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DIFUNCION ERECTIL

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FORMACIÓN CONTINUADA
Las causas, patrones y métodos de
diagnóstico de la disfunción eréctil
son, junto a las distintas opciones
de tratamiento, farmacológico y no
farmacológico, y los consejos
sobre prevención y estilos de vida,
el objeto de análisis del autor en
este artículo. Incide,
especialmente, en las novedades
que la industria ha puesto
recientemente en el mercado en
materia farmacoterapéutica.
L a disfunción eréctil, en oca-
siones mal llamada «impo-
tencia», es la incapacidad
repetida de alcanzar y mante-
ner una erección suficientemente firme
para mantener una relación sexual. El
término «impotencia» también puede
ser empleado para describir otros pro-
blemas que interfieren con las relacio-
nes sexuales y la reproducción, como
la falta de deseo sexual y problemas
con la eyaculación y el orgasmo. El
empleo del término disfunción eréctil
permite excluir estos problemas.
INCIDENCIA
El término disfunción eréctil comprende
varios trastornos, desde la curvatura del
pene durante la erección o enfermedad
de Peyronie (cuadro 1) hasta la erección
prolongada dolorosa no asociada con
deseo sexual o priapismo y la eyacula-
ción precoz. Sin embargo, típicamente
se define como la incapacidad de alcan-
zar una erección adecuada para mante-
ner una actividad sexual satisfactoria.
La disfunción eréctil (DE) puede cla-
sificarse como una incapacidad total
para conseguir una erección, una inca-
pacidad intermitente o una tendencia a
mantener solamente erecciones breves
Disfunción eréctil
Tratamiento
■ SALVADOR GIMÉNEZ SERRANO • Médico de familia.
58 FARMACIA PROFESIONAL VOL 17 NÚM 6 JUNIO 2003
(tabla I). Estas variaciones hacen difícil
definir la DE y estimar su incidencia.
Se estima que en nuestro país puede
representar un problema para entre 2 y
4 millones de hombres, dependiendo de
la definición empleada. Datos del Ser-
vicio de Asistencia Médica Ambulato-
ria Nacional de Estados Unidos ponen
de manifiesto que en 1985, 7,7 visitas
médicas de cada 1.000 fueron motiva-
das por una DE. En 1999, esta tasa
prácticamente se había triplicado, hasta
alcanzar un 22,3 por 1.000. 
Este incremento ha sido gradual,
probablemente en la medida en que
han ido estando disponibles tratamien-
tos eficaces como los instrumentos
mecánicos de vacío o los fármacos
inyectables y se ha ido aceptando la
discusión pública de la DE. Quizá el
avance más publicitado ha sido la
introducción en 1988 del citrato de sil-
denafilo (Viagra), un fármaco oral
para el tratamiento de la DE. 
PATRONES DE LA DISFUNCIÓN
ERÉCTIL
En los varones de más edad, la DE suele
tener una causa física, como enfermedad,
lesión o efecto secundario de otros fárma-
cos. Cualquier trastorno que cause lesión
en los nervios o deteriore el flujo sanguí-
neo en el pene tiene el potencial de causar
DE. La incidencia aumenta con la edad.
Alrededor del 5% entre los hombres de
40 años de edad y entre el 15 y el 25% de
los hombres de 60 años de edad experi-
menta DE. Sin embargo, no es una conse-
cuencia inevitable del envejecimiento.
La DE es tratable a cualquier edad y
el conocimiento de este hecho ha ido
aumentando. Muchos más hombres
han buscado ayuda médica y han vuel-
to a tener una actividad sexual normal
gracias a la mayor eficacia de los tra-
tamientos contra la DE. Los urólogos
son los encargados de abordar el pro-
blema, generalmente.
Si bien la DE es más frecuente en
los hombres mayores de 65 años,
como se ha señalado, este trastorno
puede ocurrir a cualquier edad. Es muy
importante subrayar que un episodio
ocasional de disfunción eréctil es algo
perfectamente normal que le pasa a la
mayoría de los hombres. De hecho, la
mayor parte de los casos no debe ser
motivo de preocupación. Con el
aumento de la edad, también es normal
que se experimenten cambios en la
función eréctil. Las erecciones pueden
tardar más en desarrollarse, no ser tan
firmes o requerir una estimulación más
directa para producirse. Los hombres
también notan que sus orgasmos son
menos intensos, el volumen del eyacu-
lado es menor y el tiempo de recupera-
ción aumenta entre erecciones.
Cuando la DE demuestra tener un
patrón o se convierte en un problema
persistente, puede deteriorar la autoi-
magen del hombre y afectar a su vida
sexual. También puede ser un signo de
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
VOL 17 NÚM 6 JUNIO 2003 FARMACIA PROFESIONAL 59
Cuadro 1. Enfermedad de Peyronie
L a enfermedad de Peyronie es un trastorno de causa desconoci-
da, caracterizado por la presencia de una placa o nódulo duro,
benigno, que se forma sobre el pene, desarrollándose sobre su lado
superior o inferior en varias capas que contienen el tejido eréctil.
Comienza como una inflamación localizada y termina desarrollando
una cicatriz endurecida. En los casos más graves, esta placa endu-
recida reduce la flexibilidad, produce dolor y fuerza una curvatura del
pene durante la erección. Dependiendo de la localización de esta
placa endurecida, el pene puede curvarse hacia arriba, hacia abajo o
hacia un lado, y acortarse en longitud. Todo ello dificulta las relacio-
nes sexuales, interrumpe la relación física y emocional de la pareja y
puede perjudicar la autoestima del hombre.
Esta enfermedad toma su nombre del cirujano francés François de
la Peyronie, que describió la enfermedad por primera vez en 1743, si
bien este trastorno ya había sido advertido anteriormente, hacia
1687. Inicialmente clasificada como una forma de impotencia, que
hoy se denomina disfunción eréctil, y aunque la enfermedad de Pey-
ronie puede asociarse con la DE, en la actualidad se reconoce esta
enfermedad solamente como un factor asociado a la DE, y no siem-
pre presente.
No se conoce la causa de la enfermedad de Peyronie, aunque en
algunos casos se ha documentado su desarrollo tras un traumatis-
mo, golpe o herida sobre el pene. Asimismo, se barajan factores
familiares o hereditarios. Y también se ha encontrado entre los efec-
tos secundarios de ciertos medicamentos, por ejemplo los bloquea-
dores beta, el interferón y la fenitoína, si bien la probabilidad de
desarrollar la enfermedad por causa de los medicamentos es muy
baja. No obstante, el paciente afectado deberá evitar la administra-
ción de estos medicamentos.
Tratamiento
Los hombres que padecen la enfermedad de Peyronie habitualmente
consultan al médico a causa de las erecciones dolorosas y las dificul-
tades para mantener relaciones sexuales. El principal objetivo de la
terapia es mantener al paciente sexualmente activo y, en general,
todo lo que se requiere es proporcionar información sobre la enferme-
dad y su evolución, ya que no hay evidencias que demuestren la efi-
cacia de ningún tratamiento aparte de la cirugía. De todos modos, los
expertos recomiendan la cirugía solamente en los casos en los que
se ha estabilizado la enfermedad y la deformidad impide las relacio-
nes sexuales.
Puesto que el curso de la enfermedad de Peyronie es diferente en
cada paciente y dado que algunos pacientes experimentan mejoría sin
tratamiento, los especialistas sugieren esperar de 1 a 2 años o más antes
de intentar corregir quirúrgicamente la deformidad. Durante la espera,
con frecuencia se prescribe a los pacientes diferentes tipos de tratamien-
to, aunque ninguno de ellos ha demostrado convincentemente su efica-
cia. Sin embargo, puede emplearse vitamina E, paraaminobenzoato,
verapamilo, colagenasa, esteroides y antagonistas del calcio inyectados
directamente en la placa, o mediante iontoforesis, que emplea la corrien-
te eléctrica indolora para hacer penetrar la medicación desde la piel.
También se ha empleado la radioterapia, rayos de alta energía que no
han tenido efecto sobre ella, aunque parece que reducen el dolor.
Cirugía
La enfermedad de Peyronie ha sido tratada con cierto éxito mediante
la cirugía. Los dos procedimientos quirúrgicos más comúnmente
empleados son la extirpación o expansión de la placa seguida de la
colocación de un colgajo de piel o material artificial y la extirpación o
extracción de tejido del lado del pene opuesto a la placa, para elimi-
nar el efecto de curvatura.El primer método puede producir la pérdi-
da parcial de la función eréctil, especialmente la rigidez. El segundo
método, conocido como técnica de Nesbit, produce el acortamiento
del pene en erección.
En algunos casos se puede escoger la colocación de un implante
que aumente la rigidez del pene. En ocasiones, sólo con el implante el
pene se endereza lo suficiente. En otros casos, el implante se combina
con una técnica de incisiones e injertos, o «plegamiento», de la piel. 
La mayoría de los procedimientos quirúrgicos producen resultados
positivos, pero a causa de las complicaciones que pueden aparecer
y a que no se corrige el acortamiento del pene, se prefiere seleccio-
nar bien a los pacientes e intervenir quirúrgicamente sólo un peque-
ño número de casos, especialmente en aquellos en los que la curva-
tura sea tan grave que impida la relación sexual. ■
Tabla I. Formas de manifestación de la disfunción eréctil
Incapacidad ocasional para conseguir una erección completa
Incapacidad para mantener una erección
Incapacidad total para conseguir una erección
Si bien es normal experimentar un episodio ocasional de disfunción eréctil, vale 
la pena consultar al médico si se prolonga durante más de 2 meses o es recurrente
problema emocional o físico que
requiere tratamiento.
La DE, antes mal llamada impoten-
cia, ha sido tradicionalmente un tema
tabú. Por suerte, las actitudes están
cambiando, los hombres consultan
más frecuentemente por este proble-
ma, los médicos tienen cada vez un
mayor conocimiento de las causas de
la disfunción eréctil y la investigación
farmacológica está encontrando nue-
vas y mejores formas de tratarla.
¿CÓMO OCURRE 
LA ERECCIÓN?
El pene contiene dos cámaras llamadas
cuerpos cavernosos, que discurren a lo
largo del órgano (fig. 1). Un tejido
esponjoso rellena ambas cámaras. Los
cuerpos cavernosos están rodeados de
una membrana, llamada túnica albugí-
nea. El tejido esponjoso contiene mús-
culo liso, tejido fibroso, espacios,
venas y arterias. La uretra, que es el
tubo por el que drena la orina y el eya-
culado, discurre por el interior del
cuerpo esponjoso, que se encuentra
justo debajo de los cuerpos cavernosos.
La erección empieza con una estimu-
lación sensorial o mental, o ambas
(tabla II). Los impulsos del cerebro y
los nervios locales causan la relajación
de los músculos de los cuerpos caver-
nosos, permitiendo que la sangre entre
y llene los espacios. La sangre aumenta
la presión en los cuerpos cavernosos
produciendo el aumento de tamaño del
pene. La túnica albugínea ayuda a atra-
par la sangre en el interior de los cuer-
pos cavernosos, manteniendo así la
erección. Cuando los músculos del
pene se contraen para detener el flujo
entrante de sangre y para abrir los cana-
les de salida, la erección desaparece.
CAUSAS DE LA DISFUNCIÓN
ERÉCTIL
Puesto que una erección requiere de
una precisa secuencia de aconteci-
mientos, la DE puede ocurrir cuando
se altera cualquiera de ellos. La
secuencia pasa por los impulsos ner-
viosos cerebrales, de la medula espinal
y el área de alrededor del pene y la
respuesta de los músculos, tejidos
fibrosos, venas y arterias en la vecin-
dad de los cuerpos cavernosos.
Causas físicas
La lesión de nervios, arterias, músculo
liso y tejido fibroso, con frecuencia
como resultado de una enfermedad, es
la causa más común de DE. Enferme-
dades como la diabetes (cuadro 2), la
insuficiencia renal, el alcoholismo cró-
nico, la esclerosis múltiple, la arterios-
clerosis, enfermedades vasculares y
enfermedades neurológicas se asocian
a aproximadamente el 70% de los
casos de DE. Por ejemplo, entre el 30
y el 50% de los hombres con diabetes
experimenta una DE.
También la cirugía, en particular la
prostatectomía radical a causa de un
cáncer, puede lesionar los nervios y
las arterias de la zona vecina al pene y
producir DE. Las lesiones en el pene,
medula espinal, próstata, vejiga y pel-
vis pueden acabar produciendo DE por
lesión de los nervios, músculo liso,
arterias y tejido fibroso de los cuerpos
cavernosos (tabla III).
Causas psicológicas
Los principales factores psicológicos
responsables de la DE son el estrés, la
ansiedad y la fatiga. La DE es un
efecto no deseable ocasional de la
depresión. Los sentimientos negativos
hacia la compañera sexual, o expresa-
dos por la compañera sexual, como
resentimiento, hostilidad o falta de inte-
rés también son factores implicados en
la DE. Junto a estos factores, el senti-
mientos de culpa, la depresión, una
baja autoestima o el temor a un fracaso
sexual causan entre el 10 y el 20% de
los casos de DE. Los hombres con una
causa física responsable de la DE con
frecuencia también experimentan los
mismos tipos de reacciones psicológi-
cas: estrés, ansiedad y/o depresión.
Otras causas
Otras posibles causas de DE son el
tabaquismo, que afecta al flujo sanguí-
neo en las venas y las arterias, y los
trastornos hormonales, como el déficit
de testosterona.
Además, muchos medicamentos fre-
cuentemente prescritos pueden produ-
cir DE como efecto secundario, por
ejemplo antihipertensivos, antihistamí-
nicos, antidepresivos, tranquilizantes,
supresores del apetito y cimetidina. Si
un paciente experimenta una DE, debe
informar a su médico acerca de las
medicaciones que está tomando.
En la tabla IV se apuntan las cir-
cunstancias o problemas de salud que
indican la conveniencia de una visita
al médico en relación con la DE.
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Fig. 1. Estructura arterial y venosa del pene
Tabla II. Tres pasos para producir y mantener una erección
Excitación. El primer paso es la excitación sexual, que se obtiene mediante 
los sentidos de la vista, el tacto, el oído o el olfato, y los pensamientos o fantasías
Respuesta del sistema nervioso. El cerebro comunica la excitación sexual al sistema
nervioso del cuerpo, que activa el flujo sanguíneo hacia el pene
Respuesta de los vasos sanguíneos. Aparece una relajación en los vasos sanguíneos 
que aportan sangre al pene, lo que permite la entrada de sangre en los espacios 
de los cuerpos cavernosos. Esto, a su vez, produce la erección
60 FARMACIA PROFESIONAL VOL 17 NÚM 6 JUNIO 2003
Arteria dorsal del pene
Túnica albugínea
Vena dorsal superficial
Arterias peneanas
Vena circunfleja
Arteria cavernosa
Vena emisaria
Vena superficial
Vena dorsal 
profundas
Arteria dorsal
del pene
Vena dorsal
profunda
Próstata
DIAGNÓSTICO DE 
LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Como en toda enfermedad médica, el
diagnóstico está basado en la historia
personal del paciente, la exploración
física y la solicitud de pruebas comple-
mentarias del diagnóstico. En el caso
de la DE suele ser recomendable una
evaluación psicológica del paciente.
Historia personal
La historia médica general y sexual en
particular ayudan a definir el grado y
la naturaleza de la DE. Una historia
médica puede excluir enfermedades
que producen DE, mientras que la
obtención de la historia sexual puede
distinguir entre trastornos relacionados
con el deseo sexual, la erección, la
eyaculación y el orgasmo.
El empleo de determinados fárma-
cos o el abuso de drogas ilegales pue-
den sugerir una causa química, que
puede representar un 25% de los casos
de DE. Interrumpir el consumo de las
drogas o sustituir los medicamentos a
menudo puede mejorar el problema. 
Exploración física
La exploración física (fig. 2) puede
aportar pistas sobre los problemas sis-
témicos. Por ejemplo, si el pene no es
sensible al tacto, la causa puede ser un
problema en el sistema nervioso. Unas
características sexuales secundarias
anormales, como la localización del
pelo, pueden hacer sospechar un tras-
torno hormonal, que podría indicar la
afectación del sistema endocrino. El
médico puede descubrir un problema
circulatorio al observar la reducción
de los pulsos en la muñeca o el tobillo.
Y características anormales del propio
pene pueden sugerir la fuente del pro-
blema, por ejemplo, un pene que se
curva o tuerce cuando está en erección
puede hacer sospechar una enferme-
dad de Peyronie.
Pruebas de laboratorio
Varias pruebas de laboratoriopueden
ayudar al diagnóstico de DE. Las
pruebas para las enfermedades sisté-
micas incluyen el análisis de sangre y
de orina, con medición del perfil lipí-
dico, los niveles de creatinina y de
enzimas hepáticas. La medición de la
concentración de testosterona en san-
gre puede proporcionar información
sobre problemas en el sistema endo-
crino y está especialmente indicada en
pacientes con reducción del deseo
sexual.
Otras pruebas
La monitorización de las erecciones
nocturnas, que ocurren durante el sue-
ño y que también se denominan tumes-
cencias peneanas nocturnas, puede ayu-
dar a excluir determinadas causas
psicológicas de DE. Los hombres sanos
tienen erecciones involuntarias durante
el sueño; si no hay erecciones noctur-
nas, es más probable que la DE tenga
una causa física y no psicológica. Sin
embargo, la prueba de las erecciones
nocturnas no es absolutamente definiti-
va, ya que no está estandarizada. 
Una sencilla prueba de este tipo
consiste en envolver el pene con una
cinta especial perforada antes de ir a
dormir (fig. 3). Si la cinta está separa-
da por la mañana, confirma que el
pene tuvo una erección en algún
momento de la noche.
La ecografía puede determinar si la
circulación arterial en los órganos geni-
tales es adecuada. Normalmente la prue-
ba se realiza antes y después de la inyec-
ción de medicación para observar si
existe una mejoría del flujo sanguíneo.
La cavernosometría es una prueba
que mide la presión vascular del pene.
La cavernosografía implica la inyec-
ción de un contraste en el interior de
los vasos sanguíneos, que permite al
médico ver cualquier anormalidad del
flujo sanguíneo hacia el interior y
hacia el exterior del pene.
Examen psicológico
Un examen psicológico, mediante una
entrevista y un cuestionario, revelará
la existencia de factores psicológicos
en el trastorno. La compañera sexual
del paciente también puede ser entre-
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Tabla IV. Motivos de consulta con el médico
Es aconsejable consultar al médico si la DE se prolonga más de dos meses 
o es un problema recurrente. El médico especialista puede determinar la causa 
subyacente de su DE y prescribir el tratamiento más adecuado
Aunque el paciente piense que la DE es un problema personal o embarazoso, es
importante hacerle ver que es positivo consultar a un experto sobre el problema,
especialmente si parece existir alguna causa física. En muchos casos la DE puede
tratarse con éxito
También se debe consultar con el médico si el tratamiento que ha prescrito 
no funciona. Nunca deben combinarse terapias o modificar las dosis recomendadas 
por el especialista
Tabla III. Causas físicas 
de la disfunción eréctil
Alcoholismo 
Fatiga 
Arteriosclerosis (endurecimiento 
de las arterias) 
Diabetes 
Enfermedades cerebrales 
o de la médula espinal 
Hipogonadismo (genera bajos niveles
de testosterona) 
Insuficiencia renal o hepática 
Esclerosis múltiple 
Enfermedad de Parkinson 
Radioterapia en los testículos 
Infarto cerebral o ictus
Algunos tipos de cirugía de próstata 
o vejiga 
Cuadro 1. Disfunción eréctil y diabetes
Más de la mitad de los hombres con diabetes, de 50 años y mayores, experimentan
cierto grado de disfunción eréctil. Desgraciadamente, pocos de ellos hablan del
tema con su médico; si lo hicieran, conocerían las muy diversas soluciones que éste
puede ofrecerles.
Las causas de DE más habituales en hombres diabéticos son el mal control de la glu-
cemia, las complicaciones a largo plazo de la enfermedad y, con frecuencia, los efectos
secundarios de las medicaciones.
El exceso de azúcar en sangre puede lesionar los nervios y los vasos sanguíneos
responsables de las erecciones. Cuando se lesionan los nervios, dejan de ser capaces
de comunicarse con los pequeños vasos sanguíneos del pene, y no logran que se
expandan para acomodarse al flujo de sangre necesario para la erección. Cuando los
vasos sanguíneos están estrechados u obstruidos, la sangre que llega al pene es insufi-
ciente para producir una erección.
Tratamiento
En muchos hombres con DE consecuencia de la diabetes, sildenafilo, vardenafilo y tala-
dafilo pueden mejorar la función sexual. Pero no son un tratamiento efica para todos.
Los hombres diabéticos también pueden beneficiarse del tratamiento para la DE a base
de fármacos inyectables o de administración intrauretral como alprostadilo. Asimismo,
pueden serles útiles los instrumentos productores de vacío, que son eficaces en más del
90% de los usuarios, al igual que los implantes de pene. ■
VOL 17 NÚM 6 JUNIO 2003 FARMACIA PROFESIONAL 61
vistada para determinar las expectati-
vas y las percepciones durante la rela-
ción sexual.
TRATAMIENTO DE LA
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
La mayoría de los especialistas están de
acuerdo en proceder primero con los tra-
tamientos menos invasivos. En primer
lugar, es preciso considerar la interrup-
ción del empleo de drogas o fármacos
con efectos secundarios perjudiciales.
Por ejemplo, algunos fármacos contra
la hipertensión arterial pueden producir
problemas con la erección, de manera
que el médico debería, si es posible,
cambiarlos por otra clase de fármacos
antihipertensivos.
A continuación, si están indicadas,
se consideran la psicoterapia y la
modificación conductual en algunos
pacientes seleccionados, seguidas del
tratamiento con fármacos por vía oral
o inyectable, los instrumentos produc-
tores de vacío y las prótesis implanta-
bles quirúrgicamente. En algunos
casos más raros, hay que considerar la
cirugía de las venas o las arterias.
Psicoterapia
Los especialistas emplean a menudo el
tratamiento psicológico con técnicas de
reducción de la ansiedad asociada con
la relación sexual. La compañera sexual
del paciente puede colaborar con estas
técnicas, que incluyen el desarrollo gra-
dual de intimidad y estimulación. Estas
técnicas también contribuyen a una
reducción de la ansiedad cuando se tra-
ta una DE con causa física.
Farmacoterapia
Los fármacos para el tratamiento de la
DE pueden administrarse por vía oral,
inyectada directamente en el pene o
insertada en el interior de la uretra a
través de la punta del pene. 
Tratamientos administrables 
por vía oral
En este apartado cabe citar:
– Sildenafilo. El uso de sildenafilo
(Viagra) como primer tratamiento oral
de la DE se autorizó por primera vez en
1998 a nivel mundial. Tomada una hora
antes de la relación sexual, actúa
aumentando el efecto del óxido nítrico,
un compuesto químico que relaja los
músculos lisos del pene durante la esti-
mulación sexual y permite el aumento
del flujo sanguíneo.
Si bien sildenafilo mejora la res-
puesta a la estimulación sexual, no
desencadena una erección automática
como hacen las inyecciones. La dosis
recomendada es de 50 mg, aunque
puede variar entre 25 y 100 mg,
dependiendo del paciente. Este fárma-
co no debe ser empleado más de una
vez al día. 
Los hombres que están tomando
fármacos con nitratos —como la nitro-
glicerina— para el tratamiento de pro-
blemas cardíacos no deben emplear
ningún inhibidor de la fosfodiesterasa
(sildenafilo, vardenafilo o taladafilo),
ya que su combinación puede producir
un descenso brusco de la tensión arte-
rial.
– Nuevos fármacos. Entre los últimos
tratamientos orales para la DE disponi-
bles en el mercado farmacéutico espa-
ñol se encuentran vardenafilo (Levitra)
y taladafilo (Cialis). Ambos fármacos
actúan como sildenafilo, aumentando el
flujo sanguíneo hacia el pene. Un tercer
fármaco, la apomorfina (Uprima),
actúa en el cerebro y el sistema nervio-
so para desencadenar una erección.
El cuadro 3 revisa las características
de los tratamientos farmacológicos por
vía oral de la disfunción eréctil.
Fármacos inyectables
En este grupo están:
– Alprostadilo (Caverject). Muchos
hombres consiguen erecciones más
potentes tras inyectarse fármacos en el
interior del pene, que actúan aumen-
tando su contenido de sangre. Fárma-
cos como la prostaglandina E (alpros-
tadilo) dilatan los vasos sanguíneos y
producen una erección en 5-20 minu-
tos, que se prolonga alrededor de una
hora. Sin embargo,estos fármacos
producen efectos secundarios no dese-
ados, entre ellos una erección persis-
tente, lo que se denomina priapismo, y
cicatrices, así como endurecimiento en
la zona de la inyección. Es un trata-
miento costoso, que puede emplearse
combinado con otras terapias con
objeto de abaratar costes.
– Está comercializado un sistema
para insertar una pequeña cantidad de
alprostadilo, inferior a un grano de
arroz, en el interior de la uretra, con el
nombre de MUSE (Medicated Ureth-
ral System for Erection o Sistema de
Medicación Uretral para la Erección).
Este sistema emplea un aplicador pre-
cargado para administrar esa pequeña
cantidad del fármaco a unos cinco
centímetros de profundidad en el inte-
rior de la uretra. La erección comienza
a los 8-10 minutos y se prolonga de 30
a 60 minutos. Los efectos secundarios
más comunes son el dolor en el pene,
los testículos y la zona entre el escroto
y el recto; sensación de calor o quema-
zón en la uretra; enrojecimiento por
aumento del flujo sanguíneo del pene
y mínimas hemorragias uretrales.
Terapia hormonal
La testosterona oral puede reducir la
DE en algunos hombres con niveles
bajos de testosterona natural, pero con
frecuencia no es eficaz y puede produ-
cir lesión hepática. 
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
62 FARMACIA PROFESIONAL VOL 17 NÚM 6 JUNIO 2003
Fig. 2. Anatomía del aparato reproductor masculino
Fig. 3. Monitorización 
de la erección nocturna
Cinta 
adhesiva 
perforada
Vejiga
Túnica vaginalEpidídimo
Pene
Uretra
Escroto
Testículo
Vaso deferente
Ano
Recto
Próstata
Vesículos
seminales
Alternativas de segunda elección
Algunos pacientes han afirmado que
otros fármacos orales, como la yohim-
bina, los agonistas de la serotonina y
la dopamina, y la trazodona también
son eficaces, pero los estudios clíni-
cos de confirmación de esta eficacia
no han podido demostrarla convincen-
temente. La mejoría observada con el
empleo de estos fármacos puede ser
un ejemplo del efecto placebo. Algu-
nos pacientes pueden beneficiarse del
empleo de otras medicaciones inyec-
tables como la papaverina o la fento-
lamina. La nitroglicerina en ocasiones
puede estimular la erección cuando se
administra por frotación sobre el
pene.
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Cuadro 3. Farmacoterapia por vía oral de la disfunción eréctil
Sildenafilo
En la primavera de 1998, la FDA (Food and Drug Administration),
agencia que regula el sector de los alimentos y los medicamentos en
Estados Unidos) aprobó el lanzamiento al mercado de sildenafilo con
el nombre comercial de Viagra, el primer comprimido para tratar la
disfunción eréctil. Sildenafilo es un inhibidor de la fosfodiesterasa,
vasodilatador periférico y estimulante de la erección peneana. Actúa
facilitando el flujo de sangre en el pene, a diferencia de los trata-
mientos existentes en forma de supositorios o inyecciones, que cau-
saban la erección directamente. Así, el paciente que toma Viagra no
tiene una erección a menos que esté sexualmente estimulado.
Sildenafilo se sometió a prueba en más de 3.000 hombres que
presentaban grados diversos de DE por distintas causas, entre ellas
diabetes, lesión de la médula espinal y operación de la próstata. En
algunos no se pudo identificar una causa orgánica de la DE. Asimis-
mo, otros participantes en el estudio padecían problemas como
hipertensión y coronariopatía. Algunos hombres recibieron un place-
bo (píldoras de azúcar). 
Los investigadores evaluaron la eficacia de sildenafilo formulando
preguntas concretas sobre su función sexual a los hombres que par-
ticiparon en el estudio. Los varones que recibieron Viagra tenían
muchas más probabilidades de presentar erecciones que les permití-
an tener cópula, en comparación con los que recibieron placebo. Los
individuos que padecían diabetes o habían sido operados de la prós-
tata tenían ligeramente menos probabilidades de lograr buenos
resultados con Viagra.
El paciente debe tomar una dosis de 50 mg de sildenafilo una hora
antes de la actividad sexual. El médico puede duplicar la dosis o redu-
cirla a la mitad, lo cual depende de la eficacia del medicamento y de
los efectos colaterales. Algunos varones que participaron en las prue-
bas de Viagra notificaron dolores de cabeza, enrojecimiento del rostro
e indigestión; dichos efectos colaterales aparecieron con una frecuen-
cia sólo levemente mayor en los hombres que tomaron Viagra, por
comparación con los que recibieron placebo. Algunos pacientes trata-
dos con Viagra informaron de que se había alterado su percepción de
los colores, pues no podían distinguir entre el verde y el azul. Pero
este efecto colateral desapareció al eliminarse el medicamento del
organismo.
Viagra no debe usarse al mismo tiempo que los parches o compri-
midos sublinguales de nitroglicerina, pues la combinación puede dis-
minuir la presión arterial. 
Taladafilo
Presente en el mercado farmacéutico español desde enero de este
año, taladafilo (comercializado por los laboratorios Lilly como Cialis)
es un inhibidor de la fosfodiesterasa de tipo 5 (PDE-5), vasodilatador
periférico y estimulante de la erección peneana. Ha sido objeto de
atención recientemente a raíz de la comunicación de los resultados
de un estudio clínico sobre aproximadamente 400 hombres con DE.
Dicho estudio fue diseñado para evaluar la eficiencia de taladafilo en
determinados momentos tras su administración (a las 24 y 36 horas).
Los datos revelaron que el 88% de los hombres medicados lograron
erecciones en 30 minutos o menos. La presencia sistémica del medi-
camento se confirmó durante 24 horas y fue mejor que placebo en
los dos punto temporales de control. En cuanto a la mejora en la
capacidad de penetración, la satisfacción respecto a la firmeza de la
erección y la satisfacción general, taladafilo superó a placebo tanto a
las 24 como a las 36 horas.
Menos del 5% de los pacientes estudiados comunicó efectos
secundarios leves asociados al tratamiento, mayoritariamente cefale-
as, sofocos y molestias gástricas. 
Estos estudios iniciales parecen indicar que taladafilo tiene menos
efectos negativos sobre la tensión arterial que otros fármacos indica-
dos en el tratamiento de la DE. Los datos no revelaron ninguna dife-
rencia significativa en los efectos secundarios de tipo cardiovascular
entre taladafilo y placebo. En cualquier caso, aún se están desarro-
llando estudios al respecto.
Vardenafilo
Los resultados del primer ensayo clínico a gran escala con vardenafilo
(investigado y comercializado por Bayer como Levitra), un inhibidor
potente y selectivo de la fosfodiesterasa de tipo 5 (PDE-5) indican que
el tratamiento por vía oral con este fármaco no sólo mejoró la erección
hasta en un 80% de los pacientes, sino que también aumentó su
capacidad para consumar el acto sexual con eyaculación. Presenta
altos índices de eficacia en todo tipo de paciente, inclusos diabéticos y
posprostatecmizados).
En este estudio a gran escala, la tasa de coitos completos realiza-
dos con éxito (definidos como intento, penetración y consumación
del acto sexual con eyaculación) fue del 75% en el caso de los
pacientes tratados con la dosis de 20 mg de vardenafilo, al finalizar
los tres meses del período de ensayo. Esto supuso un aumento de la
tasa de éxito con respecto a la que presentaban los pacientes antes
de iniciar el tratamiento con vardenafilo (24%) y en comparación con
la obtenida por los pacientes tratados con placebo (39%). Los
pacientes empezaron a experimentar los efectos del medicamento a
los 30 minutos o menos de su administración.
Los resultados de tres subanálisis posteriores de los datos obtenidos
revelaron que vardenafilo mejoró la disfunción eréctil independientemen-
te de que la causa del problema fuera orgánica, psicógena o mixta, del
grupo de edad al que perteneciera el paciente o de si el grado de disfun-
ción del paciente era leve, moderado o severo.
La acción del fármaco se inicia a partir de los 25 minutos, aunque
algunos pacientes ya advierten un efecto terapéutico a los 15 minu-
tos. El efecto se mantiene durante 5-6 horas después de laingestión
del fármaco y no varía en función de los alimentos consumidos (a
menos que se trate de comidas muy grasosas) ni del alcohol. La
dosis efectiva para la mayoría de los pacientes es de 10 mg y la
dosis máxima, de 20 mg. 
Los estudios revelaron que el tratamiento con vardenafilo es segu-
ro y no se asocia a ningún efecto secundario de tipo cardiovascular o
sobre la capacidad visual. Los efectos secundarios aparecidos con
mayor frecuencia (cefaleas, sofocos, dispepsia y congestión nasal)
son leves, y en general no implican abandono de la terapia. 
Apomorfina 
Apomorfina (agonista dopaminérgico y estimulante de la erección
peneana) se comercializa en España como Uprima (laboratorios
Abbot). Se realizaron más de 30 estudios que incluyeron en torno a
4.000 pacientes demostrando su seguridad y eficacia.
Apomorfina se administra por vía sublingual, 20 minutos antes de
la relación sexual. Actúa sobre el sistema nervioso central, al revés
que el acetato de sildenafilo, que actúa periféricamente.
Una posible ventaja es que puede ser tomada con seguridad por
aquellos pacientes con angina de pecho estable que están en trata-
miento con nitratos. Al ser absorbida por vía sublingual, no es afecta-
da por la ingestión de comida y alcohol.
Los resultados de estudios realizados en pacientes con DE leve,
moderada y grave muestran que el 60% de los hombres con este
trastorno en grado leve o moderado (los más frecuentes de la enfer-
medad según los expertos) consiguió mantener una erección. Los
ensayos clínicos a largo plazo (1 año) demuestran que la eficacia del
fármaco es consistente en el tiempo, manteniendo su eficacia en el
90% de los casos. 
Se observaron algunos efectos secundarios leves como náuseas
(6,8%), dolor de cabeza (6,7%) y mareos (4,4%), somnolencia, dolor de
garganta, tos, rinitis, sofocos, trastornos en el sentido del gusto e hiper-
sudación, todos ellos de carácter leve y transitorio. ■
VOL 17 NÚM 6 JUNIO 2003 FARMACIA PROFESIONAL 63
Puesto que la investigación y los avan-
ces en el tratamiento farmacológico de la
DE son rápidos y constantes, es funda-
mental que el paciente consulte con su
médico los desarrollos más recientes.
Instrumentos neumáticos de vacío
Los instrumentos neumáticos de vacío
que producen aspiración causan la
erección a través de la creación de un
vacío parcial que atrae sangre hacia el
pene, aumentándolo de tamaño y lon-
gitud. Estos instrumentos tienen tres
componentes: un cilindro de plástico
en el que se introduce el pene; una
bomba, que expulsa el aire del interior
del cilindro; y una banda elástica, que
impide el flujo de sangre desde el pene
hacia el organismo y que se coloca
alrededor de la base del pene para
mantener la erección tras la extracción
del pene del cilindro, y durante la rela-
ción sexual.
Una variante del instrumento neu-
mático de vacío implica el empleo de
una lámina de goma semirrígida que
se coloca sobre el pene y se deja allí
tras la obtención de la erección y
durante la relación sexual.
Cirugía
Normalmente la cirugía tiene tres
objetivos:
– Implantar un instrumento que pro-
duzca la erección del pene.
– Reconstruir arterias para aumentar
el flujo de sangre hacia el pene.
– Hacer una ligadura de las venas
para impedir el flujo de sangre desde los
tejidos peneanos hacia el organismo.
Los instrumentos implantables o pró-
tesis pueden restituir la erección en
algunos hombres con DE. Entre los pro-
blemas de las prótesis se encuentran la
avería mecánica y las infecciones, si
bien los problemas mecánicos han dis-
minuido mucho en los últimos años gra-
cias a los avances tecnológicos.
Los implantes maleables normal-
mente consisten en un par de bastones
de silicona o poliuretano que se inser-
tan quirúrgicamente en el interior de
los cuerpos cavernosos. El usuario
ajusta manualmente la posición del
pene y al mismo tiempo, la de los
cilindros. El ajuste no afecta el diáme-
tro ni la longitud del pene.
Los implantes hinchables consisten
en un par de cilindros, que se insertan
quirúrgicamente en el interior del pene
y que pueden hincharse mediante un
líquido presurizado. Unos tubos
conectan los cilindros al depósito de
líquido y a una bomba que también se
implantan quirúrgicamente. El pacien-
te hincha los cilindros presionando
una pequeña bomba, localizada bajo la
piel del escroto. Estos implantes pue-
den aumentar ligeramente el diámetro
y la longitud del pene. Asimismo,
dejan al pene en un estado más natural
cuando no está hinchado.
La cirugía de reparación de las
arterias puede reducir una DE produ-
cida por una obstrucción que bloquea
el flujo de sangre. Los mejores candi-
datos para esta cirugía son los hom-
bres jóvenes con una bloqueo discreto
en una arteria a causa de una lesión en
la entrepierna o una fractura de la pel-
vis. El procedimiento es menos efecti-
vo en los hombres de más edad con
bloqueo más generalizado.
La cirugía de las venas que drenan
la sangre del pene implica general-
mente un procedimiento opuesto, el
bloqueo intencionado. Bloqueando las
venas con la técnica de la ligadura se
puede impedir el drenaje de la sangre
que reduce la rigidez del pene durante
la erección. Sin embargo, los expertos
dudan de la efectividad a largo plazo
de este procedimiento y raramente se
realiza en la actualidad.
PREVENCIÓN
Si bien la mayoría de los hombres
experimentarán episodios de disfunción
eréctil ocasionalmente, las siguientes
recomendaciones permiten reducir la
probabilidad de su aparición:
– Limitar o evitar el consumo de
alcohol y drogas.
– Dejar de fumar.
– Hacer ejercicio con regularidad.
– Reducir el estrés.
– Dormir lo suficiente.
– Tratar la ansiedad y la depresión.
– Visitar al médico con regularidad.
CONVIVIR CON LA
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
La DE, independientemente de que
esté causada por factores físicos o psi-
cológicos o por una combinación de
ambos, puede convertirse en una fuen-
te de estrés mental y emocional tanto
para el hombre como para su pareja. 
Si sólo se experimenta un episodio
ocasional de DE hay que intentar no
creer que se tiene un problema perma-
nente ni pensar que indefectiblemente
volverá a suceder durante la próxima
relación sexual. Un episodio de dis-
función eréctil no debe contemplarse
como un problema de salud o una
afrenta a la virilidad y la masculinidad
de quien lo padece.
También es importante que el hom-
bre que experimenta una DE ocasional
o persistente se acuerde de su compa-
ñera sexual. La pareja puede contem-
plar esta incapacidad para tener una
erección como un signo de disminu-
ción de su atractivo sexual. Hay que
asegurarle que eso no es así, detalle
que puede ser útil ante esta situación.
Para tratar apropiadamente la DE y
estrechar la relación con la pareja hay
que comunicarse abierta y honesta-
mente, especialmente sobre el trastor-
no. Las parejas pueden necesitar ase-
soramiento especializado y aprender a
transmitir sus sentimientos.
Las parejas deberían intentar mante-
ner esta comunicación durante todo el
proceso de diagnóstico y tratamiento.
De hecho, el tratamiento a menudo es
más eficaz si las parejas trabajan en
conjunto, formando equipo.
FUTURO
Avances en forma de comprimidos,
supositorios, medicaciones inyecta-
bles, implantes e instrumentos neumá-
ticos de vacío han expandido las
opciones de los hombres que precisan
tratamiento para la DE y estos avances
también han hecho aumentar el núme-
ro de hombres que consultan en busca
de tratamiento. No hay que olvidar,
por otro lado, que también se está
investigando la eficacia de la terapia
génica para la DE, que puede repre-
sentar el enfoque terapéutico a largo
plazo de este trastorno. ■■
BIBLIOGRAFÍA GENERAL 
AAFP. Impotence. Learning the causes and
what you can do. Leawood: American
Academy of Family Phisicians, 2001. 
MFMER. Erectile dysfunction in diabetes.
Rochester: Mayo Foundation for Medi-
cal Education and Research, 2003. 
NKUDIC. Erectile dysfunction. Bethesda:
The National Kidney and Urologic Dise-
ases Information Clearinghouse, 2002. 
VV.AA. Sexual Dysfunction: Silence
About SexualProblems Can Hurt Rela-
tionships. Journal of the American
Medical Association 1999;281:584. 
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
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Es muy importante 
subrayar que un episodio 
ocasional de disfunción 
eréctil es algo 
perfectamente normal

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