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670 CAPÍTULO 31 • FRONTERAS DE LA MACROECONOMÍA 2008. La Fed necesitaba plantear una solución antes de que los mercados abrieran la mañana del lunes si- guiente. Para el domingo, junto con el Departamento del Tesoro estadounidense, la Fed había diseñado la adquisición de Bear por J. P. Morgan y había abierto una línea de crédito por completo nueva para sus prin- cipales acreedores. Es difícil pensar que alguna legisla- tura pudiera tomar medidas tan complejas en un lapso tan corto de tiempo. Un ingrediente fundamental de la política de la Fed es su independencia, y ésta ha demostrado que puede soportar los ataques que suscita la toma de decisiones políticamente impopulares cuando son necesarias para desacelerar la inflación. Lo más importante es que, con algunas reservas, desde el punto de vista de la adminis- tración de la demanda, la política monetaria puede hacer o deshacer cualquier cosa que la política fiscal pueda lograr. La principal limitante es que si la econo- mía se traba en una trampa de la liquidez, con tasas de interés nominales en cero o casi cero, entonces la polí- tica monetaria pierde su capacidad para estimular la economía. Cuando ésta se halla en una trampa de liqui- dez o casi en ella, la política fiscal debe asumir el papel protagónico de promover la expansión. El estado actual de las políticas monetaria y fiscal puede resumirse como sigue: Dada su independencia política y su rápida toma de decisiones, el banco central está bien situado en la van- guardia de la línea de defensa para estabilizar la econo- mía ante las perturbaciones de los ciclos de negocios. Una política fiscal discrecional sirve en las recesiones como un estímulo por una sola vez. Cuando la econo- mía se acerca a una trampa de liquidez, la política fiscal debe ser la fuente primaria de estímulo económico. Mezcla monetario-fiscal El segundo factor que afecta a las políticas monetaria y fiscal es la mezcla monetario-fiscal deseada, que se re- fiere a la fuerza relativa de las políticas monetaria y fis- cal y a su efecto en los diferentes sectores de la econo- mía. Un cambio en la mezcla monetaria y fiscal es un enfo- que que endurece una política al mismo tiempo que suaviza la otra, de tal forma que la demanda agregada y, por tanto, el producto total, siguen constantes. La idea básica es que la política fiscal y la política monetaria pueden utilizarse como sustitutos en la administración de la demanda. Pero aunque haya diferentes combina- ciones de políticas monetaria y fiscal para estabilizar la economía, sus efectos son distintos sobre la composición del resultado. Al variar la mezcla de impuestos, gasto gubernamental y política monetaria, el gobierno pue- de modificar la fracción del PIB dedicado a la inversión de las empresas, al consumo, a las exportaciones netas y a las compras gubernamentales de bienes y servicios. Efecto del cambio de la mezcla de políticas monetaria y fiscal. Para entender el efecto del cambio de la mez- cla monetario-fiscal, se examina un grupo específico de políticas. Supóngase que el gobierno federal reduce su déficit presupuestal en 100 000 millones de dólares y que la Fed reduce las tasas de interés para compensar el efecto recesivo de dicha política fiscal. Puede calcularse el efecto mediante un modelo eco- nómico cuantitativo. La tabla 31-3 muestra los resulta- dos de este experimento. Surgen dos hechos interesan- tes: primero, el estímulo indica que un cambio en la mezcla monetario-fiscal ciertamente alteraría la compo- sición del PIB real. Mientras el déficit baja en 100 000 millones de dólares, la inversión de las empresas sube en 30 000 millones. La inversión en vivienda también se incrementa cuando las tasas de interés bajan. Al mismo tiempo, el consumo personal baja, liberando recursos para la inversión. Esta simulación muestra cómo un cambio en la mezcla monetario-fiscal podría alterar la composición del producto. La simulación contiene un resultado en especial interesante: las exportaciones netas suben mucho más que la inversión en vivienda o que la inversión fija de las empresas. Esto ocurre por la fuerte depreciación del dólar que resulta de la baja en las tasas de interés. Aun- que este resultado es bastante sensible a la reacción de los mercados financieros y de los tipos de cambio al paquete de reducción del déficit, sugiere que algunos de los análisis populares del impacto de dicho paquete pueden ser engañosos. Muchos análisis sostienen que un paquete de reducción del déficit tendría un efecto significativo sobre la inversión empresarial doméstica y la productividad. Sin embargo, en la medida en que un menor déficit en lo fundamental eleva las exportacio- nes netas y la vivienda, es probable que el país tenga un incremento relativamente pequeño en el crecimiento de su productividad. De acuerdo con las estimaciones, recortar el déficit presupuestal en 100 000 millones de dólares elevará la tasa de crecimiento del producto potencial de 2.3% anual a 2.5% anual en un periodo de 10 años. Tal vez un resultado tan pequeño explica por qué es tan difícil reunir voluntades políticas para redu- cir el déficit. Mezclas alternas en la práctica La mezcla monetario-fiscal ha sido muy deba- tida en la política económica estadounidense. Aquí se presentan dos grandes alternativas: www.FreeLibros.me C. ESTABILIZACIÓN DE LA ECONOMÍA 671 ● Política fiscal laxa—política monetaria restrictiva. Supóngase que la economía comienza en una situación inicial en la que hay baja inflación y el producto se halla en su nivel poten- cial. Un nuevo presidente decide que es necesario un fuerte incremento en el gasto de defensa sin elevar impuestos. En sí misma, esta situación elevaría el déficit gubernamental y la demanda agregada. En este caso, la Reserva Federal necesitaría aplicar una política monetaria restrictiva para evitar que la economía se sobrecaliente. El resultado serían tasas de interés reales más altas y una apreciación del tipo de cambio del dólar. Las mayores tasas de interés presionarían a la baja a la inversión, mien- tras que un dólar apreciado reduciría las exportaciones netas. Por tanto, el efecto final sería que el mayor gasto de defensa expulsaría a la inversión doméstica y a las expor- taciones netas. Esta política se siguió en Estados Unidos en los años ochenta y otra vez en los primeros años del nuevo milenio. ● Política fiscal restrictiva—política monetaria laxa. Supóngase que a un país le preocupa su baja tasa nacional de ahorro y desea elevar la inversión e impulsar la tasa de crecimiento del producto potencial. Para aplicar este enfoque, el país podría elevar los impuestos al consumo y reducir las transferencias, de tal modo que se contrajera el ingreso disponible y con ello el consumo (política fiscal restric- tiva). Esto estaría acompañado de una política moneta- ria expansiva para reducir las tasas de interés y elevar la inversión, disminuir el tipo de cambio y ampliar las expor- taciones netas. Esto alentaría a la inversión privada al ele- var el ahorro público. Ésta fue la filosofía del presidente Clinton, que se incorporó en la ley del presupuesto de 1993 y llevó a un superávit presupuestal al final de ese decenio. LAS REGLAS VERSUS EL CRITERIO Se ha visto que las políticas monetaria y fiscal pueden en principio estabilizar la economía. Muchos economistas creen que en la práctica los países deberían dar pasos para suavizar las crestas y valles del ciclo de negocios. Otros economistas manifiestan cierto escepticismo con respecto a la capacidad de pronosticar los ciclos y dar los pasos correctos en el momento apropiado por las razones correctas; este segundo grupo concluye que no se puede confiar en el gobierno para que aplique una buena política económica, de modo que su libertad para actuar debe estar estrictamente limitada. Por ejemplo, a los conservadores fiscales les preo- cupa que sea más fácil que el Congreso eleve elgasto y recorte los impuestos, que lo contrario. Esto significa que es más fácil incrementar el déficit presupuestal en las recesiones, pero mucho más difícil caminar en sen- Sector Cambio en el producto ($, miles de millones, precios de 2008) Sectores de inversión Inversión privada doméstica bruta Vivienda Inversión fija de empresas Exportaciones netas Sectores de consumo Compras gubernamentales de bienes y servicios Gastos de consumo personal Memoranda: Cambio en el PIB real Cambio en el déficit federal 18 30 48 83 �68 �38 132 �106 26 �100 TABLA 31-3. Cambios en la mezcla monetario-fiscal ¿Cuál sería el efecto de un cambio en la mezcla monetario-fiscal en Estados Unidos? Esta simulación supone que el déficit federal se recorta en 100 000 millones de dólares mediante mayores impuestos personales y menores gastos federales no militares, en tanto que la Reserva Federal utiliza la política monetaria para mantener al desempleo en una tra- yectoria fija. La simulación toma el promedio de los cambios desde el renglón final para el periodo 2000-2009. Fuente: simulación que aplica el modelo DRJ de la economía estadounidense. www.FreeLibros.me 672 CAPÍTULO 31 • FRONTERAS DE LA MACROECONOMÍA tido opuesto y disminuir el déficit en los tiempos de bonanza, como requeriría una política fiscal contrací- clica. Por esta razón, los conservadores han hecho varios intentos por limitar la capacidad del Congreso para dis- tribuir nuevos fondos o elevar el déficit. Asimismo, a los conservadores monetarios les gusta- ría atarles las manos a los bancos centrales y obligarlos a centrarse en la inflación. Esta política eliminaría la incertidumbre sobre la política y elevaría la credibilidad del banco central como entidad que combate la infla- ción. De manera más general, el debate de “reglas versus criterio” se reduce a si las ventajas de la flexibilidad en la toma de decisiones se compensan con la incertidum- bre y el potencial de abusos de decisiones sin límite. Quienes creen que la economía tiene una naturaleza intrínsecamente inestable y compleja, y que los gobier- nos en general toman buenas decisiones, se sienten a gusto al conceder a los hacedores de política un amplio margen para ejercer su criterio y poder reaccionar en forma enérgica para estabilizar la economía. Quienes creen que el gobierno es la principal fuerza desestabili- zadora de la economía, y que los hacedores de política tienden al egoísmo y a las malas decisiones, favorecen atar las manos de las autoridades monetarias y fiscales. ¿Restricciones presupuestales a las legislaturas? Cuando los déficit comenzaron a crecer en los años ochenta, mucha gente señalaba que el Congreso no tenía el autocontrol que se requiere para limitar el gasto excesivo y una holgada deuda gubernamental. Una pro- puesta de los conservadores era una enmienda constitucio- nal para exigir un presupuesto equilibrado. Esta propuesta recibió críticas de los economistas porque dificultaría el uso de la política fiscal para combatir las recesiones. A la fecha, ninguna de las propuestas de enmienda cons- titucional ha sido aprobada por el Congreso. Más bien, el Congreso legisló una serie de reglas pre- supuestales para limitar el gasto y las reducciones de impues- tos. El primer intento fue la ley Gramm-Rudman de 1985, que requería que el déficit se redujera en una cantidad específica en dólares cada año, y que el presu- puesto quedara equilibrado para 1991. Esta iniciativa falló en limitar el gasto y fue abandonada. Una segunda propuesta fue la regla presupuestal pagar conforme se pide, que fue adoptada en 1990. Esta regla exigía que el Congreso encontrara los ingresos necesa- rios para pagar cualquier nuevo programa de gastos. En un sentido, el principio de pagar conforme se pide im- pone una restricción presupuestal al Congreso, exigién- dole que el costo de nuevos programas sea reconocido en forma explícita, ya sea mediante mayores impuestos o una reducción en otros gastos. ¿Cuál fue el efecto de las restricciones presupuesta- les sobre el Congreso? Los estudios al respecto indican que las reglas presupuestales produjeron una significa- tiva disciplina fiscal, ayudaron a reducir el déficit en los años noventa y, por último, condujeron a un superávit después de 1998. Sin embargo, cuando el déficit se tornó en superávit y bajó la urgencia de reducir el défi- cit, los hacedores de política evadieron los techos presu- puestales previos con artimañas como “gastos de emer- gencia” para conceptos predecibles como el censo decenal. Por último, en 2002 se eliminaron los techos presupuestales. Muchos economistas creen que la regla de pagar conforme se pide es un mecanismo útil para imponer límites presupuestales a las legislaturas, y hubo intentos para reinstalarlos en 2009. ¿Reglas monetarias para la Fed? En la exposición del monetarismo del capítulo 24 se presentó el caso de las reglas fijas de política. El argu- mento tradicional para favorecer las reglas fijas es que la economía privada es relativamente estable y que es probable que los activos hacedores de política desesta- bilicen la economía, en lugar de estabilizarla. Asimismo, en la medida en que un banco central está bajo el poder del gobierno y se ve tentado a expandir la economía antes de las elecciones creando un ciclo de negocios po- lítico, las reglas fijas le atarán de manos. Además, los macroeconomistas modernos apuntan al valor del compromiso por anticipado de una acción. Si el banco central puede comprometerse a seguir una regla no inflacionaria, las expectativas de la gente se adaptarán a esta regla y se podrán debilitar las expectativas inflacio- narias. Uno de los avances más importantes en el último decenio ha sido la tendencia a establecer el régimen de objetivos de inflación en muchos países. El régimen de objetivos de inflación es el anuncio oficial de metas dentro de cierto rango para la tasa de inflación, junto con una declaración explícita de que una inflación baja y la meta suprema de la política monetaria, es estable. El régimen de objetivos de inflación, en sus versiones estrictas o flexibles, se ha adoptado en muchos países industrializados, como Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Asimismo, el tratado por el que se crea el nuevo Banco Central Europeo incluye un man- dato que coloca a la estabilidad de precios como el obje- tivo primario del BCE, aunque no se exige de manera formal qué régimen debe seguirse para este propósito. Diversos economistas y legisladores están proponiendo que Estados Unidos también adopte este enfoque. www.FreeLibros.me
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