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Júpiter, el gigante del Sistema Solar Introducción a la Heliofísica (III) Fronteras de la Astronomía (III) Astronomía para niños y jóvenes Boletín patrocinado por: N.º 26 - Año IX - 1.º Trimestre de 2005 Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 3 GALILEO Boletín Astronómico N.º 26, 1.e Trimestre de 2005 Boletín de la Agrupación Astronómica Vizcaína/ Bizkaiko Astronomi Elkartea AAV/BAE Sede: Locales del Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Vizcaya - Bizkaiko Foru Aldundia C/. Iparraguirre 46, - 5.º Dpto. 2 48012 Bilbao Horario: Martes, de 19:30 h. a 21:30 h. E-mail: mail@aavbae.net Web: http://www.aavbae.net Edición y maquetación: Eduardo Rodríguez, Juan A. Somavilla GALILEO en internet: http://www.aavbae.net/boletín.php Depósito Legal: BI-420-92 Colaboran en este número: Juán A. Somavilla, Esteban Esteban, Emilio Martínez, José Félix Rojas, Mª Rosa Martín, Eduardo Rodríguez. Este ejemplar se distribuye de forma gratuita entre los socios/as y colaboradores/as de la AAV/BAE. Ésta no se hace responsable del contenido de los artículos, ni de las opiniones vertidas en ellos por sus autores/as. Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier información gráfica o escrita, por cualquier medio, sin permiso expreso de la AAV/BAE. © AAV/BAE 2005 ÍIndice Curso de iniciación a la Astronomía (XV) “Júpiter, el gigante del Sistema Solar” 4 Periodicidades en las fechas de los tránsitos de Venus 7 Posiciones planetarias 10 Efemérides 1º trimestre 2005 12 Efemérides 4º trimestre 12 Observando el Sol 14 Introducción a la Heliofísica (III) 17 Fronteras de la Astronomía (III) “Supernovas” 19 Astronomía para niños y jóvenes 21 Editorial El año 2005 comienza con la visita de un cometa moderadamente brillan-te. El cometa C/2004 Q2 (Machholz) habrá alcanzado su máximo brillo enlos primeros días del año colocándose durante los 2 primeros meses en una posición muy cómoda para su observación (ver Galileo nº 25) con prismá- ticos y pequeños telescopios. Por lo demás, el año se presenta astronómicamente hablando, algo corto de eventos significativos, con una sola excepción en forma de "eclipse anular de Sol", dándose la circunstancia de que el recorrido de la sombra, atraviesa la Pe- nínsula Ibérica de noroeste a sudeste. La línea de la totalidad entra por el Atlán- tico, pasando por el norte de Vigo y atraviesa las tierras de las Comunidades del suroeste de Castilla y León, continúa por el norte de Madrid, sur de Aragón y centro de la Comunidad Valenciana, saliendo por el Mediterráneo hacia el nor- te de África. Este es el recorrido a grosso modo. El 3 de Octubre de 2005 se dará este fenómeno de la naturaleza. Dispone- mos de tiempo suficiente para organizar las expediciones y poner a prueba nues- tros instrumentos ópticos. Así que, manos a la obra, porque todo lo que se pue- da prever, condicionará los resultados, sin sobresaltos. Debemos aprovechar la oportunidad de observar a Júpiter y Saturno du- rante la segunda mitad de la noche en los primeros meses del año. Venus lle- va camino en su acercamiento al Sol, por lo que cada día lo encontramos más bajo sobre el horizonte este, al amanecer. Saludos y feliz año 2005 ¡¡URTE BERRI ON!! Juan A. Somavilla Presidente de la AAV/BAE En Portada: Mosaico de 9 imágenes de Titán tomadas por la Cassini durante el primer sobrevuelo sobre la el satélite de Saturno el 26 de octubre de 2004. Las imágenes han sido procesadas para reducir los efectos de la atmósfera y resaltar la superficie. La zona brillante situada en la zona ecuatorial, a la derecha de la imágen, ha sido bautizada Xanadu Regio. También podemos apreciar algunas nubes brillantes en el polo sur. (NASA/JPL/Space Science Institute) En Contraportada: Fotografía de la Const. del Cisne y la nebulosa Norteamérica obtenida desde Orduña. Cámara Olympus OM-1 y obj. 50mm a f/1.8 en paralelo sobre un C8. Exp. de 5 minutos con película Ektachrome Elite II 100. Eduardo Rodríguez (19-09-98) Curso de Iniciación a la Astronomía (XV) Júpiter, el gigante del Sistema Solar J. A. Somavilla - juanantonio_s@aavbae.net Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 4 Este inmenso planeta absor-bió una gran parte de los res-tos (polvo, gas, rocas y pla- netoides) que orbitaban alrededor del Sol, durante y después del en- cendido nuclear de nuestra estre- lla. En un proceso que aún hoy en día se desconoce en su totalidad, promocionó la aparición de la acu- mulación de materiales, elevando cada vez más la atracción gravita- toria de este núcleo hasta llegar a lo que hoy conocemos, un planeta gaseoso de un diámetro ecuatorial de unos 142.800 Km. (fig 1). Júpiter posee una masa de casi tres veces la de todos los planetas del Sistema Solar juntos, aproximadamente dos millones de trillones de toneladas, lo que le pone en segundo lugar después del Sol. La relativa cercanía al Sol (778,3 millones de Km.), la existencia en la nube primigenia de más núcleos rocosos y gaseosos en construc- ciones planetarias, es posible que impidiera que Júpiter alcanzase la fase primitiva en la que pudiese ha- ber conseguido reacciones nuclea- res y así convertirse en estrella. El 7 de diciembre de 1995 el módulo sonda se desprendió de la nave Ga- lileo, penetrando en la atmósfera superior de Júpiter y proporcionan- do las medidas de su composición química, dando como resultado de un 90% de H (hidrógeno) y un 10% de He (helio), siendo el mejor ex- ponente de la nebulosa original a partir de la cual surgió nuestro Sis- tema Solar. Podría enumerar infini- dad de descubrimientos realizados por las sondas Voyager hasta los últimos conseguidos por la Galileo, pero entiendo que en Internet y en las sedes de las Asociaciones As- tronómicas de aficionados podéis consultar sus bibliotecas sobre es- te tema, en las que encontraréis to- dos los datos de referencia y conti- nuidad investigadora. Su gran masa le permite, con la ley física de la atracción gravitato- ria comandar en sus cercanías, atrayendo constantemente a todos los cuerpos errantes que orbitan en torno al Sol (cometas, asteroides, etc.), rectificando sus órbitas, acor- tando las distancias de sus perihe- lios e incluso "succionándolos", co- mo fue el caso del cometa Shoemaker-Levi en Julio de 1994, que impactó en las capas atmosfé- ricas del planeta. En sus cercanías el Cinturón de Asteroides se ve per- turbado por su fuerza de atracción, generando en estos, resonancias orbitales y agrupándolos en fami- lias (ver figura del anterior boletín Nº 25). Incluso los cabeceos en las órbitas de Saturno y Urano están regidos por los tirones poderosos gravitacionales que emanan de Jú- piter. Este gigante en su translación alrededor del Sol culmina una órbi- ta completa en 11,856 años terres- tres, es decir, que observado des- de la Tierra cruza las constelaciones empleando un año en cada una de ellas. El tiempo que emplea entre dos oposiciones consecutivas os- cila entre los 394,9 hasta los 401,89 días, con una media de 398,88 dí- as terrestres, obligado por su ex- centricidad orbital (0,048) superior a la terrestre (0,0167), llamándo- se a este tiempo período sinódico del planeta. En su recorrido orbital Júpiter, se sitúa en su máxima y mínima de- clinación con respecto a la Tierra, en torno a los 23º30' y los -23º30', lo que nos permite a los observa- dores durante la máxima, estudiar- le a mayor altura sobre el horizon- te con comodidad a su paso por el meridiano de nuestra localidad, ocu- rriendo lo contrario en su mínima declinación, puesto que le obser- varemos más cercano al horizon- te dificultándonos su visión por las condiciones atmosféricas terrestres. Así tenemos que en el pasado 6 de Octubre de 2004, su declina- ción fue de 0º y el planeta alcan- zará su próxima declinación más baja el 13 de Setiembre de 2008 con -23º10', volviendo a recuperar los 0º de nuevo el 8 de Julio de 2010, situándose en 23º11' el 15 de Julio de 2013. Durante el invierno de 2004-2005 lo observaremos du- N AS A /J PL /Uni ve rs ity o f A riz on a. Fig 1. Imagen de Júpiter en color verdadero compuesta por 4 tomas captadas por la sonda Cassini el 7 de diciembre de 2000. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 5 rante la segunda mitad de la noche en condiciones aceptables. Su inclinación con respecto a la eclíptica es de 1,30º y dado que su período sinódico arriba menciona- do ronda los 399 días, indica que la duración de éste, es de 1 año y unos 34 días, por lo que las opo- siciones se alargan un mes más tar- de aproximadamente cada año. Algo parecido sucede en la ro- tación sobre su eje, siempre en ar- monía con las leyes de Kepler y la de la gravitación. Estudiado en la antigüedad, el tiempo de duración de un día jupiteriano era descono- cido, hasta que en 1664 el astró- nomo italiano Cassini utilizando las manchas de su atmósfera superior estableció un tiempo medio de 9 horas y 56 minutos. Posteriores astrónomos a Cas- sini hallaron valores menores, de unas 9 horas y 50 minutos, no com- prendiendo estas diferencias has- ta que descubrieron que el planeta tenía varias zonas con distintos tiempos de rotación: una zona ecuatorial con una rotación media de 9 horas 50 minutos y 30 segun- dos y otra zona, las alejadas del ecuador con tiempos medios de 9 horas y casi 56 minutos. Denomi- nándose Sistema I al ecuatorial y Sistema II, al resto de las zonas hasta los Polos del planeta. Es és- ta rápida rotación la causante del achatamiento de los Polos, que se distingue perfectamente al obser- varle al telescopio (diámetro polar de unos 133.700 Km., y diámetro ecuatorial de 142.800 Km.) El primero en echar un vistazo a Júpiter con un instrumento ópti- co fue Galileo, quedando atónito al divisar tres estrellitas al lado del diá- metro planetario en la noche del 7 de Enero de 1610, y no saliendo de su asombro en la noche del 13 del mismo mes, seis días más tarde, observó cuatro puntitos luminosos, haciéndole sospechar que estos cuerpos planetarios debían perte- necer al movimiento orbital jupite- riano. El mismo Galileo les llamó "astros de Médicis" nombre de su mecenas en aquellos momentos. Posteriormente fueron nominados con los nombres que actualmente conocemos (nombres de la mitolo- gía griega, amantes de Zeus, ver boletín Nº25 el artículo "La danza de los satélites galileanos" de nues- tro compañero Esteban Esteban), Io I, Europa II, Ganímedes III y Ca- lixto IV ( fig 2). Io, en su máximo alejamiento de Júpiter se sitúa en torno a los 422.000 Km., con un período orbi- tal de 1,769 días y 0º de inclinación ecliptical. Este activo satélite des- arrolla un vulcanismo constante pro- ducido por las "fuerzas de marea" provocadas por la inmensa atrac- ción gravitatoria generada por Jú- piter. En una noche despejada y a elevada altura sobre el horizonte, esta lunita brilla con una magnitud de 5, pues su diámetro de 3.630 Km., y reflectividad de su superfi- cie nos permite con unos simples prismáticos de 7 x 50, observarle cómodamente. Europa, con un tamaño algo menor que Io (3.140 Km.) respon- de visualmente a una magnitud de 5,3 y se aleja del gigante hasta los 671.000 Km., cerrando su órbita en 3,551 días con 0,5º de inclinación con respecto al plano de su órbi- ta. Su visión no entraña dificultades y su brillo es puntual. Ganímedes, se sitúa a una dis- tancia del gigante gaseoso de 1.070.000 Km., tarda 7,155 días en recorrer su periplo de traslación, in- clinándose 0,2º con respecto al pla- no de su órbita. Es el más brillan- te de los satélites galileanos, brillando con una magnitud de 4,6 y con su diámetro de 5.270 Km es el satélite más grande del Sistema Solar. Calixto, a una distancia máxi- ma de Júpiter de 1.880.000 Km., cierra una órbita completa en 16,69 días y al igual que Ganímedes su inclinación alcanza los 0,2º. Es el más oscuro de los cuatro, alcan- zando la magnitud de 5,6, siendo su diámetro de 4.800 Km. En su de- ambular orbital se aprecia cada día las distintas posiciones en el pla- no de la eclíptica. Además de sus cuatro satélites principales, en total se han descu- bierto unos 60, de los que 40 ya han sido nominados, algunos de ellos con nombres propios y el res- to con la inicial J20, J21, J22, J23, etc. OBSERVAR JÚPITER No es mi intención saturar este trabajo de datos físicos del llama- do mini sistema solar de Júpiter, así que ahora me centraré en iniciaros a la observación de este complejo planetario. En la figura 3, observamos a Júpiter y a los cuatro satélites des- critos el día 6 de Enero de 2005 a las 4 horas y 40 minutos de la ma- drugada, tal como los veríamos a través de un telescopio de 150 mm. de diámetro y 1200 mm. de distan- cia focal y utilizando un ocular de 12 mm., lo que daría como resul- tado unos 100 aumentos (1200/12). El espectáculo es altamente re- confortante. Observamos el disco de Júpiter bien contorneado, con dos bandas ecuatoriales definidas y si la noche en que se observa hay una cierta estabilidad atmosférica veremos otras dos bandas cerca- nas a los polos de menor contras- te pero resolubles si utilizamos la visión lateral de nuestros ojos. Fig 2. Los cuatro satélites Galileanos fotografiados por la sonda Galileo. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 6 A ambos lados del planeta apre- ciamos el brillo inconfundible de los satélites antes mencionados. En menos de dos horas de observa- ción, notamos como los dos pri- meros (Io y Europa) cambian de po- sición orbital. Al día siguiente apreciamos que Ganímedes y Ca- lixto también han variado su posi- ción con respecto al día anterior. De esta forma se puede seguir un pe- ríodo completo de sus órbitas. En determinados momentos los satélites son ocultados al paso por detrás de Júpiter y en otros instan- tes, realizan un tránsito por delan- te del gigantesco planeta, llegando a observar las sombras proyecta- das sobre la alta atmósfera supe- rior de Júpiter y unas manchitas muy pequeñas de los propios sa- télites. Además, el deambular orbi- tal de los cuatro satélites provoca eclipses entre ellos. A estas ocul- taciones, tránsitos y eclipses se les ha dado en llamar "Fenómenos mu- tuos", siendo muy observados por un gran número de aficionados. Además de estos fenómenos, el estudio de Júpiter por los aficiona- dos se centra en la variación de su alta atmósfera, en la cual se pro- ducen cambios estructurales a gran escala. Su conocimiento permite entender las causas que provocan el desarrollo atmosférico y la inter- acción del mismo. De todos es bien conocido el estudio exhaustivo que realiza el equipo investigador de la Universidad del País Vasco, co- mandada por el Dtor. Agustín Sán- chez Lavega. Los aficionados en el registro de estos fenómenos podemos seguir- los, incorporando en el porta ocu- lar de nuestro telescopio la tecno- logía de las cámaras digitales e in- cluso a un precio más económico las Web Cam aparecidas en el mer- cado de la Informática, que dan un magnífico resultado en la observa- ción planetaria. Las imágenes que se adquieren con estos detectores son extraordinarias, fáciles de tra- tamiento posterior con programas informáticos. Para los que se inician en la ob- servación del gigante gaseoso es necesario que no realicéis compa- ración de lo que estáis viendo con vuestro telescopio a como lo ven y fotografían los grandes telescopios. Debemos comenzar con la utiliza- ción de aumentos bajos y medios, para que la resolución del diámetro jupiteriano sea nítida y estable con el mínimo de pérdida de luz y utili- zando la "visión lateral", que nos permitirá concretar detalles de las bandas nubosas, incluso apreciar la Gran Mancha Roja (fig 4), siem- pre que en el momento de la ob- servación se sitúe cercana al meri- diano central de Júpiter. Debemos de tener en cuenta para ello, que la rotación del planeta ronda las 9 ho- ras y 54 minutos. En la sede de nuestra Agrupación Astronómica, disponemos de un programa infor- mático en el que podemos hallar la posición en todo momento, de es- te gigantesco anticiclón. Los nombres de los detalles de la altaatmósfera adoptados por la IAU (Unión Astronómica Interna- cional) no las menciono puesto que alargaría excesivamente este es- tudio preliminar, pero podéis con- seguirlas en las bibliotecas de las asociaciones astronómicas. El ob- jetivo que persigo es vuestro inte- rés en la observación planetaria, que disfrutéis del espectáculo que la visión telescópica nos ofrecen los planetas gigantes y sobre todo, co- mo es y como se mueve el 5º pla- neta. Mucho se ha descubierto sobre Júpiter y su sistema de satélites desde la visita de las sondas Pio- ner, hasta la Galileo. Hay para lle- nar más de cuatro tomos científicos de esta exploración. Importante es conocerlos, ahí están, en las bi- bliotecas de las Asociaciones As- tronómicas de aficionados, en In- ternet,e las revistas especializadas. Además hay publicados infinidad de artículos de cómo observar di- rectamente el sistema de Júpiter y su cohorte de satélites con los te- lescopios de aficionados y disfrutar de la belleza de sus movimientos y los fenómenos tan extraordinarios que se producen. Bien, apuntemos nuestros "tu- bos ópticos", probemos con distin- tas ampliaciones (oculares) y ano- temos lo que veamos. Si disponemos de cámara fotográfica, digital o Web Cam, utilicémosla a foco primario interponiendo una len- te Barlow x 2 ó x 3, las imágenes mantendrán vivo el interés de lo que han visto nuestros ojos, hagámos- lo saber. Cualquier duda o incerti- dumbre que os surja en vuestra ob- servación, no dudéis en consultarla con amigos aficionados más ex- pertos, del correcto conocimiento y orientación adecuada depende vuestra singladura en el tema de la Astronomía planetaria. Como siempre, me despido de vosotros deseándoos noches lar- gas observacionales de prolonga- da satisfacción, nos vemos para no perder nunca nuestra buena cos- tumbre, hasta dentro de tres lunas. Saludos astronómicos. Pl an et ar y Ph ot oj ou rn al . N AS A -J PL . Fi g 3 Fig 4. La Gran Mancha Roja en el infrarrojo cercano (756 nm). Mosaico compuesto por 6 imágenes captadas por la sona Galileo El pasado 8 de Junio se pro-dujo un fenómeno astronó-mico muy especial: El trán- sito de Venus por delante del disco solar. Dicho fenómeno es muy po- co frecuente, hasta el punto de so- lo ha sido observado en 5 ocasio- nes (el primero en 1639) y, como el último se produjo en 1882, nunca ha sido observado un tránsito de Venus anterior al de este año por ninguna persona que viva actual- mente. Si buscamos las fechas de pa- sados y futuros tránsitos de Venus (ver tabla), veremos que se produ- cen una serie de circunstancias o periodicidades cuando menos cu- riosas, que nos pueden llevar a pre- guntarnos cuál es la mecánica de estos fenómenos y las causas que los motivan. En la tabla se observan varias circunstancias: - A pesar de la poca frecuencia, de solo dos tránsitos por siglo y a veces ninguno, se producen por pa- rejas separados por solo ocho años, en fechas similares pero el segundo 2 o 3 días antes. - Después de una pareja de tránsitos, la siguiente ocurre 113,5 o 129,5 años después, alternativa- mente. - Por ello cada 243 años se re- pite la situación casi exactamente igual, y solo con alrededor de 2 dí- as de retraso (a veces 3 o en algún caso un solo día). Hay una excep- ción cuyo motivo se explicará al fi- nal. Para que un tránsito se produz- ca tienen que alinearse los tres as- tros Tierra-Venus-Sol en este or- den. Por ello Venus deberá estar en conjunción inferior y en la Eclíp- tica o plano or- bital de la Tie- rra (gráfico 1). Como el plano orbital de Ve- nus está incli- nado 3,4º res- pecto a la eclíptica, el momento de la conjunción de- berá coincidir con el paso de este planeta por uno de los dos puntos de corte su órbita con el citado pla- no de la eclíptica llamados nodos (o muy cerca de ellos). Esta nece- saria coincidencia hace que el fe- nómeno no sea frecuente. CONJUNCIONES INFERIORES DE VENUS Analicemos en primer lugar la periodicidad y los lugares en que se producen las conjunciones infe- riores, y posteriormente su relación con los nodos. Debido a la duración de los años sidéreos de la Tierra: 365.256 días y de Venus: 224,701 días terres- tres, existe una resonancia casi per- fecta 8:13. Esto significa que cada 8 años (8 vueltas de la Tierra alre- dedor del Sol) Venus da casi exac- tamente 13 vueltas. Esto origina el que las conjun- ciones no se produzcan en cual- quier fecha del año ni en cualquier lugar de la órbita, sino solo en 5 puntos concretos. Actualmente so- lo puede haber conjunciones en dí- as próximos al 15-1, 30-3, 8-6, 20- 8, y 30-10. Efectivamente, imaginemos una carrera atlética en que la Tierra co- rre por la calle exterior y Venus por la interior. Si en 8 años Venus da 13 vueltas, esto signifi- ca que en ese período de tiempo Venus alcan- za 5 veces a la Tierra a partir de una salida si- multánea en la carrera cósmica; y si prescindimos de la 2ª ley de Kepler y suponemos veloci- dad uniforme, esos adelantamien- tos se producirán en 5 puntos equi- distantes entre sí A, B, C, D y E que corresponderían a las citadas fe- chas aunque no en ese orden. (grá- fico 2) Hay que decir que en una des- cripción general del proceso se pue- de prescindir de esta 2ª ley ya que las órbitas de estos dos planetas son muy poco excéntricas. Partiendo de la situación A, y de- bido a la resonancia 8:13 después de que la Tierra haya dado 8/5 de vuelta (una vuelta +3/5) Venus ha- brá dado 13/5 (2 vueltas +3/5) y se encontrarán nuevamente en con- junción en las posiciones B, que es- tá 3/5 de vuelta más adelante. (grá- fico 3) El proceso se repite y después de sucesivos intervalos de 8/5 de año, (o 584,5 días de promedio) se van situando en las posiciones C, D, E, y vuelven a la posición inicial A, (o mejor le llamaremos A´) com- pletando el ciclo de los 8 años. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 7 Periodicidades en las fechas de los tránsitos de Venus Esteban Esteban - esteban_e@aavbae.net 26 05 1518 23 05 1526 07 12 1631 04 12 1639 06 06 1761 03 06 1769 09 12 1874 06 12 1882 08 06 2004 06 06 2012 11 12 2117 08 12 2125 11 06 2247 09 06 2255 13 12 2360 10 12 2368 12 06 2490 10 06 2498 ww w . c ie nc ia ne t.c om Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 8 CONJUNCIÓN Y NODOS Para que el tránsito se produz- ca, la conjunción tiene que ocurrir cerca de los nodos. Por ello, si la mencionada resonancia fuera exac- ta los puntos A, B, C, D y E estarí- an fijos y solo una extraordinaria ca- sualidad haría que alguno de ellos coincidiese con uno de los dos no- dos produciendo un tránsito siem- pre cada 8 años, y siempre en el mismo nodo y fecha, supuestos los nodos inmóviles. Pero lo más pro- bable es que no coincidiesen y nun- ca habría tránsito; o, mejor dicho teniendo en cuenta el pequeño des- plazamiento de la posición de los nodos, pasaría más de 70 siglos sin tránsitos. Sin embargo la resonancia 8:13 no es totalmente exacta; la Tierra para dar 8 vueltas necesita exac- tamente 8x365,256=2922,05 dí- as y Venus para completar 13 vuel- tas necesita solo 13x224,701= 2921,11 días por lo que Venus al- canza a la Tierra un poco antes de completarse los 8 años (aunque no un día antes -o exactamente 0,96 días- como en una primera impre- sión podría interpretarse, sino más, porque la Tierra ha sido adelanta- da con anterioridad, pues en 8 años menos un día Venus ya completó su carrera y la Tierra todavía no). Exactamente el final de la ca- rrera (5º adelantamiento) se pro- duce 2,4 días antes de completar- se el octavo año, o bien 2919.6 días después de iniciada la misma, por- que en este tiempo la Tierra ha da- do 7,9933 vueltas (2919,6/365,256) y Venus 12,9933 (2919.6/224,701). Por ello el punto A´ no coinci- de con A, sino que está 0,0067 vueltas o 2º 25´ antes. INTERVALO DE 8 AÑOS Según lo explicado, cada ciclo de "casi" 8 años todo el esquema de la figura va girando solidaria- mente casi 2 grados y medio en sentido retrógrado, el contrario al movimiento planetario.Gracias a ello llega un momento en que una de las 5 posiciones A, B, C, D, o E (supongamos la A) se acerca sufi- cientemente a un nodo y se produ- ce el tránsito. Tal como se ha vis- to antes, después de otros 8 años, pero 2 o 3 días antes, vuelve a pro- ducirse la conjunción en A´, a una distancia angular de unos 2 grados y medio de la anterior análoga, to- davía suficientemente próxima al nodo, y el tránsito se repite. En la siguiente situación después de otros 8 años ya no hay tránsito por- que esos casi 2,5 grados adiciona- les lo separan del nodo, lo suficiente para que Venus pase por arriba o por debajo del Sol en la posición A´´. (gráfico 4) PERÍODO DE 243 AÑOS Como toda la figura va girando, si suponemos que la posición coin- cidente con el nodo era la A, este giro a la vez que evita un tercer tránsito consecutivo va acercando la posición C (del gráfico 2) a este nodo. Como la separación angular entre los puntos A y C es de unos 72º (360/5), en 243 años la posición C coincidirá con el nodo (posición inicial A) y los tránsitos se vuelven a repetir de la misma manera. Co- mo se verá luego, en realidad en ese tiempo el nodo se habrá des- plazado muy ligeramente. 243 años son 30 ciclos de 8 años + 3 años en que la conjunción pasa de A a C. La Tierra habrá dado 243 vuel- tas (30 x 8 + 3) y Venus 395 (30 x 13 + 5). La Tierra da poco más de 3 vueltas de la conjunción A a la C y Venus poco más de 5. Ese "po- co más" que es 1/5 de vuelta, se compensa exactamente para dar 243 años exactos con los déficit acumulados del ciclo respecto a los 8 años ya que se produce el paso de la posición C a la que ocupaba antes A, y eso implica años exac- tos. Si observamos las fechas de la tabla vemos que después de 243 años las situaciones se repiten, pe- ro unos 2 días después. Este des- ajuste está motivado por dos fac- tores cuya lenta evolución hace que no tengan incidencia apreciable a corto plazo, pero después de 2 si- glos y medio tengan su efecto. Por un lado la precesión de los equi- noccios, ya que la Tierra después de 243 años (trópicos u oficiales) pasa por el mismo punto de la ór- bita 3,4 días después. Esta prece- sión va modificando el calendario respecto a la posición en la órbita que marca el año sidéreo. El otro motivo es el desplazamiento de los nodos de Venus, que si bien es muy lento, en esos 243 años se han mo- vido casi 2º en sentido retrógrado por lo que la Tierra está en conjun- ción con este nodo unos dos días antes. Estos dos factores se contra- rrestan y el resultado es esa dife- rencia en fechas de un ciclo a otro (gráfico 5). En este gráfico, tanto el 6-6-1761 como el 8-6-2004 es- tán un poco a la derecha del nodo, y los tránsitos que ocurren 8 años después quedarán un poco a la iz- quierda. De todas formas no hay que per- der de vista que la fecha del trán- Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 9 sito (y ese mencionado retraso de dos días de un ciclo a otro) no vie- ne determinado fundamentalmen- te por la posición exacta respecto al nodo, sino por la fecha de la con- junción. De hecho la fecha 6-6- 2004, que aparece en el gráfico so- lo para señalar el efecto de la retrogradación, está suficiente- mente cerca del nodo para que ocu- rra el tránsito, pero ese día no hay conjunción. Sí habrá tránsito ese mismo día 8 años después prácti- camente en el mismo sitio, porque ese día sí hay conjunción. TRÁNSITO EN LOS NODOS El hecho de que durante el pe- riodo de 243 años se produzcan otros dos tránsitos intercalados en la parte opuesta de la órbita (ac- tualmente todos se producen en ju- nio o diciembre) se debe a que la conjunción pasa por el otro nodo al que se ha analizado. Por ejemplo si en el gráfico suponemos uno de los nodos en la parte inferior y he- mos analizado el paso por él de las conjunciones A y C, después de la A y antes de la C pasará la con- junción B por el nodo situado en la parte superior del gráfico, según la mecánica de giro de toda la figura. En la situación actual, si las po- siciones A coinciden con los trán- sitos en junio, éstos se producen en el nodo descendente y los de di- ciembre en el ascendente. El hecho de que los tránsitos en el otro nodo no se produzcan exac- tamente en la mitad de los 243 años que según la mecánica expli- cada debería ocurrir, sino al cabo de 113,5 y nuevamente en el nodo inicial después de 129,5 años se debe a la segunda ley de Kepler, que en este aspecto sí tiene un li- gero efecto originando que la figu- ra no sea totalmente simétrica con todos los ángulos de 72º y el movi- miento de giro de esta figura pen- tagonal no sea totalmente solida- rio. En el caso de Venus, con una órbita casi circular, el efecto es me- nor; pero cuando la Tierra circula lejos del perihelio va algo más des- pacio y esto ayuda a que Venus nos alcance antes, Debido a la posición del perihelio terrestre el desplaza- miento de la posición B es algo más rápida que la C (* ver explicación detallada al final) y, aunque le falta la mitad de camino que a la C pa- ra llegar al correspondiente nodo (el ángulo que se recorrería en 121,5 años, la mitad de los 243), lo hará un poco antes (113,5); con- cretamente un ciclo de 8 años an- tes. Lógicamente la diferencia de- be ser un múltiplo de 8 años. ALGUNAS CURIOSIDADES EN LAS FECHAS Para concluir, un dato curioso que se puede observar en las fe- chas de la tabla . Parece haber un error en las fechas de los dos pri- meros tránsitos que aparecen, pues no se ajustan al patrón seguido por el resto y analizado aquí, por unos 10 días. En realidad son correctas, y no hubo en aquella época ningún cataclismo cósmico que alterase los movimientos planetarios. Simple- mente hay que reparar en que son anteriores al año 1582 en que con la reforma Gregoriana del calen- dario se eliminaron artificialmente esos 10 días, y si utilizamos el ca- lendario actual y lo retrotraemos a esas fechas, corresponderían al 5- 6-1518 y al 2-6-1526. En el mismo sentido resulta tam- bién muy curiosa la referencia que aparece en muchos lugares del pri- mer tránsito de Venus observa- do de la Histo- ria, por el cléri- go inglés Jeremías Ho- rrocks el 24 de noviembre de 1639 después de concluir la misa dominical, que no coincide con la fecha de la Tabla. Aunque en otros textos aparece la "verdadera" fecha del 4 de diciembre, hay que decir que la referencia correcta es la primera, porque en Inglaterra to- davía estaba en vigor el antiguo Ca- lendario Juliano, y para la primera persona que observó un tránsito ese día era el 24 de noviembre. (*) La influencia de la 2ª ley de Kepler en la diferente velocidad de movimiento de los 5 puntos donde se producen las conjunciones no es tan fácil de comprender como el resto de aspectos que se explican en el artículo. Está claro que si los corredores van a diferente velocidad en diferentes lugares de la pista, los adelantamientos no se producirán en puntos totalmente equidistantes, y por eso la figura pentagonal no tiene ángulos iguales, y en realidad varían hasta en unos 3º respecto a los 72º de media. Sin embargo las posiciones de las conjunciones que se repiten al cabo de 8 años en el mismo lugar (A y A´ o B y B´ ...) no deberían estar afectadas por esta 2ª ley porque al ser vueltas completas se han compensado las velocidades mayores con las menores y en todo el recorrido la velocidad media es la esperada con movimiento uniforme. A pesar de ello hay un factor que hace que el pequeño ángulo de B a B´ sea mayor que el C C´ y por tanto el desplazamiento del punto B sea más rápido que el C; y es que, como se ha visto, no son vueltas exactas sino que falta ese pequeño ángulo B B´. Por estar la Tierra cerca del Perihelio en la posición B, en ese pequeño tramo que le falta iría a una velocidad superior a la media y por ello en los casi 8 años de B a B´ va un poco más lenta que la media, al faltarle el tramo rápido, y Venus nos alcanza antes. Esta diferencia que implica solo unas pocas horas (y por tanto un ángulo muy pequeño) de adelanto del tránsito en las posiciones B respectoa la media, y más respecto a las posiciones C, es suficiente al irse acumulando durante 14 ciclos para completar los dos grados y pico que se necesitan, además del pequeño desplazamiento del nodo en ese tiempo del orden de 1º, para que la conjunción en el nodo ascendente se produzca con un ciclo de adelanto. Como el punto C está lejos del perihelio el efecto es el contrario. Los 113´5 años que van desde el par de conjunciones en el nodo descendente hasta las siguientes en el nodo ascendente, son 14 ciclos de 8 años, más un año y medio que se necesita para pasar de una conjunción en la posición A a otra en la posición B. Realmente, y tal como se ha explicado al principio de A hasta la inmediatamente siguiente B pasan 1 año y 3/5, pero como después de todo este proceso B ha girado hasta el nodo ascendente, en vez de 3/5 es solo medio año. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 10 Posiciones Planetarias 1.º Trimestre 2005 Mercurio Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 17h10m10.4s -21°17'23.9" 6h02m 15h16m 6.23" 15/01 18h29m39.5s -23°32'49.3" 6h37m 15h32m 5.23" 01/02 20h22m21.6s -21°19'02.3" 7h12m 16h29m 4.80" 15/02 21h59m01.0s -14°25'58.5" 7h23m 17h42m 4.88" 01/03 23h34m28.6s - 3°16'08.5" 7h20m 19h06m 5.65" 15/03 0h41m33.9s + 7°11'35.3" 6h51m 19h53m 8.14" Venus Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 17h12m50.6s -22°15'24.6" 6h09m 15h15m 10.79" 15/01 18h28m51.5s -23°07'56.0" 6h34m 15h32m 10.46" 01/02 20h00m32.6s -21°07'22.1" 6h49m 16h07m 10.15" 15/02 21h12m56.7s -17°10'47.3" 6h48m 16h42m 9.96" 01/03 22h21m35.0s -11°39'30.7" 6h39m 17h18m 9.81" 15/03 23h27m06.0s - 5°06'50.7" 6h24m 17h54m 9.72" Marte Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 16h09m36.7s -20°51'32.4" 4h59m 14h17m 4.17" 15/01 16h50m44.9s -22°29'07.3" 4h52m 13h55m 4.36" 01/02 17h42m14.1s -23°35'11.1" 4h42m 13h35m 4.62" 15/02 18h25m27.3s -23°42'35.1" 4h30m 13h22m 4.86" 01/03 19h08m52.2s -23°06'10.0" 4h16m 13h14m 5.14" 15/03 19h52m01.0s -21°46'52.2" 3h57m 13h08m 5.45" Júpiter Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 13h05m44.2s -5°35'32.7" 0h52m 12h14m 35.93" 15/01 13h09m46.5s -5°56'38.8" 0h03m 11h22m 37.48" 01/02 13h11m47.0s -6°04'11.9" 22h54m 10h17m 39.46" 15/02 13h10m53.8s -5°54'59.6" 21h58m 9h21m 41.07" 01/03 13h07m47.3s -5°32'37.8" 20h58m 2h43m 42.48" 15/03 13h02m48.3s -4°59'24.8" 19h56m 7h27m 43.55" Saturno Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 7h47m27.8s +21°07'53.9" 17h44m 8h44m 20.42" 15/01 7h42m40.7s +21°21'24.0" 16h43m 7h45m 20.49" 01/02 7h36m57.5s +21°36'50.9" 15h30m 6h33m 20.36" 15/02 7h32m56.7s +21°47'24.1" 14h30m 5h35m 20.09" 01/03 7h30m02.0s +21°55'09.0" 13h31m 4h38m 19.72" 15/03 7h28m30.3s +21°59'43.2" 12h34m 3h42m 19.27" Urano Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 22h24m20.0s -10°46'04.0" 10h29m 21h12m 3.39" 15/01 22h26m38.2s -10°32'23.7" 9h36m 20h20m 3.37" 01/02 22h29m54.2s -10°13'05.4" 8h31m 19h17m 3.34" 15/02 22h32m50.5s - 9°55'44.9" 7h38m 18h26m 3.33" 01/03 22h35m52.1s - 9°37'53.5" 6h44m 17h35m 3.33" 15/03 22h38m51.6s - 9°20'14.1" 5h51m 16h45m 3.33" Neptuno Fecha AR Dec Orto Ocaso D. Ecu 01/01 21h05m21.9s -16°45'34.3" 9h35m 19h28m 2.17" 15/01 21h07m18.8s -16°37'15.7" 8h41m 18h36m 2.16" 01/02 21h09m50.9s -16°26'19.7" 7h36m 17h32m 2.16" 15/02 21h11m57.9s -16°17'06.7" 6h43m 16h40m 2.16" 01/03 21h14m00.1s -16°08'10.2" 5h49m 15h48m 2.16" 15/03 21h15m52.2s -15°59'54.8" 4h55m 14h55m 2.17" 11 Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 Satélites Galileanos 1.º Trimestre 2005 ESTEI CGE ESTE ESTE I IE EG GC C Fo to gr af ía s ob te ni da s de l N SS D C P ho to G al le ry CalixtoGanímides EuropaIo ESTE ESTE ESTE J Ti Te J R D Te Ti JTi RD DTe Satélites de Saturno 1.º Trimestre 2005 Dione Japeto Titan Rhea Tethys R Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 Efemérides 1.º Trimestre 2005 Día Día Enero 3 La Tierra en el Perihelio (0,983 U.A. del Sol) 15 Observación pública en Bilbao 3 Lluvia de meteoros Cuadrántidas 17 Luna en Cuarto Creciente 3 Luna en Cuarto Menguante 24 Cometa C/2004 Q2 (Machholz) en Perihelio 4 Júpiter a 0,3º al N de la Luna (1,205 U.A.) 10 Luna Nueva 25 Luna Llena 13 Saturno en oposición 31 Júpiter a 0,8º N de la Luna 14 Mercurio a 0,3º S de Venus Febrero 2 Luna en Cuarto Menguante 15 Venus a 0,9º S de Neptuno 2 Júpiter estacionario 16 Luna en Cuarto Creciente 3 Neptuno en conjunción 19 Observación pública en Bilbao 7 Luna en Perigeo 20 Luna en Apogeo 8 Luna Nueva 24 Luna Llena 14 Mercurio en conjunción superior Marzo 3 Luna en Cuarto Menguante 20 Equinoccio de Primavera 10 Luna Nueva 22 Saturno estacionario 12 Máxima elongación E de Mercurio 25 Luna llena 17 Luna en Cuarto Creciente 29 Mercurio en conjunción inferior 19 Observación pública en Bilbao 31 Venus en conjunción superior 19 Mercurio estacionario CREPÚSCULO MATUTINO CREPÚSCULO VESPERTINO Día Astronómico Náutico Náutico Astronómico 01-01 7h02m 7h37m 18h54m 19h28m 06-01 7h02m 7h37m 18h58m 19h33m 11-01 7h02m 7h36m 19h03m 19h37m 16-01 7h01m 7h35m 19h08m 19h42m 21-01 6h58m 7h32m 19h14m 19h48m 26-01 6h55m 7h29m 19h19m 19h53m 31-01 6h51m 7h25m 19h25m 19h59m 05-02 6h47m 7h20m 19h31m 20h05m 10-02 6h41m 7h14m 19h38m 20h11m 15-05 6h35m 7h08m 19h44m 20h17m 20-02 6h28m 7h01m 19h50m 20h23m 25-02 6h20m 6h53m 19h56m 20h29m 02-03 6h12m 6h45m 20h02m 20h35m 07-02 6h04m 6h37m 20h08m 20h41m 12-03 5h55m 6h28m 20h14m 20h48m 17-03 5h46m 6h19m 20h20m 20h54m 22-03 5h40m 6h14m 20h31m 21h05m 27-03 5h30m 6h05m 20h37m 21h12m Crepúsculo Naútico: Sol 12º bajo el horizonte. Son visibles las estrellas más brillantes. Crepúsculo Astronómico: Sol 18º bajo el horizonte. Cielo completamente oscuro. ALGUNOS CONSEJOS Para observar el firmamento y en especial los objetos de cielo profundo (cúmulos, nebulosas y galaxias) debemos buscar siempre un lugar lo más oscuro posible, alejado de la contaminación luminica de las ciudades. Veremos más estrellas si acostumbramos a nuestra vista a la oscuridad. Esto se consigue después de 15 minutos, aproximadamente. También necesitaremos, para ver la carta celeste, una linterna recubierta con celofán rojo, o cualquier otro sistema que nos filtre gran parte de la luz de la linterna para que no deslumbre. Finalmente buscaremos noches sin Luna para este tipo de observaciones y llevaremos ropa de abrigo adecuada. Bilbao - Lat. 43°15'00”N • Long. 02°55'00”W • Altura 20 m ENERO 21:00 h. T.U. FEBRERO 20:00 h. T.U MARZO 19:00 h. T.U. �������� �� � � � � ��������������� ������� � ������� � ������� � ������� �� ��� � ���!������ � ���"��� ����� ��������� #$ % #� � & & %# " � % " � � & ' & ' $ %� ( '$ '& $ %� & " % & � � & � � ( ' & " � $ & � ' & �) �� '& �$ �# '$& �%�#$ ' $ & � *# $ +# $� , � � � & ! � � ( %� % - � # . ) � $ � � % & � *#$ �#�#��$#& - � "'& "'"" % & � $ % � �' & � �� ��/ ��� � �0 � �1 � �2 � �� � 12 �3� �4� &���� ��� "��56�� � ��� � � � 1� �� 3 � �4 � � ���"����� $ ���� ���� ���� ��1� �4 $�� � ���13 ��� 7 � �� � �� �� ��2 " � �� � .6�� �� � ���� �� � �� ��8�� �5�� �/9��� . �� �� "����� � �/ 9� � ������ ���������� (9���� � ��-#" $� -%& -) � , ��4���22 �4 � �#$(� � & ( � &'$ # � & ( � �� ". �' & �0� �0� � � � � $ ��� � ��� ��� ��0 ��1 : �� $#� �� � �%& �%�#$ ���%�% "�������� �;��� Boletín patrocinado por: Galileo N.º 26 - Año IX - 5.er Trimestre de 2005 14 Observando el Sol Emilio Martínez - emilio_m@aavbae.net N.º de Wolf diario: enero 2003 - diciembre 2003 Nº Wolf, Valores Mensuales Comparados : enero 2003 - diciembre 2003 0 50 100 150 200 250 ene-03 feb-03 mar-03 abr-03 may-03 jun-03 jul-03 ago-03 sep-03 oct-03 nov-03 dic-03 Max BizkaiA Med Bizkaia Min Bizkaia MaxSabadell -20 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 enero febrero junioabril octubrejulio septiem noviemmarzo mayo agosto diciem 15 Galileo N.º 26 - Año IX - 5.erTrimestre de 2005 JULIO - máx. 172 - día 20 El mes de julio, gracias a las vacaciones, nos perm ite un nivel de días observados (96,77%) muy alto. Sólo nos impide alcanzar el 100% la ne- cesidad de realizar un viaje urgente En la segunda parte del mes hacia el día 20 los índices se elevan destacando la gran canti- dad de grupos 11, que permite alcanzar un 172 el día 20. AGOSTO - máx. 117 - día 6 ¡¡ Viva las vacaciones !! No solo por el asueto, también por tener ma- yores posibilidades de observar , el buen tiempo que nos permite alcanzar el 100% de días obser- vados ( supondría el segundo mes del año si no fuese por el viaje). Valores buenos también en los índices nº de grupos (casi 7 de promedio) , valor máximo y pro- medio del mes. El único ¿sacrificio, necesario es el de tener que llevarse el equipo a cuestas y li- brar algo del tiempo de playa a la observación ¡un cuarto de hora ! SEPTIEMBRE - máx. 103 - día 25 Septiembre: vuelta al tajo, pero sin descuidar las observaciones, algo de síndrome de buen tiempo, pero los índices hay que alcanzarlos , el Sol ayuda, los índices son bajos ¿estarán afec- tados del síndrome del primer día?. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 16 OCTUBRE - máx. 139 - día 29 Sigue la tónica del mes anterior hasta la aparición del mínimo mensual el día 14,a partir de aquí empie- za una rápida elevación del índice (con la aparición de dos grupos espectaculares el día 18, como no se ve- ían desde la época del máximo del ciclo), de forma im- portante con imágenes de gran belleza que paradóji- camente dificultan la realización de los partes diarios NOVIEMBRE - máx. 163 - día 25 Este mes se contabiliza el segundo 0 de este des- censo de actividad el día 7 para, de nuevo, rehacerse hasta alcanzar a finales de mes un valor mas acorde a la altura en que nos encontramos del ciclo. DICIEMBRE - max. 112 - día 1 También aquí se produce un declive de la actividad con máximo cercano al cien con grupos pequeños e indices bajos de actividad tanto en nº de grupos y un raquítico 11 el último día del año. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 17 4. MANCHAS, PROTUBE- RANCIAS Y FULGURACIONES Antes de pasar a describir losfenómenos solares de lasmanchas, protuberancias y fulguraciones vamos a explicar el magnetismo solar que las causa. 4.1. El magnetismo solar Las manchas solares demues- tran la existencia de un campo magnético producido por las co- rrientes eléctricas que circulan en el tercio exterior de la esfera so- lar. A principio del ciclo magnético solar, las líneas del campo magné- tico siguen los meridianos solares. El polo norte tiene una polaridad positiva y el polo sur una polaridad negativa. La rotación diferencial del Sol a distintas latitudes hace que las lí- neas del campo magnético se esti- ren. El efecto se nota más en el ecuador que en los polos, donde la rotación es más rápida. Las líneas magnéticas continú- an estirándose y enrollándose so- bre sí mismas y alrededor del Sol como gomas elásticas, distorsio- nándose con respecto a su traza- do original de polo a polo. Al mis- mo tiempo las líneas siguen el movimiento ascendente y descen- dente de los gases en las corrien- te de convección. La deformación de las líneas ha- ce que el campo magnético au- mente su intensidad en estas zo- nas. Las líneas magnéticas comprimen los gases que circulan entre ellas cuando ascienden a la superficie haciendo que disminu- yan las corrientes de convección y por tanto la temperatura, causa de la creación de las manchas sola- res. Finalmente, las líneas atravie- san la superficie solar y forman bu- cles en los que las líneas de fuer- za salen de una zona con polaridad positiva y vuelven a entrar por una zona de polaridad negativa, for- mando la corona solar al confinar sus gases y las fulguraciones y erupciones. A unos 400.000 km. de altura producen aberturas en la co- rona y son arrastrados hacia el es- pacio por el viento solar. Cuando el máximo del ciclo so- lar es alcanzado (al cabo de 11 años), las líneas del campo mag- nético comienzan a desenrollarse y el Sol vuelve al estado de mag- netismo y actividad mínimos. 4.2. Las manchas solares y las fáculas Las manchas solares aparecen en la fotosfera. Son regiones más oscuras y frías que la superficie so- lar. En una mancha se distinguen dos zonas, la umbra, que es la zo- na más fría, y la penumbra, zona más clara que la anterior. Las manchas se ven más oscu- ras porque tienen una temperatura inferior a la del resto de la fotosfe- ra, en realidad sólo son oscuras en comparación con el resto del Sol ya que algunas manchas pueden al- canzar un brillo diez veces superior al de la Luna. La umbra suele tener unos 4200°K, mientras que la fo- tosfera ronda los 5800°K. Las manchas presentan distin- tas morfologías. Generalmente apa- recen en dúos con polaridad mag- nética contraria, estos dúos tienden a aumentar su tamaño y su núme- ro a lo largo de los días, dando lu- gar a grupos. Los grupos que más se desarrollan pueden tener una es- peranza de vida hasta dos meses, aunque lo más normal es que los grupos tengan una vida más sim- ple y corta. Muchas veces las manchas so- lares pueden observarse rodeadas de una zona brillante denominada fácula. Estas fáculas son más vi- sibles en los bordes del disco solar donde el contraste es mayor que en el centro. Existe una relación en- tre las fáculas y las manchas. Así, todas las manchas solares están asociadas a una fácula, pero no to- das las fáculas llegan a convertirse en manchas. Introducción a la Heliofísica (III) Mª Rosa Martín - rosa_m@aavbae.net Debido a la rotación diferencial las líneas del campo mágnético solar se distorsionan y emergen en la superficie concentrándose e intensificándose formando las manchas solares. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 18 Las fáculas tienen una tempe- ratura superior a la de las regiones adyacentes de entre 200°K y 300°K. El origen de las fáculas tam- bién está relacionado con el mag- netismo solar. En general, la con- vección es frenada por rozamiento provocado por la materia que as- ciende. En las fáculas, el campo magnético es más intenso y obliga a la materia a moverse por sus lí- neas de fuerza disminuyendo el ro- zamiento y aumentando el flujo de materia y energía que llega a la su- perficie. El aumento de energía ha- ce que la materia alcance mayor al- titud en la fotosfera. Las fáculas son fenómenos muy estables. Existe un fenómeno similar al de las fáculas en la cromosfera que se denomina playas. Estas playas son más extensas que las fáculas. 4.3. Las protuberancias Durante los eclipses solares o bien tapando el disco solar con un filtro o pantalla especial se pueden ver las protuberancias solares. En general, las protuberancias se pre- sentan como inmensas columnas ardientes de color rojo profundo que pueden llegar a medir cente- nares de miles de km. Con fre- cuencia las protuberancias se cur- van hasta formar un arco debido a que están formadas por partícu- las altamente ionizadas que se mantienen alrededor de los cam- pos magnéticos que rodean a las manchas. Las protuberancias tam- bién pueden alcanzar una disposi- ción arborescente, en forma de tronco con ramas. Por lo general, las protuberan- cias parten de la cromosfera y as- cienden por gran parte de la coro- na. En comparación con la materia que las rodea, son masas de gas más frías y densas. Su temperatu- ra ronda los 10.000°K y son unas 100 veces más densas que el res- to de la corona. Existen dos tipos de protube- rancias. Las protuberancias; está- ticas o quiescentes. Son arcos de materia que suelen formarse por encima de los campos magnéticos de las grandes manchas y pueden durar varios días. Las protuberan- cias eruptivas están relacionadas con las fulguraciones, suponen la expulsión de materia hacia el es- pacio exterior a grandes velocida- des. Su vida es más breve que la de las protuberancias quiescentes. 4.4. Las fulguraciones Las fulguracionesse originan en la fotosfera. Se encuentran aso- ciadas a grandes estallidos de ener- gía acumulada en un bucle mag- nético cuya inestabilidad en aumento provoca su erupción. Es- te estallido lanza al espacio rayos X, rayos gamma y partículas de al- ta energía que alcanzarán la Tierra en horas o días. Esta lluvia de par- tículas puede provocar daños en los satélites artificiales, inducción de corrientes en las líneas de ten- dido eléctrico e incluso causar per- turbaciones en las capas superio- res de la atmósfera, alterando las transmisiones de onda corta e in- terrumpiendo las comunicaciones por radio. También se pueden pro- ducir perturbaciones en el campo magnético terrestre haciendo que las brújulas tenga un comporta- miento anómalo e incluso que ani- males como las palomas mensaje- ras pierdan temporalmente su sentido de la orientación. Otro efecto de las fulguraciones son las auroras boreales. Estas son causadas por la interacción de los campos magnéticos del Sol y de la Tierra. Cuando se produce una ful- guración, las partículas de gran energía lanzadas (viento solar) pro- ducen una intensa corriente indu- cida en el campo magnético de la Tierra que excita los átomos de la atmósfera superior. Estos átomos emiten luz de determinados colo- res: verde los de oxígeno, rojo los de nitrógeno, etc. Cuando las tor- mentas magnéticas son extrema- damente fuertes, la distorsión so- bre el campo magnético terrestre puede ser tan grande que las au- roras boreales se extiendan hasta latitudes más bajas desde donde, normalmente, no pueden ser vis- tas. Grupo de manchas solare. Su color más oscuro es debido a su menor temperatura respecto al resto de la fotosfera. Protuberancia solar. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 19 Fronteras de la Astronomía(III) Supernovas José F. Rojas Palenzuela - josefelix_r@aavbae.net En el año 1.054 astrónomoschinos observaron y dejaronconstancia de la aparición de una nueva estrella en la actual constelación de Cancer, tan brillante que durante varias semanas se pu- do ver incluso en el brillante cielo diurno, compitiendo con el plane- ta Venus. En la actualidad, en esa región se observa una masa irre- gular de gas en expansión detec- table en todas las gamas de longi- tudes de onda del espectro electromagnético. Dentro de ella se descubrió una señal de radio pul- sante, con 33 destellos por segun- do. Este tipo de fenómeno ya se co- nocía de otros puntos del cielo y se llama pulsar. Posteriormente se descubrió que una débil estrella, ca- si en el centro de la nube, también parpadea 33 veces por segundo en luz visible, por lo que debe corres- ponder con el pulsar observado en radio. Este fenómeno explosivo re- cibe el nombre de supernova y re- presenta el final de la existencia de una estrella bastante mayor que nuestro Sol. El resto que deja se denomina remanente de la supernova y siem- pre contiene gas en expansión pe- ro sólo algunas veces contiene un pulsar. Esto se debe a que no to- das las supernovas dejan el resto compacto (denominado estrella de neutrones) responsable del fenó- meno pulsar y tanbién a que, in- cluso cuando lo forman, el pulsar emite su energía a lo largo de dos chorros opuestos a lo largo de una línea que no coincide con el eje de rotación, por lo que sólo los detec- tamos si se da la circunstancia de que el chorro de radiación nos ilu- mina en algún momento mientras gira, tal y como sucede con la luz de una ambulancia. Estos remanentes de superno- vas se pueden ver en diferentes re- giones del cielo y se encuentran en nuestra propia galaxia, e incluso se pueden ver en las galaxias más cer- canas. Su belleza es el último ves- tigio de una estrella que ya no exis- te pero de cuyo deslumbrante final ha quedado la semilla de futuros planetas y quizás incluso de seres vivos. El motivo es que todos los elementos que no son el hidróge- no y el helio no existían en el Uni- verso primigenio y se sintetizan día a día en los hornos termonucleares que hay en el centro de las estre- llas de gran masa durante las últi- mas etapas de su existencia. Y allí se quedarían hasta el fin de los tiempos si la explosión final como supernova de esta clase de estre- llas no los arrojase al espacio, don- Esquema de un pulsar. Remanente de la Supernova del Cangrejo (M 1) Pulsar existente en el centro de M 1 E ur op ea n S ou th er n O bs er va to ry Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 20 de constituirán el material de cons- trucción de los planetas de poste- riores generaciones de estrellas. Junto a esta gran cantidad de ma- teria parten billones de neutrinos producidos en el mismo momento de la explosión. En líneas generales se conoce bien cómo tienen lugar estas ex- plosiones colosales que hacen bri- llar a una estrella con una luz com- parable a la de toda la galaxia que la contiene, y sin embargo hay di- ficultades. Por un lado, los estudios teóricos de estos procesos han par- tido de suponer una situación ini- cial y unos procesos actuantes si- métricos, por lo que inevitablemente surgían resultados con simetría es- férica, lo que evidentemente no coincide con las masas de gas fi- lamentoso que observamos en los remanentes de las supernovas. Por otro lado, las simulaciones por or- denador de este proceso han pre- sentado una dificultad muy notable: ¡la explosión no tenía lugar! Re- cientes simulaciones sin embargo han conseguido superar este pro- blema dado que en ellas el torren- te de neutrinos que escapa del in- terior fuerza a la materia de la estrella a salir despedida hacia el espacio exterior. Si se añade el he- cho de que ahora se incluyen fluc- tuaciones y turbulencia, los resul- tados de las simulaciones actuales presentan resultados muy simila- res a lo que se observa en la reali- dad, presentando en todos los ca- sos una característica común y que consiste en una explosión menos simétrica y con mayor empuje en las direcciones axial y ecuatorial. No obstante, existe el inconveniente de no contar con datos observa- cionales detallados de las primeras fases de una explosión de super- nova. Se observan supernovas en otras galaxias rutinariamente, pero en la nuestra no se ha detectado ninguna desde la invención del te- lescopio. Por este motivo, la apari- ción de una brillante supernova en la Nube Mayor de Magallanes (una pequeña galaxia satélite de la Vía Láctea) en 1.987 permitió utilizar toda la moderna parafernalia as- tronómica con esta "nueva estre- lla". ¡Al fin y al cabo ha sido la más cercana en 400 años! Y las obser- vaciones tremendamente detalla- das realizadas con el material más moderno existente en ese momento dieron sus frutos: por primera vez en la historia se detectaron neutri- nos procedentes de una fuente ex- terna al Sistema Solar (en este ca- so venidos desde 165.000 años-luz), se observaron "ecos" lu- minosos del estallido al iluminar material gaseoso del área y dos años más tarde se descubrió ma- terial gaseoso formando un anillo ecuatorial que se alejaba de la es- trella y que se corresponde bien con lo que los modelos actuales preveen como resultado de la ex- plosión. Lo que no se ha encontra- do es un pulsar, aunque podría ha- berlo pero que su haz de radiación no iluminase la Tierra. Ahora, a es- perar una supernova en nuestra propia galaxia, que podría ser uno de los candidatos ya conocidos, co- mo Eta Carinae, o una estrella aún desconocida. Eta Carinae A la derecha, la estrella Sanduleak -69 202 antes de convertirse en la Supernova 1987 A (izquierda), en la Gran Nube de Magallanes. Supernova 1994 D en NGC -4526 21 Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 Astronomía para niños y jóvenes (I) Mª Rosa Martín - rosa_m@aavbae.net Somos muchos a los que nosgustaría transmitir nuestroafán por la astronomía a las nuevas generaciones. Sin embar- go, a la hora de compartir nuestra afición con los más pequeños, nos encontramos con el problema de "por dónde empezar". Es impor- tante tratar de acercar la Astrono- mía a los niños de forma que éstospuedan comprenderla, no debemos querer llenar sus pequeñas cabe- citas con cientos de datos que só- lo servirán para que sus amigos piensen que son "unos tíos muy ra- ros" y ninguno de nosotros quere- mos tener un "friqui" en la familia. Como para todo en la actuali- dad, Internet puede ser una buena fuente de inspiración. En la red po- demos encontrar varias páginas de- dicadas a la divulgación de la as- tronomía entre los más pequeños. Algunas de estas páginas propo- nen, además, actividades para re- alizar en casa y en la escuela. Es suficiente con que acudáis a Google y realicéis una búsqueda con las palabras clave "astronomía" y "niños" y os aparecerán, entre los cientos de webs inservibles de cos- tumbre, algunas páginas muy inte- resantes. Pero si sois de esos a los que las búsquedas por Internet aún les dan alergia, os propongo que le echéis un vistazo a esta selección de páginas (todas ellas en caste- llano, por si lo del "guachu-guachu" tampoco es lo vuestro). http://www.alucine.com/ni- nos.htm En esta página podéis encon- trar, con un leguaje muy asequible para los más jóvenes, explicacio- nes sobre cómo se forma el arco iris, la búsqueda de agua en la Lu- na o qué son los meteoros. http://www.cienciafacil.com/as- tronomia.html Donde, entre divertidos dibuji- tos, podrás acceder no sólo a in- formación sobre el Sol, la Luna y los planetas... si no que además presenta algunos trucos para utili- zar en las observaciones de estos astros con los más pequeños. http://www.cnice.mecd.es/eos/ MaterialesEducativos/mem2000/a stronomia/chicos/index.html Es, con mucho, la mejor de to- das las webs de Astronomía para niños. Se trata de un pequeño cur- so sobre el tema, que además de las lecciones, incluye secciones es- peciales de manualidades para ha- cer en casa (desde un "colgante" de planetas para el techo hasta un reloj solar), juegos, fotos, acertijos... y hasta una colección de exáme- nes para aquellos que os dedicáis a la enseñanza. Podéis encontrar en ella una sección dedicada a la Astronomía con ordenador en la que aparecen varios programas pa- ra el cálculo de las distancias entre planetas, simulaciones de grave- dad en distintos astros, contami- nación lumínica, etc. http://www.mundopeque.com/s aber_es_diver/ciencia/astrono- mia/links-ast.htm Y en esta sección sobre astro- nomía de la web "mundopeque" te- néis recogidos links a sitios astro- nómicos para todos los gustos y todas las edades. Espero que con esto os hayáis decidido a empezar a introducir a vuestros peques en el mundo de la Astronomía. Recordad que no son demasiado pequeños para empe- zar, siempre podéis encontrar una actividad adecuada a su edad que os permita disfrutar a todos. Galileo N.º 26 - Año IX - 1.er Trimestre de 2005 22 Observaciones Públicas 2005 Organizadas por la Agrupación Astronómica Vizcaína / Bizkaiko Astronomi Elkartea Éstas se realizan habitual-mente en el Parque deEtxebarria de Bilbao, un sá- bado al mes, desde las 20:00 h. del sábado hasta las 00:00 h. del do- mingo. También se organizan ob- servaciones en caso de eventos es- peciales, que se anuncian con antelación en nuestra página Web. Para conocer posibles cambios de última hora, u observaciones de eventos concretos, consultad en el teléfono de información ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao, 010 ó la sección de agenda de los dife- rentes diarios del territorio. Durante las observaciones se instalan varios telescopios, mediante los cuales los asistentes podrán observar principalmente la Luna y los planetas, además de algunos fenómenos tales como ocultaciones, tránsitos, etc. Debido a la contaminación lu- mínica, no es posible observar otros objetos y fenómenos. También se instalan sistemas de vídeo conec- tados a los telescopios. Los asis- tentes son invitados a observar a través de los instrumentos, y gozar de la experiencia de contemplar di- rectamente los astros y planetas. HILGORA/CRECIENTE HILBERA/MENGUANTE BETEA/LLENA BARRIA/NUEVA Días de observación pública 23 GALILEO Boletín Astronómico Boletín de la Agrupación Astronómica Vizcaina / Bizkaiko Astronomi Elkartea - AAV/BAE Locales del Dpto. de Cultura de la D.F.V. - B.F.A. C/. Iparraguirre 46, 5.º, Dpto. 4 - 48012 Bilbao mail@aavbae.net • http://www.aavbae.net GALILEO en Internet: http://www.aavbae.net/boletín.php
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