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Do Ser Humano ao Ser Social

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Del Ser Humano al Ser Social I
Research · February 2023
DOI: 10.13140/RG.2.2.14642.27848
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Miguel Angel Briceno Gil
Central University of Venezuela
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Del Ser Humano al Ser Social 
Replanteando el Rol del Sujeto 
 
 
FEBRERO DE 2023 
MIGUEL ÁNGEL BRICEÑO-GIL, Dpto. Filosofía Social Contemporánea, UCV 
Dr. Phil Frankfurt, mibricen@gmail.com 
mailto:mibricen@gmail.com
1 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Tabla de Contenido 
 
Planteamiento del Problema 3 
Superando la Doble Contingencia de la Interacción Social 4 
Definiendo los Niveles de Organización Sistémica 10 
Haciendo la Estrategia Evolutivamente Estable 13 
Considerando lo inestable de la Interacción 13 
Examinando el recurso de la Teoría de Juegos 14 
Replanteando el Rol del Observador 18 
Superando la Linealidad 18 
La linealidad y el descubrimiento de las relaciones causales 19 
La no-linealidad y la complejidad del mundo observable. 20 
Descubriendo la Concatenación de los Niveles del Mundo observable 22 
De la organización causal a la autoorganización 22 
De lo físico a lo físico-biológico (FB) 24 
De lo físico-biológico a lo físico-biológico-social (FBS) 27 
Un volumen espacial encerrado dentro de una membrana semipermeable 28 
Unas longitudes de correlación mayores que la de su volumen 28 
Una actividad metabólica que esté lejos del equilibrio 30 
Una estructuración anatomo-funcional en diversos niveles de organización 31 
Una Complejización de las Estructuras Vivas 34 
Construcción de arriba hacia abajo 34 
Bio-enredo fisiológico 38 
Bio-resonancia de niveles de organización 38 
Una biomasa inestable en espacio-tiempo múltiple 39 
Homeóstasis o estado de equilibrio dinámico de la Forma 39 
Inestabilidad dinámica y superposición enredada de niveles 40 
Tridimensionalidad del tiempo 41 
Tridimensionalidad del espacio – tiempo biológico 44 
a. Una geometría tridimensional para el tiempo biológico 44 
b. Una geometría fractal para el tiempo biológico 45 
c. La espacialidad de la tridimensionalidad del tiempo 46 
Anti-Entropía y Complejidad 51 
Metabolismo metálico, acuoso, biológico y social 53 
Lo metálico 53 
Lo acuoso 55 
Lo biológico 57 
2 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Lo social 58 
Filogenética de la Masa, su difusión y volumen 60 
Evolución difusional de la biomasa 60 
Densificación de la biomasa 63 
Criticidad extendida en el nuevo espacio fásico 67 
La inercia y las restricciones 71 
El recurso del AGIL 73 
El Muro Cognitivo a la Derecha 76 
Lo que queda atrás 78 
Ontogenia de los tiempos, los regímenes metabólicos y de la complejidad 83 
Un confinamiento de la biomasa dentro de un volumen 88 
Referencias bibliográficas 90 
 
 
3 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Planteamiento del Problema 
En un escrito anterior1 (Briceño, 2001) encontraba que, en términos lógicos, un proceso 
de reproducción de la sociedad solo podría funcionar si se logra la interacción efectiva y 
positiva entre: familia y comunidad, trabajo y productividad, capital e inversión, 
gobernanza pública y participación ciudadana, cultura y formación, ambiente y recursos 
naturales, ciencia, tecnología e innovación. Para que esta interacción sea exitosa, cada 
uno de los actores sociales que se desempeña tanto en la esfera de lo público como de lo 
privado, en las organizaciones empresariales, gubernamentales, asociaciones civiles y 
de producción de conocimiento y tecnología, tendrían que basar sus requerimientos y 
ofertas, en relaciones de mutua confianza, certeza y seguridad con el resto en una matriz 
de intereses compartidos y aceptados mutuamente, donde cada uno estaría consciente 
que obtendrá mucho más de su interés particular mientras propicie que el resto alcance 
los suyos, de esta manera una sociedad podría reproducirse como conjunto. Pero este 
resultado solo se produciría en función de un nivel adecuado de socialización e 
interdependencia de todos sus actores entre sí. 
Cuando observamos el saldo del desarrollo de la humanidad desde el neolítico hasta 
nuestros días podemos comprobar que con todos los altos y bajos, estos condicionales 
se han venido logrando, hasta un punto suficiente para que la sociedad no solamente 
haya aparecido sobre la faz de la tierra, sino que haya continuado existiendo hasta 
nuestros días, entonces cabe preguntarse: ¿Cómo lo social ha construido y mantenido 
esa red de aportes? La Ciencia Social desde sus inicios se ha preguntado: ¿De dónde 
venimos? Pero cuando vemos los profundos altos y bajos que este proceso ha tenido, 
donde casi la mayoría de las sociedades emergentes ha desaparecido y que no se ha 
superado la doble contingencia de la interacción social, considero que ya es tiempo de 
preguntarnos: ¿Por qué seguimos aquí? y replantearnos una estrategia para responder 
esta pregunta que sigue sin resolverse. Para ello debemos comenzar a dar los primeros 
pasos para replantearnos el rol del sujeto observador, que en este caso se trata del 
científico social que usa los recursos de la ciencia clásica para observar la materialidad 
medible y predecible de grupos humanos que, en términos generales, llamamos 
sociedad. 
Aquí proponemos utilizar las herramientas epistemológicas en las cuales se apoya la 
ciencia transclásica para superar la linealidad de la observación y descubrir la 
concatenación de los niveles del mundo observable, examinando para ello el paso de la 
organización causal de lo físico a la autoorganización de lo físico-biológico y de lo 
físico-biológico a lo físico-biológico-social. El efecto de la no-linealidad, anti-entropía y 
la complejidad. El resultado de una inestabilidad dinámica y unasuperposición 
enredada de niveles en un espacio-tiempo múltiple, una criticidad extendida y un 
confinamiento dentro de un volumen, en lugar de unos límites establecidos. 
 
1 Briceño Gil, Miguel (2001). Desarrollo de la Ciudadanía y Productividad Local. Revista Extramuros, No. 
15, p. 257, 2001. Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela. 
4 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Superando la Doble Contingencia de la Interacción Social 
Parsons (1951, pp. 33-40) se refiere a la doble contingencia2 al estudiar la 
complementariedad de expectativas en el proceso de interacción humana que se da en la 
interacción entre el ego, en su deseo de gratificación (necesidad-disposición) y la 
potencialidad de los alters (objetos sociales interactuantes) para satisfacerla. Así pues, 
en esta complementariedad de expectativas se da una doble contingencia: 1) en las 
gratificaciones del ego, con respecto a su elección entre las alternativas disponibles; 2) 
en la reacción del alter, con respecto a la selección del ego. 
Cuando ego comienza a tener la disposición de aceptar del alter aportes diferentes a su 
necesidad particular, está comenzando al mismo tiempo a aportarle a alter, porque 
modifica motu proprio sus requerimientos en función de alter. Igualmente sucede 
cuando alter modifica motu proprio los aportes a ego. De esta manera y en esta 
circunstancia comienza a prevalecer la necesidad de relación social por encima de las 
particulares. Esta nueva relación se termina regularizando como social, cuando 
intervienen más actores en más oportunidades. Al mismo tiempo la interacción de los 
aportes se socializa y apuntan así al establecimiento de una sociedad, la cual estará 
basada en dichos aportes 
Estas expectativas son complementarias porque funcionan con grados de conformidad 
de ambos lados de la relación con la llamada sanción o disposición de aceptación o 
rechazo de ambos que, por esta variabilidad no previsible en los resultados, estas 
reacciones son denominadas contingentes por partida doble. Ahora bien, cuando existe 
la disposición de los egos para aceptar con mayor regularidad ciertas respuestas de 
alters "significativos" es cuando se están comenzando a desarrollar necesidades de 
"relaciones sociales". La comunicación es crucial para su generalización y 
regularización hasta convertirse en patrón cultural que se inicia en estas convenciones 
para superar la doble contingencia. 
Por ello, la comunicación que es precondición de la cultura solo podrá existir: a) al 
generalizarse la particularidad de estas situaciones, las cuales nunca serán idénticas, 
tanto para ego como para alter y b) al estabilizarse el significado por medio de 
"convenciones" entre ambas partes. Esto generaría un sistema simbólico compartido 
compuesto con aquellas formas de orientación y sus símbolos externos que, con su 
orientación normativa, constituye la forma más elemental de la cultura. Sin ella, no 
existirían los sistemas sociales y de personalidad. 
Al estabilizarse un sistema organizado de interacción entre alter y ego, con la 
complementariedad de expectativas recíprocas, el sistema de personalidad se articulará 
con el sistema social al asumirlas como expectativas de rol social. Pero hay muchas 
posibilidades de variación entre la conformidad y el desapego con respecto a un sistema 
institucionalizado de roles sociales. Por todo esto, la naturaleza y las fuentes de 
 
2 Parsons, Talcott y Shils, Edward (1951). Toward a General Theory of Action. Harvard University Press, 
Cambridge, Massachusetts. Edición en español Editorial Kapelusk1968, Buenos Aires, pp. 33-40. 
5 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
integración defectuosa de los patrones culturales son tan importantes como la 
integración misma. A esto hay que añadirle la existencia de personalidades creativas 
con necesidades de descubrir y elaborar respuestas más allá de este esquema. Estos 
problemas son cruciales tanto para la estabilidad como para el cambio social. 
A esto hay que añadirle que el grado de consistencia del patrón resultante y sus 
desviaciones para cada cultura determinada presenta serias dificultades para su 
compresión ordenada, tanto para los actores sociales intervinientes, como para los 
estudiosos que pretenden describir estas situaciones. El propio Parsons acepta que "en 
los sistemas sociales amplios y complejos nunca se encontrará que los patrones 
culturales se acerquen demasiado a la consistencia completa". Este será entonces el 
problema crucial para superar la doble contingencia por parte de los actores sociales y 
así mismo, para intentar describirla y explicarla por parte de los estudiosos. 
En cuanto al sistema social que pueda resultar de esta interacción Parsons propone que 
"para la mayoría de los propósitos analíticos, la unidad más significativa de las 
estructuras sociales no es la persona, sino el rol" (Parsons 1951, p.42) que es aquel 
sector organizado de la orientación de un actor que constituye y define su participación 
en un proceso interactivo, que será diferente para cada personalidad y cada situación, 
pero controlable de acuerdo con el grado de institucionalización del rol, manteniéndose 
así un margen de libertad en su desempeño, pero una orientación cultural común. 
Sobre esta base, la abstracción de uno o varios roles del actor haría posible analizar la 
articulación de este sistema de personalidad con el sistema social. El desempeño de cada 
rol dentro del sistema social que constituye su entorno daría como resultado el 
complicado entramado que definirá al actor social, el cual se orientaría de acuerdo con 
el grado de especificidad de las "expectativas" de cada rol. Estas expresan la 
probabilidad de qué hará la persona y de cómo lo hará, de acuerdo con lo que la 
sociedad espera sobre un individuo. Ya que estas expectativas se establecen por medio 
de la serie de consensos arriba descritos, se presume que las mismas tendrían también 
un carácter contingente. El hecho de que ningún sistema se halle totalmente integrado 
sería la fuente para el cambio y el crecimiento. 
Los roles institucionales que posean valor y prestigio desempeñarían un papel 
preponderante en el proceso, ya que tendrían el poder de distribución de gratificaciones 
y castigos, de allí su importancia en los mecanismos de integración de la sociedad. Pero 
la preponderancia de estos roles institucionales requiere primero que estos lleguen a 
institucionalizarse. Como la exposición teórica de Parsons comienza y se fundamenta en 
la relación entre un ego y los alters, es de suponer que la aparición de los roles y su 
institucionalización vendría a posteriori, pero este proceso no lo describe, ni tampoco 
cómo se lleva a cabo la diferenciación en la cual se institucionalizan algunos por encima 
de los otros. Esto deja indefinida la manera cómo por esta vía, se superaría la doble 
contingencia. 
En todo caso, una vez que se logren institucionalizar estos roles y dada a su ascendencia 
con respecto a los otros, este rol adicional preponderante sobre los otros roles, solo 
6 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
garantizaría la “integración” de los mismos en torno a este patrón organizativo basado 
en esa preponderancia, pero no garantizaría y más bien obstaculizaría, tanto a la 
generación de un patrón de “interacción” entre roles y entre actores sociales, como al 
cambio y al crecimiento, lo que dificultaría adicionalmente la superación de la doble 
contingencia. 
Según Parsons "cualquier sistema de relaciones interactivas de una pluralidad de actores 
individuales constituye un sistema social” (Parsons 1951, p. 45) pero dado a lo expuesto 
hasta el momento, al parecer esta sería más bien su condición, la cual considero 
necesaria pero no suficiente, ya que se requiere satisfacer muchas otras condicionespara 
lograr explicar su funcionamiento en la realidad, de lo contrario esta definición formal 
sería demasiado vaga como punto de partida de una teorización. 
Luhmann (1991, pp.113-139) trata en profundidad este tema encontrando problemático 
que Parsons, aunque va más allá de las simples teorías de la conformidad, parta del 
hecho de que ninguna acción es posible si alter hace depender sus actos de la actuación 
de ego y si ego pretende conectar su comportamiento con el de alter, porque de esta 
manera se convierte en un círculo puro, que no va más allá de la determinación 
autorreferencial con una sustentación normativa a priori3. Esto lo lleva a concluir que 
sin solución a este problema de la doble contingencia no se puede explicar la ocurrencia 
de ninguna acción, puesto que falta la posibilidad de lo que él llama la determinación de 
sentido. Para encontrar la respuesta a este problema Luhmann declara que se separa aquí 
de Parsons para crear su propia teorización (Luhmann 1991, p.114). 
La vía escogida para ello se apoyaría en el concepto de “sistemas autopoiéticos” al cual 
Parsons nunca llegaría con esta sistematización analítica y descriptiva de los requisitos 
y funciones mínimas y suficientes para llamar a un conjunto humano "sistema", la cual 
es obtenida de forma hipotético-deductiva. A mi juicio, el tipo de consciencia que 
subyace a este planteamiento de Parsons es coherente con el Modo 1 de Investigación4 
(Gibbons 1997) de la “ciencia normal” y la intuición humana5 (Briceño 2019), pero no 
resolverá la requerida para la comprensión y la actuación constructiva que se requiere 
para los sistemas sociales complejos autoorganizados. El Sistema Distribuido de 
Producción de Conocimiento (Modo 2) requerirá de la transdisciplinariedad en lugar de 
investigadores aislados y de una epistemología que permita la construcción de un 
sistema complejo Observador para el estudio y comprensión de los sistemas complejos 
autoorganizados. No es posible pretender pasar linealmente a la comprensión de lo 
complejo. Ir más allá requerirá de la introducción de ese componente epistemológico 
que deberá esperar a la cibernética para su fundamentación y desarrollo. En mi opinión 
este será el paso de lo eminentemente alopoiético a lo autopoiético, en la comprensión 
 
3 Luhmann, Niklas (1991). Sistemas sociales: Lineamientos para una teoría general. Universidad 
Iberoamericana Alianza Editorial, México. 
4 Gibbons et al. (1997). La nueva producción del conocimiento. La dinámica de la ciencia y la 
investigación en las sociedades contemporáneas. Ediciones Pomares – Corredor S.A, Barcelona. 
5 Briceño (2019). Complexity and Sustainable Development. Citizen as Knowledge Producers. Lambert 
Academic Publishing, Germany. 
 
7 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
de la realidad. Esto será retomado más adelante cuando Luhmann introduzca este tema 
en su discusión. 
Dice Luhmann que cuando Parsons propone la solución sobre la base de un consenso 
orientado por valores implícitos, estaría trasladando la solución hacia el pasado, hacia 
un código cultural que existiría desde siempre. Ante esta situación Luhmann observa 
que nada obliga a buscar la solución del problema de la doble contingencia sólo en un 
consenso preexistente (Luhmann 1991, p.114) y mucho menos entre un alter y un ego o 
egos en una situación indefinida de doble contingencia donde se incluye tanto lo 
completamente necesario, como lo completamente imposible para los involucrados. 
Además, donde se excluiría la dimensión temporal de la interacción, que va reduciendo 
la indefinición inicial y donde tampoco se contemplarían las casualidades que 
sensibilizan para la búsqueda de consensos. 
Las personalidades (sistemas psíquicos) no podrían permanecer ni existir sin los 
sistemas sociales, y viceversa, a este logro evolutivo es al que Luhmann llama sentido 
(Luhmann 1991, p.77). Esta determinación de sentido posibilita el paso de la 
consideración de alters y egos indefinidos y en situación de contingencia, a la de actores 
sociales definidos dentro de un determinado sistema social, dentro del cual existen y 
contribuyen a su existencia real. 
Al revisar este punto encuentro que según Parsons el sistema cultural, social y de 
personalidad son conceptualmente independientes, pero en la práctica son 
necesariamente elementos interdependientes e interactuantes, en el caso que existan. 
Sobre la manera como se daría esta relación, no aporta información específica al 
respecto. 
En el Gráfico 1 se esquematiza la postura de Parsons según Luhmann (arriba) y la de 
Luhmann (abajo), en el medio, mi interpretación de su propuesta de excluir los casos 
extremos. En cuanto a estos intervalos extremos de la campana de Gaus (lo 
completamente necesario y lo completamente imposible), no hace falta prescindir de 
ellos, como recomienda Luhmann, porque ya sólo son casos extremos que no afectan a 
una acción social normalizada. Lo importante más bien es que los aportes dados y 
recibidos superen a los déficits, (lo completamente necesario y lo completamente 
imposible de conseguir) y los superávits (lo imposible de suprimir) para que pueda 
existir un sistema social 
8 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
 
Gráfico 1 
Si se incluyese la dimensión temporal para reducir la indefinición inicial y se 
contemplan las casualidades para sensibilizar la búsqueda de consensos, se extendería el 
marco de solución del enfoque parsoniano y no se requeriría del consenso en valores 
preestablecidos, sino de la determinación del sentido de esa relación, que en principio 
podría ser casual. 
Para esto habría que hablar del ego y del alter desde la perspectiva de un potencial 
abierto de determinación del sentido, que le es dado en forma de horizonte a quien lo 
vive en él mismo o en los demás como sistema de personalidad adscrito a un 
determinado sistema social real. En este momento la doble contingencia indefinida se 
convertiría en un problema de sincronización de comportamientos. Por esta razón 
Luhmann propone extender el concepto de contingencia excluyendo la necesidad y la 
imposibilidad, puesto que contingente no puede ser aquello que siempre es necesario o 
lo que siempre es imposible. De esta manera el concepto designaría “lo dado” 
(experimentado, esperado, pensado, imaginado) que visto en su propia realidad puede 
ser de otra manera, de acuerdo con el sentido que tenga en la relación y ubica a la 
contingencia como la “primera e insustituible condición de lo que es realmente posible” 
(Luhmann 1991, p.116). 
Esta doble contingencia así modificada que propone Luhmann traería una doble 
consecuencia al hacer posible los procesos de diferenciación entre una dimensión social 
universal, con los sistemas especiales de acción y la posibilidad de la diferenciación de 
estos con el entorno, para lo cual se requeriría de una elaboración que superara el nivel 
9 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
de abstracción tratado por Parsons. Pero para lograr eso Luhmann no sigue un camino 
diferente, sino propone una ampliación al de Parsons, en ella la determinación de 
sentido ahora se estructura por la relación actor – sistema, que predetermina el 
desenlace de aquellas relaciones, en principio casuales. 
Pero como ha indicado Vanderstraeten (2002, 77-92) “la doble contingencia siempre se 
regenera durante el proceso de interacción social. En rigor, el problema de la doble 
contingencia es un problema que no se puede resolver. La elegante solución de 
Luhmann es posible porque su análisis toma como punto de partida la autonomía de los 
sistemas sociales” 6. Entonces el orden social solo puede crearse en el mundo social en 
sí mismo y no en propuestas teóricas. 
Gonnet (2018) se refiere a la propuesta de Luhmann concluyendo que: “Aunque 
constituye una manera creativa de lidiarcon el problema sociológico del orden social, 
este desarrollo conceptual no ha logrado tematizar el mismo concepto de orden en que 
se sustenta” 7 por eso propone que un concepto de orden plenamente compatible con la 
contingencia debiera abdicar de su carácter regulativo. No obstante, permanece en pie el 
dilema de la prevalencia de la coherencia teórica sobre lo que ha podido o puede crear al 
mundo social en sí mismo. Sobre este mismo tema véase también Ocampo8 (Ocampo 
2013). 
Se han seguido proponiendo vías para ir más allá del planteamiento parsoniano, un 
ejemplo reciente es la consideración de una “triple contingencia” (Strydom 1999, 1-25), 
la cual sostiene que la propuesta defendida por Luhmann es insuficiente en las 
condiciones de las sociedades de comunicación contemporáneas y da por ello 
reconocimiento a una “autoridad epistémica del público”9. Pero esta “dimensión” 
adicional solo se superpone a las anteriores, porque siguen siendo los mismos actores 
sociales, ahora en un rol de Observadores contingentes de situaciones también 
contingentes. En esa dimensión la determinación de sentido y acción subsiguiente 
dependerá más de una inducción externa que a lo lejos parece observarse sobre aquellos 
actores, siempre cambiantes, quienes algunas veces se comportan como el coro y otras 
como el jurado de la escena, que de una dimensión social universal de la relación real y 
efectiva de los actores de esa situación. 
Además, en Strydom la introducción de “el público” como una C, es algo indefinido 
que simplemente no es ni A ni B. El público, que solo es una denominación indefinida 
de algo que sería parte del entorno, está realmente constituido por sistemas de 
personalidad aislados, que siempre serán diferentes y siempre significarán algo 
 
6 Vanderstraeten (2002). Parsons, Luhmann and the Theorem of Double Contingency. Journal of Classical 
Sociology 2(1):77-92. 
7 Gonnet (2018). La doble contingencia como clave para una redefinición del concepto de orden social. 
Estudios Sociológicos XXXVI: 106, 2018. 
8 Ocampo (2013). Doble contingencia y orden social desde la teoría de sistemas de Niklas Luhmann. 
Sociológica (Méx.) vol.28 no.78 México ene./abr. 2013. 
9 Strydom, Piet (1999). Triple contingency: The theoretical problem of the public in communication 
societies. Philosophy & Social Criticism 25: 1, pp.1-25, SAGE, London. 
10 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
diferente, tanto en el tiempo como en el espacio. Por esto el público solo podrá ser 
definido como sumatoria de opiniones de aquella relación que dichos actores observen 
de manera contingente, parcial o sesgadamente. 
Entonces se puede decir que ese Observador no existe, lo que existe son actores sociales 
interactuado y observando al mismo tiempo sus reacciones y las de otros, las cuales son 
captadas con métodos diferenciales, tanto por investigadores sociales como por el resto 
de los actores sociales. Ellos, además de sus propias interacciones particulares en donde 
actúan, observan al resto de otras interacciones susceptibles a ser observadas 
contingente o intencionalmente por ellos. 
Los sistemas de personalidad están constituidos por el set de roles que construyen a los 
actores sociales, tanto en su personalidad consciente como su actuación y resultados. El 
sistema social constituye la red estructurada de subsistemas resultantes de la interacción 
de los roles desempeñados por los actores y que desembocan tanto en acciones sociales 
específicas como en sus patrones universales. En la relación especular o constitución del 
yo a través de la imagen, propia y ajena, se establece una empatía con los actores y su 
relación que no necesariamente ejerce control sobre ellos y menos aún puede ejercer 
control sobre el público. Lo crucial es que el público no tiene ni puede tener relación de 
sentido con el hecho social porque no es él quien lo elecita, sino simplemente lo observa 
y es influenciado por él. 
Pero si la doble contingencia permanece, ¿cómo se logra en la realidad social una 
interacción positiva? Mi respuesta a esta pregunta es que el entorno lo conforman otros 
hechos sociales concomitantes en relación de sentido, con los cuales se pueda establecer 
nuevas relaciones con un sentido cada vez más abarcante, formando nichos y estructuras 
sub sistémicas de sistemas autoorganizados y por tanto, autodefinidos y reales. Esto 
haría de cada situación nueva y ampliada una poli contingencia, que al mismo tiempo se 
superaría y volvería a crearse a sí misma, pero con un sentido cada vez más social y 
manteniendo al sistema dinámicamente desequilibrado. 
Definiendo los Niveles de Organización Sistémica 
Según Eronen (2018) hay muchos tipos de "niveles" que se pueden encontrar en la 
filosofía, la ciencia y la vida cotidiana y concluye que este término es notoriamente 
ambiguo10. En su estudio encuentra que los niveles típicos de organización que se 
encuentran en la literatura incluyen los niveles atómico, molecular, celular, tisular, 
orgánico, de grupo, de población, de comunidad, de ecosistema, de paisaje y de biosfera 
(yo añadiría Noosfera). 
En el caso específico de los niveles en la teoría biológica, considera particularmente 
interesante el tema de las “transiciones evolutivas”, donde el foco está en la aparición de 
nuevos niveles de organización a través de “procesos evolutivos”. Maynard Smith y 
 
10 Eronen, Markus I. and Brooks, Daniel Stephen, Levels of Organization in Biology, The Stanford 
Encyclopedia of Philosophy (Spring 2018 Edition), Edward N. Zalta (ed.). 
11 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Szathmáry (1995) propusieron que el rasgo característico de las principales transiciones 
evolutivas es que las entidades que eran capaces de replicarse de forma independiente 
antes de las transiciones solo son capaces de replicarse como partes de conjuntos de 
niveles superiores después de las transiciones11. Por ejemplo, después de que un 
organismo unicelular se ha convertido en un organismo multicelular, las células del 
organismo ya no pueden replicarse independientemente del organismo en su conjunto. 
Por último, concluye que, en estos debates, la noción de niveles de organización se usa 
típicamente como un término primitivo que se supone que es lo suficientemente claro y, 
por lo tanto, queda indefinido. Pero según Eronen una excepción notable es Okasha 
(2006) quien especifica que, para ser definibles, las partes que forman conjuntos de 
niveles superiores deben interactuar entre sí, y deben ser “homólogos” con organismos 
en estado de vida libre12. Por ejemplo, las células que componen los organismos 
interactúan entre sí y son homólogas a los organismos unicelulares de vida libre, y por 
lo tanto constituyen un nivel de organización. 
Pero, aunque los “niveles de organización” han sido un concepto clave desde principios 
del siglo XX en biología y su filosofía, todavía no hay consenso sobre la naturaleza y el 
significado del concepto. 
Algo similar acontece en el caso de las ciencias sociales, puesto que al analizar las 
propuestas de Parsons y Luhmann encuentro que aún ninguno define "sociedad" o 
"sistema social", esto porque ambos y por razones diferentes, no consideran a la 
especificidad de lo social como punto de partida adecuado para su teorización. 
Para Parsons cualquier sistema de relaciones interactivas de una pluralidad de actores 
constituye un sistema social y una sociedad se definirá a sí misma si contiene todos los 
prerrequisitos esenciales para su mantenimiento autosuficiente, como lo son: las 
relaciones territoriales y de parentesco, la determinación de funciones y recompensas, 
así como la de estructuras regulatorias (Parsons 1968, p.45). Pero para Parsons lo 
importante son los roles por los cuales se articula el sistema de personalidad al sistema 
social. Parsons percibe allí la necesidad de un elementode "flexibilidad" (léase 
indefinición) en la relación existente entre lo estrictamente de la personalidad y la 
realización de un rol, así se mantiene la estabilidad en la dispersión por la especificidad 
de las expectativas de rol. Al mismo tiempo, la variabilidad de las reacciones que 
integran los roles no está minuciosamente prescrita, aunque dentro de ciertos límites se 
la percibe como legítima (Parsons 1968, p.42). 
Lo que sí deja Parsons (1991) clarificado. en la variabilidad de las pautas (pattern 
variables) 13 que pueden o deben ser tomadas en cuenta por el Actor Particular, antes de 
 
11 Maynard Smith, John and Eörs Szathmáry, (1995), The Major Transitions in Evolution, Oxford: Oxford 
University Press. 
12 Okasha, Samir, 2006, Evolution and the Levels of Selection, Oxford: Oxford University Press. 
[doi:10.1093/acprof:oso/9780199267972.001.0001] 
13 Parsons, Talcott (1991). The social system. 2nd ed, Routledge sociology classics, London, p. 46-51. 
12 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
que la situación tenga un significado determinado para emprender una Acción Social y 
que son esquematizadas de la manera siguiente; 
1. Afectividad - Neutralidad Afectiva: es el dilema entre la gratificación y la 
disciplina, si se involucra emocionalmente en la situación o se mantiene 
afectivamente distante. 
2. Orientación hacia sí mismo - Colectividad: es el dilema de decidir entre el 
interés privado frente al interés de la colectividad. 
3. Universalismo - Particularismo: es la elección entre los criterios de orientación 
de valor. 
4. Adscripción - Adquisición: es la elección entre “modalidades” del objeto social. 
Es decidir si determinadas características de un suceso, un evento o del propio 
actor son inherentes al mismo o adquiridas de alguna forma. 
5. Especificidad - Difusividad: es la definición de la dimensión del interés en el 
objeto, si se orienta hacia una parte de la situación o hacia la totalidad de esta. 
Aunque de gran relevancia a los fines de análisis y exposición teórica del autor, se nos 
hace evidente que estas cinco parejas de alternativas no necesariamente son dicotómicas 
para el actor y puede haber una escala de grises entre ambos extremos. Entonces, la 
Acción Social resultante de este set de decisiones múltiples mantiene y profundiza el 
tema de su contingencia y analíticamente solo nos permitiría distinguir difusamente a un 
sistema social convencionalmente moderno de otros. 
Por su parte Luhmann (1991, p.106) declara que “hemos evitado cuidadosamente 
definiciones estructurales de la teoría”. Porque es sólo a través de la generalización 
ubicada rudimentariamente en todo sentido (léase indefinición), de donde puede surgir 
la autorreferencia, y sólo a través de la generalización pueden sacarse las piezas de 
sentido locales a las que uno se dirige al principio y que hacen presente toda la 
dimensión del sentido (léase definición). 
Además en Luhmann, las personalidades (sistemas psíquicos) no podrían permanecer, 
ni existir sin los sistemas sociales y viceversa, a este logro evolutivo es al que Luhmann 
llama sentido (1991, p.77). Esta determinación de sentido posibilita el paso de la 
consideración de alters y egos indefinidos y en situación de contingencia, a la de actores 
sociales definidos dentro de un determinado sistema social, en el cual existen y 
contribuyen a su existencia real. Luhmann además propone incluir la dimensión 
temporal de la interacción, que va reduciendo su indefinición inicial y contemplar las 
casualidades que sensibilizan hacia la búsqueda de consensos. 
Como puede observarse en ambos autores existen los elementos, pero no están 
predefinidos, sino que se irán definiendo a sí mismos a medida que la acción se 
desarrolla, con una cierta expectativa de rol y estructura de sentido. Esto nos llama la 
atención: en su teorización el énfasis debe ponerse en el resultado del proceso en su 
realidad, que es como el sistema se define a sí mismo y no en la búsqueda de su 
definición a priori. 
13 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Ahora bien ¿Cómo se estabiliza el sistema social que se va definiendo por medio de la 
interacción? En otras palabras: ¿Cómo hace el sistema para que su estrategia lo lleve 
evolutivamente a una cierta estabilidad observable en el tiempo y en el espacio? 
Haciendo la Estrategia Evolutivamente Estable 
Considerando lo inestable de la Interacción 
Parsons (1968, p. 429), introduce el concepto de Interacción Social14 en su artículo para 
la Enciclopedia Internacional de las Ciencias aseverando que este concepto es el paso de 
primer orden que va más allá del concepto de acción en sí mismo, hacia la formulación 
del concepto de sistema social. Además, especifica que una interacción diádica es 
conveniente para aclarar ciertos fundamentos de los fenómenos de interacción en 
general, pero es un caso limitante, ya que: 
1. cada actor es a la vez agente actoral y objeto de orientación, tanto para sí mismo 
como para los demás; y 
2. como agente en funciones, se orienta a sí mismo y hacia los demás y como objeto, 
tiene significado para sí mismo y para los demás, en todos los modos o aspectos 
primarios. 
De estas premisas se derivaría la proposición fundamental de “la doble contingencia de 
interacción”, que se multiplica con cada adición del número de unidades interactivas, así 
las contingencias más complejas tendrán consecuencias tanto para incrementar la 
posibilidad de inestabilidad, como para el logro de la autonomía en tanto sistema, sin la 
cual éste no alcanzará a definirse. Sobre esto Parsons es de la opinión de que la teoría 
de juegos es quizás el análisis más sofisticado de las implicaciones de tal doble 
contingencia. Aunque en mi opinión y de acuerdo con estas premisas, dicho análisis 
terminará conduciendo a resultados diversos no previsibles, tanto del sistema general 
como de los específicos. 
En cuanto a la estabilidad dice Parsons que, para la integración de un sistema de 
interacción, la condición individual más importante es una base compartida de orden 
normativo que logre su estabilización. Si el sistema estabilizado es estático o cambia 
dinámicamente en uno o muchos sentidos, es otra cuestión. Pero seguidamente Parsons 
reporta que la teoría de juegos ha demostrado que un sistema de interacción complejo 
sin reglas, pero en el que se supone que cada unidad solo "persigue racionalmente su 
interés propio", no puede ser estable en el sentido anterior. Ante este punto debemos 
entonces preguntarnos sobre el lugar de una posible racionalidad más allá de un orden 
consuetudinario en el comportamiento social y si pudiera existir una estrategia para que 
el sistema logre encontrar algún tipo de estabilidad y así alcanzar a definirse. Puesto que 
sería un error, como dice Luhmann, definir a la estructura normativa como simplemente 
atemporal (estables) y a los procesos como temporales (inestables). 
 
14 Parsons, Talcott (1968). «Interaction: Social Interaction», in International Encyclopedia of the Social 
Sciences, t. 7, Nueva York, 1968, pp. 429-441 [436], p. 429. 
14 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Examinando el recurso de la Teoría de Juegos 
La Teoría del Juegos es un enfoque matemático para comprender los resultados de las 
interacciones entre dos o más individuos cuando los beneficios y los costos de las 
interacciones dependen de las estrategias de cada individuo. Como ya apuntó Parsons si 
cada unidad solo persigue racionalmente su interés propio, no puede ser estable en el 
sentido de la interacción social. 
El Maynard Smith (1973) que ya mencionamos en el tema de las transiciones 
evolutivas, fue el primero en aplicar la teoría de juegos, precisamente al estudio de la 
biología evolutiva, incorporando el concepto de la Estrategia Evolutivamente Estable 
(EEE), basada en un argumentoverbal de George R. Price15. 
 
Gráfico 2 
Como se observa en el Gráfico 2 las normas están claras desde un principio y el 
constructor del juego les otorga una hipotética y parsimoniosa racionalidad a los 
jugadores que a la larga los convencerá en coordinar sus acciones y así desistan 
racionalmente de su interés propio. 
Según Cowden (2012) los principios de la teoría de juegos proporcionan un marco 
teórico para comprender la evolución de las interacciones biológicas. La teoría del juego 
evolutivo se aplica a los organismos que interactúan repetidamente, tanto dentro de una 
generación como a lo largo de escalas temporales evolutivas relevantes. Cowden 
encuentra que, en casos especiales, surgen Estrategias Evolutivamente Estables en las 
 
15 Maynard Smith, J.; Price, G.R. (1973). The logic of animal conflict. Nature 246 (5427): 15-18 
15 
 
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que todos los miembros de una población adoptan una estrategia particular y estas 
estrategias alternativas (fenotipos mutantes) no pueden invadir y desplazar la EEE16. 
Esta conclusión es su respuesta a la pregunta inicial que se hace sobre si la selección 
natural es la supervivencia del más apto, dicho de otra manera ¿por qué no todo es 
competencia? Porque solo en casos espaciales surgen las EEE. 
Taylor & Jonker (1978) también coinciden en que una estrategia individual es 
evolutivamente estable (EEE) si no puede ser reemplazada o invadida por cualquier otra 
estrategia a través de la selección natural17. Dicho en palabras de Dechaume-
Moncharmont (2018) cuando es adoptada por la mayoría de los miembros de una 
población, no puede ser invadida por una estrategia alternativa inicialmente rara18. Esto, 
por supuesto, porque solo en casos espaciales surgen las EEE. 
Ya en las ciencias sociales, la teoría de juegos se ha generalizado no solo en economía 
sino también en ciencias políticas19. De particular relevancia para las ciencias sociales 
es también el enfoque de la teoría de los juegos para las cuestiones éticas y las 
cuestiones fundamentales de la filosofía moral y política20. Ahora solo resta saber 
cuánto tiempo dura la vigencia de la estrategia en el caso de individuos sociales que 
desempeñan su rol en ambientes normalmente extraños o lo que es lo mismo: de 
múltiples estructuras de sentido. 
Por esto estoy de acuerdo con Dechaume-Moncharmont cuando concluye que la 
definición de EEE no garantiza que cualquier EEE potencial pueda evolucionar en 
primera instancia, puesto que el entorno de fondo puede no ser lo suficientemente 
favorable como para garantizar su propagación inicial. Los animales (y yo añadiría 
también a los humanos) constantemente hacen ajustes a corto plazo de sus 
comportamientos en respuesta a los cambios en el contexto social (y yo añadiría 
obviamente al natural). Por esta razón este modelo normativo, podría tener un interés 
muy limitado como modelo descriptivo porque no incluye a los procesos subyacentes de 
la toma de decisiones. Lo que significaría que la EEE es una condición necesaria pero 
no suficiente para que el sistema social logre mantenerse y cobre identidad frente a otros 
y frente a sí mismo. 
Un intento reciente de incluir estos procesos, lo encontramos en la neuroeconomía, una 
reciente disciplina que desde que Kahneman (Bonanno 2008) reveló que se cometen 
errores a la hora de tomar decisiones económicas y no siempre son racionales e 
involucran factores emocionales, y se dedica a estudiar lo que sucede en el cerebro 
 
16 Cowden, C. C. (2012) Game Theory, Evolutionary Stable Strategies and the Evolution of Biological 
Interactions. Nature Education Knowledge 3(10):6 
17 Taylor, P. D. & Jonker, L. B. (1978). Evolutionary stable strategies and game dynamics. Math. Biosci. 
40, 145-156 
18 Dechaume-Moncharmont (2018). Evolutionarily stable strategies. In book: Encyclopedia of Animal 
Cognition and Behavior. Springer International Publishing. 
19 McCarty, Nolan and Adam Meirowitz (2007). Political Game Theory: An Introduction. Cambridge 
University Press. 
20 Bicchieri, Cristina (2006). The Grammar of Society: The Nature and Dynamics of Social Norms. 
Cambridge University Press. 
16 
 
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humano durante la toma de decisiones21. Se tiene como objetivo clasificar y mapear 
sistemáticamente la actividad cerebral que se correlaciona con la toma de decisiones 
(individual e interactiva). El problema es que esta vía avanzada en el estudio de las 
emociones individuales no es útil para explicar las decisiones y conducta colectiva de 
los actores sociales en el desempeño de sus sets de roles conducentes a la conformación 
y mantenimiento en el tiempo y espacio de un sistema social, a menos que en lugar de 
explicar ese fenómeno social, nos conformemos con describir promedios individuales. 
Es necesario ir más allá del análisis de la individualidad y no quedarnos en un 
conglomerado de singularidades22 para explicar la gestación y desarrollo de los sistemas 
sociales. Describir la sociedad moderna tardía como una sociedad afectiva donde sus 
partes actúan en gran medida de manera afectiva y los sujetos anhelan ser afectados y 
poder afectar a otros para ser vistos como atractivos y auténticos no nos permite 
explicarla en tanto sistema social. 
No es posible ir más allá de la singularidad manteniéndonos en la teoría de los juegos. 
En el caso de la cooperación lo que se considera en la teoría de juegos es generalmente 
el dilema de los dos prisioneros (dos personas pueden no cooperar pese a que si lo 
hicieran el resultado obtenido sería mejor para las dos partes (Merrill y Dresher 1950-
51). No se contempla la posibilidad de una coalición entre varios o muchos para superar 
una situación común. En cuanto el altruismo que ocurre cuando un individuo reduce su 
propia probabilidad de aptitud inmediata para mejorar la aptitud de otro individuo es 
descrito por un modelo matemático que sirve eficientemente para describir conductas de 
individuos de una población, cualquiera que esta sea, siempre y cuando se adecúe a las 
definiciones preestablecidas, pero el problema se complica cuando se trata de 
pobladores que terminan definiendo sus propias reglas a medida que se establecen y 
más aún cuando se trata de ciudadanos de aquello que McLuhan llamó una aldea 
global. 
Entonces, tampoco la estrategia evolutiva es suficiente para explicar la estabilidad 
requerida (Parsons) ni puede ser por medio de la teoría de juegos, que solo considera a 
un solo actor frente a otro desempeñando un solo rol con una sola estructura de sentido. 
Más bien sería la relación múltiple para el logro de alianzas. Pero no alianzas ante 
situaciones específicas, tanto naturales23 como circunstanciales, como en el caso las 
relaciones de parentesco, las alianzas estratégicas de los negocios24 y en la política25. 
 
21 Bonanno et al. (2008), Neuroeconomics. Economics and Philosophy (Volume 24, No. 3, November 
2008). 
22 Reckwitz, Andreas (2017). Die Gesellschaft der Singularitäten. Zum Strukturwandel der Moderne. 
Suhrkamp Verlag Berlin. 
23 Lévi-Strauss, Claude (1967): Les structures élémentaires de la parenté, París, Mouton, 2ème édition, 
p.60. 
24 Koza, Mitchell and Lewin, Arie (1998). The Co-Evolution of Strategic Alliances. Organization Science, 
Vol. 9, No. 3, Special Issue: Managing Partnerships and Strategic Alliances, pp. 255-264. 
25 El sobreviviente del tiroteo en Parkland, David Hogg "Cuando uno va y viene y queda atrapado en 
estos debates, se muestra cómo creen que la política es un juego, pero cuando la gente piensa que la 
política es un juego, la gente muere". 
17 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
¿Qué tal si fijamos la atención en interacciones entre varios o muchos grupos 
heterogéneos? En lugar de mantener la mirada puesta en el individuo singular y 
particular, dondeel grupo y hasta la sociedad, funcionan solo como el coro de un teatro 
griego 
Arnold Schönberg fue un compositor dodecafonista y pintor austríaco, célebre por su 
preocupación por hallar una técnica que ofreciera suficientes garantías de organización 
interna y libertad creativa y superara las limitaciones de la tonalidad, desarrolló un 
método de composición con doce sonidos por primera vez en 1923 y en sus ratos de 
ocio y en su misma “atonía” concibió un curioso y provocativo Ajedrez de Alianzas26, 
conocido como una variante de ajedrez para cuatro jugadores. Este se juega sobre un 
tablero de 10 x 10 y 36 fichas. En este juego no hay normas preestablecidas sino 
acuerdos de contingencia. El primer movimiento determinará cambios incrementales e 
imprevisibles que imposibilitarán prever su resultado final. 
 
Gráfico 3. Representación elaborada por Pilar Calero (2012) 
La doble contingencia no se resuelve y si no se hace, no significa que no podamos 
teorizar y hasta explicar el comportamiento del sistema social. La doble contingencia se 
supera al demostrar que su existencia no imposibilita la existencia de sistemas sociales, 
y el hecho de que estos hayan estado o estén allí, es razón suficiente para motivarnos a 
continuar buscando la explicación de dicho fenómeno. Para ello debemos abandonar 
 
26 Calero, Pilar (2012). Arnold Schönberg. Crear la Abstracción en un Mundo Convulso. Vol. 1. Pág. 105-
119. En: Creadores en la Adversidad. Relatos Admirables para Tiempos de Crisis. ¿Rebeldes con Causa? 
Círculo Rojo. 
18 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
posturas epistemológicas por aquellas donde tengan cabida la inestabilidad e 
imperfección de la realidad y que su curso imprevisible no avergüence el resultado 
impreciso de su observación científica y ni de su condición de ser parte constitutiva de 
esa observación. Entonces la pregunta obligada ahora es: ¿Cómo logramos hacerlo? 
Replanteando el Rol del Observador 
Los dos autores centrales Parsons y Luhmann, que hemos examinado en torno al tema 
del inicio de la interacción social, opinan que la relación entre actores implica una doble 
contingencia, a lo cual decíamos que era una condición necesaria pero no suficiente para 
la explicación. A esto hay que añadir que desde el punto de vista epistemológico esta 
aseveración es el resultado de la manera en que se intenta pensar teóricamente sobre lo 
que los actores sociales piensan en el mundo observable. La consecuencia lógica de esta 
deducción es una traba prácticamente infranqueable para la interacción, pero pese a ello 
lo social, la sociedad, se ha conformado como sistema y ha continuado existiendo. A 
pesar de la existencia de la doble contingencia se abre paso una interacción de la cual 
emerge un sistema social. Entonces ¿Qué hay además de estos pensamientos del 
Observador, en este caso, del científico social? ¿No hay otra forma en la que piensen 
sobre los observados? ¿No hay otra forma en la que piensen los observados que no haya 
sido considerada? ¿Cómo podemos explicar la existencia de la interacción social? 
Centrémonos en: ¿Cómo es posible explicar que en la interacción ganen los aportes que 
pudieran estar haciendo los actores sociales por sobre sus ganancias inmediatas e 
individuales, a pesar de los inevitables enfrentamientos para ganar un juego dominado 
por la contingencia y teniendo en cuenta que estos aportes también son contingentes? 
Lo que a continuación propongo apunta a complementar sin predefinir, la vía por la que 
de esta indefinición emerja cualquier sistema social, independientemente de sus 
contenidos específicos. Para ello, contrariamente a lo que nos recomienda Dante a las 
puertas del infierno, desde ahora hay que abandonar toda certeza. 
Superando la Linealidad 
Por lo que hasta aquí hemos visto la doble contingencia sería un hecho que es 
consecuencia del encuentro fortuito de dos actores sociales o dos seres vivos biológicos. 
El problema de esta interpretación sobre la doble contingencia es el de ser un 
pensamiento proveniente de un tipo de teorización lineal, donde se parte de la creencia 
que, desde una relación diádica, aparentemente originaria, se puede llegar 
evolutivamente a su superación o al menos a su mitigación. 
La doble contingencia permanecería en tanto patrón de interacción básico y la manera 
de sortear sus consecuencias problemáticas dependería de que ésta se dé en 
interacciones donde concurran más actores sociales, más seres biológicos y objetos 
materiales tanto naturales como culturales. Es allí donde se comenzarían a ver patrones 
adicionales de interacción, donde la estructura de sentido sería mucho más compleja que 
19 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
la que se da entre dos hipotéticos o reales individuos, de una acción o de dos roles 
aislados. 
Pero de un patrón simple no se llega a la complejidad, la relación uno a uno existe en 
una situación básica, pero esa relación aislada no suma, ni se suma para ser la 
productora de una interacción mayor y así llegar a la complejidad. Las interacciones 
básicas sólo interactúan con otras interacciones básicas, como ya el mismo Parsons 
(1968, p. 429) lo advertía. Una interacción compleja emerge de manera no-lineal, solo 
interactuará con otra equivalente y solo de allí emergerá otra de orden superior, aunque 
eso no fue considerado por este autor. 
Este desarrollo no-lineal se generalizará por la conformación de cada vez más nodos de 
interacción que le otorgarán la estabilidad dinámica al futuro sistema, la cual se 
mantendrá mientras la perturbación producida por las casualidades o por una baja 
rigidizante en su dinámica, no la rompan o deformen. Esto no disipa la doble 
contingencia sino la relativiza, convirtiéndola en parte de dicho proceso. 
La linealidad y el descubrimiento de las relaciones causales 
Para Eberhardt (2009) existen “una gran variedad de supuestos y condiciones posibles 
sobre las relaciones causales, cuyas diversas combinaciones limitan las posibilidades de 
adquirir conocimiento causal de diferentes maneras”27. Todo dependerá entonces del 
conjunto particular de supuestos que uno puede hacer, a lo cual Hume ya había 
argumentado que no existe un componente perceptual más allá de la conjunción 
constante, el orden temporal y la proximidad espaciotemporal, que son conjuntamente 
insuficientes, para detectar una relación causal. Frente a esto Erberhardt opina que la 
solidez de los procedimientos de descubrimiento es el área más débil para superar ese 
planteamiento, ya que como no existe una jerarquía obvia de suposiciones, existe el 
peligro de caer en la red de seguridad que garantizan aquellas suposiciones más débiles 
y esto a todas luces, presenta dificultades epistemológicas difíciles de salvar. 
Entonces ¿Hasta qué punto podemos inferir la estructura causal correcta de un sistema? 
La propia Enciclopedia de Filosofía de Stanford (2018) responde que aunque los 
modelos causales matemáticos facilitan las inferencias sobre las relaciones causales a 
partir de datos estadísticos, ninguno de los análisis de causalidad real desarrollados 
hasta ahora capturan perfectamente en todos los casos, nuestras intuiciones pre 
teóricas28 además, que la introducción de la probabilidad agrega a esto una serie de 
complicaciones adicionales, así que solo es posible establecer límites superiores e 
inferiores en la probabilidad de suficiencia. 
 
27 Eberhardt, Frederick (2009). Introduction to the Epistemology of Causation. Philosophy Compass, 
Volume4, Issue6, Pages 913-925. https://doi.org/10.1111/j.1747-9991.2009.00243.x. 
28 Stanford Encyclopedia of Philosophy (2018). Causal Models. 
https://plato.stanford.edu/entries/causal-models/. 
20 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
¿Se puede justificar la creencia solo por coherencia? Catherine Elgin y James Van 
Cleve(2014) responden negativamente a esta pregunta29. Elgin es de la opinión que la 
justificación de que goza una creencia individual se deriva de la coherencia del sistema 
general, pero el problema es que esto también es una creencia. Van Cleve por su parte 
añade que ninguna creencia podría justificarse a menos que algunas creencias pudieran 
obtener una justificación completa sin recibir el apoyo de ninguna otra creencia, lo cual 
es muy difícil justificar. 
¿Cuál es la diferencia entre los sistemas lineales y no lineales de explicación causal? En 
los sistemas lineales la magnitud de sus respuestas es proporcional a la fuerza de los 
estímulos (Willy, Christian, Neugebauer, Edmund & Gerngroß, Heinz 2003). Las 
subunidades de un sistema lineal se suman, no hay sorpresas ni comportamientos 
anómalos30 lo cual es solo una creencia coherente, como ya vimos. 
Sistemas lineales Sistemas no lineales 
 
 
 
 
Gráfico 4. Willy, Christian, Neugebauer, Edmund & Gerngroß, Heinz (2003) 
Los sistemas complejos por su parte muestran una red interactiva adaptativa que posee 
nuevas propiedades colectivas no poseídas por la suma de aquellos componentes 
individuales. Debido a sus múltiples interacciones, la salida no es proporcional a la 
entrada, y no existe una causalidad simple. Para estos autores lo más importante no es la 
diferencia, la ruptura entre ambos o la sustitución definitiva del uno por el otro, sino su 
interdependencia, por esto ellos recomiendan que debe demostrarse que el enfoque 
lineal newtoniano tradicional y el nuevo enfoque no lineal son aspectos duales 
esenciales de cualquier sistema. 
Siguiendo esta importante recomendación nos centraremos más que en los detalles de 
estos recursos metodológicos y en la eficiencia que el Observador pueda logar con ellos, 
para explicar la interacción en el mundo observable y particularmente a nivel social. 
La no-linealidad y la complejidad del mundo observable. 
Si bien es cierto que la teoría de los sistemas complejos no lineales se ha convertido en 
un enfoque exitoso de resolución de problemas en las ciencias naturales y sociales, 
 
29 Elgin, Catherine & Van Cleve, James (2014). Can Belief Be Justified Through Coherence Alone? In 
Contemporary Debates in Epistemology 2014. Matthias Steup et al. (Ed.), John Wiley & Sons, Inc. 
30 Willy, Christian, Neugebauer, Edmund & Gerngroß, Heinz (2003). The Concept of Nonlinearity in 
Complex Systems. An Additional Approach to Understand the Pathophysiology of Severe Trauma and 
Shock. European Journal of Trauma No. 1, Urban& Vogel. DOI: 10.1007/s00068-003-1248-x 
21 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
Klaus Mainzer31 advierte que es necesario distinguir los diferentes tipos de 
autoorganización que causan las dinámicas no lineales de la naturaleza y la sociedad. 
Así como la autoorganización termodinámica no es suficiente para explicar la dinámica 
de la vida, esta última tampoco es suficiente para explicar la autoorganización de la 
sociedad. 
En el mundo físico, para explicar la aparición de ciertos fenómenos macroscópicos a 
través de las interacciones cooperativas (no lineales) de elementos microscópicos, las 
unidades elementales, sus vectores de posición, momento y sus interacciones locales, 
constituyen el nivel microscópico de descripción y el estado global del sistema 
complejo que resulta de la configuración colectiva de los estados locales de múltiples 
componentes. Las transiciones de fase del nivel micro al macro se dan en sistemas 
abiertos donde algún cambio en su interacción con el entorno originará cambios 
autoorganizados en sus parámetros de orden. Los componentes de velocidad del fluido, 
su campo de temperatura, etc., determinan los parámetros de orden que describen las 
estructuras macroscópicas emergentes de la materia. La evolución prebiológica de las 
biomoléculas se explica en varios modelos no lineales con esquemas de reacción auto 
catalítica. 
En los sistemas vivos no hay fisicalismo, sino una metodología interdisciplinaria para 
explicar la creciente complejidad y diferenciación de formas por transiciones de fase. 
Tanto en la ontogénesis o el crecimiento de organismos, como en la filogénesis o 
evolución de las especies, existen sistemas complejos abiertos que pueden ser 
modelados por la dinámica de los parámetros de orden (macroscópicos) causados por 
interacciones no lineales (microscópicas) de moléculas, células, organismos y 
poblaciones. 
En cuanto a la dinámica no lineal de la sociedad, se supone que su desarrollo está 
guiado por el comportamiento intencional de los humanos, es decir, decisiones humanas 
basadas en intenciones, valores, etc. Mainzer observa así individuos que contribuyen 
con sus actividades culturales, políticas y económicas al macroestado colectivo 
(parámetro de orden) de la sociedad que representaría a ese orden cultural, político y 
económico. Así mismo esos parámetros de orden influirían fuertemente, a su vez, en los 
individuos de la sociedad al orientar sus actividades, activando o desactivando sus 
actitudes y capacidades. Al igual que observó en el medio físico, si los parámetros de 
control de las condiciones ambientales alcanzan ciertos valores críticos debido a 
interacciones internas o externas, las macro variables pasarían a un dominio inestable 
fuera del cual son posibles caminos alternativos altamente divergentes. 
No queda claro en Mainzer si las diferencias entre los sistemas van más allá de los 
contenidos y si entre ellos hay una relación de concatenación entre los parámetros de 
orden o si son independientes. Ante esa situación podemos ir inclusive más allá y 
preguntamos junto a Küppers (1993) ¿Cómo puede el orden, ya sea externamente 
 
31 Klaus Mainzer. Complex Systems and Nonlinear Dynamics of Nature and Society. s/f. 
[https://pdfs.semanticscholar.org/d2d1/2e67a67a344d53fc3571314a4210980f20d0.pdf] 
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Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
organizado o autoorganizado, surgir de alguna manera sin poderes organizadores? 
¿Cómo puede surgir o mantenerse el orden de las fuerzas que causan nada más que 
cambios de movimiento mientras permanecen "ciegos" con respecto a los objetivos?32 
Volvamos a la eficiencia. 
Descubriendo la Concatenación de los Niveles del Mundo 
observable 
De la organización causal a la autoorganización 
Una interacción “ciega” se topa con el problema de demostrar que la funcionalidad y la 
orientación a objetivos pueden ser demostradas por la misma linealidad causal. Esto 
“reduce el esquema multidimensional de causalidad de Aristóteles a la causa efficiens. 
Esta causa eficiente fue solo uno y, de hecho, el menos importante de los cuatro 
componentes en el concepto de causalidad de Aristóteles. Los otros tres fueron causa 
formalis, causa materialis y causa finalis” (Küppers 1993). 
Al quedarse con que la causalidad es solo una fuerza capaz de producir un cambio en el 
sustrato material, se deja afuera la explicación de la causa para que las cosas se formen 
de cierta manera y la del propósito para que las cosas se organicen de cierta manera. 
Ante esta situación en una descripción científica formal, es el Observador quien 
determina qué operaciones se seleccionan y vinculan entre sí a partir del conjunto de 
operaciones posibles (aquellas que cumplen con las leyes de la naturaleza) y cuáles se 
ignoran o se hace abstracción de ellas. 
Küppers encuentra que solo es a mediados del siglo XX cuando se comienza a intentar 
solucionar este problema, cuando varias ramas de la ciencia descubrieron 
independientemente, principios que podían explicar los orígenes del orden y la 
organización compleja fuera de la interacción material "ciega", bajo etiquetas tales 
como sinergética, autoorganización, estructuras disipativas, autopoiesis, etc. Pero pese a 
la importancia de esta prometedora corriente, no siempre los intentos llevan a una 
explicacióneficiente, formal, material y final de los procesos complejos que ocurren en 
el mundo observable, sobre todo cuando se conserva el viejo rol del Observador como 
externo a la realidad que observa. En el caso de la autoorganización, el cierre 
operacional que surge cuando la salida de cada operación se convierte en la entrada de 
otra operación, su interpretación se convierte en producto de un proceso de selección en 
el que el interés epistemológico del Observador funciona como criterio de selección. 
Pero el cierre operacional no es suficiente para la reproducción estable de un estado 
específico de orden, ya que deben tener una relación específica entre sí y que la 
variación interna garantice el equilibrio dinámico de las operaciones del sistema. Yo 
 
32 Küppers G.(1993) Social Order. From Individual Activity to Functional Cooperation in H. Haken A. 
Mikhailov (Eds.) Interdisciplinary Approaches to Nonlinear Complex Systems. Springer Series in 
Synergetics, Vol. 62, p. 127-137, Springer-Verlag Berlin Heidelberg. 
 
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Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
especificaría: que lo interno se convierta en sistema y que regule, con cierto grado de 
equilibrio, su intercambio con lo externo. 
En el caso de lo social Küppers critica al mismo Luhmann alegando que la 
diferenciación que hace de sistemas funcionales específicos para describir sistemas 
modelo, la realiza a través de categorías introducidas analíticamente, las cuales son 
categorías teóricas y no el resultado de la observación de los mecanismos que generan 
esas diferenciaciones y por lo tanto, no son adecuados para analizar estos procesos de 
diferenciación y dinámicas en sistemas sociales reales. Ante esta situación propone un 
enfoque para la autoorganización de los sistemas sociales sin este tipo de decisiones a 
priori, intentando identificar los mecanismos de autoorganización que están disponibles 
para la formación de los límites y determinación de la dinámica del sistema. 
Estos mecanismos de autoorganización que serían el requisito previo para la 
autoorganización que encuentra Küppers son dos: 1) una selección que transforma una 
red abierta de diferentes operaciones en una red cerrada; 2) una variación que cambia 
las amplitudes en la red cerrada de tal manera que se reproduce a sí misma. Debido a 
sus interacciones no lineales entre las inestabilidades (amplificación de la desviación), 
bajo condiciones ambientales cambiantes, “esta red puede reorganizarse y producir un 
nuevo orden”. Pero la amplificación de la desviación (Maruyama 1963) constituye 
realmente una retroalimentación positiva que se hace prácticamente incontrolable, más 
aún cuando se trata de interacción entre inestabilidades33. Además, los puntos fuertes de 
los acoplamientos en la red solo están, como le criticaba a Luhmann “supuestos a 
priori” en su modelo, por lo tanto es difícil en el mundo observable que estas 
suposiciones garanticen que “esta inestabilidad no destruya la red sino que, en algún 
momento, se detenga”. 
Luego Küppers al pasar a estudiar la autoorganización de las comunidades sociales o 
sistemas, se refiere más bien a la autoorganización de los fenómenos sociales que serían 
las variables que “se entienden como cantidades cambiables, es decir, objetos, 
fenómenos o también características que son típicas de las instituciones bajo 
consideración y los procesos que se desarrollan en ellas”. Con esto está pasando de los 
fenómenos, que constituyen matemáticamente la no linealidad (Kruse and Stadler 
1993), a la autoorganización de redes sistémicas34. En este caso, de las acciones 
individuales a un sistema de reglas, utilizando para ello a la comunidad para explicar la 
generación de tales reglas, la cual es la salida indicada por Ludwig Fleck (1980) 
conocida como pensamiento colectivo35, donde la interacción intra colectiva de los 
pensamientos conduce y refuerza su contenido y justificación lógica. Esto sería 
suficiente para justificar que analíticamente “se coloca una comunidad de individuos al 
 
33 Maruyama, Magoroh (1963). The Second Cybernetics: Deviation-Amplifying Mutual Causal Processes. 
American Scientist 5:2, pp. 164--179. 
34 Kruse and Stadler. (1993) The Significance of Nonlinear Phenomena for the Investigation of Cognitive 
Systems. In H. Haken A. Mikhailov (Eds.) Interdisciplinary Approaches to Nonlinear Complex Systems. 
Springer Series in Synergetics. Vol. 62, p. 138-160, Springer-Verlag Berlin Heidelberg. 
35 Fleck, Ludwik (1980). Entstehung und Entwicklung einer wissenschaftlichen Tatsache. Einführung in die 
Lehre vom Denkstil und Denkkollektiv, Reprint Frankfurt am Main, Suhrkamp. 
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Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
principio” que desarrollan las reglas que estructuran su actividad, ignorando con esto 
también el problema de la doble contingencia. 
Entonces, cuando seguidamente se pregunta: ¿qué requisitos deben cumplirse para una 
aplicación exitosa de los conceptos de autoorganización a los sistemas sociales? se 
contradice con la crítica que había efectuado a las posturas sociológicas previas, ya que 
postula que los conceptos no se “aplican” sino se autoorganizan en la comunidad. Pero 
su respuesta a la pregunta se apoya más bien en las teorías de la autoorganización de las 
ciencias naturales y simplemente sustituye las operaciones físicas por las actividades 
sociales y remplaza las leyes naturales con costumbres y tradiciones. Más adelante, 
utilizará a los equipos de investigación científica como ejemplo de autoorganización 
social para ilustrar esta analogía. Pero las “unidades sociales más pequeñas” no son 
grupos sociales, no sistemas sociales, los sistemas sociales no son la sumatoria de todas 
“esas unidades sociales más pequeñas”. 
Sustituyendo y reemplazando los contenidos de un nivel a otro no es posible ni observar 
ni explicar lo social, ya que el proceso de complejización es irreversible. La estructura y 
los contenidos de cada nivel son completamente diferentes y son completamente 
irrelevantes para los niveles de complejidad de los niveles superiores, aunque sean 
componentes de vital importancia, simplemente el nivel superior los contiene superados 
en tanto estructuras y contenidos que garantizan su autoorganización. La estructuración 
de un sistema social es más que interacciones grupales sobre algún tema específico, sino 
son elementos complementarios de un sistema que desde afuera y con herramientas 
teóricas a priori hasta ahora no hemos logrado conocer cuáles son y cómo se 
autoorganizan y mucho menos de dónde provienen y que relación de sentido tienen con 
otros sistemas del mundo observable de donde posiblemente recibe insumos, como el 
físico y el biológico. Finalmente, ¿Cómo se da la transición de un nivel a otro y el cierre 
operacional entre estos y entre sistemas del mismo nivel? Esas son las preguntas que 
debemos responder. 
De lo físico a lo físico-biológico (FB) 
Los cambios de simetría permiten pasar conceptualmente de la física clásica a la física 
relativista y cuántica. Longo y Montévil (2011a) muestran que las simetrías juegan un 
papel radicalmente diferente en biología, en comparación con las de la física actual36 y 
postulan que la dinámica de los organismos biológicos, en sus diversos niveles de 
organización, no son justamente procesos, sino transiciones críticas extendidas del 
estado de vida de la materia y, por lo tanto, cambios de simetría donde la variabilidad 
es el núcleo de estas transiciones. 
La transición de fase es la medida para describir e interpretar teóricamente las 
condiciones externas de las transiciones entre los estados sólido, líquido y gaseoso de la 
 
36 Longo, G. and Montévil, M. (2011a). From physics to biology by extending criticality and symmetry 
breakings. Systems Biology and Cancer, Progress in Biophysics and Molecular Biology 106 (2): 340–347. 
issn: 0079-6107. [doi:10.1016/j.pbiomolbio.2011.03.005].25 
 
Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
materia. Longo y Montévil sugieren que los organismos biológicos comparten dos 
propiedades clave de las transiciones de fase: a) el cambio del comportamiento 
macroscópico y b) la coherencia de un sistema en un punto crítico, lo cual ocurre 
cuando se producen divergencias que “corresponden con la aparición de una estructura 
coherente en las correlaciones de espacio y/o tiempo en todas las escalas, que en el 
punto de transición darán un aspecto global al nuevo objeto físico”. La diferencia 
estribaría en que las entidades biológicas mantienen permanentemente la criticidad, de 
allí el énfasis de estos autores en el término transiciones críticas extendidas y en la 
necesidad de un análisis de las simetrías radicalmente diferente del utilizado en la física. 
Los procesos físicos no cambian las simetrías fundamentales, por el contrario, están 
destinados principalmente a preservarlos. Las entidades vivientes no son tan sólo 
procesos “son transiciones críticas duraderas y extendidas, siempre transitorias hacia 
una estructura continuamente renovada”. Al mantener permanentemente la criticidad, 
las entidades vivientes se diferencian de la naturaleza puntual de las transiciones críticas 
de los procesos físicos y por tanto son variables locales y no globales como en las 
entidades vivientes donde más bien se apilan muchos procesos elementales, y las 
variables pueden depender de efectos sistémicos sostenidos en el espacio y el tiempo. 
Así pues, los enfoques teóricos y matemáticos de la biología no pueden basarse 
únicamente en un enriquecimiento continuo de puntos de vista locales ya que las 
interacciones fisiológicas entre moléculas, células, tejidos y órganos están superpuestas. 
Podemos añadir que los actuales avances en el procesamiento de datos que ofrece la 
computación cuántica solo podrán rendir frutos si tiene en cuenta esta diferencia entre la 
realidad física, la física-biológica y sobre todo la física-biológica-social. 
En cuanto a las simetrías los autores también observan diferencias radicales. En física, 
las simetrías de tiempo corresponden al mantenimiento de aquellas cantidades 
invariables del sistema que definen las geodésicas como, por ejemplo, la conservación 
de la energía. En biología, las simetrías están rotas “los caminos evolutivos y 
ontogenéticos son irreversibles y no iterables; no hay forma de "rebobinar" 
idénticamente ni "reiniciar" la evolución o la ontogénesis. Esto se debe a que un objeto 
biológico (una célula, un organismo multicelular, una especie) cambia continuamente 
las simetrías, por ejemplo, cada mitosis es un cambio de simetría porque las dos nuevas 
células no son idénticas. Por lo tanto, concluyen que la secuencia de cambios de 
simetría define la contingencia histórica de la trayectoria filogenética u ontogenética de 
un objeto vivo. 
Esto debemos añadirle que aparte de los cambios en el rol de la simetría, hay un 
elemento crucial en el paso de la física a la biología, que es algo inmaterial pero no 
metafísico: es la consciencia incipiente que también incrementará sensiblemente la 
contingencia de los resultados y sus cambios permanentes. Para que la autoorganización 
sea autopoiética, el objeto biológico debe comenzar a tomar decisiones desarrollando un 
palio-pensamiento que luego encontraremos mucho más desarrollado en el actor social, 
el cual y por ello, ya no podrá ser tratado solo como objeto social. Esto, por supuesto, 
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Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
incrementará la contingencia de la interacción social y sus resultados críticamente 
extendidos. 
También aquí nos encontramos que en biología ya existe el concepto de la doble 
contingencia, pero definida con mayor precisión: la historia del objeto biológico es 
contingente y se da tanto en la filogénesis como en la ontogénesis. Al inicio veíamos 
cómo en lo social la doble contingencia no toma en cuenta la historia de los actores que 
entran en relación en el momento del análisis del teorizador, su historia es adscrita en 
forma de normas y valores ya existentes, con lo cual se intenta controlar esta variable, 
pero solo se logra hacer un análisis lineal de una situación también contingente. 
En el ámbito de la psicología evolutiva se ha utilizado la filogenética y la ontogenética 
como referentes para describir, más bien metafóricamente, tanto de la filogenética lineal 
cognitiva de la especie humana, como de la ontogenética lineal de la vida personal del 
individuo e inclusive de la Socio génesis37 del desarrollo de los procesos psíquicos 
superiores (Vygotsky 1978). Pero cuando Longo y Montévil aseveran que los procesos 
biológicos están más "basados en la historia" se refieren a la falta de asimetría por 
permutación (invariancia bajo las transformaciones del grupo de permutaciones de 
Heisenberg) y el ejemplo que utilizan es el de una población clonal de bacterias, donde 
las diferentes bacterias no son genéricas, porque en general no son intercambiables, es 
decir, no se pueden permutar. Esto va más allá de un análisis muestral gaussiano de la 
distribución normal aleatoria de un conjunto intercambiable de observables, sea cual 
ellos fueren. 
A los efectos de la observación y la teorización es importante considerar que hay 
órganos dentro de organismos e individuos dentro de las poblaciones, cuyo papel 
funcional puede expresarse en un modelo análogo al físico, sobre todo en lo que 
respecta a la transferencia de energía. Según Longo y Montévil esto puede conducir a 
restricciones en la variabilidad haciendo que determinados objetos biológicos se 
comporten simétricamente como objetos genéricos con trayectoria específica 
(geodésicas), lo cual quiere decir que pueden ser intercambiables, como los objetos 
físicos. Lo mismo sucede cuando se hace abstracción de las transiciones críticas 
extendidas y asimétricas al analizar las trayectorias filogenética u ontogenética de un 
objeto vivo. Añaden que los individuos onto genéticamente no-idénticos, parece que se 
vuelven relativamente genéricos, cuando por ejemplo se analiza la producción conjunta 
de cierto tipo de proteína, porque el resultado es aditivo (lineal) independientes de sus 
diferencias individuales. A mi juicio esto ha continuado legitimando como “ciencia 
dura” a muchas especialidades científicas, incluyendo las sociales y ese tipo de 
delimitación del objeto de estudio ha retrasado la incorporación del estudio de los 
efectos no-lineales a sus desarrollos teóricos. 
Más allá de lo sistemático, las transiciones críticas extendidas nos abren la puerta para 
el estudio de lo sistémico, ya que su variabilidad depende de la formación de estructuras 
 
37 Vygotsky, L. S. (1978). Mind in Society. Cambridge, MA: Harvard University Press. 
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Miguel Briceño-Gil. Del Ser Humano al Ser Social. febrero de 2023. 
y procesos coherentes compatibles con la supervivencia del sistema, el cual es tipificado 
por Longo y Montévil como: a) una forma relativamente estable de inestabilidad y b) un 
resultado específico de su historia, cuya dinámica es marcada por cambios de simetría 
que lo hace contingente. 
Epistemológicamente, todo esto además nos ilustra que en la linealidad la escogencia 
entre el sí y el no, puede ser siempre reevaluado y cambiar la concepción de realidad en 
cualquier momento. Igualmente puede darse marcha atrás por inducción, al proceso de 
deducción por medio del cual se había llegado a esa disyuntiva e inclusive, escoger otra 
rama para la teorización. El mundo real no funciona de esa manera, es no-lineal y 
complejo, es la historia real de la doble contingencia. Ramas que son factibles desde la 
teorización lineal, quedan a la vera del camino del desarrollo del ser, en otras palabras, 
de lo que es. 
Cuando pretendemos mantener como realidad lo que es teórica y prácticamente 
imposible en la no-linealidad

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