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diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 1 Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│ Junio│2011│ ISSN: 1852-8481│ Autoridades Universidad Nacional de San Luis Dr. José Luis Riccardo Rector Esp. Nelly Esther Mainero Vicerectar Abog. Silvia Anguiano Secretaría General Dr. Rubén Enrique Lijteroff Secretaría de Infraestructura y Servicios Lic. Nelly Esther Mainero Secretaría de Relaciones Interinstitucionales Dra. Nora Debattista Secretaría de Ciencia y Tecnología Lic. Beatriz Fourcade Secretaría de Extensión Universitaria Dra. Myriam Villegas Secretaría Académica CPN Víctor A. Moriñigo Secretaría de Hacienda y Administración Prof. Julio Ángel Sirur Flores Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Bienestar Universitario Dr. Fernando Bulnes Secretaría de Posgrado Lic. Alberto Trossero Secretaría de Planeamiento Facultad de Ciencias Humanas Lic. Martha María Pereyra González Decana Ab. Luz María Viñals Soria Secretaría General Mgter. Silvia Gioia Secretaría de Ciencia y Técnica Mgter. Silvia Gioia Secretaría de Extensión Lic. Diana Andrea Delfino Secretaría Académica Esp. Jose Luis Martínez Secretaría Administrativa diáLogos - Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas │Vol. 2│Nro.2││Junio│2011│ URL: www.dialogos.unsl.edu.ar e-mail: dialogos@unsl.edu.ar diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 2 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ Directores – Editores Asesores Editoriales Mauro E. Mañas Universidad Nacional de San Luis Los Inmigrantes 1590 - Ciudad San Luis – Argentina - CP.5700 Tel. 02652 – 15619796 Marcelo Alejandro Muñoz Universidad Nacional de San Luis Av. Centenario 649 – Ciudad San Luis – Argentina - CP.5700 Tel. 02652 – 15654133 Fernando Ariel Mallea Universidad Nacional de San Luis Italia 1665 – Ciudad San Luis – Argentina - CP.5700 Tel. 02652 – 15400789 Hugo Klappenbach Universidad Nacional de San Luis Ramón Sanz Ferramola Universidad Nacional de San Luis Enrique Saforcada Universidad de Buenos Aires Isaac Prileltensky Universidad de Miami Comité Científico Hugo Klappenbach Universidad Nacional de San Luis Martha María Pereyra González Universidad Nacional de San Luis Andrea Ferrero Universidad Nacional de San Luis Ramón Sanz Ferramola Universidad Nacional de San Luis Roberto Doña Universidad Nacional de San Luis Nelly Mainero Universidad Nacional de San Luis Rodolfo Parisí Universidad Nacional de San Luis Ángel Rodríguez Kauth Universidad Nacional de San Luis Walter Solar Universidad Nacional de San Luis María Eugenia Larisse Universidad Nacional de San Luis Graciela Lima Universidad Nacional de San Luis Miguel De Bórtoli Universidad Nacional de San Luis Enrique Saforcada Universidad de Buenos Aires Etiony Aldarondo University of Miami Isaac Prilleltensky University of Miami Maritza Montero Universidad Central de Venezuela Miguel Ángel Álvarez González Universidad de La Habana María Cecilia Pérez Abalo Centro de Investigaciones de Cuba Heliodoro Carpintero Universidad Complutense de Madrid Rubén Ardila Universidad Nacional de Colombia Wanda Rodríguez Arocho Universidad de Puerto Rico Juan Seguí Universidad René Descarte -Paris V- Julio F. Villegas Universidad Central de Chile José Toro-Alfonso Universidad de Puerto Rico Imagen de Tapa “Festival de Hip-Hop” Fotografía Laura Márquez Diseño de pagina web – Web Máster Mariángeles Sosa - Mauro E. Mañas diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 3 Revista diáLogos Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481 Editorial 5 A Propósito De La Ley Nacional De Salud Mental: Nuevos Escenarios Y Desafíos Para La Formación De Psicólogos Martin De Lellis 7 Arquetipos Determinantes Del Espíritu De Nuestra Época Y Su Relación Con Las Adicciones Rafael P. Díaz Guiñazú 25 Arquetipo De La Sombra Y Su Influencia En Las Adicciones Rafael P. Díaz Guiñazú 33 El Problema De Marco Y La Representación Del Conocimiento Silenzi María Inés 43 La Psicología En Los Inicios De La Facultad De Ciencias Médicas, Mendoza- Argentina (1950-1956). Corina Calabresi 51 Organización Y Participación En La Tercera Edad. Una Propuesta De Intervención Comunitaria Con Y Para El Centro Del Adulto Mayor “Esperanza Andina” De La Comuna De Peñalolén En Santiago De Chile. Johanna Sachschal, Carolina Giaconi Moris, Constanza Biscarra Mc-Nauton, Deborah Roco Quiroz, Rodrigo Mardones Carrasco, Israel Robles Sandoval 61 Psicología Comunitaria En El Río De La Plata: Algunos Aportes Conceptuales Y Prácticos Desde El Conductismo Fernando Andrés Polanco 83 Relaciones De Género Y Poder. Una Perspectiva De Equidad. Andrey Velásquez Fernández, Yuranny Helena Rojas Garzón 93 Investigación Académica En El Mercosur. La Mirada De Uruguay: Entrevista A Susana Rudolf Marcelo Muñoz, Fernando Mallea 99 Comentario De Libro: Rodolfo Walsh. La Palabra Y La Acción Marcelo Muñoz 107 Comentario de libro: “Análisis de contenido” y “Metodología de análisis de contenido: teoría y práctica” Fernando Polanco 117 Normas De Publicación 121 diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 4 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 5 Editorial Nos enorgullece poner en consideración el cuarto número. Para este volumen contamos con 8 artículos muy variados entre sí. Demás está decir que cada uno de los artículos tienen aspectos muy valorables a tener y por eso la razón de su publicación. Desde el campo de la salud mental, tenemos el honor de presentar el trasfondo de la discusión de la nueva Ley de Salud Mental, artículo realizado por invitación de los editores al Prof. Martín de Lellis. Quien ha trabajado con mucha intensidad, para que esta ley tuviera el cuerpo político e ideológico y que fuera aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Nación Argentina. Es una ley que realmente modifica radicalmente las estructuras en la que descansaba la salud mental en este país. Transforma entre otros aspectos, las consideraciones en torno al derecho de los pacientes. Focaliza que toda práctica en salud mental debe está guiado por los Derechos Humanos etc…. Es un artículo que nos permitirá discutir muchos de estos aspectos de la ley que aún se desconoce, y que además aún no son incorporados a la formación de los psicólogos como uno de los aspectos centrales en las transformaciones de los planes de estudios. Este excelente trabajo le da valor teórico a la ley. Aspecto imprescindible para su conocimiento. El resto de los artículos son provenientes de diferentes campos. Así, nos encontramos con artículos del campo de la salud mental, estudios de género, psicología comunitaria e historia de la psicología. Sin entrar en demasiados detalles sobre el resto de los interesantes artículos que en este número se publican, esperando que sean del agrado de lectores y que les sirva como materiales de estudio y reflexión. Asimismo en este número, contamos con la entrevista está realizada la Mag. SusanaRudolf. Ella es una reconocida profesora uruguaya, con una larga trayectoria en investigación en el campo de la salud y de la psicología comunitaria. Para nosotros es un enorme orgullo tenerla entre las entrevistadas por el valor mismo de los conceptos vertidos en la entrevista y por su calidez humana y disposición. Por su entrevista podemos percibir de manera compleja como está la situación de la salud en general en Uruguay y la psicología en particular. Hace mención en esta entrevista, su posibilidad histórica que tuvo de conocer a unos de valiosos psicólogos latinoamericanos como fue Juan Carlos Carrasco. Arduo promotor y teorizador de lo que el llamó “Psicología crítica alternativa”. Queremos agradecer al Lic. Alvaro Paracelsus Sepulveda, compañero editor de la Universidad de Arcis, quien nos ayudo en esté ultimo número en la difusión por el valiosísimo sitio generado por él. Este sitio (http://ontogenia.cl/novo/index.php) es un portal para los estudiantes y profesionales provenientes del campo psi. Asimismo queremos como siempre agradecer a algunos docentes que son de importante respaldo para que esta Revista tome fuerza, adquiera esos valores necesarios para su mayor visibilidad. Para los editores de esta Revista es un gusto poder proponerles este cuarto número, realizado con mucho esfuerzo, tratando de sortear todos los problemas que van surgiendo al mantener una publicación de estas características. Esperemos que disfruten de su lectura y aprovechamos la ocasión para invitarlos a participar en próximos números. Los editores diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 6 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 7 Revista diáLogos Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 7-24 A PROPOSITO DE LA LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL: NUEVOS ESCENARIOS Y DESAFIOS PARA LA FORMACION DE PSICOLOGOS Autor: Martin De Lellis Email: delellis@fibertel.com.ar RESUMEN: La promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental se inscribe en un proceso de recientes transformaciones políticas e innovaciones legislativas que impactan sobre el campo de la salud mental. Situado en dicho contexto, el análisis del contenido de la ley permite distinguir un conjunto de desafíos fundamentales que en el presente trabajo se RESUMEN en: a) Integrar la política de adicciones y salud mental en el marco de las políticas generales de salud; b) Asegurar la vigencia de los derechos de las personas con trastornos mentales; c) Fortalecer la investigación epidemiológica como un insumo crítico para la toma de decisiones; d) Transformación del modelo de atención. El nuevo escenario planteado a partir de la sanción de la ley se constituye además en una oportunidad inédita para revisar las concepciones y prácticas que orientan la formación de los recursos humanos en el campo de la Salud Mental. Para tal fin, en el presente trabajo se analizan aspectos tales como la cantidad y distribución de psicólogos en Argentina, las tendencias hegemónicas en la formación y la relevancia de incorporar el actual marco de referencia normativo como contenido curricular, tanto al nivel de grado como de posgrado. Finalmente, se exponen algunas experiencias pedagógicas que ilustran la importancia de promover prácticas pre-profesionales situadas que constituyan nuevos escenarios de aprendizaje, en el cual puedan visualizarse y ejercerse competentemente roles indispensables para el futuro quehacer profesional. ABSTRACT The enactment of the National Mental Health Act is part of a process of recent political and legislative innovations that impact on the mental health field. Set in that context, content analysis of the law to distinguish a set of fundamental challenges in this work are summarized in: a) Integrate the policy of addictions and mental health within general health policies, b) ensure the observance of the rights of persons with mental disorders, c) Strengthening of epidemiological research as a critical input to decision making, d) Transformation of the model of care. The new situation arisen from the enactment of the law also constitutes an unprecedented opportunity to review the concepts and practices that guide the training of human resources in the field of Mental Health. To that end, this paper discusses issues such as the amount and distribution of psychologists in Argentina, the hegemonic tendencies in the formation and importance of incorporating the current regulatory framework as syllabus, both at undergraduate and graduate. Finally, we present some pedagogical experiences that illustrate the importance of promoting pre- professional training which are located new learning scenarios, which can be displayed and exercised competently essential roles for the future professional work. diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 8 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ 1. EL NUEVO ESCENARIO: PROMULGACION DE LA LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL Durante la última década se han producido algunos hitos relevantes en el campo de las políticas públicas de salud mental y adicciones en la República Argentina. Por un lado, la sanción de la Ley de Asistencia Primaria en Salud Mental Nª 25421 (vetada a través del decreto 465/01 en virtud de la restricción presupuestaria impuesta a los gastos del Estado Nacional), el cual obliga a las instituciones prestadoras de salud públicas y privadas a brindar asistencia primaria de salud mental a la población bajo su responsabilidad, garantizando la supervisión y continuidad de las acciones y programas. Más recientemente se produce un nuevo hito de significación: la reglamentación en el año 2008 de la Ley 24.788 de prevención del uso nocivo de alcohol, y la Resolución Nº 1179/10 que crea el Programa destinado a dar efectiva respuesta a uno de los problemas endémicos en Argentina mediante una estrategia que combina acciones regulatorias sobre la publicidad, control de los niveles de alcoholemia en conductores de tránsito, estrategias de promoción de la salud orientada a grupos escolarizados y fortalecimiento de la red sanitaria preventiva y asistencial que permita actuar sobre este relevante problema sanitario. En tercer término, el Decreto Nº 457/2010 que crea por decisión presidencial la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (DNSMyA), hecho sin precedentes en la historia de nuestro país. La relevancia de tal decisión puede dimensionarse si nos atenemos a la asignación presupuestaria adjudicada y por la adhesión manifestada por los referentes provinciales a las iniciativas programáticas que se han puesto en marcha en el nivel central, tales como: a) Subprograma de atención primaria en salud mental que da cumplimiento a la Ley de asistencia primaria en salud mental, b) Subprograma de trastornos mentales severos; c) Subprograma de justicia, salud y derechos humanos; d) Constitución de un sistema de vigilancia epidemiológica en salud mental; e) Desarrollo de iniciativas en promoción de la salud y prevención de problemáticas psicosociales emergentes; f) Desarrollo de acciones de regulación y fiscalización a establecimientos públicos y privados de salud mental. Cabe consignar también la sanción de la Ley 26529 que regula los derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud, que si bien plantea un tratamiento genérico del problema impacta directamente sobre la situación de las personas con padecimientos mentales, pues establece entre otros aspectos el derecho al trato digno y respetuoso, así como la garantía de la intimidad, la confidencialidad,la autonomía de la voluntad y el acceso a la información sanitaria y la interconsulta médica en caso de ser ello necesario . Otro hito lo constituye la participación de representantes de nuestro país en Octubre de 2010 en la firma del Consenso de Panamá, el cual significó una oportunidad de ratificar en el plano internacional las líneas de trabajo que ya habían sido enunciadas en la Declaración de Caracas y en los principios rectores de Brasilia, reforzando aspectos tales como la importancia del enfoque de derechos y la necesidad de trabajar resueltamente en torno a la meta de un continente libre de manicomios para la siguiente década. Finalmente, debemos señalar la importancia que ha tenido recientemente la promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26657. Esta herramienta normativa, basada en los estándares de derechos humanos vigentes en la materia, contribuye a la constitución de una agenda específica en Salud Mental, fortalece el rol del Estado nacional y se inscribe como una herramienta poderosa para emprender las reformas que son absolutamente prioritarias, y que sintéticamente se condensan en: a) Integración de la política diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 9 de adicciones en el marco de la política de salud mental; b) Vigencia de derechos en las personas con trastornos mentales, propiciando una más intensa articulación entre los organismos sanitarios y judiciales, c) Transformación del modelo de atención, que incluye el cierre progresivo de los manicomios y la habilitación de dispositivos asistenciales de base comunitaria sustitutivos del régimen asilar; d) Aplicación del enfoque epidemiológico como un insumo crítico para la toma de decisiones; e) Capacitación de los recursos humanos en el campo de la salud mental, desplazando el eje profesional desde el modelo restrictivo al modelo social expansivo. En tanto resulta una herramienta de política pública, obliga a los actores que forman parte del campo de la salud mental a sentar posición en referencia a lo que se propone legislar y a la armonización de las normas preexistentes o por dictar que puedan adecuarse al “espíritu” y no sólo a la letra de lo que la ley señala. Aquí aparece con toda claridad el problema de la implementación de las normas, y de los conflictos que deben atravesar las leyes (esta o cualquier otra) que, análogamente a la presente, se propongan transformaciones que impactan en los actores posicionados en un determinado campo social. Como bien señala Lorenzetti (2009), puede suceder que aquellas normas que descansan en la formulación de objetivos valorativos, avanzan en la exposición y caracterización del problema pero no en su resolución. En tal sentido, cuando se trata de decidir acerca de cómo asignar los medios para poner en práctica la ley o cómo persuadir u obtener el apoyo de quienes resisten el cambio es necesario gestionar o atravesar un proceso de conflicto en la arena política que se resuelve por vías harto complejas, y donde resulta fundamental el análisis de las distintas cuotas de poder de que disponen los actores sociales. En este caso particular, la ley ha desencadenado un proceso de discusiones, enfrentamientos y/o conflictos que obligan a repensar la participación de los distintos actores que pugnan por la consecución de sus intereses sectoriales en el campo de la salud mental; estos llevan adelante transformaciones a partir de lo que allí está normado, o bien intentan resistir cualquier modificación al statu quo ya sea no cumpliéndola, trabando su reglamentación, o forzando la interpretación de su contenido de acuerdo a sus propios intereses. 2. DESAFIOS AL QUEHACER PROFESIONAL Veremos con mayor detalle el desarrollo de cada uno de los desafíos anteriormente señalados en relación a la aplicación de la ley nacional de salud mental: 2.1. Integrar la política de adicciones y salud mental en el marco de las políticas generales de salud En su artículo 4º, la ley señala expresamente que “las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental. Las personas con uso problemático de drogas legales e ilegales tienen todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en su relación con los servicios de salud”. No obstante, para analizar la importancia de esta cuestión y una somera referencia en torno a la viabilidad de las acciones a encarar debemos hacer una breve referencia a la historia reciente de las políticas públicas en adicciones en la República Argentina. La temática de las adicciones se instala como cuestión social en la agenda pública hacia mediados de los años 70, y atraviesa toda la década de los años 80. Las instituciones que se crearon por esta fecha reprodujeron la concepción punitiva que resultaba hegemónica en el plano internacional, vinculando el problema a lo que se consideraba por entonces el control y represión del tráfico ilícito diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 10 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ de sustancias, opacando así la relevancia sanitaria que ya manifestaban los indicadores epidemiológicos respecto a la mayor incidencia del consumo, especialmente en los sectores juveniles. Esta perspectiva criminológica presentaba también connotaciones geopolíticas, ya que el problema de las adicciones se asoció a la política de seguridad continental liderada por Estados Unidos y a la persecución de sujetos individuales o colectivos que, más allá de las fronteras nacionales, se hallaban potencialmente vinculadas al negocio del narcotráfico. Al centrarse sobre el consumo de drogas ilegales otros problemas epidemiológicos relacionados con el uso nocivo de sustancias legales pasaron a ser naturalizados. Un ejemplo de esto lo constituye el consumo excesivo de alcohol que, a la luz de las evidencias epidemiológicas resaltaba aún como uno de los factores más gravitantes en la morbilidad y mortalidad de la población general. No está de más señalar que, a su vez, otras cuestiones que ya se insinuaban como importantes en términos de su prevalencia general (por ej: adicción al tabaco o al juego) apenas movilizaban la preocupación colectiva porque no eran consideradas siquiera como problemas de salud pública. Durante la década de los ´80 en ciertas jurisdicciones de nuestro país (por ej: Provincia de Buenos Aires) y con el objetivo de ofrecer una respuesta a la problemática de la adicción al consumo de sustancias psicoactivas se concreta institucionalmente la creación de la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones y se decide una importante inversión de recursos asignada a la instalación de más de un centenar de centros primarios de prevención, cuya integración al resto del sistema sanitario continúa siendo una asignatura pendiente para las políticas sanitarias con orientación territorial. Por otro lado, las políticas de salud mental y adicciones han estado signadas por una suerte de status marginal en el marco de las políticas generales de salud, que se ha expresado en tres indicadores claves, las cuales requieren en la actualidad una atención importante: • La menguada asignación presupuestaria que ha caracterizado al área salud mental a nivel nacional, que apenas llegaba a un promedio de 0,02 % del presupuesto nacional en el año 2009. Si tomamos en cuenta los datos aportados por los distintos Estados provinciales a la encuesta aplicada por el WHOAIMS (OMS. 2010), las inversiones que las 10 provincias argentinas correspondientes a salud mental en el año 2007 (que autónomamente establecen los estados provinciales), apenas sobrepasa el 2%, (variación entre el 0,48 % en Catamarca y el 3% en Río Negro); • La distorsionada distribución del presupuesto asignado,pues al analizar la distribución interna del gasto se observa en promedio que el 65% del mismo está destinado a los hospitales psiquiátricos (variación entre 9% en Río Negro y 88% en San Juan). • La escasa inclusión de este componente en los programas generales de salud (ej: SIDA, Materno Infantil, Cólera, Salud Sexual y procreación responsable), tanto en la formulación del problema como también en la composición de los planteles profesionales que serían incluidos para la implementación de dichos programas sanitarios. • La conformación de un circuito paralelo de programas, servicios e instituciones de salud mental que agudizan la fragmentación y falta de integración con las políticas generales de salud. Así es como observamos una tendencia a autonomizar enfoques que no pueden comprenderse si se disocian del plano sanitario general, y pensar las problemáticas que plantean ciertas instituciones (ej: monovalentes, centros de salud mental comunitaria) diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 11 como si pudieran comprenderse y resolverse en forma independiente de las políticas y sistemas generales de salud. 2.2. Fortalecer la investigación epidemiológica como un insumo crítico para la toma de decisiones La investigación epidemiológica en salud mental ha estado casi ausente en la preocupación de las agencias científicas y gubernamentales. Con excepción de algunas iniciativas tales como la que se llevara a cabo en el ámbito del CONICET durante la década del ´70, han sido escasas o nulas las investigaciones de carácter poblacional emprendidas en el ámbito nacional. Esto ha producido un circuito de retroacción negativa en lo que refiere a la instalación de la salud mental como una cuestión de agenda pública, pues al no contar con datos ni estimaciones confiables y actualizadas en torno a la magnitud y gravedad del problema no se otorgaba al mismo el estatus de prioritario, lo que a su vez conspiraba contra la posibilidad de obtener recursos que se asignen a investigaciones que logren caracterizar el problema, y así sucesivamente. La tendencia al aislamiento (propio y de terceros), ha sido entonces el denominador común durante décadas, y se ha manifestado también en una baja participación de investigaciones que pudieran aportar en la materia desde un enfoque epidemiológico social cuyo objetivo pudiera ser el trazado de un mapa de las problemáticas de salud mental más prevalentes. Importantes líneas de investigación que en otras partes del mundo se han consolidado (por ejemplo, aquellas que se hallan abocadas a trabajar sobre la temática del prejuicio y la discriminación hacia el enfermo mental) y que tan relevante resulta en la actualidad no han sido suficientemente impulsadas en nuestro medio. Sin embargo, las evidencias epidemiológicas reunidas en todo el mundo y publicadas en informes que han tenido importante difusión en la comunidad científica mundial (OMS; 2001) alertan sobre el impacto que las nuevas morbilidades (a menudo con características epidémicas) tienen sobre los servicios de atención. El citado Informe de la OMS plantea la necesidad de situar en la agenda de los decisores sanitarios mundiales tales problemáticas epidemiológicas e incrementar consiguientemente el presupuesto específico en salud mental. Paralelamente a todo este proceso, las problemáticas convocantes para los especialistas en salud mental dejan de hallarse restringidas a lo que sucede en las instituciones de encierro para pasar a considerarse como incluyente de muchas otras situaciones que se plantean en el decurso de la vida cotidiana y que deben abordarse prioritariamente en el primer nivel de atención (de Lellis, M. 2006): distinto tipo de violencias, trastornos de ansiedad, alimentarios, uso y abuso de sustancias, comportamientos autodestructivos, violencia intrahogareña, consecuencias psicosociales en situaciones críticas de catástrofes o desastres. Es a partir de las iniciativas gubernamentales y legislativas desarrolladas recientemente en nuestro país y antes señaladas que se plantean indicios de revertir esta situación: se constituye un grupo dedicado a la generación de un sistema de vigilancia epidemiológica que articule con otros organismos generadores de información en la materia y se consolida la información disponible que data de los últimos años en el país y en América Latina, así como también se desarrollan investigaciones poblacionales para caracterizar la situación epidemiológica de salud mental de los adultos y se propone el fortalecimiento de las unidades generadoras de información en los ámbitos provinciales y municipales. Este esfuerzo se ha visto materializado en la producción de informes epidemiológicos relativos a la estimación de prevalencias en salud mental, el consumo de alcohol, el número de camas psiquiátricas, los indicadores de suicidio y la publicación de sendos informes sobre el estado de situación en torno a la epidemiología de la salud mental infanto-juvenil (Ministerio de Salud. 2010; diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 12 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ 2011.) y advierten, basándose en diversos antecedentes producidos en la región, en torno al crecimiento en la incidencia de trastornos mentales en la República Argentina. 2.3. Asegurar la vigencia de los derechos de las personas con trastornos mentales Los artículos de la ley que componen el capítulo 7º enumeran los derechos que deben ser socialmente reconocidos y protegidos en relación con el enfermo mental, y que demandan al Estado asegurar su protección: derecho a recibir atención sanitaria basada en la integración social y con sólidos fundamentos éticos y científicos, a conservar y preservar la identidad, a recibir acompañamiento de sus familiares, a acceder a la información sanitaria y/o clínica y a tomar decisiones relativas a su tratamiento, a que las condiciones de la internación sean adecuadamente supervisadas, a no ser identificado ni discriminado por su enfermedad, a no ser objeto de investigaciones clínicas ni tratamiento experimental sin su consentimiento expreso, a no hallarse sometido a trabajos forzados o no recibir remuneración alguna por ello. Esta extensa inclusión de derechos en torno al enfermo mental cobra sentido también en una dimensión histórica, ya que está precedida por muy importantes antecedentes nacionales e internacionales (leyes, declaraciones, consensos) que señalan la necesidad de proteger la vigencia de los derechos en las personas que se hallan en situación de mayor vulnerabilidad, tal como es el caso de las personas con trastornos mentales (Kraut, A. 1995). El enfoque de derechos ya representa una perspectiva insoslayable para comprender y dar solución a las problemáticas de salud mental (Di Nella, Y. 2011). Su potente surgimiento en la última mitad del siglo XX ha resultado fundamental luego de que se develaran las atrocidades cometidas durante el nazismo al cabo de la segunda guerra mundial y otras flagrantes violaciones a los derechos de las personas con trastornos mentales en situaciones de excepción. De hecho la cuestión de los derechos humanos aplicados al campo de la salud (incluida la mental) sigue el curso de los movimientos sociales y civiles que han incrementado la percepción social acerca de los derechos a los cuales la humanidad considera posible acceder en los distintos estadios históricos. Consolidada como una revisión de la tradicional perspectiva tutelar que protegía al enfermo pero al precio de una profunda exclusión social (Rossetto, J; de Lellis, M. 2007), la perspectiva crítica de los derechos humanos se centra principalmente sobre las más importantes amenazas a la vulneración de derechos de las personas con trastornos mentales, pues allíse ponen al descubierto las consecuencias devastadoras que tienen sobre los pacientes y sus familiares la internación indebida y prolongada: exclusión de la vida social, pérdida de habilidades y destrezas, emergencia de nuevos cuadros psicopatológicos que son consecuencia del abandono y la segregación. A mediados de los años 60, cuando se manifiestan las violaciones a los derechos humanos de las personas con trastornos mentales en quienes eran recluidos a menudo de por vida en las Instituciones totales, la problemática de la atención brindada en los hospicios monovalentes se instala como cuestión de agenda pública y provocan una importante movilización social que impacta sobre los poderes públicos. Se suceden entonces una serie ininterrumpida de recomendaciones y declaraciones mundiales que no hacen más que reforzar la importancia que asume la perspectiva de derechos en el concierto político mundial, y que de algún modo interpelan a los decisores del área para introducir las reformas actualmente indispensables en los modelos de atención (Saforcada, E; de Lellis, M.; Mozobancyk, S. 2010). diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 13 2.4. Transformación del modelo de atención El capítulo V denominado modalidad de abordaje caracteriza en sus artículos 8º, 9º, 10º, 11º y 12º los aspectos centrales que deben ser tomados en cuenta en relación a la transformación en el modelo de atención, pues aboga por los siguientes aspectos: interdisciplinariedad, fortalecimiento de las acciones de base comunitaria y que propendan a la promoción de redes y lazos sociales, apertura de dispositivos asistenciales sustitutivos tales como las consultas ambulatorias, atención domiciliaria supervisada, servicios para la promoción y la prevención y la habilitación de prestaciones a través de instituciones de pequeña escala tales como los centros de día, centros de capacitación laboral, microemprendimientos sociales y los hogares a cargo de familias sustitutas. A fin de contextualizar esta propuesta, resulta recomendable hacer una breve referencia en torno a la historia más reciente de las políticas de salud mental en la República Argentina. Dada la consolidación del modelo asilar, que ha sido la respuesta hegemónica en Occidente al problema de los trastornos mentales, los principales recursos de atención desde el sector público se han concentrado en los dispositivos monovalentes. Si bien estos se originaron con un propósito benefactor fueron sufriendo progresivamente un desplazamiento de sus fines, lo cual ha conducido a resultados devastadores para los pacientes, trabajadores y familiares (de Lellis, M. 2006). A lo largo del período histórico reciente, la crisis del modelo asilar se manifiesta en múltiples indicadores tales como el incremento de la internación indebida y compulsiva, la prolongada institucionalización de los pacientes en centros de reclusión, el debilitamiento de las redes de apoyo y sostén que proporcionan los grupos primarios tales como la familia y el grupo de pares, el ausentismo y la insatisfacción laboral, o bien las amenazas continuas a la identidad, que se plantearon de forma extrema en el carácter de indocumentados que adquieren los numerosos pacientes considerados bajo la categoría de NN. A partir de la experiencia desarrollada en Italia con la sanción de la Ley 148 (Basaglia, F. 1976), surge por entonces y de forma clara el imperativo de suprimir definitivamente los manicomios y promover la instalación de dispositivos asistenciales sustitutivos a las situaciones de encierro, de forma tal que permitan un pronóstico sanitario más favorable y la posibilidad de revertir las condiciones de estigmatización. Los procesos de reforma que se desencadenan por entonces atravesarán las tres décadas finales del siglo veinte, y logran expresarse a la vez en muy importantes hitos que ratifican el rumbo trazado en América Latina por la reforma italiana y las diversas corrientes teóricas que en el resto del mundo impulsaron procesos similares, tales como los que se desarrollaron en los EEUU y en el resto de los países europeos. Esta situación ha llevado a que, desde hace más de veinte años se constate un importante esfuerzo de parte de la comunidad científica internacional para denunciar la aberrante situación planteada por las instituciones totales. Al mismo tiempo, se constata la reiterada invocación a promover el fortalecimiento del componente de salud mental en el primer nivel de atención, o bien la apertura de camas de internación en servicios que integran los hospitales generales y así evitar la cronificación de los pacientes con trastornos mentales. La Declaración de Caracas, suscripta en el año 1990 por representantes de los países de América Latina y el Caribe, y constituido ya en un hito en el proceso de reforma, señala entre otros aspectos los siguientes principios: a) “Art-. 1: “Que la reestructuración de la Atención Psiquiátrica ligada a la Atención Primaria de la Salud permite la promoción de modelos alternativos centrados en la comunidad y dentro de sus redes sociales” diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 14 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ b) Art-. 2: “Que la reestructuración de la Atención Psiquiátrica en la región implica la revisión crítica del papel hegemónico y centralizado del hospital psiquiátrico en la prestación de servicios” c) Art-. 5: Que la capacitación del recurso humano en Salud Mental debe hacerse apuntando a un modelo cuyo eje pasa por el servicio de salud comunitaria y propicia la internación psiquiátrica en los hospitales generales, de acuerdo con los principios rectores que fundamentan esta reestructuración“. Nuestro país recoge tempranamente la inspiración de la Declaración de Caracas. Por ejemplo unos años después de que se decide en la Provincia de Río Negro la sanción de la Ley Nº 2440, comienza a manifestarse una voluntad de reforma plasmada en diversas experiencias locales o regionales, (ej: reforma en el Hospital Neuropsiquiátrico Liniers, Colonia Oliveros, Hospital Estéves) las cuales no alcanzaron finalmente a integrarse en una concertada política federal, en parte también por la discontinuidad y la persecución política desplegada por la dictadura militar. Quince años después tal Declaración es ratificada a través de los Principios Rectores de Brasilia, señalando la importancia de que todos los países de la región emprendan procesos de reforma similares a los que fueran impulsados mediante la Declaración de Caracas, pero Argentina ya no conserva el liderazgo que había desarrollado durante los años 70 merced a experiencias como las que liderara Mauricio Goldenberg en el Hospital General de Lanús. Al nivel nacional, el área de Salud Mental pierde peso institucional conforme avanza el proceso de descentralización y/o transferencia de facultades al nivel regional o local, con un presupuesto cada vez más mermado para poder implementar sus políticas sectoriales. En relación con el fortalecimiento del primer nivel de atención de acuerdo a la estrategia de Atención Primaria de la Salud, diversos programas han desarrollado esfuerzos concurrentes en torno a esta finalidad, tales como los programas que han fortalecido la formación de los recursos humanos (ej: Salud social y comunitaria), aquellos destinados a la prevención del cólera o a dar respuestas específicamente dirigidas a la problemática de las poblaciones indígenas, pero sin que ello haya logrado plasmar la jerarquización del componente de salud mental en el primer nivel de atención aún hasta la actualidad. 3. LA FORMACION DE RECURSOS HUMANOS 3.1. Cantidad y distribución de psicólogos La Ley Nacional de Salud Mental señala en su Capítulo IX, artículo 33, losiguiente: “Que la autoridad de aplicación debe desarrollar recomendaciones dirigidas a las universidades públicas y privadas, para que la formación de los profesionales en las disciplinas involucradas sea acorde con los principios, políticas y dispositivos que se establezcan en cumplimiento de la presente ley, haciendo especial hincapié en el conocimiento de las normas y tratados internacionales en derechos humanos y salud mental. Asimismo, debe promover espacios de capacitación y actualización para profesionales, en particular para los que se desempeñen en servicios públicos de salud mental de todo el país” La relevancia de hallar consignada en este artículo la cuestión de los recursos humanos radica en que en último término toda norma que intente incidir sobre la realidad en la cual opera es implementada por sujetos que las comprenden y toman decisiones en contextos complejos, inciertos y determinados políticamente. Dada esta constatación, cabe repensar una cuestión fundamental: están capacitados los psicólogos diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 15 para dar respuesta a los desafíos que plantea la promulgación de la Ley Nº 26.657? En líneas generales, existe un consenso bastante extendido respecto de que la cantidad, distribución, calidad y diversificación de especializaciones de los psicólogos que actualmente se forman en las instituciones públicas y/o privadas no responden a las necesidades sanitarias de la población. Algunas evidencias empíricas nos permiten reforzar la aseveración de que en ciertas regiones del país se observa un marcado déficit de profesionales, mientras que en otras áreas el recurso humano manifiesta una distorsiva sobreoferta que incide negativamente sobre el mercado de trabajo profesional, y contribuye a la precarización o al bajo reconocimiento salarial de la fuerza de trabajo. Con respecto a la cantidad de psicólogos, Argentina ostenta una de las tasas de psicólogo por habitante más alta de América Latina y probablemente del mundo. De acuerdo a datos relevados en el año 2000 (Alonso, M. y Gago 2007), existía un total de 62.773 psicólogos en todo el país, superior a todos los países de América Latina y a la gran mayoría de países pertenecientes al mundo desarrollado. Con respecto a su distribución, y de acuerdo a los datos provistos por el estudio nacional que trabajó con base en datos del INDEC (Alonso, M. y Gago 2007), cerca de las tres cuartas partes de la fuerza de trabajo profesional (71,7%) está concentrado en tres distritos del país, tal es el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y de Santa Fe. 3.2. Tendencias formativas Dado este escenario de situación, es oportuno ahora revisar cuáles son las tendencias que se plantean en la formación de recursos humanos en las carreras de psicología que resultan preocupantes a la hora de pensar los nuevos contenidos de formación que deben ser impartidos tanto en el nivel de grado como de posgrado. Ha sido reiteradamente señalado en anteriores trabajos (Saforcada, E. 2000) que la orientación seguida por las instituciones universitarias formadoras del recurso humano han estado cooptadas de manera hegemonizante por el modelo clínico como instancia legitimada por la comunidad profesional, obturando ello la introducción de otras perspectivas teóricas y técnicas con mayor grado de transferencia al campo social así como instancias de inserción profesional que trascendieran el contexto asistencial dirigido a atender la enfermedad mental. Subsisten además brechas en relación al diagnóstico de las necesidades asistenciales que impactan sobre los servicios de salud y las respuestas consiguientes: los programas de formación no han incorporado suficientemente el desafío de confrontar al graduado con su futura inserción como profesional, dada la escasa proporción de horas asignadas a las prácticas pre-profesionales o en servicio. La enseñanza continúa siendo en su mayoría de carácter enciclopedista, monodisciplinaria, basada en la reproducción acrítica y mnemotécnica de doctrinas enunciadas de forma dogmática, y en las cuales el alumno no puede problematizar adecuadamente sus condiciones de formulación y/o implementación. En relación con la formación orientada hacia la clínica de los trastornos desde una perspectiva psicopatológica, resulta comparativamente escasa la formación que reciben los profesionales en temáticas tales como la estrategia de la atención primaria de la salud, epidemiología, políticas públicas, sistemas y servicios de atención, reforma de los modelos de atención, redes y diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 16 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ planificación de servicios. En apretada síntesis, pueden mencionarse algunos lineamientos que sirven como punto de partida para pensar las políticas de recursos humanos, y dotarlas de un mayor grado de adecuación a lo que plantea la presente ley. a) Por un lado, profundizar el conocimiento de marcos teóricos y tecnológicos que doten de mayor pluralismo la perspectiva de la psicología y fortalezcan la inserción competente en distintos planos de intervención: individual, familiar, institucional y comunitario. b) En segundo lugar, incentivar una perspectiva sanitaria que recomponga todo el proceso de salud/enfermedad/atención, comprendiendo ello las acciones protectivas y/o promocionales y los distintos niveles de prevención específica: primaria, secundaria y terciaria. c) En tercer término, desarrollar un abordaje epidemiológico que permita a los profesionales actuantes orientar la definición de prioridades y la formulación de políticas públicas para actuar poblacionalmente sobre las problemáticas sanitarias. 3.3. El marco de referencia normativo En relación al conocimiento específico de los marcos normativos que enmarcan y orientan el quehacer profesional revisaremos diversas situaciones que pueden ilustrar el carácter problemático del tema que nos ocupa. En primer lugar, hay un problema principal que es el desconocimiento del tema en la formación de pregrado, pues se constata una casi nula incorporación de marcos normativos tales como la Ley 448 o la reciente Ley Nacional de Salud Mental en la formación de grado del psicólogo. En la tesis de doctorado realizada por Ernestina Rosendo (2009) y aplicada sobre los graduados que trabajaban en el sector público se puso de manifiesto un desconocimiento de la ley que rondaba en más de un 60 % de las personas entrevistadas. En ese trabajo los profesionales señalan límites insalvables (por ejemplo, las prácticas de trabajo instituidas, la personalidad de los profesionales, las dificultades de interacción entre los profesionales de muy difícil resolución), pero además consideraban poco razonable pretender la transformación del perfil profesional de quienes tienen una extensa trayectoria de formación, experiencia y desempeño en determinada línea de trabajo. Según los datos relevados en dicho estudio, los profesionales presentaban más expectativas de continuidad de lo establecido que ideas transformadoras e instituyentes, y consideran que esto último debía ser reservado para los jóvenes que recién ingresaban (o ingresarán) al sistema de salud. Como expresa textualmente la autora, “No sólo analizan límites insalvables (las prácticas de trabajo instituidas durante años, la personalidad de los profesionales, la carga fantasmática del pasado -atributos de significados de riesgo respecto al trabajo comunitario provenientes de la época del gobierno militar-, las dificultades de relación entre los profesionales imposibles de resolución), sino que tampoco consideran razonable pretender la transformación del perfil profesional de quienestienen una extensa trayectoria de formación, experiencia y desempeño en determinada línea de trabajo. Los profesionales presentan más expectativas de continuidad de lo establecido que ideas transformadoras e instituyentes. Consideran que esto último debe ser reservado para los jóvenes que recién ingresan (o ingresarán) al sistema de salud. Parece entonces factible afirmar las importantes dificultades que entraña una ley que se propone transformar un modelo profesional instituido y legitimado como válido por la comunidad profesional que lo porta” (Rosendo, E. 2010, pág.12.) diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 17 Tampoco aparecen referencias respecto al fortalecimiento de las estrategias preventivas y comunitarias, y la interpretación que se hace de la ley se orienta más a reforzar lo instituido que a pensar procesos instituyentes, sin proponerse modificaciones respecto al propio quehacer profesional: “Por otra parte, la amplitud teórica y pluralista de la ley, así como de los dispositivos legitimados para la atención, habilita a que todos los profesionales –independiente de la disciplina y el marco teórico que portan, así como las prácticas de trabajo que llevan adelante – tengan margen para validar lo que hacen, sin necesidad de repensar ni introducir modificaciones respecto al propio rol profesional. En el marco de la ley, los profesionales ubican, legitiman y defienden la forma en que trabajan. Se vacía entonces de contenido la idea de “reconversión”, afianzándose a su vez el perfil teórico y la modalidad de a abordaje de la institución (de tratamiento psicoterapéutico, ambulatorio y predominantemente individual)” (Rosendo, E. 2009, op.cit.pág.408 ) Complementariamente a tales evidencias, investigaciones acerca de los aspectos éticos presentes en investigaciones no clínicas en el campo de la salud (Garbus, P; Solitario, R; Stolkiner, A. 2008) releva las dificultades de aplicación de normas como el consentimiento informado en aquellos casos en los cuales hay sustitución de derechos (personas que atravesaron juicios de insanía). A partir de dicho relevamiento se constata que, más que como garantía de los derechos de las personas, esta herramienta parecería funcionar fundamentalmente como resguardo jurídico-legal de los propios profesionales y/o investigadores. En concordancia con lo anterior, en un reciente relevamiento realizado por la DNSMyA sobre los egresados residentes en la ciudad de Buenos Aires que acudían al Ministerio de la Nación durante junio del 2010 se indagó acerca del conocimiento que tenían sobre documentos de referencia internacional tales como la Declaración de Caracas, la estrategia de APS y la Convención Internacional para la lucha contra la discapacidad. Los resultados fueron los siguientes: menos de un 10 % de la población encuestada declaraba conocer la Declaración de Caracas, alrededor de un 20 % manifestaba su reconocimiento de la Declaración de Alma Ata y sólo un 10 % de los principios para la protección de los enfermos mentales y para el mejoramiento de la atención en salud mental de las Naciones Unidas, mientras que la totalidad de los mismos admitía desconocer la existencia de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. En síntesis, se refleja un escaso conocimiento acerca de los marcos normativos e institucionales que deben ser tomados en cuenta para la orientación de las políticas públicas y para establecer los marcos normativos que rigen para la protección de los pacientes y también de los profesionales que brindan atención. 4. PRÁCTICAS SITUADAS Y NUEVOS ESCENARIOS DE APRENDIZAJE La capacitación del personal de salud en el nivel de posgrado, no sólo en cuanto a contenidos teórico-técnicos y metodológicos, sino también, en cuanto a aspectos valorativos y actitudinales y al desarrollo de las habilidades profesionales necesarias (comunicacionales, por ejemplo) para llevar adelante este nuevo tipo de intervenciones son piezas clave del éxito de la reorientación de los servicios de salud. Por ello resulta fundamental habilitar escenarios de aprendizaje que permitan al futuro graduado aprender desde una práctica situada, facilitando el reconocimiento de los contextos cambiantes, inciertos y complejos en los que se desenvuelve el accionar de Instituciones de salud. diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 18 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ Un ejemplo de lo anterior se halla presente en la fundamentación de las prácticas profesionales en el marco de la formación de pregrado, las cuales han tratado de incentivarse en diversos ámbitos de formación durante el período reciente. En la medida que guarda estrecha relación con lo propuesto por la ley y con la puesta en marcha de la Dirección Nacional, de la cual ha obtenido un aval explícito y facilidades institucionales para su realización, se expondrán brevemente los fundamentos y los antecedentes que permiten contextualizar sendas propuestas pedagógicas que se llevan a cabo en la Universidad de Buenos Aires, y que permiten trazar una importante integración de la agenda académica con aquella que se plantea en el escenario político y social. 4.1. Docencia, Extensión e Investigación Universitaria: el programa Escuelas Promotoras de Salud Durante el período comprendido entre los años 2000 a 2005 la Cátedra Salud Pública y Mental desarrolló, como parte de su actividad formativa en el nivel de grado, Talleres de Educación para la Salud en Instituciones educativas, que se abocaron a la prevención de una variedad de problemáticas sanitarias consideradas prioritarias: alcoholismo, tabaquismo, accidentes, prevención del HIV SIDA, nutrición saludable. En virtud de que tales actividades resultaban a menudo fragmentadas y discontinuas, se decidió la formulación e implementación de un Programa de extensión denominado Escuelas promotoras de Salud, a realizarse en dos instituciones educativas emplazadas respectivamente en San Isidro y Avellaneda. Para la formulación y puesta en marcha de dicho programa se desarrolló un trabajo de capacitación interna del equipo de Cátedra que se orientó a aprehender y acordar una visión común en torno a las características y alcances del proyecto, y distintos subgrupos de trabajo profundizaron el estudio de los ejes centrales que definen la presente estrategia: a) Desarrollo de una propuesta de Educación para la Salud desde un enfoque integral; b) Ambientes Saludables; c) Intersectorialidad. Uno de los principales objetivos del programa fue dotar de continuidad a la labor emprendida por la cohorte de alumnos que cursaba en cada cuatrimestre correspondiente al dictado de la materia con aquella que se desarrollaba durante la cohorte siguiente de alumnos durante el siguiente cuatrimestre, permitiendo la sedimentación y enriquecimiento de los aprendizajes alcanzados, habilitando oportunidades para el intercambio entre Instituciones educativas y Universidad. Como ejemplo ilustrativo de ello, al inicio del Programa de la Cátedra realiza como parte de la cursada un trabajo práctico o salida a terreno consistente en un relevamiento diagnóstico ambiental y comunitario de las áreas vecinas a la Institución educativa con la cual se establecieron los acuerdos de trabajo. Para cumplir con tal finalidad, los alumnos tienen la oportunidad de analizar y debatir, como materiales bibliográficos, documentos de trabajo que se gestaron para dar apoyo técnico y difusión al Programa, elevándose los correspondientes informes a las autoridades (directivos) de las Instituciones educativas. Asimismo, cada uno de los estudiantes, aún cuando asumen una responsabilidad fundamentalmente ligada a las características de la salida a terreno que correspondaa la Comisión de Trabajos Prácticos en la que se halla inscrito, debe interiorizarse de lo que la Cátedra en su conjunto está realizando a través de todas las comisiones de trabajos prácticos que en cada cuatrimestre llevan a cabo el dictado de la materia. De esta manera, se facilita un trabajo más integrado entre alumnos y docentes de la Cátedra, que puede ser expuesto a la vez como un ejemplo cabal de lo que significa una actividad planificada en el campo de la Salud Pública. Durante el año 2007, luego que el Programa recibiera aprobación de la Secretaría de Extensión, la diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 19 Cátedra se abocó a la realización de un proceso diagnóstico participativo con los distintos grupos que representan a la Institución, a fin de detectar los problemas prioritarios y percibidos de salud. Este proceso que se realiza con una variedad de estrategias y técnicas, concluyó en la elaboración de un diagnóstico institucional, a partir del cual se logró trabajar en profundidad las problemáticas sanitarias que los propios actores institucionales (ej: docentes, directivos, padres) han percibido como prioritarias. En dicho proceso diagnóstico se han establecido vínculos entre profesionales universitarios y miembros de las instituciones educativas que han hecho factible continuar exitosamente la marcha de las acciones emprendidas. Al mismo tiempo, dicho vínculo permite ir construyendo conjuntamente la estrategia de intervención e investigación, lo cual sirvió a la vez como un insumo para ajustar de forma permanente los instrumentos utilizados (de Lellis, M; Da Silva, N; Dufy, D; Schittner, 2009). Se da, por lo tanto, inicio formal al proyecto oportunamente presentado, el cual se continúa con la realización durante el año 2008 y parte del 2009 de los talleres de sensibilización dirigidos a docentes y preceptores de la Institución. Más tarde, y con motivo de la salida a terreno que es requisito obligatorio para la acreditación de la asignatura, se realizan talleres de discusión y reflexión con alumnos del nivel medio de ambas Instituciones educativas. En la implementación de este proyecto participan actores insertos de modo muy distinto en la Institución escolar y en la propia Universidad: alumnos, maestros, preceptores, directivos, estudiantes de grado, ayudantes docentes, auxiliares docentes y profesores regulares. Por ello resulta oportuno caracterizar el trabajo realizado con los mismos y su consecuente articulación, destacándose a la luz de la presente caracterización la complejidad que ello conlleva: Los estudiantes de Psicología participan en la formulación, diseño e implementación de actividades educativas (con la supervisión, evaluación y seguimiento de los docentes que conforman el staff de la Cátedra), teniendo a su cargo no la elección de un tema (habitualmente fijado por las prioridades acordado con los propios directivos) pero sí las técnicas que se desarrollarán para su tratamiento y problematización. Ello permite ligar el aprendizaje sobre distintas problemáticas de salud (ejemplos) con su transmisión hacia audiencias prioritarias. Los estudiantes de nivel secundario han sido los destinatarios directos de las actividades educativas programadas en la Institución, en ellos se han promovido habilidades sociales y cognitivas mediante la articulación del saber formal con el saber informal propiciando ello mejores resultados, no sólo en cuanto la incorporación, sino en tanto producción de conocimiento. Se estimuló la responsabilidad y la toma de posición sobre sus acciones y pensamientos, propiciándose herramientas de concientización y reflexión en torno a los problemas identificados . Los docentes Universitarios pudieron experimentar la construcción de un espacio nuevo de trabajo que posibilita la apertura del rol del psicólogo en el ámbito educacional, mas allá de trabajar dentro de una institución. Se logró la articulación de contenidos que atañen a la cátedra con herramientas informales con las que se pudo llegar a la población que se prentendía. Se promovió la enseñanza de técnicas relacionadas con la identificación de problemas con un enfoque sanitario, y la formulación de una propuesta de promoción y educación para la salud adecuada a la institución con la cual se efectuó la vinculación. Los docentes de las escuelas hallaron oportunidades para la integración de la currícula con herramientas hasta este momento no utilizadas, potenciando la incorporación de contenidos curriculares y extracurriculares. Se logró la articulación entre los procesos escolares tradicionales diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 20 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ con formas novedosas de aproximar la enseñanza al facilitar la apertura a programas externos (universitarios). Se logró suscitar interés fomentando la participación en grupos de reflexión y visualización participativa y la elaboración de estrategias para trabajar con la población adolescente. Los directivos de las escuelas pudieron llevar adelante la articulación salud-educación como motor de esta iniciativa promoviendo acciones sencillas, económicas, productivas y que atañen a todos los actores de ambas instituciones (alumnos, docentes, directivos), que permitieron reconcer una nueva forma de trabajo, así como difundir los logros y proyectos a desarrollar en el futuro. Se promovieron espacios de reflexión que permitieron revisar las estrategias y modalidades de gestión que llevan adelante las instituciones educativas en relación a cuatro tópicos fundamentales: La aprobación del Programa Escuelas Promotoras de Salud en el ámbito de la Facultad de Psicología de la Universidad (por Resolución de su Consejo Directivo) así como la inclusión de dicha propuesta en el Programa Educativo Institucional (PEI) de las Instituciones con las cuales la Cátedra estableció un vínculo de trabajo sostenido en el tiempo, hizo posible una mayor institucionalización del trabajo conjunto. Se espera que la metodología e instrumentos elaborados y comprendidos en el Programa, combinados de un modo flexible e integrado, permitan monitorear la marcha del Programa y facilitar la evaluación integrada de las dimensiones centrales que componen un proyecto de promoción de la salud en las escuelas: política escolar de promoción de la salud, ambiente físico y psicosocial, comportamientos en salud de la comunidad escolar, articulación con los servicios locales de salud y con organizaciones de la comunidad. En síntesis, todas las actividades de planeamiento, diseño y evaluación comprendidas en el programa de extensión (incluyendo sus obstáculos y dificultades) es analizada y evaluada en relación con los objetivos que se plantean en el dictado de la asignatura al servicios de los distintos componentes de la política universitaria: docencia, extensión, investigación. 4.2. Práctica profesional en Centros Sanitarios del Primer Nivel de Atención: un enfoque preventivo y comunitario del trabajo en salud. Una de las consecuencias positivas de la implementación de la estrategia de APS desde el año 2000 a la fecha ha sido la importancia que han alcanzado los Centros de Atención Primaria como ámbitos próximos a la vida cotidiana de la gente, a partir de los cuales han podido incrementarse las redes intersectoriales que facilitan una atención más integral de la población cubierta. De acuerdo a la evaluación realizada por autoridades del Programa de Salud Social y Comunitaria del Ministerio de Salud, la inserción del psicólogo en el equipo interdisciplinario de salud ha resultado altamente satisfactoria y relevante, realizando actividades preventivas y de base comunitaria en las Unidades Sanitarias. La práctica de grado denominada“El psicólogo en el primer nivel de atención; un enfoque preventivo y comunitario del trabajo en salud” postula la necesidad de promover la inserción de estudiantes en un Centro Integrador Comunitario en el cual se desempeñan graduados del Programa de Salud Social y Comunitaria del Ministerio de Salud de la Nación, quienes a la vez asumen responsabilidades docentes como tutores de la pasantía. Dicha práctica profesional apunta hacia una transferencia de los marcos teóricos, experiencias y prácticas adquiridas por los psicólogos formados en este nuevo modelo de trabajo, a partir de su diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 21 capacitación en el Programa de Salud Social y Comunitaria, hacia jóvenes estudiantes de psicología, a partir de desempeñarse los primeros como tutores de la pasantía. Además de ofrecer las herramientas para el trabajo en salud comunitaria, comunes para todos los profesionales que integran el equipo de salud, la formación de los alumnos se completa con la aprehensión de conceptos y metodologías específicas del área de la psicología social y comunitaria, necesarias para el desarrollo de competencias del psicólogo que se desempeña en el primer nivel de atención desde una perspectiva sanitarista. Luego de diversas cohortes de alumnos que han efectuado su práctica en Centros Integradores Comunitarios en los cuales se desarrollan acciones orientadas hacia el fortalecimiento del componente de salud mental en el primer nivel de atención se ha vuelto indispensable ampliar la inserción del psicólogo en actividades que le permitieran reconocer aspectos relativos a la formulación e implementación de políticas públicas de salud mental en el nivel central. Así fue como se ha ido gestando durante los años 2008 a 2009 actividades tales como entrevistas a funcionarios y responsables de programas en el nivel central. Durante el año 2010, y a partir de la creación de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones dichas actividades se llevaron a cabo en el ámbito de este organismo, resultando propiciatorias para la formulación de una práctica profesional a desarrollarse en cada uno de los subprogramas en los cuales se han organizado actualmente las acciones programáticas. A modo de recapitulación de ambas experiencias pedagógicas, resaltamos lo siguiente: 1. Permite la articulación entre programas de formación de recursos humanos en el campo sanitario (en términos del impacto logrado en la inclusión de profesionales) y la formación académico-universitaria en el nivel de pregrado. 2. Procesa y da respuesta a las demandas situadas en la agenda pública de la autoridad sanitaria y/o educacional, con la que se plantea también en términos de la agenda académica-científica, expresada por el interés y la voluntad de suscribir un acuerdo conjunto de parte de la autoridad universitaria. 3. El alumno se inserta en los propios escenarios en los cuales se despliega el trabajo comunitario (CIC, Centros de Salud, Escuela) pero desde el rol que le asignan los tutores y coordinadores de la misma. 4. Habilita para la inclusión de los propios alumnos en los roles de observador y también partícipes en actividades de educación para la salud, y permite la transferencia de los conocimientos y habilidades propios de la de un programa de formación cursado por graduados en Psicología con aquello que deben aprender los alumnos de grado que cursan la asignatura de Salud Pública en el propio escenario en el cual se despliega el trabajo sanitario (CIC, Centros de Salud). 5. Se compromete a realizar una devolución a las autoridades que han ofrecido el escenario institucional para la realización de la práctica profesional (Directores de Centros de Salud, Directivos de las Escuelas participantes). 6. Para quienes se desempeñan como alumnos de la práctica profesional, representa una inmejorable oportunidad para vincular de forma directa el rol de un psicólogo en el primer nivel de atención, mientras que en el caso de las Escuelas la inserción en programas orientados según una filosofía centrada en la promoción de la salud más que en la asistencia diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud 22 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│ a la enfermedad significó una oportunidad para revisar las prácticas aprendidas e interiorizadas como tales en el transcurso de la formación de posgrado. 7. Promueve competencias no convencionales para abordar las problemáticas identificadas, tales como las actividades de aconsejamiento y/o consejería para trastornos que, si bien no revisten gran severidad, constituyen una proporción importante de las demandas de la población a los servicios de salud. 8. Fomenta el desarrollo de estrategias que impulsen la formación en áreas críticas por la carencia de profesionales. En síntesis, la inclusión del estudiante de Psicología en tales prácticas profesionales ofrece una oportunidad inmejorable para la integración a una actividad de carácter preventivo y comunitario, en la cual pueda visualizarse con claridad la importancia que adquiere el rol del psicólogo en las instituciones públicas, integrados al equipo interdisciplinario y en distintos niveles de acción: desde la promoción hasta los niveles más específicos de prevención. 5. SINTESIS Y COMENTARIOS FINALES La promulgación oficial de la Ley Nacional de Salud Mental manifiesta una decidida voluntad de transformar un campo de prácticas que, surcado por tensiones políticas de muy diverso tipo, se ha planteado como altamente refractario al cambio y a la postre reforzador de situaciones en las cuales se manifiesta la violación sistemática de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. Aún cuando ya existen antecedentes de sanción legislativa en las provincias, la ley nacional se constituye en una muy importante instancia para el referenciamiento de las iniciativas desarrolladas en los niveles locales y en el posicionamiento de los actores más relevantes respecto de las temáticas principales a resolver en el ámbito de trabajo. Su reglamentación se enfrentará sin duda al desafío de convertir en procedimientos operativos eficaces aquello que se enuncia como principios axiológicos para guiar las acciones en torno a la mejora del bienestar y la calidad de vida de las personas asistidas. En esta instancia de aplicación es donde suelen ponerse de manifiesto las dificultades que entraña una ley que se propone transformar un modelo profesional instituido y legitimado como válido por la comunidad profesional que lo porta. Po ello subrayamos la necesidad de formular algunas recomendaciones para repensar la formación de los recursos humanos de grado y de posgrado a la luz de lo normado por la Ley, y que se sintetizan en las siguientes: a) Ubicar al corpus de leyes vigentes a nivel federal como parte indisociable del contexto normativo en el cual todo profesional debe anclar su práctica, y no como una cuestión que sólo atañe a los expertos juristas en la materia, evitando un sesgo excesivamente tecnicista de las leyes en cuestión. b) Proponer una visión integral de los principales dilemas éticos y/o políticos que están asociados a la implementación de la ley, y a la misma como una herramienta en el proceso de formulación e implementación de las políticas públicas. c) Por último, promover una implicación del quehacer profesional que permita tomar decisiones en escenarios institucionales ejercitando roles no convencionales para el quehacer del psicólogo. diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 23 Todo ello implica revisar los contenidos y los escenarios de laformación; de allí que hayamos considerado importante exponer dos experiencias pedagógicas en el cual los futuros graduados desarrollan su implicación en escenarios complejos, inciertos y cambiantes donde se planteará seguramente el futuro rol profesional. La ley, entonces, podrá constituirse en una herramienta fundamental para revertir la tendencia fragmentaria y enciclopedista de la actual formación de grado y de posgrado de los profesionales que actúan o deberán actuar en el campo de la salud mental. BIBLIOGRAFIA: Alonso M.M., Gago P.T. (2007) Relevamiento sobre la formación y distribución de Psicólogos en Argentina. Actualización a 2006. XII Congreso Argentino de Psicología. San Luis. Basaglia, F. (1973). La institución negada. Seix Barral. Barcelona. de Lellis, Martín. (2006).Psicología y políticas públicas de salud. Paidós. Buenos Aires. de Lellis, M; Da Silva, N; Dufy, D; Schittner, (2009). investigación evaluativa de una estrategia de promoción de la salud en el ámbito escolar. Anuario de Investigaciones de la Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires. Marzo de 2009. Di Nella, Yago. (2011). Psicología forense y derechos humanos. Koyatún. La Plata. Di Nella, Yago. (2010).Dispositivos congelados. Koyatún. La Plata. 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Declaración de Caracas, Adoptado por la Conferencia Regional para la reestructuración de la Atención Psiquiátrica en América Latina dentro de los Sistemas Locales de Salud. Copatrocinado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS) y Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 14 de noviembre de 1990. Principios de Brasilia. Adoptado por la Conferencia Regional para la Reforma de los servicios de Salud Mental. “15 años después de Caracas”. Brasilia, Brasil, 9 de noviembre de 2005. Consenso de Panamá. Adoptado por la Conferencia Regional de Salud Mental “20 años después de la Declaración de Caracas. La década del salto hacia la comunidad: por un continente sin manicomios en el 2020. Ciudad de Panamá. Panamá, Octubre de 2010. Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental. Asamblea General. Naciones Unidas – Resolución Nº 119. 46 Sesión. 1991. Diez Principios Básicos de las Normas para la Atención de la Salud Mental. Organización Mundial de la Salud. División de Salud Mental y Prevención del Abuso de Sustancias. 1995. Recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la Promoción y Protección de los Derechos de la Personas con Discapacidad Mental (Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Santiago de Chile, 4 de abril de 2001, aprobado por la Comisión en su 111º Período). Ley Nº 25.421/01. Asistencia Primaria en Salud Mental. Honorable Congreso de la Nación. Programa de Asistencia Primaria de Salud Mental. Promulgada el 4 de abril de 2001. Ley 26529. Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de salud. Honorable Congreso de la Nación. Promulgada el 19 de noviembre de 2009. Ley Nacional de Salud Mental Nº 26657. Honorable Congreso de la Nación. Promulgada el 2 de diciembre de 2010. Decreto Presidencial 457/10. Anexo II. Administración Pública Nacional. 5 de abril de 2010. diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 25 Revista diáLogos Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 25-32 ARQUETIPOS DETERMINANTES DEL ESPÍRITU DE NUESTRA ÉPOCA Y SU RELACIÓN CON LAS ADICCIONES Enviado:06/05/2011 │Aceptado:01/07/2011 Autor: Lic. Rafael P. Díaz Guiñazú Filiación: Universidad Nacional de San Luis E-mail: rafaguiazu@hotmail.com RESUMEN Se intenta dar explicación a las tendencias psíquicas que determinan el espíritu de nuestra época, el que intervendría en la generación de una sociedad global de consumo y, a su vez, en la proliferación de las adicciones. Para ello se expone el concepto de “arquetipos” de Jung y la naturaleza de los mismos, así como, además, se intenta sistematizar una idea de lo que se entendería por “espíritu de la época” como resultante de la actualización de determinadas disposiciones arcaicas del psiquismo humano. A su vez se desarrollan dos de los arquetipos que, a mi entender, determinarían el espíritu de nuestra época, actuando como fuerzas compensatorias a las tendencias psíquicas dominantes de los siglos precedentes al nuestro. En primer lugar se trata del arquetipo del puer aeternus (niño eterno) con su respectiva propensión a la búsqueda de la eterna juventud; y en segundo lugar, se expone el arquetipo del anima, su naturaleza pasional, y su influencia en el estado mental de los hombres de nuestros días. Palabras claves: Espíritu, Adicción, Compensación, Puer, Anima ABSTRACT An explanation to psychic tendencies that determine the spirit of our times, which would interfere in the generation of global society consumption and, in turn, the proliferation of addictions is intended. With this purpose the concept of Jung’s "archetypes" and their nature is exposed, besides, the idea of what would be understood as
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