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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Arquitectura Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo 2022 Arquitectura pluriactiva. Soberanía alimentaria como integradora Arquitectura pluriactiva. Soberanía alimentaria como integradora territorial y productiva para población víctima. Hacarí, Norte de territorial y productiva para población víctima. Hacarí, Norte de Santander Santander Juan Sebastián Sáenz Martínez Universidad de La Salle, Bogotá, jsaenz57@unisalle.edu.co Ruby Gineth Cubillos Mora Universidad de La Salle, Bogotá, rcubillos53@unisallle.edu.co Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/arquitectura Part of the Cultural Resource Management and Policy Analysis Commons Citación recomendada Citación recomendada Sáenz Martínez, J. S., & Cubillos Mora, R. G. (2022). Arquitectura pluriactiva. Soberanía alimentaria como integradora territorial y productiva para población víctima. Hacarí, Norte de Santander. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/arquitectura/2408 This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Arquitectura by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact ciencia@lasalle.edu.co. https://ciencia.lasalle.edu.co/ https://ciencia.lasalle.edu.co/arquitectura https://ciencia.lasalle.edu.co/fac_habitat https://ciencia.lasalle.edu.co/arquitectura?utm_source=ciencia.lasalle.edu.co%2Farquitectura%2F2408&utm_medium=PDF&utm_campaign=PDFCoverPages https://network.bepress.com/hgg/discipline/782?utm_source=ciencia.lasalle.edu.co%2Farquitectura%2F2408&utm_medium=PDF&utm_campaign=PDFCoverPages https://ciencia.lasalle.edu.co/arquitectura/2408?utm_source=ciencia.lasalle.edu.co%2Farquitectura%2F2408&utm_medium=PDF&utm_campaign=PDFCoverPages mailto:ciencia@lasalle.edu.co ARQUITECTURA PLURIACTIVA Soberanía alimentaria como integradora territorial y productiva para población víctima. Hacarí, Norte de Santander. Juan Sebastián Sáenz Martínez Ruby Gineth Cubillos Mora Universidad de la Salle Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo. Programa de Arquitectura. Bogotá, D.C. – Colombia. 2022 ARQUITECTURA PLURIACTIVA Soberanía alimentaria como integradora territorial y productiva para población víctima. Hacarí, Norte de Santander. Juan Sebastián Sáenz Martínez Ruby Gineth Cubillos Mora Director Lida Tulia Buitrago Campos. Trabajo de grado para optar al título de Arquitecto. Universidad de la Salle Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo. Programa de Arquitectura. Bogotá, D.C. – Colombia. 2022 Resumen. Este trabajo de grado es un aporte a la decantación de la crisis alimentaria que afronta la población víctima del conflicto en Colombia, desde las dinámicas productivas del municipio de Hacarí, Norte de Santander, en pro de la recuperación de la soberanía alimentaria y la mejora del empleo local. De modo que, la consideración de conceptos como “Nueva Ruralidad”, “Pluriactividad” y “Sistema Agroalimentario” demuestran un cambio en la interpretación de las dinámicas hegemónicas, que podrían contribuir a una renovada visión productiva que restablezca el funcionamiento económico y alimenticio municipal. El proyecto de investigación se divide en tres capítulos. El primero se denomina “Del campo tradicional al campo dinámico”, donde se presenta un estado del arte, un estado del conocimiento, un marco teórico y un marco conceptual que permitirá al lector conocer en detalle temas relacionados a la investigación. El segundo capítulo se titula “El territorio de la incertidumbre”, este apartado incluye los siguientes temas: el territorio y sus problemas, pregunta de investigación, justificación, además de preguntas como: ¿que nos dice la ley en términos de víctimas y seguridad alimentaria? y ¿qué nos cuenta la normativa en términos de alimentarios? Y por último el capítulo tres. “El camino hacia el arraigo: producción y alimento”. Se basa en el nombramiento de los objetivos a desarrollar y sus resultados, en consideración a las necesidades conectivas (Territorio), espaciales y nutricionales del sistema agroalimentario hacaritense, el diseño de una red sistemática de articulación inter-veredal y un equipamiento productivo y logístico. Palabras claves: Arquitectura productiva, Multifuncionalidad, Pluriactividad, Sistemas Agroalimentarios, Soberanía Alimentaria, Nueva Ruralidad y Víctimas del conflicto. Abstract. This degree work is a contribution to the decantation of the food crisis faced by the population victim of the conflict in Colombia, from the productive dynamics of the municipality of Hacarí, Norte de Santander, in favor of the recovery of food sovereignty and the improvement of the local employment. So, the consideration of concepts such as "New Rurality", "Pluriactivity" and "Agrifood System" demonstrate a change in the interpretation of hegemonic dynamics, which could contribute to a renewed productive vision that restores the municipal economic and food functioning. The research project is divided into three chapters, the first is called “From the traditional field to the dynamic field”, where we present a state of the art, a state of knowledge, a theoretical framework and a conceptual framework that allows us to know in detail issues related to our research. The second chapter, entitled “The territory of uncertainty”, includes the following topics: the territory and its problems, research question, justification, what does the law tell us in terms of victims and food security, and what does the law tell us in terms of food? And finally, chapter three. The path towards rooting: production and food, is based on the naming of the objectives to be developed and the results of the same, in consideration of the connective, spatial and nutritional needs of the hacaritense agro-food system and the design of a systematic network of inter-veredal articulation and a productive and logistic equipment. Keywords: Multifunctionality, Pluriactivity, Agrifood Systems, Food Sovereignty, New Rurality and Victims of the conflict. Contenido. Introducción. Metodología. Capítulo 1. Del campo tradicional al campo dinámico. La nueva concepción del campo colombiano. Capítulo 2. El territorio de la incertidumbre. El territorio y sus problemáticas. ¿Qué nos cuenta la ley acerca de las víctimas y la seguridad alimentaria? ¿Qué nos cuenta la norma urbana y rural del Municipio de Hacarí? ¿Qué nos cuenta la norma en términos de alimentación? Una mirada al territorio. (Trabajo de campo). Capítulo 3 El camino hacia el arraigo: producción y alimento. Objetivos Resultados Objetivo 1: ¿Qué se produce en el municipio? Sistema Agroalimentario de Hacarí. Objetivo 2: Espacialidad y consumo en la alimentación agrícola. Ejemplo de alimentación y calidad nutricional según los productos agrícolas endógenos. Objetivo 3: Hacarí: el lugar, red inter veredal y sus posibilidades. Hacaritama: Equipamiento logístico y productivo. Concepto arquitectónico. Conceptualización del programa arquitectónico. Gestión del proyecto. Conclusiones. Recomendaciones. Anexos. Bibliografía. Webgrafía. Sus cerros y sus ríos Adorna su paisaje Sus aguas cristalinasNos hacen embellecer Los pájaros que trinan Al pie de los montajes También el río Tarra El Borra y San Miguel. Estrofa VI Himno del municipio de Hacarí. Introducción. La siguiente investigación es producto del trabajo de grado desarrollado en modalidad de proyecto arquitectónico de la facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la universidad de la Salle; teniendo por finalidad, según los altos índices de inseguridad alimentaria y, a partir de un profundo entendimiento de sistemas agroalimentarios y condiciones productivas en Hacarí, Norte de Santander, el diseño de una red territorial y sistemática, junto a un equipamiento de carácter logístico y productivo, capaz de contribuir al mejoramiento de las necesidades básicas insatisfechas y al conjunto de derechos humanos vulnerados de la población víctima del conflicto. El proceso investigativo de este trabajo se añade a la investigación “Diagnóstico de la situación de reparación integral individual de las víctimas del conflicto armado en el contexto colombiano”, cuyo enfoque tuvo como finalidad la investigación de dos de los ocho departamentos que poseen municipios con más del 50% de su población víctima del conflicto (Norte de Santander y Cesar). Haciendo hincapié en los procesos de reparación individual. De modo que, considerando las estructurales capas que conforman la vulnerabilidad, una de las más significativas es la inseguridad alimentaria, que sobresale en el marco de las necesidades básicas insatisfechas dadas por el conflicto, su historia y las condiciones generales del municipio. Las oportunidades del amplío territorio colombiano se reducen, en la mayoría de los contextos departamentales y municipales, a su capacidad de interacción y confluencia entre sus posibilidades productivas y conectivas. Ahora bien, la importancia de esta investigación se centra en resaltar cómo la subutilización y los diferentes usos del suelo a través del tiempo, junto a una gran falta de desarrollo de infraestructura civil y productiva, además del control político que conlleva al inacceso alimentario en las veredas y zonas alejadas de bajo desarrollo, producto del conflicto y las transiciones territoriales del lugar. Por tal motivo, se pretende que el desarrollo de este proyecto contribuya al avance municipal que, junto al estudio investigativo, logre ser ejemplo, desde lo arquitectónico y territorial, de un sistema agroalimentario capaz de activar las dinámicas pasivas-endógenas e inarticuladas en contextos que operan de forma análoga al municipio de Hacarí y dé a conocer los aspectos que impiden tal dinamismo dentro de sus procesos agroalimentario. El abordaje del proyecto de investigación se estructura en tres capítulos, el primero se denomina “Del campo tradicional al campo dinámico”, donde se presenta un estado del arte, un estado de conocimiento, un marco teórico y un marco conceptual que permitirá al lector conocer a detalle temas relacionados con nuestra investigación. El segundo capítulo, se titula “El territorio de la incertidumbre”, este apartado incluye los siguientes temas: el territorio y sus problemas, Pregunta de investigación, justificación, además de preguntas como: ¿que nos dice la ley en términos de víctimas y seguridad alimentaria? y ¿qué nos cuenta la norma en términos de alimentación? Y por último el capítulo tres. El camino hacia el arraigo: producción y alimento, se basa en el nombramiento de los objetivos a desarrollar y los resultados de éstos, en consideración a las necesidades conectivas, espaciales y nutricionales del sistema agroalimentario acaríñense, el diseño de una red sistemática de articulación inter-veredal y un equipamiento productivo y logístico. Metodología. Metodológicamente, el proyecto de investigación se basó en cuatro etapas y cada una está relacionada con el cumplimiento de cada objetivo anteriormente mencionado. La primera se enfoca en archivos de registro acerca de los sistemas agroalimentarios del municipio y departamento de estudio para la realización de una matriz con variables que describan el estado del sistema agroalimentario del territorio. Para ello, se recurrió a fuentes secundarias como: el “Perfil productivo del municipio de Hacarí” y el “Plan departamental de extensión agropecuaria del Norte de Santander”. Por consiguiente, se considera esto como un gran aporte que se constituye a su vez como una herramienta de contexto en la formulación de estrategias para la resolución de los problemas estructurales en Hacarí. En segundo lugar, se genera una búsqueda de literatura para establecer, por medio de una matriz, la relación producto agrícola - espacio de producción necesario - valor nutricional. Esto aporta conocimiento y bases entorno a las necesidades espaciales y nutricionales con relación a la seguridad alimentaria y formas de producción existentes, de manera que se permita plantear una propuesta arquitectónica y territorial de manera holística. En tercer lugar, se estableció la búsqueda de libros para la comprensión de los sistemas agroalimentarios, pluriactividad y multifuncionalidad, que brinden estrategias en pro del desarrollo del proyecto. Además de ello, se realizó una conceptualización, a forma de reflexión, a escala arquitectónica e Inter-veredal. En cuarto lugar, para la realización del proyecto y el entendimiento del territorio a trabajar, fue necesario realizar un acercamiento a la población por medio de visitas al lugar y reuniones presenciales y virtuales, esto con el propósito de constatar lo expuesto en la bibliografía, además de escuchar y comprender las perspectivas de las personas que se relacionan con el lugar y con su realidad. Esta metodología nos permitió conocer sus necesidades y expectativas con respecto al proyecto propuesto a través de sus experiencias, conocimientos, historia, tradiciones y gustos. Finalmente, a través del análisis y recolección de la información obtenida, se tiene una visión más clara y consecuente de la situación problemática real, permitiendo el planteamiento de una hipótesis que serviría para la construcción de una propuesta que logre potenciar y brindar oportunidades a las nuevas generaciones en el municipio de Hacarí, Norte de Santander. Y, mediante la matriz anterior, generar una hoja de ruta para el desarrollo de los objetivos de forma clara y precisa. Capítulo 1. Del campo tradicional al campo dinámico. Durante los últimos años, la visión del campo en Colombia ha estado enmarcada por la visión tradicional y cerrada de lo rural, no obstante, la entrada a un mercado global y el uso de nueva tecnología ha contribuido a la transformación de la idea y concepción del campo. Ahora bien, para comprender las acciones arquitectónicas y funcionales en contextos agrícolas, proyectos a nivel nacional como la “Aldea Navarro” en Santiago de Cali y el “centro CCO” en Antioquía, han demostrado que la capacidad de estos contextos puede apoyar sobremanera a la calidad conectiva y productiva en los territorios. El primer proyecto, la “Aldea Navarro”, constituyó un referente clave de vivienda social rural en su capacidad de mejorar las capacidades productivas de las familias con tal vocación. Este proyecto, demuestra la manera pluriactiva en que puede funcionar la vivienda. La multiplicidad de actividades es reaccionarias y propias a las necesidades alimentarias y de comunidad que, al mismo tiempo, contribuyen a la construcción simbólica del paisaje rural. Asimismo, el “centro CCO” resalta la capacidad de conformar centros comunitarios al posibilitar un intercambio cultural, social ycomercial, de nuevo, en un contexto completamente rural; así, permite tejer lazos territoriales desde necesidades supra-urbanas. Igualmente, aspectos como la historia, fundamentales para la construcción social, son análogamente retomados en otras latitudes como en Perú, con el proyecto “Red de saberes ancestrales” cuya promoción de un itinerario cultural, compuesto de rutas ancestrales en varias escalas, buscan explorar el turismo y las oportunidades productivas del territorio del Valle del Sonondo. No obstante, la posibilidad de hacer de lo rural algo urbano se hace presente en lugares como Dinamarca, cuya posibilidad de investigar y explorar el crecimiento agrícola ayuda a pensar la seguridad alimentaria desde una visión disruptiva al considerar ruralizar lo urbano introduciendo actividades de las periferias y del campo a la ciudad como ocurre en el “Agro Food Park” dinamarqués. Ejemplos como los anteriores exponen una nueva concepción sobre lo rural y sus posibilidades en un marco de desarrollo actual que, si bien constituyen una guía al qué hacer en términos arquitectónicos, se apoyan en la realidad asociativa que promueven estos equipamientos con el territorio en el que se desenvuelven para posibilitar el desarrollo sistemático en cualquiera de sus escalas de acción. En un contexto más próximo, la cuantía de trabajos relacionados con la región nortesantandereana, a través del acceso a repositorios de diferentes universidades del departamento como: Francisco de Paula Santander, Pamplona, Minuto de Dios, Santo Tomas, entre otras. Han sido propuestos, desde diversas disciplinas, trabajos enfocados en el manejo ambiental de las microcuencas, el impacto causado al medio ambiente a través de la utilización de químicos en la erradicación de los cultivos ilícitos (Moreno, 2008), el diseño hidráulico del sistema de abastecimiento de agua potable y recolección de aguas servidas (Flores y Rojas, 2019), el diseño de alcantarillado de aguas residuales para las viviendas de interés prioritario (Isidro y Ascanio, 2016), el estudio de residuos sólidos en el área urbana del municipio de Hacarí (Ascanio y Chinchilla, 2016), donde este se encuentra con el diseño y el estudio de un sistema de acueducto rural para las veredas. También se encontró investigaciones acerca de la evaluación de la vida útil de algunos productos agrícolas, análogamente, diseños urbanos/arquitectónicos de la vivienda, además de temas relacionados con el impacto de las políticas públicas y el análisis del proceso de implementación de una ruta de atención y reparación integral de las víctimas. Proyectos sobre cómo se han cambiado las víctimas debido al conflicto armado, investigaciones relacionadas con la importancia de la construcción de paz desde los territorios más afectados por el conflicto, relatos e historias de mujeres víctimas del conflicto en el Catatumbo, testimonios de guerra y paz desde las escuelas de la región, (Castilla, 2021) y documentos sobre la resistencia ante el olvido mediante una reconstrucción de la memoria histórica como garantía de no repetición del movimiento de víctimas de crímenes de Estado, (Acevedo, 2018). En cuanto a trabajos enfocados directamente al municipio, se relacionan con aspectos de convivencia y comportamiento de los infantes en temas pedagógicos, viéndose afectada su vida educativa por la constante ola de violencia e intimidación de los grupos que ejercen control del territorio, causando así limitantes en el desarrollo social, emocional y cognitivo en la población estudiantil. También se hallaron testimonios de guerra y paz desde las diferentes escuelas del municipio de Hacarí, trabajos de diagnóstico de las necesidades de orientación vocacional de formación para el emprendimiento y proyecto de vida, investigaciones acerca de convivencia escolar y prácticas pedagógicas lúdicas en las instituciones del municipio como las determinantes de bajo rendimiento académico en las escuelas. Ahora bien, siguiendo la línea de la seguridad alimentaria, se encontró proyectos a nivel nacional donde, en uno de ellos, se diseñó un banco de semillas nativas como alternativa para la preservación, aumento de la biodiversidad de semillas y alimentos en el municipio de Ubaque Cundinamarca (Fino, 2014), en el que se pretende, no solo educar al cuidado sobre la biodiversidad, sino también, por medio de prácticas agroecológicas en los cultivos, cuidar el medio ambiente. Otro trabajo consiste en la agricultura y la seguridad alimentaria en viviendas de la ciudad de Medellín, donde se creó un manual, cuyo fin fue ser guía para la implementación de huertas que den como resultado beneficios que satisfagan las necesidades básicas de las familias y su alimentación acompañadas de técnicas de sostenibilidad y automatización para un mejor mantenimiento y rendimiento. Otro documento fue “Seguridad Alimentaria y Nutricional de la población víctima de desplazamiento forzado en Puerto Asís-Putumayo: ¿De la negligencia institucional a la indiferencia social?” (Escobar, 2018). El propósito de este trabajo de grado fue analizar la situación del derecho a la seguridad alimentaria y nutricional de la población víctima de desplazamiento forzado en zona rural y urbana de Puerto Asís - Putumayo, en el marco de la implementación del Plan Territorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional. La cual se lleva a cabo a partir de tres aspectos que son: el primero busca caracterizar la situación de Seguridad Alimentaria y Nutricional de las familias víctimas de desplazamiento forzado en la zona rural y urbana del municipio, el segundo analiza el proceso de implementación del Plan Territorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional en el territorio frente a las problemáticas en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la población víctima de desplazamiento forzado, y, por último, planteó alternativas para la atención en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la población víctima de desplazamiento forzado. Mucho se ha discutido en términos de víctimas y seguridad alimentaria, lo cual ha generado políticas públicas dirigidas a la población desplazada, estrategias de mejoramiento asistencial a corto plazo, etc. Semejantemente, han existido diferentes organizaciones sociales que, por medio de experiencias, han ayudado en la construcción de paz para las mismas comunidades, desarrollando apropiación local contribuyendo a la consolidación de una cultura de paz en algunos de los territorios del Norte de Santander. En el municipio de Hacarí no se encontró suficiente información en términos de seguridad alimentaria ni en respuesta a soluciones frente a sus medios de vida que aporten a la población. Frente a la superación de su condición de víctimas, se encontró investigaciones relacionadas con los temas de investigación, sin embargo, a nivel departamental, regional y nacional, dirigidos a otros municipios o lugares. Algunos de estos no mitigan la seguridad alimentaria y nutricional, además se encuentran vulnerados y no se garantizan sus derechos causando desigualdades sociales y ocasionando conflictos de todo tipo a nivel municipal, departamental y nacional. Las familias desplazadas perciben que sus dinámicas de vida han cambiado de manera negativa desde sus dimensiones humanas, alimentarias, nutricionales y ambientales. Además de ello, se resalta la desarticulación entre sectores para dar respuesta a las problemáticas internas, entendiendo así el concepto de respuesta del Estado, mediante programas paliativos, asistenciales y no de largo plazo, enfocándose en las necesidades y no en el derecho, lo cual, no resuelve los problemas estructurales como la salud, el empleo, la educación, la alimentación entre otros, fortaleciendo así la inseguridad alimentaria en el municipio.Tabla 1. Matriz de referentes. Estado del arte, Elaboración propia La nueva concepción del campo colombiano. Para proceder a un análisis que contenga la descripción de las dinámicas rurales contemporáneas, hace falta acudir a una literatura amplía para referenciar la realidad agrícola en contextos de nueva ruralidad, en donde se exaltan las dinámicas en torno a la seguridad alimentaria y a procesos agroalimentarios. Al entender la vida en contextos de ruralidad, hace falta reconsiderar la tradicional definición de lo rural, en cuento es reducida al lugar en donde sólo existe el campesinado como trabajador, y éste, teniendo por única actividad productiva aquellas de carácter agrario; así, tener en cuenta cómo la presión económica, que políticas nacionales han departido en pro del avance del campo, ha hecho que las necesidades del campesinado se expandan a otros contextos, como el periurbano y urbano. “La vida rural, tradicionalmente asociada a la actividad agropecuaria abriga ahora una diversidad de actividades y relaciones de actividades y relaciones sociales que vinculan estrechamente las aldeas campesinas con los centros urbanos y la actividad industrial.” (C. De Grammont, 2008, p. 24). En este sentido, Hacarí se desarrolla completamente en estas dinámicas, cuyas posibilidades productivas, actúan allende los límites rurales. Para caracterizar lo rural, hay que deshacer la imagen que ha llegado hasta nuestros días sobre el campo y el campesino como contenido único e inmanente de sí. No obstante, hace falta reconocer aquellos cambios que deslumbran características novedosas que operan actualmente en contextos periurbanos y, en esencia, rurales con maneras de intercambio económico desligadas indirectamente de las cuestiones globalizadas, pero atadas a la abrupta realidad neoliberal competitiva y extraccionista. “La vida rural, tradicionalmente asociada a la actividad agropecuaria abriga ahora una diversidad de actividades y relaciones de actividades y relaciones sociales que vinculan estrechamente las aldeas campesinas con los centros urbanos y la actividad industrial.” (C. De Grammont, 2008, p. 24). Así, se establece que la vida rural tiende a sentar una comunicación con contextos poblados que sirvan como zonas, al menos, medianamente comerciales, de modo que se permita acaparar herramientas e insumos que faciliten los modos de vida cotidianos y productivos, al mismo tiempo que son participes de la contratación en modalidad de jornal paralelamente a la utilización de la fuerza productiva familiar. Una altísima proporción de los campesinos contratan sistemáticamente trabajadores asalariados hasta el punto en que la participación del trabajo familiar puede ser menor que de la mano de obra contratada... Al mismo tiempo compran insumos y, en ocasiones, alquilan o compran maquinaria (tractores, trapiches, beneficiaderos mecanizados) todo lo cual gravita sensiblemente sobre sus estructuras de costos. (Forero, 2003, p. 6). En la búsqueda de la esencia de lo rural se destaca la asociación, casi consensual, entre lo rural y lo agrícola que terminó por reducir la sociología rural a la sociología de la actividad agrícola o, más específicamente, a la sociología de desarrollo de la agricultura, dado que muchos estudiosos de ese campo se orientaron hacia el análisis del medio rural a partir de la perspectiva de su modernización tecnológica. (Carneiro, 2008, p. 80). Esta fuerza productiva familiar, constituye la naturaleza de las dinámicas, no sólo sociales, sino funcionales del campo colombiano, que si bien, ahora se distinguen por sus actividades meta- agrarias, no está demás entender que la producción agraria conlleva en primera medida a la satisfacción y mantenimiento de las necesidades alimentarias y que, los excedentes de estas actividades productivas se destinan al comercio y en muchos casos al intercambio de tipo trueque. Forero (2003) señala que el intercambio campesino de productos e insumos se desarrolla a través del trueque y del trabajo por medio de diversos sistemas de contraprestaciones no reguladas monetariamente y basados en una lógica de reciprocidad. Del mismo modo según el Dane (2018) existen en Hacarí un total de 2624 jefes de hogar, lo que quiere decir que aproximadamente existen más de 2000 tipos de familias las cuales contribuyen productivamente para sí mismas en el marco de las problemáticas territoriales. En Colombia, la mayor parte de los campesinos son productores familiares agropecuarios. Se pueden considerar también como campesinos los productores familiares forestales o pesqueros. Igualmente, las comunidades rurales indígenas o negras en las cuales la economía comunitaria sustituye a la producción familiar o la complementa. (Forero, 2003, p. 6). En la formación del autoconsumo entran por los productos que se dejan para la casa provenientes de los residuos de las cosechas comerciales y cierta producción realizada exclusivamente productos en función del autoconsumo (se destacan la leche, las aves y el maíz). (Forero, 2003, p. 9). Así, la nueva ruralidad ha traído consigo la necesidad de que muchos campesinos se entreguen al trabajo rural de otras familias a cambio de un salario de tipo jornal, de esta misma forma, este fenómeno de necesidades frente al trabajo se refleja en el uso de herramientas que facilitan procesos diarios sin necesariamente tener una asistencia de altas cualidades industriales en sus procesos agro-productivos. Una altísima proporción de los campesinos contratan sistemáticamente trabajadores asalariados hasta el punto en que la participación del trabajo familiar puede ser menor que de la mano de obra contratada... Al mismo tiempo compran insumos y, en ocasiones, alquilan o compran maquinaria (tractores, trapiches, beneficiaderos mecanizados) todo lo cual gravita sensiblemente sobre sus estructuras de costos. (Forero, 2003, p. 6). Entendidas las dinámicas que sitúan al campesinado en situaciones que desligan lo rural de sí; es ahora el encuentro con lo periurbano y lo urbano, lo que sitúa los flujos campesinos en una relación que ayuda a redefinir la dicotomía hegemónica entre urbano y rural, creando nuevas realidades que se evidencian, según se describió, en la nueva necesidad de fortalecer actividades agrícolas en colaboración con insumos y servicios propios de lo urbano. Si el agricultor tradicional contribuye al paisaje rural las tonalidades de la agricultura, recuperando así imágenes y símbolos antiguos, otras ocupaciones consideradas menos genuinas de ese espacio, como las de servicio, sobre todo las asociadas al turismo artesanal, en fin, a las actividades no-agrícolas, muestran la necesidad de analizar las interacciones entre el mundo rural y el urbano (Pérez, 2001; Graziano da Silva et al., 1996). Ahora bien, el conflicto en Hacarí junto a su complicada geografía impide la comunicación entre zonas de alta productividad, de modo que, la intensificación de los comportamientos de carácter de intercambio salen a la luz cuando el conflicto se incrementa, es por esto que, cuando la lucha con el mercado y sus posibilidades impiden la obtención de productos necesarios para la canasta familiar, se crea la necesidad por el fácil intercambio en pro de la satisfacción de las necesidades básicas, pudiendo así, de la manera más accesible, garantizarse con la ayuda entre campesinos, así mismo, los problemas medioambientales que, en momentos, impiden la producción completa de productos agrícolas o simplemente deterioran e impiden las cosechas. “Cuando las familias campesinas se ven enfrentadas a problemas económicos, acuden a las redes de solidaridad e intercambios recíprocos. Definitivamente se logró comprobar en Fómeque e inclusive en las otras zonas del país analizadas pormedio de información documental que, la gente acude a estas redes de solidaridad cuando están afrontando serias crisis económicas, ya sea por malas cosechas o por malos precios. Aunque el impacto de 1.4% en promedio sobre el ingreso total de los productores analizados, es muy pequeño, queda claro que estos intercambios, que se intensifican en momentos de crisis, pueden ser muy importantes para los hogares que están en situación de pobreza extrema hasta el punto de que pueden explicar, en algunos casos su sobrevivencia”. (Torres, 2001). No lejos de estas problemáticas existe la radical incapacidad comunicativa propia de la paupérrima infraestructura vial que hermetiza las zonas productivas en el municipio e impide la posibilidad de interacción entre veredas y centros poblados. “... la historia del surgimiento y consolidación de la mayor parte de los campesinos se ha hecho en buena parte en medio de sus luchas por integrarse al mercado. Lucha contra las trabas de las haciendas republicanas de la Región Andina y de los latifundios costeños. Lucha por fundarse como colonos para sacar sus productos (café, panela, cerdos, plátano, fríjol, maíz, papa, coca, etc.) al mercado. Lucha para construir la carretera que facilite la circulación de bienes y servicios. Luchas que han hecho del campesinado un protagonista de la construcción y economía del mercado colombiana.” (Forero, 2003, p. 12). Toda esta revisión teórico-empírica de la realidad campesina en Colombia, permite la constitución de un compilado conceptual que ayude a entender la operatividad de cada uno de los fenómenos anteriormente dilucidados. Para ello se han definido los siguientes conceptos, los cuales se espera que contribuyan a la continua revisión frente a las condiciones en los municipios que, como Hacarí, confrontan estructurales condiciones de inseguridad alimentaria. Los conceptos fueron seleccionados y definidos según la consideración y reflexiones a lo largo de la investigación, así pues: Soberanía Alimentaria: Derecho a definir y controlar sus sistemas agroalimentarios endógenos para la alimentación poblacional. Seguridad Alimentaria: Satisfacción alimentaria a través de consumo de productos tanto endógenos como exógenos. Multifuncionalidad: Referencia a una visión extendida que comprende lo rural no únicamente en términos productivos, sino que considera integralmente el paisaje, la seguridad alimentaria, el medio ambiente y su protección, etc. Sistemas agroalimentarios: El conjunto de procesos y fases necesarias para la correcta disposición de las necesidades alimentarias humanas. Pluriactividad: Todas las actividades de carácter agrícola y no agrícola que operan en contextos rurales y periurbanas para la generación de ingresos. Cabe resaltar que, en términos conceptuales, el proceso de estudio de éstos tuvo un enfoque sobresaliente a principio de la investigación sobre el concepto de “Seguridad alimentaria”, no obstante, a partir del proceso de realización del documento investigativo y de la visita de campo, se evidenció que, realmente el termino central y más apropiado es el de “soberanía alimentaria”, debido a que éste ayuda a completar la visión de nuestro planteamiento inicial. Ya que según el Movimiento Internacional Vía Campesina “la soberanía alimentaria tiene como objetivo devolverle al consumidor y a la población en general la capacidad de decisión y control de lo que lleva a la mesa, además, prioriza la producción agrícola local, el acceso de los campesinos y de las personas sin tierra a la tierra, al agua, a las semillas y al crédito, así como el derecho a los campesinos a producir su propio alimento y el derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y, como y quien se lo produce”. Por lo cual, este busca que el municipio no se vea afectado en su actual dependencia para con la producción agrícola de otros municipios y así, lograr alcanzar la seguridad alimentaria, al permitir a la población tener acceso a alimentos sanos y nutritivos que respondan a la satisfacción de sus necesidades alimentarias. Capítulo 2. El territorio de la incertidumbre. El territorio y sus problemáticas. La historia de Colombia en los últimos sesenta años ha estado desdibujada por el conflicto armado. Los grupos al margen de la ley han justificado el uso de la violencia como el único método para poder transformar la sociedad, dejando a la mayoría de la población en extrema vulnerabilidad; actualmente Colombia tiene 50.88 millones de habitantes, de estos 8.045.476 son víctimas del conflicto armado y el 54% de su población presenta inseguridad alimentaria. Una de sus variables se debe a que el 40% de las personas no tiene acceso a los alimentos. Esto nos permite evidenciar una estrecha relación entre la inseguridad alimentaria y los conflictos armados desencadenando un círculo vicioso y causando graves daños, poniendo en situación de precariedad a las personas que la viven, siendo este el impulsor de nuevos e interminables tensiones sociales que dan como resultado múltiples conflictos encontrándose involucrados muchos municipios que históricamente han sido escenarios claves para el desarrollo de estos hechos violentos, un ejemplo de ello, Hacarí. Hacarí es un municipio de Colombia localizado en el departamento de Norte de Santander, este cuenta con 10.080 habitantes. Asimismo, es caracterizado por su geografía de relieve montañoso de gran diversidad ambiental. El 86,4% del municipio es zona rural y el 13, 6% es zona urbana, enmarcándose pues, como un territorio eminentemente rural, donde la movilidad es controlada por grupos al margen de la ley desde los años setenta, generando en el territorio un control político, social y económico, causando que 9.858 de sus habitantes sean víctimas del conflicto; esta cifra equivale al 97,8 % de su población. Según lo anterior, existe como principal consecuencia el desplazamiento forzado interno de carácter individual y masivo, el cual limita el desarrollo del municipio junto a la vulneración de los derechos de sus habitantes. Debido a la afectación vivida por el conflicto, la producción de hoja de coca ha tenido gran importancia en la microeconomía hacaritense, prolongando sus carencias en el sostenimiento alimentario, pues al parecer no cuentan con el derecho para decidir sobre su propio ecosistema productivo. Todo esto, resulta en una tasa de desnutrición crónica severa del 12.2 %, generando una malnutrición que está estrechamente relacionada con la situación de pobreza y vulnerabilidad de la población: el 79,18 % del territorio se encuentran en pobreza extrema, el 37,73% en la cabecera municipal y 85% en la zona rural. En el municipio los indicadores de inseguridad alimentaria están asociados con el acceso, la cantidad, la calidad y la diversidad de alimentos disponibles en el territorio. Según el perfil productivo del municipio, el informe de la personería y el informe de riesgo de la defensoría del pueblo del municipio de Hacarí, la recurrencia de la violencia y la persistencia de la confrontación armada en la zona, genera confinamientos en la población civil al igual que la inestabilidad política, la falta de incentivos y activos a la producción campesina y, por último, las limitadas posibilidades para la comercialización derivadas del estado de la red vial, afectando la producción de alimentos en términos mencionados anteriormente (cantidad, calidad y diversidad) por lo que las familias recurren a alimentos económicos con bajo aporte nutricional, reduciendo sus raciones o el número de comidas al día, perjudicando la salud y bienestar de la población del municipio de hacaritense dentro desu obligado estado de incapacidad productiva, el cual interrumpe el ejercicio autónomo de las comunidades sobre su territorio. La zona en donde se pretende el desarrollo concéntrico de la productividad agrícola se caracteriza por contener, en primera medida, un rango amplío de alturas que permiten el cultivo de una diversa variedad productos agrícolas como: caña panelera, maíz, frijol, yuca, maracuyá, plátano, mango, cacao, piña, cebolla de bulbo, papaya limón, aguacate, fresa, tomate. Este rango altimétrico, se establece entre 550 msnm y 1200 msnm en la cuenca del río Borra que desemboca en el río Tarra, del mismo modo, se identificó alrededor de 32 quebradas, las cuales confluyen, en su mayoría, al Río Borra. En conclusión, a partir del reconocimiento territorial y sus problemáticas, se pudo reflexionar que la inseguridad alimentaria es parte de una cadena de variables históricas, sociales, culturales, políticas y económicas. Cuyas víctimas son, en su mayoría, campesinos, indígenas y población afro, entre otras. Y están ligados a actividades productivas de autoconsumo y abastecimiento de alimentos. ¿Cómo garantizar la seguridad alimentaria en contexto de nueva ruralidad a partir de una intervención arquitectónica para población víctima de Hacarí-Norte de Santander? Según el blog educativo (Educo), “El derecho a la alimentación no solo implica el derecho a estar protegido contra el hambre, sino también, el derecho a tener alimentos adecuados y accesibles, tanto física como económicamente, en todo momento y en cantidad suficiente para llevar una vida saludable y activa”. El hambre es una violación a la dignidad humana y al mismo tiempo un obstáculo para el progreso social, político y económico de un territorio. Es por esto que nuestro proyecto busca brindar una solución para la población víctima del conflicto de forma integral; mejorar su calidad de vida y la superación de la vulnerabilidad de las víctimas, haciendo énfasis en el componente de soberanía alimentaria, generando un nuevo tejido social y condiciones de arraigo mediante alternativas de subsistencia digna y autónomas, permitiendo iniciar o continuar con un proyecto de vida sostenible para así proveer oportunidades laborales relacionadas con las actividades productivas del municipio sin distinciones de ninguna especie, además de solucionar la crisis alimentaria en términos de calidad, cantidad y diversidad de alimentos para el territorio, con el fin de la constitución formal de una sistema agroalimentario autónomo y eficiente. ¿Qué nos cuenta la ley acerca de las víctimas y la seguridad alimentaria? Es importante, para entender las necesidades alimentarias, también conocer aquello que debe ser y estar garantizado normativamente, es decir, aquello que permita ser considerado ante alguna entidad territorial de desarrollo para poder proceder acordemente según las necesidades diagnosticadas. Según esto, la existencia de leyes que establecen la seguridad alimentaria como un derecho humano y que comprometen al gobierno a actuar en pro de ellas, son: - La Constitución Política de Colombia de 1991 en el artículo 44 establece que dentro de los “derechos fundamentales de los niños” se encuentra “la alimentación equilibrada”. Así, se busca garantizar que todos los menores de edad deban tener una dieta nutritiva, balanceada y estable, independientemente del estrato socioeconómico al que pertenezcan. - El CONPES 113 de 2008 estableció la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PSAN) y determinó como una de las estrategias la necesidad de construir y ejecutar un Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PNSAN). - El Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2012 - 2019 tiene como objetivo, contribuir al mejoramiento de la situación alimentaria y nutricional de toda la población colombiana, en especial, de la más pobre y vulnerable. Mediante estrategias que garanticen el acceso a los alimentos prioritarios, que busquen mejorar el aprovechamiento y la utilización biológica de los alimentos, además de lograr que la población colombiana consuma una alimentación completa y equilibrada, en cuanto a su dimensión política lograr la participación de todos los actores que en ella intervengan y fortalecer la vigilancia en la salud pública. -Por último, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1969 en su artículo 11 busca garantizar el derecho universal de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Se plantean medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto su importancia esencial. a) Mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos mediante la plena utilización de los conocimientos técnicos y científicos, la divulgación de principios sobre nutrición y el perfeccionamiento o la reforma de los regímenes agrarios de modo que se logren la explotación y la utilización más eficaces de las riquezas naturales. b) Asegurar una distribución equitativa de los alimentos mundiales en relación con las necesidades, teniendo en cuenta los problemas que se plantean tanto a los países que importan productos alimenticios como a los que los exportan. En conclusión, para la garantía de la buena alimentación, se encuentran aspectos más allá del nutricional, que comprometen legislativamente a los Estados, instituciones y organizaciones para garantizar este derecho; ayudando no sólo a soportar y mejorar la inseguridad alimentaria en términos generales, sino, a proporcionar estructurales mejoras en los núcleos familiares, la población infantil y las comunidades, cooperando así, al mayor desarrollo en la industria productora alimentaria. La caracterización de la población víctima permite entender todo elemento peyorativo que impide el desarrollo natural de las comunidades, por ello, la violencia, la migración, la inseguridad alimentaria, entre otras circunstancias, someten permanentemente a poblaciones en Colombia y el mundo, no obstante, en el marco de nuestra territorialidad, se pueden destacar algunas leyes capaces de hacer frente a estos inconvenientes: - Ley 387 de 1997. Por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia. - Ley 1448 del 10 de junio de 2011. ley de víctimas - Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones. - En el artículo 25 (Derecho a la reparación integral) establece que las víctimas tienen derecho a ser reparadas de manera adecuada, diferenciada, transformadora y efectiva por el daño que han sufrido como consecuencia de las violaciones de que trata el artículo 3° de la presente ley. La reparación comprende las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material, moral y simbólica. Cada una de estas medidas será implementada a favor de la víctima dependiendo de la vulneración en sus derechos y las características del hecho victimizante. Además de ello, en el artículo 28 (derechos de las victimas), se contemplan los siguientes derechos con relación a nuestro tema de interés: 3. Derecho a ser beneficiario de las acciones afirmativas adelantadas por el Estado para proteger y garantizar el derecho a la vida en condiciones de dignidad. 4. Derecho a solicitar y recibir atenciónhumanitaria. 8. Derecho a retornar a su lugar de origen o reubicarse en condiciones de voluntariedad, seguridad y dignidad, en el marco de la política de seguridad nacional. 9. Derecho a la restitución de la tierra si hubiere sido despojado de ella, en los términos establecidos en la presente ley. - Articulo 47 (Ayuda humanitaria) Las víctimas de que trata el artículo 3º de la presente ley, recibirán ayuda humanitaria de acuerdo con las necesidades inmediatas que guarden relación directa con el hecho victimizarte, con el objetivo de socorrer, asistir, proteger y atender sus necesidades de alimentación, aseo personal, manejo de abastecimientos, utensilios de cocina, atención médica y psicológica de emergencia, transporte de emergencia y alojamiento transitorio en condiciones dignas, y con enfoque diferencial, en el momento de la violación de los derechos o en el momento en el que las autoridades tengan conocimiento de la misma. - Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, el cual es un Instrumento internacional no vinculante promovido por las Naciones Unidas con el objeto de tratar las necesidades específicas de las personas desplazadas internamente, determinando los derechos y garantías necesarias para su protección frente al desplazamiento forzado y para su protección durante todas sus fases. Según lo anterior. la presión que ejercen los entes de control frente a las acciones infligentes hacia las poblaciones víctimas, es, desde las últimas décadas, uno de los principales intereses de los últimos gobiernos. Según esto, garantizar las condiciones óptimas en contextos apartados, tiene que ser el objetivo primordial si se piensa en una mejora radical por parte del Estado en la reducción de la población caracterizada como víctima. ¿Qué nos cuenta la norma urbana y rural del Municipio de Hacarí? Según la Corporación autónoma regional - Corponor, resalta que la delimitación espacial veredal en el municipio de Hacarí está, actualmente, definida en términos verbales con limites confusos e imposibles de identificar cartográficamente. Se entiende que la ubicación espacial de cada vereda es una necesidad para cualquier proceso de planificación de desarrollo. Sin embargo, la cartografía a la que se tuvo acceso no coincide con la realidad espacial estudiada en el EOT. De forma tal que, a través de las visitas a campo, reuniones y a la oficina de desarrollo comunitario, se definió espacialmente el límite de los corregimientos, faltando los veredales dada su complejidad y exactitud científica requerida, además del tiempo. (Ver Anexo H. Carta de respuesta información alfanumérica del municipio de Hacarí). Para ello, y de manera puntual, frente a los estudios territoriales que contribuyeron a la definición de la zona de intervención (ver Objetivo 3) se tomó la decisión de, según la normativa a continuación, definir un predio, que, aun sin depender de la tenencia de la cartografía catastral del municipio, como se muestra en el Anexo H, contara con 8000 m2 en una zona cercana a la vereda las Juntas; y a partir de los 2259 m2 totales del proyecto (Ver Anexos referentes a la planimetría del proyecto), establecer los siguientes índices: 1.Índice de construcción (0.48) y 2.Indice de ocupación (0.28). Para la ejecución de la propuesta arquitectónica, es necesario comprender el conjunto normativo, para posteriormente establecer los parámetros de diseño y su adecuada implantación para lograr su buen desarrollo y consolidación a partir de sus necesidades funcionales y espaciales. Se presenta a continuación los lineamientos relacionados a este tipo de proyectos. - Decreto 3600 de 2007, en el CAPITULO V donde resalta que las áreas de actividad industrial en suelo rural no suburbano no podrán ampliar la extensión actual de los corredores viales de servicio rural. -Los índices de ocupación no deberán superar el treinta (30%) del área del predio y el resto se destinará a la conservación o recuperación de la vegetación nativa. -Las obras de construcción, adecuación y/o ampliación de accesos viales a las parcelaciones correrán por cuenta de los propietarios de los predios objeto de la solicitud. -El cerramiento del equipamiento deberá ser con elementos vegetales ya que se prohibirán los cerramientos con tapias o muros. -Para la protección del medio ambiente se deberá conservar y mantener las masas arbóreas y forestales en suelos con pendientes superiores a cuarenta y cinco grados (45°). -Según Corponor Corporación autónoma regional de la Frontera Nororiental. ---- Entidad pública y autónoma del gobierno colombiano, encargada de la administración de los recursos ambientales y su protección en la jurisdicción del departamento establece que el corredor vial deberá tener un ancho de franja de 200 metros. Y que el aislamiento ambiental deberá ser de 15 metros a partir del borde de la vía. Los suelos próximos a las vías solo podrán desarrollar usos complementarios a la franja señalada y en el área restante deberá dedicarse el uso que dentro del Esquema de Ordenamiento de haya adjudicado en la zona respectiva. Para nuestra zona se estableció los posibles usos a llevar a cabo: 1. Uso Principal: Servicio de ruta, paradores, restaurantes y estacionamiento. 57 2. Uso Compatibles: Centro de acopio de productos agrícolas, Centro de acopio para almacenamiento y distribución de alimentos, artesanías, ciclovías y centros Recreacionales. 3. Usos Condicionados: agroindustrial, usos institucionales, estaciones de servicio y terminal de transporte de pasajero y carga. 4. Usos Prohibidos: Industria, minería y parcelaciones. ¿Qué nos cuenta la norma en términos de alimentación? En cuanto la norma sanitaria de manipulación de alimentos se recomienda que la temperatura ambiente para el almacenamiento de materia prima “en seco” debe estar entre 10 °C y 21 °C y con una humedad entre 50 % y 60 %. En términos de almacenamiento se deben acopiar por separado los productos de acuerdo con su naturaleza y grado de madurez, además, se deben utilizar empaques adecuados para los productos, de tal manera que se evite el contacto permanente y se facilite su aireación. En cuanto a la eliminación de desechos las canecas de basura se conservarán en una superficie cerrada reservada al efecto y separada de los almacenes de alimentos. Dicha zona estará alejada de la zona caliente, estará bien ventilada, protegida de insectos y roedores y deberá ser fácil de limpiar, lavar y desinfectar. En el código Sanitario- LEY 9 DE 1979 en el Titulo V Alimentos- Requisitos de funcionamiento del Artículo 249, establece que los establecimientos industriales o comerciales deberán cumplir con los siguientes requisitos: a) Contar con espacio suficiente que permita su correcto funcionamiento y mantener en forma higiénica las dependencias y los productos. b) Los pisos de las áreas de producción o envasado, serán de material impermeable, lavable, no poroso ni absorbente, los muros se recubrirán con materiales de características similares hasta una altura adecuada. c) La unión de los muros con los pisos y techos se hará en forma tal que permita la limpieza. d) Cada una de las áreas tendrá la ventilación e iluminación adecuadas y contará con los servicios sanitarios, vestidores y demás dependencias conexas, conforme a lo establecido en la presente Ley y sus reglamentaciones. De los equipos y utensilios. En el Artículo 251. El material, diseño, acabado e instalación de los equipos y utensilios deberán permitir la fácil limpieza, desinfección y mantenimiento higiénico de los mismos, y de las áreas adyacentes. Tanto los equipos como los utensilios se mantendrán en buen estadode higiene y conservación y deberán desinfectarse cuantas veces sea necesario para evitar problemas higiénico-sanitarios. Artículo 252. Todas las superficies que estén en contacto directo con alimentos o bebidas deberán ser atóxicas e inalterables en condiciones de usos. Artículo 262. En los establecimientos comerciales o industriales a que se refiere este título, los espacios destinados a vivienda o dormitorio deberán estar totalmente separados de los dedicados a las actividades propias de los establecimientos. Artículo 263. Los establecimientos en que se produzcan elaboren, transformen, fraccionen, expenden, consumen o almacenen productos de fácil descomposición contarán con equipos de refrigeración adecuados y suficientes. Artículo 264. Los establecimientos a que se refiere este título deberán disponer de agua y elementos para lavado y desinfección de sus equipos y utensilios en cantidad y calidad suficientes para mantener sus condiciones adecuadas de higiene y limpieza. De los empaques, o envases y envolturas. Artículo 268. Se prohíbe empacar o envasar alimentos o bebidas en empaques o envases deteriorados, o que se hayan utilizado anteriormente para sustancias peligrosas. Capitulo I. Edificaciones e instalaciones. Artículo 8o. Los establecimientos destinados a la fabricación, el procesamiento, envase, almacenamiento y expendio de alimentos deberán cumplir las condiciones generales que se establecen a continuación: La siguiente normativa va muy a fin con el equipamiento que se puede proponer que seria Localización y accesos. a. Estar ubicados en lugares aislados de cualquier foco de insalubridad que represente riesgos potenciales para la contaminación del alimento. b. Su funcionamiento no deberá poner en riesgo la salud y el bienestar de la comunidad. c. Sus accesos y alrededores se mantendrán limpios, libres de acumulación de basuras y deberán tener superficies pavimentadas o recubiertas con materiales que faciliten el mantenimiento sanitario e impidan la generación de polvo, el estancamiento de aguas o la presencia de otras fuentes de contaminación para el alimento. Diseño y construcción. d. La edificación debe estar diseñada y construida de manera que proteja los ambientes de producción, e impida la entrada de polvo, lluvia, suciedades u otros contaminantes, así como del ingreso y refugio de plagas y animales domésticos. e. La edificación debe poseer una adecuada separación física y / o funcional de aquellas áreas donde se realizan operaciones de producción susceptibles de ser contaminadas por otras operaciones o medios de contaminación presentes en las áreas adyacentes. f. Los diversos locales o ambientes de la edificación deben tener el tamaño adecuado para la instalación, operación y mantenimiento de los equipos, así como para la circulación del personal y el traslado de materiales o productos. Estos ambientes deben estar ubicados según la secuencia lógica del proceso, desde la recepción de los insumos hasta el despacho del producto terminado, de tal manera que se eviten retrasos indebidos y la contaminación cruzada. De ser requerido, tales ambientes deben dotarse de las condiciones de temperatura, humedad u otras necesarias para la ejecución higiénica de las operaciones de producción y/o para la conservación del alimento. g. La edificación y sus instalaciones deben estar construidas de manera que se faciliten las operaciones de limpieza, desinfección y des infestación según lo establecido en el plan de saneamiento del establecimiento. h. El tamaño de los almacenes o depósitos debe estar en proporción a los volúmenes de insumos y de productos terminados manejados por el establecimiento, disponiendo además de espacios libres para la circulación del personal, el traslado de materiales o productos y para realizar la limpieza y el mantenimiento de las áreas respectivas. i. Sus áreas deberán estar separadas de cualquier tipo de vivienda y no podrán ser utilizadas como dormitorio. j. No se permite la presencia de animales en los establecimientos objeto del presente decreto. Abastecimiento de agua. k. El agua que se utilice debe ser de calidad potable y cumplir con las normas vigentes establecidas por la reglamentación correspondiente del Ministerio de Salud. l. Deben disponer de agua potable a la temperatura y presión requeridas en el correspondiente proceso, para efectuar una limpieza y desinfección efectiva. ll. Solamente se permite el uso de agua no potable, cuando la misma no ocasione riesgos de contaminación del alimento; como en los casos de generación de vapor indirecto, lucha contra incendios, o refrigeración indirecta. En estos casos, el agua no potable debe distribuirse por un sistema de tuberías completamente separados e identificados por colores, sin que existan conexiones cruzadas ni sifonaje de retroceso con las tuberías de agua potable. m. Deben disponer de un tanque de agua con la capacidad suficiente, para atender como mínimo las necesidades correspondientes a un día de producción. La construcción y el mantenimiento de dicho tanque se realizar conforme a lo estipulado en las normas sanitarias vigentes. Disposiciones de residuos líquidos. n. Dispondrán de sistemas sanitarios adecuados para la recolección, el tratamiento y la disposición de aguas residuales, aprobadas por la autoridad competente. o. El manejo de residuos líquidos dentro del establecimiento debe realizarse de manera que impida la contaminación del alimento o de las superficies de potencial contacto con este. Disposiciones de residuos sólidos. p. Los residuos sólidos deben ser removidos frecuentemente de las áreas de producción y disponerse de manera que se elimine la generación de malos olores, el refugio y alimento de animales y plagas y que no contribuya de otra forma al deterioro ambiental. Instalaciones sanitarias. r. Deben disponer de instalaciones sanitarias en cantidad suficiente tales como servicios sanitarios y vestideros, independientes para hombres y mujeres, separados de las áreas de elaboración y suficientemente dotados para facilitar la higiene del personal. Una mirada al territorio. (Trabajo de campo) El trabajo de campo se convirtió en un insumo de gran relevancia, ya que permitió aprender del territorio, de sus habitantes y adentrarnos en sus percepciones, comprensiones y vivencias de lo que el municipio significa para ellos. Así, encontrar recursos pertinentes para incorporarlos al desarrollo de los objetivos propuestos en este trabajo. Y todo esto, a través de mesas de conversación colectivas, individuales y recorridos territoriales, que se llevó a cabo con víctimas, lideres sociales y habitantes de Hacarí. Resultados. A continuación, se dan a conocer los resultados obtenidos en el trabajo de campo e investigación. 1. Según el reporte de registro único de víctimas presenta que el porcentaje total de población victima en el municipio es de 97. 8%, no obstante, pudimos evidenciar que el 100% de la población se caracteriza como victimizante según palabras de representante municipal. 2. Se identificó que la producción agropecuaria es la base productiva del municipio, su agricultura funciona a través de un modelo familiar donde ellos cultivan en sus parcelas productos agrícolas y crían ganado, pollos, gallinas y demás animales domésticos. 3. De igual forma, se percibió que el territorio es rico en recursos naturales, tiene tierras fértiles, es rico en cuerpos hídricos, fauna, maderas y, por la diversidad de sus pisos térmicos,produce variedad de cultivos como: el plátano, la yuca, el cacao y el maíz, siendo cultivos tradicionales del municipio. Sin embargo, sus habitantes reconocen que dedicarse a trabajar la tierra, la producción y comercialización de cultivos de pancoger, significa en muchos casos la ruina. Esto ocurre porque en el municipio no existen canales que garanticen su siembra y posterior comercialización en condiciones justas. En particular, sus habitantes mencionaron las pésimas condiciones de las vías y caminos, lo cual dificulta que los productos que se cultivan lleguen en buenas condiciones a su posterior lugar de comercio. 4. La forma de organización de los campesinos del municipio se ha gestionado a través de las juntas de acción comunal y se han generado proyectos locales como tiendas comunitarias y cooperativas, esto con el fin de comprar, acopiar, comercializar y transformar su producción agropecuaria. 5. La forma de comercialización se basa en el comercio y en el intercambio de productos, generalmente esta actividad se concentra en la cabecera municipal, en los ejes viales de la calle 3ra, la calle 7ma y la carrera 3ra. siendo este uso de carácter mixto (vivienda y comercio). 6. El empleo, especialmente en la zona rural, va en aumento, y la oferta existente, en muchos casos, es precaria. Se trata de empleos temporales y con malas condiciones de remuneración. 7. El monocultivo de palma, de coca y proyectos de explotación minero-energética ha transformado de manera definitiva las relaciones de sus habitantes. Esto ha puesto en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria de sus habitantes. 8. El monocultivo de la coca, condujo a la economía hacaritense a valerse de este único recurso, no obstante, su masiva producción a dañado una extensa porción de tierra que ha impedido el cultivo de diversos productos alimenticios, y, en consecuencia, desplazamientos por parte de muchos pobladores en su incapacidad de hacer parte a esta coca-economía. Los pobladores identificaron que la coca produjo un sorprendente declive en la producción de cultivos de pancoger e inclusive, en la producción agrícola en general. Los habitantes destacaron que el cultivo de hoja de coca ha sido significativo gracias al incremento de los conflictos en la región, sin embargo, aunque reconocen que alrededor de esta planta giran actividades y actores económicos ilegales, lo cual, ha traído importantes perjuicios a la región. Asimismo, se manifiesta, con igual contundencia, que es la opción más estable y segura que tienen para generar ingresos, en un contexto faltante de condiciones para la subsistencia. De forma tal que hace falta el desvío de la mirada en su relación con el narcotráfico para su redirección hacia una perspectiva de reconocimiento y garantía de sus derechos básicos y su capacidad productiva. 9. El uso de agroquímicos (herbicidas, plaguicidas, abonos) sobre las plantas de coca, así como el uso de diversos químicos en la producción de la pasta base, ha esterilizado los suelos y afectado la tierra. El uso intensivo del suelo ha conllevado un aumento en la deforestación de la capa vegetal, además con impactos negativos sobre los cuerpos de agua. 10. Los pobladores de Hacarí buscan no ser llamados víctimas y que se les estigmatice, ya que en muchos casos eso genera un obstáculo para el desarrollo y el reconocimiento de la riqueza de su territorio; ellos buscan ser reconocidos como campesinos y trabajadores de la tierra, además anhelan la paz. 11. Se reconoce que la economía forestal puede impulsar el crecimiento sostenible y aumentar su productividad, en pro de la conversión del municipio en un lugar de innovación con respeto al medio ambiente. 12. En las mesas de conversación, se identificó además de lo anteriormente escrito, la viabilidad de proponer el diseño de un centro de acopio logístico que sea capaz de: -Propiciar la inclusión de la educación ambiental. -Aprovechamiento sustentable y sostenible de los recursos naturales. -Participación ciudadana en la toma de decisiones. -Condiciones de sostenibilidad en las actividades agrícolas tradicionales. -Promoción de nuevas actividades económicas relacionadas o compatibles con la función ambiental, tales como reforestación, agricultura orgánica y ecoturismo. -Mejoramiento de la productividad agrícola. -Diversificación de la base productiva. -Promover y fomentar empresas de desarrollo rural, como forma organizativa empresarial que tiene como misión buscar la asociación estratégica de pequeños y medianos agricultores. -Mejorar las condiciones de calidad de vida. -Fortalecer la economía, mediante el incremento a la Producción, la productividad y la competitividad, -Generación de empleo con miras a lograr el beneficio de la población. -Propiciar las bases para la construcción y desarrollo de una cultura ambiental -Buscar un equilibrio entre medio ambiente construido y medio ambiente natural. Capítulo 3 El camino hacia el arraigo: producción y alimento. El objetivo primordial, ya identificado con soberanía alimentaria, hará referencia para el proyecto en cuestión, en el diseño de en equipamiento que pueda garantizar la seguridad alimentaria de forma autónoma a los procesos productivos de Hacarí a través de la pluriactividad con el fin de consolidar a la población víctima. Para ello, tripartitamente se caracterizará, en primera medida, el comportamiento de los sistemas agroalimentarios del municipio. Segundo, se identificarán las posibles necesidades espaciales y nutricionales que el sistema agroalimentario, anteriormente identificado, pueda tener, para, por tercero, diseñar una red sistemática de articulación inter-veredal, junto a un equipamiento rural, enfocado en las dinámicas necesarias para el trato y distribución logística de productos agrícolas alimenticios a lo largo del municipio. Imagen 2. Matriz de Objetivos con su respectiva metodología, Elaboración propia. Objetivo 1 ¿Qué se produce en el municipio? Según el documento “Perfil productivo del municipio de Hacarí” realizado por PNU, se determinó que el municipio presenta una fuerte participación en el sector agrícola, el cual, está conformado por cultivos tradicionales, de los cuales el cacao, café, caña panelera, plátano y el maíz son cultivos permanentes, cebolla de bulbo, tómate, frijol, cítricos, son cultivos transitorios y de cultivos anuales se encuentra la yuca. Al contrastar la información con la cartografía de “Zonificación de aptitud para el cultivo tecnificado de la Unidad” de UPRA (2019) se encontraron que hay más cultivos en el municipio como lo son el aguacate, el limón, el mango, el maíz, el maracuyá, la piña, la fresa y la papaya. Sistema Agroalimentario de Hacarí El documento “Metodología de evaluación de cadenas agroalimentarias para la identificación de problemas y proyectos un primer paso para la disminución de pérdidas de alimentos” (pág. 41). Establece que la cadena agroalimentaria es un sistema que agrupa actores económicos y sociales interrelacionados que participan articuladamente en actividades que agregan valor a un bien o servicio desde su producción hasta que esté llega a los consumidores. A partir del entendimiento del concepto de cadena agroalimentaria se establecieron unas variables que nos permitieron determinar en qué situación o estado se encuentra el sistema agroalimentario de Hacarí. En términos generales, se encontró que la producción es tradicional, la topografía del lugar dificulta la cosecha de los productos de mayor calidad, la asistencia técnica es costosa, el campesino produce de manera individual y su producción se ve disminuidapor el uso inadecuado del suelo, no hay zonas de cultivo comunal y hay ausencia de infraestructura y propiedad rural informal y falta de infraestructura de riego. En temas de transporte encontramos que se implementa el uso de animales guiados por una persona que les cargue y les descargue también encontramos una falta de estructura vial al interior del municipio, las vías de acceso están en mal estado y el control territorial de grupos al margen de la ley limitan la circulación al interior del municipio. En cuanto al almacenamiento y empaque no existe un centro de acopio en el municipio para su recepción selección peso y almacenaje. Mediante esta situación se pueden abordar estrategias para la solución y el mejoramiento de la seguridad alimentaria en términos de tres aspectos fundamentales como lo son el autoconsumo, la red de intercambio y la comercialización para fortalecer y garantizar la alimentación en cuanto a calidad, cantidad y diversidad. Tabla 3 ” Matriz de situación actual de los sistemas agroalimentarios de Hacarí”, Perfil productivo del municipio de Hacarí, 2014. Elaboración propia. Objetivo 2 Espacialidad y consumo en la alimentación agrícola Una vez caracterizados los productos agrícolas, se establecen aspectos que constituyan e identifiquen la capacidad productiva y espacial de cada uno de los productos, evidenciando a partir de 5 aspectos de evaluación (Rendimiento, consumo, crecimiento, alturas en donde se puede cultivar (altimetría) y áreas necesarias para su cultivo con relación a la población hacaritense). De esta forma, la notoriedad de productos agrícolas que exponen datos del Ministerio de agricultura para el año 2018, se evidencian, dentro del rendimiento de productos agrícolas en Norte de Santander, destacan él tómate con 38.80 toneladas por hectárea seguido por la piña con 33.45 y fresa con 29.37 toneladas por hectárea, sin embargo, su rendimiento es ajeno frente a aquellos productos de alto consumo per cápita anual, como lo son: Plátano con aproximadamente 61,9 kg/ per cápita, la yuca con 52 kg/per cápita y el mango con 31,8 kg/per cápita, de esta forma, y según los datos contenidos en la tabla 1 la relación que tiene el área necesario para la producción de los productos agrícolas es directamente proporcional al consumo, es decir, las mayores áreas de producción serían para el plátano con 100Ha, la yuca con 36.9Ha y el mango 22.9Ha y del mismo modo con los demás alimentos. (Ver tabla 4). Tabla 4 ” Productos agrícolas endógenos y características”, Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural, 2018. Elaboración propia. La valoración nutricional, en este punto, se comenzó a evaluar según la calidad nutricional dada por los productos endógenos, de manera que se muestre la totalidad de nutrientes necesarios, capaces, por medio de la misma naturaleza productiva del municipio, de demostrar que el potencial de los productos agrícolas ya producidos, dan la cantidad necesaria de macronutrientes que satisfagan las necesidades de su población total. De esta forma, considerar los alimentos como: Caña panelera, maíz, frijol, yuca, maracuyá, plátano, mango, Cacao, piña, Cebolla de Bulbo, Papaya limón, Aguacate, fresa, tomate, como productos agrícolas que según su valor nutricional proporcionan la cantidad necesaria para el consumo diario promedio de 2100 calorías. Para ello, se estableció un ejemplo de dieta, que incluyera la mayoría de los alimentos anteriormente mencionados; de forma que, regulando las cantidades, se pudo demostrar cómo se puede cumplir las necesidades nutricionales. Para este ejemplo, se tomó para la primera comida del día, 100gr de tomate, 100 gr de cebolla de bulbo, 2 huevos, 1 plátano y 50 gr de panela (Aguapanela), para un total de 817 calorías. Para la segunda comida del día, se incluyó alimentos como: 100gr de yuca, 300gr de pollo, 100 gr de frijol, 200 gr de tomate, 200 gr de cebolla de bulbo, 100 gr de aguacate y 100 gr de limón (Limonada), para un total de 1126 Calorías. Por último, la tercera comida se compone simplemente de: 100 gr de Maíz y 200 gr de mango (jugo de mango), para un total de 241 calorías. Este ejemplo también integra la cantidad necesaria de macronutrientes (grasas, carbohidratos y proteínas) que proporcionan la cantidad necesaria para el correcto funcionamiento del cuerpo. (Ver tabla 5). Tabla 5 ” Ejemplo de alimentación con productos endógenos según sus componentes nutricionales”, Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural, 2018. Elaboración propia. Tabla 6 Ejemplo de dieta alimentaria según la producción de productos endógenos que satisfacen la necesidad nutricional. Elaboración propia. Objetivo 3 “Los procesos de conflicto en Hacarí, han hecho de lugares prósperos nuevas zonas de recibimiento. Que, con apropiación, se hacen permanentes gracias a las vivencias durante el tiempo, pero que desafortunadamente, el cambio forzado, los obliga al desarraigo.” Hacarí: El lugar, red interveredal y sus posibilidades. La constitución geográfica de Hacarí, junto a su olvido infraestructural, ha impedido la conectividad entre las veredas y centro poblados, de modo que, en pro de la articulación de las dinámicas productivas internas, la distribución que prometa tener el mayor de los alcances es fundamental a la hora de plantear comedidamente la soberanía alimentaria. La red conectiva por proponer actúa a escala municipal y se enfrenta a la actual red vial, de esta manera, son los centros poblados los que colectivamente se extienden como conexiones sinápticas pudiendo reestructurar la naturaleza del municipio. Así, el equipamiento, al ser el punto de funcionamiento principal como se mostrará más adelante. Permite ser el núcleo de distribución alimentaria, teniendo como primer alcance la vereda “Las juntas”, “Mesitas” y “Buenos Aires”. Para posteriormente tener una distribución al este, oeste y al sur del municipio, que son sus partes más pobladas. Asimismo, cada punto de alcance que pretende la red, podrías establecer un rango de 4 km a la redonda, contribuyendo a aquellas pequeñas poblaciones y hogares dispersos del conjunto. De este modo, la distribución se desarrollaría en forma de circuito pendular, es decir, desarrollaría una relación de distribución y regreso al equipamiento. (Ver mapa 1). Mapa 1. Red-Inter veredal Hacarí, Elaboración propia. Hacaritama, Equipamiento logístico y productivo. Hacaritama es un equipamiento de carácter logístico y productivo, ubicado en la periferia de la vereda las juntas entre la vía La Tranca - Las Juntas. Cuya función principal es producir, almacenar y distribuir sus productos endógenos, además de ello, busca brindar una multiplicidad de espacios que van dirigidos a actividades complementarias a su uso principal, logrando así, mantener de forma cíclica y constante la producción de alimentos para la población, generando un nuevo tejido social y condiciones de arraigo mediante alternativas productivas autónomas. El predio, como lugar, fue seleccionado según algunas determinantes. Su primera y más fundamental, es la relevancia territorial al articular las zonas selváticas y alejadas al este del municipio, caracterizadas por su aún población indígena Emberá, carente de acceso directo a zonas productivas y a mercados debido al control socio-político. Asimismo, la localización seleccionada, comprende las zonas de alta circulación comercial y de fundamental importancia económica dentro del municipio al nor-oeste y oeste, al contactar con San Miguel, Mesitas, La Banqueta, Platillos, Maracaibo, Buenos Aires, Los laureles y la cabecera municipal. Segundo, según
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