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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/262875790 Pasado y presente de la lengua española en Japón Conference Paper · January 2007 CITATIONS 6 READS 1,017 2 authors, including: Mario Carranza Autonomous University of Barcelona 15 PUBLICATIONS 65 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Mario Carranza on 05 June 2014. 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Los propósitos de este artículo son, por un lado, analizar la presencia de la lengua española en Japón desde una perspectiva histórica, considerando las relaciones entre ambos países; y en segundo lugar, ofrecer datos sobre la situación actual de la demanda y el interés por el español y por la cultura de los países de habla hispana en Japón. Introducción Durante la estancia de investigación en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio en el curso 2005-06, pudimos constatar la relevancia del departamento de español en una de las universidades japonesas más punteras en la enseñanza de idiomas y el elevado número de estudiantes matriculados en cursos de español. Sin embargo, también comprobamos la escasez de la bibliografía académica sobre la situación de la lengua española en Japón y la falta de información actualizada. En consecuencia, decidimos realizar una investigación para conocer los datos reales sobre la enseñanza del español en Japón. Una vez actualizados los datos, consideramos necesario relacionarlos con el contexto actual, compararlos con los períodos históricos precedentes y verificar el alcance de la demanda japonesa de español en la actualidad. El presente artículo ofrece los resultados de dicha investigación a partir de una estructura basada en las etapas históricas establecidas por la historiografía japonesa para enmarcar las relaciones de Japón con otros países. En cada capítulo realizamos una síntesis de aquellas cuestiones vinculadas al devenir histórico de las relaciones hispano-japonesas que han influido en el desarrollo de la presencia de la lengua española en el archipiélago japonés, con el objetivo de analizar la situación del español en ese momento histórico. 2 1.- Antecedentes históricos de la enseñanza de español. La llegada de los primeros europeos a Japón se produjo en 1543 cuando la embarcación en la que navegaban los portugueses Antonio Peixoto, Francisco Zeimoto y Antonio da Mota, fue arrastrada por un tifón hasta la isla de Tanegashima. La situación interna de Japón, inmerso en un estado de enfrentamiento casi continuo entre los daimyo de los diferentes hani, favoreció un primer afianzamiento de las relaciones porque las armas de fuego traídas por los europeos despertaron el interés de los japoneses y porque los contactos exteriores ofrecían nuevas posibilidades de comercio. Aproximadamente dos años más tarde, llegó a Japón Jorge Alvares quien a finales de 1547 en Malaca sería el encargado de informar a Francisco Javier sobre cuestiones relacionadas con Japón. Con dicha información y acompañado por el valenciano Cosme de Torres, por el cordobés Juan Fernández y por el japonés Yajiro, que había viajado hasta Malaca con Alvares, Francisco Javier emprendió el rumbo hacia Japón, concretamente a Kagoshima. 1.1.- La acción religiosa y los antecedentes del aprendizaje de lenguas europeas Francisco Javier desarrolló su actividad misional en las ciudades de Kagoshima, Hirado, Yamaguchi y Kioto, la antigua capital imperial. Aunque la experiencia en esta última no fue fructífera debido a la imposibilidad de tener una audiencia con el emperador y al estado de destrucción que presentaba la ciudad tras la guerra, en el resto de las ciudades realizó una notable actividad. En 1551 Francisco Javier recibió una carta en la que se le solicitaba que volviese a la India. Otros religiosos, como Gaspar de Vilela, continuaron su labor. Los religiosos contaron con la colaboración de los llamados “daimyo cristianos”, como Harunobu Arima, Yoshishige Otomo y Sumitada Amura. De esta forma, el español, el portugués y el latín se introdujeron en Japón. Otro de los hitos importantes de las relaciones iniciales entre Japón y los países europeos fue el envío de algunas embajadas japonesas. En este sentido, cabe destacar la embajada de 1582 en la que participaron un grupo de cuatro jóvenes japoneses convertidos al cristianismo que fue enviado a la corte papal en un galeón españolii. Las razones del viaje, como el visitador jesuita Alejandro Valignano afirma en sus cartas, eran mostrar el poder del 3 cristianismo y de los estados europeos a estos japoneses de forma que se convirtiesen en testigos ante su pueblo y mostrar ante la corte papal los avances del cristianismoiii. En estos mismos escritos comentaba: “Les hago leer y escribir en japonés y en latín y a tañer a cantar con diversos instrumentos, y juntamente estudiando el arte de la gramática de la lengua latina con que viven contentos y muy bien ocupados”iv. En 1601 y 1602, Ieyasu Tokugawa envió otras embajadas de diferente naturaleza ante el Gobernador de Filipinas, por aquel entonces Pedro Bravo Acuña. El objetivo era el reconocimiento del nuevo poder político en el exterior de Japón y la regularización del comercio bilateral a través de un sistema de licencias oficiales para aquellos barcos que realizasenel comercio entre ambos archipiélagos. La participación de los religiosos en estos primeros encuentros fue una constante y, como recoge el Libro Cuarto de la obra de Francisco Ribadeneira, este caso no fue una excepción. Gracias a esta obra disponemos de una valiosa descripción de lo sucedido, así como datos que atañen a nuestro estudio: “… persuadidos de otros japoneses cristianos que venían en el navío, nos pidieron que les enseñásemos las cosas de nuestra religión cristiana, y aprovechándonos para esto de algunos japoneses que sabían hablar español, les catequizamos muchos días…” v Una de los principales intereses de los misioneros fue disponer de libros. La importación de una imprenta supuso un enorme avance. Con ella se publicaron diccionarios y gramáticas y traducciones de libros escritos en lenguas europeasvi. En relación con ello, se sabe que en las instituciones fundadas por los jesuitas (llamadas “colegios”) se impartían clases de teología en las que se utilizaban algunos libros escritos en español. Por todo ello, cabe pensar que los japoneses que estudiaban en estos colegios pudieran leer en español. A pesar de que en la bibliografía existente no aparece constatado el estudio del español, contamos con suficientes indicios, entre los que destacamos la existencia de traductores japoneses de libros españoles, para poder afirmar que nos encontramos ante los primeros antecedentes del estudio de la lengua española en Japón. 1.2.- La expulsión de las órdenes religiosas 4 La prohibición de la evangelización del cristianismo se produjo en 1587, mientras que en el año 1614 comenzaron las reticencias del gobierno de Ieyasu Tokugawa hacia la presencia de extranjeros. Entre las causas más mencionadas por la historiografía se encuentran el interés por consolidar su poder interno sometiendo a todos los daimyo y el temor a una penetración extranjera derivado de algunos sucesos como el “incidente de San Felipe”vii. El deterioro de las relaciones de las autoridades japonesas con las autoridades coloniales españolas y con la comunidad española en Japón culminó la expulsión de todos los miembros de la misma en 1624. Junto con este edicto se completó la política de "aislamiento nacional" o “sakoku” con la prohibición de la salida de japoneses al extranjero y con la expulsión de los portugueses, en 1635 y 1639 respectivamente. Tan sólo se les permitió permanecer en el interior del país a los holandeses, confinados en la isla de Dejima, y a los chinos, confinados en barrios especiales en Nagasaki. 2.- El período de “aislamiento nacional” Junto a los anteriores edictos, se establecieron otras medidas como la expulsión de los japoneses convertidos al cristianismo, la prohibición de los contactos con el exterior y la eliminación de todo tipo de navegación que no fuese exclusivamente de cabotaje. Sin embargo, existieron vulneraciones de este sistema como la penetración de información a través de las escuelas de traducción del idioma holandés y los contactos con la Península de Corea y con China. Además, ciertas fuentes históricas relatan cómo hubo gente que sí pudo salir al extranjero y regresar viii . Finalmente, los testimonios de náufragos japoneses que regresaron a Japón tras visitar otros lugares también posibilitó la penetración de noticias relativas al mundo exterior, aunque esta información no fue hecha pública sino que se recogió de forma secreta en libros que quedaron en posesión del clan para ser utilizados para la autodefensa de Japón. 2.2.- La visión del exterior a través del estudio del español. T ok okibun o "Noticias de los barcos que vienen de Oriente" fue escrito en 1852. Este libro de cuatro tomos narra cómo en septiembre de 1841 un barco japonés naufragó debido a un fuerte viento y trece supervivientes fueron recogidos por el barco español “Ensayo” que navegaba de Manila a Acapulco. Los 5 supervivientes fueron llevados a México donde pasaron varios meses en distintas ciudades (San José, La Paz). En 1843 cinco de ellos volvieron a Nagasaki y en 1845 otros dos a Corea, el resto permanecieron en México. El clan Han recopiló las explicaciones, sobre todo de lo que contó uno de ellos, y a partir de esta información se escribió el T ok okibun. El libro tiene un valor histórico importantísimo y representa uno de los primeros testimonios sobre la lengua española en Japón. Algunos párrafos recogen traducciones o explicaciones de palabras españolas al japonés, como “número de”. La palabra “número” es traducida por su palabra correspondiente en japonés (kazu) pero la preposición “de” al carecer de contenido léxico se traduce como “algo relacionado con lo anteriormente expuesto”. Otro de los libros escritos a partir de lo que oyeron estos náufragos japoneses es “Sobre las letras que se utilizan en el Reino de Méjico, y se llaman castellano y se escriben de izquierda a derecha y en horizontal, que es casi como la letra waran”ix. La información que nos da este libro posee un valor lingüístico indudable. Se habla primeramente del abecedario, explicando que “se trata de 28 letras que poseen sonido pero no sentido”, algo sorprendente para un japonés que en esos tiempos utilizaba principalmente los ideogramas chinos para escribir. Como ejemplo se da la palabra “Méjico” que consta de seis letras “eme, e , hota, i , se ,o”. También se ofrecen ejemplos de cartas y un compendio de vocabulario con unas seiscientas palabras españolas “transcritas” al silabario japonés katakana y con su correspondiente traducción. Ejemplos “bino”-sake, “arosu”-arroz, “anyosu”- edad, “woi”-hoy, “hente”-gente, personas, “furio”-frío, “tomaru”-beber alcohol, “beberu”-beber, “reru”-leer, “yoraru”-llorar, “yamaru”-llamar; gracias a esta “katakanización”x de palabras españolas podemos comprobar cómo funciona la reestructuración fonológica del español para un oyente japonés de mediados del siglo XIX que hasta este momento no había tenido ningún contacto con la lengua española. También aparecen expresiones de la vida cotidiana como “munchushimasu garashi”(muchísimas gracias), explicado como “cuando uno recibía muchas cosas”. Asimismo, el texto nos informa del léxico y de la pronunciación, bastante aproximada, del español de México en el siglo XIX y es rico en explicaciones gramaticales. Por ejemplo se habla del número gramatical de las palabras (inexistente en japonés), de los modos verbales (el imperativo), e 6 incluso aparecen muchos rasgos dialectales (las formas del imperativo son las propias del voseo mejicano, “parate” por “párate” o “senta” por “siéntate”), se nombran muchos mejicanismos como “banocha” (panocha), “kamote” (camote) o incluso hay ocasiones en las que las traducciones al japonés están en dialecto Kansai (“caramba” se traduce como ahouifuna). Para construir los antónimos utilizan la partícula negativa “no”: “no rarugo” (no largo, “corto”), “no poronto” (no pronto, “tarde”). El valor de estos libros no es tan solo histórico sino que también poseen un claro interés lingüístico puesto que incluyen información sobre el modo de adquisición del español por los náufragos japoneses durante su estancia en México. 3.- La época Meiji y la recuperación de las relaciones internacionales. La presencia extranjera fue una de las causas del proceso de cambio que representa la Restauración Meiji de 1868. Desde principios del siglo XIX se filtraron en Japón noticias sobre los cambios que se estaban produciendo en el exterior y se sucedieron las llegadas de barcos extranjeros a las costas de Japón, a pesar de no estar permitido su desembarco. La llegada del Comodoro Perry a las costas de Izu en 1853 con una carta del presidente Fillmore, en la que pedía la apertura del mercado japonés al comercio internacional, sirvió de detonante para el proceso de cambio interior. Por tanto, aunque el origen de laRestauración Meiji se encuentra en la propia crisis del sistema shogunal de los Tokugawa, la presencia extranjera contribuyó a poner fin al sistema político bicéfalo anterior, al abandono del pasado feudal y a la reapertura de Japón. 3.1- La institucionalización del estudio de lenguas extranjeras La Restauración Meiji inauguraba un período de institucionalización de Japón como estado moderno, de crecimiento económico y de modernización. La reapertura del país al comercio internacional, la intensificación de las relaciones internacionales y una nueva política cuya consigna era “un país rico, un ejército fuerte”, crearon unas necesidades diplomáticas y comerciales que hicieron que aumentase el interés por el aprendizaje de idiomas. Por ejemplo, tras la creación del Ministerio de Educación y la reorganización de la enseñanza se potenció el estudio del inglés y el aprendizaje de idiomas pasó a formar parte 7 del currículo oficial en todos los niveles de la enseñanza. Paralelamente, aparecieron numerosas academias de idiomas. Por lo que se refiere a las relaciones hispano-japonesas, desde mediados del siglo XIX y ante el auge del comercio en Asia Oriental, los gobernantes españoles se plantearon la necesidad de reestructurar el sistema diplomático en la zona y reforzarlo con tratados comerciales, como el que se ratificó con Japón en 1870. Dicha necesidad fue sugerida por las autoridades coloniales en Filipinas quienes insistieron en los beneficios de intensificar comercialmente la ruta Manila-Yokohama ante el interés que despertaban las islas Filipinas y sus productosxi, incluso la lengua española en Japón: “También debe citarse la librería, no sólo por que nuestra lengua es bastante apreciada en el país, sino por que los libros europeos son los buscados con verdadera ansiedad.”xii Por otra parte, la intensificación de la acción exterior japonesa trajo consigo la creación de nuevas legaciones y consulados y, con ello, el aumento del estudio de idiomas debido a la necesidad de que las personas destinadas a estas legaciones aprendieses el idioma del país. Por ejemplo, por lo que se refiere a la necesidad de estudiar español, el intento de renegociación de los "tratados desiguales", el interés en la mano de obra japonesa y las expectativas japonesas sobre las Marianas y Carolinas intensificaron las relaciones diplomáticas entre ambos países; en consecuencia, en el año 1878 el Consejo del Imperio solicitó la creación de una legación permanente en Madrid. No fue el único caso, en 1888 se abrió una legación en México. 3.2.- El comienzo de los estudios de español El renovado interés por el estudio de lenguas llevó a la fundación de la Escuela de Idiomas Extranjeros de Tokio en 1873, que en 1885 tras fusionarse con el Instituto de Comercio pasó a llamarse “Escuela Superior de Comercio de Tokio”. Inicialmente no se ofrecían clases de español, pero la contratación de Emilio Binda en 1890 como profesor de alemán, italiano y español supuso el comienzo oficial de la enseñanza de español en Japón. Tras la guerra sino-japonesa, se produjo un nuevo aumento del interés del estudio de idiomas en Japón. Durante este período se publicaron un gran número de libros de estudio de inglés, francés y alemán. En el caso del español, parece haber un interés claro por Latinoamérica más que por España debido a 8 las relaciones comerciales que mantenía Japón con estos países. Como resultado de este interés y junto a varios libros de conversación en español y diccionarios escritos por japoneses, destacó la aparición de un compendio de listas de vocabulario español bajo el titulo de Supanishe Kaiwa, escrito por C. Yñigo y publicado en 1897. Este mismo año, continuaban los cursos de español y los profesores empleados para ello fueron Gonzaburo Hiyama y, poco después, Francisco Grisoria. Según la “Revista de Estudios Extranjeros”, en el número de enero de 1898, los cursos de español contaban con 23 alumnos, más 53 que lo hacían como lengua optativa aparte del inglés. En 1899 la Escuela de idiomas Extranjeros dependiente de la Escuela Superior de Comercio de Tokio se independiza y se “renombra” como “Escuela de Idiomas de Tokio”, el departamento de español contaba con 21 alumnos en sus tres cursos. La metodología empleada en las clases era la propia del momento, se enseñaba gramática y vocabulario, que el profesor escribía en la pizarra y hacía memorizar a sus alumnos, el método empleado era el Método Cortina y las clases eran poco participativas. Los profesores japoneses explicaban en japonés y los nativos españoles en inglés. Otros profesores de la Escuela de idiomas de Tokio en esta época fueron: Gonzalo Jiménez de la Espadaxiii, Emilio Sapico, Shinoda y el profesor Murakamixiv. 4.- De la Era Taish o hasta la II Guerra Mundial La derrota de 1898 y el consecuente final de la presencia española en Filipinas provocaron la reducción de los contactos y del interés entre ambos países. Mientras Japón seguía ascendiendo en el concierto internacional gracias a sus éxitos militares y a su alianza con el Reino Unido, España seguía inmersa en un prolongado declive. La victoria japonesa sobre Rusia de 1904-05 otorgó cierto reconocimiento internacional a Japón, a pesar de que apenas se modificó la escasa relevancia de las relaciones hispano-japonesas durante el primer tercio del siglo XX. Las relaciones continuaron siendo amistosas, el comercio directo escaso y los contactos políticos limitados. Durante la Segunda Guerra Mundial ambos países compartieron los intereses del Eje, colaborando indirectamente en disputas colaterales, por ejemplo en América Latina actuando como posibles bazas militares del Eje cuando fuera necesario, o en el caso de Japón participando directamente. A pesar de estar 9 del mismo lado, la imagen de España en Japón no fue la más favorable. La imagen de debilidad española se mantenía y el compartido posicionamiento internacional no escondía el recuerdo de las perdidas coloniales. Además, se conocía España gracias a los estudios que se habían puesto en marcha en las dos universidades de Estudios Extranjeros, en Kansai y en Tokio. Los grupos de investigación de estas universidades no tan sólo se dedicaban a la traducción de obras españolas sino que también eran consultados, junto a los diplomáticos con conocimientos profundos sobre España, por el gobierno a la hora de tomar decisiones. 4.1.- La evolución del estudio del español Aunque las relaciones hispano-japonesas no mejoraron durante este período, la demanda de portugués y el español aumentó debido a la emigración japonesa hacia países de América Latinaxv. En 1923 el Gobierno fundó otra escuela de lenguas en Osaka en colaboración con ayuda privada, que más adelante se convertiría en la universidad de Estudios Extranjeros de Osakaxvi. La Escuela Oficial Superior de Lenguas Extranjeras de Tokio y la de Osaka, seguían siendo los únicos lugares oficiales para estudiar español. Estos centros posteriormente se convirtieron en las Universidades de Estudios Extranjeros. Sin embargo, existían otros nueve centros donde se podía estudiar español, en 1925 se fundó otra escuela Superior de Lenguas con departamento de español en Tenri. A pesar de ello el estudio de idiomas fue minoritario y elitista hasta la Segunda Guerra Mundial. El tipo de metodología empleada era el método lectura-traducción, propio de las técnicas de enseñanza de lenguas en esa época. La Escuela Oficial Superior de idiomas en Tokio ofrecía tres años de estudios de español y dos cursos complementarios como especialización, además un curso intensivo de un año. De 1913 a 1918 había una media de 50 alumnos matriculados en la carrera de español. 5.- Del fin de la Segunda Guerra Mundial a principios de los años 90 Durante el período de posguerra, la enseñanza de lenguas extranjerasen Japón se encontraba en una situación caótica. Los edificios de las universidades habían sido bombardeados y, de hecho, algunas universidades tuvieron que alquilar otros inmuebles para impartir las clases. Sin embargo, 10 desde los años 60 Japón entra en una fase de apertura al exterior. El interés por otros países y por la actualidad internacional aparece como reacción al nacionalismo extremista en los tiempos de guerra. En el estudio de idiomas, el más solicitado es el inglés, pero le siguen el francés, alemán y español. Los contactos entre ambos países fueron prácticamente inexistentes en los años 50 y 60. Se limitaron a aquellos establecidos por los residentes japoneses en España, que por aquel entonces no superaban los 300 individuos. Pero la situación que comenzó a cambiar en la década de los 70 y 80. El crecimiento de la economía japonesa contribuyó de manera inmediata a que se abriera al exterior. De esta manera, la economía japonesa se hizo presente en varios países europeos, entre ellos Españaxvii, caracterizándose en este caso por su rápida implantación, su moderación, su concentración espacial y su posterior estancamiento. Las inversiones japonesas adquirieron su cenit a mediados de los 80 y principios de los 90. Paralelamente, la actividad económica exterior de Japón se dirigió hacia el Pacífico, favoreciendo las relaciones con América Latina. Otro de los caminos de interés hacia la lengua española fueron los inmigrantes. Hay dos fechas clave de inmigración a Latinoamérica: a finales del siglo XIX y en la posguerra (finales de los años 40 y principios de los 50). Muchos ciudadanos japoneses emigraron a Argentina, Colombia, Paraguay, Perú, República Dominicana y Brasil. Así, el español comienza a tener un a presencia importante en Japón. Además en la zona de Tokio había, al menos cinco academias especializadas en la enseñanza de español. A las que hay que añadir las academias de idiomas que ofrecen cursos de español entre otras lenguas. Las relaciones contemporáneas entre Japón y España durante este período fueron básicamente económicas y desiguales considerando el balance comercial y los intereses mutuos. Japón seguía mostrando gestos e iniciativas de acercamiento hacia España y Latinoamérica. Sin embargo, desde los años 80 la situación comenzó a cambiar. Un hecho significativo fue la voluntad compartida por ambos países de que el carácter de las relaciones bilaterales no fuese tan sólo económico. Fruto de esa idea se firmó el Acuerdo de Cooperación Cultural en marzo de 1982. Aunque los intereses continuaron siendo fundamentalmente financieros, durante dicho período se produjo un incremento notable del número de japoneses residentes en España, a 11 principios de los 90 residían en España alrededor de 2800 japoneses, es decir, el 0,66% del total de residentes extranjeros en España. 5.1.- Reformas educativas y creación de nuevas instituciones Tras la Segunda Guerra Mundial, el sistema educativo japonés se organiza tomando como modelo el americano 6-3-3-4, es decir, educación primaria de seis años, secundaria elemental de tres y secundaria superior de tres. El estudio de un idioma extranjero es obligatorio durante la secundaria elemental y superior. La normativa no especifica que el idioma extranjero deba ser el inglés, pero en la mayoría de los centros se implantó el inglés como segunda lengua. No existe ninguna ley sobre la enseñanza de lenguas extranjeras en la escuela primaria ni en preescolar. Aunque cada escuela es libre de ofrecer el estudio de una lengua extranjera o no, muchas escuelas privadas ofrecen esta opción como medio de atraer alumnos. Actualmente, el estudio obligatorio de un idioma extranjero en secundaria es de tres horas semanales. Las universidades de estudios extranjeros de Tokio y Osaka son las herederas de las escuelas oficiales de idiomas anteriores a la guerra. Con el resurgir económico de los años 50, se retomó el interés por las lenguas y las relaciones internacionales que culminaría en la Olimpiada de Tokio en 1964 y la Exposición Internacional de Osaka en 1970. En este contexto de internacionalización y crecimiento económico, el interés por el español y por los países de habla hispana se comprueba en el aumento del turismo japonés hacia España y Latinoamérica. En consecuencia, muchas universidades comenzaron a ofrecer cursos de español y nuevos departamentos universitarios (Sophia en 1958) se sumaron a los existentes en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio, la de Estudios Extranjeros de Osaka y la Universidad de Tenri. En los años 60xviii y 70xix continúa esta tendencia. En 1985 había 109 universidades que ofrecían cursos de español tanto públicas como privadas y catorce de éstas, con departamento de español. El número de alumnos era de 21.616. A principios de los años 90 en Japón se podía estudiar español en 110 universidades, de las cuales 14 contaban con un departamento de español. Los datos hasta 1990 nos indican que el español es el tercer idioma más estudiado en estas universidades, por detrás del inglés y del chino, que ocupan los primeros puestos. Sin embargo, la importancia del 12 inglés es indudable ya que más de la mitad del alumnado estudia este idioma. En 1993 el número de universidades se incrementó a 131, 16 con departamento de español. Los alumnos aumentaron hasta 56.092. Tradicionalmente el inglés, francés y alemán han sido idiomas muy valorados por el pueblo japonés lo que explica su peso en los departamentos de lenguas extranjeras, a pesar de que el número de alumnos de francés y alemán ha disminuido. El interés por el chino se explica por las relacionas históricas, por su proximidad y por las similitudes entre ambos sistemas de escritura. En el sistema universitario japonés, se pueden cursar estudios de lengua española en tres itinerarios diferentes: como especialidad, como segunda lengua en cursos intensivos o como segunda lengua en asignaturas optativas. Según cada itinerario el número de horas de español a la semana se establece entre nueve horas semanales (como especialidad), siete horas semanales (en los cursos intensivos) y de cuatro a tres horas semanales (como segunda lengua optativa). Según los datos de la Embajada de España, el 90% de los alumnos pertenece al tercer grupo (español como segunda lengua optativa). En 1955 se fundó la “Asociación Japonesa de Hispanistas” con el nombre de “Asociación Japonesa de Filología Hispánica”. Sus primeros miembros eran profesores de universidades dedicados al estudio y enseñanza de la lengua y literatura españolas. Posteriormente ampliaron sus intereses abarcando política, historia, derecho, arte y cultura españolas, por lo que se decidió cambiar el nombre por el nombre actual. Los miembros de la asociación se reúnen anualmente en el congreso y sus investigaciones se publican en la revista “Hispánica”. En 1957 apareció la “Sociedad Hispánica del Japón”, una asociación cultural integrada por japoneses que habían vivido en España y españoles residentes en Japón. Como sede de esta organización se fundó la Casa de España, centro cultural que organiza cursos de flamenco y economía, lengua y cultura españolas. Aparte de estas actividades regulares la Casa de España ofrece conferencias mensuales, seminarios, cursos de guitarra, becas para estudiar en España y México, exámenes de conocimiento de español y un gran número de publicaciones. Esta sociedad está oficialmente reconocida por el gobierno español desde 1966. El Centro Hispánico de la Universidad de Sophia se creó en 1959 con los siguientes objetivos: ofrecer información y asesoramiento sobre estancias académicas y profesionales en España, 13 organizar cursos nocturnos de español con sus correspondientes exámenes y títulos de aptitud, administrar la Biblioteca Pública de la Embajada de España,que desde 1955 se halla instalada en los locales de la Universidad de Sophia. El último organismo de difusión del español que se ha creado ha sido la “Asociación Asiática de Hispanistas”, fundado en 1985 en su primer congreso, celebrado en Seúl. Esta asociación se define como “una entidad cultural con fines académicos, de investigación, promoción y difusión de la lengua y cultura hispánicas, de intercambio cultural y promoción del personal docente en Asia". Es interesante resaltar el nuevo alcance de difusión logrado con la creación de esta asociación ya que engloba todo el continente asiático, con una clara intención de promover el español a un nivel internacional. 6.- La situación desde 1990 hasta el momento actual La importancia internacional de España aumentó drásticamente gracias a los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona y a la Exposición Universal de Sevilla en 1992. Ambos acontecimientos marcaron un aumento del interés cultural por España en Japón. Era ya conocido el interés del público japonés por el flamenco. Se han contabilizado un total de 18 universidades con escuela de flamenco, y una veintena de academias privadas de baile, número que supera con creces al de otros países. Asimismo, en estos años surgen nuevos intereses culturales hacia nuestro país, entre los cuales se encuentran la moda, la gastronomía o el fútbol. Estos intereses han contribuido a que la situación del español en Japón haya mejorado sustancialmente. En la actualidad, se estudia en más de 100 universidades japonesas, ha aumentado la oferta de cursos de español en centros privados y han surgido agencias especializadas en viajes de estudio a España. Actualmente, unos 200.000 estudiantes siguen clases de español, dos tercios de ellos en el sistema público, y se calcula que unos 10.000 japoneses viajan anualmente a España a estudiar la lengua española, un 8% del total de la demandaxx. 6.2.- Situación del español en universidades, academias privadas y exámenes oficiales Hasta 1985 existían 14 universidades con departamento de españolxxi. Los datos proporcionados por la Embajada de España para el 23 de junio de 2005 14 indican que hasta la fecha contamos con cinco nuevos departamentos de españolxxii. El español puede ser estudiado en Japón como lengua extranjera (L2), como lengua extranjera optativa (L3) aparte de otro idioma, o como especialidad. Además, en las universidades que cuentan con departamentos de español se ofrece la maestría y el doctorado en lengua española o literatura escrita en español. En total, se puede estudiar español durante los cuatro años que dura la licenciatura, más los tres o cuatro años del curso doctorado. El entorno universitario cuenta con numerosos grupos de investigación dedicados a historia de España y Latinoamérica, lingüística española, literatura y enseñanza de español como lengua extranjeraxxiii. Los datos de 2000 muestran que existen al menos 104 centros privados que enseñan español en Japón. Algunos de estos centros están especializados en la enseñanza de español pero la mayoría son academias de idiomas en donde además del español se ofrecen cursos de otros idiomas como inglés, francés, alemán o italianoxxiv. Muchas academias no sólo organizan cursos de lengua sino también tertulias, proyecciones de películas de cine español actual, cursos monográficos, flamenco, mercadillos, etc.… La cadena nacional de televisión NHK publica desde 1967 un método de auto aprendizaje de español que complementa al programa de español que emite esta misma cadena, con una audiencia de unos 110.000 espectadores (datos de 1999). Estos cuadernillos se dividen en Supeingo K oza (gramática) y Supeingo Kaiwa (conversación) y van acompañados de un CD con la grabación de los programas. Asimismo, en la radio se emiten programas de español desde 1956. La Asociación de Hispanistas Asiáticos publica las Actas de sus congresos. En el entorno universitario, cada grupo de investigación suele publicar una revista con artículos de sus miembros, así en la Universidad de Nagoya se publican los “Cuadernos Canela”, la revista de la Asociación Japonesa de Hispanistas publica “HISPANICA” una revista sobre lingüística española, “Lingüística Hispánica”, a través del Círculo de Lingüística Hispánica de Kansai, el Círculo de estudios lingüísticos hispánicos de Tokio publica “Estudios lingüísticos hispánicos” y la revista “Estudios Hispánicos Españoles” es publicada en la Universidad Seiwa Shorin. Existen dos periódicos en lengua española que se publican en Tokio, “International Press” y “Wakaranai”, están dirigidos principalmente a la comunidad peruana que vive en Japón. 15 El “Diploma de Español como Lengua Extranjera” (a partir de aquí DELE) es el título que prueba el conocimiento y dominio del español como lengua extranjera y es otorgado por el Ministerio de Educación y Ciencia español en colaboración con el Instituto Cervantes. Este diploma consta de tres niveles que indican el nivel de competencia de español como segunda lengua (inicial, intermedio y superior). En Japón se convocó por primera vez en Junio de 1990. Consideramos que es interesante observar el incremento de inscritosxxv a este examen ya que refleja claramente el aumento del interés en Japón por la lengua española. En el gráfico 1 podemos comprobar cómo ha aumentado el número de candidatos al DELE desde 1990 (primer año que se convocó en Japón) hasta 2005xxvi. Aunque se puede constatar en los tres niveles un aumento de candidatos, destacamos el crecimiento en el nivel inicial que es el más significativo ya que indica que aumenta cada año el número de personas que comienzan estudios de español. Aum ento de incr itos en DELE 0 50 100 150 200 250 300 350 1990 1995 2000 2005 AÑO IN S C R IT O S I NI CI AL I NTERMEDI O SUPERI OR Gráfico 1: Evolución del número de participantes inscritos al examen de DELE en Japón. 7.- Conclusiones Con esta investigación, que pretende ser una visión histórica en panorama del estudio del español en Japón, hemos constatado la presencia intermitente del estudio de la lengua española desde la llegada de Francisco Javier hasta nuestros días y un notable aumento del interés por el estudio del español respecto a etapas históricas anteriores. 16 A partir de la bibliografía consultada podemos constatar la presencia de la lengua española incluso en aquellos períodos históricos como el final de la era Edo en los que los contactos entre ambos países eran escasos. Demostrando que el interés por el idioma español escapó a veces del marco concreto de las relaciones diplomáticas. Esperamos que los datos presentados en este estudio ayuden a aumentar el número de investigaciones sobre esta cuestión. Por lo que se refiere al interés por el estudio de la lengua española, hemos analizado como los motivos del mismo han variado a lo largo del tiempo; si bien en sus comienzos fueron intereses religiosos o estratégicos vinculados a la presencia colonial española en el Pacífico, a partir de la era Meiji, con el aumento de las relaciones internacionales y comerciales (primero con las Filipinas, más adelante con Latinoamérica) el estudio del español se convirtió en una necesidad práctica. Actualmente, el interés práctico se ha complementado con un claro interés cultural. Asimismo, según los últimos datos de la situación actual de la demanda de español en Japón, del aumento de los inscritos en DELE y de las becas de estudio para España y Latinoamérica nos permiten pensar que el interés por la lengua crecerá exponencialmente en los próximos años. Las estimaciones indican que el español se consolidará como una de las lenguas extranjeras más estudiadas en Japón, siempre que se mantenga la creciente presencia internacional de la cultura hispana y las empresas españolas continúen su proceso de internacionalización.Finalmente constatamos que la situación del interés por el español en Japón es la mejor de toda su historia y le auguramos un futuro prometedor. 10.- Bibliografía consultada ASAKA, T. (1999): “Nihongo to supeingo no deai" (El encuentro entre el japonés y el español). TERASAKI, H.- YAMAZAKI, S.- KONDOH, Y. (Edit.), Supeingo no Sekai (El mundo del español), pp. 156-171, Kyoto, Sekai Shisousha. CABEZAS, A. (1995): El siglo ibérico en Japón, 1543-1640. Universidad de Valladolid, Valladolid. CURIEL, B. (2000): Enseñanza de español para japoneses fuera de Japón, Embajada de España en Tokio. 17 GARCÉS, P. (2001) “Antecedentes históricos de la enseñanza de idiomas en Japón: el caso del español” Kokusaikankeikenkyuu 21, (4) de SANDE, M.M. (1996): La enseñanza del español en Japón. Boletín de ASELE, n.15, pp.12-18, Embajada de España, 1985, El español en Japón. Encuesta de universidades. HARA, M. (1964): Actualidad y orientación para la enseñanza de español en Japón. Presente y futuro de la lengua española, Actas de la Asamblea de Filología del I Congreso de Instituciones Hispánicas, vol.II, pp.357-372. KOPP, H. (1989): La enseñanza de idiomas en los últimos cien años. Cuadernos Canela, vol.1. NAKAJIMA, S. (1999): La situación actual de la enseñanza del idioma español en las universidades japonesas 1998-1999, Tesis de maestría en la Universidad de Salamanca. POZUELO MASCARAQUE, B. (1995): Las relaciones hispano-japonesas en la era del Nuevo Imperialismo (1885-1898) REY MARCOS, F. (1992): Condicionamientos históricos de la enseñanza de idiomas en Japón. Cuadernos Canela, vol. 3-4. REY MARCOS, F. (2000): La enseñanza de idiomas en Japón, Kyoto, Kohrosha. RIBADENEIRA, M. de (1947): Historia de las islas del archipiélago filipino y reinos de la Gran China, Tartaria, Cochinchina, Malaca, Siam, Cambodge y Japón. LEGÍSIMA, J.R. (Edit.) Editorial Católica, Colección España misionera. RODAO, F. (2002): Franco y el imperio japonés, Plaza&Janés, Barcelona. RODRIGUEZ GONZALEZ, A. R. (1995): España y Japón ante la crisis de Extremo Oriente en 1895. Revista Española del Pacífico, n.5, Madrid. TOGORES SÁNCHEZ, L.E. (1992): La acción exterior de España en Extremo Oriente, UCM, Madrid, 1992. TOGORES SÁNCHEZ, L.E. (1995): El inicio de las relaciones hispano-japonesas en la época contemporánea (1868-1885). Revista Española del Pacífico, 5, Madrid. URITANI, R., Historia del hispanismo en Japón. Español Actual, n.48, pp. 67-71 UEDA, H. (2001f): Presencia de la lengua española en el mundo y en Japón. Actas del II Congreso Internacional de la Lengua Española, Valladolid. UEDA, H. (1998): Percepciones de Japón en España. Un análisis introductorio. Revista Española del Pacífico, 8. 18 VALIGNANO, A. (1954): Sumario de las cosas de Japón. ÁLVAREZ-TALADRIZ, J.L. (Edit.) Tokyo Sophia University. VV.AA. (1996): Encuentro Cultural España-Japón. XXV Aniversario de la Sociedad hispánica de Japón, Casa de España, Tokio. 11.-Agradecimientos Agradecemos en primer lugar a todos los profesores del departamento de español de la Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio por brindarnos su ayuda y aconsejarnos con las referencias bibliográficas, en especial al profesor Kawakami, al profesor Takagaki y a la profesora de Sande. Asimismo, damos las gracias a la encargada de la enseñanza de español de la Embajada de España en Tokio, Yayoi Musha. El proyecto se ha financiado gracias a la beca para investigadores extranjeros del Ministerio de Educación y Ciencia japonés. i “Han” es el término japonés para denominar los feudos medievales, “daimyo” es un señor feudal. La utilización del término daimy o se consolida a mitad del período Heian para designar a un prominente propietario inmobiliario civil o militar que controla un amplio dominio territorial. A partir del siglo XVI, un daimy o era un individuo (y su familia) con una renta superior a los 10.000 koku de arroz. ii Sus nombres eran Mantio Ito, Miguel Chijiwa, Julián Nakaura y Martino Hara. iii Para entender las razones del viaje son de gran utilidad las cartas de Valignano. iv Álvarez-Taladriz (1892), 135. v Ribadeneira p. 344. vi La traducción al japonés de la Guía de pecadores de Fray Luis de Granada de 1549 (Rey Marcos 2000). vii Incidente ocurrido cuando los marineros de un barco español saqueado en las costas japonesas en 1596 protestaron ante las autoridades niponas con la amenaza de la posibilidad de una invasión de Japón y mostraron un mapa con las posesiones del Imperio español. viii En general se habla de Japón como un país cerrado al exterior, pero según un documento elaborado bajo la supervisión de las autoridades del clan de Chosu revela algunas personas sí pudieron salir pero permaneció en secreto ante el severo castigo que establecía la ley. Por lo que parece, continuó la importación y comercio de ciertos productos, como vino, algodón, sal, azúcar, judías e incienso, pero no existen estudios detallados sobre el tema. ix El texto entrecomillado está traducido directamente de la versión original en japonés. x Reescritura de las palabras españolas utilizando el silabario japonés “katakana” para representar palabras extranjeras xi De esta forma era posible introducir en Japón los productos propios de la colonia y también algunos productos peninsulares como los tejidos catalanes y los vinos españoles. xii Togores (1995) xiii Este profesor utilizaba explicaba el vocabulario con unas tarjetas con dibujos y la estructura gramatical con oraciones cortas que escribía en la pizarra y las hacía traducir a los estudiantes. xiv Historiador japonés que se hallaba trabajando en Holanda cuando el gobierno japonés le ordenó en 1900 ir a España para estudiar español. xv Las primeras emigraciones a América Latina se produjeron en 1897 a México, en 1899 a Perú y 1908 a Brasil. xvi Colaboraron Pedro Villaverde y el poeta español Miguel Pizarro. Además, uno de los primeros graduados en esta escuela fue el profesor Kanazawa, quien después de trabajar en América Latina volvió a Japón para dedicarse a la enseñanza de español. En 1905 publicó su 19 primera obra Manual de la conversación española y dos diccionarios, uno japonés-español en 1923 y otro español-japonés en 1925. xvii La inversión directa japonesa en España acumulada entre 1960 y 1983 sumaba 10.148 millones de pesetas, mientras que sólo en 1991 fue de 25.242. El número de empresas manufactureras japonesas en España era de 18 en 1983, en 1993 fue de 63, en la actualidad hay establecidas unas 200, como Sony, Pioneer, Nissan, Honda, Sanyo y Yamaha. xviii Femenina de Seisen (1961), Municipal de Lenguas extranjeras de Kobe (1962), Estudios Extranjeros de Kioto (1962), Nanzan (1963), Kanagawa (1965), Eichi (1965), Lenguas extranjeras de Kansai (1966), Prefectural de Aichi (1967 xix Takushoku (1977) xx Curiel (2000) xxi Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio, Universidad de Sofía (Tokio), Universidad Femenina de Seisen (Tokio), Universidad Takushoku (Hachioji), Universidad de Estudios Extranjeros de Osaka, Universidad Tenri (Nara), Universidad municipal de Estudios Extranjeros de Kobe, Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto, Universidad Nanzan (Nagoya), Universidad de Estudios Extranjeros de Kansai, Universidad Prefectural de Aichi, Universidad Tokoha Gakuen (Shizuoka), y Universidad de Tokio (Todai). xxii Universidad Católica de Eichi, Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (Chiba), Universidad Kyoto Sangyo, Universidad de Dokkyo (Saitama) y Universidad de Waseda (Tokio). xxiii Cabría citar el “Círculo de Lingüística Hispánica de Kansai”, con sede en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe, la publicación “Cuadernos Canela” de la Universidad de Nagoya,y la “Asociación Japonesa de Hispanistas” que comprende varias universidades. xxiv Curiel (2000) xxv Cada año se llevan a cabo dos convocatorias, una en mayo (junio en algunos años) y otra en noviembre. Para facilitar la presentación de los datos se ha decidido juntar el número de matriculados en la convocatoria de mayo y en la de noviembre en cada año, de esta manera se hablará del total de estudiantes inscritos anualmente. xxvi En las dos convocatorias del año 2005 se presentaron 647 candidatos en total, 246 en el nivel inicial, 304 en el intermedio y 97 en el superior. Se aprecia un ligero descenso respecto al año anterior (707candidatos) pero un aumento no respecto al primer año que se convocó (88 candidatos) View publication stats https://www.researchgate.net/publication/262875790
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