Estado y sociedad civil en Polonia a partir de Ia reestructuración soviética

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ESTADO Y SOCIEDAD CIVIL EN POLONIA A PARTIR 
DE LA REESTRUCTURACIÓN SOVIÉTICA 
Silvia M. Sudol 
EI ascenso de Mija0 Gorbachov a la Secretaria General dei PUCS saca a la 
Unión Siviética dei letargo en que había permanecido durante el período de "os­
curantismo" en el cual luego de la muerte de Brezhnev - con Andropov y Techer­
nenko - se agotó la gerontocracia dei Kremlin. Es innegable la traM:endencia in­
ternacional que ha adquirido la figura de Gorbachov, tanto por su carisma como 
por el interés que despiertan sus propuestas de modernización dei sistema socialis­
ta e instamación de una efectiva convivencia pacitlca con el capitalismo. 
EI proceso revolucionario iniciado en la URSS, aún cuando atraviesa su pleno 
período de transición, pareciera ser irreversible. La puesta en marcha dei inmenso 
Estado soviético ha recomenzado y pese a los enfrentamientos con la vieja guar­
dia, evidentes en el affaíre Yelstin, Gorbachov endurece su posición argumentan­
do que la "reestructuración es una urgente necesidad surgida de los procesos de 
desarrollo de la sociedad socialista, considerando que dicha sociedad ya está ma­
dura para el cambio".' 
En contraposición a esa constante lucha por la consolidación interna, el lide­
razgo de Gorbachov a nivel internacional es indiscutido. Europa y el Tercer Mun­
do ven con muy buenos ojos sus consideraciones acerca de la interdependencia, la 
coexistencia pacifica y el desarme y aÚD en la propia potencia hegem6nica rival la 
figura dei Secretario General dei PCUS ve crecer el consenso en la opinión públi­
ca y entre los dirigentes más favorables a la distensión. 
Pero, fundamentalmente debe tenerse en cuenta que todo cambio en el centro 
de bloque encuentra su repercusión en la periferia. Por ello, los primeros recipien­
darios de los acontecimientos soviéticos son los países de Europa Oriental. 
La evolución histórica desde el surgimiento de las "Repúblicas Populares" has­
ta nuestros días pone de manifiesto la interrelación entre las directrices de la polí­
tica soviética y la política seguida por Europa Oriental (aÚD en los países más con­
testatarios, como Polonia, Hungría o Checoslovaquia). 
Mijaíl Gorbachov dijo que "la Unión Soviética dejará de imponer políticas a 
sus aliadoS".2 Sin embargo, es evidente que allíder dei Kremlin le preocupa la re­
ticencia de algunos dirigentes de los países aliados con respecto a la política de 
apertura (como el caso de Ceausescu) y no deja de tener en cuenta la cercana po­
sibilidad de un recambio generacional entre los lí4eres de los países dei Comecon. 
AÚD más si se considera que el mismo Gorbachov resalta que el "papel que le toca 
desempeõar a la URSS en la comunidad socialista está determinado por la posi­
ción objetiva de dicho país". Por ello Gorbachov entiende que "en un intercambio 
• Advogada. Do CoDaelho N.:ional de Investigaç&s Científicas e T&:nicas (Conioet), Rosario, Repdb1ica 
Argentina. 
, Gorbachov, Mijail. Perestroika: nuevas ideas para nuestro pais y el mundo. Buenos Aires, Emecé, 1987 
p.15. 
2 Clarin, Buenos Aires, 5 DOV. 1987. (Discurso pronunciado por Gorbachov ante delegados extranjeros a las 
celebraciones dei 70 Aniversario de la Revolución Bolchevique). 
R.C. poL, Rio de Janeiro, 31(3):23-25, julJset. 1988 
de experiencia entre la URSS y los países de Europa Oriental se produce un enri­
quecimiento mutuo".' 
En Europa Central, en general se superponen los problemas ligados a la crisis 
económica y los vinculados a los fundamentos mismos de las relaciones existentes 
entre el Estado y la sociedad en cada uno de estos países y entre éstos y la propia 
URSS. El caso polaco es paradigmático, en la medida que aIlí la crisis económica 
se manifest6 con mayor gravedad dado el grado de apertura de la economía pola­
ca y es allí donde también existe la sociedad más articulada. Es un país donde la 
geopolítica otorga aI régimen la necesaria legitimidad y en donde la sociedad só lo 
lo tolera en función deI imperativo geopolltico.4 
Hay una idea muy extendida y que tiene una base sólida según la cual Polonia 
seria, por una serie de razones específicas un "caso aparte" dentro de la pro­
blemática deI bloque de los países deI Este. 
Las crisis sucesivas que han sacudido a Polonia hasta la actualidad y que cues­
tionan de manera decisiva el modelo soviético (tradicional), tiene viejas raíces, 
algunas ligadas a peculiaridades polacas muy antiguas, como el nacionalismo, el 
poder de la Iglesia Católica, la tradición de las luchas populares, etc. 
A pesar de que la planificación y la centralización segregaron el desorden en 
este país, se hizo evidente que el Estado no consiguió di solver la sociedad. Des­
pués de la revuelta obrera de Poznan en junio de 1956 y deI Octubre Polaco, el 
semblante de Polonia fue determinado por un compromiso entre la sociedad, el 
poder comunista y la URSS. Dentro deI bloque fue concedida una mayor auto­
nomía a Polonia, cesó la excesiva explotación económica y los derechos de la 
Iglesia fueron reconocidos. EI ano 1956 marca también el nacimiento de una opo­
sición, cuyo núcleo más activo estaba compuesto por los "revisionistas" (pertene­
cientes a diversas corrientes que iban desde la solial democracia ai trotskismo). 
Hacia 1971 se unen tres formaciones políticas e intelectuales de origen diferen­
te. Por una parte están personalidades conocidas como revisionistas o postrevisio­
nistas (Jace~ Kuron, Adam Muchnik) que estuvieron a la cabeza de ia revuelta dei 
68. Por otra parte está la intelligentsia católica y finalmente la intelligentsia tradi­
cional anti comunista. 
En setiembre de 1976 nace el Comité de Defensa de los obreros (KOR), prime­
ra organización indepelldiente constituída en Polonia trasla guerra, sill el consen­
timiento dei poder y contra él. Luego, en 1977 se crea en Varsovla el Movimlemo 
para la defensa de los derechos dei hombre y dei ciudadano {ROPCIO) j en Cra­
covia el Comité de Solidaridad de los Estudiantes. 5 En 1980, t .. as los históricos 
Acuerdos de Gdansk, surge bajo ia direccióll de Lech Walesa, el Smdicato "Soh­
darnosé" cuya actividad e importancla trascendió las fromeras de Polopia. 
Sin embargo, Polonia, el primer país de Europa Orit:mal que obtuvo a través de 
la movilizaci6n de la sociedad civil la posibilidad de contar con sindicatos ubLes 
ha sido también el primer país de ese bloque que sufIió un golpe de Estado, cuan­
do la potencial hegemónica no estuvo dispuesta a tolerar más el "orden subverti­
do". 
3 Gorbachov, M. op. cito p. 193-4. 
• Perez LIana, Carlos. El inicio de la era Gorbachov? In: América Latina, Buenos Aires, FLACSO, 2(4):88, 
abr.lJun. 85. • 
5 Las sociedades dei Este: entre Úllibertad y el socialismo. Elmodelo pOÚlCO. trad. Carrne Lopez, Barcelona, 
Libros de Confrontaci6n, 1981. p. 7-28. 
24 R.C.P. 3/88 
La URSS pudo haber invadido directamente el tenitOllo polaco o haber convo­
cado a las fuerzas dei Pacto de Varsovia para re10staurar el "socialismo real'\ cu­
yo modelo parecía esfumarse de Polonia. Contrariamente, fueron las propias Fuer­
zas Armadas polacas ias que asumieron el rol "estabilizador" dei sistema. 
Resulta paradójico entonces que Wojciech Jaruzelski, ese mismo militar que 
asumi6 todos los poderes en Polonia en 1981, en la decadente "Era Brezhnev", 
sea hoy quien más cerca se encuentra de Mija0 Gorbachov. Se debe eHo a una 
cuesti6n generacional? Ya que es el más joven de todos los líderes de Europa 
Oriental y el que menos tiempo lleva en el poder, o está realmente Jaruzelski con­
vencido de la necesidad de apertura en los países socialistas? 
Las causas pueden ser diversas, pero debe renerse en cuenta que Solidaridad ya 
se ha declarado a favor de la implementaci6n de la glasnost. Si la liberalizaci6n 
planteada por Gorbachov para la Uni6n Soviética se lleva a cabo en Polonia, co­
mo hasta el momento todo parece indicarlo (ai menos "desde arriba", ya que el 
pueblo ha rechazado en el referéndum dei 29 de noviembre de 1987 las reformas 
que impliquen mayores sacrificios),es muy probable que los movimientos sociales 
polacos comiencen a ejercer cada vez más presi6n sobre el Estado. Quizás en este 
nuevo contexto ya no como una reacción ai sistema S100 como un intento de mar­
char hacia nuevas formas de interrelaci6n entre el Estado y la sociedad civil. 
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MARILENA LEITE PAES 
162 pliga. - 1986 -
Reestructuración soviética 
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