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Resumen del libro FAMILIAS Y TERAPIA FAMILIAR

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Resumen del libro FAMILIAS Y TERAPIA FAMILIAR
Autor. Minuchin, S.
Minuchin nos muestra en este libro como el síntoma en la terapia estructural
no se pone en la persona sino que se coloca en la familia como sistema. La
terapia estructural es un cuerpo de teoría que estudia al individuo en su
contexto social, basándose en la existencia de las características
organizacionales del sistema y la posibilidad de transformar esa estructura.
Explica que “cuando se trasforma la estructura del grupo familiar, se
modifican consecuentemente las posiciones de los miembros en ese grupo.
Como resultado de ello, se modifican las experiencias de cada individuo.”
Hace énfasis en que el hombre está influenciado por el sistema social en el
cual convive y que por lo tanto no se le puede entender fuera de este y aún
más que no se le puede entender sin su contexto. La salud mental en su
enfoque tradicional ha concebido el problema de la salud mental desde un
enfoque basado en lo intrapersonal y lo personal pero la terapia estructural
viene a proponer en su momento una novedosa visión de intervención basada
en la familia. Se había puesto una barrera entre el sujeto y su contexto el cual
vino a eliminar la terapia sistémica de familia incluyendo a la persona en su
medio social.
En esta terapia el psicólogo no basa sus visiones en la personalidad del sujeto
sino que lo concibe como perteneciente a un contexto social en el cual
interactúa y responde. La noción de localización del síntoma es más amplia y
al igual su intervención.
Minuchin explica como el contexto influye directamente sobre los procesos
internos de la mente por medio de diferentes referencias a autores e
investigaciones que dan ejemplos claros de como las circunstancias influencia
en gran medida al sujeto y de cómo el sujeto influencia a la circunstancia. La
interdependencia entre el “adentro y el afuera” del sujeto queda demostrada
en los ejemplos que propone. 
La terapia estructural hace énfasis en tres axiomas o supuestos distintos a los
de la basada en lo intrapersonal. El primero es, la vida psíquica del sujeto no
es solo un proceso interno si no también externo. El segundo, los cambios a
una estructura familiar contribuyen a la producción de cambios en la conducta
y pensamientos de los miembros. Y tercero, la conducta de un miembro de la
familia o con su sistema familiar su comportamiento se incluye en ese
sistema. 
En la terapia se realiza intervenciones ecológicas, es decir que tiene en cuenta
el contexto como influencia directa sobre la conducta de las personas. El
contexto modifica los comportamientos de los sujetos y los sujetos afectan con
su comportamiento. Al cambiar la relación entre una persona y su sistema
familiar se transforma consecuentemente su experiencia subjetiva. Esta nueva
experiencia subjetiva crea un nuevo sentido para sus miembros.
Esta teoría concibe al sujeto en su dimensión histórica más sus condiciones
actuales pero se centra en el presente, en la modificación de las estructuras
familiares actuales para modificar su conducta que se supone se da como
resultado de su self y sus circunstancias, su sistema familiar y social. Las
actuaciones o interacciones del sujeto con su contexto modifican sus
experiencias subjetivas, como también las califican y apoyan.
El objetivo de la terapia de enfoque estructural consiste en cambiar la
estructura presente en el sistema basándose en algunas de las propiedades de
los sistemas. Se basa en el presente de las estructuras para modificarlas por
medio de la intervención del terapeuta. Al modificar la posición de los
miembros del sistema cambia sus experiencias subjetivas. 
El terapeuta confía en las los siguientes principios universales de los sistemas
familiares: “Una transformación de su estructura permitirá al menos alguna
posibilidad de cambio. El sistema familiar está organizado sobre la base del
apoyo, regulación, alimentación y socialización de sus miembros. El sistema
tiene propiedades de autoperpetuación (Retroalimentación Negativa). Por lo
tanto, los procesos de cambio iniciados se mantendrán incluso en ausencia del
terapeuta o estimulo que los provoca, por los mecanismos de autorregulación
del sistema”. 
Las familias son sistemas que funcionan de forma eficaz en diferentes
culturas. En todas las culturas las familias atraviesan por crisis normales del
ciclo vital. Las dificultades en las familias trascienden las culturas y se
presentan siempre. Por tanto, los principios de la terapia estructural se pueden
aplicar independientemente de las culturas ya que todas las familias son
sistemas similares en sus estructuras como a su vez diversos y únicos. 
Minuchin, trabaja en este libro dos casos de terapia con dos familias distintas.
El primer caso que presenta es el de una familia que presenta crisis por el
nacimiento de un primer hijo y el cambio de roles a padres afecta a la pareja.
El segundo caso muestra a una familia de un Kibutzi israelí en el cual la
adaptación de la pareja masculina al Kibutzi de su compañera crea bastantes
dificultades en la adaptación de ambos a su nueva vida. En ambos casos
Minuchin aparte de descubrir cómo se dan los problemas de adaptación a
nuevos roles devela también como las familias extensas de los consultantes
influyen por ser parte de su estructura sino también por las expectativas de lo
que espera una pareja de la otra. Utiliza estos dos casos para ilustrar toda su
teoría de la terapia estructural develando que fue sucediendo en la terapia en
cada caso.
Para Minuchin, las funciones de la familias sirven a dos objetivos: Uno
interno (básicamente la protección psicosocial de sus miembros), y otro
externo (la acomodación a una cultura y su transmisión).Dentro de un marco
cultural determinado, la familia imprime a sus miembros un sentimiento de
identidad independiente. En los procesos precoces de socialización, las
familias moldean el comportamiento del niño y fomentan su sentido de
pertenencia al sistema. El sentido de separación y de individuación, se logra a
través de la participación de sus miembros en diferentes subsistemas
familiares, así como a través de la participación en sistemas extrafamiliares.
La familia funciona estructuralmente como un sistema. Un esquema basado
en la concepción de la familia como un sistema que opera dentro de contextos
sociales específicos, tiene tres componentes: 1. La estructura de la familia es
la de un sistema socio-cultural abierto en proceso de transformación. 2. La
familia muestra un desarrollo desplazándose a través de un cierto número de
etapas vitales que exigen su reestructuración. 3. La familia tiende a adaptarse a
las circunstancias cambiantes de tal modo que mantenga una continuidad y
fomente el crecimiento personal de cada miembro.
Una familia es un sistema que opera a través de pautas transaccionales que se
dan entre sus miembros. Las transacciones repetitivas establecen pautas
acerca de qué manera, cuándo y con quién relacionarse, y estas pautas ayudan
a mantener el sistema. Por lo regular se encuentran subsistemas en el sistema
familiar en los cuales se encuentran determinadas formas de relacionarse.
En las familias se dan patrones transaccionales que son mantenidos en el
tiempo y parece ser que son reglas universales que gobiernan la organización
familiar (Jerarquía, Poder, Limites y Complementariedad de las funciones). Y
de las expectativas mutuas de los diversos miembros de la familia, el origen de
dichas expectativas se encuentra en las negociaciones implícitas y explícitas
realizadas por los miembros desde el inicio de su relación.
De este modo el sistema se mantiene a sí mismo como organismo vivo que se
autorregula. Ofrece resistencias al cambio más allá de cierto nivel y conserva
las pautas transaccionales preferidas durante tantotiempo como le es posible.
También en el interior del sistema existen pautas alternativas. Cuando existen
situaciones de desequilibrio del sistema, es habitual que los miembros
consideren que otros miembros no cumplen con sus obligaciones, apareciendo
entonces requerimientos a la lealtad familiar y maniobras de inducción de
culpabilidad. Todo siempre en busca de la homeostasis del sistema.
Los sistemas familiares se distinguen a la hora de desempeñar sus funciones a
través de subsistemas. Cada individuo puede pertenecer a diferentes
subsistemas en los que posee diferentes niveles de poder y en los que puede
aprender habilidades diferenciadas. Los límites en un subsistema están
constituidos por las reglas que definen quienes participan y de qué manera.
Para el adecuado funcionamiento familiar, los límites de los subsistemas
deben estar bien definidos. Deben estar fijados con suficiente precisión como
para permitir a sus miembros tanto su propio crecimiento personal como el
desarrollo de sus funciones sin interferencias, y a la vez permitir el contacto
entre ellos.
Los límites son considerados dentro de una escala cuyos polos serían las
familias desligadas (cuyos límites son inadecuadamente rígidos), y las familias
aglutinadas (cuyos límites son inadecuadamente difusos). En las familias o
subsistemas aglutinados el exaltado sentido de pertenencia de sus miembros
les exige un importante abandono de su autonomía personal. Los miembros de
subsistemas o familias desligadas por contra, pueden funcionar en forma
autónoma, pero poseen un desproporcionado sentido de independencia y
carecen de sentimientos de lealtad y pertenencia, así como de la capacidad de
interdependencia y de requerir ayuda cuando la necesitan.
En los sistemas familiares se encuentran diferentes subsistemas familiares. Por
ejemplo, el subsistema conyugal se constituye cuando dos adultos se unen
con la intención expresa de constituir una familia. La pareja debe desarrollar
pautas de complementariedad que permitan a cada uno ceder sin sentirse
vencido, y aceptación de la mutua interdependencia. Pero la pareja también
puede estimularse mutuamente los rasgos negativos: descalificando a la
pareja, estableciendo pautas de tipo dependiente-protector, victima-verdugo
etc.
Cuando nace el primer hijo se alcanza un nuevo nivel familiar: el subsistema
parental. Se debe, entonces, trazar un límite que permita el acceso del niño a
ambos cónyuges y al mismo tiempo, que lo excluya de las relaciones
conyugales. A medida que el niño crece, sus requerimientos para el desarrollo
de la autonomía y de la orientación, imponen demandas al subsistema parental
que debe modificarse para satisfacerlas.
La autoridad incuestionada que caracterizó en algún momento al modelo
patriarcal ha desaparecido y fue reemplazada por el concepto de una autoridad
flexible y racional. En este sentido, se espera de los padres que comprendan
las necesidades del desarrollo de sus hijos, y que expliquen las reglas que
imponen. Siempre, el funcionamiento adaptativo de la familia requiere que
padres e hijos acepten el hecho, de que el uso diferenciado de autoridad es una
característica necesaria del subsistema parental. La tarea básica del terapeuta,
consistirá pues, en asistir a los subsistemas para que negocien y se acomoden
mutuamente.
En el subsistema fraterno los niños aprenden a negociar, cooperar, competir.
Aprenden a lograr amigos y aliados, a salvar la apariencia cuando ceden, y a
lograr reconocimiento por sus habilidades. La significación del subsistema
fraterno se hace evidente en caso de su ausencia. Los niños sin hermanos
desarrollan pautas precoces de acomodación al mundo adulto, que pueden
manifestarse en un desarrollo precoz, además pueden mostrar dificultades para
el desarrollo de la autonomía, y de la capacidad de compartir, cooperar o
competir.
La familia se encuentra sometida a presiones internas originadas por la
evolución de sus miembros y subsistemas, y a la presión externa originada por
los requerimientos de acomodación de los sistemas socio-culturales
significativos. La respuesta a estas presiones exige una transformación
constante de la posición de los miembros en sus relaciones mutuas, para que
puedan crecer mientras el sistema familiar mantiene su continuidad.
En las familias corrientes, el terapeuta confía en la motivación de la propia
familia como el camino para la transformación. En las familias patológicas, el
terapeuta debe convertirse en actor del drama familiar, incorporándose a las
coaliciones existentes para modificar el sistema.
En la familia se presentan fuentes que estresan el sistema. El contacto de un
miembro o de toda la familia con fuerzas extra-familiares como algún
miembro la familia extensa cuando se entrometen causa problemas. En este
caso, los objetivos terapéuticos se dirigirán a la interacción de ese miembro
con el agente que lo afectó, si la familia hubiera realizado cambios adaptativos
para ayudarle, o dirigirse al propio sistema familiar si no ha realizado los
cambios necesarios.
En los movimientos por el ciclo vital de la familia los problemas de transición
pueden originarse por la evolución de los miembros y por cambios en la
composición del sistema. Uno de los desencadenantes más habituales es el
comienzo de la adolescencia de los hijos/as. En este caso, el objetivo será la
renegociación de las relaciones padres/hijos y una mayor autonomía respecto
al subsistema fraterno. También la disminución o incremento de un miembro
en la familia produce stress y necesidad de renegociación en el sistema.
Referente a la idiosincrasia de la familia.
Se puede decir que el esquema conceptual de una familia normal presenta tres
facetas: 1. se transforma y se adapta, reestructurándose. 2. posee una
estructura solo observable en movimiento 3. Se adapta al stress de modo que
mantiene la continuidad.
El enfoque estructural de las familias plantea que una familia no se reduce a
los aspectos biopsicodinamicos individuales de sus miembros. Las pautas
transaccionales son la que regulan la conducta de los miembros. El terapeuta
mapea el campo transaccional de relaciones familiares para crear un
diagnóstico estructural. En el desarrollo de la terapia plantea límites flexibles
y va descubriendo pautas transaccionales. Va realizando pruebas para verificar
sus mapas e hipótesis. Observa cómo se organiza la familia ante su presencia
como terapeuta.
En la terapia familiar el cambio se busca en el aquí y en el ahora del proceso
de interrelación familiar reestructurando sus vínculos. Si se dan en la terapia
respuestas espontaneas estás deberán permitirse ya que serán como señales de
como se está organizando el sistema y si no serán solo pruebas espontaneas.
En muchos casos se encuentran estructuras disfuncionales en la familia las
cuales habrá que buscar, detectar para luego en la terapia plantearse como
reestructurar. Si al final el terapeuta logra convertirse en observador y
comprobar el efecto de las indagaciones se habrá conseguido un diagnóstico.
La labor del terapeuta es ahora probar con indagaciones sus hipótesis. Si la
familia acepta sus hipótesis ya hay un gran paso pero puede suceder dos cosas:
1. Que las acepte sin dificultad lo cual generará crecimiento pero no cambio.
2. Que las acepte como algo novedoso y esa sola intervención de indagación
ya se vuelve algo terapéutico y reestructuraste de las transacciones familiares
con lo cual la homeostasis del sistema se verá afectada y se abrirá paso al
cambio.
 En los procesos de intervención para determinar las estructuras de las familias
se debe incluir siempre y cuando esté presente a la familia extensa. La familia
extensa es parte de las familias en muchos casos y no siempre son influencias
tóxicas para los sistemas familiares padre-madre-hijos. Losintegrantes de la
familia extensa participan activamente en el sistema familiar por lo cual se
deben convocar y/o tener en cuenta en las estructuras y en la intervención
propiamente dicha. Así el terapeuta puede jugar con diferentes estrategias para
modificar estructuras disfuncionales incluyéndose el mismo dentro del sistema
a manera de ejemplo para lograr sus objetivos. 
En diversas ocasiones la familia se encuentra en situaciones transicionales en
las cuales se modifica su estructura y pasan al principio por crisis ya que
cambian los roles y lo miembros no se adaptan por lo cual se empiezan a crear
conflictos. Por ejemplo a veces en la familia de da una perdida temporaria.
Tras la partida de miembro de la familia los miembros que quedan solos y
deben reorganizarse de manera transitoria en sus roles mientras el miembro
vuelve, una vez regrese se debe volver a los roles anteriores. 
Otro ejemplo es el divorcio ya que crea un vacío en el sistema familiar
inicialmente el cual afecta la estructura del sistema llevándolo a crisis pero la
cual se supera con la reestructuración de nuevos roles, regla y límites en la
dinámica familiar. Dentro del divorcio se presenta en ocasiones problemas de
límite ligados a la negociación de stress, ejemplo de ello son situaciones de
divorcio donde el hijo es utilizado para atacarse entre la pareja (tríada rígida).
En estos casos se puede utilizar tácticas como incrementar la fortaleza del
límite al subsistema conyugal, así como otras técnicas. En los casos de tríadas
rígidas se pueden recurrir a múltiples estrategias.

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