en gana), te doy un ejemplo: Somos jóvenes y ya estamos en capacidad
de ayudar con los quehaceres de la casa, a veces simplemente no nos da la gana
de hacerlos, otras veces nuestra mamá o alguien más nos manda a que lo
hagamos, pero creo que hay un momento en el que te nace hacerlo (quieres
hacerlo). Puede que en un primer momento la razón sea por ayudar a mi mamá,
porque está ajetreada, porque tendré la satisfacción de haberlo hecho yo mismo,
porque me premiarán, porque así no tendré que escuchar su sermón, etc., pero si
telo preguntas por segunda vez encontrarás un buen motivo y que lo quieres
hacer y listo, porque eres libre para elegir y eliges hacerlos. 
Es importantísimo ser capaz de poder establecer prioridades en nuestra vida y de
poder asignar cierta jerarquía entre lo que te tengo ganas a corto plazo, y lo que
de verdad quiero en un futuro, así podremos tener una buena vida humana,
buscando racionalmente la mejor forma de vivir, que es lo que en pocas palabras
estudia la ética.
6. QUINTA LECCIÓN
¡Despierta, baby!
Puede que quieras llevar una buena vida que no es más que dar la buena vida –a
otro-, pero no puedes conseguir tu objetivo a costa de los demás tratándolos como
objetos, como si solo tuvieran una función o como si solo sirvieran para algo
específico, como por ejemplo un espejo: sirve para ver nuestro reflejo y más nada,
esto es simple. Las personas no, no es fácil comprender la función o el rol de
humanidad precisamente porque está conformada por personas y no por cosas.
¡Despiértate! Que por esta razón no podemos tratar como mercancía, cosas,
objetos a los otros ya que de la misma forma seremos tratados. Si una persona
rica económicamente sólo le importa obtener y obtener más dinero, y trata a toda
la gente que le rodea como cosas, pues a estas personas no les importará nada
de aquella otra persona, excepto su dinero. El dinero sirve para muchas cosas,
pero <<el dinero no compra la felicidad>>. Gracias a él podrás tener demasiadas
cosas y beneficios, pero no tendrás lo verdaderamente importante, lo que a una
persona la hace tal: Las relaciones humanas, afecto, respeto, amor libre que
se pueda recibir de las demás personas, nadie puede elegir, ni ser libre por ti.
Volvemos al inicio –a la introducción-, a cada quien el trato correspondiente. A las
cosas se les trata como tales y a las personas como personas.
No digo que sea malo querer tener buenas cosas, y tener una buena calidad de
vida, pero como dije en la anterior lección hay que establecer prioridades y
también límites en nuestra vida. Alcanzando nuestro objetivos sin dañar al otro.
Además al “vivir bien” satisfacemos nuestras necesidades externas e internas, no
las de los demás. Vive humanamente.
.
7. SEXTA LECCIÓN
Aparece Pepito Grillo.
“¡Mantente alerta! ¡En guardia! ¡La imbecilidad acecha y no perdona!” para poder
tener la buena vida que tanto queremos la única obligación que tenemos que
asumir es la de no ser imbéciles, pero no el tipo de tonto que quizá no entienda
alguna ciencia, hay que cuidarnos es de no ser imbéciles morales ya que al
serlo te convertirás en una persona que necesitará siempre apoyarse en cosas
exteriores, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propia.
Este tipo de personas suelen fastidiarse a sí mismos y por ello no logran vivir la
buena vida. Lastimosamente todos en algún momento de nuestra existencia
tenemos síntomas de imbecilidad y para contrarrestar esto debemos tener
conciencia, pero no cualquiera, sino una conciencia de trato humano. Me explico:
si desde pequeño tratas a un niño como bestia, sin modales, sin educación, ese
niño crecerá y se desarrollará como tal, como una bestia, será una persona
cerrada al dialogo, quizá se vuelva asocial y otras cosas más. Teniendo esto del
trato humano algo claro el resto solo depende de la atención y esfuerzo que tú le
des. Si somos conscientes sabremos que:
 No todo da igual si queremos vivir humanamente bien.
 Si lo que hacemos corresponde a lo que realmente queremos o no.
 Algunas cosas nos debe dar repugnancia al ir desarrollando el buen gusto
moral. (Como mentir)
 Debemos dejarnos de excusas para “disimular” nuestra libertad y responder
razonablemente por las consecuencias de nuestros actos.
Y sí que me quedo con esta última porque hay cosas en la vida que no dependen
de nosotros como el nacer con algún problema ocular, pero hay otras que si
podemos elegir –porque somos libres- como el usar o no gafas medicadas para
mejorar la visión, y el elegir una cosa u otra traerá su consecuencia respectiva,
entonces…¿por qué no ser responsables de tus actos si son malos y sí, si son
buenos?.
8. SEPTIMA LECCIÓN
Ponte en su lugar.
Recalco algo muy importante: Vivir humanamente es sin duda trascurrir en
compañía de humanos, hablando con ellos, pactando y mintiendo, siendo
respetado o traicionado, amando, haciendo proyectos y recordando el pasado,
desafiándose, organizando juntos las cosas comunes, jugando, intercambiando
símbolos, conocimientos, etcétera. Las personas se complementan unas con
otras, son imprescindibles y eso es lo que te hace humano, es como la función
que tiene la mandíbula inferior con la superior. No importa si aquella otra persona
es tildado(a) como mentiroso, ladrón, adultero, asesino ya que al ser tan humanos
como yo debo tratarles como tal. Me explico con lo siguiente:
 <<Quien roba, miente, traiciona, viola, mata o abusa de cualquier modo de
uno no por ello deja de ser humano. Aquí el lenguaje es engañoso, porque
al acuñar el título de infamia (<<ése es un ladrón>>, <<aquella una
mentirosa>>, <<tal otro un criminal>>) nos hace olvidar un poco que se
trata siempre de seres humanos que, sin dejar de serlo, se comportan de
manera poco recomendable. Y quien <<ha llegado>> a ser algo detestable
como sigue siendo humano aun puede volver a transformarse de nuevo en
lo más conveniente para nosotros, lo más imprescindible…>>
 <<una de las características principales de todos los seres humanos es
nuestra capacidad de imitación. La mayor parte de nuestro comportamiento
y de nuestros gustos la copiamos de los demás. Por eso somos tan
educable y vamos aprendiendo sin cesar los logros que conquistaron otras
personas en tiempos pasados. En todo lo que llamamos <<civilización>>,
<<cultura>>, etc., hay un poco de invención y muchísimo de imitación. Si no
fuésemos tan copiones, constantemente cada hombre debería empezarlo
todo desde cero. Por eso es tan importante el ejemplo que damos a
nuestros semejantes sociales: es casi seguro que en la mayoría de los
casos nos trataran tal como se vean tratados>>
Es por esto lo anterior que resumo en lo siguiente: Para tratar a las personas
como personas debes ponerse en su lugar y ver la situación des su punto de vista,
todos somos iguales, independientemente de sexo, cultura, ideas, religión, etc.,
así como los Derechos Humanos, ¿Cierto?
Pd: Ser capaz de ponerte en el lugar del otro no significa que siempre debas dale
la razón de lo que hace o dice, ni que debas comportarte como como si fueran
idénticos.
9. OCTAVA LECCIÓN
Tanto gusto.
Como ya te pudiste haber dado cuenta hace rato este libro trata sobre la buena
vida humana y como la ética nos ayudará a llevarla, pues ahora tocaremos un
tema aparte, pero no distante: El sexo. 
Cuando la mayoría de las personas habla sobre <<moral>> o <<inmoralidad>>, el
80% de las personas (si no es mas) suele imaginarse que se trata de algo
referente al sexo, pero no es así porque la moral no se interesa por lo que cada
quien hace con sus partes íntimas. No hay nada de malo en que dos personas
disfruten de lo que hagan y más si no daña a ninguno de los dos. Lo que si está
mal es que alguien piense que disfrutar es malo, es decir, somos y tenemos un
cuerpo, sin su satisfacción y bienestar no hay vida buena que valga. Y
definitivamente si está mal es quien se avergüenza de las capacidades gozosas
de su cuerpo, así como quien se arrepiente de haberse aprendido las tablas de
multiplicar.
Esa satisfacción y bienestar no es más que placer, el placer del cuerpo.
Lastimosamente muchas son las veces en las que el placer nos distrae más de la
cuenta, cosa que pude resultarnos fatal. Por eso los placeres se han visto siempre
(desde añares) acosados por tabúes y restricciones. Se trata de precauciones
sociales para que nadie se distraiga demasiadodel peligro de vivir. Pero hay otro
tipo de en donde lo placentero no va a ser lo que tengas (helado, celular, ropa,
etc.), sino lo bien que tu sepas disfrutar con lo que te rodea.
El buen uso de los placeres no permite que uno te quite la posibilidad de otros y
que ninguno te oculte por completo el contexto de la vida. Cuando haces buen uso
de los placeres, enriqueces tu vida, esta te gusta cada vez más; cuando abusas
de los placeres, tu vida se empobrece, te deja de importar y es ese placer en
particular el que toma su lugar. En resumen, el placer ya no sería un ingrediente
agradable de la vida, sino un refugio para escapar y esconderte de ella.
10.NOVENA LECCIÓN
Elecciones generales.
Por ultimo pero no menos importante entra en juego la política como buena
partidaria de una sociedad demócrata. Lo que nos recomienda Fernando es que
desde un principio confiemos poco en ellos, para que más tarde no tengamos que
aprender a desconfiar tanto de ellos. Pero si te preguntas por qué mezclar política
con un libro sobre ética, es porque ellas dos se relacionan en tratar de vivir bien,
aunque claro también tienen diferencias. Te lo explico en la siguiente tabla:
Ética Política
Semejanzas
Arte de elegir lo que
más nos conviene y
vivir lo mejor
posible.
Organiza lo mejor posible la
convivencia social, de modo que cada
cual pueda elegir lo que le conviene.
Cualquiera que tenga la preocupación ética de vivir bien no
puede desentenderse olímpicamente de la política.
Diferencias.
Se ocupa de lo que
uno mismo hace
con su libertad.
Intenta coordinar de la manera más
provechosa para el conjunto lo que
muchos hacen con sus libertades.
Lo importante es
querer bien, porque
se trata de lo que
cada quien hace
porque quiere.
Lo que importa son los resultados de
las acciones, se haga, por lo que se
haga, y el político intentará presionar
con los medios a su alcance (fuerza si
es necesario) para obtener cierto
resultados y no otros.
La ética no puede esperar a la política.
Termino con esto: Cada ser humano puede exigir que se le trate sin distinciones,
es decir ser, ser tratado con dignidad, que no es más que el valor, la valía con la
que puedes tratar a una persona. Además toda persona que quiera vivir bien no
puede dejar de tener ciertas exigencias políticas.
CONCLUSIONES
Si no te conoces a ti mismo al mundo que te rodea no sabrás elegir lo que
verdaderamente te conviene. Es como si no conocieras las propiedades de un
computador, no podrías usarla convenientemente y podrías caer con facilidad,
en errores, abusos e impertinencias.
Es mejor no actuar por motivos de órdenes, costumbres o caprichos sin antes
no hacer un profunda reflexión sobre ellos y sobre si nos son convenientes o
inconvenientes.
El “hacer lo que quieras” no significa actuar impulsivamente, ni dejarte
conducir por un pastor como si fueras una fiel ovejita, significa aprender a
decidir por ti mismo.
La ética es el intento racional de saber vivir una verdadera vida humana, en la
que reconozcas a tu prójimo la misma dignidad y derechos que tu disfrutas y
estés consciente que solamente en contacto con los demás podrás alcanzar tu
pleno desarrollo humano. Además de disfrutar a plenitud la dimensión afectiva,
intelectual, espiritual, etc., de cada quien.
Es mejor vivir rodeado de agradecimiento, afecto, amistad y amor sincero que
vivir rodeado de odio, temor, ambición, etc.
Estamos conscientes de lo que somos y por ende debemos actuar de acuerdo
con ello, con lo que queremos, sino experimentaremos un gran descontento
por haber actuado en contrariedad con lo que verdaderamente somos y/o
queremos.
En esta realidad que nos tocó compartir, nuestra libertad es una fuerza
transformadora que puede ser usada por los imbéciles morales para tratar a
los seres humanos como cosas, o bien por los buenos humanos para buscar
la alegría de todo sus semejantes.
El uso del placer debe hacerse dentro del marco de la compasión, hay que
saber evitar caer en el abuso del placer, no hay que temerle, sino al dolor que
produce la falta de compasión de una persona a otra. Y no hacer uso de
placeres que atenten contra la vida.
La ética sirve para intentar mejorarse asi mismo. La política sirve para
organizar lo mejor posible la convivencia social.
	1. INTRODUCCIÓN
	“¡Mantente alerta! ¡En guardia! ¡La imbecilidad acecha y no perdona!” para poder tener la buena vida que tanto queremos la única obligación que tenemos que asumir es la de no ser imbéciles, pero no el tipo de tonto que quizá no entienda alguna ciencia, hay que cuidarnos es de no ser imbéciles morales ya que al serlo te convertirás en una persona que necesitará siempre apoyarse en cosas exteriores, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propia. Este tipo de personas suelen fastidiarse a sí mismos y por ello no logran vivir la buena vida. Lastimosamente todos en algún momento de nuestra existencia tenemos síntomas de imbecilidad y para contrarrestar esto debemos tener conciencia, pero no cualquiera, sino una conciencia de trato humano. Me explico: si desde pequeño tratas a un niño como bestia, sin modales, sin educación, ese niño crecerá y se desarrollará como tal, como una bestia, será una persona cerrada al dialogo, quizá se vuelva asocial y otras cosas más. Teniendo esto del trato humano algo claro el resto solo depende de la atención y esfuerzo que tú le des. Si somos conscientes sabremos que:
	Termino con esto: Cada ser humano puede exigir que se le trate sin distinciones, es decir ser, ser tratado con dignidad, que no es más que el valor, la valía con la que puedes tratar a una persona. Además toda persona que quiera vivir bien no puede dejar de tener ciertas exigencias políticas.
	CONCLUSIONES

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