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Santiago Cuéllar Rodríguez 49 1. Introducción 2. Antibacterianos betalactámicos 3. Quinolonas 4. Macrólidos 5. Lincosamidas 6. Tetraciclinas 7. Aminoglucósidos 8. Peptídicos 9. Otros antibacterianos 10. Antibióticos de uso tópico 11. Antimicobacterianos 12. Resumen final 13. Bibliografía Farmacología de los antibacterianos Santiago Cuéllar Rodríguez3 50 Este capítulo debe ser referenciado como: Cuéllar Rodríguez S. Farmacología de los antibacterianos. En: Trastornos infecciosos y parasitarios. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; 2016. p. 49-120. SIGLARIO AEMPS: Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios AFSSAPS: Agence Française de Sécurité Sanitaire des Produits de Santé AINE: Antiinflamatorios no esteroideos AUC: Área bajo la curva BLEE: Betalactamasas de amplio espectro CMI: Concentración mínima inhibitoria EMA: Agencia Europea de Medicamentos FDA: Food and Drug Administration GABA: Ácido gamma-aminobutírico IMAO: Inhibidor de la monoamino oxidasa INR: International normalized ratio NET: Necrolisis epidérmica tóxica PABA: Ácido para-aminobenzoico PAS: Ácido para-aminosalicílico PBP: Proteínas fijadoras de penicilinas (penicillin binding proteins) PNSP: Streptococcus pneumoniae no sensible a penicilina SARM: Staphylococcus aureus resistente a meticilina SASM: Staphylococcus aureus sensible a meticilina SSJ: Síndrome de Stevens-Johnson UDP: Uridina fosfato Santiago Cuéllar Rodríguez 51 1. Introducción Los antibacterianos constituyen un amplio grupo de fár- macos con características químicas y farmacológicas muy diversas, capaces de destruir o frenar el crecimiento o la multiplicación de bacterias, lo que permite su uso para el tratamiento de las infecciones locales o generalizadas pro- vocadas por estas últimas. Tradicionalmente, se han agru- pado en distintas familias en función de su estructura quí- mica (Tabla 1), estrechamente vinculada a su mecanismo de acción, a su perfil toxicológico y a su espectro de acti- vidad antibacteriana. El término antibacteriano es el preferido para desig- nar a este tipo de medicamentos, sustituyendo al de an- tibióticos (entendidos como antibacterianos de origen natural o semisintético) o quimioterápicos (totalmente sintéticos). Actualmente, la distinción entre antibióticos y quimioterápicos carece de importancia y puede inducir a equívocos conceptuales. Obviamente, el número de componentes y la relevan- cia clínica de cada uno de los grupos de antibacterianos es muy diferente. Además, el desarrollo de nuevos fármacos y la evolución clínica de la práctica antibacteriana han he- cho que el uso de algunos de los productos más antiguos –y de algunos otros más modernos– haya sido progresiva- mente abandonado. Todo ello hace que estemos ante uno de los grupos más heterogéneos y dinámicos de todo el ámbito de la farmacología, a pesar de lo cual merece la pena realizar un esfuerzo de sistematización para facilitar el conocimiento y, con ello, la utilización clínica de esta área trascendental de la terapéutica farmacológica. 1.1. Objetivos Este amplio capítulo tiene como objetivo recordar los as- pectos farmacológicos básicos determinantes para el uso clínico de los antibacterianos. 2. Antibacterianos betalactámicos El elemento característico de este amplio grupo de anti- bacterianos es la presencia de un núcleo químico común –el betalactámico– que es responsable de un mismo me- canismo de acción. A pesar de los 70 años que llevan uti- lizándose en clínica, los antibacterianos betalactámicos muestran un potencial terapéutico extraordinario. De he- cho, es el grupo de antibacterianos más empleado en Espa- ña y en la Unión Europea, con una cuota de mercado que oscila entre el 55% y el 65%. 2.1. Aspectos estructurales El anillo betalactámico es una amida cíclica que provie- ne de la condensación de un grupo carboxilo y otro ami- no engarzados en la misma cadena hidrocarbonada (lac- tama), mientras que el prefijo beta (β) indica que se trata de un anillo de 4 miembros o, lo que es lo mismo, que los grupos amino y carboxílico estaban separados por 2 áto- mos de carbono (C) antes de condensarse. Al ser un anillo con tan reducido número de miembros, presenta una no- table tensión estructural, con tendencia a romperse, lo que TABLA 1. PRINCIPALES FAMILIAS DE ANTIBACTERIANOS Y SU MECANISMO DE ACCIÓN FAMILIA MECANISMO DE ACCIÓN Betalactámicos Inhiben los procesos de síntesis y reparación de la pared celular bacteriana Fluoroquinolonas y quinolonas Interfieren la replicación del ADN bacteriano Macrólidos Inhiben la síntesis proteica bacteriana Lincosamidas Inhiben la síntesis proteica bacteriana Tetraciclinas Inhiben la síntesis proteica bacteriana Aminoglucósidos Inducen anomalías en la síntesis proteica bacteriana Oxazolidinonas Inhiben el inicio de la síntesis proteica bacteriana Glucopéptidos Interfieren en los procesos de síntesis y reparación de la pared bacteriana, más concretamente sobre el peptidoglicano Polipeptídicos Polimixinas: efecto surfactante sobre los lípidos de membrana Nitroimidazoles En microorganismos productores de nitrorreductasa dan lugar a productos citotóxicos de vida media corta que se unen al ADN provocando alteraciones en su estructura e impidiendo su función Nitrofuranos Similar a los nitroimidazoles y además parecen interferir en procesos enzimáticos implicados en la respiración celular (óxido- reducción), el metabolismo glucídico y la síntesis de la pared bacteriana Sulfamidas Actúan como análogos estructurales del PABA, inhibiendo competitivamente a la enzima dihidropteroato sintasa Diaminopirimidinas Inhiben la dihidrofolato reductasa, implicada en la activación biológica del ácido fólico o, lo que es lo mismo, la formación de ácido folínico (tetrahidrofólico). El ácido tetrahidrofólico es transformado en ácido 9,10-metilenotetrahidrofólico, que se comporta como un dador de grupos metilo, indispensable en la síntesis de timidina 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 52 implica una relativa inestabilidad química. Esto último es muy importante, ya que de ello depende por comple- to la utilidad terapéutica de los antibióticos betalactá- micos. En efecto, esta tensión estructural del anillo con- duce a una escisión del enlace amida (–CO-N–), cuando la molécula se sitúa en un entorno químico adecuado, for- mando un acilderivado estable. Ello suele suponer la inac- tivación tanto del antibiótico como de la molécula biológi- ca a la que se ha unido. Las penicilinas derivan de una estructura de dipéptido formada por la condensación de los aminoácidos cisteína y valina, como se aprecia en la Figura 1. Esta estructura se asemeja en gran medida a la del resto de D-ala-D-ala del pentapéptido, constituyente básico de la pared bacteriana. El núcleo básico de las penicilinas está formado por la condensación de un anillo de 4 miembros (betalactama) y otro de 5 (tiazolidina). Este núcleo se denomina penama o núcleo penámico (Figura 2). Las cefalosporinas se diferencian de las penicilinas en que el segundo anillo es de 6 miembros (tiazina), por ex- pansión del anillo de tiazolidina, a costa de uno de los dos grupos metilos laterales de las penicilinas. Esto implica, además, la formación de un doble enlace dentro de este anillo tiazínico. De esta manera, surge el núcleo de las ce- femas (cefémico). A partir de estos 2 núcleos básicos se ha obtenido, por métodos sintéticos o semisintéticos, una am- plia gama de betalactamas, como se recoge en la Figura 2. A partir del núcleo penámico se desarrollan las oxa- penamas (ácido clavulánico). La sustitución del átomo de azufre (S) por otro de C y la subsiguiente pérdida de los grupo metilo (–CH 3 ), con formación de un doble enla- ce, dan lugar a las carbapenemas (doripenem, ertapenem, imipenem, meropenem). A partir del núcleo cefémico se puede evolucionar a las oxacefemas u oxacefalosporinas (latamoxef, retirado del mercado). En éstas últimas,la sustitución del átomo de S por otro de oxígeno (O) provoca una mayor reactividad química del grupo betalactámico. La sustitución del átomo de S por otro de C conduce a las carbacefemas (loracarbef, no registrado en España). Finalmente, existe un grupo un tanto especial, conocido como monobactamas, en el que el anillo betalactámico no está condensado con ningún otro, sino que tan sólo está ligado a grupos funcionales aislados o restos acíclicos (aztreonam). Casi todos los antibióticos betalactámicos presentan una disposición espacial de tipo CIS, es decir, con los 2 átomos de hidrógeno (H) en el mismo lado del plano del anillo beta- lactámico. La única excepción la constituyen las carbapene- mas, que tienen una configuración TRANS (Figura 3). Esta diferencia parece ser la responsable principal de la elevada resistencia del grupo a la acción hidrolítica de las betalacta- masas de numerosas especies bacterianas. 2.2. Mecanismo de acción Los antibacterianos betalactámicos actúan inhibiendo los procesos de síntesis y reparación de la pared celular bac- teriana, provocando la aparición de erosiones o agujeros en la red polimérica de peptidoglicano de la pared y per- mitiendo así el contacto directo entre el citoplasma bacte- riano y el agresivo entorno químico externo, generalmente Figura 1. Estructura básica de las penicilinas. Figura 2. Estructuras básicas de las distintas familias de antibióticos betalactámicos. Cisteína Valina Penicilinas (penamas) Carbapenemas Oxapenamas Celofalosporinas (cefemas) Carbacefemas Oxacefemas Monobactamas Santiago Cuéllar Rodríguez 53 hipotónico con respecto al interno bacteriano. La pérdida de la pared bacteriana conduce a la formación de proto- plastos y, tras la ruptura de la membrana correspondiente, a la muerte de la célula bacteriana. La cubierta de las bacterias varía sustancialmente de una especie a otra, pero colectivamente se aprecian dife- rencias cualitativas entre bacterias Gram positivas y Gram negativas (Figura 4). Las Gram negativas disponen de una membrana citoplásmica similar a la de las células euca- riotas. Rodeando a esta membrana existe lo que se cono- ce como espacio periplásmico, que a su vez está encerra- do por una red de peptidoglicano y, finalmente, por una membrana exterior. Por el contrario, la cubierta de las bacterias Gram posi- tivas es más simple, pero contiene una red mucho más tu- pida de peptidoglicano que la de las Gram negativas. El peptidoglicano se divide en 2 regiones. Por un lado, un polímero de aminoazúcares orientado en sentido transversal, compuesto por la unión cíclica y repetitiva de un dímero de N-acetilglucosamina (NacGlc) y ácido N- acetilmurámico (NacMur), mediado por uniones ß1-4; por otro, una fracción peptídica formada por un pentapéptido que se encuentra unido covalentemente a la molécula del NacMur y que está constituido básicamente por L-alanina (L-ala)-D-ácido glutámico (D-glu)-ácido mesodiaminopi- mélico (mDAP) en bacilos Gram negativos o por L-lisina (L-lys) en Gram positivos y un dipéptido terminal D-ala- nil-D-alanina (D-ala-D-ala). Es importante tener en cuen- ta que la D-alanina es un aminoácido que no está presen- te en ningún animal superior (vertebrado), lo cual lo hace único como potencial diana de antibacterianos. El entrecruzamiento de las cadenas de peptidoglicano en bacilos Gram negativos se realiza mayoritariamente en- tre la D-ala ubicada en la posición 4 y el mDAP, mientras que los Gram positivos utilizan un pentapéptido de glici- na, para unir D-ala a L-lys. La biosíntesis del peptidogli- cano se divide en 3 fases consecutivas (Figura 5): Intracitoplasmática: es dependiente de ATP, en la que se generan el precursor, NacGlc-NacMur pentapépti- do unido a UDP (uridina difosfato). La incorporación de alanina a la célula bacteriana se produce a través de pori- nas específicas para dicho aminoácido, que permiten el in- greso tanto de las formas D- como L-alanina. Una vez en el interior de la célula, una racemasa convierte parte de las Figura 3. Diferencias en la configuración espacial de los principales betalactámicos. Figura 4. Cubierta externa de bacterias Gram positivas y Gram negativas. Membrana citoplasmática Espacio periplasmático Membrana externa Liposacárido Betalactamasa PBP Peptidoglicano Porina Gram negativas Gram positivas Pared celular Penicilinas Cefalosporinas Carbapenemas 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 54 formas L en D y, finalmente, una ligasa específica produce los dipéptidos D-ala-D-ala que completan el pentapéptido. Una vez sintetizado el UDP-Nac-Mur como producto de- rivado de la reducción del UDP-Nac-Glc, comienza la fase del ensamblaje del componente peptídico. Esto se produ- ce mediante uniones secuenciales y consecutivas, media- das por ligasas, que van agregando la L-alanina, luego el D-glutámico y, como tercer paso, el ácido mesodiamino- pimélico o la L-lisina, respectivamente, si se trata de Gram negativos o Gram positivos. El último dipéptido (D-ala- nil-D-alanina) se introduce ya preformado. Este dipéptido es esencial en el proceso, ya que es el que interactúa con las transpeptidasas. El compuesto (UDP-Nac-Mur-penta- péptido), que es hidrosoluble, se une a la cara interna de la membrana citoplasmática y, mediante un proceso depen- diente de energía mediada por una translocasa I, se liga al lípido transportador (bactoprenol), dando comienzo a la etapa transmembrana o intramembranal. Intramembranal: implica la unión, mediante un enla- ce de pirofosfato del precursor, a un lípido transportador (bactoprenol) y la transposición hacia el espacio periplás- mico. De esta manera, se genera el lípido I, formado por la unión del bactoprenol a través de un enlace de pirofos- fato al Nac-Mur-pentapéptido; con esta unión se consigue paliar la hidrosolubilidad del peptidoglicano, de manera que pueda atravesar la bicapa lipídica. La translocasa II, una transferasa, es responsable del agregado del Nac-Glc, constituyéndose así el lípido II, cuya trasposición promue- ve el giro del transportador y la colocación del precursor del peptidoglicano, ahora apuntando hacia el espacio pe- riplásmico. Periplásmica: consiste básicamente en la elongación del peptidoglicano preexistente y el entrecruzamiento de las cadenas peptídicas. En la etapa periplásmica se pro- ducen fundamentalmente 3 pasos, la transglicosilación, la separación del lípido transportador y el entrecruzamiento Figura 5. Esquema de la biosíntesis de peptidoglicano. Diferencias entre Gram positivos y Gram negativos. D-Ala: D-alanina; DAP: ácido mesodiaminopimélico; D-Glu: ácido D glutámico; G: N-acetilglucosamina; L-Ala: L-alanina; L-Lis: L-lisina; M: ácido N-acetilmurámico; PBP: penicillin binding proteins. Intracitoplasmática Síntesis de precursores solubles Intramembranal Transporte de precursores Periplásmica Crecimiento de la capa de peptidoglicano racemasa ligasa D-Glu DAP L-lis Translocasa Bactoprenol Lípido I Transferasa Lípido II PBP transglicosilación PBP transpeptidación Pirofosfatasa separación del lípido transportador ligasas Gram positivos Gram negativos UDP-NAM-pentapéptido UDP-Nac-Mur-pentapéptido entrecruzamiento L-Ala L-Ala D-Ala M D-Ala G UDP-NAM-pentapéptido D-Ala D-Ala Gram negativos Gram positivos Unión a cadenas preexistentes del peptidoglicano Gram negativos Gram negativos Gram positivos Gram positivos Santiago Cuéllar Rodríguez 55 peptídico (transpeptidación). La primera y la última las realizan enzimas con actividad transglicosilasa y trans- peptidasa conocidas como PBP (penicillin binding pro teins o proteínas fijadoras de penicilinas), que se encuen- tran ubicadas en la membrana citoplasmática con su sitio activo hacia el espacio periplásmico. Las principales PBP, denominadas en general PBP I (1), II (2) y III (3), tienen en sus extremos carboxi- y aminoterminal las funciones transpeptidasas y transglicosilasas.Sin embargo, sólo la función transpeptidasa es inhibible por los antibacte- rianos betalactámicos. La separación del lípido II se pro- duce por acción de una pirofosfatasa que rompe el enla- ce pirofosfato, dejando al bactoprenol libre para comenzar otra vez el ciclo. Las transpeptidasas reconocen la estruc- tura estereoquímica del dipéptido D-ala-D-ala y, mediante la eliminación del último resto de D-ala, liberan la energía necesaria para realizar el entrecruzamiento con el mDAP en Gram negativos o el puente peptídico intermediario de los Gram positivos. La regulación de este mecanismo de síntesis es de modo tal que la inhibición de la transpepti- dación inhibe todo el mecanismo de síntesis de pared. Los antibacterianos betalactámicos actúan sobre la pared celular a distintos niveles: • La inhibición de las transpeptidación por las PBP origina una falta de entrecruzamiento de las cadenas de peptidoglicano que conduce a una pared bacteriana frá- gil y soluble, incapaz de proteger a la bacteria de la agre- sión del entorno químico, conduciendo a la lisis celular y, en definitiva, a la muerte bacteriana. Además, la forma- ción de agujeros o erosiones tiene lugar habitualmente en las zonas de crecimiento de la pared celular; si tales des- perfectos son lo suficientemente importantes, el protoplas- to podrá salir a través de ellos, a modo de protrusión, con el efecto ya indicado. • Adicionalmente, los antibióticos betalactámicos son susceptibles de actuar en algunas especies mediante la ac- tivación de una autolisina endógena bacteriana, capaz de destruir el peptidoglicano. Esta autolisina permite, me- diante la rotura del peptidoglicano en un área, la inserción de más peptidoglicano para permitir el crecimiento del microorganismo. Este mecanismo aparece generalmente cuando las concentraciones de antibiótico betalactámico superan al menos en 4 veces la concentración mínima in- hibitoria (CMI) para una bacteria determinada. En el caso de las especies no productoras de autolisina, las bacterias son inhibidas pero no destruidas, constituyendo lo que se conoce como tolerancia y que se define como el fenóme- no por el que se requiere una concentración al menos 32 veces mayor que la CMI para que un antibacteriano des- truya una determinada cepa bacteriana. Hay una serie de parámetros a tener en cuenta para establecer la eficacia bactericida de un betalactámico: – Para poder actuar sobre las PBP es preciso que los antibióticos betalactámicos accedan al lugar donde se en- cuentras aquellas, normalmente en la superficie exterior de la membrana citoplásmica, por debajo de la pared, próxi- mo al espacio periplásmico. Esta capacidad de penetra- ción se conoce como cripticidad y es específica para cada antibiótico (dependiente de su estereoquímica y lipofilia) y especie bacteriana (o incluso para cada cepa). – La relación entre las características farmacocinéti- cas y la actividad farmacodinámica (análisis PK/PD) no es lineal en los antibióticos betalactámicos, pero en gene- ral éstos tienen una actividad bactericida más bien lenta y relativamente independiente de la concentración sanguí- nea, siempre y cuando ésta supere a la CMI para la bacte- ria patógena. El parámetro farmacocinético aparentemen- te mejor relacionado con la actividad bactericida y con la eficacia clínica es el tiempo durante el cual la concen- tración plasmática excede la CMI 90 (concentración mí- nima inhibitoria para el 90% de los aislados). En este sen- tido, se considera generalmente que este tiempo debería ser al menos de un 40% del periodo comprendido entre 2 administraciones consecutivas; no obstante, en determi- nadas indicaciones o pacientes (neutropenia, meningitis, etc.), lo ideal es que en ningún momento la concentración plasmática descienda por debajo de la CMI 90 . – El efecto postantibiótico –consistente en la acción residual que ejerce el antibiótico sobre el germen patóge- no en concentraciones sanguíneas y tisulares inferiores a la CMI de los betalactámicos– es breve, con la excepción de los derivados carbapenémicos. – Otro parámetro relevante a la hora de establecer la eficacia bactericida de este grupo es el tamaño del inócu- lo, es decir, el número de bacterias causantes de la infec- ción primaria, ya que, debido a su relativa lentitud bacteri- cida, puede requerir la asociación con otros antibióticos en cuadros clínicos con un gran inóculo, tal como ocurre en la neumonía nosocomial (hospitalaria) provocada por bac- terias Gram negativas. NOTA Consecuencias del bloqueo de proteínas fijadoras de penicilinas (PBP) Cada especie bacteriana presenta una combinación y tipología específica de PBP. Incluso puede haber cepas mutantes con variaciones tipológicas en una misma especie. Así, por ejemplo, el bloqueo de PBP1a y PBP1b provoca la lisis celular en bacterias de la especie Escherichia coli (pero no cuando se bloquea sólo uno de los subtipos). El de las PBP2 provoca el cese del crecimiento de la pared bacteriana, promoviendo formas esferoidales, mucho más inestables que las bacilares. Por su parte, el bloqueo de las PBP3 impide la formación del septo, en la división celular, dando lugar a formas filamentosas. Parece que las restantes PBP tienen menos importancia, desde el punto de vista de los antibióticos betalactámicos. 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 56 2.3. Mecanismos de resistencia a los antibacterianos betalactámicos Son diversos los mecanismos mediante los que las bacte- rias adaptan su bioquímica para evitar la acción letal de los agentes betalactámicos. Los principales pueden sintetizar- se básicamente en 3: • Disminución de la concentración del antimicrobiano en el interior de la bacteria. • Modificaciones genéticamente transmisibles en la es- tructura y la función de las PBP. • Producción de 1 o más tipos de betalactamasas. Dos son los mecanismos por los que puede producir- se disminución de la concentración intracelular del an- tibacteriano, ya sea por bloquear su acceso al citoplasma o por disponer de mecanismos que facilitan su expulsión. En general, las bacterias Gram negativas son resistentes a un mayor número de antimicrobianos que las Gram positi- vas debido a la presencia en las primeras de la membrana externa, que constituye una eficiente barrera de permea- bilidad. Los canales proteicos o porinas limitan la pene- tración de moléculas hidrofílicas, como es el caso de los antibacterianos betalactámicos. Sin embargo, la permeabi- lidad a través de las porinas depende de la especie y de la cepa bacteriana tanto como del tamaño y la carga eléctrica del agente betalactámico. En general, la resistencia se produce cuando estas po- rinas sufren cambios estructurales, alterando la permeabi- lidad a diferentes betalactámicos y disminuyendo su con- centración en el espacio periplásmico, hasta el punto de impedir la actividad antibacteriana del betalactámico, ya que éste no puede alcanzar a las PBP, sus dianas farma- cológicas. Este mecanismo es relevante, por ejemplo, en Entero bacter cloacae, hasta el punto de que el germen es resis- tente a la ceftriaxona pero no al imipenem. En Pseudomo nas aeruginosa, el paso de antibióticos betalactámicos es menor a través de la membrana externa que en E. coli y se ha descrito resistencia en P. aeruginosa al imipenem debi- do a la disminución de la entrada del antimicrobiano. Los mecanismos de eflujo o expulsión de antimicro- bianos suelen complementar al mecanismo anterior de re- sistencia. Se han descrito 2 formas de bombas de eflujo. La primera cumpliría la función de transportar el fármaco al espacio periplásmico, de escasa relevancia generalmen- te. La segunda es más compleja y consta de 3 subunidades: una proteína transportadora en la membrana citoplasmáti- ca, un canal en la membrana externa y una proteína liga- dora localizada en el espacio periplásmico, que conecta los 2 anteriores. Estas bombas se han relacionado con re- sistencia de E. coli, P. aeruginosay N. gonorrhoeae a di- ferentes betalactámicos, entre los que se encuentran cefe- pima, carbapenemas, ticarcilina y carbenicilina, así como a otros antimicrobianos no betalactámicos. Por otro lado, las variaciones estructurales de las PBP, que sí se transmiten genéticamente, también pueden ser responsables de la pérdida o reducción de la actividad anti- bacteriana de las betalactamas y pueden llegar a tener cier- ta trascendencia clínica. Este mecanismo parece ser común- mente el responsable de la resistencia en bacterias Gram positivas, que producen PBP estructuralmente alteradas con baja afinidad para betalactamas. Entre los patógenos que utilizan este sistema de resistencia se incluyen especies de Streptococcus, Enterococcus y Staphylococcus. En el caso de los gérmenes Gram negativos, la disminu- ción de afinidad de las PBP no es un mecanismo de resisten- cia importante, aunque se ha documentado su existencia en N. gonorrhoeae y Haemophilus influenzae. Asimismo, se ha relacionado con la aparición de resistencia en P. aerugi nosa debido a la modificación de sus PBP2 y PBP3. Sin embargo, la forma de resistencia bacteriana más co- mún a los antibióticos betalactámicos se basa en la pro- ducción de betalactamasas, un grupo de enzimas de tipo amidohidrolasa que actúan como falsas dianas para el anti- biótico betalactámico, comportándose químicamente como si fueran auténticas PBP. De esta manera, son capaces de formar enlaces covalentes estables con el antibiótico, pro- vocando la apertura del anillo betalactámico y, consecuen- temente, la inactivación biológica del antibacteriano. La hidrolisis del complejo formado libera el betalactámico in- activado, mientras que se regenera la betalactamasa. Las betalactamasas se clasifican en 3 grandes grupos: • El primero está formado por las enzimas que actúan preferentemente sobre penicilinas; de ahí que reciban el nombre de penicilinasas. • Otro grupo está formado por betalactamasas más se- lectivas frente a las cefalosporinas (cefalosporinasas). NOTA Para potenciar el efecto de los antibióticos betalactámicos, se desarrollaron inhibidores “suicidas” (no regenerables) de betalactamasas. Fruto de esta línea son varias moléculas, como el ácido clavulánico, el sulbactam y el tazobactam. IDEAS CLAVE Principales mecanismos de resistencia bacteriana a los betalactámicos • Disminución de la concentración intracelular del antibacteriano en el microorganismo, dificultando su acceso o facilitando su expulsión. • Modificación de la estructura de las PBP genéticamente transmisible. • Producción de betalactamasas. Santiago Cuéllar Rodríguez 57 • Finalmente, las betalactamasas de amplio espectro (BLEE) actúan, como su nombre indica, tanto sobre peni- cilinas como sobre cefalosporinas y otros antibióticos be- talactámicos. Entre las betalactamasas con mayores implicaciones clínicas dentro de las bacterias Gram positivas es preciso citar a las estafilocócicas, muy extendidas en todo el mun- do. Su trascendencia es tal que ha provocado el desarrollo de penicilinas específicamente antiestafilocócicas (isoxa- zolilpenicilinas). Las betalactamasas se pueden clasificar de diferentes formas. La clasificación de Bush se basa en la especificidad de sustrato y en la susceptibilidad a la inhibición por el áci- do clavulánico, y distingue 4 grupos (Tabla 2). Sobre todo, constituyen un problema de orden terapéu- tico las pertenecientes a los grupos 1, 3 y 4, las cuales no son inactivadas por los inhibidores de betalactamasas ac- tualmente usados. Muchos de los genes que codifican betalactamasas en bacterias patógenas y que normalmente estaban limitados a la transmisión cromosómica de resistencia podrían movi- lizarse como plásmidos e integrones –elementos genéticos dinámicos en los que, por un mecanismo de recombinación específico, se acumula una combinación de genes estructu- rales organizados como un operón–, ampliando así la difu- sión de la resistencia bacteriana hacia carbapenemas y cefa- micinas. Incluso, en algunas enterobacteriáceas, la pérdida concomitante de las porinas actúa conjuntamente con estos genes transmisibles de betalactamasas, confiriendo resis- tencia a los antibióticos betalactámicos más potentes, inclu- yendo combinaciones con inhibidores de betalactamasas. 2.4. Espectro antibacteriano 2.4.1. Penicilinas Los diferentes grupos en que pueden ser encuadradas las penicilinas actualmente disponibles presentan unos espec- TABLA 2. CLASIFICACIÓN DE BUSH DE LAS BETALACTAMASAS GRUPO ESPECIFICIDAD DE SUSTRATO MICROORGANISMOS INACTIVADAS POR ÁCIDO CLAVULÁNICO 1 (cep-n) Cefalosporinasas Bacilos Gram negativos como enterobacterias, no fermentadores y Bacteroides spp. Noa 2a (PEN-Y) Penicilinasas (betalactamasas TEM-1, TEM-2, ROB-1 y otras) Gram positivas (Staphylococcus spp.) y Gram negativas (Citrobacter, P. aeruginosa) Sí 2b (BDS-Y) BLEE (penicilinasas y cefalosporinasas) Enterobacterias, H. influenzae, Burkholderia cepacia y otras Sí 2b’ (EBS-Y) BLEE que inactivan betalactámicos de amplio espectrob (TEM-3 –o CTX-1– y la TEM-5 –o CAZ-1–) Klebsiella pneumoniae Sí 2c (CAR-Y) Penicilinasas capaces de hidrolizar la carbenicilina P. aeruginosa (PSE-1, PSE-3 y PSE-4). A este grupo pertenecen AER-1, demostrada en Aeromonas hydrophila, BRO-1, de Moraxella catarrhalis y Proteus mirabilis, CARB-3 y CARB-4, de P. aeruginosa, y SAR-1, en V. cholerae Sí 2d (CLX-Y) Penicilinasas capaces de hidrolizar la cloxacilina OXA-1 hasta la OXA-7, descritas en bacilos Gram negativos (enterobacterias y P. aeruginosa), y la PSE-2, identificada en P. aeruginosa Sí 2e (CEPY) Cefalosporinasas Proteus vulgaris, P. penneri, E. coli, Citrobacter diversus, Stenotrophomonas maltophilia y Bacteroides fragilis Sí 3 (MLT-N) Metalo-betalactamasas Bacillus cereus, S. maltophilia, Legionella gormanii y Flavobacterium odoratum No 4 (PEN-N) Penicilinasas B. cepacia, P. aeruginosa, Clostridium butyricum, B. fragilis y Alcaligenes faecalis No a Algunas pueden ser inactivadas por tazobactam; b cefotaxima, ceftazidima y aztreonam NOTA La resistencia puede propagarse rápidamente y la difusión de genes bacterianos de resistencia detectados recientemente puede acabar generalizándose mucho antes de lo esperado. Un ejemplo de ello es el gen NMD-1 (New Delhi metallo-beta-lactamase), que confiere resistencia a numerosos antibióticos betalactámicos, incluyendo carbapenemas. La metalobetalactamasa codificada por este gen fue identificada por primera vez en diciembre de 2009 en un paciente sueco hospitalizado en Nueva Delhi (India) infectado por Klebsiella pneumoniae, pero tan sólo a mediados de 2011 ya se habían identificado pacientes infectados por bacterias que contenían el gen NDM-1 en todos los continentes, salvo América Central y del Sur. 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 58 tros antibacterianos bastante diferentes entre sí. Esto que- da claramente constatado en la Tabla 3. 2.4.1.1. Penicilinas sensibles a betalactamasas Son las penicilinas más antiguas, aunque siguen siendo perfectamente válidas en infecciones provocadas por gér- menes susceptibles (Tabla 4). Son activas frente a Gram positivos no productores de penicilinasa y ciertos Gram negativos, sobre todo Neisseria, pero no frente a entero- bacteriáceas, Pseudomonas y la mayoría de las bacterias Gram negativas. Mantienen una buena actividad de for- ma uniforme frente a Streptococcus pyogenes, Clostri dium perfringens y Treponema pallidum. En 2014, la tasa de cepas de Staphylococcus aureus resistentes a meticilina (SARM) era en España del 22%; asimismo, la de Strepto coccus pneumoniae a penicilinas era del 21%. La bencilpenicilina se emplea exclusivamente por vía parenteral porque se destruye por la acción del ácido del estómago. Las sales de procaína o benzatina consiguen acción más prolongada en administración intramuscular (i.m.). La fenoximetilpenicilina es más resistente a la hi- drolisis ácida que la bencilpenicilinay se utiliza como al- ternativa de ésta por vía oral. Sin embargo, la actividad an- tibacteriana es algo menor. Desde el punto de vista estructural (Figura 6), la intro- ducción de un sustituyente electroatrayente en la cadena lateral, como un átomo de O, como en la fenoximetilpeni- cilina, o de nitrógeno (N), como en las aminopenicilinas, estabiliza la molécula en medio ácido y, consecuentemen- te, mejora la absorción oral. 2.4.1.2. Isoxazolilpenicilinas Son penicilinas de espectro reducido hacia Gram positi- vas, pero menos activas que las bencilpenicilinas. Sin em- bargo, presentan la peculiaridad de no ser degradadas por las penicilinasas de S. aureus. Su principal aplicación son NOTA Uso de antibacterianos en medicina humana y emergencia de resistencia La experiencia adquirida en algunos países europeos muestra que la disminución de la prescripción de antibacterianos a los pacientes ambulatorios se ha acompañado de una reducción simultánea de la resistencia. Entre el 80 y el 90% de todas las recetas de antibacterianos se extienden en las consultas de atención primaria, sobre todo, a pacientes con infecciones respiratorias, a pesar de que hay datos que demuestran que en muchas infecciones respiratorias no se necesitan antibióticos y que el sistema inmunitario del paciente tiene capacidad suficiente para combatir infecciones leves. España se sitúa en una posición intermedia en cuanto a consumo de antibacterianos de uso sistémico en la comunidad dentro de la Unión Europea (21,7 DDD frente al 21,6 de la media ponderada de la Unión Europea). En general, el consumo más bajo se produjo en el norte de Europa (países escandinavos y bálticos), mientras que la tasa de mayor consumo fue en el sur de Europa, particularmente Grecia y Rumanía. También es interesante comparar el consumo ambulatorio de antibióticos en función del número de envases, lo que orienta acerca de la racionalización del contenido de los envases. En este sentido, el consumo en España, considerando este parámetro, está claramente por debajo de la media europea y a mucha distancia de Francia o Italia. Analizando el tipo de antibióticos prescrito en los diferentes países de la Unión Europea, se observa que los países que tienen una mayor prescripción de antibióticos de amplio espectro tienen tasas más elevadas de resistencia a neumococos. Por ejemplo, Gran Bretaña, con un consumo global en el ámbito comunitario similar al de España, presenta tasas de resistencia a neumococos y estafilococos sustancialmente menores a las observadas en España, donde se prescriben casi 50 veces más antibióticos de amplio espectro. Otros países con bajas tasas relativas de resistencia antimicrobiana presentan también proporciones relativamente bajas de prescripción de antibióticos de amplio espectro, por ejemplo Suecia (0,37) o Dinamarca (0,63). En el ámbito hospitalario es donde se detecta un mayor número de cepas bacterianas resistentes. Los especialistas consideran desde hace tiempo que el mal uso de los antibióticos en los hospitales es uno de los factores que más favorecen la resistencia bacteriana a los mismos (Lepper, 2002), especialmente porque los pacientes hospitalizados tienen una probabilidad elevada de recibir un antibiótico y, como apuntan algunos autores (Willemsen, 2007), el 50% de todos los antibióticos utilizados en los hospitales podrían ser inadecuados; por otro lado, entre el 20 y el 30% de las infecciones hospitalarias se consideren prevenibles por higiene intensiva y programas de control (ECDC, 2015). Figura 6. Estructura química de las bencilpenicilinas. Bencilpenicilinas Antibiótico Bencilpenicilina (G) Fenoxilmetilpenicilina (V) –CH 2 – –O–CH 2 – X Santiago Cuéllar Rodríguez 59 TABLA 3. ESPECTRO ANTIBACTERIANO DE LAS PENICILINAS ORGANISMO BENCILPENICILINA (G) FENOXIMETIL- PENICILINA (V) CLOXACILINA AMOXICILINA/ AMPICILINA AMOXICILINA/ CLAVULÁNICO AMPICILINA/ SULBACTAM PIPERACILINA/ TAZOBACTAM Gram positivos Corynebacterium jeikeium – – – – – – – Enterococcus faecalis ++ ++ – ++ ++ ++ ++ Enterococcus faecium + + – ++ ++ ++ + Listeria monocytogenes ++ – ++ ++ ++ ++ Staphylococcus aureus (SM) – – ++ – ++ ++ ++ S. aureus (SR) – – – – – – – Staphylococcus epidermidis – – + + ++ ++ ++ Streptococcus, grupos A, B, C y G ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Streptococcus pneumoniae ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Streptococcus grupo viridans + + + + + + + Streptococcus milleri ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Gran negativos Acinetobacter spp. – – – – – ++ ++ Aeromonas spp. – – – – ++ ++ ++ Burkholderia cepaciaa – – – – – – Citrobacter spp. – – – – – – ++ Enterobacter spp. – – – – – – ++ Escherichia coli – – – + ++ ++ ++ Haemophilus ducreyi ++ – – ++ ++ Haemophilus influenzae – – – + ++ ++ ++ Klebsiella spp. – – – – ++ ++ ++ Legionella spp. – – – – – – – Moraxella catarrhalis – – – – ++ ++ ++ Morganella spp. – – – – + ++ ++ Neisseria gonorrhoeae – – – – ++ ++ ++ Neisseria meningitidis ++ – – ++ ++ ++ ++ Pasteurella multocida ++ ++ – ++ ++ ++ ++ Proteus mirabilis – – – ++ ++ ++ ++ Proteus vulgaris – – – – ++ ++ ++ Providencia spp. – – – – ++ ++ ++ Pseudomonas aeruginosa – – – – – – ++ Salmonella spp. – – – + ++ ++ ++ Serratia spp. – – – – – – ++ Shigella spp. – – – + ++ ++ ++ Stenotrophomonas maltophiliab – – – – – – + Yersinia enterocolitica – – – – + + ++ Anaerobios Actinomyces spp. ++ + – ++ ++ ++ ++ Bacteroides fragilis – + – – ++ ++ ++ Clostridium difficile + + Clostridium spp. (no difficile) ++ ++ ++ ++ ++ ++ Peptostreptococcus spp. ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Prevotella melaninogenicac ++ – – ++ ++ ++ ++ (–): actividad nula o muy limitada (< 30% cepas susceptibles); (+): actividad moderada (30-60% cepas susceptibles); (++): actividad elevada (> 60% cepas susceptibles); ( ): datos no disponibles SM: sensible a meticilina; SR: resistente a meticilina a Anteriormente Pseudomonas cepacia; b anteriormente Xanthomonas; c anteriormente Bacteroides melaninogenicus 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 60 las infecciones por estreptococos y estafilococos resisten- tes a las penicilinas convencionales, pero no al SARM. Se han usado también como inhibidores de penicilinasa, aso- ciadas a penicilinas de amplio espectro y dejando a éstas el papel antibiótico principal. En esta aplicación han sido sustituidas por las asociaciones del tipo amoxicilina/cla- vulánico. Estructuralmente (Figura 7), la sustitución del anillo bencénico por un heterociclo y la inclusión en éste de áto- mos desactivantes, como flúor (F) o cloro (Cl), también estabiliza la molécula frente a los ácidos y, además, pro- porciona un importante grado de resistencia frente a algu- nas betalactamasas del S. aureus, aunque a costa de perder actividad sobre Enterococcus y varias especies anaerobias. Actualmente, sólo está comercializada en España la cloxacilina (EFG, Anaclosil®, Orbenin®), aunque el gru- po estuvo formado en el pasado, además, por dicloxacili- na, flucloxacilina y oxacilina. 2.4.1.3. Aminopenicilinas Son eficaces frente a bacterias Gram positivas y Gram negativas, aunque algunas especies de este último gru- po (especialmente P. aeruginosa) son resistentes. Mantie- nen la sensibilidad el meningococo y la Listeria, así como algunas cepas de Haemophylus influenzae no productoras de betalactamasas; el Streptococcus viridans presenta re- sistencia variable. En general, son sensibles a las penici- linasas. En 2014, las tasas de aislados clínicos resistentes a aminopenicilinas en España registradas en el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) fue- ron del 1% para Enterococcus faecalis, del 83% para E. faecium y el 65% para E. coli. Ampicilina fue la primera penicilina de amplio espectro. Su inconveniente es que su absorción oral es baja. Amoxi- cilina es probablemente el mejor antibiótico de este grupo, con mejores características farmacocinéticas que la ampici- lina, tanto por vía oral como parenteral (Tabla 5). El grupo amino (–NH 2 ) en posiciónα con respecto al grupo carboxamida (Figura 8) estabiliza la molécula en medio ácido. Además, la inclusión del grupo amino hace que el conjunto sea un análogo estructural de nutrientes de tipo tripéptido, para los cuales existe un sistema biológico de transporte activo a través del epitelio digestivo, lo que facilita la absorción digestiva de este grupo de penicilinas. La introducción de un grupo hidroxilo (–OH) en po- sición 4’ (amoxicilina) mejora la absorción digestiva, en relación con la ampicilina. El motivo, probablemente, es una alteración de la distribución molecular de la carga, que afecta al sistema de transporte de oligopéptidos. 2.4.1.4. Acilureidopenicilinas Son algo menos activas que las anteriores aminopeni- cilinas frente a la mayoría de las bacterias Gram positi- vas, pero mucho más efectivas frente a Pseudomonas, Figura 7. Estructura química de cloxacilina (isoxazolilpenicilinas). Figura 8. Estructura química de las aminopenicilinas. TABLA 5. AMINOPENICILINAS COMERCIALIZADAS EN ESPAÑA ANTIBIÓTICO MEDICAMENTOS® Amoxicilina EFG, Amitron, Clamoxyl Ampicilina Britapen, Gobemicina TABLA 4. BENCILPENICILINAS COMERCIALIZADAS EN ESPAÑA ANTIBIÓTICO MEDICAMENTOS® Bencilpenicilina Penibiot, Penilevel, Sodiopen Bencilpenicilina benzatina Benzetacil Bencilpenicilina procaína Farmaproina Fenoximetilpenicilina Penilevel oral Fenoximetilpenicilina benzatina Benoral Bencilpenicilina benzatina Fenoximetilpenicilina cálcica Bencilpenicilina sódica Penilevel Retard Bencilpenicilina sódica Bencilpenicilina benzatina Bencilpenicilina procaína Benzetacil compuesta Aminopenicilinas Antibiótico R 1 R 2 Amoxicilina Ampicilina –OH –H –H –H Santiago Cuéllar Rodríguez 61 Bacteroides, Serratia o Klebsiella. Son de uso exclusi- vamente parenteral. El grupo estuvo compuesto por azlo- cilina, mezlocilina y piperacilina, pero actualmente sólo permanece ésta última y asociada a un inhibidor de beta- lactamasas, el tazobactam (EFG). Esta combinación es ac- tiva frente a cocos Gram positivos (excepto SARM), en- terobacterias, meningococo, Haemophilus y anaerobios; también presenta cierta actividad frente a P. aeruginosa. Químicamente (Figura 9) constituyen un caso especial de las aminopenicilinas. La amidificación del grupo amino hace perder por completo la capacidad de ser absorbidas en el tracto digestivo. A cambio, provoca un importante aumento de la actividad frente a bacterias Gram negativas, especialmente enterobacteriáceas (E. coli, Klebsiella, Ci trobacter, Enterobacter, etc.) y P. aeruginosa. La estruc- tura ureídica también se utiliza en algunas cefalosporinas de amplio espectro, como la ceftriaxona. 2.4.2. Inhibidores de betalactamasas Los inhibidores de betalactamasas son análogos estructu- rales de las penicilinas cuyo objetivo es actuar como sus- tratos suicidas (irrecuperables) de diversos tipos de beta- lactamasas, es decir, a diferencia de las penicilinas y las cefalosporinas, la unión enzima-sustrato no es lábil y el re- sultado es la inactivación de la betalactamasa. Por sí mis- mos carecen de actividad antibacteriana, pero asociados a antibióticos betalactámicos son capaces de ampliar sensi- blemente el espectro antibacteriano de éstos últimos. Los inhibidores de betalactamasas comercializados hasta ahora tienen una estructura penámica, si bien un áto- mo de S es sustituido por O o está oxidado en forma de sulfona (SO 2 ) (Figura 10). Esto produce una mayor reac- tividad del anillo betalactámico, con la zona activa de la enzima. El proceso de inactivación enzimático no es tan evi- dente como a primera vista pudiera parecer. En primer lu- gar, parece formarse un complejo inhibidor-enzima, de tipo no covalente y, por ello, fácilmente disociable. Este ligando actúa como sustrato de otra molécula de enzima (betalactamasa), abriéndose entonces el anillo betalactá- mico del inhibidor. Esto conduce a la formación de un en- lace éster con el grupo hidroxilo (–OH) de la serina, del centro activo enzimático, inactivándolo, pero incluso esta unión podría destruirse mediante hidrolisis, liberando de nuevo la enzima. Sin embargo, en el caso del ácido clavu- lánico, la molécula experimenta un proceso de reorganiza- ción molecular, produciendo una cadena de dobles enlaces conjugados, químicamente muy estable. Puesto que la producción de betalactamasas es el prin- cipal mecanismo de resistencia microbiana a los anti- bióticos betalactámicos y particularmente a las penicili- nas, la adición de un inhibidor de penicilinasas aumenta significativamente el espectro de acción de dichos antibió- ticos. Se añaden así ahora a los organismos que son na- turalmente susceptibles los que inicialmente lo eran pero han dejado de serlo por la difusión de cepas productoras de penicilinasas (como el S. aureus) e incluso a especies como Klebsiella y B. fragilis, donde la producción de pe- nicilinasas es tan natural que tradicionalmente se habían considerado fuera del espectro de las penicilinas. La principal limitación está en que los medicamentos actualmente disponibles inhiben la mayoría de las peni- cilinasas, pero no todas. Como se ha comentado, consti- tuyen un problema de orden terapéutico las pertenecien- tes a los grupos 1, 3 y 4, las cuales no son inactivadas por los inhibidores de betalactamasas actualmente usados. Figura 9. Estructura química de la piperacilina (acilureidopenicilina). Figura 10. Estructura química de los inhibidores de betalactamasas. Inhibidores de betalactamasas Inhibidor X R 1 R 2 Ácido clavulánico Sulbactam Tazobactam –O– –SO 2 – –SO 2 – –CH 3 –CH 3 –CH 3 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 62 Tampoco son sensibles las cepas de estafilococos metici- lina-resistentes ni en general las bacterias cuya resisten- cia se debe a que la penicilina no penetra la pared bac- teriana. Hay 3 inhibidores de penicilinasas en el mercado. El ácido clavulánico es una sustancia natural producida por Streptomyces clavuligerus; por el contrario, sulbactam y tazobactam son sintéticos. Tienen un similar espectro an- tibetalactamasas, especialmente el ácido clavulánico y el tazobactam, mientras que el sulbactam es algo menos acti- vo. El ácido clavulánico se usa en antibioterapia oral y los otros 2 son inyectables, con interés especial en infeccio- nes donde pueda haber bacterias Gram negativas produc- toras de penicilinasa de tipo I, ya que, aunque no la inhi- ben, al menos no inducen su producción, como ocurre con el ácido clavulánico. Hace algún tiempo estuvo comercializado un éster de sulbactam y ampicilina (sultamicilina), que se absorbía bien por vía oral, pero actualmente no está disponible. Dado que estos productos sólo se usan en asociación, las diferencias que pueda haber entre ellos aisladamente apenas tienen interés práctico. Los medicamentos que se manejan son siempre combinaciones con una penicilina de amplio espectro, que es la que en definitiva va a deter- minar la aplicación terapéutica. Una de las más emplea- das, no siempre acertadamente, es la asociación amoxici- lina-ácido clavulánico (EFG, Augmentine®, Augmentine Plus®, Duonasa®). Sulbactam se comercializa en solitario (Betamaz®), para su asociación con antibióticos betalactá- micos, como bencilpenicilina, ampicilina, piperacilina y cefotaxima, entre otros, con los que presenta efectos si- nérgicos frente a S. aureus, enterobacterias, Haemophilus, Neisseria y Bacteroides. La asociación piperacilina-tazobactam (EFG), en virtud de las propiedades específicas de la piperacilina, tiene un espectro de acción más amplio que las anteriores y mayor actividad frente a Gram negativos, incluyendo las cepas de P. aeruginosa no productoras de penicilinasa de tipo Y. En 2014, la tasa de resistencias por esta bacteria en España era del 8%. Es un medicamento de uso exclusiva- mente inyectable. El tazobactam también se asocia a cef- tolozano, como se verá en el siguiente epígrafe. 2.4.3. Cefalosporinas El grupo de las cefalosporinasse superpone prácticamente con el de las penicilinas por tener una estructura química muy parecida e idéntico mecanismo de acción. Por lo ge- neral, no hay razones terapéuticas de peso para elegir en- tre penicilinas y cefalosporinas. Las aminocefalosporinas constituyen la “versión ce- falosporínica” de la ampicilina y congéneres (aminopeni- cilinas). En general, la absorción digestiva es mejor que la de éstas últimas, así como la acción frente a bacterias Gram positivas. Cefaclor contiene (Figura 11) un átomo de Cl en po- sición 3, sustituyendo al típico metilo (–CH 3 ). Aunque esto perjudica algo la absorción digestiva, le confiere una notable resistencia frente a las betalactamasas del H. influenzae. Las arilmetilcefalosporinas son la versión correspon- diente a la bencilpenicilina y congéneres (Figura 12), si bien disponen de mayor actividad que estas últimas frente a enterobacteriáceas. El único representante del grupo que permanece es la cefazolina, que presenta una cierta resis- tencia a betalactamasas de Gram positivas y anaerobios, debido al resto de tiadiazoliltiometilo en 3. No es absorbi- ble por vía oral. Las cefamicinas (Figura 13) son análogos de las aril- metilcefalosporinas, pero con la importante peculiaridad química de disponer en posición 7α de un resto metoxilo (–OCH 3 ), que provoca un notable incremento de la resis- tencia a las betalactamasas de numerosas bacterias, muy especialmente de ciertas especies anaeróbicas (Bacteroi des) y enterobacteriáceas. Las metoxiiminocefalosporinas disponen de un res- to metoxiimino (=N-OCH 3 ), a veces sustituido, en cade- na lateral. Esta sustitución proporciona estabilidad fren- te a las betalactamasas de los Gram negativos. El aumento del tamaño de este radical suele redundar en una mayor actividad anti-Gram negativa, pero a costa de mermar la actividad frente a los Gram positivos. Existen 2 subgru- pos diferenciados: los derivados furánicos (Figura 14) y los aminotiazólicos (Figura 15). Entre los primeros, el único disponible en España es la cefuroxima (y su derivado oral, Figura 11. Estructura química de las aminocefalosporinas. Aminocefalosporinas Antibiótico R 1 R 2 R 3 Cefaclor Cefadroxilo Cefalexina –H –OH –H –H –H –H –Cl –CH 3 –CH 3 Santiago Cuéllar Rodríguez 63 la cefuroxima-axetilo), con un espectro antibacteriano in- termedio, aunque más volcado hacia los Gram negativos. Mucho más importante (a tenor del número de antibió- ticos registrados comercialmente) son los derivados ami- notiazólicos. Este núcleo confiere una notable actividad frente a enterobacteriáceas, con una significativa resisten- cia a diversos tipos de betalactamasas. Algunas sustitucio- nes en posición 3 proporcionan, además, un efecto anti- Pseudomonas clínicamente útil, como en la ceftriaxona y, especialmente, ceftazidima, cefpiroma y cefepima. En és- tas últimas, la existencia de un zwiterión (una sal interna, formada por un átomo de nitrógeno cargado positivamen- te o amonio, N+, y un grupo carboxilato, COO– con car- ga negativa) parece ser el responsable del potente efecto bactericida sobre Pseudomonas, como consecuencia de su mejor distribución en el espacio periplásmico bacteriano. Figura 13. Estructura química de las cefamicinas. Figura 12. Estructura química de cefazolina (arilmetilcefalosporina). Figura 14. Estructura química de las furilmetoxiiminocefalosporinas. Figura 15. Estructura química de las aminotiazolilmetoxiiminocefalosporinas. CH 3 Cefamicinas Furilmetoximinas Aminotiazolilcefalosporinas Antibiótico Antibiótico R 1 R 1 R 2 R 2 R 3 Cefuroxima Cefuroxima (axetilo) Cefoxitina Cefminox Cefalosporina R 1 R 2 R 3 Cefixima –CH 2 COOH –CH 2 OCOCH 3 –CH 2 OCH 3 –CH–CH 2 –CH(CH 3 )OCOOCH(CH 3 ) 2 –CH 2 OCH 2 OOCC(CH 3 ) 3 –H –H –H –H –H –C(CH 3 ) 2 COOH –COOH –CH 3 –CH 3 –CH 3 –CH 3 –CH 3 –CH 3 Cefotaxima Ceftriaxona Cefepima Ceftazidima Cefpiroma *En el ceftibuteno el grupo [=N–O–] está sustituido por [=CH–CH 2 –] Ceftibuteno* Cefpodoxima (proxetilo) Cefditoren (pivoxilo) 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 64 Es frecuente encontrar a las cefalosporinas en la lite- ratura científica clasificadas en generaciones, en función de su actividad sobre gérmenes Gram negativos, progre- sivamente mayor para cada generación. Esta clasificación no es la más idónea porque induce a confusión, dado que las características de los miembros de cada generación no son homogéneas y el grado de innovación terapéutica de las sucesivas cefalosporinas es menor de lo que la palabra “generación” sugiere. En la Tabla 6 se muestra el espectro antibacteriano de las cefalosporinas. En esta ocasión vamos a considerar diferentes grupos atendiendo al tipo y la amplitud de su espectro de acción y su vía de administración. 2.4.3.1. Cefalosporinas orales de acción preferente contra Gram positivos Se incluyen en este grupo cefaclor, cefadroxilo y cefale- xina. Son muy activas frente a Gram positivos y bastan- te menos frente a Gram negativos, siendo Neisseria espe- cialmente sensible. El cefaclor es también efectivo frente a H. influenzae y P. mirabilis. La cefalexina es el medica- mento más antiguo del grupo y el más experimentado clí- nicamente. Por su parte, el cefadroxilo tiene una semivida más prolongada y la comodidad de 2 tomas diarias, en lu- gar de 4 (Tabla 7). 2.4.3.2. Cefalosporinas inyectables de acción preferente frente a Gram positivos El único miembro del grupo que se mantiene es la cefazo- lina (EFG), que alcanza niveles sanguíneos más altos que los más antiguos, es poco irritante local y poco nefrotóxi- ca. Es más activa que las orales frente a Gram negativos. 2.4.3.3. Cefalosporinas orales de acción preferente sobre Gram negativos Integran este grupo cefixima, ceftibuteno, cefpodoxima proxetilo y cefditoren pivoxilo. Son especialmente acti- vas sobre Gram negativos, aunque algunas tienen también actividad muy alta frente a Gram positivos. En cualquier caso, en infecciones por Gram positivos se gana poco clí- nicamente usando estos medicamentos en lugar de los gru- pos antes comentados. En general, son poco activas frente a Pseudomonas, Proteus o anaerobios. Cefixima, ceftibu- teno y cefpodoxima proxetilo son los más activos fren- te a Gram negativos. En términos de potencia y ampli- tud de espectro, cefpodoxima proxetilo es probablemente el mejor antibiótico de los 3. La cefixima y el ceftibute- no son igual de eficaces frente a Gram negativos, pero no son fiables frente a estafilococos. La cefixima tiene la li- gera ventaja farmacocinética de administrarse 1 vez al día, mientras que el resto requiere 2 tomas diarias. El cefdito- ren pivoxilo es un profármaco de absorción digestiva, que es rápidamente hidrolizado por las esterasas plasmáticas tras su absorción digestiva, dando lugar a cefditoren. Su espectro antibacteriano es relativamente amplio, incluyen- do especies tanto Gram positivas (entre las que destacan S. pneumoniae, S. pyogenes y cepas susceptibles a metici- lina de S. aureus) como Gram negativas (entre las que es especialmente relevante su actividad frente a H. influenzae y M. catarrhalis, incluyendo cepas productoras de beta- lactamasas de ambas. Carece, con el resto de los miem- bros del grupo, de actividad significativa frente a Pseudo monas, Acinetobacter y bacterias atípicas (Micoplasma, Chlamydia, Legionella) (Tabla 8). 2.4.3.4. Cefalosporinas inyectables de acción preferente sobre Gram negativos En este grupo encontramos diversos compuestos (Tabla 9) con importantes diferencias en cuanto a su espectro de ac- ción (incluye cefalosporinas de diferentes generaciones que, como ya se ha dicho, incrementan progresivamente su espectro). La actividad frente a Gram positivos es inferior (o, en cualquier caso, no superior) a la de la cefazolina, pero son mucho más activos que ésta frente a Gram negativos. La cefuroxima (incluyendo su éster hidrolizable para administración oral: cefuroxima-axetilo)alcanza buenas concentraciones tisulares. Este fármaco se integra en las ce- falosporinas denominadas de segunda generación. La cefu- roxima es relativamente estable frente a betalactamasas y tiene un espectro relativamente amplio; la penetración en el líquido cefalorraquídeo (LCR) es muy buena y es una de las cefalosporinas preferidas en el tratamiento de la meningitis. Cefotaxima y ceftriaxona, que se consideran cefa- losporinas de tercera generación, presentan los espec- tros de acción más amplios entre las cefalosporinas. Tie- nen mayor actividad que los anteriores frente a Serratia, P. vulgaris, Providencia y meningococos. Tienen también características adecuadas para ser usados en meningitis. La cefotaxima es el referente del grupo, mientras que la ceftriaxona tiene una semivida muy larga que permite la administración 1 vez al día, buena distribución tisular y eliminación equilibrada renal y hepática. La ceftazidima ocupa un lugar intermedio entre las cefalosporinas de 3.ª y 4.ª generación, ya que, aunque for- malmente se la suele incluir entre las de 3.ª, su potente actividad anti-Pseudomonas sugiere una clara diferencia respecto a la mayoría de las incluidas en ese grupo. Las tasas de cepas resistentes en España en 2014 para las cefalosporinas de 3.ª generación eran del 6% para E. coli y del 18% para K. pneumoniae. En el caso específico de la ceftazidima, la tasa de resistencias para P. aerugino sa era del 10%. Finalmente, cefepima, que se considera de 4.ª gene- ración, tiene un espectro equivalente al de los anteriores, pero con 2 características adicionales, su mayor actividad frente a P. aeruginosa y su mayor resistencia a betalacta- masas. Todo ello la hace eficaz sobre cepas resistentes a las demás cefalosporinas. Santiago Cuéllar Rodríguez 65 TABLA 6. ESPECTRO ANTIBACTERIANO DE LAS CEFALOSPORINAS ORGANISMO CE FA LE XI N A CE FA D RO XI LO CE FA ZO LI N A CE FA CL O R CE FO XI TI N A CE FU RO XI M A CE FD IT O RE N CE FP O D OX IM A CE FI XI M A CE FO TA XI M A CE FT AZ ID IM A CE FT IB UT EN O CE FT RI AX O N A CE FE PI M A CE FT O LO ZA N O / TA ZO BA CT AM Gram positivos Corynebacterium jeikeium – – – – – – – – – – – Enterococcus faecalis – – – – – – – – – – – – – - Listeria monocytogenes – – – – – – – – – – – – – Staphylococcus aureus (SM) ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ – ++ + – ++ ++ - Staphylococcus aureus (SR) – – – – – – – – – – – – – Staphylococcus epidermidis + + + + + + + – + + – + + Streptococcus, grupos A, B, C y G ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Streptococcus pneumoniae ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ + ++ ++ ++ Streptococcus, grupo viridans ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ + – ++ ++ Gram negativos Acinetobacter spp. – – – – – – – ++ ++ – ++ + + Aeromonas spp. – + ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Burkholderia cepacia – – – – – – – + ++ ++ + + Citrobacter freundii – – – – – – – – – – – ++ Citrobacter diversus – – – + + ++ ++ ++ ++ ++ Citrobacter spp. – – + + + ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Enterobacter spp. – – – – – + – – ++ ++ + ++ ++ ++ Escherichia coli ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Haemophilus ducreyi – ++ ++ ++ ++ ++ Haemophilus influenzae – ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Klebsiella spp. ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Legionella spp. – – – – – – – – – – – – Moraxella catarrhalis – – + + ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Morganella spp. – – – – ++ + – – ++ ++ – ++ ++ Neisseria gonorrhoeae – – ++ + + + ++ ++ + + + ++ ++ ++ Neisseria meningitidis – – – + + ++ + ++ + + ++ ++ Pasteurella multocida – – ++ ++ ++ Proteus mirabilis ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Proteus vulgaris – – – – ++ ++ + ++ ++ ++ ++ ++ ++ Providencia spp. – – – – ++ – ++ ++ ++ ++ ++ ++ Pseudomonas aeruginosa – – – – – – – – + ++ – + ++ + Salmonella spp. – ++ ++ Serratia spp. – – – – – – – + ++ ++ + ++ ++ + Shigella spp. – Stenotrophomonas maltophilia – – – – – – – – + – – – Yersinia enterocolitica – + + ++ ++ + ++ ++ ++ Anaerobios Actinomyces spp. ++ Bacteroides fragilis – – – ++ – – – – – – – + Clostridium difficile – – – Clostridium spp. (no difficile) ++ ++ – ++ ++ ++ Peptostreptococcus spp. ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ Prevotella melaninogenica ++ ++ ++ ++ ++ ++ + – (–): actividad nula o limitada (> 30% cepas susceptibles); (+): actividad moderada (30-60% cepas susceptibles); (++): actividad elevada (> 60% cepas susceptibles; ( ): datos no disponibles; SM: sensible a meticilina; SR: resistente a meticilina 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 66 2.4.3.4. Cefalosporinas activas sobre anaerobios Este grupo incluye actualmente 2 fármacos, cefoxiti- na (EFG) y cefminox (Tencef®), que pueden considerar- se equivalentes. Tienen una actividad relativamente alta sobre anaerobios, tanto Gram positivos como Gram ne- gativos, y una acción más modesta sobre Gram negativos aerobios. Por su menor coste, cefoxitina (EFG) es la ce- falosporina que se utiliza usualmente en infecciones por anaerobios. Puede resolver cuadros leves a moderados, pero no suele considerarse tratamiento adecuado de ca- sos graves. 2.4.3.5. Cefalosporinas especiales Además de las cefalosporinas mencionadas en los aparta- dos anteriores, se han ido incorporando algunas otras que no encajan en los grupos previamente descritos. Se trata de la ceftarolina fosamil y de la combinación de ceftolo- zano y tazobactam. La ceftarolina fosamil (Zinforo®, no comercializa- da aún en España) ha sido autorizada para el tratamien- to en adultos de infecciones complicadas de la piel y te- jidos blandos, y neumonía adquirida en la comunidad. Es capaz de inhibir la síntesis de la pared celular bacteriana en SARM y Streptococcus pneumoniae no sensible a pe- nicilina (PNSP) debido a que mantiene la afinidad por las PBP alteradas en estos patógenos. Sin embargo, no es ac- tiva frente a cepas de Enterobacteriaceae que produzcan BLEE de las familias TEM, SHV o CTX-M, serina carba- penemasas (como KPC), metalobetalactamasas de clase B o cefalosporinasas de clase C (AmpC). Estructuralmente, la ceftarolina fosamil puede relacio- narse con las aminotiazolilcefalosporinas (Figura 16), prin- cipalmente con ceftriaxona y ceftazidima. En estudios clí- nicos se ha demostrado eficacia frente a los siguientes patógenos: Staphylococcus aureus (incluyendo cepas resis- tentes a meticilina), Streptococcus pyogenes, Strepto coccus agalactiae, grupo de Streptococcus anginosus (incluye S. anginosus, S. intermedius y S. constellatus), Streptococ cus dysgalactiae, Escherichia coli, Klebsiella pneumo niae, Klebsiella oxytoca, Morganella morganii, Haemo philus influenzae y H. parainfluenzae. Por el contrario, no son sensibles a ceftarolina Chlamydophila spp., Legionella spp., Mycoplasma spp., Proteus spp. y Pseudomonas aeru ginosa. La combinación de cef tolozano/tazobactam (Zerbaxa®) se presenta en una proporción 2:1 (1.000 mg de ceftolozano y 500 mg de tazobactam). Por lo que respecta al compo- nente cefalosporínico (cef- tolozano), también guarda una gran relación estructu- ral con otras aminotiazolil- cefalosporinas (Figura 17), especialmente la cefepima y la ceftazidima, ambas de muy amplio espectro anti- TABLA 9. CEFALOSPORINAS INYECTABLES DE ACCIÓN PREFERENTE SOBRE GRAM NEGATIVOS CEFALOSPORINA MEDICAMENTO® Cefepima EFG Cefotaxima EFG Ceftazidima EFG, Fortam Ceftriaxona EFG Cefuroxima EFG Figura 16. Estructura química de ceftoralina fosamil. O N O S S N S N + N O O O N S P HO O N HO NH NH - CH 3 CH 3 TABLA 7. CEFALOSPORINAS ORALES DE ACCIÓN PREFERENTE CONTRA GRAM POSITIVOS CEFALOSPORINA MEDICAMENTO® Cefaclor Ceclor Cefadroxilo EFG, Duracef Cefalexina EFG, Kefloridina forte TABLA 8. CEFALOSPORINAS ORALES DE ACCIÓN PREFERENTE SOBRE GRAM NEGATIVOS CEFALOSPORINA MEDICAMENTO® Cefditoren pivoxilo Meiact,Spectracef, Telo Cefixima EFG, Denvar Cefpodoxima proxetilo EFG Ceftibuteno Cedax Cefuroxima proxetilo EFG, Zinnat Santiago Cuéllar Rodríguez 67 bacteriano, aunque en términos estrictamente químicos, el ceftolozano incluye un anillo de tiadiazol, un isóstero del aminotiazol. La asociación ceftolozano/tazobactam está indica- da para el tratamiento de infecciones intraabdominales complicadas, pielonefritis aguda e infecciones del trac- to urinario complicadas. Es activa frente Enterobacter cloacae, Escherichia coli, Klebsiella oxytoca, Klebsie lla pneumoniae, Proteus mirabilis, Pseudomonas aeru ginosa, Streptococcus anginosus, Streptococcus conste llatus y Streptococcus salivarius. No es activa frente a Staphylococcus aureus, Enterococcus faecalis y Entero coccus faecium. Los mecanismos de resistencia bacteriana a cefto- lozano/tazobactam incluyen la producción de betalac- tamasas que pueden hidrolizar a cef- tolozano y que no son inhibidas por tazobactam, modificación de las pro- teínas de unión a las penicilinas, car- bapenemasas de serina (por ejem- plo, carbapenemasas de Klebsiella pneumoniae –KPC–), metalo-beta- lactamasas (por ejemplo, metalo-be- ta-lactamasa New Delhi –NDM–) y betalactamasas clase D de Ambler (OXA-carbapenemasas). 2.4.4. Monobactamas El único fármaco comercializado es aztreonam (Azactam®, Cayston®). Estructuralmente dispone de un solo anillo (el propio be- talactámico), unido a un resto de ácido sulfónico (Figu- ra 18). En aztreonam, la cadena lateral en 7β es idéntica a la de ceftazidima, motivo por el cual tienen un espec- tro antibacteriano muy parecido, aunque con menor po- tencia anti-Pseudomonas y sin ninguna actividad fren- te a Gram positivos y anaerobios para aztreonam, ya que de hecho le falta la otra parte de la molécula de cefta- zidima. Actúa preferentemente sobre PBP3. Carece de resistencia cruzada con el resto de los betalactámicos. Tampoco tiene hipersensibilidad cruzada con ellos. Su aplicación terapéutica no se corresponde, por tanto, con los betalactámicos, sino que tiene las aplicaciones típi- cas de los aminoglucósidos. En comparación con ellos, ofrece la ventaja de no producir ototoxicidad ni nefro- toxicidad, pero el inconveniente de que la total ausencia de acción frente a Gram positivos y anaerobios obliga a recurrir con frecuencia a terapias combinadas, cuando se sospecha mezcla de patógenos o posibilidad de superin- fecciones (Tabla 10). Figura 17. Estructura química de ceftolozano. H 3 C CH 3 H 2 N N NS N O O O OH NH S N O O- N+ N CH 3 NH 2 HN HN O NH 2 NOTA La presencia en ceftolozano, ceftarolina, cefepima, cefpiroma y ceftazidima de una sal interna, ion bipolar o zwiterión, formada por el átomo de nitrógeno cuaternario (N+) y el grupo carboxilato (COO), confiere unas propiedades químicas especiales que imponen a este tipo de cefalosporinas algunas características que las diferencia del resto de las cefalosporinas, al proporcionarles una gran capacidad para atravesar los canales porínicos de las bacterias Gram negativas, alcanzando altas concentraciones en el espacio periplásmico y potenciando de esta manera su actividad antibacteriana. Esta rapidez de penetración posiblemente se debe a que los aniones fijos no pueden ejercer en el periplasma ningún efecto de bloqueo sobre compuestos iónicos bipolares de este tipo. Por otro lado, las características hidrofílicas que tienen estas moléculas facilitan su rápida difusión por el espacio periplásmico. Todo ello es particularmente importante en el caso de P. aeruginosa, bacteria sobre la que tanto ceftolozano, como cefepima y ceftazidima ejercen un potente efecto bactericida. Figura 18. Estructura química de aztreonam (en azul, núcleo monobactama). Aztreonam 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 68 2.4.5. Carbapenemas Las carbapenemas derivan de otra modificación química del anillo betalactámico, en el que un átomo de S ha sido sustituido por otro de C (Figura 19). Hay 3 comercializa- dos: imipenem (EFG, Tienam®, asociado a cilastatina), meropenem (EFG) y ertapenem (Invanz®). Sus múltiples peculiaridades químicas hacen que este grupo tenga uno de los espectros antibacterianos más am- plios que se conocen, sólo comparable (y aun así favora- blemente) con las más potentes fluoroquinolonas. Buena parte de ello se debe a la resistencia frente a las betalac- tamasas de tipo A (penicilinasas) y C (cefalosporinasas), consecuencia directa de la disposición espacial en TRANS de las carbapenemas, frente a la CIS de penicilinas y ce- falosporinas. De hecho, se cuentan entre los antibióticos de mayor espectro de acción disponibles, siendo efectivos contra bacterias Gram positivas y Gram negativas, tanto aerobias como anaerobias (Tabla 10). Sin embargo, las acti- vidades antibacterianas in vitro no son plenamente super- ponibles para los derivados comercializados. En 2014, la tasa de aislados clínicos resistentes en España a carbape- némicos era del 0,1% para E. coli, del 2,3% para K. pneu moniae y del 19% para P. aeruginosa. Los inconvenientes principales de las carbapenemas son: • Una farmacocinética desfavorable, que obliga al uso por vía intravenosa (i.v.). Imipenem debe administrarse en combinación con cilastatina, un inhibidor de las proteasas renales que impide que el antibiótico sea inactivado rápi- damente en el riñón. Esto no es necesario para meropenem –más resistente–, pero por lo demás sus propiedades far- macocinéticas son muy parecidas. • Son potentes inductores de betalactamasas, incluso si son insensibles a las mismas, por lo que inducen resisten- cias (especialmente frecuentes con P. aeruginosa) no sólo a ellas mismas sino a otros antibióticos. Las aplicaciones usuales son las infecciones graves de etiología múltiple o desconocida, tales como septicemia, sepsis abdominal, osteomielitis, neumonía, etc. 2.5. Farmacocinética de los betalactámicos La absorción digestiva de los antibióticos betalactámicos no es uniforme. Entre las penicilinas, sólo tiene un gra- do elevado de absorción oral la amoxicilina (además del ácido clavulánico) y, en menor medida, la fenoximetilpe- nicilina, la ampicilina y la cloxacilina. Entre las cefalos- porinas, los derivados orales con acción preferente sobre Gram positivos son cefaclor y cefalexina, mientras que, entre aquellos derivados de absorción oral con acción pre- ferente sobre Gram negativos, los fármacos disponibles en España son cefixima y ceftibuteno, junto con derivados específicamente diseñados para su absorción oral (el anti- biótico de referencia no era absorbible por esta vía), como cefpodoxima proxetilo. Estos últimos derivados son éste- res que hacen más lipófila la molécula, permitiendo la ab- sorción a través de la mucosa digestiva, pero que sufren inmediatamente un proceso de hidrolisis mediante las es- terasas plasmáticas tras alcanzar la circulación sanguínea, liberando el antibiótico en su forma activa. Por otro lado, existen formas de absorción retardada, en este caso por vía i.m. Concretamente, se trata de los complejos de bencilpenicilina con benzatina y procaína. Estas formas son insolubles y forman dentro del músculo depósitos temporales a partir de los cuales se va liberan- do la bencilpenicilina de forma lenta, pasando a la circu- lación sanguínea, donde mantiene concentraciones bajas pero prolongadas. Debido a la presencia de un grupo carboxílico en todos los antibióticos betalactámicos, éstos tienen un carácter áci- do débil. En estado de equilibrio plasmático y como con- secuencia de un efecto de trampa iónica, estos compuestos tienden a alcanzar mayores concentraciones en entornos bá- sicos (como la sangre), donde se encuentran más ionizados (lo que dificulta la difusión a través de membranas biológi- cas). Su carácter ionizable es también responsable de la ele- vada hidrosolubilidad de sus sales sódicas y potásicas. Muchos de los antibióticos betalactámicos son sustra- tos del sistemade transporte orgánico de aniones, presen- te en los túbulos renales y el plexo coroideo. Esto supone Figura 19. Estructura química de las carbapenemas. Derivados R 1 R 2 Imipenem –H Meropenem –CH 3 Ertapenem –CH 3 Santiago Cuéllar Rodríguez 69 TABLA 10. ESPECTRO ANTIBACTERIANO DE MONOBACTAMAS Y CARBAPENEMAS ORGANISMO ERTAPENEM IMIPENEM MEROPENEM AZTREONAM Gram positivos Corynebacterium jeikeium – – – – Enterococcus faecalis + ++ + – Enterococcus faecium – + – – Listeria monocytogenes ++ ++ ++ – Staphylococcus aureus (SM) ++ ++ ++ – Staphylococcus aureus (SR) – – – – Staphylococcus epidermidis ++ ++ ++ – Streptococcus, grupos A, B, C y G ++ ++ ++ – Streptococcus pneumoniae ++ ++ ++ – Streptococcus, grupo viridans ++ ++ ++ – Streptococcus milleri ++ ++ ++ – Gram negativos Acinetobacter spp. + ++ ++ – Aeromonas spp. ++ ++ ++ ++ Burkholderia cepaciaa – – ++ – Citrobacter spp. ++ ++ ++ ++ Enterobacter spp. ++ ++ ++ ++ Escherichia coli ++ ++ ++ ++ Haemophilus influenzae ++ ++ ++ + Klebsiella spp. ++ ++ ++ ++ Legionella spp. – – – – Moraxella catarrhalis ++ ++ ++ + Morganella spp. ++ ++ ++ ++ Neisseria gonorrhoeae ++ ++ ++ ++ Neisseria meningitidis ++ ++ ++ ++ Pasteurella multocida ++ ++ ++ Proteus mirabilis ++ ++ ++ ++ Proteus vulgaris ++ ++ ++ ++ Providencia spp. ++ ++ ++ ++ Pseudomonas aeruginosa + ++ ++ ++ Salmonella spp. ++ ++ ++ ++ Serratia spp. ++ ++ ++ ++ Shigella spp. ++ ++ ++ ++ Stenotrophomonas maltophiliab – – – – Yersinia enterocolitica ++ ++ Anaerobios Actinomyces spp. ++ ++ – Bacteroides fragilis ++ ++ ++ – Clostridium difficile ++ ++ ++ – Clostridium spp. (no difficile) ++ ++ ++ – Peptostreptococcus spp. ++ ++ ++ – Prevotella melaninogenicac ++ ++ ++ – (–): actividad nula o muy limitada (< 30% cepas susceptibles); (+): actividad moderada (30-60% cepas susceptibles); (++): actividad elevada (> 60% cepas susceptibles); ( ): datos no disponibles SM: sensible a meticilina; SR: resistente a meticilina a anteriormente Pseudomonas cepacia; b anteriormente Xanthomonas; c anteriormente Bacteroides melanogenicus 03 I FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIBACTERIANOS 70 que la forma de eliminación principal para la mayoría de los miembros del grupo es mediante secreción tubular ac- tiva en la orina. Por su parte, el sistema de transporte del plexo coroideo se encarga de eliminar a los antibióticos betalactámicos del líquido cefalorraquídeo. Dado que este sistema de transporte es muy activo en ambas localizacio- nes orgánicas, la mayoría de los betalactámicos tienen una semivida de eliminación (t ½ ) bastante corta (entre 30 mi- nutos y 2 horas para la mayor parte de ellos), producien- do bajas concentraciones en el sistema nervioso central. Sin embargo, pueden alcanzarse concentraciones terapéu- ticamente útiles en condiciones en las que aumente la pe- netración, tal como ocurre en cuadros de inflamación me- níngea (meningitis), siempre usando dosis elevadas. En general, la penetración de la barrera hematoencefálica en estas condiciones alcanza el 10-30% e incluso más en el caso de la cloxacilina. Los antibióticos betalactámicos tienen una distribu- ción básicamente extracelular, alcanzándose concentra- ciones intracelulares que suponen tan sólo un 25-50% de las extracelulares. Puesto que el mecanismo de eliminación renal emplea un transportador molecular, el sistema puede verse satura- do por el empleo de dosis muy altas o por el uso de agen- tes capaces de competir con la betalactama por ese meca- nismo. Esto último ocurre con ácidos orgánicos débiles (como los antiinflamatorios de tipo ácido arilpropiónico: naproxeno, etc.), que pueden provocar interacciones clíni- camente significativas pero eventualmente útiles, con au- mento de la concentración y de la permanencia del anti- biótico en el organismo. En la Tabla 11 se resumen las principales caracterís- ticas farmacocinéticas de los antibióticos betalactámicos, en función de la dosis y la vía de administración. Dado que el parámetro farmacocinético que aparente- mente mejor se relaciona con la actividad bactericida y con la eficacia clínica de los antibióticos betalactámicos es el tiempo durante el cual la concentración plasmática ex- cede la CMI, la rapidez de eliminación de estos antibióti- cos es un factor claramente negativo. Esto ha determinado el desarrollo de formas de acción prolongada (complejos de benzatina y procaína), que permiten mantener niveles plasmáticos relativamente estables. 2.6. Interacciones Este tipo de fármacos presentan un escaso riesgo de pro- vocar interacciones clínicamente importantes con otros medicamentos. Una de las más conocidas (aunque fre- cuentemente sobrevalorada) es el desarrollo de antago- nismo con antibacterianos de tipo bacteriostático (cloran- fenicol, sulfamidas, tetraciclinas, etc.). Teóricamente, la inhibición de la proliferación bacteriana reduce el efecto de los betalactámicos, que actúan especialmente duran- te los procesos de multiplicación, en los que es precisa la síntesis de nuevas cadenas de peptidoglicano para incor- porar a la pared bacteriana. En la práctica, tal efecto sólo ha sido observado de forma muy aislada. Sin embargo, este antagonismo también ha sido observado entre agen- tes teóricamente bactericidas; un ejemplo significativo de ello es el observado in vivo por piperacilina y cefoxitina frente a Pseudomonas. Más interés tienen las interacciones con el metotrexa- to y otros fármacos que comparten el mecanismo de trans- porte tubular activo renal de ácidos orgánicos, ya que per- miten incrementar las concentraciones de estos últimos en sangre, hasta el punto de convertirlas en interacciones po- tencialmente peligrosas. El alopurinol es capaz de facilitar la formación de complejos moleculares de ampicilina y amoxicilina, fa- voreciendo la aparición de haptenos y, consecuentemente, la incidencia de cuadros de hipersensibilidad. Aunque los datos clínicos disponibles sólo parecen mostrar un aumen- to de la incidencia de erupciones cutáneas entre los pa- cientes, conviene informarlos de este riesgo, manteniendo la observación clínica pertinente. Entre las cefalosporinas, la presencia de un grupo te- trazoliltiometilo, como ocurre con cefminox, ha sido aso- ciada con algunos casos de reacciones de tipo “antabús” (sofocos, rubefacción, rigidez en la nuca, etc.) en pacien- tes que ingirieron bebidas alcohólicas. Por último, debe recordarse que los alimentos pueden retrasar o incluso reducir la absorción digestiva de cier- tos antibióticos betalactámicos. Es el caso de la fenoxime- tilpenicilina y el cefaclor (aunque la forma oral retardada puede mejorar su absorción con alimentos). En el caso de la ampicilina y la amoxicilina, el efecto es leve y tiende a retrasar sólo la absorción digestiva del antibiótico, pero sin afectar significativamente a la cantidad total absorbida. 2.7. Efectos adversos Los antibióticos betalactámicos se caracterizan por un margen de seguridad muy amplio, que permite la utiliza- ción de dosis extremadamente elevadas, sin riesgos sus- tanciales. La infrecuencia y la práctica ausencia de rele- vancia clínica parecen ser consecuencia directa del hecho NOTA Concepto de trampa iónica Las sustancias de carácter ácido tienden a estar ionizadas en entornos alcalinos (y viceversa). En este estado ionizado son incapaces de difundir libremente a través de las barreras orgánicas, limitando con ello su distribución fuera del compartimento donde se encuentran y permitiendo alcanzar dentro del mismo elevadas concentraciones. Santiago Cuéllar Rodríguez 71 TABLA 11. FARMACOCINÉTICA DE LOS BETALACTÁMICOS ANTIBIÓTICO ABSORCIÓN ORAL (%) C máx (μg/mL) PARA UNA DOSIS* DE... UNIÓN A PROTEÍNAS PLASMÁTICAS (%) Vd (L/kg) ELIMINACIÓN RENAL (%) EXCRECIÓN BILIAR t ½ (h) Penicilinas Amoxicilina 75 7,5 1 g 20 0,4 94 Sí 1,2 Ampicilina 40 40 1 g (i.v.) 18-22 0,3 90 Sí 1,2 Bencilpenicilina – 20 1,25 g (i.v.) 65 0,4 92 Sí 0,7 Bencilpenicilina benzatina – 0,09
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