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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/301777388 Historia dominicana y sociedad civil, 1935-19781 Chapter · January 2010 CITATIONS 0 READS 34,255 1 author: Quisqueya Lora Universidad Autónoma de Santo Domingo 13 PUBLICATIONS 16 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Quisqueya Lora on 02 May 2016. 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Santo Domingo, República Dominicana Diciembre 2009 1 Este trabajo forma parte de la obra “La sociedad civil dominicana. Contribución a su historia.” (2010) Santo Domingo, MUDE, CIES/UNIBE, Alianza ONG, pp. 51-105 2 1. La dictadura de Trujillo, 1935-1961…………………………………… 3 1.1 Afianzamiento de la dictadura trujillista………………… 3 1.2 La extinción del sistema de partidos. ……………………. 5 1.3 La cooptación del movimiento obrero…………………… 6 1.4 La educación como mecanismo de control………………. 10 1.5 El movimiento feminista bajo la dictadura………………. 11 1.6 Otras formas organizativas bajo control del régimen …… 14 1.7 La crisis final de la dictadura……………………………. 15 2. La transición democrática interrumpida (1961 – 1966)………………. 17 2.1 El inicio de la destrujillización ……………………………… 17 2.2 Los partidos políticos: ejes de la reorganización social……... 19 2.3 Otras formas de expresión organizativa …………………….. 20 2.4 El primer gobierno democrático ……………………………. 21 2.4.1. La Constitución de 1963 …………………………………. 22 2.4.2 La oposición al gobierno ………………………………….. 23 2.5 El triunvirato (1963-1965) ………………………………….. 25 2.5.1 Los empresarios e industriales en el Triunvirato …………. 25 2.5.2 La oposición al Triunvirato ………………………………. 26 2.6 La Revolución de Abril de 1965……………………………. 27 3. Los Doce Años de Joaquín Balaguer (1966-1978) ………………….. 29 3.1 Industriales y empresarios: alianzas y tensiones. …………… 30 3.2 Las organizaciones femeninas en los Doce Años …………… 31 3.3 La represión balaguerista …………………………………… 32 3.4 El movimiento estudiantil y profesoral ……………………… 33 3.5 El activismo de los sectores obreros ………………………… 35 3.6 Los campesinos y la Reforma Agraria………………………. 36 3.7 La Iglesia Católica en los Doce Años ………………………. 37 3.8 Causas de la derrota electoral de Balaguer en 1978………… 39 4. Bibliografía …………………………………………………………… 41 3 1. La dictadura de Trujillo, 1935-1961 1.1 Afianzamiento de la dictadura trujillista. Para 1935 Rafael Leonidas Trujillo se había afianzado en el poder, su dictadura había creado todos los resortes necesarios para controlar no sólo las estructuras administrativas del Estado y la economía nacional sino también la sociedad dominicana. El régimen se basó en un “proyecto de unificación nacional en torno al trabajo, el orden, la paz y el progreso” 2 con una gran concentración del poder político alrededor del dictador y de su círculo burocrático-militar. Se había constituido “en una de las más fuertes y más centralizadas dictaduras conocidas en la historia del Hemisferio”3. El régimen no se limitó al control militar y político, sino que estableció controles sobre la vida familiar, la educación, la iglesia y todas las formas de organización social. En este último renglón los sindicatos, las asociaciones, los periódicos, los clubes y toda forma independiente de expresión social fueron influenciados por los intereses del trujillismo. Las instituciones pasaron a tener un carácter puramente formal. En consecuencia el precario desarrollo de la sociedad civil pasó por un trance harto complejo que limitó en gran medida su proyección. Roberto Cassá ha expresado que “Con Trujillo se perfeccionó el arquetipo de la subordinación de la sociedad civil respecto al estado que habían impuesto los marines en 1916”4 Bajo la dictadura se terminó de formar el Estado capitalista moderno de República Dominicana. El impulso capitalista trujillista se diferenció del que instauraron los norteamericanos en 1916 en que este último se caracterizó en sustentar la expansión de la economía agroexportadora simple, mientras que Trujillo dio impulso a una economía agrícola e industrial dependiente del mercado interno. Las limitaciones productivas de la burguesía local, fueron potenciadas por el Estado que asumió las funciones de estímulo a la generación de bienes dedicados al mercado interno. Se produjo de esta manera un desplazamiento de los intereses tradicionales. El Estado se convirtió en una “maquinaria implacable de extorsión” de la población,5 dándose una directa y fuerte asociación entre los intereses personales del dictador y su camarilla y el Estado de tal manera que en pocos años pudieron apoderarse de los mayores capitales del país. La concentración del poder alrededor de la figura del tirano le permitió eliminar dos expresiones que habían caracterizado la República Dominicana: el provincialismo y el regionalismo. Desde los primeros años se inició el establecimiento de monopolios en favor de los intereses de Trujillo, como los establecidos en la sal, la carne, el azúcar y la leche. Este monopolio capitalista se desarrolló en detrimento de la burguesía nacional y evidentemente de la clase trabajadora. Según José Cordero Michel el círculo gobernante controló el 75% de las inversiones industriales, el 35% de las tierras cultivadas y el 25 % de todo el ganado vacuno, produciendo un saqueo sistemático de la economía nacional. 2 Rosario Espinal. Autoritarismo y Democracia en la República Dominicana. Santo Domingo, Argumentos, 1994. 3 José Cordero Michel. Análisis de la Era de Trujillo (Informe sobre la República Dominicana, 1959). 5ta. Ed., Santo Domingo, Editora Universitaria, 1987. p.28 4 Roberto Cassá. Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana (Desde los orígeneshasta 1960). Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1990. p. 180 5 Cassá. Ob. cit. p. 182 4 La maquinaria represiva se ejerció a través de la Policía Nacional, el Ejército, el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), el Partido Dominicano, además de diversas organizaciones paramilitares. El ejército pasó de estar compuesto por 2 mil soldados en 1930 a 25 mil en 1955. El orden público estaba controlado en todo el país por policías municipales. La Policía Nacional llegó a tener cerca de 10 mil miembros. Las zonas rurales tenían sus propios instrumentos represivos creados en coyunturas concretas como “Los Jinetes del Este” y “Los Cocuyos de la Cordillera”. El ejercicio de la fuerza se benefició del monopolio de la información a través del control de la prensa, la radio y la televisión que solo podían difundir la propaganda del gobierno. Igualmente las publicaciones y la importación de libros pasaba por el cedazo de la censura. “Su régimen enfatizó en forma aberrante la paz, el orden, la estabilidad, el progreso material y la deificación del tirano(“Dios y Trujillos”).” 6 La imposibilidad de manifestaciones de oposición o simplemente de demandas se explica en el contexto del régimen de terror. Para este período la sumisión se debe entender como un factor determinante en la desmovilización. “El terror policiaco, el hambre, la inseguridad del empleo, ha “preparado” a la población creando en su seno un estado permanente de angustia que exagera la sensibilidad individual ante la dictadura e impulsa a las personas a refugiarse en la sumisión” 7. El elemento del terror jugó un rol determinante para entender la sumisión y la ausencia de expresiones de descontento en gran parte de la duración de la dictadura. El manejo de la prensa tuvo en la columna “Foro Público” un ejemplo característico de su papel, a través de la cuál los organismos represivos acusaban a ciudadanos y ciudadanas bajo el enmascaramiento de cartas del público. La mención en esta columna periodística equivalía a una advertencia que en muchos casos hacía caer en desgracia. La escuela enseñaba la educación trujillista y constituyó un dispositivo de adoctrinamiento. La Iglesia Católica, por su significativo peso en la sociedad dominicana, fue un importante respaldo de la dictadura entre 1934 y 1959. Desde el pulpito y desde los colegios católicos se difundió la propaganda del régimen. Cordero Michel consideró que “La iglesia ha ofrecido al régimen un arma psicológica formidable para someter espiritualmente a las masas”8. Esta asociación entre Trujillo y la iglesia quedó fortalecida mediante la firma del Concordato con el Vaticano en 1953. A partir de esa fecha se produjo un intenso activismo, que se expresó en el control de 50 sindicatos obreros, 7 mil cooperativas de crédito y de consumo del campesinado, una organización patronal y el refuerzo del movimiento juvenil Acción Católica.9 En el Estado totalitario trujillista, aunque predominaba la represión y la coerción, se desarrollaron mecanismos de consenso, como intensas campañas ideológicas que buscaban la identificación de la población con fines concretos. La dictadura mantuvo su estructura formal de democracia burguesa representativa. Todas las instituciones y poderes funcionaban normalmente en apariencia. De esta forma el tirano buscaba una 6 Bernardo Vega. Control y represión en la dictadura de trujillista. Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1986. p.9 7 Cordero Michel. Ob.cit. p.34 8 Cordero Michel. Ob. cit.. p.36 9 Cordero Michel. Ob. cit.. p.42 5 legitimación mínima sustentada en la supuesta voluntad popular expresada en los mecanismos democráticos que seguían funcionando formalmente aunque sometidos a la represión y censura. Cordero Michel consideró que para 1947 había desaparecido todo grupo de influencia “El pueblo quedó sin defensas frente a la intensa propaganda unilateral llevada por el régimen…el “jefe” y el Partido están por doquier presentes, en la calle, en la fábrica, en la escuela, en la tienda, y hasta en los muros de todos los hogares dominicanos.”10 1.2 La extinción del sistema de partidos. La desaparición de los partidos se inició en 1930 en un proceso tan acelerado que para el 16 de agosto de 1930 los dos partidos mayoritarios en ese momento, el Partido Nacional de Horacio Vásquez y el Partido Progresista de Federico Velásquez, habían desaparecido. A finales de agosto se fundó el Partido Dominicano, en sus estatutos declaró que “El Partido Dominicano se ha constituido para colmar un patriótico anhelo de superación cívica del pueblo dominicano y como fuerza política para sostener y cumplir el credo renovador del Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina...”11. Todas las organizaciones sin importar su carácter se convirtieron en centros de propaganda del régimen. Pero dentro de ellas el Partido Dominicano jugó un papel destacado como organizador de los instrumentos más efectivos de la maquinaria propagandística del régimen como son los mítines, reuniones, manifestaciones, desfiles, conferencias y revistas cívicas. Para tener una idea “en el curso del año se celebran en el país cerca de 400 misas “por la salud del jefe”, 300 retiros espirituales, 2,500 conferencias políticas y más de 800 mítines, desfiles y manifestaciones con una asistencia total de 3.5 a 4.0 millones de personas pertenecientes a todas las clases sociales” 12. Esta maquinaria permitió mantener movilizado al país permanentemente. El Partido Dominicano se presentó como una necesidad histórica para República Dominicana, este sería el que permitiría la unidad nacional. Sería la antítesis de la lucha caudillista, de la lucha partidista y del regionalismo que ha caracterizado nuestra historia. El Partido permite organizar y movilizar a sectores que históricamente se mantuvieron al margen de toda forma de participación política, como es el caso de los campesinos y las mujeres. “En base a su idea de construir una homogeneidad nacional excluyente de la participación política, Trujillo diseñó una organización protopartidista dirigida a aglutinar de manera apolítica y seudocorporativa todos los sectores sociales en forma no selectiva (iglesia, élites tradicionales, sectores burgueses, mujeres, estudiantes, profesionales, obreros y campesinos).” Jacqueline Jiménez Polanco13 10 Cordero Michel. Ob.cit. p.35 11 Jesús de Galíndez. La Era de Trujillo. Un estudio casuístico de dictadura hispanoamericana. Santo Domingo, Editores: Libros y servicios, 1975. p.152 12 Cordero Michel. Ob. cit. p.38-39 13 Jacqueline Jiménez Polanco. Los partidos políticos en la República Dominicana: Actividad electoral y desarrollo organizativo, p. 89 6 En el Partido Dominicano es donde se evidencia con mayor claridad la total unidad entre partido y Estado, el presidente del partido tiene rango de Secretario de Estado; la Secretaría de Estado del Tesoro descuenta 10% de su salario a los empleados públicos en beneficio del partido y para ser funcionario público era un requisito ser afiliado al partido. “Está engarzado de forma absoluta con la estructura y funcionamiento del gobierno”.14 Entre 1931 y 1950 se registraron en él mas de un millón de personas, en un país en que la población total era de 2,121,000.00 de habitantes lo que equivalía al 50% de la población. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial se establecen algunos partidos que ayudan a representar el juego democrático en la contienda electoral con más de un partido. Trujillo trata de distanciarse de la imagen fascistoide que hasta entonces lo caracteriza. Entre 1940 y 1941 existió el Partido Trujillista, en 1945 el Partido Republicano, pero entre 1946-47 salen a la luz organizaciones de izquierda y de corte progresista. El Partido Socialista Popular junto con otras de dudosa reputación como el Partido Nacional Democrático y el PartidoLaborista Nacional. En esta misma coyuntura surgió la Juventud Democrática en el ámbito universitario. 1.3 La cooptación del movimiento obrero Una de las primeras expresiones de la sociedad civil cooptada por la dictadura fue el incipiente movimiento obrero. Para 1930 éste había tomado partido en favor de Trujillo y sirvió de esta manera como legitimador del nuevo régimen que desde un inicio dio claras señales autoritarias. El movimiento obrero que recibió a Trujillo en 1930 se caracterizaba por su corporativismo y escaso grado de politización por lo que en general se limitaba a reivindicaciones puntuales relacionadas con sus condiciones materiales. Esto explica la ausencia de contradicciones de fondo con el autoritarismo de la naciente dictadura. Inicialmente la maquinaria represiva no tuvo que operar para lograr la adhesión del movimiento, esto facilitó que existiera cierta autonomía de acción. Pero con el tiempo los mecanismos de control se fueron incrementando y los antitrujilistas que aun permanecían en las directivas de gremios y federaciones tuvieron que ir saliendo de los mismos. Trujillo se presentó como el defensor de la causa obrera. Se dedicó con energía a favor de la promulgación de una legislación obrera que limitara la jornada laboral y estableciera el seguro para accidentes de trabajo. Otro punto de coincidencia del régimen y los obreros fueron los controles a la inmigración de braceros extranjeros. En 1930 se creo la Secretaría de Estado de Trabajo que dio cuerpo a esta iniciativa. Esta entidad propició la reorganización y creación de numerosos gremios de carpinteros, mecánicos y albañiles. En los primeros cinco años la vigilancia sobre los gremios fue en aumento, en la misma medida en que se redujo su capacidad de iniciativa y se les guió hacia una práctica mutualista. Roberto Cassá considera que una vez resuelta la oposición política armada durante los primeros años, sobre todo la que encabezaron Desiderio Arias y Cipriano Bencosme, terminó la etapa de flexibilidad en las relaciones dictadura-obreros. El régimen procedió a eliminar todos los grupos obreros que no respondían a sus directrices. Algunos como la Asociación de Instrucción y Socorro para Obreros y Campesinos, AISOC y la Federación Local de Macorís se disolvieron. La Confederación Dominicana del Trabajo, principal organización del país, había sido captada por la dictadura y recrudeció su defensa del régimen y en conección con esto 14 Galíndez. Ob. cit. p.154 7 asumió la denuncia del comunismo. Para 1959 poseía más de 10 mil afiliados organizados en 175 gremios obreros y artesanales. Su único papel se limitaba a ejercer control sobre la clase trabajadora y servir de correa de transmisión de la propaganda oficial. En muchos casos los mecanismos represivos no tuvieron ni siquiera que tomar acción para provocar el cierre o disolución de las organizaciones, estas fueron desapareciendo o se convirtieron en infuncionales sin ningún tipo de impacto social. “Para sobrevivir, todas las organizaciones obreras debían mostrar subordinación respecto al Estado, tanto en su relación con los problemas del trabajo como en los principios ideológicos que enarbolaran”15. El régimen llegó incluso a imponer en la presidencia de los gremios y las confederaciones obreras a un funcionario del gobierno. El régimen tenía además otros mecanismos propagandísticos para hacer efectiva su influencia sobre las organizaciones obreras y al mismo tiempo crear un clima de inmovilidad. Por ejemplo, en 1953 se publicó el folleto “El auge de las sociedades de socorro mutuo en la Era de Trujillo: Su postura anticomunista”. Este documento claramente expresa entre sus objetivos que el mismo “ha sido escrito adrede con la finalidad de ser, como ha sido, ofrecido en los principales centros y salones mutualistas del país, y cuya disertación, en cada localidad, contó siempre con los mejores auspicios de las Juntas Comunales del Partido Dominicano”16. Aquí se hace notoria la estrecha vinculación entre las Juntas Comunales y el Partido Dominicano y al mismo tiempo el sentido mutualista que se estimuló desde la maquinaria estatal. Igualmente la despolitización de estas organizaciones podía ser manipulada a conveniencia, como en este caso en el que se afirma la postura anticomunista de las sociedades mutualistas. Ellas mismas son definidas como instituciones “ajenas enteramente a todas ideas extremistas, amantes de todo lo que significa paz, progreso, felicitad,...”17. Además de estar guiadas “por normas que no están en pugna, en ningún caso, con los sagrados intereses de la Iglesia Católica Apostólica y Romana” 18 En dicho documento no solo se define el carácter de estas sociedades de socorro mutuo sino también se enumeran los alcances de la obra de Trujillo en favor de la clase obrera, entre ellos los Barrios de Mejoramiento Social, Barrios obreros, escuelas para maestros y el recién constituido Comité Central Pro Liga Nacional Mutualista. Se hace una enumeración de las Sociedades de Socorro Mutuo las cuales hacienden a 47 de las que 19 se encuentran en Ciudad Trujillo. Muchas de ellas llevan nombres relacionados con el dictador como las sociedades San Rafael presentes en cinco ciudades o la Sociedad Julia Molina. La aprobación del paquete de leyes obreras no significó que su aplicación fuera una realidad. El régimen tomó aquellas medidas que no chocaban con sus intereses particulares. Además, Trujillo pudo tomar las medidas a su propio ritmo, tomando en cuenta la ausencia de presión por parte del movimiento. Fue a partir de 1940 cuando adoptó una posición más consistente como resultado de la asunción de las resoluciones internacionales en materia laboral. 15 Cassá. Ob. cit. p.199 16 Luis Emilio Jourdain Heredia. El auge de las sociedades de socorro mutuo en la Era de Trujillo: Su postura anticomunista. Ciudad Trujillo, Impresora “Atenas, 1953. p.7 17 Ibídem. 18 Jourdain Heredia. Ob. cit. p.17 8 Hacia 1939 se produjo un resurgimiento de las organizaciones obreras, fundamentalmente de aquellas que existían en 1930. Sobre esta nueva situación el contexto internacional jugó un papel determinante. El inicio de la Segunda Guerra Mundial, el descrédito de los regímenes fascistas y dictatoriales y el acercamiento temporal entre los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, pusieron a Trujillo en una situación muy vulnerable. Esto se sumó al repudio internacional por la matanza de haitianos realizada en 1937. Este hecho, aunque no puso en peligro la supervivencia del régimen, le restó el apoyo irrestricto de Estados Unidos y lo obligó a mejorar su imagen internacional. En este contexto el régimen estimó pertinente fomentar el resurgimiento de organizaciones como pantalla democrática y como canal de transmisión de las demandas sectoriales. No obstante, esta distensión pasaba por nuevos y perfeccionados controles como por ejemplo la ley de mayo de 1940 mediante la cual no serían reconocidos los gremios o sindicatos que no estuvieran afiliados a las federaciones locales del trabajo que a su vez estaban presididas por el gobernador de la provincia, que era un funcionario del régimen. Dentro de esta misma dinámica el gobierno decretó una directiva nacional de gremios. A pesar de esto no todos los mecanismos pudieron ser controlados dando por resultado las huelgas azucareras de 1942. Estas huelgas se explican no solo por los hechos internacionales anteriormente descritos sino también por una situación particular. Para 1943 el régimen necesitaba integrarse a los mecanismos internacionales de representación obrera así como participar en las conferencias sobre trabajo de las que, bajo el estigma de dictadura, se encontraba marginada. Por lo tanto, se formaron delegaciones obreras que debían participar en estos foros e intentar recuperar la deterioradaimagen producto de las denuncias de los exiliados dominicanos encabezados por el PRD. Estas denuncias habían logrado que, en el primer Congreso de Confederación de Trabajadores de América Latina en 1941, se emitiera una resolución de condena al régimen de Trujillo. En 1943 se revivió la Confederación Dominicana del Trabajo y al año siguiente se convocó el V Congreso Nacional Obrero. El auge obrero dio por resultado que en 1944 se declarara el 1 de mayo como día del trabajo y al año siguiente como no laborable. En 1945 se inició la construcción del barrio obrero. A pesar de cierta liberalización, el régimen nunca permitió la conformación de organizaciones que coordinaran las actividades más allá de la localidad o la provincia. De esta forma se cercaban las posibilidades de crecimiento y se limitaba el impacto de cualquier acción o conflicto. Si la década de 1930 se caracterizó por su crítica situación económica, los años 40´s fueron totalmente diferentes como resultado del aumento de los precios de los productos de exportación consecuencia del inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939. Las exportaciones pasaron de 17 millones entre 1935 y 1941 a 20 millones en 1942 y finalmente a 60 millones en 1944. Esta bonanza produjo una ampliación del mercado interno, ampliación del crédito bancario y, frente a la imposibilidad de importar productos manufacturados, el desarrollo industrial. Durante 30 años es natural que se produjeran cambios importantes en la fisonomía nacional, algunos cambios destacados fueron el desarrollo del proceso de urbanización. En 1935 tan solo el 18% de la población se concentraba en zonas urbanas, esta cifra había aumentado a 24% en 1950. Definitivamente fue en Santo Domingo donde este 9 crecimiento fue mas notorio, su población pasó de 31 mil habitantes en 1920 a 71 mil en 1935 y 182 mil en 1950. Este crecimiento vino acompañado del aumento de la masa asalariada que respondió al acelerado proceso de desarrollo industrial. Pero este desarrollo industrial, basado en el monopolio trujillista, margino a la burguesía local. Entre 1939 y 1940 República Dominicana vivió un aumento significativo de las luchas reivindicativas producto de la política de flexibilización del régimen pero también del empeoramiento de las condiciones de vida. Aunque la huelga no fue un mecanismo extendido, sobretodo por la “autocensura de las organizaciones, conscientes de la capacidad criminal del estado” 19, el Gremio de Zapateros y los trabajadores portuarios llevaron a cabo protestas que implicaron el paro y lograron algunas reivindicaciones. Pero, en general, los logros fueron pobres para los obreros pues fue en 1946 cuando se hizo realidad la jornada de ocho horas. La Federación Local de San Pedro de Macorís fue probablemente la organización más importante de la Era de Trujillo por tres razones “la amplitud que tomó desde su base, su independencia respecto al estado y la calidad del liderazgo” 20. Efectivamente el liderazgo reposaba en una serie de individuos entre los que se destacó Mauricio Báez. A estos elementos se puede agregar la excepcional proletarización de la zona, condiciones creadas desde 1916 con la Primera Intervención Norteamericana. La independencia de la directiva de la Federación de Macorís, con fuertes vínculos con la ideología marxista, se logró después de un arriesgado proceso de desplazamiento de su directiva trujillista, iniciando en 1945 la incorporación de los gremios de la región, los que llegaron a sumar 34. Hasta 1940 el régimen de Trujillo había mantenido una alianza con los emporios azucareros a los que había beneficiado en 1930 con la derogación de impuestos que los perjudicaban. A finales de esa década el déspota decidió incursionar de lleno en la industria azucarera. Principalmente el aumento de los precios, producto de la Segunda Guerra Mundial, hizo muy atractivo la inserción del tirano en este renglón económico. En este sentido el primer paso dado fue la construcción del ingenio Catarey en 1949; en 1952 compró el ingenio Montellano, propiedad norteamericana e inició la construcción del Central Río Haina. Este proceso de compra e introducción del Estado en el negocio azucarero vino acompañado de una campaña mediática de críticas a las condiciones laborales de los trabajadores del ingenio. La labor propagandística del régimen era de tal precisión que incluía mecanismos menos evidentes como la publicación de la novela Over de Ramón Marrero Aristy en 1948, brillantemente escrita y fiel retrato de la dura vida de los braceros en los ingenios. Entre 1950 y 1952 el gobierno pasó a exigir el cumplimiento de leyes laborales y en tal sentido el Central Romana fue sometido a la justicia. En 1954 los bateyes del Central Romana fueron declarados peligro público por carecer de normas de higiene. La nueva política oficial permitió que los gremios obreros encabezados por la Confederación de Trabajadores Dominicanos (CTD) pudieran emprender acciones de protesta y huelga, como se produjo en 1954 en el ingenio Santa Fe y en otros del Central Romana. Finalmente la campaña terminó en 1956 cuando Trujillo compró en sobreprecio 19 Cassá. Ob. cit. p.381 20 Cassá. Ob. cit. p.389 10 los cinco ingenios de la West Indies Sugar Company. Permanecieron sólo dos ingenios privados: la South Porto Rico Sugar Co. y la Casa Vicini. Este nuevo paso económico hizo que Trujillo controlara el 80 por ciento de la producción industrial y el 45% de la mano de obra del país. 1.4 La educación como mecanismo de control Las juventudes dominicanas estaban organizadas y controladas por diversos medios, en los círculos católicos a través del movimiento Acción Católica, en los círculos universitarios en la Guardia Universitaria Presidente Trujillo y en el ámbito puramente político en la Juventud Trujillista. Es innegable que durante la dictadura hubo un importante avance en la cobertura educativa. Año Cantidad de escuelas Año Alfabetismo 1936-37 898 1936 20% 1945-46 2,242 1950 43% 1955-56 4,258 1956 60% Fuente: José Cordero Michel. Análisis de la Era de Trujillo (Informe sobre la República Dominicana, 1959). 5ta. Ed., Santo Domingo, Editora Universitaria, 1987. La educación, como la propaganda, se entendió como un instrumento clave para el control social. La Cartilla Cívica fue el documento básico de la formación trujillista en las escuelas, como decálogo de la ideología trujillista se difundió ampliamente. El régimen reforzó la educación de manera extraordinaria. La ampliación del acceso a la educación básica y superior se tradujo a su vez en una ampliación de la base social del régimen permitiendo el acceso a ella de jóvenes de escasos recursos. Lo que antes era un beneficio de las élites se extendió a todos los sectores de la sociedad mientras no fueran desafectos. La universidad llegó a tener 3,000 estudiantes, lo que para la fecha era una cifra considerable. En los primeros años de la dictadura sobrevivió la Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (ANEU) que agrupaba a diversos estudiantes alrededor de ideas de democratización de la educación. Esta organización fundada en 1928, se inspirada en el Movimiento de Córdoba de 1918 y aspiraba a realizar una reforma y a alcanzar la autonomía universitaria, estas ideas eran evidentemente incompatibles con el autoritarismo y centralismo de la dictadura por lo que la ANEU desapareció unos años después de iniciada la dictadura. Las universidades, como espacio natural de la producción de ideas y de aglomeramiento de las juventudes pensantes, son espacios propicios para el desarrollo del espíritu contestatario y rebelde. No era de extrañar que esta fuera una institución bajo estricta supervisión del régimen. Para el control de los estudiantes en su interior se creó una organización paramilitar conocida como la Guardia Universitaria. Esta fue fundada el 5 de marzode 1937 para el “mantenimiento del control político e ideológico de la universidad”. En sus reglamentos se señalaba como sus objetivos: “contribuir con el auge de la Universidad de Santo Domingo en la cultura, la salud y la disciplina, para de ese modo prestar su concurso a la obra de rehabilitación nacional que patrocina el 11 generalísimo y doctor Rafael Trujillo Molina”21. La guardia se organizó como un estamento militar en el que se asignaban rangos como el de comandante, capitanes, tenientes y cadetes. Las mujeres estaban organizadas en la rama femenina y solo podían alcanzar el rango de teniente y cadete. 1.5 El movimiento feminista bajo la dictadura El movimiento de mujeres, heredero de una larga tradición que se remonta a finales del siglo XIX y las educadoras hostosianas, encabezadas por Salomé Ureña, tuvo un papel significativo en la primera década de la dictadura. Su desarrollo en ese complejo momento histórico estuvo revestido de las ambigüedades y contradicciones que sufrieron todas las expresiones de organización social durante el régimen trujillista. Rubén Silié explica con agudeza el carácter del apoyo de Trujillo a la causa feminista: “Trujillo se preocupa por la mujer, no como un sujeto al cual había que insertar en la sociedad dominicana por razones de ley, por razones de derecho, sino por que entendió, también muy temprano, que era un sujeto político utilizable…” 22. Galindez consideró que el feminismo fue un movimiento fomentado por Trujillo entre 1940 y 1941, para ponerse a tono con las corrientes modernas de igualdad de los sexos. Establece diferencia entre dos grupos de mujeres feministas: las destacadas por su historial de trabajo y su labor anterior, entre las que hay que mencionar a Abigail Mejía y Celeste Woss y Gil; y otro grupo de índole político relacionadas con el trujillismo, encabezados por la viuda Peynado. Galindez reseñó que una vez se supo que Trujillo legislaría a favor de las mujeres “se desencadenó un hervidero de celos entre esas mujeres con aspiraciones a la dirección del movimiento y al aprovechamiento de sus beneficios”.23 En 1938 Trujillo realizó un recorrido en el interior del país, para su retorno se formó un Comité de Damas que planificó un acto de recibimiento. Dicho comité estuvo encabezado por la esposa de Trujillo, quien en el acto le impuso la Medalla de la Paz a nombre de la mujer dominicana.24 En el Listín Diario del 18 diciembre de 1937 se publicó un comunicado de las mujeres en apoyo a la reelección de Trujillo, este escrito dejó claro el papel que estaba jugando en ese momento el movimiento feminista y el costo político que tuvo alcanzar el derecho al voto en 1942. “Todas somos trujillistas, todas admiramos las glorias y grandezas del Presidente Trujillo, y nuestro mayor empeño está en que, cuando él decida presenciar el homenaje de nosotras, las mujeres, todas, absolutamente todas, desfilemos ante él, ofreciéndole con nuestra presencia la expresión de nuestra gratitud, que es la mejor flor del agradecimiento y de la simpatía”.25 Para este momento Abigail Mejía era, sin duda algunas, la principal activista femenina desde inicios del siglo XX. Su labor adquiere especial relevancia a principios de la dictadura con la creación de la Acción Feminista Dominicana (AFD) bajo el lema de 21 Franklin Franco. Historia de la UASD y los Estudios Superiores. Santo Domingo, Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2007. P.185 22 Rubén Silié. Ponencia Reestructuración de la sociedad dominicana. Seminario “Trujillo 1891-1961”, p.6 23 Galíndez. Ob. cit., p.176-177. 24 Félix A. Mejía. Vía crucis de un pueblo. Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 1995., p. 213 25 Mejía. Ob. cit., p. 189 12 “Justicia y Amor”. Su surgimiento no estuvo exento de polémica, la publicación en la prensa nacional de un mensaje por la AFD resultó en respuestas de aquellos que no favorecían el reconocimiento de derechos a la mujer26. Aunque su objetivo era luchar contra criterios conservadores en torno a la mujer y su papel en la sociedad, y aunque algunas de sus propuestas fueron verdaderamente pioneras, como la exigencia de igualdad de derecho entre los hijos naturales y legítimos, esta organización llevaba en sí misma el germen del conservadurismo, esto se demuestra así en los objetivos planteados “ formar madres verdaderamente conscientes de su misión…porque no hay que olvidar que, quien dice equilibrio del hogar, dice equilibrio de la Patria”27. La AFD, como todas las organizaciones de la sociedad civil de la Era, tenía el estigma de moverse en un medio que hacía imposible su accionar de manera independiente y libre por lo que sus acciones estaban en gran medida atravesadas por esta contradicción que inicialmente se expresó en la convivencia de formas radicales-conservadoras pero que llegado un punto fueron totalmente ofuscadas por la lógica de la dictadura. No obstante esto, su labor educativa fue de singular importancia organizando escuelas nocturnas en sus juntas provinciales. En ese mismo tenor se invitó al país a la escritora y educadora chilena Gabriela Mistral. En su primer aniversario la AFD celebró una Asamblea en la que se definió un programa de trabajo que tuvo cuatro directrices básicas: - La Educación para erradicar el analfabetismo de las mujeres. - El interés de las mujeres en el bienestar social dominicano. - La búsqueda del bienestar de la infancia. - Velar por mejorar el estatuto legal de la mujer. En 1932 Trujillo realizó un discurso en el Ateneo Dominicano al recibir el título de Miembro Protector y de Mérito. En ese mismo discurso aprovechó para referirse al pujante movimiento feminista que ya estaba en la mira de la maquinaria gubernamental. Trujillo expresó “Yo que he venido siguiendo con satisfacción el movimiento cultural de nuestra jóvenes mujeres…La consideración de este loable esfuerzo de la mujer dominicana, precisamente en estos momentos que se inicia en el país un movimiento feminista, me colocan frente a la necesidad de ir pensando en ayudar ese movimiento…Yo simpatizo con ese movimiento de justicia social a favor de la mujer. Creo que puede irse considerando la necesidad de otorgarle derecho de ciudadanía. Se beneficiará la sociedad dominicana con que nuestras mujeres llevarán a la arena cívica sus sentimientos delicados”28. Precisamente el año 1932 marco la frontera entre el desenvolvimiento autónomo de la AFD y el inicio de su manipulación burda por el régimen a través de las mujeres políticas del partido mencionadas por Galíndez. Para enero de 1933 la organización ya aparece encuadrada en la lógica del sistema, Minerva Bernardino, en nombre de la AFD, clama por la reelección del presidente Trujillo. De igual manera se expresará Abigail Mejía “sólo un Jefe de Estado nos ha tendido la mano, y ello, espontáneamente, sorprendiendo de una manera inesperada y agradable nuestro ánimo y colmándolo de legítimas esperanzas. Y éste ha sido el Gral. Rafael L. Trujillo Molina, actual Presidente de la República Dominicana… por tales 26 Carmen Lara Fernández. Historia del Feminismo de la República Dominicana. Ciudad Trujillo, Imprenta Arte y Cine, 1946 p. 7 27 Lara Fernández. Ob. cit., p. 11 28 Lara Fernández. Ob. cit., p. 20-22 13 motivos, la ACCION FEMINISTA DOMINICANA entiende que es un deber su reelección, en el alto puesto desde el cual trata de salvar al país, salvando con ello los fueros de la mujer dominicana.” 29 Podemos afirmar que el discurso de Abigail Mejía a favor del régimen fue poco duradero y en general parco, probablemente fruto de la necesidad y la comprensión de que era un paso absolutamente imprescindible al encontrarse tan cerca del ansiado objetivo. Para las elecciones de 1938 se formó inicialmente en Santiago de los Caballeros y después en todas las provincias y comunes el Comité Nacional Femenino,Pro-Voto Electoral Trujillista. Este espacio tuvo como objetivo motivar al sufragio simbólico femenino. El 16 de mayo de 1938 más de 300 mil mujeres votaron simbólicamente a favor de Trujillo. En 1940 Trujillo sometió el proyecto de Ley 390 mediante la cual se concedió derechos civiles a la mujer dominicana. Y en mayo de 1942 las mujeres pudieron por primera vez participar en las lecciones. La legitimación del régimen había alcanzado al 50% de la población que hasta entonces estaba marginado de la expresión electoral. En el contexto del partido único las mujeres exigieron un derecho que en la práctica estaba restringido a votar por Trujillo o el candidato títere impuesto por este. No obstante sería un hito del que posteriormente las mujeres realmente se beneficiarían. Una vez logrado el objetivo, el movimiento feminista y la AFD se fue disolviendo y vio su continuación en los comités de mujeres del Partido Dominicano, en el cual sobresalen mujeres como Isabel Mayer y Minerva Bernardino. Efectivamente como afirma Carmen Luisa Figueiras “la lucha por el sufragio de la mujer constituyó a la vez tanto el eje de su éxito, como de su derrota”30 Una vez alcanzada esta conquista la mayoría de las mujeres activistas se esfuman del panorama político dominicano dejando el terreno a las cabilderas trujillistas. En 1942 las mujeres no solo pudieron votar sino que también pudieron ser elegidas. Tres mujeres fueron elegidas para cargos públicos: - Isabel Meyer, senadora. - Milady Félix de L´Official, diputada. - Josefa de González, diputada.31 Posteriormente en el campo de la política trujillista sólo sobrevivió Milady Félix de L´Official y en el plano internacional Minerva Bernardino quien se destacó en el campo feminista interamericano al ser nombrada delegada Alterna de la República Dominicana ante las Naciones Unidas. 1.6 Otras formas organizativas bajo control del régimen Las organizaciones de tipo cultural fueron prontamente cooptadas por el régimen, las demás fueron forzadas a desaparecer. La dictadura tempranamente se rodeó de las élites pensantes creando sus propios intelectuales orgánicos. Con propiedad, Andrés L. Mateo 29 Lara Fernández. Ob. cit., p. 25 30 Figueiras Prim, Carmen Luisa, Género y sociedad civil. p.13 31 Jefa de la rama femenina del Partido Trujillista que después pasó al Partido Dominicano. 14 ha señalado que: “Fuera del trujillismo, no había práctica intelectual posible y ni siquiera supervivencia material”32. El control estatal se estableció a través de mecanismos de tipo corporativo, en instituciones tanto privadas como oficiales, por ejemplo el Partido Dominicano, las cámaras de comercio, federaciones obreras, etc. Toda expresión de intereses individuales o sociales quedó condicionada a límites muy estrictos. Incluso los espacios de índole cultural fueron intervenidos, unas veces por mecanismos burdos y otras por vías más sutiles. La Sociedad Cultural Renacimiento fue fundada en 1931 y llegó a organizar una escuela normal. Su vida fue corta pues rápidamente fueron acusados de antitrujillistas, apresados muchos de sus miembros y cerrada la organización.33 Otro fue el caso del Ateneo Dominicano que en mayo de 1932 otorgó a Trujillo el título de Miembro Protector y de Mérito. Este reconocimiento vino apropósito de la ayuda oficial a dicha institución. En el acto de otorgamiento Trujillo afirmó que: “Se hacía necesario estimular el cultivo de las letras y no podía yo, que me he propuesto hacer obra de engrandecimiento patrio, mostrarme indiferente a esta demostración de la vida nacional.”34 El Ateneo fue una asociación constituida exclusivamente para tratar asuntos culturales pero que, como otras, fue víctima de una clara instrumentalización. En su directiva figuraron personalidades claves de la cultura dominicana como Pedro Henríquez Ureña, Fabio Fiallo, Julio Ortega Frier, entre otros.35 Incluso los agrupamientos informales de jóvenes inquietos, no necesariamente opositores, fueron objeto del escrutinio implacable del régimen. Ricardo Hernández da cuenta por medio de testimonios orales de grupos de 18 y 20 jóvenes que se reunían a discutir la situación, escuchar música clásica y leer obras diversas, entre ellas algunas prohibidas, como El Capital de Carlos Marx. Finalmente las reuniones fueron suspendidas porque a la Gobernación de San Francisco de Macorís llegó la información de estos encuentros que fueron considerados un espacio para el adoctrinamiento antitrujillista.36 Durante los treinta años de dictadura trujillista el acelerado proceso de desarrollo urbanístico y la migración hacia las urbes como resultado del proceso de industrialización determinó el engrosamiento de los barrios con masas de antiguos campesinos convertidos en obreros. Fue en este espacio en el que se produjeron las primeras formas organizativas barriales que fueron los clubes culturales y las parroquias. Los clubes al estar enfocados en la cultura y el deporte y enmarcados en la lógica del régimen pudieron sobrevivir a los controles represivos. Los nombres de algunos de ellos sugieren el carácter de los mismos como el club Julia Molina que después de caída la dictadura pasó a llamarse Luperón. El escaso perfil social que tuvieron se enmarcó en el carácter conservador de la época y se centraron en la denuncia de actividades consideradas amorales como los prostíbulos, las barras y los salones de juego. Las parroquias se limitaron a la organización de actividades deportivas y la proyección de películas. Se caracterizaron por su apoliticidad, su provincialismo y carácter primario. 32 Andrés L. Mateo, Mito y cultura en la Era de Trujillo, Santo Domingo: Librería La Trinitaria e Instituto del Libro, 1993, p.52 33 Ricardo Hernández. Las organizaciones barriales en el nordeste de la República Dominicana. Santo Domingo, Editora Universitaria, 2004. p. 105 34 Lara Fernández. Ob. cit., p. 20 35 Ateneo Dominicano. Bases y reglamentos. Santo Domingo, 1932. 36 Hernández. Ob. cit., p. 104 - 105 15 Surgieron al final del régimen de Trujillo.37 César Pérez y Leopoldo Artiles han definido las características básicas del club cultural y de la parroquia como “una suerte de comunitarismo primitivo, orientado básicamente hacia los individuos participantes, para la preservación y difusión de valores universalmente aceptados como válidos...”38. Podría pensarse que entre los empresarios y profesionales de poder existió mayor facilidad para crear espacios para su representatividad social. El caso del club Rotario ilustra perfectamente la situación. El 27 de febrero de 1943 se instaló en Santo Domingo el primer Club Rotario. Inicialmente el dictador se negó a permitir la fundación de la organización pero finalmente la existencia de miembros cercanos a Trujillo, como el doctor Andrés Pastoriza Valverde, lograron convencerlo de que la presencia de un organismo de carácter independiente, democrático y apolítico podría mejorar la imagen internacional del régimen y presentarlo como un gobierno progresista y abierto. Apenas dos años después de iniciadas las actividades del Club, tuvieron un primer y único enfrentamiento con el régimen. Las aspiraciones del presidente del club José Bonilla Atiles de participar en el certamen electoral como candidato presidencial lo hicieron caer en desgracia y en consecuencia fue destituido como vicerrector de la Universidad de Santo Domingo y tuvo que exilarse fuera del país. Trujillo personalmente reunió a los principales rotarios para llamar su atención sobre lo inapropiado de tener un desafecto al frente de la organización. En consecuencia se procedió a destituir a Bonilla Atiles. En cierta medida se marcó una pauta de las relaciones gobierno-Rotary. Fue en 1968 cuando la organización se recuperó de la parálisis en la que fue cayendo lentamente.39 Las organizaciones de empresariosy los gremios profesionales florecerían a partir de la caída de la dictadura como veremos más adelante. 1.7 La crisis final de la dictadura En 1955 la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, que debía conmemorar la grandeza del régimen en sus 25 años, por su gran costo y fastuosidad marco el declive definitivo de la dictadura. Para esta celebración se hicieron emisiones de papel moneda sin respaldo y se usó parte de la reserva en dólares del Banco Central, principal garantía de la estabilidad monetaria nacional. A partir de esta fecha la balanza de pagos empezó a ser deficitaria. En 1959 se inició la transferencia de grandes cantidades de dinero a bancos extranjeros, que se estiman en más de 50 millones de dólares. El New York Times y el Washington Post denunciaron abiertamente el régimen de Trujillo, sobre todo a partir del secuestro y desaparición del exiliado español Jesús de Galíndez. El contexto internacional se sumó al desgaste interno del régimen. El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 por su significación y simbolismo representó un desafío para la seguridad del Caribe desde la perspectiva estadounidense. Su influencia como fuente de inspiración para los sectores antitrujillistas fortalecieron los temores 37 La información sobre este temprano surgimiento de organizaciones barriales la debemos al trabajo de César Pérez y Leopoldo Artíles. “Movimientos sociales dominicanos: Identidad y Dilemas.” Santo Domingo, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, 1992. 38 Pérez, Artíles. Ob. cit. p.34 39 100 años de Rotary Internacional y 62 de rotarismo dominicano.2da. ed. Santo Domingo, Editora Buho, 2008. 16 frente a posibles replicas del caso cubano. Fidel Castro, en una visita realizada a Venezuela después del triunfo de la revolución, había expresado públicamente su determinación de apoyar la causa dominicana contra Trujillo. Como resultado de este apoyo se creó el Movimiento de Liberación Dominicana que, además de Cuba, recibió el apoyo venezolano. En respuesta a este anuncio la dictadura inició un proceso de fortalecimiento de sus fuerzas militares. Se conformó la llamada Legión Extranjera formada por mercenarios de Estados Unidos y Europa. La promesa cubana se hizo realidad en 1959 cuando el día 14 de junio desembarcaron y aterrizaron cientos de expedicionarios por tres zonas del país Constanza, Maimón y Estero Hondo40. Los desembarcos fueron prácticamente esperados por la aviación y la marina trujillista. De las tres expediciones sólo la de Constanza resultó parcialmente exitosa al poder sus integrantes internarse en los bosques de la zona y ofrecer resistencia. Existe consenso en que, aunque la expedición resultó un fracaso militar, el hecho tuvo un gran impacto en el imaginario colectivo de la nación y se constituyó en el estimulo fundamental de las conspiraciones finales contra la dictadura. En agosto se descubrió una conspiración en la Fuerza Aérea que buscaba sabotear la institución. A finales de ese mismo año de 1959 se fundó el Movimiento 14 de Junio, que fue una de las organizaciones de mayor crecimiento y consecuencias para la dictadura. El movimiento adoptó el programa de los expedicionarios del 1959 y para principios de 1960 el espionaje trujillista los había descubierto, procediendo a apresar alrededor de 300 de sus integrantes. En general la composición de esta agrupación, que se había extendido en todo el territorio nacional, contaba con algunas personas pertenecientes a la burguesía y a la clase obrera pero estaba mayoritariamente compuesto por miembros de la pequeña burguesía. La extensión y amplitud del movimiento recién descubierto provocó una respuesta equivalente de los organismos represivos. La persecución desatada llevó a niveles inimaginables el clima de terror que se vivía, tocando a las puertas de muchos miembros de la burocracia trujillista cuyos hijos estaban vinculados en la conspiración. Fue en este momento en que la Iglesia Católica emitió su carta pastoral criticando al régimen. Por primera vez esta asumía una postura de distanciamiento público con la dictadura. Una segunda carta pastoral demandó la libertad de los presos políticos. Estados Unidos, por un lado, inició conversaciones para lograr una salida pacífica de Trujillo del poder y por otro, a través de la CIA, empezó a dar apoyo logístico a grupos conspiradores que se planteaban la eliminación física del tirano. El año de 1960 fue, sin duda alguna, un año de crisis y de desesperación para el régimen que tomó una serie de medidas que marcaron el paso acelerado hacia su final. El atentado contra Rómulo Betancourt, el 24 de junio de 1960, significó sanciones económicas para el país, el rompimiento diplomático con la mayoría de países americanos y el distanciamiento definitivo entre Estados Unidos y la dictadura. Como resultado de la presión por este hecho, Trujillo hizo renunciar a su hermano Héctor Bienvenido Trujillo (quien ocupaba la presidencia desde 1952) y en su lugar ocupó la presidencia Joaquín Balaguer. Balaguer sería un personaje fundamental en los siguientes 40 años de vida 40 La expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo fue el tercer intento de los exiliados dominicanos para tratar de derrocar a Trujillo por medio de una invasión armada. En 1947 se produjo la Expedición de Cayo Confites y en 1949 la Invasión de Luperón, ambas fracasaron al ser detectadas por los organismos de seguridad del trujillismo. 17 política dominicana. El asesinato de las hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960, fue probablemente la gota que derramó el vaso. El entierro de las Mirabal, por su masividad constituyó “el primer gran desafío de las masas populares al régimen de Trujillo ” 41. Nuevamente Trujillo trató de presentar una fachada democrática invitando a los partidos de oposición a retornar al país, cosa que hicieron los miembros del Movimiento Popular Dominicano. Seis meses después del crimen de las Mirabal, una conspiración logró ajusticiar a Trujillo el 30 de mayo de 1961 mientras este se desplazaba en su vehículo hacia su hacienda de San Cristóbal. Los implicados serían cercanos colaboradores que pagaron con sus vidas la intrépida osadía que dio inicio al desmoronamiento de la dictadura. La dictadura de Trujillo fue un período de gran longitud y de importancia trascendental para entender las características recientes de nuestra sociedad desde todos los puntos de vista. Aunque se reconoce las dificultades para el desarrollo de la sociedad civil en el contexto represivo de la dictadura, aun así se dieron manifestaciones que son importantes reconocer y destacar, aunque muchas de ellas se desarrollaran en medio de la instrumentalización del régimen. Los dos sectores más destacados en este período fueron los obreros y las mujeres. Ambos lograron importantes conquistas fruto de una combinación de: apropiado contexto nacional y externo y de activismo propio del sector. Por un lado, la dictadura tuvo en diferentes momentos un especial interés en favorecer a dichos sectores y por otros fueron movimientos que demostraron un especial activismo que contribuyó a su visibilidad y en consecuencia a ser en cierta medida un factor de presión. 2. La transición democrática interrumpida (1961 – 1966) 2.1 El inicio de la destrujillización La desaparición física del tirano dejó un vacío de poder que provocó una “crisis de hegemonía”42. Esto se explica porque el poder personalista no es transferible, pues depende de un hombre y no de instituciones. A pesar de esta crisis, no se produjo un colapso de las instituciones oficiales y represivas del régimen.43 En consecuencia se inició una etapa de agudos conflictos sociales y políticos entre diferentes sectores que lucharon por el control del Estado. Las masas populares urbanas irrumpen en el escenario político y se afianzan como mecanismode presión. Exigen la eliminación de los remanentes del trujillismo y la elevación de sus niveles de ingresos. Ramfis Trujillo, hijo del dictador, intentó asumir el control del tambaleante régimen, para ello se apoyó en la figura civil de Joaquín Balaguer44, presidente títere en funciones al momento de producirse el tiranicidio el 30 de mayo de 1961. Balaguer inicio un cauteloso proceso de afianzamiento de su liderazgo, ahora liberado del peso de la figura de Trujillo. 41 Franklin Franco. Historia del Pueblo Dominicano. Santo Domingo, Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2006. Colección Historia y Sociedad, No. 120, p.584 42 Wilfredo Lozano. El Reformismo dependiente. Santo Domingo, Editora Taller, 1985. p. 21 43 Eduardo Latorre. Política Dominicana Contemporánea. Santo Domingo, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, 1979. p.76 44 Por su perfil de intelectual y su trayectoria como un funcionario vinculado a la cartera educativa y de relaciones exteriores, Balaguer fue un personaje potable para Estados Unidos y la familia Trujillo para encausar la transición. 18 Inicialmente lo que se planteó implícitamente fue el establecimiento de un trujillismo sin Trujillo. La presión interna y externa hizo rápidamente inviable esta solución. Los Trujillo incluso se plantearon una toma violenta del poder en noviembre de 1961 cuando los hermanos del dictador, Héctor y José Arismendy, retornaron al país en un barco de guerra. Esta acción fue rápidamente respondida por Estados Unidos quienes despacharon barcos militares que se posicionaron a escasas millas de las costas. Unos días después, un alzamiento militar provocó la expulsión definitiva de la familia Trujillo. Balaguer quedó con un frágil control de la situación que le permitió mantenerse en el poder hasta marzo de 1962. Aunque intentó presentarse así mismo como la única alternativa entre el autoritarismo y el caos que podría representar la libertad recién adquirida, su presencia e insistencia en mantenerse como figura clave en el proceso de transición contribuyó a la polarización política. “...la falta de un esfuerzo concertado y sistemático por parte de las fuerzas políticas principales para afrontar los problemas fundamentales de la transición democrática no contribuyó a establecer una base firme para la preservación y expansión de las libertades políticas que el país comenzaba a disfrutar.”45 Entre la salida de la familia Trujillo, en noviembre de 1961, y la propia salida de Balaguer en marzo de 1962 existieron tres fórmulas de gobierno: - El gobierno bajo la presidencia de Balaguer (1 enero 1960 – 31 diciembre 1961), caracterizado por una serie de medidas democratizadoras como la Ley de Amnistía, el reconocimiento de la autonomía de la Universidad de Santo Domingo y la confiscación de las propiedades de los Trujillo. Así como medidas de corte populista como el aumento de sueldos, rebaja de los artículos de primera necesidad y reducción de impuestos a las exportaciones. Estas medidas no pudieron aplacar las intensas movilizaciones exigiendo su salida del país por ser considerado un heredero de Trujillo. - Primer Consejo de Estado (1 enero 1962 – 16 enero 1962), el rechazo a la figura de Balaguer forzó la búsqueda de una salida de consenso entre los principales sectores beligerantes de la sociedad. Finalmente en enero de 1962 surgió la fórmula del Consejo de Estado compuesto de siete miembros, presidido por Balaguer y conformado por sectores empresariales, de la Iglesia Católica y la influyente Unión Cívica Dominicana. El Consejo tenía como objetivo primordial la celebración de lecciones en diciembre de 1962. - Junta Cívico-Militar (16 enero 1962 – 18 enero 1962), surge cuatro días después de la integración del Primer Consejo de Estado, como resultado de un golpe de Estado militar con la anuencia de Balaguer. El Consejo de Estado es sustituido por una nueva entidad formada por sectores militares cercanos al trujillismo y civiles leales a Balaguer. Este organismo tuvo una corta existencia y un rechazo inmediato y virulento de los diferentes sectores sociales, provocando la salida del país de Balaguer en marzo de 1962. - En enero de 1962 surge un Segundo Consejo de Estado (18 enero 1962 – 27 de febrero 1963) nuevamente bajo la influencia de la Unión Cívica Nacional y presidida por Rafael Bonelly, esta es la entidad que logra la realización de las 45 Flavio Darío Espinal. Constitucionalismo y procesos políticos en la República Dominicana. Santo Domingo, PCMM, 2001. p. 145 19 primeras elecciones libres que se celebran en diciembre de 1962 y en las que sale victorioso el Partido Revolucionario Dominicano y su candidato Juan Bosch. Wilfredo Lozano ha identificado tres elementos claves en la crisis de hegemonía que se inicia en 1961: - La lucha de las clases dominantes por el control del Estado. - La emergencia de las masas populares urbanas como actores históricos activos. - El creciente papel de Estados Unidos como agente político dinámico en la determinación del equilibrio político favorable a sus intereses.46 En medio de toda esta agitación política se abre un nuevo escenario histórico en el que surgen nuevos actores que buscan constituirse en sujetos sociales. La sociedad civil despertó de un letargo de 30 años con nuevos bríos y temporalmente pudo disfrutar de ciertas garantías que le permitió reorganizarse. Fue en estos primeros años cuando se crearon las condiciones para la democratización duradera que tardaría décadas en hacerse real. Se formó un discurso democrático y surgió un sistema de partidos que se mantendría a pesar de la ola represiva de las décadas 60 y 70.47 El proceso no estuvo exento de contradicciones pues, junto a las necesarias medidas democráticas, se producían constantes acciones represivas en contra de las manifestaciones de protestas y de los sectores radicales de izquierda. De esta manera la clase política gobernante (ya fuera Balaguer o los Consejos de Estado) trataba de adecuarse a la necesidad democratizante de ruptura con la dictadura pero de responder a las exigencias de un Estados Unidos vigilante y obsesionado por el peligro comunista inspirado por Cuba y, por lo tanto, presionando para una mayor represión. 2.2 Los partidos políticos: ejes de la reorganización social Después de 30 años de autoritarismo totalitario la democratización vendría acompañada de grandes dificultades. Hasta ese momento el ejercicio democrático había sido muy limitado. Los partidos políticos se habían caracterizado por el caudillismo, el autoritarismo y el personalismo. Se hizo necesaria la conformación de un sistema nacional de partidos. Los partidos dominaron el escenario político e influenciaron grandemente el accionar de las organizaciones sociales. En cuanto a la sociedad civil “Las actividades políticas orientadas hacia la difusión de concepciones y proyectos de orden social realizadas por las diferentes organizaciones políticas, permearon y hasta orientaron casi todas las instancias de la sociedad civil, principalmente aquellas agrupaciones para la acción social.” 48. Rosario Espinal considera que entre 1961 y 1965 se dieron dos procesos: la formación de identidades colectivas en torno a la noción de ciudadanía, como los derechos individuales de orden político; y la formación de identidades colectivas en torno a la noción de pueblo, como los derechos de justicia, organización y participación. Entre los dos procesos lo popular adquirió mayor preponderancia que lo ciudadano.49 A partir del 5 de julio de 1961 cuando llegó la delegación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fundado en el exilio, se abrieron las compuertas de la organización 46 Lozano. Ob. cit., p.?? 47 Espinal. Ob. cit., p.100 48 Pérez, Artíles. Ob. cit., p.34 49 Espinal. Ob. cit., p.9120 política, en ese mismo mes de julio se hizo pública la creación de la Unión Cívica Nacional (UCN) y la salida de la clandestinidad del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Así en un sólo mes estaban en el escenario político nacional los tres grandes partidos que dominaron inicialmente el panorama político. A grandes rasgos sus características eran: - Unión Cívica Nacional: oligárquico, abanderado de la política antitrujillista. De derecha. - Partido Revolucionario Dominicano: democrático, liberal. De centro izquierda. - Movimiento Revolucionario 14 de junio. Inspirado en la Revolución Cubana. De izquierda. Su importancia fue variando constantemente en los primeros años posteriores a la desaparición del tirano. Otras agrupaciones que surgieron o se reactivaron fueron el Partido Revolucionario Social Cristiano, el Partido Nacional Revolucionario, el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista Popular (PSP). Inicialmente la UCN aglutinó la movilización contra los remanentes de Trujillo, en esa tarea estableció una alianza temporal con el Movimiento Revolucionario 14 de Junio. No obstante, es importante señalar que la UCN propició una movilización social antitrujillista que uso a las masas de una forma utilitarista, sin propiciar un real empoderamiento de ellas. Su carácter oligárquico le ganó un lugar preponderante en las negociaciones de transición que culminaron en la formación del Consejo de Estado entidad en la que los “cívicos” predominaron. A la formación de partidos siguieron los sindicatos, las asociaciones empresariales, los gremios profesionales, las agrupaciones campesinas, etc. Pero la debilidad de la sociedad civil hizo que fueran los partidos políticos los reales gestores de las organizaciones sociales y en especial de los sindicatos. El objetivo político de la destrujillización arropó el movimiento social. Aunque diferentes organizaciones estimularon las turbas y movilizaciones antitrujillistas estas tuvieron un importante componente espontáneo. 2.3 Otras formas de expresión organizativa Entre los sectores mas activos en esta coyuntura se encuentran los obreros. Mientras la Confederación Dominicana del Trabajo (CDT) desapareció con la dictadura, surgieron otras expresiones obreras. Entre mayo de 1961 y diciembre de 1962 se crearon más de 150 sindicatos.50 Estas organizaciones fueron frágiles y tenían un carácter instrumental, lo que hizo que aparecieran y desaparecieran una vez alcanzado el objetivo primordial. No obstante, esta movilización tuvo como uno de sus resultados un aumento sustancial en los salarios. Una de las primeras organizaciones obreras surgió en 1961 y fue el Frente Unificado Pro Sindicatos Autónomos (FOUPSA) seguido por la Confederación Nacional de Trabajadores Libres (CONATRAL), la Central Sindical de los Trabajadores Dominicanos (CESITRADO) y Confederación Autónoma Sindical Cristiana (CASC).51 Los clubes culturales y deportivos que habían tenido un tímido inicio durante la dictadura de Trujillo 50 Lozano. Ob. cit., p. 31 51 Una serie de divisiones y conflictos internos produjeron la formación de nuevas organizaciones, esta dinámica ayuda a entender la gran cantidad de agrupaciones que surgieron en esos dos años. 21 se multiplicaron en este período de transición pero tendieron a vincularse a los partidos y en consecuencia a politizarse partidariamente. Se desarrolló un importante sector modernizador agrupado fundamentalmente alrededor de la banca. En cuanto a los industriales, la Asociación de Industrias de la República Dominicana, conformada luego de la muerte de Trujillo, y que estaba compuesta por viejos industriales que lograron escapar a las confiscaciones antitrujillistas, nucleó su membresía aprovechando su liderazgo empresarial y su discurso anticomunista. Un gran objetivo que se propuso esta sociedad fue conseguir las promulgaciones de leyes mucho más beneficiosas para las industrias que dirigían, para esto habían apoyado a la Unión Cívica Nacional. Los sectores militares y burócratas trujillistas se consideraron los herederos del régimen y se resistieron a ser desplazados. El carácter autoritario de la práctica gubernamental no pudo ser desmantelado del todo y el vacío de poder fue rápidamente llenado por los militares, único poder en pie para 1961, pero aun así con grandes debilidades. En los inicios de los años 60´s, la Iglesia Católica dominicana jugó un rol protagónico en el nuevo proceso de cambios en el país, adquiriendo un protagonismo político verdaderamente significativo. Se formaron partidos, sindicatos y organizaciones estudiantiles de matrices católicas. En la UASD se desató un poderoso movimiento de destrujillización en el que la Federación de Estudiantes Dominicanos, fundada a mediados de 1961, jugó un papel destacado. En 1962 surgió el grupo FRAGUA que aglutinó a los estudiantes de izquierda. El PRD creó el Frente Universitario Revolucionario (FUR). En la movilización y destrucción de los símbolos de la dictadura los estudiantes universitarios contaron con los estudiantes secundarios organizados en la Asociación Nacional de Estudiantes Secundarios (ANES). Las mujeres se organizaron en la Federación Nacional de Mujeres Dominicanas, la cual tuvo una composición fundamentalmente urbana, integrada por mujeres de clase media, profesionales y estudiantes ligadas a diferentes agrupamientos de izquierda.52 2.4 El primer gobierno democrático El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con Juan Bosch a la cabeza desarrolló su campaña política en busca de la presidencia sobre la base de un enfoque social que enfatizaba la desigualdad social representada en las figuras populares del “tutumpote”, el oligarca, y el “hijo de machepa”, el hombre y la mujer del pueblo. El PRD representó una posición moderada frente a la destrujillización total pregonada por los otros partidos. Su discurso permitió la integración de sectores vinculados al régimen que por la radicalidad de la UCN y el 1J4 tenían vedado cualquier posible acercamiento. Además, por su discurso social este partido pudo sumar a importantes sectores obreros, campesinos, burócratas, desempleados, etc. Juan Bosch fue capaz de sustituir la figura paternal que durante 30 años representó Trujillo para una sociedad mayoritariamente campesina y conservadora, adoctrinada en los patrones autoritarios. Bosch se constituiría en una figura paterna pero no como padre 52 La federación realizó trabajo organizativo en sectores populares hasta 1969, cuando fue disuelta. 22 sino como profesor y guía del pueblo dominicano. El triunfo electoral del PRD en las elecciones de 1962 abrió la perspectiva para que los sectores populares pasaran a jugar un papel importante en la redefinición de la política. El PRD llegó al poder como “el partido de la esperanza nacional”53. Su programa de gobierno representaba realmente las necesidades y aspiraciones de la mayoría del pueblo dominicano. A nivel congresional el PRD llevó a integrantes de la burguesía liberal, de la clase media y en menor medida de los trabajadores. Las primeras disposiciones dieron una clara idea del carácter del gobierno que se iniciaba: un plan de austeridad que implicó reducción de salarios y eliminación de cargos considerados prescindibles; revocación del contrato con la Esso Standard Oil para la construcción de una refinería de petróleo; préstamo con la firma de origen suizo The Oversea´s Industrial Construction LTD. Estas medidas crearon las primeras tensiones con los intereses de Estados Unidos y marcaron la pauta de la nueva dinámica administrativa que rompía unilateralmente con la práctica clientelar y corrupta que predominó en los Consejos de Estado. Estados Unidos y particularmente la administración Kennedy veían en Bosch y su consigna de “justicia social con libertad” una alternativa real frenteal radicalismo cubano. Además, le permitió a los norteamericanos poner a prueba su programa “Alianza para el Progreso” formulado precisamente para apoyar gobiernos de América Latina y como forma de prevenir la emergencia de nuevas Cuba. 2.4.1. La Constitución de 1963 Definitivamente fue la promulgación de la nueva Constitución en 1963 lo que generó los mayores conflictos con los sectores más poderosos de la sociedad dominicana. En sentido general el documento tenía un explícito sentido de defensa de los derechos humanos, un carácter obrerista y democrático que difería en gran medida con las prácticas estatales hasta el momento. La nueva Carta Magna proclamó el derecho a la tierra de los campesinos, el carácter laico del Estado, el derecho de los obreros a participar en los beneficios de las empresas donde trabajan; las limitaciones al latifundio, el derecho a la vivienda, entre otros artículos. Cuando todavía la Constitución se debatía en la Asamblea Constituyente, un conjunto de organizaciones empresariales, entre ellas la Cámara Oficial de Comercio, Agricultura e Industria del Distrito Nacional, la Asociación de Industrias de la República Dominicana y la Confederación Patronal de la República Dominicana, publicaron un documento con sus objeciones a la constitución en discusión. Este sería el primer acto de la campaña que entabló la clase empresarial en contra de este asunto. Otras agrupaciones muy activas fueron la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores y el Consejo Nacional de Hombres de Empresas. Los artículos que generaron mayor oposición fueron: - La disposición que prohibía la existencia de más de un sindicato por industria o establecimiento comercial. - La disposición que establecían el derecho a participar en los beneficios de las empresas. - Las prohibiciones al latifundio y de que las sociedades legalmente constituidas pudieran adquirir la propiedad de la tierra. 53 Espinal. Ob. cit., p.89-90 23 - La prohibición de que los extranjeros pudieran adquirir la propiedad de la tierra. En términos generales los empresarios estimaban que la nueva constitución desconocía los derechos de la clase patronal y exigieron que ésta reconociera explícitamente el derecho de propiedad. Otros artículos, aunque no tenían que ver directamente con los empresarios generaron solidaridades entre este sector y la Iglesia Católica, así como de asociaciones de padres y sindicatos de profesores, como fue la disposición que hacía de la organización y la supervisión de la educación una atribución absoluta del Estado. La Iglesia Católica fue una de las más activas opositoras a este proyecto de ley sustantiva. La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó que la Constitución estaba en desacuerdo con los derechos de Dios y la Iglesia. Rechazó la oficialización de la educación, se opuso a las disposiciones que daban igualdad de derechos a los nacidos fuera del matrimonio y también rechazó la ausencia de mención del Concordato. Pero, así como hubo rechazo, hubo importantes sectores organizados que la defendieron aunque no actuaron con la beligerancia de los opositores. El mismo PRD no realizó la defensa que la situación requería por lo que, a pesar de su aprobación, esto fue un aspecto que polarizó la sociedad y contribuyó a debilitar el gobierno de Bosch desde sus inicios. 2.4.2 La oposición al gobierno La maquinaria conspirativa se puso en marcha prácticamente desde el inicio del gobierno de Bosch, en ella tomaron parte activa el comercio importador y exportador, importantes sectores de las Fuerzas Armadas, los latifundistas, la cúpula de la Iglesia Católica y los grandes industriales. La Iglesia Católica se constituyó en un mecanismo de presión social, en julio de 1963, ésta protestó públicamente e inició la movilización social a través de los mítines de reafirmación cristiana. Estos mítines estaban sustentados en una agrupación de extrema derecha denominada Acción Dominicana Independiente (ADI). Los industriales, que habían apoyado a la Unión Cívica Nacional para contrarrestar la candidatura de Bosch, se convirtieron después en los primeros en reclamar mayores privilegios del nuevo gobierno del PRD y posteriormente, al no conseguir de éste la disminución de las cargas impositivas a que aspiraban, pasaron a ser una asociación hostil contra el gobierno, empezando por brindarle apoyo a la ADI, que cerró filas con el recién creado Consejo Nacional de Hombres de Empresa. Todos ellos estaban empecinados en la idea de que Juan Bosch estaba arrastrando al país a un régimen de corte comunista. Así comienza un proceso de agitación y conspiración contra el gobierno recién electo.54 Es interesante la precisión que hace Flavio Darío Espinal cuando señala que “los grupos empresariales, su oposición al gobierno estaba motivada más por una postura ideológica y una amenaza percibida que por cualquier medida concreta que Bosch hubiera tomado que afectara sus intereses”55. Los Estados Unidos tuvieron una participación activa en el golpe militar. Sin duda alguna sus inversionistas en el país fueron de los más amenazados con la política oficial. La prensa norteamericana inició una ofensiva mediática de descrédito contra la gestión de 54Otras disposiciones que perjudicaron a los empresarios fueron la ley No. 23 de precios topes para el azúcar y las mieles y la ley No. 31 que obligaba a los exportadores a entregar al Banco Central el 100% de las divisas obtenidas en sus exportaciones. 55 Espinal. Ob. cit., p. 172 24 Bosch en la que se referían constantemente al peligro comunista en República Dominicana. Estados Unidos, a través de su embajador, exigió posturas mas duras frente a los partidos y dirigentes políticos de izquierda. Bosch, amparado en el respeto a las libertades cívicas sustentadas en su Constitución, sistemáticamente rechazó estos emplazamientos, incluso el que le hicieron sus propios jefes militares en julio de 1963.56 El sector obrero fue permeado por esta situación conspirativa. La Federación Nacional de Empleados Públicos y de Instituciones Autónomas (FENEPIA) se declaró en huelga en mayo de 1963. En los días finales de su gobierno Bosch enfrentaría dos huelgas más en demanda de aumentos salariales, una en el Central Río Haina y otra en la Corporación Dominicana de Electricidad. Muchas de estas organizaciones obreras no percibieron el sentido conservador que tomaba el movimiento contra el gobierno y la forma en que beneficiaban a sectores tradicionalmente enemigos de los intereses obreros. Así se convirtieron en un elemento más en la desestabilización. La consigna de la Reforma Agraria, una de las principales promesas de campaña, quedó trunca por la escasa energía en su impulso y porque “condicionó su realización a la buena fe de los terratenientes” 57. El PRD había ganado las elecciones con el apoyo de amplios sectores, pero los grupos políticos más activos eran minoritarios y estaban concentrados en las zonas urbanas, mientras el grueso de la población mantenía un papel pasivo y desvinculado de estructuras que pudieran activarse en defensa del gobierno perredeísta. En agosto, apenas un mes antes del golpe de Estado, hubo un tímido intento de conciliación entre el gobierno y la oposición. El Movimiento 14 de Junio denunció por la prensa los planes golpistas en proceso. Problemas internos en el PRD acentuaron la sensación de crisis y de inconformidad.58 El 20 de septiembre de 1963 los empresarios, amparados en un denominado “Comité Cívico Anti-comunista”, convocaron a una huelga general de dos días que fue apoyada por la totalidad de los industriales. Esta exitosa huelga evidenció la falta de apoyo al gobierno constitucional. El 24 de septiembre se produjo el golpe de Estado llevado a cabo por la jerarquía militar y legitimado por los sectores empresariales, terratenientes, la Iglesia
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