Ciclo celular 8

Vista previa del material en texto

El ciclo celular es un proceso complejo y altamente regulado que permite a las células crecer, replicar su material genético y dividirse para formar nuevas células. Esta secuencia de eventos se lleva a cabo de manera precisa y coordinada para garantizar la integridad del material genético y la correcta segregación de los componentes celulares. 
La interfase, que constituye la mayor parte del ciclo celular, es un período de intensa actividad en el que la célula realiza diversas funciones metabólicas, incluida la síntesis de proteínas y la duplicación del ADN. Durante la fase G1 de la interfase, la célula experimenta un crecimiento significativo y se prepara para la duplicación del ADN. Luego, en la fase S, tiene lugar la síntesis de ADN, donde se replica el material genético para formar dos copias idénticas. Esta etapa es crucial para asegurar que cada célula hija tenga la misma información genética que la célula madre. Finalmente, en la fase G2, la célula se prepara activamente para la división celular, sintetizando proteínas y orgánulos necesarios para este proceso.
La fase de división del ciclo celular comprende la mitosis y la citocinesis. Durante la mitosis, el núcleo de la célula se divide en dos núcleos hijas, cada uno con una copia del ADN duplicado. Este proceso se subdivide en varias etapas: profase, metafase, anafase y telofase, durante las cuales los cromosomas se condensan, se alinean en el ecuador de la célula, se separan y los núcleos hijos se forman alrededor de los cromosomas. La citocinesis es el proceso en el que el citoplasma se divide, finalizando así la división celular y dando lugar a dos células hijas idénticas.
El ciclo celular está regulado por una serie de proteínas llamadas ciclinas y quinasas dependientes de ciclinas, que controlan la progresión a través de las diferentes fases del ciclo. Estas proteínas actúan como interruptores moleculares que activan o desactivan eventos celulares clave en respuesta a señales internas y externas.
La correcta regulación del ciclo celular es fundamental para el desarrollo y el mantenimiento de los organismos multicelulares. Los defectos en este proceso pueden dar lugar a enfermedades como el cáncer, donde las células pierden la capacidad de controlar su ciclo celular y se dividen de manera descontrolada. Por lo tanto, comprender los mecanismos que regulan el ciclo celular es crucial para el desarrollo de terapias dirigidas contra el cáncer y otras enfermedades relacionadas con la proliferación celular anormal.