Logo Studenta

Historia_dominicana_y_Sociedad_Civil_193

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/301777388
Historia dominicana y sociedad civil, 1935-19781
Chapter · January 2010
CITATIONS
0
READS
34,255
1 author:
Quisqueya Lora
Universidad Autónoma de Santo Domingo
13 PUBLICATIONS   16 CITATIONS   
SEE PROFILE
All content following this page was uploaded by Quisqueya Lora on 02 May 2016.
The user has requested enhancement of the downloaded file.
https://www.researchgate.net/publication/301777388_Historia_dominicana_y_sociedad_civil_1935-19781?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/publication/301777388_Historia_dominicana_y_sociedad_civil_1935-19781?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Quisqueya-Lora?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Quisqueya-Lora?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/institution/Universidad_Autonoma_de_Santo_Domingo?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Quisqueya-Lora?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Quisqueya-Lora?enrichId=rgreq-04c2a0de413ba26d375ee6ee8e63a2b8-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMwMTc3NzM4ODtBUzozNTczMjEzOTA3Mzk0NjNAMTQ2MjIwMzQ2NzAxMg%3D%3D&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf
 1 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Historia dominicana y sociedad civil, 1935-19781 
Por Quisqueya Lora H. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Santo Domingo, República Dominicana 
Diciembre 2009 
 
 
1 Este trabajo forma parte de la obra “La sociedad civil dominicana. Contribución a su historia.” (2010) 
Santo Domingo, MUDE, CIES/UNIBE, Alianza ONG, pp. 51-105 
 
 2 
 
1. La dictadura de Trujillo, 1935-1961…………………………………… 3 
 
1.1 Afianzamiento de la dictadura trujillista………………… 3 
1.2 La extinción del sistema de partidos. ……………………. 5 
1.3 La cooptación del movimiento obrero…………………… 6 
1.4 La educación como mecanismo de control………………. 10 
1.5 El movimiento feminista bajo la dictadura………………. 11 
1.6 Otras formas organizativas bajo control del régimen …… 14 
1.7 La crisis final de la dictadura……………………………. 15 
 
2. La transición democrática interrumpida (1961 – 1966)………………. 17 
 
2.1 El inicio de la destrujillización ……………………………… 17 
2.2 Los partidos políticos: ejes de la reorganización social……... 19 
2.3 Otras formas de expresión organizativa …………………….. 20 
2.4 El primer gobierno democrático ……………………………. 21 
2.4.1. La Constitución de 1963 …………………………………. 22 
2.4.2 La oposición al gobierno ………………………………….. 23 
2.5 El triunvirato (1963-1965) ………………………………….. 25 
2.5.1 Los empresarios e industriales en el Triunvirato …………. 25 
2.5.2 La oposición al Triunvirato ………………………………. 26 
2.6 La Revolución de Abril de 1965……………………………. 27 
 
3. Los Doce Años de Joaquín Balaguer (1966-1978) ………………….. 29 
 
3.1 Industriales y empresarios: alianzas y tensiones. …………… 30 
3.2 Las organizaciones femeninas en los Doce Años …………… 31 
3.3 La represión balaguerista …………………………………… 32 
3.4 El movimiento estudiantil y profesoral ……………………… 33 
3.5 El activismo de los sectores obreros ………………………… 35 
3.6 Los campesinos y la Reforma Agraria………………………. 36 
3.7 La Iglesia Católica en los Doce Años ………………………. 37 
3.8 Causas de la derrota electoral de Balaguer en 1978………… 39 
 
4. Bibliografía …………………………………………………………… 41 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3 
 
1. La dictadura de Trujillo, 1935-1961 
 
1.1 Afianzamiento de la dictadura trujillista. 
 
Para 1935 Rafael Leonidas Trujillo se había afianzado en el poder, su dictadura había 
creado todos los resortes necesarios para controlar no sólo las estructuras administrativas 
del Estado y la economía nacional sino también la sociedad dominicana. El régimen se 
basó en un “proyecto de unificación nacional en torno al trabajo, el orden, la paz y el 
progreso” 2 con una gran concentración del poder político alrededor del dictador y de su 
círculo burocrático-militar. Se había constituido “en una de las más fuertes y más 
centralizadas dictaduras conocidas en la historia del Hemisferio”3. El régimen no se 
limitó al control militar y político, sino que estableció controles sobre la vida familiar, la 
educación, la iglesia y todas las formas de organización social. En este último renglón los 
sindicatos, las asociaciones, los periódicos, los clubes y toda forma independiente de 
expresión social fueron influenciados por los intereses del trujillismo. Las instituciones 
pasaron a tener un carácter puramente formal. En consecuencia el precario desarrollo de 
la sociedad civil pasó por un trance harto complejo que limitó en gran medida su 
proyección. Roberto Cassá ha expresado que “Con Trujillo se perfeccionó el arquetipo de 
la subordinación de la sociedad civil respecto al estado que habían impuesto los marines 
en 1916”4 
Bajo la dictadura se terminó de formar el Estado capitalista moderno de República 
Dominicana. El impulso capitalista trujillista se diferenció del que instauraron los 
norteamericanos en 1916 en que este último se caracterizó en sustentar la expansión de la 
economía agroexportadora simple, mientras que Trujillo dio impulso a una economía 
agrícola e industrial dependiente del mercado interno. Las limitaciones productivas de la 
burguesía local, fueron potenciadas por el Estado que asumió las funciones de estímulo a 
la generación de bienes dedicados al mercado interno. Se produjo de esta manera un 
desplazamiento de los intereses tradicionales. El Estado se convirtió en una “maquinaria 
implacable de extorsión” de la población,5 dándose una directa y fuerte asociación entre 
los intereses personales del dictador y su camarilla y el Estado de tal manera que en 
pocos años pudieron apoderarse de los mayores capitales del país. La concentración del 
poder alrededor de la figura del tirano le permitió eliminar dos expresiones que habían 
caracterizado la República Dominicana: el provincialismo y el regionalismo. 
Desde los primeros años se inició el establecimiento de monopolios en favor de los 
intereses de Trujillo, como los establecidos en la sal, la carne, el azúcar y la leche. 
Este monopolio capitalista se desarrolló en detrimento de la burguesía nacional y 
evidentemente de la clase trabajadora. Según José Cordero Michel el círculo gobernante 
controló el 75% de las inversiones industriales, el 35% de las tierras cultivadas y el 25 % 
de todo el ganado vacuno, produciendo un saqueo sistemático de la economía nacional. 
 
2 Rosario Espinal. Autoritarismo y Democracia en la República Dominicana. Santo Domingo, Argumentos, 
1994. 
3 José Cordero Michel. Análisis de la Era de Trujillo (Informe sobre la República Dominicana, 1959). 5ta. 
Ed., Santo Domingo, Editora Universitaria, 1987. p.28 
4 Roberto Cassá. Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana (Desde los orígeneshasta 1960). Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1990. p. 180 
5 Cassá. Ob. cit. p. 182 
 4 
La maquinaria represiva se ejerció a través de la Policía Nacional, el Ejército, el Servicio 
de Inteligencia Militar (SIM), el Partido Dominicano, además de diversas organizaciones 
paramilitares. El ejército pasó de estar compuesto por 2 mil soldados en 1930 a 25 mil en 
1955. El orden público estaba controlado en todo el país por policías municipales. La 
Policía Nacional llegó a tener cerca de 10 mil miembros. Las zonas rurales tenían sus 
propios instrumentos represivos creados en coyunturas concretas como “Los Jinetes del 
Este” y “Los Cocuyos de la Cordillera”. El ejercicio de la fuerza se benefició del 
monopolio de la información a través del control de la prensa, la radio y la televisión que 
solo podían difundir la propaganda del gobierno. 
Igualmente las publicaciones y la importación de libros pasaba por el cedazo de la 
censura. “Su régimen enfatizó en forma aberrante la paz, el orden, la estabilidad, el 
progreso material y la deificación del tirano(“Dios y Trujillos”).” 6 La imposibilidad de 
manifestaciones de oposición o simplemente de demandas se explica en el contexto del 
régimen de terror. Para este período la sumisión se debe entender como un factor 
determinante en la desmovilización. 
“El terror policiaco, el hambre, la inseguridad del empleo, ha “preparado” a la 
población creando en su seno un estado permanente de angustia que exagera la 
sensibilidad individual ante la dictadura e impulsa a las personas a refugiarse en la 
sumisión” 7. 
El elemento del terror jugó un rol determinante para entender la sumisión y la ausencia de 
expresiones de descontento en gran parte de la duración de la dictadura. El manejo de la 
prensa tuvo en la columna “Foro Público” un ejemplo característico de su papel, a través 
de la cuál los organismos represivos acusaban a ciudadanos y ciudadanas bajo el 
enmascaramiento de cartas del público. La mención en esta columna periodística 
equivalía a una advertencia que en muchos casos hacía caer en desgracia. La escuela 
enseñaba la educación trujillista y constituyó un dispositivo de adoctrinamiento. 
La Iglesia Católica, por su significativo peso en la sociedad dominicana, fue un 
importante respaldo de la dictadura entre 1934 y 1959. Desde el pulpito y desde los 
colegios católicos se difundió la propaganda del régimen. Cordero Michel consideró que 
“La iglesia ha ofrecido al régimen un arma psicológica formidable para someter 
espiritualmente a las masas”8. 
Esta asociación entre Trujillo y la iglesia quedó fortalecida mediante la firma del 
Concordato con el Vaticano en 1953. A partir de esa fecha se produjo un intenso 
activismo, que se expresó en el control de 50 sindicatos obreros, 7 mil cooperativas de 
crédito y de consumo del campesinado, una organización patronal y el refuerzo del 
movimiento juvenil Acción Católica.9 
En el Estado totalitario trujillista, aunque predominaba la represión y la coerción, se 
desarrollaron mecanismos de consenso, como intensas campañas ideológicas que 
buscaban la identificación de la población con fines concretos. La dictadura mantuvo su 
estructura formal de democracia burguesa representativa. Todas las instituciones y 
poderes funcionaban normalmente en apariencia. De esta forma el tirano buscaba una 
 
6 Bernardo Vega. Control y represión en la dictadura de trujillista. Santo Domingo, Fundación Cultural 
Dominicana, 1986. p.9 
7 Cordero Michel. Ob.cit. p.34 
8 Cordero Michel. Ob. cit.. p.36 
9 Cordero Michel. Ob. cit.. p.42 
 5 
legitimación mínima sustentada en la supuesta voluntad popular expresada en los 
mecanismos democráticos que seguían funcionando formalmente aunque sometidos a la 
represión y censura. 
Cordero Michel consideró que para 1947 había desaparecido todo grupo de influencia “El 
pueblo quedó sin defensas frente a la intensa propaganda unilateral llevada por el 
régimen…el “jefe” y el Partido están por doquier presentes, en la calle, en la fábrica, en 
la escuela, en la tienda, y hasta en los muros de todos los hogares dominicanos.”10 
 
1.2 La extinción del sistema de partidos. 
 
La desaparición de los partidos se inició en 1930 en un proceso tan acelerado que para el 
16 de agosto de 1930 los dos partidos mayoritarios en ese momento, el Partido Nacional 
de Horacio Vásquez y el Partido Progresista de Federico Velásquez, habían desaparecido. 
A finales de agosto se fundó el Partido Dominicano, en sus estatutos declaró que “El 
Partido Dominicano se ha constituido para colmar un patriótico anhelo de superación 
cívica del pueblo dominicano y como fuerza política para sostener y cumplir el credo 
renovador del Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina...”11. 
Todas las organizaciones sin importar su carácter se convirtieron en centros de 
propaganda del régimen. Pero dentro de ellas el Partido Dominicano jugó un papel 
destacado como organizador de los instrumentos más efectivos de la maquinaria 
propagandística del régimen como son los mítines, reuniones, manifestaciones, desfiles, 
conferencias y revistas cívicas. Para tener una idea “en el curso del año se celebran en el 
país cerca de 400 misas “por la salud del jefe”, 300 retiros espirituales, 2,500 
conferencias políticas y más de 800 mítines, desfiles y manifestaciones con una asistencia 
total de 3.5 a 4.0 millones de personas pertenecientes a todas las clases sociales” 12. Esta 
maquinaria permitió mantener movilizado al país permanentemente. 
El Partido Dominicano se presentó como una necesidad histórica para República 
Dominicana, este sería el que permitiría la unidad nacional. Sería la antítesis de la lucha 
caudillista, de la lucha partidista y del regionalismo que ha caracterizado nuestra historia. 
El Partido permite organizar y movilizar a sectores que históricamente se mantuvieron al 
margen de toda forma de participación política, como es el caso de los campesinos y las 
mujeres. 
“En base a su idea de construir una homogeneidad nacional excluyente de la 
participación política, Trujillo diseñó una organización protopartidista dirigida a 
aglutinar de manera apolítica y seudocorporativa todos los sectores sociales en forma no 
selectiva (iglesia, élites tradicionales, sectores burgueses, mujeres, estudiantes, 
profesionales, obreros y campesinos).” 
Jacqueline Jiménez Polanco13 
 
 
 
10 Cordero Michel. Ob.cit. p.35 
11 Jesús de Galíndez. La Era de Trujillo. Un estudio casuístico de dictadura hispanoamericana. Santo 
Domingo, Editores: Libros y servicios, 1975. p.152 
12 Cordero Michel. Ob. cit. p.38-39 
13 Jacqueline Jiménez Polanco. Los partidos políticos en la República Dominicana: Actividad electoral y 
desarrollo organizativo, p. 89 
 6 
En el Partido Dominicano es donde se evidencia con mayor claridad la total unidad entre 
partido y Estado, el presidente del partido tiene rango de Secretario de Estado; la 
Secretaría de Estado del Tesoro descuenta 10% de su salario a los empleados públicos en 
beneficio del partido y para ser funcionario público era un requisito ser afiliado al partido. 
“Está engarzado de forma absoluta con la estructura y funcionamiento del gobierno”.14 
Entre 1931 y 1950 se registraron en él mas de un millón de personas, en un país en que la 
población total era de 2,121,000.00 de habitantes lo que equivalía al 50% de la población. 
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial se establecen algunos partidos que ayudan 
a representar el juego democrático en la contienda electoral con más de un partido. 
Trujillo trata de distanciarse de la imagen fascistoide que hasta entonces lo caracteriza. 
Entre 1940 y 1941 existió el Partido Trujillista, en 1945 el Partido Republicano, pero 
entre 1946-47 salen a la luz organizaciones de izquierda y de corte progresista. El Partido 
Socialista Popular junto con otras de dudosa reputación como el Partido Nacional 
Democrático y el PartidoLaborista Nacional. En esta misma coyuntura surgió la 
Juventud Democrática en el ámbito universitario. 
 
1.3 La cooptación del movimiento obrero 
 
Una de las primeras expresiones de la sociedad civil cooptada por la dictadura fue el 
incipiente movimiento obrero. Para 1930 éste había tomado partido en favor de Trujillo y 
sirvió de esta manera como legitimador del nuevo régimen que desde un inicio dio claras 
señales autoritarias. El movimiento obrero que recibió a Trujillo en 1930 se caracterizaba 
por su corporativismo y escaso grado de politización por lo que en general se limitaba a 
reivindicaciones puntuales relacionadas con sus condiciones materiales. Esto explica la 
ausencia de contradicciones de fondo con el autoritarismo de la naciente dictadura. 
Inicialmente la maquinaria represiva no tuvo que operar para lograr la adhesión del 
movimiento, esto facilitó que existiera cierta autonomía de acción. Pero con el tiempo los 
mecanismos de control se fueron incrementando y los antitrujilistas que aun permanecían 
en las directivas de gremios y federaciones tuvieron que ir saliendo de los mismos. 
Trujillo se presentó como el defensor de la causa obrera. Se dedicó con energía a favor de 
la promulgación de una legislación obrera que limitara la jornada laboral y estableciera el 
seguro para accidentes de trabajo. Otro punto de coincidencia del régimen y los obreros 
fueron los controles a la inmigración de braceros extranjeros. En 1930 se creo la 
Secretaría de Estado de Trabajo que dio cuerpo a esta iniciativa. Esta entidad propició la 
reorganización y creación de numerosos gremios de carpinteros, mecánicos y albañiles. 
En los primeros cinco años la vigilancia sobre los gremios fue en aumento, en la misma 
medida en que se redujo su capacidad de iniciativa y se les guió hacia una práctica 
mutualista. Roberto Cassá considera que una vez resuelta la oposición política armada 
durante los primeros años, sobre todo la que encabezaron Desiderio Arias y Cipriano 
Bencosme, terminó la etapa de flexibilidad en las relaciones dictadura-obreros. El 
régimen procedió a eliminar todos los grupos obreros que no respondían a sus directrices. 
Algunos como la Asociación de Instrucción y Socorro para Obreros y Campesinos, 
AISOC y la Federación Local de Macorís se disolvieron. 
La Confederación Dominicana del Trabajo, principal organización del país, había sido 
captada por la dictadura y recrudeció su defensa del régimen y en conección con esto 
 
14 Galíndez. Ob. cit. p.154 
 7 
asumió la denuncia del comunismo. Para 1959 poseía más de 10 mil afiliados 
organizados en 175 gremios obreros y artesanales. Su único papel se limitaba a ejercer 
control sobre la clase trabajadora y servir de correa de transmisión de la propaganda 
oficial. 
En muchos casos los mecanismos represivos no tuvieron ni siquiera que tomar acción 
para provocar el cierre o disolución de las organizaciones, estas fueron desapareciendo o 
se convirtieron en infuncionales sin ningún tipo de impacto social. “Para sobrevivir, 
todas las organizaciones obreras debían mostrar subordinación respecto al Estado, tanto 
en su relación con los problemas del trabajo como en los principios ideológicos que 
enarbolaran”15. El régimen llegó incluso a imponer en la presidencia de los gremios y las 
confederaciones obreras a un funcionario del gobierno. 
El régimen tenía además otros mecanismos propagandísticos para hacer efectiva su 
influencia sobre las organizaciones obreras y al mismo tiempo crear un clima de 
inmovilidad. Por ejemplo, en 1953 se publicó el folleto “El auge de las sociedades de 
socorro mutuo en la Era de Trujillo: Su postura anticomunista”. Este documento 
claramente expresa entre sus objetivos que el mismo “ha sido escrito adrede con la 
finalidad de ser, como ha sido, ofrecido en los principales centros y salones mutualistas 
del país, y cuya disertación, en cada localidad, contó siempre con los mejores auspicios 
de las Juntas Comunales del Partido Dominicano”16. Aquí se hace notoria la estrecha 
vinculación entre las Juntas Comunales y el Partido Dominicano y al mismo tiempo el 
sentido mutualista que se estimuló desde la maquinaria estatal. Igualmente la 
despolitización de estas organizaciones podía ser manipulada a conveniencia, como en 
este caso en el que se afirma la postura anticomunista de las sociedades mutualistas. Ellas 
mismas son definidas como instituciones “ajenas enteramente a todas ideas extremistas, 
amantes de todo lo que significa paz, progreso, felicitad,...”17. Además de estar guiadas 
“por normas que no están en pugna, en ningún caso, con los sagrados intereses de la 
Iglesia Católica Apostólica y Romana” 18 
En dicho documento no solo se define el carácter de estas sociedades de socorro mutuo 
sino también se enumeran los alcances de la obra de Trujillo en favor de la clase obrera, 
entre ellos los Barrios de Mejoramiento Social, Barrios obreros, escuelas para maestros y 
el recién constituido Comité Central Pro Liga Nacional Mutualista. Se hace una 
enumeración de las Sociedades de Socorro Mutuo las cuales hacienden a 47 de las que 19 
se encuentran en Ciudad Trujillo. Muchas de ellas llevan nombres relacionados con el 
dictador como las sociedades San Rafael presentes en cinco ciudades o la Sociedad Julia 
Molina. 
La aprobación del paquete de leyes obreras no significó que su aplicación fuera una 
realidad. El régimen tomó aquellas medidas que no chocaban con sus intereses 
particulares. Además, Trujillo pudo tomar las medidas a su propio ritmo, tomando en 
cuenta la ausencia de presión por parte del movimiento. Fue a partir de 1940 cuando 
adoptó una posición más consistente como resultado de la asunción de las resoluciones 
internacionales en materia laboral. 
 
15 Cassá. Ob. cit. p.199 
16 Luis Emilio Jourdain Heredia. El auge de las sociedades de socorro mutuo en la Era de Trujillo: Su 
postura anticomunista. Ciudad Trujillo, Impresora “Atenas, 1953. p.7 
17 Ibídem. 
18 Jourdain Heredia. Ob. cit. p.17 
 
 8 
Hacia 1939 se produjo un resurgimiento de las organizaciones obreras, fundamentalmente 
de aquellas que existían en 1930. Sobre esta nueva situación el contexto internacional 
jugó un papel determinante. El inicio de la Segunda Guerra Mundial, el descrédito de los 
regímenes fascistas y dictatoriales y el acercamiento temporal entre los Estados Unidos y 
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, pusieron a Trujillo en una situación muy 
vulnerable. Esto se sumó al repudio internacional por la matanza de haitianos realizada en 
1937. Este hecho, aunque no puso en peligro la supervivencia del régimen, le restó el 
apoyo irrestricto de Estados Unidos y lo obligó a mejorar su imagen internacional. 
En este contexto el régimen estimó pertinente fomentar el resurgimiento de 
organizaciones como pantalla democrática y como canal de transmisión de las demandas 
sectoriales. No obstante, esta distensión pasaba por nuevos y perfeccionados controles 
como por ejemplo la ley de mayo de 1940 mediante la cual no serían reconocidos los 
gremios o sindicatos que no estuvieran afiliados a las federaciones locales del trabajo que 
a su vez estaban presididas por el gobernador de la provincia, que era un funcionario del 
régimen. Dentro de esta misma dinámica el gobierno decretó una directiva nacional de 
gremios. 
A pesar de esto no todos los mecanismos pudieron ser controlados dando por resultado 
las huelgas azucareras de 1942. Estas huelgas se explican no solo por los hechos 
internacionales anteriormente descritos sino también por una situación particular. Para 
1943 el régimen necesitaba integrarse a los mecanismos internacionales de representación 
obrera así como participar en las conferencias sobre trabajo de las que, bajo el estigma de 
dictadura, se encontraba marginada. Por lo tanto, se formaron delegaciones obreras que 
debían participar en estos foros e intentar recuperar la deterioradaimagen producto de las 
denuncias de los exiliados dominicanos encabezados por el PRD. Estas denuncias habían 
logrado que, en el primer Congreso de Confederación de Trabajadores de América Latina 
en 1941, se emitiera una resolución de condena al régimen de Trujillo. 
En 1943 se revivió la Confederación Dominicana del Trabajo y al año siguiente se 
convocó el V Congreso Nacional Obrero. El auge obrero dio por resultado que en 1944 se 
declarara el 1 de mayo como día del trabajo y al año siguiente como no laborable. En 
1945 se inició la construcción del barrio obrero. 
A pesar de cierta liberalización, el régimen nunca permitió la conformación de 
organizaciones que coordinaran las actividades más allá de la localidad o la provincia. De 
esta forma se cercaban las posibilidades de crecimiento y se limitaba el impacto de 
cualquier acción o conflicto. 
 
Si la década de 1930 se caracterizó por su crítica situación económica, los años 40´s 
fueron totalmente diferentes como resultado del aumento de los precios de los productos 
de exportación consecuencia del inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939. Las 
exportaciones pasaron de 17 millones entre 1935 y 1941 a 20 millones en 1942 y 
finalmente a 60 millones en 1944. Esta bonanza produjo una ampliación del mercado 
interno, ampliación del crédito bancario y, frente a la imposibilidad de importar 
productos manufacturados, el desarrollo industrial. 
Durante 30 años es natural que se produjeran cambios importantes en la fisonomía 
nacional, algunos cambios destacados fueron el desarrollo del proceso de urbanización. 
En 1935 tan solo el 18% de la población se concentraba en zonas urbanas, esta cifra había 
aumentado a 24% en 1950. Definitivamente fue en Santo Domingo donde este 
 9 
crecimiento fue mas notorio, su población pasó de 31 mil habitantes en 1920 a 71 mil en 
1935 y 182 mil en 1950. Este crecimiento vino acompañado del aumento de la masa 
asalariada que respondió al acelerado proceso de desarrollo industrial. Pero este 
desarrollo industrial, basado en el monopolio trujillista, margino a la burguesía local. 
 
Entre 1939 y 1940 República Dominicana vivió un aumento significativo de las luchas 
reivindicativas producto de la política de flexibilización del régimen pero también del 
empeoramiento de las condiciones de vida. Aunque la huelga no fue un mecanismo 
extendido, sobretodo por la “autocensura de las organizaciones, conscientes de la 
capacidad criminal del estado” 19, el Gremio de Zapateros y los trabajadores portuarios 
llevaron a cabo protestas que implicaron el paro y lograron algunas reivindicaciones. 
Pero, en general, los logros fueron pobres para los obreros pues fue en 1946 cuando se 
hizo realidad la jornada de ocho horas. 
La Federación Local de San Pedro de Macorís fue probablemente la organización más 
importante de la Era de Trujillo por tres razones “la amplitud que tomó desde su base, su 
independencia respecto al estado y la calidad del liderazgo” 20. Efectivamente el 
liderazgo reposaba en una serie de individuos entre los que se destacó Mauricio Báez. 
A estos elementos se puede agregar la excepcional proletarización de la zona, 
condiciones creadas desde 1916 con la Primera Intervención Norteamericana. La 
independencia de la directiva de la Federación de Macorís, con fuertes vínculos con la 
ideología marxista, se logró después de un arriesgado proceso de desplazamiento de su 
directiva trujillista, iniciando en 1945 la incorporación de los gremios de la región, los 
que llegaron a sumar 34. 
Hasta 1940 el régimen de Trujillo había mantenido una alianza con los emporios 
azucareros a los que había beneficiado en 1930 con la derogación de impuestos que los 
perjudicaban. A finales de esa década el déspota decidió incursionar de lleno en la 
industria azucarera. Principalmente el aumento de los precios, producto de la Segunda 
Guerra Mundial, hizo muy atractivo la inserción del tirano en este renglón económico. En 
este sentido el primer paso dado fue la construcción del ingenio Catarey en 1949; en 1952 
compró el ingenio Montellano, propiedad norteamericana e inició la construcción del 
Central Río Haina. Este proceso de compra e introducción del Estado en el negocio 
azucarero vino acompañado de una campaña mediática de críticas a las condiciones 
laborales de los trabajadores del ingenio. 
La labor propagandística del régimen era de tal precisión que incluía mecanismos menos 
evidentes como la publicación de la novela Over de Ramón Marrero Aristy en 1948, 
brillantemente escrita y fiel retrato de la dura vida de los braceros en los ingenios. Entre 
1950 y 1952 el gobierno pasó a exigir el cumplimiento de leyes laborales y en tal sentido 
el Central Romana fue sometido a la justicia. En 1954 los bateyes del Central Romana 
fueron declarados peligro público por carecer de normas de higiene. 
La nueva política oficial permitió que los gremios obreros encabezados por la 
Confederación de Trabajadores Dominicanos (CTD) pudieran emprender acciones de 
protesta y huelga, como se produjo en 1954 en el ingenio Santa Fe y en otros del Central 
Romana. Finalmente la campaña terminó en 1956 cuando Trujillo compró en sobreprecio 
 
19 Cassá. Ob. cit. p.381 
20 Cassá. Ob. cit. p.389 
 
 10 
los cinco ingenios de la West Indies Sugar Company. Permanecieron sólo dos ingenios 
privados: la South Porto Rico Sugar Co. y la Casa Vicini. Este nuevo paso económico 
hizo que Trujillo controlara el 80 por ciento de la producción industrial y el 45% de la 
mano de obra del país. 
 
1.4 La educación como mecanismo de control 
 
Las juventudes dominicanas estaban organizadas y controladas por diversos medios, en 
los círculos católicos a través del movimiento Acción Católica, en los círculos 
universitarios en la Guardia Universitaria Presidente Trujillo y en el ámbito puramente 
político en la Juventud Trujillista. 
Es innegable que durante la dictadura hubo un importante avance en la cobertura 
educativa. 
 
Año Cantidad de 
escuelas 
Año Alfabetismo 
1936-37 898 1936 20% 
1945-46 2,242 1950 43% 
1955-56 4,258 1956 60% 
 Fuente: José Cordero Michel. Análisis de la Era de Trujillo (Informe sobre la 
 República Dominicana, 1959). 5ta. Ed., Santo Domingo, Editora Universitaria, 1987. 
 
La educación, como la propaganda, se entendió como un instrumento clave para el 
control social. La Cartilla Cívica fue el documento básico de la formación trujillista en las 
escuelas, como decálogo de la ideología trujillista se difundió ampliamente. El régimen 
reforzó la educación de manera extraordinaria. La ampliación del acceso a la educación 
básica y superior se tradujo a su vez en una ampliación de la base social del régimen 
permitiendo el acceso a ella de jóvenes de escasos recursos. Lo que antes era un beneficio 
de las élites se extendió a todos los sectores de la sociedad mientras no fueran desafectos. 
La universidad llegó a tener 3,000 estudiantes, lo que para la fecha era una cifra 
considerable. 
En los primeros años de la dictadura sobrevivió la Asociación Nacional de Estudiantes 
Universitarios (ANEU) que agrupaba a diversos estudiantes alrededor de ideas de 
democratización de la educación. Esta organización fundada en 1928, se inspirada en el 
Movimiento de Córdoba de 1918 y aspiraba a realizar una reforma y a alcanzar la 
autonomía universitaria, estas ideas eran evidentemente incompatibles con el 
autoritarismo y centralismo de la dictadura por lo que la ANEU desapareció unos años 
después de iniciada la dictadura. 
Las universidades, como espacio natural de la producción de ideas y de aglomeramiento 
de las juventudes pensantes, son espacios propicios para el desarrollo del espíritu 
contestatario y rebelde. No era de extrañar que esta fuera una institución bajo estricta 
supervisión del régimen. Para el control de los estudiantes en su interior se creó una 
organización paramilitar conocida como la Guardia Universitaria. Esta fue fundada el 5 
de marzode 1937 para el “mantenimiento del control político e ideológico de la 
universidad”. En sus reglamentos se señalaba como sus objetivos: “contribuir con el auge 
de la Universidad de Santo Domingo en la cultura, la salud y la disciplina, para de ese 
modo prestar su concurso a la obra de rehabilitación nacional que patrocina el 
 11 
generalísimo y doctor Rafael Trujillo Molina”21. La guardia se organizó como un 
estamento militar en el que se asignaban rangos como el de comandante, capitanes, 
tenientes y cadetes. Las mujeres estaban organizadas en la rama femenina y solo podían 
alcanzar el rango de teniente y cadete. 
 
1.5 El movimiento feminista bajo la dictadura 
 
El movimiento de mujeres, heredero de una larga tradición que se remonta a finales del 
siglo XIX y las educadoras hostosianas, encabezadas por Salomé Ureña, tuvo un papel 
significativo en la primera década de la dictadura. Su desarrollo en ese complejo 
momento histórico estuvo revestido de las ambigüedades y contradicciones que sufrieron 
todas las expresiones de organización social durante el régimen trujillista. 
Rubén Silié explica con agudeza el carácter del apoyo de Trujillo a la causa feminista: 
“Trujillo se preocupa por la mujer, no como un sujeto al cual había que insertar en la 
sociedad dominicana por razones de ley, por razones de derecho, sino por que entendió, 
también muy temprano, que era un sujeto político utilizable…” 22. 
Galindez consideró que el feminismo fue un movimiento fomentado por Trujillo entre 
1940 y 1941, para ponerse a tono con las corrientes modernas de igualdad de los sexos. 
Establece diferencia entre dos grupos de mujeres feministas: las destacadas por su 
historial de trabajo y su labor anterior, entre las que hay que mencionar a Abigail Mejía y 
Celeste Woss y Gil; y otro grupo de índole político relacionadas con el trujillismo, 
encabezados por la viuda Peynado. Galindez reseñó que una vez se supo que Trujillo 
legislaría a favor de las mujeres “se desencadenó un hervidero de celos entre esas 
mujeres con aspiraciones a la dirección del movimiento y al aprovechamiento de sus 
beneficios”.23 
En 1938 Trujillo realizó un recorrido en el interior del país, para su retorno se formó un 
Comité de Damas que planificó un acto de recibimiento. Dicho comité estuvo encabezado 
por la esposa de Trujillo, quien en el acto le impuso la Medalla de la Paz a nombre de la 
mujer dominicana.24 En el Listín Diario del 18 diciembre de 1937 se publicó un 
comunicado de las mujeres en apoyo a la reelección de Trujillo, este escrito dejó claro el 
papel que estaba jugando en ese momento el movimiento feminista y el costo político que 
tuvo alcanzar el derecho al voto en 1942. 
 “Todas somos trujillistas, todas admiramos las glorias y grandezas del Presidente 
Trujillo, y nuestro mayor empeño está en que, cuando él decida presenciar el homenaje 
de nosotras, las mujeres, todas, absolutamente todas, desfilemos ante él, ofreciéndole con 
nuestra presencia la expresión de nuestra gratitud, que es la mejor flor del 
agradecimiento y de la simpatía”.25 
Para este momento Abigail Mejía era, sin duda algunas, la principal activista femenina 
desde inicios del siglo XX. Su labor adquiere especial relevancia a principios de la 
dictadura con la creación de la Acción Feminista Dominicana (AFD) bajo el lema de 
 
21 Franklin Franco. Historia de la UASD y los Estudios Superiores. Santo Domingo, Universidad Autónoma 
de Santo Domingo, 2007. P.185 
22 Rubén Silié. Ponencia Reestructuración de la sociedad dominicana. Seminario “Trujillo 1891-1961”, p.6 
23 Galíndez. Ob. cit., p.176-177. 
24 Félix A. Mejía. Vía crucis de un pueblo. Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 1995., p. 
213 
25 Mejía. Ob. cit., p. 189 
 12 
“Justicia y Amor”. Su surgimiento no estuvo exento de polémica, la publicación en la 
prensa nacional de un mensaje por la AFD resultó en respuestas de aquellos que no 
favorecían el reconocimiento de derechos a la mujer26. Aunque su objetivo era luchar 
contra criterios conservadores en torno a la mujer y su papel en la sociedad, y aunque 
algunas de sus propuestas fueron verdaderamente pioneras, como la exigencia de 
igualdad de derecho entre los hijos naturales y legítimos, esta organización llevaba en sí 
misma el germen del conservadurismo, esto se demuestra así en los objetivos planteados 
“ formar madres verdaderamente conscientes de su misión…porque no hay que olvidar 
que, quien dice equilibrio del hogar, dice equilibrio de la Patria”27. 
La AFD, como todas las organizaciones de la sociedad civil de la Era, tenía el estigma de 
moverse en un medio que hacía imposible su accionar de manera independiente y libre 
por lo que sus acciones estaban en gran medida atravesadas por esta contradicción que 
inicialmente se expresó en la convivencia de formas radicales-conservadoras pero que 
llegado un punto fueron totalmente ofuscadas por la lógica de la dictadura. No obstante 
esto, su labor educativa fue de singular importancia organizando escuelas nocturnas en 
sus juntas provinciales. En ese mismo tenor se invitó al país a la escritora y educadora 
chilena Gabriela Mistral. 
En su primer aniversario la AFD celebró una Asamblea en la que se definió un programa 
de trabajo que tuvo cuatro directrices básicas: 
- La Educación para erradicar el analfabetismo de las mujeres. 
- El interés de las mujeres en el bienestar social dominicano. 
- La búsqueda del bienestar de la infancia. 
- Velar por mejorar el estatuto legal de la mujer. 
En 1932 Trujillo realizó un discurso en el Ateneo Dominicano al recibir el título de 
Miembro Protector y de Mérito. En ese mismo discurso aprovechó para referirse al 
pujante movimiento feminista que ya estaba en la mira de la maquinaria gubernamental. 
Trujillo expresó “Yo que he venido siguiendo con satisfacción el movimiento cultural de 
nuestra jóvenes mujeres…La consideración de este loable esfuerzo de la mujer 
dominicana, precisamente en estos momentos que se inicia en el país un movimiento 
feminista, me colocan frente a la necesidad de ir pensando en ayudar ese 
movimiento…Yo simpatizo con ese movimiento de justicia social a favor de la mujer. 
Creo que puede irse considerando la necesidad de otorgarle derecho de ciudadanía. Se 
beneficiará la sociedad dominicana con que nuestras mujeres llevarán a la arena cívica 
sus sentimientos delicados”28. Precisamente el año 1932 marco la frontera entre el 
desenvolvimiento autónomo de la AFD y el inicio de su manipulación burda por el 
régimen a través de las mujeres políticas del partido mencionadas por Galíndez. 
Para enero de 1933 la organización ya aparece encuadrada en la lógica del sistema, 
Minerva Bernardino, en nombre de la AFD, clama por la reelección del presidente 
Trujillo. De igual manera se expresará Abigail Mejía “sólo un Jefe de Estado nos ha 
tendido la mano, y ello, espontáneamente, sorprendiendo de una manera inesperada y 
agradable nuestro ánimo y colmándolo de legítimas esperanzas. Y éste ha sido el Gral. 
Rafael L. Trujillo Molina, actual Presidente de la República Dominicana… por tales 
 
26 Carmen Lara Fernández. Historia del Feminismo de la República Dominicana. Ciudad Trujillo, Imprenta 
Arte y Cine, 1946 p. 7 
27 Lara Fernández. Ob. cit., p. 11 
28 Lara Fernández. Ob. cit., p. 20-22 
 13 
motivos, la ACCION FEMINISTA DOMINICANA entiende que es un deber su reelección, 
en el alto puesto desde el cual trata de salvar al país, salvando con ello los fueros de la 
mujer dominicana.” 29 
Podemos afirmar que el discurso de Abigail Mejía a favor del régimen fue poco duradero 
y en general parco, probablemente fruto de la necesidad y la comprensión de que era un 
paso absolutamente imprescindible al encontrarse tan cerca del ansiado objetivo. Para las 
elecciones de 1938 se formó inicialmente en Santiago de los Caballeros y después en 
todas las provincias y comunes el Comité Nacional Femenino,Pro-Voto Electoral 
Trujillista. Este espacio tuvo como objetivo motivar al sufragio simbólico femenino. El 
16 de mayo de 1938 más de 300 mil mujeres votaron simbólicamente a favor de Trujillo. 
En 1940 Trujillo sometió el proyecto de Ley 390 mediante la cual se concedió derechos 
civiles a la mujer dominicana. Y en mayo de 1942 las mujeres pudieron por primera vez 
participar en las lecciones. La legitimación del régimen había alcanzado al 50% de la 
población que hasta entonces estaba marginado de la expresión electoral. En el contexto 
del partido único las mujeres exigieron un derecho que en la práctica estaba restringido a 
votar por Trujillo o el candidato títere impuesto por este. No obstante sería un hito del 
que posteriormente las mujeres realmente se beneficiarían. 
Una vez logrado el objetivo, el movimiento feminista y la AFD se fue disolviendo y vio 
su continuación en los comités de mujeres del Partido Dominicano, en el cual sobresalen 
mujeres como Isabel Mayer y Minerva Bernardino. Efectivamente como afirma Carmen 
Luisa Figueiras “la lucha por el sufragio de la mujer constituyó a la vez tanto el eje de su 
éxito, como de su derrota”30 Una vez alcanzada esta conquista la mayoría de las mujeres 
activistas se esfuman del panorama político dominicano dejando el terreno a las 
cabilderas trujillistas. En 1942 las mujeres no solo pudieron votar sino que también 
pudieron ser elegidas. Tres mujeres fueron elegidas para cargos públicos: 
- Isabel Meyer, senadora. 
- Milady Félix de L´Official, diputada. 
- Josefa de González, diputada.31 
Posteriormente en el campo de la política trujillista sólo sobrevivió Milady Félix de 
L´Official y en el plano internacional Minerva Bernardino quien se destacó en el campo 
feminista interamericano al ser nombrada delegada Alterna de la República Dominicana 
ante las Naciones Unidas. 
 
 
1.6 Otras formas organizativas bajo control del régimen 
 
 
Las organizaciones de tipo cultural fueron prontamente cooptadas por el régimen, las 
demás fueron forzadas a desaparecer. La dictadura tempranamente se rodeó de las élites 
pensantes creando sus propios intelectuales orgánicos. Con propiedad, Andrés L. Mateo 
 
29 Lara Fernández. Ob. cit., p. 25 
30 Figueiras Prim, Carmen Luisa, Género y sociedad civil. p.13 
31 Jefa de la rama femenina del Partido Trujillista que después pasó al Partido Dominicano. 
 14 
ha señalado que: “Fuera del trujillismo, no había práctica intelectual posible y ni 
siquiera supervivencia material”32. 
El control estatal se estableció a través de mecanismos de tipo corporativo, en 
instituciones tanto privadas como oficiales, por ejemplo el Partido Dominicano, las 
cámaras de comercio, federaciones obreras, etc. Toda expresión de intereses individuales 
o sociales quedó condicionada a límites muy estrictos. Incluso los espacios de índole 
cultural fueron intervenidos, unas veces por mecanismos burdos y otras por vías más 
sutiles. La Sociedad Cultural Renacimiento fue fundada en 1931 y llegó a organizar una 
escuela normal. Su vida fue corta pues rápidamente fueron acusados de antitrujillistas, 
apresados muchos de sus miembros y cerrada la organización.33 Otro fue el caso del 
Ateneo Dominicano que en mayo de 1932 otorgó a Trujillo el título de Miembro 
Protector y de Mérito. Este reconocimiento vino apropósito de la ayuda oficial a dicha 
institución. En el acto de otorgamiento Trujillo afirmó que: “Se hacía necesario estimular 
el cultivo de las letras y no podía yo, que me he propuesto hacer obra de 
engrandecimiento patrio, mostrarme indiferente a esta demostración de la vida 
nacional.”34 El Ateneo fue una asociación constituida exclusivamente para tratar asuntos 
culturales pero que, como otras, fue víctima de una clara instrumentalización. En su 
directiva figuraron personalidades claves de la cultura dominicana como Pedro Henríquez 
Ureña, Fabio Fiallo, Julio Ortega Frier, entre otros.35 
Incluso los agrupamientos informales de jóvenes inquietos, no necesariamente opositores, 
fueron objeto del escrutinio implacable del régimen. Ricardo Hernández da cuenta por 
medio de testimonios orales de grupos de 18 y 20 jóvenes que se reunían a discutir la 
situación, escuchar música clásica y leer obras diversas, entre ellas algunas prohibidas, 
como El Capital de Carlos Marx. Finalmente las reuniones fueron suspendidas porque a 
la Gobernación de San Francisco de Macorís llegó la información de estos encuentros que 
fueron considerados un espacio para el adoctrinamiento antitrujillista.36 
Durante los treinta años de dictadura trujillista el acelerado proceso de desarrollo 
urbanístico y la migración hacia las urbes como resultado del proceso de industrialización 
determinó el engrosamiento de los barrios con masas de antiguos campesinos convertidos 
en obreros. Fue en este espacio en el que se produjeron las primeras formas organizativas 
barriales que fueron los clubes culturales y las parroquias. Los clubes al estar enfocados 
en la cultura y el deporte y enmarcados en la lógica del régimen pudieron sobrevivir a los 
controles represivos. Los nombres de algunos de ellos sugieren el carácter de los mismos 
como el club Julia Molina que después de caída la dictadura pasó a llamarse Luperón. El 
escaso perfil social que tuvieron se enmarcó en el carácter conservador de la época y se 
centraron en la denuncia de actividades consideradas amorales como los prostíbulos, las 
barras y los salones de juego. 
Las parroquias se limitaron a la organización de actividades deportivas y la proyección de 
películas. Se caracterizaron por su apoliticidad, su provincialismo y carácter primario. 
 
32 Andrés L. Mateo, Mito y cultura en la Era de Trujillo, Santo Domingo: Librería La Trinitaria e Instituto 
del Libro, 1993, p.52 
33 Ricardo Hernández. Las organizaciones barriales en el nordeste de la República Dominicana. Santo 
Domingo, Editora Universitaria, 2004. p. 105 
34 Lara Fernández. Ob. cit., p. 20 
35 Ateneo Dominicano. Bases y reglamentos. Santo Domingo, 1932. 
36 Hernández. Ob. cit., p. 104 - 105 
 
 15 
Surgieron al final del régimen de Trujillo.37 César Pérez y Leopoldo Artiles han definido 
las características básicas del club cultural y de la parroquia como “una suerte de 
comunitarismo primitivo, orientado básicamente hacia los individuos participantes, para 
la preservación y difusión de valores universalmente aceptados como válidos...”38. 
Podría pensarse que entre los empresarios y profesionales de poder existió mayor 
facilidad para crear espacios para su representatividad social. El caso del club Rotario 
ilustra perfectamente la situación. El 27 de febrero de 1943 se instaló en Santo Domingo 
el primer Club Rotario. Inicialmente el dictador se negó a permitir la fundación de la 
organización pero finalmente la existencia de miembros cercanos a Trujillo, como el 
doctor Andrés Pastoriza Valverde, lograron convencerlo de que la presencia de un 
organismo de carácter independiente, democrático y apolítico podría mejorar la imagen 
internacional del régimen y presentarlo como un gobierno progresista y abierto. 
Apenas dos años después de iniciadas las actividades del Club, tuvieron un primer y 
único enfrentamiento con el régimen. Las aspiraciones del presidente del club José 
Bonilla Atiles de participar en el certamen electoral como candidato presidencial lo 
hicieron caer en desgracia y en consecuencia fue destituido como vicerrector de la 
Universidad de Santo Domingo y tuvo que exilarse fuera del país. Trujillo personalmente 
reunió a los principales rotarios para llamar su atención sobre lo inapropiado de tener un 
desafecto al frente de la organización. En consecuencia se procedió a destituir a Bonilla 
Atiles. En cierta medida se marcó una pauta de las relaciones gobierno-Rotary. Fue en 
1968 cuando la organización se recuperó de la parálisis en la que fue cayendo 
lentamente.39 Las organizaciones de empresariosy los gremios profesionales florecerían a 
partir de la caída de la dictadura como veremos más adelante. 
 
1.7 La crisis final de la dictadura 
 
En 1955 la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, que debía conmemorar la 
grandeza del régimen en sus 25 años, por su gran costo y fastuosidad marco el declive 
definitivo de la dictadura. Para esta celebración se hicieron emisiones de papel moneda 
sin respaldo y se usó parte de la reserva en dólares del Banco Central, principal garantía 
de la estabilidad monetaria nacional. A partir de esta fecha la balanza de pagos empezó a 
ser deficitaria. En 1959 se inició la transferencia de grandes cantidades de dinero a 
bancos extranjeros, que se estiman en más de 50 millones de dólares. 
El New York Times y el Washington Post denunciaron abiertamente el régimen de 
Trujillo, sobre todo a partir del secuestro y desaparición del exiliado español Jesús de 
Galíndez. El contexto internacional se sumó al desgaste interno del régimen. El triunfo 
de la Revolución Cubana en 1959 por su significación y simbolismo representó un 
desafío para la seguridad del Caribe desde la perspectiva estadounidense. Su influencia 
como fuente de inspiración para los sectores antitrujillistas fortalecieron los temores 
 
37 La información sobre este temprano surgimiento de organizaciones barriales la debemos al trabajo de 
César Pérez y Leopoldo Artíles. “Movimientos sociales dominicanos: Identidad y Dilemas.” Santo 
Domingo, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, 1992. 
38 Pérez, Artíles. Ob. cit. p.34 
39 100 años de Rotary Internacional y 62 de rotarismo dominicano.2da. ed. Santo Domingo, Editora Buho, 
2008. 
 
 16 
frente a posibles replicas del caso cubano. Fidel Castro, en una visita realizada a 
Venezuela después del triunfo de la revolución, había expresado públicamente su 
determinación de apoyar la causa dominicana contra Trujillo. Como resultado de este 
apoyo se creó el Movimiento de Liberación Dominicana que, además de Cuba, recibió el 
apoyo venezolano. En respuesta a este anuncio la dictadura inició un proceso de 
fortalecimiento de sus fuerzas militares. Se conformó la llamada Legión Extranjera 
formada por mercenarios de Estados Unidos y Europa. 
La promesa cubana se hizo realidad en 1959 cuando el día 14 de junio desembarcaron y 
aterrizaron cientos de expedicionarios por tres zonas del país Constanza, Maimón y 
Estero Hondo40. Los desembarcos fueron prácticamente esperados por la aviación y la 
marina trujillista. De las tres expediciones sólo la de Constanza resultó parcialmente 
exitosa al poder sus integrantes internarse en los bosques de la zona y ofrecer resistencia. 
Existe consenso en que, aunque la expedición resultó un fracaso militar, el hecho tuvo un 
gran impacto en el imaginario colectivo de la nación y se constituyó en el estimulo 
fundamental de las conspiraciones finales contra la dictadura. En agosto se descubrió una 
conspiración en la Fuerza Aérea que buscaba sabotear la institución. A finales de ese 
mismo año de 1959 se fundó el Movimiento 14 de Junio, que fue una de las 
organizaciones de mayor crecimiento y consecuencias para la dictadura. 
El movimiento adoptó el programa de los expedicionarios del 1959 y para principios de 
1960 el espionaje trujillista los había descubierto, procediendo a apresar alrededor de 300 
de sus integrantes. En general la composición de esta agrupación, que se había extendido 
en todo el territorio nacional, contaba con algunas personas pertenecientes a la burguesía 
y a la clase obrera pero estaba mayoritariamente compuesto por miembros de la pequeña 
burguesía. 
La extensión y amplitud del movimiento recién descubierto provocó una respuesta 
equivalente de los organismos represivos. La persecución desatada llevó a niveles 
inimaginables el clima de terror que se vivía, tocando a las puertas de muchos miembros 
de la burocracia trujillista cuyos hijos estaban vinculados en la conspiración. 
Fue en este momento en que la Iglesia Católica emitió su carta pastoral criticando al 
régimen. Por primera vez esta asumía una postura de distanciamiento público con la 
dictadura. Una segunda carta pastoral demandó la libertad de los presos políticos. 
Estados Unidos, por un lado, inició conversaciones para lograr una salida pacífica de 
Trujillo del poder y por otro, a través de la CIA, empezó a dar apoyo logístico a grupos 
conspiradores que se planteaban la eliminación física del tirano. 
El año de 1960 fue, sin duda alguna, un año de crisis y de desesperación para el régimen 
que tomó una serie de medidas que marcaron el paso acelerado hacia su final. El atentado 
contra Rómulo Betancourt, el 24 de junio de 1960, significó sanciones económicas para 
el país, el rompimiento diplomático con la mayoría de países americanos y el 
distanciamiento definitivo entre Estados Unidos y la dictadura. Como resultado de la 
presión por este hecho, Trujillo hizo renunciar a su hermano Héctor Bienvenido Trujillo 
(quien ocupaba la presidencia desde 1952) y en su lugar ocupó la presidencia Joaquín 
Balaguer. Balaguer sería un personaje fundamental en los siguientes 40 años de vida 
 
40 La expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo fue el tercer intento de los exiliados dominicanos 
para tratar de derrocar a Trujillo por medio de una invasión armada. En 1947 se produjo la Expedición de 
Cayo Confites y en 1949 la Invasión de Luperón, ambas fracasaron al ser detectadas por los organismos de 
seguridad del trujillismo. 
 17 
política dominicana. El asesinato de las hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960, 
fue probablemente la gota que derramó el vaso. El entierro de las Mirabal, por su 
masividad constituyó “el primer gran desafío de las masas populares al régimen de 
Trujillo ” 41. Nuevamente Trujillo trató de presentar una fachada democrática invitando a 
los partidos de oposición a retornar al país, cosa que hicieron los miembros del 
Movimiento Popular Dominicano. 
Seis meses después del crimen de las Mirabal, una conspiración logró ajusticiar a Trujillo 
el 30 de mayo de 1961 mientras este se desplazaba en su vehículo hacia su hacienda de 
San Cristóbal. Los implicados serían cercanos colaboradores que pagaron con sus vidas la 
intrépida osadía que dio inicio al desmoronamiento de la dictadura. 
La dictadura de Trujillo fue un período de gran longitud y de importancia trascendental 
para entender las características recientes de nuestra sociedad desde todos los puntos de 
vista. Aunque se reconoce las dificultades para el desarrollo de la sociedad civil en el 
contexto represivo de la dictadura, aun así se dieron manifestaciones que son importantes 
reconocer y destacar, aunque muchas de ellas se desarrollaran en medio de la 
instrumentalización del régimen. Los dos sectores más destacados en este período fueron 
los obreros y las mujeres. Ambos lograron importantes conquistas fruto de una 
combinación de: apropiado contexto nacional y externo y de activismo propio del sector. 
Por un lado, la dictadura tuvo en diferentes momentos un especial interés en favorecer a 
dichos sectores y por otros fueron movimientos que demostraron un especial activismo 
que contribuyó a su visibilidad y en consecuencia a ser en cierta medida un factor de 
presión. 
 
2. La transición democrática interrumpida (1961 – 1966) 
 
2.1 El inicio de la destrujillización 
 
La desaparición física del tirano dejó un vacío de poder que provocó una “crisis de 
hegemonía”42. Esto se explica porque el poder personalista no es transferible, pues 
depende de un hombre y no de instituciones. A pesar de esta crisis, no se produjo un 
colapso de las instituciones oficiales y represivas del régimen.43 En consecuencia se 
inició una etapa de agudos conflictos sociales y políticos entre diferentes sectores que 
lucharon por el control del Estado. Las masas populares urbanas irrumpen en el escenario 
político y se afianzan como mecanismode presión. Exigen la eliminación de los 
remanentes del trujillismo y la elevación de sus niveles de ingresos. 
Ramfis Trujillo, hijo del dictador, intentó asumir el control del tambaleante régimen, para 
ello se apoyó en la figura civil de Joaquín Balaguer44, presidente títere en funciones al 
momento de producirse el tiranicidio el 30 de mayo de 1961. Balaguer inicio un cauteloso 
proceso de afianzamiento de su liderazgo, ahora liberado del peso de la figura de Trujillo. 
 
41 Franklin Franco. Historia del Pueblo Dominicano. Santo Domingo, Universidad Autónoma de Santo 
Domingo, 2006. Colección Historia y Sociedad, No. 120, p.584 
42 Wilfredo Lozano. El Reformismo dependiente. Santo Domingo, Editora Taller, 1985. p. 21 
43 Eduardo Latorre. Política Dominicana Contemporánea. Santo Domingo, Instituto Tecnológico de Santo 
Domingo, 1979. p.76 
44 Por su perfil de intelectual y su trayectoria como un funcionario vinculado a la cartera educativa y de 
relaciones exteriores, Balaguer fue un personaje potable para Estados Unidos y la familia Trujillo para 
encausar la transición. 
 18 
Inicialmente lo que se planteó implícitamente fue el establecimiento de un trujillismo sin 
Trujillo. La presión interna y externa hizo rápidamente inviable esta solución. Los 
Trujillo incluso se plantearon una toma violenta del poder en noviembre de 1961 cuando 
los hermanos del dictador, Héctor y José Arismendy, retornaron al país en un barco de 
guerra. Esta acción fue rápidamente respondida por Estados Unidos quienes despacharon 
barcos militares que se posicionaron a escasas millas de las costas. Unos días después, un 
alzamiento militar provocó la expulsión definitiva de la familia Trujillo. Balaguer quedó 
con un frágil control de la situación que le permitió mantenerse en el poder hasta marzo 
de 1962. Aunque intentó presentarse así mismo como la única alternativa entre el 
autoritarismo y el caos que podría representar la libertad recién adquirida, su presencia e 
insistencia en mantenerse como figura clave en el proceso de transición contribuyó a la 
polarización política. 
“...la falta de un esfuerzo concertado y sistemático por parte de las fuerzas políticas 
principales para afrontar los problemas fundamentales de la transición democrática no 
contribuyó a establecer una base firme para la preservación y expansión de las 
libertades políticas que el país comenzaba a disfrutar.”45 
Entre la salida de la familia Trujillo, en noviembre de 1961, y la propia salida de 
Balaguer en marzo de 1962 existieron tres fórmulas de gobierno: 
- El gobierno bajo la presidencia de Balaguer (1 enero 1960 – 31 diciembre 1961), 
caracterizado por una serie de medidas democratizadoras como la Ley de 
Amnistía, el reconocimiento de la autonomía de la Universidad de Santo 
Domingo y la confiscación de las propiedades de los Trujillo. Así como medidas 
de corte populista como el aumento de sueldos, rebaja de los artículos de primera 
necesidad y reducción de impuestos a las exportaciones. Estas medidas no 
pudieron aplacar las intensas movilizaciones exigiendo su salida del país por ser 
considerado un heredero de Trujillo. 
- Primer Consejo de Estado (1 enero 1962 – 16 enero 1962), el rechazo a la figura 
de Balaguer forzó la búsqueda de una salida de consenso entre los principales 
sectores beligerantes de la sociedad. Finalmente en enero de 1962 surgió la 
fórmula del Consejo de Estado compuesto de siete miembros, presidido por 
Balaguer y conformado por sectores empresariales, de la Iglesia Católica y la 
influyente Unión Cívica Dominicana. El Consejo tenía como objetivo primordial 
la celebración de lecciones en diciembre de 1962. 
- Junta Cívico-Militar (16 enero 1962 – 18 enero 1962), surge cuatro días después 
de la integración del Primer Consejo de Estado, como resultado de un golpe de 
Estado militar con la anuencia de Balaguer. El Consejo de Estado es sustituido 
por una nueva entidad formada por sectores militares cercanos al trujillismo y 
civiles leales a Balaguer. Este organismo tuvo una corta existencia y un rechazo 
inmediato y virulento de los diferentes sectores sociales, provocando la salida del 
país de Balaguer en marzo de 1962. 
- En enero de 1962 surge un Segundo Consejo de Estado (18 enero 1962 – 27 de 
febrero 1963) nuevamente bajo la influencia de la Unión Cívica Nacional y 
presidida por Rafael Bonelly, esta es la entidad que logra la realización de las 
 
45 Flavio Darío Espinal. Constitucionalismo y procesos políticos en la República Dominicana. Santo 
Domingo, PCMM, 2001. p. 145 
 19 
primeras elecciones libres que se celebran en diciembre de 1962 y en las que sale 
victorioso el Partido Revolucionario Dominicano y su candidato Juan Bosch. 
Wilfredo Lozano ha identificado tres elementos claves en la crisis de hegemonía que se 
inicia en 1961: 
- La lucha de las clases dominantes por el control del Estado. 
- La emergencia de las masas populares urbanas como actores históricos activos. 
- El creciente papel de Estados Unidos como agente político dinámico en la 
determinación del equilibrio político favorable a sus intereses.46 
En medio de toda esta agitación política se abre un nuevo escenario histórico en el que 
surgen nuevos actores que buscan constituirse en sujetos sociales. La sociedad civil 
despertó de un letargo de 30 años con nuevos bríos y temporalmente pudo disfrutar de 
ciertas garantías que le permitió reorganizarse. Fue en estos primeros años cuando se 
crearon las condiciones para la democratización duradera que tardaría décadas en hacerse 
real. Se formó un discurso democrático y surgió un sistema de partidos que se mantendría 
a pesar de la ola represiva de las décadas 60 y 70.47 El proceso no estuvo exento de 
contradicciones pues, junto a las necesarias medidas democráticas, se producían 
constantes acciones represivas en contra de las manifestaciones de protestas y de los 
sectores radicales de izquierda. De esta manera la clase política gobernante (ya fuera 
Balaguer o los Consejos de Estado) trataba de adecuarse a la necesidad democratizante de 
ruptura con la dictadura pero de responder a las exigencias de un Estados Unidos 
vigilante y obsesionado por el peligro comunista inspirado por Cuba y, por lo tanto, 
presionando para una mayor represión. 
 
2.2 Los partidos políticos: ejes de la reorganización social 
 
Después de 30 años de autoritarismo totalitario la democratización vendría acompañada 
de grandes dificultades. Hasta ese momento el ejercicio democrático había sido muy 
limitado. Los partidos políticos se habían caracterizado por el caudillismo, el 
autoritarismo y el personalismo. Se hizo necesaria la conformación de un sistema 
nacional de partidos. Los partidos dominaron el escenario político e influenciaron 
grandemente el accionar de las organizaciones sociales. 
En cuanto a la sociedad civil “Las actividades políticas orientadas hacia la difusión de 
concepciones y proyectos de orden social realizadas por las diferentes organizaciones 
políticas, permearon y hasta orientaron casi todas las instancias de la sociedad civil, 
principalmente aquellas agrupaciones para la acción social.” 48. 
Rosario Espinal considera que entre 1961 y 1965 se dieron dos procesos: la formación de 
identidades colectivas en torno a la noción de ciudadanía, como los derechos individuales 
de orden político; y la formación de identidades colectivas en torno a la noción de pueblo, 
como los derechos de justicia, organización y participación. Entre los dos procesos lo 
popular adquirió mayor preponderancia que lo ciudadano.49 
A partir del 5 de julio de 1961 cuando llegó la delegación del Partido Revolucionario 
Dominicano (PRD), fundado en el exilio, se abrieron las compuertas de la organización 
 
46 Lozano. Ob. cit., p.?? 
47 Espinal. Ob. cit., p.100 
48 Pérez, Artíles. Ob. cit., p.34 
49 Espinal. Ob. cit., p.9120 
política, en ese mismo mes de julio se hizo pública la creación de la Unión Cívica 
Nacional (UCN) y la salida de la clandestinidad del Movimiento Revolucionario 14 de 
Junio. Así en un sólo mes estaban en el escenario político nacional los tres grandes 
partidos que dominaron inicialmente el panorama político. A grandes rasgos sus 
características eran: 
- Unión Cívica Nacional: oligárquico, abanderado de la política antitrujillista. De 
derecha. 
- Partido Revolucionario Dominicano: democrático, liberal. De centro izquierda. 
- Movimiento Revolucionario 14 de junio. Inspirado en la Revolución Cubana. De 
izquierda. 
Su importancia fue variando constantemente en los primeros años posteriores a la 
desaparición del tirano. Otras agrupaciones que surgieron o se reactivaron fueron el 
Partido Revolucionario Social Cristiano, el Partido Nacional Revolucionario, el 
Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista Popular (PSP). 
Inicialmente la UCN aglutinó la movilización contra los remanentes de Trujillo, en esa 
tarea estableció una alianza temporal con el Movimiento Revolucionario 14 de Junio. No 
obstante, es importante señalar que la UCN propició una movilización social 
antitrujillista que uso a las masas de una forma utilitarista, sin propiciar un real 
empoderamiento de ellas. Su carácter oligárquico le ganó un lugar preponderante en las 
negociaciones de transición que culminaron en la formación del Consejo de Estado 
entidad en la que los “cívicos” predominaron. 
A la formación de partidos siguieron los sindicatos, las asociaciones empresariales, los 
gremios profesionales, las agrupaciones campesinas, etc. Pero la debilidad de la sociedad 
civil hizo que fueran los partidos políticos los reales gestores de las organizaciones 
sociales y en especial de los sindicatos. El objetivo político de la destrujillización arropó 
el movimiento social. Aunque diferentes organizaciones estimularon las turbas y 
movilizaciones antitrujillistas estas tuvieron un importante componente espontáneo. 
 
2.3 Otras formas de expresión organizativa 
 
Entre los sectores mas activos en esta coyuntura se encuentran los obreros. Mientras la 
Confederación Dominicana del Trabajo (CDT) desapareció con la dictadura, surgieron 
otras expresiones obreras. Entre mayo de 1961 y diciembre de 1962 se crearon más de 
150 sindicatos.50 Estas organizaciones fueron frágiles y tenían un carácter instrumental, lo 
que hizo que aparecieran y desaparecieran una vez alcanzado el objetivo primordial. No 
obstante, esta movilización tuvo como uno de sus resultados un aumento sustancial en los 
salarios. 
Una de las primeras organizaciones obreras surgió en 1961 y fue el Frente Unificado Pro 
Sindicatos Autónomos (FOUPSA) seguido por la Confederación Nacional de 
Trabajadores Libres (CONATRAL), la Central Sindical de los Trabajadores Dominicanos 
(CESITRADO) y Confederación Autónoma Sindical Cristiana (CASC).51 Los clubes 
culturales y deportivos que habían tenido un tímido inicio durante la dictadura de Trujillo 
 
50 Lozano. Ob. cit., p. 31 
51 Una serie de divisiones y conflictos internos produjeron la formación de nuevas organizaciones, esta 
dinámica ayuda a entender la gran cantidad de agrupaciones que surgieron en esos dos años. 
 21 
se multiplicaron en este período de transición pero tendieron a vincularse a los partidos y 
en consecuencia a politizarse partidariamente. 
Se desarrolló un importante sector modernizador agrupado fundamentalmente alrededor 
de la banca. En cuanto a los industriales, la Asociación de Industrias de la República 
Dominicana, conformada luego de la muerte de Trujillo, y que estaba compuesta por 
viejos industriales que lograron escapar a las confiscaciones antitrujillistas, nucleó su 
membresía aprovechando su liderazgo empresarial y su discurso anticomunista. Un gran 
objetivo que se propuso esta sociedad fue conseguir las promulgaciones de leyes mucho 
más beneficiosas para las industrias que dirigían, para esto habían apoyado a la Unión 
Cívica Nacional. 
Los sectores militares y burócratas trujillistas se consideraron los herederos del régimen y 
se resistieron a ser desplazados. El carácter autoritario de la práctica gubernamental no 
pudo ser desmantelado del todo y el vacío de poder fue rápidamente llenado por los 
militares, único poder en pie para 1961, pero aun así con grandes debilidades. 
En los inicios de los años 60´s, la Iglesia Católica dominicana jugó un rol protagónico en 
el nuevo proceso de cambios en el país, adquiriendo un protagonismo político 
verdaderamente significativo. Se formaron partidos, sindicatos y organizaciones 
estudiantiles de matrices católicas. 
En la UASD se desató un poderoso movimiento de destrujillización en el que la 
Federación de Estudiantes Dominicanos, fundada a mediados de 1961, jugó un papel 
destacado. En 1962 surgió el grupo FRAGUA que aglutinó a los estudiantes de izquierda. 
El PRD creó el Frente Universitario Revolucionario (FUR). En la movilización y 
destrucción de los símbolos de la dictadura los estudiantes universitarios contaron con los 
estudiantes secundarios organizados en la Asociación Nacional de Estudiantes 
Secundarios (ANES). Las mujeres se organizaron en la Federación Nacional de Mujeres 
Dominicanas, la cual tuvo una composición fundamentalmente urbana, integrada por 
mujeres de clase media, profesionales y estudiantes ligadas a diferentes agrupamientos de 
izquierda.52 
 
2.4 El primer gobierno democrático 
 
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con Juan Bosch a la cabeza desarrolló su 
campaña política en busca de la presidencia sobre la base de un enfoque social que 
enfatizaba la desigualdad social representada en las figuras populares del “tutumpote”, el 
oligarca, y el “hijo de machepa”, el hombre y la mujer del pueblo. El PRD representó una 
posición moderada frente a la destrujillización total pregonada por los otros partidos. Su 
discurso permitió la integración de sectores vinculados al régimen que por la radicalidad 
de la UCN y el 1J4 tenían vedado cualquier posible acercamiento. Además, por su 
discurso social este partido pudo sumar a importantes sectores obreros, campesinos, 
burócratas, desempleados, etc. 
Juan Bosch fue capaz de sustituir la figura paternal que durante 30 años representó 
Trujillo para una sociedad mayoritariamente campesina y conservadora, adoctrinada en 
los patrones autoritarios. Bosch se constituiría en una figura paterna pero no como padre 
 
52 La federación realizó trabajo organizativo en sectores populares hasta 1969, cuando fue disuelta. 
 
 22 
sino como profesor y guía del pueblo dominicano. El triunfo electoral del PRD en las 
elecciones de 1962 abrió la perspectiva para que los sectores populares pasaran a jugar un 
papel importante en la redefinición de la política. El PRD llegó al poder como “el partido 
de la esperanza nacional”53. Su programa de gobierno representaba realmente las 
necesidades y aspiraciones de la mayoría del pueblo dominicano. 
A nivel congresional el PRD llevó a integrantes de la burguesía liberal, de la clase media 
y en menor medida de los trabajadores. Las primeras disposiciones dieron una clara idea 
del carácter del gobierno que se iniciaba: un plan de austeridad que implicó reducción de 
salarios y eliminación de cargos considerados prescindibles; revocación del contrato con 
la Esso Standard Oil para la construcción de una refinería de petróleo; préstamo con la 
firma de origen suizo The Oversea´s Industrial Construction LTD. Estas medidas crearon 
las primeras tensiones con los intereses de Estados Unidos y marcaron la pauta de la 
nueva dinámica administrativa que rompía unilateralmente con la práctica clientelar y 
corrupta que predominó en los Consejos de Estado. 
Estados Unidos y particularmente la administración Kennedy veían en Bosch y su 
consigna de “justicia social con libertad” una alternativa real frenteal radicalismo 
cubano. Además, le permitió a los norteamericanos poner a prueba su programa “Alianza 
para el Progreso” formulado precisamente para apoyar gobiernos de América Latina y 
como forma de prevenir la emergencia de nuevas Cuba. 
 
2.4.1. La Constitución de 1963 
 
Definitivamente fue la promulgación de la nueva Constitución en 1963 lo que generó los 
mayores conflictos con los sectores más poderosos de la sociedad dominicana. En sentido 
general el documento tenía un explícito sentido de defensa de los derechos humanos, un 
carácter obrerista y democrático que difería en gran medida con las prácticas estatales 
hasta el momento. La nueva Carta Magna proclamó el derecho a la tierra de los 
campesinos, el carácter laico del Estado, el derecho de los obreros a participar en los 
beneficios de las empresas donde trabajan; las limitaciones al latifundio, el derecho a la 
vivienda, entre otros artículos. 
Cuando todavía la Constitución se debatía en la Asamblea Constituyente, un conjunto de 
organizaciones empresariales, entre ellas la Cámara Oficial de Comercio, Agricultura e 
Industria del Distrito Nacional, la Asociación de Industrias de la República Dominicana y 
la Confederación Patronal de la República Dominicana, publicaron un documento con sus 
objeciones a la constitución en discusión. Este sería el primer acto de la campaña que 
entabló la clase empresarial en contra de este asunto. Otras agrupaciones muy activas 
fueron la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores y el Consejo Nacional 
de Hombres de Empresas. 
Los artículos que generaron mayor oposición fueron: 
- La disposición que prohibía la existencia de más de un sindicato por industria o 
establecimiento comercial. 
- La disposición que establecían el derecho a participar en los beneficios de las 
empresas. 
- Las prohibiciones al latifundio y de que las sociedades legalmente constituidas 
pudieran adquirir la propiedad de la tierra. 
 
53 Espinal. Ob. cit., p.89-90 
 23 
- La prohibición de que los extranjeros pudieran adquirir la propiedad de la tierra. 
En términos generales los empresarios estimaban que la nueva constitución desconocía 
los derechos de la clase patronal y exigieron que ésta reconociera explícitamente el 
derecho de propiedad. Otros artículos, aunque no tenían que ver directamente con los 
empresarios generaron solidaridades entre este sector y la Iglesia Católica, así como de 
asociaciones de padres y sindicatos de profesores, como fue la disposición que hacía de la 
organización y la supervisión de la educación una atribución absoluta del Estado. 
La Iglesia Católica fue una de las más activas opositoras a este proyecto de ley sustantiva. 
La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó que la Constitución estaba en 
desacuerdo con los derechos de Dios y la Iglesia. Rechazó la oficialización de la 
educación, se opuso a las disposiciones que daban igualdad de derechos a los nacidos 
fuera del matrimonio y también rechazó la ausencia de mención del Concordato. Pero, así 
como hubo rechazo, hubo importantes sectores organizados que la defendieron aunque no 
actuaron con la beligerancia de los opositores. El mismo PRD no realizó la defensa que la 
situación requería por lo que, a pesar de su aprobación, esto fue un aspecto que polarizó 
la sociedad y contribuyó a debilitar el gobierno de Bosch desde sus inicios. 
 
2.4.2 La oposición al gobierno 
 
La maquinaria conspirativa se puso en marcha prácticamente desde el inicio del gobierno 
de Bosch, en ella tomaron parte activa el comercio importador y exportador, importantes 
sectores de las Fuerzas Armadas, los latifundistas, la cúpula de la Iglesia Católica y los 
grandes industriales. 
La Iglesia Católica se constituyó en un mecanismo de presión social, en julio de 1963, 
ésta protestó públicamente e inició la movilización social a través de los mítines de 
reafirmación cristiana. Estos mítines estaban sustentados en una agrupación de extrema 
derecha denominada Acción Dominicana Independiente (ADI). 
Los industriales, que habían apoyado a la Unión Cívica Nacional para contrarrestar la 
candidatura de Bosch, se convirtieron después en los primeros en reclamar mayores 
privilegios del nuevo gobierno del PRD y posteriormente, al no conseguir de éste la 
disminución de las cargas impositivas a que aspiraban, pasaron a ser una asociación hostil 
contra el gobierno, empezando por brindarle apoyo a la ADI, que cerró filas con el recién 
creado Consejo Nacional de Hombres de Empresa. Todos ellos estaban empecinados en 
la idea de que Juan Bosch estaba arrastrando al país a un régimen de corte comunista. Así 
comienza un proceso de agitación y conspiración contra el gobierno recién electo.54 Es 
interesante la precisión que hace Flavio Darío Espinal cuando señala que “los grupos 
empresariales, su oposición al gobierno estaba motivada más por una postura ideológica 
y una amenaza percibida que por cualquier medida concreta que Bosch hubiera tomado 
que afectara sus intereses”55. 
Los Estados Unidos tuvieron una participación activa en el golpe militar. Sin duda alguna 
sus inversionistas en el país fueron de los más amenazados con la política oficial. La 
prensa norteamericana inició una ofensiva mediática de descrédito contra la gestión de 
 
54Otras disposiciones que perjudicaron a los empresarios fueron la ley No. 23 de precios topes para el 
azúcar y las mieles y la ley No. 31 que obligaba a los exportadores a entregar al Banco Central el 100% de 
las divisas obtenidas en sus exportaciones. 
55 Espinal. Ob. cit., p. 172 
 24 
Bosch en la que se referían constantemente al peligro comunista en República 
Dominicana. Estados Unidos, a través de su embajador, exigió posturas mas duras frente 
a los partidos y dirigentes políticos de izquierda. Bosch, amparado en el respeto a las 
libertades cívicas sustentadas en su Constitución, sistemáticamente rechazó estos 
emplazamientos, incluso el que le hicieron sus propios jefes militares en julio de 1963.56 
El sector obrero fue permeado por esta situación conspirativa. La Federación Nacional de 
Empleados Públicos y de Instituciones Autónomas (FENEPIA) se declaró en huelga en 
mayo de 1963. En los días finales de su gobierno Bosch enfrentaría dos huelgas más en 
demanda de aumentos salariales, una en el Central Río Haina y otra en la Corporación 
Dominicana de Electricidad. Muchas de estas organizaciones obreras no percibieron el 
sentido conservador que tomaba el movimiento contra el gobierno y la forma en que 
beneficiaban a sectores tradicionalmente enemigos de los intereses obreros. Así se 
convirtieron en un elemento más en la desestabilización. La consigna de la Reforma 
Agraria, una de las principales promesas de campaña, quedó trunca por la escasa energía 
en su impulso y porque “condicionó su realización a la buena fe de los terratenientes” 57. 
El PRD había ganado las elecciones con el apoyo de amplios sectores, pero los grupos 
políticos más activos eran minoritarios y estaban concentrados en las zonas urbanas, 
mientras el grueso de la población mantenía un papel pasivo y desvinculado de 
estructuras que pudieran activarse en defensa del gobierno perredeísta. En agosto, apenas 
un mes antes del golpe de Estado, hubo un tímido intento de conciliación entre el 
gobierno y la oposición. El Movimiento 14 de Junio denunció por la prensa los planes 
golpistas en proceso. Problemas internos en el PRD acentuaron la sensación de crisis y de 
inconformidad.58 El 20 de septiembre de 1963 los empresarios, amparados en un 
denominado “Comité Cívico Anti-comunista”, convocaron a una huelga general de dos 
días que fue apoyada por la totalidad de los industriales. Esta exitosa huelga evidenció la 
falta de apoyo al gobierno constitucional. 
El 24 de septiembre se produjo el golpe de Estado llevado a cabo por la jerarquía militar 
y legitimado por los sectores empresariales, terratenientes, la Iglesia

Continuar navegando